LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO por Stephen Chbosky

Traducido por @erikabarz

Parte 1. 25 de agosto, 1991 Querido amigo, Te escribo porque ella me dijo que escuchas y entiendes y que no intentarías dormir con esa persona en una fiesta aunque pudieras hacerlo. Por favor, no intentes imaginar quién ella porque entonces adivinarás quién soy yo, y la verdad es que no quiero que hagas eso. Llamaré a las personas con nombres distintos o genéricos porque no quiero que me encuentres. No he incluido una dirección del remitente por el mismo motivo. Osea que no pasa nada malo. De verdad. Simplemente necesito saber que alguien ahí fuera escucha y entiende y no intentaría dormir con gente aunque pudiera hacerlo. Necesito saber que esa gente existe. Creo que de todos tu entenderías esto porque creo que de todos tu estás vivo y sabes lo que eso significa. Al menos espero que lo hagas porque otra gente se fija en ti por la fuerza y la amistad y es así de simple. Al menos eso es lo que he oído. Así que esta es mi vida. Y quiero que sepas que estoy tan feliz como triste y aún intento averiguar cómo puede ser eso. Intento pensar en mi familia como una razón por la que soy así, especialmente después de que mi amigo Michael dejara de ir al colegio un día la primavera pasada y escuchamos la voz del Sr. Vaughn en el altavoz. “Chicos y chicas, lamento informaros de que uno de nuestros estudiantes ha fallecido. Haremos una sesión conmemorativa por Michael Dobson durante la asamblea este viernes.” No sé como las noticias viajan por todo el colegio y por qué muy a menudo son ciertas. Igual fue en el comedor. Es difícil de recordar. Pero Dave con sus gafas raras nos dijo que Michael se suicidó. Su madre juega al bridge con uno de los vecinos de Michael y escucharon el tiro. Yo no recuerdo realmente mucho de lo que pasó después de esto excepto que mi hermano mayor vino a la oficina del Sr. Vaughn en mitad del colegio y me dijo que parara de llorar. Después puso su brazo sobre mi hombro y me dijo que me sacaría fuera antes de que papá llegase a casa. Entonces fuimos a comer patatas fritas al McDonals y me enseñó cómo jugar al pinball. Incluso hizo una broma porque por mi tuvo que pasar una tarde fuera del colegio y me preguntó si quería ayudarlo con su Camaro. Creo que parecía muy confuso porque nunca me había dejado ayudarlo con su Camaro antes. En las sesiones con el asesor de orientación nos preguntaron a unos cuantos que quién apreciaba realmente a Michael para decir unas cuantas palabras. Creo que estaban asustados de que alguno de nosotros intentara matarse o algo porque parecían muy tensos y uno de ellos no paraba de tocarse la barba. Bridget, que está loca, dijo que a veces pensaba en el suicidio cuando daban paso a

los anuncios en la televisión. Estaba siendo sincera y eso desconcertó a los asesores de orientación. Carl, que es amable con todo el mundo, dijo que se sentía muy triste, pero que nunca podría suicidarse porque es un pecado. Uno de los asesores de orientación salió del grupo entero y vino hacia mí. “¿Qué piensas, Charlie?” Lo más extraño de esto fue el hecho de que nunca había conocido a ese hombre porque era un “especialista” y sabía mi nombre a pesar de que no llevaba una etiqueta con él como hacen en las sesiones de puertas abiertas. “Bueno, creo que Michael era un buen chico y no entiendo por qué lo hizo. Al mismo tiempo que me siento triste pienso que no saberlo es lo que realmente me molesta.” Acabo de releer eso y no suena como lo dije. Especialmente en esa oficina porque estaba llorando aún. Nunca paré de llorar. El asesor dijo que sospechaba que Michael tenía “problemas en casa” y que no tenía nadie con quien hablar de ello. Quizás era por eso por lo que se sentía solo y se suicidó. Después empecé a gritarle al asesor de orientación que Michael podría haber hablado conmigo. Y empecé a llorar aún más. Intentó calmarme diciendo que se refería a un adulto como un profesor o un asesor de orientación. Pero no funcionó y finalmente mi hermano vino en mitad del colegio con su Camaro a recogerme. Durante el resto del curso, los profesores me trataron diferente y me dieron mejores calificaciones a pesar de que no me había vuelto más listo. Si te soy sincero, creo que los ponía nerviosos. El funeral de Michael fue extraño porque su padre no lloró. Y tres meses después dejó a la madre de Michael. Por lo menos de acuerdo a lo que dijo Dave en la comida. Pienso en ello a veces. Me pregunto que pasaría en la casa de Michael en la cena y en los programas de televisión. Michael nunca dejó una nota o al menos sus padres no dejaron que nadie la viera. Quizás fueran “problemas en casa”. Ojala lo supiera. Quizás así lo extrañaría con más claridad. Quizás hubiera tenido un triste sentido. Lo que si se es que esto hace que me pregunte si yo tengo “problemas en casa” pero me da la sensación de que muchas otras personas lo tienen mucho peor. Como cuando el primer novio de mi hermana empezó a salir con otra chica y mi hermana lloró durante una semana entera. Mi padre decía “hay otras personas que lo tienen peor.” Y mi madre estaba callada. Y eso fue todo. Un mes después, mi hermana conoció a otro chico y empezó a poner música alegre otra vez. Y mi padre siguió trabajando. Y mi madre siguió barriendo. Y mi hermano siguió arreglando su Camaro. Eso hasta que dejó el colegio a principios de verano. Él juega a fútbol para Penn State pero necesitaba el verano para sacar buenas notas para jugar a fútbol. No creo que haya un favorito en nuestra familia. Somos tres y yo soy el pequeño. Mi hermano es el mayor. Es muy buen jugador de fútbol y le gusta su coche. Mi hermana es muy guapa y pretende a los chicos y es la mediana. Yo obtengo directamente sobresalientes ahora como mi hermana y eso es por lo que me dejan tranquilo.

Mi madre llora mucho con los programas de televisión. Mi padre trabaja mucho y es un hombre honesto. Mi tía Helen solía decir que mi padre iba a estar muy orgulloso de tener la crisis de la mediana edad. Me llevó hasta ahora el entender lo que quería decir con eso porque acaba de cumplir los cuarenta y nada ha cambiado. Mi tía Helen era mi persona favorita del mundo entero. Era la hermana de mi madre. Conseguía sobresalientes cuando era adolescente y solía darme libros para leer. Mi padre decía que los libros eran muy viejos para mí, pero me gustaban así que simplemente se encogió de hombros y me dejaba leer. Mi tía Helen vivió con la familia durante los últimos años de su vida porque algo muy malo le pasó. Nadie quería contarme qué pasaba a pesar de que yo siempre quería saberlo. Cuando tenía alrededor de siete años, paré de preguntar porque seguía preguntando como los niños siempre hacen y mi tía Helen empezaba a llorar mucho. Ahí es cuando mi padre me abofeteó y me dijo “¡estás hiriendo los sentimientos de tu tía Helen!” Yo no quería hacer eso, así que paré. Tía Helen le dijo a mi padre que no me pegara en frente de ella nunca más y mi padre dijo que esa era su casa y que haría lo que quisiera y mi madre estaba callada y también lo estaban mi hermano y mi hermana. No recuerdo mucho más que esto porque empecé a llorar mucho y después de un rato mi padre le dijo a mi madre que me llevara a mi cuarto. No fue hasta mucho después cuando mi madre tenía unos cuantos vasos de vino blanco y me dijo lo que le pasó a su hermana. Algunas personas lo tienen realmente mucho peor que yo. De verdad lo tienen. Debería irme a dormir ya. Es muy tarde. No sé por qué he escrito mucho de esto para que lo leas. La razón por la que escribo esta carta es porque empiezo el instituto mañana y estoy muy asustado de ir. Siempre con cariño, Charlie.

7 de septiembre, 1991 Querido amigo, No me gusta el instituto. La cafetería se llama “Centro de Nutrición”, lo que es extraño. Hay una chica en mi clase avanzada de inglés que se llama Susan. En el colegio Susan era muy divertida. Le gustaban las películas, y su hermano Frank le hacía cintas de esa buena música que ella compartía con nosotros. Pero durante el verano le quitaron el aparato, y se puso más alta y más guapa y le crecieron los pechos. Ahora actúa como una tonta en los recreos, especialmente cuando los chicos están alrededor. Y creo que es triste porque Susan no parece tan feliz. Si te digo la verdad, no le gusta admitir que está en la clase avanzada de inglés, y no le gusta

decirme “hola” en el comedor. Cuando Susan estaba en la reunión con los asesores de orientación sobre Michael, dijo que Michael una vez le dijo que era la chica más guapa del mundo entero, con aparatos y todo. Después le dijo de “ir con él”, lo que es un gran reto en cualquier colegio. Lo llaman “salir” en el instituto. Y se besaron y hablaron sobre películas, y ella lo echaba mucho de menos porque era su mejor amigo. Es gracioso, también, porque los chicos y las chicas normalmente no son mejores amigos en el colegio. Pero Michael y Susan lo eran. Algo así como yo y mi tía Helen. Lo siento. “Mi tía Helen y yo”. Es una de las cosas que he aprendido esta semana. Una ortografía más consistente. Me mantengo callado la mayor parte del tiempo, y solo un chico llamado Sean pareció darse cuenta. Me esperó después de la clase de gimnasia y dijo cosas realmente inmaduras como que me iba a dar un “arremolinado”, que es cuando alguien mete tu cabeza en un retrete y la levanta para hacer que tu pelo se arremoline. Parecía muy triste y se lo dije. Después se cabreó y empezó a golpearme, y yo simplemente hice las cosas que mi hermano me enseñó a hacer. Mi hermano es un buen luchador. “Ve a por sus tobillos, garganta y ojos.” Y lo hice. Y de verdad herí a Sean. Y después empecé a llorar. Y mi hermana tuvo que dejar su clase avanzada para llevarme a casa. Me llamaron a la oficina del Sr. Small, pero no me suspendieron ni nada porque un chico le dijo al Sr. Small la verdad sobre la pelea. “Sean la empezó. Fue en defensa propia”. Y lo fue. No sé por qué Sean quería pegarme. No le hice nada. Soy muy pequeño. Eso es verdad. Pero supongo que Sean no sabía que podía pelear. La verdad es que podría haberlo lastimado mucho más. Y quizás debería haberlo hecho. Creo que lo habría hecho si hubiera ido detrás del chico que le contó al Sr. Small la verdad, pero Sean nunca fue tras él. Así que todo olvidado. Algunos chicos me miran extraño en los recreos porque no decoro mi taquilla, y soy el único que le pegó a Sean y no pudo parar de llorar después de hacerlo. Creo que soy muy sensible. He estado muy solo porque mi hermana está ocupada siendo la mayor de la familia. Mi hermano está ocupado siendo un jugador de fútbol en Penn State. Después del entrenamiento, su entrenador dijo que era segundo quarterback y eso y que cuando empezará a aprender el sistema, sería primer quarterback. Mi padre espera de verdad que consiga ser profesional y juegue para los Steelers. Mi madre simplemente está contenta de que consiguiera ir a la universidad por su cuenta porque mi hermana no juega a fútbol, y no habría suficiente dinero para mandarlos a ambos. Eso es por lo que quiere que trabaje muy duro, para que consiga una beca académica. Así que eso es lo que estoy haciendo hasta que conozca a un amigo aquí. Esperaba que el chico que contó la verdad pudiera convertirse en mi amigo, pero creo

que solo estaba siendo un buen chico al decirlo. Siempre con cariño, Charlie.

11 de septiembre, 1991 Querido amigo, No tengo mucho tiempo porque mi profesor de la clase avanzada de inglés nos ha puesto libros para leer, y me gusta leer los libros dos veces. De paso, el libro es Matar a un Ruiseñor. Si no lo has leído, creo que deberías porque es muy interesante. El profesor nos ha asignado unos cuantos capítulos para cierto tiempo, pero a mi no me gusta leer los libros así. Voy hasta la mitad la primera vez. De todos modos, la razón por la cual os escribo es porque he visto a mi hermano en televisión. Normalmente no me gustan los deportes mucho, pero esta fue una ocasión especial. Mi madre empezó a llorar, y mi padre puso su brazo sobre su hombro, y mi hermana sonrió, lo que es divertido porque mi hermano y mi hermana siempre pelean cuando él está por aquí. Pero mi hermano mayor estaba en televisión, y de lejos, eso había sido el punto culminante de mis dos semanas en el instituto. Lo echo mucho de menos, lo que es extraño, porque nosotros nunca hablábamos demasiado cuando estaba aquí. Aún no hablamos, para ser honesto. Te diría su posición, pero como he dicho, quiero ser anónimo para ti. Espero que lo entiendas. Siempre con cariño, Charlie.

16 de septiembre, 1991 Querido amigo, He terminado Matar a un Ruiseñor. Es mi libro preferido ahora, pero de nuevo siempre pienso eso cuando termino de leer un libro. Mi profesor de inglés avanzado me dijo que lo llamara “Bill” cuando no estamos en clase, y me dio otro libro para leer. Dice que tengo una gran habilidad para leer y entender el lenguaje, y quiere que escriba una redacción sobre Matar a un Ruiseñor. Le mencioné esto a mi madre, y me pregunto por qué Bill no me recomienda entrar a una clase superior o una clase superior de inglés. Y yo le dije que Bill dice que son básicamente las mismas clases con libros más complicados, y que eso no me ayudaría.

Mi madre dijo que no estaba segura de eso y que hablaría con él durante la jornada de puertas abiertas. Después, me preguntó que si la ayudaba a limpiar los platos, y lo hice. La verdad es que no me gusta lavar los platos. Me gusta comer con los dedos y sin servilletas, pero mi hermana dice que hacer eso es malo para el medio ambiente. Ella forma parte del Club del Día de la Tierra ahí en el instituto, y ahí es dónde conoce a los chicos. Todos son muy amables con ella, y no entiendo por qué excepto quizás por el hecho de que es guapa. Es muy mezquina con esos chicos. Un chico se lo toma particularmente enserio. No te diré su nombre. Pero te contaré todo de él. Tiene un bonito pelo marrón, y lo lleva largo con una coleta. Creo que lo lamentará cuando mire atrás en su vida. Siempre está haciendo mezclas para mi hermana con temas muy específicos. Uno se llama “El otoño nos deja”. Incluye muchas canciones de los Smiths. Incluso colorea la portada él mismo. Después de que la película que alquilaron terminara y él se fue, mi hermana me dio la cinta. “¿Quieres esto, Charlie?” Cogí la cinta, pero me sentí raro porque él la había hecho para ella. Pero la escuché. Y me encantó. Hay una canción llamada “Asleep” que me gustaría que la escucharas. Le hablé a mi hermana de ella. Y una semana después me dio las gracias cuando este chico le preguntó sobre la cinta, dijo exactamente lo que yo le dije sobre la canción “Asleep” y este chico se emocionó mucho por lo mucho que significó para ella. Espero que esto signifique que seré muy bueno en las citas cuando llegue el momento. Debería ir al grano. Eso es lo que mi profesor Bill me dice que haga por escribo del mismo modo que hablo. Creo que por eso quiere que escriba la redacción sobre Matar a un Ruiseñor. Este chico al que le gusta mi hermana es siempre muy educado con mis padres. A mi madre le gusta mucho por ello. Mi padre cree que es blanco. Yo creo que por eso mi hermana le hace lo que le hace. Esa noche, ella estaba diciéndole cosas muy crueles sobre cómo él no puso en su sitio a la clase que le hacía bulling cuando tenía quince o algo así. Si os digo la verdad, yo simplemente estaba viendo la película que habían alquilado, así que no estaba prestándole mucha atención a su pelea. Se pelean todo el tiempo, así que supuse que la película sería al menos algo diferente, que no lo fue porque era una sequela. De todos modos, después de que ella se inclinará hacia él tras cuatro escenas, lo que supongo que es como diez minutos o así, él empezó a llorar. A llorar mucho. Después, me giré y mi hermana me señaló. “Ves. Incluso Charlie se puso en su sitio cuando le pegaron. Ves.” Y la cara de este chico se puso roja. Y me miró. Después la miró a ella. Y la golpeó fuerte en la cara. Quiero decir fuerte. Me quedé de piedra porque no podía creer que lo hubiera hecho. No es muy él para nada pegar a nadie. Él era el chico que hacía mezclas con temas y que coloreaba él mismo las portadas hasta que golpeó a mi hermana y paró de llorar. Lo más raro es que mi hermana no hizo nada. Simplemente lo miró muy callada.

Fue muy raro. Mi hermana se vuelve loca si te comes un pescado que no toca, pero ahí estaba ese chico golpeándola y ella no dijo nada. Simplemente se ablandó y se volvió amable. Me dijo que me fuera, y lo hice. Después de que el chico se fuera, me dijo que estaban “saliendo” y que no le dijera a mamá o a papá lo que había pasado. Creo que se puso en su sitito. Y supongo que tiene sentido. Esa semana, mi hermana pasó mucho tiempo con este chico. Y se reían mucho más de lo que solían. Un viernes por la noche, estaba leyendo mi nuevo libro, pero mi cerebro estaba cansado, así que decidí ver la televisión. Y abrí la puerta del sótano, y mi hermana y este chico estaban desnudos. Él estaba encima de ella, y sus piernas estaban cubiertas por ambos lados del sofá. Y me gritó en un suspiro. “Vete. Pervertido”. Así que me fui. Al día siguiente, todos vimos a mi hermano jugar a fútbol. Y mi hermana invitó a este chico. No estoy seguro de cuándo se fue la otra noche. Se cogieron de las manos y actuaban como si fueran felices. Y este chico dijo algo sobre cómo el equipo de fútbol no era el mismo desde que mi hermano se graduó, y mi padre se lo agradeció. Y cuando el chico se fue, mi padre dijo que este chico se estaba convirtiendo en un buen joven hombre que podía ocuparse de sí mismo. Y mi madre estaba callada. Y mi hermana me miró para asegurarse de que no dijera nada. Y eso fue todo. “Sí. Lo es.” Eso es todo lo que mi hermana podía decir. Y yo podía ver a ese chico en casa haciendo sus deberes y pensando en mi hermana desnuda. Y podía verlos cogerse de las manos en el fútbol que no veían. Y podía ver a ese chico vomitando en los arbustos de una fiesta. Y podía ver a mi hermana aguantándolo. Y me sentí muy triste por los dos. Siempre con cariño, Charlie.

18 de diciembre, 1991 Querido amigo, Nunca te he dicho que estoy en una clase de comercio, ¿no? Estoy en una clase de comercio y es mi clase favorita después de la clase avanzada de inglés de Bill. Escribí el comentario de Matar a un Ruiseñor la otra noche y se la he dado a Bill esta mañana. Se supone que hablaremos de ello mañana durante la comida. La cosa, es que hay un hico en la clase de comercio llamado “Nada”. No bromeo. Su nombre es “Nada”. Y es muy gracioso. “Nada” consiguió su nombre cuando los niños solían tomarle el pelo en el colegio. Creo que ahora ya va al instituto. Los niños empezaron a llamarlo Patty cuando su nombre real es Patrick. Y “Nada” les dijo a esos niños, “escuchad, podéis llamarme Patrick o no llamarme nada.”

Así que los niños empezaron a llamarle “Nada”. Y el nombre se quedó. Era un nuevo chico en el instituto en aquel tiempo porque su padre se casó con una nueva mujer de esta zona. Creo que voy a parar de ponerle comillas al nombre de Nada porque es molesto y me corta la fluidez. Espero que no te sea difícil de seguir. Me aseguraré de diferenciarlo si se da el caso. Entonces, en clase de comercio Nada empezó a hacer una graciosa impersonalización de nuestro profesor, el Sr. Callahan. Incluso pintó en las chuletas de cordero con un lápiz gris. Gracioso. Cuando el Sr. Callahan encontró a Nada haciendo esto cerca de la lijadora se rió porque Nada no estaba haciendo la impersonalización de forma maliciosa ni nada. Fue tan gracioso. Ojala hubierais estado ahí porque fue lo más fuerte que me he reído desde que mi hermano se fue. Mi hermano solía contar chistes de polacos, lo que se que está mal, pero obvio la parte de los polacos y escucho los chistes. Gracioso. Oh, de paso, mi hermana me ha pedido la cinta de “El otoño nos deja”. La escucha todo el tiempo ahora. Siempre con cariño, Charlie.

29 de septiembre, 1991 Querido amigo, Tengo mucho que contarte sobre estas dos últimas semanas. Muchas cosas son buenas, pero otras tantas malas. Otra vez, no sé como esto pasa siempre. Lo primero, Bill me puso un suficiente en la redacción de Matar a un Ruiseñor porque dice que junto mis frases. Estoy intentando no hacer eso. También me dijo que debería usar el vocabulario que aprendo en clase como “corpulento” o “ictericia”. Las usaría aquí, pero no creo que sean apropiadas en este formato. Si os soy sincero, no sé donde es apropiado usarlas. No digo que no deberíais conocerlas. Deberíais totalmente. Pero solo es que no he oído a nadie usar las palabras “corpulento” y “ictericia” nunca en mi vida. Eso incluye a los profesores. ¿Así que cuál es el sentido de usar palabras que nadie más conoce o puede decir cómodamente? No lo entiendo. Me siento de la misma manera con respecto a algunas estrellas de cine que son terribles de ver. Algunos de esa gente deben tener un millón de dólares por lo menos, aún siguen haciendo esas películas. Hacen explotar a chicos malos. Gritan a sus detectives. Hacen entrevistas para revistas. Cada vez que veo a una de estas particulares estrellas en una revista, no puedo ayudar pero lo siento terriblemente por ella porque nadie la respeta para nada, y aún la siguen entrevistando. Y en las entrevistas dicen las mismas cosas.

Empiezan con qué comida comen en algunos restaurantes. “Mientras con cautela comía su Ensalada de Pollo China, hablaba de amor.” Y todas las portadas dicen lo mismo: “Llega a la cima de la fama, del amor, y estrena su nueva películatelevisiva sesiónfotográfica”. Creo que está bien que las estrellas hagan entrevistas para hacernos creer que son como nosotros, pero si os soy sincero, tengo el presentimiento de que es una gran mentira. El problema es que no sé quién está mintiendo. Y no sé por qué estas revistas se venden tanto como lo hacen. Y no sé por qué a las mujeres en la oficina del dentista les gustan tanto como les gustan. El sábado pasado, estaba en la oficina del dentista y escuché esta conversación. “¿Has visto esa película?” señala la portada. “Sí, la vi con Harold.” “¿Qué te parece?” “Ella es encantadora.” “Sí, lo es.” “Oh, tengo esta nueva receta.” “¿Baja en calorías?” “Ahá.” “¿Tienes tiempo mañana?” “No, por qué no haces que Mike se la envié por fax a Harold?” “Vale.” Después, estas mujeres empezaron a hablar de la estrella que he mencionado antes, y ambas tenían opiniones muy severas. “Creo que es preciosa.” “¿Leíste la entrevista en Buenaamadecasa?” “¿Hace un par de meses?” “Ahá” “Vergonzosa.” “¿Leíste la de Cosmopolitan? “No.” “Dios, era prácticamente la misma entrevista.” “No sé por qué han desperdiciado su tiempo en ella.” El hecho de que una de esas mujeres fuera mi madre me hace sentirme particularmente triste porque mi madre es preciosa. Y siempre está a dieta. A veces, mi padre la llama preciosa, pero ella no puede oírle. Pero mi padre es un buen marido. Simplemente es que es pragmático. Después de la oficina del dentista, mi madre me condujo hacia el cementerio donde muchos de sus allegados están enterrados. A mi padre no le gusta ir al cementerio porque le da escalofríos. Pero a mi no me importa ir porque mi tía Helen está enterrada aquí. Mi madre siempre fue la guapa, como ellos decían, y mi tía Helen siempre fue la otra. Lo bueno es que mi tía Helen nunca estuvo a dieta. Y mi tía Helen

era “corpulenta”. ¡Eh, lo he hecho! Mi tía Helen siempre nos dejaría estar despiertos para ver Saturday Night Live cuando hacía de niñera o cuando vivía con nosotros y mis padres se iban a la casa de alguien a emborracharse y jugar a juegos de mesa. Cuando yo era más pequeño, recuerdo irme a dormir mientras mi hermano y mi hermana y tía Helen veían Love Boat y Fantasty Island. Nunca podía estar despierto cuando era tan pequeño, y ojala hubiera podido, porque mi hermano y mi hermana hablan de esos momentos a eces. Quizás es triste que eso ahora solo sean recuerdos. Y puede que no lo sea. E igual es solo el hecho de que queríamos a tía Helen, especialmente yo, y ese era el tiempo que podíamos pasar con ella. No empezaré con la lista de recuerdos de episodios de televisión, excepto uno porque creo que es el grano y parece algo que todo el mundo contaría brevemente. Y desde que no te conozco, creo que igual podría escribir sobre algo que tu podrías contar. La familia estaba sentada viendo el episodio final de More “InA “InSo “inHave y nunca lo olvidaré a pesar de que era muy pequeño. Mi madre estaba llorando. Mi hermana estaba llorando. Mi hermano estaba gastando cada ápice de su fuerza en no hacerlo. Y mi padre se fue durante uno de los momentos finales para hacer un sándwich. Ahora no recuerdo mucho sobre el programa en sí porque era muy joven, pero mi padre nunca se levantaba a hacer un sándwich excepto durante los anuncios, y solía enviar a mi madre. Fui hacia la cocina y vi a mi padre haciendo el sándwich… y llorando. Estaba llorando más que mi madre incluso. Y no podía creerlo. Cuando terminó de hacer el sándwich metió las cosas en la nevera y dejó de llorar, se secó los ojos y me vio. Después vino hacia mí, me dio una palmada en los hombros y dijo “Este es nuestro pequeño secreto, ¿vale, campeón? “Vale”, dije. Y papá me cogió con el brazo que no estaba cogiendo el sándwich, y me llevó a la habitación en la que teníamos la televisión, y me puso en su regazo durante el resto del episodio. Al final del episodio, me levantó, apagó la tele y se giró. Y mi padre dijo “ha sido una serie genial.” Y mi madre dijo “la mejor.” Y mi hermana preguntó “¿Cuánto tiempo la han emitido? Y mi hermano replicó “nueve años, tonta.” Y mi hermana respondió “tonto tú.” Y mi padre dijo “parad ahora mismo.” Y mi madre dijo “escuchad a vuestro padre.” Y mi hermano no dijo nada. Y mi hermana no dijo nada. Y años después me di cuenta de que mi hermano estaba equivocado. Fui a la librería para buscar las cifras y encontré que el episodio que vimos es el más

visto de toda la historia de la televisión, lo que encontré increíble porque lo sentí como si solo lo hubiéramos visto nosotros cinco. Ya sabes… muchos de los chicos en el colegio odian a sus padres. A algunos los golpean. Y otros están en medio de una mala vida. Algunos son trofeos para sus padres que enseñan a sus vecinos como medallas o estrellas de oro. Y otros tantos solo quieren beber en paz. Para mi, personalmente, al mismo tiempo que no entiendo a mi madre ni a mi padre y al mismo tiempo que me siento mal por ellos dos a veces, no puedo evitarlo pero los quiero muchísimo. Mi madre conduce para visitar el cementerio de la gente a la que ama. Mi padre lloró durante More “InA”inSo”inHave, y me confió su secreto, y me sentó en su regazo, y me llamó “campeón”. Por cierto, solo tengo una cavidad, y por más que mi dentista me pide, yo no me atrevo a usar el hilo dental. Siempre con cariño, Charlie.

6 de octubre, 1991 Querido amigo, Me siento muy avergonzado. Fui al partido de fútbol el otro día y no sé por qué exactamente. En el instituto Michael y yo queríamos ir a los partidos a veces a pesar de que ninguno de los dos éramos lo suficientemente populares para ir. Era solamente un sitio al que ir los viernes cuando no queríamos ver la televisión. A veces, veíamos a Susan ahí, y ella y Michael se cogían de las manos. Pero esta vez fui solo porque Michael se había ido, y Susan se cogía de la mano con distintos chicos ahora, y Bridget está aún loca, y la madre de Carl lo mando a un instituto católico, y Dave con sus gafas raras se mudó. Estaba simplemente ahí viendo a la gente, viendo quién estaba enamorado y quien estaba solo saliendo, y vi a ese chico del que os hablé. ¿Os acordáis de Nada? Nada estaba ahí en el partido de fútbol y el era una de esas pocas personas que no eran adultas y que estaba viendo el partido. Es decir, viendo el partido de verdad. Gritaba cosas. “¡Vamos, Brad!” ese es el nombre de nuestro quarterback. Normalmente yo soy muy tímido, pero Nada parecía ser el tipo de chico al que te puedes acercar en un partido a pesar de ser tres años menor y no popular. “¡Eh, estás en mi clase de comercio!” Es una persona muy amistosa. “Soy Charlie” dije, no muy tímido. “Y yo soy Patrick. Y esta es Sam.” Señaló a una chica muy guapa que estaba a su lado. Y ella me saludó. “Hola, Charlie.” Sam tenía una sonrisa muy bonita. Ambos me dijeron que me sentara, y ambos parecían decirlo de verdad, así que me

senté. Escuché a Nada gritar hacia el campo. Y escuché el análisis de su jugada-ajugada. Y me figuré que ese era un chico que entendía mucho de fútbol. Sabía tanto de fútbol como mi hermano. Quizás debería llamar a Nada “Patrick” desde ahora ya que es así como él se ha presentado, y es así como Sam lo llama. De paso, Sam tiene un cabello marrón y unos ojos verdes muy muy bonitos. Del tipo de verde que no es gran cosa por sí solo. Te habría dicho esto antes, pero bajo los focos del estadio, todo parecía como lavado. No fue hasta cuando fuimos al Big Boy, y Sam y Patrick empezaron a fumar que la miré bien. Lo bueno del Big Boy era el hecho de que Patrick y Sam no tonteaban y no se esforzaban en no tener contacto. Para nada. Me hicieron preguntas. “¿Cuántos años tienes, Charlie?” “Quince.” “¿Qué quieres hacer cuando seas mayor?” “No lo sé aún.” “¿Cuál es tu grupo preferido?” “Creo que probablemente the Smiths porque me encanta su canción “Asleep”, pero no estoy seguro del todo porque apenas conozco alguna canción más de ellos demasiado.” “¿Cuál es tu película preferida?” “No lo sé. Me parecen todas iguales.” “¿Qué hay de tu libro favorito?” “This Side of Paradise de Scott Fitzgerald.” “¿Por qué?” “Porque es el ultimo que me he leído.” Esto les hizo gracia porque sabían que estaba siendo sincero, no intentaba aparentar. Después ellos me dijeron sus favoritos, y nos callamos. Me comí la tarta de calabaza porque la mujer dijo que era la temporada y Patrick y Sam fumaron más cigarros. Los miré, y parecían muy felices juntos. Feliz en el buen sentido. Y aunque pensaba que Sam era una chica muy guapa y agradable, y que era le primera chica a la que querría invitar a salir algún día cuando pudiera conducir, no me importaba que tuviera novio, especialmente si era un buen chico como Patrick. “¿Cuánto tiempo estáis “saliendo”? pregunté. Entonces, ellos empezaron a reírse. A reírse mucho. “¿Qué es tan gracioso?” dije. “Somos hermanos,” dijo Patrick, aún riendo. “Pero no os parecéis” dije. Ahí es cuando Sam me explicó que en realidad eran hermanastros desde que el padre de Patrick se casó con la madre de Sam. Estaba muy feliz de saber eso porque me encantaría invitar a salir a Sam algún día. De verdad que sí. Es tan buena. Me sentí avergonzado porque esa noche tuve un sueño raro. Estaba con Sam. Y

ambos estábamos desnudos. Y sus piernas estaban sobre los bordes del sofá. Y me desperté. Y nunca me había sentido tan bien en mi vida. Pero también me sentí mal porque la vi desnuda sin su permiso. Creo que debería decírselo a Sam, y espero de verdad que eso no nos impida hacer bromas sobre nosotros. Sería muy agradable tener un amigo otra vez. Me gustaría eso mucho más que una cita. Siempre con cariño, Charlie.

14 de octubre, 1991 Querido amigo, ¿Sabes lo que es la “masturbación”? Creo que probablemente lo sepas porque eres más mayor que yo. Pero por si acaso, te lo diré. La masturbación es cuando te frotas los genitales hasta que tienes un orgasmo. ¡Wow! Creo que en esas películas y series de televisión en las que hablan sobre ir a tomar un café deberían ir a masturbarse. Pero entonces otra vez, pienso que eso decrecería la productividad. Solo estoy siendo mono aquí. No lo digo enserio. Solo quería hacerte reír. Con el tema “wow”. Le dije a Sam que soñé que ella y yo estábamos desnudos en el sofá, y empecé a llorar porque me sentí mal, ¿y sabes lo que hizo? Se rió. No una risa mala. Una buena y amable sonrisa. Dijo que pensaba que estaba siendo mono. Y dijo que estaba bien que tuviera ese sueño con ella. Y paré de llorar. Sam después me preguntó si creía que era guapa y yo le dije que creía que era “encantadora”. Sam después me miró directamente a los ojos. “¿Sabes que eres muy pequeño para mi, Charlie? ¿Sabes eso?” “Sí, lo sé.” “No quiero que desperdicies tu tiempo pensando en mí de esa manera.” “No lo haré. Fue solo un sueño.” Sam después me abrazó y fue extraño porque mi familia nunca me abraza demasiado a excepción de mi tía Helen. Pero después de unos momentos, podía oler el perfume de Sam, y podía sentir su cuerpo contra el mió. Y me aparté. “Sam, estoy pensando en ti de esa manera.” Ella me miró y sacudió la cabeza. Después puso su brazo alrededor de mi hombro y me acompañó al descanso. Nos encontramos a Patrick fuera porque no le gustaba ir a clase a veces. Prefería fumar. “Charlie ha tenido una charlieespecie de amor a primera vista conmigo, Patrick.” “Si, eh.” “Intento que no,” dije, lo que solo les hizo reír. Patrick le pidió a Sam que se fuera, lo hizo y él me explicó algunas cosas, debería saber cómo entrarle a otras chicas sin perder el tiempo pensando en Sam de esa

manera. “¿Charlie, te ha dicho alguien cómo funciona?” “No creo.” “Bueno, hay reglas que sigues no porque quieras, sino porque debes. ¿Lo coges?” “Creo.” “Vale. Coges a chicas, por ejemplo. Ellas copian a sus madres y a las revistas y todo lo que sea saber cómo actuar con los chicos.” Pensé en lo de las madres, en las revistas y en todo y me puse nervioso, especialmente si eso incluía la televisión. “Quiero decir, no es como en las películas en las que a las chicas les gustan los imbéciles ni nada de eso. No es tan fácil. A ellas solo les gusta alguien que pueda darles un propósito.” “¿Un propósito?” “Sí. ¿Sabes? A las chicas les gustan los chicos como un reto. Esto les da un molde en el que encajar cómo ellas actúan. Como una madre. ¿Qué haría una madre si no pudiera cabreare y hacer que limpiaras tu habitación? ¿Y qué harías tú sin que ella se enfadase y te hiciera hacer eso? Todo el mundo necesita una madre. Y las madres saben esto. Y esto les da un sentido del propósito. ¿Lo coges?” “Sí,” dije a pesar de que no. Pero tuve suficiente con decir “Sí” y no estar mintiendo. “La cosa es que algunas chicas creen de verdad que pueden cambiar a los chicos. Y lo gracioso es que si realmente consiguen cambiarlos, se aburren. No tendrían ningún reto. Simplemente tienes que dejar a las chicas algún tiempo para pensar en una nueva manera de hacer las cosas, eso es todo. Algunas se darán cuenta aquí. Otras después. Otras nunca. No me preocuparía demasiado.” Pero yo creo que me preocupé. Estaba preocupándome desde que me lo había dicho. Miré a la gente cogidos de la mano en los recreos, y tratando de pensar cómo funciona todo. En los bailes escolares, me siento en el fondo y muevo la punta del pie y me pregunto cuántas parejas bailaran “su canción”. En los descansos veo a las chicas llevando la chaqueta de los chicos y pienso en la idea de la propiedad. Y pienso si realmente alguien es feliz. Espero que lo sean. De verdad que espero que lo sean. Bill me vió mirando a la gente, y después de clase me pregunto en qué estaba pensando, y se lo dije. Escuchaba, movía la cabeza y hacía sonidos de “afirmación”. Cuando terminé su cara cambio a la cara de “charla seria”. “¿Siempre piensas tanto, Charlie?” “¿Es tan malo?” Solo quería que alguien me dijera la verdad. “No necesariamente. Simplemente algunas veces la gente usa el pensamiento para no participar en la vida.” “¿Es tan malo?” “Sí.” “Creo que participo. ¿Crees que lo hago?” “Bueno, ¿estás bailando con esos bailarines?”

“No soy un buen bailarín.” “¿Tienes citas?” “Bueno, no tengo coche, y si lo tuviera, no podría conducir porque tengo quince años, y de todos modos, no he conocido a una chica que me guste a excepción de Sam, pero soy demasiado joven para ella, y ella siempre tendría que conducir, y no me parece justo.” Bill sonrió y continuó haciéndome preguntas. Despacio, llego a los “problemas en casa”. Y le conté lo del chico que hace mezclas pegando a mi hermana, porque mi hermana solo me dijo que no se lo dijera ni a mamá ni a papá, así que pensé que se lo podría contar a Bill. Se le puso una mirada muy seria después de que le contara esto, y él me dijo algo que no creo que olvide este semestre o nunca. “Charlie, aceptamos el amor que creemos que nos merecemos.” Yo simplemente me quedé ahí, callado. Bill me dio una palmada en el hombro y me dio un nuevo libro para leer. Me dijo que todo iba a ir bien. Normalmente suelo ir a casa caminando porque me hace sentir que me lo he ganado. Lo que quiero decir es que quiero poder contarles a mis hijos que volvía andando del colegio como mis abuelos hacían en “los viejos tiempos”. Es extraño que piense esto considerando que nunca he tenido una cita, pero supongo que tiene sentido. Normalmente me lleva una hora de más caminar en lugar de coger el bus, pero vale la pena cuando el tiempo es agradable y hermoso como era hoy. Cuando finalmente llegué a casa, mi hermana estaba sentada en la silla. Mi madre y mi padre estaban enfrente de ella. Y supe que Bill había llamado a casa para contárselo. Y me sentí fatal. Todo era mi culpa. Mi hermana estaba llorando. Mi madre estaba muy muy callada. Mi padre dio toda la charla. Dijo que a mi hermana no le estaba permitido nunca más ver a ese chico que la golpeó y que iba a tener una charla con los padres del chico esta noche. Mi hermana dijo entonces que había sido su culpa, que lo estaba provocando, pero mi padre dijo que no tenía excusa. “¡Pero yo le quiero!” Nunca había visto a mi hermana llorar tanto. “No, no le quieres.” “¡Te odio!” “No, no me odias.” Mi padre puede estar muy calmado a veces. “Él es todo mi mundo.” “No vuelvas a decir eso sobre nadie otra vez. Ni siquiera por mi.” Esa era mi madre. Mi madre escoge sus batallas cuidadosamente, y puedo decirte una cosa sobre mi familia. Cuando mi madre dice algo, siempre se sale con la suya. Y esta vez no hubo excepciones. Mi hermana paró de llorar inmediatamente. Después de esto, mi padre dio a mi hermana un beso raro en la frente. Luego se fue de casa, cogió su viejo coche y condujo. Pensé que seguramente iría a hablar con los padres del chico. Y lo sentí mucho por ellos. Por los padres, quiero decir. Porque mi padre no pierde batallas. Simplemente no. Mi madre después se fue a la cocina para hacer la comida favorita de mi hermana y

mi hermana me miró. “Te odio.” Lo dijo de una forma distinta de cómo se lo dijo a mi padre. De verdad lo sentía conmigo. De verdad. “Te quiero,” fue todo lo que pude contestar. “Eres un friki, ¿lo sabes? Siempre has sido un friki. Todo el mundo lo dice. Siempre lo han hecho.” “Estoy intentando no serlo.” Después, me giré y me fui a mi cuarto, cerré la puerta y puse la cabeza bajo la almohada y dejé que el silencio pusiera las cosas en el lugar que se suponía tenían que estar. Por cierto, supongo que estarás inquieto por mi padre. ¿Nos pegaba cuando éramos niños o aún lo hace? Creo que simplemente deberías estar con la curiosidad porque Bill la tenía, después de que le contará lo de ese chico y mi hermana. Bueno, si te lo estás preguntando, no. Él nunca ha tocado a mi hermano ni a mi hermana. Y la única vez que me abofeteó fue cuando hice llorar a tía Helen. Y una vez que todos nos calmamos, se arrodilló frente a mi y me dijo que su padrastro le pegaba mucho, y que él decidió en el instituto, cuando mi madre se quedó embrazada de mi hermano mayor, que él nunca pegaría a sus hijos. Y que se sintió fatal por hacerlo. Y lo sentía tanto que nunca volvería a pegarme otra vez. Y no lo hizo. Simplemente es muy severo a veces. Siempre con cariño, Charlie.

15 de octubre, 1991 Querido amigo, Creo que olvidé mencionar en mi última carta que fue Patrick quien me contó acerca de la masturbación. Creo que también olvidé decirte lo a menudo que lo hago ahora, que es mucho. No me gusta mirar fotos. Simplemente cierro los ojos y pienso en una chica que no conozco. E intento no sentirme avergonzado. Nunca pienso en Sam cuando lo hago. Nunca. Es muy importante para mí porque estaba muy feliz cuando dijo “charlieenamoramiento”, como una broma interna entre nosotros. Una noche, me sentí tan culpable que le prometí a Dios que no volvería a hacerlo nunca más. Así que empecé a usar folios, pero los folios dolían, así que empecé a usar almohadas, pero las almohadas dolían, así que volví a la normalidad. Nunca me he sentido muy religioso porque mis padres fueran a un colegio católico, pero creo en Dios mucho. Simplemente que nunca le he dado a Dios un nombre, si sabes lo que quiero decir. Espero que no le haya decepcionado a pesar de todo.

Por otro lado, mi padre tuvo una seria charla con los padres del chico. La madre del chico estaba muy muy furiosa y le gritó a su hijo. El padre del chico estuvo callado. Y mi padre no se lo tomó muy personal con ellos. No les dijo que habían hecho un “trabajo penoso” con su hijo ni nada. En lo que a él le concernía, lo único importante era conseguir su ayuda para que su hijo se mantuviera lejos de su hija. Una vez quedó esto claro él los dejó para que se apañaran con su familia y vino a casa para apañarse con la suya. Al menos así es cómo lo pintó. Lo único que le pregunté a mi padre fue acerca de los problemas de ese chico en casa. Si su padre le pegaba o no a su hijo. Me dijo que me metiera en mis propios asuntos. Porque él no lo sabía, nunca preguntaría y no cree que importara. “No todo el mundo tiene una vida devastadora, Charlie, e incluso si la tienen, no hay excusa.” Eso es todo lo que dijo. Y después se fue a ver la televisión. Mi hermana aún está enfadada conmigo, pero mi padre dice que hice lo correcto. Espero que así sea, pero es difícil de saberlo a veces. Siempre con cariño, Charlie.

28 de octubre, 1991 Querido amigo, Siento no haberte escrito durante un par de semanas, pero he estado intentando “participar” como dijo Bill. Es extraño porque a veces leo un libro y creo que soy la gente del libro. También cuando escribo cartas paso los siguientes dos días pensando qué voy a poner en mis cartas. No sé si esto es bueno o malo. Igualmente estoy intentando participar. En cualquier caso, el libro que me dio Bill fue Peter Pan de Just. Más. Barrie. Se lo que estás pensando. El infantil Peter Pan con los niños perdidos. El libro actual es mucho mejor que eso. Va de este chico que se niega a crecer y que cuando Wendy crece se siente muy traicionado. Al menos eso es lo que he sacado del libro. Creo que Bill me dio ese libro para darme alguna lección. Las buenas noticias es que me he leído el libro y como es de una fantasía de la naturaleza, no podía hacer como que estaba en el libro. De ese modo podría participar y leer también. En términos de mi participación en cosas, estoy intentando ir a eventos sociales que hay en el instituto. Es demasiado tarde para unirme a cualquier club o algo así, pero intento ir a cosas que pueda. Cosas como el partido de fútbol de bienvenida y bailes, incluso si no tengo pareja.

No me puedo imaginar que alguna vez volveré a casa para un partido de bienvenida después de irme, pero fue divertido pensar que lo hacía. Encontré a Patrick y a Sam sentados en sus asientos habituales en la grada, y empecé a actuar como si no los hubiera visto en un año a pesar de que los había visto ese medio día en la comida cuando me comí mi naranja y ellos fumaban cigarros. “Patrick, ¿eres tú? Y Sam… cuánto tiempo. ¿Quién está ganando? Dios, el instituto es todo un reto. Mi profesor me está haciendo leer veintisiete libros esta semana, y mi novia necesita que pinte carteles para su manifestación el martes. Dejemos que esos administradores sepan que nos referimos a negocios. Mi padre está ocupado con su movimiento de golf, y mi madre tiene todas sus manos ocupadas en el tenis. Deberíamos hacer esto otra vez. Me quedaría, pero tengo que recoger a mi hermana de su emocionante clase de comercio. Está progresando mucho. Me alegro de veros.” Y después me fui. Bajé al lugar de la comida y la bebida y compré tres paquetes de nachos y una Cocacola Light para Sam. Cuando volví, me senté y les dí a Patrick y a Sam los nachos y a Sam su Cocacola Light. Sam sonrió. Lo bueno de Sam es que ella no cree que esté loco por pretender hacer cosas. Patrick tampoco lo cree, pero estaba demasiado ocupado viendo el partido y gritándole a Brad, el quarterback. Sam me dijo durante el partido que iban a ir a la casa de un amigo para una fiesta. Después me preguntó si quería ir, y dije que sí porque nunca había ido a una fiesta antes. Aunque había visto una en mi casa. Mis padres se fueron a Ohio para asistir al entierro o a la boda de un primo muy lejano. No recuerdo qué. Y dejaron a mi hermano a cargo de la casa. Él tenía dieciséis en aquel tiempo. Mi hermano aprovechó la oportunidad para montar una gran fiesta con cerveza y todo. A mi me habían ordenado que me quedara en mi cuarto, lo que estuvo bien porque ahí era donde todo el mundo guardaba sus abrigos, y fue divertido mirar lo que llevaban en los bolsillos. Cada diez minutos o así, una chica borracha o un chico entraban en mi habitación para ver si podían hacer algo ahí. Después me veían y se iban. Eso era todo, a excepción de esa pareja. Esa pareja, de la que os había hablado antes, que eran muy populares y estaban muy enamorados, irrumpieron en mi habitación y me preguntaron si me importaba que la usaran. Les dije que mi hermano y mi hermana me dijeron que tenía que quedarme aquí, y me preguntaron que si podían usar la habitación de todos modos conmigo dentro. Yo dije que no veía por qué no, así que cerraron la puerta y empezaron a besarse. A besarse muchísimo. Tras unos cuantos minutos, la mano del chico se metió dentro del suéter de la chica, y ella empezó a protestar. “Venga, Dave.” “¿Qué?” “El chico está aquí.” “Está bien.” Y el chico siguió con la camiseta de la chica y por mucho que ella dijera que no, él seguía en ello. Después de unos cuantos minutos, ella paró de protestar, le quitó la

camiseta y tenía un sujetador blanco con un lazo. Honestamente yo no sabía que hacer en este punto. Luego le quitó el sujetador y empezó a besar sus pechos y metió su mano bajo sus pantalones, y ella empezó a gemir. Creo que ambos estaban muy borrachos. Él fue a quitarle lo pantalones pero entonces ella empezó a llorar, así que se los quitó el mismo. Tiró sus pantalones y bajó su ropa interior hasta sus tobillos. “Por favor. Dave. No.” Pero el chico solo le hablaba bajito sobre cosas como lo buena que estaba y cosas así, y ella cogió su pene con sus manos y lo empezó a mover. Me gustaría poder describir esto un poco más elegantemente sin usar palabras como pene, pero las cosas fueron como fueron. Tras unos momentos, el chico dirigió la cabeza de la chica hacia abajo y ella empezó a besar su pene. Aún estaba llorando. Finalmente paró de llorar porque él le metió el pene en la boca, y no creo que puedas llorar en esa posición. Tuve que parar de mirar en ese momento porque empezaba a sentirme enfermo, pero la cosa siguió, y siguieron haciendo otras cosas, y ella siguió diciendo “no”. Incluso cuando me tapé los oídos aún podía escucharla decir eso. Mi hermana vino de casualidad a traerme un cuenco de patatas fritas, y cuando encontró al chico y a la chica, pararon. Mi hermana estaba muy avergonzada, pero no tanto como la chica. El chico parecía casi presumir. No dijo mucho. Cuando se fueron, mi hermana se dirigió a mí. “¿Sabían que estabas aquí?” “Sí. Me dijeron que si podían usar la habitación.” “¿Por qué no los paraste?” “No sabía lo que iban a hacer.” “Pervertido,” fue lo último que mi hermana me dijo antes de irse de la habitación, llevando aún el cuenco de patatas fritas. Les conté a Patrick y a Sam esto, y ambos se quedaron muy callados. Sam dijo que solía salir con Dave durante un tiempo antes de que se metiera en la música punk, y Patrick dijo que escuchó hablar de esa fiesta. No me sorprendió porque se volvió casi una leyenda. Al menos eso es lo que he oído cuando le habló a algunos chicos de quién es mi hermano mayor. Cuando vino la policía encontraron a mi hermano dormido en el tejado. Nadie sabe cómo llego ahí. Mi hermana se lo estaba haciendo con un universitario en el cuarto de la lavandería. Era una novata por aquel entonces. Un montón de padres vinieron a casa para recoger a sus hijos, muchas de las chicas estaban llorando y vomitando. Muchos de los chicos se habían ido ya. Mi hermano se metió en un problema y a mi hermana le dieron una “charla seria” sobre las malas influencias. Y eso fue todo. El chico llamado Dave es universitario ahora. Juega en el equipo de fútbol. Es un receptor. Vi el final del partido en el que Dave cogió un touchdown lanzado por Brad. Terminaron ganando el partido para nuestro colegio. Y la gente se volvió loca en las gradas porque habían ganado el juego. Pero yo solo podía pensar en esa fiesta. Pensé

en ello callado durante un buen tiempo, después miré a Sam. “¿La violó, no?” Ella simplemente asintió con la cabeza. No podría saber si estaba triste o sabía más cosas que yo. “Deberíamos decírselo a alguien, ¿no?” Sam solo sacudió su cabeza esta vez. Después me explicó todo lo que tienes que hacer para probarlo, especialmente en el instituto cuando el chico y la chica son populares y están enamorados. Al día siguiente, en el baile de bienvenida, los vi bailando juntos. A Dave y a esa chica. Y me cabreé mucho. Me asustó un poco lo cabreado que me puse. Pensé en dirigirme a Dave y hacerle daño de verdad como habría tenido que hacerle a Sean. Y creo que lo habría hecho, pero Sam me vio y puso su brazo sobre mis hombros como suele hacer. Me calmó y creo que estoy agradecido de que lo hiciera porque creo que me habría cabreado incluso más si hubiera empezado a golpear a Dave, y su chica me habría parado porque lo quería. Creo que me habría cabreado aún más por eso. Así que decidí hacer la siguiente mejor cosa y pinchar los neumáticos de Dave. Sam sabía cuál era su coche. Hay un sentimiento que tuve la noche del viernes después del partido de bienvenida que no sé si seré capaz de describirlo a excepción de decir que fue acogedor. Sam y Patrick me llevaron a la fiesta esa noche y yo estaba sentado en el medio de la camioneta de Sam. A Sam le encanta su camioneta porque creo que le recuerda a su padre. El sentimiento que tuve sucedió cuando Sam le dijo a Patrick que buscara una emisora de radio. Y él solo encontraba anuncios. Y anuncios. Y una canción muy mala sobre el amor que tenía la palabra “cariño”. Y después más anuncios. Y finalmente encontramos esa canción tan increíble sobre ese chico, y todos nos callamos. Sam golpeaba ligeramente su mano contra el volante. Patrick sacó su mano fuera del coche y hacía olas de aire. Y yo simplemente estaba sentado entre los dos. Cuando la canción terminó, dije algo. “Me siento infinito.” Y Sam y Patrick me miraron como si hubiera dicho lo mejor que hubieran oído. Porque la canción era la mejor y porque todos le prestamos atención de verdad. Cinco minutos de nuestro tiempo fueron buenamente gastados, y no sentimos jóvenes en el buen sentido. Lo tengo desde que me compré la canción, y te diría cómo fue, pero si te soy sincero, no es lo mismo hasta que estas conduciendo hasta tu primera fiesta de verdad, y estás sentado en el asiento central de una camioneta con dos personas tan buenas cuando empieza a llover. Llegamos a la casa donde era la fiesta y Patrick hizo la llamada secreta. Sería complicado describirte este ruido sin sonido. La puerta se abrió y ese chico de pelo rizado nos miró. “¿Patrick más conocido como Patty más conocido como Nada?” “Bob.”

La puerta se abrió y los viejos amigos se abrazaron. Después Sam y Bob se abrazaron. Entonces Sam habló. “Este es nuestro amigo, Charlie.” Y no te lo vas a creer. ¡Bob me abrazó! Sam me dijo mientras colgábamos nuestros abrigos que Bob estaba “cocido como un puto pastel.” Tenía que poner eso entre comillas aunque fuera una injuria. La fiesta estaba en el sótano de la casa. La habitación estaba llena de humo, y los chicos eran mucho más mayores. Habían dos chicas enseñándose los tatuajes y los piercings del ombligo. Universitarias creo. Ese chico llamado Fritz nosequé estaba comiendo un montón de barritas de pescado. La novia de Fritz estaba hablando con él sobre los derechos de la mujer, y él seguía diciendo “lo sé, nena.” Sam y Patrick empezaron a fumar cigarrillos. Bob subió a la cocina cuando escuchó el timbre. Cuando volvió trajo un bidón de la mejor cerveza de Milwaukee para todo el mundo así como dos nuevos invitados a la fiesta. Estaba Maggie, que necesitaba usar el baño. Y estaba Brad, el quarterback del equipo de fútbol del instituto. ¡No bromeo! No sé por qué esto me emocionó, pero supongo que cuando ves a alguien en el descanso o en el campo o algo, está bien saber que es una persona de verdad. Todo el mundo estaba siendo muy amable conmigo y me hicieron un montón de preguntas sobre mi mismo. Supongo que porque era el mas joven y no querían que me sintiera fuera de lugar, especialmente cuando dije que no quería una cerveza. Una vez me tomé una cerveza con mi hermano cuando tenía doce años, y simplemente no me gustó. Es así de simple para mí. Algunas de las preguntas que me hicieron fueron en qué curso estaba y qué quería hacer cuando fuera mayor. “Soy un novato, no lo sé aún.” Miré alrededor y vi que Sam y Patrick se iban con Brad. Es entonces cuando Bob empezó a repartir comida. “¿Quieres un brownie?” “Sí, gracias.” Estaba muy hambriento porque normalmente Sam y Patrick me llevaban al Big Boy después de los partidos de fútbol y me había acostumbrado a esta altura. Me comí el brownie y sabía un poco raro, pero seguía siendo un brownie, así que me gustó. Pero ese no fue un brownie normal. Conforme te vas haciendo mayor creo que sabes qué tipo de brownie era. Después de media hora la habitación empezó a alejarse de mí. Estaba hablando con una de las chicas del piercing en el ombligo y parecía que estaba en una película. Empecé a pestañear un montón y mirar alrededor y la música parecía pesada como el agua. Sam bajó y cuando me vio se dirigió a Bob. “¿Pero qué pasa contigo?” “Vamos, Sam. Le gusta. Pregúntale.”

“¿Cómo te sientes, Charlie?” “Ligero.” “¿Ves?” Bob en realidad parecía un poco nervioso, lo que después me dijeron que era paranoia. Sam se sentó a mi lado y me cogió de la mano, que estaba fría. “¿Estás viendo algo, Charlie?” “Luz.” “¿Te sientes bien?” “Ahá” “¿Tienes sed?” “Ahá” “¿Qué quieres de bebida?” “Un batido de leche.” Y todo el mundo en la habitación, a excepción de Sam, rompió a reír. “Está drogado.” “¿Tienes hambre, Charlie?” “Ahá” “¿Qué quieres de comida?” “Un batido de leche.” No creo que se hubieran reído tan fuerte ni aunque lo que hubiera dicho fuera más divertido. Entonces, Sam me cogió de la mano y me llevo a la planta de arriba. “Vamos. Te conseguiremos un batido de leche.” Mientras nos íbamos, Sam se dirigió a Bob. “Aún creo que eres un idiota.” Todo lo que Bob hizo fue reírse. Y Sam al final se rió también. Y yo estaba encantado de que todo el mundo pareciera tan feliz como parecía. Sam y yo subimos a la cocina y encendió la luz. ¡Wow! Estaba tan brillante, no podía creerlo. Era como cuando ibas a ver una película al cine por el día y cuando sales de la película no puedes creer que aún sea tan de día fuera. Sam me consiguió un helado, un poco de leche y una batidora. Le pregunté que dónde estaba el baño y me señaló a la vuelta de la esquina como si fuera su casa. Creo que ella y Patrick pasan mucho tiempo aquí con Bob cuando él estaba en el instituto. Cuando salí del baño escuché un ruido en la habitación en la que dejamos los abrigos. Abrí la puerta y vi a Patrick besando a Brad. Fue como un beso robado. Me escucharon abrir la puerta y se giraron. Patrick habló primero. “¿Eres tú, Charlie?” “Sam me está hacienda un batido.” “¿Quién es este niño?” Brad parecía muy nervioso y no en la manera que Bob lo parecía. “Es mi amigo. Relájate.” Patrick entonces me sacó de la habitación y cerró la puerta. Puso sus manos en mis

hombros y me miró fijamente a los ojos. “Brad no quiere que la gente lo sepa.” “¿Por qué?” “Porque tiene miedo.” “¿Por qué?” “Por qué es… espera… ¿estás drogado?” “Dicen que estaba abajo. Sam me está haciendo un batido.” Patrick intento no reírse. “Escucha, Charlie. Brad no quiere que la gente lo sepa. Necesito que me prometas que no se lo contarás a nadie. Este será nuestro pequeño secreto. ¿Vale?” “Vale.” “Gracias.” Así, Patrick se giró y volvió a la habitación. Escuché algunos murmullos y Brad parecía enfadado, pero no creo que fuera asunto mío, así que volví a la cocina. Tengo que decir que fue el mejor batido que he probado en toda mi vida. Estaba tan delicioso que me asustó. Antes de que dejáramos la fiesta, Sam me tocó una de sus canciones favoritas. Una se llamaba “Blackbird”. La otra se llamaba “MLK”. Las dos eran preciosas. Os digo los títulos porque era tan buenos como escucharla sobrio. Otra cosa interesante sucedió en la fiesta antes de que nos fuéramos. Patrick bajó las escaleras. Creo que Brad se había ido. Y Patrick sonrió. Y Bob empezó a burlarse de él por tener un lío con el quarterback. Y Patrick sonrió más. Creo que no había visto a Patrick sonreír tanto. Después, Patrick me señaló y le dijo algo a Bob. “Él es algo, ¿no?” Bob asintió con la cabeza. Patrick después dijo algo que no creo que nunca olvide. “Es un marginado.” Y Bob asintió de verdad con la cabeza. Y todo el mundo asintió también. Y empecé a ponerme nervioso del mismo modo que Bob, pero Patrick no me dejó ponerme demasiado nervioso. Se sentó a mi lado. “Ves cosas. Te las guardas. Y las entiendes.” No sabía que otras personas pensaran cosas sobre mí. No sabía que estaban mirando. Estaba sentado en el suelo del sótano de mi primera fiesta real entre Sam y Patrick y recordaba que Sam me presentó como su amigo a Bob. Y recordaba que Patrick hizo lo mismo con Brad. Y empecé a llorar. Y nadie en esa habitación me miró mal por hacerlo. Y después empecé a llorar de verdad. Bob levantó su bebida y le dijo a todo el mundo que hiciera lo mismo. “Por Charlie.” Y el grupo entero dijo “Por Charlie.” No sabía por qué hicieron eso, pero fue muy especial para mí que lo hicieran. Especialmente Sam. Especialmente ella. Os contaría más cosas del baile de bienvenida, pero ahora que lo pienso, pinchar las

ruedas del coche de Dave fue la mejor parte. Intenté bailar como Bill me sugirió, pero normalmente me gustan las canciones que no puedes bailar, así que no lo hice demasiado. Sam estaba preciosa con su vestido, pero intentaba no darme demasiada cuenta porque estoy intentando no pensar en ella de esa manera. Me dí cuenta de que Brad y Patrick nunca hablaron durante todo el baile porque Brad estaba bailando con la animadora llamada Nancy, que es su novia. Y me dí cuenta de que mi hermana estaba bailando con el chico que se supone que no debería a pesar de que un chico distinto la había recogido en casa. Después del baile, nos fuimos en la camioneta de Sam. Patrick estaba conduciendo esta vez. Cuando nos estábamos acercando al Fort Pitt Tunnel, Sam le dijo a Patrick que se fuera hacia un lado de la carretera. No sé que estaba pasando. Sam entonces se subió a la parte trasera de la camioneta, llevando tan solo su traje del baile. Le dijo a Patrick que condujera y él tenía esa sonrisa en su cara. Creo que habían hecho eso antes. De todos modos, Patrick empezó a conducir muy rápido, y justo ante de llegar al túnel, Sam se puso de pie y el viento transformó su vestido en un océano de olas. Cuando llegamos al túnel, todo el sonido se recogió en el vacío, y fue reemplazado por una canción en el reproductor de cintas. Una canción preciosa llamada “Landslide”. Cuando salimos del túnel, Sam pegó un gritó muy divertido, y ahí estaba. El centro de la ciudad. Luces en los edificios y todo lo que te hace sentirte de maravilla. Sam se sentó y se empezó a reír. Patrick se empezó a reír. Yo me empecé a reír. Y en ese momento, te juro que éramos infinitos. Siempre con cariño, Charlie.

Parte 2. 7 de noviembre, 1991 Querido amigo, Era uno de esos días en los que no me importaba ir al instituto porque el tiempo era genial. El cielo estaba encapotado de nubes, y el aire se sentía como un baño caliente. No creo que me haya sentido tan limpio antes. Cuando llegué a casa tuve que cortar el césped para mantener mi paga, y no me importó lo más mínimo. Simplemente escuché la música, y respiré el día, y recordé cosas. Cosas como pasear por el vecindario y mirar a las casas y a los cespeds y a los árboles con tanto colorido y haciendo eso tenía bastante. No sé nada acerca del Zen o cosas de las que hacen los chinos y los indios como parte de su religión, pero una de esas chicas de la fiesta con el tatuaje y el piercing en el ombligo es budista desde julio. Habla de ello un poco menos que de lo caro que es el tabaco. La he visto en el comedor a veces, fumando entre Sam y Patrick. Se llama Mary . Mary Elisabeth me dijo que lo importante del Zen es que te conecta con todo en el mundo. Eres parte de los árboles, y de la hierba, y de los perros. Cosas así. Incluso me explicó cómo su tatuaje simboliza esto, pero no recuerdo cómo. Así que supongo que el Zen es un día como este cuando eres parte del aire y recuerdas cosas. Una cosa que recordé es que los niños solían jugar a un juego. Lo que harías sería jugar un partido o algo, una persona tendría el balón y los otros chicos intentarían entrarle. Y después como sea que consiguiera el balón lo siguiente sería correr por ahí con él y los chicos intentarían entrarle. Esto podría ser así durante horas. Nunca he entendido el sentido de este juego, pero a mi hermano le encantaba. No le gustaba correr con la pelota tanto como a mi me gustaba entrarle. Los chicos llamaban al juego “derrotar al maricón”. No creía que supiera lo que significaba hasta ahora. Patrick me contó la historia de él y Brad, y ahora entiendo por qué Patrick no se enfadó con Brad en el baile de bienvenida por bailar con una chica. Cuando eran más jóvenes, Patrick y Brad estuvieron en una fiesta juntos con el resto de los chicos populares. Patrick solía ser popular antes de que Sam le inculcara la buena música. Patrick y Brad se pusieron muy borrachos en la fiesta. En realidad, Patrick me dijo que Brad estaba fingiendo estar más borracho de lo que estaba. Estaban sentados en el sótano con una chica llamada Heather, y cuando se fue al baño, Brad y Patrick se quedaron solos. Patrick dijo que fue incómodo y excitante para ambos. “¿Estás en la clase del Sr. Brosnahan, no?” “¿Has ido alguna vez al PinkFloyd Laser Light Show?” “Cerveza antes que licor. Nada de resaca.” Cuando estuvieron hablando un poco, se miraron el uno al otro. Y terminaron enrollándose justo ahí en el sótano. Patrick dijo que era como si el peso de todo el

mundo entero se hubiera ido de sus hombros. Pero el lunes en el colegio, Brad seguía diciendo lo mismo. “Tío, estaba tan destrozado. No recuerdo nada.” Se lo dijo a todo el mundo que estaba en la fiesta. Lo dijo unas cuantas veces a las mismas personas. Incluso se lo dijo a Patrick. Nadie vio cómo se enrollaron Patrick y Brad, pero Brad seguía diciendo lo mismo. Ese viernes hubo otra fiesta. Y esta vez, Patrick y Brad se pusieron borrachos, sin embargo Patrick dijo que Brad estaba fingiendo estar más borracho de lo que estaba en realidad. Y terminaron enrrollándose otra vez. Y el lunes en el colegio, Brad hizo lo mismo. “Tío estaba tan destrozado. No recuerdo nada.” Esto fue así durante siete meses. Todo llegó a un punto en el que Brad se drogaba o bebía después del colegio. No es que ambos tontearan en el colegio. Solo tonteaban en las fiestas los viernes, pero Patrick me dijo que Brad ni lo miraba en el descanso, y mucho menos hablaba con él. Y eso fue duro, porque a Patrick de verdad le gustaba Brad. Cuando llegó el verano, Brad no tenía que preocuparse por el colegio ni nada, así que bebía y fumaba mucho más. Hubo una gran fiesta en la casa de Patrick y Sam con la gente menos popular. Brad fue, lo que causó un pequeño revuelo porque él era popular, pero Patrick mantuvo en secreto el por qué Brad fue a la fiesta. Cuando mucha gente se fue, Brad y Patrick fueron a la habitación de Patrick. Tuvieron sexo por primera vez esa noche. No quiero entrar en detalles porque es muy privado, pero diré que Brad asumió el papel de la chica en términos de dónde meter cosas. Creo que es muy importante que te lo diga. Cuando terminaron, Brad empezó a llorar. Había bebido demasiado. Y estaba muy muy drogado. No importaba lo que Patrick hiciera, Brad seguía llorando. Brad ni siquiera dejó que Patrick lo abrazara, lo que me parece muy triste porque si tengo sexo con alguien, querría abrazarlo. Finalmente, Patrick se vistió y se paseó por la fiesta en dirección opuesta a su cuarto. Él también estaba llorando mucho, y decidió que si alguien le preguntaba, diría que sus ojos estaban tan rojos de fumar maría. Finalmente, se sacudió a sí mismo y se dirigió a la habitación principal en la que estaba la fiesta. Estaba muy borracho. Fue a Sam. “¿Has visto a Brad?” Sam vio la mirada en los ojos de Patrick. Después habló a la fiesta. “Eh, ¿alguien ha visto a Brad?” Nadie en la fiesta lo había visto, así que algunas personas fueron a buscarlo. Finalmente lo encontraron en la habitación de Patrick… dormido. Patrick llamó a los padres de Brad porque estaba muy preocupado por él. No les dijo por qué, pero dijo que Brad se puso muy mal en la fiesta y necesitaba que lo llevaran a casa. Los padres de Brad vinieron, y el padre de Brad, con la ayuda de otros chicos incluido Patrick, llevaron a Brad al coche. Patrick no sabía si Brad estaba realmente

dormido o no en ese momento, pero si no lo estaba, era un buen actor. Los padres de Brad lo llevaron a rehabilitación porque el padre de Brad no quería que perdiera la oportunidad de conseguir una beca de fútbol. Patrick no vio a Brad el resto del verano. Los padres de Brad nunca se imaginaron por qué su hijo se ponía tan drogado y borracho todo el tiempo. Tampoco lo supo nadie. Excepto la gente que lo sabía. Cuando el curso escolar empezó, Brad evitaba a Patrick mucho. Nunca iba a las mismas fiestas que Patrick ni nada hasta hace un mes. Esa fue la noche que lanzó piedras a la ventana de Patrick y le dijo a Patrick que nadie podía saberlo, y Patrick lo entendió. Solo se ven por la noche en cursos de golf y en fiestas como la de Bob en las que la gente es más callada y entiende estas cosas. Le pregunté a Patrick si le hace estar triste el hecho de que tenga que mantenerlo en secreto, y Patrick simplemente me dijo que no estaba triste porque ahora al menos, Brad no tiene que ponerse borracho o drogarse para hacer el amor. Siempre con cariño, Charlie.

8 de noviembre, 1991 Querido amigo, ¡Bill me ha puesto mi primer bien en la clase avanzada de inglés por mi redacción de Peter Pan! Si os digo la verdad, no sé que hice diferente con respeto a las otras redacciones. Me dijo que mi sentido del lenguaje está mejorando junto con la estructura de las oraciones. Creo que es genial que pueda improvisar en estas cosas sin darme cuenta. Por otro lado, Bill me ha puesto un notable en las notas que tengo que entregar a mis padres. Las notas en estos papeles quedan entre nosotros. He decidido que quizás quiera escribir cuando sea mayor. No sé qué escribiré. He pensado en escribir para revistas solo para que pueda ver un artículo que no diga cosas como las que he mencionado antes. “Mientras ---- se limpiaba la mostaza de sus labios, me habló de su tercer marido y sobre el poder curativo de los cristales.” Pero honestamente, creo que sería un reportero nefasto porque no puedo imaginarme sentado en la mesa con un político o una estrella de cine y hacerle preguntas. Creo que probablemente solo le pediría unos autógrafos para mi madre o algo. Probablemente me prendería fuego por hacer esto. Así que pensé en escribir para un periódico en lugar de eso porque podría entrevistar a gente normal, pero mi hermana dice que los periódicos siempre mienten. No sé si esto es verdad, así que ya lo veré cuando sea mayor. Empecé a trabajar para una revista llamada PunkRocky. Es esta revista fotocopiada sobre el punk rock y The Rocky Horror Picture Show. No escribo para ella, pero ayudo. Mary Elisabeth es la encargada, así como está al cargo del local de las proyecciones

de Rocky Horror Picture Show. Mary Elisabeth es una persona muy interesante porque tiene un tatuaje que simboliza el budismo y un piercing en el ombligo y lleva el pelo de una forma que la hace parecer loca, pero cuando está al cargo de algo, actúa como mi padre cuando llega a casa después de un “largo día”. Está en la universidad y dice que mi hermana es molesta y snob. Le dije que no volviera a decir nada así sobre mi hermana. De todas las cosas que he hecho este año, creo que la que más me gusta de lejos es The Rocky Horror Picture Show. Patrick y Sam me llevaron al teatro para verla la noche de Halloween. Es muy divertida porque todos esos niños van vestidos como la gente de la película, y actúan fuera de la película frente a la pantalla. También la gente grita en el momento justo. Creo que probablemente ya lo sepáis, pero creo que lo habría dicho de todos modos en caso de que no. Patrick interpreta a “Frank ‘Not Furter”. Sam a “Janet”. Es muy duro ver la película porque Sam se pasea en ropa interior cuando hace de Janet. Estoy intentando de verdad no pensar en ella de esa manera, lo que se está convirtiendo en una creciente dificultad. Si os soy sincero, quiero a Sam. No es el tipo de amor de película tampoco. Simplemente la miro a veces, y pienso que es la persona más guapa y amable del mundo entero. También es muy inteligente y divertida. Le he escrito un poema después de verla en The Rocky Horror Picture Show, pero no se lo he enseñado porque me estoy avergonzado. Debería haberlo escrito sobre ti, pero creo que eso sería irrespetuoso hacía Sam. El caso es que ahora Sam está saliendo con un chico que e llama Craig. Craig es más mayor que mi hermano. Creo que probablemente tenga veintiún años porque bebe vino rojo. Craig hace de “Rocky” en la obra. Patrick dice que Craig “está follable y que es un semental”. No sé donde Patrick encuentra sus expresiones. Pero creo que está en lo cierto, Craig está follable y es un semental. También es una persona muy creativa. Se expone en el Instituto de Arte para ser un modelo masculino para los catálogos de JCPenney y cosas así. Le gusta hacer fotografías, y he visto algunas de ellas, y son muy buenas. Hay una fotografía de Sam que es preciosa. Sería imposible describir lo bonita que es, pero lo intentaré. Si has oído la canción “Asleep” y piensas en esos fantásticos dias que te hacen recordar cosas, y piensas en los ojos más bonitos que has conocido, y lloras, y la persona te abraza, creo que verías la fotografía. Quiero que a Sam le deje de gustar Craig. Quizás pienses que es porque estoy celoso de él. No lo estoy. De verdad. Simplemente es que a Craig no le gusta escucharla cuando habla. No quiero decir que sea un mal tío porque no lo es. Solo que siempre parece estar distraído. Es como si le hace una foto a Sam y la foto es preciosa. Y el pensaría que la razón por la que la foto es preciosa es por cómo la ha hecho él. Si yo la hiciera, sabría que la única razón por la que es preciosa es por Sam. Solo creo que está mal cuando un chico mira a una chica y piensa que la forma en

que la mira es mejor de lo que la chica es en realidad. Y creo que está mal cuando la forma más honesta en la que un chico puede mirar a una chica es mediante una cámara. Es duro para mi ver que Sam se siente mejor consigo misma solo porque un chico más mayor la ve así. Le pregunté a mi hermana sobre esto y dice que Sam tiene una baja autoestima. Mi hermana también dijo que Sam tenía una reputación cuando era estudiante de segundo año. Según mi hermana, Sam solía ser una “reina chupona”. Espero que sepas lo que eso significa porque no puedo pensar en Sam y describírtelo. Estoy muy enamorado de Sam, y duele mucho. Le pregunté a mi hermana sobre el chico en el baile. Ella no quería hablar de ello hasta que prometiera que no se lo diría a nadie, ni siquiera a Bill. Así que lo prometí. Me dijo que había estado viendo a ese chico en secreto desde que papá dijo que no podía. Dice que piensa en él cuando no está aquí. Dice que se van a casar después de que los dos terminen Derecho. Me dijo que no me preocupara porque no le ha vuelto a pegar desde esa noche. Y dijo que no me preocupara porque no le iba a pegar otra vez. Realmente no dijo más que eso, a pesar de que siguió hablando. Estuvo bien estar sentado con mi hermana esa noche porque normalmente no le gusta hablar conmigo. Me sorprendió que me contara tantas cosas como me contó, pero creo que desde que tiene que guardar cosas en secreto, no puede decírselo a nadie. Y supongo que se estaba muriendo por contárselo a alguien. Pero por mucho que me dijo que no lo hiciera, me preocupo mucho por ella. Es mi hermana, después de todo. Siempre con cariño, Charlie.

12 de noviembre, 1991 Querido amigo, Me encantan las barritas de pescado, y la razón por la que digo esto es porque se supone que tenemos que pensar en razones para vivir. En clase de ciencias, el Sr. As nos habló de un experimento en el que tenían a una rata o un ratón, y pusieron a esta rata o ratón en un lado de la caja. Al otro lado de la caja pusieron una pieza de comida. Y esta rata o ratón iría de un lado a otro para comérsela. Después pusieron a la rata o al ratón en un lado de la caja del centro de ciencia, y esta vez, le pondrían electricidad en el suelo por el que la rata o el ratón tendría que pasar para conseguir el trozo de comida. Hicieron esto durante un tiempo y la rata o el ratón paró de ir a por la comida a un cierto voltaje. Después, repitieron el experimento, pero reemplazaron la comida por algo que le daría a la rata o al ratón un intenso placer. No sé que es lo que le darían

que le provocara un intenso placer, pero supongo que sería alguna rata o ratón muerto. En cualquier caso, lo que los científicos descubrieron es que la rata o el ratón lo pasaría con mucho más voltaje por el placer. Incluso más que por la comida. No sé que significado tiene esto, pero lo he encontrado muy interesante. Siempre con cariño, Charlie.

15 de noviembre, 1991 Querido amigo, Está empezando a hacer frío y a helar aquí. El bonito tiempo se ha ido. La buena noticia es que tenemos unas vacaciones por llegar, cosa que me encanta, especialmente ahora ya que mi hermano vendrá a casa pronto. ¡Quizás incluso para el día de acción de gracias! Al menos espero que lo haga por mi madre. Mi hermano hace un par de semanas que no llama, y mi madre solo sigue hablando de sus notas y sus hábitos de sueño, y de la comida que come, y mi padre sigue diciendo lo mismo. “No va a salir mal herido.” Personalmente, me gusta pensar que mi hermano está teniendo una experiencia universitaria como la que tienen en las películas. No me refiero al tipo de película de una fiesta de una gran fraternidad. Más como una película en la que el chico conoce a una chica inteligente que tiene un montón de sueters y bebe cocoa. Hablarían de libros y de problemas y se besarían bajo la lluvia. Creo que algo como eso sería muy bueno para él, especialmente si la chica fuera inusualmente guapa. Son el mejor tipo de chicas, creo. Personalmente encuentro a las “súper modelos” extrañas. No sé por qué. Mi hermano, por otro lado, tiene pósters de “súper modelos” y coches y cervezas y cosas así en las paredes de su habitación. Supongo que si te imaginas una habitación sucia, sería probablemente a lo que se parecería a su habitación. Mi hermano siempre ha odiado hacer la cama, pero mantiene su armario muy ordenado. Figúrate. La cosa es que cuando mi hermano llama a casa, no dice mucho. Habla un poco de las clases, pero más que nada habla del equipo de fútbol. Hay un montón de atención puesta en el equipo porque son muy buenos, y tienen algunos jugadores muy buenos. Mi hermano dice que uno de los chicos sea probablemente millonario algún día, pero que es “tonto como un poste”. Creo que eso es muy de tontos. Mi hermano contó esa historia en la que todo el equipo estaba sentado en el vestuario, hablando de todo lo que habían tenido que hacer para entrar en el Colegio de Fútbol. Finalmente terminaron hablando de las puntuaciones del sábado, lo que nunca he cogido. Y ese chico dijo “Tengo un 710”

Y mi hermano dijo “¿Mates o lengua?” Y el chico dijo “¿Eh?” Y todo el equipo se rió. Siempre he querido estar en un equipo de deportes como ese. No estoy seguro de por qué, pero siempre he creído que sería divertido tener esos “dias de gloria”. Entonces tendría historias que contarle a mis hijos y a los compañeros de golf. Creo que podría hablarle a la gente de PunkRocky y de los paseos de casa al instituto y cosas así. Quizás esos sean mis dias de gloria y ni siquiera me esté dando cuenta porque no incluye una pelota. Solía hacer deportes cuando era pequeño, y era muy bueno, pero el problema era que solía ponerme muy agresivo, y los doctores le dijeron a mi madre que debería parar. Mi padre tuvo sus dias de gloria una vez. He visto fotos de él cuando era joven. Era un hombre muy guapo. No se otra forma de describirlo. Parecía como todas las fotos viejas parecen. En las viejas fotos parecen fuertes y jóvenes, y la gente en las fotografías siempre parecen mucho más felices de lo que tú eres. Mi madre parece preciosa en las viejas fotos. Aún parece más guapa que nadie a excepción de Sam. A veces, miro a mis padres ahora y me pregunto qué les ha pasado para que se volvieran del modo que son. Y después me pregunto qué le pasará a mi hermana cuando su novio se gradúe en Derecho. Y qué parecerá la cara de mi hermano en la postal de fútbol, o qué parecerá si nunca está en una postal de fútbol. Mi padre jugó a baseball en el colegio durante dos años, pero tuvo que parar cuando mi madre se quedó embarazada de mi hermano. Ahí es cuando empezó a trabajar en la oficina. Honestamente no se a qué se dedica mi padre. Cuenta una historia a veces. Es una buena historia. Tiene que ver con el campeonato estatal de baseball cuando él estaba en el instituto. Era el cabecilla de la novena base y había un corredor en la primera. Habían dos salidas, y el equipo de mi padre estaba por detrás con un jugador. Mi padre era más pequeño que la mayoría de los del equipo de la universidad porque solo era un alumno de segundo curso, y creo que el equipo creía que iba a arruinar el juego. Tenía toda esa presión sobre él. Estaba muy nervioso. Y muy asustado. Pero tras unos lanzamientos, dijo que empezó a sentirte “en la zona”. Cuando el lanzador lanzó la siguiente bola, sabía exactamente dónde iba a ir esa bola. La golpeó más fuerte que a cualquier otra pelota que hubiera golpeado en toda su vida. E hizo un home run, y su equipo ganó el campeonato estatal. Lo mejor de esta historia es que cada vez que mi padre la cuenta, nunca cambia. No es alguien que exagere. Pienso mucho en todo esto a veces cuando veo el partido de fútbol con Patrick y Sam. Miro al campo, y pienso en el chico que acaba de hacer un touchdown. Creo que esos son los dias de gloria para ese chico, y ese momento será otra historia algún día porque todas las personas que hacen touchdown y home runs se convierten en el padre de alguien. Y cuando su hijo mire las fotografías de su anuario, pensará que su

padre era fuerte e increíble y que parecía mucho más feliz de lo que ellos eran. Espero acordarme de decirles a mis hijos que ellos son tan felices como yo parezco en esas fotos viejas. Y espero que me crean. Siempre con cariño, Charlie.

18 de noviembre, 1991 Querido amigo, Mi hermano al final llamó ayer, y no podrá venir a casa ningún día de la semana de acción de gracias porque está en esa universidad por el fútbol. Mi madre se enfadó tanto que me llevó de compras. Se que penarás que lo que voy a escribir es una exageración, pero te prometo que no lo es. Desde que nos metimos en el coche hasta que volvimos a casa, mi madre, literalmente, no paró de hablar. Ni una vez. Ni siquiera cuando estaba en el probador con unos vaqueros. Simplemente se quedó fuera del probador y se preocupaba en voz alta. Las cosas que decía se escucharon en todo el lugar. Primero, decía que mi padre debería haber insistido para que mi hermano viniera aunque fuera una tarde. Después, dijo que sería mejor que mi hermana empezara a pensar más en su futuro y empezará a escoger algunas universidades seguras en caso de que no funcionara con las buenas. Y después empezó a decir que el gris era un color que me sentaba bien. Entiendo cómo piensa mi madre. De verdad. Es como cuando éramos pequeños y queríamos ir al kiosco. Mi hermano y mi hermana estarían peleándose por lo que mi hermano y mi hermana se pelearan, y yo estaba sentado en la parte trasera del coche. Y mi madre estaría tan cabreada al final de la compra que la colocó súper rápido y yo debería parecer que estaba en un submarino. Ayer fue así a excepción de que ahora me tenía que sentar en el asiento delantero. Cuando vi a Sam y a Patrick en el instituto hoy ambos dijeron que mi madre tenía un buen gusto para la ropa. Le dije a mi madre esto cuando llegué de clase y sonrió. Me dijo que si quería invitar a Sam y a Patrick algún día a cenar cuando pasaran las fiestas, porque mi madre ya se pone lo suficientemente nerviosa durante las vacaciones. Llamé a Sam y a Patrick y dijeron que lo harían. ¡Estoy emocionado! La última vez que traje a un amigo a cenar fue a Michael el año pasado. Comimos tacos. Lo bueno fue que Michael se quedó a dormir. Terminamos durmiendo súper poco. Sobre todo hablamos de cosas como chicas, películas y música. La parte que recuerdo que fuera distinta fue cuando paseábamos por el vecindario durante la noche. Mis padres estaban dormidos como el resto de vecinos. Michael miró a todas

las ventanas. Estaba oscuro y silencioso. Dijo “¿crees que estas personas son simpáticas?” Yo dije “¿Los Anderson? Sí. Son mayores.” “¿Qué hay de esos?” “Bueno, a la Sra. Lambert no les gusta que las pelotas se metan en su jardín.” “¿Y de esos?” “La Sra. Tanner está con su madre durante tres meses. El Sr. Tarner pasa el fin de semana sentado en el porche de atrás escuchando los partidos de baseball. No sé si son simpáticos o no porque no tienen hijos.” “¿Está enferma?” “¿Quién?” “La madre de la Sra. Tanner.” “No creo. Mi madre lo sabría, no ha dicho nada.” Michael movió la cabeza. “Se están divorciando.” “¿Eso crees?” “Ahá.” Seguimos andando. Michael tenía una forma de caminar callado a veces. Creo que debería mencionar que mi madre escuchó que los padres de Michael se han divorciado ahora. Dijo que solo el setenta por ciento de los matrimonios siguen juntos cuando pierden un hijo. Creo que lo ha leído en alguna revista. Siempre con cariño, Charlie.

23 de noviembre, 1991 Querido amigo, ¿Disfrutas las vacaciones en familia? No me refiero con tu madre y tu padre, sino con tu tíos y tus primos. Personalmente, yo sí. Hay varias razones por las que lo hago. En primer lugar, estoy muy interesado y fascinado con cómo todos se quieren los unos a los otros, pero realmente a nadie le gusta el otro. En segundo lugar, las discusiones son siempre las mismas. Normalmente empiezan cuando el padre de mi madre (mi abuelo) termina su tercera copa. Es en este momento cuando empieza a hablar un montón. Mi abuelo normalmente se queja de que la gente negra se está mudando al viejo vecindario, y mi hermana se enfada con él, y después mi abuelo le dice que ella no sabe de lo que habla porque ella vive en las afueras. Y después él dice que nadie lo visita en su casa del retiro. Y finalmente empieza a hablar de los secretos de la familia, como que mi primo Menganito dejó embarazada a la camarera del Big Boy. Seguramente debería comentar que mi abuelo no oye muy bien, por lo que dice todas estas cosas gritando

mucho. Mi hermana intenta luchar contra él, pero nunca gana. Mi abuelo es definitivamente más terco que ella. Mi madre ayuda a mi tía a preparar la comida, de la cual mi abuelo siempre dice que está “muy seca”, incluso si es sopa. Y su tía se pone a llorar y se encierra en el baño. Solo hay un baño en la fantástica casa de mi tía, así que esto se vuelve un problema cuando todas las cervezas empiezan a llegar a mis primos. Se doblan en posición fetal y golpean la puerta durante unos minutos y animan a mi tía a salir, pero luego mi abuelo vuelve a maldecir algo de mi tía abuela y el ciclo vuelve a empezar. Con la excepción de ese año en el que mi abuelo perdió el conocimiento justo después de cenar, mis primos siempre tienen que ir al baño afuera en los arbustos. Si miras por la ventana como yo hago, puedes verlos, y parece que están en uno de sus viajes de caza. Me siento muy mal por mis primas chicas y por mis otras tías abuelas porque ellas no tienen la opción de los arbustos, sobre todo si hace frío. Debería decir que mi padre suele quedarse sentado y en total silencio mientras bebe. Mi padre no es un gran bebedor para nada, pero cuando tiene que pasar tiempo con la familia de mi madre, “se pone las botas”, como diría mi primo Tommy. En el fondo, creo que mi padre preferiría pasar las vacaciones con su familia en Ohio. Así no tendría que estar cerca de mi abuelo. No le gusta mi abuelo demasiado, pero se lo calla. Incluso de camino a casa. Simplemente no siente que es su sitio. Conforme la velada finaliza, mi abuelo normalmente está demasiado borracho como para hacer nada. Mi padre y mi hermano y mis primos lo llevan al coche de la persona que está menos enfadada con él. Siempre ha sido mi trabajo el abrir las puertas durante el camino. Mi abuelo es muy gordo. Recuerdo una vez en la que mi hermano llevó a mi abuelo a su casa del retiro y yo me di un paseo largo. Mi hermano siempre entiende a mi abuelo. Raramente se enfada con él a menos que mi abuelo le diga algo malo a mi madre o a mi hermana o monte una escena en público. Recuerdo que estaba nevando mucho, y todo estaba muy silencioso. Incluso en paz. Y mi abuelo se calmó empezó a hablar distinto. Nos contó que cuando tenía dieciséis años tuvo que dejar el instituto porque su padre había muerto y alguien se tenía que encargar de la familia. Hablaba de cuando tenía que ir a la fábrica tres veces al día para ver si había algún trabajo para él. Y habló del frío que hacía. Y de lo hambriento que estaba porque tenía que asegurarse de que su familia siempre comía antes que él. Algunas cosas que dijo simplemente no las podíamos entender porque éramos afortunados. Entonces habló de sus hijas, mi madre y tía Helen. “Se que vuestra madre lo siente por mi. Conozco a Helen, también. Hubo una vez que fui a la fábrica… no había trabajo… nada… Volví a casa a las dos de la mañana… cabreado y cabreado… vuestra abuela me enseñó el boletín de notas… Suficiente alto de media…. Y eran chicas inteligentes. Así que fui a su cuarto y las hice entrar en razón… y cuando lo hice y estaban llorando levanté sus notas y dije… ‘Esto no va a

volver a pasar.’ Aún habla de esto... vuestra madre… pero sabéis algo… no volvió a pasar otra vez… fueron al instituto… las dos. Simplemente quería que fueran... Siempre he querido que fueran… Ojala Helen hubiera entendido esto. Creo que vuestra madre lo hizo… en el fondo… es una buena mujer… deberíais estar orgullosos de ella.” Cuando le conté a mi madre esto parecía muy triste porque él nunca le había dicho esas cosas. Nunca. Ni siquiera cuando pasaba por el pasillo. Pero este día de acción de gracias fue distinto. Estaba el partido de mi hermano, que trajimos en una cinta VCR a mi familia para que lo vieran. La familia entera estaba reunida en la televisión, incluso mis tíos abuelos, que nunca veían el fútbol. Nunca olvidaré sus caras cuando mi hermano salió al campo. Fue una mezcla de muchas cosas. Mi primo trabaja en una estación de gas. Y mi otro primo ha estado sin trabajar dos años desde que se lastimó la mano. Y mi otro primo ha estado esperando volver a las clases durante siete años. Y mi padre dijo una vez que estaban muy celosos de mi hermano porque él había aprovechado la vida y estaba haciendo algo con ella. Pero en ese momento mi hermano salió al campo y todo se desvaneció, y todo el mundo estaba orgulloso. En un momento, mi hermano había hecho una buena jugada en tercera posición, y todo el mundo lo animó a pesar de que algunos ya lo habíamos visto antes. Miré a mi padre, y estaba sonriendo. Miré a mi madre, y estaba sonriendo aunque estaba nerviosa por si mi hermano se lastimaba, lo que era extraño porque era un video de un partido pasado, y sabía que no se iba a lastimar. Mis tíos abuelos y mis primos y sus hijos y todo el mundo estaban sonriendo. Incluso mi hermana. Solo habían dos personas que no estaban sonriendo. Mi abuelo y yo. Mi abuelo estaba llorando. Llorando de una forma silenciosa y en secreto. Llorando en una forma de la que solo yo me daría cuenta. Me lo imaginé yendo al cuarto de mi madre cuando era pequeña y pegándole y levantando su boletín de notas y diciendo que esas notas tan malas no se iban a volver a dar. Y creo que igual se refería a mi hermano mayor. O a mi hermana. O a mí. Que se aseguró de haber sido el último que trabajara en una fábrica. No sé si esto es bueno o malo. No sé si es mejor hacer a tus hijos felices y que no vayan al colegio. No sé si es mejor ser cercano con tu hija o asegurarte de que tenga una vida mejor de la que tú tuviste. No lo sé. Simplemente estuve callado y lo vi. Cuando el partido terminó y la cena también, todo el mundo dijo por lo que estaba agradecido. Mucho tuvo que ver con mi hermano o los niños o Dios. Y todo el mundo lo sentía de verdad cuando lo decía, a pesar de lo que pudiera pasar mañana. En cuanto a mi, pensé en ello mucho porque esa era la primera vez que estaba sentado en la mesa con todos los mayores desde que mi hermano no estaba para ocupar su asiento. “Estoy agradecido de que mi hermano juegue al fútbol en televisión para que nadie pueda pelearse.” Mucha de las personas de la mesa se sintieron incómodas. Otros cabreados. Mi

padre me miró como si tuviera razón, pero no quiso decir nada porque no era su familia. Mi madre estaba nerviosa por lo que su padre podría hacer. Solo una persona en la mesa dijo algo. Fue mi tía abuela, la que normalmente se encerraba en el baño. “Amen.” Y de alguna manera eso hizo que todo estuviera bien. Cuando todos estábamos preparándonos para irnos, fui a mi abuelo y le di un abrazo y un beso en la mejilla. Se lo borró con la mano y me miró. No le gustan los chicos en la familia que tocan mucho. Pero estoy muy contento de haberlo hecho de todos modos por si se muere. Nunca hice eso con mi tía Helen. Siempre con cariño, Charlie.

7 de diciembre, 1991 Querido amigo, ¿Alguna vez habéis oído lo del “Amigo invisible”? Es una actividad e la que un grupo de amigos escribe nombres en un sombrero y se supone que tienes que comprar un montón de regalos de navidad para la persona que te haya tocado. Los regalos se ponen en secreto dentro de la taquilla cuando el otro no está. Después, al final, hay una fiesta y todas las personas revelan quienes son mientras dan los últimos regalos. Sam empezó a hacer esto con sus amigos hace tres años. Ahora es como una tradición. Y supuestamente la fiesta que hay al final es siempre la mejor del año. Tiene lugar la noche después de nuestro último día de clases antes de las vacaciones. No sé a quién le he tocado yo. A mi me ha tocado Patrick. Estoy muy contento de que me haya tocado Patrick a pesar de que quería que fuera Sam. No he visto a Patrick desde hace un par de semanas, solo en clase de comercio, porque ha estado pasando mucho de su tiempo con Brad, así que pensar en sus regalos es una buena forma de pensar en él. El primer regalo va a ser una cinta con canciones. Simplemente se que debería ser eso. Ya tengo las canciones seleccionadas y un tema. Se llama “Un Invierno”. Pero he decidido no colorear la portada. En la cara A hay un montón de canciones de Village People y Blondie porque se que a Patrick le gusta ese tipo de música mucho. También está la de Smells Like Teen Spirit, de Nirvana, que le encanta a Sam y a Patrick. Pero la cara B es la que más me gusta. Tiene canciones típicas de invierno. Aquí están: Asleep de Smiths, Vapour Trail de Ride, Scarborough Fair de Simon y Garfunkel, A Whiter Shade of Pale de Procol Harum, Time of No Reply de Nick Drake, Dear Prudence de los Beatles, Gypsy de Suzanne Vega, Nights In White Satin de Moody Blues, Daydream de Smashing Pumpkins, Dusk de Genesis (antes de que Phil Collins

estuviera incluso en el grupo), MLK de Ubleb, Blackbird de lo Beatles, Landslide de Fleetwood Mac y finalmente… Asleep de Smiths (¡otra vez!). Pasé toda la noche trabajando en ello y espero que a Patrick le guste tanto como me gusta a mi. Especialmente la cara B. Espero que sea el tipo de cara B que pueda escuchar cuando conduzca a dónde sea solo y se sienta como si perteneciera a algo cuando esté triste. Espero que pueda ser eso para él. Tuve una increíble sensación cuando tuve la cinta en mi mano. Pensé para mi mismo que en la palma de mi mano estaba esa cinta que tenía todos esos recuerdos y sentimientos y mucha diversión y tristeza. Justo ahí en la palma de mi mano. Y pensé a cuántas persona les habrán encantado esas canciones. Y cuántas personas han pasado malas épocas por estas canciones. Y cuántas personas disfrutaron con estas canciones. Y cuánto han significado estas canciones. Creo que sería genial haber escrito alguna de estas canciones. Seguro que si hubiera escrito alguna me sentiría muy orgulloso. Espero que la gente que escribiera estas canciones sea feliz. Espero que piensen que es suficiente. De verdad lo espero porque me han hecho feliz. Y solo soy una persona. No puedo esperar para tener mi carnet de conducir. ¡Va a ser pronto! Por otro lado, no os he hablado de Bill desde hace tiempo. Pero creo que no hay mucho que contar porque simplemente me da libros que no le da a otros estudiantes, y yo los sigo leyendo, y él me sigue pidiendo redacciones, y yo las hago. En el último mes o así he leído El Gran Gatsby y A Separate Peace. Empiezo a ver una intención en los libros que Bill me manda leer. Y justo como la cinta de música, es increíble sostener cada uno de ellos en la palma de mi mano. Todos son mis favoritos. Todos. Siempre con cariño, Charlie.

19 de diciembre, 1991 Querido amigo, Hasta entonces he recibido unos pantalones de segunda mano. También he recibido una corbata, una camisa blanca, zapatos y un viejo cinturón. Supongo que mi último regalo en la fiesta será una chaqueta de traje porque es lo único que falta. En la nota decía que me pusiera todo en la fiesta. Espero que haya algo detrás de esto. Las buenas noticias es que a Patrick le han gustado mis regalos mucho. El regalo número tres ha sido una caja de acuarelas y papel. Creí que le gustarían aunque nunca las usara. El regalo número dos fue una harmónica y un libro sobre cómo tocarla. Supongo que es el mismo tipo de regalo que las acuarelas, pero creo de verdad que todo el mundo debería tener acuarelas, imanes poéticos y una harmónica. Mi último regalo antes de la fiesta es un libro llamado The Mayor of Castro Street.

Trata de un hombre llamado Harvey Milk, un líder que era homosexual de San Francisco. Fui a la biblioteca cuando Patrick me dijo que era gay, y busqué algo porque honestamente no sé nada sobre el tema. Encontré un artículo sobre un documental sobre Harvey Milk. Y como no pude encontrarlo busqué su nombre y encontré este libro. No lo he leído, pero por la descripción del libro parece muy bueno. Espero que signifique algo para Patrick. No puedo esperar a la fiesta para darle a Patrick mi regalo. Por otro lado, he tenido todos los finales del semestre, y he estado muy ocupado, y te lo contaría todo, pero simplemente no parece tan interesante como otras cosas que he hecho en vacaciones. Siempre con cariño, Charlie.

21 de diciembre, 1991 Querido amigo, Wow, wow. Puedo pintarte un cuadro si quieres. Estamos todos entados en la casa de Sam y Patrick, en la que nunca había estado antes. Es una casa de ricos. Muy limpia. E íbamos a darnos todos nuestros regalos finales. Las luces de fuera estaban encendidas, y estaba nevando, y parecía mágico. Como si estuviéramos en un lugar distinto. Como si estuviéramos en un sitio mejor. Ha sido la primera vez que he conocido a los padres de Sam y Patrick. Son muy agradables. La madre de Sam es muy guapa y hace buenas bromas. Sam decía que solía ser actriz cuando era joven. El padre de Patrick es muy alto y aprieta bien la mano. También es un cocinero muy bueno. Muchos padres te hacen sentirte extraño cuando los conoces. Pero no los de Sam y Patrick. Fueron amistosos durante toda la cena, y cuando la cena terminó, se fueron para que pudiéramos tener nuestra fiesta. Ni siquiera nos advirtieron ni nada. Ni una vez. Simplemente los dejó como si fuera su casa. Así, decidimos tener la fiesta en la habitación de los juegos, que no tiene ningún juego pero si una enorme manta. Cuando revelé que yo era el amigo invisible de Patrick todo el mundo se rió porque todos lo sabían y Patrick hizo su mejor actuación al hacerse el sorprendido, lo que fue amable por su parte. Después, todo el mundo me preguntó cuál era mi último regalo y les dije que era un poema que leí hace mucho tiempo. Era un poema del que Michael me hizo una copia. Y lo he leído miles de veces desde entonces porque no sé quién lo escribió. Ni siquiera sé si está en un libro o se da en clase. Y no sé qué edad tenía esa persona. Pero se que quiero conocerlo o conocerla. Quiero saber que esa persona está bien. Todo el mundo me dijo que me levantara y leyera el poema. Y yo no tenía vergüenza

porque estábamos intentando comportarnos como adultos, y bebíamos brandy. Estaba entusiasmado. Aún estoy entusiasmado, pero tengo que contaros esto. Me levanté y justo antes de leer el poema les dije que si sabían quién lo había escrito que por favor me lo dijera. Cuando terminé de leer el poema, todo el mundo se quedó en silencio. Un silencio muy triste. Pero lo increíble era que no era triste para nada. Era algo que simplemente hacía que todos se miraran los unos a los otros para saber que estaban ahí. Sam y Patrick me miraron. Y yo los miré a ellos. Y creo que lo sabían. No algo específicamente. Simplemente lo sabían. Y creo que eso es todo lo que puedes esperar de un amigo. Es entonces cuando Patrick puso la cara B de la cinta que le había hecho y puse a todo el mundo otra copa de brandy. Creo que todos parecíamos un poco enfermos bebiendo eso, pero no nos sentíamos enfermos. Puedo deciros eso. Cuando las canciones seguían sonando Mary se levantó. Pero no llevaba una chaqueta de traje. Resulta que no era mi amigo invisible para nada. Era el amigo invisible de la otra chica con el tatuaje y al piercing en el ombligo, cuyo nombre real es Alice. Le regaló un esmalte de uñas negro en el que Alice se había fijado. Y Alice fue muy agradecida. Yo me senté ahí, mirando a toda la habitación. Esperando el chaqueta de traje. Sin saber quién podría tenerlo. Sam se levantó la siguiente y le dio a Bob una nativa pipa americana de mariguana hecha a mano, que parecía muy apropiada. Más gente dio más regalos. Y más abrazos se intercambiaron. Y al fin llegó el final. No faltaba nadie más a excepción de Patrick. Se levantó y se fue a la cocina. “¿Alguien quiere papas?” Todo el mundo. Así que vino con tres tubos de Pringles y una chaqueta de traje. Vino hacia mi. Y dijo que todos los buenos escritores suelen llevar trajes todo el tiempo. Así que me puse el traje a pesar de que no sentía que lo mereciera porque todo lo que había hecho eran esos ejercicios de redacción para Bill, pero fue un regalo muy bonito, y todo el mundo aplaudió de todos modos. Sam y Patrick me dijeron que estaba muy guapo. Mary sonrió. Creo que fue la primera vez en mi vida que sentí que estaba “bien”. ¿Sabes lo que quiero decir? ¿Ese sentimiento tan agradable cuando te miras en el espejo y tienes el pelo bien por primera vez en tu vida? No creo que debamos basarnos demasiado en el peso, los músculos, y en que tu pelo tenga un buen día, pero cuando pasa, está bien. De verdad. El resto de la velada fue muy especial. Mientras mucha gente se había ido con sus familias a sitios como Florida e Indiana, nosotros estábamos intercambiando regalos con la gente que no era nuestro amigo invisible. Bob le regaló a Patrick una bolsa de mariguana con una carta de navidad. Incluso lo envolvió. Mary le dio a Sam unos pendientes. Alice también. Y Sam les regaló pendientes también. Creo que es una cosa privada de chicas. Tengo que admitirlo, me sentí un poco triste porque aparte de Sam y Patrick, nadie me regaló nada. Supongo que no soy tan cercano a ellos, así que

tiene sentido. Pero aún así me sentí un poco triste. Después me llegó el turno. Le regalé a Bob un pequeño tubo de hacer pompas de jabón porque me pareció lo que más le iba. Creo que acerté. “Es demasiado,” fue todo lo que dijo. Se pasó el resto de la noche tirando pompas hacia el techo. Después fue Alice. Le regalé un libro de Anne Rice porque siempre está hablando de ella. Y me miró como si no pudiera creer que yo supiera que le gustaba Anne Rice. Creo que no sabe cuánto habla de ella o cuánto escucho. Pero me lo agradeció todo el tiempo. Después vino Mary . Le di cuarenta dólares dentro de una tarjeta. La tarjeta decía algo muy simple: “Para gastarlo en una impresión en PunkRocky en color la próxima vez.” Ella me miró divertida. Después, todos empezaron a mirarme de forma graciosa excepto Sam y Patrick. Creo que empezaron a sentirse mal porque no me regalaron nada. Pero no creo que debieran porque no creo que sea el fin. Mary sonrió, y me dio las gracias, y después paró de mirarme fijamente a los ojos. Después vino Sam. He estado pensando mucho en su regalo durante mucho tiempo. Creo que pensé en ese regalo desde la primera que la visualicé de verdad. No desde que la conocí o la vi, sino la primera vez que de verdad la visualicé si sabes lo que quiero decir. Había una carta pegada. Dentro de la carta, le dije a Sam que el regalo que le di me lo había dado mi tía Helen. Era una vieja grabación del 45 que tenía la canción “Something” de los Beatles. Solía escucharla todo el tiempo cuando era pequeño pensando en cosas de mayores. Iba a la ventana de mi cuarto y veía mi reflejo en el cristal y los árboles detrás y simplemente escuchaba la canción durante horas. Decidí después que cuando conociera a alguien que fuera tan preciosa como la canción, se la daría a esa persona. Y no me refiero a preciosa exteriormente. Me refiero a preciosa en todos los sentidos. Así que se la di a Sam. Sam me miró con dulzura. Y me abrazó. Y cerré mis ojos porque no quería ser consciente de nada, solo de sus brazos. Y me besó en la mejilla y susurró algo de modo que nadie lo pudiera oír. “Te quiero.” Sabía que lo decía en plan amigos, pero no me importó porque era la tercera vez desde que mi tía Helen falleció que lo escuchaba de otra persona. Las otras dos veces fueron de mi madre. Después de eso, no podía creer que Sam tuviera un regalo para mi porque honestamente pensé que el “te quiero” lo era. Pero me dio un regalo. Y por primera vez, algo tan bonito como eso me hizo sonreír y no llorar. Creo que Sam y Patrick fueron a la misma tienda de segunda mano porque sus regalos eran conjuntos. Me llevó a su habitación y me puso enfrente de su vestidor, que estaba cubierto con una manta de muchos colores. Levantó la manta y ahí estaba, de pie con mi viejo traje, mirando una vieja maquina de escribir con cinta nueva. Dentro de la maquina de

escribir había un trozo de papel blanco. En ese trozo de papel blanco Sam escribió, “escribe algo sobre mi alguna vez.” Y yo escribí otra cosa, ahí mismo en su habitación. Escribí. “Lo haré.” Y me encantó que esas fueran las primeras dos palabras que había escrito con mi nueva maquina de escribir antigua que Sam me había regalado. Nos sentamos ahí en silencio durante un rato, y ella sonrió. Y volví a la maquina de escribir otra vez, y puse algo. “Yo también te quiero.” Y Sam miró el papel y me miró a mí. “Charlie… ¿has besado alguna vez a una chica?” Negué con la cabeza. Y parecía muy triste. Me contó la primera vez que la besaron. Dijo que fue con uno de los amigos de su padre. Tenía siete años. Y no se lo contó a nadie excepto a Mary y luego a Patrick años después. Y empezó a llorar. Y dijo algo que nunca olvidaré. Nunca. “Se que sabes que me gusta Craig. Y se que te he dicho que no pienses en mi de esa manera. Y sé que no podemos estar juntos de esa manera. Pero quiero olvidar todo eso durante un minuto. ¿Vale?” “Vale.” “Quiero asegurarme de que la primera persona que te bese te quiera. ¿Vale?” “Vale.” Ella lloraba más fuerte ahora. Y yo también, porque cuando escucho algo así en lo que simplemente no puedo ayudar… “Solo quiero asegurarme de eso. ¿Vale?” “Vale.” Y me besó. Fue el tipo de beso que no podría contarles a mis amigos a gritos. Era el tipo de beso que me hizo saber que no volvería a ser tan feliz en toda mi vida. Una vez en un trozo de papel amarillo con tinta verde él escribió un poema. Y lo llamo “Labios” porque ese era el nombre de su perro. Y era de eso de lo que trataba. Y su profesor le puso un sobresaliente y una estrella de oro. Y su madre lo abrazó en la puerta de la cocina y se lo leyó a sus tíos. Ese fue el año que el Padre Tracy se llevó a todos los chicos al Zoo. Y les dejó cantar en el autobús. Y su hermana pequeña nació con pequeñas uñitas y sin pelo.

Y su madre y su padre se besaban mucho. Y la chica de al lado le envió una carta de San Valentín firmada con un montón de X y tuvo que preguntarle a su padre que significaban esas X. Y su padre siempre lo arropaba en la cama todas las noches. Y siempre estaba ahí para hacerlo. Una vez en un trozo de papel blanco con tinta azul él escribió un poema. Y lo llamo “Otoño” porque ese era el nombre de la estación. Y era de eso de lo que trataba. Y su profesor le puso un sobresaliente y le dijo que escribiera más claramente. Y su madre nunca lo abrazó en la puerta de la cocina por su nuevo cuadro. Y los niños le dijeron que el Padre Tracy fumaba cigarrillos. Y que dejaba las colillas en los bancos. Y que a veces quemaban casa abandonadas. Ese fue el año en el que a su hermana le pusieron gafas con cristales gordos y montura negra. Y la chica de al lado se rió cuando le pidió que fueran a ver a Papá Noel. Y los chicos le dijeron por qué su padre y su madre se besaban tanto. Y su padre nunca lo arropaba en la cama por las noches. Y su padre se cabreó cuando lloraba porque no lo hiciera. Una vez en un trozo de papel arrugado de su libreta él escribió un poema. Y lo llamo “Inocencia: Una pregunta” porque esa era la pregunta sobre su chica Y era de eso de lo que trataba. Y su profesor le puso un sobresaliente y una mirada rara. Y su madre nunca lo abrazó en la puerta de la cocina porque nunca se lo enseñó. Ese fue el año en el que el Padre Tracy murió. Y él olvidó cómo era

el final del Credo. Y pillo a su hermana haciéndolo en el porche trasero. Y su madre y su padre no se besaban ni hablaban. Y la chica de al lado llevaba tanto maquillaje que le hizo toser cuando la besó, pero la besó de todos modos porque era lo que tenía que hacer. Y a las tres de la mañana se arropó a sí mismo en la cama en la que su padre roncaba bastante. Por eso detrás de un papel marrón intentó hacer otro poema. Y lo llamo “Absolutamente Nada” Porque era de eso de lo que realmente trataba. Y se puso un sobresaliente a sí mismo y se hizo un corte en su muñeca. Y se agarró a la puerta del baño porque esta vez no creía que pudiera llegar a la cocina. Ese fue el poema que le leí a Patrick. Nadie sabía quién lo había escrito, pero Bob dijo que lo había escuchado, y escuchó que esa persona fue la nota de suicidio de un chico. Espero que no fuera así porque entonces no sé si me gustaría el final. Siempre con cariño, Charlie.

23 de diciembre, 1991 Querido amigo, Sam y Patrick se fueron ayer con su familia al Gran Cañón. No me entristece mucho porque aún recuerdo el beso de Sam. Lo siento tranquilizador y correcto. Hasta he considerado el no lavarme los labios como hacen en la televisión, pero después pensé que sería demasiado asqueroso. Así que en lugar de eso he pasado el día paseando por el vecindario. Incluso he sacado mi viejo trineo y mi vieja bufanda. Es acogedor para mí. Paseé por la cuesta a la que solíamos ir y tirarnos con el trineo. Habían un montón de

niños allí. Los veía volar. Saltar y haciendo carreras. Y pensé que todos esos pequeños niños iban a crecer algún día. Y todos esos pequeños niños van a hacer las cosas que yo hago. Y que besarán a alguien algún día. Pero por ahora, ir en trineo es suficiente. Creo que sería genial que ir en trineo fuera siempre suficiente, pero no lo es. Estoy muy contento de que Navidad y mi cumpleaños sean dentro de nada porque eso significa que vendrán pronto, porque ya puedo sentir como estoy yendo hacía un sitio malo al que solía ir. Después de que mi tía Helen muriera, fui a ese sitio. Fue tan malo que mi madre tuviera que llevarme a un médico, y me atrasaron un curso. Pero ahora intento no pensar en ello demasiado porque eso lo empeora. Es casi como cuando te miras a ti mismo en el espejo y dices tu nombre. Y llega un punto en el que nada parece real. Bueno, a veces, hago eso, pero no necesito estar una hora frente al espejo. Pasa muy rápido, y las cosas empiezan a desvanecerse. Y abro mis ojos, y no veo nada. Y después empiezo a respirar muy fuerte e intentar ver algo, pero no puedo. No me pasa siempre, pero cuando pasa, me asusta. Ha pasado esta mañana, pero pensé en el beso de Sam, y todo fue bien. Seguramente no debería estar escribiendo sobre esto mucho porque me lo recuerda demasiado. Me hace pensar demasiado. Y estoy intentando participar. Simplemente es duro porque Sam y Patrick están en el Gran Cañón. Mañana me voy con mi madre a comprar regalos para todo el mundo. Y después celebraremos mi cumpleaños. Nací el 24 de diciembre. No sé si te lo he dicho alguna vez. Es un cumpleaños extraño porque está muy cerca de la navidad. Después celebramos la navidad con la familia de mi padre, y mi hermano vendrá a casa por poco tiempo. Después haré mi examen de conducir, así que estaré ocupado mientras Sam y Patrick están fuera. Esta noche he visto algo en la televisión con mi hermana, pero no quería ver los especiales de navidad que estaban haciendo, así que fui arriba y leí. Bill me dio un libro para leer en las fiestas. Es El Guardián Entre el Centeno. Era el libro preferido de Bill cuando tenía mi edad. Dijo que es el tipo de libro que te hace a ti mismo. He leído las primeras veinte páginas. No sé cómo sentirme respecto a él aún, pero parece apropiado para las fechas. Espero que Sam y Patrick llamen en mi cumpleaños. Me haría sentir mucho mejor. Siempre con cariño, Charlie.

25 de diciembre, 1991 Querido amigo, Estoy sentado en la antigua habitación de mi padre en Ohio. La familia aún está

abajo. No me siento muy bien. No sé que me pasa, pero empiezo a asustarme. Ojala volviéramos a casa esta noche, pero siempre nos quedamos a dormir. No quiero decirle nada a mi madre porque la preocuparía. Se lo diría a Sam y a Patrick, pero no llamaron el otro día. Y nos vamos mañana por la mañana después de abrir los regalos. Igual llaman esta tarde. Espero que no llamen esta tarde porque no estaré aquí. Espero que esté bien que te diga esto. No sé qué más hacer. Siempre me pongo triste cuando esto pasa, y me encantaría que Michael estuviera aquí. Y me encantaría que mi tía Helen estuviera aquí. Echo mucho de menos a mi tía Helen así. Leer el libro no está ayudándome tampoco. No lo sé. Simplemente pienso muy rápido. Demasiado rápido. Como esta noche. La familia vio ¡Qué Bello es Vivir!, una película preciosa. Y todo en lo que podía pensar era en por qué no hicieron la película sobre el Tío Billy. George Bailey era un importante hombre en la ciudad. Porque gracias a él, un montón de gente pudo salir de los barrios bajos. Salvó el barrio, y cuando su padre murió, él fue el único tipo que podía hacerlo. Quería vivir una aventura, pero se quedó y sacrificó sus sueños por el bien de la comunidad. Y después cuando esto lo entristeció se suicidó. Iba a morir porque su seguro de vida se haría cargo de su familia. Y después un ángel baja del cielo y le enseña lo que la vida habría sido si él nunca hubiera nacido. Cómo todo el barrio habría sufrido. Y cómo su mujer habría sido una criada. Y mi hermana no dijo nada este año sobre que eso era una cosa desfasada. Otros años dice algo sobre que Mary trabajaría para vivir, y simplemente que porque no se casara no significaba que fuera menos. Pero este año no lo hizo. No sé por qué. Pensé que igual era por ese novio secreto suyo. O quizás lo que pasó en el coche de camino a casa de la abuela. Yo solo quería que la película fuera sobre el Tío Billy porque bebía mucho y estaba gordo y perdió el dinero en primer lugar. Quería que el ángel bajara y nos enseñara cómo la vida del Tío Billy tenía sentido. Entonces creo que me sentiría mejor. Empezó el otro día en casa. No me gusta mi cumpleaños. No me gusta para nada. Fui de compras con mi madre y mi hermana, y mi madre estaba de mal humor porque no había sitio para aparcar. Y mi hermana estaba de mal humor porque no podía comprarle un regalo a su novio secreto y ocultárselo a mi madre. Tendría que volver más tarde ella sola. Y me sentí raro. Muy raro, porque conforme estaba andando alrededor de todas esas tiendas, no sabía qué regalo le gustaría a mi padre que le hiciera. Sabía que comprarle o darle a Sam y a Patrick, pero no sabía qué podía comprar o darle o hacer para mi propio padre. A mi hermano le gustan los pósters de chicas y latas de cervezas. A mi hermana le gusta un corte de pelo. A mi madre le gustan las películas viejas y las plantas. A mi padre solo le gusta el golf, y no es un deporte de invierno excepto en Florida, y no vivimos ahí. Y ya no juega al baseball. Ni siquiera le gusta recordarlo, a menos que él cuente las historias. Solo quería saber qué comprarle a mi padre porque lo quiero. Y no lo conozco. Y a él no le gusta hablar de cosas como esta. “¿Por qué no te juntas con tu hermana y le compráis un suéter?”

“No quiero. Quiero comprarle algo. ¿Qué tipo de música le gusta?” Mi padre no escucha mucha música, y las cosas q le gustan las tiene. “¿Qué clase de libros le gusta leer?” Mi padre no lee demasiados libros porque los escucha en cintas de camino al trabajo, y las consigue gratis de la biblioteca. “¿Qué tipo de películas? ¿Qué tipo de algo?” Mi hermana decidió comprarle un suéter ella sola. Y empezó a cabrearse conmigo porque necesitaba tiempo para volver a la tienda a comprarle el regalo a su novio secreto. “Simplemente cómprale algunas bolas de golf, Charlie. Dios.” “Pero es un deporte de verano.” “Mamá. ¿Vas a hacer que compre algo?” “Charlie. Cálmate. Está bien.” Me sentí tan mal. No sabía que estaba pasando. Mi madre intentaba ser amable porque cuando me pongo así, es la única que intenta de verdad mantener las cosas en calma. “Lo siento, mamá.” “No. No lo sientas. Quieres comprarle un regalo bonito a tu padre. Eso es bueno.” “¡Mamá!” Mi hermana se estaba cabreando mucho. Mi madre ni siquiera miró a mi hermana. “Charlie, puedes comprarle a tu padre lo que quieras. Se que le encantará. Ahora cálmate. Está bien.” Mi madre me llevó a diferentes tiendas. En cada una mi hermana se sentaba en la silla más cerca y se quejaba. Finalmente encontré el regalo perfecto. En una tienda de películas. Encontré una cinta de video del último episodio de M*A*S*H sin anuncios. Y me sentí mucho mejor. Después empecé a contarle a mi madre cuando todos lo vimos juntos. “Lo sabe, Charlie. Estaba ahí. Vamos. Bah.” Mi madre le dijo a mi hermana que se metiera en sus asuntos, y me escuchó contar la historia que ya sabía, dejando de lado la parte de mi padre llorando porque ese era nuestro pequeño secreto. Mi madre incluso me dijo lo bien que cuento las historias. Quiero a mi madre. Y esta vez le dije que la quería. Y ella me dijo que me quería también. Y las cosas fueron bien por un tiempo. Estábamos sentados en la mesa para cenar, esperando a que mi padre llegara a casa con mi hermano del aeropuerto. Estaba tardando mucho, y mi madre empezó a preocuparte porque estaba nevando mucho fuera. Y le dijo a mi hermana que se quedara en casa porque necesitaba ayuda con la cena. Quería que fuera extra especial por mi hermano y por mi, porque iba a venir a casa, y porque era mi cumpleaños. Pero mi hermana solo quería comprarle un regalo a su novio. Estaba de muy mal humor. Estaba comportándose como esas niñas malcriadas de las películas de los 80, y mi madre seguía diciendo “Jovencita” después de cada frase.

Mi padre finalmente llamó y dijo que por la nieve, el avión de mi hermano se había retrasado mucho. Solo escuché el lado de la discusión de mi madre. “Pero es la cena del cumpleaños de Charlie . . . no espero que hagas nada . . . ¿lo ha perdido? Solo pregunto . . . no he dicho que sea tu culpa . . . no . . . no puedo mantenerla caliente . . . se secará . . . qué . . .pero si es su favorita . . .bueno, ¿qué se supone que voy a darles de comer? . . . claro que están hambrientos . . . ya lleváis una hora de retraso . . . bueno, podrías haber llamado . . .” No sé cuánto tiempo estuvo mi madre al teléfono porque no pude estar en la mesa escuchando. Me fui a mi cuarto y leí. No tenía hambre ya de todos modos. Solo quería estar en un sitio silencioso. Después de un rato, mi madre vino a la habitación. Dijo que mi padre acababa de llamar otra vez, y que estarían en casa en media hora. Me peguntó si algo iba mal, y yo sabía que no se refería a mi hermana, y sabía que no se refería a la pelea entre ella y mi padre por teléfono porque esas cosas pasan siempre. Simplemente se dio cuenta de que parecía muy triste hoy, y no pensó que era porque mis amigos se habían ido porque parecía estar bien el otro día cuando volví con el trineo. “¿Es por tu tía Helen?” Fue la forma en la que lo dijo lo que me hico sentirlo. “Por favor, no te hagas esto a ti mismo, Charlie.” Pero me lo hago a mi mismo. Como lo hago cada año por mi cumpleaños. “Lo siento.” Mi madre no me habría dejado hablar de ello. Sabe que paro de escuchar y empiezo a respirar muy fuerte. Me cubrió la boca y me miró a los ojos. Me calmé lo suficiente como para bajar las escaleras. Me calmé lo suficiente como para ser amable cuando mi hermano vino a casa. Y cuando nos comimos la cena, no estaba demasiado seca. Después, fuimos fuera a montar las luces, una actividad en la que todos los vecinos llenan bolsas de papel marrón con arena y las atan por la calle. Entonces clavamos una vela en la arena de cada bolsa y cuando las encendemos la calle se convierte en una pista de aterrizaje para Papá Noel. Me encanta montar las luces cada año porque es muy bonito y una tradición y una distracción en mi cumpleaños. Mi familia me ha dado algunos regalos de cumpleaños muy bonitos. Mi hermana aún estaba enfada conmigo, pero me compró un disco de los Smiths de todos modos. Y mi hermano me regaló un póster firmado por todo su equipo de fútbol. Mi padre me dio otros discos que mi hermana le dijo. Y mi madre unos libros que a ella le encantaban cuando era joven. Uno de ellos era El Guardián Entre El Centeno. He empezado a leer el libro de mi madre desde donde lo dejé en el libro de Bill. Y me ha hecho no pensar en mi cumpleaños. Todo en lo que he pensado ha sido en hacer el examen de conducir pronto. Era una buena cosa sobre la que pensar. Y después pensé en mi clase de educación vial este semestre pasado. El Sr. Smith, que es un poco bajito y huele a algo gracioso, no nos dejaba encender la

radio a ninguno mientras estamos conduciendo. Habían dos estudiantes de primer año, un chico y una chica. Solían tocarse en secreto las piernas del uno y del otro en el asiento trasero cuando era mi turno. Después, estaba yo. Me gustaría tener un montón de historias sobre la clase de educación vial. Claro que están esas películas sobre la muerte en la carretera. Y claro que hay policías viviendo a hablar con nosotros. Y claro que fue divertido conseguir mi permiso, pero mi madre y mi padre dijeron que no querían que condujera hasta que realmente tuviera que hacerlo porque el seguro es muy caro. Y no podría pedirle a Sam que me dejara su camioneta. Simplemente no podría. Este tipo de cosas me mantienen calmado la noche de mi cumpleaños. A la mañana siguiente, navidad empezó bien. A mi padre le gustó mucho la cinta de M*A*S*H, lo que me hico feliz, especialmente cuando contó su propia historia sobre la noche en que la vimos. Dejó fuera la parte en la que se puso a llorar, pero me guiñó un ojo, para que supiera que se acordaba. Incluso el viaje de dos horas de trayecto desde Ohio fueron bien durante la primera hora y media, a pesar de tener que estar sentado en medio del asiento trasero, porque mi padre seguía haciendo preguntas sobre la clases, y mi hermano seguía hablando. Está saliendo con una de esas animadoras que hacen bailes durante los partidos de fútbol de la universidad. Se llama Kelly. Mi padre estaba muy interesado en eso. Mi hermana hizo un inciso sobre lo estúpido y sexista que es ser animadora, y mi hermano le dijo que se callara. Kelly era especializada en filosofía. Le pregunté a mi hermano si Kelly era inconvencionalmente guapa. “No, es guapa y sexy.” Y mi hermana empezó a hablar sobre cómo el físico de una mujer no es lo más importante. Yo asentí, pero entonces mi hermano empezó a decir que mi hermana era solo una “tortillera”, mi madre le dijo a mi hermano que no usara ese lenguaje delante mia, lo que fue extraño considerando que probablemente soy el único en la familia con un amigo gay. Quizás no, pero sí el único que habla de ello. No estoy seguro. A pesar de todo, mi padre le preguntó cómo se conocieron mi hermano y Kelly. Mi hermano y Kelly se conocieron en un restaurante llamado Ye Olde College Inn o algo así en Penn State. Se supone que tienen ese evento llamado “Carne Parrillada”. Como sea, Kelly estaba con sus chicas de la hermandad y empezaron a irse, y se le cayó el libro justo enfrente de mi hermano, y siguió andando. Mi hermano dice esto a pesar de que Kelly lo niega, pero está seguro de que se le cayó el libro a propósito. Las hojas estaban en plena floración cuando él se encontró con ella enfrente de la sala de los videojuegos. Así es como él lo describe de todos modos. Pasaron el resto de la tarde jugando a viejos juegos como Donkey Kong y poniéndose nostálgicos, como una declaración general, lo encontré triste y dulce. Le pregunté a mi hermano si Kelly bebía chocolate. “¿Estás fumado?” Y de nuevo mi madre le dijo a mi hermano que no usara ese lenguaje delante mía, lo

que volvió a ser extraño porque creo que soy la única persona de mi familia que ha estado fumado. Puede que toda mi familia haya estado fumada y que simplemente no nos contemos esas cosas. Mi hermana pasó los siguientes diez minutos denunciando el sistema griego de las hermandades y fraternidades. Seguía contando historias de novatadas y cómo algunos chicos habían muerto. Entonces contó esa historia que había oído de que había una hermandad que hacía que las chicas estuvieran en ropa interior mientras les hacen círculos en las zonas con grasa con marchas rojas. Mi hermano había tenido suficiente ya con mi hermana en ese punto. “¡Gilipoyeces!” Aún no puedo creer que mi hermano dijera eso en el coche y que mi madre y mi padre no le dijeran nada. Creo que es porque como está en la universidad ahora, está bien. A mi hermana no le importó la palabra. Simplemente siguió. “No son gilipoyeces. Lo he oído.” “Vigila tu boca, jovencita,” dijo mi padre desde el asiento delantero. “¿Ah, si? ¿Dónde lo has oído?” preguntó mi hermano. “Lo escuché en la Radio Pública Nacional,” dijo mi hermana. “Oh, Dios.” Mi hermano soltó una carcajada. “Bueno, lo escuché.” Mi madre y mi padre parecían estar viendo un partido de tenis a través del parabrisas porque no paraban de mover sus cabezas. No dijeron nada. No miraron hacia atrás. Debí darme cuenta de que entonces mi padre había puesto despacio unos villancicos en la radio e iba subiendo el volumen. “Estás tan llena de paranoias… ¿cómo puedes saber nada sobre nada? No has ido a la universidad. Kelly no ha pasado por nada de eso.” “Oh, si… como si fuera a decírtelo.” “Sí… lo habría hecho. No nos ocultamos cosas.” “Oh, eres un nuevo chico tan sensible…” Quería que pararan de pelear porque estaba empezando a mosquearme, así que hice otra pregunta. “¿Habláis de libros y problemas?” “Gracias por preguntar, Charlie. Sí. De hecho lo hacemos. El libro favorito de Kelly parece que es Walden, de Henry David Thoreau. Y Kelly dice que el movimiento trascendental es una cercana paralela a estos días y esta década.” “Oooo. Grandes palabras.” Mi hermana entornó los ojos más que nadie. “Oh, lo siento. ¿Estaba alguien hablando contigo? Creo que estaba hablando con mi hermano pequeño sobre mi novia. Kelly dice que espera que una buena candidata demócrata desafíe a George Bush. Kelly dice que espera que la E.R.A. finalmente lo consiga si esto pasa. Está bien. La E.R.A. que siempre has gritado. Incluso las animadoras piensan en esas cosas. Y también pueden divertirse mientras tanto.” Mi hermana se cruzó de brazos y empezó a silbar. Pero mi hermano estaba

demasiado en el tema. Me di cuenta de que el cuello de mi padre empezaba a ponerse rojo. “Pero hay otra diferencia entre tú y ella. Veras… Kelly cree en los derechos de las mujeres tanto que nunca dejaría que un tío le pegara. Creo que no puedo decir eso de ti.” Juro por Dios, que casi muero. Mi padre pegó un frenazo tan fuerte que mi hermano casi sale volando del sitio. Cuando el olor de los neumáticos empezó a irse, mi padre suspiró profundamente y se giró. Primero se dirigió a mi hermano. No dijo ni una palabra. Solo se quedó quieto. Mi hermano miró a mi padre como un ciervo capturado por mis primos. Después de dos largos segundos, mi hermano se dirigió a mi hermana. Creo que se sintió mal por lo que había dicho. “Lo siento. ¿Vale? De verdad. Venga. Para de llorar.” Mi hermana estaba llorando tanto que me asustó. Entonces mi padre se dirigió a mi hermana. De nuevo no dijo ni una palabra. Solo chasqueó sus dedos para distraerla de llorar. Lo miró. Estaba confundida al principio porque no le estaba poniendo una mirada protectora. Pero entonces ella bajó la mirada y se encogió de hombros y se dirigió a mi hermano. “Siento haber dicho lo que he dicho de Kelly. Parece agradable.” Entonces mi padre miró a mi madre. Y mi madre nos miró a nosotros. “Vuestro padre y yo o queremos otra pelea más. Especialmente en la cada de la familia. ¿Entendéis?” Mi madre y mi padre hacen un buen equipo a veces. Es increíble verlo. Mi hermano y mi hermana asintieron y miraron hacia abajo. Después mi padre se dirigió a mi. “¿Charlie?” “¿Sí, señor?” Es importante decir “señor” en estos momentos. Incluso si te nombran por tu segundo nombre, mejor que te andes con cuidado. Te lo digo. “Charlie, me gustaría que condujeras el resto del camino a casa de mi madre.” Todo el mundo en el coche sabía que esa probablemente fuera la peor decisión que mi padre había tomado en toda su vida. Pero nadie discutió. Salió del coche en medio de la carretera. Se puso en el asiento trasero entre mi hermano y mi hermana. Yo me puse en el asiento delantero, encendí el coche dos veces, y me puse el cinturón. Conduje el resto del camino. No he sudado tanto desde que practicaba deporte, y hacía frío fuera. La familia de mi padre es casi como la familia de mi madre. Mi hermano dijo una vez que eran los mismos primos con nombres distintos. La gran diferencia es mi abuela. Me encanta mi abuela. Todo el mundo quiere a mi abuela. Nos estaba esperando en la carretera como siempre hacía. Siempre sabía cuando alguien estaba llegando. “¿Charlie conduce ahora?” “Cumplió dieciséis el otro día.”

“Oh.” Mi abuela es muy mayor, y no se acuerda de cosas pero hace las mejores galletas. Cuando era muy pequeño, estaba la madre de mi madre, que siempre hacía caramelos, y la madre de mi padre, que siempre hacía galletas. Mi madre me dijo que cuando era pequeño las llamadaza “la abuela de los caramelos” y la “abuela de las galletas”. También decía que la masa de la pizza eran los huesos de la pizza. No sé por qué te estoy diciendo esto. Es mi primer recuerdo, con el que creo que me di cuenta por primera vez de que estaba vivo. Mi madre y Tía Helen me llevaron al zoológico. Creo que tenía tres años. No me acuerdo de eso. Da igual, estábamos viendo a dos vacas. Una madre vaca y su pequeño ternero. Y no tenían mucho espacio para andar por ahí. El pequeño ternero estaba de pie justo debajo de s madre, caminando más o menos por ahí, y la madre vaca estornudó en la cabeza de su pequeño ternero. Creía que era la cosa más divertida que había visto en todo el mundo, y me reí durante tres horas. Al principio, mi madre y Tía Helen se rieron también porque estaban felices de que me riera. Supuestamente, no hablaba tanto cuando era pequeño, y mientras parecía normal, estaban contentas. Pero a la tercera hora intentaban que parara de reír, pero solo me hacían reír aún más. No creo que fueran realmente tres horas pero pareció mucho tiempo. Aún pienso en eso de vez en cuando. Parece un comienzo favorable. Después de los abrazos de saludos con la mano, fuimos a la casa de mi abuela, y la familia entera del lado de mi padre estaba hí. Mi tío abuelo Phil con su diente falso y mi tía Rebecca, la hermana de mi padre. Mi madre nos dijo que la tía Rebecca se había divorciado otra vez, así que no teníamos que mencionar nada. Todo en lo que podía pensar era en esas galletas, pero mi abuela no la había hecho este año porque tenía mal la cadera. Todos nos sentamos y vimos la televisión, y mis primos y mi hermano hablaron de fútbol. Y mi tío abuelo Phil y mi hermano hablaron de fútbol. Y cenamos. Tuve que sentarme en la mesa de los niños pequeños porque había más primos en el lado de la familia de mi padre. Los niños pequeños hablan de las cosas más extrañas. De verdad que sí. Después de la cena es cuando vimos ¡Qué Bello Es Vivir!, y empecé a sentirme más y más triste. Mientras iba subiendo las escaleras hacía la antigua habitación de mi padre y miraba todas las viejas fotografías, empecé a pensar que hubo un momento en el que no eran recuerdos. Que alguien de verdad hizo esa fotografía, y que la gente de la fotografía simplemente estaba comiendo un aperitivo o algo. El primer marido de mi abuela murió en Korea. Mi padre y mi tía Rebecca eran muy jóvenes. Y mi abuela se mudó con sus dos hijos para vivir con su hermano, mi tío abuelo Phil. Finalmente, tras unos años, mi hermana abuela se sentía muy triste porque tenía esos dos niños y estaba cansada de ser camarera todo el tiempo. Así que, un día, estaba trabajando en ese sitio de cenas en el que trabajaba y ese camionero le pidió

salir., Mi abuela era muy muy guapa en esa vieja fotografía. Salieron durante un tiempo. Y finalmente se casaron. Él resultó ser una persona terrible. Pegaba a mi padre todo el tiempo. Y pegaba a mi tía Rebecca todo el tiempo. Y pegaba mucho a mi abuela. Todo el tiempo. Y mi abuela nunca pudo hacer nada, supongo, porque sucedió durante siete años. Terminó finalmente cuando mi tío abuelo Phil vio moratones en mi tía Rebecca y se enteró de la verdad por mi abuela. Entonces, reunió a unos cuantos de sus amigos de la fábrica. Y encontraron al segundo marido de mi abuela en un bar. Y le pegaron muy fuerte. A mi tío abuelo Phil le encanta contar la historia cuando mi abuela no está cerca. La historia sigue cambiando, pero lo importante sigue siendo igual. El tipo murió cuatro días después en el hospital. Aún no sé cómo mi tío abuelo Phil se libró de ir a prisión por hacer lo que hizo. Le pregunté una vez a mi padre, y dijo que las personas que vivían en el vecindario entendieron que algunas cosas no tenían nada que ver con la policía. Dijo que si alguien tocaba a su hermana o a su madre, pagarían un precio, y todo el mundo miraría a otro lado. Es tan malo que todo pasara durante siete años porque mi tía Rebecca ha pasado por el mimo tipo de maridos. Mi tía Rebecca lo tuvo distinto además, porque los vecindarios cambian. Mi tío abuelo Phil estaba demasiado mayor, y mi padre dejó su casa. Ahora tiene que conseguir ordenes de alejamiento en su lugar. Pienso en cómo mi tres primos, hijos de mi ti Rebecca, se volverán. Una chica y dos chicos. Me pongo triste también porque creo que la única chica termine probablemente como mi tía Rebecca, y uno de los chicos terminará probablemente como su padre. El otro chico quizás termine como mi padre porque se le dan muy bien los deportes, y tiene un padre diferente al de su hermano y hermana. Mi padre le habla mucho y le enseña como lanzar y golpear la pelota. Solía ponerme celoso cuando era pequeño, pero ya no. Porque mi hermano dijo que mi primo en el único en su familia que tiene una oportunidad. Necesita a mi padre. Creo que entiendo eso ahora. La antigua habitación de mi padre está casi igual a como él la dejó, excepto un poco más sin color. Hay un globo terráqueo en el escritorio que se ha girado demasiado. Y hay viejos pósters de jugadores de baseball. Y viejos periódicos colgados de mi padre ganando el gran juego cuando era estudiante de primero. No sé por qué, pero en realidad entiendo por qué mi padre tuvo que dejar esta casa. Cuando supo que mi abuela nunca iba a encontrar a otro hombre porque era muy confiada y nunca buscaría nada más porque no sabía cómo. Y cuando vio a su hermana empezar a traer chicos que eran versiones más jóvenes de su padrastro. Simplemente no se podía quedar. Me tumbé en su vieja cama, y miré a través de la ventana a ese árbol que sería mucho más pequeño cuando mi padre lo miraba. Y pude sentir lo que él sintió la noche en la que se dio cuenta de que si no se iba, nunca sería su vida. Sería la de ellas. Al menos así es como lo pinta. Quizás es por eso que el lado de la familia de mi padre ven

la misma película todos los años. Tiene bastante sentido. Probablemente debería mencionar que mi padre nunca llora al final. No sé si mi abuela o mi tía Rebecca perdonarán alguna vez a mi padre por dejarlas. Solo mi tío abuelo Phil lo entendió. Siempre es extraño ver cómo mi padre cambia delante de su madre y hermana. Se siente mal todo el tiempo, y su hermana y él siempre dan un paseo a solas. Una vez, miré por la ventana y vi como mi padre le daba dinero. Me pregunto qué le dijo mi tía Rebecca en el coche de vuelta a casa. Me pregunto qué piensan sus hijos. Me pregunto si hablan de nosotros. Me pregunto si miran a mi familia y se preguntan quién tiene una oportunidad. Apuesto a que sí. Siempre con cariño, Charlie.

26 de diciembre, 1991 Querido amigo, Estoy sentado en mi habitación después de dos horas de viaje de vuelta a casa. Mi hermana y mi hermano estuvieron amables el uno con el otro, así que no tuve que conducir. Normalmente, de camino a casa, íbamos a visitar la tumba de tía Helen. Es como una tradición. Mi hermano y mi padre nunca han querido ir en realidad, pero saben que no deben decir nada por mi madre y por mi. Mi hermana es más o menos neutral, pero es sensible con ciertas cosas. Cada vez que vamos a ver la tumba de tía Helen, a mi madre y a mi nos gusta hablar de cosas muy buenas sobre ella. Muchos años es sobre cuando me dejaba estar levantado y ver Saturday Night Live. Y mi madre sonríe porque sabe que si fuera pequeña, también habría querido quedarse despierta y verlo. Los dos ponemos flores y a veces una tarjeta. Solo queremos que sepa que la echamos de menos, y pensamos en ella, y que era especial. Nunca tuvo suficiente de eso cuando estaba viva, como siempre dice mi madre. Y como mi padre, creo que mi madre se siente culpable por ello. Tan culpable que en lugar de darle dinero, le dio nuestra casa pasa quedarse. Quiero que sepáis por qué mi madre es culpable. Debería contaros probablemente por qué, porque no sé si realmente debería. Tengo que hablar de esto con alguien. Nadie de mi familia habla sobre esto. Es algo que simplemente no hacen. Estoy hablando de lo malo que le pasó a mi tía Helen que no me dijeron cuando era pequeño. Cada vez que se acerca navidad es todo en lo que puedo pensar . . . en el fondo. Es lo único que me hace sentirme triste en el fondo.

No diré quién. No diré cuando. Solo diré que tía Helen estaba molesta. Odio esa palabra. Por culpa de alguien que estaba muy cerca de ella. No era su padre. Finalmente se lo contó. Y no la creyó por quién era. Un amigo de la familia. Eso lo hace peor. Mi abuela nunca dijo nada tampoco. Y el hombre siguió viniendo de visita. Mi tía Helen bebía mucho. Mi tía Helen tomaba muchas drogas. Mi tía Helen tenía muchos problemas con hombres y chicos. Siempre ha sido una persona muy infeliz toda su vida. Iba a hospitales cada dos por tres. Todo tipo de hospitales. Finalmente, fue a un hospital que la ayudó a sacar las cosas fuera e intentar hacer las cosas de forma normal, así que se mudó con mi familia. Empezó a tomar clases para conseguir un buen trabajo. Le dijo a su último hombre malo que la dejara en paz. Empezó a perder peso sin estar a dieta. Se ocupó de nosotros, así mis padres podían salir y beber y jugar a juegos de mesa. Nos dejaba estar despiertos hasta tarde. Era la única persona aparte de mi madre, mi padre, mi hermano y mi hermana que me compraba dos regalos. Uno por mi cumpleaños. Otro por navidad. Incluso cuando se mudó con mi familia y no tenía dinero. Siempre me compró dos regalos. Fueron siempre los mejores. El 24 de diciembre de 1983 un agente tocó a la puerta. Mi tía Helen había tenido un terrible accidente de coche. Estaba nevando mucho. El agente le dijo a mi madre que tía Helen había fallecido. Era un hombre muy amable porque cuando mi madre empezó a llorar él le dijo que había sido un accidente muy fuerte y que mi tía Helen había muerto al momento. En otras palabras, sin sufrir. Ya no hubo más sufrimiento. El agente le pidió a mi madre que fuera e identificara el cuerpo. Mi padre aún estaba trabajando. Fue entonces cuando fui con mi hermano y mi hermana. Era mi séptimo cumpleaños. Todos llevábamos sombreros de fiesta. Mi madre les obligó a mi hermana y a mi hermano a que se los pusieran. Mi hermana vio a mi madre llorando y le preguntó qué pasaba. Mi madre no podía decir nada. El agente se puso de cuclillas y nos dijo qué había pasado. Mi hermano y mi hermana lloraron. Pero yo no. Sabía que el agente se estaba equivocando. Mi madre le dijo a mi hermano y a mi hermana que me cuidaran y se fue con el agente. Creo que vimos la televisión. No creo que me acuerde. Mi padre vino a casa antes que mi madre. “¿A qué vienen esas caras?” Se lo contamos. No lloró. Nos preguntó si estábamos bien. Mi hermano y mi hermana dijeron que no. Yo dije que si. El agente solo se había confundido. Estaba nevando mucho. Probablemente no podía ver. Mi madre llegó a casa. Estaba llorando. Miró a mi padre y asintió. Mi padre la sostuvo. Fue entonces cuando me di cuenta de que el agente no se había equivocado. No sé qué paso después, y nunca pregunté. Solo recuerdo ir al hospital. Recuerdo sentarme en una habitación con luces brillantes. Recuerdo a un doctor haciéndome preguntas. Recuerdo decirle que tía Helen era la única que me abrazaba. Recuerdo ver a mi familia el día de navidad en una sala de espera. Recuerdo que no se me permitió ir

al funeral. Recuerdo que nunca le dije adiós a mi tía Helen. No sé cuánto tiempo estuve viendo al doctor. No recuerdo cuánto tiempo estuve sin ir al colegio. Fue mucho. Se que fue mucho. Todo lo que recuerdo es el día que me empecé a poner mejor porque recordé lo último que mi tía Helen me había dicho antes de irse y conducir entre la nieve. Se puso su abrigo. Le cogí las llaves del coche porque era el único que podía encontrarlas. Le pregunté a tía Helen a dónde iba. Me dijo que era un secreto. Seguí molestando a mi tía Helen, lo que le encantaba. Le encantaba cómo le seguía haciendo preguntas. Finalmente sacudió la cabeza, sonrió y me susurró al oído. “Voy a comprarte un regalo de cumpleaños.” Esa fue la última vez que la vi. Me gusta pensar que mi tía Helen tendría ahora ese buen trabajo para el que estaba estudiando. Me gusta pensar que habría conocido a un buen hombre. Me gusta pensar que habría perdido el peso que siempre había querido perder sin hacer dieta. A pesar de todo esto, mi madre, y el doctor y mi padre me habían hablado sobre la culpa, no podía parar de pensar en lo que sabía. Y se que mi tía Helen estaría viva aún si solo me hubiera comprado un regalo como todo el mundo. Estaría viva si hubiera nacido un día en el que no nevara. Haría cualquier cosa porque esto se esfumara. La echo muchísimo de menos. Tengo que parar de escribir ya porque estoy demasiado triste. Siempre con cariño, Charlie.

30 de diciembre, 1991 Querido amigo, El día después de escribirte terminé El Guardián Entre El Centeno. Lo he leído tres veces desde entonces. Realmente no sé que más hacer. Sam y Parick al fin vuelven a casa esta noche, pero no iré a verlos. Patrick va a quedar con Brad en algún lugar. Sam va a quedar con Craig. Los vere mañana en el Big Boy y después en la fiesta de año nuevo de Bob. Lo emocionante es que voy a conducir hasta el Big Boy yo mismo. Mi padre me ha dicho que no podría conducir hasta que el tiempo mejorara, y ya lo hizo un poco ayer. He hecho una cinta para la ocasión. Se llama “La Primera Vez Que Conduje”. Quizás estoy siendo demasiado sentimental, pero me gusta pensar que cuando sea mayor podré mirar todas estas cintas y acordarme de estos viajes. La primera vez que conduje solo fue para ver a mi tía Helen. Fe la primera vez que iba a verla sin mi madre. Lo hice especial esta vez. Le compré flores con mi dinero de navidad. Incluso le hice una cinta y se la dejé en la lápida. Espero que no creas que eso

me hace ser raro. Le conté a mi tía Helen todo sobre mi vida. Sobre Sam y Patrick. Sobre sus amigos. Sobre mi primera fiesta de año nuevo mañana. Le conté que mi hermano jugará su último partido de la temporada en Año Nuevo. Le conté la marcha de mi hermano y cómo lloraba mi madre. Le hablé de los libros que leí. Le hablé de la canción “Asleep”. Le hablé de cuando todos nos sentimos infinitos. Le hablé de mi obtención de la licencia de conducir. Cuando mi madre nos trajo aquí y cuando yo los llevé de vuelta. Y como el policía que me hizo el test ni siquiera parecía raro ni tenía un nombre gracioso, lo que me pareció una estafa. Recuerdo que cuando estaba apunto de decirle adiós a mi tía Helen me puse a llorar. A llorar de verdad. No en plan entrar en pánico, como hago mucho. Y le hice a mi tía Helen la promesa de solo llorar con cosas importantes porque odiaría pensar que llorar tanto como he llorado haría llorar por tía Helen menos de lo que es. Después dije adiós, y conduje hacia casa. Leí el libro otra vez esa noche porque sabía que si no lo hacía, probablemente empezaría a llorar otra vez. Me refiero del plan entrar en pánico. Leí hasta que estuve totalmente agotado y tenía que dormir. Por la mañana terminé el libro y después lo empecé a leerlo otra vez inmediatamente. Cualquier cosa con tal de no tener ganas de llorar. Porque le hice la primera a tía Helen. Y porque no quería empezar a llorar otra vez. No como he hecho esta semana pasada. No puedo pensar otra vez. Nunca más. No sé si alguna vez te has sentido así. Como si quisiera dormir durante miles de años. O simplemente no existir. O simplemente no ser consciente de que existes. O algo así. Creo que querer esto es muy insano, pero es lo que quiero cuando me pongo así. Por eso estoy intentando no pensar. Solo quiero que todo parase de liarse. Si esto se pone peor quizás tenga que volver al médico. Se está volviendo tan mal otra vez. Siempre con cariño, Charlie.

1 de enero, 1992 Querido amigo, Son ahora las 4 en punto de la mañana, osea que es año nuevo ya a pesar de que sea aun 31 de diciembre, eso será cuando la gente se acueste. Yo no puedo dormir. Todo el mundo está o durmiendo o teniendo sexo. Yo he estado viendo la televisión por cable y bebiendo gelatina. Y viendo cosas moverse. Me gustaría hablaros de Sam y Patrick y de Craig y Brad y de Bob y de todo el mundo, pero no puedo acordarme ahora. Está todo tranquilo fuera. Sé eso. Y conduje al Big Boy antes. Y vi a Sam y a Patrick. Y estaban con Brad y Craig. Y me puso muy triste porque yo quería estar solo con

ellos. Eso nunca me había pasado antes. Las cosas se pusieron peor hace una hora, estaba mirando a ese árbol pero era un dragón y después un árbol, y recordé ese precioso día que hacía tan buen tiempo cuando yo era parte del aire. Y recordé que corté el césped para conseguir mi paga, como echo una mano en la entrada de coches para conseguir dinero ahora. Así que empecé a echar una mano con la entrada de coches de Bob, algo extraño de hacer en la fiesta de fin de año en realidad. Mis mejillas estaban rojas del frío como la cara de beber del Sr. Z y sus zapatos negros y su voz diciendo que cuando una oruga se convierte en una mariposa lo hace mediante la tortura y que le lleva siete años digerir las encías. Y ese chico Mark en la fiesta que me dio eso salido de cualquier lado miró al cielo y me dijo que mirara las estrellas también. Así que alcé la vista y estábamos en esa cúpula gigante como si fuera una bola de cristal de nieve, y Mark dijo que las increíbles estrellas blancas solo eran en realidad agujeros en la negra cúpula de cristal, y que cuando vas al cielo, el cristal se rompe, y no hay nada más que una capa de estrellas blancas, mucho más brillantes que cualquier otra cosa pero que no te hiere los ojos. Era enorme y estaba abierta y silenciosa, y me sentí tan pequeño. A veces miro fuera y pienso que muchas más personas han visto esta nieve antes. Como pienso que muchas más personas han leído esos libros antes. Y escuchado esas canciones. Me pregunto cómo se sienten esta noche. No se que estoy diciendo en realidad. Probablemente no debería escribir esto porque aún veo cómo se mueven las cosas. Quiero que paren de moverse, pero se supone que no lo harán hasta dentro de unas cuantas horas. Eso es lo que Bob dijo después de que fuéramos a su habitación con Jill, una chica que no conozco. Creo que lo que estoy diciendo es que todo esto es demasiado familiar. Pero no es sobre mi sobre el qué sentirse familiar. Simplemente se que el otro chico ha sentido esto. Esa vez en la que se está tranquilo fuera, y ves cosas moverse, y no quieres, y todo el mundo está dormido. Y todos los libros que has leído han sido leídos por otras personas. Y todas las canciones que te han encantado las han escuchado otras personas. Y la chica que te parece guapa también es guapa para otras personas. Y sabes que si te fijas en esos hechos cuando eres feliz, te sentirás bien porque estás describiendo “unidad”. Es como cuando estás emocionado con una chica y ves a una pareja cogidos de la mano, y te sientes feliz por ellos. Y otras veces ves a la misma pareja, y te ponen de los nervios. Y todo lo que quieres es sentirte feliz siempre por ellos porque sabes que si lo haces, eso quiere decir que tú eres feliz también. Acabo de recordar qué me ha hecho pensar en todo esto. Voy a escribirlo porque quizás si lo hago no tendré que pensar en ello. Y no me cabrearía. La cosa es que estoy oyendo a Sam y a Craig hacerlo, y por primera vez en toda mi vida, entiendo el final de ese poema.

Y nunca he querido hacerlo. Tienes que creerme. Siempre con cariño, Charlie.

Parte 3. 4 de enero, 1992 Querido amigo, Lo siento por esa última carta. Para serte sincero, no recuerdo mucho de ella, pero se por cómo me desperté que probablemente no fuera muy bonita. Todo lo que recuerdo del resto de esa noche es estar buscando por toda la casa un sobre y un sello. Cuando al fin los encontré, escribí tu dirección y bajé la colina a través de los árboles hacia la oficina de correos porque sabía que si no la ponía en un paquete que no pudiera recuperar, nunca habría mandado esa carta. Es raro lo importante que parecía en ese momento. Cuando llegué a la oficina de correos, metí la carta en una caja. Y la sentí terminada. Y me sentí calmado. Después, empecé a vomitar, y no paré de vomitar hasta que amaneció. Miré a la carretera y vi un montón de coches, y sabía que todos iban a casa de sus padres. Y sabía que muchos de ellos verían a mi hermano jugando a fútbol más tarde ese día. Y mi mente jugó al chambori. Mi hermano . . . fútbol . . . Brad . . . Dave y su novia en mi habitación . . . los abrigos . . el fío . . . el invierno . . . “El Otoño Se Va” . . . no se lo digas a nadie . . . pervertido . . . Sam y Craig . . . Sam . . . navidad . . . máquina de escribir . . . regalo . . . Tía Helen . . . y los árboles seguían moviéndose . . . no podían parar de moverse . . . así que me tumbé e hice el ángel de nieve. Un agente me encontró pálidamente azul y dormido. No pararon de darme escalofríos del frío hasta mucho después de que mi madre y mi padre me llevaran a casa de urgencias. Nadie se metió en problemas porque esas cosas solían pasarme cuando era un niño cuando iba a los médicos. Solía vagar por ahí y dormir en algún sitio. Todo el mundo sabía que fui a una fiesta, pero nadie, ni siquiera mi hermana, pensó que era por eso. Así que mantuve mi boca cerrada porque no quería que Sam o Patrick o Bob o alguien se metiera en un problema. Pero más que nada no quería ver la cara de mi madre y especialmente la de mi padre si escucharan la verdad. Así que no dije nada. Simplemente estuve callado y miraba alrededor. Y me di cuenta de cosas. Los puntos del techo. O que la manta que me habían dado era espera. O cómo la cara de los médicos parecía elástica. O cómo todo era un ensordecedor susurro cuando dijeron que quizás debería volver a empezar a ver a un psiquiatra. Era la primera vez que un médico les decía eso a mis padres conmigo en la habitación. Y su bata era tan blanca. Y yo estaba tan cansado. Todo en lo que podía pensar el resto del día fue que nos perdimos el partido de fútbol de mi hermano por mi, y esperé de verdad que mi hermana pensara en grabarlo.

Afortunadamente, lo hizo. Volvimos a casa, y mi madre hizo algo de té, y mi padre me preguntó si quería sentarme y ver el partido, y dije que si. Vimos a mi hermano hacer una gran jugada, pero esta vez nadie animó. Todos los ojos estaban puestos en mí. Y mi madre dijo un montón de cosas valientes sobre cómo lo estaba haciendo de bien este año en el instituto y que quizás el doctor me ayudara a solucionar las cosas. Mi madre podía estar callada y hablar al mismo tiempo cuando es positiva. Mi padre siguió dándome palmadas de ánimo. Las palmadas de ánimo son suaves palmadas de ánimo que se dan en la rodilla, en el hombro y en el brazo. Mi hermana me dijo que podría ayudarme con mi pelo. Fue raro ver cómo me prestaban tanta atención. “¿Qué quieres decir? ¿Qué hay de malo con mi pelo?” Mi hermana simplemente miró alrededor, incómoda. Me llevé las manos al pelo y me di cuenta de que había desaparecido mucho. Honestamente, no recuerdo cuando lo hice, pero por el aspecto que tenía mi pelo, debí haber cogido un par de tijeras y simplemente empezaría a cortar sin ninguna estrategia. Habían muchos trozos sin pelo por toda al cabeza. Como un corte de carnicero. No me había mirado en el espejo desde la fiesta porque mi cara estaría diferente y me asustaría. O me habría dado cuenta. Mi hermana me ayudó a cortarlo para arriba un poco, y tuve suerte porque todo el mundo en el instituto incluidos Sam y Patrick pensaron que estaba bien. “Chic” fue la palabra de Patrick. No obstante, he decidido no volver a tomar LSD otra vez. Siempre con cariño, Charlie.

14 de enero, 1992 Querido amigo, Me siento como un autentico farsante porque he estado volviendo a las andadas, y nadie lo sabe. Es duro sentarme en mi cama y leer como siempre lo he hecho. Ha sido duro hablar con mi hermano por teléfono. Su equipo ha terminado tercero del país. Nadie le ha dicho que nos perdimos su partido en directo por mí. Fui a la biblioteca y leí un libro porque estaba empezando a asustarme. Todas las cosas de entonces empiezan a moverse otra vez, y los sonidos eran fuertes y huecos. Y no podía poner un pensamiento junto. El libro dice que a veces la gente prueba el LSD y no son capaces de salir de ello. Dicen que incrementa este tipo de transmisión cerebral. Dicen que esencialmente la droga son doce horas de esquizofrenia, y si tienes mucho de esta transmisión cerebral, no puedes salir de ello. Empecé a respirar rápido en la biblioteca. Era muy malo porque me acordé de uno

de esos chicos esquizofrénicos del hospital cuando era pequeño. Y no ayudó que este fuera el día después de que me enterara de que todos los niños iban a llevar su nueva ropa de navidad, así que decidí llevar mi nuevo traje de Patrick al instituto, y fue objeto de unas burlas sin piedad durante nueve horas. Fue un mal día. Me salté mi primera clase y fui a ver a Sam y a Patrick fuera. “Pareces fuerte, Charlie,” dijo Patrick sonriendo. “¿Puedo coger un cigarrillo?” Dije. Ni siquiera me atrevía a decir “sablear una calada”. No para mi primero. No podía. “Claro,” dijo Patrick. Sam lo paró. “¿Qué pasa, Charlie?” Les dije qué pasaba, lo que le llevo a Patrick a seguir preguntándome si tenía un “mal viaje”. “No. No. No es eso.” Me estaba enfadando de verdad. Sam puso su brazo sobre mi hombro, y dijo que sabía por lo que estaba pasando. Me dijo que no debería preocuparme por ello. Una vez lo haces, te acuerdas de cómo son las cosas. Eso es todo. Cómo por ejemplo cuando el suelo se vuelve olas. Y cómo tu cara es plástico y tus ojos son de dos tamaños distintos. Todo está en tu mente. Ahí es cuando me dio un cigarrillo. Cuando lo encendí, no tosí. En realidad fue calmante. Sé que está mal en una clase de salud, pero es cierto. “Ahora, céntrate en el humo,” dijo Sam. Y me centré en el humo. “Ahora parece normal, ¿no?” “Ahá,” creo que dije. “Ahora, mira el cemento del recreo. ¿Se mueve?” “Ahá.” “Vale… ahora céntrate en el trozo de papel que está ahí en el suelo.” Y me centré en el trozo de papel que estaba en el suelo. “¿Se mueve el cemento ahora?” “No. No se mueve.” Desde aquí, hasta el vas a estar bien, hasta el probablemente no deberías volver a probar el acido, Sam me fue explicando lo que ella llamaba “el trance.” El trance se da cuando no te centras en nada, y todo el gran cuadro te engulle y se mueve alrededor de ti. Lo que dijo sería normalmente metafórico, pero para la gente que nunca debería tomar acido, era literal. Ahí fue cuando empecé a reírme. Estaba tan aliviado. Y Sam y Patrick sonrieron. Estaba contento con que empezaran a sonreír también, porque no podría soportar que me miraran tan preocupados. Las cosas habían parado de moverse en mayor parte desde entonces. No me he vuelto a saltar otra clase. Y supongo que ahora no me siento como un gran falso por

intentar volver a las andadas. Bill pensó que mi escrito de El Guardián entre el Centeno (¡que escribí con mi nueva máquina de escribir!) fue el mejor. Dijo que estaba “evolucionando” rápidamente y que me daría un libro diferente para leer como “recompensa”. Es En El Camino, de Jack Kerouac. Ahora fumo unos diez cigarrillos al día. Siempre con cariño, Charlie.

25 de enero, 1992 Querido amigo, ¡Me siento genial! De verdad. Tengo que recordar esto para la próxima vez que tenga una semana terrible. ¿Alguna vez habéis hecho eso? Te sientes muy mal y después se va, y no sabes por qué. Intento recordarme a mi mismo cuando me siento bien como ahora que habrá otra semana terrible algún día, así que intento captar todos los grandes detalles que pueda, para que durante la siguiente semana terrible pueda recordar esos detalles y creer que volveré a estar genial otra vez. No funciona mucho, pero creo que es muy importante intentarlo. Mi psiquiatra es un hombre muy agradable. Es mucho mejor que mi último psiquiatra. Hablamos sobre las cosas que siento y pienso y recuerdo. Como cuando era pequeño y hubo esa vez que paseaba por el vecindario. Estaba totalmente desnudo, sujetando un paraguas azul brillante, a pesar de no estar lloviendo. Y yo estaba tan feliz, porque eso hizo que mi madre sonriera. Y realmente sonreía. Así que hizo una foto. Y los vecinos se quejaron. Está esa otra vez en la que vi un anuncio de esa película en la que se le acusa a un hombre por asesinato, pero él no cometió ningún asesinato. El chico de M*A*S*H era la estrella de la película. Seguramente lo recuerde por eso. El anuncio decía que toda la película iba de su intento por probar que él era inocente y cómo aún así podía ir a la cárcel de todos modos. Eso me asustó mucho. Me asustó lo mucho que me asustó. Ser condenado por algo que no has hecho. O siendo una víctima inocente. Es algo que simplemente nunca quiero experimentar. No sé si es importante que te cuente todo eso, pero ahora mismo lo siento como un “proceso”. Lo mejor de mi psiquiatra es que tiene revistas de música en su sala de espera. Leí un artículo sobre Nirvana en una visita, y no hacía referencia a ninguna salsa de miel y mostaza o lechuga. Seguían hablando de los problemas de estómago del cantante todo el tiempo. Era raro. Como te dije, a Sam y a Patrick les encanta su gran canción, así que pensé en leerlo para tener algo que discutir con ellos. Al final, la revista lo comparaba con John

Lennon de los Beatles. Le dije esto a Sam después, y se cabreó mucho. Dijo que sería como Jim Morrison si fuera como alguien, pero en realidad él no era como nadie, sino como él mismo. Estábamos todos en el Big Boy después de Rocky Horror y empezó una gran discusión. Craig dijo que el problema es que todo el mundo compara a todo el mundo con todo el mundo y que por eso se desacredita a las personas, como en las clases de fotografía. Bob dijo que todo era por el hecho de que nuestros padres no quieren dejar ir su juventud y cómo eso les mata cuando no pueden contar algo. Patrick dijo que el problema era que desde entonces ya ha pasado todo, es difícil inventar algo nuevo. Nadie puede ser más grande que los Beatles porque los Beatles realmente tuvieron un “contexto”. La razón por la que eran tan grandes era que no tenían a nadie con los que compararlos, así que el cielo era el límite. Sam añadió que hoy en día un grupo o alguien se compararían a sí mismos con los Beatles después del segundo álbum, y que su propia voz personal sería menos desde ese momento. “¿Tú qué piensas, Charlie?” No podía recordar dónde lo había oído o leído. Dije que quizás fue en A Este Lado Del Paraíso de F. Scott Fitzgerald. Hay un lugar por el final del libro en el que un caballero mayor recoge al niño protagonista. Ambos van a un partido de fútbol de bienvenida de la Liga Ivy y tienen este debate. El hombre mayor está erguido. El niño está cansado. Así, ellos tienen esta discusión, y el niño es un idealista de una forma temporal. Habla de su “inquieta generación” y cosas así. Y dice algo como “este no es tiempo de héroes porque nadie dejará que eso pase.” El libro tiene lugar en la década de los 20, lo que pensé que era genial porque supongo que el mismo tipo de conversación podría pasar en el Big Boy. Probablemente ya pasó con nuestros padres y abuelos. Probablemente esté pasando con nosotros ahora. Así que dije que creía que la revista intentaba hacerlo un héroe, pero después entonces alguien quizás desenterraría algo para hacerle parecer menos que una persona. Y no sabía por qué, porque para mí es simplemente un chico que escribe canciones que les gustan a muchas personas, y pensé que eso era suficiente para todo el que estaba involucrado. Quizás esté equivocado, pero todo el mundo en la mesa empezó a hablar de ello. Sam culpó a la televisión. Patrick culpó al gobierno. Craig culpó a los medios de comunicación. Bob estaba en el baño. No sé que fue, y sé que realmente ninguno quisimos lograr nada, pero estuvo bien sentarse ahí y hablar sobre nuestro sitio en las cosas. Fue como cuando Bill me dijo que “participara”. Fui al baile de bienvenida como os dije, pero esto era mucho más divertido. Era especialmente divertido pensar que mucha gente en todo el mundo estaba teniendo conversaciones similares en su equivalente al Big Boy. Le habría dicho a la mesa eso, pero estaban divirtiéndose de verdad siendo cínicos, y

yo no quería arruinarlo. Así que simplemente me tiré para atrás un poco y vi a Sam sentada al lado de Craig e intenté no ponerme demasiado triste por eso. Tengo que decir que no lo hice muy bien. Pero en un momento dado, Craig estaba hablando de algo, y Sam se giró hacia a mí y me miró. Fue una sonrisa de película a cámara lenta, y entonces todo estuvo bien. Le conté esto a mi psiquiatra, pero dijo que era demasiado pronto para sacar alguna conclusión. No lo sé. Simplemente he tenido un día genial. Espero que tú lo hayas tenido, también. Siempre con cariño, Charlie.

2 de febrero, 1992 Querido amigo, A Este Lado Del Paraíso es un libro muy bueno. Bill no me pidió que escribiera una crítica sobre él porque, como dije, era una “recompensa”. Me dijo que lo visitara en su oficina después de las clases para comentarlo, y lo hicimos. Él hizo té, y yo sentí que había crecido. Incluso me dejó fumar un cigarrillo en su oficina, pero me advirtió para que dejara de fumar por los riesgos de saludad. Incluso tenía un panfleto en su escritorio que me dio. Ahora lo uso como marcapáginas. Creía que Bill y yo íbamos a hablar del libro, pero terminamos hablando sobre “cosas”. Estuvo bien tener tantas discusiones cara a cara. Bill me preguntó sobre Sam y Patrick sobre mis padres, y yo le conté lo de mi licencia de coche y sobre la charla en el BibBoy. También le hablé de mi psiquiatra. No le conté lo de la fiesta o lo de mi hermana y su novio. Aún siguen saliendo en secreto, a lo que mi hermana únicamente le “achaca a su pasión”. Después de que le contará también cosas de mi vida a Bill, le pregunté por la suya. Estuvo bien también, porque no intentó hacerse el guay y relatarlo ni nada. Simplemente fue él. Me contó que estudió una licenciatura en algún colegio en el este que no imparte grados, lo que pensé que fue peculiar, pero Bill dijo que fue la mejor educación que obtuvo. Dijo que me daría un folleto cuando fuera adecuado. Después de ir a la Universidad de Brown para graduarse, Bill viajó por toda Europa durante un tiempo, y cuando volvió a casa, se unió al Profesorado de America. Cuando este año termine, cree que se mudará a Nueva York y escribirá obras. Creo que aún es muy joven, aún así pensé que sería grosero preguntárselo. Le pregunté si tenía novia, y dijo que no. Parecía triste cuando le pregunté eso, pero decidí no entrometerme porque pensé que sería demasiado personal. Después me dio mi siguiente libro para leer. Se llama El Almuerzo Desnudo.

Empecé a leerlo cuando llegué a casa, y para serte sincero, no sé de qué habla el chico. Nunca le diría a Bill eso. Sam me dijo que William S. Burroughs escribió el libro cuando estaba metido en la heroína y que yo debería “ir con el flow”. Así que lo hice. Seguía sin tener ni idea de qué hablaba, así que fui abajo para ver la televisión con mi hermana. El programa que hacían era Gomer Pyle, y mi hermana estaba muy callada y alterable. Intenté hablar con ella, pero simplemente me dijo que me callara y que la dejara sola. Así que vi el programa durante unos minutos, pero tenía menos sentido para mí que el libro, así que decidí hacer los deberes de matemáticas, lo que fue un error porque las matemáticas nunca han tenido sentido para mi. Estuve confuso todo el día. Intenté ayudar a mi madre en la cocina, pero me lanzó una cacerola, y me dijo que leyera en mi habitación hasta que mi padre viniera a casa, pero leer fue lo que empezó todo este desastre en un principio. Afortunadamente, mi padre vino a casa antes de que pudiera coger el libro otra vez, pero me dijo que parara de “colgarme sobre sus hombros como un mono” porque quería ver el partido de hockey. Vi el partido de hockey con él durante un rato, pero no podía parar de hacerle preguntas sobre la localidad de los jugadores, y él estaba “descansando los ojos”, lo que quiero decir que estaba dormido pero que no quería que cambiara de canal. Me dijo que fuera a ver la televisión con mi hermana, y lo hice, pero ella me dijo que fuera a ayudar a mi madre en la cocina, y lo hice, pero entonces ella me dijo que fuera a leer a mi cuarto. Y lo hice. He leído casi todo el libro ahora, y es muy bueno de lejos. Siempre con cariño, Charlie.

8 de febrero, 1992 Querido amigo, Tengo una cita para el baile de Sadie Hawkins. En caso de que no tengas una de esas, es un baile en el que las chicas se lo piden a los chicos. En mi caso,, la chica es Mary , y el chico soy yo. ¿¡Puedes creértelo!? Creo que empezó cuando estaba ayudando a Mary a grapar el último número de Punky Rocky el viernes antes de que fuéramos a ver The Rocky Horror Picture Show. Mary Elisabeth estuvo agradable ese día. Dijo que fue el mejor número que habríamos tenido por dos razones, y las dos razones eran por mi. En primer lugar, fue en color, y en segundo, tenía el poema que le di a Patrick. Si que fue un buen número. Creo que aún pensaré esto cuando sea mayor. Craig incluyó algunas de sus fotografías en color. Sam metió algunas noticias “underground” de algunas bandas. Mary Elizabeth escribió un artículo sobre los

candidatos demócratas. Bob incluyó una reimpresión de un panfleto a favor de la maría. Y Patrick hizo ese cupón falso que anunciaba una “mamada” gratis para cualquiera que comprara una Galleta de la Sonrisa en el Big Boy. ¡Se aplicarán algunas restricciones! Había incluso una fotografía de un desnudo (por detrás) de Patrick si puedes creerlo. Sam dejó que Craig sacara la foto. Mary Elisabeth le dijo a todo el mundo que mantuviera en secreto que el de la fotografía era Patrick, y todo el mundo lo hizo, excepto Patrick. Toda la noche estuvo diciendo “¡Supera eso, cariño! ¡Supera eso!”, su frase preferida de su película preferida, Los Productores. Mary Elizabeth me dijo que creía que Patrick le pidió que pusiera la fotografía en la revista para que Brad pudiera tener una fotografía de él sin ser sospechoso, pero él no lo diría, por supuesto. Brad compró una copia sin ni siquiera mirarla, así que quizás tenía razón. Cuando fui a ver The Rocky Horror Picture Show esa noche, Mary Elizabeth estaba muy cabreada porque Craig no apareció. Nadie sabía por qué. Ni siquiera Sam. El problema era que nadie iba a hacer de Rocky, el robot musculado (no estoy seguro de qué es). Tras mirar a todos, Mary Elizabeth se dirigió a mí. “Charlie, ¿cuántas veces has visto la obra?” “Diez.” “¿Crees que podrías hacer de Rocky?” “No soy sexy ni estoy bueno.” “No importa. ¿Puedes hacer de él?” “Supongo.” “¿Lo supones o lo sabes?” “Lo supongo.” “Es suficiente.” Lo siente que sé es que no llevaba nada a excepción de unos calzoncillos y un albornoz, que alguien pintó de dorado. No sé cómo estas cosas me pasan a veces. Estaba muy nervioso, especialmente porque en la obra, Rocky tenía que tocar a Janet por todo el cuerpo, y Sam hacía de Janet. Patrick seguía haciendo bromas sobre que tendría una “erección”. Esperé de verdad que eso no pasara. Una vez tuve una erección en clase y tuve que salir a la pizarra. Fue terrible. Y cuando mi mente recuperó esa experiencia y añadió un foco y el hecho de que llevaba solo un albornoz, empecé a entrar en pánico. Casi no hago la obra, pero entonces Sam me dijo que quería que yo hiciera de Rocky, y supongo que eso era todo lo que realmente necesitaba oir. No entraré en detalles sobre toda la obra, pero me lo he pasado mejor que en toda mi vida. No bromeo. Tenía que simular que cantaba, y tuve que bailar, y tuve que llevar una boa de plumas en la escena final, que nunca me habría puesto pero que era parte de la obra, pero Patrick no podía parar de hablar de ello.

“¡Charlie con una boa de plumas! ¡Charlie con una boa de plumas!” No podía parar de reírse. Pero lo mejor fue esa escena con Janet en la que nos teníamos que tocar el uno al otro. No fue la mejor parte porque yo tenía qye tocar a Sam y ella tenía que tocarme. Sino exactamente lo contrario. Se que suena a idiotez, pero es verdad. Justo antes de la escena, pensé en Sam, y pensé que si la tocaba de esa manera en el escenario y lo sentía, la engañaría. Y a pesar de pensar que quizás querría algún día tocarla así, nunca querría engañarla. No quería que fueran Rocky y Janet. Quería que fuéramos Sam y yo. Y quería que ella también sintiera eso. Así que simplemente interpretamos. Cuando la obra terminó, todos nos inclinamos juntos, y todo el mundo aplaudió. Patrick incluso me llevó más adelante que el resto del reparto para tener mi propio aplauso. Creo que esa es la iniciación para nuevos miembros del reparto. Todo en lo que podía pensar era en lo agradable que era que todo el mundo me aplaudiera y lo agradecido que estaba de que nadie de mi familia estuviera ahí para verme interpretar a Rocky con una boa de plumas. Especialmente mi padre. Tuve una erección, pero no hasta después, en el parking del Big Boy. Ahí fue cuando Mary Elizabeth me pidió que fuera al baile de Sadie Hawkins después de decir “estás muy guapo en tu disfraz.” Me gustan las chicas. De verdad. Porque ellas pueden decir que pareces guapo en un albornoz incluso cuando no. La erección me hizo sentirme culpable, pero supongo que no habría ayudado. Le conté a mi hermana que tenía una cita para el baile, pero estaba muy distraída. Después intenté preguntarle sobre cómo tratar a una chica en una cita porque nunca había tenido una cita antes, pero no respondió. No estaba siendo arrogante. Simplemente tenía “la mirada perdida en el espacio”. Le pregunté si estaba bien y me dijo que necesitaba estar sola, así que fui arriba y terminé El Almuerzo Desnudo. Cuando lo terminé simplemente me tumbé en la cama, mirando el techo, y sonreí porque era un buen tipo de silencio. Siempre con cariño, Charlie.

9 de febrero, 1992 Querido amigo, Tengo que decirte algo sobre mi última carta. Sé que Sam nunca me pediría ir al baile. Se que ella llevará a Craig, y si no fuera Craig, entonces a Patrick desde que la novia de Brad, Nancy, fuera con Brad. Creo que Mary Elizabeth es una persona muy inteligente y guapa, y estoy contento de que sea mi primera cita. Pero después de decir que sí, y de que Mary Elizabeth lo anunciara a todo el grupo, quería que Sam se pusiera celosa. Sé que está mal querer algo así, pero de verdad lo quería.

Sam no estaba celosa. Si te soy sincero, creo que podía estar feliz, lo que es duro. Me dijo cómo tratar a una chica en una cita, lo que fue muy interesante. Dijo que con una chica como Mary Elizabeth no deberías decir que parece guapa. Deberías decirle lo bonito que es su vestido porque su vestido es su elección mientras que su cara no. También dijo que con algunas chicas debes hacer cosas como abrir la puerta de un coche y comprar flores, pero con Mary Elizabeth (especialmente si era el baile de Sadie Hawkins) no debería hacer eso. Así que le pregunté que debía hacer, y dijo que debería hacer un montón de preguntas y que no me importara cuando Mary Elizabeth no parara de hablar. Dije que eso no sonaba muy democrático, pero Sam dijo que lo hace siempre con los chicos. Sam dijo que el tema sexo estaba difícil con Mary Elizabeth porque ya había tenido novios antes y tenía mucha más experiencia que yo. Dijo que lo mejor que podía hacer cuando no sabes qué hacer durante algo sexual es prestar atención a cómo esa persona te besa y besarla de la misma forma. Dice que es muy sensible, y yo también quiero serlo. Así que dije, “¿Puedes enseñarme?” Y ella dijo, “No seas listillo.” Nos hablamos el uno al otro así siempre. Siempre la hace reír. Después de que Sam me enseñará un truco con un mechero Zippo le pregunté más sobre Mary Elizabeth. “¿Y si no quiero hacer nada sexual con ella?” “Simplemente di que no estás preparado.” “¿Eso funciona?” “A veces.” Quise preguntarle a Sam por el otro lado del “a veces”, pero no quería ser tan impertinente, y no quería saber mucho más. Me gustaría dejar de estar enamorado de Sam. De verdad que sí. Siempre con cariño, Charlie.

15 de febrero, 1992 Querido amigo, No me encuentro muy bien porque todo es muy confuso. Fui al baile y le dije a Mary Elizabeth lo guapa que iba. Le hice preguntas, y la dejé hablar todo el rato. Aprendí un montón sobre la “objetivación”, Americanos Nativos, y la burgesía. Pero sobre todo, aprendí mucho sobre Mary Elizabeth. Mary Elizabeth quiere ir a Berkeley y hacer dos carreras. Una es ciencias políticas. La otra es sociología con una menos concentración en los estudios de las mujeres. Mary Elizabeth odia el instituto y quiere explorar relaciones lésbicas. Le pregunté que si

pensaba que las chicas eran guapas, y ella e miró como si fuera tonto y dijo “no es eso.” La película preferida de Mary Elizabeth es Rojos. Su libro favorito es una autobiografía de una mujer que hacía de un personaje en Rojos. No recuerdo su nombre. El color preferido de Mary Elizabeth es el verde. Su estación preferida la primavera. Su sabor preferido de helado (dijo que se niega a comer yogurt congelado bajo en calorías solo en principio) es el Cherry Garcia. Su comida favorita es la pizza (mitad de hongos, mitad de pimientos verdes). Mary Elizabeth es vegetariana, y odia a sus padres. Le va muy bien en Español. Lo único que me preguntaba durante todo el tiempo era que si iba a querer darle un beso de buenas noches o no. Cuando le dije que no estaba preparado dijo que lo entendía y que lo había pasado muy bien. Dijo que era el chico más sensible que había conocido, lo que no entendí porque todo lo que hice realmente fue no interrumpirla. Después me preguntó si querría salir alguna vez, de lo que Sam y yo no habíamos hablado, así que no estaba preparado para responder. Dije que sí porque no quería hacer nada mal, pero no creo que pueda soportar otra noche entera de preguntas. No sé qué hacer. ¿A cuántas citas puedes ir sin que estés preparado para besar? No creo que nunca esté preparado para Mary Elizabeth. Tendré que preguntarle a Sam después. Mientras, Sam llevó a Patrick al baile después de que Craig dijera que estaba demasiado ocupado. Creo que tuvieron una fuerte discusión por esto. Finalmente, Craig dijo que no quería ir a un estúpido baile de instituto desde que se había graduado. En un momento en el baile, Patrick fue al parking para emborracharse con su consejero de orientación y Mary Elizabeth le estaba pidiendo al DJ que pusiera grupos de algunas chicas, lo que nos dejó a mí y a Sam a solas. “¿Te lo estás pasando bien?” Sam no me respondió muy bien. Solo parecía triste. “En realidad no. ¿Tú?” “No lo sé. Es mi primera cita, así que no sé con qué compararla.” “No te preocupes. Lo harás bien.” “¿De verdad?” “¿Quieres un poco de ponche?” “Claro.” Así, Sam se fue. De verdad parecía triste, y me habría gustado poder haber hecho que se sintiera mejor, pero a veces supongo que simplemente no puedes. Así que me quedé solo en la pared y miré el baile durante un rato. Te lo describiría, pero creo que es el tipo de situación en la que tienes que estar o al menos conocer a la gente. Pero entonces otra vez, quizás conocías a la misma gente cuando tú ibas a los bailes de tu instituto, si sabes a lo que me refiero. Lo único distinto de este particular baile era mi hermana. Estaba con su novio. Y durante una canción lenta pareció como que tuvieron una fuerte pelea porque paró de

mirarla y ella se fue corriendo de la pista de baile para ir a los baños. Intenté seguirla, pero ella sabe avanzar por sí sola. No volvió al baile, y su novio se fue al poco tiempo. Después de que Mary Elizabeth me dejara tirado, volví a casa y encontré a mi hermana llorando en el sótano. Era un tipo distinto de lloro. Del tipo que me asustó. Hablé muy bajito y despacio. “¿Estás bien?” “Déjame sola, Charlie.” “No, enserio. ¿Qué pasa?” “No lo entenderías.” “Puedo intentarlo.” “Eso es gracioso. Es muy gracioso.” “¿Quieres que despierte a mamá y a papá entonces?” “No.” “Igual ellos pueden-“ “¡CHARLIE! ¡CÁLLATE! ¿¡VALE!? ¡SOLO CÁLLATE!” Es entonces cuando empezó a llorar de verdad. No quería hacer que se sintiera peor, así que me giré y la dejé sola. Ahí es cuando mi hermana empezó a abrazare. No dijo nada. Solo me abrazó fuerte y no me dejaría ir. Así que la abracé también. Fue raro, porque nunca había abrazado a mi hermana antes. No cuando no la obligaban a hacerlo. Después de un rato, se calmó un poco y se desahogó. Respiró hondamente y se apartó el pelo que estaba pegado a su cara. Después me contó que estaba embarazada. Os contaría el resto de la noche, pero honestamente, no recuerdo mucho. Todo es como un triste aturdimiento. Sé que su novio le dijo que no era su bebé, pero mi hermana sabía que lo era. Y sé que rompió con ella justo ahí en el baile. Mi hermana no se lo había contado a nadie porque no quería que se supiera. Las únicas personas que lo sabemos somos yo, ella y él. No puedo decírselo a nadie que conozca. A nadie. Nunca. Le dije a mi hermana que después de un rato, probablemente no podría esconderlo, pero ella dijo que no iría tan lejos. Desde que tenía dieciocho no necesitaba el permiso de mamá o papá. Todo lo que necesitaba era a alguien que estuviera a su lado el sábado en la clínica. Y esa persona era yo. “Que suerte que tenga mi carnet ya.” Le dije para hacerla reír. Pero no lo hizo. Siempre con cariño, Charlie.

23 de febrero, 1992 Querido amigo, Estaba sentado en la sala de espera de la clínica. He estado ahí durante una hora o así. No recuerdo exactamente cuánto. Bill me dio un nuevo libro para leer, pero simplemente no me podía concentrar en él. Creo que tiene sentido por qué no. Después intenté leer algunas revistas, pero otra vez, no podía. No era tanto que mencionaran lo que la gente comía. Fueron todas las portadas de las revistas. Cada una tenía una cara sonriente, y cada vez que había una mujer en la portada, mostraba su escote. Me preguntaba si esas mujeres pretendían parecer guapas o si simplemente era parte del trabajo. Me preguntaba si tenían elección o no si querían ser famosas. No podía quitarme ese pensamiento de la mente. También vi la sesión fotográfica y a la actriz o a la modelo ir a comer una “comida ligera” con su novio más tarde. Podía verlo haciéndole preguntas sobre su día, y cómo ella no pensaría demasiado en ello, o si esa era su primera portada en una revista, como podía estar muy emocionada porque estaba empezando a hacerse conocida. Podía ver la revista en los quioscos, y un montón de ojos anónimos mirándola, y como algunas personas podrían pensar que era muy importante. Y después como una chica como Mary Elizabeth se cabrearía mucho con la actriz o la modelo por enseñar su escote con todas las otras actrices y modelos haciendo lo mismo, mientras algún fotógrafo como Craig mirara solo la calidad de las fotos. Después pensé que habrían algunos hombres que comprarían la revista y se masturbarían con ella. Y me pregunté qué pensarían la actriz o su novio sobre eso, si lo hacían en todo caso. Y después pensé que era hora de que dejara de pensar porque no le hacía a mi hermana ningún bien. Ahí es cuando empecé a pensar en mi hermana. Pensé en la vez en la que ella y sus amigas me pintaron las uñas, y que eso estaba bien porque mi hermano no estaba ahí. Y la vez en la que me dejó usar sus muñecas para hacer obras de teatro o cuando me dejaba ver lo que quería en la televisión. Y cuando empezó a hacerse una “adolescente” y no dejaba que nadie la mirara porque pensaba que estaba gorda. Y como realmente no estaba gorda. Y lo diferente que parecía su cara cuando se dio cuenta de que los chicos pensaban que era guapa. Y lo diferente que era su cara la primera vez que le gustó un chico de verdad que no estaba en un poster de su pared. Y lo que parecía su cara cuando se dio cuenta de que estaba enamorada de ese chico. Y después me pregunté cómo sería su cara cuando saliera a través de esas puertas. Mi hermana fue la única que me contó de dónde venían los niños. Mi hermana fue también la única que se rió inmediatamente cuando pregunté de dónde venían los niños. Cuando pensé en eso, empecé a llorar. Pero no podía dejar que nadie me viera porque si lo hacían, quizás no me dejaban volver conduciendo a casa, y quizás llamarían a nuestros padres. Y no podía dejar que eso pasara porque mi hermana

contaba conmigo, y esta era la primera vez que alguien contaba conmigo para algo. Cuando me di cuenta de que esta era la primera vez que lloré desde que le hice a mi tía Helen la promesa de no llorar a no ser que fuera por algo importante, tuve que ir fuera y no pude esconderme de nadie más. Tuve que estar en el coche durante un buen rato porque mi hermana me encontró ahí. Estaba fumando unos cigarrillos y llorando aún. Mi hermana golpeó la ventanilla. Yo la bajé. Me miró con su expresión curiosa. Después, su curiosidad se volvió cabreo. “¿¡Charlie, estás fumando!?” Estaba muy loca. No puedo deciros lo loca que estaba. “¡No puedo creer que estés fumando!” Ahí es cuando dejé de llorar. Y empecé a reírme. Porque de todas las cosas que podría haber dicho justo después de salir de ahí, escogió mi hábito de fumar. Y se cabreó por eso. Y sabía que si mi hermana se cabreaba, entonces su cara no sería tan distinta. Y que estaría bien. “Voy a decírselo a mamá y a papá, ¿lo sabes?” “No, no lo harás.” Dios, no podía parar de llorar. Cuando mi hermana lo pensó durante un segundo, creo que se imaginó por qué no podía decirles nada a mamá y a papá. Es como si de repente se acordara de dónde estábamos y lo que acababa de pasar y lo de locos que era que toda nuestra conversación terminara en todo esto. Después se empezó a reír. Pero la risa la hizo ponerse mala, así que tuve que salir del coche y ayudarla a ponerse en el asiento trasero. Ya había puesto una almohada y una manta para ella porque me imaginé que sería probablemente lo mejor para que durmiera un poco en el coche antes de ir a casa. Justo antes de que se quedara dormida, dijo, “Bueno, si vas a fumar, baja la ventanilla al menos.” Lo que me hizo empezar a reír de nuevo. “Charlie, fumando. No puedo creerlo.” Lo que me hizo reírme aún más, y le dije, “Te quiero.” Y mi hermana me dijo “Yo también te quiero. Para de reírte ya.” Progresivaente, mi risa paso a ser una ocasional sonrisa entre dientes, y después paró. Miré atrás y vi que mi herana estaba dormida. Así que arranqué el coche y puse la calefacción para que estuviera caliente. Ahí es cuando empecé a leer el libro que Bill me dio. Se trata de Walden, de Henry David Thoreau, que es el libro preferido de la novia de mi hermano, así que estaba muy emocionado por leerlo. Cuando el sol se puso, puse el panfleto sobre el tabaco en la página en la que paré de leer y conduje hacia casa. Me paré unos bloques antes de nuestra casa para despertar a mi hermana y poner la almohada y la manda en el maletero. Nos detuvimos en la entrada. Salimos. Entramos. Y escuchamos las voces de nuestra madre y nuestro padre desde las escaleras. “¿Dónde habéis estado vosotros dos todo el día?”

“Sí. La cena está casi lista.” Mi hermana me miró. Yo la miré. Se encogió de hombros. Así que empecé a hablar a mil por hora sobre la película que habíamos visto y cómo mi hermana me enseñó a conducir por carretera y cuando fuimos al McDonald’s. “¿¡McDonald’s!? ¿¡Cuando!?” “Vuestra madre ha hecho costillas, ¿sabéis?” Mi padre estaba leyendo el periódico. Cuando hablé, mi hermana fue hacia mi padre y le dio un beso en la mejilla. Él no levantó la vista del periódico. “Lo sé, pero fuimos a McDonald’s antes de ver la película, y de eso hace un rato ya.” Después, mi padre dijo aparentando de manera casual, “¿Qué película habéis visto?” Me congelé, pero mi hermana intervino con el nombre de la película justo antes de besar a mi madre en la mejilla. Nunca había oído hablar de esa película. “¿Estuvo bien?” Me congelé otra vez. Mi hermana estaba tan calmada. “Ha estado bien. Esas costillas huelen muy bien.” “Sí,” dije. Después pensé en algo para cambiar de tema. “Ey, papá. ¿Hay partido de hockey esta noche?” “Sí, pero solo te dejaré verlo conmigo si no haces ninguna de tus estúpidas preguntas.” “Vale, ¿pero puedo hacer una antes de que empiece?” “No sé. ¿Puedes?” “¿Debo?” Gruñó “Venga, va.” “¿Cómo le llaman los jugadores a la pelota de hockey otra vez?” “Pastilla. Le llaman pastilla.” “Vale. Gracias.” Desde ese momento y durante toda la cena, mis padres no hicieron más preguntas sobre nuestro día, aunque mi madre dijo lo contenta que estaba de que mi hermana y yo estuviéramos pasando más tiempo juntos. Esa noche, después de que nuestros padres se fueran a dormid, bajé al coche y saqué la almohada y la manta del maletero. Se las llevé a mi hermana a su habitación. Estaba muy cansada. Y habló muy bajito. Me dio las gracias por todo el día. Dijo que no la dejé tirada. Y dijo que quería que fuera nuestro pequeño secreto desde que decidió decirle a su antiguo novio que el embarazado fue una falsa alarma. Supongo que nunca le iría con la verdad nunca más. Justo cuando apagué las luces y abrí la puerta, la escuché decir en voz baja, “Quiero que dejes de fumar, ¿me oyes?” “Te oigo.” “Porque te quiero de verdad, Charlie.” “Yo también te quiero.” “Lo digo enserio.”

“También yo.” “Vale entonces. Buenas noches.” “Buenas noches.” Es entonces cuando cerré la puerta y la dejé dormir. No me apetecía leer esa noche, así que fui escaleras abajo y vi media hora de comerciales y anuncios de maquinas de hacer ejercicio. Seguían mostrando un 902 así que llamé. La mujer que cogió el teléfono se llamaba Michelle. Y le dije a Michelle que era un niño y que no necesitaba una máquina para hacer ejercicio, pero que esperaba que estuviera pasando una buena noche. Entonces Michelle me colgó. Y no me importó nada. Siempre con cariño, Charlie.

7 de marzo, 1992 Querido amigo, Las chicas son raras, y no lo digo de forma ofensiva. Simplemente no puedo decirlo de otra manera. He tenido otra cita con Mary Elizabeth. En muchos sentidos, ha sido igual que la del baile, excepto que llevábamos ropa más cómoda. Ella era la única que me preguntaba otra vez, y supongo que eso está bien, pero creo que voy a empezar a preguntar de vez en cuando porque no puedo esperar que siempre me pregunten. Además, si yo también pregunto, entonces estaré seguro de que salir con la chica es elección mía si dice que sí. Es tan complicado. La buena noticia es que yo fui el único que condujo esta vez. Le pregunté a mi padre si podía coger su coche. Pasó durante la cena. “¿Para qué?” Mi padre se pone protector con su coche. “Charlie tiene una novia,” dijo mi hermana. “No es mi novia,” dije. “¿Quién es la chica?” preguntó mi padre. “¿Qué está pasando?” preguntó mi madre desde la cocina. “Charlie quiere coger el coche,” respondió mi padre. “¿Para qué?” preguntó mi madre. “¡Eso es lo que estoy intentando averiguar!” dijo mi padre con la voz alzada. “No hace falta ponerse insolente,” dijo mi madre. “Lo siento,” dijo mi padre sin sentirlo. Después se volvió hacia mí. “Bueno, háblame de esa chica.” Le hablé un poco de Mary Elizabeth, dejando de lado la parte del tatuaje y del piercing en el obligo. Sonrió más o menos durante un rato, intentando saber si me

sentía culpable o algo. Entonces dijo que sí. Podía coger su coche. Cuando mi madre vino con un café, mi padre le contó toda la historia mientras yo me comía el postre. Esa noche, mientras terminaba el libro, mi padre entró y se sentó en el borde de la cama. Se encendió un cigarrillo y empezó a hablarme de sexo. Me había dado esta charla un par de años atrás, pero era más biológica entonces. Ahora, estaba diciendo cosas como… “Sé que soy tu padre, pero…” “tienes que ir con mucho cuidado hoy en día,” y “usar protección,” y “si ella dice que no, tienes que asumirlo…” “porque si la fuerzas a hacer algo que no quiere hacer, entonces estás en un buen problema, señorito…” “e incluso si ella dice que no, y en realidad quiere decir que sí, entonces es que está jugando y no vale la pena ni el precio de la cena.” “si necesitas hablar con alguien, puedes venir, pero si no quieres por algún motivo, habla con tu hermano,” y finalmente, “me alegro de que hayamos tenido esta charla.” Después, mi padre me revolvió el pelo, sonrió, y se fue de la habitación. Supongo que debería decirte que mi padre no es como con la televisión. Los temas sobre sexo no lo avergüenzan. Y de hecho sabe bastante de ello. Creo que estaba especialmente feliz porque yo solía besar a ese chico en el vecindario un montón cuando era muy pequeño, y a pesar de que el psiquiatra decía que era muy natural entre niños y niñas pequeñas explorar cosas así, creo que mi padre estaba asustado de todos modos. Supongo que es natural, pero no estoy seguro de por qué. De todos modos, Mary Elizabeth y yo fuimos a ver una película al centro. Era lo que llamaban una película “artística”. Mary Elizabeth dijo que era impresionante. Cuando esperábamos a que la película empezara, dijo que era una vergüenza que tanta gente fuera a ver películas estúpidas de Hollywood, y que solo hubiera unas pocas en este teatro. Después, dijo que apenas podía esperar por irse de aquí e ir a un centro en el que la gente apreciara cosas así. Después la película empezó. Estaba en un idioma extranjero y tenía subtítulos, lo que era divertido porque nunca había leído una película antes. La película por sí misma era muy interesante, pero no creía que fuera muy buena porque no me sentí distinto cuando terminó. Pero Mary Elizabeth se sintió diferente. Siguió diciendo que era una película “expresiva”. Muy “expresiva.” Y supongo que lo era. El tema es que no sabía lo que decía a pesar de que lo dijera muy bien. Más tarde, conduje hacia la tienda de discos de al lado del metro, y Mary Elizabeth me hizo un tour. Le encantaba esa tienda de discos. Dijo que era el único sitio en el

que se sentía ella misma. Decía que antes los cafés eran populares, no había sitios a los que ir para jóvenes como ella, a excepción del Big Boy, y eso era hasta este año. Me enseñó la sección de películas y me habló sobre todos esos directores de cortos y gente de Francia. Después, me llevó a la sección de importación y me habló de la música alternativa “auténtica”. Después me llevó a la sección de folk y me habló de grupos de chicas como the Slits. Dijo que se sintió muy mal por no haberme regalado nada en navidad, y quería arreglarlo. Entonces me compró un disco de Billie Holiday y me preguntó si quería ir a su casa y escucharlo. Así que estaba sentado solo en su sótano mientras ella estaba arriba cogiendo algo de bebida. Yo miraba la habitación, que estaba muy limpia y olía como si no vivieran ahí. Tenía una chimenea con un mantel y trofeos de golf. Y había una televisión y un bonito equipo. Y después Mary Elizabeth bajó las escaleras con dos vasos y una botella de brandy. Dijo que odiaba todo lo que sus padres adoraban, excepto el brandy. Me dijo que pusiera las bebidas mientras ella hacía el fuego. Estaba muy emocionada, también, lo que era extraño porque nunca había estado así. Seguía hablando sobre lo que le encantaba el juego y sobre que quería casarse con un hombre y vivir en Vermont algún día, lo que era extraño también porque Mary Elizabeth nunca habla de cosas así. Cuando terminó de hacer el fuego, puso el disco y más o menos bailó para mí. Dijo que se sentía muy caliente, pero no en el sentido de la temperatura. La música empezó, y ella chocó mi vaso, diciendo, “salud,” y tomando un sorbo de brandy. El brandy estaba muy bueno, por cierto, pero estaba mejor en la fiesta del Amigo Invisible. Terminamos los primeros vasos muy rápido. Mi corazón estaba latiendo muy rápido, y estaba empezando a ponerme nervioso. Me puso otro vaso de brandy y me cogió de la mano muy delicadamente cuando lo hizo. Después, deslizó su pierna sobre la mía, y vi lo que había debajo. Después, sentí su mano en la parte trasera de mi cuello. Moviéndose lentamente. Y mi corazón empezó a latir como loco. “¿Te gusta el disco?” dijo muy bajito. “Mucho.” Me gustaba de verdad. Era precioso. “¿Charlie?” “¿Uh-huh?” “¿Te gusto?” “Uh-huh.” “¿Sabes lo que quiero decir?” “Uh-huh.” “¿Estás nervioso?” “Uh-huh.” “No estés nervioso.” “Vale.” Ahí es cuando sentí su otra mano. Empezó por mi tobillo y encontró su camino

desde mi pierna hasta mi cadera y estómago. Después quitó su pierna de encima de la mía y se sentó en mis rodillas frente a mí. Me miró fijamente a los ojos, y no pestañeó. Ni una vez. Su rostro parecía caliente y diferente. Y se deslizó y empezó a besar mi cuello y mis orejas. Después mis mejillas. Después mis labios. Y todo más o menos se derritió. Me cogió de la mano y se quitó el suéter, yo no podía creer lo que estaba pasándome. O cómo se sentía tocar los pechos. O después, como parecían. O lo difícil que eran los sujetadores. Cuando hicimos todo lo que se puede hacer de estómago para arriba, me tumbé en el suelo, y Mary Elizabeth puso su cabeza en mi pecho. Ambos respirábamos muy despacio y escuchábamos la música y el fuego. Cuando la última canción terminó, sentí su respiración en mi pecho. “¿Charlie?” “¿Uh-huh?” “¿Crees que soy guapa?” “Creo que eres muy guapa.” “¿De verdad?” “De verdad.” Después se aferró a mí, más apretados, y durante la siguiente media hora, Mary Elizabeth no habló. Todo lo que yo podía hacer era estar ahí tumbado y pensar en lo mucho que su voz había cambiado cuando me preguntó si era guapa, y lo mucho que cambió cuando respondí, y cuando Sam dijo que no les gustaban esas cosas, y lo mucho que mi brazo empezaba a dolerme. Gracias a Dios que escuchamos abrirse la puerta automática del garaje cuando lo hicimos. Siempre con cariño, Charlie.

28 de marzo, 1992 Querido amigo, Se está empezando a caldear el ambiente un poco aquí, y la gente está siendo agradable en los pasillos. No conmigo necesariamente, solo en sentido general. Escribí una redacción sobre Walden para Bill, pero esta vez lo hice diferente. No escribí una reseña. Escribí una reseña pretendiendo que estaba cerca de un lago durante dos años. Me imaginé que vivía fuera de la tierra y que tenía perspectiva. Si te soy sincero, me gustó la idea de hacer eso ahora mismo. Desde la noche con Mary Elizabeth, todo ha sido diferente. Empezó este lunes en el instituto donde Sam y Patrick me miraron con una gran sonrisa. Mary Elizabeth les había contado lo de la noche que pasamos juntos, lo que no quería que hiciera en

realidad, pero Sam y Patrick pensaron que era genial, y estaban muy contentos por los dos. Sam seguía diciendo, “No puedo creer que no haya pensado en esto antes. Hacéis una pareja genial.” Creo que Mary Elizabeth piensa eso también, porque ha estado comportándose de forma totalmente diferente. Es agradable todo el tiempo, pero no me siento a gusto. No sé cómo describirlo. Es como si estuviera fumando un cigarrillo fuera con Sam y Patrick al final de día, y habláramos de algo hasta que fuera hora de ir a casa. Después, al llegar a casa, Mary Elizabeth vendría y me preguntaría, “¿Qué pasa?” Y yo no sabría que decirle porque lo único nuevo en mi vida había sido la vuelta a casa, lo que no es mucho. Pero le describo el paseo igualmente. Y después empieza a hablar, y no para durante un buen rato. Ha estado haciendo eso toda la semana. Eso y quitar hilitos de mi ropa. En un momento dado, hace dos días, estaba hablando de libros, e incluyó un montón de libros que yo había leído. Y cuando le dije que los había leído, me hizo preguntas muy largas que eran en realidad sus ideas con un signo de interrogación al final. Lo único que podía decir era “sí” o “no.” Honestamente no había espacio para decir nada más. Tras eso, empezó a hablar sobre sus planes de estudio, que ya había oído antes, así que dejé el teléfono, fui al baño, y cuando volví ella seguía hablando. Sé que está mal hacer eso, pero pensé sabía que si no me tomaba un descanso, haría algo peor. Como gritarle o colgarle el teléfono. También sigue hablando del disco de Billy Holiday que me compró. Y dice que quiere enseñarme todas esas cosas geniales. Y si te soy sincero, no quiero que me enseñe todas esas cosas geniales si implican que voy a tener que escuchar a Mary Elizabeth hablar de todas esas cosas geniales que expone todo el tiempo. Parece que seamos tres los protagonistas: Mary Elizabeth, yo, y las cosas geniales, y solo la primera le importa a Mary Elizabeth. No entiendo eso. Yo le daría a alguien un disco para que pudiera amar el disco, no para que siempre supieran que se lo he dado. Después, estaba la cena. Desde que las vacaciones se habían terminado, mi madre me preguntó si quería llevar a Sam y a Patrick a cenar como me prometió después de decirle que tenía un gran gusto para vestir. ¡Estaba tan emocionado! Se lo dije a Sam y a Patrick e hicimos planes para la noche del sábado, y dos horas después, Mary Elizabeth se acercó a mí en el pasillo y dijo, “¿A qué hora el sábado?” Yo no sabía qué hacer. Solo era para Sam y Patrick. Esa era toda la idea desde el principio. Y nunca había invitado a Mary Elizabeth. Creo que sé por qué asumió que estaba invitada, pero ni siquiera había esperado a ver. Ni dejar caer una insinuación. Ni nada. Así que, en la cena, en la cena en la que quería que mamá y papá vieran lo agradables y fantásticos que eran Sam y Patrick, Mary Elizabeth habló todo el tiempo. No era todo culpa suya. Mi padre y mi madre le preguntaron más cosas de las que le preguntaron a Sam y a Parick. Supongo que porque estoy saliendo con Mary

Elizabeth, y eso es más interesante para ellos que mis amigos. Supongo que tiene sentido. Pero aún así. Es como si nunca llegaran a conocer a Sam y a Patrick. Y ese era todo el propósito. Cuando la cena terminó, y todos se fueron, todo lo que mi madre dijo fue que Mary Elizabeth era muy inteligente, y todo lo que mi padre dijo era que mi novia era guapa. No dijeron nada de Sam y Patrick. Y todo lo que quería durante toda la noche era que conocieran a mis amigos. Era muy importante para mí. El tema con respecto al sexo es raro, también. Es como si tras la primera noche tuviéramos esa plantilla en la que básicamente hacíamos lo que hicimos la primera vez, pero sin fuego y sin Billie Holiday porque estábamos en el coche y todo se precipitó. Quizás así es como tienen que ser las cosas, pero me sentía raro. Mi hermana había estado leyendo todos esos libros sobre mujeres desde que le dijo a su ex novio que lo del embarazo era una falsa alarma y él quería volver con ella y ella dijo que no. Así que le pregunté sobre Mary Elizabeth (dejando de lado la parte del sexo) porque sabía que podía ser neutral, especialmente desde que se “mantuvo al margen” en la cena. Mi hermana dijo que Mary Elizabeth padece de baja autoestima, pero le dije que dijo lo mismo de Sam en noviembre cuando empezó a salir con Craig, y Sam es totalmente diferente. No todo puede ser baja autoestima, ¿no? Mi hermana intentó aclararme las cosas. Dijo que introduciéndome en todas esas cosas geniales, Mary Elizabeth ganaba una “posición superior” que no necesitaría si estuviera segura de sí misma. También dijo que la gente que intenta controlar la situación todo el tiempo tiene miedo de que si no lo hacen, nada salga de la forma que ellos quieren. No sé si tiene razón o no, pero a pesar de todo me daba pena. No por Mary Elizabeth. Ni por mí. Solo en general. Porque empecé a pensar que no sabía quién era Mary Elizabeth para nada. No estoy diciendo que me estuviera mintiendo, pero simplemente actuaba muy diferente antes de que la conociera, y si ella realmente no es quien era al principio, me gustaría que simplemente lo hubiera dicho. Pero quizás si es como era al principio, y yo no me había dado cuenta. Simplemente no quiero ser otra cosa de la que Mary Elizabeth esté al mando. Le pregunté a mi hermana qué debía hacer, y ella me dijo que lo mejor es ser honesto sobre mis sentimientos. Mi psiquiatra decía lo mismo. Y entonces me sentí muy triste porque pensé que quizás yo era diferente a cómo Mary Elizabeth originalmente me veía también. Y quizás yo estaba mintiendo al no decirle que era difícil escucharla todo el tiempo sin decir nada. Pero yo estaba intentando ser agradable como Sam me dijo. No sé en qué punto empecé a hacerlo mal. Intenté llamar a mi hermano para hablarle de esto, pero su compañero de habitación dijo que estaba muy ocupado con las clases, así que decidí no dejar un mensaje porque no quería distraerlo. Lo único que hice fue mandarle mi redacción sobre Walden, podría compartirla con su novia. Después, quizás si tenía tiempo, podría leerla, y podríamos hablar sobre eso, y tendría la oportunidad de preguntarles a

los dos sobre lo que debería hacer con Mary Elizabeth ya que ellos estaban saliendo correctamente y sabría cómo hacer que las cosas funcionaran. Incluso si no llegábamos a hablar de ello, me encantaría conocer a la novia de mi hermano. Incluso por teléfono. Llegué a verla una vez en una cinta de video en uno de los partidos de fútbol de mi hermano, pero no es lo mismo. A pesar de que era muy guapa. Pero no de forma convencional. No sé por qué estoy diciendo todo eso. Solo deseo que Mary Elizabeth me haga otra pregunta aparte de “¿Qué hay?” Siempre con cariño, Charlie.

18 abril, 1992 Querido amigo, Me he hecho un tremendo lío con las cosas. De verdad. Me siento fatal por ello. Patrick dijo que lo mejor que podría hacer era alejarme durante un tiempo. Todo empezó el lunes. Mary Elizabeth vino al instituto con un libro de poemas de un famoso escritor llamado e.e cummings. La historia del libro era que vio una película que hablaba de un poema que comparaba las manos de las mujeres con las flores y la lluvia. Pensó que era precioso y por eso fue y compró el libro. Lo ha leído un montón de veces desde entonces, y me dijo que quería que yo tuviera mi propia copia. No la que ella compró, sino una nueva. Todo el día me dijo que le enseñara a todo el mundo el libro. Sé que tenía que ser agradecido porque era algo muy bonito. Pero no estaba agradecido. No estaba agradecido para nada. No me mal interpretes. Actué como si lo estuviera. Pero no lo estaba. Si te soy sincero, estaba empezando a cabrearme. Quizás si me hubiera dado el libro que se compró para ella habría sido diferente. O quizás si hubiera copiado a mano el poema de la lluvia que le encantaba en un trozo de papel. Y definitivamente si no me hubiera hecho enseñárselo a todo el mundo que conocíamos. Quizás debería haber sido sincero con ella entonces, pero no creía que fuera el momento correcto. Cuando me fui del instituto ese día, no fui a casa porque no quería hablar con ella por teléfono, y mi madre no es una mentirosa muy hábil para estas cosas. Así que, en lugar de eso, caminé por el lugar en el que estaban todas las tiendas de ropa y videos. Fui directo a la tienda de libros. Y cuando la chica tras el mostrador me preguntó si necesitaba ayuda, abrí mi cartera y le devolví el libro que Mary Elizabeth me había comprado. No hice nada con el dinero. Simplemente me lo metí en el pantalón. Cuando iba de camino a casa, todo en lo que podía pensar era en lo terrible que era lo que acababa de hacer, y empecé a llorar. Al mismo tiempo caminé hacia la puerta,

estaba llorando tanto que mi hermana paró de ver la televisión para hablar conmigo. Cuando le conté lo que había hecho ella me condujo a la tienda de libros porque yo estaba demasiado confuso como para conducir, y cogí el libro otra vez, lo que me hizo sentir un poco mejor. Cuando Mary Elizabeth me preguntó dónde había estado todo el día por teléfono esa noche, le conté que había ido a la tienda con mi hermana. Y ella me preguntó si había comprado algo bonito, y yo le dije que sí. Ni siquiera pensé que iba en serio, pero lo dije de todos modos. Me sentí tan mal al haber devuelto su libro. Me pasé la siguiente hora al teléfono escuchándola hablar del libro. Después nos dijimos buenas noches. Baje las escaleras para preguntarle a mi hermana si podía llevarme a la tienda otra vez para que pudiera conseguirle a Mary Elizabeth algo bonito. Mi hermana me dijo que fuera yo. Y que sería mejor que empezara a ser sincero con Mary Elizabeth sobre cómo me sentía. Quizás debería haberlo hecho entonces, pero no creía que fuera el momento correcto. Al día siguiente en el instituto le di a Mary Elizabeth el regalo que fui a comprarle. Era una nueva copia de Matar a un ruiseñor. Lo primero que Mary Elizabeth dijo fue, “Es original.” Simplemente que me pareció que no lo decía enserio. No se estaba burlando de mí. No estaba comparándolo. O Criticándolo. En realidad no. Créeme. Así que le expliqué que Bill me daba libros especiales para leer fuera de clase y que Matar a un ruiseñor fue el primero. Y lo especial que era para mí. Después dijo, “Gracias. Es muy dulce.” Pero después empezó a explicarme que lo había leído hace tres años y pensó que estaba sobrevalorado y que hicieron una película en blanco y negro con actores famosos como Gregory Peck y Robert Duvall y que el guionista ganó un Oscar. De alguna forma aparté mis sentimientos a algún lado tras eso. Me fui del instituto, paseé y no llegué a casa hasta la una de la mañana. Cuando le expliqué a mi padre por qué, él me dijo que actuara como un hombre. Al día siguiente en el instituto, cuando Mary Elizabeth me preguntó dónde había estado el día anterior, le dije que me compré un paquete de cigarrillos, fui al Big Boy, y que pasé todo el día leyendo el libro de E. E. Cummings mientras comía sándwiches. Sabía que estaba a salvo diciendo esto porque nunca me haría una pregunta sobre el libro. Y estaba en lo cierto. Después de que terminara de hablar de él esa vez no creía que necesitara leerlo por mí mismo. Ni aunque quisiera. Definitivamente creo que debería haber sido sincero ahí, pero si te digo la verdad, estaba cabreándome tanto como cuando practicaba deportes, y eso estaba empezando a asustarme. Afortunadamente, las vacaciones de Semana Santa empezaban el viernes, y eso distraería las cosas un poco. Bill me dio Hamlet para leer durante el descanso. Dijo que necesitaría algo de tiempo libro para concentrarme realmente en la obra. Supongo que no es necesario decir quién la escribió. El único aviso que Bill me dio era que

pensara en el personaje principal de la misma forma que los demás personajes principales que había leído. Dijo que no me dejara llevar pensando que la obra era “demasiado elegante”. Así que, en Viernes Santo el otro día, tuvimos un show especial de The Rocky Horror Picture Show. Lo que lo hizo especial fue el hecho de que todo el mundo supiera que era el principio de las vacaciones de Semana Santa, y muchos niños llevarían sus trajes y vestidos en masa. Me recuerda al miércoles de ceniza en el colegio cuando los niños venían con las frentes pintadas. Siempre añade un aire emocionante. Tras el show, Craig nos invitó a todos a su apartamento para beber vino y escuchar el White Album. Cuando el disco terminó, Patrick sugirió que jugáramos a verdad o atrevimiento, un juego al que le encanta jugar cuando está “piripi”. Adivinad quien escogió atrevimiento en lugar de verdad durante toda la noche. Yo. Simplemente no quería decirle a Mary Elizabeth la verdad por el juego. Estaba funcionando muy bien casi toda la noche. Los atrevimientos eran cosas como “trágate una cerveza.” Pero entonces, Patrick me propuso un atrevimiento. Ni siquiera pienso que supiera lo que estaba haciendo, pero me lo propuso igualmente. “Besa a la chica más guapa de la habitación en los labios.” Ahí es cuando escogí el ser honesto. En retrospectiva, probablemente no podía haber escogido un momento peor. El silencio empezó cuando me levanté (porque Mary Elizabeth estaba justo a mi lado). En ese momento me arrodillé frente a Sam y la besé, el silencio era irrompible. No fue un beso romántico. Fue amistoso, como cuando interpreto a Rocky y ella hace de Janet. Pero no importó. Podría decir que fue el vino o la cerveza que había bebido. Podría haber dicho también que me había olvidado de la vez que Mary Elizabeth me preguntó si creía que era guapa. Pero estaría mintiendo. La verdad es que cuando Patrick me retó, sabía que si besaba a Mary Elizabeth le estaría mintiendo a todo el mundo. Incluyendo a Sam. Incluyendo a Patrick. Incluyendo a Mary Elizabeth. Y no podía hacerlo más. Ni aunque fuera parte de un juego. Tras el silencio, Patrick hizo lo mejor para salvar la noche. Lo primero que dijo fue, “Bueno, ¿esto no es un poco raro?” Pero no funcionó. Mary Elizabeth salió rápidamente de la habitación hacia el baño. Patrick me dijo después que no quería que nadie la viera llorar. Sam la siguió, pero justo antes de que se fuera de la habitación se giró hacia a mí y me dijo seriamente, “¿Qué coño pasa contigo?” Fue la mirada en su rostro cuando lo dijo. Y lo mucho que lo sentía. Repentinamente eso hizo que todo pareciera como realmente era. Me sentí fatal. Simplemente fatal. Patrick inmediatamente se levantó y me llevó fuera del apartamento de Craig. Caminamos por la calle y lo único de lo que era consciente era del frío. Le dije que debería volver dentro y disculparme. Patrick dijo,

“No. Cogeré nuestros abrigos. Quédate aquí.” Cuando Patrick me dejó fuera, empecé a llorar. Era real y me entró el pánico, y no podía parar. Cuando Patrick volvió, dije, llorando mucho, “de verdad creo que debería entrar y disculparme.” Patrick negó con la cabeza. “Créeme. No quieres entrar ahí.” Después meneó las llaves del coche en mi cara y dijo, “Venga, vamos. Te llevaré a casa.” En el coche, le dije a Patrick todo lo que había estado pasando. Sobre el disco. Y el libro. Y Matar a un ruiseñor. Y que Mary Elizabeth nunca me hacía preguntas. Y todo lo que Patrick dijo fue, “qué mal que no seas gay.” Eso me hizo parar de llorar un poco. “Por si las moscas, si fueras gay, nunca saldría contigo. Eres un desastre.” Eso hizo que me empezara a reír algo. “Y creía que Brad lo tenía chungo. Madre mía.” Eso me hizo reír más. Después, encendió la radio y condujo a través de los túneles hacia casa. Cuando me dejó, Patrick me dijo que lo mejor que podía hacer era alejarme durante un tiempo. Creo que ya te he contado eso. Me dijo que cuando supiera más, me llamaría. “Gracias, Patrick.” “Ni lo digas.” Y después dije, “¿Sabes, Patrick? Si yo fuera gay querría salir contigo.” No sé por qué dije eso, pero me pareció lo correcto. Patrick simplemente sonrió y dijo, “Claro.” Después se fue por la carretera. Cuando me tumbé en la cama esa noche, puse el disco de Billie Holiday y empecé a leer el libro poemas de E. E. Cummings. Cuando leí el poema en el que compara las manos de las mujeres con las flores y la lluvia, puse el libro boca abajo y fui a la ventana. Me quedé mirando mi reflejo y los árboles que habían al otro lado durante un rato. Sin pensar en nada. Sin sentir nada. Sin escuchar el disco. Durante horas. Algo raro pasa conmigo. Y no sé qué es. Siempre con cariño, Charlie.

26 abril, 1992 Querido amigo, Nadie me ha llamado desde esa noche. No les culpo. He estado todas las vacaciones

leyendo Hamlet. Bill tenía razón. Es mucho más fácil pensar en el chico de la obra como si fuera uno más de los personajes que he leído. También me ayudó mientras intentaba averiguar qué pasaba conmigo. No me dio ninguna respuesta necesariamente, pero me ayudo saber que alguien más había pasado por eso. Especialmente alguien que vivió hace mucho tiempo. Llamé a Mary Elizabeth, y le dije que había estado escuchando el disco cada noche y leyendo el libro de E. E. Cummings. Ella simplemente dijo “Es demasiado tarde, Charlie.” Le habría explicado que no quería volver a salir con ella otra vez y que solo estaba haciendo cosas como amigo, pero sabía que solo habría empeorado las cosas, así que no lo hice. Simplemente dije, “Lo siento.” Y lo sentía de verdad. Y sabía que ella me creía. Pero cuando eso no cambió nada y no había nada más que un silencio malo por teléfono, sabía que era demasiado tarde. Patrick me llamó, pero todo lo que dijo fue que Craig se cabreó mucho con Sam por mi culpa, y que debería seguir alejado hasta que las cosas se aclararan. Le pregunté si quería salir, solo él y yo. Dijo que estaría ocupado con Brad y con cosas de familia, pero que intentaría llamarme si podía encontrar tiempo. Hasta ahora no lo ha hecho. Os hablaría sobre el Domingo de Resurrección con la familia, pero ya os he hablado del Día de Acción de Gracias y de Navidad, y no hay mucha diferencia. A excepción de que mi padre consiguió un aumento de sueldo, y mi madre no porque a ella no le pagan por ser ama de casa, y mi hermana paró de leer esos libros de autoestima porque conoció a un nuevo chico. Mi hermano vino a casa, pero cuando le pregunté si su novia leyó mi crítica de Walden, me dijo que no porque rompió con él cuando se enteró de que la estaba engañando. Eso pasó hace tiempo ya. Así que le pregunté si la había leído él y dijo que no porque estaba muy ocupado. Dijo que intentaría leerla en vacaciones. Hasta ahora no lo ha hecho. Así que fui a visitar a mi tía Helen, y por primera vez en mi vida, eso no me ayudó. Incluso intenté seguir mi propio plan de recordar los detalles de la última vez que tuve una gran semana, pero eso no ayudó tampoco. Sabía que me había buscado todo eso yo solo. Sabía que me merecía eso. Haría cualquier cosa por no ser así. Haría cualquier cosa por arreglar las cosas con todo el mundo. Y por no tener que ver a un psiquiatra que me diera una charla sobre ser “pasivo agresivo.” Y por no tener que tomar la medicina que me da, que es demasiado cara para mi padre. Y no tener que hablar de malos recuerdos con él. O estar nostálgico por cosas malas. Simplemente quería que Dios o mis padres o Sam o mi hermana o alguien me dijera qué pasa conmigo. Que me dijera cómo ser diferente de una forma que tuviera sentido. Que hiciera que todo esto se fuera. Y desapareciera. Sé que esto está mal porque es mi responsabilidad, y sé que las cosas se ponen peor justo antes de que

mejoren porque eso es lo que me psiquiatra dice, pero este es un peor que es demasiado grande. Tras una semana sin hablar con nadie, finalmente llamé a Bob. Sé que está mal, pero no sabía que más hacer. Le pregunté si tenía algo que pudiera comprar. Dijo que tenía un cuarto de onza de marihuana. Así que cogí algo del dinero de mi Semana Santa y lo compré. He estado fumándola todo este tiempo. Siempre con cariño, Charlie.

Parte 4. 29 abril, 1992 Querido amigo, Ojalá pudiera decirte que todo está mejorando, pero desafortunadamente no es así. Es difícil también porque hemos empezado las clases de nuevo y no puedo ir a los sitios a los que solía ir. Y no puede ser como era. Y no estoy preparado para decir adiós aún. Si te soy sincero, he estado evitando todo. Paseo por los alrededores del instituto y miro a la gente. Miro a los profesores y me preguntó por qué están aquí. Si les gusta su trabajo. O nosotros. Y me preguntó lo inteligentes que eran cuando tenían quince. No de una forma cruel. De una forma curiosa. Es como mirar a todos los estudiantes y preguntarse quién tiene el corazón roto ese día, o si serán capaces de afrontar tres exámenes o el análisis de un libro con eso. O preguntarse quién le rompió el corazón. Y preguntarse por qué. Especialmente desde que sé que si hubiera ido a otro instituto, la persona que tuviera el corazón roto habría tenido el corazón roto por otra persona, entonces ¿por qué tiene que ser tan personal? Y si yo fuera a otro instituto, no habría conocido nunca a Sam ni a Patrick ni a Mary Elizabeth ni a nadie excepto a mi familia. Puedo deciros una cosa que pasó. Estaba en el centro comercial porque ahí es donde voy últimamente. Durante las últimas semanas, he estado yendo ahí cada día, intentando imaginarme por qué la gente va ahí. Es más o menos un proyecto personal. Estaba ese niño pequeño. Quizás tuviera catorce años. No estoy seguro. Estaba llorando mucho y seguía llorando por su madre. Se debía haber perdido. Entonces, vi a ese chico más mayor, que quizás tuviera diecisiete. Creo que iba a un instituto diferente porque no lo había visto antes. De todos modos, este chico más mayor, de aspecto rudo con una chaqueta de cuero y un largo cabello y todo eso, se acercó al chico más pequeño y le preguntó cuál era su nombre. El chico más pequeño respondió y paró de llorar. Entonces, el chico más mayor se fue con el chico más pequeño Un minuto después, escuché por el interfono decirle a la madre que su niño estaba en el puesto de información. Así que fuí al puesto de información para ver lo que pasaba. Supongo que la madre había estado buscando al niño durante un buen rato porque vino corriendo hacia el puesto de información, y cuando vio al niño empezó a llorar. Lo agarró delicadamente y le dijo que nunca se escapara otra vez. Después le agradeció al chico mayor que lo había ayudado, y todo lo que el chico dijo fue, “A la próxima vez vigílelo un poco mejor, joder.” Entonces se fue.

El hombre con el bigote detrás del puesto de información se quedó mudo. También la madre. El niño pequeño se restregó la nariz, mirando a su madre y dijo, “Patatas fritas.” La madre lo miro al niño pequeño, asintió y se marcharon. Así que los seguí. Fueron al lugar en el que estaban los puestos de comida, y compraron patatas fritas. El niño pequeño estaba sonriendo y cogiendo kétchup él mismo. Y la madre seguía limpiándole la cara mientras le daba caladas al cigarrillo. Yo continué mirando a la madre, intentando imaginar cómo sería cuando era joven. Si estaba casada. Si su niño pequeño fue un accidente o un propósito. Y si eso tenía alguna importancia. Vi a otras personas. Hombres mayores sentados solos. Chicas jóvenes con sombra de ojos azul y uñas raras. Niños pequeños que parecían cansados. Padres con bonitos abrigos que parecían aun más cansados. Jóvenes trabajando tras los puestos de comida que parecía que no habían tenido la opción de vivir durante horas. Las máquinas que seguían abriéndose y cerrándose. La gente que seguía dando dinero y cogiendo el cambio. Y todo me pareció muy inquietante. Así que decidí encontrar otro sitio al que ir y adivinar por qué la gente iba ahí. Desafortunadamente, no hay muchos sitios como este. No sé cuánto tiempo voy a poder estar sin un amigo. Solía ser capaz de hacerlo muy fácilmente, pero eso era antes de saber lo que era tener un amigo. Es mucho más fácil no saber las cosas a veces. Y que comer patatas fritas con tu madre sea suficiente. La única persona con la que realmente me había apetecido hablar durante las últimas dos semanas era con Susan, la chica que solía “salir” con Michael en el colegio cuando tenía aparato. La vi en el descanso, rodeada de un grupo de chicos que no conocía. Todos estaban riéndose y haciendo bromas sexuales, y Susan estaba haciéndolo lo mejor que podía cuando se reía con ellos. Cuando me vio acercándome al grupo, su cara se volvió pálida. Era como si no quisiera recordar lo que era doce meses antes, y como si en realidad no quisiera que los chicos supieran que me conocía y que solía ser mi amiga. Todo el grupo se quedó callado y me miró, pero ni siquiera me di cuenta. Solo miré a Susan, y todo lo que dije fue, “¿Alguna vez lo echas de menos?” No lo dije a malas o de una forma acusatoria. Simplemente quería saber si alguien más se acordaba de Michael. Si te soy sincero, estaba colocado de una forma mala, y no podía quitarme la pregunta de la cabeza. Susan estaba totalmente perdida. No sabía qué hacer. Esas fueron las primeras palabras que habíamos intercambiado desde el año pasado. Supongo que no era justo preguntárselo en un grupo como ese, pero nunca la veía sola ya, y necesitaba saberlo de verdad. Al principio, pensé que su blanca expresión era el resultado de la sorpresa, pero cuando vi que no se le iba supe que no era por eso. De repente caí en la cuenta de que si Michael estuviera por aquí, Susan probablemente no estaría “saliendo” con él. No

porque fuera mala persona o superficial o cruel. Sino porque las cosas cambian. Los amigos se van. Y la vida no se para para nadie. “Siento haberte molestado, Susan. Estoy pasando una mala época. Eso es todo. Que tengas un buen día,” dije y me marché. “Dios, ese chico es un puto friki,” le escuché susurrar a uno de los chicos cuando iba ya por la mitad del pasillo. Lo dijo de una forma más objetiva que cruel, y Susan no lo corrigió. No sé si me hubiera corregido a mi mismo esos días. Siempre con cariño, Charlie.

2 mayo, 1992 Querido amigo, Hace un par de días, fui a ver a Bob para conseguir más maría. Probablemente debería decir que sigo olvidándome de que Bob no va al instituto con nosotros. Probablemente porque ve más televisión que nadie que conozca, y es increíble con el trivial. Deberíais verlo hablar sobre Mary Tyler Moore. Es un poco escalofriante. Bob tiene una peculiar forma de vivir. Dice que se da una ducha cada día. Pondera su escondite diariamente. Dice que cuando estás fumándote un cigarrillo con alguien, y tienes un mechero, debes encender su cigarro primero. Pero si tienes cerillas, debes encender tu cigarro primero, para que seas tú quien respire el “azufre dañino” en lugar de ellos. Dice que es lo políticamente correcto. También dice que es tener mala suerte ser “tres para una cerilla”. Escuchó eso de su tío que luchó en Vietnam. Algo sobre que tres cigarrillos era tiempo suficiente para que el enemigo supiera dónde estabas. Bob dice que cuando estás solo, y te enciendes un cigarrillo, y el cigarrillo se enciende solo la mitad significa que alguien está pensando en ti. También dice que cuando te encuentras un penique te da suerte si está cara arriba. Dice que lo mejor es encontrar un penique cuando estás con alguien y le das a otra persona la suerte. Cree en el karma. También le encanta jugar a las cartas. Bob va a tiempo parcial al colegio local. Quiere ser chef. Es hijo único y sus padres nunca están en casa. Dice que solía molestarle mucho cuando era más joven, pero ya no. Lo que pasa con Bob es que la primera vez que lo conoces, es muy interesante porque sabe cosas acerca de las reglas del tabaco y peniques y Mary Tyler Moore. Pero cuando ya lo conoces un tiempo, empieza a repetir las mismas cosas. En las últimas semanas no ha dicho nada que no le haya escuchado antes. Por eso me quedé tan en shock cuando me contó lo que había pasado. Básicamente, el padre de Brad pillo a Brad y a Patrick juntos. Supongo que el padre de Brad no sabía lo de su hijo porque cuando los pillo, el padre

de Brad empezó a pegarle. No una bofetada o un puñetazo. Sino con el cinturón. De ese tipo. Patrick le dijo a Sam, quien se lo contó a Bob, que nunca había visto nada así. Supongo que fue así de malo. El quería decir “Para” y “Lo estás matando.” Incluso quería tumbar al padre de Brad. Pero se congeló. Y Brad seguía gritando, “¡Vete!” a Patrick. Y finalmente Patrick lo hizo. Eso fue la semana pasada. Y Brad aún no ha vuelto al instituto. Todo el mundo cree que igual lo han mandado a una escuela militar o algo. Nadie sabe seguro nada. Patrick intentó llamarlo una vez, pero cuando el padre de Brad cogió el teléfono, colgó. Bob dijo que Patrick estaba mal. No puedo decirte lo mal que me sentí cuando me contó eso porque quería llamar a Patrick y ser su amigo y ayudarlo. Pero no sabía si debería llamarlo por lo que dijo sobre esperar hasta que las cosas se aclararan. El tema es que no podía pensar en nada más. Así que el viernes, fui al Rocky Horror Picture Show. Esperé hasta que la obra empezó antes de entrar en el teatro. No quería aguarle el espectáculo a todo el mundo. Solo quería ver a Patrick haciendo de Frank ‘n Furter como siempre porque sabía que si lo veía así, estaría bien. Como cuando mi hermana se enfada conmigo por fumar cigarrillos. Me senté en un asiento de la última fila y miré hacia el escenario. Había un par de escenas antes de que entrara Frank ‘n Furter. Ahí es cuando vi a Sam haciendo de Janet. Y la eché mucho de menos. Y lo sentía tanto por cómo lo había fastidiado todo. Especialmente cuando vi a Mary Elizabeth haciendo de Magenta. Era muy duro de ver. Pero entonces Patrick finalmente salió como Frank ‘n Furter, y estaba genial. Estaba mucho mejor que nunca en muchos sentidos. Me encantó ver a mis amigos. Me fui antes de que la obra terminara. Conduje a casa escuchando algunas canciones que escuchábamos cuando éramos infinitos. Y fingí que estaban en el coche conmigo. Incluso hablaba en voz alta. Le conté a Patrick que creía que era genial. Le pregunté a Sam por Craig. Le dije a Mary Elizabeth que lo sentía y lo que me encantó el libro de E. e. Cummings y que quería hacerle preguntas sobre él. Pero entonces paré porque me empezó a parecer demasiado triste. También pensé que si alguien me veía hablando en voz alta cuando estaba solo en el coche, sus miradas me convencerían de que lo que me estaba pasando era quizás peor de lo que pensaba. Cuando llegué a casa, mi hermana estaba viendo una película con su nuevo novio. No hay mucho más que decir aparte de que su nombre es Erik, y que tiene el pelo corto y es un estudiante de tercer año. Erik había alquilado la película. Cuando le choqué la mano, le pregunté sobre la película porque no la reconocía, solo salía un actor que salía en una serie de televisión, y no podía recordar su nombre. Mi hermana dijo, “Es estúpida. No te gustaría.” Yo dije, “¿De qué va?” Ella dijo, “Venga, Charlie. Ya casi va a terminar.”

Yo dije, “¿Estaría bien si viera el final?” Ella dijo, “Puedes verla cuando haya terminado.” Yo dije, “Bueno, ¿qué tal si veo el final con vosotros y después la rebobino y la veo hasta donde la he empezado a ver con vosotros?” Ahí es cuando pausó la película. “¿Necesitas una pista?” “Supongo que no.” “Queremos estar solos, Charlie.” “Oh. Lo siento.” Si os soy sincero, sabía que quería estar a solas con Erik, pero yo quería tener compañía. Sabía que no era justo arruinarles el rato solo porque yo echaba de menos a todo el mundo, así que les di las buenas noches y me fui. Subí a mi habitación y empecé a leer el nuevo libro que Bill me había dado. Se llamaba El Extranjero. Bill dijo que es “muy fácil de leer, pero muy difícil de leer bien.” No tengo ni idea de qué quiere decir, pero me gusta el libro. Siempre con cariño, Charlie.

8 mayo, 1992 Querido amigo, es extraño que las cosas puedan cambiar tan rápidamente como cambiaron originalmente. Cuando una cosa pasa y rápidamente, todo vuelve a la normalidad. El lunes, Brad volvió al instituto. Parecía diferente. No es que estuviera magullado o algo así. Su cara en realidad estaba bien. Pero antes, Brad era siempre un chico que paseaba por el instituto con vitalidad. No puedo describíroslo de otra forma. Es simplemente que algunas personas caminan con sus cabezas hacia el suelo por alguna razón. No les gusta mirar a las otras personas a los ojos. Brad nunca fue de ese tipo. Pero ahora sí. Especialmente cuando se acerca a Patrick. Los vi hablando en el pasillo. Estaba demasiado lejos como para escuchar lo que decían, pero podría decir que Brad estaba ignorando a Patrick. Y cuando Patrick empezó a cabrearse, Brad cerró su taquilla y se fue. No fue tan extraño por el hecho de que Brad y Patrick nunca hablaran en el instituto desde que Brad quería que las cosas fueran en secreto. Lo extraño era que Patrick habría ido detrás de Brad en primer lugar. Así que supongo que no se reunían en las clases de golf nunca más. Ni hablaban por teléfono siquiera. Después esa misma tarde, estaba fumando un cigarrillo fuera yo solo y vi a Patrick solo, también fumando un cigarrillo. No estaba lo suficientemente cerca como para

verlo, pero no quería interferir en su tiempo personal, así que no me acerqué a él. Pero Patrick estaba llorando. Estaba llorando mucho. Tras eso, donde fuera que lo viera, no parecía que estuviera ahí. Parecía que estaba en otro sitio. Y creo que sabía eso porque así es como la gente solía decir que yo estaba. Quizás aún lo hagan. No estoy seguro. Entonces el jueves pasó algo realmente terrible. Estaba sentado solo en la cafetería, comiendo un filete, cuando vi a Patrick acercarse a Brad, que estaba sentado con sus compañeros de fútbol, y vi que Brad lo ignoraba como hizo en la taquilla. Y vi a Patrick cabrearse demasiado, y parecía muy furioso cuando se giró para irse. Brad se quedó sentado durante un momento, después se giró. Y después lo escuché. Fue lo suficientemente alto para que un par de mesas lo escucharan. Lo que Brad le gritó a Patrick. “¡Maricón!” Los compañeros de fútbol de Brad empezaron a reírse. Unas cuantas mesas se callaron y Patrick se giró. Estaba cabreado como nunca. No bromeo. Tumbó a Brad sobre la mesa y dijo, “¿Qué me has dicho?” Dios, estaba cabreadísimo. Nunca había visto a Patrick así antes. Brad permaneció callado durante un segundo, pero sus amigos seguían incitándolo mientras le empujaban de los hombros. Brad miró a Patrick y dijo más alto y cruel que la última vez, “Te he dicho maricón.” Los amigos de Brad empezaron a reírse aún más. Eso hasta que Patrick le dio el primer puñetazo. Es extraño que toda la sala se calle de golpe justo antes de que empiecen los ruidos de verdad. La pelea fue dura. Mucho más que la que había tenido con Sean el año pasado. No habían puñetazos limpios o cosas así como ves en las películas. Simplemente se pegaban y golpeaban. Y el que fuera más agresivo o estuviera más cabreado era el que daba más golpes. En este caso estaba siendo normal hasta que los amigos de Brad se metieron y se volvió un cinco contra uno. Ahí es cuando yo me metí. No podía ver cómo le hacían daño a Patrick aunque las cosas no estuvieran claras aún. Creo que todo el mundo que me conocía quizás se sorprendiera o confundiera. Excepto mi hermano. Él me enseñó lo que hacer en estas situaciones. No quiero entrar en detalles, solo decir que al final, Brad y dos de sus compañeros pararon de pelear y solo me miraban. Sus otros dos amigos estaban tumbados en el suelo. Uno se estaba agarrando el tobillo que le había golpeado con una de las sillas de metal de la cafetería. El otro estaba sujetándose la cara. Le di en los ojos, pero no muy fuerte. No quería ser demasiado malo. Miré al suelo, y vi a Patrick. Su cara estaba hecha un desastre, y estaba llorando mucho. Lo ayudé con su pie, y después miré a Brad. No creo que hubiéramos

intercambiado ni dos palabras antes, pero supongo que ese era el momento de empezar. Todo lo que dije fue, “Si vuelves a hacer esto, se lo diré a todo el mundo. Y si eso no es suficiente, te machacaré.” Señalé a su amigo que estaba sujetándose la cara, y supe que Brad me escuchó y supo a qué me refería. Él no dijo nada, también porque los guardias de seguridad de nuestro instituto vinieron para tirarnos a todos de la cafetería. Primero nos llevaron a la enfermería, y después al Sr. Small. Patrick empezó la pelea, así que lo expulsaron una semana. Los amigos de Brad tres días por pelearse con Patrick después de que él empezara la primera pelea. A Brad no lo suspendieron porque todo lo que hizo fue defenderse. A mí tampoco me suspendieron porque solo estaba ayudando a un amigo cuando eran cinco contra uno. Brad y yo empezábamos un mes de castigo, empezando ese día. En el castigo, el Sr. Harris no puso ninguna regla. Simplemente nos dejaba leer o hacer deberes o hablar. Realmente no fue un castigo a menos que te gusten los programas de televisión que hacen justo después de las clases o estés muy preocupado por la falta permanente. Me pregunto si todo es una mentira. Una falta permanente, digo. En el primer día de castigo, Brad se sentó a mi lado. Parecía muy triste. Creo que todo le golpeó de alguna forma después de que parara de sentir los dolores de la pelea. “¿Charlie?” “¿Sí?” “Gracias. Gracias por pararlos.” “De nada.” Y eso fue todo. No le he vuelto a decir nada desde entonces. Y no se ha sentado a mi lado hoy. Al principio cuando lo dijo, estaba un poco confundido. Pero después creo que lo entendí. Porque yo no querría que un grupo de amigos míos golpearan a Sam aunque ya no le gustara nunca más. Cuando salí del castigo ese día, Sam estaba esperándome. El minuto en que la vi, sonrió. Yo estaba confundido. No podía creerme que estuviera ahí de verdad. Entonces, la vi girarse y lanzarle a Brad una mirada realmente fría. Brad dijo, “dile que lo siento.” Sam respondió, “díselo tú mismo.” Brad se fue y se dirigió hacia su coche. Después, Sam vino hacia a mí y me despeinó. “He oído que eres un ninja o algo así.” Creo que asentí. Sam me llevó a casa en su camioneta. De camino, me dijo que estaba muy enfadada por lo que le hice a Mary Elizabeth. Me dijo que Mary Elizabeth es una vieja amiga suya. Incluso me recordó que Mary Elizabeth estuvo ahí con ella cuando pasó por aquella mala época que me contó cuando me dio la máquina de escribir. No quiero

repetir lo que era. Dijo que cuando la besé a ella en lugar de a Mary Elizabeth, herí su amistad durante un tiempo. Supongo que a Mary Elizabeth le gustaba bastante. Eso me hizo ponerme triste porque no sabía que le gustara tanto. Simplemente creía que quería contarme todas esas cosas geniales. Ahí es cuando Sam dijo, “Charlie, eres tan tonto a veces. ¿Lo sabes?” “Sí. Lo sé. De verdad.” Entonces dijo que Mary Elizabeth y ella lo superaron y me dio las gracias por hacerle caso a Patrick y mantenerme alejado durante un tiempo como hice porque hizo las cosas más fáciles. Entonces dije, “¿Entonces podemos ser amigos ahora?” “Claro,” fue todo lo que dijo. “¿Y de Patrick?” “Y de Patrick.” “¿Y de todo el mundo?” “Y de todo el mundo.” Ahí es cuando empecé a llorar. Pero Sam me hizo callar. “¿Recuerdas lo que le dije a Brad?” “Sí. Le dijiste que debería decirle él mismo a Patrick que lo sentía.” “Eso también va por Mary Elizabeth.” “Lo intenté, pero me dijo…” “Sé que lo intentaste. Te estoy diciendo que lo intentes otra vez.” “Vale.” Sam me dejó. Cuando estaba lo suficientemente lejos como para no verme, empecé a llorar otra vez. Porque era mi amiga de nuevo. Y eso era suficiente para mí. Así que me hice a mi mismo la promesa de que nunca volvería a arruinar las cosas como lo había hecho. Y nunca lo iba a hacer. Puedo asegurarte eso. Cuando fui al Rocky Horror Picture Show esa noche, fue un poco tenso. No por Mary Elizabeth. Eso estaba bien. Le dije que lo sentía, y después le dije si quería decirme algo. Y como antes, le hice una pregunta y obtuve una larga respuesta. Cuando terminé de escuchar (escuché de verdad), le dije que lo sentía otra vez. Después me agradeció que no intentara hacer ver que lo que hice pareciera menos ofensivo con un montón de excusas. Y las cosas volvieron a la normalidad, excepto que ahora éramos amigos. Si te digo la verdad, creo que la gran razón por la que todo está yendo bien es que Mary Elizabeth está saliendo con uno de los amigos de Craig. Su nombre es Peter, y está en el instituto, lo que le hace a Mary Elizabeth feliz. En la fiesta del apartamento de Craig escuché a Mary Elizabeth decirle a Alice que era mucho más feliz con Peter porque tenía más opiniones, y tenían debates. Dijo que yo era muy dulce y comprensivo, pero que nuestra relación era solo de un lado. Ella quería a una persona que estuviera predispuesta a discutir y que no necesitara el permiso de otra para

hablar. Quise reírme. O cabrearme. O encogerme de hombros por lo extraño que era todo el mundo, especialmente yo. Pero estaba en una fiesta con mis amigos, así que no importó demasiado. Solo bebí porque supuse que era hora de dejar de fumar tanta hierba. Lo que hizo que la situación fuera un poco tensa fue que Patrick oficialmente dejó de hacer de Frank ‘n Furter en la obra. Dijo que no quería seguir haciéndolo… nunca más. Así que se sentó y vio la obra entre el público conmigo, y dijo cosas que fueron difíciles de escuchar porque Patrick normalmente no es infeliz. “¿Alguna vez has pensado, Charlie, que nuestro grupo es igual que cualquier otro grupo como el del equipo de fútbol? ¿Y que la única diferencia que hay entre nosotros es lo que escuchamos y por qué lo escuchamos?” “¿Sí?” Y hubo una pausa. “Bueno, creo que todo es mierda.” Y lo decía de verdad. Fue difícil verlo sentir eso tanto. Algún chico que no conocía de nada hizo la parte de Frank ‘No Furter. Había sido el suplente de Parick desde hacía mucho tiempo, y ahora era su oportunidad. Era muy bueno también. No tan bueno como Patrick, pero muy bueno. Siempre con cariño, Charlie.

11 mayo, 1992 Querido amigo, He estado pasando un montón de tiempo con Patrick estos días. No he dicho mucho en realidad. Simplemente escucho y asiento porque Patrick necesita hablar. Pero no es como cuando estaba con Mary Elizabeth. Es diferente. Empezó el sábado por la mañana tras la obra. Estaba en mi cama intentándome imaginar por qué a veces puedes despertarte y volverte a dormir y otras veces no. Entonces mi madre llamó a la puerta. “Tu amigo Patrick al teléfono.” Así que me levanté y me deshice del sueño. “¿Hola?” “Vístete. Estoy de camino.” Click. Eso fue. En realidad tenía un montón de trabajo desde que se acercaba el final del curso, pero sonó como si fuéramos a tener algún tipo de aventura, así que me vestí. Patrick llegó en diez minutos. Llevaba la misma ropa que la noche anterior. No se había duchado ni nada. Ni siquiera creo que se hubiera ido a la cama. Simplemente

estuvo despierto con cafés y cigarrillos y Mini Thins, esas pastillas pequeñas que puedes comprar en Quick Marts o en gasolineras. ¡Te mantienen despierto! No son ilegales, pero te dan sed. Así que me subí al coche de Patrick, que estaba lleno de humo. Me ofreció uno, pero le dije que no delante de mi casa. “¿Tus padres no saben que fumas?” “No. ¿Deberían?” “Supongo que no.” Después, comenzó a conducir… rápido. Al principio Patrick no decía mucho. Simplemente escuchaba la música del radio casete. Cuando la segunda canción empezó, le pregunté si era la cinta que le había dado en navidad durante el Amigo Invisible. “He estado escuchándola toda la noche.” Patrick tenía esa sonrisa en toda su cara. Era una sonrisa enferma. Falsa y entumecida. Subió el volumen. Y condujo aún más rápido. “Te diré algo, Charlie. Me siento bien. ¿Sabes lo que quiero decir? Muy bien. Como si fuera libre o algo. Como si no tuviera que fingir nunca más. Voy a ir a la universidad, ¿no? Será diferente allí. ¿Sabes a lo que me refiero?” “Claro,” dije. “He estado pensando toda la noche sobre el tipo de posters que quiero poner en mi dormitorio. Y si tendré una pared de ladrillos a la vista. Siempre he querido una pared de ladrillos que se vean, para que pudiera pintarla. ¿Sabes lo que quiero decir?” Simplemente asentí esta vez porque en realidad no estaba esperando un “claro.” “Las cosas serán distintas allí. Tienen que serlo.” “Lo serán,” dije. “¿De verdad crees eso?” “Claro.” “Gracias, Charlie.” Así es más o menos como fue el día. Fuimos a ver una película. Y comimos pizza. Y cada vez que Patrick empezaba a cansarse, se tomaba un café y se tomaba otra Mini Thin o dos. Cuando las cosas empezaron a ponerse oscuras fuera, me enseñó todos los sitios en los que había estado con Brad. No decía mucho de él. Simplemente se quedaba ahí. Terminamos en el curso de golf. Nos sentamos en el campo dieciocho, que estaba muy en lo alto de la colina, y vimos el sol desaparecer. En este momento, Patrick había comprado una botella de vino rojo con su carné falso, y estuvimos dándole viajes. Solo hablando. “¿Has oído hablar de Lily?” preguntó. “¿Quién?” “Lily Miller. No sé cuál es su primer nombre de verdad, pero la llamaban Lily. Era una estudiante de último año cuando yo era un novato.”

“No creo.” “Creo que tu hermano te lo habrá contado. Es un clásico.” “Quizás.” “Vale. Párame si la has oído.” “Vale.” “Lily salía con ese chico que era el delantero en todos los partidos.” “¿Parker?” “Sí, Parker. ¿Cómo lo sabías?” “Mi hermana se pilló por él.” “¡Perfecto!” Nos estábamos emborrachando bastante. “Pues Parker y Lily vinieron aquí esa noche. ¡Y estaban muy enamorados! Él incluso le dio su pin de la suerte o algo.” En ese momento, Patrick estaba escupiendo vino entre frase y frase, se estaba riendo mucho. “Incluso tenían una canción. Algo como Broken Wings de esa banda, Mr. Mister. Ni siquiera lo sé, pero espero que fuera Broken Wings porque haría la historia perfecta.” “Sigue,” le presioné. “Vale. Vale.” Tragó. “Bueno, estaban saliendo desde hacía tiempo, y creo que hasta se habían acostado antes, pero esa iba a ser una noche especial. Ella preparó un pequeño picnic, y compró una caja de percusión para tocar Broken Wings.” Patrick no podía con esa canción. Se estuvo riendo durante diez minutos. “Vale. Vale. Lo siento. Bueno, hicieron este picnic con sándwiches y todo eso. Empezaron a hacerlo. La música sonaba, y estaban a punto de hacerlo cuando Parker se dio cuenta de que se olvidó los preservativos. Los dos estaban desnudos en el césped. Los dos se querían. No había condón. ¿Así que qué crees que pasó?” “No lo sé.” “¡Lo hicieron al modo perrito con una bolsa de uno de los sándwiches!” “¡NO!” fue todo lo que pude decir. “¡SÍ!” fue la refutación de Patrick. “¡DIOS!” fue mi respuesta. “¡SÍ!” fue la conclusión de Patrick. Después de partirnos de risa y de que gastáramos casi todo el vino escupiéndolo, se giró hacia mí. “¿Y sabes cuál es la mejor parte?” “¿Cuál?” “Era la que iba a dar el discurso de despedida. ¡Y todo el mundo lo sabía cuando subió a dar el discurso!” No hay nada como las respiraciones hondas tras haberte reído tanto. Nada en el mundo como un estómago dolorido por una buena razón. Fue así de genial. Así que Patrick y yo comenzamos a compartir todas las historias en las que podíamos pensar.

Había un niño llamado Barry, que solía hacer cometas en clase de arte. Después, tras el colegio, ponía petardos en ellas y las volaba por los aires. Ahora está estudiando para ser controlador de tráfico aéreo. -historia de Patrick vía Sam. Y también estaba ese niño llamado Chip que se gastaba todo el dinero de su pensión y navidad y cumpleaños en comprar un equipo de exterminación e iba puerta por puerta preguntando si podía matar a los insectos gratis. -historia mía vía mi hermana. Había un chico llamado Carl Burns y todo el mundo lo llamaba C.B. Y un día C.B. se emborrachó tanto en una fiesta que intentó tirarse al perro del dueño. -historia de Patrick. Y estaba ese chico al que le llamaban “Action Jack” porque supuestamente lo pillaron masturbándose en una fiesta. Y en cada encuentro de motivación, los niños aplaudían y cantaban. Action Jack… palmada palmada palmada… ¡Action Jack! -historia mía vía mi hermano Hubieron otras historias y otros nombres. Stace Segunda Base, que tenía pechos en cuarto grado y dejaba a algunos chicos que se los tocaran. Vincent, que tomó ácido e intentó lavar un sofá en un retrete. Sheila, que supuestamente se masturbó con un perrito caliente y tuvo que ir a la sala de emergencia. La lista seguía y seguía. A final, todo en lo que podía pensar era en cómo deberían sentirse esas personas cuando vayan a las reuniones de clase. Me pregunto si se avergonzarán, y me pregunto si es un precio pequeño a pagar por ser una leyenda. Cuando el alcohol nos bajó un poco con café y las Mini Thins, Patrick me llevó a casa. La cinta que le hice hizo sonar un montón de canciones de invierno. Y Patrick se giró hacia a mí. “Gracias, Charlie.” “Claro.” “No. Me refiero en la cafetería.” “Claro.” Tras eso, todo se calló. Me condujo a casa y me dejo en la entrada. Nos despedimos con un abrazo de buenas noches y cuando estuve a punto de irme, me mantuvo un poco cerca. Y acercó su cabeza hacia la mía. Me besó. Un beso de verdad. Después, se alejó lentamente. “Lo siento.” “No. Está bien.” “De verdad. Lo siento.” “No, enserio. Ha estado bien.” Entonces dijo “gracias” y me abrazó otra vez. Y volvió a besarme. Yo le dejé. No sé por qué. Estuvimos en su coche durante un buen rato. No hicimos otra cosa además de besarnos. Y no lo hicimos durante mucho. Tras un rato, sus ojos perdieron la falsedad y el entumecimiento del vino o del café o del hecho

de que había estado despierto la noche anterior. Después empezó a llorar. Y empezó a hablar de Brad. Y yo le dejé. Porque para eso están los amigos. Siempre con cariño, Charlie.

17 mayo, 1992 Querido amigo, Parece que cada mañana desde esa noche me despierto confundido, me duele la cabeza, y no puedo respirar. Patrick y yo hemos estado pasando un montón de tiempo juntos. Bebemos mucho. En realidad es Patrick el que bebe, yo doy tragos. Es difícil ver a un amigo tan dolido. Especialmente cuando no puedes hacer nada excepto “estar ahí.” Quiero que pare de hacerse daño, pero no puedo. Así que simplemente lo sigo cuando quiere enseñarme su mundo. Una noche Patrick me llevó a un parque en el que los hombres se encuentran con otros. Patrick me dijo que si no quería que nadie me molestara sería mejor que no mirara fijamente a nadie. Dijo que el contacto visual es que accedes para ir por ahí anónimamente. Nadie habla. Simplemente encuentran sitios a los que ir. Tras un rato, Patrick vio a alguien que le gustó. Me preguntó si quería algún cigarrillo, y cuando le dije que no me dio una palmada en el hombro y se fue con ese chico. Yo simplemente me senté en un banco, mirando alrededor. Todo lo que vi fue la desesperación de la gente. Alguien en el suelo. En un árbol. Simplemente andando. Estaba tan callado. Después de unos minutos me encendí un cigarrillo y escuché el susurro de alguien. “¿Tienes otro cigarrillo?” preguntó la voz. Yo me giré y vi a un hombre a oscuras. “Claro,” dije. Le di con la mano el cigarrillo. Lo cogió. “¿Tienes fuego?” dijo. “Claro,” dije, y lo encendí. En lugar de agacharse y encenderse el cigarrillo, puso sus manos en forma de copa para tocar las mías, algo que hacemos cuando hace viento. Pero no hacía viento. Creo que solo quería tocar mis manos, porque cuando se encendía el cigarrillo, lo hizo durante más tiempo de lo necesario. Quizás quería que viera su cara con el resplandor de la llama. Para ver lo guapo que era. No lo sé. Me sonaba. Pero no podía imaginarme de qué.

Se alejó de la llama. “Gracias.” Y exhaló. “No hay problema,” dije. “¿Te importa si me siento?” preguntó. “No mucho.” Se sentó. Y dijo un par de cosas. Y fue su voz. Reconocí su voz. Así que me encendí otro cigarrillo y lo miré de nuevo, lo pensé bien, y ahí es cuando lo supe. ¡Era el chico que daba las noticias deportivas en la televisión! “Buena noche,” dijo. ¡No podía creerlo! Supongo que decidí asentir porque siguió hablando. ¡Sobre deportes! Siguió hablando de que el bateador escogido en el baseball era malo y por qué el baloncesto era un éxito comercial y que los equipos parecían prometer en el fútbol de la universidad. ¡Incluso mencionó el nombre de mi hermano! ¡Lo juro! Todo lo que dije fue, “¿Cómo es salir en televisión?” Debió ser lo peor que podía haber dicho porque simplemente se levantó y se fue. Me pareció fatal porque quería preguntarle si pensaba que mi hermano lo lograría en lo profesional. Otra noche, Patrick me llevó a ese sitio en el que venden popper, una droga que inhalas. No tenían popper, pero el chico de detrás del mostrador dijo que tenía algo que era igual de bueno. Así que Patrick compró eso. Estaba en una especie de espray. Los dos esnifamos un poco, y os juro que nos pensamos que íbamos a morir de un ataque al corazón. De todos modos, creo que Patrick me llevó a casi todos los lugares a los que hay que ir y que no habría conocido de otra manera. Estaba ese bar karaoke en una de las calles principales de la ciudad. Y también ese club de bailar. Y ese baño en aquel gimnasio. Todos esos sitios. A veces, Patrick se llevaba chicos. Otras no. Dijo que era difícil estar seguro. Y que nunca lo sabes. Las noches que se traía a alguien lo hacían estar triste. Es difícil también porque Patrick empezaba cada noche muy emocionado. Siempre decía que se sentía libre. Y que esa noche era su destino. Y cosas así. Pero al final de la noche, simplemente parecía triste. A veces hablaba de Brad. Otras no. Pero tras un tiempo, todo el tema dejó de interesarle sin más, y huía de las cosas para mantenerse seguro. Así que esta noche me llevó a casa. Fue la noche en la que fuimos al parque en el que los hombres tienen encuentros con otros. Y la noche que vio a Brad allí con otro chico. Brad estaba demasiado centrado en lo suyo como para darse cuenta de nosotros. Patrick no dijo nada. No hizo nada. Solo volvió al coche, y condujo en silencio. De camino, tiró la botella de vino por la ventana. Y aterrizo rompiéndose. Y esa vez no intentó besarme como había hecho cada noche. Simplemente me dio las gracias por ser su amigo. Y se fue.

Siempre con cariño, Charlie.

21 mayo, 1992 Querido amigo, El curso está a punto de terminar. Queda otro mes más o así para irnos. Pero a los de último año como mi hermana, Sam y Patrick solo les quedaban un par de semanas. Después tendrán el baile de promoción y la graduación, y estaban muy ocupados haciendo planes. Mary Elizabeth se traerá a su nuevo novio, Peter. Mi hermana a Erik. Patrick irá con Alice. Y Craig supongo que irá con Sam esta vez. Hasta han alquilado una limusina y todo eso. No con mi hermana, claro. Ella irá en el coche de su nuevo novio, un Buick. Bill se ha puesto muy sentimental últimamente porque siente que su primer año de enseñanza termina. Al menos eso es lo que me ha dicho a mí. Estaba pensando mudarse a Nueva York y escribir obras, pero me dijo que no cree que realmente quiera ya. Le encanta enseñar inglés a los chicos y cree que quizás pueda encargarse del departamento de drama el próximo año. Creo que ha estado pensando en esto demasiado porque no me ha dado un nuevo libro para leer desde El Extranjero. Me ha dicho que vea un montón de películas, y que escribiera un ejercicio sobre lo que pensaba de todas ellas. Las películas eran El Graduado, Harold y Maude, Mi Vida Como Un Perro (¡que tenía subtítulos!), El Club de los Poetas Muertos, y una película llamada La Increíble Verdad, muy difícil de encontrar. Vi todas esas películas en un día. Estuvo genial. El ejercicio que escribí fue muy similar a los que había hecho anteriormente. Los escribí porque todo lo que Bill me decía que leyera o que viera era parecido. Excepto la vez que me hizo leer El Almuerzo Desnudo. De paso, me dijo que me había dado ese libro porque acababa de romper con su novia y estaba en plan filosófico. Supongo que por eso estaba triste esa tarde en la que hablamos de En El Camino. Se disculpó por dejar que su vida personal afectara a su enseñanza, y yo se lo acepté porque no sabía qué más hacer. Es extraño pensar en los profesores como personas, incluso cuando se trata de Bill. Supongo que lo ha hecho desde que hizo las paces con su novia. Ahora están viviendo juntos. Al menos eso es lo que él dijo. Así que en el instituto Bill me dio mi último libro para leer ese año. Se llamaba El Manantial, y es muy largo. Cuando me dio el libro, Bill dijo, “Sé escéptico con este. Es un buen libro. Pero

intenta ser un filtro, no una esponja.” A veces, creo que Bill se olvida de que tengo dieciséis años. Pero me alegro mucho de que lo haga. No he empezado a leerlo porque estoy muy ocupado con mis otras clases porque paso mucho tiempo con Patrick. Pero si me pongo al día, habré terminado mi primer año con notables altos, lo que me hace muy feliz. No saqué un notable en matemáticas, pero el Sr. Carlo me dijo que parara de preguntarme “¿por qué?” todo el tiempo y que simplemente siguiera las fórmulas. Así que lo hice. Ahora tengo buenas notas en todos los exámenes. Ojalá supiera cómo lo hacen las fórmulas. De verdad que no tengo ni idea. Estaba pensando que empecé a escribirte porque tenía miedo de empezar el instituto. Hoy, me siento bien, así que es gracioso. Por cierto, Patrick paró de beber la noche en la que vio a Brad en el parque. Creo que se está sintiendo mejor. Solo quiere graduarse e ir a la universidad ahora. Vi a Brad en el castigo el lunes después de verlo en el parque. Y parecía estar como siempre. Siempre con cariño, Charlie.

27 mayo, 1992 Querido amigo, He estado leyendo El Manantial en los últimos días, y es un libro increíble. Leí en la parte trasera que el autor nació en Rusia y vino a América cuando era joven. Apenas hablaba inglés, pero quería ser un gran escritor. Pensé que era muy admirable, así que me senté e intenté escribir una historia. “Ian MacArthur es un encantador joven que lleva gafas y mira a través de ellas con encanto.” Esa era la primera frase. El problema era que no podía pensar en la siguiente. Tras limpiar mi habitación tres veces, decidí dejar a Ian solo durante un tiempo porque estaba empezando a cabrearme con él. He tenido mucho tiempo para escribir y leer y pensar en cosas esta última semana porque todo el mundo está ocupado con su baile de promoción y graduación y horarios. El viernes que viene es su último día de instituto. Y el baile de promoción es el martes, algo que me ha extrañado porque pensaba que sería el fin de semana, pero Sam me dijo que todos los institutos no pueden tener el baile de promoción la misma noche porque no habrían suficientes trajes y restaurantes a los que ir. Dije que me parecía muy bien planeado. Y entonces al

sábado es la graduación. Me parece muy emocionante. Ojala me fuera a pasar a mí. Me pregunté cómo sería cuando yo me fuera de este lugar. El hecho de que fuera a tener un compañero de habitación y que tuviera que comprar champú. Pensé en lo genial que sería ir a mi baile de promoción dentro de tres años con Sam. Espero que caiga en viernes. Y esperaba ser el que hace el discurso en la graduación. Me planteé cómo sería mi discurso. Y si Bill me ayudaría con él si no se fuera a Nueva York a escribir obras. Creo que eso sería muy amable por su parte. No lo sé. El Manantial es un libro muy bueno. Espero estar siendo un filtro. Siempre con cariño, Charlie.

2 junio, 1992 Querido amigo, ¿Tú sufriste las novatadas? Supongo que probablemente sí porque mi hermana dijo que es una tradición en muchas universidades. Este año la novatada consistía en lo siguiente: algunos veteranos llenaron la piscina con seis mil embases de zumo de fresa. No tengo ni idea de quién es el que piensa en estas cosas ni por qué, solo sé que las novatadas significan el final del curso. Lo que esto tiene que ver con una piscina de zumo va más allá de mí, pero estaba muy feliz por no tener gimnasio. En realidad estaba siendo un período muy emocionante porque todos habíamos estado ocupados terminando el curso. Este viernes es el último día de instituto para todos mis amigos y mi hermana. Han estado hablando de su baile de promoción sin parar. Incluso la gente que piensa que es una tontería como Mary Elizabeth no puede parar de hablar de lo tontería que es. Es todo muy divertido de presenciar. Así que, por ahora, todo el mundo se ha estado imaginando a qué universidad va a ir el próximo año. Patrick va a ir a la Universidad de Washington porque quiere estar cerca de la música allí. Dice que quiere trabajar para una compañía algún día. Quizás ser publicista o una persona que encuentra nuevos grupos. Sam finalmente tomó la decisión de irse pronto para el programa de verano en la universidad que ha escogido. Me encanta esa expresión. La universidad que he escogido. El colegio de seguridad es otro de mis favoritos. El tema era que Sam iba a entrar en dos universidades. La universidad que había escogido y el colegio de seguridad. Podía empezar en el colegio de seguridad en otoño, pero en lugar de ir a la universidad que había escogido, tenía

que hacer ese programa especial de verano como mi hermano. ¡Así es! La universidad es Penn State, algo genial porque ahora puedo visitar a mi hermano a Sam de un viaje. No quiero pensar que Sam se va a ir ya, pero me preguntaba qué pasaría si ella y mi hermano empezaran a salir, algo estúpido porque no se parecen en nada, y Sam está enamorada de Craig. Tengo que parar de hacer esto. Mi hermana irá a la “pequeña universidad de artes liberales del este” llamada Sarah Lawrence. Casi no logra ir porque cuesta mucho dinero, pero obtuvo una beca académica mediante el Rotary Club o el Moose Lodge o algo así, algo que creí muy generoso de su parte. Mi hermana ha sido la segunda de su clase. Creía que quizás iba a dar el discurso de despedida, pero sacó un bien cuando estaba pasando por esa época difícil con su antiguo novio. Mary Elizabeth va a ir a Berkeley. Y Alice va a estudiar películas en la Universidad de Nueva York. No sabía que le gustaban las películas, pero supongo que así es. Ella las llama “películas.” Por otro lado, yo he terminado El Manantial. Ha sido una experiencia genial. Es extraño describir que leer un libro es realmente una gran experiencia, pero así es como me sentí. Era un libro diferente a los demás porque no iba de un niño. Y no era como El Extranjero o El Desayuno Desnudo, aunque pensaba que era filosófico desde un punto de vista. Pero no era como si tuvieras que buscar la filosofía. Era muy sencillo, creo, y lo mejor es que cogí lo que el autor escribió y lo puse en términos de mi propia vida. Quizás eso es lo que significa ser un filtro. No estoy seguro. Había una parte en la que el personaje principal, este arquitecto, está sentado en un barco con su mejor amigo, un magnate de la prensa. Y el magnate de la presa dice que el arquitecto es un hombre muy frío. El arquitecto le responde que si el barco se estuviera hundiendo, y solo hubiera sitio en el barco para una persona, él gustosamente daría su vida por el magnate de la presa. Y entonces dijo algo así… “Moriría por ti. Pero no viviré por ti.” Algo así, creo que la idea es que cada persona tiene que vivir su propia vida y después tomar la elección de compartirla con otras personas. Quizás eso es lo que hace que la gente “participe.” No estoy muy seguro. Porque no sé si me importaría vivir por Sam durante un tiempo. Después tampoco me querría, así que quizás es mucho más amable que todo eso. Espero eso al menos. Le hablé a mi psiquiatra del libro, de Bill, de Sam y Patrick y de todas sus universidades, pero él sigue haciéndome preguntas de cuando era pequeño. El tema es que siento que le estoy repitiendo los mismos recuerdos. No lo sé. Dice que es importante. Supongo que tendremos que ver. Escribiría un poco más hoy, pero tengo que aprenderme las fórmulas de matemáticas para el final del jueves. ¡Deséame suerte!

Siempre con cariño, Charlie.

5 junio, 1992 Querido amigo, Quería hablarte sobre nosotros corriendo. Esa puesta de sol. Y esa colina. La colina que subía hasta el capo número dieciocho en el que Patrick y yo desperdiciamos el vino riéndonos. Y solo unas horas antes, Sam y Patrick y todo el mundo que yo quería y conocía tenían su último día de instituto. Y yo estaba feliz porque ellos estaban felices. Mi hermana incluso me dejó que la abrazara en el vestíbulo. Felicidades era la palabra del día. Sam, Patrick y yo fuimos al Big Boy y fumamos cigarrillos. Después, estuvimos andando. Andando hasta que fue la hora de ir al Rocky Horror. Y estuvimos hablando de cosas que parecían importantes en ese momento. Subiendo esa colina. Y después Patrick empezó a correr tras la puesta de sol. Y Sam inmediatamente lo siguió. Y yo los vi en una silueta. Corriendo tras el sol. Después empecé a correr. Y todo era tan perfecto como podía ser. Esa noche, Patrick decidió hacer de Frank ‘n Furter por última vez. Estaba muy feliz por ponerse otra vez el traje, y todo el mundo estaba feliz porque lo hiciera. Fue muy emotivo en realidad. Hizo la mejor actuación que le había visto hacer. Quizás no era objetivo, pero no importa. Era la obra que siempre había recordado. Especialmente la última canción. La canción se llamaba “Me Voy a Casa.” En la película, Tim Curry, que interpreta al personaje, llora durante esta canción. Pero Patrick estaba sonriendo. Y pareció estar bien. Incluso presioné a mi hermana para que viniera a ver la obra con su novio, pero nunca quería. Aunque esta vez sí. Y como ella y su novio nunca habían visto la obra antes, eran técnicamente “vírgenes,” lo que significa que tenían que hacer todas esas cosas vergonzosas antes de que la obra empezara para “iniciarse.” Decidí no decirle a mi hermana esto, y ella y su novio tuvieron que salir al escenario e intentar bailar Time Warp. El que perdía el curso del baile tenía que fingir que estaba teniendo sexo con un gran muñeco de peluche, así que rápidamente le enseñé a mi hermana y a su novio cómo bailar Time Warp, para que no se perdieran. Fue divertido ver a mi hermana bailar Time Warp en el escenario, pero no creo que hubiera podido soportar verla fingiendo tener sexo con un gran muñeco de peluche. Le pregunté a mi hermana si quería venir a la fiesta de Craig de después, pero dijo que uno de sus amigos hacia una fiesta, así que iba a ir a esa. Estuvo bien

porque al menos vino a la obra. Y antes de que se fuera me abrazó otra vez. ¡Dos en un día! Quiero muchísimo a mi hermana. Especialmente cuando es amable. La fiesta de Craig estuvo genial. Craig y Peter compraron Champagne para celebrar que toda la gente se había graduado. Y bailamos. Y hablamos. Y vi a Mary Elizabeth besando a Peter y parecía feliz. Y vi a Sam besando a Craig y parecía feliz. Y vi a Patrick y a Alice que no les importaba que no estuvieran besando a nadie porque estaban demasiado emocionados hablando de su futuro. Así que yo simplemente me senté con una botella de champagne cerca del reproductor de CD, y cambié las canciones de acuerdo con el estado de ánimo de lo que veía. Yo también era afortunado, porque Craig tenía una colección fantástica. Cuando la gente parecía un poco cansada, ponía algo divertido. Cuando parecía que querían hablar, ponía algo suave. Fue una manera genial de aún sentado solo en una fiesta, sentirme parte de cosas. Tras la fiesta, todo el mundo me dio las gracias porque decían que había sido la música perfecta. Craig dijo que debería ser DJ para conseguir dinero mientras estaba en el instituto, como él hacía de modelo. Pensé que era una buena idea. Quizás conseguiría algo de dinero y podría ir a una universidad aunque el Rotary Club o el Moose Lodge no me ayudaran. Mi hermano me dijo recientemente por teléfono que si llegaba a lo profesional, no tendría que preocuparme por el dinero de mi universidad para nada. Dijo que él se ocuparía de eso. No puedo esperar para ver a mi hermano. Va a venir a la graduación de mi hermana, eso está bien. Siempre con cariño, Charlie.

9 junio, 1992 Querido amigo, Es la noche del baile de promoción. Y estoy sentado en mi habitación. Ayer fue difícil porque no conocía a nadie ya que mis amigos y mi hermana ya no estaban en el instituto. Lo peor fue el almuerzo porque me recordó a cuando todo el mundo estaba enfadado conmigo por lo de Mary Elizabeth. Ni siquiera pude comerme el sándwich, y mi madre hizo mi favorito porque creo que sabía lo triste que me iba a sentir cuando todo el mundo se hubiera ido. Los pasillos parecían distintos. Y los estudiantes de primer año actuaban diferente porque ahora eran más mayores. Incluso se hicieron una camiseta. No sé quién organiza esas cosas.

Todo en lo que podía pensar era en el hecho de que Sam se iba en dos semanas a Penn State. Y que Mary Elizabeth iba a estar ocupada con su chico. Y mi hermana con el suyo. Y Alice y yo no éramos tan amigos. Sé que Patrick estaría por ahí, pero tenía miedo de que quizás, desde que no estaba triste, no quisiera pasar tiempo conmigo. Sé que está mal que piense eso, pero me siento así a veces. Así que entonces la única persona con la que podía hablar era con mi psiquiatra, y no me gusta esa idea ahora mismo porque sigue haciéndome preguntas sobre cuando era más pequeño, y está empezando a ser rato. Soy tan afortunado de tener tantos deberes y de no tener tiempo para pensar. Todo lo que espero es que esta noche sea genial para la gente que se supone que debe ser genial. El novio de mi hermana sacó su Buik y llevaba un frac blanco sobre una camisa negra, lo que parecía mal por algún motivo. Su esmoquin (no sé como pronunciar esto) hacía conjunto con el vestido de mi hermana, que era de un azul intenso y corto. Me recordaba a esas revistas. Tengo que dejar de darle vueltas a estas cosas. Vale. Solo espero que mi hermana se sienta guapa, y que su nuevo chico la haga sentirse guapa. Espero que Craig no le haga sentir a Sam que su baile de promoción no es especial solo porque es mayor. Espero lo mismo para Mary Elizabeth con Peter. Espero que Brad y Patrick decidan arreglarlo y bailar en frente de todo el instituto. Y que Alice sea una lesbiana en secreto y esté enamorada de la novia de Brad (y viceversa), para que nadie se quede fuera. Espero que el DJ sea tan bueno como todo el mundo dijo que yo lo fui el viernes. Y espero que las fotos de todo el mundo salgan estupendas y que nunca se conviertan en viejas fotografías y que nadie tenga un accidente de coche. Eso es lo que realmente espero. Siempre con cariño, Charlie.

10 junio, 1992 Querido amigo, Acabo de llegar del instituto, y mi hermana aún está dormida por la fiesta que hubo después del baile de promoción que el instituto organizó. Llamé a Patrick y a Sam, pero ellos también están durmiendo. Patirck y Sam tienen un teléfono inalámbrico que siempre se queda sin batería, y la madre de Sam suena como la madre de los dibujos de Snoopy, Rabanitos, Charlie Brown o Carlitos. Wah Wah… Wuh. He tenido dos finales hoy. Uno de biología, que creo que me ha salido perfecto. El otro en la clase de Bill. El final iba sobre El Gran Gatsby. Lo difícil fue que me

dio ese libro para leer hace mucho tiempo y me era difícil recordarlo. Cuando terminé el final, le pregunté a Bill si quería que escribiera un ejercicio de El Manantial, cuando le dije que lo había terminado, y él no me dijo que hiciera nada. Dijo que no sería justo que me pidiera escribir otro ejercicio cuando tenía muchos finales esta semana. En lugar de eso, me invitó a su casa de la ciudad a pasar la tarde del sábado con su novia y él, lo que sonaba divertido. Así que el viernes iré a ver Rocky Horror. Después el sábado iría a la casa de Bill. Y el domingo, vería la graduación de todo el mundo y pasaría tiempo con mi hermano y toda la familia por mi hermana. Después probablemente iré a casa de Sam y de Patrick para celebrar que se han graduado. Luego tendré dos semanas más de instituto, algo que no tendrá sentido, pues todos los finales habrán terminado. Pero tienen algunas actividades planeadas. Al menos eso es lo que he oído. El motivo por el que estoy pensando tanto es porque el instituto está terriblemente solitario. Creo que ya he dicho esto antes, pero empeora cada día. Tengo dos finales mañana. Historia y gramática. Después, el viernes, tengo los finales en el orden de las clases como gimnasia y comercio. No sé si habrán realmente finales en esas clases. Especialmente en comercio. Creo que el Sr. Callahan pondrá alguna de sus viejas grabaciones. Hizo eso cuando estábamos a mitad de curso, pero nos sería la sincronización de labios de Patrick. Por otro lado, me salió perfecto el examen de matemáticas de la semana pasada. Siempre con cariño, Charlie.

13 junio, 1992 Querido amigo, Acabo de llegar de casa de Bill. Te habría escrito lo de la otra noche esta mañana, pero tenía que irme. La otra noche Craig y Sam rompieron. Fue muy triste de presenciar. En los últimos días he oído un montón de cosas sobre el baile de promoción y gracias a esos sitios de veinticuatro horas de películas, había visto cómo iba todo el mundo. Sam estaba precioso. Patrick increíble. Mary Elizabeth, Alice, el novio de Mary Elizabeth, estaban estupendos también. Lo único es que Alice llevaba una marca blanca de desodorante en un vestido sin tirantes, y se le veía. No creo que ese tipo de cosas importen, pero supongo que Alice estuvo un poco paranoica con eso toda la noche. Craig estaba espectacular, pero llevaba un traje en lugar de un frac. No es por eso por lo que

rompieron. En realidad, el baile de promoción se supone que iba a ser genial. La limusina era genial, y el conductor de la limusina mantuvo a todo el mundo colocado, lo que hizo que la carísima comida supiera aún mejor. Su nombre era Billy. La música del baile resultó ser una serie de versiones bastante malas de un grupo llamado Los Gitanos de Allegheny, pero el batería lo hacía bien, así que todo el mundo se lo pasó bien bailando. Patrick y Brad ni siquiera se miraron, pero Sam dijo que Patrick estaba muy bien con ello. Tras el baile, mi hermana y su novio fueron a una fiesta organizada por el instituto. Era en ese famoso club de baile del centro. Dijo que fue my divertida y que todo el mundo se vistió y bailaron buena música que ponía un DJ en lugar de Los Gitanos de Allegheny. Incluso tuvieron un comediante que hacía interpretaciones. Lo único era que una vez entrabas, no podías salir y volver. Supongo que los padres pensaron que eso mantendría a los chicos alejados de problemas. Pero a nadie le parecía importar. Se divirtieron mucho, y mucha gente llevó suficiente licor de todos modos. Tras la fiesta, sobre las siete de la mañana, todo el mundo fue al Big Boy para comer tostadas con beicon. Le pregunté a Patrick qué le pareció la fiesta de después del baile de promoción, y dijo que se divirtió mucho. Dijo que Craig había alquilado una habitación de hotel para todos, pero que solo Craig y Sam fueron. En realidad, Sam quería ir a la fiesta que había después del baile, pero Craig se cabreó mucho porque ya había pagado la suite del hotel. No es por eso por lo que rompieron. Pasó ayer en la casa de Craig tras el Rocky Horror. Como he dicho, el novio de Mary Elizabeth, Peter, es muy amigo de Craig, y más o menos se metió en medio. Creo que en realidad le gusta Mary Elizabeth un montón y le empezó a gustar Sam un poco porque él es el único que lo sabía. Nadie lo sospechó. Básicamente, Craig había estado engañando a Sam desde que empezaron a salir. Y cuando dijo engañar, no quiero decir que se emborrachara una vez y se liara con una chica y se sintiera mal por ello. Hubieron muchas chicas. Muchas veces. Borracho y ebrio. Y creo que nunca se sintió mal. El motivo por el que Peter nunca dijo nada al principio era porque no conocía a nadie. Y no conocía a Sam. Simplemente pensó que era una chica tonta de instituto porque eso era lo que siempre le había dicho Craig. De todos modos, cuando conoció a Sam, Peter le decía a Craig que tenía que decirle la verdad porque ella no era una chica tonta de instituto. Craig le seguía prometiendo que lo haría, pero nunca lo hizo. Siempre había alguna excusa. Craig las llamaba “razones.” “No quiero arruinarle el baile de promoción.” “No quiero arruinarle la graduación.” “No quiero arruinarle la obra.”

Entonces, al final, Craig dijo que no tenía sentido decirle nada. Se iba a ir a la universidad de todos modos. Encontraría un nuevo chico. Siempre estaba seguro con respecto a las otras chicas. No había nada de lo que preocuparse en ese sentido. ¿Y por qué no dejarle a Sam que simplemente recordara toda la experiencia de una forma buena? Porque a él le gustaba Sam y no quería herir sus sentimientos. Peter siguió adelante con su lógica a pesar de que pensó que estaba equivocado. Al menos eso dijo. Pero después de la actuación ayer, Craig le dijo que se lió con otra chica la tarde del baile de promoción. Ahí es cuando Peter le dijo a Craig que si Craig no le decía algo a Sam, él lo haría. Bueno, Craig no le dijo nada, y Peter aún creía que no era asunto suyo, pero entonces escuchó a Sam en la fiesta. Le estaba diciendo a Mary Elizabeth que quizás Craig fuera “el único” y que estaba intentando pensar maneras de seguir con él mientras estaba en la universidad. Cartas. Llamadas. Vacaciones. Descansos. Eso fue suficiente para Peter. Se dirigió hacia Craig y dijo, “le dices algo ahora, o le digo todo.” Así que Craig se llevó a Sam a su habitación. Estuvieron ahí durante un tiempo. Entonces Sam salió del cuarto directa hacia la puerta, llorando silenciosamente. Craig no fue tras ella. Esa fue probablemente la peor parte. No para intentar volver con ella, pero creo que debería haber corrido tras ella de todos modos. Todo lo que sé es que Sam estaba destrozada. Mary Elizabeth y Alice fueron tras ella para asegurarse de que estaba bien. Yo habría ido también, pero Patrick me cogió del brazo para que me quedara. Quería saber lo que estaba pasando, supongo, o quizás se imaginó que Sam preferiría estar en compañía femenina. Me alegro de que nos quedáramos, porque creo que nuestra presencia previno una violenta pelea entre Craig y Peter. Porque estando ahí todo lo que hicieron fue gritarse el uno al otro. Ahí es dónde escuché muchos de los detalles que te estoy contando ahora. Craig diría, “¡Que te den, Peter! ¡Que te den!” Y Peter diría, “¡No me culpes a mí, has estado engañándola por ahí desde el principio! ¿¡La tarde del baile de promoción!? ¡Eres un gilipollas! ¿¡Me oyes!? ¡Un puto gilipollas!” Cosas así. Cuando pareció que el tema se ponía violento, Patrick se ponía entre los dos y, con mi ayuda, sacó a Peter del apartamento. Cuando salimos, las chicas se habían ido. Así que Patrick y yo nos montamos en el coche de Patrick y llevamos a Peter a casa. Aún estaba nervioso, así que rajamos de Craig. Ahí es cuando escuché el resto de detalles que te estoy escribiendo. Finalmente, dejamos a Peter y nos hizo prometer que no dejáramos que Mary Elizabeth pensara que él la estaba engañando porque no era así. Simplemente no quería que se le “culpara por asociación” con un gilipollas así.

Se lo prometimos, y se fue a su apartamento. Patrick y yo no estábamos seguros de lo que Craig le contó a Sam. Ambos esperamos que le diera una ligera versión de la verdad. Suficiente para alejarla. Pero no lo suficiente como para hacerla dudar sobre todo. Quizás sea mejor saber toda la verdad. Sinceramente no lo sé. Así que simplemente hicimos el pacto de no contárselo a menos que nos enteráramos de que Craig lo hizo sonar “no tan fuerte,” y que Sam estuviera dispuesta a perdonarlo. Espero que no resulte ser así. Espero que Craig le contara lo suficiente como para alejarla. Fuimos a todos los sitios en los que pensamos que podríamos encontrar a las chicas, pero no las encontramos. Patrick se imaginó que habrían ido por ahí, intentando que Sam se despejara un poco. Así que Patrick me llevó a casa. Me dijo que me llamaría mañana cuando supiera algo. Recuerdo irme a dormir esa noche, y me di cuenta de algo. Algo que creo que es importante. Me di cuenta de que durante el transcurso de la noche, no me alegré de que Craig y Sam rompieran. Para nada. Ni una vez pensé que eso significaría que yo le empezaría a gustar a Sam. Por todo lo que me preocupé fue por el hecho de que a Sam le hubieran hecho daño de verdad. Y supongo que me di cuenta en ese momento de que realmente la quería. Porque no había nada que ganar, y no importaba. Fue difícil subir las escaleras hacia el piso de Bill esa tarde porque no había recibido una llamada de teléfono durante la mañana de Patrick. Y estaba muy preocupado por Sam. Llamé pero nadie me lo cogió. Bill parece distinto sin el traje. Estaba llevando su vieja sudadera de graduación. Que era de Brown. La universidad. No el color marrón en inglés. Su novia llevaba unas sandalias y un bonito vestido de flores. Incluso tenía pelo bajo los brazos. ¡No bromeo! Parecían muy felices juntos. Y estaba contento por Bill. Su casa no tenía mucha decoración, pero era muy cómoda. Tenían un montón de libros, por los que pasé media hora preguntándoles. También había una foto de Bill y su novia cuando estaban en Brown juntos en la graduación. Bill tenía un pelo muy largo entonces. La novia de Bill hizo la comida mientras Bill hacía la ensalada. Yo simplemente me senté en la cocina, bebiendo cerveza de jengibre, y mirándolos. La comida fue un plato de espaguetis de algún tipo porque la novia de Bill no come carne. Bill tampoco come carne ahora. La ensalada tenía imitaciones de beicon, porque el beicon es lo único que echan de menos. Tenían una bonita colección de jazz, y la ponen mientras comen. Tras un rato, abrieron una botella de vino y me pusieron otra cerveza de jengibre. Después empezamos a hablar. Bill me preguntó sobre El Manantial, y yo le conté, asegurándome de que

estaba siendo un filtro. Entonces me preguntó cómo me había ido mi primer día de instituto, y yo le conté, asegurándome de que incluía todas las historias en las que había “participado.” Después me preguntó sobre chicas, y yo le conté lo mucho que quería a Sam, y que me preguntaba qué diría la chica que escribió El Manantial de cómo me di cuenta de que la quería. Cuando terminé, Bill se quedó muy callado. Aclaró su garganta. “Charlie… quiero darte las gracias.” “¿Por qué?” dije. “Porque ha sido una gran experiencia enseñarte.” “Oh… estoy agradecido.” No sabía que más decir. Entonces, Bill se tomó una pausa muy larga, y su voz sonó como la de mi padre cuando quiere tener una gran charla. “Charlie,” dijo. “¿Sabes por qué te di todo ese trabajo extra?” Negué con la cabeza. Esa mirada en su rostro. Me paralizó. “Charlie, ¿sabes lo inteligente que eres?” Negué con la cabeza otra vez. Se lo estaba tomando en serio. Fue extraño. “Charlie, eres una de las personas más afortunadas que he conocido. Y no me refiero en relación a otros estudiantes. Me refiero en relación a cualquiera que haya conocido. Por eso te di el trabajo extra. Me preguntaba si te asustaba algo.” “Supongo. No lo sé.” Me sentí muy extraño. No sabía a dónde iba a parar todo esto. Simplemente había escrito algunas redacciones. “Charlie, por favor, no te tomes esto a malas. No estoy intentando hacerte sentir incómodo. Solo quiero que sepas que eres muy especial… y que la única razón por la que te estoy diciendo esto es porque no sé si alguien alguna vez lo ha hecho.” Lo miré otra vez. Y ya no me sentí extraño. Quería llorar. Estaba siendo amable conmigo, y por la forma en la que me miraba su novia, sabía que eso significa mucho para él. Y no sabía por qué. “Cuando el curso acabe, ya no seré tu profesor nunca más, y quiero que sepas que si necesitas algo, o quieres conocer más libros, o quieres enseñarme algo que hayas escrito, o cualquier cosa, siempre puedes venir como un amigo. Te considero un amigo, Charlie.” Empecé a llorar un poco más. En realidad creo que su novia también estaba llorando. Pero Bill no. Parecía muy firme. Solo recuerdo que quería abrazarlo. Pero nunca había hecho eso antes, y supongo que Patrick y las chicas y la familia no cuentan. No dije nada durante un rato porque no sabía qué decir. Finalmente solo dije, “Eres el mejor profesor que he tenido.” Y él dijo, “Gracias.” Y eso fue todo. Bill no intento asegurarse de que lo vería el próximo año si

necesitaba algo. No me preguntó por qué estaba llorando. Simplemente dejó que escuchara lo que tenía que decirme y dejó las cosas como estaban. Esa fue probablemente la mejor parte. Unos minutos después ya era hora de irse. No sé quién decide esas cosas. Simplemente pasan. Así que fuimos a la puerta y la novia de Bill me abrazó como despedida, algo muy amable considerando que la había conocido hoy. Entonces Bill extendió su mano y la cogí. Y nos estrechamos las manos. E incluso nos dimos un abrazo rápido antes de que dijera “adiós.” Cuando estaba conduciendo a casa, solo podía pensar en la palabra “especial.” Y pensé que la última persona que me dijo eso fue mi tía Helen. Estaba muy agradecido por haberla escuchado otra vez. Porque creo que todos lo olvidamos a veces. Creo que todo el mundo es especial a su manera. De verdad que sí. Mi hermano viene a casa esta noche. Y la graduación de todo el mundo es mañana. Patrick aún no ha llamado. Lo llamé pero no había nadie en casa, otra vez. Así que decidí salir y comprarle a todo el mundo regalos de graduación. No había tenido tiempo de hacerlo hasta ahora. Siempre con cariño, Charlie.

16 Junio, 1992 Querido amigo, Acabo de llegar a casa en bus. Ha sido el último día de clase. Y está lloviendo. Cuando vuelvo a casa en autobús suelo sentarme por el medio porque he escuchado que sentarte al principio es de pringados y sentarte al final de perdidos, y todo el tema me pone nervioso. No sé como llamaran a los perdidos en otros institutos. De todos modos, hoy decidí sentarme al principio, con mis piernas ocupando el otro asiento. Más o menos como si estuviera tumbado con mi espalda apoyada en la ventana. Hice esto para poder ver a los otros chicos del autobús. Me alegro de que los autobuses del instituto no lleven cinturones de seguridad, o si no, no habría podido hacerlo. De lo único que me di cuenta era de lo diferente que parecía todo el mundo. Cuando todos éramos pequeños, solíamos cantar canciones en el autobús, en el camino de vuelta a casa, el último día de colegio. La canción preferida era una de Pink Floyd, la encontré luego, se llamaba Another Brick in the Wall, Part II. Pero estaba también esta otra canción que nos encantaba aún más porque terminaba con una palabra mal sonante. Era así…

No más lápices y no más libros y no más malas miradas de profesores cuando el profesor hace sonar la sirena y cogemos los libros y salimos corriendo como demonios. Cuando la terminábamos mirábamos al conductor del autobús durante un segundo tenso. Después todos nos reíamos porque sabíamos que podíamos meternos en un problema si decíamos eso, pero la fuerza de nuestros números prevendría cualquier castigo. Éramos demasiado niños como para saber que al conductor del autobús no le importaba nuestra canción. Que todo lo que quería era llegar a casa tras el trabajo. Y quizás dormir tras las bebidas que se había tomado después de comer. Pero entonces nada importaba. Los pringados y los perdidos eran todos uno. Mi hermano vino a casa el sábado por la noche. Y parecía aún más diferente que los chicos del autobús en comparación con el principio del año. ¡Tenía barba! ¡Yo estaba tan feliz! Incluso sonreía diferente y era más “cortés.” Todos nos sentamos para cenar, y todo el mundo le hizo preguntas sobre la universidad. Papá le preguntó por el fútbol. Mamá por las clases. Yo por todas las historias divertidas. Mi hermana le preguntó nerviosa acerca de cómo es “realmente” la universidad y si podría ponerse como “las estudiantes novatas de primer año”. No sé qué significa, pero supongo que se refiere a ponerse gorda. Estaba esperando que mi hermano simplemente hablara y hablara de sí mismo durante un buen rato. Haría eso si hubiera un gran partido en el instituto o de la promoción o cualquier cosa. Pero parecía mucho más interesado en lo que nosotros estábamos haciendo, especialmente en mi hermana y su graduación. Así que, mientras hablábamos, de repente me acordé del hombre de las noticias de los deportes de la televisión y de lo que dijo de mi hermano. Me emocione mucho. Y se lo conté a toda la familia. Y esto es lo que dio como resultado. Mi padre dijo, “¡Eh! ¿¡Y cómo es eso!?” Mi hermano dijo, “¿¡De verdad!?” Yo dije, “Sí. Hablé con él.” Mi hermano dijo, “¿Dijo algo bueno?” Mi padre dijo, “Cualquier prensa es una buena prensa.” No sé de dónde saca mi padre esas cosas. Mi hermano siguió. “¿Qué dijo?” Yo dije, “Bueno, creo que dijo que los deportes de la universidad suponen un montón de presión sobre los estudiantes que los hacen.” Mi hermano siguió asintiendo. “Pero dijo que construía personajes. Y dijo que Penn State lo estaba haciendo bien con su selección. Y te mencionó.” Mi padre dijo, “¡Eh! ¿Y cómo es eso?” Mi hermano dijo, “¿En serio?” Yo dije, “Sí. Hablé con él.”

Mi hermano dijo, “¿Cuándo hablaste con él?” Yo dije, “Hace un par de semanas.” Y después me congelé porque de repente me acordé de la otra parte. El hecho de que lo conocí en el parque por la noche. Y que le di uno de mis cigarrillos. Y que estaba intentando ligar conmigo. Solo me quedé ahí sentado, esperando que se olvidaran. Pero no fue así. “¿Dónde lo conociste, cariño?” preguntó mi madre. La habitación se llenó de alfileres y agujas silenciosas. Y yo hice la mejor impersonalización de mi mismo cuando no puedo recordar algo. Y esto es lo que pasó por mi cabeza. Vale… vino al instituto a dar una charla a la clase… no… mi hermana sabría que es mentira… lo conocí en el Big Boy… estaba con su familia… no… mi padre me reñiría por haber molestado al “pobre hombre”… lo dijo en una entrevista… pero dije que había hablado con el… espera… “En el parque. Estaba ahí con Patrick,” dije. Mi padre dijo, “¿Estaba ahí con su familia? ¿Molestaste al pobre hombre?” “No. Estaba solo.” Eso fue suficiente para mi padre y para todo el mundo, y ni siquiera tuve que mentir. Afortunadamente, la atención se desvió cuando mi madre dijo lo que le gusta decir cuando estamos todos juntos celebrando algo. “¿A quién le apetece un helado?” A todo el mundo, excepto a mi hermana. Creo que estaba preocupada por lo de “las estudiantes novatas de primer año.” La mañana siguiente empezó temprano. Aún no sabía nada de Patrick ni de Sam ni de nadie, pero sabía que los vería en la graduación, así que intenté no preocuparme demasiado. Todos mis parientes, incluyendo a la familia de mi padre de Ohio, vinieron a casa sobre las diez de la mañana. Las dos familias no se gustan entre sí mucho, excepto todos los jóvenes sobrinos porque no conocemos nada mejor. Tuvimos ese gran almuerzo con champagne, y justo como el año pasado con la graduación de mi hermano, mi madre le dio a su padre (mi abuelo) zumo de manzana en lugar de champagne porque no quería que se emborrachara y montara un numerito. Y él dijo lo mismo que el año pasado. “Es un buen champagne.” No creo que notara la diferencia porque es un bebedor de cerveza. A veces de whisky. Alrededor de las doce y media, el almuerzo había terminado. Todos los sobrinos condujeron todos los coches porque los adultos estaban demasiado bebidos como para conducir hasta la graduación. A excepción de mi padre, porque estaba demasiado ocupado grabando a todo el mudo con la cámara que había alquilado en la tienda de video.

“¿Por qué comprar una cámara cuando sólo la necesitas tres veces al año?” Así que, mi hermana, mi padre, mi madre y yo tuvimos que ir en diferentes coches para asegurarnos de que nadie se perdía. Yo fui con todos mis primos de Ohio, que pronto se encendieron un porro y lo pasaron. Yo no fumé nada porque no me apetecía, y ellos dijeron lo que siempre dicen. “Charlie, eres un rajado.” Así que los coches llegaron al aparcamiento, y todos salimos. Y mi hermana le gritó a mi primo Mike por bajar la ventanilla mientras estaba conduciendo y arruinarle el peinado. “Estaba fumando un cigarrillo,” fue su respuesta. “¿No podías esperarte diez minutos?” fue la de mi hermana. “Pero era una canción genial,” fue su última palabra. Así que mi padre estaba sacando la video cámara del maletero, y mi hermano estaba hablando con alguien de las chicas de la graduación que eran un año menores y que “estaban bien”, mi hermana fue hacia mi madre para cogerle el bolso. Lo bueno del bolso de mi madre es que no importa lo que necesites en cualquier momento, lo tiene. Cuando yo era pequeño, solía llamarlo el “botiquín de primeros auxilios” porque era todo lo que necesitaba por aquel entonces. Aún no puedo imaginar cómo lo hace. Tras arreglarse, mi hermana siguió el camino de graduación hacia el escenario, y todos nosotros encontramos el camino hacia el graderío. Yo me senté entre mi madre y mi hermano, ya que mi padre estaba fuera consiguiendo una vista mejor para la cámara. Y mi madre seguía callando a mi abuelo, que seguía hablando sobre toda la gente negra que había en el instituto. Cuando no pudo pararlo, mencionó mi historia sobre el hombre de los deportes de la televisión hablando de mi hermano. Eso hizo que mi abuelo llamara a mi hermano para hablar de ello. Esto fue inteligente por parte de mi madre porque mi hermano es la única persona que puede hacer que mi abuelo deje de montar una escena porque es muy directo con él. Tras las historia, esto es lo que pasó… “Dios. Mira esas gradas. ¿Cuánta gente de color…” Mi hermano lo cortó. “Vale, abuelo. Este es el trato. Si nos avergüenzas una vez más, te voy a llevar a la residencia y nunca verás a tu nieta dar un discurso.” Mi hermano es muy duro. “Pero entonces tu tampoco verías el discurso, mandamás.” Mi abuelo es muy duro, también. “Sí, pero mi padre lo está grabando. Y puedo arreglármelas para ver la cinta, y tú no. ¿Verdad?” Mi abuelo tiene una sonrisa muy rara. Especialmente cuando alguien más gana. No dijo nada más del tema. Simplemente empezó a hablar sobre fútbol y no dijo nada sobre mi hermano jugando en un equipo con chicos negros. No

puedo deciros lo malo que fue el año pasado cuando mi hermano estuvo en el escenario de graduación en lugar de aquí arriba en el graderío parándole los pies a mi abuelo. Mientras ellos estaban hablando sobre fútbol, seguía buscando a Patrick y a Sam, pero todo lo que vi fue esas boinas de graduación a lo lejos. Cuando la música empezó, los sombreros empezaron a moverse hacia las sillas puestas en el escenario. Ahí es cuando finalmente vi a Sam andando detrás de Patrick. Estaba tan aliviado. No puedo deciros si era de felicidad o de tristeza, pero fue suficiente verla y saber que estaba ahí. Cuando todos los jóvenes se sentaron en las sillas, la música paró. Y el Sr. Small se levantó y dio un discurso sobre lo maravillosa que había sido esa clase. Mencionó algunos de los logros que había conseguido el instituto, y enfatizó lo mucho que necesitaban el apoyo del Día Comunitario de la Venta de Repostería para empezar un nuevo laboratorio con ordenadores. Después presentó a la delegada de la clase, que dio un discurso. No sé lo que hacen los delegados de clase, pero la chica dio un buen discurso. Después fue la hora de los discursos de los cinco mejores estudiantes. Esa es la tradición en el instituto. Mi hermana era la segunda de su clase, así que dio el cuarto discurso. El mejor es siempre el último. Después, el Sr. Small y el vice director, que Patrick dice que es gay, entregaron los diplomas. Los tres primeros discursos fueron muy similares. Todos tenían citas de canciones pop que tenían algo que ver con el futuro. Y durante todos los discursos pude ver las manos de mi madre. Estaba apretándoselas más y más fuerte. Cuando anunciaron el nombre de mi hermana, mi madre estalló en aplausos. Fue genial ver a mi hermana subir al pódium porque mi hermano fue como el 223avo de su clase y por consiguiente no llegó a dar un discurso. Y quizás no esté siendo parcial, pero cuando mi hermana citó una canción pop y habló sobre el futuro, me pareció genial. Miré a mi hermano, y él me miró a mí. Y los dos sonreímos. Después, miramos a mi madre, y estaba llorando silenciosa y tímidamente, así que mi hermano y yo le cogimos cada uno de una mano. Ella nos miró, sonrió y lloró aún más. Después ambos descansamos las cabezas sobre sus hombros, como un medio abrazo, lo que la hizo llorar aún más. O quizás dejó que llorara aún más. No estoy seguro. Pero ella cogió nuestra manos, las apretó un poco y dijo, “Mis chicos,” muy tranquila, y volvió a llorar. Quiero a mi madre muchísimo. No me importa si es cursi decir esto. Creo que en mi próximo cumpleaños le voy a comprar un regalo. Creo que esa debería ser la tradición. El niño recibe regalos de todo el mundo, y le compra un regalo a su madre porque ella ha estado ahí, también. Creo que eso sería agradable. Cuando mi hermana terminó su discurso, todos aplaudimos y nos levantamos, pero nadie aplaudió ni se levantó con más ganas que mi abuelo. Nadie.

No recuerdo lo que dijo el primero de la clase, solo que citó a Henry Thoreau en lugar de una canción pop. Entonces, el Sr. Small subió al escenario y le pidió a todo el mundo que se abstuvieran de aplaudir hasta que todos los nombres se hubieran leído y todos los diplomas se hubieran dado. Debería mencionar que esto no funcionó el año pasado. Así que vi a mi hermana coger su diploma y a mi madre llorar otra vez. Y después vi a Mary Elizabeth. Y vi a Alice. Y vi a Patrick. Y vi a Sam. Fue un día genial. Incluso cuando vi a Brad. Me pareció bien. Todos nos encontramos con mi hermana en el parking, y el primero en abrazarla fue mi abuelo. Es un hombre orgulloso en realidad a su manera. Todo el mundo le dijo a mi hermana que le encantó su discurso, incluso si no era así. Después, todos vimos a mi padre viniendo por el parking, levantando la cámara de video sobre la cabeza triunfante. No creo que nadie abrazara a mi hermana más que mi padre. Busqué a Sam y a Patrick, pero no los pude encontrar en ningún sitio. De camino a casa para la fiesta, mis primos de Ohio se encendieron otro porro. Esta vez le di un calo, pero aún así me dijeron “rajado.” No sé por qué. Quizás simplemente eso es lo que hacen los primos de Ohio. Eso y contar chistes. “¿Qué tiene 23 piernas y un diente?” “¿Qué?” todos preguntamos. “La cola del paro de West Virginia.” Cosas así. Cuando llegamos a casa, mis primos de Ohio se fueron directamente a la barra porque las graduaciones parecen ser una de las ocasiones en las que todo el mundo puede beber. Al menos así era el año pasado y este año. Me pregunto cómo será mi graduación. Parece estar muy lejos. Mi hermana se pasó la primera hora de su fiesta abriendo regalos, y su sonrisa crecía con cada cheque, suéter y cincuenta dólares. Nadie de nuestra familia es rico, pero parecía que cada uno se guardaba lo suficiente para este tipo de eventos, y todos pretendíamos que éramos ricos por un día. Las únicas personas que no le dieron a mi hermana dinero o un suéter fueron mi hermano y yo. Mi hermano le prometió llevarla un día de compras para cosas de la universidad, como jabón, que el pagaría, y yo le compraría una casa pequeña que estuviera hecha a mano de piedra y pintada en Inglaterra. Le dije que quería darle algo que la hiciera sentir como en casa a pesar de que estuviera lejos. Mi hermana me dio un beso en la mejilla por eso. Pero lo mejor de la fiesta fue cuando mi madre vino y me dijo que tenía una llamada. Fui al teléfono. “¿Hola?” “¿Charlie?”

“¡Sam!” “¿Cuándo vas a venir?” preguntó. “¡Ahora!” dije. Entonces, mi padre, que estaba bebiendo whisky, se levantó, “No vas a ir a ningún sitio hasta que tus familiares se vayan. ¿Me has oído?” “Uh, Sam… tengo que esperar a que mi familia se vaya,” dije. “Vale… estaremos aquí hasta las siete. Después te llamaremos desde dónde estemos.” Sam sonaba muy feliz. “Vale, Sam. ¡Felicidades!” “Gracias, Charlie. Adiós.” “Adiós.” Colgué el teléfono. Os juro que creía que mi familia nunca iba a irse. Cada historia que contaron. Cada rollito de cerdo. Cada fotografía que miraron, cada vez que escuché “cuando eras así” con el gesto apropiado. Era como si el reloj se parara. No es que no me importaran las historias, porque me importaban. Ni que los rollitos de cerdo no estuvieran buenos. Pero quería ver a Sam. Sobre las 9:30, todo el mundo estaba lleno y sobrio. A las 9:45 los abrazos habían terminado. A las 9:50 la carretera estaba despejada. Mi padre me dio veinte dólares y las llaves de su coche, diciendo, “Gracias por quedarte por aquí. Significa mucho para mí y la familia.” Estaba achispado, pero el significado era el mismo. Sam me dijo que iban a una discoteca del centro. Así que cargué los regalos de todo el mundo en el maletero, subí al coche, y me puse a conducir. Hay algo en ese túnel que lleva al centro. Es una noche fantástica. Simplemente fantástica. Empiezas en un lado de la montaña, y está oscuro, y la radio está bajita. Conforme vas entrando al túnel, el viento te absorbe y entrecierras los ojos por las luces. Cuando te adecuas a las luces, puedes ver el otro lado al fondo conforme el sonido de la radio va desapareciendo porque las ondas no llegan. Entonces estás en el medio del túnel, y todo se convierte en un sueño tranquilo. Cuando ves la entrada acercarse, no puede llegar ahí lo suficientemente rápido. Y finalmente, cuando crees que nunca llegaras, ves la entrada justo delante de ti. Y la radio vuelve a escucharse como la recordabas. Y el viento espera. Y tú vuelas del túnel hacia el puente. Y ahí está. La cuidad. Un millón de luces y edificios y todo parece tan emocionante como la primera vez lo que lo viste. Es una gran entrada. Tras media hora buscando la discoteca, finalmente vi a Mary Elizabeth con Peter. Estaban los dos bebiendo whisky escocés y soda, que Peter había comprado desde que es mayor de edad, y tenía el cuño en su mano. Felicité a Mary Elizabeth y le pregunté dónde estaba todo el mundo. Me dijo que Alice estaba emborrachándose en la habitación de las chicas y que Sam y Patrick estaban en la pista de baile. Dijo que me sentara hasta que volvieran porque no sabría donde estaban exactamente. Así que me senté y escuché a Peter discutir

con Mary Elizabeth sobre los candidatos democráticos. De nuevo, el reloj parecía pararse. Tenía demasiadas ganas de ver a Sam. Tras tres canciones, Sam y Patrick volvieron completamente revueltos en dulzura. “¡Charlie!” Me levanté, y todos nos abrazamos como si no nos hubiéramos visto en meses. Considerando todo lo que había pasado, supongo que tiene sentido. Tras irnos, Patrick se tumbó sobre el pecho de Peter y Mary Elizabeth como si fueran un sofá. Después le quitó la bebida de la mano a Mary Elizabeth y se la bebió. “Eh, imbécil” fue su respuesta. Creo que estaba borracho, a pesar de que no había estado bebiendo últimamente, pero Patrick hace ese tipo de cosas sobrio, así que es difícil de adivinar. Ahí es cuando Sam me cogió de la mano. “¡Me encanta esta canción!” Me llevó a la pista de baile. Y empezó a bailar. Y yo empecé a bailar. Era una canción rápida, así que no era muy bueno, pero no le parecía importar. Estábamos bailando simplemente, y eso era suficiente. La canción terminó, y entonces una lenta empezó. Ella me miró. Yo la miré. Entonces me cogió de las manos y me acercó para bailar lentamente. No sé cómo bailar lentamente muy bien tampoco, pero se moverme. Su susurro olía a zumo de arándano y vozka. “Te he buscado en el aparcamiento hoy.” Esperaba que el mío aún oliera a pasta de dientes. “Yo te estaba buscando también.” Después nos quedamos callados durante el resto de la canción. Ella se acercó un poco más. Yo me acerqué un poco más. Seguíamos bailando. Era la única vez en todo el día que de verdad quería que el reloj se parase. Y estar así durante un rato. Tras la discoteca, fuimos al apartamento de Peter, y yo le di a todos sus regalos de graduación. Le di a Alice una película-libro de La Noche de los Muertos Vivientes, le gustó, y le di a Mary Elizabeth una copia de Mi Vida como un Perro en una cinta con subtítulos, le encantó. Después le di a Patrick y a Sam sus regalos. Incluso los había envuelto de forma especial. Usé el papel divertido del Sábado porque era en color. Patrick los rasgó. Sam no rompió nada del papel. Simplemente quitó la tapa. Y vieron lo que había dentro de cada caja. Le regalé a Patrick En el camino, El almuerzo desnudo, El extraño, A este lado del paraíso, Peter Pan y Una paz sólo nuestra. Le regalé a Sam Matar a un ruiseñor, El guardián entre el centeno, El Gran Gatsby, Hamlet, Walden y El manatial. Bajo los libros había una carta que había escrito usando la máquina de escribir que Sam me había comprado. Las cartas decían que esas eran mis copias de

todos mis libros favoritos, y quería que Sam y Patrick los tuvieran porque ellos eran mis dos personas favoritas en todo el mundo. Cuando los dos terminaron de leer, se quedaron callados. Nadie sonrió ni lloró ni hizo nada. Estamos simplemente abiertos, mirándonos los unos a los otros. Sabían que sentía las cartas que había escrito. Y sabía que significaba mucho para ellos. “¿Qué dicen las cartas?” preguntó Mary Elizabeth. “¿Te importa, Charlie?” preguntó Patrick. Negué con la cabeza, y cada uno leyó su carta mientras yo fui a rellenar mi taza de café de vino tinto. Cuando volví todos me miraban, y dije “voy a echaros mucho de menos. Espero que os lo paséis genial en la universidad.” Y entonces empecé a llorar porque de repente me di cuenta de que todos se iban a ir. Creo que Peter cree que soy un poco extraño. Sam se levantó y me llevó a la cocina, diciéndome por el camino que estaba “bien.” Cuando llegamos a la cocina estaba un poco más calmado. Sam dijo, “¿Sabes que me voy dentro de una semana, Charlie?” “Sí. Lo sé.” “No empieces a llorar otra vez.” “Vale.” “Quiero que me escuches.” “Vale.” “Estoy muy asustada con esto de empezar la universidad.” “¿Lo estás?” le pregunté. No había pensado nunca en eso antes. “Justo como tú lo estás de quedarte solo aquí.” “Vale.” Asentí. “Así que haremos un trato. Cuando las cosas parezcan ser demasiado en la universidad, te llamaré, y cuando las cosas sean demasiado aquí, me llamas.” “¿Podríamos escribirnos cartas?” “Claro,” dijo. Después empecé a llorar otra vez. A veces soy una autentica montaña rusa. Pero Sam fue paciente. “Charlie, estaré de vuelta a finales de verano, pero antes de que pensemos en eso, disfrutemos de la última semana juntos. Todos. ¿Vale?” Asentí y me calmé. Pasamos el resto de la noche bebiendo y escuchando música como siempre había hecho, pero esta vez en casa de Peter, y estuvo mejor que en la de Craig, en realidad, porque Peter tenía una mejor colección de música. Fue alrededor de la una de la mañana cuando de repente caí en la cuenta. “¡Oh dios mío!” dije. “¿Qué pasa, Charlie?”

“¡Mañana tengo clase!” No creo que les hubiera podido hacer reír más. Peter me llevó a la cocina para hacer café, para que pudiera conducir sobrio a mi casa. Me tomé como cinco tazas en un momento y ya estaba listo para conducir en veinte minutos. El problema era que, cuando llegué a casa, estaba tan despierto por el café que no podía dormir. Cuando fui al instituto sentía que me moría. Por suerte, todos los finales habían terminado y todo lo que hicimos durante todo el día fue ver películas. Creo que nunca he dormido mejor. Lo agradecí también porque el instituto está muy vacío sin ellos. Hoy fue diferente porque no dormí, y no conseguí ver a Sam ni a Patrick anoche porque tenían una cena especial con sus padres. Y mi hermano tenía una cita con una de las chicas que “estaban buenas” de la graduación. Mi hermana estaba muy ocupada con su novio. Y mi madre y mi padre estaban cansados de la fiesta de graduación. Hoy, los profesores dejaban que los chicos estuvieran por ahí hablando tras haber entregado los libros de texto. Sinceramente no conozco a nadie, excepto a Susan, pero tras esa vez en el descanso, me evita más que nunca. Así que en realidad no hablé. Lo único bueno fue la clase de Bill porque pude hablar con Bill. Fue duro decirle adiós cuando la clase terminó, pero él dijo que no era un adiós. Podría llamarlo en cualquier momento durante el verano si quería hablar o conseguir algún libro, y eso me hizo sentir un poco mejor. Este chico con un diente roto llamado Leonardo me llamó “la mascota del profesor” en el descanso tras la clase de Bill, pero no me importó porque creo que se perdió algo. Comí fuera en el banco en el que solíamos fumar. Cuando me terminé mi HoHo, me encendí un cigarrillo., y estaba esperando que alguien me pidiera uno, pero nadie lo hizo. Cuando la última clase terminó, todo el mundo estaba aplaudiendo y haciendo planes con otros para el verano. Y todo el mundo estaba vaciando sus taquillas y lanzando los papeles viejos, notas y libros sobre el suelo del pasillo. Cuando llegué a mi taquilla, vi a ese chico delgado que había tenido su taquilla a mi lado todo el año. Nunca le había hablado. Aclaré mi garganta y dije, “Eh, me llamo Charlie.” Y todo lo que dijo fue, “Lo sé.” Después cerró su taquilla y se fue. Así que yo simplemente abrí la mía, puse todos mis viejos papeles y cosas en mi mochila y atravesé todos los escombros de libros, papeles y notas del pasillo hasta el parking afuera. Después cogí el bus. Y después te escribí esta carta. Estoy muy agradecido de que el curso haya terminado. Quiero pasar un montón de tiempo con todo el mundo antes de que se vayan. Especialmente con Sam.

Por el momento, he terminado sacando sobresalientes altos todo el año. Mi madre dice que está muy orgullosa de mí y ha puesto mi boletín en la nevera. Siempre con cariño, Charlie.

22 junio, 1992 Querido amigo, La noche anterior de que Sam se fuera hizo que toda la semana se convirtiera en algo confuso. Sam estaba frenética, no solo porque necesitaba aprovechar el tiempo con nosotros, sino porque tenía que prepararse para irse. Comprando cosas, empaquetando cosas… cosas así. Cada noche, todos nos juntábamos después de que Sam le hubiera dicho adiós a algún tío suyo o después de que hubiera tenido otra comida con su madre o hubiera hecho más compras para la universidad. Estaba asustada, y no era hasta que tomaba un tragó de cualquier cosa que estuviéramos bebiendo o un calo de lo que fuera que estuviéramos fumando que se calmaba y era la misma Sam. Lo único que de verdad ayudó a Sam a pasar esta semana fue su comida con Craig. Dijo que quería verlo para tener algún tipo de “clausura,” y supongo que fue lo suficientemente afortunada de conseguirla porque Craig era lo bastante agradable como para decirle que había hecho bien al romper con él. Y que era una persona especial. Y que estaba preocupado y esperaba que le fuera bien. Son extrañas las ocasiones en las que la gente decide ser generosa. La mejor parte fue que Sam dijo que no le preguntó nada sobre las chicas con las que quizás había estado a pesar de que quería saberlo. No lo machacó. Pero estaba triste. Aunque era un tipo de tristeza esperanzadora. El tipo de tristeza que solo requiere tiempo. Una noche antes de que se fuera, todos estábamos en la casa de Sam y de Patrick. Bob, Alice, Mary Elizabeth (sin Peter), y yo. Yo me senté en la manta de la habitación de los juegos, recordando cosas. Recuerdas la actuación en la que Patrick hizo esto… o recuerdas cuando Bob hizo esto… o Charlie… o Mary Elizabeth… o Alice… o Sam… Las bromas internas ya no eran bromas. Se habían convertido en historias. Nadie nombró malos nombres o malas épocas. Y nadie se sintió triste mientras podíamos posponer el mañana con más nostalgia. Tras un rato, Mary Elizabeth, Bob y Alice se fueron, diciendo que volverían por la mañana para despedir a Sam. Así que solo estábamos yo, Patrick y Sam. Sentados ahí. Sin decir mucho. Hasta que empezamos nuestro propio te acuerdas de.

Te acuerdas de la primera vez que Charlie se nos acercó en el partido de fútbol… y me acuerdo de cuando Charlie deshinchó las ruedas de Dave en el baile de bienvenida…. Y recuerdo el poema… y la cinta… y Punk Rocky en color… y recuerdo cuanto nos sentimos infinitos… Cuando dije esto, todos nos quedamos callados y tristes. En el silencio, me acordé de esa vez de la que no le había hablado a nadie. La vez en la que estábamos andando. Solo nosotros tres. Y yo estaba en el medio. No recuerdo por dónde andábamos o de que estábamos hablando. Ni siquiera me acuerdo de la estación. Solo recuerdo estar andando entre los dos y sentirme por primera vez parte de algo. Finalmente, Patrick se levantó. “Estoy cansado, chicos. Buenas noches.” Después deshizo nuestros pelos y subió hacia su cuarto. Sam se giró hacia mí. “Charlie. Tengo que empaquetar un par de cosas. ¿Te quedas conmigo un rato?” Asentí, y fuimos escaleras arriba. Cuando entramos en su habitación, me di cuenta de lo diferente que parecía a la noche en la que Sam me besó. Los cuadros ya no estaban y el armario estaba vacío, y todo estaba en un gran montón encima de la cama. Me dije a mi mismo que no llorara para nada porque no quería que Sam se sintiera más nerviosa de lo que ya estaba. Así que simplemente la vi empaquetar, e intenté memorizar todos los detalles que podía. Su largo pelo, sus delgadas muñecas y sus ojos verdes. Quería recordar todo. Especialmente el sonido de su voz. Sam habló de un montón de cosas, intentando distraerse a sí misma. Habló sobre el largo viaje que le esperaba mañana y que sus padres habían alquilado una camioneta. Se preguntaba cómo serían sus clases y quién sería su mayor. Dijo que no quería unirse a ninguna hermandad, pero estaba esperando los partidos de fútbol. Estaba poniéndose más y más triste. Finalmente se giró. “¿Por qué no me pediste salir cuando pasó todo lo de Craig?” Yo simplemente me quedé ahí. No sabía qué decir. Dijo esto con voz baja. “Charlie… tras todo lo de Mary Elizabeth en la fiesta y nosotros bailando en la discoteca y todo eso…” No sabía qué decir. Francamente, estaba perdido. “Vale, Charlie… lo haré más fácil. Cuando todo lo de Craig pasó, ¿qué pensaste?” de verdad quería saberlo. Yo dije, “Bueno, pensé un montón de cosas. Pero sobre todo, pensé que el hecho de que estuvieras triste era mucho más importante para mí que el hecho de que Craig ya no fuera tu novio. Y si eso significaba que no debería pensar en ti de esa manera, si ibas a estar feliz, estaba bien. Ahí es cuando me di cuenta de lo mucho que te quería.”

Ella se sentó en el suelo conmigo. Habló despacio. “Charlie, ¿no lo pillas? No puedo sentir eso. Es bonito y todo eso, pero es como si no hubieras estado ahí a veces. Es genial que puedas escuchar y ser el hombro de alguien, pero qué pasa cuando alguien no necesita el hombro. ¿Y si necesitan el brazo o algo así? No puedes sentarte ahí y anteponer la vida de todo el mundo a la tuya y pensar que eso cuenta como amor. No puedes. Tienes que hacer cosas.” “¿Cómo qué?” pregunté. Mi boca estaba seca. “No lo sé. Como coger sus manos cuando una canción lenta empieza. O ser el que pide una cita. O decirle a la gente lo que necesitas. O lo que quieres. Como en la pista de baile, ¿querías besarme?” “Sí,” dije. “Entonces, ¿por qué no lo hiciste?” preguntó muy nerviosa. “Porque creía que tu no querías.” “¿Por qué pensabas eso?” “Por lo que dijiste.” “¿Por lo que dije hace nueve meses? ¿Cuándo te dije que no pensaras en mi de esa forma?” Asentí. “Charlie, también te dije que no le dijeras a Mary Elizabeth que era guapa. Y que le hicieras un montón de preguntas y que no la interrumpieras. Ahora está con un chico que hace justo lo contrario. Y funciona porque así es como es realmente Peter. Está siendo él mismo. Y hace cosas.” “Pero a mí no me gustaba Mary Elizabeth.” “Charlie, no lo estás entendiendo. Lo importante es que no creo que hubieras tenido que actuar de forma diferente incluso si Mary Elizabeth te hubiera gustado. Es como que puedes ir en rescate de Patrick y pegar a dos tíos que están intentando hacerle daño, pero ¿qué pasa cuando Patrick se hace daño a sí mismo? Como cuando los dos fuisteis al parque. O cuando te estaba besando. ¿Querías que te besara?” Negué con la cabeza. “¿Entonces por qué lo dejaste?” “Solo estaba intentando ser un amigo,” dije. “Pero no lo estabas siendo, Charlie. En esas ocasiones, no estabas siendo un amigo para nada. Porque no estabas siendo sincero con él.” Me quedé ahí muy quieto. Miré al suelo. No dije nada. Muy incómodo. “Charlie, te dije que no pensaras en mi de esa manera hace nueve meses por lo que te estoy diciendo ahora. No por Craig. No porque no crea que eres genial. Es simplemente que no quiero ser el flechazo de alguien. Si le gusto a alguien, quiero que le guste mi yo real, no lo que cree que soy. Y no quiero que se lo guarde dentro. Quiero que me lo enseñe, para que pueda sentirlo, también.

Quiero que sea capaz de hacer lo que quiera hacer delante mía. Y si hace algo que no me gusta, se lo diré.” Ella estaba empezando a llorar un poco. Pero no estaba triste. “¿Sabes que culpaba a Craig por no dejarme hacer cosas? ¿Sabes lo estúpida que me siento ahora? Quizás no me animaba a hacer cosas, pero tampoco me prohibía hacerlas. Y tras un tiempo, no hacía cosas porque no quería que pensara distinto de mí. Pero el tema es que no estaba siendo sincera. Así que ¿por qué me iba a importar que me quisiera o no si en realidad ni siquiera me conocía?” La miré. Paró de llorar. “Mañana me voy. Y no voy a dejar que eso pase con nadie más. Voy a hacer lo que quiero hacer. Voy a ser quien realmente soy. Y voy a encontrar qué es. Pero ahora mismo estoy aquí contigo. Y quiero saber dónde estás tú, lo que necesitas, y lo que quieres hacer.” Esperó pacientemente mi respuesta. Pero tras todo lo que dijo, me imaginé que simplemente debería hacer lo que quería hacer. No pensar en ello. No decirlo en voz alta. Y si a ella no le gustaba, lo diría. Y podríamos volver a empaquetar. Así que la besé. Y ella me besó. Y nos tumbamos en el suelo y seguimos besándonos. Fue lento. Y hacíamos pequeños ruidos. Y manteníamos el silencio. Fuimos a la cama y nos tumbamos sobre todas las cosas que no estaban en las maletas. Y nos tocamos desde la cintura por encima de la ropa. Y después bajo ella. Y después sin ella. Y fue precioso. Ella era preciosa. Me cogió de la mano y la deslizó hasta sus pantalones. Y la toqué. No podía creérmelo. Era como que todo tenía sentido. Hasta que llevó su mano bajo mis pantalones, y me tocó. Ahí es cuando la paré. “¿Qué pasa?” preguntó. “¿Te ha dolido?” Negué con la cabeza. Me sentía bien en realidad. No sabía qué pasaba. “Lo siento. No quería…” “No. No lo sientas.” Dije. “Pero me siento mal,” dijo. “Por favor, no te sientas mal. Ha estado muy bien,” dije. Estaba empezando a enfadarme mucho. “¿No estás preparado?” preguntó. Asentí. Pero no era eso. No sabía qué era. “Está bien que aún no estés preparado,” dijo. Estaba siendo muy amable conmigo, pero yo me estaba sintiendo muy mal. “Charlie, ¿quieres irte a casa?” preguntó. Supongo que asentí porque me ayudó a vestirme. Y después se puso la camisa. Y yo quería pegarme una ostia por ser tan bebé. Porque yo quería a Sam. Y estábamos juntos. Y yo lo estaba arruinando. Arruinándolo. Terrible. Me sentí fatal.

Me llevó fuera. “¿Necesitas un paseo?” preguntó. Tenía el coche de mi padre. No estaba borracho. Parecía muy preocupada. “No, gracias.” “Charlie, no voy a dejar que conduzcas así.” “Lo siento. Iré andando entonces,” dije. “Son las dos de la mañana. Te llevo a casa.” Fue a otra habitación para coger las llaves. Yo simplemente me quedé de pie en todo el comedor. Sentía que quería morirme. “Estás blanco como una mierda, Charlie. ¿Quieres un poco de agua?” “No. No lo sé.” Empecé a llorar mucho. “Ven. Túmbate en el sofá,” dijo. Me tumbó en el sofá. Trajo una toallita húmeda y la puso en mi frente. “Puedes dormir aquí esta noche. ¿Vale?” “Vale.” “Cálmate. Respira hondo.” Hice lo que me dijo. Y justo antes de que me quedara dormido dije algo. “No puedo volver a hacer eso. Lo siento,” dije. “Está bien, Charlie. Duérmete,” dijo Sam. Pero ya no hablaba con Sam nunca más. Estaba hablando con alguien más. Cuando me quedé dormido, tuve ese sueño. Mi hermano, mi hermana y yo estábamos viendo la televisión con mi tía Helen. Todo era a cámara lenta. El sonido era denso. Y ella estaba haciendo lo que Sam estaba haciendo. Ahí es cuando me desperté. Y no sabía qué estaba pasando. Sam y Patrick estaban delante de mí. Patrick me preguntó si quería desayunar. Supongo que asentí. Fuimos y comimos. Sam aún parecía preocupada. Patrick parecía normal. Comimos beicon y huevos con sus padres, y todo el mundo mantenía una pequeña charla. No sé por qué te estoy hablando del beicon y los huevos. No es importante. No es importante para nada. Mary Elizabeth y todo el mundo vino, y mientras la madre de Sam estaba ocupada comprobando cada cosa dos veces, todos caminamos hacia la carretera. Los padres de Sam y Ptrick se metieron en la camioneta. Patrick se puso en el sitio del conductor de la camioneta de Sam, y le decía a todo el mundo que los vería en un par de días. Después, Sam abrazó y se despidió de todo el mundo. Volvería durante un par de días al final del verano, era más un “hasta luego” que un adiós. Yo fui el último. Sam se me acercó y me abrazó durante un buen rato. Finalmente, susurró me en el oído. Dijo un montón de cosas bonitas, que estaba bien que no estuviera preparado anoche y lo mucho que me iba a echar de menos y que quería que cuidara de mí mismo mientras estaba fuera. “Eres mi mejor amiga,” fue todo lo que pude decirle. Ella sonrió y me besó en la mejilla, y durante un momento, lo malo de esa

noche desapareció. Pero aún se sentía como un adiós en lugar de un “hasta luego.” Lo importante es que no lloré. Ni sabía lo que sentía. Finalmente, Sam se subió a su camioneta, y Patrick arrancó. Y una canción increíble sonó. Todo el mundo sonrió. Incluido yo. Pero ya no estaba ahí. No fue hasta que no pude ver los coches cuando volví y las cosas empezaron a sentarme mal otra vez. Pero esta vez me sentaron mucho peor, y me preguntaron si quería ir al Big Boy o algo. Les dije que no. Gracias. Necesito ir a casa. “¿Estás bien, Charlie?” me preguntó Mary Elizabeth. Supongo que estaba empezando a tener mala cara otra vez porque parecía preocupada. “Estoy bien. Solo cansado,” mentí. Me metí en el coche de mi padre y me marché. Pude escuchar todas esas canciones en la radio, pero la radio no estaba encendida. Y cuando llegué a casa, creo que olvidé apagar el motor. Solo fui al sofá del comedor en el que estaba la televisión. Y pude ver los programas de televisión, pero la televisión no estaba encendida. No sé que me está pasando. Es como si todo lo que pudiera hacer es seguir escribiendo esta algarabía para no derrumbarme. Sam se ha ido. Y Patrick no estará en casa durante un par de días. Y no puedo hablar con Mary Elizabeth ni con nadie ni con mi hermano ni con nadie de mi familia. Excepto quizás con mi tía Helen. Pero ella ya no está. Y aunque estuviera aquí, no creo que pudiera hablar con ella tampoco. Porque estaba empezando a sentir que lo que soñé sobre ella la otra noche era verdad. Y que las preguntas de mi psiquiatra no eran raras para nada. No sé qué se supone que tengo que hacer ahora. Conozco a otras personas que lo tienen mucho peor. Sé eso, pero todo está empeorando de todos modos, y no puedo parar de pensar que el niño pequeño que estaba comiendo patatas fritas con su madre en la tienda del centro va a crecer y pegará a mi hermana. Haría cualquier cosa por no pensar eso. Sé que estoy pensando demasiado rápido otra vez, y que está todo en mi cabeza como en el trance, pero está ahí, y no se va a ir. Sigo viéndolo, y él sigue pegando a mi hermana, y no va a parar, y quiero que pare porque no quiere hacerlo, pero no escucha, y no sé qué hacer. Lo siento, pero tengo que parar de escribir esta carta ya. Pero primero quiero darte las gracias por ser una de esas personas que escucha y entiende y no intenta dormir con otras personas a pesar de que podría. Lo digo de verdad, y siento haberte hecho pasar por esto cuando ni siquiera sabes quién soy, y que nunca nos conoceremos en persona, y pueda decirte quién soy porque prometí mantener todos esos pequeños secretos. No quiero que pienses que escogí tu nombre de la agenda telefónica. Me mataría si pensaras eso. Así que, por favor, créeme cuando te digo que me sentí fatal cuando Michael murió, y cuando vi a esa chica en clase, que ni siquiera se dio cuenta de que estaba ahí, y le contó todo sobre ti a una amiga suya. Y que a pesar de que no te conozca,

siento que sí porque pareces una muy buena persona. El tipo de persona a la que no le importa recibir letras de un chico. El tipo de persona que entendería que son mejor que un diario porque hay una comunión y un diario puede encontrarse. No quiero que te preocupes por mí, o que pienses que me conoces, o malgastes tu tiempo más. Siento haber desperdiciado tu tiempo porque tú realmente has significado mucho para mí y espero que tengas una vida genial porque creo que te la mereces. De verdad. Espero que tú también lo creas. Vale, pues. Adiós. Siempre con cariño, Charlie.

23 agosto, 1992 Querido amigo, He estado en el hospital los últimos dos meses. Me dieron el alta ayer. La médica me dijo que mi madre y mi padre me habían encontrado en el sofá del salón. Estaba completamente desnudo, viendo la televisión, que no estaba encendida. No hablaba ni pestañeaba, dijeron. Mi padre incluso me abofeteó para despertarme, y como te dije, él nunca pegaba. Pero no funcionó. Así que me llevaron al hospital en el que estuve cuando tenía siete años, después de que mi tía Helen falleciera. Me dijeron que no hablé ni reconocí a nadie durante una semana. Ni siquiera a Patrick, quien supongo que me ha visitado esta vez. Me da miedo pensarlo. Todo lo que recuerdo es poner la carta en el buzón. Lo siguiente que sé, era que estaba sentado en la oficina del médico. Y me acordé de mi tía Helen. Y empecé a llorar. Y la médica, que resultó ser una mujer muy amable, me empezó a hacer preguntas. Que respondí. No quiero hablar de las preguntas y las respuestas. Pero de alguna forma supe que todo lo que había soñado sobre mi tía Helen era verdad. Y al rato, me di cuenta de que pasaba cada sábado cuando veíamos la televisión. Las primeras semanas en el hospital fueron muy duras. La peor parte era estar sentado en la oficina del médico cuando esta le dijo a mi madre y a mi padre lo que había pasado. Nunca había visto a mi madre llorar tanto. O a mi padre tan cabreado. Porque no sabían lo que pasaba cuando estaba pasando. Pero la médica me ayudó a sacar un montón de cosas desde entonces. Sobre mi tía Helen. Y sobre mi familia. Y amigos. Y sobre mí mismo. Hay un montón de etapas en este tipo de cosas, y ella estuvo genial en todas. Lo que más me ayudó, fue la vez que pude tener visitas. Mi familia, incluidos

mi hermano y mi hermana, siempre vinieron esos días hasta que mi hermano tuvo que volver a la universidad a jugar a fútbol. Tras eso, mi familia vino sin mi hermano, y mi hermano me enviaba cartas. Incluso me dijo en su última carta que leyó la redacción de Walden y que le gustó mucho, lo que me hizo sentir mucho mejor. Justo como la primera vez que vi a Patrick. Lo mejor de Patrick es que aun cuando estás en un hospital, no cambia. Sigue haciendo bromas para hacer que te sientas mejor en lugar de hacerte preguntas de por qué te sientes mal. Incluso me trajo una carta de Sam, y Sam dijo que estaría de vuelta a finales de agosto, y si estaba mejor entonces ella y Patrick me llevarían al túnel. Y esa vez podría estar de pie detrás de la camioneta si quería. Cosas como esas me ayudaron más que nada. Los días que recibía cartas eran buenos, también. Mi abuelo me envió una carta muy bonita. También mi tía abuela. También mi abuela y mi tío abuelo Phil. Mi tía Rebecca incluso me mandó flores con una carta que estaba firmada por todos mis primos de Ohio. Fue genial saber que estaban pensando en mi como estuvo bien la vez que Patrick trajo a Mary Elizabeth y a Alice y a Bob y a todo el mundo de visita. Incluido a Peter y a Craig. Supongo que son amigos otra vez. Y me alegraba por ello. Como me alegraba de que Mary Elizabeth hablara la mayor parte del tiempo. Porque hacían las cosas más normales. Mary Elizabeth incluso se quedó un poco más que los demás. Estaba feliz por tener la oportunidad de hablar con ella a solas antes de que se fuera a Berkeley. Como estaba feliz cuando Bill y su novia vinieron a visitarme hace dos semanas. Se iban a casar este noviembre, y querían que fuera a la boda. Es agradable tener cosas por las que esperar en un futuro. La vez que empecé a sentir que todo iba a ir bien fue la vez que mi hermana y mi hermano se quedaron después de que mis padres se fueran. Fue en algún momento de julio. Me hicieron un montón de preguntas sobre mi Tía Helen porque supongo que no les había pasado nada a ellos. Y mi hermano parecía muy triste. Y mi hermana muy cabreada. Fue esa vez cuando las cosas parecieron volverse claras porque no había nadie a quien odiar tras eso. Lo que quiero decir es que miré a mi hermano y a mi hermana, y pensé que quizás algún día serían tío y tía, como yo sería tío. Como mi madre y mi tía Helen fueron hermanas. Y todos podríamos sentarnos y entendernos y sentirnos mal por los otros y culpar a un montón de gente por lo que hicieron o no hicieron o por lo que no sabían. No lo sé. Supongo que siempre habrá alguien a quién culpar. Quizás si mi abuelo no la hubiera pegado, mi madre no sería tan callada. Y quizás no se habría casado con mi padre porque él no le pegaba. Y quizás yo nunca habría nacido. Pero estoy muy contento de haber nacido, así que no sé qué decir sobre eso, especialmente desde que mi madre parece feliz con su vida, y no sé qué más se puede pedir.

Es como que si culpara a mi tía Helen, tendría que culpar a su padre por pegarla y al amigo de la familia que salía con ella cuando era pequeña. Y a la persona que salía con él. Y a Dios por no parar todas estas cosas que estaban tan mal. E hice eso durante un tiempo, pero después ya no podía. Porque no iba a ninguna parte. Porque no era lo importante. No soy de la forma que soy por lo que soñé y recordé sobre mi tía Helen. Eso es de lo que me di cuenta cuando las cosas se calmaron. Y creo que es muy importante saberlo. Hace que las cosas sean claras y tengan sentido. No me mal interpretes. Sé que lo que pasó fue importante. Y necesitaba recordarlo. Pero es como cuando el médico me contó la historia de esos dos hermanos cuyo padre era un alcohólico. Un hermano creció y fue un carpintero de éxito que nunca bebió. Y el otro hermano terminó siendo un alcohólico como su padre. Cuando le preguntaron al primer hermano por qué no bebía, dijo que después de haber visto lo que el alcohol le había hecho a su padre, él no había sido capaz de probarlo siquiera. Cuando le preguntaron al otro hermano, dijo que supuso que aprendió cómo beber en las rodillas de su padre. Así que supongo que nosotros somos quienes somos por un montón de razones. Y quizás nunca conozcamos muchas de ellas. Pero a pesar de que no tengamos el poder de elegir de dónde venimos, si que podemos elegir a dónde vamos. Si que podemos hacer cosas. Y podemos intentar sentirnos bien con eso. Creo que si alguna vez tengo hijos, y están decepcionados, no les diré que la gente está hambrienta en China ni nada como eso porque eso no cambiará el hecho de que estén decepcionados. Y que aunque alguien lo tenga mucho peor, eso no cambia el hecho de que tú tengas lo que tienes. Bueno y malo. Justo como lo que dijo mi hermana cuando estuve en el hospital durante ese tiempo. Dijo que estaba muy preocupada por ir a la universidad, y que considerando lo que yo había estado pasando, se sintió tonta por ello. Pero no sé por qué se sintió tonta. Yo también me habría preocupado. Y en serio, no creo que lo tenga mejor o peor que ella. No sé. Simplemente es diferente. Quizás es bueno poner las cosas en perspectiva, pero a veces creo que la única perspectiva es estar ahí. Como dijo Sam. Porque está bien sentir cosas. Y ser quien eres con respecto a ellas. Cuando me dieron el alta el otro día, mi madre me llevó a casa. Fue por la tarde, y me preguntó si tenía hambre. Y dije que sí. Después me preguntó qué quería, y le dije que quería ir al McDonald’s como hacíamos cuando era pequeño y me ponía enfermo y me quedaba en casa. Así que fuimos allí. Y estuvo bien estar con mi madre y comer patatas fritas. Y después esa noche estar con mi familia cenando y que las cosas estuvieran como siempre. Esa fue una parte genial. Las cosas seguían. No hablamos de nada pesado ni ligero. Simplemente estábamos sentados juntos. Y eso era suficiente. Así que hoy mi padre fue a trabajar. Y mi madre nos llevó a mi hermana y a mí

fuera para ocuparnos de las cosas de última hora de mi hermana hasta que se vaya a la universidad en un par días. Cuando volvimos, llamé a casa de Patrick porque dijo que Sam debería estar en casa para entonces. Sam respondió al teléfono. Y fue genial escuchar su voz. Después vinieron en la camioneta de Sam. Y fuimos al Big Boy como siempre habíamos hecho. Sam nos contó sobre su vida en la universidad, que sonaba muy emocionante. Y yo le conté sobre mi vida en hospital, que no. Y Patrick hizo bromas para mantener a todo el mundo íntegro. Cuando nos fuimos, nos metimos en la camioneta de Sam, y justo como Sam prometió, fuimos hacia el túnel. Media milla antes del túnel, Sam paró el coche, y yo me puse en la parte de atrás. Patrick puso la radio muy alta para que pudiera oírla, conforme nos íbamos acercando al túnel, escuché la música y pensé en todas las cosas que la gente me había dicho durante el último año. Pensé en Bill diciéndome que era especial. Y en mi hermana diciendo que me quería. Y en mi madre, también. E incluso en mi padre y mi hermano cuando estaba en el hospital. Pensé en Patrick llamándome amigo. Y pesé en Sam diciéndome que hiciera cosas. Que estuviera ahí de verdad. Y pensé lo genial que era tener amigos y una familia. Conforme nos íbamos metiendo en el túnel no levanté mis brazos como si estuviera volando. Simplemente dejé que el viento pasara a través de mi cara. Y empecé a llorar y a sonreír al mismo tiempo. Porque no podía dejar de sentir lo mucho que quería a mi tía Helen por comprarme dos regalos. Y lo mucho que quería que el regalo que le había comprado a mi madre por mi cumpleaños fuera muy especial. Y lo mucho que quería que mi hermana y mi hermano y Sam y Patrick y todo el mundo fuera feliz. Pero sobre todo, estaba llorando porque de repente me di cuenta de que estaba de pie en el túnel con el viento sobre mi cara. Sin importarme si veía la ciudad. Sin pensar en ello. Porque estaba en el túnel. Y estaba de verdad ahí. Y eso fue suficiente para hacerme sentir infinito. Mañana, empiezo mi último curso del instituto. Y lo creas o no, no estoy tan asustado de empezarlo. No estoy seguro de si tendré tiempo para escribirte más cartas porque quizás esté demasiado ocupado “participando.” Así que si esta termina convirtiéndose en mi última carta, por favor, piensa que las cosas me irán bien, y aunque no sea así, lo será pronto. Y yo pensaré lo mismo de ti. Siempre con cariño, Charlie. -FINTraducido por @erikabarz

las-ventajas-de-ser-un-marginado.pdf

después de que mi amigo Michael dejara de ir al colegio un día la primavera pasada y. escuchamos la voz del Sr. Vaughn en el altavoz. “Chicos y chicas, lamento informaros. de que uno de nuestros estudiantes ha fallecido. Haremos una sesión conmemorativa. por Michael Dobson durante la asamblea este viernes.”.

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