FERNANDO HORMAZÁBAL DÍAZ

MARE NOSTRUM

ACADEMIA DE HISTORIA MILITAR SANTIAGO DE CHILE

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FERNANDO HORMAZÁBAL DÍAZ

Mare Nostrum Respondiendo a Evo Morales © Fernando Hormazábal Díaz Registro de Propiedad Intelectual Nº XXX.XXX ISBN: XXX-XXX-XXXX-XX-X

Primera edición, XXX ejemplares, abril de 2016 Editorial: Academia de Historia Militar Santiago de Chile

Imagen de portada: Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx Imagen de contraportada: Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx Diseño de portada: XxxxxxxxXxxxxxxxx Impresión: Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

A Colla, por su inagotable paciencia, a mis hijos Marisol y Feña, y mis nietos Valentina, Felipe, Clemente y Olivia.

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AGRADECIMIENTOS Mis testimonios de gratitud a quienes con su ejemplo en el campo de la investigación histórica, me estimularon sin pretenderlo, a intentar modestamente a seguir sus pasos, pretensión difícil de emular, en la que sin embargo he puesto el máximo de mis esfuerzos y capacidades. Fueron ellos Manuel Hormazábal González (Q.E.P.D.), coronel de Ejército, hermano de mi padre, embajador en la República Federal de Alemania bajo el segundo Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, ingeniero geógrafo y matemático, quien además legó variadas obras en el ámbito de la defensa de nuestro patrimonio territorial y en la historia universal, siendo una de ellas Chile una patria mutilada, la que me inspiró e inició en esta temática. El segundo, fue el general de Ejército Tomás Opazo Santander (Q.E.P.D.), Ingeniero Militar Politécnico, geógrafo, a quien conocí en la década del noventa del pasado siglo, mientras se desempeñaba como presidente del Instituto Histórico de Chile, estando ya en retiro y en edad avanzada, máxima autoridad en aquellos años en el ámbito castrense en las controversias limítrofes con nuestros vecinos, quien me distinguió con su confianza como director de dicho instituto, asignándome además la responsabilidad de la publicación del anuario. Unía a su erudición su don de caballerosidad, fineza en el trato y abnegación en la presidencia del organismo, la que jamás abandonó, dando muestras de su celo profesional hasta los últimos momentos de vida. Manuel Ravest Mora, gran amigo, abogado e historiador, miembro de nuestra Academia de Historia Militar y excelente colaborador. Además, investigador acucioso y coleccionista de testimonios y objetos de la Guerra del Pacífico, a la que se dedicó con gran ahínco parte importante de su vida, seguramente motivado por su abuelo militar, Francisco Ravest. Entre sus obras, además de numerosos artículos, están Bolivia y la fantasía del mar perdido, publicada poco tiempo antes de su fallecimiento; La ocupación militar de la Araucanía; Barros Arana y la pérdida de la Patagonia. Mito y verdad; La Compañía Salitrera y la ocupación de Antofagasta 1878-1879; y Juan Martínez, comandante de los mineros del Atacama. Fue precisamente este último el que me permitió conocerlo y tejer una amistad que se inició justamente cuando este autor se encontraba al mando del Regimiento de Ingenieros “Atacama” en Chuquicamata, heredero de las glorias y tradiciones del legendario Batallón Atacama movilizado en Copiapó en 1879. Finalmente, mis agradecimientos a la Academia de Historia Militar, en particular a su presidente, general Marcos López Ardiles, por el estímulo otorgado y la confianza depositada para publicar la presente investigación; y en forma muy especial al académico Rafael González Amaral, por su invaluable aporte en la traducción de los textos de los alegatos ante la Corte Internacional de Justicia y del fallo correspondiente ante las objeciones preliminares hechas por nuestro Gobierno; y posteriormente, en la laboriosa tarea de la revisión y corrección del texto, efectuando además valiosas observaciones y aportando ideas para su mejor presentación.

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PRESENTACIÓN El autor de la presente investigación pretende con esta publicación, en primer lugar responder a la publicación boliviana El Libro del Mar y, en segundo término, contribuir bajo un punto de vista personal al conocimiento de los hechos históricos que han vinculado a nuestras dos naciones desde la pretérita época de la Colonia hasta nuestros días. También hemos querido desvirtuar las afirmaciones bolivianas de que la causa de su atraso y bajo desarrollo son productos de la carencia de un corredor soberano que lo vincule con el mar, al cual solo tuvieron legítimo acceso entre los años 1866 y 1879, producto de los tratados suscritos con Chile. Se ha procurado alcanzar los objetivos antes indicados, apoyándonos en una amplia fuente bibliográfica de destacados autores chilenos, bolivianos y otras fuentes, más la inclusión de 950 citas que respaldan la información aportada. Se incluye un pormenorizado índice como también un listado de las figuras y gráficos con el objeto de facilitar al lector la búsqueda de algún tema en particular, haciendo un mejor uso de su tiempo.

ÍNDICE PARTE I. DESDE EL NACIMIENTO DE BOLIVIA HASTA 2011 1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS 1.1. El Virreinato del Perú y la Real Audiencia de Charcas 1.1.1. La documentación real de las jurisdicciones 1.1.2. La variada documentación oficial 1.1.3. El ejercicio de la jurisdicción de Chile 1.1.4. Otras publicaciones que apoyan nuestra tesis 1.1.5. La cartografía como base de sustentación y referencia 1.2. Virreinato del Río de la Plata y Real Audiencia de Charcas 1.3. De la independencia de Bolivia a los primeros tratados de límites 1.3.1. De la independencia de Bolivia 1.3.2. Creación del Departamento del Litoral 1.3.3. Reconocimiento a la condición marítima de Bolivia 1.4. Avances chilenos sobre las costas bolivianas 2. TRATADOS DE LÍMITES ENTRE BOLIVIA Y CHILE 2.1. Tratado de 1866 2.2. Tratado de 1874 2.2.1. El Tratado en sí 2.2.2. El impuesto de los 10 centavos a causa del maremoto de 1877 3. LA INVASIÓN A BOLIVIA Y LA GUERRA 4. EL PACTO DE TREGUA Y NEGOCIACIONES POSGUERRA 4.1. El pacto de Tregua de 1884 4.2. La nota de Abraham König 4.3. El tratado de 1904 5. COMPROMISOS DE CHILE PARA NEGOCIAR CON BOLIVIA UN ACCESO SOBERANO AL MAR 5.1. Los Tratados de 1895 5.2. Conferencia de París y Liga de las Naciones (1919-1922) 5.3. Desde el Acta de 10 de enero de 1920 hasta Charaña 5.3.1. El Acta de 10 de enero de 1920 5.3.2. Declaración del presidente Arturo Alessandri. 1922 5.3.3. Notas del canciller Luis Izquierdo 5.3.4. Propuesta del embajador Miguel Cruchaga. 1926 5.3.5. Circular del canciller Beltrán Mathieu. 1926 5.3.6. Respuesta del canciller Matte a la propuesta Kellog 5.3.7. Protesta por suscripción del Tratado de Lima 5.3.8. El acuerdo emergente del intercambio de notas de 1950 5.3.9. El Memorándum del embajador Manuel Trucco (1961) 5.4. Negociaciones desde Charaña a la fecha

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5.4.1. Los compromisos emergentes de la negociación de Charaña 5.4.2. Los compromisos chilenos ante la OEA. 1979-1983 5.4.3. La negociación del enfoque fresco 5.4.4. La agenda sin exclusiones. 2000 5.4.5. Conversaciones entre los presidentes Mesa y Lagos 5.4.6. La Cumbre de Monterrey. 12 y 13 de enero de 2004 5.4.7. Reuniones, conferencias y hechos omitidos en El Libro del Mar 5.4.8. Reuniones entre los presidentes Rodríguez Veltzé y Lagos 5.4.9. Asamblea General de la OEA. Junio de 2006 5.4.10. La agenda de los trece puntos 5.4.11. Los últimos intentos de diálogo. 2010-2011 PARTE II. ENCLAUSTRAMIENTO E IMPACTO ECONÓMICO 6. CONSECUENCIAS DE LA MEDITERRANEIDAD 6.1. Pérdida de recursos 6.2. Perjuicios económicos derivados del tratado de 1904 6.2.1. Tránsito de armas 6.2.2. Deficiencias del régimen de libre tránsito 6.2.3. Otras denuncias efectuadas por el Gobierno boliviano 7. IMPACTO ECONÓMICO 7.1. Introducción 7.1.1. La especial situación de Bolivia 7.1.2. El marco internacional 7.2. Desarrollo Insuficiente de Bolivia 7.3. Nivel de Ingresos 7.4. Comercio exterior 7.5. Costos de Transporte 7.5.1. Informes de organismos internacionales y otros 7.5.2. Sistema Integrado de Tránsito. SIT 7.6. Inversión extranjera 8. OTRAS CONSECUENCIAS 8.1. Índice de desarrollo Humano 8.2. Perjuicios para el desarrollo de la industria y servicios PARTE III. LA DEMANDA MARÍTIMA 9. LA DEMANDA ANTE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA 9.1. Las acciones de Bolivia 9.1.1. Introducción 9.1.2. La decisión de acudir a un tribunal internacional 9.1.3. Creación de DIREMAR 9.1.4. Reuniones con expresidentes y excancilleres 9.1.5. La Demanda 9.2. El accionar del Gobierno de Chile 9.2.1. Introducción 9.2.2. Los primeros pasos

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9.2.3. El preludio 9.2.4. El debate público previo 9.2.5. Las acciones unilaterales 9.2.6. Artículos de los estatutos de la CIJ a tener en cuenta 10. MEMORIA Y CONTRAMEMORIA 10.1. Resumen aplicación de Bolivia a la CIJ. 24 de abril de 2013 10.1.1. La disputa 10.1.2. La jurisdicción de la corte y la admisibilidad de esta aplicación 10.1.3. Establecimiento de los hechos 10.1.4. Bases legales en las que se funda la demanda 10.1.5. Peticiones 10.2. Resumen objeción preliminar de Chile. 15 de julio de 2014 10.2.1. Introducción 10.2.2. La demanda de Bolivia 10.2.3. Primer alegato de Chile. Audiencia del 4 de mayo de 2015 10.2.4. Primer alegato de Bolivia. Audiencia del 6 de mayo de 2015 10.2.5. Segundo alegato de Chile. Audiencia del 7 de mayo de 2015 10.2.6. Segundo alegato de Bolivia. Audiencia del 8 de mayo de 2015 10.2.7. El fallo de la Corte Internacional de Justicia 10.3. Conclusión del tribunal en relación con la excepción preliminar 10.3.1. Texto del fallo 10.3.2. Las consecuencias de este fallo

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INTRODUCCIÓN En febrero de 2004 el Gobierno Boliviano entregó al papa Juan Pablo II el documento Problema Marítimo Boliviano que dio más tarde origen a El Libro Azul. La demanda marítima boliviana. Con estos textos, Bolivia ha tratado de influir en la opinión pública internacional de manera de concitar apoyo al antiguo anhelo de obtener una salida soberana al océano Pacífico. No son pocos los analistas que piensan que más que la salida al mar, se usa como una estrategia para obtener apoyo político interno, ya sea para encubrir los momentos económicos más complicados o conseguir los votos para la reelección presidencial. El Gobierno altiplánico se victimiza insistiendo majaderamente que el retraso en su desarrollo socioeconómico es culpa de la pérdida del litoral a manos chilenas. El presidente Evo Morales y el ministro Álvaro García le mienten al país con descaro sobre la verdad histórica de cómo y cuándo adquirieron derechos sobre la costa, y predican la invalidez del Tratado de 1904. Últimamente, haciendo gala de un gran despliegue comunicacional, el Gobierno boliviano ha publicado El Libro del Mar, con repetidos propósitos y sin duda alguna para dar fuerza ante la Corte Internacional de La Haya a la demanda presentada en dicho tribunal con fecha 24 de abril de 2013, para lo cual previamente suscribió el Pacto de Bogotá, mediante una burda instrumentalización de éste. Su presentación ha sido lo suficientemente inteligente, en el sentido de que dicho tribunal no se pronuncie sobre los acuerdos del Tratado de 1904 -lo que podría ser objetado por nuestro país- y basado en sus derechos expectaticios y acciones unilaterales le solicita a La Haya que falle y declare que: -

Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de llegar a un acuerdo que otorga al país un acceso plenamente soberano al océano Pacífico. - Chile ha incumplido dicha obligación. - Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, sin demora, de manera formal, en un plazo razonable y eficaz, para conceder a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico. La demanda del Palacio Quemado apunta a que Chile habría manifestado en numerosas ocasiones su voluntad de dar una salida al mar, constituyendo declaraciones unilaterales que generarían una obligación jurídica que la Corte tendría que resolver, basado en los Principios Rectores que consulta el Derecho Internacional. En Chile, obviamente es poco conocido que las señaladas declaraciones que pueden generar compromisos jurídicos indeclinables han sido materia de estudio por el Derecho Internacional por más de una década, bajo el patrocinio de las Naciones Unidas. En efecto, desde al año 1997 estaban siendo estudiadas por una comisión de prestigiados juristas que en forma anual entregaba sus conclusiones,

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culminando el año 2006 con la aprobación de diez principios rectores que lo regulan, y en los cuales se funda la demanda boliviana, lo que no significa por cierto que este recurso pudiese prosperar en los términos por dicha nación solicitada, pero que constituye un campo propicio para que esta Corte, haciendo gala de su mayor imaginación, repita el criterio empleado en la demanda de Perú, apartándose nuevamente de lo estrictamente jurídico, especialmente ante la extraordinaria cruzada desplegada por Bolivia a través del mundo, para presentarse como una nación mártir que requiere se le repare, según ellos, una deuda histórica que se arrastra por más de un siglo. Por ello, no podemos dejar de lamentar nuestra histórica pasividad ante la amplia campaña comunicacional emprendida por nuestros vecinos, los que no han escatimado esfuerzos en publicaciones, abogados, embajadores itinerantes, enviados especiales, etc., actuando de voceros a través del mundo, cual enjambre de avispas inoculando el virus del paternalismo y de nación víctima a la que Chile la tiene condenada, dificultando su desarrollo y progreso por una supuesta carencia de acceso al mar. Como parte de esta verdadera operación, el gestor de El Libro Azul, ahora como delegado boliviano ante la causa marítima de su país, el expresidente Carlos Mesa, ha estado a la cabeza de su publicación y difusión a través de todo el mundo, cuya introducción incluimos a continuación y que obviamente es sensiblemente similar a la de El Libro Azul:1 En 1825 Bolivia nació a la vida independiente con una costa de aproximadamente 400 kilómetros sobre el océano Pacífico. Cincuenta y cuatro años después, en 1879, Chile invadió y ocupó por la fuerza el territorio del Departamento del Litoral, privando a Bolivia de un acceso soberano al mar y un territorio de alrededor de 120.000 km2. Ninguna controversia internacional o conflagración bélica que afrontó Bolivia en su historia ocasionó una pérdida tan importante como la Guerra del Pacífico. La misma privó a Bolivia de su soberanía marítima y su gravitación en el océano Pacífico, un escenario geopolítico y económico fundamental. Chile es consciente del perjuicio ocasionado y ha admitido, en reiteradas oportunidades, que Bolivia no puede quedar indefinidamente enclaustrada. Por esta razón asumió la obligación de negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico a través de acuerdos y declaraciones unilaterales. Ante esta situación, Bolivia se ha visto en la necesidad de hacer uso de los mecanismos de solución pacífica de controversias internacionales previstos en el Derecho Internacional, y por tanto, acudió a la Corte Internacional de Justicia a fin de encontrar una solución a este más que centenario problema. Bolivia siempre ha expresado su predisposición a entablar negociaciones de buena fe con Chile y espera que todas las naciones del mundo acompañen este 1

Min. Rel. Ext. Bolivia. El Libro azul. La demanda marítima boliviana. p. 4.

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esfuerzo que pretende levantar para siempre la última barrera que impide el proceso de integración en América del Sur.2 Una vez más, siguiendo un esquema semejante a la anterior publicación de este autor3, apelo a la paciencia de los lectores para que conozcan mis objeciones y antecedentes que dicen relación con las materias y argumentos esgrimidos por Bolivia en su publicación oficial.

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DIREMAR. El Libro del Mar. p. 15. Fernando Hormazábal Díaz. El libro blanco de Chile. El problema marítimo boliviano.

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PARTE I DESDE EL NACIMIENTO DE BOLIVIA HASTA 2011 1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS 1.1. El Virreinato del Perú y la Real Audiencia de Charcas Posición boliviana

Bolivia tiene títulos históricos que demuestran el derecho que tuvo sobre un territorio ubicado en la costa del océano Pacífico que se remontan a la época colonial. Incluso muchos siglos antes de la conquista de América, las territorialidades de los pueblos indígenas del Altiplano tuvieron conexión con el mar. La Corona española estableció una nueva organización político-administrativa en América creando Virreinatos y Capitanías Generales. En 1542 se constituyó el Virreinato del Perú el cual se subdividía en Reales Audiencias, destacándose la Real Audiencia de Charcas (actual Bolivia), creada por Cédula Real en 1559, que incluía dentro de su jurisdicción al Distrito de Atacama y su costa. Éste abarcaba desde el río Loa en el norte hasta el río Salado en el sur, más allá del paralelo 25°.4 Opinión del autor

No está de más insistir en una breve síntesis, acerca de la estructura impuesta por España en América durante la época colonial, mediante los diversos documentos oficiales emanados de la Corona, los que sin duda no se caracterizaban por su claridad y precisión al hacer mención a los límites de las extensiones o jurisdicciones que en ellos se establecía y que ha sido la fuente de discordia entre la naciones de América una vez que alcanzaron su independencia. Cabe señalar que existían variadas disposiciones mediante las cuales España ejercía su autoridad. Por una parte, estaban las Capitulaciones, que eran una especie de contrato bilateral entre los soberanos y los futuros conquistadores, en cuya virtud no se consumaba, ni otorgaban derechos, ni constituían gobernaciones o distritos territoriales, sino en cuanto eran debidamente cumplidas.5 Por otra, estaban las Reales Órdenes, Cédulas Reales y Provisiones, que sí establecían medidas claras de administración y Gobierno. Las Capitulaciones, en el derecho indiano, eran una especie de patente de corso. No constituían demarcaciones geográficas ni siquiera medidas inmutables, por cuanto eran fijadas arbitrariamente de acuerdo a los esfuerzos y los medios de que 4 5

DIREMAR Obra citada. p. 17. Guillermo Barros Grebe. Esquema histórico de las relaciones chileno bolivianas. p. 19.

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disponía cada capitán español que se empeñaba en una aventura de tal naturaleza, de tal modo que en virtud de las reales cédulas, los capitanes españoles estaban facultados a extender sus descubrimientos en la medida que ellos no afectasen lo que otros capitanes hubieren descubierto o poblado, siendo este el caso del despoblado Atacama, nexo obligado del reino de Chile con el virreinato del Perú, verdadero cordón umbilical, por el cual se abrieron paso Pedro de Valdivia, Alonso de Monroy, García Hurtado de Mendoza y sus sucesores. El despoblado de Atacama pasó a ser en consecuencia la única comunicación terrestre obligada con la ciudad de los Reyes (Lima), donde estaba el centro del poder español.6 Bajo estos criterios se fundaron los virreinatos de México o Nueva España, de Perú, de Nueva Granada (Colombia y Presidencia de Quito) y el virreinato de la Plata actualmente Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. El virrey era el representante oficial del rey de España y ejercía el poder ejecutivo y el Gobierno supremo, tanto civil como militar. Además de estas jurisdicciones se establecieron cuatro capitanías generales o audiencias principales: Guatemala, Chile, Venezuela y Cuba. A la cabeza de estas capitanías generales se encontraba el Presidente de la Real Audiencia, Gobernador y Capitán General quien tenía la responsabilidad de administrar y gobernar en forma autónoma, bajo la subordinación al virrey, que en el caso de Chile, obviamente correspondía al del Perú. Bolivia asegura, sin confirmar ni comprobar mediante los títulos históricos respectivos, el derecho que tuvo sobre un territorio ubicado en la costa del océano Pacífico que se remontan a la época colonial… Nada más alejado de la realidad. Una investigación realizada en los Archivos de Indias de Sevilla por el destacado profesor e historiador Julio Retamal Ávila, miembro de la Academia de Historia Militar, publicada recientemente en un medio circulación nacional, ponen de manifiesto en forma irrefutable la soberanía de Chile sobre dichos territorios. En efecto, mediante las facultades otorgadas por el rey de España a súbditos de la colonia para otorgar encomiendas de indígenas, encargadas del cobro de tributos o rentas que estos producían con sus trabajos y al mismo tiempo, en el orden políticamente administrativo, la designación de corregidores en el territorio asignado, denominado Corregimiento, los hallazgos de Retamal ponen de manifiesto que tanto las encomiendas como los corregimientos fueron ejercidos por chilenos o por personas vinculadas a Chile por nacimiento, por matrimonio o por sus accionarios. Así, la encomienda de Atacama y Cobija fue otorgada en los años 1608 o 1609 al capitán Lope de Henestrosa y Villalobos, natural de España y venido a Chile en 1567 para servir en la guerra de Arauco. Casó con doña Marcela de Castañeda y Vásquez de Tobar, de cuyo matrimonio nacieron cinco hijos, todos en Santiago, quienes de una u otra forma se vincularon a la costa de Atacama. A la muerte del capitán Henestrosa, en 1611, su hijo mayor, Lope, acreditó ante el escribano Diego Rutal, ser heredero, sucesor y vecino encomendero en la provincia de Atacama y Cobija. Retamal se extiende a continuación en una serie de valiosos antecedentes de

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Fernando Hormazábal Díaz. El Libro Blanco de Chile. Centro de Estudios Bicentenario. p. 27.

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los vínculos del resto de la familia en la provincia de Atacama.7 1.1.1. La documentación real de las jurisdicciones

Podemos afirmar categóricamente que cuando nació la Audiencia de Charcas, diecisiete años después de haberse creado el Virreinato del Perú, en ningún caso su jurisdicción incluía los territorios de la costa desde el Río Salado hasta el Río Loa -lo que Bolivia identifica como el Distrito de Atacama- por cuanto ninguno de los documentos reales que trataban de las diversas jurisdicciones lo establecían, sean ellos: Capitulaciones, Provisiones Reales, Cédulas Reales, Leyes de Indias, Órdenes Reales u otros. Recordemos que al crearse en 1529 el Virreinato del Perú (Nueva Castilla), le fue concedida la capitulación a Francisco Pizarro y se le otorgaron facultades para continuar con el descubrimiento y conquista hasta doscientas leguas por la costa del Mar del Sur, las que posteriormente fueron ampliadas en otras setenta leguas, y luego continuó extendiéndose hacia el oriente, hasta las tierras bajas que confinan con el Brasil y hasta las altiplanicies de Los Andes, y hacia el sur, a todos los territorios comprendidos entre los dos océanos, el Mar del Norte (Atlántico) y el Mar del Sur (Pacífico) y a todas las tierras que hubiere dentro y fuera del Estrecho de Magallanes.8 La falta de precisión en las medidas estipuladas en las capitulaciones fue motivo de discordia entre los conquistadores, que luego se heredó a las repúblicas al lograr su independencia, por cuanto el texto no siempre coincidía con las medidas matemáticas. Súmese a ello la percepción particular de los cronistas e historiadores para determinar exactamente los límites. El concepto de “legua” tenía varias acepciones, existiendo en consecuencia disímiles lecturas, tales como de 5.000 varas castellanas9, es decir aproximadamente 4,19 kilómetros, y otra con un valor aproximado de 5,5 kilómetros. En el siglo XVI se comenzó a utilizar la legua de 20.000 pies castellanos; como también se habría utilizado 17,5 leguas por grado, con lo cual cada una equivaldría a 6.349 metros. Según Raúl Bazán Dávila, otro criterio introducido en España por Cristóbal Colón fue entre 5 y 5,9 km por legua, lo que obviamente hace incurrir en diferencias de interpretación al no precisarse los puntos geográficos correspondientes.10 El lector con justificada razón se preguntará qué tiene que ver este asunto de las leguas con la materia en comento. La razón tiene por objeto destacar la imprecisión o poca claridad para determinar las distintas jurisdicciones emanadas de la mayor parte de los documentos reales, lo que diera lugar a posteriori a graves divergencias entre las naciones recién emancipadas, siendo fuente de graves conflictos. Recapitulando, estábamos en el año 1534 y hasta el momento no hemos hablado ni de audiencias ni de virreinatos.

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El Mercurio de Santiago. 5 de junio de 2016. p. E 7. Barros Grebe. Obra citada. pp. 22 y 23. 9 Una vara castellana o de Burgos era igual a 0,835905 m. Nota del autor (es.wikipedia.org /varas). 10 Bazán. Obra citada. p. 28. 8

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La Audiencia de Lima fue creada por cédula el 20 de noviembre de 1542, y por cédula del 13 de septiembre de 1543 le fijó el mismo distrito del virreinato del Perú, que comprendió no solo la Nueva Castilla y Nueva Toledo, sino también las provincias de Quito, Popayán, Río San Juan y otras cualquier provincias que se descubrieren y poblaren hasta el estrecho de Magallanes y en el paraje de las dichas provincias la tierra adentro.11 Está claro entonces que a la creación del Virreinato de Lima no existía mención alguna de la supuesta audiencia de Charcas. Esta fue creada diecisiete años después cuando se le ordenó al virrey del Perú, Conde de Nieva, que señalara el distrito para la audiencia de la Ciudad de la Plata de las Charcas, provincia de este virreinato, lo que verificó por resolución de 22 de mayo de 1561, que le fijó la dicha ciudad de la Plata con más de cien leguas de tierra alrededor de cada parte,12 hecho que en la práctica se circunscribió a los límites de las ciudades españolas de La Paz y La Plata, según lo afirmado por el historiador peruano Belaunde.13 De lo anterior, se colige en consecuencia que la Audiencia de Charcas no nació conjuntamente con la Audiencia de Lima o Virreinato del Perú, como ha sostenido históricamente el Gobierno de Bolivia. Por otra parte, resulta difícil comprender y aceptar -al no entregar antecedentes- las afirmaciones de El Libro del Mar que al crearse la Audiencia de Charcas en 1559, incluía dentro de su jurisdicción al distrito de Atacama y su costa y que abarcaría desde el río Loa en el norte, hasta el río Salado en el sur más allá del paralelo 25°.

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Ibídem. p. 29. Ibídem. p. 30. 13 Ibídem. p. 29. 12

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Fig. 1. Audiencia de Charcas conforme a Provisión Real de 22 de mayo de 1561.

Aún más, si queremos identificar en el mapa hasta dónde llegarían las 100 leguas, independiente de cual fuere la longitud atribuida en kilómetros a dicha medida, la distancia en línea recta desde la actual Sucre, ex Charcas o Chuquisaca, está representada en la Fig. Nº 1. Como se aprecia, en ningún caso alcanza hasta el océano Pacífico. Atendida la insuficiencia de los territorios concedidos a esta Audiencia y las peticiones hechas ante el Consejo Real de Indias, el 29 de agosto de 1563 se ampliaron sus límites con la gobernación de Tucumán, Juries y Diaguitas, que se segregan de la gobernación de Chile; con la provincia de los Mojos y Chunchos (…).14 Mediante esta misma provisión real se le otorgaron los territorios desde Charcas hasta el Cuzco e incluso ésta con sus propios límites, apartándola de la Audiencia de Lima. A juicio de Barros Grebe, esta ampliación no hizo sino redundar los límites concedidos en 1561, demarcación que nunca se había llevado a efecto. Barros igualmente cita otra real provisión de la misma fecha que afecta a la Audiencia de Lima, en que precisa sus límites, atendida la nueva jurisdicción entregada a Charcas y que más tarde fuese refrendada en la ley 9 del Código de Leyes de las Indias.15 Visto lo anterior, queda claramente demostrado que al definirse la jurisdicción de la Audiencia de Lima hace un claro distingo entre lo que son los límites en la costa, dejando las de Perú y Chile contiguas- excluyendo a Charcas- con respecto a los limites interiores o “tierra adentro”, como los denomina esta orden y que corresponden a los territorios de ésta última. Pero Charcas estuvo sujeta luego a nuevas modificaciones. En 1568, la ciudad del Cuzco fue separada de la Audiencia de Charcas y pasó a estar nuevamente bajo la jurisdicción de Lima, lo que además viene a confirmar que ambas audiencias tenían jurisdicciones distintas, lo que contradice la posición de Bolivia, al pretender afirmar sus presuntos derechos en la costa, que su jurisdicción estaba comprendida en la de Lima.16 Finalmente, una nueva cédula (26 mayo de1573) dividió la ciudad de Cuzco entre las audiencias de Lima y Charcas, asignando a la primera todo lo que está desde el Collao exclusive -meseta ubicada al oeste del Lago Titicaca- y a Charcas todo lo que está desde el Collao inclusive hacia la Ciudad de la Plata. Dada la complejidad de las leyes referidas a los límites de sus territorios en las Indias y los continuos reclamos recibidos al respecto, la Corona de España, bajo el 14

Ibídem. p. 30. Ibídem. pp. 30 y 31. Las misiones de Mojos y Chunchos, estaban ubicadas próximas al río Mamoré y cerca de Santa Cruz. Nota del autor. 16 Ibídem. p. 30. 15

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reinado de Carlos II, dispuso el estudio y revisión de las normas existentes, dando lugar a la publicación de la Recopilación de las leyes de los Reinos de las Indias, puesta en vigor por Real Cédula de 18 mayo de 1680. Este documento derogó las leyes no incluidas en la recopilación, exceptuando las reales cédulas y ordenanzas dadas a nuestras reales audiencias en lo que no fueren contrarias a aquella.17 En la ciudad de la Plata de la Nueva Toledo, provincia de Charcas en el Perú, resida (...) la cual tenga por distrito la provincia de las Charcas y todo el Collao, desde el pueblo de Ayaviri, por el camino de Hurcosuyo; desde el pueblo de Assillo, por el camino de Humasuyo, desde Atuncana por el camino de Arequipa, hacia la parte de las Charcas, inclusive, en las provincias de Sangabán (San Gabán), Carabaya, Juries y Diaguitas, Mojos y Chunchos y Santa Cruz de la Sierra, partiendo términos: por el Septentrión, con la Real Audiencia de Lima y provincias no descubiertas; por el mediodía, con la Real Audiencia de Chile, y por el levante y poniente, con las dos mares, del Norte y Sur y la línea de la demarcación entre las coronas de las reinas de Castilla y Portugal por la parte de la provincia de Santa Cruz del Brasil (...).18 De esta manera, la Ley 9, Título 15, Libro II, referida a la Audiencia y Cancillería Real de la Plata, provincia de las Charcas, corrobora los límites ya señalados.19 No es difícil confirmar en el mapa que todos estos territorios claramente especificados están ubicados al sureste de la Audiencia de Lima, y que con posterioridad pasaron a constituir la Intendencia de Puno. No necesita más comentarios la imprecisión de las descripciones que en ella se estipulan, lo que el propio Gobierno de La Paz reconoció en una circular de fecha 24 de febrero de 1919, firmada por el entonces canciller Alberto Gutiérrez, al señalar que después de la emancipación de las colonias españolas a principios del siglo pasado, fue prolongado el proceso de su organización política, a causa principalmente de la vaguedad en que se habían mantenido las antiguas delimitaciones administrativas, tornando discutibles y dudosos los límites geográficos de unas y otras soberanías. Sin embargo, a renglón seguido acota: (...) en esa región nunca fueron nuestros derechos dudosos ni desatendibles.20 Bolivia sustenta su tesis soberana en el Pacífico basada exclusivamente en la descripción genérica de los mares a que se refiere en la provisión antes indicada, sin que ello constituya prueba fehaciente de su dominio entre el río Loa y el río Salado. Por el contrario, en caso del levante con el Mar del Norte, el Tratado de Tordesillas (1494) establecía el límite de las posiciones españolas y portuguesas en el meridiano que pasaba a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde y abarcaba toda la zona del Amazonas,21 dejando una pequeña porción a Portugal que, sin embargo, no pudo detener la penetración portuguesa y Charcas no limitaba con el Mar del Norte, sino 17

Ibídem. p. 42. Las palabras desde y hacia han sido destacadas por el autor para enfatizar la extensión de los límites. 19 Recopilaciones de las leyes de los Reynos de las Indias. www.gabrielbernat.es/espana/leyes/rldi/Indice /indic /html. 20 Circulares Diplomáticas. p. 102. Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú. 21 Barros Grebe. Obra citada. p. 49. 18

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que lindaba por los territorios de Tucumán, Río de la Plata y Paraguay, los que posteriormente fueron agregados al distrito de su audiencia, impidiendo de hecho que Charcas pudiere extenderse hasta el mar del Norte. Por otra parte, ¿cómo podría la audiencia de Charcas partir términos por el poniente con el Mar del Sur, si en conformidad a la Ley 5 -norma posterior que cita las leyes 9 y 14 que hacían mención a la jurisdicción de Charcas y que veremos más adelante- hacía extender el distrito de Lima hasta la costa del Reino de Chile exclusive? Es decir, existía continuidad entre ambas, ya que Charcas era una audiencia subalterna pero independiente, o sea, separada de la Audiencia de Lima.22 No obstante lo anterior, si tenemos en consideración las distancias desde Charcas -hoy Sucre- al litoral del Pacífico y que se mencionan en la Figura Nº 1, observamos que los puertos más cercanos y bajo la distancia de 600 km, son Arica e Iquique, litoral que jamás han pretendido, excepción hecha de Arica, el que le fuere negado por el rey de España y posteriormente por el director supremo José B. Tagle, y más tarde por el propio Presidente peruano de origen boliviano, Andrés de Santa Cruz.

Fig. 2. Tratado de Tordesillas.

La referencia con respecto a los mares del Norte y Sur en la Ley 9, podría obedecer a señales de orientación general, de ubicación, pero en ningún caso de deslindes; o un error de los geógrafos basado en la Capitulación de Almagro, abandonada a su muerte, ya que en esas costas solo subsistían las de Perú y Chile, como igualmente tampoco podrían pretender acceso al litoral del Mar del Norte por la vigencia del Tratado de Tordesillas y bajo este mismo criterio, no se conoce que hayan alegado derechos históricos en el litoral peruano en el Mar del Sur. Con respecto al límite por el mediodía, con la Real Audiencia de Chile no hay que olvidar que las provincias segregadas a Chile -Tucumán, Juries y Diaguitas- se encontraban 22

Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 31.

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al norte de Cuyo que en aquel entonces seguían perteneciendo a Chile. Los territorios identificados en la ley antes citada son pueblos del interior y que posteriormente formaron parte de la Intendencia de Puno, puerto del Titicaca, como indicáramos precedentemente. Mal podría, en consecuencia, aseverarse con tanta propiedad la soberanía boliviana entre el Loa y el río Salado. Un dato importante con respecto al carácter interior de las provincias que conformaban el Alto Perú, nos lo proporciona Francisco Encina en su obra Bolívar y la Independencia de la América Española, al hacer referencia al avance de Sucre después de la capitulación de las fuerzas españolas en Ayacucho. Sucre, dudoso de continuar avanzando hacia el este y cruzar el río Desaguadero por el conflicto que se podría generar con el Gobierno del Río de la Plata, bajo cuya jurisdicción se encontraba el Alto Perú, el 15 de diciembre de 1824 envió un oficio desde Huamanga a Simón Bolívar que se encontraba en Ayacucho, haciéndole presente (...) que no tenía instrucción ninguna del Libertador respecto a la conducta que se deba observar en las provincias del Alto Perú, ni si el ejército deba pasar el Desaguadero. La división Lara, podía ir más bien a La Paz que a Arequipa, si el Libertador quiere que se tome; sobre todo esto era menester explicaciones muy terminantes y muy positivas, aunque yo desearía más que nada, que me exima, y lo ruego con todo encarecimiento, que se me exima de toda comisión más allá del Desaguadero. He suplicado al Libertador que se me releve del mando del Ejército, puesto que está libre el territorio de esta república. Doce días más tarde insistió desde Andahuaylas: que para pasar el Desaguadero es menester que el Libertador de instrucciones muy positivas, muy claras y muy determinadas y que me exprese si él cree o no oportuno que tropas del Perú pasen al otro lado, o en fin, que me diga cuál es la resolución y su sistema respecto de aquellas provincias, que no sabemos a quién han de pertenecer, según la incertidumbre de cosas que hay allí.23 El río Desaguadero jugaba un papel importante. Sucre sabía que al cruzarlo ingresaba a la jurisdicción del Virreinato del Plata, razón por la cual no quería hacerlo, porque estimaba que la misión del Ejército Pacificador había logrado su cometido. Esto es importante para nuestra tesis, porque da sentido a la ubicación geográfica de la Audiencia de Charcas, que se encontraba hacia el este, negando toda posibilidad al concepto de partir términos por el poniente con el Mar del Sur. Lo anterior fue refrendado por el propio Mariscal de Ayacucho con fecha 9 de febrero de 1825, cuando expidió un decreto de convocatoria a la Asamblea General de Diputados de las Provincias del Alto Perú, con el objeto de definir sus destinos, donde queda en evidencia una vez más la connotación del río Desaguadero como límite natural de dichos territorios: Que al pasar el Desaguadero el Ejército Libertador, ha tenido el solo objeto de redimir las provincias del Alto Perú, de la opresión española, dejándolas en la posesión de sus derechos.

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Francisco Antonio Encina Armanet. Bolívar. Emancipación de Quito y Alto y Bajo Perú. p. 558.

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Que no correspondiendo al Ejército intervenir en los negocios domésticos de estos pueblos, es necesario que las provincias organicen un Gobierno que provea á su conservación, puesto que el Ejército ni quiere ni debe rejirlas por sus leyes militares, ni tampoco puede abandonarlas á la anarquía y el desorden. Que el antiguo virreynato de Buenos Ayres, á quien ellas pertenecían á tiempo de la revolución de América, carece de un Gobierno jeneral que represente completa, legal, y legítimamente la autoridad de todas las provincias, y que no hay, por consiguiente, con quien entenderse para el arreglo de ellas. Que este arreglo debe ser el resultado de la deliberación de las provincias, y de un convenio entre los congresos del Perú, y el que se forme en el Río de la Plata. Que siendo la mayor parte del Ejército Libertador compuesto de tropas colombianas, no es otra su incumbencia que el libertar el país, y dejar al pueblo en la plenitud de su soberanía, dando este testimonio de justicia, de jenerosidad, y de nuestros principios.24 Otro aspecto relevante de El Libro del Mar es que pretende afirmar sus títulos históricos en la costa del océano Pacífico al sostener que incluso muchos siglos antes de la conquista de América, las territorialidades de los indígenas del altiplano tuvieron conexión con el mar.25 Las provisiones reales afectas a la gobernación de Chile tampoco se caracterizaron por ser muy explicitas, lo que no es óbice para desvirtuar nuestros derechos en la costa del desierto de Atacama. Sucintamente, debemos señalar que cuando el Presidente de la Real Audiencia de Lima, Pedro de Lagasca, en virtud de los poderes conferidos por el rey Carlos V, premió a Pedro de Valdivia en 1548 ante el abandono hecho por Diego de Almagro, lo hizo Gobernador de las provincias de Chile a partir de Copiapó que está en veinte y siete grados de altura equinoccial a la parte del sur hasta quarenta y uno de dicha parte…26 en los cuales se han escudado los sostenedores de la tesis boliviana para afirmar sus eventuales derechos en el litoral, omitiendo recordar que la Audiencia de Charcas fue creada tan solo en 1559 y sus límites que ya conocimos, fijados en 1561, es decir bastante años después. De manera que al hacer referencia a Copiapó, como límite norte inicial de la gobernación de las provincias de Chile, está indicando que éste era a su vez el límite sur de la Audiencia de Lima, pero en ningún caso de la futura Charcas. El documento oficial incluye en sus cláusulas o ítemes una que refuerza nuestros sustentos y es la concerniente a la facultad otorgada a Pedro de Valdivia para ejercer autoridad más allá de sus límites cuando se dan las circunstancias que se expresan a continuación: Ítem: por quitar las diferencias, pleitos é contiendas que de tender diversos gobernadores unos mesmos pueblos é partes de gobernaciones ha avido é podrá

24

Actas Capitulares del cabildo de La Paz Bolivia, 1965. http://jorgemachicado.blogspot.com. DIREMAR. Obra citada. p. 17. 26 Ibídem. p. 96. 25

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aver, digo é declaro: que si fuera de los dichos límites de la dicha vuestra gobernación vos pobláredes algún pueblo o pueblos, que en él o en ellos se así gobernador é capitán general bien así é tan cumplidamente é de la misma manera que en la dicha vuestra gobernación é dentro de los términos della, hasta en tanto que su magestad mande é declare si es su voluntad que de tal pueblo o pueblos que así obieredes poblado, fuera de los límites de vuestra governación, quedays por gobernador vos dicho Pedro de Valdivia, o si es servido que sea dicho pueblo o pueblos otro algún gobernador.27 Esta provisión incluyó territorios que anteriormente habían sido incluidos en otras capitulaciones, las cuales caducaron por la muerte de algunos, y otra por desistimiento. Una de las características de este documento, es que al haber sido creada esta audiencia unilateralmente por el rey, no existía quien pudiera alegar menoscabo de su potestad, por cuanto como hemos citado previamente, todos los derechos existentes en forma precedente habían sido extinguidos. A la muerte de Valdivia, y luego de los sucesivos mandos de Francisco de Aguirre, Jerónimo de Alderete y Francisco de Villagra, bajo el reinado de Felipe II el Prudente, el virrey del Perú Hurtado de Mendoza designó Gobernador de Chile a su hijo García Hurtado de Mendoza, IV Marqués de Cañete (1557). En 1567, por cédula real de Felipe II, el 27 de agosto se creó la Real Audiencia de Chile, fijándose su sede en Concepción para atender en mejor forma la guerra y la pacificación de la Araucanía, sin embargo esta audiencia fue suprimida seis años más tarde, para ser restablecida por cédulas reales de 23 de marzo de 1606 y de 17 de febrero de 1609, bajo el reinado de Felipe III el Piadoso (1598-1621). Se restituyó dicha audiencia y la Cancillería real en Santiago, dándole como distrito todas las ciudades, villas, y lugares y tierras que se incluyen en el Gobierno de las dichas provincias de Chile, así lo que ahora está pacífico y poblado, como lo que de aquí en adelante se redujere, pacificare y poblare.28 Durante el anterior reinado, como en los siguientes, los límites de la gobernación de Chile se mantuvieron inalterables, siendo afianzados bajo la Recopilación de las Leyes de Indias (1680), que constituyó una compilación de la legislación promulgada por los reyes de España para regular sus posesiones de América. En el caso que estudiamos, la ley que nos afecta es la número 12, del Libro II, que reza de la siguiente forma: En la ciudad de Santiago de Chile, resida otra nuestra audiencia y Cancillería Real, con un presidente, gobernador y capitán general; cuatro oidores, que también sean alcaldes del crimen; un fiscal; un alguacil mayor; un teniente de gran canciller, y los demás ministros y oficiales necesarios; y tenga por distrito todo el dicho reino de Chile, con las ciudades, villas, lugares y tierras que se

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Bazán. Obra citada. p. 97. Barros Grebe. Obra citada. p. 32.

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incluyen en el Gobierno de aquellas provincias, así lo que ahora está pacífico y poblado, como lo que se redujere, poblare y pacificare dentro y fuera del estrecho de Magallanes y la tierra adentro hasta la provincia de Cuyo inclusive. Y mandamos que el dicho presidente, gobernador o capitán general gobierne y administre la gobernación de él, en todo y por todo; y la dicha audiencia, ni otro ministro alguno, no se entrometa en ello, si no fuere nuestro virrey del Perú, en los casos que conforme a las leyes de este libro y órdenes nuestras, se le permita; y el dicho presidente no intervenga en las materias de justicia, y deja a los oidores que provean en ellas libremente; y todos firmen lo que proveyeren, sentenciaren y despacharen.29 Esta ley, en estrecha concordancia con la ley 5 que limitó a la Audiencia de Lima hasta el reino de Chile exclusive, insiste en que los territorios de ambas costas eran contiguos, no existiendo en consecuencia litoral alguno perteneciente a la audiencia de Charcas entre las dos primeras de las nombradas. En el año 1776, cuando se creó el Virreinato de la Plata, le fueron asignados a dicho virreinato los territorios de San Juan y Mendoza, pertenecientes hasta entonces al reino de Chile, y de cuyo detalle haremos mención cuando tratemos en forma particular esta nueva organización. 1.1.2. La variada documentación oficial

Existe abundante documentación oficial que acreditan la jurisdicción de Chile en el desierto o despoblado de Atacama y sus costas, avalando expresamente nuestra ponencia y que ha sido destacada anteriormente por renombrados investigadores e historiadores nacionales, incluso hace más de cien años, lo que fuese recogido por este autor en El Libro Blanco de Chile. El problema marítimo boliviano. Refrendamos a continuación brevemente tales antecedentes: a)

El Epítome Chileno del Maestre de Campo Santiago de Tesillo (1648) que confirma la continuidad territorial entre Perú y Chile.30

b) La orden real del 15 de noviembre de 1654, que deja de manifiesto que para el rey estaba claro que los fugitivos tomaban la ruta del despoblado de Atacama para llegar al Perú y no a la Audiencia de Charcas.31 c)

La descripción de Bazán que ratifica que con el corregimiento de Arica se extinguía la jurisdicción del Virreinato del Perú, respaldado en el estudio del cronista Vicente Dagnino, precisando que el tenientazgo de Tarapacá tenía como límite la desembocadura del río Loa.32

d) La Histórica Relación del Reino de Chile (1646) de Alonso de Ovalle, acompañada del mapa identificado como la Tabula Geographica Regni 29

Ibídem. p. 45. Santiago de Tesillo. Epítome Chileno. p. 5. 31 Miguel Luis Amunátegui. La cuestión de límites entre Chile y Bolivia. p. 37. 32 Bazán. Obra citada. p. 278. 30

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Chile, donde se ve la frontera chilena efectivamente cerca de Copiapó, pero con la inscripción:"peruani et chilensis confinia”.33 e)

La Historia General del Reino de Chile, de Diego Rosales (1655), que señala su deslinde con el desierto, no con la provincia altiplánica de Atacama.34

f)

La Relación Histórica del viaje a la América Meridional (1748) confirma el límite norte con el Perú.35

g)

El Itinerario Real de Correos del Perú y Chile, (1777) al detallar la carrera entre Tarapacá y Santiago de Chile, menciona lugares que están ubicados en el Despoblado de Atacama aproximadamente a 25°36 y que dividen las jurisdicciones de Perú y Chile, omitiendo toda referencia a Charcas, a pesar que a esa fecha ya formaba parte del Virreinato de La Plata.37

h) Ramón Aguirre, oficial real encargado del cobro del Almojarifazgo, impuesto aduanero o arancel que se pagaba por el traslado de mercancías que ingresaban o salían del reino de España, impartió el 28 de noviembre de 1777 instrucciones que reafirman la soberanía de Chile en el despoblado de Atacama, individualizando entre otros lugares específicamente Cobija y Mejillones.38 i)

Carta del virrey del Perú al Presidente del Consejo de las Indias (20 de mayo de 1778) al precisar la jurisdicción del virreinato, informa que se extiende desde el Río Guayaquil hasta el puerto de Atacama, estando dividido el reino del Perú de Chile, por un despoblado de cien leguas.39

j)

La Real Orden de 15 de marzo de 1780, dirigida al Presidente de Chile, brigadier Ambrosio de Benavides Medina Liñán y Torre, acusando recibo de las disposiciones impartidas por dicho gobernador (octubre de 1779) en resguardo de las expediciones marítimas inglesas. La nota real expresa además el temor que existe de que el almirante Hughes ataque las costas de Chile y Perú. En ningún caso menciona a las costas de la Audiencia de Charcas.40

k) El 23 de agosto de 1780 el virrey Guirior escribió a su sucesor Agustín de Jáuregui y Aldecoa, precisando los límites del Perú que se extendían desde Paita hasta llegar a términos de la Audiencia de Chile.41

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Memoria Chilena, Biblioteca Nacional. De la naturaleza y propiedades del Reino de Chile. Libro 1º, p. 84. Bazán. Obra citada. p. 273. 35 Jorge Juan y Antonio Ulloa. Relación Histórica del viaje a la América Meridional. Parte II. Libro 2º, p. 355. 36 Guillermo Lagos Carmona. Historia de las Fronteras de Chile. Los Títulos históricos. p. 478. 37 Amunátegui. Obra citada. p. 80. 38 Bazán. Obra citada. p. 373. 39 Jaime Eyzaguirre Gutiérrez. Chile y Bolivia. Esquema de un Proceso Diplomático. p. 13. 40 Amunátegui. Obra citada. p. 87. 41 Eyzaguirre. Obra citada. p. 13. 34

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l)

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El cronista de Quito, Antonio Alcedo, en el Diccionario Geográfico e Histórico de América (1778), corrobora por una parte la vecindad entre Chile y Perú al definir ambos reinos, usando tanto las expresiones desierto de Atacama como desierto de Copiapó indistintamente y por otra, señala expresamente que Mejillones está ubicado en Chile, confirmando así que el desierto de Atacama, también llamado desierto de Copiapó, es el inicio del reino de Chile, y que el valle de Copiapó es la cabecera de su primer corregimiento, ubicado en la latitud 27°, con jurisdicción del desierto y de la costa, incluyendo Mejillones en los 23°.42

1.1.3. El ejercicio de la jurisdicción de Chile

Los gobernadores de Chile a partir del siglo XVII, hicieron notoriamente ostensible la jurisdicción que ejercían sobre el despoblado de Atacama y sus extensas costas, hasta el Paposo (25° 31’) y Cobija (22° 33’), que eran los lugares más al norte que se encontraban poblados, aunque escasamente en aquellos días. Ejemplos de lo anterior se citan a continuación: a) En 1679, el 26 de mayo, el Gobernador de Chile, Juan Henríquez, otorgó una merced de tierras por un total de 1.500 cuadras entre Paposo y Miguel Díaz, entre los paralelos 24° y 24,5° al Corregidor de Justicia Mayor de Copiapó Francisco de Cisternas.43 b) En 1708, Fernando de Aguirre Hurtado de Mendoza consiguió para sí la misma contratación obtenida por su padre de servicios como encomendero desde Copiapó hasta Mejillones, en Morro Moreno, la que se mantenía en su familia desde el año 160044, ratificando así el hecho que por más de un siglo las autoridades de Chile con el beneplácito de la corona de España, habían ejercido soberanía desde Copiapó hasta el paralelo 23,5°.45 c) Ambrosio O’Higgins, Gobernador de Chile entre los años 1788 y 1796, fue una de las más diligentes autoridades que demostraron un especial celo para ejercer la soberanía en este territorio: i. El 13 de diciembre de 1788 escribió al subdelegado y al cabildo de la villa de Copiapó, pidiendo antecedentes sobre la cantidad de changos dedicados a la pesca del congrio en las caletas de esa costa, volumen diario de ésta, y otra serie de informaciones con el propósito de destinar la producción a “este reino o del Perú”. Amunátegui se refiere: Si el distrito de los Charcas hubiera tenido uno o varios puertos en el Mar del Sur, ¿no habría O'Higgins preguntado también en su minucioso interrogatorio cuánto congrio 42

Eyzaguirre. Obra citada. p. 16. Bazán. Obra citada. p. 276. 44 Ibídem. p. 372. 45 Ibídem. p. 261. 43

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se llevaba a aquel puerto o puertos? 46 El 15 de febrero de 1789 ante el precario estado de salud del escribano José Jacinto Gárate, lo releva de concurrir a Paposo para establecer villa.47 Con fecha 16 de diciembre de 1789 exoneró de su función al diputado del territorio de Paposo, José Zuleta, dado los cargos de usura cometidos en perjuicio de los changos y nombrando en su lugar a Gregorio Almendáriz.48 En la misma fecha aprobó las medidas de prevención y protección de la costa propuestas por el diputado Almendáriz, a causa de informaciones que se habría divisado una embarcación cerca de Paposo y Cobija, avalando de esta forma que la jurisdicción se extendía incluyendo el puerto de Cobija, en conformidad a la ley 5ª, título 15, libro 2, de la Recopilación de Indias.49 El 25 de enero de 1791, a través de un oficio dirigido al subdelegado de Copiapó, instruyó a esta autoridad con el objeto de determinar la pertenencia de tierras alegadas por herederos del señor Felipe Mercado, dando un plazo de ocho días para que presenten sus títulos y en caso de no tenerlos las tierras debían declararse vacantes.50 El 23 de julio de 1791 emitió un decreto relativo al libre uso de las playas y otras franquicias otorgadas a los pescadores, a fin de que sean publicadas y usen ese derecho.51 Persistiendo en su preocupación por los changos, con fecha 11 de octubre del mismo año ofició al subdelegado de Copiapó, requiriendo antecedentes sobre la situación de los indios changos, pescadores de dicho partido e incorporando instrucciones para erigir la población.52 El 23 de mayo de 1792 ordena al subdelegado, en relación con la población que se intenta erigir en el Paposo, que proceda a cumplir con las diligencias solicitadas por el fiscal; y luego, con fecha 3 de agosto de 1793, amplía sus instrucciones ordenándole que se haga acompañar del escribano, sin derecho a gratificación por ser de su obligación y oficio, a fin de dar solución a los inconvenientes presentados.53

Amunátegui. Obra citada. p. 126. Ibídem. p. 128. 48 Ibídem. p. 129. 49 Ibídem. pp. 129-130. 50 Ibídem. p. 131. 51 Ibídem. pp. 132-133. 52 Ibídem. p. 133. 53 Ibídem. pp. 134-135. 47

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ix. Un informe del ministro Jerónimo Urmeneta, fechado el 9 de junio de 1859, da cuenta de las diligencias practicadas por el subdelegado de Copiapó, con el objeto de que el gobernador O’Higgins fuese debidamente informado, entre otras materias del censo levantado por el diputado de Paposo, que se extendió desde Agua Salada hasta Pan de Azúcar, zonas donde se encontraba radicada la población existente.54 x. No obstante todos los esfuerzos desplegados por O’Higgins, nombrado luego Virrey del Perú, no logró su propósito de crear una villa en Paposo, como tampoco su sucesor, Gabriel de Avilés, producto de un informe negativo del subdelegado de Copiapó que hizo que la Real Hacienda creara en su reemplazo una vice parroquia, siendo designado en 1797 el sacerdote Rafael Andreu y Guerrero.55

d) Pese a las carencias de dicho territorio reproducidas por Amunátegui, el Gobernador de Chile logró que la Real Hacienda le otorgase el 28 de julio de 1797 quinientos pesos para la construcción de una capilla en el Paposo y una miserable gratificación para la subsistencia del teniente de cura que la hubiese de servir. Bajo este escenario surgió la persona de un voluntario para ofrecerse a dicha tarea y que se costeó su propio viaje, el presbítero Rafael Andreu y Guerrero, el que tan pronto como llegó ofició al Gobernador y al Obispo de las miseria e incomodidades reinantes, provocando la reacción de éste quien lo auxilió enviándole madera para la construcción de la iglesia y, posteriormente, lo designó Juez Real el 4 de agosto de 1799.56 e) El gobernador Avilés, el 25 de agosto de 1798, ordenó al subdelegado de Copiapó que para la mensura de las tierras de la población del Paposo, debía nombrar un agrimensor.57 f) El 15 de diciembre de 1798 el marqués de Avilés notificó al subdelegado de Copiapó de la llegada al puerto de Caldera de la fragata Castor, portadora de la madera para la iglesia del Paposo, con el objeto de preparar la descarga en Punta Gruesa y el pronto despacho del navío al Callao.58 g) El sucesor de Avilés, Joaquín del Pino, ordenó el fecha 22 de abril de 1799 al subdelegado de Copiapó que, ante una reincidencia de las vejaciones inferidas por parte de Lorenzo Ustáriz al sacerdote Rafael Andreu, le prohíba la entrada a Paposo. En la misma comunicación le ordena que haga comparecer a Hilarión y Francisco Zuleta, exigiéndoles 54

Ibídem. p. 135. Ibídem. pp. 136-138. 56 Ibídem. pp. 138-145. 57 Ibídem. p. 143. 58 Ibídem. p. 144. 55

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sacar del lugar a las dos mujeres con quienes viven en ilícita amistad.59 h) Rafael Andreu y Guerrero envió al gobernador del Pino el 4 de agosto de 1799 un oficio dando cuenta de la situación tanto religiosa como civil del territorio para el cumplimiento de su tarea apostólica, detallando todas aquellas medidas necesarias para el cumplimiento de su misión apostólica que Amunátegui describe pormenorizadamente.60 i) El 23 de febrero de 1803, el gobernador Luis Muñoz de Guzmán (18021808) imparte al subdelegado de Copiapó una serie de instrucciones en relación con los barcos extranjeros que arriban a los puertos de dicho litoral, haciendo reparos incluso al apoyo brindado a una fragata sin conocer el motivo de tal expedición.61 j) Declarada nuestra independencia y pocos meses después de la victoria de Chacabuco, existe constancia de actos indiscutibles de soberanía sobre el territorio del despoblado Atacama y sus costas. El subdelegado de Copiapó, Miguel Gallo, por oficio de 22 de junio de 1817, da cuenta al ministro de Estado Miguel Zañartu sobre las indagaciones realizadas en orden a verificar el patriotismo de los jueces subalternos, arrestando en forma preventiva al ciudadano Francisco Zuleta, juez de Paposo, que después fuere dejado en libertad al no encontrar evidencia alguna que desdiga de los sentimientos de un patriota, debiendo permanecer en la villa en espera de nuevas instrucciones, siendo finalmente exonerado por orden del ministro Zañartu.62 Todos los actos antes enumerados son hechos auténticos, entre muchos otros, y constituyen pruebas fehacientes de que las autoridades chilenas ejercían plena jurisdicción sobre el desierto de Atacama y su litoral. 1.1.4. Otras publicaciones que apoyan nuestra tesis

a) Por orden expresa del monarca español, el 5 de febrero de 1789 se instruyó al Gobernador de Chile, Ambrosio O’Higgins, para que se pusieran a disposición de los capitanes de fragata Alejandro Malespina y José Bustamante todos los documentos existentes en la extinguida Compañía de Jesús que sirvieran para el viaje alrededor del mundo, siendo uno de los objetivos reconocer desde el Cabo de Hornos hasta Acapulco. O’Higgins, por su parte, con fecha 10 de agosto de 1789, dispuso el cumplimiento de la mencionada orden a todos los gobernadores de puertos del reino de Chile donde pudiera arribar la expedición.63

59

Ibídem. p. 146. Ibídem. pp. 146-148. 61 Ibídem. p. 149. 62 Ídem. 63 Ibídem. pp. 69-70. 60

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b) La “Carta esférica” de las costas del reino de Chile comprendidas entre los paralelos 30 y 22 grados de latitud Sur, en el año 1790, fue uno de los resultados de esta expedición, la que incluyó a Mejillones y Cobija dentro de nuestra jurisdicción.64 c) El diario Mercurio Peruano, patrocinado por el virrey Gil de Taboada y Lemus, publicó el artículo Idea General del Perú, fechado el 2 de enero de 1791. En él se describen los límites norte y sur: El río Guayaquil lo divide del nuevo Reino de Granada por la parte septentrional y el despoblado de Atacama lo separa del Reino de Chile al mediodía.65 d) Una segunda publicación (20 de marzo 1791) “Disertación Histórica y Política sobre el Comercio del Perú” reitera que por la parte del sur se ve separada del reino de Chile con un despoblado de cien leguas.66 Lo anterior viene a ratificar además que el Virreinato del Plata, del cual formaba parte la Audiencia de Charcas, no tenía acceso al litoral del Mar del Sur, pues ambos artículos coinciden en que toda la costa era del Perú y Chile. El diario Mercurio Peruano, (5 de enero de 1792), declaraba dentro de sus contenidos, haciendo referencia a los límites del Perú, que alcanzaba veintitrés grados y medio, entre el Cabo Palmar en los extremos de Pasto y Morro Moreno en el Reino de Chile, este último ubicado al norte de Mejillones, principal punto de discusión en el litigio con Bolivia.67 e) El estudio realizado por el doctor Hipólito Unanué “Guía Política, eclesiástica y militar del Virreinato del Perú”, publicado en 1793 y reeditado en los años 1794, 1795 y 1797, es absolutamente determinante al precisar la ubicación de Perú entre los 3 grados 35 minutos hasta los 21 grados 48 minutos de latitud meridional, acreditando además que la ensenada de Tumbes lo separa por el norte del nuevo reino de Granada, i el río Loa por el Sur del desierto de Atacama y reino de Chile.68 El encargado de negocios de Bolivia en Chile, Joaquín de Aguirre, mediante un memorándum de 15 de diciembre de 1847, pretendió cuestionar a Hipólito Ruiz desvirtuando tales límites y sosteniendo que la conjunción “y” de la cita anterior significaba que ambos territorios eran diferentes, siendo confundida la costa sur del Perú con la del virreinato de La Plata. Con este mismo criterio, en la hipótesis que Charcas hubiere poseído dicho litoral se habría dicho que el río Loa separa al Perú de la Audiencia de Charcas o del Virreinato de Buenos Aires; y continuando con el supuesto que son dos territorios distintos ¿Cómo se explica 64

Ibídem. pp. 69-71. Ídem. 66 Ídem. 67 Mercurio Peruano. Tomo IV. 1792, Folio 11. Biblioteca Virtual de Cervantes. 68 Bazán. Obra citada. p. 377. 65

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entonces que el río Loa hubiere separado también al Perú del reino de Chile cuando éste siguiendo su argumento, debía encontrarse al sur de Charcas?69 Amunátegui apela al sentido común: Al indicar que el río Loa separaba al Perú del desierto de Atacama y del reino de Chile, se estaba diciendo que en forma general lo separaba del reino de Chile y en forma particular del desierto de Atacama.70 f) El virrey Francisco Gil de Taboada y Lemos (1790-1796) en la Memoria elaborada para su sucesor, Ambrosio O’Higgins (1796-1801), reafirma los límites de Perú y Chile. Al referirse a su ubicación y límites lo hace en los siguientes términos: (…) de norte a sur, desde Túmbes hasta la cordillera de Vilcanota, comprende 289 leguas jeográficas; pero de aquella ensenada hasta el río Loa, por la diagonal de la costa (…)423 confina por el norte con el del Nuevo Reino de Granada, por el noroeste, con la pampa del Sacramento, por el este con las naciones feraces del Pajonal, por el sudeste con el virreinato de Buenos Aires, por el sur con el reino de Chile, de quien lo divide el dilatado desierto de Atacama…71 g) El 4 de agosto de 1799 el clérigo Rafael Andreu Guerrero, en nota dirigida al Gobernador de Chile, Joaquín el Pino, deja de manifiesto nuestra soberanía sobre dicho territorio: En el término septentrional que divide el Perú a este reino de Chile (que V.S. dignamente gobierna) está situado un desierto de cerca de doscientas leguas, sur norte de Copiapó a Atacama, y cuatrocientas leguas (más o menos) oeste este del mar a la real cordillera de los Andes (…) y luego de mencionar las ventajas que existirían para establecer una población, alude a las características de ciertos puntos geográficos, como la bahía de Punta Grande, conocida con el nombre de San Nicolás o de Nuestra Señora y el Puerto de Hueso Parado, llamado también puerto de Betas.72 Según Amunátegui, Andreu Guerreo consideraba que no había ninguna porción de costa intermedia entre la de Perú y Chile, haciendo además un claro distingo entre la provincia de Atacama y el desierto: está situado un desierto, de cerca de doscientas leguas, sur norte de Copiapó a Atacama.73 h) La Corte, por real orden de 3 de junio de 1801, junto con aprobar las medidas tendientes a reducir a la vida civil y cristiana a los habitantes dispersos en la costa del sur hacia el puerto de San Nicolás o de Nuestra Señora del Paposo propuestas por el Gobernador de Chile, dispuso al Consulado el apoyo necesario para su materialización, ratificando así la

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Amunátegui. Obra citada. pp. 63-66. Ibídem. p. 58. 71 Amunátegui. Obra citada. p. 82. El destacado es del autor. 72 Ibídem. pp. 94-95. 73 Ibídem. pp. 94-98. 70

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soberanía de Chile en dicho territorio.74 i) Dos años más tarde la Corte, por la real orden del 26 de junio de 1803, informó al Gobernador de Chile de la consulta hecha al Consejo de Indias por la nominación como Obispo Auxiliar de Rafael Andreu y Guerrero, con residencia ordinaria en los puertos i caletas de San Nicolás i nuestra Señora del Paposo en el mar del sur, pertenecientes a la segunda -Santiago de Chile- asignando además una dotación de tres mil pesos anuales con cargo a las cajas reales de Chile. Imparte además instrucciones al Consulado de Chile sobre el fortalecimiento de dicha población por los beneficios que conlleva y que contribuya con sus fondos en forma prioritaria para la construcción de la iglesia, casas curiales i demás obras públicas (...). A pesar de la claridad de este documento que confirmaba la soberanía de Chile en las costas y desierto de Atacama, el encargado de negocios de Bolivia, José Joaquín de Aguirre, sostuvo en 1847 que si bien podían depender de la diócesis de Santiago en ningún caso ameritaba que dependieran del territorio chileno, no obstante que en el sínodo de 1688 se dejó establecido que el obispado de Santiago comprendía en su origen todo el reino de Chile y confinaba con el Perú.75 A lo anterior cabe agregar, además que todas las disposiciones relativas a la jurisdicción del obispado eran dictadas por el Gobernador de Chile, quien incluso designó al presbítero como juez real, haciendo en consecuencia que los puertos, caletas y territorio de Paposo dependían de Santiago y del Consulado de Chile, en que debía ejercer su ministerio y residir el obispo auxiliar Andreu y Guerrero.76 j) El 1 de octubre de 1803 la Corte, por real orden, resolvió que el espresado puerto, sus costas y territorios se agreguen al virreinato de Lima.77 El mismo documento destaca la concurrencia de las provincias extremas del Río de la Plata, del Perú y Chile, y al carecer las dos primeras de lo necesario para auxiliar en la construcción de la iglesia y obras públicas, le exige al Gobierno de Chile que lo haga.78

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Ibídem. p. 82. Ibídem. pp. 99-105. 76 Barros Grebe. Obra citada. p. 63. 77 Amunátegui. Obra citada. p. 106. 78 Ibídem. p. 88. 75

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Este hecho demuestra que el rey de España y su corte tenían claro que al sur del virreinato del Perú no podría existir otro territorio que el del reino de Chile, pues ¿de qué otra manera podrán haber concurrido al Paposo las provincias extremas de las tres naciones? De haberse interpuesto Charcas perteneciente al virreinato de La Plata, el de Lima no habría podido llegar hasta el Paposo, solo habrían concurrido, teóricamente, el reino de Chile y el virreinato de La Plata. Sin embargo, la hipótesis boliviana expresada en la memoria de Rafael Bustillo, considera que esta nueva orden dejaba sin efecto las anteriores de 3 junio de 1801 y 26 junio de 1803, que obraban en igual sentido y en consecuencia anula los actos jurisdiccionales que Chile había ejercido, dando lugar en forma incuestionable un título a favor de Bolivia, siendo aplicable del uti possidetis, al crear una posición de derecho en su favor.79 Amunátegui dice al respecto: Lejos de ello, esta real orden es determinante y definitiva por cuanto emana de la más alta autoridad de la Colonia, de las Españas e Indias, el Rey, que está por sobre la opinión de cualquier geógrafo, cronista o historiador, por cuanto tenía las atribuciones para fijar los límites y la jurisdicción de sus territorios. De manera que hasta el año 1803, no puede existir ni hay duda alguna que el dueño del desierto o despoblado de Atacama y sus costas era Chile. Sin embargo, Manuel Macedonio Salinas, quien fuere ministro plenipotenciario de Bolivia en nuestro país, “exprimiendo” la real orden, impugnaba nuestros derechos, señalando que el referido documento ordenaba agregar al virreinato de Lima el puerto de Nuestra Señora del Paposo con sus costas, pero no el desierto, omitiendo, seguramente ex profeso, que el Paposo en medio del litoral del desierto era considerado como la cabecera de todo el despoblado de Atacama, y que dicho puerto está comprendido en el desierto y no el desierto en el puerto. Siguiendo a Amunátegui, en el supuesto -porque no aconteció- que se hubiese cumplido la orden del 1 de octubre de 1803, con la revolución americana y atendido el hecho arbitrario de Bolívar de haber dado una porción de costa en el Pacífico a Bolivia, mediante la habilitación del puerto de Cobija ¿habría significado que el territorio de Perú quedaba dividido en dos por esa franja costera, contraviniendo de esta forma el principio “derecho de gentes” de las repúblicas hispanoamericanas en el sentido que sus territorios son continuos?80 k) El nuevo virrey del Perú, Gabriel de Avilés, considerando que dicha orden solo generaría gastos inútiles dada la escasa población, descalificando a priori las ventajas enunciadas por el presbítero Andreu Guerrero, representó esta situación al rey con fecha 8 de marzo de 1804, solicitando a su vez que dicha orden se cumpliese cuando el mencionado

79 80

Ibídem. p. 106. Ibídem. p. 110.

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obispo llegara a la zona.81 Sin embargo, la Corte insistió en su cumplimiento con fecha 17 de marzo de 1805: queda el espediente para seguir su jiro sucesivo con arreglo a los avisos que comunique dicho prelado, haciendo referencia al Obispo Andreu y Guerrero que se encontraba ausente del reino y que nunca más volvió. De esta forma, las provisiones de 1803 y 1805 afirmaron y corroboraron mediante el testimonio del Rey que el despoblado no pertenecía al virreinato del Perú ni tampoco al virreinato del Plata, que a la sazón tenía todo el distrito de la Audiencia de Charcas, sino que estaba dentro de la jurisdicción de Chile.82 Al no materializarse la mencionada orden por los acontecimientos políticos que sacudían a España debido a la invasión napoleónica y ante la ausencia del obispo Andreu y Guerrero, cuya concurrencia era indispensable, la posesión jurídica de Chile sobre esos territorios no había variado, invocando en consecuencia el principio del uti possidetis de 1810. l) En 1802, el explorador y geógrafo alemán Alexander von Humboldt se resistió a registrar como Alto Perú al territorio de Bolivia, señalándolo en su lugar como Perú interno, limitando con el Bajo Perú por el cordón cordillerano. Los trabajos de Humboldt y los posteriores basados en sus observaciones, colocan a Chile limitando perfectamente en el río Loa.83 m) La Relación Geográfica Militar de las Provincias del Virreinato de Buenos Aires, elaborada con fecha 28 de febrero de 1802, hizo referencia a los límites de su jurisdicción, precisando que dicho virreinato limitaba por el sur con los indios pampas, cuyas tolderías llegan hasta las inmediaciones de Valdivia, plaza del reino de Chile. Linda con el oeste con el reino de Chile. Entre ambas se halla la famosa Cordillera de los Andes.84 Este documento, cercano a las independencias de Chile y Argentina, ratificaba la tesis chilena sobre el nulo acceso boliviano al litoral, pues de otra manera el mencionado informe debía haber indicado que el virreinato de La Plata limitaba en el oeste con el reino de Chile y con el mar del Pacífico. n) Por Real Orden de 10 de junio de 1805, dirigida al virrey del Perú y transcrita al Capitán General del Reino de Chile, se instruyó respecto a las medidas de seguridad que debían observarse en las costas de Chile y Perú ante la presencia activa de naves corsarias.85 Había certeza para la corona de España, que el virreinato de La Plata a través de la Audiencia de Charcas no tenía litoral en el Pacífico. De lo

81

Ibídem. p. 112. Bazán. Obra citada. p. 376. 83 Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 74. 84 Bazán. Obra citada. pp. 402-403. 85 Barros Grebe. Obra citada. p. 60. 82

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contrario, las susodichas instrucciones también habrían mencionado las costas de ese virreinato. o) La memoria de 1806 del virrey del Perú, el Marqués de Avilés, verificó la referencia de las ordenanzas reales de 1803 y 1805, que situaban a Paposo en territorio chileno, incluyendo todo el desierto de Atacama, y que su jurisdicción estaba sujeta a Copiapó, en Chile, la que no pudo ser traspasada al Perú como se había dispuesto, haciendo referencia además a la exigencia de la presencia del obispo Andreu Guerrero.86 Este relato que hace el virrey del Perú, por lo demás ex-Gobernador de Chile, deja bien en claro la dependencia del Paposo y del desierto de Atacama del corregimiento de Copiapó, como indicásemos anteriormente. El obispo Andreu jamás retornó a Paposo y la cesión al Perú nunca pudo concretarse. p) Con fecha 1 de diciembre de 1817 el subdelegado de Copiapó, Miguel Gallo, informó al ministro Miguel Zañartu haber recibido ocho ejemplares del bando por el Supremo Gobierno para las suscripciones de la independencia del Estado, los que hizo publicar en forma inmediata señalando a continuación que serían expuestos ante el Cabildo para las suscripciones de los ciudadanos i habitantes de la villa, (…) a excepción del Paposo, que por la distancia que media, demanda algún tiempo más (…).87 1.1.5. La cartografía como base de sustentación y referencia

En la anterior publicación de este autor El Libro Blanco de Chile. El problema marítimo boliviano (2004), incluimos abundante información cartográfica basada en un trabajo de investigación de la Corporación de la Defensa de la Soberanía, la que contenía tanto cartografía oficial ordenada por las autoridades coloniales como mapas levantados por cartógrafos independientes, durante el periodo colonial y en el republicano. En consideración a que en estos últimos -los no oficiales- se incluían además de mapas que reafirmaban nuestra posición, otros que representaban al virreinato de La Plata con acceso al océano Pacífico a través de la audiencia de Charcas, estimamos conveniente en esta ocasión hacer mención solo a la cartografía oficial, entendiendo como tal aquella levantada por orden de las diversas autoridades de la Colonia a cartógrafos investidos del mismo carácter, para que exista correspondencia con las otras fuentes oficiales a que hemos hecho referencia precedentemente. Los mapas no oficiales, si bien constituyen un antecedente importante, no tienen el mismo valor probatorio que la anterior para los fines de una investigación. En todo caso, recogen el criterio general existente durante los siglos XVI y XVII en relación con los límites de las naciones de América que más tarde se incorporarían a las repúblicas independientes del mundo, que en el caso particular del nuestro, el criterio geográfico predominante era que Chile colonial

86

www.soberaniachile.cl/limites_coloniales_de_chile_y_bolivia_segun_leyes_y_cronicas. Consultado en Oct. 2008. 87 Amunátegui. Obra citada. p. 154.

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empezaba al norte del Trópico de Capricornio, en la Península de Mejillones, incluyendo todo Atacama, mucho más al norte del lugar sobre el que Bolivia, persistentemente, ha asegurado que nuestra nación carecía de dominio alguno. En esta oportunidad hemos estimado pertinente solamente enumerar aquellas cartas geográficas en las cuales consta la continuidad de la costa del virreinato del Perú y de Chile, a excepción del mapa de Andrés Baleato en que ampliaremos información por su importancia. a) Cartografía oficial de las autoridades españolas:

i.

Tabla Geográphica del Reyno de Chile (1646).88

ii.

Nova Orbis Tábula (1689).89

iii.

Mapa de Vicente Memije. (1761 ).90

iv.

Mapa Geográfico de América Meridional de Juan de la Cruz Cano y Olmedilla(1775).91

v.

Carta Esférica de las Costas del Reino de Chile (1790).92

vi.

Plano General del Reyno de Chile. 1793 (Ver Figura Nº 2).93

Todo recelo que hubiese podido subsistir con respecto a la situación de Atacama y la continuidad de territorios entre Chile y Perú quedó en forma absoluta y categóricamente aclarada mediante el Plano General del Reyno de Chile en la América Meridional, hecho por el cosmógrafo oficial de Indias, Andrés Baleato, por orden del virrey del Perú Gil de Taboada y Lemus, posterior al mapa antes citado y a la creación del virreinato de la Plata en 1776. En esta carta su autor precisa y aclara los aspectos dudosos del mapa de Cano y Olmedilla, los que incluyen el límite norte de Chile, que aparece expresamente identificado en el río Loa y abarcando la totalidad del desierto de Atacama. A continuación de su título se lee: De la América Meridional que corresponde desde 21½ hasta 47 grados de Latitud Sur y desde 61½ hasta 75 grados de Longitud Occidental de Cádiz. Hecho a la Orden del Exemo. virrey del Perú, Juan Francisco Gil Taboada y Lemos, por Don Andrés Baleato, año de 1793. Este mapa sin duda alguna es la prueba más concluyente y categórica por sobre todo otro documento cartográfico, con el mérito de haber sido encargado por la más alta autoridad de la corona en América meridional y elaborado por un cartógrafo oficial. Contiene una serie de glosas aclaratorias: Notas para la inteligencia de su 88

Hormázabal Díaz. Obra citada. p. 43. Ibídem. 90 Forma parte del Archivo Nacional del Centro Cartográfico del Ejército de España. www.ibercarto.unican.es. 91 Isidoro Vásquez de Acuña y Oscar Cabrera. Obra citada. Lám. 7 y Benjamín González. Historia Cartográfica Resumida de Chile. pp. 15 y 17. 92 Ídem. 93 Ídem. 89

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construcción, que dicen relación con aspectos técnicos de la elaboración de la carta y materias descriptivas relativas a la nación araucana, diversas islas, caminos, ríos, etc.

Fig. 3. Plano General del Reino de Chile.

Entre las anteriores notas se incluye la Nº 6, de la que hacemos mención en forma íntegra por cuanto se relaciona directamente con la materia en estudio: De este modo se vé que el Reyno de Chile, esto es, la porción de su terreno que poseen los españoles, sin incluir el de los Yndios ni el Govierno de Chiloé, está comprendido de N. a S. desde los 24 grados de Latitud en el Desierto de Atacama hasta los 37 grados al S. del Viovio; y de E. a O. que es su ancho, desde la Cordillera Real hasta las Costas Marítimas pueden fixarse 50 leguas por termino medio entre la irregularidad de sus direcciones, cuyos límites encierran un espacio de 13.000 leguas geograficas quadradas de 20 en grado. Es asimismo este terreno un Plano casi quadrilongo sensiblemente inclinado al mar, y será tal vez una prolongación de la parte Occidental de la Base de la Cordillera Real como dice el abate Molina, y aun puede decirse que lo es prováblemente. Todo el se halla dividido por los 35° 20’ de Latitud en dos intendencias cuyas Capitales son Santiago y Concepción. La primera esta subdividida actualmente en Once partidos y la segunda en Seis, cuyos nombres se colocaron señalando sus lugares en el Plano los números respectivos.94 Destacamos el hecho que el geógrafo en forma nítida expresa que de toda la superficie del Reyno de Chile que comprehende desde 21½° hasta 47° grados de latitud S, el terreno sobre el cual ejercían pleno dominio los españoles, excluyendo en consecuencia el de los Indios y el Gobierno de Chiloé, se extendía desde los 24° hasta los 37° grados de latitud sur. En consecuencia el hecho que el resto del 94

Guillermo Lagos Carmona. Historia de las Fronteras de Chile. Los Tratados de Límites con Perú. pp. 18-19.

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territorio no hubiese sido dominado o poblado, en ningún caso podría significar que no fuera parte del Reino, muy por el contrario, esta demarcación constituía en sí una señal clara para continuar ejerciendo la conquista y el dominio absoluto. Sin embargo, a pesar de haber sido reconocida esta carta por el Catálogo General de Archivos Cartográficos de Indias en España, algunos autores bolivianos pretenden desmerecer su importancia alegando que no fue incluida en la memoria del virrey Taboada y Lemos, con lo que arteramente se intenta inducir la idea de que la habría encontrado errada, imprecisa o que simplemente la descartó; no obstante que éste reafirma en su memoria lo indicado en el mapa sobre el límite del Loa entre Chile y Perú. Quienes juzgan de tal modo, omiten obviamente que las cartas geográficas eran publicadas sólo después de la revisión y de la expresa autorización de los representantes de la Real Academia de Historia, según lo obligaban las Leyes de Indias para evitar los grandes inconvenientes que se podían originar a partir de errores o criterios muy particulares de cada cartógrafo. b) Otros mapas oficiales que refuerzan la continuidad territorial entre Chile y Perú:

El Mapa Orbis Terrarum de Gerardo Mercator (1587). ii. El mapa de Joaquín de Alos (1783). Demostración Geográfica de las Provincias que abraza cada intendencia de las establecidas en la parte del Perú pertenecientes al virreinato del Río de la Plata. iii. El Atlas del Reyno del Perú, Costa Patagónica Oriental y Occidental, del Capitán y Piloto de la Marina española en Indias, Alejandro González (1797). Conforme a los antecedentes expuestos, no existe evidencia alguna del supuesto dominio que arguye Bolivia entre el río Salado y el Río Loa. Los mapas en que suelen afirmar sus presuntos derechos territoriales en litoral del desierto de Atacama, al no ser mapas oficiales, es decir, al no estar reconocidos ni ordenados por las autoridades de la Colonia, carecen en consecuencia de la validez necesaria, como asimismo otros mapas del mismo carácter que señalan los derechos de Chile en dicho desierto. i.

Por el contrario, los testimonios precedentes constituyen sin lugar a dudas demostraciones evidentes de los derechos territoriales chilenos desde la época colonial en las costas que ha pretendido Bolivia. Desde 1797 hasta los comienzos de la emancipación de las colonias españolas en América, los límites de ellas no sufrieron alteración o modificación de importancia. En consecuencia, de estas delimitaciones surgió el Derecho Público Americano basado en dos principios fundamentales: el uti possidetis de 1810 y el Res Nullius. Mediante el primero, los límites serían fijados de conformidad a lo que cada nuevo estado poseía al momento de emanciparse de la Madre Patria, en virtud de las Cédulas Reales respectivas. Mediante el segundo principio, no podían existir en América territorios sin dueños; ellos tenían que pertenecer a una u otra nación recién emancipada, a fin de que ninguna potencia extra continental pudiese hacer valer derechos, sin tenerlos, en alguna parte de la América hispana.

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1.2. Virreinato del Río de la Plata y Real Audiencia de Charcas Posición boliviana

Al crearse el Virreinato del Río de La Plata en 1776, la Real Audiencia de Charcas, incluyendo el Distrito de Atacama, pasó a jurisdicción de la nueva entidad. Durante esta época, se hizo común la denominación de Alto Perú para hacer referencia a ese territorio. Asimismo, en 1782 el nuevo Virreinato fue dividido en ocho intendencias entre las que se encontraba la de Potosí. A su vez, ésta se subdividía en seis Partidos, siendo uno de ellos Atacama, con costa al mar.95 Opinión del autor Efectivamente, al constituirse el Virreinato del Río de la Plata, la Audiencia de Charcas pasó a depender de esta nueva institución y lo hizo con la jurisdicción que hasta ese momento tenía, la que incluía entre otras a la Intendencia de Potosí con sus seis partidos, siendo uno de ellos el de Atacama, pero éste, en ningún caso alcanzaba el litoral del Mar del Sur, teniendo como límite el río Salado, junto al Paposo a los 25° 31’ 36” L. S. como han pretendido convencer a todo el mundo. Lo anterior ha sido absolutamente desvirtuado en forma lata con los antecedentes y hechos señalados previamente. Mucho menos aún, han sido capaces de demostrar los títulos legales que aseguran tener sobre el litoral reclamado.

Los orígenes de este virreinato datan de la cédula que dispuso la creación de la Audiencia Trinidad de Buenos Aires en 1661, suprimida luego en 1672, no obstante que la Ley 13 de la Recopilación de Indias (1680) ratificó su creación, asignando como distrito las ciudades, villas y lugares comprendidos en las Provincias del Río de la Plata, Paraguay y Tucumán, aun cuando hayan estado bajo la jurisdicción de Charcas.96 Finalmente, solo en 1776 y a raíz de la insistente penetración portuguesa, sin perjuicio de lo que establecía el Tratado de Tordesillas -lo que afectó seriamente las relaciones entre ambos reinados- con fecha 1 de agosto (algunas fuentes señalan el día 8) se estableció el Virreinato del Río de La Plata, nombrando a Pedro Antonio de Cevallos Cortés y Calderón para hacerse cargo de la expedición, que se preparaba en Cádiz con destino a la América Meridional, para hacer frente a las ofensas cometidas por los portugueses en las provincias del Río de la Plata.97 Sin embargo, este virreinato no se hizo efectivo hasta el año 1782, motivado sin duda alguna por el imperfecto conocimiento de los territorios y la constante actividad de los capitanes españoles para agregar nuevas conquistas, ya que las provincias que se integraban a los virreinatos se hacían solo nominándolas, sin mayores explicaciones de sus deslindes, de manera que estos se entendían como los que hasta ese momento poseían, sin afectar en consecuencia las demarcaciones, salvo que específicamente se indicasen. Basado en una proposición de Ceballos, el 95

DIREMAR. Obra citada. p. 18. Leyes de Indias. Libro II. Título XV. Ley XIII. 97 Bazán. Obra citada. p. 380. 96

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rey promulgó el 28 de enero de 1782 la Ley de Intendencias, en que se dividió el virreinato en ocho intendencias, debiendo entenderse en lo sucesivo como provincias el territorio de cada una de ellas, asumiendo el nombre de la que habría ser su capital, a saber: Buenos Aires; Asunción del Paraguay; San Miguel de Tucumán; Santa Cruz de la Sierra; La Paz, incluyendo las provincias de Lampa, Carabaya y Azángaro; Mendoza con la provincia de Cuyo; la ciudad de la Plata, con el territorio del arzobispado de Charcas, excepto la villa de Potosí con todo el territorio de la Provincia de Porco en que está situada, y los de Chayanta o Charcas, Atacama, Lípez, Chichas y Tarija, pues estas cinco Provincias han de componer el distrito privativo de la restante Intendencia, que ha de situarse en la expresada villa.98 Sin perjuicio de lo anterior, incluimos otros antecedentes que dan claridad a las demarcaciones existentes en ese virreinato, para lo cual recurriremos nuevamente a la obra de Guillermo Barros Grebe: En la carta dirigida por el virrey del Perú, Manuel de Guirior, el 20 de marzo de 1778 al Presidente del Consejo de Indias, sobre los inconvenientes de dar permanencia a la reciente creación del Virreinato de La Plata, se lee: El reyno del Perú comprende la extensión del terreno que ay desde el río Guayaquil hasta el puerto de Atacama, siguiendo la dirección de la costa . A la espalda de la Cordillera de la Costa y en el espacio que ay entre ella y la otra superior, que llaman Cordillera Real, se forman algunos valles y muchas quebradas y de todas ellas las provincias que denominan de las sierras (...). Por la parte del sur está dividido el reino del Perú del de Chile, por un despoblado de cien leguas.99 Los negociadores y diplomáticos bolivianos a la hora de ser consecuente con sus afirmaciones y principios, muchas veces las olvidan u omiten en el momento de ver perjudicados sus intereses. En el alegato de parte del Gobierno de Bolivia en el Juicio Arbitral de Fronteras con la República del Perú presentado al Presidente de la República Argentina, quien cumplía funciones como árbitro entre ambas naciones, su autor, el prestigioso abogado Eleodoro Villazón, citó las memorias del virrey Francisco Gil Taboada y Lemos, donde quedaban absolutamente claro los límites de dicho virreinato, haciendo además un exordio por la validez y titularidad de estos documentos coloniales. Huelgan los comentarios. Veinte años después de crearse el Virreinato de La Plata, la Audiencia de Charcas con todos sus territorios formando parte de él, a los ojos del virrey del Perú no había duda alguna de quienes eran sus naciones vecinas. Por otra parte, es importante destacar que por instrucciones del virrey de La Plata, Antonio Olaguer Feliú, en 1798, el ministro de Guerra, José de Urruña, solicitó al mariscal de campo José Martínez de Cáceres, comandante de ingenieros del Plata, una descripción de las provincias del virreinato. El informe respectivo salió a la luz el 28 de febrero de 1802 y fue utilizado por el destacado historiador, abogado y plenipotenciario del Perú Víctor M. Maúrtua como parte de los alegatos que

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Ibídem. p. 386. Barros Grebe. Obra citada. p. 52.

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presentó al Gobierno de Argentina, durante el arbitraje de límites entre el Perú y Bolivia. Martínez Cáceres al hacer mención a la frontera occidental del virreinato de La Plata, señala: Linda por el oeste con el Reino de Chile. Entre ambos países se halla la famosa cordillera de los Andes.100 A mayor abundancia, el 31 de diciembre de 1783, Juan José Vertiz, virrey de La Plata, llevó a la corte española un mapa de Joaquín de Alos, que representaba con claridad, según dice, el territorio de la audiencia de Charcas que entonces pertenecía a su virreinato. El mapa es la demostración donde aparece el distrito de Atacama, en la Puna, separado de la provincia de Atacama, que abarcaba prácticamente todas las costas del desierto homónimo. En este mapa aparecen en color las provincias que integran las intendencias del Virreinato; entre esas, la que llevaba el nombre de Atacama, y limitando al occidente con una zona en blanco y no incluida en el virreinato del Río de la Plata. En la zona no coloreada aparecen las palabras ‘costas’ y ‘Virreinato del Perú’. Así lo entendieron el autor del mapa, el Superintendente y el Virrey de La Plata.101 Quienes han sostenido y patrocinan el acceso al litoral del Pacífico por el virreinato de La Plata se han valido de un informe del intendente de la Villa de Potosí, de fecha 16 de diciembre de 1787, en el cual se hace deslindar el partido de Atacama, por el sur, con el reino de Chile, y por el oeste con las costas del mar del sur, señalando además que dentro de dicho distrito se encuentra el puerto de Santa María Magdalena de Cobija. Guillermo Barros comenta acertadamente que en ningún caso dicha afirmación tendría un valor legal por cuanto no está sustentada en ningún documento oficial de la Colonia. Por otra parte, Paz Soldán, citando al padre Feuillée, quien reconoció en forma científica dicha costa, hace mención que llegó a Cobija el 10 de mayo de 1710, agregando a continuación que como ni Charcas ni Buenos Aires jamás tuvieron costas en el Mar del Sur, el puerto de Cobija estaba en la jurisdicción de Perú.102 Obviamente, que dada la lejanía a los centros poblados, en forma esporádica algunas autoridades de Charcas hicieron uso indebido de dicho puerto, pero en ningún caso ello amerita propiedad sobre dicho territorio; por lo demás, el propio Simón Bolívar incurriría posteriormente en igual conducta, creando un problema que se ha prolongado hasta nuestros días. Años más tarde el virrey del Perú, Teodoro de la Croix, en una carta dirigida al soberano de España y fechada el 16 de mayo de 1789, alusiva a la defensa naval, expresó que sería difícil mantenerla principalmente en los puertos y ensenadas de la dilatada costa confinante con las provincias adjudicadas al virreinato de La Plata (...).103 Comprensiblemente, el virrey De la Croix estaba haciendo una clara referencia a los territorios que habían sido incorporados al virreinato de La Plata trece años antes y que hoy día forman parte de Bolivia (Santa Cruz de la Sierra, Potosí y Charcas) lo que reafirma que al crearse esta nueva república estaba 100

Bazán. Obra citada. p. 405. Guillermo Lagos Carmona. Historia de las fronteras de Chile. Los Títulos Históricos. p. 476. 102 Barros Grebe. Obra citada. p. 67. 103 Eyzaguirre. Obra citada. pp. 13 y 14. 101

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separada del océano por las costas bajo jurisdicción peruana y chilena. La Corporación de la Defensa de la Soberanía, citando al historiador Sergio Villalobos, en un estudio sobre los límites coloniales de Chile, señala que en 1795 Andrés Baleato produjo otro de sus prestigiosos mapas: La Carta del Virreinato del Perú, que algunos autores han intentado presentar como una "rectificación" con respecto al mapa de 1792 que, como hemos dicho, colocaba todo Atacama desde el Loa al sur en territorio chileno.

Fig. 4. Carta del Virreinato del Perú de Andrés Baleato 1792

La verdad es que, por el contrario, el mapa lesiona gravemente la pretensión boliviana, pues muestra un bosquejo del Perú en donde se ve al sur del mismo el desierto de Atacama, sin que se señale que corresponde al virreinato de La Plata, a la Audiencia de Charcas o a Chile. Pero al oriente de este desierto y del lado Este del cordón montañoso, en la zona donde se situaría Charcas, Baleato escribió "Parte del Virreinato de La Plata", lejos del mar, sin acceso a Atacama, y en otra tonalidad el área oeste que va de cordillera a mar. Tanto este mapa como las declaraciones que se han extraído de las memorias de Taboada y Lemus fueron utilizados por la propia defensa de Bolivia en el arbitraje argentino de 1906 para su litigio con el Perú, hecho por el cual el Gobierno de Bolivia admitió tácitamente que jamás había poseído costas durante la Colonia.104 El historiador peruano César Vásquez Bazán, al referirse al Apunte sobre la división política y administrativa del Perú, elaborado por el cosmógrafo Andrés Baleato y fechado el 5 de mayo de 1813, objeta que los publicistas y propagandistas chilenos evitan referirse a dicho antecedente. La razón, según Vásquez, es que se trata de un documento que afirma con sencillez y claridad los límites y soberanías territoriales de Perú, Bolivia y Chile en la zona que sería el escenario inicial de la 104

Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 70.

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Guerra del Salitre. El documento de Baleato pone al descubierto la usurpación chilena del litoral boliviano y de las provincias peruanas de Arica y Tarapacá. No eludiremos dicho trabajo. Según Vásquez Bazán -que recoge a MaúrtuaBaleato, al hacer mención de la separación de las provincias del Alto Perú, señala: Por el sur la separación de las provincias de Perú Alto en 1778 para agregarlas al virreynato de Buenos Aires, las dejó a una distancia enorme de aquella capital: esas provincias comprenden (…) y la Intendencia de Potosí que incluye el Partido y desierto de Atacama, cuyos Surgideros de Cobija, Mexillones y Paposo en esta mar, están por distantes y extraviados, en la imposibilidad de atenderlos Buenos Aires.105 Pero luego, aludiendo al mismo Maúrtua, continúa Vásquez Bazán: Escribió Baleato: La Intendencia de Potosí incluye el partido y desierto de Atacama. En este territorio, sobre el océano Pacífico, estaban ubicados los “Surgideros de Cobixa, Mexillones y Paposo” (Maúrtua 1907, 49) (…) Que el desierto de Atacama no pertenecía ni al Perú ni a Chile. Tratando los confines del Virreinato del Perú, Baleato escribió que los límites de éste eran por el sur, el gran desierto de Atacama que separa a la Intendencia de Arequipa de las del Reyno de Chile (Maúrtua, 50).106 Esta referencia al partido y desierto de Atacama y los señalados surgideros nos merecen los siguientes comentarios: En primer lugar, Baleato solo especificó que la Intendencia de Potosí incluía el partido y desierto de Atacama. La mención de los surgideros de Cobija, Mejillones y Paposo es la interpretación de Maúrtua -razón por la cual la destacamos- con toda seguridad influido por el informe del intendente de Potosí de 1787 ya mencionado. En segundo término, ha quedado latamente expresado en párrafos anteriores que la intendencia de Arequipa, cuyo último corregimiento era Arica, lindaba por el sur con el despoblado de Atacama o de Copiapó, a partir del río Loa, que lo separaba del reino de Chile, cumpliendo además con lo preceptuado claramente en la Ley 5 al indicar que las costas de Perú y Chile eran continuas. Tercero, que Vásquez Bazán fundamenta su tesis, en la Real Ordenanza de 1782, Ley de Intendencias a que aludimos al constituirse el virreinato, que incluye a Atacama como una de las provincias formando parte de una intendencia; pero omite referirse a la jurisdicción de cada una ellas, como cita dicha ley: (…)Y las expresadas demarcaciones se especificarán respectivamente en los títulos que se expidieren a los nuevos Intendentes que yo elija (...).107 En parte alguna se hace mención a los límites que incluía la citada jurisdicción, lo que es obvio por cuanto no existe constancia de ello ni tampoco que hayan sido modificados los ya establecidos en las leyes de indias u otros documentos reales. En cuarto lugar, la provincia de Atacama, “tierra adentro”, en las puertas del altiplano, homónimo del desierto de Atacama, no es el mismo que el despoblado de Copiapó o desierto de Atacama, como lo indica el informe ya

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César Vásquez Bazán. Perú: Política, Economía, Historia. Publicado el 13 de mayo de 2012. http:// cavb.blogspot.com/2012/05/ mapa-del-virreinato-del-peru-en-1792. 106 Ídem. 107 Ídem. (El destacado es del presente autor).

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referido de los hermanos Juan y Antonio de Ulloa.108 Finalmente, en 1813 se reeditó la Carta Esférica de las Costas del Reino de Chile, por Felipe Bauzá, conforme a las disposiciones vigentes que no permitían la publicación de cualquier mapa oficial sin la aprobación de la Real Academia de Historia, por los grandes inconvenientes que se pueden originar, por lo que esta carta de 1813 ha de representar prolijamente el criterio definitivo de la Corona sobre los límites con que las Gobernaciones coloniales ya estaban enfrentando el proceso de emancipación.109 Solamente a partir de 1825, después que Bolívar, por medio de un decreto, habilitó en territorio chileno un puerto en Cobija -sin mediar reclamo oportuno de nuestras autoridades- accedió al Pacífico. De ello nos ocuparemos en el siguiente capítulo. 1.3. De la independencia de Bolivia a los primeros tratados de límites 1.3.1. De la independencia de Bolivia Posición boliviana

Bolivia obtuvo su independencia en 1825 estableciendo su territorio sobre la antigua jurisdicción de la Audiencia de Charcas, conforme al principio del uti possidetis juris de 1810, base del derecho territorial de las novísimas repúblicas hispano americanas. En 1826 se determinó la división política del país. Las intendencias fueron convertidas en departamentos y a su vez, éstos fueron subdivididos en provincias. Atacama era una provincia dependiente del departamento de Potosí. Dicha región contenía ricos yacimientos de guano, salitre, bórax, cobre y plata.110 Opinión del autor

No compartimos el criterio de que al obtener su independencia estableció su territorio de acuerdo al precepto legal antes indicado en la jurisdicción de la Audiencia de Charcas, lo que hemos pormenorizado en párrafos precedentes. No deja de ser relevante que la ponencia de Bolivia haga mención al uti possidetis en circunstancia que dicho principio fue descalificado por Mariano Baptista, ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia -luego Presidente de la República entre 1892 y 1896- quien en una carta dirigida al ministro peruano en La Paz, Aníbal de la Torre, de fecha 13 de febrero de 1874, fastidiado por las actitudes de Perú y Argentina al confirmar el principio de los derechos soberanos de cada nación según los mismos derechos coloniales, a propósito del Pacto Secreto “Defensivo” en ciernes contra Chile, expresaba: (...) Le llamo la atención sobre ese maldito uti possidetis deslizándose en las 108

Eyzaguirre. Obra citada. p. 14. Corporación de la Defensa de la Soberanía. Límites coloniales de Atacama en crónicas y voces autorizadas del siglo. //www.soberaniachile.cl/limites_coloniales_de_chile_y_bolivia. 110 DIREMAR. Obra citada. p. 18. 109

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soberanías nacionales. Le repito que aceptándolo en su vaguedad, ni Guayaquil pertenece al Ecuador, ni Montevideo es capital de la Banda Oriental. Llevémoslo allí donde debe estar, al Chaco y a Atacama para nosotros, a sus llanuras de oriente para ustedes, a los desiertos de Patagonia para Chile.111

Sería regular que arreglándonos nosotros en el paralelo 24 o en el 23 y 59 de una manera terminante y digna, nuestros amigos nos dijesen: eso no me gusta y no garantizo ese territorio y no cumplo con el Tratado defensivo. ¿Sería justo que acordándose la República Argentina con Chile, de un modo o de otro, tranquila y pacíficamente, nosotros les dijésemos: vuestros linderos no son de nuestro agrado y no garantizamos para lo venidero su integridad? Pues, a estas deducciones se presta la ampliación del Memorándum sobre el inciso 3º del Art. 8º. Subordinar la guarda solidaria de los límites a previa aprobación en el momento de designarlos firmemente, es hacer negatorio el tratado, subordinándolo al juicio discrecional de las partes, en todo caso concreto (…)112 Lo anterior constituye una prueba fehaciente de que Bolivia no tenía mayor interés en respaldar sus pretensiones territoriales en el derecho, sino apoyado en la argucia y la presión, como aconteció con el territorio argentino de Tarija. No había intención alguna en honrar los derechos coloniales. Por otra parte, el mismo Bolívar incurrió en ello al declarar la independencia de las provincias del Alto Perú, pertenecientes el Virreinato de la Plata, pasando por alto a quienes serían luego las autoridades de Argentina. Vale la pena mencionar también parte del discurso pronunciado por Simón Bolívar a la Asamblea del Congreso, el 25 de mayo de 1826, al hacer entrega de su proyecto de constitución: (…) Bolivia no posee grandes costas, y por los mismo e inútil la marina; debemos, a pesar de esto, obtener algún día uno y otro.113 No cabe duda alguna que el texto de la sentencia destacada obedece a la forma arbitraria mediante la cual Bolivia habilitó el Puerto de Cobija, transgrediendo el uti possidetis mediante el decreto de 28 de diciembre de 1825. En este mismo sentido, cobra especial importancia lo expuesto por los fundadores de la República de Bolivia, durante las sesiones de la Asamblea Deliberante del Congreso de las Provincias del Alto Perú, del 10 de julio de 1825, que culminara con el Acta de Independencia en la que, dicho sea de paso, no figura ningún diputado por Atacama entre sus suscriptores. En el contexto de un discurso colmado de frases y descripciones, floridas y ampulosas -referidas a las ventajas que dicen poseer desde su nacimiento como cuando se hace mención a los privilegios de su geografía- llama la atención que no aludan a las supuestas bondades de su litoral, lo que confirmaría que estaban absolutamente ciertos que constituían pueblos del interior sin acceso a la costa: (…) con ríos navegables, con terrenos feraces con todos

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Destacado es del autor. Pedro Irigoyen. La Alianza Perú-Boliviano-Argentina y la Declaratoria de Guerra de Chile. p. 137. 113 El destacado es del autor. 112

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los tesoros del reino vegetal en las inmensas montañas de Yungas, Apolobamba, Yucararé, Mojos y Chiquitos; poblado de animales los más preciosos y útiles para el sustento recreo e industria del hombre, situado donde existe el gran manantial de los metales que hace la dicha del orbe y le llenan de opulencia; ved que donde ha podido existir un floreciente Imperio, solo aparece bajo la torpe y desecante mano de Iberia, el símbolo de la ignorancia, del fanatismo, de la esclavitud e ignominia.114 1.3.2. Creación del Departamento del Litoral Posición boliviana

En 1829 se creó la Provincia del Litoral, autónoma de Potosí. Posteriormente en 1867 se constituyó como Departamento, integrado por dos provincias: La Mar y Atacama. La superficie del departamento del Litoral era de aproximadamente 120.000 km2 delimitado al norte por el río Loa (que marcaba la frontera con el Perú) y al sur por el Salado (fronterizo con Chile) más allá del paralelo 25°. El Litoral boliviano contaba con los puertos de Antofagasta, Cobija, Tocopilla y Mejillones y las poblaciones interiores de Calama y San Pedro de Atacama.115 Opinión del autor El Libro del Mar omite en forma interesada -a nuestro juicio- algunos antecedentes previos a la creación de dicho departamento. En efecto, la primera constitución de la nación altiplánica (1826) menciona en su artículo 3 los departamentos que constituyen su división administrativa, no formando parte de ella el Litoral. Cada uno de estos, de acuerdo al artículo 4, se dividía en provincias y cantones y el 5º expresaba: Por una ley se hará la división más conveniente, y otra fijará sus límites, de acuerdo con los estados limítrofes. Esto último jamás aconteció y fue la causa de todas las disputas territoriales además con Perú, Argentina y Paraguay. Cabe señalar que las constituciones de 1831 y 1834 mantienen sin alterar los artículos antes indicados. De manera que desde su inicio el legislador no dejó constancia alguna de su presunto litoral.

Ponemos en duda la fecha de creación de la Provincia del Litoral autónoma de Potosí (1829), ya que desconocemos alguna fuente que lo avale. Es en la Constitución de Bolivia de 1831 donde que por vez primera se hace mención a dicha provincia: El territorio de la Nación boliviana comprende los departamentos de Potosí, Chuquisaca, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Oruro, y las provincias Litoral y de Tarija (Cap. 2º, art. 3). En 1843, mediante una nueva carta fundamental, el país fue dividido en la siguiente forma: El territorio de la República comprende los departamentos de Chuquisaca, Potosí, Paz de Ayacucho, Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Tarija, Beni y distrito Litoral de Cobija.116 Valga como un simple comentario, la falta de rigurosidad que Bolivia ha tenido

114

Pío Cáceres Bilbao. El Senado Nacional 1825-1925. p. 83. DIREMAR. Obra citada. p. 21. 116 Ibídem. p. 93. 115

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con respecto a la nominación de “Litoral” y de su jerarquía en tan poco tiempo en las divisiones administrativas, lo que indicaría poca consistencia en sus afirmaciones. En 1867 habría adquirido la calidad de Departamento, obviamente una vez firmado el tratado de límites de 1866, en que se fijó como límite entre ambas naciones el paralelo 24, renunciando Chile a su soberanía desde el río Loa hasta dicha latitud, conforme al espíritu reflejado en el preámbulo de ese tratado, lo que nos hace cuestionar las afirmaciones de su origen.117 A partir de la constitución de 1843 no hay constancia en las sucesivas constituciones sobre el presunto litoral. En la actualidad existe una provincia Litoral, con capital Huancalla, formando parte del departamento de Oruro. En relación con los cuatro supuestos puertos que tenía Bolivia (Cobija, Antofagasta, Tocopilla y Mejillones) reafirmamos que Cobija es el único puerto con el que contó dicha nación por iniciativa de Simón Bolívar, en forma absolutamente irregular a partir de 1826. En efecto, recordemos brevemente cómo la nación altiplánica accedió a este puerto integrándolo a su jurisdicción. Después de Junín y Ayacucho (1824), el mariscal Sucre citó el 24 de junio de 1825 a los representantes de las provincias del Alto Perú a una asamblea en Chuquisaca (hoy Sucre) con la intención de redimirlas de la opresión española y optar por tres alternativas: unirse a Argentina, al Bajo Perú o constituir un estado soberano independiente, que fue en definitiva lo que aconteció. Esto se realizó después de cruzar el río Desaguadero, a sabiendas que había ingresado en el territorio del Virreinato de La Plata, lo que vulneraba el uti possidetis, que no obstante había manifestado respetar. Declarada la independencia, el libertador Simón Bolívar se dirigió a Nueva Granada118 y a su paso por Lima, le sugirió al Director Supremo José Bernardo de Tagle que entregara a la Audiencia de Charcas los territorios de Tacna y Arica, ofreciendo a cambio desde el límite norte de la audiencia hasta el río Beni, dada la enorme importancia que esta última ciudad había tenido durante el pasado período, y considerando que las poblaciones de dichas localidades -Tacna y Arica- habían manifestado su voluntad de unirse a la naciente república. Se pretendía lograr de esta forma, lo que antaño no habían podido obtener los oidores de la audiencia de Charcas a través de los incesantes reclamos expuestos al rey de España. Sin embargo, una vez más esta petición fue desoída, por cuanto el Director Supremo del Perú le insinuó que mejor buscara una caleta al sur del Río Loa. En vista de lo anterior, instruyó a Sucre, quien mediante una carta fechada el 25 de agosto de 1825, ordenó a su vez al coronel Francisco 117

La República de Chile y la República de Bolivia, deseosas de poner término amigable y recíprocamente satisfactorio a la antigua cuestión pendiente entre ellas sobre la fijación de sus respectivos límites territoriales en el desierto de Atacama y sobre la explotación de los depósitos de guano existentes en el litoral del mismo desierto y decididas a consolidar por este medio la buena inteligencia, la fraternal amistad y los vínculos de alianza íntima que las ligan mutuamente, han determinado renunciar a una parte de los derechos territoriales que cada una de ellas, fundada en buenos títulos, cree poseer, y han acordado celebrar un tratado que zanje definitiva e irrevocablemente la mencionada cuestión. Nota del autor. 118 Luego Gran Colombia (Ecuador, Venezuela y Colombia). Nota del autor.

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Burdett O’Connor, Jefe del Estado Mayor General, lo siguiente:119 Su Excelencia el Libertador ha tenido a bien conferir a Usía una comisión de suma importancia, la cual verificada con buen suceso, le granjeará no sólo la honra, sino la gratitud de todos los pueblos del Alto Perú, y seguía diciéndome que esta nueva República carecía de un puerto de mar;120 que me dirigiese a la costa de Atacama, levantase un mapa de Loa, Cobija, Mejillones y Paposo, y habilitase para el comercio el que encontrase mejor.121 En su relato, Burdett comenta que se dirigió a la costa de Atacama y al llegar a Cobija se embarcó en el bergantín Chimborazo, el 9 de diciembre, donde se encontraba el jefe de la escuadra colombiana en el Pacífico, con quien tenía la orden de efectuar el reconocimiento a los puertos indicados por Bolívar, señalando que el de Cobija tenía el mejor fondo para ancla y el puerto más cómodo también, aunque escaso de agua, pero de poder aumentar la cantidad. (…) el Loa no es más que una rada, y con el agua del río Loa tan salada que no se puede ver. El puerto de Mejillones es hermoso, pero carece de agua. El de Paposo tiene río con pescado que le entra, pero el tránsito desde Paposo por tierra a Atacama no tiene una gota de agua, ni pasto, y por estas razones inverificable.122 Como resultado del reconocimiento efectuado al litoral Burdett recomendó Cobija, dando origen a su creación por Bolívar como puerto mayor el 28 diciembre de 1825 mediante un decreto.123 Llama la atención que no haya sido elegido Mejillones, teniendo en consideración que de las cuatro zonas reconocidas, a juicio de los entendidos esta bahía protegida por la península de Angamos reunía las mejores condiciones. De hecho en Chile, en más de una oportunidad se ha pensado desarrollar en dicho lugar un megapuerto. La única razón que podría existir para no privilegiar Mejillones es que la soberanía ejercida por Chile al sur de Cobija era tan evidente, que no merecía discusión alguna y vano habría sido pensar en desarrollar un puerto más al sur. No deja de extrañarnos la expresión utilizada en el segundo considerando (ver nota 123) que en el partido de Atacama se encuentra el denominado Cobija, aludiendo al hecho de que las provincias no tienen un puerto habilitado, lo que induciría a creer que Bolivia tenía mar pero no puerto, pero no olvidemos que durante la Colonia las autoridades de Potosí habían incursionado en dicho lugar dado el abandono y desamparo en que se encontraba y, por otra parte, la forma arbitraria en que se fijó

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Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 85. El destacado es del autor. 121 Francisco Burdett O’Connor. Independencia Americana. p. 183. 122 Ibídem. p. 187. 123 Considerando: Primero: Que las Provincias no tienen un puerto habilitado. Segundo: Que en el partido de Atacama se encuentra el denominado Cobija y que ofrece muchas ventajas. Tercero: Que es justa recompensa al mérito contraído por el Gran Mariscal de Ayacucho la aplicación de su nombre al anunciado puerto. Oída la diputación permanente. Decreto: 1º Quedará habilitado, desde el primero de Enero entrante, por puerto mayor de estas provincias, con el nombre de Puerto La Mar, el de Cobija. 2º Se arreglarán allí las oficinas pertenecientes a la Hacienda Pública. 3º El gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, queda encargado de este decreto. Dado en el Palacio de Gobierno de Chuquisaca a 28 de diciembre de 1825. Simón Bolívar. Enrique Agullo Bastías. Salida al mar para Bolivia? p. 19. 120

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el limite occidental de la naciente república, según lo relata Burdett. Sin pretender cuestionar la presunta autenticidad de este decreto, en ningún caso puede considerarse como prueba fehaciente de la legitimidad de sus títulos en el litoral de Atacama. Al contrario, esta disposición estuvo basada solamente en la iniciativa personal de Bolívar de unir a la naciente república con el litoral del Pacífico a través de nuestras costas. Basta revisar su participación en los procesos de emancipación de los países de América -de cuya actuación nadie puede poner en duda los bien ganados elogios y testimonios que la historia ha sabido recoger- para comprender que su ascendiente era de tal naturaleza y que después de Ayacucho su poder era prácticamente omnímodo, lo que le llevó a impulsar muchas medidas que si bien es cierto la mayor parte de ellas tendían a la consolidación de las independencias y reorganización de los poderes públicos de las naciones emancipadas, otras no estuvieron ajenas a pasar por encima de los derechos heredados por las nuevas repúblicas, como es el caso no solamente de Cobija, sino en general del movimiento que llevó a la separación de la Audiencia de Charcas del virreinato del Plata y otros. Se había concretado así lo que denunció tiempo más tarde el historiador peruano Alberto Wagner, en su libro Los Límites del Perú: (...) Al final de la dominación española, las autoridades de Potosí intervinieron algunas veces en el puerto de Santa María de Cobija situado en el desierto y al independizarse Bolivia, separándose del Perú, Sucre se apoderó de una buena parte de él. El testimonio de Wagner se afirma en el hecho que en 1787 el Intendente de Potosí, Juan del Pino Manrique había declarado como propia la Caleta de Cobija -como lo indicamos en un párrafo precedente- lo que no pasó de ser una aspiración, por cuanto nunca fue reconocida por las autoridades españolas.124 Burdett, entre otros antecedentes, indica en sus memorias que la línea divisoria entre el Alto y Bajo Perú se determinó desde el abra de Santa Rosa (Cuzco) por el norte, el morro de Zama (Sama), en los 18° L.S. y en los 70° 55’ L.O. aproximadamente y desde dicho morro hasta Hueso Parado, que se halla a pocas leguas de Copiapó y, por el interior, hacia el sur, hasta el río La Quiaca en la frontera con Argentina. Sin embargo, no indica cuáles fueron las razones en que se apoyó para tal delimitación, ajena a los títulos históricos existentes a la fecha, que le suponemos desconocidos y que escapaban del uti possidetis que Bolívar pretendía respetar para no originar problemas en las nacientes repúblicas, lo que a la postre le significó a Bolivia sucesivas pérdidas territoriales producto de las limitaciones defectuosas con que inició su vida independiente.125 En este mismo orden de ideas están las declaraciones hechas por Mariano Baptista cuando el presidente Narciso Campero (1880-1884) le extendiera sus credenciales como ministro en Argentina: Cuando Campero expidió mis credenciales para Buenos Aires, pedí una sola instrucción: ofrecer al Gobierno de la Plata la reconstitución, bajo forma federal, del antiguo virreinato de la Plata hasta el Desaguadero.126 Esta sentencia es categórica

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Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 88. Barros Grebe. Obra citada. p. 78. 126 Luis Barros Borgoño. La cuestión del Pacífico y las nuevas orientaciones de Bolivia. p. 148. 125

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para afirmar que el límite noroeste de dicho virreinato era el mencionado río, y obviamente también de la audiencia de Charcas, del que formaba parte. Continuando con el relato de Cobija, único puerto de que dispuso Bolivia gracias a la espada de Simón Bolívar, no pueden ser más elocuentes las referencias que hizo al respecto el presidente Andrés Santa Cruz en reiteradas oportunidades, como por ejemplo, en el decreto del 12 de octubre de 1832, por medio del cual concedió autorización para levantar un empréstito de cien mil pesos, ante la necesidad de fomentar el único puerto de la República.127 En otra intervención, el 6 de agosto de 1833, en un mensaje dirigido al Congreso con ocasión del aniversario patrio, recuerda haber cumplido con la promesa de visitar en persona la provincia Litoral: Después de vuestro receso, en la anterior Lejislatura, he cumplido con la promesa que os hice entonces de visitar en persona la provincia litoral, queriendo llenar debidamente vuestros deseos y la ley de 12 de octubre del año próximo pasado a favor de nuestro único puerto de Cobija, agregando luego que producto de sus observaciones personales y de escuchar a sus pobladores, han producido el decreto de libertad dado en el mismo puerto a 1 de enero de este año.128 En 1840, al término de su mandato, al dirigirse a la nación puso de manifiesto el interés concedido por su Gobierno en obtener Arica u otro puerto de mayor relevancia que Cobija: Bolivia por su situación geográfica, alejada por todas partes del mar, no podrá hacer grandes progresos en su comercio y en su industria, ni aún en la carrera a la civilización mientras no se ponga más inmediata y directamente en contacto con los pueblos industriosos y más adelantados de ambos continentes. Para remediar este gran defecto, me decidí a proteger con todos los esfuerzos del Gobierno la caleta de Cobija, de que tan solo puede disponer Bolivia por efecto de una viciosa demarcación territorial.129 “A confesión de partes, relevo de pruebas”.

Nos referiremos a continuación a los otros puertos citados por El Libro del Mar: Antofagasta, Tocopilla y Mejillones. Antofagasta Se requiere bastante imaginación para afirmar en forma tan determinante que Antofagasta fue un puerto boliviano. ¿Desde cuándo y cómo? Como puerto y ciudad nació y creció gracias a la iniciativa y esfuerzo de 127

La necesidad de fomentar el único puerto de la República, y atendiendo a que la falta de numerario para costear los gastos que demandan las obras proyectadas hace infructuosas todas las medidas que el Gobierno ha adoptado para la pronta realización de tan interesantes objetos. Decreto: 1º Se autoriza al coronel Manuel Amaya para levantar un empréstito de cien mil pesos, cuya cantidad se invertirá en la construcción y habilitación de almacenes, fortificaciones, caminos, postas, aguadas y demás establecimientos que deben crearse para dar existencia y seguridad a aquel puerto. Lagos. Obra citada. p. 23. 128 Lagos. Obra citada. p. 23. 129 Barros Borgoño. Obra citada. p. 84.

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capitales y ciudadanos chilenos. En efecto, a su gestación confluyen tres hechos notables: Primero, el hallazgo hecho por el incansable explorador chileno José Santos Ossa, radicado en Cobija, quien descubrió al interior de la caleta de La Chimba, aproximadamente a unos cuarenta kilómetros, en el Salar del Carmen, ricos depósitos de salitre, que ulteriormente en sociedad con otro connacional, Francisco Puelma, luego de haberse suscrito con Bolivia el tratado de 1866, solicitó la concesión de estos yacimientos y formaron la Sociedad Explotadora del Desierto de Atacama, a la cual posteriormente se sumaron capitales aportados por Agustín Edwards y Williams Gibbs. En marzo de 1869 se convirtió en la compañía Melbourne, Clark y Cía. y con la concurrencia de mayores capitales extranjeros más tarde pasó a denominarse Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, designándose como Gerente General a Jorge Hicks. El aporte de capitales extranjeros a la sociedad constituida en Chile no le restaba identidad de empresa nacional y en ningún caso la excluía de las garantías incorporadas al Tratado de 1874. En segundo lugar, a mediados de 1870, el cateador chileno José Díaz Gana, en una expedición dirigida por José Méndez, alias “El Cangalla”, descubrió los abundantes y valiosos depósitos de plata en Caracoles, en los faldeos cordilleranos al sur del grado 23, yacimientos cuya producción superaban con creces los de Potosí y Oruro.130 Un tercer hecho que forma parte de la historia de Antofagasta se inicia con su poblamiento. En efecto, el primer habitante fue Juan López, chileno, conocido bajo el seudónimo de "el Chango López", quien en 1866 trajo a estas tierras a sus parientes, construyendo la primera vivienda para cobijarlos. Exploró los cerros de la cordillera de la Costa donde encontró un pequeño yacimiento de cobre que explotó con su familia y un pequeño grupo de trabajadores.131 El auge de Caracoles y del Salar del Carmen dio origen a diversas sociedades mineras perfeccionadas en Valparaíso y Santiago, generando una corriente migratoria desde Copiapó, el Norte Chico y de otros lugares del territorio, comenzando de esta forma a opacar a Cobija. Con el posterior descubrimiento de salitre en Toco, surgió el crecimiento de Tocopilla. De esta forma, la modesta población La Chimba, con el paso de los años, pasó a ser la pujante ciudad de Antofagasta.132 Antofagasta de 1872 era un hormiguero humano. La plata de Caracoles y el salitre del Salar del Carmen eran los estímulos para los inmigrantes. Las embarcaciones anclaban en la bahía para dejar los cargamentos humanos provenientes de todas las latitudes: ingleses, alemanes, franceses, chinos, portugueses y chilenos de Copiapó, La Serena y Santiago. Desorganizados y anárquicos, cada uno imponía su propia ley.133

130

Emilio Ruiz-Tagle Orrego. Bolivia y Chile. El Conflicto del Pacífico. pp. 75 y 76. Los inicios de la Región. Gobierno Regional. http://www.goreantofagasta.cl/index. 132 Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 132. 133 Juan Floreal Recabarren Rojas. Episodios de la vida regional. Corporación Pro-Antofagasta. Universidad Católica del Norte. p. 29. 131

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Enrique Agullo Bastías, investigador nortino, en su obra ¿Puerto para Bolivia?, reforzando el carácter de fundador por parte de los chilenos del puerto de Antofagasta y la forma en que estaba presente nuestra nacionalidad en dicha ciudad, se refiere a estos hechos en la siguiente forma: (…) que la moneda base para las transacciones comerciales era el peso chileno; que la educación del pueblo en las escuelas, era impartida por profesores chilenos y textos escolares chilenos, porque Bolivia apenas poseía silabarios rudimentarios poco apropiados para la educación de los escolares. En resumen -agrega- solo de Bolivia eran las autoridades, el Cuerpo de Celadores (policía) y cuatro o cinco banderas bolivianas que eran izadas los 6 de agosto de cada año en los edificios (casas) públicos. La bandera chilena se izaba los días 17, 18, 19 y 20 de septiembre de cada año y no eran cuatro ni cinco, sino cientos.134 Un suceso no menos significativo fue que en su primer municipio el Consejo Municipal estuvo integrado por nueve personas: seis chilenos, Francisco Errázuriz, Félix García Videla, Emeterio Moreno, Salvador Reyes, Matías Rojas Delgado y Juan Vargas Cañas; dos alemanes, Luis Lichtenstein y Ernesto Wolckmar; y un británico, Eduardo Foster. La Guardia de Orden y Seguridad estaba compuesta de un comandante de nacionalidad portuguesa, Domingo Machado; un capitán, Árbulo del Río; dos tenientes, Benjamín Vargas y Claudio Martínez; un subteniente, Manuel Díaz Gana -todos chilenos- y un teniente argentino, Avelino Lazcano.135 Los antecedentes que hemos aportado ponen en evidencia que si bien es cierto que el puerto y la ciudad de Antofagasta formaban parte del territorio que Chile había cedido a Bolivia en virtud del tratado de 1866, ratificado luego por el de 1874, estos no pertenecían con anterioridad a dicha Nación. Luego, al incumplir Bolivia este último tratado y negarse a un arbitraje, Chile quedó en condiciones de reivindicar esos territorios. Tocopilla Hablemos del puerto de Tocopilla. Ubicado a la altura de 22° 08’, es otra de las radas que decían poseer. Este territorio también formaba parte de las cesiones hechas por Chile en virtud de los tratados antes mencionados, que fijó el límite en el paralelo 24°. Fue en la década de 1830 en que el despertar del auge minero en la costa de Tocopilla concitó el interés de la explotación de yacimientos de cobre por parte de connotadas personalidades. En esos años se inició la explotación de las minas “Rosario”, “San Carlos”, “Argentina”, “Percense” y “Feliciana”, entre otras. Sucesivamente lo hicieron los industriales señores Pedro Alessandri Vargas, chileno, padre del futuro Presidente de Chile, Arturo Alessandri Palma; Guillermo Billinghurst Angulo, peruano, luego Presidente de Perú (1912-1914) y posteriormente Diego de Alcántara y Gana.

134 135

Agullo. Obra citada. p. 7. Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 132.

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Poco a poco los campamentos inicialmente constituidos por humildes chozas y barracas dieron paso a la construcción de casas, líneas férreas y a la fundición de los hermanos Dorados, en lo que se conocía como caleta Duendes. Sin embargo, seguramente el origen de las antiguas demandas y pretensiones bolivianas radican en ciertas medidas adoptadas por sus autoridades en este litoral, dado el hecho que la habilitación en nuestro territorio del puerto de Cobija, ubicado aproximadamente a cincuenta kilómetros al sur de Tocopilla, les hacía presumir derechos jurisdiccionales sobre este territorio, contando con la nula reacción de nuestras autoridades, probablemente por desconocimiento no tan solo del potencial económico, sino de los verdaderos títulos que le concedía el uti possidetis al declarar su independencia. Situaciones como la que describiremos a continuación, fueron el germen de las largas discusiones entre ambos Gobiernos y que culminaron con el tratado de 1866. En efecto, el 17 de febrero de 1842 el Gobierno boliviano otorgó mediante un convenio celebrado en La Paz con una empresa privada la explotación y exportación del guano, modificado posteriormente el 23 de junio del mismo año a favor de la Compañía Gibbs, Crawley y Cía., representada por Carlos Barroilhet, francés asentado en Valparaíso, quien antes de regresar a Chile presentó en Cobija un pedimento minero demandando la propiedad de tres minerales en el cerro Tocopilla, al norte de Cobija, las que más tarde aportó a la Sociedad Mineralógica de Tocopilla, integrada además por Pedro Alessandri y Zenón Urbistondo. La explotación de estas minas en gran parte con chilenos provenientes de Valparaíso, más la explotación de las guaneras de Paquica, constituyeron la base de la población para el desarrollo de esta zona. Personaje importante en el desarrollo de Tocopilla fue el ciudadano francés Domingo Latrille, quien llegó muy joven a Chile acompañado de un hermano, casándose más tarde con una distinguida dama peruana residente en Cobija.136 En resumen, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que el auge minero desarrollado por empresarios chilenos y extranjeros y con posterioridad la explotación -con mano de obra también nacional- aunque algo tardía de las calicheras del Toco, cuya propiedad estuvo envuelta en un largo litigio por parte de la Compañía Salitrera de Antofagasta que alegaba la propiedad de dichas pertenencias, constituyó la base de su crecimiento y progreso. Mejillones Ubicado a poco más de 60 kilómetros al norte de Antofagasta. Son válidos para este puerto las mismas consideraciones de carácter geográfico indicadas con anterioridad en relación con los tratados de 1866 y 1874, pero fundamentalmente este último, al disponer la obligación a Bolivia de habilitar los puertos de Mejillones y Antofagasta como puertos mayores.137

136 137

http://tocopillaysuhistoria.blogspot.com. Artículo sexto. Tratado de Límites entre Chile y Bolivia de 1874.

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Sin embargo, recurriendo a su historiografía, no faltan escritores, incluso nacionales, que han afirmado el origen boliviano de este puerto, los que sin duda no han ahondado en las raíces históricas de la independencia de ambas naciones, cuyos pormenores hemos ya agotado en la presente obra y el anterior libro de este autor. A modo de ejemplo, en una publicación para la Memoria Chilena con ocasión del bicentenario de nuestra independencia se señala lo siguiente: De origen boliviano, Mejillones fue en un comienzo un pequeño asentamiento más al sur de la actual ciudad, en las faldas del cerro San Luciano, el cual vivía de una explotación artesanal del guano. Para 1840, cuando se encuentran los primeros registros de Mejillones, sabemos que se crea un pequeño asentamiento para la explotación industrializada del guano en manos de Domingo Latrille (…).138 Roberto Querejazu, escritor boliviano, en Guano, Salitre, Sangre. Historia de la Guerra del Pacífico, haciendo mención a un diálogo entre el canciller chileno Adolfo Ibáñez y el ministro boliviano Rafael Bustillo en 1872, como parte de las largas negociaciones que culminaron más tarde con el tratado de 1874, cita expresiones de Ibáñez que se nos hace muy difícil comprender, dado el hecho que habiendo transcurrido prácticamente seis decenios desde nuestra independencia no podrían existir dudas sobre la titularidad de nuestros dominios y menos de una autoridad de Gobierno, encargada precisamente de llevarlas a cabo con el agravante de haberse publicado en 1863 la enjundiosa obra de un contemporáneo suyo, destacado político e historiador, Miguel Luis Amunátegui: La cuestión de límites entre Chile y Bolivia, que despejaba cualquier duda que pudiese haber existido al respecto. De acuerdo al autor boliviano, el ministro Ibáñez expresó: Anhelo mucho el día en que Su Señoría me diga que está expedito el camino para la paz y la confraternidad entre Chile y Bolivia. (…) Si Uds. no están por la cesión de las guaneras, yo me había olvidado manifestarle a Su Señoría que también podríamos hacerla recíproca, es decir, comprarles el territorio. Con estos, Uds. tendrían con que pagar sus deudas (…).139 Estimamos importante incluir lo que dice al respecto de Mejillones el destacado historiador Amunátegui: La república de Bolivia pretende estraer para sí el guano de Mejillones, so pretexto de que se halla en un lugar vacuo, sin querer advertir que Mejillones forma parte de un territorio cuyos habitantes son, i han sido siempre chilenos. Si tal razón fuese admisible, podría también venir a esplotar en su provecho muchos de los bosques, o de las minas de carbón de piedra que existen en soledades de nuestras provincias meridionales. Sin embargo, los mismos que esto sostienen, proclaman con calor el principio de que el título legal es todo; la posesión nada. No se cansan de repetir que cuando una nación tiene derecho a un territorio, no necesita ocuparlo materialmente. Acusan con amargura a Chile

138

Claudia Bossay Pisano. Construyendo una Historia 2.0: Mejillones y su Wiki de Historia. Memoria chilena. Artículos para el bicentenario. 139 Roberto Querejazu Calvo. Guano, Salitre, Sangre. Historia de la Guerra del Pacífico. p. 78.

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de esforzarse por hacer prevalecer el hecho sobre la lei.140

Reiteramos. Bolivia, jamás ha podido demostrar los títulos legales sobre el litoral del desierto de Atacama. En síntesis, podemos aseverar con la mayor convicción que Mejillones como puerto y ciudad, se debió a la explotación del guano de las covaderas existentes en esa parte del litoral chileno, luego cedido a Bolivia, y posteriormente producto del auge adquirido como Puerto Mayor bajo bandera boliviana. Resulta difícil comprender hoy día que dada la certeza de nuestros títulos históricos, se haya definitivamente cedido y acordado los tratados de 1866 y 1874, fijando como límite el paralelo 24° de latitud sur. Traigamos a nuestra memoria que el inicio de los reclamos hechos por Bolivia, nació de la ley promulgada bajo la presidencia de Manuel Bulnes, el 13 de octubre de 1842, que declaró de propiedad nacional las guaneras ubicadas al sur de la bahía de Mejillones, prohibiendo que se cargara este producto en algún barco sin la autorización de nuestras autoridades, facultándose además al Presidente de la República para gravar la exportación del guano con derechos de aduana. Esta ley no fue un capricho del Gobierno chileno, sino que tuvo su origen en el informe enviado por el presidente Bulnes al Congreso, dado el conocimiento que se tenía que algunos chilenos de considerable empuje habían recorrido las inhóspitas playas del desierto de Atacama y comprobado allí la existencia de yacimientos de guano, juzgó necesario mandar una comisión exploradora a examinar el litoral comprendido entre el puerto de Coquimbo y el morro de Mejillones con el fin de descubrir si en el territorio de la República existían algunas guaneras cuyo beneficio pudiera proporcionar un ramo nuevo de ingreso a la hacienda pública (…).141 Fehacientemente, con esta ley el Gobierno de Chile decía solo llegamos hasta aquí, Mejillones, situado aproximadamente a los 23° y no obstante que hacía referencia solo a los yacimientos de guano en el territorio indicado en la norma legal, en forma tácita como apunta Eyzaguirre, se estaba renunciando al litoral existente desde el río Loa en los 21°18’ de latitud sur hasta Mejillones. ¿Cuál fue la razón de aquello? ¿Desconocimiento de nuestra realidad? ¿Hispanoamericanismo extremo? ¿El germen de lo que más tarde se denominó la “política boliviana”? No tenemos respuesta. Pero no es de extrañar, pues nuestro insigne Padre de la Patria, Bernardo O’Higgins, no obstante que como Director Supremo emitió un decreto el 20 de abril de 1819 disponiendo el bloqueo de los puertos del Perú por la escuadra chilena para impedir el auxilio externo al virreinato aún bajo el poder de los españoles, llegando a precisar todos los fondeaderos del mar Pacífico entre los 21°18’ y los 2° 12´, es decir la línea de la costa desde Iquique hasta Guayaquil inclusive, expresaba en forma tácita que al excluir el Loa, estaba señalando que no requería bloqueo por encontrarse en territorio chileno; años más tarde, en un carta fechada el 20 de agosto de 1831, estando en el 140 141

Amunátegui. Obra citada. p. 156. Eyzaguirre. Obra citada. p. 27.

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exilio en Lima y dirigida al capitán de la marina inglesa, el irlandés Jeremías Coghlan, afirmaba Chile viejo y nuevo, se extiende en el Pacífico desde la bahía de Mejillones hasta Nueva Shetland del Sur.142 Eyzaguirre atribuye este cambio a su americanismo generoso y a la amistad con Santa Cruz, la que no pudo ser indiferente en semejante determinación, acotando además que el contacto epistolar que mantenía con colaboradores de Manuel Bulnes habría influido en la ley que puso el límite norte en Mejillones, y al mismo tiempo por otra parte, hacer efectiva la presencia de Chile en el territorio de Magallanes. Nada más oportuno traer a colación una nota referente a un interesante artículo publicado por el sabio francés Charles Wiener en Le XIX Siécle, en junio de 1879: La explotación de los depósitos de guano y de nitrato de soda, es de una extremada dificultad, porque la costa que termina la región del desierto, y que tiene su misma configuración, carece absolutamente de agua. Los chilenos, mejor colocados que los bolivianos para sacar partido de este territorio, puesto que su país es la continuación natural de ese litoral, han empleado mucha energía y mucha actividad en estos lugares, han comprometido capitales considerables, y las ciudades mineras que allí existen, los inmensos aparatos que destilan el agua del mar para alimentar a los habitantes, son obra suya. De cada veinte habitantes se pueden contar diez y siete chilenos, un peruano, un europeo y un coronel boliviano. El coronel boliviano es la autoridad. Los chilenos trabajan, los europeos trafican y él (el coronel boliviano) manda. El aislamiento de la región que administra lo convierte en una especie de dictador, y por lo tanto, un régimen de capricho y de mala voluntad, esencialmente vejatorio, hace tan desagradable como difícil la posición de los chilenos.143 1.3.3. Reconocimiento a la condición marítima de Bolivia Posición boliviana

El estatus territorial, así como la condición marítima de Bolivia, nunca fueron objetados por la República de Chile. Las Constituciones Políticas chilenas de los años 1822, 1823, 1828 y 1833 reconocieron que su límite hacia el norte era el desierto de Atacama. La soberanía marítima de Bolivia fue reconocida en diversos instrumentos internacionales, entre los cuales se destaca el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1833 suscrito con Chile.144 Opinión del autor

142

Ibídem. p. 28. Lagos. Obra citada. pp. 56-57. 144 DIREMAR. Obra citada. p. 21. 143

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a) El estatus territorial

En mérito de los antecedentes históricos, efectivamente Chile solo objetó las pretensiones territoriales cuando se suscitaron los alegatos por el asunto del guano; y la razón de ello entendemos que fue a causa del desconocimiento previo del decreto de Bolívar habilitando el puerto de Cobija como puerto boliviano, la escasa población existente en el litoral de Atacama, la falta de comunicaciones con el resto del país, el desconocimiento de su potencial económico y, por qué no decirlo, el exceso de americanismo ya aludido. A diferencia de las constituciones bolivianas -de lo que daremos cuenta luegoen Chile, las cuatro promulgadas entre 1822 y 1833 señalan los límites de nuestro territorio, haciendo especial mención a la soberanía sobre el despoblado de Atacama, características que omiten las de Bolivia, normas que incluyeron además un artículo en las que expresamente dejan constancia que sus límites fronterizos estarían determinados de común acuerdo con los países vecinos. Veamos a continuación nuestras leyes fundamentales: Constitución de 1822 Promulgada bajo el Gobierno del Director Supremo Bernardo O’Higgins. El artículo 3º expresaba: El territorio de Chile conoce por límites naturales: al sur, el Cabo de Hornos; al norte, el despoblado de Atacama; al Oriente, los Andes; al Occidente, el mar Pacífico. Le pertenecen las islas del Archipiélago del Chiloé, las de la Mocha, las de Juan Fernández, la de Santa María y demás adyacentes. Constitución de 1823 Promulgada bajo el Gobierno de Ramón Freire. El artículo 4º señalaba: El territorio de Chile comprende de norte a sur (sic), desde el Cabo de Hornos hasta el despoblado de Atacama, desde la cordillera de los Andes hasta el mar Pacífico con todas las islas adyacentes, incluso el Archipiélago de Chiloé, la Isla Juan Fernández, Mocha y Santa María. Proyecto de Constitución federal de 1826 Su territorio comprende norte a sud, desde el desierto de Atacama hasta el cabo de Hornos.145 Constitución de 1828 Fue promulgada bajo la vicepresidencia de Francisco Antonio Pinto. El artículo 2º indicaba: Su territorio comprende de norte a sur, desde el desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos, y de Oriente a Occidente, desde la cordillera de los Andes hasta el mar Pacífico, con las islas de Juan Fernández y demás adyacentes. Se divide en ochos provincias, que son: Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule, Concepción, Valdivia y Chiloé. Constitución de 1833 145

Amunátegui. Obra citada. p. 157.

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Fue promulgada bajo el Gobierno de Joaquín Prieto. El artículo 1º Del territorio, dice: El territorio de Chile se extiende desde el desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos y desde la cordillera de los Andes hasta el mar Pacífico, comprendiendo todas las islas adyacentes y las de Juan Fernández.146 Hemos destacado las frases en las cuales se afirma Bolivia para expresar que dichos textos precisamente confirman que nuestro país no era poseedor del despoblado de Atacama, argumentos que sin embargo la pluma y el análisis certero y metódico de Luis Miguel Amunátegui se encarga de desvirtuar y echar por tierra al referirse a los dichos del ministro Bustillo, a quien hemos citado con anterioridad, quien decía que los textos constitucionales antes indicados constituían un argumento de valía ad hominem.147 Agregaba además que, a juicio de los legisladores chilenos, el despoblado de Atacama no formaba parte de su territorio, por cuanto dicho accidente limitaba la República de Chile. Independiente de que haya sido citado o no citado el despoblado de Atacama en los referidos cuerpos legales, Chile tenía los títulos legales y Bolivia no, en consecuencia, nuestros vecinos no podían alegar su posesión. Si como lo dicen los representantes de Bolivia, las constituciones chilenas no hubieran declarado que el desierto se halla en nuestro territorio, ni Chile lo habría perdido, caso de tener títulos para poseerlo; ni Bolivia lo habría adquirido, caso de no tenerlos.148 La tesis boliviana, según el diccionario de Bescherelle, afirmaba que la preposición desde, significa después de; dado que es una palabra de origen francés: “depuis” compuesta por el adverbio “puis” y la preposición “de”, es decir tiene un carácter excluyente, a partir de este momento, de este punto, citando luego algunos ejemplos que darían valor a su ponencia. Según los hablistas, dice el señor Bustillo, la preposición desde denota principio de tiempo o de lugar, i significa después de. Por lo mismo, decir que el territorio de Chile se comprende norte sur desde el desierto de Atacama hasta el cabo de Hornos, es decir que el territorio chileno se estiende después del desierto de Atacama hasta el cabo de Hornos.149 Amunátegui no recurre al diccionario francés sino al de la Real Academia Española, porque en Chile acostumbramos aprender el significado de las voces castellanas en los diccionarios castellanos, i no en los franceses, ingleses o italianos (...). El gran Diccionario de la lengua castellana, compuesto por la real Academia española, primera edición de 1732, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza i calidad con las frases o modos de hablar, los proverbios o refranes i otras cosas convenientes al uso de la lengua, enseña respecto de “desde” lo que sigue: Desde: Adverbio que denota principio de lugar y tiempo de alguna cosa (...). Los 146

Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 97- 98. Un Ad Hominem es una categoría general de falacias en las que un reclamo o argumento es rechazado sobre la base de un hecho irrelevante sobre el autor o la persona que presenta la reclamación o argumento. http://www.nizkor.org/. 148 Amunátegui. Obra citada. p. 159. 149 Ibídem. p. 160. 147

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consejos que se hicieren en las sierras se hagan desde Berlanga hasta Aillón. Calderón, comedia Auristela i Lisidante. Jornada 3ª. Mi valor en este puesto Esperará a cuantos salgan Desde el alba hasta la noche I desde la noche hasta el alba Desde: Equivale a después de (…) Mármol. Descripción del África (…) I desde a un año armaron seis carabelas.

La décima versión del diccionario de la Academia Española, de 1852 -último ejemplar en la fecha en que Amunátegui editara la obra en comento- mantiene los mismos significados. Desde: Preposición que sirve para denotar principio de tiempo o lugar; por esta razón es parte de muchos modos adverbiales, que significan tiempo o lugar; como desde entonces, desde luego, desde aquí, desde allí. Después de.

Como se ve por las precedentes definiciones de la Academia española, la preposición “desde” sirve para expresar dos especies de relaciones mui diversas: 1.a, principio de tiempo o lugar; i 2.a, posterioridad de tiempo o lugar. Para no agotar al lector, Amunátegui en un largo análisis con decenas de ejemplos, basados en los mismo argumentos del señor Bustillo, demuestra el sentido incluyente de la palabra desde, haciendo mención especial al decreto de 31 de noviembre de 1826, en que se señala que el despoblado de Atacama formaba parte de la provincia de Coquimbo y que el Gobierno boliviano jamás protestó ni reclamó, haciéndolo por primera vez mediante la queja oficial presentada por el señor Casimiro Olañeta el 30 de enero de 1843, no obstante los numerosos actos de soberanía practicados por Chile durante décadas en el despoblado de Atacama.150 Conforme queda demostrado con las citas anteriores, no es efectivo, como lo asegura Bolivia, que el límite norte de Chile era con el desierto de Atacama; sino que Chile se extendía de norte a sur desde el despoblado de Atacama hasta el Cabo de Hornos, y el despoblado de Atacama o Desierto de Atacama nace inmediatamente al sur del río Loa, tal como lo precisara el mapa de Baleato y el resto de la cartografía ya referida. Ya que estamos hablando de nuestras primeras constituciones, nos referiremos en base a los mismos testimonios de Bolivia, a sus propios cuerpos legales, que obviamente El Libro del Mar omite interesadamente. Constitución de 1826. Capítulo 2. Del territorio Artículo 3. El territorio de la República Boliviana comprende los departamentos de Potosí, Chuquisaca, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Oruro. 150

Ibídem. pp. 160-175.

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Artículo 4. Se divide en departamentos, provincias, y cantones. Artículo 5. Por una ley se hará la división más conveniente, y otra fijará sus límites, de acuerdo con los Estados limítrofes.151 Las constituciones bolivianas de 1831 y la de 1834, reiteran exactamente los artículos antes citados, sin embargo, la 1839 en su artículo 4º agrega el departamento de Tarija y el distrito Litoral a las divisiones administrativas incluidas en el artículo 3º de la Constitución de 1826, pero omite el artículo con el texto referente a la fijación previa de sus deslindes “de acuerdo con los estados limítrofes”, como lo imponía el Artículo 5º ya mencionado, circunstancia que jamás se llevó a efecto, por cuanto nunca le fue propuesto a Chile ni al resto de los otros países vecinos, sino que se actuó de hecho ante la inexplicable omisión demostrada por nuestros gobernantes de la época.152 Dejar establecido que mediante una ley se determinarán los límites de sus departamentos con acuerdo de los estados vecinos, no hace sino confirmar que Bolivia no tenía certeza absoluta de sus deslindes y que la creación del Distrito Litoral fue consecuencia de la habilitación arbitraria en territorio chileno del puerto de La Mar en Cobija, más tarde declarado puerto franco durante el Gobierno de Santa Cruz. Esta carencia de precisión en sus delimitaciones territoriales con respecto no solo a Chile, sino con Perú, Paraguay, Brasil y Argentina, sin duda alguna fue la consecuencia de la posterior pérdida de cuantiosas extensiones territoriales que creía suyas- en los litigios y conflictos con los citados países. La Constitución de 1843 creó el Distrito Litoral de Cobija. Incluimos a continuación algunos artículos relacionados con el tema: Artículo 5º. El territorio de la República comprende los departamentos de Chuquisaca, Potosí, Paz de Ayacucho, Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Tarija, Beni y distrito Litoral de Cobija. Artículo 6º. Una ley especial arreglará la mejor división del territorio de la República. Artículo 7º. El territorio se divide en departamentos, provincias y cantones. b) Soberanía marítima de Bolivia

Las verdades en ocasiones suelen ser amargas y duelen, pero es necesario conocerlas con el objeto que a futuro no se cometan los mismos yerros. Y este es un punto a favor de Bolivia, por cuanto no solo fue un tratado de Amistad, Comercio y Navegación que suscribieron ambas naciones, sino dos: En 1833 y en 1839. No cabe duda que ambos constituyen un serio traspié de nuestras negociaciones diplomáticas, por cuanto no obstante los antecedentes y derechos sobre los territorios que hoy disputa Bolivia, nuestro Gobierno los suscribió y si bien es cierto que en parte alguna hacen mención a límites o territorios específicos, por el solo

151 152

Destacado es del autor. Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 81- 82.

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hecho de incluir cláusulas referentes a la navegación que beneficiarían a ambas naciones, (1833: Art. 6, 14 y 16; 1839: Arts. 5, 9 y 10) tácitamente Chile estaba reconociendo a Bolivia ciertos derechos sobre nuestro litoral, aun cuando ellos no fueron precisados ni referidos siquiera en forma general . A modo de ejemplo se citan los siguientes: Artículo 6. Los buques bolivianos o chilenos pertenecientes a ciudadanos de cada una de las dos Repúblicas, podrán llegar segura y libremente a todos aquellos puertos, ríos y demás parajes del territorio de la otra a donde sea permitido llegar a los súbditos de la nación más favorecida, pagando los mismos derechos de puerto, tonelaje, práctico, fanal y otros, que los buques nacionales. Artículo 14. En el caso de guerra de cualquiera de las dos partes contratantes con otra potencia, será libre a la otra parte contratante la navegación y comercio con cualesquiera parajes del territorio enemigo que no estuvieren sitiados o bloqueados; prohibiéndose solamente llevar a ellos artículos de contrabando de guerra; y bajo la denominación de contrabando se comprenderán únicamente (…).153 Juzgar hoy día a quienes propiciaron semejantes arreglos hace ya 180 años, quizás resulte injusto y poco objetivo. Convengamos que las circunstancias propias que caracterizaron el inicio de nuestra vida independiente y republicana, tales como las tareas de organización y su consolidación como república; las luchas intestinas tan propias de estos fenómenos sociales; la escasa o casi nula población asentada en la zona; el desconocimiento de la riqueza económica de ella; el hispanoamericanismo casi enfermizo y contagioso propio de la época; y la nula reacción ante la habilitación del Puerto en Cobija, constituyeron sin duda alguna los factores que incidieron en acordar los convenios precitados, a menos que se utilizase el concepto de “Libertad de Bandera” que fuere incluido en la legislación internacional muchos años después. En realidad, no es sencillo encontrar una justificación para validar hoy día dichas negociaciones, pero no podemos llorar sobre la leche derramada. Sin embargo, es un hecho indesmentible que la mayor parte de los litigios entre las naciones americanas fueron fruto de la vaguedad, imprecisión y formas de la redacción de los diversos documentos coloniales, agravados por los rudimentarios conocimientos geográficos y contradicciones en que muchas veces incurrían los funcionarios de la Colonia.154 1.4. Avances chilenos sobre las costas bolivianas Posición boliviana

La creciente importancia del guano, unida al hecho de que Bolivia contaba con escasa población en el departamento del Litoral y muy reducidos medios para hacer valer su autoridad, llevó a numerosos aventureros chilenos a establecerse en 153 154

Min. Rel. Ext. Dirección de Documentación. Tratados bilaterales Chile-Bolivia. 1810-1976. pp. 9, 13 y 21. Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 98-99.

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aquel territorio desde inicios de la década de 1810 y a explotarlo sin autorización. Como consecuencia, Chile pretendió extender su soberanía hasta el paralelo 23°, en territorio boliviano. El Gobierno de Bolivia protestó formalmente y quiso solucionar la cuestión amistosamente.155 Opinión del autor

No hay duda que el guano era de extraordinaria importancia en esos años. De acuerdo a un informe del Encargado de Negocios de Gran Bretaña acreditado en Santiago de Chile, en marzo de 1863 los depósitos de guano de Mejillones se calculaban aproximadamente en unos dos millones de toneladas, superior en calidad al fertilizante de Paquica -próximo a Tocopilla- cotizándose a un valor de 7 a 8 libras por tonelada, lo que significaba un ingente negocio tanto para el Gobierno como para los empresarios. Cabe agregar que el guano de las covaderas peruanas llegó a cotizarse a 25 libras por tonelada, costa donde se habían acumulado los mayores depósitos del mundo, en particular en las tres islas Chinchas, que posteriormente serán motivo de un grave conflicto político con España.156 Precisamente, esta especie de fiebre por su explotación en la que participaron emprendedores de distintas nacionalidades, entre los que hubo empresarios chilenos, pero en ningún caso “aventureros” como peyorativamente afirma El Libro del Mar, despertó el interés boliviano en continuar con su avance en la costa chilena del despoblado de Atacama al sur de Cobija. Súmese a lo anterior los reiterados intentos fallidos de obtener puertos en litoral del Pacífico: Arica, cuando Santa Cruz gobernaba Perú: (…) no lo haré, porque no debo, no puedo y porque no quiero. La negativa de Santa Cruz, fue recogida por el escritor boliviano Alcides Argüedas en la Historia General de Bolivia, era una creación artificial, como los demás Estados, algunos de los cuales se presentaba en peores condiciones, un organismo endeble destinado a vegetar oscuro e ignorado, si no alcanzaba a entrar en dominio de una faja de territorio que lo llevara al mar y a su costa, es decir al territorio de Arica. Y quiso prevenir el mar con mirada zahorí de estadista, pero su intento fue desbaratado por las interesadas coaliciones que echaron por tierra sus planes (…). Y fue vencido Bolívar, el vidente, y quedó Bolivia, por gracia de unos de sus hijos y contra los deseos del Libertador, metido entre inaccesibles montañas, ahogándose. Argüedas, que llegó a ser uno de los más famosos escritores de la sociedad criolla de Bolivia, no fue menos controvertido por calificar a su país de pueblo enfermo de dos males: indio y altura. Si se eliminase el elemento indígena de algunas ciudades como La Paz, Quito o Arequipa, por ejemplo, todo su elemento sociable y distinguido podría caber fácilmente en un solo edificio de Nueva York, en el Woolworth, pongo por caso, donde viven 30.000 personas.157 En consecuencia, estimamos de justicia hablar del avance de Bolivia sobre las costas chilenas y para ello nada mejor que traer a colación lo que escribiera al 155

DIREMAR. Obra citada. p. 21. Querejazu. Obra citada. p. 35. 157 Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 90-91. 156

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respecto Amunátegui: El título que tiene Bolivia para poseer el puerto de Santa María Magdalena de Cobija, es la mera ocupación contra las leyes expresas y por una tolerancia de los Gobernantes del Reino de Chile, a quienes tocaba ejercer jurisdicción allí, tolerancia probablemente motivada por lo lejano e insignificante de aquel punto y tal vez aun por no haber llegado a noticia de ellos, a causa de las razones indicadas, los actos posesorios que las autoridades de Potosí pudieron practicar en aquella aislada soledad. El Gobierno de Bolivia ha sostenido en repetidas ocasiones que un título semejante no es válido. Pero aun cuando se admita una posesión ilegal i no mui larga, Bolivia a lo sumo tendría derecho para conservar el puerto de Cobija pero no para apoderarse sin títulos legales ni posesorios de la vasta comarca llamada Desierto de Atacama.158 Retomemos a Santa Cruz. Más tarde obtuvo similar respuesta cuando él era Presidente de Bolivia (1831), lo que le llevó a tratar de fortalecer Cobija, cuya situación era tan precaria que hasta la carne y el agua les era abastecida desde Chile. Tan importante era Cobija que ante el Congreso de su país, después de una visita al litoral, dijo: Yo no he dudado en declarar, en nombre de la Nación que la independencia de Cobija y la de Bolivia son sinónimos y que no podríamos tener jamás la una sin la otra. ¿Independencia o apropiación indebida de Cobija? En 1843 se sumó un nuevo fracaso de obtener una costa a través del Perú, pretendiendo la compra de Arica o la provincia de Tarapacá -por el interés de conseguir Pisagua- estando dispuesto a cancelar diez millones y cinco millones de pesos respectivamente. Dos años más tarde, una nueva oferta del presidente Ballivián de establecer una aduana común entre ambas naciones en Arica y, al cabo de un año, obtener la cesión de este territorio a través de justas compensaciones, fue igualmente rechazada.159 La fantasía de algunos autores bolivianos ha alcanzado ribetes que escapan al sentido común y no han sido mezquinos en su acción comunicacional. Lo vimos en el pasado en un documento entregado al Papa en el año 2004 y lo hemos palpado en la actualidad para dar fuerza a su demanda ante el tribunal de La Haya. El coronel boliviano Abel Peña y Lillo, a modo de ejemplo, comentó en una obra dedicada a las Fuerzas Armadas, Reservistas y Profesores (…) que su patria nació a la vida independiente con cuatro puertos mayores y catorce menores, los cuales formaban parte del Departamento del Litoral, cuya riqueza despertó la codicia de los gobernantes chilenos que culminó con la injusta guerra de conquista de 1879. En un arranque de patriótico frenesí y desvarío, nos colocó a la cabeza de un supuesto plan de polonización ipso facto denominado “ABPC” o sea la repartija de nuestro territorio y de su consiguiente desaparición del mapa de Sudamérica.160 158

Amunátegui. Obra citada. p. 223. Querejazu. Obra citada. pp. 21-33. 160 Abel Peña y Lillo Escobar. Bolivia. Prisionero geográfico de América. pp. 25-47. 159

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Cuán grande sería el interés del Gobierno de Bolivia por “su único puerto” que durante la guerra con España, Bolivia pidió a Chile que se hiciera cargo de la protección de Cobija. Peña y Lillo, pretendiendo respaldar los supuestos dominios en la costa, agrega que el Departamento de Atacama estaba dividido en cuatro provincias cuyas capitales eran las siguientes: San Pedro de Atacama, Calama, Cobija y Antofagasta (…) Todo este extenso territorio nacional fue arrebatado por el usurpador chileno.161 Cuando mencionamos la creación de Bolivia, de acuerdo a su propia constitución indicamos los departamentos que la integraban, entre los cuales no aparece este departamento Atacama que es invención del coronel Peña y Lillo, y mucho menos las provincias antes citadas como parte de él. Lo que los propios historiadores bolivianos han testimoniado era la existencia del poblado de Atacama o San Pedro de Atacama como parte del Departamento de Potosí. Recordemos que previo a la independencia de Chile, entre los años 1803 y 1805, la Corona española había estado llana a devolver a la jurisdicción de Lima los territorios de Paposo, que eran los últimos lugares del territorio chileno donde existía una reducida población y en consecuencia las capitales y puertos mencionadas por Peña y Lillo solo surgieron con posterioridad, gracias a los capitales chilenos y extranjeros que invirtieron en las faenas de guano y salitre en dicha zona. Otro antecedente que ratifica el concepto del “único puerto” de Bolivia lo reitera y enfatiza el propio Santa Cruz en su manifiesto fechado el 26 de enero de 1840, para justificar su conducta pública tanto como Presidente de Bolivia, como en el Protectorado de la Confederación Perú-boliviana: Las hostilidades que el comercio de Bolivia sufría constantemente en el puerto de Arica, hicieron más urgente la necesidad de fomentar el único propio, para eximir a los bolivianos del capricho de los Gobiernos vecinos y de las vicisitudes de la política: este fue uno de los objetos que atrajo mi intención. Bolivia por su situación geográfica, alejada por todas partes del mar, no podrá hacer grandes progresos en su comercio y en su industria (…).162 Este texto, extraído de la sustanciosa obra de Miguel Luis Amunátegui, más adelante señala las dificultades que existían para comunicar esa caleta con el centro del Estado y atravesar ciento setenta leguas de desiertos helados, que separan a Cobija de la primera ciudad de Bolivia.163 A pesar de los esfuerzos desplegados por Santa Cruz para dar mayor jerarquía a Cobija, este puerto nunca pudo alcanzar las metas que se esperaban. Barros Borgoño, aludiendo al escritor boliviano Muñoz Cornejo, firme partidario de la reintegración antes que la reivindicación, afirmaba que los esfuerzos empleados en la colonización de Atacama fueron estériles, y que ninguna protección aduanera logró desviar el comercio internacional de su antigua vía natural, el puerto de Arica, a pesar de la hostilidad peruana que gravaba la importación hasta con un 90% de derechos aduaneros, mientras que por Cobija el gravamen no era superior al 2%. 161

Ídem. Amunátegui. Obra citada. p. 193. 163 Ídem. 162

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Inútiles fueron los esfuerzos mediante la distribución gratuita de tierras, la entrega de herramientas y ganado sin costo alguno, el intento de construir caminos, la creación de postas, etc. El mismo escritor apuntaba: (...) más población teníamos en Tacna y Arica que en Cobija y los pocos bolivianos que en este puerto había no pasaron de doce cuando se embarcaron con su prefecto el día de la ocupación.164 Querejazu atribuye la penetración boliviana a que por parte de su Gobierno se consideraba con entera buena fe que el litoral que se había heredado de la Audiencia de Charcas estaba limitado al norte por el río Loa y al sur por el río Salado,165 y no obstante lo notable de su obra, no aporta antecedentes legales u oficiales que validen dicha pretensión. Aún más, teniendo en consideración que en las primeras constituciones se había establecido la necesidad de fijar sus límites de acuerdo con los países vecinos, lo que nunca ocurrió. Según este autor, hacia 1834 la población estaba constituida mayoritariamente por trabajadores del mineral de cobre de Gatica, cercano al puerto, donde laboraban trescientas noventa y seis personas, y las autoridades estaban constituidas por tres jueces: de Minas, de Paz y de Primera Instancia.166 Los hechos antes comentados retratan en forma manifiesta que el acceso al litoral chileno fue logrado en forma irregular, al margen de lo que era permitido realizar y este procedimiento ilegal lo inhabilita para reclamar soberanía en dicho lugar. El diferendo creado a raíz de la explotaciones de guano por parte de Chile en aplicación de su soberanía y que llevó a Bolivia a protestar formalmente, declarando que quiso solucionarlo amistosamente, desconocemos hasta qué punto se puede utilizar tal afirmación, cuando existió una autorización de la Asamblea Legislativa boliviana para declarar la guerra a Chile, después de conversaciones que se prolongaron por muchos años sin conseguir avanzar en el logro de un acuerdo que dejara a ambas partes satisfechos. Jerónimo de Urmeneta, nuestro canciller en 1859, en nota oficial de 9 de julio insistía en los derechos que tenía nuestro país para afirmar su dominio en la zona del paralelo 23: Por lo que respecta, dice, a la estension del desierto i costas comprendidas entre el grado 24 i el 23, donde concluye el desierto de Atacama propiamente dicho, no se podría menos de convenir en que, poseyendo Chile la parte habitada i habitable entonces de ese territorio, lo poseía todo, i en consecuencia poseía hasta el grado 23; porque para poseer una estension de terreno cualquiera, una isla, un desierto, etc., no es necesario ni posible poseer materialmente cada una de sus partes. Chile, que de las 80 leguas de que consta más menos el desierto de Atacama, poseía i ejercía jurisdicción sobre 60, lo ha poseído naturalmente todo.167 Durante este período Bolivia jamás logró acreditar como normas jurídicas de la

164

Barros Borgoño. Obra citada. p. 128. Querejazu. Obra citada. p. 32. 166 Ibídem. p. 19. 167 Amunátegui. Obra citada. p. 231. 165

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legislación indiana la validez de los títulos que invocaba, sino que lo hizo afirmándose en opiniones de geógrafos e historiadores para justificar como límite entre ambos países el río Salado, pero con tal imprecisión que algunas veces lo situaban en el paralelo 27° y en otras en el paralelo 25°, al mismo tiempo que aceptaba que el distrito de Paposo no quedaba incluido en su jurisdicción, el que sin embargo está situado al norte del río Salado; en consecuencia mal podría ser el río Salado el límite que ellos aducían. Entre las fuentes bolivianas para sustentar jurídicamente sus títulos en el litoral del Pacífico está la Geografía Histórica del R.P. Pedro Murillo (Madrid, 1752), que considera que Chile confina con las Charcas y el Perú, del cual lo divide el Río Salado que desemboca en el Mar, entre Copiapó y Atacama.168 No cabe duda que Murillo estaba aludiendo a los límites de La Gasca, pero aún, considerando eso, tal límite en ningún caso sería con la Audiencia de Charcas; de ser así habría expresado de la cual lo divide haciendo referencia a las Charcas y no del cual, ya que a nuestro entender hacía referencia al virreinato del Perú, por cuanto a la fecha de ser editado el mencionado mapa la Audiencia de Charcas no formaba parte de éste, aun cuando dicho virreinato era su superior jerárquico. Por otra parte, si Bolivia se interponía entre Chile y Perú, ¿cómo Murillo pudo haber afirmado que Chile confinaba con las Charcas y con el Perú? Al parecer las expresiones del citado autor pretendían afirmar que Chile limitaba con ambos países, al norte con Perú y al N.E. con Bolivia; era la única forma de dar sentido al río Salado como línea fronteriza, ya que si éste hubiese sido el límite con Bolivia, el territorio chileno no habría podido tener frontera con Perú. Uno de nuestros historiadores que con mayor propiedad se ha referido a nuestros títulos en el desierto de Atacama, ha sido sin duda alguna Amunátegui, quien lo hizo en la siguiente forma: El título de Chile a la soberanía del desierto de Atacama es, no la fuerza, sino el derecho más legítimo e incuestionable. No son los cañones de las fragatas Esmeralda y Chile como dicen los diplomáticos bolivianos, los que han trazado el actual limite boreal de la República; sino la mano del legislador desde la época de la conquista hasta ahora, y posteriormente, en ratificación de lo dispuesto por las leyes de España, las Constituciones de Chile y las herramientas de nuestros trabajadores. I al fijar este límite en el grado 23, hemos sido bastantes generosos para dejar a Bolivia una porción de costa, que posee sin título legal.169 Así llegaron las cosas, hasta que luego de virulentas y amenazadoras declaraciones del presidente José María de Achá ante la Asamblea Legislativa, Bolivia rompió las relaciones diplomáticas con Chile: Si el Gobierno de Chile desoyese nuestras justas demandas y persistiese en 168 169

Peña y Lillo. Obra citada. p. 67. Amunátegui. Obra citada. p. 233.

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apoderarse del antiguo litoral del desierto de Atacama y de la bahía de Mejillones, fijando por sí solo, como lo había hecho, su límite en el grado 23, grandes deberes nos impondrán, señores, la dignidad, el honor y los caros intereses de nuestra patria.170 Como reacción a lo anterior la Asamblea Legislativa ante la petición expresa de Achá, había aprobado una ley por la que se autorizaba al Poder Ejecutivo a declarar la guerra a Chile: Se autoriza al Poder Ejecutivo para declarar la guerra al Gobierno de la República de Chile, siempre que agotados los medios conciliatorios de la diplomacia, no obtuviese la reivindicación del territorio usurpado, o una solución pacífica, compatible con la dignidad nacional. Oruro, 5 de junio de 1863.171 Esta ley fue pública, pues se buscaba prevenir e intimidar a Chile, pero dos días antes y en carácter secreto, la Asamblea dio al Poder Ejecutivo las siguientes autorizaciones, las que sin duda fueron el germen de la semilla que más tarde culminara en el Tratado Secreto Perú-boliviano de 1873: 1º Buscar un acuerdo con el Perú, ofreciéndole participar en las guaneras de Mejillones y otras concesiones, a cambio de su cooperación para la reivindicación del litoral usurpado y la obligación de cuidar la costa boliviana con su marina; 2º Comprometer hasta la mitad de la riqueza contenida en la guanera de Mejillones, celebrando con una o más potencias amigas pactos que tengan el objeto directo de recobrar Mejillones y la costa de Atacama. 3º En el caso extremo de una guerra, aumentar el ejército al pie que se juzgue conveniente y procurarse los fondos necesarios para la reivindicación armada del territorio, levantando en Europa o América un empréstito en la cantidad requerida para tal fin.172 A pesar del celo del ministro boliviano Rafael Bustillo, no logró los propósitos deseados. Perú ofreció su mediación e hizo algunas declaraciones de apoyo y una demostración ostentosa de fuerza frente a Mejillones, pero sin pasar más allá. Finalmente un asunto absolutamente inesperado y totalmente ajeno a Chile, como fue la ocupación de las islas Chinchas en el Perú por la escuadra española, como reparación a daños causados a colonos españoles en Lambayeque ocasionó como era de suponer, un gran movimiento de solidaridad en toda América, del que Chile se puso a la cabeza sin que nadie se lo pidiera. Estos sucesos en el Perú derivaron en manifestaciones chilenas contra la bandera de España, a lo que ésta respondió con el bloqueo de nuestros puertos, lo que sin embargo le costó la pérdida de la goleta Covadonga, capturada por la Esmeralda en el combate de Papudo (26 de noviembre de 1865) en su intento por bloquear el puerto de San Antonio, motivando el suicidio 170

Lagos. Obra citada. p. 32. Querejazu. Obra citada. p. 38. 172 Ibídem. p. 39. 171

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del almirante Pareja, lo que llevó a su sucesor Casto Méndez Núñez posteriormente a bombardear el puerto de Valparaíso el 31 de marzo de 1866, con cuantiosos daños materiales. Por tal razón, Chile y Perú firmaron el 5 de diciembre de 1865 una alianza defensiva ante el estallido de la guerra con España, a la que se sumó Bolivia, y de su texto se desprende la eficacia de su soberanía de los territorios pretendidos: Art. 6º. La República de Bolivia, aunque carece de fuerzas marítimas, pone desde ahora a disponibilidad del Gobierno de Chile su Ejército, su tesoro y cuántos recursos pueda reunir el país, con el fin de que se salven la dignidad y autonomía de América del Sur quedando sometida la suministración de estos recursos a los arreglos particulares que se ajustaren entre Chile i Bolivia.173 Los hechos antes mencionados dieron lugar a que culminara posteriormente la firma del primer tratado de límites con Bolivia, el 10 de agosto de 1866, en el cual Chile cedió la soberanía de su territorio desde el paralelo 21° 18’ al 24°.

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Tratado de adhesión de Bolivia a la alianza ofensiva y defensiva entre Chile y Perú. 1866. Fuentes documentales y bibliográficas para el estudio de la historia de Chile. http://www.historia.uchile.cl/.

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2. TRATADOS DE LÍMITES ENTRE BOLIVIA Y CHILE 2.1. Tratado de 1866 Posición boliviana

El primer Tratado de Límites boliviano-chileno fue suscrito el 10 de agosto de 1866, y fijó como límite el paralelo 24° de latitud sur y la mancomunidad de explotación del guano, los metales y minerales en el territorio comprendido entre los paralelos 23° y 25°.174 Opinión del autor

Efectivamente, la cita anterior refleja en síntesis lo que estipulaba el mencionado tratado. Sin embargo, creemos de interés acotar algunos datos interesantes. Como mencionáramos al término del capítulo precedente, la guerra con la “madre patria” significó una mejora substancial a las ásperas relaciones chilenobolivianas y la unificación de ideales en torno a los valores de libertad y conducta de repudio a los intentos reivindicacionistas de España, suscribiéndose la ya citada alianza defensiva, que incluyó como preámbulo y no menos anecdótico el hecho que nuestro Gobierno concediera el título de “General Honoris Causa” al Presidente de Bolivia, Mariano Melgarejo, quien no escatimaba esfuerzos y no perdía ocasión para firmar incluyendo el citado nombramiento: Mariano Melgarejo. Benemérito de la Patria en grado heroico y eminente. Presidente de la República, Capitán General de sus Ejércitos, Gran ciudadano de Bolivia, Conservador del orden y de la paz pública, Gran Cruz Imperial de la Orden del Cruzeiro del Brasil, General de División del Ejército de Chile, etc.175 Algunas autoridades chilenas recibieron similares nombramientos aunque no hicieron ostentación de ellos. El Presidente de Chile, José Joaquín Pérez, recibió por parte de Bolivia uno similar; de coronel, el secretario de la legación en Sucre, Carlos Walker Martínez; y el ministro chileno en La Paz, Aniceto Vergara Albano, Edecán de Guerra y además como su ministro de Hacienda. Insólito, por decir lo menos. Melgarejo, quien duró siete años a la cabeza del Gobierno, se caracterizó por la excentricidad y falta de probidad en ejercer el cargo. No pretendemos exagerar y desviarnos del tema que nos preocupa, pero ello ha sido esgrimido por algunos autores bolivianos como razones para restarle validez al tratado de 1866.176 Es importante, consignar que durante 1866, en varias oportunidades, el presidente Melgarejo solicitó al Gobierno de Chile el envío de soldados chilenos a Cobija, temeroso de que las fuerzas españolas desembarcasen allí. En esto se basaba 174

DIREMAR. Obra citada. p. 21. Bancroft Library. The Library of the University of California. Theo H. Crook Collection. Doc. N° 19, p. 133. 176 Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 106. 175

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la pretendida soberanía de Cobija: sin fuerzas marítimas, sin buques, sin tropas y sin derechos. Bolivia, a pesar de sus alardeadas pretensiones, jamás puso interés en este puerto. Como testimonio de ello, el consejero presidencial Pedro Guerra, en una carta dirigida al presidente José Ballivián en 1841, le decía con relación a este puerto: Es muy doloroso para nosotros en no poder pensar ser nación, si no tenemos otro caudal de comunicación que el miserable de Cobija, sostenido sin provecho de la República y en gravísimo daño del mejor de los departamentos.177 Llevadas así las cosas, producto de ese conflicto en el Perú, se creó un ambiente favorable para suscribir el Tratado de 1866 y, paradojalmente, la intervención de Chile en la guerra con España no fue mirada con simpatía por muchos peruanos, quienes la juzgaron como una abierta intromisión, dando lugar a la generación de un sentimiento chilenófobo, hecho patente con las demostraciones de vivas simpatías despertadas con ocasión del bombardeo de Valparaíso por la escuadra española. Anecdótico e increíble, el concepto de fraternidad y solidaridad americana de la cual tanto gustan de hablar e invocar nuestros vecinos. Nada más certero entonces es el juicio de Oscar Espinoza Moraga con respecto a la alianza contra España y del subsiguiente tratado de límites con Bolivia: La Moneda, no encontrando otro medio para probar su sincero agradecimiento por un acto del más puro sentimiento americanista, se precipitó, ciega de amor fraternal, en brazos del entreguismo. Toda ofensa pasada fue envuelta por el espeso velo del olvido (…) El inagotable espíritu quijotesco del chileno encontró en un generoso arreglo de la cuestión limítrofe, que se debatía desde antiguo entre ambos países.178 Resulta poco grato para el autor traer a colación -coincidiendo con la opinión de Espinoza Moraga- los términos en que nuestro Gobierno, a través de Vergara Albano, entregara las insignias de General de División al presidente Melgarejo a propósito de su decreto de 18 de marzo de 1866, al declarar que las fronteras de Bolivia eran meras líneas matemáticas y que todo americano por el solo hecho de pisar el territorio de la República tenía los mismos derechos que los bolivianos nativos. Vergara Albano expresó en esa ocasión: Si Bolívar, inició la gran idea de la unión americana, a vos señor, os ha cabido la suerte, el hermoso papel de propagador de aquel pensamiento. Vos tenéis el honor de ser el primero que ha borrado las fronteras de un estrecho provincianismo, declarando que todos los americanos son hijos de Bolivia. Por eso la opinión pública no ha tenido sino aplausos para vuestra conducta y el pueblo chileno os envía, con el título que acabáis de recibir, su tributo de entusiasmo y amor.179 Sin comentarios.

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Lagos. Obra citada. p. 27. Oscar Espinoza Moraga. El Aislamiento de Chile. p. 44. 179 Querejazu. Obra citada. p. 54. 178

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Irrecusablemente que el asunto del guano constituyó la fuente primaria para llegar a este acuerdo entre ambas naciones, ingleses y franceses habían demostrado un alto interés y habían jugado todas sus cartas para obtener por parte de los presidentes Achá y Melgarejo, sucesivamente cerrar los negocios, demostrando este último marcadas preferencias por los británicos. De acuerdo a los testimonios de Querejazu, en tanto el ministro chileno en La Paz, Vergara Albano, conocedor de dichas negociaciones procuraba lo antes posible llegar a un acuerdo de límites entre ambas naciones y que éste se ubicase lo más al norte posible. Resulta incomprensible y difícil de aceptar hoy día, a la luz de todos los títulos históricos que ostentaba Chile para ser el único poseedor de la costa del desierto de Atacama, proseguir con la inacción hecha patente en Cobija y renunciar a nuevos espacios territoriales de nuestro litoral. Se llegó al extremo y absurdo ofrecimiento de compra, según Querejazu, de la parte boliviana de Atacama, lo que no obstante la reprochable conducta de Melgarejo, habría sido rechazada por ser indecorosa. Lo anterior no hizo bajar los brazos a nuestro ministro, proponiendo a cambio que Bolivia y Chile se uniesen contra el Perú para arrebatarle las provincias que tenía al sur del río Sama, quedando Chile dueño con Atacama y Tarapacá, y Bolivia con Tacna y Arica, oferta que habría seguido el mismo camino anterior.180 El preámbulo de este tratado estipulaba como objeto poner término a la antigua cuestión pendiente sobre fijación de sus respectivos límites territoriales del desierto de Atacama y sobre la explotación de los depósitos de guanos existentes en su litoral, renunciando a una parte de los derechos territoriales que cada una de ellas fundada en buenos títulos, cree poseer. Las versiones bolivianas, al igual como en el caso del Tratado de 1904, también atribuyen a Chile la iniciativa e imposición de su texto; sin embargo, notas oficiales enviadas por el canciller chileno Álvaro Covarrubias al jefe de nuestra Legación, Aniceto Vergara Albano, demuestran justamente lo contrario: (…) preferimos que sea Bolivia quien fije las bases de transacción y abstenerse de hacer proposiciones algunas a ese Gobierno (...) porque queremos dar a Bolivia un testimonio de deferencia dejándole la iniciativa a ella.181 El representante de Chile en La Paz, en concordancia con lo anterior, envió el 3 de junio de 1866 al canciller chileno Álvaro Covarrubias la siguiente nota: Como lo anuncié a usted por mis últimos oficios, me he ocupado con el señor Secretario General, Doctor Muñoz, de establecer las bases de una transacción amistosa y equitativa en la cuestión de límites. Agotadas ya las conferencias, me ha presentado el señor Muñoz las bases que en copia certificada remito a usted. En ellas, como verá, se ha procurado conciliar los intereses de ambas repúblicas, adoptando la partición del territorio y de los frutos, como el arreglo más equitativo y más en armonía con el espíritu de fraternidad que hoy existe entre ambos países. En efecto, el ministro boliviano Mariano Donato Muñoz había enviado una nota

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Ibídem. pp. 54-55. Sergio Villalobos Rivera. Chile y Perú. La historia que nos une y nos separa. 1535-1883. p. 96.

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a Aniceto Vergara, en la cual le precisaba aspectos básicos que formaron parte del acuerdo posterior: (…) los productos que se obtuvieren de la explotación de las covaderas de Mejillones y demás depósitos de este abono que se encontrasen dentro de los 23° y 25° latitud sur, como los derechos de exportación de minerales que se extrajeren de los mismos puntos, se partan por la mitad entre Bolivia y Chile. A continuación, en la segunda base de la proposición de la misma forma consideraba fijar un límite definitivo en el paralelo 24°(...) entendiéndose que la longitud fijada al territorio de Chile comprende desde el litoral hasta la cordillera de los Andes.

Fig. 5. Mapa del Tratado de 1866 Fuente: El Libro Blanco de Chile. El problema marítimo boliviano

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Finalmente, no puede ser más concluyente el papel que cumplió Bolivia en la gestación del texto definitivo, cuando observamos parte de la comunicación oficial enviada por Vergara Albano, donde precisaba los términos condicionados por Bolivia: Este Gobierno no acepta otra transacción y está resuelto a dejar las cosas para siempre, si Chile no conviniese en la proposición que se le ha remitido.182 En síntesis, mediante este tratado Chile inexplicablemente renunció al territorio comprendido entre la desembocadura del Río Loa, 21° 18' L. S., hasta el paralelo 24° fijando éste como límite entre ambos países y se estableció una zona de medianería compartida entre los paralelos 23° y 25° (Mejillones y Paposo) para distribuirse tanto el producto de las explotaciones de guano, como los derechos de exportación de los minerales extraídos en el mismo espacio. Bolivia debía habilitar el puerto de Mejillones, quedando libres de todo derecho de exportación los productos del territorio comprendido entre el paralelo 24° y 25° que se extraigan por dicho puerto, como asimismo libre de derechos de importación los productos naturales que Chile introduzca por dicho puerto. Las disposiciones precedentes jamás fueron cumplidas por Bolivia: Chile no obtuvo ingreso alguno producto de la medianería; las rendiciones de cuenta no pudieron practicarse, por cuanto las autoridades bolivianas no llevaban contabilidad y las inspecciones que Chile podía practicar en virtud de lo establecido en el artículo tercero del tratado no se materializaron, debido a la oposición de ese país que alegaba obstrucción a su soberanía. Del mismo modo -a diferencia de nuestro Gobierno que sí lo hizo- incumplió lo acordado en el artículo séptimo, en el sentido de compensar conjuntamente con Chile a las personas que previo a la suscripción del tratado habían explotado las covaderas de Mejillones y cuyo trabajos habían sido suspendidos por Chile en 1863. Pero este tratado estaría pronto a fenecer, independiente de las dificultades antes mencionadas. La inestabilidad política tan frecuente en Bolivia, por no decir permanente, hizo su parte. El presidente Melgarejo fue derrocado en 1871 por el teniente coronel Hilarión Daza. Luego, el Congreso aprobó una ley anulando todos los actos del anterior Gobierno, incluyendo el Tratado de 1866, pese a que había sido aprobado con apoyo unánime por la Asamblea Nacional en 1868, a tal punto que hubo dos ministros que se disputaron su paternidad. Sin embargo, para el presidente Melgarejo, el “padre” de este tratado había sido el ministro chileno Vergara Albano, lo que expresó en una carta a su ministro en Santiago, Mario Donato Muñoz: He sabido con sentimiento que usted ha promovido una polémica por la prensa, atribuyéndose la redacción del tratado entre Chile y Bolivia. En honor a la verdad todo o en su mayor parte es obra de Vergara Albano (…), incorporando luego en un discurso: Cuando el arreglo de límites le dije (al señor Vergara Albano) que si quería para Chile todo el territorio cuestionado así lo pactase y él ha sido más generoso que nosotros (…).183 No ponemos en duda la fuente de esta nota, pero cabe

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Querejazu. Obra citada. pp. 56 y 57. Querejazu. Obra citada. p. 59.

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preguntarse si habrá sido el propio Melgarejo quien la redactara o habrá sido su Secretario General, Juan Ramón Muñoz Cabrera, el otro personaje que disputara su autoría. El presidente Melgarejo había concedido cinco leguas cuadradas para la explotación del salitre en los territorios que Bolivia denominó Provincia Litoral a partir de 1831, a favor de los industriales chilenos Ossa y Puelma y, con posterioridad, otra concesión a favor de la Sociedad Explotadora del Desierto de Atacama, que pertenecía a los mismos antes nombrados, por un período de 15 años. Ambas licencias cayeron entre las revocaciones originadas por la destitución del Presidente boliviano. Según Peña y Lillo, como se trataba de un Gobierno ilegal, a la caída de Melgarejo la Asamblea Nacional, el 11 de agosto de 1871, decretó la nulidad de todos los contratos y actos del mencionado Gobierno, imponiendo a los concesionarios la obligación de hacer valer ante los Tribunales de la República la legitimidad de los derechos adquiridos, lo que a la postre significara que por Decreto Supremo de enero de 1872 el Gobierno de Bolivia declaró nulos y caducos los contratos antes mencionados.184 ¿Si Bolivia adoptó ese criterio como política o doctrina nacional, significaría lo mismo para todos los Gobiernos no elegidos constitucionalmente a lo largo de su historia y que dicho sea de paso han dado lugar que desde su creación como República al año 2004 hasta la fecha ostente un record de dieciocho constituciones? ¿Puede existir seguridad y certeza -bajo esas premisas- que las inversiones extranjeras serán respetadas? 2.2. Tratado de 1874 2.2.1. El Tratado en sí Posición boliviana

El 6 de agosto de 1874, se firmó el segundo Tratado de Límites entre Bolivia y Chile. En virtud del mismo, se confirmó la línea divisoria en el paralelo 24° y los derechos de explotación chilena del guano hasta el paralelo 23°. Adicionalmente se acordó que las personas, industrias y capitales chilenos no serían gravadas con nuevos impuestos durante 25 años. Al año siguiente se firmó un Protocolo Complementario al Tratado de 1874, que estableció el arbitraje como medio para la solución de cualquier controversia. 185 Opinión del autor a) Negociaciones preliminares

Antes de referirnos a este tratado, creemos necesario exponer algunos antecedentes de importancia.

184 185

Peña y Lillo. Obra citada. p. 58. DIREMAR. Obra citada. p. 24.

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Al poco tiempo de ponerse en vigencia el tratado de 1866 se comenzaron a hacer evidentes las dificultades de la administración en común, por las razones ya señaladas en el Título I. Súmese a lo anterior el descubrimiento del mineral de Caracoles, al sur del paralelo 23, por exploradores chilenos, cuya explotación se llevó a cabo con iniciativas, trabajo y capitales nacionales que llegó a superar con creces la producción de los minerales de plata de Potosí, Oruro y Porco, contribuyendo a mayores desavenencias en la hora de dar cumplimento a los derechos de exportación y repartición de los productos. No figuraba ningún boliviano entre quienes demostraron interés por su explotación. Querejazu se refiere al respecto: Todos estaban muy distraídos, como actores o espectadores, en el permanente espectáculo político que se desarrollaba en las alturas, que unas veces era tragicomedia, otros sainetes y las más de las veces drama.186 Crudo, fuerte y lapidario, pero real el juicio del destacado historiador boliviano.

186

Querejazu. Obra citada. p. 67.

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Fig. 6. Mapa del Tratado de 1874 Fuente: El Libro Blanco de Chile. El problema marítimo boliviano

En el orden interno, al derrocamiento de Melgarejo asumió el coronel Agustín Morales, quien fuere asesinado en el Palacio Presidencial antes de cumplir dos años en su cargo. Triste fin, como fue el de su antecesor, que luego de su permanencia en Chile en estado de extrema pobreza, se trasladó al Perú donde fue muerto a tiros por el hermano de su amante, quien era a su vez su hijo político, Juan Aurelio Sánchez.187 Morales comisionó en Santiago como Ministro Plenipotenciario a Rafael Bustillo, de quien había sido su adversario político en el Gobierno del presidente Isidoro Belzu, algo similar a la relación actual del presidente Evo Morales con el expresidente Carlos Mesa. Bustillo planteó al presidente Federico Errázuriz que Chile renunciase a la participación en los derechos de extracción de los minerales producidos en la zona boliviana y Bolivia viceversa, por cuanto sería un trato igualitario para ambos, aun cuando no dejaba de reconocer la importancia del rico mineral de Caracoles, que se encontraba en la zona de explotación común boliviana y generaba a Chile ingresos considerables, muy superior a los de Bolivia, que se explotaban entre los paralelos 24 y 25. Expuso además un dato que no deja de ser curioso, al sostener que el tratado de 1866 no establecía una comunidad de explotación sino de participación en la mitad de los derechos de extracción, y que su país estaría dispuesto a compensar mediante una indemnización -no dijo cuánto ni de qué tipo- los perjuicios que tal cesión les generaba. Y como en pedir no hay engaño -recurriendo a tan antiguo refrán- expuso: (…) llevando mi franqueza y confianza hasta lo sumo, Bolivia desea como condición precisa de su desarrollo una vía férrea que partiendo de nuestro litoral alcanzara los centros productores y consumidores del interior. Esta línea debía partir de Mejillones, llegar a Caracoles y continuar al interior. Pero la petición no terminaba con esto, sino que (…) ahora bien, el Gobierno y el pueblo boliviano no pueden empeñar sus esfuerzos, su tesoro y afanes en esa gigantesca empresa, sin ver aquella parte del territorio libre, saneada y exenta de servidumbres que hoy o mañana puedan acarrear litigios y disidencias funestísimas para ambos pueblos.188 ¿Qué piensan nuestros lectores de la presentación de Bustillo? ¿No será como mucho? Las conversaciones de Bustillo posteriormente se llevaron a efecto con el canciller chileno Adolfo Ibáñez. Fueron largas y no estuvieron exentas de incordios, haciéndose ásperas y no terminaron en buena forma. Chile ofreció renunciar a su participación en el producto de Caracoles a cambio de la totalidad del guano de Mejillones, no obstante las grandes inversiones realizadas en dicho mineral por chilenos, y con una población nacional cercana a las

187 188

Ibídem. p. 71. Ibídem. p. 72.

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7.000 personas que confiaban plenamente en la acción de su Gobierno. Es el único sistema posible. De otro modo nuestros buenos deseos e intenciones fracasarán, pediremos el cumplimiento del tratado y no podremos evitar los escándalos que sobrevengan.189 Increíble, otra vez más nuestra debilidad quedó patente. Tómese nota que estábamos viviendo en la segunda mitad del siglo XIX. Habían transcurrido más de sesenta años de nuestra independencia y debía existir seguridad absoluta sobre nuestros títulos en dicho territorio, de manera que no había otra alternativa que hacer cumplir el tratado. Bastante habíamos hecho ya en favor de Bolivia cediendo parte importante de nuestro litoral. Pero este derroche de facilidades no termina aquí, pues Bolivia pidió a Chile que se hiciese cargo de una deuda de un millón de pesos que había contraído con el Banco Garantizador de Valores de Santiago, con un alto interés, a lo que el ministro Ibáñez respondió que nuestro Gobierno podía hacerse cargo solo de la mitad de la deuda. ¡Insólito! El ministro boliviano fue incansable y hasta podría decirse majadero al pretender obtener por parte del presidente Morales la aprobación a este ofrecimiento, pues así se saneaba el territorio hasta el paralelo 24, quedando libre y para el exclusivo goce y servicio de los bolivianos, conjurando por otra parte todo peligro, temiendo que estos malditos aventureros, transformados en filibusteros, se antojen el día menos pensado suscitarnos camorra y adueñarse de aquel territorio.190 Para Bustillo resultaba menos oneroso sacrificar las guaneras que enajenar el territorio, fortaleciendo la paz y el orden, dejando a un lado la eventualidad de una guerra con Chile que muy probablemente no se resolvería a nuestro favor (profecía cumplida). Para él no existía otra vertiente, pues de lo contrario tendrían que someterse a lo establecido en el tratado de 1866. Chile insistió en la comprobación de los grados en que se encontraba Caracoles y no estaba dispuesto a aceptar el límite oriental como lo sustentaba Bolivia. Sin embargo, el presidente Agustín Morales no concordaba con su ministro y le aconsejaba calma y prudencia, lo que materializó en una carta escrita de puño y letra que Querejazu reproduce in extenso fielmente, poniendo en evidencia el escaso nivel de educación de la primera autoridad, con una redacción y errores de ortografía alarmantes, propios de una persona de muy escasa preparación. Producto de la vacilación del Gobierno altiplánico, el canciller chileno Adolfo Ibáñez hizo una nueva oferta, dejando de lado la anterior. Con el objeto que Bolivia pudiese saldar sus deudas, le ofrecía comprar todo o parte del territorio en disputa, garantizando además que el puerto Mejillones sería binacional, estipulando la total liberación de derechos a todos los artículos que salieran de Bolivia y después podríamos también ayudarles en la construcción del ferrocarril a Caracoles y al interior. Séanos permitido una vez más cuestionar y descalificar este nuevo ofrecimiento de nuestro Gobierno, que sin duda alguna ha constituido y constituye a la fecha argumentos usados por Bolivia para pretender litoral en el desierto de Atacama. 189 190

Ídem. Ídem.

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Bustillo informó a su Gobierno de esta nueva proposición y el canciller Casimiro Corral, conforme a las instrucciones del presidente Morales, le respondió que quedaba autorizado para recibir las bases de las ofertas ante una insistencia en tal sentido por parte de Chile: (…) no basta que usted nos la haga saber; preciso es hacer que conste como conferencia entre ambos. Obviamente que esta respuesta no era la que el Ministro esperaba y respondió en estos términos directamente al Primer Mandatario: (…) El territorio señor Presidente, es la primera y la más sagrada de las propiedades nacionales, porque encierra en sí todas las demás. Cuanto más débiles son las naciones, tanto más lo estiman y no hay una sola, poderosa o débil, que haya consentido en su enajenación, sino en los casos más extremos, más difíciles y más luctuosos de la historia (…).191 Frase para el bronce, que muchos en nuestro país deberían aquilatar. El Gobierno de Chile estimó conveniente cambiar a su encargado de negocios en La Paz, siendo designado para tal efecto Santiago Lindsay. En tanto, el presidente Morales y el ministro Corral, quizás influido por las reflexiones del Ministro Plenipotenciario, Bustillo, expresaron a éste que jamás habían sido sus propósitos vender parte del territorio. Corral agregó que todo había sido una maniobra política, una simulación de venta con el objeto de ganar tiempo, mientras se adquiría en Europa elementos marítimos y terrestres para fortalecer su posición frente a Chile. Lo anterior, lejos de amilanar a Bustillo, persistió en su interés en arreglar el diferendo conforme a las gestiones por él propuestas, y destacó la actitud propositiva del Gobierno de Chile, que independiente de las diferencias que había tenido con Ibáñez ha querido arreglar sinceramente sus cuestiones con Bolivia. Las conversaciones continuaron en Santiago entre Ibáñez y Bustillo, y en La Paz, entre Lindsay y Corral, hasta que el Gobierno de Bolivia decidió continuar con los dos últimos nombrados, instruyendo a su ministro en Santiago suspender y aplazar las discusiones de esa legación con la Cancillería de Chile. Esta noticia le llegó el mismo día en que había tenido un áspero intercambio de notas con el Ministro chileno, que incluso le llevó a participar su malestar al presidente Federico Errázuriz Zañartu.192 b) El protocolo de la Conferencia de 24 de julio de 1872 (Lindsay-Corral)

Finalmente, el incidente en que se vio involucrado el general Quintín Quevedo, refugiado en Chile y antiguo colaborador del expresidente Melgarejo, quien preparó desde nuestro territorio una expedición contra el nuevo Gobierno de Bolivia, generó el término de su gestión en nuestro país. Bustillo responsabilizó al Gobierno de Chile y pidió castigo de los cómplices de un modo que constituía una seria ofensa a nuestras autoridades, alejado del lenguaje tradicional de la diplomacia lo que obligó a la Cancillería chilena a exigir una categórica explicación de las vagas y genéricas insinuaciones (…).193 El diplomático boliviano expresó en parte de su nota lo siguiente: Los 191

Ibídem. pp. 79-80. Ídem. 193 Ibídem. p. 88. 192

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inmediatos promotores y encubridores del crimen están acá, bajo la alta jurisdicción del Gobierno de Chile. Bustillo, sin precisar ni responder los requerimientos formulados por la Cancillería, devolvió la nota que se le había enviado, lo que motivó la suspensión de toda relación con su persona e informándose a su Gobierno.194 Tanto el cese de las funciones de Bustillo como el asunto de Quevedo no alteraron el ritmo de las negociaciones, que continuaron entre Santiago Lindsay y Casimiro Corral, tratativas que habrían incluido por parte de Chile -según Querejazu- proposiciones tanto del arriendo como de la venta del litoral entre los paralelos 23 y 24, siendo ambas rechazadas por Bolivia. Finalmente, se llegó al acuerdo de un protocolo aprobado en Chile el 8 de enero de 1873. En cambio, los legisladores vecinos no estuvieron muy prestos a una rápida aprobación, y la Asamblea Extraordinaria del 19 de marzo de 1873 acordó que dicha materia fuere tratada en la Asamblea Ordinaria de 1874, siendo ratificado de esa forma por el presidente Adolfo Ballivián mediante una ley del 21 de mayo de 1873. En la citada postergación no estuvo ajena la participación de Perú, cuyo Gobierno -a raíz del asunto de Quevedo, tratando de inculpar a Chile y en defensa de Bolivia- hizo una demostración naval en Mejillones, aprovechando la coyuntura que a esa fecha Chile estaba con un poder naval sensiblemente inferior, expresando además que el Perú no sería indiferente a la ocupación del territorio boliviano por fuerzas extrañas.195 Otro testimonio irrefutable de su siniestra participación lo constituyen el Acta de la reunión del presidente Manuel Pardo con sus ministros de fecha 19 de noviembre de 1872, y las instrucciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Perú, José de la Riva Agüero, a su ministro destacado en La Paz, Aníbal Víctor de la Torre. El acta antes citada incluyó, a propósito de la expedición de Quevedo, sensibles declaraciones que refuerzan las expresiones anteriores con respecto a sus intereses y la ligación de ellos con Bolivia, lo que impediría que se mantuviesen al margen de la discordia y cuyo detalle precisaremos en su debida oportunidad. Este acuerdo, que puede considerarse precursor del Tratado Secreto a que nos referiremos más adelante, consultó entre otras disposiciones la siguiente: que el Gobierno peruano prestará su apoyo al de Bolivia para rechazar las exigencias de Chile que considera injustas y atentatorias a la independencia de Bolivia. Riva Agüero, exhortando a Aníbal Víctor de la Torre a impedir la aprobación de los convenios Lindsay-Corral por la Asamblea Legislativa de Bolivia, lo instruyó en los siguientes términos: Se hace difícil creer que ese poder autorice con su sanción un pacto atentatorio a la soberanía y dignidad nacionales, desde que en él se confirman y consagran, por decirlo así, las concesiones arrancadas a Bolivia en el Tratado primitivo.196 Este protocolo constaba de nueve artículos. En el primero se establecía que los 194

Lagos. Obra citada. p. 48. Barros Borgoño. Obra citada. p. 43. 196 Ibídem. p. 46. 195

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límites orientales mencionados en el artículo 1º del Tratado de 1866, son las más altas cumbres de los Andes y por tanto la línea divisoria de Chile y Bolivia es el grado 24° de latitud sur, partiendo desde el mar Pacífico hasta la cumbre de la Cordillera de los Andes. Se aclaraba en consecuencia lo expresado en el tratado de 1866, al expresar que la línea de demarcación de los límites entre Chile y Bolivia será en adelante el paralelo 24° de latitud meridional, desde el litoral del Pacífico hasta los límites orientales de Chile. El artículo segundo estableció las normas para fijar la ubicación de las minas y lugares productores de minerales sujetos a la partición, la designación de peritos y el criterio que se seguirá en caso de discordias. El tercero hacía precisiones con respecto a los minerales que estarían sujetos a partición; el cuarto alude al establecimiento de un reglamento para el sistema de explotación; el quinto ilustra sobre la intervención fiscal de Chile en Mejillones establecida por el Tratado de 1866, y la obligatoriedad de Bolivia para suministrar la información que se le requiera, como también la intervención fiscal de Bolivia dentro del grado 24; el sexto consideraba las normas para el jefe de Aduana de Mejillones que en unión con el jefe de la intervención fiscal de Chile procederán a balancear, liquidar y saldar todas las cuentas y verificar la exacta y legal percepción de los derechos de las Aduanas establecidas dentro del grado 23, y detalles sobre la forma en que se efectuarán las liquidaciones; el séptimo se refería a las tarifas de derechos de exportación, que se fijarán de común acuerdo; el octavo decía relación con la independencia que tendrán Bolivia y Chile para los productos que se exploten en los territorios al norte de línea del grado 23 y al sur del grado 25, respectivamente; y finalmente, en el noveno acordaban seguir negociando pacífica y amigablemente con el objeto de revisar o abrogar el Tratado del 10 de agosto de 1866.197 Como corolario, no podemos menos que coincidir con Guillermo Lagos Carmona: En 1866 Chile había renunciado a una parte de los derechos territoriales que fundados en buenos títulos, creía poseer; en 1872, se comprometía a revisar o abrogar un tratado, el todo a favor de Bolivia, para encontrar una solución definitiva, que era el anhelo de los gobernantes chilenos.198 Pero no termine de alarmarse señor lector, durante el transcurso de la presente obra se irán incorporando nuevas debilidades en aras de la amistad y fraternidad, aun cuando seamos permanentemente insultados y agraviados. c) Lo que no menciona El Libro del Mar

i.

El vivo interés de Perú

No puede omitirse en los litigios existentes entre Chile y Bolivia la participación y grave influencia de Perú, como señalamos anteriormente, y que a la postre constituyera una de las causas que desató el conflicto del Pacífico. No se mantuvo 197 198

Tratados, Convenciones y Arreglos Internacionales de Chile y Bolivia. Obra citada. pp. 45-47. Lagos. Obra citada. p. 50.

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indiferente ni neutral, las razones de justicia, política y de conveniencia que asisten al Perú para no permanecer frío espectador en un asunto de vital importancia para Bolivia.199 Su interés era cada vez más creciente en el negocio del salitre y se hizo evidente al asumir el presidente Manuel Pardo (1872) quien encontró que la renta fiscal producto de los negocios del guano no era lo suficientemente atractiva, por cuanto el nitrato de sodio que sustituía al anterior, emergía como el nuevo y más importante negocio. El estado peruano era el dueño del guano, pero el salitre de Tarapacá estaba en manos particulares, de manera que se puso como meta obtener el monopolio estatal de este producto, recurriendo a la expropiación de toda la propiedad salitrera de dicha zona, donde había grandes capitales extranjeros y valiosos intereses, preferentemente chilenos, siendo Valparaíso el asiento de las grandes firmas comerciales que negociaban el ramo. Ambas metas las logró mediante sendas leyes: de 17 de enero de 1873 y de 29 de mayo de 1875. Mediante la primera, junto con declarar el estanco del salitre y limitar su producción, fijó los valores que el Estado pagaría en dinero efectivo por cada quintal producido, cuya ley no bajase del 95% y asignó al poder ejecutivo la tarea de planificación del estanco y venta, prohibiendo además la adjudicación de terrenos salitreros, la exportación del caliche y del nitrato que no haya sido comprado por el Estado, cayendo en comiso el que intente vulnerar esta prohibición.200 La Ley de Expropiación del 28 de mayo de 1875 autorizó solicitar un empréstito para la compra de terrenos y establecimientos salitrales, razón por la cual los capitales chilenos, hostilizados en Tarapacá, volcaron todo su interés en el litoral de Atacama, haciendo ineficaz todo monopolio. Pero el esfuerzo del Perú no cesaba y secretamente logró obtener de Bolivia el traspaso de todas las propiedades salitreras del Toco, al norte del paralelo 23°, que eran de dominio exclusivo de este país, producto de la cesión hecha por Chile mediante el Tratado de 1866. En efecto, mediante el establecimiento del estanco y la limitación de su producción se propuso obtener el control absoluto de las salitreras de Tarapacá, y la expropiación de ellas. La Ley de Expropiación se fue aplicando con mucha dificultad debido a que el Gobierno de Manuel Pardo, así como su sucesor Ignacio Prado, no pudieron conseguir el empréstito de los 7 millones de libras esterlinas. A algunos salitreros se les pagó con recursos proporcionados por bancos del Perú y a los demás se les entregó certificados que tenían promesa de que serían redimidos por el Estado, con intereses, cuando se dispusiese de fondos.201 Para lograr el monopolio absoluto tenía la pretensión de obtener para su Gobierno los yacimientos fiscales de Toco -de propiedad boliviana- al existir evidencia de que estaban improductivos y posteriormente continuar con los de Antofagasta que eran explotados por compañías chilenas. Todo ello siempre y cuando Bolivia tuviere un Gobierno capaz de anular las concesiones otorgadas, para

199

Barros Borgoño. Obra citada. p. 44. Ximena Rojas Valdés. Historia de las Relaciones Internacionales de Chile. Adolfo Ibáñez. Su gestión con el Perú y Bolivia 1870-1879. p. 175. 201 Querejazu. Obra citada. p. 149. 200

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lo cual en forma solapada recurrió a la figura de lo que hoy día conocemos como “palos blancos”. En efecto, un súbdito inglés, Carlos Watson, logró la concesión de Bolivia por veinticinco años de los yacimientos que estaban sin explotarse, quien declaró adquirirlos para un conocido hombre de negocios americano, Enrique Meiggs, constructor de ferrocarriles del Perú, a través de su hermano Juan Gilberto, por una renta anual de 120.000 soles, realizando el pago de un año en forma adelantada y obteniendo además otras dos grandes aquiescencias: no otorgar en lo sucesivo a terceros ninguna otra concesión y durante la vigencia del contrato, o sea veinticinco años, no alzar los derechos existentes de exportación. El negocio se cerró el 20 de marzo de 1876 y Meiggs, pocos meses más tarde, transfirió al Gobierno de Perú todos sus derechos, conforme a las escrituras extendidas en Lima con fecha 18 de julio y 4 de agosto de 1876. Las pocas salitreras particulares de Toco, Unión, Duende, Virginia y otras menores corrieron igual suerte que las anteriores entre los años 1876 y 1878, pasando así al monopolio que imponía Perú.202 Cabe agregar que varios años después y ya finalizado el conflicto en 1883, Chile -tratando de aclarar las diversas situaciones de los contratos retractados y sus respectivas liquidaciones- tuvo que llegar a una transacción con el súbdito inglés que aparecía representando algunos de esos intereses, ya que en 1880 Perú los había incorporado en una cuenta de liquidación con sus agentes Meiggs y Watson, con los que desligaba toda condición jurídica con dichos intereses. ii.

La protección a las inversiones chilenas y nuevas concesiones

Chile, teniendo en vista el desconocimiento del Tratado de 1866 por las nuevas autoridades de Bolivia, quiso darle un corte a estas dificultades, y no teniendo otro interés superior que el de proteger a los connacionales que habían hecho grandes inversiones en la zona, cuya explotación redundó en el nacimiento y florecimiento de la población de Antofagasta, mayoritariamente constituida por chilenos, abandonó todos los beneficios a que tenía derecho y renunció a las futuras expectativas, a cambio y bajo la fe de un nuevo tratado en el que se diesen las garantías suficientes para los industriales, capitales y personas chilenas. Sin embargo, este nuevo tratado fue un verdadero parto, no obstante los beneficios que significaban para Bolivia, país que, atado secretamente a Perú en una alianza “supuestamente defensiva”, no era invulnerable a las constantes presiones que ejercía su vecino para rechazar las exigencias del Gobierno de Chile. De tal forma que a la renuncia a sus derechos incontrovertibles puestos en ejercicio durante todo el periodo colonial, particularmente en el desierto de Atacama, que solamente con el despertar comercial e industrial del guano y del salitre había suscitado los reclamos de Bolivia a partir de 1842, en aras de la amistad y del americanismo tan presente en autoridades de Gobierno y líderes de opinión, sumó ahora nuevas concesiones, compensándolas con la seguridad y estabilidad de que los capitales chilenos invertidos en dicha zona no se verían afectados, como tampoco la numerosa población nacional radicada en la zona en

202

Barros Borgoño. Obra citada. p. 69.

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litigio. Chile quiso terminar un estado de cosas que no era sino semillero de dificultades y no teniendo otro interés superior que el de proteger a sus connacionales establecidos en esa zona y prestar amparo a las importantes empresas que allí tenían su asiento, se propuso liquidar ese régimen y abandonó todos los beneficios a que tenía derecho y renunció, además, a todas sus futuras expectativas; pero en cambio, reclamó e hizo consagrar bajo la fe de un nuevo Tratado, las garantías necesarias para las personas, industrias y capitales chilenos allí establecidos y a que se debía la riqueza y la prosperidad de aquella comarca.203 iii.

El texto del Tratado

Creemos de interés mencionar el preámbulo de este convenio, porque refleja el espíritu con que ambas naciones -no Gobiernos de turnos- lo suscribieron. Las Repúblicas de Chile y Bolivia, estando igualmente animadas del deseo de consolidar sus mutuas y buenas relaciones y de apartar por medio de pactos solemnes y amistosos todas la causas que puedan tender a enfriarlas o entorpecerlas, han determinado celebrar un nuevo Tratado de Límites que, modificando el celebrado en el año de 1866, asegure en lo sucesivo a los ciudadanos y a los Gobiernos de ambas Repúblicas, la paz y la buena armonía necesarias para su libertad y progreso.204 En forma sucinta el Tratado acordado fue el siguiente: El artículo número uno se refiere al límite entre ambas naciones. El paralelo del grado 24, desde el mar hasta la cordillera de los Andes, en el divortia aquarum, es el límite entre Chile y Bolivia. El artículo segundo reconoce como firmes y subsistentes las líneas de los paralelos 23° y 24° y se establecen los procedimientos para que peritos determinen el lugar exacto de ellos, en caso de incertidumbre sobre la ubicación del mineral de Caracoles u otros yacimientos que puedan presentar duda sobre su asiento fuera de la zona comprendida entre ambos paralelos, determinen el lugar exacto de ellos. Hasta que no aparezca prueba en contrario relativa a esta determinación, se seguirá entendiendo, como hasta aquí, que ese asiento minero está comprendido entre los paralelos indicados. El artículo tercero, norma la partición de los depósitos de guano y confirma el sistema de explotación, administración y venta de común acuerdo entre los paralelos 23° y 24°. En el cuarto, Bolivia se comprometió a no gravar con nuevos impuestos ni contribuciones de ninguna clase las personas, capitales e industrias chilenas entre los paralelos 23° y 24° por un período de 25 años.205 En el artículo quinto quedó estipulada la exención del pago de impuestos por los productos naturales de Bolivia que Chile importe por el litoral entre los paralelos 24° y 25° y, en reciprocidad, los productos naturales chilenos que Bolivia introduzca entre los paralelos 23° y 24°. En el número seis, Bolivia quedó obligado a habilitar en forma permanente como puertos mayores Antofagasta y Mejillones. Y mediante el séptimo, quedó derogado el Tratado de 1866.

203

Ibídem. p. 90. Ministerio de Relaciones Exteriores. Obra citada. p. 48. 205 El destacado es del autor. 204

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Como se puede apreciar, mediante este convenio Chile reiteró la reducción de su frontera norte hasta el paralelo 24°, tal como lo había aceptado en el Tratado de 1866, aceptando la ocupación de hecho e ilegal en la caleta de Cobija. Se marginaba así, una vez más, voluntariamente de su soberanía al norte del paralelo 24° a cambio de mantener en forma inalterable su amistad con Bolivia y dejando a los nuestros radicados en ese territorio, destituidos de la protección de las leyes chilenas, confiando a ojos cerrados en la justicia y ecuanimidad de la administración de la nación vecina. Tal vez podría pensarse que en aquel entonces, la amistad se valoraba tanto como el de un territorio sobre el cual el común de la gente no sabía mucho, lo que podría justificar la conducta displicente de las autoridades de la época. El 21 de julio de 1875 ambos Gobiernos suscribieron un Protocolo Complementario aclarando el sentido de la comunidad en la explotación de guanos descubiertos y por descubrirse, en el sentido que incluiría los territorios comprendidos entre el paralelo 23° y 25° de latitud sur. 2.2.2. El impuesto de los 10 centavos a causa del maremoto de 1877 Posición boliviana

En 1877 un terremoto y el consecuente maremoto estimado en 8,8 grados en la escala de Richter en mediciones posteriores arrasaron la costa boliviana devastando ese territorio. Por si esto fuera poco, en 1878 una terrible sequía asoló importantes sectores del territorio boliviano. Como consecuencia de estos desastres naturales, el Gobierno de Bolivia solicitó a la empresa anglo-chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta el pago de 10 centavos por cada quintal de salitre exportado a fin de generar recursos ante la catástrofe natural que había afectado a la región. Esta solicitud suscitó un reclamo por parte del Gobierno de Chile antes que la Compañía acudiera a los tribunales bolivianos correspondientes. Por su parte, el Gobierno de Bolivia hizo saber que estaba llano a acogerse al recurso arbitral previsto en el Protocolo Complementario de 1875.206 Opinión del autor

El terremoto, maremoto y la sequía, si bien es cierto que causaron graves daños a la costa que disfrutaban en virtud de los tratados que ya hemos comentado, como lo indica El Libro del Mar, no puede considerarse como excusa al incumplimiento de un tratado libre y solemnemente pactado entre ambas naciones, estando igualmente animadas del deseo de consolidar sus mutuas y buenas relaciones y de apartar por medio de pactos solemnes y amistosos todas la causas que puedan tender a enfriarlas o entorpecerlas. No debemos olvidar que el verdadero propósito de Perú era terminar con el 206

DIREMAR. Obra citada. p. 26.

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poder del salitre que ostentaba Chile gracias a las pertenencias mineras que explotaba, y asumir dicho país el monopolio de su producción y comercialización, lo que le llevó a idear la firma del Pacto Secreto de Alianza con Bolivia, del cual aún no hemos hecho referencia en detalle. De esta manera, el origen de la conflagración no estuvo por la posesión de una costa, como históricamente lo ha venido afirmando Bolivia, sino porque la ejecución de dicho pacto de protección al salitre peruano, tácitamente le imponía a Bolivia, como obsequio a su aliado, terminar con las exenciones de los derechos consagrados en el Tratado de 1874 en favor de la industria y capitales chilenos de Antofagasta.207 Nada más ajeno a la verdad lo argumentado por Bolivia, por cuanto, de ser así, no habría originado los continuos reclamos que Chile hizo a dicho Gobierno a partir del año 1873. Ya en esos años, estando aún vigente el Tratado de 1866 y mientras se discutían los alcances del nuevo tratado, el Congreso boliviano había debatido proyectos de leyes que significaban un aumento importante de impuestos a la importación de mercaderías por Antofagasta y Mejillones; a la producción de minerales y un impuesto sobre el capital de todas las empresas que operaban en Bolivia, motivando el reclamo del ministro chileno en Bolivia Walker Martínez el 7 de noviembre de 1873, atendido el hecho que los intereses nacionales comprometidos serían gravemente afectados, recibiendo la comprensión del canciller boliviano, Mariano Baptista, que encontraba justas esas observaciones. No satisfecho con ello, el canciller chileno Adolfo Ibáñez envió una circular a sus cónsules acreditados en las poblaciones de Atacama el 30 de diciembre del mismo año, en los siguientes términos: Sin lastimar los derechos de Bolivia, que es el primero en respetar el Gobierno de Chile, no reconoce, ni acepta, contratos, transacciones, arreglos ni ninguna otra disposición que celebre o acuerde el Gobierno de Bolivia por sí o con otras personas o sociedades, imponga gravámenes o afecten el territorio de la partición común, que puedan perjudicar y menoscabar los derechos de Chile sobre aquel territorio, conforme al tratado de 1866. Mi Gobierno retirará esta declaración tan pronto como se haya dado exacto cumplimiento al referido tratado o se haya ajustado cualquier otro arreglo diplomático.208 El tenor de la circular anterior sin lugar a duda no fue acogida con agrado por el canciller Baptista por cuanto estimaba que constituía una limitación al ejercicio de su soberanía al objetar legislar en su propio territorio, estimando que la mantención de ella sería óbice para toda gestión ulterior y que la ruptura de las relaciones era inminente. Las cosas así estaban en extremo tensas y se agravaron aún más cuando se conoció un decreto del Ministerio de Hacienda boliviano del 3 de enero de 1874, en el cual se fijaba un impuesto sobre minerales que entraría en vigencia a partir del 1 de mayo de dicho año, provocando un nuevo reclamo de nuestro agente diplomático destacado en La Paz. La protesta incluyó una severa crítica a una publicación del periódico La Reforma por el lenguaje ofensivo e hiriente empleado, junto a la convocatoria a un meeting para reclamar contra Chile: Hágame el favor de

207 208

Barros Borgoño. Obra citada. p. 92. Querejazu. Obra citada. p. 132.

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poner freno a ese imbécil -el redactor autor de las injurias- que parece empeñado en provocar la guerra entre nuestros países con sus groseros insultos y ridículas calumnias (…).209 Basten los ejemplos citados para poner en evidencia que las desgracias ocasionadas por los accidentes naturales ocurridos años después no fueron los inspiradores del alza de impuestos. El cobro de los 10 centavos se inició cuando el general Hilarión Daza, que había asumido la presidencia de Bolivia tras un golpe de Estado que derrocó al presidente Tomás Frías, dejó sin efecto lo estipulado en el Tratado de 1874. Ya en el año 1871, producto de la destitución del presidente Melgarejo, la Asamblea Legislativa había declarado nulo todos los actos de su administración, mediante las leyes de 9 y 14 de agosto. Ahora, Daza promulgaba una ley, el 10 de febrero de 1878, que decía así: Artículo Único: Se aprueba la transacción celebrada por el Ejecutivo en 27 de noviembre de 1873, con el apoderado de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta a condición de hacer efectivo, como mínimo, un impuesto de 10 centavos en quintal de salitre exportado.210 Como antecedente de este impuesto se encuentra una petición de la Junta Municipal de Antofagasta, presidida por el chileno Matías Rojas, quien mediante oficio de 4 de mayo de 1875 solicitó al Consejo de Estado que debido a necesidades locales -que detalla en su comunicación- se imponga una contribución de tres centavos por cada quintal de salitre exportado a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, petición que sin embargo fuere denegada por el organismo estatal, basado en un dictamen del Consejo Municipal de Cobija, de quien dependía la anterior, resolviéndose que el impuesto que se solicitaba sobre exportación del salitre tendría carácter nacional y, por lo tanto, era ilegal e improcedente.211 En marzo de 1878 el prefecto de Antofagasta Narciso de la Riva recibió instrucciones de su Gobierno para poner en ejecución el impuesto de diez centavos, informando de esta situación al gerente de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, Jorge Hicks, con quien se reunió más tarde expresándole su disconformidad con tal medida. Me dijo que decididamente estaba contra la ley y me mostró copia de cartas enviadas al Gobierno en las que dice que es injusta y muy poco política, porque no sólo es contraria al tratado con Chile y este lugar es esencialmente chileno en su población, y que podrían surgir dificultades (…).212 Poco tiempo después Daza reemplazó al prefecto De la Riva y colocó en su lugar a su amigo, el coronel Severino Zapata. A los pocos meses de publicarse la ley de dicho impuesto, el ministro plenipotenciario chileno en Bolivia, Pedro Nolasco Videla Hidalgo, se entrevistó con

209

Ibídem. p. 134. Ibídem. p. 155. 211 Ibídem. p. 152. 212 Ibídem. p. 156. 210

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el ministro de Hacienda boliviano, Manuel Ignacio Salvatierra, quien no era partidario de ese tributo y le pidió su anulación, a lo que el Secretario de Estado prometió que su cobro sería suspendido definitivamente. Sin embargo, Videla, por instrucciones desde Santiago, hizo luego un reclamo formal al Ministro de Relaciones Exteriores el 2 de julio de 1878, protesta que quedó sin respuesta.213 En este documento Chile exponía todos los antecedentes administrativos y legales que demostraban que la Compañía de Salitres era chilena, con domicilio legal en Valparaíso; que se encontraba al amparo y garantía del Tratado de 1874; que era dueña de una propiedad garantida por la ley y por un contrato solemne y amparada por un Tratado Internacional, constituyendo una violación al Tratado el cobro de un impuesto de 10 centavos por quintal exportado.214 En forma paralela a la situación antes citada, la Junta Municipal de Antofagasta, presidida nuevamente por otro chileno, Hernán Puelma, requirió a todos los dueños de propiedades un impuesto según el valor de éstas, expresados en pesos bolivianos al mes, para financiar el alumbrado público. La compañía salitrera se negó a pagar dicho impuesto equivalente a dos pesos mensuales, alegando que estaba liberada de toda clase de gravámenes por la transacción con el Gobierno del año 1873 y por el tratado de 1874, acumulando una deuda de 150 bolivianos que motivara finalmente por parte del Comisario Municipal el embargo de los bienes de la empresa y la detención de su administrador, Jorge Hicks, quien también se negó a aceptar la designación de uno de los suyos para el correspondiente embargo, huyó de la oficina y se asiló en el Consulado chileno. Salvador Reyes, Cónsul General de Chile en Antofagasta, por carta de 24 de octubre de 1878 informó de esta situación al prefecto del departamento de Cobija, coronel Severino Zapata, expresando que se encuentra en su casa y ha solicitado mi protección por encontrarse víctima de atropellos injustificables por parte del Presidente de la Municipalidad(…).215 El prefecto respondió al día siguiente que sin llegar a calificar los actos de justicia que pretenden dar tanto el Sr. Hicks como la Municipalidad, señala que no puedo mirar como legal el derecho de extraterritorialidad que pretende asumir ese Consulado para proteger al señor Hicks (…) y que es contrario a los principios y prácticas del Derecho Internacional, y después de justificar los asilos por persecuciones políticas, añade pero jamás se ha creído autorizado el asilo en los Consulados para ponerse a cubierto de las providencias de la justicia ordinaria y menos en materia civil.216 Este autor, sin ser de su dominio los aspectos legales, cree que la respuesta de Zapata es un punto a su favor, y que la controversia debía haber seguido los cauces legales en la justicia ordinaria. No obstante, el cónsul Reyes en su respuesta de 26 de octubre, señala que en ningún caso ha pretendido sustraer al señor Hicks de la acción de la justicia, sino que se ha propendido a que los asuntos terminasen de una 213

Ibídem. p. 165. Lagos. Obra citada. p. 58. 215 Universidad de Chile de Antofagasta. Ocupación de Antofagasta. Documentos Oficiales. p. 11. 216 Ibídem. pp. 12 y 13. 214

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manera equitativa para ambos contendientes. Tan no he pretendido escudarlo bajo la bandera del Consulado que todas las diligencias se han practicado en mi casa. Continúa en su respuesta aludiendo al hecho que la situación entre ambos demandantes entraña nada menos que el desconocimiento del Tratado de Límites entre las Repúblicas de Bolivia y Chile (…). No entraré de ninguna manera en el terreno de averiguar si este impuesto es justo o no: examino la cuestión desde el punto de vista de si es una infracción del Tratado vigente, y por consiguiente, ilegal.217 Una carta fechada el 27 de octubre de 1878 del señor Hicks, dirigida al gerente de la firma Gibbs de Londres, Santiago C. Hayne, donde narra estos acontecimientos, recibió como respuesta de dicho ejecutivo que a su juicio la compañía debía contribuir a los gastos municipales de Antofagasta -criterio que este autor comparte, aun cuando es contrario al espíritu del Tratado de 1874- replicando Hicks que dicha contribución debía ser voluntaria y no exigida por ley, y que por lo demás la compañía obsequiaba al municipio 1.600 bolivianos mensuales.218 La no aceptación de Bolivia de dejar sin efecto la ley de Daza, obligó a Chile a pedir oficialmente, con fecha 8 de noviembre de 1878, por nota Nº 21 -Querejazu lo señala el 28 del mismo mes- la suspensión definitiva de toda contribución posterior a la vigencia del tratado, agregando a continuación lo siguiente: La negativa del Gobierno de Bolivia a una exigencia tan justa como demostrada colocaría al mío en el caso de declarar nulo el tratado de Límites y las consecuencias de esta declaración dolorosa, pero absolutamente justificada y necesaria, serían de la exclusiva responsabilidad de la parte que hubiere dejado de dar cumplimiento a lo pactado.219 Chile invitaba de esta manera a Bolivia a no infringir el Art. 4 del Tratado de 1874, que expresamente indicaban que las personas, industrias y capitales chilenos, no quedarán sujetas a más contribución, de cualquiera clase que sean, que a las que al presente existen. Insólitamente, el canciller boliviano se limitó a acusar recibo, expresando a continuación que dicha materia concernía al Ministro de Hacienda. El 21 de diciembre se recibió una nota en que se rechazaba el reclamo interpuesto por la compañía y a ordenar, por consiguiente, la fiel ejecución de la ley dictada por la Asamblea Nacional el 14 de febrero de 1878.220 Pese a todo, Chile insistió por la vía oficial y en una nueva reclamación fechada el 14 de diciembre de 1878, afirmaba que la exención de impuesto no fue una concesión graciosa del Gobierno boliviano, sino compensación de importantes y reconocidos derechos que Chile cedió a Bolivia para poner término a las diferencias que nos separaban antes del Tratado de 1874.221 El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Martín Lanza, por su parte, cuatro días más tarde respondió a nuestro representante Pedro Nolasco Videla que

217

Ibídem. p. 14. Querejazu Calvo. Obra citada. p. 161. 219 Barros Borgoño. Obra citada. p. 94. 220 Lagos. Obra citada. p. 60. 221 Barros Borgoño. Obra citada. p. 95. 218

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se había ordenado a las autoridades del litoral hacer efectivo el impuesto.222 Como réplica, nuestro agente diplomático, mediante una comunicación escrita el mismo día 18 de diciembre, le manifestó su extrañeza por la forma tan violenta en que pone fin al altercado aún pendiente, sin darle tiempo para informar al Gobierno de Chile cuando la discusión estaría lejos de terminar, y concluye señalando que agotados todos los medios de conciliación, cumple con el solemne y doloroso deber de declarar a nombre de su Gobierno, que la ejecución de la ley que grava con un impuesto a la compañía de Salitre, importa la ruptura del Tratado de Límites del 6 de agosto de 1874 y que las consecuencias de esa declaración serán de la exclusiva responsabilidad del Gobierno de Bolivia. Martín Lanza, impugnó nuevamente con fecha 26 de diciembre, haciendo presente que los motivos particulares que han obligado a su Gobierno a poner en ejecución la ley del 14 de febrero y que ha originado el reclamo de Chile, es solo procedente de un contrato privado entre la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta y mi Gobierno, no pudiendo él por lo tanto y como cláusula de transacción privada afectar al Tratado de Chile y Bolivia que debe ser ajeno a toda convención particular. Se explaya a continuación indicando que dicha medida fue solo suspendida transitoriamente a causa de la reclamación del Gobierno de Chile y que a juicio de su Gobierno ello no importaría el término de la discusión y menos una ruptura al Tratado de 1874, y que en el caso que se susciten cuestiones sobre su inteligencia y ejecución, el artículo 2º del Tratado Complementario abre, en beneficio de parte de ambos naciones, el recurso arbitral.223 No podemos dejar de reconocer la habilidad del negociador boliviano para sortear esta situación e intentar bajar la tensión con semejante excusa, aun previendo que la contraparte chilena no la podría aceptar. Posteriormente, en una nueva instrucción impartida por el Gobierno de Chile a nuestro representante en La Paz, fechada el 3 de enero de 1879, decía: El Gobierno de Bolivia ha podido creer que la contribución aludida no es contraria al Tratado de 1874; el de Chile mantiene una opinión contraria. De aquí fluye natural y lógicamente la necesidad de una discusión tranquila y amigable para arribar a un acuerdo común, y si ello no fuese posible, habría llegado la oportunidad de entregar el punto controvertido al fallo de una potencia amiga, dando así cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 2º del protocolo anexo al Tratado referido. Mi Gobierno acepta cualquiera de estos dos arbitrios; pero lo que no puede aceptar en manera alguna es que el Gobierno de Bolivia, haciéndose justicia por sí mismo, resuelva el punto discutido por vías de hecho poniendo desde luego en ejecución una medida que Chile conceptúa abiertamente contraria al Tratado vigente.

222 223

Ibídem. Universidad de Chile de Antofagasta. Obra citada. pp. 30-35.

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En consecuencia usted hará saber a ese Gobierno que el de Chile se encuentra dispuesto a continuar la discusión y a constituir el arbitraje, en la expresa inteligencia de que se impartan inmediatamente las órdenes necesarias para suspender la ejecución de la ley de febrero de 1878. Pedirá usted una respuesta terminante y categórica de este punto, dentro de un término breve y perentorio. Si la respuesta del Gobierno boliviano fuese favorable, como es de esperarlo, usted continuará en su puesto para reabrir la discusión o iniciar gestiones conducentes a la constitución del arbitraje, para lo cual se enviarán a usted las instrucciones del caso. Sí por el contrario, el Gobierno de Bolivia persistiese en llevar a efecto la ley de 14 de febrero último, usted pedirá sus pasaportes, declarando que la conducta de ese Gobierno hace del todo inútil e infructuosa la presencia de nuestra legación en esa República; y que mi Gobierno hace pesar exclusivamente sobre el Gobierno de La Paz las consecuencias de esta medida, que hemos procurado evitar por todos los medios posibles. El Gobierno de Chile considera también conveniente que usted exprese, antes de retirarse, al de Bolivia, que su negativa reiterada a suspender la ejecución de la ley de 14 de febrero de 1878, importaría la anulación del tratado de 1874, y que, en consecuencia roto ese pacto por Bolivia renacería para Chile todos los derechos que legítimamente hacía valer antes del tratado de 1866. Por la misma razón, Chile llegada esta desagradable emergencia, que él no ha provocado y que no ha podido evitar, ejercerá todos aquellos actos que estime necesarios para la defensa de sus derechos.224 Ruego a usted que me comunique a la posible brevedad el resultado de las gestiones que debe practicar, usando de propios y empleando el telégrafo submarino, si la naturaleza del asunto lo aconsejase. Dios guarde a usted.225 Hemos estimado pertinente incluir in extenso esta misiva, por cuanto refleja el real espíritu del Gobierno de Chile de arreglar las divergencias por medios pacíficos de la diplomacia, e incluso recurriendo al arbitraje. En la misma fecha antes indicada -3 de enero- el canciller chileno, Alejandro Fierro, instruyó bajo similar tenor al Cónsul en Antofagasta, haciendo énfasis en que espera que el Gobierno boliviano no desoirá el llamamiento que se le hace a la conciliación y a la discusión tranquila de esta cuestión, y que se apresurará a ordenar la suspensión de la mencionada ley, la cual una vez ejecutada por medios violentos, crearía una situación gravísima entre ambas repúblicas. Le instruye además en el sentido de obtener por parte del prefecto de ese departamento que difiera el cobro por el tiempo necesario para esperar la respuesta de dicho Gobierno, y temiendo que la actitud del Gobierno boliviano los lleve al desarrollo de sucesos desagradables, le informa que ha dispuesto el zarpe para Antofagasta del blindado Blanco Encalada, cuyo comandante tiene instrucciones de obrar de acuerdo con él, 224 225

El destacado es del autor. Querejazu. Obra citada. pp. 169-170.

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debiendo procederse por ahora con reforzada cautela, persistiendo en el propósito de obtener la suspensión de la medida que entraña peligrosas consecuencias.226 Pedro Nolasco Videla, con fecha 20 de enero de 1879, por nota Nº 42, dio cumplimiento a las instrucciones del canciller Fierro y acogiendo lo propuesto por Martín Lanza el 26 de diciembre respondió: Al efecto, mi Gobierno me encarga de manifestar al de V.E. que aceptando la indicación que se me ha hecho, está dispuesto a continuar la discusión interrumpida por la orden de ejecutar la ley de 14 de febrero y a constituir el arbitraje en el caso de no ser posible un avenimiento directo. Pero mi Gobierno obra así en persuasión de que el de V.E. se propone por su parte dar órdenes inmediatas para que se suspenda la ejecución de la ley y se restablezcan las cosas al estado en que se encontraban antes del decreto de 18 de diciembre, pues ésta es una consecuencia lógica de la proposición de arbitraje hecha por V.E.227 Tampoco es efectivo, como indica la ponencia boliviana que analizamos, que ante el hecho de hacernos saber que estaba llano a acogerse al recurso arbitral previsto en el tratado complementario de 1875, nuestra respuesta hubiese sido la ocupación de Antofagasta el 14 de febrero de 1879. Muy por el contrario, los hechos que veremos a continuación demuestran cual fue nuestra actitud y la del Gobierno boliviano. En efecto, los primeros días de enero de 1879 fueron aciagos para nuestro Cónsul en Antofagasta, llevando a cabo diversas gestiones con el Prefecto del Departamento de Cobija, en aras de obtener la suspensión de la medida y la protección de los intereses nacionales. El 3 de enero, habiendo tomado conocimiento por intermedio de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta que el día anterior se le había notificado una orden de pago y embargo dictada por dicha prefectura por la suma de noventa mil pesos a cancelar en el plazo de tres días, correspondiente a los derechos de exportación de salitre, y teniendo en consideración que el ministro Videla gestionaba en La Paz oficialmente la suspensión de la mencionada ley, le solicitó diferir dicho cumplimiento hasta que el Gobierno de la república resolviera definitivamente. Deber mío es apelar a la ilustrada inteligencia y recto criterio del señor Prefecto, a fin de que mirando el asunto de que se trata, con toda calma, e inspirándose en los sentimientos de elevado patriotismo que le caracterizan, de tiempo a que el Gobierno de la República, reconociendo las razones que se alegan por el mío para que no se lleve a efecto la ley de 14 de febrero, resuelva definitivamente y perentoriamente. La suspensión por unos cuantos días en el cobro de la contribución no puede ofrecer dificultada alguna (…). Severino Zapata respondió con fecha 9 de enero, destacando que sus atribuciones se reducían a hacer cumplir las resoluciones supremas, cuando ellas, como ahora, no se oponen a la Constitución y demás leyes del Estado. A continuación, el 11 de enero, en su condición de prefecto y superintendente de Hacienda y Minería, ordenó que el diligenciero de Hacienda José Félix Valda, trabase embargo de los bienes suficientes para cubrir la citada deuda. El diligenciero dejó constancia en la misma fecha, haber 226 227

Ibídem. p. 171. Lagos. Obra citada. p. 60.

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dado cumplimiento a la orden de embargo, consistente en un terreno que identifica con sus límites, nueve casas y dos grandes depósitos de salitre elaborado, pero que no pudo apremiar al señor Jorge Hicks por no ser habido. De acuerdo al testimonio de Querejazu, Hicks se había escapado al Salar del Carmen y luego se refugió en el buque Blanco Encalada. Desde el blindado, pidió libertad provisional, dando la garantía personal del señor Napoleón Peró. El Prefecto, con dictamen favorable del Fiscal del Partido, se la concedió. Reanudó sus actividades, se presentó ante el Notario Público y sentó una protesta contra el embargo y forma ilegal en que se llevó a efecto, contraviniendo todas las órdenes y procedimientos de las autoridades que habían intervenido.228 Efectivamente, el administrador de la Compañía de Salitres solicitó asilo al comandante del blindado Blanco Encalada, al tomar conocimiento del embargo practicado por la Prefectura del Departamento, situación que el cónsul Reyes informó el 12 de enero al prefecto Zapata, solicitando se me dé a la brevedad posible una copia legalizada de todo lo actuado, para elevarlo al conocimiento de mi Gobierno y para los fines a que este procedimiento pueda dar lugar.229 La respuesta de Zapata en el mismo día, en cuanto a su expresión, no dista mucho de las que estamos acostumbrados los chilenos escuchar a las autoridades de nuestro vecino país: Extraño me es, señor Cónsul, que pretenda usted inmiscuirse en asuntos judiciales en los que, Cónsul ni Nación alguna, pueda intervenir ni de un modo indirecto siquiera (…). He cumplido mi deber y lo cumpliré siempre sin que nada pueda sobreponerse a él, sin admitir consideración alguna. A mayor abundamiento de los serios intentos de Chile por lograr la suspensión y recurrir al arbitraje, el 12 de enero, Salvador Reyes transcribió al prefecto Severino Zapata el siguiente oficio recibido del Gobernador de Caldera: Caldera, Enero 10 de 1879 El Señor Ministro de Relaciones Exteriores me dice en telegrama de ayer tarde: Transmita al señor Cónsul de Antofagasta el siguiente telegrama: Notas oficiales de La Paz participan Gobierno boliviano propone arbitraje sobre impuesto salitre. Esto supone suspensión cobro hasta sentencia. Participe esto Prefecto para evitar que el cobro sea obstáculo a esta negociación. (Firmado) Alejandro Fierro. Lo que trascribo a usted en cumplimiento de lo ordenado por el señor Ministro. Dios guarde a usted. (Firmado) Germán de la Piedra.230 Pero vano fueron los esfuerzos del Cónsul y de nuestro ministro Fierro, pues las palabras y las buenas intenciones se tropezaban con un muro irrompible e 228

Querejazu. Obra citada. p. 175. Universidad de Chile de Antofagasta. Obra citada. p. 38. 230 Universidad de Chile de Antofagasta. Obra citada. p. 41. 229

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insensible, Severino Zapata. En la misma fecha respondió: (…) mientras no tenga conocimiento oficial de lo que usted me transcribe, por comunicación dirigida por mi Gobierno, no podrá suspender los efectos de la orden que me ha impartido.231 Salvador Reyes parecía perder la paciencia tras esa maratón de comunicaciones de ida y vuelta. El 13 de enero, en otra comunicación, da respuesta a la de su interlocutor que le había hecho ver su extrañeza en términos bien poco diplomáticos de su intervención por el caso del señor Hicks, y en parte de su carta indica: (…) no puedo ni debo acepar el rechazo que el señor Prefecto ha hecho de mi justa demanda, ni menos la declaración que me hace que está siempre dispuesto a cumplir con su deber sin que nada pueda sobreponerse a él, sin admitir consideración alguna (…). En consecuencia, por mi parte y en cumplimiento del mío, repito al señor Prefecto, que no acepto el rechazo que ha hecho a mi solicitud y protesto contra semejante negativa. Pero Zapata no claudicaba, y al día siguiente le responde que la publicidad de los juicios está en Bolivia reconocida y por ese hecho he ordenado que todos los documentos más importantes sean publicados en la prensa.232 ¡Inaudito! No nos detendremos en una serie de comunicaciones referidas a los trámites realizados por la administración accidental de la Compañía de Salitres durante la ausencia de Hicks ante el prefecto Zapata, relativa a la autorización de un embarque de 5.000 quintales de salitre y las autorizaciones condicionadas de dicha autoridad para no apartarnos de lo substancial de los trámites llevados a cabo por el Gobierno de Chile. La nota del 20 de enero de nuestro representante en La Paz no tuvo la respuesta esperada. Muy por el contrario, lejos de afinar y acordar el arbitraje aceptado por Chile, con fecha 1 de febrero de 1879 el Gobierno boliviano publicó un decreto del Ministerio de Hacienda, mediante el cual se rescindía la concesión otorgada a la Compañía de Salitres de Antofagasta, suspendiendo los efectos de la ley de 14 de febrero de 1878, es decir dejando sin efecto el asunto de los 10 centavos y obviamente reivindicando las salitreras que arrogaba dicha compañía, lo que fue comunicado a nuestro Gobierno el 6 de febrero. El análisis hecho por los gestores de esta iniciativa era muy simple. Con fecha 27 de noviembre de 1873, el Gobierno boliviano había autorizado la explotación del salitre en el litoral, y esta transacción en conformidad a la ley del 14 de febrero de 1878 solo podía ser válida pagando el impuesto de 10 centavos por cada quintal exportado. Como consecuencia del reclamo presentado por la compañía no hubo transacción, y al no haberlo, tampoco había contrato con la compañía, y al no existir éste, no había a quien cobrar el impuesto, razón por la cual no hay violación del tratado. Como corolario el Gobierno de Chile no podría intervenir. Era de Perogrullo. Esta “brillante idea”, que a juicio del Ministro de Hacienda boliviano Eulogio Doria había partido tímidamente en el diario El Litoral, fue acogida y estudiada por destacados jurisconsultos y apoyada nada menos que por el senador de Chile, 231 232

Ibídem. p. 42. Ibídem. pp. 43-44.

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Lorenzo Claro, muy conocido en Bolivia como hombre de negocios, quien incluso se entrevistó oficiosamente con el presidente Daza, expresándole que la rescisión del contrato era el medio más adecuado para evitar el conflicto diplomático, planteamiento que posteriormente expuso al citado Ministro de Hacienda en presencia del Cónsul chileno en La Paz Alcides Granier. Ante la insinuación de dicho ministro en el sentido que existirían intereses comprometidos por parte de cierta autoridades chilenas en el negocio del salitre, le dio seguridades que el presidente Pinto se guardaría muy bien de obrar por capricho o protegiendo los intereses particulares de la compañía. Las Cámaras tomarían conocimiento del asunto y no podrían menos que hallar correcta la solución dada por Bolivia al asunto.233 El autor se permite expresar su tremenda sorpresa por este hecho y que al decir de las fuentes de Querejazu no se podrían cuestionar. Cabe peguntarse al respecto ¿Cuáles serían los negocios del senador chileno en el vecino país? ¿Qué facultades tenía para pasar por encima de las gestiones que realizaba la Cancillería chilena? En ningún caso fue un acto de patriotismo, pues su proposición fue la que definitivamente adoptó el Gobierno de Bolivia. El tenor del decreto de rescisión fue el siguiente: Se declara que queda rescindida y sin efecto la convención de 27 de noviembre de 1873, acordada entre el Gobierno y la Compañía de Salitres de Antofagasta. En su mérito, suspéndase los efectos de la ley de 14 de febrero de 1878. El ministro del ramo dictará las órdenes convenientes para la reivindicación de las salitreras detentadas por la compañía.234 El presidente Daza encontró propicia esta ocasión para enviarle el 6 de febrero de 1879 una carta directamente al prefecto Severino Zapata en la cual le señala: Tengo una buena noticia que darte. He fregado a los gringos, decretando la reivindicación de las salitreras y no podrán quitárnoslas aunque se esfuerce el mundo entero. Por lo demás, tú verás si conviene arrendarlas o explotarlas por cuenta del Estado. Más adelante se refiere a la duda que Chile intervenga a raíz de las debilidades demostradas con Argentina, pero si nos declara la guerra, podemos contar con el apoyo del Perú, al que exigiremos el cumplimiento del tratado secreto. Con este objeto voy a enviar a Lima a Reyes Ortiz (…) los gringos están completamente fregados y los chilenos tienen que morder y reclamar, nada más.235 Esta carta cobra mucha relevancia al momento de establecer fehacientemente el verdadero espíritu de los gobernantes de Bolivia. Estaban seguros que Chile no actuaría por haber demostrado debilidades con Argentina y mediante el Tratado Secreto que tenían con Perú, se sentían totalmente respaldados para proceder en la forma como lo hicieron.

233

Querejazu. Obra citada. p. 181. Ibídem. p. 182. Destacado es del autor. 235 Ibídem. p. 184. 234

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No obstante el tenor de la comunicación del 6 de febrero, que informaba sobre la ley de la rescisión del contrato, el Gobierno chileno no se detuvo en sus propósitos de llegar al arbitraje como un medio para dirimir la controversia, de manera que con fecha 8 de febrero el Encargado de Negocios de Chile, por oficio Nº 45, respondió al ministro Lanza expresándole que el Gobierno de Chile no creía que con la rescisión del contrato desaparecía el motivo del reclamo y tampoco el arbitraje aceptado por Chile, rogándole que se le declare definitivamente en una contestación franca y categórica, si el Gobierno de Bolivia aceptaba o no el arbitraje, suspendiendo previamente toda innovación hecha en el litoral, agregando a continuación: En atención a los inmensos perjuicios que diariamente reciben las industrias y el comercio de aquel departamento y en obsequio a la tranquilidad pública seriamente amenazada me permito también pedir a Vuestra Excelencia que se digne darme dicha contestación en el perentorio término de cuarenta y ocho horas. Las consecuencias que forzosamente tiene que desprenderse de una contestación negativa serán de exclusiva responsabilidad del Excelentísimo Gobierno de Bolivia.236 En párrafos anteriores dimos a conocer el verdadero espíritu del presidente Daza en la carta enviada a su amigo el coronel Zapata, dejando a su criterio que el arriendo a terceros o explotación por parte del Estado las salitreras reivindicadas; sin embargo el 5 de febrero, es decir antes que Chile hubiera sido informado del decreto de rescisión del contrato con la compañía salitrera, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Martín Lanza, sostuvo una reunión con el representante diplomático de Perú en La Paz, Sr. José Luis Quiñones, y con el Tratado Secreto en mano le informó acerca del decreto de rescisión y de los efectos que ello causaría, estimando que la situación quedaría reducida a una cuestión privada, sin intervención diplomática, consultándole por otra parte, si tenía instrucciones para acordar lo necesario al cumplimiento del tratado secreto, agregando a continuación lo siguiente: Y en conclusión me dijo que el deseo del Gobierno boliviano era de preferir en la explotación de sus salitres del litoral a su hermana y aliada República del Perú, con el objeto de evitarle competencia en la explotación de las que tiene.237 Dos días después, el 7 de febrero, el recién nombrado ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Serapio Reyes Ortiz, concurrió hasta la legación del Perú, informado al diplomático peruano que había recibido instrucciones por su Gobierno para concurrir a Lima en misión especial, con el objeto de solicitar del reconocido americanismo del Excelentísimo señor general Prado y de su ilustrado gabinete el cumplimiento del tratado de 6 de febrero de 1873, siempre que sea inevitable el conflicto con Chile.238 236

Ibídem. p. 199. Ibídem. p. 186. 238 Ibídem. p. 187. 237

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Volviendo al ultimátum de Chile, el presidente Daza y el canciller subrogante Doria Medina decidieron que no correspondería al honor de la república contestar la nota de Videla dentro del perentorio término que había fijado. Dejaron pasar 48 horas y otras 24 más, sin aludir a la aceptación, sino criticando el tenor de las notas del Gobierno de Chile. Videla no respondió y devolviendo la nota retiró sus pasaportes para su regreso a Chile. Las relaciones diplomáticas estaban terminadas.239 Creemos que hemos aportado suficientes antecedentes para demostrar que la vulneración del Tratado de 1874 nada tuvo que ver con las necesidades económicas de Bolivia para hacer frente a los lamentables desastres naturales, que sacudieron a dicha nación en ese periodo y que ha invocado como causal para decretar el impuesto de 10 centavos. La inestabilidad política de Bolivia, con permanentes cambios de Gobiernos que dejaban sin efecto las medidas del anterior; la participación solapada de Perú y su interés en obtener el monopolio del salitre; y el Tratado secreto que unían a ambas naciones, sin duda alguna impulsaron a Daza a dar ese paso, por el cual con posterioridad fue juzgado con un dramático desenlace al regresar de su exilio, muriendo asesinado por sus propios custodios en la estación del ferrocarril de Uyuni.

239

Ibídem. p. 201.

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3. LA INVASIÓN A BOLIVIA Y LA GUERRA Posición boliviana

Sin recurrir al mecanismo de arbitraje previamente acordado, Chile invadió militarmente el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, sin previa declaratoria de guerra. Bolivia fue arrastrada a una guerra que no buscó ni deseó, razón por la cual tuvo que defender su soberanía y, en aplicación del Tratado de Alianza Defensiva suscrito con el Perú en 1873, intentó detener, junto a su aliado, el avance de las tropas chilenas, que llegaron a ocupar todo el Litoral boliviano, las provincias peruanas de Tarapacá, Tacna y Arica e incluso la ciudad de Lima. La heroica defensa de la población boliviana de Calama de 1879 se produjo el 23 de marzo de 1879 y estuvo liderada por Ladislao Cabrera y Eduardo Abaroa.240 Opinión del autor

Haremos un esfuerzo por argumentar nuestras respuestas siguiendo el mismo tenor de las afirmaciones hechas en El Libro del Mar. a) En relación a la invasión de Antofagasta sin recurrir al arbitraje

No obstante que la respuesta a esta afirmación ha quedado claramente detallada en el capítulo anterior, precisaremos cronológicamente en forma sucinta que ello no fue así, destacando que el país que se negó a aceptar el arbitraje fue precisamente Bolivia. El 26 de diciembre de 1878, el canciller boliviano Martín Lanza, durante el intercambio de notas que tuvo con el Encargado de Negocios de Chile en la Paz, dentro del contexto de su respuesta expresa: (…) que en el caso que se susciten cuestiones sobre su inteligencia y ejecución, el artículo 2º del Tratado Complementario abre, en beneficio de parte de ambos naciones, el recurso arbitral. Transcurridos tan solo ocho días, el 3 de enero de 1879, no obstante el final de año que se vivía, el Gobierno de Chile instruyó a Videla en el sentido de continuar las negociaciones en términos amigables. En caso de no obtener un resultado favorable, debería buscar el arbitraje o someter la cuestión al fallo de una potencia amiga en los términos que ya precisamos en el capítulo anterior, lo que este hizo con fecha 20 de enero de 1879. Con esa misma fecha, el canciller Fierro instruyó al Cónsul chileno en Antofagasta bajo idéntico tenor. Bolivia lejos de responder lo expuesto por Chile publicó, con fecha 1 de febrero de 1879, el decreto de rescisión que ya aludimos y del cual Chile se impuso solo cinco días más tarde. El 8 de febrero, el Encargado de Negocios de Chile le ruega al Canciller boliviano 240

DIREMAR. Obra citada. p. 27.

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que le declare definitivamente en una contestación franca y categórica, si el Gobierno de Bolivia aceptaba o no el arbitraje, suspendiendo previamente toda innovación hecha en el litoral. El 12 de febrero, el presidente Daza y Doria Medina, sin responder lo requerido, objetan el talante de la nota chilena, lo que obligó a nuestro representante a dar por finalizada su misión y retirarse del país. Las relaciones diplomáticas estaban terminadas. Los hechos antes mencionados avalan que Bolivia rehusó acudir al arbitraje que ella misma había propuesto; obviamente porque contaba con el respaldo de Tratado de Alianza secreta con Perú, que le daba absoluta seguridad ante la eventualidad de un conflicto bélico. Nuestro Gobierno, en protección de la población chilena residente en la zona, de los intereses y de la industria levantada por nacionales en un territorio que había cedido en aras de la armonía y la paz con su vecino en virtud del Tratado de 1866 y ratificado en 1874, al haber sido incumplido el Tratado de 1874, no obstante las largas conversaciones llevadas a efecto para alcanzar un acuerdo, lo dejaba en condiciones de retrotraer la situación previa a 1866 y reivindicar dicha zona poblada casi en un 80% por chilenos. Una investigación efectuada por el destacado historiador Manuel Ravest Mora, quien indagó en los Archivos Gibbbs en Inglaterra, constituye prueba fehaciente sobre la ninguna vinculación entre el remate de la salitrera y la ocupación de Antofagasta, errores que muchos escritores, entre los que se incluye este autor en una anterior publicación, han caído al afirmar que la ocupación tenía por objeto evitar el remate. Ravest al respecto dice: El presidente Pinto se negó categóricamente a impedir la subasta. Más aún, recomendó a la Compañía que, para librarse de ulteriores problemas con los títulos de las propiedades, pagara el impuesto bajo protesta, pues sólo impartiría orden de actuar una vez verificado el remate, hecho jurídico que materializaría la infracción boliviana al Tratado de Límites de 1874 (…).241 Complementa Ravest que como el Canciller chileno le había solicitado el 10 de febrero al Cónsul de Antofagasta le avisara oportunamente la fecha del remate y, habiendo sido designados los peritos con esa misma fecha, en el mejor de los casos, si al día siguiente se hubiere fijado el remate para el día 14 de febrero, era absolutamente imposible conocerlo el mismo día 11 en Valparaíso, hasta donde se habría trasladado la sede del Gobierno; y continúa: La única nota llegada el 11 de febrero fue el cable de nuestro Encargado de Negocios en La Paz -enviado el día 6comunicando que Bolivia suspendía la ley que gravaba a la Compañía -y el remate por tanto- pero anulaba sus concesiones salitreras y reivindicaba las pertenencias. Ese telegrama, recibido en Valparaíso poco después de las dos de la tarde del 11 de

241

Manuel Ravest Mora. La Compañía salitrera y la ocupación de Antofagasta. 1878-1879. p. 17.

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febrero, decidió en el acto la ocupación de Antofagasta.242 Mucho se ha especulado por parte de autores chilenos y bolivianos que dado los intereses de ciertas autoridades del Gobierno chileno y de altas personalidades -que Ravest identifica en su obra- como miembros societarios de la Compañía Salitrera hubiesen sido presionados por la Compañía para evitar el remate y proteger sus bienes e inversiones que estaban siendo amagados. Presunción que es ciertamente válida, y si bien es cierto que los manuscritos de la Casa Gibbs, demuestran que los accionistas salitreros actuaron como cualquier grupo de poder económico cuando intenta presionar a la autoridad. (…) Pero también prueban que nada lograron, que las gestiones empresariales ante el Gobierno resultaron ineficaces. Dirigidas a provocar la ocupación de Antofagasta, e impedir el remate de los bienes de la Compañía -embargados por no pago del arbitrario tributo boliviano sobre sus exportaciones- se estrellaron ante la firme, digna y responsable actitud del Presidente de Chile.243 La investigación de Ravest acredita que no existió relación causal entre la subasta y la intervención militar y confirma, por último que la reacción chilena fue motivada por la infracción al Convenio de Límites de 1874. (…) Bolivia despojaba a la empresa salitrera de sus pertenencias burlándose del Tratado de Límites lo que determinó a Chile a recuperar los territorios cedidos por dicho Pacto.244 Por otros hechos conocidos a través de esta indagación, el presidente Pinto habría recibido presiones de grupos empresariales antagónicos con intereses en las minas de Corocoro, Huanchaca y Oruro, que a toda costa, en protección de sus inversiones, se oponían a una intervención armada, estando entre ellos el presidente de la Cámara de Diputados, Melchor Concha y Toro y el senador Jerónimo Urmeneta. A juicio de nuestro recordado académico, la ocupación de Antofagasta considerando la valorización de intereses en juego, iba a herir capitales privados de mayor magnitud que los que la reivindicación territorial ponía a cubierto y que nuestras leyes gravaron a la Compañía con impuestos más fuertes a los pretendidos exigir por Bolivia. Lo realmente defendido por nuestro Gobierno en febrero de 1879 fueron valores inexpresables en guarismos o en conceptos económicos: la dignidad y el honor de Chile.245 Continuando con desarrollo de los acontecimientos, el 14 de febrero desembarcó en Antofagasta un destacamento chileno a fin de restablecer en el litoral la tranquilidad y el orden.

242

Ibídem. pp. 17 y 18. Ibídem. p. 16. 244 Ibídem. p. 18. 245 Ídem. 243

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El parte oficial del Jefe de las Fuerzas comunicado al Gobernador de Caldera rezaba así: A las seis fondeamos hoy en ésta; a las ocho y media hice mi desembarco con 200 hombres de tropa. El prefecto, señor Zapata, me entregó las armas. Yo le he dado toda clase de garantías. Nada ha ocurrido. El pueblo se ha mostrado generoso y no ha cometido acto alguno vituperable. Sírvase indicarlo al Gobierno, diciéndole que imperan las autoridades chilenas, siendo hoy proclamado Gobernador el señor Zenteno. Los buques Blanco Encalada y O’Higgins marcharán el primero a Tocopilla y el segundo a Mejillones. Emilio Sotomayor246 El mismo día, Sotomayor remitió al ministro de Guerra y Marina la cuenta detallada de los hechos. En ésta señala que luego de la nota enviada al prefecto Zapata, en la que manifestaba que el Gobierno de Chile en virtud de considerar roto el Tratado de 6 de agosto de 1874, le había ordenado tomar posesión del territorio comprendido entre los grados 23 y 24, hizo desembarcar a 100 hombres del batallón de Artillería Marina, al mando de José Ramón Vidaurre, y 100 artilleros al mando del capitán Ezequiel Fuentes, bajo sus órdenes directas, acompañado de los ayudantes Javier Molinas y capitán José M. Borgoño L. Posteriormente, y después de demandar la entrega de las armas en el cuartel del señor Vidaurre, dictó un bando nombrando como Gobernador del Departamento y de Caracoles al señor Nicanor Zenteno. Más adelante informó a Santiago sobre el refuerzo de Caracoles y Salar del Carmen con 70 hombres al mando del capitán Francisco Carballo, reiterando la tranquilidad y el orden existente en la población, junto con anunciar la organización de la Guardia Nacional, haciendo uso del armamento que se embarcó en el O’Higgins, y la designación del capitán de corbeta Javier Molinas como Gobernador Marítimo con jurisdicción entre Mejillones y el Puerto de Antofagasta, y a la vez como Capitán de Puerto y Jefe de Resguardo de Antofagasta.247 El capitán Borgoño, una vez en tierra, entregó al prefecto Severino Zapata la siguiente comunicación: Antofagasta, 14 de febrero de 1879 Señor Prefecto, Considerando el Gobierno de Chile, roto por parte de Bolivia el Tratado de 1874, me ordena tomar posesión con las fuerzas a mi mando, del territorio comprendido en el grado 23. A fin de evitar todo desgraciado accidente espero que Ud. tomará las medidas necesarias para que nuestra posesión sea pacífica, contando Ud. con todas las garantías necesarias, como asimismo, sus connacionales. 246 247

Universidad de Chile de Antofagasta. Obra citada. p. 67. Ibídem. pp. 68-69.

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Dios guarde a Ud. Emilio Sotomayor248 El prefecto respondió en los siguientes términos: Mandado por mi Gobierno a ocupar la Prefectura de este departamento, solo podrá salir por la fuerza. Puede Ud. emplear ésta que encontrará a ciudadanos bolivianos desarmados, pero dispuestos al sacrificio y al martirio. No hay fuerza con que contrarrestar a tres blindados de Chile, pero no abandonaremos este puerto, sino cuando se consume la invasión armada.249 Como corolario, el 14 de febrero Chile desembarcó el resto de sus fuerzas sin mayor oposición en el litoral. En consecuencia, Chile jamás pretendió esquivar el arbitraje, muy por lo contrario, solo ocupó el territorio después de haber agotado todos los esfuerzos diplomáticos y todas las instancias destinadas a evitar la violencia del mandato dispuesto por Bolivia en perjuicio de la población de chilenos, de los intereses de empresas nacionales e incumplir el tratado de 1874. b) Con respecto a la invasión sin declaración de guerra

La intención del desembarco de las tropas chilenas en Antofagasta solo tuvo como propósito, tal como se indicara precedentemente, establecer el orden e imponer la ley ante la negativa de Bolivia de acceder al arbitraje que hemos comentado y romper el Tratado de 1874. La orden dada por el ministro de Guerra y Marina, Belisario Prats al coronel Emilio Sotomayor fue de recuperar los territorios cedidos antes del Tratado de 1866. La prosecución de las operaciones hacia las provincias peruanas de Tarapacá, Tacna y Arica, fue a consecuencia de la declaración de guerra por parte de Bolivia a Chile el 1 de marzo y el reconocimiento -aunque tardío- que hizo Perú de su alianza secreta con Bolivia. El decreto boliviano de 1 de marzo lo reproducimos en forma íntegra para enfatizar el grave error cometido en el reciente fallo de La Haya, en que se atribuye a Chile haber declarado la guerra a Bolivia.250 Decreto: Artículo 1: Queda cortado todo comercio y comunicación con la República de Chile mientras dure la guerra que ha promovido a Bolivia. Artículo 2: Los chilenos residentes en el territorio boliviano serán obligados a desocuparlo en el término de diez días, contados desde la notificación que se les 248

Agullo. Obra citada. p. 46 Ibídem. p. 47. 250 Pascual Ahumada Moreno Tomo. Guerra del Pacífico, Recopilación completa. Documentos Oficiales. Correspondencia. Tomo I, p. 101. 249

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hiciera por la autoridad política local, pudiendo llevar consigo sus papeles privados, su equipaje y artículos de menaje particular. Artículo 3: La expulsión ordenada en el artículo anterior podrá ser suspendida por el término que fuere estrictamente indispensable, por causa de enfermedad u otro impedimento grave, a juicio de la autoridad. Artículo 4: Se procederá por las autoridades respectivas el embargo bélico de las propiedades muebles e inmuebles pertenecientes a súbditos chilenos, en el territorio de la República, con excepción a los objetos designados en el artículo 2º. Las empresas mineras pertenecientes a chilenos o en que hubiese accionistas de esa nacionalidad, podrán continuar su giro, a cargo de un administrador nombrado por la autoridad o con la intervención de un representante del fisco, según creyere aquella más conveniente. Artículo 5: Los productos netos de las empresas mineras pertenecientes a chilenos o que las acciones correspondientes a los mismos, serán empozados en el tesoro nacional. Artículo 6: El embargo mandado por este decreto se convertirá en confiscación definitiva, siempre que el género de las hostilidades que ejerzan las fuerzas chilenas requiera una retaliación enérgica de parte de Bolivia. Artículo 7: Se desconoce toda transferencia de intereses chilenos hecha con posterioridad al 8 de noviembre último, en cuya fecha el Gobierno chileno declaró nulo el tratado de 1874; debiendo considerarse como simulado todo contrato que se hubiese pactado a este respecto. El ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores cuidará de la publicación y ejecución de este decreto. Es dado en la ciudad La Paz de Ayacucho, el día 1º de marzo de 1879. H. Daza Manuel Othón Jofré A fines de marzo el Gobierno chileno se impuso en forma oficial de la alianza secreta de Bolivia y Perú, vigente desde el año 1873. Informado el Congreso de la existencia de dicho documento y de la situación existente con Bolivia, autorizó la declaración de guerra, la cual se formalizó con fecha 5 de abril a Perú y Bolivia mediante el decreto correspondiente. c) Respecto a que Bolivia fue arrastrada a una guerra que no buscó ni deseó

Podemos aceptar que el pueblo boliviano fue arrastrado a la guerra, pero en ningún caso por nuestro Gobierno, sino por obra de sus sucesivos mandatarios que “borraban con el codo” lo de sus predecesores, manteniendo además un clima de permanente inestabilidad política y a su pueblo sumido en las carencias más fundamentales para subsistir. Pero sin duda alguna, quien más impulsó a Bolivia a dicha situación fue Perú. En párrafos posteriores veremos cómo las autoridades de dicho país acosaron, insistieron e indujeron a Bolivia a la firma de un Pacto Secreto,

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que de defensivo solo ostentaba su nombre; evitando además, a toda costa, cualquier intento de llegar a un arreglo definitivo con nuestro país que le significara no alcanzar el tan anhelado monopolio del Salitre. En efecto, la ejecución del Pacto Secreto que en el fondo importaba una protección al Salitre peruano, requería en obsequio de su aliado poner término a las exenciones de derechos estipulados en el Tratado de 1874 a favor de la industria Chilena. Por otra parte, si bien Chile ocupó Antofagasta en febrero de 1879, Bolivia esperanzada y segura de la superioridad en fuerzas terrestres y marítimas que tenía con su aliado, luego de declarar la guerra exigió a su socio el cumplimiento del Pacto Secreto. ¿Cuál era la situación de los beligerantes al inicio de la guerra? Chile no estaba en condiciones de provocar una guerra. Afrontaba una profunda crisis económica producto de las malas cosechas y de la baja del precio del cobre en Europa. A tal punto se llegó que en diciembre de 1878 se dictó una ley de moratoria de pago para sufragar las remuneraciones de los empleados públicos, que regiría hasta el 31 de agosto de 1879, cubriendo además el déficit presupuestario con créditos obtenidos en el exterior, rebajándose, por otra parte, durante los años 1878 y 1879 hasta el 50% del presupuesto de Guerra y Marina. Las plazas del ejército se habían reducido de 3.122 individuos a 2.440, y más de la mitad de esta fuerza al estallar la guerra estaba desplegada en la frontera araucana. La Escuela Militar estaba en receso desde 1876; la Guardia Nacional no superaba los 6.700 hombres; y en cuanto a organización y equipamiento, la situación no era mejor: Se carecía de comandos superiores, Estado Mayor y servicios anexos; se disponía tan solo de alrededor de 14.500 fusiles y carabinas y la dotación de artillería era de 12 cañones de campaña a lomo y 4 cañones rodados; la munición disponible era escasa, se contaba apenas con 2.850.000 cartuchos. Perú, por su parte, en 1879 contaba con 5.613 hombres, incluyendo oficiales; existía el Colegio Militar para formar oficiales, en Lima, y la Escuela de Cabos, en Barranco; contaba con alrededor de 8.000 armas largas, entre fusiles, carabinas y mosquetones; la Guardia Nacional, según el autor peruano Clavero, era de alrededor de 65.000 individuos con cerca de 2.000 oficiales, pero en receso desde 1876. Bolivia tenía una dotación de 2.000 individuos en el Ejército de Línea y de 54.000 en la Guardia Nacional; escaso armamento, salvo el Batallón de Infantería Nº 1 los “Colorados”, pero en junio llegaron 3.000 fusiles; en artillería tenía tan solo dos cañones rayados y 4 ametralladoras. Los medios navales chilenos eran dos blindados: Almirante Blanco Encalada y Almirante Cochrane; cinco corbetas de madera: Chacabuco, O’Higgins, Esmeralda, Magallanes y Covadonga; y el vapor Abtao. Perú contaba con cuatro blindados: Huáscar, Independencia, Manco Capac y Atahualpa; dos corbetas de madera: Unión y

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Pilcomayo; y cuatro navíos de transporte: Chalaco, Talismán, Limeña y Oroya.251 A juicio del vicealmirante Juan Agustín Rodríguez S., quien además de rebatir a los historiadores Bulnes y Encina por afirmar el primero, que tanto Chile como Perú estaban en completo desarme al inicio de la guerra; y el segundo, que el estado de la escuadra peruana ara aun peor que el de la chilena, basado en informes oficiales de la Escuadra del Perú, fechados el 1, 5 y 15 de marzo de 1879 respectivamente, señala que en el último informe se reportaba que los buques de línea, todos los cuales a excepción de la cañonera Pilcomayo, se hallan reunidos en el Callao, están listos, mientras algunos completan sus reparaciones, haciendo ejercicios diarios de tiro al blanco fuera de la bahía.252 Agrega además que el andar medio de los buques principales de Perú, era de 11,7 nudos, superior en 3,7 nudos a los blindados chilenos, que como máximo alcanzaban 8 nudos. En consecuencia, la Escuadra del Perú podía escoger posiciones de combate o retirarse.253 Chile no estaba en condiciones de hacer frente a un conflicto bélico por su propia iniciativa. Al respecto, no pueden ser más concluyentes las opiniones que diplomáticos acreditados en Chile transmitieron a sus correspondientes Gobiernos. Veamos algunos ejemplos: El Embajador en Chile del Imperio Alemán von Gülich, en sus informes al ministro de Relaciones Exteriores del Imperio en Berlín, von Bülow, le decía: A la acción unilateral del Gobierno de Bolivia, al que Chile había previamente propuesto mantener las diferencias en statu quo y traspasar las mismas a un Tribunal Arbitral ha replicado el Gobierno de Chile en forma muy enérgica, mediante la ocupación militar y civil-administrativa del territorio boliviano que queda entre los grados 23 y 24, entre el mar y la cordillera de los Andes.254 El mismo Gülich, en abril de 1879: (…) para la Europa civilizada la victoria decisiva de Chile sería un acontecimiento feliz, su derrota en cambio una desgracia.255 El 23 de septiembre de 1879, en una nueva comunicación: El asunto del salitre dio ciertamente el último impulso exterior a la actual guerra entre Chile y Bolivia (…). La causa verdadera de la guerra actual es, sin embargo, mucho más profunda: es la amarga envidia, el odio vivo que impera en Perú y Bolivia en contra de Chile, estos dos desgraciados países continuamente destrozados por las revoluciones y con mala administración, envidian a Chile la

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Indalicio Téllez Cárcamo. Historia Militar de Chile. Tomo II, pp. 152-153. Juan Agustín Rodríguez. Rectificaciones a la historia de la Guerra del Pacífico. pp. 7-9. 253 Ídem. 254 Informes Inéditos de Diplomáticos Extranjeros durante la Guerra del Pacífico. p. 13. 255 Bruno Siebert Held. Militares de Ascendencia Germana en la Guerra del Pacífico. Revista Anuario Nº 21 de la Academia de Historia Militar. 252

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prosperidad alcanzada hasta ahora, su ordenada vida política no perturbada por las revoluciones y su no interrumpido crecimiento. El hecho de que Chile a principios de este año estuviera completamente desarmado, la Guardia Nacional licenciada, y sus buques de guerra sin alistar, aún ofrecidos en venta, demuestra a mi juicio que no pensaba ni remotamente en una guerra; esta se hizo necesaria debido a la actividad provocativa del Gobierno boliviano que decretó el embargo de las salitreras explotadas por chilenos al no aceptar estos un arbitrario impuesto a la exportación de salitre; a su vez el tratado secreto de 1873 entre Perú y Bolivia, que solo se conoció al declararse la guerra, demuestran que existían intenciones hostiles hacia Chile.256 Guillermo Lagos, agrega además de la cita anterior lo siguiente: Los chilenos que residían en Perú o Bolivia, antes de su expulsión a consecuencias de la guerra, han estado sujetos durante muchos años, tanto a diversas arbitrariedades oficiales como a ofensas privadas, mientras que peruanos y bolivianos en todas partes de Chile han vivido y todavía viven sin ser molestados. (…) Se trata aquí únicamente de dilucidar quién tendrá la supremacía en la costa occidental del océano Pacífico, si Chile o Perú, tras cuyas faldas colgaría Bolivia (…).257 Thomas A. Osborn, Ministro de los Estados Unidos en Chile informó por su parte al Secretario de Estado: El Gobierno chileno protestó nuevamente, y le hizo saber a Bolivia que si insistía en ejecutar la ley (que fijó el impuesto de 10 centavos por quintal) Chile consideraría nulo el Tratado y seguiría haciendo valer su derecho de soberanía sobre el territorio que reclamaba antes de 1866. No obstante esta amenaza, las autoridades bolivianas embargaron las instalaciones de Antofagasta y dieron aviso que serían vendidas, a raíz de lo cual el 12 del corriente se le ordenó telegráficamente al Ministro chileno en La Paz exigir su pasaporte e inmediatamente se enviaron fuerzas navales al norte con instrucciones de tomar posesión del territorio costero hasta el grado 23 de latitud (…); y en otra comunicación le señala: A continuación vino la proclama del Presidente de Bolivia, el 1 de marzo, en la cual declaraba la guerra a Chile y disponía de la confiscación de los bienes de los chilenos.258 El decano del Cuerpo Diplomático acreditado en Santiago, el francés Louis Marie Adolphe, barón D’Avril, informaba a su Gobierno el 23 de febrero de 1879 en los siguientes términos: La ocupación tuvo lugar sin violencia, los empleados y algunos soldados bolivianos que se encontraban fueron embarcados. Una administración civil se instaló en el territorio ocupado.

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Informes Inéditos de Diplomáticos Extranjeros durante la Guerra del Pacífico. pp. 31 y 32. Ibídem. p. 32. 258 Ibídem. pp. 144-146. 257

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En otra comunicación al hacer referencia a una reunión sostenida por el Ministro de Relaciones de Chile con todo el Cuerpo Diplomático, expresó: (…) Aunque el Presidente boliviano haya ordenado la expulsión de los chilenos y la confiscación provisional de sus bienes, el Gobierno de Santiago está decidido a no hacer nada parecido. En consecuencia, los bolivianos establecidos en Chile conservan sus propiedades y podrán continuar residiendo aquí con la condición de no cometer nada en contra de los deberes de la hospitalidad.259 No menos importante es la constancia que deja Lagos Carmona con respecto a la participación del Ministro plenipotenciario de Gran Bretaña en Chile, quien ofreció la mediación, siendo aceptada por Chile pero negada por Perú: La opinión general aquí, en cuanto a las operaciones que se realizarán, es que Chile intentará retomar la faja de la costa que motu proprio había dado a Bolivia en 1866 para mantener la paz y la tranquilidad y así poner fin a las aparentemente interminables discusiones con respecto a las fronteras.260 Estos testimonios siendo incluso fragmentados ponen en evidencia que Chile estaba muy lejos de anhelar o arrastrar a Bolivia a una guerra de conquista, tan solo buscaba reivindicar los territorios gratuitamente cedidos en aras de la paz, y que fue afectada por el incumplimiento de un tratado por la nación beneficiada. El pueblo boliviano fue víctima inocente de una sucesión interminable de Gobiernos militares ineptos y corruptos, amparados en traiciones y horribles crímenes que Alcides Arguedas refleja con una claridad destacable en su Historia General de Bolivia, quien a su vez citando a un autor anónimo reproduce como un espejo lo que Bolivia era entonces: Bolivia es un caos de tinieblas y zozobras: el pasado es odioso y no tiene prestigio; el porvenir es ilusorio, vago, inquietante; la actualidad es dolorosa, a veces insoportable (…). En ninguna época de nuestra historia, ha habido desquiciamiento tan vasto y profundo. Tenemos en Bolivia sociedades apasionadas, tenaces, perseverantes en el mal y en el error: la autoridad debilitada de una parte, por la escasez de la población y de otra por la extensión del territorio, el pueblo sublevado halla refugio en el desorden y protege sus malas pasiones al amparo de la indolencia de las clases acomodadas (…). Ya nadie piensa en ideas, en teorías, en sistemas. Dejó de existir la revolución y vino en su lugar la anarquía de hombres y de cosas, la confusión, el descalabro social. Tales son los resultados de las doctrinas inculcadas cual virus ponzoñoso por los patrioteros de nuestros últimos acontecimientos (…).261 El mismo historiador prosigue más adelante: Bolivia, con su pasado político lleno de taras, su indiferencia en los negocios de las fronteras, su excesiva dedicación a las luchas intestinas y, sobre todo, su 259

Ibídem. pp. 252 y 258. Ibídem. p. 359. 261 Alcides Arguedas Díaz. Historia General de Bolivia. p. 268. 260

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desmedido alejamiento del litoral no lo capacitaban, por desgracia, para tomar mucho empeño ni invertir fuertes sumas en el mejoramiento y explotación de una zona que creía pobre de recursos, sin ningún género de atractivos naturales, del todo recluida en los confines del vasto territorio, acaso como perdida en las lejanías del mar que para alcanzarlo había que cruzar por otro de arena y polvo. Otra mención contemporánea del conflicto corresponde al Vicepresidente de Bolivia, y más tarde Presidente de la República (1888-1892), Aniceto Arce. Escribió en una carta dirigida el 5 de marzo de 1881, a uno de sus amigos de Cochabamba y en breves palabras, compendiaba todo su programa de política internacional: Nuestras locuras nos trajeron la guerra, la pérdida del territorio, y todavía vencidos, extenuados e impotentes hacemos ridículas provocaciones para atraer la saña del enemigo; y todavía más para alentar el comunismo. La única tabla de salvación para Bolivia es la necesidad que tiene Chile de ponerla a su vanguardia para asegurar sus conquistas. Por eso mismo nuestra actitud debía ser silenciosa, digna y de labor paciente. Esperan la solución en la Convención, creo que ella parirá monstruos (…).262 Interesante es también el juicio que el propio historiador, diplomático y hombre público de Bolivia, Alberto Gutiérrez, en su obra La Guerra de 1879 después de referirse a su nación como un pueblo sometido a los arbitrios de tiranos sin freno, menciona a Chile en los siguientes términos: Mientras tanto Chile había prosperado bajo la sombra de la paz pública, en un ambiente de trabajo, de respeto a la autoridad, de libre desenvolvimiento de todas las energías de un pueblo joven. Era Chile, acaso, el único país en Hispano América en aquellos instantes que podía contar con paz pública, con garantías a todas las libertades y con franquicias al capital extranjero. El Perú, Bolivia, y la República Argentina misma, pagaban el tributo de la adolescencia a las guerras civiles y a las dictaduras militares.263 Cito a continuación texto de nuestra anterior publicación El Libro Blanco de Chile haciendo referencia a La Cuestión del Pacífico y Las Nuevas Orientaciones de Bolivia.264 Un antecedente que demuestra que Chile concurrió a la guerra sin haber estado preparado para ello, lo constituyen diferentes actas secretas del Senado en las que se deja constancia de las graves falencias que afectaban al Ejército. Barros Borgoño incluye en La Cuestión del Pacífico como anexos, las copias de las Actas de las Sesiones correspondiente al 2 de abril (sesión extraordinaria), 30 de julio y 2 de agosto de 1879. La primera de ellas da cuenta de la pavorosa situación militar y financiera en que se hallaba el país; el estado de ánimo de las autoridades que dispusieron la ocupación de Antofagasta, sorprendidos por la decisión de Bolivia de infringir

262

Ibídem. p. 31. Alberto Gutiérrez Gutiérrez. La Guerra de 1879. pp. 39-40. 264 Barros Borgoño. Obra citada. pp. 271, 272 y 282. 263

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abiertamente el Tratado y de los actos violentos que el Prefecto de Antofagasta desarrollaba en el litoral. En esta sesión quedó expresamente manifiesto que la guerra había sorprendido a Chile indefenso y sin recursos y que la conflagración fue urdida en forma artera, violando la confianza y leal amistad declarada en esos mismos días por el ministro Lavalle, quien aseguraba su completa imparcialidad y desinteresada mediación en el conflicto suscitado por Bolivia. El segundo documento hace mención a la intervención del Ministro del Interior Antonio Varas, quien afirmó que no se había pensado preparar un ejército superior a 6.000 hombres por cuanto se estaba en la creencia que el conflicto solo se limitaría a Bolivia, y que para tal efecto se había hecho un encargo de 5.000 fusiles Comblain, 8 piezas Krupp de campaña y seis millones de tiro para fusil, lo que obligaba a preparar a la mayor parte del contingente en el cantón de Antofagasta en espera del armamento y municiones; además el ministro Varas en esta ocasión se extendió en una serie de apreciaciones relativas a la capacidad de la Escuadra, las ideas existentes sobre la forma de abordar la guerra, las objeciones presentadas por el Jefe de la Escuadra, el concepto que tenía el General en Jefe del Ejército por la operación de desembarque, etc., etc., hechos que confirmaban el estado de preparación tardía para la guerra. El tercer documento, no hace sino confirmar los anteriores, citando en forma especial que los medios existentes en Antofagasta en el mes de abril de 1879 no superaban los 3.500 hombres, incluyendo 200 de caballería y 200 de artillería, pero que las mulas carecían de aparejos, faltaban las caramayolas y que el ejército movilizable solo alcanzaba a 2.000 hombres. La información antes reseñada, constituye la mayor prueba para refutar las afirmaciones hechas con respecto al grado de preparación previa de Chile y de los países contendientes de parte de diversos historiadores bolivianos y peruanos. d) En cuanto a la Alianza Defensiva de 1873

i.

El origen

No nos debe llamar la atención la forma absolutamente tangencial con que Bolivia hace referencia a esta supuesta alianza defensiva. Resulta paradojal, por decir lo menos, responsabilizar a Chile de este conflicto y más aún, calificar el pacto suscrito con Perú como una alianza netamente defensiva. Es obvio que Perú fue el artífice de este pacto motivado por sus intereses económicos, su verdadero autor y el gran responsable de la conflagración que fue urdiéndose lentamente. El intento fallido por los emigrados bolivianos partidarios de Melgarejo, que pretendieron dar un golpe en el litoral de Antofagasta en junio de 1872, constituyó la excusa para Perú, quien trató de inculpar a Chile por la intentona de Quevedo. Bolivia, por su parte, también sacó provecho de este hecho, situación que estuvo a punto de producir el rompimiento entre ambas naciones. El mínimo sentido común bastaría para comprender que Chile estaba muy lejos de querer producir un estado de tensión, ya que sus deseos eran precisamente separar a Bolivia del Perú y evitar a toda costa el estallido de un conflicto bélico, estando absolutamente consciente de su notable inferioridad en el mar sin la presencia de

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los dos blindados recientemente encargados. Perú realizó -a modo de intimidación- una demostración naval frente a Mejillones, a mediados de 1872, apoyado en el hecho que su poderío naval en aquel entonces era absolutamente superior al de Chile, tratando de inculpar a Chile de la intentona de Quevedo, a lo que siguió el comunicado oficial que tal situación no le sería indiferente. Luego el 19 de noviembre de 1872 en el acta gubernamental del Consejo de Ministros ante el presidente Manuel Pardo que mencionamos con antelación enfatizan: (…) que estos graves acontecimientos no pueden dejar de afectar los intereses del Perú que se hallan íntimamente ligados con la independencia e integridad de Bolivia, además de influir sobremanera en la supremacía que el Perú tiene y está llamado a conservar en el Pacífico; que el Gobierno de Bolivia, aliado siempre a la política franca y noble del Perú, está ahora, más que nunca, decidido a seguir los sanos consejos de esta República y cuenta con su poderosa ayuda en la contienda a que quiere conducirlo el tono imperante de Chile. Este documento que en sí constituye el precedente del Tratado Secreto, añade: (…) las razones de justicia, de política y de conveniencia que asisten al Perú para no permanecer frío espectador en un asunto de vital importancia de Bolivia y de gran trascendencia para aquel, acordó (entre otros aspectos): que el Gobierno peruano prestará su apoyo al de Bolivia para rechazar las exigencias de Chile que considera injustas y atentatorias a la independencia de Bolivia.265 Este ignominioso Pacto, tantas veces negado en sus verdaderos propósitos y alcances, años más tarde fue aludido en los siguientes términos por el canciller peruano Alberto Ulloa Sotomayor como miembro de la Cámara de Diputados en 1919, cuando se refería a la condición de aliado natural y permanente de Bolivia y de la necesidad de lograr un mayor entendimiento: No opino yo ni propondría para mi Patria la reanudación de un Tratado de Alianza, fantasma horripilante, causa de todas las desventuras de este pueblo; pero no es necesario llegar a la alianza, es necesario llegar sólo a la compenetración en las medidas y en la acción misma internacional y para esto es necesario que el Perú tenga una política fija.266 El lector debe tener presente que Chile y Bolivia se encontraban buscando una solución al conflicto creado con el Tratado de 1866 cuando paralelamente dicho Gobierno llevaba a cabo negociaciones con Perú. De hecho, el 8 de noviembre de 1872 el presidente Morales y su canciller Casimiro Corral obtuvieron de la Asamblea Legislativa la aprobación de una ley de carácter reservado que establecía, en su primer artículo, que el Poder Ejecutivo celebrará un tratado de alianza defensiva con el Gobierno del Perú contra toda agresión extraña (…) autorizándole a la firma de pactos y declaración de guerra ‘si el peligro fuese inminente’; esta ley incluso 265 266

Barros Borgoño. Obra citada. pp. 43 y 44. Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 118.

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autorizaba conceder patentes de corso, sin perjuicio de los auxilios marítimos que le preste la armada de la nación aliada.267 La prepotencia peruana llegó aún mucho más lejos, mediante una clara advertencia que más parecía una velada amenaza, el día 20 de noviembre de 1872 el canciller peruano José de la Riva Agüero, dirigió una nota a su ministro en Chile, Ignacio Novoa. En ella le expresaba que el Perú no podría perdurar impasible y se vería obligado a sostener a Bolivia en el caso que Chile pretendiese adueñarse del litoral: Conviene de una vez y lo más pronto posible que se definan las relaciones entre esas dos Repúblicas, porque si no se ha de arribar a un arreglo satisfactorio para ambas partes; si Chile prevalido de esa cuestión de límites acecha la mejor oportunidad para apoderarse de aquel litoral, es preciso que sus planes se desarrollen antes de que esté en posesión de los blindados que hace construir a fin de que pueda pesar en la resolución definitiva de esta cuestión la influencia que hoy podemos ejercer mediante nuestra preponderancia marítima.268 El asesinato del presidente boliviano Agustín Morales el 6 de enero de 1873, por obra de su edecán y sobrino, el coronel José Lavandez, no fue impedimento para echar marcha atrás y su sucesor, Tomás Frías, lo confirmó enviándole instrucciones a su agente en Lima, Juan de la Cruz Benavente. De esta forma, luego de subsanar algunas exigencias hechas por Perú, el 6 de febrero de 1873 ambos Gobiernos, representados por José Benavente y Riva Agüero, suscribieron el tratado de alianza defensiva, pacto que fuese aprobado por el Congreso del Perú el 22 de abril de 1873 y por la Asamblea boliviana el 22 de junio del mismo año. Este tratado, destinado a garantizar la independencia, soberanía e integridad territorial de ambas naciones, tenía sin duda por objeto avalar a Bolivia en la posesión del litoral que Chile le había cedido bajo el tratado de 1866 -después confirmado por el de 1874- y a Perú consolidar su anhelado monopolio del salitre en toda la región; de hecho recordemos que con fecha 18 de enero de 1873 su Gobierno había publicado la Ley del Estanco. El pacto estaba compuesto por once artículos y uno adicional que establecía las condiciones en que se mantendría en secreto, de los cuales haremos referencia a aquellos de mayor importancia: En el segundo artículo cita los casos que constituirían ofensas, incluyendo actos dirigidos a privar a algunas de las partes de una porción de su territorio, con ánimo de apropiarse de su dominio o de cederlo a otra potencia; actos destinados al sometimiento a protectorado, venta o cesión de territorio, o limitaciones al ejercicio de su soberanía o independencia; y actos dirigidos a variar o anular la forma del Gobierno, la constitución política o las leyes de las partes que se han dado o se dieren en ejercicio de su soberanía. Mediante el cuarto, declarado el casus foederis269

267

Querejazu. Obra citada. p. 102. José M. Echeñique Gandarillas. El Tratado secreto de 1873. Su documentación. p. 31 269 Expresión latina que significa "motivo de la alianza". En la terminología diplomática, describe la situación en la cual entrarán en juego los miembros de una alianza. Nota del autor. 268

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se comprometen a cortar inmediatamente sus relaciones con el país ofensor. En el séptimo, declarado el estado anterior, la parte ofendida no podrá celebrar convenios de paz, tregua o de armisticio sin la concurrencia del aliado que haya tomado parte en la guerra. En el artículo décimo dejaban abierta las posibilidades para solicitar separadamente o conjuntamente la adhesión de otros Estados. Pero eso no era todo, la presión de Perú no se detuvo, estaba muy lejos de ello. Tiempo después, por una nota reservada del 3 de mayo de 1873, Riva Agüero instruyó a su representante en La Paz, Aníbal Víctor de la Torre, para impedir la aprobación de un nuevo tratado, cuando Chile y Bolivia discutían el convenio Lindsay-Corral, tratando de solucionar los asuntos relativos a la medianería: Se hace difícil creer que ese poder autorice con su sanción (Se refiere a la Asamblea de Bolivia) un pacto atentatorio a la soberanía y dignidad nacional, desde que en él se confirman y consagran, por decirlo así las concesiones arrancadas a Bolivia en el tratado primitivo. Agregaba más adelante: No se ocultará a V.S. que ese estado (se refiere a las relaciones de Chile y Bolivia) puede presentar muy pronto alternativas que es necesario aprovechar, en una clara alusión al pacto secreto suscrito entre ambas naciones el 6 de febrero de 1873.270 Para culminar, y ya sancionado el Tratado Secreto peruano-boliviano en su último trámite constitucional en Bolivia, lo que se llevó a efecto el 16 de junio de 1873, Riva Agüero, en comunicación reservada de fecha 6 de agosto de 1873, envió nuevas instrucciones a Víctor de la Torre: Si el Gobierno de Bolivia comprende sus intereses, si quiere no perder su última palabra respecto del Tratado de 1866 y de la Convención Corral-Lindsay, debe romper definitivamente estos pactos, bien sea haciendo que la Asamblea extraordinaria desapruebe el uno y resuelva la substitución del otro por los insuperables inconvenientes que ha encontrado en la práctica, bien sea adoptando otro medio que conduzca al mismo resultado, pero procurando siempre que el rompimiento de relaciones no lo haga Bolivia sino que sea Chile quien se vea precisado a llevarla a cabo. Más adelante añadió: Rotas las relaciones y declarado el Estado de Guerra, Chile no podría sacar ya sus blindados y sin fuerzas bastantes para atacar con ventaja se vería en la posición de aceptar la mediación del Perú, la que en caso necesario se convertiría en mediación armada si las fuerzas de aquella República pretendiesen ocupar Mejillones y Caracoles.271 Esta declaración-confesión, flagrante e irredargüible prueba de una verdadera conjura internacional, solapadamente fraguada contra Chile no puede ser menos que el factor más decisivo en el conflicto que se originó, al que estuvo muy próximo de sumarse Argentina. En rigor a la verdad, Perú, conforme a lo que hemos registrado con antelación, había iniciado su plan de monopolio del salitre y se proponía adquirir los 270 271

Barros Borgoño. Obra citada. p. 47. Ibídem. pp. 49 y 52.

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yacimientos que existían en la región que Chile había cedido a Bolivia, para lo cual se atrajo poco a poco a Bolivia. Perú y Bolivia se sentían garantizados con esta alianza secreta y pensaban que Chile no reaccionaría hasta el extremo de llegar a una guerra. Mucho se ha pretendido excusar esta actitud atribuyendo a este pacto simplemente un carácter defensivo, pretexto que carece de base, puesto que se trataba de un tratado secreto cuya divulgación estaba prohibida sin el consentimiento de los contratantes y que había sido propuesto sin éxito a la República Argentina, ocultándolo a Chile hasta el último momento. ii.

La misión de Lavalle

La maniobra de Perú era impúdica. José Antonio de Lavalle, comisionado por su país para mediar después de la ocupación de Antofagasta, requerido por el Gobierno de Chile para confirmar la existencia del Tratado Secreto, expresó que ignoraba la existencia de dicho pacto. Las instrucciones dadas a este “insigne” mediador fechadas el 22 de febrero de 1879, decían: Deseando el Gobierno del Perú agotar cuantos medios dignos y honrosos estén a su alcance para evitar el escándalo y las funestas consecuencias de una guerra tan innecesaria, ha resuelto enviar la misión extraordinaria y especial de la que vuestra Señoría ha sido encargado.272 El lector podrá coincidir con el autor que este preámbulo fue elaborado para el bronce, para que la historia y el tiempo juzgue esta intervención investidas de tan elevados propósitos, pero no se podía tapar el sol con la mano, porque los hechos que hemos narrado con anterioridad, la suscripción del supuesto tratado de alianza defensiva, sin participar a Chile, y los que veremos más adelante en los intentos fallidos de comprometer a Argentina, ponen en evidencia irrefutable que sus intenciones eran solo ganar tiempo para impedir lo inevitable. Prosiguiendo con las instrucciones agregaba: Apareciendo la ocupación del Litoral boliviano por fuerzas chilenas, como una consecuencia del decreto expedido por el Gobierno de La Paz, rescindiendo el contrato de la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarril Antofagasta; y no siendo decoroso para Chile ni para Bolivia, ni posible por consiguiente entrar en ningún arreglo pacífico sin que queden antes removidos tan graves inconvenientes por una y otra parte; propondrá Ud. a ese Gobierno en caso que esta mediación fuese aceptada, el restablecimiento de los hechos al estado en que se encontraban antes de los últimos acontecimientos, esto es, desocupación del territorio de Bolivia, siempre que esta República, esté dispuesta por su parte a suspender el mencionado decreto de rescisión y la ley por la cual grava con diez centavos la exportación de todo quintal de salitre que haga la Compañía de Antofagasta y el consiguiente sometimiento de estas diferencias al arbitraje que 272

Querejazu. Obra citada. p. 206.

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ambos Gobiernos tuvieran a bien constituir.273 La actitud de Perú no tiene precedentes en el ámbito de la integridad y ética que deben caracterizar a las relaciones diplomáticas. Como presunto mediador entre dos naciones, en circunstancias que se encontraba atado por un pacto secreto con una de ellas, además de los directos intereses peruanos comprometidos en la cuestión. Su conducta no resiste mayores comentarios y menos aún hablar de “decoroso”, por cuanto la actuación de Lavalle y de su Gobierno estuvo muy lejos de serlo. El comportamiento del Perú, además de ser improcedente, carecía de toda moral y fue ostensiblemente contrario a la buena fe que deben observar las naciones en sus relaciones entre sí, pues pretendió servir de árbitro cuando ya Bolivia le había solicitado a través de su ministro en Lima, Serapio Reyes Ortiz, el 19 de febrero, el cumplimiento del Tratado de Alianza de 1873, que resolvió postergar mientras buscaba una avenencia pacífica poco sincera y, por eso mismo, destinada a fracasar.274 Chile exigió a Perú que declarara su neutralidad, pero su Gobierno no pudo seguir ocultando los vínculos con Bolivia y autorizó a Lavalle para que diera a conocer al Gobierno de Chile verbalmente el texto del Tratado Secreto, lo que hizo con fecha 31 de marzo. En vista de lo anterior el Congreso chileno autorizó con fecha 2 de abril la declaración de guerra al Perú. El alcance del artículo décimo del mencionado pacto secreto, cobra plena validez y demuestra el real espíritu que animaba a Perú y Bolivia en contra de nuestro país, al conocerse la hábil e intrigante trama urdida con el propósito de extender el eje a Argentina, como lo detalla Oscar Espinoza Moraga en su obra El Aislamiento de Chile. Sin embargo, como veremos seguidamente los propósitos del presidente Pardo, empeñado en el viejo sueño de reconstituir el virreinato, como lo habían hecho con anterioridad sucesivamente La Mar, Santa Cruz y Gamarra,275 a los que con gran abnegación se dedicó su canciller Riva Agüero no fueron alcanzados, y las gestiones ante Argentina felizmente fracasaron. Jugó a nuestro favor la condición previa de Argentina de solucionar el asunto de Tarija y el Chaco, y el recelo con respecto a la actitud que tendría Brasil por sus intereses en el Atlántico. Riva Agüero daba por sentada la adhesión de Argentina y así se lo manifestó a su ministro en La Paz, Aníbal Víctor de La Torre, en una nota el 3 de mayo de 1873: si se tiene en cuenta que el Gobierno de Chile ha suscitado también dificultades a la Confederación acerca de sus respectivos límites en la Patagonia.276 iii.

El rol de Irigoyen en Argentina

Manuel Irigoyen, enviado peruano extraordinario con plenos poderes ante Argentina y Brasil y que también representaba los intereses de Bolivia en Buenos Aires, durante los años 1873 y 1874, fue abrumado por el ministro Riva Agüero con

273

Ibídem. p. 276. Gutiérrez. Obra citada. p. 74. 275 Espinosa. Obra citada. p. 57. 276 Ibídem. p. 59. 274

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orientaciones para solicitar la adhesión de Argentina a la alianza, demostrando una tenacidad y persistencia digna de elogios. El 20 de mayo de 1873, en una comunicación empleando términos que pretendían evitar despertar cualquier suspicacia y protegerse de las apariencias, colocando un velo de impersonalidad a dicho pacto contra Chile, le manifestó: Reforzada la alianza con la concurrencia de otras repúblicas se haría imposible toda guerra por posesiones exageradas de cualquiera de estas repúblicas ante la actitud firme y decidida de los aliados.277 No se requiere mucha inteligencia para percatarse de que tales previsiones estaban apuntadas contra un solo destinatario: Chile. Así lo demuestra la nota que en forma paralela le fuere enviada a Irigoyen el mismo 20 de mayo, en que después de hacer mención a los problemas de límites existentes de Chile con Bolivia y Argentina, indica: Bolivia, que aislada no tendría la fuerza suficiente para resistir a la presión que sobre ella pretende ejercer Chile y que conoce cuan conveniente es estrechar los vínculos que nos unen con ella, solicitó por conducto de su Plenipotenciario y de conformidad con la resolución legislativa que incluyo a VS. en copia, el apoyo moral y material que necesitaba para discutir con calma y seguridad sus derechos. El Gobierno del Perú, agregó, no podía permanecer indiferente a la justa demanda de su vecina y firmó con ella el Tratado de Alianza (…).278 Anteriormente nos referíamos a la alianza como una verdadera conjura internacional, ahora empleando un término vulgar pero bien representativo, diríamos que alcanzaba los ribetes de un “cuadrillazo”, o por lo menos de contubernio. Le pedimos excusas a nuestros lectores, porque si bien no es nuestro objetivo extendernos en demasía en estos antecedentes, el autor estima que dado el gran desconocimiento que existe en nuestro país sobre estos hechos, se permite hacer acopio de mayores informaciones aportadas por destacados compatriotas con anterioridad. El biplenipotenciario ministro Irigoyen sostuvo en tres oportunidades reuniones con el canciller argentino Carlos Tejedor. La primera reunión fue el 10 de julio de 1873, y el ministro peruano argumentó ante Tejedor que Chile intentaba romper el equilibrio sudamericano a costa de sus vecinos, aludiendo en especial a la Patagonia, lo que consumaría una vez que estuviese en posesión de los dos blindados que se construían en Inglaterra; y la carencia de límites definitivos con Chile constituiría una buena oportunidad para el Gobierno de Buenos Aires de hacerse partícipe de la alianza. El canciller Tejedor en todo momento dio demostración de estar absolutamente al tanto de la situación que afectaba tanto a Chile, como a Bolivia y a Perú, y no se comprometió en modo alguno con una respuesta; formuló incluso algunas aprensiones con respecto al tratado, como por ejemplo dejar a criterio de los Estados contratantes para calificar la ofensa recibida, la posibilidad de introducir modificaciones a la adhesión; y consultándole con

277 278

Ibídem. p. 62. Barros Borgoño. Obra citada. p. 54.

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mucha sagacidad si Chile conocía el pacto y si convendría solicitar su adhesión, Irigoyen respondió evasivamente, descartando además toda posibilidad que el imperio brasileño apoyase a Chile, al no existir intereses políticos que lo motivasen, y que ellos, gracias a las buenas relaciones peruano-brasileñas, ante una eventualidad la neutralizarían con una ofensiva diplomática. No obstante, Irigoyen informó a su Gobierno dos días más tarde, en forma muy optimista, que le será muy difícil que se niegue en lo absoluto a adherirse al tratado. El 16 de julio se llevó a efecto la segunda conferencia, ocasión en que Tejedor le hiciera notar que si bien podría mirarse con indiferencia en el Pacífico la alianza entre Chile y Brasil, Argentina no miraba con buenos ojos la situación en el Atlántico, y el entendimiento se volvería a todas luces contra Argentina y, colocando en una muy frágil situación los planes del presidente Pardo, hizo presente la conveniencia de arreglar previamente la cuestión de límites que Bolivia tenía pendiente con su país. La tercera audiencia entre ambas autoridades se realizó el 30 de julio. En el desarrollo de ésta, Tejedor insistió en los temores de un entendimiento entre Chile y Brasil, especialmente después de haber tenido conocimiento que el embajador chileno Guillermo Blest Gana había recibido instrucciones de viajar a Río de Janeiro, y que el almirante Blanco Encalada había sostenido una larga reunión con el presidente Errázuriz, en la que le expuso que no era justo la pretensión que se tenía sobre la Patagonia, porque nunca se había conocido Chile oriental, que debían conformarse con la que poseían en el estrecho, es decir con Punta Arenas; manifestó también sus temores que la Moneda ya conociera el pacto secreto, agregando al momento de finalizar la reunión que uno de los ministros argentinos había solicitado conocer cuáles serían los aportes que ofrecía Perú a Argentina, a lo que el ministro peruano había respondido (…) que podía contestarle que precisamente el Gobierno de Lima, podía dar a la Confederación lo que le faltaba para el caso muy probable de que Chile se lanzase sobre el Estrecho y la Patagonia, esto es una escuadra.279 Producto de una reunión del gabinete argentino llevada a cabo el 4 de agosto de 1873, en la que predominó la opinión sustentada por Tejedor de no adherirse a la alianza secreta, el presidente Domingo Faustino Sarmiento instruyó a éste de comunicarlo al Ministro Plenipotenciario de Perú, con lo que Irigoyen creyó que su tarea había fracasado, no obstante sus abrumadores esfuerzos. Sin embargo, todo no estaba perdido. La insistencia chilena de someter a un arbitraje la cuestión de la Patagonia o aceptar la transacción, puso a Sarmiento en un gran dilema, pero ninguna de las dos opciones contaban con la aprobación popular, gracias a la campaña patriotera llevada a cabo por el propio Gobierno, lo que se convirtió en un verdadero búmeran, haciendo peligrar gravemente su estabilidad; súmase a lo anterior el revés en mejorar las relaciones con Paraguay y los temores aún persistentes de la alianza Río-Santiago, factores que terminaron por acorralar a Sarmiento, quien finalmente tuvo que ceder ante la presión del enviado peruano, en 279

Espinosa. Obra citada. pp. 63-68.

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el sentido de olvidarse de arreglar previamente los diferendos limítrofes con Bolivia.280 En tanto, el canciller peruano Riva Agüero no cejaba en su maquinación. Recordemos que el 6 de agosto había dado instrucciones a De la Torre en Bolivia para que empujara a dicho Gobierno a romper definitivamente las negociaciones con Chile. Ahora, en un nuevo mensaje a Irigoyen, fechado el 24 de agosto de 1873 destacaba el peligro de la demora en pronunciarse por la alianza: Todo retardo puede hacer fracasar el objetivo tan anhelosamente perseguido de abatir en el momento preciso a Chile, solo, desprevenido, sin aliados y sin elementos marítimos. La tardanza entraña graves riesgos, el tratado ya no sería útil para la Confederación, debe sugerirse con malicia a la Cancillería argentina, la cuestión de límites de la Argentina con Chile, si se retarda el consentimiento, habría tomado en el intervalo proporciones desfavorables; y luego añade, con su conocimiento de las debilidades humanas, para entonces, la Argentina se hallaría en situación desmedrada, y entretanto, el enemigo, a quien se acecha y a quien se trata de aislar y de garrotear281 -Chile- tendría entonces fuerzas marítimas que no permitirían a los aliados hacer escuchar e impedir la guerra, entre tanto que hoy (agosto de 1873) cuan distinta situación, con los elementos unidos de las tres naciones, bastaría a la Argentina ultimar sus relaciones con Chile, llevarla a extremos violentos, y para tal evento, termina con énfasis, el Perú asumiría la actitud de mediador armado. El Plan que a mi juicio debe seguirse en las actuales cuestiones de límites (se refiere a los de Bolivia y Argentina con Chile) es el de interponer nuestros buenos oficios si las cosas llegan a un rompimiento y proponer que los puntos cuestionables se sometan a un arbitraje. Si los buenos oficios no fuesen aceptados entonces hacerle conocer que asumiríamos el carácter de mediadores y que, ligados como nos hallábamos por un tratado, tendríamos que ayudar con nuestras fuerzas, si no se acudía a sujetarse a un arbitraje.282 ¡Cómo podía Perú hablar de decoro! ¡Cómo podía pretender ser un imparcial mediador! Las expresiones antes citadas constituyen una hipocresía que no tiene parangón. Riva Agüero se quitó la careta sin tapujos, había que actuar con “malicia”, tratar de “aislar” y de “garrotear”. En realidad un verdadero “cuadrillazo”. Barros Borgoño, relata que con el propósito de aislar a Chile, había que circunscribir la coalición a los asuntos de límites entre Argentina, Bolivia y Chile. Argentina no descartaba el peligro de una alianza entre Chile y Brasil. Perú, por su parte, no escondía los temores de que sus territorios amazónicos pudiesen estar en peligro, de manera que había que declarar que la negociación no afectaba a Brasil y solo tenía por objeto a Chile. El 20 de septiembre de 1873 la Casa Rosada comunicó a Irigoyen su decisión de 280

Ibídem. pp. 69-72. El destacado es del autor. 282 Barros Borgoño. Obra citada. p. 55. 281

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adherirse al pacto secreto, el 24 de septiembre se firmó el Mensaje y el 25 se envió a la cámara de diputados para su discusión, donde fue aprobado por una amplia mayoría: 48 votos contra 18. Entre los críticos a esta iniciativa se emplearon calificativos tales como una situación abominable; que el motivo de Perú era bajo y espurio, etc. Dicho sea de paso, la oposición de los diputados no obedecía a una supuesta simpatía hacia nuestro país, sino por el hecho que en pocos años más Argentina alcanzaría tal poderío económico, que su sola presencia bastaría para obtener de Chile todas las concesiones, sin necesidad de desgastarse previamente en una guerra. El conflicto parecía ineludible e inminente, ante lo cual, junto con asumir el compromiso de adhesión, se aprobó la inversión de $6.000.000 para la adquisición de implementos bélicos, lo que fue ratificado por el Senado el 9 de octubre, aunque acordó diferir hasta el 1 de mayo de 1874 la ratificación a la adhesión a la alianza secreta peruano-boliviana.283 Con fecha 7 de abril de 1874 Irigoyen recibió nuevas instrucciones de su Gobierno. (…) el objeto era dejar aislado a Chile en todas sus cuestiones y circunscribir la alianza con la República de Argentina y Bolivia a las cuestiones de límites entre estos y Chile, conceptos que Irigoyen transmitió a la Cancillería Argentina con fecha 5 de mayo de 1874.284 La muerte del presidente boliviano Ballivián vino a poner dificultades a los planes de Perú, ya que su sucesor, Tomás Frías, exministro plenipotenciario en Chile en la década de 1840, era partidario de un arreglo directo con nuestro Gobierno, cosa que se logró con el Tratado del 6 de agosto de 1874, a pesar de la violenta campaña realizada por el presidente Pardo en Perú. Agréguense además las evasivas del canciller boliviano Baptista para aprobar las gestiones de Argentina a la Alianza, lo que obligó al enviado extraordinario Irigoyen a renunciar a su plenipotencia adhoc de Bolivia. Suele ocurrir con bastante frecuencia, a raíz de los hechos antes detallados, una crítica generalizada y descalificadora hacia Argentina, sin embargo en mérito de un mayor rigor histórico, no podemos omitir y recordar que el propio canciller Tejedor insinuó la idea de hacer conocer el pacto de la alianza a Chile, lo que obviamente molestó a Riva Agüero, y fue el mismo Tejedor quien hizo ver al Perú que el rompimiento del tratado de 1866 por parte de Bolivia no sería causal del casus foederis en la proyectada alianza. En este mismo contexto, incluimos a continuación parte del texto de la intervención del diputado Dr. Rawson al senador Bustamante: Es Chile en realidad el objeto de la Alianza y una guerra con Chile será su consecuencia. El Perú, que no tiene ni puede llegar a tener cuestiones de límites territoriales con Chile, inicia la negociación del Tratado de Alianza sólo por un espíritu de

283 284

Espinosa. Obra citada. pp. 75-77. Barros Borgoño. Obra citada. p. 54.

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rivalidad y por razones de prepotencia marítima en el Pacífico. A continuación aclara: Aquellas dos naciones se acuerdan que nosotros mantenemos también discusiones con Chile, sobre límites y se apresuran a brindarnos su alianza, invitándonos a participar de su destino en el camino de aventuras en que se lanzan; y nosotros, en fin, aceptamos sin condiciones, el pacto formado por la inspiración de intereses que no son los nuestros, y conspiramos tenebrosamente en el sigilo contra la República más adelantada de Sud América, nuestra vecina, nuestra hermana en la lucha de la Independencia, nuestra amiga de hoy, puesto que mantenemos cordiales relaciones políticas con ella y muy estrechas relaciones comerciales (…). Mientras nuestro representante continúa amigablemente y en los términos más corteses la discusión de títulos y límites en Santiago, mientras el Ministro chileno está entre nosotros recibiendo todo género de manifestaciones amistosas de parte del Gobierno y el pueblo; mientras aquí todos los actos diplomáticos y sociales que se corresponden muestran los signos característicos de la paz y la amistad entre las naciones civilizadas y cristianas, estábamos urdiendo sigilosamente la red en que intentábamos envolverlo (…). Chile, se sentiría herido en su lealtad; rompería sus relaciones diplomáticas y denunciaría ante el mundo y a nuestro propio país la alevosía de nuestro procedimiento y por lo pronto aceleraría la ocupación militar del territorio patagónico que juzgase conveniente.285 En tanto, en el Perú también hubo voces de desaprobación e incluso proféticas. El diputado por Tacna, Basadre, declaró enérgicamente en el Congreso: Me hallo tan conmovido por la aprobación del Tratado, que no puedo ya hablar; pero quiero que conste el convencimiento pleno que me asiste de que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, maldecirán por más de cien años, este fatal convenio.286 Durante el transcurso de las conversaciones entre los cancilleres de Perú y Bolivia con el ministro Irigoyen, según el testimonio de Querejazu, dice que el deseo de Argentina era dejar establecido claramente en el protocolo de adhesión el respeto de las tres partes contratantes al uti possidetis, señalando que no era la intención de su Gobierno que Bolivia devolviera Tarija,287 que había formado parte del virreinato de Buenos Aires, pero sí, el reconocimiento del principio que la ocupación no daba derecho de propiedad, lo que motivara una reacción un tanto dura del Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Mariano Baptista, quien en una nota del 14 de febrero de 1874, suscrita en Sucre, le expresa su opinión con respecto a ese maldito ‘uti possidetis’ a que hiciéramos referencia anteriormente, lo que en el fondo constituye un reconocimiento a la debilidad de los pretendidos

285

Ibídem. pp. 61-62. Ibídem. p. 63. 287 ¿Estarán arrepentidos hoy día dada la gran reserva gasífera que existe en dicho territorio? Nota del autor. 286

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derechos en el litoral de Atacama.288 Las expresiones del canciller boliviano reflejan en forma irrefutable la carencia de títulos históricos sobre el litoral de Atacama, que con tanta persistencia han alegado por cerca de 200 años, y al cual llegaron por la ocupación de facto de Simón Bolívar y por la pasividad de los Gobiernos chilenos que no supieron defender en su momento nuestros títulos que si estaban amparados en el mencionado principio. Pero en esta apretada síntesis del pacto ominoso contra Chile, hemos omitido algunos antecedentes de cómo se veían los hechos en nuestro país, algunos de los cuales están revestidos de cierto carácter anecdótico. El 8 de marzo de 1873, el canciller chileno Adolfo Ibáñez escribía a nuestro representante en Lima, Joaquín Godoy Cruz, (…) parece que todos los buitres se han dado la voz para amenazarnos con su graznido. La República Argentina nos amenaza también y parece inevitable un conflicto. Temen la venida de nuestros blindados y se dan la voz para buscarnos camorra. Mientras tanto, nosotros necesitamos paciencia y resignación. Téngala, pues Ud.289 Existían rumores que daban cierta credibilidad, pero el secreto permaneció guardado por varios años y a la postre fue inevitable seguir ocultando, se había hecho demasiado evidente. Con motivo de la recepción ofrecida por un comerciante de apellido Querejaso al Ministro peruano en La Paz, Víctor de la Torre, el 20 de julio de 1873, el cónsul chileno Lorenzo Claro, presente en dicha recepción, comentó en la mesa a su regreso de Cochabamba que circulaba la noticia acerca de la alianza entre los tres países para hacer la guerra a Chile, afirmando incluso que Perú habría cobrado a Bolivia 3 millones de soles por dicha alianza. De la Torre, según el informe que él remitiera al día siguiente a su Cancillería, habría respondido que el Perú no formaría alianza con el objeto de agredir u ofender a otra nación, pues estaba en sus intereses y deseaba que todas, especialmente las de América, se conservasen unidas. Añade además en su respuesta que trataría de disipar las sospechas que pudiera haber abrigado su colega chileno, Carlos Walker Martínez, cuya confianza he sabido captarme, dando plena seguridad que el representante chileno en La Paz ni vislumbraba siquiera dicha alianza.290 Las primeras señales o indicaciones -como suele decirse en la jerga castrensede la adhesión de Argentina se conocieron gracias a la iniciativa del ministro brasileño en Buenos Aires, Domingos José Gonçalves de Magalhães, barón de Araguaia, que al tener antecedentes del carácter secreto que se les había dado a las sesiones en el congreso argentino, y temiendo que su origen afectase a su nación, contactó a su par chileno Alberto Blest Gana. Ambos se acercaron a un alto ejecutivo bancario también de origen carioca, con el objeto de requerir antecedentes de personas que pudiesen satisfacer sus dudas. El gerente los derivó a su vez a un 288

Querejazu. Obra citada. p. 107. Espinosa. Obra citada. p. 58. 290 Ibídem. p. 68. 289

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diputado argentino, amigo del Blest Gana, deudor de un crédito en el mismo banco y cuyo monto fue cancelado con fondos de la legación brasileña. Éste, en agradecimiento, confirmó que se trataba de la adhesión de Argentina al pacto secreto peruano-boliviano contra Chile, excusándose de dar mayores detalles. Brasil estaba informado plenamente de estos sucesos, ya que debido a las diferentes suspicacias generadas por la alianza secreta, el canciller Riva Agüero comunicó al agente de Brasil en Lima que el pacto era contra Chile, quien remitió su texto al emperador Pedro II el 25 de diciembre de 1873. Éste, temeroso que la asociación posteriormente se volviese contra suya, ordenó el 17 de febrero de 1874 a su embajador en Chile, Ponte Ribeyro, poner en conocimiento de la Moneda el Tratado de la Alianza, al mismo tiempo que indicaba a su ministro en Lima que la amistad con Perú, Bolivia y Chile le interesaba mucho más que la Confederación Argentina. El 4 de agosto de 1874 nuestro representante en Argentina informó a Chile, siendo su mensaje interceptado, lo que significó la alerta al Perú. En nuestro país, el presidente Errázuriz y el ministro de Relaciones Exteriores, Adolfo Ibáñez, decidieron no informarle al ministro de la Guerra, Aníbal Pinto, por cuanto paradojalmente, éste no veía cercana una guerra y consideraba absurdo los temores y falsas alarmas, y en secreto se cursaron las órdenes a Inglaterra para que se trabajara día y noche en la terminación de los blindados. Finalmente, el adelantamiento del arribo de los blindados Cochrane y Valparaíso, ordenado por el presidente Errázuriz, alejó las pretensiones de Perú de insistir en la adhesión de Argentina, temeroso ahora del poder bélico de Chile. El 25 de diciembre de 1875 ancló en la bahía de Valparaíso el Cochrane y un mes más tarde el blindado Valparaíso rebautizado como Blanco Encalada. Fue tanta la urgencia puesta por Chile, que el Presidente ordenó el zarpe del Cochrane sin forro de zinc y madera. En 1876, hubo cambio de Gobierno y fue elegido Aníbal Pinto. “Con los cambios se estuvo a punto de lanzar todo por la borda”. Oscar Espinosa narra estos hechos así: Con el nuevo mandatario, la Moneda llegó hasta tal punto en la inconsciencia del peligro que se le venía encima, que en los primeros días de 1878 intentó, aunque infructuosamente, enajenar los blindados para salvar con el producto la crisis financiera del país (...). Continúa Espinoza: Hasta horas antes de la exhibición del Pacto, el presidente chileno, con una falta de sagacidad que aún asombra, se resistía a creer que el Rimac se uniera al conflicto. El 24 de marzo de 1879 -nótese, más de un mes después de haberse producido el desembarco chileno en Antofagasta- le escribía en los siguientes términos a Godoy en Lima: El Perú embroma. No se decide a declarar la neutralidad. Prado (quien había sucedido a Pardo) no quiere la guerra y aún creo que pocos en Perú la querrán, pero todos hacen la farsa de mostrarse belicosos.291 Los hechos previamente narrados confirman las apreciaciones del Embajador del Imperio Alemán citadas precedentemente y constituyen la evidencia más clara 291

Ibídem. p. 83.

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de que Chile jamás pretendió ni menos creó las condiciones para llegar al conflicto armado. En cambio, los historiadores e investigadores bolivianos y las sucesivas autoridades de su Gobierno han omitido exprofeso sus preparativos y maquinaciones. A modo de ejemplo, y recurriendo una vez más a Espinoza Moraga, al referirse a la ultimación de los trámites de Perú y Bolivia para obtener la adhesión de Argentina, dejó constancia que Perú ordenó a su nuevo agente en Buenos Aires, Aníbal Víctor de la Torre, apoyar la gestión que el Gobierno de Bolivia propondría bajo ciertas condiciones a Argentina, en orden a cederle el territorio entre el grado 24 hasta los verdaderos límites con Chile que alcanzan hasta el 27, a cambio de los servicios que preste dicha república para recuperar el territorio reivindicado el 14 de febrero último por las fuerzas chilenas.292 Hasta aquí los sucesos que dicen relación con el Pacto Secreto peruanoboliviano, que de acuerdo a las evidencias presentadas, su espíritu y esencia apuntaba directamente contra Chile y, con meridiana claridad, constituía un artero complot contra nuestro país. Espero y confío, y creo que todos los chilenos abrigamos la esperanza, que los abogados encargados de nuestra defensa ante la demanda presentada por Bolivia en La Haya recurran a todos los elementos históricos que demuestran a la Corte el grave error en que incurrieron al afirmar en su fallo que fue Chile quien declaró la guerra a Bolivia.

292

Ibídem. p. 84.

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4. EL PACTO DE TREGUA Y NEGOCIACIONES POSGUERRA 4.1. El pacto de Tregua de 1884 Posición boliviana

Tras la firma del Tratado de Ancón entre Chile y Perú en 1883, por el cual el primero se apropió definitivamente de Tarapacá, quedando además bajo su administración Tacna y Arica hasta que se realizara un plebiscito diez años después. Chile impuso a Bolivia la firma de una tregua bajo la amenaza constante de continuar la guerra hacia el interior de su territorio. Sin embargo, los representantes bolivianos Belisario Salinas y Belisario Boeto dejaron expresa constancia que Bolivia nunca se resignaría a carecer de un acceso soberano al mar. Por este motivo, ambos Estados suscribieron un Pacto de Tregua en 1884 y no un tratado definitivo de paz, que mantenía el dominio de Chile sobre el Litoral boliviano, bajo la lógica de que Chile otorgaría a Bolivia un acceso soberano al mar, una vez efectuado el plebiscito previsto en el Tratado de Ancón respecto a Tacna y Arica.293 Opinión del autor a) Antecedentes

Bajo la presidencia de Domingo Santa María en Chile y del general Narciso Campero en Bolivia, el ministro de Relaciones Exteriores, Aniceto Vergara Albano, y los representantes de Bolivia, Belisario Salinas y Belisario Boeto, suscribieron el Pacto de Tregua el 4 de abril de 1884, en Valparaíso. En este pacto ambas partes acordaron una tregua indefinida y declararon terminado el Estado de Guerra, al cual no podría volverse sin que una de las partes notificara a la otra con un año de anticipación a lo menos. Mientras estuviese vigente esta tregua, Chile continuaba gobernando sujeto al régimen político y administrativo que establece la ley chilena, los territorios comprendidos desde el paralelo 23 hasta el río Loa. El Pacto consideró, además, aspectos relativos a la devolución de los bienes secuestrados a nacionales chilenos, los procedimientos para la indemnización y arbitraje; se restablecieron las relaciones comerciales entre ambos países, otorgándose iguales franquicias y beneficios para los productos naturales de Chile y Bolivia que se internen o exporten respectivamente, cuyas franquicias y enumeración de éstos sería materia de un protocolo especial. En el artículo 6, las Partes convinieron que en el puerto de Arica los derechos de internación para las mercaderías extranjeras que se destinen al consumo de Bolivia estarían sujetos al arancel chileno, sin que pudieran ser gravadas con otro derecho, y el producto que

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DIREMAR. Obra citada. p. 29.

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genere la aduana de este puerto estaría directa o indirectamente destinado a Bolivia, según detalle que incorporaremos en las próximas refutaciones a cada uno de los cargos que enuncia Bolivia. Posteriormente, producto de un Protocolo Complementario suscrito en Santiago el 30 de mayo de 1885, el porcentaje de distribución fue modificado en los siguientes términos: el 35% de la renta aduanera de Arica se depositaría mensualmente en Tacna, en un banco comercial o a la persona que el Gobierno de Bolivia designare para tal efecto, y el 40% destinado a la liquidación de las indemnizaciones antes citadas serían igualmente depositadas en el Banco Nacional de Chile, a disposición del Gobierno de este país. b) Respecto a los territorios “apropiados definitivamente” en el Perú y la administración de Tacna y Arica

Lo primero que habría que precisar, es que el tenor de la posición boliviana tiene una velada forma de inducir a que la mencionada “apropiación definitiva” de los territorios traería implícito el concepto del “Derecho a la Conquista”, vigente en ese siglo, pero la ocupación de Chile de ese territorio no obedeció a tal premisa. No olvidemos que prácticamente ese precepto era aceptado por el Derecho Internacional y se fue desapareciendo en el transcurso de los años, manteniéndose válido hasta el término de la II Guerra Mundial. No obstante que en el siglo actual algunos países amparados en su preponderancia y su poder político se permiten homologar las antiguas costumbres, ante la impasibilidad, permisividad o casi nula actividad de los organismos internacionales. Chile ocupó los territorios de Tarapacá y asumió la administración de Tacna y Arica por el periodo antes indicado, en aplicación del concepto de reparaciones de guerra para compensar el elevado costo, tanto material como humano, que le significó a nuestra nación hacer frente a un conflicto que no motivó y contra un adversario que se coludió previamente con tal objeto, y que a la postre resultó vencido. La definición territorial fue producto de las negociaciones que ambos países celebraron de mutuo acuerdo y que quedaron establecidas en el Tratado de Paz y Amistad de 1883, conocido como Tratado de Ancón, y posteriormente en el Tratado de 1929. Sin perjuicio de lo antes señalado y a propósito de dicho tratado que dejó a Chile en poder de tales territorios, Alberto Gutiérrez, destacado historiador y estadista boliviano expresó, recriminando a su antiguo aliado: El Perú, ha venido dirigiendo su política a reemplazar, lenta, pero invariablemente, con ocupaciones progresivas en las regiones amazónicas, lo que había perdido en la costa del Pacífico por las fuerzas de la armas (...). Ya sea por la varilla mágica de un laudo arbitral incomprensible (se refiere al de Argentina) o por el hecho de ocupaciones territoriales al favor de circunstancias normales, el Perú ha ganado durante los treinta años que han transcurrido desde el Tratado de Ancón, un territorio más vasto, más intrínsecamente rico y de mayor porvenir que el de Tarapacá (...). El Perú ha resultado, después de controversias y conflictos múltiples, enriqueciendo su patrimonio territorial con los dominios de su aliada

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de 1879.294 c) En cuanto a la imposición del Pacto de Tregua

Es una afirmación históricamente socorrida por la ponencia altiplánica que el Pacto de Tregua le fuera impuesto bajo la amenaza de las armas chilenas. Es tanto que lo han repetido, para aliviar la carga histórica por las malas decisiones de sus gobernantes y las sucesivas alternaciones de sus Gobiernos en forma traumática, que han terminado en hacerla formar parte de su ADN nacional e incluso han venido a Chile a exponerla en nuestra propia cara. En efecto, en un seminario realizado por la Universidad Finis Terrae el 21 de abril de 2004, uno de los panelistas invitados, el diplomático e historiador boliviano José Luis Roca, afirmó durante su intervención que este Tratado se hizo ante la presencia en Puno de una división del Ejército chileno de 5.000 hombres, y que ante esa amenaza de fuerza no existía otra alternativa. Como en nuestro país existe un desconocimiento absoluto de estos hechos, por cuanto nunca han sido incorporados con seriedad en los diversos planes de estudios, aceptamos estas distorsiones sin inmutarnos y, menos aún, sin descalificarlas por su inexactitud y falsedad.295 Transcribimos a continuación las siguientes instrucciones dictadas por el Comandante en Jefe del Ejército de Arequipa, y otros testimonios obtenidos de los partes oficiales de los comandantes y autoridades destacadas en la frontera con Bolivia, de acuerdo a la recopilación de Pascual Ahumada: Arequipa 2 de noviembre de 1883.296 El señor coronel Diego Dublé A, a cargo de los batallones Lautaro y Coquimbo, dos piezas de artillería de montaña i 25 jinetes, ocupará Puno. El objeto de esta ocupación es el siguiente: Impedir que ningún caudillo peruano reúna elementos de resistencia a la idea de paz. Recoger dispersos i armamento del ejército de Montero. Estudio de recursos, caminos i puntos estratégicos, tanto al norte como al sur de Puno. Recursos navales en el Lago Titicaca. No se pasará la frontera boliviana. Solo se trata de dar unidad al Gobierno Peruano de la paz.297 El jefe de esta expedición tratará de conocer la opinión y situación del Cuzco i con este conocimiento pedirá las fuerzas para ocupar a Santa Rosa. Velásquez 294

Barros Borgoño. Obra citada. pp. 114-115. El autor estuvo presente y no hubo oportunidad de réplica. 296 Ahumada Moreno, Pascual. Guerra del Pacífico. Recopilación Completa de todos los documentos oficiales y correspondencia. Tomo VIII. Cap. VIII. Pár. X. p. 440. 297 El destacado es del autor. 295

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La afirmación de los cinco mil hombres en Puno hechas por Roca, queda en consecuencia categóricamente desvirtuada por el decreto antes mencionado, por cuanto las fuerzas allí indicadas no superaban los 1.600 hombres; destacando además que el Batallón Coquimbo Nº 3 regresó a Chile con fecha 13 de junio de 1884. Los partes de guerra remitidos por el Jefe de la División Expedicionaria dieron cuenta de las diversas actividades realizadas por las mencionadas fuerzas, de los cuales se desprende el carácter pacífico que les caracterizó. Uno de ellos, fechado el 5 de noviembre de 1883, a poco de ocupar Puno, narraba que en el trayecto supe que muchos individuos armados del ejército de Arequipa habían pasado en dirección a Puno, cometiendo todo tipo de depredaciones. El mismo documento consigna el telegrama enviado por el Alcalde de Puno Manuel Zea, con el Vº Bº del Prefecto, Gregorio Miró Quezada, en el cual le decía: Esta capital indefensa, desocupada de todas las fuerzas armadas, hasta de su jendarmería, espera a la división a su mando que debe ocuparla, bajo la sombra de la paz i confía en la jenerosidad i nobleza del vencedor. Dublé Almeida le respondió que su misión y la de las fuerzas a su comando eran de paz y que así lo anuncie al Municipio que él preside y al pueblo de esa capital. En otra parte de la nota, el jefe expedicionario chileno dejaba constancia que la confianza en el pueblo aún no echa raíces pero que creía que ya mañana podrá sacarse mejor partido de jente que aún está atemorizada. Meses más tarde, el Alcalde del Honorable Concejo Municipal hizo una patriótica proclama al pueblo de Puno, y luego de hacer un exordio en relación con la dignidad y el honor de los pueblos, y que ante la derrota sus hondas heridas son cicatrizadas con el bálsamo de la esperanza, declaró: Conciudadanos:298 En vosotros se ha verificado tan sublime lección, pues habéis dado pruebas de vuestro juicio, sagacidad i prudencia con el vencedor generoso que os ha brindado la oliva de la paz. Aprovechad de ella para dedicaros a vuestras tareas con ánimo firme, que el trabajo en las adversidades es el mejor solaz i el único medio reparador de las ruinas. Prosigue el texto refiriéndose a la confianza en el nuevo Jefe Supremo de la Nación y llama a afrontar sin vergüenza el porvenir, enfatizando su voluntad en el cumplimiento de su misión velando por los intereses del pueblo, como asimismo el de las nuevas autoridades que se designen. Luego culmina en los siguientes términos: Mientras tanto os ofrezco a nombre del Honorable Consejo de mi presidencia, la atención asidua en las necesidades públicas, apoyado en las preciosas garantías de libertad y seguridad que el Jefe de la división espedicionaria, señor coronel Dublé Almeida, nos ha ofrecido i está cumpliendo en todos sus actos. 298

Ahumada, Pascual. Obra citada. Tomo VIII. Cap. VIII. Pár. XII. p. 444-445.

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Vuestro conciudadano y amigo. Mariano W. Henríquez, Puno, 11 de noviembre de 1883 El parte oficial del antes citado jefe expedicionario chileno al mando de las fuerzas de ocupación en Puno y la proclama del alcalde de Puno, distrito ubicado en la ribera occidental del Lago Titicaca, ponen en evidencia el espíritu y conducta que animaba a las tropas chilenas, que jamás amenazaron o pretendieron extender su penetración a Bolivia. Existen numerosos otros testimonios que confirman lo anterior. El parte Nº 103, fechado en Puno, el 14 de marzo de 1884, cercano a la fecha de la suscripción del Pacto de Tregua, narra los reconocimientos dispuestos por Dublé Almeida por toda la ribera sur oeste del Titicaca, en la dirección general de Chuquito, Juli, Pomata y Zepita, teniendo especial cuidado de no sobrepasar el río Desaguadero, límite natural con Bolivia, no obstante las facilidades dadas por los naturales de la zona, peruanos y aliados del país altiplánico. Los caminos en su mayor parte van por la costa del lago, son cómodos i provistos de forraje, agua i ganado vacuno i ovejuno, sus moradores fáciles, demostrándose nuestros amigos i dispuestos a ayudarnos con sus recursos si el ejército marchaba sobre Bolivia (...). Los poseedores de las referidas casas, en su mayor número, me manifestaron voluntad para ceder sus propiedades en caso que el Ejército las necesitase, cualquiera que fuera el fin (...). En Pomata el clima es bueno i abrigado; hai recursos de todo jénero; sus habitantes son entusiastas i se manifestaron mui contentos de la próxima ocupación, i dispuestos a ayudar al Ejército si operaba sobre Bolivia.299 Los detractores bolivianos no pueden atribuir a estas medidas, naturales de toda fuerza de ocupación, una actitud de coacción brutal como se han empeñado en afirmar, pues de ser así habrían tenido la oportunidad de cruzar la frontera e imponer por las armas las condiciones de la tregua, más aún en conocimiento de la actitud y de las normas decretadas por el Presidente de Bolivia, general Narciso Campero. Éste, en primer lugar, mantenía estrechos vínculos con Avelino Cáceres, último jefe peruano en ofrecer resistencia en la campaña de las sierras, y si bien no existe constancia que le haya proporcionado armas, extraoficialmente recibía a Del Valle como enviado o agente confidencial de Cáceres; por otra parte, con fecha 18 de octubre de 1883, el Congreso Nacional de Bolivia aprobó un proyecto de ley declarando la ley marcial: Art. 1. La patria se halla en serio peligro e impone a sus hijos la obligación sagrada de tomar armas acudiendo a su defensa. Art. 2. El Poder Ejecutivo promulgará la lei marcial convocando a todos los bolivianos que se hallen en estado de tomar las armas, sin distinción de clases ni condiciones sociales.300

299 300

Ibídem. Tomo VIII, Cap. VIII. Pár. XIII. p. 445. Lexivox. Portal jurídico libre. http://www.lexivox.org/norms/BO-L-18831018.xhtml.

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d) En cuanto a la participación de los agentes Belisario Salinas y Belisario Boeto

Bolivia no puede argumentar ni siquiera presión por la suscripción del Pacto de Tregua, ya que fueron sus representantes Belisario Salinas y Belisario Boeto quienes iniciaron las gestiones con nuestra Cancillería en Santiago, en el mes de diciembre de 1883, destinadas a establecer definitivamente la paz entre ambas naciones. Lo que dijeron en la conferencia de prensa del 7 de diciembre de 1883 constituye un reconocimiento a su mea culpa, haciendo recaer dicha responsabilidad en los Gobiernos de factos que habían imperado en la nación: Tanto la obra del Pacto Secreto que ligara a Bolivia con el Perú -declararon solemnemente en la Conferencia de 7 de diciembre de 1883 aquellos plenipotenciarios- como la iniciación y desarrollo de todos los hechos posteriores que fueron la causa inmediata de la guerra, no son ni pueden contemplarse sino como el resultado exclusivo de la dictadura militar, omnipotente, sin contrapeso ni fiscalización, que ha venido formando desde tiempo atrás el Gobierno absoluto de su país (…). Y esforzándose en demostrar que su pueblo solo anhelaba la paz, desvirtuando otras informaciones agregan: Muy al contrario, la opinión unánime del país está pronunciada decididamente y desde mucho tiempo atrás, por la paz en Chile (…). Pero los últimos acontecimientos de la guerra, la formación del Gobierno del Sr. Iglesias, el pacto que este última ajustara aisladamente con Chile -haciendo referencia al Tratado de Ancón- venían a desligar por completo a Bolivia de los vínculos que el deber le había impuesto con notorios sacrifico de sus conveniencias nacionales.301 Las pretensiones de buscar una salida al mar, en alguna medida se sentían sustentadas en un memorándum de diciembre de 1881 emanado de Eusebio Lillo, jefe político de Tacna, hombre de absoluta confianza del presidente Santa María (uno de los sustentadores de la llamada “política boliviana”) y dirigido al ministro boliviano Mariano Baptista, cuando la guerra con Perú estaba aún en desarrollo, alimentando las esperanzas. En dicho documento, consideraba como base de arreglo la rectificación de las fronteras teniendo en Arica su puerto de salida al Pacífico, estimando incluso la eventualidad de aumentar territorios hacia el norte y el este, en cuyo caso Chile se obligaría a operar, en unión con fuerzas bolivianas, estableciéndose en ellos el dominio de Bolivia. El documento hacía además alusión a otras garantías, como el libre tránsito, establecer una línea férrea hacia el altiplano, unificación de intereses políticos, para prestarse apoyo en cualquier emergencia nacional, etc. Pero este memorándum, que constituiría las bases de un eventual futuro arreglo, incorporó un párrafo que a juicio de este autor fue nefasto. La cesión a Bolivia de los territorios de Tacna, Arica y Moquegua, sería en compensación de la cesión que para continuar su territorio hasta Camarones, necesita Chile del litoral boliviano que se extiende al sur del Loa, sin que figure en tal operación ninguna compensación por

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Barros Borgoño. Obra citada. p. 119.

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gasto de guerra.302 No nos quejemos entonces por qué Bolivia ha insistido históricamente por pretender dicho litoral. Habíamos enfrentado una guerra que todavía estaba en desarrollo y borrando con el codo lo que se había escrito durante más de cien años, y que había costado tanta a sangre a nuestros valientes compatriotas, y ya estábamos hablando de compensar a Bolivia. El exceso de americanismo, el interés de algunos dirigentes por colocar a Bolivia entre Chile y Perú, la obnubilación y resistencia a perpetuar nuestros legítimos derechos desde antes de nuestra emancipación, encontraron en Domingo Santa María su principal impulsor, quien no creía en la mediterraneidad de Bolivia y estaba dispuesto a superarla de cualquier modo, y que para Oscar Pinochet revelan la lucidez del estadista.303 Santa María, el 3 de diciembre de 1879, en carta a Victorino Lastarria, hacía hincapié en su política: Dueños nosotros de todo el litoral boliviano y de todo el departamento de Tarapacá, debemos forzosamente dar un respiradero y una puerta de calle a Bolivia, colocándola entre el Perú y Chile, puesto que de otra manera la sofocaríamos y la compeleríamos a buscar anexiones con el Perú o la República Argentina. Luego, en noviembre de 1880, escribe a Rafael Sotomayor, ministro de guerra en campaña: No olvidemos ni por un instante que no podemos ahogar a Bolivia. Privado de Antofagasta y de todo el litoral que antes poseía hasta el Loa, debemos proporcionarle por alguna parte un puerto suyo, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia. No podemos ni debemos matar a Bolivia. Al contrario debemos sustentar su personalidad como el más seguro arbitrio de mantener la debilidad del Perú.304 El 1 de diciembre de 1880 reitera a Rafael Sotomayor: ¿En qué situación queda esta República despojada de todo litoral (…)? Mal haríamos (…) creyendo que por solo nuestra voluntad, y sin consultar otro interés que el interés nuestro, vamos a poder alterar el mapa americano.305 ¡Por qué hablamos de alterar el mapa americano! ¡Por qué se habla de despojar de todo el litoral boliviano! Una cosa es no ahogar a Bolivia, dar una puerta de salida, una comunicación al interior, pero sin desconocer nuestros títulos históricos y sin afectar nuestra soberanía, y mucho menos sin trueque territorial u otra compensación que contribuyera a aliviar los esfuerzos demandados. Eusebio Lillo tampoco hacía menos:

302

Querejazu. Obra citada. p. 520. Pinochet. Obra citada. p. 16. 304 Querejazu. Obra citada. p. 404. 305 Los destacados son del autor. 303

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Teniendo Chile, por su propiedad de Tarapacá, que establecer la natural continuación de su territorio, le es forzoso quedarse en posesión de toda la costa antes boliviana; pero la pérdida que Bolivia hace en el sur, puede ser compensada aun con ventajas en el departamento de Tacna que ocupan nuestras armas. No debería solucionarse la contienda presente quedando Bolivia sin respiración hacia el Pacífico.306 Y eso es lo que hizo el tratado de 1904, pero sin soberanía, porque jamás la tuvieron, a excepción del periodo entre 1866 y 1879. Sin embargo, después del tratado de Ancón esa posibilidad fue descartada por nuestro Gobierno, dado el tenor de dicho documento, y es así como el protocolo llamado a resumir los preliminares de esa negociación fue suscrito el 13 de febrero de 1884, pero el estudio y la discusión de los diversos proyectos cambiados entre los negociadores se prolongó por todo el mes de marzo. Por fin, el 4 de abril fue consagrado como texto definitivo del Tratado de Tregua el proyecto presentado por la Cancillería chilena, y que era el resultado del acuerdo producido en una discusión que se extendía desde los primeros días de diciembre del año anterior. La resistencia suscitada durante la última parte de la negociación se refería a la cláusula sobre reciprocidad en la liberación de derechos aduaneros. Esa idea, como las principales del tratado, databan desde el proyecto Lillo-Baptista, concluido en Tacna en enero de 1882 y que no se había perfeccionado por la extraña intervención del ministro norteamericano Adams. Este proyecto debió anticipar en más de dos años la cesación del estado de guerra entre los dos países; y el Tratado de Tregua del 4 de abril de 1884 era sustancialmente el mismo que se había acordado en las conferencias de Tacna de 1882. Los antecedentes que hemos reseñado constituyen un reconocimiento palmario de quienes fueron los responsables de la guerra, y corroborado por los propios agentes negociadores de Bolivia, mal se puede en consecuencia atribuir hoy a Chile dicha responsabilidad. e) En cuanto al acceso soberano al mar después del plebiscito

Sería faltar a la verdad y a la objetividad no reconocer que esta larga aspiración al litoral con soberanía por parte Bolivia en parte ha sido alimentada por algunos de nuestros gobernantes y negociadores, e incluso por Gobiernos extranjeros que se arrogaron títulos sin tenerlos y que pretendieron influir en la política americana. En párrafos anteriores, y en particular en El Libro Blanco de Chile de este autor, nos hemos referido a las opiniones y gestiones realizadas bajo los Gobiernos de Aníbal Pinto y Domingo Santa María, como asimismo destacados ministros de Estado. En este ámbito de ideas recordemos las gestiones oficiosas ante Hilarión Daza por encargo de Aníbal Pinto, al joven boliviano residente en nuestro país, Salinas Vega, haciendo ofrecimientos prematuros con respecto a Tacna y Arica, a cambio de 306

Pinochet. Obra citada. p. 16.

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su retiro del conflicto, las que luego fueron continuadas por Gabriel René Moreno, también boliviano, profesor, investigador, funcionario en la biblioteca del Instituto Nacional, mediante un memorándum propuesto por Domingo Santa María el 29 de mayo de 1879, y que dice en uno de sus puntos: Como la República de Bolivia ha de menester de una parte del territorio peruano para regularizar el suyo y proporcionarse una comunicación fácil con el Pacífico de que carece al presente, sin quedar sometida a las trabas que le ha impuesto siempre el Gobierno peruano, Chile no embarazará la adquisición de esa parte del territorio, ni se opondrá a su ocupación definitiva por parte de Bolivia, sino que por el contrario, le prestará ayuda eficaz.307 La Conferencia de Arica, (22, 25 y 27 de octubre de 1880) a bordo de la corbeta Lackawana realizada a instancias del Gobierno de los EE. UU., con representantes de los tres países, fracasó después de tres reuniones en que los delegados no lograron acuerdo.308 Al año siguiente, el general Sthephen A. Hurbult, representante en Lima del Gobierno de los EE. UU., con ese estilo tan propio de dicha Nación que históricamente se ha caracterizado por imponer sus particulares puntos de vista, pensando en sus propios intereses antes que en el de las naciones a las que estima que debe sumarse para solucionar sus dificultades, formuló el 2 de agosto, al momento de presentar sus credenciales, siguiendo las instrucciones del secretario del Departamento de Estado americano James Gillespie Blaine, en el sentido que la integridad del territorio peruano debía ser mantenida y la paz debía hacerse con el pago de una razonable indemnización. Los Estados Unidos no estaban dispuestos a reconocer en el continente americano el concepto europeo de que una nación podía expandir sus fronteras por medio de la conquista.309 Más tarde visitó al almirante Lynch y le expuso las mismas reflexiones. Resulta insólito, por decir lo menos, la falta de escrúpulos y desfachatez al hacer semejantes afirmaciones, cuando aún no habían pasado cuatro décadas desde las conquistas territoriales hechas por Estados Unidos en México. Pero tanto su Gobierno como Hurbult fueron beneficiosamente compensados con la cesión del puerto de Chimbote por tiempo indefinido, como base de aprovisionamiento de carbón para sus naves. Para Hurlbult, una concesión para terminar el ferrocarril de ese puerto a las minas de carbón, sin pagar impuestos durante 25 años.310 Como se puede apreciar la política y los negocios han venido muchas veces de la mano desde tiempos inmemoriales, lo que no significa que no deba combatirse y erradicarse definitivamente. Volviendo a los esfuerzos de Santa María ante Baptista, interlocutor de Bolivia por las negociaciones del Pacto de Tregua, éste último aceptó las bases iniciales con

307

Querejazu. Obra citada. p. 318. Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 158-163. 309 Extraído del artículo: Hurlbut comprueba desastrosa situación de Perú en 1881. Ernesto Linares Mascaró. Voltaire.net.org. 310 José Ballón Aguirre Martí y Blaine. La Dialéctica de la Guerra del Pacífico. p. 155. Nota 120. 308

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la condición de que Chile hiciera la cesión del litoral de Tacna y Arica, como pago de indemnización de guerra y sin que apareciera como violencia hecha a esas poblaciones. Sin embargo, el nuevo Presidente de Bolivia, Narciso Campero, echó pie atrás en las negociaciones. No deja de ser importante lo que Domingo Santa María informa a su exministro Luis Aldunate el 30 de marzo de 1884: (...) Anoche tuve una larga conferencia con los bolivianos (Salinas y Boeto). Protestaron que no querían de ninguna manera la guerra y me declararon que era Campero el autor de la resistencia. Aún me insinuaron que esperaban que en estos días Campero se retiraría del Gobierno. Me rogaron con increíble insistencia que los esperara hasta el jueves. Boeto está enfermo, anonadado. Me da la impresión de que es un hombre honrado. El rompimiento los exaspera. Después de dilatadas consideraciones me declararon que yo tenía razón. Les presenté el protocolo que debía firmarse. Convinieron en instruirse de él hoy porque todavía esperaban que hubiera arreglo y en que Campero no los sacrificará a ellos y a Bolivia.311 Para Santa María era tan prioritario entregar Tacna y Arica a Bolivia que prefirió llegar a un acuerdo de paz en primer término con Perú, mediante el Tratado de Ancón en 1883 y pactar posteriormente con Bolivia una tregua. Es importante reiterar una vez más que Perú, no obstante que estimulaba las pretensiones de Bolivia sobre el litoral antes mencionado, ya que así desalentaba sus pretensiones a través de Arequipa y Mollendo, que le eran más perjudiciales. Por otra parte, si el plebiscito considerado en el artículo III del Tratado de Ancón le era desfavorable, creía factible que de ser cedidos a Bolivia, posteriormente podría tener posibilidades de obtener su reivindicación. La propaganda boliviana se ha empeñado en afirmar constantemente que el plebiscito establecido en dicho tratado para definir la suerte de Tacna y Arica nunca llegó a efectuarse por la oposición de Chile. Al respecto, este supuesto no puede estar más lejos de la realidad. De acuerdo a los términos del Tratado de Ancón, este acto plebiscitario correspondía que se efectuara en 1894 y la situación política que vivía nuestra nación, después de la revolución de 1891, no era la más adecuada para poder haber llegado a un acuerdo con el Perú, basado en un peligro siempre latente o una virtual amenaza, lo que derivó en negociaciones que se hicieron con el vecino país por espacio de casi 46 años, como consta en los siguientes hechos. A partir del año 1884, nuestro Gobierno inició una fuerte campaña de chilenización en Tacna y Arica, constituyendo un verdadero plan tanto en el aspecto artístico como educacional, mientras Argentina se mantenía a la expectativa, dada las tensas relaciones que mantenía con Chile y atizando el fuego al dar publicidad a los acuerdos chilenos con Bolivia de los Pactos de Mayo de 1895, del cual nos ocuparemos en el capítulo correspondiente. El ambiente internacional jugaba en contra de llegar a un pronto acuerdo. Perú mantenía discrepancias con Ecuador y temía el apoyo a esta nación por parte de Chile, y nuestro Gobierno recelaba que se 311

Querejazu. Obra citada. p. 550.

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aliaran Perú y Argentina. El Gobierno peruano gestionó ante el vicepresidente de Estados Unidos, Guillermo Billinghurst, que se restringiera el territorio sujeto al plebiscito y, luego, surgió la idea de que antes de realizar dicho acto se sometiera al arbitraje de la Reina de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena, la determinación de quiénes tendrían derecho a voto. Este protocolo, conocido como Billinghurst-Latorre no fue aprobado por la Cámara de Diputados de Chile y las relaciones con nuestro vecino nuevamente se rompieron, reanudándose en 1905. En el periodo diciembre de 1907 a mayo de 1908 se llevaron a efecto las negociaciones entre ambos Gobiernos, representados por el canciller chileno Federico Puga Borne y el ministro plenipotenciario peruano Guillermo A. Seoane. Chile propuso unas bases de negociación, las que sin embargo no llegaron a acuerdo y fracasaron. Perú era partidario de recurrir a un arbitraje proponiendo a Argentina, la Santa Sede u otro cualquiera, lo que Chile desechó, ya que de ser adverso, le restaban armas para negociar con Bolivia, proponiendo a cambio una negociación mucha más amplia, que constituyera una estrecha relación y cooperación entre ambos países (…). Cree preferible englobar la cuestión de Tacna y Arica en una negociación que abarque varios otros puntos de vital importancia para ambos Estados: libre cambio comercial y fomento de la marina mercante, unión de Lima y Santiago por ferrocarril costeado por mitad, acuerdos sobre bases y fecha del plebiscito, aumento del monto del rescate a la suma invertida en la construcción del ferrocarril.312 Entre los puntos que se debatieron estaba quiénes debían votar. Perú estimaba que solo los peruanos y Chile los extranjeros -entre los cuales obviamente estaban nuestros nacionales-, la edad de los votantes, si las mujeres estarían incluidas, la residencia, etc.; como deberían votar, en forma pública o secreta; bajo qué país estaría la dirección del acto plebiscitario; el monto de la indemnización que el país vencedor debía pagar al perdedor. En concreto, el Perú no aceptó la proposición hecha por Puga Borne de incluir la discusión del Protocolo del plebiscito dentro de un contexto de mayores acuerdos y acercamiento de los dos países. Lo principal era finiquitar de una vez la cuestión de Tacna y Arica, que ya se arrastraba por un cuarto de siglo, y que era el principal escollo para promover un verdadero acercamiento entre ambos países.313 Los acuerdos no llegaron a feliz término. En 1917, el Gobierno de los Estados Unidos, que pretendía o propiciaba establecer una verdadera igualdad entre todos los países de América -lo que se conoció como doctrina Monroe-, quiso intervenir en el conflicto, demostrando simpatías hacia el Perú, país que definió su posición declarándose aliado frente a la guerra Europea, lo que Chile no hizo, manteniendo su neutralidad como lo había 312

Amaya Álvez Marín y Andrés Irarrázaval Gomien. El plebiscito sobre el destino de Tacna y Arica. Revista de Estudios Históricos Jurídicos Nº 22. 313 Ídem.

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declarado en 1914. El Gobierno chileno protestó con una nota de reclamo y EE. UU. echó pie atrás. En 1920 el Gobierno chileno comisionó a Federico Puga ante el Presidente del Perú Augusto Leguía, con el objeto de retomar las negociaciones, pero no encontró apoyo en dicha autoridad, quien insistía en el arbitraje como única solución. Puga no consideró la misión un fracaso pues creía que se habían cumplido los principales objetivos, a saber: demostrar ante las naciones extranjeras la voluntad de arreglar con el Perú las cuestiones pendientes y conocer y dar a conocer al pueblo chileno la disposición del Perú al respecto.314 Entretanto, Bolivia designó como ministro plenipotenciario en Chile a Macario Pinilla, quien en su nota de 17 de noviembre de 1921, manifestó que su Misión no comprendía por entonces ninguna iniciativa ni proposición sobre las aspiraciones portuarias en el Pacífico.315 Bolivia confiaba que en un arbitraje o una conferencia internacional podría obtener mayores garantías en beneficio de la paz de América, y obtener el puerto de Arica. El 21 de diciembre de ese mismo año Chile envió una nota a la Cancillería del Perú, con el objeto de retomar el plebiscito, pero el Gobierno peruano respondió que era impracticable y abogaba por un arbitraje ajustado a las sugerencias de Estados Unidos. El presidente Warren G. Harding estimó propicio invitar, el 18 de enero de 1922, a los dos Gobiernos para que enviaran sus representantes a discutir sus desavenencias o acordaran su solución mediante un arbitraje. Ambos países acordaron el Protocolo de Washington con fecha 21 de julio de 1922, según el cual la únicas materias pendientes derivadas del Tratado de Ancón era si procedía o no, bajo las circunstancias que se vivían en ese entonces, la realización del referendo y las reclamaciones sobre Tarata y Chilcaya -territorios que incidían en la delimitación de la frontera norte de la zona a plebiscitar- que se someterían al arbitraje del Presidente de los Estados Unidos. Bolivia, que se encontraba bajo el régimen de una Junta de Gobierno Revolucionaria, creyó que también debería formar parte e insinuó la celebración de una conferencia internacional, solicitando al presidente Harding su inclusión, lo que fuera rechazado por éste el 29 del mismo mes, por cuanto dicha reunión solo competía a los países interesados. Paralelamente, el recién nombrado ministro plenipotenciario de Bolivia en Santiago, Jaymes Freyre, tenía como misión exponer a nuestro Gobierno la revisión del tratado de 1904 y con la respuesta de Chile dio por terminada su misión. Era lo que se buscaba, para tener un pretexto y no concurrir a la Quinta Conferencia Panamericana a realizarse en Santiago, haciendo causa común con Perú. En Chile y Perú se habían completado los trámites constitucionales con relación al Protocolo de Washington y al Acta Complementaria en enero de 1923, siendo aceptado el cargo por el árbitro, el presidente M. Calvin Coodlidge, sucesor de Harding, cuya sentencia del 4 de marzo de 1925 dictaminó que Tarata era peruano y 314 315

Ídem. Barros Grebe. Obra citada. p. 130.

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que la frontera norte de la zona plebiscitada era el Río Sama, y que Chilcaya quedaba dentro de ella. Aclarado esto se daba lugar al plebiscito y se determinó sus condiciones. Este dictamen mereció los reparos de Bolivia, que instruyó a sus legaciones el 16 de marzo de 1925, declarando que formulaba expresa reserva de los derechos marítimos de su país, que no estaban sometidos al arbitraje, y que subsisten y subsistirán mientras se mantenga la mutilación geográfica de su territorio, de modo que, en su concepto, el fallo no consolidaba la paz de América, pues Bolivia persistirá en reclamar ante la opinión y la conciencia del mundo.316 A fines de 1925 Bolivia declaró su neutralidad en la lucha plebiscitaria, no obstante haberse comprometido en un Protocolo Confidencial complementario al Tratado de 1904, mediante el cual se obligaba a ayudar a Chile para obtener título de propiedad sobre Tacna y Arica, a cambio de apoyo diplomático de Chile a Bolivia en todas sus cuestiones internacionales. En Santiago, a 20 días del mes de octubre de 1904, reunidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile Alberto Gutiérrez y el ministro del ramo, Emilio Bello Codesido, con el objeto principal de suscribir el Tratado de Paz y Amistad, concluido en esa misma fecha, el representante de Bolivia expuso: Que, de acuerdo con el espíritu que ha guiado a los Gobiernos de Bolivia y Chile al celebrar el referido pacto, e interpretando los propósitos de cordialidad y de armonía manifestados por sus Gobiernos en el curso de las negociaciones que acaban de terminar, Bolivia empeñará todos sus esfuerzos, ya sea conjunta o separadamente con Chile, para que los territorios de Tacna y Arica se incorporen definitivamente al territorio chileno. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores expresó que: (…) de acuerdo con su Gobierno, consideraba que los intereses comunes de Chile y Bolivia establecían entre ambas repúblicas el compromiso de unir su acción y sus esfuerzos en el sentido de hacer definitivo el dominio de Chile en los territorios de Tacna y Arica. Agregó que, en reciprocidad, Chile prestaría a Bolivia su apoyo diplomático en favor de los derechos de Bolivia sobre el territorio que actualmente, ocupa, si llegase a serle disputado por otra nación vecina, ofreciendo su mediación, los buenos oficios u otro recurso amistoso. Y para constancia, convinieron en protocolizar esa conferencia, firmando y sellando la presente en doble ejemplar.317 De acuerdo a Barros Grebe, después del referéndum no cobraba valor el voto de los bolivianos, por cuanto solo podrían votar los extranjeros habilitados para naturalizarse, debiendo tener residencia continua de cinco años e hicieran declaración jurada de obtener su naturalización. Bolivia infringía así el protocolo antes citado. Cabe señalar además -que según se desprende de ciertas

316 317

Ibídem. p. 132. Querejazu. Obra citada. pp. 601-602.

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comunicaciones cursadas entre el excanciller boliviano Eduardo Diez de Medina y el expresidente Saavedra- habría existido un intento de entendimiento de este último mientras ejercía la Presidencia con el Gobierno de Chile, en mayo de 1925, en el sentido de cooperar al triunfo de nuestro país, a cambio del puerto de Arica, proposición que fracasó, dada la declaración de neutralidad, que coincidió además con los problemas suscitados entre la Delegación chilena y el Presidente de la Comisión Plebiscitaria, general John Pershing, por la demora en la elaboración del reglamento de registro y votación, que derivaron después en la apelación hecha por nuestro Gobierno ante el árbitro, dando lugar al retiro del general Pershing.318 A Pershing le sucedió el general William Lassiter, y las inscripciones en Tacna y Arica se iniciaron en el mes de marzo de 1926. Sin perjuicio de lo anterior, el Gobierno de los Estados Unidos había insistido, con fecha 17 de febrero de 1926, en sus buenos oficios para llegar a un acuerdo entre Chile y Perú, sin suspender los trámites del sufragio. El 12 de marzo amplió su ofrecimiento, con el objetivo de lograr un arreglo sincero y duradero, sirviendo como mediador, lo que fue aceptado por ambos Gobiernos, pero manifestando Chile su negativa a la suspensión de las programaciones del plebiscito. En vista de lo anterior, acordaron reunirse en Washington el 6 de abril, sobre las bases de proposiciones elaboradas por la Secretaría de Estado y de ser aceptadas se suspendería el plebiscito. Una de las bases propuestas consideraba dar a Bolivia el control de un corredor hasta el Pacífico, dejando a Chile el territorio que quedaría al sur y al Perú al norte, debiendo pagar Bolivia una compensación adecuada por la concesión del corredor y otra en dinero por las ventajas obtenidas, pero mientras se encontraban pendientes las conversaciones, el Presidente de la Comisión, general Lassiter, dictó con fecha 14 de junio de 1926 una resolución declarando impracticable el plebiscito, que contó con el apoyo de Perú y la negativa de Chile, por lo cual nuestro Gobierno dio por terminado los buenos oficios, presentando al Árbitro con fecha 14 de agosto las reservas de sus derechos contra aquella resolución. Sin perjuicio de las dilatadas negociaciones con Perú y las incidencias que caracterizaron el fallido arbitraje y los buenos oficios de parte del Gobierno de los Estados Unidos, Chile no echó pie atrás en sus sanas intenciones de llegar a una pronta solución y el 9 de julio de 1928 acogieron, junto al vecino país, con beneplácito, la invitación del Secretario de Estado de los EE. UU. Frank Kellog para reanudar sus relaciones diplomáticas, designando a sus respectivos representantes, e iniciaron conversaciones para discutir un arreglo directo, lo que obviamente no fue del agrado de la opinión pública boliviana. Bolivia, ocupada en su litigo con Paraguay, atendiendo el llamado formulado por la Sociedad de las Naciones a la paz y al ofrecimiento de buenos oficios hecho por la Conferencia de Conciliación y Arbitraje, queriendo sacar partido de esta situación recurrió de consulta a las cancillerías americanas para conocer el camino que debería seguir para proceder de acuerdo con las naciones amigas, lo que mereció una fuerte réplica de nuestro canciller Conrado Ríos Gallardo, llamando la atención lo tardío de su consulta 318

Barros Grebe. Obra citada. p. 135.

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después del ataque a los fortines paraguayos, sugiriéndole escoger uno de los medios pacíficos e invitándole a meditar sobre las desastrosas consecuencias de una guerra. Finalmente, en un ambiente de cordialidad y armonía, Chile y Perú llegaron a un acuerdo directo el 3 de junio de 1929, suscribiendo el Tratado de Lima y el Protocolo Complementario, dando solución definitivamente al problema de Tacna y Arica. Conscientemente nos hemos extendido en este apartado, con el objeto de dejar claramente señalados los esfuerzos reales hechos por nuestro país, para cumplir con lo especificado en el artículo tercero del Tratado de Ancón y realizar el plebiscito allí establecido, terminando así con el mito boliviano que nuestro Gobierno le puso obstáculo para que dicho referéndum se realizara. Chile, junto con desear obtener la cesión absoluta y definitiva de Tarapacá como justa indemnización de guerra y como condición indispensable de seguridad de sus fronteras, siempre estuvo dispuesto a disponer de parte de dicho territorio para llevar a efecto la ya citada “política boliviana” tendiente a conceder una salida soberana a Bolivia a través de nuestras costas. 4.2. La nota de Abraham König Posición boliviana

A inicios del siglo XX Chile cambió su posición y pretendió negar los compromisos asumidos con Bolivia previamente. Prueba de ello es la nota de 13 de agosto de 1900 remitida por el ministro plenipotenciario de Chile en La Paz, Abraham König, al Gobierno de Bolivia. En ella el Plenipotenciario manifestaba: Terminado la guerra, la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fue vencida, no tenía con qué pagar y entregó el Litoral. Esta entrega es indefinida, por tiempo indefinido; así lo dice el Pacto de Tregua: fue una entrega absoluto, incondicional, perpetua (...). En consecuencia, Chile no debe nada, no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un puerto a favor de Bolivia (...). Es un error muy esparcido y que se repite diariamente en la prensa y en la calle, el opinar que Bolivia tiene derecho de exigir un puerto en compensación de su Litoral. No hay tal cosa. Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él con el mismo título que Alemania anexó al imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con que los Estados Unidos de América del Norte han tomado a Puerto Rico. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones. Que el Litoral es rico y vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale: que si nada valiera, no habría interés en su conservación.319 Opinión del autor

Lamentablemente, este tema ha sido recurrente por parte de las autoridades 319

DIREMAR. Obra citada. p. 30.

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bolivianas, debido a que las expresiones vertidas por el Ministro Plenipotenciario chileno en La Paz, no se condecían, en primer lugar, con la calidad de que estaba investido -aunque así lo pensara- y en segundo lugar, las razones no estaban basadas en el resultado de la guerra, que solo fue una consecuencia, sino en los derechos que legítimamente tenía sobre los territorios ambicionados por Bolivia. Es obvio que lo anterior ha dado origen a que en cada oportunidad en que Bolivia agita el tema de la mediterraneidad, haga uso comunicacional de la nota de König. Ha merecido las peores descalificaciones por parte de sus detractores, que no han economizado vocabulario para referirse a él como: energúmeno chileno, pinta de cuerpo entero la actitud matonesca de Chile, para quedarse con el litoral robado a Bolivia; el matón König explica con claridad (…); respondió con la mayor prepotencia y sinvergüenzura (…), etc.320 Algunos investigadores sostienen que la actitud de nuestro ministro en La Paz obedeció al agotamiento de su paciencia, dada las innumerables gestiones realizadas para llegar a buen término y sin lograr resultado alguno y muy en particular con declaraciones hechas por el presidente José Manuel Pando al Congreso Nacional, antes que nuestro encargado informara al Gobierno de Chile el tenor de las conversaciones preliminares, en el sentido de que Bolivia debía obtener una adecuada compensación a orillas del Pacífico con comunicación territorial hasta el altiplano, antes de renunciar para siempre a su antiguo litoral.321 El autor reconoce que cuando por vez primera tuvo acceso a las expresiones de König, no le causaron buena impresión por ocuparse un lenguaje que por lo general no se aviene con el usado en las relaciones diplomáticas. Pero, ¿fueron éstas utilizadas en forma aislada? ¿En qué contexto? Sin el ánimo de excusarlo, podríamos decir, utilizando las expresiones tan en boga en la política cuando se pretende justificar algo que no se debería haber dicho, “que fueron sacadas de contexto”. En efecto, el 13 de agosto de 1900, el ministro König, en conocimiento de la determinación del Gobierno de Bolivia de someter al Congreso las propuestas de arreglo para la paz definitiva con Chile, hizo llegar a la Cancillería de dicho país una extensa nota que contenía en forma concisa las bases definitivas aceptadas por Chile, más una serie de reflexiones en torno a ellas y de las consiguientes proposiciones de su contraparte, con el ánimo de que quien tendría la responsabilidad de decidir al respecto, las tuviesen en consideración. (…) tengo la honra de poner en manos de V.E. la presente nota, que contiene una sucinta explicación de las bases definitivas de paz aceptadas por mi Gobierno. Sometidas dichas bases al juicio del Congreso boliviano, he considerado útil que los representantes del pueblo tengan cabal conocimiento de su texto y de las razones que lo justifican. 320 321

Vásquez. La nota de König. Carb.blog.spot.30 junio 2015. Consultada 25 agosto 2015. Querejazu Calvo. Obra citada. p. 590.

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Luego prosigue: En cumplimiento de las instrucciones de mi Gobierno y partiendo del antecedente aceptado por ambos países de que el antiguo litoral boliviano es y será para siempre de Chile, tuve el honor de presentar a V.E. las siguientes bases de un tratado de paz y amistad. El Gobierno de Chile estará dispuesto, a trueque de celebrar el tratado de paz con Bolivia, a otorgar, en cambio de la cesión definitiva del litoral boliviano que hoy ocupamos en virtud del Pacto de Tregua, las siguientes compensaciones: 1. Hacerse cargo y comprometerse al pago de las obligaciones contraídas por el Gobierno de Bolivia a favor de las empresas mineras de Huanchaca, Corocoro, y Oruro y del saldo del empréstito boliviano levantado en Chile en 1867, una vez deducidas las cantidades que hubiesen sido de abono a esa cuenta según el artículo 6º del Pacto de Tregua. Chile podría, asimismo, satisfacer los siguientes créditos que pesaban sobre el litoral boliviano: el que corresponde a los bonos emitidos para la construcción del ferrocarril de Mejillones a Caracoles; el crédito a favor de Pedro Lópes Gama, representado en la actualidad por la casa de Alsop y Ca. de Valparaíso; el de Enrique Meiggs, representado por Eduardo Squire, procedente del contrato celebrado por el primero con el Gobierno de Bolivia el 20 de mayo de 1876 sobre arrendamiento de las salitreras fiscales del Toco; y el reconocido a favor de la familia de Juan Garday. Estos créditos serán objeto de particular liquidación y de una especificación detallada en un protocolo complementario. 2. Una suma de dinero que será fijada de común acuerdo por ambos Gobiernos y que deberá invertirse en la construcción de un ferrocarril que, o bien en algún puerto de nuestra costa con el interior de Bolivia o bien sea la prolongación del actual ferrocarril de Oruro. A juicio del infrascrito, esta suma no deberá exceder de seis millones de pesos y la determinación de los puntos de partida del ferrocarril, serán resueltos de común acuerdo por ambos Gobiernos. 3. El puerto elegido para punto de partida de ese ferrocarril será declarado franco para los productos y mercaderías que por él se internen en tránsito para Bolivia y para los productos y mercaderías bolivianas que por el mismo se exporten. Como “después de la guerra todos son generales”, si bien las bases propuestas para el Tratado de Paz eran suficientemente claras, este autor estima que el preámbulo adolecía de falta de firmeza o fue meridianamente insuficiente para afirmar que el litoral pretendido por Bolivia, no solamente se mantenía ocupado en virtud del Pacto de Tregua, sino porque ello se sustentaba en títulos históricos y del cual Chile se había desprendido en virtud de un tratado incumplido por Bolivia y que fuere reivindicado durante el conflicto. Las expresiones antiguo litoral boliviano o cesión definitiva del litoral boliviano inducen a creer que ello fue producto de una guerra de conquista. Cabe señalar que con respecto a esta misma observación se refiere César Vásquez Bazán en Política, Economía, Historia. König prosigue en su escrito:

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En las diversas conferencias que tuve con V.E., analizando las bases anteriormente transcritas, V.E. me manifestó que, a su juicio las ofertas hechas no eran suficiente compensación del litoral boliviano y que Bolivia necesitaba de un puerto y de absoluta libertad comercial. El Gobierno de Bolivia estima que el Pacto de tregua que favorece excepcionalmente el comercio de Chile, es gravoso para Bolivia y ha dado origen a reclamaciones de potencias europeas. Bolivia mira su independencia política y quiere quedar en libertad de desahuciar los tratados que la perjudican y de celebrar otros que le convengan, sin que esto signifique hostilidad a Chile, pues queda entendido que en adelante Bolivia otorgará a Chile las franquicias comerciales que concederá a otras naciones. Quisiera ponerme en el lugar del ministro cuando se informaba que las ofertas del Gobierno de Chile eran consideradas insuficientes por el país que se coludió con el Perú para hacernos la guerra, que tempranamente se había retirado de ésta totalmente derrotado y que obviamente no estaba en condiciones de decidir qué era lo que más le convenía; que debíamos darnos por satisfechos que nos otorgaría las mismas facilidades comerciales que se le concediesen a terceros en el puerto que nosotros habríamos de obsequiar, etc. Los lectores coincidirán con nosotros que los negociadores bolivianos eran además de pertinaces muy osados. Continúa nuestro Ministro Plenipotenciario: Días después, y como resultado natural de las conferencias, V.E. me comunicó las proposiciones acordados por el Gobierno y que son las siguientes: König describe en primer lugar las obligaciones propuestas por nuestro Gobierno exactamente como fueron consideradas en las bases y agrega continuación: El Gobierno de Chile se obliga a ceder a Bolivia, de sus posesiones de la costa del Pacífico, el dominio perpetuo de una zona de territorio que comprenda uno de los puertos actualmente conocidos, la cual zona, situada al norte de aquellas posesiones, se extenderá hasta la frontera boliviana. Cuando se impuso de esta respuesta, el representante chileno debe haberse sentido muy incómodo, revolcándose en su asiento, deseoso de informar a Chile y preparar la nota del 13 de agosto con el ánimo bastante alterado. Y prosiguiendo en el texto de la respuesta oficial agrega el resto de la contraoferta boliviana: Las relaciones comerciales continuarán entre ambos Estados. En lo sucesivo, cada nación, consultando sus propias conveniencias, podrá gravar o declarar libre de derechos fiscales y municipales los productos naturales y manufacturados que se importen de la otra. Las mercaderías extranjeras que se introduzcan a Bolivia por cualquiera de los puertos chilenos y los productos naturales y manufacturados que se exporten por los mismos puertos al extranjero, tendrán libre tránsito. En cambio de estas condiciones, el Gobierno de Bolivia está dispuesto a celebrar el Tratado de Paz que asegure la cesión definitiva del litoral boliviano ocupado por

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Chile. König representa a continuación una omisión importante de la contrapropuesta de Bolivia: En las bases anteriores no se toma en cuenta la oferta de seis millones de pesos destinados a la construcción de un ferrocarril. Esta suma no es despreciable y puedo repetir aquí a V.E. lo que he tenido ocasión de insinuarle diferentes veces, que mi Gobierno estaría dispuesto a aumentarla si se aceptara sus proposiciones de arreglo. Agrega luego: Sometidas las bases de la Cancillería boliviana al estudio de mi Gobierno, no hubo inconveniente para aceptar los dos cláusulas que se refieren a la liberad comercial. Es entendido que Chile quedará en las mismas condiciones de las Potencias que más adelante celebren tratados comerciales con Bolivia. El ministro chileno continúa precisando la supuesta concesión ofertada por Bolivia, y aclara lo siguiente: V.E. convendrá que esta explicación no significa ninguna concesión hecha a mi país. La libertad comercial de Bolivia, en un tratado celebrado con Chile, no lleva consigo la idea de hostilidad. Sería un contrasentido que mi país ajustara convenciones destinadas a perjudicar su comercio. V.E. me repitió además, que si Bolivia trabaja para conseguir la absoluta libertad comercial, lo hace por razón de su independencia de nación y también con el objeto de desahuciar tratados que han llegado a ser onerosos con el tiempo. Como mi Gobierno está animado de los mejores propósitos, no ha habido dificultad en aceptar estas cláusulas de libertad comercial, dando así una prueba manifiesta del deseo de concluir alguna vez con nuestras diferencias y de procurar el ensanche del comercio boliviano. Puntualiza en seguida, el mejor y mayor efecto que tendrá para Bolivia la aceptación de las bases propuestas por Chile, en comparación con el Pacto de Tregua de 1884. Chile renuncia las positivas ventajas consignadas en el Pacto de Tregua y en el Protocolo complementario a dicho pacto, que favorecen su comercio, a trueque de obtener una paz estable y beneficiosa para ambos pueblos. En adelante no tendrá otras franquicias comerciales que las que Bolivia tenga a bien acordar a otras Potencias, Chile, en una palabra, hace una gran concesión a Bolivia. De este estudio comparativo aparece que la única dificultad que existe y que impide un arreglo que reclaman a voces chilenos y bolivianos, es la segunda de las bases propuestas por el Gobierno de Bolivia. Hasta aquí se podrá fácilmente apreciar que el oficio de König no ofrecía ningún resquemor, independientes de las posiciones asumidas por cada Gobierno, pero que entran en el plano general de las negociaciones. Sin embargo, al acercarse al punto más conflictivo, el asunto del puerto, la temperatura comenzó a subir gradualmente.

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En obedecimiento, tal vez, a opiniones de otro tiempo, V.E. consigna como una aspiración del pueblo boliviano la de poseer a perpetuidad una zona de territorio que comprenda uno de los puertos actualmente conocidos.322 Esta zona deberá estar situada a la extremidad norte de las posiciones chilenas y se extenderá hasta la frontera boliviana. He aquí una exigencia doblemente difícil y casi imposible de cumplir. Continúa la nota con algunas expresiones que sin duda deben haber molestado bastante a Eleodoro Villazón, ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, a quien iba dirigía la comunicación, donde la ironía se hace evidente: ¿Dónde encontraremos, señor Ministro, una zona y un puerto que correspondan precisamente a la ubicación señalada con tanta precisión en la cláusula citada? Nuestra costa llega por el norte hasta la quebrada de Camarones, en conformidad al Tratado de Paz celebrado con Perú. Siendo cosa sabida y entendida que Bolivia no pretende zona ni puerto en el territorio de su antiguo litoral, no diviso, a la verdad, de donde podríamos nosotros entregar a Bolivia lo que pide. Destacamos la frase anterior porque deja en evidencia el poco cuidado en la redacción de documentos oficiales -a nuestro juicio- al hacer referencia a dicho territorio en tales términos, por las razones citadas con anterioridad. Y luego comienzan los baldes de agua fría: No habrá chileno capaz de firmar un tratado de paz con una cláusula semejante. Desde la quebrada de Camarones al sur, hasta el estrecho de Magallanes, todas las poblaciones son chilenas, netamente chilenas, formadas, desarrolladas y sustentadas con nuestros nacionales, con nuestros capitales, con el sudor y el esfuerzo del pueblo chileno. En estas poblaciones, incluyendo también el antiguo litoral de Bolivia, no hay casi bolivianos. Conceder, pues, una zona y un puerto en esos lugares sería entregar a nación extraña millares de familias chilenas, y esto en plena paz, por pura condescendencia graciosa. Bolivia se presentaría en actitud hostil y no tranquila y pacífica por el solo hecho de sustentar tan temeraria pretensión. König no podía ser más claro al recordarle que ese tema ya estaba agotado y reconocido como tal en años anteriores, de modo que no tenía sentido seguir insistiendo, a menos que pretendieran obtener dichos beneficios por agotamiento, o exprofeso, dilatarlos por razones de política interna u otros intereses. Ya en 1884, en las conferencias que tuvieron lugar en Santiago entre los Ministros Plenipotenciarios de Bolivia y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, y que dieron por resultado el Pacto de Tregua, se trató este punto y quedó eliminado por consentimiento de los mismos representantes de Bolivia. Quedó convenido entonces que una salida al Pacífico que produjera una solución 322

El destacado es del autor.

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de continuidad en el mismo territorio chileno, es inaceptable por su propia naturaleza. Y hace muy poco tiempo, en 1890, el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Chile, en nota de 29 de abril del año citado, dirijida a nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, reconoce lo mismo que los plenipotenciarios bolivianos habían reconocido en 1884, esto es, que es inaceptable, por su propia naturaleza, solicitar una zona de terreno que produjera un solución de continuidad en el territorio de la República. Creo, en consecuencia, que V.E. no ha fijado su pensamiento en el territorio que se extiende al sur de la quebrada de Camarones y que, por el contrario, al redactar la cláusula de que me ocupo, ha tenido constantemente fija la atención en las provincias que se extienden al norte del límite apuntado. Es cierto que por tratado sobre transferencia de territorios firmado el 18 de mayo de 1895, se estableció condicionalmente que si a consecuencia del plebiscito que haya de tener lugar en conformidad al Tratado de Ancón, o a virtud de arreglos directos, adquiriese la República de Chile el dominio y soberanía permanente sobre los territorios de Tacna y Arica, se obliga a transferirlos a la República de Bolivia en la misma forma y con la misma extensión que los adquiera, sin perjuicio de lo establecido en el artículo II. En el momento actual, cita, y esto es lo importante, la República de Chile no ha adquirido todavía dominio y soberanía permanente sobre los territorios de Tacna y Arica. Basar un tratado de paz en un acontecimiento que no se ha realizado, que depende, en parte, de voluntad ajena, es hacer una obra deleznable y proceder a suscitar dificultades en vez de ponerles término, es volver a caer en el mismo error que se padeció en 1895. Y a propósito de los Pactos de Mayo de 1895, de cuyas materias nos ocuparemos en un capítulo posterior, se encarga de enrostrar las causas del atraso en su aprobación, que ya llevaba cerca de cinco años. Continúa el ministro: Sería penoso entrar a averiguar minuciosamente las causas que han retardado la aprobación constitucional de los tratados de 1895; pero V.E. no debe olvidar que no han sido extraños a esas causas el Protocolo adicional de 9 de diciembre de 1895 y el aclaratorio del anterior de 30 de abril de 1896. Dichos protocolos, especialmente el primero que contiene exigencias bolivianas de última hora, forman con los tratados un solo cuerpo, de tal manera que su falta de aprobación importa un desacuerdo sobre una base fundamental que hace ineficaces todos los tratados de mayo de 1895. Luego, queriendo enfatizar la gran oportunidad que se perdía Bolivia con el retardo de dichos pactos, y al mismo tiempo la generosidad de nuestro Gobierno, replica: La redacción de los tratados y de los protocolos, la simple lectura de estos documentos, revela a las claras la buena voluntad del Gobierno de Chile. Plenamente quedó demostrado entonces el vivo deseo que tenía Chile de ganar y

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conservar la buena amistad de Bolivia, pues al concederle lo más rico de las provincias de Tacna y Arica, todo espíritu imparcial tendrá que reconocer que procedía con extremada generosidad. Como buen abogado y seguramente acostumbrado a sus intervenciones en el parlamento chileno en un pasado no muy lejano, su redacción no daba descanso en precisar la indecisión boliviana, y en el nulo avance en llegar a un acuerdo definitivo desde el Pacto de Tregua: No se han perfeccionado esos pactos, desgraciadamente; no se ha cumplido la condición estipulada. Fueron pactos prematuros, muertos antes de nacer. No habiéndose realizado el plebiscito de que habla el Tratado de Arcón, nos encontramos hoy en la misma situación jurídica que tenían ambos países en 1884. Los Plenipotenciarios bolivianos que negociaron el Pacto de Tregua, pidieron con insistencia una salida al Pacífico para Bolivia y creyeron que podrían obtenerla en el extremo norte del territorio cedido temporalmente por el Perú. El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile se negó terminantemente a esta petición. A su juicio esa petición no estaba siquiera dentro de la esfera de acción y de las facultades del Gobierno; Chile no había adquirido el dominio de aquellos territorios, sino una mera expectativa sujeta a plazos y condiciones estipuladas en el Tratado de Ancón. Y lo obvio: Hoy podemos repetir iguales conceptos. El plebiscito no se ha verificado; no es posible celebrar tratados tomando por base acontecimientos que no se han realizado y que dependen, en parte, de voluntad ajena. Transcurrida ya varias páginas de esa extensa comunicación, era necesario reflejar una vez más, con absoluta claridad, que nuestro país estaba desplegando todas sus fuerzas y capacidades para dar cumplimiento al Tratado de Ancón, y llevar a cabo el referendo, dando a entender además la plena confianza que el triunfo favorecería a Chile, sin perjuicio de subrayar que ya no estaban las condiciones para reiterar los ofrecimientos establecidos en los Pactos de Mayo: El Gobierno y el pueblo de Chile, están vivamente interesados en que el plebiscito tenga lugar lo más pronto posible, y el Gobierno, y el pueblo desean que el acto se verifique en condiciones que satisfagan las legítimas aspiraciones nacionales. Cuando llegue el día de su celebración, esperamos confiadamente que el plebiscito será favorable a Chile. V.E. sabe que la opinión pública de mi país se ha modificado notablemente a contar de los últimos días de 1895. Hoy no se piensa como en años pasados. Es digno tema de meditación para los hombres de estado de Bolivia investigar por qué un pueblo sesudo y justiciero, como el pueblo chileno, tiene sobre Tacna y Arica ideas uniforme muy distintas de las que manifestó públicamente en mayo de 1895.

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Para hablar con la claridad que exigen a veces los negocios internacionales, menester es declarar que Bolivia no debe contar con la transferencia de los territorios de Tacna y Arica, aunque el plebiscito sea favorable a Chile. El pueblo chileno, con una uniformidad que no se ve de ordinario en otras naciones, ha manifestado su voluntad de conservar esos territorios como una justa compensación de los sacrificios de todo orden impuestos al país. No habrá inconvenientes para ceder una zona al norte de Arica, es decir, en el extremo norte de las posesiones chilenas en el Pacífico, conformándose así a la letra la cláusula segunda de las proposiciones del Gobierno de Bolivia; pero la naturaleza se opone a este buen deseo de nuestra parte. Al norte de Arica no hay puerto ni siquiera una caleta mediana; desde Arica hasta Sama la costa es brava y casi inabordable. Quienes se han tomado la molestia de seguir esta lectura, habrán podido apreciar que poco a poco, el ministro chileno fue endureciendo su lenguaje, siendo más categórico, como deseoso de dar por terminado pronto este enojoso asunto. Después de lo dicho, la conclusión se impone por la fuerza. Chile no acepta la cesión de la zona y del puerto pedidos por Bolivia, porque, a pesar de sus buenos propósitos, está en la imposibilidad de satisfacer tales exigencias. No hay puerto que ceder. Al sur de Camarones todos los puertos son chilenos, habitados en su totalidad por ciudadanos chilenos, la concesión de una zona, además, en cualquiera latitud, traería por resultado la división de nuestro país en dos trozos separados; se produciría una solución de continuidad, lo que es inaceptable. Entre la quebrada de Camarones y Arica, el único puerto que merece el nombre de tal, es Arica, y éste lo necesita nuestro país; el dominio de los territorios de Tacna y Arica no puede mantenerse sin la posesión y el dominio del puerto. Al norte de Arica la vista se pierde siguiendo la sinuosidades de una costa inhospitalaria. Aún en el caso de que mi país deseara vehementemente dar cumplimiento a las aspiraciones de Bolivia, no sabría cómo realizarlas. Por la fuerza, entonces, tenemos que descartar esta exigencia, que viene a impedir un acuerdo amigable entre los dos pueblos. Cabe preguntar aquí, señor Ministro, si Bolivia tiene necesidad imprescindible de un puerto en el Pacífico. Me atrevo a dar una respuesta negativa. Cincuenta años más tarde, este mismo pensamiento fue expuesto por el varias veces Presidente de la República, Víctor Paz Estenssoro, en una carta a Hernán Siles Suazo que gobernó Bolivia en dos oportunidades. Continúa nuestro agente haciendo ver, en su larga exposición, las ventajas que tendría Bolivia en los puertos chilenos y que, a su juicio, un puerto propio no mejoraría o no contribuiría a optimizar el su comercio: Son varias las consideraciones que se hacen valer en apoyo de la cesión de un puerto, pero todas ellas pueden condensarse en el siguiente pensamiento consignado en un importantísimo documento gubernativo: No ha podido llegarse

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a ningún acuerdo (con Chile) porque se ha rechazado la muy legítima exigencia de Bolivia, de que, en compensación de su valioso litoral, se le conceda por lo menos la soberanía de un puerto para su comunicación libre e independiente con los demás Estados del mundo civilizado. La legítima exigencia de un puerto se funda en que Bolivia quiere asegurar su comunicación libre e independiente con el resto del mundo. En presencia de tal deseo, alguien se atrevería a pensar que Bolivia carece de comunicación libre e independiente o que, por lo menos, el Gobierno de Chile estorba de alguna manera la libertad de sus comunicaciones; V.E. sabe que ni una ni otra cosa son verdaderas. El hecho público, positivo e incontestable es que el Gobierno y el pueblo de Bolivia están en posesión de la más absoluta libertad e independencia para sus comunicaciones de todo género. El Gobierno y el pueblo de Chile, se encuentran en la misma situación, exactamente en la misma favorable condición que el Gobierno y el pueblo boliviano. Abrigo la convicción de que un puerto propio no añadiría nada al comercio ni al poder de Bolivia. Durante la paz, Bolivia exportará sus productos por los puertos chilenos y especialmente en Antofagasta y Arica, que serán puntos de término de líneas férreas y, por consiguiente, puerto francos. Bolivia tendrá en ambos puertos sus empleados de aduana que dependerán exclusivamente de las autoridades de su país. Actualmente funcionan en Antofagasta empleados chilenos y bolivianos en la aduana de ese puerto, con verdaderas ventajas para Bolivia y sin tropiezo de ninguna clase. Si más tarde intentare Bolivia levantar un empréstito en Europa, dando como garantía la renta sus aduanas, no sería, ciertamente, un estorbo para esta operación financiera, el hecho de que las entradas aduaneras de Bolivia, afectas al pago de aquel empréstito, se cobraran en un puerto chileno, ya que felizmente, el crédito de mi país goza generalmente en el mundo de sólida y merecida reputación. Y en cuanto a dar consejos, nuestro incansable ministro no pierde la oportunidad de indicar que es, a su parecer, lo más conveniente para Bolivia: Lo que interesa vivamente a esta nación son los caminos, las líneas férreas, sobre todo, que la pongan en contacto con los puertos chilenos. Fletes baratos, facilidad de comunicaciones, he aquí lo importante y vital para prosperar durante la paz. König comienza entonces a sustituir los términos recatados y puntillosos por “guantes de quince onzas”, incluyendo amedrentamiento, exageraciones, consejos, adulaciones y pautas, que le causaron tantos dolores de cabeza y que hasta el día de hoy le siguen pesando a nuestro Gobierno, pues la propaganda boliviana los ha usado como una fuente inagotable para victimizarse, tal como se puede apreciar en las expresiones que se indican a continuación, sin perjuicio de la razón que el ministro tenía:

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En tiempo de guerra, las fuerzas de Chile se apoderarían del único puerto boliviano con la misma facilidad con que ocuparon todos los puertos del litoral de Bolivia en 1879. Esto no es un vano orgullo, porque sabido es de todos los que conocen los recursos de mi país, pues su poder ofensivo se ha centuplicado en los últimos veinte años. Si todo lo dicho más arriba es verdadero, hay que confesar señor Ministro, que un puerto propio no es indispensable y que su adquisición no aumentaría el poder de Bolivia en tiempo de paz, ni en tiempo de guerra. Y si el dominio de una angosta faja de terreno y de un puerto, que en nada aumentaría el poder productivo y guerrero de esta nación, es el único obstáculo que encontramos para firmar un tratado de paz ¿no es natural que los espíritus patriotas y bien inspirados dejen a una lado tales pretensiones y busquen otros caminos para llegar a una solución conveniente? Manteniendo la exigencia de un puerto se va a lo desconocido, se agrava la situación actual, de suyo precaria y llena de peligros; abandonándola, se facilita el acuerdo entre los dos países, se quita el único obstáculo que impide la celebración del tratado de paz. En materia tan delicada es preciso juzgar con ánimo sereno y no apasionado, olvidar ideas preconcebidas y ver las cosas tales como son y no como pudieran ser. El hombre de estado deber mirar más allá del día de mañana. Es propio de políticos vulgares aferrarse a una idea que esté en armonía con el sentimiento público dominante, porque de esta manera no hay necesidad de observar y estudiar, ni menos de combatir: basta y sobra con dejarse llevar. Yo desearía señor Ministro, que un espíritu culto, inteligente y perspicaz como el de V.E. abandonara el camino fácil y trillado y entrara a investigar si conseguir la buena y perpetua amistad de Chile, importa para Bolivia mucho más que una angosta faja de territorio estéril y un puerto enclavado en ella. Medítese un momento y se llegará a esta conclusión: que la amistad de Chile puede ser en gran manera provechosa para Bolivia, al par que la tirantez de relaciones entre ambos países no daría para ella el mismo resultado. Cualquier espíritu sereno se inclinaría a creer que los hombres de estado de este país no trepidarían en la elección. Hace muchos años que mi país desea convertir el Pacto de Tregua en tratado de paz, arreglar de una manera definitiva todas sus diferencias con Bolivia. Chile quiere dedicarse al trabajo con sosiego, sin sobresaltos y aspira, como es natural, a una paz honrosa, permanente, y que reporte utilidades a ambos pueblos. Una serie de acontecimientos, muy desagradables algunos, le han hecho ver, además, que hay absoluta necesidad de terminar cuanto antes todas estas dificultades de vecindad. No podemos esperar más. El Gobierno y el pueblo de Chile consideran que han esperado con paciencia.

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Según nuestro criterio, las bases propuestas por Chile son equitativas, las únicas compatibles con la situación actual. Sería una verdadera desgracia que el Congreso boliviano pensara de distinta manera. Al parecer König, a esta altura de su escrito estaba agotado -como deben estar los lectores de la presente- y haciendo uso de todo su arsenal, descargó con todas las fuerzas disponibles hasta agotar sus municiones, dispuesto a obtener por este procedimiento la aprobación a las bases presentadas por el Gobierno de Chile: Es un error muy esparcido y que se repite diariamente en la prensa y en la calle, el afirmar que Bolivia tiene derecho a exigir un puerto en compensación de su litoral. No hay tal cosa. Chile ha ocupado el litoral y se ha apoderado de él, con el mismo título con que Alemana anexó al imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con que los Estados Unidos de América del Norte han tomado Puerto Rico. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones. Que el litoral es rico y que vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale; que si nada valiera, no habría interés en su conservación. Terminada la guerra, la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fue vencida, no tenía con que pagar y entregó el litoral. Esta entrega es indefinida, por tiempo indefinido; así lo dice el Pacto de Tregua: fue una entrega absoluta, incondicional, perpetua. En consecuencia, Chile no debe nada, no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un puerto. En consecuencia, también, las bases de paz propuestas y aceptadas por mi país, y que importan grandes concesiones a Bolivia, deben ser consideras no sólo como equitativas, sino como generosas. Es de esperar que los miembros del Congreso, diputados y senadores, que conocen su país y desean su bienestar, procedan con el espíritu elevado y justiciero que se necesita para dar término a todas las dificultades pendientes. Culmina el Ministro Plenipotenciario, después de haber dejado tantos heridos en el campo de la diplomacia, con las palabras y estilo de rigor en este tipo de comunicaciones: Confiando en que al tomarse sobre estos graves asuntos una resolución final, ella se inspire a la vez en los bien entendidos intereses de Bolivia y en las benévolas disposiciones de Chile, me es particularmente grato, señor Ministro, dejar aquí constancia de la cordialidad en que se han inspirado las negociaciones que he tenido el honor de gestionar con V.E. y del elevado espíritu con que han sido sostenidas las discusiones a que ellas han dado lugar. Aprovecho esta oportunidad de renovar a V.E. los sentimientos de mi más alta y distinguida consideración y especial aprecio.

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Abraham König323 En un plano de objetividad y de justa crítica, no podemos menos que censurar a König por el uso de expresiones -que si bien son abiertamente francas- el acento puesto en ellas no es de uso normal en el ámbito diplomático, aunque su interés fuese el de obtener, de una vez por todas, un acuerdo que tanto se había dilatado para alcanzar una paz definitiva. Los términos empleados han dado lugar para que Bolivia respalde equívocas acusaciones de los recursos de fuerza empleados por nuestro Gobierno, para imponer el Tratado de Paz de 1904. A posteriori, estas expresiones han terminado por debilitar la esencia de nuestros sólidos argumentos y la legalidad de los derechos que llevaron a Chile a recuperar su litoral, y de enfrentar a una coalición maliciosa y secretamente fraguada. Por otra parte, si bien es cierto que el discurso de König fue extremadamente crudo, duro y poco tradicional en el lenguaje de la diplomacia, el destacado político boliviano Avelino Aramayo, en conferencias dadas en Tupiza y Oruro “El Tratado con Chile y los ferrocarriles de Bolivia”, realizadas el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 1905 respectivamente, se refirió a la participación de König en los siguientes términos: Don Abraham König nos dijo con mucha crudeza ciertas verdades que chocaron a la América sentimental y las simpatías estuvieron con nosotros, pero las verdades quedaron. Lo propio sucedió cuando dijimos que Chile no tenía puertos que darnos y que nosotros no teníamos litoral que vender. Muy chocante, muy impolítico cuando se piensa que hay que halagar los sentimientos delicados y melifluos de los que abrigan quiméricas esperanzas; pero revelaciones indispensables son necesarias cuando se trata de despertar los sentimientos viriles de un pueblo que quiere y debe conocer la verdad para buscar su salvación en propósitos reales y hechos tangibles y no en ilusiones ridículas.324 Un año antes, el ministro boliviano José Carrasco había dicho: König habló el lenguaje de la verdad sin los atavíos de la diplomacia. Supimos, entonces, que Chile no pensaba, ni remotamente, conceder un puerto de compensación del litoral y supimos también que nuestras esperanzas en la Argentina se desvanecían como las frágiles nubes de la tempestad.325 La alusión a Argentina hecha por Carrasco, sin duda se debía a los Pactos de Mayo de 1902 celebrados entre Chile y Argentina, despejándose por parte de nuestro Gobierno la incógnita de que Argentina no intervendría en cuestiones del Pacífico, y que por su parte, Chile se habría comprometido a no intervenir en el

323

Donato Lanza y Lanza. La política boliviana y las pretensiones de Chile. pp. XXVII-XL. Aramayo Avelino. Biblioteca del Congreso. El Tratado con Chile y los Ferrocarriles de Bolivia. Citado por la Corporación de Defensa de la Soberanía. La famosa nota del ministro König. Mito y Consecuencias. (1900-1902). http://www.soberaniachile.cl/tratado_chileno_boliviano_de_1904.html. 325 Lagos. Obra citada. p. 86. 324

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Atlántico. Con posterioridad al asunto König, el 30 de septiembre de 1900, bajo la presidencia del presidente Federico Errázuriz, nuestra Cancillería hizo llegar a sus ministros en Lima y La Paz instrucciones para que le comunicasen a los respectivos Gobiernos, que Chile haría uso de la amplitud del derecho que le otorgaba el pacto de Ancón y que entendía reservarse para sí, el dominio de Tacna y Arica, en caso de serle favorable el plebiscito y que estaba dispuesto a compensar a Bolivia generosamente el litoral ocupado a título de indemnización, a cambio de acordar cuanto antes las bases para un paz definitiva, pero eliminando de aquellas, las exigencias sobre Tacna y Arica. Esta misma comunicación trataba de suavizar los términos empleados por König, pero reconocía además que Bolivia tenía litoral propio entre el paralelo 23° L.S. y la desembocadura del Río Loa, administrado por Chile desde el Pacto de Tregua de 1884, y que Chile había reivindicado lo que era suyo, desde dicho paralelo hasta el paralelo 24°L.S., al quedar invalidado el contrato de cesión pero no por conquista. La parte del litoral boliviano ocupado por Chile, que podía ser materia de compensaciones, era en sí misma de escaso valor, pudiendo Chile conservarla como una módica aunque insuficiente indemnización de guerra. Chile no ocupó el litoral boliviano atraído por riquezas que no existen ni lo conserva por su valor material. Recuperó su mejor y más intensa porción a título de reivindicación, y conserva la otra parte porque ella es necesaria a su existencia, porque es condición indispensable de su nacionalidad política, administrativa y geográfica, que de otra manera se hallaría interrumpida, dislocada, imposible.326 Esta misiva mereció el reclamo de Bolivia, alegando que en virtud del Pacto de Tregua de 1884, correspondía a Bolivia una eventual entrega de litoral en esa zona, afirmación absolutamente ajena a lo que el tratado establecía y carente de toda base de sustentación. Pero junto con expresar que su Gobierno estaría dispuesto a conversar sobre esa nueva proposición, simultáneamente hicieron gestiones, en forma reservada, con el Gobierno del presidente Theodore Roosevelt para que interviniera a favor de Perú y Bolivia, haciendo difusión con gran cobertura en dicho país de un folleto con una versión interesada de los hechos. La Secretaría de Estado finalmente desistió de inmiscuirse en dicho asunto, lo que luego el Gobierno de EE. UU. hizo público.327 Publicaciones hechas por Julio Zegers en el diario El Ferrocarril, con respecto a la situación de las relaciones entre Chile y sus vecinos, daban fe del grado de su precariedad en la cual coincidían los diferentes sectores políticos. El cuadrillazo tomó cuerpo durante las sesiones preliminares del segundo Congreso Interamericano, iniciado el 22 de octubre de 1901. Argentina, Bolivia y Perú sostenían la fórmula del arbitraje forzoso de toda disputa fronteriza, incluso con 326 327

Barros Borgoño. Obra citada. p. 156. Bolivia históricamente ha explotado en muy buena forma las comunicaciones. Algo semejante en tiempos actuales con El Libro Azul del año 2004 y El Libro del Mar en 2014. Nota del autor.

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efecto retroactivo, lo que realmente no solo habría afectado a todas las naciones de América, sino que constituía una real amenaza a la paz del continente. Chile logró, sin embargo, modificar la redacción de un acuerdo en dicho sentido, con el apoyo de varios países. La angustiosa y frágil situación, tanto interna como externa de Bolivia, hizo que las relaciones con el Perú se deterioraran hasta tal punto que surgió la novedosa y pintoresca propuesta de Nicolás de Piérola de “polonizar” el país, recrudeciendo la antigua hostilidad entre ambas naciones. Agréguese además, el conflicto de Bolivia con Brasil por la disputa territorial de Acre, de lo que también sacaron provecho Argentina y Paraguay. 4.3. El tratado de 1904 Posición boliviana En 1904 Bolivia se vio obligada a aceptar los términos de un Tratado de Paz debido a la ocupación militar chilena de su Litoral, la carencia de puertos, facilidades de tránsito y la administración chilena de sus aduanas, entre otras razones.

Este Tratado estableció el dominio de Chile sobre los territorios ocupados después de la invasión y reconoció a favor de Bolivia el derecho de libre tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico, compensaciones económicas y la construcción de un ferrocarril entre Arica y La Paz. Sin embargo, dicho Tratado no resolvió las consecuencias del encierro, ni puso punto final a las negociaciones entre Bolivia y Chile de un acceso soberano al mar. No olvidemos por un instante que no podemos ahogar a Bolivia (...) Privada de Antofagasta y de todo el Litoral que antes poseía hasta el Loa, debemos proporcionarle por alguna parte un puerto suyo, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia. No podemos ni debemos matar a Bolivia (...) Carta de Domingo Santa María, ministro de Relaciones Exteriores de Chile, a Rafael Sotomayor, 26 de noviembre de 1879.328 Opinión del autor

La exposición de El Libro del Mar, en general no dista mucho de su versión anterior, El Libro Azul. El problema marítimo boliviano, de manera que este autor solicita a los sufridos lectores, y en especial a aquellos que conocieron dicho texto en respuesta al anterior, sus excusas por cuanto al no variar sustancialmente la ponencia boliviana, el contenido del presente título será un tanto semejante al anterior. Analizaremos brevemente cada uno de los siguientes cargos que nos formula la presentación boliviana. 328

DIREMAR. Obra citada. p. 31.

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a) En cuanto a que se vio obligada por la ocupación de su territorio

La ocupación con fuerzas chilenas en los territorios ubicados al norte del paralelo 23° estaba prevista y convenida por ambos países por el Pacto de Tregua de 1884. Transcurridos más de veinte años del término de las operaciones militares, su dotación no era considerable, tan solo la suficiente para mantener la seguridad de los territorios ocupados y no se practicaron ejercicios ni maniobras que pudieran constituir amedrentamientos o intimidaciones al Gobierno de Bolivia. Por otra parte, recordemos que la población de dicho litoral era mayoritariamente de nacionalidad chilena. En efecto, la cláusula segunda de dicho pacto señalaba lo siguiente: La República de Chile, durante la vigencia de esta tregua, continuará gobernando, con sujeción al régimen político y administrativo que establece la ley chilena, los territorios comprendidos desde el paralelo 23 hasta la desembocadura del río Loa en el Pacífico, teniendo dichos territorios por limite oriental una línea recta que parta de Sapalegui, desde la intersección con el deslinde que los separa de la República de Argentina, hasta el volcán Licancabur (…). Por las razones antes señaladas, la ubicación de tropas chilenas en dicho territorio de manera alguna vulneraba el Convenio libremente pactado, independiente de la magnitud de ellas. b) En cuanto a la carencia de puertos y facilidades de tránsito y la administración chilena de las aduanas

Al igual que en el caso anterior, esta histórica afirmación de parte del Gobierno boliviano, que altera la verdad y propaga al mundo entero hechos absolutamente alejados de la realidad, la ha hecho con tanta perseverancia que ha pasado a formar parte de la conciencia de toda su nación, transformando esta tergiversación en un hecho difícil de revertir, ya que si se llegase a conocer objetivamente la verdad histórica, se provocaría un enorme daño político y social. La han mantenido así en un túnel interminable, carente de luz, para no develar al mundo las verdaderas causales de los problemas que a través de cientos de años han hecho presa de su pueblo, culpando al nuestro de todas sus falencias y esperando, por una parte, que Chile acoja sin más trámites sus exigencias, como un acto de simple justicia y de reivindicación, y por otra, buscando solidaridad en organismos internacionales que carecen de competencia para intervenir en asuntos que son de la exclusividad de las naciones involucradas. Las cláusulas quinta y sexta del Pacto de Tregua, vigente al momento de suscribirse el Tratado de 1904, eran categóricamente claras y precisas al estipular los puertos bajo la soberanía de Chile de que podía disponer Bolivia, y de las facilidades de que gozarían sus productos. (…) Los productos naturales chilenos y los elaborados con ellos se internarán en Bolivia libres de todo derecho aduanero, y los productos bolivianos de la misma clase y los elaborados del mismo modo, gozarán en Chile de igual franquicia, sea que se importen o exporten por puerto chileno.

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La mercadería extranjera que se introduzca a Bolivia por Antofagasta tendrá tránsito libre, sin perjuicio de las medidas que el Gobierno de Chile pueda tomar para evitar el contrabando. Mientras no haya convención en contrario, Chile y Bolivia gozarán de las ventajas y franquicias comerciales que una y otra puedan acordar a la nación más favorecidas. En el puerto de Arica se cobrará conforme al arancel chileno los derechos de internación por las mercaderías extranjeras que se destinan al consumo de Bolivia, sin que ellas pueda ser en el interior gravadas con otro derecho. Resulta de absoluta lógica que si los puertos de Arica y Antofagasta estaban bajo la administración de la autoridad chilena, y de acuerdo a nuestra normativa, obviamente que las aduanas establecidas en dichos puertos quedaran en el mismo régimen. Sin perjuicio de lo anterior, Chile acordó con Bolivia disposiciones que le eran de absoluta conveniencia, según se desprende de la naturaleza de ellas y que obviamente las autoridades bolivianas no solo omiten en sus presentaciones, sino que se empeñan en afirmar que les ocasionaban serios perjuicios. La cláusula sexta a que aludimos en el Capítulo IV señalaba que el rendimiento de la Aduana de Arica se dividiría en la siguiente forma: El 25% para el servicio aduanero y para el despacho de la mercadería destinada al consumo de Tacna y Arica y el 75% para Bolivia. De este último monto, el 40% se retendrían por la administración chilena con el objeto de indemnizar a los chilenos cuyos bienes hubieren sido secuestrados en Bolivia de acuerdo a la cláusula tercera, y para satisfacer la parte insoluta del empréstito boliviano levantado en Chile en 1867; el 35% restante se entregaría al Gobierno boliviano en moneda corriente o en letras a su orden, lo que posteriormente fue modificado en un protocolo complementario de 30 de mayo de 1885, en el sentido de que este monto fuese depositado en el banco o casa comercial de Tacna o se entregara a la persona que el Gobierno de Bolivia designara. Una vez pagadas las indemnizaciones antes indicadas, cesaba la retención del 40% y Bolivia podía establecer sus aduanas interiores en su propio territorio y, obviamente que en este caso, los productos extranjeros tendrían libre tránsito por Arica. Un acápite especial de esta norma, además precisaba lo siguiente: El Gobierno boliviano, cuando lo crea conveniente, podrá tomar conocimiento de la contabilidad de la aduana de Arica por sus agentes aduaneros. Esta materia fue ampliada en el protocolo complementario al Pacto de Tregua de fecha 30 de mayo de 1885, otorgándose atribución al agente designado por el Gobierno boliviano, para conocer de los libros de contabilidad y documentos que deseare conocer e inspeccionar, como asimismo obtener copia de las pólizas de despacho de mercaderías hacia el interior de Bolivia, e igualmente de cualquier documento que se considerase oportuno. De la lectura de los párrafos precedentes, se puede concluir con absoluta certeza

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que la actitud de nuestro Gobierno fue bastante condescendiente para Bolivia, de manera tal que sus críticas y juicios negativos no se ajustan a la realidad. c) En relación con la imposición del Tratado

Esta acusación tiene muy poca sustentación, por cuanto las ventajas incluidas en el Pacto de Tregua son demasiado evidentes para determinar sin la menor duda a qué país beneficiaban en mayor grado y, por si fuese poco, las que se consideraron en el Tratado de 1904, superan con creces lo que cualquier otro Gobierno hubiese esperado en atención a las características especiales de este Tratado. En consecuencia, a la hora de determinar si este tratado le fue impuesto por la fuerza de las armas, como a través de más de cien años el Gobierno boliviano se ha empeñado en sostener ante quien quiera oír y escuchar, es bueno conocer los siguientes antecedentes: Recordemos, en primer lugar, que producto del ofrecimiento hecho por el canciller chileno Rafael Errázuriz el 30 de septiembre de 1900, en orden a conservar definitivamente para Chile los territorios que mantenía ocupado en virtud del Pacto de Tregua, estaba además dispuesto a seguir ofreciendo a cambio de ellos, compensaciones pecuniarias y ventajas materiales que importaban muchísimo más que el valor de esa zona. Bolivia respondió que las proposiciones eran dignas de examen, es decir, abrió la puerta para una negociación que dejaba de lado la opción del litoral.329 En estrecha concordancia con lo anterior, Bolivia a través de su representante oficial en Londres, Félix Avelino Aramayo, casado con una prima del senador chileno Federico Puga y amigo de éste, que se encontraba en misión especial ante el Gobierno chileno, presentó en el mes de abril de 1902 al presidente Germán Riesco Errázuriz (1901-1906) la propuesta de un Tratado de Paz en cuya redacción colaboró el encargado de negocios de Bolivia en Chile, Julio César Valdés. Este documento en principio consideraba los siguientes acuerdos: Bolivia abandonaba su demanda por un puerto soberano en el Pacífico y dejaba atrás el carácter reivindicacionista de sus pretensiones, priorizando el beneficio de la integración económica, logrando su independencia comercial, otorgándole Chile a Bolivia la condición de nación más favorecida. Chile se comprometía a aportar fondos para la construcción de un ferrocarril que facilitaría la salida al Pacífico de los productos bolivianos. El monto de la indemnización alcanzaba a dos millones de libras esterlinas, pagaderas en diez anualidades y aplicables forzosamente a la construcción de ferrocarriles que convergerían al mar, lo que posteriormente el año 1903, derivó al sistema de ferrocarriles interiores, lo que en definitiva se acordó, suscribiéndose en Santiago un Acta para la Celebración del Tratado de Paz y Amistad, que reemplazaba al Pacto de Tregua de 1884.

329

Barros Borgoño. Obra citada. p. 156.

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Barros Borgoño, que entre sus fuentes cita “El Tratado de Paz con Chile” cuya autoría pertenece al mismo negociador boliviano Alberto Gutiérrez, aporta esta importante información: El plenipotenciario señor Gutiérrez se manifestaba, entretanto vehemente por llegar a un acuerdo antes a término y necesitaba calmar las inquietudes de Bolivia, donde temían que la negociación no encontrase ambiente favorable a Chile. Y agrega a continuación: Es muy interesante recordar estos detalles de la negociación; ellos permitirán apreciar los conceptos que elevados representantes de Bolivia han hecho circular en nuestros días sobre las imposiciones de Chile y la fuerza que habría viciado la voluntad de Bolivia en términos de poder invocarse como una justa causal de caducidad.330 Con fecha 24 de diciembre de 1903, suscribieron esta Acta, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Agustín Edwards y por Bolivia, Claudio Pinilla, ministro de Relaciones Exteriores y Alberto Gutiérrez, enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario. Acto seguido se restablecían las relaciones diplomáticas, en virtud de lo cual Bolivia designó como ministro en Santiago a Alberto Gutiérrez y Chile, a Beltrán Mathieu en La Paz, concretándose el acuerdo definitivo el 20 de octubre de 1904, después de largos meses de discusiones a través de la prensa y en el congreso boliviano, donde fuere aprobado por 42 votos contra 30, al cabo de treinta sesiones. Simultáneamente con la firma del Tratado de Paz, ambos ministros suscribieron en forma complementaria un protocolo de carácter confidencial el 20 de octubre de 1904, tendiente a unir políticamente a los dos países, con el propósito de garantizar por todo los medios el dominio de Chile sobre los territorios de Tacna y Arica, y en virtud del cual Bolivia se comprometía a cooperar al triunfo de Chile en el plebiscito que debía decidir de la soberanía de Tacna y Arica, ordenando votar por Chile a los bolivianos residentes en esos territorios.331 Este secreto no duró tanto como el pacto de alianza entre Bolivia y Perú de 1873, ya que a los pocos días se supo en Lima, lo que originó las protestas naturales tanto del Gobierno como de su pueblo. Perú reaccionó apurando las gestiones para resolver dichos asuntos, las que se prolongaron hasta el año siguiente e intervino igualmente para que el canciller boliviano Gutiérrez desistiera de suscribirlo, lo que hizo vacilar en un momento dado seriamente a éste, lográndose finalmente atenuar los términos de la declaración pero manteniendo el mismo propósito, gracias a la insistencia de nuestro Gobierno.332 Perú, por su parte propiciaba la idea de la anexión de Tacna y Arica por decisión directa peruana o bien mediante el plebiscito acordado, lo que Chile debería compensar económicamente en forma dadivosa. Obviamente que con este tipo de planteamientos, las conversaciones fracasaron. 330

Barros Borgoño. Obra citada. p. 159. Ibídem. pp. 169-170. 332 Barros Borgoño. Obra citada. p. 172. 331

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Con la firma del Tratado de 1904 quedó definitivamente y en forma absoluta solucionado el problema de límites con Bolivia. No cabe la menor duda -al tenor de su texto- que para cualquier observador, Chile actuó con un criterio y una actitud absolutamente distintos a las de un país vencedor de una guerra, por las numerosas franquicias e indemnizaciones concedidas. Lamentablemente, este gesto ha constituido una debilidad y vulnerabilidad que se arrastra hasta nuestros días, ya que al igual que las expresiones de König ya aludidas, como la posterior aclaración a ellas por la Cancillería chilena y numerosas otras situaciones, han motivado por parte de diversos autores y políticos bolivianos insistir en la legitimidad de sus títulos antes de la guerra, urgiendo la entrega de un acceso soberano al Pacífico a través de nuestro territorio, haciendo de esa causa un verdadero objetivo nacional. Es igualmente útil traer a la memoria, que la supuesta pérdida territorial de Bolivia -para nosotros reivindicación chilena- alcanza a 66.170 km2, superficie significativamente menor a las que Bolivia ha entregado a cada uno de sus vecinos. A Brasil, por distintos convenios, le cedió 338.000 km2; a Argentina, 157.900 km2; al Perú, 82.000 km2, y la Guerra del Chaco, le significó entregar a Paraguay 100.000 km2. ¿Cuándo en algunas bocas se habla de militarismo o imperialismo chileno, se recuerda, a la vez, que Chile renunció en favor de la República de Argentina, por el tratado de 1881, sus derechos a la inmensa Patagonia y a la mitad de la Tierra del Fuego, fueron 780.000 km2? 333 No se puede tampoco dejar de señalar que el Tratado de 1904, para quienes lo impugnan por considerar que fue impuesto por la fuerza, que éste se firmó 24 años después que las operaciones militares habían cesado; que este acuerdo fue enarbolado como una de las banderas de lucha del general Ismael Montes en su candidatura a la presidencia de la República, quien resultara elegido con una mayoría de votos que no tenía precedentes en la historia de las elecciones libres de Bolivia. En 1910 asumió la presidencia Eleodoro Villazar, excanciller y, en 1913, volvió a ser electo el presidente Montes. En consecuencia, quienes participaron activamente en este acuerdo, contaban con toda confianza del pueblo boliviano. En paralelo hubo otras voces discordantes que cita en su obra Querejazu, a quien hemos recurrido en repetidas oportunidades durante el transcurso de la presente: Varios personajes en nombre del pueblo de Potosí, publicaron un artículo expresando que sentían gran indignación por la aprobación del tratado, el más desastroso para la patria, el más lesivo de su soberanía, el más humillante, porque no era más que una venta simulada, a vil precio, que Chile pagaba con una miserable parte de los ingentes ingresos que le producía el mismo territorio que adquiría. Daniel Sánchez Bustamante manifestó:

333

Eyzaguirre. Obra citada. pp. 45 y 46.

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El tratado de 1904 no fue la obra de un negociador aislado, ni de un momento feliz de nuestra diplomacia. Fue el nudo en que se recogieron sucesos adversos, desengaños repetidos, precipitaciones angustiosas, necesidades urgentes, ilusiones muertas.334 Pero el mejor y mayor testimonio de que este Tratado no fue impuesto por la fuerza, lo constituye la defensa asumida por el propio negociador boliviano Alberto Gutiérrez ante la minoría parlamentaria de su país que lo combatía ácidamente. Barros Borgoño, en la obra La Cuestión del Pacífico, incluye una síntesis que incorporamos en forma completa, dada la real importancia de su contenido. d) La defensa del negociador boliviano335

La cesión territorial no fue contraria al honor nacional Aquella oposición increpó en primer término el haber consentido en la cesión de territorio, considerando tal acto como contrario al honor nacional. El Sr. Gutiérrez respondió con dignidad que a nadie le era dado poner dique a los acontecimientos ni evitar que los conflictos bélicos se traduzcan en pérdidas de territorio para los vencidos, recordando en reafirmación de ese concepto que la historia contemporánea estaba llena de cesiones de territorio y que todos los tratados internacionales que han puesto término a situaciones bélicas, todos en la historia de las edades han registrado o cesiones territoriales o compensaciones pecuniarias. Corresponde al Gobierno de Bolivia, la satisfacción de haber contemplado todas las necesidades, todas las garantías y todas las posibilidades prácticas, dentro de la esfera de los hechos y no invadiendo la región nebulosa de los ensueños, de las declamaciones y de las vanas y estériles utopías. Las compensaciones pecuniarias no importan una humillación nacional La minoría consideraba que las compensaciones pecuniarias establecidas en el Tratado comprometían la dignidad boliviana e importaban una humillación nacional. Ha aceptado, decía, menguada compensación pecuniaria por el suelo de la Patria. La historia política de todos los tiempos, le contesta el Sr. Gutiérrez, nos enseña algo que es contrario a ese criterio para apreciar lo que constituye el honor y la dignidad de la Nación. En ocasiones el vencedor ha impuesto cesión territorial e indemnización en dinero; es el caso de Francia en el Tratado de Fráncfort. Otras veces se ha estipulado cesión y compra de territorio al mismo tiempo, es el caso de Estados Unidos que adquiriera de España, Puerto Rico a título de cesión, y a título de compra el archipiélago de Filipinas. Ningún país del mundo ha considerado que el oro de las indemnizaciones le manche y le envilezca, tanto más cuanto que en la mayoría de los casos, son los vencedores los que han exigido compensaciones

334 335

Querejazu. Obra citada. p. 603. Barros Borgoño. Obra citada. pp. 174-181 .

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pecuniarias por la sangre de sus hijos y por el sacrificio de los héroes. La renuncia a toda costa marítima era un hecho ineludible Encarando todavía la renuncia de toda costa marítima que está envuelta en la negociación, dice el Sr. Gutiérrez: La renuncia a la personalidad de Bolivia como Nación marítima es el más penoso de los sacrificios que nos ha impuesto el Tratado, pero es un hecho que no fluye del pacto mismo sino de la imposición indiscutible de los acontecimientos. Perder toda comunicación con los mares y ceder un territorio que la energía nacional no había podido recuperar en el espacio de vida de una generación, eran sacrificios muy valiosos, pero sacrificios consumados en el hecho, que no podían ser atenuados ni evitados con la obcecación ni con la protesta. El Tratado no ha enajenado la independencia aduanera Sostenía la oposición que el Tratado había comprometido la independencia aduanera de Bolivia. La única regalía aduanera que Chile ha obtenido por el Pacto de Octubre, ha sido el tratamiento de la nación más favorecida. Está llena la historia diplomática sudamericana de tratados comerciales en que esa cláusula está consignada y ninguno de los países que la acuerdan ha podido pensar que ella enajena o anula su soberanía ni deprime su dignidad nacional. Pruébelo que en todos los Tratados esa cláusula es recíproca y aunque en ocasiones esa reciprocidad es puramente aparente, jamás se ha pensado que esa clase de estipulaciones importa una traba en la libertad comercial ni a la independencia aduanera. No hiere otros intereses y llena ampliamente las necesidades de Bolivia Critican los oponentes el Tratado, porque hiere los intereses de los países vecinos a Bolivia que podrían procurar los medios de comunicarla con el extranjero. Todos los Tratados ajustados, dice el señor Gutiérrez, persiguen ese propósito y es menester reconocer en el actual la perfecta ecuanimidad del Gobierno de Chile. Alude al plan de ferrocarriles al Río de la Plata, materia de compromisos con la República Argentina y a las estipulaciones de índole análoga del Tratado de Petrópolis con el Brasil y agrega: Todos tienden a procurar a Bolivia, privada de costa marítima propia, los medios de comunicación con el extranjero por los cuatro puntos cardinales. Por lo demás, el Ferrocarril de Arica a La Paz, facilita la comunicación más rápida y directa de Bolivia con el océano y llena ampliamente las condiciones de orden financiero, económico y político. Transferencia de la Sección Boliviana El Manifiesto de la minoría, abogando por el Perú denuncia la entrega de la Sección Boliviana de ese ferrocarril construido por Chile entre Arica y La Paz, y su aceptación de parte de Bolivia como un acto de cooperación de este país a los propósitos de conquista de Chile sobre el territorio de Tacna y Arica. La respuesta es clara y concluyente:

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Bolivia acepta la transferencia de un capital en forma de ferrocarril construido. Este ferrocarril, a la vez, facilita la comunicación más directa de su territorio central con el océano. Concurre, por lo tanto, esa cláusula a un doble fin, financiero y político. Lo primero, porque recibe el valor mercantil de una línea en explotación. Lo segundo, porque propende a una comunicación rápida y directa con el océano, lo que se traduce comercialmente en bajas de tarifas y en facilidades mercantiles de todo género. En caso de volver al Perú los territorios de donde parte la línea férrea, la única diferencia sería que pasaría el Perú a beneficiarse con las ventajas del comercio de tránsito a Bolivia. La transformación de la vida económica y comercial de Bolivia por la construcción del ferrocarril Barros Borgoño se explaya: Como se sabe, el Ferrocarril de Arica a La Paz tiene una longitud de 439 kilómetros, de los cuales 232 están en el territorio boliviano y debían ser transferidos a Bolivia quince años después de la fecha en que dicho FF. CC. fuere entregado al tráfico. A esta sección que había de pasar al dominio de Bolivia, sin gravamen alguno se refiere la extraña observación del Manifiesto de Gutiérrez. Al tratar este punto el señor Gutiérrez señala con satisfacción a sus connacionales los inmensos beneficios que habrá de reportar Bolivia de la construcción de esa importante vía férrea y de la contratación con la garantía de Chile de toda la red de ferrocarriles interiores. Es tan premiosa, la construcción de líneas férreas para el desarrollo de Bolivia y para facilitar sus comunicaciones del interior con el océano, que ninguna tendencia retrógrada podría detener el impulso del trabajo y de progreso. Estos ferrocarriles consumarán en los territorios que atraviesen y en los centros que liguen con el mar una verdadera y gigantesca evolución, algo como un renacimiento prodigioso. Si el Ferrocarril de Arica a La Paz ha de determinar un gran desarrollo y precipitar una gran corriente de progreso los ferrocarriles del interior han de operar toda una gran transformación; han de ejercer como la influencia de una vara mágica creadora de riqueza y bienestar. (El destacado es nuestro). Ha consultado los intereses permanentes de Bolivia Después de refutar diversas apreciaciones, más o menos pueriles, el señor Gutiérrez ratificó su íntima convicción de haber cautelado y servido cumplidamente los intereses de su patria al aceptar la cesión territorial en forma que ha asegurado un resurgimiento tan vigoroso como habría podido operarse a favor mismo de las victorias militares. Al lado de estas consideraciones, el Gobierno ha debido someterse a la dura condición de renunciar a la personalidad de Bolivia como potencia marítima y la posesión de una costa de acceso al océano; pero su deber era tener en cuenta la noción clara de los hechos antes que escuchar el dictado de un sentimentalismo irresponsable.

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El Tratado ha sido la obra de varios Gobiernos y de una vasta y fecunda labor Concluye el señor Gutiérrez su patriótica exposición declarando que el Tratado de octubre de 1904 no ha sido la obra de la precipitación o de la inexperiencia, sino el fruto de una labor lenta y persistentemente realizada, a la que han concurrido los estadistas más prestigiosos y mejor preparados de Bolivia; sobre la que han sido consultadas todas las opiniones que han colaborado con buena fe a la obra del Gobierno y que han requerido esfuerzos tan asiduos como bien intencionados. Cualquiera que haya contemplado de lejos la situación política de Bolivia, dijo con perfecta exactitud, habrá podido apreciar el sacrificio territorial ya consumado y que no requería sino la forma de una transferencia; era la única solución posible y el único medio de obtener compensaciones capaces de asegurar al país un porvenir próspero y a las generaciones futuras un legado de bienestar y riqueza. A juicio de Barros Borgoño -opinión que compartimos en plenitud- de este modo pudo comprobar el señor Gutiérrez, en forma palmaria, que el Tratado de Paz y Amistad de 20 de octubre de 1904, no solo había contado con la cooperación decidida de todos los hombres públicos de Bolivia que formaban el Gobierno del general Pando, sino también con el apoyo resuelto de la administración que le siguió, del general Montes, y la expresa aprobación casi unánime del pueblo de Bolivia, al sancionar con sus votos el programa del nuevo Gobierno que incluía entre sus materias más importantes, el de la paz con Chile.336 En otra parte de su exposición de 1905, el ex negociador afirmaba que al sustituir la reintegración de una costa marítima por las compensaciones pecuniarias, ferroviarias y comerciales del Tratado de 1904, había consultado ampliamente las necesidades actuales y futuras de Bolivia.337 El mismo Gutiérrez al referirse al acto eleccionario en que triunfara el general Ismael Montes, que había servido como ministro de Estado del presidente Pando y levantara el proyecto del tratado como bandera de lucha, señaló: Todos los pueblos de Bolivia pudieron conocer este programa y pudieron meditar en sus alcances y en sus proyecciones. En vista de ese plan gubernativo, francamente exhibido, los pueblos de Bolivia respondieron a las ánforas de mayo de 1904 con una mayoría de votos de que no existe precedente en la historia de nuestro sufragio libre. El Plan de Gobierno trazado por el candidato y en el que figuraba el acuerdo con Chile bajo la base de compensaciones que no sean ilusorias, como las de 1895, sino que respondan a posibilidades efectivas de aquel país, así como a necesidades comprobadas del nuestro, obtuvo la adhesión de 38.000 sufragios de Bolivia, es decir, la cifra que puede llamarse sinónimo de unanimidad dentro de las proporciones de nuestra estadística electoral.338 Cabe señalar que el sistema electoral boliviano vigente en esa fecha establecía

336

Barros Borgoño. Obra citada. p. 180. Ibídem. p. 185. 338 Eyzaguirre. Obra citada. p. 47. 337

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un sistema de votación indirecto.339 No menos importante es lo que Alberto Gutiérrez expresó en una carta a Félix Avelino Aramayo en 1906: Creo que al concertar el tratado no había hecho una simple operación mercantil de compra venta de territorios, sino establecer una verdadera vinculación política de vastos alcances; y continua, Chile, rodeado de enemigos francos o encubiertos y sin más amistad que una de carácter platónico con el Brasil, necesitaba de Bolivia. Le señalaba a continuación que las condiciones pecuniarias obtenidas eran mejores que las promesas recibidas por el señor Aramayo de dos millones de libras esterlinas a ser invertidas en ferrocarriles bajo un tutelaje ignominioso de Chile. En cambio, este país uniría mediante un ferrocarril Arica con La Paz y entregaría 300.000 libras esterlinas en efectivo que Bolivia podría gastar en obras públicas, sin estar sometido a ninguna supervigilancia.340 Bajo estas mismas consideraciones el canciller boliviano Claudio Pinilla, expresó ante el congreso de su país: Nuestro lema fue la franqueza y nuestro anhelo arribar a la obra fecunda de reatar los vínculos de unión y fraternidad de dos pueblos vecinos y providencialmente unidos. Dentro de ese criterio fue redactado el proyecto de tratado que sometí al plenipotenciario chileno (…).341 Como se puede apreciar en esta pormenorizada exposición, no existe ni la más mínima referencia a que el fruto de este acuerdo entre ambas naciones hubiese obedecido a causas o circunstancias derivadas de amenazas, efectivas ni veladas. Mal entonces se puede sustentar con tanta propiedad, como suele decirse por parte de sus detractores, (…) que revisando la historia pocas veces se encontrará un documento tan lesivo y oprimente como este Tratado de 1904. Chile creyó que por este instrumento diplomático liquidaba para siempre su pleito con Bolivia; había obtenido una extensa y riquísima zona territorial y costera, que valía de veces más, a cambio de la promesa de libre tránsito, de 300.000 libras esterlinas y de un ferrocarril.342 Sin temor a equivocarse, el presente autor afirma que se han entregado suficientes antecedentes para echar por tierra lo mencionado por Gutiérrez Vea Murguía. De hecho, las negociaciones con los otros vecinos no guardan relación con las ventajas obtenidas por el Tratado de 1904. Del mismo modo, el artífice y más entusiasta defensor de dicho tratado, quien con gran fuerza lo defendiera ante la minoría del Congreso boliviano, y reconociera los inmensos beneficios que reportaba a su patria, alabando incluso la predisposición ampliamente favorable de nuestro Gobierno, quince años más tarde en el seno del hemiciclo boliviano, borraría con el codo lo que un día escribió con la

339

Eyzaguirre. El Intento de la negociación chileno-boliviana de 1950 y su secuela. p. 282. Querejazu. Obra citada. p. 600. 341 Eyzaguirre. Obra citada. p. 282. 342 Gutiérrez. Negociaciones diplomáticas con Chile. p. 26. 340

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mano y defendiera con el corazón. Esta actitud, como la de muchos diplomáticos y de las más altas autoridades de Bolivia, ha sido una constante histórica. Lo que ellos estimulan, impulsan, logran, aprueban y aplauden en ocasiones, no existe seguridad alguna que en el futuro sean ratificadas o respetadas por quienes heredan el poder. La prensa boliviana tampoco estuvo al margen de recoger favorablemente la celebración de este Tratado. Diario La Prensa: Los Tratados que se han suscrito con el Gobierno chileno han producido espléndida impresión en esta capital. Las Cámaras bolivianas se muestran muy bien dispuestas. La creencia general es que éstas aprobarán completamente los pactos aludidos (...). El país no titubea un instante en aplaudir en una manera entusiasta la obra de los diplomáticos que han intervenido en la negociación.343 El Diario: Cuántos desvelos nos cuesta esta magna cuestión. Los destinos de los pueblos exigen para su cumplimiento enormes sacrificios, entre los que se cuentan los heroísmos que matan las nacionalidades. Ahí están como ejemplo, el Transval y el Paraguay, y hoy podemos encontrar entre estos al Japón. La paz es necesaria en el continente en general y en cada una de las naciones en particular (...). Después de 25 años de vacilaciones y tentativas, dos pueblos hermanos y vecinos olvidan el momento de extravío que los puso frente a frente con las armas en la mano y se estrechan de nuevo cordialmente, creando vínculos de amistad que han de contribuir a su recíproco engrandecimiento (...). Hecho el ferrocarril de Tacna por Chile, se abre ancho cauce a la inmigración, al comercio y a la industria, factores que compensarán la pérdida territorial que la fatalidad nos impone con la base de todo progreso (...). Honor a quienes realizaron tan trascendentales actos. Olvidemos el pasado para fijarnos solo en el presente, augurio de un porvenir halagüeño.344 e) En relación a las afirmaciones de Domingo Santa María

Hemos entregado suficiente información que pone en evidencia que durante su larga historia como Audiencia de Charcas y luego como república, la salida normal y natural de Bolivia fue a través del puerto de Arica, y que el puerto de Cobija, habilitado como tal a instancias de Simón Bolívar, pasando por sobre nuestros legítimos derechos que no fueron oportunamente reclamados, solo fue de una escasa utilización e incluso el Gobierno de Bolivia, solicitó al nuestro su custodia y defensa, ante eventuales peligros durante la guerra con España. Con respecto a las expresiones de Domingo Santa María, no debemos olvidar que él fue uno de nuestros dirigentes y políticos que sustentaban lo que ha sido denominado como la “política boliviana”, política que se vio reflejada con creces en el tratado de 1904, aun cuando no se otorgara soberanía en la costa pretendida; no 343 344

Diario El Mercurio de Santiago. 24 de octubre de 1904. ANEPE. Seguridad Nacional N° 2. p. 19. ANEPE. Seguridad Nacional N° 12. 1979. p. 19.

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solo le otorgó una “puerta de salida” sino varias a través de nuestros puertos. Oscar Pinochet, a propósito de la “política boliviana” comenta: Hubo gobernantes chilenos que bien entendieron el problema de la paz con Bolivia, de una paz permanente, pagando el precio que esta paz tenía: Tacna y Arica, o Arica sola, o una parte de Arica, citando entre quienes con entusiasmo la preconizaban y mostraban ‘una tenacidad increíble’, a Luis Barros Borgoño, Emilio Bello Codesido y al Secretario de Estado norteamericano Frank Kellogg.345 Las ventajas y facilidades otorgadas por Chile a través del Tratado de 1904 justamente pusieron término a su encierro natural y un gran alivio a los cuantiosos impuestos que demandaba la utilización por el puerto de Arica, cuando este pertenecía a Perú y de los cuales tanto se quejaban. Por otra parte, el artífice boliviano de dicho tratado dio pruebas fehacientes ante la minoría de su país que lo objetaba, de los beneficios que le reportaban a su nación, como hemos dejado constancia en el apartado precedente. Chile ha otorgado a Bolivia las más amplias facilidades de tránsito y variadas ventajas como país alguno haya otorgado a otra nación mediterránea en el curso de la historia contemporánea, colocando a Bolivia en una situación de privilegio por sobre otras naciones que igualmente carecen de litoral, ya que las facilidades otorgadas por el Gobierno chileno superan las normas establecidas por los convenios internacionales. Concede a perpetuidad y sin restricción alguna el libre tránsito por seis puertos chilenos, distribuidos a lo largo de 743 km de costa: Arica - Pisagua - Iquique Tocopilla - Mejillones - Antofagasta, y su capacidad no ha sido empleada en plenitud por Bolivia hasta ahora. Esta república, con una superficie superior a la muchos países de Europa, América, Asia y África, y dueño de inmensas riquezas mineras, petroleras y forestales, estando ubicada en el hinterland de América del Sur, no ha sabido ocupar todo su potencial económico para suplir todas sus debilidades y carencias, debiendo ajustar en consecuencia su política exterior a las realidades y posibilidades modernas, aun siendo mediterránea. Nadie podrá discutir los méritos del destacado líder y uno de los políticos de mayor trascendencia en la política boliviana, Víctor Paz Estenssoro, cuatro veces Presidente de la República (1952-1956; 1960-1964; reelecto en 1964 por una modificación constitucional y derribado por el general René Barrientos; y en el periodo 1984-1988) ni menos calificarlo como poco patriota, cuando en su carta -ya comentada- enviada a Hernán Siles desde su exilio en Montevideo el 25 de septiembre de 1950, y a otros líderes del M.N.R. (Movimiento Nacionalista Revolucionario) afirmaba que el asunto del puerto no era prioritario. En efecto, a partir de 1952 la política boliviana adquirió otro carácter. Paz Estenssoro tenía una posición diferente con respecto a la prioridad de una salida al Pacífico, como en parte ya la hemos adelantado. La carta antes mencionada, que fue publicada en el diario oficialista La Nación el 19 de junio de 1964, constituye una 345

Pinochet. Obra citada. p. 8.

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prueba incuestionable de su futura postura. Ya no cobraba validez lo de los 15 o 20 años para equilibrar la relación de fuerza con Chile, dando lugar a una negociación que pese al sometimiento del presidente Urriolagoitia a los designios de González Videla, se habría modificado a favor de Bolivia. Entonces, podremos ir a una negociación con Chile, pacífica y cordial, pero llevada ya de igual a igual y que podrá ser realmente de mutua conveniencia. Paradójicamente, a nosotros no nos conviene que la cuestión del puerto tenga solución inmediata, sino más bien postergarla para el futuro.346 No está de más recordar las afirmaciones hechas por el senador boliviano Carrasco en los tiempos en que se discutía el Tratado de1904, (…) un puerto nos es innecesario, que solo podría reclamarlo, una exageración del patriotismo y un error provenientes de los prejuicios muy comunes entre nosotros (…). Hay muchos pueblos florecientes, decía en 1905, que se desarrollan admirablemente, sin tener un puerto propio en el mar (…). No sabemos, de donde viene la idea de que el puerto en el mar es la condición sine qua non de la independencia. Si así fuera, no habría muchos estados independientes que viven en el más alto grado de desarrollo sin puerto.347

346 347

Pinochet de la Barra. Chile y Bolivia. ¡Hasta cuándo! p. 64. Barros Borgoño. Obra citada. p. 196.

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5. COMPROMISOS DE CHILE PARA NEGOCIAR CON BOLIVIA UN ACCESO SOBERANO AL MAR 5.1. Los Tratados de 1895 Posición boliviana

Antes y después de la suscripción del Tratado de 1904, Chile se comprometió a no dejar a Bolivia sin un acceso soberano al océano Pacífico a través de compromisos unilaterales y bilaterales. El 18 de mayo de 1895 Bolivia y Chile suscribieron tres tratados: Tratado de Paz y Amistad; Convenio sobre Transferencia de Territorio y; Tratado de Comercio. Los tres instrumentos fueron ratificados por ambos Congresos y las ratificaciones debidamente canjeadas. Por el primero, Chile continuaría ejerciendo el dominio absoluto y perpetuo del territorio objeto del Pacto de Tregua de 1884. Por el segundo instrumento, Chile se comprometió a transferir a Bolivia Tacna y Arica en las mismas condiciones que los adquiriese, o en su defecto, la Caleta Vítor hasta la Quebrada de Camarones si no pudiese transferir aquellos territorios. Bolivia no puede vivir aislada del mar. Ahora y siempre, en la medida de sus fuerzas, hará cuanto le sea posible para llegar a poseer por lo menos un puerto cómodo sobre el Pacífico; y no podrá resignarse jamás a la inacción cada vez que se agite este asunto de Tacna y Arica que comprometen las bases mismas de su existencia. Memorándum Sánchez Bustamante de 22 de abril de 1910, dirigido a los Ministros Plenipotenciarios de Chile y Perú en La Paz.348 Opinión del autor

Siendo presidente de Chile Jorge Montt Álvarez y de Bolivia Mariano Baptista Caserta, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Barros Borgoño y el ministro plenipotenciario de Bolivia en Chile, Heriberto Gutiérrez Gómez, el 18 de mayo de 1895 suscribieron los siguientes tratados: Tratado de Paz y Amistad, Tratado de Comercio chileno-boliviano y el Tratado Especial sobre Transferencia de Territorio; y el 28 del mismo mes dos protocolos complementarios. Barros Borgoño, haciendo alusión a una publicación de un distinguido hombre público del Perú, que refiriéndose a los Pactos de Mayo afirmaba que Chile no aprobó sino los dos tratados principales y dejó los demás en situación incierta, atribuyendo así responsabilidad al Gobierno de Chile, nuestro historiador cita al respecto: Los tratados fueron tres y no dos y llevan todos ellos fecha de 18 de mayo y los protocolos complementarios eran dos, firmados el 28 del mismo mes de mayo. 348

DIREMAR. Obra citada. pp. 33 y 34

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Estos cinco convenios internacionales, ajustados en Santiago entre el Ministro de Relaciones Exteriores de aquella época, año 1895, y el ministro plenipotenciario de Bolivia, Heriberto Gutiérrez formaron el sistema de la negociación ChilenoBoliviana del año 1895. Y a mayor abundancia, el texto de la ley promulgada con fecha 31 de diciembre de 1895, decía: Artículo único. Apruébense los Tratados de Paz y Amistad, de Transferencia de Territorios y de Comercio, firmados en Santiago el 18 de mayo del corriente año entre los Plenipotenciarios de Chile y Bolivia, y los Protocolos complementarios de 28 del mismo mes.349 La Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile del año 1897 señala al respecto, bajo el título de Bolivia, lo siguiente: Están aún pendientes de la consideración del Congreso Nacional los Protocolos Adicional de 9 de diciembre de 1895 y Aclaratorio de 30 de abril de 1896, a cuya ratificación se halla subordinada, por acuerdo de ambas Cancillerías, la vijencia o subsistencia de los acuerdos contenidos en los Tratados de Paz, de Amistad, de Comercio y Liquidación de Créditos, todos ellos suscritos en mayo de 1895.350 Para no confundir a nuestros lectores, en síntesis los Pactos de Mayo -como generalmente se les denomina- estaban constituidos por tres tratados y dos protocolos, conforme a las denominaciones antes indicadas, siendo uno de ellos el correspondiente a la liquidación de créditos otorgados por Chile a Bolivia, y el otro puntualizando lo convenido en el Tratado de Transferencia de Territorios.351 Al respecto subsiste una duda sobre el tenor del segundo protocolo, del cual este autor no ha encontrado mayores antecedentes en el Archivo Nacional, como tampoco en la Biblioteca del Congreso, pudiendo tratarse de un protocolo secreto, pero no podemos especular por falta de mayores informaciones. Prosiguiendo con la ponencia boliviana, ya tenemos una seria discrepancia con respecto a lo afirmado en El Libro del Mar, en el sentido de que fueron únicamente tres tratados, ratificados por ambos congresos y las ratificaciones debidamente canjeadas. Brevemente nos referiremos a ellos. El Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Bolivia tenía un articulado muy corto, sólo cinco puntos, y en esencia ratificaba lo ya acordado en el Pacto de Tregua de 1884, consolidando definitivamente la soberanía chilena en los territorios ocupados. El Tratado de Comercio tenía por objeto fortalecer y extender las relaciones comerciales entre las dos naciones y mediante el Tratado de Transferencia de Territorios Chile se obligaba a transferir los territorios de Tacna y Arica a Bolivia, si a consecuencia del Plebiscito establecido en el Tratado de Ancón los adquiría, o bien, si esto se lograse en arreglos directos con Perú. Por su parte, Bolivia indemnizaría con cinco millones de pesos de plata dicha transferencia. En este caso Chile 349

Barros Borgoño. Obra citada. pp. 145-146. Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Culto i Colonización. p. 46. 351 Querejazu. Obra citada. p. 579. 350

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avanzaría su frontera norte de Camarones a Vítor. De no obtener Chile la soberanía definitiva sobre Tacna y Arica, se obligaba a ceder a Bolivia la caleta de Vítor hasta la quebrada de Camarones, u otra "análoga" y además al pago de 5 millones de pesos de plata. Tal como lo señalamos precedentemente, los tres tratados fueron aprobados el 31 de diciembre de 1895 por el Congreso chileno, pero obviamente al momento de hacerlo el Gobierno desconocía un nuevo protocolo exigido por Bolivia como condición para su aprobación. En efecto, el Gobierno boliviano demandó un protocolo adicional suscrito en Sucre el 9 de diciembre de 1895, que hacía de estos convenios un todo indivisible y de estipulaciones recíprocas e integrantes las unas de las otras; y si en un plazo de dos años Chile no hacía entrega del puerto, la cesión del litoral de Bolivia quedaría sin efecto; y en el caso que Chile no pudiere obtener Arica y Tacna, se obligaba a entregar Vítor u otra caleta análoga, pero que no se daría por cumplida sino cuando entregue un puerto que satisfagan ampliamente las necesidades presentes y futuras del comercio e industrias de Bolivia,352 obligándose además nuestro Gobierno a emplear todo recurso legal, dentro del Pacto de Ancón, o por negociación directa, para adquirir el puerto y territorios de Arica y Tacna, con el propósito ineludible de entregarlos a Bolivia en la forma como lo indica el Tratado de Transferencia. El ministro plenipotenciario de Chile en La Paz, Juan Gonzalo Matta, en tal emergencia, consideró que era dable suscribirlo, pero sin percibir que introducía un elemento nuevo que habría de comprometer el éxito de las negociaciones, razón por la que fue observado por parte de nuestra Cancillería desde el primer momento en que se conoció, lamentablemente con posterioridad a la aprobación incondicional de los pactos antes citados en el Congreso. Esta desinteligencia por parte de nuestro encargado, motivada por el excesivo aseguramiento de la contraparte boliviana y presentada como condición indispensable por su representante para impedir el rechazo de los convenios que sus partidarios en Bolivia consideraban de otra forma inevitable, fue a la postre el germen del fracaso definitivo de las negociaciones. De este modo la exigencia de Bolivia de querer subordinar la transferencia del litoral a la apreciación -elemento absolutamente subjetivo- que se reservaba por su parte del futuro puerto, fue lo que puso término a los avances logrados y empantanó los adelantos logrados. Es bueno traer a colación que mientras Chile y Bolivia pactaban, Argentina temiendo que con estas negociaciones sus intereses en la Puna de Atacama fueran afectados, urgió a Bolivia para asegurar la tenencia de sus territorios. Recordemos que Bolivia, con todo sigilo, había emprendido una negociación de arreglo de fronteras con la República Argentina, que se tradujo en la celebración de un Tratado, el 10 de mayo de 1889, por el que cedió a esta última, parte de la Puna que estaba en posesión de Chile. El convenio se mantuvo en secreto y Chile vino a tener conocimiento

352

El destacado es del autor.

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de él tres años más tarde, en circunstancias en que la Argentina gestionaba y obtenía una ampliación de las ventajas del acuerdo, hasta lograr, el 10 de marzo de 1893, la firma de un nuevo Tratado que la instituía soberana sobre la totalidad de la Puna.353 Producto de la presión ejercida por Argentina, Bolivia suscribió con ella un nuevo protocolo con fecha 12 de diciembre de 1895, en el cual dejaba a salvo los derechos sobre la Puna de Atacama anteriormente pactados. Los asuntos antes expuestos contribuyeron a que las negociaciones se extendieran. El ministro Borgoño pidió aclaraciones, las que fueron respondidas en forma muy vaga por el ministro plenipotenciario Heriberto Gutiérrez, quien fuera desautorizado más tarde por su Canciller, pero sin que Chile fuere informado en forma oficial. Como señala Encina, el protocolo suscrito en Sucre, más que una aclaración constituía una sustancial modificación, pues entregaba a Bolivia la facultad de calificar si el puerto y zona ofrecido por Chile reunía las condiciones requeridas. Todo parece indicar que el ministro plenipotenciario Matta obró de esa manera ante el temor de que Bolivia se desistiera del entendimiento alcanzado. En virtud de estos antecedentes, y con el propósito de enmendar las diferencias suscitadas respecto a las condiciones del puerto ofrecido, un posterior protocolo suscrito en Santiago el 30 de abril de 1896 y aclaratorio al de 9 de diciembre de 1895, estableció en su artículo 1º 354 que la obligación se daría por cumplida con la entrega de Vítor u otra caleta análoga, en condiciones de puerto, suficiente para satisfacer las necesidades del comercio, es decir con fondeaderos para naves mercantes, con terreno donde puedan construirse muelles y edificios fiscales y con capacidad para establecer una población que mediante un ferrocarril a Bolivia, responda al servicio fiscal y económico del país. Es obvio que este nuevo instrumento venía a compensar en parte el derroche de facilidades que se pretendía que Chile diese a Bolivia, por cuanto por muy grande que fuera el interés de nuestro Gobierno de sellar la paz a la mayor brevedad, no se podía aceptar una disposición que dejara a criterio de Bolivia la elección de un puerto que pudiese satisfacer las necesidades presentes y futuras. Mediante la Nota Nº 521 de 28 de abril de 1896, el canciller chileno Adolfo Guerrero, que sucedió a Luis Barros Borgoño, insistió ante el ministro plenipotenciario H. Gutiérrez en la condición exigida para la aprobación de los pactos: Cúmpleme también significar a V.S. como lo expresé en nuestra última conferencia, que la falta de aprobación por algunos de los Congreso del Protocolo de 9 de diciembre o de la aclaración que a él hemos hecho importaría un desacuerdo sobre una base fundamental de los Pactos de Mayo, que los haría ineficaces en su totalidad, condición que fuese aceptada por el representante de Bolivia mediante el Oficio Nº 118 del 30 de abril de 1896, cuyo texto decía: (...) Al dejar constancia de esta declaración, me corresponde también anunciar a V.S. mi perfecta conformidad 353 354

Eyzaguirre. Breve historia de las fronteras de Chile. pp. 92-94. Ministerio de Relaciones Exteriores. Tratados Bilaterales Chile-Bolivia. p. 82.

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respecto de la que tiene a bien consignar V.S. como efecto de un acuerdo anterior, en la segunda parte de su citado despacho, con el objeto de dejar establecido que la falta de aprobación por alguno de los Congresos del Protocolo de 9 de diciembre o de la aclaración que a él hemos hecho, importaría un desacuerdo sobre una base fundamental de los Pactos de Mayo, que los haría ineficaces en su totalidad.355 Con la suscripción de este último documento se procedió al canje de las ratificaciones, quedando tan solo pendiente por la contraparte el correspondiente al protocolo complementario de 28 de mayo relativo a la Liquidación de Créditos, recabándose a Bolivia la gestión de obtener por parte de su Congreso su aprobación. En Chile, el texto de la aprobación fue el siguiente, conforme a la nota emitida por la Cámara de Diputados en sesión extraordinaria de fecha 31 de diciembre de 1895: Santiago, 31 de diciembre de 1895. La Cámara de Diputados ha tenido a bien aprobar en los mismos términos en que lo hizo el Honorable Senado, el Proyecto de lei que aprueba los tratados y protocolos celebrados con Bolivia. Lo que digo a V.E. en contestación a su oficio número 163 de fecha 28 del actual. Devuelvo los antecedentes. Dios guarde a V.E. Eduardo Videla J. D. Amunátegui. Secretario356 El Gobierno de Chile esperó casi durante todo el año 1896 para que Bolivia diese su conformidad a los tratados suscritos, sin embargo no hubo pronunciamiento. En nuestro país había asumido como presidente Federico Errázuriz y su canciller Carlos Morla Vicuña manifestó un especial interés en la tramitación de los proyectos, como lo expresara en la Memoria de la Cancillería presentada al Congreso Nacional en 1897: (…) El Gobierno de Chile, considera que está en su interés el poner cuanto esté de su parte y lo que sea posible hacer legalmente dentro de la observación de la fe pactada, para la realización de esta aspiración nacional del pueblo boliviano, la de obtener un puerto en el Pacífico, y así lo estima no sólo en consideración de la ventaja que Chile reportaría con el integramiento de su soberanía y dominio, extendiéndolo a la parte del litoral que ocupa a título provisorio, sino también en atención al interés político que hay en satisfacer una necesidad imperiosamente sentida por aquel país vecino.357 Luego continúa: (…) No puede ser indiferente para un Estado vecino de Bolivia como Chile, el que esa nación se halle perpetuamente agitada por un malestar que persistirá mientras no haya obtenido ese desiderátum de todos sus partidos: Su salida

355

Ibídem. p. 83. Archivo Nacional. Actas de la Cámara de Diputados 1895. 357 Barros Borgoño. Obra citada. p. 149. 356

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en condiciones de independencia y de eficacia económica internacional al Mar Pacífico. En este convencimiento, el Gobierno, después de detenido examen ha resuelto en consejo adoptar la política de hacer cuanto de él dependa dentro de los límites del honor internacional para satisfacer a Bolivia esa natural aspiración.358 He allí otra expresión de nuestro magno hispanoamericanismo y voluntad de satisfacer las necesidades de nuestro vecino no reconocida ni valorada. Finalmente, el 7 de noviembre de 1896, el Congreso boliviano hizo una reserva al Pacto de abril de 1896, la que fue transmitida a nuestro Gobierno tan solo el 25 de febrero de 1897-lo que devela el poco interés de Bolivia de llegar a una pronta solución- por el archiconocido representante en Santiago, Heriberto Gutiérrez: Corresponde al Poder Legislativo, en el ejercicio de sus funciones constitucionales, el pronunciarse sobre si el puerto y zona que ofrezca Chile, en substitución del puerto y territorio de Arica y Tacna, reúne o no las condiciones establecidas en las estipulaciones elaboradas entre las dos Repúblicas.359 Esta respuesta es histórica y “digna de Ripley” (...). ¿Existirá realmente conciencia en el pueblo boliviano de las oportunidades perdidas? De nada había servido hasta la propia presencia en el Congreso boliviano del presidente Mariano Baptista durante el desarrollo de las sesiones que se prolongaron por espacio de 46 días. Pudo más la fuerte oposición del Partido Liberal que se resistía a que tanto la transferencia de territorios como las materias que se referían al litoral que ocupaba Bolivia antes de la guerra fuesen en tratados separados; que Vítor no valía lo mismo que Tacna y Arica, etc. Con esta objeción de la Asamblea Legislativa volvían las cosas a fojas cero y se estimaba en su seno que dicha Asamblea estaba por encima del pacto consensuado entre ambos Gobiernos. Vanos fueron los esfuerzos de los Gobiernos chilenos en su política de acercamiento a Bolivia, la que no solo estaba inspirada en un propósito de solidaridad americana y de desarrollo de la región, sino en alcanzar una solución definitiva a la situación que se mantenía pendiente con Bolivia desde el Pacto de Tregua. Por otra parte, el Gobierno peruano, conocedor de las negociaciones, declaró enérgicamente que no estaba dispuesto a renunciar a las expectativas que el Tratado de Paz con Chile le daban sobre Tacna y Arica. Un hecho que confirma la variante conducta de los negociadores bolivianos lo confirma la nota que el ministro boliviano en Santiago, Emeterio Cano, envió a su Gobierno el 22 de enero de 1898: Si Arica vuelve al Perú por decisión plebiscitaria, Chile no tiene ningún otro puerto que ofrecernos, salvo alguna miserable caleta, tal vez Vítor o Camarones, que no responden a las condiciones del puerto que anhelamos. Con este antecedente se presenta el siguiente dilema: o permanecemos bajo el yugo ominoso del Pacto de Tregua, o aplazando nuestras aspiraciones de obtener un puerto en el Pacífico, suscribiremos un tratado bajo una condición que nos 358 359

Pinochet. Obra citada. p. 33. Ibídem. p. 34.

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independice de las imposiciones aduaneras del presente y del futuro. Esto es, que podamos vivir y desenvolvernos, como existe y progresa Suiza, ejercitando su autonomía aduanera para fijar rumbos al comercio y proteger sus industrias. Esta doctrina sostenida por mis arraigadas convicciones, es también el desiderátum del partido liberal y especialmente es la solución invitada por el coronel Pando y Avelino Aramayo, al declararse enemigo de la adquisición de Tacna y Arica. Renunciemos al puerto pero recobremos nuestra soberanía aduanera.360 Es importante conocer la opinión de destacadas personalidades tanto chilenas como bolivianas con respecto a estas gestiones recogidas en el libro ¿Puerto para Bolivia? de Oscar Pinochet. Respecto de Conrado Ríos Gallardo, canciller durante el año 1927, refiere: Las pródigas estipulaciones de 1895 ahondaron las dificultades de Chile con el Perú, sin mejorar en definitiva las condiciones para firmar una paz con Bolivia. De Alberto Gutiérrez, escritor, diplomático y negociador del Tratado de 1909: Fracasada la política boliviana, se entronizó la política peruana.361 Ambas apreciaciones fueron acertadas, por cuanto producto del fracaso de los pactos de 1895, Chile y Perú, poco tiempo más tarde suscribieron el Protocolo BillinghurstLatorre, referente al plebiscito sobre Tacna y Arica, el cual finalmente no se llevó a efecto y se generó luego un cambio radical de la percepción chilena sobre la solución del acceso boliviano al litoral, dada la renuente receptividad por parte de Bolivia a las soluciones ofrecidas por nuestro Gobierno. A partir de este momento, la posición de Chile consistiría en excluir un puerto en el Pacífico a cambio de compensaciones en dinero, ferrocarriles y concesiones aduaneras. La asunción de una Junta Provisoria en 1898, encargada del Poder Supremo en Bolivia en reemplazo del presidente Severo Fernández Alonso, terminó por sepultar definitivamente las negociaciones llevadas largamente por ambos Gobiernos. El congreso boliviano no aprobó el protocolo complementario del 28 de mayo, referente a los créditos, ni el protocolo aclaratorio de 30 de abril de 1896, cayendo en consecuencia en la situación planteada en la nota de 28 de abril de 1896 por el canciller chileno Adolfo Guerrero, fracasando de esta manera las negociaciones. Sin embargo, Querejazu afirma que Bolivia aprobó tanto el Protocolo de Sucre como el de Santiago de 30 de abril de 1896 -nada dice con respecto a la no firma del protocolo referente a los créditos- aun cuando en un párrafo posterior anota: Los tratados de 1895 perdieron su principal atractivo. Quedaron en situación legal indefinida al presentarse en Bolivia objeciones contra la caleta Vítor, que debía suplir a Tacna y Arica como salida al mar. El congreso en diciembre de 1896, declaró que era inapropiada para la construcción de un puerto.362

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Corporación de la Defensa de la Soberanía. Renace la pretensión del litoral: tensiones e intentos de acuerdo (1884-1899). párrafo 9, issue.com/soberanía. 20 marzo 2010. 361 Pinochet. Obra citada. p. 34. 362 Querejazu. Obra citada. pp. 383-384.

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Gutiérrez Vea Murguía cuando hace referencia a estos tratados dice al respecto: Todo lo escrito y promulgado en 1895 quedó en el aire, desapareció con el viento. Ese incumplimiento no sería el primero ni el último. Chile ya tenía la costumbre de firmar acuerdos y olvidarlos -enseguida- con la mayor facilidad, pero cuando Bolivia plantea la necesidad de revisar los tratados injustos, impuestos por la fuerza, los diplomáticos chilenos no disimulan su contrariedad y reiteran su ‘fe’ en la inviolabilidad de esos instrumentos.363 Estas expresiones han constituido la tónica permanente tanto en los diplomáticos como en los historiadores de la nación vecina: alterar los hechos históricos a fin de poder justificar la sucesión de yerros e incapacidad de sus dirigentes producto de las profundas y reiteradas divisiones internas; sin embargo, el exembajador nada dice en su obra con respecto a los Tratados de 1866 y 1874, que sí fueron incumplidos por Bolivia. 5.2. Conferencia de París y Liga de las Naciones (1919-1922) Posición boliviana

Fue ante la Conferencia de París de 1919 y en la Liga de las Naciones, entre 1920 y 1922, que Bolivia planteó, por primera vez, su reclamo en el marco de un foro multilateral. En respuesta, en la sesión de la Asamblea del 28 de septiembre de 1921 el representante chileno Agustín Edwards ofreció, en forma solemne, iniciar negociaciones directas con Bolivia para abordar la cuestión de su enclaustramiento marítimo. Un año después, el delegado chileno Manuel Rivas Vicuña, mediante nota de 19 de septiembre de 1922, dirigida a la Liga de las Naciones, reafirmó el compromiso chileno de entrar en negociaciones directas con Bolivia.364 Opinión del autor a) Antecedentes preliminares

A poco de haber renunciado Bolivia al litoral que pretendía y al cual tuvo acceso soberano solo a partir del Tratado de 1866 -optando más tarde por las ventajas portuarias, de libre tránsito y ferrocarriles que les deparara el Tratado de 1904- se dio lugar al arrepentimiento del convenio soberanamente acordado con Chile. O quizás, motivado por una estrategia a largo plazo en el sentido que primero había que asegurar lo uno, para luego sin importar el tiempo que transcurriera obtener lo otro -la salida soberana al mar- tan largamente anhelada desde los primeros tiempos de la Colonia. Se despertaron así sus apetitos por la posesión de Arica y sus pretensiones las justificaban basados en el hecho que durante ese largo periodo había sido mucho más útil a Bolivia que a Perú, pero más que nada creemos por el hecho irrefutable de que la nación altiplánica había adquirido plena conciencia que

363 364

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 21. DIREMAR. Obra citada. p. 34.

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no había sabido sacar rentabilidad a los puertos de Tocopilla, Cobija, Antofagasta y Mejillones del litoral renunciado por Chile en el período que estuvo bajo su poder, entre 1866 y 1879, y optaba ahora por la vía de una supuesta reivindicación. Esta nueva orientación política de nuestro vecino se relaciona con las gestiones realizadas por el canciller boliviano Sánchez Bustamante ante Perú y Chile en 1910, tendientes a lograr una salida al Pacífico por la zona aún no definida entre estos países: Bolivia no puede vivir aislada del mar; ahora y siempre, en la medida de sus fuerzas, hará cuanto le sea posible para llegar a poseer por lo menos un puerto cómodo sobre el Pacífico y no podrá resignarse jamás a la inacción, cada vez que se agite este asunto de Tacna y Arica que compromete las bases mismas de su existencia.365 Posteriormente, este mismo canciller instruyó diseñar una solicitud diplomática para requerir la intermediación de la Asamblea de la Liga de Naciones, con el objeto de promover por acuerdo de las partes la revisión del Tratado de 1904 entre Bolivia y Chile. Como su nombre lo indica, Bolivia planteó una “solicitud”, que dista abismalmente de constituirse en una “demanda ante un tribunal internacional”, como maliciosamente se buscaba distorsionar su esencia. Esto permitió que la Liga de Naciones se pudiera librar de un asunto incómodo basándose en cuestiones de forma, posponiendo la solicitud que, aunque justa y fundada en derecho, era demasiado a la recién nacida organización, que moriría años más tarde por ser un proyecto internacional de probeta.366 El sentimentalismo irresponsable obnubilaba ahora la noción clara de los hechos; el Tratado había pasado a ser en estas circunstancias obra de la precipitación y de la inexperiencia; el Pacto no era ya la única solución posible y el único medio de obtener compensaciones capaces de asegurar un porvenir próspero, y las ilusiones en consecuencia persistían. Los textos antes señalados ponen de manifiesto y comprueban una vez más que la autoridad boliviana falta a la verdad, al afirmar que fue entre 1919 y 1922 que por primera vez planteara un reclamo en un foro internacional. Las excusas de la supuesta errónea interpretación por parte de la Liga de las Naciones es difícil de aceptar. Pero lo más insólito resultó ser que el expresidente Ismael Montes, que basó su campaña en la firma del tratado de 1904 y reelecto en 1913, insistió en una reunión a su paso por Santiago, en la necesidad que Bolivia siente de tener un acceso al Pacífico y en la conveniencia de que había que propiciar la solución del conflicto chileno-peruano dentro de las bases armónicas entre los países del Pacífico Sur, dando a Bolivia el dominio del puerto de Arica que, en realidad, nada representa ni para Chile ni para el Perú.367 Tales expresiones fueron duramente criticadas por el canciller chileno Eliodoro Yáñez. 365

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 26. La Razón. Juan Lanchipa Punces. 18 de noviembre de 2012. 367 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 27. 366

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Sin perjuicio de lo anterior, en Chile y en Perú persistían algunos actores de la vida nacional que mantenían la idea de satisfacer las aspiraciones portuarias de Bolivia. Según Oscar Pinochet, el senador Paulino Alfonso señalaba que no habrá tranquilidad en América del Sur mientras Bolivia no tenga puerto en el Pacífico, agregando además que Beltrán Mathieu me ha referido que, siendo uno de los delegados de Chile en la Conferencia Panamericana de Buenos Aires en 1910, su colega y representante del Perú, José Antonio Lavalle le manifestó que a su juicio accedería el Perú a un arreglo en cuya virtud ambos países renunciarían a sus expectativas sobre las provincias de Tacna y Arica en homenaje a Bolivia sobre la base de suficientes indemnizaciones territoriales o de otro género.368 Alfonso, agrega que Mathieu le habría citado -si no recuerdo mal- los de la provincia de Lípez como uno de los territorios aptos para indemnizar a Chile. Oscar Pinochet también aludió a un artículo de Agustín Ross Edwards, en 1918, donde éste expresaba su preocupación por el hecho de que Chile y Perú ocupen un cuarto de siglo en reñir por el territorio de Tacna y el puerto de Arica, que ni uno ni otro necesita para su seguridad y desarrollo, al paso que a Bolivia se le mantiene encerrada en el corazón del continente sin salida propia. Ross hacía luego un llamado a una actitud más razonable por parte de Chile y al decirse razonable, puede entenderse más justa respecto a Bolivia y más prudente a nosotros mismos (...).369 Definitivamente no podemos concordar con el señor Ross. Independiente de cual sea la postura en el sentido de otorgar una salida soberana y un puerto a Bolivia, no se podía haber afirmado que Arica no le era necesario a Chile para su seguridad y desarrollo; me imagino que en un plano de ciencia-ficción, llevado hoy día a ratificar sus afirmaciones del pasado se desdeciría de ellas. Y con relación a las expresiones más razonable o más justas, creemos con sobrada razón que nuestros Gobiernos han dado sólidas pruebas de haberlo hecho así durante estos cien largos años de conversaciones y negociaciones infructuosas. b) La Conferencia de París de 1919

Finalizada la Primera Guerra Mundial y suscrito el armisticio de 1918, todo parecía indicar que se daba comienzo a una nueva era en las relaciones de los países, de tal modo que la Cancillería boliviana estimó pertinente que su representante en París, Ismael Montes, hiciera llegar al Gobierno de Francia, a los organizadores de la Conferencia de Versalles y a la Liga de las Naciones lo siguiente: Que Bolivia es parte interesada en el litigio de Tacna y Arica. Sus derechos emanan de antecedentes históricos, jurídicos y geográficos. Si fuera posible sírvase hacer llegar esas declaraciones hasta el presidente Wilson y a quien quiera juzgue usted necesario. Si le parece conveniente, transmitir esto a la Legación en Londres.370 El dos veces Presidente de Bolivia, ahora como Ministro en París, envió con fecha 14 de enero de 1919 una nota al canciller de Francia sosteniendo que Bolivia

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Pinochet. Obra citada. p. 46. Ibídem. p. 47. 370 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 28. 369

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tiene derechos superiores a los del Perú y Chile a los territorios de Tacna y Arica. Proponiendo a continuación una convención tripartita auspiciada por la Liga de las Naciones para resolver la situación actualmente precaria de Tacna y Arica, ofreciendo al mismo tiempo a los otros países que libraron la Guerra de 1879, el tesoro inapreciable de las cordiales relaciones fundadas en los más sanos y principios de la justicia.371 Montes se explayaba a continuación en una serie de consideraciones de orden político, históricas y geográficas, afirmando que Arica es y había sido el órgano natural de la expansión comercial boliviana. Sabido es que dicha iniciativa no prosperó, pero no deja de llamar la atención el tenor y el alcance de las pretensiones bolivianas, sosteniendo que sus derechos eran superiores a los de sus vecinos, uno de los cuales fue su aliado en el conflicto, a cambio de la satisfacción del tesoro inapreciable de las cordiales relaciones. ¿No es mucho pedir? c) La Liga de las Naciones entre 1919 y 1922

A los pocos días de la nota enviada por el ministro boliviano acreditado en Paris al Gobierno de Francia, mencionada en el acápite precedente, el propio Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia envió una extensa circular, con fecha 24 de febrero de 1919, con instrucciones a todas sus legaciones acreditadas en el extranjero que tienen el objeto de llevar a noticia de esa Legación las reflexiones y determinaciones ha inspirado a esta Cancillería, refiriéndose a la iniciativa del Presidente de los EE. UU. de organizar una Liga de las Naciones con el fin de garantizar la paz mundial.372 Cabe señalar que la citada circular fue remitida cuando aún no se aprobaba el proyecto del pacto de la Sociedad de las Naciones, el cual se llevó a cabo por la Conferencia de Paz el 28 de abril del mismo año, siendo firmado el Convenio el 28 de junio siguiente, para entrar en vigor el 10 de enero de 1920. Uldaricio Figueroa nos ofrece una breve síntesis de dicha circular de la cual hacemos uso: Ese Ministerio está informado de que el proyecto concebido por el Presidente de los Estados Unidos de la América del Norte está secundado por los más ilustres estadistas de Europa, de organizar una liga de naciones para el mantenimiento de la paz universal, ha tenido completa y satisfactoria realización. A continuación, la circular hacía una exhaustiva relación de la situación mundial de posguerra, junto con el desarrollo, desde la perspectiva boliviana, de los acontecimientos derivados de la Guerra del Pacífico, y el deseo que se le reconociera a Bolivia derechos sobre Tacna y Arica. Pedía apoyo ante la reclamación que formularía ante la futura Liga de las Naciones, solicitando un fallo sobre la demanda: Solo aspiramos, a que se reconozca por la entidad internacional, que se llama Liga de las Naciones, la legitimidad de nuestro derecho y se señale, con el alto espíritu de justificación que ha de caracterizarla, la zona por la cual podía verificarse el contacto de Bolivia con las grandes vías del océano.373 El ministro Gutiérrez, al finalizar sus instrucciones, hace un reconocimiento a 371

Ibídem. p. 29. Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú. Circulares Diplomáticas. p. 98. 373 Uldaricio Figuera Pla. La demanda marítima boliviana en los foros internacionales. pp. 21-22. 372

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los derechos de sus vecinos: Es entendido, dice, que cualquier adquisición de territorio para satisfacer esa necesidad vital, será compensada convenientemente y con arreglo a las doctrinas generales del derecho.374 Borgoño, agrega el siguiente comentario: Los delegados de Bolivia no tardaron en dar forma a esas instrucciones, y el cenáculo de las grandes naciones europeas ha debido posponer por algunas horas la consideración de sus grandes problemas para oír las peticiones de diplomáticos de un país libre de América que pretendieron constituirlo en árbitro de sus destinos, con abandono de los principios del Derecho Americano, salvaguardados, precisamente por el Pacto constitutivo de la Liga de las Naciones, y con olvido de los derechos inalienables de la soberanía que ninguno de los pueblos congregados ha imaginado comprometer en lo menor.375 No puede menos que reconocerse que la Cancillería boliviana había jugado todas sus cartas, y haciendo acopio de expresiones populares, “tirando toda la carne a la parrilla”. A las gestiones bilaterales que había realizado ante Chile y Perú, dirigiéndose ahora a los demás países amigos y participantes de la Conferencia de Paz de Paris, buscaba apoyo a sus pretensiones de que el máximo organismo internacional de próxima creación, acogiera su demanda, indicándole incluso la zona en que podría acceder al Pacífico, aprovechándose que la zona de Tacna y Arica aún se encontraba en indefinición legal por parte de Chile y Perú. La ponencia boliviana en el presente título, nada dice sobre el resultado de esta gestión, que si bien tuvo éxito -en buena hora, de que la demanda fuese escuchadaomite la correspondiente resolución. Nuestro ya conocido personaje, el general Ismael Montes, expresidente de Bolivia y representante diplomático de su país ante la Liga de las Naciones, alegando sobre los derechos superiores de su país sobre Arica, estimó esos territorios como res nullius porque jurídicamente y políticamente en aquel momento ese puerto no era de nadie, pretendiendo que la Liga de las Naciones, como entidad internacional le correspondía actuar en el fallo de una justicia superior, discerniendo cual interés es mayor y cual derecho debe prevalecer entre los de Bolivia, Chile y el Perú. Pero la opinión de Montes ni siquiera fue compartida por el comité de ciudadanos bolivianos que encontrándose en París encarnaban los derechos reivindicacioncitas, y su representante Simón Patiño estimaba que la forma en que se expuso el problema por parte de Montes no era el más indicado, abogando que el camino era ir junto al Perú para obtener la reivindicación de los territorios perdidos por Bolivia en la Guerra del Pacífico.376 Los delegados bolivianos, amparados en el art. 19 del convenio de la Liga, presentaron la demanda formal de revisión del Tratado de 1904. La asamblea puede, de tiempo en tiempo, invitar a los miembros de la sociedad a proceder a un nuevo examen de los tratados que hubieran llegado a ser inaplicables, así como de las 374

Barros Borgoño. Obra citada. p. 186. Ídem. 376 Ibídem. pp. 200-201. 375

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situaciones internacionales cuyo mantenimiento podría poner en peligro la paz del mundo. Representados por los señores Félix A. Aramayo, Florián Zambrano y Franz Tamayo hicieron su presentación formal el 15 de diciembre de 1920, solicitando se inscribiese en la orden del día de la Asamblea de 1921. Para justificar esta petición, Bolivia, reservándose el derecho de presentar oportunamente sus pruebas y argumentos, señala los siguientes hechos:377 1. La compulsión bajo la cual le fue impuesto el Tratado; 2. La inejecución por culpa de Chile, de algunos puntos fundamentales del Tratado que tenían por objeto de asegurar la paz; 3. Esta situación produce una amenaza permanente de guerra. Prueba de ello es la movilización actual de grandes cuerpos de ejército que Chile opera sobre la frontera boliviana, a pesar del estado de Paz existente entre ambos países; 4. Por obra del Tratado de 1904, Bolivia ha pasado a ser un país completamente cerrado y privado de todo acceso al mar. No nos extenderemos en volver a señalar las respuestas a cada uno de los puntos antes citados, a excepción del punto 2, por cuanto hemos hecho acopio de bastantes referencias y argumentos a lo largo de la presente investigación, y en atención a que en particular no hemos abordado el tratado de 1904, que fue analizado in extenso en la anterior publicación de este autor. Con respecto a la supuesta inejecución, en síntesis, ha cumplido todas las obligaciones estipuladas en dicho pacto, siendo la principal la construcción del Ferrocarril de Arica a la Paz, el que fuera entregado al tráfico en 1913 y con un costo aproximado de seis millones de libras esterlinas, entre las obras del ferrocarril y otras garantías; las anualidades correspondientes a las garantías de los empréstitos contratados por Bolivia para la construcción de los ferrocarriles interiores fueron pagadas íntegramente; en igual forma se cumplió con el pago de las trescientas mil libras esterlinas; en la misma situación están los reembolsos realizados por las indemnizaciones a particulares a que Bolivia estaba obligaba y que Chile asumió a su cargo; por otra parte el Tratado Complementario de 24 de octubre de 1904 aclaró la situación de los reclamos formulados por ciudadanos bolivianos que pretendían derechos en terrenos salitrales, situados en el litoral cedido a Chile.378 La delegación chilena opuso la excepción de inadmisibilidad por incompetencia absoluta para conocer de una revisión de Tratado no aceptada por las partes, envuelve un grave atentado contra el principio fundamental de la Santidad de los Tratados, consagrada en el Derecho Internacional, agregando a continuación con respecto al Art. 19 invocado por Bolivia, que ello no aplica por cuanto no afecta a los tratados que ya hayan sido ejecutados, fundamentando a continuación una tercera 377 378

Ibídem. pp. 216-217. Ibídem. p. 220.

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incompetencia basada en la reserva de los negocios americanos contemplados en el Art.21 del Pacto de la Liga, en que la Asamblea no puede ocuparse de asuntos exclusivamente americanos. La exposición chilena declaró que no consiente que se le haga invitación alguna a revisar el Tratado de Paz de 1904 y que, si no obstante esta declaración, se le haga alguna insinuación, la declina desde luego.379 La exposición chilena estuvo apoyada por enjundiosos informes emitidos por destacadas personalidades del derecho internacional, rebatiendo cada uno de los fundamentos aducidos por Bolivia. La mesa directiva de la Asamblea estimó pertinente escuchar el informe de tres connotados juristas sobre el alcance del artículo 19 del Pacto, en lo concerniente a las atribuciones de la Asamblea en apego a dicho artículo, colocando la citada comisión “la lápida final”, parodiando a Barros Borgoño, con una declaración de incompetencia radical y absoluta de la Liga y la afirmación de que la modificación de los Tratados es de la sola competencia de los Estados contratantes. El informe fechado en Ginebra el 21 de septiembre de 1921, está firmado por los señores Manuel de Peralta, A. Struycten y Vittorio Scialoia y reza como sigue: La Comisión de Juristas reunida a instigación del Bureau de la Asamblea a propósito de la demanda presentada por Bolivia con fecha 1 de noviembre de 1920, a fin de dar su opinión sobre el alcance del artículo 19 del Pacto, especialmente en lo que concierne a las atribuciones de la Asamblea con arreglo a este artículo, es de opinión: Que tal como ha sido presentada la demanda de Bolivia es inadmisible, pues la Asamblea de la Sociedad de las Naciones no puede modificar por sí misma ningún Tratado: la modificación de los Tratados es de la sola competencia de los Estados contratantes; Que el Pacto al propio tiempo que profesa el respeto escrupuloso de todas las obligaciones de los Tratados, en las relaciones mutuas de los pueblos organizados, atribuye a la Asamblea, en virtud del artículo 19, la facultad de invitar a los miembros de la Sociedad a proceder a un nuevo examen de ciertos Tratados o de ciertas situaciones internacionales; Que semejante invitación puede hacerse únicamente en el caso que los Tratados se han hecho inaplicables, esto es, cuando el estado de las cosas existente en el momento de su conclusión ha experimentado después, sea materialmente, sea moralmente, transformaciones tan radicales que le colocan fuera del dominio de las posibilidades razonables de aplicarlo, o bien aun en el caso en que existieran situaciones internacionales cuyo mantenimiento podía poner en peligro la paz del mundo; Que llegado ese caso, la Asamblea tendría que augurarse si una de estas

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Ibídem. p. 225.

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circunstancias se presentan a su examen.380 El respeto a los Tratados constituye el principio de las garantías establecida en el Pacto de la Liga de las Naciones, para asegurar la paz del porvenir. Este principio de la inmutabilidad de los tratados, a menos que cuente con el acuerdo de las partes, fue establecido en la Conferencia Internacional de Londres el 1 de enero de 1871. De lo anterior se colige obviamente que El Libro del Mar solo hace referencia a aquellos aspectos que tiendan a apoyar su demanda, pero nada dice del rotundo fracaso obtenido en la Asamblea de la Sociedad de las Naciones. d) El ofrecimiento del representante chileno Agustín Edwards

Efectivamente nuestro representante ofreció negociaciones directas, las que tuvieron como respuesta algunas expresiones un tanto reñidas con el lenguaje de la diplomacia, lejos del espíritu conciliador y de sincera cooperación al Gobierno de Bolivia. Veamos qué fue lo que expresó Agustín Edwards y cuál fue la respuesta obtenida. Bolivia, dijo a este respecto el distinguido diplomático chileno, puede buscar satisfacción en negociaciones directas libremente consentida. Chile no ha cerrado nunca esta puerta a Bolivia y estoy en situación de declarar que nada será más agradable que estudiar directamente con ella los mejores medios de ayudar a su desarrollo. Lo que nosotros queremos es su amistad; nuestro ardiente deseo es que sea feliz y próspera. Este es también nuestro interés, puesto que es nuestra vecina y que su prosperidad redundará en todo caso en la nuestra.381 Después de este ofrecimiento espontáneo y sincero realizado el 28 de septiembre de 1921, al término de la Asamblea de la Liga de las Naciones en que se dio a conocer el informe de la Comisión de Juristas a que hemos aludido con anterioridad, independiente del estado de ánimo en que encontraban los delegados bolivianos por el resultado de sus gestiones, se suponía que dada la solemnidad de dicho acto, hubiesen podido controlar el verbo y sus pasiones, pero ello no fue así, lo que nos permite asegurar que las expresiones que en la actualidad le hemos escuchado a su presidente Evo Morales, y con anterioridad a otros mandatarios y dirigentes políticos, forma parte de un estilo político extendido en el tiempo. El delegado boliviano Calos Víctor Aramayo -hijo de Félix Avelino Aramayoexpresó en dicha ocasión: Bolivia no ha podido felicitarse del resultado de las conversaciones directas que ha tenido hasta el presente con Chile, éstas se han asemejado siempre a las del lobo con el cordero. Además Bolivia no aceptará, la reanudación de negociaciones que no han tenido resultado, sino bajo la égida y la sanción moral de una Alta

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Ibídem. p. 228. Barros Borgoño. Obra citada. p. 261.

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Corte de Justicia, como la que representa la Sociedad de las Naciones.382 Al parecer los delegados bolivianos no estaban presentes en la sala al momento de leerse el informe de la comisión jurídica, pues de otra manera no se explica el tenor de su respuesta e insistencia y condicionamiento de reanudar negociaciones, a menos que estas se realicen bajo el patrocinio y la sanción moral de la Liga de las Naciones. De esta forma Bolivia se colocaba sola la soga al cuello en una situación de la cual no hay otros responsables. Presentaron su demanda a sabiendas de que las posibilidades de tener éxito eran muy lejanas. El propio Gobierno argentino había instruido a sus delegados a este respecto, reconociendo por adelantado que la Liga no estaba facultada para intervenir en los asuntos del Pacífico, debiendo retirarse de dicha Asamblea si en ésta se discutía dicho asunto, por cuanto esa cuestión debe ser reglada por las naciones interesadas.383 Bolivia rechazó el ofrecimiento del trato directo con nuestro país; pero lo que no incluye El Libro del Mar, es que con posterioridad pretendió hacerse partícipe de una reunión que se llevó a efecto en Washington entre los Gobiernos de Chile y Perú, derivadas del Tratado suscrito entre ambas naciones, producto de una invitación hecha por el presidente Harding, para escuchar la voz de las reclamaciones de Bolivia y nos llame a su país.384 La respuesta del Presidente de EE. UU. de Norteamérica, Warren Gamaliel Harding, con fecha 22 de enero de 1922 no se hizo esperar, aunque en términos en extremo diplomáticos al precisarle al mandatario de Bolivia, Bautista Saavedra, que había invitado a ambos países para solucionar el conflicto, mediante negociaciones directas entre ellos.385 Luego intentó la mediación de Uruguay, la que no fue aceptada por Chile ni por Perú, pero a pesar de ello pidieron la revisión del tratado en el Congreso Internacional del Derecho en Buenos Aires, celebrado en 1925, con iguales resultados al de la Liga de las Naciones. e) El ofrecimiento de Manuel Rivas Vicuña

No había pasado un año después del fracaso de la demanda ante la Liga de las Naciones y nuestro representante en ella, Manuel Rivas Vicuña, reiteró positivamente negociaciones directas en una nota dirigida a la Liga de las Naciones con fecha 19 de septiembre de 1922, demostrando una vez más estar dispuesto a mantener abierto el diálogo en busca de soluciones que satisfagan a ambas repúblicas, no obstante el pronunciamiento de la Liga de las Naciones y la constante agresividad por parte de agentes bolivianos. Coincidente con lo anterior, el Presidente de Chile, Arturo Alessandri Palma, en su mensaje al Congreso de ese año expresó la necesidad de buscar fórmulas que consultando nuestros legítimos derechos, satisfaga en cuanto sea dable, sus aspiraciones. Daba a entender así que había moderado su percepción de la naturaleza del problema después de haberle expresado meses antes al 382

Ibídem. p. 262. Ibídem. p. 263. 384 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 32. 385 Barros Borgoño. Obra citada. p. 263. 383

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plenipotenciario boliviano Macario Pinilla, que no estamos dispuesto a aceptar ninguna discusión bajo la intervención de autoridades extrañas, porque para nosotros el asunto esté terminado con el tratado de 1904.386 5.3. Desde el Acta de 10 de enero de 1920 hasta Charaña 5.3.1. El Acta de 10 de enero de 1920 Posición boliviana

En 1920, el diplomático chileno acreditado en Bolivia, Emilio Bello Codesido suscribió un Acta con el canciller boliviano Carlos Gutiérrez, dejando establecido que existía por parte del Gobierno de Chile el mayor deseo de procurar un acuerdo que le permitiera obtener una salida propia al océano Pacífico, independientemente del Tratado de 1904, Bello Codesido, debidamente autorizado por su Gobierno, reconoció la necesidad boliviana de una salida propia al mar y presentó una oferta concreta: Chile cedería una zona importante al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se hallaban los territorios sometidos al veredicto del plebiscito, que debía realizarse de acuerdo con el texto del Tratado de Ancón.387 Opinión del autor

En primer lugar, nuestros lectores habrán observado que no se ha respetado estrictamente el orden cronológico de los últimos acontecimientos, incluidos en parágrafos preliminares. La razón estriba en que el autor ha preferido subordinarse al mismo esquema observado en El Libro de Mar, para un mayor y mejor cotejo de ambas apreciaciones. No existe la menor duda que Chile ha demostrado, a lo largo de todos estos largos años, su predisposición a buscar soluciones que vayan en directo beneficio de Bolivia, para que pueda acceder al océano Pacífico libremente, y este documento constituye una de las múltiples oportunidades. El propio Libro del Mar, en el Anexo Nº 5, indica las materias que ambos representantes acordaron investidos de plenos poderes en dicho escrito, y que en síntesis abarcaba los siguientes puntos: el reconocimiento que con el pacto de 1904 se puso término a todas las cuestiones derivadas de la guerra de 1879; quedó claramente establecido que Chile ha dado cumplimiento a todas las obligaciones que le impuso dicho tratado; que la aspiración boliviana de un puerto en el Pacífico fue sustituida por el Ferrocarril de Arica a La Paz; que la situación creada por dicho tratado, los intereses radicados en esa zona y la seguridad de su frontera norte impone a Chile la necesidad de conservar las costa marítima que le es indispensable, pero que está dispuesto a procurar a Bolivia una salida propia al mar, cediendo una parte de esa zona al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se encuentra dentro de la zona sometida al plebiscito entre Chile y Perú; Chile acepta iniciar nuevas gestiones para dar satisfacción a las 386 387

Querejazu. Obra citada. p. 615. DIREMAR. Obra citada. p. 35.

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necesidades de Bolivia y sería materia de un acuerdo previo determinar la línea divisoria entre Tacna y Arica, que pasarían a ser dominio de Bolivia y Chile; finalmente Bolivia se comprometía a aunar sus esfuerzos diplomáticos y comprometerse a asegurar el triunfo de Chile en el plebiscito.388 Estimamos conveniente reproducir dos de los párrafos de la citada acta: (…) IV. La situación por el Tratado de 1904, los intereses radicados en esa zona y la seguridad de su frontera norte, impone a Chile la necesidad de conservar la costa marítima que le es indispensable, pero con el propósito de cimentar sobre sólidas bases la unión futura de los países, Chile está dispuesto a procurar que Bolivia adquiera una salida propia al mar, cediéndole una parte importante de esa zona al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se halla dentro de los territorios sometidos al plebiscito en el Tratado de Ancón. V. Independientemente de lo establecido en el Tratado de 1904, Chile acepta iniciar nuevas gestiones encaminadas a satisfacer la aspiración del país amigo subordinada al triunfo de Chile en el plebiscito. Comenta Oscar Pinochet que en el acta del ministro boliviano hay una interesante afirmación: Que la cesión de Arica a Bolivia no importaría una ventaja unilateral a favor de ese país, sino una concesión que debería ser compensada consultando los mutuos intereses y asegurando una situación de cordialidad aún más estable.389 Las autoridades peruanas, en conocimiento de estos antecedentes protestaron fuertemente, y tiempo más tarde entre las cancillerías peruana y boliviana hubo intercambio de notas poco amistosas, producto del acuerdo del Senado boliviano de 17 de enero de 1920, en el que otorga su respaldo a la política de reintegración marítima, incorporando el dominio del puerto de Arica y territorios anexos sobre los cuales Chile y Perú no tienen derechos definidos. De manera que, si bien es cierto que nuestro Gobierno hizo tal ofrecimiento, se subentiende que también cobraban validez todos los otros acuerdos establecidos en esta acta, los que sin embargo con posterioridad Bolivia se ha empeñado en desvirtuar. Antes de proseguir quisiéramos detenernos en el último acápite de esta acta, en relación a aunar sus esfuerzos para asegurar el triunfo de Chile en el plebiscito y que pone de manifiesto una vez más la falta de consecuencia en respetar los acuerdos. Es muy poco conocido el compromiso confidencial complementario al Tratado de 1904, suscrito por los mismos firmantes del anterior, Emilio Bello Codesido, ministro de Relaciones Exteriores de Chile, y el ministro Plenipotenciario de Bolivia, Alberto Gutiérrez, acuerdo que producto de las presiones ejercidas por Perú -que al menos sospechaba de él- estuvo a punto de fracasar por instrucciones del Gobierno a su 388 389

Ibídem. p. 99. Pinochet. Obra citada. p. 49.

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representante en Santiago, pero que finalmente aceptó a consecuencias de las observaciones realizadas por nuestra Cancillería por el cambio de actitud, lo que se prestaba a interpretaciones perjudiciales al éxito de las negociaciones.390 Finalmente se avino a suscribirla, previo maquillaje, que atenuaba los términos previamente acordados, quedando en lo siguiente: Que de acuerdo con el espíritu que ha guiado a los Gobiernos Bolivia y de Chile al celebrar el referido Pacto e interpretando los propósitos de cordialidad y de armonía manifestados por su Gobierno en el curso de las negociaciones que acaban de terminar, Bolivia empeñará todos sus esfuerzos, ya sea conjunta o separadamente con Chile para que los territorios de Tacna y Arica se incorporen definitivamente al territorio chileno. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile afirmó: de acuerdo con su Gobierno consideraba que los intereses comunes de Chile y Bolivia establecían entre ambas Repúblicas el compromiso de unir su acción y sus esfuerzos en el sentido de hacer definitivo el dominio de Chile en los territorios de Tacna y Arica, agregando además que en reciprocidad Chile prestaría a Bolivia su apoyo diplomático en favor de los derechos de Bolivia sobre el territorio que actualmente ocupa, si llegara a serle disputado por otra nación vecina, ofreciendo su mediación, los buenos oficios u otro recurso amistoso.391 Lo anterior pone de manifiesto la estricta sintonía de ambos Gobiernos a través de los firmantes del compromiso de los propósitos comunitarios que les animaba de lograr plena solidaridad tanto política como comercial, expresados a través del protocolo confidencial y mediante las estipulaciones del tratado de 1904, en especial el Ferrocarril de Arica a La Paz, obra trascendental con un longitud de 438 kilómetros, como asimismo los ferrocarriles interiores desarrollados por Bolivia, que constituirían los nervios guías del desarrollo de los pueblos del interior, renunciando así Bolivia en forma absoluta a sus pretensiones de un puerto propio, compensado con las garantías y beneficios estipulados en el Tratado de 1904, como lo es fundamentalmente el otorgamiento a perpetuidad del más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos de nuestro litoral. Sin embargo, no faltó quienes colocaban piedras en el camino para contrarrestar los logros alcanzados, destacando entre otros al senador boliviano Camacho, quien aseveró a través de la prensa que el protocolo confidencial carecía de todo valor, pues el presidente Montes lo había declarado nulo mediante decreto. Barros Borgoño cita a otro contradictor, el Dr. José Carrasco, haciendo pública una versión diferente a la suscrita por los signatarios de dicha acta, calificando como una monstruosidad el supuesto acuerdo, según su versión: Bolivia se compromete a concurrir con todos los elementos y recursos de que pueda disponer para asegurar a Chile el dominio definitivo de Tacna y Arica. Y Chile se compromete a ejercitar su influencia diplomática en favor de Bolivia, en 390 391

Barros Borgoño. Obra citada. p. 172. Ibídem. p. 253.

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su litigio de fronteras con el Perú.392 Poco tiempo después en Bolivia asumió como canciller Carlos Gutiérrez, hermano del ministro Alberto Gutiérrez. Nuevamente la incertidumbre cundió en las esferas del Gobierno realizando una consulta a los dirigentes de todos los partidos políticos. Perú no dejó escapar la oportunidad contactando a la disidencia boliviana, que lideraban la hostilidad de un acercamiento con Chile y el canciller peruano, Melitón Porras, requirió al Gobierno boliviano antecedentes sobre la negociación que llevaba a cabo Bello Codesido, lo que fue informado por la prensa local divulgando que el ministro Gutiérrez había contestado a Porras que Bolivia no trataría con Chile sin el previo consentimiento del Perú. Gutiérrez requerido a aclarar tales dichos, respondió que el Gobierno de Bolivia no ha celebrado ni está por celebrar pacto alguno con Chile, referente a la suerte futura de las provincias de Tacna y Arica. Si bien es cierto que el Gobierno boliviano aclaró que no había hecho la declaración que publicó la prensa, Gutiérrez participó a Bello Codesido que, en una sesión secreta en la Cámara boliviana, se habían emitidos declaraciones contradictorias y que predominaban la idea de procurar que la solución fuera el fruto de una mediación en la cual intervinieran los tres países interesados.393 Como podrán apreciar los lectores, si bien el ofrecimiento de Chile fue sincero y Bello Codesido se jugó por entero, la dirigencia política boliviana no supo liderar con el mismo entusiasmo y su Gobierno fue presa de profundas vacilaciones, como lo ha sido en forma reiterativa en otras negociaciones. 5.3.2. Declaración del presidente Arturo Alessandri. 1922 Posición boliviana

El Presidente de Chile Arturo Alessandri era consciente de la necesidad de llegar a una solución bilateral con Bolivia a través de negociaciones directas y así lo comunicó en junio de 1922 al Congreso de su país. En esa oportunidad aseguró que Bolivia podía tener la convicción de que encontraría en Chile un cordial deseo de buscar fórmulas de solución a su enclaustramiento marítimo.394 Opinión del autor

En el título anterior, aludiendo al ofrecimiento de Rivas Vicuña, hicimos referencia a las declaraciones del presidente chileno Arturo Alessandri Palma, las que siendo recogidas en la obra del distinguido historiador boliviano Roberto Querejazu, no responden exactamente a lo expresado por El Libro del Mar y que transcribimos a continuación: Será preciso que en Bolivia se afiance la convicción de que dentro de un ambiente de confraternidad y de armonía, no encontrará en nuestro país sino un deseo de

392

Ibídem. pp. 251-252. Ibídem. pp. 255-256. 394 DIREMAR. Obra citada. p. 34. 393

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buscar fórmulas que, consultando nuestros legítimos derechos, satisfagan, en cuanto sea dable, sus aspiraciones.395 Palabras más, palabras menos, es bueno precisarlas. Como se puede observar con absoluta claridad, las expresiones fueron diferentes, pero los gestores de El Libro del Mar no pierden oportunidad para retocar el texto y sacar partido. 5.3.3. Notas del canciller Luis Izquierdo Posición boliviana

En respuesta a las gestiones del ministro plenipotenciario de Bolivia en Chile, Ricardo Jaimes Freyre, el canciller chileno Luis Izquierdo señaló mediante notas de 6 y 22 de febrero de 1923, que de acuerdo con las expresiones del Presidente de su país y las declaraciones de su representante ante la Liga de las Naciones, Chile podría celebrar un nuevo pacto que consulte la situación de Bolivia sin modificar el Tratado de Paz de 1904 y sin interrumpir la continuidad de su territorio.396 Opinión el autor

En 1923, el Presidente de Bolivia, Bautista Saavedra, designó como su nuevo representante en Chile a Ricardo Jaimes Freyre, quien sostuvo un intercambio de correspondencia con el canciller chileno Luis Izquierdo. En una nota del 27 de enero declara que había recibido instrucciones del Presidente de la República en el sentido de proponer la revisión del tratado de 1904, con el objeto de permitir a Bolivia vivir en plena posesión de su soberanía, con acceso autónomo al mar, y por donde tenga, a la vez que libre comercio con todos los pueblos del orbe (…). Días después, el 6 de febrero, Luis Izquierdo le respondió que el tratado de paz no es revisable, pero que en atención a lo expresado por el representante de Chile en la Liga de las Naciones y las expresiones del presidente Alessandri, señaló: mi Gobierno mantiene el propósito de oír con el más elevado espíritu de conciliación y de equidad, las proposiciones que quiera someterle el Gobierno de vuestra excelencia, para celebrar un nuevo pacto que consulte la situación de Bolivia, sin modificar el tratado de paz y sin interrumpir la continuidad del territorio chileno (…) agregando a continuación que en vista de las proposiciones concretas que Bolivia presente, el Gobierno de Chile pondrá el mayor empeño en concertar con el de Vuestra Excelencia bases de una negociación directa que conduzca, mediante compensaciones mutuas y sin desmedro de derechos irrenunciables, a la realización de aquel anhelo.397 Posteriormente, Jaimes Freyre envió otra comunicación fechada el 12 de febrero del mismo año, enunciando que era muy sensible que nuestro Gobierno no se abriera a la revisión del tratado de 1904 y que carecería de toda lógica el no reconocer previamente que dicho pacto no corresponde a las conveniencias y crecientes relaciones de los dos pueblos vecinos y amigos; agregando en seguida que 395

Querejazu. Obra citada. p. 615. DIREMAR. Obra citada. p. 35. 397 Querejazu. Obra citada. p. 616. 396

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los pactos internacionales son susceptibles de modificarse (…). Los convenios internacionales no pueden ser inamovibles, ni están destinados a cristalizarse en formas rígidas y eternas, afirmando a continuación haber recibido instrucciones para poner término a su gestión si la demanda que le fuere encargada no encontraba la acogida que esperaba. El canciller Izquierdo, el 22 del mismo mes, la impugnó indicando que la revisión del pacto no era condición jurídica necesaria para iniciar negociaciones tendientes a satisfacer los afanes de Bolivia, reafirmando que mediante ese pacto no consulta otra estipulación territorial que la destinada a declarar el dominio absoluto y perpetuo de Chile sobre la zona del antiguo litoral comprendida en el desierto de Atacama y que había sido de larga controversia entre los dos países (…). Chile no reconocerá jamás la obligación de dar un puerto a Bolivia dentro de aquella zona, porque ella nos fue cedida definitiva e incondicionalmente en 1904.398 En la nota precitada, hay otra declaración de nuestro canciller que no recogió Querejazu, pero sí, Oscar Pinochet: Sin modificar el Tratado, dejando sus disposiciones intactas y en todo su vigor, no habría motivo para temer que los esfuerzos bien intencionados de los Gobiernos no lograsen encontrar la manera de satisfacer las aspiraciones de Bolivia, siempre que se limiten a pedir libre acceso al mar y no asuman la forma de reivindicación marítima que insinúa la nota de V.E.399 Desgraciadamente, el señor Jaimes Freyre abandonó Santiago y Bolivia no envió nuevo representante. Se cortó una vez más el diálogo. Bolivia insistía en la revisión del Tratado de 1904, pretendiendo la cesión de un puerto en el antiguo litoral de Atacama; no se sentía satisfecho con todas las garantías de libre tránsito concedida a través del pacto; el Ferrocarril de Arica a La Paz y todas las otras garantías brindadas por nuestro país a Bolivia. Chile, por su parte, no podía cercenar su territorio en dos para acceder a los anhelos de Bolivia, pero estaba dispuesto a recibir las proposiciones de la nación vecina que no llegaron. 5.3.4.Propuesta del embajador Miguel Cruchaga. 1926 Posición boliviana

El Embajador de Chile en Washington, Miguel Cruchaga, presentó el 10 de junio de 1926 al secretario de estado de los Estados Unidos, Frank B. Kellogg, una propuesta de división de los territorios de Tacna y Arica. Conforme dicha propuesta, Tacna quedaría para el Perú, Arica para Chile y se cedería a favor de Bolivia un corredor de cuatro kilómetros de ancho que partiendo de la frontera boliviana seguiría una línea paralela hasta el villorrio o caleta de Palos, que concedía a Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico.400 398

Ídem. Pinochet. Obra citada. p. 51. 400 DIREMAR. Obra citada. p. 37. 399

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Opinión del autor

Vamos por partes. Las cosas no fueron tan así, como lo expresa la ponencia boliviana. La oferta chilena fue producto de un larguísimo proceso de negociaciones entre Chile y Perú, bajo el arbitraje llevado a cabo por Estados Unidos para materializar el plebiscito considerado en el Tratado de Ancón, a fin de definir la situación de Tacna y Arica, que el abogado y diplomático boliviano Jorge Gumucio Granier describe detalladamente en su obra Estados Unidos y el Mar Boliviano, por lo cual creemos de interés detenernos algunos instantes, complementando los antecedentes aportados por Querejazu. Durante el transcurso de estas conversaciones, bajo el periodo del Secretario de Estado norteamericano, Frank B. Kellogg -sucesor de Hughes- durante la Presidencia de Calvin Coolidge, éste desarrolló grandes esfuerzos para llegar a buen puerto, escuchando y participando de las opiniones de los respectivos embajadores en Chile, Perú, Bolivia, e incluso sondeando a los de Argentina, Uruguay y Brasil, lo que dio origen a variadas reuniones y elaboración de diversos memorandos con sucesivas proposiciones, de las cuales nos esforzaremos en citar brevemente, porque estimamos de importancia enmarcar la proposición a que alude Bolivia en el contexto general. Recordemos que Chile, no obstante haber insistido en llevar a cabo el plebiscito, después de largas conversaciones accedió atendiendo el ofrecimiento del presidente de los EE. UU., Warren G. Harding, a suscribir el Protocolo de Arbitraje de 20 de julio de 1922, lo que generó opiniones encontradas en nuestro país. En este pacto se establecía que: 1. Que las únicas dificultades entre los dos países eran las emergentes del incumplimiento de una de las estipulaciones del Tratado de Ancón; 2. Lo mencionado en el punto anterior estaría sujeto a la decisión del Presidente de los Estados Unidos en su condición de Árbitro en la controversia; 3. Se mencionaba también en documento complementario que se trataría sobre sí las circunstancias prevalecientes permitirían o no la ejecución del plebiscito.401 Al fallecimiento del presidente Harding, le sucedió Calvin Coolidge, quien designó al general John Pershing para que presidiera dicha comisión, siendo integrantes por Chile Agustín Edwards y por Perú, Manuel Freyre. En agosto del mismo año Pershing concluyó que era preferible un acuerdo diplomático y consultó a Edwards si Chile estaría dispuesto a ceder Tacna y Arica a Bolivia, lo que Chile no aceptó e insistió en la necesidad del plebiscito, sin cerrar totalmente la puerta sugerida. Para Chile el plebiscito era un acto de dignidad nacional, haciendo mención de que el presidente Alessandri Palma estaría dispuesto a suicidarse si no se llevaba a efecto.

401

Jorge Gumucio Granier. Estados Unidos y el Mar Boliviano. p. 147.

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En octubre de 1925 Chile decidió aceptar la negociación directa con Perú, y el canciller Barros indicó al Embajador estadounidense en Santiago, William Collier, que la mejor opción era dividir el territorio, dejando el área norte y la ciudad de Tacna para el Perú y el área sur con Arica para Chile; en este arreglo Chile estaría dispuesto a declarar neutral toda la provincia de Arica y conceder al puerto el status de puerto libre para Bolivia y el Perú, a la vez de internacionalizar el Ferrocarril AricaLa Paz.402 El Secretario de Estado declinó formular la propuesta, pues estimaba que era Chile quien debía hacerlo directamente. Según informara Collier más tarde a Kellogg, dentro de Chile habían surgido otras voces que hablaban de la división y venta del territorio a Bolivia, con garantías de Estados Unidos. Según se deduce de la obra de Gumucio, el embajador Collier fue el más perseverante de los informantes o asesores de Kellogg, por de pronto mucho más que Poindexter, acreditado en Lima. Permanentemente informaba y entregaba estados de situación, en los que no estaban ajenas las opiniones de los embajadores de otros países sudamericanos, llegando incluso Kellog a invitar a una reunión en Washington a los embajadores de Argentina, Uruguay y Brasil para buscar una amigable intervención, con el objeto de suspender el arbitraje y llegar a un arreglo diplomático directo. Habíamos así llegado al año 1926 y el problema seguía sin solución. El 9 de enero el presidente del Perú Augusto Leguía, le confirmó por escrito a Kellog que si Perú ganaba el plebiscito le transferiría a Bolivia el puerto en Arica. A la sazón, el general Pershing, por razones de enfermedad dejó su cargo y lo reemplazó el general William Lassiter, comandante del Ejército estadounidense en Panamá. En febrero surgieron nuevos problemas para materializar el plebiscito sobre las condiciones de elegibilidad de quiénes podrían ser los electores en el plebiscito, además de nuevas quejas peruanas contra la violencia desatada por autoridades y población chilena en la región.403 El 20 de enero de 1926, el Secretario de Estado envió una nueva proposición a las cancillerías de Santiago y Lima, pero además en esta oportunidad la hizo extensiva a La Paz. Algunos autores señalan que dada las importantes inversiones norteamericanas en Bolivia, había impulsado la idea de que los territorios de Tacna y Arica pasaran a dicha república, considerando además que el asunto del plebiscito había fracasado y el tema estaba sin resolverse. En el referido documento el Secretario de Estado, después de hacer mención al largo período que habían durado las diversas gestiones, demandando el interés de todos sus predecesores y los resultados infructuosos obtenidos en las diversas alternativas propuestas, estimaba que dicho problema podía llegar a una solución, ofreciendo a continuación un plan a los Gobiernos de Chile y Perú: Me aventuro a expresar la esperanza sincera de que ellos lo adoptarán. Este plan invocaba la cooperación de una tercera potencia: Bolivia. 402 403

Ibídem. p. 152. Ibídem. p. 154.

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Las Repúblicas de Chile y el Perú se comprometen libre y voluntariamente a ceder a la República de Bolivia a perpetuidad todo derecho, títulos e intereses que ellas tengan en las provincias de Tacna y Arica. Como parte integrante de la transacción se proveerá para que la República de Bolivia de una compensación adecuada por dicha cesión. Chile y el Perú convendrían en negociación directa acerca de una repartición equitativa entre ambas de la compensación en dinero que se acordase.404 Resultaba sencillo para el Secretario de Estado aludido disponer de territorios que no le pertenecían y cederlos a un tercero donde poseían grandes intereses, sin valorar debidamente los esfuerzos y costos que había sufrido Chile por un conflicto, tanto en vidas humanas como en lo económico, sin haber tenido ni los medios ni la intención de llegar a él. El diario El Mercurio de Santiago fue categórico y claro al respecto: Los Estados Unidos están interesados porque no quieren dejar que tales productos bolivianos escapen de su control: estaño, petróleo y goma. Si los Estados Unidos logran que Bolivia sea dueña de Tacna y Arica, aquel país les será deudor de su puerto. Los Estados Unidos proveerán los fondos para pagar las compensaciones necesarias a Chile y al Perú y los recuperaría con la entrega que Bolivia haría de esas tres materias primas.405 Kellogg daba muestras inagotables de llegar pronto a un acuerdo. En este mismo periodo buscó a través de sus representantes en Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires una amigable intervención; en febrero surgieron nuevos problemas en el asunto del plebiscito, relativos a la determinación de quiénes serían los electores en dicho referéndum, y Lassiter pidió a Kellog que lo suspendiera, responsabilizando a Chile. El nuevo canciller de Chile, Beltrán Mathieu, bajo la presidencia de Emiliano Figueroa Larraín, le comunicó al embajador Collier que su Gobierno estaría de acuerdo en ceder en forma inmediata Tacna al Perú, pero no estaba por el momento, en condición de transferir Arica a Bolivia. Sin embargo, una vez que Chile consiguiera perfeccionar su título de dominio sobre la misma, podría negociar con Bolivia la accesión de un puerto a cambio de compensaciones adecuadas y privilegios comerciales adicionales. Collier consultó sobre la conveniencia de invitar a Bolivia a participar en la solución de la Cuestión de Tacna y Arica, a lo que Mathieu se negó, pues dijo que esto indudablemente complicaría cualquier negociación con el Perú. Collier consultó entonces si Chile aceptaría entregar a Bolivia un corredor paralelo a la vía del Ferrocarril de Arica a La Paz, con una dimensión de cinco kilómetros de ancho a cada lado de la vía, lo que haría un total de diez kilómetros de ancho, a lo que el Canciller Mathieu dijo que podría considerar si la mayor parte de Arica quedaba en Chile.406 Las conversaciones continuaban pero no daban indicio de llegar a acuerdos. 404

Querejazu. Obra citada. p. 618. Ibídem. pp. 619-620. 406 Ídem. 405

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Kellogg, en consecuencia, ofreció sus buenos oficios a Perú y Chile para buscar otra solución exponiendo como primera medida de que Tacna y Arica sean declaradas neutrales y zonas de libre comercio con autonomía y Gobierno local, el cual sería presidido por un triunvirato con jurisdicción propia sobre la administración judicial, policial y tributaria. El Perú, Chile y Bolivia formarían un fondo de fideicomiso que serviría también para arbitrar las disputas que se diesen en esos territorios.407 No nos imaginamos como habría sido eso, felizmente no lo fue. ¡Cuán fácil ha sido para los Estados Unidos de Norteamérica dibujar soluciones en territorios ajenos! El 10 de abril Kellogg informó a su embajador en Santiago que el delegado chileno, Agustín Edwards, había informado al general Lassiter en Arica, que Chile estaba seguro de ganar el plebiscito y que consideraría entonces hacer algo por Bolivia. Kellogg añadía que se entrevistó con el embajador chileno Cruchaga quién le anunció que se debería esperar alguna proposición chilena que incluiría a Bolivia.408 Días más tarde, el 15 de abril, el Secretario de Estado hizo a los embajadores chileno y peruano la siguiente proposición en términos confidenciales: El Secretario de Estado tiene el honor de sugerir en interés de la paz internacional y de un reencuentro entre las partes, para que consideren la conveniencia de un sacrificio mutuo y conjunto por el cual: (1) Los territorios de Tacna y Arica se erigirán en un estado neutral, que será independiente o bajo el protectorado de Estados sudamericanos a ser acordados, o (2) las provincias de Tacna y Arica serán transferidas con las debidas compensaciones equitativas o los arreglos económicos a determinarse a un Estado Sudamericano que no es parte en estas negociaciones.409 Desconocemos cual habrá sido el motivo para considerar la primera de las soluciones, porque un territorio poblado mayoritariamente por chilenos y peruanos, ¿qué sentido tendría en declararlo estado neutral? tarde o temprano habría sido absorbido por uno de los dos países. Se agregaba así más condimento a los diferendos. De hecho, Perú aceptó la primera y negó la segunda, porque no se había consultado el parecer a la población de dichas zonas. El embajador chileno Cruchaga no dio respuesta, pues necesitaba consultar a su Gobierno. Dos días más tarde, el Gobierno de Chile respondió que consideraba inaceptable la neutralización de Tacna y Arica o la creación de un estado independiente, y que el rechazo inicial de Perú a la cesión de territorios a Bolivia hacía innecesario para Chile pronunciarse al respecto. El presidente Figueroa estaba temeroso que el Presidente de Perú, Augusto Leguía, hubiera logrado o estuviera en proceso de obtener una alianza con Bolivia para recuperar los territorios perdidos durante la Guerra del Pacífico.410

407

Gumucio. Obra citada. p. 155. Ibídem. pp. 156 y 157. 409 Ídem. 410 Ídem. 408

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El 18 de abril el embajador peruano Hernán Velarde en Washington, agregaba nuevos antecedentes a su anterior respuesta, por instrucciones de Lima, y sugería una solución que combinaba las dos alternativas. El Perú proponía la neutralización del territorio con excepción de una faja al sur de Arica que sería transferida a Bolivia. Velarde pidió que la sugerencia no se presente a Chile como peruana y se hiciera constar a Chile que Perú no se oponía a la segunda alternativa de Kellog referente a ceder territorios a Bolivia.411 Impuesto de lo anterior el presidente Siles, desde La Paz, envió un efusivo telegrama al presidente Calvin Coolidge, en términos muy elocuentes por tal iniciativa que permitiría a su nación satisfacer los anhelos portuarios de Bolivia y al referirse a nuestro país señalaba: No podría conciliarse esa plausible conducta de Chile -que repararía en parte el injusto y torpe desgarramiento que sufrió Bolivia- con el obstáculo que Chile le opusiera a las deliberaciones de Washington. Si Chile se muestra dispuesto a proporcionar a mi patria el puerto de Arica, que no pertenece exclusivamente a Chile y depende de su controversia insoluble con el Perú; si se ofrece ese puerto, claro que vincula a Bolivia a las expectativas del pleito sometido a las luces del Árbitro. Y ni corto ni perezoso, continuaba más adelante: (…) Con tal convencimiento, he declarado al excelentísimo Gobierno de Santiago, que el mío insiste en que las conversaciones comenzadas en ese orden determinen de inmediato la presencia de Bolivia en Washington, careciendo de objeto el proseguir toda gestión directa.412 El 26 de abril el presidente Coolidge respondió a Siles que debido a que las conversaciones ante el árbitro concernían solo a Chile y Perú, no podría invitar a otros países a participar. Durante el mes de mayo, Kellogg mantuvo una activa comunicación con sus embajadores en Perú y Chile. El presidente Leguía, ante la insistencia de Kellog de ratificar su ofrecimiento, respondió con un memorándum estableciendo que ante la oferta de una fórmula de negociación hecha por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Perú ratificaba: 1) La propuesta hecha a Bolivia de otorgarle en el territorio del plebiscito un corredor al mar; 2) Chile recibiría el territorio al sur del corredor y 3) Perú recibiría el territorio al norte del corredor.413 Cabe señalar que en esta proposición la ciudad de Arica quedaba en poder de Perú; por su parte, nuestro embajador Cruchaga informaba a Kellog el 18 de mayo que Chile deseaba quedarse con la ciudad de Arica, y cedería a Bolivia un corredor al norte del ferrocarril hasta el territorio peruano de Tacna. Luego, en la misma fecha de aniversario del Combate Naval de Iquique, la Embajada de Chile participó al Secretario de Estado del telegrama del canciller Mathieu a Cruchaga, mediante el cual se le pedía formalmente a Kellog presentar un 411

Ídem. Ibídem. p. 158. 413 Ibídem. p. 160. 412

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plan concreto y detallado, a fin de someterlo al estudio correspondiente, dejando en claro si, que Chile no podría ceder al Perú o a Bolivia la ciudad de Arica o los territorios al sur del Ferrocarril de Arica a La Paz, por cuanto estaban poblados por ciudadanos chilenos; se oponía a la participación de Bolivia en las conversaciones, precisando además que Chile había solucionado todos los problemas con dicha nación mediante el Tratado de 1904. Agregaba, por otra parte, que una vez logrado el acuerdo con Perú estudiaría la factibilidad de lograr un acuerdo separado con Bolivia para fortalecer los lazos de amistad que tenía con esa nación. El canciller chileno dejaba establecido lo siguiente: a) Aceptamos la división del territorio en base a los actuales límites departamentales de Tacna y Arica, manteniendo Chile la posesión de la línea del ferrocarril. b) Si se nos insiste mucho, concederemos a Bolivia un corredor que tendrá la frontera norte de Arica como eje. c) Para evitar que la línea del ferrocarril quede dentro del corredor, su anchura deberá ser restringida hacia el norte, a ser completada con lo que corresponde al Perú.414 A Kellogg no le gustó la ponencia de la Cancillería chilena, la descalificó, señaló que era ridículo entregar una faja sin ferrocarril y llamaba a Chile a reconsiderar su posición. Producto de las diversas comunicaciones cursadas por Kellog, especialmente con nuestra Cancillería a través de su embajador, todo parece demostrar que el árbitro daba muestras de desconocer todos los antecedentes previos que desataron el conflicto, y en especial las numerosas concesiones otorgadas a Bolivia por el Tratado de 1904. En mayo de ese mismo año, el ministro boliviano Jaimes Freyre, a quien conocimos como ministro en Santiago, informó a Kellogg que Chile y Bolivia estaban negociando una salida al Pacífico, contando con el ofrecimiento de Mejillones, Pisagua o Arica, solicitando hacerse partícipe de las conversaciones que se llevaban a cabo entre Perú y Chile, a lo que Kellogg respondió negativamente. El 4 de junio, Kellog citó a ambos embajadores y le formuló una nueva proposición: Los dos Gobiernos aceptan en principio como base de solución a las diferencias concernientes a las Provincias de Tacna y Arica y para discusión posterior en detalle: a) La delimitación de un corredor que se extienda de la frontera boliviana al océano Pacífico que será entregado a Bolivia, la que reconocerá el pago de compensaciones equitativas, en términos a ser acordados entre Chile y Perú. b) Todo territorio en el área en disputa que se extienda al norte del corredor, se

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Ibídem. p. 161.

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convertiría en parte del Perú. c) Todo territorio en el área de disputa que se extienda al sur del corredor, se convertiría en parte de Chile. d) Las anteriores disposiciones de entrega de territorio también comprendían el pago de justa compensación por las mejoras públicas efectuadas en los mismos. e) Ningún Gobierno que actualmente no es parte de las negociaciones, será admitido a participar en las mismas salvo acuerdo entre Perú y Chile.415 El embajador peruano Velarde accedió a la propuesta de Kellog, por cuanto consideraba que lo anterior traería una solución definitiva al problema. Nuestro embajador Cruchaga, por su parte, en forma acertada a nuestro juicio, respondió que era preferible que Kellogg determinara específicamente cuál era el área que se le entregaría a Bolivia, y que se definiera qué se consideraba por corredor y qué entendía Bolivia por tal elemento, y ante la petición de alguna sugerencia al respecto, respondió que no tenía ninguna, pues estimaba que el Secretario de Estado debía presentar una propuesta detallada y definida, agregando a continuación que como Perú había aceptado la proposición que dicho país debía previamente sugerir alguna. Y ante la insistencia del Embajador de Perú expresó que debía pedir instrucciones a su Gobierno. Mientras tanto, Collier seguía abrumando al Secretario de Estado con informaciones de diversa índole: que Mathieu creía que lo mejor era entregar Tacna y Arica a Bolivia; que el ministro de Guerra había anunciado en Gabinete que si Arica era entregado a otra nación que no fuera Chile habría una revolución; y que el ministro boliviano le había dado seguridades que Tacna y Arica en poder de Perú, le serían vendidas a Bolivia, y que no le satisfacía un corredor. El 9 de junio, según Gumucio, y no el día 10, como señala El Libro del Mar, el embajador Cruchaga presentó al secretario Kellogg la siguiente propuesta: 1. Chile reiteraba su preferencia a la realización del plebiscito, sin embargo, 2. Aceptaba la división del territorio entregando el departamento de Tacna al Perú y el departamento de Arica a Chile; 3. Proponía entregar a Bolivia un corredor de cuatro kilómetros de ancho que se extendería desde la frontera boliviana hasta el Villorrio de Palos en el océano Pacífico; la faja del corredor correría paralela a la frontera de los departamentos de Tacna y Arica, tomando de ambos departamentos dos kilómetros. Este corredor no podrá acercarse a menos de diez kilómetros de la actual línea del Ferrocarril de Arica a La Paz. Esta propuesta fue transmitida a Lima también por el embajador Velarde para su consideración.416 Si alguno de nuestros seguidores ha logrado desenmarañar este abanico de 415 416

Ibídem. p. 162. Ibídem. p. 163.

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proposiciones por uno y otro lado se merece nuestras felicitaciones. En todo caso, a nuestro juicio, hay un evidente interés del Gobierno de Estados Unidos en sacar sus propias ventajas, lo que no es de extrañar. 5.3.5. Circular del canciller Beltrán Mathieu. 1926 Posición boliviana

El 23 de junio de 1926 el canciller de Chile Beltrán Mathieu emitió una Circular expresando la intención de su país de transferir a Bolivia una parte del Departamento de Arica, tal como lo había propuesto Estados Unidos en su rol de país mediador.417 Opinión del autor

Sin negar este hecho, aun cuando las diversas fuentes consultadas solo se han limitado a citar en forma parcial dicha circular, haciendo la salvedad que la investigación minuciosa de Jorge Gumucio no la menciona, estimamos que este documento debió ser un informativo interno de la Cancillería chilena a su personal destacado en el extranjero, que en ningún caso constituye una novedad, por cuanto está en estricta consonancia con la nota del embajador Cruchaga, acreditado en Washington, quien precisamente obró de acuerdo a lo dispuesto por el canciller Mathieu, respondiendo a la propuesta de Kellogg de fecha 4 de junio mencionada con anterioridad. Veamos cuales fueron las expresiones que hemos logrado rescatar: El canciller chileno Beltrán Mathieu, en circular de 23 de junio de 1926, precisó el alcance de la posición chilena: Aceptamos sacrificar, en interés de Bolivia, una parte del Departamento de Arica (…). Sus indicaciones para que le fuera devuelta la totalidad del territorio disputado y se diera a Bolivia un corredor al sur de Arica, tomando el Perú lo que quedase al norte de esa línea, demuestran el ánimo sereno y prudente con que hemos buscado la manera de poner término a esta situación de inamistad entre Chile y Perú, que parece ahondarse por causas a que nuestro Gobierno se cree sinceramente ajeno.418 De manera que no constituye un ofrecimiento extra de Chile, ni mucho menos formando parte de una negociación directa con Bolivia, como pretende afirmar El Libro del Mar, al incluirla integrando uno de los compromisos de Chile para negociar una salida al mar de Bolivia, sino que fue consecuencia de las negociaciones llevadas a cabo con Perú, para zanjar la posesión de Tacna y Arica bajo los buenos oficios del Presidente de los Estados Unidos. 5.3.6. Respuesta del canciller Matte a la propuesta Kellog Posición de Bolivia

417 418

DIREMAR. Obra citada. p. 37. Sergio Carrasco Delgado. Historia de las Relaciones Chileno-Bolivianas. pp. 229-230.

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El 30 de noviembre de 1926, el Gobierno de los Estados Unidos, por intermedio del Secretario de Estado, Frank B. Kellogg, quien mediaba en el diferendo peruano chileno, envió un memorándum a los Gobiernos de Chile y Perú proponiendo: ceder a la República de Bolivia a perpetuidad, todo derecho, título e intereses que ellas tengan en las provincias de Tacna y Arica. Ante ello, el 4 de diciembre del mismo año el Canciller de Chile, Jorge Matte, presentó un memorándum al Secretario de Estado Kellogg, manifestando su disposición de concederle una faja de territorio y un puerto a la nación boliviana una vez que la posesión definitiva de Tacna y Arica fuera definida. Asimismo expresó que el Gobierno de Chile honraría sus declaraciones previas.419 Opinión del autor

Continuando con el desarrollo cronológico de estas negociaciones, el 11 de octubre de 1926 Kellogg presentó un nuevo plan, con más detalles, pero no menos confuso, considerando Tacna para Perú; entregar a Chile el departamento de Arica, incluyendo la ciudad; la entrega del FF. CC. de Arica a La Paz a una sociedad de responsabilidad limitada con acciones a favor de Chile y Bolivia, pero permitiendo que el Perú comprara acciones a dichos países; la administración quedaría en manos de una compañía extranjera; y otros aspectos relativos a facilidades portuarias, el arriendo por parte Chile a Bolivia de una franja paralela a la línea de la aguas, etc., etc. Perú no aceptó que Arica quedara en poder de Chile y el presidente Leguía argüía que ello podría provocar el derrocamiento de su Gobierno. No conocemos el “zapato chino”, pero en el vocablo popular refranero, meterse en un “zapato chino” se asimila a una situación confusa y que parece no tener arreglo, involucrarse en un lío del cual es difícil salir. Si Kellogg hubiese conocido dicho refrán, sin duda alguna habría hecho mención de él. El 19 de octubre citó al estamento superior del Departamento de Estado de su Gobierno, incluyendo al exsecretario de estado Charles Evans Hughes, quien resumió sus conclusiones en un nuevo plan a presentar a los dos países litigantes, que en síntesis consideraba lo siguiente: La cesión simultánea de ambos países de Tacna y Arica en favor de Bolivia, debidamente compensada económicamente por dicha nación a ambas repúblicas y ante la eventualidad que no lograsen acuerdos en el monto de las compensaciones, dejarían que el Secretario de Estado tomase la decisión definitiva y obligatoria, contando en todo momento con los buenos oficios de dicha autoridad si Chile y Perú no lograban acordar los términos económicos.420 A principios de noviembre el embajador peruano Hernán Velarde entregó un memorándum a Kellogg, sin haber tomado conocimiento del plan antes citado, ya que aún no se hacía oficial. Velarde insistía en sus objeciones con respecto a las ciudades de Tacna y Arica, atendido el hecho de las poblaciones peruanas residentes

419 420

DIREMAR. Obra citada. p. 38. Gumucio. Obra citada. p. 165.

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en ellas, expresando que por eso justificaba la necesidad de que toda solución debería partir del principio de que Tacna y el puerto de Arica deberían ser devueltos al Perú y que, de ser así, Perú concedería a Chile y Bolivia, franquicias aduaneras. En vista de lo anterior, Kellog resolvió citar a ambos embajadores y el 30 de noviembre hizo la siguiente “proposición final”, en cuyo exordio hacía mención a los esfuerzos realizados desde el Tratado de Ancón; el espíritu sincero que creía haber recibido de los representantes a fin de llegar a una solución; del honor nacional involucrado, estimando que la solución puede alcanzarse sin sacrificar el honor y dignidad nacionales; y el estudio de varias soluciones adelantadas durante el proceso de las negociaciones realizadas; para finalmente definir que no hay sino tres medios para arreglar la disputa territorial: Cesión de derechos de uno de los contendientes al otro, división del territorio litigado sobre algunas bases que se acordarían; o algún arreglo por el cual ninguno de los contendientes quedase con el territorio en disputa.421 Precisaba a continuación que las dos primeras fueron rehusadas por los litigantes y que los procedimientos establecidos en el artículo III del Tratado de Ancón resultaron infructuosos, señalando de paso la serie de combinaciones que se hicieron en las diversas proposiciones, sin logar resultado alguno, razón por la cual, permítaseme ahora definir la sugerencia concreta que someto a los tres países: a) Las Repúblicas de Chile y Perú se comprometen libre y voluntariamente en uno o varios protocolos a ceder a Bolivia a perpetuidad todo derecho, intereses o títulos que ellas tengan en las provincias de Tacna y Arica, debiendo ser objeto de la cesión de garantías apropiadas para la protección y conservación, sin distinciones, de los derechos personales y de propiedad de todos los habitantes de dichas provincias de cualquier nacionalidad. b) Como parte integrante de la transacción se proveerá para que la República de Bolivia dé una compensación adecuada por dicha cesión, incluyendo las obras públicas ferrocarriles y mejoras y tomando en cuenta el valor presente de tales obras, ferrocarriles y mejoras, hechos por Chile y Perú durante los períodos que estuvieron respectivamente en posesión y ocupación del territorio; deberán determinarse tales compensaciones en negociaciones directas en que participen los tres países: Chile, Perú y Bolivia, quedando bien entendido que el Secretario de Estado pondrá a disposición de los tres Gobiernos sus buenos oficios, si ellos fueran requeridos; sean estos para promover un arreglo o para establecer el carácter y el monto de la compensación en el caso de que pareciese impracticable la determinación de la misma en la negociación tripartita. c) Chile y Perú convendrán en una negociación directa para ambos, sobre la compensación en dinero que se acordase, entendiéndose también que el Secretario de Estado pondría a disposición de aquellos países sus buenos oficios, si fueran estos requeridos, para ayudarles en la participación del dinero y que asimismo él organizará la división de la compensación, si así lo pidieran Chile y el Perú. 421

Gumucio. Obra citada. p. 167.

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d) El promontorio conocido como el morro de Arica, con sus fronteras definidas fijamente, se reservaría de la transferencia a Bolivia y se colocará bajo el dominio y jurisdicción internacional que se encargaría de mantenerlo como una Monumento Internacional al valor de Chile y el Perú, sugiriendo además que se erija en el morro un faro o monumento que conmemore el arreglo amistoso de Tacna y Arica. e) Simultáneamente con la conclusión de los arreglos anteriores o tan prontos como fuese practicable, se celebrarían tratados de amistad entre Chile y Perú reanudando las relaciones diplomáticas y consulares y de comercio, de navegación, etc., necesarias a los restablecimientos de relaciones amistosos y normales entre los dos países. f) Desmilitarización perpetua en el más amplio sentido del término del territorio comprendido entre las provincia de Tacna y Arica, por convenio entre Chile, Perú y Bolivia. g) Por convenio apropiado entre las tres potencias, la ciudad de Arica se convertiría para siempre en puerto libre debiendo celebrarse un acuerdo que asegure igualdad de tarifa a los tres países, Chile, Perú y Bolivia.422 Esta larga proposición culmina con los beneficios y bondades que a juicio de Kellog reúne la propuesta y que permitirían alcanzar los logros deseados. La respuesta de Bolivia no se hizo esperar, y era lógico. La nación causante de la guerra era la más beneficiada, y la que menos esfuerzos realizó en el conflicto veía coronado con éxito lo que ni siquiera los reyes de España le habían otorgado durante varios siglos, no obstante las reiteradas peticiones al respecto. El canciller Alberto Gutiérrez respondió el 2 de diciembre: Al asumir el Gobierno de Bolivia el rol de partícipe en esta solución internacional, quiere manifestar al Gobierno de los Estados Unidos su agradecimiento más efusivo por haber satisfecho una aspiración nacional y por haber contribuido con tal alto espíritu a poner los cimientos definitivos de la paz y de la concordancia en este continente.423 Chile lo hizo el 4 de diciembre, a través de su nuevo canciller Jorge Matte, y transcribimos el texto incluido por Gumucio: (...) Una sola cuestión quedó pendiente al liquidarse la Guerra del Pacífico: la nacionalidad definitiva del territorio de Tacna y Arica, que habría de determinarse por sus habitantes diez años después de la fecha del Tratado. Durante cuarenta años, a pesar de nuestras reiteradas iniciativas para producir un acuerdo que fijara las bases a las cuales debía sujetarse esa consulta popular, no nos fue posible alcanzar un resultado satisfactorio. En tranquila posesión del territorio, y seguros de que el tiempo sería nuestro mejor aliado para consolidar la situación que alcanzamos en estas provincias, a 422 423

Ibídem. pp. 167-169. Ibídem. p. 171.

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cuyo progreso moral y material hemos dedicado nuestras mejores energías, renunciamos espontáneamente a esa situación privilegiada, yendo a Washington a buscar una solución definitiva de esta vieja cuestión, inspirados por nuestro elevado concepto de confraternidad internacional. El Protocolo de Washington entregó a S.E. el Presidente de los Estados Unidos, la fijación de las bases de aquella solución, y su fallo consagró enteramente la tesis chilena que defendía el principio de la determinación de los territorios por la libre voluntad de los habitantes. Los procedimientos del plebiscito daban evidencia de la enorme mayoría electoral existente en favor de Chile, consagrando nuestro derecho a la anexión definitiva de Tacna y Arica al territorio chileno. A pesar de esta legítima expectativa, el Gobierno de Chile no ha vacilado en acoger las insinuaciones del Departamento de Estado tendientes a la división del territorio, sacrificio aceptado sólo como un generoso esfuerzo en homenaje a la paz (...). La República de Bolivia que, veinte años después de terminada la Guerra del Pacífico renunció espontáneamente a todo el litoral marítimo, exigiendo, como más convenientes a sus intereses, compensaciones financieras y de vías de comunicación, ha expresado su anhelo de ser considerada en las negociaciones que se celebran para resolver la nacionalidad de esos territorios. Ni en justicia ni en equidad, puede encontrarse una justificación de esta exigencia, que ahora formula erigiéndola como un derecho. Sin embargo, el Gobierno de Chile no ha dejado de considerar este nuevo interés del Gobierno de Bolivia y ha subordinado su discusión, como era lógico, al resultado de la controversia pendiente con el Gobierno del Perú. Aún más, en el curso de las negociaciones proseguidas durante el presente año ante el Departamento de Estado, y dentro de la fórmula de división del territorio, Chile no ha rechazado la idea de conceder una faja de territorio y un puerto a la Nación boliviana. Las proposiciones, altamente inspiradas, que el Gobierno de Chile ha aceptado sobre este particular, no han encontrado la acogida que merecían de parte del Gobierno del Perú y la cuestión ha quedado pendiente hasta el momento actual (...). La proposición del Departamento de Estado va mucho más allá de las concesiones que generosamente ha podido otorgar el Gobierno de Chile. Ella envuelve la cesión definitiva, a la República de Bolivia, del territorio disputado, y si bien, como el Secretario de Estado lo dice, esa solución no hiere la dignidad de ninguno de los países contendientes y se armoniza con el deseo, repetidas veces manifestado por el Gobierno de Chile, de ayudar a la satisfacción de las aspiraciones boliviana, no es menos cierto que ella significa un sacrificio de nuestros derechos y la cesión de un territorio incorporado desde hace cuarenta años a la República en virtud de un Tratado solemne, situación que no puede ser jurídicamente alterada, sino por un plebiscito, cuyo resultado no ofrece duda alguna en el sentir del pueblo chileno.

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En ningún momento el Gobierno de Chile ha abandonado esta sólida situación jurídica, en que lo colocaron el Tratado de Ancón y el fallo arbitral, y no la abandonará tampoco ahora. No obstante, en obsequio a la gran causa de la confraternidad americana, y llevado por su anhelo de favorecer la reconciliación de los países envueltos en la guerra del Pacífico, Chile ha estado siempre dispuesto a escuchar toda proposición de arreglo que pueda contribuir a tan altos fines, y que al mismo tiempo le ofrezca compensaciones al sacrificio de aquella parte de sus legítimos derechos que tales proposiciones importan. Pero desea dejar testimonio, una vez más, de que, al discutir tales proposiciones, no abandona esos derechos, sino que simplemente ha considerado la posibilidad de sacrificarlo libre y voluntariamente en aras de un superior interés nacional o americano. En este sentido, el Gobierno de Chile accede a considerar, en principio, la proposición, dando con ello una nueva y elocuente demostración de sus propósitos de paz y cordialidad (...). El Gobierno de Chile atribuye capital importancia al pensamiento que el Secretario de Estado consigna en su memorándum relativo al carácter de perpetua neutralidad en que deben ser mantenidos esos territorios. Coincidimos, pues, con él, en que el término ‘desmilitarización’ de esa región deben ser entendido en su más amplio concepto, eliminando en forma más absoluta toda posibilidad de que en ella o en sus aguas territoriales puedan ser mantenidas bases o fuerzas terrestres, aérea o navales. Debemos a este respecto, expresar al Secretario de Estado, con franqueza y claridad, nuestro pensamiento. Si entregamos una vía de comunicación al Pacífico destinada a desenvolver la vida económica de Bolivia, tenemos el derecho de asegurar que el sacrificio que hacemos, en obsequio a un elevado ideal, no importa un peligro futuro para nuestra seguridad exterior. Como natural corolario de este concepto, sería indispensable estipular que el territorio, cuya cesión se propone, no podría ser transferido en todo ni en parte, a ninguna de las naciones contratantes, ni a otra potencia.424 Ante la falta de respuesta de Perú, Kellog urgió al embajador Velarde a obtener un pronunciamiento, y paralelamente quiso conocer la opinión de Uruguay, Argentina y Brasil, quienes se abstuvieron de responder mientras Lima no se pronunciara. El canciller peruano, José Rada y Gamio, respondió el 12 de enero de 1927 mediante una larga y detallada nota, recordando los aspectos asumidos por su Gobierno durante las negociaciones y haciendo presente que al no haberse realizado el plebiscito, desaparecía la condición resolutoria de dicho Tratado, razón por la cual Tacna y Arica habían recobrado su condición libre; objeta la división tripartida del territorio y que no se concebía que Perú entregara esos territorios a Bolivia, 424

Ídem.

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enfatizando que nuestro país no consintió nunca, ni en los momentos en que la fuerza de las armas imperan, en ceder Tacna y Arica, ni por dinero, ni por compensaciones; y precisamente por eso llegó a la fórmula del plebiscito a plazo fijo (...) pero en todo momento sostuvo la intangibilidad de su derecho y la consecuente reintegración de su derecho, señalando únicamente la zona al sur de Azapa para que en ella se diera puerto a Bolivia. Más adelante hace referencia a la división del territorio propuesta por el Perú, basada en los títulos jurídicos sobre Tacna y Arica y en sus condiciones geográficas, hace además alusión a que Chile ha estado dispuesto a devolver Tacna a Perú y continúa. (…) Véase, pues, que las expectativas del Perú para recuperar sus territorios, no sólo han existido antes, sino que existen aún. En cambio, Chile no tiene ni puede tener, expectativa alguna de retener lo que ya no debe poseer (...). Mi Gobierno mira con simpatía la neutralización, más que todo, porque ella vendría a poner término al martirologio de los tacneños y ariqueños y porque la política internacional del Perú nunca se ha inspirado en intereses materiales sino en los altos ideales de justicia y de protección a los derechos humanos (...). Prosigue José Rada sin escatimar en expresiones al defender su derechos sobre Tacna y Arica: El Perú no puede aceptar la cesión propuesta de los territorios de Tacna y Arica a nadie, ni por compra, ni de otro modo, porque el Perú, que viene defendiendo, más de cuarenta años, sus derechos sobre aquéllos, no puede convertirlos en mercancía sujeta a precio, por grande que ésta sea. En cuanto a Chile no tiene derecho que ceder porque ha perdido toda expectativa a la retención de esos territorios desde el momento en que terminó la posibilidad de un plebiscito que decidirá de la suerte de ellos. En relación con la reanudación de todas las relaciones diplomáticas y consulares, de comercio y navegación a que se refería Kellog, es más categórico aun, al señalar que estas no se materializarán hasta el día en que Chile esté dispuesto a devolver a Perú Tacna y Arica; le representa además que el Secretario de Estado no dio respuesta a su consulta con respecto a los derechos políticos de la población residente en la zona en litigio, culminado en forma lapidaria: El Perú no puede aceptar, aún a riesgo de contrariar su tradicional política de deferencia por los Estados Unidos de América, una solución que importa el abandono de sus compatriotas, que es a lo que equivaldría dejarles en el estado de sojuzgamiento y vergüenza en que ahora viven.425 Esta fue la lápida para los buenos oficios y de amigable componedor, donde Kellog puso sus mayores esfuerzos. Queda claro también que Chile durante todas las negaciones siempre mantuvo el espíritu americanista, estuvo llano a paliar las carencias geográficas de Bolivia, pero en los términos señalados en la respuesta del canciller Matte, y que una vez más el antiguo aliado cerraba las puertas para un entendimiento. Nos hemos extendido sobre esta materia, pues estimamos de importancia como 425

Ibídem. p. 173.

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indicáramos precedentemente, precisar cuál fue el contexto en que Chile realizó tales ofertas, las que fueron hechas al secretario de estado Kellogg, sin formar parte de una negociación directa con Bolivia, como sí lo fueron los Pactos de Mayo. Finalmente Chile y Perú, por el Tratado de 1929, dieron por concluido el problema de Tacna y Arica, sin llevar a cabo el plebiscito estipulado en el Tratado de Ancón. 5.3.7. Protesta por suscripción del Tratado de Lima Posición boliviana

El 3 de junio de 1929 se suscribió el Tratado de Lima por el cual Chile obtuvo Arica y Perú recuperó Tacna. Bolivia se sintió afectada por ese tratado porque en un insólito Protocolo Complementario de la misma fecha, en su inicio secreto, se estableció que Chile y Perú no podían sin el acuerdo previo de su contraparte ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios objeto del primer acuerdo. La referencia a una tercera potencia era una clara alusión a Bolivia. A causa de ello, remitió una circular a la comunidad internacional manifestando vehementemente su protesta respecto a ese acuerdo, ya que a su entender esa fórmula contradecía todos los compromisos previos a Chile para otorgar un acceso soberano de Bolivia al mar.426 Opinión del autor Las cosas sucedieron tal como lo señala la nota boliviana, sin embargo, consideramos que no puede existir cuestionamiento sin reconocer previamente que nuestra diplomacia utilizó similares procedimientos a los que en más de una oportunidad ha recurrido Bolivia y con mucho mayor connotación.

Recordemos, por ejemplo, el Pacto Secreto de la “supuesta” Alianza Defensiva suscrito con Perú, al que estuvo próximo a adherirse Argentina, y bajo cuya confianza Bolivia declaró la guerra a Chile; las negociaciones llevadas a cabo con Argentina por la Puna de Atacama en 1889, suscribiendo con dicho Gobierno un pacto confidencial de trueque territorial, entregando Bolivia la Puna de Atacama, territorio que estaba bajo la soberanía de Chile con una delimitación pendiente, recibiendo a cambio Tarija; y el propio protocolo confidencial suscrito con Chile para coadyuvar a que las ciudades de Tacna y Arica quedaran en su poder mediante el plebiscito considerado en el Tratado de Ancón, compromiso que fue absolutamente ignorado, por lo menos no se conocen antecedentes al respecto. Traigamos a nuestra memoria que el mencionado referéndum, conforme a lo declarado el 4 de marzo de 1925 por el árbitro Calvin Coolidge, Presidente de los Estados Unidos, era viable, acogiendo la opinión chilena y rechazando la de Perú; Gobierno que a partir de esa fecha no bajó sus brazos e hizo lo imposible para que 426

DIREMAR. Obra citada. p. 38.

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no se llevara a efecto, que fue en definitiva lo que sucedió, dando lugar al escepticismo que emergió en el árbitro de realizarlo en condiciones aceptables, de acuerdo a los informes del Presidente de la Comisión para establecer las bases y procedimientos para llevarlo a cabo. Por esta razón, el Gobierno estadounidense hizo diversas ofertas tendientes a llegar a un entendimiento directo entre ambas naciones, las que hemos citados en párrafos precedentes. En forma paralela, la Comisión Plebiscitaria presidida por el general Lassiter seguía en sus funciones, y el 14 de junio de 1926 éste declaró impracticable el plebiscito con el voto del delegado peruano y la protesta del delegado de Chile, y ello obligó a nuestro Gobierno a manifestar que consideraba terminados los buenos oficios y presentar al Árbitro el 14 de agosto siguiente un memorándum de reserva de sus derechos contra aquella resolución nula y sin fuerza legal.427 Las relaciones con Bolivia seguían en un plano satisfactorio, y a mediados de 1927 se dio inicio a las conversaciones de la entrega de la sección boliviana del Ferrocarril de Arica a la Paz, conforme a lo establecido en el artículo tercero del Tratado de 1904, acto que se realizó el 13 de mayo de 1928, conforme al Protocolo suscrito entre ambos Gobiernos el 2 de febrero de ese mismo año, confirmando de esta manera el celoso cumplimiento de dicho pacto por Chile, lo que fuere reconocido por el propio delegado boliviano, no obstante las incidencias internacionales que caracterizaron ese período y los movimientos revolucionarios acaecidos en la nación hermana. En efecto, poco después el Gobierno altiplánico se sumió en una grave crisis internacional producto de su litigio con Paraguay, el que alcanzó ribetes de extraordinaria gravedad cuando a fines de 1928 sobrevinieron los sangrientos incidentes en los fortines del Chaco. Recapitulando, con respecto a Perú, Chile continuó con los procedimientos administrativos y legales de los territorios de Tacna y Arica imperantes antes que se iniciaran los buenos oficios norteamericanos, reforzando su campaña de nacionalización o chilenización, lo que despertó molestias en Perú. Sin embargo, Chile en ningún momento desestimó llegar a un acuerdo con Perú, no obstante las vicisitudes acaecidas durante la gestión de los buenos oficios antes señalados, lo que dio luces una vez más a que el secretario de Estado Kellog invitara el 9 de julio de 1928 a ambos Gobiernos, a reiniciar las negociaciones diplomáticas, acreditando las respectivas representaciones: Emiliano Figueroa por Chile y César Elguera por Perú, dándose luego inicio a las negociaciones directas el 3 de octubre de 1928 en Lima, a fin de llegar a un arreglo directo entre los dos países, las que en ningún momento consideraron a Bolivia, culminando con el ajuste del Tratado de Lima y el Protocolo Complementario el 3 de junio de 1929, que vino poner fin a la disputa de Tacna y Arica. Ahora, ¿por qué Chile suscribió el protocolo complementario? La respuesta hay que buscarla en las circunstancias políticas y en las opiniones que al respecto imperaban en el Gobierno en tales circunstancias, en Chile prevalecían diversas opiniones al respecto, en el sentido de otorgar o no a Bolivia una salida soberana al 427

Barros Grebe. Obra citada. p. 134.

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Pacífico y de llevar a cabo el plebiscito. De acuerdo al historiador Gonzalo Vial, en nuestro país existían tres corrientes de opinión e incluso matices dentro de algunas de ésta: La conocida como “política de Santa María” siendo el exministro y luego presidente Domingo Santa María, su gestor y principal sostenedor, y que otros autores han denominado también “política boliviana.” Consistía en ceder Tacna y Arica a Bolivia, meteríamos una cuña entre los dos antiguos aliados de la Guerra del Pacífico; solucionaríamos la reivindicación marítima de los altiplanenses; haríamos de ellos nuestro más firme apoyo en imponer esta solución y quedaríamos sin frontera común por la cual el Perú pudiese atacarnos.428 En carta al ministro de guerra en campaña, Rafael Sotomayor, había escrito en noviembre de 1880 en términos semejantes: No olvidemos que no podemos ahogar a Bolivia (…). Le debemos proporcionar por alguna parte un puerto propio, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia.429 Otra idea sustentaba que Chile se quedara con Tacna y Arica, sin escatimar esfuerzos, a cualquier costo, mediante la chilenización de dicho territorio, haciendo imposible el retorno a Perú. Obedecía al criterio de José Manuel Balmaceda. Algunos defensores de esta tesis afirmaban que desde el Tratado de Ancón se había previsto que Chile se quedaría con ambas provincias, lo que estaría refrendado en uno de los acápites del artículo tercero: Aquel de los países a cuyo favor queden anexadas las provincias de Tacna y Arica, pagará al otro diez millones de pesos, moneda chilena de plata, o soles peruanos de igual ley y peso que aquella. Consideraban de igual forma que el plebiscito era simple hoja de parra para la dignidad peruana, pues no se recordaba que un país perdiera un acto así, celebrado en territorio bajo su ocupación.430 El Gobierno peruano debe haber pensado lo mismo, como que se jugó con tanto ahínco para que el plebiscito no se llevara a efecto. Algunos de sus seguidores pensaban que el plebiscito se ganaría en forma absolutamente limpia; pero junto a los anteriores, había también quienes no hacían depender la chilenización de Tacna y Arica, de ningún plebiscito (…) debía ser defendida a sangre y fuego, aunque se hiciera escarnio del laudo (…).431 La tercera corriente de opinión, según Vial, fue la llamada “partija”, prescindía del plebiscito, buscando un entendimiento directo con el Perú, Tacna para su antiguo dueño y Arica para Chile. Pasados casi cincuenta años, Tacna continuaba siendo peruana de alma, como lo cita el historiador, pero Arica se había chilenizado gracias al movimiento del puerto y del Ferrocarril de Arica a la Paz. Por ser esta concepción más moderna, fue la que predominó durante el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, eso sí que se dieron una serie de circunstancias que la 428

Gonzalo Vial Correa. Historia de Chile. Volumen IV. p. 312. Pinochet. Obra citada. p. 16. 430 Vial. Obra citada. p. 312. 431 Ibídem. p. 313. 429

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favorecieron. En primer lugar, a juicio del autor, el joven Canciller Conrado Ríos Gallardo -motor de esta corriente- al proponer a Emiliano Figueroa Larraín como Ministro en Lima, quien cumplió una destacada labor en Perú, por la confianza que se ganó no solo de los limeños sino del propio presidente Augusto Leguía. Otro nombramiento acertado, fue la designación como representante en Washington de Carlos Dávila, exdirector del diario La Nación, que mantuvo excelentes relaciones con el secretario de estado Kellog: Particular amistad trabaron Dávila y Kellogg, el secretario recibía al chileno sin ningún protocolo y mediando apenas un aviso telefónico, sostenían largas conferencias.432 Por otra parte, el ministro peruano en Santiago, Cesar Elguera, cultivó excelente relaciones con el canciller Ríos, reuniéndose en forma permanente para fijar y acordar los pasos de las negociaciones. Así, la posición de Augusto Leguía fue variando desde la concepción previa que al no cumplirse con lo pactado en el artículo tercero del Tratado de Ancón, desaparecía también la soberanía y la administración que se había concedido a Chile en virtud del mismo tratado, recuperando así Tacna y Arica. Sucedieron posteriormente varias alternativas: la devolución de Tacna, el morro, el puerto y la ciudad de Arica; Tacna y la mitad de Arica, puerto y ciudad; crear un protectorado autónomo con la zona en litigio, administrado por Chile, Perú y Estados Unidos; restitución de Tacna y neutralización de Arica por un mandato dado a Venezuela o Uruguay; para definitivamente aceptar lo que se acordó en el Tratado de Lima; Tacna para Perú y Arica para Chile, con las compensaciones y acuerdos que es establecieron en dicho pacto.433 Cabe hacer notar que en ningún momento, alguna de las alternativas antes enumeradas consideraba la participación de Bolivia. 5.3.8.El acuerdo emergente del intercambio de notas de 1950 Posición boliviana

El acuerdo de junio de 1950 fue el resultado de una gestión diplomática iniciada por Bolivia en 1946. En dicho año, con motivo de la transmisión del mando presidencial en Chile, el nuevo mandatario Gabriel González Videla manifestó al canciller boliviano Aniceto Solares y al embajador Alberto Ostria Gutiérrez su aceptación para iniciar negociaciones con miras a otorgar a Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico. En los años siguientes, el embajador Ostria sostuvo numerosas audiencias con el presidente González y sus respectivos ministros de Relaciones Exteriores, llegando a acordar los términos de las Notas de 1 y 20 de junio de 1950, firmadas e intercambiadas por el embajador boliviano y el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Horacio Walker Larraín. El objeto de estas notas fue entrar formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al océano Pacífico, y a Chile obtener las compensaciones que no tengan carácter territorial y que consulten efectivamente sus intereses. 432 433

Ibídem. p. 350. Ibídem. p. 353.

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Asimismo, Chile confirmó en las citadas notas sus compromisos previos y su predisposición a estudiar en gestiones directas con Bolivia la posibilidad de otorgarle un acceso soberano al mar. Ese acuerdo fue refrendado por las autoridades chilenas en numerosas declaraciones públicas en los meses siguientes. En el curso de las negociaciones, el presidente chileno González Videla le comunicó al presidente norteamericano Harry Truman que la fórmula de acuerdo por la cual Bolivia obtendría un acceso soberano al océano Pacífico sería a cambio del uso, por parte de Chile, de aguas del lago Titicaca. Haciendo eco de esta información, el presidente Truman se refirió en dos ocasiones a la negociación entre Bolivia y Chile en los términos planteados por el Gobierno chileno. Sin embargo, Bolivia aclaró públicamente que nunca comprometió el uso de esas aguas a favor de Chile. Pese a las aclaraciones respecto a los verdaderos términos de la negociación, una serie de especulaciones periodísticas generaron la oposición de círculos políticos tanto en Bolivia como en Chile, razón por la cual la negociación pactada mediante las Notas de 1950 quedó pendiente.434 Opinión el autor Antes de entrar de lleno en la materia que nos ocupa, creemos de interés del lector efectuar un preámbulo sobre el estado de las relaciones entre ambos países.

Después de los sucesos relativos al Tratado de Lima celebrado entre Chile y Perú, y los fallidos esfuerzos de Bolivia para participar en las negociaciones sobre Tacna y Arica, las relaciones entre ambas naciones se mantuvieron en un plano de absoluta normalidad, como dan testimonios la suscripción de convenios, protocolos y actas de variada índole suscritos con Bolivia, como por ejemplo: los relativos a la entrega del Ferrocarril de Arica a La Paz; la Comisión Mixta para el Estudio de las Relaciones Económicas; el Protocolo de Explotación del Ferrocarril de Arica a la Paz; la Convención sobre Tránsito; el Convenio sobre Intercambio Cultural e intelectual y otros de materias afines; el Tratado de Comercio de 1938; el Protocolo sobre Conservación de Hitos Fronterizos, etc. La posición de los juristas bolivianos pareció declinar en los intentos revisionistas, en parte motivado por los sucesivos cambios de Gobierno producto de conflictos internos. Sin embargo, en 1943, a raíz de una encuesta realizada por el diario La Noche de La Paz, la idea nuevamente recuperó su estándar normal, a la par que se acompañaban de abundantes expresiones injuriosas y ofensivas hacia Chile. El historiador Luis Subieta Sagárnaga, según el testimonio de Enrique Agullo, emulando a Miguel Mercado Moreira, escribió: Chile, lleva sobre sí la maldición de un pueblo ultrajado y el anatema de la civilización.435 Cabe agregar, a riesgo de abundar en estas materias, que en ese mismo periodo, para ser más exactos el 9 de julio de 1942, el canciller chileno Ernesto Barros Jarpa y 434 435

DIREMAR. Obra citada. p. 39. Agullo. Obra citada. p. 53.

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el embajador boliviano Alberto Ostria Gutiérrez, canjearon en Santiago las ratificaciones de la Convención sobre Tránsito Comercial, suscrita en agosto de 1937, cuyo primer artículo expresaba lo siguiente: El Gobierno de Chile de conformidad al Artículo VI del Tratado de Paz y Amistad de 1904, reconoce y garantiza el más amplio y libre Tránsito a través de su territorio y puertos mayores para personas y cargas que crucen por su territorio de o para Bolivia. Dentro de las estipulaciones chileno-bolivianas vigentes el libre tránsito comprende toda clase de carga y en todo tiempo sin excepción alguna. A juicio de Barros Grebe, esta disposición otorga a Bolivia facilidades que no ha logrado ninguna de las naciones mediterráneas de Europa, como Austria, Hungría. Checoslovaquia o Suiza436 y que en la actualidad dicha lista la integran muchas otras naciones en el mundo. El lenguaje mordaz, descalificador y agraviante a que hacíamos mención en un párrafo anterior, ha pasado a ser un estilo, un denominador común de algunos de sus gobernantes y dirigentes políticos hacia el pueblo chileno y en particular a nuestras autoridades, e incluso a otras naciones, creyendo que sus actitudes infundirán un mayor respeto o un convencimiento hacia los fines que ellos persiguen, generando en contrario un sentimiento adverso. Ya en 1923 el delegado boliviano en Ginebra, Franz Tamayo, conocido y respetado poeta, a través de una publicación conocida como los “Catorce puntos de Tamayo”, injurió públicamente a los Estados Unidos de Norteamérica: Nuestros poderosos amigos del norte están derramando su noble sangre en defensa de Corea ultrajada. Noble destino. Después de libertar a Cuba, acabaron por libertar a Europa. Pero, tengo un pensamiento triste. Si se tratase de Bolivia, temo que ni una sola gota de la sangre de un ratón yankee se derramaría por nosotros.437 Cómo no recordar por ejemplo, el video transmitido por la televisión francesa bajo el Gobierno del presidente Paz Zamora, en que se insultaba y provocaba a Chile, incluso el propio mandatario aparecía arengando a sus fuerzas armadas. Por esta razón, los insultos y descalificaciones casi a diario del presidente Evo Morales no nos deben llamar la atención, es parte de su estrategia comunicacional. Prosiguiendo con nuestro tema, Bolivia continuó realizando intentos de buscar la adhesión de los Estados Unidos y de otras naciones de América. Aprovechando la visita hecha por el presidente boliviano, general Enrique Peñaranda, a dicho país, el 5 de mayo de 1943 su canciller Tomás Elio dijo al respecto: Mi patria confía en el apoyo de los pueblos amigos de América para que sus legítimas aspiraciones sean reconocidas.438 El derecho y la aspiración de Bolivia para obtener un puerto propio en el Pacífico son permanentes e indeclinables.439 Obviamente la prensa boliviana 436

Barros Grebe. Obra citada. p. 147. Agullo. Obra citada. p. 57. 438 Ibídem. p. 54. 439 Barros Grebe. Obra citada. p. 148. 437

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encontró la ocasión propicia y resucitó los resentimientos hacia Chile descargando toda su artillería y con la mayor virulencia. Estos comentarios merecieron al día siguiente una respuesta categórica por parte del canciller chileno Joaquín Fernández: (…) El Ministerio de Relaciones exteriores de Chile cree oportuno declarar que el Gobierno de la República, considera que no hay cuestiones pendientes de orden territorial entre Chile y Bolivia, las que fueron definitivamente zanjadas por el Tratado de Paz y Amistad de 1904. Toda campaña que tienda a hacer revivir un asunto que está totalmente resuelto desde hace cerca de cuarenta años por libre y espontánea voluntad de ambos Gobiernos, encontrará un enérgico repudio de parte de nuestro país y sólo servirá para dividir dos naciones vecinas y amigas y debilitar los esfuerzos que los Estados Unidos y demás Estados americanos están realizando en pro de la defensa continental, y de la causa de la democracia en el mundo.440 Estimo innecesario comentar cual fue la reacción de la prensa boliviana, porque se deduce por sí sola. Sin embargo, el 10 de agosto de 1943, el Subsecretario de Relaciones Exteriores de Bolivia, colocaba paños fríos a las declaraciones de Fernández expresando: Es extraño que el Canciller chileno se refiera a la legitimidad del dominio territorial que ejerce Chile sobre la costa del Pacífico, como si Bolivia hubiera alguna vez objetado esta situación o tratado de desconocerla (…). La reclamación boliviana consiste en el derecho de una salida soberana al mar por territorio que, en efecto, posee Chile, país con el cual Bolivia se propone entrar en franco y pacífico entendimiento a base de recíprocas conveniencias (...).441 Meses más tarde -septiembre de 1943- el Gobierno boliviano envió un memorando al de Estados Unidos, solicitando su intervención en el asunto de la salida mar, el que siguió el mismo camino de las ocasiones anteriores y no logró los propósitos esperados.442 En 1944, el Presidente de Chile, Juan Antonio Ríos, participó al Gobierno de Bolivia la disposición en que se encontraba mi Gobierno para considerar todo tipo de gestión directa tendiente a la solución del problema portuario.443 De esta gestión no hemos conocido antecedentes acerca de la respuesta boliviana. A partir de 1946, bajo la administración del presidente Gabriel González Videla, las negociaciones se reiniciaron. Chile como siempre estuvo dispuesto a escuchar en la medida que no se tocara el Tratado de 1904 y no se afectase la continuidad territorial. Por parte del Gobierno chileno fueron iniciadas por el canciller Germán Vergara Donoso, y continuadas sucesivamente por Germán Riesco y Horacio Walker Larraín; por parte de Bolivia existió un solo interlocutor, Alberto Ostria Gutiérrez. Habían pasado más de 25 años después de los últimos intercambios de notas en materia portuaria. El 2 de junio de 1948, el embajador Ostria envió una

440

Agullo. Obra citada. pp. 54 y 55. Barros Grebe. Obra citada. p. 153. 442 Agullo. Obra citada. p. 56. 443 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 59. 441

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comunicación a su Gobierno, donde además de señalar la buena predisposición del presidente González Videla le propuso hasta donde estaría dispuesto de llegar el Gobierno de Chile, luego de dejar a salvo Arica, a lo que el mandatario chileno en una reunión sostenida el 29 de abril de 1948, habría señalado la siguiente proposición: a) Una franja territorial de cinco kilómetros de ancho al norte de Arica. b) Un desvío, hasta el nuevo puerto, de la línea férrea Arica-La Paz. c) Negociar con Bolivia el arriendo o traspaso de la sección chilena del mismo ferrocarril, agregando Ostria a continuación que respecto a las compensaciones ‘recalqué rotundamente que Bolivia no aceptaría dar nada en el orden territorial’.444 Con fecha 4 de junio de 1948, el Gobierno boliviano propuso un acuerdo que básicamente consideraba la cesión de Chile a Bolivia del puerto de Arica y la faja costera al norte de dicho puerto hasta la frontera peruana. El presidente chileno expresó al embajador que no era del caso pensar en una cesión, pero sí en una faja costera.445 No obstante esta negativa, Ostria Gutiérrez insistió mediante una propuesta que aspiraba a la cesión no tan solo de la ciudad de Arica sino también de su puerto, y pretendiendo obviar la razón histórica aludida por el presidente de Chile hecha anteriormente, propuso que tanto el Morro de Arica, como los sitios históricos no quedaran incluidos en la cesión. ¡Cuán benévolo y qué gesto de grandeza demostró el canciller boliviano al respetar el baluarte histórico del morro! Obviamente que la nueva respuesta fue rechazada por el Gobierno chileno, a lo que Ostria Gutiérrez respondió con otra proposición, consistente en la repartición equitativa de toda la bahía chilena de Arica entre Bolivia y Chile. La Moneda no la aceptó tampoco, alegando que la geografía y la realidad impedían esta bisección. Finalmente, el canciller de Bolivia demostrando una persistencia encomiable sometió a consideración de Chile la añeja opción de la faja costera, no obstante que las mismas fuerzas políticas que en ese momento ejercían el poder en La Paz, habían derrocado al presidente Gutiérrez Guerra en 1920 por haber intentado ese mismo tipo de arreglo. Chile pidió mayores antecedentes y luego Germán Riesco, sucesor de Vergara Donoso, exigió un memorando donde aclarara sus opciones y las compensaciones ofrecidas por Bolivia. Tiempo después el presidente Hertzog, durante una visita que hizo al presidente de Chile, reiteró su planteamiento, quien aceptó la franja pero descartó el puerto. Un documento denominado Negociaciones Portuarias con Chile, de cuya autoría es Alberto Ostria Gutiérrez, fechado el 2 de junio de 1948 y remitido al canciller boliviano Adolfo Costa du Rels, fue reproducido por Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, y en su nota reservada deja constancia de conversaciones sostenidas directamente con el presidente González Videla, y que ante una pregunta que el mandatario chileno le hiciere con respecto a eventuales instrucciones recibidas del Gobierno de Bolivia, en torno a las últimas conversaciones llevadas a cabo,

444 445

Pinochet. Obra citada. p. 70. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 60.

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respondió afirmativamente y luego agregó: Bolivia necesita tener una salida propia al mar -le dije francamente- y a continuación le expresé que el ideal portuario estaba arraigado en lo más hondo de la conciencia nacional boliviana; que el problema, mientras no fuera resuelto duraría lo que dure la existencia de la Nación y que si desaparecieran todos los bolivianos, quedando uno solo vivo, ese boliviano jamás dejaría de reclamar una salida propia al mar para su país. Y prosigue: (...) Con gran nobleza el presidente González Videla me declaró entonces que no solo comprendía la significación de nuestro problema, sino que éste le inspiraba la más viva simpatía y que él, si hubiere sido boliviano, habría pensado y sentido al igual que nosotros. Hay que reconocer que es una aspiración legítima, más todavía si se considera que Bolivia tuvo una salida al mar.446 En la misma nota oficial se agregan otras informaciones dadas por González Videla, referidas a factibilidades de la construcción de un puerto al norte de Arica, según estudios realizados por la Armada de Chile; las posibilidades de obtener un empréstito del Gobierno de Estados Unidos, tanto para el puerto como para la construcción del desvío ferroviario, a lo que Chile se comprometía cooperar para su obtención; y en cuanto a la obtención de Arica, el presidente chileno le habría expresamente enfatizado que a su juicio no habría quien lo acepte en Chile y que ante su insistencia de una eventual negociación al respecto, me contestó el señor González Videla que Arica era un santuario de las glorias guerreras de Chile y que a su juicio el Ejército no aceptaría su cesión a otro país, siendo absolutamente distinto la cesión de una faja al norte de Arica, por la cual no habría oposición, agregando a continuación: Por otra parte yo estoy dispuesto a dar batalla y a ganarla durante mi Gobierno, no sólo porque es un acto de justicia con Bolivia, sino porque conviene al futuro de nuestros dos países.447 Este relato que hace Ostria a su canciller incluye antecedentes mantenidos con gran reserva por los interlocutores, y por lo tanto muy poco difundidos, como suelen ser este tipo de conversaciones en el ámbito de las relaciones exteriores, hasta no concretarse con pleno acuerdo de las partes. El exembajador Ostria añade que, producto de una consulta del mandatario chileno acerca del interés de Bolivia para hacerse cargo del Ferrocarril de Arica a La Paz, él le habría respondido que la cesión aislada no les interesaba, porque solo le crearía problemas económicos y aún sociales para Bolivia, pero que aceptarían considerarla dentro de una solución de conjunto. Finalmente, el relato indica que Bolivia no aceptaría dar nada en el orden territorial, limitando su asentimiento a compensaciones que, después de ser consideradas justas, como la relativa a la línea férrea o al material rodante, por ejemplo, fueran exclusivamente de orden económico y comercial.448 Según se deduce de estos hechos, Bolivia no reconocía de ningún modo en justicia compensar la entrega de la faja al norte de Arica, ya que solo hace referencia a una eventual compensación -después de ser considerada justa- con respecto al 446

Ibídem. Obra citada. p. 206. Ibídem. p. 209. 448 Ídem. 447

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ferrocarril, de manera que esta posición únicamente demuestra la persistente actitud del país altiplánico de estimar a su juicio la entrega de dicho corredor como un acto estrictamente reparador de justicia. La comunicación de Ostria incluye a continuación las conversaciones sostenidas, posteriormente, con el canciller chileno Germán Vergara Donoso y con el ministro de Chile en Bolivia, Jorge Saavedra Agüero, quienes coincidieron en la necesidad de hacer saber a Perú los antecedentes de las negociaciones, por lo que interesaba una pronta respuesta del Gobierno boliviano para formalizar éstas. Al terminar su informe presentó a su Gobierno una sugerencia en la que consideraba lo siguiente: (…) que la contraposición de Bolivia amplíe la faja que cedería Chile a una extensión que comprenda la propia línea del ferrocarril, hasta la zona anterior a Arica, o sea hasta aquella desde donde partiría el desvío de la línea al puerto boliviano y que la solución misma, o sea la salida propia para Bolivia esté condicionada a la posibilidad de construir un verdadero puerto en el territorio cedido.449 Los lectores podrán fácilmente deducir, ya que no deja duda alguna la actitud inconformista de nuestros vecinos al descalificar el corredor ofrecido, que sus pretensiones iban mucho más lejos y además condicionadas. Es decir, la situación de los pactos de mayo de 1895 se volvía a repetir exactamente de la misma forma. Quizás sea la concepción de “acto reparador de justicia” una de las razones que tenazmente han esgrimido las autoridades Bolivianas para no ofrecer ningún tipo de compensación territorial ante una eventual corredor o enclave. Oscar Pinochet dice: En 1904, Bolivia entregó el resto de su litoral con compensaciones no territoriales ferrocarril, etc. Chile aceptaba ahora entregar, de la misma manera, el pequeño litoral.450 No emite ningún juicio u opinión al respecto; entrega los hechos tal cual sucedieron. Sin embargo, creemos que ambas situaciones no son comparables. En el primer caso, como hemos establecido en este estudio, Chile ostentaba probados antecedentes para reclamar su soberanía a partir de la desembocadura del río Loa, conviniendo con posterioridad ambos Gobiernos en 1866, a raíz de los hechos ya largamente explicados, en renunciar a una parte de los derechos territoriales que cada una de ellas cree poseer (...) y como igualmente hemos dejado constancia, que roto en forma unilateral por Bolivia el Tratado de 1874, renacían para Chile los títulos que abrigaba sobre dichos territorios. Si a lo anterior sumamos las otras consideraciones ya especificadas, en relación con la forma como se gestó el conflicto y el resultado de éste, con todas las repercusiones inherentes tanto para Chile como Perú y Bolivia, no es dable comparar -creemos- con los territorios obtenidos de las negociaciones con Perú, producto del alto precio que Chile pagó por ello. Y no solo nos referimos en términos económicos o monetarios, porque Chile efectivamente obtuvo un territorio que en un momento le deparó grandes riquezas, sino que estamos enfatizando el costo social con todo el entorno que este concepto encierra, y las consiguientes consecuencias de una guerra arteramente provocada por Perú y Bolivia, lo que es infinitamente mayor y no se puede cuantificar. 449 450

Ibídem. p. 214. Pinochet. Obra citada. p. 71.

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Entre 1947 y 1949 continuaron las conversaciones entre los cancilleres Ostria Gutiérrez y Walker Larraín. Se buscaban fórmulas tendientes a hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al Pacífico y a Chile obtener compensaciones que no tuviesen carácter territorial y que consideren efectivamente sus intereses,451 sin perjuicio de mantener nuestro Gobierno la posición de que debía consultarse previamente a Perú, conforme lo establece el Protocolo del Tratado de 1929. Surgió entonces la idea de un callejón o corredor y la compensación correspondiente a través del aprovechamiento de las posibilidades hidroeléctricas del Altiplano mediante las aguas de lago Titicaca, tanto para usos industriales como para elevar a la superficie de las aguas subterráneas de la región, todo ello contando con el apoyo económico de los Estados Unidos. El secretario de estado del presidente Truman, Dean Acheson, señaló que su Gobierno estaría dispuesto a proporcionar los recursos financieros necesarios y hacer frente a los elevados gastos de un nuevo puerto al norte de Arica, obras de regadío y proyectos económicos de integración. Oscar Pinochet nos narra que en las memorias de González Videla éste comenta que se habría inspirado en los planes de regadío con aguas del Titicaca hechos en 1922 por el ingeniero chileno Luis Lagarrigue, de varios miles de hectáreas, y uso para producción de energía eléctrica destinada a las nuevas industrias y a los ferrocarriles (...). Utilizar las caídas de agua del Altiplano con el objeto de producir un enorme caudal de energía hidroeléctrica para usos industriales y para elevar a la superficie las aguas subterráneas que existen en regiones hoy estériles, como la Pampa del Tamarugal y otras (...). No es aventurado decir que si con la cooperación económica de los Estados Unidos podemos llevar a cabo una empresa de tal magnitud, los historiadores del futuro habrán de señalarla como una de las más altas iniciativas de nuestra vida nacional (...).452 A propósito de las aguas antes mencionadas, en un foro de la Universidad Finis Terrae, realizado el 21 de abril de 2004, estando presente el autor de la presente publicación, el panelista boliviano José Luis Roca, desvirtuó el uso de las aguas del lago Titicaca ya sea para la bebida o para el regadío, por su elevado contenido de salinidad. Desconocemos si ese antecedente se tuvo presente con ocasión de las anteriores negociaciones, y la forma en que eventualmente sería obviada esta característica y si ello estuviese considerado dentro del financiamiento ofrecido por Acheson; en todo caso, en la actualidad este problema es técnicamente posible de resolver, aun cuando sea de elevado costo. Regresemos a las negociaciones y abordemos las mencionadas notas a que alude El Libro del Mar. Estamos conscientes que nos extendimos en este proemio, pero estimamos que era necesario a fin de ubicarse en el contexto en que éstas se intercambiaron. Con fecha 01 de junio de 1950 el embajador de Bolivia en Santiago dirigió la nota Nº 529/21 al canciller de Chile, Horacio Walker Larraín, quien había sucedido en su gestión al canciller Donoso. En esta comunicación, después de relatar en forma sucinta las diversas ocasiones en que Chile había estado dispuesto 451 452

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 60. Pinochet. Obra citada. p. 70.

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mediante una negociación directa ir en ayuda o satisfacer las aspiraciones bolivianas, cuyo detalle lo hemos expresado en los subtítulos precedentes, expresa: (…) tengo a honra proponer a Vuestra Excelencia que los Gobiernos de Bolivia y de Chile ingresen formalmente a una negociación directa para satisfacer la fundamental necesidad boliviana de obtener una salida propia y soberana al océano Pacífico, resolviendo así el problema de la mediterraneidad de Bolivia sobre bases que consulten las recíprocas conveniencias y verdaderos intereses de ambos pueblos.453 El ministro de Relaciones Exteriores de Chile se mantuvo en el mismo esquema como los anteriores y en su respuesta de 20 de junio de 1950, al igual que Ostria Gutiérrez, después de citar los mismos antecedentes señala: De las citas contenidas en la nota que contesto, fluye que el Gobierno de Chile, junto con resguardar la situación de derecho establecida en el Tratado de Paz de 1904, ha estado dispuesto a estudiar, en gestiones directas con Bolivia, la posibilidad de satisfacer las aspiraciones del Gobierno de Vuestra Excelencia y los intereses de Chile. En la presente oportunidad, tengo el honor de expresar a Vuestra Excelencia que mi Gobierno será consecuente con esa posición y que, animado de un espíritu de fraternal amistad hacia Bolivia, está llano para entrar formalmente en una negociación directa destinada a buscar la fórmula que pueda hacer posible dar a Bolivia una salida propia y soberana al océano Pacífico, y a Chile obtener las compensaciones que no tengan carácter territorial y que consulten efectivamente sus intereses. Abrigo la confianza de que de esa manera lograrán nuestros respectivos Gobiernos unir más estrechamente los destinos de nuestras dos Repúblicas y dar un elevado ejemplo en el continente de verdadero espíritu americanista. Réstame agregar que oportunamente, mi Gobierno deberá hacer una consulta al Perú en cumplimiento de los tratados celebrados con este país.454 Un breve comentario al respecto. Si bien en las conversaciones preliminares, llamemos “en borrador”, se habría aceptado negociar sin compensaciones territoriales, este autor estima que al ser omitida esa consideración en la nota oficial de Bolivia en que proponía una negociación directa, nuestra Cancillería debería haber evadido dicha materia en su respuesta; si no lo hizo, es porque habían llegado al convencimiento de que no requerían trueque territorial y le satisfacía las recíprocas conveniencias y los verdaderos intereses de ambos pueblos. Pues bien, a pesar de haber acordado las partes mantenerlas en reserva, lo que no nos puede llamar la atención ni objetar, se derrumbó estrepitosamente. En efecto, y como suele ocurrir, el golpe periodístico del semanario Ercilla, en Santiago, que el 11 de julio de 1950 sacó a la luz pública estas negociaciones, y cuando aún no se habían concretado en acuerdos oficiales, constituyó una verdadera bomba de

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Agustín Saavedra Weise. Documentos sobre la mediterraneidad boliviana. p. 63. Ibídem. p. 68.

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tiempo que explosó en Santiago y La Paz con funestas consecuencias para los dos interlocutores; y además lapidado posteriormente por el propio presidente Truman, al confirmarlo públicamente. La divulgación hizo referencia a la entrega de un corredor de 10 kilómetros de ancho, sin tenerse la certeza si incluía o no Arica, por cuyo puerto Bolivia estaría dispuesto a conceder el uso de las aguas del lago Titicaca, incluyendo las fuentes hídricas del lago Poopó. Producto del impacto noticioso generado tanto en Chile como en Bolivia, ambos Gobiernos se vieron en la necesidad de dar a la publicidad las notas intercambiadas. En Bolivia, una vez más, esta solución a su mediterraneidad no gustó y fue producto de las más severas críticas, por cuanto las aguas del lago sagrado eran intocables. Tamayo, ya conocido por nosotros, lanza en ristre, encendía el fuego afirmando que no había que dar una sola gota de agua del Titicaca a Chile, agregando: Quisiera conocer la cara del boliviano que públicamente responda que está dispuesto a entregar el Lago Titicaca a Chile. El catedrático Fernando Diez de Medina, con ocasión de la conferencia dictada en la Universidad Mayor de San Andrés, La Marcha hacia el Mar, no quedó corto en sus comentarios finales: Es hora ya de anunciar a los chilenos y a las naciones de América, que la leyenda de la Cenicienta andina terminó: Bolivia ya no quiere compasión, sino justicia.455 La “guinda de la torta” la puso el presidente Truman seis meses después, en el seno de la IV Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores de América, realizada en marzo de 1951 en la capital de los Estados Unidos, al afirmar que le agradaba el proyecto, el cual había sido conversado con el presidente Gabriel González Videla algunos meses antes: (...) Las repúblicas americanas poseen asombrosas oportunidades para su desarrollo económico futuro. Estas posibilidades sólo pasarán a ser realidades trabajando y proyectando conjuntamente durante largo tiempo. Me agrada imaginar, por ejemplo, la posibilidad de desarrollar vastas e incultas regiones tales como las vertientes orientales de los Andes convirtiéndolas en fértiles terrenos de cultivo. Me agrada pensar en un proyecto acerca del cual hablé con el presidente de Chile. Se trata de la desviación de las aguas procedentes de los lagos de las elevadas montañas que hay entre Bolivia y el Perú para convertir en vergel la costa occidental de la América del Sur, desde el Perú hasta Chile, y a cambio de ello, dar a Bolivia un puerto en la costa del Pacífico. Conversé muy agradablemente con el presidente de Chile a este respecto y me complace pensar en lo que representaría.456 Esta declaración, obviamente, además de causar gran sorpresa en los tres países por el nivel de desinformación que existía al respecto, generó ácidas críticas hacia el mandatario norteamericano por estimar que sus comentarios constituían una abierta intervención en materias que no le correspondían, especialmente en el Perú, por cuanto no había sido consultado previamente, como lo señala el Art. 1 del

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Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 63. Gumucio. Obra citada. p. 202.

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protocolo complementario al Tratado de Lima de 1929: Los Gobiernos de Chile y del Perú no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad al Tratado de esta misma fecha, quedan bajo sus respectivas soberanías, ni podrán, sin ese requisito construir, a través de ellos, nuevas líneas férreas internacionales. El general Manuel Odría, Presidente del Perú, declaró, el 30 de marzo de 1951, entre otras cosas, enérgicamente que: (…) 4. El Gobierno peruano no ha sido informado hasta la fecha por los Gobiernos de los países interesados de ninguna gestión sobre la salida al mar de Bolivia, y por lo tanto, considera que las declaraciones de los presidentes de los Estados Unidos, señor Truman y de Chile, señor González Videla, solo reflejan la opinión personal de dichos mandatarios; 5. El status territorial de la frontera entre el Perú y Chile está determinado por el Tratado de 1929 y su Protocolo Complementario, y ninguna modificación o alteración puede hacerse sin la participación y asentimiento del Perú; 6. Las aguas del Lago Titicaca pertenecen en condominio indivisible al Perú y Bolivia y su disposición y utilización competen exclusivamente a estos dos países.457 El presidente chileno, Gabriel González Videla, se vio en la necesidad de fijar su posición al respecto, y el mismo 30 de marzo de 1951 declaró lo siguiente: Aun cuando es evidente que las palabras del presidente Truman no importan ni pueden importar interferencias de ninguna clase en las gestiones directas chilenobolivianas, estimo necesario repetir una vez más, aunque sea sucintamente, los antecedentes de esta negociación aceptada por nosotros con fraternal propósito de estudiar dentro de nuestras posibilidades satisfacer las aspiraciones del pueblo hermano y hacer más estrechos nuestros lazos. Bien sabido es que en numerosas oportunidades el Gobierno de Bolivia ha venido expresando el deseo de llegar a obtener una salida propia al océano Pacífico. Con relación a este propósito la política del Gobierno de Chile ha sido invariablemente una sola: manifestarse dispuesto a escuchar la proposición de Bolivia tendiente a dar solución a su mediterraneidad siempre que se hiciera directamente con nosotros, sin que ello significara abandono de nuestra tradicional doctrina respecto de los tratados internacionales que estimamos esencial para la convivencia pacífica entre las naciones. Luego, en relación las negociaciones llevadas a cabo, agregó: La posibilidad de dar satisfacción al anhelo de Bolivia de tener salida al Pacífico, es un asunto que sólo puede ser abordado en conversaciones directas de Chile con Bolivia y el Perú, en virtud

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Ibídem. p. 203.

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de lo dispuesto en el Tratado de 1929. Tal ha sido la doctrina invariable de la Cancillería de Chile y tal la posición actual del Gobierno y del Presidente de la República. Por otra parte, aclaró que los intercambios de puntos de vista, desde un primer momento, se desarrollaron sobre una base claramente establecida por mí de que era irrevocable la determinación de Chile de excluir de cualquier solución sobre la materia el Puerto de Arica.458 Jorge Gumucio apunta en su obra que González Videla aludió a las ventajas que aportaría el aprovechamiento de las aguas y que con el progreso técnico alcanzado en Chile y en Estados Unidos con las grandes centrales hidroeléctricas, abrigaba la esperanza de traer a Chile la energía eléctrica y hacer de las provincias del norte una moderna California, favoreciendo la riqueza y abundancia en un desierto estéril, trayendo prosperidad a Chile, Perú y Bolivia. La utilización hidroeléctrica aportaría grandes beneficios a las explotaciones del cobre y del salitre, por la disminución de los costos de producción, y permitiría el desarrollo de la industria química, señalando además que con la cooperación técnica de Estados Unidos se podría llevar a cabo una empresa de tal magnitud. Estas declaraciones constituyeron el término de las negociaciones por la molestia que despertaron al interior de los tres países comprometidos, con grandes críticas por parte de los adversarios políticos, especialmente en Chile y Bolivia. El presidente Truman, pese a la oposición del Departamento de Estado, persistía en su idea original y así se lo expresó con gran convencimiento a los embajadores bolivianos Fernando Guachalla y luego a su sucesor Víctor Andrade: Víctor, este proyecto me entusiasma verdaderamente. Ojalá pudiéramos utilizar estas aguas (Titicaca) para crear una riqueza semejante a la de California y al mismo tiempo dar a Bolivia un acceso libre al mar restableciendo el afecto entre dos naciones que deberían enfrentar el destino juntas.459 5.3.9. El Memorándum del embajador Manuel Trucco (1961) Posición boliviana

Con la intención de evitar que Bolivia llevara su demanda marítima ante foros internacionales, Chile, mediante su embajador en La Paz Manuel Trucco, presentó un Memorándum 9 el 10 de julio de 1961 en el que ratificó su obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico en los términos del acuerdo de junio de 1950. En abril de 1962 Chile desvió las aguas del río Lauca, lo que generó una controversia con Bolivia que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países y en consecuencia, impidió que las negociaciones sobre el tema

458 459

Gumucio. Obra citada. p. 205. Ídem.

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marítimo continuaran.460 Opinión del autor a) Antecedentes preliminares

Nuevamente, dando por hecho que nuestros lectores nos excusarán, tenemos que recurrir a la secuencia cronológica, pues los acontecimientos expuestos en El Libro del Mar pueden inducir a creer que después de 1950 se careció de relaciones o diálogos entre ambas naciones. Estimamos que lo omite ex profeso, porque constituyen indiscutiblemente elementos que no puede esgrimir contra Chile, ya que nos favorecen y es una demostración más de la solidaridad de nuestros gobernantes para con dicha nación y, por otra parte, pone en evidencia la ingobernabilidad que sacudía a la nación altiplánica, haciendo imposible cualquier tratativa de negociación. Según nuestro parecer, las mencionadas omisiones no son hechos casuales, pues en diversas obras de autores bolivianos consultados, tales como Jorge Gumucio, Agustín Saavedra Weise y Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, por citar algunos, por arte de magia coincidentemente no hacen mención a lo que a continuación señalamos. Después de las fracasadas negociaciones anteriores, el 6 de mayo de 1951 Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), ganó las elecciones presidenciales, pero el presidente saliente, Mamerto Urriolagoitía, dio un autogolpe diez días después, anuló las elecciones y entregó el poder a una Junta Militar encabezada por el general Hugo Ballivián Rojas, que permaneció en el poder hasta 1952. El 9 de abril de ese año se produjo la sublevación de la policía, unidos a mineros y militantes civiles del partido MNR, liderado por Hernán Siles S. El golpe de estado fue derrotado. Los principales regimientos del Ejército que permanecieron fieles a Ballivián, desde El Alto atacaron y bombardearon la capital, matando a centenares de civiles inocentes. Sin embargo, estos hechos dieron lugar a una revolución con una gran masa de mineros armados que marcharon hacia La Paz y se concentraron a 15 km de la capital, en Milluni. Allí formaron piquetes armados, producto del asalto a un tren cargado de armas y municiones; los sindicatos se organizaron militarmente y atacaron por la espalda a los regimientos que estaban sitiando La Paz, obligando a rendirse a las fuerzas militares al ser atacadas en dos frentes. Se produjo un desbande de las tropas y los que fueron tomados prisioneros sufrieron el vejamen de desfilar en calzoncillos, custodiados por las milicias de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. En Chile, en 1952, había asumido el mando de la nación, después de su triunfo en las elecciones, el general Carlos Ibáñez del Campo, y bajo el nuevo espíritu de la política boliviana en que se privilegiaba los aspectos económicos y sociales, se celebró la Declaración de Arica, el 25 de enero de 1953, entre los cancilleres de

460

DIREMAR. Obra citada. p. 41.

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ambas naciones (Arturo Olavarría B. y Walter Guevara A.), destinada a asegurar el libre tránsito a Bolivia, y haciendo expresa consideración nuestro Gobierno de reiterar su voluntad de cumplir, en todo tiempo, fiel y lealmente los tratados y convenios sobre libre tránsito en favor de Bolivia. Dicho sea de paso, en esta Acta quedó consignado especialmente el reconocimiento del canciller boliviano Guevara de la predisposición favorable del Gobierno de Chile para con la nación vecina, con motivo de ciertas incidencias judiciales en Antofagasta: (...) han dado ocasión a que el Gobierno de Chile demuestre su voluntad a cumplir fiel y lealmente las estipulaciones del Tratado de Paz y Amistad de 1904 y el Convenio de Tránsito de 1937, actitud altamente apreciada por el pueblo y el Gobierno de Bolivia. Como se señaló en el preámbulo de la Declaración de Arica, su objeto era estrechar aún más las cordiales relaciones que felizmente existen entre ambos pueblos y Gobiernos, y precisar algunos aspectos para la mejor aplicación de los acuerdos internacionales vigentes entre sus países. En el primer artículo se constreñía que toda clase de carga, sin excepción alguna, en tránsito por territorio chileno desde o hacia Bolivia, se halla sujeta a la jurisdicción y competencia exclusiva de las autoridades aduaneras debidamente acreditadas por el Gobierno de Bolivia, desde el momento en que las autoridades chilenas entreguen la carga a los agentes aduaneros, en el momento mismo en que la carga arribe a puerto chileno sin que pueda ser interferida por autoridad alguna. En el segundo artículo se estipulaba que las autoridades chilenas, ya sea administrativas, judiciales o aduaneras no tenían competencia para conocer las cuestiones de cualquier naturaleza relacionadas con esa carga. En el tercer y último artículo se aclara que las autoridades chilenas tienen el carácter de vigilancia externa, a fin de impedir que la carga salga clandestinamente al consumo local sin los trámites aduaneros respectivos, y al mismo tiempo evitar la comisión de hechos delictuosos.461 Los términos de esta declaración fueron muy oportunos y beneficiosos para Bolivia, por cuanto recién se había concluido en su país un proceso de nacionalización de ricos yacimientos de minerales. En el mes de noviembre de ese mismo año, el presidente Ibáñez y el canciller Oscar Fenner manifestaron al ministro en misión especial de Bolivia, Jorge Escobar Cusicanqui, según fuentes bolivianas, que: (…) el Gobierno de Chile dispensaría deferente atención a los asuntos cuya solución pudiese ser alcanzada de modo inmediato, como los económicos y comerciales, pero que, respecto a la reintegración marítima de Bolivia, el Gobierno chileno se hallaba deseoso de colaborar en la solución del problema, para lo que podrán llevar a cabo negociaciones estrictamente confidenciales a fin de que no corran riesgo de desvirtuarse como ocurrió el año 1950 por haber sido

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Ministerio de Relaciones Exteriores. Departamento de Tratados. Obra citada. p. 222.

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inoportunamente divulgadas.462 El fruto de las anteriores conversaciones derivó en la celebración de un Tratado Complementario Económico, suscrito entre ambas naciones el 31 de enero de 1955, como una nueva expresión del mejoramiento de las relaciones, organizándose con posterioridad comisiones nacionales de complementación económica y una Comisión Mixta. Mediante este instrumento, que el aparato comunicacional boliviano jamás ha considerado, como innumerables facilidades que permanecen en el más absoluto silencio para su población -a fin de mantener en ella sus sentimientos de odiosidad hacia nuestro país y aparecer como víctimas de una injusticia ante el mundo entero- los representantes de Chile y Bolivia acordaron las normas fundamentales para llevar a cabo la complementación económica de ambos países, individualizando materias propias, tales como: el concierto de planes económicos, el aumento de los saldos exportables, el desarrollo de la industrialización; aspectos relativos a derechos aduaneros, impuestos y tasas excesivas; materias referidas a la coordinación; concertación de arreglos especiales; el mejoramiento de los medios de comunicación y transporte entre ambos países; el estudio de medidas tendientes a aumentar y facilitar el actual régimen de libre tránsito de las mercaderías originarias de las partes; facilitar el tránsito de personas, etc. Igualmente, se acordó crear en cada país un organismo permanente denominado Comisión Nacional de Complementación Económicas ChilenoBoliviano, encargado de efectuar las proposiciones correspondientes a la Comisión Mixta. Este periodo parecía marcar definitivamente un cambio en nuestras relaciones. Ambos Gobiernos daban evidentes muestras de cordialidad y buen entendimiento. De aquí nació la ayuda para apoyar el proyecto del oleoducto Oruro-Arica, de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. Los discursos de Ibáñez y Paz Estenssoro del 30 de enero de 1955, fueron expresivos en demostrar la armónica relación que se vivía entre ambas naciones, en particular la elocuencia y emotividad de nuestro canciller Osvaldo Koch, cuyas palabras más expresivas las recoge O. Pinochet: Horas que borran para siempre diferencias y animadversiones que fueron. Horas que abren propicias puertas para los nuevos entendimientos que nos demanda nuestro compartido porvenir de naciones contiguas.463 Luego de estas expresiones de mutua cordialidad y esperanzas renacidas, siguió el periplo de Ibáñez a La Paz, en el mes de agosto siguiente, constituyéndose en la primera oportunidad en que un Presidente de la República de Chile lo hacía. Pronto se sucedieron diversos convenios de índole económica, sin embargo, el debate interno en Bolivia seguía creciendo en torno a la reivindicación marítima e hizo explosión con el asunto del río Lauca. El corto noviazgo había llegado a su fin. Paz Estenssoro se olvidó de sus palabras del año 1950, y ahora el puerto pasó a ser un asunto de primera fila, no se podían esperar 15 o 20 años.

462 463

Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 248. Pinochet. Obra citada. p. 81.

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b) El asunto del Río Lauca y el memorándum del embajador Trucco

A simple vista, para cualquier persona que tenga acceso a El Libro del Mar e ignore todos los hechos que rodean este asunto, quedará con la impresión que Chile desvió en forma arbitraria las aguas de dicho curso hidrográfico, en una actitud de prepotencia y usurpación del recurso natural, atropellando los derechos del país vecino. Este tema ha sido otro de los grandes debates que han afectado las relaciones entre ambos países, basado fundamentalmente en el uso interesado de la ponencia altiplánica en la cuenta de cargos y de descalificaciones hacia Chile. Por ello es bueno hacer un pequeño paréntesis en el desarrollo de las materias que nos ocupan, aprovechando la inclusión de este tema en el mencionado libro como en otras publicaciones, a fin de que nos permita referirnos a esta situación con mayor objetividad y aportar ciertos antecedentes que hagan posible efectuar una valorización justa e igualmente constructiva de ella. Conviene recordar, entonces, que el río Lauca es un río internacional no navegable, que nace en territorio chileno, con un gasto de un metro cúbico por segundo en las ciénagas de Parinacota, que conforman los lagos de Cotacotami y Chungará y el arroyo del Lauca. Recorre en su curso superior el territorio de Chile, que corresponde aproximadamente a un tercio de su longitud total, recibiendo en este curso el caudal de veintiún afluentes, por lo tanto su escaso aprovechamiento no afecta la antigua agricultura boliviana durante su curso medio, habitada por una reducida población desde antes que Chile ocupara el 0,3% del gasto del río.

Fig. 7. Mapa incluido en El Libro Blanco de Chile. El Problema marítimo boliviano.

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Cabe señalar que de acuerdo a la opinión del destacado ingeniero geógrafo brigadier general Tomás Opazo, para que un curso de agua reciba el nombre de río, debe tener un gasto de veinte metros cúbicos por segundo, lo que el Lauca está muy lejos de alcanzar. Sin embargo, ancestralmente ha sido considerado como tal. El Lauca cruza la frontera por el Hito XX con un gasto de 2,6 metros cúbicos por segundo, gracias a los afluentes recibidos en territorio chileno, e ingresa a Bolivia como afluente del río Sajama, el cual a su vez se enriquece con cuatro nuevos tributarios y al perderse en el Lago Coipasa, después de regar pastizales y sembradíos, su gasto ha aumentado tres veces al de su nacimiento, es decir, a 8 metros cúbicos por segundo. En 1939 Chile inició estudios para regar el valle de Azapa y las obras proyectadas, que consideraban la utilización de un canal que captaría un volumen fluctuante entre el 16% y el 46% de su caudal, fueron informadas oportunamente a Bolivia. En 1949 una comisión mixta dio su visto bueno al proyecto. Sin embargo, las obras tan sólo se iniciaron en 1953 y, ya bastante avanzadas, Bolivia reiteró sus aprensiones y solicitó nuevamente la calificación de los planos originales por parte de una comisión mixta, lo que también fue aceptado por Chile. Los bolivianos han venido sosteniendo, desde el año 1961, que la captación de aguas del río Lauca fue producto de un acto inamistoso, de prepotencia y no consultado a Bolivia. La Cámara de Diputados boliviana habló de agresión y se recurrió a la OEA el 17 de abril de 1962, solicitando a su presidente la convocación del Órgano de Consulta por cuanto la actitud chilena constituye un acto típico de agresión a la integridad de su territorio y a la soberanía del Estado boliviano, hecho o situación que pone en peligro la paz de América, hallándose por tanto configurada en el artículo VI del Tratado Interamericano de la Asistencia Recíproca, aprobado en Río de Janeiro el 2 septiembre de 1947.464 En 1961, previéndose que Bolivia insistiese en el tema de su enclaustramiento durante las declaraciones de la Conferencia Latinoamericana de Quito, a instancia del embajador en Bolivia, Manuel Trucco, le fue autorizado a éste, en caso de producirse algún planteamiento oficial por parte de dicho país, aducir los argumentos necesarios y los puntos de vista que Chile había sostenido en algunas ocasiones anteriores frente a iniciativas similares. Ante la postergación de la citada conferencia, Manuel Trucco, teniendo en cuenta que Bolivia continuaba con su campaña portuaria, hizo entrega al canciller boliviano Arze Quiroga de un memorándum fechado el 10 de junio de 1961, documento que expresaba que Chile ha estado siempre llano, junto con resguardar la situación de derecho establecida en el Tratado de 1904 a estudiar, en gestiones directas con Bolivia, la posibilidad de satisfacer las aspiraciones de ésta y los intereses de Chile, pero dejando claramente establecido que nuestro país rechazará siempre el recurso de Bolivia ante organismos internacionales que no son competentes para 464

Corporación de Defensa de la Soberanía. Bolivia ante la OEA: Alevoso engaño de Cancillería e invocación al TIAR.

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resolver un asunto ya decidido por un Tratado, y que sólo podría modificarse por acuerdo directo de las partes. En este mismo documento, que Bolivia asume como un compromiso directo de nuestro Gobierno para dar término a su mediterraneidad, se hace mención a la nota Nº 9 de nuestra Cancillería del 20 de junio de 1950 -ya mencionada en un título anterior-, en la cual se reiteraba que mediante una negociación directa buscaba una fórmula para hacer posible una salida soberana al océano Pacífico; y en el tercer y último párrafo Trucco enfatiza que es extemporáneo e inconveniente agitar la opinión pública de ambos países con el anuncio de recurrir a los organismos internacionales”, habiendo el presidente Paz Estenssoro expresado su deseo de visitar al presidente Jorge Alessandri.465 Cabe destacar que el propio Vicepresidente la República, Juan Lechín Oquendo, encabezó una manifestación pública contra Chile, azuzada por agitadores donde no faltó una vez más la quema de nuestra enseña patria a los gritos reiterados de ¡Muera Chile!, culto que prácticamente se ha institucionalizado hasta el presente. En un pequeño paréntesis, el autor no deja de extrañarse que nuevamente Chile haya dejado constancia en un documento oficial, que ante la eventual solución de un acceso al mar de Bolivia, se haría sin compensaciones territoriales. Tarde o temprano esto nos ocasionará problemas, porque a su modesto entender, sería partir con el “freno de mano puesto” antes de iniciar una eventual negociación. La reacción de Bolivia no se hizo esperar, el nuevo canciller Fellman Velarde, en febrero de 1962, contestó que aceptaba iniciar a la brevedad posible negociaciones directas de una salida propia y soberana sobre el océano Pacífico. Posteriormente, el rompimiento de relaciones diplomáticas de Bolivia con Chile a raíz del Lauca, echó por tierra este nuevo intento de dar solución a tales peticiones. El Presidente de Chile, Jorge Alessandri Rodríguez, ordenó hacer escurrir parte de las aguas del Lauca al valle de Azapa el 14 de abril de 1962, y Bolivia respondió rompiendo relaciones con Chile. El 24 de mayo del mismo año, la OEA, por unanimidad -excluyendo a Chile y Bolivia- adoptó una Resolución que importaba el rechazo de la demanda boliviana, limitándose discretamente a hacer votos para que ambos Gobiernos normalizaran a la brevedad posible sus relaciones diplomáticas, y a formular un llamado amistoso a fin de acudir a alguno de los medios de solución pacífica de las controversias que contempla el Sistema Interamericano. El 6 de diciembre de 1962, Bolivia solicitó en la XI Conferencia Interamericana que se colocara en la agenda el tema “Aspiración Portuaria de Bolivia” y la propia Cancillería altiplánica declaró que la cuestión del río Lauca había permitido al Gobierno hacer conciencia en el pueblo boliviano el problema de la mediterraneidad. Es decir, dejaba claro que todo el asunto de Lauca era un ardid para desviar la atención nacional e internacional hacia la demanda marítima. Todo esto sucedía mientras la iniciativa de Chile para ampliar las facilidades de transporte

465

El Libro del Mar. Anexo N° 10.

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y comercio bolivianos se encontraban muy bien encaminadas, las que incluían, entre otras, la venta de terrenos en Arica para la construcción de muelles, almacenes y aduanas; se postergaba el pago de una deuda boliviana de 2 millones de dólares; además se reajustaban las tarifas en puertos chilenos y en fletes ferroviarios, favoreciendo a Bolivia; y se proyectaba la construcción de caminos entre Arica y La Paz, e Iquique y Oruro. Pero el mismo Paz Estenssoro en su nueva gestión de Gobierno, prefirió sacrificar estas expectativas en aras de una violenta campaña anti chilena.466 Rotas las relaciones en 1963, Chile a través de su canciller Carlos Martínez S., en una nota dirigida al mediador Rodrigo Facio indicó que una vez reanudadas las relaciones diplomáticas, no está dispuesto a entrar en conversaciones que puedan afectar la soberanía nacional o significar cesión territorial de ninguna especie (...) los límites con Bolivia son definitivos.467 Sin embargo -y como suele ocurrir en aquellas oportunidades en que personas u organismos ajenos a la contingencia que viven dos o más naciones proponen ideas que estando en un caso similar jamás la mencionarían- el coordinador de la Alianza para el Progreso Teodoro Moscoso hizo una propuesta que combinaba un corredor marítimo con una zona de desarrollo fronterizo internacional, agregando además, por si fuere poco, un enclave territorial en Mejillones, lugar donde imprevistamente aparecieron banderas bolivianas. No nos debe extrañar entonces, como lo veremos más adelante, que las futuras proposiciones de Bolivia incluyeran lo uno -un corredor soberano- y lo otro, enclaves territoriales en nuestro litoral.468 El periodo del Gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970) no fue favorable para avanzar en negociaciones, debido fundamentalmente a la falta de relaciones diplomáticas y la persistencia del Gobierno boliviano en internacionalizar el conflicto utilizando los foros de las Naciones Unidas y de la OEA, no obstante que las relaciones comerciales se llevaban a cabo sin mayores contratiempos. Bolivia se mantenía firme en su posición que era menester previamente la recuperación de su litoral y terminar con el desvío de las aguas del Río Lauca para iniciar relaciones diplomáticas, y en su afán de lograr apoyos internacionales recurrió a diferentes conferencias. Chile en cambio, abogaba como paso inicial la normalización de las relaciones para sentarse a tratar cualquier tipo de negociación. En la reunión de los gobernantes de América, realizada en Punta del Este en 1967, la proposición boliviana no encontró acogida y el lugar asignado al Presidente de Bolivia René Barrientos -vaticinando su resultado- estuvo vacío durante todo el tiempo que duraron las deliberaciones. Barrientos sostuvo diversas reuniones con los presidentes de Brasil, Argentina y Uruguay, suscribiendo con ellos declaraciones conjuntas, donde se hacía mención al enclaustramiento boliviano. En tanto, la Conferencia Interamericana y la Reunión de Consulta, realizada en 466

Eyzaguirre. Obra citada. p. 56. Pinochet. Obra citada. p. 84. 468 Ibídem. p. 85. 467

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Buenos Aires en 1967; las reuniones de Consulta del Comité Interamericano de la Alianza para el Progreso (CIAP) y del Consejo Interamericano Económico y Social (CIES), en Viña del Mar en 1967; y la Reunión de Escritores Latinoamericanos, en Santiago en 1969, fueron instancias para que los representantes bolivianos sostuvieran reuniones de carácter confidencial con el canciller Valdés.469 De hecho, las conversaciones sostenidas sucesivamente por los cancilleres Crespo Gutiérrez y Walter Guevara Arze, con el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Gabriel Valdés, no resultaron fructíferas. Se había llegado demasiado lejos en materia de reconvenciones públicas por parte de diversos actores y líderes de opinión, en las que no estaban ausentes el intercambio de expresiones descalificadoras y las actuaciones de hostilidad, a pesar del serio intento por parte de los personeros oficiales de ambos países que no abandonaban sus buenos propósitos. En vista de lo anterior, Guevara y Valdés acordaron habilitar a los cónsules generales en La Paz y Santiago para realizar negociaciones confidenciales con carácter diplomático, lo que en la práctica equivalía a una forma muy sui generis de reanudar relaciones, en las que Chile estaba mucho más interesado que su interlocutor. En 1969, el mismo Valdés se reunió en Lima con el canciller boliviano, general César Ruiz, en la que éste una vez más, afirmó que Bolivia buscaría cuantas oportunidades pudiesen presentarse para hallar una solución pacífica y definitiva, a fin de romper el enclaustramiento y que fuera compatible con la dignidad de su país. En 1969 estaba previsto que durante la Asamblea General de las Naciones Unidas los cancilleres Gustavo Medeiros Querejazu y Gabriel Valdés Subercaseaux, se reunieran el 26 de septiembre, pero un nuevo golpe de estado, que derribó al presidente Siles Salinas, impidió que dicha cita se concretara. Como corolario, durante el periodo 1950-1970, el orden interno de Chile estuvo regido por el Gobierno de cuatro presidentes constitucionalmente elegidos: Gabriel González Videla, Carlos Ibáñez del Campo, Jorge Alessandri Rodríguez y Eduardo Frei Montalva; en Bolivia, en el mismo período, hubo diez Gobiernos, que incluyeron la renuncia al cargo de dos mandatarios Hernán Siles y Alfredo Ovando, y tres golpes militares: en 1964 René Barrientos que derrocó a Paz Estenssoro; en 1969 Alfredo Ovando derrocó a Luis Adolfo Siles; y en1970 Juan José Torres se tomó el poder ante la renuncia de Ovando. De manera que, sumado a la falta de relaciones diplomáticas, la situación interna de Bolivia persistentemente convulsionada, hacía ilusorio la posibilidad de llegar a algún acuerdo definitivo. Los años del Gobierno de Salvador Allende Gossens (1970-1973) tampoco fueron pródigos en el avance de las negociaciones. Si las hubo, éstas no se conocieron o por lo menos no hay antecedentes públicos que las respalden. Hace algunos años, el escritor izquierdista boliviano Néstor Taboada aseguró en un diario de circulación nacional que el presidente Salvador Allende le habría confidenciado una bomba política. (...) Consecuentemente con su política socialista deseaba devolver el mar cautivo a Bolivia sin compensación de ninguna naturaleza. Este hecho lo

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Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 70.

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escribió en la prensa Juan Pereira Fiorilo y recibió una golpiza de parte del general Banzer. Y hoy, que marcada es la diferencia de Allende con el presidente Lagos que es también socialista y me parece que no deja de ser un comediante al servicio de las transnacionales.470 Ficción o realidad, no se conoce ningún documento o testigo que pueda ratificarlo. 5.4. Negociaciones desde Charaña a la fecha 5.4.1. Los compromisos emergentes de la negociación de Charaña Posición boliviana A mediados de la década de 1970, se inició un proceso de negociación entre Bolivia y Chile con el objeto de otorgar a Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico. Este proceso se inició el 8 de febrero de 1975 con la firma de una Declaración Conjunta, en la localidad boliviana fronteriza de Charaña, entre los presidentes de Bolivia Gral. Hugo Banzer y de Chile, Gral. Augusto Pinochet. Este acuerdo obliga a ambos Estados a: buscar fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el relativo a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de reciprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno. Para cumplir este propósito, ambos países acordaron la reanudación de relaciones diplomáticas.

Chile propuso a Bolivia el 19 de diciembre de 1975 la cesión de una costa marítima soberana, ubicada entre el casco norte de la ciudad de Arica hasta la Línea de la Concordia, unida al territorio boliviano por una franja territorial igualmente soberana. Sin embargo, contrariando sus compromisos previos, Chile introdujo nuevas condiciones entre ellas el canje de territorios. Paralelamente, en conformidad al Protocolo Complementario del Tratado de Lima de 1929, Chile consultó al Perú sobre la posible cesión a Bolivia de la señalada franja. El 19 de noviembre de 1976 Perú manifestó que aceptaba la cesión a Bolivia de un corredor soberano por el norte de la provincia de Arica a condición de que el área territorial adyacente a la costa de dicho corredor estuviera sujeto a un régimen de soberanía compartida entre los tres países. Sin embargo, Chile rechazó dicha propuesta y rehusó gestionar la aceptación del Perú al acuerdo boliviano-chileno. Esta postura, sumada a la condición del canje territorial provocó el estancamiento y el fracaso de la negociación pese a los esfuerzos de Bolivia por proseguir con la misma, ante esta situación en marzo de 1978. Bolivia no tuvo más alternativa que romper relaciones diplomáticas.471

470

471

Diario La Prensa, La Paz, 11 de agosto de 2002. DIREMAR. Obra citada. p. 48.

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Opinión del autor a) Los orígenes

Los párrafos precedentes constituyen una síntesis debidamente elaborada con el objeto de que la opinión pública en Bolivia y en particular todos los destinatarios de El Libro del Mar entre ellos los diversos Organismos Internacionales, embajadas acreditadas a través del mundo, instituciones académicas, etc., reconozcan a dicha nación como una víctima que demanda y exige justicia por el despojo de que fuere objeto como consecuencia de un guerra igualmente injusta. Creemos de suma conveniencia ilustrar o recordar a nuestros lectores cómo se gestó el inicio de este diálogo entre el presidente Augusto Pinochet y el presidente Hugo Banzer, que los llevó a reanudar las relaciones diplomáticas, negociar por espacio de tres años y culminar nuevamente con el rompimiento de la relaciones por parte de Bolivia. Ambos mandatarios se encontraron por primera vez en Brasilia, en la transmisión del mando al presidente Ernesto Geisel por parte del general Garrastazu Medici, el 15 de marzo de 1974, donde acordaron resolver asuntos vitales y fundamentales para las dos naciones. Posteriormente, el 9 de diciembre del mismo año, 8 países miembros del Pacto Andino se reunieron con motivo del centenario de la Batalla de Ayacucho y suscribieron en la Casa de Gobierno de Lima la “Declaración de Ayacucho”, que fue firmada por las siguientes personas: Los presidentes de Perú, Bolivia, Venezuela, el jefe Gobierno de Panamá; y los representantes de los mandatarios de Colombia, Argentina, Ecuador y Chile. Representó a nuestro país el vicealmirante Patricio Carvajal Prado, ministro de Relaciones Exteriores. Mediante la citada declaración, los países signatarios se comprometieron a promover y sostener la construcción de un orden de paz internacional y de cooperación mutua, creando al mismo tiempo las condiciones para una efectiva limitación de armamentos, que fuera en beneficio del desarrollo económico y social de los pueblos. En parte de su texto se hace una indicación relativa a la mediterraneidad de Bolivia: Al reafirmar el compromiso histórico de fortalecer cada vez más la unidad y solidaridad entre nuestros pueblos, prestamos la más amplia comprensión a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia, situación que debe demandar la consideración más atenta hacia entendimientos constructivos. Cooperaremos fraterna y decididamente para que los pueblos de América Latina, hoy una comunidad de 300 millones de seres humanos, aúnen sus esfuerzos ante el imperativo presente de trazar su propio camino, libre y autónomo, hacia la consecución de los objetivos de desarrollo económico y justicia social que hagan posible la plena realización y dignificación del hombre latinoamericano, único destinatario del legado histórico de la gesta emancipadora que culminó en

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Ayacucho.472 Pero el contacto Pinochet-Banzer en Brasilia no fue un simple “saludo de mano en visera,” como suele decirse en la jerga castrense, cuando se trata de un hecho cotidiano o sin mayor importancia. Gracias a la iniciativa del Presidente de Chile, general Augusto Pinochet, en la frontera chileno-boliviana se llevó a efecto un encuentro entre ambos mandatarios, con el propósito de intercambiar puntos de vista sobre asuntos que interesaban a los dos países y acerca de la situación continental y mundial, lo que quedó expresamente consignado en el párrafo primero del documento suscrito por ambos gobernantes. Se reunieron en la localidad de Charaña, ubicada en territorio boliviano, próxima a Visviri en nuestra zona fronteriza, el 8 de febrero de 1975. Acompañaban al presidente Pinochet el ministro Patricio Carvajal, el director de Protocolo, embajador Mario Silva, y el edecán militar, coronel Sergio Badiola. El presidente Banzer estaba con el subsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ostria Trigo, diplomáticos y asesores militares. En esta oportunidad acordaron normalizar las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores, suspendidas por Bolivia desde el año 1962, suscribiéndose además un Acta en la cual se consagró el compromiso de continuar el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el relativo a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia dentro de recíprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno. Carvajal relata que al término de la ceremonia el subsecretario Ostria lo abrazó emocionado, con lágrimas en los ojos. Banzer, a su regreso de la reunión con Pinochet, declaró a los medios de comunicación lo siguiente: Hemos dicho en Charaña que necesitamos mar con soberanía, que esa costa o ese mar estén unidos territorialmente con nuestro país y con conexión territorial también con soberanía.473 Es oportuno dejar claramente establecido, en primer lugar para la historia, el hecho fundamental de que fue el Gobierno de Chile el que dio el paso inicial en el tema de las negociaciones suspendidas en torno a las aspiraciones marítimas, lo que no es un acto de menor relevancia, puesto que si no hubiese existido un verdadero interés por parte de nuestro país, estas negociaciones se habrían diferido mucho más o quizás, ni siquiera se habrían llevado a efecto. Nuestros contradictores podrán argumentar entonces ¿de qué sirvieron si no se lograron acuerdos? Ese es otro punto, porque pocas veces se había avanzado tanto para llegar a un acuerdo como el que estuvo a punto de formalizar y si no se logró, escapa a nuestra responsabilidad, como pretendemos demostrar en los párrafos siguientes. En segundo lugar, creemos que es importante refutar la expresión deducida por la posición boliviana que este compromiso obliga a buscar fórmulas de solución a los

472 473

Revista Nueva Sociedad 17. Marzo-abril 1975. p. 98. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 78.

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asuntos vitales que ambos países confrontan (…), por cuanto podría ser considerada por Bolivia en la actual demanda ante La Haya como uno de las acciones unilaterales y abogar por los supuestos derechos expectaticios que ello generaría. En parte alguna el acta levantada expresa dicha exigencia, sino que habla de intercambiar puntos de vista sobre asuntos que interesan a los dos países (...); permitir continuar una tarea conjunta para llegar a entendimientos globales en beneficio de ambas naciones; luego al reafirmar la Declaración de Ayacucho, se refleja fielmente un espíritu solidario y abierto al entendimiento en esta parte de América; en el parágrafo cuarto expresan claramente que han resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan; a continuación manifiestan la decisión de seguir desarrollando una política en favor de la armonía y el entendimiento, para que en un clima de cooperación se encuentren en conjunto una fórmula de paz y progreso en nuestro continente y, finalmente, para materializar los propósitos señalados en la presente declaración conjunta, han resuelto normalizar las relaciones diplomáticas entre sus respectivos países a nivel de embajadores.474 b) El inicio de las negociaciones

Ambas naciones formalizaron la reanudación de relaciones diplomáticas a nivel de embajadores. Chile designó al periodista Rigoberto Díaz Grunow, quien se desempeñaba como Cónsul General en La Paz, y el nombramiento de Bolivia recayó en Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, diplomático de carrera. Este último, en Negociaciones Diplomáticas con Chile, relata que no recibió los antecedentes ni las instrucciones escritas que esperaba por parte de su Cancillería, obteniendo a cambio, por parte del presidente Banzer, el Informe Final de la Comisión Marítima, documento que sugería al Gobierno ocho posibles formas de solución para volver al océano Pacífico, las que sin constituir un pliego de instrucciones diplomáticas, eran un corpus de apreciaciones políticas, jurídicas y aun de defensa nacional como fundamento básico del planteamiento que se haría a Chile.475 No deja de llamarnos la atención las referencias y críticas al carácter de las declaraciones hechas a través de diversos medios de comunicación por diferentes personalidades chilenas, omitiendo obviamente las enconadas, ofensivas y virulentas de sus connacionales: Tuve al frente una tarea ímproba para cambiar las animadversiones, suspicacias y hasta antipatías de muchos -recuérdense las campañas enconadas de publicistas chilenos de antaño, por ejemplo Conrado Ríos Gallardo- casi un siglo de desinteligencias y beligerancia verbal porfiada.476 Agrega sí, más adelante, la percepción positiva que le merecieron sus entrevistas con Enrique Bernstein, Raúl Bazán y con el propio Conrado Ríos, que al cabo de los años había cambiado de opinión y que juzgaba necesario llegar a un entendimiento con nuestro país. Incluyó con igual carácter las opiniones del 474

Saavedra. Obra citada. p. 75. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 80. 476 Ibídem. p. 82. 475

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expresidente González Videla y del general Sergio Arellano Stark. Del primero dice que se manifestó con toda franqueza en sentido de aprovechar esta coyuntura histórica y pensaba que los militares de su patria, sin mayor oposición, podrían resolver el pleito centenario; y por parte de Arellano, que existía plena conciencia de que debía solucionarse satisfactoriamente el problema boliviano. De Federico Willougby, entonces secretario de prensa de la Junta Militar, que el presidente Pinochet mantendría su posición de Charaña sin alterarla y cumpliendo lo prometido. Del auditor de la Fuerza Aérea chilena, Julio Tapia, que existía decisión en las fuerzas armadas de su país para encontrar solución al problema boliviano, agregando que se debía abandonar, de ambos lados, posturas tradicionales para tratar de encontrar un acuerdo total, siendo propicio el momento actual; de Ernesto Barros Jarpa, uno de nuestros diplomáticos más destacados y de mayor prestigio internacional, quien se declaró partidario de conceder a Bolivia una salida soberana al mar, que creía en la sinceridad de propósitos de la Junta Militar chilena, para arribar a un acuerdo con Bolivia, criticando a Conrado Ríos Gallardo en el desarrollo de las gestiones que culminaron con el Tratado de 1929. En iguales términos hizo alusión a sus entrevistas con el cardenal Silva Henríquez; con el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, José María Eyzaguirre y del artículo publicado en la Revista Ercilla por Oscar Pinochet, en agosto de 1975: (...) es indispensable que Chile de muestras efectivas de que está dispuesto a facilitar a Bolivia una salida soberana. De no ser así se estaría ilusionando vanamente al país del altiplano, puesto que todos sabemos que ésta es la única solución a que ellos aspiran.477 A la hora de establecer las causas por las cuales posteriormente fracasaron estas negociaciones, es importante dejar sentado cuál era el espíritu que en general reinaba en Chile con respecto a los deseos sinceros de entregar una salida soberana al litoral del Pacífico a Bolivia, y que constituye un mentís a la ácidas críticas y razones esgrimidas por Banzer, cuando fuera superado por las propias presiones internas de los sectores influyentes de su país. Gutiérrez, el exembajador boliviano, comenta en su obra situaciones inéditas de las diversas entrevistas que sostuvo con el presidente Pinochet. Le llamó profundamente la atención el hecho que a los pocos días de haber solicitado una entrevista, después de la presentación de sus credenciales, recibiera una invitación para almorzar con el mandatario chileno y con los miembros de la Junta Militar, lo que para Gutiérrez Vea Murguía constituyó un hecho sin precedentes en el ceremonial observado hasta entonces por la Junta Militar, lo que en sí significaba un avance inicial, en el más alto nivel, para desarrollar las negociaciones de modo expeditivo. En esta ocasión también estuvieron presentes el ministro de Defensa Nacional, general de división Herman Brady Roche; el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, general de división Sergio Arellano Stark; el subsecretario de Relaciones Exteriores, coronel Enrique Valdés Puga, por ausencia del canciller Carvajal, y el jefe del Comité Asesor de la Presidencia de la República, el general de brigada Aníbal Abarca.

477

Ibídem. pp. 82-88.

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Gutiérrez agrega que en dicha oportunidad solicitó al presidente Pinochet el envío de un saludo especial al presidente Banzer con motivo del próximo sesquicentenario de la independencia de Bolivia, y que incluyera además una declaración explícita del propósito del Gobierno de Chile de conceder un acceso libre y soberano al océano Pacífico, hecho que sin duda sería de alta significación para ambos países, a la vez que serviría para pulsar a Perú e iniciar gestiones en el ámbito internacional con aquellas naciones que estuviesen dispuestas a colaborar con el objeto de encontrar medios de compensación, que no podrían tener carácter territorial. En su respuesta, Pinochet estimó que lo consideraba prematuro y que podría constituir un efecto negativo en el Perú y en la opinión pública de Chile, que aún no estaba suficientemente preparada. Gutiérrez Vea Murguía deja constancia de la percepción que obtuvo de sus encuentros con el presidente chileno: Mi impresión personal del presidente Pinochet es que buscaba con sinceridad el estudio a fondo del problema del Pacífico. En el trato, fino y caballeroso; en la negociación, duro y absorbente, en realidad era él quien conducía la política exterior de su país. Además, demasiado buen chileno para ser amigo de Bolivia. El general Pinochet fue el primer escollo contra el cual tuve que luchar, disimulando roces y asperezas para no perjudicar el curso de las negociaciones. Su constante reparo se refería a la presión de Bolivia para una pronta solución.478 El autor de esta investigación que tuvo la oportunidad de cumplir varias funciones de Gobierno bajo el período del presidente Pinochet, coincide con el embajador en lo del trato fino y caballeroso, que era parte de su personalidad; y no había duda que él conducía la política exterior, y en más de una oportunidad debe haber dejado tal impresión de “duro y absorbente” porque las circunstancias lo aconsejaban, ya que parafraseando al ministro Carvajal, había un “tercero en discordia”. Pero discrepo que por ser demasiado buen chileno no podría ser amigo de Bolivia. De haber sido así no habría tenido la iniciativa de la reunión de Charaña. El 9 de junio de 1975, según el testimonio del exembajador boliviano en Chile, sostuvo una entrevista con el canciller chileno, almirante Patricio Carvajal, quien le expresó su inquietud por las altas expectativas generadas en los círculos oficiales bolivianos, alentando un gran optimismo por una pronta solución, en circunstancias que a su juicio la complejidad del tema hacían necesario negociaciones prolongadas a través de etapas sucesivas. En esta ocasión Carvajal, con pleno conocimiento y aprobación del Presidente de Chile y de la Junta Militar, le ofreció verbalmente la entrega a Bolivia de una zona autónoma, dentro del puerto de Arica, para su uso exclusivo y en la que podría construir edificios para aduanas y servicios tales como la Comisión Minera Boliviana, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, etc. El ofrecimiento, además, incluía la transferencia a precio nominal de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La Paz, con lo que el país altiplánico alcanzaría el manejo total de dicha vía; el arriendo de muelles, espigones y otros servicios necesarios, incluyendo la cooperación técnica de la marina mercante y de expertos chilenos si así se estimase necesario por Bolivia. Este primer ofrecimiento fue considerado por 478

Gutiérrez Vea Murguía. p. 92.

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el interlocutor boliviano como una maniobra dilatoria por parte de Chile, en orden a rehuir el retorno soberano al mar y de eludir en consecuencia un entendimiento de Bolivia con el Perú, lo que así le fuese expresado al canciller chileno, por cuanto dicho retorno constituía la única fórmula para satisfacer las necesidades y aspiraciones de Bolivia.479 En esta misma oportunidad, conforme a lo que había solicitado tiempo atrás, Gutiérrez hizo entrega al ministro Carvajal de un proyecto de declaración de saludo por parte del Gobierno de Chile al de Bolivia, reiterando la decisión irrevocable del pueblo y Gobierno de Chile de solucionar a la mayor brevedad posible, el problema de la mediterraneidad de Bolivia, incorporando a su patrimonio una costa marítima propia y soberana conectada territorialmente con Bolivia. El embajador pensaba en unos cuantos meses se podía solucionar un diferendo que llevaba más de cien años. El 16 de junio del mismo año, el canciller Carvajal, en una nueva entrevista, le respondió reiterando que Chile no estimaba adecuado adelantar un compromiso sobre la solución de fondo, como se proponía en el proyecto altiplánico y que debían estudiarse cuidadosamente todos los aspectos de tan trascendental medida. Gutiérrez transmitió a su Gobierno la información correspondiente incluyendo el ofrecimiento de Carvajal, agregando por propia iniciativa un breviario con los pasos que a su juicio debían seguir las conversaciones, considerando tanto la alternativa de aceptación como de rechazo del ofrecimiento chileno. En el primer caso -de aceptación- sugería los siguientes pasos: 1) Condicionar la aceptación a una declaración previa por parte de Chile de llegar a la solución del puerto propio y soberano con continuidad territorial sin mayor dilación. 2) Programación de las etapas subsiguientes a la autonomía de Arica y paralelamente desarrollar una campaña de información pública en Bolivia; 3) Labor de persuasión en Perú; y 4) Organizar comisiones de estudios jurídicos, políticos, técnicos y administrativos. Ante el evento de que su Gobierno rechazase la zona autónoma, proponía el siguiente procedimiento, acorde el desarrollo de los acontecimientos: 1) Chile debía procurar una declaración a Perú en el sentido de que dicha nación estaba dispuesta a cooperar con Bolivia; 2) Disminuir la jerarquía de la representación diplomática de Bolivia en Santiago; 3) Disminución del tráfico comercial por puertos chilenos.; 479

Ibídem. p. 95.

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4) Intensa campaña de información y publicidad en los países de la región andina, continente americano y en el ámbito mundial, y 5) Ruptura de las relaciones diplomáticas si fuese del caso.480 Gutiérrez confiesa en su obra que luego fue citado a La Paz para ampliar sus informaciones, siéndole recomendado que actuase con menos ímpetu en relación con el mensaje especial de saludo del presidente chileno, a fin de no entorpecer las negociaciones sustantivas, considerando incluso su elusión si fuese ambiguo, pero consultando previamente a la Cancillería boliviana. Debía además hacer saber a la Cancillería chilena que la proposición que nos fuera formulada no satisfacía las expectativas bolivianas si aquella no es considerada como una complementación de una salida propia y soberana al Pacífico, reiterando que debe considerarse que tal tipo de proposición debía incluir una franja territorial que pasaría a la soberanía boliviana.481 Si juzgamos esta primera oferta chilena en relación con la que posteriormente dio como respuesta a la propuesta boliviana, podemos comprobar fehacientemente que la actitud de nuestro Gobierno en ningún caso podría ser considerada como de inflexibilidad y de intransigencia, como lo estimó el mandatario Boliviano al momento de poner término a las negociaciones, como más adelante veremos. La Cancillería de La Paz igualmente instruyó al embajador Guillermo Gutiérrez sobre las concesiones que Bolivia estaría dispuesta a concretar en términos generales, como la creación de un polo de desarrollo de empresas binacionales y otros arreglos económicos que pudieran dar incentivo a la solución fundamental, y que en los acuerdos finales se diera participación a Perú. Estos planteamientos fueron comunicados al almirante Carvajal en la audiencia del 15 de julio de 1975. El 23 del mismo mes fue recibido nuevamente por el canciller chileno, quien le hizo saber la preocupación del Gobierno de Chile por los rumores que circulaban en torno a la actitud que asumiría Bolivia en la próxima Asamblea Extraordinaria de la OEA pidiendo un pronunciamiento sobre su mediterraneidad. Igualmente Carvajal requirió al embajador boliviano que su Gobierno incluyera alternativas en la propuesta formal de las demandas bolivianas, para dar al Gobierno de Chile opción de elegir y a fin de satisfacerlas de acuerdo con los intereses propios. Con motivo de la celebración del sesquicentenario de la independencia de Bolivia, integró la delegación chilena con rango de embajador, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa Nacional, general de división Sergio Arellano, quien confidenció al embajador Gutiérrez Vea Murguía los temores que le asistían con respecto a un eventual asentimiento peruano de las ofertas que hiciese Chile, los cuales posteriormente se confirmaron. A propósito de este aniversario, en la víspera de la Asamblea de la OEA del 5 de agosto de 1975, se adoptó una declaración sensiblemente igual a la Declaración de Ayacucho que aludimos con anterioridad, oportunidad en que nuestro Gobierno se 480 481

Ibídem. p. 101. Ídem.

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plegó a tales declaraciones: (...) La situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia es motivo de preocupación continental por lo cual todos los estados americanos ofrecen cooperar en la búsqueda de soluciones que, de acuerdo con los principios del Derecho Internacional y especialmente con los contenidos en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, ayuden a Bolivia a remover las dificultades que ha acarreado la situación de mediterraneidad para su desarrollo económico y social, conciliando intereses recíprocos y promoviendo entendimientos constructivos. La intervención de nuestro representante fue la siguiente: La delegación de Chile se asocia al sesquicentenario de la independencia de la República de Bolivia con un sentimiento de hermandad, formulando sus mejores votos por el progreso y bienestar de su pueblo. Compartimos con júbilo esta fecha histórica que es también de América, en la que culminó definitivamente la independencia política de los países de América del Sur (...). La delegación de Chile concurre con su aprobación a la Declaración que formula el Consejo Permanente con motivo de esta efemérides boliviana, y al hacerlo reitera el espíritu de la Declaración Conjunta de Charaña, manifestando una vez más su ánimo solidario.482 Sin embargo, a pesar de las comentadas expresiones, durante este período Bolivia mantuvo sus intervenciones inmoderadas y su persistente actitud de hacer multilateral la demanda marítima, sin que haya logrado éxitos en sus propósitos. El mes de agosto, en consecuencia, se prestó para que el Palacio Quemado sacara amplio provecho comunicacional; y era lógico que así lo hiciera después de la declaración de la OEA, que obviamente trajo como consecuencia extender hacia el resto de las naciones de América los sentimientos de solidaridad hacia dicha nación. En igual sentido, la visita del presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez a dicha república fue hábilmente explotada por los medios de comunicación social, lo que produjo gran revuelo en Bolivia, circunstancia que aprovecharon ambos mandatarios para reiterar y ratificar la Declaración de Ayacucho del 9 de diciembre de 1974, cuyo texto Chile también suscribió. Colombia, Panamá y Perú tampoco se marginaron del bombo comunicacional, sobresaliendo la intervención del ministro de Guerra de Perú, más tarde Presidente de la República, general Francisco Morales Bermúdez, quien afirmó que el Gobierno Revolucionario de su patria se hacía presente con el fraternal propósito que se nutre en nuestro común origen para expresar la comprensión y solidaridad del Perú hacia los anhelos de Bolivia (...). Difícilmente existirán dos pueblos con vínculos más entrelazados. El Gobierno Revolucionario de mi Patria así lo comprende y consecuente con ello está decidido a que su solidaridad con Bolivia se haga patente en todos los campos de las relaciones bilaterales, en especial aquellas que tengan directa conexión con su situación mediterránea (...). Es justa la aspiración boliviana de una salida al mar (...).483 En esos mismos días, en Santiago, la revista Ercilla publicó el artículo ChileBolivia: La misión del embajador. En éste se comentaba en forma negativa la

482 483

Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 254-255. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 111.

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intromisión de Venezuela en los asuntos que ventilaban Chile y Bolivia, al ofrecerse el presidente Pérez como mediador entre ambas naciones, por cuanto no resultaban positivos los pronunciamientos de apoyo a las demandas de Bolivia mientras estuviesen vigentes las conversaciones oficiales entre ambas cancillerías. El mismo artículo se refería además a una entrevista concedida por el presidente Banzer, quien había fijado hasta 1980 como plazo para la solución del problema marítimo de su país, basado fundamentalmente en dos consideraciones: cumplimiento del período determinado para llamar a elecciones y el deseo de todo mandatario de entregar el poder después de haber satisfechos las aspiraciones de sus pueblos.484 Resulta risible, por decirlo de alguna forma, como esa tremenda demostración de solidaridad y hermandad peruana, abundante en palabras encendidas y llenas de histrionismo pasional fueron dejadas de lado al año de haber sido pronunciadas y omitidas abiertamente en la respuesta que el Gobierno peruano, ahora presidido por el propio Francisco Morales Bermúdez, hizo al Gobierno de Chile en noviembre de 1976, en relación con la solución planteada a la demanda Boliviana. Al respecto, es bueno reiterar la postura internacional que Chile ha sostenido históricamente como un verdadero principio, en el sentido de no hacer viable la interferencia de otras naciones u organismos internacionales en materias que son de la exclusiva competencia de la potestad soberana. Gutiérrez Vea Murguía, haciendo referencia a este principio, señala en su obra que Chile hizo abandono de él cuando recurrió a la OEA y a la ONU, con motivo de la ruptura de relaciones producida en marzo de 1978. No compartimos ese criterio, porque si bien es cierto que efectivamente Chile recurrió a los organismos antes citados, no lo hizo con el propósito de buscar una mediación o intervención de ellos, sino con el único objetivo de dejar expresa constancia ante las correspondientes asambleas -a las cuales Bolivia recurre como un dogma de fe buscando el apoyo e intervención en favor de sus demandas- que no obstante los grandes esfuerzos realizados por nuestro Gobierno para satisfacer las aspiraciones de dicho país, éstos habían resultado infructuosos por el cambio radical en las posturas de su contraparte, a pesar de los acuerdos y consensos avanzados, producto sin duda alguna de la situación interna de Bolivia. En este ambiente brevemente descrito, la nación altiplánica hizo llegar su planteamiento oficial a fines de agosto de 1975. c) Proposición de Bolivia

Con fecha 26 de agosto de 1975, en una Ayuda Memoria presentada al Gobierno de Chile, Bolivia precisó los lineamientos de una negociación destinada a buscar solución a su problema de mediterraneidad. Como lo expresara el máximo representante de Bolivia, estos no consideraban alternativas como Chile lo había solicitado y se trataba de un paquete conjunto, englobando todos los aspectos que preocupaban a Bolivia y, por consiguiente, el embajador hizo énfasis que los enclaves sugeridos cerca de Pisagua, Iquique o Antofagasta, podrían servir de base 484

Ibídem. p. 106.

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formal para entablar las negociaciones a ese respecto: Hice constar además que la franja territorial constituía una reparación jurídica y moral para mi país, pero que necesariamente ella debía complementarse con el puerto viable, propio y soberano. Tener un puerto boliviano no significaría que dejaríamos de utilizar los puertos de Antofagasta y de Arica. Agregué que aunque los ductos, caminos, etcétera, en el sector, (enclave) concedidos a Bolivia, en lo que fue el territorio boliviano, serían exclusivamente nuestros, Chile tendría acceso a ellos.485 ¡Después de tan significativas concesiones de accesos en lo que Bolivia considera que fue territorio boliviano, deberíamos darnos por satisfechos y golpearnos el pecho con una piedra! Si usted no ha terminado de asombrarse, ahora lo estará. En síntesis, la propuesta sin alternativas consignada en la Ayuda Memoria que serviría de base para un acuerdo sobre este problema consideraba lo siguiente: (Ver Figura Nº 6). 1) Cesión a Bolivia de una costa marítima soberana entre la Línea de la Concordia y el límite del radio urbano de la ciudad de Arica, la que debía prolongarse con una franja territorial soberana hasta la frontera bolivianochilena, incluyendo la transferencia del Ferrocarril de Arica a La Paz. 2) Régimen de autonomía para Bolivia en las operaciones de su comercio exterior por el puerto de Arica, de acuerdo a la proposición formulada por Chile. 3) Cesión a Bolivia de un territorio soberano de 50 km. de extensión a lo largo de la costa y de 15 km. de profundidad, próximo a Iquique, Antofagasta o Pisagua. 4) La faja costera debía tener las siguientes características: • Considerar la facultad de Bolivia para proyectar, construir, operar y mantener todas las obras de infraestructura necesarias a los fines de una efectiva vinculación con el territorio boliviano (ferrocarriles, carreteras, poliductos, etc.) • Las obras tendrían un carácter internacional, con uso irrestricto en todo tiempo y circunstancia por Bolivia y Chile. • Las carreteras, ferrocarriles, poliductos y obras complementarias serían de propiedad del Estado boliviano. • La interconexión entre el territorio costero y el de Bolivia tendría como objetivo la creación de una infraestructura de transporte eficiente para el desarrollo de la economía boliviana, y el régimen jurídico al que estarían sujetas las obras sería similar al establecido para el oleoducto Sica Sica - Arica.

485

Ibídem. p. 116.

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Fig. 8. Proposición boliviana Fuente: El Libro Blanco de Chile. El Problema marítimo boliviano.

Basta revisar lo que establecen los diferentes acuerdos suscritos con Bolivia para la construcción, operación y mantenimiento del mencionado oleoducto para cuantificar la extensa relación de regalías y facilidades otorgadas, además de garantizar el más libre y amplio tránsito. Bolivia ¿estará dispuesta en una futura negociación a considerar los aportes que puedan corresponder, como parte integrante de un entendimiento que consulte recíprocos intereses como lo consideró en esta oportunidad? Cabe señalar, como muy bien destaca Oscar Pinochet, que Bolivia utilizó la palabra aportes en vez de compensaciones, que tienen significados distintos; mientras la primera indica una donación o contribución, que trae implícito un acto voluntario, la segunda revela un resarcimiento, indemnización o retribución por algo concedido que no deja a voluntad de las personas, sino que constituye una obligación.

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d) La respuesta chilena

El 11 de septiembre de 1975, en su mensaje presidencial, el presidente Pinochet estimó prudente incluir el tema de las negociaciones con Bolivia. En esta ocasión expresó: Con profunda satisfacción puedo subrayar la reanudación de nuestros tradicionales vínculos con Bolivia. Desde el encuentro de Charaña hemos reiterado nuestro invariable propósito de estudiar, dentro de una negociación franca y cordial, los obstáculos que por su condición de país mediterráneo se oponen a su pleno desarrollo.486 Esta prudencia y cautela para referirse al tema mereció la crítica de algunos sectores oficialistas bolivianos, pero era obvio que fuese en esos términos, por cuanto recién iniciadas las conversaciones no podría aventurarse en expresiones más concretas, pero ello en nada afectaba a la real sinceridad y la franqueza de los propósitos que motivaban al presidente de Chile, para ir en pro de las demandas bolivianas, sin afectar los intereses de la nación. En relación con la cita antes indicada bien valga una aclaración. Gutiérrez la menciona como parte del mensaje del año 1975, sin embargo, revisado el texto oficial que edita el Gobierno de Chile solo menciona lo siguiente con respecto a dicha nación: La adhesión de Chile a la "Declaración de Ayacucho", la entrevista presidencial en Buenos Aires y la correspondiente "Declaración de Morón", unida a la "Declaración de Charaña", que determinó la reanudación de las relaciones diplomáticas con Bolivia, interrumpidas durante los últimos trece años, avalan estas aseveraciones, aludiendo al plano político vecinal donde las relaciones se han desarrollado en un plano de acercamiento y anhelo de solidaridad e integración; y más adelante en la Planificación Futura hace el siguiente alcance: Por otra parte, la reanudación de relaciones diplomáticas con Bolivia, concretada en Charaña, representa la permanente decisión de dos pueblos hermanos que se inclinan a analizar sus problemas de mutuo interés.487 De manera que es probable que dicha referencia corresponda a otra intervención, aun cuando en nada desmerece. El embajador Gutiérrez había hecho lo imposible para obtener del canciller chileno una declaración previa a la XXX Asamblea de las Naciones Unidas, que diera amplia satisfacción a la propuesta boliviana, impulsado además por fuertes críticas a su gestión dentro de algunos sectores políticos de su país e incluso de la prensa allegada al Gobierno, lo que lo obligara en un futuro a presentar su renuncia. Carvajal respondió que ello no era factible, ni tampoco que lo hiciera el general Pinochet, por cuanto la Ayuda Memoria estaba siendo estudiada por una comisión de alto nivel. El 26 de septiembre, ante la insistencia del embajador boliviano, el presidente Pinochet lo recibió en audiencia, oportunidad en que el embajador le hizo entrega de una carta que le fuere enviada por el general Banzer, la que en parte de su texto expresaba:

486 487

Ibídem. p. 133. Mensaje Presidencial. 1974-1975. pp. 29 y 34.

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(…) En tal sentido considero de nuestra responsabilidad y deber histórico encontrar una inmediata, justa y satisfactoria solución la Propuesta boliviana formulada por nuestro Embajador ante el Gobierno de Vuestra Excelencia, esa respuesta urge a mi Gobierno y a mi pueblo si se tiene en cuenta, entre otros importantes factores, que el 8 de octubre deberá hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el Canciller de Bolivia, Alberto Guzmán Soriano… y continuaba: Por esta razón es mi mayor deseo que en esa relevante oportunidad pueda anunciar al mundo la respuesta que el Gobierno y pueblo bolivianos están esperando ahora del Gobierno y pueblo chilenos.488 Pinochet, en esa coyuntura le expresó con detalles la inconveniencia de efectuar tal declaración, por cuanto podría significar el término de las conversaciones por el efecto que podía tener en la población (...) al provocar una euforia positiva en el pueblo de Bolivia, desataría en el de Chile una euforia negativa. Sin perjuicio de los hechos antes mencionados, el mandatario chileno, con fecha 30 de septiembre de 1975, dio respuesta a dicha misiva y en ella reiteró que consecuente con el sincero e invariable propósito del Gobierno de Chile de estudiar una posible solución al problema del enclaustramiento boliviano, ha recibido la reciente propuesta de bases para un negociación, y que tratándose de una propuesta altamente compleja e importante, que como Vuestra Excelencia comprenderá, merece un cuidadoso y detenido estudio por parte de los organismos del Gobierno chileno. Pecaríamos de ligereza y, tal vez, arriesgaríamos el éxito de la futura negociación si procediéramos con un excesivo apresuramiento. Agregando a continuación que no habrá dificultad para que los Señores Ministros de Relaciones Exteriores de ambos países puedan incluir en sus discursos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas algunos conceptos que tranquilicen a los escépticos o hagan callar a los malintencionados que quieren poner escollos en el camino de la amistad chilenoboliviana.489 Estaba claro, entonces, que Bolivia no desaprovecharía tan magnífica oportunidad para exponer ante el mundo el infortunio que sufría a causa de Chile, pese a la persistente posición de nuestro Gobierno de no llevar al seno de dicho organismo las situaciones de orden bilateral, y fue el propio presidente Banzer quien ocupó la tribuna para responder al canciller chileno. A la intervención del representante de Chile, quien aludió al intercambio de embajadores, señalando que este paso significaba establecer un diálogo directo y ágil, a fin de analizar las aspiraciones de ambos países y, entre ellas, la de Bolivia de obtener una salida al mar que complemente las facilidades de libre tránsito que goza actualmente, Banzer respondió en los siguientes términos: Fundado en estos propósitos, en la realización de estos grandes ideales, el Gobierno ha adquirido con el pueblo un compromiso del que no hay retorno posible: el de reintegrar a Bolivia a su mar con el que nació a su vida 488 489

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 150-151. Min.Rel.Ext. de Chile. Historia de las Negociaciones chileno bolivianas. Anexo N° 15. p. 52.

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independiente, libre y soberana… Continuó haciendo un fuerte llamado a Chile y a toda la Asamblea: Desde aquí, desde este foro universal, quiero expresar al mundo que Bolivia está, en este momento, a la espera de la respuesta a sus planteamientos formulados a Chile. De ninguna manera estos requerimientos, lo repito enfáticamente, forman parte del libre tránsito derivado de los efectos de la mediterraneidad sino que miran a la solución de fondo, total, definitiva, de una salida propia, libre y soberana al mar, con natural continuidad geográfica con nuestro territorio. Más adelante Banzer se refirió al amplio y extendido apoyo encontrado en diversas naciones y variadas organizaciones a favor de sus aspiraciones, y del sentido de justicia que envolvía la demanda de su pueblo: En esta hora de grandes transformaciones en que debe imponerse el imperio de la justicia, pongo aquí al mundo de testigo de las negociaciones leales y pacíficas que está realizando Bolivia para reunirse después de casi un siglo con ese mar nuestro que nos pertenece por derecho y que los bolivianos necesitamos inexcusablemente para dialogar y comerciar con el resto de la humanidad.490 Volviendo al asunto de la propuesta oficial del Gobierno de Bolivia, el día 9 de diciembre se llevó a efecto otra reunión entre el canciller Carvajal y el Embajador de Bolivia, oportunidad en la que -según lo afirmado por Gutiérrez- el ministro chileno le expresó que la demanda boliviana estaba siendo considerada en el más alto nivel y que se tenía proyectada una nueva reunión cumbre para una próxima fecha. Según el mismo testimonio, Gutiérrez le habría hecho presente que en el plano de las compensaciones no se consideraba trueque o permuta territorial: En cuanto a la fórmula de compensación mediante trueques o permuta territorial, dije al Canciller chileno, que la sola enunciación de esta condición había provocado una fuerte reacción negativa y un sentimiento de frustración y desaliento en el Gobierno (...). Señalé que nosotros juzgábamos que habíamos hecho demasiados sacrificios en el pasado, no solo en 1879, sino en 1904, y que para el Gobierno de Bolivia esta propuesta era inesperada y hasta injusta y contraria a la equidad para el Gobierno de mi patria -expresé- es un precio demasiado alto y muy difícil de explicar a nuestro pueblo.491 El embajador, en su relación, no informa sobre la respuesta que le habría dado el almirante Carvajal ante tales argumentos, pero quisiéramos creer que habría sido una valiosa oportunidad para recordarle la usurpación de Cobija, los tratados de 1866 y 1874 incumplidos por Bolivia; la alianza secreta contra nuestro país; la farra de los Pactos de Mayo de 1895; etc. Chile, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, con fecha 12 de diciembre de 1975 dio una respuesta verbal al Embajador de Bolivia en Santiago. El embajador Gutiérrez respondió el 16 de diciembre por nota Nº 681/108/75: Tengo

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Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 154-155. Ibídem. p. 158.

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el honor de dirigirme a Vuestra Excelencia para poner en su conocimiento que mi Gobierno acepta los términos generales a la proposición presentada mediante el Ayuda Memoria del 26 de agosto del año en curso, referente al marco de la negociación que permita alcanzar un solución adecuada a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia.492

Fig. 9. Franja a negociar que ofreció Chile Fuente: El Libro Blanco de Chile. El Problema marítimo boliviano.

Posteriormente, conforme a lo solicitado por la nota antes citada, con fecha 19 de diciembre Chile reiteró su ofrecimiento por escrito a través de la nota Nº 686, la que fuere entregada por el director general de la Cancillería chilena, embajador Javier Illanes, lo que llamó la atención al embajador Gutiérrez. Si hablamos de intransigencia en las negociaciones, Chile con mayor propiedad puede atribuir a los negociadores de Bolivia esta actitud, como lo demuestran los términos antes señalados, sin perjuicio, además, que las permanentes alusiones al afianzamiento de la paz en el Pacífico Sur no pueden dejarse pasar por alto, por

492

Min.Rel.Ext. de Chile. Historia de las negociaciones chileno- bolivianas, 1975-1978. p. 36.

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cuanto constituyen una velada amenaza. Esta respuesta incluía los siguientes aspectos: (Ver Figura Nº 7). 1) Considerar la realidad actual sin remover los antecedentes históricos. 2) El arreglo se funda en la muta conveniencia que contemplaría los intereses de ambos países y que no contendría innovación alguna a las estipulaciones del Tratado de Paz, Amistad y Comercio de 20 de octubre de 1904. 3) Incluye la cesión de una costa marítima soberana unida al territorio boliviano por una faja igualmente soberana. 4) Chile estaría dispuesto a negociar una franja que cedería al norte de Arica y cuyos límites serían: a. Por el norte: Actual límite con Perú. b. Por el sur: Quebrada de Gallinazos y borde norte superior de la quebrada del río Lluta hasta un punto al sur de Estación de Puquios y luego una línea que pasa por cota 5.370 del Cº Nasahuento y se prolongue hasta el actual límite internacional de Chile con Bolivia (Carretera Arica-Tambo Quemado queda en territorio chileno) . 5) La cesión incluiría el territorio terrestre ya descrito y el territorio marítimo comprendido entre los paralelos de los puntos extremos de la costa que se cedería (mar territorial, zona económica y plataforma submarina). Las exigencias que puso Chile fueron las siguientes: 1) No se acepta cesión de ningún territorio al sur del límite anteriormente indicado. 2) La cesión de la franja antes citada estaría condicionada a un canje territorial equivalente como mínimo al área de tierra y mar cedidas a Bolivia, el cual podría ser continuo o integrado por distintas porciones de territorio fronterizo. La comisión Mixta de Límites estudiaría la zona fronteriza para hacer las proposiciones sobre el trazado de los límites de ambos Gobiernos, procurando evitar que los territorios a ceder comprendieran zonas pobladas. 3) Chile podría aprovechar la totalidad de las aguas del río Lauca. 4) El territorio cedido por Chile sería declarado zona desmilitarizada y Bolivia estaría obligada a obtener la garantía de la OEA respecto a la inviolabilidad de la franja cedida. 5) Los territorios canjeados no pueden cedidos a una tercera potencia. 6) Las instalaciones o construcciones estatales existentes en los territorios a ceder, deberían ser adquiridas por el Estado que recibe el territorio al

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precio de reposición determinado de común acuerdo. (Aeropuerto de Chacalluta, FF. CC. de Arica a Visviri, etc.) 7) Bolivia debería respetar las servidumbres a favor del Perú establecidas en el Tratado de 1929. 8) La validez del acuerdo está condicionada a la aprobación del Perú en conformidad al Art. 1 del Protocolo Complementario del Tratado de 1929. La nota chilena fue enfática el incluir en un párrafo especial que rechazaba los demás planteamientos formulados en la Ayuda Memoria del 26 de agosto de 1975, referentes a los enclaves solicitados por Bolivia próximos a Iquique, Antofagasta o Pisagua; las facilidades demandadas para construir obras viales que las uniesen con el territorio boliviano y el régimen jurídico propuesto para tal objeto. Recordemos las servidumbres acordadas en el Tratado chileno-peruano del 3 de junio de 1929: Artículo segundo: (...) Chile cede a perpetuidad a favor del Perú todos sus derechos sobre los canales del Uchusuma y del Mauri, llamado también Azucarero, sin perjuicio de la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la parte de dichos acueductos que quedan en territorio chileno después de trazada la línea divisoria a que se refiere el presente artículo. Respecto de ambos canales, Chile constituye en la parte que atraviesa de su territorio, el más amplio derecho de servidumbre a perpetuidad a favor del Perú. Tal servidumbre comprende el derecho de ampliar los canales actuales, modificar el curso de ellos y recoger todas las aguas que actualmente caen al río Lluta y las que sirven a los azufres del Tacora. Artículo quinto: Para el servicio del Perú, el Gobierno de Chile construirá a su costo dentro de los mil quinientos setenta y cinco metros de la bahía de Arica, un malecón de atraque para vapores de calado, un edificio para la agencia aduanera peruana y una estación terminal para el ferrocarril a Tacna, establecimientos y zonas donde el comercio de tránsito del Perú gozará de la independencia propia del más amplio puerto libre. Artículo séptimo: Los Gobiernos de Chile y Perú respetarán los derechos privados legalmente adquiridos en los territorios que quedan bajo sus respectivas soberanías entre los que figura la concesión otorgada por el Gobierno del Perú a la empresa de ferrocarriles de Arica a Tacna en mil ochocientos cincuenta y dos, conforme a lo cual, dicho ferrocarril al término del contrato, pasará a ser propiedad del Perú. Sin perjuicio de la soberanía que le corresponde ejercer, Chile constituye a perpetuidad en la parte que la línea atraviesa su territorio (se refiere a la línea de ferrocarril de Arica a Tacna) el derecho más amplio de servidumbre a favor del Perú. Por su parte el Protocolo Complementario del 3 de junio de 1929 en el artículo segundo considera: Las facilidades de puerto que el Tratado, en su artículo quinto acuerda al Perú, consistirán en el más absoluto libre tránsito de personas, mercaderías y armamentos al territorio peruano y desde este a través del territorio chileno. Las

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operaciones de embarque y desembarque se efectuaran mientras se construyen y terminan las obras indicadas en el artículo quinto del Tratado, por el recinto del muelle del ferrocarril de Arica a la Paz, reservado al servicio del ferrocarril de Arica a Tacna. Con posterioridad, y con el propósito de armonizar las facilidades para el tránsito de pasajeros entre Tacna y Arica, se firmó un convenio entre ambas naciones el 13 de diciembre de 1930; y el 31 de diciembre de ese mismo año, con el objeto de facilitar las tramitaciones adecuadas correspondientes, celebraron un tratado sobre tránsito de mercaderías y equipajes entre Tacna y Arica. Este último fue promulgado el 12 de mayo de 1936.493 El 15 de diciembre Enrique Bernstein, asesor político de la Cancillería chilena, durante el transcurso del desarrollo de una entrevista con el embajador boliviano le manifestó la inconveniencia por parte de Bolivia de forzar las conversaciones y más aún, haber incluido una doble proposición de franja territorial con zona costera y además enclaves, haciéndole ver al mismo tiempo que la reacción de la prensa boliviana estaba influyendo negativamente en algunos sectores de opinión pública nacional que inicialmente habían visto con agrado la satisfacción de las aspiraciones marítimas, haciendo especial hincapié en la alteración del verdadero sentido y en el exceso de connotación que había despertado en Bolivia, la publicación de un decreto chileno originado mucho tiempo antes del inicio de las negociaciones con Bolivia, referente a la penalización que se hacía a quienes propiciaran la incorporación de todo o parte del territorio nacional a un estado extranjero, hecho oportunamente aclarado, no obstante que dicha norma provenía de una ley que databa desde 1958 y que explícitamente afectaba a delitos cometidos por personas, sin referirse a acto alguno del Estado.494 Bernstein agregó que dar una interpretación a dicho decreto en el sentido que constituiría un pretexto por parte del Gobierno de Chile, para sustraerse de las negociaciones en marcha, era subestimar la inteligencia del pueblo chileno y que no necesitaba de tal excusa si quisiera dar término a ellas. Sin perjuicio de lo anterior, el embajador comenta que expuso en dicha reunión la convicción de que Bolivia necesitaba tanto de la franja costera y terrestre al norte de Arica, como el enclave al sur, y que la actitud de la prensa boliviana no constituía otra señal que la reacción ante la constante malaventura de casi un siglo de reclamos y ofrecimientos que jamás cristalizaron en modo positivo, razón por la cual convenía apresurar las negociaciones como el mejor medio de calmar las impaciencias, agregando además que la estabilidad del Gobierno de su país no dependía del éxito de las negociaciones bilaterales, pero que si dependía de ellas el afianzamiento de la paz en el Pacífico Sur y el futuro desarrollo integrado de Bolivia, Chile y Perú, que podían gravitar con peso decisivo en la política continental si unieran capacidades y esfuerzos en acción concertada.495

493

Min.Rel.Ext. Chile. Historia de las negociaciones chileno-peruanas. Tratados bilaterales Chile-Perú. pp. 133-134. 494 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 136-137. 495 Ibídem. p. 137.

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Continuando con el desarrollo cronológico de los hechos, Chile, mediante la comunicación Nº 685 de 19 de diciembre de 1975, puso en conocimiento del ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Miguel Ángel de la Flor Valle, las negociaciones que estaba llevando a cabo con Bolivia. En ella, luego de hacer mención a la propuesta boliviana, el Canciller chileno expresa: El Gobierno de Chile estaría dispuesto a negociar con el de Bolivia respecto de la proposición referida, pero previamente desea conocer si el Gobierno del Perú está de acuerdo con la cesión solicitada por Bolivia, en atención a que ella incide en las disposiciones del Protocolo Complementario del Tratado de Lima de junio de 1929 (…). Y luego agrega, que se ha hecho saber al Gobierno de Bolivia que si se llega a alguna solución debe respetar lo estipulado en el Tratado de Lima y en las servidumbres acordadas para dicha nación.496 Si el lector observa con atención, verá que la nota a Perú, no obstante tener la misma fecha de la comunicación oficial a Bolivia, la precede en numeración; es un breve detalle, pero en todo caso indicaría que nuestro Gobierno tuvo muy presente en mantener debida y oportunamente informado al de Perú, al tercero en discordia. El 31 de diciembre del mismo año Perú responde a través de la comunicación Nº 6 Y/120, suscrita por su canciller, general de división Miguel Ángel de la Flor, en que después del reconocimiento que públicamente ha hecho en diversas oportunidades de su posición de comprensión a las aspiraciones de la nación boliviana para alcanzar una solución jurídica al problema -las que señala- y reitera en esta oportunidad, demanda que considera indispensable para poder pronunciarse todos los textos de las comunicaciones oficiales cursadas entre Chile y Bolivia sobre dicha materia. El Gobierno del Perú estima que para que llegue a un entendimiento constructivo en este asunto, es importante que las Partes tengan a su alcance la más abierta y las más amplia información.497 La respuesta peruana era de esperar y no debe haber extrañado al Canciller Carvajal. El vecino del norte, por mucho que hubiese solidarizado en forma pública y privada con la nación altiplánica, era obvio que desearía conocer todos los detalles, dada las implicancias geo-económicas y sociales que vinculan a Tacna y Arica, y los nexos históricos con esta última, lo que incluso expone en uno de los párrafos de la nota. e) Las aristas

Terminadas las festividades de fin de año, en los primeros días de enero de 1976 el canciller Carvajal, al inaugurar el II Curso de Verano de la Academia Diplomática en Viña del Mar, dio a conocer que nuestro Gobierno proporcionó al de Perú los documentos solicitados. Coincidentemente, según relata el exembajador Gutiérrez, se publicaron en La Paz, el mismo 6 de enero las propuestas bolivianas y la respuesta chilena. Pero lo que más le sorprende a este último, fue la publicación

496 497

Saavedra. Obra citada. p. 88. Ibídem. pp. 88-89.

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en la misma fecha de las instrucciones de la Cancillería boliviana a la Embajada en Santiago; se había perdido la reserva y el secreto con que se manejan estas negociaciones. En buena hora para Chile, por cuanto constituye un mentís a las afirmaciones que se han hecho con posterioridad a las negociaciones -inclusive hasta la fecha- de que Bolivia nunca habló ni aceptó canje territorial alguno. Reproducimos en su totalidad estas instrucciones: El Gobierno de Bolivia está conforme en que para una negociación práctica que permita a nuestro país obtener una salida propia y soberana al océano Pacífico se considera la realidad actual. El Gobierno Nacional está conforme con la cesión a Bolivia de una costa marítima soberana, unida al territorio boliviano por una faja de territorial igualmente soberana, cuyo límite norte sea el que divide a Chile con el Perú. En cuanto al límite sur, en principio se consideran atendibles los puntos de referencia propuestos por la Cancillería chilena, debiendo estudiarse con posterioridad los ajustes correspondientes. La aceptación del canje simultáneo de territorios está sujeta a una aclaración respecto al área marítima, en vista de que la extensión de las aguas jurisdiccionales, mar territorial y mar patrimonial aún no ha sido definida por la Comunidad Internacional. En efecto, el Derecho del Mar, está en proceso de codificación, y el mismo no ha avanzado sustancialmente. Este punto, en consecuencia, deberá ser objeto de cuidadosa negociación que contemple principios de la equidad y los intereses nacionales. El Gobierno Nacional ha expresado que los territorios que serán objeto de canje deberán determinarse mediante una evaluación por los organismos correspondientes de Bolivia y Chile. En consecuencia, Bolivia se reserva la facultad de negociar las zonas que podrían ser objeto de un eventual canje. La alternativa de la desmilitarización de la zona a cederse a Bolivia ha sido objetada y será materia de posterior negociación, en la que nuestro país expondrá sus puntos de vista, contrarios a una limitación de soberanía. Sin embargo, se deja constancia de que Bolivia no alienta propósitos belicistas dado que su planteamiento se encuadra en una proposición de paz, desarrollo e integración en el Pacífico Sur. El pliego de instrucciones que contiene la posición boliviana hace mención a la necesidad de proseguir en forma conjunta, la negociación de detalle, tales como la determinación de las dos Partes de los montos a ser pagados por las obras de infraestructuras existentes en ambos territorios a canjearse, como el ferrocarril La Paz-Arica, el aeropuerto de Chacalluta, caminos y otros. Se ha manifestado, por otra parte, que la utilización de las aguas del río Lauca por parte de Chile, será motivo de la negociación en todos sus detalles en la etapa

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futura en la que se definirán aspectos complementarios. El Gobierno de Bolivia ha expresado su convicción de que el principio de libre tránsito deberá ser mantenido incólume y llevado a la práctica dentro de un concepto de reciprocidad. En este sentido, se ha reiterado que las normas operativas del libre tránsito deben ser objeto de constante mejora y perfeccionamiento. El Gobierno de Bolivia estima de gran significado americanista que países amigos del Hemisferio Occidental propicien la estabilidad de un entendimiento destinado a lograr, no solamente una salida propia y soberana al océano Pacífico para Bolivia, sino que permita crear un clima adecuado para la realización de obras y empresas entre nuestros países, que tiendan a mejorar el nivel de vida de sus pueblos. Es necesario destacar que el Gobierno de las Fuerzas Armadas ha reiterado que la respuesta del Gobierno de Chile constituye una base global aceptable de negociación. Sobre esa base, y de conformidad a su invariable y patriótica conducta, el Gobierno continuará las negociaciones consultando los sentimientos e intereses de todos los sectores del pueblo boliviano. La Paz 5 de enero de 1976.498 Queda meridianamente claro que Bolivia, independiente que haya declarado que la propuesta chilena “constituye una base global de negociación”, aceptaba el canje territorial, el cual habría que definir en cuanto se aclarase el “área marítima”, teniendo en consideración que el Derecho Internacional aún no se pronunciaba por las extensiones de las aguas territoriales, mar territorial y mar patrimonial; de igual forma observaba que era necesario precisar el alcance del aprovechamiento de la totalidad de las aguas del río Lauca, lo que sería motivo de negociación en un futuro, por cuanto colocaba a Chile en condiciones de beneficiarse no solo con las aguas que transporten el río por el territorio chileno, sino que también con las que corren por el territorio boliviano; y con justificada razón, según nuestro parecer, por la desmilitarización de la zona, por cuanto incidía en el ejercicio de su soberanía. Estos tres aspectos son los que se conocen como las “aristas” y que nuestro Gobierno debería precisar. Con posterioridad, y producto de las conversaciones sostenidas ente ambos negociadores, las aclaraciones que hizo Chile a las llamadas aristas fueron las siguientes: a) Área marítima: Limitaría la compensación territorial al área de tierra y al área de mar territorial que estuviese fijado por el Derecho internacional al momento de suscribirse el Tratado con Bolivia. b) Aguas del Río Lauca. La condición de aprovechar las aguas del río Lauca se refiere a aquellas que corren por el territorio chileno.

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Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 170-173.

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c) Respecto a la desmilitarización, inicialmente aceptó que Bolivia sólo tendría las fuerzas necesarias para el mantenimiento del orden y de la policía, pero ante la inasistencia de aquel, quedó como única limitación que sólo bastaría una declaración oficial del Gobierno boliviano en ese sentido cuando solicitara la garantía de inviolabilidad a la OEA. No cabe duda que un pensamiento generalizado al interior de las fuerzas armadas chilenas era el de mantener esta exigencia, ya que era fácil presumir que este territorio podría dar lugar a constantes tensiones, especialmente dado el enorme interés que Perú ha demostrado por él, aun cuando contase con las garantías de dicha nación. En relación con el canje territorial, es importante recordar que el Gobierno de Chile siempre aseguró que esta exigencia constituyó un elemento esencial en las negociaciones y el Gobierno del presidente Banzer así lo comprendió y estuvo inicialmente dispuesto a acceder a dicho requerimiento, contando con el más amplio apoyo, como lo corroboran los siguientes antecedentes: El propio presidente Banzer en un mensaje dirigido al país el 20 de diciembre de 1975 reiteró su aceptación global y calificó además de éxito histórico a la respuesta chilena. Posteriormente, el mismo mandatario en una mesa redonda en la televisión boliviana en cadena nacional el 28 de diciembre de 1975, ante una pregunta formulada por un periodista acerca de que si la cesión territorial podía considerarse como una condición definitivamente aceptada, como sólidamente establecida o como un punto a discutir, señaló: (...) El Gobierno de las FF. AA. ha analizado detenidamente este punto y, si bien hemos aceptado la propuesta o la respuesta chilena, globalmente considerada como una base de negociación, consideramos también que el trueque de territorios es una base fundamental (...) porque realmente no creemos que ningún Gobierno pueda aceptar otra cosa que no sea territorios, porque no tiene justificativo histórico. Creo sinceramente que ningún Gobierno chileno aceptaría gas o petróleo o, sencillamente dinero, porque no tiene justificativo histórico ante su pueblo para poder llevar adelante una negociación de ese tipo. Creemos que cualquiera que sea el Gobierno va a pedir trueque de territorio, ahora o en el futuro (...).499 La publicación de las instrucciones que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia envió a su embajador en Santiago Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, fue calificado como insólito, ya que las referidas disposiciones consideraban pormenorizadamente diversos aspectos, entre los cuales estaban las citadas aristas o materias a aclarar o precisar por parte Chile, pero teniendo presente además que para los efectos de una negociación práctica se debía considerar la realidad actual; se daba conformidad a la cesión de la costa marítima ofrecida por Chile, debiendo estudiarse con posterioridad los ajustes correspondientes relativos al límite sur; y la aceptación del canje que estaba sujeta a las consideraciones señaladas en una de las aristas, y que Bolivia se reservaba el derecho de negociar los territorios sujetos a

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Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 283.

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una eventual permuta.500 El Colegio de Abogados de La Paz declaró en el mismo mes de diciembre, que las compensaciones territoriales pedidas por Chile son viables.501 La Sociedad de Ingenieros en carta dirigida al presidente Banzer el 29 de diciembre, también adhería a las negociaciones llevadas a cabo: Tiene el honor de dirigirse a su Excelencia para manifestarle la satisfacción que embarga a todos los miembros al conocer el informe que con relación a las gestiones llevadas a cabo con la hermana República de Chile, permiten abrigar la solución de nuestro ancestral problema de mediterraneidad.502 El Seminario Pro Mar de Bolivia, llevado a efecto el 16 de enero de 1976 en La Paz, declaraba en una de sus conclusiones: Confiar que el Gobierno del Perú, en concordancia a las reiteradas y públicas declaraciones de sus actuales altos dignatarios de Estado, apoyando a la demanda portuaria de Bolivia, reafirmen esta decisión en la consulta que le formuló la Cancillería de Santiago y patentice de esta manera el espíritu que le llevó a auspiciar la reunión de Ayacucho en Lima, declaración que implica un acuerdo con los términos de la contrapropuesta chilena.503 No puede escapar al criterio del lector que esta conclusión llevaba en sí un dejo de desconfianza y que resultaría premonitoria. Perú históricamente se ha caracterizado por aparentar no solo profundos lazos de hermandad con Bolivia, sino que la ha alentado en su optimismo a encontrar la solución a sus demandas marítimas, pero a la hora de concretarlas, las ha eludido. En virtud del Protocolo Complementario del Tratado de Lima -suscrito voluntaria y soberanamente por ambas naciones- la llave del candado está en Perú y ha sido esta nación la que sistemáticamente se ha negado a abrirlo en el momento oportuno. El partido Falange Socialista Boliviana aprobó el 20 de enero de 1976 el siguiente comunicado: Hacemos honor al patriótico esfuerzo desplegado por el Presidente de la República, culminación de un planeado empeño desde 1971 del Gobierno Nacionalista y creemos que se ha logrado un efectivo y promisor logro con la respuesta del Gobierno de Chile y los trámites internacionales que nos acercan por primera vez a una definición terminante.504 Declaración oficial del Embajador de Bolivia en Chile el 10 de marzo de 1976: (...) Hemos expuesto categóricamente que se aceptan bases globales de negociación que consultan los recíprocos intereses de ambos países, especialmente en aquellos temas en los que existen puntos de coincidencia; dejando para una etapa futura de negociación todos los demás aspectos contenidos en los documentos que sustentan tales negociaciones; es decir la propuesta boliviana y la respuesta dada por el Gobierno de Chile (…). En 500

Diario La Prensa de La Paz. 6 de enero de 1976. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 173. 502 Ídem. 503 Ídem. 504 Ibídem. p. 174. 501

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consecuencia, debe quedar claramente establecido que nuestro Gobierno no ha aceptado la desmilitarización de la zona por cederse a Bolivia, por tratarse de una limitación de soberanía, ni la utilización de la totalidad de las aguas del río Lauca ni el canje territorial que comprenda áreas marítimas.505 Declaración del Jefe de la Fuerza Aérea de Bolivia a los periodistas en Cochabamba, el 15 de septiembre de 1976: La base global de negociaciones da la idea de que pareciera ser la única forma de solución un trueque, porque es bien difícil que un país se avenga a regalar o ceder un territorio; hay que ser bien realista y no creo que el pueblo de Chile, ni ninguno del mundo, acepte un obsequio de territorios. (...) Las FF. AA. están estudiando las posibles áreas de trueque si se presentara la oportunidad en las negociaciones.506 Declaración del ministro de Relaciones Exteriores Oscar Adriazola a El Diario de La Paz, el 19 de septiembre de 1976. Preguntado si sería Bolivia o Chile quien determinase los territorios que serían enajenados a cambio del corredor, respondió: Hablar de enajenación tiene connotaciones en el lenguaje corriente que es preferible evitar (...). Creo que es más apropiado hablar de canje o trueque en extensiones equivalentes (…) lo cual significa que Bolivia estaría dispuesta, si el arreglo le es satisfactorio, a transferir determinadas áreas para recibir otras equivalentes (...) deseo reiterar enfáticamente que el Gobierno de las FF. AA. de la Nación ha determinado que es derecho privativo de Bolivia el señalar las posibles áreas de eventual canje.507 Declaración del Ministro de Defensa a fines de septiembre de 1976: (…) en este momento de las negociaciones no existe otra alternativa que el trueque de territorios con soberanía, lo que nos dará finalmente una costa propia al Pacífico.508 Declaración del Consejo Nacional Marítimo (CONAMAR) el 30 de octubre de 1976: (…) Daremos una extensión determinada y recibiremos otra de la misma extensión ganando acceso al mar, (...) si se precisa el canje es porque no hay más alternativas por el momento.509 En Bolivia, conforme a los antecedentes que nos proporciona Guillermo Gutiérrez,510 el Consejo Nacional Marítimo a través de la Comisión de Asesoría Marítima (CAM), realizó estudios profesionalmente solventes para todos los aspectos de la posible utilización de la franja. Si bien ésta nunca llegó a definirse en cuanto a su superficie, se hablaba de una extensión aproximada de 2.000 km2, con un ancho de alrededor de 8 km, que representan respectivamente -según el juicio de Gutiérrez- apenas el 2,25% del territorio y el 1,7% del litoral arrebatado por Chile. El estudio consideraba la instalación de todos los servicios que requiere una buena infraestructura, incluyendo un aeropuerto con mejores condiciones que el actual de Chacalluta; ductos industriales para el transporte de materias primas; ductos para el 505

Ibídem. pp. 173-174. Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 285. 507 Ramiro Prudencio Lizón. Historia de la negociación de Charaña. p. 300. 508 El Diario de La Paz, el 26 de septiembre de 1976. 509 Prudencio. Obra citada. p. 300. 510 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 177-183. 506

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abastecimiento de agua potable, industrial y de riego; transporte de energía eléctrica, etc. El Polo de Desarrollo sugerido por la CAM permitiría el desarrollo acelerado de una de las zonas más desérticas y deprimidas del continente, incluyendo una amplia gama de artículos, tales como metales o minerales de oro, hierro, estaño, cobre, plomo, etc.; hidrocarburos, petróleo y gas natural; maderas, cuya mayor parte provendría del oriente boliviano: caoba, nogal, cedro, roble, etc.; productos alimenticios agrícolas; algodón, sal, goma, frutas, avicultura, etc.; recursos hídricos, generadores de energía eléctrica y para riego que contarían con los proyectos de Bala y de Rositas. La CAM definió incluso las principales actividades económicas susceptibles de emprender en la franja: automotriz, metalmecánica, eléctrico, petroquímico, y fertilizante, independientes de otras actividades que merecieron especial atención, tales como: carne, plantas conserveras, exportación de excedentes agrícolas, productos refinados del petróleo, industria pesquera, turismo, flota mercante, facilidades portuarias, transportes aéreos y terrestres, almacenaje y bodega, etc., lo que traería consigo una gran demanda de mano de obra, técnica, calificada y de profesionales. Y ante las críticas que mereció el citado informe por la poca factibilidad de construir un nuevo puerto en la franja que se concedería a Bolivia, y alto costo que este tendría en caso que lo fuera, fue refutado además por cuanto se pudo demostrar la posibilidad de hacerlo e incluso el desarrollo de una población de doscientos mil habitantes que se abastecería de agua aprovechando los conductos de YPFB. La inversión no alcanzaría las cifras económicas que alguna vez señalaron personas contrarias al proyecto -dice Gutiérrez- sino solamente una suma que va desde 15 a 45 millones de dólares hasta 107.646.000 dólares. En la primera se construirán 400 metros del dique principal. En la segunda, un dique también principal, con muelle de atraque para naves de gran calado y obras complementarias. En la tercera y última etapa, un contradique de abrigo con atracadero de cabotaje. (Cifras conforme a planos de 1976). El exembajador comenta en su obra que le correspondió personalmente entregar al presidente Banzer un estudio técnico denominado El Puerto para Bolivia, y que en su momento contó con la cooperación de ingenieros y con el pleno acceso a las fuentes de información de la armada chilena y de EMPORCHI para realizar su trabajo, incluyendo una visita al puerto de Lirquén, en la Octava Región de Chile, puerto levantado en una faja costera de características similares a las de la franja considerada en la propuesta chilena. La visita a dichas instalaciones incluyó a dos oficiales de la armada boliviana, y entre la cooperación recibida destaca a los ingenieros chilenos Jaime Lea Plaza, gerente general de la Compañía del Puerto, y Christian Poulsen, quienes elaboraron un memorándum con toda la información necesaria y luego un estudio detallado. No puede ponerse en duda, entonces, que las negociaciones chilenas eran de buena fe.

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f)

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Acciones en busca de la implementación del canje

El embajador Guillermo Gutiérrez Vea Murguía regresó a su país y fue designado en su lugar el embajador Adalberto Violand, a quien el canciller Carvajal por Nota Nº 4086, de 11 de marzo de 1976, propuso que la Comisión Mixta de Límites, establecida conforme el Protocolo de Conservación de Hitos Fronterizos, se encargará de determinar los nuevos límites político-internacionales que se producirían como consecuencia del canje. Este Protocolo, concertado en La Paz el 10 de agosto de 1942, se suscribió con el propósito de eliminar todo motivo de incertidumbre o de fricción respecto de la línea del límite político internacional que separa sus respectivas jurisdicciones, estableciendo la designación de una comisión mixta formada por técnicos de ambas naciones para que procedan a reponer los hitos fronterizos, colocar hitos intermedios y verificar la exactitud de las coordenadas geográficas. Con fecha 2 de abril de 1976, el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile reiteró al Embajador de Bolivia la necesidad de conocer los territorios que su nación entregaría en compensación. Bolivia, por su parte, con fecha 30 de abril de 1976, propuso la creación de comisiones especiales para adelantar las negociaciones. Carvajal respondió con fecha 28 de julio, mediante la comunicación Nº 12683, proponiendo la creación de una Comisión Mixta Permanente, teniendo como objetivo fundamental el estudio de temas de interés común para ambos países, en especial aquellos que se refieren a la cooperación económica y técnica, a la integración física y al desarrollo del intercambio comercial,511 con su propio reglamento y con un programa de trabajo, reuniéndose alternativamente en Chile y Bolivia. El 11 de agosto respondió Violand en forma afirmativa. Pero las cosas habían comenzado a cambiar en Bolivia, y en especial para el presidente Banzer. Gutiérrez Vea Murguía narra: Si en un primer tramo de las negociaciones nuestro Gobierno creyó que podría estudiarse esta cláusula como base global de negociación -haciendo referencia al canje territorial- pasado algún tiempo la opinión casi unánime del país se pronunció en contra de ella, considerando que no se trataba de un arreglo de tipo comercial, sino de una reparación o restitución que Chile nos debía, no pudiendo exigir Chile -decían prensa y articulista- ninguna compensación, ni nosotros los bolivianos permitir nuevos avances geográficos sobre el Altiplano.512 Estábamos volviendo a fojas cero. Ahora Bolivia hablaba de restitución o reparación histórica, lo mismo que nos dijo Evo Morales en nuestro propio Estadio Nacional hace algunos años.

En diciembre de 1976, el presidente Banzer en el discurso de Navidad propuso que Chile eliminara la condición relativa al canje territorial y pidió a su vez a Perú que modificara su posición referida a la soberanía compartida. Ratificó su posición a través de un mensaje que envió el mismo 24 de diciembre, reiterando que Bolivia 511 512

Carvajal. Obra citada. pp. 127-128. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 189.

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nada ha comprometido específicamente y que atendida la contrapropuesta del Perú, su Gobierno definía su posición en los términos antes indicados, confirmando así su proposición original de paz, desarrollo e integración que permita solucionar el enclaustramiento geográfico de Bolivia, a través de una salida libre y plenamente soberana desde territorio nacional hasta el océano Pacífico, ofreciendo en cambio los aportes que fuesen necesarios, en términos equitativos, para el establecimiento de un gran polo de desarrollo tripartito en la zona costera, que sería transferido a la soberanía boliviana.513 El 8 de febrero de 1977, con ocasión de celebrarse el segundo aniversario del encuentro de Charaña, el presidente Augusto Pinochet envió al presidente Hugo Banzer una conceptuosa nota en la que junto con resaltar el proceso de las conversaciones sostenidas en el transcurso del tiempo transcurrido, augura que podemos alcanzar metas mayores a través del trabajo de la Comisión Mixta ChilenoBoliviana. Las condiciones ya están dadas, el camino se ha abierto y sus resultados en el corto plazo podrán apreciarse; reitera a continuación la voluntad de su Gobierno y particularmente el sentir mayoritario de la ciudadanía chilena al que interpreta, señalando que las múltiples demostraciones de buena voluntad y de sinceridad públicamente comprobadas, son un testimonio irrefutable que a mí, como Gobernante me compromete y emociona, pues significa que al asumir la responsabilidad de dar este paso, no me he equivocado, sino por el contrario he interpretado fielmente su sentir. Termina el presidente chileno, señalando que, no obstante el esfuerzo de muchos interesados en hacer fracasar la negociación, tratando de demostrar que no tiene destino, estima conveniente redoblar nuestro empeño y nuestra voluntad, para avanzar desde el actual estado en que se encuentra la negociación y llegar a la meta que nos hemos propuesto, insistiendo luego, en que el presidente Banzer puede tener la confianza más absoluta que mi Gobierno mantendrá su decisión de obtener un buen éxito.514 El mismo día respondió Banzer, refiriéndose en expresiones igualmente elogiosas y ponderando positivamente el encuentro de Charaña y la responsabilidad asumida por ambos mandatarios, haciendo fe de las expresiones de buena voluntad del Gobierno chileno de avanzar en las negociaciones encaminadas a superar el encierro geográfico de Bolivia y del honor a la palabra del presidente Pinochet, que refleja la firme decisión de vuestro Gobierno de propiciar los entendimientos más justos y constructivos dentro del más elevado espíritu americanista. Continúa luego apreciando el invalorable aporte personal de Augusto Pinochet en la obra de acercamiento y destacando la trascendencia de la entrevista en Charaña, recordándole que en su momento sostuvo que era un día llamado a perdurar en la historia.515 Con posterioridad, y después de haberse insistido en reiteradas oportunidades por parte de Chile, se fijó como fecha de reunión de la Comisión Mixta del 4 al 6 de 513

Min.Rel.Ext. Chile. Historia de las negociaciones chileno-bolivianas. pp. 60-61. Ibídem. pp. 54-55. 515 Ibídem. pp. 56-57. 514

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abril de 1977, en La Paz, la que no se llevó a efecto, atendiendo una solicitud de postergación por parte de Bolivia. El 10 de junio de 1977, los cancilleres de Bolivia y Chile, resaltando el diálogo de Charaña, reafirmaron la necesidad de proseguir las negociaciones desde el estado actual en que se encontraban, en procura de alcanzar el objetivo que se habían propuesto. Sin embargo, ya se comenzaba a vislumbrar en el ambiente que las conversaciones estarían destinadas al fracaso, como observara Gutiérrez Vea Murguía. Efectivamente, mientras en Chile la opinión pública daba un amplio respaldo a las bases de la propuesta, en Bolivia en cambio se iniciaba una activa campaña en contra de las negociaciones. Editoriales y comentaristas sugerían la interrupción de las conversaciones, atacaban e insultaban a nuestro país y sugerían la ruptura de relaciones diplomáticas. Con motivo de la suscripción de los Tratados del Canal de Panamá, en Washington DC, en el mes de septiembre de 1977 los presidentes de Chile, Bolivia y Perú (Augusto Pinochet Ugarte, Hugo Banzer Suárez y Francisco Morales-Bermúdez Cerruti) resolvieron dar un nuevo impulso a las negociaciones, lo que protocolizaron en un comunicado de prensa. El 29 de septiembre se reunieron en Nueva York los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países: almirante Patricio Carvajal, de Chile; general Alberto Guzmán Soriano, de Bolivia; y José de la Puente de Perú, ocasión en que se acordó la designación de representantes especiales para continuar avanzando en los asuntos en discusión. Chile procedió a designar de inmediato al embajador Enrique Bernstein. Bolivia no designó al suyo. Sin perjuicio de lo anterior, ese mismo día el presidente Banzer, en un acto en todo caso presumible que sucediera para ser consecuente con el estilo tradicional de la diplomacia boliviana, declaró al diario Presencia de La Paz, que reconocía que los acontecimientos relacionados con las negociaciones habían sido muy dinámicos, por lo que su Gobierno entraría en una pausa, a fin de analizar la situación, y que sería el Parlamento el que decidiría si Bolivia aceptaba o rechazaba el canje territorial propuesto por Chile. Se volvía a repetir la situación de los Pactos de Mayo de 1895. ¿Quién entiende a Bolivia? Después de tanta premura en obtener una pronta solución, colocaban ahora el “freno de mano” y “cortaban el contacto”. Perú, por su parte ni corto ni perezoso, a través de su Ministro de Relaciones Exteriores declaraba en la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas: (…) para que el Perú considere la posibilidad de su consentimiento, tiene que tener a la vista una base de acuerdo entre Bolivia y Chile que hasta el momento no ha sido alcanzado. El presidente Pinochet, nuevamente, alimentado de sinceros y buenos propósitos, en una carta de fecha 23 de noviembre de 1977 invitó al Presidente de Bolivia a reactivar las negociaciones, manifestando una vez más la importancia de los representantes especiales en la evaluación de lo actuado, en la precisión de los problemas que se deben superar y sugerencias de acciones futuras. En las diversas oportunidades en que nos hemos encontrado le he señalado la

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prioridad que le asigno a nuestras relaciones con su país y la decisión que me asiste de buscar fórmulas de cooperación que promuevan los intereses mutuos de nuestras dos Naciones. Luego agregó: Mi Gobierno mantiene inalterable la voluntad política que dio origen a esas negociaciones y está dispuesto a impulsarla de acuerdo con los deseos y con la intensidad que Vuestra Excelencia estime aconsejable. A continuación y después de mencionar lo convenido con motivo de la Asamblea de la NU entre ambos Ministros de Relaciones Exteriores, en el sentido de designar Representantes Especiales para activar la negociación, estipuló: Considero que en la etapa actual de la negociación sería aconsejable hacer una evaluación de lo actuado, precisar los problemas que se deberían superar y sugerir acciones futuras. Los Representantes Especiales podrían efectuar una útil labor al respecto (...). Tengo la convicción de que si nuestros Gobiernos se aplican con voluntad a la búsqueda de medios y fórmulas que hagan posible esa cooperación, se podrá llevar adelante una obra perdurable de mucho interés.516 Banzer, por su parte, con fecha 21 de diciembre de 1977, en su nota de respuesta, indicó que el estado en que se encuentran las negociaciones encaminadas a poner fin a la mediterraneidad boliviana nos obliga a serias reflexiones, prosiguiendo con un breve repaso de lo acontecido a partir de agosto de 1975, haciendo especial mención a la demora de once meses por parte de Perú para responder la consulta hecha por el Gobierno de Chile, atribuyendo a dicha causal la imposibilidad de seguir avanzando en las negociaciones, agregando a continuación que Chile solo se había limitado a declinar la proposición peruana, arguyendo que incidía en materias propias de su soberanía, pero sin realizar intento alguno con posterioridad para solucionar las diferencias presentadas. Valora en otra parte de su misiva los propósitos de impulsar las negociaciones desde el estado en que se encuentran, pero no obstante se pregunta ¿En qué marco de proyecciones verdaderamente trascendentes se realizaría dicha tarea? ¿Acaso una evaluación de todo lo actuado no nos llevaría a reconocer los mismos obstáculos que hoy enfrentamos? (...). Acto seguido Banzer expresa que el establecimiento de las nuevas condiciones para proseguir gestiones que puedan llevarnos al logro del objetivo que nos fijamos en el encuentro de Charaña no está en las manos de Bolivia (...). Solo bajo estas nuevas circunstancias podrá tener sentido la reunión de los Representantes Especiales y ellas determinarán el ritmo e intensificación de las negociaciones. Y apelando al sentido de la justicia internacional, luego de reiterar lo propuesto a través de su embajador con fecha 24 de diciembre de 1976, pidió a Chile que modifique su planteamiento, eliminando la compensación territorial y a Perú que desistiera de lo referido a la soberanía compartida.517 No cabe la menor duda que a esta altura de las negociaciones el mandatario boliviano estaba siendo presa de las presiones internas de su país y de alguna manera debía mejorar su posición relativa. En la nación altiplánica, el asunto de 516 517

Ibídem. p. 58. Ibídem. pp. 60-61.

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considerar el canje territorial como base global de negociación, que contó con la aprobación y respaldo ya enunciados, pasado algún tiempo sufrió un cambio casi unánime por parte de la opinión pública, cediendo el paso a un pronunciamiento adverso, estimándose que no se trataba de un arreglo comercial, sino de una reparación o restitución que Chile debía a la nación hermana, lo que motivó a Banzer pedir al Gobierno de Chile el retiro de la condición del canje territorial, lo que obviamente no fue respondido por nuestra cancillería, por cuanto la opinión pública ya informada, habría reaccionado abiertamente en contra de cualquier cambio de las reglas previamente aceptadas por ambos Gobiernos. Los detractores del canje territorial olvidaron que éste no era un antecedente nuevo entre Chile y Bolivia, por cuanto el 1 de mayo de 1907, por convenir así mejor a los intereses de ambos países, debidamente autorizados por sus respectivos Gobiernos, para hacer viable la construcción del ferrocarril Antofagasta-Oruro, acordaron un Protocolo sobre Canje de Territorios, sustituyéndose la línea de la frontera en los trechos correspondidos entre el cerro Chipana y el Volcán Olca y entre el cerro Patalani y el Alto de Panatalla, según lo establecía el artículo 2º del Tratado de 1904. Pero Pinochet no cejaba en su tenacidad -y lo dice este autor con conocimiento de causa- y el 18 de enero de 1978 escribía a Hugo Banzer, insistiendo en la continuación del diálogo. En esta oportunidad, el Presidente, al igual que su par boliviano, realizó un recuento desde su perspectiva de las negociaciones llevadas a cabo entre ambos mandatarios, desvirtuando los cargos de la misiva boliviana. En relación con los factores que dificultaron -según Banzer- ab initio del proceso negociador, Pinochet le recordó que la Propuesta chilena fue aceptada en términos generales y sin objeciones por Bolivia, como consta en nota oficial de su embajador en Santiago. De igual modo, le recordó las dos rondas de conversaciones en Lima y Santiago durante el periodo de once meses que demoró la respuesta peruana, destinadas justamente a esclarecer puntos importantes que el Perú deseaba conocer con mayores detalles y que además nuestros dos Gobiernos continuaron, entre tanto, y sobre determinados aspectos, las negociaciones sobre las bases propuestas por Chile. No faltaron ciertamente en ese mismo lapso, contactos entre los Gobiernos de La Paz y Lima. Frente a la recriminación por el hecho de no haber realizado gestiones posteriores con Perú, Pinochet enfatizó que por parte de Bolivia tampoco se hizo gestión alguna en ese sentido, ni recibió sugerencia de su Gobierno para promoverla, citando en cambio una serie de reuniones sostenidas entre ambos cancilleres a partir de junio de 1977, en Lima, Santiago y Nueva York, y la de ambos mandatarios en Washington en septiembre del mismo año. Prosigue Pinochet, reiterando la importancia de la designación de los representantes especiales para llegar a definiciones sobre la aceptación en términos generales de Bolivia al ofrecimiento de Chile, haciendo hincapié en las dos oportunidades en que el ministro de Relaciones Exteriores de Perú declaró que las proposiciones de su Gobierno de noviembre de 1975 no son necesariamente una fórmula de solución final, sino alternativa, elementos de diálogo. Concluyó demostrando, una vez más, la favorable predisposición de Chile para

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continuar con las negociaciones: La negociación en que estamos empeñados no es fácil. Demandará paciencia y buena voluntad recíprocas. Esto bien sabíamos al iniciarla. La importancia del resultado ha de compensar el tiempo que dediquemos a despejar incógnitas y dificultades que son inherentes a gestiones diplomáticas de esta magnitud.518 g) Rompimiento de relaciones de Bolivia

Finalmente el diálogo se interrumpió con una carta que el Presidente de Bolivia, con fecha 17 de marzo de 1978, envió al Presidente de Chile, dando a conocer que había decidido suspender las relaciones con Chile. Banzer señala que el enviado confidencial Willy Vargas, designado con el objeto de aclarar ciertas dudas que le eran indispensables para ingresar a una nueva etapa de negociaciones, no le reportó buenas noticias. Infelizmente, las dudas que buscábamos para disipar por ese medio, lo han sido, en efecto, pero, en un sentido totalmente negativo y contrario a mis más íntimos deseos atribuyendo responsabilidad al canciller Patricio Carvajal quien habría expresado al embajador Vargas que su Gobierno no había hecho ni consideraba que debía hacer ningún esfuerzo a buscar el acuerdo previo con el Perú (...) todavía me pregunto ¿Cómo alentar otras etapas, sin exponerme a engañar a mi pueblo con instancias dilatorias e inútiles? Finaliza el mandatario boliviano explicando las razones de su decisión: No le queda, en consecuencia, a mi Gobierno otro camino que el de suspender las relaciones diplomáticas con el que preside Vuestra Excelencia, como lo está notificando hoy mismo a Vuestro representante el Canciller Adriazola. Tal actitud deberemos observar los bolivianos, en tanto Chile no llegue a comprender que nada le beneficia mantener indefinidamente asfixiado a todo un pueblo que, pese a cualquier adversidad, se reintegrará un día al océano Pacífico. Nos alienta la esperanza que tal día llegará, no sólo porque Chile revisará su hasta ahora radical posición, sino porque contamos con consenso nacional que avala la justicia de nuestra causa y porque, siendo de vocación noble y pacífica, mi pueblo tiene la virtud del valor que lo engrandece aún más, cuando las dificultades se agigantan.519 Cabe hacer presente que, una semana antes, el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile había sostenido dos reuniones con el Enviado Confidencial del presidente Banzer (el embajador Adalberto Violand había sido llamado a su país) oportunidades en que este último explicó que en la actualidad no había condiciones favorables para un canje territorial y que debía buscarse soluciones intermedias. Concebía como tal, el arrendamiento del Ferrocarril de Arica a La Paz y el otorgamiento de un régimen de autonomía en el corredor ofrecido, pero sin cesión de soberanía, peticiones a las cuales nuestro ministro estimó que podría ser considerada la primera y, en relación con la segunda, que era un asunto que debía estudiarse, pero que debían tenerse en cuenta los compromisos internacionales que Chile había suscrito. 518 519

Ibídem. pp. 63-65. Ibídem. pp. 66-67.

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El mismo 17 de marzo el canciller boliviano Oscar Adriazola, entregó una nota al Encargado de Negocios de Chile en La Paz, Fernando Cousiño Besa, en que comunicaba la decisión del Gobierno boliviano de suspender sus relaciones con Chile, expresando que pese a los intensos esfuerzos realizados a los más altos niveles para encontrar términos justos y las necesarias coincidencias no obstante, al cabo de estos tres años el Gobierno de Chile mantiene sin ánimo alguno de flexibilidad todos los condicionamientos del documento del 19 diciembre de 1975, con el que respondió a nuestro planeamiento original, lo cual no solamente contradice la naturaleza de cualquier proceso de negociación, sino que descarta toda posibilidad de arreglo. Responsabiliza, a continuación, a nuestro Gobierno, tergiversando el sentido y el resultado de la gestión de su enviado especial Vargas, como ha quedado demostrado con los antecedentes antes expuestos, continuó luego haciendo mención al cuidadoso análisis de la decisión tomada e insistiendo en la buena fe con que obró el Gobierno del presidente Banzer, deplorando que el sincero y amistoso empeño que demostró Bolivia no haya sido valorado por Chile (…).520 La Cancillería boliviana, en forma paralela a la nota antes citada, hizo una declaración oficial en la misma fecha, obviamente no tan solo con el objeto de informar a la opinión pública de su país, sino al mundo entero, con un contenido sensiblemente similar al de Banzer y al expresado en la nota de suspensión de las relaciones diplomáticas. Reitera los máximos esfuerzos realizados por el Gobierno boliviano, que han resultado infructuosos al cabo de tres años, desestimando tales empeños, ignorando la expectativa de todo un pueblo y despreciando un alto sentido de solidaridad americanista, el Gobierno chileno mantiene sin ánimo alguno de flexibilidad, todos los condicionamientos iniciales, lo cual convierte lo que debió ser una base para la conciliación en un ‘Diktat’, innegociable; actitud que no sólo contradice la naturaleza de cualquier proceso de negociación, sino que desconoce el espíritu del documento de Charaña y descarta toda posibilidad de avanzar hacia un arreglo (...) proclamando a la vez, el derecho irrenunciable que asiste a la nacionalidad boliviana para reintegrarse al océano Pacífico y reasumir la soberanía marítima de la que fuimos brutalmente despojados mediante una injustificable guerra de conquista. El comunicado boliviano no dejó pasar la oportunidad de mencionar el caso del río Lauca: Denunciamos nuevamente la agresión consumada hacia el patrimonio patriótico de Bolivia con el desvío de las aguas del río Lauca, perjuicio cuya reparación fue firmemente sostenida en el curso de las negociaciones marítimas, y obviamente que su Gobierno se reservaba las instancias de recurrir a las demandas multilaterales a nivel regional y mundial, especialmente en el marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para replantear su queja marítima. Finalmente, lo que tampoco nos debe extrañar, hizo un ferviente llamado a todos los bolivianos para que superen las diferencias políticas y coincidan hacia el retorno soberano al mar: Llegará el día en que Bolivia, por la indeclinable decisión de su pueblo, se reintegrará al océano Pacífico porque ningún país puede permanecer eternamente en

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Saavedra. Obra citada. pp. 131-132.

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el encierro, ni ninguna nación insensible a los imperativos de la solidaridad, porque el consenso internacional avala la justicia de nuestra causa y porque los bolivianos tenemos la virtud de un valor que se agiganta en la adversidad.521 Sin duda alguna que el cambio de actitud de Banzer debe haber tenido su origen en la carta firmada por cinco ex mandatarios de Bolivia: Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles, Luis Adolfo Siles, Alfredo Ovando y José Torres, quienes lo acusaron de haber acelerado la negociación a espaldas del pueblo bajo la influencia de fuerzas extranjeras, traicionando así a los bolivianos. Todo parece indicar que los signatarios de la carta estaban más preocupados de que el asunto se hubiese solucionado bajo otra presidencia y no en la de ellos, y más aún que hubiese sido un militar el que la hubiese llevado a cabo. Aunque resulte paradojal, es conveniente dejar constancia que en la misma fecha en que Bolivia suspendía relaciones con Chile, ambos subsecretarios de Transporte, por Chile el coronel de Ejército (R) Enrique Yávar Martín, y por Bolivia el ingeniero Ricardo Flores, llevaban a efecto una reunión en la que se habían adoptado diversos acuerdos destinados a incrementar las facilidades al tránsito de las mercaderías bolivianas por los puertos de Arica y Antofagasta, considerando entre otras la reducción del cargo del 10% que afectaba a las tarifas portuarias por mercaderías en tránsito hacia o desde Bolivia, a partir del 1º abril de 1978. En esta reunión fueron analizadas las siguientes materias: • Evaluación del Sistema Integrado de Tránsito para las mercaderías en Tránsito hacia Bolivia en el Puerto de Arica. • Implantación del Sistema Integrado de Tránsito para las mercaderías en tránsito hacia Bolivia en el puerto de Antofagasta. • Racionalización del tarifado portuario (Estructura y nomenclatura). • Incremento de carga boliviana en el Pacífico. • Evaluación de convenios y acuerdos anteriores. • Situación portuaria. • Tarifas en el tramo ferroviario Antofagasta a Ollagüe. Nuestra Cancillería salió al frente de las declaraciones, tanto de Banzer como de la Cancillería boliviana el mismo día 17 de marzo. La nota oficial refutó las justificaciones expuestas por Adriazola al señalar que la finalidad primordial del diálogo era alcanzar una solución justa para el enclaustramiento geográfico que nos fue impuesto hace 99 años y que durante el tiempo trascurrido no manifestó ánimo alguno de flexibilidad y mantuvo todos los condicionamientos de su proposición de 19 de diciembre de 1975. A continuación, Carvajal expresa su extrañeza por tales afirmaciones, recordando los siguientes aspectos: la reunión de Charaña fue a iniciativa del presidente Pinochet; Chile hizo la proposición a concretar bases de negociación,

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Min.Rel.Ext. Chile. Historia de las negociaciones chileno-bolivianas. pp. 68-69.

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aceptadas por Bolivia; citó las numerosos reuniones sostenidas entre los cancilleres de ambas naciones, y las reiteradas oportunidades en que el Presidente de Chile llamó a impulsar las negociaciones destinadas a satisfacer las aspiraciones de Bolivia; la reunión sostenida en Nueva York por los Cancilleres de Chile, Perú y Bolivia para la designación de representantes especiales para impulsar las negociaciones; las declaraciones del presidente Banzer dadas al diario Presencia y transmitidas por cable de la Agencia Ansa, donde expresa que los acontecimientos relacionados con las negociaciones habían sido muy dinámicos, por lo que anunció que su Gobierno ingresará a una pausa a fin de analizar la situación y que sería el futuro parlamento elegido por la voluntad popular el que definiría si Bolivia aceptaba o rechazaba el canje territorial propuesto por Chile, y que su Gobierno no tomaría decisión final sobre el asunto. Asimismo, enfatizó el hecho que Chile insistió en el mecanismo acordado en Nueva York, recordando las cartas enviadas el 23 de noviembre de 1977: Mi Gobierno mantiene inalterable la voluntad política que dio origen a esas negociaciones y está dispuesto a impulsarlas de acuerdo con los deseos y con la intensidad que vuestra excelencia estime aconsejable, y el 18 de enero de 1978 donde expresa: Continúo estimando, por tanto, que a fin de evitar un estancamiento de las negociaciones, sería útil la designación de representantes especiales tal como fue convenido hace apenas cuatros meses (...). No se trata de una fase dilatoria como parece pensarlo V.E., sino justamente de evitar el estancamiento del diálogo. Señala además la resistencia por parte del Gobierno de Bolivia a evaluar los puntos de acuerdos y de aquellos que han de ser superados y formular sugerencias futuras. Resaltó las conversaciones sostenidas con Willy Vargas y la respuesta dada por Chile en el sentido de estudiar una solución de “medio camino”, propuesta por el Enviado Confidencial. Culmina su declaración haciendo notar que la suspensión de relaciones diplomáticas se produce en los precisos momentos en que terminaba una reunión técnica chileno-boliviana destinada a perfeccionar las actuales facilidades de tránsito, la que culminó con la firma de acuerdos ampliamente favorables para los intereses del país vecino, señalando que no existe ningún hecho que explique la inusitada decisión tomada por el Gobierno de Bolivia, la cual viene a perturbar la convivencia americana, hoy más necesaria que nunca.522 No nos debe sorprender, que no obstante la recepción ampliamente positiva que tuvo en Bolivia por parte de los más variados sectores de opinión las negociaciones llevadas a efecto con el Gobierno de Chile -de lo que hemos dejado constancia en forma extensa en los párrafos precedentes- contando incluso con el apoyo de las editoriales de los diversos medios de comunicación, los que oportunamente reclamaron con vehemencia, las dilaciones que impuso Perú al progreso de la negociación frente al acuerdo ya logrado con Chile, haya cambiado tan radicalmente y se haya echado por la borda todo lo ganado después de tanto tiempo de discusiones.

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Ibídem. pp. 70-71.

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Como corolario, el Colegio de Estudios Internacionales de Bolivia, con fecha 20 de agosto de 1978, publicó en El Diario de La Paz una pauta que definía el perfil de una estrategia que a su juicio debía abordarse a futuro por el Gobierno de su país. Este plan, que debía ser ampliamente consensuado, estaba orientado a unir criterios en lo que sería la nueva demanda de recuperación marítima, basado en los siguientes delineamientos, extractados de dicha publicación: No reanudar las relaciones diplomáticas con Chile hasta que no se llegue a un formal compromiso de negociación para la entrega del corredor ofrecido en la provincia de Arica, incluyéndose la cesión de un muelle bajo la soberanía exclusiva de Bolivia. Transferencia a Bolivia de un enclave con costa y profundidad de extensión suficientes, a la altura de Mejillones, Cobija o Tocopilla. Este enclave se conectará con el actual territorio boliviano mediante el ferrocarril Antofagasta-Ollagüe, el cual pasaría a ser administrado en forma conjunta por los dos países. Sobre la base del territorio que se transfiera a Bolivia en el norte de Arica, esto es entre la Línea de la Concordia y las inmediaciones del puerto de Arica, se constituiría una zona internacional o de soberanía compartida, en la que se exigiría complejos multinacionales de carácter industrial, en diferentes sectores productivos, para transformar y beneficiar las materias primas y fuentes energéticas de los tres países participantes y directamente interesados en la solución del problema marítimo boliviano, así como en el desarrollo económico y social de los territorios vecinos de Chile y Perú.523 De acuerdo a los pormenores antes narrados, ha quedado demostrado claramente que Chile hizo los mayores esfuerzos para continuar con las negociaciones en busca de dar solución a las necesidades tan largamente reclamadas por Bolivia, pero fue dicho Gobierno quien desistió de hacerlo. Por otra parte, el nuestro, como se detallará a continuación, no podía permitir que Perú interviniera en asuntos ajenos a lo que específicamente considera el tratado de 1929. Gutiérrez atribuye las fluctuaciones de la política interna de su país a la sensación de fracaso de las negociaciones marítimas y a que el estado de ánimo popular exageraba la realidad de los hechos, admitiendo por otra parte que Perú sacó provecho de la dureza de la posición chilena, de la vacilación boliviana y del amplio frente conformado en su interior, oponiéndose al acuerdo, al constatar la existencia de un oferente renuente y de un beneficiario que no deseaba recibir en las condiciones que se le ofrecían. Posteriormente, el Gobierno de Chile, con fecha 23 de marzo de 1978, hizo una declaración aludiendo la nota de respuesta dada por el presidente Banzer al presidente Pinochet durante el mes de marzo, en la cual el mandatario boliviano había expresado que el embajador Willy Vargas le ha aclarado conceptos y confirmado temores que anduvieron todos estos años como una nebulosa a pesar de los insistentes gestiones desarrolladas por la diplomacia boliviana. La declaración 523

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 122-123.

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chilena fue contundente, en parte de su texto expresó: Es increíble que el Gobierno de Bolivia haya tenido una nebulosa al respecto en circunstancias que esa condición -la compensación territorial- había sido reiterada personalmente de presidente a presidente, de canciller a canciller y a los dos embajadores que Bolivia tuvo en Santiago en los tres últimos años. Por lo demás, en las entrevistas concedidas en dos oportunidades en el mismo día por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile al Enviado Confidencial boliviano. En la primera, reiteró los puntos de vista chilenos expresados en múltiples oportunidades anteriores. Ellos no constituyeron, por tanto, ninguna novedad que el Gobierno de Bolivia no conociera de antemano. Estas entrevistas se realizaron en presencia del Encargado de Negocios en Santiago y del Embajador de Chile en La Paz. En la segunda, estuvo también presente el representante chileno designado para las negociaciones con Bolivia, Sr. Enrique Bernstein. El Gobierno de Chile reitera que en la negociación con Bolivia ha procedido con la seriedad que caracteriza la dirección de sus relaciones internacionales.524 En el orden interno, el fracaso de las negociaciones de Charaña generó una vez más en Bolivia todo tipo de manifestaciones públicas en contra de Chile, virulentas descalificaciones a través de los medios de comunicación y llamados a boicotear los productos chilenos, expresiones que ya forman parte de la vida natural de una parte de su población y que han pasado a constituir desgraciadamente una verdadera doctrina. Pero qué otra cosa se puede esperar, si durante más de cien años han sido alimentados por sus gobernantes y dirigentes con utopías, falsas promesas y engañados con respecto a sus ancestrales derechos en el litoral del Pacífico. Peña y Lillo, en su obra, hace un ferviente llamado a actuar sin dilaciones: Acción inmediata sin dejar para mañana, el estudio y la toma de decisiones destinadas a la liberación nacional, respecto de la dependencia chilena, cambiando nuestras rutas de exportaciones e internaciones en general, La Paz- Arica; La Paz-Antofagasta y otras vías camineras. Se requiere una acción concluyente, capaz de limitar internacionalmente, la influencia dentro de las actividades económicas, políticas y sociales del país enemigo.525 Más adelante propone abiertamente militarizar los programas de educación escolar: La larga cadena de usurpaciones territoriales sufridas, nos obliga a recomendar a las autoridades educacionales del país, la necesidad de que se implante en la República, como parte de la enseñanza obligatoria, una signatura especial, relativa a las modalidades operativas, en sus partes generales de preparación de los planes de medios necesarios para la defensa nacional (...). Todo el pueblo y en particular nuestra juventud, deben tener la convicción de que la amistad tan afanosamente buscada por Chile con nosotros, es otra patraña de su diplomacia.526 524

Min.Rel.Ext. Chile. Historia de las negociaciones chileno-bolivianas. Anexo N° 24. p. 72. Abel Peña y Lillo. Bolivia, prisionero geográfico de América. p. 29. 526 Ibídem. p. 41. 525

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La fantasía del coronel Peña y Lillo lo lleva a extremos delirantes: No olvidemos que Chile, varias veces propuso a las naciones limítrofes de Bolivia, su ‘polonización’ ipsofacto con el plan denominado ABPC, o sea la repartija de nuestro territorio y de su consiguiente desaparición del Mapa de Sudamérica. La supuesta polonización fue iniciativa de un mandatario de su aliado en la Guerra del Pacífico y Chile jamás tuvo participación en esa idea. Estas afirmaciones ni siquiera merecen comentarios a fin de no caer en expresiones que podrían constituir un agravio al pueblo boliviano; pero la pasión de este autor no tiene fronteras, se empeña en proposiciones alejadas de la cordura, habla de reivindicación sinónimo de revancha, devolver golpe por golpe, quizás en un afán de poder aliviar el sufrimiento moral de la población, pero eligiendo el medio equivocado: Creemos oportuno señalar como labor cívica de urgencia, en el sentido que el Ministerio de Educación, disponga la preparación de un Texto Escolar que contenga y señale todas las actividades disociadoras e intrigantes, realizadas por Chile, durante un siglo, con nuevas pretensiones de ampliar su expansionismo sobre nuestros territorios y su incidencia en las diferentes actividades de la nación (...). Que las juventudes bolivianas conozcan la realidad de la conducta observada por Chile y porque debe ser ya en Bolivia, una conciencia nacional el que no podemos extender los brazos al enemigo de ayer, de hoy y de siempre (...).527 h) Las conversaciones con Perú

Con el objeto de no alterar el orden cronológico de las conversaciones sostenidas con Bolivia, interrumpimos el diálogo con Perú. Decíamos en un subtítulo anterior que Chile, el 19 de diciembre de 1975, puso en conocimiento del Gobierno del Perú las negociaciones que estaba llevando a cabo con Bolivia, en virtud de lo señalado en el artículo primero del Protocolo Complementario del Tratado ChilenoPeruano de 3 de junio de 1929, y que la respuesta fue notificada doce días después, pidiendo todos los antecedentes relativos a las gestiones llevadas a cabo entre ambas naciones, lo que Chile satisfizo el 17 de enero de 1976. El 20 de enero del mismo año, la Cancillería peruana, mediante la nota 6-Y-1, signada por el ministro Flor del Valle, junto con acusar recibo de la documentación enviada, respondió que del estudio efectuado hasta ahora, existen elementos sustanciales entre los que hay una relación evidente: los planteamientos formulados por Chile y Bolivia; el Tratado de Lima de 1929 y su Protocolo Anexo; las proyecciones que derivarían de la alteración fundamental en el status jurídico, en la distribución territorial y en la estructura socio-económica de toda una región. En esta mismo nota Perú hizo ver al Gobierno de Chile la necesidad de realizar un análisis previo del problema, tanto de los aspectos jurídicos como en relación con los intereses de ambas naciones, dada la especial connotación que tendría con la alteración de la vida económica y social de los pobladores de esa zona al interrumpir la actual continuidad territorial entre Tacna y Arica, proponiendo para tal efecto reuniones bilaterales. Chile respondió afirmativamente y procedió a la designación de dos destacadas 527

Ibídem. p. 317.

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personalidades del ámbito diplomático: Julio Philippi, ex ministro de Relaciones Exteriores bajo el Gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, y al embajador Enrique Bernstein, Asesor Político del Ministerio. Perú nominó a Luis Marchand Stens, Secretario General de Relaciones Exteriores. Estas comisiones se reunieron sucesivamente en Lima, el 23 de abril de 1976, y en Santiago, el 9 de julio del mismo año, acordando en ésta última reunirse nuevamente en la capital peruana durante el mes de noviembre, lo que no se llevó a efecto por cuanto Perú hizo entrega de su respuesta con antelación a la fecha prevista de la cita, mediante el Memorándum Nº 659, fechado el 18 de noviembre de 1976 por conducto de Luis Marchand. Perú prácticamente había dilatado su respuesta por cerca de un año, y ahora la hacía no obstante haber concertado previamente una reunión conjunta para el mismo mes de noviembre, la que pasó por alto sin mediar ningún aviso previo. Sin perjuicio de lo anterior, en la parte introductoria de su presentación se jacta de haber tenido la iniciativa en las conversaciones que se llevaron a efecto entre representantes especialmente designados para tales fines y que después de haber evaluado los resultados de ellas, el Gobierno del Perú había tomado la decisión de formular al Gobierno de Chile un planteamiento oficial a través del Secretario General de Relaciones Exteriores, destinado a preservar los altos intereses de la nación, asegurar los derechos específicos que el Perú tiene en Arica por virtud de convenios internacionales y afianzar la interrumpida relación socio-económica existente entre Tacna y Arica. El comunicado agrega más adelante: En consecuencia, el planteamiento que el Gobierno peruano formula al Gobierno de Chile habrá de servir de base para la concertación, en la debida oportunidad, del acuerdo previo que establece el artículo primero del Protocolo Complementario al Tratado de 1929 y ha sido presentado con el firme propósito de encontrar la solución definitiva a la mediterraneidad de Bolivia. Y con el mayor descaro continúa: Dicho planteamiento, consecuente con la profunda vocación latinoamericanista e integracionista del Perú, recoge también el espíritu de comprensión que ha animado a nuestro país respecto de la mediterraneidad de Bolivia, conforme quedó expresado tanto en la declaración de Ayacucho adoptada el 9 de diciembre de 1974, como en reiteradas manifestaciones oficiales.528 i)

La respuesta peruana

En esencia, a juicio del Gobierno de Chile, la respuesta o contrapropuesta peruana (Ver Figura Nº 8) nada tenía que ver con lo consultado por Chile. Pretendía llevar las negociaciones bilaterales a un plano trinacional, mucho más allá de lo que establecía el protocolo de junio de 1929, constituyendo una fórmula que afectaba seriamente nuestra soberanía. En efecto, la tardía respuesta que demoró casi un año, lejos de dar satisfacción a lo consultado por Chile, incluyó los siguientes términos generales, que en definitiva serían en parte causal del fracaso de las gestiones: 1. Cesión de Chile a Bolivia de un corredor soberano por el norte de la

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Agustín Saavedra Weise. Obra citada. pp. 99-101.

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provincia de Arica, paralelo a la línea de la Concordia, que se iniciaba en la frontera boliviana-chilena y se prolongaba hasta su límite en el tramo de la carretera Panamericana en dicha provincia que une al puerto de Arica con la ciudad de Tacna, sujeta a las siguientes condiciones. 2. Establecimiento en la provincia de Arica, a continuación del corredor antes señalado, de un área territorial, en forma de trapecio, con una superficie aproximada de 66 km2 bajo la soberanía compartida de las tres naciones, Bolivia, Chile y Perú, situada al sur de la frontera peruanochilena, cuyos límites eran: • Por el norte: Línea de la Concordia. • Por el este: La carretera panamericana (Arica-Tacna). • Por el sur: Casco norte de la ciudad de Arica. • Por el oeste: Litoral del océano Pacífico. 3. La condición precedente que constituía la base fundamental del planteamiento del Perú, como fuere expresamente señalado en la propuesta, debía además complementarse con las siguientes exigencias: a) Soberanía exclusiva de Bolivia sobre el mar adyacente al litoral del territorio compartido. b) Concesión a Bolivia del derecho a construir un puerto bajo su exclusiva soberanía en conformidad con el interés peruano de lograr una solución definitiva, real y efectiva a la mediterraneidad boliviana. c) Establecimiento de una administración portuaria trinacional en el puerto de Arica. d) Creación de un polo de desarrollo económico trinacional en el territorio bajo soberanía compartida, en el cual podrían participar financieramente otros Estados y organismos multinacionales de crédito. Tratando de justificar lo injustificable, en el acápite 10 de su propuesta, Perú añade que todo lo propuesto ha sido informado oficialmente a Bolivia, incluyendo materias de las relaciones bilaterales entre ambos Estados, en la confianza que el esfuerzo realizado por el Perú, en pro de la aspiración marítima de Bolivia, contribuirá a resolver de manera definitiva este problema y fortalecerá la paz, la amistad y la cooperación entre los pueblos y Gobiernos del Perú, Bolivia y Chile. Cabe señalar además, que dicho esfuerzo se inspira en el elevado propósito de promover una acción solidaria destinada a impulsar el desarrollo de la región concernida, lo cual contribuirá también al progreso y bienestar de sus respectivos

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pueblos.529 El palacio de Torre Tagle argumentó su posición ante la opinión pública peruana, como indicásemos con antelación, señalando que su planteamiento estaba destinado a preservar los altos intereses de la nación, asegurando los derechos específicos que tiene en Arica en virtud de los tratados suscritos con Chile y agregando a continuación palabras de buena crianza para con Bolivia, afirmando que el Perú tiene el firme propósito de encontrar la solución definitiva a su mediterraneidad a través de su propuesta.

Fig. 10. Proposición peruana Fuente: El Libro Blanco de Chile. El problema marítimo boliviano

En el fondo quería decir que ellos -el Perú- junto con preservar sus intereses, estimaban que la respuesta dada a Chile colmaba las aspiraciones de Bolivia y que todo ahora dependería de nuestro país. En opinión de Gutiérrez Vea Murguía, al que hemos consultado en repetidas oportunidades, el político e historiador Jorge Basadre fue el gran impulsor de esta 529

Ibídem. p. 101.

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propuesta, autor de un artículo El corredor boliviano por Arica, reproducido en su libro Apertura, sostiene que la entrega de un corredor significaría la ruptura de la continuidad territorial entre Tacna y Arica, lo cual implícitamente negaría la realidad impuesta por el Tratado de 1929 entre Chile y Perú; expresa sus temores que algún día los bolivianos tratarían de ensanchar la franja hacia el norte, o sea sobre territorio peruano; y mostraba su aprensión que Bolivia utilizase las aguas subterráneas de la eventual cesión en perjuicio de la actividad agrícola de la pampa peruana de Los Palos, como asimismo que el comercio legal e ilegal entre Tacna y Arica se vería igualmente afectado, atribuyéndole además sugerir la realización de negociaciones bilaterales destinadas a incrementar los intereses comunes de Chile y Perú, y en los cuales Bolivia no tendría cabida, señalando por otras parte (…) mientras tanto, en lo que toca a Bolivia, sólo cabría llegar a acuerdos tripartitos de unión aduanera, cooperación en proyectos de irrigación y energía. Creación de polos de desarrollos y ventajas portuarias.530 No es difícil deducir que en este plato preparado y servido por el historiador Basadre, hay muchos ingredientes que consideró la respuesta peruana, no obstante que en su artículo él mencionó que obedecía solo a una opinión personal. Pero donde más queda de manifiesto la hábil maniobra de la diplomacia de Torre Tagle, fue cuando sacó partido de la misión del embajador especial enviado a La Paz con el objeto de descalificar la propuesta chilena, al señalar que no satisfacía la aspiración boliviana, omitiendo o eludiendo precisar las supuestas ventajas que la peruana tendría sobre la nuestra, haciendo referencia en cambio y a la necesidad de estrechar vínculos de intereses entre ambas naciones, como la conveniencia de acordar un régimen jurídico para el aprovechamiento de las aguas del lago Titicaca. En Lima, entretanto, el canciller peruano en rueda de prensa precisó: El Perú ha señalado muy claramente que una condición indispensable era -y se lo expresó muy claramente a los Gobiernos de Chile y Bolivia- que el canje que ellos celebren tiene que ser en zonas que no vayan afectar ni derechos ni seguridad del Perú, de manera que es muy importante la ubicación de sus territorios. Todos tenemos conocimiento, según parece, de cómo la orientación a la ubicación de esas zonas territoriales estaría al sur, en la zona de sus límites en el departamento de Potosí, en la parte que colinda prácticamente con Argentina.531 El diario La Prensa de Lima, recogió los anuncios hechos por el canciller José de la Puente, que en parte de su intervención aseveró: El Perú, que como toda nación, tiene que tener en cuenta en primer lugar sus altos intereses, los ha compatibilizado. Esto es lo importante de la fórmula peruana: Compatibilizar los intereses sagrados de la patria con los de una hermana república como es Bolivia, para que logre esta larga y añorada ambición de llegar al mar (...). Teníamos que encontrar una fórmula que reuniera esos elementos, porque la falta de uno solo de ellos haría irreal todo el

530 531

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 197-199. Saavedra. Obra citada. p. 116.

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planteamiento.532 Estas declaraciones constituyeron una rotunda negativa a las aspiraciones de la tan renombrada nación hermana, su antiguo aliado a quien prácticamente forzaron a firmar un pacto secreto, causante de la guerra y de la afectación geográfica producto de dicho conflicto. Las afirmaciones del canciller De la Puente significaron un verdadero mentís a la repetida solidaridad y fraternidad de la cual tanto se han jactado, introduciendo aspectos que sabían perfectamente que Chile no podría conceder sin lesionar seriamente su soberanía. El propio canciller reconocía tácitamente el carácter negativo de su respuesta, al pretender precisamente desvirtuar tal carácter: Gentes suspicaces, a veces, podrían decir que dentro de este planteamiento se buscaría una fórmula disimulada de dar un “no”. Ustedes saben que mi lenguaje es muy franco y directo, y así ha sido desde que he asumido la Cancillería. Nosotros estamos dispuestos a demostrar jurídicamente, económicamente y desde el punto de vista de las relaciones internacionales, que es un planteamiento franco, honesto y que puede estar sujeto a todos los análisis, de los cuales sólo saldrá la verdad: Que es el propósito del Perú de coadyuvar a esta solución y consideramos que la fórmula responde a este propósito.533 La respuesta dada por Perú -como lo expresara más tarde Chile- escapaba al contexto de lo establecido en el Protocolo Complementario al Tratado de 1929. El canciller De la Puente dibujó con arte magistral toda una compleja articulación de líneas tendientes al fracaso del acuerdo, al afirmar que aun no tratándose de una negociación, en virtud de la norma antes citada se debe obtener no obstante un acuerdo previo entre Chile y Perú, y que en tal virtud, estamos contestando a una consulta que se nos ha hecho, y al consultar nuestra opinión y haciendo el planteamiento, porque siempre tendrán en cuenta que ha habido el planteamiento de Bolivia a Chile, el de Chile a Bolivia, que contestó, y luego Chile le hace un planteamiento al Gobierno del Perú. Nuestro país, entonces, también tiene que hacer su planteamiento, de lo contrario solo habría dos, planteamientos, y no habría el del Perú. Esto es sumamente importante de aclarar.534 No hay duda que el canciller creía ser un hábil dibujante con las palabras. Ojalá que al lector le haya quedado claro, porque después de la respuesta dada a un periodista, dudo que lo esté. De la Puente -tratando de desenrollar el embrollo creado al haber establecido inicialmente que no obstante no ser parte de la negociación- respondió con un planteamiento propio que debía previamente concordar con Chile, lo que en sí constituía una negociación o conversación entre cancilleres, como él le llama. Además, ante una pregunta específica acerca de si se trataría de una propuesta encubierta, responde evasivamente que el planteamiento peruano no solamente implica el análisis de la salida de Bolivia al mar, sino que 532

Ibídem. p. 105. Ídem. 534 Ibídem. p. 108. 533

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también implica cual es la posición del Perú en este asunto y que como vemos nosotros que podemos participar en este acuerdo, reconociendo determinados derechos nuestros, entonces muchos pueden pensar, como ya hemos leído, de que es una fórmula muy ingeniosa para disfrazar un no, y eso si lo rechazamos, porque no es una fórmula ingeniosa. Es una fórmula muy seria, que tiene base jurídica y una base económica, sustentados en un deseo de paz e integración.535 A continuación, cuando fue inquirido con respecto al trapecio de la soberanía compartida, olvidando otras situaciones semejantes en el orden internacional y la propia creada entre Chile y Bolivia mediante el Tratado de 1866, declaró: Nosotros creemos que con esta solución, para siempre -hasta donde la palabra para siempre en los seres humanos es valedera- puede señalar una zona de concordia entre nosotros tres.536 Prosigue, respondiendo a un periodista del diario El Comercio acerca del corredor sugerido a Bolivia -que desembocaba en una playa sin capacidad para la construcción de un puerto- como un intento por justificar el acceso de Bolivia al puerto de Arica, bajo la administración conjunta de los tres países, según lo propuesto por Perú, omitiendo recalcar el logro de su país con esta solución, que adquiría una posición que no había estado presente en tratativa alguna. En esta misma conferencia, De la Puente expresamente eludió responder una pregunta con respecto a la desmilitarización de la zona compartida, lo que no deja de llamar la atención. Otra omisión importante en el estudio, supuestamente tan acucioso, como se había jactado al inicio de la conferencia de prensa, fue referirse a la nacionalidad de los habitantes existentes en la zona compartida y de los que a futuro nacieran en ella.537 El interés preferente de Perú antes que satisfacer el de Bolivia, quedó expresamente manifiesto cuando se hizo alusión a la complementación entre Tacna y Arica, de acuerdo a la fórmula peruana: (...) Si nosotros no hubiéramos ofrecido esta zona, propuesto esta zona de soberanía compartida, estaríamos rompiendo este vínculo socio-económico que le ha dado de vivir a Arica y a algunos habitantes de Tacna dedicados a lo que se llama la labor de pacotilleros que, a pesar de que económicamente no tenga un gran valor para la región, si es importante.538 Después de leer estas afirmaciones solo nos queda agradecer a Tacna por el desarrollo que ha significado dicha ciudad para Arica (...). Por favor, (...) aun cuando ahora las cosas han cambiado casi radicalmente, producto de la mayor preocupación del Gobierno de Perú y la despreocupación del nuestro por Arica En todo caso, haríamos mal si no reconocemos la extraordinaria habilidad de la diplomacia peruana, demostrada a través de las afirmaciones y aclaraciones precedentes. 535

Ídem. Ibídem. p. 109. 537 Ibídem. pp. 112-115. 538 Ibídem. p. 114. 536

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j)

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Respuesta de Chile a Perú el 26 de noviembre de 1976

Chile no tardó en dar a conocer su respuesta a la proposición peruana. En resumen recalcó que el planteamiento incidía en materias de su exclusiva soberanía nacional; que no tenía relación en términos generales con las negociaciones chilenobolivianas aprobadas por ambas naciones y que era atentatorio al Tratado de 1929 que estableció definitivamente la soberanía de Chile sobre Arica. En consecuencia, que no consideraría dicho planteamiento y quedaba a la espera de la respuesta por la consulta formulada: Por estas fundamentales razones, el Gobierno fiel a la tradición chilena de respeto a los Tratados y en resguardo de la soberanía nacional, declina considerar el planteamiento referido. Con el fin de llevar a buen término la negociación en curso con Bolivia, que satisface la aspiración de ese país de contar con una cosa marítima soberana unida al territorio boliviano por una faja territorial igualmente soberana, el Gobierno de Chile espera la respuesta a la consulta formulada, en virtud del artículo 12º del Protocolo Complementario al Tratado de 1929, por la nota 685 de 19 de diciembre de 1975.539 El Gobierno chileno no podía haber dado otro tipo de respuesta que la que hizo llegar a las autoridades del Rímac. Independiente del hecho que pasaba por sobre la soberanía de Chile en la provincia de Arica, las experiencias anteriores con respecto al Tratado de 1866 con Bolivia y las existentes en el ámbito internacional, hacía esta proposición absolutamente inaceptable. En Bolivia tampoco fue recibida con agrado, por cuanto su antiguo aliado quiso compartir el territorio que Chile estaba dispuesto a ceder, dando muestra de un egoísmo y mezquindad jamás esperada. La respuesta chilena echaba por tierra los argumentos peruanos referidos a un posible incumplimiento de las garantías contenidas en el Tratado de 1929 y su Protocolo Complementario, en cuanto al libre tránsito por nuestro territorio, la servidumbre para el FF. CC. Arica-Tacna y las correspondientes a los canales que van hacia Tacna. En los hechos, estas aprensiones no tenían sustento alguno, por cuanto no habría sido difícil mantenerlos dentro de la negociación entre Chile y Bolivia, tal como había sido esbozado en la respuesta chilena. Lo que realmente preocupaba a Perú era que efectivamente se interrumpía la continuidad territorial entre Tacna y Arica, que databa desde la época colonial, a menos que se construyese una vía elevada o un túnel bajo el corredor ofrecido, lo que en más de una oportunidad ha sido sugerido por algunas personas. En todo caso, la respuesta peruana a muchos chilenos no les extrañó, más aún, existían grandes desconfianzas de la actitud del Perú en orden a facilitar las cosas. No está de más acotar que uno de los integrantes de la comisión que estudió la propuesta peruana era Jorge Basadre, autor del artículo que mencionamos con anterioridad, el que aducía, que al anular el intercambio entre Tacna y Arica sellaría

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Min.Rel.Ext. Chile. Historia de las negociaciones chileno-bolivianas. Anexo N° 11. p. 45.

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la mediterraneidad y la asfixia de esa ciudad. k) Nueva comunicación de Perú540

Dos días después de la respuesta chilena, el Gobierno del Perú hizo un nuevo comunicado. En éste se expresa que a su Cancillería le resultaba difícil comprender y aceptar que habiendo sido formulada una consulta orientada a obtener las bases para el acuerdo previo, en conformidad al Protocolo Complementario del Tratado de 1929, que da las más amplias facultades al Gobierno del Perú, incluso para ejercer el derecho de veto, no acepte considerar, sin previo diálogo al nivel de cancilleres, su respuesta consistente en un planteamiento que cautela los intereses de la nación peruana, comporta una solución real y definitiva para la mediterraneidad boliviana, garantiza la paz y promueve el desarrollo de la región concernida. A continuación, el documento entra en una serie de justificaciones acerca de la zona de soberanía compartida, señalando que ella surgió después de percatarse que la proposición boliviano-chilena del corredor entrañaba una alteración sustancial de la geografía política que instituyó el Tratado de 1929, pues introdujo en el área un nuevo soberano, Bolivia, como limítrofe con el Perú, modificando así un régimen fronterizo que databa de 50 años y lo que menos se podía esperar es que el Perú, a lo menos, hiciera un planteamiento propio dentro de las nuevas circunstancias emergentes. Finalmente, indicó la necesidad de que las tratativas chileno-bolivianas debían ser concretadas en una nueva figura legal y económica, determinada por la oferta que hace Chile y por el planteamiento peruano tendiente a compatibilizar esta nueva situación con los altos intereses del Perú, y que además del derecho soberano de Chile de ceder parte de su territorio en Arica, está la voluntad de la República del Perú de ejercer constructivamente sus facultades legales, no para vetar la eventual cesión sino para otorgar una aceptación condicionada a la entrega del corredor, mediante el establecimiento de una zona de soberanía compartida por Perú, Bolivia y Chile de 66 kilómetros cuadrados. El Perú bajo estas condiciones aceptaría la interposición de Bolivia mediante un extenso corredor en aras de la armonía, de la paz y del desarrollo de la región. No deja de ser importante la opinión que al respecto existía en el seno de las fuerzas armadas en el Perú. Un oficio fechado el 14 de abril de 1976, firmado por el general de división Víctor López Mendoza, Comandante de la I.R.M. (Primera Región Militar) y dirigido al Jefe de la Secretaría de Defensa Nacional, manifiesta que el caso de la mediterraneidad boliviana es un asunto que atañe particularmente a la Fuerza Armada, por tratarse de un problema relacionado con la Defensa Nacional y militarmente no debemos aceptar la propuesta de la salida al mar para “Bo” por el corredor de Arica. Debemos sostener que se de salida a “Bo” por territorios que no sean aquellos que pertenecieron al Perú (...). Como soldados conscientes del honor de nuestra nación debemos estar dispuestos a adoptar aquellas medidas que sean necesarias para garantizar el cumplimiento de nuestros Objetivos Nacionales. Este 540

Saavedra. Obra citada. pp. 121-123.

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documento, que fue fruto de un foro realizado entre los oficiales superiores y subalternos de la Guarnición de Piura, termina expresando su disconformidad con la actuación de la diplomacia peruana, que no ha conducido nuestra política internacional de manera adecuada para crear las condiciones apropiadas que garanticen nuestra seguridad.541 Del tenor del oficio antes comentado, se podría deducir una de las fuentes del fracaso de las negociaciones sostenidas con Bolivia. Como se podrá apreciar, el Protocolo Complementario del Tratado de 1929, cuya autoría se le atribuye al canciller de Chile Conrado Ríos Gallardo, suscrito por el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Chile en el Perú, Emiliano Figueroa, y el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Pedro José Rada y Gamió, ha penado y al parecer seguirá penando por mucho tiempo. Gutiérrez Vea Murguía formula en una de las últimas páginas de su libro una interrogante con respecto a la culpabilidad del estado de situación, a propósito de las gestiones diplomáticas en este diferendo entre Chile y Perú: La historia de la diplomacia sudamericana juzgará ambas actitudes. Lo nacionalcerrado se impuso sobre lo regional-abierto. Ni Chile ni el Perú respondieron al pedido del presidente Banzer, quien solicitó que Santiago retirara la cláusula del canje territorial, y a Lima que no insistiera en lo de la soberanía compartida. Cabe una interrogación final: ¿quién es el culpable del actual estado de tensión y mutuos recelos en la región? 542 Nos permitimos a la vez sugerir los siguientes cuestionamientos. ¿Bolivia no se siente responsable por su histórica pretensión sobre Arica, que data desde la época colonial, cuando pertenecía a Perú, la que le fuera reiteradamente rechazada por la Corona española? ¿No siente igual responsabilidad por ambicionar un litoral, al cual accedió solo gracias al beneplácito de las autoridades chilenas, que hicieron caso omiso de la ocupación de Cobija cuando Simón Bolívar lo habilitó como su único puerto? ¿No se atribuye responsabilidad por el incumplimiento de dos tratados suscritos con Chile, gracias a los cuales pudo acceder al litoral del océano Pacífico, careciendo de títulos históricos? ¿Nada le recuerda la ignominia de haber suscrito con Perú un tratado secreto a espaldas del Gobierno chileno y pretender la unión de Argentina para actuar contra nuestro país? l)

Comunicación de la ruptura a las Naciones Unidas

El 20 de marzo de 1978 el Gobierno de Bolivia comunicó a las Organización de las Naciones Unidas, a través de su secretario general Kurt Waldheim, la ruptura de las relaciones diplomáticas con Chile. Entre sus fundamentos señaló que durante los tres años de negociaciones se desestimaron todos sus empeños, entre los que estuvo inclusive la formación de un polo de desarrollo del Pacífico de conveniencia multinacional, ignorando la expectativa popular de una nación ávida de justicia y 541 542

Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 283. Archivo personal. Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 203.

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despreciando un alto sentido de solidaridad americanista.543 A continuación, la nota señaló que la actitud del Gobierno chileno contradice la naturaleza de cualquier proceso de negociación, desconociendo el espíritu de Charaña. Esta comunicación oficial fue complementada por el canciller boliviano Oscar Adriazola dos días después, con el objeto de desvirtuar -según élinterpretaciones falsas que pudieren atribuir a Bolivia el propósito de crear al interior del organismo un clima de perturbaciones para la convivencia en América. En este mismo documento se extiende en los condicionamientos de que gozaba Perú en virtud del Tratado de 1929 y su Protocolo Complementario, responsabilizando a Chile de no haber realizado gestiones posteriores con dicho país para obtener la transferencia de un territorio con su consentimiento. El Gobierno de Chile, en respuesta a lo anterior, por intermedio de su embajador general Alfredo Canales Márquez, el 24 de marzo de 1978 hizo un comunicado en el que prácticamente reiteró los conceptos emitidos con fecha 17 de marzo de 1978. Ante tal declaración y la evidencia real de cuál había sido el papel jugado por Chile y su contraparte durante las conversaciones en torno a Charaña, Bolivia, a través de su embajador Mario Rolón Anaya, expresó, el 28 de marzo, que su Gobierno se vio en la necesidad de tomar esa decisión muy a pesar suyo, debido a la buena fe del Gobierno y a las expectativas defraudadas del pueblo boliviano. Seguidamente, insistió nuevamente en la inexplicable indiferencia chilena para obtener un acuerdo con el Perú, por cuanto a su país le estaba impedido tomar iniciativas al respecto y aludió luego que su profunda vocación pacifista y desarrollista lo llevó a proponer la creación de un polo de desarrollo económico como factor de compensación en el área regional de coincidencia entre los tres países.544 m) Objetivos buscados por Bolivia

Ante el evento de futuras negociaciones que se realicen en torno a una eventual salida soberana de Bolivia a través de nuestro litoral y que de alguna manera se vieron reflejadas en las de 1987 -como veremos más adelante- es importante dejar consignado cuales fueron los objetivos buscados por la contraparte boliviana, con el propósito de que nuestros negociadores las tengan en consideración y conozcan de antemano los posibles escenarios a que se podrán enfrentar, ya que forman parte de su política reivindicacionista, hoy ya convertida en doctrina. De acuerdo a las instrucciones recibidas por la representación diplomática de Bolivia en Chile y que según la constancia escrita dejada por su embajador Guillermo Gutiérrez Vea Murguía se habrían logrado con éxito los siguientes: 1) Se ha sensibilizado la opinión mundial en favor de nuestra causa y se ha ganado el apoyo continental a la misma, en un grado que en verdad, no se ha alcanzado en épocas precedentes.

543 544

Luis Antonio Morzone. La Mediterraneidad boliviana ante el D.I. pp. 124-130. Ibídem. p. 129

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2) Cualquiera que hubiera sido el resultado final de las negociaciones, los gobernantes chilenos han reconocido a alto nivel, de la manera más fehaciente y categórica, por medio de documentos y declaraciones que no podían ser desconocidos en el futuro, el derecho y la necesidad imprescriptibles de Bolivia de tener un acceso soberano al océano Pacífico; 3) El apoyo demostrado por el expresidente James Carter de los Estados Unidos que abre la perspectiva a un nuevo tipo de negociación: la mediación internacional que el mandatario estadounidense ha ofrecido gestionar así como alguna forma de apoyo financiero; 4) Haber despertado la magna cuestión que yacía dormida sacudiendo la conciencia del hemisferio, que ahora ve nuestra salida al mar como un problema continental y no solo boliviano; 5) En la negociación se alcanzaron otros objetivos medios: - Que Chile se siente a la mesa de negociación para considerar formalmente la Propuesta boliviana, que contenía planteamientos concretos y precisos; - Que, admita y reconozca que la mediterraneidad de Bolivia es también un problema chileno y continental; - Que en su respuesta, plagada de condiciones negociables y sin perder de vista el Tratado de 1929, con el Perú, ofrezca un puerto soberano en el Pacífico, con una franja también soberana, que una el puerto con el territorio boliviano. - Se logró persuadir al Gobierno de Chile que demostrara su propósito de dar el paso importante -por primera vez en la historia de las negociaciones emprendidas a partir de 1929- de efectuar la consulta al Perú, haciéndole conocer los términos de la Propuesta boliviana y la contrapropuesta chilena.545 Reconociendo los logros alcanzados en el sentido de una mayor sensibilización internacional -situación que es dable reconocer actualmente ante la demanda presentada al Tribunal de La Haya- aun cuando no coincidimos con el exceso de optimismo, estimamos, sin embargo, que este factor no debe descuidarse ni menospreciarse por nuestra Cancillería, muy por el contrario, debe constituir una clara señal para actuar en forma permanente en este ámbito, adoptando políticas y metas concretas para desvirtuar la ofensiva boliviana. Discrepamos abiertamente que estas negociaciones constituyan un reconocimiento, por parte del Gobierno de Chile, a que el problema de la mediterraneidad boliviana sea también un problema nacional y continental; y con relación a la mediación ofrecida en ese entonces por el Gobierno de los Estados Unidos, ya conocemos el resultado de otras intervenciones y mediaciones ofrecidas por dichas autoridades, considerando además que en este caso específico no existen hechos ni circunstancias que ameriten ese tipo de participación. 545

Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. pp. 228-229.

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Junto con desconocer la persuasión a que alude el exembajador para hacer partícipe a Perú, el diplomático no debiera olvidar que fue el Gobierno de Chile quien expuso la obligatoriedad de informar a Perú, de acuerdo al Protocolo Complementario del Tratado de 1929; tampoco podemos concordar con la opinión de Gutiérrez en el sentido de que la respuesta de Perú haya sido una aceptación franca y que haya constituido un factor de capital importancia para lograr que Chile disminuyera sus demandas compensatorias. Finalmente, si hay algo que los negociadores bolivianos nunca han podido o querido comprender, es que su aparente e histórico aliado está muy lejos de aceptar que Chile le otorgue una franja por territorios que pertenecieron al Perú, de ahí las características de su respuesta afectando la soberanía de Arica, la que nunca ha sido materia de discusión. Perú sabe que Chile jamás podrá aceptar un acuerdo en tal sentido, constituyendo la mejor forma -diplomáticamente hablando- de negarle toda posibilidad a Bolivia de acceder soberanamente al Pacífico por dicho litoral, pudiendo, en cambio, hacer un planteamiento llano y sin ambages. 5.4.2. Los compromisos chilenos ante la OEA. 1979-1983 Posición boliviana

Durante la IX Asamblea General de la OEA en 1979, se aprobó la Resolución 426 en la que se reconoció que el problema marítimo de Bolivia es un asunto de interés hemisférico permanente, recomendando a las partes que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el océano Pacífico. Tales negociaciones deberán tener en cuenta los derechos e intereses de las partes involucradas y podrían considerar, entre otros elementos, la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrada y, asimismo, tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales. En esta ocasión además, el delegado chileno Pedro Daza manifestó que su país estaba dispuesto a negociar con Bolivia un acceso libre y soberano al océano Pacífico. Posteriormente, las Resoluciones aprobadas en 1980 y 1981, que contaron con el voto favorable de Chile, exhortaron a ambos Estados a que inicien un diálogo destinado a dar a Bolivia una salida soberana al océano Pacífico. Siguiendo este continuo grupo de Resoluciones, en la XIII Asamblea General de la OEA llevada a cabo en noviembre de 1983 se adoptó por consenso y con el voto favorable de Chile, la Resolución 686, la cual exhortaba a Bolivia y Chile a que: inicien un proceso de acercamiento y reforzamiento de la amistad de los pueblos boliviano y chileno, orientado a una normalización de sus relaciones tendente a superar las dificultades que los separan, incluyendo en especial una fórmula que haga posible dar a Bolivia una salida soberana al océano Pacífico sobre las bases que consulten las recíprocas conveniencias y los derechos e intereses de las partes involucradas. Cabe resaltar que los términos de la Resolución de 1983 fueron

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negociados y acordados por Bolivia y Chile antes de su aprobación.546 Opinión del autor

La Organización de los Estados Americanos fue otro escenario propicio para que Bolivia pusiera en su carpeta el tema, después del fracaso de las negociaciones. Ya en la ceremonia inaugural de la Asamblea del 21 de junio de 1978, el presidente James Carter, a instancias del embajador boliviano Carlos Iturralde, en el discurso pronunciado en esa ocasión hizo alusión al tema de la mediterraneidad de dicha nación, motivando obviamente el agradecimiento espontáneo de Banzer. Carter relacionó la solución del Canal de Panamá con el tema que dividía a Bolivia y Chile. Gutiérrez Vea Murguía con respecto a la intervención del mandatario estadounidense, recoge lo siguiente: La solución de la cuestión del canal de Panamá debe ser una buena señal de que otros problemas en nuestro hemisferio pueden también resolverse pacíficamente. Afrontemos otros problemas, como el del acceso de Bolivia al mar, la disputa fronteriza entre El Salvador y Honduras y el futuro de Belice, con el mismo espíritu de arreglo y amistad. De igual modo que las naciones de este Hemisferio ofrecieron apoyo a Panamá y Estados Unidos durante las negociaciones del Canal, les prometo hoy que mi Gobierno cooperará en el esfuerzo para hallar soluciones justas y pacíficas a otros problemas (...). Añade luego, trayendo a colación la proximidad del centenario de la Guerra del Pacífico: Las difíciles decisiones en su región, solo las pueden tomar Bolivia, Perú y Chile. Pero estamos dispuestos conjuntamente con otros países, con la O.E.A. y con las Naciones Unidas a encontrar una solución a la cuestión de la falta de acceso al mar de Bolivia, una solución que sea aceptable para todas las partes y que contribuya a la paz permanente y al desarrollo de esa región.547 No es de extrañar la intervención con tal carácter del presidente norteamericano; su participación emula a la de anteriores mandatarios que siempre están prestos a defender sus intereses o el de sus capitales invertidos en países extranjeros. Omitiremos nuestro juicio sobre la política internacional de Estados Unidos y su inveterada costumbre de participar en los asuntos de otras naciones afectando sus soberanías e independencia, específicamente cuando son perjudicados sus propios intereses económicos, porque no es el momento oportuno ni la razón de este trabajo, pero la situación del canal de Panamá en nada se puede homologar con las diferencias entre Bolivia y Chile, no tan solo por el origen de las respectivas situaciones, sino también por el desarrollo de los acontecimientos. Sin embargo, breves palabras sobre el Canal de Panamá a fin de demostrar que comparar ambas situaciones está muy lejos de la realidad. En 1903, el mismo año que Panamá se separó de Colombia, el Gobierno de 546 547

DIREMAR Obra citada. p. 44. Gutiérrez Vea Murguía. pp. 47-50.

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Estados Unidos firmó con el nuevo Estado el Tratado Hay-Bunau-Varilla mediante el cual Estados Unidos garantizaba la independencia de Panamá y aseguraba un arrendamiento perpetuo sobre una franja de 16 km del canal. Panamá sería compensado mediante un pago inicial de 10 millones de dólares y una anualidad de 250.000 dólares, empezando en 1913. El canal se inauguró en 1914 y el costo final fue de 336 millones de dólares. En 1977 ambas naciones firmaron dos nuevos tratados para sustituir el acuerdo de 1903. Estos tratados permitían a Panamá recuperar la absoluta soberanía sobre la Zona del Canal al poco tiempo de su ratificación y el pleno control sobre el canal a partir del 31 de diciembre de 1999. A cambio, cedía a Estados Unidos el derecho de defender la neutralidad del canal. En 1979 entraron en vigor ambos tratados. Los Estados Unidos de Norteamérica jamás ostentaron título alguno soberano, en el estricto sentido de la palabra, sobre la propiedad de dicho canal, siendo muy diferente que hubiese logrado un arrendamiento perpetuo cuando aún Panamá formaba parte de Colombia. De hecho el primer tratado (Herrán-Hay), que se suscribió en agosto de 1903 con el Gobierno de dicho país, abolido luego en septiembre del mismo año, concedía solamente el derecho a uso de la zona y parte del territorio adyacente. Posteriormente, en noviembre del mismo año, con la nación recién emancipada se firmó el tratado Hay-Bunau-Varilla, mediante el cual, a cambio de garantizar y mantener la independencia de Panamá, los Estados Unidos obtuvieron una “concesión a perpetuidad” de una zona de diez millas de ancho conocida como Zona del Canal- y se le confieren derechos, poder y autoridad que ejercitarían en ella, lo que a juicio de este autor no los convertía en propietarios ni legítimos soberanos, hechos que suscitaron variados problemas por la interpretación que de ello hacían los Estados Unidos. Los que hemos tenido la oportunidad de vivir en Panamá algún tiempo, podemos dar fe de que los panameños jamás renunciaron a lograr el control de esa vía y de la zona del canal en general y recuperar su absoluta soberanía Volviendo a nuestro tema, aludiendo a la resolución Nº 426 del 14 de febrero de 1979, citada por Bolivia, su delegado ante el Consejo Permanente, Fernando Ortiz Sanz, declaró que los derechos que Chile ejerce sobre los antiguos territorios bolivianos sobre el Pacífico, contrarían la Carta de la OEA, acusando a nuestro país de obstaculizar sistemáticamente la solución de enclaustramiento geográfico de su país, lo que constituiría una forma de agresión permanente y de alcance continental. A continuación, y con el propósito de fundamentar lo anterior, hizo referencia a la acción coartadora de Chile durante los tres años que habían durado las negociaciones de Charaña, e insistió en la supuesta pasividad ante la proposición de Perú. Al final de su intervención, Ortiz atribuyó competencia a la OEA al señalar que los Estados Americanos condenan la guerra de agresión: la victoria no da derechos. (Cap. II. Art. 3.e de la Carta de Bogotá). Creemos que no es menester desvirtuar cada uno de los cargos formulados, debido a que la sola constancia de los sucesos que hemos narrado con anterioridad bastan por sí solos; sin embargo, pretender que la OEA asuma competencia en estos asuntos, nos parece un absurdo, no tan solo por el hecho de aspirar a que se aplique

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un estatuto acordado setenta y cuatro años después de un conflicto, sino que además carece de la competencia necesaria; tampoco se dan las causales que Bolivia invoca, situaciones que obviamente no ignora, pero que forman parte de su estrategia comunicacional y diplomática en busca de sensibilizar a los otros Estados. Si Bolivia fuere consecuente con su posición, similares requerimientos debería hacer contra Paraguay por la pérdida territorial en la región del Chaco o contra Brasil en la guerra del Acre. De esta manera, mediante la Resolución 426 se logró obtener de dicho organismo solo declaraciones de buenas intenciones, tendientes a buscar soluciones que de acuerdo con los principios del D.I. y especialmente los contenidos en la carta de la OEA ayuden a Bolivia a renovar las dificultades que ha acarreado la situación de mediterraneidad para su desarrollo económico y social, conciliando intereses recíprocos y promoviendo entendimientos constructivos y otras de índole similar, pero en ningún caso reconociendo competencia en materias de carácter bilateral. Sin embargo, la persistencia de Bolivia no cejó y el amplio lobby realizado en los países integrantes de la OEA -cuya gran mayoría no miraba con simpatías al Gobierno Militar chileno, y aprovechando la desinformación existente en relación con los antecedentes primarios de esta situación, en particular con las numerosas concesiones y ventajas concedidas a favor de Bolivia -de otra manera no tendría explicación válida- logró sus frutos y sobre la base de una proposición redactada por Venezuela, Barbados y México obtuvo la aprobación de la Asamblea General de la OEA, mediante la Resolución AG/CG, doc. 5 de 26 octubre de 1979, cuyo tenor señalamos: Que es de interés hemisférico permanente en encontrar una solución justa y equitativa que proporcione a Bolivia acceso soberano y útil al océano Pacífico. Para lograr el objetivo señalado en el punto anterior y consolidar una paz estable que estimule el progreso económico y social en el área de América directamente afectada por las consecuencias del enclaustramiento de Bolivia, la IX Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, con espíritu de fraternidad en la integración de América: Resuelve: Recordar a los Estados a los que este problema concierne, inmediatamente, que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana al océano Pacífico. Las negociaciones podrán considerar entre otros elementos la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado y deberán tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales. Continuar la consideración del tema Informe sobre el problema marítimo de Bolivia en la próxima Asamblea General de la Organización. Si bien esta resolución no tiene carácter vinculante para nuestro Gobierno, por

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cuanto contraviene abiertamente la letra y el espíritu de la Carta en su Art. 3b. y en el Art. 18,548afectando nuestra soberanía y libre determinación, no es menos cierto que políticamente fue un logro importante para la causa boliviana. De esta resolución no participaron Chile y Paraguay, que estuvieron ausentes. El resto de los países: Venezuela, Haití, Colombia, México, Barbados, República Dominicana, Nicaragua, Grenada, Costa Rica, Argentina, Perú, Brasil, Uruguay e incluso Ecuador nuestro tradicional aliado- solidarizaron en forma abierta con Bolivia. Estados Unidos, junto con respaldar a Bolivia, agregó: Creemos que las partes deben ir a la mesa de conferencias y buscar una fórmula que sea bien acogida por la comunidad; el delegado de Ecuador fue uno de los más duros a la hora de expresar su apoyo: Que era hora ya que el organismo regional abandonara la política de avestruz y abordara todos los problemas de América. Los tratados no son revisables solo cuando no son impuestos por la fuerza, por eso mi país está con la causa de Bolivia. Perú, su aliado en la guerra, pero siempre poco dispuesto en periodos de paz a facilitar el acceso al mar a Bolivia a través de sus antiguos territorios, se sumó a las expresiones de apoyo a través de su representante Carlos García Bedoya, su canciller, quien expresó: Que su país comprende y apoya la demanda de Bolivia. Queremos decir aquí en América y a Bolivia, que el Perú tiene fundadas esperanzas de que el océano Pacífico volverá a bañar las tierras de Bolivia.549 No cabe la menor duda que la campaña comunicacional de Bolivia y sus gestiones con los demás países integrantes de la OEA, lograron sus objetivos. Esto nos debería llevar como país a reflexionar para evaluar si nuestra política comunicacional ha sido idónea y oportuna en la defensa de los intereses nacionales. Sin perjuicio de lo anterior, me imagino que se tendrá en consideración la participación de cada país, cuando sea necesario devolver la mano. Respecto a la ausencia de nuestro delegado al momento de tomarse la mencionada Resolución de la OEA, estimo que Chile debió haber auscultado cual sería el apoyo que obtendría Bolivia y no quiso presenciar el bochorno, pero me pregunto ¿no habría sido más conveniente la comparecencia de nuestro representante a fin de hacer frente a las mencionadas declaraciones? El tema marítimo en el organismo regional fue parte del inventario en los años sucesivos. La resoluciones Nº 481, de 27 de noviembre de 1980; la Nº 560, de 10 de diciembre de 1981, y la Nº 602, de 20 de noviembre de 1982; en las que se declaró y reiteró como de interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa por la cual Bolivia obtenga acceso soberano y útil al océano Pacífico sirvieron como antecedente para la Resolución Nº 686, de 18 de noviembre de 1983, que dio lugar 548

Art. 3b. El orden internacional está esencialmente constituido por el respeto a la personalidad, soberanía e independencia de los Estados y por el fiel cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional. Art. 18: Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho a intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen. Nota del autor. 549 Peña y Lillo. Obra citada. pp. 241-242.

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como lo cita El Libro del Mar, a un proceso de acercamiento que Oscar Pinochet lo consideró como algo normal si realmente se deseaba entrar en un nuevo proceso de negociaciones.550 Y ese acercamiento cristalizó en los años venideros. Chile había dado un paso importante en las relaciones con Perú, al poner término a las obras que se encontraban pendientes, de cargo de nuestro Gobierno, conforme al Tratado de 1929: el muelle, el edificio de la Aduana, la estación del ferrocarril Arica-Tacna y el monumento en la cima del morro de Arica, hechos que mejoraban la posición de Perú en la “estrellita del sur”, y que también podría significar una mayor receptividad por parte de ese Gobierno a la hora de que el nuestro pudiere formular nuevas consultas, como la de 1976. Súmese a lo anterior la solución de nuestro diferendo con Argentina gracias a la intervención del Papa, de manera que solo quedaba mejorar las interrumpidas relaciones diplomáticas con Bolivia y, en este ámbito, le cupo una participación destacada al presidente Víctor Paz Estenssoro según comenta Oscar Pinochet- que por cuarta vez ostentaba dicho cargo. Claro que ahora había olvidado lo de la carta que le había enviado desde el exilio a Hernán Siles, en que el asunto del puerto no era prioritario, y declaraba que la irrenunciabilidad boliviana de regresar al mar, debe tomar un nuevo rumbo, no cerrar ningún camino, constituye un imperativo pragmático para romper nuestro aislamiento geográfico. Esto es bueno apuntarlo, no significa aceptar cualquier solución que indirectamente remache un tratado injusto y logrado por la fuerza.551 La palabra pragmatismo o pragmático tiene diferentes acepciones, y ese campo lo dominaba ampliamente ese experimentado político, de manera que no fue difícil cambiar su pensamiento crítico de la década de los cincuenta con respecto a la carencia de un puerto y alterar la sintonía, adaptándolo a las circunstancias del momento. Ahora urgía buscar caminos de solución, con dignidad y decoro, en orden a obtener un acceso útil, libre y soberano, en honor a la justicia, que es una invocación a la inteligencia, y no por la fuerza, que es una apología a la irracionabilidad.552 Y con este “imperativo pragmático” se dieron las condiciones para elevar los Consulados en Santiago y La Paz a Consulados Generales, siendo designado en Chile el destacado hombre público Jorge Siles Salinas, quien había desempeñado importantes cargos en su Gobierno, como el de embajador ante la Santa Sede, de manera que no es un hecho menor que precisamente se haya elegido a esta personalidad para asumir dicho puesto, que en el fondo constituyó un verdadero embajador. Perteneciente a una familia que ha aportado y sigue aportando distinguidas personalidades en altas funciones públicas, incluso la Presidencia de la República, como Hernán Siles Salinas, padre del Cónsul General, a quien le correspondió hacer frente a lo que El Libro del Mar denomina el “Enfoque Fresco”.

550

Pinochet. Obra citada. p. 106. Ibídem. p. 108. 552 Ibídem. pp. 108-109. 551

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5.4.3. La negociación del enfoque fresco Posición boliviana

En 1986, varias reuniones sostenidas entre los Cancilleres de Bolivia y Chile, Guillermo Bedregal y Jaime del Valle, respectivamente, dieron lugar a un nuevo proceso de negociación conocido como "Enfoque Fresco". El escenario principal de la negociación, tuvo lugar en Montevideo entre el 21 y 23 de abril de 1987. En esa oportunidad el Canciller de Bolivia entregó dos memorándum al Canciller de Chile. Por el primero se propuso la cesión a Bolivia de una franja territorial soberana al norte de Arica unida al territorio boliviano, y por el segundo la cesión de un enclave, el cual no perjudicaría la continuidad territorial de Chile. Finalizada la reunión en Montevideo, un comunicado conjunto confirmó que la propuesta boliviana sería sometida a la consideración del Gobierno chileno. No obstante, mediante un comunicado de prensa de 9 de junio de 1987 Chile rechazó categóricamente las propuestas de Bolivia, dando así por terminado de manera abrupta el proceso de negociación sin que éste pudiera alcanzar el objetivo planteado. En la oportunidad, Chile manifestó que no cedería soberanía a favor de Bolivia.553 Opinión del autor a) Las gestiones de los cancilleres

A partir de marzo de 1986, ambos Gobiernos iniciaron conversaciones a nivel de ministros de Relaciones Exteriores, tendientes a mejorar los vínculos entre ambos países y buscar soluciones a los asuntos de fondo de interés en sus relaciones mutuas. Paz Estenssoro, el que tantas veces dirigiera los destinos de su nación, en un viraje pragmático, como atestigua Oscar Pinochet, con ocasión de la celebración del Día del Mar -fecha emblemática conmemorada cada 23 de marzo- durante un homenaje a Eduardo Abaroa expresó a sus connacionales lo que hiciéramos alusión en el subtítulo anterior, con respecto a la irrenunciabilidad boliviana de regresar al mar, adelantándose a Evo Morales en su constitución de 2009. Durante abril de 1987 (días 21, 22 y 23), los cancilleres de Chile y Bolivia, a instancias con toda seguridad del Cónsul General Jorge Siles, cuñado del canciller chileno -casado con una hermana del ministro del Valle- se reunieron en Montevideo, oportunidad en la que el Gobierno boliviano hizo entrega al nuestro de proposiciones encaminadas a iniciar negociaciones para encontrar una solución a su falta de acceso propio al Pacífico. Previo a la cita, el ministro del Valle había declarado en Santiago que Chile concurría a ella con un espíritu amplio y con la misma buena disposición demostrada por nuestro país en precedentes conversaciones, aun cuando no existen compromisos previos.

553

DIREMAR. Obra citada. p. 46.

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Más adelante agregó que la delegación que presido se impondrá de los planteamientos de fondo que la delegación boliviana estime pertinente formular, incluido el relativo a su condición de mediterraneidad, ante el cual Bolivia hará ofertas de compensación a Chile en previsión de negociaciones futuras.554 El Canciller señaló además que el Gobierno haría un minucioso análisis posterior, sin dar respuesta específica alguna en esa oportunidad. Es decir, Chile iba sin compromiso previo, dispuesto tan solo a escuchar y la respuesta se daría una vez que hubiere analizado la propuesta detenidamente en Santiago. Pero, por otra parte, no dejan de extrañarnos las declaraciones que al respecto hizo Bedregal en La Paz, antes de su viaje, en las que expresamente junto con afirmar que su país concurría libre de todo prejuicio, pero con el objetivo de lograr esa ambición y el “derecho” boliviano tan largamente anhelado, precisó que Bolivia jamás otorgará compensaciones territoriales, pero que no descartaba otro tipo de resarcimientos. En relación con estas declaraciones, el almirante chileno Carlos Chubretovich, exembajador en La Paz, en su obra Reseña de la Gestión Diplomática con Bolivia critica a nuestro canciller por no haber rectificado en forma oportuna a Bedregal por su mención al derecho boliviano, por cuanto ningún estudio serio y acabado señala que a Bolivia le asiste un derecho al mar. No hay duda que han tenido y tienen aspiraciones, necesidades, pero ¿derecho? creemos que no y coincidimos con el almirante. El exembajador en La Paz colige dos objetivos distintos de los cancilleres. Mientras el de Chile concurría con la mejor disposición a escuchar, el de Bolivia lo hacía con un objetivo muy preciso y muy definido cuál era lograr un compromiso de nuestro gobierno en orden a solucionar el problema de su mediterraneidad. En este mismo contexto, le objeta igualmente por no haber salido al paso de lo declarado a la prensa por la autoridad boliviana previo a la reunión: Se deben superar en América Latina los problemas fronterizos, resabios de una historia cuyos caracteres no vale la pena analizar, recalcando a continuación que el punto crucial de la negociación estará en el planteo que formule Bolivia. Chubretovich del mismo modo, observa los errores del ministro del Valle al no refutar los conceptos de “negociación”, por cuanto no se trataba de ello y de haber aceptado la palabra “problema” al aludir a la proposición de Bolivia: (...) la propuesta prevé que no se caiga en abismos de separación conceptual, que pudiera atentar contra una solución a este problema.555 b) Nueva proposición boliviana

La proposición boliviana constaba de dos documentos, y cuyo detalle se transcribe a continuación:

554 555

Carlos Chubretovich Álvarez. Reseña de la Gestión Diplomática con Bolivia. 1987. p. 67. Ibídem. p. 73.

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Memorándum 1

El Gobierno de la República de Bolivia, conforme lo acordado verbal e informalmente entre los Excelentísimos Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile, en las conversaciones preparatorias que sostuvieron en Bogotá, Nueva York, Lima y Guatemala, durante el pasado año 1986, las cuales determinaron también la creación de la Comisión Binacional de Acercamiento, tiene el honor de fijar los lineamientos básicos para la negociación que se hará en Montevideo, capital de la República Oriental de Uruguay, entre ambos países, sobre aspectos mutuamente convenientes para encontrar una fórmula de solución al problema de salida de Bolivia al océano Pacífico. En consecuencia, estima oportuno presentar a consideración del Ilustrado Gobierno de la República de Chile, el siguiente marco general y los criterios básicos que sirvan para iniciar dicha negociación: 1) El Gobierno de la República de Chile cederá a la República de Bolivia una costa marítima propia, soberana y útil, unida al territorio de Bolivia a través de una franja de terreno igualmente propio, soberano y que estará comprendido entre los siguientes límites: •

Límite norte. La Línea de la Concordia, actual límite de Chile y Perú, hasta la intersección con la frontera boliviano-peruana, en el Hito V.



Límite sur. Del casco norte de la ciudad de Arica, incorporando área, infraestructura, servicios e instalaciones portuarias hasta el primer puente sobre el río Lluta, cruce con los tramos ferroviarios Arica-La Paz y la carretera Panamericana Arica-Tacna. Luego el límite arcifinio556 será el curso del río Lluta hasta un punto al este de Coronel Alcérreca y, finalmente, una línea geodésica hasta el hito XI en la actual frontera de Bolivia y Chile, de tal manera que para aquellos tramos de sectores del ferrocarril Arica-La Paz y del oleoducto Sica-Arica, que corran y queden en territorio de Chile, se acuerde el derecho de servidumbre a favor de Bolivia, así como en la carretera A-15 de Arica a Tambo Quemado, según anexo de la Hoja Cartográfica “Arica” 1700-6800, editada por el Instituto Geográfico Militar de Chile.

2) Para los fines de cálculo de superficie y de marcación definitiva de límites se reunirá la Comisión Mixta de Límites Boliviano-Chilena, de acuerdo a las referencias fijadas para la nueva delimitación territorial en el número 1 del presente Memorándum. 3) Consiguientemente, la República de Chile cederá el territorio marítimo comprendido entre las líneas de base o los paralelos de los puntos extremos de la costa marítima citada en el numeral 1 del presente Memorándum.

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Dicho de un territorio que tiene límites naturales. Nota del autor.

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Bolivia en su área marítima, aplicará los principios y regulaciones que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar reconoce a los Estados Ribereños. Asimismo las Repúblicas Bolivia y Chile acordarán mediante convenios bilaterales la cooperación recíproca necesaria para la explotación y aprovechamiento de los recursos naturales vivos del mar, en el marco de la misma Convención. 4) El Gobierno de Bolivia se compromete a respetar los derechos privados, legalmente adquiridos, en el territorio que le será cedido. 5) La República de Bolivia velará porque su franja territorial, costa marítima y mar territorial complemente y coadyuven al desarrollo integral de las regiones de Arica y Tacna. Asimismo respetará las servidumbres internacionales que pesan sobre el territorio de su franja. 6) Por su parte, el Gobierno de la República de Bolivia está dispuesto a buscar una real y fructífera integración física, económica y cultural con las Repúblicas de Chile y Perú, con el objeto de concluir satisfactoriamente la cuestión del Pacífico que, en sus derivaciones finales, ha constituido un obstáculo para el desarrollo e integración de estas naciones, generando tensiones contrarías a los fines pacífico de los tres países. Para el logro de tan elevado objetivo y con miras al gran desafío que significa la proximidad del siglo XXI, siendo imperativo fomentar fronteras vivas, Bolivia propone al Gobierno de Chile la conformación de una Comisión Mixta que estudie el aprovechamiento racional de la zona fronteriza boliviano-chilena de los recursos hídricos existentes en la cuenca del Altiplano boliviano, preservando primordialmente el equilibrio ecológico, el clima y las necesidades vitales de las poblaciones bolivianas, así como los convenios internacionales existentes. Esos recursos hídricos podrían contribuir al aumento y mejoramiento de riego y a la mayor generación de energía hidroeléctrica para la región de Arica y la franja territorial cedida a Bolivia, así como también para incrementar el caudal del río Lluta. 7) Con miras a la creación de un polo de desarrollo integrado en la zona comprendida entre Arica la franja territorial cedida a Bolivia y Tacna, Bolivia propone la conformación de una segunda Comisión Mixta que estudie los recursos energéticos minerales y agropecuarios que Bolivia podría aportar, como también Chile y el Perú. En su oportunidad se invitaría al Perú a integrarse a esta Comisión. Con fines de financiamiento, Bolivia buscará el respaldo de las Naciones Unidas, y especialmente de la Organización de Estados Americanos, para que por la vía de sus respectivos organismos especializados, Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos financieros internacionales, se concedan créditos para la ejecución de proyectos y

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obras de ingeniería para el polo de desarrollo y la utilización de recursos hídricos.557 La Paz, 18 de abril de 1987 El corredor antes mencionado, traía consigo la inclusión del aeropuerto de Chacalluta con todas sus instalaciones, el Ferrocarril de Arica a La Paz, carreteras, puentes y diversas instalaciones del puerto de Arica. Al momento de realizarse estas conversaciones, el aeropuerto de Chacalluta constituía, después del aeropuerto Comodoro Arturo Benítez, el segundo con más movimiento en el país, con una cantidad cercana a las 12.000 personas que entraban o salían mensualmente por dicho terminal. Por otra parte, respecto al sector agrícola comprometido en el Valle de Lluta, de las 6.500 ha incluidas, 2.500 eran cultivables, ubicadas en el sector este del corredor en el camino a Tambo Quemado. De más está decir el impacto que generó el contenido de esta noticia entre los agricultores de la zona, cercanos a unos 250 productores. Los bolivianos no se andaban con chicas. “En pedir no hay engaños”.

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Ibídem. pp. 93-97.

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Fig. 11. Nueva proposición de Bolivia en 1987 Fuente: El Libro Blanco de Chile. El problema marítimo boliviano

Las compensaciones que ofrecía Bolivia, de acuerdo a la exposición hecha por el Ministro del Valle estaban constituidas por el pago en los montos y plazos que se estimara conveniente de la obras públicas e instalaciones que se encontraban comprendidas en la franja a ceder; agua para el río Lluta; mayor caudal para el río Lauca, con las posibilidades de construir centrales eléctricas en puntos de su curso; otros recursos hídricos de fuentes al sur del ría Lauca y cercanas a la frontera con Bolivia; gas natural para uso industrial y residencial, que sería transportado hasta Arica por un gasoducto. Memorándum 2 558

El Gobierno de la República de Bolivia presenta ante la consideración del Ilustrado Gobierno de la República de Chile la propuesta de cesión de un enclave territorial y marítimo en el norte de Chile, que no afecta la continuidad geográfica de Chile, en el sentido que ese enclave podrá comunicarse con el territorio de Bolivia por vías férreas, carreteras y poliductos, cuyo uso será acordado a favor de Bolivia determinándose, asimismo, la factibilidad de la construcción de un aeropuerto sobre el área del enclave. El Gobierno de la República de Bolivia recibirá a perpetuidad ese enclave mediante un Tratado que dejará establecido sus límites definitivos. La soberanía boliviana sobre este territorio sería garantía de una voluntad de cooperación y solidaridad en la costa del Pacífico entre ambas naciones, en el marco de un desarrollo mancomunado de la región. Para ello será indispensable que el puerto cedido a Bolivia fuese efectivamente útil para los fines de transporte marítimo, con la posibilidad de instalación de muelles de atraque, si no estuvieran ya establecidos, y todos los demás medios que faciliten los servicios de comercio y navegación. Bolivia presenta tres alternativas de enclave que somete a consideración del Gobierno de Chile y que son:

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Ídem.

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Fig. 12. Enclaves. Nueva proposición de Bolivia Fuente: El Libro Blanco de Chile. El Problema marítimo boliviano

De Caleta Camarones, a los 19° 12’ hasta Pisagua, que está a los 19° 35’, con una profundidad al este hasta los 70° de longitud oeste, una superficie de 1.680 kilómetros cuadrados, correspondiente a un frente de costa de 42 km y profundidad media de 25 km. De Tocopilla, 22° 06’ hacia el sur hasta Punta Cobija 22° 33’con una profundidad al este hasta los 70° de longitud oeste, con una superficie de 1.238 kilómetros cuadrados, con un frente de costa de 47 km y una profundidad media de 25 km. De Caleta Michilla, 22° 43’ hasta Mejillones, 23° 06’ con penetración hacia el este hasta los 70° de longitud oeste, con una superficie de 1.500 kilómetros cuadrados correspondientes a un frente de costa de 50 km y con una profundidad media de 30 km.559 La Paz, 18 de abril de 1987

559

Ídem.

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c) Aspectos complementarios a la propuesta

El 5 de junio de 1987, en una conferencia de prensa especialmente citada para ese efecto, el canciller Jaime del Valle dio a conocer a la opinión pública el texto y los detalles de la propuesta boliviana. En esa oportunidad, como es lógico suponer, se generó una serie de preguntas y aclaraciones que Chubretovich recoge en su obra y de la cual extraemos algunos párrafos. En relación con la integración física, económica y cultural que cita el párrafo 6 del Memorándum 1 de la proposición boliviana, precisó: Bolivia ofrece compensaciones indicadas por rubros, mas no por cantidades, porque se habla de caudal de agua para regar, de eventual energía eléctrica, pero se deja a las comisiones mixtas que pudieran nombrar los dos países para que determinen cuales serían las cantidades que podrían compensar ese territorio más el mar territorial que se proyecte de él. Más adelante agregó: la propuesta boliviana no obliga ni compromete a Chile, ya que fue entregada para su correspondiente estudio y posterior respuesta, la que podría referirse en forma específica sobre algunas de las peticiones o bien buscar una respuesta diferente, en la forma que más conviniese a los intereses de Chile. Con respecto a la posición chilena se refirió en los siguientes términos: Pueden tener la tranquilidad de que el grupo de personas que tome las grandes definiciones para someterlas en definitiva al Presidente de la República, es un grupo de personas representativas del quehacer nacional, con profundo conocimiento de las materias, de tal manera que la opinión pública de Chile puede estar absolutamente tranquila, porque se va estudiar con la seriedad y con el patriotismo que Chile siempre ha acostumbrado a tratar estas materias. Referente a las razones para que Chile estuviera conversando sobre este tema, respondió que a lo largo de su historia diplomática nuestro país ha estado dispuesto a escuchar las aspiraciones y las pretensiones bolivianas, agregando a continuación: Este predicamento de acercarse a sus vecinos, hizo que Chile pudiera escuchar los planteamientos que Bolivia quisiera hacer para solucionar el problema derivado de la situación mediterránea (...). El Gobierno de Paz Estenssoro había mostrado desde sus inicios una voluntad de enfocar este problema de una forma más mesurada, más serena y que no se ha hablado de canje territorial. No hemos tocado este tema.560 Chubretovich subrayó el hecho de que en Bolivia, simultáneamente y con el mismo propósito, la responsabilidad de dar a conocer a la opinión pública el texto de la petición estuviese a cargo del viceministro y no del ministro del ramo, quien solo se limitó a hacer entrega a los medios de comunicación de una copia de la presentación, sin dar respuesta alguna a las preguntas que se le formularon, lo que constituyó “un suceso totalmente inadvertido.” Lo que más sorprende es que la propuesta fue entregada en Montevideo, provocando un gran desconcierto en el ámbito político y público de Chile, ya que previamente por conducto de nuestra Cancillería solo se había dado a conocer que en Montevideo se limitaría a una conversación sin compromisos previos para

560

Ibídem. pp. 97-98.

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escuchar planteamientos bolivianos, pero en ningún caso una propuesta tan definida y específica como la que se hizo. Este hecho, absolutamente inesperado, a lo que se sumaba su contenido con exigencias tan firmes pero sin otorgar retribuciones de importancia, motivó la acogida que en Chile se le dispensó, por cuanto no fue necesario efectuar estudio alguno, ante las severas y generales críticas que desató, obligando a un inmediato rechazo por inadmisible. Otra situación que no pudo pasar desapercibida en este período, es que ambos cancilleres hubiesen programado una reunión de tanta importancia en circunstancias que las relaciones diplomáticas en el ámbito de embajadores continuaban suspendidas. Esta conducta prácticamente ha pasado a ser normal entre los dos Gobiernos, y se repitió más tarde bajo el Gobierno del presidente Lagos, aunque no se llevaron a efecto reuniones con el mismo propósito. En este sentido, el autor de este trabajo considera que Chile, al aceptar reuniones entre cancilleres o al nivel de Jefes de Estados, se está subordinando a la exigencia boliviana de entablar relaciones diplomáticas formales solo una vez que dicho país termine con su enclaustramiento, en consecuencia éstas deberían mantenerse exclusivamente en el ámbito consular; más aún cuando no se ha observado por parte de diversas autoridades de Bolivia la predisposición para bajar la temperatura a sus declaraciones. Se entiende que las autoridades chilenas lo han hecho con el firme propósito de colaborar y que no se puede mantener una eterna incomunicación diplomática con el vecino, especialmente cuando éste ha logrado captar las simpatías de la región al difundir y asentar en la opinión pública internacional que está siendo víctima de una injusticia, que clama por un acto reparador, lo que no siempre ha sido debidamente impugnado por nuestro país. El ministro del Valle, al dar a conocer a la opinión pública el texto de la propuesta boliviana, en junio de 1987, fue enfático al indicar que las preguntas hechas por Chile a los planteamientos bolivianos en ningún caso significaban pronunciamiento sobre el particular. El tenor de éstas y sus respuestas fueron las siguientes:561 1) Cálculo de la superficie: Chile pidió explicar cómo se procedió al cálculo de la superficie indicada en el punto número uno, límite sur. Bolivia aclaró que se utilizó el sistema de cálculos por triangulación, cuya superficie es aproximada. 2) Precisión de Limite: Ante la precisión del límite propuesto desde el puente del ferrocarril de Arica-La Paz, sobre el río Lluta hacia el sur, se respondió que el límite sería partiendo desde la desembocadura del río San José en el océano Pacífico, haciendo la salvedad que la población y propiedades urbanas existentes en esa área, quedarían bajo soberanía chilena. El acceso de Bolivia a la zona portuaria se extendería hasta el extremo sur del malecón de atraque construido para el servicio del Perú.

561

Figueroa. Obra citada. Extracto. Anexo Nº 38. pp. 524-527.

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3) Instalaciones Portuarias: Chile pidió especificar el sentido de las expresiones área, infraestructura, servicios e instalaciones portuarias, a lo que Bolivia respondió que se refería a aquellas existentes en la zona de acceso al malecón citado. No se consideraba la zona urbana ni población existente en la ciudad de Arica. 4) Comunicaciones: El Gobierno de Chile solicitó que se explicara cómo se solucionaría las comunicaciones entre Tacna y Arica con el corredor que lo atravesaría. Bolivia propuso realizar un estudio “in situ” para analizar la construcción de un distribuidor de vías que asegure los servicios existentes. 5) Coordenadas: Chile pidió identificar las coordenadas del punto que se encuentra al este de la estación Coronel Alcérreca. Bolivia respondió que correspondía a la intersección del paralelo 18° L. S. y 69° 38’ L. O. a 2.500 metros al este de la citada estación, aproximadamente. 6) Compensaciones: Nuestro Gobierno pidió precisión de las compensaciones establecidas en la propuesta. Bolivia respondió que ambos estados deben efectuar un esfuerzo común para encontrar y medir técnicamente el potencial de recursos hídricos existentes en la zona fronteriza a partir del río Lauca. Chile pidió conocer los recursos hídricos permanentes que Bolivia estaría dispuesta para entregar para el Norte Grande chileno por otros cauces y Bolivia contestó que la comisión binacional debía definir los cursos hídricos que pudieran llegar al norte chileno, teniendo en cuenta la preservación de las zonas bolivianas donde se originan esos cursos de agua. Chile solicitó además aclarar si los recursos hídricos que había en Bolivia eran de su exclusiva disposición y no requerían de acuerdo con el Perú; Bolivia aseguró que eran de su patrimonio exclusivo, agregando además otra precisión referente a la extensión del gasoducto Santa Cruz-Sica Sica hasta Arica, lo que estima también un elemento de compensación. 7) Indemnizaciones: Chile solicitó aclarar el carácter de las indemnizaciones de las instalaciones comprendidas dentro de la franja que interesa a Bolivia: Obras de infraestructura y recursos naturales. 8) Respecto del FF. CC. Arica-Visviri, Bolivia expresó que lo recibiría a título oneroso; las obras civiles serían objeto de indemnización en términos a convenir por ambas Partes. 9) Con relación al aeropuerto de Chacalluta, éste sería transferido a título oneroso y en los plazos y montos a convenirse. Mientras Chile construye un aeropuerto alternativo, Bolivia concedería todas las facilidades para usar esas instalaciones. 10) En relación con las azufreras, el Gobierno de Bolivia reconocería a la empresa concesionaria actual la explotación en el Tacora. 11) Sobre la proyección marítima que eventualmente tendría el enclave,

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Bolivia sostuvo que en lo que se refiere al uso de las aguas territoriales contiguas, garantizaría la libre navegación de cualquier buque o nave chilena, sin restricción alguna. Respecto del régimen que adopte sobre su mar territorial y zona económica exclusiva se enmarcaría conforme a los principios y regulaciones de las Naciones Unidas. 12) En relación con las compensaciones, si éstas serían similares para la propuesta alternativa, Bolivia aclaró que serían proporcionalmente menores. El autor de Reseña de una Gestión Diplomática con Bolivia no deja de observar que el Memorándum Nº 1 presentado por la legación boliviana, haga expresa alusión a las conversaciones previas sostenidas con nuestro canciller, lo que indicaría que con antelación a la reunión de Montevideo se habría contado con algún grado de conocimiento de lo que se plantearía en ella: Conforme a lo acordado por los cancilleres de Bolivia y Chile, en varias reuniones previas sostenidas en el curso de 1986, el Gobierno de Bolivia fija los lineamientos básicos sobre aspectos mutuamente convenientes para encontrar una fórmula de solución al problema de salida de Bolivia al océano Pacífico.562 Estas afirmaciones a juicio de Chubretovich estarían en abierta contradicción con lo declarado por nuestro canciller antes de su partida a Montevideo. d) Reacciones ocasionadas ante la propuesta boliviana

Conocido en Chile el tenor de las propuestas bolivianas, generaron una serie de reacciones por parte de diversas autoridades y personalidades de los países involucrados. Se citan a continuación extractos de declaraciones formuladas a los medios de comunicación en Bolivia, Perú y Chile.563 En Bolivia - El expresidente Hugo Banzer: La propuesta formulada es exactamente la misma que él, durante su administración, propuso directamente al presidente Pinochet Se dice que es diferente porque nosotros habríamos propuesto trueque de territorios. Nada más falso, nosotros nunca planteamos ni aceptamos el trueque.564 Una de las ventajas de la modernidad y sus adelantos, es que felizmente se pueden guardar imágenes, audios y escritos que en este caso desvirtuarían totalmente las afirmaciones del presidente Banzer, como lo demostramos en párrafos precedentes. - El canciller Guillermo Bedregal Gutiérrez: Bolivia no puede prescindir de la fraternal comprensión del Gobierno del señor Alan García, y que por esta razón Bolivia estuvo informando sobre las 562

Chubretovich. Obra citada. pp. 106. Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 321-325. 564 El destacado es del autor. 563

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negociaciones al Perú. La propuesta se basa en la necesidad de recuperar una salida soberana y útil al océano Pacífico, mediante una negociación bilateral que se afirma en el aspecto multilateral. Reconoció la necesidad de establecer consultas al Perú en algún momento del actual proceso de aproximación a Chile, porque no se puede prescindir de un Gobierno tan fraterno como es el Gobierno del Perú.565 - El excanciller Jorge Escobari Cusicanqui: (...) el problema marítimo no es bilateral ni trilateral, sino eminentemente unilateral, porque somos los bolivianos los que debemos definir anticipadamente un criterio nacional al respecto.566 - El destacado periodista Jorge Canelas: En una entrevista concedida por Jorge Canelas, director del diario La Última Hora de La Paz, sucesor en dicho cargo de Hernán Siles, y publicada en el diario El Mercurio de Santiago, señaló sus impresiones acerca de las negociaciones que se estaban llevando a cabo con Chile, producto de los corrillos y versiones no oficiales que circulaban en La Paz, y en respuesta a una consulta sobre la inviabilidad de los enclaves, hechos trascender por el mismo diario, respondió: Me parece que lo de los enclaves es muy poco realista. Ninguna nación del mundo aceptaría quedar cortada en dos. No es posible suponer la partición del territorio de un país. Hay muchas veces que el sentido común ayuda a aclarar las ideas. Para mí es impracticable. Volvemos, entonces a pensar en la franja al norte de Arica como lo único realmente viable.567 En Perú - El Presidente de la República Alan García: La consulta al Perú debe hacerse cuando se haya llegado a un acuerdo entre Chile y Bolivia y no antes. El Gobierno esperará cuáles son los acuerdos alcanzados por Bolivia y Chile y sus argumentos, y oportunamente el Perú dará su parecer. Todo lo que sea posible que el Perú haga por ayudar al pueblo boliviano será hecho por el Perú. Bolivia, que además conformó con el Perú un solo país, hace siglo y medio, no fue originalmente un país mediterráneo; lo es a consecuencia de una infausta guerra cuyas causas y atrocidades deben quedar olvidadas en la historia (...) aquello que beneficie a Bolivia siempre tendrá el respaldo de Perú. ¿Cómo puede negarse el Perú a asumir una posición de reivindicación histórica para todo un pueblo que tiene un grave problema histórico? 568 - El canciller Alan Wagner: Cualquiera solución que se adopte en torno a la solución de la mediterraneidad 565

Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 321-325. Ibídem. 567 Diario El Mercurio de Santiago. 6 de mayo de 1987. 568 Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 321-325. 566

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de Bolivia debe contribuir a afianzar la paz, la seguridad y el desarrollo integrado del área. El Gobierno ha tomado conocimiento con interés del informe emitido por los Ministros Del Valle y Bedregal y que ofrecerá su aporte constructivo en el momento en que sea consultado sobre las negociaciones que permitan mantener relaciones de paz, seguridad e integración en el área para beneficio permanente de los pueblos de las tres naciones.569 En Chile - El almirante José Toribio Merino Castro, Comandante en Jefe de la Armada y Presidente de la Junta de Gobierno. El 27 de abril declaró: Si la propuesta boliviana implica una modificación al tratado de paz firmado con Bolivia en 1904, donde se fijan claramente cuáles son los límites entre ambos países, en ese caso se necesitaría de una Ley de la República, porque de lo contrario el acuerdo no tendría ningún valor. En el caso que la propuesta signifique un cambio de la soberanía y fronteras entre Chile y Bolivia, se requeriría de un plebiscito para aprobar dicha modificación.570 8 de mayo de 1987: En la clase magistral que di al inaugurarse el Mes del Mar dije que la costa chilena es una línea continua que se inicia en la Línea de la Concordia y termina en el Polo Sur. Si alguien quiere pensar que se va a meter en esa línea continua, que es chilena, propia, está equivocado (...). A Bolivia no se le va dar salida al mar.571 10 de junio de 1987: No le regalaremos a Bolivia territorios de nuestros antepasados. Están reclamando lugares que nunca han sido bolivianos y que fueron conquistadas por los chilenos con sangre, sudor y lágrimas.572 - El Presidente de la Liga Marítima de Chile almirante Eric Solís de Ovando: Los corredores y los enclaves han sido fuente de problemas y conflictos, que, incluso han derivado en guerras. Al entregarse un corredor se pierde soberanía, precisamente en un lugar estratégico donde confluye toda Sudamérica para su salida al Pacífico, por lo que los territorios señalados son de importancia estratégica relevante.573 - El almirante Francisco Ghisolfo Araya:

569

Ibídem. El Mercurio de Santiago. 28 de abril de 1987. 571 Chubretovich. Obra citada. pp. 84. 572 Ibídem. p. 121. 573 Ibídem. p. 122. 570

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Las dos propuestas hechas por Bolivia para solucionar el problema de su mediterraneidad son negativas. Ni siquiera debieron haber sido escuchadas, porque sobrepasan con creces lo que estaban conversando las comisiones para mejorar las relaciones entre Chile y Bolivia. Recuérdese que no tenemos relaciones formales con ella, así que ni siquiera debiéramos estar conversando.574 - La prensa de Chile: La prensa nacional no estuvo ajena a exteriorizar lo expresado por columnistas, comentaristas de radio y televisión, cartas a los directores de los medios, entrevistas, etc. Estas opiniones reflejaban el sentimiento generalizado de la opinión pública que manifestaba su desacuerdo con una eventual cesión de territorio en favor de Bolivia, siendo algunas de estas expresiones bastante ácidas. Los chilenos debemos estar alertas para evitar que se consume una nueva derrota diplomática que signifique una pérdida irreparable de territorio.575 ¿Pueden aceptarse soluciones mezquinas, insuficientes de seguridad y consideraciones?576 Creo que es hora de terminar con tanto desatino de nuestras RR. EE. Con cesiones no terminan los apetitos foráneos sobre nuestro país.577 No corresponde a Chile satisfacer nuevamente la aspiración boliviana. Ya lo hicimos en el pasado (1866 y 1874) y la hermana República de Bolivia defraudó los sinceros e ingenuos afanes americanistas de las autoridades chilenas.578 En este increíble asunto de la entrega de parte de nuestro patria se ha cometido un error de proporciones y es el de no haber rechazado de plano la primera demanda en tal sentido.579 ¿No estaremos frente a una tragicomedia muy bien montada por los señores Paz Estenssoro y Bedregal, nuevamente, para desviar la atención pública de la grave situación socio económica por la que atraviesa Bolivia? 580 En el asunto con Bolivia todos los chilenos sentimos que la cesión de territorio es algo inaceptable que no debiera ni siquiera llegar a plantearse. No ha sido un feliz acto de diplomacia por parte nuestra el permitir en las conversaciones previas que la entrega de territorio llegara a plantearse formalmente.581 Tampoco entiendo por qué la diplomacia chilena continúa alimentando falsas expectativas al pueblo boliviano, al aceptarle que proponga fórmulas de arreglo 574

Ibídem. p. 122. El Mercurio de Santiago. 13 de mayo de 1987. 576 Ibídem. 18 de mayo de 1987. 577 La Segunda. 18 de mayo de 1987. 578 El Mercurio de Santiago. 25 de mayo de 1987. 579 La Segunda. 2 de junio de 1987. 580 La Segunda. 16 de junio de 1987. 581 El Mercurio de Santiago. 28 de junio de 1987. 575

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no sujetas a condiciones previas por parte de Chile.582 Cuidémonos ahora de algunos chilenos amigos de Bolivia, que están apareciendo. En otras palaras, sepamos defender en el norte lo que no supimos defender en el sur. A quienes pretendan ceder territorio a Bolivia, en aras de la misma fraternidad y americanismo que les hizo regalar la Patagonia, les debemos recordar que ahora nadie se acuerda ni nos agradece aquel magnánimo gesto.583 - Expresiones de organizaciones civiles en la zona afectada: En Arica, a las pocas horas de conocerse la demanda boliviana se organizó rápidamente el Comité de Soberanía Nacional, que logró reunir en una pocas horas más de 2.000 adherentes que propiciaban defender y proteger con decisión y entereza el territorio nacional, comprometido con la petición boliviana de acceder al litoral a través de un corredor por dicha ciudad. Días más tarde, el comité se manifestó absolutamente satisfecho por haber logrado crear conciencia a escala local y nacional por el rechazo a la propuesta. En Iquique y Antofagasta la población también reaccionó en contra al tomar conocimiento de los eventuales enclaves sugeridos por Bolivia que afectarían esos territorios. En Antofagasta, tanto la Asociación de Industriales como la Cámara de Comercio, criticaron fuertemente las peticiones y las compensaciones ofrecidas por Bolivia. Los habitantes de Camarones, Pisagua y Cobija reaccionaron molestos y expresaron que no permitirían nunca una cesión como la que pretendía Bolivia. Las reacciones, tanto de los medios de prensa como de las mencionadas organizaciones deben entenderse como signos de resistencia y protesta a una gestión, que partiendo de la base de la necesaria reserva con que deben tratarse estos asuntos del Estado para no entorpecerla, el proceso había sido canalizado dentro de un curso muy estrecho, muy personal, quizás en demasía, que le impuso el jefe de la diplomacia chilena, como apunta acertadamente el almirante Carlos Chubretovich, siendo extremadamente cauto en sus expresiones; 584 pero el decano de la prensa chilena, El Mercurio de Valparaíso, del 10 de junio de 1987 no escatimó esfuerzos en develar lo que flotaba en el ambiente, por lo menos en las personas que se interesaban en el tema: La circunstancia que exista una relación de orden familiar entre los señores Del Valle y Siles, situación que si bien es cierto en el fondo no pudiera tener mayor significación, por la integridad y patriotismo que es dable asignarle a ambos personeros, es innegable que en la forma no contribuye a realzar la transparencia con la que debe rodearse y mantenerse la gestión.585

582

Ídem. Ibídem. 28 de mayo de 1987. 584 Chubretovich. Obra citada. p. 81. 585 Ibídem. p. 88. 583

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e) Fracaso de las negociaciones

Como era de esperar, Chile no podía dar su consentimiento a las últimas proposiciones hechas por Bolivia, por constituir un retroceso en las negociaciones del periodo anterior al considerar elementos que no resguardaban sus intereses en forma debida, y mucho menos podía aceptar la interrupción de la continuidad del territorio. Por otra parte, el tenor de las declaraciones formuladas y la reacción de la ciudadanía llevó a nuestro Gobierno a rechazar el planteamiento boliviano con fecha 9 de junio de 1987 cuya versión oficial reproducimos: Por expresas instrucciones de S.E. el Presidente de la República, el Ministerio de Relaciones Exteriores cumple con informar a la opinión pública lo siguiente: 1º En el curso de las últimas semanas el canciller Jaime del Valle completó una serie de exposiciones encaminadas a explicar y considerar el contenido de las propuestas formuladas por el Gobierno de Bolivia respecto de su aspiración por un acceso soberano al océano Pacífico. Entre estas reuniones se destacan las mantenidas con la Honorable Junta de Gobierno, con los Estados Mayores de las Fuerzas Armadas y los señores generales de Carabineros de Chile, ministros de Estado, excancilleres, dirigentes empresariales, periodistas y en general representantes de diversos sectores de la vida nacional. 2º Después de esta intensa etapa de análisis, consultas y pormenorizada información, y dentro del espíritu de seriedad y franqueza que caracteriza a la política exterior chilena, la Cancillería siente el deber de informar que no resulta admisible para Chile el fondo de la aludida propuesta boliviana en sus dos alternativas, esto es la concesión de territorio chileno soberano, sea a través de un corredor al norte de Arica o de un enclave a lo largo de su litoral. 3º No obstante lo anterior, y consecuente con su voluntad permanente de acercamiento hacia la hermana República de Bolivia, Chile entiende que colaborar con dicho país en la búsqueda de fórmulas que, sin alterar el patrimonio territorial o marítimo nacionales, permitan materializar una integración bilateral que sirva eficazmente al desarrollo y bienestar de los respectivos pueblos. El Gobierno de Chile ha estimado de su deber adelantar estas precisiones porque no estima justo -con su silencio o dilación- generar confusiones en la opinión pública nacional, o bien engendrar falsas expectativas al Gobierno y pueblo boliviano, que el transcurso del tiempo se encargaría de frustrar.586 En nuestro país el rechazo a la presentación de Bolivia contó con la aprobación de prácticamente toda la dirigencia de los diversos partidos políticos y de la opinión pública, existiendo consenso en mantener el diálogo y buscar una solución que no perjudicara nuestros intereses. Especiales demostraciones de aprobación a la medida del Gobierno de Chile se hicieron sentir en las ciudades del norte de Chile, donde muchos ciudadanos embanderaron sus casas.

586

Ibídem. pp. 125-127.

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Sin embargo no pasaron desapercibidas algunas contradicciones por parte del ministro Jaime del Valle o vacíos que dejaron ciertas declaraciones, tan pronto como apareció en la prensa la del 9 de junio. En efecto, en la reunión sostenida con los medios de comunicación social después de haberse emitida ésta, hizo presente que las autoridades chilenas procedieron con toda seriedad en el estudio de la propuesta boliviana, agregando a continuación que lo anterior sumado a la reacción de la opinión pública, motivó al Gobierno al rechazo soberano de ella, y que con el objeto de no mantener una esperanza se le representó al cónsul general Jorge Siles, que nosotros creíamos que no podíamos mantener por más tiempo esta ilusión. No debe haber sido fácil al Canciller chileno participar a su cuñado y Cónsul General, la resolución del presidente Pinochet. Confrontada esta declaración con las que la misma autoridad hizo los días 6 y 9 de junio, como señala Chubretovich, provocó una confusión manifiesta en quienes las leyeron. Efectivamente el 6 de junio expresó que hará sus más leales esfuerzos para que Chile pudiera entregar una respuesta antes de fin de año y tres días más tarde, a pocas horas de publicar la declaración oficial en que se rechazaba la propuesta boliviana, anunció que había que esperar un tiempo todavía, hasta que los medios pudieran consultar más gente ¿Cuáles fueron los hechos o circunstancias que motivaron esta discrepancia entre las tres declaraciones? Ante la falta de antecedentes es preferible no especular, pero queda la sensación de haber manejado por un carril un tanto personal o no fueron debidamente ponderados los pasos seguidos en esta negociación.587 El Cónsul de Bolivia, Jorge Siles Salinas, renunció a sus funciones y regresó de inmediato a su país, no sin antes expresar en un comunicado que el planteamiento boliviano era negociable y pudo haber dado lugar a un adecuado tratamiento bilateral. En Bolivia la noticia caló hondo en la población y dio origen a una serie de manifestaciones en contra de nuestro país; y era esperable que sucediera, por cuanto la opinión pública boliviana remotamente y desde temprana edad, ha sido mantenida con dudosas esperanzas, atada a una quimera y tergiversando los hechos históricos. Hubo atentados con explosivos en el Consulado chileno de Cochabamba; se guardó un minuto de silencio; se atacaron vehículos de transporte chilenos; se hizo un llamado a través de los medios de comunicación a boicotear la adquisición de productos provenientes de Chile, etc. El canciller Bedregal se refirió en términos extremadamente ofensivos e hirientes hacia el ministro del Valle: De ninguna manera podrá sostener hoy día que la propuesta de Montevideo era un balde agua fría. Lo que pasa es que por ser un alarife-albañil- de un Gobierno totalitario, declara eso. Agregando a continuación una serie de detalles que ponían de manifiesto que el canciller chileno conoció oportunamente la propuesta: Incluso le dibujé en servilletas de papel cual era el planteamiento. Posteriormente en Nueva York y cuando partía de regreso a Chile, le 587

Ibídem. pp. 127-128.

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entregué un sobre pidiéndole que leyera su contenido en el avión, pues ahí estaba también explicado el fondo de nuestro planteamiento. Hago esta aclaración no sólo para esclarecer una verdad histórica, sino también como hombre y le digo a ese ser humano, que es el señor Del Valle, que es un cobarde.588 Diríamos que el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, olvidó las maneras de caminar en las artes de la diplomacia. Hechas a principio del siglo XX, por mucho menos se habrían arrojado un guante y batido a duelo. El Canciller chileno, consultado al respecto expresó en forma lacónica que jamás había consentido en conversar o discutir sobre ese tema. Desmintió terminantemente tales afirmaciones, no obstante reconocer los diversos intentos que hiciera Bedregal para llevarlo al tema, pero sin dar lugar a que ello aconteciese. En todo caso, aun cuando lo aseverado por el canciller boliviano hubiere sido en los términos como él lo indicó, su lenguaje ofensivo dejaba bastante que desear. Bedregal no solo cayó en descalificaciones personales, sino que al ver cuán precaria era su posición al interior de su Gobierno producto del fracaso de las negociaciones, hizo un llamado por la prensa instando a sus compatriotas a no comprar los productos chilenos presentes de Bolivia, calificando tal rechazo como un acto de conciencia nacional. La televisión y la radio no fueron menos cautas, sumándose en una intensa campaña de difamaciones y ataques hacia Chile. Antofagasta, el litoral boliviano; Bolivia escucha el llamado del mar y nuestra respuesta al usurpador, volveremos a los puertos del progreso. El ministro boliviano igualmente señaló a la prensa internacional que consideraba suspender sus relaciones comerciales con Chile, calificando como un acto hostil la actitud de nuestro Gobierno y, como se suponía, la Cancillería inició una nueva ofensiva ante la OEA, basada en la ya citada Resolución de 1979. El 12 de junio de 1987 su embajador ante ese organismo, Armando Soriano, solicitó a su presidente, Antonio de Tonza, una sesión extraordinaria a fin de tratar el rechazo de Chile a la propuesta boliviana para obtener una salida al mar. Paralelamente y con el ánimo de influir en el organismo internacional, el ministro de Informaciones de Bolivia, Hernán Antelo en un comunicado oficial el 12 de junio, declaró que Bolivia denunciaría ante la OEA que aviones chilenos violaron su espacio aéreo en las localidades de Charaña y Calacota, considerando ese acto como un signo de hostilidad que se suma a la torpe y brutal respuesta al planteamiento altiplánico de salida al mar.589 No solamente el Gobierno de Chile desmintió categóricamente tales afirmaciones, sino que fue el propio ministro de Defensa de Bolivia, Alfonso Revollo, quien aclaró que los aviones aludidos eran de procedencia peruana. No se descartó tampoco el estímulo a actos de agravio hacia Chile por parte del pueblo boliviano, en especial de la juventud. Escolares guiados por sus profesores acudieron a la plaza Murillo, frente al Palacio Quemado, portando carteles y gritando consignas en contra de nuestro país; el arzobispo de Sucre, monseñor René Fernández, sugirió al presidente Paz Estenssoro la mediación papal para garantizar 588 589

Ibídem. pp. 132-133. Chubretovich. Obra citada. p. 135.

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la paz y reparar la injusticia histórica; el comandante general de la Armada boliviana, contralmirante Douglas Extremadoiro García no se quedó atrás, aguijoneando la respuesta chilena y llamando a la población a tener una conciencia nacional dispuesta a todo sacrificio; el comandante en jefe de la Fuerza Aérea boliviana, general Jorge Rodríguez, aprovechó la oportunidad para lanzar una proclama abiertamente amenazadora: (…) en el seno de la Fuerza Aérea tenemos la certidumbre que el cabal ejercicio del poder aéreo liberará a Bolivia del enclaustramiento, encauzará a la patria hacia su verdadera integración y proyectará sus alas más allá de los mares.590 El ministro de Informaciones de Bolivia volvió a la carga no escatimando iniciativas e hizo un llamado a paro por cadena nacional, instando a todos los bolivianos a reafirmar en un acto simbólico la voluntad de retornar a las costas del océano Pacífico. (…) Todos los bolivianos deberán detenerse en el lugar en que se encuentren para cumplir este acto de reafirmación de nuestros derechos marítimos. Queremos que el mundo sepa que no claudicaremos jamás en la lucha por la reparación de una injusticia histórica. Responderemos así a la soberbia del Gobierno chileno, con un gesto pacífico, pero firme y decidido.591 En el resto del país las propias autoridades bolivianas, lejos de apaciguar los ánimos se encargaron de atizar el fuego, lo que lejos de traer tranquilidad, serenidad y cordura, hacía la situación cada vez más tensa, con una incontrarrestable animosidad hacia Chile. La sesión especial de la OEA solicitada por Bolivia, se llevó a efecto en Washington D.C. el 17 de junio de 1987, ocasión en que nuestro embajador Javier Illanes tuvo una destacada intervención. En ella, además de hacer un relación pormenorizada de las negociaciones recientemente llevadas a cabo, rechazó la intervención de ese organismo americano en asuntos de la estricta competencia de las naciones afectadas y precisó también aspectos fundamentales que echaron por tierra las acusaciones y cargos presentados por la delegación boliviana, aludiendo a la condición favorecida de dicha nación producto de las concesiones otorgadas por Chile y entre otros aspectos, al rechazo categórico a la existencia de cuestiones pendientes derivadas de la guerra del Pacífico. En parte de su discurso haciendo referencia al oleoducto de Sica Sica señaló: Este es un régimen que va mucho más allá que el establecido en la Convención de la Naciones Unidas sobre Comercio en Tránsito de los Países sin litoral de 1965, por lo que Bolivia no lo ha ratificado (...). Es claro, pues, que la condición geográfica mediterránea de Bolivia no es un obstáculo para su comercio ni su desarrollo económico y social. Sin embargo por razones que no me corresponde examinar, desde hace años se ha venido levantando en Bolivia la bandera de la aspiración marítima que, como es bien sabido, ha pasado a ser un factor emocional constantemente presente en la política de ese país. Más adelante agregó: Luego del fracaso de las negociaciones iniciadas con el encuentro presidencial de Charaña, Bolivia retomó, una vez más, su estrategia multilateral, que iniciara en 1920

590 591

Ibídem. p. 138. Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 329.

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en la Liga de las Naciones. Bolivia sabía entonces, como lo sabe hoy, que dicho camino es totalmente inconducente para satisfacer sus aspiraciones, ya que Chile -y lo reitero ahora- jamás será llevado a la mesa de las negociaciones bajo presión de ninguna clase y menos a través de resoluciones contrarias a derecho. Hoy estamos, lamentablemente, en presencia de un intento más de querer comprometer a la OEA en un asunto para el que no tiene competencia, prolongando los funestos presentes que se inician en 1979, en la Asamblea General celebrada en La Paz, donde se llegó al extremo de detallar las características de la cesión territorial que Chile debería hacer en beneficio de Bolivia (...). Prosiguió Illanes haciendo mención que no obstante que Chile objetó el fondo de la proposición boliviana, mantenía abierta la posibilidad de explorar conjuntamente la integración de ambos pueblos, pero que a ello se oponía la propia actitud de Bolivia: (...) Obviamente, la campaña de insultos y denuncias, así como la amenaza de suspender relaciones consulares y comerciales, que han hecho diversos sectores y personeros bolivianos en los últimos días, conspiran contra este fin y, en vez de facilitar, alejan las posibilidades de un diálogo constructivo. De igual manera, la insistencia en recurrir a los organismos internacionales para tratar de forzar decisiones que solo compete a la soberanía interna de Chile, no conseguirá sino perturbar nuestro entendimiento. En este sentido, la injerencia de la OEA en un asunto para el cual no tiene competencia, pues atenta contra los principios y disposiciones de la carta vigente y que fueron reafirmados y fortalecidos en el Protocolo de Cartagena, tampoco ayudará al necesario diálogo bilateral ente Chile y Bolivia. Esto es algo que ruego a los señores delegados tener muy presente (...) la vía bilateral es el único camino mediante el cual podrá alguna vez satisfacer Bolivia sus aspiraciones, ya que ningún país podrá aceptar que decisiones que inciden en su soberanía e integridad territorial sean gestadas en foros internacionales (...) Bolivia debe encarar con realismo y sentido práctico sus aspiraciones marítimas y nada conseguirá con insistir en una reivindicación histórica, pues Chile, nada le debe ni reconoce conflicto o problema pendiente alguno a la luz del Derecho Internacional.592 En Perú, a pesar de las declaraciones favorables de Alan García, la opinión pública también fue muy crítica ante la fórmula planteada por Bolivia, ya que consideraba un corredor por territorio que antiguamente perteneció al Perú. El Consejo de Defensa del Perú se reunió en varias oportunidades para tratar diversos aspectos relativos al planteamiento boliviano. 5.4.4. La agenda sin exclusiones. 2000 Posición boliviana

En febrero del 2000 los Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile se reunieron en Algarve (Portugal) donde resolvieron conformar una agenda de trabajo que incorpore todas las cuestiones esenciales de la relación bilateral "sin exclusión alguna". A partir de esa reunión, hubo tres encuentros políticos al más

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Ibídem. p. 329. Discurso pronunciado por el embajador Illanes. Archivo personal. Fotocopia del texto de la intervención del embajador Illanes.

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alto nivel entre los presidentes de Bolivia y Chile, en Brasilia y Panamá en septiembre y noviembre de 2000, y en Quebec en abril del 2001, en los cuales se refrendó lo acordado en Algarve.593 Opinión del autor

No acertamos a comprender las razones que tuvieron en mente los redactores de El Libro del Mar, para no continuar con el desarrollo cronológico de las relaciones entre ambas naciones. Creemos de importancia referirnos a ella, para tener una visión completa y clara de los asuntos llevados a cabo entre el fracaso de las negociaciones de 1987 y la agenda sin exclusiones de 2000. El lector podrá reconocer que nuestro país durante dicho período estuvo siempre dispuesto a escuchar en la medida que fuere requerido, y para quienes tuvieron oportunidad de acceder a El Libro Blanco de Chile, de este autor, que no deben haber sido muchos, les pedimos excusas por incluir nuevamente este período. a) El entretiempo. 1987-2000

En mayo de 1988, Juan Pablo II visitó la ciudad de La Paz, y el día 10, durante su intervención en la Nunciatura Apostólica para el Cuerpo Diplomático, no dejó de demostrar su preocupación ante el problema de la mediterraneidad de Bolivia, lo que hizo con mucha sutileza y ponderación, evitando caer en situaciones que afectaran las relaciones con nuestro país, pese a los esfuerzos que se hicieron para instrumentalizar dicha vista por algunos sectores políticos. En parte de su mensaje expresó: La paz, a cuya causa todos debemos dar nuestra aportación, no se alcanza por la vía de la intransigencia ni de los egocentrismos nacionales. Por el contrario, sí se logra y afianza a través de la comprensión de unos con otros. Por otra parte, dicha comprensión se hace más fácil y fructífera cuando surge de un espíritu sincero de solidaridad; de esa solidaridad que hermana a todos los hombres que habitamos este mundo, destinado por el Creador para que todos podamos participar de sus bienes en forma equitativa. Sólo así, sobre el fundamento de la justicia y de la solidaridad, y con el esfuerzo de la comprensión mutua, es posible sentar las bases estables de equilibrio para edificar una comunidad internacional sin permanentes y graves zozobras, sin dramáticas inseguridades, sin conflictos de irreparables consecuencias. Sólo así podrán hallar adecuadas soluciones los problemas latentes en diversas partes de Latinoamérica, con ciertas disputas fronterizas o la cuestión de la mediterraneidad de Bolivia.594 Durante este período Bolivia, persistió en su política de internacionalizar el tema y sensibilizar a dicha comunidad, presentándose como una nación a la cual le fue arrebatado su litoral en una guerra injusta, lo que en más de una oportunidad ha encontrado eco en algunas autoridades de otras naciones latinoamericanas pero que 593 594

DIREMAR. Obra citada. p. 47. L'Osservatore Romano 12.5.1988, p. XVI. Librería Editrice Vaticana.

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felizmente, hasta ahora, no han prosperado y no han pasado de ser meras declaraciones revestidas de oportunismo y del protagonismo político de quienes las han formulado, pero que de tanto repetirse van asentando dicha percepción en el ámbito internacional y en nuestra comunidad. Entre los anteriores figura el expresidente de Argentina, Carlos Menem, quien durante una durante una entrevista con ocasión de su asistencia a la Asamblea de las Naciones Unidas en 1989, expresó que el tema de la mediterraneidad boliviana sería analizado en la reunión del Grupo de los Ocho, que se verificaría en Lima en el mes de octubre del mismo año. Recordemos que este grupo tuvo su origen por iniciativa del Canciller de Panamá, durante una reunión llevada a cabo en la Isla Contadora (Panamá), en el mes de enero de 1983, con la participación de los ministros de Relaciones Exteriores de Colombia, México y Venezuela, oportunidad en que se sentaron las bases para la concertación política regional, constituyendo una conferencia conocida como Grupo de Contadora, proceso que siguió hasta la organización del Grupo de los Ocho en Acapulco (México) en noviembre de 1987, constituido por los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela, con el propósito de contribuir a la definición de un proyecto de desarrollo de América Latina y el Caribe. Más tarde fue el turno del presidente de Perú, Alan García, quien en el mes de octubre del mismo año, durante una visita a Bolivia, ratificó en el lago Titicaca, ante el presidente Paz Zamora, la solidaridad con Bolivia en su causa marítima, pretendiendo extender esta situación al resto de los países de América, siendo corregido posteriormente por su propio vicepresidente Luis Alberto Sánchez, quien expresó que el problema debía ser tratado bipersonalmente y bilateralmente. A partir de 1990, el carácter de las relaciones entre ambas naciones se mantuvo en términos muy similares a los anteriores, pero sin dejar de pretender que el tema de la mediterraneidad fuese tratado multilateralmente por parte de Bolivia. Desde el Palacio Quemado, con débiles destellos ocasionales de querer bajar las expresiones duras y abundantes en descalificaciones, el lenguaje moderado y prudente tradicional de la diplomacia no duraba mucho, y volvían la virulencia y ofensas, especialmente al término del período del presidente Paz Zamora, en 1993. Mario Rolón Anaya, embajador de Bolivia ante la OEA en 1990, expresó que su país jamás renunciaría a su ansiada recuperación de una salida soberana y útil al océano, pero en términos de una nueva política renovadora, teniendo esperanzas que el cambio de Gobierno en Chile favorecería esas pretensiones, y que la solución surgiría inevitablemente de las negociaciones directas entre Bolivia y Chile, pero destacando al mismo tiempo que el tratamiento del tema marítimo se haría siempre por medio de organismos multilaterales. Recién asumido en Chile el presidente Patricio Aylwin, circularon en la prensa nacional ciertas noticias en relación con una iniciativa tendiente a crear en Arica una Corporación de Desarrollo, en un área de 500 km2, la que tendría un régimen excepcional, pero sujeta a la legislación chilena. Ubicada entre la Línea de la Concordia y el río Lluta, podrían adquirir bienes ciudadanos de todo el mundo y se

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desarrollarían actividades comerciales, turísticas e industriales, como una fórmula para lograr una efectiva integración con los países vecinos, especialmente Bolivia. El citado proyecto, que inicialmente contó con el respaldo de parlamentarios y autoridades de la zona, consultaba además que fuese estudiado por una misión especializada de la OEA, la que haría un análisis técnico del proyecto y determinaría su factibilidad.595 Se planteaba como una solución a las relaciones con los países vecinos, tomando en cuenta dos nuevos elementos: los cambios sociopolíticos y económicos ocurridos en el mundo y la importancia y pujanza de los pueblos como verdaderos gestores de esos cambios. El estudio incluía, entre sus aprensiones, que con el paso de los años se demuestra que las soluciones propuestas, vía diplomática, por el Gobierno o el Ejército no han sido eficaces para cumplir su objetivo, tal vez porque Arica, lejano de la zona central, ocupe una segunda importancia en el problema, o bien por la falta de pragmatismo para abordarlo. De igual modo, se estimaba que Arica y Parinacota necesitaban una urgente solución al problema, quizás basada en un estudio de la política de seguridad nacional, como una forma de disminuir la tensión en el mundo moderno. La forma de aplacar los sentimientos bélicos es anteponer los intereses económicos que traen bienestar a todas las personas, sean del país que sean. También consideraba la emisión de millones de acciones, pudiendo venderse parte de ellas a Bolivia a cambio de recursos energéticos, y siendo factible además que bolivianos invirtiesen en el área territorial y con el derecho de mantener un director en su administración. Con relación a los recursos hídricos, su solución se planteaba con un carácter binacional, considerando la fuente del río Mauri en Bolivia, utilizando el oleoducto Sica Sica como guía, lo que traería un aumento importante en la superficie agrícola y Chile compensaría a Bolivia con energía eléctrica, aprovechando los mismos recursos hídricos o algún tipo de concesión dentro del territorio de la Corporación, la que estaría subdividida en 4 secciones: turismo, habitacional, industria liviana e industria pesada. Su directorio se constituiría con 13 miembros con amplia representación de autoridades y de sectores de variada actividad laboral de la región. Sin embargo, con fecha 10 de julio de 1990, el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Silva Cimma, en una declaración pública precisó que la Cancillería no había recibido ninguna proposición concreta sobre esa materia y que se trataba de una iniciativa surgida a nivel regional, agregando a continuación que se había solicitado la postergación de la concurrencia de la comisión de la OEA. El autor de estas líneas manifestó sus aprensiones a través de una carta publicada en un medio local, en que junto con valorar la iniciativa de crear un polo de desarrollo en la región, que además lleve en sí la integración con los países limítrofes, existían numerosos otros factores que debían ser analizados por toda la comunidad nacional antes de su concreción, por cuanto toda zona fronteriza 595

Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 335-336.

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importaba de una manera especial para los efectos de nuestra soberanía, en particular nuestro límite norte, y en el pasado los chilenos hemos hecho gala de un americanismo loable, pero que a la postre, por el celo unilateral con que lo asumiéramos, hemos pagado un precio extraordinariamente grande. Expresó en esa oportunidad que en ningún caso rechazaba como una solución a las relaciones con los países vecinos incorporar los cambios socio-políticos y económicos ocurridos últimamente en el mundo, y la importancia y pujanza de los pueblos como verdaderos gestores de estos cambios, haciéndose eco de lo afirmado por una autoridad de Gobierno, pero que estimaba que cada situación está afecta a la naturaleza de cada circunstancia y a la idiosincrasia de los pueblos que en ella intervienen y que los esfuerzos debían ser compartidos en partes iguales por las otras naciones beneficiadas, agregando que consideraba imprescindible que una iniciativa de tal naturaleza no podía estar ajena al estudio particular que de ella hicieran el ministro de la Defensa Nacional y las FF. AA., pero observando y objetando que viniese una comisión especializada de la OEA a hacer un estudio técnico de algo que es inherente exclusivamente a nuestra soberanía y a la de los países afectados, con el agravante de que dicha comisión se habría requerido sin haber sido autorizada por el Gobierno y tratada previamente en el Parlamento.596 El ministro de la Presidencia de Bolivia Gustavo Fernández, de paso por Chile en agosto de 1990, manifestó al diario El Mercurio de Santiago: Debemos tener conciencia que cuando hablamos de resolver nuestro problema estamos hablando de soluciones que son favorables para ambos. Mientras tanto, apenas se ponen de manifiesto los beneficios que ambos países están perdiendo por el estado de cosas actual. Hizo presente, además, que la existencia de Gobiernos democráticos representativos de la voluntad popular es en sí mismo un factor positivo para enfocar la materia.597 Las declaraciones de Fernández, cautas y mesuradas, pronto fueron superadas por el senador boliviano Jorge Barrientos que sin fundamento alguno acusó a funcionarios chilenos haber alterado los hitos 20 y 21, incorporando a nuestro territorio 800 km de Bolivia, a fin de aprovechar las vertientes acuíferas provenientes del volcán Tata Sabaya en territorio boliviano, las que serían desviadas para el regadío de zonas fronterizas. La mentada política de renovación anunciada al inicio del Gobierno de Paz Zamora no duró mucho tiempo, a juzgar por las declaraciones del propio mandatario boliviano y otros hechos que lo confirmaron. En efecto, a raíz de ciertas afirmaciones del comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Jorge Martínez, quien expresó en el transcurso de una entrevista que nuestro país no tenía problemas pendientes con Bolivia, el presidente Paz respondió por la prensa a fines de julio, que siempre había testarudos que marchaban contra la corriente; a lo que se sumaron las palabras del comandante en jefe de la Armada boliviana, almirante Aníbal Gutiérrez, expresando que los bolivianos y sus Fuerzas Armadas no 596 597

El Mercurio de Santiago. 4 de julio de 1990. Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 335-336.

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renunciarían jamás a recuperar lo que fue y volverá a ser nuestro, descalificando al almirante Martínez, que su posición iba contra la historia, estando en oposición con las tendencias de todos los pueblos del mundo de derribar los muros de la incomprensión y avanzar por los caminos de la solidaridad, manifestando su confianza que el pueblo chileno con el apoyo de la OEA, impulsaría a negociar sobre la base de la buena fe y hermandad americana. Pocos días después, el Presidente del Parlamento Europeo, el español Enrique Barón Crespo, ofreció la mediación de ese organismo para que Bolivia y Chile pudiesen dialogar sobre la mediterraneidad boliviana y otros asuntos de interés recíproco. En marzo de 1991, el problema de la mediterraneidad volvió a ser puesto en primer lugar en la prensa altiplánica. El vicepresidente Luis Ossio Sanjimoz, refutando opiniones del diario El Mercurio de Santiago, expresó que era hora que los que los chilenos comiencen a comprender que su propio progreso depende de arreglar las cosas con Bolivia, agregando que el mundo era testigo de que su país nació como república con una salida al mar, perdida luego en una guerra con Chile. Pero el presidente Paz Zamora no cejaba, y en cada ocasión propicia sacaba a relucir el tema marítimo. Con motivo de la celebración del “Día del Mar” vio una coyuntura conveniente para insistir en el tema marítimo, y en términos propios del oportunismo político expresó que no habían recuperado el mar todavía, pero que estaban muy cerca, basado en que su país tenía la razón de la justicia y de la paz como fuerza para retomar el mar y recuperar lo que nos arrebataron. El renovado espíritu aún no parecía estar en condiciones de hacerse evidente, como lo confirmó la reacción suscitada en Bolivia por el interés expresado por la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), para participar en una licitación internacional de un proyecto minero, y que no obstante considerar una inversión cercana a los 200 millones de dólares en un lapso aproximado de cinco años, fue duramente criticada por los parlamentarios, la Asociación de Medios de Comunicación Social y por los comandantes en jefe de las FF. AA. y, en particular, por el senador y excanciller de Bolivia Jorge Escobari, quien dijo que dar la concesión de la explotación a la empresa chilena sería cometer otro error histórico que puede ser grave para la causa de la reintegración de Bolivia. El Ministerio de Minería boliviano eliminó del concurso internacional a la empresa chilena el 20 de marzo de 1991, por cuanto la ley boliviana prohíbe que yacimientos minerales fronterizos sean explotados por países vecinos.598 La convocatoria de la XXI Asamblea General de la OEA, en junio de 1991, fue otra coyuntura para que Bolivia insistiese en el tema de la mediterraneidad, ocasión en que su canciller, Carlos Iturralde, contaba con el voto de confianza otorgado en

598

Artículo 25 C.P.B. 1994 Dentro de cincuenta kilómetros de las fronteras, los extranjeros no pueden adquirir ni poseer, por ningún título, suelo ni subsuelo, directa o indirectamente, individualmente o en sociedad, bajo pena de perder, en beneficio del Estado, la propiedad adquirida, excepto el caso de necesidad nacional declarada por ley expresa. Nota del autor.

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sesión reservada por unanimidad de la Cámara de Diputados. Iturralde aludió a las 11 Resoluciones en que la OEA insta a encontrar una solución adecuada al problema, considerándolo de interés hemisférico permanente. Citó también a altos personeros latinoamericanos que habían expresado que la integración regional requería que este conflicto se superara; hizo alusión, igualmente, al poco avance alcanzado desde el XX Período Ordinario de Sesiones que tuvo lugar en Paraguay en 1990. El presidente Paz Zamora, haciendo gala de un histrionismo muy poco refinado, afirmó estar dispuesto a hablar con todo el mundo, inclusive con el diablo, para convencer a Chile que le devuelva el litoral sobre el océano Pacífico que perdió en la guerra del siglo pasado.599 Por otra parte, el canciller chileno Enrique Silva Cimma, después de reiterar que el foro de la Asamblea de la OEA no era organismo competente para tratar el tema, destacó el planteamiento implícitamente aceptado en la XX Asamblea General, en cuanto a no discutir el asunto. Precisó a continuación el deseo expresado por Chile a Bolivia, en el sentido de soslayar un período estéril de recriminaciones y de iniciar con espíritu fraterno y solidario una nueva etapa de entendimiento, señalando en ese sentido que se habían dado pasos concretos, como el comienzo de conversaciones para llegar a un programa de integración económica en el marco de ALADI, y el proyecto de complementación energética bilateral. Agregó al mismo tiempo que Chile dispuso unilateralmente la eliminación de visas para el tránsito de personas entre ambos países. Al año siguiente, poco después de la reunión de la OEA en Bahamas, Paz Zamora volvió a arremeter al exteriorizar que no podían esperar que un Gobierno y un país que ganan dinero con su mediterraneidad, la quiera solucionar para perder dinero (...) Chile gana dinero en la medida en que Bolivia esté sin mar y que todo el norte de Chile se alimenta de la mediterraneidad boliviana. No se volvió a hablar del asunto, por lo menos públicamente, hasta que el canciller Silva Cimma, en 1993, sostuvo conversaciones con su par de Bolivia, Ronald Mac Lean, con cuya designación el tratamiento de las relaciones por un tiempo adoptaron otro carácter, como el mismo canciller Mac Lean lo expresara en una entrevista, oportunidad en que manifestó que Bolivia mantiene como prioridad de la agenda en el campo bilateral la discusión de una salida al mar, y sostuvo que las relaciones comerciales conducirán a la larga a una solución de la mediterraneidad. Agregó más adelante que la actitud anterior era más beligerante, confrontacional, que buscaba una reparación e indirectamente creaba un ambiente de animosidad. De igual modo, coincidió que un paso para la solución de fondo era el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, pero que está condicionado a que Chile reconozca que hay un tema pendiente. En esta misma circunstancia, en relación con la posibilidad de un canje territorial o compensación en caso de negociación, indicó que hemos estado dispuesto a hacerlo y lo podríamos estar. En una buena negociación todos salen ganado y estamos dispuestos a explorar todos los caminos. Consultado acerca de la posibilidad de enclaves pero sin corredor, podía ser una 599

El Mercurio de Santiago. 17 de junio de 1991.

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solución, manifestó que la definición del problema está cambiando, la solución debe ser funcional, operativa, que le sirva a todos (...). Por el momento a Bolivia no le satisface el hecho de que su salida al mar sea sólo en el ámbito económico. No es algo que el pueblo boliviano vaya a comprender o aceptar, pero las percepciones cambian con el tiempo (...). Un corredor que no incluye la infraestructura necesaria o sólo 5 km de frente marítimo no tiene ningún sentido en el mundo moderno.600 Es conveniente establecer que las citadas declaraciones fueron realizadas el día anterior a la firma de un convenio de complementación económica entre ambos países, aprobado mediante el Decreto Nº 402 de 22 de abril de 1993, el que tiene por objeto la ampliación de lazos económicos. Pese a la buena predisposición de nuestro Gobierno, siempre llano a seguir trabajando para lograr entendimientos, no se encontró eco en la contraparte, al persistir ésta en sus planteamientos ante organismos internacionales y de emplear en sus declaraciones oficiales términos que, lejos de favorecer nuestra predisposición a colaborar con el Gobierno de Bolivia y mejorar las relaciones existentes, más bien las enfriaban. Así, el asunto de la mediterraneidad de Bolivia fue igualmente incorporado en el punto 14 de la agenda para la XXIII Asamblea General de la OEA, realizada en Managua y en julio del citado año el excanciller Valentín Abecia y uno de los principales dirigentes de la coalición gubernamental que luego encabezara Gonzalo Sánchez de Lozada -quien asumió en agosto de 1993 como Presidente de Boliviaexpresó que no se descartaba la posibilidad de solicitar mediación del Presidente de los EE. UU., Bill Clinton, y del rey Juan Carlos de España, para solucionar la situación de la mediterraneidad. Sin embargo, decididos ambos cancilleres a agotar esfuerzos que demostrasen una nueva imagen en la relación entre las dos naciones, a mediados de julio emitieron una declaración conjunta en que resaltaron el avance de las conversaciones llevadas a cabo, señalando la satisfacción por el significado del mejoramiento de las relaciones bilaterales y de la comunicación entre las dos naciones, como medios para ampliar y fortalecer la confianza recíproca y crear condiciones propias para facilitar el tratamiento de la agenda de los vínculos comunes. Esta declaración incluyó entre otros, los siguientes logros obtenidos: suscripción de un acuerdo económico, suscripción de una acuerdo de cooperación en la lucha contra el narcotráfico, la solución de todos los problemas pendientes en materia de demarcación de límites, suscripción de un acuerdo en materia de transporte aéreo internacional, suscripción de un acuerdo sobre trabajos técnicos de adaptación en el oleoducto Sica Sica - Arica y la eliminación de la exigencia de visas de turistas para nacionales de ambos países Pero aún no se enfriaba el efecto del comunicado conjunto, cuando en forma intempestiva e insólita el presidente Jaime Paz Zamora, a días de dejar su cargo, 600

El Mercurio de Santiago. 5 de abril de 1993.

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calificó a los chilenos de retrógrados y cavernarios. El exabrupto de Paz Zamora no solamente fue duramente criticado en nuestro país, sino que por toda la opinión pública y política boliviana, aunque, como era de esperar, tuvo el apoyo de las Fuerzas Armadas. El excanciller Guillermo Bedregal calificó las desafortunadas expresiones del mandatario boliviano como “un embrollo perjudicial” para el presidente electo Sánchez de Lozada, y el ministro de Relaciones Exteriores, Ronald Mac Lean, no tuvo otro camino que renunciar a su cargo. Casi simultáneamente a las expresiones injuriosas de Paz Zamora realizadas en el Regimiento Bolívar, a través del Canal TV 3 de Francia se transmitió un video no menos inconcebible. La película, hecha sin duda alguna con la colaboración oficial de Bolivia, montó el desembarco de tropas chilenas en Antofagasta en 1879 -800 hombres- y señala el inicio de una guerra sin declaración previa. Incluyó además una arenga exacerbada del presidente Paz Zamora a sus Fuerzas Armadas; un programa de entrenamiento militar con motivaciones abiertamente ofensivas, bajo el grito “muera Chile, carajo”; cantos y entrevistas alusivas a su reclamo territorial, etc. Para culminar la actuación de Paz Zamora, con fecha 30 de julio suscribió en llo un acuerdo de cooperación, promoción y protección recíproca de inversiones con el presidente de Perú, Alberto Fujimori, y que el saliente mandatario, previamente, había resumido así: Con ello le apretamos las tuercas a Chile. Bolivia retorna al mar de la mano de Perú. A propósito de este convenio, un reciente artículo publicado por el periodista Bruno Ebner, narra que de regreso de un viaje a Brasil en marzo de 2013, le llamó la atención un letrero que decía Boliviamar, y que la curiosidad lo llevó a conocer dicho lugar, distante unos 20 km al sur de Ilo. Al llegar, grande fue su sorpresa al no encontrar absolutamente nada: Un gigantesco peladero junto al mar, y una monumental estatua metálica -símbolo de la unión fraterna entre Perú y Boliviacayéndose a pedazos, en cuyos restos se asoleaban aburridas lagartijas. Recuerda Ebner que en 1992 el expresidente peruano Alberto Fujimori, ofreció al presidente Paz Zamora en forma gratuita y por 99 años renovables, una franja de 5 kilómetros de costa para que Bolivia hiciera lo que quisiera: instalar un puerto, infraestructura hotelera; la mentada playa boliviana que soñó Chávez, etc. El mar estaba, el terreno estaba, sólo había que invertir. Discursos integracionistas, abrazos, rituales indígenas, bailes y ‘cholitas’ empapando sus polleras en el agua, celebraron el histórico acontecimiento. Luego agrega que en el año 2010, en una nueva ceremonia entre Alan García y Evo Morales, se revivieron las conversaciones, el monumento fue remozado más discursos, abrazos rituales y cholitas. Vanos fueron los intentos continúa- de hablar con el Cónsul de Bolivia en Ilo para inquirir qué había pasado, pero se le expresó que el Gobierno había prohibido recibirlo. Según el periodista, los peruanos comentan que Bolivia quiso instalar una guarnición naval -lo que obviamente atentaba contra el espíritu del regalo concedido- y que los empresarios bolivianos no habían desplegado ningún interés para invertir en infraestructura portuaria. ¿Para qué querrían hacerlo? Si basta y sobra con lo que ha construido Chile, gozando de todas las garantías, que ni los mismos empresarios chilenos tienen. El

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articulista agrega en su nota las facilidades ofrecidas por el expresidente de Uruguay José Mujica en el puerto de Rocha, para salir al Atlántico a través de la vía fluvial de la cuenca del Plata, por los ríos Paraguay, Paraná y de la Plata.601 En víspera de la asunción del Presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, en agosto de 1993, su portavoz oficial Hernán Antelo, destacó que el nuevo Gobierno se proponía impulsar un mayor intercambio económico y comercial con Chile y que no adoptaría una política confrontacional, pero sin marginarse de ninguna manera del tema marítimo. Por su parte, el propio Sánchez de Lozada, en una entrevista concedida a TV Nacional, a una semana de asumir su cargo, expresó que la falta de relaciones con Chile debe ser profundamente estudiada y cuestionada, manifestando el interés en que la diplomacia debe manejarse con mucha discreción y en forma bastante confidencial. El nuevo canciller Antonio Araníbar, pocos momentos después de haberse hecho cargo de su puesto en el nuevo Gobierno, expuso a un medio de prensa chileno que la posible reanudación de vínculos diplomáticos con Chile es un tema que está inexcusablemente ligado al de la mediterraneidad, al mismo tiempo que los máximos representantes de las FF. AA. de Bolivia insistían en calificar la posición de Chile como injusta, prepotente e insensible. Nadie dejará de comprender que con una actitud así, por parte de las más altas autoridades del Gobierno de Bolivia, mal se podría avanzar en el camino de las negociaciones, a menos que sean pronunciadas ex profeso, precisamente con el objeto de mantener por razones propias de su política interna, la situación eternamente sin solución. En 1994, a pocos días de asumir como Presidente de la República en Chile Eduardo Frei Ruiz-Tagle, en Bolivia, como parte del programa de la Conmemoración del Día del Mar que hace esa nación anualmente en el mes de marzo, el presidente Sánchez de Lozada solicitó a Chile y Perú que buscaran soluciones a su enclaustramiento, las que fueron igualmente acompañadas por las ya legendarias declaraciones de sus autoridades castrenses: El comandante en jefe del Ejército boliviano, general Reinaldo Cáceres, dijo en esta oportunidad que había llegado el momento de que las clases dominantes chilenas asuman un cambio en su actitud irreflexiva y al empecinamiento anti-histórico con respecto al estancamiento marítimo boliviano. Más avanzado el año, las cumbres de Cartagena de Indias y de Río Janeiro constituyeron ocasiones favorables para que los mandatarios de Chile y Bolivia, Frei y Sánchez de Lozada se volvieran a encontrar. En la primera de estas citas ambos presidentes fijaron una agenda bilateral, que luego prosiguieran en la segunda cumbre. Previo a esta última, efectuada en Río de Janeiro en noviembre de 1994, el presidente Sánchez de Lozada visitó Chile, oportunidad en que dio a conocer a la prensa nacional su optimismo en el futuro de las relaciones entre ambas naciones, y referente al tema de la mediterraneidad señaló que ésta era una prioridad dramática 601

Bruno Ebner. Diario Electrónico El Libero. Publicado el 10 de mayo de 2015.

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y no obstante haber afirmado que en las relaciones con Chile no había precedencias, enfatizó que era muy difícil solucionar dicho problema si no había primero relaciones diplomáticas; y lo que exigía el pueblo boliviano era alguna muestra de confianza de que sin compromisos previos habría un diálogo y una relación realmente productiva. Araníbar, su canciller, declaró que en primer lugar se debía consensuar con toda la sociedad boliviana la estrategia que utilizarán en el camino al mar. Esta política en los asuntos internacionales por parte de la diplomacia del Palacio Quemado, de buscar consensos previos antes de definir una estrategia -lo que sin duda alguna es parte de su democracia, ejercicio soberano y visión del manejo del Estado- lamentablemente no le ha traído buenos dividendos, por cuanto los intereses partidistas han estado por sobre las grandes objetivos de la Nación, echando por tierra los mejores propósitos de sus gobernantes. Y esta oportunidad fue una de esas. En la misma ocasión, Sánchez de Lozada criticó nuestra falta de generosidad y el régimen fitosanitario existente en nuestras fronteras para el control de los productos bolivianos. Esta percepción nos hizo situar al mandatario boliviano como una autoridad que desconoce absolutamente las innumerables franquicias concedidas por Chile en el Tratado de 1904, así como en el Tratado de Complementación Económica suscrito en 1993, que incluyó preferencias arancelarias no recíprocas a dicha nación, a la par que debería conocer por su alta investidura y preparación, que uno de los éxitos que ha logrado nuestro país en su política exportadora, ha sido justamente el estricto cumplimiento de la normativa internacional en relación con los controles de calidad y de las normas fitosanitarias que regulan dicho mercado. Bolivia, quizás influido por la participación papal en la mediación chilenoargentina, nunca ha dejado de lado la idea de que el Sumo Pontífice cumpla un papel similar entre ambas naciones. Por ello, con motivo de la designación de un nuevo embajador boliviano en la Santa Sede, Armando Loayza, en su discurso al presentar sus credenciales en noviembre de 1994, expresó que su país confiaba en las relaciones entre los Estados, el diálogo y otros medios pacíficos de solución a las controversias y que el Vaticano ha privilegiado y destacado, y así puedan ayudar como instrumentos para superar situaciones internacionales irresueltas. Finalizaba el año 1994 y con ocasión de la cumbre hemisférica que se llevó a efecto en Miami, el 9 de diciembre, Frei y Sánchez de Lozada tuvieron una nueva reunión en que analizaron los avances logrados en el desarrollo de la agenda bilateral. Si bien es cierto que oficialmente no se conoce el detalle de la conversación sostenida, la prensa nacional dio cuenta que en dicha cita se habría acordado destrabar el proyecto de venta de gas boliviano a Chile, y que esta medida estaba incluida dentro del marco de otras veinticinco materias que comprendía la citada agenda, dando inicio así a la reanudación de conversaciones tendientes a consolidar las relaciones comerciales mediante la suscripción de un Tratado de Libre Comercio,

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el cual reemplazaría el Acuerdo de Complementación Económica de 1993.602 En 1996, siempre en el primer Gobierno de Sánchez de Lozada, a raíz de la capitalización de los ferrocarriles y de los hidrocarburos bolivianos, se generaron fuertes protestas y manifestaciones hacia los inversionistas extranjeros, con profusión de declaraciones y opiniones en la prensa boliviana con bastante agresividad, especialmente hacia los capitales chilenos por la adquisición por el grupo Luksic de los derechos que poseía una empresa británica en el ferrocarril Antofagasta-Oruro, con un ramal hacia Potosí. Durante una entrevista concedida por dicha autoridad al diario El Mercurio de Santiago, con motivo de la VI Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Río y de la Unión Europea, los días 15 y 16 de abril de 1996, en Cochabamba, donde le fueron planteados los temas antes comentados, Sánchez de Lozada puntualizó con respecto al tema marítimo, que estaba llano a estudiar cualquier propuesta chilena, incluso una eventual concesión, y mencionó que su administración nunca ha querido ser chauvinista o sacar provecho circunstancial. El Presidente boliviano aludió del mismo modo durante la entrevista, a una materia que cada vez ha ido tomando más cuerpo en las hipótesis de desarrollo regional, constituido por los corredores bioceánicos y el interés chileno por ser depositario de las cargas de origen brasileño. Volviendo al tema de las agresiones verbales, el propio cónsul general de Bolivia en Santiago, Hernán Antelo, junto con reconocer que su Gobierno no echaría pie atrás, estimaba válido el sentimiento antichileno que existía en la población boliviana a raíz de su mediterraneidad. Este lenguaje abiertamente ofensivo ha pasado a sentar una verdadera doctrina, guiada por sus dirigentes, historiadores e intelectuales constituyen el caldo de cultivo de su odiosidad a nuestra nación. Para ejemplo, citamos una de ellas: El odio a Chile es más que un precepto sagrado de la patria: es un instinto invencible de la naturaleza. Miguel Mercado Moreira. Historia Internacional de Bolivia.603 Tales declaraciones constituyen un mentís a las afirmaciones de Gutiérrez Vea Murguía: No somos revanchistas ni cultivamos el odio al usurpador, pero si estamos obligados a insistir en el planteamiento y en los derechos que nos asisten para romper el funesto enclaustramiento.604 La Cumbre de Presidentes del MERCOSUR, realizada en junio de 1996 en San Luis, Argentina, fue una nueva oportunidad para que se reunieran Frei Ruiz-Tagle y Sánchez de Losada, suscribiendo un Protocolo de Adhesión a la "Declaración sobre compromiso democrático en el MERCOSUR”, que rezaba en los siguientes términos: Los presidentes de la República de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, y de la República de Chile, Eduardo Frei Ruiz Tagle, expresan en este mismo acto su plena

602

El Mercurio de Santiago. 10 de diciembre de 1994. Lagos. Obra citada. p. 116. 604 Gutiérrez Vea Murguía. Obra citada. p. 23. 603

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y formal adhesión a los principios y disposiciones contenidas en la presente ‘Declaración Presidencial sobre Compromiso Democrático en el MERCOSUR’ y manifiestan que, en lo que se refiere a los Acuerdos celebrados o a celebrarse entre sus respectivos Estados con el MERCOSUR o con sus Estados Partes, será de aplicación el principio democrático como condición esencial para la continuidad del proceso de integración en curso.605 En el último año de su mandato, Sánchez de Lozada hizo uso de la tradicional tribuna pública que le depara año tras año la celebración del Día del Mar, para referirse nuevamente al tema. En su intervención de marzo de 1997, amén de su derecho irrenunciable a recuperar su mar, llamaron la atención algunos aspectos centrales de su intervención. Uno de éstos tiene que ver con la relación que hace de las otras pérdidas territoriales, adjudicándolas a un proceso histórico iniciado con la derrota de la Confederación Perú-Boliviana que lideró el mariscal Andrés de Santa Cruz, en que chilenos, peruanos y bolivianos habrían conspirado para destruir lo que calificó como el más esclarecido proyecto geopolítico de Bolivia y el continente, insinuando que la retirada pactada en Paucarpata por las tropas chilenas en 1837, habría obedecido a la señal de que Bolivia y Perú buscaban la forma de consolidarse en un continente integrado, lo que relaciona en esa circunstancia con el proyecto modernizador del siglo XXI de Bolivia para cumplir su destino de siempre: integrar, articular y unir al continente. Otro aspecto que llamó especialmente la atención fue su insospechada referencia a las etnias altiplánicas de Chile, Perú y Bolivia, haciendo un llamado a la unión de los aymara para que Bolivia llegue a la grandeza, pensando quizás en que una organización supranacional de esta raza podría contribuir a tales propósitos, lo que a nuestro entender, lejos de constituir un elemento integrador y que aporte a la grandeza como él lo sugiere, podría constituirse en un elemento desintegrador y dar origen a nuevas desavenencias al comprometerse las identidades nacionales de Chile y Perú. Como uno no termina nunca de aprender o por lo menos deja de conocer aunque no sea en forma oportuna -reconozco con pesar- hubo o se habrían llevado a cabo en esos años conversaciones secretas entre ambas naciones, y que develó el ya conocido Herman Antelo, ex-Cónsul de Bolivia en Santiago, a un medio de periodístico y que fue recogido en La Paz en la siguiente forma: La Paz.- Chile se echó para atrás para sellar un acuerdo marítimo con Bolivia, que fue negociado entre 1996 y 1997, aseguró hoy el excónsul boliviano en Santiago Herman Antelo. El exdiplomático fue mencionado por El Mercurio de Santiago como uno de los enviados bolivianos a la ciudad argentina de Buenos Aires en junio de 1997 para sellar el acuerdo con delegados del Gobierno de Chile para el acceso de Bolivia a puertos chilenos. El excónsul boliviano confirmó que fue evidente el diálogo entre Santiago y La Paz (que carecen de relaciones diplomáticas desde 1978), pero que no fue responsabilidad de Bolivia que el acuerdo haya sido abortado. Chile ofreció “ceder un espacio costero de tamaño suficiente” para Bolivia, pero aclaró de manera tajante y firme que no concedería 605

Google. De la página de MERCOSUR. Vista el 17 junio de 2004.

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soberanía (...). Las secretas negociaciones bilaterales que Bolivia frustró a último minuto. Así tituló el periodista Mario Gálvez, un artículo que individualiza al exministro Enrique Correa como conductor de dichas negociaciones por parte de Chile. Los vicecancilleres de la época se habrían reunido bajo reserva en Buenos Aires a firmar un acuerdo que entregaba amplias facilidades portuarias para los bolivianos en Iquique. Sin embargo, La Paz decidió desechar la propuesta.606 Este tema posteriormente formaría parte de la agenda bilateral de 13 puntos. Según Gálvez, entre los años 1996 y 1997 se habría negociado incorporar el puerto de Iquique al régimen de libre tránsito del vecino país, con todas las facilidades aduaneras y jurídicas necesarias para conectarse con diversos destinos de Asia-Pacífico. Y no obstante el uso del puerto, que excluía la soberanía, nuestro Gobierno se habría comprometido a construir y financiar las obras de infraestructura portuaria necesarias en Iquique, terminal que no reunía las características operativas para suplir las necesidades bolivianas, quedando así Bolivia en condiciones de sumar otro puerto para su libre uso en el ámbito del Tratado de 1904. Continúa el artículo indicando que esta iniciativa, impulsada por los presidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Enrique Sánchez de Lozada dejó en las manos de sus respectivos cancilleres José Miguel Insulza y Antonio Araníbar la facultad de constituir una comisión con personas que no tuvieran cargos en los respectivos Gobiernos, quedando conformada en la siguiente forma: por Chile, el exministro Enrique Correa Ríos; y por Bolivia, el doctor en Economía Horst Grebe López, quien en ese entonces era director de la Fundación Milenio y muy cercano a Sánchez de Lozada. Conocida como la “Comisión de los Mormones” denominada así por Sánchez de Lozada, su trabajo fue caratulado como secreto, con el objeto de no alentar excesos de expectativas, sino escuchar un planteamiento distinto, de hombres destacados en el plano político pero ajenos a las relaciones exteriores. Una de las fuentes de Gálvez habría sido el entonces cónsul general de Chile en La Paz, el exembajador Óscar Fuentes, quien habría informado que las conversaciones se llevaron a cabo durante casi un año. Yo supe de estas negociaciones porque me reuní en La Paz con Enrique Correa en varias ocasiones en que concurrió a reunirse con Grebe.607 En junio de 1997 habrían llegado a un acuerdo y escogieron la ciudad de Buenos Aires como lugar de cita, concurriendo por Chile el subsecretario de Relaciones Exteriores Mariano Fernández y el director general de Política Exterior, el embajador Juan Martabit; y por Bolivia, el vicecanciller Jaime Aparicio, Eduardo Trigo, subsecretario general de la Cancillería, y el cónsul general de Bolivia en 606 607

EMOL. Chile. 6 de septiembre de 2007. Ídem.

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Santiago, Herman Antello. La versión de Gálvez señala que Chile llegó con un documento que estipulaba que Chile realizaría, en un breve plazo, las inversiones necesarias en el puerto de Iquique para dejarlo habilitado de acuerdo con las necesidades bolivianas. El texto dejaba claramente establecido que el uso del puerto no involucraba soberanía y que Bolivia, antes de firmar pidió un breve receso y luego llegó con un documento que incluían la soberanía y otras demandas, que eran inaceptables, pues alteraba todo lo conversado por Correa y Grebe y hacían inviable rubricar el documento lo que trajo como consecuencia el término de las negociaciones y que de acuerdo a lo informado por el embajador Fuentes, habría sido el Gobierno boliviano el que daba instrucciones a Grebe. De esta forma se puso punto final, perdiendo Bolivia la oportunidad de sumar un nuevo puerto a las facilidades que le concede el Tratado de 1904.608 Ahorrémonos los comentarios. Suma y sigue la pérdida de oportunidades de Bolivia. Para ser consecuente con su permanente actitud hostil hacia Chile, la prensa boliviana encontró ese año un nuevo motivo, a raíz del anuncio del desmantelamiento de las minas antipersonal colocadas a lo largo de la frontera chilena durante la década de 1970, como parte de su planificación defensiva ante la inminencia de dos conflictos que estuvieron muy cercanos a desencadenarse, primero con Perú en 1974 y luego con argentina en 1978. Cabe señalar que dichos actos caen dentro de las facultades absolutamente soberanas de nuestro Estado y que ninguna nación vecina podría objetarlo; sin embargo, a raíz de la ratificación hecha por el Gobierno de Chile de la Convención de Ottawa bajo el patrocinio de las Naciones Unidas, en septiembre de 1997, con el objeto de -como reza en parte del preámbulo de dicho acuerdo- poner fin al sufrimiento y a las muertes causadas por las minas antipersonal, que matan o mutilan a cientos de personas cada semana, en su mayor parte civiles inocentes e indefensos, especialmente niños, obstruyen el desarrollo económico y la reconstrucción, inhiben la repatriación de refugiados y de personas desplazadas internamente, además de ocasionar otras severas consecuencias muchos años después de su emplazamiento (...) el Gobierno chileno, fiel a los compromisos internacionales contraídos, anunció su cumplimiento dentro de los plazos señalados en la citada Convención, lo que aún se está efectuando en todo el frente norte, incluyendo las minas anti-tanques, que no formaban parte de dicho régimen internacional. Los columnistas bolivianos de la época rivalizaron para agredir a nuestro país, inventando cifras siderales de minas supuestamente colocadas en nuestra frontera, que dicho sea de paso, las víctimas que cobraron los accidentes por minas fueron por lo general personas ilegalmente ingresadas a nuestro territorio, contrabandeando drogas y otras que sacaban productos clandestinamente de nuestro país y transitaban por pasos no habilitados para evitar los controles policiales, lo que en ningún caso significa que sean menos lamentables, sino que 608

Ídem.

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tales circunstancias fácilmente pudieron haber sido evitadas. Resumiendo, en la década de 1990 el carácter de las relaciones entre ambas naciones se mantuvo en términos muy similares a los anteriores. Ocasionales y débiles destellos con demostraciones de querer bajar las expresiones duras y con abundancia en recriminaciones por la contraparte boliviana. La naturaleza de este ambiente obviamente ha afectado cualquier intención de reanudar las negociaciones. Sus dirigentes han preferido desgastarse en campañas agotadoras en contra de Chile, aun cuando en el ámbito comercial nuestro Gobierno ha mantenido inalterable el cumplimiento de los tratados y garantías concedidas a Bolivia. Por otra parte, su permanente inestabilidad democrática ha acentuado cualquier intento al respecto. Desde Charaña a la fecha (2015) Bolivia ha sufrido veintitrés cambios de Gobierno en diferentes periodos presidenciales, con nueve golpes de Estado que terminaron con los Gobiernos de Banzer, Pereda, Padilla, Guevara, Lidia Gueiler, Siles, García y Torrelio; y las renuncias de Natush, Gonzalo Sánchez en su segundo período presidencial y Carlos Mesa; Chile en cambio por siete presidentes, haciendo la salvedad de los diecisiete años que duró el Gobierno militar. Fácilmente podríamos deducir que el hecho de no incluir en El Libro del Mar este período de su historia, se haya justamente en el largo y lamentoso ciclo de inestabilidad de dicha Nación. b) El inicio del siglo XXI

Independiente de los hechos que hemos narrado, al partir el siglo XXI ambos países habían puesto el acento en el diálogo bilateral, sobre la base de una agenda de cooperación que ha sido posible dentro del estrecho margen que dejan las relaciones suspendidas al nivel de embajadores, tratando asuntos esenciales de interés para ambas naciones, pero manteniéndose siempre latente por parte del Gobierno chileno que ello no debe dar lugar a negociaciones conducentes a la cesión de soberanía territorial, y mucho menos para dirigir esta relación bilateral hacia una de carácter multilateral o que permita la participación de otros países. En febrero de 2000, los ministros de Relaciones Exteriores Juan Gabriel Valdés por Chile, y Javier Murillo por Bolivia, acordaron en la reunión de cancilleres del Grupo de Río y en la Unión Europea en Algarve, Portugal, consentir una agenda de trabajo que se oficializaría a través de un amplio diálogo, “sin exclusiones” que fue precisamente el término empleado, donde se tratarían asuntos esenciales de la relación bilateral.609 A pocos días de completarse el periodo del presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el senador por Arica Sergio Bitar hizo declaraciones a la prensa nacional, que fueron fuertemente fustigadas desde diversos sectores de la opinión pública en el sentido que impulsará la conversión de Arica en un puerto internacional, gestionado por una empresa o corporación con participación de los Estados de Perú y Bolivia que ejercen 609

Edmundo Pérez Yoma. Una Misión. p. 26.

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derechos de tránsito a través de él, o de capitales privados de esos y terceros países que mantienen intereses económicos en ella, como brasileños y asiáticos. El Presidente del directorio del puerto de Arica, Carlos Eduardo Mena, dijo que la idea surgió del propio directorio del puerto, tras su fracasada licitación. Las servidumbres que los Tratados de 1904 con Bolivia y 1929 por Perú y los subsidios pagados por el estado chileno, así como la gran concentración de carga boliviana (60% del millón 300 mil toneladas del movimiento portuario) habría generado el desinterés de los empresarios privados. Ello involucraría sacar a Arica de la ley general de puertos y romper esquemas de soberanía tradicionales, precisó Bitar.610 Las declaraciones y sus efectos desaparecieron luego que declinase la reelección por la senaduría de Arica y no trascendieran al ámbito diplomático. Iniciado un nuevo período presidencial en Chile al asumir Ricardo Lagos Escobar el 11 marzo de 2000, las relaciones con Bolivia se expresaron en un alto nivel político y diplomático, dentro de las condiciones que lo permitían la falta de relaciones a nivel de embajadores, pero bajo la reserva que el caso ameritaba. Los nexos fueron fluidos, permanentes y de la mayor amplitud que era posible. Cuatro meses más tarde, los mandatarios Lagos y Banzer tuvieron la oportunidad de conversar en Buenos Aires durante la Cumbre de Mercosur, tras lo cual el presidente boliviano hizo declaraciones públicas expresando su deseo de negociar directamente con Chile una reivindicación marítima, renunciando por el momento a apelar ante organismos y autoridades internacionales, como Bolivia lo había estado haciendo permanentemente.611 De acuerdo al testimonio de Edmundo Pérez Yoma, durante la citada cumbre Lagos se habría mostrado muy cercano a Banzer, conversando con él y preocupándose de mantenerlo incorporado a las actividades del encuentro, ganándose su confianza. Esta cita internacional fue la primera oportunidad -junio de 2000- en que trataron el asunto del gas. Banzer animado por la posibilidad de abrir un canal exportador de gas natural, especialmente para cubrir la gran demanda del Estado de California, solicitó a Lagos extremar las facilidades de dicho tránsito, según lo considerado en el Tratado de 1904.612 Cabe hacer presente que los acuerdos vigentes con Bolivia en modo alguno impiden hacer extensible el régimen de libre tránsito vigente al proyecto de Gas Natural Licuado (LNG), que sin duda alguna gravitaría en forma importante en su comercio exterior al hacer factible su construcción, operación y posteriormente su exportación a diversos países del mundo a través de nuestro territorio, disfrutando de una situación preferencial de libre tránsito, con ventajas asociadas como su independencia aduanera, tributaria y en el orden laboral, sin afectar el Tratado de Paz de 1904 ni las posteriores convenciones o protocolos suscritos entre ambas naciones. Nuestro Gobierno ha estado llano y abierto a colaborar sin ningún interés particular para que Bolivia lleve a cabo este proyecto, que de acuerdo a los propios 610

El Mercurio de Santiago. 8 de marzo del 2000. Pérez. Obra citada. p. 26. 612 Ibídem. p. 47. 611

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estudios técnicos y económicos de factibilidad elaborados en dicho país, la opción más ventajosa es través del nuestro. Prueba de lo anterior lo constituye el hecho que, a pesar de la carencia de relaciones diplomáticas al nivel de embajadores, otras autoridades continuaron dialogando en el contexto de una mayor integración. En enero de 2001, los ministros de Economía, José de Gregorio (Chile), y el triministro de Economía, Minería y Energía Carlos Saavedra (Bolivia), trabajaron para ajustar detalles del proceso de integración entre ambos países, viajando incluso De Gregorio a Santa Cruz para contactarse con directivos de las empresas energéticas que operan Bolivia. El ministro, por otra parte, ya había conversado informalmente del asunto con el vicepresidente Quiroga en Davos, donde ambos habían coincidido.613 En noviembre del mismo año los dos mandatarios se volvieron a encontrar en Ciudad de Panamá y meses más tarde por tercera vez, en la Cumbre de las Américas celebrada en Quebec, Canadá, en abril de 2001; esta seguidilla de encuentros posibilitó una comunicación espontánea y mutuo aprecio entre ambos mandatarios; en Quebec, Banzer le habría solicitado a Lagos la urgencia en designar el nuevo Cónsul chileno en La Paz y que para entonces el asunto del gas ya era tema de conversación recurrente entre los dos Jefes de Estado. Pérez Yoma cita que el presidente Lagos le habría reiterado la importancia que revestía para Banzer el asunto del gas, más que un proyecto de Gobierno, más que un objetivo geopolítico, constituía un largo y fascinante sueño y que en esa cumbre le había planteado derechamente la necesidad de construir un gasoducto en dirección a un puerto chileno, para hacer posible la exportación de las inmensas reservas gasíferas de Bolivia.614 El entusiasmo de Banzer y su frecuente deseo de llevar a pronto término este proyecto le hicieron participar de él al presidente de Estados Unidos George Bush. Consciente de la grave enfermedad que padecía, sabía que era una carrera contra el tiempo y se jugó entero por ella. De acuerdo al relato del ex-Cónsul General en La Paz, tres o cuatro años después, el presidente Lagos dijo que en uno de sus encuentros con el mandatario boliviano, el general Banzer le planteó en forma muy gráfica el tema: Si exportamos gas por Chile o por Perú, para nosotros es lo mismo, -habría dicho Banzer- Bolivia va a exportar 400 millones de dólares de gas, ese gas va a llegar a puerto, en el puerto hay que licuificarlo (sic) para ponerlo arriba del barco, pero el país que lo haga, digamos Chile, va exportar 1.500 millones de dólares. ¿Cómo le explico yo a Bolivia? -se preguntaba el general- que nosotros exportamos 400 millones de dólares y que luego Chile lo exporta por 1.500 millones de dólares. La respuesta del Lagos habría sido la siguiente: Es muy fácil, General. Le doy una concesión para que Bolivia instale su propia planta de licuefacción. Ud. me dice la extensión que necesita, por el período que haya que hacer la exportación y nosotros no 613 614

Ibídem. p. 48. Ibídem. p. 27.

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cobramos nada, ningún impuesto (…). Claro que la bandera debe ser chilena. Si alguien viola las leyes de tránsito, por así decirlo, la policía chilena le va a pasar una multa.615 Pocos meses después el presidente Banzer enfermó gravemente, el violento cáncer al pulmón diagnosticado en Estados Unidos, semanas antes, le obligó a presentar su renuncia al Congreso con fecha 6 de agosto de 2001 y falleció en mayo de 2002. Asumió el vicepresidente Jorge Quiroga por el lapso que restaba, un año. El nuevo y joven mandatario aprovechó su participación en la Cumbre del Grupo de Río, celebrada en Santiago de Chile en agosto de 2001, para sacar a relucir nuevamente el tema marítimo, oportunidad en que el locuaz y hoy extinto presidente de Venezuela Hugo Chávez, revelando a la prensa hechos absolutamente desconocidos tanto por la opinión pública nacional como de los diferentes sectores políticos, hizo presente la gran alegría “bolivariana” que sentía al conocer la aceptación de Chile de negociar con Bolivia una salida al mar. Semanas más tarde, la edición dominical de un diario de circulación nacional golpeó la cátedra dando a conocer antecedentes absolutamente reservados de las negociaciones bilaterales. La propuesta se inscribiría dentro de las conversaciones sostenidas por los dos presidentes sobre cuatro temas: La necesidad de un tratado de libre comercio entre ambos países, tratado minero, tratado de administración y conservación de recursos hídricos y salida del gas boliviano por un puerto chileno. La versión de la prensa señalaba que Chile arrendaría por noventa y nueve años ochenta y dos kilómetros de costa desde Mejillones hasta la caleta de Cobija. Este traspaso se haría mediante un régimen de comodato contractual. De igual modo, el proyecto del gasoducto boliviano desembocaría desde Tarija en algún punto del litoral en arriendo, donde se tenía previsto la construcción de una planta de licuefacción de gas y un puerto, desde donde zarparían los navíos llevando el gas del altiplano a distintas partes del mundo, tales como Tijuana (México) y de ahí, vaporizado otra vez con destino a California.616 El Gobierno chileno reconoció la información respecto al gasoducto hasta el Pacífico, pero negó taxativamente lo relativo al arriendo del enclave por noventa y nueve años. El 24 de noviembre de 2001, Lagos y Quiroga se reunieron con ocasión de la XI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. De acuerdo a la versión de Pérez Yoma, se habían agendado tres reuniones. Después de la primera, que fue a puerta cerrada, el presidente Lagos declaró al diario La Razón, que él venía a hablar de negocios no de mar. Para ello estaba dispuesto a reanudar relaciones diplomáticas, a facilitar un puerto, y a generar todo el marco legal necesario, pero que nada de esto podía implicar una revisión de las cláusulas del Tratado suscrito en La Paz en 1904.617 En abril de 2002, los presidentes de Chile y Bolivia nuevamente coincidieron en San José, Costa Rica, acordando examinar las medidas que serían necesarias para 615

Ibídem. pp. 51-52. Diario La Tercera. 9 de septiembre de 2001. 617 Pérez. Obra citada. p. 82. 616

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posibilitar la exportación de gas boliviano y sus derivados hacia terceros países por un puerto en la costa de nuestro país. Chile ofreció otorgar todas las facilidades económicas y tributarias necesarias para el buen término del proyecto de gas boliviano. Ambos mandatarios acordaron, además, dar un nuevo impulso al proceso de negociaciones tendientes a suscribir un tratado de libre comercio, un tratado de complementación e integración minera y un tratado relativo a la concesión, administración y explotación de recursos hídricos compartidos. En mayo de este mismo año se realizó el 57º Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, oportunidad en que Quiroga vinculó la construcción de un gasoducto por territorio chileno con el término de la mediterraneidad, al parecer a sugerencia de su canciller Gustavo Fernández, quien era partícipe que al asunto del gas había que sacarle el mayor provecho en aras de su histórica demanda, acuñándose luego el término “gas por mar”. Fernández afirmaba que si Chile no satisfacía la demanda marítima, el gas, independiente de las mayores distancias y costos, se sacaría por Perú. De hecho habría expresado en momentos en que el gas se había tornado un tema esencial, que el mejor Canciller que tiene hoy el país es el gas, enfatizando expresamente que más allá de su valor económico, tenía también un enorme valor político.618 A esta idea se sumaron otras personalidades y como se avecinaba el periodo de elecciones presidenciales, Jaime Paz Zamora, que volvía a ser candidato, hizo públicas sus críticas, siendo un ferviente partidario de que el gas boliviano se exportase vía Perú. Incluso, el candidato que fue electo, Sánchez de Lozada, con el ánimo de ganar votos, acusó al Gobierno de haber elegido un puerto a espaldas del pueblo boliviano. Quiroga ya cargaba con los hechos sucedidos en enero de 2002, el desafuero del diputado Evo Morales y los grandes disturbios con cuantiosos destrozos a bienes públicos, incluyendo muertos y heridos en Chapare, de lo que se responsabilizó a dicho diputado como el instigador y responsable, creando una situación prácticamente insostenible.619 El presidente Quiroga vacilaba en tomar la decisión. Sin duda alguna, las críticas que se habían levantado entre sus nacionales lo hacían dilatar su resolución, más aun cuando producto de las conversaciones bilaterales, el 14 de junio se acordaron las facilidades que Chile otorgaría a Bolivia y que, según el testimonio de Uldaricio Figueroa, fueron las siguientes: 1) Chile otorgaría a Bolivia, por un periodo de 50 años prorrogables, una extensión de 600 hectáreas, ampliables de común acuerdo. En esa zona se construiría una zona franca destinada a la recepción, procesamiento e industrialización no tan solo del gas natural, sino también del petróleo, sus derivados y subproductos asociados. Chile reconocería las concesiones dadas por el Estado boliviano a las empresas que operarían el proyecto, tanto el territorio boliviano como en la faja costera.

618 619

Ibídem. p. 75. Ibídem.p. 80.

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2) Las concesiones estarían exentas de gravámenes arancelarios o impositivos por parte de Chile. 3) Bolivia tendría plena libertad para auditar y fiscalizar a las empresas que operaban en la zona franca. 4) Lo trabajadores y técnicos bolivianos estarían afectos a las leyes laborales y de seguridad social de Bolivia, entregando el Estado chileno las facilidades migratorias y de residencia. 5) Se ampliaría la cooperación en el ámbito de la energía, minería y economía, incluyendo el abastecimiento de gas natural para Chile, el establecimiento de proyectos de inversión chilenos en Bolivia, conforme a la futura negociación de un Tratado de libre Comercio, acuerdos mineros y de explotación de recursos hídricos. En definitiva, el presidente Quiroga, diciéndolo en buen chileno “no se tiró a la piscina” y el recién elegido presidente Sánchez de Lozada, ahora con la banda puesta, viendo los reales beneficios que obtendría el proyecto a través de Chile, pensó que una campaña de información podría convencer a la opinión pública. Craso error, porque obtuvo un efecto contrario, exacerbando con mayor fuerza las animosidades, por lo que el proyecto se desestimó.620 Sin embargo, el período de Sánchez de Lozada también fue muy breve, pues dominaba el ambiente político el popular diputado, dirigente cocalero y máximo cabecilla del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, quien le hizo la vida imposible. Sánchez fue presionado fuertemente, como lo expresara en su discurso de renuncia al Congreso el 17 de octubre de 2003: (…) la democracia está bajo el asedio de grupos corporativos, políticos y sindicales que no creen en ella y que la utilizan según su conveniencia señalando a continuación que ello constituía una sedición que bajo el pretexto de la exportación del gas natural ha violado la esencia de la democracia.621 De modo que parafraseando al exministro Fernández, el mejor canciller de Bolivia botó al Presidente de la República, quien luego buscó refugio en Estados Unidos. 5.4.5.Conversaciones entre los presidentes Mesa y Lagos Posición boliviana

En un encuentro realizado en la XIII Cumbre Ibero americana en Santa Cruz de la Sierra el 14 de noviembre de 2003, entre los Presidentes de Bolivia Carlos D. Mesa y de Chile Ricardo Lagos, el presidente boliviano manifestó que consideraba que era el momento adecuado para reanudar la discusión de un acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico.

620 621

Figueroa Pla. Obra citada. pp. 362-364. Extraído del discurso leído por el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y dirigido al Congreso boliviano.

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Ricardo Lagos replicó que coincidía en que la soberanía era "la cuestión”, pero que su tratamiento debía realizarse al final del camino y no al principio. Incluso manifestó su disposición de hablar sobre soberanía si Bolivia lograba que Perú acepte la cesión de un corredor soberano que atraviese un ex territorio peruano.622 Opinión del autor Efectivamente, como indicásemos con antelación, la revuelta liderada por el diputado Evo Morales, que contó con la colaboración de la Central Obrera Boliviana (COB) y otras organizaciones sindicales y sociales, puso término al Gobierno de Gonzalo Sánchez, quien lo había derrotado por estrecho margen en las últimas elecciones. Asumió la presidencia el vicepresidente Carlos Mesa, quien en declaraciones hechas el 5 de enero de 2004, expresó que la citada revuelta había puesto en el ojo de la tormenta la reclamación marítima, por la negativa de los opositores a que el gas natural se exportara a Estados Unidos y menos que fuere a través de Chile, agregando que el problema marítimo boliviano se había transformado en un elemento que potenciaba la desestabilización en la región, porque se había puesto en juego la democracia boliviana, generando una terrible incertidumbre y un gran peligro para ésta.

Durante el año 2003 las relaciones comerciales se llevaron a la práctica de acuerdo a lo establecido en el Acuerdo de Complementación Económico, suscrito por ambas partes en 1993, el que había sido ampliado por sucesivos protocolos que favorecían a Bolivia. Paralelamente, avanzaban las conversaciones hacia un TLC, en el cual Chile consideraba otorgar a Bolivia un trato asimétrico favorable, haciendo factible que sus productos entrarían de inmediato a Chile con arancel cero, en circunstancias que los de origen chileno accederían a su vez a Bolivia con igual arancel solo cinco años más tarde. No obstante estos beneficios, a contar de octubre de 2003, tanto pronto asumió Carlos Mesa, Bolivia se desistió de seguir avanzando en los mencionados acuerdos. Uldaricio Figueroa nos recuerda que Carlos Mesa, como historiador, justipreciaba el antichilenismo y la reivindicación marítima, herramientas imprescindibles para mantener la cohesión boliviana y el sentimiento nacional. Esto se veía venir, pues ya en septiembre de 2003, como vicepresidente de Sánchez, había asistido a la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York, desde donde viajó más tarde a la OEA, y logró ser recibido por el Consejo Permanente de dicho organismo en una sesión extraordinaria. En ambas ocasiones, además de explayarse sobre la difícil situación económica que afectaba a su nación, señaló que el enclaustramiento es un freno para nuestro crecimiento y para el bienestar de nuestros ciudadanos y en el esfuerzo de recuperar la cualidad marítima se seguirá pidiendo su

622

DIREMAR. Obra citada. p. 48.

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solidaridad y apoyo a la comunidad de las naciones.623 No podemos dejar de reconocer, una vez más, la muy activa política comunicacional de Bolivia, como asimismo que el actual vocero de la demanda ante La Haya sea precisamente Carlos Mesa. En relación con lo expuesto por El Libro del Mar, del encuentro sostenido entre ambos mandatarios en Santa Cruz de la Sierra, lo que pretendió el presidente Mesa, era condicionar el proyecto de salida del gas por un puerto chileno, con una solución inmediata a la mediterraneidad Pero como dicho proyecto era una operación comercial, no podía vincularse con la aspiración marítima boliviana, como lo manifestó el presidente Lagos a su contraparte. A las afirmaciones de Mesa siguió una nueva demanda por la prensa a nuestro país, pretendiendo hacer reflexionar al presidente Lagos y al pueblo de Chile sobre un destino común, convencido de que Chile y Bolivia podían construirlo, pero que solo podría ser factible cuando la soberanía boliviana sobre el litoral fuere restituida; y apelando luego al Perú, instó a dar una respuesta positiva en un tema de fundamental importancia para Bolivia. El canciller Siles señaló por su parte que el Gobierno de Bolivia buscaría la forma de un nuevo tratado con Chile, que le permitiera recuperar el acceso al mar y que sustituya el acuerdo firmado entre ambas naciones en 1904. Soledad Alvear, canciller de Chile, salió al paso descartando la opción de revisión del Tratado de 1904, pero reiterando al mismo tiempo la voluntad de su país de conversar con Bolivia el asunto. El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, José Manuel Rodríguez Cuadro, participó respondiendo como es habitual con palabras de buena crianza, porque llegado el momento como se ha demostrado en reiteradas oportunidades, las palabras se las lleva el viento: Su nación respaldará la petición de Bolivia si este país llega a un acuerdo con Chile. Pero Carlos Mesa no supo o no quiso valorar la oportunidad que se le presentaba. Seguramente pesó más su antichilenismo que la cordura, pues la empresa que constituía el consorcio Pacific LNG, Sempra Energy, ante la posibilidad de perder la concesión en México y Estados Unidos por la indecisión del Gobierno de Bolivia, tuvo que buscar otro proveedor, y el beneficiado fue una empresa de Indonesia. Bolivia perdía así un negocio que le significaban 400 millones de dólares anuales extras a sus arcas fiscales, en el cual se fundaba la estabilidad macroeconómica del país para el siguiente decenio.624 A lo anterior, habría que sumar la mejor opción con la planta de licuefacción en la forma sugerida por el presidente Lagos. Los sucesivos regímenes bolivianos han alimentado en la opinión pública, desde la temprana infancia, que las causas de su pobreza, desarrollo y de todos sus infortunios y desventuras hemos sido nosotros, despertando una odiosidad sin límites hacia nuestro país. Los chilenos somos víctimas de la diatriba, la injuria y 623 624

Figueroa. Obra citada. p. 366. Ibídem. p. 368.

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nuestra bandera ofendida reiterada y persistentemente; las enconadas declaraciones y manifestaciones sin control, son el caldo que alimenta y aplaca el hambre y la pobreza de su pueblo, mantenido en la ignorancia y aferrado a un sueño difícil de alcanzar en la forma en que pretenden hacerlo. Sus dirigentes responsabilizan a Chile de la causa de sus males y agitan los estandartes de lucha por un objetivo político que hoy lo han transformado en natural. Su porfiada conducta antichilena los ha llevado a dilatar eternamente el negocio del gas a través de nuestro territorio; han preferido mantenerlo sin explotar y sacrificar a un pueblo angustiado, humilde, sufrido y carente de las necesidades más básicas, alimentando una odiosidad absurda y sin destino, como alternativa a la falta de desarrollo y adelanto en que ha sido sumido durante más de un siglo por causa de sus gobernantes. 5.4.6. La Cumbre de Monterrey. 12 y 13 de enero de 2004 Posición boliviana Durante la celebración de la Cumbre Extraordinaria de las Américas el 13 de enero de 2004, el presidente Mesa Gisbert repuso el tema de la injusta mediterraneidad boliviana en un foro multilateral del más alto nivel. Expresó que: Mirando al futuro con fe, convocamos al presidente Lagos y al Gobierno de Chile a buscar con nosotros una solución definitiva a nuestra demanda marítima. Mencionó también ante la oferta del presidente Lagos de reanudar relaciones que estas se concretarían en el momento en que el enclaustramiento marítimo boliviano se haya resuelto definitivamente. La prueba de que sí hay un problema pendiente ente Chile y Bolivia es precisamente la inexistencia de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.625 Opinión del autor

En el año 2004, centenario del Tratado de 1904, Bolivia mostró desde su inicio cuál sería su conducta en el ámbito de las relaciones bilaterales, pues muy temprano promovió su inveterada gestión internacional llevando el tema marítimo a cualquier instancia, independiente de las razones que concitaran el foro, intentando ganar el apoyo de terceros países a su demanda por una salida soberana al mar. Llegado el momento de realizarse la Cumbre de Monterrey626, el ambiente previo fue un síntoma de lo que realmente aconteció. Una ola de declaraciones oficiales y no oficiales en torno a la demanda marítima boliviana había saturado el clima de la futura reunión, además que habían estancado el trabajo de integración que venían realizando ambos Gobiernos.

625 626

DIREMAR. Obra citada. p. 48 La Cumbre de Monterrey estuvo inserta en el contexto de las Cumbres de las Américas que reúnen a los Jefes de Estado y de Gobierno del hemisferio occidental para discutir sobre consensos comunes, búsqueda de soluciones y desarrollo de una visión compartida para el futuro de la región en las áreas económicas, sociales y políticas. Nota del autor.

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Súmese a lo anterior las declaraciones del expresidente de EE.UU. Jimmy Carter durante ante el Congreso boliviano, durante una visita a ese país en diciembre de 2003, en las que no solo prestó su apoyo a la demanda de Bolivia, sino que habló incluso de un comodato, que también fue fuertemente criticado en el mismo país anfitrión. El Embajador de los Estados Unidos en Santiago indicó que el tema era bilateral y entre las dos repúblicas, pero que su país estaba dispuesto a colaborar en la medida que ambas naciones así lo solicitaren. Señaló, además, que Jimmy Carter no hablaba por el Gobierno de su país y solamente lo hacía como un ciudadano privado. El Departamento de Estado lo hizo en forma similar. La expresión de Chile fue a través de la declaración del ministro Secretario General de Gobierno, Francisco Vidal, enfatizando que el tema era bilateral, se agradecía la voluntad de colaborar, pero siempre y cuando ambos países estuvieran de acuerdo. Con posterioridad, Jimmy Carter envió una carta al presidente Lagos excusándose. El propósito de la Cumbre Extraordinaria era facilitar la cooperación hemisférica a los más altos niveles de Gobierno, para así poder enfrentar los retos económicos, sociales y políticos de la región, e incluía los siguientes temas: crecimiento económico social, desarrollo social y gobernabilidad democrática. Si bien estas conferencias están al margen de tratar temas bilaterales, era una oportunidad que Bolivia no podía desperdiciar para traer a colación el acceso soberano al mar. Chile lo sabía de antemano, estaba preparado para tal efecto, pero lo que no muchos se esperaban, fue el tono y el carácter que adquirieron las intervenciones del presidente Carlos Mesa y del presidente Ricardo Lagos. La Cancillería chilena se vio en la necesidad de endurecer el lenguaje al referirse al tema, y en la víspera de la cita hemisférica sostuvo que la situación era compleja y que ello no ayudaba al trabajo que se quería hacer en el entorno bilateral, que había prosperidad en términos de trabajo en ámbitos mineros, de cooperación y económicos, agregando además que Bolivia sabía perfectamente bien que mientras más busque sumar países, es más difícil tener un diálogo bilateral. El presidente Mesa estaba obligado a sacar el tema de la centenaria reivindicación, para así corresponder al fortalecimiento que había despertado su adhesión en el país, desde que el tema de la demanda marítima fuese una vez más agitado como causal de la crisis económica y social que envuelve a los bolivianos. De manera que no tuvo mucha necesidad de preámbulos preparatorios: En el tema de las relaciones internacionales, tenemos que poner énfasis en que las buenas relaciones entre nuestros países son indispensables porque garantizan y permiten el comercio fluido, la integración y el desarrollo de regiones complementarias. Y es aquí que quiero resaltar de manera particular que las buenas relaciones internacionales pasan, a nuestro criterio, por la necesidad de resolver cuestiones que, por una razón de justicia deben resolverse. Hoy, porque miramos al futuro con fe, convocamos al presidente Lagos y al Gobierno de Chile a buscar con nosotros una solución definitiva a nuestra demanda marítima sobre premisas muy claras, pero creemos que pueden ser muy efectivas. Proponemos diálogo en cualquier escenario, sea bilateral, sea el que

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auspicie un país o un grupo de países amigos, o el que se haga en el marco de una iniciativa de una institución multilateral. Ofrecemos además, una voluntad real de buscar esas solución (...). Menciono este tema en este escenario porque de verdad creo que el momento que viven nuestras sociedades (...) nos obliga a dar respuestas de fondo a problemas de fondo, con la mente abierta. Este es un problema de fondo que requiere dar respuesta de fondo.627 El presidente chileno debió haber estado muy impaciente mientras esperaba que su par terminase la exposición. Sin embargo, cuando llegó su turno, hizo gala de todo su poder oratorio, y con serenidad, gran firmeza y claridad, mucho más allá de lo que la delegación boliviana ni la chilena a lo mejor esperaban. Hay quienes critican al mandatario chileno de haber sido demasiado duro, pero, quien suscribe esta investigación, aun cuando pueda discrepar políticamente del presidente Lagos, no puede dejar de reconocer que realmente sintió un gran orgullo de ver al Presidente de Chile elevarse como estadista y defender nuestros intereses en la forma como lo hizo: No ha habido una sola cumbre -dijo Lagos- donde el Presidente de Chile no haya tenido una conversación con su colega boliviano. Esas reuniones algunas veces han sido públicas y otras privadas (...). Más adelante hizo referencia a las facilidades conversadas con respecto al gas boliviano: Yo a usted le ofrezco una concesión de tierra gratuita, por todo el tiempo que sea necesario, para la exportación de su gas. Esa concesión la inscribimos en el conservador chileno a nombre del Gobierno de Bolivia, no tendrá impuesto alguno y la extensión de tierra que usted quiere podrá ser transferida a aquella empresa que ustedes decidan porque el gas es de ustedes (...).628 A continuación, y sin duda alguna con el propósito de evitar cualquier eventual intervención de apoyo de uno de los presentes a la causa boliviana, como suele ocurrir en estos eventos, envió un mensaje subliminal al auditorio: Con el mayor respeto, todos los que estamos en torno de estas mesas tenemos entonces materias pendientes de territorios que fueron y que no fueron nuestros (...).629 El mandatario chileno sabía de lo que hablaba al hacer tal afirmación, no en vano existe una veintena de problemas limítrofes al interior de la comunidad americana. (Argentina con Gran Bretaña; Uruguay con Brasil; Surinam con Guyana Francesa, con Venezuela y con Guyana; Venezuela con Estados del Caribe, con Colombia y con Nicaragua; Nicaragua además con El Salvador y con Honduras; Costa Rica con Colombia; Estados Unidos con Haití y con Canadá; Guatemala con Belice; etc.). La intervención de Lagos llegó a su cúspide cuando hizo referencia al diálogo y a las relaciones: Discutamos la agenda del futuro; discutamos los temas que nos convocan y usted tendrá toda la colaboración y toda la simetría que ha planteado 627

Figueroa. Obra citada. p. 372. El Mercurio de Santiago, 18 enero 2004. 629 Figueroa. Obra citada. p. 373. 628

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como lo hemos venido haciendo. Y si de diálogo se trata, ofrezco relaciones diplomáticas aquí y ahora.630 Nos imaginamos que no se debe haber sentido volar una mosca en el auditorio y que el ambiente debe haber estado tenso, como para cortarlo con un chuchillo. La respuesta de Mesa señaló que el restablecimiento de las relaciones era un deseo que tiene Bolivia y que se concretará en el momento en que se haya resuelto el acceso al mar, a lo que a su vez replicó el Presidente de Chile, manifestando que entre ambas naciones no había temas pendientes. Quienes estiman que el presidente Ricardo Lagos pudo haber suavizado sus expresiones, no consideran el hecho de que el presidente Mesa le había dejado muy poco espacio de maniobra y que no se podía replicar de otra forma cuando el mandatario boliviano, lejos de hacer una solicitud o invitación, hizo una demanda, e invocó en forma imperiosa, y más aún, expresando que en cuanto a Chile existe paz, pero no amistad. La intervención de Mesa en Monterrey fue criticada por el exembajador de Perú en las Naciones Unidas, Francisco Tudela Durante, quien en el curso de una entrevista indicó que el planteamiento fue un designio mediático y no diplomático, al tratar de forzar un foro multilateral para discutir asuntos netamente bilaterales, lo que constituía un imposible diplomático. Hizo además una referencia muy particular en relación con las pasadas declaraciones de Koffi Annan, Secretario General de la ONU y del expresidente Jimmy Carter de los Estados Unidos. Señaló que en política internacional hay una secuencia en la cual no existe la casualidad y que la declaración de Annan en Bolivia, después de haber pasado por Chile sin expresar ningún comentario sobre el mismo tema; como la de Carter después que Chile suscribiera el TLC con Estados Unidos, constituyen parte de una política de derechos humanos que considera la promoción de los pueblos indígenas.631 En síntesis, el intento de convertir el tema en algo multilateral en la cumbre de Monterrey en enero de 2004 por parte del presidente Mesa y de encontrar eco en las otras naciones de América, no logró los propósitos que esperaba, no obstante la amplia campaña comunicacional previa, quizás alentado por algunas voces aisladas como la de los presidentes Lula, Chávez y Castro; la de Jimmy Carter y especialmente de Koffi Annan, quien ofreció sus buenos oficios para alcanzar una solución ante las aspiraciones bolivianas de salir al mar y cuyas declaraciones fueron ácidamente criticadas en Chile por todos los sectores de opinión dado el carácter de su cargo, la ignorancia demostrada frente al tema y su falta de oportunidad, lo que no se compadecía con la naturaleza de sus funciones. El excanciller chileno Gabriel Valdés calificó su intervención como una falta de tino y sutileza. Uldaricio Figueroa comenta que con posterioridad a la cumbre de Monterrey, y producto de las declaraciones hechas por el presidente Lagos, parlamentarios de

630 631

Ídem. El Mercurio de Santiago. 1 de febrero de 2004.

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distintas corrientes de opinión exigieron al canciller Siles que se les informara sobre los diversos ofrecimientos que se habrían recibido por parte del Gobierno de Chile, a lo que respondió que no existían registros escritos de las conversaciones y negociaciones llevadas a cabo por los Gobiernos de Hugo Banzer, Jorge Quiroga y Gonzalo Sánchez de Lozada y según el diario La Razón de la Paz, la respuesta del Canciller siempre fue la misma: no hay nada escrito. Sí se dijo, que hubo acercamientos con Chile, pero nada más.632 Coincidimos con el exdiplomático en que resulta insólito que no se haya dejado constancia por escrito de tales conversaciones. La versión de Siles no es creíble. El canciller Juan Ignacio Siles, con raíces y lazos tan profundos en Chile, no ha estado ajeno a declaraciones elevadas de tono. No se inmutó al reiterar que no habrá relaciones diplomáticas mientras no se solucione el problema de enclaustramiento y que no se permitirá que el gas que se venda a Argentina sea transferido a Chile. Nacido y crecido en nuestro país, con estudios en la Universidad de Chile, donde llegó a ser dirigente estudiantil, participó incluso, como el mismo reconociera en una entrevista de prensa, en acciones de protestas contra el Gobierno Militar. De madre chilena, María Eugenia del Valle, fallecida, catedrática, hermana del exministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del general Augusto Pinochet, Jaime del Valle, y su padre, Hernán Siles, diplomático boliviano, destacado historiador y excónsul General en Chile durante el periodo de las negociaciones de 1987. Viene en consecuencia de una familia con raigambre política, habiendo ocupado en el pasado varios de ellos la más alta magistratura de su país. El canciller Siles, con gran soberbia ha asegurado que ante un eventual corredor al norte de Arica, con FF. CC. incluido no tendríamos inconveniente en conceder tránsito libre a Perú y a Chile y que la moneda de cambio, puede ser el gas, pero fundamentalmente el desarrollo de la región.633 Declaró además que se preparaba una serie de actividades para conmemorar el fin de la guerra de 1879 con Chile y que terminó con el polémico Tratado de 1904. 5.4.7. Reuniones, conferencias y hechos omitidos en El Libro del Mar

El año 2004 fue rico en reuniones de carácter internacional, razón por la cual, a pesar que El Libro del Mar no se refiere a ellas, aportamos información respecto a otros encuentros que se estiman de interés para esta investigación, así como para la secuencia de los hechos más relevantes que han caracter3izado las relaciones entre ambos países. a) El ambiente se enrarece

El 22 de enero del 2004, el Presidente boliviano declaró a la prensa: El punto de partida de cualquier negociación entre Bolivia y Chile debería ser lo que se trabajó en 1975 y 1987. Creo que ese es un tratamiento racional del problema y eso pasa por un corredor (...). Las relaciones diplomáticas son el final de un camino en el que debemos

632 633

Figueroa. Obra citada. p. 374. El Diario de La Paz. 26 marzo de 2004.

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construir una solución definitiva al problema de la mediterraneidad, precisó Mesa, que añadió que su interés es tener una relación de complementariedad y de construcción económica mutua.634 Sin embargo, con respecto al corredor incluido en las dos negociaciones antes citadas, y por el cual siempre nuestro Gobierno ha estado dispuesto a conversar, durante el desarrollo del seminario de la Universidad Finis Terrae que ya mencionáramos, fue reconocido por los panelistas bolivianos que dicha opción nunca contará con la aprobación del Perú, de manera que el primer paso de Bolivia es obtener oficialmente una predisposición favorable de su legendario aliado para aceptarlo en los términos en que fuese planteado en 1975, antes que insistir en una demanda de tal naturaleza.635 Creemos que el éxito de una negociación, y de las buenas relaciones con un país vecino, requiere siempre serenidad y mente fría de quienes tienen la más altas responsabilidades en una nación, cuando ello no sucede pueden desencadenar pasiones muy difíciles de controlar. En efecto, después de las declaraciones de Mesa, una Federación de Mujeres convocó a una multitud de personas, las cuales hicieron una hoguera con una bandera y mercancías chilenas que habitualmente abastecen los mercados de la población, llamando además a no consumir dichos productos. Pero la ofensiva internacional de Bolivia no daba respiro, demostrando que ha sido persistente a través de los años. Después de Monterrey, el presidente Mesa se reunió con la Junta de Asesoramiento Estratégico compuesta por diez excancilleres, para escuchar un informe del canciller Siles. El ministerio de Relaciones Exteriores difundió a todas sus embajadas documentación relacionada con la demanda marítima, la que se hizo acompañar con la resolución de la OEA del año 1979, para distribuir y comentar que veinticinco países resolvieron que es de interés hemisférico permanente encontrar una solución justa y equitativa que proporcione a Bolivia acceso útil, libre y soberano al océano Pacífico. Súmese a lo anterior el texto enviado a Su Santidad el Papa, que sirviera de base para la publicación oficial de El Libro Azul, confirmando que la actividad en el Palacio Quemado no desmayaba, cubriendo todos los espacios posibles, sin restricción alguna, especialmente teniendo en consideración que durante el mes de junio se realizaría la Asamblea General de la OEA. Considérese además que en octubre se cumplían los cien años de la firma del tratado de 1904; y si la Cumbre de Monterrey fue propicia para descargar su artillería contra Chile, las siguientes reuniones serían -como lo fueronuna nueva oportunidad, según lo declarado por su Canciller, para exponer entre otros temas el reclamo a Chile de una salida al mar, aprovechando la coyuntura del anuncio oficial hecho por el Palacio de Torre Tagle de presentar una queja al Tribunal Internacional por la situación de límites marítimos entre Perú y Chile, otra nación que también pretendió y logró crear un diferendo de una situación absolutamente zanjada hace cincuenta años mediante un tratado libremente acordado entre ambos Estados. 634 635

EMOL. Mundo, Noticias. 22 junio 2004. El autor se encontraba presente en dicho seminario.

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b) El FOCALE

El 31 de enero, en Manila, se llevó a efecto la II Reunión del Foro de Cooperación de América Latina-Asia del Este (FOCALE) donde participan 32 países de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático y de América Latina, entre los cuales están Chile y Bolivia. El representante altiplánico, Hernando Armaza, emplazó a la canciller chilena Soledad Alvear a que nuestro país retomara el diálogo con el suyo para buscar una solución a la demanda marítima. Su intervención la hizo durante la jornada de clausura, argumentando que Bolivia carece de litoral, pero que nació en 1825 poseyéndolo y que le fue despojado como resultado de la guerra con Chile en 1879, agregando a continuación que la falta de acceso al mar fue el causante del fracaso del millonario negocio de exportar gas a Estados Unidos. La ministra Alvear, al igual que el presidente Lagos en Monterrey, tuvo que salir al paso enfatizando la predisposición siempre presente del Gobierno de Chile al diálogo inserto en un marco bilateral; reiterando además que los límites entre ambas naciones fueron fijados definitivamente en 1904, mediante un Tratado libremente acordado y cuyas disposiciones siempre han sido cumplidas por Chile. c) Reunión de vicecancilleres. Febrero de 2004

Nos referíamos anteriormente a la agenda abierta desde el año 2000, formulada a iniciativa del Gobierno chileno para continuar conversando con Bolivia. Había transcurrido recién un mes desde la Cumbre de Monterrey con todas las repercusiones que trajo consigo, y no obstante que aún no se enfriaban las encendidas recriminaciones bolivianas hacia la intervención de la delegación chilena, cuando una vez más dimos prueba de nuestro invariable deseo de seguir avanzando en la integración. Tenemos el “cuero muy duro”, dirán algunos. ¿Por qué seguir conversando con personas que no nos consideran sus amigos? y si no somos tales ¿somos enemigos? Pero las relaciones hay que construirlas y no destruirlas. Efectivamente, en febrero de 2004 los vicecancilleres de Chile y Bolivia, Cristián Barros y Jorge Gumucio, suscribieron dos acuerdos sobre controles integrados de fronteras y cooperación aduanera, acordando además seguir conversando dos temas más conflictivos: la licitación del puerto de Arica y la situación del río Silala. En el primero, Bolivia tuvo aprensiones en el sentido que la concesión a privados, adjudicada a un consorcio636, podría significar que este grupo controlara los precios del servicio portuario, encareciéndolos y haciéndolos menos competitivos, lo que podría afectar a la carga boliviana en la eventualidad de que en el puerto de Arica se utilice un monooperador, estimando las autoridades bolivianas que la licitación cambiaba la propiedad del puerto, lo que no es efectivo, ya que sigue siendo del Estado de Chile y solo se ha licitado la concesión para operar el sistema, pasando de un sistema multioperador a uno monooperador, es decir una empresa dará todo el servicio portuario. Conforme a versiones de prensa bolivianas, con el anterior sistema la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASPB) 636

Claro-Von Appen-Urenda-Romero. Nota del autor.

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cobraba un valor superior al costo real del agente, lo que en el fondo constituía un impuesto adicional velado a la carga boliviana, que iba en beneficio de los sectores políticos vinculados a dicha administración. Sin embargo, según lo expresado por el Director de la División de Empresas Portuarias SEP, Andrés Rengifo, el incremento que tendrá el TMN (Tarifa de Muelle a las Naves) se ve compensado con creces por el menor tiempo de permanencia en puerto, lo que se calculaba en esos años en US$ 30.000.637 Ambos vicecancilleres se volvieron a reunir el 7 de octubre en Arica para analizar la concesión del terminal marítimo y la aplicación de nuevas tarifas. Una de las razones que ha esgrimido Bolivia, respecto a que Chile no estaría cumpliendo con lo dispuesto en el Tratado de 1904, es que la operación del puerto de Arica ha estado sujeta a las presiones sociales y que ha derivado en conflictos laborales que han afectado a la carga boliviana -por supuesto también a la carga chilena-, lo que a juicio de este autor debe ser estudiado y enmendado, de modo no quedar vulnerable por no garantizar la operación del puerto en forma permanente. Con respecto al Silala, Bolivia discrepa de nuestra percepción en cuanto a que dicho curso de agua sea un río internacional y ni siquiera río, ya que para ellos es un manantial y en consecuencia nuestro país debería pagar por el uso de sus aguas. Chile, por su parte ha propuesto que una comisión de peritos internacionales determine la naturaleza del afluente, con el objeto de retomar lo que se había iniciado durante del segundo Gobierno del fallecido presidente Hugo Banzer, oportunidad en que se alcanzaron a realizar algunos estudios desde el espacio aéreo, pero que lamentablemente fueron interrumpidos por decisión unilateral de Bolivia. Sin embargo, estimamos que este asunto, como también el del río Lauca, estará presente una vez que se conozca el fallo de La Haya, y me atrevería a decir que si se llega al fondo de la demanda, sea invocado antes o durante este proceso.638 Dos palabras respecto al concepto de ríos internacionales. Ríos internacionales son aquellos cursos de agua que atraviesan dos o más Estados o sirven de límite entre ellos. La Academia de Derecho Internacional lo define como el que fluye por dos o más Estados o entre dichos territorios. Por otra parte, la Convención de 1997, respecto a los Cursos de Agua Internacional, expresa que se entenderá como curso de agua internacional al que alguna de sus partes se encuentra en Estados distintos. La misma norma define como curso de agua lo siguiente: Se entenderá un sistema de aguas superficiales y subterráneas que en virtud de su relación física, constituyen un sistema unitario y normalmente fluyen a una desembocadura común.639 Un nuevo encuentro entre ambos ministros se llevó a efecto en diciembre de 637

Diario La Segunda, Stgo., 19 octubre 2004. Justamente mientras se encontraba en proceso de revisión el presente texto, se produjo la intervención de Evo Morales durante la celebración del Día del Mar, el 23 de marzo de 2016, anunciando una nueva demanda contra nuestro país por el asunto del Silala. Nota del autor. 639 José María Gómez de la Torre. Régimen Legal de los Cursos de agua internacionales. http://www.afese. com/img/revistas/revista42. Consultado 8 de junio de 2016. 638

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2004, en el Cusco, con ocasión de la reunión de mandatarios de Sudamérica, y con posterioridad en Ouro Preto. Según un informe de prensa, por declaraciones hechas en La Paz por el canciller Siles, Chile había firmado un compromiso en el año 2000, en Algarve (Portugal), para impulsar una agenda sin exclusión. Todo parecía andar mejor en las relaciones, pero la situación interna de Bolivia parecía una vez más que terminaría con el Gobierno constitucional de Carlos Mesa, quien anunció la posibilidad de dimitir en caso de agudizarse las protestas, según lo expresó el Director del diario La Época, Raúl Peñaranda.640 El descontento en Bolivia seguía en aumento y la crisis recrudeció a fines de enero 2005, haciendo cada día más fuerte la postura autonomista de Santa Cruz. Esta región que produce el 52% de las exportaciones bolivianas tiene una población de 2.100.000 habitantes (25% del total) y una extensión de 370.621 km2 (33% de toda la superficie del país) es una zona como hemos señalado con anterioridad extraordinariamente rica en minerales (petróleo, gas, hierro, oro, estaño, plata, magnesio, platino y plomo) y en agricultura (algodón, caña de azúcar, soya, arroz, vainilla, café, girasol, cacao, cítricos y fruta tropical). Otro ingrediente que formó parte de este panorama de incertidumbre, fue la activa agitación política del dirigente cocalero Evo Morales -actual Presidente de la República- principal opositor del Gobierno de Mesa y artífice de las grandes protestas generadas en el ambiente sindical, junto al líder indigenista Felipe Quispe, quien, además de ser un factor detonante por la fuerte oposición que hacía al régimen, abogaba paralelamente por la creación de una nación aymara con territorios de Bolivia, Perú, Chile y Argentina. A juicio de Edmundo Pérez Yoma, durante su gestión como Cónsul General en La Paz los problemas que enfrentaba Bolivia en esos momentos eran, entre otros, los siguientes:

640

i.

Las enormes desigualdades y conflictos regionales, ya que la principal fuente de riqueza del altiplano, la minería hoy en decadencia, no guarda relación con las ventajas que ofrecen Santa Cruz, Tarija y Pando gracias a los potenciales riquezas gasífera, ganadera y de soya.

ii.

La enorme presión por la autonomía regional de Santa Cruz que se hace cada día más evidente, difícil de sostener una desintegración en ciernes.

iii.

Súmase a lo anterior la convocatoria a una Asamblea Constituyente que sin objetivos claros, aumentara aún más las divergencias existentes.

iv.

Las imperfecciones del sistema político y la falta de políticas de Estado.

v.

La fragmentación del escenario político.

vi.

Por otra parte, la postergación de los proyectos de hidrocarburos y la incertidumbre en las eventuales inversiones extranjeras, redundará en la

Diario La Segunda. 10 de enero de 2005.

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crisis social de que padece el pueblo Boliviano.641 d) Tercera Cumbre de Jefes de Estado. Mayo de 2004

El calendario del centenario nuevamente se vio favorecido para Bolivia con la realización de la Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe (28/29 de mayo de 2004, Guadalajara, México). Sin embargo, en esta oportunidad el presidente Mesa no quiso arriesgarse a una confrontación, como lo acontecido en Monterrey, y optó por la estrategia de plantear la demanda marítima en todas las reuniones bilaterales que sostuvo con los jefes de gobierno de Brasil, Ecuador, Venezuela, España, el Presidente de la Comisión Europea y otros mandatarios de Centroamérica. Chile hizo lo propio no tan solo en el ámbito americano sino también en el europeo. La diplomacia mexicana hábilmente planificó esta agenda de manera que los mandatarios de Chile y Bolivia no se encontraran en los trabajos de las comisiones. Con ocasión de esta cumbre, el presidente Ricardo Lagos, en una concurrida conferencia de prensa ante consultas hechas en torno a la disposición de Chile de otorgar una salida al mar a Bolivia, dijo que él había conversado con todos los presidentes bolivianos para que puedan sacar su gas por algún lugar de Chile, teniendo todas la facilidades del caso y que no existía ningún problema, señalando a continuación que siendo el gas boliviano, ellos debían decidir por donde hacerlo y que eso no le competía a Chile. e) Asamblea General de la OEA. Junio de 2004

Con el invierno llegó la fecha del Trigésimo Cuarto Periodo Ordinario de la Asamblea General de la OEA, realizado en Quito, Ecuador entre el 6 y el 8 de junio de 2004. Esta reunión estuvo precedida por dos incidentes fronterizos que si bien no pasaron a mayores, colocaron un tinte oscuro en nuestras relaciones, ambos muy próximos uno del otro. El primero correspondió al decomiso de especies del Ejército boliviano hecho por la policía chilena, quien liberó a los uniformados; y el segundo, ocurrido el 24 de mayo, que tuvo una repercusión mucho mayor, al violarse el territorio nacional por personal uniformado boliviano, quienes hirieron además a un ciudadano chileno. La Cancillería, en aras de un mejor entendimiento y cooperación, bajó el perfil de los hechos y prontamente fue superado. Un camionero chileno herido a bala y varios policías bolivianos detenidos fue el saldo de un nuevo incidente ocurrido en la frontera entre Chile y Bolivia, informó hoy el ministro del Interior, José Miguel Insulza. El incidente se produjo el domingo en las inmediaciones del paso internacional Visviri, cuando un grupo de policías bolivianos traspasó la frontera con Chile e intentó controlar a camioneros chilenos que intentaban atravesar el paso, según relató Insulza.642 Conforme se desprende de las declaraciones hechas por el canciller Siles, en esta oportunidad la delegación de Bolivia no se quería jugar por otra Resolución,

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Pérez. Obra citada. p. 15. Diario La Estrella. 24 mayo 2004.

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como la adoptada en 1983, en que se exhortó a Chile y Bolivia a dar una solución definitiva al enclaustramiento de esta última, o la de 1979, en que se reconocía de interés hemisférico al tema marítimo, debiéndose encontrar una solución justa y equitativa para conceder a Bolivia un acceso soberano y útil al océano Pacífico, y otras similares con posterioridad. No obstante, según lo narrado por el embajador Figueroa, inicialmente sus intenciones no habrían sido en tal sentido: Desarrolló una intensa campaña político-diplomática sondeando la posibilidad de presentar un proyecto de resolución vinculando la mediterraneidad como elemento negativo a su proceso de desarrollo. Como parte de ésta no podemos dejar de mencionar que Bolivia distribuyó El Libro Azul.643 En este texto se detallan los orígenes del enclaustramiento boliviano y su aspiración a obtener una salida al mar. Sostienen que el mar le pertenece por derecho y justicia y que la recuperación de la soberanía marítima es un deber histórico irrenunciable y permanente. Chile es el único país del hemisferio occidental con el que Bolivia no tiene relaciones diplomáticas, lo que demuestra la existencia de un problema pendiente. El pueblo boliviano sufre cotidianamente el costo del enclaustramiento. En la actualidad, pese a poseer enormes reservas de gas natural, las segundas en Sudamérica, al carecer de un puerto propio, Bolivia no puede exportar directamente dichas reservas para beneficiar a su población.644 El cargo o responsabilidad que atribuye Bolivia a Chile respecto a la dificultad de exportar su gas por la carencia de un puerto propio, teniendo la segunda reserva en Sudamérica, es producto de la tozudez de los Gobiernos bolivianos, que en su momento se negaron a aceptar el ofrecimiento del presidente Ricardo Lagos, y al poco o nulo interés de utilizar las facilidades otorgadas por Perú en Boliviamar. El objetivo que perseguía ahora la Cancillería boliviana, era hacer cumplir las antiguas resoluciones, en vez de buscar que se aprobara una nueva resolución. La intervención del canciller Siles en ningún caso fue confrontacional, y lejos de ello se produjo un acercamiento entre ambas delegaciones, pero la alusión a la demanda marítima estuvo presente. En su discurso señaló la importancia de los recursos hídricos y del gas natural para el desarrollo de la zona occidental de Bolivia, sur del Perú y norte de Chile, y que para tal efecto el 4 de agosto se suscribiría en Ilo un Tratado de Integración, Mercado Común y Cooperación con el Perú, agregando a continuación que el mayor freno para esta integración residía en el enclaustramiento a que ha sido sometida por Chile desde la guerra de 1879. Destacó más adelante que no venía a crear polémica ni enfrentamiento, más bien lo animaba un espíritu de reencuentro, e hizo referencia a la evolución del derecho internacional y a la necesidad de buscar una solución que satisfaga a todos. Mención especial hizo de aquellos chilenos que han buscado una solución solidaria, citando frases y expresiones del poeta Vicente Huidobro, Jorge Edwards, del presidente Domingo Santa María, Oscar Pinochet, Leonardo Jeff y Pedro Godoy.

643 644

Figueroa. Obra citada. p. 375 Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia. El Libro azul. p. 15.

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Luego vinieron las peticiones expresas: Se hace imprescindible avanzar en la búsqueda de soluciones imaginativas, pero la palabra imaginativa no puede significar la renuncia a la soberanía. Mejorar el régimen de libre tránsito es insuficiente. Demandamos pues un espacio de costa, útil, soberano, con continuidad territorial hacia nuestro actual territorio, que no esté sometido a la tutela de ningún otro país y que no corte la continuidad territorial de Chile. Si la imaginación conllevara a coartar el fondo mismo de nuestra reivindicación, entonces perdería la esencia creativa de su razón de ser. El concepto de soberanía se ha ido ampliando en los últimos tiempos y ello debería facilitar el proceso mismo de una negociación (…). Si bien consideramos que el asunto es en última instancia bilateral, nadie podrá negar las profundas consecuencias que para la integración de toda la región tiene nuestro enclaustramiento, no sólo por los efectos que tiene para nuestro desarrollo, sino por las dificultades que supone para la intercomunicación regional. En todo caso, son once las resoluciones de la Asamblea General que reconocen que el arreglo del asunto es un tema de interés hemisférico permanente, según establece la resolución de 1979 aprobada en La Paz. No en vano, en 1983, la resolución fue incluso copatrocinada por el Estado chileno. Ya no se requiere evidentemente de nuevas resoluciones y es por ello que en esta ocasión no hemos propuesto ninguna. Tampoco debe desconocerse que el inciso c) del Art. 2º de la Carta de la Organización de los Estados Americanos indica entre los propósitos esenciales de nuestra Organización: prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de controversias que surjan entre los Estados miembros.645 La 34ª Asamblea no logró para Bolivia el efecto esperado y el organismo solo tomó nota de la pretensión y archivó la demanda, recalcando que los asuntos expuestos eran un tema bilateral. El periodista boliviano Miguel Lora Fuentes se refirió en los siguientes términos: Fue por apoyo multilateral a la demanda marítima boliviana y volvió con una promesa de soluciones creativas (…). La intervención del canciller Siles en la asamblea de la OEA deja sabor a poco.646 En su intervención la canciller Soledad Alvear repitió conceptos anteriores expresados por la Cancillería, al reiterar que el tema era de carácter bilateral, haciendo especial énfasis que en los cuatro años del presidente Lagos se habían llevado a cabo más de 50 reuniones entre ella y el presidente con sus contrapartes bolivianas, sin dejar de mencionar además la decisión unilateral del presidente Mesa de congelar el Tratado de Libre Comercio y la prohibición a que se exporte a Chile el gas vendido a Argentina, ratificando así su concepto de falta de amistad con nuestro país.647

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Bolpresshttp://www.bolpress.com/art.php?Cod=2002081022. 17 de junio de 2015. Ibídem. 647 Figueroa. Obra citada. p. 176. 646

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Otros actos inamistosos durante 2004

Ese año hubo otros hechos que mostraron la poca disposición del presidente Mesa hacia nuestro país. Aún no desaparecía de la imagen de los chilenos el saludo cariñoso del canciller boliviano Hernán Siles besando en la mejilla a su colega chilena, producto de este espíritu de “abuenamiento” después de la reunión de la OEA, cuando recibimos desde el altiplano nuevas señales en sentido contrario. Efectivamente, el Gobierno del presidente Mesa sorprendió cancelando una licencia minera a una empresa con capitales chilenos. La empresa Non Metallic que operaba desde el año 2001 en el delta del Salar de Uyuni era de propiedad chilenoboliviana, con una producción de 3.000 toneladas mensuales daba trabajo a 200 personas, todas de origen boliviano. La prohibición constaba de dos resoluciones: La primera revocaba el permiso ambiental de Non Metallic, y la segunda, prohibía la exportación de ulexita sin incorporar valor agregado. Las explicaciones dadas por el viceministro de Minería apuntaban a que el Gobierno boliviano estaba preocupado por combatir la explotación irracional del salar de Uyuni. Sin embargo, según las declaraciones de los propietarios de la empresa, la acción contra Non Metallic se había iniciado en el año 2003, mediante una ley que ampliaba la zona sujeta a reserva, a lo que siguió la cancelación de la concesión, pero entregándose en cambio a comuneros locales la explotación de sus pertenencias. Simultáneamente, el 24 de junio, el ministro de Minería e Hidrocarburos Guillermo Torres declaraba a la prensa: A Chile no va el gas licuado en tanto hayan cuestionamientos. A partir del 29 no saldrá ningún producto si no tiene la aprobación del Ministerio de Minería e Hidrocarburos y sin que se haya satisfecho todos los requisitos.648 La citada medida, al igual que el gas natural vendido a Argentina con limitación de no exportar a Chile, estaba inserta en la estrategia de reivindicación marítima que impulsaba el Gobierno del presidente Mesa. Por su parte, una de las críticas se hizo sentir en Bolivia por la destitución de nuestro Cónsul General en La Paz, Enrique Ruiz-Tagle, quien se había pronunciado a favor de un acceso soberano al mar para ese país, contrariando abiertamente la política y los intereses de Chile en la materia. Como era de esperar, la situación fue aprovechada para relevar el tema ante la proximidad del centenario del Tratado de Paz y Amistad de 1904, acontecimiento que se llevó a cabo con toda la espectacularidad que había anunciado el gobierno del presidente Mesa. Conforme a las previsiones hechas personalmente por el primer mandatario, se llevó a efecto una sesión de honor ante el Congreso boliviano en Sucre, como homenaje a los parlamentarios de este departamento que se opusieron a la firma del Tratado de 1904, con asistencia de las principales autoridades civiles y militares 648

Diario La Nación. 25 de junio de 2004.

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del país, diplomáticos, académicos, etc. En la víspera, la Cancillería boliviana había dado a conocer las siguientes medidas que formaban parte de su ofensiva contra Chile: 1) Decretar un alza de impuestos a todos los productos de terceros países que transiten por territorio boliviano hacia o desde los puertos chilenos, como una forma de protestar por la licitación del puerto de Arica y con el objeto de que toda la carga proveniente de Argentina, Brasil y Paraguay se traslade a los puertos peruanos de Matarani, Callao e Ilo, para lo cual ya se habría logrado acuerdo con Perú para intensificar el uso de dichos puertos. 2) Denunciar ante los siguientes organismos internacionales que la licitación del puerto de Arica estaría incumpliendo los convenios y tratados acordados entre ambas naciones: Organización de los Estados Americanos (OEA), Organización Mundial del Comercio (OMC) y Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). g) Asamblea de las Naciones Unidas. Septiembre de 2004

El 22 de septiembre se llevó a efecto en Nueva York la Asamblea General de las Naciones Unidas, oportunidad, conforme a todas las perspectivas esperadas, que el presidente Carlos Mesa no desperdició para sacar el tema de la mediterraneidad. Efectivamente, el mandatario boliviano, al referirse a este tópico, señaló que el enclaustramiento es una piedra en el zapato para la integración latinoamericana y que ha frenado el desarrollo de su nación. Con posterioridad insistió en que la salida al mar es inclaudicable, por cuanto Bolivia había nacido como país independiente con una costa en el océano Pacífico, precisando a continuación que su reclamo tiene un fundamento moral, histórico y político, con alto costo económico que ha dificultado el desarrollo histórico de Bolivia y que ambas naciones tienen un destino común de desarrollo e integración, y que no dar solución al enclaustramiento es evitar la posibilidad de que ese desarrollo y ese proceso de integración sea verdaderamente una integración. No obstante, a pesar de ese destino común, por los canales oficiales días después dio instrucciones a las misiones diplomáticas, condicionando la reanudación de relaciones a solucionar previamente todos los temas pendientes entre ambos países, con carácter prioritario el acceso soberano al mar y la suscripción de un nuevo tratado bilateral. La canciller chilena Soledad Alvear, quien tuvo la responsabilidad de responder al mandatario boliviano, junto con precisar que entre Chile y Bolivia no hay problemas pendientes de límites y soberanía, recordó los esfuerzos de integración que se han hecho para trabajar mancomunadamente con el vecino país, y acusó a Bolivia de tener una actitud reticente a las variadas iniciativas de acercamiento emprendidas por nuestro Gobierno, haciendo referencia luego a la promulgación de un decreto que prohibió las reexportaciones de gas a Chile desde terceros países,

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limitando seriamente las posibilidades de mantener un diálogo constructivo entre ambas naciones.649 Expresó, además, que Chile participó activamente en la negociación y aprobó sin reservas la Declaración de Almaty relativa a los Países en Desarrollo sin litoral y de Tránsito, que promueve un espíritu amplio de cooperación sobre los temas centrales de transporte, comercio y tránsito en su mutuo beneficio. Continúa luego: A pesar de este cuadro Chile ha persistido en su disposición a mantener un diálogo con Bolivia que mire a la relación bilateral en su conjunto, sobre la base de una agenda de cooperación amplia para abordar en forma práctica e innovadora cuestiones de esenciales de interés común. Destacó a continuación lo afirmado por el presidente Lagos, que si hay temas que se arrastran del pasado se van a resolver sobre la base de una agenda de futuro, para lo cual Chile ha reiterado el ofrecimiento de reanudar las relaciones diplomáticas plenas que permitan esta vinculación, con nuevas y auspiciosas perspectivas. Dio término a su intervención con la siguiente sentencia, que debe haber calado bastante hondo a sus interlocutores: Para avanzar se requiere real voluntad política, coraje, imaginación y sobre todo, el deseo efectivo de aprender del pasado y superar el mismo, para abrirse a fórmulas visionarias de entendimiento y cooperación.650 h) La denuncia ante la OEA. Octubre de 2004

El 22 de octubre de 2004 se concretó la denuncia boliviana durante la reunión del Consejo Permanente de la OEA, por intermedio de la embajadora María Tamayo, en los términos previamente anunciados. La embajadora boliviana se refirió a este Tratado como el instrumento que pretendía cerrar las heridas provocadas por Chile el 14 de febrero de 1879, al ocupar el puerto boliviano de Antofagasta, y de establecer un relacionamiento exitoso entre Bolivia y Chile a partir del cierre de esa etapa dramática de la historia. Pero cien años después constatamos que la página abierta el 14 de febrero de 1879 no se ha cerrado y que los objetivos del tratado en lo esencial no se han cumplido.651 A continuación, no dejó escapar la oportunidad -siguiendo un padrón históricode reiterar que el Pacto de Tregua fue impuesto, que sirvió de base para que Chile se anexe unilateralmente el litoral boliviano. Este pacto fue el preanuncio del tratado de 1904, porque reconocía la administración y el manejo de territorio boliviano que había sido usurpado, incluyendo el manejo y administración de aduanas, sin que hubiera beneficio o participación del estado boliviano sobre él.652 Tampoco omitió la nota de Abraham König -referida en un capítulo anteriorque ya forma parte del inventario de las reclamaciones bolivianas, adjudicando a 649

Néstor Kirchner y Carlos Mesa firmaron un convenio que incluye la siguiente cláusula: En ningún caso el Gobierno argentino autorizará, desde la Cuenca Noroeste Argentina, la exportación de gas natural a terceros países de una cantidad superior al promedio histórico de los 90 días anteriores, tomando como base la fecha de suscripción del presente convenio. Nota del autor. 650 Claudia Riquelme. Corresponsal de Europa Press.www.europapress.es. 651 De la Página de la Organización de los Estados Americanos. Discursos. María Tamayo. 652 Ibídem.

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dicho documento haber constituido la base para el tratado de 1904, consolidando así la pérdida de cuatro puertos, siete caletas y 400 kilómetros de costa. La embajadora, sin duda, a sabiendas que dicho Tratado había sido propuesto por el propio Gobierno de Bolivia, aprovechó la circunstancia que el auditorio desconocía tales antecedentes para despertar en la Asamblea un apoyo solidario. La embajadora no “se andaba con chicas”. Parece que nunca supo de las afirmaciones de Santa Cruz: Cobija su único puerto. Agregó luego que dicho instrumento selló su enclaustramiento, afectando su comercio y constituyendo una amenaza para su seguridad nacional por el control que hace Chile de las vías de contacto hacia el mar; tampoco estuvo ausente en su relato el daño ocasionado por su mediterraneidad en el crecimiento, estimándolo en un 0,7% del PIB anual. Hizo referencia a las riquezas obtenidas por Chile y luego otra falacia, cuando mencionó que el retorno a las costas del Pacífico se ha convertido en un objetivo permanente e irrenunciable para Bolivia, porque Bolivia no nació como país Mediterráneo; por más de 54 años de su vida independiente, tuvo acceso a su litoral.653 María Tamayo, en su inagotable intervención, criticó ácidamente el Tratado de 1904 y tuvo el desenfado de expresar que el tránsito de mercaderías desde y hacia Bolivia a través de territorio y puertos chilenos establecido en el tratado de 1904 como una contraprestación por la cesión del litoral- nunca ha sido amplio e irrestricto como afirma el Gobierno de Chile. Este tiene una serie de limitaciones y está sometido a los vaivenes políticos del vecino país, lo que obstaculiza el comercio boliviano y lo somete a constantes incrementos de tarifas e, incluso, a paros y bloqueos de diferentes sectores laborales.654 En forma similar hizo fuertes críticas a la administración del puerto de Arica y a la falta de respuesta por parte de Chile, dentro del contexto de la agenda sin exclusiones, pero al mismo tiempo, en un contrasentido, señaló que la ausencia de relaciones diplomáticas entre ambos países es una forma en la que Bolivia demuestra a la comunidad internacional la injusticia de su encierro y la existencia de un problema pendiente.655 Esteban Tomic, nuestro embajador en la OEA, junto con reiterar la disposición chilena a la reanudación de relaciones diplomáticas, salió al paso recordando que el Tratado de 1904 garantiza el marco jurídico libremente consentido y plenamente aplicado en la práctica de nuestros países, y el régimen de libre tránsito y de acceso desde y hacia el mar para Bolivia que mi país sirve y continúa cumpliendo para su ejercicio amplio y permanente.656

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Ibídem. Ibídem. 655 Ibídem. 656 Figueroa. Obra citada. p. 377. 654

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i)

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Asamblea General de la OEA. Junio de 2005

Mientras se llevaba efecto esta Asamblea inaugurada el 6 de junio, el presidente Mesa, presionado fuertemente por los movimientos indigenistas, por los partidos de oposición y en particular por el máximo dirigente del MAS, Evo Morales, se vio obligado a renunciar por segunda vez el 9 de junio, y lejos de asumir quienes constituían la precedencia constitucional en dicho caso, tuvo que hacerlo el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, originando un Acuerdo de la Asamblea en el sentido que la situación fuese solucionada dentro de las vías constitucionales. Juan Ignacio Siles, que continuaba como canciller, en su intervención instó a los miembros de la Asamblea a apoyar el diálogo, por ser de interés hemisférico, e hizo referencia al hecho que durante dieciséis años el tema de la mediterraneidad se había estado planteando en dicho hemiciclo y continuaba sin solución. Agregó además que había entregado al ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Ignacio Walker, un proyecto de agenda que incluía el tema marítimo, pero que esta autoridad había entregado una respuesta que no lo consideraba. En relación con el Tratado de 1904, expresó que Bolivia no pretendía su denuncia, por cuanto la solución propuesta por su país no lo afectaba; se pretendía un corredor útil en la zona norte con puerto. Pensaba en la administración conjunta del puerto de Arica y del aeropuerto de Chacalluta, que deberían quedar en territorio boliviano.657 Como dice el refrán “en pedir no hay engaño” pero consideramos que tal pretensión escapa al nivel de cordura, más aun, al no indicar las compensaciones que estaría dispuesto a dar a cambio. El canciller chileno, a su turno, replicó que no coincidía con la visión e interpretación de los hechos dada por Juan Ignacio Siles. Reiteró la disposición para consensuar con Bolivia una agenda que aborde todos los temas con miras a la plena integración, recordando una vez más, al igual como lo había hecho la excanciller Soledad Alvear, las innumerables veces que el presidente Lagos se había reunido con sus pares, buscando fórmulas creativas y realistas para perfeccionar el acceso soberano al Pacífico.658 Uldaricio Figueroa destaca, en su relación, que en el breve tiempo que duró el Gobierno de Rodríguez Veltzé retomó la agenda sin exclusiones acordadas entre los presidentes Banzer y Lagos el año 2000 -suspendida a partir de la asunción del presidente Mesa-, concretando el Acuerdo Económico Nº 22, un Memorándum de Entendimiento sobre recursos hídricos (Silala), eliminación de usos de pasaportes y otros, reabriendo así los canales de comunicación para los próximos mandatarios en ambas naciones.659

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Uldaricio Figueroa Pla. Obra citada. p. 381. Ídem. 659 Ibídem. p. 383. 658

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5.4.8. Reuniones entre los presidentes Rodríguez Veltzé y Lagos Posición boliviana

El presidente Eduardo Rodríguez Veltzé se reunió en el año 2005 en cuatro oportunidades con su par Ricardo Lagos, en Nueva York, Salamanca, Mar del Plata y Montevideo. En estos encuentros se continuó promoviendo el diálogo sin excluir tema alguno, inclusive el más sensible, el del enclaustramiento de Bolivia. De acuerdo al criterio compartido por ambos dignatarios, dichos encuentros sentaron una forma de diálogo positivo, basado en la confianza y el respeto mutuo. En octubre de 2005, durante la XIV reunión del Mecanismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile, se resolvió incluir en la agenda bilateral el tema marítimo.660 Opinión del autor

En efecto, pese al corto período en la Presidencia de la República de Bolivia por parte de Eduardo Rodríguez Veltzé, tuvo la oportunidad de encontrarse en cuatro ocasiones con el presidente chileno Ricardo Lagos. La primera de estas reuniones se realizó en Nueva York, con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a mediados de septiembre de 2005. Ambos mandatarios dieron una buena señal en sus relaciones, contrarrestando con la difícil comunicación entre Lagos y el anterior presidente, Carlos Mesa, lo que fuera destacado por la prensa nacional e internacional. El jueves 15 de septiembre ambos mandatarios se reunieron gracias a las reservadas gestiones que hicieron los ministros de Relaciones Exteriores de Chile y Bolivia, Ignacio Walker y Armando Loaíza, y acordaron dejar para más adelante en la agenda bilateral el tema marítimo y centrar el nuevo diálogo en asuntos de solución inmediata. Los presidentes Lagos y Rodríguez habrían concordado que disponían de poco tiempo para alcanzar acuerdos antes del término de sus respectivos mandatos, que no superarían los seis meses, por lo que era necesario aterrizar la pauta de trabajo, según coincidieron ambos hablando separadamente. La reunión efectuada en el Hotel Millenium, cercano a la sede de la ONU había sido tan distendida que el canciller boliviano Armando Loaíza la calificó como un encuentro feliz, importante, agregando a continuación: Estos encuentros son generadores de una confianza mutua y necesaria entre ambos países.661 El presidente Rodríguez, aludiendo a la cita, expresó: Para mí fue un gusto conocer al presidente Lagos, lo cual es lo más importante. Se trata de un país vecino con el cual queremos acercar una serie de temas de interés. Agregó a continuación que se había hecho un recuento de las relaciones y de lo que se puede avanzar en todo los temas, sin exclusiones, añadiendo que para Bolivia el tema de la mediterraneidad es insoslayable, admitiendo que dicha materia fue tocada pero que no se resuelve en una reunión bilateral, y que ambos mandatarios estuvieron de 660 661

DIREMAR. Obra citada. p. 48. El Mercurio de Santiago. 16 de septiembre de 2005. Mario Gálvez, enviado especial.

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acuerdo que este asunto queda para el futuro. Más adelante señaló: Hay que trabajar las condiciones para seguirlo encarando, pero, en todo caso, partimos por mejorar las relaciones bilaterales.662 Ricardo Lagos expresó a la prensa: tenemos que ser muy concretos en las tareas que queríamos hacer, mencionado después una agenda de trabajo que propuso señalando la disposición de su Gobierno para extender más allá de 1 de octubre la decisión de abrir la posibilidad de que se pueda visitar Chile y Bolivia, o viceversa, sólo con cédula de identidad. Para el presidente chileno no habría inconveniente en discutir cualquier tipo de tema que a ellos les parecieren adecuados, entendiendo cuales son las limitaciones que todos conocemos, aclarando que el tema de la soberanía territorial fue zanjada en 1904, pero que ahora y siempre los países pueden discutir otros tratados, pero el acceso, facilidades de Bolivia al mar, está regido por el tratado de 1904.663 El segundo encuentro se realizó en Salamanca, España, en el mes de octubre, donde ambos gobernantes resolvieron encargar un estudio técnico de alto nivel, con el fin de explotar en forma conjunta los recursos hídricos fronterizos de ambos países, y terminar cualquier potencial conflicto por el uso de las aguas del río Silala. El presidente Rodríguez hizo hincapié en que a partir de este estudio técnico conjunto, Bolivia tiene la voluntad de solucionar definitivamente el conflicto provocado por el uso de aguas del río Silala. Agregando a continuación: Trabajaremos en el ámbito de examinar, de manera comprensiva, la capacidad de ambos países de encontrar una mejor utilización de los recursos hídricos de su extensa frontera y así también marcar algunas soluciones a problemas particulares, como las aguas del Silala, que transcurren por ambos territorios. El presidente Lagos señaló que este convenio marco debe abordar la situación de todos los recursos hídricos fronterizos, que son escasos, con el fin de obtener los elementos técnicos suficientes para definir las medidas que eviten daños a las aguas por diversas actividades productivas, que a veces pueden ser permanentes y no reversibles.664 La tercera ocasión se llevó a cabo en Mar del Plata, Argentina, con motivo de la IV Cumbre de las Américas, en octubre, cuyo eslogan era Crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática, justo en el período en que el Perú estudiaba en el Congreso un proyecto de ley sobre la determinación de las líneas de base de dominio marítimo, constituyendo el ancho de su dominio marítimo hasta la distancia de 200 millas marinas, utilizando una línea bisectriz en la zona sur, limítrofe con Chile; ley que fue aprobada y promulgada el 3 de noviembre de 2005. El tema estaba candente y había muchos interesados en que el presidente Rodríguez lo incluyera en la reunión prevista con el presidente Ricardo Lagos, dada la presión ejercida por el expresidente Jorge Quiroga, quien le sugirió en una carta que citara a los ex cancilleres e incluso a los candidatos a la presidencia -él era uno de ellos- para analizar esta situación. Quiroga estimaba que si Bolivia queda 662

Ídem. Ídem. 664 Ibídem. 16 de octubre de 2005. 663

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marginada de una eventual negociación sobre este tema quedaría expuesta a que una decisión de carácter bilateral afecte la aspiración nacional por una reivindicación marítima (…). Este tema resulta aún más relevante si se considera que el acceso de Bolivia al océano Pacífico podría ser un medio de solución, porque la costa boliviana tendría que proyectarse hacia el mar territorial y la zona económica exclusiva, aislando las áreas de contacto que originan este conflicto entre Perú y Chile.665 Quiroga veía las cosas demasiado simples y el fallo del tribunal, en su oportunidad, demostró lo contrario; aunque en opinión del exvicecanciller boliviano Fernando Messmer, estimaba que si se alcanzaba un acuerdo sería una base más cierta y más clara sobre la cual se tendría que avanzar en una negociación con Chile. Pues bien, no hubo acuerdo y la solución fue impuesta en un fallo del Tribunal de La Haya, a todas luces muy cuestionable. En todo caso, Rodríguez Veltzé -conforme al comunicado emitido por el vocero de la presidencia de Bolivia- estimó pertinente no tocar este tema ni con el presidente Lagos ni con Toledo, Presidente del Perú. Por lo menos es lo que se conoce en forma oficial. El encuentro entre los presidentes de Chile y Bolivia se verificó el 5 de noviembre, ocasión que permitió hacer un seguimiento y evaluación de los diferentes temas que habían impulsado este diálogo, en torno al mejoramiento de las relaciones comerciales y facilitar el tránsito de bolivianos y chilenos entre ambos países. El cuarto y último encuentro se concretó con motivo de la reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) realizada en Montevideo, el 15 de diciembre de 2005, que permitió llegar a buen término en dos acuerdos considerados de gran importancia para ambos países. El primero de estos compromisos fue la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica, que una vez tramitado administrativamente ante la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Bolivia estaría en condiciones de poder ingresar todos sus productos a territorio chileno con arancel cero, exceptuando el trigo y la harina de trigo. Se fijó, por otra parte, una cuota de seis mil toneladas de azúcar anuales que no pagarán impuesto aduanero. Mediante el segundo acuerdo se pone término a la obligación de llevar pasaporte para el tránsito de nacionales de ambos países, bastando con la cédula de identidad, para permanecer hasta 90 días en Chile y Bolivia.666 Los convenios antes mencionados constituyen, además de una buena señal de entendimiento, ventajas de gran importancia para Bolivia, al facilitar el ingreso unilateral de productos sin carga arancelaria, reforzando así la permanente e invariable actitud de Chile de mejorar las relaciones diplomáticas. Los resignados lectores podrán observar que estos cuatro encuentros fueron 665 666

El Mercurio de Santiago. Viernes 4 de noviembre de 2005. Ibídem. 6 de diciembre de 2005.

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bastante más que una forma de diálogo positivo, basado en la confianza y el respeto mutuo. 5.4.9. Asamblea General de la OEA. Junio de 2006

Esta reunión no fue incluida en El Libro del Mar, sin perjuicio de ello consideramos que es de interés para los objetivos que perseguimos. Realizada en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, en el mes de junio, contó con nuevos cancilleres, producto de cambios de Gobierno ocurridos tanto en Chile, con Michelle Bachelet Jeria, como en Bolivia, con Evo Morales Ayma. Bolivia se hizo representar por David Choquehuanca Céspedes y Chile por Alejandro Foxley Rioseco. Morales, en los primeros meses de su primer mandato, bajó el diapasón, hablando de la necesidad de un diálogo sin exclusiones para resolver los temas que vienen del pasado, pero haciendo alusión además a que con ello se permitiría saldar y reparar lo que considera una deuda chilena, la que transformó en “deuda histórica”, con ocasión de la manifestación de respaldo realizada el 10 de marzo en el Estadio Nacional, alentado por las pancartas “Mar para Bolivia”, precisando más tarde la creación de un comisión de alto nivel para buscar políticas concretas respecto a la demanda marítima.667 El Canciller boliviano, acatando la disposición de Evo Morales, pese a que el vicepresidente García Linera no era de opinión de incluir en la tabla el tema marítimo, se vio en la obligación de hacerlo, y previamente realizó esfuerzos con la intención de obtener por parte de la Asamblea una resolución similar a la de 1979, pero no encontró acogida. En su exposición reiteró declaraciones anteriores, e hizo alusión a los 127 años de la pérdida del litoral por una guerra injusta que no había deseado ni buscado con el consiguiente enclaustramiento asfixiante e insostenible. Responsabilizó al Gobierno de Chile que por falta de acceso soberano al mar Bolivia perdía aproximadamente el 1,3% del PIB, más delante agregó que en la obligación de Chile de otorgar libre tránsito, eran afectados los derechos bolivianos, producto de constantes incrementos de tarifa y a los vaivenes de la política interna de Chile, limitando las posibilidades comerciales de su nación. Hemos destacado la anterior frase, para hacer notar la osadía del canciller boliviano para hablar de vaivenes de política interna, omitiendo las permanentes crisis que ha vivido Bolivia a lo largo de toda su historia. Obviamente que hizo alusión a la visita de Evo Morales a Chile y la acogida que tuvo en el Estadio Nacional, organizada por colectividades de izquierda con prevalencia del Partido Comunista a juzgar por la cantidad de banderas que predominaban. Dio término a su intervención mencionando que Chile debe tomar conciencia de que el pueblo boliviano no renunciará jamás a su demanda de integración marítima. Por tanto invoco a que Chile tenga la capacidad de reparar esta

667

Durante la visita realizada a nuestro país con motivo de la asunción la presidenta Michelle Bachelet Jeria.

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injusticia histórica y permita que a Bolivia contar con una salida libre, continua, útil y soberana al océano Pacífico.668 Foxley, por su parte, respondió haciendo notar que la reunión sostenida entre ambos mandatarios debía observarse como un deseo de entendimiento entre los dos Gobiernos, aludiendo posteriormente a los avances logrados en la Agenda sin Exclusiones, mencionando en especial los Grupos de Trabajo de Libre Tránsito, tendientes a mejorar los accesos al océano Pacífico por parte de Bolivia; los relativos a los Asuntos Bilaterales, que incluían todos los temas de la agenda; el mecanismo de Consultas de Políticas Bilaterales; el Comité de Fronteras; los esfuerzos realizados por nuestro país para mejorar los puertos de Iquique para habilitarlo al libre tránsito, y las mejoras incorporadas en los puertos de Arica y Antofagasta. 5.4.10. La agenda de los trece puntos Posición boliviana

En el año 2006 el presidente boliviano Evo Morales y la presidenta chilena Michelle Bachelet dieron a conocer la conformación de una Agenda bilateral de 13 puntos, que incluía como punto VI el Tema Marítimo. Durante este periodo diversas autoridades chilenas no descartaron que el diálogo iniciado incluyese la cesión de soberanía a favor de Bolivia.669 Opinión del autor a) Antecedentes

Para ninguno de los lectores le son desconocidas las realidades distintas que se viven en el altiplano, con una minería en decadencia e igual protagonismo político, con respecto a otras regiones como Santa Cruz, Tarija y Pando, donde en especial se concentra la mayor riqueza gasífera. Esta situación ha influido en algunos analistas de Santa Cruz que apuestan por un federalismo. Los fundados temores que se temían con la convocatoria a la Asamblea Constituyente en cuanto a desnudar las serias divergencias existentes en el corazón de la sociedad boliviana, si bien lo lograron por una parte, por otra, dicha Asamblea hizo posible la aprobación de la nueva constitución del Estado Plurinacional de Bolivia y a través del Tribunal Constitucional ampliamente manejado por las corrientes políticas de Evo Morales ha hecho posible que éste sea reelegido en dos oportunidades, sin mayores contratiempos, completando 14 años en el poder hasta el 2020, asemejándose a su antiguo protector y financista Hugo Chávez en Venezuela, pretendiendo su partido Movimiento al Socialismo (MAS) lograr la reelección indefinida como aquel. En relación a los hidrocarburos (HC), la política de nacionalización iniciada por 668 669

Figueroa. Obra citada. pp. 384 y 385. DIREMAR. Obra citada. p. 49.

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el presidente Mesa mediante el Referéndum del Gas y la promulgación de una nueva ley en el año 2005, dejó en poder del Estado como mínimo el 50% de la propiedad, lo que obligó a las empresas privadas a renegociar sus contratos para mantenerse vigentes. El plebiscito organizado por el presidente Mesa, sin duda alguna estaba orientado a consolidarlo en el poder que se extendía hasta el 6 de agosto de 2007 y así dejaba en manos de la voluntad popular decidir sobre el destino del gas, que sin duda lo aprobaría dada la fuerte campaña realizada en tal sentido. Las interrogantes que se le expuso a la población fueran las siguientes: ¿Está Ud. de acuerdo con la abrogación de la Le Ley de Hidrocarburos 1689 promulgada por Gonzalo Sánchez de Lozada? ¿Está usted de acuerdo con la recuperación de la propiedad de todos los hidrocarburos en boca de pozo para el Estado boliviano? ¿Está usted de acuerdo con refundar YPFB, recuperando la propiedad estatal de las acciones de los bolivianos en las empresas petroleras capitalizadas, de manera que pueda participar en toda la cadena productiva de los hidrocarburos? ¿Está de acuerdo con la política del presidente Carlos Mesa de utilizar el gas como recurso estratégico para el lograr una salida útil y soberana al océano Pacífico? ¿Está usted de acuerdo con que Bolivia exporte gas, en el marco de una política nacional que cubra el consumo nacional, cobre impuestos y/o regalías a las empresas petroleras, llegando al 50% del valor de la producción de gas y de petróleo a favor del país, destine los recursos de exportación e industrialización del gas, principalmente para educación, salud, caminos y empleo? 670 A pesar de lo amplio de la consulta, del tenor de algunas preguntas que sin duda pudieron escapar al entendimiento para el sector de la población con menor educación; y a la disidencia interna por parte de aquellos que se oponían tenazmente a su realización, boicoteándolo o llamando a la abstención, a votar nulo, votar no en la pregunta 3; rechazar las preguntas 4 y 5; o no a las interrogantes 2, 3, 4, y 5, el referéndum resultó ampliamente favorable al Gobierno de Mesa. A la nacionalización del gas hecha por Mesa siguió la de Evo Morales en el año 2006, que a los cuatro meses del inicio de su gestión promulgó un decreto definiendo la política de los HC que rige hasta la fecha, estableciendo la urgencia de firmar nuevos contratos, la estatización de las acciones cedidas a los privados y la participación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en las utilidades producidas por las empresas en un porcentajes variable. Con respecto a la anterior nacionalización y a la efectuada con posterioridad por Evo Morales, una revista brasileña publicó el siguiente comentario: La nacionalización de Evo Morales se parece poco a las anteriores

670

Pérez. Obra citada. pp. 148-149.

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nacionalizaciones, que decretaron la expulsión de las empresas transnacionales para que YPFB se hiciera cargo de operar los campos expropiados. En este caso, los campos permanecieron a cargo de las empresas, debido a que YPFB no tenía la capacidad para asumir la operación de los pozos, pero aquellas se convirtieron en “contratistas”, remuneradas con un porcentaje que se acerca a 1/3 del valor de las ventas. Se trata, a toda vista, de una nacionalización híbrida.671 En los últimos años, Evo Morales ha atenuado en sus discursos antiimperialistas el tono de sus ataques, lo que ha derivado en un sorprendente acercamiento entre el Gobierno y el empresariado, redundando en un positivo crecimiento del país, poniéndolo a la cabeza de Sudamérica con un 5,2% para el año 2015. Pérez Yoma señala también las imperfecciones del sistema político que han impedido la generación y sucesión de mandatos políticos estatales, incentivado por la enorme fragmentación del espectro partidista, donde las antiguas corrientes que le daban gobernabilidad a Bolivia, como el MIR, MNR y ADN, han dado lugar a fuertes caudillismos populistas y variados movimientos sociales, que persisten hasta en estos días. Sobre el tema del mar Pérez Yoma acota: que la reivindicación marítima vivida ya sea como grito enardecido como lamento plañidero, como estudio empírico que hipotéticamente probaría que la falta de litoral tiene un costo brutal sobre la tasa de desarrollo boliviano (…) y continúa: (…) Al cabo de un siglo de apelar a recurrentes fantasías sin resultado alguno, la verdad es que aún me sorprende la voluntad del Gobierno del presidente Carlos Mesa de chocar contra el mismo muro. Y me sorprende porque si algo me queda en claro después de haber sido Cónsul General de Chile en La Paz, es que ese orden de prioridades es equivocado.672 Y luego agrega una sentencia con la cual concordamos: Algún día Bolivia y Chile llegarán a acuerdos satisfactorios, que resolverán todos sus conflictos pendientes. Entendiendo esta última expresión como diferencias pendientes, para no dar lugar a Bolivia creer que estamos reconociendo que tenemos una situación de límites pendientes. Pero esos acuerdos van a ser el desenlace de un buen nivel de relaciones recíproco. Pretender que el mar sea el punto de partida para el entendimiento, como lo han hecho los Gobiernos bolivianos, es contrariar la lógica de la diplomacia y también la mejor manera de seguir postergando las soluciones.673 Tan pronto asumió Evo Morales, parecía que iniciaba su mandato dejando atrás su pasado rupturista, y que su visión de Estado lo hacía mirar con otros aires y verbos su condición de mandatario, sosteniendo que era necesario restablecer las relaciones diplomáticas para que un diálogo sin exclusiones diera la esperanza de resolver los problemas que vienen del pasado, y que permitiera “saldar y reparar” la

671

Francesco Zaratti. Revista Novamérica (Brasil) N° 139. pp. 60-63. Julio-Septiembre 2013. Pérez. Obra citada. pp. 15-17. 673 Ídem. 672

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deuda chilena con Bolivia.674 De acuerdo a la versión del embajador Uldaricio Figueroa, en sus declaraciones e iniciativas respecto al tema marítimo, se dejó llevar más por sus deseos personales, las que muchas veces unas eran opuestas a otras, ajenas a una debida coordinación. No fue mezquino a la hora de mostrar su optimismo, al anunciar que empieza otra historia entre Bolivia y Chile y que quería otra relación con La Moneda para buscar soluciones en temas comerciales, en temas históricos, en temas energéticos que no están condicionados; sostuvo y agregó que, según el avance de las reuniones se lograrán soluciones a temas pendientes, no descartando la venta de gas a Chile: Personalmente estoy muy dispuesto a venderle gas a Chile, resolviendo los problemas históricos, sociales, estructurales.675 Pero las señales iniciales de un diálogo abierto y franco con el Gobierno chileno en pro de buscar armonías dentro de un ambiente provechoso que fructifique en el retorno boliviano al Pacífico, tal como lo expresara David Choquehuanca en su intervención en la OEA en Santo Domingo, dejando atrás un pasado de desencuentros y enemistad por un futuro lleno de amistad y de esperanza, con el tiempo fue olvidado, retornando a la actitud confrontacional que le ha sido característico a sus gobernantes.676 Hemos dejado constancia, con anterioridad, que después de su primera visita a Chile envió instrucciones a sus delegaciones diplomáticas que contradecían la visión que generó inicialmente, al condicionar las relaciones a la solución de todos los problemas pendientes, incluyendo el acceso soberano al mar con carácter prioritario y a la suscripción de un nuevo tratado bilateral, sustitutivo del Tratado de 1904.677 A lo anterior se sumaron las palabras de su vicepresidente, Álvaro García Linera, de quien ya hemos conocido sus opiniones, quien colocó a la cabeza de cualquier relación con Chile el tema marítimo y a partir de ese se complementan con otros temas. El canciller Choquehuanca obviamente no podía estar ajeno a estos juicios, anunciando en la víspera de la celebración del Día del Mar -siendo consecuente con lo que ha sido históricamente esa fecha- que pediría la revisión del Tratado de 1904. En el año 2007, en Panamá, Choquehuanca aludió a la agenda de los trece puntos, pero demostró que tan solo le interesaba uno solo, los demás no contaban: Desde hacía un año ambos países estamos abocado a construir un ambiente de confianza mutua con el objetivo y compromiso de arribar a un solución final al enclaustramiento marítimo boliviano.678

674

Ibídem. p. 383. http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?breve3543. 676 Figueroa. Obra citada. p. 387. 677 Ibídem. p. 383. 678 Ibídem. p. 386. 675

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Recordemos que este breviario tiene como antecedente la agenda sin exclusiones del año 2000, producto de la reunión de cancilleres de ambos países en Algerve, Portugal, como mencionamos en un título anterior; y tras ello, la visita del presidente Lagos a Evo Morales, horas antes que éste asumiera el poder, dispuesto a dar un mayor dinamismo a las relaciones bilaterales, a pesar de sus desencuentros con el expresidente Mesa. Por otra parte, Bolivia también quería iniciar el nuevo siglo con otros aires, que contribuyeran a una mayor apertura, dejando de lado los resabios del siglo XIX, por lo menos eran las intenciones, a juicio de Javier Murillo, exministro de Relaciones Exteriores. Con posterioridad, meses después de la asunción de Michelle Bachelet, ambos mandatarios tuvieron ocasión de reunirse en Viena, en la IV Cumbre de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, decidiendo abordar el tema de la agenda sin exclusiones, que se concretó el 18 de julio en la Cancillería de La Paz. Su mise en scéne fue en la XV Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile, suscrita el 25 de noviembre de 2006, presididas por el subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile, embajador Alberto van Klaveren, y por el viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, embajador Mauricio Dorfler. En esta oportunidad se aprobó el contenido del Acta de la II Reunión del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Bilaterales, adoptada en Santiago el 23 de octubre del 2006. Adicionalmente, ambas delegaciones pasaron revista a los 13 puntos de la agenda, cuyo detalle incluimos a continuación: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

Desarrollo de la confianza mutua. Integración fronteriza. Libre tránsito. Integración física. Complementación económica. Tema marítimo. Silala y recursos hídricos. Instrumentos de lucha contra la pobreza. Seguridad y defensa. Cooperación para el control de tráfico ilícito de drogas y productos químicos esenciales y precursores. 11. Educación, ciencia y tecnología. 12. Culturas. 13. Otros temas. b) Tema marítimo

Con respecto al Tema Marítimo, según refiere el acta respectiva, se dejó constancia de lo siguiente: En el espíritu de esta agenda bilateral amplia y sin exclusiones, ambas delegaciones intercambiaron criterios sobre el tema marítimo y

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coincidieron en la importancia de continuar este diálogo de manera constructiva.679 c) Reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas

1. XVI Reunión. 18 de mayo de 2007680 Se llevó a efecto en La Paz, con el propósito de realizar un análisis y seguimiento sobre los avances en los trece temas de la Agenda ya mencionada. La delegación de Bolivia estuvo presidida el viceministro de Relaciones Exteriores y Cultos, embajador Hugo Fernández, y la Delegación de Chile por el subsecretario de Relaciones Exteriores, embajador Alberto van Klaveren. Esta reunión fue precedida, el día 17, por la IV Reunión del Grupo de Trabajo para Asuntos Bilaterales, cuyas conclusiones fueron sometidas a consideración y aprobación de los Jefes de Delegación. Haremos mención solo de algunos temas ya que a nuestro juicio tienen mayor relación con la materia en estudio: - Libre Tránsito Ambas delegaciones destacaron la realización de la VIII Reunión del Grupo de Trabajo sobre Libre Tránsito, celebrada en la ciudad de Santiago, los días 8 y 9 de febrero de 2007, en la que se abordó la aplicación del régimen de libre tránsito, tarifas portuarias en los puertos de Arica y Antofagasta, cargas IMO y otras materias de la operativa portuaria en el marco de la modernización de los puertos. En este contexto se dejó constancia de los análisis y proposición de criterios de conciliación de las tarifas portuarias cuyos avances se reflejan en las Actas de la I Reunión del Grupo Técnico Bilateral del Puerto Antofagasta, de fecha 22 de marzo de 2007 y de la I Reunión del Grupo Técnico Bilateral de Puerto Arica, de fecha 3 de mayo de 2007. Igualmente se revisó el estado de avance de la concreción de la habilitación del Puerto de Iquique. - Tema Marítimo Ambas delegaciones acordaron que por instrucción de los presidentes y cancilleres de ambos países, el análisis del tema marítimo quede circunscrito, en esta oportunidad, al Viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y al Subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile en la XVI Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas. Ambas autoridades se mostraron satisfechas por la cordialidad, franqueza y profundidad con las que se desarrolló el diálogo y señalaron que hubo importantes coincidencias en el análisis de los diferentes aspectos de este tema y que se avanzó en la identificación de puntos de interés común y criterios

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El Libro del Mar. Anexo N° 17. p. 115. Acta de la XVI Reunión del mecanismo de consultas políticas Chile-Bolivia. administracionpublica.word press.com. Consultada el 15 de agosto de 2015

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compartidos, a los que los Vicecancilleres darán debido seguimiento. 2. XVII Reunión. 19 de octubre de 2007681 Se llevó a efecto en Chile, en la localidad de Coya, Región de O´Higgins. Las delegaciones estuvieron presididas por las mismas autoridades indicadas en la reunión anterior. Este encuentro fue precedido el día, por la V Reunión del Grupo de Trabajo para Asuntos Bilaterales, cuyas conclusiones fueron sometidas a consideración y aprobación de los Jefes de Delegación. Con el mismo criterio anterior, incluimos las siguientes materias del total de los puntos incluidos en la Agenda. - Libre Tránsito. Habilitación del Puerto de Iquique La delegación chilena informó que se continúa trabajando el tema de la gratuidad de los almacenamientos de la carga boliviana en el puerto de Iquique y, que conforme a lo comprometido, se está avanzando en la implementación de un sitio extra portuario para dichos almacenamientos, cuya materialización está prevista, en principio, para junio de 2008. En relación a la instalación del agente aduanero boliviano se confirmó que la misma se dará de manera inmediata a la habilitación del puerto. - Tema Marítimo Sobre este tema, el Subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile y el Viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia intercambiaron criterios en forma amplia, franca y realista, sobre el seguimiento y profundización del diálogo. Luego de hacer un balance de los avances logrados en la relación bilateral desde las últimas conversaciones y teniendo en cuenta las condiciones prevalecientes en Chile y Bolivia respecto al tema y sus posibles enfoques, ambas delegaciones coincidieron en la necesidad de mantener el diálogo bilateral en una perspectiva constructiva, con la finalidad de profundizar las líneas de trabajo que consideren efectivamente los criterios que han sido compartidos. 3. XVIII Reunión. 17 de junio de 2008682 La ciudad de La Paz fue su sede, presidida por el subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, y por el viceministro de Relaciones Exteriores y Cultos de Bolivia, Hugo Fernández Aráoz. Esta reunión fue antecedida por la VI Reunión del Grupo de Trabajo para Asuntos Bilaterales, realizada el día 16. Las delegaciones pasaron revista a la Agenda de los 13 Puntos, constatando que ésta es un eficaz instrumento que guía la relación bilateral, la cual a su vez, es muy fluida y atraviesa por un excelente momento. En el Acta respectiva dejaron constancia de los numerosos encuentros sostenidos a nivel Gobierno, destacando tres encuentros presidenciales, tres de

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Ídem. http://www.minrel.gob.cl/ Consultada el 15 de agosto de 2015. Ídem.

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cancilleres y cinco de otros ministros de Estado. Los presidentes, Evo Morales y Michelle Bachelet se reunieron en Santiago, en noviembre de 2007, en ocasión de la Cumbre Iberoamericana. En La Paz, en diciembre del mismo año, con ocasión de la suscripción de la "Declaración de La Paz", que impulsa el Corredor Interoceánico Chile-Bolivia-Brasil, que ratifica el compromiso con el proceso de integración regional en el ámbito de la infraestructura física. En Lima, en ocasión de la V Cumbre de Jefes de Estado de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, realizada en mayo de 2008. Los cancilleres sostuvieron conversaciones en Cartagena de Indias, en el marco de la Reunión del Comité de Delegados de UNASUR, en enero de 2008; en Santo Domingo, con ocasión de la Reunión del Grupo de Río, en marzo de 2008, y en Medellín, durante la Asamblea General de la OEA, en junio de 2008. Los ministros de las carteras de Defensa, Salud, Trabajo, Obras Públicas y la Ministra de Cultura de Chile y el Viceministro de Culturas de Bolivia, tuvieron ocasión de reunirse bilateralmente en diferentes oportunidades. - Libre Tránsito. Habilitación del Puerto de Iquique Bolivia informó la nota verbal del Gobierno de Chile sobre la habilitación del puerto de Iquique al Régimen de Libre Tránsito, e indicó que está siendo analizada y estudiada por las instancias correspondientes de Bolivia y que se dará una respuesta oportunamente. - Tema Marítimo (…) Considerando la existencia de importantes logros en la confianza mutua, se intercambiaron ideas y criterios sobre formas específicas para abordar este tema y aproximaciones concretas en la materia. Analizadas las distintas opciones existentes, se profundizó en aquellas que ofrecen mayor viabilidad a corto plazo. Para avanzar en este análisis, se comprometieron a encomendar los debidos estudios técnicos. Los vicecancilleres reiteraron su convicción que mediante este proceso de diálogo, con un enfoque realista y de futuro, podrán alcanzarse los acuerdos necesarios. - Silala y Recursos Hídricos Con relación a este tema se acordó que en un plazo de 60 días se intercambiarán bosquejos con contenidos para un acuerdo básico inmediato, que considere el recurso hídrico en sus usos existentes, los derechos de cada país, y las formas y mecanismos para su aprovechamiento de manera de generar beneficios económicos para Bolivia, considerando la sostenibilidad del recurso. 4. XIX Reunión. 21 de noviembre de 2008683 Se realizó en Santiago, estando presidida por las autoridades ya individualizadas. El día anterior se llevó a efecto la VII Reunión del Grupo de Trabajo 683

Ídem. http://www.minrel.gov.cl/Consultado el 15 de agosto de 2015.

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para Asuntos Bilaterales, cuyas conclusiones fueron sometidas a consideración y aprobación de los Jefes de Delegación. - Desarrollo de la Confianza Mutua Fueron destacadas los diversos encuentros entre presidentes y cancilleres con motivo de las diferentes reuniones internacionales llevadas a cabo: Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de MERCOSUR y Asociados (Tucumán, 1.Jul.08); Cumbre Extraordinaria de UNASUR (Santiago, 15.Sep.08); Cumbre Extraordinaria de UNASUR (Nueva York, 24.Sep.08); Reunión de Parlamentarios de UNASUR (Cochabamba, 17.Oct.08); XVIII Cumbre Iberoamericana (San Salvador, 3031.Oct.08). Bolivia agradeció la iniciativa de la presidenta Michelle Bachelet, en su calidad de Presidenta Pro Tempore de UNASUR, por haber convocado a una reunión extraordinaria de Jefes de Estado de los países miembros de dicho organismo para respaldar el proceso democrático en Bolivia, hecho de singular importancia para su país y en lo que compete a la proyección del trabajo de UNASUR. - Libre Tránsito En relación a los puertos de Arica y Antofagasta se consignó la Reunión del Comité Técnico Bilateral Puerto Antofagasta, que se llevó a cabo el 28 de octubre de 2008 en la ciudad del mismo nombre. La delegación de Bolivia expresó su preocupación por el cobro del almacenamiento de la carga boliviana en el frente concesionado del Puerto de Antofagasta y se confirmó la Reunión del Comité Técnico Bilateral Puerto Arica, el 27 de noviembre de 2008. Con respecto a la habilitación del Puerto de Iquique se destacaron los alcances obtenidos en la reunión del 17 y 18 de noviembre de 2008 en la ciudad de Iquique, en que se elaboró conjuntamente un borrador de Nota Reversal, que permitirá a futuro poner en práctica la habilitación del puerto de Iquique al régimen de libre tránsito para Bolivia. - Integración Física. Ferrocarril de Arica a La Paz La delegación chilena informó que el día 8 de noviembre se publicaron en los diarios La Estrella de Arica y El Mercurio de Santiago, los llamados a licitación para la ejecución, la gerencia y la inspección técnica del proyecto de rehabilitación y remediación de la vía férrea de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La Paz. Agregó que la inversión del proyecto ha sido aprobada por el ministerio de Planificación y que contempla un mejoramiento sustancial de la vía, de modo que tenga un estándar apropiado para la carga internacional. - Tema Marítimo Se coincidió en que existe un avance en el tema marítimo, el cual forma parte de un proceso de construcción de confianzas en que los países están empeñados, que debe constituirse en el marco fundamental de sus relaciones y de la construcción de intereses convergentes y compartidos que cuenten con los necesarios respaldos internos.

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- Silala y Recursos Hídricos Se destacó el resultado de la IV Reunión del Grupo de Trabajo sobre el tema Silala, en Santa Cruz de la Sierra el 14 de noviembre de 2008, aprobándose el Programa de Estudios Técnicos en el Silala a ser ejecutado durante 4 ciclos hidrológicos (4 a 5 años) mediante la instalación de una red de 6 estaciones hidrometeorológicas con el objeto de registrar conjuntamente caudales, precipitaciones, temperatura del aire, velocidades de viento, radiación solar y humedad. 5. XX Reunión. 30 de junio de 2009684 Se realizó en La Paz y la delegación de Bolivia estuvo presidida por el embajador Hugo Fernández Aráoz, viceministro de Relaciones Exteriores y la delegación de Chile por el embajador Alberto van Klaveren Stork, subsecretario de Relaciones Exteriores. Previo a esta reunión se llevó a efecto la VIII Reunión del Grupo de Trabajo para Asuntos Bilaterales, cuyas conclusiones fueron sometidas a consideración y aprobación de los Jefes de Delegación. De acuerdo a los criterios observados en las constancias de las anteriores reuniones solo haremos referencia a aquellos puntos de la agenda que a nuestro juicio tienen mayor injerencia con el tema que analizamos. - Libre Tránsito. Puertos de Antofagasta y Arica En relación al "Cobro por concepto de servicio de almacenaje en el terminal concesionado", se convino en elevar este asunto al Mecanismo de Consultas Políticas, debido a que por sus alcances debía ser tratado a un mayor nivel político. Chile, manifestó: (…) que se estaban analizando posibles fórmulas que superen la actual situación caracterizada por diferentes interpretaciones de los alcances de la normativa aplicable al puerto, y la cabal aplicación del régimen de libre tránsito en beneficio de Bolivia. Se espera concluir este análisis con la cooperación de las empresas portuarias, dentro un lapso breve. La delegación de Bolivia espera que la solución a este problema se enmarque en los convenios vigentes sobre libre tránsito, tomando en cuenta la indivisibilidad del puerto. Respecto de Arica, las delegaciones expresaron su confianza en que se reúna prontamente su Comité Técnico Bilateral, como quedara consignado en el Acta del Grupo de Trabajo sobre Libre Tránsito. - Integración Física. Ferrocarril de Arica a La Paz La delegación chilena anunció que el proceso de licitación de las obras de rehabilitación y remediación del tramo chileno del Ferrocarril de Arica a La Paz, no fue adjudicada. Al respecto, agregó que con fecha 14 de junio pasado, se efectuó un nuevo llamado de licitación.

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Ídem.

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- Tema Marítimo Los vicecancilleres intercambiaron puntos de vista sobre los trabajos técnicos realizados por cada uno de sus equipos con la intención de continuar el desarrollo de enfoques constructivos y realistas, que se sustenten en la voluntad de entendimiento y de fortalecimiento de la confianza mutua mostrada por los Gobiernos de Bolivia y de Chile. Los vicecancilleres pusieron de relieve que procurarán que estas ideas encuentren vías de concreción, a través de consultas adicionales con sus Gobiernos e instituciones involucradas. En tal sentido, se destacó la consideración de diversas fórmulas para dar continuidad al tratamiento de este tema, así como para recibir nuevos aportes de sus respectivos equipos considerando un enfoque de integración entre ambos países. - Silala y recursos hídricos El Grupo de Trabajo del Silala presentó su informe final sobre la elaboración del proyecto de acuerdo inicial sobre este tema. El recuento que hemos hecho anteriormente es una demostración palpable que pese a no mantener relaciones diplomáticas, ambos Gobiernos se han reunido en forma regular bajo los diversos acuerdos concertados y en especial el tratamiento de la agenda sin exclusiones de 13 puntos. 6. XXI Reunión. 13 de noviembre de 2009.685 Se realizó en Santiago siendo presidida por Alberto van Klaveren Stork, subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile, y el vicecanciller de Bolivia, Hugo Fernández. - Libre Tránsito Referente al Cobro por concepto de servicio de almacenaje en el terminal concesionado del Puerto de Antofagasta, la delegación chilena manifestó: (…) que está trabajando posibles fórmulas que conduzcan a su solución, como otorgar almacenamiento gratuito en el sector concesionado del Puerto para cargas bolivianas en condiciones especiales y ratificó que se mantiene la plena disponibilidad para el almacenamiento gratuito de carga boliviana en el sector multioperado de dicho Puerto. En relación al puerto de Arica, ambas delegaciones destacaron el acuerdo logrado entre la Empresa Portuaria Arica y ASP-B, en el marco del Comité Técnico Bilateral para dicho Puerto, respecto a suscribir un Acta de Entendimiento sobre el reajuste de tarifas por servicios portuarios que presta el concesionario Terminal Portuario Arica S. A. (TPA), que también tendrá una vigencia de dos años y reemplazará el Acta firmada el 7 de octubre de 2007. - Tema marítimo

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http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2010011811. Consultada el 18 de agosto de 2015.

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Los viceministros coincidieron en destacar la importancia del proceso de diálogo realizado hasta la fecha y resaltaron la utilidad de los aportes que han venido proporcionando los equipos técnicos de ambos países. Destacaron, asimismo, su convicción respecto a la necesidad de dar continuidad efectiva a este proceso basado en enfoques realistas y prácticos, como contribución a hacer realidad las oportunidades de integración y cooperación futura que se ofrecen a ambos países, lo que servirá igualmente para fortalecer sus relaciones bilaterales. - Silala y Recursos Hídricos Las delegaciones tomaron conocimiento de que el Grupo de Trabajo sobre el tema del Silala incorporó las aclaraciones y complementaciones propuestas por cada parte al acuerdo inicial y concordó en elevar el documento modificado a consideración de las respectivas autoridades. Bolivia ha pedido recalcar en el acuerdo su derecho soberano a los manantiales del Silala y la deuda histórica chilena por el uso gratuito de las aguas durante más de un siglo. 7. XXII Reunión. 12-14 de julio de 2010.686 Tuvo lugar en la ciudad de La Paz. La delegación de Bolivia estuvo presidida por la embajadora Mónica Soriano López, viceministra de Relaciones Exteriores, y la delegación de Chile por el embajador Fernando Schmidt Ariztía, subsecretario de Relaciones Exteriores. Este encuentro fue antecedido por la X Reunión del Grupo de Trabajo para Asuntos Bilaterales, cuyas conclusiones fueron sometidas a consideración y aprobación de los Jefes de Delegación. - Libre Tránsito La delegación chilena dio a conocer que en los últimos tres años ha invertido la cantidad de 60 millones de dólares en el Puerto de Arica, destinados principalmente a la construcción de un muelle asísmico, dos galpones para embarque y depósitos de minerales bolivianos y para la remediación ambiental del puerto. En relación al tema tarifario en el mencionado puerto, ambas delegaciones destacaron la suscripción de un Acta de Entendimiento entre la Empresa Portuaria de Arica y la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia, en que acuerdan un tarifado preferencial para la carga boliviana en tránsito por un periodo de dos años. Se informó además que en el Terminal de Portezuelo de Antofagasta, utilizado para la carga de minerales bolivianos en tránsito, tiene previsto durante el presente año reemplazar los contenedores para oficinas administrativas por construcciones sólidas. Asimismo la delegación chilena pidió que la carga de ultramar en tránsito a Bolivia por prohibiciones de internación a ese país, pierdan su condición de tal e 686

Acta XXII Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas Chile-Bolivia. http://www.minrel.gov.cl/ Consultada el 18 de agosto de 2015.

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ingresen al régimen general de aduanas que tiene Chile. Igualmente expuso su preocupación por las cargas que no son retiradas dentro del plazo de 365 días. En relación al Puerto de Iquique, ambas delegaciones convinieron en la conformación de una comisión técnica, a fin de concertar aspectos de operación para la habilitación de dicho puerto en las próximas semanas. - Integración Física En relación con el FF. CC. Arica La Paz, Chile informó que se encuentran firmados y tramitados los contratos con las respectivas empresas que llevarán adelante el proceso de remediación ambiental y reparación de la vía férrea del tramo chileno del ferrocarril con una inversión de US$ 34 millones, y tendrá una ejecución de 24 meses, esperándose su conclusión a mediados de 2012. - Tema Marítimo Tal como relata el texto boliviano, los vicecancilleres destacaron la importancia del diálogo bilateral como un mecanismo de entendimiento entre los Gobiernos de Bolivia y Chile. Reafirmaron que el proceso refleja una política concertada entre ambos Gobiernos y, considerando los altos niveles de confianza mutua alcanzados en la presente reunión, confirmaron preservar este clima de modo que estimule el diálogo bilateral a fin de abordar la amplia temática del Punto VI de la Agenda de los 13 Puntos en dicho contexto, y proponer así como alcanzar soluciones concretas, factibles y útiles en las próxima y sucesivas reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas, que beneficien el entendimiento y la armonía de ambos países. Cabe señalar al respecto, que no obstante lo anterior, el 17 de enero de 2011 se efectuó en Santiago una reunión de trabajo presidida por los ministros de Relaciones Exteriores de Chile y Bolivia, Alfredo Moreno y David Choquehuanca, respectivamente, donde manifestaron su interés de seguir impulsando y profundizando el diálogo bilateral, enmarcado en la Agenda de los 13 Puntos. En este sentido, atendiendo al mandato expreso de los presidentes Sebastián Piñera y Evo Morales, los cancilleres confirmaron la decisión de instaurar la Comisión Binacional de Alto Nivel, presidida por dichas autoridades, cuyo objetivo sería avanzar en los diversos temas de la agenda bilateral. Del mismo modo conviene destacar la reunión de presidentes y cancilleres el 28 de julio, en la ciudad de Lima, con ocasión de la transmisión del mando presidencial en Perú.687 - Silala y Recursos Hídricos En consideración a que no existen coincidencias respecto a la deuda histórica, ambas delegaciones acordaron que el Grupo de Trabajo se reúna nuevamente con el objetivo de conocer, analizar y responder todas las propuestas surgidas a raíz del proceso de socialización del Acuerdo Inicial. Dicho Grupo de Trabajo deberá elevar un informe a la próxima reunión del Mecanismo de Consultas Políticas.

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Memoria 2011. Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. p. 10.

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d) Perú al acecho

El locuaz e infaltable Presidente del Perú, Alan García, no podía dejar pasar esa oportunidad, y con motivo de la reunión de UNASUR que se realizó en Bariloche el 28 de agosto de 2009, previo a su partida, expresó lo siguiente en relación a la agenda de 13 puntos que sostienen Chile y Bolivia: El Jefe de Estado Alan García sostuvo que América quiere saber que negocian Chile y Bolivia en la agenda reservada que tienen. Adelantó que en la próxima Cumbre de UNASUR habrá oportunidad de indagar sobre ese tema…‘es importante que todos sepamos’ de qué se trata los 13 puntos de la agenda reservada que vienen negociando Bolivia y Chile, pues recalcó que hay antiguos intereses del Perú en juego.688 El presidente Alan García Pérez consideró importante que región conozca la agenda de trece puntos que negocian Bolivia y Chile, y aprovechará su visita a Argentina, para consultar y explicar la posición del Perú sobre ese tema. Seguro que ahora que voy a Bariloche, habrá oportunidad de preguntar cuáles son los trece puntos y podríamos saber qué se negocia. América quiere saber qué y por qué se negocia ¿Hay algo vergonzoso en negociar? Yo no creo. Es importante que sepamos de qué se trata porque siempre hay antiguos intereses del Perú en juego, precisó.689 Estas declaraciones causaron fuertes críticas en Chile y en Bolivia, tanto por parte de los Gobiernos como de diferentes sectores políticos, e incluso de la opinión pública que se manifestó a través de las redes sociales. García omitió un principio básico de la diplomacia en su calidad de mandatario de un país hermano, cual es no intervenir en materias de asuntos internos de otras naciones, regla que fuese ratificada en la propia declaración conjunta que hicieron los Jefes de Estado en la comentada reunión de UNASUR (…) Enfatizando que el irrestricto respeto a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial de los Estados, la no injerencia en asuntos internos y la autodeterminación de los pueblos son esenciales para consolidar la integración regional (…).690 5.4.11. Los últimos intentos de diálogo. 2010-2011 Posición boliviana

Con esos antecedentes, las delegaciones de Bolivia y Chile, tomando nota de los altos niveles de confianza mutua alcanzados, acordaron en la XX II Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile, celebrada en julio de 2010, proponer, así como alcanzar soluciones concretas, factibles y útiles en la próxima y sucesivas reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas, que beneficien el entendimiento y la armonía de ambos países. La siguiente reunión debía llevarse a cabo en la ciudad de Arica en noviembre de 688

Revista Perú 21. 25 de agosto de 2009. Elecciones 2016. p.1 http://peru21.pe/noticia. http://www.andina.com.pe/agencia/noticia. 25 agosto de 2009. Consultada el 30 de septiembre de 2015. 690 http://www.comunidadandina.org/unasur/28-8-09bariloche.htm. 689

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2010. No obstante, fue suspendida unilateralmente por Chile y no se la volvió a convocar hasta el presente, pese a las reiteradas solicitudes de Bolivia para reanudar las reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile. En el transcurso de los años 2011 y 2012, en reiteradas ocasiones, las más altas autoridades del Gobierno chileno declararon que entre ambos países no existían asuntos pendientes y que Bolivia no tendría ninguna base legal para reclamar un acceso soberano al Pacífico a través de territorios chilenos. Ante estas afirmaciones, resulta evidente que Chile no tiene la voluntad de continuar el diálogo y cumplir con su obligación de negociar una solución al problema del enclaustramiento boliviano. Por este motivo, Bolivia se ve obligada a buscar otros medios pacíficos para solucionar esta controversia.691 Opinión del autor En relación a los cargos antes expresados, y que constituyen la razón por la cual se ve obligada a buscar otros medios pacíficos para solucionar esta controversia, creemos inoficioso abundar sobre estas críticas, ya que hemos hecho acopio de bastantes antecedentes durante el desarrollo de la presente obra, salvo la de reafirmar y precisar, en primer lugar, que la voluntad del diálogo ha permanecido invariable a través del tiempo por parte de Chile, como una política de Estado; de hecho, ha quedado en evidencia, en particular, en las sucesivas reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas de ambas naciones, amén de otras tantas, entre las distintas autoridades de los respectivos Gobiernos y en comisiones de trabajo en diferentes áreas, etc. Los lectores habrán tomado nota que incluso hemos incorporado abundante información fruto de los acuerdos de las diversas reuniones de dicho mecanismo, en que no obstante haberse tratado los 13 temas de la agenda sin exclusiones en cada una de ellas, insertamos las constancias de las actas en aquellos puntos sobre los cuales Bolivia permanentemente nos acusa de incumplir.

En segundo lugar, no hay que confundir la voluntad de dialogar con la obligación de negociar una solución al problema del enclaustramiento boliviano. Y voluntad hemos tenido mucha, pero que la obstinación de nuestros interlocutores en pretender que Chile acepte sus anhelos solo con beneficio para ellos y sin costo alguno, es algo que se puede prolongar indefinidamente, especialmente dadas las condiciones que siempre habrá un tercero que está a la expectativa, con muchas promesas de apoyar, pero que a la hora de concretar constituye un obstáculo insalvable. Bajo este mismo contexto no podemos dejar de mencionar el “juego a dos bandas del país altiplánico” porque, por un lado, mientras se discutían los temas de la agenda acordada entre ambos Gobiernos, creó la Dirección de Reivindicación Marítima, con la disposición de llevar ante tribunales internacionales su reclamo por una salida al océano Pacífico, lo que en definitiva hizo, considerando que el diálogo a su juicio no es excluyente para tratar estos asuntos bajo el amparo del Tribunal de

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DIREMAR. Obra citada. p. 50

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La Haya. El presidente Evo Morales, de visita nuevamente a nuestro país con ocasión del cambio de en marzo de 2014, expresó en una rueda de prensa en Santiago su deseo de retomar con el nuevo Gobierno de Chile la agenda de 13 puntos elaborada en 2006, durante la primera administración de Michelle Bachelet, sobre la demanda marítima y otros temas (…). Quisiéramos que el diálogo sea con resultados. Quisiéramos propuestas oficiales para debatir, y no solamente el tema del mar. Es preciso hacer notar que esta agenda fue congelada desde que su Gobierno anunció su demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), considerando a su criterio que la citada instancia para obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar y el diálogo con las autoridades chilenas no son excluyentes (…). Los 13 puntos hasta ahora quedaron en papel, y ahora siento que es importante que en esta gestión veamos cómo culminar los 13 puntos.692 Con motivo de la participación de ambos jefes de Estado -Bachelet y Morales- en la Cumbre de CELAC, en Costa Rica, en enero de 2015, ambos mandatarios sostuvieron una reunión bilateral en la que de acuerdo a la información proporcionada por el canciller chileno Heraldo Muñoz, en el encuentro se abordó la reposición de la agenda de los 13 puntos. Eso sí, excluyendo el tema marítimo (…). Se trató de una reunión para conversar sobre la reposición de los 12 temas de la agenda de 13 puntos. Somos países vecinos, tenemos algunos intereses comunes en materia de integración económica, de turismo, de cultura, y por lo tanto conversaron sobre la conveniencia de ir reponiendo los mecanismos para justamente conversar sobre los temas de interés común. Evidentemente el asunto marítimo está radicado en La Haya y permanece allí. Eso no significa que no podamos conversar sobre materias que son de interés común de los dos países, explicó el secretario de Estado.693 Mientras redactaba este capítulo ocurrieron dos hechos que refuerzan lo anterior: El primero de ellos, si bien es cierto que solo trascendió en particular en el mundo académico, universitario y del sector más ilustrado, lo que no deja de ser importante, por cuanto por lo general es este estamento donde se generan los futuros líderes de opinión, tiene que ver con la visita “supuestamente académica” del Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, invitado por la Universidad Alberto Hurtado; la Vicerrectoría de Extensión y Comunicación de la Universidad de Chile y el periódico electrónico El Desconcierto, para dictar una clase magistral y presentación de su libro Comunidad, socialismo y Estado Plurinacional. Obviamente que nadie podría desconocer o pensar siquiera, que no sacaría provecho político de esta visita, tanto en la conferencia de prensa como en la entrevista concedida a CNN Chile y otro encuentro con intelectuales y dirigentes políticos. Con un buen dominio del verbo, este matemático, sociólogo, comentarista político, proindigenista y que cumplió algunos años de cárcel acusado de terrorismo, se explayó con soltura en lo que realmente venía a hacer. Vender una

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Cooperativa.cl. 12 marzo 2014. Consultada 15 de marzo de 2014. Diario La Tercera. 29 enero 2015. http://www.latercera.com/Consultada el 31 de enero de 2015.

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idea en un entorno que le era propicio y que naturalmente desconoce las raíces de este antiguo reclamo apoyado en falsas y erróneas interpretaciones históricas. Lo que quiere Bolivia es reparar esta injusticia, tener una salida soberana al Pacífico, aludiendo a las innumerables promesas hechas por Chile que no se han cumplido. El incumplimiento de esos ofrecimientos de gobernantes chilenos, incumplimientos para resarcir esa injusticia es por lo cual Bolivia presenta esta demanda ante la Corte de Justicia de La Haya (…). El reclamo de una reparación histórica, en la que su país fue invadido, perdió la salida al océano pacífico, y esta es una injusticia que dura más de 100 años. No es una actitud de mala fe, no es una actitud de venganza contra el estado y el pueblo chileno, es una actitud de justicia. Más adelante fustigó el Tratado de 1904 -que como hemos relatado con anterioridad fue libremente acordado, propuesto por los propios bolivianos y suscrito en La Pazexpresando que cerró esa injusticia y eso lo reconocieron los propios gobernantes chilenos, que en distintas ocasiones no solo plantearon el debate sino que un conjunto de opciones para que Bolivia pueda tener una salida soberana al océano Pacífico. La demanda marítima se ha convertido en una bandera de lucha a nivel planetario justificando su presentación ante La Haya por un tema de reparación histórica, que no se pudo cerrar ni siquiera con el tratado de límites de 1904, citado por Chile en su defensa.694 Estos comentarios y otros que se han excluido, dieron lugar a una carta que el autor remitió a un medio de circulación nacional y que como suele ocurrir con bastante frecuencia no logró despertar el interés de la prensa, en que todo circulaba en torno al éxito bien merecido de la selección chilena en la Copa América. “Pan y Circo.” La fiebre de la Copa de América ha puesto un manto sobre las verdaderas preocupaciones que sacuden a nuestro querido Chile. Nuestra Presidenta y en especial la Cancillería son presas de un cálido letargo. El Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, ha estado de visita en nuestro país en una supuesta visita académica, invitado por dos universidades, sin informar de ello, aun cuando no fuere una visita oficial, olvidando las buenas costumbres y las reglas de la diplomacia. Álvaro García con un desparpajo y una desenvoltura digna de alabanza, ha pretendido y en parte lo ha logrado en una juventud universitaria ignorante del tema y en muchos otros, transmitir una visión de país víctima, en busca de una reparación histórica, que se encuentra postrado a causa de Chile. El segundo evento a que hemos hecho referencia se trata de la reciente visita del Papa a Bolivia, del 8 al 10 de julio de 2015. Desde bastante tiempo antes se estuvo especulando sobre el carácter de dicho viaje y sí tendría algún efecto en las relaciones entre ambas naciones. De hecho el lema de la visita es la renovación y la reconciliación, pero es otro asunto el que concentra la atención y mantiene en alerta a la Cancillería chilena: la posibilidad de que el Papa se pronuncie sobre la demanda

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Diario U. Chile y reproducciones en noticiero de TV.

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marítima boliviana.695 Desde que el activo Presidente de Bolivia, Evo Morales, dinámico, persuasivo y en oportunidades -no pocas- agresivas declaraciones hacia nuestras autoridades, visitó al papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, en diciembre del 2014, se comenzó a tejer en Bolivia y también en Chile, que se aprovecharía la visita pastoral para sacar el tema del mar y cuyos detalles haremos mención posteriormente.

695

Diario La Tercera. 8 de julio de 2015.

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PARTE II ENCLAUSTRAMIENTO E IMPACTO ECONÓMICO 6. CONSECUENCIAS DE LA MEDITERRANEIDAD 6.1. Pérdida de recursos Posición de Bolivia

Como consecuencia de la invasión chilena suscitada el 14 de febrero de 1879 y de la posterior pérdida de su litoral, Bolivia dejó de ser un país costero que podía comunicarse directamente con el resto del mundo. Esta situación continúa teniendo implicancias negativas para su desarrollo económico y social, siendo que, además de perder una superficie territorial de aproximadamente 120.000 km2, Bolivia fue privada de los recursos naturales existentes en aquel territorio y en la zona costera adyacente. - Guano y salitre El litoral boliviano de Atacama y el sur del Perú (principalmente la región de Tarapacá), eran territorios ricos en depósitos de guano y salitre. El primero adquirió importante valor comercial a causa de sus grandes cualidades como fertilizante natural y el auge de su explotación duró aproximadamente hasta finales del siglo XIX, cuando fue sustituido por el salitre en el marco de la revolución industrial. A raíz de la anexión por parte de Chile de la costa boliviana y de los departamentos del sur peruano, ese país se convirtió rápidamente en el primer productor mundial de salitre monopolizando su explotación y comercialización durante los siguientes cuarenta años. Esta situación permitió a Chile multiplicar sus ingresos y sentar las bases de su posterior desarrollo económico y consolidación política. - Plata En el departamento Litoral de Bolivia se descubrió la mina de Caracoles, que atrajo la atención de una significativa cantidad de migrantes chilenos. Las riquezas argentíferas de Caracoles se pueden medir indicando que a mediados del siglo XIX era un 30% superior a la producción de plata del Cerro Rico de Potosí en ese mismo periodo (entre 60.000 y 80.000 marcos de plata producidos en Caracoles). Ese auge continuó después de la invasión y benefició a Chile de manera directa por varias décadas. - Cobre En el departamento boliviano del Litoral se conocía y explotaba el cobre en

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pequeña escala. A principios del siglo XX se descubrió en esa región, antiguamente boliviana, una de las reservas más importantes de cobre a nivel mundial. Chuquicamata (en las cercanías de Calama) es la mina a cielo abierto más grande del mundo. Su explotación se hizo masiva en el siglo XX y continúa en la actualidad. Esta situación motivó al expresidente chileno Salvador Allende a afirmar que el cobre es "el sueldo de Chile". En el siglo XX los ingresos por exportación de cobre han representado más de la mitad de todas las exportaciones de ese país y en la primera década del presente siglo las exportaciones de este mineral y sus derivados representaron entre el 50% y el 60% del total de las exportaciones chilenas. - Litio Actualmente, Chile se beneficia de otro recurso natural, el litio, que se encuentra en lo que fue territorio boliviano y que es altamente demandado en el mercado internacional. Su demanda mundial ha mostrado un crecimiento promedio anual entre 7% y 8% en los años 2000 y su precio se incrementó de US$ 1.760 por tonelada en 1999 a US$ 6.000 en 2008. Chile es el primer productor de litio, en 2010 su producción representó el 43% del total mundial. Aunque Bolivia posee también este valioso recurso, no podrá beneficiarse de él de manera equivalente, porque la falta de un acceso soberano al mar encarecerá su comercialización internacional, disminuyendo su competitividad frente a otros países exportadores de este mineral. - Recursos Marinos Producto de la carencia de un acceso soberano al mar, Bolivia fue despojada de la riqueza ictiológica existente en su espacio marítimo, por lo que perdió la oportunidad de beneficiarse de la explotación de estos recursos. Entre los años 2007 al 2012, el desembarque total de la producción pesquera de los puertos del antiguo territorio boliviano fue de 1.203.122 toneladas.696 Opinión del autor

Bolivia pretende causar profunda impresión ante el mundo y en particular ante los jueces de la Corte Internacional de La Haya del impacto que ha ocasionado a su nación la pérdida de su litoral y de territorio, obviamente con el propósito de sumar adherentes a su causa, pretendiendo crear un ambiente hostil hacia el nuestro, o por lo menos de menor simpatía, divulgando que Chile invadió su territorio, lo que le significó la pérdida de su litoral y de una extensión territorial que estiman en 120.000 km2, rico en minerales, producto de una guerra que no buscó ni deseó. Creemos que hemos sido bastante explícitos sobre la mediterraneidad connatural de Bolivia al nacer a la vida independiente, la que logró eliminar gracias a Simón Bolívar que dispuso la habilitación del puerto de Cobija en nuestras costas, sin que mediara reclamo alguno de nuestro Gobierno, ya sea por omisión, 696

DIREMAR. Obra citada. pp. 63-66.

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desconocimiento de sus potenciales económicos, escasa población existente, y por el hispanoamericanismo exagerado que existía en aquel entonces, lo que llevó más tarde a los conflictos generados por la explotación de las covaderas en la costa del desierto Atacama y que culminó con la firma del Tratado de 1866 y posteriormente el Tratado de 1874, que no fue cumplido por dicha nación. Aún más, Bolivia -en una actitud temeraria- nunca dio respuesta a la propuesta de recurrir al arbitraje previsto en este último e impetrado por Chile, lo que desató los hechos que todos conocemos. El conflicto del Pacífico no fue una guerra de conquista, Chile jamás pensó en aquello, no estaba en sus planes ni tenía los medios necesarios para afrontar una conflagración de tal naturaleza. Lo anterior lo confirman los numerosos antecedentes expuestos en los primeros capítulos del presente texto y en la historiografía especializada. Bolivia omite mencionar que ya en 1863 la Asamblea Legislativa boliviana había autorizado al Poder Ejecutivo a decretar la Guerra a Chile; como también la suscripción del Tratado Secreto con Perú y las fallidas pretensiones de incluir en este cuadrillazo a la república Argentina. Fue finalmente la vecina altiplánica quien primero declaró la guerra a Chile, amparada en la superioridad que tenía la alianza con su socio e instigador. De manera que, con toda propiedad, podemos afirmar que al incumplir Bolivia el tratado de 1874, y al no acoger el arbitraje reiteradamente invocado por el Gobierno de Chile, y una vez conocido la existencia del pacto secreto entre ambas naciones, Chile no hizo otra cosa que reivindicar territorios que en el pasado le pertenecieron, y que había cedido en virtud de los pactos antes señalados. No faltarán quienes critiquen esta afirmación, que no tiene otra causal que el desconocimiento generalizado de ese periodo de la historia en nuestro país, abonado por la casi nula existencia de programas educacionales en los niveles de enseñanza básica, media e, incluso, universitaria. Otros expresarán -como se lo han representado a este autor- que si el tratado de 1874 fijaba como límite entre ambas naciones el paralelo 24, ¿por qué Chile fue más allá y continuó hacia el noreste y el norte? Los motivos fueron obvios. El problema se suscitó en Antofagasta, puerto desarrollado gracias al empuje e incitativa de compatriotas que constituían más del 90% de la población existente en dicha zona; era necesario restituir el orden y los intereses nacionales, ya que no solo se había decretado el embargo de los bienes sino también se había rescindido el contrato con la empresa de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta. El Gobierno de Chile ya conocía la alianza secreta entre Bolivia y Perú y siendo inminente que Bolivia recurriría a ésta, lo que hizo luego de declarar la guerra a Chile el 1 de abril, no podía quedar cruzada de brazos y esperar un ataque inminente, tan solo se adelantó a los futuros acontecimientos, cuyo desenlace todos conocemos. - Guano y Salitre Efectivamente el guano y el salitre cumplieron en el pasado un importante rol en nuestra economía, pero desconocemos el sentido que tiene mencionar la situación de Perú, cuya ambición por lograr el monopolio de salitre fue la causa profunda del

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conflicto del Pacífico. Primero fue su ley de estanco y, después, las innumerables gestiones para lograr la rescisión de los contratos vigentes en territorio boliviano en favor de empresas chilenas, lo que lograron en forma parcial. Por otra parte, mientras Bolivia fue dueño de los territorios cedidos por los tratados de 1866 y 1874, no tuvo mayor interés en la explotación por parte de sus connacionales, los que mayoritariamente eran chilenos. El empeño del Gobierno en dar toda la atención posible a su único puerto (Cobija) a través de una serie de medidas que propendían al desarrollo y mejor servicio de la localidad, no produjo los resultados esperados.697 - Plata La referencia que hace El Libro del Mar con respecto al mineral de Caracoles es muy parcial, porque prescinde de muchos antecedentes que trataremos de sintetizar. En primer lugar, cabe señalar la relación de este mineral con los tratados de límites de 1866 y 1874, considerando su ubicación geográfica y el régimen de medianería establecido en el primero de estos tratados. Dada la dificultad que existía en la determinación exacta de la línea de demarcación entre los dos países, se estableció que se hará por una comisión de personas idóneas y peritas, la mitad de cuyos miembros será nombrada por cada una de las Altas Partes Contratantes.698 Esta comisión encabezada por Amado Pissis, por Chile, y el coronel Juan Mario Mujía, por Bolivia, levantaron en Taltal, el 11 de mayo de 1870, el Acta de la Comisión encargada de fijar los límites entre ambas repúblicas.699. Sin embargo, más tarde, en el Protocolo Lindsay-Corral fue necesario incluir la delimitación para llegar a un acuerdo definitivo, siendo prevista esta situación en el Artículo II para determinar con señales visibles la ubicación de las minas y lugares productores de minerales que están sujetos a la partición de derechos de exportación, dentro de los grados del 23 al 25,700 estableciéndose la nominación de un Comisionado por cada parte y en caso de desacuerdo, la designación de un tercero y eventualmente someter el tema al arbitraje del Emperador de Brasil, si subsistían las discrepancias. De esta forma, el tratado de 1866 estuvo muy lejos de solucionar los diferendos entre Chile y Bolivia y no hizo más que agravarlos. Su inoperancia quedó demostrada poco tiempo después. La comunidad dispuesta para el territorio comprendido entre los paralelos 23° y 25° era imposible de llevar a cabo, porque no aclaraba las cuestiones relativas a la administración de la empresa en común, a la distribución de utilidades y a medidas de vigilancia. Tampoco existía un mecanismo apropiado que hiciera expedita la partición de ingresos.701

697

Carmen Gloria Bravo Quezada. La Flor del desierto. p. 23. Tratados de Límites entre Chile y Bolivia. 1866. Artículo primero, inciso segundo. 699 Ministerio de Relaciones Exteriores Chile. Tratados, Convenciones y Arreglos Internacionales de Chile. Obra citada. p. 38. 700 Ibídem. Protocolo de la Conferencia de 23 de julio de 1872. p. 46. 701 Bravo Quezada. Obra citada. p. 28. 698

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Súmese a lo anterior la situación política y económica de ambas naciones. Mientras en Chile se había alcanzado la estabilidad institucional, la vecina nación estaba afectada por una sucesión de golpes de Estado, con grave deterioro de la situación económica y de la hacienda pública. Caracoles, descubierto en marzo de 1870, presentaba dudas sobre su ubicación exacta, lo que motivó al Intendente de Atacama a requerir al ministro del Interior de Chile indagar al respecto, vista la gran corriente emigratoria que se dirigía a dichos lugares. Tal indagación no solo la reclaman los intereses del país, sino también la suerte de la numerosa emigración que se dirige en estos momentos a las localidades del descubrimiento donde aún no se ha constituido autoridad alguna que asegure la vida y las propiedades de los inmigrantes.702 El Gobierno chileno designó una comisión integrada por oficiales de la Armada, quienes entregaron un informe con fecha 30 de enero de 1871, precisando que la mina Merceditas, descubierta por el chileno José Díaz Gana, cabecera norte del mineral, estaba situada en los 23° 00’ 46” al norte y la mina Deseada en los 23° 32” sur. Otros estudios ubican a Caracoles en los 23° 03’ (Luis Risopatrón); Enrique Stuven en los 23° 02’ 52”; e Ignacio Domeyko, en 1876, en los 23° 46’ y 23° 03’ 32”.703 Por ende, todas las mediciones realizadas confirmaban la ubicación de Caracoles dentro del territorio de la medianería compartida, sin embargo, Bolivia se negó a reconocer dicha participación, alegando que el paralelo 23° aún no había sido determinado en el terreno, debiendo además revisarse los correspondientes a los 24° y 25°. Ante el reclamo interpuesto por el Gobierno de Chile, reconoció más tarde que el mineral se encontraba al sur del paralelo 23°, es decir dentro del territorio comprendido en la medianería, encontrando sí, una nueva excusa para negar los derechos de Chile sobre Caracoles, afirmando ahora que por su longitud de 69° 01’ quedaba fuera de la mancomunidad, lo que obligó al canciller chileno Adolfo Ibáñez en 1872, interponer un nuevo reclamo: (…) su Gobierno está persuadido de que para determinar con la debida exactitud los puntos productores de metales en su relación con los derechos que el Tratado confiere a Chile y a Bolivia, es necesario tener en cuenta no solo la latitud, sino también la longitud de los lugares, y US. supone que el Tratado no hizo mención a esta última, dejando un vacío (…). US. encuentra una solución a esta supuesta deficiencia del Tratado, ideando una línea imaginaria (…) y de este modo, el mineral de Caracoles (…) quedaría segregado del área de explotación común. Hubiera sido extraño y absurdo (que el Tratado) (…) habiendo delimitado los límites al Norte, al Sur y al Oeste, los hubiera dejado indeciso en la parte oriental. Pero tal absurdo no existe, porque refiriéndose expresamente el Tratado al

702 703

Bravo Quezada. Obra citada. p. 29. Ídem.

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Desierto de Atacama y al terreno de la cuestión dijo de la manera más clara y explícita, que ese Desierto, que ese terreno por el Este tendría los límites orientales de Chile, y estos no son otros que la Cordillera de los Andes. Por lo tanto la solución buscada por US. es tan imaginaria como la línea que se inventa para el límite oriental.704 Esta incierta situación se extendió hasta más allá del tratado de límites suscrito en La Paz el 6 de agosto de 1874 y el 21 de julio de 1875, convenio en que no obstante, considerar como firme y subsistentes las líneas de los paralelos 23° y 24°, en el segundo inciso del Artículo segundo se establece si hubiere duda acerca de la verdadera y exacta ubicación del mineral de Caracoles se procederá a determinar dicha ubicación de dos peritos (…) y se continuaba en términos semejantes a los señalados en el Tratado de Lindsay-Corral. Bolivia se negó persistentemente a pagar la parte correspondiente a Chile. Tan solo en 1874 hizo a modo de depósito, hasta no aclararse la ubicación de Caracoles, la cantidad de 5 mil pesos, no obstante ascender el producto de las exportaciones a 100 mil pesos. El desorden en la Aduana de Antofagasta era tan grande que un inspector del Gobierno boliviano, reconoció lo siguiente: En la aduana de Antofagasta parece que el caos hubiere sido mantenido adrede para evitar un examen. No ha existido cuenta alguna hasta principios de 1873 (…) agregando además una serie de deficiencias administrativas.705 El descubrimiento de Caracoles por el chileno José Díaz Gana, quien obtuvo para sí los pedimentos legales en Cobija, desató una verdadera fiebre en nuestro país: (…) una multitud de mineros, cateadores y aspirantes a descubridores, en su inmensa mayoría chilenos, se apiñó en los cerros o desparramó por los contornos en busca de vetas de plata. En Chile se organizaron numerosas sociedades de cateos, principalmente en las ciudades del norte: Copiapó, Caldera y Chañaral, aunque también en Valparaíso y Santiago. Diversos capitalistas invirtieron dinero para enviar a Caracoles una o más personas, por un tiempo limitado, con la tarea de descubrir y denunciar minas. También se formaron compañías de cateadores entre mineros pobres quienes, reuniendo sus escasas pertenencias -animales de carga o herramientas- emprendieron viaje rumbo al mineral.706 En síntesis podemos destacar que el mineral de Caracoles no solo fue descubierto por un ciudadano chileno, sino que la inmensa mayoría de la población que concurrió a dicho mineral era connacional, quienes aportaron con esfuerzo y trabajo al desarrollo y progreso de dicha zona, lo que le generó a Bolivia grandes beneficios por los derechos de exportación obtenidos, los cuales no obstante negó reiteradamente pagar a Chile producto de la medianería compartida establecida en el Tratado de 1866. 704

Ibídem. p. 32. Nota del autor: La línea imaginaria de Bolivia consistía en trazar una perpendicular en el punto de intersección de la línea trazada por los Andes, con el paralelo 25° hasta tocar el paralelo 23°. 705 Ibídem. p. 34. 706 Ibídem. p. 41.

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- Cobre Quién no conozca las raíces del diferendo con Bolivia podría dar crédito a que Chile, a sabiendas de la riqueza del mineral de Chuquicamata, que significa tierra de los indios chucos,707 fue a la guerra con el propósito entre otras cosas, de hacerse de dicho yacimiento. Sin embargo, la historiografía nos aporta que las minas de Chuquicamata fueron trabajadas por mineros individuales a fines del siglo XIX, cuyos sueños fueron asumidos por pequeños empresarios a quienes no les faltó ingenio para concretar una explotación más intensiva hasta que el gran sueño se materializó por quienes sí podían llevarlo adelante, los inversionistas norteamericanos.708 La intervención más lejana del mineral se atribuye a los indígenas de la zona en épocas bastante pretéritas. De hecho, en 1899 se descubrió un minero indígena perfectamente momificado de la época preincaica, que se estima en 300 años D.C. El impresionante estado de conservación del longevo cuerpo y sus rudimentarias herramientas, casi intactas, logró despertar un inusitado interés en los pobladores y mineros de aquellos años, ya que su estado de preservación poco usual se presentaba ante los atónitos ojos de los curiosos sin encogimiento de brazos, piernas y manos.709 A partir de 1900, los yacimientos comenzaron a ser trabajados por cientos de mineros, escarbando sus entrañas, a pulso, bajando el mineral en carretas tiradas por mulas hasta Calama, movidos por la intuición más que por la certeza técnica de la riqueza.710 La presencia de medios mecánicos era muy escasa, y los inversionistas se resistían a invertir por una serie de factores que influían en forma negativa, como la fluctuación del precio del cobre, la falta de un poder comprador atractivo, la carencia de agua y la falta de vías de comunicación. Las primeras sociedades de relativa importancia aparecieron en 1903 y 1908, y solo en 1915 inversionistas americanos iniciaron la explotación a gran escala. De manera que si bien es cierto que el mineral de Chuquicamata, junto a los otros yacimientos, ha tenido y tiene una importancia fundamental en la Hacienda Pública de Chile, nada de eso lo hacía presagiar antes del conflicto. Bolivia tampoco, lo suponemos, por cuanto demostró nulo interés en dicho territorio mientras lo poseyó. Con el mismo criterio con que Bolivia lamenta la pérdida de su territorio por las riquezas que ha proporcionado a Chile, Argentina, con mucha mayor razón, podría reclamar Tarija, departamento donde se encuentra el 80% de las reservas de gas natural de Bolivia. Haciendo un poco de historia, Tarija durante la Colonia pertenecía al virreinato del Río de la Plata, y dependía administrativamente de la Intendencia de Potosí, proveyendo de granos a la Audiencia de Charcas y a la provincia de Salta. Durante la 707

www.chuquicamatapatrimonial.cl. Consultado 2 de diciembre de 2015. Luis Orellana Retamales. La lucha de los mineros contra las leyes. Chuquicamata. (1900-1915). Historia N° 37. Vol. 1. 2004. 709 La Nación. 20 de agosto de 2005. www.lanación.cl. Triunfo. Consultado el 2 de diciembre de 2015. 710 Luis Orellana Retamales. Artículo ya citado. 708

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guerra de la independencia, Tarija acudió al llamado de las Provincias Unidas del Río de la Plata y lograron derrotar al Ejército español en abril de 1817 en la batalla de La Tablada de Tolomosa. Cuando se creó la República de Bolivia en 1825, la provincia de Tarija no figuraba como parte de su territorio, sino que del de la Provincia de Salta, bajo jurisdicción de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, a la que había pasado a pertenecer aquel año. Un congreso realizado en 1825, decidió separarse de Salta para unirse a la República de Bolívar; una misión diplomática argentina reclamó ante el mariscal Sucre y éste, emulando a Simón Bolívar -parodiando a un historiador que decía que Bolívar arreglaba los límites de las naciones a sablazospuso como condición que Argentina reconociera la independencia de Bolivia y renunciara a la Puna de Atacama, lo que obviamente no aceptaron. En 1831, otro dictador, Andrés de Santa Cruz, creó el departamento de Tarija, separándolo de Potosí, aprovechando el permanente estado potencial de guerra civil en las provincias del norte bajo el Gobierno de Juan Martínez de Rosas. Santa Cruz, quien albergó en su territorio a los emigrantes antirrosistas, los alentó y financió sus incursiones contra los gobernadores provinciales adictos al Gobierno de Buenos Aires. Es en este complejo conjunto de circunstancias, pues, que por decisión de un pequeño número de personas, nacía el nuevo y por cierto embrionario Estado boliviano, con conflictos territoriales abiertos y latentes con Brasil, con las Provincias Unidas, y eventualmente también con Perú y con Chile.711 De esta manera, Bolivia, sin disparar un tiro, se hizo de una de las reservas de gas natural más importante de Sudamérica. - Litio Este mineral no constituyó de modo alguno un botín de guerra como parece ser la idea que Bolivia está comunicando al mundo. Descubierto en la segunda década del siglo XIX, solo comenzó a utilizarse con fines militares durante la segunda guerra mundial, y con fines comerciales a mediados del pasado siglo y, en Chile, no hace más de cuatro décadas. En Chile, la producción del litio se remonta a 1984, veintidós años después de que el mineral se descubriera en el Salar de Atacama, gracias a exploraciones de la Minera Anaconda, que buscaba agua en la zona.712 La falta de acceso soberano, como causa de no poder beneficiarse de manera equivalente a Chile, es una mala excusa, por cuanto goza del más amplio y libre tránsito a través de nuestros puertos para exportar sus productos. Otra cosa es que no haya podido desarrollar una capacidad técnica adecuada para su producción, y que pueda hacerlo en forma competitiva, a pesar de poseer una de las mayores reservas del mundo de este mineral. Bolivia tiene la reserva más grande de litio del planeta y se convertirá a corto plazo en la capital mundial del desarrollo científico de este metal que será su principal 711

Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina. La cuestión de Tarija. http://www.argentina-rree.com/ Consultado el 5 de diciembre de 2015. 712 Gustavo Lagos Cruz-Coke. Charla semana de la ingeniería. U. Católica de Chile. 20 agosto 2012. www.uc.cl. Consultado el 6 de diciembre de 2015.

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fuente de riqueza en los próximos años, por encima de los hidrocarburos y del hierro del Mutún, recursos naturales de los que también tiene importantes depósitos.713 La decisión boliviana es de no concesionar la explotación del litio y emprender un proceso de industrialización, por cuenta propia, hasta la producción de carbonato de litio y, desde esa fase, abrirse a capitales de inversión para otros procesos, como la fabricación de baterías de automóviles. - Recursos marinos Es efectivo lo que afirma Bolivia. Pero la pérdida del litoral boliviano, del que dispuso gracias a los Tratados de 1866 y 1874, no los perdió a causa de Chile. Hemos hecho acopio de bastantes antecedentes al respecto, como asimismo las veces que debido a su intransigencia y expectativas desmesuradas, no ha sabido aprovechar. Por otra parte, mientras tuvo litoral no puso mayor interés en él. Recordemos que durante la Guerra con España en 1860, pidió a Chile que protegiera Cobija y puso a su disposición de todos los recursos que fueren necesarios. Los puertos Antofagasta y Mejillones crecieron gracias al interés de capitales, empresarios y trabajadores chilenos mayoritariamente. La posición boliviana claramente pretende que Chile le devuelva el territorio de Atacama y las riquezas extraídas de él por nuestra nación, y no solamente obtener una salida soberana al océano Pacífico. Adicionalmente, el argumento de que la distancia al mar de los yacimientos de litio no los hace competitivos es una falacia ya que la distancia de ellos al mar es una realidad inamovible, como históricamente ha sido desde su origen, con o sin acceso soberano. 6.2. Perjuicios económicos derivados del tratado de 1904 Posición boliviana

En virtud del Tratado de Paz y Amistad de 20 de octubre de 1904, Bolivia se vio obligada a ceder su Litoral a perpetuidad a Chile, a cambio de algunas compensaciones que no satisfacen la necesidad imperiosa del Estado boliviano de comunicarse e integrarse plenamente a la economía mundial.714 Opinión del autor

Nuevamente nos vemos en la necesidad de refutar la afirmación de que Bolivia se vio obligada a ceder su litoral a perpetuidad a Chile. En el capítulo 4 tratamos in extenso el asunto; en igual forma sobre las cuantiosas compensaciones que Chile otorgó a Bolivia a través del tratado de 1904, lo que está muy lejos de no ser capaz de satisfacer la necesidad imperiosa de integrarse plenamente a la economía mundial, conforme lo expresara tan categóricamente el canciller boliviano Gutiérrez, 713

Eabolivia.com. Rubén Sandi. 20 Oct.2014. www.bol.press.com/art.php. Consultado el 6 de diciembre de 2015. 714 DIREMAR. Obra citada. pp. 66-67.

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ante el Congreso de su país. 6.2.1. Tránsito de armas Posición boliviana

Durante la Guerra del Chaco (1932-1935) que enfrentó a Bolivia y Paraguay, Chile declaró que no permitiría el tránsito de armas, procediendo a retener dos grandes cargas de armamentos, por lo que Bolivia tuvo que desviar su importación por territorio peruano, con el consiguiente perjuicio en vidas, tiempo y dinero.715 Opinión del autor

La referencia a retener dos grandes cargas de armamento durante la Guerra del Chaco ha sido un argumento reiteradamente utilizado por Bolivia con el objeto de pretender demostrar el incumplimiento de Chile del Tratado de 1904, sin embargo sus acusaciones han sido de carácter general, sin proporcionar algún antecedente que permita dar fe de tal aseveración. Por nuestra parte, también hemos indagado sin lograr encontrar indicios de lo anterior La Cancillería chilena en su publicación El Libre Tránsito de Bolivia. La realidad, como respuesta a las críticas hechas por el ministro de RR. EE de Bolivia y la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima al anterior folleto Mito y Realidad, se refiere al respecto en los siguientes términos: De acuerdo al tratado de 1904 y a la Convención sobre tráfico comercial de 1912 estos acuerdos establecieron el más amplio y libre derecho de tránsito comercial. El tráfico de armas no estaba incluido. Al referirse a la Guerra del Chaco, el canciller boliviano no tiene en cuenta que Chile declaró su neutralidad en ese conflicto, conforme lo habían decidido los países americanos. Esta neutralidad se aplicaba respecto de ambos beligerantes, no solo Bolivia. Junto a otros Estados, Chile desplegó ingentes esfuerzos para poner término al conflicto desde su inicio. Estos servicios fueron reconocidos al participar Chile en la Comisión de Neutrales, cuya acción fue clave para lograr ese objetivo. Bolivia así lo reconoció en esa época. Cuando la Sociedad de las Naciones consideró la posibilidad de adoptar medidas como el embargo de armas o impedir su paso por los países limítrofes, Chile señaló que sólo participaría si lo hacían todos los vecinos, lo que no ocurrió. Después de la Guerra del Chaco, el libre tránsito se amplió mediante un nuevo acuerdo bilateral: la Convención del Tránsito de 1937, que estableció que “el libre tránsito comprende toda clase de carga y en todo tiempo sin excepción alguna”, que es la norma vigente. Este párrafo incluye también la siguiente nota: El único incidente informado en que cargamentos bélicos con destino a Bolivia sufrieron atrasos en su despacho por problemas aduaneros fue a principios de 1933, y corresponde a un periodo en que se

715

Ídem.

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buscaba fortalecer la neutralidad de los terceros ante el conflicto.716 6.2.2. Deficiencias del régimen de libre tránsito Posición de Bolivia

El Tratado de 1904 estableció un régimen de libre tránsito a favor de Bolivia que le permitiera transitar desde y hacia el Pacífico a través de territorio y puertos chilenos, para llevar adelante su comercio exterior. No obstante, han sido reiteradas las oportunidades en las que Chile ha actuado de manera contraria a este régimen, obstaculizando el tráfico de bienes o mercancías desde y hacia Bolivia, generándole graves perjuicios.717 Opinión el autor

Bolivia en El Libro del Mar no identifica ni especifica cuáles son las reiteradas oportunidades en las que Chile ha actuado de manera contraria al régimen de libre tránsito, de manera que se hace difícil oponerse a una observación tan genérica. Sin perjuicio de lo anterior, teniendo presente las críticas hechas tanto por la Cancillería boliviana como por la DIREMAR de Bolivia al documento emitido por nuestra Cancillería Chile y la Aspiración Marítima boliviana. Mito y Realidad, haré referencia a tales observaciones y luego, entre líneas, las respuestas dadas por nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores sobre cada observación. Reclamos de Bolivia La DIREMAR y el canciller Choquehuanca afirman lo siguiente: Más del 20% de los países del mundo carecen de Litoral. Es una verdad elemental constatar que todos los países mediterráneos que exportan o importan bienes a través de los océanos, independientemente de sus mayores o menores desventajas comparativas, tienen acceso al mar. La legislación contemporánea sobre el mar establece condiciones que facilitan el tránsito de mercaderías desde y hacia países mediterráneos por los países próximos con acceso a los océanos, lo que nada tiene que ver con el acceso soberano al mar del que gozan los países con litoral. De esos países, Bolivia es el único que inició su vida independiente con acceso soberano al mar, que le fue usurpado por Chile como resultado de una guerra injusta iniciada por Chile con la invasión el 14 de febrero de 1879 a la capital del Departamento Litoral de Bolivia, la ciudad de Antofagasta. Es imprescindible subrayar que Chile usurpó 120.000 km2 de territorio y 400 km lineales de costa (una superficie casi equivalente a la de Grecia y algo mayor a la de países como Cuba, Hungría, Portugal, Austria o Panamá) con los que Bolivia había nacido como República en 1825.

716 717

Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. El libre tránsito de Bolivia. La realidad. pp. 3-4. DIREMAR. Obra citada. p. 67.

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En consecuencia, Bolivia no tiene acceso soberano al mar. Esa mutilación priva a Bolivia de ser, como le corresponde por razones históricas y geográficas, parte de la cuenca del Pacífico como lo es de la cuenca del Amazonas y de la Cuenca del Plata. Ese sólo hecho representa hoy, en el siglo XXI, la mayor desventaja al no ser parte por derecho propio de la cuenca más importante del planeta en lo referido al intercambio económico y comercial. Lo que Chile le da a Bolivia son facilidades que sirven sólo como paliativos y no pueden compararse en absoluto con un acceso libre y soberano al mar.718 Respuestas de Chile La Cancillería chilena ha dado respuesta a las críticas bolivianas en los siguientes términos: En 1904 Bolivia y Chile suscribieron un Tratado por el que Chile se obligó a otorgar a Bolivia libre tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico, régimen que fue reglamentado posteriormente por acuerdos complementarios. Chile afirma que lo cumple rigurosamente. Ante la acusación de que Chile embargó en 1952 miles de toneladas de estaño boliviano para la exportación, ante la sola gestión del magnate minero Simón Patiño la respuesta fue que quién solicitó el recurso de embargo de estaño en los puertos chilenos ante la justicia chilena, fue un empresario boliviano con motivo de la expropiación de minas de estaño. Dicho recurso fue resuelto por la justicia chilena en favor del Estado boliviano, reafirmando la potestad aduanera del Agente Aduanero Boliviano sobre la carga en tránsito en los puertos habilitados al efecto.719 En 2004, Bolivia acusó a Chile de haber privatizado los puertos de Arica y Antofagasta, lo que es falso, obligando a Bolivia a encarar una relación contractual con los concesionarios privados, vulnerando los derechos de Bolivia comprometidos por el Tratado en una relación exclusiva entre Estados. Lo que Chile hizo en realidad en 2003 y 2004 fue concesionar uno de los dos frentes de atraque del puerto de Antofagasta y el único frente de atraque del puerto de Arica. En ambos casos, los compromisos asumidos por Chile en relación con el régimen de libre tránsito otorgado a Bolivia, quedaron debida y totalmente resguardados. Las condiciones aplicables a la concesión incluyen reglas expresas relativas al régimen de libre tránsito y a los acuerdos prácticos vigentes. La respuesta aclara además que el contrato de concesión del único frente de atraque del puerto de Arica incluye todas las disposiciones, obligaciones y acuerdos vigentes suscritos con la República de Bolivia.720 Sin perjuicio de la respuesta dada por el ministerio de Relaciones Exteriores de

718

DIREMAR. Chile y la demanda marítima boliviana una realidad sin mitos. p. 2. Min. Rel. Ext. de Chile. El libre tránsito de Bolivia. La Realidad. Párrafo 2, p. 4. 720 Ibídem. Párrafo 9. pp. 9-10. 719

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Chile, estimamos conveniente insistir en que lo que se denomina erróneamente privatización de los puertos no es tal, por cuanto la propiedad sigue siendo del Estado chileno. Solo se ha concesionado su administración y operación, precisamente con el objeto de optimizar y modernizar todos los servicios que en ellos se prestan, lo que si bien es cierto trae un costo asociado, no es menos cierto que los costos finales serán menores producto de las mejoras incorporadas a su operación. Bolivia, en su afán de descalificar la concesión de los puertos por las razones que ya enunciáramos al referirnos específicamente a esta materia, descalifica a priori y sin base alguna las seguridades dadas por Chile de que las franquicias y concesiones actualmente vigentes se traspasarán a las concesionarios, producto de los subsidios correspondientes que asumirá el Estado de Chile. Bolivia pidió a Chile la aplicación del libre tránsito -que sólo tiene plenamente en dos puertos: Arica y Antofagasta- en el puerto de Iquique, hasta hoy sólo le ha dado a Bolivia en Iquique un derecho parcial, que debía aplicarse sin mayor demora y de manera obligatoria en cualquiera de los puertos que tiene a lo largo de su territorio.721 Bolivia también rechaza el control que el sistema de aduana de Chile realiza sobre la carga boliviana a través de aforos, escaneos y revisiones discrecionales. Estos controles suponen un mayor costo para los importadores bolivianos.722 El libre tránsito concedido por Chile no es equivalente a poseer un acceso soberano al mar. La intervención de organismos chilenos tiene por efecto resguardar la certificación alcanzada por los puertos chilenos en materia de confiabilidad, clave para el buen desempeño del comercio exterior chileno y de las cargas en tránsito, y se realiza luego de un análisis exhaustivo y en cumplimiento de las funciones propias de la Aduana. No se vulnera el régimen de libre tránsito, pues se da a conocer la actividad, tanto al agente aduanero boliviano como al dueño o consignatario de la carga, con total transparencia. Bolivia ha reclamado que los plazos de almacenaje son insuficientes. Confunde el plazo de almacenamiento gratuito con el plazo de permanencia en los recintos portuarios. Permanencia y gratuidad no son conceptos equivalentes. Las cargas bolivianas de importación tiene un plazo de un año de almacenamiento gratuito, al excederlos, deben pagar almacenaje. Las cargas de exportación también tiene un periodo exento de un año y, cuando el plazo se excede, se les otorga un plazo adicional de 90 días, también gratuito. En ambos casos cabe apuntar que la extensión del plazo por noventa días es una concesión unilateral chilena, ya que la Convención de 1937 sólo habla de un plazo de un año para importaciones. El

721

Ibídem. p. 10. Cuando se ponga en operación la habilitación del puerto de Iquique, habrá gratuidad de almacenamiento en el sitio portuario de Alto Hospicio y muy probablemente una importante agilización y mejoramiento de la logística del transporte terrestre desde y hacia Bolivia, con beneficios para los usuarios bolivianos. Nota Min. Rel. Ext. Chile. 722 DIREMAR. Realidad sin mitos. p. 2.

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Gobierno boliviano presentó este reclamo mal informado de la situación, confundiendo los plazos de permanencia con los de gratuidad. Según Bolivia, la obligación chilena respecto al almacenaje gratuito para la carga boliviana, no es un privilegio adicional que esté al margen del Tratado de 1904, puesto que emana de un acuerdo complementario a éste, como es la Convención de Tráfico Comercial de 1912. La aseveración anterior no se ajusta a la realidad y fue presentada por Bolivia ante la CIJ con evidente mala intención. El artículo 12º en realidad dice que: Las mercancías en tránsito a Bolivia y que tengan que ingresar a los almacenes de la Aduana, quedan exoneradas del pago de almacenaje en las Aduanas chilenas, no pudiendo aquellas permanecer en almacenes un tiempo mayor que un año. Esta Convención no es parte integrante del Tratado de 1904, como Bolivia ha querido hacerlo ver.723 Agrega Bolivia que en los puertos de Antofagasta e Iquique la gratuidad de almacenaje de la carga boliviana es aplicada únicamente en la parte de los puertos que administra el Estado chileno y no en la parte administrada por concesionarios privados y que la parte fiscal no es apta para el tipo de cargas en tránsito desde y hacia Bolivia, lo cual obliga a que gran parte de esta carga pague almacenaje desde el tercer día. Desde 1971 existe en Antofagasta un galpón techado de 3.000 m2 habilitado para el almacenamiento gratuito de la carga boliviana. A lo anterior, se agregan 4.000 m2 de área descubierta en el recinto portuario, definidos como móviles, para el almacenamiento gratuito de la carga boliviana. Tanto el galpón techado como el área descubierta se encuentran en los terrenos del Frente de Atraque Nº 1 del recinto portuario de Antofagasta o Terminal Multioperado bajo la administración de la Empresa Portuaria Antofagasta. Ambos lugares fueron oportunamente aceptados por Bolivia, son plenamente aptos para almacenar dicha carga y han estado disponibles, desde mucho antes de la concesión del Frente de Atraque Nº 2, a una empresa privada. Además, se adaptó un tercer espacio: el vasto sitio extra portuario de Portezuelo (especialmente para el acopio de concentrados de zinc y, en menor medida, concentrados de plomo que son altamente contaminantes), donde también se ha extendido la gratuidad de almacenamiento a las exportaciones bolivianas. Adicionalmente, en el Frente de Atraque Nº 2 del puerto de Antofagasta, el concesionario -la empresa Antofagasta Terminal Internacional- otorga a la carga boliviana en tránsito, cinco días de almacenamiento gratuito, sin que esté contractualmente obligada a hacerlo. Esta franquicia se suma a las de los tres sitios anteriores, por lo que no es cierta la afirmación de las autoridades bolivianas de que

723

Min. Rel. Ext. Chile. Obra citada. pp. 4-5. Bolivia hizo, en tiempos pasados, una lectura correcta del Artículo 12 al pedirle especialmente a Chile gratuidad de almacenamiento para sus exportaciones, primero por 30 días, después por 45 días y finalmente por 60 días; peticiones a las que Chile accedió, quedando el almacenamiento gratuito por 60 días consagrado a partir de las Actas de Viña del Mar de 1996. Nota Min. Rel. Ext. Chile.

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sólo hay gratuidad de cinco días en el puerto de Antofagasta. En cuanto al puerto de Iquique, Chile procedió a habilitarlo para el libre tránsito de Bolivia en 2008, lo que fue complementado con la concesión a título gratuito a la Empresa Portuaria de Iquique de un terreno de cuatro hectáreas en Alto Hospicio para el sólo efecto de depósito y manejo de la carga en tránsito. Pero, como Bolivia aún no expresa su aceptación de esa habilitación, ésta sigue pendiente de implementación por decisión boliviana.724 Según la Cancillería boliviana, debido al monopolio en desmedro de las tarifas preferenciales para el servicio de uso de muelle para la carga FIO, Bolivia ve vulnerado su derecho de libre contratación de los servicios de porteo de su carga en tránsito, en atención a que Chile otorga de forma exclusiva las operaciones de estos puertos a las empresas privadas en Arica (Terminal Portuaria Arica, en adelante TPA) y en Antofagasta (Antofagasta Terminal International, en adelante ATI), sin el reconocimiento boliviano. De esta manera, el Estado boliviano se ve impedido de escoger a otros operadores que le ofrezcan tarifas y condiciones más convenientes, al verse obligado a utilizar los servicios de un operador monopólico que impone tarifas aprobadas por el Estado chileno. El pago de 0,85 dólares por tonelada de la carga FIO corresponde únicamente al uso de muelle, lo que significa pagar por la utilización de la infraestructura del recinto portuario, sin considerar que existen otras modalidades de contratación no preferencial. Existen además otros costos adicionales como los correspondientes a los servicios de porteo que deben ser cubiertos por el empresario boliviano (carga y descarga) que, además, se encuentran monopolizados por las concesionarias privadas, lo cual incrementa los costos de las operaciones de importación y exportación.725 Lo que ocurre en realidad es que un flete marítimo contratado bajo la modalidad FIO significa precisamente que no cubre los porteos entre los sitios de reposo o almacenaje y el delantal del muelle. En los puertos habilitados al libre tránsito, así como en los otros puertos chilenos o extranjeros, el dueño o consignatario de la carga paga el costo de esos porteos. Se trata de una opción libre de quienes contratan el flete marítimo, que no es responsabilidad de las empresas portuarias chilenas, y menos del Estado chileno. Cabe destacar que el valor que se paga por uso del muelle para cargas FIO bolivianas es claramente bajo y fue fijado en 1996, por acuerdo entre los países.726 Últimamente, con motivo de la visita privada del canciller Choquehuanca al puerto de Arica, ha trascendido que la Administradora de Servicios Portuarios de

724

Ibídem. p. 6. DIREMAR. Realidad sin mitos. Párrafo 4, p. 4. 726 Min. Rel. Ext. Chile. Obra citada. p. 7. El valor que se paga por el uso del muelle para las cargas FIO bolivianas, de US$0,85 por tonelada, es muy bajo y no guarda relación con las actuales tarifas de muellaje. Fue fijado en1996, en las Actas de Viña del Mar, entre las anteriores A.A.D.A.A. boliviana y EMPORCHI chilena y desde entonces no se ha modificado, habiendo sido recogido sin variaciones, ni reajustes por las empresas concesionarias de los puertos de Arica y Antofagasta. Nota Min. Rel. Ext. Chile. 725

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Bolivia recargó las tarifas cobradas por el Puerto de Arica de US$ 31,17 por contenedor de 40’ a US$ 146,17 durante el año 2015.727 Esta sobretasa de casi cinco veces, aplicada por un trámite administrativo, no se justifica y perjudica notoriamente a las empresas bolivianas. Tal vez, pretende desincentivar a los empresarios bolivianos a usar el puerto de Arica. Bolivia también ha reclamado que Chile determina unilateralmente qué carga es considerada peligrosa, llegando a realizar el cobro sobre la totalidad del contenedor cuando sólo una parte de éste es carga IMO. Se debe resaltar que la carga peligrosa, por su naturaleza, es de retiro o embarque inmediato, consiguientemente su almacenaje en puerto resulta inusual y cualquier tarifa preferencial por este concepto es de aplicación excepcional. Para calificar cuáles son las cargas peligrosas, Chile está obligado a ceñirse a lo establecido al respecto por la normativa internacional, aplicando las categorías definidas por Naciones Unidas. No hay arbitrariedad ni discriminación en los procedimientos de calificación, son los mismos que se aplican a las cargas chilenas y a las otras cargas extranjeras, sin distinción.728 Esta categoría de cargas y sus tarifas, también ha sido objeto de acuerdos expresos entre Chile y Bolivia, siendo los vigentes aquéllos pactados en 1996.729 Chile aplica un régimen de tarifas preferenciales para el almacenamiento de las cargas peligrosas (retiro y embarque inmediato), consistente en US$ 1,04 por tonelada en almacenamiento cubierto por un periodo de 5 días, en circunstancias que las mismas cargas, chilenas o de terceros países, deben pagar por cada tonelada US$ 111,15 por el mismo periodo. En varias ocasiones Bolivia constató el cobro del IVA a favor del Estado chileno por servicios prestados en lo relativo a la carga boliviana en tránsito así como también para el retorno de contenedores vacíos, lo que según el Gobierno altiplánico no correspondía. Los argumentos bolivianos se centraban en los servicios de “Gate In” a los contenedores vacíos que han transportado carga boliviana en tránsito y a la procedencia de exigir el pago del impuesto al valor agregado (IVA) por los mismos.730 Este fue un asunto que en su momento hubo que dilucidar y que el Servicio de Impuestos Internos chileno -en un acto que revela la objetividad con que 727

El Mercurio de Santiago, 24 de julio de 2016. Cuerpo B, p. 6. Ídem. El almacenamiento de carga boliviana en tránsito calificada como peligrosa, es de mucho mayor frecuencia que lo afirmado por el documento boliviano. A esto se agrega, que el transporte terrestre que retira la carga peligrosa boliviana, enfrenta en numerosas ocasiones, dificultades internas atribuibles a las empresas bolivianas, el retiro de esa carga no es inmediato, por lo que su almacenamiento en el puerto sí se beneficia de las tarifas preferenciales. No se trata ni remotamente de situaciones excepcionales, como lo afirma el texto boliviano. 729 Min. Rel. Ext. Chile. Obra citada. p. 7. 730 Ibídem. p. 8. Los servicios de “Gate In” consisten en el carguío de los contenedores vacíos en el puerto, el traslado de ellos a los lugares de depósito, su descarga en esos lugares, su inspección y aseo básico. Nota Min. Rel. Ext. Chile. 728

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actúan los organismos chilenos- concluyó que había una relación causal entre el transporte marítimo y los servicios “Gate In” a los contenedores vacíos, y que por lo tanto, resultaba procedente calificarlos como prestados “directamente a la carga en tránsito”, y no quedaron afectos al IVA. Sin embargo, Bolivia sigue usando un tema superado para crearle a Chile una mala imagen. Bolivia afirma que Chile restringe el derecho de uso de sus puertos, ya que insiste en habilitar sitios extra portuarios como Portezuelo (ubicado a 30 km de Antofagasta) y Alto Hospicio (a 13,5 km de Iquique) para la consolidación y desconsolidación de la carga boliviana, provocando retrasos y aumento de los costos para los empresarios bolivianos. Las autoridades bolivianas también han hecho mención a una prohibición del acopio de minerales de plomo en el puerto de Antofagasta y al incremento de costos por la habilitación de sitios extra portuarios en Antofagasta e Iquique para la carga boliviana, lo que incrementa sus costos.731 Exceptuando la operación misma de pre-embarque, que por definición es de cortísima duración, nunca se acopiaron minerales de plomo en el puerto de Antofagasta. Los acopios de este mineral se realizaban en los patios ferroviarios del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia (FCAB), recinto privado y fuera del recinto portuario. A lo largo del tiempo, fue evidente que la permanencia de acopios de concentrados de minerales de zinc y de plomo en sitios ubicados en las cercanías de sectores habitacionales de la ciudad de Antofagasta era sanitariamente insostenible. Por esa razón medio ambiental, los concentrados minerales bolivianos se trasladaron a Portezuelo, sitio que se habilitó completamente con cargo al fisco chileno. Lo fundamental de la operación no ha cambiado; había entonces, como ahora, carguío de camiones en los centros de acopio, traslado al puerto y su respectiva descarga en éste, sólo el trayecto del traslado es diferente. En relación a Iquique, si bien hubo grandes avances en el tratamiento con Bolivia de la habilitación del puerto al régimen de libre tránsito, su puesta en operación no ha llegado a concretarse. Las tratativas se llevaron a cabo, en el entendido de dar cumplimiento a lo dispuesto por el Artículo VI del Tratado de 1904, el que expresamente señala que dicha habilitación debe ser acordada por ambos Gobiernos, en actos especiales y sin perjuicio de sus respectivos intereses fiscales. En atención a que aún no se ha puesto en operación la habilitación del puerto de Iquique, el sitio extra portuario de la Empresa Portuaria de Iquique en Alto Hospicio -junto a la ruta que vincula a Bolivia con Chile- no ha sido utilizado para el almacenaje, consolidación y desconsolidación de la carga boliviana en tránsito, a pesar de estar en perfectas condiciones para ser usado con esos propósitos. Mal podría haber por tanto, retrasos y aumentos de costos para los empresarios

731

Ibídem. p. 9.

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bolivianos.732 Según el Gobierno altiplánico, el servicio del Ferrocarril de Arica a La Paz se encuentra suspendido desde 1997 para el transporte de pasajeros y desde el 2001 para el transporte de carga, debido a problemas que se suscitaron en la sección chilena de la vía Visviri-Arica. Chile no llevó adelante la rehabilitación respectiva y de esta manera mantuvo inoperable el ferrocarril durante más de una década. Pese a la publicidad respecto a su supuesta rehabilitación por parte del Estado chileno, hasta la fecha las operaciones del ferrocarril no se han reanudado. La realidad es que el servicio de pasajeros del Ferrocarril de Arica a La Paz se suspendió en 1997 por falta de demanda. Fue la propia Bolivia la que dejó de operar el automotor que proporcionaba tal servicio. La construcción de la carretera AricaLa Paz por Paso Tambo Quemado, trajo como consecuencia un desplazamiento de los usuarios a los buses para viajar entre ambas ciudades. En cuanto al transporte de cargas, el Ferrocarril de Arica a La Paz no dejó de operar en 2001, sino en 2006, por quiebra de la empresa arrendataria de la sección chilena de dicho ferrocarril, entidad de capitales bolivianos que operó y administró esa sección sobre la base de un contrato de arrendamiento suscrito en 1997. Tal compañía, denominada Administradora del Ferrocarril de Arica a La Paz S.A., cayó en situación de insolvencia y no fue capaz de cumplir con el mantenimiento de la vía, ni con su obligación de operar de manera constante y permanente el ferrocarril. Por falta de mantenimiento, la vía quedó en muy malas condiciones y con varios sectores colapsados. Desde una perspectiva amplia, la principal explicación de lo anterior radica en la empresa administradora no fue capaz de desarrollar su actividad en un contexto de competencia con el transporte caminero, atendido monopólicamente, por transportistas bolivianos. El documento boliviano señala el año 2001 como el momento de término del servicio ferroviario de cargas del Ferrocarril de Arica a La Paz. Cabe consignar que ese año, la infraestructura del ferrocarril sufrió severos daños por efecto del invierno altiplánico, lo que obligó a una interrupción temporal del servicio. Los puentes y la vía férrea fueron totalmente reparados por el Gobierno chileno. Es de público conocimiento que la Empresa de Ferrocarriles del Estado de Chile (EFE) destinó más de 2.400 millones de pesos733 para la rehabilitación de la infraestructura, reanudándose el servicio. Es importante destacar que mientras se realizaron los trabajos de reparación, EFE suspendió transitoriamente la exigencia de pago de la renta de arrendamiento de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La Paz. Actualmente, la vía está operativa hasta la frontera, con restricciones técnicas propias de la ruta. Se espera que vuelva a tener el estándar anterior al terremoto del 2014 hacia comienzos del 2016, al término del Contrato Operativo de Reconstrucción - Fase II. Hoy existen dos locomotoras reparadas y 732 733

Ídem. Aproximadamente US$ 3.600.000 al cambio del 1 de abril 2016. Nota del autor.

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reacondicionadas, así como 20 carros reparados, todos listos para su uso. Se están haciendo pruebas de arrastre en la vía.734 6.2.3. Otras denuncias efectuadas por el Gobierno boliviano

Además de los reclamos presentados por Bolivia con ocasión de la Demanda ante la CIJ, Bolivia ha hecho otras denuncias que resumimos a continuación: a) Paralización de actividades de trabajadores portuarios. (septiembre de 2012) e Iquique (abril de 2013 y enero de 2014).

Antofagasta

Estas situaciones ocurrieron a partir de decisiones adoptadas de forma autónoma por los trabajadores portuarios y no de una actuación del Estado de Chile. Sus propósitos y potenciales efectos no fueron atribuibles al Estado de Chile, cuya responsabilidad no podía verse involucrada. Pareciera que aquí hay una objeción de Bolivia al ejercicio del derecho de huelga de los trabajadores en general, y de los portuarios en particular. Los hechos referidos no afectaron únicamente al comercio boliviano, sino a todos los usuarios de los puertos involucrados, independientemente de su nacionalidad e incluyendo a chilenos, sin distinciones. Cabe recalcar, en todo caso, que el puerto de Iquique no ha sido incorporado aún al régimen de libre tránsito para las cargas bolivianas, pues como ya se señaló, Bolivia no ha dado respuesta a la determinación favorable a la habilitación adoptada por Chile en 2008.735 b) Huelgas de funcionarios de Aduana en el mes de noviembre de 2013.

Esos paros tampoco son atribuibles a un acto de autoridad del Estado de Chile. Fueron manifestaciones laborales que emanaron de organizaciones gremiales de funcionarios de servicios públicos. Al igual que los casos referidos en el punto anterior, estas movilizaciones no sólo afectaron al comercio exterior de Bolivia, sino que también el tráfico internacional de todos los usuarios, incluyendo los chilenos. El Estado de Chile tomó todas las providencias del caso para mitigar tales efectos, velando por el cumplimiento de turnos éticos que permitieron que la operación y el manejo del puerto de Arica continuaran conforme a los procedimientos habituales, siguiendo todos los protocolos y procedimientos acordados para las cargas sujetas a libre tránsito. También se adoptaron medidas especialmente dirigidas a mantener la normalidad del control de ingreso de cargas en el complejo fronterizo de Chungará, en el Paso de Tambo Quemado, el más utilizado por la carga boliviana en tránsito. Prueba de que el Gobierno de Chile adoptó planes de contingencia, es que durante el paro que duró desde el 25 al 29 de noviembre de 2013, no hubo congestionamiento en las afueras del puerto de Arica. Además, durante ese período se cargaron y salieron del

734 735

Min. Rel. Ext. Chile. Obra citada. pp. 15-16. Ibídem. p. 8.

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puerto un total de 550 camiones bolivianos y se descargaron otros 193.736 La queja sobre los perjuicios eventuales que afectó a la carga boliviana producto de conflictos laborales en los puertos de Arica y Antofagasta nos parece poco seria. A nadie, con un mínimo sentido común, puede escapar que obviamente una situación laboral que arrastre circunstancialmente a una paralización de faenas va a derivar en perjuicios económicos a quienes hagan uso de tales servicios, sea carga chilena o boliviana, y eso pasa en cualquier país del mundo, independiente de quien sea la propiedad de los puertos. Nos imaginamos que Bolivia puede dar fe de ello, por cuanto esa nación vive con bastante periodicidad situaciones de ese tipo o, creen acaso ¿que si fueran puertos bolivianos nunca sufrirían una huelga? Por lo demás, la modernización de los sistemas de administración de los puertos chilenos, precisamente tiende a hacer menos vulnerable tales situaciones que son más regulares cuando existe un sistema de administración estatal. c) El libre tránsito por el territorio chileno

Otro capítulo de objeciones bolivianas se refiere a un conjunto de disposiciones de regulación del tránsito que son normales en todos los países del mundo. Una cosa es el libre tránsito, y otra que no exista regulación alguna en el tránsito. En la Unión Europea -por indicar un ejemplo- existe el libre tránsito, pero sí un camión de matrícula de un país quiere atravesar con mercancías por otros estados, deberá cumplir con las normas del tránsito de cada uno de los países que atraviese. Asimismo, cabe enfatizar que los derechos que emanan del régimen de libre tránsito reconocido a Bolivia deben ejercerse en armonía con el Derecho Internacional y con el sistema jurídico interno del país transitado, sin menoscabar aspectos fundamentales como la seguridad de las personas, el medio ambiente, así como el cumplimiento de los mínimos requisitos de regularidad para realizar la actividad del transporte internacional, conforme a los objetivos del Acuerdo sobre Transporte Internacional Terrestre (ATIT). 1) Impedimento para transitar por territorio chileno a camiones excedidos en antigüedad. El Canciller de Bolivia se queja de que Chile restringe el ingreso a su territorio de camiones bolivianos de alto tonelaje con fabricación anterior a 20 años. En Chile está prohibido el tránsito de camiones de transporte de más de 20 años de antigüedad y de buses de más de 10 años. Esta disposición rige por supuesto para los vehículos chilenos y de otras nacionalidades sin excepción, por lo que no hay discriminación alguna en contra de los transportistas bolivianos. Esa norma -basada en fundamentos técnicos incontrovertibles- ha sido dada a conocer a Bolivia en el seno de las reuniones bilaterales chileno-bolivianas de los organismos de aplicación del Acuerdo sobre Transporte Internacional Terrestre (ATIT)737 del que son parte 736 737

Ibídem. pp. 8-9. El ATIT es el Acuerdo sobre Transporte Internacional Terrestre, celebrado al amparo del Tratado de 1980 de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), entre las repúblicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, suscrito el 1 de enero de 1990. Nota del autor.

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ambos países y al cual Bolivia no formuló reserva alguna al momento de hacerse parte.738 2) Exigencia de la libreta de tripulante a conductores bolivianos. Se trata de un documento establecido por el ATIT en su Anexo II, que sirve para acreditar la calidad de tripulante de los conductores y auxiliares de un medio de transporte internacional terrestre ante las autoridades migratorias de los países signatarios.739 En el caso de las empresas bolivianas, son las autoridades de Bolivia las que otorgan la libreta. En estas condiciones, mal puede afectar el libre tránsito la exigencia de tal documento. Cabe añadir que la Decisión 56 del Acuerdo de Cartagena también estableció una tarjeta de tripulante, similar a la del ATIT, para los Países Andinos. En Bolivia, al ser subscriptor de ambos acuerdos, rigen ambas tarjetas. En todo caso, los transportistas bolivianos y los organismos de aplicación del ATIT, saben que la libreta no ha venido siendo exigida en los últimos años.740 3) Exigencia de permisos ocasionales y complementarios a transportistas que llevan carga en tránsito. Según el ATIT, para efectuar transporte internacional, tanto bilateral como en tránsito, se requiere de una autorización del país de origen de la empresa de transporte y otra del país de destino o en tránsito. La que otorga el país de origen se llama “permiso originario” y la que entrega el país de tránsito o de destino se denomina “permiso complementario”. El ATIT también establece la figura del “permiso ocasional” para viajes que tengan ese carácter, como contraposición a una actividad de tipo permanente. Con ello se tiende a satisfacer la necesidad de fletes puntuales. Detrás del planteamiento boliviano sobre los permisos complementarios y ocasionales, se encuentra una tesis no acogida por el ATIT, según la cual este Acuerdo no se aplica a sus transportistas que llevan carga en tránsito por territorio chileno. La posición de Bolivia sería que hay que distinguir entre el tráfico bilateral, esto es, el transporte entre ese país y Chile, y el tráfico de cargas en tránsito, que ellos denominan de ultramar. Respecto de este último, Bolivia pretende que el régimen de libre tránsito constituya una excepción total a aquella normativa, señalando que en este caso solo es aplicable el Tratado de 1904. Bolivia en concreto reclama que nuestro país aplica las normas básicas que toda empresa de transporte debe cumplir para realizar la actividad de transporte en condiciones de regularidad, exigencias que están contempladas en el ATIT y en su normativa interna, y que se aplican sin discriminaciones a empresas chilenas y extranjeras. A este respecto, cabe destacar la plena compatibilidad entre el régimen

738

Min. Rel. Ext. Chile. Obra citada. pp. 11-12. El modelo de libreta fue incorporado al ATIT como Apéndice 1 de su Anexo II. Debe ser solicitada por la empresa de transporte terrestre a las autoridades de su propia nacionalidad. 740 Min. Rel. Ext. Chile. Obra citada. pp. 11-12. 739

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de libre tránsito del Tratado de Paz y Amistad de 1904 y el ATIT, toda vez que su articulado no contempla norma alguna que impida el ejercicio de ese libre tránsito, compatibilidad que emana de sus objetivos y principios. En efecto, el propósito del ATIT es precisamente favorecer el libre tránsito entre los países signatarios y todas sus exigencias tienen precisamente por finalidad asegurar unas condiciones de tránsito igualitarias, bajo principios fundamentales, como son el trato nacional, con estándares normativos, ambientales y de seguridad. Chile garantiza el régimen de libre tránsito en favor de Bolivia en forma amplia, pero los derechos que emanan de él no son absolutos ni ilimitados y, en tal sentido, no puede interpretarse que éste pueda ser ejercido violando principios ampliamente reconocidos e invocados en el seno del ATIT y la ALADI. En tal sentido, no es aceptable que Bolivia aspire a que los transportistas bolivianos circulen por nuestras carreteras sin los permisos que se exigen a las empresas de transporte de los demás países en virtud del ATIT, sin seguros y sin la calificación técnica ni las condiciones mínimas de seguridad ni pretender que los choferes de estas empresas de transporte realicen su trabajo sin las condiciones laborales y de salud mínimas que todo trabajador merece. Finalmente, el Tratado de 1904 -por la fecha de su celebración- no podría haber contenido normas operativas de transporte, menos relativas al transporte por carretera. En la práctica, se ha dado cumplimiento a normas y exigencias del ATIT, como la utilización del documento “Manifiesto Internacional de Carga/Documento de Tránsito Aduanero”, MIC/DTA, convenido en el seno del ATIT, para amparar las cargas en tránsito y los vehículos que las transportan. Por otra parte, Bolivia sí otorga permisos originarios, pero no desea solicitar permisos complementarios.741 4) Fiscalización de vehículos de carga por el Ministerio de Transportes de Chile al ingreso a nuestro país. En 2013, tras dar aviso con mucha antelación a Bolivia, las autoridades chilenas742 comenzaron a realizar labores de revisión de los camiones que ingresan a territorio nacional por el Paso de Tambo Quemado (Chungará, Ruta 11-CH). Esta fiscalización se realizó y continúa realizándose al amparo del citado acuerdo ATIT, del cual son partes Bolivia y Chile. Este control consiste en la inspección visual técnica y mecánica del camión y en la revisión de la documentación del conductor, lo que en promedio dura unos dos minutos por vehículo, sin un impacto mayor en la espera para la atención en el complejo fronterizo de Chungará. En términos generales, esta fiscalización se ha aplicado directamente a no más de un 5% de los camiones con destino a Chile, por cuanto se ha realizado sólo durante unas horas al día, de lunes a miércoles de cada semana. A modo de ejemplo, en el período de julio a septiembre de 2013, solamente un 11,5% de los camiones revisados fue devuelto a Bolivia. En todos los casos, se debió al no cumplimiento de

741 742

Ibídem. pp. 12-13. La Secretaria Regional Ministerial de Transportes de la región de Arica y Parinacota.

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la normativa vigente por infracciones tales como vehículos que no portaban placa patente; conductores sin licencia; neumáticos lisos o en mal estado; carencia de luces, focos o parachoques; mangueras de aire para frenos en mal estado; ausencia de extintores, cuñas o señalética adecuada, etc.743 5) Sanciones por infracciones de tránsito cursadas por Carabineros de Chile. Las sanciones cursadas por Carabineros por infringir o transgredir la normativa del tránsito dentro del radio urbano de Arica o en la carretera 11-CH, nada tienen que ver con el ejercicio del libre tránsito, y tampoco interfieren con la carga en tránsito. A este respecto, cabe remitirse al artículo 34 del ATIT, el cual expresamente señala que la aplicación de sanciones a que dieren lugar los actos y omisiones contrarios a las leyes y sus reglamentaciones, en este caso la Ley del Tránsito y su Reglamento, serán resueltas o aplicadas por el país signatario en cuyo territorio se hubieren producido los hechos, acorde con su régimen legal. No es efectivo tampoco que exista confiscación de licencias de conducir por parte de Carabineros. Es de público conocimiento que la institución actúa bajo la instrucción de no retener las licencias de los conductores extranjeros que hayan cometido infracciones de tránsito en Chile.744 6) Seguro obligatorio para vehículos particulares. El Decreto Supremo Nº 151, de 2013, del Ministerio de Transportes, establece la exigencia de un seguro obligatorio de accidentes personales para vehículos particulares extranjeros que ingresen a territorio nacional. Este decreto no guarda relación alguna con el libre tránsito, ni con el ATIT, ya que conforme con lo que señala su Artículo 1 inciso segundo, quedan excluidos de su aplicación los vehículos extranjeros utilizados en el transporte internacional de pasajeros o carga que circulen amparados por aquel convenio de transporte, por cuanto éste contempla normas sobre seguros en su Artículo 13 y en su Anexo III. A mayor abundamiento, el seguro rige sólo para vehículos particulares y no para camiones con carga o vacíos. La puesta en vigencia de estas normas fue oportunamente informada a Bolivia, país que no formuló consultas ni solicitó aclaraciones algunas al respecto.745 d) Interrupción de la atención en el Complejo de Chungará por falta de servicio eléctrico.

Las interrupciones del servicio eléctrico en el Complejo de Chungará, especialmente por causas climáticas durante el invierno altiplánico, han ocurrido esporádicamente, no pudiendo atribuirse este hecho al Gobierno chileno. No han sido en caso alguno, hechos con mérito suficiente para configurar una denuncia de impedir el libre tránsito, especialmente ya que se trata de una causal de fuerza 743

Ibídem. pp. 13-14. Según el Ministerio de Transportes de Chile, la fiscalización permitió disminuir en casi un tercio los accidentes de camiones en la Ruta 11-CH entre Chungará y Arica, durante 2013. Nota Min. Rel. Ext. Chile. 744 Ibídem. p. 14. 745 Ídem.

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mayor. Este tipo de contingencias ocurre también en los puestos fronterizos de Bolivia, debiendo los organismos correspondientes bolivianos funcionar en las sedes fronterizas chilenas, como ocurrió en el caso de Chungará y Colchane, en el curso de 2013 y 2014.746 Toda la información anterior corrobora cómo Chile está dando fiel cumplimiento al más amplio libre tránsito en favor de Bolivia, que le otorga un acceso desde y hacia el mar sin trabas, amparado en un régimen jurídico cuyas bases se asientan en el Tratado de 1904 y otros acuerdos internacionales vinculantes y en la cuidadosa práctica que supervigilan las autoridades chilenas.

746

Ibídem. pp. 14-15.

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7. IMPACTO ECONÓMICO 7.1. Introducción Posición de Bolivia

Un país que no posee acceso soberano al mar, se encuentra en posición de desventaja en comparación a los países que si lo poseen, privado de las riquezas marinas y limitado en su comercio marítimo. Los Estados Sin Litoral, debido a su dependencia de los países de tránsito, enfrentan mayores costos de transporte y logística, los cuales encarecen su comercio exterior. 747 Opinión del autor 7.1.1. La especial situación de Bolivia

Por regla general, lo aseverado por Bolivia en el párrafo precedente es real, sin embargo esa situación es muy diferente a la que vive dicha nación, dadas las ventajas que posee producto de los acuerdos suscritos con Chile. Sin perjuicio de lo anterior, es oportuno recordar que ni el Tratado de 1904, ni el Convenio Comercial de 1912 o la Convención de Tránsito de 1937, hablan de gratuidad por la circulación por puertos chilenos, como tampoco lo hacen los Convenios de Comercio suscritos en 1955, 1993 y los protocolos siguientes. De igual modo, los citados acuerdos tampoco consideran que los costos operacionales de los puertos se mantengan inalterables en el tiempo, los cuales son susceptibles de sufrir variaciones por razones diversas, producto de las numerosas variables que forman parte de la estructura de costos de cada puerto. Incluso, muchas de ellas ajenas a la voluntad nacional, teniendo presente además que dichos incrementos afectan no tan solo a la mercadería boliviana, sino tanto a la nacional como a la de cualquier otro país. En relación con los costos, cabe señalar que el inciso segundo del artículo VI del Tratado de 1904 señala que ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicio para sus respectivos intereses fiscales, el propósito antes expresado, refiriéndose al más amplio y libre tránsito, lo que ha sido acordado libremente en todos los acuerdos y convenios relacionados con estas materias suscritos con posterioridad. ¿O también argumentarán que también estos convenios han sido impuestos por la fuerza? Por otra parte, el artículo VIII del mismo Tratado señala que mientras las Partes no suscriban un tratado especial de comercio, el intercambio comercial entre ambas naciones se regiría por las reglas de la más estricta igualdad con las aplicadas a las demás naciones y en ningún caso se colocará a los productos de cualesquiera de las partes en condiciones de inferioridad respecto de las de un tercero, lo que nuestro país siempre respetó, a contrario sensu de lo que anunció Bolivia con motivo del 747

DIREMAR. Obra citada. p. 69.

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centenario del Tratado de 1904. Más adelante, este mismo artículo agrega que todos los productos naturales y manufacturados de ambos países quedarán sujetos en su internación y consumo, en una y otra nación, al pago de los impuestos vigentes para los de las demás naciones, y los favores, exenciones y privilegios que cualquiera de las dos partes otorgare a una tercera, podrán ser exigidos en igualdad de condiciones para la otra. Dentro de este mismo contexto, el artículo 10º de la Convención Comercial de 1912, señala en forma recíproca que la mercadería en tránsito de un país, podrá ser despachada para el consumo en el otro país, a petición de los interesados, sin otro gravamen que el pago de los derechos de aduana y el valor de los emolumentos consulares. Extraña en consecuencia el hecho de que Bolivia después de 110 años venga a denunciar el incumplimiento de Chile del Tratado de 1904 ante la Corte Internacional de Justicia. Por otra parte, también podría haber recurrido con anterioridad a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, conforme lo establece el Art. XII del Tratado de 1904 y el Protocolo del 16 de abril de 1907. ¿Es acaso nueva esta supuesta anomalía? ¿Por qué estas denuncias no fueron superadas o satisfechas en las convenciones posteriores, especialmente en la de 1937, que se refiere específicamente sobre el tránsito entre ambas partes y donde se coligen todos los detalles de éste? Sin pretender agotar al lector, no podemos omitir otros antecedentes que echan por tierra la supuesta gratuidad que alegan nuestros vecinos y las quejas por los costos de sus productos de exportación. El artículo 2, letra b. del Tratado de Complementación Económica Chileno-Boliviano de 1955 expresamente señala que la revisión de derechos aduaneros, impuestos, tasas excesivas y toda otra medida que grave o restrinja la importación entre ambos países forma parte de las normas fundamentales que se regularán por este Tratado y los Convenios que se suscriban posteriormente.748 Las reformas a que hubiere lugar se realizarán de manera gradual y coordinada, teniendo en cuenta, cuando sea procedente, el tratamiento que corresponda a terceros países. A tal efecto se confeccionarán listas de productos originarios de Chile y de Bolivia que podrán ser eximidos de impuestos aduaneros a su introducción en el otro país y así se simplificarán los requisitos para ese fin.749 Y eso es lo que Chile y Bolivia hicieron con ocasión de este Tratado de Complementación de 1955, como en el posterior Convenio Comercial de noviembre del mismo año, y luego en el ACE Nº 22 de 1993 y Protocolos siguientes. En el Convenio de noviembre de 1955, ambas Partes convienen (Art. 2º) en otorgarse el tratamiento incondicional e ilimitado de la nación más favorecida para todo cuanto concierne a los derechos de aduana y todo derecho accesorio, a las condiciones de pago de los derechos y tasas, tanto de importación como de exportación, a la colocación de las mercaderías en los almacenes fiscales, a los modos de verificación y 748 749

Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 464. Ídem.

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análisis, a la clasificación de la mercadería, a la interpretación de las tarifas y asimismo de las reglas, formalidades y gravámenes a que puedan estar sometidas. En el segundo inciso de este mismo artículo precisan que, en consecuencia, los productos naturales o manufacturados de ambas Partes no estarán en ningún caso sujetos en el territorio de la otra, a derechos, impuestos o gravámenes distintos o más elevados, ni a reglas o formalidades distintas o más onerosas que aquellas que se apliquen a los productos de la misma naturaleza de cualquier otro país. Regresando al Tratado de Complementación, este acuerdo consideró la constitución de la Comisión Mixta de la Complementación Económica ChilenoBoliviana, de carácter permanente, una de cuyas tareas es examinar el estado de ejecución de los acuerdos adoptados por los Gobiernos y sugerir las medidas conducentes a su mejor desarrollo y aplicación, organismo a quien le habría correspondido estudiar y analizar las denuncias correspondientes. Cabe dejar constancia que en la definición de gravámenes que acuerdan Ambas Partes, no quedarán comprendidos las tasas y recargos análogos cuando sean equivalentes al costo de los servicios efectivamente prestados (Art. 3) y en el artículo 12, se conviene la evaluación periódica, por lo menos cada tres años, de las disposiciones o preferencias otorgadas en el ACE, con el objeto de obtener los equilibrios adecuados en la evolución de las relaciones comerciales y satisfacer los objetivos de sentar las bases para una creciente y progresiva integración de ambos países. 7.1.2. El marco internacional

Dentro del marco de la Liga de las Naciones en forma inicial y luego de las Naciones Unidas, a través de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), principal organismo de la Asamblea General de la ONU destinado al análisis, discusión y consenso de políticas para el desarrollo sostenible de los países más pobres, se han gestado diversos acuerdos con el objeto de incentivar el comercio, la inversión y el progreso de las naciones en vía de desarrollo, propiciando una mayor integración en la economía mundial. a) Declaración de Barcelona de 1921

El 20 de abril de 1921 se suscribió en Barcelona una declaración de libre tránsito, adscrita al Derecho Internacional, que otorga autorización a los países mediterráneos para equipar barcos mercantes con sus banderas, declaración que fue suscrita por el Gobierno de Chile y que Bolivia está en condiciones de hacer uso, si así lo estima conveniente. Sin lugar a dudas, que el empleo de esta facilidad contribuiría a potenciar en forma considerable su comercio exterior, utilizando para tal objeto los Estados de tránsito y la suscripción de convenios bilaterales, subregionales o regionales, favoreciendo en forma importante su economía, lo que se traduciría en progreso y desarrollo. De hecho, los tiene. Lamentablemente, el buque Haddad I, de bandera boliviana, fue sorprendido en los primeros días de septiembre de 2015 en el puerto griego de Heraklion por la guarda costera de dicho país con un cargamento de armas. Lo anterior situó al Gobierno de Evo Morales en el centro de la crisis humanitaria que

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ha provocado la muerte de más de 330.000 personas en la guerra civil en Siria y que ha generado un saldo de cerca de 4 millones de refugiados internacionales. Las autoridades griegas aprehendieron, en el barco de bandera boliviana, un cargamento de armas que iban destinados a los extremistas del Estado Islámico (EI). La carga, de 5.000 armas, en su mayoría fusiles, y cerca de medio millón de cartuchos estaban escondidos en catorce contenedores enviados desde Turquía con destino a la ciudad Libia de Misurata. Libia está bajo embargo del comercio de armas de las Naciones Unidas, debido a que el país es una de las zonas bajo el control de los extremistas de la IE. El buque Haddad I, inscrito bajo la responsabilidad del Ministerio de Defensa de Bolivia, tiene sus movimientos y registros de carga bajo la responsabilidad del Gobierno de Evo Morales. Por ley, los propietarios deben informar de las rutas y los envíos de carga a las autoridades de La Paz. En la medida que el buque esté involucrado en una violación de los embargos de la ONU, el Gobierno de Evo Morales tendrá que dar cuenta de la utilización de un buque con la bandera de su país en un caso de tráfico de armas y otros delitos posibles, entre ellos el tráfico de personas.750 b) Conferencia Preliminar de Estados sin Litoral. 1958

La Conferencia Preliminar de Estados sin Litoral, que se reunió en Ginebra del 10 al 14 de febrero de 1958, enunció principios que han pasado a formar parte del Derecho Internacional y que detallamos a continuación, con el propósito de confirmar por una parte la situación a que está sujeta Bolivia y, por otra, para destacar que las ventajas que ha otorgado y que se mantienen absolutamente vigentes por parte de Chile, superan con creces lo indicado en dicha conferencia.751 1) Derecho de libre acceso al mar El derecho de todo Estado sin litoral a gozar de libre acceso al mar se deriva del principio fundamental de la libertad de la alta mar. Para ejercitar este derecho con toda propiedad se hace necesario que los países que carecen de litoral tengan libre acceso al mar, mediante carreteras y ferrocarril, como por vía acuática y aérea, así como el derecho a utilizar los puertos e instalaciones marítimas. Esta norma se complementa además con lo acordado en la Segunda Conferencia General de Comunicaciones y Tránsito, celebrada en Ginebra en 1923, de donde surgió una convención sobre vías férreas y sobre el régimen internacional de los puertos marítimos. Al respecto, todas estas consideraciones que constituyen requisitos previos para hacer uso de este principio fueron previstas y provistas con anterioridad por el Tratado de 1904 que le permiten a Bolivia acceder libremente a los puertos chilenos del océano Pacífico, pudiendo también confluir a los puertos peruanos de Ilo y Mollendo, y hacia el Atlántico, a través de Brasil, Argentina y Paraguay como indicaremos en el párrafo 9.4. Comercio Exterior. (Ver mapa de Bolivia Figura Nº 11). 750 751

Adribosch's Blog. Consultado 4 de septiembre 2015. Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 377-382.

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2) Derecho de Pabellón En completa igualdad de condiciones con los Estados ribereños del derecho de que sus buques, debidamente matriculados en un solo punto de su territorio, enarbolen su pabellón. 3) Derecho de Navegación Los buques que enarbolen el pabellón de un Estado sin litoral gozan en alta mar de un régimen idéntico al de los buques de los Estados con acceso al mar; en el mar territorial y en las aguas interiores gozan de un régimen idéntico al de los buques que enarbolan el pabellón de cualquier Estado ribereño que no sea el Estado territorial. Régimen Aplicable en los Puertos: Todo Estado sin litoral debe gozar del trato más favorable que se conceda a los buques del Estado ribereño, y nunca de un trato menos favorable en todo lo concerniente al acceso a los puertos marítimos de este último, a la utilización de dichos puertos y a las facilidades de toda clase generalmente concedidas.

Fig. 13. Mapa de Bolivia. Red Terrestre que comunica con Estados de tránsito.

4) Derecho de Libre Tránsito Debe concederse libertad de paso en tránsito a las personas y a las mercancías

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procedentes de países sin litoral y que se dirijan hacia el mar, o bien que procedan del mar y se dirijan a un país sin litoral, cualquiera que sea el medio de transporte o de comunicación utilizado, a reserva de lo dispuesto en los acuerdos especiales o en las convenciones vigentes. Estos derechos quedan en consecuencia subordinados a la existencia de tratados multilaterales o bilaterales que se originen entre las diferentes naciones, lo que en el hecho en forma particular se ha dado lugar entre Chile y Bolivia, conformando así el marco apropiado e ideal para regular las condiciones especiales que se presentan en cada caso particular, en lo que dice relación con materias técnicas, financieras y jurídicas, etc., con el objeto de proteger los intereses del Estado marítimo. Bolivia ha insistido históricamente en su vocación marítima, sin embargo cuando dispuso de costa no la utilizó y, no obstante las disposiciones internaciones que hemos aludido en los párrafos precedentes que le permitirían ejercer su vocación, aun careciendo de litoral propio, mediante el ejercicio del derecho a pabellón y del derecho de navegación, no los ha utilizado en la forma debida. Es dable destacar que Chile se anticipó a esta Conferencia en más de medio siglo al conceder libre tránsito a Bolivia a través de su territorio, para alcanzar los puertos del Pacífico.

Fig. 14. Red Hidrográfica de Bolivia.

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c) Convención de Ginebra sobre Alta Mar. 1958

El 29 de abril de 1958 se suscribió en Ginebra la Convención sobre el Alta Mar, la que en su artículo 3º incorpora cláusulas que son de interés para los fines de la presente obra: Para gozar de la libertad del mar en igualdad de condiciones con los Estados ribereños, los Estados sin litoral deberán tener libre acceso al mar. A tal fin, los Estados situados entre el mar y un Estado sin litoral garantizarán, de común acuerdo con este último y en conformidad con las Convenciones internacionales existentes: •

Al Estado sin litoral, en condiciones de reciprocidad, el libre tránsito por su territorio.



A los buques que enarbolen la bandera de este Estado, el mismo trato que a sus propios buques o a los buques de cualquier otro Estado, en cuanto a la entrada a los puertos marítimos y a su utilización.

Los Estados situados entre el mar y un Estado sin litoral reglamentarán, de acuerdo con éste, teniendo en cuenta los derechos del Estado ribereño o de tránsito y las particularidades del Estado sin litoral, todo lo relativo a la libertad de tránsito y a la igualdad de trato en los puertos, en caso de que tales Estados no sean ya partes en las Convenciones internacionales existentes. Todas estas materias no solo fueron incluidas por Chile en el Tratado de 1904, sino que sus normas son mucho más obsequiosas, las que además han sido libremente acordadas con Bolivia, conforme a las estipulaciones contenidas en la presente Convención. •

d) Primera Conferencia Sobre Comercio y Desarrollo. 1964

Entre el 23 de marzo y el 16 de junio de 1964 se llevó a cabo en Ginebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en cuya Acta Final e Informe se establecieron ocho principios básicos, los cuales fueron observados por Chile y expresados en el Tratado de 1904 y posteriores acuerdos, mucho antes de la fecha de esta Convención, ratificándose así el carácter pionero de nuestro país en la institucionalidad del tránsito libre para los países sin litoral. Efectivamente, Chile en 1904 reconoció el libre acceso al mar de Bolivia y lo hizo en la forma más amplia y a perpetuidad, condición esta última que no previó la Primera Conferencia, pudiendo Bolivia gozar de la libertad de los mares, lo que no ha hecho por decisión propia. Chile le ha otorgado un tránsito libre e irrestricto, en toda circunstancia y para todo tipo de mercancías (modificación incorporada en el Tratado de 1937); las mercaderías en tránsito no están sujetas a aranceles aduaneros y los medios de transporte en tránsito tampoco están sujetos a tasas especiales superiores a las percibidas por el uso de los propios medios de transporte chilenos, conforme se convino en esta Convención, Chile ha mantenido los

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privilegios otorgados a Bolivia y ellos no han constituido obstáculo alguno para seguir avanzado en la integración regional.752 e) Resolución Asamblea General de la ONU. 1965

La Asamblea General, con fecha 20 de diciembre de 1965, aprobó una resolución referente al comercio de tránsito de los países sin litoral. En ésta, se recuerda a los miembros la Resolución 1.028 de 20 febrero de 1957 en la que junto con reconocerse los problemas de los países sin litoral, se invitaba a los Gobiernos de los Estados Miembros a que observaran plenamente las necesidades de aquellos adherentes que no tienen litoral marítimo, y que se les concedieran facilidades adecuadas conforme a la práctica y al derecho internacional, teniendo en cuenta las futuras necesidades que resultaran del desarrollo económico de dichos países. Considerando el Principio VI del Acta Final de la Conferencia, se resolvió reafirmar los ocho principios relativos al comercio de tránsito de los países sin litoral aprobados por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo de 1964 y que se firme la Convención sobre el Comercio de Tránsito de los Estados sin Litoral.753 f)

Convención sobre el Comercio de Tránsito de los Estados sin litoral

Esta Convención, llevada a efecto el 8 de julio de 1965, tomando en cuenta la resolución 1028 (XI) de la Asamblea General sobre los países sin litoral marítimo del 20 de febrero de 1957 y la Convención Sobre la Alta Mar de 1958 en sus artículos segundo (donde se afirma que la Alta Mar está abierta a todas las naciones) y tercero (que establece los ocho principios básicos que regulan dicha convención), acordó en su artículo 1º las definiciones de los siguientes términos y expresiones: Estado sin litoral; tráfico en tránsito; Estado de Tránsito; y medios de transporte. En relación con la libertad de tránsito (Art. 2º) la Convención lo garantiza para el tráfico en tránsito y los medios de transporte, a reserva de las demás disposiciones. Las medidas adoptadas por los Estados Contratantes para regular y activar el tráfico a través de su territorio facilitarán el tráfico por la rutas en servicio que acepten mutuamente para el tránsito los Estados Contratantes. La convención en este artículo expresa, además, que cada Estado Contratante autorizará, de acuerdo con sus leyes, normas y reglamentos, el paso a través de su territorio o el acceso a ese territorio de las personas cuyo desplazamiento sea necesario para el tráfico en tránsito, lo que respalda los criterios adoptados por Chile ante algunos reclamos que ha hecho Bolivia. Es fácil deducir que las ventajas de Bolivia son extremadamente favorables, por cuanto el tratado de 1904, (Art.VI) no solo considera el amplio derecho de tránsito por su territorio, sino que incluye el completo usufructo de todos los puertos que

752 753

http://unctad.org/es/Docs/td97vol1_sp.pdf. Consultada el 28 diciembre de 2015. Resolución 2086 de la XX Asamblea de las Naciones Unidas pasando a formar parte de la Convención sobre el Comercio de Tránsito de los Estados sin Litoral, de fecha 31 de diciembre de 1965.

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existen en el litoral chileno, a lo que se suma la inexistencia de gravámenes por el hecho de transitar por nuestro territorio. Lo anterior quiere decir que la mercadería boliviana en tránsito por territorio chileno no está afecta a pago alguno de derechos de aduana, impuestos, tasas por derechos de tránsito u otros impuestos que pudieran cobrarse por el paso, como tampoco por los servicios prestados. En relación con los derechos de aduana e impuestos especiales de tránsito, la norma convenida (Art. 3º) se encuentra perfectamente cubierta por el Tratado de 1904, incluso con mayores garantías por cuanto en el artículo VII de dicho tratado, se concede el derecho de Bolivia a constituir Agencias Aduaneras en los puertos que designe para hacer su comercio, adquiriendo de tal manera, una prerrogativa especial para asumir obligaciones directas en la fiscalización del movimiento de su mercadería en tránsito. El Art. 3º dice: El tráfico en tránsito no será sometido por ninguna autoridad del Estado de tránsito a derechos aduaneros, a ningún otro derecho o impuesto de importación o exportación, ni a ningún impuesto especial por razón de su tránsito. Se faculta sí a los Estados de Tránsito a imponer tasas que tengan por único objeto sufragar los gastos de vigilancia y de administración que suponga ese tránsito. Años más tarde, impulsado por su permanente espíritu de cooperación mediante la Convención de Tráfico Comercial de 1912, Chile reiteró la garantía de libre tránsito por su territorio de las mercaderías extranjeras que se desembarquen con destino a Bolivia, o que procedentes de este país, se embarquen para el extranjero por todos los puertos mayores de la República. De igual modo, indica también que las mercaderías en tránsito hacia y desde Bolivia estarán exentas de todo reconocimiento interior. En consecuencia, Chile no fiscaliza el contenido de las mercaderías bolivianas en tránsito que ingresan o salen por los puertos chilenos. Como un claro mentís a la falta de cooperación y a la intransigencia de nuestro Gobierno, en 1937 Chile atendió una vez más los requerimientos formulados por Bolivia y suscribió una Convención sobre Tránsito en la que aclara que el libre tránsito comprende toda clase de carga y en todo tiempo, sin excepción alguna, por ende, esta Convención autoriza incluso el tránsito de armas y municiones por nuestro territorio hacia y desde Bolivia. En igual sentido, la Convención en su artículo 4º sobre medios de transporte y tarifas estipula que los Estados Contratantes se obligan a aplicar al tráfico en tránsito que haga uso de instalaciones explotadas o administradas por el Estado, tarifas o gravámenes que, teniendo en cuenta las condiciones del tráfico y consideraciones de competencia comercial, sean razonables tanto por su importe como por el método de exacción. En concordancia con lo anterior, la Convención en su artículo 6º que regula el almacenamiento de las mercaderías en tránsito señala que los Estados de tránsito concederán condiciones de almacenamiento al menos tan favorable como las que se apliquen a las mercancías procedentes de sus propios países o destinados a ellos y

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que las tarifas y gravámenes se determinarán de conformidad con lo dispuesto en el artículo 4. La realidad en los puertos chilenos supera con creces los conceptos antes señalados, como fue ampliamente expuesto cuando se hizo referencia a las respuestas dadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile a las observaciones y quejas expuestas por Bolivia. Las características actuales del libre tránsito, son el reflejo o el resultado de un largo periodo de negociaciones, que si bien es cierto se inició con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, ha sido objeto de adaptaciones, complementaciones y perfeccionamientos, formalizados en diversos convenios y protocolos, producto ya sea de nuevas peticiones, de la experiencia obtenida en la aplicación de las normas vigentes y fundamentalmente en correspondencia con las profundas transformaciones que ha experimentado el transporte terrestre y marítimo durante el transcurso de los años. Tampoco han estado ajenos a ello, iniciativas desplegadas unilateralmente por las autoridades portuarias y aduaneras chilenas y el concurso de organismos internacionales como la CEPAL. g) Resolución 32/1.292 ONU. 1977

En la 107ª Sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de fecha 19 de diciembre de 1977, por la Resolución 32/192, la Asamblea tomó los siguientes acuerdos: - Reafirmar el derecho de libre acceso al mar y desde el mar de los países en desarrollo sin litoral (P.D.S.L.), así como su derecho de libertad de tránsito. - Invita a los países desarrollados, a otros Estados y a las organizaciones e instituciones financieras internacionales a aplicar medidas concretas en beneficio de los P.D.S.L., según se prevé en las Resoluciones 63 (III) y 98 (IV) de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, y en otras resoluciones aprobadas por las Naciones Unidas. - Insta a los miembros de la comunidad internacional a prestar a los P.D.S.L. asistencia técnica y financiera en forma de subsidios o de préstamos en condiciones favorables para la construcción, la mejora y el mantenimiento de su infraestructura, y sus servicios de transporte y de tránsito. - Pide al Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo y a otros organismos conexos del Sistema de las Naciones Unidas que adopten medidas eficaces a fin de proporcionar mayores recursos, para satisfacer las necesidades de asistencia técnica de los P.D.S.L. h) Convención de la Naciones Unidas sobre el derecho del mar (1982) 754

Esta convención constituye, sin lugar a dudas, uno de los instrumentos

754

Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 385.

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multilaterales de mayor trascendencia aprobados por la ONU al consultar el resultado de los equilibrios de los intereses marítimos de las naciones que forman parte de ella. Cobra gran relevancia, dentro de contexto general, el Acuerdo Relativo a la Parte XI, conformando un instrumento único con la Convención al tenor de lo dispuesto en su artículo 2º, es decir, las disposiciones de este Acuerdo y de la Parte XI deberán ser interpretadas y aplicadas en forma conjunta como un solo instrumento y, ante un caso de discrepancias, prevalece el Acuerdo. Este instrumento obedece al desarrollo progresivo del derecho internacional y junto con incorporar varios aspectos de las Convenciones de Ginebra de 1958 y de confirmar el derecho internacional del mar vigente, contiene nuevas normas, adquiriendo una mayor jerarquía en relación con las Convenciones de Ginebra, no obstante que éstas siguen teniendo plena vigencia, especialmente para aquellos países que no han adherido a la Convención sobre el Derecho del Mar de la ONU de 1982. En consecuencia, esta última ha sido el fruto del estudio de las anteriores convenciones como también de los nuevos tipos de actividades que han surgido en el mar producto de las investigaciones y avances tecnológicos, lo que hizo necesario un acabado análisis de dichas materias, prosperando en el mes de diciembre de 1973 con la convocatoria de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que al cabo de nueve años de trabajo culminara con la firma de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). Esta Convención fue aprobada el 30 de abril de 1982, en la 182º sesión plenaria, por 130 votos, 4 en contra y 17 abstenciones. El 10 de diciembre se realizó en Montego Bay, Jamaica, la ceremonia de la firma, tanto del Acta Final de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar como de la Convención. Chile ratificó esta Convención el 25 de agosto de 1997 y fue promulgada mediante el Decreto 1393 de 18 de noviembre de 1997. Bolivia la ratificó con fecha 25 de abril de 1995.755 Otro de los grandes logros de esta Convención es que la solución de las controversias por medios pacíficos, aparece especialmente referida en un capítulo dedicado a esta materia, en el cual se destacan los procedimientos de conciliación y los judiciales. Se puede asegurar que, en general, no existe ninguna disposición de la Convención respecto de la cual en caso de surgir una controversia no pudiese ser solucionada por los métodos previstos por ella. A partir de este marco jurídico de carácter internacional del Derecho del Mar, se ha dado inicio a una nueva etapa de las relaciones internacionales, contándose con una herramienta basada en el consenso universal de hacer prevalecer los vínculos de paz y colaboración de los países en desarrollo para ejercer la defensa de sus intereses. Ninguna de las franquicias o derechos considerados en esta Convención han sido omitidos en los diferentes Tratados y Convenios suscritos ante Chile y Bolivia en orden a regular el tránsito libre y el comercio entre ambas naciones. 755

Boletín N°35 del Derecho del Mar. http://www.un.org/. Consultado 20 de mayo de 2015.

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i)

Informe Secretario UNCTAD. 2003

En la Sexta Reunión de Expertos Gubernamentales de Países en Desarrollo sin Litoral y de Representantes de Países Donantes y de Instituciones Financieras y de Desarrollo (junio 2003), el Secretario General de la UNCTAD, entregó un informe sobre el estudio realizado por dicha entidad denominado Problemas y Oportunidades en Relación con el Mejoramiento de los Sistemas de Tránsito y el Desarrollo Económico de los Países en Desarrollo sin litoral y de Tránsito, del cual extraemos algunas consideraciones referentes a Bolivia.756 En el documento en referencia, se insta a los países en desarrollo sin litoral y de tránsito a que fortalezcan su cooperación en materia de transporte de tránsito adoptando y aplicando medidas de políticas encaminadas a mejorar sus sistemas de tránsito, indicando a continuación que si bien los países han concertado muchos acuerdos bilaterales y regionales de tránsito, su aplicación sigue siendo insuficiente, como también se ha observado una merma en los aportes financieros que hacen los países donantes, llamando a revertir esta situación, exhortando a los miembros que en la próxima Conferencia sobre la Cooperación en materia de Transporte en Tránsito, a realizarse en agosto del 2003 en Almaty (Kazajistán), se debe revestir de una mayor voluntad y determinación política de pasar a la acción. El mencionado Informe está dividido en tres capítulos. En el capítulo I se analizan los factores que obstaculizan el desarrollo económico de los países en desarrollo sin litoral: factores geográficos y demográficos, el clima, la lejanía y el aislamiento en relación con los mercados; los costos de tránsito elevados; y el comercio e inversiones insuficientes. En el capítulo II se determinan tres instrumentos de política que se apoyan entre sí y que pueden tener efectos positivos sobre el desarrollo económico de los países afectados: -

El mejoramiento del Sistema de transporte en tránsito (infraestructura y servicios), instalaciones de tránsito y servicios de apoyo;

-

Expansión del comercio regional e internacional para incentivar una mayor inversión extranjera efectiva (IED);

-

Medios de atracción para la inversión extranjera directa, mediante la aplicación de opciones de políticas generales y políticas al nivel de país a fin de lograr una mayor diversificación económica. El capítulo III esboza las medidas de apoyo internacional requeridas con el propósito de promover el establecimiento de sistemas eficientes de transporte en tránsito y la diversificación económica. 7.2. Desarrollo Insuficiente de Bolivia Después de este largo pero necesario preámbulo -así lo estimamos- observemos 756

Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. TD/B/LDC/AC.1/19. Consultada el 13 de octubre de 2005.

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el escenario económico y el desarrollo insuficiente de Bolivia. Como se puede apreciar, de acuerdo a la normativa que ha regulado y rige nuestras relaciones con el país altiplánico, las franquicias concedidas por Chile, insistimos una vez más, superan en forma considerable las diferentes normas acordadas en el seno de las Naciones Unidas, de la OEA y otras conferencias afines, con el mérito de haber sido concedidas con mucho mayor antelación a ellas. Bolivia persistentemente ha justificado su falta de desarrollo como debido a su mediterraneidad. Si bien es cierto que la carencia de acceso natural al mar geográficamente le da ese carácter, no es menos cierto que en la práctica, producto de las facilidades otorgadas por nuestro país, las concedidas por Brasil que le permiten una amplia intercomunicación a través de su extensa red fluvial hacia el Amazonas, las de Argentina que conceden facilidades a Bolivia mediante una zona franca en el Puerto de Rosario y a través de diversos convenios bilaterales que le han facilitado la salida por la Cuenca del Plata al océano Atlántico, más las otorgadas por Perú a través de Ilo y Matarani, no existiría causal para tal justificación, a menos que sus dirigentes y gobernantes no hayan podido encarar en la forma debida sus graves falencias. Cualquier análisis objetivo que se haga con respecto a que si la pobreza de los países sin litoral sea causa o efecto de su situación de aislamiento -dilema del huevo o la gallina- como expresamente lo mencionó el Informe de Expertos Gubernamentales de los Países en Desarrollo sin Litoral, en su Sexta Reunión, en abril de 2003, bajo el patrocinio de la Junta de Comercio y Desarrollo, amerita analizar primeramente el escenario económico de cada nación, porque como está perfectamente demostrado no todas las naciones que carecen de litoral muestran una falta de desarrollo como Bolivia, Paraguay y algunos países de África. El mismo informe antes aludido señala que de no ser por el incremento de la producción de petróleo y gas natural con un crecimiento de un 32,6%, el aumento del 9,9% en el tráfico de telecomunicaciones, y un moderado aumento en el sector agrícola, se habría registrado un mayor decrecimiento de Bolivia durante el año 2003, no obstante que las proyecciones de crecimiento del Gobierno de Sánchez de Lozada eran mucho mayores, esperanzados fundamentalmente en el aumento de las exportaciones de gas natural; por la importante inversión del proyecto San Cristóbal -enorme yacimiento de plata y zinc- y otros que no se concretaron como consecuencia del recrudecimiento de las crisis, las huelgas, los bloqueos de caminos y el malestar social, se han hecho más difícil que los Gobiernos se aboquen a las políticas de mediano y largo término y han tenido que estar haciendo el papel de bomberos, apagando incendios que se producían en cualquier parte y en cada momento.757 En 1996 el déficit fiscal de Bolivia era el 2% del PIB (Producto Interno Bruto), el más bajo en los últimos veinte años, siéndole imposible dar cumplimiento a las 757

Informe de Expertos Gubernamentales de los Países en Desarrollo sin Litoral, en su Sexta Reunión, en abril de 2003.

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exigencias del Fondo Monetario Internacional y cuando pretendió hacerlo mediante una modificación a la carga impositiva de los sueldos y salarios, la situación desencadenó en un enorme caos social, cercano a una revolución, con más de treinta muertos y cientos de heridos. Después de pasar un periodo virtuoso entre los años 2006 y 2013 con superávits fiscales provocados por el ciclo positivo de las materias primas, el año 2014 Bolivia tuvo un déficit fiscal de 3,36% del PIB (Ver gráfico más abajo).758 Déficit Fiscal como % del PIB 10% 5% 0% 1975 -5%

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

2015

2020

-10% -15% -20% -25%

Fig. 15. Gráfico construido con cifras de www.datosmacro.com/deficit/bolivia.

El Estado boliviano presenta un déficit previsto y crónico. En la actualidad está haciendo esfuerzos, ayudado por organismos internacionales para poder reducir la brecha entre las recaudaciones fiscales y el gasto público.759 Cabe señalar que la riqueza natural de la nación altiplánica supera con creces la de otras naciones que incluso siendo también mediterráneas poseen un desarrollo mucho mayor y sostenido en el tiempo. Bolivia, ubicada geográficamente en el corazón de Latinoamérica, es una de las naciones con mayores recursos naturales para obtener un adecuado desarrollo. La zona del altiplano entre la Cordillera Central y la Cordillera Central que concentra la mayor parte de su población (55%, agrupada en tres grandes ciudades: La Paz, Oruro y Potosí), posee inmensas riquezas mineras, insuficientemente explotadas hasta la fecha, no obstante que durante la Colonia y posterior período republicano la caracterizaron como una nación de gran poderío económico. Sus ricos depósitos de plata en Potosí, las minas de estaño de Cativí, Potosí y Siglo XX, ubican a Bolivia como el segundo país productor de ese mineral en el mundo. El cobre, plomo, tungsteno, bismuto, litio, antimonio, etc., constituyen otras fuentes importantes de recursos. En la zona de los valles entre las Cordilleras Central y Oriental se encuentran los valles de Cochabamba, Sucre y Tarija, que gracias al regadío artificial se han transformado en ricas zonas de sembradíos, a lo que cabe agregar el gas natural y el 758 759

Expansión.Datosmacro.com. Consultada el 28 diciembre de 2015. www.eumed.ne. Observatorio de la Economía Latinoamericana. Consultada el 28 de diciembre de 2015.

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petróleo con los importantes yacimientos de Camiriy Bermejo, los que sumados a Caranda, ponen a Bolivia entre las naciones con mayores reservas de Sudamérica. En la zona de los llanos de la región selvática amazónica se encuentra el gran yacimiento de hierro El Mutún, ubicado en la Provincia Germán Busch del Departamento de Santa Cruz. Tiene una superficie aproximada de 60 kilómetros cuadrados de área mineralizada y una reserva estimada en 40 mil millones de toneladas de hierro. Según versiones de prensa, El Mutún, sigue en su letargo y las pocas ‘migajas’ que la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM) logra extraerle son exportadas a solo US$ 30 la tonelada en mina, un precio regalado, cuando su costo puede subir a US$ 50 en barcaza en Puerto Busch y, en el mejor de los casos, puede llegar a los US$ 100 colocado en el puerto de Rosario (Argentina).760 Esta situación, de acuerdo con los funcionarios de la estatal ESM, se debe a la falta crónica de logística (caminos, energía, agua y barcazas) que afectan a la región y que en la actualidad es el cuello de botella que frena cualquier proyecto de industrialización del mineral a corto plazo y que provoca que el metal no tenga una mejor cotización.761 Bolivia posee además una extensa red fluvial y lacustre, y otros cuantiosos recursos naturales, a los cuales podría sacar un mayor rendimiento. Si bien las exportaciones de productos del biocomercio boliviano crecieron al 20% en los últimos 5 años, su desarrollo es mínimo frente al gran potencial que tiene Bolivia como uno de los 15 países con mayor biodiversidad del mundo, con 160 especies de flora, 30 especies de fauna y más de 800 plantas medicinales con un alto potencial económico. Ésta es una de las conclusiones del Foro “Biocomercio: Oportunidades para Bolivia”, coorganizado en La Paz por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) y el IBCE. El Reino Unido y los EE. UU. son los principales compradores a más de 100 empresas exportadoras de productos del biocomercio. Como muy pocos países en el mundo, Bolivia posee doce eco-regiones que la sitúan en una posición privilegiada en cuanto a biodiversidad; somos muy ricos, pero visto ello como un activo económico capaz de generar recursos que coadyuven al bienestar de la población, prácticamente se mantiene poco aprovechado. Por tanto, es necesario desarrollar mayores acciones en tal sentido, de manera inteligente, precautelando en todo momento el ecosistema, sostuvo la Directora Ejecutiva de FAN, Karin Columba Zárate.762 Sin embargo, este enorme potencial económico por la insuficiente capacidad de sus conductores políticos no ha rendido el fruto y el provecho que era de esperar,

760

Este mineral fue descubierto con antelación a Chuquicamata y su no explotación no guarda relación con la pérdida de litoral Pacífico, por cuanto su ubicación geográfica esta debería salir por el Atlántico. No obstante, Bolivia no ha demostrado mayor interés en ello. Nota del autor. 761 http://eju.tv/2013/05/. Consultado 2 de enero de 2016. 762 Foro “Biocomercio: Oportunidades para Bolivia”. IBCE E-661/2009. Consultado 2 de enero de 2016.

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haciendo que en su nación el endeudamiento externo alcanzara a septiembre de 2013, a US$ 4.951 millones equivalente al 18,4% del PIB.763 En el caso particular del gas natural, Bolivia se ubica en el país que tiene el segundo lugar de Latinoamérica en reservas, con una cantidad que supera 10 trillones de pies cúbicos. Las reservas probadas de gas natural de Bolivia certificadas por la empresa canadiense GLJ Petroleum Consultants al 31 de diciembre de 2013 alcanzan a 10,45 trillones de pies cúbicos, informó este martes el Presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales Ayma.764 No obstante, razones estrictamente políticas han impedido su explotación y exportación tan necesarias, dilatando la obtención de cuantiosos recursos económicos que podrían concurrir a sustentar urgentes e imperiosas necesidades sociales que acongojan a su desvalida población. En efecto, de acuerdo estudios técnicos realizados, la única opción realmente viable es que se concrete a través de una instalación por territorios ubicados al norte de Chile, para lo cual nuestro Gobierno ha ofrecido las mayores ventajas y facilidades, sin que ello derive en utilidades específicas. A pesar de ello, el presidente Carlos Mesa durante su Gobierno sometió a un referéndum popular, cargado de perjuicio hacia nuestro país, para decidir el futuro del gas, abogando que la única alternativa posible para que Bolivia concrete el negocio del gas, es a través de Perú, ya que si lo hiciera por Chile, estaría dándole la espalda a la voluntad mayoritaria de la gente, condicionando por otra parte, utilizar un puerto chileno a cambio de una salida soberana al litoral del Pacífico para su nación. Cabe señalar que de acuerdo estudios realizados por las empresas privadas del proyecto, la construcción de un gasoducto por Perú tendría una mayor inversión de aproximadamente US$ 2.000 millones considerando el riesgo país, que la solución por territorio chileno. A propósito de este nuevo y fuerte acercamiento de Bolivia a Perú, la política exterior del Rimac recibió un severo juicio de Álvaro Vargas Llosa, a la cual atribuye haber entrado en una etapa de bolivianización imprudente y que Perú está cometiendo un error al permitir que sus relaciones con Chile sean secuestradas por un grupo de funcionarios para quienes Bolivia se ha convertido en el aliado ideal para irritar a Chile.765 A continuación, responsabilizó este hecho a la debilidad del presidente Toledo, a su precariedad por las graves denuncias de corrupción y a la habilidad del presidente Mesa para aprovechar esta coyuntura y embaucar al presidente peruano. Haciendo abstracción del hecho que Bolivia no ha sacado todo el beneficio que es posible de su enorme potencial minero y gasífero, sin duda alguna que pese a ello este sector sigue siendo el que mayor utilidad aporta, por cuanto el rubro agrícola es 763

http://www.economiabolivia.net/tag/deuda-externa-bolivia-2014/. Consultado 2 de enero de 2016. http://www.ypfb.gob.bo/es. Consultado el 2 de enero de 2016. 765 La Tercera, 5 de Agosto 2004. 764

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predominantemente pobre y no es capaz de satisfacer las necesidades de su consumo interno. Su porcentaje de tierras cultivables es mínimo con respecto a la superficie total del territorio (1.098.580 km2), alcanzando solo a un 4% de ella766, pero que sin embargo es el que le genera mayor empleo, alcanzando aproximadamente el 52% de la población activa que representa un quinto del producto interno bruto, que según estadísticas de 1999 habrían alcanzado a US$ 3.000 per cápita. Sus mayores productos están representados por soya, café, algodón, maíz, caña de azúcar, arroz, patatas, avena, cebada, árboles frutales, madera para construcción y coca. No siendo el propósito de este trabajo señalar cuál sería el mejor camino de la nación altiplánica para manejar su economía, no solamente por no estar calificado para ello sino que además por no correspondernos, no podemos mantenernos al margen del contexto del Informe del Secretario General de la UNCTAD, que constituye un verdadero manual de procedimientos para ayudar a los países en desarrollo sin litoral a diseñar los caminos y vías que les permitan superar con creces sus limitaciones geográficas, pero para ello no únicamente se requiere de una gran voluntad política de sus dirigentes, sino que fundamentalmente se empape en el corazón y mente de todo su pueblo. Sería necesario en consecuencia retomar la esencia y el espíritu de la nota enviada por el tantas veces presidente de la República, Víctor Paz Estenssoro a Hernán Siles Suazo, en la que desde el exilio le expresa que el asunto del puerto no era de primera importancia, resultando pueril y tendencioso atribuir la falta de desarrollo a la carencia de una salida al mar, instando a la conveniencia en desarrollar los grandes factores de orden económico y humano de la nación. En concordancia con lo anterior, el referido Informe de la UNCTAD, expresa en parte de su texto: En Europa, a pesar de esta inferioridad geográfica, los países sin litoral son tan prósperos como sus vecinos costeros, lo cual significa que también es posible que los países en desarrollo sin litoral consigan prosperar, superando las desventajas causadas por su ubicación geográfica.767 En el análisis de los diversos factores que obstaculizan el desarrollo de estos países, sin duda alguna que las condiciones climáticas, la lejanía y distancia a los mercados mundiales afectan según sus características el progreso económico. Una sola sequía como es el caso de gran parte de los países africanos, puede afectar las inversiones a largo plazo; en el Asia Central hay países que distan 3.500 de los puertos marítimos más cercanos, hay otros tantos que deben recorrer más 1.500 kilómetros de vía terrestre para alcanzar la costa; y a Paraguay y Suazilandia los separan más de 1.000 kilómetros de los puertos marítimos. Considerando el caso de Bolivia en estos aspectos, se puede comprobar que precisamente está muy lejos de compararse con las naciones más afectadas.

766 767

http://datos.bancomundial.org/indicador/AG.LND.ARBL.ZS. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. TD/B/LDC/AC.1/19 13 de mayo de 2003. Consultado el 7 de enero de 2016.

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Si bien es cierto que los países en desarrollo sin litoral, en promedio tienen costos de transporte que son más elevados en un 50% a los costos medios de los países con litoral, y volúmenes de comercio que son más reducidos en un 60%, no es menos cierto que estos factores negativos se ven compensados en el caso de Bolivia con las facilidades de libre tránsito y otras franquicias otorgadas por Chile y sus vecinos, las cuales siempre serán susceptibles de mejorar y complementar en la medida que esta nación tenga voluntad de hacerlo, situación que en el caso de particular con nuestro Gobierno, se han mostrado renuentes dado el deficiente nivel de relaciones mantenidas en forma histórica, producto del resentimiento y del empecinamiento del país altiplánico de no reanudar relaciones hasta que se le ponga término a su enclaustramiento. De hecho, actualmente estamos sujetos a la demanda presentada ante La Haya, esperando que dicho tribunal los saque de su encierro natural. De acuerdo a las estadísticas de la UNCTAD768, mientras en África occidental los costos de fletes de las naciones en desarrollo sin litoral en las importaciones significaron un 19,7% de los valores de las importaciones, en África oriental fueron de un 13,5% y en Sudamérica un 14,2%. El mismo informe señala que sin embargo, en muchos de estos países, la insuficiente infraestructura, la mala organización del transporte y la proliferación de los controles oficiales hace que resulte difícil garantizar la entrega oportuna de las mercancías o asegurar la fiabilidad o la flexibilidad de los suministros; súmese a lo anterior, las demoras en los cruces de las fronteras que constituyen un problema muy importante en África y América Latina. Afirma más adelante, que los países en desarrollo sin litoral podrían, al igual que Suiza y Austria, superar sus desventajas geográficas y ser capaces de prosperar. ¿Pero cuáles serían las estrategias que garantizarían el éxito? Es posible que los países en desarrollo sin litoral no tengan que seguir toda la larga historia de estos modelos. Sin embargo, al diseñar su programa de desarrollo, puede interesarles tener en cuenta tres objetivos que se fortalecen mutuamente, y que parecen haber sido de importancia fundamental en el éxito de estos países: el desarrollo de redes nacionales de transporte adecuadas y de sistema de transporte en tránsitos eficientes; la proximidad a un gran mercado regional; la promoción de industrias y actividades que no estén afectadas por la distancia.769 El informe que ya aludimos, entre otras recomendaciones destaca la importancia que cobra la expansión del comercio regional e internacional y el aumento de la inversión extranjera directa (IED), especialmente de vecinos que resulten atractivos. Cita el informe el caso de Nepal, que en 1999 más de un tercio del monto acumulado de IED (US$ 14 millones) procedía de India; en Botswana, el 80% de IED provenía de Sudáfrica; Bolivia -se agrega a continuación- podría ser un centro adaptado a los usuarios de América Latina. Sin embargo la Constitución boliviana actualmente vigente, en su artículo 262, que citamos a continuación, pone serias trabas al concurso de inversiones extranjeras, producto de concepciones 768 769

Ídem. Hormazábal Díaz. Obra citada. p. 397.

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ultranacionalistas y de seguridad, que hoy día no se compadecen con un sistema de economía abierta, que ha demostrado ser la mejor vía para optar a un desarrollo pujante, constante y sostenido en el tiempo: Artículo 262 (…) 7. Constituye zona de seguridad fronteriza los cincuenta kilómetros a partir de la línea de frontera. Ninguna persona extranjera, individualmente o en sociedad, podrá adquirir propiedad en este espacio, directa o indirectamente, ni poseer por ningún título aguas, suelo ni subsuelo; excepto en el caso de necesidad estatal declarada por ley expresa aprobada por dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional. La propiedad o la posesión afectadas en caso de incumplimiento de esta prohibición pasarán a beneficio del Estado, sin ninguna indemnización. 8. La zona de seguridad fronteriza estará sujeta a un régimen jurídico, económico, administrativo y de seguridad especial, orientado a promover y priorizar su desarrollo, y a garantizar la integridad del Estado. Amparándose en una norma similar en la antigua constitución (Art. 25) el Gobierno boliviano en 1991 se opuso, como consta en una anterior relación, a la participación de la empresa chilena SQM en una licitación. Bajo este mismo contexto, el canciller de Bolivia, Juan Ignacio Siles, con fecha 9 de septiembre 2004, entregó un informe oral a la Cámara de Diputados de Bolivia, referidos a tres temas contingentes en las relaciones boliviano-chilenas: la situación del río Lauca, la explotación de las aguas del río Silala y la explotación del mineral ulexita en el Salar de Uyuni, que se estaba llevando a cabo por una empresa que posee capitales bolivianos y chilenos. El diputado y Presidente de la Comisión de Desarrollo Sostenible, Hanz Scholz, según una noticia publicada por el diario La Segunda en Santiago de Chile, declaró: El ministro deberá explicar en qué condiciones se está tomando el tema de la incursión chilena mediante sus empresas en la extracción de ulexita. Entendemos que hay un decreto de reversión, pero no logramos saber que previsiones absolutas se están tomando (...) Esperamos que el informe del ministro sea muy importante, queremos tener un contexto de unidad nacional en torno a estos problemas, que ante todo ya se trata de una situación constante no autorizada, un tanto agresiva y no consensuada entre las Cancillerías, pero que viene siendo ejercida por Chile.770 Estas reacciones viscerales no se compadecen con el acertado diagnóstico de sus autoridades económicas y el afán de politizar todo los hace caer en profundas contradicciones. En una intervención hecha por el ministro de Desarrollo Económico, Dr. Horst Grebs L., al referirse al proceso de desarrollo de Bolivia y señalar las evidencias actuales, cita el sector productivo poco diversificado, un mercado interno con bajo poder de compra, falta de ahorro interno, y una amplia 770

Ídem.

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brecha tecnológica con relación a países más desarrollados, incluso de la región. Precisa que la apertura económica era inevitable y un patrón de inserción que requiere sin duda de voluntad y apoyo por parte de la comunidad internacional, pero sobre todo demanda compromisos y esfuerzos serios que posibiliten transformar la actual situación de país HIPC1 (Programa asistencial para países pobres y altamente endeudados).771 Quizás Bolivia podría intentar -si aún no lo tiene- obtener de Estados Unidos de América un símil de La ley de crecimiento y oportunidad para África, (AGOA) aprobada en el Congreso en el año 2000 y que favorece a 33 países africanos, muchos de ellos sin litoral, los cuales pueden exportar a los Estados Unidos de América la mayoría de las mercancías exentas de derechos, a cambio sí -nos imaginamos- de una conducta proactiva por parte de Bolivia para terminar en un plazo mediato con los cultivos de coca, cuya producción en gran parte es introducida clandestinamente en el país del norte y Europa, lo que desde siempre ha constituido una especial preocupación del Gobierno de los Estados Unidos. 7.3. Nivel de Ingresos Posición de Bolivia

La mayoría de los Estados Sin Litoral se encuentran entre los países más pobres de sus regiones, con algunas excepciones. En comparación, en 2010, los Estados costeros registraron un PIB per cápita promedio 66% mayor al de los Estados Sin Litoral. Existen Estados Sin Litoral en América del Sur, África, Asia y Europa. A excepción de África, los países más pobres en cada continente son los que no tienen salida al mar: Bolivia, Níger, Afganistán y Moldavia.772 Opinión del autor Bolivia, al igual que algunos estudios realizados por organismos internacionales, pretende establecer un correlato entre subdesarrollo y la mediterraneidad. En las siguientes páginas pretendemos demostrar la falacia de lo anterior revisando la situación de África, Europa y América del Sur.

Debemos aclarar que consideramos más apropiado hacer comparaciones y análisis separados por cada continente que sumar países tan distintos como lo pueden ser los europeos, africanos, asiáticos y los de América del Sur. Para lo anterior hay razones históricas, culturales y económicas. África El continente africano está integrado por una gran cantidad de países. Para nuestro análisis usaremos los países que tienen cifras estadísticas conocidas que alcanzan nada menos que a 46 naciones, 16 de ellas son mediterráneos y las restantes 30 tienen acceso ya sea al océano Atlántico, al mar Mediterráneo o al

771 772

Comercio Exterior On Line, Julio 2004 http://ibce.org.bo/. DIREMAR. Obra citada. p. 69.

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océano Índico directamente o a través del mar Rojo. En la figura Nº 14 se entregan el Producto Interno Bruto per cápita (PIBpc), la población y el PIB total para el año 2014. El PIB usado corresponde para todos los países según el método Atlas que suaviza las fluctuaciones de las monedas. Las poblaciones corresponden a una estimación para mediados del años 2014.773 Los países destacados en gris son aquellos que no tienen salida directa al mar, es decir, deben atravesar territorios de los países vecinos, Estados de tránsito, para acceder a puertos marítimos. Nº 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23

País Guinea Ecuatorial Gabón Mauricio Libia Botswana Sudáfrica Namibia Argelia Túnez Swazilandia Cabo Verde Marruecos Egipto, Rep. Árabe Nigeria Congo, República del Sudán Zambia Ghana Costa de Marfil Camerún Lesotho Kenya Mauritania

PIBpc Hab 10.210 722.254 9.720 1.672.597 9.630 1.331.155 7.820 6.244.174 7.240 2.155.784 6.800 48.375.644 5.630 2.198.406 5.490 38.813.720 4.230 10.937.521 3.550 1.419.623 3.450 538.535 3.070 32.987.206 3.050 86.895.096 2.970 177.155.760 2.720 4.662.446 1.710 35.482.232 1.680 14.638.505 1.590 25.758.108 1.450 22.848.944 1.350 23.130.708 1.330 1.942.008 1.290 45.010.056 1.270 3.516.806

PIB MMUS$ 7.374 16.258 12.819 48.829 15.608 328.954 12.377 213.087 46.266 5.040 1.858 101.271 265.030 526.153 12.682 60.675 24.593 40.955 33.131 31.226 2.583 58.063 4.466

Nº 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46

País Senegal Chad Sudán del Sur Tanzanía Zimbabwe Comoras Burkina Faso Ruanda Sierra Leona Uganda Malí Mozambique Togo Etiopía Guinea-Bissau Gambia Guinea Madagascar Níger Congo, Rep. Democ. Liberia República Centroafricana Burundi

PIBpc 1.050 980 970 920 840 790 700 700 700 670 650 600 570 550 550 500 470 440 410 380 370 320 270

Hab 13.635.927 11.412.107 10.334.000 49.639.136 13.771.721 766.865 18.365.124 12.337.138 5.743.725 35.918.916 16.455.903 24.692.144 7.351.374 96.633.456 1.693.398 1.925.527 11.474.383 23.201.926 17.466.172 77.433.744 4.092.310 5.277.959 10.395.931

PIB MMUS$ 14.318 11.184 10.024 45.668 11.568 606 12.856 8.636 4.021 24.066 10.696 14.815 4.190 53.148 931 963 5.393 10.209 7.161 29.425 1.514 1.689 2.807

Fig. 16. Cuadro con PIBpc de países africanos.

A simple vista, da la impresión que los países mediterráneos son menos desarrollados que los con costa propia. Si se agregan las cifras de PIB y población, se llega a los valores señalados en la Fig. 15: Países sin litoral PIB (billones US$) 196.355 Población 251.596.710 PIB pc (US$) 780

Países con litoral PIB (billones US$) 1.958.831 Población 806.859.464 PIB pc (US$) 2.428

Fig. 17. Valores agregados países africanos. Año 2014.

De las cifras anteriores se desprende que efectivamente los países africanos con costa tienen un PIB per cápita prácticamente tres veces superior (311%) a los países mediterráneos. ¿Es posible en base a esas cifras determinar que la mediterraneidad es la responsable del menor desarrollo?

773

Fuente: http://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GNP.PCAP.CD/countries/1WA5?display=default.

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Sabemos que África es un continente muy complejo. Las colonizaciones europeas no produjeron los mismos efectos en todos los países y muchos de ellos en este continente han pasado -y siguen sufriendo- por periodos de largas e incruentas guerras, graves problemas climáticos, pestes y otras calamidades. También estamos en conocimiento de que ciertos países africanos se han visto favorecidos por la existencia de valiosos minerales, petróleo y piedras preciosas, mientras que la gran mayoría ha tenido que luchar denodadamente para subsistir. Aún más, un análisis del mapa africano nos permite sacar valiosas conclusiones respecto a la relación mediterraneidad vs. desarrollo que la simple estadística no es capaz de entregar. Comparación Bostwana-Sud África. El PIBpc de Bostwana (país mediterráneo) es un 6,5% más alto que el de su vecino Sud África. Comparación Swazilandia-Mozambique Swazilandia tiene un IPBpc 323% mayor que Mozambique. Sin embargo, el primer país debe cruzar por el segundo para acceder al océano Índico.

Fig. 18. Mapa de África.

Comparación Zambia con Mozambique y Tanzania A pesar de que Zambia no tiene costas propias, su economía le ha permitido tener un ingreso per cápita 180% superior a Mozambique y un 83% sobre Tanzania, sus vecinos que si tienen costas propias.

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Comparación de Madagascar con Lesoto y Zimbabwe Madagascar es una isla rodeada por el océano Índico. Sin embargo, países sin costa cercanos, como Lesoto y Zimbabwe, tienen ingresos per cápita superiores en un 180% y 83% respectivamente. Comparación Burkina Faso con Liberia En este caso se repite nuevamente la situación anterior. Liberia tiene ingresos per cápita cercanos a la mitad de los de Burkina Faso, a pesar de su envidiable posición geográfica junto al Atlántico. Como se habrá notado, solo hemos establecido comparaciones entre países vecinos o muy cercanos para evitar llegar a conclusiones antojadizas. Los ejemplos dados nos permiten establecer que no es correcto ni adecuado usar las cifras estadísticas sin un análisis de otros factores y situaciones para extraer conclusiones erradas. Europa Se puede apreciar fácilmente que los seis países mediterráneos están en la parte superior de sus tablas. ¿Es entonces posible entonces afirmar seriamente que la mediterraneidad es causa obligada del menor desarrollo de las naciones? Nº 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

País Noruega Suiza Luxemburgo Suecia Dinamarca Países Bajos Austria Finlandia Alemania Bélgica Irlanda Islandia Reino Unido Francia Italia España

PIB pc 103.630 88.120 75.990 61.610 61.310 51.890 49.670 48.420 47.640 47.260 46.550 46.350 43.430 42.960 34.270 29.440

Población 5.240.000 8.362.000 583.000 9.824.000 5.722.000 17.020.000 8.736.000 5.483.000 81.762.000 11.337.000 4.668.000 335.000 65.593.000 64.653.000 60.617.000 46.397.000

PIB MUS$ 543.021 736.859 44.302 605.257 350.816 883.168 433.917 265.487 3.895.142 535.787 217.295 15.527 2.848.704 2.777.493 2.077.345 1.365.928

Nº 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32

País Chipre Eslovenia Grecia Portugal Estonia Rep. Checa Rep. Eslovaca Lituania Letonia Polonia Hungría Croacia Rumania Bulgaria Montenegro Serbia

PIB pc 26.370 23.580 22.680 21.360 19.030 18.370 17.750 15.430 15.280 13.690 13.340 12.980 9.520 7.620 7.320 5.820

Población PIB MUS$ 1.120.000 29.534 2.067.000 48.740 11.533.000 261.568 10.262.000 219.196 1.314.000 25.005 10.547.000 193.748 5.431.000 96.400 2.873.000 44.330 1.961.000 29.964 38.514.000 527.257 9.818.000 130.972 4.210.000 54.646 19.742.000 187.944 7.137.000 54.384 620.000 4.538 7.071.000 41.153

Fig. 19. Cuadro con los PIBpc de países europeos. Países sin litoral PIB (billones US$) 1.553.967 Población 35.726.000 PIBpc (US$) 43.497

Países con litoral PIB (billones US$) 17.991.461 Población 494.826.000 PIBpc (US$) 36.359

Fig. 20. Valores agregados países europeos. Año 2014.

Los cuadros de las Figs. 17 y 18 nos permiten no pensar así. El desarrollo de las economías es el resultado de múltiples variables como el nivel cultural, la cercanía a

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países y mercados desarrollados, la estabilidad política, la educación y los valores de la población, los conflictos internos y con los vecinos, los recursos naturales y el empuje de sus habitantes, para señalar algunos factores. La distancia de los centros de producción a los mercados de consumo importa en el resultado de un negocio y se puede añadir por lo tanto que un país con barreras para realizar su comercio exterior tendrá sin duda un estorbo para desarrollarse. Además de la distancia, influyen otros factores tales como obstáculos naturales, calidad de las carreteras, ferrocarriles y puertos, etc. América del Sur En nuestro caso, las cifras muestran a dos países mediterráneos que además son aquellos con un menor índice de desarrollo económico. Siendo rigurosos, podríamos sostener que el Paraguay no es un país mediterráneo ya que está conectado con aguas internacionales con el océano Atlántico a través de los ríos Paraguay y Paraná hasta el río de la Plata. Los dos países al fondo de la tabla tiene una historia donde los conflictos con sus vecinos han dejado una profunda huella. En el caso de Paraguay, el país enfrentó al mismo tiempo a Argentina, Uruguay y Brasil con un resultado desastroso en término de pérdida territorial pero sobre todo de pérdida de población que sin duda han afectado su desarrollo económico hasta el día de hoy. Paraguay no es un país bendecido con minerales y petróleo como muchos de sus vecinos y su economía se basa principalmente en la agricultura. (Fig. 19). Nº 1 2 3 4 5 6 7 8

País Chile Argentina Brasil Colombia Perú Ecuador Paraguay Bolivia

PIBpc 14.910 13.480 11.530 7.970 6.360 6.090 4.400 2.870

Fig. 21. PIBpc de países sudamericanos. Año 2014.

Bolivia a su vez ha tenido graves conflictos con todos sus vecinos. Como resultado, su territorio sufrió fuertes pérdidas frente a todos ellos. Al revés de Paraguay, Bolivia es riquísimo en recursos naturales tales como minerales (estaño, plata, hierro, litio, cobre, etc.) y en petróleo y gas natural. Sin embargo, su inestabilidad política no le ha permitido hasta ahora alcanzar niveles de desarrollo similares a sus vecinos. Bolivia reiterativamente y en forma inveterada ha afirmado que la causa de su falta de progreso y desarrollo se debe a su cualidad no marítima, y que el acceso al litoral del Pacífico se constituiría en la panacea para lograr aquello. Sin embargo, si bien es obvio que la condición de un Estado sin acceso libre al mar tiene que influir

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en su precariedad, este no es precisamente el caso de la nación altiplánica, que posee acceso libre al océano Pacífico a través de nuestro territorio aunque sin soberanía. Aún más, todo indica que si Bolivia tuviera costa soberana, los costos relativos de su comercio exterior serían mucho más altos de lo que son actualmente sin contar que Bolivia se vería forzado a hacer inversiones en infraestructura y posteriormente a mantenerlas, todo lo que hoy recae en el presupuesto chileno. Efectivamente, como señala El Libro del Mar, los países africanos sin litoral tienen un considerable menor ingreso bruto per cápita, aun cuando hay países con litoral que los tienen en menor cantidad. Pero estimamos que no se puede colocar a dichos países como referentes, dado el hecho que hay grandes diferencias con respecto a Bolivia, cuyo ingreso es notablemente superior a casi todas las naciones sin litoral de dicho continente, a excepción de Botswana, cuyo ingreso bruto per cápita duplica al de Bolivia. Cabe señalar que la superficie de esta nación es casi la mitad de la del Estado altiplánico y con una población que escasamente se empina sobre los dos millones de habitantes. Finalmente, como consecuencia de los antecedentes anteriormente expuestos, afirmamos que si bien la cualidad marítima de una nación es un factor importante para el progreso y desarrollo, ella no constituye un factor decisivo por sí sola. El desarrollo económico está estrechamente vinculado a múltiples vectores, tales como los geo-humanos, la posición geográfica relativa dentro del continente, su superficie y calidad de los suelos, la existencia de los recursos naturales en condiciones de ser explotados, la disponibilidades de capacidades técnicas para lograrlos, el orden institucional permanente, el sistema político y económico imperante, las facilidades concedidas por las naciones de tránsito, las áreas que puedan ser competitivas y otras recomendaciones incluidas en los informes de la CEPAL a los que hemos hecho referencia con anterioridad. 7.4. Comercio exterior Posición de Bolivia

La situación de mediterraneidad genera en los estados sin litoral costos mayores en el movimiento de mercancías. Por un lado, deben afrontar costos directos para mover sus bienes a través de los países vecinos y, por otro, costos indirectos que emergen de la variabilidad en la cantidad de tiempo que se tarda en cruzar las fronteras del país y los requisitos burocráticos asociados. Los mayores costos de logística y transporte que enfrenta Bolivia como consecuencia de la privación de una salida soberana al mar encarecen su comercio exterior. Por tanto, según la publicación ‘Doing Business’ del Banco Mundial (2012), las exportaciones bolivianas por contenedor son 55,7% más caras que las exportaciones de Chile y 60% más caras que las exportaciones del Perú. En términos comerciales, si bien Bolivia ha registrado un crecimiento en el valor de sus exportaciones entre 2008 y 2012, registra las cifras más bajas de la región

418

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junto con Paraguay, que también es un Estado Sin Litoral. Una comparación con los países vecinos demuestra que, durante el 2012, Argentina y Chile exportaron 7 veces más que Bolivia, Colombia 5,4 veces más, Brasil 22 veces más y Perú 4 veces más. La carga boliviana transita principalmente por puertos chilenos, motivo por el cual, además de los costos aduaneros y los correspondientes a los trámites administrativos, necesarios para transportar su carga hacia mercados de ultramar, enfrenta otros costos adicionales como los gastos de alimentación y estadía de los transportistas, ellos se ven en la necesidad de permanecer en el territorio del país de tránsito como consecuencia de la insuficiente infraestructura portuaria, falta de personal, demoras excesivas en los controles fronterizos lo que genera un costo de oportunidad significativo para las empresas de transporte internacional bolivianas, entre otros. Así, los excesivos controles y otros problemas de la aduana chilena en la frontera perjudican el libre tránsito de las exportaciones bolivianas. En septiembre de 2013, se acumularon más de 500 camiones por más de tres días en las zonas fronterizas de Tambo Quemado (Bolivia) y Chungará (Chile), debido al excesivo control que ejercen autoridades chilenas y la falta de personal. Entre el 25 y el 29 de noviembre de 2013, el personal aduanero de Chile realizó una huelga en demanda de mejoras salariales, paralizando sus actividades y con ello, la circulación de camiones con carga en la frontera de Bolivia; dejando varados alrededor de 2.000 camiones de transporte pesado, que formaron una caravana de al menos 20 kilómetros en territorio boliviano. Este contratiempo afectó a las exportaciones bolivianas, por el incumplimiento de tiempos, pérdida de mercadería (productos perecederos) e incremento de costos.774 Opinión del autor

Los costos mayores de su comercio exterior a que alude El Libro del Mar como consecuencia de su mediterraneidad, constituye una causa de carácter genérico para todas la naciones sin litoral que tienen la necesidad de pasar en tránsito a través de otro territorio para exportar sus productos o importar mercaderías, pero no es así en el caso de Bolivia, como hemos expuestos ya en forma insistente durante esta investigación, por las facilidades de tránsito acordadas con dicho Gobierno. No ponemos en duda la información citada por el Banco Mundial en relación a los costos por contenedor, comparándolos con Chile y Perú, pero sin conocer la estructura de dichos costos, es innegable que la distancia desde los centros de producción bolivianos a los puertos chilenos que ocupa el Estado altiplánico sumados a la existencia de la cordillera de Los Andes, presentan una dificultad ineludible que se ve reflejada en mayores tiempos y costos que otros productores 774

DIREMAR. Obra citada. pp. 69-71.

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que operan más cerca de los puertos. No es bueno confundir ambos aspectos. Lo que el Estado Plurinacional de Bolivia debiera considerar es que los grandes subsidios chilenos a su comercio exterior le permiten tener costos menores que los que tendría si las carreteras, ferrocarriles y puertos fueran de su propiedad. La soberanía tan anhelada por Bolivia sólo encarecería sus importaciones y exportaciones, a menos que Bolivia pretenda obtener una salida soberana al océano Pacífico y seguir usufructuando de las inversiones y subsidios de Chile. ¿Cabe alguna duda de ello? Desde otra perspectiva, el tamaño del comercio exterior boliviano si guarda relación con sus costos. El hecho que Bolivia exporte mucho menos que Chile, Argentina, Perú, Colombia y Brasil no puede ser atribuible a su falta de litoral. Las causas indudablemente son múltiples, comenzando por el tipo de política económica existente; la inestabilidad de muchos gobiernos que no han podido generar confianza en los inversionistas locales e internacionales; el nivel de empleo; la existencia de empresas apropiadas, con capacidad productiva en forma continua, estable y con las especificaciones requeridas por los mercados de destino para su ingreso; la apertura al comercio exterior, con regímenes de aranceles para incentivar las exportaciones; la identificación de los productos a exportar y conocer los nichos a los cuales pueda llegar en forma ventajosa y con la calidad requerida; el empleo de herramientas de marketing; el aprovechamiento de los recursos naturales que tenga la nación, etc. Sin duda, un economista podría citar otros más y de mejor forma, pero en ningún caso creemos que su bajo nivel de exportación se deba, en forma especial, a su mediterraneidad. Menciona la publicación citada por Bolivia de que su carga se ve encarecida, además de los costos aduaneros y de los trámites administrativos, por el mayor costo de alimentación y estadía de los transportistas, que deben pasar mayor tiempo por la insuficiencia de infraestructura portuaria. Esa observación es poco seria. Primeramente, la eficiencia de los puertos chilenos es reconocidamente alta a nivel regional y mundial. En segundo lugar, el Art. VII del Tratado de 1904 señala expresamente que: La República de Bolivia tendrá el derecho de constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para hacer su comercio (…). Las agencias cuidarán que las mercaderías destinadas en tránsito se dirijan del muelle a la estación del ferrocarril y se carguen y transporten a las aduanas de Bolivia en vagones cerrados y sellados con guías (…). Más adelante el Art. X. concede nuevas facilidades: Los productos naturales y manufacturados de Bolivia, en tránsito para el extranjero, serán exportados con guías y franqueados por las aduanas de Bolivia o por los funcionarios encargados de este objeto. Dichas guías serán entregadas a los agentes aduaneros en los respectivos puertos y sin otra formalidad, embarcados estos productos para los mercados extranjeros. Al parecer, Bolivia no está debidamente informada de la situación y no aprecia los 100 millones de dólares que Chile aporta cada año para cumplir con el Tratado de 1904 y con los numerosos convenios que ambos países han firmado

420

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posteriormente. A lo largo de los años, no obstante carecer de relaciones diplomáticas por decisión de Bolivia, ambos Gobiernos han continuado mejorando y complementado las normas relativas al tránsito y la complementación económica. Valgan como ejemplo entre otros, los siguientes: la Convención sobre tránsito de 16 de agosto de 1937; el Convenio de Represión del Contrabando de fecha 23 de noviembre de 1937; el Tratado de Comercio de fecha 21 de mayo de 1938 y su acta aclaratoria de fecha 30 de julio del mismo año; el Acta Final de la Comisión económica chileno-boliviana, de fecha 29 de mayo de 1941; la Declaración de Arica, de 25 de enero de 1953; el Tratado de Complementación Económica chileno-boliviana de fecha 31 de enero de 1955; el Protocolo complementario al Tratado de Complementación Económica sobre facilidades para la construcción del Oleoducto; el Convenio Comercial entre las Repúblicas de Chile y Bolivia, de fecha 10 de noviembre de 1955; el Acuerdo Complementario de fecha 6 de abril de 1956; el Acuerdo de Complementación Económica de 1993 y los diversos protocolos adicionales suscritos a la fecha. Los excesivos controles a que se aluden no son tales, sino los estrictamente necesarios, fundamentalmente para la prevención del tráfico de droga como asimismo de la fiscalización de las normas fitosanitarias y otras dispuestas por la normativa internacional. Las huelgas son un fenómeno social del cual ni Chile ni menos Bolivia se escapan, de manera que los daños a que alude Bolivia, igual lo sufrieron los transportistas chilenos. En definitiva, cabe reiterar como ha sido expuesto con anterioridad, que ni siquiera los transportistas chilenos gozan de las facilidades otorgadas a Bolivia. El libre tránsito tiene dos componentes básicos e inseparables: - La inexistencia de gravámenes lo que quiere decir que la mercadería boliviana en tránsito por territorio chileno no está afecta a pago alguno de derechos de aduana, impuestos, tasas por derechos de tránsito u otros impuestos que pudieran cobrarse por pasar por territorio chileno, como tampoco por los servicios prestados. - La facultad para constituir una agencia aduanera y la correspondiente potestad boliviana en los puertos habilitados para el libre tránsito (Arica y Antofagasta) sobre las cargas provenientes o manifestadas a su país. Este privilegio es ejercido a través de la Aduana Nacional de Bolivia y/o de la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B). Amén de lo anterior, están las facilidades para el almacenamiento de las importaciones y exportaciones y de la permanencia de la carga en tránsito desde el punto de vista aduanero, como fuere respondido por el canciller Muñoz en el documento Mito y Realidad. Por todo lo anterior, la situación de mediterraneidad de Bolivia no es comparable con la de naciones sin costa en otras latitudes. No podemos afirmar que El Libro del Mar desfigura las estadísticas, pero sí que las presenta en forma tan general, incluyendo a los países sin litoral de África y Asia,

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especialmente los primeros, que distorsionan su realidad. Por ejemplo, Burundi, República Centro Africana y Níger, promedian 326 dólares de PIB per cápita versus los casi 2.800 dólares de Bolivia, o el de Nepal en Asia, con 730 dólares, naciones que no cuentan con la riqueza que la naturaleza ha prodigado al Estado altiplánico. Esos países tampoco cuentan con países de tránsito como Chile que le brinda las mayores facilidades, y son tan pobres como otros estados con litoral de dicha región. En los siguientes páginas entregamos algunos antecedentes básicos sobre el comercio exterior boliviano. En los gráficos de la figura Nº 21 podemos apreciar las vías de salida usada por Bolivia para sus exportaciones y, en los gráficos de la figura Nº 22, las cifras de importaciones también desglosadas por vía de origen. EXPORTACIONES SEGUN VÍAS DE SALIDA EN VALOR Perú 5,1%

Vía aérea 13,2%

EXPORTACIONES SEGUN VÍAS DE SALIDA EN VOLUMEN

Argentina 20,2%

Atlántico 0,2%

Atlántico 0,4% Paraguay 0,02%

Paraguay 0,1%

Perú 4,2%

Vía aérea 0,1% Argentina 28,2%

Chile 8,6%

Chile 28,3%

Brasil 32,8% Brasil 58,6%

Fig. 22. Exportaciones bolivianas según vía de salida. IMPORTACIONES SEGUN VÍAS DE INGRESO EN VALOR

Atlántico 2,3% Perú 7,8%

Chile 50,0%

Otros 10,0%

IMPORTACIONES SEGUN VÍAS DE INGRESO EN VOLUMEN

Argentina 12,3% Brasil 17,5%

Perú 18,7%

Atlántico 1,4%

Otros 0,7%

Chile 39,5%

Argentina 18,0%

Brasil 21,7%

Fig. 23. Importaciones bolivianas según vía de entrada.

Los gráficos anteriores muestran la distribución del comercio exterior boliviano lo que nos permite constatar los siguientes hechos más importantes: -

Los puertos chilenos son muy importantes para las importaciones bolivianas dado que gran parte de ellas provienen de Chile y del Asia.

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-

Para las exportaciones bolivianas, los puertos chilenos son menos relevantes dadas las importantes exportaciones de gas vía tuberías a Brasil y Argentina. A lo anterior se agrega el factor de que el 27% de las exportaciones de Bolivia van destinadas a los países con costa al Pacífico, mientras que el resto de las exportaciones de Bolivia van a Europa, Norteamérica, Brasil, Argentina, Venezuela y Perú, destinos que no requieren usar los puertos chilenos. (Ver Fig. 23). Pero los puertos chilenos no son la única alternativa que tiene ni que usa Bolivia. Hacia al Atlántico, su nexo con el mundo se puede lograr a través de Brasil, Paraguay y Argentina. Por Brasil, es factible mediante su inmensa red fluvial de más de 14.000 kilómetros de sus ríos del norte. Los ríos Beni, Illeneg, Mamoré, Guaporé y otros, lo ponen en contacto con la cuenca amazónica; Manaos en el Amazonas y Belén, se constituyen en puertos terminales de sus recorridos en su acceso al mar; además por la ruta Corumbá-Campo Grande-Sao Pablo puede llegar hasta Santos, puerto de embarque para los mercados de Europa y del Oriente. Comercio Exterior de Bolivia Año 2014 A través de Chile País

Exportaciones MM US$ %

Importaciones MM US$ %

Comercio Exterior Bolivia Año 2014 Por otras vías País

Exportaciones MM US$ %

Importaciones MM US$ %

Chile

112

0,9%

435

4,1%

Brasil

3.824

29,4%

1.654

15,8%

Colombia

682

5,3%

181

1,7%

Argentina

2.560

19,7%

1.137

10,8%

Corea del Sur

496

3,8%

174

1,7%

Bélgica

231

1,8%

48

0,5%

China

435

3,3%

1.811

17,3%

Reino Unido

124

1,0%

68

0,6%

Japón

433

3,3%

508

4,8%

Venezuela

115

0,9%

6

0,1%

Singapur

101

0,8%

120

1,1%

Perú

551

4,2%

646

6,2%

Ecuador

96

0,7%

46

0,4%

Paises Bajos

112

0,9%

86

0,8%

Hong Kong

87

0,7%

8

0,1%

Estados Unidos

1.044

8,0%

631

6,0%

Estados Unidos Australia

1.000 126

7,7% 1,0%

600 7

5,7% 0,1%

Canada Suiza

200 97

1,5% 0,7%

93 59

0,9% 0,6%

Subtotal

3.568

27%

3.890

37%

España Otros países

97 467

0,7% 3,6%

241 1.928

2,3% 18,4%

9.422

73%

6.597

63%

Subtotal

Fig. 24. Tablas de Comercio Exterior de Bolivia.

Vía Paraguay, la zona agrícola de Santa Cruz por Puerto Suárez, utilizando los ríos Paraguay y Uruguay, le permiten acceder a Río de la Plata, Argentina y a los mercados del Atlántico. Por Argentina, nación que históricamente ha demostrado vivo interés en estimular el comercio exterior con Bolivia, dispone de varios accesos: La vía férrea La Paz-Uyuni empalma con la Quiaca y mediante la vía terrestre Sur de Lípez-La Quiaca-Yacuiba conecta hacia el sur con la inmensa red vial de Argentina, que facilita su acceso a Corrientes-Santa Fe-Rosario, que lo une a Buenos Aires. Por el oeste argentino, Bolivia puede llegar vía la Quiaca-Salta-Tucumán y San Juan, y aprovechando la vía férrea de Salta a Antofagasta, puede sacar sus productos y

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minerales hacia el Pacífico. 7.5. Costos de Transporte Posición de Bolivia

Los Estados Sin Litoral son menos competitivos en el mercado internacional por los altos costos de transporte. A nivel mundial, los costos de transporte del comercio de los Estados Sin Litoral son 15% más altos que aquellos de los Estados costeros. Bolivia tiene los costos de transporte más altos de América del Sur, con un 31% superior a la media continental.775 Opinión del autor Todo parece indicar que en El Libro del Mar por la premura en su preparación, no obstante ser sensiblemente parecido a El Libro Azul difundido en el año 2004, participaron diversas personas, por cuanto este tema de alguna manera fue tratado en la exposición del comercio exterior.

La información emitida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es que el costo medio de transporte carretero el año 2012 en Bolivia para un contenedor de 40 pies alcanzó a 0,13 US$ por tonelada-kilómetro (US$/t-km). En el caso de Chile, la cifra fue la misma. Otros países de la Región con costa tuvieron guarismos de 0,10 (Argentina), 0,11 (Uruguay), 0,19 (Brasil) y 0,47 (Perú).776 No objetamos, por razones obvias, que los costos de los transportes de los países sin litoral puedan ser más caros que las naciones costeras. Pero, además de las distancias que tengan que recorrer en tránsito por territorio de otra nación, inciden en este rubro otra serie de factores y que tienen que ver con las propias normas existentes en cada país, en este caso nuestro demandante, en cuanto a remuneraciones, valores de los combustibles, existencia o no de subsidios, peajes, distancia, topografía, etc., pero fundamentalmente el estado de sus propias carreteras y la disponibilidad de infraestructura y servicios que apoyen los desplazamientos, como asimismo el cumplimento y/o esfuerzos realizadas en pro de los diversos acuerdos y conclusiones obtenidas en distintas reuniones de carácter internacional en el ámbito de los países sin litoral. Existen, por ejemplo, empresas de países con salida al Atlántico que prefieren usar puertos chilenos para su intercambio comercial con el Asia y de importante inversiones hechas y en estudio para este tipo de integración. En el caso particular de la nación vecina, el mayor costo del transporte carretero de un contenedor de 40 pies, se ve fuertemente afectado por el sobreprecio incorporado por la Administradora de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B), a que aludimos en el capítulo de las Deficiencias del Tránsito, denunciadas por su gobierno, recargo que a nuestro juicio parece absolutamente exagerado, atendido el 775 776

DIREMAR. Obra citada. p. 72 Fuente: http://logisticsportal.iadb.org/data/. Consultada el 3 de enero de 2016.

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carácter estratégico de esta empresa pública estatal “ que busca prontitud, economía y eficiencia en el manipuleo de la carga nacional en tránsito de y hacia el Estado Plurinacional de Bolivia”, en su calidad de operador portuario para brindar mejores alternativas en tiempo y costos a los importadores y exportadores, a menos que con este gravamen se pretenda justificar y subsidiar sus operaciones y el desarrollo de infraestructura portuaria y de logística para el manipuleo autónomo de la carga boliviana en tránsito, para importación y exportación, como lo señalan sus objetivos estratégicos, en puertos del Atlántico y en la hidrovía Paraná-Paraguay.777

7.5.1. Informes de organismos internacionales y otros

Al respecto, no deja de cobrar importancia en los costos de transporte a que alude Bolivia el informe elaborado en conformidad a la recomendación de la Corporación Andina de Fomento que tiene por objeto principal la actualización de los Proyectos priorizados por Bolivia y aprobados por la III Reunión Ordinaria de la Conferencia de Ministros de Transportes, Comunicaciones y Obras Públicas de América del Sur, como parte de un ‘Plan de Acción’ para la Integración Física y Desarrollo fronterizo de la Subregión.778 El documento en cuestión señala que Bolivia, dada su ubicación geográfica favorable, se puede constituir como un vínculo integrador de las regiones económicas del Pacífico y del Atlántico a través de corredores de comercio internacional, que hagan factible atraer tráficos de otros países en busca de nuevas y mejores conexiones para su comercialización a través del Pacífico, pero haciendo presente a la vez factores que juegan en contra como lo son los accidentes topográficos en ciertas regiones del país su escasa y desigual densidad de población y, sobre todo, su situación de enclaustramiento, a través de limitaciones en localización y sobrecostos al transitar por algún país limítrofe, factor este último atenuado en forma importante por las facilidades otorgadas por Chile. Destaca, además, la importancia del transporte por carretera en el crecimiento económico de Bolivia, constituyendo un factor crítico para el desarrollo de los sectores productivos, en especial los de agricultura e industria, así mismo por constituir un medio incuestionable para el desarrollo de la integración física entre los países de la subregión. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su informe Proyecto de Infraestructura Vial de Apoyo al desarrollo y Gestión de la Red Vial Fundamental Transporte carretero, productividad e inclusión social, emitido el 2015, expresa: La limitada disponibilidad de infraestructura de transporte para los países de ingreso medio y bajo como Bolivia tienen un impacto significativo en los costos de exportación, dado que los precios internacionales a los que importan y exportan 777

Fuente: http://www.aspb.gob.bo/Misión y Visión. Consultada el 26 de julio de 2016

778

Red Vial de Bolivia.www.e-asfalto.com/redvialbolivia/red_vial_de_bolivia.htm. La reunión de ministros se llevó a cabo entre el 6 y el 8 de noviembre de 1996 en Montevideo. Nota del autor.

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bienes suelen ser exógenos. Adicionalmente, dada su condición de mediterraneidad, los productos bolivianos recorren mayores distancias para acceder a sus consumidores. En el caso particular de las importaciones de bienes intermedios y de capital vitales para la producción interna- el efecto del costo doméstico de transporte supone un incremento en los costos de producción. Cualquier aspecto que imposibilite la eficaz y eficiente distribución de suministros o productos, no solo ocasiona mermas económicas sino que también tiende a propagarse al resto de la cadena logística, afectando en último término a la productividad de la economía.779 De acuerdo a un documento preparado por la Unidad de Servicios de Infraestructura de la CEPAL, elaborado el año 2012, la red de carreteras de Bolivia al año 2003 tenía una longitud de 61.021 km, de los cuales 12.255 km corresponden a la Red Vial Fundamental, (RVF) 12.224 km a la Red Complementaria y 34.542 km a la Red Vecinal. Escasamente, el 7% de toda la red vial se encontraba pavimentada. Hacemos hincapié en esta materia, por cuanto constituye un factor importante en los costos del transporte. Una información anterior, también proveniente de un organismo internacional correspondiente al año 1996, señalaba que solo el 5,5% de la red vial se encontraba pavimentada, lo que significa que en un lapso de siete años se logró únicamente aumentar en 1,5 puntos el mejoramiento de esta red.780 Redes (km) Red Fundamental Red Complementaria Red Vecinal Totales

Pavimento 4.032 195 56 4.283

Ripio 4.738 6.928 6.856 18.522

Tierra 3.485 7.101 27.630 38.216

Total 12.255 14.224 34.542 61.021

Fig. 25. Tabla de redes viales bolivianas según informe CEPAL Año 2012.

Red Vial de Bolivia año 2003 20% 57%

Red Fundamental

23%

Red Complementaria

Red Vecinal

Fig. 26. Gráfico de la red vial boliviana según informe CEPAL año 2012. 781 779

http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=39848691. Perfiles de Infraestructura y Transporte en América Latina. Bolivia. www.cepal.org/cgi-bin/getprod.asp?. Consultado el 2 de abril de 2016. 781 Lamentablemente no hemos encontrado información oficial más actualizada. Nota del autor. 780

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Otra información que nos parece mucho más cercana es la entregada por la Administradora Boliviana de Carreteras, (ABC) organismo dependiente de la Subsecretaria de Transporte del Ministerio de Obras Públicas de Bolivia. ABC tiene previsto alcanzar en el quinquenio 2012-2016 los 9.341 kilómetros de pavimento en la Red Vial Fundamental (RVF) de Bolivia; 12.124 al 2021 y el total de 16.054 km al 2025.782 El siguiente cuadro permitirá tener una visión general de las características de esta red, que constituye un factor fundamental en su desarrollo y progreso:

Superficie de Rodadura de Carreteras 7% 30% 63%

Pavimento

Ripio

Tierra

Fig. 27. Tipo de rodaduras de carreteras bolivianas.

Cabe señalar que la RVF está compuesta por los siguientes corredores: 1. Corredor Este-Oeste: (Brasil-Bolivia-Chile-Perú). Longitud: 2.539 km. 2. Corredor Norte-Sur: (Argentina-Bolivia-Paraguay). Longitud: 1.564 km. 3. Corredor Oeste Sur: (Chile-Perú-Bolivia-Argentina). Longitud: 1.546 km. 4. Corredor Central Sur: (Brasil-Paraguay-Bolivia-Chile). Longitud: 1.039 km. 5. Corredor Oeste Norte: (Perú-Bolivia-Brasil). Longitud: 2.962 km. El Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército de Chile, en una reciente publicación, aporta los esfuerzos realizados por Chile y países vecinos para consolidar este Eje Este-Oeste: Al respecto, es importante destacar los esfuerzos realizados por los países vecinos para dar vida al Corredor Este-Oeste, que conecta el puerto de Santos en Brasil con los de Arica e Iquique en Chile, pasando por territorio boliviano. En este contexto, por ejemplo, el Gobierno chileno construyó el camino que une la localidad de Colchane (paso fronterizo Colchane-Pisiga) con Huara, el que interconecta directamente con la ruta Panamericana; asimismo, ha realizado mejoras en la vía que une la ciudad de

782

www.abc.gob.bo. Consultado el 18 de octubre de 2015.

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Arica con la localidad boliviana de Tambo Quemado (paso fronterizo ChungaráTambo Quemado). Ambas rutas han sido pavimentadas en la última década. Sin duda, el desarrollo vial planificado beneficia directamente la interconexión del territorio nacional con la región; no obstante, facilita aún más el acceso de Bolivia al Océano Pacífico.783 En relación con la carreteras de Bolivia, no menos importante son los acuerdos y conclusiones de las diversas sesiones realizadas por la Junta de Comercio y Desarrollo bajo el auspicio de la UNCTAD. En la conferencia del 18 de noviembre de 1999, el representante de Bolivia en el examen de los progresos realizados en el desarrollo de sistemas de tránsito en los países en desarrollo sin litoral y de tránsito expresó que su nación “seguía sufriendo las consecuencias de carecer de litoral, entre ellas el elevado costo del transporte en tránsito”, agregando a continuación que “Bolivia cooperaba con los países vecinos y había concertado diversos acuerdos bilaterales relacionados con el comercio, el transporte y la circulación a través de las fronteras, pero que ello no era satisfactorio por los distintos criterios adoptados en los puestos fronterizos, duplicando documentos aduaneros.784 Lo anterior nos merece los siguientes comentarios. En primer lugar, subrayamos que su carencia de litoral no constituye “la causal” del excesivo costo del tránsito, como ya lo hemos mencionado; por otra parte nos llama la atención que dicha nación se considere como cooperadora de los países vecinos, cuando sin duda es ella quien recibe la cooperación de parte de las otras naciones. En lo que coincidimos, es en la necesidad de simplificar la documentación a que alude el representante boliviano, teniendo presente la exigida por cada nación, pero sin descuidar los aspectos de seguridad y control de contrabando, especialmente de la droga y el cumplimiento de las normas internacionales en lo referido al control sanitario y otras. En los Informes de las Consultas Regionales Específicas, Bolivia insiste en su realidad geográfica y en las circunstancias históricas que le han afectado y que le imponen enormes dificultades en su comercio exterior, pasando luego a mencionar y destacar los corredores de exportación, los que le han servido de conexión económica en base a convenios de carácter regional, los que enumera pero sin mencionar de modo alguno los relacionados con Chile, país que le otorga las mayores facilidades.785

783

Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército. La Punta del Iceberg. p. 37. Informe de la reunión de expertos gubernamentales de países en desarrollo sin litoral y de tránsito y de representantes de países donantes y de instituciones financieras y de desarrollo. TD/B/46/6TD/B/LDC/ AC.1/15. 14 de septiembre de 1999. 785 Ídem. 784

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Fig. 28. Red Vial Fundamental

Fig. 29. Corredor Este-Oeste

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Fig. 30. Corredor Norte-Sur

429

Fig. 31. Corredor Oeste-Sur

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Fig. 32. Corredor Central-Sur

Fig. 33. Corredor Oeste-Norte

El informe de la Reunión de Expertos Gubernamentales ya mencionado, celebrada en la Sede de las Naciones Unidas, (30 de julio al 3 de agosto de 2001) en las Conclusiones y Recomendaciones convenidas, encarece en que los costos del transporte, volumen de las exportaciones y desarrollo sostenible, están fuertemente afectados entre otros factores por la infraestructura deficiente y los entornos de políticas inadecuadas que redundan en transportes ineficaces con altos costos que afectan la expansión del comercio, la competitividad y el desarrollo sostenible en muchos países en desarrollo sin litoral y de tránsito, recomendando entre otras medidas: aumentar la inversión extranjera, la realización de acuerdos bilaterales, regionales e internacionales, simplificando y racionalizando los procedimientos, tratando de evitar los costos indirectos, especialmente los administrativos y recurriendo a la mayor participación del sector privado en la prestación de servicios, reducción de aranceles, etc.786 La situación deficitaria de las carreteras de Bolivia parece persistir en el tiempo o con muy poco avance, pues en un Informe elaborado por la Junta de Comercio y Desarrollo correspondiente a la Sexta Reunión de Expertos Gubernamentales en el contextos de estas mismas conferencias, (Nueva York, 23 al 27 de junio de 2003), entre otras consideraciones con respecto a Bolivia se deja constancia que en el decenio 1987-1997 el Gobierno para expandir la infraestructura de caminos destina anualmente un promedio del 30% del presupuesto de inversiones públicas al sector del transporte y 83% del mismo a caminos. Pero el siguiente Gobierno empleó dichos recursos en la construcción de nuevas carreteras, descuidando el mantenimiento de

786

TD/B/LDC/AC.1/18. 23 de agosto de 2001.

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431

las antiguas, bajando el inventario a los niveles de 1987, indicando que el principal problema era la organización y el manejo del (SNC) y del Ministerio de Transportes. En 1998, en vista de esta situación, el ministerio de Desarrollo Económico se propuso garantizar el financiamiento no solamente de la construcción sino también de los programas de mantenimiento rutinarios. La realidad contrasta con la teoría como ilustran los problemas endémicos de corrupción y mal manejo del mantenimiento.787 El informe además da cuenta de ciertos fraudes cometidos en los contratos de una obra y la deficiente construcción y el manejo político para designar las autoridades que se disputaban el cargo de Director del Servicio Nacional de Caminos, como si fuera un botín. Con este tipo de antecedentes es verdaderamente difícil que se pueda mejorar en forma importante la infraestructura vial, pero Bolivia no puede argumentar que sus altos costos en los transportes se deban a la carencia de litoral, perdiendo competitividad en el mercado internacional al ser estos un 31% superior a la media continental. La segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo Sin Litoral, (Viena, del 3 al 5 de noviembre de 2014), informa de situaciones sensiblemente similares a las anteriores conferencias a que hemos aludido, no obstante reconocer algunos logros derivados del Plan Almaty del año 2003.788 El informe es de carácter general, ni siquiera regional, de manera que no es posible evaluar el caso particular de Bolivia, como también lo son las recomendaciones que deben formularse en un Plan Decenal de apoyo a los países sin litoral, que sea innovador, integral y orientado a los resultados y se base en asociaciones de colaboración renovadas y fortalecidas para acompañar a los países en desarrollo sin litoral en el aprovechamiento de los beneficios del comercio internacional. La sensación que queda después de leer estos largos informes y la participación de los diferentes representantes, es que en general se avanza muy poco y no hay mucha sustancia. En el examen y evaluación el Plan Almaty, 789 subsisten falencias como la de los altos costos de transporte y de transacciones comerciales; el desarrollo de la infraestructura física continúa siendo exigua; los países en desarrollo sin litoral han logrado un reducido avance en desarrollo en infraestructura de telecomunicaciones, incluido el acceso a Internet, lo que los hace muy sensibles a la volatilidad de los precios y a la demanda de productos básicos; no obstante que los desembolsos de asistencia oficial para el desarrollo de estos países aumentaron más del doble entre 2003 y 2012. En relación a esto último, esta asistencia se hace en base a un porcentaje del Ingreso Nacional Bruto de los países, que en el caso de Bolivia en el período 2010787

UNCTAD/LDC/2003/6. 7 de abril de 2003. Junta de Comercio y Desarrollo. Atención de las Necesidades Especiales de los Países en Desarrollo Sin Litoral dentro de un Nuevo Marco Mundial para la Cooperación en Materia de Transporte de Tránsito para los Países en Desarrollo Sin Litoral y de Tránsito. 789 Conferencia Ministerial Internacional de Países en Desarrollo sin Litoral y de Tránsito realizada en la ciudad de Almaty, Kazajistán. Agosto 2003. Nota del autor. 788

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2013 ha sido de 3,9%, 3,2%, 2,8% y 2,4% sucesivamente. Muy superior al obtenido por Paraguay que ha sido de 0,6%, 0,4%, 0,5%, 0,4%; versus Chile que ha tenido 0,1%, 0,1, 0, % y 0%, en el mismo periodo.790 El informe de la CEPAL del año 2008 corrobora en general las recomendaciones de los diversos organismos que hemos indicado en párrafos anteriores en relación al transporte. Destaca, además, la importancia del transporte fluvial que ha tenido un importante progreso en los últimos años en Bolivia, producto de la mayor demanda de la soya producida en las tierras bajas orientales, llegando a tener a la fecha del informe más de 14.000 kilómetros de ríos navegables y con el propósito de la exploración de hierro se estudia una conexión ferroviaria. El proyecto conocido como Puerto Bush permitiría la comunicación con el Atlántico con acceso a Brasil y el norte de Paraguay lo que dependerá de las facilidades que otorguen ambos países para sortear las barreras físicas. En efecto, el sistema hidrográfico de Bolivia está constituido por tres grandes cuencas: Las exorreicas del Amazonas y del Río de la Plata, y la endorreica del Altiplano, siendo la más importante la primera de las nombradas, pues comprende una extensión aproximada de 724.000 km2 en la zona del Centro Norte, es decir cerca de un 66% de la superficie del país, los que permiten su comunicación fluvial con Brasil. La cuenca en la zona centro sur y extremo oriental de Bolivia, ocupa una superficie de 229.500 km2 aproximadamente, que facilita la comunicación fluvial de Bolivia con Brasil, Paraguay y Argentina a través de los ríos Paraguay, Pilcomayo y el Bermejo.791 En el río Paraguay, Bolivia cuenta con cuatro puertos propios que le garantizan acceso libre y soberano al Océano Atlántico, siendo solamente utilizados en la actualidad Puerto Aguirre y Puerto Gravetal, ambos con una capacidad reducida de manejo de carga. Desde 1988, Puerto Aguirre funciona como el principal embarcadero para exportar hacia el Océano Atlántico los productos de la zona oriente, concesionado como zona franca comercial a partir del año 1991 por el término de cuarenta años. Puerto Suárez, actualmente en desuso y Puerto Bush, que constituye la salida soberana al Océano Atlántico más expedita para Bolivia, pero con difícil acceso terrestre y por la falta de inversiones se mantiene inhabilitado, “pero el Gobierno boliviano consciente de su importancia estratégica ha anunciado la licitación de las obras para mejorar el acceso a través de la ferrovía MotacucitoMutún-Puerto Busch, y de esta forma aprovechar y potenciar el embarcadero. De esta manera se busca soslayar el problema del aislamiento geográfico de una de las zonas más productivas del país.792 El lamento boliviano de falta de acceso al mar excluye mencionar las facilidades otorgadas por otros países que se suman a las concedidas por Chile.

790

Banco Mundial. http://datos.bancomundial.org/indicador/DT.ODA.ODAT.GN.ZS. Gabriel Pérez Salas. Infraestructura y Transporte. CEPAL. www.cepal.org. Edición Nº 262. Jun. 2008. p. 35. 792 Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército. Obra ya citada. p. 38. 791

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Finalizada la guerra del Chaco, Bolivia y Paraguay suscribieron en 1938 el Tratado de Paz, Amistad y Límites, mediante el cual Paraguay otorgó a la nación altiplánica libre tránsito a sus productos e instalación de infraestructura de almacenaje y aduana en los puertos Casado y Villeta. En 1969, Argentina le confirió una zona franca en el puerto de Rosario, en desuso desde 1988. Con Perú, gracias a los Convenios de Ilo de 1992 y el Protocolo Complementario del año 2010, Bolivia utiliza las áreas de almacenamiento e infraestructura de los puertos peruanos de Ilo y Matarani. A comienzos del nuevo siglo, Uruguay le concedió acceso a la zona franca de Nueva Palmira, para el tráfico y almacenamiento de sus productos y anunció el ofrecimiento para acceder al puerto de Aguas Profundas.793 Súmese a lo anterior, los aeropuertos de que dispone Bolivia para el transporte aéreo, de los trece existentes, tres son internacionales, ubicados en Santa Cruz, Cochabamba y en El Alto. El autor está consciente que se ha sobreextendido al exponer los acuerdos de estas conferencias, pero su propósito ha sido dejar claramente establecido que la sola carencia de litoral de Bolivia, no es la única causal de su falta de desarrollo, asociado además a los altos costos de sus transportes y bajo poder de comercialización, no obstante poseer grandes riquezas naturales, que superan con creces el de otras naciones de África y Asia sin litoral e incluso de países de otras regiones del mundo con litoral. 7.5.2. Sistema Integrado de Tránsito. SIT

Como El Libro del Mar omite al Sistema Integrado de Transito (SIT), materia que incide en los costos de los transportes y en el desarrollo de su comercio, lo haremos nosotros, a riesgo de abundar en esta materia, pero con el beneficio de demostrar por enésima vez el espíritu con que Chile ha contribuido al Estado boliviano. En efecto, en 1974, poco antes de Charaña, Chile y Bolivia solicitaron a la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas (CEPAL), un estudio técnico con el objeto de hacer más expedito los sistemas de flujo de mercaderías y los procedimientos administrativos de la carga boliviana por los puertos de Arica y Antofagasta, a fin de optimizar y modernizar el régimen de libre tránsito de que goza Bolivia. Estos estudios, iniciados en el Puerto de Arica, concluyeron en un informe que hizo factible que los dos países convinieran una nueva modalidad para el tratamiento de la carga en tránsito, denominado Sistema Integrado de Tránsito, que fue puesto en vigencia a mediados de 1975. Este sistema, además de hacer más racional el tráfico de mercaderías, ha perfeccionado el control de la carga con participación de la Administración Autónoma de Aduaneros de Bolivia. Sujeto a permanentes evaluaciones fue analizado en detalle en la Reunión Técnica Especial de Transporte de Chile y Bolivia, efectuada en Santiago entre los días 14 y 17 de marzo de 1978, en la que se dejó la siguiente constancia en su Acta 793

Ídem.

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Final: Las Delegaciones técnicas de Chile y Bolivia efectuaron un amplio análisis del Sistema Integrado de Tránsito de Mercaderías hacia Bolivia implantado en el puerto de Arica el 1° de agosto de 1975, asimismo de las medidas que la Comisión Mixta de Chile y de Bolivia sobre transporte -reunida en Arica los días 20 a 22 de diciembre del mismo año- acordaron adoptar para alcanzar con dicho sistema una mayor efectividad, concluyendo que es positivo, satisfactorio y de recíproco beneficio para ambos países. Las Delegaciones destacaron especialmente que el Sistema Integrado de Tránsito aludido ha permitido optimizar la agilización de la operación portuaria con beneficio para la carga, cuya integridad y cuidado, por el mejor manipuleo de ella, ha mejorado ostensiblemente. Las Delegaciones, de igual manera dejaron testimonio que con el Sistema Integrado de Tránsito en lo técnico se ha logrado un racional aprovechamiento del equipo portuario y ferroviario; y que en lo administrativo se ha obtenido una disminución de los documentos que requiere el tránsito de las mercaderías con destino a Bolivia y una adecuada distribución del personal que interviene en estas operaciones y en los trámites documentales.794 Como corolario y basado en la experiencia recogida en el puerto de Arica se acordó aplicar el SIT en Antofagasta a partir del primero de abril de 1978. Este Convenio, al igual que muchos otros acordados con Bolivia, es una manifestación clara de la voluntad y disposición permanente del Estado de Chile para estudiar los procedimientos adecuados que faciliten el flujo de las mercaderías bolivianas. En particular, el sistema consiste en estructurar un conjunto de procedimientos para manejar la documentación asociada con el descargue, el almacenamiento, carguío y despacho de las mercancías en tránsito a Bolivia y la administración de dichas operaciones de modo sistemático. Con el objeto de adaptar el SIT al proceso de modernización de los puertos e integrar a las empresas portuarias encargadas de su administración, a los agentes aduaneros bolivianos y cámaras de comercios de Bolivia, este sistema fue incluido en la concesión del puerto de Antofagasta y en su totalidad en las bases de la licitación del puerto de Arica. Sin embargo, y no obstante las seguridades dadas por Chile en tal sentido, Bolivia ha expresado su malestar por la oferta del puerto de Arica, anunciando a su vez en el mes de octubre de 2004 que llamaría a licitación para el manejo de la carga con destino y procedencia de su territorio, alegando que la resolución chilena es atentatoria al Tratado de 1904 y de los convenios suscritos con posterioridad. La prensa boliviana publicó que se buscaría como alternativas los puertos peruanos de Ilo y Matarani para acceder al Pacífico y de Busch y Villeta de Paraguay para salir al océano Atlántico. El canciller Siles de aquella época abrigaba la esperanza de que en

794

Hormazábal Díaz. Obra citada. pp. 432-436.

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la reunión del 6 de noviembre se llegase a algún acuerdo, oportunidad en que reiteró tarifas preferenciales para las exportaciones e importaciones que entran y salen por Arica, solicitando además la utilización de los muelles fiscales de Iquique y Antofagasta. Pese a los reclamos de las autoridades bolivianas por la entrega de la administración del puerto a un consorcio privado, las gestiones realizadas por sus ejecutivos ante los exportadores de ese país acerca de las ventajas de sus tarifas, les habrían convencido de sus bondades, pero no obstante las críticas han seguido. Por otra parte, cabe recordar que la empresa Portuaria de Chile, EMPORCHI, antecesora de las Empresas Portuarias autónomas de Arica y Antofagasta, adoptó resoluciones sobre la base de acuerdos previos con la Administración Autónoma de Almacenes Aduaneros de Bolivia, AADAA, precedente de ASP-B, las que otorgaron a la carga en tránsito boliviana privilegios comerciales junto con la posibilidad de desarrollar infraestructura dentro de los recintos de esos puertos para su carga. Entre las ventajas consagradas se encuentran las tarifas preferenciales antes mencionadas, esto es, la de servicio de muellaje a la carga en condiciones FIO (Free in and out, donde el costo de la descarga es de quien contrata el flete), y las aplicables a cargas de retiro inmediato, las que se han mantenido vigentes y que fueron incluidas en las Bases de las Convocatorias a Licitación de los puertos de Antofagasta y Arica a partir de 2001 y las precedentemente citadas, respecto de la permanencia liberada bajo el régimen de libre tránsito. La liberación del pago de almacenamiento y el plazo extendido de permanencia constituyen beneficios que en parte se fundamentan en los tratados sobre libre tránsito, y, en parte, en un uso constante basado en medidas internas chilenas, y que siempre han sido más favorables a Bolivia que para los otros usuarios de los puertos. Al respecto, el costo para el Fisco de Chile de la gratuidad de la carga boliviana que goza por un año calendario en el almacenamiento de importación, y de 60 días en el caso de las exportaciones -que también ha sido considerado en los procesos de concesión de los Puertos de Arica y Antofagasta- es de aproximadamente US$ 100 millones anuales. El costo correspondiente al año 2013, se desglosa en la siguiente forma: Beneficios directos: • Por exención de IVA: US$ 16 millones. • Almacenaje en puertos de Arica y Antofagasta: US$ 3,6 millones. Beneficios Indirectos: • Costo de almacenamiento gratuito para el puerto de Arica: US$ 63,8 millones. • Tarifas preferenciales para exportadores bolivianos US$ 10,9 millones. • Mantenimiento del Ferrocarril de Arica a La Paz: US$ 4,5 millones.795

795

El Mercurio de Santiago. 8 de junio de 2014.

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El sistema de almacenamiento descrito anteriormente se ha ejercido con participación de las empresas portuarias. Actualmente, la concesión de Antofagasta está en manos de la Empresa Portuaria Antofagasta; en Arica, lo hace desde el año 2004 el consorcio TPA, integrado por tres empresas portuarias chilenas, una peruana y además la constructora Belfi, posicionándolo como puerto multipropósito de la macro región andina, transfiriendo graneles, contenedores, minerales, carga general y de proyectos. Cabe señalar que las bases de licitación contemplaron las franquicias establecidas por los tratados entre Chile y Bolivia, razón por la cual los concesionarios reciben las compensaciones correspondientes del Estado chileno. A pesar de las críticas que mantiene Bolivia con respecto a este sistema, bien vale la pena conocer la opinión generada en el seno de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, organismo que en 1987, a doce años de entrar en vigencia este sistema lo evaluó, concluyendo con recomendaciones para ambos países: En general, las recomendaciones que se ofrecen representan un desarrollo lógico de los procedimientos actualmente empleados, por lo que serían fáciles de implantar. Si bien algunos de los cambios con implicaciones institucionales podrían ser más difíciles, son a la vez más importantes, sobre todo las que proponen facilitar el movimiento de los contenedores. No se trata de un "paquete" de medidas, pero se estima que todas merecen recibir la mayor consideración de las autoridades de Bolivia y Chile, con miras a su adopción a la brevedad.796 Los beneficios que otorga el S.I.T. fueron ampliamente reconocidos en el ámbito de la Reunión de Expertos de los Países en Desarrollo sin Litoral en cuyo informe del año 2003 expresamente dejan constancia de ello: Un cambio en los procedimientos tuvo lugar en Arica y Antofagasta por la introducción del Sistema Integrado de Tránsito en 1975, sistema que otorga a Bolivia la administración exclusiva del trasbordo de mercaderías de barco a medios de transporte en forma automática y sin requerir la intervención de agentes de aduana ni el conocimiento marítimo actual.797 Cabe recordar, por último, que el régimen de libre tránsito entre Chile y Bolivia se adelantó en más de 40 años a la adopción de mecanismos similares por parte de otras naciones. Recién en 1947, el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), incluyó parte de los acuerdos de paso por el territorio del país transitado, así como la exención impositiva relativa a dicho tránsito, consideradas por Chile en los Tratados de 1904 y en el Convenio sobre Tránsito de 1937. En igual forma, en 1965 la Convención sobre el comercio de Tránsito de los Países sin Litoral y, posteriormente, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, en su Parte X, volvió a consagrar, esta vez localizando en beneficio de los países sin litoral el derecho de tránsito, así como exenciones impositivas para su concreción. Al respecto, es importante subrayar que ninguno de los acuerdos mencionados 796 797

Documento LC/L. 436, 7 de diciembre de 1987. Biblioteca CEPAL. UNCTAD/LDC/2003/6-7 de abril de 2003. Junta de Comercio y Desarrollo.

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en los párrafos anteriores, u otros referidos a los países sin litoral dentro del ámbito de las Naciones Unidas, de la OEA o de carácter Regional, hacen mención o sugieren siquiera incorporar la presencia de agentes aduaneros en el país transitado, ni a la permanencia por un año y a la gratuidad de los almacenamientos. Son todos beneficios adicionales otorgados por Chile y que dan al régimen de libre tránsito con Bolivia su propia y específica individualidad. Podemos afirmar, sin temor a equívocos, que Bolivia posee las vías de acceso necesarias para realizar su comercio exterior y que los costos de este transporte no guardan relación con la carencia del litoral que históricamente han ambicionado, e incluso este autor se atreve a reiterar que de poseer costas propias, sus gastos se verían fuertemente incrementados, no tan solo por el desarrollo de la infraestructura portuaria, sino que por la operación de los mismos, por el cual hoy día no pagan, lo que aumentaría notoriamente el costo de sus importaciones y exportaciones. 7.6. Inversión extranjera Posición de Bolivia La mayoría de los Estados Sin Litoral no logra atraer inversión extranjera a una escala suficiente para acelerar su desarrollo económico. En la siguiente tabla observamos que estos países han recibido una proporción minúscula de inversión extranjera, ya que el promedio registrado en flujos de inversión de 2009 a 2011 es de 2,25% del total de las inversiones mundiales.

Sudamérica ha experimentado un crecimiento significativo en el flujo de Inversión Extranjera Directa. Sin embargo, los Estados Sin Litoral son los que menos recursos reciben. Bolivia y Paraguay registran los niveles de inversión extranjera más bajos de la región.798 Flujos de Inversión (MM US$)

2009

Estados Costeros

1.170

Estados Sin Litoral

28,0

2010

2011

11.281

10.490

28,2

34,8

Fig. 34. Flujos de Inversión Extranjera en miles de millones de US$.

Opinión del autor Pensamos que son otras las razones y para eso recurrimos a la CEPAL donde se hacen algunas recomendaciones con el objeto de incentivar este tipo de inversiones:

(…) se comienza identificando los distintos enfoques y elementos de las políticas de atracción de IED. Luego, se analizan las políticas de promoción, incentivos y focalización de quince países de América Latina y el Caribe. Posteriormente, en base al estudio de casos, se establece la brecha entre los países más avanzados de Europa y Asia y los de América Latina y el Caribe. Se concluye que en general los 798

DIREMAR. Obra citada. p. 72.

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países de América Latina y el Caribe se encuentran en una etapa más incipiente del desarrollo de las políticas de atracción de inversiones. Desde el punto de vista de la institucionalidad, la mayoría de las agencias de promoción de inversiones de la región son relativamente recientes, lo que se suma a, salvo excepciones, falta de compromiso presupuestario y de recursos humanos. Lo anterior, en un contexto de baja coordinación e integración con otras políticas, permite estimar que la capacidad de ejecución en forma eficiente y efectiva de las políticas de atracción de IED en América Latina y el Caribe es débil.799 Ese es el enfoque sobre el cual Bolivia debe centrar sus mayores esfuerzos para aprovechar los cuantiosos recursos que posee, a diferencia de otros países sin litoral que han logrado un desarrollo mucho mayor careciendo de ellos, como hemos dado testimonio en capítulos anteriores. Bolivia, dada su ubicación privilegiada en el centro de Sudamérica, en el heartland del continente como dirían algunos geopolíticos, podría transformarse “en el pivote generador de la integración regional”800 tal como lo expresara un exministro de Defensa de Bolivia. El aprovechamiento de sus formidables recursos naturales como la plata, zinc, estaño y oro en el departamento de Oruro, que superaron los tres mil millones de dólares en el año 2011, a lo que cabe sumar las principales reservas mundiales de litio en los salares de Coipasa y Uyuni en el departamento de Potosí, donde hay países como China e Irán que han demostrado gran interés en su comercialización; la extracción de hidrocarburos en los departamentos de Cochabamba y Tarija, donde las reservas probadas de gas alcanzarían para cubrirlos requerimientos del mercado interno y de exportación hasta el 2025;801 dada la extensa red fluvial de que dispone Bolivia, sus ríos servirían además para desarrollar plantas hidroeléctricas que no solamente podrán satisfacer el desarrollo de industrias y de su población, sino que podría vender a países vecinos. Por otra parte, la existencia de una gran variedad de ecosistemas, ha permitido el cultivo del café, cacao, variados cereales, tubérculos, quinua, vides, plátanos, hojas de coca, etc., esta última de gran importancia del Estado Altiplánico, pues forma parte de su cultura. No debemos olvidar que precisamente el presidente Morales fue un activo dirigente cocalero. Muchos de los considerables recursos que hemos mencionado, a excepción de la coca, sin duda alguna que pueden constituirse en eventuales focos de atracción de capitales extranjeros y en el transcurso de los años que lleva ejerciendo la presidencia Evo Morales, hemos vistos que su mensaje netamente socialista y descalificador hacia las empresas o capitales extranjeros fue variando a través de los años y puso en ejecución una nueva política, con tintes neoliberales. 799

http://www.cepal.org/es/publicaciones/Políticas efectivas para atraer inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe. 2007. 800 La Punta del Iceberg. Obra citada. p. 37. 801 Ibídem. p. 35.

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En efecto, los modelos económicos implementados por Bolivia hasta antes de asumir la presidencia el dirigente cocalero, diputado y líder del movimiento MAS, Evo Morales, habían sido muy poco favorables para contribuir a lograr un mayor bienestar para su población. Morales, que durante su campaña electoral había enviado mensajes que hacían temer o desconfiar a la inversión extranjera, en especial hacia los capitales que operaban en su nación, una vez instalado en Palacio Quemado se percató que las cosas no iban por ese camino y puso en ejecución lo que se ha denominado la “economía plural” y que el vicepresidente García Linera explicó en el 2014 a los alumnos de Ingeniería Comercial en la Escuela Militar de Ingeniería boliviana (EMI).

(…) se trata de un modelo económico que ha sido manufacturado por el presidente Evo Morales, las organizaciones sociales, acompañado por profesionales: intelectuales, economistas, ingenieros comerciales”, que en su mayoría son oriundos de La Paz, por lo que la autoridad dijo que pertenecen “a la escuela de los chuquiagoboys”. Señaló a continuación las características del Estado Plurinacional de Bolivia: En lo social, en el reconocimiento de los pueblos y las naciones indígenas como sujetos colectivos de derechos, que en los siglos XIX y XX las autoridades tenían el fin de hacerlos desaparecer; la segunda característica es el régimen de autonomías que se traduce en la desconcentración territorial, de recursos económicos y de poder en el ámbito nacional, departamental y municipal, mediante la distribución de competencias; y la tercera característica es tener una ‘economía plural’ es decir, es el reconocimiento de varias formas o sistemas organizativos de economía: 1. Régimen mercantil empresarial privado, su característica es que el dueño no trabaja, administra y contrata trabajadores; 2. La economía estatal que se mueve entre capitalismo de estado y socialismo, 3. La pequeña economía mercantil urbana que no necesariamente es empresarial, en la que el dueño trabaja y recibe la colaboración de la familia; 4. La campesina mercantil, que se da en el campo donde se produce para el autoconsumo y para la comercialización; y 5. La campesina comunal, en la que se produce en común y se reparte el producto entre todos. Afirmó que la base de la economía estatal es la nacionalización es decir controlar el excedente económico, los recursos económicos de un país, por ello se nacionalizan empresas estratégicas que generan dinero para distribuirlo en la economía plural. Luego hizo mención a la realizada en 1938 que afectó a Standard Oil Company y que dio lugar a la creación de YPFB, Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia; luego en 1969, se nacionalizó Gulf Oil Company y en el 2006, bajo el mandato de Evo Morales, se recuperó la propiedad del gas, del petróleo, la electricidad, las comunicaciones, el agua y parte de la minería, lo que permitiría al país incrementar

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el presupuesto del Estado que en 2005 era de 50 mil millones de bolivianos y que en la actualidad es de 259 mil millones de bolivianos, esto maneja el Estado y fue lo que sorprendió al Banco Interamericano de Desarrollo, BID; al banco mundial y a los chilenos (…) en 2005 la economía boliviana medía 8.500 millones de dólares, actualmente mide 32 mil millones de dólares. Si esta curva se mantiene, y eso ya es obligación de ustedes, el año 2021, la economía boliviana debería ser de cien mil millones de dólares”, (…) si se mantiene ese ritmo de crecimiento económico, en 2025, estaremos de igual a igual con Chile o, por lo menos, de uno a dos”, complementó. Nos alegramos por el crecimiento de Bolivia, porque sin duda contribuirá fuertemente a atenuar el problema de la extrema pobreza que alcanza a un 18%, según las propias afirmaciones del vicepresidente, pretendiendo llegar a un 8%; y a invertir en el progreso y desarrollo del Estado Plurinacional, y a juzgar por la alusión a Chile, nos congratulamos que seamos su fuente de inspiración. García Linares continuó informando sobre los niveles de las reservas internacionales que pone a su país a la cabeza de Latinoamérica y el notorio incremento en la inversión pública, que para el 2020 se espera que llegue a 14 mil millones de dólares. En su ilustrada exposición hizo referencia a la inversión del sector privado que era tan solo de mil millones de dólares al año, por lo que se incentiva a que haya mayor inversión en producción y no en gastos dispendiosos. Según se deduce de esta exposición hemos comprobado otra exportación no tradicional chilena. La política de los bonos, mediante beneficios directos a la

población. Al igual que en nuestro querido Chile, ante la falta de medidas efectivas para redistribuir la riqueza, reduciendo la brecha entre los más ricos y los más pobres, asegurando un crecimiento progresivo, generando mayores fuentes de trabajo, estables y con mejores condiciones económicas, hemos hecho uso de esa herramienta. Bolivia tiene el programa de la renta dignidad, el bono Juancito Pinto, el bono Juana Azurduy y la dotación de computadoras a los estudiantes de sexto de secundaria, entre otros. (…) todo este panorama económico tiene el fin de hacer de Bolivia un país potencial en el ámbito continental, por ello se invierte en la construcción de industrias del gas y del petróleo, plantas generadoras de energía eléctrica, planta de LNG de compresión de gas, instalación del ingenio azucarero San Buenaventura, la construcción de fábricas de cemento en Oruro y Santa Cruz, entre otras. Se trabajará en el procesamiento de litio, actualmente se obtiene el carbonato de litio, y se trabaja en la elaboración de los cátodos para obtener las baterías (...). El futuro de Bolivia se apoya en la industrialización de materias primas, de propano y metano; para lo que se presupuestó 8.300 millones de dólares; en minería se pretende acrecentar el trabajo de fundición de minerales, con una inversión de 1.900 millones de dólares (…). También se incrementará la generación de energía eléctrica para abastecer el mercado interno y poder exportar a los países vecinos, para lo cual se tiene prevista una inversión de tres mil millones de dólares. Finalmente, García Linera agregó que los objetivos para los siguientes cinco

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años son: reducir la pobreza y extrema pobreza, hacer crecer la economía para distribuir con mayor rapidez la riqueza, proporcionar salud universal, construir hospitales, mejorar la atención social para la gente y convertirnos en potencia continental.802 Después de informarnos de estos contenidos estamos claro que nuestra apreciación era la correcta. Confirma lo anterior un seminario realizado recientemente en Nueva York: Invertir en la Nueva Bolivia. Ese es el título del evento que se realizó el lunes 26 de octubre del 2015 en hotel Four Seasons. Organizado por el Financial Times por encargo del presidente Morales con el objetivo de atraer a inversionistas privados para que consideren a Bolivia a la hora de expandir sus negocios. Es tal la importancia que el país vecino ha dado a la actividad, que el propio Morales fue uno de los expositores del evento, que se extendió entre las ocho de la mañana y el mediodía. También expusieron los ministros de Economía y Planificación de Bolivia, Luis Alberto Arce y René Orellana, respectivamente; el Presidente de Repsol, Diego Díaz; el CEO de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Guillermo Ancha; y altos ejecutivos de empresas como Boeing y bancos como Merrill Lynch, entre otros. Este seminario estuvo vinculado al anuncio realizado pocos días antes por el procurador general del Estado de Bolivia, Héctor Arce, dando a conocer que la era de las nacionalizaciones importantes en el país ha culminado (…). A futuro no hay consideración sobre ninguna otra nacionalización, por lo que desde ahora habrá un ambiente de absoluta tranquilidad para extranjeros con acciones en algunas empresas.803 En ese mismo orden de iniciativas, el vicepresidente Álvaro García Linera anunció en esos días el próximo viaje a China, para lograr financiamiento destinado a solventar la construcción de dos carreteras que eran fundamentales para la integración del país, Porvenir-Chivé (La Paz) con una longitud de 150 km y ChivéIxiamas (Pando), que superan los 250 km. El miércoles viajamos a China, vamos a tener reuniones importantes y estas (vías) forman parte del mega paquete de inversión que vamos a cerrar, ojalá en este viaje podamos cerrar, son varios miles de millones de dólares (...). Agregó que esos proyectos y otros modificarán la geografía económica del departamento porque traerán comercio, agricultura y dinamismo, y serán inaugurados por los que estamos aquí, por tanto no habrá que esperar mucho.804 De acuerdo al informe de la Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y el Caribe correspondiente al año 2013 que publica la Unidad de Inversiones

802

http://www.vicepresidencia.gob.bo/. Exposición efectuada el 30 de octubre de 2014. Consultado el 7 de enero de 2016. 803 http://ellibero.cl/actualidad/. Consultado el 2 de octubre de 2015. 804 La Razón Digital / ABI / Cobija.11 de octubre de 2015. Consultado el 15 de octubre de 2015.

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y Estrategias Empresariales de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)805 en relación con Bolivia, señala que dicha nación recibió una cifra sin precedentes de IED, que alcanzó los 2.030 millones de dólares, un 35% más que el año anterior, sobre todo para la prospección y el procesamiento de hidrocarburos. La IED en otros sectores ha disminuido a lo largo de los últimos años, debido a la nacionalización de filiales extranjeras, especialmente en los sectores de la minería y la electricidad. El citado reporte señala que la compañía brasileña Petrobras se convirtió en el socio principal de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), al ganar una licitación que requerirá una inversión de más de 800 millones de dólares. Un papel también destacado en este sector lo cumplen las empresas Repsol (España), un consorcio de la Federación de Rusia Gazprom, y la francesa Total. Esta última ha firmado un contrato de prospección por un importe de 130 millones de dólares. Además de la búsqueda de petróleo y gas, también se ha producido una actividad significativa en el procesamiento de recursos naturales. Repsol gastó un total de 640 millones de dólares (incluidos los 373 millones de dólares desembolsados en 2013) para ampliar un 60% la capacidad de su planta de procesamiento de gas natural. Otras compañías españolas están colaborando con YPFB en otras plantas de licuefacción de gas, como es el caso de Técnicas Reunidas en Gran Chaco y SENER Ingeniería y Sistemas y Ros Roca Indox Cryo Energy en Santa Cruz. La empresa coreana Samsung va a invertir un total de 843 millones de dólares en un complejo petroquímico en torno a una fábrica de fertilizantes, en su primera incursión en América del Sur. El informe también hace mención al esfuerzo desplegado por el Gobierno de Bolivia para interesar a empresas internacionales en el mineral de hierro de El Mutún, que parece ser uno de los más ricos del mundo. En un principio, el depósito iba a ser explotado por la empresa Jindal, con sede en la India, pero el proyecto se paralizó en el año 2012. Producto de los antecedentes que hemos expuesto, todo parece indicar que la nación altiplánica desde el punto de vista de su economía lo está haciendo bien, de lo cual nos regocijamos. Notamos que su carencia de litoral soberano en nada la está afectando, lo importante es que saque provecho de las ventajas que posee y en particular las que ha recibido y recibe a expensas de nuestro país y expanda su comercio a través de las facilidades otorgadas además por Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay.

805

Informe año 2013. p. 41 www.cepal.org/.../36805. Consultado el 15 de octubre de 2015.

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8. OTRAS CONSECUENCIAS 8.1. Índice de desarrollo Humano Posición de Bolivia

Si bien es verdad que las dificultades de desarrollo humano, económico y social de Bolivia no son sólo consecuencia de su enclaustramiento forzado, es evidente que esa situación ha limitado significativamente sus potencialidades de desarrollo integral. De acuerdo con el Informe del Secretario General de Naciones Unidas en 2012, quince de los Estados Sin Litoral en desarrollo ocuparon los puestos más bajos de la clasificación del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En este sentido, el Informe Nacional de IDH 2010, revela que revisando el periodo 1975-2007, Bolivia permaneció en la categoría de desarrollo humano medio durante más de tres décadas. En 1980, Bolivia registró un índice de 0,489 pasando a 0,675 en 2013. Este avance se explica especialmente por la tendencia del componente social es decir mejoras en salud y educación. Desde el año 2006 se observa un impulso ocasionado más bien por el componente económico del crecimiento del PIB. Sin embargo, si tuviera mejores posibilidades de expandir su comercio exterior a través de una salida soberana, su crecimiento económico sería mayor. A pesar de la tendencia creciente en desarrollo humano, Bolivia sigue manteniendo una distancia importante con los países de la región. A nivel sudamericano en 2009 ocupaba el último lugar después de Ecuador y Paraguay, y en 2012 ocupó el puesto 27 de 33 países a nivel regional.806 Opinión del autor

Ya que de informes se trata, analicemos brevemente el Resumen del Informe de Desarrollo Humano Publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) correspondiente al año 2015.807 Cabe señalar que este índice se creó para insistir en que los individuos y sus capacidades, independiente del crecimiento económico, deben ser el criterio más importante para evaluar el desarrollo de un país. El IDH también puede usarse para cuestionar las decisiones normativas nacionales, comparando cómo dos países con el mismo nivel de ingreso nacional bruto (INB) per cápita, obtienen resultados diferentes en materia de desarrollo humano. El índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador sintético de los logros medios obtenidos en las dimensiones fundamentales del desarrollo humano, a saber, tener una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y disfrutar de un 806 807

DIREMAR. Obra citada. pp. 72-73. Informe sobre desarrollo humano. PNUD. 2015.http://www.undp.org/ Consulado 3 de abril de 2016.

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nivel de vida digno. El IDH es la media geométrica de los índices normalizados de cada una de las tres dimensiones.808 Este reporte agrupa a los países en diversas categorías: Países de Desarrollo Humano Muy Alto, que suman la cantidad de 49 naciones con un IDH que va desde 0,944 hasta 0,802; países de Desarrollo Humano Alto: 57 naciones, con IDH desde 0,798 hasta 0,702; países de Desarrollo Humano Medio: 39 países, con IDH desde 0,698 a 0,555 y Bajo: 45 Estados, con IDH desde 0,548 a 0,348. En el primer grupo se sitúan los siguientes países sin litoral y en los lugares que se indican: Suiza, 3; Liechtenstein, 13; Luxemburgo, 19; Austria, 23; República Checa, 28; Andorra, 34; Eslovaquia, 35; y Hungría, 44. En la segunda categoría están ubicadas las siguientes naciones sin litoral: Bielorrusia, 50; Macedonia, 81; Armenia, 85; y Bosnia y Herzegovina, 85°. En el tercer grupo correspondiente a Desarrollo Humano Medio se encuentran los siguientes: Botswana, 106; Moldova, 107; Mongolia, 103; Paraguay, 112; Uzbekistán, 114; Bolivia, 119 (bajó seis lugares con respecto a la medición del 2014); Kirguistán, 120; Takistán, 129; Bhután, 132; Zambia, 139; y Lao, 141. En el último grupo se sitúan las siguientes naciones: Nepal, 145; Afganistán, 171; Malawi, 173; Etiopía, 174: Mali, 179; Burkina Faso, 183; Burundi, 184; Chad, 185; República Centroafricana, 187; y Níger, 188. IDH de países sin litoral en el mundo IDH Muy Alto

IDH Alto

IDH Medio

INDH Bajo

21% 41%

10% 28%

Fig. 35. Porcentaje de países sin litoral en el mundo.

Con el propósito de ser más objetivos, analizaremos este factor siguiendo el mismo esquema que utilizamos con respecto al Nivel de Ingresos del capítulo anterior, comparando los países de cada continente en forma independiente por las razones previamente indicadas, pretendiendo demostrar que si bien es cierto que la falta de acceso al mar puede constituir una causal de su falta de desarrollo, no es determinante por si sola, sino que obviamente hay otra serie de factores que inciden en ello, existiendo de esta forma naciones mediterráneas que tienen un IDH superior 808

Human Development Reports. El Índice de Desarrollo Humano. http://hdr.undp.org/es/content/. Consultado el 3 de abril de 2016.

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a países que disponen de costa. En los siguientes cuadros mostraremos la situación de cada continente, destacando en color gris y letra negrita los países sin acceso directo al mar, señalando el lugar y la categoría según el Informe de Desarrollo Humano que forma parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) correspondiente al año 2015. Observemos, solo a modo de ejemplo, la situación de Botswana en relación con Guinea Ecuatorial. El país mediterráneo tiene un PIBpc equivalente al 71% de la segunda nación nombrada, que por lo demás encabeza la lista de los países de África por su mayor PIBpc; en gran parte, gracias a la explotación y exportación de petróleo y gas natural descubierto hace algunos años y a la producción extensiva de madera. Botswana, basa su economía principalmente en la explotación minera, especialmente diamantes y pese al flagelo del VIH que sacude a dicha nación -uno de cada tres adultos están infectados- está en una excelente posición económica respecto a su vecinos y ha sido considerada por Transparencia Internacional como el país africano con menos percepción de corrupción, a diferencia de la nación confrontada, existiendo constancia en un informe del senado norteamericano del desvío de cuantiosos millones de dólares a un banco estadounidense en beneficio de altas autoridades y familiares de Guinea Ecuatorial, lo que incluso llevó al Departamento de Estado americano a efectuar una denuncia por alta corrupción y por violación a los derechos humanos. No deja de ser relevante que la esperanza de vida al nacer en Botswana es de 64,3 años, mientras que en Guinea Ecuatorial alcanza solo los 57,3 años.809 Botswana está ubicado en el lugar 106 con un IDH de 0,698 vs. Guinea Ecuatorial 0,598 en el puesto 138, de acuerdo a la escala del PNUD 2015. En esta muestra se ven las dos situaciones antes expuestas, un país mediterráneo supera a otro que sí cuenta con litoral y con mayor IPBpc. La relación Cabo Verde con Namibia es más o menos semejante. Este último, con litoral, logró un PIBpc de US$ 5.630 contra los US$ 3.550 de Cabo Verde; sin embargo el país mediterráneo precede a Namibia en el ranking de IDH. Una relación análoga acontece entre Zimbabwe y la República Democrática del Congo. Zimbabwe, mediterránea, alcanzó un PIBpc de US$ 840, contra los US$ 2.720 de la segunda, es decir un 30% de la nación comparada y sin embargo su IDH es significativamente superior, aun cuando ambos están en la categoría de países con bajo IDH. Una situación similar sucede en el continente asiático, aun cuando con mayor presencia los países con litoral observan una mayor IDH. Sin perjuicio de lo anterior, no se puede considerar que esta causal -la falta de acceso directo al mar- sea el factor determinante para que los naciones mediterráneas tengan un IDH menor. Pues existen varios casos en que estas naciones han alcanzado un IDH mayor que

809

Expansión. Datos Macro. www.datosmacro.com. Consultada el 9 de abril de 2016.

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países con costa.

Fig. 36. Índice de Desarrollo Humano de países africanos. Notación. A: alto; M: medio; B: bajo

A modo de ejemplo, Armenia según las estadísticas del año 2014 tenía un PIBpc equivalente al 60% del PIBpc de Irak (2.914 euros vs. 4.830 euros respectivamente)810 sin embargo ocupó el lugar 85 con un IDH de 0,733 (Desarrollo Humano Alto) e Irak, el lugar 121 con un IDH de 0,654 (Desarrollo Humano Medio). La diferencia se fundamenta en una serie de indicadores, además del PIB, que inciden en la estructura del cálculo del IDH , tales como el nivel de endeudamiento del país, gastos en salud, gastos en educación, gastos en defensa, índice de corrupción, ranking de competitividad, etc.811 En el continente europeo y la región de los países euroasiáticos es donde con mayor propiedad se hace presente lo expresado en el preámbulo del reporte del PNUD referente a que países con un PIBpc inferior a la de otras naciones logran un IDH mayor, situación que igualmente se repite en países mediterráneos frente a naciones que cuentan con litoral.

810 811

Ídem. Ibídem. Consultada 4 de abril de 2016.

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Nº 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22

Países Singapur Corea del Sur Israel Japón Brunei Omán Qatar Arabia Saudita Emiratos Árabes Bahrein Kuwait Malasia Kazajistán Líbano Irán Turquía Sri Lanka Georgia Azerbayán Jordania Armenia China

IDH 0,912 0,898 0,894 0,891 0,856 0,850 0,850 0,837 0,835 0,824 0,816 0,799 0,788 0,769 0,766 0,761 0,757 0,754 0,751 0,748 0,733 0,727

Lugar 11 17 18 20 31 52 32 39 41 45 48 62 56 67 69 72 73 76 78 80 85 90

Cat. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. M.A. A A A A A A A A A A A

Nº 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44

Países Mongolia Tailandia Turkmenistán Indonesia Uzbekistán Filipinas Vietnam Kirguistán Iraq Tayikistán India Afganistán Bhután Timor Oriental Siria Laos Bangladesh Camboya Nepal Pakistán Myanmar Yemen

IDH 0,727 0,726 0,688 0,684 0,675 0,668 0,666 0,655 0,654 0,624 0,609 0,605 0,605 0,595 0,594 0,575 0,57 0,555 0,548 0,538 0,536 0,498

Lugar 90 93 109 110 114 115 116 120 121 129 130 161 132 133 134 145 142 143 145 147 148 160

Cat. A A M M M M M M M M M M M M M M M M B B B B

Fig. 37. Índice de Desarrollo Humano países del Asia. Notación. A: alto; M: medio; B: bajo

No deja de ser relevante en este caso, que la totalidad de los países que no disponen de mar están ubicados entre los primeros 46 lugares del ranking establecido por el PNUD, calificados con muy alto y alto desarrollo humano, a excepción de la República de Moldavia que fue catalogada con desarrollo humano medio.

Fig. 38. Índice de Desarrollo Humano de países europeos. Notación. A: alto; M: medio; B: bajo

Comparemos la situación de la República Checa, nación mediterránea, con

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Portugal. La primera de estas, alcanzó un PIBpc de US$ 18.370 versus los US$ 21.360 de la segunda. Ambas naciones tienen un población similar que supera los diez millones de habitantes, pero Portugal cuenta con una mayor superficie que excede en aproximadamente en 15.000 km2 el territorio de la República Checa, con una ventaja adicional, que posee una costa de mil ochocientos kilómetros de longitud con amplios puertos que le permiten el desarrollo comercial con el resto del mundo. La República Checa alcanzó la posición veintiocho de la medición hecha por el PNUD y Portugal en cambio la número cuarenta y cuatro. En el caso de América del Sur, el reporte podría ser considerado como un apoyo a la tesis boliviana, por cuanto Paraguay y Bolivia, junto a Guyana, están ubicados en los últimos lugares: 112, 119 y 124 respectivamente, con IDH medio. Pero, a nuestro juicio, ello no lo valida porque, independiente de esta consideración, además de los ejemplos mencionados en el resto de los continentes, están las causales que ya mencionamos al aludir el Nivel de Ingresos. Existen razones geohumanas, políticas, históricas y económicas que atentan contra el desarrollo humano, más que las geográficas, que por otra parte en el caso de Paraguay están superadas a través de los ríos que lo conectan con el Atlántico, y a Bolivia, el libre tránsito concedido por Chile y las facilidades otorgadas por Perú, Argentina y Paraguay. Nº 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

País Argentina Chile Uruguay Venezuela Brasil Perú Ecuador Colombia Surinam Paraguay Bolivia Guyana

IDH 0, 836 0,832 0,793 0,762 0,755 0,734 0,732 0,720 0,714 0,679 0,662 0,636

Lugar 40 42 52 71 75 84 88 97 103 112 119 124

Categoría M.A. M.A. A A A A A A A M M M

Fig. 39. Índice de Desarrollo Humano países América del Sur. Notación. A: alto; M: medio; B: bajo

Finalmente, podemos afirmar y sin temor a errar en nuestros juicios, sobre la base de los numerosos ejemplos que hemos incluido en el presente capítulo, sustentados en informes y estadísticas oficiales de los organismos internacionales, que la carencia de litoral de una nación no es óbice para lograr un desarrollo humano acorde con la dignidad de las personas, que permita ampliar sus capacidades humanas con el fin de participar plenamente en la sociedad en busca de un mayor progreso y bienestar para toda la población, en un nivel de vida digno y saludable. 8.2. Perjuicios para el desarrollo de la industria y servicios Posición de Bolivia

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Por otra parte Bolivia se vio impedida de desarrollar industrias y servicios vinculados a la actividad naviera y portuaria. En esa última por ejemplo: astilleros, pilotaje, servicios de remolque de puerto, servicios de amadores, almacenamiento, (silos, depósitos, patios, etcétera), empresas de estibadores, terminales especializados, terminales de fluidos, servicios técnicos marítimos, servicios turísticos para terminal de pasajeros, servicios de mantenimiento portuario como serían balizaje, dragado, muelles, seguridad marítima, etc. Impidiéndole percibir ganancias económicas por estas actividades y la generación de empleos.812 Opinión del autor

Obviamente los autores de El Libro del Mar han recurrido a todo el vademécum naviero o al glosario marítimo para expresar las carencias de las múltiples actividades navieras y portuarias al no disponer de un puerto propio. Sin embargo, es conveniente recordar que mientras tuvieron el único puerto y mal habido de Cobija, lo que fuere reconocido por el propio Andrés de Santa Cruz al término de su mandato en 1840, como dejamos constancia al inicio de la presente obra:

Bolivia por su situación geográfica, alejada por todas partes del mar, no podrá hacer grandes progresos en su comercio y en su industria ni aún en la carrera a la civilización. Para remediar este gran defecto, me decidí a proteger con todos los esfuerzos del Gobierno la caleta de Cobija, de que tan solo puede disponer Bolivia por efecto de una viciosa demarcación territorial, tal protección solo quedó en los propósitos, pues años más tarde en 1865, ante la amenaza de la escuadra española, recordemos que firmó un alianza con Chile, incluyendo en uno de sus artículos: (…) aunque carece de fuerzas marítimas, pone desde ahora a disponibilidad del Gobierno de Chile su Ejército, su tesoro y cuántos recursos pueda reunir el país, con el fin de que se salven la dignidad y autonomía de América del Sur (…). Posteriormente, producto de los tratados de 1866 y 1874, los puertos de Antofagasta y Mejillones surgieron gracias al esfuerzo de capitales y trabajadores chilenos, como lo era casi en su totalidad su población. En 1895 desaprovecharon las ofertas realizadas por Chile porque las encontraron insuficientes ya que sus ambiciones eran obtener Arica lo que jamás fue suyo, haciendo fracasar las negociaciones. En Charaña, después de haber aceptado el trueque, las presiones internas hicieron desistir a Banzer y rompió las relaciones. Tampoco aceptaron el ofrecimiento del presidente Lagos para su planta de licuefacción y no obstante los convenios suscritos con Perú, hasta la fecha Boliviamar sigue inactiva. En síntesis, el interés de Bolivia en su aspiración marítima solo tiene un carácter reivindicativo, no lo requiere ni es vital para su desarrollo como hemos pretendido demostrar. Bolivia cuenta con facilidades que ninguna otra nación mediterránea en 812

DIREMAR. Obra citada. p. 73.

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el mundo goza. Con la imagen de nación víctima que ha sabido vender a través del mundo, espera influir en la decisión del Tribunal de La Haya, al cual jamás debíamos haber concurrido, con la experiencia ya vivida con respecto a Perú. Y como las pretensiones de Evo Morales eran al parecer eternizarse en el poder gracias a este juicio y al referéndum a que llamó para extender su mandato, siguiendo el ejemplo que había trazado Chávez en Venezuela, al no obtener el fallo que él pretendía como lo había expuesto en su denuncia y al fracasar en la consulta, ha desencadenado con inusitada fuerza una ola de recriminaciones, insultos, agravios y nuevas amenazas de denuncias, las cuales no deberíamos responder y dejar que se ahogue con sus propias palabras.

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PARTE III LA DEMANDA MARÍTIMA 9. LA DEMANDA ANTE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA 9.1. Las acciones de Bolivia813 9.1.1. Introducción

El 17 de febrero de 2011, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales, manifestó en una conferencia de prensa que esperaba hasta el 23 de marzo de ese año que Chile hiciera llegar una propuesta concreta, útil y factible de solución al problema marítimo de Bolivia que sirviera como base para debatir el punto VI de la agenda de los 13 puntos. Chile no presentó propuesta a alguna. 9.1.2. La decisión de acudir a un tribunal internacional

En estas circunstancias en su discurso del 23 de marzo, el presidente Morales expresó: (…) a pesar de 132 años de diálogo y esfuerzos, Bolivia no tiene una salida soberana al Pacífico. Frente a esta realidad es necesario dar un paso histórico (...) el Derecho Internacional, en estas últimas décadas y particularmente estos últimos años, ha dado grandes avances. Ahora existen tribunales y cortes a los cuales pueden llegar los Estados soberanos a reclamar y demandar lo que en derecho les corresponde (...). Por todo ello, la lucha por nuestra reivindicación marítima. Lucha que ha marcado nuestra historia por 132 años, ahora debe incluir otro elemento fundamental: el de acudir ante los tribunales y organismos internacionales, demandando en derecho y en justicia una salida libre y soberana al océano Pacífico. El 23 de marzo tiene un significado simbólico para los bolivianos, en esa fecha se recuerda la heroica defensa de la población de Calama frente a fuerzas invasoras chilenas en 1879.814 9.1.3. Creación de DIREMAR

Mediante el Decreto Supremo Nº 831.j. de 5 de abril de 2011, se crearon el Consejo Nacional de Reivindicación Marítima, instancia del más alto nivel encargada de planificar las estrategias y políticas en materia de reivindicación marítima, y la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (DIREMAR), como entidad especializada encargada de coadyuvar en la elaboración de la demanda marítima ante tribunales internacionales, y apoyar en la tramitación del proceso judicial.

813 814

DIREMAR. Obra citada. pp. 53-61. Ídem.

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9.1.4. Reuniones con expresidentes y excancilleres

Al constituirse la demanda marítima en una política de Estado, el mandatario boliviano Evo Morales invitó el 11 de abril de 2011 a expresidentes de Bolivia a una reunión para explicar los alcances de su decisión, así como para convocarlos a participar en un Consejo Asesor Permanente de expresidentes, para colaborar en el análisis de tan importante cuestión nacional. Las exautoridades se comprometieron también a trabajar en el campo de la opinión pública nacional e internacional. En junio del mismo año, el Jefe de Estado se reunió con ocho excancilleres, quienes coincidieron en que la demanda boliviana es una causa nacional y superior que está por encima de cualquier diferencia ideológica. En esa ocasión, el presidente Morales los invitó a aportar con documentos, ideas o posturas referentes al tema marítimo. 9.1.5. La Demanda a) Elaboración de la demanda

El primer paso de la demanda marítima boliviana se concretó a través de la elaboración de una Aplicación para Instituir Procedimientos contra la República de Chile ante la Corte Internacional de Justicia. Este trabajo fue llevado a cabo por DIREMAR, con el apoyo del Consejo Nacional de Reivindicación Marítima y el concurso de asesores internacionales de gran prestigio en el ámbito del Derecho Internacional. Este equipo tuvo a su cargo la investigación y el análisis de las posibles alternativas jurídicas para sustentar la demanda marítima. Al efecto, se hizo una exhaustiva recopilación, revisión y sistematización de abundante documentación histórica y jurídica, obtenida en diferentes archivos digitales nacionales y extranjeros. b) La secuencia de su accionar

1) Designación del agente de Bolivia. El 3 de abril de 2013, se designó al expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, como embajador extraordinario con representación plenipotenciaria, para desempeñar la función de Agente del Estado Plurinacional de Bolivia ante tribunales internacionales, con cuya participación se consolidó el texto final de la demanda marítima boliviana. 2) Presentación de la demanda. El 24 de abril de 2013 el Agente boliviano presentó la demanda ante la Corte Internacional de Justicia, máximo organismo judicial de solución de controversias del sistema de las Naciones Unidas. 3) Competencia y jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia. Bolivia sostiene que la Corte es competente para conocer el caso boliviano ya que tanto Chile como Bolivia aceptaron someter sus disputas a la jurisdicción de la

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Corte Internacional de Justicia al haber ratificado el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas o "Pacto de Bogotá" de 1948. El artículo XXXI de dicho instrumento establece que las partes pueden someter a la Corte controversias de orden jurídico que surjan entre ellas y versen sobre: la interpretación de un Tratado; cualquier cuestión de Derecho Internacional; la existencia de todo hecho que, si fuere establecido, constituiría la violación de una obligación internacional; y la naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional. 4) Fundamentos jurídicos de la demanda. En la demanda, Bolivia afirma que Chile se ha comprometido a negociar una salida soberana al mar para Bolivia a través de acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones atribuibles a sus representantes del más alto nivel. Entre los compromisos chilenos se destacan: el Convenio de Transferencia de Territorio de 18 de mayo de 1895 y sus Protocolos Complementarios; el Acta Protocolizada de 10 de enero de 1920; el intercambio de notas de 1 y 20 de junio de 1950; el Memorándum Trucco de 10 de julio de 1961; la Declaración Conjunta de Charaña de 8 de febrero de 1975 y la nota chilena de 19 de diciembre de 1975 entre otros. Estos numerosos instrumentos evidencian de manera contundente que Chile se comprometió a encontrar una solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia mediante negociaciones con miras a llegar a un acuerdo. 5) Petitorio de la demanda. En el petitorio de la demanda, Bolivia solicita a la Corte Internacional de Justicia que "juzgue" y "declare" que: • Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia una salida plenamente soberana al océano Pacífico. • Chile ha incumplido dicha obligación. • Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente soberana al océano Pacífico. 6) Plazos para la presentación de alegatos escritos. Con fecha 12 de junio de 2013, los Agentes de Bolivia y Chile, Eduardo Rodríguez Veltzé y Felipe Bulnes Serrano, respectivamente, se reunieron con las autoridades de la Corte Internacional de Justicia para determinar los aspectos procedimentales de la fase escrita del proceso. El 18 de junio del mismo año la Corte fijó los plazos para la presentación de los alegatos escritos: hasta el 17 de abril de 2014 para la Memoria del Estado Plurinacional de Bolivia y el 18 de febrero de 2015 en el caso de la Contramemoria de la República de Chile. 7) La presentación de la memoria boliviana. La Memoria boliviana contiene el detalle extenso de los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la obligación de Chile de negociar un acceso soberano al

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océano Pacífico a favor de Bolivia, así como el sustento probatorio de dicha obligación. Fue presentada el 15 de abril de 2014 por el agente Eduardo Rodríguez Veltzé, acompañado por el Presidente de Bolivia Evo Morales y el canciller David Choquehuanca. En esa ocasión, el Presidente declaró que la Memoria (...) expresa un profundo sentimiento y el sueño de los bolivianos de volver al mar con soberanía. Quiero decirles, además que Bolivia tiene mucha confianza y esperanza en la Corte Internacional de Justicia.815 c) Posicionamiento y Respaldo

Efectuada la presentación de la Memoria boliviana a la Corte, el presidente Evo Morales, acompañado por el Canciller y el Agente, se reunió en el Palacio de Gobierno con expresidentes, excancilleres, autoridades de la Asamblea Legislativa Plurinacional, gobernadores departamentales y representantes de movimientos sociales, a quienes se explicó los fundamentos de dicho documento. Después de la exposición del Agente, las diferentes personalidades invitadas, tanto del oficialismo como de la oposición, expresaron su total respaldo a la demanda boliviana, ratificando la voluntad del país entero, coincidiendo en que más allá de las diferencias políticas, de la coyuntura y de los intereses individuales o colectivos, la demanda marítima de Bolivia es una causa nacional y una política de Estado. En dos ocasiones (2006 y 2011), con motivo de la visita del presidente Evo Morales a Santiago para participar en la posesión del cargo de la presidenta chilena Michelle Bachelet, un importante número de organizaciones sociales, así como intelectuales de ese país, alzaron su voz para gritar y pedir "mar para Bolivia". Son varios los sectores políticos progresistas chilenos que consideran que debe encontrarse una solución a la necesidad de Bolivia de contar con una salida al mar. El 28 de abril de 2014 el expresidente Carlos D. Mesa fue encomendado por el presidente Evo Morales como Representante Oficial del Estado boliviano, con la misión de posicionar internacionalmente los motivos de la demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia. Esta decisión presidencial complementa la tarea internacional del propio Presidente, del Vicepresidente, del Ministro de Relaciones Exteriores y del agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia. 9.2. El accionar del Gobierno de Chile 9.2.1. Introducción

Como este tema está en pleno desarrollo y pretender abarcarlo con la intensidad que se merece demandaría mucho tiempo, siendo necesario según nuestro parecer, una obra exclusiva dedicada a este juicio, nos remitiremos a los 815

Conferencia de prensa http://www.diremar.gob.bo/

de

Evo

Morales

desde

Holanda

el

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de

abril

de

2014.

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aspectos más esenciales que se han llevado a efecto hasta la fecha. No obstante que Bolivia presentó con fecha 24 de abril de 2013 su queja ante la Corte Internacional de Justicia, solicitando abrir un procedimiento contra Chile demandando la supuesta existencia de una obligación de negociar una salida soberana al océano Pacífico a través de nuestro territorio, esta acción se veía venir y nadie podría pensar que no se llevaría afecto, dada una serie de indicaciones, como lo establecido en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia del año 2009: El Estado boliviano declara su derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al océano Pacífico y su espacio marítimo. La solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio constituyen objetivos permanentes e irrenunciables del Estado boliviano.816 A lo anterior se suma la creación del Consejo Nacional de Reivindicación Marítima y la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, órganos que sin duda alguna, al igual que la reunión con los expresidentes y cancilleres, tienen que haber alentado una medida de esta naturaleza, siguiendo el ejemplo de Perú por la demanda con respecto a la delimitación marítima entre ambas naciones, presentada en el año 2008 ante el mismo tribunal. El asunto quedó determinantemente claro con el anuncio realizado en el “Día del Mar” el 23 de marzo de 2013. Muchas veces las materias de Relaciones Exteriores se mantienen con una reserva excesiva y la opinión pública se mantiene al margen, hasta que la prensa da algunas pinceladas producto de informaciones que se filtran de ciertos organismos o de fuentes provenientes del exterior, especialmente cuando nuestros vecinos, su Presidente u otra autoridad, lanzan algún exabrupto o emplean excesiva dureza en sus declaraciones, que traen consigo la mayor parte de las veces, tenues y tardías respuestas de nuestra Cancillería y la reacción desmedida de parte de la opinión pública. 9.2.2. Los primeros pasos

Trataremos de ordenar cronológicamente los principales hechos acontecidos en relación con la demanda interpuesta por Bolivia. En párrafos anteriores decíamos que Bolivia formalizó su queja el 24 de abril de 2013, fecha que hemos considerado como inicial en nuestro estudio. 1) Acuse Recibo de la CIJ. 25 abril 2013 La Corte Internacional de Justicia, al día siguiente, mediante un comunicado oficial acusó recibo del escrito presentado por Bolivia mediante el cual solicita enjuiciar a nuestro país con el propósito de conseguir una salida soberana hacia el océano Pacífico. Señala el documento de la CIJ que dicho recurso tiene como finalidad establecer la obligación de Chile de negociar, en buena fe y efectivamente con Bolivia, a fin de alcanzar un acuerdo que le garantice a Bolivia acceso soberano

816

Constitución Política de Bolivia. Art. 268.

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total al océano Pacífico.817 La presentación contiene un resumen de los hechos, desde la independencia de Bolivia hasta el presente, los cuales de acuerdo a dicha nación son los hechos más relevantes en los cuales está basada la demanda conforme se establece en el artículo 38 del Reglamento de la CIJ.818 Bolivia establece que las materias en disputa son: a) la existencia de dicha obligación, b) el no reconocimiento de dicha obligación por parte de Chile y c) Chile reniega el cumplir con dicha obligación (…). De acuerdo a sus obligaciones generales bajo la ley internacional, Chile ha asumido por su cuenta específicamente a través de acuerdos, prácticas diplomáticas y una serie de declaraciones de representantes del más alto nivel negociar un acceso soberano hacia el mar para Bolivia, y que sin embargo, Chile no ha cumplido con esta obligación y (...) deniega la existencia de su obligación. El documento instituye al final que Bolivia se reserva el derecho de solicitar que se establezca un tribunal arbitral, según se establece en el artículo XII del Tratado de Paz y Amistad firmado con Chile el 20 de octubre de 1904 y el Protocolo del 16 de abril 1907, en el caso de que cualquiera reclamación surja al respecto de estos tratados.819 El canciller boliviano David Choquehuanca, en una rueda de prensa, informó que la Corte calificó la demanda como impecable. Agregó, además que "la demanda de Bolivia está en manos de los jueces de La Haya”. Ellos darán su parecer. Tal calificativo en ninguna parte fue considerado en el documento oficial de La Haya, pero sin duda obedece a la acción comunicacional de Bolivia, con el objeto de influir positivamente y ganar confianza en la población, lo que el día de mañana de ser adverso, le traerá consecuencias negativas. 817

Texto en inglés. La traducción es del autor. Art.38. 1. Cuando el procedimiento sea incoado ante la Corte mediante una solicitud dirigida de acuerdo con lo dispuesto en el párrafo 1 del Artículo 40 del Estatuto, la solicitud deberá indicar la parte que la hace, el Estado contra quien se proponga la demanda y el objeto de la controversia. 2. La solicitud indicará, en la medida de lo posible, los fundamentos de derecho en que se basa el demandante para considerar competente a la Corte; indicará, además, la naturaleza precisa de lo demandado y contendrá una exposición sucinta de los hechos y fundamentos en que se basa la demanda. 3. El original de la solicitud será firmado por el agente de la parte que la dirija o por su representante diplomático en el país donde la Corte tiene su sede o por una persona debidamente autorizada. Si la solicitud lleva la firma de una persona que no sea el representante diplomático, la firma deberá ser legalizada por este último o por la autoridad competente del ministerio de asuntos exteriores del demandante. 4. El Secretario transmitirá inmediatamente al demandado una copia certificada conforme de la solicitud. 5. Cuando el demandante pretenda fundar la competencia de la Corte en un consentimiento todavía no dado o manifestado por el Estado contra quien se haga la solicitud, ésta última se transmitirá a ese Estado. No será, sin embargo, inscrita en el Registro General ni se efectuará ningún acto de procedimiento hasta tanto el Estado contra quien se haga la solicitud no haya aceptado la competencia de la Corte a los efectos del asunto de que se trate. Nota del autor. 819 El artículo XII establecía como árbitro a su Majestad el Emperador de Alemania, siendo modificado posteriormente mediante el protocolo citado al no aceptar aquel tal designación, a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Nota del autor. 818

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La Corte estableció como plazo hasta el 17 de abril de 2014 para que Bolivia presentara su memoria, dando inicio así, a la fase escrita del proceso, donde dio cuenta de la petición del presidente Evo Morales, como asimismo de los argumentos jurídicos en que sustentan su demanda u otros que requerían para fundamentar su posición. Chile, a su vez, tuvo plazo hasta el 18 de febrero de 2015 para exponer la contramemoria. 2) Cita a los agentes dispuestos por el Tribunal de La Haya Con fecha 2 de mayo de 2013, la Corte Internacional de Justicia envió la notificación para fijar la reunión de los agentes de ambos países y establecer así plazos para la presentación de sus respectivas memorias, la que se llevó a efecto el 12 de junio del 2013, siendo esta oportunidad la primera en que ambos agentes se reunieron con el presidente del Tribunal Peter Tomka, conforme a lo que establece el reglamento de la Corte Internacional, luego que se admitiera la demanda boliviana. En vista de lo anterior, el presidente Piñera resolvió convocar a los excancilleres chilenos, reunión que se llevó a efecto al día siguiente, con el propósito de analizar la demanda boliviana, y de acuerdo con lo informado en la víspera por la ministra Cecilia Pérez, vocera del Gobierno, en dicha reunión se expondría “la estrategia” con que se abordará la demanda de Bolivia y tener la oportunidad de escuchar a quienes han tenido la experiencia de liderar la Cancillería, cuáles han sido sus impresiones y en qué situación se encuentra la demanda internacional.820 A la convocatoria asistieron los excancilleres Soledad Alvear, Ignacio Walker, Miguel Schweitzer, Hernán Felipe Errázuriz y Mariano Fernández. 3) Designación del agente de Chile, Consejo Asesor y otros El 6 de mayo de 2013, el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, designó a Felipe Bulnes como agente chileno ante La Haya, quien a esa fecha se desempeñaba como Embajador de Chile en los Estados Unidos de Norteamérica, siendo posteriormente confirmado por la presidenta Michelle Bachelet, pocos días antes de asumir su mandato, dando una señal de unidad nacional a la hora de afrontar problemas de política exterior. Bulnes, de profesión abogado, titulado en la Universidad Católica y posteriormente con un magister en Derecho en la Universidad de Harvard, se desempeñó previamente como ministro de Justicia y luego como ministro de Educación, bajo el Gobierno del presidente Piñera. En su condición de Agente debe dirigir la defensa de Chile ante el proceso, tanto en su fase oral como escrita, y recibir el fallo de la Corte al final del proceso. Con posterioridad, la presidenta Bachelet completó el equipo de defensa con las

820

TVN. 24 horas.cl.

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siguientes personalidades que se detallan en la nota al pie.821 El nuevo Gobierno igualmente dio a conocer que se continuará trabajando con un comité asesor que fue designado con posterioridad, además de la consulta permanente al Consejo de ex ministros de Relaciones Exteriores y el aporte que realiza del Consejo Chileno de Relaciones Internacionales (CCRI) .822 Este Consejo es una corporación privada sin fines de lucro, pluralista e independiente de partidos políticos y creencias religiosas. El Consejo fue fundado en 1989, y su finalidad es promover el estudio, análisis y debate de temas relevantes para las relaciones internacionales contemporáneas, con particular referencia a Chile. La labor del Consejo se efectúa principalmente a través de reuniones, encuentros y foros de discusión, promoviendo en cada tema una amplia y respetuosa diversidad entre los participantes. Colabora estrechamente con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Algunos de sus directores y miembros, en su condición de ex cancilleres y expertos en política internacional, forman parte del Consejo Asesor del Ministro de Relaciones Exteriores.823 Mantiene intercambios y se relaciona con entidades que cumplen el mismo objetivo en América Latina y Estados Unidos, mediante encuentros anuales, invitaciones e intercambio de información. Al momento de preparar esta nota lo presidía Hernán Felipe Errázuriz, abogado titulado en la Universidad Católica de Chile, exministro de Relaciones Exteriores, exembajador en los Estados Unidos, además de haberse desempeñado como Presidente del Banco Central y en otras carteras ministeriales en el pasado. Con el objeto de analizar la legislación y situación vigente sobre la defensa de los intereses nacionales ante tribunales extranjeros, el Consejo convocó el 28 de junio de 2013 a una reunión de abogados especialistas quienes como conclusión propusieron formalizar su institucionalidad aunando en una sola entidad la competencia radicada actualmente en diferentes organismos del Estado.824 Posteriormente, en el mes de diciembre, el directorio de esta corporación 821

Claudio Grossman (coagente), decano de la Facultad de Derecho de la American University Washington College of Law; María Teresa Infante (coagente), Embajadora de Chile ante los Países Bajos, fue coagente en el caso sobre delimitación marítima con Perú; Sir Daniel Bethlehem, abogado inglés, fue consejero jurídico del UK Foreign & Commonwealth Office; Pierre Marie Dupuy, abogado francés, ha representado a más de diez países ante la Corte. Recibió la Medalla Hudson, máximo galardón que entrega la American Society of International Law; Ben Juratowitch, abogado australiano, socio del área de Derecho Internacional del Estudio FBD de París; Harold Koh, abogado estadounidense y ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale; Mónica Pinto, abogada argentina y decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; Samuel Wordsworth: abogado inglés, ha asesorado a distintos Estados ante la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Internacional para el Derecho del Mar. 822 De la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Consultada el 20 de diciembre de 2015. 823 De la página web del Consejo chileno de Relaciones Internacionales.(CCRI) Consultada el 20 de diciembre de 2015. 824 Ídem.

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sostuvo una entrevista con el Presidente de la República Sebastián Piñera, acompañado del ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, oportunidad en que se le hizo entrega de una propuesta destinada a crear una institucionalidad permanente para la defensa de los intereses del Estado ante los tribunales internacionales y extranjeros.825 Esta proposición fue producto de un seminario realizado por el CCRI, con participación de la Cancillería y diferentes organismos del Estado, encuentro que recogió la experiencia en las diferentes áreas tratadas, presentó un diagnóstico y formuló una iniciativa tendiente a fortalecer la prevención, coordinación y estrategias para la defensa de los intereses de Chile en los litigios internacionales, actualmente distribuida en distintos ministerios y reparticiones públicas, sin la participación del Consejo de Defensa del Estado.826 A fines del mes de marzo de 2014, a días de cumplirse un año desde que Bolivia demandara a Chile ante la Corte Internacional de Justicia y a pocas semanas de que venciera el plazo para que dicho país presentara su Memoria, el Gobierno chileno estimó que era prudente crear un Consejo de Asesores que colaborara con el agente Felipe Bulnes. Este consejo integrado por 35 personas no forma parte de una estructura orgánica ni tuvo su origen en un decreto, de manera que especulando, pensamos que sus tareas están orientadas al estudio, análisis y proposiciones que contribuyan al Agente a un mejor accionar durante las diferentes etapas del proceso. Al momento de ser presentado, el canciller Heraldo Muñoz expresó: (…) es un grupo variado, experimentado y que refleja la diversidad. Esperamos reunirnos en las próximas semanas, seguramente va a ser después que Bolivia presente su memoria. Agregó además que siempre está la intensión de dialogar con Bolivia. Ya lo hemos dicho varias veces, siempre estamos dispuestos al diálogo, más aún con un país vecino donde tenemos grandes intereses en común que me gustaría llevar adelante. Pero evidentemente al reponer una agenda de 13 puntos y constatar que Bolivia ha presentado una demanda unilateral contra Chile en La Haya, ese tema en particular del diálogo será respondido en La Haya. El diálogo no se agota en el punto 6 de la agenda de 13 puntos, hay 12 otros puntos que estamos perfectamente preparados para dialogar y avanzar y resolverlos.827 Destacó más adelante: Se trata de 35 personas de reconocido prestigio, de gran experiencia, en las cuales nos queremos apoyar y también recibir sus opiniones para ir perfeccionando y presentando la mejor defensa de Chile ante la Corte. El canciller puso énfasis en que siendo una tarea de Estado se debía contar 825

Ídem. Ídem. 827 Diario Libertador. Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Consultado el 23 de diciembre de 2015 826

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con la mejor defensa y que velarían por el interés nacional, estando seguro que los miembros del consejo (…) van a contribuir de una manera sustantiva, a los argumentos, al análisis, tanto de la memoria que presente Bolivia, como de los pasos siguientes que pueda seguir en este proceso.828 En general, la nómina está integrada por personas vinculadas al derecho, académicos y exembajadores, incluyendo algunos expertos que ya habían participado en la demanda presentada por Perú en el tema de la delimitación marítima, tales como Luis Winter, Andrés Jana, Ximena Fuentes, Astrid Espaliat, y el exdirector jurídico de la Cancillería, Hernán Salinas.829 En esta misma ocasión, junto con el anuncio de la Comisión, informó que una vez recibida la memoria boliviana a través de la Corte Internacional de Justicia, lo que se estimaba para el 17 de abril del 2014, comenzaba el plazo de tres meses en que Chile debía decidir si alegaba o no incompetencia por parte de dicho tribunal y de no haber alegato, nuestro Gobierno tendría un período de diez meses para responder a la demanda de Bolivia, es decir para presentar su contra memoria, documento que debía presentarse en febrero de 2015. 828 829

Diario electrónico El Mostrador. 31 marzo 2014. Integrantes: Paulina Astroza: profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Concepción; José Miguel Barros: abogado y diplomático; Enrique Barros: abogado y académico; Juan Emilio Cheyre, excomandante en jefe del Ejército y director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica; Cristian de la Maza, vicealmirante y jefe del Estado Mayor General de la Armada; Edmundo Eluchans, abogado; Astrid Espaliat, profesora de Derecho Internacional; Carlos Fortín, doctor en Ciencias Políticas, Universidad de Yale; Ximena Fuentes, profesora de Derecho Internacional de la Universidad Adolfo Ibáñez; Gonzalo García, ministro del Tribunal Constitucional; Ricardo Herrera Saldías, excónsul general de Chile en La Paz; Carmen Hertz, exdirectora de Derechos Humanos y de la Dirección Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores; María Teresa Infante, directora nacional de Fronteras y Límites, excoagente ante la Corte Internacional de Justicia y profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Andrés Jana, profesor de Derecho Civil de la Universidad de Chile; Jaime Lagos, exembajador y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Sebastián López, profesor de Derecho Internacional de la Universidad Católica; Hugo Llanos, profesor de Derecho Internacional de la Universidad Central de Chile; Carlos Mackenney, expresidente del Consejo de Defensa del Estado; Juan Martabit, embajador ante el Reino de los Países Bajos, exdirector general del Ministerio de Relaciones Exteriores y excoagente ante la Corte Internacional de Justicia; Miguel Muñoz, general de división y jefe del Estado Mayor General del Ejército; Sergio Muñoz, ministro y presidente de la Corte Suprema; Carlos Ominami, exsenador, exministro; Darío Paya, exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA); Juan Ignacio Piña, exsubsecretario de Justicia y presidente del Consejo de Defensa del Estado; Rodrigo Quintana: abogado y consejero del Consejo de Defensa del Estado; Jorge Robles, general de aviación de la Fuerza Aérea de Chile; José Rodríguez Elizondo, abogado, exembajador y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Hernán Salinas, exdirector Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica; Lucía Santa Cruz, decana de la Facultad de Artes Liberales, Universidad Adolfo Ibáñez; Claudio Troncoso, director jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores; Alberto van Klaveren, exagente ante la Corte Internacional de Justicia y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Edmundo Vargas, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Luis Winter, exdirector nacional de Fronteras y Límites, exembajador y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes. De la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores.

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Por otra parte, algunos miembros del Consejo Asesor expresaron sus opiniones, como las que incluimos a continuación: Astrid Espalliat: Este nuevo caso presenta importantes desafíos y diferencias técnicas, porque con Perú había un desacuerdo respecto a la existencia de un acuerdo limítrofe marítimo, mientras que Bolivia solicita una negociación: Bolivia argumenta que el hecho de que Chile haya mostrado disposición previa para conversar respecto a una salida al mar para ese país, nos habría obligado a sentarnos a negociar seriamente para otorgarles una salida soberana al mar. Con Perú aprendimos bastante a trabajar una estrategia judicial y a eso estaremos abocados durante los próximos meses, a decidir cuál es la mejor estrategia para responder a Bolivia.830 Sebastián Dubé: Destacó la integración de expertos en derecho internacional quienes podrán complementar la arista técnica con una mirada política más amplia. Asimismo, consideró una señal importante la inclusión del excomandante en jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre, luego de que a pocos días del fallo de La Haya en enero pasado, el expresidente Piñera convocara al Consejo de Seguridad Nacional, dando a entender que los militares no fueron consultados durante ese proceso. Paz Milet: Se mantuvo la lógica de representantes legales de distintos sectores políticos y por otra parte, el comité más en extenso también incluye representantes de distintos sectores, en el sentido de que las distintas fuerzas políticas y líneas de pensamiento queden expresadas en esta composición. La política exterior chilena tiene que ser una política de Estado que aborde de manera transversal la sociedad chilena y de este modo, la continuidad en la defensa legal, da una señal importante en ese sentido.831 A los pocos días de constituirse este consejo, el 29 de abril, el ministro de Relaciones Exteriores, presidió su primera reunión, informando al término de ella su plena conformidad: Este consejo es de gran utilidad para los intereses de Chile y para presentar una posición de Estado frente a un tema que, evidentemente, requiere de una posición sólida y consensuada como la que estamos formando. Agregó además estar dispuesto a escuchar a otros sectores de interés para recibir opiniones.832 En otro encuentro con el Consejo Asesor llevado a efecto el 26 de agosto de 2014, se informó, según la página web de dicho ministerio lo siguiente: Hoy día lo que se está viendo en La Haya son las objeciones preliminares que Chile ha presentado a la competencia de la Corte y por lo tanto la demanda ha sido dejada de lado hasta que se resuelva la impugnación que ha hecho Chile. (…) se conversó respecto de los fundamentos de la impugnación que ha hecho Chile y hemos dialogado también respecto a los pasos que vienen por delante. Cabe destacar que Bolivia tiene plazo hasta el 14 de noviembre para responder por 830

www.radio.uchile.cl. Diario Universidad de Chile. 31 marzo 2014. Consultado 16 de enero 2015. Ídem. 832 www.minrel.gob.cl. 29 de abril de 2014. Consultada el 30 de mayo de 2015. 831

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escrito a esta impugnación, luego de lo cual vendrá un período de alegatos orales… Durante el encuentro, también se trató la estrategia comunicacional de nuestro país en relación a esta demanda boliviana. Les hemos contado también acerca de algunas de las acciones que estamos llevando a cabo con los presidentes y los parlamentarios. Ha sido una muy buena reunión, ha tenido sugerencias interesantes, algunos de ellos van a colaborar por escrito con algunos elementos que sean interesantes para nuestra defensa.833 Luego, el 5 de enero de 2015, tuvo lugar una nueva reunión para actualizar y dar cuenta del estado del proceso frente a la demanda. El canciller reiteró una vez más el apoyo transversal a la política de Estado que está impulsando nuestro país. Vamos a continuar intensificando nuestra presencia en distintos países en ámbitos que nos interesan a través de visitas de parlamentarios, expresidentes y de otros personeros significativos en la materia.834 En la última convocatoria del Consejo, antes de iniciarse los alegatos en la Corte Internacional de Justicia, llevada a efecto el 27 de abril, expresó que las reuniones de los abogados nacionales con el equipo de profesionales internacionales, continuarían desarrollándose en París. El propósito de este encuentro fue perfeccionar los últimos detalles para los alegatos orales, fijados por la CIJ desde el 4 al 8 de mayo. En relación a éstos, reiteró que la defensa de Chile se concentrará en presentar argumentos de manera clara, de manera contundente, para convencer a la Corte que no tiene jurisdicción para conocer de un asunto que fue resuelto por un tratado válido y vigente desde hace 110 años (…). Estamos preparados, vamos a tener vocerías oficiales a cargo del agente, a mi cargo y también de los coagentes y otros abogados que estarán allá, así que tenemos la dimensión comunicacional cubierta, pero aquí lo principal es lo que se diga dentro de la corte. Igualmente anunció una próxima reunión con la presidenta Bachelet y los jefes de partidos políticos, e invitó a los alegatos orales a los presidentes y expresidentes de las Comisiones de Relaciones Exteriores de ambas cámaras, presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, y otras personalidades.835 El canciller Muñoz, enfatizó del mismo modo que no se estaba pensando en alguna estrategia en particular para hacer frente a un eventual resultado negativo en los alegatos y que se iba con la mayor convicción de los argumentos que esgrimiría Chile, aclarando igualmente que en esta etapa de la demanda no había decisión de la Corte, sino que éste probablemente se conocería en los meses de octubre o noviembre próximos. Según hemos podido observar, este Consejo o Comité Asesor, sobre el cual al parecer ni en el mismo Ministerio se han podido poner de acuerdo, ya que es nombrado indistintamente en la página web de dicha Secretaría de Estado, más allá de la semántica, consideramos que independiente del carácter de sus integrantes, 833

Ibídem. 26 de agosto de 2014. Consultada el 30 de mayo de 2015. Ibídem. 5 enero 2015. Consultada el 30 de mayo de 2015. Consultada el 30 de mayo de 2015. 835 Ibídem. 27 abril 2014. 834

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sobre cuya capacidad e idoneidad no existen dudas, a juicio de este autor es muy difícil que dado su tamaño se pueda cumplir en forma acotada los propósitos con que fue creado. Por otra parte, la poca frecuencia de estas reuniones y ante la reserva de la información, nos imaginamos que las diferentes citas hayan tenido solo el propósito de informar por medio del agente Bulnes el estado de avance de la demanda y satisfacer al mismo tiempo algunas consultas; pero de ahí a asesorar, en el estricto sentido de la palabra, no lo creemos factible. Bajo nuestro modesto parecer, la historia nos ha enseñado que transcurridos más de doscientos años de nuestra independencia y más de ciento treinta del término del conflicto del Pacífico, aún perduran asperezas con nuestros vecinos en relación con sus límites, no obstante haberse dirimidos definitiva y terminantemente con los tratados de 1929 con Perú y de 1904 con Bolivia, amén de variadas situaciones que han afectado nuestras relaciones en distintos ámbitos con otras naciones, como por ejemplo el caso de las uvas envenenadas, por citar una, lo que nos hace suponer la necesidad de la existencia permanente de un Consejo Asesor, claramente normado e integrado con un reducido número de personas de calificada idoneidad, que dominen entre otras, las áreas de las leyes, historia, economía y defensa, respectivamente, pero que cuenten con una infraestructura de personal y medios que permitan mantener y entregar al ministro de Relaciones Exteriores y al Presidente de la República, los elementos de juicio necesarios para una acertada conducción en el campo internacional. 4) El Ministro Heraldo Muñoz se mueve A raíz de declaraciones del presidente Evo Morales aludiendo a las negociaciones de Charaña por parte del presidente Augusto Pinochet, señalando que si un dictador como Pinochet propuso una salida al mar para Bolivia en los años 70, esperamos que un Gobierno democrático y socialista pueda hacer realidad este derecho en pleno siglo XXI. El canciller chileno en un comunicado de fecha 23 de marzo 2014 respondió: (…) Al respecto, cabe expresar que Chile está abierto al diálogo bilateral con Bolivia y tiene el mayor interés por retomar la Agenda de los 13 Puntos, con el objeto de fortalecer el desarrollo de la confianza mutua y avanzar en todas aquellas materias de interés común. Sin embargo, ese diálogo no podría incluir el punto 6 de la agenda -tema marítimo- que el propio Estado Plurinacional de Bolivia decidió someter unilateralmente a un proceso contencioso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y que hoy el presidente Morales ha reiterado como vía a seguir. En consecuencia, será en esa instancia donde Chile hará valer de manera oportuna todos los recursos que le corresponden para resguardar sus intereses conforme al Derecho Internacional. Es voluntad de Chile avanzar con Bolivia, país vecino y hermano, en un clima de respeto mutuo hacia un camino de cooperación y entendimiento que propenda hacia mayores niveles de integración entre nuestros Estados. Al mismo tiempo, nuestro país continuará haciendo esfuerzos por reactivar los diversos mecanismos

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bilaterales existentes a fin de progresar en la generación de entendimientos y reforzar aquellos ámbitos en los cuales existen convergencias, para lo cual se requiere la voluntad de ambos países.836 La entrega de la Memoria boliviana se concretó el 15 de abril de 2014, poco antes del plazo fijado por la Corte, y en jerga futbolística, diríamos que se dio el puntapié inicial, porque a partir de ese hecho comenzó el “partido” en serio. De acuerdo a las declaraciones de la Cancillería, se dio inicio de inmediato a los estudios relativos al contenido de la Memoria y de los documentos que la acompañan, informará a ambas Cámaras del Congreso Nacional y a los restantes Poderes del Estado, escuchará la opinión experta del Consejo de Ex Cancilleres, y convocará al Comité Asesor nombrado recientemente. El ministro Muñoz agregó en parte de su comunicado que el Gobierno de Chile no adelantaría pronunciamientos sobre cuestiones de fondo, de procedimiento ni de jurisdicción, y se reservará el uso de todos los recursos e instrumentos que le confiere el derecho internacional para enfrentar la demanda, previa consulta a todos los sectores relevantes del país, según la tradición republicana que caracteriza a nuestra política exterior. Hizo además un llamado a la unidad nacional en torno a esta demanda, a la que calificó de artificiosa, que carece de fundamento jurídico, enfatizando la actitud tradicional de Chile al diálogo constructivo y el respeto al derecho internacional y a los tratados vigentes con Bolivia.837 Con posterioridad, el día 21 del mismo mes, el Canciller acompañado del agente chileno Felipe Bulnes hizo entrega a la mandataria Michelle Bachelet de una copia de la memoria presentada por Bolivia a la Corte Internacional de Justicia, expresando que la Presidenta me ha pedido que haga las consultas con el Congreso, con sectores relevantes de la sociedad nacional, de modo de escucharlos. (…) Corresponde ahora entrar al análisis de una documentación extensa y, por supuesto, no vamos a anticipar pronunciamientos ni sobre el contenido, ni sobre los procedimientos, ni sobre el tema de la jurisdicción.838 Un día más tarde, consecuente con las indicaciones dadas por la presidenta Bachelet, el canciller Muñoz sostuvo un almuerzo de trabajo con los miembros integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, oportunidad en que además de otros temas, se trató la demanda presentada por Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, recibiendo el apoyo de los miembros de dicha comisión. El presidente de dicha comisión, diputado Jorge Tarud, precisó que en forma unánime nosotros vamos a respaldar la decisión que tome el Gobierno de Chile, el Canciller y la presidenta de la República Michelle Bachelet, quien es la conductora de la política exterior. Nosotros podemos tener opiniones, diferentes matices, pero esas opiniones de los parlamentarios no comprometen al Estado de

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Ibídem. 27 de abril de 2014. Declaración del canciller Heraldo Muñoz sobre presentación de demanda boliviana ante la Corte Internacional de Justicia. www.minrel.gob.cl. 838 Ibídem. 21 de abril de 2014. 837

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Chile.839 La Cancillería no dio muestras de respiro en esos días. Al día siguiente del almuerzo de trabajo referido en el párrafo precedente, Muñoz concurrió al Congreso para informar a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado la demanda boliviana. Hemos compartido opiniones preliminares respecto del contenido de la Memoria, que es confidencial, de modo que solamente hemos discutido algunos elementos generales, particularmente del proceso que viene por delante, de las decisiones que tendremos que tomar en su momento. Luego, el 24 de abril, el turno del canciller fue con el Consejo de Excancilleres, expresando al término de la reunión que ha habido una convergencia de criterios, a mi juicio. Un respaldo a una política de Estado para defender nuestros intereses nacionales frente a esta demanda que ha planteado Bolivia en la Corte Internacional de Justicia. En esta cita los excancilleres también escucharon las intervenciones del agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia, Felipe Bulnes, y de los coagentes María Teresa Infante y Claudio Grossman. Además, conversaron acerca de la estrategia político-comunicacional del Gobierno. Son los argumentos jurídicos los que le importan a la Corte, pero ningún juicio se da en un vacío; hay elementos de contexto que hay que atender dada la naturaleza de la campaña del país que nos ha llevado a la Corte, precisó el Jefe de la diplomacia chilena.840 Sin pretender calificar al ministro Heraldo Muñoz por su desempeño en la cartera a su cargo, que dicho sea de paso, estaba siendo muy bien calificado por la opinión pública en las encuestas, situándolo a la cabeza del ranking ministerial por su buen cometido, lo que creemos es un reconocimiento justo, estimamos sin embargo, que en el aspecto comunicacional, tanto al interior de nuestro país como en el extranjero, no se ha notado un gran esfuerzo, lo que no se puede adjudicar solo a su responsabilidad por cuanto es una deficiencia inveterada en nuestra Cancillería, sucedida de administración en administración, estando muy por debajo, aunque sea duro reconocerlo, del tremendo aparato comunicacional desplegado por el Estado Plurinacional de Bolivia. 9.2.3. El preludio

Hicimos mención en párrafos anteriores, que Bolivia demandó a Chile ante el Tribunal de La Haya el 24 de abril de 2013, poniendo término al diálogo que ambas naciones venían sosteniendo ininterrumpidamente desde el año 2000, mediante lo que se ha denominado la “agenda sin exclusiones”, llamada posteriormente la Agenda de los 13 puntos, siendo el número seis, el Tema Marítimo. Bolivia, en consecuencia, busca por medio de un fallo judicial de la Corte de Justicia Internacional modificar los límites existentes entre los dos países, lo que en esencia vulnera los principios básicos del derecho internacional y desconoce el Tratado de Paz y Amistad de 1904, por cuanto este último tratado dirimió definitivamente los límites entre las partes, quedando por lo tanto fuera de la acción de dicho tribunal. 839 840

Ibídem. 22 de abril de 2014. www.minrel.gob.cl. 24 abril 2014.

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El Gobierno de Chile, en consecuencia resolvió interponer una excepción de incompetencia basada en el Pacto de Bogotá, que excluye expresamente la posibilidad de que la Corte entre a conocer aquellas materias que han sido resueltas por acuerdo entre las partes o que se hallan regidas por tratados anteriores al 30 de abril de 1948, fecha de celebración de ese Pacto.841 El comunicado oficial fue hecho por la propia presidenta de la República, Michelle Bachelet por cadena de Radio y Televisión el 8 de junio de 2014, en los siguientes términos: El Gobierno de Chile ha sometido la memoria presentada por Bolivia a un riguroso análisis, que fue desarrollado por un equipo que reúne a las más destacadas personalidades jurídicas, tanto nacionales como extranjeras. Después de un proceso de consulta, donde he escuchado a diferentes actores de nuestro país y cumpliendo mi deber de salvaguardar el interés superior de Chile, he tomado la decisión de objetar la competencia de la Corte Internacional de La Haya, presentando para ello objeciones preliminares a la jurisdicción de dicha Corte dentro del plazo previsto para estos efectos, que vence el próximo 15 de julio. Oficialmente, Chile tomó dicha decisión presentando sus objeciones a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia luego de haber ponderado todos los antecedentes y sus alcances. A juicio de los expertos, era conveniente dejar en claro desde un principio que la Corte no es competente para conocer de una demanda que solicita se obligue a Chile a negociar un acceso soberano al océano Pacífico, modificando los Tratados y acuerdos vigentes.842 El Estado Plurinacional de Bolivia ha pretendido explicar y convencer a la CIJ de que se declare la obligación de negociar y acordar un acceso soberano, ya que es un asunto diferente e independiente del Tratado de 1904, y que su acción no tiene por objeto alterarlo. Sin embargo, es imposible entender la demanda boliviana sin afectar a un Tratado que fijó las fronteras entre Chile y Bolivia y que ha estado vigente por más de 100 años.843 Con la información que hemos aportado con respecto al Tratado de 1904 ha quedado perfectamente explícito que dicho convenio no solo se refería a límites, sino a un conjunto facilidades de libre tránsito y ventajas económicas, que se han ido sumando y perfeccionando a lo largo del tiempo. Nuestra Cancillería ha acentuado que la demanda de Bolivia descontextualiza y ha judicializado el alcance de los intercambios y tratativas diplomáticas específicas y diversas, por lo que de prosperar su pretensión se afectarían seriamente el normal desarrollo de las relaciones entre Estados, ya que los países no se atreverían a negociar unos con otros ante el temor de resultar obligados por el sólo hecho de

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La defensa de Chile ante la Haya. www.gob.cl. 4 mayo 2015. http://www.gob.cl/. 8 de julio de 2014. 843 La defensa de Chile ante la Haya. www.gob.cl. 4 mayo 2015. 842

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negociar, esto es, aun cuando no se haya alcanzado ningún acuerdo.844 El Tratado de 1904 no está sujeto a revisión en forma unilateral, por lo que además nuestro Gobierno ha sido reiterativo en afirmar que la CIJ carece de competencia para hacerlo; sin perjuicio de lo anterior, ha corroborado que no obstante, a excepción del tema marítimo que está radicado en La Haya, Chile continúa aspirando a trabajar conjuntamente con Bolivia a fin de avanzar en pos de la cooperación, la integración latinoamericana y el desarrollo de nuestros pueblos.845 El cronograma fijado por la CIJ y los posibles escenarios de resolución se detallan a continuación: Fechas para los alegatos: Chile: 4 y 7 de mayo; Bolivia: 6 y 8 de mayo. Los escenarios posibles de resolución y efectos con posterioridad a las alegaciones eran: Si se acogía la excepción de Chile y por tanto la Corte declaraba que carecía de jurisdicción para resolver el asunto de fondo, se terminaba el juicio y la demanda boliviana no llegaba a ser resuelta en el fondo. Si se rechazaba la excepción, la Corte se declaraba competente y se retoma el tema de fondo. Esta posibilidad dejaba a nuestro país en la misma posición inicial, es decir, tal como si no se hubiese presentado la objeción de competencia. Si se decidía que la excepción no tenía en las circunstancias del caso, un carácter exclusivamente preliminar, la Corte postergaba la resolución de la excepción para el momento de dictar sentencia, luego de escuchar los argumentos respecto del fondo del asunto. Además, se reiniciaba el proceso principal que debe terminar con una sentencia de fondo en la que la Corte podría acoger la excepción o rechazarla. En el evento de admitirla la excepción preliminar el Tribunal desestimará referirse al fondo, con los mismos efectos mencionados para la primera alternativa de resolución; en el segundo, pasaría a resolver el fondo del asunto planteado por Bolivia. 9.2.4. El debate público previo a) Opiniones recogidas por la prensa nacional

Desde que comenzaron los anuncios preliminares de la eventual demanda de Bolivia contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia, se inició en nuestro país un amplio debate a través de los medios de comunicación y en el ámbito académico, el que alcanzó su cenit cuando dicha instancia se hizo en forma oficial y el Gobierno de Chile decidió impugnar la competencia de la CIJ. Cabe agregar que esta controversia fue alimentada obviamente por declaraciones de personeros oficiales de la nación altiplánica, reproducidos en la prensa boliviana. Recogemos como testimonios algunas de las ponencias vertidas en diferentes 844 845

Ídem. Ídem.

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medios de comunicación por distintas personalidades que representan las opiniones de variados sectores de nuestra sociedad, con el propósito de que los lectores puedan percibir y tomar el pulso al ambiente que ha rodeado este proceso, desde su inicio hasta dejarla en condiciones de afrontar las futuras resoluciones de la Corte Internacional de Justicia. Tan pronto como se conoció la designación del agente chileno Felipe Bulnes y trascendida la demanda boliviana, la prensa nacional dio a conocer los principales antecedentes que incluía dicho documento, el cual consignaba la obligación de Chile a negociar de buena fe con Bolivia para un acuerdo y otorgar a este país un acceso totalmente soberano al océano Pacífico. El origen de esta supuesta obligación estaría basado en los tratados de 1895, conocidos como los Pactos de Mayo, cuyos contenidos lo tratamos in extenso en el capítulo correspondiente, dado el hecho de que Chile habría admitido tal compromiso, buscando Bolivia en consecuencia apelar a las supuestas obligaciones, utilizando un concepto del derecho internacional conocido como las acciones unilaterales, criterios que analizaremos más adelante. Mariano Fernández Amunátegui: En opinión del excanciller durante el primer Gobierno de Bachelet, Bolivia rompió una tendencia de cooperación e integración, aludiendo a conversaciones secretas sostenidas con dicha administración, con el objeto de dar mayores facilidades portuarias, las que fracasaron porque al momento de suscribirla, la delegación altiplánica presidida por el vicecanciller Jaime Aparicio, presentó demandas que hacían imposible el acuerdo, lo que reconoció el propio expresidente Sánchez de Losada, como un error diplomático, pues se aplicó la política del “tejo pasado.” La “pedida” de Bolivia habría sido una salida soberana al océano Pacífico; Hernández aludió también a la inconsistencia boliviana, pues de la declaración presidencial del año 2000, ”ni una sola molécula de gas para Chile” olvidaba que el oleoducto Sica Sica lleva muchos años operando sin novedad. 846 En relación con la impugnación, abogó por ir al fondo del asunto y no presentar observaciones preliminares, arguyendo que la práctica y el modus operandi de la corte, en mi opinión, lo desaconseja. Cita que la corte en su reglamento interno dice que las observaciones preliminares deben ser efectivamente preliminares, demostrándose escéptico que la Corte la pueda acoger ya que son contados los casos en que ello ha ocurrido.847 Frente al dilema surgido con respecto a que si Chile debía o no haberse retirado del Pacto de Bogotá, luego del fallo de La Haya en el tema de la delimitación marítima con Perú, el matutino La Tercera recogió variadas opiniones: Jaime Orpis, senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), propiciaba que era una decisión que se debía analizar afirmando sus conceptos en el hecho que Perú había tenido 31 años para preparar su demanda, lo que no hubiere sido posible si nuestro país se hubiere retirado de dicho pacto hace más de dos décadas, agregando: (…) el riesgo de seguir expuestos a la competencia de La Haya es la

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El Mercurio de Santiago. 12 de mayo 2013. Cuerpo D, p. 10. Ibídem. 22 de junio de 2014. p. 6.

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incertidumbre que genera este principio de equidad, que a la larga puede llegar a afectar nuestra integridad territorial -como de hecho ocurrió- reforzando su tesis con dicho fallo que ha debilitado el valor de los tratados en los tribunales de justicia internacionales.848 Jaime Contesse, profesor de Derecho, no obstante reconocer la debilidad de los fundamentos del fallo en la demanda peruana, no era partícipe de tal idea y que constituía un error, que no solucionaba los males, generando la imagen de un país pequeño con la vista corta, que no entiende la importancia de alimentar activamente el orden jurídico internacional.849 Juan Gabriel Valdés, excanciller, junto con cuestionar el fallo de La Haya en la demanda peruana, calificándolo como un acto arbitrario, extrañísimo y que abre un cuestionamiento a cómo opera la Corte, afirmó que Bolivia debería entender que siempre va a obtener más de Chile con un diálogo, que de un proceso judicial en un tribunal que está impedido de revisar tratados internacionales que tuvimos hace un siglo.850 Marco Enríquez Ominami, dos veces candidato a la presidencia, según un trascendido de cercanos a su persona, en una entrevista que sostuvo con el presidente Evo Morales, le habría sugerido al mandatario boliviano que avanzara en una agenda política paralela a la demanda y estrechar la integración a nivel ciudadano y que ambos exploraran caminos con Perú, luego de aludir el eslogan de la “llave y del candado”.851 Eduardo Rodríguez Guarachi, exembajador, abogado y profesor universitario, coincidió con Marco Enríquez Ominami, agregando además declaraciones que a nuestro juicio no se alejan de la realidad: A través de la historia, nuestra política exterior ha sido más reactiva que proactiva y el mejor ejemplo es Bolivia: la Guerra del Pacífico terminó hace 130 años, hace 36 fracasó el Acuerdo de Charaña y aún no tenemos relaciones diplomáticas. La autocrítica nos obliga a cuestionarnos sobre las causas de esta incomprensible situación. Sin embargo, agregamos por nuestra parte, que independiente del hecho, ha sido Bolivia el que ha roto en dos oportunidades dichas relaciones con Chile. Continúa Rodríguez: Comprendo la posición jurídica-histórica de Chile, pero no la comparto. La intangibilidad de los tratados es una base esencial del Derecho Internacional, pero en este caso debemos entender que la solución es más política que jurídica. Señala a continuación que lo anterior requiere un esfuerzo de ambas partes, sin desconocer que hay un tercero en discordia, del cual no se puede prescindir; y que en la solución política se debe volver al espíritu de Charaña, con la participación de ese tercero, Perú, para negociar con Bolivia una salida soberana al Pacífico por el

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La Tercera. 3 de febrero de 2014. p. 4. Ídem. 850 Ídem. 851 Ibídem. 5 de febrero 2014. Versión digital. Política. p. 1.

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norte de Arica.852 Sumándome a la opinión de Rodríguez Guarachi, escribí al mismo medio una carta haciendo presente y recordando que encontraremos en definitiva, que todas las negociaciones llevadas a cabo históricamente han sido de buena fe por parte de nuestro Gobierno, y si han fracasado ha sido por incumplimiento por parte de Bolivia (Tratados de 1866 y 1874) y por exigencias absurdas por sus agentes negociadores, indecisiones de la autoridad o falta de respaldo interno (1895, 1927, 1950) y finalmente de Charaña (1978 y 1987).853 En otra publicación, Rodríguez opina con respecto a la política seguida por el Gobierno de Chile en sus relaciones vecinales, que creemos es una visión bastante objetiva y diferente a otras que hemos reproducido, independiente de los criterios individuales que puedan existir al respecto y que él impugna: Todas ellas, sin ahondar en sus especificidades, dan cuenta de la existencia de una situación compleja. El solo hecho de que entre nuestro país y Bolivia no haya relaciones diplomáticas desde hace 36 años describe elocuentemente el estado de los vínculos. Los esfuerzos desplegados a fin de resolver estas cuestiones han demorado un tiempo políticamente inapropiado y resultaron totalmente inefectivos. Es evidente que esta especie de judicialización de las relaciones vecinales ha sido un sendero arduo, incomprendido por la comunidad internacional y de malos resultados. La sentencia de enero de este año por el límite marítimo con Perú lo demuestra. A ello se suma que pese al elevado costo pagado por Chile, no todo quedó resuelto. Persiste el asunto del triángulo terrestre, que aunque es de modestas tres hectáreas, es y será un escollo de extrema y permanente sensibilidad. Señala que el camino de la confrontación judicial ha sido desfavorable y que la advertencia del expresidente Frei Ruiz-Tagle llama a meditar al indicar que con Bolivia también podemos tener un mal resultado, y que de persistir con estos procedimientos continuaremos apareciendo ante la comunidad internacional, aunque sea injusto, con un histórico espíritu voluntarioso y excesivamente nacionalista. Es de opinión analizar nuevas tácticas que permitan una mayor y beneficiosa integración con los países fronterizos, siendo partidario de la idea de EnríquezOminami al sugerir crear una macro región que dé prosperidad al norte con una voluntad política decidida de nuestro país, involucrando a Bolivia y, especialmente, a Perú. Por último, lo que ha acontecido en este estratégico ámbito de las relacionales vecinales en los últimos 40 años, nos hace recordar aquella frase: no es inteligente hacer siempre lo mismo y esperar cada vez resultados diferentes.854 El juicio del exdiplomático encierra una realidad, nos guste o no, aun cuando estemos en lo cierto al afirmar nuestros legítimos derechos y defender el respeto a 852

La Tercera. 12 febrero 2014. Correo. p. 26. Ibídem. 17 febrero 2014. Correo. p. 22. 854 La Tercera. 19 diciembre de 2014. p. 10. 853

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los tratado internacionales y la intangibilidad de los pactos suscritos entre vecinos. Algo hemos hecho mal o no lo hemos hecho. ¿Por qué? La respuesta debe obedecer a un análisis profundo al interior de nuestra propia Cancillería, apoyada obviamente con la participación de excancilleres, diplomáticos de larga trayectoria, seminarios, foros, etc., pero teniendo como base una estructura orgánica adecuada, altamente calificada y estable que permita desarrollar estrategias a corto, mediano y largo plazo, contando además en forma permanente con asesoría en el ámbito comunicacional que ha sido y es una de las falencias más graves de que se adolece. Todo esto obviamente tiene un costo, pero es una función básica del Estado, como lo es el sector de la Defensa, Salud, Justicia, Educación, etc. En todo caso sin conocer cifras, pienso que de tener un ministerio de Relaciones Exteriores altamente calificado y profesional, debidamente remunerado, posiblemente nos habríamos ahorrado gran parte o todos los honorarios de los litigantes extranjeros y los costos asociados a las dos demandas. El ministerio de Relaciones Exteriores no puede continuar siendo una caja pagadora por servicios prestados en otras áreas -criterio seguido históricamente, en que nade puede tirar la primera piedra, incluso el Gobierno Militar, del cual este autor formó parte- designando embajadores y otros funcionarios que no sean de carrera o que no tengan las competencias necesarias. Los programas de televisión constituyen un buen medio para percibir la opinión pública sobre este tema, pero lamentablemente son muy escasos o excepcionales, por así decirlo. En ellos se ve al desnudo las graves falencias que sufre la educación en nuestro país, en que el conocimiento de nuestra historia y de educación cívica, pasan a un segundo o tercer plano, o lisa y llanamente no existe, en el caso de la última, lo que suele inducir a muchos jóvenes a sumarse a la ponencia boliviana desconociendo aspectos fundamentales de nuestro pasado, y sin tener el más mínimo interés en conocer los hechos desde su origen, sino que se nutren de voces populistas y demagógicas en curso. Esta misma situación se aprecia en ocasiones en dirigentes políticos, que no siendo tan jóvenes, emiten conceptos sobre la soberanía cargadas de ideologismo. Sebastián Depolo, a modo de ejemplo, coordinador nacional de Revolución Democrática, en un programa de TVN “Estado Nacional”, junto con criticar la política de relaciones exteriores seguida por nuestro país, al aferrarse a lo estrictamente jurídico, señaló que existía un déficit en lo político -concepto en que estamos de acuerdo- pero también a nuestro entender, ha adolecido del ingrediente histórico que es fundamental, por las razones que hemos aseverado durante el desarrollo de la presente investigación. Depolo afirmó además que no se podía seguir defendiendo la soberanía a rajatabla del siglo XIX cuando estábamos en el siglo XXI, no descartando entre las diferentes opciones la entrega de soberanía a Bolivia, siempre que sea beneficioso para Chile en el largo plazo, pero sin ahondar en mayores detalles ni precisando condiciones, sino haciendo referencia a los cuantiosos recursos energéticos existentes en los países vecinos, que contribuirían al desarrollo de la región. Al ser interpelado por uno de los panelistas sobre que entendía por soberanía, se respondió así mismo: ¿Que es soberanía? ¿Soberanía es tierra? Soberanía es democracia, integración, desarrollo (…). Yo creo que la idea de una

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soberanía chovinista no nos hace bien porque nos aísla del contexto americano (…). Joaquín García-Huidobro, abogado, académico, con una mirada un tanto parcial o incompleta, según nuestra consideración, respecto al conflicto de 1879, apunta lo siguiente: (…) no había señalado 20 años antes el ministro de RR. EE. chileno, Gerónimo Urmeneta, que ningún Estado puede por su propia autoridad apropiarse territorios de otro o territorios cuyo dominio sea disputado, opinión que puede ser interpretada como un reconocimiento a la posición boliviana, de que Chile fuere el gestor de la guerra con fines de conquista. Al parecer, el señor García-Huidobro desconocía los intereses económicos que Urmeneta, siendo senador de la República, tenía en el altiplano boliviano, los que obviamente serían afectados seriamente en caso de un conflicto bélico. Reconoce más adelante que no siempre nuestros vecinos hayan facilitado las cosas, aceptando el hecho que son precisamente ellos los más interesados en mantener buenas relaciones, y convencer a los chilenos de la justicia de su causa. Lamentablemente, por el absoluto desconocimiento que existe entre los chilenos sobre los orígenes y causas de la guerra como asimismo de los títulos históricos que ostentaba Chile al momento de su independencia, la ponencia boliviana va haciendo mella entre nosotros, producto de su bien montada campaña comunicacional, por la incapacidad de nuestros Gobiernos de haber asumido con entereza esta situación y ante el escaso nivel de conocimiento por parte de la ciudadanía de las raíces del diferendo. Lo que no deja de extrañarnos, es que el perfil del académico hace poco entendible o inentendible que desconozca hechos tan básicos con respecto a la guerra del Pacífico; o bien si los conoce -lo que no pongo en duda- reafirme tales conceptos. García-Huidobro alude por lo demás al hecho que Bolivia rompió unilateralmente las relaciones diplomáticas y no se ve que hagan un gran esfuerzo por restablecerlas. Con esto, dan argumentos a los chilenos que son partidarios de vivir como si Bolivia no existiera, que hasta ahora constituyen la mayoría de nuestros connacionales.855 En otra ocasión escribió: No es Chávez, ni Correa, ni Cristina: Es Evo. Concordamos con este juicio, pues Evo Morales ha resultado ser totalmente atípico y con capacidades mucho mayores que las que han demostrado en el pasado otros mandatarios bolivianos, que no eran precisamente indígenas, aun cuando abusa en forma desmedida de un lenguaje impropio de un mandatario para descalificar e injuriar a los chilenos y en particular a nuestras autoridades de Gobierno. El académico nuevamente llama la atención en que los chilenos miramos a Bolivia en forma muy simple, atribuyendo tal actitud a que el tema marítimo es solo un recurso para superar problemas internos, producto de la casi permanente inestabilidad política de dicha país. Continúa destacando las excepcionales condiciones que ha demostrado Evo Morales, elaborando un verdadero panegírico 855

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sobre su persona, que es un fenómeno político y que lo ha demostrado hasta la fecha. En lo que no coincidimos es en el hecho de que es muy querido por su pueblo; no debemos olvidar que ha tenido muy serios enfrentamientos, incluso con algunos grupos indigenistas. No han pasado muchos años cuando alentó una manifestación en El Chapare, la mayor zona productora de coca ilegal en Bolivia, en que el Ejército tuvo que intervenir para sofocar la violencia desatada. El máximo líder cocalero, Evo Morales, había advertido que una intervención militar a las barricadas podría ocasionar un baño de sangre. Y anunció que todos los caminos que están siendo limpiados serán nuevamente bloqueados.856 Años después y ya como gobernante, las revueltas de Santa Cruz le dieron bastante dolores de cabeza, cuando integrantes de la Unión Cruceñista Juvenil le impidieron llegar a dicha ciudad857; del mismo modo y solo por citar otro ejemplo entre muchos, está la huelga sindical durante el año 2012, con violentos disturbios cerca del Palacio de Gobierno en La Paz, en la séptima semana de conflictos sociales sin visos de solución.858 Prosigue García-Huidobro destacando el éxito de Evo Morales en las elecciones de 2005, derrotando a un presidente -Sánchez de Lozada- que pese a haber hecho un buen Gobierno, este campesino indígena logró conquistar el sitial del Palacio Quemado y con un discurso marxista, en Bolivia campea el liberalismo económico, supo manejar en forma excelente a las empresas internacionales, inicialmente con grandes aprensiones y en la ciudad de El Alto hay un verdadero imperio de pymes, con un mercado de permanente actividad.859 Jorge Sabag, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, en abril de 2014, tan pronto como se conoció la lista de los integrantes del Comité Asesor designado por la Presidenta de la República, cuestionó la inclusión del exsenador Carlos Ominami: (…) desde luego, que en el equipo asesor de nuestro país esté una persona que públicamente ha respaldado la pretensión de Bolivia por una salida al mar, debilita la defensa de Chile ante La Haya (…). En consecuencia yo y muchos miembros de la comisión, nos sentimos extrañados con esta nominación y esperamos que la presidenta rectifique esta decisión, ya que en esto, está en juego el interés soberano de nuestro país.860 Hernán Felipe Errázuriz, abogado, exembajador, excanciller y Presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales, en una columna del diario El Mercurio de Santiago que llamó “La demanda instrumental de Evo”, calificó como una fanfarria la presentación que hizo el mandatario boliviano ante la Corte de La Haya, expresando además que era doblemente reveladora, por la carencia de fundamentos jurídicos y por la ostensible estrategia de concitar la adhesión internacional y la de sus connacionales, imputándole además que: este juicio no se desenvolverá solamente en los estrados de La Haya. Bolivia desplegará acciones 856

La Nación. http://www.lanacion.com.ar/ 21 de septiembre del 2010. Consultada 14 de julio 2015. Última hora. http://www.ultimahora.com/. Consultada 14 de julio de 2015. 858 Semana. http://www.semana.com/ 9 de mayo de 2012. Consultada el 14 de julio de 2015. 859 Ibídem. 20 de abril de 2014. Cuerpo D, p. 14. 860 La Nación. 4 de abril 2014. www.lanación.cl. País. p. 1. 857

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comunicacionales en los más diversos foros y países para influir sobre los jueces. Luego de descalificar la teoría asumida por Bolivia, de que Chile está obligado a ceder territorio producto de negociaciones y conversaciones previamente fracasadas, lo que es insostenible jurídicamente, devela el engaño de Bolivia mediante su demanda ante la CIJ, porque lo que realmente busca es la revisión del Tratado de Paz de 1904, hecho que constituiría un pésimo precedente para la paz mundial, por la inestabilidad de las fronteras fijadas por tratados internacionales.861 En una nueva columna, esta vez fustiga con fuerza lo que hemos denunciado a través de estas líneas en reiteradas oportunidades, la debilidad de nuestro aparato comunicacional frente a la demanda boliviana, incapaz de hacer frente al torrente noticioso de Bolivia que realiza a través de su mandatario, vicepresidente, expresidentes, embajadores itinerantes, parlamentarios, charlistas, etc., que no dejan escenario internacional y público sin cubrir, afincando el mito de que Bolivia no tiene un derecho privilegiado de libre tránsito para salir al Pacífico. Errázuriz afirma que no hemos aprendido nada del juicio por la delimitación marítima con Perú, en que se consideraba contraproducente realizar gestiones fuera del ámbito del tribunal. Está pendiente la recomendación de concretar acciones planificadas, con asesoría especializada de expertos comunicacionales. Insiste por otra parte, en la urgencia de no renunciar a las observaciones preliminares con la incompetencia de la Corte, que no puede admitir ni seguir adelante con una demanda sobre un tratado anterior a 1948.862 En otro de sus artículos: “La hora de los expresidentes”, haciendo referencia al importante rol que han cumplido históricamente los exmandatarios cuando ha sido necesario para ser partícipe en el estudio de materias tan significativas, como la actual demanda de Bolivia, y como fuere en el pasado en la delimitación marítima con Perú, y mucho antes en el asunto del Beagle con Argentina, reafirma el concepto que la defensa de la soberanía es un problema de Estado y realza que la presidenta Bachelet los haya convocado, quienes recomendaron en forma púbica y unánime, rechazar la demanda boliviana e impugnar la competencia de la Corte de La Haya. Agregó Errázuriz que la medida no debería dilatarse por la defensa judicial, postergando la impugnación para 2015, exponiéndola a la horadación comunicacional boliviana, diluyéndola en la contra memoria, en vez de dar una señal clara y sin vacilaciones desde la partida, mediante la excepción preliminar de que la CIJ no tiene jurisdicción y que para Chile, no es aceptable someterse resignadamente a que sus magistrados alteren los límites de nuestro territorio fijados por el tratado de 1904. Cita a continuación como ejemplo el inefable fallo que fijó el límite marítimo con Perú mediante el paralelo que atraviesa por el Hito 1, por solo 80 millas, para luego aplicar la equidistancia, desconociendo la declaración de las 200 millas, los tratados de 1952 y 1954, el control del territorio, la intangibilidad de los tratados, la 861 862

El Mercurio de Santiago. 19 de abril de 2014. Cuerpo A, p. 3. Ibídem. 31 de mayo de 2014. Cuerpo A, p. 3.

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estabilidad de las fronteras y las reglas de interpretación del derecho de los tratados, para finalmente privarnos de derechos sobre 22 mil kilómetros cuadrados de mar.863 Conocida la decisión de la presidenta Bachelet de impugnar a la CIJ, expresó: Amplio reconocimiento merece la presidenta Bachelet por su anuncio de impugnar, sin postergaciones la competencia de la Corte de La Haya sobre la demanda boliviana. La formalización de la impugnación se materializará el próximo martes por nuestros agentes y un equipo jurídico que inspira confianza por su elevada calificación. Consideró que con esta medida se ha cambiado de actitud, pasando a la ofensiva y que al presidente Morales no le ha quedado más camino que volver a las descalificaciones y acusarnos de incumplimiento de las facilidades de libre tránsito internacional. Enfatizó a continuación que sería inaceptable que la Corte pretenda intervenir para que Chile ceda territorio; reafirmó la oportunidad en que se presentó la impugnación y valoró la actitud de la mandataria: (…) inspirada únicamente en la defensa inclaudicable de nuestra integridad territorial y de los intereses nacionales, lo que incluye la inviolabilidad de los tratados y la estabilidad de las fronteras, sin cálculos políticos, asumió su responsabilidad de actuar prontamente y no renunció a una instancia procesal. Tomó una decisión acertada en resguardo de una política de Estado.864 Ramón Briones y Hernán Bosselin, abogados, hicieron una fuerte crítica al canciller Heraldo Muñoz, quien había reiteradamente declarado que Chile no volvería a negociar sobre el tema que preocupa a Bolivia -una salida soberana al mar- u otra solución satisfactoria, y que tal cuestión es caso cerrado. Adjetivos tales como incomprensibles, liviandad y falta de apreciación de las circunstancias internacionales que actualmente se viven en el mundo, no estuvieron ausentes, al dejar en manos de jueces que poco tienen que ver con los intereses de América Latina y en particular de la realidad de nuestro país. En una extensa publicación enfatizan la necesidad de redefinir una estrategia política y jurídica, teniendo presente el juicio con Perú que ya se perdió, aludiendo a ciertos fundamentos de su apreciación por ese caso. Objetan a continuación que en el caso con Bolivia, toda parece indicar que va por el mismo camino, encargada sustancialmente a las mismas personas que conformaron el equipo perdedor, haciendo la salvedad de la presentación de las observaciones preliminares. Critican a continuación los errores históricos cometidos por los diferentes Gobiernos al afirmar que no hay ningún tema pendiente, no existe ninguna controversia jurídica o de hecho con Bolivia, la Corte Internacional de La Haya siempre falla conforme a derecho. Definen luego el marco de una estrategia a no eludir el tema de la negociación y abordarla en el menor tiempo posible, considerando una serie de factores como la mediterraneidad connatural de Bolivia, desde sus orígenes, la carencia de respaldo en las leyes de indias, los tratados de 1866 y 1874, etc., materias que hemos 863 864

Ibídem. Columna de Opinión. 14 de junio de 2014. Cuerpo A, p. 3. El Mercurio de Santiago. 12 de julio de 2014. Cuerpo A, p. 3.

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abordado con profundidad en este libro, de manera que nos congratulamos que exista unidad de criterios en tales antecedentes históricos. En opinión de los abogados Briones y Bosselin, la CIJ debía hacer partícipe a Perú de la demanda deducida por Bolivia en consideración a que es un tercero directamente interesado en los resultados del juicio, lo que incluso podría obedecer a una petición de Estado chileno, por cuanto sin su voluntad no se puede seriamente disponer ni negociar sobre la parte del territorio ubicado al norte de Arica, ni podría el tribunal internacional opinar absolutamente nada. A juicio de los autores de esta proposición, la objeciones preliminares que ellos llaman “dilatorias” no tendrían lugar, debiera derechamente allanarse a la demanda de Bolivia si Perú, conociendo la demanda, expresase formalmente ante la Corte de La Haya, antes del allanamiento, estar de acuerdo a una salida territorial para Bolivia, al norte de Arica. Prosiguen los articulistas rechazando cualquier solución que corte nuestro país, como asimismo la situación de enclaves; afirman que la Corte no es el órgano adecuado para resolver la cuestión y que sus procedimientos secretos, en la parte escrita, resultan ser inadmisibles en el derecho actual, que exige publicidad y transparencia efectiva.865 A raíz de ciertas filtraciones de la Memoria boliviana publicadas en el diario La Razón de La Paz, el día 13 de abril de 2014, por el periodista Ricardo Aguilar, a quien incluso la justicia de dicho país le ordenó revelar sus fuentes de información y calificó como espía, se dio origen a una serie de comentarios tanto en dicho país como en Chile. ¿Qué fue lo que publicó el suplemento Animal Político y que tanto revuelo causó? Reveló la estrategia asumida por el presidente Morales después de la creación la Dirección de Reivindicación Marítima (DIREMAR), dando lugar a una serie de hipótesis jurídicas, tales como la del incumplimiento del Tratado de 1904; de revisión de dicho Tratado; e incluso de su total nulidad; etc., siendo descartadas posteriormente para llegar a la hipótesis de los denominados “actos unilaterales” de los Estados que crean obligaciones, es decir, de las promesas que en tal sentido ha hecho Chile de otorgarle una salida soberana al mar, obligando en consecuencia a nuestro Gobierno a cumplirlas; serían en consecuencia “obligaciones” y “no derechos expectaticios”, como inicialmente habían sido tratados. En Chile hubo algunos parlamentarios que se refirieron al respecto: Alejandro García, senador UDI: Es un tema que como no tienen ninguna ni razón jurídica ni convencimiento propio de lo que están presentando, se está levantando un hecho con el fin de levantar el tema al interior del país. José Sabag, diputado DC: Me parece un amedrentamiento a los medios de comunicación por parte del Estado boliviano. Este tipo de prácticas es errática al igual

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Diario electrónico El Mostrador. 29 de abril 2014. Consultado el 30 de abril de 2014.

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que como toda la demanda boliviana. Jorge Tarud, diputado PPD: Es una medida absurda que atenta contra la libertad de prensa. Se les acusa de algo que las propias autoridades bolivianas habían anunciado públicamente antes y la publicación que hicieron fue 48 horas antes que Chile viera la demanda boliviana (…).866 Un reportaje de un matutino señalaba que de 54 excepciones presentadas a la Corte Internacional de Justicia, La Haya ha declarado en 34 ocasiones no tener jurisdicción, agregando que en un 59% de los casos analizados por la Corte Internacional de Justicia han concluido sin que se iniciara un juicio, sin que el tribunal se pronunciara al respecto. Varias de estas controversias están siendo analizadas por el equipo jurídico que defiende la posición chilena ante la demanda boliviana.867 Lo anterior, constituye un antecedente valioso que se debería haber tomado en cuenta dentro de un estudio general, pero teniendo siempre presente que cada caso es diferente y que los jueces por lo general también varían. Ignoramos si en la práctica se llevó a efecto, imaginemos que sí y se adoptó la mejor resolución. Otra editorial del mismo diario: “La Haya no tiene jurisdicción” precisaba que existen buenos fundamentos jurídicos para que Chile impugne la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia en la demanda boliviana. Y haciendo referencia a lo estipulado en el Pacto de Bogotá que le impide juzgar asuntos regidos por tratados Internacionales anteriores a la suscripción del dicho convenio, es decir previos al 30 de abril de 1948, acotaba que la demanda era una vía engañosa y encubierta de invocar la supuesta obligación de Chile a una negociación que le otorgue a Bolivia una salida plenamente soberana al océano Pacífico. El artículo enfatizaba el hecho del sometimiento observado por Chile sin reserva a los dictados de la Corte, lo que podría estimarse como una señal de confianza en sus resoluciones, pudiendo ser perjudicial para nuestra causa, teniendo en vista la amarga experiencia con la delimitación marítima en el fallo de la demanda presentada por Perú. El artículo trajo a colación el tema de plantear nuevamente el retiro de Chile del Pacto de Bogotá, en cuanto nos obliga a comparecer indefinidamente a ese tribunal cuya confiabilidad es debatible, atendido el hecho que solo 63 países de 193 le reconocen a La Haya competencia, reafirmando que los arbitrajes son fórmulas mejores y más confiables para solucionar pacíficamente las controversias entre Estados, por cuanto los árbitros se eligen por las partes en disputa, según su idoneidad y no como en el caso de la CIJ en que son escogidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde priman los criterios regionales y los aspectos políticos.868 El mes de junio del 2014 fue profuso en manifestaciones con respecto a la demanda boliviana. La editorial Semana Política subrayaba que por más de un siglo,

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Ibídem. 9 de mayo de 2014. Cuerpo A, p. 4. El Mercurio de Santiago. 4 de mayo 2014. Cuerpo D, p. 5. 868 El Mercurio de Santiago. 9 de mayo de 2014. Cuerpo A, p. 3. 867

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Chile ha otorgado compensaciones y beneficios excepcionales a Bolivia. No puede, sin embargo, entregar soberanía. Hacérselo ver así a toda la comunidad internacional es un imperativo (...). Se hacía eco de las expresiones del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle que estaba por “ser más agresivo” e instaba a la necesidad de resolver antes del 15 de julio la incompetencia de La Haya. Con crudeza el editorialista afirmaba: se trata de una pretensión que repugna al derecho y por eso inadmisible para Chile, como país respetuoso de la legalidad internacional y de la integridad de su territorio.869 Otro editorial del mismo diario titulado “Impugnar a La Haya ahora”, corroboraba la transversalidad y unanimidad en cuanto a que Chile debía objetar a la CIJ de su competencia para conocer de la demanda, valiéndose de lo que expresa el artículo VI del Tratado Interamericano de Soluciones Pacíficas del Pacto de Bogotá,870 en atención a que Chile y Bolivia establecieron sus límites en forma definitiva en 1904, cuarenta y cuatro años antes de la vigencia de dicho convenio internacional. La nota continua haciendo referencia a los plazos que tendría Chile para impugnar la jurisdicción, pudiendo ser dentro de los 90 días contados desde la presentación de la demanda boliviana -15 de julio 2014- o hasta el 18 de febrero de 2015, junto con la contramemoria. Constituyendo la primera de estas opciones la excepción u observación preliminar, lo que significaría suspender la discusión de fondo hasta que se falle la incompetencia, que de lograrlo significa el término del juicio. El editorialista abunda sobre las ventajas de una u otra opción, pronunciándose por la excepción preliminar, que además del mayoritario respaldo es una manifestación clara del convencimiento y rechazo que merece a Chile la competencia del Corte, sin dilaciones ni vacilaciones. Los que se inclinan por la segunda opción, en la contramemoria, sostienen que la alegación de la incompetencia en la contramemoria podría verse reforzada por el contexto de esta presentación y los alegatos posteriores. Incluye además la variante de notificar anticipadamente a la CIJ que se presentará con posterioridad la impugnación en la contramemoria, lo que a juicio del articulista crearía la percepción “aunque fuere equivocada”, de falta de preparación de los fundamentos de la impugnación, señalando también que tal presentación carece de valor jurídico. La nota insiste sobre los temores del juicio ponderado del tribunal de La Haya: Hay extendidas reservas sobre el proceder de la Corte de La Haya, tras el fallo sobre delimitación marítima con Perú.871 En relación a la estadística de los casos en que la CIJ se ha declarado incompetente o como ha fallado, estudios revelan que en 67 años de vigencia con un total de 117 fallos, de los cuales 48 corresponden a disputas territoriales, en 13 ocasiones ha resuelto en favor del demandante (27,1%); en 19 disputas lo ha fallado en forma neutral o con matices para ambas partes (39,6%); y en 16 casos, ha

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Ibídem. Cuerpo A, p. 3. Tampoco podrán aplicarse dichos procedimientos a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del presente Pacto. Nota del autor. 871 El Mercurio de Santiago. 13 de junio de 2104. Cuerpo A, p. 3. 870

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rechazado la demanda o se ha declarado incompetente (33,3%).872 Alfredo Moreno Charme, excanciller bajo el Gobierno de Sebastián Piñera, en una entrevista a un medio de circulación nacional expresó no conocer la memoria boliviana, entendiendo que es más detallada de la demanda mediante la cual Bolivia pretende afirmar que el fin de la guerra y la entrega del litoral boliviano tenían más condiciones de las que señala el tratado de 1904, agregando que todo fue zanjado en dicha fecha, antes de 1948, en que comenzó a regir el Pacto de Bogotá y abogando por la excepción expresa que si en la Memoria se repite que el origen de los compromisos de Chile viene del tratado de 1895, que ni siquiera se aprobó, se deben presentar excepciones, y que el momento en que se haga esto, ya sea de forma preliminar o en el fondo, es algo que se debe estudiar cuidadosamente. Le extraña además que en Bolivia no se ha escuchado a su presidente ni a las autoridades de que van a acatar el fallo. De sus declaraciones echamos de menos dada su experiencia como canciller, que no dio respuesta a la forma en que se podría combatir la ofensiva diplomática y política de Bolivia, que incluye entre muchas medidas el envío de un embajador itinerante, salvo la de hacer mención de las numerosas facilidades que se le otorgan a la nación vecina producto del tratado de 1904, enfatizando los puntos que el país debe socializar con la comunidad internacional sobre cómo se han cumplido los compromisos del Tratado de 1904, mencionando el almacenaje gratis en nuestros puertos por un año, que es financiado en forma íntegra por nuestro Estado y de los numerosos beneficios obtenidos mediante la firma del Tratado 1904, tales como la construcción del ferrocarril, etc. Indicó además que el 70% del comercio marítimo de Bolivia se hace a través de nuestros puertos y el 70% de la operación del puerto de Arica corresponde a mercadería boliviana.873 Por su parte, el canciller Heraldo Muñoz, aludiendo a las declaraciones de Alfredo Moreno en el sentido de que Chile debía presentar una excepción de jurisdicción ante La Haya, afirmó: Es una de las consideraciones que estamos analizando, no hemos tomado una decisión todavía. A continuación expresó que ello se decidiría una vez completado todo el proceso de consultas con expresidentes, excancilleres y otras autoridades. Parlamentarios como Juan Antonio Coloma y Jorge Tarud concordaron con la idea de presentar dichas objeciones preliminares, ratificando así el consenso transversal que existe al respecto.874 Hernán Salinas Burgos, embajador, abogado y candidato de Chile al Comité Interamericano de Justicia, escribió el 29 de mayo del 2014 que había razones jurídicas y políticas que aconsejaban que la competencia de la CIJ debía ser impugnada como una excepción preliminar, basando su opinión en el artículo VI del Pacto de Bogotá, al precisar que dichos procedimientos no podrán aplicarse a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de

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http://www.t13.cl/noticia/nacional/como-ha-actuado-la-corte-de-la-haya-en-117-fallos. Consultada el 5 de junio de 2014. 873 El Mercurio de Santiago. 11 de mayo de 2014. Cuerpo D, p. 6. 874 Ibídem. 9 de mayo 2014. Cuerpo C, p. 2.

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un tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del presente Pacto. Agrega que el Estado Plurinacional de Bolivia, sin desconocer el mencionado artículo y sin cuestionar la validez del Tratado de Paz y Amistad de 1904, pretende que la Corte declare una supuesta obligación por parte de Chile para negociar una salida soberana al océano Pacífico por nuestro territorio, argumentando que los tratados de mayo de 1895 dieron pie a tal solicitud por el compromiso asumido por nuestro Gobierno, específicamente en el Tratado de Transferencia de Territorios, condición que habría subsistido al momento de suscribirse el Tratado de Paz de 1904, llegando incluso a afirmar en su demanda -en forma encubierta según Hernán Salinas- que este último tratado no habría constituido un arreglo territorial definitivo con Chile. Salinas igualmente se manifiesta a favor de la denuncia del Pacto de Bogotá por Chile, contrariando a quienes sostienen que esta actitud no sería consecuente con el tradicional respeto de Chile a los tratados internacionales, precisando que lo que este consagra es el principio de la solución pacífica de las controversias internacionales, reconociendo asimismo la libertad de los Estados en la elección de los medios a recurrir. Finalmente aporta el antecedente que solo catorce Estados son miembros del Pacto de Bogotá y no más de setenta miembros de Naciones Unidas; entre ellos 14 americanos que han reconocido la jurisdicción obligatoria de la CIJ de conformidad con su estatuto, pero varios de ellos excluyen las cuestiones limítrofes.875 El profesor Salinas, al día siguiente, recibió por medio de una carta el pleno respaldo del destacado embajador José Miguel Barros Franco, insistiendo en que la exposición al tribunal se haga dentro del breve plazo que está corriendo, esto es, a más tardar a mediados de julio próximo, cuestionando lo absurdo del planteamiento de Bolivia, en que Chile no solo está obligado a negociar, sino que debería hacerlo con un resultado que, por sí y ante sí, ha establecido Bolivia: La renuncia a una parte del territorio nacional para que ella goce allí de una plena soberanía, que le asegure a perpetuidad el libre acceso al Pacífico.876 En párrafos anteriores expresamos nuestra preocupación por la debilidad del aparato comunicacional de nuestro Gobierno, pero “tanto va al cántaro el agua que al final se rompe” y este pareció despertar de su sopor y anunció que ante la ofensiva diplomática y comunicacional de Bolivia, la Cancillería chilena está preparando una estrategia que le permite responder a los cuestionamientos que Palacio Quemado hará por el mundo.877 Haciéndonos eco del refrán “más vale tarde que nunca” censuramos sí, que solo unos días antes de que venciera el plazo para presentar las observaciones preliminares se venga a hablar de preparar una estrategia comunicacional. Esto 875

El Mercurio de Santiago. 29 de mayo de 2014. Cuerpo A, p. 2. Ibídem. 30 de mayo de 2014. Cuerpo A, p. 2. 877 Ibídem. 6 de junio 2014. Cuerpo C, p. 2. 876

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debió haberse previsto con mucha mayor antelación, como mínimo, desde que se vislumbró que Bolivia pretendía presentar una demanda ante la CIJ. Ante el fallido intento de Bolivia de incluir nuevamente el tema marítimo en la Asamblea General de la OEA, celebrada en el mes de junio en Asunción, Paraguay, la Cancillería salió al paso destacando las numerosas facilidades de tránsito que se le otorga a dicho país, que superan con creces la situación de otros países sin litoral: (…) No parece haber suficiente conocimiento de las excepcionales facilidades que Chile otorga a Bolivia para su salida al mar, superiores a las que disponen la gran mayoría de los más de cuarenta otros países sin litoral, por sobre las ventajas que a ella le otorgan y recibe de los demás estados vecinos y por encima de los beneficios contemplados en las convenciones internacionales de países sin litoral, que por esta misma razón Bolivia se ha negado a suscribir.878 No obstante el fracaso de la iniciativa boliviana, no fue obstáculo para que su canciller David Choquehuanca aprovechara el marco de dicha reunión para referirse a la demanda marítima, lo que denominó como una invitación al diálogo hacia Chile para superar este conflicto de buena fe e instó a todos los miembros a sumarse a este propósito: Queremos sentarnos a dialogar con Chile; nada más, pero tampoco menos (...). Bolivia ha presentado una demanda de diálogo a Chile para borrar las heridas de la Guerra del Pacífico, dijo el canciller ante sus pares de América. Invoco a la Asamblea a que juntos asumamos que nuestro continente tiene un rumbo para superar esta historia común, declaró el canciller. El canciller chileno Heraldo Muñoz respondió que Chile ha estado siempre abierto al diálogo pero respetando los tratados internacionales y que la Asamblea no era un lugar para conversar sobre ese tema: Encontramos lamentable que en un debate general sobre inclusión social este tema haya sido traído. Me parece que no compete, porque de acuerdo al estatuto de La Haya, estos temas no deben ser ventilados en estos foros, y parece incomprensible. Subrayó la supuesta invitación al diálogo, que no fue tal, sino una demanda contra Chile, lo que es contradictorio a la buena fe, aclarando a continuación todas las facilidades que Chile otorga a Bolivia a través de los puertos de Arica y Antofagasta, aludiendo al acceso libre de toda tipo de mercadería, incluyendo armamento; mencionó además la potestad aduanera de que goza el país vecino en nuestro puertos y el almacenaje gratuito para sus importaciones durante un año. Son garantías que no tiene ningún otro país sin litoral del mundo, remarcó Muñoz, insistiendo en que la situación es distinta a como la planteó su par boliviano. La realidad es distinta. Es que existe acceso al mar, un acceso fluido.879

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Ibídem. Cuerpo A, p. 3. Ibídem. 5 de junio de 2014. Cuerpo C, p. 2.

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El expresidente Eduardo Frei expresó su molestia por la declaración del canciller boliviano Choquehuanca de presentar el problema de la demanda ante La Haya en la próxima asamblea de la OEA, aludiendo al hecho de que Bolivia ha aprovechado todas las instancias internacionales para exponer su tema. Respecto a la campaña comunicacional de Bolivia, agregó: en ese sentido creo que tenemos que ser mucho más agresivos. Tenemos que desplegar a todas nuestras fuerzas políticas, a todas nuestras autoridades para que también hagan lo mismo a nivel internacional.880 Felipe Bulnes, nuestro agente en La Haya, ante las expresiones públicas de diversas personalidades que hemos reproducido en forma parcial en los párrafos anteriores, demostrando el interés nacional que despertó esta materia, estimó inconveniente que esto se ventilase a través de los medios de comunicación y fue de opinión que se mantuviese el hermetismo sobre la futura decisión de la Presidenta de la República, según se deduce de una entrevista realizada por un matutino. Bulnes dijo estar profundamente preocupado por la situación y acusó la irresponsabilidad y demagogia de los actores que han emitido opiniones. Se podría llegar a pensar con estas expresiones, dado el hecho que mayoritariamente las opiniones públicas apoyaban la impugnación, que las señales de La Moneda vendrían en sentido contrario. Los dichos de Bulnes fueron fuertemente criticados tanto por parlamentarios como por otros actores políticos, pero recibieron el apoyo del embajador de Chile en los Estados Unidos y excanciller Juan Gabriel Valdés quien dijo: Políticos pauteando sobre la defensa en La Haya es una irresponsabilidad sin precedentes.881 Discrepamos tanto de Bulnes como de Valdés. Está bien que la política exterior sea de responsabilidad del Presidente de la República, pero ello no obsta que se expresen opiniones en forma pública, especialmente en un tema de tanta relevancia. Tiempo después, a su regreso de la reunión que había sostenido en París con la firma británica de abogados que contrató Chile (Freshfields Bruckhaus Deringer LLP) y los litigantes extranjeros que lo representaron en la Corte, en los primeros días de julio, concedió una larga entrevista donde se refiere a las implicancias de la decisión presidencial y los próximos pasos a seguir en el proceso. Bulnes explicó que la decisión obedeció a un proceso largo, de diálogo permanente con la mandataria y el canciller, quienes fueron informados por el equipo jurídico de los diferentes análisis, producto de los cuales se sacaban las conclusiones correspondientes. Ante una consulta que si la opción elegida es la de mayor valor para el interés nacional, respondió: Obviamente que el criterio que inspira todas las decisiones de quienes estamos involucrados en esto es elegir la estrategia que mejor proteja los intereses del país, agregando que se fundaba en que se tiene la convicción de que la demanda interpuesta por Bolivia persigue modificar el Tratado de 1904, quedando excluido en consecuencia de la competencia de la CIJ, y se optó por hacer valer esta incompetencia preliminarmente, porque creemos que la 880

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Ibídem. 6 de junio 2014. Cuerpo C, p. 2. La Tercera. 16 de junio de 2014. p. 10.

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Corte no necesita tramitar todo el caso para llegar a la conclusión que la demanda está fuera de su jurisdicción. Insistió más adelante en que consideraba inaceptable la demanda, por cuanto afecta la intangibilidad de los tratados y que Chile jamás ha aceptado darle competencia a ese tribunal para que resuelva sobre lo que Bolivia anhela. Afirmó, que si bien es cierto la objeción se hizo indudable desde el comienzo, otras cosa fue el análisis técnico para determinar en qué momento se hacía y si estaban las condiciones para que el Tribunal de La Haya pudiera acogerla preliminarmente. En cuanto a sus pasadas declaraciones de poner fin al debate que hacían en forma pública, aclaró que nunca pretendió inhibir la discusión, obvia y necesaria. Mi punto era que en una materia tan específica como resolver cuándo objetar la competencia de la Corte, donde hay muchos elementos técnicos involucrados, se confiara en la decisión final de la Presidenta, quien resolvería teniendo a la vista todos los antecedentes, muchos de los cuales no son públicos. Bulnes aludió a lo expresado por el canciller de que no solamente corresponde hacer una mejor defensa jurídica sino también desplegar una diplomacia pública y que se estaban haciendo distintos esfuerzos destinados a demostrarle a la comunidad internacional que Chile ofrece a Bolivia un acceso al mar privilegiado, muy superior al que dispone la mayoría de los otros países mediterráneos; que la intangibilidad de los tratados es una pieza clave de nuestra política exterior y garantía fundamental para la paz entre los países; y que la demanda boliviana pone en riesgo la estabilidad de las fronteras y el valor de lo pactado, con todo lo que ello significa para la comunidad internacional. Se refirió igualmente a los riesgos, que como en toda opción siempre los hay, pero que ello no constituía argumento para dejar de plantear la alternativa. Con respecto al equipo jurídico señaló que estaba conformado pero que siempre está abierta la posibilidad de que se puedan sumar otras personas.882 José Rodríguez Elizondo. Es una de las personas que en opinión de este autor ha demostrado tener una mayor claridad sobre la demanda en comento y la forma en que debía haber actuado el Gobierno de Chile, cuya tesis la ha enunciado en distintos foros, charlas y escritos. Su vasto currículo883 y la versación sobre temas 882 883

El Mercurio de Santiago. 13 de julio de 2014. Abogado, licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, profesor titular de Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho de dicha Universidad, columnista de La Tercera (Chile) y La Vanguardia (Barcelona, España). Miembro del Consejo Editorial de la revista digital española Tendencias 21, Consultor del Centro Latinoamericano para las relaciones con Europa (Celare). Es, además, escritor, periodista, crítico de arte y diplomático. Veinte libros publicados y numerosas monografías y publicaciones. Primer Director del Centro de Información de las Naciones Unidas para España (1986-1991), Director de Asuntos Culturales e Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile (1991-1994) y Embajador de Chile en Israel (1997-2000). Últimos libros publicados entre otros: De Charaña a La Haya (2009), Las crisis vecinales del Gobierno de Lagos (2006), Chile-Perú: el siglo que vivimos en peligro (2004), Chile: un caso de subdesarrollo exitoso (2002), Premio Rey de España 1984; Premio América del Ateneo de Madrid, 1989; Diploma de Honor de la Municipalidad de Lima; Asesor de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz, de Zaragoza, España.

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internacionales dan fe de la solidez de su posición al respecto. Sin embargo, no obstante ser miembro del Comité Asesor designado por la Presidenta de la República, su ponencia para enfrentar la demanda de Bolivia no fue debidamente considerada, quizás por ser demasiado realista y no exenta de riesgo. Rodríguez Elizondo patrocinaba que la impugnación debía ser no una Observación Preliminar, sino “definitiva” y recurrir a ella no como un simple desagrado o enfado por el inusual fallo de dicha Corte en el pasado juicio de la demanda presentada por Perú, sino apoyada en estricto rigor y derecho, en lo que expresa el artículo 53 de los estatutos del citado tribunal. Nuestro Gobierno junto con invocarlo, debía haber acompañado dicho recurso a La Haya y al Secretario General de las Naciones Unidas con todos los antecedentes de carácter histórico, legales y en especial con los numerosos beneficios que otorga a dicha nación en cumplimiento al Tratado de 1904 y otros suscritos con posterioridad, que superan con creces los establecidos en el Derecho Internacional para los países sin litoral. Junto con sumarnos a la estrategia del exembajador, estimamos que copia de dicha presentación, debería haberse remitido además al Consejo de Seguridad de dicho organismo, por cuanto un eventual fallo adverso, que modifique los límites libremente y soberanamente acordados entre ambos Estados u otra fórmula que limite nuestra soberanía o la del Perú, podría abrir una caja de pandora y de hecho inducir a otras naciones en el concierto mundial a emular similar procedimiento, poniendo en grave riesgo la seguridad de las regiones afectadas, estimulada justamente por los organismos encargados de preservar la paz. De una entrevista efectuada a José Rodríguez en relación con su visión particular sobre la demanda, extraemos las siguientes respuestas: - ¿Qué estrategia seguiría usted? La que planteo en mi último libro: una excepción de incompetencia definitiva, en la que se expongan nuestras razones políticas, diplomáticas, históricas y jurídicas, con primera copia al Secretario General de la ONU y amplia información a la opinión pública mundial. Esa excepción formalizaría la decisión de no legitimar

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un proceso que puede inducir a la revisión de dos de nuestros tratados de límites, de los cuales depende, obviamente, nuestra seguridad como nación. - ¿Y en qué funda esa "excepción de incompetencia definitiva"? En que los tratados de límites y la voluntad soberana de un Estado miembro de la ONU debieran significar algo para los jueces de la ONU. Por lo demás, es una posibilidad legitimada por el artículo 53 del estatuto de la mismísima Corte. Esta norma contempla el caso de las partes que, por cualquier motivo, deciden no defenderse en instancia judicial. Lo notable es que, en tal caso, la Corte hace lo que debió hacerse desde el inicio: determinar si es o no competente y asegurarse de que la demanda está bien fundada en cuanto a los hechos y al derecho. - Presentar las excepciones ahora, ¿no es arriesgarse a una derrota? Parece difícil que la Corte se reste anticipadamente de ver un caso. El riesgo existe. Ninguna burocracia compleja se rinde ante la evidencia. Pero no se ha inventado el conflicto sin riesgo, y en este caso es inescapable, pues también estará presente después de presentada la Contramemoria y a la hora del fallo. No tenemos ninguna garantía previa de que dada la solidez de nuestra posición jurídica, los jueces digan a Evo Morales que nunca debió recurrir a ellos. Precisamente porque no podemos evadir el riesgo, he planteado que lo incorporemos a una estrategia de acción que comience con una excepción definitiva y no simplemente preliminar. Insisto: optar entre excepciones preliminares hoy o en un año, es un falso dilema. Una excepción definitiva, al menos, privilegia la decisión soberana y la dignidad del Estado demandado. - Pero, según ha publicado la prensa, los abogados habrían aconsejado de modo unánime no presentar antes de la Contramemoria (...). Nuestro gran problema es que los últimos conflictos internacionales los han manejado los técnicos y no los responsables políticos y diplomáticos del Estado. Lo que usted dice me parece lógico desde la perspectiva de los abogados extranjeros contratados. Para ellos, Chile es un cliente más, al cual aplican un aforismo inverso al que aprendimos en nuestras facultades de Derecho: más vale un mal juicio en La Haya que un excelente arreglo entre las partes. Debieran tener menos pavor al riesgo y mejor disposición para procesar los errores cometidos.884 De una carta publicada en un matutino donde este autor se manifiesta en apoyo de la observación definitiva, sustentada por José Rodríguez Elizondo, incluyo al final el siguiente párrafo: ¿Estaremos dispuestos a cumplir la eventual imposición de un tribunal carente de facultades para modificar nuestros límites y soberanía? El Gobierno al que le corresponda recibir dicho fallo, de ser adverso, ¿estará dispuesto a cumplirlo a riesgo de provocar profunda división y malestar interno? ¿Valdrá la pena diferir un pronunciamiento que se podría extender durante unos cinco años, sujeto además a 884

El Mercurio de Santiago. 8 de junio de 2014. Cuerpo D, p. 11.

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la intensa campaña comunicacional de Bolivia, difundiendo una imagen de nación mártir a través de todo el mundo y ocultando sus propias falencias mientras procura deteriorar nuestro prestigio?885 Juan Ignacio Brito, decano en la Facultad de Comunicación en la Universidad de Los Andes, respecto al silencio que pidió Bulnes, expresó que el agente no tenía razón, justificando su reproche en que el tribunal de La Haya no inspira confianza, aludiendo al fallo ante la demanda peruana, en que no obstante haber acogido nuestros argumentos jurídicos se puso creativo para fallar en favor de Perú, no quedan dudas acerca de la vocación política con que resuelve, dejando de manifiesto que los jueces al discernir lo hacen al margen de los criterios judiciales, y agrega que sería una irresponsabilidad no hacerle sentir a la CIJ nuestra molestia, teniendo en consideración que Bolivia pretende mediante un artificio desafiar un tratado que suscribió con plena libertad y que se encuentra fuera del ámbito de jurisdicción de la Corte. Luego añade: Bulnes vuelve sobre una suerte de mantra con aires decimonónicos: la que resuelve es la Presidenta y todos debemos cuadrarnos sin chistar ante esa realidad, porque aquí lo que está en juego es una política de Estado.886 Pero las pretensiones de Felipe Bulnes, lejos de ser atendidas obraron en contrario. Una editorial de La Tercera “Es el momento de impugnar” expresó que si dejamos esto para largo, entraremos en un debate con teorías cada cual más increíbles, que podrían influir sobre la sensibilidad de los jueces. El editorialista argumenta la incompetencia de la Corte basado en el artículo VI del Pacto de Bogotá; hace referencia a los tratados de 1895 en que se fundamenta la demanda boliviana, tratado que nunca fue ratificado por ambas naciones y luego añade (…) no nos engañemos, se trata de un asunto político, con ropajes jurídicos. Si Chile se decidiese por la opción de la contramemoria, tendremos un largo juicio en el que Bolivia tendrá más tiempo para seguir esparciendo su historia.887 Edmundo Vargas, licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, exsubsecretario de Relaciones Exteriores, con respecto a las observaciones preliminares escribe que es una decisión riesgosa y la fundamenta: Hay evidencia que indica que si se plantean sin éxito las excepciones preliminares, luego se podría perder el caso si la corte llega a pronunciar sentencia sobre el fondo. En su artículo devela el cambio de actitud que tuvo Evo Morales cuando recientemente ratificó el Pacto de Bogotá, pero formulando al mismo tiempo una reserva, lo que mereció el reparo de parte de nuestro Gobierno, manifestando al rechazar tal reserva que no aceptaba, de acuerdo a la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (art. 20 Nº 4b),888 que Bolivia pudiese ser considerada respecto de Chile, Estado parte del Pacto de Bogotá, lo que obligó a Bolivia a retirar su reserva, procediendo luego a demandar a Chile.

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Ibídem. 18 de junio de 2014. p. 8. Ibídem. 19 de junio de 2014. p. 6. 887 Ibídem. 21 de junio de 2014. p. 10. 888 Art. 20. Nº 4b. La objeción hecha por otro Estado contratante a una reserva no impedirá la entrada en vigor del tratado entre el Estado que haya hecho la objeción y el Estado autor de la reserva, a menos que el Estado autor de la objeción manifieste inequívocamente la intención contraria. Nota del autor. 886

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Vargas expresó sus aprensiones señalando que deben hacerse de acuerdo al artículo 79889 del Reglamento de la CIJ artículo que tiende a separar el tratamiento de dichas excepciones con la discusión sobre el fondo del asunto, facultando a la Corte a rechazar una excepción preliminar si ésta no tiene, en las circunstancias del caso, un carácter exclusivamente preliminar. A continuación agregó que en la mayoría de los casos la Corte ha preferido pronunciarse sobre las observaciones preliminares al dictar la sentencia definitiva y de acuerdo a estadísticas que menciona, citando al profesor Antonio Remiro Brótons, que cuando la corte ha rechazado una excepción preliminar, un análisis estadístico permite establecer la conclusión de que el demandado que plantea sin éxito excepciones preliminares acaba perdiendo el caso si la corte llega a pronunciar una sentencia sobre el fondo, optando o recomendando que Chile debe evitar los riesgos y hacerlo en la contramemoria.890 José Antonio Viera Gallo, embajador, exministro de Estado y exmiembro del Tribunal Constitucional se sumó a la incompetencia de la CIJ con estas palabras: Lo importante es que el argumento de la incompetencia del Tribunal sea sostenido con la claridad y la fuerza que el caso amerita y no se diluya entre muchas otras alegaciones (…). Viera Gallo sostiene que el planteamiento de Bolivia no constituye una disputa internacional que habilite a la Corte para conocer del asunto en los términos del artículo 36 de su estatuto, por cuanto existe un tratado que no ha sido desconocido por Bolivia, país que utiliza nuestros puertos, como tampoco hay controversia sobre la interpretación o la existencia de hechos que implicaran la violación de una obligación acordada. Sostuvo que no es competencia de la Corte conocer este caso y mucho menos forzar a Chile a negociar con un fin determinado.891 Jaime Lagos Erazo, diplomático de carrera, hijo de un distinguido escritor y también diplomático, de cuyas obras nos hemos servido en el presente trabajo, concuerda con el testimonio de José Viera Gallo, pese a las recomendaciones del agente Felipe Bulnes. Lagos nos recuerda los sucesivos fracasos que han tenido las pretensiones bolivianas en el ámbito internacional, aun cuando en esta oportunidad Bolivia ha maquillado su demanda bajo el expediente que esas pretensiones no se sustentan en dicho tratado, sino que en actos unilaterales basados en supuestas obligaciones incumplidas. Cita a continuación a Carlos Martínez Sotomayor, ministro de Relaciones Exteriores bajo el Gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez: La tesis de la revisión de 889

Art. 79 Nº 9. La Corte, oídas las partes, decidirá por medio de un fallo, en el que aceptará o rechazará la excepción o declarará que la excepción no tiene, en las circunstancias del caso, un carácter exclusivamente preliminar. Si la Corte rechazara la excepción o declarara que no tiene un carácter exclusivamente preliminar, fijará los plazos para la continuación del procedimiento. Nota del autor. 890 El Mercurio de Santiago. 21 de junio de 2014. p. 10. 891 El Mercurio. Blogs, Tribuna. 30 de junio de 2014. Consultada el 5 de julio de 2014.

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los tratados de límites sería fatal no solo para Chile, sino para América toda. Traería la anarquía total en nuestro continente, ya que la gran mayoría de los límites actuales, tanto en América del Norte como en la América Central y en la del Sur, han sido fijados por tratados internacionales cuya validez no puede ser puesta en duda sin provocar los más graves conflictos.892 Sergio Villalobos, historiador, haciendo referencia a la mencionada publicación, justo con valorar que se ha dado un paso meritorio al publicar dicho fascículo, extraña al mismo tiempo medidas más eficaces en una época en que los medios de comunicación ejercen tanto dominio, expresando enseguida algunas observaciones de data y apreciaciones equivocadas, además de superficiales, un libro que por el hecho de serlo tendrá gravitación en amplios círculos. En su carta estimó que el ministerio de Relaciones Exteriores no puede desentenderse ante la falta de un libro que especifique toda la trama de nuestras relaciones con Bolivia desde los más remotos orígenes, donde los títulos coloniales sobre el desierto de Atacama deberían formar parte, por las formas de jurisdicción que de acuerdo a investigaciones históricas Chile ejercía en dicho territorio, pero que son desconocidas en nuestra Cancillería, asegurando además que: Bolivia nunca tuvo un manejo real del litoral ni contacto con el mar, dependiendo de Chile en esas materias. Siempre vivió como país altiplánico, ha sido su vocación histórica, que ha determinado una cultura y una manera de ser. (…) Todo pareciera indicar que el libro que echamos de menos debería ser preparado con mucha claridad y buen fundamento en la investigación. No podemos quedarnos atrás con el formalismo jurídico de la diplomacia.893 No podemos menos que coincidir plenamente con Sergio Villalobos. De hecho, hemos tratado a través de este libro cubrir gran parte de las falencias a que se refiere el destacado historiador, esperando contribuir con un grano de arena. b) La decisión de impugnar

Pese a existir casi un consenso en la opinión pública que Chile debía impugnar a la Corte en las excepciones preliminares, desde el extranjero llegaron voces que desalentaban dicho propósito. La recomendación de expertos extranjeros y nacionales responsables de la defensa habría sido comunicada a la Presidenta de la República, quien debía tomar una decisión antes del 15 de julio y consistiría en no presentar el recurso de excepciones preliminares, como vía para plantear la incompetencia del tribunal, sino hacerlo en la presentación de la contramemoria.894 No obstante, prevaleció la primera de las opciones, descartando los argumentos del riesgo que se corría de hacerlo dentro de los noventa días, porque nadie puede garantizar un fallo favorable o desfavorable en uno u otro caso, y más vale saber desde los inicios si la Corte se arrogará o no una competencia que no le pertenece y que Chile 892

Ibídem. 2 de julio 2014. Cuerpo A, p. 2. El Mercurio de Santiago. 1 de julio 2014. Carta al director del diario. Cuerpo A, p. 2. 894 La Segunda. 23 de mayo de 2014. p. 23. 893

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desconoce. Chile presentará objeciones preliminares a jurisdicción de La Haya. La decisión adoptada refleja la política de Estado que tradicionalmente ha caracterizado nuestras relaciones exteriores en la defensa inclaudicable de nuestra integridad territorial y de los intereses nacionales. Así editorializó El Mercurio capitalino, la decisión del Gobierno de Chile en el sentido que lo haría antes del 15 de julio, comunicado hecho por la propia Presidenta de la República por cadena nacional.895 La decisión que tomó la Mandataria y el equipo a cargo de la defensa nacional es acertada, en ello ha contado con el respaldo unánime de todas las fuerzas políticas y excancilleres, como también de un sinnúmero de especialistas, además de los cuatro expresidentes, porque refuerza la postura chilena de restar toda validez a la acción boliviana, a través de un artilugio jurídico.896 c) Chile y la aspiración marítima boliviana. Mito y Realidad

Así se denomina la publicación de breves páginas con que el Gobierno de Chile, a través del ministerio de Relaciones Exteriores, salió al paso de la agresiva campaña comunicacional de Bolivia. Mediante este folleto que resume las facilidades, privilegios y derechos otorgados a Bolivia en territorio chileno y que le entregan un amplio acceso al océano Pacífico, el Gobierno de Chile esperaba que la opinión pública internacional pueda conocer nuestros argumentos y pueda leerlos en este documento. Fue publicado en tres idiomas (español, inglés y francés), y su distribución estuvo prevista en la red de misiones de Chile en el exterior, además en las misiones y viajes de parlamentarios y en los distintos foros internacionales en que nuestro país participe. En parte de su presentación el Canciller expresó: (…) cuenta con tres componentes que explican la posición chilena: Bolivia tiene acceso al mar; Chile y Bolivia poseen límites claros y definitivos fundados en un tratado plenamente vigente; y lo que está en juego: el desarrollo normal de las relaciones internacionales y el respeto por los límites establecidos. El texto destaca las facilidades de tránsito libre a perpetuidad otorgada por el tratado de 1904, la autonomía aduanera, preferencias tarifarias y facilidades de almacenamiento, exenciones tributarias y libre desplazamiento por las rutas de conexión con los puertos que Chile entregó a Bolivia, beneficios que no sólo surgen del Tratado de 1904 sino que de distintos instrumentos suscritos entre ambos Estados y que Bolivia desconoce en su demanda.897 d) Las voces extranjeras

Rafael Correa, Presidente de Ecuador, visitó Chile en el mes de mayo de 2014. Se entendía que su propósito era estrechar los vínculos entre ambas naciones, pero no

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El Mercurio de Santiago. 8 de julio de 2014. Cuerpo A, p. 3. La Tercera. 9 de julio de 2014. p. 7. 897 La Segunda. 24 de junio de 2014. p. 11. 896

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fue una visita grata, hasta nos atrevemos a decir desatinada y de pésimo gusto por sus declaraciones en favor de la causa marítima boliviana, lo que motivó reproches desde distintos sectores políticos y de la opinión pública en general. Pero ello no nos debe llamar la atención, porque ya conocíamos su proceder bastante desleal y reprochable en el caso de la delimitación marítima con Perú, no obstante haber suscrito su nación con dicho país similares tratados. La editorial titulada “Resultado de una agraviante visita” nos lo trae a la memoria: Sus expresiones han recordado otras lamentables intromisiones del Mandatario ecuatoriano que debilitaron la defensa chilena en el juicio sobre delimitación marítima con Perú. En los inicios de ese procedimiento, el presidente Correa compartió y se comprometió, mediante declaraciones conjuntas presidenciales, en apoyar la suficiencia de los tratados de 1952 y 1954 para fijar los límites marítimos a través del sistema del paralelo. Esa había sido la postura permanente de Ecuador. Luego, en medio del litigio, el gobernante intercambió notas diplomáticas con Perú, que permitieron sostener ante la Corte que, en virtud de esos documentos, se establecía la frontera, y afirmar la tesis de que los límites peruanos con Chile y Ecuador no habían sido fijados por esos tratados.898 Presentación de El Libro del Mar: El diario La Razón, de La Paz, anunciaba que durante la Cumbre del Grupo G77 a realizarse en Santa Cruz de la Sierra en el mes de junio del 2014, el Gobierno boliviano presentaría El Libro del Mar, lo que efectivamente se llevó a cabo, aun cuando no formó parte del programa oficial. El coordinador de la cumbre del Grupo de países en vía de desarrollo y China, Reymi Ferreira, con descaro aseguró que no se pretendía llevar el reclamo de Bolivia a la Cumbre, porque el asunto es de orden bilateral, pero que será entregado a los mandatarios y representantes del grupo que visiten Bolivia (…). Carlos Mesa, expresidente de Bolivia, precisó que era fundamental la distribución del libro para que lleven una información adecuada de lo que representa nuestra causa, los motivos que encaminaron al juicio ante La Haya y la justificación jurídica del proceso legal.899 Bien por Bolivia, mal por nosotros, que aparentemente no hicimos nada por lograr los mismos objetivos. El lanzamiento de El Libro del Mar, hecho por el presidente Evo Morales, recibió ácidas críticas de parlamentarios y expertos, rechazando los planteamientos del Palacio Quemado, incluidos en el citado texto. Entre los que lo refutaron en Chile están los senadores Jorge Pizarro, Juan Antonio Coloma y los abogados Jaime Lagos Erazo y Astrid Espaliat. Las críticas señalan que el texto contiene planteamientos sesgados y omisiones históricas, enfatizando que no existen supuestos compromisos de Chile con ese país respecto de buscar una salida soberana al mar.900 El hecho en sí fue prácticamente improvisado, se pretendía que asistiera gran

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Ibídem. 18 de mayo de 2014. Cuerpo A, p. 3. Emol. Internacional. 24 de mayo de 2014. www.emol.com. Consultado el 25 de mayo de 2014. 900 Ibídem. 29 de junio de 2014. Cuerpo C, p. 8. 899

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parte de las delegaciones extranjeras concurrentes a la Cumbre G77, pero muchos se excusaron. Las invitaciones fueron hechas a última hora y telefónicamente, algo falló en consecuencia, en la casi siempre bien orquestada campaña comunicacional. Nada de eso importó al presidente Evo Morales. El mandatario boliviano festejó la presencia en palacio del Embajador de Uruguay, Carlos Flanagan, y de la dirigente indígena guatemalteca y Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, los únicos extranjeros presentes en un acto que constituiría el relanzamiento de su ofensiva política, diplomática y comunicacional paralelamente al juicio interpuesto contra Chile.901 El “Reloj del Mar”. Hay que reconocer que el presidente Morales o sus asesores tienen un buen aparato comunicacional y con lucidas iniciativas, es digno de destacarlo. Encargaron a un conocido artesano la confección de un reloj en madera noble, el cual representa el mapa boliviano con parte de su territorio saliendo al Pacífico. La particularidad de esta obra es que las manecillas giraban hacia la izquierda y con los números al revés. Doscientos de estos ejemplares fueron obsequiados a las delegaciones que concurrieron a la cumbre G77, lo que mereció el reclamo oficial de Chile. El canciller chileno lo consideró un gesto inamistoso.902 Víctor Rodríguez Cedeño, jurista venezolano903, fue uno de los expertos a que recurrió Bolivia después de haber desechado pretender la revisión o nulidad del tratado de 1904, quien afirmó en una entrevista la importancia que revisten las declaraciones hechas por autoridades chilenas de ofrecer una salida al mar a Bolivia, pero acotando que se trata de una fuente del derecho internacional sobre la cual no existe consenso y que ha sido imposible de codificar y de regular. Consultado sobre la demanda boliviana, declaró si bien no conocía la memoria boliviana por su carácter aún reservado, deducía de la impetración que Bolivia aludía a declaraciones de presidentes, cancilleres y embajadores chilenos que han dicho que van a negociar. Eso no significa mucho tampoco, porque el hecho de que lo digan no significa que queden jurídicamente vinculados por una declaración unilateral, son varios los elementos que deben conjugarse. Luego acotó que no es posible que se obligue a Chile a negociar en los términos exigidos por Bolivia, porque la negociación no puede estar predeterminada a un fin específico, pero la buena fe no puede llevar a obligar a un Estado a dar a otro una salida soberana al mar. Creo que Bolivia equivocó el camino, pues la negociación debió ser diplomática y no jurídica.904 Conocido el fallo de la Corte de La Haya, podemos afirmar que lo afirmado por Rodríguez Cedeño tenía plena razón. Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, emulando a Evo Morales, quien 901

La Tercera. 29 de junio de 2014. Reportajes. p. 11. El Mercurio de Santiago. 27 de junio de 2014. Cuerpo C, p. 2. 903 Entre 1996 y 2006 fue relator de la Comisión de Derecho Internacional por encargo de la ONU e integrada por 34 expertos encabezados por el abogado francés Alain Pellet, que trató de establecer las normas que regularan los actos unilaterales y su aplicación en el derecho internacional. Nota del autor. 904 La Tercera. www.latercera.com. 29 de junio de 2014. Reportajes. Consultada el 30 de junio de 2014. 902

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se ha caracterizado por el lenguaje desmedido contra Chile, ha seguido el mismo camino, lo que parece indicar que es parte de una política de Estado. En un acto en La Paz, García, luego de conocer la decisión de Chile de impugnar la competencia de la Corte se refirió en los siguientes términos: La situación económica de Chile se debe a los recursos que se le robó a su país tras la guerra del Pacífico…. La bonanza en Chile se debe a la explotación de cobre en minas situadas en el territorio que Bolivia perdió como resultado de la Guerra del Pacífico. Chile ha exportado cobre de minas bolivianas que nos han usurpado en Antofagasta y Cobija por valor de 25.000 millones de dólares en un solo año. Si ese territorio siguiera en manos de Bolivia, ¿se imaginan la cantidad de dinero que tuviéramos? Sumen a lo largo de cien años cuánto dinero nos han robado. Si ellos están bien es gracias a nuestro cobre, a nuestros minerales.905 Heraldo Muñoz, no tardó en responder: Vamos a tomar muy en cuenta las declaraciones del Vicepresidente de Bolivia en nuestros alegatos ante la Corte. Creo que los jueces pueden considerarlas muy interesantes como sustento a nuestra objeción de jurisdicción, basada en el hecho de que lo que pretende Bolivia es desconocer el Tratado de 1904 que fijó las fronteras entre nuestros dos países.906 Jorge Lazarte, boliviano, doctor en Ciencia Política907 de reconocido prestigio, enunció una serie de antecedentes que ponen de manifiesto la inconsistencia de la demanda de su Gobierno ante la Corte Internacional de Justicia: Hoy buscamos precisarlas por escrito y de manera más ordenada, una vez que otro medio haya decidido hace poco no difundir una entrevista. Lazarte se pronuncia por una alternativa más recomendable, como la de explorar otras vías diplomáticas más directas y efectivas. Afirma que como boliviano comparte profundamente la necesidad de reparar una injusticia histórica, que le ha impedido a su país un acceso soberano al océano Pacífico, con el que nació la República, y que el mar para Bolivia es mucho más que territorio y compromete su propio ser. El problema desde hace más de un siglo es cómo lograrlo. A continuación pasa a precisar cuáles son a su juicio las inconsistencias: En primer lugar, expresa que el argumento de base de la demanda es lo que se conoce como actos unilaterales de los Estados, capaces de crear obligaciones jurídicas, fundamentación nueva en el país y en el Derecho Internacional, los cuales fueron estudiados por un grupo de trabajo por encargo de la Asamblea de las Naciones Unidas. No obstante que dicho trabajo culminó con la aprobación de conclusiones de diez principios rectores, que deberían guiar el tratamiento de estos actos, la misma Comisión reconoce que un acto unilateral no es unívoco, dejando de manifiesto el relator especial la enorme dificultad de identificar los actos unilaterales 905

Razón y Fuerza. www.razónyfuerza.m.foros.com. 11 de julio de 2014. Consultada el 15 de julio de 2014. La Tercera. www.latercera.com. Política. 12 de julio de 2014. Consultada el 13 de julio de 2014. 907 Doctor en Ciencia Política de la Sorbonne Nouvelle. Fue profesor y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia) y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Exvicepresidente de la Asamblea Constituyente de Bolivia. 906

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como fuentes de derecho internacional. El segundo problema según Lazarte, es que en el supuesto que los actos unilaterales sean considerados como fuentes de derecho, sería difícil aplicarlo al caso de Bolivia con Chile, porque la Comisión determinó que los actos unilaterales deben ser entendido stricto sensu, es decir haber sido formulados con la intención de producir obligaciones en virtud del derecho internacional y ha recordado que la definición de tales actos se inspira muy directamente en la sentencia de la CIJ de 1974, a propósito de la denuncia de Australia contra Francia por los ensayos nucleares llevados a cabo por el país europeo en el océano Pacífico. Del mismo modo apunta una serie de factores para determinar los eventuales efectos jurídicos, tales como las circunstancias en que se dieron los hechos; que la interpretación de tales actos debe ser restrictiva; y que toda declaración unilateral puede ser nula si se encuentra en contradicción con el derecho internacional. Agrega asimismo, la posibilidad de que dichos actos unilaterales puedan ser revocados en determinados casos. A juicio del cientista político, la mayor dificultad radica en los términos en que ha sido formulada la demanda, contrariando a lo que han dado a conocer a los bolivianos los medios de comunicación, especificando que de acuerdo al reglamento de la CIJ una solicitud debe señalar la naturaleza precisa de lo demandado y los fundamentos de derecho que la sostienen. En la demanda boliviana, se pide que la CIJ declare que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de llegar a un acuerdo, que le otorgue a Bolivia un acceso plenamente soberano al océano Pacífico. Lazarte cuestiona que es muy distinto pedir a la Corte que Bolivia y Chile deben negociar, a que se determine que tiene la obligación y aún más de dar un acceso soberano al océano Pacífico, precisando que la cuestión decisiva es el límite de la jurisdicción y competencia de la CIJ, por cuanto el tribunal no tiene una regla que habilite jurídicamente a la Corte para hacerlo y no la tiene. Finalmente, un fallo de acuerdo a los términos de la demanda, implicaría de una u otra forma una modificación a las fronteras que quedaron definitivamente establecidas en el Tratado de 1904, tratado que Bolivia dice no estar en discusión, puesto que el Gobierno de Bolivia retiró la reserva al Pacto de Bogotá, por la cual el país no se ataba jurídicamente las manos ante esa posibilidad. La salida soberana reclamada por Bolivia sólo puede proceder si se modifican las fronteras definidas por ese Tratado, que está amparado en el derecho internacional. La CIJ es un órgano judicial de Naciones Unidas que sólo puede decidir conforme a derecho y no según criterios políticos corrientes. La otra posibilidad de decisión llamada ex aequo et bono (por equidad y en conciencia), sería la más próxima a Bolivia, pero necesita de la aprobación de la otra

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parte.908 Después de leer y valorar este informe, especialmente por venir de quien viene, solo nos quedaba esperar que los jueces de La Haya hubiesen juzgado en esta etapa con el criterio antes señalado. Lamentablemente nos equivocamos y la Corte discernió en forma diferente. e) Evo Morales y el Día del Mar

Como era previsible, en esta tradicional fecha cada 23 de marzo, el Presidente de la República, hoy Estado Plurinacional, aprovecha dicha ocasión para abrir sus fuegos de artillería verbal hacia nuestro país. Sin embargo, en el aniversario de 2015 no cayó en lenguaje ofensivo. Sin duda, teniendo presente que la Corte estaba próximo a escuchar los alegatos de ambos países. Después de una muy breve reseña de los hechos bélicos acontecidos el 23 de marzo de 1879, en que expresó que ello no fue una guerra sino una invasión del poderoso ejército chileno, fuertemente equipado para arrebatar su costa en el Pacífico, modificando nuestra soberanía y nuestra historia, entró de lleno al tema de la demanda, acusando a nuestro Gobierno de intentar evadir a la Corte con las observaciones preliminares, es un incidente dilatorio, acotó. A continuación agregó que Chile se ha comprometido en reiteradas ocasiones a dar a Bolivia un acceso soberano al mar. Este compromiso nació de esa obligación y de la conciencia de autoridades chilenas de apropiarse de su extenso y rico litoral (…). Bolivia hará todo lo que esté en sus manos para recuperar su acceso al mar, resaltó. Afirmó tener la firme convicción que por la razón, por historia, por justicia y por derecho, se retornará a la costa del Pacífico. Frente al reconocimiento de Chile, Bolivia acudió ante la CIJ para que sea resuelto ante el derecho vigente (...) para que reconozca la Corte que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe y de manera efectiva el acceso soberano al océano Pacífico. Expresó además tener plena confianza en la Corte Internacional de Justicia que le dará razón y obligará a Chile a negociar de acuerdo a lo expresado en la demanda. Reiteró asimismo que no buscan alterar o modificar el tratado de 1904, sino el cumplimiento de los efectos jurídicos y que la demanda no puede considerarse un acto inamistoso.909 Heraldo Muñoz, respondió al presidente Evo Morales, afirmando que tras 110 años de respeto al tratado de 1904, en el que se fijaron de manera definitiva los límites fronterizos con Bolivia, reiteró que la corte no tiene autoridad para cambiar esa normativa. Añadió que las puertas están cerradas, pero que no las cerró Chile, fueron los propios bolivianos los que, cometiendo un error histórico, llevaron este caso a La Haya unilateralmente. 908

Revista Política & Economía. 14 de octubre de 2014. www.políticayeconomía.cl. Consultado el 30 de noviembre de 2014. 909 Del discurso en audio visual del presidente Evo Morales. www.youtube.com/watch. Visto el 24 de marzo de 2015.

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No nos extraña la declaración del Presidente de Bolivia, pero lo único que está claro en la historia ha sido el respeto a los tratados por parte de Chile, concretamente el tratado de 1904, que fijó de manera perpetua la frontera entre ambas naciones. Asimismo el ministro insistió que el Gobierno de Chile está abierto a conversar de otros temas con Bolivia, y respecto a la próxima visita del Papa a dicho país, señaló que no hay ningún problema: El Santo Padre tiene muy claro que es un asunto que no le compete al Vaticano. Nosotros hemos tenido conductos para llegar con nuestra opinión al Santo Padre, él sabe muy bien nuestra opinión.910 Declaraciones semejantes hizo a pocos días de iniciarse los alegatos, insistiendo en la incompetencia de la CIJ, demostrando confianza en lo que se dirá ante dicho tribunal y dejando en claro lo que Bolivia le pide a la Corte: que Chile ceda terreno y eso se opone al Tratado de 1904, precisando que hay un tratado vigente por más de 110 años, y recalcando que Bolivia tiene acceso al mar, lo que no tiene es acceso soberano y ante el evento que la Corte resuelva en favor de la posición del demandante, señaló que Chile siempre ha respetado los fallos de los Tribunales Internacionales. Según la versión de prensa, basada en el programa El Informante en el que participó como invitado, el ministro Muñoz al hacer referencia a la pretensión del Gobierno boliviano, habría dicho lo siguiente: Con la demanda presentada en 2013, el Gobierno boliviano pretende que la CIJ emita un fallo que obligue a Chile a negociar de buena fe y en firme su centenario reclamo de una restitución del acceso soberano al Pacífico que perdió en la guerra a fines del siglo XIX.911 Hemos destacado con negrita la frase anterior por cuanto quienes desconocen los orígenes de Bolivia puedan asumir de hecho de que Chile arrebató el litoral de Bolivia que les pertenecía desde su inicio como nación independiente, materia que hemos dejado suficientemente clara en los capítulos iniciales de esta investigación, que ello no fue así f)

La visita del papa Francisco y su efecto en las comunicaciones

Como era de esperar, la visita del Sumo Pontífice a Bolivia fue una buena oportunidad para el aprovechamiento político del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, de manera que sus palabras no nos pudieron sorprender al arribo del Santo Padre al aeropuerto de la ciudad El Alto y darle la bienvenida: Hermano Papa, en muchos momentos históricos la iglesia fue utilizada para la dominación (...). Bienvenido a la patria grande a la que se le ha negado el acceso al mar a través de una invasión (…). Ud. ha llegado a una tierra de paz, que busca justicia. Bienvenido a una parte de la patria grande a la que se le ha mutilado su

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Emol. 24 de marzo de 2015. Consultado el 24 de marzo de 2015. Emol. 29 de abril de 2015. Basado en el Programa El Informante. TV Nacional. Visto el 30 de abril de 2015.

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derecho de acceso al mar mediante una invasión.912 Luego de obsequiarle un morral andino y agradecer su presencia, continuó: Bolivia trabaja por los más necesitados, porque quien traiciona a un pobre, traiciona al papa Francisco.913 ¿No será un exceso? Evo no pierde ninguna oportunidad (…). El Papa en su respuesta no hizo alusión al tema marítimo. Hasta ahí se comenzaba bien, pero con posterioridad Su Santidad olvidó que además de ser Jefe de la Iglesia Católica Apostólica Romana, es Jefe de Estado y en su discurso en la Catedral de La Paz en un encuentro con las autoridades civiles, hizo mención a lo siguiente: Una nación que busca el bien común no se puede cerrar en sí misma; las redes de relaciones afianzan a las sociedades. El problema de la inmigración en nuestros días nos lo demuestra. El desarrollo de la diplomacia con los países del entorno, que evite los conflictos entre pueblos hermanos y contribuya al diálogo franco y abierto de los problemas, hoy es indispensable. Y estoy pensando acá, (pausa) en el mar: (pausa) diálogo, es indispensable. Construir puentes en vez de levantar muros. Todos los temas, por más espinosos que sean, tienen soluciones compartidas, tienen soluciones razonables, equitativas y duraderas. Y, en todo caso, nunca han de ser motivo de agresividad, rencor o enemistad que agravan más la situación y hacen más difícil su resolución.914 Si bien sus palabras no llaman la atención, quienes tuvimos la oportunidad de verlo a través de la transmisión televisiva, más significativa fue la pausa hecha por algunos segundos cuando expresó: Y estoy pensando acá, en el mar, gesto que creemos que fue innecesario por la lectura que se puede obtener de esa forma de expresarlo. Gesto y conceptos que merecieron la reprobación en nuestro país. Las palabras del Sumo Pontífice tuvieron dos interpretaciones en la opinión pública. Algunos opinaban que el Papa habría señalado su solidaridad con el reclamo de Bolivia al hacer referencia al mar, y otros, en cambio, que sus palabras habrían estado dentro de lo que aconseja la diplomacia, aun cuando el Papa se ha caracterizado con algunas declaraciones que han resultado sorprendentes, incluso para el mundo católico. Sin embargo, sin considerar el lapsus calami o desliz freudiano como podríamos calificar en abono del Santo Padre el incidente anterior, no creíamos hasta ese momento por donde se podrían considerar palabras de apoyo a la tesis boliviana cuando se hablaba de soluciones compartidas, razonables, equitativas y duraderas, y cuando hacía referencia a la agresividad, creemos que precisamente no estaban destinadas a Chile. Pero el Gobierno de Evo Morales ha demostrado ser insuperable en el arte de 912

La Tercera. 8 de julio de 2015. www.latercera.com. Consultada el 8 de julio de 2015. El Mercurio de Santiago. 9 de julio de 2015. Cuerpo A, p. 4. El destacado es del autor. 914 Librería Editrice Vaticana. http://w2.vatican.va/. Consultada el 30 de julio de 2015. 913

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las comunicaciones y no podía dejar pasar de ser auténtico, osado e irreverente al regalar al Santo Padre antes de su partida un crucifijo con el emblema comunista de la hoz y el martillo incluido, réplica de un tallado del sacerdote jesuita Luis Espinal de la década del 70 en el siglo pasado, quien fuera asesinado en 1980. Irrecusablemente que este hecho no fue del agrado de los cristianos, especialmente en Bolivia. Es oportuno hacer memoria que Evo Morales al asumir el poder en el año 2006, hizo retirar la Biblia y la cruz del Palacio Quemado y que la nueva constitución del Estado Plurinacional hizo del país, un Estado secular, siendo reemplazados los ritos católicos en gran parte de las ceremonias oficiales, por los ritos andinos. Sin embargo, el Vicario de Cristo parece haber preferido no darse por enterado. Pero las repercusiones de esta visita, estaban lejos de finalizar y dar por superado los hechos antes mencionados. Días más tarde, el 13 de julio, de regreso a Italia una vez terminado el periplo por Sudamérica, dio una conferencia de prensa a bordo del avión, de la cual destacamos lo siguiente. Al ser consultado sobre si consideraba justo el anhelo de los bolivianos por tener una salida soberana al mar, de volver a tener una salida soberana al océano Pacífico; y si Chile y Bolivia le pidieran mediación la aceptaría, respondió: Contestando a la pregunta, lo de la mediación es una cosa muy delicada y sería como un último paso. Es decir, la Argentina vivió eso con Chile y fue realmente para evitar una guerra y una situación muy límite y muy bien llevada por aquellos a quienes la Santa Sede encargó. Detrás estaba siempre San Juan Pablo II interesándose. Y (...)con la buena voluntad de los dos países que dijeron: bueno, probemos esto sí va. Es curioso. Hubo un grupo en Argentina, un grupo que nunca quiso esa mediación y cuando el presidente Alfonsín hizo el plebiscito sobre si se aceptaba la propuesta de mediación, obviamente que la mayoría del país dijo que sí, pero hubo un grupo que se resistió. Siempre cuando se hace mediación, difícilmente todo el país estaría de acuerdo. Pero es la última instancia. Siempre hay otras figuras diplomáticos que ayudan, como es el caso de los facilitadores. En este momento tengo que ser muy respetuoso de esto, porque Bolivia hizo un recurso a un tribunal internacional. Entonces, si yo hago ahora un comentario, yo soy jefe de un Estado, podría ser interpretado como inmiscuirme o una presión o algo. Tengo que ser muy respetuoso de la decisión que tomó el pueblo boliviano que hizo ese recurso. También sé que hubo instancias anteriores de querer dialogar. No tengo muy claro. El que me dijo una vez una cosa por el estilo, que se estaba muy cerca de una solución fue en tiempos del presidente Lagos. El presidente chileno Lagos, pero lo digo sin tener datos exactos. Fue un comentario que me hizo el cardenal Errázuriz. No quisiera decir una macana en eso. Pero también hay una tercera cosa que quiero dejar clara. Yo en la catedral de Bolivia toqué ese tema de una manera muy delicada, teniendo en cuenta la situación del recurso al tribunal internacional. Y recuerdo el contexto: los hermanos tienen que dialogar, los pueblos latinoamericanos, dialogar para crear la Patria Grande. El diálogo es necesario. Ahí me detuve, hice un silencio y dije: pienso en el mar. Y continué: diálogo y diálogo. O sea, quedó claro que mi intervención fue una intervención a este problema pero respetando la situación como está planteada ahora. Es cierto. Estando en un tribunal internacional no se puede hablar de

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mediación, de facilitación. Hay que esperar.915 Y ante una nueva pregunta sobre el anhelo boliviano, manifestó: Siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales y sobre todo después de una guerra. Entonces hay una revisión continua, una revisión de eso. Yo diría que no es injusto plantearse una cosa de ese tipo, ese anhelo. Yo recuerdo que en el año 61, estando en primer año de filosofía nos pasaron un documental sobre Bolivia. Un padre que había venido de Bolivia. Se llamaba creo que Las 12 Estrellas. ¿Cuántos departamentos tiene Bolivia? Diez departamentos, entonces se llamaba las diez estrellas y presentaba cada uno de los 9 departamentos y al final, el décimo departamento y se veía el mar sin ninguna palabra. Me quedó grabado. Eso era en el año 61, y entonces se ve que hay un anhelo. Después de una guerra de ese tipo surgen las pérdidas y creo que es importante primero el diálogo, la sana negociación y ahora en este momento el diálogo está detenido, obviamente, por este recurso a La Haya.916 Después de estas declaraciones queda bien en claro que el papa Francisco olvidó su condición de Jefe de Estado, mérito suficiente para recibir fuertes críticas en nuestro país, amén de no haber objetado el Cristo con la hoz y el martillo que le obsequiara el presidente boliviano, lo que causó grandes molestias entre la comunidad cristiana: Yo entiendo esta obra, para mí no fue una ofensa, dijo el pontífice, aclarando que el obsequio hay que contextualizarlo con el momento en el que vivió el artista que la creó, el jesuita español afincado en Bolivia Luis Espinal, torturado y asesinado.917 En todo caso nuestra observación con respecto a la pausa que realizó durante su intervención en la catedral no fue equívoca, pues el mismo reconoció que tuvo una intencionalidad. Observemos a continuación algunas de las reacciones publicadas en los medios nacionales, extranjeros y sus principales titulares: Diario La Tercera: Papa Francisco sorprende y pide diálogo con Chile al hablar sobre el mar: Estoy pensando en el mar: diálogo, dijo el Pontífice en la misa en la Catedral de La Paz. Los sorprendió a todos. Cuando concluía la misa en la Catedral de La Paz, el papa Francisco se refirió al tema del mar, pese a que la semana pasada el propio vocero del Vaticano y las autoridades bolivianas habían dicho que la visita tendría un carácter ‘netamente pastoral’. Estoy pensando en el mar. Diálogo. El diálogo es indispensable, dijo el Pontífice. Diálogo franco y abierto, agrega la nota para evitar conflictos con los países hermanos. Según una alta fuente de la

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www.lanacion.com.ar. Consultado el 13 de julio de 2015. Ibídem. 14 de julio 2015. 917 www.Cooperativa.cl. 9 de julio 2015. Consultado el 12 de julio de 2015. 916

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organización de la visita, habría sido una improvisación del Santo Padre.918 Heraldo Muñoz. Canciller chileno pidió al pontífice convencer al Gobierno boliviano cesar agresividad permanente, en referencia a la disputa marítima que mantienen los dos países en estrados internacionales: El Santo Padre podría tratar de convencer al Gobierno boliviano a cesar la agresividad permanente contra Chile y sus autoridades, dijo Muñoz, quien agregó que lo que Bolivia pretende es afectar la integridad territorial de Chile y eso no es aceptable, como bien sabe el papa Francisco. Con respecto a la alusión al diálogo que hiciera Jorge Bergoglio, el ministro chileno de Relaciones Exteriores replicó desde Santiago que Chile ha estado siempre abierto al diálogo y que fue Bolivia el que lo frustró con su demanda unilateral ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya. No nos hemos negado al diálogo, pero no podemos aceptar que se presente como un diálogo lo que no es más que una demanda con un solo resultado posible que viola un tratado válido y vigente, puntualizó. Como ha dicho el Vaticano se requiere avanzar a una integración de siglo XXI y no quedarse, como Bolivia, en el siglo XIX. Por último, lo que el Papa está diciendo es que este es un tema bilateral, concluyó el representante de la diplomacia chilena.919 Luego de conocerse estos dichos del papa Francisco, La Moneda reaccionó de inmediato en voz del canciller, Heraldo Muñoz, quien enfatizó que no hay posibilidades de una mediación papal en este asunto. No nos incomoda en la medida que el Papa tenga claro que no hay ningún espacio para una mediación. Él mismo reconoce al decir que la situación con Argentina fue diametralmente opuesta, y segundo, dice que no hay ninguna intención de inmiscuirse o de colocar presión, por lo tanto rescatamos el valor del diálogo.920 Hernán Felipe Errázuriz: El excanciller Errázuriz calificó como "inoportuna" la visita del papa Francisco a Bolivia. Como jefe de Estado de la Santa Sede, no debe intervenir en un problema limítrofe que está siendo revisado en La Haya. Luego agregó: Sé que lo que estoy diciendo es una impopularidad absoluta, pero creo que la visita del Papa y sus declaraciones fueron inoportunas. Él no debió haber ido a Bolivia en un momento en que se está redactando la sentencia sobre la jurisdicción de La Haya. Creo que el Papa es jefe de Estado, está su autoridad moral, que no la discuto, pero tiene que comportarse como jefe de Estado (...). El Papa, como jefe de Estado de la Santa Sede, no debe intervenir en un problema limítrofe que está siendo revisado en La Haya (...). Ésta es una controversia bilateral y debe considerar la

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La Tercera. 8 de julio 2015. www.latercera.com.Mundo. Consultada el 10 de julio de 2015. www.larepública.pe. 9 de julio de 2015. 920 www.cooperativa.cl. 9 de julio 2015. Consultada el 12 de julio de 2015. 919

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repercusión que tendrá en su próxima visita a Chile. Del mismo modo, el Presidente del CCRI criticó a Bolivia por el aprovechamiento de la improvisación hecha durante el encuentro con las autoridades civiles y que estaba fuera del texto que había preparado. El Papa ha hecho una declaración muy general, de preocupación por el tema, no ha dado soluciones concretas, lo importante es como el presidente Morales involucra a las autoridades internacionales en su agenda política. Antes fueron los comunicados entre Perú y Paraguay, permanentemente lo hace con Venezuela, Cuba y los países del ALBA, y ahora desvirtuó la visita pastoral.921 Diputado Jorge Tarud: En conversación con La Gran Mañana Interactiva de Radio Agricultura el diputado del PPD, Jorge Tarud, se refirió a las declaraciones del papa Francisco en su visita a Bolivia donde hizo alusión al conflicto marítimo con Chile. Lo que hizo fue un llamado al diálogo, pero siempre lo hace en todos los temas y en cualquier diferencia que exista entre las naciones. Para el diputado del PPD, es necesario destacar otras declaraciones realizadas por el Papa Francisco como en las que hizo alusión a la agresividad. Claramente yo creo que ese es un mensaje para el presidente Morales, porque él ha sido extremadamente agresivo con Chile (…) y por lo tanto yo creo que es un pequeño tirón de orejas, sostuvo. Además, puntualizó que yo creo que el Papa ha mantenido neutralidad, al llamar al diálogo no ha tomado parte ni por Chile ni Bolivia. Pero, aun así llamó a ser cuidadosos.922 A juicio del parlamentario, evidentemente Bolivia y el presidente Morales van a cantar victoria, pero también lo han hecho con otras declaraciones que no han sido así. Editorial del diario La Tercera: Sus dichos resultan inapropiados y contradicen la tradición de la diplomacia vaticana, reconocida por impulsar el pleno respeto a los tratados vigentes. Las declaraciones formuladas por el papa Francisco en su visita a Bolivia, en relación a las reclamaciones de ese país para el otorgamiento de una salida al mar, han generado sorpresa y desazón en Chile, al referirse innecesaria e injustificadamente a un asunto de carácter bilateral, actualmente discutido ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. No obstante que era previsible que el Presidente de Bolivia tratara de sacar provecho político de esta visita, lo que llama profundamente la atención, es el hecho que en sus palabras el papa Francisco haya dado espacio a esas maniobras y generado confusión ante la opinión pública sobre la legitimidad de las pretensiones bolivianas.

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Emol. 10 de julio 2015. Consultado el 12 de julio de 2015. Radio Agricultura. Programa “La Gran Mañana Interactiva. 9 de julio de 2015. Escuchada el 9 de julio de 2015.

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El editorialista cita las referencias hechas por el Papa a que siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales y sobre todo después de una guerra…. Como cuando expresó que no era injusto o plantearse una cosa de ese tipo, al ser consultado sobre si es justo el anhelo de Bolivia de tener una salida al mar.923 Carlos Mesa: El expresidente boliviano destacó las palabras del papa Francisco sobre litigio con Chile: Es importante la declaración del Papa para romper ante la comunidad internacional la idea de que nuestro país está tratando de destruir el sistema internacional de fronteras, dijo Carlos Mesa. Según Mesa, las palabras del Sumo Pontífice también rompen la idea de que no hay ningún tema pendiente entre Bolivia y Chile y muestran que los bolivianos piden algo justo. A juicio de Mesa, las palabras del Papa se enmarcan dentro de los parámetros que Bolivia plantea ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde se pide iniciar un diálogo y que se haga ‘en condiciones equitativas y razonables’ y en ‘marcos que puedan ser cumplidos’.924 Presidente Evo Morales: El mandatario comienza a sacar provecho político de la visita del Papa a Bolivia. Durante un discurso en Potosí, Morales aseguró que el Pontífice apoyó la demanda marítima boliviana ante Chile. Ahora yo siento que todo el mundo, mediante el Papa, nos apoya para que Bolivia vuelva al mar, al Pacífico con soberanía, dijo este domingo el presidente de Bolivia, Evo Morales, en un discurso a los campesinos del pueblo de Puna, en el departamento de Potosí. El presidente Morales trató de apaciguar los ánimos en un conflicto laboral de proporciones en una negociación entre dirigentes sociales y el Gobierno boliviano, para poner término a una huelga que se prolongaba por veintidós días en la ciudad de La Paz, que alcanzó ribetes de violencia cuando un grupo de mineros atacó instalaciones públicas. Carlos Cordero: Analista político boliviano afirmó que el Gobierno de Morales está buscando beneficiarse de la visita del Papa para mejorar su propia popularidad, adjudicándose una serie de hechos positivos para el país gracias a su gestión como mandatario. Al dirigirse a los campesinos, el mandatario se catalogó como un presidente por la lucha de los movimientos sociales y aseguró que sin su mandato, el papa Francisco no se habría referido a la demanda marítima de Bolivia contra Chile. Por tanto, si no había Evo presidente, no había (rally) Dakar (2014-2015) no había (la cumbre del G77+China), no había visita del Papa, que viene cargado de mar para Bolivia, aseguró Morales. Aquí internamente sigue saliendo propaganda oficial de Evo Morales junto al papa Francisco. También hay afiches resaltando frases del Pontífice.

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La Tercera. Editorial 17 de julio de 2015. www.latercera.cl. Consultada el 8 de julio de 2015. Emol. 25 de julio de 2015. Consultado el 25 de julio de 2015.

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Según distintos analistas, Morales se anotó un triunfo cuando hace dos semanas, el papa Francisco afirmó que no es injusto que Bolivia se plantee una salida al mar y emplazó a usar un diálogo franco y abierto para evitar conflictos con los países hermanos. Posteriormente en otro discurso el domingo 26 de julio, Morales aseguró que las palabras del Papa sobre la diferencias entre Bolivia y Chile son un apoyo a la demanda marítima boliviana. Vino acá justo para acompañar con oraciones al pueblo boliviano. Habló muy bien del proceso de cambio. Dijo me gusta el vivir bien, pero vivir bien no es pasarla bien y después habló sobre el tema del mar. De acuerdo al analista Cordero, el presidente Evo Morales ha politizado el tema desde un principio y lo ha convertido en un tema de interés nacional, recibiendo el apoyo a esa politización, entendiendo que era una manera de mejorar la demanda marítima boliviana. Por otra parte agregó Cordero que la utilización de la imagen del Papa está generando problemas. El Gobierno podría empezar a darse cuenta de que lo está comenzando a perjudicar, pero no tiene conciencia de ello.925 g) Los primeros aprontes del alegato

Retrocediendo unos días en nuestro relato, el 2 de mayo el canciller Muñoz llegó a La Haya con el objeto de supervisar los alegatos orales a iniciarse el 4 de mayo, que en esta primera etapa ambos países debían argumentar las razones que tendría o no competencia para revisar la demanda. Consultado el ministro, si con Bolivia se correría el mismo resultado que en el fallo de la Corte con Perú, en que no obstante pese a ventilarse las discrepancias en La Haya, los problemas aún subsisten, Muñoz dijo no compartir las visiones fatalistas sobre nuestras relaciones vecinales, fundamentando su respuesta en las buenas relaciones con Argentina y minimizando las diferencias con Perú, reconociendo que con Bolivia efectivamente la relación enfrenta obstáculos mayores, producto de su demanda unilateral, pero confiamos en que un desenlace positivo para nosotros en La Haya provoque una profunda reflexión en el país vecino y lleve a posturas más razonables, que apunten a una relación constructiva y de futuro. Haciendo mención a la política comunicacional de Bolivia, expresó que dicho Gobierno le dio un cariz eminentemente político a su demanda, sostenida en un gran ofensiva comunicacional, a la que Chile había dado respuesta sin caer en excesos, justificando además la presencia de parlamentarios chilenos en Holanda, como una muestra de unidad nacional. Igualmente justificó haber expuesto la postura chilena ante la Jefe de la diplomacia de la Unión Europea, como una forma de contrarrestar la campaña internacional de Bolivia a través de todo el mundo, tratando de multilateralizar el diferendo, dejando en claro que las relaciones con Bolivia son un tema exclusivamente

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La Tercera. 28 de julio de 2015. www.latercera.com. Mundo. Consultada el 30 de julio de 2015.

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bilateral entre nuestros países y que no hay cuestiones que sean susceptibles de tratamiento multilateral, algo que nuestros interlocutores comprenden y que varios de ellos han destacado públicamente, afirmando además que Chile no ha llevado el tema a ningún foro internacional. Consultado sobre las alternativas posibles, se inhibió de dar una respuesta por cuanto no sería oportuno ni procedente especular sobre eventuales resultados, reafirmando sí, la plena confianza en el equipo jurídico que defiende a Chile. De igual forma, al ser requerido ¿Por qué Chile no ha decidido “pasarle la pelota” a Perú? ante la restricción existente en Art. 1 del Protocolo Complementario del Tratado de 1929, insistió en que la objeción preliminar de Chile se basa en el artículo VI del Pacto de Bogotá de 1948 y que la Corte no tiene competencia, al estar vigente por más de 110 años el Tratado de 1904 entre ambas naciones. El canciller enfatizó que no se apartará de los argumentos que serán planteados en la Corte y ante una pregunta que si Chile dice que Perú es un obstáculo, ¿no sería reconocer que hay un tema pendiente con Bolivia? Aclaró que lo que Bolivia desea es que Chile argumente sobre los diversos momentos históricos, lo que Chile no hará, por cuanto sería caer en el fondo del asunto, para tratar de soslayar el hecho de que lo que pretende es una manera encubierta de desconocer el Tratado de 1904.926 Finalizada la primera intervención de Chile, el canciller Heraldo Muñoz, se manifestó plenamente conforme con los alegatos del equipo jurídico expresando que los argumentos de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya fueron macizos, y agregó que hay incoherencias en los alegatos de Bolivia en el marco de la etapa oral del proceso de objeción preliminar que solicita que el tribunal internacional se declare incompetente para revisar la demanda boliviana. Bolivia ha tenido muchas contradicciones y lo hemos detectado y detallado, dijo el canciller al término de la intervención de Chile, y agregó que estamos muy interesados en escuchar qué dirá Bolivia mañana, haciendo referencia a la consulta formulada por uno de los jueces a Bolivia. La pregunta fue dirigida a Bolivia y vamos a esperar lo que diga Bolivia.927 El excanciller Hernán Felipe Errázuriz y Presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales en una entrevista concedida a El Mercurio de Santiago, calificó de muy buena la presentación en derecho realizada por el equipo jurídico chileno, considerando en cambio que la de Bolivia recurrió a la emociones, pero que no obstante la solidez de la argumentación nacional, nada garantiza un fallo positivo en esta instancia, aunque de seguro lo tendremos cuando se vea el fondo de la demanda. Expresó su seguridad que tanto el artículo 6 del Tratado de Paz y Amistad de

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La Tercera. 3 de mayo de 2015. www.latercera.com. Consultada el 4 de mayo de 2015. Ibídem. 7 de mayo de 2015. Consultada el 9 de mayo de 2015.

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1904928 como el mismo artículo del Pacto de Bogotá, bastarían para que la corte rechazara conocer la petición boliviana, aludiendo además que la CIJ debería tener presente lo expresado por el presidente Morales cuando concurrió a entregar la demanda y añade: en sus escritos y alegatos, Bolivia dice respetarlo, una falta de seriedad impresionante. Pero también está la tendencia de los jueces para asumir competencias impugnadas: si uno mira las excepciones preliminares que se han presentado a la Corte, muchas las han rechazado. Errázuriz enfatizó que tanto el mandatario boliviano como el agente han presentado a Chile como desafiantes de la competencia del Tribunal de La Haya, llegando incluso Evo Morales a expresar que en Chile no regía el Estado de Derecho, ni lo respetaba en el mundo. También señaló que se ha observado una atenuación en las demandas, en el sentido que habría solo una obligación de negociar no necesariamente un corredor soberano, sino un enclave o una zona especial u otra solución práctica, algo muy diferente a lo expuesto inicialmente cuando presentó su denuncia. Al respecto nos preguntamos ¿Cual habrá sido este cambio de postura? ¿La pedida habrá sido con el tejo pasado -como solemos decir- y después varió porque vislumbra una debilidad en su argumentación? Pero no es conveniente sacar conclusiones anticipadas, porque ya hemos tenido experiencias amargas. A juicio de Errázuriz, la consulta del juez Owada fue de gran importancia al inquirir que se entendía por salida o acceso soberano, algo que Bolivia no ha precisado. Es una pregunta que nos favorece en cuanto al fondo: cualquier salida soberana implica cesión de territorio y evidentemente la Corte no tiene atribuciones para resolver la transferencia de terrenos amparados en un tratado internacional, lo que nos podría llevar a ver el fondo de la cuestión. Asimismo, expresó que las consultas de los jueces son demostrativas de imprecisiones, y que no surgen en forma espontánea al final de los alegatos, sino que por lo general son consultadas con otros jueces antes de formularse. Consideró confusa la respuesta de Bolivia ante la consulta del juez Greenwood, que pidió a Bolivia que precisara la fecha en que se había concretado el acuerdo para negociar un acceso soberano al mar, por cuanto no dio una fecha específica, sino que habría surgido en diversas oportunidades y sería acumulativa, tanto antes como después del Pacto de Bogotá, pensando en que la Corte en su resolución les permita salvar las negociaciones con posterioridad a la entrada en vigencia el Pacto de Bogotá, el 30 de abril de 1948. Respecto a la confianza en la Corte, sentenció lo que creemos que es la percepción general de los estudiosos del derecho internacional y que a nuestro 928

Art. 6 Tratado de 1904. La República de Chile reconoce en favor de la de Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico. Ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicios para sus respectivos intereses fiscales, el propósito arriba expresado. Nota del autor.

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juicio no tiene reparos: Es una corte impredecible. Difícilmente un juez de otros hemisferios y continentes, que no conoce en absoluto la trascendencia de este caso para Chile y Bolivia, sin ninguna conexión con esta región, en cuyo nombramiento ni nuestro país ni Bolivia tuvieron intervención, más allá de ser miembros de la Asamblea General de la ONU, puede tener todos los elementos para resolver un caso que le es completamente lejano y ajeno. El excanciller añadió una opinión con respecto al Pacto de Bogotá que ya lo hemos expresado a través de este trabajo, lo que nos congratula por provenir de tan destacada figura política. Chile se debió haber retirado del Pacto, tan pronto como Perú presentó su demanda. Y si por delicadeza no lo hicimos, debió hacerse al día siguiente de conocerse el fallo. Así por lo demás lo hizo Colombia. Más adelante se refirió a la unanimidad en la decisión de objetar a la Corte, pero que la decisión fue de la presidenta Bachelet, reafirmando que hay suficientes fundamentos en derecho y buenas posibilidades para que el Tribunal acepte la excepción preliminar. La factibilidad de retirarse del juicio ante un resultado negativo de la excepción -que en algún momento sugirió analizar- según su criterio dependería del contenido de la resolución, considerando inaceptable que la Corte la rechace de plano. Finalmente con respecto a la defensa boliviana, respondió que fue emocional, poco seria, seductora para la Corte, obsecuente con los magistrados, victimizándose, restándole trascendencia a cualquier fallo en cuanto a precedente que afecte la estabilidad de las fronteras, la seguridad, la paz. Más allá de los fundamentos jurídicos, estaba el interés de Bolivia de satisfacer a la Corte y tranquilizarla en cuanto a los efectos de un fallo negativo para Chile, previendo a continuación que la próxima visita del Papa Francisco a Bolivia sería utilizada con fines políticos que favorezcan su causas, lo que el tiempo terminó en darle la razón al excanciller.929 9.2.5. Las acciones unilaterales

No ha sido una invención o iniciativa nacida en el seno del Palacio Quemado el recurrir a este expediente. Estos actos que podrían generar obligaciones jurídicas han sido materia de análisis por el Derecho Internacional por más de una década bajo el patrocinio de las Naciones Unidas. Sabemos que desde al año 1997 fueron estudiados por una comisión de prestigiados juristas que en forma anual entregaba sus conclusiones, culminando el año 2006 con la aprobación de diez principios rectores que los regulan, y en los cuales se funda la demanda boliviana, lo que no significa por cierto, que ésta pudiese prosperar en los términos por dicho Gobierno requerido, pero que constituye un campo propicio para que dicho tribunal haciendo una vez más gala de la mayor imaginación repita el criterio empleado en la demanda de Perú, apartándose de lo estrictamente jurídico, especialmente ante la extraordinaria campaña comunicacional desplegada por Bolivia a través del mundo, para presentarse como una nación mártir que requiere reparar, según ellos, una deuda histórica que se arrastra por más de un siglo. Nuestra Cancillería, durante el 929

EMOL. 10 de mayo de 2015.www.ekmol.com. Consultada el 11 de mayo de 2015.

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período antes mencionado, parece que no fue suficientemente informada o bien no le dio la importancia necesaria, ya que fue incapaz de vislumbrar esta acción, o por lo menos de haberla prevista en lo que se supone que debe ser parte de una Apreciación Global Política Estratégica. Enunciamos a continuación los principios rectores de los actos unilaterales de la Comisión de Derecho Internacional, aprobados por las Naciones Unidas, en consideración a que esta materia no es lo suficientemente conocida. Cada uno de estos principios va acompañado de comentarios donde se señalan los objetivos de tales normas y casos en que han sido estudiados, los cuales omitiremos para no extendernos en demasía.930 Principio rector Nº 1 Unas declaraciones formuladas públicamente por las que se manifieste la voluntad de obligarse podrán surtir el efecto de crear obligaciones jurídicas. Cuando se dan las condiciones para que eso ocurra, el carácter obligatorio de tales declaraciones se funda en la buena fe; en tal caso, los Estados interesados podrán tenerlas en cuenta y basarse en ellas; esos Estados tienen derecho a exigir que se respeten esas obligaciones. Principio rector Nº 2 Todo Estado tiene capacidad para contraer obligaciones jurídicas mediante declaraciones unilaterales. Principio rector Nº 3 Para determinar los efectos jurídicos de tales declaraciones, es necesario tener en cuenta su contenido, todas las circunstancias de hecho en que se produjeron y las reacciones que suscitaron. Principio rector Nº 4 Una declaración unilateral obliga internacionalmente al Estado sólo si emana de una autoridad que tenga competencia a estos efectos. En virtud de sus funciones, los jefes de Estado, jefes de Gobierno y ministros de relaciones exteriores son competentes para formular tales declaraciones. Otras personas que representan al Estado en esferas determinadas podrán ser autorizadas para obligar a éste, mediante sus declaraciones, en las materias que correspondan a su esfera de competencia. Principio rector Nº 5 Las declaraciones unilaterales podrán ser formuladas oralmente o por escrito. Principio rector Nº 6 Las declaraciones unilaterales podrán ser dirigidas a la comunidad internacional en su conjunto, a uno o varios Estados o a otras entidades.

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Documentos Oficiales de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Resolución 61/34 de 4 de diciembre de 2006.

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Principio rector Nº 7 Una declaración unilateral entraña obligaciones para el Estado que la ha formulado sólo si se enuncia en términos claros y específicos. En caso de duda en cuanto al alcance de las obligaciones resultantes de una declaración de esta índole, tales obligaciones deberán ser interpretadas restrictivamente. Para interpretar el contenido de esas obligaciones, se tendrá en cuenta ante todo el texto de la declaración, así como su contexto y las circunstancias en que se formuló. Principio rector Nº 8 Es nula toda declaración unilateral que esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general. Principio rector Nº 9 De la declaración unilateral de un Estado no puede resultar ninguna obligación para los demás Estados. No obstante, el otro Estado o los otros Estados interesados pueden contraer obligaciones en relación con una declaración unilateral de esa índole en la medida en que hayan aceptado claramente tal declaración. Principio rector Nº 10 Una declaración unilateral que ha creado obligaciones jurídicas para el Estado que hace la declaración no puede ser revocada arbitrariamente. Para determinar si una revocación sería arbitraria, habrá que tener en cuenta: 1) Todos los términos de la declaración que se refieran específicamente a la revocación; 2) la medida en que los sujetos a quienes se deba el cumplimiento de las obligaciones se hayan basado en ellas; 3) la medida en que se ha producido un cambio fundamental en las circunstancias. Independiente del tenor de la memoria boliviana y teniendo en consideración los antecedentes expuestos a través de esta obra y en especial a las referencias que de ellos hace El Libro del Mar, existiría “bastante paño que cortar” para que el Tribunal pudiese interpretarlos como tales -siguiendo el errado criterio aplicado en el pasado juicio con Perú- entre otros: 1) Los Pactos de Mayo (Tratados de 1895). 2) El 10 de enero de 1920, el ministro chileno acreditado en La Paz, Emilio Bello Codesido, suscribió acta con el canciller boliviano Carlos Gutiérrez, dejando planteado que existía por parte Chile, el mayor deseo de procurar un acuerdo que permitiera obtener una salida propia al océano Pacífico, independiente del Tratado de 1904 y reconociendo la necesidad boliviana de una salida propia al mar, hizo el ofrecimiento de ceder una zona importante al norte de Arica y de la línea férrea que se hallaba en los territorios sujetos al veredicto del plebiscito a realizarse de acuerdo al Tratado de Ancón.

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3) Nota del canciller Manuel Rivas Vicuña, de fecha 19 de septiembre de 1922, dirigida a la Liga de Las Naciones, en que reafirmó el compromiso de Chile de entrar en negociaciones directas con Bolivia. 4) Notas del canciller chileno, Luis Izquierdo del 6 y 22 de febrero de 1923, dirigida a la Liga de Las Naciones, que de acuerdo a los expresado por el Presidente de la República (Arturo Alessandri Palma) y de su representante ante dicho organismo, Chile podría celebrar un nuevo pacto que consulte la situación de Bolivia sin modificar el Tratado de Paz de 1904 y sin interrumpir la continuidad del territorio. 5) El 4 de diciembre de 1926, el canciller de Chile Jorge Matte, en respuesta al memorándum enviado a Chile y Perú, por el Gobierno de Estados Unidos a través del secretario de Estado Brian Kellog, proponiendo ceder a perpetuidad todo derecho, título e intereses que ellas tengan en las provincias de Tacna y Arica, respondió con la disposición de Chile a concederle una faja de territorio y un puerto a Bolivia, una vez que la posesión de ambas provincias fuera definitiva. 6) En 1950, el Presidente de Chile Gabriel González, participó al presidente Harry Truman de EE. UU. la voluntad de conceder un corredor soberano a Bolivia, a cambio del uso de las aguas del Lago Titicaca. 7) El memorándum de Manuel Trucco de 10 de julio de 1961 durante las declaraciones de la Conferencia de Latinoamericana de Quito, no obstante haberse postergado dicha conferencia, Trucco hizo entrega al Canciller boliviano Arze Quiroga de un memorándum donde señalaba que Chile ha estado siempre llano, junto con resguardar la situación de derecho establecida en el tratado de 1904 a estudiar, en gestiones directas con Bolivia, la posibilidad de satisfacer las aspiraciones de ésta y los intereses de Chile, pero dejando claramente establecido que nuestro país rechazará siempre los recursos de Bolivia para recurrir a organismos internacionales que no son competentes para resolver un asunto ya decidido por un tratado y que solo podría modificarse por acuerdo directo de las partes. 8) Las negociaciones entre 1975 y 1978, conocidas como las negociaciones de Charaña. 9) Los compromisos chilenos durante la IX Asamblea General de la OEA, en 1979, en que se aprobó la resolución 426 en que se reconoció que el problema marítimo boliviano era un asunto de interés hemisférico, recomendando a las partes que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial con el océano Pacífico, oportunidad en que nuestro delegado Pedro Daza manifestó que su país estaba dispuesto a negociar con Bolivia un acceso libre y soberano al océano Pacífico. 10) Las resoluciones aprobadas en 1980 y 1981 del citado organismo, exhortando a ambas naciones a que inicien un diálogo destinado a dar a

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Bolivia una salida soberana al océano Pacífico. 11) Las negociaciones de 1986 y 1987 gestadas por la participación del Gobierno de Uruguay. 12) La Agenda sin exclusiones del año 2000 iniciadas en Algarve, Portugal, en el mes de febrero; luego en Brasilia, septiembre 2000; Panamá, noviembre 2000; y Quebec, abril 2001. 13) Conversaciones de los presidentes Ricardo Lagos de Chile y Carlos Mesa de Bolivia, durante los años 2003 y 2004, donde el Presidente chileno manifestó su disposición a hablar sobre la soberanía si Bolivia lograba que Perú acepte la cesión de un corredor soberano que atraviese un ex territorio peruano. 14) Durante el año 2005, el Presidente de Bolivia Eduardo Rodríguez se reunió en cuatro oportunidades con el presidente Lagos: Nueva York, Salamanca, Mar del Plata y Montevideo, no estando ajeno el tema más sensible, el enclaustramiento de Bolivia. 15) Durante el año 2006 la presidenta de Chile Michelle Bachelet y el presidente Evo, dieron a conocer la Agenda de los 13 puntos, memorando que incluía el Tema Marítimo. El canciller chileno Alejandro Foxley en una declaración de respuesta, indicó que no se excluía como posibilidad la cesión de soberanía a favor de Bolivia. No nos adelantaremos a un análisis de cada uno de estos presuntos actos unilaterales y esperaremos el criterio de la CIJ, anhelando que los argumentos y razones recurridos por nuestra defensa sean oídos y que no falle como lo hizo con respecto al juicio por la delimitación marítima con Perú. 9.2.6. Artículos de los estatutos de la CIJ a tener en cuenta

Hemos estimado conveniente incluir algunos incisos de artículos de los Estatutos de la Corte Internacional de Justicia, como complemento a las materias que hemos expuesto anteriormente para su mejor comprensión y que sin duda, los abogados de nuestra defensa los habrán tomado en consideración, por cuanto tienen relación directa con el carácter de la demanda, como podrán apreciar a continuación nuestros lectores. Artículo 36 1. La competencia de la Corte se extiende a todos los litigios que las partes le sometan y a todos los asuntos especialmente previstos en la Carta de Las Naciones Unidas o en los tratados y convenciones vigentes. 2. Los Estados partes en el presente Estatuto podrán declarar en cualquier momento que reconocen como obligatorio ipso facto y sin convenio especial, respecto a cualquier otro Estado que acepte la misma obligación, la jurisdicción de la Corte en todas las controversias de orden jurídico que versen sobre:

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a) La interpretación de un Tratado. b) Cualquier cuestión de derecho internacional. (…) 8. En caso de disputa en cuanto a si la Corte tiene o no jurisdicción, la Corte decidirá. Artículo 38 Cita las normas de derecho a que serán sometidas las controversias. 1. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las partes así lo convinieran. Atendido el significado de la expresión latina, esperamos que no se llegue a ese caso, aun cuando al parecer no existen precedentes de haberse utilizado con anterioridad.931 Artículo 53 1. Cuando una de las partes no comparezca ante la Corte, o se abstenga de defender su caso, la otra parte podrá pedir a la Corte que decida a su favor. 2. Antes de dictar su decisión, la Corte deberá asegurarse no solo de que tiene competencia conforme a las disposiciones de los artículos 36 y 37, sino también de que la demanda esté bien fundada en cuanto a los hechos y al derecho. Este es el riesgo que nuestro Gobierno no quiso correr. Pero a nuestro juicio había que haberlo hecho en los términos como detallamos con antelación. Por otra parte, tan pronto como se conoció el fallo de la delimitación marítima con Perú, en opinión de este autor, coincidiendo con destacados juristas que lo hicieron, Chile debió haber denunciado el Pacto de Bogotá, como una señal firme y categórica de reproche al Tribunal por ese fallo arbitrario, lo que habría sido un buen precedente como llamado de atención a la CIJ, independiente que tal medida tuviese efecto de acuerdo a lo establecido en el Pacto de Bogotá hasta un año después de haber recurrido a tal medida. Artículo 60 El fallo será definitivo e inapelable. En caso de desacuerdo sobre el sentido o el alcance del fallo, la Corte lo interpretará a solicitud de cualquiera de las partes.

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Es una voz que traducida al español de acuerdo a algunas versiones, significa de acuerdo con lo correcto y lo bueno, aludiendo a la facultad de los tribunales de resolver los litigios con la solución que consideren más equitativa en el caso particular. La enciclopedia jurídica arroja lo siguiente: Según la equidad y el leal saber y entender. Así deben fallar los amigables componedores, y así está dispuesto también en ciertos tribunales o juntas profesionales. Se denominan asimismo ex aequo las excepciones fundadas en la equidad. Nota del autor.

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10. MEMORIA Y CONTRAMEMORIA

Este capítulo se ha desarrollado gracias al aporte realizado para la Academia de Historia Militar por Rafael González Amaral. Es un compendio de la traducción hecha por el citado académico de los textos oficiales de la Corte Internacional de Justicia en inglés. 10.1. Resumen aplicación de Bolivia a la CIJ. 24 de abril de 2013

La demanda boliviana comienza con establecer que su Constitución Política declara su derecho inalienable e imprescriptible a un territorio que le de salida al océano Pacífico y su espacio marítimo. Lo anterior se pretende lograr a través de medios pacíficos. 10.1.1. La disputa

La presente disputa se refiere a las acciones emprendidas por Bolivia para obligar a Chile a negociar de buena fe y efectivamente, de manera de alcanzar un acuerdo que le garantice una salida soberana al océano Pacífico. El tema de la demanda yace en: a) la existencia de la obligación, b) el deber de Chile de cumplir con esa obligación, y c) el no cumplimiento de esa obligación por Chile. En la actualidad Chile ha negado esa obligación. Bolivia entiende que esa negativa se basa en diferentes puntos de vista, por lo que somete el tema a la Corte. 10.1.2. La jurisdicción de la corte y la admisibilidad de esta aplicación

Se basa en este caso en el Art. XXXI del Pacto de Bogotá que permite someter a la Corte: a) la interpretación de cualquier tratado; b) cualquier cuestión de la ley internacional; c) la existencia de cualquier factor que pueda constituir el rompimiento de una obligación internacional; d) la naturaleza o extensión de una reparación que se deba hacer por el rompimiento de una obligación internacional. 10.1.3. Establecimiento de los hechos

Los principales hechos son: (…) 9. El 6 de agosto de 1825 Bolivia alcanzó su independencia con acceso al océano Pacífico, limitando al norte con Perú y al sur con Chile. (Destacado del autor). 10. Por el Tratado de 1866 se fijó el límite entre Bolivia y Chile en el paralelo 24°, lo que fue confirmado en el Tratado de 1874. 11. El 14 de febrero Chile invadió y ocupó militarmente el puerto boliviano de Antofagasta, lo que condujo a la Guerra del Pacífico que privó a Bolivia de su acceso al mar. 12. Bolivia firmó un Pacto de Tregua el 4 de abril de 1884, aceptando bajo

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presión la ocupación de su Departamento del Litoral. Chile admitió la conveniencia de otorgarle a Bolivia un acceso soberano al mar. En ese sentido, el 18 de mayo de 1895 firmaron varios tratados con el ánimo de resolver este asunto. Uno de ellos se refirió al Tratado Especial de Transferencia de Territorios. Cuando el Litoral estaba militarmente ocupado por Chile, se firmó el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sin que Chile hubiera cancelado las declaraciones anteriores ni los compromisos respecto a una salida soberana al mar. Seis años después de la firma del Tratado de 1904, Bolivia hizo una propuesta a Perú y Chile en la que reafirmaba sus expectativas. Chile reafirmó su posición en el Protocolo de 1920. Ambos países entraron en negociaciones en 1950 por los compromisos pendientes. Chile confirmó su interés de entrar en negociaciones directas para hacer posible una salida propia y soberana de Bolivia al mar y para que Chile obtuviera compensaciones no territoriales de su interés. Lo anterior fue reafirmado por un memorándum del 10 de julio de 1961. El 8 de febrero de 1975 los presidentes de ambos países firmaron la Declaración de Charaña. En su cuarto punto, acordaron continuar el diálogo para encontrar fórmulas para resolver el confinamiento de Bolivia. El 19 de diciembre de 1975, Chile declaró que estaba preparado para negociar con Bolivia la cesión de un corredor al norte de Arica hasta la Línea de Concordia. Cuando el diálogo se retomó en 1986, Bolivia propuso varias soluciones a su enclaustramiento. Finalmente, el 9 de junio de 1987, Chile rechazó la propuesta de Bolivia contraviniendo sus propias declaraciones anteriores. Es importante señalar que la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) le recomendó a ambos Estados en 1979, (Resolución 426) que abrieran negociaciones. Algo similar se repite el año 1983 (Resolución 686). En el año 2000 se firmó un nota entre los cancilleres de ambas naciones en la que se acuerda fijar una agenda de trabajo. En julio de 2006 los presidentes Morales y Bachelet acordaron la “Agenda de los 13 puntos”, cuyo punto VI trataría el tema marítimo. En 2011 Bolivia pidió una propuesta concreta para resolver la confinación de Bolivia, a lo que Chile se habría negado. En la Sesión Nº 66 de la ONU, Bolivia solicitó una vez más a Chile que resolviera el tema, a lo que el representante de Chile respondió que no había disputas pendientes y que Bolivia no tenía derechos que reclamar. Después, en la Sesión 66 de la Asamblea General de la ONU (septiembre de 2011), el Presidente de Bolivia declaró que los canales para tratar el tema marítimo seguían abiertos. El Presidente de Chile respondió que no habían

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temas pendientes entre los dos países. 27. En esas circunstancias, quedó claro que Chile no tiene intenciones de cumplir con su obligación. Entonces, Bolivia decidió presentar esta demanda ante la CIJ. 10.1.4. Bases legales en las que se funda la demanda

Bolivia establece que Chile tiene una obligación basada en los múltiples acuerdos y declaraciones atribuibles a sus representantes de alto nivel para negociar una salida soberana al mar. 10.1.5. Peticiones

Bolivia le ruega a la Corte declarar que: 1. Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico. 2. Que Chile no ha cumplido con esa obligación. 3. Que Chile debe negociar de buena fe, con prontitud, formalmente y dentro de un periodo razonable y en forma efectiva para garantizarle a Bolivia una salida completamente soberana al océano Pacífico. Bolivia se reserva el derecho de pedir la formación de un tribunal arbitral de acuerdo con lo estipulado en el Art. XII del Tratado de Paz y Amistad de 1904 y del Protocolo de 1907. El resto del documento comprende una serie de anexos que soportan lo dicho anteriormente. 10.2.Resumen objeción preliminar de Chile. 15 de julio de 2014 10.2.1. Introducción

La demanda de Bolivia ya fue resuelta por acuerdos y tratados resueltos antes de la firma del Pacto de Bogotá. La soberanía territorial y la forma de la salida al mar de Bolivia fueron también definidas en el Tratado de Paz y Amistad de 1904. Por lo tanto, la demanda boliviana está fuera de la jurisdicción de la Corte. Bolivia ha basado su demanda en el Art. XXXI del Pacto de Bogotá, sin hacer mención de las excepciones que hay para su aplicación como la contenida en el Art. VI. El Tratado de 1904 estableció las fronteras entre los dos países y le garantizó a Bolivia acceso al mar, entre otras consideraciones. La demanda boliviana hace referencia al Tratado de Transferencia de Territorio de 1895 como fuente de su derecho de salida al mar. Sin embargo, omitió decir que ese Tratado quedó sin efecto, ya que nunca fue ratificado por los congresos de ambos países. Por lo tanto, Chile presenta esta objeción preliminar, la que se profundiza en los

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siguientes capítulos. Se acompañan también 77 anexos a los que se hace referencia en distintas partes del texto. 10.2.2. La demanda de Bolivia

La demanda boliviana es una reformulación de la presentada en 1920 ante la Liga de las Naciones, entidad que la rechazó por estar fuera de su competencia.932 Bolivia ha declarado recientemente que la decisión de la Corte prevalecería sobre el Tratado de 1904. En su Constitución de 2009 Bolivia ha establecido su derecho a un territorio que le dé acceso al mar y su espacio marítimo. Ambos temas están fuera de la jurisdicción de la Corte de acuerdo al Art. VI del Pacto de Bogotá. Bolivia ha confirmado que esta demanda ha sido traída sin que tenga relación con la revisión o la nulidad del Tratado de 1904. Bolivia asegura que su Constitución Política la obliga a denunciar o a renegociar todos los tratados internacionales que se opongan a que tenga una salida soberana al océano Pacífico. El pacto de Bogotá y el tratado de 1904 excluyen la demanda de Bolivia de la jurisdicción de la corte. La única base de Bolivia para invocar la jurisdicción de la corte es el Pacto de Bogotá bajo el procedimiento de su Art. XXXI, que establece que las partes reconocen en su relación con otro Estado de las Américas la jurisdicción de la CIJ según su Art. 36, párrafo 2, en los siguientes casos: a) La interpretación de un tratado; b) cualquier cuestión sobre la ley internacional; c) la existencia de cualquier hecho que signifique una violación de una obligación internacional; y d) la naturaleza o el tamaño de la reparación que deba hacerse por una violación de una obligación internacional. Bolivia descansa su demanda sobre las letras b), c) y d) pero no sobre la a). Bolivia no menciona en su memoria que el Art. VI del Pacto de Bogotá expresa que no se puede llevar casos a la Corte que ya han sido acordados o resueltos por tratados o arbitrajes con fecha anterior al Pacto. En ese artículo se establece que ese procedimiento no se puede aplicar sobre temas ya acordados entre las partes, ya sea por acuerdos, arbitrajes o arreglos entre las partes, o que estén regidos por acuerdos o tratados vigentes al día del cierre del presente Tratado. Esa provisión tiene dos partes. Ambas, y en forma independiente, excluyen la demanda de Bolivia ante la Corte. La primera, porque este tema fue resuelto por el

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La comisión de juristas nominadas por la Liga de las Naciones expresó que la modificación de los tratados es de solo competencia de los Estados firmantes. Nota del Traductor.

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Tratado de 1904. La segunda, ya que el tema está regido por tratados o acuerdos. En su Art. XXXIII el Pacto establece que si las partes no logran ponerse de acuerdo en la jurisdicción de la Corte en un tema, ésta se le someterá a la propia Corte para que decida. Esto es lo que ha hecho Chile. Bolivia siempre tuvo claro que el Art. VI excluye la posibilidad de reclamar una salida soberana al mar a través de una disputa. Es más, al ingresar al Pacto de Bogotá en 1948, presentó una reserva al Art. VI. Chile ratificó su ingreso al Pacto en 1974, mientras que Bolivia sólo lo hizo en 2011, confirmando su reserva anterior. Al serle negada la entrada al Pacto, Bolivia retiró la reserva mediante una aclaración. Según Bolivia, el Tratado de 1904 no se refirió al acceso soberano al mar. Eso es incorrecto. El Tratado de 1904 incluyó tanto la soberanía y el carácter de la salida de Bolivia al mar. Sus términos no dejaron lugar a reclamos posteriores de Bolivia sobre un acceso soberano al mar y establecieron un régimen especial para el acceso al mar por el territorio de Chile. Bolivia reconoció la soberanía chilena sobre los territorios costeros que fueron anteriormente bolivianos en el Tratado de 1904. Chile estableció un régimen especial para el acceso de Bolivia a los puertos chilenos. a) La cronología de los eventos que llevaron a la firma del Tratado de 1904:

Pacto de Tregua en 1884. Chile administraría la zona costera anteriormente de Bolivia. Se fijó el límite oriental En 1895 se firmaron tres tratados: el Tratado de Paz y Amistad, el Tratado de Transferencia de Territorio y el Tratado de Comercio. Estos tratados no fueron ratificados por los congresos de ninguno de los dos países. En 1904 se firmó el Tratado de Paz y Amistad, que fue ratificado en 1905. En él se establecieron claramente los límites según las declaraciones de los propios personeros bolivianos de la época. En el Tratado de 1904, Bolivia reconoció la soberanía chilena sobre los territorios que antes habían sido bolivianos y sobre las provincias de Tarapacá y Arica. En el Art. II del Tratado de 1904, Bolivia reconoció que los territorios ocupados por Chile en virtud del Pacto de Tregua de 1884, se reconocerían como pertenecientes a Chile de manera absoluta y perpetua. Lo anterior sin ninguna condición. En 1883, Perú había cedido los territorios de la provincia de Tarapacá, quedando aún pendientes el status de las provincias de Tacna y Arica (el límite entre Arica y Tarapacá era la quebrada de Camarones). Después de la firma del Tratado de 1904, Bolivia recibió pagos sustanciales de Chile y otras responsabilidades financieras de reclamos de individuos y empresas contra el Estado de Bolivia.

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El Tratado de 1904 incluía ciertamente que Bolivia tendría acceso al mar por territorio chileno. Lo anterior ha sido garantizado por varios acuerdos bilaterales y facilidades (aduanas, ferrocarril, bodegas, avales, etc.). Según el Art. XII del Tratado de 1904, cualquier diferencia respecto a la interpretación o ejecución del Tratado deberá ser sometida a la Corte de Arbitrajes Permanente de La Haya por lo que no le cabe competencia a la CIJ. Las tratativas de Bolivia para eludir el tratado de 1904 no pueden establecer jurisdicción. Bolivia usa artilugios para evitar el acuerdo alcanzado en 1904. Primero usa el Tratado de 1895 sin establecer que éste no fue ratificado por ninguno de los dos congresos. Luego usa los intercambios diplomáticos realizados después de la firma del Tratado de 1904. Bolivia usa el argumento de que en varias oportunidades, en periodos particulares de la historia, Chile estuvo dispuesto a darle una solución a su anhelada salida soberana al mar. Los principales fueron el caso de Charaña en 1975 y el intercambio de notas de 1950. En ellos, Chile aceptaba estudiar el tema siempre que no afectara el Tratado de Paz de 1904. Los delegados chilenos en La Haya confirman lo expresado en el memorándum de Chile a Bolivia del 10 de julio de 1961, que ratifica la voluntad de Chile de examinar en forma directa las aspiraciones de Bolivia, pero conservando la situación legal impuesta por el Tratado de 1904. Chile rechazará siempre que Bolivia recurra a organizaciones no competentes para resolver temas relacionados con el Tratado que sólo puede ser revisado por acuerdo directo entre las partes. Al haber fracasado esas negociaciones, Bolivia ahora quiere involucrar a la Corte en una relación bilateral, lo que Chile rechaza por no tener la Corte ni el Pacto de Bogotá jurisprudencia en el tema. En 1929 la soberanía de Tacna y Arica quedaron resueltas bajo un tratado y se fijó el límite entre ambos países. En un protocolo adicional, se estableció que ni Chile ni Perú pueden ceder parte de esos territorios a terceros ni construir nuevas líneas de ferrocarriles internacionales sin consentimiento del otro. Como una discontinuidad del territorio chileno es inaceptable, lo que Bolivia pretende es una salida a través de la provincia de Arica. Esto no es posible no solo en virtud del Tratado de 1904, sino también por el Tratado de Lima de 1929 sobre la soberanía de la provincia de Arica. b) Resumen y petición

En resumen, Chile establece que el Tratado de 1904 ya fijó los límites territoriales de ambos Estados y su acceso al océano Pacífico. El Pacto de Bogotá no puede ser aplicado a temas ya resueltos por un tratado.

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10.2.3. Primer alegato de Chile. Audiencia del 4 de mayo de 2015 a) Presentación del embajador Felipe Bulnes

Introducción El agente Bulnes señala que Chile es un país democrático que respeta las leyes y que está comprometido a la promoción de los derechos humanos. También realza la labor de integración con los países vecinos que Chile ha promovido. Chile también tiene amplio respeto por los tratados, que son la base de la estabilidad y la paz entre las naciones, y demanda lo mismo de otras naciones. Chile se ha visto en la necesidad de objetar la jurisdicción de la Corte, ya que Bolivia está intentado eludir lo que fue acordado entre los dos países en el Tratado de 1904 y de sobrepasar los límites de la jurisdicción de la Corte, según el Pacto de Bogotá. En el tratado se garantizó el libre acceso de Bolivia a puertos chilenos. Ahora Bolivia quiere que Chile le otorgue una salida soberana al mar. Por lo demás, el Pacto de Bogotá no puede ser invocado por situaciones anteriores a 1948. Contexto de la demanda de Bolivia El verdadero carácter de la demanda boliviana es una antigua aspiración envuelta en un nuevo paquete. Es un esfuerzo por reabrir lo planteado en la Liga de las Naciones en 1920 y que fue rechazado por ella. Después, Bolivia ha tratado en al menos cuatro oportunidades de encontrar apoyo para anular o revisar el Tratado de 1904. En 1928 en la Habana, en 1945 en la Conferencia de San Francisco, en 1950 en la Asamblea General de la OEA y en 1968 en la Conferencia de Viena, buscando en todas ellas la posibilidad de modificar los tratados. Además, Bolivia hizo esfuerzos para eliminar la exclusión contenida en el Art. VI del Pacto de Bogotá. Chile objetó esa reserva y, finalmente, Bolivia la retiró con fecha 10 de abril de 2013. Dos semanas después, Bolivia presentó la Aplicación a esta Corte. El mecanismo usado en esta oportunidad fue envolver su demanda como una obligación de negociar. Bolivia pretende una transferencia judicial de territorio soberano chileno El artilugio de Bolivia pretende que se le otorgue una salida soberana al océano Pacífico. Eso impondría a Chile entregarle territorio cuya soberanía no está en disputa. Bolivia pretende usar la Corte para algo que es completamente inaceptable para Chile, ya que la Corte estaría haciendo un cambio en la soberanía de un territorio. Bolivia busca restablecer algo ya establecido y definido por el tratado de paz de 1904. Bolivia le pide a la Corte que desconozca lo establecido por el Art. VI del Pacto

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de Bogotá. Le pide que cierre sus ojos a un hecho que es el corazón del Tratado de Paz de 1904. Lo que está fijado es que Bolivia tiene derechos de salida al mar no soberanos. Bolivia prácticamente no menciona el Tratado de 1904, en su memoria. Un tratado de paz no desaparece porque no se le menciona. La Corte no tiene jurisdicción sobre materias ya resueltas. Si así fuere, habría una larga lista de casos que se podrían reabrir en América del Sur. Bolivia insiste que su demanda no se relaciona con el Tratado de 1904, pero ha sido clara en todas partes que busca renegociar ese Tratado. Así lo pidió sólo un año antes de presentar esta demanda en la OEA cuando expresó que Bolivia solicita al Gobierno de Chile renegociar el Tratado de 1904. Mayor evidencia se puede encontrar en la Constitución de Bolivia de 2009. Ahí se establece el inalienable e imprescriptible derecho sobre el territorio que le dé acceso al océano Pacífico y su espacio marítimo. Además de decir que, hacia fines del 2013, Bolivia debía denunciar o renegociar los tratados contrarios a su Constitución. Conclusiones Si el uso de la obligación para negociar es encontrado admisible por la Corte, entonces los límites del Pacto de Bogotá resultarán destruidos. Chile no consiente que la Corte tenga jurisdicción en este caso y le pide que establezca eso. b) Presentación de la Sra. Mónica Pinto (abogada argentina)

(Se enfoca en el Tratado de 1904) La única pregunta válida en este procedimiento es si el acceso al océano Pacífico de Bolivia era un asunto que estaba resuelto el 30 de abril de 1948 por un Tratado o acordado por un acuerdo entre ambos países. Si es así, ustedes están impedidos de encontrar a Chile culpable. El Tratado de 1904 fue un tratado de paz y amistad. Fijó los límites territoriales, estableció acuerdos políticos y comerciales a través de numerosas iniciativas. Le otorgó a Bolivia derechos de uso de puertos y de tránsito, y fijó mecanismos para resolver las disputas. Bolivia no sólo tuvo una guerra con Chile entre 1879 y 1884. Bolivia disputó sus fronteras con Argentina, Brasil, Paraguay y Perú. Como consecuencia, Bolivia firmó al menos 12 distintos tratados. Estos tratados fueron algunos entre muchos otros que hubo en la región. Ellos fueron instrumentos de su época, pero tienen una importancia duradera. Acto seguido la Sra. Pinto explica a los jueces el Tratado de 1904. c) Presentación de Sir Daniel Bethlehem (abogado inglés)

(El foco de esta parte es sobre soberanía y delimitación) Comienza por describir la forma como se fijó la frontera entre Chile y Bolivia en el Tratado de 1904.

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Los límites fijados entre Chile y Bolivia según el Tratado de 1904 no le dan ningún derecho a Bolivia sobre territorios de las antiguas provincias de Tacna o Arica, ni en ningún lugar más al sur. Una vez refrendado el Tratado de 1904 por el Congreso boliviano, tanto el Presidente del Congreso como el Presidente de Bolivia mostraron su acuerdo y satisfacción por los términos de dicho Tratado. El primero dijo, entre otras cosas, que: Habiendo Bolivia recuperado como consecuencia de este Tratado, su autonomía para comerciar y en materias aduaneras, Bolivia desea fuertemente reforzar sus relaciones con países amistosos e invita a inversionistas de todo el mundo a explorar las riquezas de este suelo. El Presidente de Bolivia expresó: … este es el acto más importante de la presente legislatura. Claramente Bolivia ha cambiado su discurso entre lo que dijo en aquel entonces y lo que expresa ahora. Es imposible que Bolivia tenga acceso al mar a través de territorio chileno, sin cambiar el Tratado de 1904. Bolivia también describe el Tratado de Transferencia de Territorios de 1895 como “particularmente importante”, pero audazmente omite decir que ese tratado nunca fue aprobado. Eso es humo y espejos… d) Presentación de Mr. Samuel Wordsworth (abogado inglés)

(Se refiere principalmente al Pacto de Bogotá) El objetivo de la demanda de Bolivia, como lo establece la Aplicación, es de conseguir un acceso soberano al mar. El tema es entonces saber si Bolivia tiene algún derecho de acceso soberano al mar. La obligación a negociar no pasa de ser un medio artificial para implementar el derecho alegado. El Tratado de 1904 estableció, sin dudas, que Bolivia no tiene ese derecho. En pocas palabras, ya sea planteado como un reclamo para la revisión del Tratado de 1904 o como una obligación para llegar al mismo resultado, la Corte no tiene jurisdicción. Bolivia no está buscando una negociación abierta. Pide una negociación que le asegure una salida soberana al mar. Bolivia no denunció el tratado de 1904 en 2013, tal como lo ordenaba su Constitución, sino que optó por acudir a los tribunales internacionales. En la última emisión de bonos bolivianos (agosto de 2013), Bolivia estableció en su texto de oferta que el país perdió su acceso al mar a partir del Tratado de 1904 (el culpable sería entonces el Tratado), que han presentado múltiples reclamos sin resultado y que ahora han demandado al Estado de Chile ante la CIJ Respecto a la soberanía sobre la zona, ella fue resuelta por el Tratado de 1904. En 1948, la soberanía quedó ratificada por el Pacto de Bogotá.

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e) Presentación del Sr. Pierre Marie Dupuy (abogado francés)

(Se concentró en el tema de la competencia de la Corte) Reitera que el Art. VI del Pacto de Bogotá impide revisar tratados en vigor resueltos antes de 1948. El Tratado que estableció los límites entre ambos países es de 1904. Por lo anterior es que la posición chilena es de declarar la incompetencia preliminar de esta Corte. Chile demanda ahora que la Corte aplique su reglamento. (El Sr. Dupuy repite argumentos dados en las presentaciones anteriores para terminar pidiéndole a la Corte que se declare incompetente.) 10.2.4. Primer alegato de Bolivia. Audiencia del 6 de mayo de 2015 a) Presentación del agente Sr. Eduardo Rodríguez Veltzé

Esta es la primera vez que Bolivia participa en un caso contencioso ante esta Corte y lo hace con la confianza de que ella hará justicia al pueblo de Bolivia. Chile siguió una política militarista y expansionista destinada a controlar recursos naturales. Bolivia fue despojada de un vasto territorio por Chile, desde el Tratado de 1904. Desde el armisticio de 1884, Chile ha prometido a Bolivia darle una salida soberana al mar. El presidente Santa María así lo entendió cuando dijo que Chile no podía sofocar a Bolivia y que se le debía entregar un puerto propio. Eso fue confirmado en 1895, pero no fue recogido por el Tratado de 1904. La promesa a negociar se repitió en varias ocasiones como en las Actas de 1920, el memorándum Matte de 1926, los intercambios de notas de 1950, el memorándum Trucco de 1961 y la Declaración de Charaña de 1975. También en varias declaraciones de la OEA y en múltiples declaraciones y propuestas del propio Chile. Chile ha afirmado que, independientemente del Tratado de 1904, está preparado para negociar una salida soberana con Bolivia. Ha reconocido que lo contrario sería una injusticia histórica. Bolivia no viene a esta Corte a cambiar el pasado. No ha venido para rechazar el Tratado de 1904. Bolivia ha venido porque posee derechos ante la justicia internacional. Chile debe cumplir compromisos adquiridos y repetidos. Lo que Bolivia pide está incluido en el principio “pacta sunt servanda”.933 Estamos aquí porque Chile ha desafiado la jurisdicción de esta Corte para escuchar y resolver el reclamo de Bolivia. La cuestión ante la Corte es si ella resolverá la demanda de Bolivia sin antes escuchar el mérito de esa demanda. La materia a resolver es el acuerdo a negociar, el “pactum de contrahendo”934 y 933 934

N. del T. Lo pactado, obliga. N. del T. Pactum de contrahendo significa precontrato o acuerdo preliminar. Según el Diccionario Enciclopédico de Derecho Internacional de la Universidad de Oxford, el significado exacto de pactum de contrahendo es incierto, agregando que "por fortuna la locución es raramente utilizada”.

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no el Acuerdo de 1904. Aún más, argumentar que no hay tal acuerdo, independientemente del Tratado de 1904, es una impugnación de los méritos de la causa de Bolivia. Una verdadera objeción preliminar no incluye una definición de la disputa, o de alguno de sus elementos, en sus méritos. Bolivia no ha venido a rechazar el Tratado de 1904 ni a presentar su caso en un nuevo envoltorio. Al contrario, es Chile quien ha violado el pactum sunt servanda. Contrariamente a lo que sostiene Chile, Bolivia no estaría creando un precedente peligroso, no es el caso en el que una lista de eventos históricos que serán reabiertos ante esta Corte. Chile quiere crear temor y aprensiones en esta Corte. En este caso, se aplica el lex specialis935 donde un acuerdo repetido, reconocido formalmente en la OEA por Chile para negociar con el fin de que Bolivia recupere su histórica conexión al océano Pacífico. Una solución como esa promoverá progreso económico y social en esta zona de América y consolidará una relación de paz. La Corte se preguntará por qué Bolivia acude a ella después de tantos años. En 2011, después de más de un siglo de repetidas promesas y negociaciones, Chile repudió abiertamente su acuerdo a negociar una salida soberana al mar. Bolivia se quedó sin otra opción que hacer valer sus derechos ante esta Corte. Lo hizo a través del Pacto de Bogotá y en el espíritu de la Carta de la OEA para obtener justicia internacional. Chile ahora presenta a Bolivia como una nación que no respeta los tratados simplemente porque ella pide justicia. Si ese es el caso, ¿por qué Chile hizo tantas promesas? Chile muestra la litigación como un acto hostil y unilateral. ¿Está Bolivia actuando ilegalmente al presentar un caso ante la justicia cuando todos los otros medios han fallado? Bolivia tiene fe en la imparcialidad del principal órgano de justicia de las Naciones Unidas. El presidente Evo Morales ha confirmado recientemente las intenciones de Bolivia en este caso: primero, Bolivia no pretende modificar el Tratado de 1904; sólo pide que Chile cumpla sus compromisos; segundo, su demanda se basa en principios fundamentales como la solución pacífica de las disputas y en la buena fe; tercero, curar una vieja herida a través del diálogo y la negociación. Morales también confía en el pueblo chileno del cual ha recibido señales concretas de apoyo y solidaridad. Desea una relación de colaboración con Chile y los demás estados vecinos. Es una mirada al futuro y no una vuelta a las ofensas del pasado. b) Presentación del Sr. Mathias Forteau (abogado francés)

(El foco de esta parte es sobre la jurisdicción de la demanda) Como todos saben, el Pacto de Bogotá le concede a esta Corte una muy amplia 935

N. del T. Criterio jurídico que indica que ante el conflicto entre dos leyes, una general y otra especial, prevalece la segunda.

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jurisdicción. Ella incluye temas por no cumplimiento con una obligación internacional. El Pacto incluye muy pocas excepciones como las señaladas por Chile respecto al Art. VI. En el caso de Nicaragua vs. Colombia de 2007, la Corte dictaminó que debía conocer la materia de la disputa para resolver su jurisdicción.936 Por ello la objeción de Chile debe ser rechazada. En este caso, en paralelo al Tratado de 1904 hubo una serie de acuerdos y promesas unilaterales para negociar una salida al mar para Bolivia y Chile no ha cumplido sus promesas para negociar. Estas materias no tienen que ver con el Tratado de 1904. El Tratado de 1904 no puede mencionar los compromisos adquiridos después. Para escapar a lo anterior, Chile ha ensuciado las aguas y desparramado confusión. El profesor Dupuy ha querido hacernos creer que aquí hay un solo Tratado, el de 1904 y que aquel se terminó en 1904. Bolivia reclama que Chile adquirió otros compromisos posteriores. Tal como reconoció el abogado Wordsworth, hubo compromisos de Chile para negociar paralelamente al Tratado de 1904. Según el abogado de Chile ellos son irrelevantes porque estarían relacionados con una materia ya resuelta por el Tratado de 1904. Eso no tiene sentido. El hecho de que Chile aceptara negociar con Bolivia demuestra que el tema de la soberanía no estaba resuelto por el Tratado de 1904. La segunda estrategia chilena ha sido la de demostrar que Bolivia quiere anular el Tratado de 1904. Eso es falso. Se trata de los compromisos adquiridos por Chile después de 1904. La demanda de Bolivia se refiere al compromiso de Chile a negociar soberanía marítima. Esos compromisos fueron hechos al más alto nivel. Ellos fueron repetidos en numerosas ocasiones. El tema marítimo estuvo en la agenda hasta el año 2011. Eso se puede apreciar recientemente con la Agenda de los 13 puntos. Bolivia esperó hasta el 2013 para presentar esta demanda, porque antes el tema no había sido repudiado. En los casos de Interhandel en 1959937 y el de las Pruebas Nucleares de 1974,938 la Corte expresó que la Aplicación debe ser un punto de referencia para que la Corte considere la naturaleza y la existencia de una disputa. Lo mismo se repitió en el caso Diallo en 2010. 939 La Corte ha sido muy cuidadosa en esto y no hay razones para que ahora 936

Disputa territorial y delimitación marítima en el mar Caribe. Nota del autor. Suiza demandó a Estados Unidos para que le restituyera la propiedad de una empresa, Interhandel que había sido confiscada en los EE. UU. en 1942. Nota del autor. 938 Se refiere a la demanda interpuesta por Australia contra Francia por los ensayos nucleares atmosféricos realizados por Francia en el Pacífico meridional. Nota del autor. 939 Demanda de Guinea contra República Democrática del Congo por supuestos ilícitos internacionales cometidos en la persona del Sr. Ahmadou Sadio Diallo. Nota del autor. 937

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abandone esos principios básicos. El tema de la demanda queda entonces claro. Bolivia considera que Chile no ha cumplido sus compromisos. La aseveración chilena de que Bolivia quiere romper el Tratado de 1904 es errónea. No es un nuevo envoltorio. Bolivia ya lo expresó en términos similares en la OEA el año 1979. Tal como lo ha declarado antes Bolivia, el acceso de Bolivia al mar deberá ser a través de negociaciones. Chile ha insistido que Bolivia quiere cambiar unilateralmente el Tratado de 1904. Lo que no es correcto. Si bien Bolivia ha manifestado que el Tratado no es justo y que fue impuesto por las armas, eso no implica querer anularlo unilateralmente. Tampoco es cierto que la Constitución boliviana obliga a este país a denunciar el Tratado. Bolivia no ha denunciado el Tratado de 1904 ni le ha pedido a la Corte que lo haga. Bolivia demanda negociar acceso soberano al mar. En las declaraciones del excanciller Moreno en 2013 y del canciller Muñoz en 2014 se expresa que Bolivia no está desafiando el Tratado de 1904, sino que reclamando derechos a negociar una salida soberana al mar. No se entiende entonces que ahora los abogados de Chile estén hablando de que Bolivia quiere anular el Tratado de 1904. Bolivia no quiere entrar en disputas sobre lo acordado en el pasado. Sólo quiere que Chile cumpla con lo que ha prometido libremente. Lo que Bolivia está diciendo es que tanto el Tratado de 1904 y los compromisos adquiridos por Chile, están vigentes. c) Presentación de la Sra. Monique Chemillier Gendrau

(Se refiere a que el Tratado de 1904 no cerró el tema de la salida soberana al mar) Chile está buscando desconocer sus compromisos para negociar con Bolivia una salida al mar. Ese es un tema sobre el cual el Pacto de Bogotá le da jurisdicción a esta Corte. A ustedes se les está pidiendo que aseguren el cumplimiento de la regla pacta sunt servanda, tal como lo hicieron en el caso Hungría y Eslovaquia en 1997.940 Chile ha violado una obligación internacional que había contraído. Chile ha tratado de desviar la dirección del caso estableciendo una objeción preliminar. Eso 940

Demanda de Hungría contra Eslovaquia por la suspensión por parte del primero y luego abandono de una parte del Proyecto de construcción de una Presa, conforme a un convenio firmado en 1977 entre Hungría y Checoslovaquia. En 1977 Hungría y Checoslovaquia firmaron un acuerdo para construir un sistema de exclusas en el río Danubio en las zonas de Gabcikovo y Nagymaros. El tratado entró en vigencia el 30 de junio de 1978. A raíz de problemas que surgieron durante la construcción los trabajos fueron interrumpidos inicialmente por Hungría y luego Checoslovaquia inició trabajos para cerrar el Danubio en 1992. Eslovaquia se convirtió en Estado independiente en 1993 y junto a Hungría firmaron un acuerdo para llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia. Nota del autor.

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lo han podido hacer al padecer sus representantes una rara amnesia colectiva olvidando declaraciones del pasado y actos unilaterales y bilaterales realizados durante décadas por sucesivas autoridades. Primero, Chile declara que no hay temas pendientes respecto a una salida soberana al mar. Segundo, diciendo que la única manera de que Bolivia tenga salida al mar es revisando el Tratado de 1904. Chile no es consistente en su argumentación. En su historia, varios representantes del Estado de Chile han prometido entrar en negociaciones sin afectar el Tratado de 1904. Ante el convencimiento de que las negociaciones estaban en un punto muerto, Bolivia decidió usar las vías legales ante lo cual Chile endureció su actitud. Como ustedes verán sin duda hay un tema pendiente entre ambos estados. El Pacto de Bogotá fue firmado el 30 de abril de 1948. ¿Cuál era la situación en ese momento? La necesidad de Bolivia de salir de su enclaustramiento ya estaba reconocida por Chile desde mucho antes. Sabemos que Chile atacó militarmente el puerto de Antofagasta en 1879 con la intención de conquistar estos ricos territorios. Como suele suceder, el ministro Santa María declaró ese mismo año que Chile le debía entregar un puerto a Bolivia. Cuatro años más tarde, cuando Santa María era Presidente, reiteró la misma idea. Ese compromiso no ha sido cumplido hasta la fecha. En los Tratados de 1895 se toma nuevamente el punto, pero no se recogen en el Tratado de 1904. En 1910 los cancilleres de ambos países (Sánchez Bustamante y Bello Codesido) coinciden en la necesidad de darle una salida al mar a Bolivia. Dichos semejantes se repiten en 1923, 1926, 1950, 1961, y en el proceso de Charaña en 1975. En Charaña, los gobernantes de ambos países usan la palabra “resolver” el tema, lo que demuestra que aún está pendiente. Después, el Presidente de Chile, dice que no hay nada que resolver porque todo ya fue solucionado en 1904. ¿Puede alguien explicar la nota del 19 de diciembre de 1904 en la que el ministro chileno expresa que un acuerdo final de salida soberana al mar representaría la solución final a la mediterraneidad de Bolivia? Si por más de 70 años no había nada más que discutir, ¿por qué se dijo entonces que Bolivia debía tener una salida al mar sin perjuicio del Tratado de 1904? Esa es la prueba de que el tema de la salida al mar de Bolivia no estaba resuelto en el momento de la firma del Pacto de Bogotá, ni treinta años después. La necesidad de consultar al Perú y la contrapropuesta de ese país fueron los responsables de la falta de avance en estas negociaciones. No obstante, en junio de 1977, los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países fueron capaces de emitir una declaración en la que establecieron el ánimo de profundizar y activar el diálogo para darle una salida soberana al mar a Bolivia. Siguiendo en esta línea, el tema marítimo se recoge nuevamente en la Agenda de los 13 puntos. ¿Cómo puede Chile explicar que casi 50 años después de la firma del Tratado

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estaba preparado para entrar en negociaciones? ¿No eran sinceros los gestos de 1950 y 1975? ¿Estamos aquí ante un caso de violación al principio de la buena fe en las relaciones internacionales? Aún más, en el caso entre Perú y Chile de la Delimitación Marítima, Chile hizo mención expresamente a las negociaciones con Bolivia para cederle un corredor y la zona marítima anexa. Ahí ustedes pueden apreciar que el tema no estaba aún cerrado. En otros casos, la Corte ha resaltado la importancia del principio de la buena fe (caso de las Pruebas Nucleares en 1976 y caso Malasia/Singapur en 2008).941 Dado que ambos países han estado de acuerdo en que este es un caso no resuelto, el impedimento construido, para objetar preliminarmente a la Corte, es infundado. Chile trata de llevar a la Corte a la alucinación de la que padece. Sin duda, Chile está enceguecido por el sol y la aridez del Desierto de Atacama, que antes perteneció a Bolivia. Chile ve como en un espejismo dos obstáculos a vuestra jurisdicción. Pero esos espejismos desaparecen en cuanto el observador hace el intento de revisar si ellos son reales. d) Presentación del Sr. Antonio Remiro Brotóns (abogado español)

(Trata sobre la aplicación del Art. VI del Pacto de Bogotá) El Art. VI del Pacto de Bogotá se refiere a la inaplicabilidad de los procedimientos del Pacto sobre temas definidos por tratados o acuerdos previamente aprobados por las partes, con anterioridad a la firma del Pacto. Chile malinterpreta el Art. VI. Su propósito es excluir amenazas, sin el consentimiento de las partes, a tratados o decisiones arbitrales o legales. Chile trata de convertir el Art. VI en un “hoyo negro”. En el caso entre Colombia y Nicaragua, Colombia intentó establecer que la demanda de Nicaragua estaba resuelta por el Tratado de 1928 y el Protocolo de 1930. La Corte no aceptó ese argumento, el mismo que usa Chile ahora. La Corte examinó los hechos uno a uno a la luz del Tratado y el Protocolo, encontrando que el Tratado se refería a la isla de San Andrés pero no a la de la zona contigua, asumiendo que tenía jurisdicción. Este caso es más sencillo. Chile ha demostrado su apertura a negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico, algo no resuelto por el Tratado de 1904. El tema de la demanda es que se reconozca la obligación que tiene Chile de negociar una salida soberana de Bolivia al océano Pacífico.

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Se refiere a un conflicto por la soberanía de tres islas, en que la Corte aplicó un fallo salomónico: Una isla a Singapur, una segunda isla a Malasia y la tercera tendrían que resolver entre ambos países. Nota del autor.

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¿Puede una Aplicación como tal constituir una movida hostil que amenace la estabilidad de las fronteras y el orden regional? La sola mención del tema es una ofensa al principio fundamental de resolver las disputas en forma pacífica como también a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y al Pacto de Bogotá. e) Presentación del Sr. Payarn Akhavan (abogado indio)

(Sobre el Artículo 79 de las Reglas de la Corte) Lo que Chile pide es que la Corte cierre el caso sin escuchar los argumentos de Bolivia. Lo anterior con premisas falsas. Primero, Chile asume que el Tratado de 1904 no puede conciliarse con acuerdo separado y posterior para negociar una salida al mar. Segundo, Chile asume que un acuerdo a negociar es lo mismo que concluir un acuerdo. Tercero, Chile asume que un acceso soberano es lo mismo que redibujar las fronteras. Cuarto, Chile asume que un eventual cambio de fronteras es el fin del Tratado de 1904. Quinto, Chile asume que puede ignorar lo sucedido entre 1904 y 1948. Sexto, Chile asume que la conducta de las partes después de 1948 no puede ser considerada por la Corte para establecer si el asunto está resuelto o no. La objeción chilena es falsa. Bolivia no pide anulación de tratados, ni resolución de disputas territoriales, ni cambio de fronteras. Tampoco establece la forma del acceso soberano. Esto puede ser resuelto mediante un corredor, un enclave costero, una zona especial u otra solución práctica. Lo que Bolivia pide es que Chile cumpla su promesa de negociar una solución. (Destacado del autor). Tal como esta Corte ya resolvió en el caso Hungría/Eslovaquia, la Corte no puede determinar el resultado de las negociaciones entre las partes. Son ellas las que deben resolver. Aquí es lo mismo. ¿Por qué Chile teme tanto que la Corte escuche los méritos de la demanda boliviana? Si Bolivia está equivocada, la situación seguirá igual. Si Bolivia tiene razón, las partes deberán reabrir las negociaciones de buena fe, porque las partes han acordado que Bolivia debiera tener alguna forma de acceso soberano al mar. La Corte no puede determinar si tiene jurisdicción sin entrar a estudiar el fondo de la materia. Chile le ha dedicado poco espacio al tema de lo ocurrido después de 1948. Si todo estaba cerrado en 1904, ¿cuál es el significado de esas negociaciones? La Corte ha tenido jurisdicción antes en temas concernientes a tratados anteriores a 1948. Eso ocurrió en el caso Nicaragua/Honduras por ejemplo.942 Si hay cualquier duda, la Corte debe ejercer su jurisdicción. El tema de la salida soberana al mar de Bolivia no estaba resuelto en 1948. Si así 942

Denuncia formulada por Nicaragua contra Honduras, producto de acciones armadas fronterizas y transfronterizas en que la Corte declaró por unanimidad que en virtud del artículo XXXI del Pacto de Bogotá tenía competencia para entender de la solicitud presentada por Nicaragua y consideró admisible la demanda. Nota del autor.

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hubiera sido, ¿por qué las partes estaban negociando desde hacía un siglo? Incluso, después que Chile había negociado con Perú el Tratado de 1929, se firmó un Protocolo respecto al tema de la salida soberana al mar de Bolivia. En Charaña, Chile nuevamente consultó a Perú si consentiría un acuerdo con Bolivia. O sea, el tema no quedó resuelto en 1904. Otros compromisos en 1920 y 1926, refuerzan el hecho de que Chile no consideraba el caso cerrado. Nada ocurrió al respecto entre 1920 y 1948. En 1950, nuevamente Chile muestra disposición a negociar. En la Declaración de Charaña en 1975, Chile vuelve a reconocer el problema de enclaustramiento de Bolivia y de buscarle una solución. Chile da vuelta sus propios argumentos, estableciendo que no era necesario cambiar el Tratado de 1904 para darle salida al mar a Bolivia. Ahora, dice lo contrario. La objeción es una objeción falsa. Y si no lo fuera, no sería una objeción preliminar. Por lo tanto se le pide a la Corte que rechace la objeción de Chile bajo la Regla 79 de la Corte y que declare que el caso cae bajo la jurisdicción de la Corte. f)

Pregunta del juez Greenwood

Terminada esta parte, el juez Greenwod hizo la siguiente pregunta: ¿En qué fecha sostiene Bolivia que el acuerdo para negociar con Chile tuvo término? 10.2.5. Segundo alegato de Chile. Audiencia del 7 de mayo de 2015 a) Presentación de Sir Daniel Bethlelem

Chile tuvo problemas para ver la coherencia de la presentación de ayer de Bolivia. Hubo una gran diferencia entre las opiniones del inicio con las finales. Hay una nueva teoría de negociaciones paralelas (puertas corredizas) entre el Tratado de 1904 y otras negociaciones que no se tocan entre sí. Contestó a la profesora Chemillier que las notas de 1879 y 1884 no hablan de accesos soberanos ni de corredores, ni enclaves, ni zonas especiales, sino de un derecho de Bolivia de acceso al mar en perpetuidad para comerciar. El profesor Remiro Brotóns retrocedió ayer, estableciendo que el Tratado de 1895 no era una obligación, como lo había dicho anteriormente. Sólo sería un antecedente al Tratado de 1904. La verdad es que lo negociado en 1895 no tiene ningún efecto. También el profesor expresó ayer que nada impide renegociar el Tratado de 1904. Ese es el punto. Bolivia quiere renegociar el Tratado. La Corte es un instrumento de justicia, pero Bolivia quiere usarla como un mediador forzado. Remiro Bretón y Akhavan admiten la conexión entre el caso de Bolivia y el

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Tratado de 1904. ¿Qué tipo de conexión? La demanda de Bolivia de tener una salida soberana al mar apunta al centro del Tratado de 1904. No puede haber duda en esto. Según la profesora Pinto, una materia está resuelta por un acuerdo cuando es resuelta por ese acuerdo. En el contexto legal, un acuerdo indica que las partes se han comprometido a aceptar un instrumento legal. Finalmente, las negociaciones no crean jurisdicción. b) Presentación del Sr. Samuel Wordsworth

i.

Introducción

Ambas partes están de acuerdo en que la identificación del verdadero tema en este caso, es parte fundamental de la función de la Corte en esta fase preliminar. Bolivia desea que la Corte caracterice su demanda en base a una parte de su Aplicación. Bolivia quiere que ustedes se enfoquen en las negociaciones paralelas, como si ellas hubieran existido independientemente del Tratado de 1904. La naturaleza de la salida al mar es un elemento que está resuelto por el Tratado de 1904. Bolivia ahora busca una salida al mar fuera de ese contexto legal. Un acceso soberano implica necesariamente que lo definido por el Tratado de 1904 sea revisado. Es evidente que si Bolivia retirara las palabras obligación a negociar, la Corte no tendría ninguna jurisdicción. ¿Se puede cambiar la naturaleza del asunto agregando las palabras “obligación a negociar”? ii.

La correcta caracterización de la demanda

Tres de los colegas del lado boliviano expresaron el pacta sunt servanda. Primero, parece que el término no tiene sentido cuando se trata del antiguo y duradero Tratado de 1904. En segundo término, si hubiera una obligación de Chile a negociar, eso no es de la jurisdicción de la Corte. Respecto al uso de material de otros casos, el profesor Forteau no citó lo pasajes más importantes del caso Pruebas Nucleares y la cita del caso Diallo se refiere a un asunto totalmente distinto de admisibilidad. El profesor Remiro Bretóns tocó el tema de la Constitución de 2009, pero no contestó nuestro punto. Según él, el mandato de buscar una salida al mar era solo un asunto de políticas y que, curiosamente, el Tratado de 1904 estaba protegido por la Constitución y por provisiones del mayor estatus jerárquico de los tratados. iii.

La posición antes de 1948

Bolivia le ha dado un nuevo énfasis a lo ocurrido antes de 1948, lo que refleja su preocupación de que el tema ya estaba resuelto antes de 1948 y que, entonces, nuestra objeción es correcta. En los 11 documentos mostrados por Bolivia no se dan las condiciones para establecer un pactum de contrahendo. En ellos se expresan voluntades de hacer esfuerzos y no compromisos.

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Por ejemplo, en las Actas de 1920, además de manifestar una voluntad, se expresa que: Esta declaración no contiene provisiones para crear derechos u obligaciones para ninguno de los Estados representados. En 1923, Chile estableció claramente que no revisaría el Tratado y que no estaba dispuesto a interrumpir la continuidad de su territorio. El tema de la Liga de las Naciones no fue mencionado por Bolivia. En las notas del 22 de febrero de 1923, Bolivia no menciona la palabra soberanía. La propuesta del embajador Kellog obviamente no podía crear obligaciones a Chile, ni derechos a Bolivia. En las notas de 1950, sólo los dos primeros anexos fueron fechados antes de 1948. Bolivia no puede decir con credibilidad que ellos constituyen un acuerdo. iv.

La posición después de 1948

En el intercambio entre ambos países en 1950, Bolivia solicitó entrar en negociaciones directas para satisfacer la necesidad boliviana de un acceso soberano al mar. La respuesta de Chile fue de aprobar las negociaciones directas para encontrar una fórmula que le diera acceso soberano al mar y para que Chile fuera compensado de una forma no territorial que considerara sus intereses. El acuerdo de negociar anterior no constituye un “pactum de contrahendo.” Algo similar ocurre con el memorándum Trucco y las Conversaciones de Charaña. En 1975, el documento incluyó en su letra c) que: Como declaró el presidente Banzer, la cesión a Bolivia de una costa marítima soberana conectada al territorio boliviano a través de un corredor con el mismo tipo de soberanía sería considerada. Lo anterior no cabe ser considerado como un pactum de contrahendo. En la Asamblea de la OEA de 1986, la resolución urgía a Bolivia y Chile a restablecer relaciones diplomáticas y buscar una solución al enclaustramiento boliviano. Esto no se puede considerar tampoco un compromiso de Chile. Aún más, el representante chileno expresó que cualquier negociación con Bolivia era un tema a tratar directamente entre las partes, a través de un proceso que incluyera la normalización de las relaciones entre ambos países. v.

Substancia, no forma

Lo que importa en el ámbito legal es la substancia y no la forma. Bolivia ha pretendido demostrar que hay una materia nueva post 1948 que no fue resuelta por el Tratado de 1904. En primer lugar, Bolivia tendría que demostrar un pactum de contrahendo no satisfecho por Chile. Segundo, aun cuando se asuma la existencia de este pactum de contrahendo, sería solo una ilusión que no alteraría el hecho de revisar el Tratado de 1904. c) Presentación del Sr. Pierre Marie Dupuy

Bolivia ha tratado de convencer a la Corte que ustedes no necesitaban verificar

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su jurisdicción sobre el caso presentado, olvidando que esta sólo puede ejercer su función judicial con el acuerdo de las partes. Las presentaciones de ayer de Bolivia resultaron muy confusas. ¿Se trata de una obligación a negociar basada en nuevos acuerdos entre las partes distinto del Tratado de 1904? Si esto no es un pacto, que es un instrumento convencional por definición, sino un conjunto de declaraciones e intercambio diplomático entre dos Estados, ¿en qué momento se transforman en un compromiso y se cristalizan en una obligación legal? ¿Estamos hablando antes o después de 1904? ¿Antes de 1948? ¿Cuándo se produce esta extraña transformación? Los fundamentos de la materia. La simple pregunta es si la materia referida por Bolivia en su Aplicación estaba o no resuelta por el Tratado de 1904, cuando se firmó el Pacto de Bogotá en 1948. El límite fijado por el Tratado de 1904 establece las fronteras entre ambos países y en él, no se le otorga costa marítima a Bolivia. Se nos hizo ver primero la importancia del Tratado de 1895 y después se nos dijo que era solo una indicación. Según se nos dijo ayer, el pactum era una amalgama de declaraciones y de notas de intercambio. La Corte recuerda que la profesora Chemillier insistió ayer sobre las notas de 1950, el memorándum Trucco y las posiciones de 1975 y 1977 siguiéndola el profesor Akhavan en ese sentido. Bien, todas ellas son posteriores a 1948, cuando fue firmado el Pacto de Bogotá. Entonces, si el Tratado era válido en 1948, la Corte de Justicia no tiene jurisprudencia en este caso, según lo determina el Art. VI del Pacto. Como saben, Bolivia ratificó el Pacto de Bogotá el año 2011. Nos preguntamos, ¿por qué razón Bolivia firmó el pacto en el último momento antes de enviar la Aplicación a la Corte de Justicia? Esa reserva fue mantenida porque Bolivia sabía que el Art. VI era un obstáculo insoslayable para vuestra jurisdicción. La base para la jurisdicción de la Corte requiere que la objeción de Chile sea contestada en la fase preliminar. La única prueba para verificar la jurisdicción de la Corte es si el tratado que responde a las materias de Bolivia era válido o no en 1948. Y Bolivia reconoce que así era. La Corte puede establecer sin dificultades otro derecho. De acuerdo al Art. XXXIII del Pacto de Bogotá, si las partes no logran ponerse de acuerdo en la jurisdicción de la Corte, entonces la Corte misma tendrá que definir su jurisdicción. d) Presentación del Sr. Harold Koh

Bolivia ha firmado dos tratados que lo amarran con Chile: el Tratado de Paz de 1904 y el Pacto de Bogotá de 1948.

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Bolivia está alegando que la Corte debe obligar a Chile a negociar. En el Art. VI del Pacto de Bogotá, las partes contratantes acordaron que esta Corte no se podría involucrar tomando jurisdicción sobre temas ya resueltos o mandatados por tratados. Ahora, Bolivia reclama que la Corte ordene a Chile renegociar para convertir un acceso no soberano, por uno soberano. Aceptar lo anterior, quebraría fronteras estables acordadas en un tratado de hace más de 110 años. Ayer Bolivia citó muchos casos de negociaciones antes y después de 1948. Lo que no dijo, es que el Pacto de Bogotá fue concebido para resolver las diferencias por mecanismos diplomáticos y no en fueros judiciales. La fijación de las fronteras en Latinoamérica es fruto de un proceso que tuvo un alto costo. Es necesario que los países continúen con ellas y mantengan buenas relaciones. e) Cierre del agente Sr. Felipe Bulnes

El Tratado de 1904 restableció la paz 20 años después que la Guerra del Pacífico hubo terminado, delimitó nuestra frontera de manera que Bolivia quedó sin salida al mar soberana y estableció que Bolivia tendría salida irrestricta al mar por Chile y sus puertos. La mayor parte de todo un siglo, Bolivia ha aspirado a cambiar el acuerdo alcanzado en 1904 y tener acceso soberano al mar. Bolivia siempre y hasta ahora ha descrito el tema como de una “reivindicación histórica”. En el Pacto de Bogotá, los firmantes acordaron mirar hacia el futuro y excluir reclamos unilaterales ante esta Corte por reivindicaciones históricas. Ustedes vieron que Bolivia firmó el Pacto en 1948 y al ratificarlo en 2011, lo hizo con una reserva. Sabía que interponer una demanda en la Corte, quedaba fuera de su jurisdicción. Hasta que Bolivia inició unilateralmente este caso, la exclusión jurídica era un tema acordado entre las partes. Eso fue considerado por Chile para permanecer en el Pacto. Bolivia le está pidiendo a la Corte que obligue a Chile a negociar. Que Chile le ceda territorio a Bolivia y cambiar el acceso de Bolivia al mar de no soberano a soberano. El Art. VI impide que Bolivia abuse de esta forma y que otros Estados interpongan reclamos artificiales. En esas bases, tengo el honor de leer formalmente la petición de Chile que dice: La República de Chile respetuosamente solicita a la Corte que declare que el reclamo interpuesto por Bolivia contra Chile no está dentro de la jurisdicción de la Corte.

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10.2.6. Segundo alegato de Bolivia. Audiencia del 8 de mayo de 2015 a) Presentación de la Sra. Chemillier Gendrau

Bolivia demanda que Chile sea obligado a negociar mientras tanto Chile ha repetido hasta la saciedad que Bolivia busca revisar el Tratado de 1904. Para resolver este nudo, es necesario mirar en la historia. Chile conquistó militarmente el territorio costero de Bolivia, lo que fue confirmado por el Tratado de 1904. La injusticia de esta situación ha sido reconocida muy extensamente. Frente a esta injusticia, Bolivia ha acudido a la ley y es en esta base, que aparece frente a ustedes. Chile ha sido puesto fuera de su balance y ha debido abandonar su zona de confort de estar siempre prometiendo y nunca dando. Mientras Bolivia ha tratado de poner el derecho frente a una injusticia, es significativo que los perpetradores de ella hayan encontrado siempre que es necesario ponerle fin a ella. Desde el comienzo de la Guerra del Pacífico, hace más de un siglo, Chile ha repetidamente expresado su voluntad de acceder a las peticiones de Bolivia pero sin llegar a hacerlo. En 1919, Bello Codesido habló de un reclamo legítimo. El presidente González Videla se refirió como una “reparación histórica”. Ahora Chile quiere que Bolivia aparezca culpable, por querer escapar de esa injusticia. Cito a Rosalyn Higgins, expresidenta de la Corte: En mi perspectiva, la ley no debe ser vista como reglas sino como normas opuestas entre las que se debe elegir. Eso solo puede ser hecho articulando los valores que pueden ser promovidos, eligiendo uno sobre el otro. En este caso, el jurista se enfrenta a una elección de valores. En una mano, hay una evolución de la ley internacional moderna. Ante la prohibición del uso de la fuerza, la validez de los tratados ya no sólo depende de lo firmado. Se determina por el respeto a ciertos valores que sirven para alinear la ley con la justicia lo mejor posible. Aquí tratamos con la estabilidad de las fronteras. Aquí la estabilidad de las fronteras es tan importante que la Corte, cada vez que puede, endosa el principio del uti possidetis juris sobre las fronteras coloniales. La Guerra del Pacífico y el Tratado de Paz deben ser considerados bajo las normas de su tiempo. El uso de la fuerza era un atributo de la soberanía y los tratados de paz eran válidos. Bolivia sabe entonces que es imposible cambiar el Tratado de 1904, a menos que se renegocie voluntariamente con el acuerdo de ambos Estados, lo que Chile hasta la fecha ha descartado. Es por esa limitación que Bolivia no alega la revisión del Tratado de 1904, porque sería contrario a la legalidad actual. Es por eso que el Art. VI del Pacto de Bogotá es inaplicable en este caso y la razón por la que la Corte tiene plena jurisdicción. Si hay una disputa hoy es porque Chile reconoció, después de firmado el Tratado, que había un tema no resuelto y que estaba preparado para resolverlo.

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Chile no puede reescribir su historia. Ha hecho promesa tras promesa y se ha comprometido en acuerdos bilaterales y ha creado legítimas expectativas. Ahora se les pide a ustedes que guíen a ambos Estados en una ruta legal que Chile tomó la responsabilidad de abrir, para dar una solución al tema del enclaustramiento de Bolivia. Bolivia confía en la palabra empeñada en los numerosos acuerdos hechos por Chile, independientes del Tratado. Chile no puede mantener la contradicción de haber repetido en tantas ocasiones su voluntad a negociar una salida soberana y decir ahora que el Tratado de 1904 se lo impide. Su buena fe está en juego. La jurisdicción de esta Corte es independiente del Tratado de 1904, pero no del pactum de contrahendo. Nuestro oponente ha seleccionado los documentos truncando algunos para darle consistencia a la posición de Chile. Como ejemplo, veamos algunos: En el párrafo IV del memorándum del 9 de septiembre de 1919 se expresa claramente la voluntad de Chile de hacer todos los esfuerzos para que Bolivia pueda adquirir acceso soberano al mar. Nuevamente, en el párrafo V Chile acepta entrar en nuevas negociaciones para cumplir con el deseo boliviano. Chile acepta. Y aceptar es concluir. En la carta del 6 de febrero de 1923, el canciller establece que el Gobierno de Chile hará esfuerzos para arreglar con Bolivia el terreno para entrar en negociaciones que conduzcan a solucionar la aspiración marítima de Bolivia. La Corte no debe equivocar las intenciones chilenas. Decir que uno hará su mayor esfuerzo, es hacer un compromiso, y uno fuerte. En la Notas del 1 de junio de 1950, Bolivia hizo ver que Chile había en numerosas oportunidades, entre 1895 y 1949, acordado discutir el tema con Bolivia. Chile declaró, en su Nota de 1950, que su Gobierno actuaría consistentemente con esta posición. En el memorándum Trucco, Chile reiteró el compromiso. El 30 de septiembre de 1975, el Presidente de Chile habló del sincero y permanente propósito de su Gobierno de examinar con Bolivia una solución duradera al enclaustramiento boliviano. En una nota del 8 de febrero de 1977, el Presidente de Chile estableció que su Gobierno mantendría su decisión de encontrar una solución satisfactoria. Esto fue confirmado el 23 de noviembre de 1977. Este pactum de contrahendo encontró otra expresión el 17 de junio de 2008, cuando los subsecretarios de Relaciones Exteriores de ambos países acordaron seguir tratando el tema marítimo, en el punto 6 de la Agenda de los 13 puntos. La misma palabra “acordaron” se encuentra en las minutas de las conversaciones del 2010 respecto al tema marítimo. Por lo tanto, Bolivia pide a la Corte forzar a Chile a respetar su obligación y retomar las negociaciones. Esta petición es independiente de alterar el Tratado de 1904 y no hay espacio para la aplicación del Art. VI del Pacto de Bogotá.

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b) Presentación del Sr. Mathias Forteau

Los argumentos de Chile de ayer nos sorprendieron. Habíamos entendido que Chile había presentado una objeción preliminar el 15 de julio de 2014 a raíz de la cual la Corte, en esa misma fecha, suspendió los procedimientos sobre el tema de fondo. Sin embargo, la mayor parte de la argumentación de Chile de ayer se refirió al tema de fondo. La demanda de Bolivia. Refutando lo expresado por el Sr. Wordsworth el día anterior, cito lo resuelto por la Corte en el caso de Nicaragua vs. Colombia: …el presente caso ha sido traído ante la Corte por la Aplicación de Nicaragua, no por especial acuerdo entre las partes, y no hubo contra reclamo de Colombia. Por lo tanto la Corte debe decidir. Chile ha reformulado la petición de Bolivia, tema que sólo le compete a la Corte. Primero, si la demanda no concierne la obligación de negociar (y lo hace), no habría tema de jurisdicción. Segundo, ¿en base a qué habría que eliminar las palabras “obligación a negociar” en la demanda boliviana? Esas palabras son esenciales en su demanda. Podríamos discutir sobre la existencia de esta obligación pero eso es el tema de fondo y no puede ser decidida en esta fase jurisdiccional. Chile insistió ayer en que Bolivia ha vuelto a empacar el tema repentinamente en el 2013. Les recuerdo que en 1979, Bolivia recordó oficialmente la obligación de negociar, sin haber tenido respuesta de Chile, lo que debe ser visto como una aceptación y una obligación bajo la ley internacional. Bolivia no acudió a la Corte hasta 2011 y lo hizo por una razón específica: fue entonces cuando Chile renegó los compromisos hechos para negociar. Si la Corte decide que Chile tiene la obligación de negociar, entonces Chile tiene una obligación bajo la ley internacional. Cualesquiera sean las restricciones que esa obligación le imponga a Chile, es un principio de esta Corte que un derecho o una obligación que puedan resultar en delicadas cuestiones de aplicación, no es razón suficiente para concluir la imposibilidad de una determinación judicial basada en el Estatuto. Volviendo al mismo punto: ¿Existe una obligación en este caso? Es estrictamente un tema del fondo. Si la obligación no existe, Chile no deberá hacer nada. Si la obligación existe, Chile deberá ceñirse a la legislación internacional. La tan crítica fecha de 1948. La pregunta planteada ayer por el profesor Dupuy era si el tema estaba resuelto por el Tratado de 1948 cuando se firmó el Pacto de Bogotá. El profesor Wordsworth citó ayer 6 veces la frase “desde 1948”. Nuestros colegas malinterpretan el Art. VI del Pacto al sostener que si un tema estaba resuelto por un tratado, aún si el arreglo hubiera sido alterado después de

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1948. El profesor Dupuy reclama que la obligación a negociar debería haber sido puesta antes de 1948, para bloquear la aplicación del Art. VI. Eso no es correcto. En el caso de Nicaragua/Colombia hubo un tratado en 1928 que le entregó tres islas a Colombia. En 1950, se firmó un nuevo tratado que le transfirió esas islas a Nicaragua. La disputa nace después respecto a la delimitación marítima y eso se discute en esta Corte en base al Pacto de Bogotá. Lo que Chile argumenta sería: La Corte no tiene jurisdicción porque en 1948 el tema estaba resuelto por el Tratado de 1928. La soberanía cambió en 1950 pero, de acuerdo a Chile, lo que cuenta es que el asunto fue resuelto en 1948, según el Tratado de 1928. Lo anterior significa que para los propósitos de la soberanía marítima, la Corte debió haber considerado cómo era aquella en el Tratado de 1928. ¿Cómo entonces la Corte va a hacer una delimitación marítima que depende de la soberanía de las islas? Si toma el Tratado de 1928, no estaría respetando el Tratado de 1950. Si considera el de 1950, no estaría respetando la interpretación del Art. VI del Pacto de Bogotá. Este es el tipo de impases a que el razonamiento de Chile conduce. Como conclusión, Bolivia cree que ni la disputa relativa a la obligación a negociar, ni la disputa a la violación de esa obligación, fueron arregladas por el Tratado de 1904 cuando Chile renunció a su obligación a negociar por una razón muy simple: la obligación a negociar no deriva del Tratado de 1904 sino de fuentes legales distintos de ese Tratado. c) Presentación del Sr. Antonio Remiro Brotóns

Me referiré a tres temas: primero, la consagración del Tratado de 1904 como el principio y el fin de todas las cosas; segundo, sobre el escepticismo a la formación de obligaciones internacionales fuera de los tratados; y tercero, la táctica del miedo. Sobre el Tratado de 1904. Ayer me preguntaba si Moisés habría bajado del Monte Sinaí con los Diez Mandamientos en una mano y con el Tratado de 1904 en la otra. El Tratado de 1904 merece santidad, pero no es eterna. La mera posibilidad de que ese Tratado pueda ser renegociado, corregido o complementado, provoca inmediatas acusaciones de revisionismo. La Convención de Viena provee arreglos a los tratados. Es cierto que Bolivia acudió a la Liga de las Naciones en 1920 a pedir la revisión del Tratado de 1904, inspirado en una mala interpretación de los poderes del Consejo. Respecto al retiro de la reserva al Art. VI del Pacto de Bogotá, Bolivia lo hizo para que Chile no pudiera seguir evitando que el Pacto pudiera ser usado en sus mutuas relaciones. Inferir que Bolivia lo hizo dos semanas después para poder

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revisar el Pacto de 1904, es infantil. Si Chile hubiera querido escapar a la jurisdicción de la Corte debió haber denunciado el Pacto y haber esperado un año para que este hubiera sido efectivo. Sin embargo, nuestro oponente decidió no usar ese camino y refugiarse tras el Art. VI para distorsionar la Aplicación de Bolivia. En la Constitución de Bolivia de 2009 no hay referencia a que el Tratado de 1904 sea uno de los cuales este país desee denunciar. Los tratados que son respetados, no siempre son amados. Chile ganó 120.000 km2 del anterior Departamento del Litoral de Bolivia. El ministro Abraham König dijo una vez que: Nuestros derechos nacen de nuestras victorias, la ley suprema de las Naciones. Chile ha usado esta plataforma para decir que Bolivia cuenta con el más amplio y libre derecho de tránsito del mundo por territorio chileno, debiera tomarse nota de las muchas restricciones al derecho de tránsito que sufre Bolivia. Una aproximación formal a la formulación de obligaciones internacionales Chile es muy escéptico a que las obligaciones fuera de los tratados sean consideradas como acuerdos formales. Establecer que las obligaciones para negociar una salida soberana al mar se puede inferir de esos documentos es algo que apunta al fondo del tema. Sin embargo, Chile eligió levantar una objeción preliminar a la jurisdicción de la Corte en vez de presentar una contramemoria. Esto es algo ilógico. Es algo impropio e inapropiado y la Corte no debe tolerar esa conducta. La táctica del miedo. El Sr. Koh dedicó su alegato a tratar de demostrar que si la Corte accede a la civilizada Aplicación de Bolivia, el Pacto de Bogotá colapsaría. Bolivia terminaría pidiendo la revisión de las fronteras con todos sus vecinos y otros seguirían su mal ejemplo. d) Presentación de Mr. Payarn Akhavan

En la presentación de ayer el abogado Dupuy expresó claramente que para verificar la competencia de la Corte, era necesario saber si el Tratado de 1948 era válido en 1948 o no. Eso significa que es necesario entrar al tema de fondo. Chile quiere saber si hay un “tratado real” y un “pactum improbable”. Chile quiere que ustedes determinen si hay o no una obligación de negociar; si hay solo un Tratado de 1904 y no hay un “pactum de contrahendo.” Es sencillamente un repudio al caso de Bolivia en su fondo. Sir Daniel habló del Tratado de 1904 como tóxico para Bolivia. Habló de levantar el velo. Sir Daniel es bienvenido a levantar el velo, pero debe esperar hasta la noche de bodas. Y eso, será en la etapa de los procedimientos de fondo y no en las objeciones preliminares. El Sr. Wordsworth se refirió a las negociaciones sobre acceso soberano como

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declaraciones de deseos y no como un pactum de contrahendo. Con todo respeto, sería inconcebible que esta Corte encuentre que esto es una objeción de carácter preliminar bajo la Regla 79. La Corte no puede decidir esta materia en una fase preliminar, sin escuchar los temas de fondo. El juez Greenwood le preguntó a Bolivia ¿En qué fecha Bolivia sostiene que un acuerdo para negociar un acceso soberano fue fijada? No hay un momento mágico sobre todo cuando los acuerdos nacen repentinamente. En este caso, es una acumulación de actos sucesivos de Chile. Los datos están todos a la vista. Chile prometió negociar acceso al mar. Napoleón dijo una vez: Si quieren tener éxito en el mundo, prometan todo y no den nada. En materia legal, una promesa es una promesa, sola o repetida. Chile ha expresado que Bolivia tiene derecho de tránsito completo, Sin embargo Bolivia ha tenido que presentar recientemente reclamos ante la ALADI porque sus camiones han debido esperar hasta tres días para cruzar la frontera, perjudicando el comercio boliviano. En resumen, la objeción de Chile apunta directamente al corazón del tema. Chile quiere que la decisión se base en el fondo y no en una objeción preliminar. e) Cierre del Sr. Eduardo Rodríguez Veltzé

La demanda de Bolivia se basa en la obligación de Chile de negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico. Es una obligación que surge de una serie de compromisos, declaraciones e intercambios por muchos años. Lo anterior es algo que corresponde a los méritos de la causa y no puede ser resuelta en una etapa preliminar. Chile ha bloqueado la salida soberana de Bolivia al mar y ha bloqueado continuar con las negociaciones. Ahora Chile pretende bloquear el acceso de Bolivia a la Corte. Sería injusto impedir que Bolivia presente el fondo de su causa. A pesar de los esfuerzos de Chile para desafiar la jurisdicción en este caso, la disputa no desaparecerá, ella deberá ser resuelta. Chile no debe ver este caso como una amenaza sino como una oportunidad; una oportunidad para resolver esta disputa de acuerdo a la legislación internacional y mejorar las relaciones amistosas. Las peticiones de Bolivia son:

f)

-

Rechazar la objeción a la jurisdicción de la Corte pedida por Chile.

-

Declarar que la demanda presentada por Bolivia está en su jurisdicción.

Pregunta del juez Hisashi Owada y respuestas

Juez Owada: En el curso de las audiencias y en los documentos presentados por ambas partes, se ha usado el término “salida soberana al mar”. Este no es un término en la ley internacional.

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Le pido a las partes que definan el significado como lo entienden y cómo lo usan para determinar la posición de la jurisdicción de la Corte. i.

Respuesta de Bolivia

Bolivia observa que Chile repetidamente acordó negociar una salida soberana al océano Pacífico para poner fin a su enclaustramiento. Para poder definir el término, es necesario determinar el sentido que las partes le han dado en sus sucesivos acuerdos. Bolivia responde que este es un tema de fondo y no algo a ser determinado en una etapa preliminar. Para el propósito de la jurisdicción, es necesario hacer notar que el acuerdo para negociar y el resultado de esa negociación son dos cosas distintas, tal como lo reconoce la jurisprudencia de la Corte. El hipotético cambio al Tratado de 1904 en algún punto del futuro, es materia de especulación y no es el tema del caso. Aún más, las partes han acordado repetidamente en otorgarle una salida soberana al mar a Bolivia, independientemente del Tratado de 1904. Bolivia reitera una vez más que la modalidad precisa del acceso soberano es materia del fondo, ya que eso es un tema que deba ser aprobado por las partes. Justamente, lo que Chile debe garantizar es una salida soberana propia al océano Pacífico, de acuerdo a la ley internacional. ii.

Respuesta de Chile

Bolivia en su Aplicación, en los párrafos 32 (a) y 32 (c) y en los párrafos 500 (a) y 500 (c) de su Memoria, usa los términos acceso pleno y soberano al océano Pacífico. En el párrafo 361 de su Memoria, Bolivia expresa que Chile acordó transferirle un territorio a Bolivia para asegurar una salida soberana al mar. En el párrafo 445, Bolivia fue muy clara: De acuerdo a Chile, las negociaciones entre los dos Estados sólo podrían ser consideradas si ellas no condujeran a un intercambio territorial, lo que significa, bajo la condición de que ellas no involucraran un acceso soberano al mar. Para explicar la demanda sobre el derecho a una salida soberana al océano Pacífico, Bolivia se refiere igualmente en su Memoria a un “acceso soberano al océano Pacífico” (párrafo 441), “cesión de territorio” (párrafo 484) y “modificación del status territorial entre los dos países.” (párrafo 486). El significado de la expresión “acceso soberano al mar” es usada por Chile en su presentación de la objeción a la jurisdicción es el mismo usado por Bolivia en su Aplicación y en la Memoria. Chile entiende que Bolivia está demandando a que Chile esté obligado a transferirle a Bolivia soberanía sobre un territorio costero bañado por el océano Pacífico. La objeción de Chile se fundamenta en que en el Art. II del Tratado de Paz de 1904, Bolivia y Chile determinaron la ubicación de la soberanía entre ellos y en el Art. IV, Chile acordó a favor de Bolivia en perpetuidad el más irrestricto derecho de tránsito comercial en su territorio y sus puertos del Pacífico.

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El Tratado de Paz de 1904, acordado y válido al 30 de abril de 1948, tal como lo es ahora, dice que ese derecho es sin soberanía. Lo pedido por Bolivia cambiaría lo acordado por el Tratado de 1904 y por ello, está fuera de la jurisdicción de la Corte en virtud del Art. VI del Pacto de Bogotá. iii.

Contra respuesta de Bolivia

Chile en su contra respuesta se dedica a repetir que su argumento de que el Tratado de 1904 es irreconciliable con su obligación de negociar. Como Bolivia ha explicado, esa objeción no es capaz de distinguir entre las negociaciones y el resultado de ellas. Como se dijo en la Memoria, las partes acordaron negociar con el fin de encontrar una salida soberana al mar para Bolivia. Respecto a las modalidades de acceso soberano, Chile hace referencias a “cesiones territoriales” pero olvida mencionar que todas esas citas provinieron de declaraciones unilaterales de Chile o de reiterados acuerdos entre ambos países. Pero todo esto es parte del tema de fondo. Chile invoca varios párrafos de nuestra Memoria sin decir que ellos reproducen términos de sus propias declaraciones y de acuerdos los que serían independientes del Tratado de 1904. Chile une directamente la pregunta del juez Owada con algunos párrafos de la Aplicación de Bolivia, sin dejar dudas de que su objeción es un tema para el fondo del caso. Lo que afirma Chile de que Bolivia busca una decisión que obligue a Chile a darle una salida al mar es falso. Lo que Bolivia le solicita a la Corte es que obligue a Chile a negociar con Bolivia de manera de alcanzar un acuerdo que le dé a Bolivia una salida soberana al mar, independientemente del Tratado de 1904. iv.

Contra respuesta de Chile

En su respuesta, Bolivia adopta la extraordinaria posición de que el sentido que se le da a una expresión central a su demanda puede ser determinada solo como parte del fondo de la materia. Lo que Bolivia demanda es exactamente lo que se puede determinar en una etapa preliminar para decidir si la Corte tiene jurisdicción o no. Bolivia ahora renuncia a repetir el punto que ha puesto tan explícitamente en su Aplicación, Memoria y en la Petición de Medidas Cautelares, que significa exactamente que Chile está obligado a negociar para darle a Bolivia una salida soberana al mar. Bolivia quiere una declaración de que Chile está obligado a cederle territorio soberano, que Chile debe transferirle un territorio costero soberano. Lo anterior es claramente contrario a lo firmado en el Tratado de 1904 y eso está fuera de la jurisprudencia de esta Corte por la aplicación del Art. VI del Pacto de Bogotá. La objeción de Chile debe ser resuelta bajo la base de la Aplicación, la Memoria y la Petición de Medidas Cautelares, que es su objetivo.

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Adicionalmente, Chile anota que la respuesta de Bolivia al juez Owada se enfoca en su posición de que las modalidades del demandado acceso soberano al mar sería algo que pueden acordar los dos Estados, y no es algo que le deba concernir a la Corte. Si la referencia de Bolivia a una zona especial u otra solución práctica y su insistencia a que las modalidades que tenga al acceso no son materia de esta Corte, tiene la intención de retroceder desde la posición adoptada en su Aplicación y Memoria, encarnada en la expresión fully sovereign access contenidas en su Petición de Medidas Cautelares, Chile reitera que la Objeción Preliminar debe ser decidida sobre la base da la Aplicación, la Memoria y la Petición de Medidas Cautelares, en respuesta a que esta objeción ha sido presentada sobre esos antecedentes, ninguno de los cuales Bolivia ha retirado o modificado. 10.2.7. El fallo de la Corte Internacional de Justicia

Hacía tan solo unos pocos días que habíamos dado término a las festividades del aniversario patrio y los chilenos esperábamos expectantes el fallo de la Corte Internacional de Justicia, y no obstante ser en un día y hora laborables, jueves 24 de septiembre, alrededor de las 11 a.m. no fuimos pocos los que nos reunimos en torno a un café, para escuchar la transmisión directa. A medida que avanzaba el relato del Presidente del Tribunal, Ronny Abraham, quien entregó los argumentos y los detalles correspondientes a cada litigante observábamos que el panorama tendía a oscurecerse, hasta que como un balde de agua fría escuchamos la sentencia con sus correspondientes argumentos. Nos habíamos hecho muchas ilusiones y en general los chilenos esperábamos confiados de la solidez de los argumentos esgrimidos por nuestros abogados, pero sin embargo, en nuestro interior teníamos la espina clavada por el fallo del juicio con Perú, de manera que algo intuíamos que los jueces podrían buscar nuevamente una fórmula para dejar si no contentos a ambos Gobiernos, tampoco obtener el 100% de su crédito. Y la encontraron. La Corte Internacional de Justicia rechazó la excepción preliminar presentada por Chile ante la demanda marítima boliviana y se declaró competente de conocer el fondo del caso. Si se hubiese tratado del resultado de un partido de futbol, habría sido una paliza propia de los registros de Guinness. La sentencia fue acordada por 14 votos a favor y dos en contra, estos últimos fueron de los jueces de Italia, Giorgio Gaja y de la magistrada ad hoc de Chile, Louise Arbour. 10.3.Conclusión del tribunal en relación con la excepción preliminar 10.3.1. Texto del fallo

No nos referiremos en detalle a este fallo, por cuanto Dios mediante esperamos hacerlo en otro documento al final del juicio, tan solo nos limitaremos a transcribir los párrafos que nos parecen de mayor interés:

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En lo principal el fallo dictó:943 Teniendo en cuenta el objeto de la controversia, según lo identificado anteriormente (véase el apartado 34 supra), la Corte concluye que las cuestiones en litigio no son asuntos ‘ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral o por decisión de un tribunal internacional o regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la conclusión del “Pacto de Bogotá”. En consecuencia, el VI no impide la competencia de la Corte en virtud del XXXI del Pacto de Bogotá. La excepción preliminar de Chile a la jurisdicción de la Corte debe ser desestimada. De conformidad con el 79, párrafo 9, del Reglamento de la Corte, los plazos de los procedimientos adicionales se fijará por orden de la Corte. Para una mejor comprensión incluimos a continuación el texto de los artículos citados en el fallo. Apartado 34 del fallo: Teniendo en cuenta el análisis anterior, la Corte concluye que el objeto de la controversia es si Chile tiene la obligación de negociar de buena fe el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico, y, si existe tal obligación, si Chile ha violado ello. Por otra parte, el Art. XXXI del Pacto de Bogotá, señala: De conformidad con el inciso 2º del artículo 36 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, las Altas Partes Contratantes declaran que reconocen respecto a cualquier otro Estado Americano como obligatoria ‘ipso facto’, sin necesidad de ningún convenio especial mientras esté vigente el presente Tratado, la jurisdicción de la expresada Corte en todas las controversias de orden jurídico que surjan entre ellas y que versen sobre: La interpretación de un Tratado: b) Cualquier cuestión de Derecho Internacional; c) La existencia de todo hecho que, si fuere establecido, constituiría la violación de una obligación internacional; d) La naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional. En relación al artículo 79 del Reglamento de la Corte Internacional de Justicia solo citaremos aquellos incisos que consideramos que serían aplicables a este fallo, siguiendo el mismo orden de precedencia: 1. Cualquier excepción a la competencia de la Corte o a la admisibilidad de la solicitud, o cualquier otra excepción sobre la cual el demandado pide que la Corte se pronuncie antes de continuar el procedimiento sobre el fondo, deberá ser presentada por escrito lo antes posible, y a más tardar en el plazo de tres meses a partir de la presentación de la 943

Párrafo 54 del fallo. Nota del autor.

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memoria. Cualquier excepción opuesta por una parte que no sea el demandado deberá depositarse dentro del plazo fijado para el depósito del primer alegato escrito de esa parte. 2. No obstante lo dispuesto en el párrafo 1, una vez presentada la solicitud y después de que el Presidente se haya reunido y celebrado consultas con las partes, la Corte podrá decidir la necesidad de pronunciarse sobre cualquier cuestión de competencia y admisibilidad por separado. ………. 9.

La Corte, oídas las partes, decidirá por medio de un fallo, en el que aceptará o rechazará la excepción o declarará que la excepción no tiene, en las circunstancias del caso, un carácter exclusivamente preliminar. Si la Corte rechazara la excepción o declarara que no tiene un carácter exclusivamente preliminar, fijará los plazos para la continuación del procedimiento.

10. La Corte dará efecto a todo acuerdo entre las partes encaminado a que una excepción planteada en virtud del párrafo 1 de este Artículo sea resuelta al examinar el fondo. 10.3.2. Las consecuencias de este fallo

Nos ahorraremos las distintas reacciones originadas tanto en Chile como en Bolivia, ya sea de personeros oficiales o de la opinión pública, pues será motivo de otro trabajo como indicásemos precedentemente y nos limitaremos a lo esencial. Producto de la anterior decisión de la CIJ se deberá retomar el juicio inicial del litigio presentado por Bolivia el pasado 24 de abril de 2013 en los nuevos plazos fijados por la Corte para que Chile presente su contra memoria, y el tribunal se tiene que pronunciar sobre el fondo del litigio, vale decir si es legal o no, desde el punto de vista del derecho internacional, que Chile negocie esa salida soberana al mar con Bolivia. En primer lugar lo que es necesario aclarar, es que a la Corte no le compete determinar el resultado de tal negociación y ante la eventualidad de que pudiese triunfar la demanda Boliviana -lo que esperamos no suceda- el efecto sería que Chile deberá negociar con Bolivia un acceso soberano al mar pero solamente eso, negociar, ya que la Corte como lo expresa en su fallo, no puede garantizar el resultado de dicho acuerdo en los términos solicitados por el demandante. La CIJ ha expresado que lo que debe resolver es si existe o no una obligación de negociar de buena fe un acceso soberano por parte de Chile, y si dicha obligación se ha infringido o no. El tribunal no puede asegurar en consecuencia ni exigir un resultado predeterminado o con una eventual cesión de territorio que afecte la soberanía de Chile. Tampoco la Corte, a decir de los entendidos, puede obligar a las partes a optar por un juicio arbitral. El Tribunal considera que, si bien se puede suponer que el acceso soberano al océano Pacífico, al final la meta de Bolivia, hay que distinguir entre ese objetivo y el

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conflicto relacionado pero distinto presentado por la aplicación, es decir, si Chile tiene la obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al mar y, si existe tal obligación, si Chile ha incumplido la misma. La aplicación no pide a la Corte que falle y declare que Bolivia tiene derecho a acceso soberano.944 Teniendo en cuenta estas observaciones de las Partes, la Corte destaca que el uso en la presente sentencia de las frases "de acceso soberano" y para negociar una salida soberana no debe ser entendida como la expresión de cualquier vista por el Tribunal sobre la existencia, la naturaleza o el contenido de una supuesta obligación de negociar por parte de Chile.945 Si por el contrario, la demanda de Bolivia no es aceptada, Chile no tendría ninguna obligación de negociar sobre el acceso soberano al mar y hasta ahí llegarían las cosas, a menos que Chile voluntariamente se siente a conversar sobre dicho tema, o bien, como ya lo ha anunciado Evo Morales, estaría dispuesto a recurrir a otras instancias legales, como el arbitraje establecido en el Tratado de 1904, siempre que acuerde con Chile ese paso; apelar a la mediación Papal, que también necesitaría la aprobación de Chile y la aceptación del Vaticano, o al menos un diálogo teniendo al Santo Padre como garante, según lo ha declarado el mandatario boliviano, hecho que obviamente dependería de la voluntad del Gobierno chileno. En el intertanto, también existiría la posibilidad de que paralelamente al juicio, Chile y Bolivia, abran una discusión sobre el tema, hipótesis que por el momento el Gobierno chileno no estaría consultando, por lo menos en el tema del mar, ya que siempre ha mantenido su postura de dialogar con respecto a los otros doce puntos de la agenda. A pesar que en Chile no han faltado las críticas por el resultado del fallo, la Presidenta de la República respaldó al equipo negociador: Voy a mantener tanto al agente como a los coagentes y habrá que mirar si es necesario ampliar el equipo en algunas áreas946 realizando posteriormente la designación de tres nuevos profesionales: Joaquín Fermandois, historiador, como coordinador de historiadores; Ascanio Cavallo, periodista y escritor, como coordinador de comunicaciones; y Gabriel Gaspar, exsubsecretario de Defensa, como embajador en misión especial. Reviste gran importancia las áreas que han sido reforzadas o incluidas por parte del Gobierno de Chile, especialmente en el aspecto histórico, atendido el hecho que por segunda vez la Corte Internacional de Justicia, comete yerros de proporciones que deberán ser refutados en forma categórica por nuestros abogados en la próxima etapa, como lo expresa el párrafo 16 de su fallo. Chile y Bolivia obtuvieron su independencia de España en 1818 y 1825 respectivamente. En el momento de su independencia, Bolivia tenía una costa sobre el océano Pacífico, con un total de varios cientos de kilómetros. El 10 de agosto de 1866, Chile y Bolivia firmaron un Tratado de Límites Territoriales, que estableció una 944

Párrafo Nº 32 del fallo. Nota del autor. Párrafo Nº 36 del fallo. Nota del autor. 946 www.24horas.cl. Consultado 14 de octubre de 2015. 945

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línea de demarcación de límites entre los dos Estados, separando sus vecinos territorios de la costa del Pacífico. Esta línea fue confirmada como la línea divisoria en el Tratado de Límites entre Bolivia y Chile, firmado el 6 de agosto de 1874. En 1879, Chile declaró la guerra a Perú y Bolivia, conocida como la Guerra del Pacífico. En el curso de esta guerra, Chile ocupó territorio costero de Bolivia. Las hostilidades llegaron a su fin como entre Bolivia y Chile con el Pacto de Tregua firmado en 1884 en Valparaíso… En 1895, se firmó un Tratado sobre traslado de territorio entre Bolivia y Chile, pero nunca entró en vigor. Este Tratado incluye disposiciones para Bolivia de recuperar el acceso al mar, sujeto a Chile adquirir soberanía sobre determinados territorios específicos. El 20 de octubre de 1904, las Partes firmaron el Tratado de Paz y Amistad (en adelante, el Tratado de Paz de 1904), que puso fin oficialmente a la Guerra del Pacífico entre Bolivia y Chile. (Los destacados son del autor). Con posterioridad al rechazo de la CIJ a la objeción preliminar presentada por Chile, el Tribunal dictaminó la fecha en que el equipo nacional deberá presentar su contramemoria, siendo ésta el 25 de julio de 2016, en respuesta a la memoria presentada por Bolivia el 15 de abril de 2014, cuyo proceso estuvo momentáneamente suspendido por el cuestionamiento hacia la competencia de la Corte presentado por el Gobierno de Chile. Habíamos considerado llegar hasta aquí en el asunto de la demanda, pero inesperadamente los chilenos fuimos sorprendidos por la renuncia presentada por el Agente ante la CIJ Felipe Bulnes no obstante que la mandataria había ratificado a los miembros que participaron en su defensa. En efecto, con fecha 11 de noviembre Bulnes envió una carta de renuncia a la presidenta Bachelet: (…) Resulta fundamental para el interés de Chile restablecer cuanto antes un nivel de cohesión y unidad en torno al equipo de defensa, Así tituló un matutino de Santiago, a grandes letras. De acuerdo a la versión de la prensa, después de haber planteado personalmente a la Presidenta su decisión de renunciar, lo hizo posteriormente por escrito. Entre sus razones, el agente chileno señala: Mi determinación de renunciar la he adoptado luego de varios días de reflexión, en que he llegado a la conclusión de que semejante paso es lo más conveniente para el país y la causa. Este proceso de análisis lo inicié después de conocido el fallo del pasado 24 de septiembre en que la Corte Internacional de Justicia resolvió la objeción preliminar presentada por Chile y específicamente, con motivo de las reacciones que dicha decisión produjo en algunos sectores de nuestro país.947 Lamentamos la decisión de Bulnes, pero era de esperar que se hayan vertido expresiones y reacciones por parte de diversas personas por el resultado obtenido, pero a nuestro parecer no apuntaban al Agente ni a nadie en particular, teníamos la aprensión por la experiencia anterior, que el resultado nos podría ser adverso.

947

El Mercurio de Santiago, 24 de noviembre de 2015. Cuerpo C, p. 2.

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Más adelante Bulnes acota: El caso es que esas voces que han visto con pesimismo el que no se lograra poner un término temprano al juicio, han tenido por consecuencia afectar parte de las confianzas y el respaldo unitario que imperativamente demanda la defensa de Chile en la arena internacional.948 En reemplazo del agente Bulnes, fue nominado José Miguel Insulza, ex-Ministro de Estado y ex-Secretario General de la OEA, que sin duda añadirá el ingrediente político a la defensa, lo que ha dado lugar a múltiples comentarios en el sentido que la defensa de Chile, tendría ahora dos cabezas, donde el canciller sería el damnificado. Según el exministro Vidal, panelista y comentarista de variados programas de TV y Radio, aseguró en Estado Nacional, conocer de memoria a Insulza. (…) Fue espectacular lo de Insulza, Insulza le va colocar lo que le faltaba a Bulnes, que es política, y eso le lleva a comunicación. ¿Tú te imaginabas ver a Bulnes conversar con la Merkel o con Putin? No. Yo me imagino a Insulza ahí.949 No cabe la menor duda -por lo menos así lo esperamos- que el refuerzo al equipo de la defensa ante La Haya, si bien no nos puede garantizar un éxito definitivo, contribuirá enormemente a dicho propósito.

948 949

El Mercurio de Santiago. 24 de noviembre de 2015. Cuerpo C, p. 2. TVN. Estado Nacional. Domingo 29 de noviembre de 2015.

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MARE NOSTRUM

38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46.

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FERNANDO HORMAZÁBAL DÍAZ

Otras fuentes consultadas

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Índice de Ilustraciones Fig. 1. Audiencia de Charcas conforme a Provisión Real de 22 de mayo de 1561. ............. 25 Fig. 2. Tratado de Tordesillas. .................................................................................................................... 27 Fig. 3. Plano General del Reino de Chile. ............................................................................................... 44 Fig. 4. Carta del Virreinato del Perú de Andrés Baleato 1792 .................................................... 49

MARE NOSTRUM

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Fig. 5. Mapa del Tratado de 1866.............................................................................................................. 80 Fig. 6. Mapa del Tratado de 1874.............................................................................................................. 84 Fig. 7. Mapa incluido en El Libro Blanco de Chile. El Problema marítimo boliviano. ......... 227 Fig. 8. Proposición boliviana .................................................................................................................... 243 Fig. 9. Franja a negociar que ofreció Chile ......................................................................................... 247 Fig. 10. Proposición peruana ................................................................................................................... 272 Fig. 11. Nueva proposición de Bolivia en 1987 ................................................................................ 292 Fig. 12. Enclaves. Nueva proposición de Bolivia ............................................................................. 293 Fig. 13. Mapa de Bolivia. Red Terrestre que comunica con Estados de tránsito. .............. 397 Fig. 14. Red Hidrográfica de Bolivia. .................................................................................................... 398 Fig. 15. Gráfico construido con cifras de www.datosmacro.com/deficit/bolivia. ............ 406 Fig. 16. Cuadro con PIBpc de países africanos. ................................................................................ 413 Fig. 17. Valores agregados países africanos. Año 2014. ............................................................... 413 Fig. 18. Mapa de África. .............................................................................................................................. 414 Fig. 19. Cuadro con los PIBpc de países europeos. ......................................................................... 415 Fig. 20. Valores agregados países europeos. Año 2014................................................................ 415 Fig. 21. PIBpc de países sudamericanos. Año 2014. ...................................................................... 416 Fig. 22. Exportaciones bolivianas según vía de salida. ................................................................. 421 Fig. 23. Importaciones bolivianas según vía de entrada. ............................................................. 421 Fig. 24. Tablas de Comercio Exterior de Bolivia. ............................................................................. 422 Fig. 25. Tabla de redes viales bolivianas según informe CEPAL Año 2012. ........................ 425 Fig. 26. Gráfico de la red vial boliviana según informe CEPAL año 2012. ............................ 425 Fig. 27. Tipo de rodaduras de carreteras bolivianas. .................................................................... 426 Fig. 28. Red Fundamental…………………………………………………………………………………421 Fig. 29. Corredor Oeste……………………………………………………………………………………428 Fig. 30. Corredor Sur…………………………………………………………………………………….422

Vial EsteNorte-

Fig. 31. Corredor Oeste-Sur…………………………………………………………………………………….429 Fig. 32. Corredor Central-Sur………………………………………………………………………………….422 Fig. 33. Corredor Norte…………………………………………………………………………………430

Oeste-

Fig. 34. Flujos de Inversión Extranjera en miles de millones de US$. .................................... 437 Fig. 35. Porcentaje de países sin litoral en el mundo. ................................................................... 445

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Fig. 36. Índice de Desarrollo Humano de países africanos. .........................................................447 Fig. 37. Índice de Desarrollo Humano países del Asia. ..................................................................448 Fig. 38. Índice de Desarrollo Humano de países europeos. ........................................................448 Fig. 39. Índice de Desarrollo Humano países América del Sur. .................................................449

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