La Alhambra

C.P. Abencerrajes 16

18

13

20 15

22

21 12

14

17

23

19

24

7

6

8 9

25

19

2 11

4 5 10 26 27

1

1 Puerta de las Granadas 2 Patio de Armas (Alcazaba) 3 Torre de la vela 4 Espacio de defensa 5 Jardín de los Adarves 6 Puerta de las Armas

7 Torre del Homenaje 8 Torre Quebrada 9 Torre del Adarguero 10 Puerta de la Justicia 11 Puerta del Vino 12 Patio de Machuca

C. P. Abencerrajes

13 Torre de Comares 14 Patio de los Arrayanes 15 Patio de Lindaraja 16 Torre Peinador de la Reina 17 Patio de Los Leones 18 Torre de las Damas

1

19 Jardines del Partal 20 Oratorio 21 Torre de los Picos 22 Puerta del Arrabal 23 Torre del Cadí

24 Torre de La Cautiva 25 Torre de Las Infantas 26 Torre del Agua 27 Torre de los Siete Suelos

Sexto nivel

La Alhambra

La Alhambra en la Granada medieval

Plano general de situación de las tres partes principales de la Alhambra: Alcazaba, Casa Real y Generalife

C. P. Abencerrajes

2

Sexto nivel

La Alhambra

A partir de 1238 se comienza la construcción sobre la colina de Assabika de lo que será la ciudad residencia de la familia real. Su nombre significa “Castillo Rojo”, parece ser por el color que tomaron sus muros por los componentes de hierro que tenían los materiales con los que se construyeron o bien por el reflejo de las antorchas que durante la noche iluminaban a los que la construyeron, lo que le daba un aspecto rojizo vista desde el Albaicín. La Alhambra se comenzó en el reinado de Mohamed Ben Alhamar (1238-1273) y las partes más importantes se hicieron bajo el reinado de los sultanes Yusuf I y su hijo Mohamed V (1333- 1391) que mandaron construir la Casa real: El palacio de Comares y el Palacio de los Leones. La Alhambra está dividida en tres partes bien definidas: La Alcazaba, la Casa Real (con los jardines y la ciudad palaciega) y el Generalife. Unas 30 torres rodeaban la fortaleza, que tenía cuatro puertas de entrada: La de la Justicia, la de las Armas, la de los Siete Suelos y la del Arrabal. En época cristiana se añadió la puerta de los Carros. Accesos a la Alhambra La subida a pie se hace partiendo de Plaza Nueva subiendo la Cuesta de Gomérez. Al final de la cuesta se encuentra como entrada en la zona de la Alhambra la Puerta de las Granadas , edificada en tiempos de Carlos V. Debe su nombre a las tres granadas que decoran su parte superior. De esta puerta parten tres caminos: el de la derecha, que nos lleva hacia Torres Bermejas, el central, asfaltado, para los vehículos y el de la izquierda o “Cuesta de la Cruz” nos conduce al Pilar de Carlos V y a la Puerta de la Justicia.

de las Granadas C.Puerta P. Abencerrajes

3

Las Torres Bermejas Su antigüedad parece coincidir con la de la propia Alcazaba, y tenían como finalidad defender el pie de monte que quedaba oculto a la Alhambra. Son tres torres, que debieron tener almenas.

Pilar de Carlos SextoVnivel

La Alhambra

La Alhambra en la épocas medieval era una ciudad integrada por tres organismos claramente diferenciados: la estructura militar, los palacios y la población, que ocupaba la mayor parte de la superficie. En el complejo sistema defensivo de la Alhambra, podemos diferenciar dos elementos esenciales: a) La Alcazaba o cuartel general de las tropas de la Alhambra b) La muralla, puertas y torres, que rodean el resto del conjunto. Estos elementos constituyen la barrera de defensa y control de la ciudad de la Alhambra que, por albergar al sultán, su familia y corte, debía ser totalmente segura. La palabra alcazaba en árabe es fortaleza, cuartel general y núcleo defensivo de la ciudad islámica. En ella se instalaban los militares que estaban a las órdenes directas del gobernador, sultán o califa, de acuerdo con la importancia de la ciudad. Solía situarse en un extremo de la población para facilitar la entrada y la salida a este recinto militar sin la incomodidad de atravesar las calles estrechas, características de las ciudades musulmanas. La Alcazaba de la Alhambra es la construcción más antigua de esta ciudad medieval. Era el centro de control militar y puente de mando de todo el recinto. Un soldado podía partir de ella y realizar una vuelta completa a la Alhambra sin dejar la muralla. Orígenes Los orígenes de la Alcazaba no están claramente determinados. Es probable que las primeras construcciones se hicieran en época romana. Su situación es ideal para cumplir su misión de fortaleza. Esta sobre una colina llamada en árabe al-Sabika, en las últimas estribaciones de Sierra Nevada, frente a la amplia y fértil Vega de Granada. Estas condiciones hacen que disponga de agua en abundancia y que pueda defender la rica superficie de la Vega.

La Alcazaba vista desde el Albaicín

C. P. Abencerrajes

4

Sexto nivel

La Alhambra Las noticias mas antiguas que hay de la Alcazaba son del siglo IX y refieren la existencia de una construcción primitiva de la que apenas quedan unos sillares de argamasa que fueron aprovechados para levantar el lienzo interior de la muralla Norte. La cal que este material contenía daba una blancura a los muros que con el paso del tiempo se tornó en un color rojizo, de ahí el nombre de Al-hamra “el castillo rojo”. En la Torre del Homenaje se mantiene la blancura original. El visir judío Samuel ibn Nagrella mandó reconstruir esta fortaleza en el siglo XI. De ella procede la Fuente de los Leones que después se llevó, con algunas modificaciones, al patio que lleva su nombre en el Palacio de los Leones. Las murallas y torres de esta época, algunos de cuyos restos pueden verse en el lienzo Norte, eran más modestas que las que hoy pueden contemplarse. En el siglo XII aparece de nuevo mencionada la Alcazaba de la Alhambra como lugar de refugio en momentos conflictivos. Su estado de conservación debió ser ruinoso en aquella época. Epoca nazarita Cuando en el siglo XIII se inicia la dinastía nazarí con Muhammad I, la Alcazaba comienza su desarrollo y en el reinado de Muhammad II adquiere la importante configuración que, con algunas transformaciones, llega hasta nuestros días. Muhammad I pretendía con esta obra alcanzar una mayor independencia y disponer de mayor seguridad que la que prestaba la alcazaba del Albaicín. En este mismo período se levantan las grandes torres que hoy contemplamos. El resto del perímetro de la Alcazaba fue protegido por murallas y en su interior se dispuso el barrio castrense, residencia de soldados y jefes. En el siglo XIV se construyó otra torre con su puerta, llamada de las Armas, y se reforzaron algunas murallas. Epoca cristiana Muchas y variadas fueron las modificaciones y reparaciones que se llevaron a cabo en la Alcazaba tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos. Estos cambios llegan a desfigurar la estructura primitiva de este recinto militar. Cabe destacar las construcciones de la rampa de acceso para la subida de materiales y piezas de artillería, situada junto a la plaza de los Aljibes, la torre redonda de la esquina Norte y los jardines de los Adarves, ya en el siglo XVII. Otra transformación digna de ser citada es el añadido de la espadaña y la campana de la Torre de la Vela.

Etapas de la construcción de la Alcazaba S. IX Noticias sobre la existencia de Qal'at al-Hamra S. XI Reconstrucción de la fortaleza por S. ibn Nagrella S. XII Estado ruinoso. Utilización como refugio S. XIII Construcción de la estructura fundamental que ha llegado hasta nosotros

C. P. Abencerrajes

5

Sexto nivel

La Alhambra

1 Plaza de Armas 9 Torre del Adarguero 2 Torre de la Vela 10 Jardín del Adarve 3 Baluarte 11Torre de la Sultana 4 Caballerizas 12 Torre de la Pólvora 5 Torre de las Armas 13 Baños de la Alcazaba 6 Cubo y Torre de la Tahona 7 Torre del Homenaje 8 Torre Quebrada

8 7 6

7

6

8 5 1

9

2 13

4

11 1

5

10

9

2 3

4

13

1 11 10

12 3

Si observamos el plano de la Alcazaba, tiene forma de cuadrilátero cuyos vértices son las torres de la Vela, de la Pólvora, Adarguero, la Quebrada y la del Homenaje. Por el exterior, todo el recinto está protegido por una barbacana *, adarves * y almenas. Las torres y las murallas fueron construidas en su origen con argamasa blanca que fue enrojeciendo con el tiempo por el contenido del mineral hierro en la tierra que utilizaron. Para el interior de las torres, el baño, el aljibe y las casas, se utilizaba el ladrillo unido con mezcla. La piedra apenas se utilizaba, reservándose para las partes bajas de la construcción y los arcos de las puertas. Las puertas La Alcazaba tiene dos puertas principales: la más monumental es la Puerta de las Armas (siglo XIV), por la que se accedía desde la ciudad. Es una puerta en recodo, dentro de una larga torre que sobresale de la muralla. Cumple una doble función: militar y para uso de los ciudadanos, por eso está adornada con un precioso arco de herradura apuntado en el exterior. Al atravesarlo, encontramos la huella del único rastrillo*que existió en la Alhambra. En su interior hay un pasillo con unos bancos que nos recuerdan la función que cumplieron en su día: servir de descanso a la guardia. El suelo está empedrado como estuvieron los de las otras puertas y calles del recinto.

C. P. Abencerrajes

6

Puerta de las Armas Sexto nivel

La Alhambra Las torres Como ya sabes, las torres eran el elemento clave para la defensa de una fortaleza En la Alcazaba de la Alhambra pueden distinguirse dos tipos: la torre vivienda o almacén, y la torre defensiva. Estas últimas tenían una función sólo militar y por dentro, a lo sumo, disponían de una pequeña habitación. Desde el siglo VIII hasta el siglo X, durante el emirato y califato, la mayoría de las fortalezas y alcazabas estaban formadas por una muralla reforzada por bastantes torres, normalmente pequeñas. Los almohades* recogieron la influencia oriental e introdujeron un nuevo modelo: torres más amplias y con alturas mayores. A este modelo responden las de la Vela, del Homenaje y Quebrada. No se conoce el uso concreto que cada una tuvo; sirvieron de almacén, cuartel, puesto de guardia o prisión, según las necesidades. La Torre de la Vela, la más alta (de unos 27 metros) y robusta de todas, está orientada de manera curiosa: justo al medio día, hora solar, comienza a recibir el sol en su cara frontal. Por esta razón recibió en el siglo XVI, entre otros nombres, el de "Torre del Sol". Cuatro pisos componen su interior. Cada uno de ellos está distribuido en torno a una habitación de planta cuadrada, rodeada por dos pasillos concéntricos formados por pilares, arcos y bóvedas de ladrillo. En el esquema de su estructura puedes localizar el silo o mazmorra que hay en la planta inferior, cuyo único acceso es desde arriba. Se llama así porque ha servido de vigilancia para los granadinos árabes y cristianos. La campana Torre de la Vela puesta por los estos últimos ha marcado con sus toques los cambios de vigilancia de la Alhambra, la alarma para la ciudad en caso de incendio, ataques u otros peligros, los cambios de riegos en la vega y también las horas por la noche, mientras no lo hacían las campanas de la Catedral. La Torre del Homenaje es la que mejor conserva su estructura y apariencia primitivas. Su interior consta de cinco plantas, más otra superior con cuatro habitaciones y un patio interior en el centro. Se piensa que pudo ser el refugio de Muhammad 1 en momentos de peligro. La planta inferior fue también silo o mazmorra. La Torre Quebrada debe su nombre al hecho de estar levantada sobre otra más antigua que, al haber cedido el terreno, hizo que se agrietara la parte añadida. Su interior está ahuecado: arcos por abajo y rehundida por arriba, como puedes ver desde el Barrio Castrense.

C. P. Abencerrajes

7

Sexto nivel

La Alhambra Barrio Castrense Se accede a él por la puerta del siglo XI, junto a la torre de la Vela. Al inicio de la Calle Real de la Alcazaba -la calle central del barrio- están dos elementos importantes para la vida de los habitantes del recinto: el aljibe, a la derecha, y el baño, a la izquierda.

El aljibe era una obra fundamental en cualquier alcazaba o castillo medieval, ya que asegurar el abastecimiento de agua en caso de asedio o conflicto . Si se pone atención es fácil localizarlo: el sonido del agua será una pista. El baño es otro elemento destacable en la vida y cultura del musulmán. Su estructura era muy simple: una entrada en recodo con acceso al retrete y a la habitación destinada a desvestirse y desde ésta se pasaba a las salas de agua templada y de agua caliente. Al estar situado en una zona baja, desde arriba puede observarse su estructura, al haber desaparecido las bóvedas que originariamente tenía.

El tercero de los elementos que se encuentran en el interior del recinto de la Alcazaba es el formado por los cuarteles y casas de los oficiales y los soldados de la tropa . Aunque en la actualidad sólo puede verse en planta, el estudio de estos restos permite conocer el esquema de la casa musulmana modesta, pues son pocas las que han llegado hasta nuestros días sin modificar. ¿Cómo era la casa? : Si observas el croquis podrás detectar la existencia de unas casas en espacios más amplios y de trazado más regular que las demás, posiblemente

C. P. Abencerrajes

8

Sexto nivel

La Alhambra eran habitaciones para la tropa. Al otro lado, las de trazado más irregular eran las viviendas de los jefes militares y soldados veteranos. Entre ellas hay una que llamará tu atención por su disposición y amplitud. Parece ser que era la residencia del jefe de la fortaleza y en ella pudo haber vivido en algún momento el fundador de la dinastía nazarí, Muhammad I. La entrada a la vivienda da a la Calle Real y al cruzar la puerta se llega hasta un zaguán desde el cual, y en zig~zag, se accede al patio, cuyo centro está ocupado por una alberca, y al que se abre la habitación principal al fondo. A la derecha, y también en zig-zag, un pasillo comunica con otra puerta trasera que conduce directamente a la Torre del Homenaje. Probablemente se deba esta disposición a la necesidad de prever una salida rápida y segura del sultán, en caso de peligro. Al final de la Calle Real encontramos un gran silo que, de acuerdo con las circunstancias, pudo servir de granero, almacén de víveres, o prisión para el enemigo. El único edificio que no ha sido localizado en la Alcazaba, y de cuya existencia nadie duda, es la mezquita. Se tiene la creencia de que la primera mezquita de la Alhambra fue un oratorio situado al aire libre, cerca de donde hoy se levanta el Palacio de Carlos V.

Como la Alcazaba, el resto de la Alhambra se encuentra protegida por una muralla que la rodea, fabricada con argamasa y en parte, rematada por almenas que, en su mayoría, han sido reconstruidas. Por dentro de la muralla discurría el adarve y una calle amplia corría paralela a él a lo largo de todo el perímetro, separando esta muralla del resto de los palacios y de la población. El dispositivo de defensa separaba la zona militar de la de residencia de los ciudadanos.

Defensas de La Alcazaba

C. P. Abencerrajes

9

Sexto nivel

La Alhambra

Las puertas. Además de la de las Armas, en la Alcazaba, otras tres puertas se abrían en la muralla de La Alhambra por las cuales se accedía a la ciudad: de la Justicia, de Siete Suelos y del Arrabal. En época cristiana se abrió una cuarta, la de los Carros, por la que en la actualidad puede llegarse al recinto en coche con autorización. La Puerta de los Siete Suelos es la que se dice que utilizó Boabdil para salir definitivamente de la Alhambra tras entregar la ciudad a los Reyes Católicos.

El bosque de La Alhambra La Alhambra está rodeada actualmente por un espeso bosque de altos y apretados árboles. Sin embargo, en épocas pasadas esto no era así por una razón muy lógica: los alrededores de los castillos tenían que estar despejados para permitir a los defensores vigilar y detectar cualquier amenaza. Hasta finales del siglo pasado la zona no adquirió la espesura de plantas que ahora presenta, aunque la parte escarpada que da al río Darro tuvo -al menos tras la conquista- vegetación e incluso ciervos, corzos, jabalíes y liebres sueltos. Puerta de los Siete Suelos Plano de las Puertas del recinto de La Alhambra

C. P. Abencerrajes

10

Sexto nivel

La Alhambra La puerta de la Justicia.

Buharda para vigilancia

Conocida en época musulmana como Bab al-Saria, Puerta de la Explanada, se levanta en el lado suroeste a modo de arco triunfal y es la más monumental de todas ellas. Se llama así por ser el lugar donde se repartía justicia en época árabe. Su esquema responde al tipo granadino de puerta en recodo, aunque más perfecto y evolucionado. Abierta sobre una torre que sobresale de la línea de la muralla, consta de tres pisos. En su parte exterior aparece un amplio arco de herradura apuntado, en cuya clave * se ve una mano abierta. Detrás hay una buharda* en la parte superior que permitía controlar a posibles asaltantes. Le sigue un amplio testero muy adornado por un zócalo de mosaicos originales persas de la época, con una llave en la clave del arco, y un panel con escritura árabe en el que se describe la construcción de esta puerta en el año 1348, siendo sultán Yusuf I. La imagen de la Virgen situada en el centro fue añadida tras las conquista cristiana para simbolizar la victoria del cristianismo sobre el Islam. Tres conchas simbolizan el agua, elemento fundamental en la religión islámica. Cierra este arco la primitiva puerta de madera, reforzada con láminas metálicas e infinidad de clavos pequeños. Por dentro de la torre hay un amplio pasillo cubierto por varias bóvedas. A los lados de la primera estancia se ven los bancos para guardia y en las paredes se conservan las perchas o soportes para colocar las lanzas. Una vez atravesada la puerta, a la izquierda, tenemos el paño de muralla que se restauró en parte con losas de mármol del cementerio árabe de la Alhambra (Rauda). Al terminar este camino nos encontramos con una gran explanada llamada Plaza de los Aljibes, que no existía en época árabe, llamada así por los depósitos de agua que se construyeron en 1494 tras la conquista. A la derecha se encuentra la llamada “Puerta del Vino” que comunicaba la fortaleza con el palacio. Se llama así porque en este lugar se vendía el vino, desde el año 1556, a los habitantes de la ciudad de la Alhambra. Puerta del Vino

C. P. Abencerrajes

11

Sexto nivel

La Alhambra La Puerta de los Siete Suelos Esta puerta fue la más utilizada en época medieval y ha sufrido varios cambios y reparaciones a lo largo del tiempo. En el siglo pasado, durante la dominación francesa, fue parcialmente destruida. En la actualidad no se visita y de ella cabe destacar su disposición, inusual en la Granada musulmana: está abierta entre dos torres y se accede directamente desde el exterior a través de una rampa. El Cubo, o torre redondeada que la precede, fue hecho en época cristiana. A través de ella se entraba directamente en la ciudad de la Alhambra, lo que justifica la afirmación hecha al principio de que fue la más utilizada, tanto por los habitantes como por los abastecedores. La Puerta del Arrabal Situada junto a la Torre de los Picos, en el Partal, también ha sufrido modificaciones, pero conserva un bonito arco de herradura hecho con piedras irregulares. Por esta puerta salía el sultán y su corte para ir al Generalife directamente. Las torres Dos tipos de torre aparecen en las murallas de la Alhambra: la torre militar y la torre palacio. Las primeras son simples refuerzos de la muralla, destinadas a servir como puestos de guardia, almacén y terraza para la vigilancia. La mayor parte de ellas son de estructura sencilla como la de los Picos, llamada así por los matacanes* que hay en la parte alta de sus muros, y la del Cadí, desde la que se controlaban los accesos al Generalife. El segundo tipo de torre, las torres palacio, se encuentran siguiendo la muralla hacia la parte de arriba partiendo de la Casa Real. Son las torres de la Cautiva y la de las Infantas. Ambas presentan hacia el exterior el mismo aspecto cerrado y liso de las anteriores, pero en su interior se recrea, en miniatura, la estructura de los palacios nazaríes: entrada en recodo, patio y estancia principal con habitaciones laterales y pisos superiores con terraza. En el jardín, frente a las torres, puede verse cómo el adarve, que en la Torre del Cadí pasa por la habitación principal, en las torres de la Cautiva y de las Infantas, lo hace por el piso inferior. La entrada a las habitaciones principales se lleva a cabo a través de un puente que comunica los jardines con la puerta y salva la calle de ronda, quedando así independiente la parte civil de la militar en estas torres El resto de las torres carece de interés monumental y su distribución puedes observarla a lo largo del testero Sur, llamado Secano.

3

4

5

6

2

7 8

1

9

Principales torres del recinto 1 Torres de La Alcazaba 7 Torre del Cadí 2 Torre de Machuca 8 Torre de la Cautiva 3 Torre de Comares 9 Torre de las Infantas 4 Peinador de la Reina 10 Torre del Agua 5 Torre de las Damas 11 Torre de los Siete Suelos 6 Torre de los Picos C. P. Abencerrajes 12

10 2 11

Sexto nivel

La Alhambra

C. P. Abencerrajes

13

Sexto nivel

La Alhambra

Una vez que has entrado al Palacio de Comares, podrás comprobar que está organizado alrededor de cuatro patios: el de la Madraza de los Príncipes, el de Machuca, el del Cuarto Dorado y el de Comares. Las dependencias que dan a cada uno de los tres primeros eran sede de la administración del sultán (Mexuar). Rodeando al cuarto patio (Comares) se pueden ver las habitaciones en las que vivían el sultán y su familia. La zona administrativa: el Mexuar.

Sólo una parte de la zona administrativa se conserva hasta hoy aunque bastante transformada con respecto a la primitiva. Desde cualquiera de los dos primeros patios puedes contemplar los restos de muros que han sido excavados por arqueólogos y que corresponden a las viviendas de los miembros del gobierno y los maestros (alfaquíes ) de la familia del sultán. El patio de la Madraza de los Príncipes es el primero del Mexuar. Su nombre obedece al hecho de que en él se encontraba la escuela-universidad ( Madraza ) de la familia real. La Madraza tenía un pequeño oratorio y una sala de estudio. La existencia de ambos espacios juntos se debía a que la enseñanza estaba unida a la del Corán hasta tal punto, que en él aprendían a leer. En la sala de estudio existía un lugar destacado en el que se situaba el alfaquí que todavía puedes localizar. Al segundo patio se le da el nombre del arquitecto del Palacio de Carlos V, porque en la torre que hay en él, mirando al bosque, Pedro de Machuca guardaba los planos y maquetas que sirvieron de base para la construcción de ese Palacio. Las excavaciones arqueológicas han mostrarlo que el patio estaba separado del anterior por un muro en el que había una puerta. El arquitecto Torres Balbás, uno de los principales restauradores de La Alhambra, simuló con cipreses los muros derruidos y de esta forma puede verse la estructura original del patio.

Madraza de los Príncipes, Patio y Torre de Machuca y Mexuar

C. P. Abencerrajes

14

Sexto nivel

La Alhambra El Mexuar Al fondo de un pequeño patio interior se halla la portada de la Sala del Mexuar, en el que se reunía el Consejo de Ministros (Sura) y servía también como lugar de recepción. La sala era cuadrada y cuatro columnas sostenían un cuerpo alto que proporcionaba iluminación desde arriba. Son muchas las transformaciones habidas en este espacio y merece especial atención la que se produjo en el siglo XVI cuando fue convertido en capilla: el suelo fue rebajado, la puerta principal fue cerrada y se abrieron las ventanas que hoy existen. Una chimenea de mármol se utilizó como altar y a ambos lados se colocaron paños de cerámica con el lema Plus Ultra de los Reyes Católicos como elemento decorativo. En el otro lado se aprovechó un pequeño patio interior que fue añadido a la capilla y se transformó en doble planta con su baranda de madera en el piso alto, para el coro de cantores. En esta reforma, para no desentonar de lo nazarí, se trajeron yeserías y zócalos de alicatados de otras partes de la Alhambra. Hoy el Mexuar se halla comunicado en su parte Norte con un oratorio, que tenía su acceso por el patio de Machuca. Oratorio Esta pequeña habitación se encuentra al fondo del Mexuar. La parte superior del cuarto se decora con el lema: “Sólo Alá es vencedor” y el escudo de los nazaritas. A la derecha se abre el nicho o mirhab desde donde el imán dirigía la oración. Está orientado hacia el Este, hacia la ciudad sagrada de La Meca. Originalmente era independiente y tenía su acceso por la sala de Machuca.

Mexuar en el periodo cristiano

Mexuar en el periodo nazarí

C. P. Abencerrajes

15

Sexto nivel

La Alhambra El Cuarto Dorado Por una puerta estrecha, se accede al pórtico del Patio del Cuarto Dorado. Se llama así porque el techo de madera con adornos árabes se doró con “pan de oro” en época de los Reyes Católicos. La sala se usó en época árabe para reuniones del tribunal de Justicia y para recibir a los embajadores. Una fuente baja con forma de concha ocupa el centro del patio y, a la izquierda, una cancela de hierro da paso al camino de guardia que rodeaba el recinto de la Alhambra. Frente al pórtico con columnas del Cuarto Dorado se levanta la fachada más importante del palacio, llamada de Comares, construida por el sultán Mohamed V para celebrar la toma de Algeciras en 1369. Esta fachada era la entrada a la zona residencial privada del palacio. La puerta de la derecha servía de acceso a la zona de servicio y la de la izquierda al patio del palacio, atravesando un pasadizo con bancos para ser utilizados por la guardia de protección. Las dos están decoradas con una cenefa o tira de adornos de cerámica hechos con la técnica de la “cuerda seca”. El alerón de esta fachada es original de madera de cedro y adornos de piñas y conchas. Bajo él, unas ventanas cerradas con celosías de madera nos indican las habitaciones de las mujeres, que verían detrás de ellas sin ser vistas. La entrada al Patio de Comares no es en línea recta como en el resto de fortalezas o palacios musulmanes, de forma que al visitante le sea más difícil el acceso y la salida y quede más indefenso ante el dueño del edificio. En este patio recibía el sultán a los súbditos que lograban conseguir una audiencia especial. Éstos se situaban en la sala del Cuarto Dorado, separados de aquél por la guardia que formaba un cordón de seguridad delante del pórtico de columnas. En la parte central de la fachada, entre las dos puertas, el sultán se sentaba en una jamuga bajo el gran alero de madera que simulaba una corona. Así quedaba preparado el efecto teatral que se perseguía ante la llegada del monarca. Por encima de las cabezas de los soldados podía hablarse al sultán y, mientras, las mujeres observaban con cautela a través de las celosías de las ventanas de los pisos altos. Patio del Cuarto Dorado y fachada del Palacio de Comares

C. P. Abencerrajes

16

Sexto nivel

La Alhambra La zona residencial privada: El Patio de Comares El Patio de Comares era un huerto plantado de árboles frutales bajos y aromáticos, como el granado y el naranjo, con andenes laterales de mármol junto a los muros de los lados mayores para acceder a las diversas estancias. Una alberca central refresca el ambiente y como un espejo refleja la arquitectura del pabellón Sur y la gran Torre de Comares. Los setos de arrayán se introdujeron en el S. XIX y el suelo de tierra fue sustituido por mármol para facilitar la visita. En los lados mayores se encuentran las cuatro viviendas compuestas de planta baja y alta de las cuatro mujeres legítimas del sultán permitidas por el Corán. La planta baja era utilizada en verano y la alta en invierno, sin comunicación interior entre ambas: era preciso salir al patio para subir por las escaleras correspondientes. Ahora sólo puedes ver las esPatio y Torre del Palacio de Comares tancias bajas, pero si visitas el Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán verás las altas. Un arco con dos huecos en el muro (tacas) da entrada a cada vivienda, compuesta de un espacio que aloja a dos alcobas laterales y que identificarás fácilmente por la existencia de un pequeño escalón y separadas por arcos decorados. Otros huecos interiores son las alacenas. La luz llegaba a través de las ventanitas que hay sobre el arco de entrada. Observarás la ausencia de cocinas en las viviendas. Los musulmanes utilizaban braseros y hornillos móviles para cocinas. En el pabellón sur encontrarnos tres pisos: un pórtico de columnas que sostienen siete arcos, una sala intermedia con celosías y un pequeño pórtico en la zona más elevada. Es en este lado donde se produce la unión entre el palacio nazarí y el de Carlos V. Para construir el segundo hubo que destruir las tres salas (baja, intermedia y alta) que se encontraban tras el pórtico y sólo eso le falta al Palacio de Comares tras la edificación del Palacio de Carlos V en el siglo XVI. En las estancias del testero Sur vivían los hijos varones del sultán y con ellos sus educadores. La sala alta, desaparecida, se llamaba Sala de las Helias.

5 6

3

7

6

Palacio de Comares: 1 Mexuar 2 Patio del Cuarto Dorado y fachada de Comares 3 Patio de Comares o de los Arrayanes 4 Torre de Comares con el Salón del Trono 5 Testero Sur ( habitaciones de los hijos varones) 6 Viviendas de las mujeres legítimas del sultán 7 Baños

1 2

4

C. P. Abencerrajes

17

Sexto nivel

La Alhambra En el lado Este del patio, junto al pórtico norte, hay dos puertas pequeñas que son la entrada al Baño del Palacio de Comares. No olvides que los musulmanes, lo mismo que los romanos, utilizaban sólo los baños para su higiene personal y nunca las albercas. El pabellón norte del patio es la zona más importante del palacio porque allí vivía el sultán. El pórtico es idéntico al del Sur y tiene dos alhamías en los extremos, que utilizaban las mujeres del sultán para protegerse de la humedad, al anochecer, en primavera y verano. A través de un arco de mocárabes se pasa desde el pórtico a otra Taca sala denominada comúnmente de la Barca. Su estructura es idéntica a la de las viviendas, aunque es más grande por ser la estancia del sultán durante los meses del verano. En la alcoba oeste se colocaba una tarima de madera para descanso del sultán y al lado hay una puerta que da paso a un retrete. Las grandes puertas de madera que cerraban la sala son copia de las originales, destruidas, lo mismo que la bóveda, en un incendio en 1890. En esta sala los nuevos sultanes solicitaban la bendición de Alláh (baraka) antes de ser investidos como tales. El nombre de este espacio no se debe, por tanto, a la forma de su bóveda, de barca invertida como algunos dicen, sino al palabra baraka, bendición.. A continuación de la Sala de la Barca, un pasadizo conduce al Este(derecha) a un pequeño oratorio privado y al Oeste (izquierda) a una escalera de subida a las habitaciones y terraza de la Torre de Comares donde estaban las pequeñas estancias de invierno del sultán. Desde ellas, y a través de su ventana de doble arco, podía observar cuanto ocurría en el patio. El Salón del Trono es la estancia más grandiosa que encontramos en todos los palacios de La Alhambra. Es de planta cuadrada, su lado exterior mide 18 metros, y nueve alcobas se reparten en sus lados Este, Norte y Oeste. En el lado Sur ( por donde se entra) hay dos grandes alacenas cerradas por puertas modernas. En época musulmana todos los ventanales estaban cubiertos por vidrios emplomados, decorados con motivos geométricos, que protegían del frío y las celosías de madera evitaban la luz cegadora del verano. Estas vidrieras de colores se llaman en árabe “cumarias”, de ahí el nombre de esta parte del Palacio. La onda expansiva provocada por la explosión de un polvorín de la Carrera del Darro, en 1590, hizo que estas protecciones cayeran al bosque. No hay ningún espacio en el salón que no esté decorado con temas florales, de escritura o geométricos, desde el techo hasta el suelo y con materiales tan diversos como la cerámica, el estuco o la madera. Esto corresponde al intento del musulmán de traer a la naturaleza, creación de Alá, a su casa y lo hace viéndola por sus ventanas o en sus jardines o representándola en estos estucados, azulejos y techos. La sala estaba totalmente policromada (con distintos colores), de color oro en la parte del relieve y de diferentes colores en la parte profunda, siempre colores claros. El suelo era de cerámica blanca y azul. En el centro había un pequeño espacio que nadie podía pisar. Maravillosos alicatados (azulejos) y lacerías aparecen en los zócalos (partes bajas de las paredes) y las paredes, recubiertas de estuco, conservan aún restos de color. El techo es una gran cúpula de madera que represen-

C. P. Abencerrajes

18

Sexto nivel

La Alhambra ta, mediante formas geométricas, el paraíso islámico. Según el Corán, el Paraíso lo forman "siete cielos superpuestos" y culminando todo, en lo más alto, está el Trono de Alá. Está hecha de madera de cedro con trozos incrustados de maderas de diferentes colores tomando la forma de estrella. Las aristas representan los cuatro Arboles del paraíso o los Cuatro Ríos que se dirigen a Alá. Desde este punto, descendiendo verticalmente 18 metros hasta el suelo, se llegaría al espacio reservado antes citado: una composición de azulejos que forman un cuadrado que nunca podrá pisarse porque en él figura el nombre de Alá y ningún creyente se atrevería a profanarlo. El Salón del Trono es, en suma, la representación simbólica del Paraíso coronado por Alá, que respalda el poder del sultán en la tierra. Una curiosidad: La Torre de Comares es la de mayor envergadura de La Alhambra. Las dimensiones de alzado del salón del Trono se corresponden con las de un edificio actual de seis plantas. El Salón del Trono era la única estancia que escapaba del carácter privado del Patio de Comares. En él recibía el sultán a los grandes personajes y embajadas sentado en la alcoba central del lado Norte (El lado opuesto a la entrada), coronado simbólicamente por una pequeña cúpula que imita a la cúpula central. La inscripción de esta alcoba nos confirma su. función: "Yúsuf me hizo el trono de su reino". En las alcobas restantes se situaban los invitados y demás miembros de la corte, así como las familias más representativas del sultanato nazarí. En esta sala fue donde Boabdil se reunió con sus nobles y acordó la rendición de Granada y también donde se firmó la misma.

Techo del Salón del Trono

C. P. Abencerrajes

19

Sexto nivel

La Alhambra

El Palacio de los Leones se estructura en torno a un núcleo principal, el conocido Patio con las salas Conviene saber que lo rodean: De los Mocárabes, Abencerrajes, Sala de los Reyes y de las Dos Hermanas. Otras construc- Cuando Carlos V construyó su palaciones forman parte de él: Jardín de Lindaraja, Torre cio en el siglo XVI destruyó sólo del Peinador de la Reina, Patio de la Higuera y Rauda tres salas (una encima de otras) del Palacio de Comares, pero desbarató o cementerio real. La desunión que hoy presentan estos elementos definitivamente todo el sistema de se debe a las reformas habidas en la Alhambra a lo lar- calles original. Es decir, hizo desgo del tiempo y, sobre todo, a la desaparición de dife- aparecer un tramo de la calle Real rentes accesos medievales. Ello hace imposible la visi- Baja de tal forma que ya no se podía acceder al Palacio de los Leones ta al conjunto tal y como se haría en su época. Este palacio fue construido por deseo del sultán como en principio. Esta es la razón Mohamed V, a partir del año 1380 aproximadamente, de la unión actual de los palacios. Como a partir del siglo XVI los una vez concluido el Palacio de Comares. Mohamed V siguió viviendo en el Palacio de cristianos no podían utilizar la calle Comares y el de los Leones fue utilizado como harén, medieval, abren puertas de comunivivienda de la madre del Sultán y lugar de celebración cación interna y unifican los dos pade fiestas. Actualmente, para acceder al Patio de los lacios en uno, al que llaman Casa Leones hay que hacerlo a través del Patio de Comares. En orígenes, ambos palacios eran totalmente independientes, dentro de la medina de la Alhambra, y, por tanto, con entradas diferentes. Parte de la calle Real Baja ahora está perdida y hay que pasar al Patio de los Leones por varias puertas interiores abiertas en época cristiana. Para acceder hoy a la Rauda y a los patios de la Higuera y de Lindaraja tenemos que salir al Partal .

7 3

2

4 1

5

1 Palacio de Los Leones 2 Sala de Mocárabes 3 Sala de los Abencerrajes 4 Sala de los Reyes 5 Sala de las Dos Hermanas 6 Mirador de Daraja 7 Puerta de La Rauda

6

Vista aérea del Palacio de Los Leones

C. P. Abencerrajes

20

Sexto nivel

La Alhambra El Patio de los Leones El Patio de los Leones es el núcleo principal del Palacio. La puerta interior de la entrada medieval estaba situada en el ángulo sureste del patio, entre las salas de los Mocárabes y de los Abencerrajes. Ello producía una extraña impresión porque el primer contacto visual con ese espacio daba una imagen en diagonal. No era casual el planteamiento: se perseguía lograr un acercamiento progresivo del visitante. El patio tiene unos andenes o pasillos laterales de mármol que forman una cruz, en cuyo centro se levanta la Fuente de los Leones. En los cuatro espacios intermedios había un jardín, situado a un nivel más bajo, en el que había naranjos. Las copas de los árboles podían ser tocadas con las manos y se percibía el perfume del azahar al pasear por los andenes. El patio está rodeado por un pórtico de arcos sostenidos por 124 columnas, que se repiten en número y forma, simétricamente colocados. Los arcos tienen función decorativa. En el centro de los lados más cortos del rectángulo formado por el patio, hay dos templetes que se adentran en él y cuya misión era preservar del sol intenso del verano a los habitantes del palacio. El trazado de este patio estuvo condicionado por la existencia de elementos más antiguos, un jardín en forma de cruz de época almohade, que fueron integrados en el nuevo palacio. La fuente que hay en el centro del patio la mandó poner Muhammad V. Esta magnífica fuente formaba parte del palacio que lbn Nagrela, visir judío del rey Badis, construyó durante el siglo XI en donde ahora está la Alcazaba. De cada una de las salas sale un canal que deja el agua usada para las abluciones al pie de la fuente. Al estar las habitaciones más elevadas, el agua en las habitaciones está siempre limpia. Doce leones de mármol blanco, que simulan sostener una taza también de mármol blanco, componen la fuente. Es un símbolo judío en el centro mismo del poder musulmán. La pila es la representación simbólica del Mar de Bronce de Judea que sostienen las doce tribus de Israel . El patio tiene dependencias en sus cuatro lados: en los dos menores (Oeste-Este) están la Sala de los Mocárabes y la Sala de los Reyes. Su utilización quedaría limitada al verano por ser abiertas. En los ejes de los lados mayores (Sur-Norte) se sitúan dos viviendas conocidas por los nombres de Sala de los Abencerrajes y Sala de Dos Hermanas.

Fuente de los Leones y Sala de los Abencerrajes vistos desde la Sala de las Dos Hermanas

C. P. Abencerrajes

21

Sexto nivel

La Alhambra La Sala de los Mocárabes Situada al Oeste, debe su nombre a la bóveda de mocárabes que la cubría y que desapareció en su casi totalidad tras la explosión de un polvorín en la Carrera del Darro en 1590. En la actualidad queda parte de otra bóveda construida en el siglo XVII. Esta sala, situada justo al lado de lo que fue la entrada medieval, pudo haber sido el lugar de espera de los invitados del sultán en fiestas y recepciones. La Sala de los Abancerrajes

Patio de los Leones desde la Sala de Los Mocárabes

En los lados mayores del patio se encuentran la Sala de los Abencerrajes (Sur) y la Sala de Dos Hermanas (Norte). Cada una de ellas es la parte inferior de viviendas con las correspondientes habitaciones en las que se desarrollaba la vida doméstica: dormitorios, retretes, etc. A la Sala de Abencerrajes se accede desde el patio. Conserva las puertas originales que que son extraordinarias. Lo que hoy se visita es la parte inferior en la que encontramos dos alcobas laterales y en el centro una pila baja de la que sale un canalillo que conduce el agua hasta la Fuente de los Leones. En esa pila se refleja, como en un espejo, la bóveda de mocárabes con forma de estrella de ocho puntas. En la entrada, a la derecha, hay una puerta que conduce al retrete; a la izquierda otra puerta permite acceder a una escalera por la que se sube a las habitaciones de la parte alta y que no forman parte de la visita turística. Desde el Patio de los Leones puedes contemplar un precioso mirador de tres arcos, situado sobre la puerta de la entrada de la Sala de Abencerrajes. Los arcos estaban cubiertos por una celosía que permitía ver sin ser vistos. En las estancias superiores, a la derecha de esta ventana central, hay un pequeño patio, situado sobre el aljibe, con dos salas en sus lados menores. Este patio es el centro de la vivienda de las concubinas del sultán: el Harén. Esta sala recibe su nombre de la leyenda tomada de los romances cristianos que afirmaban que en ella murieron degollados todos los miembros de la familia de los Abencerrajes. La realidad histórica es algo diferente, aunque igual decruel, y se enmarca en el período de luchas internas entre Mohamed VIII y Mohamed IX en el siglo XV (1408-1420). Los Abencerrajes apoyaron las pretensiones de Mohamed IX en contra de Mohamed VIII que ordenó decapitar al jefe de dicha familia en esta sala. Cuando Mohamed IX tomó el poder definitivamente, mandó que fuera decapitado Mohamed VIII en la misma sala para vengar a los Abencerrajes. Estas guerras civiles, que duraron todo el siglo XV, van a ser una de las causas principales de la pérdida de Granada en 1492, y en concreto la lucha entre Muley Hacén y su hijo Boabdil (Mohamed XII). La Sala de Abencerrajes era el lugar de las fiestas en los meses de invierno. Las puertas de madera aislaban aquel recinto y las concubinas del sultán bajaban cuando éste lo pedía. Sala de los Abencerrajes

C. P. Abencerrajes

22

Sexto nivel

La Alhambra Sala de los Reyes Su planta rectangular es difícil de percibir por la serie de arcos de mocárabes y bóvedas que crean distintos espacios. El zócalo alto está decorado con paños de alicatado. Si te fijas bien, la mayoría de sus piezas no son de cerámica sino que fueron rehechas con escayola en la restauración que se hizo el siglo pasado. Se observan nueve compartimentos: cinco rectangulares y cuatro cuadrados. Los primeros eran dormitorios, y los segundos alacenas. Los tres dormitorios centrales destacan por las pinturas de sus techos, realizadas sobre cuero soportado por bóvedas de madera En ellas aparecen diez sultanes y escenas de caballeros en el juego, en lucha o en escenas de amor. En contra de la creencia popular, no te extrañe ver pinturas en La Alhambra. El islam prohibe la veneración de ídolos, pero no la Pintura de la Sala de Los Reyes representación figurada de personas o animales. El que la sala esté partida en varias dependencias responde a la función que tenía: lugar de fiestas en verano. El sultán se situaba en la alcoba central, reforzado por la presencia de sus antepasados, representados en las figuras del techo. Los demás invitados ocupaban las alcobas restantes, y los sirvientes ofrecían los manjares guardados en las alacenas. La puerta del jardín del siglo XIII, quedó integrada en el nuevo palacio, pero perdió su antigua función de acceso al jardín para convertirse en un pabellón que centraba las letrinas usadas en las fiestas. Una fiesta ofrecida por el sultán estaba condicionada y presidida por la religión y el poder, como todos los aspectos de la vida. Para recibir a sus invitados, el sultán se situaba en el lugar destacado y todos le iban saludando al llegar. Después se rezaba la oración en común, tras la cual eran acomodados en sus puestos según su categoría política y social. La fiesta solía durar toda la tarde y la noche por lo que se cumplía con la obligación de rezar en las horas del atardecer y del amanecer, se leían textos del Corán, y comenzaban los cantos acompañados por algunos instrumentos musicales como la flauta de madera. Los invitados se lavaban las manos en recipientes y disfrutaban los ricos manjares (corderos y aves guisados con diferentes especias y salsas, y dulces de miel, almendra y manzana) en vajillas lujosas. Acabada la comida, se lavaban y perfumaban las manos y la boca con agua de rosas. Ingeniosos relojes hechos a partir de cirios de cera, hacían sonar una bolita de cobre que estaba sujeta a una cuerda unida al cirio que caía sobre un platillo del mismo metal cuando se consumía la cera, a la vez que se depositaba en él un pequeño pergamino con un poema que, generalmente, era una alabanza al sultán, compuesto por los poetas, que era recitado por el cantor. Estos relojes, además de dar todas las horas, servían para saber con tiempo del momento de la oración. En las fiestas celebradas en los palacios de La Alhambra todo llevaba a los presentes hacia un estado de disfrute de los sentidos. La vista se recreaba con el lujo de habitaciones y vestidos, el gusto en los deliciosos alimentos, el olfato con los aromas de la comida y los perfumes, el oído con la suave música, el sonido del cobre al dar las horas y los maravillosos versos recitados en ellas, y el tacto con la suavidad de las sedas y lanas de vestidos, alfombras, cojines y tapices. Escena de una fiesta en la Sala de Los Reyes 23 C. P. Abencerrajes

Sexto nivel

La Alhambra Sala de Dos Hermanas La otra sala, la de Dos Hermanas, presenta una distribución parecida a la de Abencerrajes. Su planta también es cuadrada y su bóveda de mocárabes se diferencia de la anterior por su forma de octógono regular . Cada una de las dos alcobas se encuentra en una pequeña habitación lateral. Una pequeña pila con dos grandes losas de mármol de Macael (Almería), una a cada lado, conduce el agua por un estrecho canal hasta la fuente de los Leones. Esta vivienda, más completa que 1a de Abencerrajes en la parte baja, posee otra dependencia conocida con el nombre de Sala de los Ajimeces y un mirador llamado de Daraxa o de Lindaraja desde donde podía contemplarse el Albaicín, según consta en los versos allí labrados. A esta vivienda pertenecían también el jardín de Lindaraja y la Torre del Peinador. Como en la vivienda de Abencerrajes, a la derecha de la entrada hay una puerta que comunica con una escalera de acceso a las estancias superiores, cerradas al público, y compuestas por un mirador y dos habitaciones. La puerta de la izquierda da paso a un retrete. Siempre se le ha atribuido a la vivienda de Daraxa la función de residencia de la madre del sultán, porque Aixa fue la madre de Boabdil, último sultán nazarí. Hoy se cree que, además de servir como residencia, Mohamed V la utilizó como Mexuar y en el Mirador de Lindaraja el sultán colocaría su trono, según se lee en el poema ya citado.

En la sala de Dos Hermanas estuvieron en el siglo XIX dos grandes jarrones decorados en azul y dorado, pero uno de ellos lo rompió un niño que se subió en él en una de las visitas tumultuosas a la Alhambra el día 2 de enero. Los restos de ese jarrón se los llevaron las personas, que contemplaron impasibles el suceso. Por suerte, queda el famoso "jarrón de las Gacelas" que fue trasladado en la década de 1950 al Museo Nacional de Arte Hispanono-Musulmán.

Cúpula de mocárabes de la sala de las Dos Hermanas

C. P. Abencerrajes

24

Sexto nivel

La Alhambra La zona Norte del Palacio El jardín de Lindaraja, la Torre de Abul Ayach sobre la que Carlos V construye un cuerpo alto o Peinador de la Reina (nombre que proviene del uso que su esposa Isabel de Portugal le dio) y el Patio de Lindaraja, eran los elementos que formaban el conjunto norte del Palacio de los Leones. La desaparición de las calles y plazas medievales produce la sensación de que son elementos independientes del núcleo del palacio. El jardín de Lindaraja era un típico huerto-jardín hispano-musulmán, con árboles bajos y algunas flores, desde donde se veía el Albaicín. En él sólo existía una torre-mirador sobre la muralla (la de Abul Ayach) que pertenecía a la vivienda de Dos Hermanas. El Patio de la Higuera se comunicaba a través del foso con otras partes del palacio. Las dependencias que lo rodeaban servían de cuartel a los soldados que custodiaban el Palacio de los Leones. A partir del siglo XVI toda esta zona sufrió importantes transformaciones: el jardín quedó cerrado por las habitaciones que Carlos V mandó construir y, el ambiente soleado se transformó en patio sombrío, con setos plantados posteriormente a imitación del estilo francés. Esta es la razón por la que no puede verse el Albaicín desde el Mirador de Lindaraja. A la torre se le añadieron una habitación y un corredor en el cuerpo alto al que se llamó Peinador de la Reina. El Patio de la Higuera quedó arruinado por la construcción de Carlos V y lo que ahora vemos desde arriba son los muros hallados en la excavación arqueológica. 1

9

8

11

12

1- Patio de Los Leones 2- Sala de Los Mocárabes 3- Sala de Los Abencerrajes 4- Sala de Los Reyes 5- Sala de las Dos Hermanas 6- Mirador de Lindaraja 7- Baños del Palacio de Comares 8- Patio de La Reja 9- Habitaciones de Washington Irving 10- Peinador de La Reina 11- Patio de Lindaraja 12- Patio de La Higuera 13- Rauda o cementerio Real

6

7

5

2

4 1

3

13

C. P. Abencerrajes

25

Sexto nivel

La Alhambra

Sala de las Camas

Sala fría

Sala Templada

Sala caliente

Horno

Los baños del Palacio de Comares Antes de pasar a describir los baños, es conveniente dar un poco de idea sobre la enorme importancia que éstos desarrollaban en la vida cotidiana árabe. El baño es para ellos una obligación religiosa, ya que el Corán les obliga a la limpieza corporal para tener limpieza espiritual. Se divide en tres salas, correspondientes a las de las termas romanas: sala de cambio de ropa y descanso, sala de refresco o masaje y sala de calefacción o vapor. La primera sala, por la que se accede, es la llamada Sala de las Camas, que recibe su nombre de las literas o divanes que se colocaban a ambos lados del cuarto, en los nichos laterales expresamente abiertos para esta función. Aquí se procedía a desnudarse cuando se accedía a él, pasando por una pequeña puerta del fondo izquierda a las salas de baño. Una vez terminado éste, se regresaba aquí para descansar, hablar con las mujeres del harem, o bien, estar a solas. Aquí se les, traía, incluso, la comida, por eunucos o mujeres, pues la estancia podía durar largo tiempo. En la galería alta había grupos de músicos, cantores, etc. que recitarían versos o tocarían instrumentos musicales. Según las leyendas, estos estaban ciegos, de manera que no viesen a las damas desnudas. Grupos de danzarinas (odaliscas) bailarían en el patio. Aquí se desnudaban antes de pasar a la terma, y se cubrirían el cuerpo de tejidos blancos y ligeros, sobre todo, la cabeza y espaldas, cogiendo también unas babuchas con suela de madera para entrar a la terma, pues el suelo estaba caliente. También mencionan las leyendas, que el sultán usaba de la galería alta para escoger la dama de turno para la noche, y lo hacía arrojándole una manzana desde arriba. Atravesando la pequeña puerta antes referida, que estaría bien cerrada de modo que no pasasen los humos de la terma, llegamos a las salas de vapor.

C. P. Abencerrajes

26

Sexto nivel

Sala de las Camas

La Alhambra Primero vemos una puerta que eran retretes, y un poco más a la izquierda, una pila para las abluciones parciales, como prescribe el Corán antes de orar y de bañarse: “Lavar los ojos hasta la frente, boca hasta el cuello, manos hasta el codo y pies hasta los tobillos”, es decir, todo aquello, del cuerpo, que nos lleva a pecar. Una vez terminadas las abluciones se pasaba a la sala de vapor, provisto de toallas, pastilla de jabón, cubos de latón y todo lo necesario para la limpieza corporal. En la sala de refresco (templada), que es la más larga y tiene dos galerías con arcos, es donde se reclinarían, bajo éstas, sobre alfombras para tomar el masaje, tras haber tomado el baño. Este se encuentra en la siguiente cámara, sala de vapor o caldarium, más pequeña y al lado de los accesos a los hornos, con lo que la temperatura sería mayor, pues allí se halla la entrada a la caldera que calentaba el agua y el pavimento por debajo. Hoy día se halla tapada, y se bajaba por una escalera que era suficiente para dar cabida a los sirvientes. La caldera, alimentada por maderas aromáticas, calentaba las losas de mármol y sobre éstas corría o se arrojaba agua, produciéndose el vapor. Se frotarían el cuerpo con crines de caballo hasta abrir los poros, enjabonándose después y finalmente, se introduciría de pie en el baño y se echarían agua por encima. El agua se llevaría la espuma de las bañeras, mientras que agua limpia correría a lo largo del pavimento en el canal central de la sala de masaje para que al irse evaporando mantuviese la temperatura, que no bajaría de unos 55" C. Uno de los sistemas de refrigeración y estabilidad de temperatura y humedad más originales se encuentran aquí, basándose para ello en las bóvedas. Estas se hallan abiertas con unos tragaluces en forma de estrella, cubiertos en su día con cristales de colores, que dejarían pasar los rayos del sol dándole un aspecto original, coloreando un cuarto falto de color. Pero lo más curioso de este sistema estriba en el hecho de que estos vidrios no estarían sujetos herméticamente, de manera que la presión del vapor los pudiese levantar para salir y dar entrada a aire fresco; con lo que sería el propio medio ambiente el encargado de autorregularse. Una vez terminado todo el proceso, se regresaría a la primera sala, envuelto en un albornoz, en donde se procedía al largo reposo anteriormente descrito.

Sala Templada: Lugar de reposo y masaje

C. P. Abencerrajes

27

Sexto nivel

La Alhambra

La Rauda Real Al Sur del Patio de los Leones sólo había otra estructura que perteneció a este Palacio: la Rauda o cementerio real. Su entrada estaba junto a la original del Patio de los Leones en la calle Real Baja. De su entrada queda un arco de herradura hecho de ladrillos, en el que todavía puedes ver la huella de los azulejos que lo decoraban. La Rauda se descubrió en el siglo XIX y fue bien excavada en el nuestro. Está dividida en dos partes bien diferenciadas: en una había un pabellón y una pequeña nave, al oeste, donde se enterraron los sultanes y familia. Todavía puedes ver algunas fosas. La otra parte, hacia el este, estaba reservada para los vasallos nobles. Cuando Boabdil, último sultán granadino abandonó la medina de La Alhambra camino de la Alpujarra, se llevó consigo todos sus objetos de valor: joyas, tapices, alfombras, etc. y también desenterró a todos sus antepasados para que no fueran profanadas sus tumbas. La Rauda real la trasladó desde aquí al pueblo de Mondújar.

Fosa de la Rauda Real

La Casa Real, el Palacio de Carlos V y la Alcazaba

C. P. Abencerrajes

28

Sexto nivel

La Alhambra

Una curiosidad En la revuelta producida el 25 El Generalife, la almunia privada del sultán de agosto de 1359 para derrocar a Muhammad V, éste salvó la vida gracias a que en ese momento descansaba Fuera del recinto amurallado de La Alhambra, y en la almunia del Generalife. hacia la parte Este, existían amplias propiedades del sultán Enterado de la rebelión huyó a sobre las colinas de su alrededor. Allí se levantaban tres caballo hasta Guadix.

palacios distintos, utilizados como lugares de descanso y disfrute de la corte nazarí: el Generalife, Dar al-Arusa (Casa de la Novia) y los Alixares. De éstos se conserva el primero, y de los otros dos sólo quedan restos de excavaciones arqueológicas. El Generalife era la almunia* privada más próxima a La Alhambra, separada de ella por el barranco de la Cuesta de los Chinos, y allí se retiraba el sultán para descansar de las tensiones que le provocaban las tareas de gobierno. La palabra Generalife viene de su nombre árabe: Huerta del Alarife o Arquitecto. Su primera construcción data de época almohade, con importantes reformas posteriores, llevadas a cabo por los sultanes nazaríes. Estaba formado por una serie de huertas, separadas entre sí y protegidas por muros de hormigón. Una de ellas estaba dedicada a la cría de ganado vacuno, mientras que las restantes se destinaban al cultivo de hortalizas y frutales para el consumo de la población de la AlESC. DEL AGUA

PAB. NORTE

PABELLON SUR

CASA DEL AMIGO PATIO DE GUARDIA

PAT. CABALLERIZAS

C. P. Abencerrajes

29

Sexto nivel

La Alhambra hambra. Para poner en regadío estas tierras, los primeros nazaríes dotaron de agua la almunia mediante un complejo sistema de acequias, aljibes, norias y albercas. La vivienda del Generalife es una casa-palacio para lugar de descanso del sultán y su familia; se fortificó para garantizar la seguridad de tan ilustres propietarios. Una parte de lo que fueron las huertas desde finales del siglo pasado se ha transformado en jardines con setos de ciprés y paseos al estilo francés. Este cambio permitió la construcción del anfiteatro, diseñado en los años sesenta por el arquitecto Prieto Moreno, que sirven de escenario al aire libre. Otro factor que ha influido en este cambio ha sido el abandono del antiguo camino medieval por el que se accedía a la almunia. En la actualidad se llega al Generalife por su extremo Sur o por el moderno puente levantado en la década de los setenta, desde el Secano de la Alhambra. Desde estos nuevos accesos puede irse por el Paseo de las Adelfas, bordeado primero de cipreses y de luego de adelfas, abierto en el año 1862 con motivo de la visita de la Reina Isabel II a Granada, para facilitar así la llegada del carruaje real hasta la puerta alta del palacio. La segunda posibilidad de acceso es el Camino Bajo, realizado entre 1931 y 1933 por el arquitecto Torres Balbás. Sin embargo, en época medieval se llegaba al Generalife desde la medina de la Alhambra: se salía al pie de la Torre de los Picos y, ya en la Cuesta de los Chinos, se abría un portón donde hoy existe una verja de hierro. Desde ésta se llega a un camino por donde está la entrada baja del Palacio del Generalife, tras dejar una serie de puertas de acceso a las diferentes huertas. La vigilancia de este camino corría a cargo de los soldados de la Alhambra desde las torres del Cadí y de los Picos, según el tramo y un gran torreón defendía el Generalife en su Puerta Baja. Por este camino se accedía al palacio después de haber cruzado dos patios de servicio. Los patios de ingreso Para llegar al palacio por la Entrada Baja, hay que atravesar dos patios que, por sus funciones de servicio y paso a zonas más importantes, justifican la sencillez que presentan. Al primero de ellos, llamado de las Caballerizas, se llega tras haber cruzado un portón con arco. Tiene dos naves laterales que servían de establo, y la parte alta se destinaba a pajar y vivienda de los caballerizos. Frente al portón hay un abrevadero de piedra, para que bebieran los animales. La comunicación de este patio con el de la Guardia se hace por una puerta, decorada con un arco de ladrillo en cuya clave aparecen juntos los dos símbolos de las propiedades reales nazaríes: la mano y la llave. Esta puerta, enmarcada por un alfiz que bajaba hasta el suelo, estaba pintada imitando ladrillo. En el interior pueden verse las cajas de las hojas de madera de la puerta, así como unos bancos destinados al descanso de la guardia. La galería del oeste tiene una planta alta, situada sobre la puerta, para defensa y control de los accesos. En el centro de la parte baja de la galería Este, hay adosados unos pelda-

C. P. Abencerrajes

30

Entrada Baja, tras los patios de ingreso

Sexto nivel

La Alhambra ños que permiten llegar a la portada más importante del palacio. Por ella se accede al Patio de la Acequia subiendo por una escalera muy estrecha. El Patio de la Acequia, núcleo principal del Palacio Tiene forma de un rectángulo cuyos lados son dos pabellones enfrentados, atravesado por la acequia que da nombre al patio. Originariamente estaba dividido el jardín en cuatro partes y su centro lo ocupaba un cenador. Alrededor había andenes, siguiendo el esquema tradicional de los patios granadinos. Desde el siglo pasado, la acequia tiene unos ruidosos surtidores que roban al recinto la tranquilidad que invitaba a la meditación y al descanso a los sultanes nazaríes en sus paseos por este jardín, donde árboles frutales entremezclaban sus aromas con el perfume de las flores. A ellos se unían el rumor del agua y los juegos de luz producidos por los reflejos en la acequia. El pabellón Sur, por el que entramos al patio, tiene un pequeño pórtico que se abre al patio a través de arcos soportados por columnas adosadas al muro, y tras él, una sala con techo muy bajo, se encuentra la entrada a la parte alta del palacio. Por la escalera de la derecha de la sala se llega a la terraza de la torre del Sudeste. Desde aquí se llega a una amplia sala con alcobas laterales y, tras un arco decorado, al mirador desde el cual se contempla con deleite el Patio de la Acequia y parte de la medina de la Alhambra. Esta nave Sur ha sufrido grandes transformaciones a lo largo de la historia. Un par de viviendas de dos plantas cierran el lado Este del Patio de la Acequia. Las puertas pequeñas dan paso a las escaleras; las otras más grandes son la entrada de las habitaciones bajas. Arriba hay ventanas con arcos y celosías, desde las cuales las mujeres podían observar cuanto ocurría sin Una curiosidad. ser vistas. Desde la vivienda del fondo a la derecha, la más Las costumbres y gustos cercana al pabellón Norte, podía bajarse al baño situado en cambian con el paso del tiem- el patio denominado del Ciprés de la Sultana, por unas escapo y cada nuevo morador de leras. Esta parte también había sido modificada, pero en el una vivienda quiere adaptarla año 1958 un incendio dejó al descubierto restos de las videjando claro su paso por ella. viendas de época musulmana. En el muro occidental del Patio de la Acequia, una larEn época musulmana ocurría lo mismo y ello se puede com- ga serie de arcos apuntados fueron abiertos en tiempos de probar en las yeserías super- los Reyes Católicos. Poco antes del año 1671, le fue añadipuestas del mirador central da una galería. Su arco central, decorado con yesería, da padel lado que da a la Alhambra: so al mirador de época musulmana con tres ventanas a cada Ismail I ocultó las yeserías an- lado; desde ellas, sentados en el suelo con el brazo apoyado tiguas, realizadas en época de sobre el alféizar (parte baja de la ventana), se contempla una Muhammad III, con otras que extraordinaria panorámica de la Alhambra y el Albaicín. En recordasen su reinado. el extremo Norte de este muro se encuentra la puerta por la que se va a los sótanos y al jardín bajo. Sobre ésta puerta

C. P. Abencerrajes

31

Sexto nivel

La Alhambra quedan restos del arrocabe (viga de madera) más antiguo del Generalife y de la Alhambra, de época almohade, con un texto del Corán que recoge cómo Alá ofrece al hombre una tierra pobre para que pueda convertirla en vergel con abundante agua. En ese texto aparece la palabra annat (huerto), que nos confirma que el Generalife era la huerta del sultán y, como cualquier señor medieval, en ella tenía sus tierras de cultivo y ganados. Este lado Oeste también fue transformado en época cristiana. En la época anterior, este cierre lo componía un muro alto en el que se repetía el esquema de la pared de enfrente, pero con huecos ciegos . Así se simulaba otras habitaciones en este lado, cuando en realidad sólo había un muro, y la medina de La Alhambra sólo podía verse desde el mirador central del Generalife. El Pabellón Norte Taca del Pabellón Norte

El pabellón Norte es el que mejor ha conservado su carácter original. La estructura que presenta es idéntica a la que tiene el pabellón del Patio de Comares: pórtico, sala y torre. Está abierto al patio por un pórtico de cinco arcos sostenidos por columnas, en sus extremos se sitúan bellos alhamíes para resguardarse del frío del atardecer. Por una puerta con triple arco se llega a la sala interior que, como es normal en la arquitectura nazarí, alberga dos alcobas laterales. La de la derecha se perdió en época cristiana al abrirse una puerta al Patio del Ciprés de la Sultana. Por un gran arco se accede desde el centro de la sala a la torre desde donde puedes contemplar un bello paisaje. Aunque la almunia del Generalife era utilizada como lugar de descanso, excepcionalmente el sultán recibía en ella a algunas personas en audiencia, y esta torre hacía de Salón del Trono. Esta ruptura del descanso del sultán debía ser breve. La armonía que presentaba la nave Norte se perdió con el añadido hecho en 1494 cuerpo y galería de la parte alta- y por otras reformas que se produjeron hasta el siglo XIX. Todos estos cambios, impiden ver el Albaicín desde el mirador alto de la nave Sur. El Patio del Ciprés de la Sultana Desde la sala de la nave Norte del Patio de la Acequia, se sube al patio conocido con el nombre del Ciprés de la Sultana, cerrado a la parte norte por una galería que se construyó entre 1584 y 1586. La mayor parte de la superficie está ocupada por una alberca en forma de U y en uno de sus lados se mantiene el tronco seco de un viejo ciprés que la leyenda se ha encargado de inmortalizar. En ese mismo lado puede verse el lugar por el que la acequia penetra en el palacio. Gracias a las excavaciones arqueológicas, se sabe que en época musulmana el nivel del patio era mucho más bajo y allí se encontraba el baño del palacio, al que se llegaba por una de las habitaciones bajas del Patio de la Acequia.

Patio de la Sultana

C. P. Abencerrajes

32

Sexto nivel

La Alhambra

La Escalera del Agua Por una escalera construida en el siglo XIX, rematada por dos leones, se sube desde el Patio del Ciprés de la Sultana hasta un jardín. Desde este jardín arranca la Escalera del Agua, cubierta de vegetación y custodiada por dos muros de piedra con canalillos por los que corre el agua, de la misma manera que corría por las fuentes colocadas a ras del suelo en las mesetas de cada tramo de escalera. Al final de la escalera se construyó en el siglo XIX un mirador, al gusto romántico, que se conoce con el nombre de Mirador de Orlando. En época medieval, la Escalera del Agua era utilizada como paseo fresco que conducía al pequeño oratorio que se cree había en lo alto. Al subir por esta escalera, el sultán hacía las abluciones rituales de manos y pies con el agua de los canalillos y fuentes que encontraba a su paso. De esta forma cumplía con las obligaciones religiosas de la purificación antes del inicio de la oración. Hay que hacer notar que, en sus orígenes, la escalera se hallaba fuera del palacio y para llegar hasta ella era preciso salir por la Entrada Alta, y ascender por el camino medieval que bordeaba al palacio.

La Casa del Amigo Al núcleo principal del palacio del Generalife se le adosó, también en época musulmana, otra edificación conocida como Casa del Amigo. Esta era la vivienda de los amigos y allegados del sultán, aislada del palacio, pero tan cercana a él que permitía a sus moradores acudir inmediatamente en caso de que el sultán requiriera su presencia.

C. P. Abencerrajes

33

Sexto nivel

ALHAMBRA completo.pdf

tiempos de Carlos V. Debe su nombre a las tres granadas que deco- ran su parte superior. De esta puerta parten tres caminos: el de la de- recha, que nos lleva ...

6MB Sizes 29 Downloads 119 Views

Recommend Documents

man-93\alhambra-radio-receiver.pdf
Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. man-93\alhambra-radio-receiver.pdf. man-93\alhambra-radio-receiver.pdf.

recuerdos de la alhambra tab pdf
Page 1 of 1. File: Recuerdos de la alhambra tab pdf. Download now. Click here if your download doesn't start automatically. Page 1 of 1. recuerdos de la ...