Kiss Me Kill Me 2

Scarlet Wakefield Book One

STAFF *TRADUCCIÓN Moderadora:

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Je_tatica, Mayte008

Traductoras: Jade Lorien, Monica, Angie Leal, Ctafoya, Mandy, Mayte008, La_Pay

*CORRECCIÓN

Moderadora: Dayanira

Correctoras: Majo2340, Dayanira, Mayte008

*REVISIÓN Y RECOPILACIÓN: Mayte008

*DISEÑO KatieGee

ÍNDICE Sinopsis ...................................................................................................................... 6 Capítulo 1 .................................................................................................................. 7 Capítulo 2 ............................................................................................................... 20 Capítulo 3................................................................................................................ 32 Capítulo 4 ............................................................................................................... 42 Capítulo 5................................................................................................................ 51 Capítulo 6 ............................................................................................................... 62 Capítulo 7 ............................................................................................................... 73 Capítulo 8 ............................................................................................................... 88 Capítulo 9 ............................................................................................................... 94 Capítulo 10 ........................................................................................................... 103 Capítulo 11 ............................................................................................................ 114 Capítulo 12 ............................................................................................................ 122 Capítulo 13 ............................................................................................................ 126 Capítulo 14............................................................................................................ 131 Capítulo 15 ............................................................................................................ 141 Capítulo 16............................................................................................................ 147 Capítulo 17 ............................................................................................................ 152 Capítulo 18 ............................................................................................................ 164 Capítulo 19............................................................................................................ 170 Capítulo 20 ........................................................................................................... 184 Capítulo 21 ............................................................................................................ 191 Capítulo 22 ........................................................................................................... 195

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Capítulo 23 ........................................................................................................... 205 Capítulo 24 ........................................................................................................... 216 Capítulo 25 ........................................................................................................... 226 Acerca Del Autor ..................................................................................... 229 Síguenos en el foro .................................................................................... 234

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Sinopsis

uando la joven de 16 años Scarlett Wakefield se cambia de StTabby al Wakefield Hall Collegiate, se alegra de que nadie conozca el oscuro secreto que la persigue. Hace unos meses, Scarlett fue invitada a una fiesta a la que iban los chicos más guapos de la Sociedad Británica, incluyendo a Dan McAndrew. Antes de la fiesta, Scarlett solo se había imaginado como sería su primer Beso con Dan, pero en la terraza de la casa, cuando Dan se acercó tanto a ella, ya no tuvo que imaginar. Su beso fue hermoso y perfecto y mágico, y entonces... Dan McAndrew tomó su último aliento mientras ella le cogía en sus brazos. Nadie sabe cómo ni por qué Dan murió, y todo el mundo de StTabby cree que Scarlett tuvo algo que ver. Pero ahora que está a salvo en el Wakefield Hall, Scarlett quiere olvidar lo sucedido. Pero no puede. Especialmente después de recibir una llamada anónima que la conducirá hacia la verdad.

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Capítulo 1

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Traducido por Jade Lorien Corregido por Majo2340 7

UIDADO CON LO QUE DESEAS.

El 1 de enero, pedí dos deseos. Sé que se supone que son propósitos, pero las dos cosas que quería realmente no puedo hacer que pasen, como puedo hacer con los propósitos. Deseé besar a Dan McAndrew. Y deseé tener pechos, en lugar de dos panqueques planos en mi pecho. Dios, como odiaba cuando las chicas pasaban junto a mi chasqueaban sus dedos en mi espalda entre las escapulas y se reían mofándose porque no había un broche de brasier ahí, porque no necesitaba usar uno. De hecho, había tres deseos, ¿no es así? Un beso más dos pechos igual a tres, el número mágico. En Junio, casi seis meses después, cuando ya había perdido toda esperanza de que pudiera obtener cualquiera de esas cosas, nunca. Me había resignado a ser plana y sin ser besada por el resto de mi vida. Y luego todo paso al mismo tiempo y mi vida cambio. Aunque no, debo de agregar, que para mejorar. Cuidado con lo que deseas. — ¡Scarlett! ¡Continua, dos mortales hacia atrás y dos giros! ¡Y mantenlos apretados esta vez!

Estaba en el borde del piso, abrazándome a mí misma. Puedo hacer esto. Ricky estaba a medio camino, justo en el lugar correcto para darme un punto en el segundo mortal si lo necesitaba. Pero si lo necesitaba, me gritaría después. Largo y fuerte, Scarlett, me dije a mi misma. Largo y fuerte. Estoy corriendo. Tres pasos al final. Aterrizar y girar, brincar hacia arriba, brincar hacia atrás… mis manos presionando el piso e impulsándome, pies en tierra y estaba lista para brincar de puntas para el segundo mortal, alcanzando, alcanzando más… ¡Sí! No había toque en mi espalda baja, lo que sería Ricky pensando que necesitaba un poquito de ayuda para arquear en el segundo… mis pies en tierra de nuevo y usé el momento para rebotar, alto en el aire. Miré la barra alta al otro lado de la habitación, lo que daba ese punto que necesitaba para enfocarme en la fracción de segundo antes de saltar y girar hacia atrás como una pelota por el aire, arrojada por una mano invisible. Aterrizando derecha, rodillas no dobladas, ligeramente mareada, pero sabiendo que lo había hecho. — ¡Siiii! Al otro lado de la habitación, Alison y Luce, mis dos mejores amigas, estaban aplaudiendo y vitoreando. Sonreí con felicidad y miré a Ricky para su aprobación. —Mejor. Pero tarda más en el segundo lanzamiento—.Es todo lo que él dice. Eso es aprobación, créanlo o no. No esperas ramos de flores de Ricky, no importa que tan buena seas. Y luego miró mi pecho. —Amarra esas cosas, Scarlett, ¿quieres?—agregó. —Están rebotando en todas partes. ¡Se meten en tu camino cuando saltas!— Jesús, ¿de dónde salieron?Esto es embarazoso. Es embarazoso tener a Ricky hablando acerca de mis bubis enfrente de todos. — ¡Consigue un sostén deportivo, por amor de Dios. Dijo Ricky, despidiéndome. Como toda otra chica ahí, solía tener un serio enamoramiento con Ricky, quien estaba constituido como un jugador de Rugby, hombros amplios, músculos surgiendo a través de sus pantalones,

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con grueso cabello rubio, brillantes ojos azules y una realmente linda sonrisa, la que consigues ver, en promedio, una vez al año. Lo increíblemente gruñón de Ricky es la razón por la que mi enamoramiento desapareció. Y los insultos que te arroja. Y el hecho de que es gay. No hay razón por la que no puedas estar enamorada de un chico gay, claro —solo se siente increíblemente inútil mientras el tiempo pasa. Me moví a un lado, dándole a Alison una oportunidad para correr por el piso. Mientras ella comenzaba, caminé por la orilla del gimnasio, de regreso a donde Luce estaba de pie. —Ya traigo un sostén deportivo—dije. —No sé qué hacer. —Usa uno de esos tops con cosa preformada—sugirió Luce. —Ya sabes, el soporte superior—.Jalé mi top un poco lejos de mi cuerpo para que ella viera. —Lo hago —dije sin esperanza. —Oh. Luce era de la constitución ideal para las gimnastas —como un cable. Es pequeña —no debes de medir más de 1.60 m, eso sería demasiado para ti para enviarte dando vueltas por el aire— y no tenía exceso de grasa en todo su cuerpo. Sus pechos era pequeños lindos puntos debajo de su leotardo azul pálido: Luce aún podía usar leotardos sobre mayas sin pies porque ella era tan delgada. La mayoría de nosotras había renunciado a eso hacía años por algo un poco menos cruel que nuestras curvas. Ella usa su cabello en dos moños retorcidos a ambos lados de su cabeza —un estilo que es más fácil para las gimnastas, porque mantiene su cabello fuera, pero eso la hace parecer incluso más como una niña pequeña. Aterradores viejos siempre le estaba lanzando miradas raras. Pero Luce es la persona más testaruda que haya conocido; si ella le sugiriera cambiar su estilo de cabello, se pondría bolitas de colores en sus moños y caminaría por la calle chupando una paleta, solo para mostrarles. —Tal vez debas ir a una tienda de deportes y preguntar—sugirió—. Hice una mueca.

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—No hubo mucha ayuda cuando fui a comprar este—dije. Luce parecía inútil. —Amaría tener unas como las tuyas—dijo ella. —Pero sé que nunca lo haré. Mi mamá es plana como una tabla. La única vez que tuvo algo fue cuando estaba embarazada de mí y dice que lloró por semanas cuando se fueron de nuevo. —Mejor para gimnastas—dije. —Supongo. — ¡Lucy! ¡Scarlett! ¡Dejen de chismear! ¡Lucy, vas arriba!—gritó Ricky. Miré a Luce precipitarse en una visión borrosa. Ella volaba en el aire, sus moños girando mientras lo hacía; en su manos libres frontal, casi era perpendicular al piso por un breve y desalentador momento. Brazos juntos a las orejas, piernas casi estiradas detrás de ella. Es por eso que llamamos ese momento ―Súper-chica.‖ Pensé en lo que dijo Luce acerca de su mamá. Si tuviera mamá, podría preguntarle acerca de cosas de obras deportivos. Tal vez me llevaría a la tienda y hablaría con los mocosos vendedores. En fotos de mi mamá, ella tiene pechos. Eso fue lo que me dio esperanza que eventualmente tendría los míos también. Ellos aparecieron prácticamente en una noche. Casi me levanté y ahí estaban. Se siente raro dormir sobre mi estómago ahora. Puedo sentirlas debajo de mí, como dos bolsas de aire. Y cuando camino, todos las miran. Plum las señaló el primer día que fui lo suficientemente valiente para entrar a la escuela en una camiseta que no era enorme y floja. — ¡Oh mi Dios, mira las bubis de Scarlett! ¡Parece una estrella porno! Scarlett dulzura, podrías quitarte ese Wonderbra, es solo un poco desesperado, ¿no crees? Eso ganó un coro de risas de su entorno, claro. Es más que su valor por la vida no reírse cuando Plum hace un mordaz comentario. — ¡Scarlett deja de soñar despierta! ¡Lo mismo de nuevo pero mejor! ¡Quiero aterrizajes perfectos para ti!—gritó Ricky.

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Una cosa genial acerca de las gimnastas: es lo que es. Aterrizas tu espalda en un mortal o sientes a Ricky tomando la parte de atrás de tu camiseta, ayudándote a rotar, llevándote a salvo a la tierra de nuevo. Trabajas en las cosas y mejoras. Nada cambia en la gimnasia: las reglas siempre son las mismas. Mantente tensa, mantente en forma, se larga, no pierdas el temple. Algunas veces deseo que el resto de mi vida sea así, con un par de reglas claras que, si las sigo, me mantendrán a salvo: algunas veces me da miedo que las cosas cambien. Justo ahora, se siente como que las cosas están pasando demasiado rápido para mí. Estaba tan desesperada por tener mi período. Realmente estaba retrasándome en que me llegara — ¡dieciséis! ¡Eso es muy tarde!— y ahora que lo tengo, realmente no me gusta tanto. Me dan cólicos la semana anterior, eso me hace ganar peso, lo cual siempre nota Ricky. Y cuando lo comento, me pongo mucho más emocional de lo que solía. Mis caderas se están ensanchando, lo cuando no están bueno para las gimnastas tampoco. Y luego están los chicos. Hace un año no pensaba para nada en los chicos. St. Tabby es una escuela de niñas: no vemos ningunos chicos ahí. No parecía encontrarme con ninguno de ellos el resto del tiempo. Claro, hay millones de chicos en Londres. Pero salgo con Luce y Alison. Ninguna de ella tienes hermanos mayores que pudieran traer amigos y no hacemos cosas como ir a los clubes o a las fiestas. Nos encontramos en lo de Luce o lo de Alison y vemos videos, o escuchamos música. Casi siempre con Alison, porque sus padres arreglaron el sótano para ella, con cómodos viejos sofás, una TV y un DVD, e incluso un refrigerados para que podamos mantener nuestras bebidas frías. Es como mi casa lejos de casa, el sótano de Alison. (Ja. Eso es asumiendo que tuviera una casa para empezar, lo que honestamente no es así). O vamos al cine, o a cafés, lugares en los que chicas de dieciséis puede salir y gastar toneladas de dinero. Pero tenemos práctica de gimnasia tres veces a la semana además de los sábados por la tarde y quedas bastante molida después de eso. El verano nos gusta ir a nadar al Serpentine, una clase de lago en Hyde Park. Ellos tienen un área para asolearse. Y comemos helado.

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Dios, somos las chicas más aburridas de la historia del mundo. La mamá de Alison, que es adorable, dice que tendremos todo el tiempo del mundo para fiestas cuando seamos mayores y en la Uní. Ella nos hace palomitas —sin mantequilla, todas somos cuidadosas por Ricky— y compra un montón de yogurt bajo en grasa para nosotras. Mmm. Pero por los últimos meses, he estado intranquila. Siento como si hubiera más allá afuera. Un mundo entero que explorar. Y aquí estoy, sentada en las bancas con mis dos mejores amigas, comiendo yogurt bajo en grasa y viendo Triunfos Robados o Pisando Firme por enésima vez. Sé que hay más vida que hacer gimnasia… o sentarse a ver a chicas de películas de Hollywood haciendo gimnasia. Lo que me lleva de nuevo a los chicos, ¿no es así? Pienso en ellos mucho. Más que Alison y Luce, lo sé. Solía ser todo risitas acerca del chico de la nueva banda, con el que nos enamorábamos con la vista y nos habíamos olvidado del todo seis meses después, para cuyo tiempo ya habíamos estado enamoradas de otros tres o cuatro caritas bonitas, gruñones, flacuchos cantantes con cabello desordenado. Pero ahora pienso acerca de chicos reales, no lo de los que estamos a salvo detrás del cristal de la TV. Digo ―chicos‖ pero a lo que realmente me refiero es a Dan Mc Andrew. Y cuando pienso acerca de él, siento como si me sonrojara por dentro. Tenemos clase de gimnasia después de la escuela, así que son las seis treinta para cuando salimos de las puertas de la escuela, el feliz, risueño trío. Brincando, haciendo piruetas, arrojarte por el aire —te da un montón de energía. Alison, Luce y yo hemos estado entrenando juntas por cinco años ahora y eso te une fuertemente. Nos hemos visto en un montón de altibajos. Ríos de lágrimas. Frustración cuando continúas cayendo en tu trasero. Las críticas de Ricky. Sentirse gorda —esas somos Alison y yo, porque obviamente Luce no tiene exactamente un problema en esa área. (Ser gorda es realmente gran problema en la gimnasia. Si una chica gana unos cuantos gramos, tiene un problema de peso. Seriamente.)

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Alison se queja de su mamá y papá, quienes han planeado unas vacaciones familiares para ellos este Agosto a las que no quiere ir. Solo estoy escuchando con media oreja, porque se siente como que Alison no ha hablado acerca de nada más que estar-atrapada-en-una-villa-en-Greciacon-sus-aburridos-primos durante el último mes. Podría recitar de memoria cada palabra de sus quejas. Luce se siente casi de la misma manera, porque siempre irrumpe la cantaleta de Alison, diciendo: —Oh mira, la Princesa Plum teniendo corte de nuevo. Miramos al otro lado del camino al parque frente a la escuela. Ahí, estada en los escalones que llevan a la fuente en el centro, esta Plum Saybourne, la princesa reinante de nuestra escuela, St. Tabitha. Botamos nuestras mochilas en la banca afuera de las puertas de la escuela. El papá de Alison debe de recogernos y darnos un aventón a lo de Alison, donde vamos a estar. Por todas sus quejas acerca de su familia, Alison no se da cuenta de cuan afortunada es: ellos son muy cercanos. Toman por hecho que Alison y sus amigas irán a su casa después de la escuela a ver TV, arrasaran la cocina y escucharan música. Luce es hija única, pero ella tiene una mamá y un papá que la adoran y le darían todo lo que quisiera. Yo soy la única que no tiene nada de eso. Tengo que obtenerlo de segunda mano, atada a la vida de mis amigas. Desearía tener algo que darles a cambio, pero no lo tengo. Detrás de nosotras esta St. Tabby, entramado con grandes giros y curvas como ese horrible glaseado que ponen tipo del que los niños pequeños rompen azúcar. El edificio es muy imponente.

enorme, hecha de ladrillo rojo de stucco que parece desde lejos en los pasteles tipo antiguo —del y comen para tener un subidón de

De hecho, la primera vez que caminé por la calle y me di cuenta que esta era mi futura escuela, estaba abrumada e impresionada al mismo tiempo. De cualquier modo, también noté que St. Tabby se ve exactamente como lo que es: importante y cara. Es una de las tres mejores escuelas para niñas en Londres y es la que tiene la locación más elegante. Justo dentro de la entrada principal, el gran corredor de mármol, hay una serie de paneles de caoba en los que está grabado, con letras doradas, los nombres de todas

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las estudiantes de St.Tabby que han entrado en Oxford y Cambridge, las dos universidades más snob de Inglaterra. Los padres pagan un montón de dinero para enviar a sus niñas a St. Tabby porque piensan que tendrán mejor educación yendo y por qué quieren que hagan amistad con las niñas de las familias más ricas, listas, y más socialmente conectadas. Solo que no es fácil ser amiga de niñas como esas como los padres piensan. Tomen geografía, por ejemplo —una materia que cada chica de St. Tabby deja como una papa caliente tan pronto como pueden. Geografía No es Sexy. Aquí en el punto A) La banca afuera de St. Tabby, donde esperamos que el volvo del papá de Alison nos recoja. Punto B) Claro, es la fuente en el pequeño pero perfecto parque al otro lado de la calle. St. Tabby está en el corazón de Chelsea, uno de los más bonitos, más caros y más exclusivos vecindarios de Londres —naturalmente, el parque es tan adorable como la manicure de Plum Saybourne. Puedo caminar la distancia entre el punto A y el punto B en un minuto. Cruzar la calle, subir por el camino y estaría ahí. Pero la distancia, socialmente, es inmedible. Plum y su corte son todo lo que es cool. Son el par más listo de St. Tabby, las que iniciaron la moda que todas las chicas de la escuela copian. Puede que no sean las más bonitas, pero convencen a todos los demás de que lo son y eso es lo que cuenta. —Me gusta la falda de Nadia—comenta Luce. —Nadia esta delgada por ahora—dice Alison. —Un poco delgada—contribuyo. Sabemos que decimos esto por qué nos sentimos gordas. Y todas sabemos que no estamos gordas, a menos que interpretes la palabra gorda como que ―tiene una sensible capa de carne protegiendo su piel de ser rota por sus huesos‖. Pero aún veo a Nadia, quien no es ni un poco hermosa y veo como ella hace lo mejor por ella: el maquillaje; el cabello; el sexy, atrevido vestuario que enfatiza sus puntos buenos y oculta los más débiles. Eso es verdad de todas las chicas sentadas alrededor de la fuente: se presentan a sí mismas tan bien, como paquetes envueltos en brillantes papeles, atados con

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invitadores moños de satín, retoños de flores cuidadosamente deslizabas bajo el moño. No puedo evitar mirar a Alison, con su caótica coleta de caballo color zanahoria, rostro brillante limpio y cejas rojas sin depilar. Ella viste una sudadera floja, desteñida de cientos de lavadas, pantalones igualmente flojos, el tipo con tiras blancas a los lados que suenan cuando se mueve. Ella es completamente machorra. Y luego está Luce —pequeña, desamparada Luce—, con sus moños que la hacían parecer de apenas trece. ¿Y yo? Mis pantalones para correr no suenan, pero sé que están colgando de mi trasero; son tan viejos que el material esta todo estirado. Mi cabello está detenido detrás de mis orejas en dos tensos rollos para que no se metan en mi camino cuando estoy brincando y haciendo mortales. No exactamente sofisticada. Si fuéramos paquetes, estaríamos envueltos en papel café, muy maltratado en las esquinas, atado con cordones. No creo que este contraste me haya golpeado de la misma manera antes. —Miren, ahí está esa chica nueva—dijo Alison, gesticulando con su mano. —La Alemana. —Sophia Von UndZu Impronunciable—dije.Todas nos reímos. —Ella está en Latín conmigo—dijo Luce. —La Srita. Hall intentó decirlo tres veces antes de decirlo bien. —Ella es una condesa—dijo Alison. —Y es rica. No me pregunto por qué la anotaron—.Ser rica y tener un título casi te da el pasaporte para el círculo interno de la Princesa Plum. —Oí que en Europa, si eres un conde, todos tus hijos son condes y condesas—observé. —Así que hay montones de ellos. — ¿Es eso lo mismo que príncipes y princesas? —preguntó Luce. —Eso creo. —Nadia es algo—. Alison mordió una de sus cutículas y la golpeé con mi rodilla. —Quiero decir, su familia es elegante. —Pero los tiraron, así que probablemente eso no cuente—dijo Luce.

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—Si lo hace—insistió Alison. —Aún mantienes el título. La familia de Nadia tuvo que dejar Persia hacia años, cuando hubo una revolución. Ha sido llamado Irán por años y años, pero ellos aún lo llaman Persia, porque eso es más aristocrático. Ellos mantienen todo su dinero, aun así. Lo suficiente para hacer a Nadia parte del círculo interior. Ahora todas estábamos viendo hacia la fuente, al grupo sentado en los escalones. Todas tan brillantes como ponis de un show. Pulidas. Sus piernas y cabello y uñas brillando, reflejando la luz de la tarde temprana. Sin pretensiones ahora entre nosotras tres de que daríamos lo que fuera por estar sentadas con ellas, riendo de sus bromas. Siendo parte del grupo que se reunía en la fuente casi todas las tardes, saliendo con los chicos más guapos, ricos de St. Peter, justo camino abajo, es un ideal absoluto para toda chica de St. Tabby. —Plum no podría si quiera hacer un mortal al frente—murmura Luce. —Se metería su cabello—coincidí. Pero continuamos mirándolas deseosas, proyectándonos en nuestra imaginación hacia allá, sentadas en los escalones, viéndonos tan brillantes y lindas como ellas. Buenos, como algunas de ellas. Incluso en nuestra imaginación, ninguna de nosotras podría competir con Plum. — ¿Esta Nadia saludándonos?— dijo Luce, incrédula. Nos giramos para ver si Nadia realmente le hacía señas a una chica detrás de nosotras. Pero no había nadie ahí.—Pareciera que nos está saludando—dijo Alison, haciendo su mejor esfuerzo para sonar insulsa y cool. Pero conozco a Alison tan bien que puedo decir cuan excitada esta. Su voz de hecho esta burbujeando con ansiedad. —Han —dice Luce sin preocupación—. No puede ser. Incluso Luce, la más impasible de nuestro trió, la más propia y callada y comportada de todas nosotras, está siendo, bueno, golpeada por esto. Ella cambia de lado a lado incansablemente, como si estuviera a punto de irse y comenzar a correr por la calle a la Tierra Prometida donde la Gente Dorada se sienta y ríe como si no se preocuparan por el mundo. Nadia definitivamente está saludando. Y no hay nadie más alrededor de nosotras: todas las actividades después de la escuela ya han terminado. El

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cuidador está viniendo a cerrar las puertas. Y de alguna manera no creo que le esté haciendo señas a él. — ¿Qué debemos hacer?—Dice Alison, su voz elevándose con la tensión. — ¿Deberíamos ir hacia allá? — ¡No!—Dije al momento. — ¡Piensa que horrible seria si es un error! La imagen de nosotras haciendo el Camino de la Vergüenza de vuelta de la Tierra Prometida, rechazadas, burladas, con la risa de Plum como un timbre en los oídos, es tan horriblemente vivida en nuestras mentes que tragamos al unisonó. — ¡Oh, miren!—Alison está prácticamente gritando ahora. — ¡Se está poniendo de pie! Nadia esta sin duda de pie. Se baja su corta falda, echa hacia atrás su cabello negro-azulado —lo que daría por ser Persa— y ajusta sus lentes de diseñador, deslizándolos ligeramente hacia atrás sobre su cabeza. Sus tacones deben de ser de tres pulgadas de alto y se balancea ligeramente por un momento antes de que recupere el equilibrio. Luego comienza a bajar por las escaleras. Estaba sentada casi hasta arriba —una señal de su alto favor. Plum se sienta en el borde de la fuente, pero entonces, Plum es la princesa y ese es su trono. Plum se inclina y le dice algo a Nadia, algo enfático, por la manera en la que ella agita sus manos. Nadie asiente, igualmente enfática. Esta ahora al final de los escalones… está en el camino… caminando directo hacia nosotras… —Oh mi Dios. ¿Qué crees que quiera?—Alison definitivamente está gritando. No hay otra manera de describirlo. — ¡Cállate Alison!—sisea Luce. — ¡Tranquilízate! —Seee—dije cínicamente. —Probablemente solo quiera hacernos enfadar. Nadia diría algo horrendo, reaccionaríamos y luego ellas romperían a reír. Esa es una posibilidad tan fuerte que incluso Alison se controla y se calma. Inhalamos profundamente, intentando contenernos en contra de la inevitable pieza de zorras que viene hacia nosotras.

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Ser notado por Plum y su corte es raramente, si quiera, algo bueno. De hecho, usualmente significa lágrimas antes de dormir para la pobre chica que es elegida. Un horrible comentario de Plum, amplificado unas mil veces por sus seguidoras, puede quemar a través de ti como ácido arrojado a la cara. Antes este año, Plum pretendió confundir a Luce con una chica del tercer año que se inmiscuía en el área de sexto grado, muy divertido desde el punto de Plum. Claro, las elaboradas disculpas de Plum fueron más ofensivas que el comentario original —sal en las heridas. Sé que Luce lloró antes de dormir esa noche y muchas noches después. Nadia estaba cruzando la calle ahora, sus piernas bronceadas tan delgadas que incluso sus muslos no rozan el uno contra el otro mientras camina. Tres pasos y ella estará frente a nosotras. Trago. Incluso el aire se han puesto extrañamente tranquilo. Es como el espectáculo de un viejo filme de vaqueros, donde los hombres se ven feo a los ojos para un momento intimidante antes de las armas. —Hey—dice Nadia, mirando directo a mí. Nadia no es realmente bonita, pero lleva un montón de maquillaje, como una chica hindú de los filmes de Hollywood. Base, muchas sombras, delineador negro y gloss dorado pálido —es gloss Miss Dior. Lo sé por qué Nadia siempre lo está retocando en clase. Es muy intimidante, este grado de arreglarse y —obviamente— brillo. Mi cabello esta empapado del gimnasio y probablemente sude todo mi rímel. Debo lucir como una mujerzuela en comparación. No puedo respirar. Solo sé que un horrible comentario acerca de mis bubis es inminente. Va a decirme que Plum le pidió que me preguntara donde conseguí una hamaca lo suficientemente grande para mecerlas, o algo. — ¿Scarlett? Nos preguntábamos…—dice Nadia,preguntábamos, como fachada, pero las cuatro sabemos que es Plum quien pregunta. — ¿Si quieres ir allá y salir? Puede que vayamos por un café después, o algo.—No puedo hablar. Pero desafortunadamente, Alison si puede.

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—Bueno, se supone que mi papá nos recogerá—explota. —Pero podría hablarle y decirle que no venga.—Nadia mira a Alison como si fuera caspa en su hombro. —No, no tú. Dios—. Gira sus ojos en incredulidad de que Alison si quiera pensara por un momento que ella podría tener una invitación a la Tierra Prometida. —Scarlett—dice. —Le estaba preguntando a Scarlett. Luce y Alison me miran. Su expresión es idéntica: una casi mezcla de incredulidad, celos, e insistencia de que rechace a Nadia y defienda el honor de nuestro trió. Todas para una y una para todas, es como ellas lo quieren. Lo que deben de tener.Y en su lugar me oigo a mí misma diciendo: —Bueno, supongo que podría, solo un momento. — ¡Genial!—dice Nadia, sonando genuinamente complacida. No creo que nada de esto esté pasando. No puedo ser quien se esté dirigiendo a la banca para recoger mi bolsa; quien se las está arreglando para evitar hacer contacto visual con Luce y Alison, porque conozco la furia y traición que ver en sus ojos, no puedo ser la que se gira hacia Nadia, dándoles un casual: —Nos vemos mañana—sobre mi hombro a las chicas, ignorando su ensordecedor silencio. No puedo ser yo cruzando la calle, caminando lado a lado con Nadia Faro, pateadora número uno de Plum, dirigiéndome a la fuente. Pero lo soy, traicionando a mis amigas, vendiéndolas, dejándolas detrás la segunda más brillante y reluciente señal. Noventa y nueve por ciento de mi está hirviendo con excitación cuando me permito pensar que las puertas doradas realmente se me están abriendo, que puedo al menos ser parte del mundo que siempre he querido formar. Pero el último uno por ciento dice: Alguien que haría esto merece todo lo que obtiene. No hay premios por adivinar que parte de mi estaba en lo correcto.

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Capítulo 2

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Traducido por Mónica Corregido por Majo2340

A FANTASÍA DE LA PRINCESA.

Cada niña pequeña tiene una fantasía de princesa, incluso si solamente es un fugaz momento aquí y allí, viendo una película de Disney o recogiendo una princesa Barbie. Incluso si la hace sentir torpe y equivocada, porque ella realmente prefiere trepar a los árboles y lanzar pelotas mientras usa el tipo de ropa poco femenina que haría a la princesa Barbie desmayarse de horror. Una niña no puede crecer sin tener princesas metidas a la fuerza en su garganta de algún modo. Ellas vienen con todos los mejores adjetivos. Hermosa. Perfecta. Adorable. Una princesa es el tipo de chica que no necesita hacer nada para hacerse notar, aparte de entrar en una habitación luciendo extremadamente magnífica. Alison, Luce y yo amamos esos films donde la chica con gafas fea y torpe dice que ella es realmente una princesa, un hada madrina girando la transforma por arte de magia —sin cirugía plástica— en una belleza demoledora con lentes de contacto —tal vez de colores. Creo que todas utilizamos para ir a dormir por la noche acariciando esa fantasía. Pero entonces la dura realidad te patea. Para mí fue a los catorce años, cuando descubrí que no era la princesa en la historia de mi vida. Otra persona lo era.Supongo que cada escuela tiene una súper estrella reinante, el ideal al que aspira cualquier otra chica. Cuando llegué por primera vez a St. Tabby, pensé que esa chica era Cecilia, una floreciente supermodelo que medía unos diez pies de altura, pesaba unas 110 libras, con el pelo rubio hasta la cintura y ojos tan azules como la porcelana china Wedgwood.

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Cecilia era tan hermosa que podría entrar en la escuela con un resfriado espantoso, ojos enrojecidos, nariz hinchada y con jeans y un suéter grande y luciría más hermosa que todos los demás juntos en St. Tabby. Pero Cecily era demasiado tímida para decirle una palabra a cualquiera, lo cual la ponía fuera de los puestos de princesa. Porque las princesas necesitan gobernar. Ellas necesitan una corte para mandar. Y por eso, ellas necesitan ser capaces de dar órdenes y mantener la disciplina en las filas. Y no hay nadie mejor mandando una corte que Plum Saybourne. He alcanzado los pies de los escalones de la fuente. El sol está brillando directamente en mis ojos, deslumbrándome. Típico de Plum sentarse dándole la espalda, proveyéndose a sí misma de un halo dorado. Nadia está detrás de mí y cuando me paro, no sabiendo donde sentarme, ella dice impacientemente: — ¡Vamos, entonces! Pero no sé en cual escalón debería sentarme, o cuan alto subir. Suena ridículo, pero sé que si me equivoco podría estar en problemas. — ¡Scarlett! —Plum arrastró la palabra, moviendo hacia atrás su pelo. — Que amable de tu parte unirte a nosotros. Conoces a todo el mundo, ¿verdad? Era como si fuera la dueña del parque. Tengo que admirar su sentido evidente de derecho. Debe ser agradable ser tan seguro de sí mismo. Plum hizo gestos a un escalón por debajo de ella. —Bien, siéntate. Nadia seguía detrás de mí. Tirando del ruedo de la falda se sentó con cuidado, asegurándose de que tiene suficiente material delante de ella para cubrir al menos sus bragas. Su falda es tan corta que ella no puede ni siquiera cruzar sus piernas. Me siento cerca de ella. Parece una posición segura, teniendo en cuenta que fue Nadia quien me invitó. Me siento como una mujer desaliñada con los pantalones de atletismo que me puse sobre mis pantalones cortos. Nunca me preocupo de cómo luzco después de gimnasia, porque me voy a casa a la ducha, o vuelvo a la de Alison o Luce.

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Ahora mis muslos parecen todo voluminosos, debido a las dos capas de ropa que llevo, en particular, sentada al lado de Nadia, con sus flacas, naturalmente de color marrón pálido, piernas. —Por lo tanto, Scarlett —continuó Plum, —tienes sin duda planes durante la noche, ¿no? Todas las chicas se rieron aduladoramente. Así es como funciona. Plum gobierna con puño de hierro en guante de hierro. No parece ser más de una respuesta a eso, así que no digo nada. Aparentemente Plum no está esperando una respuesta, porque sigue adelante con su siguiente comentario. —Vamos a tener todos, cuidado de no tropezar con Scarlett por detrás — dijo. —Ella va a caer directamente en su cara. ¿Cuáles son esas, Scarlett,treinta y cuatrocopa D? Dios, esto era humillante. La verdad es que estoy confundida sobre cómo medirlas. Iba a preguntarle a Luce y Alison para que me acompañaran a unos grandes almacenes, donde la vendedora lo hace por ti, pero no puedo pensar en Luce y Alison en este momento, me hace sentir demasiado culpable. —Venetia podría matar por tener una treinta y cuatro, ¿no es así Venetia? —dijo Plum. —Oh Dios, si —dijo Venetia, bastante desembarazada. Venetia es una chica súper-elegante, de pecho plano, pelo ratonil, pecas en todos los lugares equivocados, con un culo tan ancho como el Canal. Pero ella tiene la absoluta confianza que viene de su familia que son propietarios de la mayor parte del norte de Inglaterra desde que la Reina Isabel subió al trono —Isabel I, por supuesto. —Maldita sea, me encanta —dijo con nostalgia Venetia. — ¿Has visto mi foto en Tatler en la fiesta de Ross por sus diecisiete cumpleaños? ¡Parecía un niño con un vestido! Se lo mostré a mamá y le dije que me moría de ganas por hacerme la cirugía en los senos, pero mamá dijo que tenía que esperar hasta tener dieciocho años y mi fondo fiduciario. Ella no quiere pagarla, la muy vaca. —Dios, teniendo en cuenta la cantidad de cirugía que se ha hecho tu madre, eso tiene gracia —comentó Plum.

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—Lo sé —Venetia suspiró. —Tan injusto. Plum hablaba sobre la cirugía plástica con el aire descuidado de alguien que no la necesita ni remotamente —o no realmente en las próximas décadas. Como corresponde a una princesa, ella es naturalmente hermosa, aunque sin duda se mantiene bien a sí misma. Tiene el pelo largo, brillante, del color de las hojas en otoño —es decir, morena con un montón de caros reflejos cobrizos, —ojos verdes un poco rasgados —lentes de contacto, lo juro— y los pómulos bastante altos teñidos de rubor dándole una expresión altiva. —Debo decir, Scarlett, que te ves un poco sonrosada y sudorosa — comentó Plum. —Vengo de gimnasia —dije defensivamente. —Demasiado enérgico para mí —Plum suspiró—. Me canso de andar en la cinta de correr, ¿verdad?—Hubo un murmullo general de asentimiento. — ¿Alguien puede prestar a Scarlett un brillo labial o algo así? —Preguntó Plum con un dejo de desdén. —Quiero decir, ella luce un poco demasiado fresco el rostro, ¿no creen? Esto es clásico de Plum, terminar casi todas sus frases con una pregunta que tú no tienes la intención de responder en voz alta, de cualquier manera. Una chica sentada cerca de mí sacó una barra de labios de Lancôme. Alguien más me dio un delgado, tamaño de spray bolso de Elizabeth Arden Sunflowers. Murmurando las gracias, pinté debidamente mis labios con brillo y me rocié con perfume, el cual es, para mi alivio, suave y no del todo empalagoso. Devuelvo el gloss y el perfume a sus propietarias. Cuando me estoy sentando de nuevo, un ruido atraviesa el grupo. Se muerden los labios, se pellizcan las mejillas, se enderezan los hombros. De repente todo el mundo está en alerta máxima. Plum está agitando su cabello y balanceando las piernas como si estuviera señalizando con ellas. Y en cierto modo, lo está. Ella agacha su cabeza una fracción para poder mirar por encima de sus gafas de sol de diseño. Las otras chicas están tratando tan duramente no girar la cabeza que parecen congeladas en el lugar, como toda una serie de estatuas; Plum es la única en movimiento. No puedo evitarlo. Tengo curiosidad. Vuelvo la cabeza para mirar. Oh, Dios. Soy una idiota. Me había arrastrado tan lejos el halago de ser

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invitada a unirme a la camarilla de Plum que olvidé brevemente una de las principales razones de que la entrada a este grupo es tan prestigioso: viene con el acceso a la sexta forma de la vecina escuela de chicos. Pero solo los chicos más aptos. Los más ricos, los más elegantes, los mejor parecidos. Cinco o seis de ellos venían hacia la fuente justo ahora mismo, encorvados, su pelo artísticamente desordenado colgando sobre sus rostros. Ellos están haciendo su mejor esfuerzo para mirar tan casual como sea posible, como si no les importara nada estar con este grupo de chicas. Pero puedo decir cuan dispuestos están a vernos por el hecho mismo de que están aparentando tan exageradamente relajados, casi como si apenas notasen que estamos sentadas alrededor de la fuente hasta que están parados de pie justo enfrente. Los miro a todos ellos y mi corazón se hunde —él no está aquí. —Hola, Plum —dice el líder. —Oh, hola Ross —dice Plum igualmente a la ligera, siguiendo la corriente con el juego de la fantasía-de-como-tú-por-aquí. — ¿Qué pasa? —No mucho —responde Plum. —Pensamos que podríamos tomar un café después o algo así. —Guay. Este debe ser el Ross de la celebración del diecisiete cumpleaños que estaba considerada socialmente lo suficientemente importante como para ser fotografiada por Tatler, la brillante revista más snob para la gente más elegante del país. Ahora estoy convencida de que Plum me ha invitado aquí para jugarme alguna broma realmente cruel. Encajo en este elegante conjunto tan bien como un troll en una fiesta de pijamas solamente para princesas. Los chicos se organizaron alrededor de la fuente, la mayoría de ellos apoyados contra ella. Ross saca un paquete de cigarrillos, lo cual es una señal para todos los fumadores presentes para encender un cigarrillo por sí mismos. El clic de los encendedores, los fósforos, pequeñas llamas se disparan. Todo el mundo da su primera calada y luego respira al unísono. Miro a

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Ross mientras todo el mundo está distraído. Él está en medio de un brote de acné horrible, pero se ve tan imperturbable por sus puntos rojo brillante con aspecto de picar que el casi salía airoso. La gente elegante realmente se preocupa menos acerca de lo que el resto del mundo piensa. Tal vez pueda aprender ese secreto de ellos. Eso es lo que más quiero en el mundo: perder mi auto-conciencia e irradiar este tipo de confianza. — ¿Un cigarrillo? —me pregunta un chico de pie cerca de mí. —Uh, no gracias —le digo. — ¿No fumas?—Niego con mi cabeza. —Muy sensible. No es nada bueno para ti, ¿verdad? —Bueno, hago gimnasia —le digo. —Quiero decir, no quiero correr sin aliento a medio camino a través de una rutina. —Te pillo —él dice. — ¿Te importa?—Hace un gesto hacia el escalón en el que estoy sentada. Asiento con la cabeza un poco tímida y se sienta a mi lado. —Soy Simón — dice con una cálida sonrisa. Le devuelvo la sonrisa. —Scarlett. Simón no es feo, pero no hay nada distintivo en él, aparte tal vez de sus mejillas de color rosa brillante. Él tiene el pelo rubio, cepillado hacia adelante y tiene tal vez un poco de sobrepeso, aunque le conviene. Su boca es muy roja, con labios hinchados, de esa manera que les sucede a veces a las personas con piel muy clara y pelo rubio. —Creo que te he visto cerca de St. Tabby —dice. — ¿No pasas el rato por allí algunas tardes? Señala con un gesto el banco donde estaba esperando hoy con Alison y Luce. Automáticamente, mis ojos siguen su mano y veo con una gran cantidad de alivio que el padre de Alison debía haber llegado a recogerla a ella y Luce: ellas no estaban allí. —Sí, algunas veces, estoy allí con, hmm, amigas de gimnasia.

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Tengo un poco de problema para decir la palabra amigas, un sentimiento de culpa, pero Simón no lo nota. —De acuerdo —Simón sopla una bocanada de humo. —Toda tú te ves tan saludable. Me río. —Esa es una forma educada de decirlo. Plum me hizo poner algo de brillo en los labios porque parecía toda sudada. Por alguna razón, tuve un pequeño rubor de placer después de decir esto; no puedo evitar pensar que estuvo bien por parte de Plum intentar ayudarme a lucir hermosa, aunque era probable que solo lo hiciera para que encajara mejor con su grupo. Pero si no pensaba que encajaría, ¿por qué me invitó? Me planteo esto, confundida. Simón se aclara la garganta. —Hmmm, bueno, no creo que sea necesario eso —dice.— Quiero decir, estás muy guapa ya, no te hace falta nada más. Siento como me ruborizo y estoy agradecida de que haya un rumor de conversaciones ahora, por lo que probablemente nadie lo escuchó. Realmente no paso mucho el rato con chicos; No estoy acostumbrada a este tipo de cosas y no sé qué decir a cambio. —Gracias —suena demasiado remilgado. Sin embargo, Plum debe haber sentido que Simón acababa de hacerme un cumplido. — ¿Simón está flirteando contigo, Scarlett? —dice, inclinándose hacia abajo. —Tienes que vigilarlo, ya sabes, él es terriblemente malo. Ahora es Simón quien se está ruborizando; está tan rosa ya que llega al rojo brillante. —Aun así, ¡es un buen partido! —agrega Plum, haciéndome un guiño, lo cual acaba de completar mi vergüenza y la de Simón. Ninguno de nosotros dos puede mirar al otro. Miro a mis pies. Simón mira directamente hacia adelante, arrastrando con tanta fuerza el cigarrillo que parece como si se fuera a escurrir en un par de segundos. —Hola, a todo el mundo, ¿qué pasa?

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Es una nueva voz, llamando desde más abajo del camino. Me doy cuenta de que el propietario debe estar bastante seguro para anunciar su llegada con tanta claridad y la curiosidad me hace dar la vuelta para mirar. Trago tan fuerte que me duele la garganta. De hecho, creo que me voy a ahogar. Mis ojos se llenan de agua y me pongo a toser. Simón cree que es debido al humo de su cigarrillo y al instante saca los talones de la piedra y se disculpa profundamente. Pero apenas escucho lo que dice. Cuando mi aliento regresa, me doy cuenta que mi corazón late con tanta fuerza que no puedo oír nada más que el barullo que está haciendo. Esto, más que cualquier otra cosa, es la razón por la que estaba tan ansiosa por aceptar la invitación de Plum. Esto es lo que he estado mirando con nostalgia desde esa enorme distancia que separa el banco fuera de la escuela de la Tierra Prometida aquí en la fuente. Esto, la oportunidad de estar tan cerca del mejor chico que nunca he visto, lo suficientemente cerca como ahora para alcanzar y tocarle, ahora que está subiendo los escalones. Me siento sobre mis manos así no se verán tentadas de hacer esa misma cosa. —Hola, Dan —dice Simón. Y Dan McAndrew —el guapísimo Dan McAndrew— salta los dos últimos escalones, se balancea a sí mismo en el borde de la fuente con tanta facilidad que nunca se sabe lo que prima, son bienes inmuebles protegidos y realmente se atreve a poner una mano en el pelo flotante de Plum. — ¿Divirtiéndote, Plum? —Pregunta con alegría. —Sí, está bien, amigo. Se inclina para agarrar la mano de Simón y hacer uno de esos divertidos apretones de manos enrolladas que los chicos parecen considerar tan esenciales. Siempre he pensado que sus ojos eran grises, pero ahora me doy cuenta que son a partes iguales de verde y gris, el color de un lago en invierno y tan densamente orlados de negras pestañas que casi parece como si estuviera usando rímel. Su pelo color marrón oscuro cae hacia adelante en una capa suave sobre su frente. Tengo muchos deseos de llegar arriba y empujarla hacia atrás. Dan McAndrew mide seis pies de alto, con hombros anchos y piernas largas. Está en los equipos de la escuela de cricket, rugby, football y tenis. Toca el violín en la orquesta de la escuela y está en el equipo de debates.

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Él es tan guapo como el cantante de una banda de chicos. Siempre tiene un montón de amigos rondando a su alrededor. Plum está reacomodando su pelo, alisándolo con los dedos, frunciendo el ceño malhumorada con Dan porque lo arruinó por completo. Ella se desplaza a lo largo del borde de la fuente de piedra, puntualmente dándole la espalda, enfrentándose a Ross en su lugar. —Dios —murmura, —él es un patán a veces. La estoy mirando, asombrada de que alguien realmente se pueda quejar de haber sido tocada por Dan McAndrew, cuando lo oigo decir: —Hola Y me lleva lo que parecen ser horas darme cuenta de que me está hablando a mí. Levanto la vista y le miro a los ojos. Entonces me desmayo. Pero solo por un fugaz momento. Tengo una rápida compresión de mi misma y pienso que nadie sino yo se dio cuenta de que en realidad perdí el conocimiento. —Hola —repite. —Creo que no nos hemos encontrado antes, ¿es así? Soy Dan—. Es todo lo que puedo hacer para sacar cualquier palabra. Apenas puedo recordar mi nombre. —Soy Scarlett —lo consigo. —Gran nombre —dice con admiración. —Te pega. — ¿Realmente? Debo estar desorbitada con él. Siempre he pensado que Scarlett era una verdadera lacra de nombre. A mis ojos, tienes que ser una pelirroja o fantásticamente hermosa, como Vivian Leigh en Lo Que el Viento se Llevó, para llamarte Scarlett. No soy pelirroja. Mi pelo es de color marrón medio, nada interesante particularmente. Y vamos a decir que podemos descartar la parte de increíblemente hermosa. Pero Dan McAndrew está sonriéndome, sus ojos de color verde grisáceo brillando. Por lo menos puedo decir que no me está elevando para dejarme

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caer, diciendo algo bonito para ver si lo voy a creer, antes de cortar el suelo de debajo de mis pies. Lo que significa… Lo que significa… Detrás de su hombro veo a Ross encendiendo un mechero Zippo que no funciona. Él lo sacude con rabia y lo intenta de nuevo. No va. —Inténtalo, compañero —dice, dándoselo a Dan. —Tienes el toque mágico. — ¡Haz algo, Ross! —Añadió Plum petulante. —Estoy muriéndome por un cigarrillo—. Dan sacude el Zippo, le da un golpe seco en el borde de la fuente y giró la rueda. Lo agarra. —Gracias —dice Ross, recuperándolo para él. —Aquí tienes, Plum. Se inclina hacia ella, enciende el cigarro que cuelga en la punta de sus dedos, haciéndolo entra en su espacio, hace todo el trabajo. Yo admiro su técnica. Ross se demora un poco demasiado tiempo, mirando a su hermoso perfil, antes de que él se siente otra vez. —Plum, no deberías fumar —dice Dan, sentándose de nuevo. —Y tú no deberías tampoco Ross. Es asqueroso. —Oh, Dan, deja de regañar. Eres peor que mi madre —dijo Plum bruscamente, sin siquiera mirarlo. —Sí, Dan, empácalo —añadió Ross. Dan se había olvidado de mí por el momento; su atención se ha establecido en otros lugares y tengo que admitir que estoy casi aliviada. Tener a Dan McAndrew mirándome, realmente mirándome, sus ojos grisverdoso centrados en mí, era tan intenso que tenía problemas para respirar. Estoy agradecida por el respiro. —Lo siento por hacerte toser —me dice Simón. No tengo ningún problema mirando a Simón, porque él no me atrae. Él es rosa y blanco, como un pastel Battenber con azúcar glaseada amarilla encima. Sus pestañas son de color amarillo tan pálido que casi desaparecen en su rostro. Él está mirándome fijamente, pero no puedo recordar a que se refiere.

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—Oh, está bien —digo.Se aclara la garganta. —Um, ¿vienes a la fiesta del sábado?—Esto es demasiado para mí. —No sé nada al respecto —le confieso. No pretendiendo ser más fresca de lo que soy. —Es en casa de Nadia —dice Simón—. Sus padres están fuera. —Sus padres siempre están fuera —dice Venetia riendo tontamente. — ¡Estoy empezando a creer que en realidad no tienes padres, Nadia! Echo un vistazo a Nadia. Ella frunció el ceño y se mordió los labios, tan contrariada con Venetia que se ha olvidado de preocuparse por echar a perder su brillo de labios. Venetia es demasiado insensible y está ocupada riéndose de su propia broma como para notar que ha molestado a Nadia. — ¿Cuándo vamos a tener una fiesta en tu casa, Venetia? —dice Plum con una pequeña sonrisa. Esto debe ser una excavación desagradable, porque Venetia deja de reír tan de repente como si Plum le hubiera apagado un interruptor en su espalda. Después de haber tratado con Venetia y haber destacado su poder en el proceso, Plum da una única mirada rápida a Nadia, que parece abarcarme y se sienta en un escalón de la fuente, mirando con aire satisfecho. —Sí, ven a la fiesta, Scarlett —dice Nadia. —Todo el mundo estará allí. No tienes nada que hacer el sábado por la noche, ¿verdad? Sacudo mi cabeza, aunque es mentira. Tenía que ver una película con Luce y Alison. Se trata de toda una serie de traiciones, me doy cuenta, no solo de una. Me siento terrible. Pero también me siento muy emocionada de haber sido invitada a la fiesta de Nadia. Estoy tan confundida que no sé qué pensar. —Genial —dice Simón con entusiasmo. —Eso significa que vas a venir, ¿verdad? Asiento con la cabeza. Y entonces miro hacia Dan, con la esperanza de que esté tan entusiasmado como Simón. Él encuentra mis ojos y me sonríe y mi corazón se da la vuelta.

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Hah. Poco sé que al final de esa tan deseada fiesta, voy a recordar y anhelar la oportunidad de recuperar ese asentimiento con la cabeza. Para rebobinar todo este encuentro, como pasar un DVD hacia atrás en velocidad rápida, como me levanto, camino hacia atrás por el camino, aparentemente seguida por Nadia, cruzo la calle hacia atrás —no muy seguro, eso, pero me dejo KO—, llego a mis amigas, pulso Pausa y luego Play otra vez —y cambio el resultado. Para decir a Nadia: —No, gracias, no voy a ir y pasar el rato con ustedes si Alison y Luce no pueden venir, también. Pero para la hora del final de la fiesta, era demasiado tarde. Dan McAndrew estaba muerto. Y seré yo quien lo mató.

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Capítulo 3

L

Traducido por Angie Leal Corregido por Dayanira

OS JEANS VAN CON TODO

Uno solo se puede preocupar por cada cosa a su tiempo. Esa es una de las raras ironías de la vida. Porque muchas veces después, das una mirada hacia el pasado y piensas, Dios ¿Ese era él porque yo estaba inquieta? ¡Hablando de una total falta de proporción! Daría lo que sea por volver el tiempo y tratar con esos pequeños problemas, en lugar de los grandes problemas con los que lucho ahora. Pero hey, bienvenidos al maravilloso mundo de la retrospectiva. Porque no sé, en este momento, que me voy a componer. No sabía que Dan McAndrew iba a morir en esa fiesta. Todo lo que sé es que estoy obsesionada con dos preocupaciones que dan vueltas y vueltas en mi cabeza y (porque no puedo ver el futuro) parece como si fueran las dos cosas más importantes en el mundo, como un eclipse bloqueando el sol, así que no me puedo enfocar en los trabajos de la escuela, gimnasia, nada excepto el: (A) ¿Alguna vez Luce y Alison me perdonaran? Y (B) ¿Qué diablos me pondré para la fiesta de Nadia? Estoy terriblemente avergonzada de admitir esto, pero la segunda cuestión es la que me molesta más. Y se lo mala persona que eso me hace. Debería de sentirme horrible por haberles dado la espalda a mis amigas así, y lo hago.

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Cuando pienso en Alison y Luce; y el hecho que ellas me están aplicando la ley del hielo 1 en este momento no me hablan, no me miran, básicamente pretenden que no existo. Y obtengo un horrible sentimiento de hundimiento en mi estómago. Y cuando pienso acerca de la fiesta, me siento como si una enfermedadestuviera aumentando enla parte posterior demi garganta. ¿A razón de que accedí a ir? Raramente conozco a alguien a quien decirle más de dos palabras. Yo no sé nada de su mundo en ningún sentido. Su tema de especialidad son los clásicos. Y no me refiero a latín antiguo o griego. Me refiero a los reales temas clásicos de St. Tabby’s: donde conseguir el mejor manicure, cual es el mejor mes para ir a Saint-Tropez, cuales muchachos aumentarían tu estatus social. Y como conseguir un vistazo a la lista especial de pre-venta de cualquier diseñador de zapatos que es hot este año. Y no, no estoy familiarizada con estos temas por experiencia personal. Pero si tienes una clase con Plum o Nadia o Venetia, o si simplemente quedas atascado atrás de ellas cuando se toman su tiempo yendo escaleras arriba con esos tambaleantes tacones de aguja, no se puede evitar el aprender más acerca de ello de lo que quisieras saber. Es todo de lo que hablan. Se pensaría que St. Tabby’s es una escuela suiza refinada con clases de arreglos de flores y como sacar los porches, el modo en que ellos perseveran. Y sí, estoy celosa de que atractiva y fotogénica es su vida y ese es el por qué me escucho tan amarga. No tiene caso el negarlo ¿o sí? Me pare en los cajones de mi guardarropa. Esto es una broma. No sé ni siquiera el por qué estoy mirando. Ya sé que no tengo nada que vestir para una fiesta en el pent-house de Nadia Farouk’s en Knightsbride. Eso en sí mismo no tener nada que vestir no sería un obstáculo insuperable. El verdadero problema es que se lo suficiente de moda como para reconocer que no tengo la cosa correcta para usar, pero no lo suficiente para saber que será.

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En el libro dice Coventry lo cual en español vendría siendo como la ley del hielo.

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Infierno y condenación. Le di un vistazo a mi habitación, la cual no me representa, porque este no es mi hogar. Es un cuarto de invitados, complementado con paredes blancas y grabados de buen gusto sobre frutas y flores, los cuales hacen eco en las cortinas y cubre cama. Suena como un hotel clásico ¿no? No se me permite poner posters, o tan siquiera láminas enmarcadas. No puedo hacer hoyos en las paredes. En cierto sentido, es el cuarto soñado de una niña: es muy bonito. Pero no es mío. Nunca será mío. No es de extrañar yo he gastado todo mi tiempo saliendo con Alison y Luce. Pero de repente sentí como si estuviera ocultándome en el sótano de Alison por los últimos años: escondiéndome de todo. Vida. Hombres. El universo. Y pienso que es una gigante exageración después de todo, no es como si hubiera sido invitada a toneladas de fiestas que no fui, no es como si toneladas de hombres me hubieran invitado a salir y los hubiera rechazado también soy consciente que hay algo más que un poco de verdad en ello. He estado en la escuela, o haciendo gimnasia, o saliendo con las chicas que conocí de la gimnasia, los pasados años. No tome ningún riesgo aparte de lanzarme a través del aire tratando de hacer una nueva voltereta 2 y caer en mis pies antes que mi cabeza, por supuesto. No es sorpresa que me agarrara de la primera cosa parecida con seguridad, que viniera a una chica ahogándose y un salvavidas me viene a la mente, aunque es una analogía tan obvia que hasta mi maestro de inglés escribiría ¡¡¡¡¡NO, NO, NO, FLOJA, FLOJA!!!!! Si hubiera tratado de usarlo en un ensayo (Ella no es buena controlando sus sentimientos) ¿pero tal vez es tiempo de hacer a un lado el salvavidas y empezar a nadar por mí misma no? No es que tenga muchas opciones, en realidad. Dudo que Alison y Luce me hablan de nuevo.

2

En ingles es twisting back layout la traducción es parecida.

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Me senté en la esquina de mi cama y mire la vista fuera de la ventana. Hojas gruesas de color verde en lo alto de los árboles, barriendo el marco de dos elegantes y grandes casas a través de Holland Park, que es la ancha calle, en la que esta,la casa (igual de blanca, igual de grande, igual de elegante) se establece. Ocasionalmente un autobús de dos pisos rojo pasa a través de Holland Park. Puedo ver la cubierta superior, pero los pasajeros no están lo remotamente cerca para mirar en mi ventana. Estas casas están construidas ligeramente a lo alto y sus jardines descienden suavemente por los altos muros de piedra, con árboles para proporcionar suficiente sombra y privacidad. He pasado mucho tiempo acostada afuera en los jardines, leyendo bajo el sol. Yo sola por supuesto, porque no se me permite traer ningún amigo a la casa. Esa es una de las condiciones para vivir aquí. Es solitario, pero tengo el ático completo para mí. El cual incluye mi propio baño. Observar la vista desde la ventana de mi cuarto es lo que siempre hago cuando estoy confundida, enojada o triste. Llueve o solee, sea el cielo azul o gris, nunca falla, me centra y me calma. Y pienso: si este fuera un proyecto de la escuela, un examen que necesitara pasar, ¿Qué haría?Y después pensé: investigaría. Necesito investigar mi camino para pasarlo. Es la primera vez desde que fui invitada a esa fiesta, que siento como si pudiera tener las cosas bajo control. *** — ¡Oh por dios! ¡Mira esa bolsa! ¡Es la definición de hermosa! —Dice la chica A. — ¡Oh sí! dice la chica B, que es como las chicas posh 3 dicen sí. Si esa bolsa fuera una chica, todos los chicos estarían totalmente enamorados de ella. Este intercambio es seguido de una ronda de risa de auto-conciencia por su propia astucia. Me encojo en la pared del vestidor. Y no por sus bromas idiotas es como oír a los chicos en el camión repitiendo líneas de películas de comedia que 3

Chicas ricas o que pretenden serlo, se dice que de esas hay muchas y son muy tontas, “chicas plásticas”.

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fueron graciosísimas en la pantalla, pero caen y se queman en las bocas de talentosos idiotas. Los idiotas talentosos se caen de la risa y todo el mundo pone los ojos en blanco y se colocan sus iPods. Soy servil porque conozco esas voces. La primera es de Venetia y la segunda es Sophia y Zu, la condesa alemana con tacos de dinero saliendo de sus oídos. Me asomoa través deuna grietapequeñaen las cortinassólo paraconfirmar. Si, ahí están ellas. La confianza es un poder extraño. Venetia está parada con cara de caballo y cabreada con tanta seguridad como si fuera la dueña de la tienda. Y alta, delgada, rubia Sophia, con suave piel blanca como la porcelana y suficiente dinero para comprar la tienda aquí y ahora, tienelos hombroscaídosy la posturacaídadeun muñeco de trapoconmuybaja autoestima. — Discúlpame dice Venetia yo supongo al vendedor, ¿tienes este en otros colores? —No, me temo que no. Solo en color amarillo, dice el vendedor. — ¡Oh, Dios, que molesto! —Venetia dice, tan apasionadamente como si le hubieran dicho que uno de sus mejor amigos ha sido llevado al hospital. — ¡Que decepcionante! Sophia interviene. Es obvio que ella piensa que estar de acuerdo con todo lo que Venetia dice la mantendrá como su amiga. Y Sophia está en lo correcto. Y después casi me salgo de mi cuerpo, porque la chica que me estaba ayudando mueve ligeramente la cortina de mi cubículo y dice — ¿Cómo está todo por ahí? ¿Necesitas alguna otra talla? — Uh, no, balbuceo, tratando de tener mi voz tan baja que ni Venetia ni Sophia me reconozcan. —Estoy bien. — Bien, —ella dice alegremente. —Te daré algo de tiempo. Tienes un montón que probarte ahí. Realmente lo tengo. Esta tienda es como una caja de joyas. Tienen paredes de color azul pálido como de piel de ante, piso de brillante esmeralda, pantallas de bastidores

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como de cromo y plata, una serie de pequeños candelabros con gotas de cristal temblando que cuelgan del techo el cual está pintado con un mural de nubes de plata sobre un fondo azul. El probador tiene un banco tapizado de piel de ante y las cortinas son capas de gasa de chiffon azul y verde. Y en la barandilla, la cual me vuelvo a ver ahora, está colgada toda una fila de ropa que la muy útil dependienta ha elegido para mí. Ropa en verdes, burdeos y malvas pálidos que, ella dice, van con mi color; prendas que con suerte, se aferran a todos los lugares correctos mientras cubren con tacto los otros. Ropas que me hacen ver como si perteneciera a un lugar como este. Porque si puedo parecer que pertenezco a este lugar, en este templo magnifico de la belleza y la moda, entonces mis posibilidades de verme como que encajo en la fiesta de Nadia son infinitamente elevadas. Claramente mi búsqueda de una boutique de moda (recorrí Teen Vogue, Elle Girl y un montón de otras revistas buscando tiendas que parecieran como los lugares donde Plum y su equipo irían) fue muy exitoso. Demasiado exitoso. Yo no había contado con correr hacia las seguidoras de Plum durante el proceso de compra. Me di cuenta que tendría que esconder en el probador todo el tiempo que ellas estuvieran ahí. Porque si me veían, ellas sabrían que estoy aquí comprando ropa para la fiesta y entonces tal vez no iría, porque todo el mundo se reiría de mi porque estaba toda asustada por la invitación que tuve que correr a la más cara boutique en súper-chic Notting Hill y comprar como una patética, desesperada, maniática insegura social, pero tendría que ir, porque Dan Mc Andrew estará ahí y él dijo mi nombre… — ¡Cálmate, Scarlett, por el bien de Dios! Estas hiperventilando, ¡tú estúpida vaca! Cerré mis ojos por un momento. Sobre la hipno-relajante-groovy música que sonaba, escuche la voz de Venetia. De hecho, podía oír la voz de Venetia sobre música de metal para zombis que estuviera a todo volumen. Ella tiene uno de esos tonos altos de voz que podrían cortar el acero más rápido que una sierra circular. — ¡Oh por Dios, no, tú no puedes vestir Aeroplanes azules! ¡Ponlos de vuelta!

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— ¿A qué te refieres? Sophia sonaba desconcertada como yo. — ¡No puedes vestir Jeans Aeroplanes azules! ¡Solo Plum puede usar Aeroplanes azules! — ¿Estás hablando en serio? dijo Sophia. —Bien. No me creas. Cómpralos y ve lo que pasa. — ¿Qué pasaría?— Ahora se veía acrecentar la duda en la voz de Sophia. Venetia dio un gran suspiro. — Plum te daría la ley del hielo por semanas. Eso fue lo que hizo cuando Nadia compro Aeroplanes azules. ¿No lo recuerdas? — ¡No, no lo recuerdo! ¿Cuándo fue eso?— Sophia sonaba impactada. — El pasado otoño. Después de medio curso. Debes de haber estado allí. — ¡Yo estaba en Kenya la semana después de medio curso! ¡De safari con mi mami y papi!— Sophia se dio cuenta. — Pero recuerdo, yo regrese y nosotros no teníamos permitido hablar con Nadia. Solo que nadie me dijo porque y yo no quise preguntar—.Hice una mueca. Sophia es una oveja tan patética. — Bueno, ese es el porqué, — dijo Venetia. — Y ahora ya lo sabes—. Escuche el sonido de cambio de ganchos como, supongo yo, el temor de Sophia dejando los pares de jeans Aeroplanes azules de vuelta en su lugar. — ¿Te digo un secreto? añadió Venetia, en lo que pensó era una voz baja. — ¿y me prometes que no lo dices? — ¡Oh si, absolutamente! Sophia sonó muy emocionada. — Nadia se ve mejor en esos jeans que Plum. Ese es, él porqué Plum se enojó tanto. Tú sabes que ella no tiene mucho trasero. — Dios—, dijo Sophia. — Escuche que Nadia cortó los jeans y se los envió a Plum y ahí fue cuando Plum le cortó la ley del hielo y pudimos hablar con Nadia de nuevo, continúo Venetia. — Pero ese es solo un rumor.

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— Oh si, por supuesto — dijo Sophia—. Ellas sonaban muy sometidas ahora. Yo sé que ellas creen la parte acerca de Nadia cortando los pantalones. Y yo también. — Bueno, no hay nada en esta sangrienta tienda hoy—. Venetia dijo crudamente. — Dado que solo tienen esa bolsa en amarillo. Dios. ¿Te gustaría un latte de soya? — ¡Me encantaría! Sophia canto. Honestamente, estoy sorprendida que Sophia no se quejara en lugar de hablar. Apuesto que si Venetia le hubiera preguntado si quisiera un pedazo de rata muerta freída en pasta, ella estaría de acuerdo. Cualquier cosa por encajar. Cuenta que, es hipócrita de mi parte quejarme acerca de eso, ¿verdad? ¿Que estoy haciendo aquí sino gastándome una fortuna en ropa que me ayudara a encajar? Saque mi nariz despacio a través de las cortinas para asegurarme que ellas se habían ido, como un topo tratando de ver si es seguro salir de su hoyo. Cuando tenía suficiente de mi cara (cerca de lo que pones fuera del agua cuando estas flotando en el mar) a través de la brecha en las cortinas para estar seguros de que no hay moros en la costa (oh por Dios, estoy llena de metáforas el día de hoy) salí. — Eso se ve realmente bien, — dice la vendedora a través del cuarto. Me volteo a verme en el espejo de cuerpo entero con su marco de plata trenzado. Yo había tenido una mirada en el vestidor. No soy idiota lo sé, es mejor que solo caminar hacia afuera sin checar y estar segura primero que no luzco como una salchicha de pura grasa comprimida en una piel demasiado pequeña. Estoy usando un top verde agua en un material sedoso, con un montón de correas, incluida una que corre diagonalmente sobre un hombro y baja en la parte posterior. El material está suspendido de las correas en una serie de pliegues en ángulo que se veía en la percha como si alguien hubiera tomado drogas y se hubiera vuelto loco en el cuarto de costura, pero me sienta demasiado bien de hecho. Es un poco como una túnica de una estatua griega y de alguna manera, milagrosamente, me veo elegante y mayor al mismo tiempo.

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La vendedora también me encontró un par de jeans que servirían. No me los pude probar, me miraba fijamente al espejo y pensaba muslos de trueno, patas de elefante y se me salieron las lágrimas. No demasiado delgados, no demasiado holgados. Tela vaquera oscura agradable, la cual siempre es segura. La tela vaquera pálida es solo para chicas demasiado delgadas y confiadas que pueden usar cosas que están tan fuera de la moda que es para ponerse furiosa. Y yo no soy una de esas chicas. Gracias a Dios que tengo un par de jeans que me quedan. Sé que estaré bien usándolos en la fiesta. Los jeans van con todo. — ¿Las sandalias le quedan? pregunto la asistente. — Si, eso creo — dije—. Para mi vergüenza, de hecho tenía que pensar acerca de eso, desde que no estoy acostumbrada a usar tacones de tres pulgadas. Di algunos pasos y no me caí o me torcí el tobillo. — Um, tal vez quieras hacerte un pedicura si vas a usar zapatos abiertos, — dijo la vendedora amablemente. Mire mis pies, escuálidos sin pintar. El contraste entre ellos y las sandalias de tiras color oro es tan irónico que es cómico. Soy como la niña pequeña jugando a vestirse con los zapatos de su mama. Solo que esto no es jugar a vestirse nunca más. Si voy a usar zapatos de princesa, si voy a ir a la fiesta de princesa, voy a tener que actuar de acuerdo a mi edad. Tengo dieciséis. Ya no soy una niña pequeña, Ella se viene a parar detrás de mí, tirando y ajustando las tiras doradas y cafés de cuero y las correas del top verde para que cuelgue a la perfección. En el espejo de cuerpo completo, veo lo que está haciendo. Tomo un montón de serias notas mentales. Quiero ser capaz de reconstruirlos a la perfección para el próximo sábado por la noche. — Algunos aretes, ella murmura mientras toca mi cabello. — Pon esto detrás de tu cara. Necesitas rubor y mucho de delineador. Mucho. Te pondré al día con un pequeño y agradable kit de maquillaje.

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Oh y ¿tendrás un lindo sostén? Porque ese que estas enseñando, no es exactamente, hmm… En el espejo me veo las mejillas de un rojo brillante. No exactamente el tipo de rubor que ella recomienda. Sacudo mi cabeza sin decir palabra. — No hay problema, te puedo decir exactamente a donde ir. Ahora, ¿por qué no vienes para acá y escoges unos bonitos aretes? ¡Wow, esto es divertido! Espero que ella este bajo comisión, porque ella ha sido realmente buena conmigo. No en absoluto condescendiente, que es lo que me aterrorizaba. Al igual que acuse a Sophia de ser un obediente cordero, camine obedientemente hacia el mostrador. Todo esto me costara una fortuna. Suerte, de verdad, que tengo un fondo fiduciario.

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Capítulo 4 Traducido por Ctafoya

G

Corregido por Dayanira

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ENTE BRILLANTE FELIZ

El edificio es una lámina simple de acero y cristal y las luces están brillando detrás de las ventanas. Tuve cuidado de no presentarme antes de las diez y media, a sabiendas de que nada era peor que ser la primer persona en la fiesta. Creo que pude oír la risa que viene de algún lugar allá arriba, pero tal vez estoy alucinando, de los nervios. Esta no-tan-rara condición psicológica en que la víctima piensa que todos se ríen de ella. Hay un techo de vidrio inclinado en voladizo sobre la entrada. Las puertas (también de cristal, estoy sintiendo un tema aquí) se deslizan entre sí mientras pase en la alfombra gris que cubre el pavimento en frente de ellas. Ellas se cerraron detrás de mí con un sonido tranquilo. El interior del atrio era tan impresionante como la fachada del edificio, iluminado por una gigantesca lámpara de tipo candelabro hecho de lo que se veía como millones de trozos de vidrio de una parada de autobús destrozada. — ¿Puedo ayudarle? —dijo una voz. Estuve a punto de saltar de mis sandalias de tiras doradas. La voz provenía de un portero que llevaba un uniforme de color gris oscuro (Ooh, que combinaba con la alfombra). Él estaba de pie detrás de un escritorio de mármol. —Um, sí, empecé. —Estoy aquí para ver Nadia Farouk.

—Planta alta, Pent-house C—, dijo y levanto su brazo brevemente para indicar la pared del fondo. Ascensores. Dios, esto es como un hotel de lujo. Yo taconee en el piso de granito de color gris oscuro (sí, de color gris oscuro de nuevo, la gente que diseñó esto, no tiene mucha imaginación) sintiéndome incómoda, sintiendo los ojos del portero en mi espalda. Wow, yo ya estaba consciente de sí misma. ¿Qué va a ser en la fiesta? La puerta del ascensor se abrió. Pulse el botón que dice PENTHOUSE. Mientras las puertas se cerraron, voltee a ver mi reflejo en los espejos ahumados que la línea de la pequeña cabina. Mi abrigo es viejo y un poco estrecho en mí, los botones están tirando por encima de mi pecho. Me lo quite y lo colgué casualmente en mi brazo, por lo que no podían ver lo malo que estaba (se me olvidó para comprar uno nuevo para prepararme esta noche).

Bueno, Scarlett, un inventario rápido. Labios: pegajosos y de color rojo. Ojos: toneladas de delineador negro, sombra de ojos brillante color malva. Mejillas: menos rubor de lo que la chica de la tienda dijo que me pusiera. Me limpié la mitad que ella me puso tan pronto como salí cuando me vi a mí misma en un escaparate y pensé que tenía un semáforo en rojo en las mejillas. Maquillaje en los puntos incipientes/desvanecimientos (Gracias a Dios no tenía actualmente): no muy cubierta. Creo. Es difícil de decir con la poca luz. Me lo puse, lo quite y luego puse más, sólo para estar segura. Uñas: no chispas en el barniz tanto como puede¡Ping! El ascensor salto y dejo de moverse. Y eso es todo. No más

tiempo. El entrenamiento de la gimnasia me permite girar 180 grados tan rápido que no creo que nadie podría haberse dado cuenta de que había estado revisándome en los espejos.

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Salí al pasillo. (Adivinaste, de color gris oscuro pisos de granito, paredes de color gris oscuro, etc, etc, Hay un gran jarrón de orquídeas blancas que tal vez cueste más que todo lo que traigo en una mesa enfrente de mí. Y mi ropa no era barata.) No había problema diciendo cual puerta era Pent-house C. La sexy música R & B se estaba derramando en torno al marco de la puerta, como el agua fluyendo a través de grietas. Empujo la puerta. Está abierta. Oh Dios. Es como si la revista Teen Vogue está organizando una sesión aquí. Extendiéndose por todos lados sofás de cuero increíblemente caros, sentados fumando en las mesas de café lujoso cristal, descansando contra la pared, era como la crema y nata de los adolescentes elegantes de Londres. Todos conscientemente posando, sabiendo cómo eran decorativos, como si ellos esperaran al fotógrafo para ronronear que son magníficos y pulsar el botón del obturador. Me quedo de pie mirando por un buen minuto o algo así, simplemente tomando todo y tratando de no hiperventilar. Todo lo que podía esperar es que nadie volteara a mirar hacia arriba, me viera, apuntara y se riera. El círculo de Plum no era conocido precisamente por su generosidad y amistad. Era un mundo perra-come-perra y te hundiste o nadar por tu cuenta. Perdón por la metáfora mixta. Los ojos de mi profesor de inglés saltarían de furia si lo hubiera oído. Afortunadamente, nadie está señalando y riéndose. Al menos no todavía. Tome una respiración profunda, sabiendo que no podía quedarme aquí toda la tarde, cuando Nadia se desprendió del abrazo de un chico que se veía como de una banda y se precipito hacia mí. —Scarlett—, dijo. — ¡Estoy tan contenta que viniste! —Um, gracias—, le digo, sorprendida por su entusiasmo. —Déjame tomar tu abrigo. Espera, ahora regreso. Nadia arrebato el abrigo de mi brazo antes de que yo pueda decir una palabray sale disparada por un pasillo. Sin mi abrigo que abrazar, me sentí casi desnuda, no había nada que hacer con mis manos y la parte delantera de mi cuerpo estaba expuesta. De repente entiendo por qué la gente fuma, aunque el cáncer de pulmón parece un precio muy alto a pagar por el alivio social de ansiedad. Yo cambie de un pie a otro hasta que regreso Nadia.

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—Ahora vamos a tomar un trago, —dijo. —Te voy a enseñar a la barra. Nadia suena como si hubiera estado de anfitriona de fiestas durante toda su vida. Ella podría tener treinta y seis en lugar de dieciséis. Y ella se ve mucho mayor de dieciséis años, también. Ella estaba bien arreglada como un personaje de una telenovela estadounidense. Seguí a Nadia a través de la habitación. La gente la llamaba y ella sonreía y saludaba, pero seguía adelante. Ella estaba en una fase muy delgada -la vid de la escuela decía que ella corría durante horas todos los días y comía nada más que el atún en salmuera. No le quedaba, pero no hay punto de decirle. Ella sólo va a pensar que estoy celosa y se puede tomar como un cumplido retorcido. Así que mantuve la boca cerrada. Nadia lleva una blusa ricamente bordada de encaje blanco (con jeans, yo obtuve eso) y las mangas estaban completas, lo cual es bueno, así tu no podías ver cómo terriblemente delgados eran sus brazos. Si intentaba hacer un parado de manos, se doblarían. —Aquí está el bar, —dice ella, haciendo un gesto. Trague. Realmente era un bar, con toda una serie de botellas en los estantes detrás de ella reflejadas en los espejos y filas de cristales brillantes bajo la iluminación integrada reflejada. Incluso había alguien que está parado detrás y se inclinó para sacar algo de un estante de abajo. Dios mío, ¿Nadia en realidad contrató a un camarero? —Wow, solté. Nadia empujo su cabello negro brillante, que colgaba por su espalda. Era tan pesado que tenía que cogerlo con las dos manos para levantarlo y arreglarlo como ella quería, acomodado sobre su hombro. —¡Lo sé! ¿No es absolutamente fabuloso? A mis padres realmente les encanta entretener. —No andan por aquí, ¿verdad?, —Pregunte. Ella se echó a reír. —¡Dios no! Están fuera del país. No me preguntes dónde, no me he molestado en mirar en el itinerario. ¿Qué estás tomando? Estoy en la efervescencia. ¡Oye, Dan! ¡Más efervescencia! Salte con el nombre. Pero no voltee la cabeza para mirar hacia él, porque

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eso sería demasiado obvio. Como resultado, cuando se enderezo desde detrás de la barra, me encontré mirando a esos ojos maravillosos. Trague saliva. —Hey, —dijo, sonriéndome. —Hey, me las arregle para responder. —Scarlett—, dice. 46 Espere que Dan añadiera algo más, pero no lo hizo. Él sólo siguió sonriéndome. ¿Qué diablos voy a hacer ahora? ¿Decir su nombre de regreso? Eso sería completamente idiota, ¿no? Frenéticamente, busque en cada rincón de mi cerebro, tratando de pescar alguna respuesta que no fuera completamente banal. (Aunque parte de mí pensaba que un chico tan sólo mirando y diciendo tu nombre es bastante injusto ya que es una cosa imposible de contestar). Pero todo lo que pude hacer es mirar boquiabierta a Dan. Sus labios son muy llenos y me sorprendí a mí misma preguntándome si serían tan suaves como se veían. Sabía que me estaba ruborizado, pero ¿y qué? No había luz de día por aquí, nadie se daría cuenta. Pero alguien tiene que decir algo pronto... — ¡Dan! ¡No te quedes ahí parado! ¡Más efervescencia, por favor! Nadia ordeno y le ondeo una copa hacia él.Dan le sonrío. ¿Es sólo mi imaginación, o es difícil para él apartar la mirada de la mía? —Bueno, ya que se me ocurrió estar detrás de la barra—, dice, alcanzando una botella de champán. Al sonido del corcho que estallo, tres chicas muy sexy con vestidos sin espalda, que se agrupaban más abajo en la barra empezaron a acercarse. Dan lleno las copas para mí y Nadia y luego, con una sonrisa de disculpa, camino para volver a llenar las copas de las chicas. No puedo culparlo, ellas son magníficas. Pero es horrible ver que vaya. —Quédate aquí—, Nadia me dice. —Voy a ver si Simón está cerca. Yo sé que él quería decirte hola.

Eso está bien de Nadia, encontrar a alguien para que yo hable, creo, sentándome en un taburete. En los espejos detrás de la barra, podía ver lo que estaba pasando en la habitación. Como una escena de un video de música. Gente brillante feliz, al igual que la vieja canción de R.E.M. Un plato de patatas fritas en frente de mí en el bar, carísimos, los de tonos azul. Definitivamente no debería tomar ninguno (Ricky me mataría si estuviera viendo), pero, sin embargo, empecé a picarlos. (Picar: una palabra de uso frecuente como un eufemismo para ¨empujar hacia abajo a la garganta lo más rápido posible.¨) Y mi mente se desplazaba a marcha extrema. Empiece a hacerme preguntas pertinentes, como: ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué Plum me invito? Me he estado preguntando acerca de esto desde la tarde del miércoles y la única respuesta que se me ocurre es mi padre. Los títulos son muy importantes en el mundo de la gente brillante feliz. En el espejo, veo a Sophia Von Impronunciable, posado en el brazo de un sofá, echando hacia atrás la cabeza, dejando colgar su largo cabello rubio por la espalda y rebuznando de risa con las bromas de algún chico. Sophia Von UndZu pasaba el rato con la gente brillante feliz porque ella tiene un título.

Sofía está en mi clase de historia y yo sé que ella tiene la capacidad cerebral de un burro igual que como suena su risa y una personalidad mucho menos interesante. Ella es muy bonita, pero eso no habría sido suficiente para entrar en el círculo interno de Plum. Su llave para la puerta es el hecho de que ella es una condesa. Y así que supongo que alguien en el entorno de Plum han descubierto que mi padre fue Sir Richard Wakefield. Lo que significa que soy la hija de un barón. El título termina con mi papá, porque la ley basura británica sexista dice que sólo un niño puede heredar un título de barón y yo no tengo hermanos (o hermanas, para el caso).

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No más barón de Wakefield. Pero aun así, eso quiere decir que han decidido que mi herencia me cuenta como suficientemente elegante para pasar el rato con ellos. No habría sido suficiente por sí mismo, pero ayuda. Hay tres factores principales en orden que tú necesitas para ser parte del grupo de Plum: estar a la moda, dinero y como te ves. Con dos de cada tres es probable que entres, si son suficientemente buenos. Y yo apenas sobrevivo con los tres. 1. Hija de un barón. A la moda sí. 2. Pequeño fondo fiduciario. Lo mismo que: dinero, aunque es una miseria comparado con lo que Nadia posee. 3. El atractivo físico. Bueno, este año fue mi etapa de crecimiento. En todas las buenas direcciones. Crecí un par de pulgadas, lo que me hizo parecer más delgada. La gimnasia ayudó a mantener mi peso. Y luego están las bubis. Por primera vez en mi vida, me veo más como una mujer que como una niña. Pensando en mi figura me ha hecho sentir culpable por comer las papas fritas. Lamo la grasa de los dedos, deliberadamente no mirando hacia abajo en la barra donde esta Dan coqueteando con las chicas sin espalda. Normalmente no soy paranoica, pero no acabo de confiar en toda esta recompensa. El champán, los espejos, las personas brillantes. Siento que estoy siendo comprometida.Y lo estaba. Simplemente no sabía cómo.

—Hey, siento que te abandone. Era Dan. Regresó de verter champaña para las chicas sin espalda. Él me sonrío. Una hermosa sonrisa que yo iba a mirar detrás de mí para ver si había alguien más con quien estuviera hablando, si no fuera por el hecho de que yo podía ver claramente en el espejo que no había nadie. A menos por supuesto que fuera un vampiro. ¡Scarlett! ¡Enfócate! —Está bien—, me las arregle para contestar. —Yo me voy de aquí. No quiero quedar atrapado de atiende-bar toda la noche.

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Dan puso una mano en la barra y salto con una facilidad impresionante. Aterrizando justo delante de mí. Estaba lo suficientemente cerca como para distinguir el color verde-gris de sus ojos sin ningún problema en absoluto.Él fue al fondo de la barra y cogió otra botella de champán. —Esta como caliente aquí, ¿no? ¿Quieres salir a la terraza un poco?— Trago saliva. 49 — ¿Hay una terraza?Dan rio. —Nunca habías estado aquí antes, realmente una pregunta. —Vamos, yo para quedar impresionada.

¿verdad?—, Dijo y no era te la muestro. Prepárate

Dan tiendo su mano. Estoy tan poco acostumbrada a todo tipo de cosas chico/chica que me toma mucho tiempo darme cuenta de que él quiere que la tome. La palma de su mano es cálida y seca, sus dedos fuertes mientras los envolvía alrededor de la mía. Gracias a Dios me hice las uñas esta mañana. Esa punzada de alivio no duro, sin embargo. En este momento quiero huir. Quiero desaparecer en una nube de humo. Quiero que Dan McAndrew nunca suelte mi mano. Dan me está guiando a través de la habitación a un par de puertas de vidrio francés. Lo sigo. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Si él me preguntara si yo quería ver pintura secándose, habría ido con él y pretendido que la pintura secándose era la cosa más interesante que he visto en mi vida. De repente empiezo a pensar en mis deseos de Año Nuevo. Yo ya tengo mis pechos. ¿Podría esto significar que voy por el número tres? ¿Podría llegar a besar a Dan McAndrew? Sigo sosteniendo mi copa de champán y ahora me trago por el resto del contenido a medida que caminamos. La idea de besar a Dan es tan

aterradora que toda la parte inferior de mi cuerpo parece haber perdido el control de sí mismo. Por favor, Dios, no me dejes hacer el ridículo, rezo, con más fervor de lo que he rogado por nada en mi vida. Por favor, Dios. . .

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Capítulo 5

A

Traducido y Corregido por Mayte 51

PRIETAME

No hice ningún tipo de exclamación cuando Dan y yo salimos a la terraza, pero eso solamente fue porque no podía pensarpalabras lo suficientemente convenientes como para expresar mi asombro. La luna se extendía a lo lejos, tan grande que apenas podía ver donde terminaba.Había una súper moderna fuente en el centro, un listón de agua fluía en un bucle de granito. Plantas de adorno,con formasextrañas rodeando un poste de madera en el centro, alrededor de la pared, en la medida de lo que veía estaba hecho de hojas de cristal. La luna estaba casi llena, pero incluso si hubiera estado de un tono oscuro afuera, no hubiera habido problemaporque, lo creas o no,había un juego de iluminación en el suelo de piedra.Dan se dio la vuelta para ver mi reacción y estaba claro que todo lo que él esperaba afuera era así. Se echó a reír. —Nunca falla en dejar a las personas tontas—dijo Dan cuando me llevaba a un lado de la fuente, hacia un pequeño banco de piedra empotrado y rodeado de más plantas de ornato. —Es casi como estar en un jardín—. Acomode mis pantalones antes de sentarme. —Nunca pensarías que hay una terraza en una azotea.

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—Ese es el punto. —Bueno, aparte de las luces—. Levante mis pies para ver, la tenue luz que emanaba debajo del banco con mayor claridad.Dan lleno mi vaso de cristal de nuevo. —Sí,tú por lo general no tienes iluminación en el suelo en los jardines. —Deben tener mucho dinero—, espete y luego me estremecí. El comentar sobre cuánto dinero la gente tiene se considera muy vulgar. Mi abuela tendría un ataque al corazón si me hubiera escuchado decir eso. Pero Dan no parecía ofendido. —Eso es porque este lugar es en parte central. Los padres de Nadia nunca están aquí y no les importa lo mucho que ella gasta en sus fiestas, siempre y cuando no los moleste a ellos. La misma historia de siempre, solo que con toneladas de dinero, ¿cierto?— Hay un límite a esto, no lo entiendo bien, pero asiento como si entendiera y bebo más champagne. —Entonces,¿cómo es que no te había visto antes pasar el rato con ellas? pregunto Dan, sacudiendo de su espalda su espeso cabello castaño, para que no le cayera en la cara. Estoy sentada tímidamente, con las piernas cruzadas,como una dama (estoy demasiado nerviosa como para relajarme en absoluto), pero Dan esta como montado en la banca, en lo que no puedo dejar de notar es de una forma muy varonil. Sus manos están presionadas delante de él,sobre la banca y se está inclinando hacia adelante,por lo que su rostro está muy cerca del mío. Es una sensación abrumadora. Estoy dividida entre el impulso simultaneo de inclinarme y besarlo y levantarme y huir. Casi creo que me va a dar un calambre en alguna parte por la tensión en mi cuerpo que es extrema.Dan sigue viéndome con esos ojos cautivantes, grises,esperando mi respuesta. —Um,realmente estoy muy ocupada la mayor parte del tiempo con mi gimnasia—, finalmente logre decir. No quería que él se diera cuenta que solo acababa de ser recogida por Plum y su grupo, como un juguete del que se tiene fiebre por un día y lo olvidas al siguiente.

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No quería que supiera que solo hace seis meses, cuando me dispare un par de pulgadas y me brotaron curvas, tenía que ser remotamente parecida a la clase de chicas que Dan Mac Andrew deseaba llevar a una terraza para tomar té.

—Oh sí, es cierto—, dijo Dan. —Traías ropa de entrenar cuando te vi el otro día. 54 —Sí, estaba un poco sudorosa—, dije—usualmente me ducho después, pero entonces tenía mucha tarea que hacer, así que es difícil salir mucho de noche. La gimnasia toma todo mi tiempo… Bien, sonaba finalmente como la más aburrida adolescente de todos los tiempos de competencia. Bien hecho, Scarlett. Eché un vistazo para ver si Dan asentía con lacabeza como si se fuera a dormir,pero se veía más interesado. Era una especie de milagro. —Gimnasia, Wow—dijo, su rostro se ilumino un poco—.Eso es tan Cool. Me encantaría probar eso—. Trate de reprimir una risa, pero no pude. —Estas un poco viejo ahora, para cualquier cosa seria de eso—, le dije. — Tenías que haber empezado realmente joven si querías competir—. Dan puso sus manos sobre sus caderas con un fingido enojo. — ¿No crees que sea lo suficientemente fuerte? ¡Hago un montón de deportes! Tengo los ojos desorbitados, lo sé,pero no puedo parar,porque ahora está arriscando su manga de la camisa por encima del codo. Dan flexiona el brazo y siento que me desmayo. — ¡Vamos, siente!— el insiste, dándome una sonrisa hermosa. — ¡Apriétame!— mis mejillas se sienten calientes y probablemente están tan rojas como las fresas. Gracias a Dios que esta oscuro aquí afuera. —Bueno,no debería— —Vamos, Scarlett. ¿Tienes miedo?— Dan se burla de broma.

Cuando pienso en esas chicas con la espalda descubierta arrojándose encima de él, levanto mi mano sin más vacilaciones y con cautela aprieto su antebrazo.Uno pensaría que yo estaba familiarizada con la sensación de un brazo de hombre a estas alturas, después de todo el tiempo con Ricky ayudándome en gimnasia. Pero las sensaciones através de mí son tan diferentes. Dan podría ser de una especie diferente. Su piel es tan suave y aterciopelada en el interior de su brazo y está ligeramente peluda, pero con vello delicado, totalmente diferente a los que pican en bruto como los de Ricky. Aprieto más. Para ser honesta, los de Ricky son más abultados,moldeados en gimnasio, los de Dan son menos evidentes, pero puedo sentir la fuerza en ellos y me hace sonrojar aún más. La electricidad burbujea através de mí y mi mano se siente como si estuviera ardiendo. Quería tirar mi mano atrás. — ¿Ves?— dijo Dan. — ¿También puedo hacer gimnasia, cierto? —Um, Sip—, murmure. Era difícil no pensar en otras actividades físicas en las que también sería bueno. Me tenía que distraer a mí misma, pues podría tener un mini-episodio de desmayo como el que tuve cuando vi la fuente. —Te estaba evaluando por encima del bar— dije,cuando la inspiración me golpeo. Recordando que a los chicos les gusta que les digas cuando son buenos en algo físico-aman eso. —Oh, yo hago todo tipo de cosas—, dijo Dan con un dejo de arrogancia en su voz. Es realmente sexy. —Tienes una chispa excelente—, agrego. La frente de Dan se arrugo en confusión. —Bueno, ¿y qué? —Contrae más los músculos—, le explico. Ahora estoy en mi propia tierra, hablando acerca de cosas que se, con las que me siento a gusto y giro para hacerle frente.

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—Necesitas tener reflejos rápidos para ser bueno en gimnasia. Al igual que cuando haces un resorte y te sueltas en el aire para hacer un mortal. — ¡Zas! Lo entiendo, dijo Dan, con una amplia sonrisa. Estaba disfrutando de esto y sentí un arrebato de orgullo por tener una buena conversación. —Apuesto a que eres realmente buena, ¿cierto?— oh mi Dios, creo que solo agite mis pestañas. —Lo hago bien—, replique tratando de ser modesta. Dan no lo creyó sin embargo. —Vamos,entrenas todo el tiempo.Debes de ser realmente buena. —He ganado algunos premios—, admití. —No competencias grandes, no nada de eso. Reconozco, nunca he ido a las nacionales—. Las cejas de Dan se arquean. — ¿Tienes medallas?— quise sonreír un poco al recordar el segundo lugar en ejercicios de piso un par de años atrás. —Algunos trofeos. — ¡Hey, me mostrarías algo!— me pregunto, sus ojos brillaban. — ¿Qué? —Muéstrame un poco de gimnasia. ¡Vamos!— lo mire estupefacta. —Esta oscuro. El suelo es de piedra.He estado bebiendo. —Ohhhh—. Dan hace una especie de puchero de niño.Sus labios se ven aún más maravillosos cuando hace eso, todo completo y delicioso. —Tiene que haber algo que puedas hacer—, dice persuadiéndome. Por una fracción de segundo considero tratar la posibilidad de hacer dos volteretas en el piso de piedra a pesar de, la champagne. Quería impresionarlo mucho. Entonces rodé mis ojos a mi propia idiotez. Dios, las cosas que hacemos, para mostrar que estamos interesados en las personas. Dan todavía está mirándome, con esos ojos gris verde enormes y preciosos. Parpadea momentáneamente y sus pestañas parecen rozar sus

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pómulos. Es imposible rechazar. Suspiro, me quito las andalias y le di mi copa. — ¡Woo-hoo!— aclamó. Mis jeans son bastantes fuertes, así que tengo que tener cuidado. Pero me di cuenta de que no necesitaba hacer nada difícil.Dan no tenía la menor idea de lo que era realmente difícil y lo que no. Me pongo de pie,le doy una sonrisa (ahora que estoy preparándome tengo toda la confianza del mundo, estoy tan acostumbrada a ello) y me lanzo a delante con un parado de manos. Dan grita y aplaude con regocijo, el tonto. Esto es incluso difícil. Mantengo el pardo de manos y curvo mi espalda lo suficiente para lograr un arco y empiezo a caminar. A lo largo de la terraza de diez metros más o menos; un arco de 180-grados, arqueando la espalda un poco más para lograrlo. Camino hacia bajo de nuevo al lugar donde inicie,con dolor en mis manos por las grietas del pavimento de piedra. Justo en frente del banco, hago un giro total de 360 grados con un Split frontal con mis piernas para dar el efecto completo. Dan está aplaudiendo como loco ahora. Traigo mis piernas hacia arriba y me pongo de pie. ¡Aw, eso último fue demasiado ambicioso con champaña en mi sistema! Mesentí un poco enferma y mareada. Me tambalee sobre las puntas de mis pies antes de conseguir el equilibrio completo. No estaba acostumbrada a beber. Pero Dan estaba demasiado animado para notar esto. — ¡Eso fue increíble!— dijo con entusiasmo y siento una ola enorme de orgullo a pesar de que he estado haciendo caminatas de parado de manos desde que tenía nueve años. — ¿Scarlett? Mi Dios, ¡eso fue tan bueno! Otra voz masculina hizo eco en el aire de la noche. Gire a me encontré mirando en rosa y blanco el suéter de Simón, unos jeans,su cabello rubio peinado hacia atrás.Se veía vestido así,pero estuve a punto de reírme, porque estaba

mi alrededor y un saco azul y bastante bien, viéndome todo

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desorbitado como si me hubiera convertido en una versión de dibujos animados de mí misma. —Hey, Simón—, dijo Dan y era evidente que no estaba contento de verlo. —Sobre el show, compañero. —Sé que dijiste que hacías gimnasia,Scarlett, ¡pero eso fue increíble!— Simón me felicito, yo había hecho algo estándar para o que era mi mundo, me sentí halagada por su entusiasmo amigable. —Gracias—, le dije,sin pensar limpiar mis manos sobre mis flamantes jeans. —Venetia, dijo que te vio salir a la terraza, así que pensé en encontrarte y decirte hola— Explico Simón. —Bueno, ya la encontraste y ella está ocupada—, Dan interrumpió. — Toma un número—. Simón metió sus manos en los bolsillos, obviamente avergonzado. —Oh, ¿estoy interrumpiendo? Lo siento, no quise— —Scarlett, ¡tenemos que brindar por tus habilidades gimnasticas! Dan corto las disculpas de Simón. Había rellenado las copas y ahora las ofrecía sosteniendo una hacia mí. —Estoy un poco ocupada con Dan en estos momentos—, le dije a Simón, igualmente avergonzada. —Cierto, si, si, lo entiendo… Simón se alejó. Pienso que siguió hacia la derecha a través de las puertas francesaspara estar en el piso de nuevo,pero no lo vi irse, porque estaba caminando hacia Dan para tomar el vaso que sostenía hacia mí. El me vio todo el camino y normalmente eso me haría consiente de mi misma pero mi éxito con el pardo de manos, junto con el hecho de que ahora estaba descalza era un estado en el que me sentía segura, ayudaba que yo realmente conseguí una especie de movimiento sexy de las caderas cuando me acercaba.

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Tome el vaso. Lo choque contra el suyo. Lo mire a los ojos con una sonrisa. Era realmente alto, ahora que estaba sin sandalias y estaba en al ras del piso. —Eres pequeña— dijo,leyéndolo de mi mente. —Podría ponerte en la palma de mi mano. Wow, ¡el cree que soy pequeña!regordeta,tipo panecillo, ¡con mis treintay cuatro copa D y mi trasero grande y redondo! Me derretí hacia el (literalmente) y la siguiente cosa que supe, era Dan tomando la copa de mis manos y puso la de ambos enel banco. Se volteó hacia mí y me jalo hacia él y mi cara estaba volteada hacia arriba viendo la suya, como si una mano invisible tirara hacia a tras de mi cabeza y pude sentir sus brazos alrededor de mi espalda y su cabeza acercarse realmente lento. Sentí su aliento caliente en mi rostro. Su pecho presionaba duro contra el mío,aplanando mis pechos, haciéndome sentir realmente avergonzada por ellos. El movió mi cabeza hacia un lado para poder llegar a mi boca sin que nuestras narices se entrometieran y creo oh, así es como se hace… Entonces sus labios se presionaron gentilmente contra los míos. Eran realmente suaves. No sé lo que yo esperaba. Nunca había besado antes a nadie en la boca. Dios, que trágico. Estaba aterrorizada de hacerlo mal. Por lo menos había visto una tonelada de besos en la TV y en las películas. ¿Qué hacia la gente antes de la televisión? ¿Cómo tendrían una idea de cómo besar correctamente a alguien? Tú puedes leer acerca de estas cosas en los libros, pero no es nada comparado con lo que sucede. Esto es parte de ir a una escuela de niñas, por supuesto: si yo hubiera estado en una escuela normal, mixta habría practicado con algunos niños al menos. Pero entonces este no sería mi primer beso. Con Dan. En esta terraza. Con la suave brisa de la noche levantando mi cabello y las estrellas en el cielo. Por eso prefiero haberlo tenido de esta manera. Y no es como si el me estuviera empujando o riéndose de mí y obviamente no sé lo que estoy haciendo…

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¡Dios, Scarlett! ¿Dónde está tu cerebro? Estaba tan mareada con lo que estaba pasando, me sentía como si estuviera drogada,o borracha o ambas. Me sentía tan ligera como una pluma (mareos y girando, con la sensación de los labios de Dan en los míos, y el concepto extraordinario de que es a mí, de todas las chicas de aquí, a la que él quiere besar) y tan pesada como el plomo (soy gigante, debo pesar veinte libras más que Plum, ¿cómo puede soportar tocarme?). 60 La mano de Dan esta en micintura y me aterra que se desvié: (a) hacia abajo y sienta la grasa a mis costados o (b) se desvié hacia arriba y toque mi pecho, lo que haría que me asustara y pensara que el solo me besaba por ellos, pero él me besaba y me besaba y yo lo besaba de regreso y de nuevo, no podía pensar en nada más que en su boca. Podrían decir beso, pero realmente eran cientos de pequeños besos. No se veían tantos en la TV. No me esperaba esto: Dan estaba besando todos mis labios, hasta que los sentía hinchados grandes y voluptuosos como las de las supermodelos. Y ahora estaba mordiéndolos, con mordidas ligeras,pero de alguna manera eso era muy emocionante. Sentía como algo dentro de mí se derretía y se convertía en miel liquida y me di cuenta de que yo también lo estaba mordiendo ligeramente pequeños pellizcos, probándolo, el me daba pequeñas mordidas probándome. Gimió. Eso me dio un poco de miedo, porque sonaba como un hombre cuando hacia ese sonido. Venía muy dentro de él, como si una parte de mi lo estuviera derritiendo. Y entonces Dan envolvió sus brazos alrededor mío con fuerza y su lengua se deslizo dentro de mi boca, cálida y húmeda.Yo sabía que esto podría suceder. Pero pensé que tendría tiempo de prepararme a mí misma, porque sentiría raro y en su lugar se sintió increíblemente sexy. Es la cosa más sexy que he sentido en mi vida. Escuche gemir a alguien y me di cuenta de que era yo y Dan haciendo ese ruido de gemido profundo y agarrándome a él, como si me aferrara a su vida y mi lengua estaba encontrándose con la suya. Estábamos entrelazados como si alguien nos hubiera amordazado, nuestros cuerpos muy juntos. Estábamos sosteniéndonos el uno al otro,

como si nos ahogáramos sinos dejábamos ir. No podía imaginar que quisiera que algún día esto parara. Y luego, la cosa terrible sucedió y nada volverá a ser lo mismo otra vez.

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Capítulo 6

T

Traducido y Corregido por Mayte

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Ú LO MATASTE

De repente el agarre de Dan, se afloja. Mueve su cabeza bruscamente, siento el aire frio en la parte frontal de mi cuerpo. Mis manos caen, también. Me siento estúpida, celebrándolo cuando él se retira de mí. Debí haber hecho algo que le mostro que era inexperta. Esta probablemente avergonzado, de que él siempre quiso darme un beso en primer lugar. Sin embargo, ese temor se aleja y otro tiene lugar cuando veo que las manos de Dan están escarbando en su bolsillo de los jeans. Su piel está perdiendo el color y tiene sus ojos fijos en mí, como si estuviera en un estado de pánico puro. Se las arregla para decir en voz entrecortada con algunos sonidos que semejan a las palabras. Oh mi Dios. Ahora me doy cuenta de que él se está asfixiando—Scarlett—, dice arañando sus bolsillos. —Ayúdame… Dentro de mi cabeza, estoy gritando. ¿Que hice mal? Dan se tambalea hacia atrás. Se escuchan sibilancias en su pecho. Cuando sus piernas se doblan debajo de él, el grito dentro de mi cabeza, finalmente sale por mi boca. Corro hacia Dan y lo agarro justo cuando está a punto de chocar su cabeza en la banca y lo bajo al piso.

Es difícil asegurarme de que no se golpee, porque él ni siquiera metió sus manos para disminuir su caída o aferrarse a mí: sus manos están en su garganta. Y cuando tengo aliento, porque su 1:80 m de un adolescente no son un peso ligero para soportar en los brazos, grito una y otra vez. De nuevo. Pero con la música dentro y todo el mundo riéndose. Destierro cualquier vergüenza que pudiera sentir al empujar mis manos por sus bolsillos de Dan y veo a ver qué es lo que estaba buscando, para ver si hay algo que pueda arreglar lo que está pasando con él. Y sigo gritando con todos mis pulmones hasta que mi garganta se siente adolorida. Pero para este momento Simón me escucha, solo un par de minutos más tarde y viene corriendo para ver lo que está sucediendo, ya es demasiado tarde. Dan esta asfixiado hasta la muerte en mis brazos. Después de eso, todo es un borrón de movimientos y confusión y gritos y luces brillantes que apuñalan la oscuridad… Una ambulancia deteniéndose en el frente del edificio, la torreta con su luz azul y redonda giratoria hace un barrido, echando destellos fantasmales contra el cristal de la terraza, con haces de luces a través de las plantas, arrojando destellos del rayo azul en la cara de Dan, los paramédicos llegan y se inclinan junto al cuerpo sin vida de Dan, retiran mis manos ya que estaban apalancadas en el cadáver de Dan… Alguien grita como un maniático, salvaje, con lamentos afligidos y estridentes. No soy yo. Estuve gritando y mi garganta esta seca y casi no puedo hablar… Un paramédico me sostiene por los brazos, su cabello esta hacia atrás severamente y se ve su frente, con delineador de ojos color azul oscuros en el borde de sus ojos, la sombra a tono, su voz insistente pidiéndome una y otra vez lo que paso, si vi a Dan tomar algo, ¿cualquier cosa en absoluto? Pero no. No sé lo que paso.

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Y mi voz se ha ido, así que solo muevo mi cabeza, hacia atrás y adelante, hacia atrás y adelante una y otra vez, hasta que ella dice algo acerca de estar en estado de shock y me empuja hacia abajo en la banca y mueve mi cabeza hacia abajo y la mete entre mis pernas para que no me desmaye… Simón, corre a mi lado, me pregunta si estoy bien, suena tan preocupado que hace que estalle en lágrimas y los paramédicos lo espantan para que se vaya… Y Plum. Irrumpe a través de la multitud de personas, incluyendo entre Simón y los paramédicos, gritándome: — ¡Lo mataste! — ella grita. — ¡Tú lo mataste! — creo que Simón trata de decirle algo, pero ella lo empuja lejos. Y ella es un reto para los paramédicos-los empuja lejos y se acerca a mí para gritarme: — ¡Lo mataste, zorra! Hasta que finalmente llega la policía y la toman y se la llevan y pronto me están tomando a mí también, a través de las puertas del departamento de Nadia, hacia abajo por el ascensor a un coche y llevarme lejos hacia solo Dios sabe dónde… — ¿Trajiste algo para la fiesta, Scarlett? — un policía ya mayor me pregunta. — ¿Sabes lo que quiero decir, no? ¿Algo para animarse un poco? Lo miro completamente confundida. Tengo frio. No trajeron mi abrigo. No me preocupo por el abrigo, está cayéndose a pedazos y es demasiado pequeño para mí de todos modos, pero mis brazos están desnudos y siento frio. —No creo que Scarlett entienda lo que le estas preguntando—, dijo Lady Severs fríamente. —Y francamente, no más que yo. Ella no está en el mejor de los estados de ánimo, después de haber sido despertada y llamada a la comisaría de policía de Knightsbridge, porque necesitan las autoridades a un adulto presente cuando formalmente me hicieran preguntas. No me di cuenta de que ellos iban a llamarla: ellos preguntaron por mi número telefónico de la casa y veinte minutos más tarde llego Lady Severs,

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vestida con su habitual traje de tweed, razonables zapatos para caminar y con el ceño fruncido en desaprobación, caminado en la sala de espera. Ellos debieron haber enviado un coche por ella. El viejo policía sonó su lápiz sobre la mesa y vio a su compañero, que se veía de no más de veintiún años. — ¿O algo para relajarse? — sugirió el joven policía, sonriéndome amigablemente esto era tan confuso, esto lo había visto antes solo que no recordaba donde. — ¿Tu sabes, para ir al borde? Mucha gente lo hace. Negué con la cabeza, muda de la miseria y la incomprensión. Ellos intercambiaron miradas otra vez. —No vas a tener problemas si dices la verdad, Scarlett—, dijo el viejo policía, eso realmente me hiso resoplar un poco. ¿Qué tan idiota piensa que soy? Quiero decir, desde los tres años de edad- sabes que ¡eso es la mentira más grande de todas! Ellos deben haber malinterpretado mi bufido, porque sus ojos se convirtieron en estrechas ranuras desagradables del más viejo, así como también su boca. —Está bien, jovencita— dijo y su voz era ahora tan amenazadora como la de un mal policía de las series de TV americanas. —Si esa es la manera en que quieres que las cosas sean, me parece bien. Creo que sabes de lo que estamos hablando de sustancias ilegales. ¿Las llevaste a la fiesta y le diste a Dan Mac Andrew cuando estaban solos en la terraza? Es mejor que me lo digas ahora, o vas a estar en problemas mayores. Me quede boquiabierta hacia él, sin poder creer lo que estaba diciendo. ¿Porque alguna vez, yo hubiera querido hacer daño a Dan? Pero luego me di cuenta que estos dos hombres no sabían nada acerca de mis sentimientos hacia Dan. Y no se los podía decir, porque si lo hacía iba a llorar y nunca podría parar.

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—Fue la primera vez que había sido invitada a una fiesta de Nadia Farouk, ¿nunca había ido? — El policía joven me veía, toda amabilidad fingida había desaparecido: su tono era igualmente desagradable ahora. —No eras parte de su grupo, ¿cierto? Entonces, ¿porque fuiste cuando te invitaron? ¿Por qué, tenían algo que tú querías? ¿Eras su nuevo distribuidor? Vamos, Scarlett, no orines por ahí con nosotros. Tenía los ojos desorbitados, viéndolos. Es realmente molesto tener a dos policías diciéndote cosas tan horribles, con esas miradas desagradables en sus ojos, pero sus palabras estaban más lejos de cualquier realidad, que sentía que no podía creer lo que escuchaba de ellos. Sabía que querían que respondiera, pero estaba tan atónita con lo que estaban sugiriendo, que sentí que se me trababa la lengua. Lo cual no era cosa mala, con lo que Lady Severs estaba saltando en su lugar. — ¿Qué tipo de lenguaje es ese? — exigió furiosamente. — ¿Cómo se atreve a hablar así en mi presencia? Y sugerir que Scarlett pudiera-¡nunca he escuchado una cosa tan ridícula e insultante en toda mi vida! —Con todo respeto, a usted su señoría—, dijo el policía mayor, inclinándose hacia ella, —los adultos a menudo no tienen idea de lo que los niños a su cargo están realmente haciendo. —Mi buen hombre—, interrumpió Lady Severs, con una voz tan fría que podría sufrir una quemadura con ella: —se exactamente lo que hace Scarlett, como usted lo dice o a lo que hace desde que se levanta, Scarlett es una gimnasta. Cuatro días a la semana, se entrena con sus dos amigas. Luego va a casa de una de ellas o de la otra a hacer su tarea. Lo sé porque, así es como estaba previsto por su abuela, un amigo mío muy querido, uno u otro de sus familiares íntimos, de los padres de las niñas, me confirman este hecho. Ella siempre está en casa a las diez horas y se va directamente a su habitación. En las noches ella no ve a sus amigas, está en su habitación haciendo su tarea. Hay reglas muy estrictas en las que Scarlett se le permite vivir en mi casa y me aseguro de que ella se rija por ellas. Me tiene que entregar su teléfono celular todas las noches cuando entra en la casa y lo recupera por

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la mañana siguiente, para asegurarme, de que no se quede hasta tarde, charlando con sus amigas. Es el turno de los policías de contemplar, sin palabras, por causa de lady Severs. —Ella puede tener otro móvil que usted desconoce…— comienza el mayor, pero uno se da cuenta, que su corazón no está en eso. Lady Severs mueve la mano hacia él, con desdén. Y el queda en silencio. —Los padres de Scarlett, murieron cuando ella era muy joven—, y continua, con tan poco sentimiento en su voz, que es como si les estuviera diciendo la hora. —Ella es la obligación de su abuela y yo estuve de acuerdo en poner a Scarlett en mi casa, durante un determinado tiempo, con la condición estricta, de que ella obedecería un sistema de comportamiento, el cual considere apropiado para una niña de su edad. Cualquier desviación de esas normas y ella no sería bienvenida en mi casa. Tiene acceso a la cocina durante horas específicas, durante el día y su propio cuarto de baño. Y hasta ahora, tengo que decir, que ella ha sido muy poco problema, considerando, todas las cosas. Ambos policías se voltean a verme. Hay un silencio por un buen rato. Entonces el policía más joven sostiene el dedo índice hacia el más viejo en un gesto poderoso, se levanta de su silla y sale de la habitación. Nos sentamos ahí, sin decir nada, hasta que regresa. Sostiene un vaso de poli estireno, que desliza sobre la mesa para mí. Té caliente con leche. En verdad estoy muy agradecida. Tomare un sorbo. Tiene mucha azúcar, por lo que tomo un poco. Y hace más fácil hablar aunque me duele la garganta. Los policías a pesar de sí mismos, me están mirando con lastima ahora. Extrañamente, no me gusta eso, incluso me gusta menos que cuando están haciendo su rutina de policía malo y bueno en el interrogatorio. La lástima es lo peor de cualquier cosa. Pregúntale a un huérfano-a ver que te dice de eso. Grandioso. Cuan trágico es que los policías sientan lastima por ti, ¿porque eres una huérfana patética con vida social de Roadkill?

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Casi prefería, que estuvieran pensando lo de las drogas o que fuera algún tipo de traficante de drogas. Sin embargo yo no quería que ellos pensaran que quería lastimar a Dan, sería lo último que haría en este mundo. Dios no lo puedo creer, él esta… se ha ido. Las lágrimas pinchan en mis parpados. Empujo esos recuerdos a la distancia. Llorare más tarde. Cuando este sola. — ¿Cómo obtuviste permiso para ir a la fiesta, Scarlett? — el más viejo pregunta, más tranquilo ahora. —Scarlett me dijo, que había sido invitada por la chica Saybourne—, responde Lady Severs. —Una familia muy buena. No vi nada malo con una ocasional sociabilización aceptable, una vez al mes o algo así. Scarlett tenía un toque de queda, por supuesto. La única cosa que Lady Severs no sabía, era que la fiesta no estaba supervisada. Un pequeño detalle que convenientemente no dije. Solo que ahora desearía que Lady Severs me hubiera prohibido ir. De esa manera, ninguno de nosotros estaría aquí. Y Dan podría estar vivo. —Scarlett—, dijo el policía más joven. —Estas segura de, ¿que no viste a Dan tomar algo? — Negué con la cabeza. Todo mi cuerpo se sentía tan pesado, sentía como que me estaba hundiendo. —No. El paramédico me pregunto eso también, pero el, no hiso otra cosa, que beber un poco de champagne. Siguió buscando en sus bolsillos, aun sin embargo, cuando él estaba… cuando se estaba ahogando. Estaba a punto de llorar, así que tuve que dejar de hablar. Mire hacia abajo a mi te, apreté el poli estireno, haciendo al líquido tomar una forma oval, para distraerme de las lágrimas para que no se vinieran de nuevo. —El padecía alergias severas, aparentemente—, dijo el más joven. — ¿No estabas al tanto de eso? —No—. Murmure. —Pero yo apenas lo conocía. —Apenas lo conocías, ¿pero estabas afuera en la terraza a solas con él? pregunto el policía más joven con curiosidad.

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—Estábamos hablando—, murmure. El vio sus notas y siguió la escritura con su dedo índice. —Le dijiste a los paramédicos que se besaban cuando empezó a ahogarse. Lady Severs se giró para verme, haciendo un sonido fuerte, un sonido de desaprobación con su lengua. La sangre corría por mi cara. Oh, Dios, esto es tan horrible. ¿Porque ellos no solo escribían en mi frente ZORRA ASESIANA con un marcador? Más les valdría a ellos. Plum lo hará tan pronto como vuelva a la escuela. La vida de Dan se había terminado y mi vida estaba arruinada. Sentimientos de miseria se atragantaban en mí. El policía mayor tuvo que repetirme la siguiente pregunta antes de que la entendiera. — ¿Viste a Dan con una especie de tubo de vidrio? ¿Cómo un termómetro, pero más grande? —No—, dije sin comprender. Los policías intercambiaron miradas. Me pregunte si esto es alguna referencia con drogas no me sentía lo suficientemente con sangre fría como para entenderlo. —Los resultados de laboratorio no han llegado aún, pero una de nuestras teorías es que Dan pudo haber muerto por una reacción alérgica—, explico el policía viejo. —Aparentemente, el siempre llevaba algo llamado EpiPen, por lo que podría inyectarse así mismo en caso de una posible reacción fatal a algo. Eso podría haber sido lo que estaba buscando en su bolsillo. Sin embargo, no estaba con él y recorrimos el apartamento y no lo encontramos por ahí. — ¿A que podría haber sido alérgico? — pregunte. —Ese es el misterio, ¿no es cierto? — dijo el primer policía. —Estamos tratando de establecer a que. Los resultados definitivamente nos mostraran a que podría ser pero llevara semanas—. Lady Severs chasqueo su lengua otra vez y tomo su abrigo y se lo puso, en una clara señal de que estaba lista para salir. —Por lo tanto, para resumir, este desafortunado jovencito tuvo algún tipo de reacción alérgica y fue lo suficientemente estúpido como para no traer

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su medicamento con él y cayó muerto a los pies de Scarlett. No veo porque ella debe estar involucrada en un interrogatorio por un momento más. —Como hemos dicho antes, mi lady, es solo una de nuestras teorías. Una vez que los laboratorios nos den los resultados, tendremos pistas nuevas o indicios reales de lo que sucedió. De cualquier manera, ella tendrá que testificar en la investigación, me temo—. Dijo el policía mayor. Lady Severs, jadeo en consternación. — ¡Ciertamente eso no será necesario! — ella protesto. —Lo siento, mi lady. En cualquier caso sospechoso de una muerte de esta manera, es necesaria una investigación. El policía mayor me dio una mirada dudosa larga. Es posible que renunciara a la idea de que soy traficante de drogas, pero era bastante obvio de que estaba convencido de que era responsable de alguna manera de la muerte de Dan. Me estremezco, al recordar a Plum gritándome. Él no es el único que piensa eso. — ¡La prensa! — Lady Severs, retrocedió de mí, mirando por encima de su nariz como si yo fuera lo que ella podría llamar una ―persona común‖ que se atrevió a hablar a sus espaldas. Lo peor de todo era su mirada. Ahora que el impacto inicial por lo del shock de lo de Dan y su muerte había pasado, ahora que tenía algo de té dulce en mi interior, la terrible verdad de mi situación estaba comenzando a apoderarse de mí. Había perdido prácticamente todo lo que hacía que mi vida valiera la pena: mis viejas amigas, mis nuevas amistades, mi habitación en Holland Park (porque dudo mucho que Lady Severs me deje seguir viviendo ahí, ahora que la he arrastrado a la comisaria de Kinightsbride en medio de la noche y cause un gran escándalo). Y a Dan. He perdido lo que quizás pudo haber ocurrido entre Dan y yo. Recuerdo su beso y las lágrimas afloran en mis ojos. No son solos los policías quienes piensan que quizás cause la muerte de Dan. Plum también lo hace y por lo tanto todos lo demás. A pesar de que ni remotamente pensaría en nada que pudiera haberle hecho daño a Dan, fui la última persona en verlo con vida. Si las pruebas y la investigación no determinan que lo mato, cada persona que sabía acerca

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de la muerte de Dan, asumirían que yo tengo la culpa. Y la peor parte es que yo también lo hare.

PARTE DOS: DC4 —No fue tu culpa. Me siento y veo esas palabras por un largo tiempo. Quiero escribir más, realmente quiero. Pero estoy asustada. Recojo mi pluma y empiezo a garabatear sobre la oración, rayándola. Hace años, aprendí que para cubrir correctamente las palabras, uno tiene que escribir otras palabras en la parte superior de ellas, por lo que nadie puede entrecerrar los ojos y ver lo que se oculta bajo. Así que escribiré sobre la parte superior. Una y otra vez, hasta que no se puede hacer una sola letra, solo una maraña de color negro de tinta. Deje la pluma en mi escritorio y mire el papel. Y entonces me di cuenta, sin quererlo, que use la misma frase que quería ocultar. He escrito la misma palabra una y otra vez, como en las películas antiguas donde el profesor hace que un niño escriba una frase en el pizarrón, hasta que toda la superficie está llena de gis blanco. —No fue tu culpa—, es lo que he escrito. —No fue tu culpa. —No fue tu culpa. Recojo el pedazo de papel y lo arrugo con la mano y lo tiro a la basura. Cuando cae sobre más documentos arrugados, todos ellos negros de lo que garabatee en ellos, son las mismas palabras escritas una y otra vez… Y me odio a mí misma. Porque soy una cobarde. Porque no soy lo suficientemente valiente como para mirar esas palabras en la página sin cancelarla de inmediato. Soy una cobarde. Y ahora mismo me gustaría estar muerta.

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Después del Caos

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Porque el secreto es demasiado grande para que yo sea capaz de guardarlo.

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Capítulo 7 Traducido por Angie Leal Corregido por Dayanira

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N NUEVO COMIENZO

La cosa más importante, mi abuela decía, ¨es que dejes el pasado detrás¨ No se debe revivir. Lo que no se puede curar se debe aguantar. Es todo lo que puedo hacer para detenerme de poner los ojos en blanco. Ya sabes, es más difícil de lo que piensas el controlar tus globos oculares. Ellos están acostumbrados a moverse sin ningún esfuerzo consciente del cerebro. ¿Qué tan seguido tienes que decirle a tus ojos que hagan algo? Piensa cuantas veces le tienes que decir a tu estomago que se suma. ¿Nunca hacer eso con tus ojos verdad? En un esfuerzo por no hacer una cara de enloquecida, fije mi mirada en la de mi abuela hasta que mis ojos empezaron a aguarse. He escuchado este discurso de ella cientos de veces anteriormente. No revivir, arrancar, lo-que-no-puede-ser-curado, etc, etc. Desde que mi madre y mi padre murieron hace una década. Y no importa cuántas veces lo diga, nunca ayuda. —Tienes el verano para dejar que las cosas se resuelvan—, mi abuela continuo. —Unos cuantos meses. —Apenas tres, balbucee. — ¿Qué, Scarlett? —mi abuela dijo impaciente. —Habla alto. Tú sabes que no soporto los balbuceos.

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—Tres meses—, dije mientras jalaba el borde de mi sweater negro. — Apenas han pasado tres meses desde que…—Todavía no podía decir las palabras en voz alta: —desde que Dan murió—.Mi abuela ondeo su mano. —Más que tiempo suficiente—, ella dijo imperiosamente, mandándome con ambos el tono de su voz y su gesto de que esté de acuerdo con ella. —No revivas, Scarlett. Te está impidiendo alcanzar tus metas. Y deja de inquietarte. Es una mala costumbre—.Hubo un fuerte golpe en la puerta. — ¡Adelante!— llamo mi abuela con su tono autoritario de madre reina. No sé porque lo añade, pero la he oído decir esa palabra tan a menudo que la doy por hecho. Mi abuela no toma un baño, ella se prepara uno. Ella no bebe té, ella lo ―toma‖. Todo muy antiguo y aristocrático inglés, el tipo de cosa que realmente solo puedes salirte con la tuya si tú eres… — ¿Lady Wakefield? Su té. Dice perfectamente su ayudante, Penélope, entrando en el cuarto con el té Tray 5 de la tarde. Tetera de plata, tazas de blanca porcelana Minton, plato a juego con sencillas pastas secas de té. — ¿Scarlett?—Mi abuela, Lady Wakefield dice. — ¿Lo servirás? Mis ojos quieren rodarse de nuevo. Mi abuela siempre está tratando de ―hacerme una dama‖. Me siento como una idiota levantando esa gran tetera de plata, es como algo salido de una película de época. Pero bueno, así es como vive mi abuela. Miro a través de su estudio, con sus paredes de caoba con paneles y muebles antiguos pulidos. En las paredes tiene pinturas de nuestros antecesores, incluida a Lady Victoria Wakefield en un apropiado corsé y falda. Es como una capsula del tiempo ahí.Me las arreglo para dirigir el chorro de te pálido en las tazas sin derramar demasiado. Detrás de mí, Penélope tose cortésmente. — ¿Lady Wakefield? —ella dice. —Lo siento tanto, Scarlett, es solo, tu sabes, el comienzo de un nuevo año hay tanto para seguir adelante el tiempo apremia…

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Te chino

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No creo haber escuchado nunca a Penélope terminar una oración. Ella siempre da la impresión de esta muy ocupada para terminar una. — ¡Absolutamente! —mi abuela dice. —Scarlett, querida, bebe tu té. —Tú sabes las cosas son como en Septiembre. Terriblemente ocupadas. Completamente insano. Yo inclino la cabeza y derramo sobre nosotros a cada una, una gota de leche de la jarra de leche.Yo prefiero mi té muy fuerte, con mucha leche y azúcar, pero de acuerdo con la abuela eso es para la gente común. La gente rica como nosotros ¨toma¨ su té muy débil, con apenas algo de leche. Con su tarea cumplida, Penélope sale discretamente del cuarto. —Lo de siempre por aquí, por supuesto—, mi abuela dice, sus labios apretando con fuerza. Yo retuerzo mis manos detrás de mi espalda. —Bueno, sí y no. —Así que no necesito repasar lo que yo haría si fuera las otras chicas — ella continua como si no me hubiera escuchado. —Debo decir, desearía que no hubiera llegado a esto. —Yo tampoco quiero estar aquí yo intervengo. —Yo ciertamente, no pensaba que fuera buena idea para ti, el venir aquí. —No hubiera sido mi elección. —Eso es el por qué arregle que fueras a St. Tabitha y hable con Lady Severs, quien, debo decir, no fue tan comprensiva como ella pudo haber sido acerca de esta situación—. Mi abuela suspiro.

—Sin embargo, ni ella ni yo somos jóvenes como éramos y ciertamente no me gusta como esos fotógrafos vulgares molestándome como insectos cuando intento salir de mi propia casa. Pero los necesito como el diablo el manejar. Y después de la muerte de ese muchacho tan joven… Una cosa acerca de mi abuela: ella siempre llama a las cosas por su nombre. Sin andarse por las ramas.

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—Yo entiendo muy bien a la directora del colegio de St. Tabitha que decidió que sería mejor para ti hacer un nuevo comienzo en una nueva escuela. Ninguna directora agradecería la prensa acampando afuera de la escuela por el resto del curso de verano. Y al parecer había un montón de cartas anónimas y correos. ¡Las chicas adolescentes!— Suspira. —Pueden ser muy crueles ¿no?

No me molesta estar de acuerdo. Yo solo tomo mi té y trato de no pensar acerca de los contenidos en mi e-mail en la bandeja de entrada. O el hecho de que he tenido que cambiar mi número de teléfono y cancelar todas mis cuentas de mensajería instantánea. Nadie sabe mejor que yo como de crueles pueden ser los adolescentes. — Así que aquí estamos—, dice mi abuela con un suspiro. —Un nuevo comienzo. El periodo comienza mañana. Solo tenemos que dibujar una línea debajo del incidente y hacer lo mejor de la situación ¿no crees? Ella me dio su famosa sonrisa, la cual básicamente significa que estas despedida de la habitación. Mi abuela es tan inteligente como siempre. Perlas alrededor de su cuello y sujetadas a sus oídos, ellas llegaron de la tía Gwen cuando murió, pero no creo que la tía Gwen esperara a cerrar el collar de perlas en su garganta en un corto plazo. Cabello tan blanco como sus perlas en un bien recogidomoño. Ojos azules claros y brillantes como los caracoles y que todo lo ven como el radar por satélite. Ni rastro de maquillaje en su cara aparte de un poco de polvo y algo de labial rosa pálido. Me levante y le di un beso de adiós. Su mejilla es muy suave, como papel de seda sobre terciopelo. —Estoy segura que tendrás un tiempo muy feliz con nosotras Scarlett—, ella me dijo. —Si abuela, —respondí, caminando a través de la puerta. —Oh, eso me recuerda.

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Mi abuela volteo en su silla. La espalda de alta tapicería significa que tiene que estirarse a su alrededor para verme, pero ella se las arregla para hacer incluso que este movimiento parezca elegante.

—Deberá ser Lady Wakefield en el periodo, no abuela—, dice. —Muy difícil para todos, si el protocolo no se cumple—, yo pienso. Y lo mismo para tu tía Gwen. 78 —Sí, Lady Wakefield—, dije sarcásticamente y salí disparada a la puerta antes de que ella me regañara por el tono de voz. Me quede ahí en el corredor por unos momentos. Las habitaciones de la suite de mi abuela se mantienen como en los viejos días, con muebles antiguos el gran espejo de marco dorado colgado de la mesa, las sillas de cuero en ambos lados, creada para que los padres y sus hijos esperen por una entrevista en el santo de los santos, estudio de la abuela. Uno pensaría que todavía era una casa majestuosa. Solo una pequeña cosa la delataba. La placa de bronce en la puerta, que dice: ESTUDIO DE LA DIRECTORA. ENTRAR SOLO CON INVITACIÓN. Las chicas no tienen permitido usar la escalera de caoba central, con sus dos alas que fluyen alrededor de los lados de la gran sala. La abuela está muy preocupada de que las hordas de pies escolares que corrían volvieran la preciosa madera a nada. Solo maestros pueden usarlas. Y yo, cuando no es época de clases. Después de las entrevistas oficiales con la abuela, solía dar dos pasos a la vez, ansiosa de alejarme lo más rápido posible. Pero hoy me pasee por ellas lentamente. ¿Por qué tanta prisa?

No es como si hubiera quedado nada más en mi vida de lo cual este remotamente entusiasmada. No hay necesidad de precipitarse hacia la nada.

Más pinturas al óleo cubren las paredes de la Gran sala. Hay un tapiz gigante que cuelga de la galería, donde las dos alas de escaleras comienzan su descenso. Es una extraña combinación de Medieval y Victoriano, construido de ese modo en el siglo XIX Wakefield, quien le gustaba el romance de la vida en la época medieval ¡Caballeros! ¡Justas! 79 Um, ¡comer sin cubiertos y tirar los huesos a los perros!—pero no tenía una casa solariega que datara del siglo XII. Ellos tuvieron que construir la suya propia, en una gran propiedad que, en ese momento, estaba muy lejos de la metrópoli apestosa de Londres.

Y sí que hicieron un trabajo minucioso de lo ridículo. Las paredes de Wakefield se extienden por kilómetros y eso es solo la casa. El paisaje es bastante extenso, demasiado: hay un laberinto de setos, una caminata de árbol de limón, terrazas formales en el lado suroeste y sauces llorones, e incluso un lago ornamental (ahora cercado por razones de seguridad).

La casa se mantuvo en expansión, como el original Sir Henry Wakefield, inflado de emoción por haber sido nombrado Barón y dado en cuenta un montón de tierra de la Reina Victoria, simplemente no podía dejar de añadir alas. Hay partes que están amuralladas y que nunca podemos entrar, inadecuadas para ser aulas. Irónicamente, cuando mi abuela se dio cuenta de que nadie, aparte de un millonario podría permitirse vivir en Wakefield Hall los costos de la calefacción eran suficientes para pagar la deuda del tercer mundo y decidió convertirla en una escuela, que tenía que construir una nueva ronda de alas en conjunto prefabricadas por la parte superior. Aparte del gimnasio. Y la alberca. Y la cancha de tenis y baloncesto. Es un pequeño país aquí, de verdad. O por lo menos un condado. Mi abuela ha estado llevando el colegio Wakefield Hall por cerca de cincuenta años. Imagínate gastar la mitad de un siglo en la escuela.

Y ahora mismo se siente como si eso es a lo que he sido condenada. Un a eternidad en Wakefield Hall. Abrí una de las enormes puertas dobles principales, cada una de las cuales pesa aproximadamente lo mismo que un coche pequeño. Están medio abiertas en el plazo de siete y media a nueve de la mañana, para los maestros y formadores de sexto a usar. Dos cosas buenas acerca de estar en el sexto: puedes usar tu propia ropa y usar la puerta principal. La primera, por supuesto, siendo mucho más importante. Creo que hubo una rebelión hace diez años, las niñas en sus dos últimos años en la escuela fueron humilladas por tener que viajar en el metro en esos horribles uniformes marrones de Wakefield Hall.

Quiero decir, está bien cuando tienes doce, pero tener diecisiete y dieciocho y seguir usando uniforme en la escuela es una burla total. Sin mencionar un objetivo fácil para cada asaltante alrededor. Afuera es cálido y ventoso, un hermoso día soleado en septiembre, lo suficiente como para animar a cualquier persona cuya vida no se había detenido a gritar hace tres meses, cuando fue acusada de matar a alguien y no tenía forma de demostrar que estaban mal, incluida ella misma. Pateaba la grava conforme paseaba por la unidad. Hay una fuente de piedra enorme en medio de ella, no funcionaba sin embargo. Las niñas pequeñas, la utilizaban para desafiarse, a atreverse a salir (jugar en la unidad es obviamente estrictamente prohibido) y salpicarse en agua la una a la otra. A la abuela no le gustaba eso ni un poco. Así que los delfines de piedra saltando no soltaban agua de sus bocas en la fuente de piedra, siendo maldecidos por los pequeños ángeles gordos (lo sé, no tiene mucho sentido, ¿qué hacen los ángeles en la fuente?). Hay algo muy triste por una fuente sin agua en ella. Eso sí, todo parece triste para mí en este momento. Es casi un kilómetro por el camino hacia la casa donde me hospedo. Técnicamente, es mi hogar, pero no me atrevo a llamarla así, pienso que debería estar en casa: leí una oración una vez que decía algo como: ¨Un hogar es el lugar donde te tienen que tomar¨ y eso efectivamente es una buena descripción del pequeño rincón de mi tía Gwen.

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La tía Gwen tuvo que tomarme cuando tenía cuatro años y mis padres murieron en un accidente de motocicleta. Ella no quería hacerlo entonces, y ella no quiere hacerlo ahora. Yo estaba más allá de la luna, acerca de salir de aquí e ir a vivir a la casa de Lady Severs, pero mi tía Gwen estaba en éxtasis. Ella no podía echarme de la puerta con suficiente rapidez. Y ahora estoy de vuelta, como una moneda falsa. Después de haber matado a alguien. Tía Gwen debe pensar que ella esta maldita. Bueno, ella no debería ser la única. Vivimos en la casa del guardia, que, como se puede dar uno cuenta por su nombre, está directamente por las puertas de la entrada principal, las cuales son enormes e imponentes, diseñadas para intimidar a cualquiera que visite Wakefield Hall. La puerta de entrada de la casa es de piedra y el portero y su familia vivieron aquí en los viejos tiempos, abriendo la puerta a los visitantes a cambio de alojamiento gratuito. Si parece un poco raro que mi abuela viva en su total baron-ial esplendor hasta en la sala y mi tía Gwen solo consiga la casa de piedra de uno de los criados de menor rango solía tener, bueno, me parece extraño a mí, también. Tía Gwen lo justifica diciendo que a ella ¨le gusta un poco de espacio en la madre tierra¨, lo cual tendría sentido, sino supiera que hay un montón de edificios en el estado de Wakefield Hall que la tía Gwen podría tener, la mayoría de ellos no en el camino y mucho más grandes. Como la que mi padre tenía, antes de que mi mamá y papá se mudaran a Londres. Mi papá era el hijo favorito. Mi tía Gwen consiguió la pajita más corta. Lo sentía por ella sobre eso o lo haría, si ella no lo sacara de mí. La escuela empezaba en cinco días. Yo podría también ir a mi trabajo en días feriados. Estoy un poco atrasada: después de que Dan murió, perdí un par de semanas en la escuela. No podía regresar a St. Tabby como una estudiante. Me cole brevemente allí una vez, para limpiar mi casillero y Plum y su sequito prácticamente me dieron una patada a muerte con sus tacones de aguja y escribieron palabras soeces en todo mi cuerpo roto.

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Incluso para los que visitaban St. Tabby, tuvieron que colarse por la puerta de servicio, porque la prensa estaba esperando afuera de la escuela, esperando tomar una foto mía. Tuvieron que sacarme de la casa de Lady Severs para la investigación previa con mi cabeza bajo una manta, porque estaba sitiada por los fotógrafos también. Lady Severs estaba muy furiosa y pensaba que su cabeza se iba a dar vueltas y vueltas con furia, como la chica del exorcista. Mi vida por esa quincena, era estar atrapada en esa casa con ella, era como estar en confinamiento solitario con una muy enojada carcelera con un gran rencor en mi contra. Después de que la investigación y el alboroto terminaron después cuando se hizo evidente que nada había sido resuelto por el veredicto, tía Gwen vino y me llevo de contrabando fuera en un coche en medio de la noche y me trajo aquí. Las puertas gigantes de hierro de Wakefield Hall se cerraron detrás del coche. Y ellas solo me transfirieron de una cárcel a otra. Al menos en esta no estoy atrapada en mi cama todo el tiempo. Tengo la caminata en los jardines. Pero aún tengo un carcelero que está en mi contra. Infeliz como yo de estar de vuelta en las puertas de Wakefield Hall, créeme, tía Gwen es diez veces menos feliz de tenerme aquí tiempo completo. Yo solía ser capaz de evitar volver aquí al quedarme con Luce y Alison para los días festivos. Pero esa no es una opción nunca más. Hablando de eso, he tratado de llamar a Luce y Alison en varias ocasiones, pero ellas no quieren hablar conmigo. Sus teléfonos van directo al buzón de voz. No las culpo, Yo no querría hablar conmigo, tampoco. El ruido que estoy haciendo mientras camino, hoscamente clavando mis pies en la grava y pateando hacia arriba, es más fuerte que la quietud de la tarde. Tal vez por eso lo estoy haciendo, solo para tener que escuchar. Wakefield Hall es siempre como un pueblo fantasma cuando no está lleno de los sonidos de chicas gritando, campanas sonando y los silbidos de los profesores de educación física.

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Y el crepitar debe ser lo suficientemente alto como para haber atraído la atención de otra persona. Una cabeza aparece desde detrás de un gran arbusto de lavanda, una de toda la fila que se extiende a lo largo de la unidad. Salto con sorpresa y pateo ligeramente (y vergonzosamente) en la grava. —Perdón si te sorprendí—, dice la cabeza.Me refleje en el con desprecio, —Sí que me sorprendiste— reproche. — ¿Qué crees que estás haciendo, acechando detrás de un arbusto de esa manera?

La cabeza se mueve y el resto de su cuerpo entra en mi visión o la mayor parte de ella, como la parte central está todavía en parte oculta por el lado redondeado de la lavanda. Es un hombre, ahora que lo veo más de cerca, no, no lo es. Aunque su voz es profunda, es de hecho más un niño. Probablemente solo algunos años mayor que yo. Alto, ancho de hombros, pero con esa delgadez de chico adolescente que quiere decir que no tiene mucha carne en sus huesos todavía. Más allá de eso, apenas puedo ver lo que parece, porque no quiero mirarlo deliberadamente a la cara. Los chicos están fuera de los límites para mí de ahora en adelante. Básicamente estoy tratando de pretender que no existen. Sostiene un par de lo que creo que se llaman tijeras de podar y noto de lo que hace que si bien no tiene brazos voluminosos, sus antebrazos están veteados de musculo. Lo que significa que debe ser bastante fuerte. —Estaba arreglando la lavanda Él dice, un poco innecesario, pero teniendo en cuenta mi mal humor, es probable, que siente la necesidad de explicar. Y entonces oí que alguien venia en el camino y pensé, esa debe ser una chica, porque los maestros no patean la grava por el estilo. No en mi experiencia, de todos modos. Así que me dio curiosidad y metí la cabeza para ver quién era, porque el periodo aún no ha comenzado —Bueno, ahora has satisfecho tu curiosidad—, le digo rotundamente. —No realmente—, él dice, mirándome directo a los ojos.

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Debe haber un destello de luz del sol en su rostro mientras lo hace porque sus ojos parecen de oro. Es una extraña ilusión óptica pero… Wow, es tan sorprendente, especialmente aunado al hecho de que él me está mirando a mí, que tengo que agachar la cabeza. No puedo mirar directamente a sus ojos. Incluso esta pequeña conversación simple,está sobrecargando mi cerebro. Dios, estoy en mal estado. —Tú eres Scarlett ¿no?—el pregunta, pero no espera a que le responda. — No te podría confundir. Hay una foto en el gran salón, que podrías ser tú, una niña usando un vestido y una de esas coronas.

—Tiaras, le digo. —Sí. Eres una Wakefield, de acuerdo. No hay duda en eso. ¿De regreso a vivir aquí entonces? estabas afuera, en Londres ¿no? Cada pregunta que hace es como una rejilla directamente en la piel, cortándome en carne viva. Lo cual es extraño, porqueél tiene una voz muy agradable, profunda y cálida. —Debe ser aburrido estar aquí, después de Londres ¿he? No hay mucho que hacer por aquí. —Estoy bien—, digo poco y porque puedo ver que está a punto de añadir un nuevo comentario sobre lo aburrido y triste que es mi vida, me doy la vuelta y sigo caminando por la unidad. — ¡Hasta luego! —dice después de mí. No si puedo evitarlo, me dan ganas de gritar de nuevo. Apenas puedo hacer frente a hablar con un chico y mucho menos uno que parece que podría estar remotamente interesado en conocerme. ¿Cómo puedo pensar siquiera en los chicos? La única vez que alguien me beso cayó muerto cuando teníamos nuestras lenguas unidas una a la otra. Y no sé porque murió. Nadie sabe. No parece como que alguna vez sabré que mato a Dan. Y eso significa que podría ir a un convento de monjas. Porque después de lo que paso con Dan,

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¿Cómo puedo pensar en siquiera en besar a un chico alguna otra vez? ¿Qué pasa si el siguiente chico que bese cae muerto, también? Tía Gwen salió fuera el día de hoy, gracias a Dios. Voy a la puerta trasera y subo las escaleras a mi habitación. No voy por mi trabajo escolar, por supuesto. Saque el archivo, el especial, me senté en el suelo y extendí todos los recortes por mi habitación. Hago esto cuando me siento molesta, o sola, o deprimida. 85 ¿Así que adivina qué? Hago esto mucho. Es como si estuviera buscando por pistas, aunque sé que no encontrare ninguna. HOMBRE DE 18, MUERE EN EXTRAÑO ACCIDENTE Volteo los recortes de uno por uno. No necesito leerlos; me los sé de memoria. Pero de alguna manera buscar a través de ellos me da un sentimiento de calma, me recuerda porque tengo esta dolorosa sensación de vacío y desesperación acechándome en el fondo dentro de mí. Ni siquiera es que Dan murió en mis brazos, tan terrible como era. Es que nadie me creyera cuando les trate de decir que no tenía ni idea en el mundo de lo que le paso. Ni el médico forense de la investigación, ni la policía, ni siquiera, creo yo, mi abuela. Nadie. Y como que entiendo porque. Después de que todas las pruebas de laboratorio salieron inconclusas (ellos fueron tan lejos como para hacer una prueba de mi labial), los investigadores estaban completamente fuera de ideas. ¿Cómo es posible que Dan hubiera muerto? La conclusión de todo mundo parecía ir a la única que quedaba: el de alguna manera murió al besarme. Es ridículo, lo sé. Pero no vivimos en un mundo que trata bien con la explicación. DESCONCERTANTE MUERTE: ¨BESO DE MUERTE¨ CHICA CUESTIONADA. ¨BESO DE MUERTE¨ CHICA: NO VOY A CAMBIAR MI HISTORIA.

Y sí, tengo un apodo, como un asesino en serie que no se ha enterado todavía. Como el destripador de Yore-shire o el hijo de Sam. Y debería de estar agradecida, porque la razón de que me dieron un apodo es que no tengo dieciocho todavía. Sigo siendo menor de edad y no se puede poner el nombre de un menor de edad en los periódicos si están conectados con un crimen, a menos de que sean culpables. O muertos. Se puede imprimir el nombre de Dan eso está bien. No hay problema con eso. ALERGIA A LOS ALIMENTOS LA CAUSA MAS PROBABLE DE LA MUERTE TRAGICA DE DAN MCANDREW. Eso es parte del misterio. La única cosa que la autopsia mostro fue que Dan había muerto de algún tipo de shock anafiláctico. Lo que significa una reacción alérgica. Dan era peligrosamente alérgico a una variedad de alimentos, como las nueces, los mariscos, las fresas, pero que no le gustaba hablar de eso con la gente. Se sentía avergonzado por ello y lo veía como una debilidad, su madre explico durante el testimonio. A pesar de que llore todo el tiempo estaba tratando de recordar si me había comido alguna de esas cosas. Pero no había nada que confesar. Yo no había comido nada ese día que estuviera en la lista de alimentos tóxicos para Dan. De modo que eso solo podía significar una cosa. Soy el veneno que lo mató. INVESTIGACION DE ¨BESO DE LA MUERTE¨ DAN: MUERTE ACCIDENTAL. EPIPEN 6, PODRIA HABER SALVADO LA TRAGEDIA DE DAN, DICE EL JUEZ. Esta es la otra parte del misterio: ¿Dónde estaba su Epipen? Su mamá y papá, juran ciegamente en la investigación que él nunca iba a ningún lado sin él. Entonces, ¿Cómo podía haberlo olvidado el día de la fiesta?

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Epinefrina, es un químico que estrecha los vasos sanguíneos y abre las vías respiratorias en los pulmones. Se usa para tratar reacciones alérgicas severas (anafilaxia) por mordeduras o picaduras de insectos, alimentos, drogas y otros alérgenos.

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Me gustaría que hubiera una manera de preguntarle. Me gustaría que hubiera una manera de verlo y tocarlo. Y aunque he soñado durante tanto tiempo besar los perfectos labios de Dan, deseo sobre todo eso. El nunca haberlos tenido.

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Capítulo 8

C

Traducido por Andrea Corregido por Dayanira

IRUGÍA PLÁSTICA – ZONA LIBRE

Uno de los pocos aspectos positivos de todo esto es que puedo configurar mi alarma a las ocho y veinte y llegar a la escuela a tiempo. Es un paseo al descubierto de cinco minutos sobre el césped a la casa principal o como es para mí ahora, la escuela. Me pongo mis vaqueros favoritos y el suéter púrpura con bordes verdes que la abuela me regaló en Navidad. (Los colores suenan horribles juntos, pero honestamente, se ve bien. Los bordes verdes son realmente estrechos. La abuela es buena en regalos de ropa. Y es cachemira. Delicioso) Me retorcí el pelo y lo fijé en la parte de atrás de la cabeza con una hebilla de plata, larga y delgada, con un extremo afilado como una daga. He tenido esto durante años, pero no lo he usado durante un tiempo porque en St. Tabby's las hebillas para pelo largo han estado ausentes durante los seis últimos meses. Se llevaba elaborar grandes recogidos con broches de carey redondos en la nuca. Cuenta tus bendiciones y todo eso. Es un rayito de esperanza: en Wakefield Hall Colégiate, a nadie le importa lo que llevas. No hay un policía de la moda recorriendo los pasillos para reírse de ti y ridiculizarte porque estés llevando una hebilla para el pelo, lo que significa que estas fuera. Es súper intelectual aquí y como he dicho, tienes que usar el espantoso uniforme de la escuela color café hasta que tienes dieciséis años de todos modos, así que hay muchas menos oportunidades para el terrorismo de la moda. Las chicas apenas usan maquillaje, por el amor de Dios. ¡Uf!

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Mucho más relajado. Agarro mi cartera de cuero viejo y bajo a la planta baja justo cuando la tía Gwen empieza a llamarme. Ella está a punto de irse a la escuela, también. (Ella enseña geografía y matemáticas en Wakefield Hall. ¿Ves lo horrible que es mi vida?) Agito una barrita de cereales mientras ella comienza a decir que las chicas necesitan un buen desayuno cada mañana y me lanzo fuera de la casa mientras su enrejado de tonos metálicos me sigue por la puerta.Son las nueve menos diez cuando me detengo frente a la entrada de la parte antigua de la escuela, que solo está permitido usarla a los de sexto grado. Es extraño. Casi estaba emocionada de estar aquí.Las chicas inundan el camino. Las más jóvenes con sus uniformes marrones fluyendo, como un río de lodo y con su propia entrada en el desagradable nuevo y moderno edificio, mirando con curiosidad a las chicas mayores con sus ropas normales a medida que pasan. Con mi barrita de cereales bajo de la bufanda, miro alrededor a las chicas de mi edad. Son tan poco elegantes en comparación a la que estoy acostumbrada. Wakefield Hall,es el anti-St. Tabby's. Es el lugar dónde los padres envían a sus hijas para conseguir la mejor educación intelectual que el dinero puede comprar y no menos importante, al estar en el campo, está libre de las tentaciones de la gran ciudad ( no hay locos de la moda, chicos, bebidas o drogas aquí). En cierto modo, estoy agradecida por eso. Lo último que necesito es St. Tabby's, Segunda Parte: La Venganza. Dos años de desaliño aburrido es justo lo que necesito para recuperarme.Nadie de moda. Nadie salvaje. Y no hay chicos en entrada la escuela(bueno, aparte de ese muchacho jardinero, pero yo sólo voy a ignorarlo por completo, por lo que no cuenta). Lo cual es bueno, porque no quiero matar a nadie más. Oh, Dan...Lo veo tumbado en la terraza, a la luz giratoria de la ambulancia que lanza esos destellos azules espeluznantes sobre su cuerpo. Lo veo fácilmente encima de una camilla, cubierto con una manta y tengo que enterrarme las uñas en las manos para evitar descomponerme. El dolor me trae de vuelta al aquí y ahora. Hay desagradables medias lunas rojas en mis manos, pero eso está bien. Mientras no llore en público. Miro alrededor y me doy cuenta de que, si bien he estado perdida en los

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recuerdos tristes, todos los demás ya ha pasado por las escaleras. Estaré en mi aula en cualquier momento. Sin problemas. He estado explorando el edificio escolar desde que era pequeña. Lo conozco como la palma de mi mano. Cuelgo mi cartera por encima del hombro y entro en el edificio y subo las escaleras, rumbo al aula Baja Seis C. En la parte superior, por el pasillo, primera a la derecha ¡No! ¡Todo ha cambiado! Baja C Seis es ahora una especie de laboratorio de ciencias, abuela lo siento, ¡la señora Wakefield ha estado haciendo remodelación masiva, sin siquiera mencionármelo! Y ahora no hay nadie alrededor para preguntar por el camino, porque es tan tarde que todo el mundo está en sus aulas ya y yo voy a entrar allí después de las nueve en mi primer día de clases. . . oh cabrón. . . . Llego, jadeando y sin duda con la cara roja, en el nuevo y por lo visto, nomuy-mejorado Baja Seis C, para encontrar allí a todo el mundo ya: las chicas sentadas en las filas se concentraron en sus escritorios, la maestra que está delante de ella. Horror. Toda la sala se vuelve a mirar al que está en la puerta y sé que todas las chicas están pensando devotamente: Estoy muy contenta de no ser yo.No sé quién es el profesor a cargo, pero ella está mirándome como si yo fuera algo desagradable que acabase de interrumpirle. —Scarlett Wakefield, presumo. — dice desagradablemente. —Dado que es probable que no se haya molestado en informarse de mi nombre, soy la señorita Newman—. Nadie está etiquetado aquí de Señora. Mi abuela – Lady Wakefield – es bastante anticuada. —Si — dejo escapar. —Lo siento, llego tarde. Yo—Oh, no es necesario, Scarlett. No es en absoluto necesario. Todos asumiremos que usted pensaba que podían ingresar en la clase cada vez que daba la gana. —No, honestamente, yo—Pero déjeme decirle, señorita Wakefield, que sólo porque su abuela es la directora del colegio aquí y su tía la cabeza de la geografía, no voy a permitirle ningún privilegio especial en mi clase. Su abuela y su tía han

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emitido edictos estrictos en ese sentido. Como Miss Newman me está gritando, de alguna manera logran darse cuenta de que hay una sombra de bigote clara por encima de su labio superior. Creo que también puedo ver un pelo de la nariz o dos.Ella probablemente tiene los nudillos peludos.Y yo no quiero ni pensar en lo que es su espalda. —Yo iba a hacer la cortesía de llevarla a un lado y contarle este punto solo a usted— y continua después de una respiración profunda, — Pero ya que no han podido mostrarnos, a mí y a sus compañeros de estudios la cortesía de presentarse a clase a tiempo, creo que debería responder de la misma manera.Veo que usted es el tipo de chica que cree que puede salirse con la suya todo lo que quiere porque tiene algún tipo de estatus especial. Bien, créame, señorita Wakefield, este no es en absoluto su caso. Tu abuela quiso que le permitieran transferirla a Wakefield Hall en el sexto curso para tener las ventajas de nuestro excelente sistema educativo para los niveles A, no porque tuviera que ser, en modo alguno consentida mientras este aquí. Esa es la historia oficial - que estoy de vuelta aquí, porque Wakefield Hall es insuperable en su registro de las chicas que reciben las mejores calificaciones en sus exámenes. No se hace mención de que efectivamente, he sido expulsada de St. Tabby's por matar a un chico. La abuela pensó que eso pondría un poco de freno a mi habilidad para hacer amigos. Dios sabe por qué. —Usted puede encontrar una mesa y tomar su asiento en los pocos minutos que nos queda antes de salir para el montaje—. Dice la señorita Newman, su voz lo suficientemente helada como para congelar la sopa caliente.He estado agachando la cabeza para evitar su horrible burla. Me las arreglo para levantar la cabeza y mirar a mí alrededor buscando frenéticamente un escritorio libre. Oh, Dios. El único que queda es en la segunda fila, por supuesto. Estoy sentada en el borde de las empollonas. Genial.Hago el paseo de la vergüenza a través del cuarto y me deslizo detrás de la mesa, la última de la fila, junto a la ventana.La abuela ha mantenido los viejos pupitres de madera de cuando empezó la escuela: son antiguos y están maltratados, marcados por las

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incisiones de las chicas con las puntas de las plumas estilográficas que se llenaría de la incorporada en los tinteros en la parte posterior. Se puede decir que eran tinteros porque están manchadas de décadas de pérdidas. Ahora se usa para poner los bolígrafos ahí. Levanto la tapa de mi escritorio y deslizo mis libros. Eso es todo lo que se queda en los escritorios: la planta baja hay armarios ahora, con cerraduras de combinación, por un asunto serio. No se puede tener solo mesas de madera, que cualquiera podía abrir, ahora ya no, cuando las chicas tienen iPods y teléfonos móviles y todo tipo de cosas caras que son altamente robables. Miro, a mí alrededor. Casi nadie me devuelve la mirada. Genial. Todos me odian ya. La señorita Newman ha logrado que todo el mundo piense que estoy tratando de salirme con la mía porque soy nieta de la directora. Dios, como odio mi vida. Hay, sin embargo, una chica que me devuelve la mirada y tengo curiosidad respecto a ella. Es alta, de hombros anchos y bien construidos, los brazos superiores bien constituidos. (No estoy siendo rara, pero me doy cuenta de estas cosas por la gimnasia, ¿vale?) Su pelo es corto, oscuro y poblado, cayendo alrededor de su cara en un estilo artísticamente recortado que me hace pensar que está cuidadosamente arreglado, reconstruido con cera o algo así, que parece tan de moda y desordenado. Sus ojos son conjunto amplio y verde y la mirada que me está dando es absolutamente ilegible. No tengo ni idea de lo que piensa de mí en absoluto. La campana de las nueve en punto toca y todos se levantan y se preparan para presentar en el Salón de la Asamblea para que la abuela-Señora Wakefield-pueda dar una conferencia a todos sobre los valores de Wakefield Hall y por qué el buen carácter es la posesión más importante que una mujer puede presumir y todas esas cosas Manual de estilo Eduardianode Señoritas que tanto ama. Y sin embargo ninguna de las otras chicas está haciendo ningún esfuerzo para incluirme en sus pequeños círculos. No me esperaba hacer un mejor amigo en el primer día, pero este es definitivamente el peor de los casos. Estúpida de mí. No debería hablar así. Porque cuando el peor de los casos realmente ha llegado y es el momento en que veinte niñas en el Bajo Sexto

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C han puesto sus narices en el aire y no me miran, porque la primera de las veinte, me ha dirigido una mirada de largo, decidiendo que no valía la pena su tiempo, incluso ha hecho una observación de ignorarme en principio. Lleva un jersey de lana azul marino con piezas de cuero en los codos, el tipo de cosa que sólo ven a los pescadores o al abuelo de alguien. Es muy viejo, puedo ver cómo los puños están deshilachados. Sus pantalones de combate son igualmente antiguos, como de alguien que en realidad podría haberlas llevado al combate. Están limpias—habida cuenta de que nadie nunca se ha salido con la suya usando algo manchado en Wakefield Hall, pero están definitivamente gritando ¨prendas usadas¨. Miro a la línea de las chicas frente a mí y a pesar de las narices en el aire, yo veo una razón para estar alegre: ninguna de las narices antes mencionadas se balanceaba o esculpidas presentó hacia abajo o de forma artificial. Además de la moda, chicos, bebida y drogas, Wakefield Hall es igualmente una zona libre de cirugía plástica. Es un mundo de distancia de St. Tabby's de que realmente dudo que alguien aquí tiene todas las conexiones a Londres, la revista Teen Vogue, lo que significa que es muy improbable que alguien sea consciente de que Scarlett Wakefield tiene un apodo mucho más espeluznante ante la prensa sensacionalista. Si tengo suerte, me las arreglaré para mantener mi secreto. Las chicas no estarán dispuestas a hacer amigos con la nieta de la directora. Pero: ¿Amistad con el beso de la chica de la muerte? Eso sería una historia completamente diferente.

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Capítulo 9

P

Traducido por La_Pay Corregido por Dayanira

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RESUMIENDO

—Meena, muy bien hecho, en general. La señora Fisher, nuestro profesor de latín, está pasando entre las mesas, a la entrega de nuestra tarea de traducción marcada.Meena, una chica fibrosa con la postura lánguida, se ve muy abatida con esta sentencia. Me he dado cuenta de esto ya en mis primeros días en Wakefield Hall-las chicas pusieron normas increíblemente altas para sí mismas. Pensé que San Tabby era competitivo, pero esta manera va más allá de lo que pasaba en San Tabby. — Natalie— las cejas de la señora Fisher se juntaron severamente cuando se detuvo delante del escritorio de Natalie —Estamos en sexto ahora, sabemos la diferencia entre el ablativo y el dativo, ¿verdad?—Natalie comienzo a asentir con la cabeza tan convulsivamente que parecía defectuosa, como un juguete que tendrán que arreglar antes de que la cabeza se caiga. — ¡Bueno, muéstrelo la próxima vez! La señora Fisher dejo caer el papel sobre el escritorio de Natalie, en lugar de dárselo a ella. — ¡Dios mío!¡Susan! ¡Un uso encantador del pentámetro yámbico! ¡Las mejores notas!

Susan, una chica guapa con la piel muy pálida, se ruboriza intensamente con toda su cara inundada con el rojo, como la sangre derramada en la leche. Coge su papel de la señora Fisher con una gran sonrisa. —Scarlett- la señora Fisher se vuelve hacia mí—.Sonrío con anticipación. Siempre he sido bastante buena en latín. —Mucho más trabajo va a ser necesario aquí, me temo—, dice la señora Fisher sin dejar caer el papel sobre el escritorio: Ella está allí, sosteniéndolo, una indicación horrible de que hay más críticas por venir.— Un trabajo muy superficial. Realmente va a tener que concentrarse en su latín escrito. Puedo ver que esta no ha sido una prioridad para usted. Espero ver caer el papel sobre mi escritorio por lo que esta humillación pública por fin ha terminado, pero todavía no lo deja ir.Con el tiempo me doy cuenta de que ella está esperando una respuesta. —Um, no, me las arreglo. No tenía que hacer ningún latín escrito para el examen de GCSE, así que... Um...—La señora Fisher huele. — ¿Así que el profesor no se molestó en ahondar? ¡Muy miope! Y ahora tenemos que recoger sus obras, ¿no?—Asiento con la cabeza humildemente.Finalmente, deja caer el papel sobre el escritorio. —Venga a verme después de clase, Scarlett—, dice ella. —Podríamos querer rebajar su elección de latín a un nivel de AS. Eso sería mucho más fácil para usted. Me temo que nuestra elección de la Junta de examen es bastante más rigurosa que en el que ha estado antes. Me tambaleo en clase de latín, como una niña rota sangrante. Mi orgullo está por los suelos. Se me ha roto y destrozado frente a todo un grupo de niñas para las que la traducción de Shakespeare en pentámetro yámbico es un desayuno ligero intelectual de precalentamiento. La señora Fisher claramente cree que debería abandonar latín. Ella tan bueno como me lo dijo. Maldita sea, creo que debería abandonar latín. No tenía idea que iba a ser tan difícil.Pero ahora tengo una sensación horrible de que he sido tan humillada que tengo que seguir con el latín, sólo para demostrar que puedo hacerlo. Mi orgullo no me deja caer, a pesar de que en clase ahora mismo yo no podría responder a una pregunta correcta. Estaba tan desmoralizada que no podría manejar unas frases tan simples como

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"Sextus tiene seis esclavos y Decimus tiene un perro grande." Yo reviso mi calendario. ¡Oh, gracias a Dios! Es el último período de la mañana y el Bajo C Sexta PE. Wakefield Hall es una escuela tan vieja que todavía lo llaman educación física y hacen que sea obligatorio hasta que tengas dieciocho, El St. Tabby estaba en el gimnasio y se podría caer a los catorce años a favor de sólo morirse de hambre para encajar en la talla XS en su lugar. Magnifico, algo de ejercicio para llegar al límite. Estoy bastante herida por parecer tonta frente a ocho empollonas de latín. El olor de los vestuarios, como siempre, a pies y axilas. Eeww. Yo enrollo mi cabello en una cola de caballo apretada, me pongo la camiseta reglamentaria blanca y pantalones cortos de color café y corro en el gimnasio. El vestuario de Wakefield no tiene nada como lo que teníamos en San Tabby, nuestro gimnasio enorme con su suelo primaveral y su pista larga. Esto es como más grande, pero los pisos son de madera y sin barras, sin vigas y mucho menos un pozo de caída y la cama elástica no se pone siquiera todo el tiempo. Las chicas están todas en la presentación, buscando, en su mayor parte, muy desalentadas por tener que estar aquí-aparte de los contingentes de hockey / lacrosse, un grupo de polluelos duros con los muslos del tamaño de los jamones y las caras de color rosa y con el clima igual de estar al aire libre en el aire fresco de otoño, tratando de matarse unos a otros con grandes palos de madera. Sin embargo, no me intimidan. Sé que no he entrenado tan duro como yo lo hacía, en los últimos nueve años.Sé que suena desagradable. Pero, sinceramente, estos últimos días en Wakefield Hall han sido bastante duros. Latín era el peor de una larga serie de clases que me hizo darme cuenta, no sólo que tengo un largo camino por recorrer para alcanzar los estándares académicos de Wakefield Hall, sino que estoy en un momento muy malo con mis maestros, porque serán inflexibles para no mostrar ningún favoritismo.

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Así que es comprensible, ¿no es así, que estoy saltando de alegría en el fin de llegar a mostrar un poco de algo de lo que yo realmente sé que voy a ser mejor que nadie aquí? —Bajo Sexto ¡Hola!—, Dice una voz brillante y metálica. — ¡Soy la señorita Carter! Y todos estamos aquí para ponerse en forma y aprender los buenos hábitos que nos mantendrá en forma para el resto de nuestras vidas, ¿no? —Sí, señorita Carter, las muchachas cantan a coro debidamente, mirando miserablemente sus zapatos—.Esta no es una escuela deportiva. —Así que vamos a empezar con un buen calentamiento, ¿de acuerdo? ¡Que la sangre fluya! La señorita Carter es uno de esos tipos alegres-de palo de hockey. Se parece a una de las chicas del deporte de campo, crecido y felizmente se establecieron con otra chica ex-campo de deporte en una acogedora casita pequeña en la escuela. Su pelo corto y rubio, su piel parece que nunca ha visto una varita de maquillaje y sus muslos y brazos son de color rosa, como las de los matones de hockey / lacrosse. Ella nos obliga a hacer saltos y sube hasta las rodillas en la serie. Es involuntariamente hilarante. Hay más pechos rebotando en el gimnasio que en un video musical de R & B. Estas chicas no hacen uso de sostenes deportivos decentes. (Me salió mi problema durante el verano, por cierto. Tú, consigue un sostén minimizador de Marcks y Spencer) Sin embargo, hay una vista encantadora fuera. La pared exterior del gimnasio tiene el piso hasta el techo de cristal que dan a un amplio tramo de la rica verde hierba de los campos de hockey por un lado, el lacrosse por otro, separados unos de otros Paseo por la cal, una larga avenida de los tilos levantó ligeramente con una verde colina que desciende suavemente a ambos lados de la avenida y lima en los campos deportivos. Los árboles son ricos en las hojas de otoño; la hierba es verde y gruesa en un par de meses de tiempo, los campos deportivos esta fangoso y revueltode ser golpeado por tacos en la parte inferior de los zapatos de las chicas, pero ahora se trata de un paisaje hermoso del otoño, con las hojas empezando a dorarse.

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La señorita Carter hace sonar un silbato y las chicas dejan de saltar y corren a la cama elástica.Sinceramente, me recuerda a un entrenador de perros. En cualquier momento nos va a hacer a todos sentarse y pedir golosinas. — ¡Sharon Persaud! ¡Usted está primero! —Ella grita con entusiasmo. Sharon trepa severamente en el trampolín, pareciendo muy hostil. Al ser de origen asiático, Sharon no es tan curtida como las chicas deportivas blancas, pero que ella es una de ellas está muy claro en el peso de sus muslos musculosos y pantorrillas abultadas. —Me asusta mucho, susurra una chica a mi lado. Me he dado cuenta de esta chica antes, destaca en el Salón de Wakefield por su pelo discreto, un ratón de color marrón aligerado de un sutil caramelo no sería nada fuera de lo común en San Tabby, pero aquí es bastante inusual. Ella también usa rímel desgastado y los ojos de un lápiz que ella necesita, porque sus ojos son muy pequeños y hundidos y tienen una expresión perpetuamente nerviosa, que se intensifica cuando Sharon empieza a saltar hoscamente arriba y hacia abajo.Con cada salto, los pasos pesados de Sharon hacen ruidos sordos grandes, calzado de entrenador que deja caer pesadamente. Ella no salta alto, solo pesadamente. —Ella rompió los dientes del frente de dos niñas con su palo de hockey, susurra la Chica nerviosa. —Tuvieron que hacerse implantes. —Cristo. —Estoy tan feliz de que el hockey no es más obligatorio—, dice la chica nerviosa. —Solía saltar lejos cada vez que veía su carga por el campo con el palo de hockey de lavanda. Tuve que usar abrazaderas durante un año, sólo para mi mordida. No podría pasar por eso otra vez. — ¡Lizzie, no se habla!— Miss Carter dice gritando. — ¡Buen trabajo, Sharon! Ahora, ¿quién sigue?—Ella no ha apartado la mirada de mí, así que sé lo que viene. —¡Chica Nueva! Es Scarlett, ¿no? Eres un poco gimnasta, ¿no? ¡Adelante, pues!

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— ¿Puedo tomar mis entrenadores fuera?, —Pregunto. —No, las reglas son reglas para todos, —dice la señorita Carter, pero su tono es perfectamente agradable, sin maldad y es un cambio bienvenido para un profesor de Wakefield Hall. Sharon salta de la cama elástica, el suelo de madera crujía en señal de protesta cuando aterrizaba. Yo salto hacia arriba en su lugar y aunque es ridículo, mi corazón late con fuerza por la emoción. No he estado pisando fuerte por tres meses. Estoy tan fuera de forma. Pero es maravilloso estar de vuelta, incluso en una marcha empapada con un grupo de chicas en pie mirándome boquiabiertas a mí. Hago unos cuantos rebotes, para tener una idea de los saltos. Entonces me quito. Salto, plegada frontal, a tierra, tres saltos mortales del frente seguidos. Las chicas están sorprendidas y maravilladas, pero lo desconectan. Si al principio se trataba de presumir-que muestra el conjunto del Bajo Sexto C que sí, Scarlett Wakefield es realmente buena en algo, lo creas o no cuando empecé a saltar, ese impulso se desvaneció. Debido a la gran alegría de estar de nuevo, trabajando en mis habilidades, ha inundado a través de mí como el mejor tipo de medicamento que usted se pueda imaginar, el tipo que su propio cuerpo hace todo por sí mismo y ¨yo soy de altura-literal y metafóricamente¨. Ja, Ja. Me estoy volteando como un panqueque. Dios, se me olvidó lo mucho que amaba saltar, la altura que le da, el rebote adicional que le permite girar y girar en el aire.Saltar, conjunto, las rodillas al pecho y la derecha sobre mí mismo en una pequeña bola apretada, se abren y la tierra, de regreso al abdomen. Uno, dos, tres. Estoy un poco mareada, pero no puedo parar. Barrera frontal, el diseño frontal. Es fácil, pero no tengo espacio en esta cama elástica, los muelles están expuestos y me asusta, sobre todo por los entrenadores. Ricky, mi antiguo profesor, se lesiono la rodilla haciendo saltos de demostración en un trampolín de entrenadores Se volvió la brida de uno de sus zapatos debajo de él en un mal aterrizaje. Con los pies descalzos, sólo habría sido un esguince de tobillo, pero a causa de los zapatos, el pie entero se volvió a su carga y su rodilla apareció con el par. Tuvieron que hacerle un montón de cirugía y su rodilla derecha nunca ha sido igual desde entonces.

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Las cicatrices están a cada lado de la rodilla, tambaleantes líneas blancas, y la misma rodilla de forma extraña, como si estuviera mirando a través de cristal piedra.La rodilla de Ricky siempre ha sido un gran símbolo, porque le sucedió presumiendo, a sabiendas de que él debería tener más cuidado, porque estaba en los entrenamientos. Así que ahora me guio así. No giros. ¡No ponerse engreído! ¡Así es, como se obtiene el daño! Oigo la voz de Ricky en mi cabeza y de repente lo extraño y la gimnasia, tanto que tengo que recuperar el aliento. Yo no voy por nada demasiado ambicioso. No volteretas hacia atrás, voy a viajar muy lejos. Termino con un paso atrás de diseño y va tan bien que disfruto haciéndolo. Es antiguo, nosotros no lo hacemos en la competición, pero siempre lo he disfrutado. Caes en una pierna y luego la otra le sigue, como los radios de una rueda que gira debajo de ti. Se ve muy deslumbrante. Aplausos de todos. Giro la cabeza hacia atrás, avergonzada, pero no puedo negar la emoción. Mi espalda se siente más suelta, por el estiramiento de los esquemas de la espalda. —No creo que nadie quiera seguir, ¿verdad? —Miss Carter dice, sonriendo. — ¿Cualquier voluntario se siente valiente? ¿No? ¡Entonces es hora del entrenamiento en circuito! Se escuchan gemidos. La Señorita Carter ha establecido un circuito completo en la parte trasera del gimnasio y rápidamente indica lo que para cada estación es vivamente. En realidad no hay música, sólo el sonido de las niñas jadeando y gimiendo junto a mí, intercalados con la señorita Carter gritando cosas como: — ¡Vamos, Lizzie!— y soplando su silbato para indicar que es necesario cambiar la estación. —Cualquiera que quiera a sí misma empujarse—, Miss Carter dice, — ¡puede terminar con algunas elevaciones de piernas opcionales en las barras! Estoy en el gimnasio en un instante Las demás son tres de hockey / lacrosse duras (que nunca sonríen, las niñas; Apuesto a que están tan

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ocupadas practicando sus caras intimidantes que ni siquiera sonríen en sueños) y de grandes hombros, la de pelo lanudo es la chica que tiene el escritorio a mi lado. Wow, Sus muslos son desorbitados bajo los pantalones cortos de gimnasia, deben ser muy fuertes. Me miro los míos mucho más delgados… Dios, sus pantorrillas son tan cortas. No me gustaría ser tan grande (me acuerdo de Dan comentando lo pequeña que soy y lo femenina que me hizo sentir), pero no puedo dejar de envidiar su fuerza, que obviamente muestra. — ¡Bueno, dos nuevas jóvenes dispuestas! —dice Miss Carter. Taylor, ¿no?—Asiente con la cabeza hombros grandes. Ella no es muy habladora, me he dado cuenta de eso ya en clase. —En este, hasta que todos se vayan. El resto de ustedes, se extienden, por favor. Subimos a las barras, giramos nuestras manos para agarrarnos en la barra superior y mantenernos, esperando el silbato. Cuando viene, nos agarramos y comenzamos a levantar los pies a la cabeza-lo ideal. Por el rabillo del ojo, puedo ver que las chicas del hockey apenas logran levantarlas a la altura de la cintura. Son fuertes, bien, pero eso es un montón de peso a levantar y no hacen los trabajos que otras gimnastas hacen. Y todo lo que se inclinan sobre el palo de hockey debe darles una espalda muy firme. Sin embargo, Taylor está bombeando a mi lado, sus piernas grandes y fuertes, como si ella lo hiciera todo el día, todos los días. Estoy sorprendida. Y estoy cabreada. Me doy cuenta de lo mucho que he estado esperando para ser la mejor en educación física, lo mucho que me importaba a mí, en esta escuela donde me siento como que estoy peor en todas y cada una de las materias académicas que estoy tomando. Viene sobre mí como una ola furiosa y lo veo todo de color rojo brillante competitivo enojado y acurruco mi espalda y meto mis abdominales y vuelvo a levantar las piernas con todo lo que tengo y aún Taylor va más alto y más rápido y más fácilmente que yo. Ella sabe que estamos compitiendo. Lo puedo decir. Y cuando el silbato suena, las dos nos detenemos. Las chicas del hockey hace mucho tiempo que se bajaron, pero Taylor y yo seguimos adelante, a pesar de que mis

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pies sólo están a la altura de la cintura ahora, mientras que Taylor sigue haciendo grandes alturas, parece estar en algún tipo de esteroides esta chica, o tal vez ella es un androide, mientras que yo, francamente, estoy absolutamente hecha polvo.El silbato suena otra vez. —Chicas ¡Es hora de parar!—está bramando Miss Carter. Gracias a Dios. Yo busco una barra baja con los pies, lo encuentro y bajo. Mis manos están ardiendo, acostumbradas como estoy a una barra acolchada y no sólo de madera desnuda. Taylor se tira al suelo junto a mí, y yo noto la ligereza de su aterrizaje, a pesar de su grande y musculoso cuerpo. Le echo un vistazo con resentimiento. Nuestros ojos se encuentran. Es un callejón sin salida. Los suyos se estrechan, de ancho y al parecer aún más verde en contra de la palidez de su piel, perfilados por oscuras y espesas pestañas. Por un momento creo que Taylor iba a decir algo. Y entonces ella se aparta, desairándome deliberadamente. Vaca. La odio. La única chica con la que tengo algo en común aquí-que es una chica nueva y que resulta ser una vaca estirada que puede derrotarme en levantar las piernas.No me gusta esta escuela olvidada en medio de la nada. Ni los maestros que me hacen sentir como una idiota sin educación. Y sobre todo, no me gusta esta chica Taylor. Ella mejor que se quede lejos de mí a partir de ahora.

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Capítulo 10

¿

Traducido por Ctafoya Corregido por Mayte008 103

QUIÉN ME EMPUJÓ?

Cuando yo era pequeña, mi niñera me leyó esa historia del hombre que sabía que el rey tenía orejas como de un burro. Tuvo que jurar sobre su vida no decírselo a nadie. Pero después de un tiempo, no podía manejarlo __El

secreto era demasiado grande para mantenerlo solo para él. Así que se fue al río y le susurró a los juncos: __¡El

rey tiene orejas de burro! ¡El rey tiene orejas de burro! __

Y entonces alguien tejió una canasta con esos juncos y la canasta les dijo a todos que el rey tenía orejas de burro. O algo así. No estoy muy segura acerca del final de la historia. Y no me acuerdo tampoco, por qué el rey tenía orejas de burro en primer lugar. Algún hada probablemente lo maldijo. Así son como las cosas raras siempre suceden en este tipo de historias , ¿no? De todos modos, yo no entendía el punto de la historia cuando yo era pequeña. Yo estaba atrapada en preguntarme: ¿Cómo sería tener orejas de burro? Quiero decir: ¿Serían todas grandes y darían picazón? ¿Y cómo ocultarlas?

Incluso bajo un gran sombrero, sería muy difícil. Sin embargo, mi niñera dijo que la historia era una fábula, lo que significa que está destinada a enseñarte una lección y la lección es: ¡Que es muy difícil guardar un secreto! Yo no entiendo, tampoco. Quiero decir, todo el mundo sabe que es difícil guardar un secreto ¿no? Le pregunté a mi madre, pero ella me miró fijamente y ondeo con la mano para que me fuera y siguió hablando con quien estaba en el otro lado del teléfono. Yo era demasiado joven entonces para darme cuenta de que no valía la pena preguntar nada importante a mi madre. Pero ahora comprendo que fue mi niñera la que se equivocaba. La lección no era: ¡Que es difícil guardar un secreto! La lección era que: ¡Es imposible guardar un secreto! Esto es demasiado para mí de guardar. Me siento como si estuviera a punto de estallar con esto. La cabeza me duele en realidad con el esfuerzo de no decirle a nadie lo que he visto. No puede llamar a cualquiera __especialmente la policía__ y decirles de forma anónima. Se puede rastrear cualquier llamada, pueden grabar cualquier cosa y probar que es tu voz. Es lo mismo con los e-mails. Todo el mundo sabe que no tienes ninguna privacidad con los e-mails. Y la escritura a mano. Y las impresoras. Estoy segura de que vi un programa de televisión sobre eso. Y ahora mismo, tengo tanto miedo que no quiero correr ningún riesgo. O porque siempre hay algún riesgo, seamos sinceros. Quiero tomar la menor cantidad de riesgos posibles. La menor cantidad de cosas que puedan llevar hacia mí. Pero tengo que contarlo. Tengo que pasar esto. Y una vez que lo haya dicho, voy a ser libre. ¿No es así? Voy a ser libre, porque va a ser responsabilidad de otra persona. Voy a tener que pasarlo a la persona que necesita oírlo. La persona a la que culparan por ello.

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Y espero, que una vez que lo haya dicho, cada vez que cierre los ojos voy a dejar de ver ese momento, el momento que no puedo dejar de recordar. En el momento en la fiesta cuando vi lo que yo no tenía que ver.

Hay tres mensajes de correo electrónico en mi bandeja de entrada, si no se tienen en cuenta el spam. Y estos tres definitivamente no son spam. Ellos están destinados específicamente para mí. Lo sé porque a pesar de que no reconozco ninguno de nombres de los remitentes, la línea del asunto dice cosas como: __¿No

has matando a nadie más todavía? ó sangrienta espero que mueras!

__¡Perra

Que es bastante obvio que estos vienen de Plum o de una veintena de chicas que, si Plum les decía que comieran tierra, bajarían allí con sus rostros al suelo y comenzarían a masticar. Hay que admirar su capacidad de liderazgo. Ella sería genial en el ejército. Cerré todas mis cuentas de correo electrónico y abrir otras nuevas con nombres que nadie pensaría que soy yo. He cambiado mi número de teléfono móvil. Pero en Wakefield Hall, tengo una cuenta de correo electrónico de forma automática y no es necesaria una maestría en espionaje para saber que cualquier cosa que mande de [email protected] probablemente me alcance. Ninguno de ellos vienen de direcciones que reconozca, pero eso no quiere decir nada. Yo sé que van a venir de las chicas en San Tabby. Me estremezco al recordar la última vez que estuve allí, cuando me mandaron a limpiar mi armario por mi cuenta. Ningún maestro conmigo. Y después la directora del colegio me había hecho ir a su oficina para escuchar una conferencia acerca de traer a la escuela en el descrédito, era demasiado orgullosa para suplicar por una escolta.

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Estúpida, estúpida. Estas cosas del orgullo me pasan cada vez. Ellas me estaban esperando, por supuesto. Plum, Nadia, Venetia, Chloe y al menos otras diez. La capitana Plum había reunido a sus tropas.

Con uniformes de diseñador Prada y Stella McCartney. Los tacones de plataforma te hacen que sea difícil correr, pero no era necesario. Solo me rodearon y me patearon cuando estaba abajo. Miro los odiosos e-mails en mi bandeja de entrada y hago clic en ellos, uno por uno, para eliminarlos sin leer el contenido. Sólo serán fotos de mí, con: __Puta

asesina__ escrito sobre ellos. O artículos acerca de chicas asesinadas, con: __Tal vez ella le robó el novio alguien __ en la línea de asunto. Lo que sea que me enviaran, por lo menos no es tan malo como tener a todos contra mí sobre mi armario y gritar insultos contra mí. Aparte de la muerte de Dan, que es el recuerdo que más quiero borrar para siempre. Pero no puedo. Lo recuerdo tan claramente que bien podría estar sucediendo ahora mismo. __Oh,

mira. Es la asesina de la escuela__

Comenzó Plum, en ese tono de falsa sorpresa que las princesas perfectamente manejan. __¿A

quién vas a matar hoy, Scarlett? __

Varias respuestas surgieron de mis labios, pero yo sabía que pronunciar cualquier replica rápida sería más o menos equivalente a acostarse en el suelo e invitar a que todas salten sobre mí. Esto iba a ser lo suficientemente fuerte sin que yo echara leña al fuego. Mantuve mi cabeza agachada e inserte la llave en la puerta de mi armario. __Oh, __Es

ella tiene tiempo sin embargo, Plum__ Intervino Venetia.

sólo medio día. ¡Ella tiene doce horas aun antes de que mate al novio de otra persona! __

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Estaba hurgando en mi armario, tratando de bloquear sus voces. Pensé que podía imaginar todo lo que ellos iban a tirar sobre mí y lo reproducía en mi cabeza de antemano, tratando de protegerme a mí misma. Pero esto no me lo esperaba y mi cabeza se echó hacia atrás, chocando con la puerta del armario, para mi molestia.Plum estaba encantada de haber obtenido una respuesta de mi parte. __Sí,

es cierto, perra, __ dijo entre dientes. garganta de mi novio y lo mataste__.

__

Tú atrapaste tu lengua en la 107

__Ella

es una puta__

Intervino nada menos que Sophia Von UndZu era impronunciable. A pesar de ser alemana, ella tenía una niñera inglesa y una institutriz, al parecer y su acento era bueno, nunca sabrías que era extranjera. Tuve que admirar sus órdenes sin esfuerzo de la jerga británica actual mientras continuaba con soltura: __

¡Una sucia, pequeña estúpida puta roba novios!

Yo estaba atónita. No podía creer que en realidad Plum estuviera afirmando que Dan era su novio. Mi cerebro estaba frenéticamente desplazándose de nuevo a través del breve tiempo que los vi juntos y nada acerca de su comportamiento remotamente me sugirió una relación entre ellos. Fue Dan quien vino hacia mí. Bueno ¡por supuesto que vino! ¿Cómo tenía el nervio para perseguir a un chico tan caliente como Dan Mc Andrew? Pero si hubiera tenido una menor idea de que él y Plum estaban juntos, nunca habría salido a la terraza con él. En parte, por auto-protección. Si yo hubiera aceptado una invitación como esa del novio de Plum, yo bien podría haberme tirado de la terraza directamente después de eso. Pero sobre todo, fue orgullo, una vez más. No me gustaría un chico que pertenecía a otra persona. No me gusta compartir. Si alguna vez fuera besada por otro chico, yo quería sentir que tenía el cien por ciento de su atención en mí. Que yo era la única que él quería.

No podía evitarlo, a pesar de que sabía que estaba cavando un agujero aún más profundo para mí. Me aparté de mi armario, mire a Plum justo en los ojos y dije con sarcasmo

__De

acuerdo. ¿Tú estás realmente diciendo que Dan fue tu novio? __

Hubo un segundo de silencio. Sophia, que estaba de pie junto a Plum, lanzó sus ojos hacia los lados para ver la reacción de Plum a mi desafío y me di cuenta en ese momento que yo tenía razón. Dan y Plum no eran una pareja. No me ayudo, sin embargo. Lejos de ello. __

¡Pequeña puta estúpida!

__

Siseó Plum.

¿Como si tú supieras algo acerca de mí y Dan?Tú fuiste sólo invitada a la fiesta de Nadia, porque Simón quería salir contigo. Apuesto a que pensaste que te lo habíamos pedido porque pensábamos que eras cool. __ __

Me dio una mirada de arriba hacia abajo que se sintió como si me hubieran cortado en tiras. __Qué,

¿tu creías que queríamos obtener consejos de moda de ti? se rieron servilmente a este chiste.

__

Todas

__Simón

pensó que serías pelusa fácil __ Continuó Plum cruelmente, con los ojos entrecerrados con tanta furia que apenas podía ver el iris __y

él tenía razón, ¿no? ¡Debido a que no habías estado allí más de diez minutos antes de que llegaras con tu pasional obsesión por mi novio y lo mataras sangrientamente, tu sucia pequeña ramera! __ Me sentía humillada por completo. Pensé acerca de todos los problemas que tuve para comprar ropa, para hacer mi maquillaje, para tratar de encajar y todo el tiempo nadie tenía intención de ser amable conmigo. Yo sólo era un regalo para Simón. Yo estaba a punto de estallar en llanto y si lo hiciera, me hubiera tenido que matar. Nada sería peor que me rompiera enfrente de Plum Saybourne y su círculo de caras burlonas. Gracias a Dios sonó la campana y la sorpresa de eso me permitió tomar un trago largo y profundo, camuflado por el sonido y apretar las lágrimas de vuelta en sus conductos de nuevo.

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Plum fue interrumpida momentáneamente por el ruido __estábamos en el sótano y la campana resonaba realmente allí, se sentía como si las paredes vibraban. Me escondí en mi armario y suspire un par de veces, sólo para estar segura de que mi nariz no escurriría y me delataría. Yo había dejado de preocuparme por conseguir mis cosas ahora, yo sólo quería salir de allí lo más rápido posible. Pero agarre unas pocas cosas al azar y las empuje dentro de mi bolso, así que parecía como si no las estuviera arreglando para distraerme de lo que vine a hacer aquí. Esto claramente enfureció a Plum. Sentí un empujón en la espalda y me tropecé, fuera de balance porque yo llevaba la bolsa y solo maneje para no golpear mi cabeza de nuevo en el lado del armario. Esto me hizo apretar el cerebro, como un puño cerrándose sobre sí misma. Tomé una respiración profunda. Agarré todo de mi casillero que posiblemente podría querer o necesitar y me llene la bolsa. Entonces azote la puerta, lanzando la bolsa por encima del hombro y me volví de espaldas a los armarios y dije en una voz baja que incluso yo podía oír amenazante: __

¿Quién me empujó? __

Y yo mire a cada chica a la vez. Todas ellas eran bellas. Sus cabellos eran brillantes y suaves, sus ojos se abrieron ampliamente con rímel, sus pieles medicamente libre de acné, las piernas con cera, sus zapatos de tacón alto. ¿Y yo? Yo estaba en pantalones vaqueros y una camiseta, mi cabello recogido en una cola de caballo revuelta. Sin maquillaje. Aburrido entrenadores. Y apuesto a que ninguna de ellas podía hacer un solo push-up de cuerpo entero. Yo era mucho más fuerte que ellas. De pronto apareció en mi cerebro que yo anhelaba una pelea. Fue un impulso tremendo, primitivo y me impresionó peor que ese empujón en mi espalda. __

¿QUIEN ME EMPUJO? __

Dije más fuerte ahora y me fije en cada una de ellas con una mirada dura. Algunas de ellas movieron los pies, algunas de ellas dieron un paso

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atrás. La postura de muñeca de trapo arrugada de Sophia como si alguien la colgara de una percha. Yo tenía que decir algo de Plum: ¡ella no era una cobarde! Ella era la única chica que no se sentía intimidada por mí. __Yo

lo hice__ Dijo, sacudiendo su melena de pelo castaño. __Te lo mereces. Puta. Tu solo estás aquí para recoger tus cosas porque estás siendo expulsada, así que sólo tómalas y vete porque nadie te quiere aquí__. Cada palabra era como una puñalada. No podía soportarlo más. Avancé a ella y me oí decir: ____

__

¡Cállate, o! __

¿O qué? __

Plum se burló, empujando su cara hacia adelante. ¡No creas que sólo puedes colarte de nuevo a la escuela de tu abuela para nerds y cerebritos y esconderte por ahí como si no hubieras matado a nadie! Sólo porque tú nombre no salió en los periódicos ¿realmente crees que todas las chicas ahí no saben exactamente quién eres después de que yo vaya por ti? ¡Vamos a asegurarnos de que todo el mundo en Wakefield Hall sepa exactamente quién eres y lo que hiciste! __ __

En su enojo, había dado un paso hacia mí, gritando sus amenazas justo en mi cara. Estábamos tan cerca que podía ver la suavidad de su piel. Podía oler su perfume. Yo podía ver la furia en sus ojos a juego con la mía. Y yo levante mis manos, agarrando la parte superior de sus brazos y empujándola contra el armario detrás de ella con tanta fuerza que toda la fila se sacudió y estremeció. Con alegría, vi la expresión de sus ojos pasar de la ira al miedo cuando yo la sostuve allí, mis dedos presionando sus bíceps y ella rompió el insulto a la mitad, las siguientes palabras malignas que iba a gritar murieron atrapadas en su garganta. Plum Saybourne tenía miedo de mí. Y tenía razón de tenerlo.

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__Si

siquiera tratas de ponerte en contacto con cualquier chica en Wakefield Hall__ dije, peligrosamente tranquila __le diré a mi abuela lo que hiciste. Y ella te llevará expulsada de aquí__. __No,

ella no lo hará__, dijo Plum, haciendo todo lo posible para sacar la cabeza, pero no, seguía atrapada contra el armario. __Oh

sí, ella lo hará__ le contradije. 111

__Acabo

de tener allá arriba una larga conferencia de traer a San Tabby en el descrédito. Lo último que queremos aquí es más escándalo o hablar de Dan. Si ellos oyen que tu estas extiendo esto a otras escuelas, ellos te patearan de aquí tan rápido y duro en el culo huesudo que el dolor durara semanas. Y no creo que cualquier otra escuela te aceptará cuando sepan la razón por la que fuiste expulsada de San Tabby __ No estoy segura si eso último era cierto o no, pero aún funcionaba en Plum. __Eres

una puta__, susurró ella a mí.

__Espejo,

espejo__ le espeté devuelta.

Trató de levantar una mano para pegarme, pero fácilmente le agarre, los músculos de mis brazos se levantaron sólo ligeramente con el esfuerzo. El apretón de mis manos, me podía mantenerme en mi lugar mientras yo hacía enormes oscilaciones alrededor de las barras asimétricas, mientras podría mantener mi peso en un pie o parada de manos, era mucho, mucho más fuerte que cualquier músculo del cuerpo delgado muero-de-hambre talla XXS de Plum. Ella no era rival físico para mí y ella lo sabía y por primera vez en su vida, yo había logrado tener una mirada genuina y honesta de terror en el bello rostro de Plum Saybourne. No tenía ni idea de lo que iba a hacer. Pero de repente yo estaba más asustada de mí misma que la chica que estaba sosteniendo. ¡Scarlett Wakefield! __ Dijo la voz de la maestra en el rellano de la escalera. __Scarlett, ¿todavía estás aquí? __ __

Sus tacones resonaban por las escaleras y se detuvo. Tan pronto como

escuché mi nombre, yo solté a Plum y di un paso atrás, pero estaba rodeada por un semicírculo de chicas que se habían trasladado hacia adelante para ver lo que estaba pasando entre Plum y yo. Plum se había abrazado a ella misma manos, haciendo una mueca teatral.

y se frotaba los bíceps con sus

__Espero

que no haya un problema aquí ¿chicas? una voz que indicaba que era mejor que no.

__,

Dijo el profesor, con 112

__No,

Srita. Moore__, dijo Plum con recato. La mantequilla no se derretía en la boca. __ Estamos diciendo adiós a Scarlett __. __Me

alegra oír eso__, dijo Moore secamente. esperando__.

__Scarlett,

tu abuela está

Le di una mirada amenazadora a Plum por último y aunque ella no era Sophia __yo no podía hacer que ella se derritiera__ por lo menos ella se estremeció. Una pequeña victoria para mí. Me giré sobre mis talones y el grupo de chicas se abrió rápidamente, dando lugar para pasar a través de ellas. __

¿Scarlett? __ Llamo Plum.

No debería haber mirado hacia atrás. Pero lo hice. __Mejor

suerte la próxima vez que beses a alguien__

Ella dijo, ampliando sus ojos, que la hacía lucir tan hermosa con el contraste de su cara bonita y sus venenosas palabras era realmente espeluznante.

__

¡Plum! __ dijo la Srita. Moore bruscamente, pero el daño ya estaba hecho.

Plum había ganado. Por partida doble. Había ganado porque ella me empujó tan lejos que yo en realidad había usado a mi abuela para su amenaza, algo por lo que me odiaba a mí misma por haber hecho.

Y había ganado, ya que con su instinto infalible para los puntos débiles de la gente, había identificado el mío y había conducido un cuchillo filoso hacia él. Cuando la investigación no pudo identificar lo que había matado a Dan __más allá de decir que había muerto de una reacción alérgica, por supuesto__ era como que me habían condenado a cadena perpetua, a pesar de que no había sido acusada de nada. Hasta yo sabía lo que había matado a Dan ¿Cómo podría besar a un chico de nuevo? Yo también estaría aterrada de que cayera muerto a mis pies. Plum lo sabía y lo había usado en mi contra. Podría haber tenido momentáneamente lo mejor de Plum Saybourne por asustar su estupidez, pero se las arregló para entrar en mi cabeza y señalar mi mayor temor. Dios, yo la odiaba.

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Capítulo 11 Traducido por Ctafoya Corregido por Mayte008 114

P

IEDRAS DE MOLINO Y QUEMADURAS DE CUERDA

Había un ping tras otro de e-mail entrando. Yo mire al emisor, no puede por un momento creer lo que estaba viendo. Entonces agarre el ratón e hice clic en él, esperando contra toda esperanza… De: [email protected] Para: [email protected] Asunto: Deja de llamarme y a Luce. No queremos hablar contigo. Plum y todos están realmente metiéndose con nosotros porque fuimos amigas, lo cual es TOTALMENTE INJUSTO y está metiéndose en nuestras cabezas. No respondas a esto. Luce dice lo mismo pero ella esta tan cruzada contigo que ella ni siquiera quiso escribirte. Simplemente finge que no existimos, al igual que el día que te fuiste con Plum y te sentaste en su estúpida fuente. Nosotros NUNCA TE LO PERDONAREMOS. Yo lo elimine tan rápido que mis dedos casi quemaron las teclas. A veces me siento aún más culpable por traicionar a Luce y Alison, que yo sobre la muerte de Dan, porque yo no sé cómo murió Dan, ni qué había

hecho para causarlo. Pero lo de Luce y Alison todo era culpa mía.

__tengo

la certeza de que

No hay nadie con quien pueda hablar acerca de esto. Y porque no puedo hablar de eso, me siento como si nunca fuera a ser libre de eso. Dan está muerto y su muerte colgara alrededor de mi cuello para siempre. Hay una expresión como esa, creo. 115 ¡Tener una piedra de molino alrededor del cuello! eso era. Y lo que hice a Luce y Alison, dándoles la espalda, alejándome de nuestra amistad __es una piedra de molino, también. La culpa me está pesando, presionando sobre mí, así que se siento dificultad para respirar. Tenía que salir de la casa. Son las cinco y media. Había hecho algo de tarea, pero ahora mi estado de ánimo estaba tan mal que no me podía concentrar. Baje apurada por las escaleras, tomando dos escalones a la vez y obteniendo una queja de la tía Gwen, que estaba en su oficina haciendo ensayos. Apenas la escuche sin embargo, porque estaba pensando en piedras de molino. Son grandes y redondas y tienen un agujero en el medio. Yo esperaba que una idea surgiera a partir de ese agujero ¡Te imaginas tener una gran piedra pesada colgando sobre tu cabeza, colgando alrededor de tu cuello, tan pesada que apenas podrías mantenerse en pie por su peso y mucho menos caminar o correr! Así es lo como mi depresión estaba, un peso tan agotador que era una verdadera lucha actuar normalmente __ peor, a veces yo no creía que ni siquiera sepa lo que es actuar normal. He matado a alguien. Alguien que me gustó mucho. No se trata sólo de que Dan está muerto, es de mis sueños de llegar a conocerlo, a salir con él, tal vez incluso de enamorarme de él, mis ilusiones han sido destrozadas.

Y nunca había besado a nadie antes. Fue el beso más increíble y todo terminó casi antes de empezar. Tengo miedo de que nunca lo tendré otra vez, una conexión física increíble con un chico. He perdido algo que sólo tuve por un breve momento, pero fue la mejor cosa que me había sucedido en mi vida. Oh sí, y he traicionado a mis dos mejores amigas solo para que yo pudiera ir a una fiesta estúpida en la que se suponía que era el regalo __ para __que cazara Simón, que ni siquiera me conocía. 116 No es de extrañar ¡que hubiera una enorme piedra de molino alrededor de mi cuello! Afortunadamente, era un bonito día de otoño afuera. Hojas de oro estaban cayendo poco a poco de los árboles que bordean el camino, moviéndose suavemente en la brisa ligera, como la nieve en esos pisa papeles que sacudes y ves caer de nuevo. Las hojas casi parecen estar en cámara lenta, una nube de color amarillo pálido, brillando en la luz del sol, descendiendo poco a poco, impulsado por las corrientes de viento, para caer sobre la hierba verde reluciente. Puse mi mano, para ver si puedo coger una hoja para la buena suerte, pero no cayo ninguna en mi mano. ¡Qué sorpresa! A mi derecha están los terrenos oficiales de la escuela. Podría ir y pasear por el lago, o perderme en el laberinto, o sentarse bajo los sauces llorones y disfrutar de mi estado de ánimo sombrío. Pero yo no tenía ganas de hacer un cliché. Quería explorar, quería una aventura. Quería distraerme de mis pensamientos y mis recuerdos. Y cuando mire hacia el más alto seto que rodea el jardín de rosas yo vi a alguien asomándose. Es ese tipo jardinero. Mientras lo veo irse a la distancia en la parte superior, por la noche llegando, él siente que lo estoy mirando y él levanta la cabeza. Él está demasiado lejos para que vea bien sus facciones, pero creo que puedo ver los dientes blancos del flash en una sonrisa y levanta una mano de las pesadas tijeras para elevarla en un saludo hacia mí.

No, no, no, no. Mi culpa por mirarle, para conseguir su atención. Todo es mi culpa en este momento. No puedo lidiar con un chico, no puedo ni siquiera hablar con él. ¡Mira lo que pasó la última vez que lo hice! Inmediatamente, me doy la vuelta y camino lejos, cruzando el camino, mis zapatos tenis crujiendo en la grava. En un momento, estoy en medio de árboles en el otro lado, ocultándome de su mirada. Seis pies más allá, hay una valla alta de madera. Más allá de la valla estaba el bosque real, los que separan Wakefield Hall del parque público de más allá. Hay otra, una valla mucho más alta, de hierro forjado, que se extiende entre el bosque y el parque, para asegurar que no puedan entrar los intrusos, pero está cerca no es para mantener alejados a los intrusos, es para detener a las chicas de ir al bosque. Los terrenos de la escuela, aunque grandes y en expansión, son patrullados por los paseos de los profesores, con un ojo en las chicas, que pueden pasear pero no pueden caminar a los bosques. Tú podrías esconderte allí durante días si lo deseas. Es por eso que los bosques están fuera de límites y por eso hay esta valla alta de madera corriendo a su alrededor, por si acaso hay chicas que son lo suficientemente traviesas como para desobedecer las reglas muy estrictas puestas en piedra por mi abuela __lo siento__ Señora Wakefield… Sin embargo, si una chica está realmente decidida, esta valla no es exactamente las del Fort Knox. Quiero decir, no tiene rollos de alambre de púas alrededor de la parte superior o cualquier cosa realmente difícil. Yo miro a mi alrededor, pero no hay nadie en el camino __no hay chicas que regresan de la villa, comiendo barras de Snickers y chismeando. No había tía Gwen, decidiendo seguirme y ver lo que estoy haciendo. Camino a lo largo de la cerca por un minuto, midiéndola. Luego alcanzo una rama de un árbol que cuelga y la pruebo, a ver si va a sostener mi peso.

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Ni siquiera se dobla. Pude obtener un buen agarre sobre ella, sosteniendo con fuerza y me giré, caminando hasta la cerca, apoyando las plantas de mis pies para tomar algo de mi peso, hasta poner los pies en la parte superior de la valla. Mis rodillas se doblan y yo camino con mis manos a lo largo de la rama hasta que estoy en cuclillas en la parte superior de la cerca y puedo ver el otro lado. Me impulso y salto hacia abajo. Es un aterrizaje fácil. Una de las cosas que estoy acostumbrada a hacer es saltar. Ricky nos hacían hacer saltos en cuclillas hacia arriba y hacia abajo sobre los bloques de espuma sólida, casi la mitad de nuestra altura por minutos, agarrando la parte de atrás de nuestras camisetas a medida que nos gritaba en nuestros oídos para motivarnos. Echo de menos a Ricky, pero extraño más a Alison y Luce. Uf ¡ese e-mail! La culpa es como si algo me apuñalara derecho por un oído y saliendo del otro lado. Empujo a Luce y Alison fuera de mi mente lo mejor que puedo, porque no hay nada que yo pueda hacer al respecto y miro a mi alrededor. Los bosques son muy tranquilos, tan pronto como aterrizó detrás de la pared, era como si un pesado silencio se estableciera aquí, como si las hojas estuvieran cayendo para amortiguar cualquier ruido que pudiera ponerse en contacto conmigo. Es maravilloso. Total paz. ¿Por qué nunca había venido aquí antes? Mi cerebro corre: puedo pasar la mayor parte de mi tiempo después de la escuela aquí, si quiero. Siempre y cuando me presente para la cena a las siete en el comedor de la escuela, nadie sabe ni le importa dónde estoy el resto del tiempo. Tía Gwen estará encantada de tenerme fuera de la casa. Si aún se molesta en preguntarse acerca de mi paradero, es probable que acabara por asumir que estoy en la biblioteca haciendo los deberes. No es como si le importara un carajo de todos modos. Un pájaro cantó desde arriba y puede escuchar el zumbido de las alas cuando uno más se le unió.

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Esto es tan tranquilo. Completa soledad: sólo yo y los pájaros. Me apoyo contra el árbol, contemplando el bosque, el cielo azul, visible aquí y allá a través de la gruesa cubierta de las ramas, que siguen siendo fuertes con hojas. Pienso que venir aquí todas las tardes, aislarme completamente del mundo exterior y la idea era tan tentadora que hace que me pregunte lo saludable que sería en realidad. Si tú estás siendo empujada lejos por todo el mundo ¿Es realmente la mejor manera dejar que eso suceda? ¿Ocultarte detrás de una pared y dejar que las hojas caigan en la cabeza? Y así es como estoy discutiendo esto con mí misma, veo movimiento a través de los árboles y escucho lo que suena como un gruñido. Salto: Pensé que estaba completamente sola aquí. Hay ardillas correteando por las ramas, rozando las hojas, pero la forma que puedo ver es mucho más grande que una ardilla. Y está en el árbol, a mitad de camino. . . . Espera ¿qué tipo de animal es ese tan grande? Por un momento, tengo mucho miedo. Entonces me digo que esto es Inglaterra y no hay animales grandes y peligrosos en los árboles. Cálmate Scarlett. Quiero decir, incluso el hurón o algún tipo de gato salvaje de bosque no puede ser tan grande… y un perro no podría subir así… Ahora mi curiosidad me patea y me arrastro más de cerca, cuidando donde pongo mis pies, por lo que no agarro ninguna rama para no alertar a quien sea, o lo que sea, de mi presencia. Yo retomo mi camino gradualmente en el suelo del bosque de mantillo, ramas rotas, y los escombros marrones caído de los árboles. La forma de los árboles se está moviendo, descendiendo ahora y luego oigo un grito jadeando y un ruido sordo mientras que aterriza. Yo me asuste y me escondí detrás de un árbol. Eso era sin duda una persona. Ningún animal hace ruidos por el estilo. ¿Pero quién en la tierra podría estar aquí en esta tierra de nadie detrás de la valla, trepando en los árboles? Me asomo desde detrás del árbol y se me cae la mandíbula.

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De hecho, me siento aflojar los músculos. Un montón de especulaciones corrían por mi mente, pero esto está muy lejos de cualquiera de ellas. Es lo último que hubiera esperado ver. Es esta chica Taylor, grande de hombros, de cabello revuelto que hace fenomenales levantamientos de pierna. Y ahora me doy cuenta de cómo Taylor tiene los hombros anchos y una envidiable musculosa espalda. Ella está a la mitad de una cuerda, que ha colgado de alguna manera en torno a una rama de un árbol alto y bien puesta, con seguridad suficiente para que ella sea capaz de poner el peso de su cuerpo sobre ella mientras escala. Wow. He subido mi cuerda de gimnasia, pero siempre tenía que subir donde se coloca la cuerda alrededor de un pie y subirse en ella con la otra, empujando desde abajo con los pies, por lo que no tomas todo tu peso con los brazos. Taylor no estaba haciendo eso. Está subiendo como un hombre, transportando a sí misma con solo los brazos. Podía ver los músculos de los brazos y la espalda inflamándose con el esfuerzo. Su respiración llegando a corto chorros rápidos y el sudor empapando la parte trasera de la camiseta. Por todos los demonios. Este es un entrenamiento muy duro. Taylor llega a la rama de un árbol encima y con una mano le da un golpe, como si anotara. Luego ella toma de nuevo la cuerda con su mano libre y empieza a descender la cuerda otra vez, pero sólo con sus brazos. Ella desciende demasiado rápido, creo. Yo tuve quemaduras de la cuerda haciendo eso una vez y tuve una mueca de dolor viéndola, eso tiene que doler un poco. Hay ese ruido otra vez mientras aterriza, un ruido sordo bajo con un gruñido que da señales de un esfuerzo físico importante. Ella mira sus palmas con tristeza. Yo tenía razón, se había quemado con la cuerda. Y luego se arrodilla, recoge algo y se gira, mirando en mi dirección. La quemadura de cuerda no puede ser tan mala.

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Porque lo que ella sostiene es una rama de un árbol grande, agarrándola con fuerza, a dos manos, como si supiera cómo usarla. Ella lo mantiene como una especie de bat y francamente, la vista es bastante aterradora. Sobre todo porque ella está empezando a caminar hacia el árbol donde me estoy escondiendo detrás. ¡Sé que estás ahí! __ Grita amenazadoramente, su acento americano alto y claro. __

__

¡Yo sé que estás detrás de ese árbol! ¡Vamos, muéstrate! __

Jesús. Yo me escondí detrás del árbol. Yo podría salir corriendo, pero luego me perseguiría ¿Y si me tropiezo y me caigo y me golpea con la rama? Me asomo entre algunas hojas. Ella estaba casi sobre mí y su rostro duro y enojado. Comenzó a contar. Cinco segundos. Cuatro. Tres. He dejado demasiado tiempo para correr y eso sería cobarde de todos modos. Ella estaba casi en el árbol. Salto, con las manos en el aire. __

¡Está bien! __ Yo grite. Es humillante escuchar cómo soné con pánico.

__

¡Soy Scarlett! ¡No me pegues! __

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Capítulo 12 Traducción por Jesica Corrección por Mayte

L

A LARA CROFT DE LAS ADOLESCENTES

Nos miramos una a la otra durante un buen rato. Dios, Taylor se ve de miedo, con sus músculos abultados. Lleva una camiseta blanca con los tirantes anchos con un sujetador deportivo que se muestra en su cuello y unos pantalones de combate verde colgando de sus caderas. Puedo ver un destello de su estómago muy plano y musculoso que se muestra entre la camiseta y el pantalón. Se parece a un infante de marina de EE.UU., o una heroína de acción tipo Lara Croft, pero de las adolescentes. Después de lo que se siente como horas, se deja caer de la rama al suelo. Estoy muy aliviada al oír el ruido que hace en la tierra. — ¿Cómo sabías que estaba aquí?—, Pregunto. —Pude ver tu camiseta—, dice. —La próxima vez que vengas a escondidas a través de los bosques, usa algo que se integre mejor, que la ropa de color rojo brillante, ¿de acuerdo? —Yo no estaba a escondidas—, le digo con indignación. —Estabas haciendo un ruido, que podía escucharse a kilómetros de distancia. No es de extrañar que quisiera ver lo que estaba pasando. —Yo no soy tan ruidosa—, dice Taylor, pero la tengo ahora a la defensiva. —Sí, lo eres. Estabas gruñendo como un jabalí.

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— ¡Yo no era!— Estaba furiosa. Sus ojos se entrecierran. —Entonces, ¿qué estás haciendo aquí? espero que tengas la llave de la puerta, ¿porque eres como, la nieta de la majestuosa dueña de la casa, o algo así? — ¿Hay una puerta?— Taylor sacude la cabeza hacia atrás, indicando al otro lado del bosque. 123 —Allá—, dice. —No me digas que subiste por la pared. —Oh, claro—, le digo con sarcasmo, —como si fueras la única persona que puede subir por cualquier cosa, supongo. Por lo menos yo no traigo mi propia cuerda que quema las manos. —Yo sólo me queme con la cuerda porque estaba bajando rápido para ver quién estaba espiándome. — ¡Yo no estaba espiándote! —De acuerdo. Es por eso que saliste justo a la luz pública y dijiste¨hola¨, supongo. —Ah, olvídalo—. Estoy enojada también, porque me ha atrapado. Supongo que la espiaba un poco. Me vuelvo sobre mis talones para irme. —Espera un minuto—, dice Taylor bruscamente. —Es mejor que no le digas a nadie haberme visto aquí. Aunque no me hubiera dicho nada, simplemente lo daba por sentado, yo no le diría a nadie de ella. . . eso debe estar bien. Pero el tono amenazante de su voz, hizo que me dieran ganas de darle una patada en las espinillas. En lugar de eso sólo camine. — ¡No te atrevas a decirle a nadie!— Taylor grita detrás de mí. — ¡Sabes lo que quiero decir, Scarlett! — ¡Yo cruzaría los dedos, si fuera tú!— Le grito.

Por supuesto que no voy a correr con un maestro y decirle que Taylor sube una cuerda en el bosque.

¿Qué tipo de chupa-medias cree que soy?7 Puede que solo se preocupe por un tiempo, ella tampoco lo dirá a nadie. Espero que este nerviosa por un buen tiempo. Por portarse como una vaca malhumorada. Miro los sobres, tumbados en la cama junto a mí. Uno está abultando un poco.Bueno, que hare. Doscientos cincuenta libras, contra diez, hacer una suma bastante grande de dinero en efectivo. Y el otro. . . el otro es prácticamente plano. Una vez más, espero que tenga sentido. Todo lo que tiene dentro es una hoja de papel doblada. Todavía no he decidido que voy a hacer con esto. Recojo los dos sobres blancos y los coloco en uno más grande, un sobre marrón de manila, de los que tienes que pasar la lengua través del pegamento, empujando hacia abajo para cerrar la solapa. Y mi cerebro se desliza de repente en una de sus tangentes extrañas, como lo hace cuando yo he sido, muy buena con mi dieta y me pongo un poco mareada y siento como si estuviera flotando,con un pie fuera de la superficie de donde estoy supuestamente. ¿Por qué se llamansobres ¨Manila¨?Mi cerebro está pidiendo. ¿Sera que se inventó en Manila? ¿Y dónde está Manila, de todos modos? ¿Es un pueblo de Portugal? Estoy asumiendo que es un lugar, pero podría ser una persona, ¿no es verdad? Un hombre llamado Carlos de Manila ¿que inventó sobres marrones? Oh, Dios mío, es como si mi cabeza se quedara atrapada en un ciclo de centrifugado. . . . No puedo escribir más, me tiembla la mano. . . . Bueno, estoy de vuelta.

7

Se refiere a ser una hipócrita, lambiscona, chismosa con los maestros.

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Hice la meditación que mi terapeuta me enseñóa hacer.Me imaginé una lavadora en desaceleración. Estoy totalmente centrada en la observación, a través de una pequeña ventana de cristal. Veo las aspas. Están haciendo el ruido de traqueteo, que se vuelven más lentas y más lentas. El ciclo de centrifugado está terminando. Las aspas hacen un alto completo. Lo miro por unos minutos para asegurarse de que no se mueve de nuevo. Fiu. 125 No es exactamente difícil ver lo nerviosa que esto me está poniendo. ¿Es una mala idea? ¿Debo deshacer el sobre de papel manila, abrirlo:elque tiene el dinero en efectivo y ponerlo de nuevo en mi cartera? ¿Y destruir el otro sobre? Pienso en eso, pero el problema es que, cuando me imagino esa foto, me hace sentir aún peor. Aún más pánico y de vuelta al ciclo de lavado. Y a sentirme culpable. Mucho, mucho más, culpable. Y como mi terapeuta dice que, si hay una emoción que es muy tóxica para mí, es la culpa.

Capítulo 13 Traducido por: Tamis11

N

Corregido por: Dayanira

O FUE TU CULPA

Dios, estoy agobiada. He trepado el muro de regreso, lo que no quería hacer: quería pasear por el bosque un poco más. Tal vez tomar una hoja del libro de Taylor y subir a un árbol o dos. Pero si ella me alcanza a ver por entre los arboles (ella tiene razón, la camiseta roja no es exactamente discreta) y me acusa de copiarla, eso me traería problemas. Ya era malo ser llamada una soplona sin que ella añada ¨copycat¨ a mi lista de insultos. Estoy furiosa con Taylor y estoy celosa por su dinamismo y dedicación. Yo no tengo esa disciplina inquebrantable: si no hay nadie más allí, no puedo reunir la energía para ejercitarme. Es una de las razones por las cuales dependo mucho de Ricky. Me di cuenta de que estoy más agobiada conmigo misma de lo que estoy con Taylor. Porque ella está haciendo algo que disfruta y yo no. Entro a la escuela por la entrada principal y subo al salón C de la secundaria, pensando que, si no puedo trepar una cuerda, por lo menos puedo tomar mi libro de Gramática Latina y pasar una hora aprendiendo algunos verbos irregulares. En realidad necesito hacer un gran esfuerzo en Latín, o seré echada de la clase. El salón está completamente vacío. Afuera puedo escuchar agudos gritos de las alumnas de primer grado saltando la cuerda. Las de tercer grado gritando entusiasmadamente mientras juegan con la banda elástica, en donde dos niñas están paradas una frente a la otra con una banda elástica

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alrededor de sus tobillos, mientras otra salta dentro y se detiene en formas cada vez más complicadas. Y tambores por lo bajo de los agudos gritos, allí está el repetitivo boteo de pelotas de tenis retumbando contra la alta pared de piedra de la terraza, interrumpido por rondas de tiros rápidos de lo que suena como aplausos, mientras unas niñas toman turnos para ver cuántas veces pueden aplaudir antes de atrapar la pelota. Ya lo sé. Mira, yo nunca dije que Wakefield Hall fuera la eminencia de la sofisticación metropolitana, ¿o sí? La razón de que estos increíbles juegos viejos de escuelas para niñas hayan sobrevivido aquí, como si Wakefield Hall fuera un museo vivo dedicado a la década de los 50. Es porque no hay nada más que hacer en el mundo exterior alrededor de las 4P.M. cuando la escuela termina y hay toque de queda. Wakefield, el suburbio más cercano, está a hora y media por la carretera principal y sinceramente, siendo un suburbio, carece de tiendas decentes, cines y todo tipo de cosas que tentarían a una chica adolescente. Tienes que escapar de eso y para cuando vas a un lugar más interesante, ya son las 5P.M. y tienes que estar en el punto a las 6 en punto para asegurar que estarás de vuelta a las 7P.M.para la cena. Segura, seguramente no te querrás perder el toque de queda. La abuela -Lady Wakefield- te manda a confinamiento solitario y te hace vivir en pan y agua por un mes (solo exagero levemente).Así que muchas de las chicas sólo bajan la calle a tomar un capuchino con leche desnatada baja en grasa en una de las cafeterías de Wakefield. Y esas son las más osadas. La mayor parte de las chicas solo se atiborran de dulces y barras de chocolate (y bebidas ilícitas, estoy segura) para variar la aburrida monotonía de la comida escolar y regresarse directamente de nuevo de la calle. Nosotras convivimos con la local escuela privada de chicos, para juegos, deportes, cosas como esas y las internas pueden obtener pases de fin de semana para quedarse con amigos o familiares, pero el final para eso es a las 7 P.M., el cual es el bloqueo en la prisión de seguridad máxima de Wakefield. Todas las chicas se despiden lo más pronto que puedan, a menos de que tengan orquestra, práctica de deporte o algo.

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Dejando a los desventurados de intercambio entretenerse lo mejor que puedan con emocionantes rondas de cuerda elástica o Wallball 8.Créeme, nadie se puede compadecer más de nosotras que nosotras mismas. Yo sé que las internas tienen fiestas en sus dormitorios. He escuchado los rumores. Pero no es que alguien vaya a invitarme, ¿o sí? Teniendo a la nieta de la directora encima mientras bebes cidra barata y vez videos traviesos después de que apaguen las luces no es exactamente una idea segura. Así que todas la noches me siento en mi cuarto a solas, en casa de mi tía Gwen, frente a mi computadora, ignorando todos los e-mails de odio, lo mejor que puedo y descargando videos de YouTube. Mi latín puede ser porquería, pero sigo estudiando más de lo que he estudiado toda mi vida, por puro aburrimiento. Deambulo a la ventana y pongo mi cara en el vidrio. Algunas chicas de secundaria -Meena, Jessica y Susan, las intelectuales de la clase- se agrupan bajo el sauce llorón en un lugar levemente montañoso. Ellas están estudiando juntas. Malditas nerds. ¿Nunca hacen nada divertido? Pienso en la reluciente, lustrosa chica de St. Tabby, en la fuente. Estudiando modales avanzados y habilidades de coqueteo y casi me llega una oleada de nostalgia por lo suaves y hermosas que parecen. Por lo menos en St. Tabby hay algo a lo que aspirar. Aquí, entre más lista eres, sientes más la necesidad de cultivar la grasa en tu cabello y consideras tus puntos negros un signo de inteligencia extrema, antes que una señal divina para que obtengas un limpiador facial. De tras de las tres cerebrito, los árboles se acumulan densamente, completamente ocultando el laberinto de setos tan querido por las chicas más pequeñas, las que pasan horas persiguiéndose unas a otras por él. Yo solía hacer eso también, en los veranos que pasábamos visitando a la abuela, cuando la escuela terminaba.

8

Balonmano americano y el balonmano chino es "Wallball". requiere que la bola que se golpeó en el suelo antes de golpear la pared. Unlike Chinese handball, after the ball has bounced more than once, the closest person to the ball is 'out' in an elimination style game. A diferencia de China de balonmano, después que la pelota ha rebotado más de una vez, la persona más cercana a la bola es "out" en un juego de estilo de la eliminación. No hay fin de que se pega a la pelota (sólo la persona más cercana), aunque el jugador anterior a la pelota no puede golpear de nuevo (o tocar) hasta después de que otro jugador tiene. El juego se juega generalmente con una Spalding de alto rebote de la pelota ( Spaldeen ), pero puede que jugó con cualquier pelota grande, lleno de vitalidad (pelotas duras pueden dañar las manos de los jugadores).

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Tenía amigos por aquí y explorábamos el suelo todo el día, comiendo sándwiches y regresando al atardecer,manchadas de hierba, cansados y muy felices. Eso era cuando mis padres vivían, claro. No había usado mucho la palabra feliz para describir mi estado emocional desde el accidente. Dios, estoy siendo llorona ahora. Las cosas son suficientemente malas sin mí ―viviendo‖ como diría mi abuela y haciéndolas peor. Ella sabe de lo que está hablando de vez en cuando. Me fui de la ventana, camine hacia el escritorio y abrí el compartimiento superior, que esta abollado y rayado por generaciones de chicas que han manchado la madera. Pero en vez de agarrar mi libro de latín, me quedo allí, viendo el sobre que está encima del montón. Dejando de lado el hecho de que no estaba allí la última vez que abrí mi escritorio –dejando mis libros al final de mi última clase- hay algo acerca del sobre que me deja sorprendida. En la parte de enfrente dice Scarlett Wakefield en la más rara caligrafía que he visto fuera de un libro. Parece que un robot lo escribió. O un androide. Podría haber estado viendo demasiados programas americanos de ciencia ficción en mi computadora.Titubé por un momento, aunque no sépor qué. Después lo recogí. Esta sellado y lo tengo que abrir. Mi cabeza está punzando por algún motivo. Dentro hay una sola hoja de papel, con cuatro palabras escritas es la misma extraña caligrafía. Solo cuatro palabras, pero son las cuatro palabras que más he anhelado escuchar, las palabras que nadie me ha dicho y realmente viéndolas escritas en la blanca hoja de papel, estoy casi avergonzada de admitirlo, pero trae las lágrimas a mis ojos. No fue tu culpa. Sorbí por la nariz y mire por la ventana y después otra vez al papel, solo para asegurarme de que no estoy alucinado el mensaje. No fue tu culpa.

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Sorbí por la nariz de nuevo y respire profundamente. Afuera, los gritos, risas, pelotas de tenis botando, aplausos continúan, como antes, como si el mundo no hubiera cambiado para mí en cuestión de segundos. Doble el papel de la forma que estaba antes y lo metí en el ahora mordido sobre, mi cabeza está dando vueltas, pero ahora me siento como si tuviera un propósito. Voy a averiguar quién dejo esto para mí aunque muera en el intento.

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Capítulo 14 Traducción por Jesica,Andrea Corrección por Mayte

T

IPO INCREÍBLEMENTE CALIENTE

Cuando salgo de las aulas en realidad quemo las suelas de goma de mis zapatillas de deporte, hago un giro de noventa grados a su vez en el piso de madera del pasillo. Tomo lasescaleras no dé dos en dos, sino tres a la vez y cuando una manada chicas de doce años de edad, se acercan a mí volando, en realidad hago esa cosa, que se ve en las películas: salto la barandilla y dejo que mis jeans de vagabundo se muevanpor la gravedad y la inclinación lateral de la astucia de mitrasero, que me da más velocidad. Gracias a Dios, la barandilla es vieja y muy pulida. Voy tan rápido que estaría preocupada por astillas de otra manera. El grito de una niña de doce años de edad en estado de shock y pavor al verme más allá de ellas. Soy alta. Voy a volar. Soy Scarlett Wakefield y alguien más, aparte de mí, ¡piensa que no fue mi culpa! Me agarro del pilar con mi mano izquierda, justo cuando estoy a punto de golpear y salto fuera de la barandilla, golpeo el suelo corriendo. — ¡Scarlett Wakefield!— Llama a un maestro detrás de mí. — ¡Ese es mi nombre!—digo.

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— ¡Gracias por pensar en mí!

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No creo que me escuchara, porque para cuando digo eso, ya me he ido por la puerta y paso volando a través del patio, hay unas niñas jugando a la cuerda, dos jugadoras de banda elástica en los tobillos, se giran para ver quién está corriendo como si tuviera el diablo en los talones. Pasando el sauce llorón, donde las chicas aun me miran; ellas probablemente nunca tuvieron una buena carrera en todas sus vidas. Rodeo la parte exterior del laberinto, bordeando el paseo de la cemento y en el gran campo, también conocido como los campos de hockey, que siguen estando verdes y cubiertos de hierba, no hay manchas de barro que quedan después de que Sharon Persaud y sus amigos han tenido un juego psicópata y salencon sus listones y palos asesinos. Ruedo por la empinada ladera del paseo de la cemento y como me tropiezoen el césped,aprovecho el impulso que he obtenido y corro más duro, un, dos, tres,zancadas y con el empuje hago un Bounder, que termina con un aterrizaje tan bueno, que me hace darme una volteretaen una recta después, que para ser sincera, apenas si sentí la tierra sin siquiera provocarme una lesióngrave. Tres meses fuera de la gimnasia y yo estoy cayendo en la hierba en los zapatos tenis. Debo estar loca. Sobre todo hacer por hacer un Bounder. Es como una voltereta, hay que saltar tanto con los pies y las manos juntos, el cual es mucho más duro que bajar con una cuerda y patear al mismo tiempo. Las personas que tienen piernas monstruosamente fuertes no tienen ningún problema con los Bounders. Pero si no lo sabes hacer, tienes que trabajar muy duro para lograr hacerlo,una y otra vez, sinoquieres aterrizar ignominiosamente sobre tutrasero. Cuando mis manos golpearon la hierba, me empuje sobreesta, para darme impulso alejándome del suelo, dando fuerza a mis hombros, tanto como pude y fue lo justo y suficiente para sacarel Boundery volver a ponerme de pie otra vez. Mi cabeza daba vueltas y no era por el resbalón que he dado. Si no que, estoy llena de pura alegría. No hay un medicamento en el mundo, que valga la pena,de un gramo de mi propia adrenalina (nunca lo hice, quien si lo hacía, era Ricky-simo). Además, estoy muy aliviada de que acabararompiéndome un tobillo. Me quede ahí jadeando, cuando oíun aplauso. Me vuelvo y hacia una pila de rocas y sale de un cuervo, graznando en voz alta.

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Oh. Sin aplausos. Sólo es un pájaro que bate sus alas. Mis hombros caen.En realidad estaba esperando, patéticamente, que alguien me hubiera visto y espontáneamente estallara en… Veo hacia la avenida de los árboles y lo veo. Es ese chico el jardinero, una vez más,juntando hojas en una carretilla. El solo deja el rastrillo en el suelo y empieza a caminar hacia mí, por la colina. Aplaudiendo. —Hola—, le digo, todavía recuperar el aliento. Él está sonriéndome. Tiene una sonrisa encantadora. Y sé que esto va a sonar loco pero, cuando él se acerca, de repente me doy cuenta de que:en realidad es guapísimo. Tiene la piel de caramelo, en la cabeza unosrizos negros cortos,tan chinos como si estuviera cada uno hecho con una aguja de tejer y los ojos con esa luz, de un color avellana claro que parecen casi de oro. Recuerdo cuando lo conocí antes, yo pensaba que el color de sus ojos, era un truco de la luz. Bueno, no lo es. Sus ojos son realmente así, de oro. Él debe ser bi-racial, con ese color del cabello y el de la piel como el caramelo. Wow. Estoy aquí y necesito gafas. No puedo creer que no me di cuenta antes de lo guapo que era. Sus dientes son muy blancos contra su piel de caramelo. Me siento muy consciente mí, por la comparación. Y de repente me doy cuenta de cuan vieja y desgastadaes mi camiseta roja, ¿Esta, cómo fuera de moda?y los jeans- los zapatos tenis… y seguro que cuando estabade cabeza,debió haber visto un poco de mi estómago, que no es la mitad de lo más plano y tonificado como es el de Taylor. Es la genética, lo sé, pero todavía me mataría por tener un abdomen plano cuando estuviera boca abajo. —Yo no sabía, que hacías gimnasia—, dice y luego se ve un poco avergonzado así mismo. —Bueno, ¿por qué habría de hacerlo? Eso es una cosa estúpida de decir...— Calla y me encuentro a mí misma saltando para mantener la conversación.

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—Desde que era pequeña. —Debes haber ganado muchos premios—. Me río. —Oh, no soy tan buena. De todos modos, eso no es nada. Debes verme cuando tengo un piso adecuadoparasaltar. Y entonces me doy cuenta, sueno como estar alardeando. Estoy presumiendo. ¿Qué se supone que tenía que decir? —Bueno, me pareció que estuvo genial—, dice. Es un día caliente y él está usando jeans sueltos y una brillante camiseta verde que está más o menos pegada a su cuerpo. Ha trabajado a sudar, rastrillando las hojas y empujando la carretilla y puedo ver que a pesar de que es bastante delgado, no está flaco.Recuerdo que me fijé antes en los antebrazos, que son abultados y marcados por el duro trabajo físico de la mano de obra. Pero ahora miro hacia arriba y veo el ancho de los hombros cómo son,bastante anchos con músculos. Me doy cuenta que estoy mirándolo fijamente y siento un rubor inundando mis mejillas. —Estas toda rosa—, comenta, sonriendo de nuevo. —Realmente estabas corriendo por ahí. —No te vi— le digo, muy contenta de que él haya malinterpretado mi rubor. —Yo sólo soy el hombreinvisible,en lo que a ti concierne, ¿no es cierto?— Dice, mirándome fijamente a los ojos. —Te salude con la mano antes, cuando estaba en la poda a lo largo del jardín de rosas, pero no creo que me hayas visto. Miro de nuevo a sus ojosbrillantes y de oro en el sol de la tarde. Nunca he visto un color así antes. Es fascinante. Él es fascinante.

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—Mi nombre esJase, por cierto— añade, se frotaba la mano en sus pantalones vaqueros y la lleva a mí. —Pequeño Jasón. Para mi abuelo, es el jardinero jefe aquí. El viejo Ted. — ¿Eres el nieto de Ted Barnes? Mis ojos se abren. Ted Barnes es arrugado, viejo y definitivamente blanco cien por ciento, con una cara cubierta de venas rotas por la jardinería y estar en todo tipo de clima, mi tía Gwen dice oscuramente, un hábito de beber para iniciar. Su nieto no podía parecerse menos a él,aun si lo intentara. Completamente sin ofenderse, Jasón Barnes sonríe. —No es que, nos parezcamos mucho, ¿verdad? Por suerte para mí. El abuelo no es una pintura al óleo, precisamente. Todavía tiene extendida la mano. La agarro, sintiendo que lo he hecho esperar demasiado tiempo y cuando lo toqué, no entendí el por qué, incluso era necesario que limpiara la mano. La palma de su mano es áspera, esta seca como un hueso, como la de los trabajos de jardinería y puedo sentir los callos duros de la base de los dedos. Sin pensarlo, los toco con la yema de mi dedo índice. Tira de la mano. Es el primer gesto o movimiento extraño que he visto de él. —No debería haberte dado la mano—, exclama, empujando su mano en los bolsillos. —Las mías están agrietadas. Lo siento, es toda la excavación en la tierra—. Creo que se ha ruborizado, aunque es más difícil darse cuenta en él, que en mí. —Tengo unos también, solté en forma rápida. —Mira. Tres meses han disminuido mis callos un poco, pero estos han sido acumulados por los años de formación y no se pierde ese tipo de cosas durante la noche. Levanto mis manos y le enseñó las palmas. —Dios, estás en lo cierto —dice con sorpresa. —Barras asimétricas y la cuerda de escalada—, explico. —Si los callos se hacen grandes tienes que usar piedra pómez, lo que realmente duele cuando se están aferrando a ti. Los callos profundizar en ti. —Yo tengo la mía propia—, Jase admite con una sonrisa.

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No puedo creer que estemos hablando sobre los callos. ¿Qué extraño es eso? Jase toma mis manos entre las suyas. Todo mi cuerpo burbujea al contacto, como si yo fuera radiactiva. Las dejo reposar en sus manos más grandes en sus palmas, que son de un pálido gris rosa enfiladas por el caramelo y son mucho, mucho más grandes que las mías. —Tienes las manos pequeñas—, dice. —Estoy sorprendido de que puedandetenerte cuando estás boca abajo o algo por el estilo. Yo me río y luego oigo el sonido que estoy haciendo. No es una risa. Es una risa femeninade lleno. Estoy riendo con un chico. Ahora es mi turno para tirar de mis manos lejos, aunque no tan rápido como lo hizo. Me quedo de pie y miro a Jase, con sus anchos hombros y los ojos brillantes de oro y me siento en un apuro, con un diluvio de emociones a través de mí. — ¿Estás bien?—, Pregunta con curiosidad. Trago saliva. —Sí, sólo tengo que volver. Tengo que hacer una revisión, hay una prueba mañana. —Oh, está bien entonces—.Jase se ve un poco decepcionadoy eso me hace sonreír un poco. — ¿Nos vemos por ahí? —Definitivamente. —Por lo menos sabes mi nombre, ¿eh? —Jase—, digo y mi voz sale temblorosa, para mi gran vergüenza. —Así es— dice, muy serio. —No se te va a olvidar, ahora. —No lo haré. Me doy la vuelta y empezar a caminar a través de la belleza de su césped, tomando un atajo a través de los terrenos a la cabaña del portero.

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— ¿Scarlett?— Jase llama después de mí. Me vuelvo y lo miro. — ¡Buena suerte con la prueba!—, Grita. Yo sólo puedo manejar unsaludo y luego no entro en otra carrera, porque no tengo ninguna prisa por volver con la tía de Gwen, sino porque hay tantos sentimientos en mí interior, que me da miedo, voy a explotar por todo el Great Lawn 9. 138 Después de unos minutos, me detengo un minuto en un banco y tomo una respiración profunda. Lo que necesito ahora, es un tiempo a solas, sola en mi habitación. Al final allí hablando con Jase, tuve una especie de sobrecarga, como le pasas a un ordenador justo antes de que estrelle, porque de repente, me encontré con los recuerdos de Dan.Dan estaba muy impresionado cuando me vio hacer gimnasia. Al igual que Jase. Y aunque las circunstancias eran diferentes, cuando lo había hecho en forma deliberada para lucirme frente a Dan y yo no sabía que Jase estaba allí, cuando yo me lancé a ese bounder-esto aún se sentía extraño, como un déjàvu. Mi cerebro brilló a la noche en la intemperie, en la terraza de Nadia y yo no podía tratar con él. Tuve que salir corriendo y obtener un poco de espacio, encontrar un lugar para estar sola, así que, pude ordenar a través de todas mis emociones, que están totalmente en guerra, unas con otrasfelices por la sorpresa de la nota, la emoción de hablar con Jase, la tristeza al pensar en Dan. Se siente todo como un borrón. Empiezo a correr hacia casa. Entre las plantas ornamentales del jardín, alrededor de la cobertura (que está en realidad muy bien recortada, me doy cuenta: es un buen trabajo el de Jase) y llego a nuestra puerta. Está abierta. ¿Estará la tía Gwendentro? pero hay un lado muy positivo de vivir con la tía Gwen: como Lady Severs, que quieren ver tan poco de mí como sea posible. Ella puede ser grande, pálida y tienen enormes ojos saltones como los de una rana, pero nunca se acerca a mí a menos que sea absolutamente necesario. Puedo ver casi su hombro, está en su oficina, como casi siempre 9

Gran jardín

esta, sentada en su escritorio, pero no da la vuelta cuando entro y mucho menos dice ¨hola¨, o me reconoce de cualquier manera. Eso está bien. Es simplemente la manera que me gusta. Durante años, la tía deGwen y yo hemos pretendido que básicamente, el otro no existe. Es un sistema que ha funcionado muy bien para las dos y ninguno de nosotros ve ninguna razón para meterse con él otro por ahora. Corro escaleras arriba a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí. Por un instante, cerré los ojos. Paz y tranquilidad, creo. Una oportunidad de ver de nuevo esa nota (que se metió profundamente en mi bolsillo de los jeans) y ver qué deducciones puedo sacar de ella. Una oportunidad de absorber el impacto del cumplidode Jase Barnes de nuevo y verlo correctamente. Una probabilidad de volver a sentir la increíble sensación de él, cuando tomó mis manos entre las suyas y dijo lo pequeñas que eran. El calor se precipita sobre mí,recordé cuando Dan me beso en la terraza de Nadia y mi corazón estaba latiendo tan fuerte, creo que en realidad se podía escuchar. Pero, de repente oigo un ruido estrellarse, lo que ciertamente no es el latido de mi corazón. Mis ojos se abren. Hecho un vistazo rápido en la habitación y me doy cuenta, de que no está como la dejé. Mi carpeta con todos los artículos sobre Dan, está en la cama, abierta. Los artículos se encuentran dispersos por toda la cama. Algunos han volado al suelo,no hay una brisa que entrarapor la ventana, que estoy segura de que no la deje de par en paresta mañana. . . . Corro a la ventana y miro hacia fuera. Ahí es donde el ruido venía. Alguien estaba en mi habitación. Y ahora me inclino más lejos y miro hacia abajo, bajando por la tubería del drenaje, lo cual está haciendo un traqueteo, ya que ha golpeado contra la pared por su peso. No es necesario identificar el mechón de pelo hirsuto directamente debajo de mí. Es Taylor. Taylor estaba en mi habitación, me espiaba. Cualquier deseo de un momento de paz y tranquilidad ha desaparecido en un instante. Saltee

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para arriba sobre el alféizar de la ventana, mira hacia mi objetivo, tome una respiración profunda y salte por la ventana.

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Capítulo 15

S

Traducido por Angie Leal Corregido por Dayanira 141

ER TARZAN

Sé que voy a alcanzar la rama. Cuando se ha pasado tanto tiempo como yo he estado colgando de una barra asimétrica a otra, no se está preocupado acerca de su objetivo. Lo que no sé y esa es la gran cuestión es si la rama soportara mi peso. Yo siempre solía trepar fuera por la ventana cuando era pequeña y bajo toque de queda, arrastrándome a lo largo de la gran rama del árbol de roble detrás de la casa de la tía Gwen. Yo podría hacer eso, pero por el momento me arrastro a lo largo de ella y paso de una rama a otra por el tronco del árbol, Taylor se ha ido. Así que tengo que improvisar. Hay una pequeña, rama flexible a un pie debajo de la grande, lo suficientemente estrecha como para que consiga un agarre en ella. Me lance hacia ella, apuntando lo más cerca del tronco que podía, porque sería más fuerte ahí y tan pronto como mis dedos se cerraron alrededor de la rama, deje que tomara todo mi peso por un segundo y después me tire hacia delante y balanceándome hacia atrás y bien alto y me lance de nuevo en un largo y poderoso movimiento que me envió volando a través del aire, los pies llegaron, los brazos se remontaron, haciéndome tan larga y aerodinámica cómo fue posible, de modo que caí en el espesor de metros de exuberante céspedy patiosmás allá del árbol. Es un aterrizaje tan suave como se puede haber esperado. Ni siquiera me tropiezo: golpee la grava corriendo. Taylor esta solo a unos metros enfrente de mí y cuando ella mira hacia atrás boquiabierta al verme tan cerca de ella, pierde un precioso segundo o dos boquiabierta de asombro por mí.

Tengo que darle a ella: ella se recupera rápidamente y ajusta su cabeza alrededor de nuevo, bombeando esas piernas súper fuertes, corriendo fuera de mi búsqueda. Pero tengo el viento en mis velas y tan importante, se estos terrenos tan bien que podría correr a través de ellos con los ojos vendados. Taylor ha estado muy poco en la escuela, por un par de semanas. Y rápidamente se hizo evidente que ella no tenía ni idea de a dónde ir, aparte de lejos de mí. Yo espero mi tiempo, al ritmo de Taylor y en el momento en que la veo dudar, salto. Ella solo rodeo la esquina de un seto y ahí está el jardín ornamental a su izquierda, otro seto se extiende en su derecha. Taylor no sabe qué camino será más rápido, en el momento que se tambalea, pude acelerar, acercándome hacia ella y cuando se da cuenta que está pasando brinco hacia ella, agarrando la parte de atrás de su camiseta, chocando con ella y obligándola a caer al suelo debajo de mí. Taylor cae muy bien. Ella se da la vuelta, metiendo la cabeza adentro y si no fuera porque me tenía sobre su espalda, habría sido capaz de rodar sobre su derecha y ponerse de pie con bastante facilidad. Pero he pensado en esto la envié a estrellarse contra la cerca y la he atrapado entre mí y la cara de ella llena de puntas de rama desagradables. Si ella no quería su cara arrancada, no lucharía. Y sus brazos, en ese tanque superior, descubrí: ella no quiere cortarse. La mantengo en una llave ahí mitad sentada en ella. Ambas estamos sudadas, pero estoy acostumbrada a manchar a las otras chicas en gimnasia y estar así de cerca de alguien más con un cuerpo sudado que no me asusto. Pongo mi peso sobre ella para evitar que se escape. — ¿Qué demonios estabas haciendo en mi cuarto?— pregunte, mi respiración viniendo en grandes jadeos. Taylor no está sin aliento como yo lo estoy, lo cual me parece bastante molesto. — ¿Cómo llegaste fuera tan rápido?— ella pregunta, su pecho subiendo y bajando, pero su voz sonaba solo curiosa. — ¿Saltaste por la ventana? — ¡Por supuesto que no! ¡Me hubiera roto ambos tobillos! —Entonces, — ¿Cómo hiciste eso? No pudiste haber trepado por la tubería, ¡Deberías estar millas detrás de mí!

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—Trepe por una rama Dios—, lo hice parecer como si fuera Tarzán. Los ojos de Taylor se ampliaron. — ¡Por Dios!, exclamo. — ¿Has hecho eso antes? —No. —Entonces, ¿Cómo supiste que mantendría tu peso? —No lo sabía —Wow— dice ella, sus ojos se abrieron aún más. Esto es ridículo. Acabo de atrapar a esta chica merodeando en mis cosas más privadas, la perseguí por mi ventana y la taclee en el suelo y ahora estoy realmente halagada, porque ella piensa que soy una especia de súper-heroína menor. —Puedes dejarme salir de debajo de este arbusto— Taylor trato de dar la vuelta a su cabeza lejos de las ramas de su cara.— No voy a huir. — ¿Cómo sé que no lo harás?— pregunte. Yo no podía vencerla en una pelea. De ninguna manera. Mire esos músculos de escaladora. Taylor es probablemente el doble de fuerte que yo. Mi única ventaja es que ahora ella está atrapada debajo de mi defensa. — ¿A dónde iré?— Taylor señalo. —Solo me atraparas de nuevo si corro. Tú conoces este lugar mejor que yo. Además, podrías entregarme con tu abuela. Me le quede mirando, pensando sobre eso. Puedo ver que Taylor esta en lo correcto. Con el tiempo no quiero ceder con demasiada facilidad y hacerla pensar que soy fácil de convencer, asiento con la cabeza de mala gana y libero mis manos de ella. Se mueve por debajo de mí y se sienta con las piernas cruzadas, limpiando hojas de su flequillo y de la cara sucia. Me doy cuenta que me he distraído de la cuestión principal aquí, que por supuesto es Taylor allanando mi casa. — ¡Cómo te atreves a irrumpir en mi habitación!—Le grito.

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—Lo siento, —dice ella simplemente. —No te ves arrepentida —Bueno, era una especie de diversión trepar por la tubería y entrar, Taylor admite—. Puedo ver completamente que podría ser divertido, pero no era el punto. — ¡Estabas viendo a través de mis cosas privadas! Eso está… mal — Estoy casi hirviendo de rabia ahora. 144 —Sí, eso estaba mal—, ella dice. Ella voltea directamente hacia mí. — ¿Le dirás a alguien? Oh, la odio. La odio. Porque ella ya sabe la respuesta de alguna manera, lo puedo ver en su cara. Y ella va directo al punto, ella no ha pasado por el ritual de pedir disculpas, explicar y preguntarme por perdón, me suplicaba que no se lo dijera, toda la amable ida y vuelta, me hace sentir que ella había hecho alguna penitencia por invadir mi privacidad. —Yo debo decirle a mi abuela de inmediato. El tono de mi voz es corto y agudo, justo como lady Wakefield. —Pero no lo harás—, Taylor dice lentamente, como si ella confirmara algo a ella misma. Fijo mis ojos en ella. —Estas empujando realmente a tu suerte—, presione. —Si lo que sea —dice Taylor sarcásticamente poniendo sus ojos en blanco. —Supongo que quieres oírme diciendo lo siento o algo así. No puedo creer lo perra que está siendo y lo inteligente. No se lo dije ahora y ella calcula que no voy a hacerlo esta vez. Pero ella es lo suficientemente valiente para tomar el riesgo de que se lo vaya a decir, por lo que ella aparentemente no parece que tenga miedo de ser expulsada. Me admiro la cualidad de ella si no fuera porque solo curioseaba a través de mis cosas. —No, yo quiero saber por qué estabas en mi habitación.

—No lo sé ¿vale? —Taylor dice.—Mira, yo no debería de haberlo hecho. De todos modos, no vi nada importante. Instintivamente, yo sé que está mintiendo. Pero por alguna razón también sé que no va a decirle a nadie lo que encontró. Porque si Taylor reconoce que no soy una soplona, puedo ver la misma cualidad en ella. Ambas luchamos nuestras propias batallas: no iremos corriendo con los maestros o alguien más para arreglar las cosas de nosotras. Las dos somos guerreras solitarias. Toma uno para conocer a otro. Me enderece sobre el césped y limpie la parte trasera de mis pantalones. Taylor, con sensatez, no siguió mi ejemplo, se quedó sentada allí, mirándome, esperando mi próximo movimiento. —Aléjate de mí de ahora en adelante—. La señale con el dedo y la mire con mi mejor cara para dar miedo. —si alguna vez te veo cerca de mis cosas de nuevo, lo lamentaras. Es una promesa. No espere a que dijera nada. Acabe de girar sobre mis talones me aleje por el césped. Todavía estoy enojada, pero es bueno haber tenido la última palabra. Reorientando mi atención a la nota, llego a la conclusión que a pesar de que Taylor es una vaca desagradable que irrumpió en mi habitación, ella no fue quien dejo el sobre en mi escritorio. Taylor solo tenía un minuto buscando mi habitación y la nota fue dejada para mí por lo menos una hora atrás, más o menos, probablemente cuando Taylor estaba ocupada trepando árboles. Por su estado sudado, ella parecía como si hubiera estado en ese bosque por un largo tiempo. Ella no tenía conocimiento de mi cercanía o de su actitud hostil en ese momento, la empatía para escribir una frase como: ¨No fue tu culpa¨ y lo más probable es que ella no tenía la oportunidad de dejar la nota. Así que definitivamente la puedo descartar.

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No es que eso ayude mucho. Una niña fuera, un par de cientos más para investigar. Necesito pensar muy cuidadosamente acerca de cómo encontrar a quien dejo esa nota Tengo que poner una trampa.

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Capítulo 16 Traducido por:Ctafoya Corregido por: Dayanira

C

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OMPLETAMENTE CUBIERTA DE TINTA

¡Oh, Dios mío! Miro hacia abajo en mi escritorio abierto. Es el día después de encontrar el sobre y me pasé toda la tarde de ayer pensando en un plan astuto. Así que aquí estoy, ejecutarlo. Maldita sea, ¡no lo puedo creer!Sharon Persaud (del asesino palo de hockey lavanda), que tiene el escritorio de al lado, vuelve a mirar. — ¿Qué pasa?, Pregunta. — ¡Hay tinta en todos mis libros! ¡No sé cómo sucedió eso! — ¿Está todo bien? — ¡No! ¡Dios, mira esto! — Recojo un sobre mojado de tinta y el bloc de notas por debajo de ella y lo sacudo alrededor. ¡Están completamente empapados!—Meena, que se sienta detrás de mí, se inclina hacia adelante. — ¿Cómo paso eso?, Pregunto. —No lo sé... Yo miraba a través de los contenidos del escritorio con mi otra mano. Estaba esta pluma en la parte de arriba, tiene que haberse filtrado en todas mis notas de latín y estas otras cosas. Dios, todo está arruinado. Yo voy a tener que tirar todo—.Meena estaba de pesca en su propio escritorio. Aquí—dice ella y me entregó un paquete de pañuelos desechables. —Y tú puedes tomar prestado mis notas de latín, Scarlett.

—Wow, ¿de verdad? Me volteo para mirarla totalmente. Su expresión es muy simpática. Meena no es muy atractiva. Ella tiene un saludable aspecto, delgada, de tez pálida, para una chica con descendencia India, lo que hace los círculos oscuros bajo sus ojos aún más evidentes, dándole un aspecto ligeramente mapaches. Pero su sonrisa ahora es muy amable. —Muchas gracias, —le digo. El cuaderno no contiene mis notas de latín, por supuesto: está en blanco. Pero no me importa un préstamo de las notas de Latín de Meena. Están obligados a ser mejores que las mías. — ¿Puedes leer cualquier cosa, Scarlett?, —pregunta Susan, otra chica de mi clase de latín. —No, —le digo sin remedio. —Está completamente cubierto de tinta. Y atravesó a lo que hay dentro. ¡Maldita pluma, no puedo creer que esto sucediera! —Sí, eso es muy mala suerte, intervino Lizzie, la niña asustada de la gimnasia con las nada-Wakefield Hall luces de su cabello. —Me paso a mí una vez en mi mochila. Mi iPod quedó en mal estado por completo. Tuve que tirarlo a la basura. Y era uno muy bonito, también. Había un coro de simpatía. Debo decir que las chicas en Wakefield Hall eran mucho mejor que las que están en San Tabby. Podrían tener cuidado de mí, porque mi abuela es la directora, pero en una verdadera crisis, todos ellas demostraron que son miembros de pleno de la raza humana. Si esto hubiera ocurrido en San Tabby, sólo mis inmediatas amigas se hubieran reunido alrededor con empatía. A nadie más le habría importado. A menos que le hubiera pasado a Plum, o uno de su círculo íntimo. En ese caso, hubieran jugado con todo el drama posible y una tonelada de aduladores se habrían desplazado alrededor de Plum todo el día, mientras que ella lanzaba su cabello alrededor y ponía mala cara y jugaba con la situación para tener la mayor cantidad de atención. — ¿Qué es todo este ruido? La señorita Newman grito desde la puerta. Todos saltamos. La voz de la señorita Newman es como un bombo, cortando toda la charla con profunda y aterradora autoridad. Abro la boca de explicar, pero para mi sorpresa, Meena hablo en primer lugar.

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—Por favor, señorita Newman, Scarlett tuvo una fuga de pluma en su escritorio—, dice. Las fenomenalmente cejas peludas de la señorita Newman se unieron con tanta fuerza, que en realidad se encontraron como una sola ceja que no se vería fuera de lugar en un luchador griego. —Muy descuidado el dejar sus plumas sueltas, Scarlett—, dijo. —Si hubieran estado en una caja de lápices, esto no hubiera ocurrido, ¿verdad?—Mis ojos se vuelven a pesar de mí misma. ¿En qué década se ha creído que estamos viviendo? ¿Quién tiene cajas de lápices aun? — ¡No me haga caras a mí, señorita!— la señorita Newman grito. — ¡Ahora vaya y lávese las manos! ¡Apenas tiene cinco minutos antes de la reunión de la mañana! —Aquí—, ofreció Susan. Ella saco una bolsa de plástico fuera de su escritorio, saco algunas cosas de ella y me la paso a lo largo de la fila. —Tu puedes poner las cosas con tinta allí, Scarlett, sugirió. —De esa manera no va a ir todo sobre lo demás. —Gracias, Susan—, digo con gratitud, tomando la bolsa. Susan se sonroja y agacha la cabeza. Ella es extraordinariamente bonita, pero no creo que ella lo sepa. Ella nunca usa nada de maquillaje, ni nada con su cabello rubio pálido que no sea una cola de caballo apretada. Ella en realidad me recuerda un poco a Luce, ahora la miro más de cerca. Susan, como Luce, tiene una calidad de niña pequeña que oculta una mente aguda. Ambas tienen una fragilidad que tiende a hacer que la gente -incluso los profesores que deberían saber mejor- subestime lo inteligentes que son. Dios, echo de menos a Luce y Alison, tanto que es como un dolor físico. Son estos destellos de memoria los que duelen más, los recuerdos de amigas que he perdido por mi propio mal comportamiento. Pero no puedo pensar en nada ahora, excepto el trabajo que tengo en manos.

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Tiro la bolsa con las cosas con tinta a la basura, salgo de la habitación y voy por el pasillo a los grandes azulejos para lavarme las manos. No quedan completamente limpias, sin embargo. Les dejo una buena cantidad de tinta en mis dedos, lo suficiente como para que pueda darles vista alrededor y pueda quejarme, en cada oportunidad posible, acerca de la pluma con fugas que arruinó un montón de cosas en mi escritorio. Con lo cuál será la parte A de la Operación Sobre Manchado de Tinta concluyó con éxito. Me checo en el espejo. Me las he arreglado para conseguir una pequeña mancha de tinta en la nariz, que es perfecto. Todo el mundo me preguntara sobre ella. Sé que suena trágico. Pero, créeme, si paso las próximas horas mostrando a todos la tinta que mancha mis manos y me quejo de ello, todo el mundo discutirá la miseria de las manchas de tinta de Scarlett. No porque sea interesante de cualquier manera o forma, sino porque no hay nada más de qué hablar en esta prisión de niñas menores de edad. Bueno, eso no es del todo cierto. Definitivamente hay algo caliente para hablar aquí y su nombre es Jase Barnes. Mmm. Me encuentro imaginando sus hombros anchos, recordando la forma en que tomó mis manos y una oleada de calor se eleva a través de mí y se instala en mi parte inferior del estómago y me pongo a sonreír como una loca. Antes de darme cuenta algo duro y frío golpeo mi frente. Y me doy cuenta que me fui tan loca con Jase Barnes que debí de inclinarme hacia delante en un sueño, sobre el lavabo, hasta que mi frente golpeó el espejo. Me tire hacia atrás, riendo un poco. Wow, estoy siendo una idiota: visualizar a Jase me vuelve completa y totalmente desplomada. Tengo que reponerme. Tengo que averiguar quién me dejó esa nota y lo que hay detrás y cómo Dan murió, antes de que yo pueda pensar acerca de Jase en cualquier forma de inclinado-hacia-adelante-para-ser-besada...

Oh Dios, Dan. Las risitas se disuelven inmediatamente. Me miro en el espejo y veo una cara culpable que me mira fijamente.

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¿Estoy obsesionada con resolver el misterio de cómo murió Dan, para que yo pueda seguir y besar a otro chico sin preocuparme de que él se desplome muerto a mis pies? ¿Estoy haciendo todo por mí? Pero no lo sé, o no debería ser. Se trata de Dan. Cómo murió. Y quién fue el responsable. Porque si alguien me dejó esa nota, significa que hay más de esto que lo que salió en la investigación. Al menos una persona sabe más de lo que están diciendo. Y yo no voy a dejar que las cosas descansen hasta que me entere de quiénes son y lo que realmente pasó esa noche en la terraza de Nadia. Pienso en la familia de Dan y lo molesto que debe ser. Recuerdo que sus padres estar en la investigación, pero yo estaba tan fuera de mi con mi propia miseria y confusión que yo no los recuerdo, no puedo imaginarlos, no tengo ninguna imagen de cómo se ven. Pero debe ser lo peor en el mundo que tu hijo muera y ni siquiera saber cómo sucedió. Y ahora mismo, parece como si yo fuera la única persona con alguna posibilidad de encontrar la respuesta a ese misterio. Porque quien fuera el responsable, ciertamente no lo va a decir.

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Capítulo 17 Traducido por Jesica Corregido por Dayanira 152

T

ODO SUCEDE POR UNA RAZÓN

La doble campana, las clases terminan por el día, sonando cuatro veces. Después de eso, el ala delsalón de clases permanece abierta hasta las seis y media, para la gente que tiene clases extras o que tiene la necesidad de hacer cosas en sus escritorios. Luego está cerrado hasta las ocho y quince del día siguiente. Así que la parte B, de la ¨Operación-manchado-de-tinta¨ está bien estructurada. Voy a hacer vigilancia (si es que es una palabra) de mi escritorio durante el almuerzo y de cuatro a seis y media de la noche. El resto del tiempo antes de que comiencen el cambio de las clases, voy a estar en el aula al acecho, cerca de mi escritorio en todo momento, asegurándome de que nadie deslice algo en él. Wakefield Hall es tan antiguo, que todavía tenemos los escritorios de madera antigua, de esos con tapas que se abren y pozos profundos en el interior de ellos, que almacenan la mayoría de nuestros libros y notas. Los estudiantes no se mueven de aula en aula, a menos que tengamos ciencias y la necesidad de ir al laboratorio, los profesores vienen a nosotros, lo que significa que estamos siempre sentado en la misma mesa, con todas las cosas que necesitamos directamente a nuestra disposición.

No se trata de un sistema terrible. Hay casilleros abajo para objetos de valor, en los vestuarios hay donde colgar los abrigos y otras cosas en el gimnasio, pero no tengo un armario.

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Yo, no necesito uno, para alguien que vive tan trágicamente cerca de la escuela como yo. Así que hace las cosas muy simples. Si la que dejó el sobre me quiere dejar un segundo mensaje, para asegurarse de que lo reciba, va a tener que dejarlo en mi escritorio, como lo hiso antes. La casa de la tía de Gwen, está lo suficientemente lejos, de las partes de los terrenos a los que las chicas se les permite ir, es demasiado arriesgado para alguien atravesar la puerta principal. Y claramente quien dejo la nota quiere estar absolutamente segura de que tengo el sobre. Por lo tanto, mi escritorio está vigilado durante el almuerzo y después de la escuela, porque esas son las únicas oportunidades que va a tener. Su envío la llevara directamente a mi trampa astuta. El único problema es, tengo que entrar en ella, también. Puse mis libros en mi escritorio, tomando mi tiempo en hacerlo. Cuando he terminado, el salón de clases,está prácticamente limpio. Una de las cosas buenas de mi escritorio es que esta contra la pared del fondo y que puedo permanecer en el hasta que todo el mundo ha salido de la habitación, asegurándome de que nadie puedadejar cualquier cosa a mis espaldas cuando medé la vuelta. Tengo que esperar, hasta que todos los demás han salido y sólo entonces puedo dejar el salón de clases. A diferencia de los demás, no me voy hacia las escaleras principales. En su lugar, me doy la vuelta y camino por el pasillo en la dirección que nadie quiere aprovechar a esta hora del día, a menos que tengas unadetención de los maestros. Esta área está estrictamente fuera de los límites, a menos que túseas llamado allí para ser llevado por la alfombra por algún profesor-a, o lo peor de todo, por mi abuela, cuyas habitaciones palaciegas se extienden en el primer piso del edificio. Para hacerse una idea del diseño Wakefield Hall, imaginala forma de una letra capital E. Cuando hayas imaginado la forma del edificio, agrega una base histórica que data del siglo XVI. Las aulas están en el ala izquierda, más el salón de actos-barra-teatro o sea usos múltiples, además del piso de los maestros y la de mi abuela, un gran conjunto de habitaciones, se encuentran en la parte principal a lo largo y la otra ala: bueno ahí es a donde voy.

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Debido a que los dos pisos superiores de la otra ala se abandonaron. Mi abuela lo llama ¨desocupados¨, abandonaron es lo que es. Ella quería hacer de esta ala, un piso grande para mis padres y para mí, cuando mi papá finalmente decidió regresar aquí desde Londres. Y entonces mis padres murieron y ese fue el final de ese plan. No me gusta pensar en eso, lo que mi vida hubiera sido si mis padres no hubieran muerto en ese accidente. Lo que no puede ser curado debe ser soportado, como diría mi abuela. Sin embargo, ella no está exactamente recuperada. Debido a que no ha tocado la parte del edificio desde entonces. Además, está totalmente cerrado. Dudo que incluso haya estado en ella. Corro por las escaleras que conducen a la planta superior del ala de los maestros. Sé que es muy poco probable que me encuentre con un maestro aquí y a esta hora del día, todosestán en la supervisión, o la enseñanza, después de lasclases especiales de la escuela. Efectivamente, no hay nadie alrededor. Me deslizo a lo largo del pasillo hasta llegar a la escalera paralela en el otro lado del edificio y la puerta que conduce a la externa. Tiene un candado, está cerrado. No puedo ir por ahí. Así que tengo que usar la ventana en la parte superior de la escalera, con vista a la escalera de incendios. El día de ayer la iba a registrar,pero no quería ir por la puerta de la escalera de incendios. Tiene un gran cartel de alarma en rojo. Así que me subo hasta el alféizar de la ventana, abro la ventana, uno de esos pasados de moda que tiene las bisagras que se abren como una puerta y subo a travésde la escalera de incendios. Empujo la ventana casi cerrando detrás de mí, lo suficiente como para que parezca que está completamente cerrada, pero abierta solo un poco, de manera que cuando vuelva pueda meter un dedo entre la ventana y el marco y con la facilidad de abrirlo para volver a entrar. Y entonces me siento en las escaleras de escape de incendios, que corren hasta el techo, suben y vuelven a caer por detrás de las almenas grandes de piedra (Wakefield Hall, a pesar de su nombre, tiene algunas características muy parecidas a los castillos). Fiu.

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Respiroy doy un gran suspiro de alivio. Subiendo por la ventana, estando a plena vista en la escalera de incendios, un lugar que esta total y absolutamente fuera de los límites de cualquier estudiante, incluso si ella es la nieta de la directora, esta es la parte más peligrosa de toda esta aventura. Ahora que estoy en el techo, escondida detrás de las almenas, nadie me puede ver. Aun así, no tengo tiempo para felicitarme. Tengo que concentrarme lo más rápidamente posible, en la entrega del sobre, el movimiento ya está iniciando en el aula del Sexto C. Si sólo tuviera un cómplice, esto sería mucho más fácil. Yo podría retenerla en el aula, lo que haría que toda persona que quisiera deslizar un sobre en mi escritorio, tendría que esperar hasta que ella se hubiera idoy que me diera el tiempo suficiente para llegar a mi punto de observación. Es mucho más difícil de planear y llevar a cabo todo esto por mi cuenta. Yo observo a través del techo de la claraboya, que deje ayer abierta y se abre un poco por la cuerda que está atada a su bisagra. Me levante, gruñendo por el esfuerzo,este vidrio y plomo pesan una tonelada y todavía bajar y tumbarse en el techo. Luego desenrollar la cuerda y soltarla hacia abajo en la habitación. Y despuéssentarme en el borde, con mis pies colgando en la habitación, tomar un buen agarre de la cuerda y girar en el espacio vacío. Cada vez que hago esto, creo que me voy a caer, que mis brazos no me sostienen. Me quedo allí por un largo momento, siento miedo, mis pies están escarbando para encontrar la cuerda, mi pierna derecha está tratando de conectar a su alrededor para traer a mi pie derecho en su posición por debajo de ella, para que con mi pie izquierdo pueda agarrar la cuerda y hacer un sándwich con mis pies para tomar algo de mi peso corporal. . . . Ay, me duelen las manos. . . . Mis brazos tienen dolor por la bajada y la tensión de sostenerme. . . . Mis pies se sienten completamente sin falta de coordinación. . . . Y entonces, ya lo tengo. Fiu. Ahora mis pies están en su lugar, es infinitamente más fácil. Yo me deslizo más abajo, mano sobre mano, los pies que tienen el peso suficiente para que no me queme la cuerda y salto ligeramente al suelo. Cruzo la

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habitación enorme y vacía a la ventana que mira hacia dentro del ala del aula. Y ahí está, frente a mí: la ventana de Sexto C, junto con mi escritorio. Tía Gwen usa su frase para volverme loca diciendo: ¨Todo sucede por una razón.¨. Dios, cómo odio esa expresión. La gente sólo la utiliza, cuando algo malo te ha sucedido y nunca te hace sentir mejor. Me di cuenta de que el único momento en que la tía Gwen no dijo:

Todo sucede por una razón, fue el día de la muerte de Dan. Aunque no logró entender esa piadosa expresión. Ahora, a regañadientes, esas mismas palabras están sonando en mi cabeza. Como la tía de Gwenobservalas aves tiene binoculares, que me traje ayer y los mantengo fijos en su parte delantera de mis ojos, centrada en mi escritorio junto a la ventana (una de las peores mesas de la sala, porque su propietario se encuentra atrapado en el extremo de una fila), me pregunto si tal vez todo sucede por una razón, ya que ahora puedo concentrarme totalmente en mi escritorio, que está a plena vista, el mejor lugar en la habitación para fines de vigilancia. . . Siempre existe la posibilidad de que alguien, se haya movido ya a el salón de clases y me sorprenda con que ya hay un sobre de repuesto en mi escritorio. Pero esperemos que no lo hayan hecho todavía. Espero que esté esperando, hasta que el aula se vacíe y este agradable y tranquila, con muchas menos posibilidades de que cualquier otra persona entre en el salón de clases y la vea levantar la tapa de mi escritorio y poner un sobre… Así que me acurruqué lo mejor que pueda en el alféizar de la ventana y me seguí viendo. Mis manos se acalambran con los binoculares. Mis pies se van a dormir. No importa lo mucho que cambie de posición, no puedo estar cómodo en esta ventana dura, fría y de piedra. Media hora pasa. Y todavía no hay nadie en el aula. Aburrida, me pongo a deslizar los prismáticos sobre otras ventanas y luego en los terrenos de la escuela, revise de nuevo en la ventana al lado de mi

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escritorio cada minuto más o menos sólo para asegurarme de que no me pierda nada.

Oh, wow. . . ¡Jase Barnes! Cuando estoy sentada en esa banca, me paso mucho el tiempo mirando por la ventana, tratando de detectar algo... Y ahora puedo cumplir mi deseo: Estoy buscándolo y él no lo sabe. Espiarlo se siente extraño, malo, pero emocionante al mismo tiempo. Él está caminando alrededor de la parte de la nueva ampliación, el ala grande y fea que mi abuela añadido en los años setenta. La casa de Ted Barnes está a la vuelta de allí fuera, detrás del edificio de la nueva construcción, así que tal vez ahí es de donde viene. Es la primera vez que he visto a Jase en la ropa de trabajo: pantalones vaqueros y una camisa de color azul brillante que le queda muy bien y mientras camina, sus pasos son largos y sueltos a través del edificio y por la puerta lateral de Wakefield Hall, se ve tan hermoso, que me olvido completamente de que se supone que debo estar viendo a mi salón de clases. Sólo cuando desaparece de mi vista me doy cuenta para lo que en realidad estoy aquí, para espiar.Y dirijo los binoculares de nuevo a la ventana del salón de clases de nuevo. Además, me doy cuenta de que mi boca está en realidad abierta. Incluso puedo estar babeando un poco. ¡Ooh, hay movimiento, ¡alguien en el salón de clases! Frenéticamente me centro en ella, con la esperanza en Dios, de que no me hubiera perdido nada mientras yo me comía con los ojos Jase. Es Lizzie. Ella es quien lleva el bolso de mano más terrible, es verde, gigante y dan ganas de vomitar, brillante con clavos de oro y borlas con hebillas y candados decorativos. Estoy seguro de que es lo último en ropa de diseñador, pero no por ello es menos feo. Lizzie se ve exactamente como un alumno de bajo grado en St. Tabby. Me recuerda a las chicas más abajo de la escala social, porque copiar servilmente todo lo que Plum-Nadia y Venetia usan, son clones sin personalidad o estilo propio.

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Lizzie vuelca el bolso horrible hacia abajo sobre el escritorio y lo mira fijamente por un momento. Oh, Dios mío: ¿Creo, que sí,es Lizzie? ¿Está a punto de tomar algo de su interior y sacar un reemplazo de nota para mí? Luego hace algo realmente inesperado. Se sienta detrás de su escritorio, pone los brazos enél, empujando la bolsa a distancia y deja caer la cabeza entre sus brazos. Por un momento no puedo entender lo que está sucediendo. A continuación me centro sobre su cuerpo y me doy cuenta de que sus hombros están subiendo y bajando. Ella está llorando. Tal vez ella sólo se dio cuenta de cuánto dinero se tiró en esa atrocidad de bolsa. Estoy bromeando para que la luz del hecho, de que en verdad, hay algo que me asusta en silencio, me acerque para ver a alguien llorar. Me siento como un voyeur, viendo a otra persona y a su dolor.Y no me gusta. Quiero quitar los binoculares, pero no puedo, debido a la mínima oportunidad de que podría ser Lizzie después de todo y tener un sollozo antes de que ella lo deje y me deje otra nota después de todo. . . . Suspiro. Mi atención se desliza por el llanto de Lizzie, a preguntarse en lugar de lo que Jase está haciendo en el edificio de Wakefield Hall principal. Presentando informes a mi abuela sobre la base de mantenimiento supongo, o algo igualmente aburrido. Pero mi imaginación se escapa de mí y me imagino a Jase tomando su tiempo a medida que camina a través de la escuela, en estado de alerta a ver si va a chocar conmigo y causando un gran revuelo furioso hormonal en cada chica que pasa. . . . Dios, estoy siendo una idiota, por pensar que Jase podría estar buscándome. Él podría tener su opción con cualquier chica de aquí y probablemente, coquetea con cualquiera que se cruce en su camino. Hay más movimiento en el aula. Regreso mi atención y cuando veo que acaban de entrar, detengo el aliento con fuerza. Es Taylor.

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Ella vela escena delante de ella y dice algo. La veo mover los labios. Lizzie levanta la cabeza y vuelve a mirar a Taylor. No puedo ver su cara, pero ella le dijo algo y parece ser algo divertido para empezar, ya que Taylor se echa a reír. Extraño. ¿Por qué Lizzie estaba llorando hace siguiente?

un minuto y hace bromas al

Entonces Lizzie empuja su silla hacia atrás y salta. Ella está haciendo un gesto con la cabeza como sacudiendo de ida y vuelta: parece como si estuviera gritando a Taylor. Taylor está ahora con el ceño fruncido, dándole algún tipo de respuesta, que apenas parece que susurra. Señalaa Taylor con la cabeza, todavía está tambaleando. . . Supongo que ella todavía está gritando. ¡Estoy tan frustradade no poder leer los labios! Pero incluso si pudiera, lo único que conseguiría seria uno de los lados del intercambio, porque todo lo que puedo ver es la parte de atrás de la cabeza de Lizzie. ¿Qué están discutiendo? ¿Qué pondría a la víctima-de-la-moda, Lizzie y la poderosa escala árboles Taylor, a discutir? Mi mente está llena de emoción y especulación, tanto que me salta cuando en realidad otra forma entra en los círculos gemelos de mis binoculares. Me tire hacia atrás rápidamente, para tratar de conseguir quien es este nuevo actor en la escena. Es Meena. Bostezo. Meena es el arquetipo de mujer de Wakefield Hall, una desaliñada cerebrito cuyo único objetivo parece ser el de pasar por los exámenes como sea posible. ¿Cómo le encantaría a mi abuela, una escuela llena de chicas como ella? Con su pelo lacio, cordones anchos, jersey grandes y esponjosos por igual,para que se expanda el…cerebro. Meena tiene los brazos colgados con torpeza a los lados y está ahí, buscando confundir en la lucha que ocurre en el aula.

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Sin embargo, Meena. . . ¿podría ser ella la que dejo la nota? Recuerdo lo agradable que fue conmigo, cuando saque el sobre manchado de tinta fuera de mi escritorio. Pensé que estaba siendo cuidadosa, pero tal vez estaba tratando de ver el sobre manchado que tenía en realidad, si su mensaje en el interior seguía siendo legible. Y Meena, se sienta detrás de mí, le sería muy fácil dejar una nota en mi escritorio. Pero: 161 ¿Por qué que Meena me dejaría un mensaje como ese? ¿Qué podría saber,la desaliñada Meena, de lo que sucedió en un la súper genial escuela de San Tabby? Meena vuelve a decir algo, mirando hacia atrás y hacia adelante entre Taylor y Lizzie.Lizzie mueve sus brazos alrededor otra vez. Taylor se encoge de hombros, con expresión aburrida. Lizzie se derrumba hacia abajo en su silla y hunde la cabeza en sus brazos una vez más. Me inclino más con los binoculares, tratando de una vez más enfocar bien, intentando mantener a las tres niñas a la vista. Justo en ese momento, la cabeza de Taylor se vuelve hacia las ventanas y por un segundo, creo que está mirándome directamente. A pesar de que sé, que ella no puede posiblemente verme. Estoy demasiado lejos,esto es impactante. Salto y los prismáticos caen momentáneamente de entre mis manos sudorosas de repente. Y luego Taylor se gira en sustalones y camina rápidamente fuera del aula. ¿Había ido para dejar la nota? Estaría tan frustrada de encontrar a Lizzie: ¿Qué dijo algo que hizo a Lizzie enojar? Y ¿por qué está saliendo sin decir una palabra? Meena acerca una silla para sentarse junto a Lizzie, pone su brazo alrededor de los hombros de Lizzie y le entrega unos pañuelos de papel para secar sus ojos. Lizzie levanta la cabeza, secándose la cara con el pañuelo. Ellas hablan por un tiempo, con las cabezas muy juntas. A continuación, se ponen de pie. Lizzie recoge su bolso verde asqueroso y caminan hacia la puerta. Lizzie va por delante.

Y luego Meena va a su escritorio. Abre la tapa y se cierra mi corazón. ¿Eso es? ¿Vino para dejar esa nota, está en su escritorio, está a punto de tomarla y ponerlo en la mía? Lizzie ha dejado el salón de clases por ahora. Meena está totalmente distraída por lo que ella sabe,está sola. Pero no hubo suerte. La tapa vuelve a bajar y todo lo que Meena tiene en sus manos es un par de libros, probablemente por lo que ella entró en el salón de clases al llegar. Va a salir. Eso es todo. Todo este drama para nada. No hay nota. No se trata de Meena. Mis hombros se hunden en la decepción. Entonces Lizzie de nuevo se mueve al interior. Su boca se mueve, la cabeza se volvió hacia la puerta, está diciendo algo a Meena supongo, porque sigue siendo invisible. Mi corazón está golpeando de pronto: ¿Sera verdad? ¿Podría ser Lizzie? Se está moviendo rápidamente por la habitación, yendo directamente a mi escritorio, no, no, no es, ella va hacia el de Meena, que se encuentra justo detrás del mío. Ella está recogiendo el paquete de pañuelos, que Meena dejó sobre su escritorio. Ella toma los pañuelos y los desliza en el bolso. No se trata de Lizzie. Y entonces se me corta la respiración. Debido a que Lizzie, al pasar por mi escritorio hacia la salida, deja los pañuelos escondidos y hace como que busca algo, si… está sacando algo de su bolso. Un sobre blanco. En un movimiento suave, por la grietade la tapa de mi mesa, lo abre con una mano y desliza en él, el sobre con la otra, no frena su paso. Es Lizzie. Se ha ido. Oh, Dios mío. ¡No puedo creer que realmente vi lo que pasó! ¡Mi plan funcionó!

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Me quedo mirando la habitación durante unos diez minutos más o menos. Es un esfuerzo aún para dejar de ver por los binoculares, estoy muy emocionada ahora. Pero yo espere y observe durante un tiempo, porque es así como es una buena súper-espía, es como lo hace. Además, estoy segura de que si intento trepar por la cuerda de nuevo hasta el techo, en mi avanzado estado de entusiasmo y con la efervescencia de ideas, sobre cómo hacer frente a Lizzie y obtener la verdad de ella, yo sería tan ruidosa que me deslizaría cayendo y merompería el tobillo y me encontrarían aquí, en una habitación cerrada con candado, desierta desde el exterior hasta que muera de hambre. En realidad debería comenzar a llevar mi teléfono conmigo en misiones de espionaje peligrosas. Por si acaso.

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Capítulo 18 Traducido por Mayte008 Corregido por Dayanira

U

NA CABEZA SIN CUERPO.

Positivamente pululaba junto a la seguridad de la cuerda, fácilmente manejable, incluso la parte más difícil, que era conseguir un buen agarre y control del pie lo suficiente para abrir la claraboya he impulsarme. La estructura de hierro cortó mis dedos cuando puse todo mi peso sobre mis manos. Esto habría sido mucho más fácil hace algunos años, cuando tenía aun cuerpo de niña. Pero todo había sido más fácil cuando yo tenía doce años. Yo volaba en las barras con tanta facilidad. Levantar el peso de mi cuerpo no era nada. Empujaba el momentáneo zumbido en mis oídos que me decía-estoy gorda, etc, etc. y trepaba hacia la azotea. En cuclillas me baje de la parte trasera de la claraboya, apoyándome ligeramente en la cuerda solo en caso de que necesitara colarme nuevamente por ahí. Y entonces corrí cruzando el techo, baje por mí misma la escalera de incendios y cogí mi camino por debajo de la ventana del piso superior, a toda prisa para encontrar a Lizzie y hacerle frente. Solo había un desperfecto en eso, porque cuando mi cabeza venía dando vuelta en la esquina de la ventana y exploraba para ver que no venía nadie por el pasillo y me congele con horror.

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Estaba mirando directamente a los ojos pequeños y brillantes de Miss Newman, quien estaba justamente saliendo de la esquina del corredor, en dirección a las escaleras. ¡Nooooooooo! Metí como pato mi cabeza hacia atrás de nuevo y me aplaste contra la pared, pidiendo a Dios que ella no me hubiera visto. No es como si hubiera sido el más largo silencio en la historia del mundo pero yo así lo sentí. Entonces, por encima del sonido de mi corazón tratando de librar su ruido a través de mi pecho y la pared se escuchaba bombear — ¡Oh, querido Dios del cielo! Se escuchaba tan profundo que parecía una ballena triste quejándose de lo miserable que era el mundo. No me atrevía a respirar. — ¿Maureen? ¿Qué pasa? Se escuchó otra voz. Igualmente reconocible. Era Madeimoselle Fournier, la profesora de francés. —Louise, la cosa más extraordinaria acaba de pasar. ¡Me pareció ver una cabeza sin cuerpo en la ventana! — ¡MonDieu! 10 Exclamo Madeimoselle Fournier. Tengo que decir que a pesar de mi pánico de ser descubierta, también estaba asustada al escuchar a los maestros llamarse por su nombre de pila, en algún nivel, los maestros también tienen vidas privadas y nombres como todos los demás. Pero yo realmente no quería pensar en eso. — ¿estaba flotando en el aire? —madeimoselle Fournier pregunto. ¿Cómo un fantasma?

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Dios Mío.

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—No, no —Miss Newman soltó, alzando la voz. —fue más como… fugaz. Como una visión repentina. — ¿Así que solo apareció por un momento? —sí, es cierto. Solo un momento. Madeimoselle Fournier, pienso que se aclaró la garganta. — ¿estás segura de eso? ¿Quizás fue un ave lo que viste? ¿O una paloma? Hubo una pausa. —no lo sé, Miss Newman confeso. —yo podría haber jurado que fue una cabeza… pero quizás… — ¿Maureen? —Dijo Madeimoselle, — ¿te sientes bien? ¿Tal vez tengas dolor de cabeza? —No realmente, —Miss Newman suspiro. —pero presiento que está por llegar uno… — ¿quizás estés bajo mucho stress? —no realmente. Pero ahora me siento muy estresada por cierto. —bueno, ¡naturalmente…es muy estresante ver cabezas aparecer! ¡Muy estresante! Quizás deberías mencionárselo a la enfermera de la escuela Maureen. — ¡quizás fue una de las chicas! ¡Divirtiéndose alrededor! Miss Newman soltó, claro que esto no era una locura, nada de locos ni estaba a dos pasos de una camisa de fuerza y una celda acolchada. Escuche pasos firmes en el piso de piedra y flipe. Alguien venia directamente a la ventana. Me encogí en la ventana de incendios, sin atreverme a hacer nada ni salir corriendo hasta el techo. Abrían escuchado las pisadas en la escalera de hierro. Estaba atrapada. Estaba en tantos problemas que mi cabeza no podía incluso conseguir darle vuelta a la cantidad de problemas en los que me encontraba y entonces escuche una tercera voz. Era inconfundible, también, tenía un acento.

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Uno estadounidense. — ¡Miss Newman! ¡Acabo de ver esta ardilla gigante!

Pude escuchar a Miss Newman dándose la vuelta. Nada en este mundo, ni siquiera una cabeza sin cuerpo misteriosa, le impediría que ella le hundiera los dientes a una chica que estaba rompiendo las reglas.

— ¡Taylor McGovern! —dijo ella. — ¡estas completamente fuera de los limites! —Lo sé, Miss Newman. Y lo siento mucho. Me volví completamente en busca de la escalera de atrás y ahora estoy totalmente perdida. — ¡Pero ahora por la ventana, vi esa, ardilla gigante corriendo por la escalera de incendios! ¡De verdad me asusto! ¡Yo no sabía que existían ardillas gigantes en Inglaterra! Taylor adopto una voz estereotipada de la chica de pueblo. Haciendo sonar su voz sin cerebro, como si una chica realmente se pudiera perder en el ala de los maestros. Buena actuación, si Miss Newman no se manchaba… — ¡una ardilla! —Exclamo Miss Maureen, — ¡Era una ardilla lo que tú viste! — ¿una ardilla? —mis Newman dijo, escéptica. —déjame echar un vistazo para asegurarme de que se fue. Oh no. Pude escucharla cerca de la ventana de nuevo. — ¡ya no estará por aquí! Grito Madeimoselle, sus zapatos de tacón hicieron clic en el suelo detrás de la señorita Newman. — ¡mirar por la ventana si no es la radilla hará que el ave se suba sobre ti! — ¡solo quiero echar un vistazo afuera!

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Miss Newman insistía y ella estaba tan cerca ahora que sonaba justo a mi lado, en cualquier momento ella me vería cuando se asomara por la ventana. — ¡oh, mi Dios, está aquí! Taylor las llamo, sonando como si ella estuviera más lejos. — ¡está corriendo por las escaleras de incendios ustedes pueden verla por la ventana del pasillo! ¡Wow, es como un gran perro! ¡Un perro muy grande! Okay, Taylor, te creo, pero no te excedas… Hubo un clic clac de tacones corriendo, seguramente eran las profesoras a su vez de corriendo por el pasillo hasta donde Taylor estaba de pie. —Acaba de saltar a ese árbol, —dijo Taylor, — ¿pueden verla? —creo que la veo, Madeimoselle declaro. —pero Maureen, ¿te das cuenta de lo que viste ahora es una ardilla? La chica, ella la vio también y ella no sabía de las ardillas europeas, no viste otra cosa. Hubo una larga pausa, cuando Miss Newman, frunció el ceño con tristeza. —vamos abajo, tenemos que ir a la enfermería, te darán algo para que te tranquilices y te sientas mejor. Tú, Taylor, o ¿cómo te llames? Síguenos, por favor. Te mostraremos el camino de regreso a la escalera principal. Las voces se alejaron de nuevo y me di cuenta de que todas se iban por las escaleras. Mis piernas estaban todas tambaleantes. De hecho las sentí colapsar debajo de mí. Me hundí hasta las rodillas, dejándome caer y con la cabeza hacia abajo para que la sangre fluyera de nuevo hacia ella. Debí haber estado ahí por lo menos unos cinco minutos, para poder calmarme. Me podría haber caído bien cualquiera que haya sido lo que le dio la enfermera a Miss Newman. Y luego tendría pensamientos hermosos inundándome, yo arriba de un pastel. Ahora cada vez que miss Newman, diera en mi clase, todo lo que necesitaba hacer para animarme seria recordarla desesperadamente

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intentando demostrar a la miss Fournier que no se estaba volviendo loca, mientras ella la arrastraba a la enfermería y la llenaban de tranquilizantes. Suspire de felicidad. Este se estaba convirtiendo en un día realmente bueno. Pero había otro misterio que resolver ahora: ¿Cómo diablos se las arreglo Taylor a su vez para llenar a tiempo y salvarme el trasero?

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Capítulo 19 Traducido y corregido por Mayte008

E

L CENTRO DEL LABERINTO.

Taylor me esperaba tan pronto cuando yo pase el lugar legalmente permitido los estudiantes estaba al principio de las escaleras del ala central de estudiantes. Estaba sentada en el gran poste de piedra del pilar, balanceando sus piernas, se veía como si pudiera esperar todo el día si lo necesitaba. Ella no decía nada, así que di el primer paso. —Gracias, —le dije. —te debo una. —Sip, estás segura—, Taylor dijo con confianza.Wow, ella es directa. — ¿porque estas aun aquí?— pregunte con curiosidad. Taylor se inclinó hacia mí, lanzando una rápida mirada alrededor para asegurase de que nadie nos pudiera escuchar. —Bueno—, comenzó diciendo, —volví al salón de clases para recoger algo de mi escritorio y Lizzie estaba ahí compadeciéndose como una niña. —oh, sí—, ¿que fue eso?Ella sonrió.

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—te va a encantar esto. Ella le tenía miedo al trampolín en la clase de gimnasia. Pero aún le tenía más miedo a Miss Carter, así que no le pregunto si la podría perdonar de hacer eso. — ¿Una total cobarde cierto? — ¿que fue todo eso?— yo no podía dejar de reír, tampoco. — ¿todo ese festejo era por la clase de gimnasia? ¿Puede ser verdad? Me pregunte. Lizzie estaba realmente llorando por saltar en un trampolín, o ¿eran lágrimas por la segunda nota que dejo para mí? Debo preguntar esto más tarde, cuando este sola. No tenía ninguna intención de confiar en todo lo que Taylor decía, aunque ella me hubiera salvado del desastre inminente. —uh-huh. —Así que ella me dijo y me eché a reír, lo que realmente la liquido.Eso hizo a Lizzie realmente enojar. Recuerdo que ella me saltaba y me gritaba. —y luego Meena fue a ver que estaba pasando y cuando Lizzie le dijo a Meena no paraba de reírse de ella—,Taylor continuo, —bla, bla, bla, lloro más, con el corazón sangrando en todas partes y entonces vi un destello de luz en la ventana. Me di cuenta en seguida de lo que era el reflejo del sol en binoculares. Además, tenías que venir del ala opuesta del edificio. Así que supuse que eras tú. Quiero decir, tú eras la única persona rondando por aquí quien estaba involucrada en algún misterio. Y yo que pensé que había algo incompleto sobre ese truco hoy en día aunque no podía entender lo que era. Estaba sorprendida en silencio. Taylor estaba realmente, realmente en lo correcto. —E incluso, si no hubieras sido tú, —ella continuo diciendo —yo quería saber que estaba ocurriendo con los binoculares y todas las cosas. Así que me cole en el ala de los maestros para estar más cerca de lo que estaba pasando. Y entonces escuche gritar a Miss Newman sobre una cabeza y yo sabía que ella te debería de haber visto de alguna manera. Me imagine que ibas a necesitar alguna ayuda. No estaba segura de lo que estaba pasando, pero pensé que sería buena distracción hacer una historia sobre una ardilla gigante. Podría comprarte tiempo para escapar, o algo así. Ella se veía un poco avergonzada, lo que no era poca cosa para Taylor.

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—Después de que tú no dijiste nada, acerca de subir a tu habitación, pensé que te debía algo. —Me salvaste por completo—, admití.Ella sonrió. —De nada—.La mire fijamente. — ¿porque eres tan buena con todo esto?— le pregunte.Ella en realidad se sonrojo. ¿Taylor? ¿Ruborizada? No lo creo. —Quiero ser investigador privado cuando deje la escuela—, dijo. —yo practico mucho—.No pude evitarlo pero estaba impresionada. —bueno, yo diría que es probablemente tu carrera ideal —Tú puedes ser mi primer cliente—, Taylor dijo excitadamente. — ¡yo podría ayudarte a investigar! Se algo de lo que está pasando. Es todo acerca de ese niño que murió, ¿cierto? ¿Dan? Okay, yo leí todos los reportajes de la prensa, admitió, pero tú ya lo sabias, ¿no es cierto? Vamos, Scarlett, por favor. Me estoy volviendo loca de aburrimiento aquí. Este lugar apesta. No es, como, si fuera un juego, pero está sucediendo más, trabajo, trabajo, trabajo y totalmente apestan, las clases de educación física. Estoy aburrida y demente. Nos miramos una a la otra por un largo tiempo en silencio. —Todavía estoy muy molesta porque irrumpiste en mi habitación y leíste mis cosas privadas—, le dije. Sus ojos se abrieron en señal de protesta. — ¡acabo de ayudarte en esto!— exclamo. ¡Para salvarte! Vamos, ¡sabes que lo hice! —No puedes hacer negocios en tu propia cabeza —,le dije, —como, lo hice por ti, así que ahora que lo hice otra cosa te molesto. Es mi decisión ya que tú la hiciste tuya, pero no lo es. Esto se veía un poco complicado, así que estaba muy sorprendida cuando Taylor movió su cabeza y se ruborizo, una vez más. —Sí, mi papa me dijo que yo hacía eso—, ella admitió.

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—él se puso realmente enojado conmigo. Lo siento. Por primera vez ella se veía genuinamente contrariada. Me las arregle para apretar el botón correcto. —Es muy solo aquí, cuando no encajas—, Taylor agrego. Ella veía con indiferencia y sus palabras eran una generalización, pero se lo que costaba a alguien muy macha y autosuficiente, Taylor parecía eso desde que ingreso. Lo sé porque sería tan difícil para mí admitir, ni siquiera indirectamente, lo sola que me sentía aquí en Wakefield Hall, rodeada en una escuela llena de intelectuales y genios cuya gran idea de sábado por la noche era hacer chocolate caliente y sentarse a traducir sonetos de Shakespeare en América. (Lo digo en serio. Eso es lo que Meena y Susan hacen el fin de semana) Me pesaban muchas cosas en la cabeza. En el lado positivo, Taylor parece increíblemente buena en cualquier cosa relacionada con el espionaje: ella entro en mi habitación y se fue directo a la mayoría de los secretos importantes de había que encontrar, por no hablar de que ella era capaz de reconocer el flash de los prismáticos y entrar al ala de los profesores a tiempo para confeccionar todo un plan para salvar mi trasero. Lo que la hacía un aliado muy bueno. Pros: bueno, se puso furiosa cuando la cogí en mi habitación, hurgando mis cosas. Pero lo compenso con haberme salvado ahora, lo decidí. Sin ella habría sido tostada. Y estoy tan sola aquí, particularmente si tú tienes un gran misterio que resolver todo por ti misma. —Okay—, dije con cautela. —pero no aquí. Vamos a mi lugar y te informaré sobre un par de cosas. Observe luces intensas y emocionadas en la cara de Taylor y ella grito y golpeo el aire. Pero entonces, se dio cuenta de la debilidad que ella mostro y consiguió ponerse bajo control, volviendo a su usual tono siempre frio, demasiado frio, para mostrar- emoción- a una persona.

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Sonrió. Taylor es la chica más macho que yo haya conocido en mi vida. Si puedo confiar en ella-y eso es un gran si-ella será el aliado más increíble. Y tal vez no tenga una mejor opinión en el asunto. Una chica que puede trepar por las tuberías del desagüe y reconocer el brillo de unos binoculares cuando les da el sol, puede construir una historia para salvar a alguien que es capturado, así, como así: hace que me sienta más segura con Taylor a mi lado que en contra mío. — ¿Así que realidad es Versace? —le dije con los ojos muy abiertos, cuando Lizzie y yo pasamos a la cafetería y la terraza principal. En realidad, mis ojos se ampliaron porque estaba muy aburrida, de tener que exagerar.Lo que hacía que forzara a los músculos a permanecer abiertos, pero Lizzie no percibía nada anormal en mi expresión. Ella no es el cerebro de la gran Bretaña, como para llegar a darse cuenta. — ¡sí!— Lizzie daba palmadas a su bolso de mano triunfantemente. —Fue una suerte encontrar el último y Lindsay Lohan llevaba uno igual, pero en color chocolate, en la portada de Heat hace dos semanas—. Ella se detuvo para reflexionar. — ¡bueno, en realidad, su guardaespaldas lo llevaba, porque ella estaba celebrando con un café y un paquete de cigarrillos, por lo que se lo había dado a él para celebrar, o algo así, pero de cualquier manera, ella tiene uno igual! —eso es muy Cool, le digo. La frase anterior me llevo a través de la conversación. Desde el día que yo vi a Lizzie deslizándome una nota en mi escritorio y perdí tiempo en llegar hasta ella: me asegure de estar justo detrás de ella en la cola de la cafetería para almorzar. Entonces, con astucia le dije sobre la esperanza de que hubiera ensalada hoy, porque yo tenía una gran dieta y Lizzie respondió de inmediato con el comentario de si ellos servían lasaña una vez más ella estaría completamente perdida, porque sinceramente a veces pensaba en subir de peso con solo mirar una bandeja de lasaña, la cual era repugnante a cualquier nivel-trigo-queso-carne roja, ¡honestamente-algunas veces ella pensaba que la escuela estaba tratando de engordar cerdos! Y luego Lizzie comenzó a hacer un comentario sobre cada elección de alimentos de las personas adelante de nosotros con un resumen diciendo

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calorías, grasa y alto contenido de azúcar y encontramos una mesa y nos sentamos y Lizzie nunca dejó de hablar una vez, excepto para tomar aliento. Después de que estuve básicamente de acuerdo con cada cosa que decía, lo cual parecía estar funcionando perfectamente. Caray, ella sí que podía hablar. Estaba empezando a pensar que Lizzie estaba tan sola como yo, aunque por una razón muy diferente. Ella era un pez completamente fuera del agua aquí, con su elaborada bolsa, su cabello perfecto y el brillo de labios que obstinadamente se aplicaba cada media hora en imitación de sus heroínas, a pesar de que nadie tenía la menor apreciación de si los labios estaban hidratados y con aroma de fresa. Sus principales temas de conversación eran dietas y moda. Era una vergüenza para Lizzie no tener un nivel A en Accesorios de Celebridades, porque ella tenía hasta las uñas excelentes sin necesidad de revisión o un examen. En la hora que pase con ella, dio una descripción detallada de las últimas tendencias de zapatos Prada, cinturones Stella Mc McCartney y broches Marc Jacobs. No podía recordar los detalles, porque había estado fuera de sintonía tanto tiempo como fuera posible, solo sonreía y asentía con la cabeza y murmuraba ¨eso es muy Cool¨ y a intervalos regulares. Gucci, Pucci y Fiorucci se habían fundido en una sola moda,-obsesionada con una rima borrosa de las marcas. Estaba tan entusiasmada viéndome bien y de moda con la chica de al lado, pero Lizzie estaba hasta el cuello en arenas movedizas de la tradición y celebridad que rápidamente se hundía. Podía sentir mi cerebro fusionándose en una masa gris al escuchar el flujo de su conciencia. Por lo menos ahora estábamos caminando. Después de terminar un almuerzo insignificante (había ensalada, que fue todo lo que tomo Lizzie y seguí el ejemplo yo misma y ahora tenía tanta hambre que sentía como si mi estómago me comiera) salimos al exterior.

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Yo estaba cruzando mis dedos, en ese momento, para que no encontrar cualquier cosa sospechosa en el hecho de que la chica a quien le deslizo una nota en su escritorio de forma anónima decidiera salir de repente con ella. El día de hoy. Pero me daba cuenta de que Lizzie no tenía a nadie absolutamente para hablar aquí de las cosas que realmente importaban a ella, las estrellas del pop adolescentes-celebridades del pop con el ultimo bolso Luis Buitrón- y ella estaba desesperada por conversar con alguien de ideas afines para llevarla a donde quiera. No sabía lo que ella había estado haciendo hasta ahora. Probablemente hablaba con los arboles acerca de zapatos de tacón de aguja de Stella McCartney. Lizzie estaba tan ocupada que no se daba cuenta de la dirección en la que sutilmente la llevaba. Pasamos junto a las niñas que jugaban pelota aplaudiendo y también estaban en la cama elástica francesa alrededor de unos sauces, llegamos a la apertura del laberinto. —Así que llame a los jefes de ellos— ella balbuceaba. —Uno en New Bond Street y le pregunte cuanto tiempo estaría en la lista de espera y me dijeron que cinco meses.¿Puedes creerlo? ¡Cinco meses! Y yo le dije, ¡pero estará completamente terminado para entonces! Es decir, ¡Lindsay Lohan la tiene ahora mismo! —bueno su guarda espaldas—, murmuro, incapaz de resistirse. — ¿lo siento?— Lizzie dijo, dirigiéndose a mí. — ¡Um, si! —dije. — ¿quiero decir esperar cinco meses por un bolso de mano? — ¡bueno, exactamente!— Lizzie agrego. —Así que le dije, ¿es de un color diferente? Por qué no podía tener el mismo exactamente que Lindsay. Quiero decir no se trata de copiar ni nada—. Por suerte, ella no esperaba que respondiera a una mentira descarada. Justo entonces se dio cuenta de la dirección en que habíamos estado caminando.

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— ¿vamos hacia el laberinto?— Lizzie pregunto nerviosamente. Acabábamos de llegar justo a la entrada. Es ahora o nunca. Si podía hacerla entrar, lo habíamos hecho. Tome una respiración profunda y mi voz sonó causal, como la luz y la brisa, lo más posible que pude. —Sí, generalmente me siento en medio después del lunch—, dije — ¿En medio? Sabes ¿cómo llegar a la mitad? 177 —oh sí, es muy fácil Lizzie se me quedo mirando. Sus ojos eran muy pequeños, pero con lápiz y sombras en sus ojos, haciéndolos ver mucho más grandes realmente de lo que eran. Si ella estuviera en St. Tabby, ella no se pondría mucho más maquillaje, pero Wakefield Hall es muy estricto-no se permitía usar maquillaje hasta que tenías quince años y Lizzie estaba envuelta en una gran cantidad de delineador de ojos. Incluso con el maquillaje, sin embargo, los ojos de Lizzie eran muy pequeños en ese momento, los entrecerraba en confusión. Cuando ella los abrió un poco y dijo, su frente con el ceño fruncido claramente, — ¡oh sí! me olvide de que tú vives aquí, más o menos. Quiero decir es como tu casa—. Asentí con la cabeza. —hay un truco para llegar al laberinto súper rápido—le dije —como un atajo. En este caso, te lo mostrare. Pase hacia adelante, a través de la entrada. El laberinto del hall de Wakefield, no era el más antiguo de Inglaterra (el más antiguo es en Hampton Court) o el más grande (que está en Longleat y creo de hecho que está hecho con dieciséis mil árboles de tejo, es el más enorme) pero fue plantado hace más de ciento cincuenta años y los tejos son muy antiguos, llenos de fuerza y entrelazados por lo que han crecido tan juntos que forman un muro grueso y fuerte como si fueran de piedra. La mayoría de las niñas, lo se tienen miedo a entrar en el laberinto: la cubierta es tan densa que no entra gran cantidad de luz solar, sobre todo por la sombra de los robles que lo rodean. Las niñas se atreven a dar unos

pasos dentro por unos cinco minutos y por lo general salen temblando de miedo. Pero para mí, es solo otra parte de mi casa. Recuerdo que mi papa me llevaba en los hombros cuando era muy pequeña. Son tan altos los setos que incuso sentado en los hombros de mi papa, no podría ver por encima de los setos. Siempre me sentí segura cuando estaba con mi papa. Si a pesar que no me acuerdo mucho de él o de mi madre. Ellos murieron cuando tenía cinco años y los recuerdos de ellos eran borrosos como fotografías antiguas, decoloradas, donde la oscuridad se movía lentamente a los lados oscuros de la imagen. Pero sé que siempre me sentía segura cuando estaba cerca de él. Mi papa me enseño el acceso directo el verano antes de morir. Él estaba preocupado porque yo vagaba sola y tenía miedo que me perdiera en el interior por eso me enseño un acceso directo y fácil de recordar: me hiso repetirlo hasta que lo memorice completamente. Derecha, izquierda, derecha, izquierda a través de un callejón sin salida y a la derecha otra vez. El callejón sin salida es una especie de apertura oculta, que solo se puede encontrar si tú sabes que está aquí, te juro que es una sólida salida en forma de saco cubierta a la derecha y entonces ves una estrecha abertura a la derecha, el espacio justo para que alguien lo atraviese. Ted Barnes sabe acerca de él, porque él hace su trabajo en el laberinto y no deja que nadie más lo haga. Y entonces pienso en Jase Barnes, increíblemente guapo Jase Barnes, con sus ojos dorados y su piel de caramelo y se preguntan si, ahora Ted está envejeciendo, él es quien permite que Jase pode los setos de laberinto y luego un relámpago de imaginación veo a Jase caminando a mi lado, en lugar de Lizzie quien diligentemente me sigue cargando su bolso de celebridad y el pensamiento envía mariposas a mi estómago que en realidad aunque suene bonito y romántico en realidad es bastante inquietante y me dan mareos. Jase Barnes. Besar a Jase Barnes, al igual que bese a Dan, sintiendo las manos de Jase Barnes en mí. Jase Barnes, tan alto y guapo, con sus hombros anchos…

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Me estremezco y empujo la idea de Jase firmemente de mí. No puedo ni siquiera pensar en el ahora. Sin embargo, esta búsqueda, esta necesidad de averiguar porque Lizzie me dejo esta nota, es todo sobre Jase Barnes, de una manera, no es solo acerca de lo que realmente mato a Dan, se trata también de si alguna vez será capaz de confiar en mi misma lo suficiente como para besar a un chico más. —esta tan oscuro aquí Lizzie dijo con voz quejumbrosa. Estoy pisando a través del laberinto tan rápido casi trotando para que ella no se lo aprenda. Ella es como un labrador, me he dado cuenta, estúpida y confiada, dispuesta a saltar y lamer a todo el que está bien con ella. Me pregunto cómo ha llegado a ser de esta manera. Y luego pienso en lo que me pasó a mí dejando de tener confianza. Lizzie es como un niño que a nadie le es completamente desagradable. Ella trota despreocupadamente, como si el mundo fuera de dulce, como un niño en el comienzo de un cuento de hadas antes de conocer a los monstruos y las hadas del mal y que tienen que luchar por su vida. Yo estoy muy celosa de Lizzie. — ¿es realmente un atajo? — ella gimoteo.

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Por supuesto que no lo es. Nunca le mostraría a Lizzie el acceso directo. Es un secreto de familia. — ¡es por allí! —dije brillante. Y esa es la verdad. En pocos giros más y unas vueltas, salimos hacia el centro del laberinto y Lizzie jadeaba con asombro y agradecimiento. Era realmente bonito aquí. Los robles estaban ajustados de modo que en los días soleados había luz que se colaba hacia el centro del laberinto, sin ramas colgantes, sobre las sombras de las estatuas de mármol con una banca en su base esculpida, una estatua de mi tátara-tátara-tátara-abuelo (creo, yo confundo a todos mis ancestros) había encargado especialmente para este lugar. Luego se plantaron todos los arboles de tejo alrededor de ella, por lo que crecerían para formar el laberinto y ocultar la estatua. Los robles necesitaban recortarse, me di cuenta: Estaba un poco oscuro aquí, y un poco crecidos. Por eso era perfecto para mi propósito en la actualidad. Te podrías ocultar mucho mejor en las sombras. Me acerque a la banca y me senté, le sonreí a Lizzie — ¿no es adorable? —dije con el mismo tono falso y brillante en mi voz. Y acaricie un lugar junto a mí en la banca. Pero en lugar de seguirme y sentarse obedientemente como un buen labrador, Lizzie se encontró vacilante en la entrada. — ¡es muy oscuro!— se quejó. — ¡y se siente húmedo! No me gusta la humedad. —No hay humedad, —dije con mal humor, ¨esta solo un poco crecido.¨ —bueno, no me gusta—. Ella actuaba como si tuviera seis años en lugar de dieciséis. —es escalofriante. ¿Podemos irnos ahora?—Soné convincentemente para decirle. —vamos… empecé pero solo fue lo único que conseguí decir. Lizzie volvió a mirar a sus espaldas, por donde acabamos de pasar para entrar al centro del laberinto.

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Y entonces una figura salió de la nada como un tacle de rugby tirándola en el suelo a ella. Ellas cayeron en un lio enredadas y dieron vueltas hasta que se detuvieron a mis pies. — ¡Taylor! le grite. — ¿qué diablos crees que estás haciendo? —pensé que iba a tratar de escapar, dijo Taylor de mal humor. 181 — ¡Por supuesto que no iba a escapar! prácticamente le grite. —ella está en medio de un laberinto y a ¿dónde iría? —Parecía que iba a soltarse a correr por ahí—, Taylor murmuro con incredulidad. Sin duda, Taylor sabía bastante bien del carácter de Lizzie, comprendió que era demasiado miedosa para contemplar seriamente la posibilidad de correr por el laberinto por su cuenta. —Mírala un tacle de rugby enfrente y un poco de rodar por la hierba y está hecha sollozos de impotencia. — ¿Lizzie? ¿Puedes sentarte? Te voy a dar una mano. Lizzie se veía con lágrimas en los ojos y tomo mi mano tendida. Le tire hacia arriba y las dos nos sentamos en el banquillo, como había previsto antes de que Taylor llegara como una ninja sobre ella. —Lo siento por lo de Taylor—, le dije mirando a la chica en cuestión. ―ella se pone nerviosa a veces. — ¡me duele!— se lamentó Lizzie. —sí, ella no conoce su propia fuerza. — ¡hey, deja de hablar de mi como si yo fuera tu gorila manso! —Taylor soltó. — ¡bueno, no lo pensaría si no hubieras tirado a la gente como si estuvieras muerta de hambre y ella estuviera entre tú y la última banana del árbol! —le regrese. Lizzie se veía aterrorizada, cuanto ella podía.

— ¡ustedes dos realmente me asustan!— gimió. —Bueno—, le dije, —todo lo que tienes que hacer es decirnos lo que queremos saber y estarás fuera de aquí. ¿De acuerdo?—La expresión de Lizzie era más o menos como la de Little Miss Muffet, cuando una araña se sentó a su lado. —No sé de qué están hablando—, dijo débilmente. 182 —oh, vamos, Lizzie— me impaciente ahora. — ¡la nota que dejaste en mi escritorio! No vamos a salir de aquí hasta que me digas todo—. Lizzie parecía una fuente de un incendio a todo volumen. — ¡no te puedo decir! Suspire y vi a Taylor, para que actuara poniéndole el dedo en la parte trasera de su garganta para indicar que tan nauseabundo encontrábamos esto de Lizzie. —Lizzie—, le dije, —me lo dices o se lo diré todo a mi abuela acerca de la nota. Vale es tu elección. Era una amenaza totalmente vacía, por supuesto, no iba a decir nada a mi abuela. Pero Lizzie no lo sabía. Y ella se quedó en blanco ante la idea de ser llevada ante la directora para ser interrogada. —Sé que esto no es tu idea —le dije, sacando una conjetura. Sin embargo Taylor y yo hemos hablado sobre esto y ninguna de nosotros creíamos que la nota se originara de Lizzie. Ella era una cobarde. Es difícil de creer que ella lo había hecho. Mi hipótesis era que actuaba en nombre de otra persona… alguien que no era alumno de Wakefield Hall. ¿Luce? ¿Alison? Es descabellado pensar que mientras ellas no querían hablar conmigo directamente; ¿Podría ser posible darle una nota a Lizzie para hacer que me sintiera mejor? No es mucho es una teoría pero no tenía otra en este momento.

—aaaaaaah…. Lizzie sollozaba tan fuerte que me preocupe de que sus ojos se verían hinchados. Taylor se inclinó hacia adelante. Ella estaba claramente decidida hasta el nivel de la amenaza. —Escucha un poco, chillona—, comenzó con una voz tan amenazante que me dieron escalofríos. 183 — ¿Están todas bien?— pregunto alguien saliendo de una esquina del laberinto. Al momento siguiente apareció. Lo mire horrorizada. Yo podría haber fantaseado con entrar al laberinto con Jase Barnes, pero no incluía a las otras dos chicas presentes también. Y ciertamente no implicaba ser capturada en medio de mi interrogatorio.

Capítulo 20 Traducido por Mayte008 Corregido por Dayanira

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L JARDINERO MÁS CALIENTE

Jase llevaba un par de tijeras y sus mangas de la camisa arremangadas hasta sus hombros por lo cual sus brazos se veían los bultos de sus músculos. El azul de sus jeans se había desvanecido por el tiempo, le llegaba a la delgada cintura y había un brillo de sudor en su piel color capuchino. Los risos de su cabello estaban pegados a su cara por la humedad de su esfuerzo. Si mi abuela entrara en el centro del laberinto con un bikini y una tiara, no podría haber sido tan eficaz como para conseguir la atención como Jase Barnes, parecía el jardinero más caliente y sexy con esas ropas. Nosotros a la vez lo miramos fijamente y él se quedó congelado en su sitio como si estuviéramos jugando un juego de las estatuas musicales. — ¿Scarlett? — él dijo. — ¿estás bien? Estaba podando el seto y escuche a alguien llorar. Pensé que podía haberse perdido aquí.

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Su voz se apagó mientras observaba la escena. De repente, vi la situación a través de los ojos de Jase. Una chica, en el banco llorando a lágrima viva. Dos niñas de pie sobre ella amenazándola. Taylor y yo nos debíamos de ver como un par de matones desagradables. Y yo odiaba a los matones. ¿Cómo me metí en esto? 185 Porque, aunque mis motivos eran buenos, lo que estábamos haciendo era acoso a Lizzie. Sin lugar a dudas. Me sentí como un pedazo de caca de perro. Taylor y Lizzie como en una película movieron su mirada en mi dirección, aunque parecían físicamente incapaces de hecho, de girar la cabeza lejos de Jase. Yo sabía exactamente lo que estaban pensando: ¿Este joven macho magnifico, ligeramente sudoroso y hermoso en realidad sabe su nombre? ¿La conocía lo suficientemente bien como para hablar ella tan familiarmente? Es afortunada. —Um, Lizzie está molesta, —le dije débilmente, —y estamos tratando de levantarle el ánimo — no parece que esté funcionando, ¿verdad? Jase apunto hacia ella con un filo en su voz. El bajo las tijeras y se acercó a la banca, se puso de rodillas frente a Lizzie. — ¿estás bien, amor? — preguntó gentilmente. Lizzie agacho la cabeza y ahora se froto la cara con furia. Por último se levantó para mirar a Jase y Taylor y yo involuntariamente dimos un paso atrás. Incluso Jase no pudo evitar sacudir su cabeza hacia atrás instintivamente. Lizzie se veía como si tuviera colmenas y la hubieran picado. Su cara estaba hinchada roja y manchada y por frotarse la cara, su delineador

estaba todo manchado parecía gótica y se veía horrorosa toda inflamada de la cara. —Um, no te ves bien—, dijo con preocupación. — ¿alguien tiene un pañuelo? —yo tengo Lizzie susurro y busco torpemente. Saco un paquete de pañuelos y se sonó la nariz. Me sorprendí de que ella tuviera todos esos fluidos allí—sonaba como si ella hubiera llorado por todo ahora. — ¿mejor? — Jase dijo. Lizzie asintió con la cabeza, con sus ojos fijos en los dorados ojos de él. Me di cuenta de que estaba terriblemente celosa de Lizzie de nuevo. ¿Cómo se atrevía a monopolizar la atención de Jase? A mí fue a la que hablo, soy de la que se sabe su nombre y era un nombre que él conocía. — ¿puedes decirme que está mal? Jase pregunto, y llego a sus manos y las tomo. Mi envidia era tan aguda ahora que tenía que detener firmes mis pies, hasta que me dolió de verlo inclinado hacia ella y de no arrastrarlos a ambos y apartarlos. ¡A mí era a quien debería tomar en sus manos! ¡Era a mí! ¡No Lizzie! Con los labios abiertos estaba Lizzie, mirándolo fijamente y me di cuenta con horror de que estaba a punto de hablar. Ella iba a decirle todo. Y cuando ella lo hiciera todo iba a salir a flote. Lizzie quizás no sabía que yo era la chica del ―beso de la muerte‖, pero yo tendría que explicarle a él para que entendiera el panorama porque Taylor y yo estábamos sobre ella y entonces se daría cuenta de quién soy y no querría acercarse de nuevo a mí, en caso de que cayera muerto por besarme, también. — ¡ella tiene miedo de ir al trampolín!—Taylor dejo escapar.

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¡Oh no, yo creía que se viera en pánico! ¿Porque Taylor tenía que decir eso? Es la explicación que había dado de porque Lizzie estaba llorando en el salón de clases, pero Lizzie seguramente debía haber estado llorando por algo que tenía que ver con la nota que me había dejado… ¡Jase no creería eso ni por un minuto! Jase giro la cabeza para ver a Taylor. — ¿qué dices? — ¡sí! ¡Ella tiene que ir a clase de gimnasia y ella lo odia, pero está demasiado asustada para decirle a nuestro entrenador y no quiere que nadie lo haga! Taylor termino de decir esto en tono alto. Jase miro incrédulo de nuevo a Lizzie. — ¿eso es cierto?— pregunto. Hubo una larga pausa. Todavía tenía las manos de Lizzie en las suyas y no mostraba signos de quitarlas ella de ahí. Trago duro y sin dejar de mirarlo y sabía que tenía su atención ahora. O ella se va a romper y decirle todo. — Yo le estaba sugiriendo que podría hablar con mi abuela acerca de eso— Yo me sentí romper por dentro. —tú sabes, ella no debería tener que subir a un trampolín si ella no quiere. La gente tiene accidentes a veces. En los springs. Um, eso realmente puede suceder. Así que pensé que si yo hablaba con mi abuela, podría cambiar la regla de que todo el mundo tiene que hacerlo. Por el rabillo de mi ojo, yo vi a Taylor asintiendo con la cabeza en apreciación del momento de inspiración que tuve. Lo único que importaba en mi pequeño discurso, haciendo hincapié en mi estrecha relación con la directora, es decir…recordarle a Lizzie de mí amenaza de decirle a mi abuela sobre la nota a menos que ella limpiara todo acerca de nosotros. Y parecía haber funcionado. Lizzie trago de nuevo y le dijo a Jase con una voz tan pequeña que casi fue un susurro:

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—tengo miedo al trampolín. Siempre pienso que me voy a caer. Es realmente…inquietante. Taylor hiso todo lo posible para reprimir una carcajada pero Jase la cacho. — ¡hey, ella tiene miedo! —dijo con enojo a Taylor. —tú debes respetar eso. Todo el mundo tiene miedo de algo. Entonces, añadió dubitativamente él hacia Lizzie — ¿realmente es así? ¿Es realmente por lo que tú estabas llorando tan duro que parecía que iba a estallarte un vaso sanguíneo? Jase no era ningún tonto. Él podía decir que había más de esto que saltaba a simple vista. Yo aguantaba la respiración, pero Lizzie asintió con su cabeza con sus ojos muy abiertos. — ¡son esos springs! ¡En el borde del trampolín! —dijo ella. — ¡siempre estoy asustada de que me voy a la tierra y me hare daño! ¡Se ve realmente peligroso, no puedo creer que en realidad nos hagan saltar cerca de ellos! Le dije a mi papa, pero él dijo que yo estaba segura en la escuela y era la mejor y el esta tan ocupado todo el tiempo de cualquier manera, pero realmente odio hacerlo y estoy segura de que la señorita Carter me pone a propósito, porque ella lo quiere de esa manera Dios mío, es verdad. Lizzie realmente estaba asustada del trampolín, Taylor y yo intercambiamos miradas de incredulidad. Y Jase se dio cuenta porque ahora Lizzie había comenzado a balbucear, ella no se detenía por su propia voluntad. Él la soltó de las mano (¡ya era hora!) y se levantó. —y ustedes dos se burlaban de ella por eso, ¿verdad? —él dijo a Taylor y a mí. —Nosotros estábamos tratando de ayudarla—, le mentí. —Simplemente no estábamos haciendo un buen trabajo con eso. — podrías intentarlo de nuevo. —Dijo secamente y cuando sus ojos se cruzaron con los míos no había nada amigable ni caliente en ellos que yo pudiera esperar de él.

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—me voy, entonces. Esos setos no se van a arreglar por sí mismos, es una lástima—. El tomo sus tijeras de la hierba al lado del banco. — ¿estás segura de que vas a estar bien?— le pregunto a Lizzie. — ¿quieres que camine contigo? El no confiaba en nosotros. En Taylor y en mí. No confiaba en nosotros para cuidar de una chica sollozante molesta. Y lo peor era que estaba absolutamente en lo cierto. Lizzie nos vio, y su rostro se ilumino por un momento con esperanza, esperanza de que ella era capaz ahora de salir del laberinto, con Jase como su protector y se salvaría de más chantaje de Taylor y mío. Y entonces ella cacho mi mirada y yo negué con la cabeza, el más pequeño de los movimientos rogando a Dios que Jase no me viera pero esperando que fuera suficiente como para transmitir la idea de que: No había escapatoria fácil para ella, no podía volar con el príncipe encantador y escapar. Ella tiene que quedarse aquí y afrontar las consecuencias, eso era lo que el movimiento de mi cabeza decía, o voy a ir directamente con mi abuela. —no, estoy bien—, ella murmuro. —gracias. Yo me quedare aquí. Jase se encogió de hombros, hiso un gran circulo con sus musculosos hombros que transmitían su deseo de dejar a tras toda esta escena y seguir adelante con su trabajo. El me vio directamente a mí por un segundo mientras se volvía y salía a través de la brecha de plantas, pero era una mirada fría y directa, nada de amigable en ella. Y entonces se fue. Yo quería echarme a llorar. Quería correr tras él y arrojarme a sus brazos y confesarle todo. Pero eso era ridículo. Yo apenas lo conocía. Y contándole no resolvería nada. Tome una decisión y eso es lo que hice: quedar bien delante de Jase o seguir adelante en la búsqueda de lo que paso con Dan.

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Y elegí lo último. En lo que necesitaba enfocarme estaba delante de mí: Lizzie, quien tenía una pieza del rompecabezas en su pequeño y esponjoso cerebro. Lizzie cuya información iba un paso delante de mí y cerca para resolver la muerte de Dan. Me dije que era mejor así. Era mejor que Jase pensara que era una matona y una perra. Porque si lo hacía, se quedaría lejos de mí y yo no tendría que lidiar la atracción que sentía por él, mientras no se resolviera la muerte de Dan. No iba a tener la tentación de darle un beso y lo empujara a alejarse, tenía miedo de mi maldición extraña que de alguna manera se la pudiera transmitir a él. Me dije todo eso, pero no ayudaba a sentirme bien en lo absoluto. Los ojos de Jase, siempre tan cálidos y resplandecientes de color dorado, cuando me miraban, ahora eran de metal congelado y duros en este momento. No me gustaba que me viera así de esta manera. Lo odiaba. Trague saliva. Taylor me miraba con el ceño fruncido, sus cejas rectas con sus ojos rasgados color verde. Es como si ella me gritara ¡Cálmate Scarlett! Asentí con la cabeza hacia ella. A continuación Taylor y yo vimos hacia Lizzie. Ni siquiera necesitamos hablar. Lizzie se había roto ahora, roto por haber llorado tanto, después de haber tenido tantas oportunidades de contar a Jase la verdad y en ninguna lo había dicho, él le había ofrecido su seguridad y llevarla fuera del laberinto y lo había rechazado. Yo sabía que una buena mirada dura amenazante de las dos, sería más que suficiente para hacerla renunciar a su secreto. Y así lo demostró.

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Capítulo 21

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Traducido porMandyBennet Corregido por Dayanira

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OLICIA MALO/POLICIA MALO

Le dije a Lizzie que empezáramos desde el principio. Ahora me doy cuenta que pudo haber sido un error. Sólo estoy sorprendida que no empezará por contar desde su nacimiento. ¡Cielos!, a esta chica le gusta el sonido de su propia voz. — Realmente estoy en deuda—, dijo Lizzie, moviendo un pedazo de tela a través de sus dedos. —Sigo pensando que si tengo el bolso de moda o lo que sea, ellos me permitirán ser su amiga. Y de cierta manera funciona. Quiero decir, ellos me invitan a fiestas a veces y si estoy en el mismo club me dejarán sentarme con ellos si compro una buena cantidad de bebidas. Pero mi papá es muy estricto con mi tarjeta de crédito, la monitorea por internet y me regaña si llego a gastar demasiado, que la verdad no es mucho, en realidad no puedo creer que sea tan controlador cuando es un multimillonario, ¿te das cuenta? Lizzie es incapaz de tener más de un pensamiento en su cabeza a la vez: de su tono indignado, puedo decir que esta tan resentida con su papá por semejante injusticia que se ha olvidado temporalmente de estar asustada de mí y de Taylor. Ella a comienza a romper el pedazo de tela que está sosteniendo, rasgándolo con rabia. Pedazos de papel blanco comienzan a volar a la deriva por el viento y caen en la hierba por debajo del banco.

—De cualquier manera, me encuentro sin plata después de comprar éste bolso. Ella mira con tristeza a la espantosa cosa verde pálida con correas, hebillas y trozos colgantes brillantes. —Quería salir este fin de semana pero no puedo porque no tengo ni un centavo y de un momento a otro ella me ofrece todo este dinero solamente por dejar una nota para ti, Scarlett 192 Lizzie me mira, sus ojos están aún hinchados y con una genuina expresión implorante, me hace pensar que está diciendo la verdad —Ella prometió que no era nada malo, sólo que ella no quería que tú supieras que la nota venia de ella. — ¿Por qué no?— Pregunta Taylor. —No lo sé, ella no me lo dijo y yo no le pregunté. Quiero decir, ¡eran doscientas cincuenta libras! ¡Solo por dejarte una nota! Y luego a una de ustedes se les riega la tinta sobre la nota, así que tengo que ir a conseguir otra nota para ustedes de ella, lo cual fue muy difícil porque tenía que estar de vuelta antes del toque de queda y ella hizo todo este escándalo por tener que salir a encontrarse con migo. —Un momento…—Me cayó la moneda. Lizzie se queda mirándonos a los dos atónita. — ¿A ustedes nunca se les rego la tinta verdad? —Dice Lizzie con su voz en aumento —Todo fue una trampa, lo hicieron deliberadamente para que yo tuviera que ir por otra nota y poder ver como yo la ponía en el escritorio y aun así no entendía como ustedes me habían visto! A no ser que Minna me hubiera visto, pero cuando salí de la habitación ella ya estaba a mitad del camino abajo del corredor. ¿Tenían una cámara de video o algo así allí adentro? Taylor y yo la miramos, totalmente serias, sin demostrarle nada.Ella suspira. Podría haber sido un sollozo si aún tuviera alguna lágrima. Ella solamente mira hacia abajo a los pedazos de tela sobre la hierba y suspira de nuevo.

—Nadie nunca me dice nada—, se queja Lizzie. —La nota estaba sellada, por eso no pude ver que era y ahora ustedes no me van a decir como supieron que fui yo. Es tan injusto. —La vida apesta Lizzie—, le dice Taylor de forma ruda. — Acéptalo Ahora espero poder ser el buen policía y Taylor el malo, pero no tengo la energía para pretender ser amable. La última media hora ha sido muy desgastante. Entonces decido que seremos el policía malo/policía malo. De esta manera será más rápido. Inmovilizo a Lizzie con una mirada fija y digo: — ¿Cuál es su nombre Lizzie? La mujer que te pago para que me dejaras esa nota—Lizzie comienza a despedazar otro pedazo de tela. —Prometí que no lo diría—, se queja. —Y ella va a dejarme ir con ellos al club el sábado y no tendré que pagar por todo, como normalmente hago… Taylor camina de nuevo hacia el banco, se arrodilla en frente de Lizzie y la agarra de los hombros. ¡Cielos! Taylor debe verse enorme desde ese ángulo. Su mandíbula sobresale, sus brazos se parecen totalmente hinchados bajo su camiseta. Sus manos son realmente fuertes también y callosas debido a la escalada con cuerda. Lizzie visiblemente decae debido a su agarre. —Te estás quedando sin tiempo—, le dice Taylor —Danos el nombre. Ahora ¡Doblemente cielos! Taylor es fantástica siendo el policía malo. Solo espero que nunca lo llegue a ser conmigo. Lizzie se inclina como si no tuviera columna vertebral, como si estuviera hecha de gelatina. Su cabeza colgando, mira fijamente al suelo y susurra un nombre, tan suave que no llego a escucharlo. — ¿Qué ha dicho?— Pregunto. Mi corazón se acelera. Estamos prácticamente cerca de averiguar al menos parte del misterio, la verdad de lo que sucedió esa noche, la respuesta a

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por qué murió Dan.Taylor deja libre a Lizzie quien se desploma sobre el banco. —Nadia—, me dice Taylor. —Ella ha dicho Nadia.

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 Capítulo 22 Traducido porMandyBennet Corregido por Mayte

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PERACIÓN ¨DESAGRADABLE AMERICANA¨

Era muy duro tener que esperar hasta el fin de semana, para vigilar el conjunto de apartamentos donde vive Nadia, pero no había manera de que llegáramos al pueblo a tiempo para hacer algo durante la semana. Con el toque de queda para la cena a las 7pm en Wakefield Hall, apenas alcanzamos a llegar al puente Knight, antes de tener que devolvernos a casa otra vez. Los fines de semana estábamos libres los sábados desde el mediodía en adelante, hasta que llegábamos a casa para la cena a las 7pm por supuesto. Eso era como una religión alternativa para mi abuela – cenar a las 7pm. Y los domingos podíamos irnos todo el día hasta la hora de la cena, siempre y cuando le diéramos una justificación de lo que hacíamos a nuestra encargada de los dormitorios y tuviéramos al menos otra chica para salir. (Mala suerte para los solitarios, eso pensaba siempre quiero decir, tendrían que sentirse peor, por solo tener uno o dos amigos para salir los fines de semana.) Nosotros le dijimos a nuestros padres (o, en mi caso, a la tía Gwen) que queríamos ir a explorar los parques de Londres, lo cual no era una mentira del todo. A la tía Gwen, de verdad no le hubiera importado menos, si le hubiera dicho que queríamos ir a explorar algunos antros de Londres; pero

la madre de Taylor, Mademoiselle Fournier, aparentemente aplaudió con sus manos y dijo que era una idea encantadora. Bendita sea Madeimoselle Fournier. Siempre he tenido un increíble presentimiento sobre ella, desde todo el accidente en el corredor con la cabeza sin cuerpo y ella persuadiendo a Miss Newman que tal vez ella estuviera loca. Y aquí estamos, sentados con nuestras espaldas contra los árboles, sobre las raíces, buscando entre todo el mundo, como dos jóvenes pasando el rato en Hyde Park un domingo sin nada mejor que hacer con nuestras vidas. —Él nunca volverá a hablar conmigo de nuevo— dije, recogiendo un palito del césped y retorciéndola entre mis dedos, cada vez más fuerte, hasta que se dobló y se puso húmedo. Lo tiro al suelo, en donde se une a una pila de palitos recogidos del césped, igualmente torturados y descartados.

—Vamos, Scarlett. Solo han pasado unos pocos días, — dice Taylor. —Pero él piensa ahora que soy una bravucona. Estoy segura que está evitándome. —Oye, ¡tú no puedes saber eso! —Solo creo que ya lo habría visto en algún sitio antes, de ahora. — ¡Podría haberse tomado un par de días libres! — Suspire. —No, está evitándome, estoy segura. Creo que le gustaba un poco. —Seguro que sí. Puedes decirle que te gusta cuando entre en el laberinto. — ¿Oh si? — Me anime un poco a pesar de mi tristeza. — ¿Cómo? —De la forma en que te miraba—, Dijo Taylor. —Era totalmente obvio. —Pero ahora el piensa que soy una chica mala…

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—Cuando todo esto acabe, podrás ir a decirle todo—, dijo Taylor firmemente. —Será una historia increíble. Y después, el querrá cubrir tu cara de besos ardientes. — ¿El querrá qué? — Ella sonrió. —Está en ese libro de P. G. Wodehouse 11 que estoy leyendo para aprender a ser más Inglesa. El héroe cubre la cara de su novia de besos ardientes—Apunta al libro recostándose en el césped. —Oye, nada está pasando con la vigilancia, mientras que me aburrías de muerte con ese chico Jase, ¿verdad? — Sacudí la cabeza, con la mirada fija en el edificio de Nadia, en frente del camino abierto que es el puente Knight. — Nadie ha entrado o salido. He mantenido los ojos puestos allí. —Tal vez Nadia esta fuera, por el fin de semana—, comento Taylor. Es la primera vez que alguna de las dos mencionaba esa posibilidad, creo que estaba en nuestra mente desde que llegamos, era tan frustrante. Busque en el fondo de mi memoria la información sobre que los padres de Nadia, eran comerciantes de arte y buscar el número de teléfono de la galería era fácil. Una llamada a la elegante recepcionista nos confirmó que ellos se encontraban en un ¨viaje de adquisición¨ hasta el final de la otra semana. Y por medio del mágico internet también nos enteramos que el hermano de Nadia, Olivier, está en la Universidad de Durham, que está lo suficientemente lejos de Londres, tanto que podríamos cruzar los dedos y asumir que él no regresaría durante varios fines de semana. Lo que nos deja a Nadia. Y el pensamiento que posiblemente ella se había ido durante el fin de semana antes que nosotros llegáramos aquí ayer en la tarde y que estaríamos sentados aquí todo el domingo con el apartamento vacío, solo para verla llegar a casa, en algún momento de la noche, es tan molesto que hayamos evitado deliberadamente decirnos esto entre nosotras. Taylor saco su celular y marca un número.

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Es un escritor muy dotado, sobre todo para el relato corto; sus complejas intrigas poseen una construcción impecable,uno de los mejores humoristas ingleses

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—Estoy llamando al piso de nuevo—, dijo ella, —Solo por si acaso—. Hizo una pausa escuchando el sonido del teléfono. —Ugh—, maldijo. —El contestador, de nuevo. El problema es, que el que Nadia no conteste el teléfono no significa que no esté allí. Todos sus amigos la llamarían al celular por lo cual probablemente ella no se moleste en contestar el teléfono de la casa asumiendo, que sería solo un mensaje para sus padres. Teníamos algunas revistas esparcidas a nuestro alrededor, las cuales habíamos estado ojeando solamente, pero a medias, en mi caso ya que soy quien sabe cómo luce Nadia y tenía que estar pendiente en dirección a esa impresionante entrada de cristal. El puente Knigth era lo suficientemente grande como para tener las cuatro líneas o rutas de tráfico y yo sabía que Nadia no se molestaría en mirar alrededor especialmente a la parte del muro bajo de parque, ni que decir de tener interés en dos chicas vestidas corrientemente quienes ni remotamente podrían competir con ella en ningún aspecto de glamur o moda. Un coche negro se estaciono al frente del edificio. Había alguien adentro pero no salía. Solo permanecía sentado allí, con el motor encendido. Después de un minuto o dos el portero salió de la gran entrada del edificio para ver si la persona en el coche necesitaba algo, pero el portero lo despidió agitando su mano y volvió dentro. Después de más o menos un minuto — — ¡Oh por Dios! — chille. —Contrólate—, me susurro. — ¿Es ella? Agarre una revista para que mi cara no quedara a la vista. Es Nadia. Vestida con Jeans y con suéter apretado con cuello bajo que enseñaba sus bronceados hombros. En sus muñecas tenía pesadas manillas de oro. Ella salió del edificio y camino lentamente hacia el coche, saludando con la mano a su ocupante, moviendo su cabeza hacia atrás para mostrar como era de brillante su cabello, haciendo de cruzar la calle el acto más dramático del mundo. —Sí, es Nadia. Y creo que está con Plum en el coche—, informe a Taylor, mirando de soslayo a ver si veía algo a través de los virios tintados del taxi.

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—No puedo creer que ella tenga la misma edad que nosotras—, dijo Taylor mirando embobada a Nadia. —La tía Gwen dice que las chicas de Medio—Este crecen más rápido—, le dije. —Tu tía Gwen en una vieja Bruja—, dijo Taylor. —Debería saberlo, me da geografía. 199 —Nadia es muy hermosa—, dije mientras Nadia de agachaba para meter su delgada cuerpo dentro del coche. Taylor resoplo. —Es por el maquillaje. Probablemente luce como la parte trasera de un tren en las mañanas—. Me dio risa. —Taylor, es como un bus, no como un tren. Se dice que te ves como la parte trasera de un bus si eres fea. —Estúpidas expresiones Inglesas—, dijo Taylor enfadada. —Hay millones de ellas y todas son estúpidas—. Él coche se alejó. —Deben ir realmente tarde al almuerzo en King´s Road—. Supuse pero creo que adivine más o menos. Dios sabe que las he oído comentando sobre que habían hecho los fines de semana cientos de veces cuando todavía estaba en St. Tabby. —Y después de compras en la calle Sloane. Estuvimos horas allí. —Menos mal que tú no vas a necesitar horas—, dijo Taylor poniéndose de pie. —Ouch, mi pie se ha quedado dormido— sacudió sus zapatillas. — Bueno, vamos a poner la operación ¨Desagradable Americana en marcha¨— Me puse de pie también. — ¿Preparada para ser desagradable? — Pregunte. —Jesús, ¿después de tanta espera, estas bromeando? ¡Estoy totalmente preparada! — dijo Taylor, con un brillo siniestro en sus ojos. — Y después se quedó mirando me por un momento firmemente.

— ¿Tu estas preparada? — me preguntó. Asentí. No confiaba en mi voz en ese momento. La parte de Taylor aunque vistosa, no incluía ningún tipo de daño. Yo soy la que tenía que hacer la parte más dura de la misión. Por lo cual estoy tratando de no entrar en pánico. — ¡Owww! ¡Owww! ¡Mi pie! ¿Con qué diablos me he tropezado? ¡Owww! Taylor es inquietantemente creíble. Si no supiera que todo estaba preparado, definitivamente hubiera pensado, como el resto de la gente, que se había tropezado con el tapete que se encontraba fuera del edificio de apartamento de Nadia, que se había caído y algo le grave había sucedido en su píe. Ella se retorcía y agarraba su pie. Nadie se acercaba a ella, por lo menos no aun: Estaba haciendo tanto ruido que hasta el más reprimido de los británicos se sentiría avergonzado. No es que no quisieran ayudar, sólo que estaban asustados ya que el acercarse los haría participar inevitablemente en la escena que se desarrollaba y algo que asusta los ingleses es verse envueltos en algún drama ò escándalo público. Es muy vergonzoso para nosotros. Pero había una muy buena razón por la cual Taylor estaba gritando… — ¡Owww! ¡Me duele mucho! ¿Puede alguien ayudarme, por favor? — grito en dirección a las puertas de cristal. El portero debía haberse dado cuenta que Taylor se encontraba allí en el suelo. Probablemente estaba esperando que eventualmente se pusiera de pie y se fuera de allí sin necesidad que él o el edificio se vieran envueltos en nada. Taylor se retorció en la alfombra. — ¡Creo que mi tobillo se torció! — grito ella. — ¡Voy a demandar este edificio, esa alfombra es un riesgo para la gente! ¿A quién diablos se le ocurre poner una alfombra en la acera? — ¿Está bien? — le pregunto un joven que paro en frente de ella. Estaba conduciendo una bicicleta y tenía un atuendo de hacer ejercicio. — ¡No, no lo estoy! ¡Mi pie se enredó con esa alfombra y ahora creo que me he torcido el tobillo! — contesto ella alto.

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—Oh diablos—, dijo él, —que modestia—. Para mi diversión, Taylor detuvo sus quejas y dejo de retorcerse para por un segundo, mostrando sorpresa por esa muestra de solidaridad británica. Ella se queda mirando hacia él como si fuera un monstruo antes de recuperarse y diciendo puntualmente: — ¡Sí, duele como el infierno! —Bueno, déjame mirar un momento—, dijo el poniendo la bicicleta contra la pared del edificio y arrodillándose a su lado. —Soy estudiante de medicina. No soy tan bueno como un doctor titulado, pero creo que podré examinar ese tobillo. ¡Noooooooooo! Grite en mi cabeza. Si él ponía sus manos en el tobillo, se va a dar cuenta que está completamente bien, la ayudaría a ponerse de pie y nuestro plan estaría arruinado—Taylor también se asustó, al mismo momento que se daba cuenta de esto. —Uh, no estoy segura que debieras hacer eso—, dijo Taylor débilmente—, porque… por…el seguro médico… el riesgo…— Pero cuando el chico estaba acercándose a ella para revisar su tobillo, una tercera voz se escuchó. — ¡No puede dejar esa bicicleta contra el edificio joven! — dijo con un tono de reprobación. —Voy a tener que pedirle que la retire de inmediato. Taylor y el estudiante de medicina se volvieron a mirar. Era el portero. No el que se encontraba a cargo el fatídico sábado de la fiesta, uno mucho más viejo, con un impresionante ceño. El estudiante de medicina se veía nervioso. Taylor sin embargo se puso a la altura de la situación. — ¿Perdón amigo qué ha dicho? — pregunto ella furiosa. —Este chico tan amable está tratando de ayudarme después de que me he caído por culpa de esa estúpida alfombra y ¿probablemente me haya roto algo y usted ni siquiera se molesta en salir y mirar si me encuentro bien? Oh no, ¡todo lo que a usted le importa es la maldita bicicleta! Si me he llegado a romper algo, mi mamá va a demandarlos de aquí a L.A. y de vuelta, créame y el hecho de usted no se haya tomado la molestia de siquiera salía mirar cómo me encuentro va a lucir muy mal en la corte. —Um, tranquilízate—, le dijo el joven incomodo a Taylor. —De verdad que no importa mover la bicicleta.

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—Ustedes dos pueden ayudarme a parar para que me pueda sentar dentro en lugar de quedarme aquí en el suelo en una estúpida alfombra en la acera y ¡este chico doctor pueda ver si mi tobillo está bien! Taylor continuo apenas dándose cuenta de la interrupción

—De cualquier manera usted—señalo ella al portero— ¡estará en metido en una grande y muy gorda demanda! ¡A mi madre le encanta demandar a las personas! Caramba, pensé, ¿A quién estará imitando Taylor? Esta no es para nada ella ¡y lo está haciendo tan bien! El portero empezó a decir algo pero cuando miro a Taylor se lo pensó mejor, de eso estoy segura. —Vamos entonces a llevarla al lobby señorita—, dijo él, acercándose a donde ella se encontraba en el suelo. —Y tal vez después de eso al muchacho no le importaría llevar la bicicleta a la entrada de servicio. El estudiante de medicina dijo algo e inmediatamente los dos ayudaron a Taylor a ponerse de pie, pero apenas me di cuenta de ello, ahora era mi turno, tenía que escabullirme por la acera con movimientos rápidos y seguros, golpear el centro del tablero gris de la puerta, que tiene el sistema para abrir las puertas de cristal. Tan pronto como las puertas empezaron a abrirse, lo cual podría llamar la atención del portero, Taylor que estaba atenta de mis progresos, soltó un gran: — ¡Owwww! —de dolor y se recostó pesadamente contra el portero, debido a esto su atención estaba centrada en no dejarla caer a ella. Estaba dentro. Mis zapatillas no hacían ningún ruido el piso de mármol mientras lo cruzaba. Esta era una de las partes más peligrosas de todo ya que no sabía a dónde iba. Mire desesperadamente de lado a lado buscando algo que sabía debía de estar en alguna parte… vamos, Scarlett, continua buscando… no está detrás del gran escritorio del portero, pero debe estar cerca, seguro, porque él debe tenerla a la mano. Pase el escritorio y revise la pared con mis ojos— ¡una puerta!

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— ¡Sí! — Me dirigí a ella y la abrí, un segundo después—conmigo dentro— escuche las voces en el lobby. Taylor alzaba la voz lo más que podía para dejarme saber que estaba presente.

Mire a mí alrededor. Me encontraba en un corredor—con piso de concreto, paredes de color gris acero, luces brillantes y fluorescentes en el techo—un gran contraste entre el discreto alumbrado, la madera y el mármol del lobby por el cual había entrado. Esta era definitivamente el área de servicio del edificio. Bien, me moví a lo largo del corredor, escuchando atentamente en caso que hubiera alguien alrededor, pero el único sonido que escuchaba era mi propia respiración… y mis jadeos de emoción cuando di la vuelta en una esquina y me encontré frente a frente con lo que andaba buscando. Tres pequeños ascensores, en la pared a la altura de la cintura. Cada uno de ellos etiquetado con Pent-house A, B o C. Oprimí el botón para el C e inmediatamente se abrió. Oh Dios. Me agache y mire dentro. Cabré, pero estaré muy apretada. Respire profundamente y me abrace. Sabía que esta para algo allí. No puedo retroceder ahora. Tengo que hacerlo. Antes de que pudiera pensar en otra cosa, me subí torpemente dentro del ascensor. Es del tamaño de la casa de un perro—pero gracias a Dios para uno grande, un perro Doberman en lugar de un Chihuahua. Sin embargo protesto por mi peso. Tenía que acomodar todo mi peso una vez estuviera en el interior, mi torso estaba en la parte del frente, lo cual me hacía sentir aún más incómoda. Estaba enroscada muy apretada, mis zapatillas estaban contra la pared del fondo y alcance con una mano a presionar el botón en la pared de afuera para que el ascensor empezara a moverse, sabiendo que cuando ocurriera las puertas del ascensor se cerrarían y yo estaría atrapada en ese

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pequeño espacio sin aire. Es la cosa más espantosa que he tenido que hacer en toda mi vida. Presione el botón y devolví mi mano dentro tan rápido como pude. Las puertas se cerraron y el ascensor se bamboleo tan pronto como este empezó a moverse. La superficie en la que me encontraba empezó a saltar y a moverse hacia arriba, agonizantemente despacio, tan despacio que parecía que en cualquier momento pudiera atascarse y detenerse, quedando atrapada en el interior. Estaba negro en el interior, me está dando un calambre y estoy absolutamente aterrada. Cierro mis ojos fuertemente y comienzo a decir cada una de las oraciones que conozco.

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Capítulo 23

L

Traducido por:MandyBennet Corregido por: Dayanira

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O QUE NADIA VIÓ

Podía culpar a Taylor por todo esto. Ella tuvo la brillante idea de buscar los detalles en el Pent-houseFarouk, entonces podíamos ver si teníamos alguna oportunidad de entrar a escondidas. Encontró un gran artículo en una revista especializada sobre el edificio, el cual era aparentemente nuevo apenas tenía dos años y gracias al torrente de información sobre su arquitectura y el diseño de interiores del mismo, aprendimos sobre el estilo de vida de los ricos, cosa que yo quería saber. Todos los apartamentos del pent-house tienen sauna, cuartos húmedos y tienen closets climatizados para los abrigos de piel y almacenes o cuartos climatizados para el almacenamiento de vinos. También tiene servicio de entregas por ascensor, de esa manera cuando algo llega a la portería, nadie del pent-house A, B o C tiene que hacer algo tan vulgar como bajar a recogerlo (¡solo imagínatelo!). En lugar de eso, el portero firma por la entrega, telefonea arriba y se asegura que haya alguien para recibir la entrega y luego pone esta entrega en el elevador correcto. — Wow—, había dicho Taylor cuando leyó esto en voz alta. — Podrías ordenar comida China y llegaría a tu apartamento, como si el restaurante estuviera en tu sótano, es ¡genial! Por razones de seguridad las entregas que se hacían no podían ser muy grandes, explicaba el artículo.

Desde mi punto de vista, no podían serlo tampoco. A medida que el ascensor del Pent-house C subía forzosamente, agitándose y chirriando todo el camino hasta arriba. Yo estaba empacada más apretada que una caja de comida china a domicilio, en la parte de abajo del asiento de un repartidor en motocicleta. Mi estómago esta tan aplastado contra mis rodillas que estoy empezado a sentirme enferma. Mi cara esta presionada contra el suelo metálico del ascensor, el cual está realmente frio y uno de mis pies esta torcido en un ángulo tan extraño que está empezando a dolerme. ¡Se detuvo! Mi corazón salto de la misma manera que el ascensor cuando llego al final. Cerré mis ojos, estoy tan asustada de estar atascada en este ascensor que Taylor tendrá que enviar tropas para rescatarme y estaremos metidas en el peor de los problemas en este mundo. Las puertas no están abriéndose. Y no es solo por causa de mi pánico que el tiempo se me parece infinito, haciendo que los segundos antes de que se abran sean como una eternidad. Oh no. Definitivamente las puertas no se están abriendo y no hay ni una pequeña línea de luz entre ellas por al cual pueda ver que ya llegamos al Pent-house C, lo cual al menos significaría que podría tratar de forzarlas a abrirse para poder salir. ¡Oh Dios! Ya siento las náuseas subir por mi esófago. Siento acido en la parte de atrás de mi boca. Si tuviera que llamar a Taylor, toda esta misión tendría que ser dejada así… Tendrían que traer a los bomberos para salvarme… Nadia se enteraría y les diría a todos en St.Tabby, la humillación algo peor que cualquier cosa que hubiera pensado antes… Incluso la muerte de Dan no fue tan humillante porque él quiso besarme, pero esto, bueno, podría en lugar de eso matarme yo misma ahora. Se me ocurre que para cuando los bomberos o los ingenieros del ascensor lleguen el problema podría estar solucionado. Probablemente me quede sin

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oxígeno para ese momento. Tendrán que sacar mi cuerpo sin vida fuera del ascensor. Esta idea no es tan consoladora como mis fugaces ideas de suicidio podrían parecer. Me moví frenéticamente tratando de alcanzar mi celular. ¿Pero adivina qué? Estoy tan apretada en este ascensor para mascotas, que no lo logro alcanzar. Puedo sentir que está en el bolsillo de mis jeans, pero mis manos están entre mis piernas y las paredes, aplastadas como salchichas enlatadas y apenas puedo hacer cualquier movimiento, por lo cual queda fuera, poder mover una y alcanzar mi bolsillo. El celular está ahí, de hecho estaba clavado de manera molesta contra mi muslo. Pero bien podría haber estado en la luna para todo lo que en ese momento me servía. Deje de moverme, en el momento en que el ascensor se empieza a mover también y me asusta que tal vez el cable se podría romper y caer hasta estrellarse en el primer piso. El ácido en mi garganta me estaba haciendo dar nauseas. Estoy más asustada de lo que nunca he estado en mi vida. Y con horror, me doy cuenta de algo de lo que no me había percatado antes. Peso demasiado para este tipo de ascensor. Todo es mi culpa. Estoy tan gorda que me las he arreglado para hacer que el ascensor se atasque entre los pisos. ¡Mi Dios! Qué bien que se lo pasarían Plum, Nadia, Venetia y Sophie si supieran esto. No lo puedo soportar. Físicamente no lo puedo soportar. Mi pie, el cual esta doblado debajo de mí, está empezando a doler mucho. Tengo miedo que a mi cuerpo le dé un espasmo. Y después, de repente, el ascensor se sacude como un caballo que finalmente decide empezar a cabalgar de nuevo. Recupero el aliento, aunque no estoy segura de si esto es bueno o malo. Pero cómo podría ser malo, cómo el que se moviera podría ser malo – incluso si fuera hacia abajo, al menos iría a algún sitio en donde habría aire fresco, lo cual sería mejor que esto. El ascensor rechina como piezas de metal que se están reuniendo y empieza a subir de nuevo. Mi cara se presiona aún más fuerte contra el

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piso de metal como si me aplastara. No importa nada más que salir de esta maldita cosa. Estoy tan agradecida que podría llorar. Se detiene de nuevo. Me doy cuenta que estoy reteniendo el aire. Las puertas se abren ruidosamente. La luz del día inunda el espacio. Escucho un sonido raro muy parecido a un aullido y me doy cuenta que soy yo, soltando el aire en un chillido histérico de alivio. Me alegra que nadie más este cerca para oírlo. 208 Irónicamente, toma mucho tiempo desdoblar mi cuerpo -el cual estaba como un pretzel- y salir a gatas del ascensor, las puertas seguían tratándose de cerrar mientras salía. Pero finalmente salgo y me encuentro sobre una repisa de granito, la cual parece más que capaz de soportar mi peso. Me siento allí, mirando a mí alrededor, ubicándome y le mando un rápido mensaje de texto a Taylor para que sepa que logre entrar y que me encuentro bien y no tiene que hacer una extracción de emergencia para mí. El lugar es incluso más impresionante en el día. Estoy en el corredor principal y hay una claraboya gigante en el techo por la cual entra la luz, mostrando como son de brillantes, relucientes e impecables las superficies. Suelos de mármol, repisas de granito, paredes pintadas imitación Carey, floreros a la altura de la cintura llenos de flores exóticas. La sola cuenta de la floristería debe de ser gigante. Salto de encima de la repisa y me dirijo a la sala, la cual recuerdo de la fiesta. Luce como un set de filmación. No puedo creer que haya gente que realmente vive aquí. El bar lleno de espejos que brillan con el reflejo de la luz del sol el cual rebota en las botellas y en los vasos; los sofás de cuero esta ubicados formando ángulos perfectos entre ellos. No hay nada fuera de lugar, no hay ningún periódico tirado en el suelo o algún jarro de con resto de café en alguna de las muchas mesitas de vidrio oscuro para café. A través de las puertas francesas puedo ver el balcón y si saliera podría ver el lugar exacto donde murió Dan. Pero no lo hago. Sería más que una tentación y estoy segura que no puedo, las puertas deben tener alarma. A

demás necesito enfocarme en lo que estoy haciendo, buscando algo que me ayude a entender por qué Nadia me dejo esa nota. Si empiezo a recordar esa noche en este momento, en el lugar en el cuál pasó todo, sé que empezaría a llorar y no puedo hacer eso. Por todo lo que se, Nadia podría estar de vuelta muy pronto. No fui por ese terrible paseo por ascensor para ser descubierta por Nadia. Le doy la espalda a las puertas francesas y al balcón, templando los dientes contra la tentación y empiezo a hacer un recorrido por el apartamento, buscando la habitación de Nadia. Durante este proceso, aprendo algo sobre mi misma: soy una fisgona horrible. Quiero ver todo, cada uno de los cajones y armarios, abrir cada puerta y ver qué hay detrás de esta. Soy demasiado curiosa sobre cómo vive esta gente, qué tienen, cuáles son sus secretos. Sigo recordándome a mí misma que solo lo que tiene que ver con Nadia me interesa, pero es muy duro seguir avanzando por medio de todo este lujo sin estar sorprendida por todo. El cuarto húmedo y el sauna son particularmente impresionantes. No sabía cómo estaba imaginándome que sería la habitación de Nadia. En un principio no me había dado cuenta que era de ella, quiero decir, ella solo salió a almorzar, ella es la única persona en la residencia, sin nadie que le diga que debe recoger la ropa del piso y aun así su habitación es tan ordenada y limpia que al principio asumí que era una habitación de huéspedes. Está decorada de verdes y amarillos pálidos y luce increíblemente elegante, como una habitación de huéspedes de revista, todo combina y está en el lugar perfecto. La colcha de seda esta bordada con un patrón de bamboo en blanco y la cama está llena de almohadas blanco y dorado pálido que se ven muy bonitas pero con las cuales te harían resbalar si te quisieras sentar o si las pusieras debajo de la cabeza. La alfombra es tan tupida y suave que se podría dormir en ella.El cuarto de baño es tan grande como una suite, en amarillo pálido. Es hermoso. Es tan raro el sentimiento de que realmente nadie vive allí. Solamente me di cuenta que era el cuarto de Nadia cuando abrí uno de los armarios empotrados y reconocí la ropa que había colgada del perchero. Dios mío.

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Tenía un armario solo para los Jeans, me quede mirando a ellos por largo rato en profunda y completa envidia. Me recompuse y me puse tarea en mano: buscar entre sus cosas. No sé qué era lo que estaba buscando, o si había algo que encontrar. Pero Taylor y yo decidimos que este sería el primer paso. No creíamos que confrontar a Nadia daría algún resultado: ella simplemente negaría todo y diría que Lizzie es una idiota delirante, lo cual, francamente sería difícil desmentir. Necesitábamos evidencia, algo concreto. 210 Hay un portátil en el escritorio, abierto y encendido, pero lo deje como último recurso. Cuando escribo cosas privadas, no lo hago en mi computador. Los computadores, pueden caerse, pueden ser dañados, la gente puede hackearlos y copiar todas tus cosas en cinco minutos e imprimir toneladas de copias para que todo mundo pueda reírse de ti. Le paso a una chica mayor que nosotros en St. Tabby –alguien descubrió su contraseña, accedió a su diario y puso copias en todos los casilleros, todo sobre sus amores secretos y cuanto comía ella todos los días. Después de eso. Nunca he confiado mis cosas privadas a un computador y dudo que alguien en St. Tabbys lo haga. Me tomo 15 minutos encontrarlo. No estaba bajo el colchón. No creí que hubiera algo allí, porque en un sitio como este, una criada cambiaria las sabanas y le daría la vuelta al colchón regularmente, por lo cual no sería un lugar seguro para guardar cualquier cosa. Estaría en la repisa de los libros, lo cual sería muy inteligente por parte de ella. Como en ¨La Carta Robada,¨ en donde el mejor lugar para esconder algo es a plena vista, en un lugar muy obvio, por lo cual nadie pensaría que está escondido. Es una fila de libros con lomos similares, brillantes y coloridas portadas duras, incluso ha ido tan lejos como para escribir en algunos de los lomos, por lo cual a primera o segunda vista lucirían como un libro cualquiera, algo que el ojo descartaría cuando pasara. Nada que te hiciera pensar: ¡Oh, este luce como un diario privado! y lo pondría en la repisa para una fisgona. Es un cuaderno muy bonito, del tamaño de un libro de pasta dura, la cubierta era amarilla y las hojas rosadas mate, se sentía pesado y caro. Me

senté en el suelo (la cama estaba tendida tan perfectamente que me dio miedo llegar a hacer alguna arruga en la colcha de seda; no creo que la pudiera volver a dejar de la misma manera y no debo dejar signo alguno de que estuve allí) y empecé a hojear las páginas. Las primeras palabras que llamaron mi atención son las primeras que empezaron con todo esto: No fue tu culpa. Continúe leyendo, todo mi atención estaba fija en la página.Me senté y mire esas mismas palabras por un largo tiempo. Quiero escribir más, realmente quiero escribir más. Pero estoy asustada. Empecé a pasar las hojas, leyendo a toda velocidad. La lección, no es que sea difícil guardar un secreto. La lección es que, es imposible guardar un secreto. Esto es demasiado para mí. Me siento como si fuera a explotar en algún momento. Mi cabeza duele demasiado por el esfuerzo de no decirle a nadie lo que vi. Ok, respire profundo y pare por un segundo. Si Nadia vio algo, lo hubiera escrito antes de lo que estaba fechado esto… antes que su interminable debate con ella misma acerca del clima debió tratar de darme la información o no.Revise, una vez, otra vez y otra, buscando mi nombre y el de Dan. Los cuales no eran difíciles de encontrar. Sacrlett vino hoy al colegio para recoger sus cosas. La vimos cuando pasamos por su casillero. Agarro a Plum y la aparto. No lo podía creer. Plum estaba asustada en verdad, se podía ver. Desde que redujo su barbilla, le aterroriza que algo le pueda suceder a su cara. Le dije a Sophia que lo sentía por Scarlett. Un gran error. No puedo creer que fuera tan estúpida. Sophia le pertenecía a Plum. Ella me miró fijamente y dijo: — Pero Scarlett salió con Dan y a Plum le ¡gustaba Dan!

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— ¡No hagas eso! quiero decir, todo mundo sabía que a Plum le gustaba Dan Dios, ella es como una Plum pequeña, copia de Plum- presiona un botón en su espalda y la voz de Plum empieza a sonar… No puedo evitar reírme de esto. Una muy buena Copia de Plum. Pero yo también soy una copia de Plum. Todas lo somos. Siempre supe que Dan y yo nunca hubiéramos tenido algo, nunca, debido a lo que Plum me hubiera hecho. Soy tan patética como Sophia. Si, lo eres, pienso con aire de suficiencia. ¡Y mira a Scarlett! ¡Ella no es mejor! Me dio esa mirada paralizadora cuando pasamos cerca de ella, pero dejo a esas dos amigas tan desaliñadas, que tenía sin pensarlo ni un solo momento cuando la invite a mi fiesta. Y después empezó a vestirse como nosotras, no en esa horrible ropa de ejercicio con la que usualmente se vestía. Desesperada por encajar con nosotras. Es tan patética como el resto de nosotras. Alison y Luce. Ellas tienen toda la razón. Las traicione. Me siento tan culpable, como si tuviera un nudo en mi garganta de solo pensar en ellas. Nadia y yo somos iguales. O por lo menos, algo compartimos. La necesidad de ser apreciadas y queridas, de ser parte del mejor grupo, de ser admiradas. Y una debilidad moral que nos hace comprometernos, sacrificar cosas para encajar. Para mí, Alison y Luce. Para Nadia: bueno, no tiene la misma figura delgada de varita como Plum por comer nutritivas y sanas comidas tres veces al día. Vuelvo a mirar las páginas. Buscando mí nombre. Simón estaba loco por esta chica Scarlett que está en nuestro salón. Siempre la miraba desde un banco a la salida del colegio con esas dos horribles amigas de ella. No entiendo porque llamo su atención –ellas siempre lucen tan desaliñadas. Rosadas y brillantes y vestida con esa poco halagadora ropa de ejercicio. Deben de ser sus pechos.

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Dios, me encantaría tener pechos. Tal vez debería hablar con mi madre para pagar por ellos. Venetia también quiere hacerse los pechos. Podríamos operarnos las dos. De cualquier forma, Simón sigue hacienda preguntas sobre Scarlett, de esa manera tan casual que hace totalmente obvio cuanto le gusta. Se pone rojo cada vez que Plum dice su nombre. Plum es realmente graciosa, ella dice ¨Scarlett va, ¨ lo que lo hace ver peor por supuesto. Plum dice que invite a Scarlett a mi próxima fiesta, de esa manera Simón podrá salir con ella. No quiero que la gente de St. Tabbys piense que le voy pidiendo a cualquier persona que vaya a mis fiestas o todos empezaran a molestarme por invitaciones, pero Simón es tan rico, que parece mentira. Y mientras Plum dice, Scarlett podría lucir bien si se molestara en arreglarse un poco más. Los fisgones nunca oyen nada bueno sobre ellos, ¿verdad? ¨Podría lucir bien.¨ Wow. Me siento muy halagada. En realidad, me siento contrariada por el hecho de haber sido solamente invitada como un regalo para Simón. Eres un regalo, dijo Taylor cuando le conté lo que había pasado. (En América, aparentemente, reciben un regalo por ir a una fiesta. Raro.) Yo era el regalo de Simón. Que encantador. Rechine mis dientes y volví en tiempo de nuevo. Había ido demasiado lejos en el tiempo. Es difícil encontrar el sitio exacto… las paginas estaban bien y la escritura de Nadia es pequeña y pegada, la tinta negra corría sobre el papel tan delgado, lo cual la hacía difícil de leer. Y finalmente lo encontré. Siento como mis ojos se abren cada vez más mientras leo, como si fuera una gran información, mi iris deben de agrandarse para abarcar todo. No fue culpa de Scarlett. No pudo haber sido. ¿Cómo podría ella haber sabido que Dan, era alérgico a las nueces? Nosotros no lo sabíamos y éramos sus amigos. No, eso no es cierto. Tengo que decir la verdad, incluso si no lo puedo decir en ningún otro lugar. Eso es lo que dice mi terapista, es por lo que estoy escribiendo este diario. Debo de soltar la presión de algún modo, eso es lo que ella dice, es este es un buen sitio para empezar. Plum lo sabía. Ella debería de haberlo sabido.

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No entendía lo que estaba viendo en ese momento. Estaba buscando algo desagradable –No puedo creer que lo encontrará tan rápido, necesito parary Plum siempre tenía algo por el estilo. Así que fui a mirar en su bolso. Ni siquiera me moleste en preguntarle, nosotras siempre buscábamos en los bolsos de las unas y las otras por todo tipo de cosas. Y sabía cuál era –el Marc Jacobs con la hebilla de edición limitada. No había cigarrillos dentro después de todo. Raro. Plum debería buscarlos, incluso más rápido que yo. En ese momento solo cerré el bolso y fui a buscar a alguien que tuviera algunos SilkCut Ultras. Y lo que vi adentro… tenía intenciones de preguntarle, pero la fiesta estaba en su apogeo y se me olvido. Quiero decir, era raro, pero no era tan interesante. Pero después, cuando la policía estaba hablando con nosotros, entendí lo que había visto en el bolso de Plum. Era amarillo brillante –se veía como un resaltador, en una caja con tapa amarilla. En el momento solo había pensado: ¿Para qué necesita Plum un resaltador? Después caí en cuenta, porque la policía estaba describiéndolo a nosotros y preguntando si la habíamos visto. Era la Epinefrina de Dan. Si la hubiera tenido con él, no hubiera muerto. Y estaba en el bolso de Plum. No puedo creer lo que estoy leyendo.

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En ese momento debí de haberle preguntado de frente. La muerte de Dan había sido un accidente, ¡debe de haberlo sido! Y debe de haber una muy buena explicación para que la Epinefrina de Dan estuviera en el bolso de Plum. Y es probable que Plum no le haya dicho a nadie porque ya era demasiado tarde y se sentía avergonzada. Pero no es bueno hacer sentir a Plum avergonzada. Si le pregunto sobre eso se pondría tan brava conmigo, si le digo lo que vi, que me enviaría a Conventry para siempre y nadie más me volvería a hablar.

Seguí leyendo, para ver si me enteraba de algo más. Pero no, era todo sobre lo mismo que yo ya sabía, sobre mi volviendo al colegio para llevarme mis cosas… mucha información sobre fiestas, chicos, muchas quejas sobre lo gorda que era, detalles sobre lo lejos que había llegado con y cuan poco había comido ella ese día… blah, blah, blah… después la parte en donde escribió la nota para mi…

Nada más sobre mí que no hubiera visto antes. Me puse de pie de un salto y salí de su habitación, llevándome el diario. Recuerdo haber visto un suntuoso y muy bien equipado estudio cerca de la sala.

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Capítulo 24 Traducción por Dayanira,Priste,Jesica

M

Corrección por Mayte 216

UY ASTUTA

Cuando salgo de la oficina, la luz del sol de otoño se está vertiendo a través de las puertas francesas, inundando la sala de estar con un esmalte de oro cálido, golpeando sobre el cristal y el cromado de la barra, haciendo que se reflejara en las botellas. Sé que no debería, pero no puedo evitarlo. Tomo el diario de la habitación de Nadia y lo dejo exactamente de nuevo donde estaba en la estantería. Luego regreso a la sala otra vez, camino hacia el bar y me siento en uno de los taburetes cromados de cuero, en el mismo lugar que estaba cuando Dan apareció tan mágicamente detrás de la barra y empezó a hablar conmigo. Vuelvo la cabeza y miro hacia fuera a la terraza. Las luces del piso están tan bien escondidas, que en el día casi no puedo ver dónde están. La fuente no está encendida, pero todavía se ve impresionante, la cinta de granito ancho como una escultura moderna. Y ahí, está la banca, en que Dan y yo nos sentamos. También está el tramo de camino de piedra donde hice un parado de manos, mostrándome sin pudor para conseguir gustarle. Trago saliva y regreso de nuevo. Veo mi reflejo en el cristal del espejo detrás de la barra. Dios, me veo desaliñada hoy. Me acuerdo el esfuerzo que hice esa noche, mi pelo, mi

maquillaje, ese top verde sedoso, amarrado arriba, para que cuelgue a la perfección.

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Recuerdo haber mirado a la gente que podía ver en el espejo y estar sobrecogida por la forma en que ellos se veían. Esas chicas sentándose en la barra, en sus vestidos sin espalda increíblemente sexys. Yo no lo podía creer cuando Dan en realidad las abandonó para regresar a hablar conmigo de nuevo. Era tan vivido, como si estuviera sucediendo ahora mismo. Tuve que correr de mi memoria, tan clara y específico en cada detalle. Dan, se giró alejándose de esas chicas, hacia bajo de la barra dirigiéndose hacia mí, sonriendo. Yo, empuje de la memoria las papas fritas grasientas, desagradables, que había estado comiendo, me sentí avergonzada, cuando ninguna de esas súper delgadas chicas de la fiesta, lo hacían cuando ninguna de ellas, incluso se acercaba a algo que engordara. Oh, Dios mío. Las patatas fritas. Yo nunca pensé en mencionarle a la policía, eso en la investigación. Todo el mundo me preguntó qué había hecho en la fiesta, lo que yo había comido ese día, en caso de que hubiera comido cualquier cosa que pudiera quedarse en mi boca y envenenar a Dan. Y aunque repetí obedientemente lo que comí para el desayuno, el almuerzo y la cena (todo libre de alérgenos, que era porque lo que estaban preocupados), uno o dos vasos de champán en la fiesta, me olvidé de ese puñado de patatas fritas hasta este momento. Esas patatas fritas. Eran mucho más grasosas que las papas fritas que he comido antes o después. Extrañamente grasosas, ahora que pienso en ello. Mis dedos se habían puesto muy grasientos. Me levante del taburete en un segundo. Camine en torno a la barra y comience a revisar todas las puertas del armario, una por una, buscando a través de ellos, con una idea en mi cabeza, según recuerdo un programa de cocina que vi hace unos meses en la televisión durante el día, cuya burbujeante, presentadora de brillantes labios pintados estaba hablando de los mejores aceites para freír las papas. Hay tantas cosas en los armarios que es abrumador: exprimidores de limones, cocteleras, frascos sin abrir de aceitunas y cerezas al marrasquino, libros de recetas de cócteles, cajas de agitadores de bebidas,

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paquetes de servilletas de papel de diseño con el precio alucinante todavía en ellas, botellas de repuesto de los mezcladores y los jarabes. ¿Quiénes son estas personas? ¿Son Los padres de Nadia, delirantes alcohólicos, o tanto dinero que no saben qué hacer con él? ¿Simplemente siguen comprando cosas inútiles?

simplemente tienen

Y luego un armario en tercer lugar, me parece. Escondido detrás. Nunca lo note, la mitad oculta ya que está detrás de las botellas azul brillante y verde de Curazao y chartreuse y el licor de menta. E incluso si solo jalas hacia afuera te maravillas, porque alguien en la tierra, había puesto aceite de cacahuete en el bar, cuando en realidad pertenecía a la cocina. Nadie más que yo lo sabría. Nadie más que yo se daría cuenta de que alguien abrió la botella de aceite de cacahuete y vertió lo suficiente de ella en un cuenco de patatas fritas para que se absorbiera sin que quedaran rastros reveladores de aceite en el fondo de la taza. Nadie más que yo se daría cuenta de que esa persona debía haber puesto el cuenco en la barra delante de Dan, esperando que tomara algunas patatas a la inglesa del cuenco. Y lo felices que debían de haber quedado cuando fui yo en cambio, quien se comió las papas fritas y luego besó a Dan con una boca tan saturada en el aceite de cacahuete, que cayó muerto en menos de dos minutos. ¡Qué conveniente para ellos! Qué emoción que deben haber sentido cuando ¡proporcioné la distracción perfecta y completamente clara de la relación entre Dan y lo que lo mató! Todos los periódicos, el juez de instrucción, además de la policía fueron arrastrados en el drama de la situación: Dan y yo besándonos en la terraza acabándonos de conocer, así que no se habían molestado en revisar la comida de la fiesta. Sé que alguien preguntó si había habido algún maní o cualquier otro tipo de alimentos a los que Dan fuera alérgico y Nadia dijo que no. Pero no investigaron más profundo que eso. Porque si lo hubieran hecho, habrían encontrado las patatas fritas.

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O bien, ¨ la verdad¨ Me pregunto, hubiera sido muy fácil deshacerse de las reveladoras patatas a la inglesa. Bien, podría tirarlas a la basura, incluso se las podría comer, si no es alérgico al aceite de maní. Me imagino a la persona que mató a Dan en la fiesta, viendo correr a los paramédicos en la terrible escena en la terraza, calladamente eliminando el tazón y disponiendo de él, o incluso comiéndose la evidencia a la vista de todos. 220 Eso hizo temblar la base de mi columna vertebral. Dan fue asesinado. Ahora lo sé a ciencia cierta. Empujé la botella de aceite de cacahuete hasta el fondo del armario y acumulé todo lo que pude delante de ella. No puedo llamar a la policía todavía. No hay suficiente evidencia. Por sí mismo, esto no prueba nada. Además, yo estoy aquí ilegalmente y no necesito más problemas con la policía, no hasta que pueda ir con ellos, con toda la historia de cómo fue Dan asesinado, diseñada para ellos en blanco y negro. Además, es muy poco probable que haya huellas dactilares en la botella. ¿No serían del que había dosificado las patatas a la inglesa sino de quien ha acabado con la botella después de eso? Y luego la metió en un armario con material de repuesto que probablemente nadie abre hace muchos años. Mucho más seguro que tratar de pasar de contrabando un garrafón abierto de aceite fuera de la casa. Muy inteligente de parte de ellos. Este asesino es muy inteligente por cierto. Y justamente, cuando estaba pensando esto, oigo un ruido que me hiela la sangre. Una llave en la puerta de entrada. Por lo menos me las arreglo, no trato de volver a la habitación de Nadia, que es sin embargo, mi primer impulso. Miro a mi alrededor salvajemente y luego corro por el pasillo, hacia la puerta, lo que no es bueno, pero sé que no debo quedar atrapada en la parte trasera del apartamento, tengo

que estar más cerca de la salida y recuerdo que hay un armario con suministros de limpieza junto a la cocina, nadie quiere ir al armario de suministros de limpieza ¿verdad? Me meto en él y tropiezo con un cubo y la fregona y apenas he recuperado el equilibrio y cerrado la puerta detrás de mí cuando escucho el pitido de la alarma de la puerta principal y luego varios pitidos agudos más altos para indicar que acaban de entrar en los números del código de seguridad del panel de alarma. Todos los pitidos se detienen. Abro la puerta sólo un poquito para ver quién es. Asumo que es Nadia, de regreso de lo que fuera que estaba haciendo con Plum. ¡Oh Dios! No es Nadia Yo me decía que nadie en esta casa querría acercarse al armario del aseo, pero olvidé la maid 12 Sé que es la doncella de servicio porque se ve cansada y porque está vestida con ropa de un hotel barato, de colores brillantes, un abrigo con un patrón de lana tejida en ella, los pantalones vaqueros desteñidos, ese tipo de ropa parece que se caen hacia abajo sobre los tobillos, pero se supone que es así, por razones que nunca se entienden. Yo sólo recibí una mirada muy breve a través de la rendija de la puerta, pero fue inmediatamente obvio que ella llevaba ropa que a la mamá de Nadia, ni a Nadia jamás se le ocurriría. A menudo me he dado cuenta de que las personas que son chics, usan el color que menos les favorece. Algunos del círculo íntimo de San Tabby no se veían como si fueran propiedad de las prendas de vestir se veían más brillante que el beige. Dios, ¿por qué mi cerebro está pasando por la ropa? Estoy atrapado en este armario con la señora de la limpieza justo en el pasillo, y acercándose cada momento. ¡Puedo oír sus pasos sobre el suelo de mármol!

12

Doncella de servicio

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Desesperadamente, miro a mi alrededor para un lugar donde ocultarme. Pero es sólo estantes, repletos de blanqueadores y limpiadores de crema por lo que mis ojos puede ver. Tal vez si yo fuera tan delgada como Nadia podía esconderme detrás del trapeador, pero con mi figura que definitivamente esto no va a funcionar. Oh Dios, me va a ver instantánea cuando entre en la habitación. La puerta se abre. Hay un profundo suspiro. Supongo que esto es debido a que la señora de la limpieza es pobre y tiene que entrar y trabajar en domingo. Por un momento ella sólo se queda ahí. Entonces oigo un rumor pesado y un tintineo sordo. Pausa. A continuación otro suspiro, aún más profundo y finalmente, un ruido metálico y el sonajero de algo, se escucha como el plástico y el vidrio. Se distrae con algo y luego algo más suena, como que está siendo arrastrado por el suelo por las baldosas y luego están los pasos sobre las baldosas, gracias a Dios, se dirige a la puerta y luego la puerta se abre y ella se aleja por el pasillo. . . . Muy poco a pocosolté mi aliento… poco a poco. Me apreté a mí misma tan fuerte como pude detrás de la puerta, pero todo lo que había tenido que hacer era seguir adelante, sólo que poco más y si hubiera abierto la puerta se había dado cuenta de que había algo grande en el camino y vendría a ver lo que era y probablemente, habría gritado en el lugar. Podría haber estado conteniendo la respiración, ¡pero el corazón me latía tan fuerte que me sorprende que no lo oyera! Uf. Estoy a salvo por ahora, pero tengo que salir de aquí antes de que ella vuelva de realizar su visita de seguridad en otras cosas. Ha tomado el cubo y el trapeador y por lo menos no voy a caer sobre ellos al salir. Su chaqueta está colgada en una percha. No puedo creer que no dejen que cuelgue el abrigo en la sala con todos los demás, sino que la hacen que lo esconda aquí. Eso es tan grosero. Le doy cinco minutos y luego miro con cuidado fuera de la puerta del armario, abriendo palmo a palmo. No la veo o escucho, lo cual es bueno.

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Poco a poco, salgo del armario, con miedo de hacer un ruido, porque si viene, tengo que correr hacia adentro otra vez. Pero lo raro es que en realidad no se oye nada en absoluto. Este piso es tan grande, que dos personas pueden estar juntas y ni siquiera sentir la presencia del otro. Todavía no hay ruido. . . sigue el silencio. . . Estoy de puntillas por el pasillo, hacia la puerta principal, moviéndome más y más rápido, estoy en la puerta ahora, girando el cerrojo grande que atora la puerta abierta, cortando a través del corredor. Cierro detrás de mí, tan suavemente como me sea posible. Sin embargo hay un clic muy fuerte, cuando el seguro regresa a su lugar, que también me hace entrar en pánico. Corro por el vestíbulo hasta el ascensor, pulsando el botón:¨Llamar¨ desesperadamente, mirando la pantalla, viendo como el ascensor parece tardar una eternidad en llegar al piso del Ático. Y luego por supuesto, las puertas comienzan a abrirse y estuve a punto de infartarme, pensando que tal vez Nadia se apresuró a regresar y va a estar del otro lado del elevador. Pero no lo está. Doy un suspiro de alivio. No hay nadie en el ascensor, pero me reflejo en el espejo de la pared del fondo y me asusto, así que esta es mi expresión de pánico, casi me hace reír. Y entro tirando de la capucha de la chaqueta para ocultar mi rostro y pulso el botón de planta baja con alivio, tanto que mi mano está temblando y busca a tientas, terminando de apuñalar varias veces con mi dedo en el botón, sólo para asegurarme. Camino a través del hall de entrada con la capucha hacia arriba. Pensé que iba a tener que volver a subir en el ascensor de servicio y encontrar la entrada de servicio para escabullirme. No aceptaba tener que ir frente del portero. Pero no tengo otra opción ahora. Y honestamente, estoy muy agradecida. La idea de aplastarme de nuevo en que el ascensor,

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O quedarme atascada entre dos pisos más, era un terror constante en el fondo de mi mente, todo el tiempo que estuve en el Pent-house C. Nunca más voy a hacer algo tan estúpido. Nunca más. El portero me dice algo, pero no volteo la cabeza, sólo sigo caminando. Lo repite más fuerte, pero yo camino más rápido. Por el rabillo del ojo lo veo venir de detrás del escritorio, pero luego las puertas de vidrio se deslizan y se abren y estoy caminando a través de ellas rápidamente, respirando aire puro y nada se ha sentido alguna vez tan bueno antes en toda mi vida. Regreso por donde llegue y estoy en la calle, perderme en la multitud de compradores del domingo, antes de que pueda llegar a ninguna parte, cerca de mí el portero. Sé que no puede salir de su mesa por mucho tiempo, por lo que se ha dado la vuelta a estas alturas y ha vuelto a su sitio, E incluso si hubiera circuito cerrado de televisión en el vestíbulo, tenía mi capucha por lo que nadie me reconocería. Estoy libre. Metido en el bolsillo del saco,están las fotocopias del diario de Nadia que hice en la oficina. Tengo una especie de pruebas ahora. Es demasiado pronto para llevarlo a la policía, al igual que la botella de aceite de maní, en la parte posterior de la barra del armario, pero es evidencia de todos modos. Ahora se muchas cosas que no sabía antes de hoy: Sé que Dan fue asesinado. Sé cómo fue asesinado. Y también sé, que Plum tiene una parte en ello, porque su EpiPen estaba en su bolso de mano y no hay absolutamente ninguna explicación no sospechosa para esto. ¿Fue Plum la que derramó el aceite de cacahuete sobre las papas fritas? ¿Pero por qué haría eso?

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Esto debe haber sido planeado de antemano. No es solo una, la que podría haber creado esto, hasta el aceite almacenado en el bar. Voy a tener que hacer una investigación muy a fondo de Plum. Miro mi reloj. Dios, ¡he estado en el lugar de Nadia por horas! Voy a tener que darme prisa para poder regresar a la escuela antes de la campana de la cena. Los trenes tardan una eternidad en domingo. Me acerco a nuestro punto de encuentro. Taylor ya se ha ido, como nos pusimos de acuerdo que debía hacer si se me hacía tarde. Heempezado a correr por la calle, en dirección a la estación del metro, corro entre la multitud, esquivando entre los últimos compradores, sin perder el tiempo para detenerme. No puedo esperar para mostrar Taylor las páginas fotocopiadas del diario de Nadia. Sé que cuando oiga lo que he descubierto, que Dan fue asesinado, sólo se hará más aguda para planificar la próxima etapa de nuestro problema misterioso. Un trabajo que ella podría tener, un día de verdad al ser un adulto, un detective privado con licencia. Tengo una doble búsqueda y estoy más que lista para el reto. Voy a averiguar quién mató a Dan. Y voy a tomar mi venganza sobre Plum Saybourne. ¿Cómo se atreve a mantener una acusación y culparme de s er la causa de la muerte de Dan? Cuando ella tenía el EpiPen que habría salvado la vida de Dan, ¡lo tenía escondido en su bolso de mano! Estoy tan enojada con ella que cada vez que pienso en eso, mis manos se enroscan en puños. Ya estoy planeando la manera de ejecutar mi venganza. Y algo me dice que Taylor va a ser de muy buena ayuda con eso también...

225

Capítulo 25 Traducido y corregido por Mayte

S

226

UFICIENTE CON LOS DESEOS

Estaba corriendo sobre el camino. Dios, ¡ese tren del domingo aún más lento de lo que esperaba! Me paseaba de arriba hacia abajo carro como si tuvieran electricidad viva mis pies, con silbidos impaciencia, cada vez que el tren se detenía bruscamente entre estaciones y me dejaba mirando a la pared en blanco de un terraplén ferrocarril.

era del de las del

Estoy en estado de pánico perderé la campana de la cena y estoy dispuesta decirle todo a Taylor cada cosa que encontré, me he quedado hasta el final de la estación rompiendo por el camino de la villa de Wakefield. La grava del piso, se siente en las suelas de mis zapatillas frenándome y me desvié hacia la hierba para poder usar toda la velocidad que puede. La luz del sol inunda a través de las ramas de los robles y salpica sobre la hierba. Es tan fuerte que cuando cojo un destello color rojo en movimiento a través de los árboles, necesito un momento para darme cuenta quien es. Jase Barnes. Está vestido como si él fuera-una amapola roja-se ve muy bien contra su piel dorada oscura y unos jeans negros que hacen que sus largas piernas se vean aún más largas. Wow. Está caminando hacia mí, rodeando la esquina del ala nueva del escuela y cuando lo veo, el desaparece de mi vista. Mis piernas bombean sobre la

hierba, me siento como si fuera una velocista puntera, dirigiéndome hacia la meta. Me resbalo fuera de la hierba, en el pavimento de concreto y ejecuto un perfecto giro de noventa grados-no en dirección al comedor, pero si a la izquierda, dirigiéndome directamente a Jase. Rodeo la esquina del edificio y lo veo girando por el camino que conduce a las cabañas Barnes. Tan pronto como mis pies comienzan a golpear duro en el concreto, el escucha a alguien corriendo tras él y voltea alrededor. Sus ojos se abren en sorpresa. — ¡Scarlett! ¿A dónde vas? — exclama. Estoy toda sudada de correr. Sin maquillaje, ni gloss en los labios, sin zapatos de tacón alto, sin minifalda, solo una sudadera de capucha desagradable vieja y jeans. Soy 30cm más baja que el sin mis tacones. Pero no me preocupo por mi inexistente higiene o mi estatura enana o de la cara brillante. Me siento tan alta con mi resiente éxito en la misión de espionaje, que parece como si fuera dueña del mundo y gran parte de esto, es que estoy más interesada en quien está de pie enfrente de mí. Quiero poner una bandera en este territorio, clamar que es mío. Y antes de poder pensar qué diablos estoy haciendo (porque si lo hago, nunca tendré el valor suficiente para hacerlo), salto sobre mis puntas y coloco mis manos sobre sus hombros, así apenas estoy lo suficientemente alta como para llegar a sus labios. Y entonces lo beso en plena boca, justo lo suficiente, para sentir mi cuerpo apretado contra el suyo, el peso de sus musculosos hombros bajo mis palmas, la curvatura de su tórax, contra el mío y el olor picante encantador de su colonia para después de afeitar… Oh Dios, mi cabeza da vueltas. Giro en los dedos de los pies y comienzo a correr, como si los perros del infierno estuvieran detrás de mí. Los cuales ellos podrían ser, en la persona de la Miss Newman, si no llegaba al comedor a tiempo. La campana suena justo cuando llego y entro con las rezagadas que empujan a través de las puertas, miro hacia atrás, respirando con dificultad.

227

El, todavía está ahí de pie con la boca abierta después de lo mío. Levanta una mano y mueve lentamente sus dedos hacia mí: el me ve como si estuviera en shock. Hay una sonrisa en mi cara que se siente como si estuviera iluminando la totalidad de mi cuerpo. Estoy tan feliz que podría literalmente saltar de alegría. Me doy vuelta y me lanzo a través de las puertas y cruzo el cuarto y veo a Taylor saludándome como loca desde el final de una mesa con una expresión de un gran signo de interrogación. 228 Mi mano se encuentra acariciando los papeles dentro del bolsillo de mi chaqueta. Aún están ahí. Me detengo un momento a recuperar el aliento y luego me dirijo a través del comedor lleno de gente en dirección de Taylor. Empecé este año con dos deseos. Bueno, suficiente con los deseos. Estoy demasiado vieja para ellos ahora. Los deseos son como malas hierbas. Llego a esa conclusión ahora. Numero uno; resolver el misterio del asesinato de Dan. Y numero dos; conseguir que Jase Barnes, sea el que me agarre y me bese la siguiente vez. Quiero que el corra hacia mí, me envuelva en sus musculosos brazos y me bese como si él no hubiera estado pensando en otra cosa que hacer precisamente desde que yo me plante delante de él y corrí lejos. Yo diría que es más que suficiente para seguir adelante ¿Y tú?

Fin.

Acerca Del Autor Lauren Henderson 229

L

auren Henderson nació en Londres y vivió en la Toscana y Manhattan, antes de regresar a Londres para establecerse con su marido y dos gatos gordos. Ha escrito siete libros en la serie de misterio Sam Jones, que ha sido una opción para una serie de televisión americana, muchas historias cortas y tres comedias románticas. Sus citas guiadas de no ficción, Jane Austen´s Guide to Dating, ha sido mencionada como una opción para un

film futuro del escritor detrás de Ten Things I Hate About You y Ella Enchanted. Los libros de Lauren han sido traducidos en más de veinte idiomas. Con Stella Duffy, edito una antología de mujeres con mal comportamiento e historias de crímenes, Tart Noir. Lauren se ha descrito como la Dorothy Parker y la Betty Boop de la novela criminal. Sus intereses incluyen clases en trapecio, gimnasia y comer hidratos de carbono complejos.

Web-site es:

www.tartcity.com

230

Obras de Lauren Henderson: 231

Adult Nonfiction Jane Austen’s Guide to Dating Adult Fiction Tart Noir (anthology, edited with Stella Duffy) Exes Anonymous My Lurid Past Don’t Even Think About It Pretty Boy Chained The Strawberry Tattoo Freeze My Margarita Black Rubber Dress Too Many Blondes Dead White Female

Portadas de la Saga Scarlett Wakefield, que se traducirá en MyAdicción Perfecta.

232

Libro 2 La huérfana adolescente británica Scarlett Wakefield pospone su romance con el apuesto hijo del jardinero de la escuela, con el fin de viajar a escocia con su compañera americana, Taylor, en busca de pistas sobre el asesinato de un chico el cual cayó muerto después de besar a Scarlett.

233

Libro3

Libro 4

Síguenos en el foro: My Adicción Perfecta.

Traducido, corregido y diseñado en:

My Adicción Perfecta

234

My Adicción Perfecta. 235

http://myadiccionperfecta.activoforo.com/

¡Esperamos Que Nos Visites!

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