Talmidé Jajamim que fijen un pequeño tiempo para la lectura del Jok Leisrael diariamente. En cambio, están obligados a leer la porción

semanal de la Torá con Targum. Extraído del Ialkut Iosef.

•PARA TODA BAT ISRAEL• La Rabanit Koledetzki, Shetijié, hija de Rab Jaim Kanievsky Shelita, escribió una carta dirigida a todas las mujeres de Israel. En ella escribe las siguientes pautas, en nombre del Rab Shteinman Shelita, como Segulot para todas las Ieshuot que queremos ver: 1) El día viernes, hacer Tefilat Minjá antes de encender Nerot, y adelantar diez minutos el encendido de las velas al horario que figura en las calendarios. (Es decir, encender media hora antes de la Shekiá). Esos diez minutos que una se adelanta a encender tienen un potencial muy grande para que sean recibidos todos los pedidos nuestros, por varias razones: A) Porque Erev Shabat es “Et Razón”. B) Porque adelantarse a recibir el Shabat es considerado como un Korbán (Ofrenda) y hace Kapará Avonot. C) Las mujeres que se adelantan a encender se llevan el pago de las que encienden en los últimos minutos, y hacen Kapará por ellas. Asimismo, el poder de esta Mizvá salva de cualquier sufrimiento, como escribió un Mekubal en el libro, “Tolaat Iaacob”: “El que se cuida de esto (ampliar el horario), Hashem lo ‘amplía’ de su sufrimiento (lo salva)”. Y así escribió también el Mekubal Rabi Iosef Viktalia, “… le amplía su límite… y le acorta el sufrimiento…”. Por eso hay que aprovechar esos diez minutos posteriores al encendido para hacer Tefilot, y Bezrat Hashem, se asegura que sus pedidos serán aceptados en voluntad.

Leiluy Nishmat:

2) Estudiar una Halajá de Shabat en la mesa de Shabat. 3) La Rabanit escribe que es obligatorio revisar las Mezuzot cada tres años y medio. Y dice en nombre del Rab Jaim Kanievsky Shelita: –La importancia de que también las mujeres hagamos tres Tefilot diarias, Shajrit, Minjá y Arbit. Y destaca mucho la importancia de Minjá antes de Shabat. “…Una madre que hace Tefilá y otra que no, la diferencia entre los hijos es como la distancia del sol a la tierra. Los hijos de una madre que hace Tefilá tienen más temor a Hashem, y menos pruebas. La inversión más grande en nuestra generación son las Tefilot de la mamá. Una madre que se adelanta a despertarse para poder decir Tefilá, no va a ser a costa de su sueño, ya que su dormir será de calidad, y sin preocupaciones. También cabe destacar que si se despiertan dificultades para llevar a cabo estos consejos, vale mucho sobreponerse, y esto descontará otras dificultades… Iehí Razón que por el Zejut de Shabat Kodesh, la fuente de la Berajá, y por el mérito de las Tefilot de las mujeres y señoritas Zadikot, todas tengan Zejut de casarse, de éxito, salud, Parnasá, satisfacciones, hijos sanos e íntegros, Zerá Kodesh, y que se cumplan todos los deseos de vuestros corazones para bien. Con Berajá y Hazlajá, y con cariño. L. Koledetzki.

RAB SAADIA BENZAQUEN ELIAHU JOLI BEN ALBA ELIAS (LETO) HADID BEN SOFIA LEON IEHUDA SALMUN BEN AMELIA A L I C I A C . S A B A N D E D A B U L B AT A M E L I A J A N E I T E D E S U C H M O N B AT B E R TA A M E L I A D E H I L U B AT Z A H I E S A R A N A J A R D E J O L I B AT Z A H I E J A C I N TA H A M R A B AT E LV I R A

AÑO: 24

1141

NÚMERO

ENC.

DE

Publicación Semanal de la Asociación Unión Israelita Sefaradí “Luz Eterna” (Or Torah), B r a n d s e n 1 4 4 4 - 1 2 8 7 - B u e n o s A i r e s , Te l é f o n o : 4 3 0 1 - 3 4 2 6 AHORA UD. PUEDE LEER, BAJAR Y/O IMPRIMIR ESTA REVISTA DESDE LA DIRECCIÓN WEB:

VELAS VIERNES 28 ABR. 2017: 17:54

www.bybrapac.blogspot.com HS.

SHABAT 29 ABR. 2017, 3 IYÁR 5777. FIN.: 18:53

HS.

•PERASHA TAZRIA - TAHOR• “Y contarán para ustedes, a posterior del primer día de Pesaj, desde el inicio que trae la ofrenda Minhat Haomer, siete semanas completas serán. Hasta la séptima semana, contarán cincuenta días y traerán ofrenda de Minha de la nueva cosecha, para Hashem”. Estamos actualmente en los días intermedios entre la fiesta de Pesaj y la fiesta de Shabuot, que celebraremos al finalizar la cuenta del Omer en el día cincuenta de la misma. La Torá nos pide que contemos días y que contemos semanas. ¿Cuál es el sentido de contar, para que Hashem nos encargue la Mizvá de contar? Debemos decir, tal como dicen los Jajamim, que contar es para llegar a un objetivo, a algo que se desea que llegue. En este caso es llegar a la fiesta de Shabuot, en la cual Hashem nos dio la Torá. No es esta la única Mizvá de contar. Así vemos que cuando la señora tiene su período, luego que éste se le retira, debe iniciar la cuenta de siete días limpios. Luego de los cuales, va a la Tebila y luego está en condiciones para estar con su esposo. La Torá también trae otra Mizvá que consiste en contar. Esta vez no son días, son años. Hay un ciclo de siete años, de los cuales los primeros seis años se pueden hacer todas las tareas agrícolas, arar, sembrar, cosechar, comercializar los productos de la tierra. Pero el año séptimo, es prohibido, es año de Shemita. A esta cuenta de siete años, a este ciclo de siete años, se agrega

otro ciclo de siete años, que hace un total de cuarenta y nueve años. Al año cincuenta se lo consagra y es llamado Iobel. Nosotros vimos que cuando Iaacob Abinu se quiere casar con Rajel, le propone a su futuro suegro y tío, trabajar gratis por Rajel, un periodo de siete años. Lo que nos asombra es que la Torá nos dice que para Iaacob, esos siete años fueron como unos pocos días, de tanto era el amor que sentía por ella. En nuestro caso, pensaríamos que los siete años se hicieron eternos, parecen inalcanzables, lo que no fue así para Iaacob Abinu, ¿Qué hubo de especial, que le parecieron esos siete años como unos pocos días? El Sefer Hajinuj cuando explica la Mizvá de contar el Omer, lo iguala a alguien que está preso y le fijaron la fecha en que recobra su libertad. De igual manera, Israel que salió de la esclavitud de Egipto, que sabían de un principio que la salida era para recibir la Torá en el día cincuenta, contaban los días desde la salida, con el deseo de recibir la Torá. Siendo así, no se entiende, ¿Por qué contamos los días pasados y no los días que faltan para recibir la Torá? El Rab Pinkus, Z’L, trae un ejemplo maravilloso, que es la esencia del hecho, de la Mizvá de contar y al mismo tiempo responde la pregunta que tenemos, ¿Cómo a Iaacob Abinu, siete años fueron como unos pocos días? A una persona que ganó un premio de un millón de dólares, le dijeron que

el millón se lo entregarán al cabo de cien días. Llega el día cien y cobra el total del premio, el millón de dólares. ¿Cómo pasaron para él esos cien días? ¡¡Fueron eternos, no pasaban nunca!! No comía, no dormía estaba tenso, muy nervioso, aguantando al día cien en que cobraría el millón. Pero, ¿que pasaría si le dijeran que el millón se lo reparten en cien días? O sea le dan todos los días diez mil dólares. Al cabo de los cien días ya recibió el millón de dólares. Esos cien días ¿serían eternos o pasarían volando? Seguramente, en ese caso, el afortunado dirá ¿cómo, ya pasaron tantos días? ¡¡No puede ser!! ¿Qué cambió que si lo recibe al final los días son eternos, a que si lo recibe un poco cada día, pasan volando? La respuesta es simple. Cada día que recibe los diez mil dólares, los tiene en su bolsillo, son de él, no duda de nada, cada día tiene más y más. Cuando espera tenerlo todo junto, es interminable. Lo mismo nos pasa a nosotros. Sefirat Haomer es para llegar a recibir la Torá. La Mishná en Abot dice que la Torá se consigue con cuarenta y ocho condiciones, con estudio de Torá, con buenas cualidades que detalla el Pirke Abot. Cada día nos involucramos en cada uno de las condiciones que requiere recibir la Torá. Cada día es válido por sí mismo, cada día, como en el ejemplo es un día de recibir diez mil dólares, no es sólo llegar al final, es también vivir cada día con algo nuevo e importante. Iaacob Abinu, valoró a Rajel y la amó siempre, entendió que pagó muy poco para recibir una joya, un diamante incalculable, por eso fueron como pocos días. En nuestra cuenta del Omer, no dejamos de lado lo ganado, lo conquistado, ¡¡No!! Lo valoramos por sí mismo, ya que es lo que nos ayuda a estar mejor para recibir la Torá. “Vehem Tuku Leragleja”. Y ellos se metieron dentro, a su falda. Moshé alaba a Israel diciendo que en el momento que

recibieron la Torá, tuvieron al Monte de Sinai sobre sus cabezas. ¿Cómo pasó que tuvieron la montaña arriba de ellos? La respuesta es que Hashem alzó la montaña y ellos espontáneamente fueron bajo la misma. La montaña fue el techo. De allí es que cuando se contrae matrimonio, se coloca una Jupá, un techo, similar al momento en que se recibe la Torá. De no haber Jupá, se pone sobre los novios un Talit, que haga las veces de Jupá. La fiesta de Shabuot fue el casamiento eterno entre Hashem, que hizo, Cabiajol, si es que se puede decir, como el novio. La novia fue Israel. Hashem despertó a Israel ese día Shabat y luego fue Israel al encuentro de Hashem. Hoy hacemos igual, primero entra el novio, luego entra la novia. ¿Cuál es la esencia particular de cada uno de los integrantes de la pareja? ¿Qué espera el novio recibir de su esposa y qué espera ella recibir de su marido? El hombre espera recibir que es valorado por lo que es, por lo que hace, es el Eres, tal como se lo denomina en Hebreo. La esposa espera ser amada, poseída por su esposo, ella espera Ahabá, cariño. Cuando Hashem nos dice que nos va dar la Torá, no viene con exigencias, nos muestra su cariño, ¡¡Recuerden que los alcé sobre alas de águilas!! Los protegí, estuve junto a ustedes en cada sufrimiento, en cada intento de hacerlos desaparecer – que nunca pase – estuve junto a ustedes. Así como en aquel momento, hoy Hashem nos muestra su amor, su protección, su cariño para con nosotros. De nuestro lado debemos darle a Hashem la valoración, la importancia de la Torá. ¿Cómo lo hacemos? En estos días del Omer. El objetivo es recibir la Torá. Es un viaje de muchos días, es un viaje que incorporamos cualidades, predisposición a entregarnos a Hashem, es un viaje a ser eternos, como lo somos ahora. Naase Venishma.

•MAASE SEMANAL• En la época del segundo templo, surgieron sectas que no aceptaban la palabra de los Jajamim, que eran los que interpretaban las palabras de la Torá, a través de las formas en

que la Torá se estudia. Hubo debates con ellos y muchos de esos debates están redactados en los diferentes tratados talmúdicos. Cuando la Torá nos cuenta que Hashem le pide

a Moshé que haga el censo de todo Am Israel, Ribi Abraham Ibn Ezra aclara que en ese censo no fueron incluídos aquellos extranjeros que salieron también con nuestros padres de Egipto, los llamados Ereb Rab. Fueron excluídos en el conteo total. Entre los grandes rabinos que alumbraron al mundo en Jerusalén es de destacar la figura de Ribi Rafael Meuijas Z’L, autor de los libros Perí Adamá, Mizbaj Adamá. Fue designado con el título de Rishon Lesión, o sea rabino jefe de todos los rabinos de su época, cuando estaban el Or-Hajaim Hakadosh, el Rashash, el Nejpa Bakesef, el Bate Kehuna Z’L en su mismo tiempo. En su época había una pequeña comunidad de Karaítas, son un grupo que no creen en la palabra de los Jajamim. Sucedió que las autoridades gentiles de aquel entonces, impusieron grandes impuestos sobre la comunidad judía, muy difícil de solventar, en especial sobre los Karaítas. Se decidió pues, hacer una reunión de todas las comunidades a fin de aunar criterios a seguir y para ello se reunieron en el Bet-Hakeneset de los Karaítas que funcionaba en un sótano. Cuando el Rishon Lesión Ribi Rafael Meuijas Z’L desciende por los escalones del templo, de repente se desmaya y cae al piso. Los presentes se asombraron tanto del hecho que decidieron cavar bajo el lugar de los escalones,

donde se había desmayado el rabino. Cavan y encuentran que estaba allí el libro Iad Hajazaká que escribió el Rambam que es donde están todas las leyes judías que rigen la vida judía de acuerdo al dictamen de los sabios talmúdicos. Adrede lo pusieron allí con la intención de despreciarlo, ya que ellos no se rigen según sus dictámenes, y él los atacó permanentemente mientras estaba con vida. Se molestó tanto el Rishon Lesión con los Karaítas por lo que habían hecho, que los maldijo que jamás tuvieran un Minian, un quórum de 10 hombres mayores de 13 años, para hacer Tefilá juntos. ¡¡Así sucedió que jamás tuvieron un Minian en Jerusalen!! Transcurrieron unos 80 años de este hecho, cuando en el año 5594 -1834- un grupo de Karaítas, de las islas del Mar Egeo, aproximadamente 20 familias, deciden emigrar a Israel y radicarse en Jerusalén. Los Karaítas de la ciudad estaban muy contentos con la noticia, ya que con ellos, podrían ahora formar su Minian propio. Sin embargo, cuando la caravana llega a las puertas de Jerusalén, se desata una peste y mueren los hombres integrantes de la misma. Se cumplió la maldición del rabino, por haber despreciado al Rambam, y jamás pudieron tener su Minian propio. Extraído del Maian Hashabua.

•REGLAS SOBRE LA SANTIDAD DEL BET HAKENESET• 1) Las sinagogas de países o ciudades lejanas que fueron cerradas por falta de judíos que lleguen a orar y no hay perspectivas lógicas de que vuelvan a abrir sus puertas para oficiar Tefilot o estudiar Torá, está permitido venderlas. En ese caso, lo aconsejable es que los Grandes Rabinos nombren personas de absoluta confianza, temerosos de D’s., que se encarguen de la venta con la condición de construir con ese dinero otras sinagogas en los lugares que se necesitan para Torá y Tefilá; especialmente en Eretz Israel. Esto es con referencia al edificio, pero los Sifre Torá, Rimonim y ornamentos del Sefer no se venden y deben guardarse a buen recaudo hasta conseguir autorización gubernamental para sacarlos y llevarlos hacia los lugares donde estudiarán y harán Tefilá en ellos. Mientras tanto, deben vigilarse con esmero y ventilarlos con asiduidad.

2) Trajeron a una sinagoga un Aron Hakodesh espléndido concebido y trabajado por artistas y para darle mayor realce aún, lo revestirán con adornos y engarces de oro. Sin embargo, no por esto puede permitírseles el dejarlo sin Parojet con la intención de mostrar al público su belleza; debe estar permanentemente cubierto con el Parojet, como es tradicional en Israel. 3) Está prohibido guardar dentro de los libros Kodesh, cartas y otros papeles. Únicamente es lícito cuando se trata de señalar un lugar específico. Y con más razón que está prohibido colocar entre sus páginas pelos de la barba o dinero. 4) Un Talmid Jajam o Abrej Kolel (joven seminarista casado) que tiene el programa de estudios de Torá diario completo, no es forzoso para él que lea el Jok Leisrael todos los días. Aún así, es recomendable y digno para los

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