“Primera Jornada Africanos y Afrodescendientes en Chile” 23 de noviembre de 2010, Auditorio Rolando Mellafe Facultad de Filosofía y Humanidades Universidad de Chile

Esclavos y amos en los cerros de Coquimbo: El caso de los mulatos Ventura Ogalde y Joaquín Pizarro, 1789-1805

Montserrat Arre Marfull Estudiante de Magíster en Historia Universidad de Chile

Coquimbo, esclavos y espacio El trabajo que expondré a continuación, surge a partir de dos casos registrados en los documentos judiciales de La Serena, en los legajos 74 y 82 específicamente, de los que existen microfichados en el Archivo Histórico Nacional de Santiago. Ambos casos, de 5 y 29 fojas respectivamente, dan cuenta, entre otras cosas, de la presencia de esclavos de origen africano en ámbitos no urbanos entre la última década del siglo XVIII y la primera del XIX. La propuesta a presentar es dar cuenta de las posibilidades de movilidad y adaptabilidad de la mano de obra esclava, en un espacio diverso, tanto geográfica como socialmente. El trabajo de los esclavos mulatos y negros en la Provincia de Coquimbo desde mediados del siglo XVIII fue esencialmente doméstico; lo que se puede entender como doméstico en un espacio ampliamente rural1. Fuera de La Serena, estos esclavos estuvieron en las casas de las haciendas, y no tan sólo como mayordomos o damas de compañía, sino que, además, como labradores, mineros, Manuel Concha [1871], Crónica de La Serena desde su fundación hasta nuestros días, 1549-1870, Universidad de Chile, La Serena, 1979; Jorge Pinto Rodríguez, La población de La Serena en el siglo XVIII. Crecimiento y estructura ocupacional en un área urbana del Chile colonial, La Serena, 1979. 1

pastores y arrieros. Sus vidas no estuvieron exentas de violencias y derroteros de sacrificio, asimismo, los amos quienes se acostumbraron a su presencia necesitaron de sus servicios, pese a darles muchas veces ciertas “libertades” dentro de la esclavitud. Coquimbo no fue diametralmente distinto de otras regiones de la América española. Sin embargo, la característica distintiva en este caso, fue la geografía en que aquellos tuvieron que subsistir, y la interacción con los otros grupos sociales dentro de ese espacio, las castas libres, los indios, libres y encomendados hasta 1791, los mestizos y españoles de menor alcurnia, y la élite que remontaba su origen a los primeros conquistadores de la zona junto a los comerciantes y mineros acaudalados. Para fines del siglo XVIII, la servidumbre esclava era principalmente de mulatos, dado que la compra de esclavos negros pareció disminuir con el tiempo; por otra parte, en la zona ya casi no nacían “negros” u otra casta de origen africano, sino que en su mayoría eran denominado mulatos2. Respecto a esto, pudo haber excepciones, como por ejemplo, un caso de 1789 sobre la reclamación de la libertad de una familia de negros, los cuales pertenecían a Doña Teresa de los Reyes, quien los deja libres a su muerte mientras los herederos los reclaman como cautivos. En todo momento se refieren a estos esclavos como negros, incluyendo los hijos, hijas y nieto de los esclavos3. En los registros de bautismos de Limarí, entre 1695 y 1797, de un universo de 3.480 partidas, 113 (3,2%) fueron de mulatos esclavos, frente a tan sólo 15 (0,4%) negros esclavos. Por su parte, las castas de afrodescendientes libres (pardos, cuarterones, cholos, zambos, mulatos) sumaban 774 (22,2%) bautizados. Guillermo Pizarro Vega, La Villa San Antonio del Mar de Barraza, Estudio histórico-social de un enclave urbano cabecera del Valle del Limarí, 1565-1831, Ediciones Barraza, De Jesús Comunicaciones, Rosario, Argentina, 2005, p.33. Ver también Montserrat Arre, “Esclavos en la Provincia de Coquimbo: Espacios e identidad del afrochileno entre 1702 y 1820”, en Haz tu Tesis en Cultura, Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, Gobierno de Chile, 2010, pp. 51-92. Sobre la conformación genética de las poblaciones de los valles de Elqui, Limarí y Choapa, ver Mónica Acuña P. (et. al), “Composición genética de la población chilena: las comunidades rurales de los valles de Elqui, Limarí y Choapa”, Revista Médica de Chile, vol. 128, nº 6, 2000 [En Línea]. Según esta investigación, realizada con muestras recopiladas entre 1979 y 1988, basada en un universo de 325 personas de 11 localidades distintas (Alcohuaz, Chapilca, Horcón, Huanta, Pisco Elqui, Vicuña, Combarbalá, Ovalle, Tulahuen, Illapel y Salamanca), los resultados arrojaron una proporción de alrededor de un 50% de mezcla genética de origen indígena y un 10% de origen negro. Un interesante trabajo que puede dar luz sobre el mestizaje en el caso argentino, es Judith Farberman y Silvia Ratto (coords.), Historias Mestizas en el Tucumán colonial y las pampas (siglos XVII y XIX), Editorial Biblos, Buenos Aires, 2009. 3 Doña Teresa escribe en su testamento: “Item declaro por mis bienes, dos negros casados, el Negro llamado Joseph Antonio y la Negra Eulalia, los quales hube por parte del Difunto mi marido Don Manuel de Almeida, en reposicion de un mulato esclavo mio que me vendio llamado Pedro Alcantara y por otras varias Alajas mas que Uso de ellas; los quales Negros han procreado Varios hijos, y al precente solo viven tres, dos mugeres y un hombre, llamados Manuela, María de los Remedios, y Pedro Joseph”. Para probar la libertad, los esclavos llamarían a una serie de testigos. Uno de ellos, fue Josepha Reyes, huérfana que crió doña Teresa, y diría “teniendo esta declarante que llevar à la 2

2

Las haciendas jesuitas utilizaron una importante cantidad de mano de obra esclava, preferentemente negra4. El año 1767 son expulsados del reino y, como cuenta Domingo Amunátegui, los jesuitas administraban el Colegio en La Serena y fuera de éste “la Compañía tenía tres fincas de importancia: una chacra contigua a la población, una viña en el valle de Elqui, y la estancia de Quile, a cuarenta leguas de la Serena.”5. Según los inventarios, la Compañía tenía unos 70 esclavos y esclavas tanto negros, como algunos mulatos. Muchos de éstos durante los años siguientes a la expulsión, fueron vendidos principalmente al Perú.6 Así, tanto las personas de la élite religiosa como los jesuitas u otros a fines del siglo XVIII como el padre Fray Francisco Castillejo, administrador del Convento y Hospital de San Juan de Dios de La Serena que aparece en los documentos como dueño y tenedor de esclavos,7 como también de la élite laica, la misma Doña Teresa de los Reyes o el Teniente Coronel Don José Fermín Marín, por nombrar algunos, son los pudientes y poderosos que dispusieron para sí de la asistencia de esclavos de origen africano. La hacienda de Barraza, con su parroquia San Antonio del Mar, ubicada dentro de la Provincia de Coquimbo en el Curato de Limarí Bajo, fue la cabecera Parroquia de esta Ciudad de la Serena, a que le puciesen el oleo à un Nieto del negro Jose Antonio, parte que la precenta; fue a preguntarle a dicho Don Dionisio si en la partida de los libros Parroquiales, se pondría à aquel negrito por libre, ò por Esclavo, y que le respondio: que lo pusieron como libre”. AHN, JLSC, Legajo 119, pieza 3, 1789, foja 23 y 29. 4 En las defunciones revisadas, aparecen amos jesuitas en el caso de 3 esclavos difuntos en la zona de Limarí, entre 1738 y 1744. Libro Defunciones Limarí, Volumen 1. 5 Domingo Amunátegui Solar, El Cabildo de la Serena (1678-1800), Santiago: Imprenta Universo, 1928., p. 141. 6 Archivo Histórico Nacional, Jesuitas de Chile, vol 5. 7 Con relación al fraile, podemos decir que éste era el administrador del Convento y Hospital San Juan de Dios, para principios del siglo XIX, y que poseía esclavos para servicio personal. Es acusado por uno de ellos el año 1809, quien a la vez servía en el hospital, de asesinar a su madre por las golpizas propinadas. El caso no finaliza, en AHN, Judicial La Serena Civiles, Legajo 22, pieza 8, 1809. Encontramos a fray Francisco, además, en registros notariales cuando, tras su muerte, se le otorga poder al capellán del convento para que venda unos esclavos que habían sido entregados a Castillejo. En el poder se lee que “teniendo como tenia el finado Padre Castillejo un poder que le confiriera a Doña Petronila de Bega y Rojas y Doña Antonia Corbalan para que pudiera vender siete piesas de Esclavos para que con su valor fuese pagado el combento de Cantidad de pesos que le debian por rason [...] de Zensos que reconocen a favor del Combento sobre sus Haciendas en Rivadavia”, en AHN, Escribanos La Serena, Volumen 64, foja 134, 1811. Por otra parte, Doña Teresa de los Reyes, es una viuda que a su muerte deja una familia de esclavos negros a su albacea, para que éste los conserve hasta el fin de sus días y luego les otorgue la libertad. La familia y herederos del albacea, no dejan finalmente en libertad a dicha familia. Por tanto los esclavos (José Antonio y Eulalia Almeida e hijos) presentan una serie de testigos, y el caso termina favorable para ellos (después de varios años). Esta mujer, hija de un portugués y una natural de la ciudad, tuvo dos matrimonios, de los cuales fue viuda –con Don Lorenzo de Olivares y con Don Manuel de Almeida-. No tuvo hijos, pero crió a un niño huérfano y a la hija de su segundo marido. Declaró en su testamento casas y solares en la ciudad, tienda y pulpería (entre otros bienes). Todos estos bienes los había heredado de sus maridos y hermana, en JLSC, legajo 119, pieza 3, 1789.

3

doctrinal de esta zona, la cual era principalmente rural, y se componía de grandes latifundios, ingenios mineros, además de pequeños pueblos de indios. Barraza y su parroquia representaron un eje central en las relaciones comerciales y sociales de la Provincia. Su economía se sustentaba en el trabajo de peones, además de campesinos ligados a la tierra, ya sea indios encomendados, inquilinos y pequeños propietarios. En este sentido, los esclavos como mano de obra no fueron profusamente requeridos durante el siglo XVIII, más allá de las labores domésticas en las casas hacendales o en los pueblos.

Cerro Tamaya visto desde San Julián

A pesar de lo anterior, he podido encontrar un grupo de esclavos mineros en los cerros de Tamaya, en las cercanías de Barraza, para fines del siglo XVIII, y un esclavo dedicado a labores de pastoreo también en Limarí, en ambos casos pertenecientes a la familia Marín.8 Como primera aproximación, estos casos pudieron ser excepciones, no obstante es preciso seguir investigando9.

AHN, JLSC, Legajo 82, pieza 7, 1803 “El Procurador de Ciudad [...] del esclavo de Don Jose Fermín Marín sobre que se le conceda nuevo amo”; JLSC, Legajo 74, pieza 19, 1789 “Bentura Ogalde Solicita la Libertad”. 9 Un indicio aparece al ver las razones que se expresaban para otorgar libertad en testamento, como los cuidados entregados al amo; situación que sin duda se daba en un contexto de mayor cercanía, cosa que no se habría producido en un trabajo minero o pastoril, que implicaba un distanciamiento del amo. Por ejemplo, el caso de Rosario Cortes, quien pide se haga efectiva su libertad, ya que su amo le había otorgado carta de manumisión, la cual ella no utilizó hasta la muerte de éste. Rosario dice que el amo, Don Fernando Cortés, se la había otorgado “atento a mis buenos servicios, y buena voluntad, con que siempre le atendí, especialmente en su prolija, y dilatada enfermedad”, AHN, JLSC, Legajo 180, pieza 1, 1792. Se pueden mencionar otros casos, como el de Doña Teresa de los Ríos, que libera a una familia completa de esclavos negros; ésta, una mujer viuda con muchos bienes y sin hijos, pudo realizar esta “buena obra” en su testamento, sin embargo con ciertas condiciones, lo que generará un litigio por libertad después de su muerte: AHN, JLSC, Legajo 119, pieza 3, 1789. También existen, junto con los casos judiciales, las cartas de libertad que se encuentran Escribanos, por ejemplo Volumen 45, foja 143: Hermanos Galleguillos liberan una esclava de 50 años, herencia de sus padres; Volumen 19, foja 138v: Don Diego Montero y Cortes, Marqués de 8

4

Hay numerosos rastros en los documentos de la zona, que nos indican que los trabajos propios de los esclavos domésticos fueron desde los más básicos, como acompañar al ama en la Iglesia10, hasta labores de dueñas de casa y enfermeras domésticas, como fue el caso de María del Rosario Cortés, quien habiendo recibido carta de libertad junto a su hija, decidió quedarse con su amo enfermo durante ocho años hasta su muerte, como única compañía11. Por su parte, los esclavos domésticos del Padre Castillejo ya mencionado, cumplían otro tipo de labores. Dos de ellos, una mulata llamada Mirta y su hijo Pedro de 18 años, se ocupaban en la atención de los enfermos del Hospital. La primera, era cocinera, y el segundo tenía el deber de cuidar y ordeñar a las vacas. Estos esclavos domésticos urbanos, particularmente, se desempeñaron en este espacio hospitalario y a la vez conventual. 12

La vida en los cerros: los casos de Ventura Ogalde y Joaquín Pizarro, mulatos esclavos en Limarí Para fines del siglo XVIII, la familia Marín en Limarí, con algunos de sus miembros conocidos ya en el Cabildo de La Serena desde, a lo menos, fines del siglo XVII13, se involucró en dos casos que nos muestran la movilidad espacial de los llamados “cautivos”, por un lado, y por otro los contextos geográficos y de recursos naturales de los cuales podían disponer estos esclavos.

Piedra Blanca de Guana, libera una mulata esclava de 22 años, nacida en su casa; así, otras más. Todas aluden a los buenos servicios. 10 Como es el caso de la mulata esclava María del Carmen Velez, de 17 años, que en 1812 pertenecía a Doña Manuela Mercado. Su madre ya manumisa se presentó en aquella época, para abogar por la libertad de su hija a cambio de un monto razonable La madre estaba casada con un minero, José María Ríos, el cual quería comprar a María del Carmen para liberarla. No obstante, no estaba de acuerdo con la tasación hecha por el ama, puesto que según él, la esclava “valía menos”. Entre otras razones, argumentaba que “mucho mas le disminuye el excesibo balor en que la esclaba se horra, el [que] no tiene oficio gracia ni abilidad que la distinga en clase de Esclava, sino sea el llevar Alfombra a la Yglesia y los serbicios que […] a la mano.” AHN, JLSC, legajo 91, pieza 1, foja 1v, 1812. 11 AHN, JLSC, legajo 180, pieza 1, 1792. 12 AHN, JLSC, legajo 22, pieza 8, 1809. No por ello dejaron de sufrir lo que muchos otros hombres y mujeres que vivieron en servidumbre y cautiverio experimentaron. Conocemos estos esclavos, pues el mulato Pedro acusaría a Castillejo, el año 1809, de asesinar a su madre por las golpizas propinadas por sus castigos. La “domesticación”, el castigo físico y el menosprecio, eran modos de relacionarse dentro de esta sociedad con esclavos. Sin embargo, en este caso, Pedro fue un sujeto agente al momento en que huye y se presenta ante la justicia. 13 “[en el Cabildo de 1689] Se resolvió finalmente apremiar al nuevo síndico del convento de San Francisco, D. Gaspar Marín, para que pagara al Cabildo los mil quinientos tejos que le tenía prestados al Convento, y que pertenecían al hospital. Don Gaspar Marín era hijo de un militar español que había combatido en Arauco bajo las órdenes de Alonso de Ribera, y había fundado un respetable hogar en La Serena” Amunátegui Solar, 1928, p. 22.

5

El primer caso que revisaremos se desarrolla en febrero de 1789, e inicia de esta manera: “Bentura Ogalde parezco ante Vuestra Merced en la mejor forma que aya lugar en Derecho y Digo que soy esclabo de mi Amo Señor Doctor Don Bentura Marín y pido â Vuestra Merced se sirba de Aserme dar mi carta de Benta, por los muchos trabajos y necesidades que pase desnudo y solamente se me da de Rasion tres Almudes de trigo, y un cordero cada quinse dias sirviéndole mi Mujer y quatro Hijos que tengo, siendo Berda y sabido de todos como son Libres mis hijos y Mujer, los quales nos mantenemos con la Rasion ya Expresada, y tambien manteniendo â mi Madre, sin darles de bestir a mis hijos ni mi Mujer, ningun trapo como poder cubrir sus carnes…”14 El mulato esclavo Ventura alegaba, además, haber sido castigado en el cepo boca abajo con cien azotes dados por el mayordomo, con el único motivo de asistir, al parecer en otra parte, ayudando a su mujer en el río, que según lo que se entiende estaba en peligro, y estar trabajando en la construcción de una acequia. Agrega además que su ración no siempre es de trigo, sino que a veces de cebada o maíz, y que ni siquiera se le da sal o ají.15 Ventura Ogalde, esclavo del Doctor Don Ventura Marín, pidió su carta venta. Siendo pastor en la hacienda de Guamalata, alegó sevicia y no cumplimiento de los deberes por parte del amo, los cuales eran entregar suficiente alimento y vestimenta, lo que generó la respuesta airada por parte de Don Ventura, quien declaró que el esclavo: “…pretende provar, maltrato, y no ser alimentado: en lo primero es cierto averle echo castigar por varias causas, como son, arremeter con su madre, pendencias, con los indios deste Pueblo, que uno de ellos casi... saco un ojo, de un pedraso, y el querer arremeter

y

desvengarse con mi mayordomo, y otros excesos, que podre provar con todo este valle, cuios motivos de merito a ponerlo en el descansado ejercisio de pastor. Y pasando a sus alimentos encontrara usted viciado este punto, con lo que dire... a principios de 14 15

AHN, JLSC, Legajo 74, pieza 19, foja 1 Ibid., foja 1v

6

Noviembre asta fin de Diciembre, se le dieron tres y media fanega de trigo para dicho tiempo que fue quando entro de pastor…[y que] tomase una cavesa de ganado cada ocho dias, confiesa en su escrito que yo le di facultad para un cordero, sin duda el lo escogeria asi, porque le gustaria lo tierno mas repugna que se contente con un cordero quien tiene una masa de ganado a su disposición… y pagándole su jornal en dias de fiesta que se vestia quando lo necesitaba.”16 Lo interesante del caso, más allá de la petición legal de cambio de amo, es que Guamalata está a lo menos a 20 kilómetros de La Serena ¿Cómo logró llegar Ventura Ogalde para interponer la demanda? ¿Qué otros agentes intervinieron en el caso? ¿Qué tan cautivo estaba el mulato? Y por otra parte, de qué manera nos podemos acercar a la experiencia física de la vida de un esclavo en los cerros de la provincia. Su alimento, los animales que cuidaba, las obligaciones de un amo incluso en un espacio rural y amplio como uno podría figurarse la geografía de los valles y cerros del Limarí. En este sentido se puede apreciar que hay ciertos elementos que parecen no indicarnos que se está frente a un esclavo. Por ejemplo, se le paga un jornal por parte de su propio amo. Es cierto que estos debían mantener en las necesidades básicas de subsistencia a sus esclavos, como lo era el alimento, la vestimenta y la instrucción religiosa. Además, no es extraño que los esclavos recibieran jornal, sin embargo, este normalmente era ganado por ellos fuera del ámbito del amo, y parte de él se destinaba para este último. Junto a ello, el esclavo parece exigir que dentro de su ración se incluya la mantención de toda su familia no esclava. Es decir, este hombre cautivo considera que es un derecho abogar por ello y lo utiliza como argumento. Finalmente termina el caso con un poder para venta del esclavo, mandando por Don Ventura: “…por la carta poder que doy a mi hermano en la que pido 390 pesos por el mulato, y pareciendo supremo, revajo 90 pesos y recibiré los 300 libre de derechos para mi, pues dice mi hermano es caro por el primer precio. Yo lo puedo Informar del, que es mulato moso17, y buen peon de arria, y para qualquiera ejercisio bueno, solo suplico a 16 17

Ibid., fojas 3 y 4. Entre 20 y 30 años.

7

Vuestra Merced prevenga mis rasones. Y que en caso de aver quien lo compre, se me avise para que me encuentre que el ganado, que yo con motivo de estar recogiendo mis granos no puedo pasar tamproncto asta de aquí a seis dias.”18

El hermano de Don Ventura, el ya mencionado Teniente Coronel Don José Fermín Marín, dueño de una veta de cobre en el cerro de Tamaya, llamada “Las Arenillas”19, empleaba esclavos para la extracción de minerales. Es el único de los dueños de minas consignados para 1792 por el informe de Víctor Ibáñez de Corvera –subdelegado- que trabajaba con esclavos. Es uno de los mineros más importantes de la época en la zona del Limarí Bajo. A su muerte, en 1812, sus hijos procedieron a vender algunos de estos esclavos20. El año 1803 el procurador general Don Nicolás del Pozo, exponía el caso del mulato esclavo Joaquín Pizarro, quien se encontraba para su protección en la cárcel de la ciudad. Este esclavo había bajado del cerro del mineral, a casi 16 kilómetros de La Serena, huyendo de su amo Don José Fermín, “El Procurador General de esta Cuidad y como protector de los esclavos, como mas haya lugar… ante Vuestra Merced parezco, y Digo que por oficio de 26 de Julio me previsere patrocine la queja, que ante Vuestra Merced tiene expuesta Juaquin Pizarro, esclavo del Theniente coronel Don Jose Fermin Marin, quien… devido en la precaucion de venirse del Balle de San Julian ha esta Ciudad por justo reselo que le asistia de que lo Castigase, por haber visto, que hubo de Castigar a Otro esclavo, y mirando como infalible le tocase este turno el natural temor le ha echo sufrir con mas gusto la prision en que Vuestra Merced le tiene, que bolber a su servicio en Cuio supuesto ocurra a la justificacion de Vuestra Merced se sirva mandar que el Theniente Coronel Don José Fermín Marín le de su

AHN, JLSC, Legajo 74, pieza 19, foja 4 y 4v Jorge Pinto Rodríguez (comp.), Dos Informes relativos al Partido de Coquimbo, 1790-1792, Universidad de Chile, sede la Serena, 1979, p. 29. 20 Logré registrar 6 cartas de venta de integrantes de la familia Marín como vendedores para la venta de 7 esclavos, todos mulatos, entre 4 de noviembre de 1812 y 19 junio de 1815. 18 19

8

papel de venta con arreglo a justicia unico asilo de estos miserables”21 El problema se había suscitado cuando de visita en el mineral el subdelegado había escuchado los reclamos de los esclavos mineros de Tamaya, y según testimonio de Joaquín “…habia dicho el esclavo que lo hacian trabajar los dias de fiestas: Que quando no entregavan las tareas de Metales que se les daban, no se les daban raciones, y que estas se reducían a un poco de Charqui de Chibato y frangollo. Y finalmente que por haverse quejado a su Merced el dia que estubo de vicita en el mineral de Tamaya de estos padecimientos con los demas... compañeros en quanto paso para esta ciudad, los hiva llamando su Amo, y catigando con azotes, y que como el querellante como dicho que fuese uno de ellos, temio justamente y tomo el partido de bajarse a esta ciudad a solicitar se lo dejase ò permitiese trucar à otro Amo como que ya lo tenia encontrado.” 22

Los Trapiches, Mineral de Talca 1750, Corregimiento de Coquimbo, óleo de Luis Martínez Salas, 2005

21 22

AHN, JLSC, Legajo 82, pieza 7, foja 3. Ibid., fojas 10 y 10v.

9

Don José Fermín no deseaba acceder a las peticiones, y se escudaba en subterfugios tales como las rencillas previas que había tenido él con el subdelegado, o la ineptitud del procurador. Finalmente, el esclavo pasaría más de un año en la cárcel de la ciudad, mientras se resolvía el asunto, que terminaría involucrando conflictos entre los letrados y poderosos. Joaquín, seguramente aprovechando una circunstancia favorable, huyó de la cárcel y no tenemos más rastros de él. Antes de eso, sin embargo, desfilan con sus testimonios una serie de testigos de los hechos. Uno de ellos, por ejemplo, Pedro Nolasco de las Peñas, declara que: “…en dias pasados fui a la Oficina de Despacho a esta subdelegacion, vi alli a la puerta un Hombre, que por lo que oi ablar entendi que era mulato esclavo del Teniente de Campo Don Jose Fermin: luego entro a la misma oficina Don Nicolas del Pozo Procurador General de esta Ciudad… Aquel comento… que el esclavo no le havia dado mas noticia que de aquello que havia expuesto. A esto dijo el esclavo que tambien le havia dicho a Don Nicolas en presencia del Señor Subdelegado, que su amo los hacia travajar en dias de Fiesta: que cuando no entregaban las tareas de Metales no se les davan raciones a los esclavos, y que estas se componian de Charqui de Chivato y frangollo; y que por haverse quejado de estos… a dicho señor subdelegado el dia que estubo de visita en el Mineral de Tamaya, con los demas esclavos sus compañeros, en quanto paso dicho Señor lo destino a esta ciudad, los llamava su Amo Don Jose Fermin, y los castigo con azotes.”23 Si Joaquín Pizarro se convirtió en esclavo de otro amo, o si por el contrario se trasformó en un “vagabundo” en los cerros y valles, con una libertad de hecho, no lo sabemos. No obstante, es relevante que el caso nos muestra como un mulato esclavo minero a principios del siglo XIX en Chile, entre otros varios esclavos de la misma faena, fue capaz de llegar a la ciudad de La Serena desde Tamaya en busca de justicia. Por otra parte, si bien parece ser que la ración que le tocaba a este esclavo era mucho más pobre que la que parecía disponer Ventura Ogalde, seguramente

23

Ibid., fojas 11 y 11v

10

por el contexto laboral en el que se encontraba, en un mineral y junto a otro grupo de esclavos, Joaquín también se sentía en el derecho de exigir más, y asimismo alegar sobre la condición paupérrima en que estaban a causa de los abusos del amo: quien no daba alimento cuando no se cumplía con el trabajo y que tampoco los dejaba libres en días de fiesta si no terminaban sus labores. En conclusión, y a modo de sintetizar lo expuesto y dejar planteada una propuesta investigativa, preciso decir que aún hay mucho por encontrar en los documentos coloniales del Norte Chico chileno, así como en otras zonas de nuestro país, que contienen ricas y variadas informaciones sobre la presencia negra y afromestiza. Más allá de eso, llamo a revisar estos documentos a la luz del contexto regional y geográfico, ya que el espacio configura un elemento central en el accionar de los sujetos a los que los historiadores pretenden acercar su mirada, y sólo entendiendo dónde estaban y qué hacían en este espacio, podremos llegar a tener un conocimiento, a mi modo de ver, de una mayor concreción histórica. O a lo menos poder imaginar a estos mulatos esclavos recorriendo los cerros y valles de Coquimbo y remontarnos así a aquellos tiempos como una manera de aprehender el pasado.

Bibliografía Acuña P., Mónica, Elena Llop R. y Francisco Rtohhammer E., “Composición genética de la población chilena: las comunidades rurales de los valles de Elqui, Limarí y Choapa”, Revista Médica de Chile, vol. 128, nº 6, 2000 [En Línea] URL: www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S003498872000000600004&lng=es&nrm=iso Amunátegui Solar, Domingo. El Cabildo de la Serena (1678-1800). Santiago: Imprenta Universo, 1928. Arre Marfull, Montserrat, “Esclavos en la Provincia de Coquimbo: Espacios e identidad del afrochileno entre 1702 y 1820”, en Haz tu Tesis en Cultura, Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, Gobierno de Chile, 2010, pp. 51-92.

11

Barraza Colonial, una mirada a su historia, 4ª Fiesta costumbrista de Barraza, 4 y 5 de febrero de 2006, Exposición de pinturas de Luis Martínez Salas y Guillermo Pizarro Vega [En línea] URL: http://www4.biblioredes.cl/BiblioRed/Nosotros+en+Internet/barraza+col onial/inicio.htm Concha, Manuel [1871], Crónica de La Serena desde su fundación hasta nuestros días, 1549-1870, Universidad de Chile, La Serena, 1979. Farberman, Judith y Silvia Ratto (coords.), Historias Mestizas en el Tucumán colonial y las pampas (siglos XVII y XIX), Editorial Biblos, Buenos Aires, 2009. Iglesias, Margarita y Cristián Leal Pino, “La marquesa de Piedra Blanca y Guana: una mujer en la Serena colonial”, Cyber Humanitatis, nº 4, Universidad de Chile, 1997 [En línea] URL: http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/04/textos/miglesias.html. Pinto Rodríguez, Jorge, La población de La Serena en el siglo XVIII. Crecimiento y estructura ocupacional en un área urbana del Chile colonial, La Serena, 1979. Pizarro Vega, Guillermo, La Villa San Antonio del Mar de Barraza, Estudio histórico-social de un enclave urbano cabecera del Valle del Limarí, 15651831, Ediciones Barraza, De Jesús Comunicaciones, Rosario, Argentina, 2005.

12

Arre, Montserrat_Esclavos y Amos en los cerros de Coquimbo.pdf ...

debian por rason [...] de Zensos que reconocen a favor del Combento sobre sus Haciendas en. Rivadavia”, en AHN, Escribanos La Serena, Volumen 64, foja ...

986KB Sizes 7 Downloads 496 Views

Recommend Documents

Pertinencia en los estudios de criminología y criminalística en México
El presente artículo es un repaso sobre la justificación del establecimiento de los estudios universitarios en criminología y criminalística. Se muestran brevemente cifras sobre los presuntos delitos denunciados en México, reportados por las procurad

EN LOS JARDINES DE GRANADA.pdf
Page 1 of 1. ASC. EN LOS JARDINES DE GRANADA. En los Jardines de Granada. Moderato (G =90). a D. o k. t. k k k. k k k. J. k jz. o k. t. k k k. k k k i. o k. t. k k k.

amos-y-mazmorras-primera-parte-amos-y-mazmorras-1.pdf
Page 3 of 12. amos-y-mazmorras-primera-parte-amos-y-mazmorras-1.pdf. amos-y-mazmorras-primera-parte-amos-y-mazmorras-1.pdf. Open. Extract. Open with.

85-CONDICIONES DE INSERCIÓN DE LAS Y LOS EDUCADORES.pdf
There was a problem previewing this document. Retrying... Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item.

incidencia-de-los-procesos-de-beneficiado-y-factores ...
Try one of the apps below to open or edit this item. incidencia-de-los-procesos-de-beneficiado-y-factores-medioambientales-en-la-calidad-del-café.pdf.

patrones de diversidad y composicin de reptiles en ...
Feb 11, 2008 - STATISTICA: Data Analysis Software System, Version 6.0. StatSoft, ... Statistical Analysis and Interpretation. ... Comparing biodiversity between.

Revisión de los postulados de Emilio Durkheim en relación con la explicación de la criminalidad y la Política Criminal
El presente expone una breve revisión teórica sobre los postulados principales del sociólogo francés: Emilio Durkheim. A pesar de la antigüedad de estos, como muchos otros tratadistas, siguen siendo vigentes ante el contexto actual, por ello, se hace

Los postulados de Quételet en el entendimiento de la criminalidad y como base de una política criminal
De Quételet, se pueden desprender aportaciones que han perdurado a través de los años y con aproximación al contexto presente muy atinado. A pesar de su variado bagaje intelectual diversificado en áreas muy polarizadas una de la otra, supo vincularla

patrones de diversidad y composicin de reptiles en ...
Feb 11, 2008 - possible and that the article can be included in any scientific archive. Open Access authors retain ...... Fundamentals of. Conservation Biology. .... STATISTICA: Data Analysis Software System, Version 6.0. StatSoft,. Oklahoma.

Descargar pdf amos y mazmorras 7 y 8
gratis paracelular lg gw525.descargarel photoshop nuevo.descargar whatsapp para nokia version 2.4.22.Likewise unaltered an example offilm. the bar in 1891 ...

Censo de centros escolares y programas educativos en criminología, criminalística, victimología y carreras afines en México
El presente trabajo es una investigación censal de los centros escolares y programas de estudio relacionados con las enseñanzas de la criminología, criminalística, victimología y afines en el territorio mexicano. Un primer ejercicio de censo comenzó

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la investigación científica en criminología en México
El presente artículo forma parte de la investigación doctoral titulada Estudio de Pertinencia de los Programas de Formación y Ejercicio Profesional de los Criminólogos en Nuevo León, desarrollada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad

177165266-Zizek-Slavoj-Viviendo-en-El-Final-de-Los-Tiempos.pdf
177165266-Zizek-Slavoj-Viviendo-en-El-Final-de-Los-Tiempos.pdf. 177165266-Zizek-Slavoj-Viviendo-en-El-Final-de-Los-Tiempos.pdf. Open. Extract.

Descargar amos y mazmorras 3 y 4 pdf
the which forevermoreshall bethey could have playwright produced two beautiful, original poems. Occupation. 132871299049] Have widely differing tastesand ...

Los derechos humanos en el marco de la seguridad publica
Los derechos humanos en el marco de la seguridad publica

en los zapatos de valeria pdf
Download now. Click here if your download doesn't start automatically. Page 1 of 1. en los zapatos de valeria pdf. en los zapatos de valeria pdf. Open. Extract.

Historia natural y conservación de los mutualismos ...
da, afectando a otros organismos que no partici- .... vertebrados que ingieren frutos (Armesto et al. 1987 ... y existen al menos tres familias de angiospermas.

Interpretación de los Evangelios y Epístolas - George E. Rice.pdf ...
There was a problem loading this page. Interpretación de los Evangelios y Epístolas - George E. Rice.pdf. Interpretación de los Evangelios y Epístolas - George ...

James-Scott-Los-Dominados-y-El-Arte-de-La-Resistencia.pdf
Page 2 of 157. James C. Seott. Los dominados. y el arte de la resistencia. Discursos ocultos. Colección. Problemas de México. Ediciones Era. Page 2 of 157 ...

PROSA Y FICCIN DE LOS ESTADOS UNIDOS I ...
“Rip Van Winkle” (897-909), “The Legend of Sleepy Hollow”. (909-929). James Fenimore Cooper. ... “Young Goodman Brown” (1198-1207) The Scarlet Letter.

John White y Ken Blue - Restauracion De Los Heridos.pdf ...
Page 3 of 133. John White. y KenBlue. Restauración. de los. •. Prólogo de. Hay C. Stedman. Page 3 of 133. Main menu. Displaying John White y Ken Blue ...

John White y Ken Blue - Restauracion De Los Heridos.pdf ...
John White. y KenBlue. Restauración. de los. •. Prólogo de. Hay C. Stedman. Page 3 of 133. John White y Ken Blue - Restauracion De Los Heridos.pdf.