Colaboran en este número: Edgar Delgado María dei Carmen Moreno Ma Eunice Quiñones Rodrigo Castañeda LuceH Patiño Martha Fajardo Luz Angela Castaño Xorporación Universitaria de Ibagué - CEDIP- No. 30 - agosto de 2000 - 1.000 ejemplares

Dtofio Centro efe Recursos Educativos

El conocimiento: Búsqueda o herramienta .....

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"El educador, al p ro ble m atizar,re - admira" el objeto problemático a través de la admiración de los educandos. Esta es la razón por la cual el educador continúa aprendiendo, y cuanto más humilde sea ante la re - admiración que haga, a través de la admiración de los educandos, más aprenderá... Y yo estoy convencido de que todo reconocimiento, o casi todo, implica un conocer de nuevo de manera diferente" Paulo, Freire.1

Desde la época griega, la educación se ha debatido entre dos intereses: O se forma para la vida o para el trabajo. La Grecia clásica asumió — el trabajo manual como impropio de los hombres libres y cualquier instrumentalización o -------- pretensión, en este sentido, era considerada innoble del ideal de hombre propio de esa sociedad:” El humanismo clásico quiere formar __ al hombre en sí, disponible para cualquier actividad particular, en quien ninguna especialización limita sus posibilidades. Hasta cuando se trata de una profesión técnica, como lú e el caso de la medicina, e! griego conserva una cierta nostalgia de la preparación general y se muestra descontento con la especialidad. El __ griego no desdeñaba la técnica porque la desconociese, sino más bien, porque estaba ------- convencido de que toda especialización mutila la personalidad”2

nas autónomas. Cada escala de la educación tiene como objetivo una formación instrumental que ejerce el conocimiento solo si éste revierte en cuestiones practicas. Más que a conocer, la formación de hoy se enfoca hacia el saber hacer. Históricamente, las áreas del currículo escolar tienen una profunda razón de ser, que se inscribe en el proyecto que las sociedades modernas diseñaron para el hombre ilustrado. En cada asignatura inserta en los programas de estudio hay un sentido que tiende a proporcionar una educación general para el hombre de Occidente, con el fin de lograr una formación completa y compleja. Sin embargo, al valorar las asignaturas solo por su aspecto funcional, la escuela pierde el sentido de aquellas que, en apariencia, no tienen ninguna aplicación práctica e inmediata.

En cierta medida, la escuela de hoy se ha En el momento histórico en que aparece la industrializado. Influenciada por intereses no industrialización, el sistema escolar conforma académicos se halla presionada para actuar bajo -------- curriculos que dejan de lado esta tradición griega la lógica de la economía: Producir más al menor y se afianzan en la idea de producir sujetos útiles; costo. Para este efecto, busca continuamente ~ comerciantes y empleados capaces de res­ desarrollar métodos más efectivos de transmisión ponder a las necesidades que implica el de saberes. No se trata ya de formar o de enseñar, nacimiento de la tecnología. El conocimiento, que sino de adiestrar y capacitar. De este modo, el .-hasta ahora no tenía un objetivo instrumental, se maestro se convierte en instructor o en ejecutor convierte en una herramienta al servicio del de programas que no debe interesarse más allá — — naciente capitalismo. Con el paso del tiempode se los métodos de enseñanza y cuya única comenzará a desplazar todo ejercicio racional preocupación es cómo enseñar. que no se encuentre al servicio de lo útil. En este panorama, el profesor se convierte en un Es así como actualmente nos encontramos en instrumento de intereses de dominación; si la ----- — un momento en el que el aparato escolar pro­ escuela y la universidad producen exclusivamente duce empleados, mas que pensadores o perso­ lo que el mercado laboral exige, no es necesaria la

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1.Educación Popular. Editorial Tarea, Lima, Febrero de 1988, página 100. 2. Jaramillo Uribe, Jaime. H istoria de la pedagogía como historia de la cultura. Fondo nacional universitario. Bogotá 1990. Pag. 50.

sujetos para que la ejerzan. Entonces, la capacitación de los docentes se limita a lo instrumental y , debido a esto, en ocasiones, los maestros terminan ejerciendo su rol sin reflexión. Así, las prioridades del gremio docente se encaminan hacia los modos; a la practica, más que a la teoría, es decir,a seguir un enfoque instrumental del conoci­ miento. El principal problema de este enfoque es su carácter inmediatista y su sometimiento a las condiciones específicas del momento. No se puede hablar de un proyecto formativo y transformador si éste depende de los intereses de unos pocos; tampoco se puede hablar de autonomía si la condición de los miembros de la escuela está determinada por políticas y economías globales que ejercen una suerte de dominación que a su vez anula las posibilidades y las otras miradas, tan características del conocimiento no instrumental. El problema del conocimiento reducido a su expresión instrumental, es decir a la tecnología, es un dilema sobre el porvenir de la vida humana. La tecnologización del mundo transforma la vida en sociedad, la restringe y la recrea de un modo radical: “ La tecnología, por cierto, aparece siempre como una ruptura con el mundo de la vida cotidiana; no obstante, su propia funcionalidad depende de la inserción, por así decirlo, inmediata dentro del mismo mundo de la vida que le da origen y del que empieza creando una ruptura. En su desarrollo, la tecnología se caracteriza porque al mismo tiempo interpreta los problemas de la cultura y, creando una solución, la altera...”3 Esta transformación incide directamente en los ideales de una sociedad y, en ocasiones, los desvía paulatinamente sin que los individuos tomen conciencia de ello. Si aceptamos que “la pedagogía fundamentalmente tendría las funciones de caracterización cultural, proyección e intervención en la cultura” (Vargas Guillén, 1999:140), estaríamos determinando que las relaciones de la escuela con la tecnología deben estar marcadas por la criticidad, de suerte que exista una autonomía frente al medio y ésta permita que la educación sea fuente para la desalienación de los individuos sometidos a las lógicas del mercado y el consumo. En tanto su trabajo diario cobre un sentido que supere lo instrum ental y se inscriba en un proyecto social que pueda validar formas de conocer

la reatídad que trasciendan to útil y contribuyan a hacer del hombre un ser humano multidimensional, transformador y capaz de proponer mejores modos de vivir, entonces, el profesor, desde esta perspectiva, sí puede ejercer una suerte de resistencia a la visión instrumental de su labor. 3 Vargas Guillén, Germán. Filosofía, pedagogía, tecnología. Bogotá Universidad de San Buenaventura 1999. Pag 132.

*Martha Fajardo Valbuena. Escrito a partir del conversatorio sobre la instrumentalización del conocimiento.

Reseña Perkins, David. La escuela inteligente. Gedisa. Debate socioeducativo, Barcelona, 1997.

Desde un enfoque crítico a los modos en los que la escuela ha asumido sus relaciones con el conocimiento y con el desarrollo de la inteligencia, Perkins hace un balance sobre las practicas cotidianas que forman aquello que, desde una perspectiva restringida, se conoce como conocimiento. En el segundo capítulo, e| lector puede encontrar un interesante panorama acerca de las practicas escolares con respecto al conocer. Para Perkins existen tres tipos de conocimiento avalados en el proceso educativo, que producen el fenómeno que él denomina el pensamiento pobre. Son ellos, el conocimiento frágil que se presenta cuando los estudiantes no recuerdan, no comprenden, o no usan activamente gran parte de lo que supuestamente han aprendido. El conocimiento olvidado que es el que se olvida en ocasiones en que debería ser usado para resolver situaciones reales. El conocimiento inerte que para Perkins está relacionado con que los estudiantes suelen recordar conocimientos exclusivamente para presentar evaluaciones, pero no lo usan en la vida diaria o para las acciones realmente importantes : escribir un ensayo, evaluar los titulares del periódico, analizar los fenómenos que le rodean. El trabajo de este escritor permite a los mae­ stros reflexionar acerca de las actuales relaciones entre escuela y conocimiento y acerca del rol que desempeña el profesor frente a ellos.

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