Parroquia de La Inmaculada

Campamento (Cádiz)

ORACIÓN COMUNITARIA (Domingo 7 de Pascua. Ciclo A)

INTRODUCCIÓN Mateo no ha querido terminar su narración evangélica con el relato de la Ascensión, tal vez pensando que podía crear en aquellas primeras comunidades cristianas la sensación de orfandad y abandono ante la partida definitiva de Jesús. Por eso termina su evangelio con una frase inolvidable de Jesús resucitado: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

CANTO Vengo aquí, mi Señor, a olvidar las prisas de mi vida, ahora sólo importas Tú, dale tu paz a mi alma. * a que en mí lo transformes todo en nuevo. * a pedir que me enseñes tu proyecto. * a adentrarme en tu paz que me serena.

PARA ENTRAR EN ORACIÓN •

¿Querrás sumergirte en la profundidad de Dios? ¿Querrás dejarte envolver por su misterio de amor? ¿Querrás orar con el corazón abierto a la inmensidad de su amor, que todo lo traspasa?

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Deja fuera de ti todo lo que te agobie, todo lo que te preocupe y abandónate en Dios. Toma una postura orante, cierra los ojos o contempla fijamente el Santísimo, como fuente de amor que brota incesantemente.

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Imagínate que está en la orilla del mar contemplando cómo las olas rompen sobre la arena. Imagínate que vas entrando en el agua, te sumerges y te quedas flotando. Ese mar es la inmensidad del amor de Dios, es un amor profundo que te proporciona serenidad y paz.

Oración D 7 Pascua A Y14

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Deja que todas las tensiones se diluyan. En la superficie del agua te dejas acariciar por los rayos del sol. Es el calor del amor de Dios que con ternura te acaricia cada día.

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Ahora imagínate que sales del agua y te tumbas en la arena, todo tu cuerpo relajado. Sólo piensas que Dios es amor, abandónate y descansa.

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Deja todo en silencio y prepárate para orar. Abandónate y descansa.

SALMO 47(46), 2-3.6-9 Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al Señor con gritos de alegría; porque el Señor, el Altísimo, es temible, es el soberano de toda la tierra. El Señor asciende entre aclamaciones, asciende al sonido de trompetas. Canten, canten a nuestro Dios, canten, canten a nuestro Rey. El Señor es el Rey de toda la tierra, cántenle un hermoso himno. El Señor reina sobre las naciones el Señor se sienta en su trono sagrado.

CANTO Ayúdame a mirar con amor, a descubrirte en el silencio. Ayúdame a mirar con amor, a ver las cosas como Tú las ves.

CUENTO PARA ORAR Un día el rey Akbar se puso un disfraz y se fue a cabalgar por la capital de su reino para ver cómo les iba a sus súbditos. Cuando se dirigía a una mina de oro, cerca de las afueras de la ciudad, vio un hombre tamizando arena a un lado del camino. El rey desmontó y le preguntó: “Mi querido amigo, ¿qué estás haciendo?” El hombre le dijo: “Esto no es meramente arena. Hay partículas de oro mezcladas y por eso tamizo la arena. Cuando encuentro las partículas de oro, Oración D 7 Pascua A Y14

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las vendo y así es como me gano el sustento”. El rey sintió mucha piedad por este hombre que estaba trabajando tan duramente para obtener unas partículas de oro que quizás hallaría o quizás no. Mientras el rey estaba todavía a su lado, el hombre volvió a su tarea de tamizar; ya que estaba absorto en su trabajo. Cuando el hombre no miraba, el rey se sacó uno de sus preciosos brazaletes de oro, lo echó en el montón de arena y se fue cabalgando. Al día siguiente, el rey cabalgó por el mismo camino y de nuevo vio al hombre tamizando arena. ¡No podía creer lo que veían sus ojos! Él le dijo: “Mi querido amigo, oí el rumor de que ayer encontraste un hermoso brazalete de oro muy precioso. Tenía un gran valor. Podrías venderlo y obtener suficiente dinero para cuidar de ti y de tu familia para el resto de tu vida. ¿Cómo es que todavía sigues aquí?” El hombre sonrió al amable forastero, sin saber que era el rey, y le dijo: “Mi querido señor, yo realizo este trabajo constantemente. Debido a que lo hago constantemente ayer mis esfuerzos dieron fruto y recibí un hermoso brazalete de oro tachonado de joyas. ¿Quién sabe? Si continúo haciéndolo quizás reciba algo todavía más valioso. Por lo tanto debo ser constante. (S. Chividlasananda, Llénate de entusiasmo, p. 117)

ooooOOOoooo De la mismas manera, debemos ser constantes en nuestra práctica de entusiasmo. Esta gran joya que es la constancia, esta práctica de ajustarse a la regularidad debemos aplicarla tanto a las actividades espirituales como a las mundanas.

SILENCIO CANTO Jubilate Deo omnis terra. Servite Domino in laetitia. Aleluia! Aleluia! In laetitia. (Aclamad al Señor tierra entera, servir al Señor con alegría)

MONICIÓN AL EVANGELIO Para los primeros creyentes, Jesús no era un personaje del pasado, un difunto a quien se venera y se da culto, sino alguien vivo, que anima, vivifica y llena con su espíritu a la comunidad creyente. Oración D 7 Pascua A Y14

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También hoy, cuando dos o tres creyentes se reúnen en su nombre, allí está él en medio de ellos. Los encuentros de los creyentes no son asambleas de hombres huérfanos que tratan de alentarse unos a otros. En medio de ellos está el Resucitado, con su aliento y fuerza dinamizadora. Olvidar esto es arriesgarnos a debilitar de raíz nuestra esperanza.

CANTO Tu palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu palabra es eterna. En ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.

EVANGELIO Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». (Mateo 28,16-20)

SILENCIO MONICIÓN A LAS PETICIONES Al marchar Jesús encomendó a sus discípulos la misión de completar su obra. “Id y haced discípulos...” Él había cumplido. Ahora nos toca a nosotros hacerle presente en nuestro mundo, siendo sus testigos, eco de sus palabras, dando la buena noticia a los pobres, curando a los enfermos, liberando a los oprimidos. Para eso fue ungido Jesús, para eso hemos recibido también nosotros el mismo Espíritu. La tarea es inmensa, pero sumamente gratificante. Presentemos nuestras súplicas al Padre, por medio de Jesucristo, que intercede por nosotros: Oración D 7 Pascua A Y14

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Por nuestro mundo, para que sea fiel a las fuerzas ascendentes de la libertad y la solidaridad. CANTO: Las misericordias del Señor, cada día cantaré.

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Por la Iglesia, para que anuncie el evangelio de Jesucristo a todos los pueblos.

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Por los más pobres, los que más sufren, los excluidos de la sociedad, para que sean los primeros para nosotros.

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Por cuantos se sienten esclavizados o decaídos, para que encuentren la mano que les levante de su postración y les devuelva la esperanza.

PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA ORACIÓN FINAL: TESTIMONIO UNIVERSAL Señor Resucitado: “Al celebrar tu gloriosa Ascensión, haz que la participación de este misterio eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo”. Queremos comprometernos en la misión: “Id y haced discípulos de todos los pueblos...” Tengamos el convencimiento de que depende de nosotros la tarea evangelizadora que Tú iniciaste. Pero sabiendo que no estamos solos: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Hemos recibido “fuerza para ser tus testigos”, pero esto exige esfuerzo y constancia, entrega y generosidad, ilusión y confianza. Necesitamos sembrar a fondo perdido, porque esto es lo que nos eleva y ayuda a elevar a los hombres hacia Ti. Ayúdanos a hacerte presente en nuestras vidas. AMÉN. (Cf. Vicente Folgado Ramírez, Interiorizar la Palabra, Ciclo A, p 42)

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CANTO A MARÍA Reina del cielo alégrate, Aleluya Porque el que llevaste en tu seno, Aleluya Resucitó como dijo, Aleluya Ruega por nosotros a Dios, Aleluya

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