4.2.3. CIENCIA SOCIAL
Ciencia Social es una revista que fue fundada por Jaume Brossa y Pere Coromines en 1896, con el objetivo de estudiar “la cuestión social” y modernizar cultural y socialmente Cataluña, ya que, según Coromines, había que organizarse para que la voluntad revolucionaria tomase ventaja delante de la
inercia
social,
el
poder,
las
instituciones
y
cualquier
fuerza
contrarrevolucionaria. Brossa, por su parte, pensaba que las formas de acción organizadas surgirían con la evolución social y estaba en contra de la acción individual violenta, que no les permitía avanzar con sus propósitos. La revista giraba en torno a diferentes ejes: la sociología,
como
herramienta
de
trabajo,
conocimiento, y transformación revolucionaria de la sociedad; la patria, su concepto y la posibilidad de inserción en el movimiento libertario; la educación y la enseñanza, des de la elemental a la universitaria, tanto moral como científica; y el arte, como expresión del genio individual o colectivo. Además, la revista añadía una sección crítica, por Pere Coromines, y otra de análisis y Portada de Ciencia Social
descripción de los movimiento sociales del mundo. Ciencia Social estaba caracterizada también por la
libertad de expresión y disensión internas. Por una parte, podían surgir polémicas alrededor de conceptos como arte y patria, entre los diferentes colaboradores, y por otra, podían participar indistintamente articulistas militantes del movimiento libertador y, también, aquellos que provenían del ámbito universitario. Unamuno publicó en la revista cuatro artículos: “La dignidad humana”, “La crisis del patriotismo”, “La juventud intelectual” y “Civilización y cultura”. El autor participa en temas tratados en la revista con unos planteamientos bastante coincidentes. Esto se debe a que el socialismo había incidido, en este período, en la vida intelectual de Unamuno. Por ese mismo motivo, Unamuno afirmaba que el hombre se expresaba en la sociedad como valor social de cambio y que la ciencia era el producto de las fuerzas sociales. Según Unamuno, el científico y el hombre de letras debían
constituirse como motores de renovación social del pueblo, aunque sabía que la realidad es diferente. Para facilitar esto, desea que la juventud intelectual sufra una crisis que le instigue a buscar la libertad y la energía creadora, convirtiéndola en un ente nuevo, necesario para la regeneración social. Uno de los temas más característicos dentro de sus colaboraciones con la revista es el patriotismo; Unamuno incidía en que se estaban produciendo un fenómeno de avance del sentimiento cosmopolita y de recuperación del amor a la pequeña región. Mantenía que las patrias de su época (entendiéndose “patrias” como “estados”) era productos forzados por los mezquinos intereses de clase, de la “patriotería nacionalista burguesa”. Esta revista finalizó su publicación después de los sucesos del Corpus de 1896, estos provocaron una fuerte reacción ciudadana, y el atrevimiento de los modernistas anarquizantes, que se mostraron en Ciencia Social como tales, provocando el arresto de este grupo en las semanas posteriores al atentado.