«SE DICE DE MÍ… PERDÓN, TITA MERELLO» Por Marcos Waldemar Windman

El respeto abre puertas. La falta de respeto… pega portazos. Aposté a la mayéutica desde muy joven y como autocrítica… si mi vida hubiera estado plagada de estrategias o de una senil dialéctica. No creo que hubiera podido ordenar tantos nombres y tantos sucesos. Si se logra, editar… será porque ha trascendido en muchas personas. Fuera de mi círculo familiar o bien fuera del ámbito de mi ciudad. Si no se logra editar… será porque aquí… no hay lugar para estas palabras, estas reflexiones, pero a pesar de ello debo decir… que estas doscientas páginas han elevado mi espíritu. Y para mí suficiente.

Prólogo Empecé a escribir… a temprana edad. Haciéndolo de forma oficial, a partir de la sugerencia de la encargada del gabinete psicotécnico del Colegio Nacional Dean Funes de Perú 10 Nueva Córdoba. Por aquel año triste de 1982. Como una forma de terapia autoimpuesta… para aliviar el peso de saber que mi casa ése año, no iba a volver a ser lo que fue. La cadena de sucesos, que aquí se detallan, ocurrieron o bien me tuvieron como testigo o bien absorbí, sus enseñanzas, a partir de una particular óptica. La mayéutica. La cadena de sucesos, a partir desde aquel 9 de abril de 2002; el fallecimiento de mi madre, me obligaron a renovar el compromiso con aquella primera enmienda que tuve al dar a conocer mis textos.

Y en lo personal, leerlo me ha reunido otra vez, con mucha gente y con aquellas cosquillas de adrenalina sana que encontré cuando terminé de leer. Dulcemente desde el mar. Declaro no deberle nada a nadie. Declaro que lo poco que tengo lo he obtenido gracias a mi esfuerzo. Si algo necesariamente debo dejar asentado aquí. Es la dedicatoria general, a todas las personas que hago mención aquí. Y a los que guardo en un especial lugar de mi corazón. En particular mi dedicatoria es a mis sobrinos como también a mi sobrino nieto. Como así también a los niños, que no veo desde hace mucho tiempo. Por distancia o por trabajo. Ha pasado mucho tiempo. Pero sigo siendo la misma persona que ustedes muy bien han conocido. Un abrazo desde el alma.

Marcos Waldemar Windman Agosto de 2010

PARTE I.

Cuando encontré a quien es mi sobrino nieto, allá en las vacaciones recordé aquel mundo mágico que

Porqué será que a todas estas buenas personas se me ha permitido volver a ver... muchos años después.

Existía por aquellos primeros años de vida, puertas adentro de mi casa. Cada kilómetro recorrido de vuelta de mi último viaje en moto a Córdoba... venía pensando en aquellos primeros años.

De Reynoso Marcos, el Lunes, 23 de agosto de 2010 a las 18:39

El ambiente mágico, de poco entender o bien el ejercicio de poco a poco, entender... era maravilloso.

Tengo el sano objetivo de hacer un ejercicio de introspección no común. La cadena de sucesos, me reclama hacerlo. Deseo que lean, deseo que reflexionen y los que no hablan mi español, pongan el corazón generoso que les he reconocido a todos. Para leer estas líneas.

Ver a mamá, ahí tan cerca de uno. Era como ver a Ingrid Bergman. EN VIVO. Todavía aquellas viejas fotos, de la señora Ingrid Bergman me dan cosquillas.

Sin lugar a dudas, he sido un niño muy feliz, esa porción de felicidad la he renovado al re encontrarme con muchas cosas estos meses... y en las últimas semanas. Gracias a todos ustedes. Propios, aquí a poca distancia de mi casa. Y gracias a aquellos que me leen a un océano de distancia.

Si como alguna vez, lo entendió una lectora casi clone de Juliette Binoche. La belleza me deja con décimas sin aire. Y estoy convencido desde hace muchos años... que aquel primer encuentro de mi padre con mi madre, Él se DEBE HABER QUEDADO SIN AIRE por muchos minutos.

En aquel fortuito segundo encuentro, de viaje en tren entre María Adela Demarchi y Saúl Nicolás Reynoso, muy jóvenes, por aquellos días...se redimía aquella madrugada del 11 de marzo de 1966. Cuando nací.

He sido educado a la antigua. EN casa hacíamos culto al héroe como en la antigua GRECIA.

En aquella madrugada, quién había cambiado la guardia tomando mi papá el turno noche... fue el primero que inició aquel diminutivo que todavía guardo para muchos. MARQUITO SI el marquito, todavía sigue en boca de todos a pesar de los 44 años de edad. Aquel primer infante de marina que me alzó en brazos, lo supe encontrar por tercera vez, en mi vida... el pasado 19 de noviembre de2009. La segunda vez, fue hace unos 20 años. En la tarde de aquel día de la Infantería de Marina de Argentina del pasado 2009 nacía el primer bisnieto de mi papá y de mi mamá.

Evento deportivo, evento cultural como ver una película...todo estaba orientado al Héroe. Obviamente algunos nombres, que tenía papá... se redimían en otros nuevos héroes... que tomaron la posta. Los astronautas del programa Apolo, Muhammad Alí, (Cassius para mi mamá) Loche, Bonavena, Monzón. Si era futbol... en aquellos días el River de Didí. ¿La época en que según papá, se debía entrar a la cancha de River, con TABLERO DE DIBUJO y lápiz FABER HD? Tuve el agrado de acompañar a mi papá… aquella mañana a recibir a la Selección Nacional de Futbol. Previo al Mundial 78. Allí papá me alzó en andas para ver a su ídolo. El Beto Alonso.

A la semana estaba repasando párrafo por párrafo, aquellas epopeyas deportivas, en las páginas de EL GRAFICO. Eran aquellas épocas, cuando niño, épocas en que existían modelos dónde reflejarse. Y el concepto de recambio de aquellos otoñales héroes, como Juan Manuel Fangio... EXISTIA. Yo creo que allí comenzó esa muestra de amor que tenía mis padres, que han inculcado a sus hijos. La ley del esfuerzo. Máximo. La ley del sacrificio, por llegar a la meta. Eran épocas de la Escuela Parroquial, de las corridas a la escuela. De Doña Rosa de Sancho. Y aquellas viejas fotos de blanco y negro en el Jardín de Infantes... muy cerquita de mi amigo Carlos Ceballos. Aquellos días de trizarme el tobillo. Yendo a clase en brazos de mi madre. O bien aquellos viajes en un furgón marca Citroen al que le decíamos CITRONETA, cuando me preguntaba el hermano de Roberto Maidana. Al que le gustaba de la forma en que lo decía. Citroneta. Siempre me pregunté... ¿Porqué será que siempre se me ha permitido volver a ver a todas estas buenas personas muchos años después? ÿþ

SOLOS en aquella casita de 663 De Reynoso Marcos, el Martes, 24 de agosto de 2010 a las 9:46 En el 74 empezaría a conjugar la palabra soledad. Y también la sociabilidad, cuando el bullicio llenaba mi casa. Cuando mis tíos y mis primos de Olavarría... llegaban de visita. Lito, Beba, y sus hijos Julio, Mónica, Jorge y María de los Ángeles. Todavía guardo en mi memoria, aquella vieja foto. Con tres participantes, mi quinceañera prima, mi hermana menor, llorando y mi joven mamá. Las mayores con una sonrisa. En aquellos tiempos felices de verano, en la pileta de la base naval. También al regreso de Tierra del fuego, recuerdo todavía la imagen de mi primo Julio, caminando he ingresando al BCOM 181para hacer su servicio militar en el RI 8 de Comodoro Rivadavia. La soledad una vieja palabra conocida, no tan diferente como esta. En aquel año de 1974, la conjugamos por primera vez. Cuando la comisión abordo del ARA Cándido de la Sala... (Un viejo barco dique, americano de la segunda guerra mundial) llevó a mi papá hasta la lejana Halmstad Suecia. Aquella comisión LO CAMBIO. O mejor dicho son dos sucesos, que marcaron los destinos de nuestra casa, una fue aquella comisión. En 1974 y otra fue aquel año triste de 1982. De allí en más... mi casa dejo de ser lo que era. Para nunca volver ha ser lo que fue.

Parte II

Estábamos solos, nos dedicábamos a ir a la escuela. De vez en cuando al cine... vivíamos con lo justo... era la época en que mamá gestaba la economía, a través de su oficio... ella era una gran modista. Al lado de esa ladrona de mimos que era la primera más no la última máquina de coser. Marca Singer.

La que ataba a mi mamá a la costura. Era la época de sofisticados diseños. Aquel Montgomery que diseñó y que mostrábamos con gusto...eran hermosos. Lo difícil era cuando te lo ponías y te agarraba el clásico chaparrón de agua. Terminaba pesando unos 20 kilos. Otra cosa que nunca observé más... fue el material con que nos fabricó unos capotes para el agua. Vivían colgados, en el acceso a la casa junto a las bicicletas. Uno verde. Y otro amarillo. UN Plástico durísimo. Es más creo habérmelo puesto, cuando de visita al hospital con mi mamá... a bordo de esa bicicleta vieja pisamos y rodamos sobre una charca de lodo. No hay charca de lodo que después no me haya hecho recordar aquel accidente. Éramos muy niños y nos divertíamos con nada. A quién no, pocas veces le he visto sostener esa idea es a mi sobrina Valentina. Quien a pesar de entender que es una computadora, sabe lo que es jugar y divertirse con nada. Nos divertíamos con nada, sino busquen a mi vecino...Guillermo Acuña para preguntarle. A Daniel Benites o a Néstor quién se trepó por una soga a modo de tirolesa y se cayó… provocándonos un susto enorme. Guillermo Acuña, A quién le preguntabas que querías ser cuando seas grande y el siempre contestaba QUIERO SER BOMBERO. Hoy esta casado y es profesor de Gimnasia. Aquella primera navidad solos, fue toda una experiencia. Algo que se iba a repetir más de una vez. Y por aquellos días, empezaba a medirlos acontecimientos mirando los ojos de mi madre. Inmensos, azules, hermosos. Cuando estaban preocupados, angustiados, o definitivamente tristes tenían un diseño para cada una de estas palabras. El accidente en navegación (Explosión de una caldera) cruzando el canal de la mancha... obligó a la embarcación tomar el puerto inglés de Portsmouth.

Vaya si dejó mella en ésa generación de Infantes de Marina, aquel legendario Buque Dique, que había participado del D Day y que estuvo como buque hospital en Corea. Nunca bajó los brazos mi mamá. A pesar de la angustia. Había un Reynoso entre los fallecidos. Fue la primera vez, que en casa conjugaron la palabra solidaridad. Apellidos que siempre mi mamá sostuvo en su mente como forma de agradecimiento... llegaron de visita a la casa 663. Una de esas damas, dijo: - cuida a tu mamá. Fue también lo primero que recordé cuando aquella mítica película We re Soldiers tocaba un costado no acostumbrado sobre la familia militar. Esas también eran unas damas convencidas. Tanto más o tanto igual que sus esposos. Mamá se la aguantó en silencio. Primer acto de su corazón coraza. Pero todo lo podías distinguir a través de sus ojos. Azules. Era muy joven y era muy fuerte. Papá habló a los tres días. Terminando la angustia. En síntesis, el corazón coraza... de mi madre... pocas veces mostró una cerradura y una llave. Y aquella primera navidad SOLOS en aquella casita de 663 vaya que lo abrió de par en par.

Off the record. Lo que creo que nunca estuvo en los planes de papá y mamá...fue que 10 años después el 13 de marzo de 1985... Sería la fecha de nacimiento de su primer nieto. Ricardo Ignacio Márquez.

Parte III En ése aspecto mi infancia a sido muy afortunada

Don Millán. Papá de dos hijos, Tanto a él como al hijo mayor, lo supe reencontrar con los años. El tigre era un maestro realizando esa tarea de hacer volar esos cohetes.

De Reynoso Marcos, el Viernes, 27 de agosto de 2010 a las 8:28 Mi casa era bastante disciplinada, a pesar de los acontecimientos que existían fuera de ella. La cadena de sucesos y los sucesos en cadena… pronto envolvieron mi casa 663. Por aquellos años, la preocupación de nuestros padres era la protección de la forma en que íbamos creciendo. La inocencia y la ternura… eran los parámetros de ésa protección. Había una rigurosa observación de maestras y maestros para cada caso.

Ése día en que te invitaba a ver los cohetes era tan intrigante como esos despegues del programa Apolo.

Era época de la primera bicicleta. La que me costó tanto montar como la primera moto enduro. (O bien aquellos primeros metros en auto… por supuesto, muchos años después)

Guillermo Acuña (Vecino y otro entrañable amigo de la infancia) tenía una caja llena de Mis ladrillos, en cambio yo tenia mi cajita de Rasti.

Época en que dormíamos la siesta en la escuela, y las maestras, nos motivaban los sentidos, a escuchar, a dibujar, a pintar.

En el barrio, habíamos colgado en el patio de la casa unas cuerdas, dónde practicábamos, escalada, nos trepábamos a un enorme pino. QUE TODAVIA ESTA. De a poco nos habíamos imaginado todo juego imaginable arriba de ése árbol.

Si, sí llevábamos un pequeño almohadón. Época en que llegaba agosto y todos poníamos a volar un KITE. Papá los hacía muy bien. Armó primero una caja voladora y luego le supo poner alas delta. Y para hacerlo más destacado… le hizo el logo de Batman. Le cortabas el hilo… y descendía de una forma impecable.

Hasta que Néstor, Otro amigo de la infancia, intentó bajar de ése pino «a la tirolesa» bueno ya lo dije. ESE DIA SE SUSPENDIO TODO. Lindo susto nos pegó Néstor.

La otra opción, a parte de la pelota era lanzar cohetes, no en año nuevo precisamente, ni el famoso 4 de julio. El autor de toda esa ingeniería, era

Nos divertíamos con muy poco y esa capacidad de creación, para divertirse con poco, es la que nos difiere mucho con las generaciones, presentes.

Otro día, no fue susto… pero… se me ocurrió preguntarle a mi papá… por su rango en servicio. Me miró a los ojos… y por la forma decidida en que me contestó… SOY UN SOLDADO. No me surgieron más preguntas por un buen tiempo.

Muchísimos años antes, las cosas eran más simples. Y nos sorprendíamos de la misma forma que se sorprenden estas generaciones sobre nuestros juegos o formas de jugar.

Por supuesto que sí.

¿Cómo puede ser que los chicos de la época de mi papá eran felices haciendo rodar un aro de acero con un asa?

Desde aquella bicicleta, la primera. De la que cada 10 metros, me caía, al perder el equilibrio hasta mi moto custom HAY TODO UN CAMINITO.

¿Cuántas tardes pasábamos jugando a la payana? (Un juego con sólo 5 piedras)

Para que el niño se acuerde de grande, hay que motivarlo a «crear». El ambiente dónde poder crear en mi caso tenía la vigilia de mi madre. Y nada de ese ambiente contradecía con mi actitud de crear.

Pueden observar en Factbook las fotos. ¿Cuántas cosas hemos visto pasar y cuantas veces pensábamos diciendo: Pensar que empecé a trabajar con cuál software?

En ése aspecto mi infancia fue afortunada.

Toda actividad humana implica, una superación. Y si bien cierta nostalgia es considerada dañina. La actitud de mirar hacia atrás, nunca está de más. Si uno encuentra superación y crecimiento.

Parte IV

ÿþ

4 años en la Isla Grande De Tierra del Fuego. Volvería a jugar a la payana.

Volvería a correr con un aro.

Me montaría a un carrito de rulemanes

De Reynoso Marcos, el Domingo, 29 de agosto de 2010 a las 23:49 Sin lugar a dudas, la isla grande de la tierra del fuego, nos marcó.

El mejor suceso para un niño, es el haber pisado Tierra del Fuego y la oportunidad de poder haber vuelto.

Papá no había desarmado las valijas de aquel enorme viaje de tantas millas que lo llevó a Halmstad Sverige. Que de a poco, empezamos a sentir aquella mudanza de 2000 kilómetros. Fue una hermosa aventura desde aquel primer día. Y también porqué no, él último día.

El traslado se hizo en un Avión DC3 Dakota. (Si señor UN DAKOTA volando para la Fuerza Aeronaval Nº 3) el que nos permitió conocer la parte romántica de la aviación. Era nuestra primera vez… y sinceramente todavía recuerdo lo que observé por esa pequeña ventanita, y la voz de mi papá diciendo ESTAMOS VOLANDO.

Un vuelo épico. No tan lejano a aquellos que hizo la aeroposta Argentina. Volando en esos viejos LATE. Un señor llamado «Antoine de Saint Exupery».

¿Por qué nos marcó la vida?

Sin lugar a duda, encontramos en Tierra del Fuego… un espacio para el crecimiento. Papá recibió su sable. Mérito de todo suboficial IM. En la plaza de Armas del BIM N º 5. Fue parte del primer curso de combate en zona fría y monte austral.

Aquellos días del 75 / 78 fueron a mi humilde entender, la semillita del profesionalismo que tuvo su zenit en abril, mayo y junio de 1982.

Y papá estuvo involucrado en ésa gestación.

Mamá cumplía sus tareas de mamá… y también involucraba muchas horas, en su labor cristiana, como catequista… y como activa legionaria de María.

La tarea nuestra era estudiar. No había muchas opciones. La televisión comenzaba a las 19. La radio a las 9 horas. Eran épocas de nieve cada 15 días… y el deporte favorito por lo menos de mi parte… era leer.

Y si bien había pocos libros, cerca de casa estaba la biblioteca. La compra de la Enciclopedia Estudiantil… nos permitió ampliar el conocimiento y empezar a dimensionar el peso del conocimiento en la vida de las personas.

Esos 17 tomos, los dí vuelta 2 veces en tres años.

Y han pasado los años, y aquel joven soldado como la bella modista. (Mi papá y mi mamá) le dejarían aquella frase que cada día cobra más sentido. Si quieres acercarte a la verdad allí están los libros.

Arma un juicio de valor… si tu corazón siente que estas cerca de la verdad. Abrázala.

Papá por aquellos días… preparaba una suerte de clase magistral, con respecto a la vida de Don José de San Martín. Y entre las máximas de San Martín… el que sé que hizo mella en la vida de mi papá… como también en la mía… esa frase:

Yo recuerdo con mucho cariño eso. Como también aquella vez, que me escribió. La única maestra que me escribió. Pero yo no me animé. Al Gordo lo encontramos con mi papá… al finalizar la carrera del centenario de la IM. En noviembre de 1979,

La lectura, nos dará conocimiento. Y el conocimiento, nos dará la libertad.

Hay un punto que empezó a desdoblarse con respecto al conocimiento. Papá fomentaba la competencia. Mi hermana Ana estaba en un grado superior… pero por ejemplo le costaba horrores las matemáticas.

Sobre las maestras, continuaban todas, motivando el desarrollo y el crecimiento del conocimiento. Aquí hay un renglón especial. Ella está en el cielo. Junto a su enamorado gordo. Mi maestra de 5to grado. Lilian Díaz Andrade, era muy jovencita. El es uno de los recuerdos que siempre tenía en boca mi papá.

Lamentablemente no tuve la oportunidad de reivindicar estas palabras, cuando accidentalmente supe encontrar a su hija. Constanza Díaz Andrade. La hija de mi maestra y del gordo. Por el año 98. Sospecho que puse demasiada pasión para reivindicar los nombres de sus padres, a través de los recuerdos.

Lo más fuerte que le dije a una mujer… hasta esa época Tienes los ojos de tu mamá.

La misma persona que nos presentó, supo contarme que tanto Lilian y el Gordo habían fallecido. Los padres de Constanza. Eso si que me dolió.

Yo creo que ambos están en algún lugar del cielo. Cierta vez, fui a tomar una chocolatada con mi maestra. Me vistieron para la ocasión, no se de dónde encontraron esa rosa y allá fui… Creo que ni ella ni yo podíamos creer que estábamos juntos esa tarde.

Yo sinceramente quería abrazar a mi maestra. Y abrazarlo al gordo. No importa todo lo que haya o hubiera pasado después de aquel año 79.

Después por comentarios de papá, hacia mi mamá… EL GORDO Díaz Andrade que era jefe de papá… le contaba… Lilian esta totalmente enloquecida por tu hijo.

El sexto grado, lo hice en una nueva escuela. Dónde iban todos los amigos del barrio. Dividieron el grado por áreas, como si fuera un secundario. Y allí estaba la humanidad de otra gran y hermosa mujer… Ana María de Búlfon.

Quién revolucionó, el ambiente escolar aquel año 77. En la añeja Río Grande. En la IGTF

5, toda una aventura aquel viaje de ida y vuelta en la caja de un mercedes 1114.

Anita como Lilian llevaban el guardapolvo de la docencia metida en el alma. Anita apostó por los próximos 6 años nuestros. La secundaria, la van a pasar caminando… no les va a costar mucho el salto cualitativo y cuantitativo en cuanto al estudio.

Por aquellos días, 200 kilómetros de camino a consolidar, no había asfalto pura piedra suelta. El lago Fagnano es uno de los lugares más hermosos de la argentina. Volver 20 años después… fue todo un privilegio. Aquella primera vez, la sufrimos mucho. Si bien la casita era hermosa. Las comodidades eran escasas.

Eso les dijo Anita a nuestros padres. Creo que ahí comencé a dimensionar que los logros, marcaban un compromiso.

Era una apuesta a largo plazo. Pero eran años difíciles para todos. A pesar de la distancia, la cadena de sucesos viscerales, en mi país… marcó un rumbo particular… con tiempos difíciles en mi casa.

Otro recuerdo bonito, de la primaria allá en tierra del fuego fue aquella compañera de aula, rival en las notas, y amiga fuera del aula… la que alguna vez cruzamos con mi mamá… saliendo de SADOS. Tania Rodríguez.

Ese CHAU MARCOS… sorprendió a mamá, me sorprendió a mí y produjo la carcajada más espontánea que recuerde de mi mamá.

Un capítulo aparte… aquellas veces, que nos íbamos de paseo al Lago Fagnano. En un principio, aprovechando un vehículo de enlace del BIM N º

Un día común… era despertarse temprano… esperar que papá inicie el fuego… y su inmortal tortilla al rescoldo. Un buen mate cocido… una buena caminata. La vuelta ayudando a mamá a cocinar. Siesta en invierno, caminata en primavera… baño a las 2000 hrs. Fueron los momentos, en que los Reynoso, más nos parecíamos a los Ingalls.

El lago Fagnano es uno de los lugares con más energía o mejor dicho… de los tantos lugares que pude conocer de la argentina pocos tienen esa energía que trasmite el lago.

Imagino a los lagos Marsurianos, Imagino a los lagos Suecos o finlandeses… hermosos, llenos de historias, llenos de poemas, llenos de historias épicas. O de etnias diferentes. PERO con un común denominador… la supervivencia en un medio hostil. En el Fagnano eran los Yamanas y Alakuses, y un mágico cuento. La leyenda del calafate.

Mi familia ha comido calafate. El que come calafate… vuelve. El calafate es una fruta especial, con un sabor especial, no muy diferente a las fresas silvestres, o a las trufas silvestres. Hay todo un cuento épico y un amor épico… con el deseo de volver. Aquel cacique volvió. De una u otra forma volvió. O vuelve siempre en primavera cuando la flor del calafate, se hace fruto.

Del color de los ojos del cacique.

De Reynoso Marcos, el Martes, 31 de agosto de 2010 a las 9:40 Volvimos al barrio. Volví a encontrarme con aquellos amigos, con los que hemos hecho miles de travesuras, miles de horas de juego pero ahora todo estaba sufriendo una metamorfosis. Aquel último año, no fue en la Escuela Parroquial. Fue en la escuela 212. Allí hice el último año de mi primaria.

Cada tanto cuando escucho aquellas cosas que los jóvenes de hoy DICEN SOSTENER en lucha por sus reivindicaciones, mejores aulas, mejores instalaciones, deberían de haber hecho aquel 7mo grado en las instalaciones de la 212.

Mi familia ha comido calafate. Pero los únicos que hemos vuelto hemos sido Papá en el 82 y yo en el 88.

Aquella última vez, en la cabecera del Lago Fagnano… fue demasiada triste. Recuerdo que todos nos despedimos del lago como si fuera una persona. Cuando cruzamos el estrecho de Magallanes, nuestra cara no fue diferente a pesar de que aquella felicidad de niño se iba apagando tenuemente… los cuatro años en Tierra del Fuego, fueron inolvidables, para un preadolescente. Emocionalmente los considero únicos y tal vez, si hay una tercera visita a la Isla Grande de Tierra del Fuego, será para mostrarle algunos lugares a toda la gran lista de amigos que me leen alrededor del mundo.

Marcos

Parte V. CUANDO LENNON MURIÓ.

A pesar del frío. Mucho frío en ése año… nos gustaba estudiar. Puedo dar testimonio que en el 78, en el 88, en el 98 y en el 2008… AQUÍ HIZO MUCHO FRIO. Y aquella vez, en la escuela las cosas las solucionábamos de la mejor forma. Traíamos las estufas de nuestras casas. Las dejábamos en una casa cerquita y en el primer recreo las íbamos a buscar.

Nos gustaba estudiar. Y había una competencia sana, entre los alumnos… Nos entregábamos al estudio. Y tuve el honor y el orgullo de portar la bandera en un trimestre, como abanderado y otra vez como escolta. Junto a mi vecina. La hoy señora Graciela Vincent. A quien también después de muchos años, pude encontrar varias veces, como así a su familia… a quiénes tengo en el corazón.

Compartí el último grado, de la primaria… con el señor Diego Luzuriaga, cuya mamá fue mi catequista. Compartí aquellos días de aula, con el ahora Señor Doctor como la eminencia de su papá… Santiago Horgan. (No podía creer cuando escuché… su explicación sobre los avances de la medicina… hace pocos meses y el sentido contrapuesto de la escuela médica que tenía su papá.)

Santiago Horgan padre… operó a mamá de la vesícula.

Técnicamente, sexto en Tierra del Fuego. Séptimo en ésa 212… nos preparó para un magnifico secundario. NOS LLENÁBAN de tareas para el hogar.

Mirábamos un edificio nuevo que sería la ESOA una escuela. Y cuántas cosas fantaseábamos con ése edificio. Yo me prometí alguna vez, entrar allí. Y por el 89 mi deseo se cumplió.

Aquella transición de la primaria a la secundaria, la sufrí como sufrí aquel cuarto grado en Río Grande Tierra del fuego.

Pero allí están la primera foto de la secundaria. Las que he buscado toda una vida. He allí el porqué de hacer este enorme trabajo literario. Había una persona feliz, de estar en la escuela. La contrapartida de ello, era puertas adentro de mi casa. Aquello que me emocionaba, de ver a mis padres… juntos, enamoradísimos… empezaba a opacarse. Por aquellos días, el único pecado de ellos, era no haberse dado tiempo.

El ser tan jóvenes. Si bien todo esta establecido. Lo que era la casa, era de la casa y lo que era del trabajo era del trabajo. Sus tiempos y sus espacios tenían la presión del ambiente. No digo que el ambiente era insano. Digo que no establecieron los parámetros para lo que habían empezado a construir… siguieran construyéndolo. Con la misma fe.

He allí todo el tema. Agregado a aquellas cosas que individualmente no pudieron sanear desde niños, con sus respectivas familias… estaba todo allí para una nueva crisis.

Y la historia de aquel soldado cien por ciento entregado a su trabajo y aquella modista, también entregada a su trabajo… empezaba a distanciar el cuidado amoroso que se tenían.

Para mi beneficio. Emocional… me sumé a la comunidad Scouts del mundo, ingresando a la Agrupación de Scouts Navales Almirante Guillermo Brown.

La sana intensión del movimiento Scout fue abrazada por mi persona. Y es a mi persona, lo que fue la Legión de María para mi mamá… Y lo que fue la Infantería de marina para mi papá.

Sigo haciendo mi buena acción diaria. Sigo el código de honor scout. Sigo cumpliendo aquellas intensiones que comprendí fervientemente cuando iniciaba mi adolescencia.

ESO, fueron los parámetros de mi vida por aquellos atribulados años de mi adolescencia… que adolecí de muchas cosas.

aquellas cosquillas de aquella noche de cierre de año scout 1979… volvieron.

Allí lo recordé todo. Dije su nombre y su apellido solamente con los labios. Por aquellos años, la agrupación de SCOUTS NAVALES venía en una etapa de cambio. El maestro Don Lorenzo Campos a parte de un corazón enorme… era un líder natural. La conjunción de grandes personas, armaron o bien hicieron de la agrupación una enorme familia.

Y ése detalle no era menor. Había motivaciones, y los eventos empezaron a sucederse para la alegría de todos los jóvenes.

Yo era castor 6. En cuanta actividad me podía involucrar… allí estaba. Brugna Pablo era mi guía scout. También puedo recordar algunos otros nombres… como Méndez Domínguez. El señor Grosky. El señor Roberto Cella. La familia Hollman completa. El tano Calabró. Norvy… con el tiempo jefe de tropa scout. Y tantos más. Sergio y Oscar… Hollman los encontré con los años. También algunos integrantes de la Familia Hollman. Algunos de ellos, los he tenido en brazos. Y la vida, me permitió decirle a una de ellos… Yo conozco a tus abuelos a tus tíos.

La vida me dio la oportunidad también veinticinco años después de aquella noche de cierre de año scout 1979… pude encontrarme con la señora Rosa Hollman… y su esposo. Me quedé sin aire… por unos segundos… y

Vuelvo a decirlo… Se los dije a los dos. Es uno de los mejores recuerdos para una persona de 13 años. Que veía que muchas de sus cosas se iban derrumbando.

Toda la inocencia que supo darse cuenta que no la perdí totalmente… hoy. Ella me dio un tenue beso, aquella vez, pensaba que tenía algo más que 13 años. Siempre he sido de contextura grande… de allí su error. Y lo repitió 25 años después.

Dos o tres veces, pude cruzar de nuevo a su marido periodista… y preguntar como también ya me había preguntado, si también en esta oportunidad no había metido la pata como cuando encontré a Constanza.

A veces, algunos reencuentros… no son tan fascinantes para ambas partes… Pero Gracias a DIOS, ambas personas de bien… lo interpretaron bien aquella vez. Mis cosquillas y mi corazón agradecido.

Siempre le he pedido a Dios que AL MENOS me prepare para estos verdaderos sacudones emocionales… pero cada tanto… «el pícaro de allá arriba», como hace años lo digo yo… renueva la experiencia. Tal vez, para

seguir siendo agradecido y seguir comulgando con aquellas personas que me han educado de la mejor forma.

Eran años llenos de eventos. En el 79 año del centenario de la Infantería de marina, me tocó participar por invitación de mi papá… en la carrera del centenario. 7 kilómetros.

Todo un acontecimiento, nos preparamos unas cuantas semanas saliendo a correr dos veces a la semana, Aturdido por una serie de acontecimientos, en mi casa, lleno de actividades fuera, dos veces iba a gimnasia. Nuestro profesor el señor Gonzáles… también alguna vez, de mi papá.

Fue el 79 aquel primer año de encontrar, aquella nota… en el Selecciones del Readers Digest que tanto se coleccionaba en casa, y que por accidente lo recibiera yo de manos del diariero… a unas cuadras de casa.

Rock al estilo Sueco.

Y allí estaban… los primeros discos de vinilo. Aquellos casetes. Aquella película ABBA el GRAN SHOW. De por aquellos días un ignoto Lasse Halstrom.

Un poeta, un compositor, dos voces increíbles a las que observé desde un primer momento como muy vulnerables. Aquella vez, que gané un certamen literario escribiendo sobre LA AUTORIDAD RESPONSABLE… ahí elegí a Sir Robert Stephenson Baden Powell Lord de Giwell.

En el otro extremo cuando todos escuchaban a Pink Floyd… por ahí algún vinilo de Kiss. Yo estaba del otro lado del mundo escuchando ABBA o al Señor Jean Michel Jarre.

Ese verano… en un clásico accidente de verano… para cualquier persona en una pileta de natación… tuvo como victima a mi mamá. Y como guardavidas a mí. Han pasado los años y creo que ése accidente… con final feliz… marcó un principio de todo lo que iba a seguir después.

En casa ya se habían puesto muy viejos esos casetes y esos vinilos que había traído mi papá desde Europa. Escuchábamos a Elvis Presley… Los Plateros, El trío Los Panchos.

Especialmente iba a marcar la relación madre – hijo. No me asusté aquella vez, al proceder… me asusté después…

Al señor Denis Roussos. Fue el año en que seguíamos yendo al cine. Y alguna vez, me tocó la suerte de escuchar un concierto de Pía Sebastiani.

Pero era volver a casa… y llevar conmigo esa clase de angustia tan particular…hasta aquella lucecita al final del túnel que siempre fue una esperanza.

Llegaba a la familia, el sexto integrante. Iba ha ser un Varón. Aquello que siempre había querido. Aquello que faltaba era mi hermano menor. José Luis Reynoso.

Mamá trabajando hasta tarde. Papá trabajando hasta más tarde… Todos con poca comunicación UN ERROR QUE APRENDIMOS A CORREGIR DE GRANDES…

Mamá se desmoronó… Papá se desmoronó… aquella imagen de amor, de emoción… como lo supe explicar años después… YA NO HABIA MARIPOSAS EN LA PANZA… Había angustia en ambos. Y eso era parte de mi tristeza.

A pesar del júbilo, de acompañar a mamá con sus nueve meses… ella acarreó mi humanidad hasta el hospital. Para aquella primera operación de quiste en los meniscos. En esos nueve meses… conoció algunos de mis compañeros de clase.

Allí estaba Carlitos Ceballos… Huguito Sosa… Marcelo Gerdo… Y Fernando Tarapow. También algunas compañeras de curso… Como a Valeria Critelli y también a Paula Gómez Roca.

Una generación de jóvenes tan sanos, tan unidos… a la hora de aprender en clase.

Había una sana competencia, entre equipos de estudiantes. Preparábamos las clases, organizábamos los debates… y el profesor era el moderador.

Me acuerdo perfectamente de todo eso. Lo dije alguna vez… a parte de haber tenido el honor de hacer las primeras millas náuticas con el papá de Fernando en aquel pequeño viaje del Cazaminas ARA CHACO… British TON Class. Recuerdo haber visitado su casa en más de una vez, y ver esa enorme biblioteca que tenía el papá.

Como también me acuerdo cuando todos asistimos de gomeros improvisados a la señora de Franzoni. Años después uno de mis jefes… me preguntó… ¿Conoce a la señora? Si fue nuestra profesora de Biología. Ahora que han aparecido esas dos fotos… me acuerdo de las niñas… compartiendo una golosina o bien algún apunte. Me alegra que recuerden a ése jovencito que estaba cerca de mi banco y SABIA DE TODO.

Primer año, no me llevé ninguna. Segundo año… en aquel año 80. Sólo una. Matemática. Rendida satisfactoriamente… días después de la muerte de Jhonn Lennon.

Otro día triste para la gente de mi casa. Lo sentimos a John, tanto como en su momento lo sentimos a Elvis.

Las presiones, los egoísmos… Y por ahí alguna palabra de más… no colaboró con aquel flojo presente que existía puertas adentro de mi casa.

Parte VI Cuando los sueños se empiezan a truncar… When the dreams goes on

Ese 6 de julio… mamá una vez, terminada su obra EL GALLARDETE de nuestra tropa scout… se iba a dar a luz a José Luis. Y yo me iba a desfilar con él gallardete a cuestas.

De Reynoso Marcos, el Viernes, 03 de septiembre de 2010 a las 7:58

Trataba de encontrar las palabras hoy… y cuando etiqueté a algunos personajes como líderes negativos… esas dos palabras las cambiaron por una. DELIRANTES. Y en realidad hay que ser algo delirante, para jugarse a cara o cruz, el presente en aquellos años 80. Y cuándo se deja pasar la duda por el ojo de la cerradura… es muy posible que ESE intruso… reduzca a la nada todo lo que se ha construido.

A la vuelta del evento… la espera de aquél llamado telefónico de Ana María Vincent… que hacía poco había tenido Mellizos. Recuerdo las palabras de Ana María Vincent con ese tono tan especial. La mami está bien Marquitos. Esta tarde vamos a venir al hospital… así que prepárense. Papá estaba en navegación en el ARA Cabo San Antonio. Rompiendo la seguidilla de niñas que en Puerto Belgrano habían nacido. Hasta ésa estigma acarreó papá. Ninguno de sus cuatro hijos mayores… pudo él presenciar, el parto. Visitamos a mamá y pasamos a la nursery. Y allí estaba detrás del vidrio. Y la egoísta histórica frase de mi hermana. ES MEDIO FEITO.

Y ése fue a mi humilde opinión lo que no solo en una casa puede llegar a pasar… es válida la metáfora… La gota de agua, esta tan convencida de que ha de oradar la piedra… que ella sabe que alguna vez, se convertirá en fuente y luego cuesta abajo será un río.

Papá y mamá, comenzaban esos años 80s con infinita ternura por el nuevo integrante de la casa. Mi hermano José Luis, el hoy papá de Valentina… pero sin darse la oportunidad de allanar el camino difícil que estaban transitando. No se daban tiempo para ellos.

Bueno cuando uno es joven, lanza palabras sin pensarlas mucho. Uno de los que también lo esperaba a José Luis era nuestro perro. El Benji.

El Benji subía al regazo de mi mamá cuando trabajaba en su maquina de coser. Cuando empezó a crecer José Luis, el perro bajó al almohadón sin apartarse de la silueta embarazada de mi mamá.

Cuando volvió del hospital naval… envuelto en su ropa de cama, abrazado por mamá… emocionada al ingresar a la casa… se conocieron el Benji y José Luis. Estaba horas el perro echado al lado del moisés. Así de juntos, estaban el Benji y José… Así de juntos están hoy Valentina y Mateo (Su perrito).

El camino siguiente… a ése 80… estaba marcado por el final de aquellos 20 años de servicio de mi papá. Un profesional en su especialidad que eran las comunicaciones. Y el aire esperanzado en ése camino nuevo… llevaría a la familia a la ciudad de Córdoba.

Yo le dije la verdad. Veníamos de una ciudad chiquita… y los horarios todavía no los había tenido en cuenta… para cumplir. El rector rompió la NO reincorporación delante de los ojos de mi mamá. Esa carita de enojada de mamá… Nunca más… volví a llegar tarde.

Todavía camino por la calle Obispo Trejo. En mis actuales visitas a Córdoba. O la calle Independencia… y me acuerdo las tantas veces que después era llegar Casi a la carrera, para cumplirle a mi mamá y cumplirme a mí.

Lo que nos costó insertarnos a nosotros como hijos, se duplicaba en mis padres.

En una de esas vueltas, en aquellas primeras semanas era volver al centro a pie con mi compañero Fernando Vázquez de Novoa y en una de esas mañanas… volví con un amigo nuevo. Por años. Lucio Fabián Bernhard. Pronto éramos 3.

Ya en córdoba, un testimonio de todo eso, era tomar el colectivo. Dos de ida y dos de vuelta… en el peor de los casos. Si llegaba 0715 al centro… tenía chance de llegar a ése colegio Nacional Dean Funes.

Y cada tanto solíamos reunirnos los tres. Con ellos, empecé a conocer la ciudad de Córdoba. Debido a la cantidad de veces que tomaba el colectivo para poder visitarlos.

Si no llegaba a ésa hora y eran por ejemplo las 0721 las quince cuadras del centro al colegio las debía hacer a pie.

Los tres alguna vez, entramos a ver aquella película de aquella hermosa mujer llamada BO Derek. María su nombre real… es increíblemente bella. Y sin lugar a dudas, era para mí, lo que Marilyn era para mi papá.

Temprano había quedado con todas las medias faltas… a cuestas. Lo que motivó a una reunión del Director con mi madre y conmigo.

Por aquellos días, en aquel secundario… hicieron pasar un ejemplar de Play Boy dónde había una impecable set de fotos By John Derek. Vendido como Pan Caliente en USA.

Ejemplar dónde se podía leer una frase… que lleva el sello de la Señora María. (Bo) Desnuda SI. Vulgar NO.

Y creo que aquel parámetro de Belleza… que comenzó con Mamá, siguió con Ingrid Bergman, se sorprendió con La señora Agnetha y La señora Anni (en que decía hay algo más aquí)… se consolidó con esa frase y esa belleza llamada BO.

MI VIDA social, era muy escasa como es mi vida social de hoy. A parte de visitar a estos chicos. Visitaba a mis primos. Luis, José y a la pequeña Carina.

También mi rumbo scout… se estableció en Córdoba. Conocí mucha gente a partir de mi mudanza desde Bahía Blanca a Córdoba.

Aquel primer evento outdoor, junto a los dirigentes scouts me marcó para siempre. El cruce de la Quebrada del Condorito. Por aquellos días, ni siquiera era reserva natural.

Estuve así de cerca de claudicar esa noche con rayos, truenos y relámpagos al mejor estilo de Industrias Light & Magic. Aquella noche nunca la volví a tener gracias a DIOS. Una cúspide 18 horas caminando en un ámbito especial. Viendo como una hermosa tormenta eléctrica, ni el mejor artista de cg de INDUSTRIAS LIGHT AND MAGIC lo hubiera creído… cada destello iluminaba todo el curso del río Condorito.

La quebrada del Condorito, nunca pensé que años después volvería... y ni siquiera que la pudiera ver vía satélite... con el Google Earth.

Mis padres se asustaron... o al menos se dieron cuenta que fue demasiado para un preadolescente apegado a su casa... una experiencia como esa. Era muy apegado a mi mamá. Pero esa instancia, esa experiencia, cinceló la idea de que no iba ha ser la última o la única.

El mejor feedback estuvo con los chicos de mi edad. Hermanada momentáneamente a nuestra agrupación Scout... había una comunidad Guía. Y de aquel grupo humano... recuerdo algunos nombres... Como el de Patricia Botarelli, Alejandra Laconi. Si bien no les he visto, las sucesivas visitas me llevaban a esos terrenos de Alta Córdoba dónde hacíamos nuestras actividades.

La pulseada técnicamente... la ganaron las niñas. Nunca supe si era un capricho de una... o lo visceral que era MARITO TILOT para ciertas cosas. En esas diferencias de motivaciones… NO ME INCLUI. Yo era scout, y defendí aquellos preceptos que aprendí en la Brown. A juzgar por aquella actitud... de Mario en el pasaje a San Clemente. LA ENCARGADA de las chicas. Tenía su razón.

Obviamente... que yo expuse mi opinión... bien convencido como aquellas palabras que escuché de mi mamá al respecto. MARCOS, me quedo con los dirigentes scouts de la Almirante Brown. Y si bien todos los días llevo mi pañoleta virtual... considero que lo aprendido en la Almirante Brown... aquellos dos años... fue suficiente para darle la razón a mamá.

Renglón a parte los chicos y las chicas de mi edad.

ES EL QUE SUPE RECORDAR CUANDO LA ÚLTIMA NAVIDAD 2009, nos encontramos a la mesa, los tres Reynoso hijos de Saúl Nicolás y de María Adela Demarchi que viven aqui en Bahía Blanca. Con sobrinos incluidos.

Todo iba a cambiar. En uno de los años más duros de nuestra existencia.

MARCOS

Muy buena gente. Muchos años después... siempre al volver he visitado algunas casas paternas de estos chicos.

La familia Laconi, La familia Quinteros, La familia Virini... Ya todos muy viejitos.

Parte VII 1982 Un año triste para todos. De Reynoso Marcos, el Domingo, 05 de septiembre de 2010 a las 8:20

En ese año 81 tan costoso, en la radicación familiar... marcaría el último año... de familia completa. La última navidad como la gente... o bien la más parecida a la que alguna vez, acompañados con personal de Infantería de marina... estuvimos pasando en la Cabecera del Lago Fagnano. ESE ES UNO DE LOS MAS BONITOS PARÁMETROS que tuve y que TENGO para hablar de la familia.

La cadena de sucesos, todos… se podían escrutar tras la mirada de mi mamá. Sus increíbles ojos azules, eran la temperatura de todo el universo. Dentro de mi casa.

Tras aquella última navidad… pacífica… la cadena de sucesos, se manifestó cuando mirándome a los ojos… mamá… me dijo. Será un año difícil, quisiera que te gradúes como Bachiller.

Y allí empecé a buscar trabajo para aliviar, la economía familiar… que por aquellos días andaba a los tumbos.

Mi primer trabajo fue en una Verdulería. A unas cuadras de casa. Era part time, pero feliz de saber que había arrancado. Luego vino la herrería de obra. Luego vino el taller mecánico ahí al frente de casa. Con el gran Ramiro.

Ramiro era un viejo mecánico del Ferrocarril Belgrano. Toda una eminencia.

Por supuesto, no tarde mucho en saber que cuando aprecian tu voluntad, y pones empeño en tu tarea… tienes a tu patrón de tu lado siempre. Y aprendí a pasos agigantados.

Siempre me acuerdo aquel spot publicitario de Defensa Civil. El spot terminaba con la explosión nuclear. Y recuerdo la angustia que acarreaba la cara de mamá… o bien la sorpresa como cuando escuchaba aquellos vítores a la figura del General Videla. (SI Rafael Videla) en el Año Mariano Nacional.

De eso HOY no habla nadie.

Los sucesos acaecidos en las islas Georgias del Sur, pusieron nerviosos a mi padre y a mi madre. Recuerdo que las decisiones, estaban entre el re alistamiento de mi papá… o bien una nueva mudanza.

El dos de abril… produjo sentimientos plenos. NADIE ME PUEDE DECIR QUE MIS PADRES NO AMABAN A ESTE PAIS. Mamá sabía que no lo podía contener… si deseaba re alistarse. Lo que nos tenía atónitos… todas las cosas que escuchábamos en casa de la boca de él. LAS RECUERDO MUY BIEN.

Papá no tenía una gota de duda al respecto de la soberanía de las islas Malvinas. Como también no tuvo nunca una gota de duda al respecto del suceso de la operación Rosario. Del que más dudaba, era de ése PAYASO que salió al balcón para sumarle otra frase tristemente célebre a la suma de frases poco célebres que tiene nuestra historia.

ESE que muchos periodistas lo llamaban EL GEORGE C SCOTT de la Argentina. Cosa muy equivocada como los que hoy llaman a la presidenta… CFK.

Ya lo dije. Más que George C Scott… (Patton) ése payaso se parecía más a Hideki TOJO que a Patton. Y quien piense que la K de la presidenta… tiene algo de Kennedy… es porque sencillamente… habrá tomado tantas más, o tantas copas iguales a las que se les atribuyen a Galtieri.

Papá se fue a presentar. Fue movilizado a ése lugar que conocí al norte de Tierra Del fuego. Muchos años después un compañero de promoción… me supo decir… Dígale al viejo, que su motorhome se transformó en un hermoso edificio…

Aquel año triste de 1982… involucró a varios de sus amigos, amigos de nuestra familia y allegados a nosotros.

Siempre recordaré aquella reseña de los sucesos del épico regreso del ARA alférez Sobral. Comentada por su segundo comandante en el año 87. Charla a la que asistí. Y que contaba los últimos momentos de la vida del papá de Paulita Gómez Roca. Comandante del ARA SOBRAL. Para graficarlo bien… aquellas primeras escenas de EL ALMIRANTE… una película rusa sobre el Almirante Kolchak. Me hizo acordar de aquel resumen del segundo comandante del ARA SOBRAL. La noticia de la muerte del Señor Gómez Roca… me sorprendió de camino de mi colegio secundario a mi casa en córdoba. Ahí llegué a mi casa y abrace a mi mamá. Eso si que lo sentí. Al dolor de esos días de junio, al dolor de tener a un papá a bastante distancia de casa. Se le sumó el fallecimiento de mi Abuela materna… Doña Francisca Sola Cortéz.

Y la decisión unilateral de mi hermana Ana de ir en búsqueda de su papá. De los tres mil kilómetros no llegó a los 1000.

Veinte años después… en el año 2002… supe recordar de que buena madera estaba hecha la abuela y cuánto de ésa buena madera continuaba en mamá.

La abuela soportó varios ataques cardíacos… creo que fueron 3… Pero cumplió aquello que dijo. No me iré hasta que no venga el último de mis hijos.

El primer nieto que estuvo allí, fui yo. El segundo fue Luis Rodríguez.

Ese 27 de junio de 1982… Mamá se derrumbó… allí en la soledad de un garaje ambientado como cuarto de costura de la abuela. Me tocó el honor de contener sus lágrimas con un abrazo. Lloramos los dos.

Por aquellos días, pedí apoyo psicopedagógico en mi colegio Secundario. Todos esos sucesos estaban repercutiendo mis estudios. Toda esta avalancha de sucesos, y fue allí que Ana La Psicopedagoga… del gabinete del Colegio… Me INVITO A CANALIZAR esas angustias a través de lo que escriba. - Empiece a escribir poesías. Y en realidad todos esos ejercicios de introspección comenzaron a coserme de tantas heridas, caídas, tropiezos, cortes y lesiones…

«Les aseguro que cada instante de ese 82 era como bajar hacia San Clemente en aquella noche, casi cerrada después de semana santa de 1981; en que me caí y me levanté diez mil veces» Cuando el baqueano… con aquél burro nos bajó … había que seguirlo de noche… a esos dos. Sobretodo cuando empezaron a tomar velocidad en el descenso.

Aquellas clases de filosofía… y sobre todo esas charlas con la profesora… esos debates, entre mayéuticos y dialécticos… moderados por la profesora… tenían su éxito en nosotros. Una mañana hasta vino la Señora Directora La Señora Ileana Sabattini. La exposición le encantó. Y la motivó a contarnos como ella comenzaba cuando joven a como pensar. Vuelvo a decirlo… Era una escuela Pública. Y era el año 1982.

No todas las cosas que se dicen de aquellos años, son una verdad completa.

Yo iba a estudiar. Yo quería recibirme… y quería continuar una carrera universitaria.

A mi también me encontraron sin documentos personales… pero el buen criterio de la persona que me los pidió de las fuerzas de seguridad, más mi verdad… siempre a cuestas… me liberó de cualquier evento negativo para un joven de 16 años.

Leí, Aquella autobiografía de mí amada Ingrid Bergman… Quién murió ese año. Y otro libro que nunca volví a ver… sobre el Zen y Occidente.

Escrito por un monje Jesuita en misión en la lejana CHINA.

Estaba algo tranquilo o bien para decirlo mejor estaba como Di Caprio en el TITANIC en su última escena. Quería aferrarme de algo. Quién puede dar crédito a mis palabras es la hoy señora Alejandra Laconi.

Ese verano recuerdo haber ido al último campamento scout… y si mis padres me dieron permiso es porque el resto de los chicos se lo pidieron a mis padres.

Los chicos estábamos en Carlos Paz, Las chicas estaban en Ongamira.

También resultó, porque al final de ese verano. Sólo quedó una materia de tres. Matemática. No era muy bueno para matemática. En septiembre se volvió a juntar la familia. Por aquellos días… leía mucho. Aquel año leí por porciones, Dios y los Halcones. Escrito por el Aviador Militar Pablo Marcos Carballo. Fui a una charla, en el que participaba un viejito… que resultó ser el «patrón de la Beechcraft.» El condecorado piloto as WWII Pierre Closterman. Años después encontraría en la WEB, que Monsieur Pierre, había nacido BAJO LA CRUZ DEL SUR.

En quinto año, él último solamente iba a ser dos. Matemática de Cuarto, la arrastrada. Matemática de quinto. Y Física de quinto.

Muchos años después… al darle apoyo a mi hermano con unos ejercicios de primer año… observé que no había perdido el toque para hacer algunos ejercicios de álgebra… siempre dije son dos los resultados O BIEN. O MAL.

La felicidad que tenía por empezar el último año del secundario. Pero aquel 82… significó el colapso de la familia, puertas adentro de mi casa. Yo creo que no fuimos los únicos… detrás de aquellos 365 días del año 82.

Si sabes el algoritmo. O interpretas el algoritmo… te saldrá bien. Y si dudas…

Lo que podría definirse como síndrome post traumático… de aquella distancia de papá en los días de junio, la cantidad de amigos fallecidos, y aquel fallido trabajo en Río Grande… le hizo perder los estribos en más de una oportunidad.

SI DUDAS… como aquella prueba de 7mo grado… 5 veces lo hice y me daba 8. Una vez me dio 3 y lo dejé así. Resultado = a 3. En ése recreo me acerque a Diego Luzuriaga… y le pregunte ME DIO 8. Y al único soquete que le había dado distinto fue a mi 3. ASI ME FUE.

Los otros muy buenos para las matemáticas… Carlos Ceballos. Y mí recordado Miguelito URIBE. Había un detalle. SUS NÚMEROS ERAN GRANDES… Y eran muy prolijos… en el desarrollo de las cuentas. Yo para decirlo de una forma… tenía mucha voluntad para las matemáticas…porque no eran mi fuerte.

Aquella tarde «de regreso con el álgebra en apoyo a mi hermano… intenté… explicarle ese detalle. Y con esa sinceridad tan característica de mi hermano José… me dijo: Ya sé. Y ahora… sé porque estas pelado.

Suelo llevarme la mano desde mi frente hacia atrás como movimiento reflejo voluntario… cuando desarrollo una cuenta matemática… de álgebra. O bien ahora cuando armo o desarmo una PC.

Todo lo ponía intratable. Pero absolutamente nadie lo había dejado de amar como papá… puertas adentro de nuestra casa.

Al final de aquel año… supe ir al cine con mi hermana María Fernanda… UN CINE DE BARRIO… en el barrio General Bustos… Al final de ése año, fue que miré en el cine la película THE EARTHLING. Otro de los motivos de porqué estoy haciendo este trabajo. He vuelto ha ver esa película con 44.

Un muy joven Ricky Schroeder… y un viejo Willam Holden. Lo que me lloré ésa noche. Por supuesto después de aquella experiencia de Los Condoritos, el reflejo en cómo sobrevive ése niño… hoy me dice que era un nuevo escalón de todo lo que vendría después.

También puedo decir que hoy, no estoy lejos de esa imagen de CABRON BUENO que tiene en la película… Este pedazo de actor ya viejo por aquellos días.

El último año de mi secundario. El destino ya estaba marcado. ESE AÑO 82 estaba comenzando a escribir… vaya a saber uno… a dónde estarán todas esas cosas escritas.

Introvertido, solitario, aturdido por la suma de sucesos… todo se iba a traslucir con aquellos primeros intentos de escribir. Una terapia autoimpuesta… que termina siendo una adicción sana. Tengo excusas para ser la persona que soy. A ningún enemigo… le regalaría ni medio mes de aquel 82. Deberíamos de recibir alguna compensación al respecto. PERO NUESTRAS MEJORES MEDALLAS… las mías y las de mamá… que en aquel año compartimos la misma trinchera… NOS LAS DIO «el pícaro de allá arriba». Como auto crítica, puedo decir que he mejorado algo. Y a pesar del pasaje de los años encuentro en la decisión de escribir, Como un enorme cable a tierra. Una terapia sana que se transformó en adicción sana. Creo que Dios «el pícaro de allá arriba» no dio esas medallas y, habrá sido porque juntamos mucho mérito para llevarlas cercanas al corazón. ÿþ

De Reynoso Marcos, el Domingo, 05 de septiembre de 2010 a las 8:27 Último año del secundario… últimos días de aula… Todavía hacia extras con la psicopedagoga. La señora Ana tenía una hermosa panzota de embarazada… y los muchachos, me cargaban… diciendo que era mío. Me ponía bordo, por las gastadas.

No había unión de estudiantes secundarios… no había franja morada en la secundaria… pero aquella pregunta… ya la mascábamos… ¿Y?

Recuerdo algunos nombres de mi secundario. En el DEAN FUNES… Yo hice tres años con el nieto de Pedro Pablo Ramírez. Había uno de los muchachos que seguro que ha pasado varias veces la puerta de Ícaro y estaba yo…

Ya había por aquellos años, portación de apellidos… pasados condenatorios… y apuestas diversas con respecto a que iba a pasar con nosotros tres. A ninguno de los chicos de la secundaria he vuelto a ver.

Lo que siempre voy a recordar la forma en que apostaban a futuro… los profesores… y la más arriesgada … unos pocos años después… supo confesarse conmigo de que estaba más orgullosa de aquellas clases que exponíamos y armábamos nosotros… que los de aquella época de inicio de la DEMOCRACIA en el secundario.

Parte VIII

Post debacle del Proyecto XIII. Un proyecto que permitía a los mejores promedios del último año… dar apoyo escolar a los ingresantes a primer año o bien a los que se habían quedado con algunas materias.

Eran algunas charlas básicas de cómo preparar la materia… o como llevar la materia a buen puerto básicamente. Algunas de esas horas eran supervisadas personalmente por la señora Ileana Sabattini.

Teníamos un muy exigente profesor de Matemáticas… que aquel martes 13 de Diciembre de 1983 dijo. ESTO ES MATEMÁTICA DE 5to año… así que la eximición para mi es 4. O bien el 4 para él… era como un 10 para mí. Don Basan era una eminencia para el colegio. Lo que Micalle o Rogelio Gonzáles era para sus pares en el Nacional de Punta Alta.

Teníamos una muy bella profesora de educación para la salud. ¿Qué tenía que hacer esa mujer dando clase? El marido era el director del Banco Israelita de Córdoba.

Era evidente que el guardapolvo de la docencia, lo tenía bien aferrado. Como el profesor Basan.

Otro profesor impecable… Felicísimo Labrador. Quien supo apoyarme para llegar a la universidad. Antes de pisar el aula de historia. Yo quería ser Oceanógrafo. Obviamente el IADO no estaba en Córdoba.

Cuando todos estaban apostando a los nuevos tiempos… yo me centré en la opción de cincelar algunas frases, que hoy todavía mantengo.

NUNCA pensé como real… esa idea de IGUAL TRABAJO IGUAL Remuneración. Por aquellos años, seguía paso a paso la historia de un síndico muy particular… Lech Walesa.

Si bien reconocí desde 4º año que el hombre era por si un animal político. Crecí mirando al comediante TATO BORES. Cuyos monólogos, eran increíblemente visionarios. Soy Fan de TATO. Pero me reflejo más en aquel Movimiento Tatoboresista Unipersonal. Yo creo que Tato decía ese renglón del guión para defenderse o bien era una suerte de escudo delante de la manada de lobos, que siempre ha existido, existe y desgraciadamente existirá.

YO vivo de mi política. Trabajar, cumplir con la mayor voluntad posible, pagar todas mis cuentas y mantenerme con la conciencia tranquila.

Vivir en este país… siempre ha sido un desafío. Particularmente… siempre me he manejado con mucha cautela. Por eso puedo decir y dar fe. Volver a casa, después de una jornada de trabajo, es muy bueno. Tener un trabajo es un buen mérito. Tener dos ya habla de la educación que te han dado tus padres. Sobrevivir, 19 años en un mismo trabajo, todo un premio a la conducta.

Dormir tranquilo… aquí para muchos es un anhelo. Despertarse en un nuevo día es una bendición… LEVANTARSE en este país es todo un desafío.

ESA ES PARTE DE LA POLITICA MIA. El resto… casi ni existe. Ninguno merece mi voto. Y básicamente en los últimos años, sé perfectamente que todos los guarismos de las votaciones han sido manipuleados.

Mis materias pendientes en 5to año para el tan ansiado título de Bachiller Nacional… eran Matemática de 4to año. Matemática de 5to Y Física de 5to año.

Puedo decir que los últimos 4 años de secundario mis profesoras de particular estaban en los libros de matemática… Repetto Linsken Y Fesket Su matemática era entendible, hoy algunos libros, y algunos docentes… dan la materia matemáticas, de una forma ilegible. Las tres señoras hicieron un libro entendible… plena época de los 60s y 70s a la hora de quedarse en las vacaciones, ése libro era especial para recuperar aquellos ejercicios y resolver aquellas dudas que no se podían hacer en el año.

Recuerdo aquel 10 de diciembre del 83… verlo llegar al vicegobernador electo de la provincia de Córdoba. A la casa del Gobernador electo el Doctor Angeloz. Ese día esa mesa de matemática se postergó para el 13.

Y vaya que ese martes 13 de diciembre de 1983, fue un verdadero parto.

Entramos 15 y salimos con el 4 prometido… sólo 4 personas. Don Basan, era muy exigente. Por aquellos años, Director del Instituto de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad de Córdoba.

Me acuerdo… Reynoso, en verdad este es un 3.92… así y todo, felicidades. Nos vemos en la mesa de Física.

Y la CHICHA… así le decíamos a esta profesora soltera, ya encadenada a la profesión graduada con honores y con post grado en PARIS.

Esa ceremonia de graduación. Empezó con un desastre en casa. Todo el mundo estaba nervioso. Yo agarré mi uniforme, mi saco, mi corbata… y creo que terminé de alistarme en la casa de mi TIA CARMEN.

Sufrí mucho esa noche. Estaba lejos de todos y cerca de todos. Nunca pude recuperar aquella foto con mi promoción de secundario. Y mucho menos aquella que me tocó sacarme Una con papá y otra con mamá.

Todavía me estoy preguntando quién fue el que puso los canapés, las gaseosas, y los sándwiches.

Terminaba un ciclo. Recién 10 años después, coloqué aquel título de Bachiller en un cuadrito.

Tenía un horizonte muy particular aquel año que comenzaba. EL 84… tenía la oportunidad de ingresar a estudiar el profesorado de Historia.

En el año 84 existió la última esperanza de revertir la situación, a una anterior al estado familiar de aquel fatídico 82.

La historia me gusta. Pero aquella aula con tanta gente… con tantas emociones dispersas… no muy diferentes a los alumnos universitarios presente… Me hizo decidir rápido. Tenía las garantías mías.

Pero el equilibrio, o bien la equidistancia entre ESOS AHORA POLOS con la misma negatividad… estaba aplastando mi voluntad para continuar. De soldado sumiso, a soldado lleno de preguntas. Creo en realidad que este tiempo, había mucha rebeldía, mucha distancia y mucho camino del lado poco iluminado.

Y a los 3 días de discutir con un franja morada… me decidí por una carrera informática. En un instituto nuevo. EL PASCAL. La computación era una carrera bisoña, yo empecé con Apple. Una cosa era el aula. Y otra cosa era el laboratorio de Informática del Instituto. Allí la primer sorpresa iba a darse un nuevo rendes vous EN MEDIO DE LA GALERIA GENERAL PAZ...Al fin de cuentas... para él y para mí... Nuestra amada argentina es un Pañuelito. Comenzaba a estudiar Análisis de sistemas con quien fuera mi compañero de Jardín y también de secundaria. Carlitos Ceballos.

ÿþ

Parte IX Mi amigo TOM Borgoyone y mi prima Mónica Quinteros tenían razón. De Reynoso Marcos, el Lunes, 06 de septiembre de 2010 a las 7:32 Tendría que haber sido un poco más egoísta. PERO HACE 44 AÑOS QUE NO ME SALE ser EGOISTA.

Allí en dónde era el Instituto Superior Pascal. Y en ése contexto. Me encantaba más sentarme con la máquina que a realizar algunos análisis superfluos. A quién pude ver en el primer día de clase… en que falté. Caminando por la galería General Paz.

TODOS los que estaban y vieron ese reencuentro… deberán acordarse… Lo repetí más de una vez. Y de hecho Lo he repetido siempre con él. Compañero de banco en el jardín de infantes. A principio de los 70s .Compañero de mi colegio Nacional de Punta alta… a fines de los 70s .Ahora compañero mío en el Pascal. El señor Carlos Ceballos… en pleno año 84.

Era una motivación tenerlo al lado. Pero detrás del pasaje de los años, se dio cuenta que la tristeza en mí, se centraba en el camino sin retorno que se estaba recorriendo en mi casa.

El famoso has lo que yo digo y no lo que yo hago… me producía hasta nauseas. De hecho ése parámetros de cosas me siguen dando nauseas.

Mi vida social. Era ir a jugar al Pool. Hay un memorable partido de Carlos Ceballos – Marcos Reynoso… Gabriel Delcampo y otro que nunca llegó a tocar el una bola.

Nunca más lo vi. a Gabriel Delcampo. Pero vaya que se enojó.

Eran épocas de comenzar a ver películas serias en el cine. Y NO CONTARLAS UNA VEZ EN MI CASA.

Para citar un ejemplo la multipremiada THE DEER Hunter. Realizada por Michel Cimino, Jhonn Savage, George Dzunsa, el malogrado Jhonn Cazale, y la amorosa Meryl Streep. Y el señor Robert De Niro.

Una pinturita… que a mi padre y a mi madre, los dejó muy bien impresionados. Podía haberla visto muchos años atrás… pero yo creo que ése Michel Vronsky… de Bobby… llegó en el momento justo. Aquel AMERICA OR BANG… toda una metáfora… que aplaudo de pie… fue demasiado educativo para este jovencito.

Pero CUIDADO. Ese quitar cosas o dejarlas como esta… en aquellos días cimentó… la frase que siguió después de verla un par de veces más. QUITAR COSAS Y CONSTRUIR. No quería herir, no quería sangrar.

Si señor, como la buena música alegró mi alma de preadolescente. Lo que no adoleció mi adolescencia fue el buen cine de todos esos nombres. Porque muchos de los mensajes los decodifiqué bien.

Dentro de los cuantos mano a mano que me ha permitido entablar la vida. Del otro lado de la mesa cayeron un montón de veces… personas que jamás hubiera querido ENFRENTAR. De hecho… siempre me negué a enfrentar.

Recuerdo muy bien la escena… Repito toda una metáfora… Bobby va a buscar a su amigo, solo… lo enfrenta, lo embiste emocionalmente, en cada cuadro en ésa última escena hay un mensaje. Recuerdas las montañas, los árboles, el señor Walken le dice ¿Tú querías esto?

Les aseguro… que aquella primera vez… todos en ése microcine, estábamos al borde del llanto.

Al primero, que puse en ése pseudo banquillo… sin llegar a enfrentarlo pero haciéndole saber que lo quería y que lo necesitaba O BIEN QUE NECESITABA volver a el estado de familia previa al 82. FUE A MI PAPA.

Con el paso de los años…la misma tensión sufrí… porque la situación tenía muchos puntos coincidentes… puse en ése banquillo virtual a uno de mis amigos de la infancia. Carlos Alberto Prieto. Me esforcé en hacerle saber que había perdido toda iniciativa… para continuar. Todavía guardo aquellas dos últimas cartas que le supe escribir alguna vez. Y en la que le pregunté. ¿No hemos tenido demasiados testimonios de gente en común que ha fracasado, por no haber aceptado, no haber quitado cosas y no haber construido?

Cada vez, que veo esa última escena de Bobby Y Christopher Walken… ESE NO NIKI, NO NIKI NOOO…

La tercera persona que no enfrenté pero que hice de todo para que volviera a la parte iluminada del camino… fue a Fabián Bernhard.

Pero a veces, no alcanza.

Lucio Fabián Bernhard fue la persona elegida para contar LA SEGUNDA OPORTUNIDAD para Waldemar. No es de mi agrado hablar en primera persona. Necesitaba ponerme en la piel de otra para poder hablar de mí.

Siempre recuerdo eso. Yo los lloré también… porque aquella metáfora de Michel Cimino en su película… LA SUFRI y en realidad no le deseo a nadie pasar por esa etapa. Ni como hijo, ni como amigo. La costura emocional, encontrada después de años, es que pude decir las palabras en tiempo justo, en el lugar justo y a la persona justa.

Por ahí, iba al cine con mi primo Luis Rodrigues… recuerdo aquel bodrio francés que fuimos a ver… y a la semana repetimos la dosis viendo Apocalipsis Now.

Por ahí, iba con mi madre. La última película que miré en el cine con mi mamá. Fue El Patriota. Pero por aquellos días del 84 fueron algunos clásicos como Un largo Camino a casa… con un Timothy Hutton bastante jovencito.

Lo simpático que el último en enterarse, en zambullirme en su persona para hablar de mi fue él. Lucio, se casó en forma temprana con Marcela. Ellos tuvieron una nena. La DIDE. Marcia su nombre real… debe tener como 20 años. A ella también le dedico este trabajo. Todas estas personas, su común denominador es que puse las palabras justas, en su momento justo. En sus oídos. NO puse un 38 corto con 3 proyectiles en el tambor. Papá, en su momento. Fabián en su momento y Carlos Prieto en su momento… escucharon las palabras, pero todo fue como aquella última escena De Niro – Walken en The deer hunter.

Y había otro clásico… que no recuerdo bien los artistas o el nombre de la película… lo que sí me acuerdo la discusión, por entrar al cine. Las opciones, eran la Argentina LA NOCHE DE LOS Lápices. O esta otra película… que a mamá le pareció más fantástica aún… porque era un drama social familiar.

Creo que ella observó… un calco de muchas cosas vulnerables de su marido en el personaje protagonista. Terminamos tomando aquel único café, después del cine.

Un breve paréntesis de esa guerra interna… de emociones, estudios… se producía el casamiento de mi Hermana Ana. Jorge Márquez mi primer cuñado, vaya si merecen el cielo mis cuñados… Todo lo que comenzó con aquel viaje de estudios de mi hermana Ana… terminó a las corridas aquella noche en la iglesia Avenida Colón al fondo.

Ya no estaba Carlos Ceballos, ni tampoco aquella bella compañera nuestra a la que le pregunté… ¿Mosela al Norte o Mosela al sur? Si Prisca Dummont, era de Chareloi Bélgica. Se había sumado a las uestes, del Pascal. Un antiguo compañero de primaria. Que Carlos lo tuvo de compañero de secundaria allá por el 82 y 83. Miguelito Uribe. Fueguino, de Nacimiento. De padres trasandinos. Hoy ya no está. Entre nosotros.

La primera vez, que los observé serenos a mis padres. En mucho tiempo como casi resignados por el paso del tiempo.

Meses después aquel 13 de marzo del 85 nacía el primer nieto de Papá y mamá. Paradoja del destino… Por un lado como abuelos cambiaban pañales… a Nacho y llevaban al Jardín de Infantes a José Luis Reynoso.

Verla a su hijita Valentina con el guardapolvo y tan predispuesta para ir a clase… me devuelve a aquellos días en que lo llevaba al jardín a su papá.

Todo era distante. La intensión de emanciparme, estaba a la vuelta de la esquina. Por aquellos años, ya soñaba formar HOMELABSOFT, una suerte de consultora informática.

Mis padres, me regalaron un libro muy mal traducido de informática. Pero todo estaba destinado a que serían el 85 y el 86 los dos últimos años de aula. Terciaria.

Había empezado una carrera alternativa. Profesorado de ciencias económicas y jurídicas y el embrollo se juntó a fin de aquel último año. Junté unas35 materias en 25 días. Me presenté en 25 y salí bien en 20.

Estaba a punto del surmenage.

Ese 86 y luego de 23 años de matrimonio… mis padres, se separan. Iniciaba un camino de 10 años… buscando respuestas. Todos estaban cubiertos… por una u otra cosa… me tocó en suerte… estar descubierto y adolescente de muchas cosas.

Como lo había descubierto Tom Borgoyone. En aquella primer charla. Sobre la verdad que yo arrastraba. Sacrifique aquella carrera terciaria que insumía dinero… que mis padres ya poco podían disponer… en pos de mis hermanos. Me parecía irreverente ir a pedirle aquella plata de mis estudios, cuando en casa dónde vivía faltaban un montón de cosas.

Mamá hacía malabares, para que esa plata y la que pueda obtener de sus costuras… llegue a fin de mes. Yo no tenía la idea de abandonar completamente los estudios por los pagos de mi papá. Los había postergado.

Yo ya estaba grande… ya había trabajado a medio tiempo. Compré por aquellos días mi primera bicicleta. Lejos estaba aquel día en que Mi tío Roberto… sorprendería a mi mamá dándome solo 3 pesos. ¿Y si mi sobrino tiene hambre? ¿Y si consigue eso en la biblioteca y tiene que ir a otra biblioteca?

El no haberme desvinculado de la Informática totalmente… generó una enorme esperanza. Creo que me quedé con lo mejor del aula del Pascal. Que tuve que repasar y repasar cuando me tocó empezar a operar mi máquina.

Debía irme aquel año de 1987. El único que no se enteró. Fue mi papá. El que si se dio cuenta y supo guardar el secreto fue Jorge mi cuñado.

Pero antes de partir… fui a realizar aquella ruta solitaria en los Condoritos por tercera vez. Siendo la primera en solitario.

Algo de todo eso… me enseñó a que tenía que PREPARARME PARA IRME y PREPARARME PARA VOLVER.

Ni en ése aspecto, yo fui egoísta.

Marcos Mi humilde 80088

La espera y la esperanza a través de los años para mí de alguna forma se han escrito con la misma E.

PARTE X Crecer a 900 kilómetros de casa De Reynoso Marcos, el miércoles, 08 de septiembre de 2010 a las 9:49

Porque el que espera obtiene lo que su esperanza midió y lo que la espera valió. Me tomó cuatro años. Y en los primeros cuatro años de autodidacta en temas informáticos capitalicé en un muy buen porcentaje… todo lo que la informática había crecido y lo que yo no había podido observar de ese crecimiento.

Puede que aquel año 87, tuve conciencia de mi emancipación. Todo estaba lindo… de pensamiento. Pero la primera obra era llegar. Y vaya que recuerdo muy bien aquel primer paso bajando en la vieja terminal de Bahía Blanca.

Si bien la estadía iba a hacer muy corta… creo que fueron 5 meses… iba a ser muy educativa. Y la primera materia, la impartió… mi amiga la señora Elsa Merkel. Si señor, Merkel como la Señora Ángela Canciller de Alemania. Clase que me tocó repasar cuando hace unos meses quiso desembarcar en esta particular ciudad mi medio hermano. Ramón. En ciertos aspectos… aquello empezó a crecer cuando me tocó la primera mudanza, desde aquella lejana casa de calle San Lucas, hasta el centro de Bahía Blanca. Se notaba una ciudad, que todavía no había sanado las cicatrices de guerra. A pesar de los cinco años trascurridos.

La mega obra, la central Termoeléctrica Comandante Luis Piedrabuena… tenía muchos obreros y muchos síndicos. Y lo peor de todo que había más de uno que se calzaba el traje de Lech Walesa. PERO AL REVES.

Y lo que siempre he sabido ver… esta conducta… estuvo muchos años antes, estuvo por muchos años, y seguirá estando… lamentablemente para éste país.

Durante un mes y medio largo… aquel paro… se llevó unos cuantos pedazos de salud. Los líderes de aquel paro… DEL TRISTEMENTE CÉLEBRE has lo que yo digo pero no lo que yo hago… se llevaron los laureles… (Y alguna astilla = plata) alentando una acción que ni ellos respetaban.

Cuando me tocó dormir un buen tiempo de ese mes y medio largo… casi al intemperie… ESTOS sindicalistas, dormían en sus casas.

Yo no tenía muchas opciones. Los que compartían aquel cuarto. Dos personas obreras, 100 x 100. (Armadores de estructuras) se fueron a la primera semana a su casa. A pocos kilómetros de la obra.

Esa charla sincera, que tuvimos después de aquella cena… ahí en aquel viejo tugurio de Fitz Roy 80. Supieron enseñarme de que manera podía manejar las cosas. Y me demostraron que volviendo a casa. Iba a ganar más de lo que iba a perder quedándome.

De hecho, yo era la punta del desembarco de mi mamá. Y esta vuelta a casa, era remodelar lo que de hecho sucedió después.

A uno de ellos lo encontré con los años. Y le supe decir. TODO lo que anticipaste… aquella charla se hizo realidad. Por supuesto aquel primer pecado mío, no era irme de casa. Era ser tan joven.

Volver, era cerrar momentáneamente una cantidad de sueños. Todavía guardo aquella despedida en el tambo de los Merkel. Gente buena si las hay. Recuerdo al dueño de casa, y a la más pequeña por aquel entonces… que solamente les pude decir… Yo siempre vuelvo.

Atrás quedó aquella peritonitis, de ELSA Merkel, por aquel entonces esperando reincidir su maternidad. Venía una niña… Y aquella tarde, LA PALABRA JUSTA EN EL MOMENTO, JUSTO. Dígale a Montes, cuando llegue a su negocio que venga urgente a su casa.

Lo que realmente me dolió, fue que en el período en que estábamos algunos durmiendo en la Obra. Visitó Bahía Blanca… El papa Juan Pablo II. La paradoja es que fue más fácil llegar a la Plaza de la Soberanía en la Base de Infantería de Marina Baterías… Que salir e ir al encuentro del PAPA.

El embarazo, le tapaba según el doctor… o la segunda opinión… aquella peritonitis en la humanidad de Elsa.

Aquel día de OPEN DAY… me subí a un LVTP 7… y cuando bajé… ya tenía medio cocinado lo que iba a realizar el año siguiente.

La futura Licenciada, iba a llegar sin problemas meses después.

La vuelta había generado un montón de problemas. Fueron las últimas charlas fuertes, mis padres siempre fueron de querer resultados a mediano plazo.

Aquel año 87 iban a ser los últimos momentos, de salidas y caminatas de montaña con mis primos.

Aquel día del amigo de ése año… habíamos resuelto ir a pasar un par de días al Condorito. Éramos 5. Dos compañeros de Luis, su hermano José y Yo.

Había una fantasía al respecto. «¿No vendrás fugado?»

Y La verdad lo que me dolía de ésa pregunta, es que tácitamente era decir que había un individuo desconocido, volviendo a casa.

Gracias a DIOS, Jamás he tenido ningún problema con ninguna fuerza de seguridad en 44 años.

La premonición de nieve, estaba a cuestas, todavía el viaje era de muchas horas… hasta el viejo hotel EL CONDOR. La noche se cerró… y la afirmación… se produjo. MAÑANA CHICOS NIEVA.

No Marcos, el chofer me dijo que si no ha nevado hasta ahora no nieva más. Todos nos fuimos a dormir a la carpa. Propiedad de la Tía Amanda. Armada ya entrada la noche.

A la mañana siguiente… la acumulación de nieve… iba en aumento al despertar… sobre la cubierta del techo de la carpa.

La frase siguió. Buenos días chicos, no se asusten está nevando. Una nieve impecablemente salvaje… para mi gusto. No tan diferente a las que había apreciado en el lago Fagnano en Tierra del Fuego.

Aquella primera emoción, aquella primer locurita que le pasa a cualquier ser humano que ve nieve por primera vez.

Luego del desayuno, del repliegue de carpa… iniciamos aquella caminata por una autopista de las altas cumbres, en su etapa de finalización de construcción… llena de nieve.

Para decirlo de una forma entendible… iniciamos la caminata… como si fuéramos todos granaderos de Napoleón en su campaña a RUSIA. Y volvimos con los mismos ánimos… de esos desdichados soldados napoleónicos; cuando hicimos esa escala a metros de decidir que deberíamos volver. Porque en esa vuelta, nos jugábamos la vida.

Recuerdo que lo último que vimos con luz de atardecer… y con un cielo encapotado de nubes… fue aquella enorme curva que está pasando la pampilla.

Los cuatro o seis kilómetros que siguieron… fueron una tortura. Cansados, desanimados, mojados de transpiración que no podíamos retirar de nuestros cuerpos era una obligación seguir.

Y allí emergió, la voluntad del grupo. Y mí pedido a DIOS. «Háceme ver esas dos luces». Y cuando técnicamente uno tiene expuesta la vista tantas horas a la nieve blanca… las variables estaban poniéndose difíciles…

Algo sucedió. Ese amigo… el pícaro de allá arriba, en el que creo… me dio la oportunidad de ver esas dos luces que pronto se recortaron en una silueta. El viejo Parador El cóndor.

Al que llegamos, con la nieve hasta las rodillas. Seguí haciendo punta… pidiendo un lugar seco en lo que era el hotel abandonado y el sereno… nos dio una caballeriza. Que a decir verdad. Nos resulto hermosa.

Allí se fue, uno de los chicos a buscar el resto. ¿Cuanto tardaron? No se. Solo recuerdo haber desarmado aquella vieja bolsa de dormir ARA que era de papá, metí los pies allí y me despertó mi primo Luis… con una buena taza de chocolate. A honor de la verdad el mejor chocolate caliente de mi vida.

La cara de susto… de Luis lo decía todo. Pensé que estabas muerto. Carlos Ceballos, me supo encontrar tiritando dentro de una carpa en una procesión de la Mariápolis. Pero esto era peor.

La memoria que tiene la piel… siempre me llamó la atención… cuando fui a ver esas impecables recreaciones como VIVEN… o Stalingrado… juro que algunas escenas me hicieron acordar de aquella caminata del 87 por la casi terminada Autopista de las Altas Cumbres. Inquieto uno de los chicos, salía desesperadamente a buscar agua y a consumir agua. Yo miré hacia fuera… y me pregunté ¿Cómo ERA que estaba la luz prendida?

Y puede recorrerse en seis horas. En forma tranquila.

En aquella oportunidad del extravío de esos niños, se movilizó un montón de gente. Quiso DIOS que años después me tocara la suerte de encontrarle al que los encontró aquella vez.

Después de despertarme bien para ir a orinar… me pregunté un poquito más. ¿Señor habrá valido la pena todo esto?

Previo a la primavera de ése año, nos juntamos otra vez, para realizar la escalada al Cerro Champaquí. El más alto de la provincia de córdoba.

Cuando me acerqué… La respuesta la encontré allí. Una Luna inmensa Blanca como la nieve misma. Un cielo estrellado inmenso y la visión de la traza de la ruta por dónde vinimos caminando. Internamente dije: Yo y mi bocota.

Esa casi tarde, de ascenso… y descenso… al cerro champaquí. Le supimos ganar al último año de la Escuela de Aviación Militar. Su marcha administrativa, dejo paso a la arrolladora escalada técnica nuestra.

Al día siguiente luego de un par de fotos… todos volvimos a nuestras respectivas casas. Obviamente… nada era igual.

Me costó encontrar las palabras para contar aquella experiencia. A las semanas, se habían extraviado unos 4 o 5 niños que desgraciadamente… encontraron sin vida. En el lugar que habíamos visitado.

Hoy el terreno de acceso y tránsito en el parque nacional Quebrada del Condorito esta impecablemente marcado.

Cruzar el cerro y observar el valle de traslasierra… Y la localidad de Mina Clavero… desde allá arriba fue hermosa.

El querido y recordado TOPO YAÑEZ… tenía razón al respecto. Una cosa es escalar… y otra cosa es hablar. Para hablar de la montaña… uno tiene que aceptar el desafío de escalar… llegar, ver, y bajar. Allí si puede uno hablar.

¿El topo?

Un pedazo de ser humano que muchos años después pude encontrar, como instructor en la Armada. Un excelente profesional que había sido destacado en la búsqueda de esos alumnos que se escaparon de una escuela rural y que a la semana de nuestra visita al área de los Condoritos, los encontraron a todos abrazaditos y ya fallecidos. El topo Yáñez que también muchos años después, de guía de montaña… con algunos pies tiernos… encontrara la muerte… al descender del Volcán Lanín. Esa última parte del año 87 trabajé a tramos. No había mucha vida social. Salvo aquellas épicas visitas en la semana previa a navidad o año nuevo a todo el mundo conocido fuera de mi casa. Eran épocas de salir a comer pizza a LAS CUARTETAS. Allí en Colón esquina General Paz. Trabaje con un Tío. Trabajé lavando autos, en la Universidad, en el hospital de clínicas en Córdoba. Junto a Lucio Fabián Bernhard. Trabajé para CLIMA Córdoba Limpia Mejor Ambiente. Pero mi objetivo apuntaba al sur. Apuntaba a lo que había visto en aquella exposición… con los viejos cañones Krupp de Artillería de Costas.

El primero en decirme no. Fue mi papá. El segundo en decirme NO. Fue mi amigo Lucio Fabián Bernhard. Anteponiendo la idea, si te vas, jamás pienses que voy a ir a buscarte. Yo quería hacer algo, de lo que estuviera orgulloso, cuando sea un adulto mayor.

Cuatro años a mi país… no era demasiado el gasto. De hecho volví a delinear la idea de retomar los estudios de computación… cuando tuviera un año de antigüedad.

Así y todo; las largas charlas, las largas discusiones, se desenvolvían por una cuestión de resultados. Si bien yo era el más desprotegido de todos, poco me había dado cuenta que les estaba costando mucho, mi emancipación.

Yo quería entregarles un título terciario a mis padres… pero que podía hacer si el buen porcentaje de esos estudios, no colaboraba con el estado económico ahora de las dos casas.

Y para la ley… mis padres ya se habían separado y también para la ley; yo tenía el título de emancipado.

Yo creo que la palabra decisión, voluntad y convencimiento a esa altura de las circunstancias, ya eran palabras veteranas en mi diccionario. Yo tenía que hacer algo para que ése convencimiento, esa voluntad y esa decisión sea valida en los ojos de mi padre y de mi madre.

Como en una partida de naipes… yo tenía póker… desde el inicio. Pero estaba jugando en silencio… ante los mejores de la mesa. Tan solo debía empezar a caminar… el primer paso.

Lo que me dio mucha lástima… aquella primer navidad y año nuevo… absolutamente solo. TAL VEZ, una pequeña muestra de las 10 semanas de boot camp que iba a tener a partir del 29 de enero. Decisión, convencimiento y voluntad… tal vez, esas tres cosas que me dieron en aquel árbol de navidad.

Hace poco volví a ver… el tramo del boot camp. Vamos a separar las cosas. HOY. Una cosa es el entramado social… aquella generación Pre Viet nam sufrió bastante. Pero con 44 años… puedo decir que aquella decisión en aquellos primeros días del 88 no dista de aquella decisión, ni lo que yo sabía del estado militar.

Marcos La película muestra muy tibiamente… que un buen saludable porotito… no da garantías de una planta sana y un fruto sano.

Cuando salimos del cine. La pregunta era obvia. A pesar de lo que viste… sigues con la idea. YO LE DIJE QUE SI.

Parte XI El esfuerzo de amalgamar aquellas 1200 historias, elegir 42 y hacer una sola… De Reynoso Marcos, el jueves, 09 de septiembre de 2010 a las 15:42 Tengo que decir, que para soltarle la mano al viejo… que bien luchaba para volverla a encontrar… tuve que hacer un enorme esfuerzo. Volví a plantearle lo mismo… en un año o bien con un año iniciaría una vez, más el tema informático.

Inmediatamente resignado… Papá me sugirió que si encontraba un Gunny como el de la película que lo pensara.

Faltaba un escalón más. Ése escalón lo iba a tener que pasar en el campo. No excluí ningún lugar. Y el lugar que papá quería ir era por supuesto Los Condoritos.

Iba o iba o iba. Y allí tomamos aquella empresa de colectivos que hacía la etapa vieja del camino de las altas cumbres. EL PETIZO. Había todo un trabajito para realizar. Comenzó con el cine. Fuimos a ver Full metal jacket. Fuerte guión, dónde estaba calcado para ese Gunny que en realidad resultó ser un USMC en la vida real.

No conseguí tickets para ir sentados. Y allí empezó la cosa… viajando parados por unas cuantas horas… en aquel viaje… era la montaña rusa más grande que jamás volveré a pisar.

Sólo disponía de una brújula y mi memoria prodigiosa… para realizar el mismo recorrido que hacia un año.

de ese modo… ya sabía que no le podía sacar una palabra más y se estaba guardando algo.

Las veces que recuerdo esa charla. Recuerdo aquella canción de ABBA, que en español se llamó SE ME ESTA ESCAPANDO.

A la mañana siguiente… me pidió volver él. Yo accedí. Verlo caminar al viejo Reynoso, era todo un lujo. Pero esta suerte de retiro espiritual… tenía muchas piedras en el camino. La vuelta y el éxito del retiro se explayaron en sus palabras. TE FIRMO el ingreso a la Marina… porque en Las sierras encontré un hijo desconocido. Mucho rumbo, punto de referencia… mucho por acá bajé. Había mucha sorpresa… en él. Mayoritariamente había muchas preguntas. En él. Yo tenía una. ¿Te pasa algo?

En realidad, yo tendría que haberle dicho muchas cosas, pero en realidad me calle la boca. Y no iba a ser la primera vez. Nada de lo que iba a suceder después ya lo podía frenar.

Y era verdad que me tenía que decir algo… pero se lo guardó. Nos sacamos unas fotos en la cascada a la que nunca más volví. Todo era muy rústico.

Allí almorzamos. Alguna carne seca, y arroz frito. Yo tenía la idea que me iba a hablar de sus años de servicio. Pero no. Retomado el camino. La memoria fotográfica, y el rumbo nos llevaron directo a lo que era MI campamento del año anterior.

El mismo encontró los vestigios de mi campamento… lo que le dibujó una sonrisa. Entrada la noche… y en la improvisada dos en uno… hecha en casa… espalda con espalda… hablamos, cosas superfluas. Y cuando era así

Ya vivía en el Barrio Los paraísos. En córdoba… allí me despedí aquel día sumamente triste. Llovía lo recuerdo muy bien… esas clásicas tormentas cordobesas de verano.

Primero fue mi mamá. No olvido su cara. Como no puedo olvidar aquella primera licencia…

Segundo y acompañándome a la estación de tren Mi papá. Que aguantó la respiración hasta que estuve a dos pasos del ascenso al tren.

El CPIM que tomaba lista y nos hacía embarcar en el tren… lo reconoció lo saludó… y el no pudo contener el NO ME LE PEGUEN MUCHO A MARQUITO.

En campo Sarmiento… Centro de Incorporación de Personal de Conscriptos de Marina destinaba el personal de conscriptos a las unidades, la estadía era más médica y de papeleo.

Allí conocimos a algunos de nuestros instructores… Y al Director de aquel maravilloso primer curso de admisión para tropa voluntaria.

Todavía lo debe recordar el suboficial.

Éramos 52 Cordobeses. Conmigo infiltrado… porque yo había nacido en provincia de Buenos Aires.

Aquel viaje en tren… fue muy bueno. Dormí poco… y en el bolso de mano llevaba un cepillo de dientes, y una brocha. Dos mudas de ropa, Un pijama y un jogging.

Este CPIM (VGM) Veterano de guerra… nos llevó casi de la manito… hasta el edificio Libertad.

Allí estuvimos un lapso breve de tiempo y esa noche embarcamos de nuevo en tren desde Plaza Constitución a Bahía Blanca.

Todo ese trayecto… que alguna vez, hiciera mi papá…

En apariencia no todos estábamos convencidos, decididos, y con la mayor voluntad.

En apariencia, éramos inquilinos en un lugar que no tenía todos los detalles repasados para la recepción del futuro nuevo personal de tropa voluntaria.

Corrían las versiones más diversas. Futuro Grupo de Elite. Viaje de graduación en la fragata Libertad. Hasta Brasil… Y luego o nos veníamos a nado o nos veníamos en un avión.

Pero todo eso era el carozo de la aceituna del vermouth… anticipo del plato fuerte.

Y ése plato fuerte, iba a estar… o bien tener… unos comensales… importantes. Todos los instructores… o bien habían sido movilizados o bien habían ido a combatir en 1982.

Desde el primero de los asignados, hasta la cúspide de esa cadena de comando, tenían toda la convicción de realizar un enorme trabajo. Trabajo que a mi humilde entender, sigue siendo muy respetado y que algunos le dan el mote de aquella legendaria primera promoción. Y llegó el día… vinieron a buscarnos, nos midieron algunas ropas, nos vieron las caras, el clásico paso a paso, revisión de equipo entregado y equipo que uno a traído desde la casa.

Ahí me crucé por primera vez, con EL MAS CHICO DE LA FRASE. La frase era Teníamos al Papá Y. al Tío F Al primo H. Al Hermano Mayor B,

Buscaba que me sonriera… me probo unos 5 quepis. Ninguno me entró.

El descenso por primera vez, en el hogar de las Panteras Negras, nos recibió el PAPA Y. Este enorme Chaqueño… tuvo la bonita tarea, de «acomodarnos aquel primer día». El tío F. Hombre de pocas palabras, tenía la agradable tarea… de demostrarnos cuán en forma estaba él. Y cuantos desatornillados huesos teníamos nosotros. El primo H, a pesar de sus horas combate… no había perdido su niño interno. Y el Hermano Mayor B. Un team leader impecable. Vaya que para muchos fue un eje motivador…

Hubo más. Los recuerdo a todos… pero me voy a tomar la licencia literaria de solamente hablar de estos 4.

Aprendí de ellos. Aprendí de mis compañeros de promoción y el esfuerzo de amalgamar aquellas 1200 historias, elegir 42 y hacer una sola… Fue el esfuerzo, la voluntad, la decisión de un excelente equipo de trabajo… del primero al último.

Pisar hace pocos días, el hogar de los panteras negras… del 2… fue recordar todo eso. Y aquella última visita a una unidad con mi papá al lado… allá por fines del año 80. Alguna vez, esperando ser atendido en un Banco de Bahía Blanca… quién estaba allí en la fila, primero estuvimos hablando de cine… y luego la charla giro hacia mi pasado en la armada.

Terminó sincerándose. Tal vez, los recuerdos, en el relato le ponía mucha adrenalina… la señora era esposa de uno de los oficiales involucrados en aquel primer curso. Siempre mi marido recordaba aquella primera promoción… por su enorme espíritu y voluntad. ¿Si me costó? Si por supuesto que me costó. Y MUCHO. Yo era LALO MARADONA… DIEGO ARMANDO era papá. Y si bien nuestra promoción había pocos bachilleres… creo que éramos 4. Me ajusté al devenir de la mejor forma a pesar de haber terminado mi período selectivo preliminar… con un post operatorio a nivel de mi planta del pie.

Me hubiera gustado participar de aquella primera hora de graduado. Pero el primer gran acto y el último gran acto. No estuve.

Parte XII ¿Asustan aquellas primeras fotos? Si Absolutamente…

Mas allá del HURRA… a viva voz que llenó la Plaza Roja… que en cuanto a la expresión… no es muy diferente a nuestra hurra… o al Hip Hip hurray… británico…

De Reynoso Marcos, el Domingo, 12 de septiembre de 2010 a las 23:58

La arenga de práctica… en ésa oportunidad, no es diferente a las arengas… que las unidades, o las promociones tienen en sus eventos protocolares.

Guardo en mis retinas… aquellas primeras sesiones de fotos… Y también aquellas últimas… tal vez, la más sentida sea aquella en que estamos todos los que por obra de la Infantería de Marina… nos tocó juntarnos en el BIM Nº 1

En todo el mundo.

Guardo en mis oídos, el clarito… LOS QUE VAN AHÍ SON VOLUNTARIOS… dicho al Ministro de Defensa, Doctor Jaunarena.

Todavía me resulta… de acordarme aquella vez, de arriar el pabellón en la cabecera del Lago Fagnano… y emocionarme bien. Lo triste que aquella casa del lago. HOY año 2010, ya no existe. Para los que no saben nada de protocolo y ceremonial… acepto que un joven de 21 años… me pregunte… PERO NO ME DIGAS QUE VOS ENTENDES RUSO… (Nota: le estaba enseñando el video del 65 aniversario de la victoria en Europa, la parada militar en Moscú, el pasado mayo)…

Pero que una ministro de defensa, interrumpa una formación para marketinizar, su ministerio… es intolerable.

AHÍ TE IBAS A MOVER en FORMACION en la PLAZA de La soberanía con el UNIFORME DE PTV

Creo sin temor a equivocarme… que la consideración, el respeto y el reconocimiento… como un equipo humano… empezó a gestarse después de aquella primera pista de brújula nocturna.

Nos sentimos muy dignos, de las palabras de esa noche… en nuestra cuadra. Algunos hasta esbozaron abiertamente… esto me hace acordar a las épocas del CIFIM.

QUE VAYA SI ESE LUGAR TAMBIEN ERA BRAVO. Un Conscripto de allí… y puedo decir que he conocido a varios… hoy son personas curtidas.

Todos eran soldados que hacían digno al uniforme que llevaban y conocían sobre la dignidad del uniforme; ganado por personas como nosotros.

Por supuesto. El filtro a veces falla. Aquí o en cualquier lado del mundo. O a veces, las instituciones delegan en terceras personas, el ingreso o la estadía temporal de alguno de sus efectivos.

Pero le guste o no le guste… a los que les gusta mirar la historia con un solo ojo… EL DE LA VERDAD… existió un Willam Brown, que alguna vez, dijiera… Fuego Graneado que el pueblo nos contempla. (Esta en el parte de la Batalla Naval de Quilmes). Frase que le encantaba a mi papá.

A pesar de mi operación en la planta del pie. A pesar de mi largo post operatorio y empezar de nuevo en el BIAC. Me esforcé para sentirme digno, y respetuoso de mis pares. Mis pares a veces se enojan cuando les digo abiertamente que YO NO LES ATO ni los cordones…

Pero ellos me han censurado en más de una vez, esa frase.

Soy un agradecido de la vida. Lo poco o mucho que me ha dado. 4 años de servicio a mi país, fue algo que deseaba hacer. Como se dice, «algo para contar y valorar en la continuidad de los años».

También la historia dijo… en no pocas oportunidades… que hombres probos como San Martín y William Brown… no se cosían la boca, Cuando algún subordinado inmediato, no mostraba cierta dignidad al llevar el uniforme.

Eso le decía a mi primer OA, cuando nos reunimos hace pocos meses atrás para hablar de mi presente.

De eso para mi humilde opinión, hablaba aquella frase, que guardo. Y corresponde a un enamorado del mar… y de esas historias llenas de desafíos.

A Dios gracias, me ha tocado conocer gente muy buena, en lo personal y en lo profesional. Gente tan convencida, decidida y educada como mi papá.

He allí el porqué de llegar hasta Ushuaia, arrojaría sobre su tumba «el canal de Beagle» unas flores... He sido digno, al llevar mi uniforme de estudiante. He sido digno al llevar mi uniforme scout y he sido digno al llevar mi uniforme IM.

ESO es lo que siempre observé en los conscriptos como también me preocupé que lo entendieran. Y esos hitos de la historia fueron los que nos educaron en ello.

No es para todos. Si y sólo si… cuando uno no puede conducir con el ejemplo o no puede reservarse un mínimo de autoridad moral.

Conducción, ejemplo, mínimo de autoridad, moral, todos términos no muy valorados por estos tiempos que corren nuevos, en el presente de este país.

Mis pares, me han contenido en más de una vez. Y en más de una vez, han escuchado alguna opinión sobre las cosas.

Porque hasta eso, pasó. El postergar mi viaje en un día, generó la anulación de aquel franco largo que iba a tomar en Córdoba. Esa mañana siguiente… se suspendían todas las salidas del personal. Por aquel incidente de Villa Martelli.

Así que el «stand alone together»… después de aquella rápida movilización, siempre la recuerdo bien. «Los infantes de marina de la argentina… son clase elite. Hacen la diferencia», y si no lo creen así… pregúntenle a ése comisionado Inglés de la ONU… en Gonaïves Haití. Que supo de la bravura IM. En aquel año 82 y en aquel primer despliegue, que tuvo que soportar el paso de un Huracán y salir de sus alojamientos, con agua hasta más allá de las rodillas… Y EMPEZAR DESDE LA NADA.

Cuando abrí la puerta he ingresé a la habitación con el simple mensaje. Suboficial ya es la hora. De la forma que estaba durmiendo, de la forma en que se despertó, de la forma en que respondió y que se sentó ya uniformado. Me hizo acordar a papá y aquella primera vez, que tenía que despertar a Papá Y en el PSP.

En casa y en mi caso, la misma situación me hizo acordar a la vida hogareña del Coronel Hal Moore US ARMY recreada en el cine en la película We re soldiers.

Papá era de despertarse de noche y taparnos, o acomodarnos en la cama, si estábamos atravesados, o mal acomodados.

Y esos cinco días, en aquella cabecera de pista… vaya que fueron distintos, y que hicimos una diferencia.

Papá era de salir temprano a tomar el colectivo que lo llevaba a la unidad. También como bien lo sabía mamá… y así lo aceptaba mamá… el viejo Reynoso era tan temperamentalmente único como aquella caracterización del Señor Clint Eastwood en HeartBreak Ridge.

A pesar de haber recibido las más negra conjetura, el grupo humano estaba cohesionado para cualquier circunstancia.

Esa discusión sobre ¿Qué era la IM? Y el haberse ganado ¡El derecho! De hablar de la IM como lo sentía… era un calco a algunas discusiones en casa. Se los puedo asegurar. Todavía recuerdo las caras de mis padres cuando separados, vieron esa película.

Me acuerdo de aquel SIIM Catamarqueño… de la localidad de Huillapima. Enorme como un OSO. Me tocó ir a despertarlo. Esa mañana de sábado muy temprano.

Cuando recibí aquel pack de cartas… en mayo 88, aquellas primeras, es otro de los escalones de la escalera que había empezado a subir el 8 de abril de 1988.

Me derrumbé. Al conocer todas las novedades. Las había abierto, pensando en buenas noticias, en aquel lugar dónde Papá cortaba rosas para mamá. Cuando me había dado cuenta, tenía a seis personas de mi promoción ¿preguntándome porqué estaba llorando de la manera en que lo hacia?

No se cómo, de allí fui a parar a los dormitorios, y cómo hicieron para generar aquellas preguntas para sacar una resultante, tan buena.

Debía aceptarlo. El señor Hilbe Daniel y Chispita… estaban allí.

consuelo personal, es el haberlos visto juntos como dos niños de 15 años enamorados caminando por la playa de Mar del Plata. Y que sea yo el único que haya podido volver a Tierra del Fuego… estando de servicio en la Infantería de Marina… también es un premio de la vida. Se lo decía a otro 392, Rubén Caballero. Aquel día de festejo en el BIM Nº 2 Pedro E. Giaquino. Hace pocos días atrás. En su casa junto a su esposa Nancy. Era para los Veteranos de aquella operación Rosario. Fue una emoción muy grande estar allí. El postre fue el reencuentro de seis 392, después de tantos años… se puede decir que fue todo un tema.

Las mismas personas de esa tarde. A los dos años, veían entrar de la mano a mis padres. Con la misma mezcla de admiración y respeto que les tenía yo, a ellos y a mis padres.

Y lo simplifico, en la emoción en los ojos, de aquel Primer Voluntario de la primera promoción Natural de la Provincia de Misiones. Ése día fueron seis. Todos esperamos que alguna vez, el festejo sea por nosotros.

Recuerdo las palabras de Caballero Rubén… Me parece que llegaron tus viejos. Me parece haber visto a tu mamá y a tu papá. Voy a dejar bien aclarado. Siempre en mi casa, hicieron culto a esa cita, que dice. LO DE CASA EN CASA, y lo del trabajo en el trabajo.

De una u otra forma. Desde aquel 8 de abril de 1988. Nada ha sido igual, como lo dijo mi jefe. HOY caballero de la Legión de Honor… «Se siente un infante de marina todavía»…

Desde aquel tormentoso, año 90. Hasta la fecha, me preocupé en defender aquellas cosas que había aprendido en casa, puertas adentro y las que había aprendido y que por supuesto seguiré aprendiendo fuera de ella. (Y ahora con mis padres juntos en el cielo).

La respuesta sigue siendo si. A pesar de haber devuelto mi uniforme hace muchos años

Años después, y luego de la muerte de mi mamá… creo que al final de ése año 2002… en un repaso no demasiado profundo, en la suma final… el

Parte XIII Volver a casa.

De Reynoso Marcos, el Martes, 14 de septiembre de 2010 a las 1:38 Luego de ser jefe de pelotón. Luego de un año tan extremo. Alguna vez, de las tantas veces que charlábamos en esas tardes largas o esas noches de guardia… A una sola persona le comenté la decisión de terminar mi vida con estado militar.

Iba a trabajar, para cumplir, aquella promesa que nació aquella última noche en Mar del Plata.

Esa noche de guardia… con el número 7 de la primera promoción de voluntarios IM a parte de sellar el comienzo de mi vida informática… estaba hablando a mi mejor futuro alumno. Hoy de camino como casco azul a Haití.

Si has de empezar tu carrera informática. Yo te sigo. Y hoy tiene un equipo de escritorio y también un equipo portátil.

Comenzar era todo un tema… y los otros días viendo el final de THE PACIFIC… me estaba acordando. Aquella última vez, que tomé el colectivo verde. Aquella primera tarde en casa. Y aquella primer mañana, sin formación e izado del pabellón.

Salía a correr. Aquel primer verano yendo a la pileta de Puerto Comercial. Y la inserción y por qué no decirlo… la resocialización… me costó. Gente con arito, gente con piercing, gente poco adicta a la disciplina… pero por demás interesante.

Encontré mi primer trabajo, gracias a los oficios y al reencuentro con uno de mis conscriptos. Uno no estaba desesperado. Solamente necesitaba encontrar un nuevo espacio y aprender a manejar otros tiempos.

En una ciudad. Muy particular. Bahía blanca, nació para los bahiénses.

Uno no puede esperar mucho… de una población, que nació a partir de la gestación de un fuerte… en la línea de frontera con la civilización. Y que por años… pocas comodidades tuvo. Por muchos años, por ejemplo… no hubo un lugar con sombra. Bahía Blanca que por años… y en aquellos primeros años precisamente, mucha gente, esgrimió mas excusas para sortearla, que para permanecer en ella.

Si uno ve el escudo de armas, de la municipalidad… puede observar lo que era una visión real… del panorama que debe haber estado en la cabecita de aquel fundador. El coronel Ramón Estomba.

El fuerte, el arroyo Napostá y la Sierra de la Ventana (tres picos) al fondo. El resto un páramo olvidado a la buena de Dios.

Mejor situación emocional, encontré en el Puerto de Ingeniero White. Esta lleno de gente de trabajo. La terminal portuaria… que alguna vez, fue llamada La nueva Liverpool. Hay una enorme comunidad de inmigrantes.

Cuyas familias digamos que tienen mejor definida las palabras, pertenencia a.

Algunos bahiénses, tienen un problema de apertura. Al mejor estilo de algunos Rosarinos. Uno dice… Ah vos sos de Santa Fe. Y si bien Rosario pertenece a la provincia de Santa Fe. Y es por lo tanto santafecino. ES EL PRIMERO EN DECIRTE Y REMARCARTE que es ROSARINO.

Es muy común encontrar aquí que el deporte preferido de algunos Bahiénses es mirar QUE HAY DETRÁS DE TI. Tal vez, si cambiaran esa D… de Detrás… Por una D de Dentro de TI. Esta ciudad sería otra cosa. La ciudad fue mal urbanizada. Lo que predispone mal a más de una persona. No puede ser que por años, los convoyes de trenes graneleros (algunos de 104 vagones) paralicen el tránsito de la ciudad.

Si, somos a los granos, lo que Kuwait al petróleo. Lo que no es poco. Algunas cosas aquí tienen una fuerza de secreto de estado. Pero básicamente… se pierden en una nebulosa especial.

Si bien no estaba aquí en la ciudad cuando pasó. La voladura del Silo Nº 5, a mi humilde pensar… fue un trabajo, particular… para que alguien, no continúe, consumiendo trigo Argentino… por algún tiempo.

Nadie tomo en cuenta la cantidad de embarques que salían de nuestra terminal portuaria para la lejana IRAN… por aquellos días en pleno combate con su vecina IRAQ.

Ésa primera Navidad y Año nuevo iba a ser la primera navidad y año nuevo trabajando.

Y sobrevino, una situación de gran desaceleración de aquel año tan profesional como aquel 1991 en el BIM Nº 1

Tenía que pensar. Y en realidad me sentía bastante solo y desolado, mi presente tenía muchas angustias, muchos asuntos sin terminar. A pesar de que el mejor de todos ellos había terminado con aquel brindis del 31 de diciembre de 1991.

Estuve a minutos de amartillar un arma en mi contra. En una escena no muy diferente a la que filmó dentro del camper Mel Gibson en la primera parte de Lethal Weapon.

Esos quiebres existen. Y empezar desde más allá del subsuelo… fue una promesa que me ordenó aquella entrañable amiga, a la que molesté aquella mañana en que la estaba despertando a las 08 horas cuando aquí eran las 09 horas.

ESOS MALDITOS CAMBIOS DE HORARIOS DE VERANO.

Alejandra Laconi, me atendió y me entendió. Juro que el porta tarjetas que tenía encima una foto mía con 2 años, la encontré llorando… cuando en realidad esa foto tiene una impecable sonrisa de niño.

Su familia. Si se la puede simplificar en una palabra es ARMONIA. Algo que por aquellos años, todavía andaba buscando y que respeto por sobre todas las cosas. Porque no me fue difícil entender que en esa casa, no había muchos valores diferentes a la mía. O bien, no muy diferentes a los valores que puertas adentro había sido educado en mi casa.

Seguí con la rutina de ejercicios, seguí yendo a la pileta de agua salada, de Puerto Comercial. Y comencé a dimensionar… lo que es, comenzar otra vez. Volví a la terapia de escribir.

Una casa llena de hijos. Y con un espíritu que siempre el sólo recuerdo me ha maravillado. En los años siguientes… fueron muy esporádicas, la visita a ésa casa.

Y encontré en aquella pileta… La hoy mamá de Franquito. Por aquellos días una niña. Natalia García, a parte de ser de piscis y del mes de marzo como yo. Tiene aquella primera sana sorpresa, a su favor. Y el consomé de cosas, que en pocas mujeres observé. Inclusive a todas las que he hecho mención aquí.

Natalia, se llevó aquel primer ejemplar de mi primer poema en años. Lo que me costó dárselo. Y lo que le costó decir aquellas palabras que guardo.

Después se hicieron más difíciles, la visita a aquella hermosa pileta, que supieron disfrutar mis padres. JUNTOS, como en aquellos primeros años de la década del 70. Siempre voy a recordar aquel me gusta tu poema… Marcos. De Natalia. Como también aquella vez, que adiviné: ¿A quién mi amiga Jorgelina Ferrada, había visto la noche anterior? Muchos años después. Llegó abril de aquél 1992. Fecha en que pasé a la planta permanente del personal de la ex Vigilan ahora Securitas VIGILAN.

Aquel día tres, iniciaba mi servicio en el lugar que me abrigó por 16 años. El poema tiene el título… Resurgir.

Insisto. Ella si bien vive aquí en Bahía blanca. Y hace muchos años que no le veo… Lo mejor que le pudieron pasar a todas esas palabras, sobre todo la del título. Era que sea leída por ella.

Allí conocí, a la Señora Alicia, A la ÑORA, A Juan Carlos, A Carlos López… el menor de todos… al Señor Juan Ahued, al señor Vindigni.

Y a los vendedores de la ex firma Química Estrella.

Ilari Daniel y el gran RIOS. Que pronto se iba a jubilar. Como la Ñora que se jubiló aquel primer año de servicio.

Todos de una u otra forma, no tardaron mucho en comprender y se preocuparon como ocuparon de ATORNILLARME a los nuevos tiempos que siguieron a ése abril.

Todos, con una personalidad muy fuerte.

Como así fue muy fuerte la vuelta a casa… muy fuerte el reacomodamiento… por lo pronto… había 3 personas que en los anteriores 4 años. Si me habían visto seis veces… era mucho. La pesada carga de mi mamá… era ser el eje administrador de ese reacomodamiento de la familia.

Aquella primera discusión… Aquellas primeras charlas… yo tenía muy bien en claro que todo era difícil. Y vaya que lo fue bajo la medida de esas variables. De aquella época es la foto del abrazo… De aquella época fueron los primeros trabajos de computación. Vino mi recordado primer trabajo. Buscaba generar más entradas, imprimiendo y allí fue el primero. El recordado vecino. Señor Horacio Aguirre. Quién me pidió la confección de una lista de precios. Y se la hice. De la noche a la mañana.

Aquella Seikosha… de 80 columnas y 12 agujas, que vaya a saber dónde está… metía miedo el ruido que hacia.

En aquella época, la Argentina, tenía el famoso plan del 1 a 1. 1 peso igual a 1 dólar.

Mamá pudo comprar su remalladora y ampliar su rango de confección, reparación de vestidos.

El señor Horacio Aguirre que años después fuera asesinado en su puesto de trabajo en el supermercado Oasis… me supo decir.

Está bien. Entendí. Pero recuerda que tu trabajo vale. Y debes cobrarlo. Y debes aprender a cobrarlo. Aquella vez, yo había pedido 3 pesos. EL ME DIO 10.

Luego vino la compra de la Epson Lx 810. La confección de listas de precios para Pizzería Maringá. Aquella primera desinfección de virus. Y aquella metida de pata fenomenal… que valió perder la geometría de aquel disco SEAGATE 238. Para una 80088. Comprada con aquel último sueldo que vino a mi nombre. Desde el edificio Libertad.

Por aquellos años iba a conocer a mi compinche informático. Cajero de Banco. Dónde química estrella depositaba los valores. Creo que se llamaba Banco de Crédito Argentino.

EL SEÑOR MARCELO CHARADÍA. 105 kilos de peso 104.8 de corazón.

El me pidió aquella primera base de datos. Que la armamos en casa. Marcelo también supo darse cuenta, y preocuparse como también ocuparse… de ATORNILLARME a los nuevos tiempos. ERA la época en que ganaba 250 pesos… que eran 250 dólares.

No podía hacer mucho. Pero allí estaba de medio timonel y media brújula de aquel hermoso Drakar que era la familia Reynoso.

Por aquellos días recibimos aquella visita de él y la de mi Hermana Ana junto a sus dos hijos. Ignacio y Celeste.

Aquel día de camping fue una extensión, de aquella última cena de navidad todos juntos. Fin del año 88.

Aquella mañana y tarde parecía a esos mejores días de la familia REYNOSO DEMARCHI. Y tal vez, sea el último gran recuerdo que tengo.

Estábamos todos. Empezaba a obrar corporativamente… La comandante y el primer oficial de abordo.

Recuerdo aquella visita de Marcelo en que abrió la heladera y solamente encontró agua. Ante tamaña falta. Me llevó al supermercado y me llenó un carrito de compras, completo.

Les aseguro que la señora Meryl Streep y el señor Alec Baldwin deberían haber visto esa escena. Su película… Is Complicated… fue terrible para mí. (Lo que me has hecho llorar Meryl).

El entusiasmo… era descendente, cuanto los testigos participantes ascendían en edad. De eso hablo cuando digo 104.8 de corazón.

El que sospecho que se dio cuenta de ésa, corporatividad en una de esas visitas fue mi papá. Que por aquellos días, tenía más preguntas para con él mismo… que respuestas.

Ese era el momento en que el VIEJO Y LA VIEJA… debería haber declarado TABLAS. Porque el también quería. Volver a nuestra casa.

Marcos.

ÿþ

Parte XIV Sacrificio.

Por diversión y tal vez, de la mejor forma… era época en que reformateaba algunas máximas que aprendí en mis cuatro años de servicio.

DDT, desconfía de todo. La mujer es la que elije, el hombre no.

De Reynoso Marcos, el Viernes, 17 de septiembre de 2010 a las 19:14 No es tan simple la canción de Elton.

El año 94, comenzaba a hacerme conocer. Cumpliendo con aquellas palabras del papá de Natalia. Don Juan Carlos… un padrazo para sus hijas y para mí. «Escribe Marcos, hasta que te conozcan el camino es duro pero después», los ojos luminosos de un buen hombre emocionado luego de escucharle decirle… el día que yo forme una familia… espero que sea como la tuya.

Me dí a conocer en una exposición de poemas. Mi primer poema público, no era muy distinto a aquellos que alguna vez, leí mimeografiados durante los 75 días de combate en 1982. Era un tributo a nuestros muchachos.

Por aquel año había terminado la mitad de La segunda oportunidad para Waldemar. Había un par de caminos abiertos para extender aquellos cuentos que contaba Waldemar.

Si no puedes conducir a través del ejemplo. Asegúrate de quedarte con un mínimo de autoridad moral.

Algunas frases muy acertadas como El hombre ama, cuando su hábitat, su materia y su espíritu esta en equilibrio.

Y algunas nuevas. El respeto abre puertas, y la falta de respeto pega portazos.

Las mujeres, y las fantasías son una suerte de campo minado. Uno tiene que saber como ir, por dónde ir, y que cable ha de tocar… para NO MORIR EN EL INTENTO.

Y cuando uno se atreve a aceptar la verdad… creo que lo mejor que le puede pasar al ser humano, es exponerla. Decir esta es mi verdad. Era una época particular para mí. No quería, ni tampoco creía que las cosas se sucederían de forma acelerada… Yo sinceramente, siempre acepté la cara o cruz de la vida.

Lamentablemente… a la hora de la suma, el único que sumaba era yo. Bajo esa condición… esa era mi verdad.

Si bien no existía Facebook. Mi memoria fotográfica, se movilizó, en un reencuentro. Porque era un reencuentro. La otra persona estaba muy lejos de conocer y entender la buena actitud de observar mi verdad.

Mi verdad, era compleja. Soy una persona compleja. Educada, conciente de los valores con los que creció. Que tiene reasumido que va a dar examen hasta el último día… porque lisa y llanamente va a aprender hasta el último día.

A pesar de todo ese CLUB de FANS… que tenía José… José no era creído de sí mismo. Eran épocas en que mi mamá… «reglaba y pasaba en eficacia» por cuanta niña, se pasara de la raya. La adolescencia de José fue mucho menos traumática que la mía. Muchos celos de mamá también por sus amigos de siempre. Alberto, El memo, Martín, Hernán. Todos chicos que han crecido con él. En el barrio o en la escuela. Siempre voy a recordar aquel cumpleaños de José en que uno de los invitados, esperó que cruce la puerta de salida de la cocina, para decir… «José… no sabía que vivías con tu papá». Lo que provocó más de una sonrisa.

A final de la suma. La palabra desilusión… despertaba una vez más. Diferente el caso o bien diferente D, era la que esgrimía mi mamá. Por aquellos días, ver a su hijo mas chico, crecer tan rápidamente… su D era desesperación… por la velocidad de los acontecimientos, en la vida de su hijo.

Las niñas empezaban a aparecer en la vida de mi hermano José. Era cosa de llegar a su cumpleaños… y su mamá… haciendo malabares… para agasajarlo bien.

Como era costumbre para con todos sus hijos.

Todavía recuerdo los cuantos cumpleaños de José… mi mamá detrás de la máquina de coser y la casa llena de niñas.

Era aquella época en que en una de las visitas de papá… SU SINCERIDAD se despertó para decir. «Admiro la química que hay entre José y Marcos», respiró hondo y resignado comentó… Ojala todos mis hijos tuvieran esa química conmigo.

Nadie podrá decir, que nosotros a papá, no lo quisimos bien. O bien que nuestra manera de quererlo no era válida. Esa causa no tiene negociación alguna, ni prescripción. Yo aprendí que todas esas cosas, todas esas palabras, se lo decía a mi mamá días después… marcan un compromiso. Yo trataba de hacer las cosas bien. YO NO ERA EL PAPA DE José Luis… la vida me hizo comprometer con una sola clase de conducta.

Tal vez, como una nueva figura de PAPA. Hay papas y papas. Gracias a DIOS siempre hemos charlado. Y charlado bien. Por aquellos años, había una congoja de él, con respecto a su posición dentro de la familia.

Es cierto el no pudo disfrutar algunas cosas que en mi infancia existieron. Pero en muchos aspectos… era mucho más conciente él a su edad. Que yo a su edad.

Tal vez, si hubiera existido esa charla… esas palabras… hubieran hecho más llano el camino y el devenir. Tal vez, había una resistencia… a esas palabras… que a fin de cuentas terminó bien. Por el amor especial que teníamos por papá. Todos por aquellos días tuvimos nuestros emprendimientos. José… le metía muchas horas a la informática y al conocimiento informático.

Aquellos días, le supe decir. Ojala José hubiera tenido una computadora, en la pieza de mi casa. Yo tenía que ir hasta la biblioteca a sacar o buscar algunos resúmenes.

Ojala yo hubiera tenido aquellos viajes a Despeñaderos, que todos los veranos hacía José a la casa de su papá de visita.

Siempre José Luis, ha tenido una apertura emocional, que le permitió distinguir muchas cosas. Siempre. Podemos llegar a pasar por tontos, ciertas veces… pero no todo el tiempo.

Fue aquel año, en que mamá hubo de decir aquella frase… que definió aquel presente. De una u otra forma… la sobre protectora visión de mamá… entendía que la vida había aleccionado a mi papá. Y que nosotros los hijos que estábamos aquí con ella, debíamos aceptar, que él debía vivir, a 900 kilómetros de nuestra casa.

María Fernanda, terminaba su secundaria. Siempre fue el parámetro desde chicos. Se debe auxiliar al más pequeño. Al más indefenso. Y en rigor, mis hermanos menores a mí… de una u otra forma, aunque lo nieguen o se encierren en un cono de silencio. Siguen siendo vulnerables, como yo. O bien el único parámetro común. El mínimo común denominador nuestro… es que llevamos una suerte de corazón coraza… no muy distinto al de mamá. No muy distinto al de mi papá. Hoy a la distancia, recojo el guante… cada uno tuvo SU MONTE SURIBACHI. Enseñándonos la vida… de que cada persona, cada sociedad, cada país, cada religión o manifestación política… Tiene su momento de infierno, y para ESE PICARO DE ALLA ARRIBA, que todo lo ve y todo lo escribe… nos volvía a pedir lo mejor de nosotros. Y en el siguiente año, el 95… la palabra que iba a despertarse, iba ha ser una vieja conocida mía. Sacrificio.

Debíamos respetar ¿su presente? Absolutamente sí. Eso resultó como una suerte de exorcismo a aquel fantasma dulce de un desembarco de papá en casa para siempre. Y con casi 30 años… ya estaba resignado hacia muchos años.

Marcos. ÿþ

hizo cursar La Nueva Provincia, mencionando que una persona de seguridad VACIO Informáticamente… el centro de cómputos de ESSO GALVAN.

Parte XV Sobre aquella Fecha lejana, Lejana, muy lejana.

La vez, que sucedió… trajo a un ingeniero en sistemas Americano Les Derman, de Les Derman Data General… desde Texas, desde el mismo cuartel de la Exxon.

De Reynoso Marcos, el Viernes, 17 de septiembre de 2010 a las 19:20 Aquella fecha lejana, lejana, muy lejana.

El año 95 fue un compendio de infortunios. Por aquellos días tenía una frase casi categórica. No quiero herir, no quiero sangrar. Pero a la hora del resumen del año creo que me han herido y me han sangrado más de lo que hubiese pensado.

Tenía en las manos una 486 DX de Texas instruments, Que originó aquel deseo… que en aquellas épocas estaba a una galaxia de distancia… de poseer una notebook.

Persona muy agradable LES, dijo: algún día… vas a tener una.

Cuando mi vida informática, tenía algo menos de sustentación que la presente… no descuidaba la entrada de mi sueldo, por sobre algún accesorio, o material de reemplazo que debía ponerle por aquellos días a mi 386 SX.

No había una actitud de DONT TOUCH ANYTHING… con una cara de Bulldog. Le debe haber costado muchísimo fisiológicamente a este hombre arreglar el entuerto. ERA GRAVE. Pero involucrarme, para pasarle algunas notas, disquetes, etc. HUBIERA SIDO MEJOR ENTRAR A UNA JAULA DE LEONES HAMBRIENTOS PRIMERO.

Seguía comprando la PC USERs cada tanto para no quedar tan descolgado de las novedades… que por aquellos años eran ciencia ficción para mi economía.

Años acarreando la leyenda urbana de haberle borrado TODO A LA ESSO.

Seguía haciendo todo con la mayor voluntad posible. Dejo aclarado en este resumen también… No tengo nada que ver, con la noticia que alguna vez,

No tenía nada que ver.

Nadie me hubo de preguntar nada. Ya había empezado a dimensionar, la idea de que debía pasar a otro estado. Dejar de ser visceral para ser un poco más racional.

Si bien las injusticias… me ponen muy mal. Mi cable a tierra «escribir» me llevó a ese pasaje de las cosas. «Con los años aprendí». Pero no hubo de ser fácil.

Eso me paralizó. Como me paralizó… en éste año la muerte prematura del papá de MIA. (Silvio era un buen muchacho, y demasiado jovencito).

¿Y si me pasara lo mismo? Me he caído y me he levantado un millón de veces… pero si me pasara lo mismo… una y otra vez, la misma pregunta.

¿Qué era el amor para mí? Hubo en aquel año, una situación muy particular… que me inspiró pero también me derrumbó por muchas semanas.

Conocía a él. Conocía a ella. Los dos trabajaban en mi empresa. A ambos los encontré una mañana, en un negocio, al lado de mi objetivo. Su amor manifiesto… ya no era una sospecha. De hecho, nunca lo fue para mí.

Esa mañana al confirmar, el estado de sus cosas, y decirme a tono de broma él… No toque la mercadería si no la va a comprar… me invitaron formalmente a ir a su casa.

Invitación que nunca pudo ser efectiva. A la mañana siguiente… él moría en un accidente de tránsito. A la tarde del tercer día, visitando mi trabajo, para cobrar mi sueldo… abro una puerta… y la encuentro a ella, desgarrada de dolor. Un dolor que pocas veces vi.

Lo más cercano a todas esas cuatro letras… estaba y sigue estando circunscripto a aquellos días de la infancia en que observabas amor en tus padres, y todo como hijo te daba cosquillas.

Ni siquiera hube de escuchar un te amo. Ni para mí. Ni de mí. Tenía que lograr sacar cosas y empezar a construir. Si bien alguna vez, decir esta es MI VERDAD. Mira el desastre que tengo aquí adentro…

Me trajo problemas. Muy poca gente sabe los detalles de aquella primera vez. Definitivamente era el día. Aquel 8 de junio de 1995.

Pero aquella vez, la mitad del mensaje emitido… no produjo una mitad de recepción.

No era ME ESTOY AHOGANDO… SOY DI CAPRIO y me quiero salvar… Era una mujer con un ego tan grande como el RMS TITANIC.

De témpano tú me viste La mar oceana te llevó.

Y aquella primera buena intensión terminó aquel 8 de diciembre de 1995… dónde una vez, más… mi regalo era como decir: «Esta es mi verdad» ¿Cuál es la tuya?

Tú siempre lo fingiste

Y para el sacudón… no fue un PAN DE C4 Precisamente. Era un humilde regalo que tenía desde aquella épica semana… como adjunto a la Seaweek.

Creo que era así una porción del poema... por supuesto... tan recordado como aquella fecha de junio, aquella fecha de diciembre y más aún...

Tu ego al fondo te llevó...

Aquellos gemélos con el escudo de armas de la Real Armada Sueca. Un par de gemelos con el escudo de armas de la Real Armada Sueca. El gesto era toda una metáfora.

Creo que este pequeño gran detalle… va a sacudir a mis amigos a un océano de distancia. Jamás lo recuperé.

A la que eternamente le pediré PERDON.

Marcos

A veces la crueldad y la ruindad… Es tan fría como un témpano. Está ahí… y uno no la ve.

Fue en abril, el accidente... Tú lo sabes, yo lo sé... Y tu ego muy candente... Calcinó lo que no fue...

Parte XV BIS

El vocabulario. Mi idioma es el español. Mi segundo idioma… es el inglés. Que con el tiempo y el haber ido tantas veces al cine, se me ha pegado… un poco más de la cuenta. En menor grado, algunas palabras, en francés. Y algunas otras palabras en italiano. (Mi abuelo al que no conocí… vino de Italia, había nacido en UDINE Italia) La palabra, el vocabulario y el diccionario… pueden ser fusiónales. A Dios gracias, nuestro querido diccionario español tiene más de 100000 vocablos. Cuanto más vocablos tengan tu diccionario… más opciones de expresión puede tener la persona. De allí, esos problemas de comunicación que existen hoy entre las diferentes generaciones que han cursado un aula, desde 1983 a esta parte. El mensaje, siempre para mí fue mitad del que emite y mitad del que recibe. Si bien por muchos años he sido una suerte de Demóstenes… he sabido como anexar palabras en vez de despacharlas fuera del diccionario virtual que llevo encima.

realizar un montón de hermosos trabajos que solamente correspondían a emociones verdaderas. Mucha gente tiene poemas únicos. Porque en cada ejemplar único los he encajado de una forma muy particular. En esas personas. Si era como decirles gracias. Uno de esos poemas únicos, lo deposité en las manos de María Eugenia. Licenciada en enfermería… «educada por los mejores» me reflejo en su actitud para el servicio. Doy fe vive para servir. He tenido el auxilio externo para aquellos primeros escritos en otro idioma. Se hace complicado escribir un poema en inglés. Y he aquí una cuestión. Bruce Marshall escribió en inglés aquel Ulric un sapito en el país de Croacia. Tan recordado en aquellas tardes de Química Estrella. Si señor allí en ése depósito lo escribí. La maestra Albano Kosovar que lo leyó… dijo: Nunca pensé que alguien a tantos kilómetros de mi casa iba ha hablar con tantas metáforas de aquellos tristes sucesos en Kosovo. Ninguno de los dos, tienen al español como primer idioma.

Yo creo que mi lado Demóstenes, fue apagándose cuando encajaba todas mis palabras, con la idea de que «Era un pintor de emociones fuertes». Cuando me comunicaba con el corazón. Algo te dice que es el momento… y algo te dice que es el lugar. Se emite el mensaje. La libertad de la otra persona… necesariamente debería saber decodificar el mensaje. Hoy sospecha mi corazón que la gente que me quiere me decodifica muy bien el mensaje. La que me respeta, lo hace también con alguna reserva y la que me ha utilizado, sinceramente no ha querido ni escuchar. La poesía, es una herramienta de expresión. Se pinta, se modela, se revela y las palabras encuentran su luz. Leerlas una vez, y otra más… me ha llevado a

Capri. Autora de poemas hermosos, viviendo en el estado de North Carolina se llevó aquel Chocolate very sweet. Ella como Bruce me alentaron a que no escriba solamente en español. Si bien mi ingles creció. Me quedo con aquel esfuerzo de mis primeros lectores de habla no española, que tengo y que guardo en el corazón. He leído a muchos colegas… El mismo papá de Bruce. Ha escrito cosas impecables. Dejando siempre un mensaje entre líneas. Apuntándole a la universalidad, no a la individualidad.

Lo que descubrí, en uno de ellos… la alegría de estar vivo. Ni un gramo de duda que debe haber dado toda su voluntad y debe haber pasado por miles de obstáculos en su periplo como soldado… en la segunda guerra mundial. Otra pintora de emociones fuertes, la señora Linda. Si el sitio… http:// www.mountaincritters.com tiene un compendio de observaciones. Linda las proyecta en sus poemas, como si fuera un arco iris en el cielo. Párrafo aparte para dos amigos con quienes comparto un sitio. Son excelentes bloguistas, Frogman80 y Faith. Una palabra común. Challenge. Dos líderes convencidos, natos. Estoy convencido, debe haber en algún sitio de sus casas, alguna cajita con «love letters» para sus esposas. Por ahí he leído que los soldados más rústicos, más SOLDADOS… suelen tener una tierna y convincente forma de escribir. Porque como lo dije por ahí… el soldado tiene un día en tres etapas. O come. O duerme. O combate. En uno de esos tres momentos… debe tener un espacio, o bien debe elegir un espacio intermedio entre esos espacios para escribir. Y básicamente, los buenos soldados… somos buenos escritores de cartas.

La palabra amor… La palabra amor… es una de las palabras que puede estar lejos de mi vocabulario, pero no esta extinta dentro de mi diccionario. A todos aquellos que dicen no creer en el amor, o no saber encontrarlo… o bien no saber distinguirlo les voy a recordar aquellas palabras de Ana Frank… Hay un momento, hay un lugar; en que todo está, como debe ser. Dentro de ti o fuera de ti. Bajo esa particular lupa, bajo esa particular visión uno puede encontrar amor…

La contraparte a todo ello. Es la cadena de sucesos, que en forma violenta… hace que olvidemos de dónde venimos. ¿Cómo venimos? Y a Dónde queremos ir. No nos hemos dado los tiempos. ¿Y cuando uno se da el tiempo? Necesariamente debo decir que uno se da el tiempo cuando, encuentra un hecho que le hace «doblar una rodilla» cual caballero medieval en la batalla. Cuando nació mi ahijada VICTORIA AYLEN… el suceso fue tan educativo. Que me permitió descubrir y pasar de un estado visceral, a un estado emocional superior. Más allá de toda la cadena de sucesos. Empecé por darme más tiempo para pensar. Y supe encontrar mi lugar y mi momento. Como se decía en mi casa… «NADA me hacía bajar la cabeza». Por supuesto… el mundo esta lleno de astucias. Hay mucha gente que plantea estrategias frente a la encrucijada que es conjugar la palabra amor. Yo nunca fui bueno para eso. De hecho… «la percepción»… me hizo retroceder cuando la otra parte dibujaba esa situación. Gracias a DIOS, a mi no me educaron bajo esos parámetros. Me pueden haber faltado muchas cosas o algunas cosas. PERO a ser de LOBO con piel de cordero. NO. Nunca fue la opción, ni siquiera en mis pensamientos. Parece un deporte entre los jóvenes decir… CUANDO LO TENGA o la TENGA comiendo de mi mano… como si fuera un pajarito… CHAN.

Ante la mínima sospecha que me enfilan para esa dirección. Poco clara. Incompatible con la clase de educación que yo recibí. No creo que consigan mucho de mí.

El error común de hoy… lo observo que muchas parejas una u ambas partes, esconden una actitud de trascendencia sobre la otra parte. En otras palabras… Uno tira para adelante al carro… y la otra parte lo atrasa.

Eso es lo que puedo decir en mi defensa. Sé perfectamente que hay personas que confunden amor y sexo con mucha facilidad. Hay mucha gente que no ha tenido el mínimo de educación para diferenciar las dos palabras o bien para contener en su ser un diccionario, lleno de vocabularios.

No creo en la diferencia de edad, entre las partes en cuestión. Sir Charles Spencer Chaplin y la HERMOSA Señora Oona O’neil, en las pocas fotos que he podido encontrar de ambos… se notaban que había mucho amor allí.

Y que por eso vaga eternamente, de cama en cama tratando de congeniar ambas palabras con cuanta persona se acerque. Como bien lo escuché de un buen instructor. Desglosando una clase brillantemente educativa. «A la vuelta de la esquina, puede haber muy buen sexo fácil, muy buenos problemas, o la muerte». A Dios gracias, he tenido muchas muestras de amor, y muchos ejemplos al respecto. Personas increíbles, como Doña Magdalena y Don Jacobo Merkel… emigrados desde Europa… de los cuales observé y recuerdo siempre sus diálogos. La forma en que se miraban ya en la cúspide de sus vidas… A él nunca lo observé enojado. Pero cuando la abuela Magdalena se enojaba… hablaba en su dialecto alemán. Como si recién se hubiera bajado del barco. Su hijo Don Hilario, y su señora esposa Doña Juana. Mi tía Carmen Demarchi y mi tío Roberto. En mi última visita a Córdoba… La familia Ceballos. Gente de corazón generoso. Todos, una suerte de pan y mantequilla. Aquella generación de personas no tenía perjuicios. Como se dice aquí en la Argentina… Tiraban del carro para el mismo lado.

No creo en la diferencia de posición social… entre las partes en cuestión… Linda Eastman, no necesitaba la plata de Sir Paúl McArtney. De hecho otro detalle que siempre veo. Eran pan y mantequilla, es mundialmente sabido que solamente se separaron cuando estuvo demorado en Japón por posición de heroína. Yo creo que en buena parte, la sal y la pimienta del asunto… está en descubrir a la otra parte TODOS LOS DIAS y ELEGIRLA. Sabiendo que cada día uno ha de aprender algo y va a compartir algo. Por supuesto. La caravana de sucesos, la evolución del devenir… tiene el manejo de muchas variables que atentan o no, contra duetos perfectos. Porque soy un convencido… Dios fabrica almas gemelas en el cielo para que se encuentren alguna vez, en la tierra. Un caso ejemplo. Los esposos Joliot y Maria Curie. Su historia de amor, viene desde la época en que ambos iban al kindergarten. Como en el caso de mamá… ella falleció primero… debido a la continua exposición a la contaminación por radio. He leído por ahí, que luego del tremendo suceso de su fallecimiento… Joliot parecía buscarla en cuanto rincón de laboratorio podía buscar. Dolor que terminó en aquel París, cuando un carruaje atropelló la humanidad del Doctor polaco. Muchos contemporáneos al doctor, y muchos que conocemos

la historia, no pueden eludir la idea de que él se haya tirado ante el paso del mismo. Cierta clase de amor conocido, hoy lo encuentro de una u otra forma en la vida de mis sobrinos y de mi sobrino nieto. Trato de mimetizarme con ellos… en buena forma, tal vez… para que de una u otra forma recuerde aquella clase de amor que abracé cuando niño.

Cuando uno esta en una etapa emocional, o bien está lejos de una etapa visceral uno es permisivo, es tolerante y de la molestia al enojo… el espacio entre esas dos palabras es más largo. La ecuación sirve. Y uno cuando encuentra este tipo de ecuaciones sabe que tiene que elegir. Entonces… hoy puedo ser permisivo, puedo ser tolerante, uno puede estar molesto… puede fastidiarse… y estar a las puertas del enojo. Pero la otra parte debe saber que hay un «hasta aquí».

Porque las manifestaciones de amor, de un niño, hacen a la idea… se vive sembrando bien para cosechar mucho mejor.

Yo elegí esa formula.

La palabra enojo.

NO es una estrategia. Es una ecuación que lleva a esa fórmula, desde la observación.

Hace unos días, recibí el elogio de ser una persona que nunca se enoja, que siempre esta bien y que tiene la palabra justa. Es todo un deporte tener la palabra justa. Y una disciplina que el sismógrafo del enojo… se mueva lo justo y lo necesario.

Por supuesto, hay algunas cosas que me revelan, y me irritan. Esencialmente LA MENTIRA. Y la INJUSTICIA.

No recuerdo la última vez, que me enojé. Pero si recuerdo la vez, que me enojo conmigo por haber cometido un error. Es todo un detalle aprender a ser permisivo con uno pero últimamente lo que me disgusta son los errores clásicos de tener la cabecita en otro lado. Si, está bien… van a recordar algunos que se me escapó la palma izquierda… abierta… y que la palma derecha estaba a punto de estampillar la nariz del oponente. Pero me auto controlé y tornee esa acción que empezó como un enojo y terminó siendo una lección de vida. Cuando uno tiene o pasa una etapa visceral… los espacios entre la permisividad, el fastidio, la molestia y el enojo… son muy cortos.

O bien el trato, no justo. Y si bien pienso. Y luego Existo. Como me decía mi pelotón… UD. Reynoso la piensa mucho. La pienso mucho. Tal vez, demasiado para ser un simple bachiller. O bien los que deberían pensar… ALGUNOS CON RANGO MINISTERIAL… No lo hace demasiado bien. ESO también es motivo de mi fastidio.

La palabra belleza No me considero una persona bella. Me considero una persona rústica. Que allá en el fondo puede tener matices bellos. Creo que la poesía me ha llevado

a focalizarme en la belleza. A pesar de ser un ferviente observador de la naturaleza… la poesía me dio la llave. La herramienta para no abandonar la palabra particular, que es la belleza.

Cuando no hay una fuerte personalidad. Para llevar a la BELLEZA como regalo… y se agregan elementos externos… ESE REGALO SE PIERDE.

Las damas, todas. Las que están aquí en mi lista de Facebook las considero Bellas, íntegras y hermosas. En primer lugar de la tabla periódica en cuestión de belleza, esta mi mamá. No acarreo Edipo al manifestar esta afirmación.

No es cuestión de pinturas… no es cuestión de botox… no es cuestión de terapia… no es cuestión de peso. ES CUESTIÓN de respeto que tiene UNO, por uno.

Todos recuerdan a mamá como una hermosa mujer.

Si bien cuando fui al cine y miré cuando niño… El pequeño príncipe. (EL PRINCIPITO) de Saint Exupery… no entendía nada… el haber leído el principito cuando adolescente… Me ayudó a aceptar, un poco mejor aquella frase que dice, Lo esencial es invisible a los ojos.

Sagitario. ¿Suficiente excusa no? Mamá me ha leído más de un poema. Ella se acercaba y me dejaba el borrador sobre la mesa. Recuerdo que los mejores que ella juzgó como bonitos… (Porque muy rara vez, utilizaba la palabra bella) «Huella y Bastón». «Atas mi cordón mamá» y aquel «Mi hijo está en el mar».

Les aseguro que me he preocupado para que lo esencial de mi, sea lo más cercano a mi personalidad. Y que hable por mí. Lo que esencialmente no se ve.

Escribir un poema. No es una tarea que se pueda hacer en forma diaria. Como dijo el «Benny Goram Anderson» encontrar las palabras justas para hablar de poesía, es como hallar una cueva y esperar que salga el dragón de ella. Una vez, lo va ha hacer. Un beso. Una primera vez. Aquel recuerdo de la primera vez. Son momentos en los que se pueden encapsular como bellos y únicos a través de poesías. No se puede ser vulgar u obsceno, para hablar de belleza. La belleza es un regalo. Si no lo hubiera interpretado así… la señora Bo Derek… nunca hubiera dicho: Desnuda si. Vulgar no. Si la pregunta es ¿Cuándo cae la belleza? La belleza humana, cae cuando muchas variables atentan contra ella, por ejemplo el ego. El súper YO. Atenta contra las personas bellas.

Parte XVI Después de 10 largos años... De Reynoso Marcos, el Domingo, 19 de septiembre de 2010 a las 8:05 Después de aquella última visita de mi papá. El aire independentista me abrigó. Tenía más excusas para irme de casa pero no para emigrar de la ciudad. De la nada tenía que comenzar de nuevo. Y aquella casona vieja supo de mí, en aquel primer día de septiembre de 1995.

Allí estaba el morocho, encargado. David el dueño y el resto… todos jóvenes o más jóvenes que yo. Respetando la vieja cita latina de Hay de todo en las viñas del señor.

Yo no lo podía creer. Pero una vez, más a los días, de encontrarla mal… supe poner las palabras justas, para alguien que las necesitaba. Tenía la idea de que esa escena la había encontrado en otra película… EN LA CUAL YO ERA PROTAGONISTA…

Era una suerte de pupilo de ése lugar. Un «trocista» que pronto llevó su PC.

Y Lorena a parte de llevarse una cena. Creo que estaba Hellen o bien la niña que ahora es esposa del flaco…

Y empezó a socializar, con todos. Pronto tenía su lado divertido ser el mayor… y escuchar o esperar que te preguntaban… era una tarea que empezaba con el ¿Y AHORA QUE?

Se llevó unas palabras justas. Yo le conté mi verdad… Y ella me dijo lo que alguna vez, me dijo mi hermano José Luis. – Ya no voy a llorar más. (José 10 años antes, 1986)

Tengo un buen recuerdo de todos los que estábamos allí. Me tocó hablar con varios… siendo el primero Mi vecino. Luis Cortéz. Ciclista, San Juan su provincia… Lorena Diego, y Hellen. ¡NO POCAS VECES! Cenamos a la canasta.

La galleguita y el Flaco… Una parejita, que se consolidó gracias a mis oficios de chaperón. La historia paso de divertida, para los que los veíamos con ojos sanos. A poco divertida para el que lo trajo a la ciudad… y oficiaba también de custodia… de él.

Luis, quien ya va por su cuarto hijo… tiene la deferencia de haber nacido un 11 de marzo pero muchos años después de aquel 1966.

Pero ESTE MUCHACHO APODERADO DEL flaco… no tenía ni idea de lo que era el libre albedrío.

Lorena pertenecía a un grupo de personas que vino a estudiar a Bahía blanca. Creo que estaban también sus tres hermanas. Su papá de visita en los primeros días de inquilino allí, un día vino al pie y me dijo: por favor cuida de mis hijas.

Esa tarde estábamos todos… y lo observábamos al flaco muy inquieto. Mesa estudiantil de mate, mesa de merienda… todavía recuerdo las caras de los involucrados… EL FLACO esta muerto de amor, por quien justo entró y el morocho, hombre de campo adentro… lejano de todo tipo de civilización… apareció como un guardia SS a sacarlo de ése lugar a su REO.

Esta galleguita que le debe haber puesto los puntos sobre las i aparece… y seguro que le debe haber dicho… O TU AMIGUITO entiende o yo me voy.

En fracciones de segundo y frente a una popular llena… le digo «al malevo»… ¿Por qué no dejas que la naturaleza de las cosas haga de unir lo que ha de unir y separar lo que ha de separar?

Ante el aplauso de la concurrencia… sonrisas, y suspiros de las mujeres presentes… por tamaña y categórica frase…

El malevo desaparece de la escena… tras la alegría de los presentes…

No me equivoqué… años después… se casarían y creo que ya tienen 3 hijos.

Hellen, la felicidad que le circunscribe hoy… la empezó a trabajar para ganarla desde aquellos días. Doy fe de ello. ¿Qué aprendí de Hellen?

De Hellen aprendí que emocionalmente… debe haber un «BASTA, de Ahora en más» y me agrada que haya logrado lo que ella buscaba.

Tanto a Hellen y a Lorena supe encontrarles con los años… Me reconocieron a la distancia una vez, y a la segunda vez… me dí cuenta que me llamaban…

El año pasado conocí al famoso Waldemar… que vale aclararlo no soy yo. Si muriese mañana, yo creo que lo primero que debo decir, es que cuando he cruzado la puerta de mi casa, empecé desde la nada y aglutiné todo un compendio de emociones fuertes a través de las personas que me ha tocado en suerte conocer.

Por aquellos años seguía despuntando el vicio de escribir algunas poesías. Alguna vez participé en el café literario de la casa de la cultura de la UNS.

Aprendí bastante… lo que me valió la inserción en un libro de antología poética de la casa de la cultura de la Universidad Nacional del Sur.

Por aquellos días, mi monitor hizo bungee jump, y tenía que esperar el tiempo de reparación. La casa en cuestión era Sur Computación… en pleno proceso, supe ser paciente y contar con el apoyo de los chicos, prestándome un monitor para que pudiera andar aquella antigua 386.

También allí en el polo opuesto de las cosas, supe aprender… de todos los que concretamos aquellos primeros pasos de la firma. Entre mate y mate… Observaba para aprender. Si bien había ido al Pascal… tenía una noción de lo que era un recorrido del material… para su puesta a punto…

Los primeros y los únicos en darme aquella oportunidad, fueron los señores Héctor y Sergio. Ya ha Sergio en su anterior puesto de trabajo… había tenido la deferencia de escuchar un poco de mi historia… la que juzgó interesante. Yo creo que ESA MAÑANA las orejas de Sergio podían competir con las de DUMBO… volví a repetir la misma idea hace pocos años, con la persona que siempre sospecho que quería escuchar… pero no existía un tiempo. A pesar de los años trabajado allí en Química Estrella… no tenía mucho tiempo para ordenar como aquí, estas palabras.

Esa tarde, una de las últimas en Química Estrella… La señora Myriam Mariani, las escuchó todas. También sus orejas deben haber terminado como las de DUMBO pero aquí está la diferencia.

A la mañana siguiente. Me gané aquella sincera frase. Marcos vos eres una buena persona.

En ese enero 96, como si fuera un capullo de mariposa, iba a realizar una buena metamorfosis. A pesar de estar solo. Pero no desolado… y que aquella espera por una respuesta había terminado ese diciembre 8 de 1995… volví a cruzarme, con quién conozco desde el año 75.

No recuerdo que palabras utilizó… pero renové aquella esperanza para que al menos, pudiera no perder el contacto. La persona en cuestión era Carlos Alberto Prieto.

Si Carlos Alberto Prieto, era esa persona callada, observadora, que alguna vez, crucé en un salón de juegos… le pregunté por su nombre y me negó que él fuera él.

Fuimos amigos muchos años, pero he aquí la historia que siguió a ese reencuentro… aquella invitación a su cumpleaños, más que invitación era un acto de recuperación. Acepté ir, por la simple razón de que deseaba recuperarme.

La amistad con él, sobreviene por el grado de aceptación. Lo que me podía acordar de él en aquellos días de vida en la Isla Grande de Tierra del Fuego… era lo mal que lo pasaba a expensas de sus medios hermanos.

Yo sospeché y solamente digo sospeché que la reunión iba a incluir a su madre sanguínea y a sus medias hermanas. Pero en realidad, el único que estaba como si fuera parte de la familia era yo.

En Casa de ilustres desconocidos hasta ahí. Al llegar a la puerta, sale la hermana de la dueña de casa, hermosa jovencita con un corte de pelo de los 50s haciéndola más grande de lo que era. Su nombre era Yésica Lorena Frusto.

Fue una cena muy cordial, en la que hubo un VHS funcionando… creo que era la penúltima vez, que observé un VHS funcionando… lo simpático de recuerdo fue que a los 10 minutos de ver esa película tildada de feminista… las dos hermanas terminaron por apagar, semejante bodrio.

Obviamente, totalmente distendido… el humor empezó a girar en torno a la mesa, las anécdotas de cómo nos habíamos conocido con Carlos. Y aquella infancia linda en Tierra del Fuego.

Vino un juego de naipes. Muy divertido. Creo que después de aquel truco en la pileta de Puerto Comercial, nunca había recibido tantas buenas cartas… lo que generó aquella sonrisa pícara, de la más jovencita presente.

espero que aquel primer encuentro, en la casa de tu hermana no te haya asustado… y que la primera impresión te haya asustado más.

Nunca puse en tela de juicio, el alto grado de convicción que ella tenía al realizar los pasos que siguieron en aquellos primeros meses de embarazo.

Solamente le dije, si he de ser padrino de tu hija, es mi deber hacerte conocer mi verdad. La que yo arrastro. Respeto tu decisión.

A los días, volví a repasar una vieja máquina… propiedad del dueño de casa… y de allí en más… una cadena de sucesos que para mi cuenta, restaban más que sumar.

Yo estaba aprendiendo. De hecho yo sigo aprendiendo. Nunca fue mi pretensión de influir en la joven mente de esta señora súper mamá.

Ella estaba enamorada. Ella estaba en el último curso de su secundaria. Y pronto la naturaleza de las cosas dobló la última esquina para una larga y empinada ruta en elevación.

Muy sensible, muy sencilla, aquel 8 de junio, iba a dar el si. Con los años, me hube de terminar de dar cuenta, que yo no miraba mucho más allá de mi nariz,

Si alguien guardaba algo. Ése no era yo.

Así y todo no me arrepiento de haber obrado con absoluta transparente inocencia. Mi grado de inocencia guardo. No me hace más viril, ni menos viril admitirlo. Sigo siendo el mismo ser humano al final de la cuenta.

Así que en ésa segunda oportunidad que nos vimos en ése año, la noticia de que iba a hacer un padre reincidente… devolvía un poco la calma a la preocupación, de encontrar a un viejo amigo… a media agua de todo.

Aquel segundo encuentro con Carlos Alberto Prieto y con aquella muy joven y muy bella mamá embarazada, empecé a diagramar no una estrategia, sino una transferencia de conocimientos… Mi verdad. Recuerdo haber dicho,

Recuerdo aquella primera charla telefónica con la futura madrina. Aquella preocupación por aquellos resultados de análisis con citoplasmosis. Y haber guardado aquella charla telefónica con la mamá de Alejandra Laconi, agradeciéndome los saludos por el día del amigo y el día de la madre.

Y aquella sinceridad, de la Señora Teresa de Laconi… comentándome… EN FIN. Te debo agradecer el que hayas llamado aquella vez, tres días antes Alejandra había perdido un embarazo.

Si bien vivía a 900 kilómetros de distancia… aquella noticia, no solo que la agradecí por la confianza de haberme revelado esa mala noticia. Sino que le escribí un poema a partir de hacerle saber a ésa abuela que no tenía duda de que su nieto y su abuelo… estaban juntos en el cielo.

Al observarme una cara distinta… Yésica quería saber si le había de comentar alguna novedad. Y le dije que sí. Pero que aquella llamada telefónica, la iba a revelar cuando nazca. Victoria Aylen Prieto.

Ése hermoso embarazo, continuó… pocas veces, he caminado con una embarazada al lado pero aquella vez, hasta las caminatas… empezaron con aquella aclaración… Señora mamá… camino solo, me ven y me dicen AYER TE VI EN EL CENTRO… pero si me ven acompañado me paran. Para saludarme.

El día llegó. Primero aquella llamada, del señor Lucio Fabián Bernhard. Luego aquella otra, que me asustó tanto como la última.

Por aquellos días, visitaba a 2 privados de su libertad… y si bien yo estaba a muchos kilómetros del triste suceso, que generó uno e involucro a dos más… sentí mucha pena por Hilbe Daniel y Portela Alfredo. Los conocí a los tres muy bien. Quinteros Rolando lo encontré vía web.

A mi compañero Portela Alfredo… Nunca más lo vi. Y el señor Hilbe Daniel… a parte de gozar de libertad plena. Es padre de dos niñas. Un ferviente casado quien por aquellos días… su mamá ya de vuelta él cerca de su familia, después de mi visita al director del penal… generó una carta inolvidable… para mi.

El «Negro Hilbe»… a quien habíamos apodado garfio, supo volver a visitarme y compartir una cena junto a mi madre y mi hermano. Esa primera caminata aquella primera vez… fue la más larga de la historia. En 8 cuadras, nos detuvieron 5 veces… para saludar. Un par de personas, mujeres ellas por aquellos días, involucradas en el marketing «creo que imaginaron un poco mal sobre la autoria y paternidad del futuro bebe» porque meses y años después… nunca más volvieron a charlar conmigo en algún evento en común.

Otro caso, que no me equivoqué. Hace un par de años, volvió a ubicarme y realmente a él le debo una gran visita. Totalmente recuperado y reinsertado en la sociedad. Por supuesto una de las frases que adherí aquel año y que en

ciertos casos… deberé poner énfasis, es el respeto al presente de las personas.

Daniel, como se lo dije al director, fue sincero conmigo desde el primer día… de PSP en la IM. Beto no tenía nada que ver… y a juzgar por la foto que esta en la web… el que no creo que se haya recuperado fue Quinteros.

(Aclaro este Quinteros Rolando, no tiene que ver en nada con Luis Quinteros, hijo de Doña Pimpa. Vecina nuestra en córdoba y Mucho menos con mis primos Mónica Julio, Jorge y María de los Ángeles Quinteros… naturales de Olavarría)

Pensaba que aquello iba a desarrollarse una sola vez… pero lamentablemente hace un par de meses confirmé aquella triste noticia, que me dio mi hermana, sobre el presente detrás de rejas del señor Lucio Fabián Bernhard.

Por un lado, Lucio tenía todo para triunfar. Las veces que escucho aquella canción Tiernamente amigos… en la que cuenta la historia de dos amigos… que la vida los separa… y uno de ellos termina de la peor forma.

Por el lado de Rolando… su problema casi convencido, venía desde la casa. Rolando fue un líder Negativo. Tarde o temprano… algo iba a suceder y sucedió.

Lo estoy contando de la única forma que lo entiendo. O que lo puedo comprender.

Cuando tengo que responder por la cantidad de calamidades que como argentinos hemos sufrido… pienso en estos casos, que marcaron una buena distancia de los involucrados conmigo.

Cuando suceden estas cosas, uno pregunta… ¿Porqué la vida, no te prepara para esto? Cuando sucede esto.

Como buen hogar cristiano, apostólico y romano. Siempre estuvo la premisa de hacer el bien y evitar el mal.

Que en lo personal, siempre creo que es terrible para mi… agradezco a la vida, lo poco que la vida, me ha dado o me ha permitido conocer. Agradezco la oportunidad que me han dado mis padres, para la educación que tengo y cuanto he podido cosechar, de las personas buenas que he tenido el orgullo de conocer.

Y si la caravana de acontecimientos abruma… Siempre me he dado un minuto de solidaridad para la búsqueda de la verdad… o al menos, no perder la fe… de poder estar cerca de la misma.

Esos son los principios que llevo. Y que lustro con orgullo. Los que perdieron la fe, los que acortaron camino, los que bajaron los brazos, los que

jugaron de uno y otro lado ha hacer de DIOS. Existieron, existen y existirán a través de la historia.

Había un gran jarrón con flores. Ni siquiera me di cuenta, que estaba ahí. La luz de la escena para mi corazón era suficiente.

Jugar a ser de DIOS no se puede.

Días después cumplí la promesa. Le conté sobre aquella mamá de espera eterna y de aquel angelito que quedó en el cielo junto a su abuelo.

Y Dios, que todo lo ve. Aquel año 1996… me iba a premiar, después de 10 años con el nacimiento de aquella pequeñita. Victoria.

Me tocó llegar hasta la puerta, esa tarde y buscar el número 209. La puerta estaba abierta y creo que observé el número en un tapete en el piso. Levante la vista y la novel Mamá. Con un Áurea hermosa, sosteniendo a su bebé recién nacida. Sorprendida pregunta «¿No vas a entrar?»

Años más tarde escribía… Fue como dejar una habitación fría y pasar a una más cálida. Sacar todo de la pesada mochila y comenzar de nuevo.

Me acuerdo que me dijo: ¿No me dices nada? – Señora no le puedo decir nada. Entonces decile algo a ella. Y ahí fue que me arrodillé… y le besé las rodillitas.

Ahí fue que le dije… Mamita, yo soy el padrino que tanto te ha esperado.

10 años después de la separación de mis padres. El nacimiento de Victoria, me hizo renovar un compromiso con la vida.

A buscar, nuevos horizontes dónde escribir. Me había prometido, mimar a un niño o a una niña… en tono de agradecimiento con ése compromiso con la vida.

Los meses de espera, me habían inspirado a un capítulo más de Dulcemente desde el mar… No había excusas para no escribir, Los hijos de Mamá Tommya y Papá Yurka.

Marcos.

Tampoco puse, la vez, del gol de Caniggia en el mundial 90. Cuando mis sobrinos mayores se espantaron cuando grité ese gol… como lloraban los dos y cómo luego de años se desquitaron…

Parte XVII Permiso Steve McQueen « Bastards i keep Alive» (La última escena de Papillón)

O bien aquella, misión de fuego de los M109 (EA) Autopropulsados de calibre 155 que me sorprendió, en medio de la nada haciendo popo. Vaya el susto padre que me pegué… porque en realidad ellos se equivocaron de horario.

De Reynoso Marcos, el Domingo, 19 de septiembre de 2010 a las 8:19

Dijera papá… ¡Troncos y basta!

Lo recuerdo muy bien... A PAPA le gustaba mucho esa historia de PAPILLON y ésa última escena.

O bien aquella emoción de un soldado IM provinciano, el que nunca había visto el Obelisco Porteño… que lo dejó fascinado. Logrando llamar la atención de los testigos transeúntes, cuando dijo: ¿Marcos ése es el Obelisco?

Si todo el mundo me pregunta, o bien me dice lo que me dice mi hermano. ¡No me acuerdo lo que hice en la semana pasada y vos me estás hablando de muchos años atrás!

O ése otro muchacho, de tierra adentro, que nunca vio el océano. Y lo encontré sentado en la proa del ARA CABO SAN ANTONIO quebrado de la emoción y observando extasiado las estrellas.

En realidad, no puedo recordar mucho, Pero esta vez, escribir tanto con tantos detalles sonará memorioso pero en realidad, hay más detalles. Que por cuestión de educación no puedo poner.

O cuando el CN Director adjunto de la Seaweek 89, levantó una medalla una típica medalla olímpica… YO SIMPÁTICAMENTE le dije pero QUE HONOR… y el muy displicente… me dice: Mire hijo le daría una con todo gusto… pero solo la estaba midiendo haber si le entraba…

Algunos se me habían ido, como ése que comentó el señor Carlos Ceballos en nuestra cena en la casa del Señor Hugo Sosa. Cuando recordaba las horas de computación en el Blas Pascal. Cuando la diagramación en COBOL, no le dábamos entre ceja y ceja.

O cuando el mismo señor, me encomendó la peligrosa misión de ir a buscar una cajita que contenía una bandera del país de esos dos que vinieron tarde… asustando a más de uno.

O bien como aquella vez, en que contesté. ¿SOS VOS JOSE LUIS? Y a los días estaba de visita en la casa de José Luis Yurca. Visitando a su familia, y dándole un ejemplar de Dulcemente desde el mar. Ése día completo en su casa, imborrable.

Ya era un conspicuo visitante del café literario de la casa de la cultura de la UNS.

Era necesario, como estas más de 200 páginas que lleva este trabajo.

Y la mejor cosa que me pudo pasar por aquellos días, fue ser el testigo de los primeros pasos de Victoria Aylen Prieto. Su madre no paraba de llorar. Tomando coraje, se desplazaba alegremente… frente a una heladera mostrador… y en ése instante observé sus ganas de liberarse de ése apoyo.

En 1997, marcaría la vuelta a mi casa materna. Me había ido con lo puesto aquella vez en septiembre 1995 cuando volví le llené el patio a mamá con un montón de cosas. Volví por convencimiento. Porque en realidad, soy una persona que obra por convencimiento. Mamá nunca iba a decir YO ME EQUIVOQUE. Si hubiera sido soldado en aquel año 82. De seguro que la hubieran encontrado, sin vida, Sin munición y aferrada a su fusil como a su rosario. Lo digo de esta manera, porque el famoso un dólar, un peso… generó el desprendimiento de muchas horas de detrás de su vieja amiga, la máquina de coser. Para embarcarse en ser custodia de adultos mayores. Su nueva forma de trabajar… le aseguraba la poca entrada que ya de por sí tenía con la costura… puesto que por aquellos años… del 1 a 1… la gente ya poco arreglaba sus prendas. Aquel año 97, supo observar, el cambio en todos sus hijos. Tenía preocupación por todos ellos, incluyendo a mis cuñados. Creo que fue el último año que fue a Córdoba a visitar a sus hermanas y a sus nietos. Un golpe de suerte, compramos con la señora Yésica un bono contribución que fue favorecido con un premio de 300 pesos. Lo que me permitió migrar de la vieja 386 a un casi nuevo PENTIUM. El cambio de máquina generó el ingreso a la World Wide WEB. Ya tenía programado desarrollar un sitio Y ya había concluido la segunda parte de Dulcemente desde el mar.

Consecutivo, hice un tradicional rodilla a tierra y le dije vamos a demostrarle a mamá que deseamos caminar… abrí mis brazos y ella practicó sus primeros pasos.

Como decía el Señor Dustin Hoffman en aquellos años de Kramers Vs Kramers Sentía esa emoción por vivir que tenía de bebé Victoria.

Hace poco no me atreví a ver, otra vez, esa película. Me acuerdo aquella primera vez, que miré Kramers Vs Kramers… Definitivamente, fue el mejor faltazo que le hice a mi papá. Sabía que aquella noche de 1987, iba al choque. Y hice lo que mejor hacía, encontrar un lugar… ver un título, obviamente era la época de furor del VHS y entré a ver Kramers Vs Kramers, cuando me dijeron que Meryl Streep trabajaba.

Y allí entré y ya me tomé un Martini seco con 2 aceitunas. Ahora toman Fernet, en mi época tomaba Martini seco.

Y ya me tomé uno más dos minutos antes de finalizar la película… Después de ver lo que miré… POCO ME IMPORTABA volver a mi casa a pie.

No estaba lejos de la casa de mi madre. Pero ¡visto a la distancia! ¡Qué cosa no he hecho para ver a la gente feliz! Empezando por mi madre.

Siempre recordaba el vaso estrellado en la pared. ESA CARA FEA que le hace Meryl a Dustin siempre me pareció… fuera de libreto.

Conocí nueva gente. Conocí gente real… Porque más allá de que Bahía blanca considerada por mucho tiempo como la chacra asfaltada, debajo de esta baldosa que es Bahía, la gente real… ni pisa el Shopping

Y aquella última memorable escena, dónde él lleva el liderazgo del diálogo… que termina con una emoción fuerte de la Señora Meryl Streep siempre para mí esas lágrimas fueron súper genuinas.

Ya había visto, The Sophie Choice, Ya había visto Kramers Vs Kramers, ya había visto The Deer Hunter… Nunca pensé que esta mujer me hubiera de hacer reír tanto como en Mamma Mía o bien hacerme recordar ciertas cosas de mi casa en Its Complicated.

El cine siempre lo encontré educativo. Y coincido con el señor Jack Nicholson Meryl es maravillosa.

Un nuevo acto injusto, me separó de la casa de mi madre. Era una situación de Status quo si me iba. Era un acto de amor, para con mi madre encontrar un nuevo espacio para mí. Y quién volvió a estar cerca, era este sanjuanino llamado Luis Cortéz. Por aquellos días hay una foto… lamentable… como diría cierto humorista cordobés, el VAGO (yo) tenía los ojos llenos de várices…

Fue una época muy educativa. La primera persona que sobrepasó mis defensas por aquellos días, se llamaba Paula. Su hermano Mario, un notable dibujante autodidacta. Como también los que después se transformarían en familiares de Luis Cortéz por terminar casándose con una de las niñas que vivía en la casa de al lado de dónde vivía Luis.

Paula y Mario, eran de la localidad de Chasicó. Quienes vinieron con sus sendas historias personales como familiares a trabajar a Bahía Blanca. Misma situación para una jovencita llamada Guillermina. Que era de Dorrego. Las tres personas les deje y me dejaron una huella indeleble. A cada uno ayudé en cuanto más necesitaba, básicamente circunscripto a lo que ellos acarreaban y que iban a definir para sus vidas.

Cometí una torpeza con Paula. Que ya supe aclarar con los años que siguieron. Puse mis palabras en acción antes de pensar una educada respuesta. O como lo hago ahora, que en momento de los reconocimientos… a los halagos… les suelo contestar con un Muchas Gracias.

Aquella vez, fue la demasiada machista frase Come que estás hablando de hambre. QUE RESPUESTA EQUIVOCADA, EN EL MOMENTO EQUIVOCADO y en el espacio EQUIVOCADO. Aquella noche en que Dios otra vez, me puso en el momento justo en el lugar justo… minutos antes del casi paro respiratorio de Mario. Paula, estaba contándome su dura verdad. Yo no sentí respirar a Mario y cuando lo miré, en su habitación y volví a la cocina y le dije a Paula: Paulita salí a la calle, y para el primer auto… nos vamos al hospital tu hermano tiene problemas respiratorios. Esa noche la buena obra conjunta, salvó la vida de su hermano. Guillermina… también tenía su cruz a cuestas. Obré en su beneficio. Dándole a entender que todos podemos quitar cosas y construir desde la nada. Cuando era menos que una naranja, Casi exprimida y lista para lanzar la cáscara por arriba del hombro… supo escucharme bien. Siempre recuerdo aquella monumental metida de pata… cuando me iba a unos de esos viajes a Córdoba, al invitarla a ir a casa a preparar la mochila… y a despedirme. Me había involucrado en su bienestar en su presente… pero en realidad nunca pasó nada. Mamá lo entendió así desde la primera vez. A pesar de aquella monumental metida de pata… en que nos reímos… porque ella dijo Y AHORA QUIEN VA A DORMIR CONMIGO… en un

tono suave casi dibujando una sonrisa nerviosa continuó ante los desordenados ojos azules de mi mamá por TAMAÑA FRASE. Pero el duerme arriba… Cada vez, que me acuerdo me río. Mamá, después de escucharme decir… Pero Guillermina… una cosa es que extrañes y otra cosa es que la embarres mal… le dijo YO CONOZCO a mi hijo.

Cinco palabras que no se si las merecía tanto. Pero allí estaban, junto con ésa sonrisa amplia y esos ojos increíblemente bellos de mamá.

Ése viaje, el del 97, a córdoba, fue el último que pude encontrar a mi papá en forma plena. Recuerdo que ante la insistencia de sus deseos para viajar hasta Bahía Blanca… supe decirle aquella frase que nunca olvidé. Nadie te cerró las puertas, Pero en lo que de mi depende te vuelvo a decir lo que escuchaste por teléfono, escribí en una carta y te dije frente a mamá.

Dales una oportunidad a estos pibes… (Mis medios hermanos) que puedan disfrutar un papá, que primero la Armada me lo pidió prestado. Y luego la Vida, me hizo aceptar el consuelo de tener un papá a 900 kilómetros de mi casa viviendo él en Despeñaderos y yo en Bahía Blanca.

De una u otra forma, le estaba diciendo que respetaba su presente. Que nunca lo dejamos de querer… a pesar de la caravana de sucesos que hubo desde 1982 hasta aquel verano del 97.

Pero infinitamente creo. Y esto que voy a decir corre por mi cuenta… por primera y única vez, aquellas «negras estrategias implementadas en su segunda casa» condenaron, sellaron he hicieron de mi papá una suerte de PRISIONERO DE GUERRA.

ESE «GULAG» lleno de dialéctica… fue lo que sentenció a mi papá a los posteriores 11 años de su vida. Papá era conciente de todo lo que sucedía a su alrededor. Por eso nuestro diálogo yo lo empecé a interpretar con «señas de combate». Termino con la siguiente metáfora. Su balsa de cocos, al mejor estilo Papillon se la supimos dar, aquella mañana en que bajamos de la TUS, sus tres hijos… JUNTOS… María Fernanda Reynoso, José Luis Reynoso Y yo.

Parte XVIII Cuando la vida, empieza a pedir algo de lo que te presta. De Reynoso Marcos, el Lunes, 20 de septiembre de 2010 a las 7:30 La voluntad, mi voluntad dieciséis, años… compartiendo entre 8 y 10 horas… de lunes a viernes, con Alicia, Jorge, Carlitos López, Juan Carlos, Aued Juan, el veterano Barrientos y aquellos reemplazos de los vendedores. Blanco, Tumini, Amitrano.

Completando la plantilla, estable… la hoy señora Mariani Myriam. Creo que ya se había ido éste joven matrimonio, él trabajaba para Techint. Y ella trabajaba para Química Estrella. Les supe regalar un ejemplar de Dulcemente desde el Mar. Lo que nunca me atreví a decir, que la magia resultante de la lectura de mi pequeña novela ecologista, iba a venir luego de 9 lunas de espera. Siempre voy a recordar aquella mañana, en que me acerqué con el café… lo derramé… y como acto reflejo… levanté el plato mojado de café… y lo devolví a la taza. El reto de esta mujer… me dio una infinita vergüenza. Obviamente nunca más pasó. Siempre me acuerdo… y todos esos testigos… de mis años de servicio saben que todo lo hacía con mucha voluntad. Cuando había que prenderse, para laburar… lo hice. Cuando tenía que aprender… aprendí. Y creo que antes de comprender como manejarme con MS EXCEL… debía aprender a administrarme. Y quien me enseñó a hacerlo fue Alicia.

En los dos últimos años, de servicio… la observación y el preguntar antes de meter la pata… (Un deporte favorito que no puedo dejar de olvidar de practicar) aprendí a utilizar los medios informáticos… para completar ese aprendizaje de administrarme bien. En ése 98… se producía, un viaje relámpago a córdoba. Último viaje que hice de la noche a la mañana. Prometí nunca repetirlo… pero como el título de la película… Nunca digas nunca jamás. Me acuerdo que salí tan rápido a tomar esa unidad de Transporte Unidos del Sud, para aquellas 12 horas de viaje… que me olvidé los documentos. Dónde estaban las tarjetas y algo más de plata de la que llevaba. En aquel viaje… supe ver esa película española, sobre las mariposas. El lenguaje de las mariposas. Ambientada en la previa de la guerra civil española. LO QUE LOS INSULTE… por que me predispuso mal. La que se ocupó de calmarme… fue la película de Keanu y ése «cabrón con el mayor de los respetos» el señor Gene Hackman. La comedia Los rompe huelgas, sobre las andanzas de un equipo de football americano, reemplazando a los profesionales.

El llegar a Córdoba era todo un trámite… la cara de mi hermana Ana María… lo decía todo, se atrevió a decir… no va a ser sencillo observar lo que vas a encontrar…

Y realmente tenía razón. Y a parte de mi billetera olvidada en Bahía Blanca… me había olvidado que debía prepararme para ir, pero también para volver.

Verlo a papá en el estado en que estaba, no fue para nada agradable. Sobre todo sabiendo como entendiendo que él cuidaba de su salud. Por decirlo de una manera desparramaba salud por los cuatro costados… y bien decidí ser fuerte. Pero al volver… no pude ocultar el dolor que sentía por verlo así.

Hace poco fue lo primero que recordé cuando observé… Facing Alí. Notable documental de Spike Lee… con un montón de boxeadores que enfrentaron a Mohammad Alí.

Uno de ellos, sintió eso por Alí… lo que yo sentí en ése momento por mi papá. A pesar de todas las cosas y teniendo muchas excusas para decir muchas cosas. Me tocó llorar en silencio de camino a Bahía Blanca.

Yo estoy convencido que mi lugar de trabajo. Mi familia del corazón por esos 16 años, se dieron cuenta totalmente que había una persona que se fue ése viernes… corriendo a la terminal de ómnibus y que el martes siguiente había una distinta.

Durante esa semana logré encontrarle las palabras justas… pero yo no las podía ordenar muy bien. Y la pregunta se repetía. ¿Cómo está tu papá?

Las respuestas todas bien diplomáticas. Pero la pregunta de mamá… me espoloneó, mucho más del límite.

Escuché la misma pregunta, de las dos partes… casi perfectamente calcadas. ¿Y su mamá/papá… pregunta por mí?

Y sí era real. Ambos preguntaban por ambos.

Como dice la frase de tierra adentro aquí en la Argentina… SIEMPRE HAY un roto para un descosido.

Y si hoy me preguntan… ¿por qué? a pesar de todo lo responsable o parte responsable era papá, de aquel «FIN DE SUEÑO CONJUNTO»; elegí no decirle nada. Era porque lisa y llanamente… no tenía en mi corazón un lugar para un nuevo agujero… emocional.

Porque había comprendido que a pesar de todo… como decía mamá… SU Padre es SU PADRE. Y vaciarme de contenidos… para una nueva etapa visceral más que emocional… no me interesaba.

No soy de gritar. No soy de patear objetos… sólo sé que me emocioné… y lloré internamente todo los 940 kilómetros del viaje de vuelta.

Creo que por aquellos días… nacía o esperaba el tan ansiado hermanito de Victoria Aylén Prieto. El niño Lautaro José. La elección de reincidencia en el embarazo y en la nueva espera, determinó o consolido esa idea que había empezado con Victoria. La llegada de un niño, es una bendición.

Gracias a Dios, en ese sentido las jóvenes amistades que he conocido, ninguna deshonró ésa noble tarea de traer hijos al mundo. Todas han sido madres comprometidas, con lograr un buen desempeño. Salvo contada excepción. Me acuerdo que no se definía el sexo del bebé en las ecografías y en la tercera… la mamá de Vicky me dijo. ¿Venís el viernes? Es definitivo. ¿Vos que opinas? Y yo había percibido que sería un varoncito.

Y ésa tarde noche… compré aquellos primeros escarpines que compre en mi vida. Obviamente de color celeste. Ella seguía insistiendo ¿Cuál crees que fue el resultado? Escarpines que al mostrárselos a la mamá… diciendo «Y esto responde tu pregunta» La hice emocionar hasta las lágrimas.

En aquel tan particular último mes, trabajando en Química Estrella… marzo 2007, haciendo gala de mi percepción de cómo la observó a mi sobrina Valentina… días después supe decirle lo que soñé a la señora Mariani Myriam

¿Sabe que señora? La soñé de la manito con una niña. Meses después me mandó un mensaje se cumplió tu sueño. Estoy embarazada.

Yo era el padrino de Victoria Aylén. Yo era compinche, yo era solidario y era lo más políticamente correcto. En la empresa. Extraño mucho aquellos diálogos. No había límites. En dos años creo que hablé con la mamá de

Victoria, mi ahijada… lo que no hable en años con mis dos hermanas de sangre.

La que debía hacer, sería enviada a Mendoza. Para que la recibiera mi compañero de promoción 392, el señor Eduardo Ceferino Torres.

Aprendí por aquellos días, algunos términos que estaban un poco tapados por las telarañas del desuso. Señora mamá. Señora Súper mamá. Si señora. No señora. Le escuché decir en una de esos almuerzos o cena en Química Estrella o fuera de ella… con todo el plantel. «el único que me dice señora, es marquitos».

Un día hice un borrador, otro día le comenté a mamá. Ella me preguntó si no había sido yo el elegido de padrino también para la venida del primogénito de Eduardo y Nancy.

No había límites en esos diálogos, pronto conocí a los padres de Yésica y al resto de su familia. No hubo de pasar ni dos minutos, para entender que le tenían una devoción especial. Tanto más o tanto igual. Que la misma devoción que nosotros como familia le tenemos a mi hermano menor José Luis.

Por aquellos meses, creo que fue uno de los reencuentros, muy fuertes de los que tuve en 44 años. El rendez vous fue ésta vez con el Señor Oscar Sardi. Todos vimos Forrest Gump. Lo más parecido a ése reencuentro entre el Teniente DAN y Forrest Gump en aquel embarcadero de Alabama… años antes lo tenía yo con Oscar. (Y su silla de ruedas). Y si nunca más sucedió habrá de ser, porque Dios… tenía otros cuidados para conmigo. Mamá había sido catequista de él cuando niño.

Creo que fue aquel año… en que recibí muy pocas cartas. Y también ya muy pocos los deseos de confeccionar alguna.

Como nunca habíamos profundizado el tema, era el motivo que me llevaba a escribir la carta. Todavía me dolía, aquella partida sin la oportunidad de una buena despedida. Por culpa de un error mío. Pensaba que se volvía en tren. Pero en realidad el se marchó en ómnibus. En el famoso andesmar.

Tal es el alto grado de conexión que tenemos como Infantes de Marina después de graduarnos… que suelo decir que a mi me duele el ojo y los otros 41 de la promoción se están rascando ése ojo.

Al día siguiente de enviar el sobre con la carta. El me llamó a Química estrella. De hecho «margarita» como le decía Juan Carlos… a la esposa del Ingeniero de Techint. Me dijo. Marcos tienes un llamado por la línea, de una persona con voz rara. (En realidad la voz de Eduardo es particular y su acento cuyano lo delata inmediatamente). Me arriesgué a decir… debe ser Eduardo. Debe ser Torres. Y en efecto… ERA EL.

Con la delicada novedad de aquel primer hijo venido al mundo, había dejado éste mundo luego de 40 días de vida. Octavio se convertía en un nuevo angelito, en esta carrera que tiene 44 años. Lo primero que recordé aquellas

palabras que le supe contar a la Mamá de Alejandra Laconi cuando me tocó la noticia de Alejandra.

Hermano, lamento mucho la noticia. Y si hay algo que pueda decirte más, es que de esto se sale con mucho amor. El agradeció y le renové aquel deseo que iba a cumplir años más tarde.

Mi madre apreciaba mucho a mis compañeros de promoción Im. Los que pudo llegar a conocer… y los que la han podido tratar… como también charlar más de una vez… encontraban en ella la palabra justa. La observación más sincera. Y la solvencia emocional directa.

Mamá me dijo: Una sola vez, me dijo: ¿Y no piensas en volver a Tierra del fuego por tercera vez? Mi respuesta, era de lo más terrenal. No podía competir, con aquel acto migratorio de Marcelo. Por el simple hecho que él tenía por aquellos días, toda una infraestructura para ejecutar toda la operación. El apoyo de su hermano. La solvencia de sus padres… el único punto en común… o el único punto a favor del que disponía yo era LA VOLUNTAD.

ÿþ Ella no era de sectorizar. Pero a la hora de las sumas y restas. Siempre eligió a mis compañeros de promoción. También supo por aquellos años… encomendarme la misión de no perder el contacto con ellos, ni con la porción de familia que quedaba en La Rioja como en Córdoba. Y en especial, como decía ella LOS CHICOS DE ROQUE Y CAPERUSA. Y como bien le decía aquellos primeros años, aquel muchacho… (El tierno Isel) de corte americano y los pelitos todos parados… De quién se extrañó, su desarraigo por Bahía Blanca… fue de Marcelo Hugo Charadía. ¡Pero que no eran amigos! Si por supuesto que sí. El tema era que estaba sufriendo el mismo trauma que sufrí con Eduardo. Cuando se fue. Pensaba que Eduardo volvía a Mendoza, vía tren. Pero en realidad lo hizo horas antes en el ANDESMAR. (13 años de espera para levantar ése aplazo).

Parte XIX Marcos Ciudadano global De Reynoso Marcos, el miércoles, 22 de septiembre de 2010 a las 7:52 Después que cada 15 días compraba y me instruía en las novedades informáticas… en los diferentes números de PC WORLD o nuestra nativa PC USERS… encaré la combinación de tareas para generar un sitio o bien mi primer sitio.

La primera cuenta de correo electrónico que todavía es la más activa de todas… [email protected] me involucró en aquel primer espacio de la Aldea Global. El host elegido era http://www.geocities.com/ y el servidor dónde ubiqué mis cosas se hallaba en Paris. Si, Sí… ¡OH! ¡La!, ¡la! Paris. Era un Quasimodo informático… que pronto empezó a codificar y decodificar algunos HTML. Corría el año de 1999. Ya había vuelto a la casa de mi mamá por última vez. Luego de ver la última película con ella… EL PATRIOTA… en la cual por breves segundos me dormí… y luego de mover mi hombro a propósito… me desperté para lograr ver venir de frente un proyectil esférico de cañón, de la época de la guerra de la independencia de las XIII primeras colonias inglesas en la costa este.

Me sobresalté… y no paraba de reírse por su travesura.

A ésta altura de la vida, ella ya había estrenado el título de abuela. Título que le hacía reciclar las pilas… constantemente.

A esa altura de las circunstancias, había escrito Aurora en la Isla triste. Ambientada en la isla de Novaya Zembla. Por aquellos, días recuerdo haberme puesto muy contento por la vuelta a su tierra natal… del Señor Alexander Zoltzhenitzen, y su vuelta a casa me inspiró para realizar una buena porción de ése trabajo. Por supuesto… también continuaba en mis retinas, aquellos niños de Chernobyl; que la OMS paseó por todo el mundo y el condimento lo sazoné con algunos datos técnicos.

Por aquellos días recordaba algunas cosas que he vuelto a ver, en aquella miniserie que me impactó y que hoy guardo en casa. EL mundo submarino de Jacques Yves Costeau. Migrar y volver… volver a migrar… encontrar esperanzas y desilusiones. Una constante en la vida del escritor de Archipiélago de GULAG. Un viejo problema volvía al ruedo. Una vez, más estaba en el centro del huracán y había una sagitario (Igual que mamá), con problemas serios. Época en que se me habían pegado las frases hechas… PERO ¿Vos estás bien? Vos estas ¿bien? ¡Me parece que esta película la conozco! Bah Sagitario y basta… frase que al igual que a mamá la ponía bordó. Hay dos hechos que fuera de casa, de la muerte de mi madre como también la muerte de mi papá… me volaron la cabeza. Casi con la misma arma y el mismo calibre. La dialéctica… es, el arma y el calibre es la mentira. Desde 1982, en que empecé a realizar estos trabajos introspectivos me sostuve dentro del concepto de pura mayéutica. La Dialéctica la mire por dónde la mire APESTA. Cuando alguien tan cercano, utiliza la dialéctica, el ni «te tengo» Ni «te dejo ir»… con un buen condimento de mentira… me vuela la cabeza… y sin llegar a jugar a ser DIOS, le bajo el pulgar a la situación, en defensa de los valores y los principios que acarreo. Siempre he estado al lado de los débiles. Estén dónde estén… se llamen como se llamen tengo un buen olfato, para descubrir personas vulnerables como yo. Y aquellas primeras largas sesiones de chat… conocí primero a mi amigo Bruce Marshall. Luego a mi amiga La licenciada Claudia Ituarte Jauregui Macias. Del DF, México. Cada tanto aparecen y cada tanto puedo corresponderles con mis novedades. Bruce lleva el peso de haberme traducido aquel primero. Ulri un sapito en Croacia y el de Aurora en la isla triste. Siempre me acuerdo aquellos primeros cruces vía yahoo. Especialmente el primero… en que a los 10 minutos estábamos cruzando chistes como si nos hubiéramos conocido de toda la vida.

Le hice un pedido. Y en realidad, estaba a muchos kilómetros del lugar que le pedí que visitara. Pero aceptó hacerlo en la costa oeste. El vive en Santa Paula California. USA. Me preguntó ¿por qué? Y le dije la frase que está en aquel monumento de Harlington Park. La Licenciada Claudia Ituarte… la había encontrado en http:// www.starmedia.com/ meses después hice un cuento fantástico, con respecto a Venecia, San Marcos… enlazado con ese enorme lugar llamado el zócalo… (La plaza mayor del DF) Algo que siempre recuerdo, y por ahí visito en forma virtual… es aquel lugar al sur de Suecia. Uno de los más bonitos recuerdos, hacía 10 años de aquella seaweek se había marchado a ese impecable puerto y su respectiva comunidad a las orillas del mar Báltico. Me enamoré de Karlskrona… a un océano de distancia. Para mi era un sueño cumplido. Sinceramente era demasiado premio ver lo que en esas cámaras ip mostraban. Pero siempre recordaba mi frase para el equipo de penthatlon naval sueco. ONE Day wish, ONE Day. Años después, volví a cruzarme con turistas suecos, de camino a Península Valdez… de tremendo diplomático que soy… les asistí unos momentos para que no se pierdan. Entraron a un Cyber y cuando me tocó autenticar aquella bonita ciudad y puerto naval de Karlskrona… una de las niñas, se emocionó hasta las lágrimas. JADA tenía residencia allí. Puse aquella vez, una nota… en el formulario del punto de acceso a la oficina de Turismo de Karlskrona. Siendo respondida, a los dos días. Para mi grata sorpresa. Donde trabaja o trabajaba la señora Gullan Kraskberg Invitándome a seguir escribiendo aquí. Gullan Kraskberg… que supongo que debe ser una tal Guillermina Kraskberg… fue una de las primeras lectoras de Suecia. Dios quiera que esté bien. Supongo ya retirada de los eventos que la tenían trabajando allí. Tubo que soportarme unos minutos al teléfono… en un día particular. El 911 del WTC. Me porté como un caballero. Le agradecí todas esas buenas

palabras… que siempre hubo para mi. Agradecimiento en calidad y cantidad que repetí para toda la Familia Hansen de la ciudad de Fagersta. También en Suecia. Después de su detalle, insistir, en no dejar de escribir… Un mundo de cosas, empezaba a comprender de este mundo global. Por supuesto hay gente que las toma para bien. Y otras personas definitivamente no comprenden el colosal avance emocional que significa la RED. De aquellos días del Flower Power… Viet nam… Yom Kippur y otros eventos demasiado viscerales, la inserción al mundo global… me hizo pensar que sería un paso positivo quedarme… por lo educativo que iba siendo. Algunas leyendas urbanas, las he ido despejando con respecto a algunos íconos de la historia reciente. No me hizo falta jugar al Harpoon desde 1993, para comprender lo que fue la operación Corporate. Los otros días, encontraba una foto… tomada a la distancia… era un enorme dique flotante… con un mucho más enorme submarino clase Tifón II. Hace 25 años atrás… esa foto hubiera valido unos cuantos dólares, hablando de decenas de mil… tal vez… unos cuantos involucrados muertos… y hoy se la puede observar libremente desde el Google Earth. La humanidad cambió. Pasó de su estado visceral, a un estado más pensante. En síntesis… es cierto aquella oportunidad de que sea para todos… todavía no ha sido bien implementada… pero la informática está ahí. Como bien estaban los libros en la biblioteca. Aquellas veces de tarde encerrado en una biblioteca… como un monje Benedictino… para hacer la tarea de la escuela… a la fecha… supongo yo que el desafío de acumular conocimiento… se renueva hoy… a un clic de distancia. Más información, mejor ordenada y a disponibilidad a full.

El que no la toma, el que no arma un juicio de valor… quien no desmenuza la verdad… esta definitivamente fuera del sistema porque no oportunidad de entenderlo. El primer incidente… lo tuve con http://www.sartma.com/ ya había desembarcado virtualmente en las Islas Malvinas, para depositar en el servidor de la Saint Marys aquel cuento pacifista llamado Una colina a la Esperanza. Sin sangre sin lágrimas. El reverendo Allistair me respondió unas tres oportunidades, Obviamente en tono sincero. En el sitio de http://www.sartma.com/ quien me censuró fue la titular del multimedios. La señorita Juanita Brock. Pero como el respeto abre puertas y la falta de respeto pega portazos… supe contarle que a los tres días de republicar el poema.

Pero, me parece que muchos se creen JACK ANDERSON, pero al viejo Jack… ya fallecido, al viejo Peter Arnett… o a la señora Oriana Fallaci no le mojan ni la oreja. Porque este simple ejemplo de la ciudad de Ushuaia y la visita de los dos Barcos… denota que siempre ha sido igual a la hora del manejo de la información. Y a la hora de elegir... Elijo todo lo que supe aprender desde 1999 en la red, desde que elegí ser un ciudadano global... Esos viejitos piolas de Silicon Valley y otros centros de divulgación de la revolución binaria...Le quitaron al devenir del mundo... mucho de esa visceralidad que en los 60 y 70 el mundo tenia. De hecho NOTA Off the record. Yo lo estoy haciendo en el barrio. Y muchos están llegando a la misma conclusión. Marcos

Apareció en ése sitio… un compañero de la secundaria. Todavía no existía Factbook. (Viera Fernando). Obviamente… sin llegar una nota de disculpas… 5 años más tarde… fui admitido en el mailing list del multimedios. Mismo caso, después de la visita del HMS ENDURANCE. De visita protocolar… en Ushuaia Barbado Master Chief, se comió la tapa de CLARIN. Toda una movida, para reclamar… que se vayan. Cuando éste HMS ENDURANCE… no tenía ni por asomo, las tareas de su antecesor. Así y todo… el lujoso RMS QUEEN MARY II que si fue requisado para el transporte… de tropas… fue recibido con bombos y platillos en la misma ciudad y por los mismos habitantes. Para mí, a mi humilde entender… no se trata de UNA NUEVA LEY DE MEDIOS… para decir, REY MUERTO, REY PUESTO.Déjenla como está. Ser bloguista… no es jugar a ser JACK ANDERSON por un día.

Parte XX Lo que el siglo se llevó De Reynoso Marcos, el jueves, 23 de septiembre de 2010 a las 8:17

Definitivamente… aquellas fantasías de niños que uno pensaba sobre el FIN del mundo para el año 2000 ninguna la creí. Tampoco creí eso del BUG en las computadoras. Así que yo sí estaba preparado para el Y2K, A 10 años de

todo eso… creo que lo único que estaba seguro… era mi trabajo y mi voluntad para cumplir como de seguir cumpliendo.

Creo que por ésa época, empezaba a ir de guardia al BBPS. Lugar ícono de lo que es Bahía Blanca. Los trabajadores, de aquellos días ya no están más allí. O bien los que yo tome en cuenta. Cuando me había dado cuenta que todos terminaban estresados ya estaba los fines de semana apilando horas, como LOMU con los all Blacks.

Así que básicamente mi vida social era más o menos como la de ahora. NULA.

Durante los dos años siguientes… actuaba de cocinero en casa. Armaba y desarmaba PCs, hacía de cadete… cobrando a Surlan. Empezaba José Luis a hacerle kilómetros a la Sigma y yo empezando a pensar que debía cambiar de movilidad. Puesto que ya me habían robado la antepenúltima bicicleta.

pidió nada más que termine su secundaria. Pero aquella vez, que completaba lo que había visto en otro Open Days en Ingeniero White… y si, no puedo ocultarlo. Hablamos mucho.

No se me pasó por la cabeza, decirle NO. Solamente le dije que si era su decisión… que la iba a respetar. Pero que también se preparara para ir, como también para volver.

Si mamá hubiera sabido, de todo lo que le pasó después iba a pasar… seguro que lo hubiese terminado por aceptar.

Pero sospecho, sin haberlo hablado nunca con José Luis… que mamá… ya tuvo dos IMs y con DOS suficiente.

Creo que fue en el 2000 el comienzo de la debacle de la Pequeña Gran familia… de Carlos y Yésica.

Juro que aquella vez, la única vez, que me monté en la Sigma no pasé el examen de aprobación de mi hermano José.

Y sinceramente ése recuerdo me duele. Sinceramente sigue siendo una herida abierta.

José ya tenía unos horarios dispares… pero ALEJADO de su club de fans… empezaba a diagramar los siguientes pasos después de su secundaria.

Una pesada D de decepción se estaba fraguando en las entrañas de aquella persona que me conocía y que yo creía conocer. Recuerdo aquellos dos pasajes, del portón de Química estrella.

Quería ingresar a la Armada. Luego de aquella visita… en que encontré a varios… IMs… aquel Open Days lo había entusiasmado mucho. Mamá no le

Carlos Alberto Prieto, cruzó aquellas dos veces el portón de Química, y yo sabía que venía en busca de ayuda.

Yo accedí. Esas dos veces. La tercera oportunidad… ya estaba todo cocinado era un camino sin retorno… para el lado más débil. (Que ya cargaba con dos hijos)

Cada tanto y cuando podía disfrutaba mi brevet de Padrino. Cuando escribí aquella antología… de cosas que llamé LA SEGUNDA OPORTUNIDAD para WALDEMAR sostuve siempre que cuando me shokeó ése título…

Todavía no había nacido Ni Victoria, Ni José, Ni siquiera mi sobrina Valentina.

Lo que sí sabía después de Victoria y su hermanito José… que la segunda oportunidad se asentaba en que yo no pude disfrutar como tío a mis dos primeros sobrinos.

Es cierto había una distancia diplomática con mis hermanas… pero OJO… a pesar de ésa distancia… «el frente de batalla» tenía una sola dirección. Y los tres pozos de zorro… (Los 3 Reynoso que viven aquí en Bahía Blanca) conformaban y conforman una línea de partida para el ataque… bien sólida.

Si había poca comunicación por aquellos días, pero Mamá literalmente… se desplazaba por todo el frente de ataque. No como el cabo Upham (de Saving the Private Ryan)… sino al mejor estilo RAMBO.

Cruzaba toda la ciudad en su bicicleta, AURORITA… enfundada en su rompevientos amarillo… No pocas veces la han visto.

Siempre me acuerdo de aquella metáfora… que alguna vez me dijeron al respecto…

AYER VI A TU MAMA, ANDABA con ése rompevientos amarillo. ¿Esta practicando para el Tour de France? Les aseguro, que mano a mano… nunca pude igualar aquella destreza para ir en bicicleta en una ciudad dónde el tránsito es el peor de la República Argentina. Obviamente… era en la época en que mamá, había quitado muchas cosas de su diccionario pero había limpiado la palabra SERVICIO y SACRIFICIO. No pocas veces, con mi hermano… luchábamos para que vaya a dormir. Recicle su descanso o bien convenir a pesar de su enojo… despertarla más tarde. Así había empezado el 2000. Despuntando una larga guardia, en lo que era CLIBA. Comulgando con la misma frase de siempre. «Dios quiera que este año sea el mejor».

Informáticamente, seguía escribiendo en aquel sitio http:// www.thestarlitecafe.com/ tenía mi época de poemas, impecables. Tuve mi oportunidad de escribir algunos en otro idioma que o bien no terminaron de convencerme… o si bien respetaba aquella premisa que mi papá trajo desde Europa… UNO DE MIS HIJOS debe hablar otro idioma… escribir poemas gracias a DIOS, lo mejor siempre esta por venir.

Aquel fino teorema de comenzar con la verdad.

Siempre ha sido como una terapia. He tenido mis grandes lectoras de poemas… La señora Alicia, su hija… por aquellos días futura Licenciada Bárbara B y la señora Mariani M. Siempre me acuerdo de ése MI HIJO ESTA EN EL MAR… que maravilló ése corazón generoso de Alicia.

Lo dije más atrás. He acompañado a los más débiles, y he sabido poner la palabra justa en el momento justo.

Por aquellos días… creo que fue aquel accidente de José Luis, a parte de asustarme… recuerdo por aquellos días que empezábamos a obrar «espalda con espalda», sin dejarle ni media milésima de espacio al enemigo.

Marcos puede ser frío como el glaciar Perito Moreno…

Pocos momentos, pero profundos momentos de charla. Había una suerte de entendimiento a distancia… mucho mejor que aquellos malos entendidos por estar tan cerca y preguntar ¿PERO QUE PASO? Creo que por aquellos días iba solamente los sábados al Shopping y allí conocí a la Señora Breit Norma. Hija única, padres mayores al promedio. Gente de corazón generoso. La mamá… de sangre Guaraní. Y el Papá «un ruso de noble corazón de las colonias». Una mamá, sola. No una mujer soltera haciendo de mamá. He allí el porqué me acerqué aquella vez, para preguntar ¿Quién era la persona que estaba descompuesta ese lunes y no vino? Tibiamente ella alza la mano y allí empezó mi trabajo de socialización una vez… más.

Desde aquella primera vez, hasta aquel conejito de peluche que todavía tengo… mi solidaridad, la contemplación (con mucho temple) fueron algunas de las variables que podía manejar. En aquel acto sincero, como dice la canción YO vengo a ofrecer mi corazón.

Y como dicen algunos…

Pero cada tanto tiene un desprendimiento.

Quién se sumaba en aquellos días en periódicas visitas… Fernanda. También de Pehuajó.

Parte XXI CUANDO EL OSTRACISMO empieza a terminar. De Reynoso Marcos, el Domingo, 26 de septiembre de 2010 a las 9:46 El 2001 había comenzado con un buen condimento de cosas. Mucha actividad informática, puertas adentro de mi casa. Tenía un pseudo alumno… Medina Juan, con el cuál empezamos a desmenuzar aquella vieja 486 DX Cyrix de su propiedad.

Quién por aquellos días algo vacíos de muchos contenidos, me hacía acordar que en mi diccionario… sobrevivía la palabra belleza. También creo que le acercaré un ejemplar de este ejercicio. Por supuesto no iba a cometer la torpeza de borrar con el codo, todo el caminito que venía marcando al respecto. Las dos amigas de Pehuajó, lucían bellas por dentro y por fuera. Ni un gramo de duda al respecto. Cada tanto y sin Internet en mi casa… empezaba a recibir muchos correos electrónicos y empezaba a apilarlos… para diagramar una huella electrónica. Mucho SPAM convirtiéndose como el refugio informativo que no lo puedes ver en ningún canal abierto o de cable.

La íbamos a hacer andar… o el basurero se la iba a llevar.

El querido Medina Juan, hijo menor de Marta… empezaba a caminar Informáticamente, para pocos años después encontrarlo propietario de un ciber. Así de cierto y verdadero, fue esa sorpresa. Marta vecina, natural de Pehuajó empezó creo que desde ése año, desde la nada. El papá de los chicos, había fallecido y creo sin lugar a dudas que lo mejor que me pudo pasar a mi, muchos meses después… fue

Mantener la cabecita, adentro de un CPU, como terapia alternativa como lo hizo Juancito.

En el simple castellano. Algo olía mal. Y la suma de los emails hablaba a las claras… que una desprolijidad suprema se había apoderado del mando de este bendito país.

Lo simpático del asunto que la lectura de unos cuantos mails, me había sugerido que no pocos éramos los que alguna vez, conocido el concepto de Mayéutica LO PONÍAMOS EN PRACTICA NO POCAS VECES EN NUESTRAS DECISIONES.

Y uno si mira la historia, una cadena de sucesos imprevistos, con la rápida contundente respuesta, sin evaluar consecuencia, nos da como resultado. Catástrofes anunciadas.

Parecía que la misma película del 89 se iba a gestar. Y económicamente… aquí se generaron a propósito esa cadena de sucesos imprevistos… y la falta de cintura política determinó que la toma de decisiones apresuradas nos llevaran al crack del un dólar igual a un peso.

Era la época en que llegábamos con lo justo. Y llegar con lo justo… es lo mismo que llegar casi con el último envión. Como aquel primer tanque lleno en la enduro 150 cc que me llevó hasta los 249 kilómetros que hay casi al parador de YPF de Padre Buodo el detalle que el mojón esta 2 kilómetros atrasado y juro que bajé esa pendiente… con el último aliento de nafta en los tanques.

Todas son opiniones opinables… Entonces debía poner atención a mis dos puntales en cuanto a opinión…

Hay uno afuera… y otro adentro. Uno de los dos por ejemplo se alarmaba cuando le dije, que cosa increíble esta argentina… allí se patentó el tema de las huellas dactiloscopias… cosa que él no sabía. Y APESTA A CORRUPCIÓN.

Un tal Ibrahim al Ibrahim lo pusieron de portero de este edificio llamado la Argentina. ESO es para mí andar con lo justo.

SI en la puerta de EZEIZA, no pegaba ni dos palabras en español.

Teníamos 3 o 4 cenas conjuntas, con mamá y José. Hubiera querido que fueran más… pero el gráfico del destino… ya estaba escrito. Para todos.

Y un tal KASAR… que no es Mario (El que produce las películas), le dieron carta blanca para vender Armas.

Entre las actividades… informáticas literarias… comenzaba a diagramar aquello que por noticias empezaba a enunciarse como un nuevo escalón en las actividades.

Esta no es la Argentina, que disfrutaron mis padres… y esta no es la argentina que deseo para mis sobrinos.

Empezaba a acumular datos y estadísticas de algunos rincones informáticos diversos. No me iban y de hecho no me van a encontrar en esos foros, RAROS… en los que los subscriptores… hacen abuso de ciertos aspectos de la información.

La degradación, la erosión a todos los niveles… social, político, institucional empezaba a marcarse, o bien a notarse con mayor forma.

La muerte del Doctor René Favaloro… «un caído de esta democracia» nos marcó a nosotros en casa.

Váyame si ellos, aquellos rusos y los americanos… pusieron todo lo que un buen nacido puede poner. Servicio y Sacrificio.

Y NO FUE solamente aquí, sino en todos lados. De una u otra forma… se percibía una acción de ESAS que cambian el rumbo de la historia.

Dos de las mejores palabras, que pueden circunscribirse en nuestra historia puertas adentro.

Y llegó.

En casa lo simplificamos de una sola manera. Si «El chancho Churchill… no hubiera salido de esas arenas fangosas tal vez, jamás hubiera existido… la intensión del padre de Churchill para que ése niño que lo salvó… terminara siendo JONAS SALK.»

Aquel 11 de septiembre lo recuerdo muy bien. Todo lo observé detrás de los ojos azules de mamá. Ya sabía que era algo grave. La primera reflexión.

TAMBIEN tal vez, nunca hubiera pasado lo de Mers-el-kebir tampoco. La segunda… mía, fue septiembre negro. ¿Otra vez? La tercera se generó casi al unísono cuando escuchamos «SI no están con nosotros, son de los otros»… Estamos jodidos… empieza una nueva cruzada.

A la semana, al ver correr tanto a esos muchachos bomberos… de NY me estuve acordando de esos otros bomberos de Chernobyl y si me paraba en alguna vidriera a ver la televisión para ver las imágenes… o salía con unas lágrimas contenidas o bien la alentadora angustia de que se solucione lo más pronto posible.

Lo mismo para el caso de George Bush Padre. Si hubiese sido de esos que engrosaron la lista de pobres pilotos… fallecidos tomando cubierta, con esos viejos trastos Helldivers, tal vez, tampoco hubiéramos tenido la oportunidad de sufrir la humanidad toda… lo que vimos cuando cayo el complejo del WTC.

Después de haber visto todo lo que observé. Yo creo que la opinión de mi madre… fue la más cercana a lo que pienso que ha sido la verdad.

A los días para calmarme… escribí SAME HEROS… the firemens. No va a ser la primera vez, que UN HIJO DE PAPÁ… metido en la empresa de su papá se demuestre como un gran INUTIL al que en un momento… todo se le fue por la borda.

Y más allá de que se puede tomar como tolerante la idea que ES INTOLERANTE para el Islam la presencia de CIVILIDAD Occidental… no solo en los complejos habitacionales destinados al personal de distintas empresas multinacionales petroleras trabajando en los Países Árabes… como también la presencia militar en su tierra santa…

al sacrificio. Y del otro lado poco creyentes, poco educados y mucho menos convencidos. Esa es la simple simplificación de los ahora llamados jóvenes idealistas. Los menos convencidos terminaron fugándose, para que después del 83… se rasguen las vestiduras… diciendo YO TOMABA MATE COCIDO EN UNA TAPERA en TAFI VIEJO y ahora ALQUILO EN PUERTO MADERO. Hay mucha revancha. No hay quitar cosas y construir. HAY REVANCHA.

Hay muchas preguntas que no las puedo hacer, ni responder… El CORAN como libro puede ser muy bonito… pero las interpretaciones… son demasiado déspotas. Para mi es un ser humano, niño o adulto que muere. Educado o no es una pena para el alma.

Pero es muy evidente que en su ambiente… Hay algunos de sus líderes… que aglutinan a las personas como una piara de chanchos, desfilando a un matadero. Al final de la manga.

DE no muy distinta forma a lo sucedido aquí en la época de los 60s y 70s

Yo creo que para sobrevivir, en TUCUMAN en los 70s y en IRAQ en el 2003 a esta parte… Uno tiene que estar convencido, ser un creyente convencido.

A mi humilde entender… unos pocos de uno y otro lado, han jugado a hacer de DIOS. Y hubo de un lado Creyentes convencidos. Dispuestos al servicio y

«Esos tipos iban detrás de la utópica idea de hacer de la América… Las mil Viet Nams»

«Tontos no saben lo que dicen» Y yo creo que nunca supieron lo que dicen. Nunca miraron la historia. Los mismos problemas logísticos… por tomar una medida… y válida para el ejemplo…

DEL SEXTO EJERCITO ALEMÁN cerca de la Actual Volgogrado… son las mismas que pudo haber tenido el CHE en Bolivia o el ERP en TUCUMAN.

Vamos por el lado sociológico. Desde el RIO GRANDE, limitando con el Estado de Texas… hasta el canal de Beagle… TODOS… a lo largo de la historia… han elegido abrazar una y otra vez, al modelo que lleva 500 años… LE GUSTE A QUIEN LE GUSTE, ha sido así y seguirá siendo así. Lo sabían al comenzar los 60s, lo sabían al promediar los 70s y lo saben hoy. Año 2010 ESE modelo de civilidad, occidental… que bajó con las carabelas del Almirante Cristóbal Colón.

Reacomodar «Las mentes y los corazones» de tanta gente… sería como aceptar… que esos 500 años no han existido.

O como bien lo pintó… Francis Ford Coppola, en su Apocalipsis Now Redux… «Culturizar una villa vietnamita al son de La cabalgata de los Valkirias de Wagner».

Título de un poema y una afirmación ciento por ciento. Si bien me llena de orgullo, que hayan leído… Un milagro para María Adela… si bien me enorgullece haber escrito Mamá y la Infantería de Marina. Ha llegado el momento de escribir sobre aquel triste año de 2002.

Mamá de sagitario como SU ALTEZA HM ANNI FRID REUSS. (23 de noviembre de 1945) tenía un fuerte carácter. Apasionada, devota y convencida. Una verdadera leona cuida cachorros.

Algo demasiado delirante. ¿NO?

A pesar de todas esas lecciones que nos da la historia… la argentina… emprendía un camino a una nueva decepción.

Eso no lo puedo decir solamente yo. No solamente mis hermanos. Sus Hermanas y hermanos… sino también mis primos… que la conocieron muy bien. Dueña de una energía increíble. Había aceptado su devenir.

De este lado, mi pequeño granito de arena… recordando cuando el ostracismo empezaba a terminar.

Juro que si venía incubando un proceso tumoroso o algo más que ello… yo lo desconocía.

Yo no era comandante de LA NAVE, era primer oficial a lo sumo… o bien un oficial ejecutivo. Mamá por poner otra metáfora… era la que pateaba el corner, y saltaba en el área para meter el gol.

Parte XXII MAMA cien por ciento nuestra. De Reynoso Marcos, el Domingo, 26 de septiembre de 2010 a las 9:50 Mamá se apagó frente de mí.

Si decía, salta para arriba… yo era el más ágil de los canguros. Por supuesto aquellas últimas charlas nerviosas… se sucedían. Mamá tenía un infinito cariño por sus hijos políticos. Alejandro Remogna y Jorge Márquez.

Si bien la partida de Jorge, le sobrevino una gran congoja… poco a poco lo fue aceptando. No recuerdo si aquel enero del 2002 fui a Córdoba de visita… o bien fue mi hermano. Lo que sí recuerdo… los constantes reclamos nuestros para que descansara.

Las largas noches de modista, las largas noches de cuidar enfermos… empezaron a pasarle factura.

Es cien por ciento verdadero, aquella vez, que leyó aquel cuento fantástico mío… cuando lo terminé… luego de aquella pesadilla…

A pesar de tener un lenguaje técnico IM. Aquel 105 beep beep beep beeeeeeeeeep. Lo terminó de un solo tramo de lectura… y sonrió y luego se le corto una onda respiración.

Me dijo: ¿Esa fue tu pesadilla? NO. Ese es el resultado de cambiar parte de mi pesadilla y transformarla en un cuento corto.

Nunca generé una actitud para que se asuste. Ella fue muy sobre protectora de sus hijos varones. Me leyó muchas veces… y en muchas veces el poema le dejaba dibujar una amplia sonrisa.

aquella llamada para que charlen EL TIO POCHO OLIVA y Mamá. Después de muchos años. Aquella vez, que levanté el teléfono y estaba su hermana la señora Salomé Demarchi Marino. Coordiné con ella la sorpresa… diciéndole que venían unos supuestos amigos SUECOS que volvían a Malmoe y que la querían ver.

Ella se enojaba mucho si no le decíamos nada, y la visita caía como un paracaidista en el DIA D.

Pero en realidad era un ardid para que ella se quedara en la casa. Supuestamente Los TIOS Salomé y Roberto pasaban de camino a córdoba, y por supuesto querían verla.

Mamá le dije: Van a venir estos chicos suecos a las 13. Por favor no te vayas.

Luego de haberle roto la agenda amplia que tenía ése día… me fui a trabajar…

1230 le llamo. Seguís ahí. La respuesta fue a regañadientes SI. 1250 le llamo de nuevo. ¿LLEGARON? NO… 1302 insisto otra vez. ¿No llegaron? La respuesta fue un NO.

De hecho siempre que podía y pude… generaba unas sorpresas y medias para su alegría. Aquella coordinación con mi Primo Francisco Oliva, generó

1305 Llamo por última vez… Los tíos ya habían llegado y la respuesta de mamá fue contundente… MARCOS te voy a matar… no me hagas esto más… Obviamente lloraba de felicidad.

SI, SI como lo leen… con 36 años…

Meses antes… había juntado las moneditas para ir a viajar a la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes. Sacó fotos… pudo viajar. Pudo volver… otro momento que le pudimos dar los hijos aquí.

Al día siguiente, hice mis horas de trabajo… los chicos de química habían preparado un Asado y después del cierre, fui de visita a la casa de los abuelos de Victoria y Lautaro. De su casa, nos fuimos al Bahía Blanca Plaza Shopping.

Llegó marzo y siempre tenía el recuerdo de los aniversarios lluviosos en el cumpleaños de mi Hermana Ana maría. Siempre la primera semana de Marzo llueve.

Nos divertimos los tres… cuando los dejé los abuelos, contentos… porque volvimos temprano… todo era sana alegría. Un cumpleaños distinto…

Pero en aquel marzo de 2002… lo quería reciclar al cumpleaños de su hijo mayor… de la mejor forma. ¿Cómo es la vida? ANA cumple el 4, y por aquellos días… también habíamos anexado los cumpleaños de Santiaguito y de la madre de Valentina Adriana Canosa

Siempre la misma pregunta ¿Qué vas ha hacer esa fecha? Día a día… Lo que no le gustaba a mamá era la pasividad. Horas antes de aquel 11 de marzo de 2002 le respondí tal vez, salga con Lautaro José y Victoria Aylén (Mi ahijada y su hermanito)

Y fue que aquella vez, ella dijo sí, y se aseguró que escuchara: ES TU DIA, Pásalo de la mejor forma que quieras. Me tomó por los hombros y me mandó a dormir.

Les aseguro que cada cumpleaños hubo de ser distinto… y seguirá siendo distinto… Llego a mi casa materna a las 0005 del ya 12 de marzo…

Y luego de ingresar a la cocina… despide a la compañía, y veo una torta enorme… para uno solo. De un lado estaba caída. Tal vez por la espera… o tal vez, por la cocción

La abracé. Me dijo FELIZ CUMPLEAÑOS… volví la vista hacia la torta… y recordé aquella vez, en que no iba a haber torta de cumpleaños y apareció una torta no muy diferente con mis soldaditos expuestos como en batalla. En un campo nevado.

Pero mamá… vuelve a repetir FELIZ CUMPLEAÑOS y me vuelve a decir… ¿La pasaste bien? Hago el gesto que si. Pero conmovido le miro a esos perfectos ojos azules y allí juro que se me cruzó por la cabeza…

Esta mina (mujer en lunfardo) se está despidiendo…

Y ella lo solucionó muy bien… miró mis lágrimas… me tomó por los hombros… y me acompaño hasta la puerta del dormitorio… a la voz de mando… Ay pero mira vos Anda a dormir.

Todo comenzaba a estar patas para arriba, emocionalmente… me contuvieron muy bien todos… los que estaré eternamente agradecidos.

Empezando por ellos. Y extendiendo este agradecimiento a personas que tal vez, nunca vaya a ver… como mi amigo Bruce Marshall de Santa Paula CA USA.

Si no lo voy a negar… una de las «tres propelas» de aquí no andaba de la mejor manera… Yo nunca hice alarde de mi fe. Pero tenía la plena convicción de que mamá con aneurisma y todo… iba a despertar, determinando un hermoso milagro.

El 13 o 14. Mamá ya pedía que la despertáramos pero en realidad la dejamos descansar, a pesar de su enojo por nuestra solidaridad con su sueño. Y así se lo dije al Médico. Cuya tarjeta… decía Dr. MARCOS. ESE 17 día de San Patricio… me despedí a la siesta con un beso… Le dije mamá me voy a trabajar… Y cuando volví siendo 18 a la madrugada. Primera vez, que volvía a pié. Me encuentro con la casa sola.

A las 2 de la mañana… la llamada de mi hermana María Fernanda comentando la novedad de una forma desesperada.

En ésa mañana del 18 de marzo… pedí permiso para ir al Hospital Municipal. Siempre tuve el apoyo de los chicos de Química Estrella.

Y agregué. Ella va a despertar, nos va a reconocer y se va a ir… Y VA A SEGUIR SIENDO UN MILAGRO.

Volví aquella vez, a Química Estrella… y ellos me vieron llorar varias veces. Y cuando aquella vez, necesitaba de una señal para la necesidad del alma… la que te dice que vas por el lado correcto aparecieron mis amigos Lucia Marina Merkel y su esposo Edgardo Cides.

Recuerdo aquellos días, haber visto dos películas… Una fue TITANIC… y otra con Roxana Arquette «ESTIGMA». Y muchas veces ir caminando al hospital. A muchas cuadras de casa.

Recuerdo la visita de mi hermana Ana María, la de mi Tía Salomé. Y cuando volvieron Mamá despertó. El aneurisma, empezaba a generar secuelas y ya no estaba en su hipotálamo, en el centro de los dos hemisferios de su cerebro.

Era muy duro verla en ése estado. Con todas las intensiones de hablar… pero todo lo podías leer en sus ojos abiertos.

Traté de contenerme. Pero ella también era adicta a mirar a los ojos… y sacarte toda una radiografía de sucesos.

Le supe decir, las novedades. Que había venido Ana. Su hermana Salomé. En aquella época estaba leyendo sobre ases de la aviación del Ejercito del Japón y de la aviación naval de Japón en la WWII.

Era un relato de Fe.

Y cuando estuvo más lúcida le prometí escribir… UN MILAGRO PARA MARÍA ADELA. Y con presencia de ánimo… sube su mano que más movía y hace la señal de dinero, moviendo perpendicularmente su dedo pulgar sobre su dedo índice.

Eso lo decidirá Dios. Lo que contestó con una gran sonrisa.

Días después… el 6 de abril de 2002… pude leerle y al poco tiempo lo publiqué a ése pequeño prólogo. Que lo escuchó de la forma más tierna… pues parecía un bebé que estaba cansado con sueño.

Se sonríe, baja la mano buscando la mía y estira las cejas como ordenando que continuara.

Ya con un nudo en la garganta… no podía leer mucho más. Ahí mi sinceré… y le dije: Mamá todo va a estar bien. Yo sé que si. El monólogo seguía con el esfuerzo de su sonrisa. Al fin de cuentas ha venido Ana. Ha venido La tía Gringuita (Salomé). Todo va estar bien. ¿Estás enojada conmigo? Frunce el seño como preguntando ¿Porqué decía eso? Yo estaré bien mamá. José esta contenido. Ana terminará aceptándolo, María Fernanda, su esposo y sus hijos seguirán de pie.

Y tus nietos mayores… tendrán el consuelo de las palabras y los buenos recuerdos.

Dicho esto me suelta la mano que me la toma el médico y la enfermera… que lo escucharon todo. Me levantaron por los hombros y me fui a llorar al baño.

Empezar desde la nada. A la mañana del 9 de Abril… luego de intentar encontrarse en espacio y tiempo… en su casa… quiso levantarse… pero fue su última acción con vida.

La hallamos en el piso. Estoy convencido que ella pidió que nada nos despertara, ni un ruido de ella, ni la de su último perrito… EL MAC.

Esa misma mañana… dije que ninguno merecía éste desenlace de mamá. Yo llamé a Ana María… utilicé palabras simples. Mamá se fue. Lo que iba suceder ya sucedió. José Luis habló a Alejandro Remogna y a María Fernanda.

Cuando la levantamos y practicamos un RCP, la hipotermia ya había adueñado la piel.

Inmediatamente, llamé a la seccional primera. Y luego volví a llamar al hospital… Juro que yo leí el número del hospital. Pero el que me atendió fue el de la funeraria de Bonacorsi. Utilicé las mismas palabras que le dije a la guardia policial.

José llamó al hospital, lo abracé, y allí estaba. Y allí estábamos como dos infantes de marina viendo a un caído, camino al más allá.

A los 10 minutos… primero apareció Bonacorsi y apareció a los segundos un agente de la seccional primera.

Lloramos mucho. Mamá se apagó frente de mí.

Antes de ingresar al dormitorio… les puse al tanto de todo. A fin de cuentas… ERA MAMA, HABIA MUERTO EN SU CASA, y se debía respetar TODO LO QUE EL CONCEPTO DEFINE.

Parte XXIII Empezar desde la nada. De Reynoso Marcos, el Lunes, 27 de septiembre de 2010 a las 7:32

Los muchachos, de Bonacorsi llamaron a la guardia médica. Volvió el mismo muchacho por segunda vez, el mismo que la revisó y nos dijo: Lo lamento chicos la señora se fue.

El policía, ingresó detrás de mí, al dormitorio de mi mamá… yo la tomé de los tobillos y la ubicamos en la bolsa. Segundos antes, el policía que me ataja… diciéndome no vaya… se va a impresionar.

las cumplí… Allí monté la Yamaha sigma de mi hermano y volvimos a casa…

Me dejó dormir… y a la tarde nos fuimos al sepelio. No lo dudé… DIJE SOY HIJO DE MARIA ADELA y fui Infante de marina.

Inmediatamente… los tres corrieron el cuerpo y lo sacaron en camilla. Ahí me faltó el aire unos segundos. Volví a la casa, abracé a José Luis y volví a salir a la calle.

Si bien siempre lo charlamos, cuando éramos unos niños… siempre fue el deseo que cuando sucediera, lo que indefectiblemente sucede en la vida humana… ambos papá y mamá sugirieron lo mismo. QUE NO ESTEMOS TRISTES.

Yo le dije: Vamos a salir de esta, José… Vamos a Salir de esta.

De una u otra forma… tal vez, los dos… sabían que en los sepelios se descubren muchas otras facetas del ser humano. Y sinceramente… estaban mis padres y estoy de acuerdo con esas palabras escritas por el Señor Vicente Torres «No gaste en lote o carruaje».

El segundo llamado, lo recibió la Señora Mariani. Creo que utilicé las mismas palabras que le dije a mi hermana Ana. Ella se había casado hacía pocos días… y nunca me disculpé por haberle hecho cargar el peso de la noticia. Coartando un poco la felicidad de esos primeros días de Señora de.

Las peores facetas del ser humano se traslucen luego de un sepelio.

Al medio día, luego de ir a buscar mi sueldo y sellar trato con Bonacorsi por el servicio de sepelio. Fuimos a almorzar a casa. CREO que esa SUPER MILA fue la más desabrida de todas…

Ahí le pedí a José que me llevase al muelle de Ingeniero White. Allí me senté. Y creo que muchas cosas se me cruzaron por mi cabeza. Ése lugar fue el primer lugar dónde fuimos a tomar mate. Allí aceptó la invitación mía de subirse a un BOTE HIGGINS. Prometí muchas cosas, en un buen porcentaje

Por supuesto, debo agradecer a todos y a cada uno. Los responsables de VIANET, Los responsables de SURLAN, aquel telegrama de parte de VIGILAN SRL. Todo el personal de QUIMICA ESTRELLA BAHIA BLANCA. MIS VECINOS… Las damas de la LEGION DE MARIA. El Sacerdote de Nuestra Señora del Carmen.

Inclusive los que llamaron por teléfono y con los cuales tenía mi compromiso de verlos Y aquellas personas, que no todas hablaban mi

español que hasta un año después siguieron preguntando y siguieron recordando a mamá.

Yo no soy muy bueno para el teléfono. Pero las pocas palabras emergieron pidiendo auxilio a un compañero de promoción… que siempre mamá ha estimado mucho. Y allí estaba también. Respondiendo… Si camada quiero ir y voy a ir.

Yo tomé prestada la pala del municipal, y a manera de homenaje… unas cuántas paladas deposité allí. No quise hacerlo sólo. Invité a mis hermanos… y ahí creo que tomé conciencia de la cantidad de personas que estaban allí.

Me arrodillé sobre la pala, me tomaron del brazo, sé que fue mi hermano y Damián. Y me eché a llorar. Recibí alguna caricia. Y de allí nos fuimos a mi casa. José Luis, Damian y yo.

Mamá antes de decirle DAMIAN o decirle Romerito, siempre me preguntaba por ése muchacho de los pelitos parados. Cada tanto tenía una noticia, y cada tanto venía a visitarnos. Por supuesto ya padre de familia, mamá quiso devolverle la atención con lo que se transformó en una única visita.

Por lo que le voy a estar agradecido siempre. Por haber dicho sí.

El viaje del cortejo fúnebre al cementerio, fue infinitamente largo. Cuando voy de visita al cementerio todavía VEO A JOSÉ esperando el cortejo al lado de su moto. La mamá de Valentina NO ESTABA.

Ana ya había venido cumpliendo su cometido. Yo no despegué los ojos del féretro. Tomé una asa de transporte, no sé cuántos éramos… pero como decía… se dibujaron miles de situaciones diferentes con respecto a ése último acto tributario a lo que fue la vida mi mamá.

El proceso que siguió… empezó a los cinco días siguientes. Me preguntaron como estaba… Yo les dije que quería meter la cabeza en el trabajo. El trece, de abril a sólo tres días y a pesar de los asombrados ojos de la Señora Jorgelina Ferrada, fui al cine. Íbamos a ir con mamá a ver LA CAIDA DEL HALCÓN NEGRO. Y me tocó ir solo. Si mi stradivarius andaba desafinado… aquella película que considero muy honesta… me lo afinó otra vez. Yo no dejé de perder la iniciativa. A pesar de haber estado al menos dos semanas solo en aquella casa de mi mamá. De hecho puse en práctica todas aquellas cosas que me tocó aprender alguna vez. Y hablo de las que durante 10 semanas me tocó aprender en BATERIAS. Como IM. Y las que me tomaron reciclar aquel primer día de trabajo… en QUIMICA ESTRELLA. A media tarde de aquel día… La señora Alicia a quien siempre le reconoceré su corazón generoso, me dio una bolsita, que creo era de papel…

Y una consigna. ¡SI BAJABA LOS BRAZOS! Día a Día, uno a uno… me iba a reclamar MI PROMESA DE NO BAJAR LOS BRAZOS, ante la ausencia de mi madre. Gracias a DIOS puedo decirlo. Siempre me ha tocado conocer gente buena. Y ése grupo de trabajo que me tuvo contenido durante 16 años… lo era. Doy gracias a DIOS, que nunca hubo pasar allí, aquello que cada tanto ocurría en el resto de la manzana. Y si alguna vez, pasó porque al año pasó… fue fuera de mis horarios de trabajo. Y cuando no existía alarma, ni sensor de movimiento alguno… instalado en ése depósito.

Siempre le decía a mamá. Es la mujer la que elije. Pobre infeliz, el que piense como hombre, que lleva la iniciativa. Fuera de casa, una de las pocas mujeres con las que pude compartir la iniciativa… pudimos salvar la vida de su hermano Mario.

No me hace más viril o menos viril este concepto. Creo abiertamente que es la mujer la que elije, y hasta a veces… cuando sacar lo más bello y lo más visceral. Cuando lo más emocional y cuando «arruga».

Gracias a DIOS, detrás de Paulita… Hermana de Mario… la lista continuó.

No había lugar para el descanso. Todo era trabajo y trabajo. Todo era EMPEZAR DESDE LA NADA.

Parte XXIV La mujer es la que elije. Pero debería compartirse la iniciativa. De Reynoso Marcos, el Martes, 28 de septiembre de 2010 a las 16:05 (VAYA QUE HA VECES SE LES PASA DE LARGO ese pequeño detalle)

La que llevó la iniciativa aquella vez, fue la madre de mi ahijada Victoria. En aquel 2003, otra vez, me encontraba como testigo… «aquella vieja novela» que ya conocía en mi casa. Dejó de ser una pequeña gran familia de 4 para ser una pequeña gran familia de 3.

Sagitario como mamá… de carácter fuerte… encontró que ése pequeño gran sueño, no tenía solución, ni continuidad.

Voy a explicarlo como siempre lo explico. Una fórmula que sigo ejerciendo, hasta en mi barrio, que de hecho lo diré otra vez, es uno de los barrios más difíciles de Bahía Blanca pero no imposible… si en el momento justo y en el lugar justo… dices:

Le agradezco que en estos tiempos difíciles, me hallan abierto la puerta de su casa.

Le escuché infinitas veces… he infinitas veces, diré convencido, que estaba en su derecho y tenía toda la razón del mundo. Poco fue el tiempo en entender y convencerme que tanto su familia como la mía, conjugaban educación, respeto y valores de no muy distinta forma.

Y a pesar de mi brevet, padrino de Victoria… era mí deber repetirla y hacerlo saber siempre. Si bien el corazón coraza de la mamá de Victoria y Lautaro, tenía el 50 por ciento de riesgo a equivocarse hasta conmigo. Como dicen los chicos, yo era de «otro palo». Y si bien, todas las partes sabían muy bien quien soy… porque MI DNI DICE REYNOSO y mi libreta de Bautismo dice HIJO DE MARIA ADELA DEMARCHI y de SAUL NICOLAS REYNOSO…

En más de una oportunidad, puse la palabra justa en el momento justo. El ser humano pasa por diferentes estados. Cuando muy jóvenes somos muy viscerales, cuando más adolescentes algo menos viscerales… Con 44 ni frío racional, ni caliente visceral. Solamente emocional. Mirando hacia delante.

Debí actuar como actué siempre… y si se presentara la misma novela con otros participantes… no creo que obrara de diferente forma.

Estaré siempre del lado más vulnerable, con el más indefenso y el más verdadero… como fue aquella vez.

Y como fue la primera vez, cuando la vida me hizo elegir entre mis padres.

El tiempo de duelo, llené el corazón de aquellas cosas que una ABUELA me dio. Principalmente su angustia. (La abuela Mirta) de un gran corazón deseaba lo mejor para su hija y sus nietos.

La señora Yésica, debía moderar esos tres estados. Sin alejarse de aquellos parámetros; educación, valores, y respeto con los que había sido criada. Educada y adoctrinada.

Obviamente es la mujer la que elije. Y empezar desde la nada… no es un ejercicio que se pueda hacer todos los días.

En ése 2003 empezaba a conocer un poquito más a fondo los amigos de mi hermano José Luis. Salvo contadas excepciones… uno o dos… todos son muy buena gente… y como jóvenes, comparados con nuestra generación… nosotros éramos unos monjes benedictinos.

Gabriel Ruiz, Martín fanal EL de Villa Mitre, Jorge Peratz, Hernán Araujo, todos dispuestos a la adrenalina sana. Haciéndole el aguante a José Luis en aquél primer cumpleaños «Sin mamá».

Siempre voy a recordar aquella vez, uno de los chicos, no recuerdo el nombre… me vio allí en la casa… y muy flojo de lengua, dijo casi en voz baja, cuando cruzaba la puerta a la habitación.

«José no sabía que vivías con tu papá»… Lo que causó una carcajada general.

Si era tiempo de festejar, fue duro aquel día como aquel día de la madre, sin mamá. Como así me invitaron a pasarlo en otra casa. La de la Negrita… Una encargada de limpieza a punto de jubilarse, más trasandina que el cacique Caupolican.

sueño, fue como entrar a oscuras a esa carpa Nunantak que nos hizo conocer mi papá.

De la nada la luz, el olor, y la textura de la piel. Me abraza, miro a la persona era mamá.

La misma mecánica de aquel último abrazo. Inmediatamente me sonríe y sin soltarle le digo: - Mamá que lindo verte, que linda estás. ¿Viste que todo iba a estar bien?

Ella que dice: - Marcos, nunca me dijiste que has hecho tantas cosas por tanta gente… Sin contrariarla… le digo – Mamá la cantidad de cosas que vos has hecho y que yo ni me enteré.

Inmediatamente siento ese abrazo y esa vocecita al oído. Días antes, o días después… habiendo hablado casi con todos los detalles aquí expuestos, de cómo fueron los últimos días de mamá… yéndome a dormir… luego de despachar a mi hermano, y habiéndome visto aquella película de Jodie Foster The Panic Room

Lo pensé, lo dije… Vos mamá, te gustaba Jodie Foster.

Y me fui a dormir. Miré la hora, 0850. Apoyo mi cabeza, y casi completamente en ése instante… empiezo a dormir. Inmediatamente en el

-

No sabes las cosas que te tienen preparado aquí…

Sin llegar a asustarme… en ése mismo suspiro. Me desperté… me senté en aquella cucheta como si fuera un resorte. Inmediatamente se me cayeron las lágrimas.

Estaba cansado al irme a dormir… y cuando me levanté fue como si hubiera dormido un año entero… y para confirmar si me había dormido más de una hora… como acto reflejo miro el reloj y eran las 0920.

Lo que ninguno de los compañeros en el BBPS creía posible que lograra. Hacer volver a Marcelo Constantini. Desde Mendoza. Después de aquella noche, juro no querer volver a Bahía Blanca Nunca más.

Ése día creo que todos se dieron cuenta, de que había ocurrido algo que no podía esconder. Empezando por aquel compañero de trabajo que vino a casa a buscar aquella película de Jodie Foster.

Lo hice volver.

El primer cumpleaños sin mamá… lo pasé en la casa de la señora Norma Breit. Si bien acepté… lo que extendía, aquel ágape hecho en Química Estrella.

Estando en aquel sepelio de mamá… siendo su cumpleaños… y a pesar de que Estaban PELEADOS… Marcelo y Norma aparecieron Y era como lo sentía y era como lo dije aquella vez. Todavía no se habían dado el tiempo.

Aquella tierna reunión estuvo matizada de muchos entuertos, como la mejor comedia de entuertos italianos.

Ése 2003 iba a tener dos sucesos fundamentales también que me permitieron respirar un poco. Primero aquel reconocimiento de mi trabajo, en mi trabajo. A pesar de haber sufrido mi lugar de trabajo aquel robo, que en verdad me amargó tanto o como sólo una vez más volvería amargarme.

Entuertos que podrían haber fracturado mi buena voluntad para con la dueña de casa… pero aquella noche terminé diciendo abiertamente… que ella como dueña… es la que abre la puerta y la que decide. QUIEN ENTRA y QUIEN SALE.

Y luego aquel doblete con susto… que fue mi viaje a Córdoba primero y a Mendoza después. Aquella visita a Córdoba, tuvo el triste final aquella querida máquina casi nueva marca Olimpos, que tenía mi segundo rollo fotográfico.

Era extraña su singularidad, pero en esencia Norma Breit es una mujer sola haciendo de madre, respetando aquella notable singularidad vulnerable. Que tal vez, siga teniendo hoy, me dediqué hacer aquella vez…

Asaltado o mejor expresado APRETADO para entregarla a la máquina de fotos, cubrí con mis manos aquellos bolsillos llenos. Eran más de cinco jóvenes… rápido en mi toma de decisiones, recordé dos cosas.

Una a la Señora Yésica que supo decirme alguna vez… - Marcos creo que tienes dos manos fuertes, para trabajar y comprarte una nueva que en este caso era una cámara de fotos. Y de aquel ex MIIM asaltado con intento de homicidio que le costó una bala en el 5to espacio intercostal. Que se le hubo de alojar en un pulmón. Sin apartar las manos de mis bolsillos, dije NO ME LLAMO CÁMARA… así que la tomaron y salieron corriendo tirando uno de ellos un elemento cortante. De camino a la casa de mi papá… en Despeñaderos… Obviamente que no iba a decir nada del incidente pero a la vuelta, debía ser sincero con mi hermana. Lo que salvé era cierto… a parte de un mal trago… en mis bolsillos tenía dinero para la estadía en Mendoza, mis tarjetas BANELCO y el pasaje para visitar a mi Compañero de promoción Torres Eduardo Ceferino. SI por fin podía cumplirle. Después de aquel error de apreciación… el volvía a sus pagos… en el ANDESMAR y yo pensaba que lo haría en tren… tenía que salvar ése error con una visita completando aquella hermosa noticia que era la venida de su primer hija mujer. La Guadalupe. Allí conocí a sus padres, a sus suegros… pasé unos hermosos y necesarios días… en ése paraíso de la Argentina, lleno de viñedos y gente de trabajo. Como los Torres y los Delgado. A minutos de llegar, Nancy Delgado esposa de Torres, abrazó todas las explicaciones guardadas, por tanto tiempo. Aquella llamada que hizo Eduardo, Aquella vez, que lo escuchamos con mamá. Era mi deber ir allí. Y era mi obligación visitar a mi angelito mendocino, que con 40 días volvió al cielo para esperar a sus padres. Allí estaba la Guadalupe, todos rezamos, en silencio. Todos pusimos unas florcitas.

Decisiones, aquella vez, encontré en EDUARDO Y NANCY la decisión de compartir la iniciativa para reincidir en la maternidad y en la paternidad. Y como se los supe decir, ustedes no perdieron un hijo. Ustedes son un papá y una mamá de espera eterna. Como bien lo es la espera eterna de Octavio. Porque les han asegurado un lugar en el cielo seguro. Aquellas lágrimas de aquellos minutos después de llegar en moto a su casa. Algunos años después. Y luego de aquel susto con ésa criatura en aquel centro recreativo, después de decirle a él… ¿Te encuentras bien? La decisión por la vida, es lo mejor que le puede pasar a dos seres humanos.

Parte XXV Fito es cierto. Nada nos deja más en soledad cuando la alegría se nos va. De Reynoso Marcos, el Lunes, 04 de octubre de 2010 a las 10:08 Creo que fue en aquel año 2004, en el que volví a Córdoba por unos días… para cumplir cierta promesa que deseo repetir. Llegar hasta el Condorito. Pero como en las viejas épocas. DESDE EL CONDOR.

Por ahí, he leído que no hay mejor moraleja para un ser humano, como la que nos da las mariposas. Todo lo que hace, todo lo que resiste y todo lo que le duele, a la mariposa llegar a esas alas hermosas que uno en primavera puede ver.

Dolor al encapullarse, dolor al romper ese capullo… dolor en aquellas primeras horas de vuelo.

Yo creo que necesitaba volver al cóndor… para encontrar aquel lugar que sabía de mí.

No llegué hasta la cascada. Pero llegué a la antesala de aquello y por aquellos días era suficiente. Tomé aquellas pequeñas fotos, que en realidad… eran solamente una excusa. No lo podía creer… me guié… de la misma forma que en el año 87.

Me situé palmo a palmo. Y para los que están ya fantaseando si soy yo el que INCENDIO ESA BELLEZA… absolutamente digo NO. Y cada vez, que me tengo que enterar… digo ESPERO QUE EL QUE LO HAGA se le pudra las manos.

Grité, lloré, volví a gritar… volví a prometer… y volví a gritar otra vez… Y a pedir. Pedí por mi mamá. Pedí por mi papá… Y me volví a la casa de mi hermana Ana María.

Creo que fue por aquellos tiempos, en que aceleraba los tiempos para la confección del blog de opinión… ya leía demasiados mails de gente altamente educada.

Como norma de seguridad… dejé de acumular direcciones de mails. Y direcciones de sitios. Si reestructure la forma de acopiar información… pero no reestructuré la forma de filtrarla.

Aquel viaje a Córdoba, me encontré por última vez, con mi tía Gringa. (Salomé Demarchi y su familia) que en días subsiguientes iba a transformarse en Inmigrante en los EEUU. Siempre que ando por Córdoba… hay un paro de colectivos. Que debía suceder… debía cruzar Córdoba… desde la dirección de Lucio Fabián Bernhard (Casa de sus padres) a quienes ni siquiera encontré hasta Barrio Empalme.

Yo tenía como referencia el ARCO DE Córdoba. Decía yo… bueno me bajo en el Zoológico… llego al hospital Rawson… ¿Cuánto más puede estar el Arco de Córdoba?

Ése día, creo que caminé unos 10 kilómetros… porque bajé en el zoológico. Llegué al Arco de Córdoba, ingresé al Barrio Empalme, visité a mi tía y volví caminando a la casa de mi hermana ANA luego de cruzar el Barrio San Vicente… el vado Sargento Cabral y subir por la Avenida Patria.

Allí en la Casa de La tía… casi me da un ataque cardíaco. Allí estaba de espaldas la hermana de la tía, y por supuesto hermana de MAMA, Doña Rosa Demarchi.

Me cortó la respiración… porque en una décima de segundo, de espaldas parecía mamá.

De allí… quedé prendido con la promesa de ir a visitarla a La Rioja.

Por aquellos días, tuve AQUEL INCIDENTE… que explotó al año siguiente… No con mi familia. SINO CON ALGUIEN QUE NO ACEPTÓ… la sugerencia que hablara conmigo DIRIGIDO AL WEBMASTER de aquel sitio QUE HOY NO EXISTE.

Aquel incidente catapultó o aceleró, la tarea de investigación, para desarrollar un sitio.

O bien combinar la tarea informática, con la tarea de escribir que en el buen sentido es opinar.

Obviamente iba a profundizar aquella primera idea que era «DOS MAGICAS PALABRAS» nacido el día después de San Valentín.

Seguía recibiendo mails observando el desarrollo de la actualidad de la Argentina y la actualidad en EEUU.

Si los blogs iban a ser una nueva clase de PERIODISMO. Tal vez, hasta más creíble que muchos multimedios, con un buen aceitado aparato soporte… YO QUERIA ESTARIA ESTAR AHÍ.

¿Pero porqué?

Por el impresionante deterioro de las cosas desde un nivel particular a un nivel general. Años después OPINABA… Yo me crié con un periodismo hecho con seriedad. Periodistas educados.

No es jugar a «Todos los hombres del presidente»… No es jugar al personaje de Nick Nolte en BAJO FUEGO.

Es solamente renovar aquella primera premisa que me dieron mis viejos… ALLI TIENES INTERNET. Busca, investiga, genere su opinión, exprésela.

Si a su juicio esta cerca de la verdad. Abrácela

Años después luego de aquella nota sobre el periodismo y la crisis actual del periodismo, de aquel pequeño tributo hacia nombres para mi ILUSTRES… uno de ellos me escribió. Y meses después… le pude decir YO SOY LA FOCA. El señor expositor aquella noche. ERA EL PERIODISTA Nicolás Kasansew

Para completar la idea… Después de aquella sorpresa de escuchar YO SOY LA FOCA. Le supe decir… Hablo hasta por los codos… pero esta noche quiero decirle gracias.

Los otros días cuando terminé de ver… Otra vez… aquella miniserie… LA GUERRA DE LOS 10000 días… Vietnam 1965 1975 me estaba acordando de él. Después de aquel excelente trabajo. BAJO LA LUPA DE PETER ARNETT… periodista de RAZA.

Nada nos deja más en soledad cuando la alegría se nos va. Estar lejos… uno siente la soledad. ME PASO. Y es cierto LA ALEGRIA se nos va.

Marcos.

En aquel 82, triste año para todos nosotros… supieron dar a luz este documental… La guerra de los 10000 días y aquel documental excelente llamado BUENOS DIAS AMERICA Cartas desde Viet Nam.

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Por eso respeto el trabajo del periodista. Recuerdo que tanto a PETER y Nicolás… lo incriminaron de cosas NO MUY DIFERENTES. A mi entender.

Cuando las palabras toman dimensión

Volviendo a mí casa. A parte de haber «GANADO un amigo» a través de un simple comentario… al que le debería haber replicado con SI NO QUIERES QUE TE CRITIQUEN no hagas, NADA. No digas, NADA, no pienses NADA.

EL 2005

Dije para mis adentros… ESTE NO SABE CON QUIEN SE METIO. Pero bueno debo decir también… que dentro de mis pensamientos, aquella partida de la TIA, estaba ya prendida la idea del futuro viaje de mi hermana Ana María a España. Para radicarse en las Islas Canarias. Las cosas importantes, suelen decirse una sola vez, en la vida. Mamá estaba resignada con ésa noticia. Pero todos los que supimos elegir, desde el 89 la ciudad de Bahía Blanca… A PESAR DE TODO LO QUE CIRCUNSCRIBIA… le hemos respetado la decisión… Pero como lo dije anteriormente. ES LA MUJER LA QUE DECIDE. Hay motivaciones y hay decisiones. A veces cuando son apresuradas… las consecuencias se sienten muy profundamente. Por eso FITO tiene razón.

Parte XXVI De Reynoso Marcos, el Sábado, 16 de octubre de 2010 a las 13:40

Recuerdo muy bien el año 2005, porque había empezado no muy diferente a aquel 2003. En lo emocional y en lo personal, no muy diferente a lo que fue el año 1988. Se lo dije a mi hermano aquella anteúltima noche de 2004. José Anda tranquilo. Sospecho que el 2005 será un año de decisiones. Yo voy a estar bien. Pero primero recibí mi regalo de 6 de enero. ERA «The Empire of the sun» José no me diferencio a veces a ése niño de la película.

No me había equivocado, y aquel primero de año… fui a la pileta de Puerto Comercial. «SOLO COMO CHARLES LIMBERGH volando hacia Paris».

Así pasé esos dos días. Las fiestas son para guardar mucha reflexión y pensar por todos aquellos que tengo lejos y tengo cerca.

El 2005 fue el último año que convivimos en la misma casa con mi hermano. Sentía, sentí y seguiré sintiendo que hice lo justo aquel año. Empezando con ésa frase. José será un año de decisiones así que preparémonos.

Emocionalmente sabía que iba a soltarle la mano para que caminara solo. O bien esos tres años después de la muerte de mamá… era el momento de consolidar aquella idea que flotaba en el aire.

En fin, a veces… la vida te enseña la definición de palabras, de distinta forma a la que uno puede encontrar en el diccionario.

LA delegación es un esfuerzo que puede tener premio o bien la delegación, puede comenzar con la letra D de defraudación. En ése aspecto, también la percepción sigue todavía muy cincelada.

El 2005, comenzó el suceso de los blogs. Empecé a diagramar que cosas iba a escribir en cada uno de ellos. Empecé escribiendo 3. Hoy son 13.

TODOS, hablo de mis hermanos de sangre materna y paterna… quisimos que ésa bendita casa quede para él. Así fue el deseo de mamá. Y a pesar de saber y entender que esa idea deseaba cumplirla… LA PERCEPCION que todavía sigue cincelada LA percepción de soldado, me obligaba a decir PERFIL BAJO SOLDADO. No es cobardía, es supervivencia.

Debía demostrarle a un tal HUGO SORIA, que se podían realizar los objetivos de un proyecto informático, con los medios al alcance de uno y hacerlo con la esencia de lo que uno pueda presentar.

Tenía un plan, si me quedaba en la casita. Tenía otro plan si me iba de la casita. Pero como primer oficial de abordo que deja el puesto en el muelle…debía dejarle LA BITACORA EN ORDEN al relevo.

Si uno quiere vender una imagen de la historia de una institución fuerte, como es la IM… en mi opinión. Debe mostrar imágenes fuertes. No gráficos, estáticos. Ni una interfase gráfica, interactiva de escuela primaria.

En una enorme caja le dejé todos los papeles perfectamente ubicados como en los mejores tiempos lo hacían mamá y papá.

Eso es lo que traté de decir cuando respondí al cuestionario del formulario… inserto en aquel primer sitio de la AIMARA. Cuando puse el Webmaster debe hablar conmigo.

Acá está el agua, acá esta la luz, acá está el gas.

Por esa razón es que originé, http://the392team.blogspot.com/ Dedicado a la primera promoción de Voluntarios de Infantería de Marina. Cuando fui acomodando las cosas originé aquel «Dios Nos hizo amigos, la infantería de marina de la Argentina nos hizo 392»

Yo no creo haber atropellado a nadie con respecto de esas 5 palabras. El tiempo me dio la razón. Al año y medio aquel primer sitio del WEBMASTER HUGO SORIA, había dejado de existir. Lo que después se transformaría en un sitio. Era http://lafoca.blogspot.com/ tenía en su concepto principal una tarea de investigación. Una suerte de periodismo de entre casa. Y terminó siendo lo que es hoy un sitio donde lustro aquellas cosas que aprendí dentro de mi casa y fuera. No quiero que nadie piense como yo. Quiero hacerles saber que la mayéutica, la introspección, los ejercicios de catarsis, pueden elevar y también sanar algunas heridas del alma diaria. Y la misma solución que encontré para mí al escribir. Escribo desde 1982, la encontré en este desarrollo que lleva 5 años. En los diferentes blogs se concentró aquellos trabajos literarios que sostengo desde aquella fecha de 1982. Los dos también particulares, uno de ellos se concentró en la informática… y otro empezaba a definirse como «Un lugar para los jugadores de Harpoon» y terminó siendo un mix de eso y algunas misceláneas de uno de los cinco ejes que mueven al mundo, junto con las drogas, la prostitución, el petróleo y el testeo de fármacos. LAS ARMAS. «El almirante Waldemar» (Desde la CIC). En aquel año viajé. Gracias a los buenos oficios de mis primos, que ahora visito en Buenos aires. Llegué hasta Rosario. Ciudad que crucé alguna vez en el año 89. Justo para después de aquella semana fatal del plan Austral. La toma de los supermercados. El viaje fue muy educativo y cumplía con aquella promesa que me sugería mi madre, la de no perder contacto con los hijos de mi tío Roque Reynoso. Una de las hijas del tío, tuvo un acto de premonición con respecto a la trastienda emocional de aquel año. Año en que también reaparecería una EXTRAÑA CONOCIDA PALABRA. Desilusión.

Parte XXVII El que se quema con leche ve la vaca y llora De Reynoso Marcos, el Martes, 26 de octubre de 2010 a las 11:50 The main forgotable quote in Argentina.

Recapitulando, Este trabajo el 2005 fue uno de los años más significativos. Debido al cúmulo de emociones fuertes. Nunca pensé que iba a empezarlo con la llamada de alguien que significativamente hoy extraño. Como estoy necesariamente convencido de que le di la palabra justa, en el momento justo puedo recordar con la frente en alto todo lo que emocionalmente me deparó aquel 2005.

Ese año vino mi primo, el que hoy no está pasando un hermoso momento. Quién emocionalmente me sacudió. Lo fui a buscar a la estación terminal de colectivos y en mi camino, recién había caído en cuenta que la última vez que lo vi solamente tenía 13 años.

Hacía 13 años que no tenía de esas charlas que cada tanto y esporádicamente teníamos. Charlas heredadas de aquellas charlas que tuvimos con su papá. Mi tío Roque.

Charla que medio entre el duelo que todavía contenía y que por cierto contengo en pocos miligramos por la muerte de mamá. Y que me permitió

comprender. Mamá decía No pierdas contacto con los chicos de Roque. Y en realidad fue todo un proceso metamórfico. PARA BIEN. Puedo aceptar aquellas palabras como válidas y consecutivo me tocó sanear… aquel espacio y tiempo que hubo de ser más visceral que emocional.

La segunda visita de aquel año fue Mi sobrina Celeste. A quién le prometieron el viaje y supe exigirle a su mamá que le cumpliera. Celeste sobrina, ahijada y adolescente viajó. Y pudo encontrar la casa de dos hombres solos, por aquellos días.

Pudo conocer Bahía Blanca, pudo conocer Punta alta. Pudo tomar helados en EL REY DEL HELADO. Y otras realidades que su mezquina visión de adolescente no le dejaba observar.

No era una opción. Era nuestro deber. Y sobre todo el mío. A la distancia, creo que fue el eje del año. La palabra justa, en el momento justo y a la persona adecuada. Cuando uno tiene ese escudo, sumado a la hermosa lanza de la verdad. Uno no hiere, uno no sangra. Solamente hace conocer su verdad.

Siempre me acuerdo las llamadas de su mamá… y yo respondiéndole a modo de broma… SI no sabes la cantidad de muchachos que vienen a visitarla ya… en fin. Su primer viaje, fuera de casa a tantos kilómetros.

El momento elemental, cuando fui con ella a la casa de mi hermana María Fernanda. Aquel mira el regalo que te traje. Saneo en buena forma mucha distancia y mucho dolor.

Solidaridad que volví a expresar semanas más tarde cuando su quinto hijo se transformó en un hijo de espera eterna.

Justo un 11 de marzo, fecha de mi cumpleaños. La vida me daría un angelito más… a la extensa fila de angelitos que tengo.

Aquel año puede reencontrarme con mi primo Mauro Diego para devolverle la visita, conocer a su familia entre ellos a mi tocayo Marcos y visitar la ciudad de Rosario, para reencontrarme con Paula Hermana de Diego por lo tanto mi prima ya casada con Martín nieto de inmigrantes polacos.

Y creo que para ese año, yo había sangrado más de lo que hubiera herido. Por eso creo que uno se quema con leche ve la vaca y llora. Ponerme al día con las noticias, no me lleva mucho tiempo… el tema de todo viaje para mi son las vueltas. Y aquella vuelta me costó. Celeste se quería quedar, pero como lo había prometido y hasta aquí puedo decir que soy una persona de palabra. La llevé a su casa, completando el más largo período que estuvimos juntos.

Aquellos kilómetros de vuelta, me ejercité en la toma de decisiones que venía. Y traté de que la resultante sea lo menos dolorosa para mi persona.

Desgraciadamente cargo con la cruz de haberme creído aquel cuento que me supieron contar años antes. Contado por aquella persona que me antecedía en aquella cuenta de cinco amigos en el viejo Río Grande de 1975.

Romero, Sardi, Prieto y Reynoso.

A pesar del dolor, que me iba a traer… de aquel viaje de regreso desde Rosario mi elección fue seguir creyendo en la palabra inocencia. Y no sacarla de forma enérgica de mi diccionario.

Prieto Carlos, fue siempre mucho más astuto que yo. Siempre cifró su vida detrás de un conjunto de estrategias. Me comí ése cuento de que había cambiado y que yo era el testigo de todo eso. Pero cometí un error. Fui demasiado inocente.

Cuando su ex esposa Yésica Frusto, me comentó aquel incidente en que Carlos involucraba a su abuela y a la vecina de esta, sentí que aquella última pieza del gran rompecabezas terminaba por sellarse.

Todo era un tema de plata. Todo era un tema de adicción al juego.

A la distancia, y sin la intensión de justificarlo. No tuvo una infancia feliz. No tuvo una adolescencia feliz. Y cuando llegó el momento de delegar, luego de la época de oro de su familia. Esa delegación, se transformó en defraudación. Lo que obligó al titular de la empresa dónde trabajaba a excluirlo y a devolverlo a los brazos de su abuela materna.

En síntesis, si un hijo te defrauda, como hijo y como empleado, porque éste es el caso. No hay muchas cosas que acerquen, sino más bien, hay muchas más cosas para que te alejen.

Todavía guardo aquellas dos cartas que escribí para él. En ambas hay una misma resolución conceptual. Tanto él como yo habíamos crecido con los mismos valores en cada una de las casas. Teníamos muchos sueños. Pero su obsecuencia con la adicción al juego, terminó destruyendo lo que como testigo me tuvo como creyente.

No puedo olvidar aquella noche de reflexiones con Yésica. Esa noche pasé del borrador a escribir con sangre aquel dolor de la distancia.

Yo estaba sentenciado y ejecutado desde un principio. ¿Y porqué me inmolé? Por que más allá del amor que le tengo a sus dos hijos Victoria y Lautaro. Sabía que fin de cuentas iban a quedar al resguardo de esos dos abuelos amorosos que son Humberto y Mirta.

Dueños de un corazón generoso. Y contenedores de un amor no muy distinto al que había en mi casa, en aquellos días de mi infancia.

Como descendiendo de una cúspide particular, observando aquel paisaje… lo supe ver así aquella vez, y lo sigo viendo así… antes de descender la única oración que tenía es la que siempre guardo en mi corazón.

Señor si yo he sido el culpable de todo esto… lo único que tengo que hacer es esperar tu castigo.

A Dios gracias, los caminos que empezarían en el año 2006, estarían dibujados con nuevas formas.

Marcos

Creo que llevo una discusión casi diaria con esta ciudad de Bahía Blanca. Una discusión extrema cuando me preguntan ¿Pero es cierto que los Vallense?

Creo que soy una de las pocas personas de mi familia, que ha tenido la oportunidad de ingresar a este mundo particular llamado Bahía Blanca… Por Mar, Por Aire, Por tierra en sus dos variantes. El tren y la ruta.

Y la verdad, no sé que le vio el Coronel Ramón Estomba, al lugar dónde emplazó el Fuerte.

Si es cierto soy muy imaginativo… pero todavía hoy siglo XXI corre un vientito más fuerte, a los 50 kilómetros por hora… y no es difícil entender que este punto del mapa, perdido a la buena de Dios, después de su fundación formara personalidades «únicas».

Marcos A Reynoso

PARTE XXVIII

Vuelvan por la ruta, en un día de viento y tierra. O en un buen temporal… he imaginen a los pioneros, viniendo en carretas. ¿Cómo demonios, han hecho para llegar hasta aquí?

La casita de Waldemar De Reynoso Marcos, el Martes, 02 de noviembre de 2010 a las 7:33 Mi casa. La casita de WALDEMAR

Pero el camino hacia Carmen de Patagones… por aquel tiempo de carretas… debía tener un parador. Como dije anteriormente… ¿Qué se puede esperar de una ciudad que nació casi dándole la espalda al mar y cercada por la empalizada de un fuerte militar?

El Bahiénse es muy particular. Y él lo sabe. Creo firmemente que esta ciudad es una suerte de LABORATORIO… en que se aplican un montón de recetas que saltarán ha ser muestras en el acontecer diario, de las grandes ciudades.

Ha asado los domingos, A fideos caseros en el invierno y a torta frita los días de lluvia. Le decía a uno de mis contactos en el exterior. Me siento David Livingstone en medio de África Ecuatorial.

Ha sido muy relegada esta ciudad. Y ha cambiado desde la muerte de muchos de sus viejos íconos. (Un ejemplo, Osvaldo J. Ochoa. Otro ¿más? Alberto Pedro Cabrera.)

Emocionalmente… hasta le encontré sentido a cada ladrido de perro, que allí están desde hace años.

A pesar, del muelle multipropósito. A pesar de la Dog, a pesar de Olimpo de Primera. Esto sigue siendo el mismo sitio particular, que alguna vez, albergara a Antoine de Saint Exupery.

Pero cuando me cansa… suelo decir… HAY RAMONCITO… esto es una baldosa llena de cucarachas… Por lo pronto, y después de haber estado unos pocos días en Buenos Aires… Aquello sí que te cambia la paciencia.

Mi casa apareció como una Join venture después de un almuerzo de unos ricos sorrentinos. Si va a comprar algo. Yo le ofrezco esto. Y después de un largo caminito de «alquiler con opción a compra» y una contrapropuesta. El sí, diseñó un camino nuevo. No es el BARRIO más sofisticado de Bahía Blanca, precisamente… pero durante el primer año… recordaba que no me sentí así. Desde aquellos días del Barrio Comandante Luis Piedrabuena. Los chicos juegan hasta tarde cerca de tu puerta. Hay olor a pan horneado.

Sigo creyendo que Dios me ha llevado hasta ése lugar… por una misión. Y si bien en un principio fue todo difícil. Elegí mostrarle a los vecinos, la clase de educación que me dieron mis padres. Tienes que conducirte de buena forma.

Y la pregunta es ¿Cuándo fue distinta? Le hice inteligencia, al barrio desde la observación. Y elegí conducirme cuando ingrese a vivir a mi casita… desde el primer día… la misma conducta que me enseñaron mis padres.

Abres la puerta hoy… y parece una suerte de Kosovo mezclado con Mogadiscio. Así que no es una sencilla metáfora… pero es real… Me siento como ése jesuita con la flauta en medio de la selva… como en la película LA MISION. (Robert De Niro Jeremy Irons).

Me han visto progresar. Y si bien algunos «rudos» se han ido. Muchos preadolescentes me han dado la oportunidad de conocerles a través de la informática.

Muchos saludan, como yo los saludo. Y no pocos, tienen aquella intensión de comprender… «Arregla computadoras… del barrio, trabaja todos los días… te enseña lo que sabe». Y me tienen mucha paciencia cuando se descalabran todas juntas.

Todo en resumidas cuentas… habla de aquella frase que siempre evoco cuando tengo que recordarlo. EL respeto abre puertas, y la falta de respeto pega portazos.

Le decía a mi sobrino, No he puesto el cartelito… SE ARREGLAN COMPUTADORAS. No he puesto el cartelito… atiendo de tal hora a tal hora. Pero me ven llegar o me ven salir y por ahí en una semana, entran a casa hasta cuatro computadoras para arreglar.

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Parte XXIX Se fue Ana maría... Y llegó la Princesita. De Reynoso Marcos, el miércoles, 03 de noviembre de 2010 a las 7:27 ¿Lo digo una vez más? A pesar de todo lo aparejado de una educación clásica. El dejar hacer fue el común denominador; cuando de nuestro devenir como hijos, íbamos caminando… hacia nuestros destinos. Mis padres, nos dejaron hacer.

Caso contrario, por los comentarios que siempre recuerdo… Los abuelos para con ellos.

Tal vez, y para finalizar… deba decir… VIVO en Bahía Blanca… pero en el mejor de sus barrios. Porque devolvió a mi memoria, aquellos días felices del Barrio Piedrabuena. Porque debe ser la única parte… en que se entiende las palabras en castellano. Sobre todo esas que siempre digo yo.

El dejar hacer… no era su política. El dejar de hacer… menos. El abuelo José Antonio… decía por ejemplo… «Cuiden a ese chico… cuiden a ese chico… cuiden a ese chico» y a los diez minutos… el llanto desesperado del nieto… porque se «accidentó».

Te doy las gracias por darme la oportunidad para poder ingresar a tu casa, ha arreglar estos aparatos, que se que son un sacrificio para tu familia.

«El abuelo inmediatamente… cambiaba su humor»… Pero en la intimidad el enojo o la picardía estaban dirigidos a los padres. YO les dije. Aquella generación se mire por dónde se mire, era previsora y protectora.

Y en estos tiempos, esas palabras valen. Y en oídos de personas de bien… tienen un peso enorme.

Dueño de un humor particular. En aquel año… de 1985… en que le visitaron TODOS sus nietos… sentía que había cumplido.

La abuela Francisca Sola Cortéz ejercía esa misma ecuación. De protección y previsión para con todos. Recuerdo siempre que voy en la ruta 35, aquella vez, que con inconvenientes tuvimos que parar en medio de la ruta y dejar el vehículo allí. Varados muy cerca de Eduardo Castex… de pronto saco de mi bolsillo aquel billete de 10000 pesos que me había dado en guarda la abuela.

La tercer parte de la ecuación, creo sin una gota de duda, es la generosidad. Fuimos criados, crecimos y revalorizamos esas tres partes. Generosidad, protección y prevención cada minima oportunidad.

Cohesión y contención. El combate continua. Pero con una sola dirección de fuego.

No se trata tampoco de A rey muerto, rey puesto. Porque si terceras partes, amigas o enemigas pensaban que en ése flanco, que resultó franqueable el eje de los efectos iba a tener ésa variable… ¡Cómo se han equivocado con éste pelotón!

No pocas veces decimos… Que solamente compartamos un vaso de agua… es suficiente para revalidar esa ecuación de tres partes.

Hay una frase USMC que me la enseñó el SGT Ron que siempre llevo pegada en algún lado Es gratificante ver como algunas Sanguijuelas se retuercen con la sal de mi transpirado uniforme.

Por supuesto, en éste enorme «Pelotón». Había un lado «Flaco» o «franqueable». Y la delegación, de cuidar «ese» sector… que puntualmente yo pensaba cubierto. Esa delegación… de a poco se transformó en defraudación.

También mi jefe de compañía decía EL QUE LE QUEPA EL SACO QUE SE LO PONGA.

El fraude, vieja palabra conocida. Le antepusimos una fuerte estructura familiar de contención. Actitud que aprendimos a manejar… Donde cae uno. Ya no creo que operemos de diferente manera.

En aquel Enero 18 de 2006 iba a tener comienzo un capitulo particular. La llegada de Valentina Indiana. Mi última sobrina. Voy a circunscribir el detalle. Nació en el mismo día en que años atrás me subía al tren para alistarme como parte de la Primera Promoción de Voluntarios. Esa noche no dormí. 10 millones de cosas se cruzaron por mi cabeza. La vida, casi cuadro a cuadro.

Porque en realidad, todo pasa por aquella iniciativa que siempre repasaba mamá cuando como hermanos hemos tenido diferencias. Mamá siempre decía ALGUN DÍA se van a necesitar.

Una vez, más fue pasar de un cuarto medio oscuro y frío a uno menos oscuro y mucho más templado. Una vez, más era dejar en la puerta, la cantidad de

cosas superfluas que has quitado de tu mochila y llenarla con cosas más llevaderas… empezando con la palabra esperanza.

Anoche estaba viendo ésa película del 77 La chica del ADIOS… una comedia de Neil Simon, con el genial Richard Dreyfuss, y una niña, les robó la película a los protagonistas. Y pensaba en mi sobrina Valentina, por esa capacidad para las preguntas, las deducciones y las respuestas.

Es muy Reynoso. No pocas veces, he levantado la vista y al verla… veía a José Luis su papá con su misma edad. Es muy Reynoso… porque tiene nuestro humor. Cuando está chinche, chinche… (Palabra o término viejo si los hay… usado en mi casa por mi mamá) le «cierra las puertas a todos». Cuando está muy alegre. Contagia su alegría. Con una sonrisa… y cuidado a que termine en carcajada.

Porque más de una persona se dará vuelta.

Por eso es que tengo mucha fe en la generación que empieza a despertar… y que pertenece a mis sobrinos. María Fernanda y Su marido… Alejandro Remogna… cumplen con la tradición y aquel algoritmo que sostuve en los primeros párrafos.

Los dejan ser.

A solo 100 metros de mi casa, como se manifiesta TOTO un amiguito… de muy corta edad por su gusto por el ajedrez… porque ve a su papá… realizar unas partidas con la computadora… es algo que alimenta también la esperanza en estas palabras.

ESTA GENERACIÓN creo sin una gota de duda, que sabe quién es quién. Esta generación no la acomodas, con un cuentito y a dormir… hasta el otro día. Absolutamente no.

Juega con muy pocas cosas. Y con muy pocas cosas se divierte. Lo he visto crecer a José Luis, con esos parámetros. De Rey porque José era el centro de nuestro universo familiar. Y José como Valentina, hacia cosas «proletarias».

El 2006… repetí mi visita a la ciudad de La Rioja. Desembarcando por horas en córdoba para terminar un enorme viaje a la Capital Riojana. Para completar aquellas visitas que no pude realizar en el 2005. Allí encontré una vez, más a todos los afectos. Hasta los que se habían ido… y a los que por unos instantes estuvieron. Sentí sus gracias.

Valentina, la he visto manifestar una emoción con todo su ser. Y puedo dar testimonio que José hacía exactamente lo mismo, con su misma edad.

Sus gracias por volver. Era medianamente como lo había dicho un año atrás… Desde 1985 a 2005… la ciudad dónde se crió parte de mi familia… ya había dejado de ser una sucesión de barrios poco iluminados.

El clima cambió. Los colores cambiaron. Pero en esencia supe ver que todo esta como debía estar. Y como lo soñaron nuestros mayores. (Padres y Tíos) La vuelta a córdoba se apresuró por la partida de mi hermana ANA a España. Lugar que hoy por hoy… no está recibiendo muy bien a los argentinos.

PARTE XXX AQUEL VIAJE RELÁMPAGO... De Reynoso Marcos, el miércoles, 03 de noviembre de 2010 a las 7:45

Lugar, que hoy por hoy se está acomodando debido a los numerosos enroques económicos que está haciendo el mundo moderno. Si papá tuvo la habilidad de correr a su familia unos 2300 kilómetros al sur. En aquellos dolorosos años. Yo particularmente no me hubiera ido 9000 kilómetros fuera de mi país… para buscar un bienestar.

Una de las mayores satisfacciones que tuve en ése 2006. A parte de ése viaje. Y la visita a la Quebrada del Condorito. Y haber podido reencontrarme con el invierno de aquellas alturas. Desde que bajé de la Quebrada en aquella única visita que hice con mi papá. En 1988. Todas las demás fueron una suerte de Retiro Espiritual.

O un status quo.

Aquel día previo a la partida de Ana… Fui a pedir. Y espero volver ha hacerlo pronto. Porque es una de las deudas de éste año. El lugar es sencillamente maravilloso.

Definitivamente, son la cara o cruz, que toda encrucijada tiene. Todos los hermanos queremos al GORDO. Hasta mamá que era su suegra… lo quería mucho. Pero Jorge… EL GORDO… no tenía muchas variables para juntar. Tampoco puedo decir, mucho… porque mamá al respecto guardaba un disciplinado silencio. Tal vez, eran las mismas variables que le motivaron a mudarse a mamá en plena semana del crack financiero en la Argentina de diciembre 1989. Aquel reencuentro después de muchos años… con el Gordo. Transformado por aquellos días en EX GORDO. Ni mis hermanos podían creer aquellas primeras fotos… tuvo como sorpresa y media la visita de mi prima La mirita Romero. Quién supo venir a despedir a Mi Hermana Ana y a Celeste… desde Catamarca. Si hacía años que no veía a Jorge. A mi prima Mirita no la veía desde 1980. Esos 26 años iban a tener revancha. Y por Dios que me gusto haberle cumplido.

Después de haber retornado una vez más en solitario a ése Parque nacional. Tuvimos que volver. EL VIEJO soldado.307208-2 MI PAPA. Empezaba su cuenta regresiva para despedirse. Aquel primer viaje de mis hermanos y yo… luego de tantos años… nos hizo muy bien a los tres. Fuimos convencidos. Que así iba a suceder. Y sucedió. Medié para que sucediera. De la mejor forma. Fue muy sanador. ¿Qué pasó en aquel día de la despedida de mi Hermana Ana…? No lo sé. ¿Qué pasó después y desde ése día hasta nuestro «desembarco de los hijos de María Adela Demarchi y Saúl Nicolás Reynoso» en Despeñaderos? No sé tampoco. Lo que sí sé. Fui testigo y sé que pasó. Está reflejado en aquella foto… con aquel pulóver azul. Le cumplimos al Viejo. Sintió a sus hijos mayores, plenos. No podía vernos… Pero aquella alegría, de aquel día la recordaría años más tarde mi primer sobrino. Única parte de la familia Márquez Reynoso Aquí en la Argentina.

Aquella visita… tuvo mucho de milagro en él. Aquella visita… nuestra visita… tuvo mucho de sanidad entre nosotros. María Fernanda, José Luis y yo. Lo recordé cuando me reencontré con aquella foto que colgué en Facebook en la que tenía aquel pulóver que me regaló Alicia. Y si bien siempre hemos dicho que sus hijos más chicos... mantuvieron su mente ocupada... brindándole afecto y amor sincero... ESA REUNION CUMBRE generó un viaje más, para que ese VIEJO SOLDADO Infante de marina... conozca y sienta la ALEGRIA de sus nietos. Creyente como lo soy. No dudo que ése viaje de mi hermana y mi cuñado junto a sus hijos para conocer al ABUELO SAUL… debe haber tenido la química emocional... de las fiestas de fin de año 2009/2010. Que pasamos en la casa de los Remogna Reynoso Me tocó volver dos veces más. Pero eso es tema de otra entrega.

Parte XXXI 4200 kilómetros, 360 fotos, 21 días, 7 provincias

A los días de Aquel accidente… que asustó mucho a mi hermano… que se atrevió a decir… DECIME QUE NO TENES UNA COSTILLA ROTA. Decidí replantearme todo y como dice la canción de ABBA. Va todo al ganador. Aposté a que no me quería quedar con aquel accidente que fue mucho más el susto que otra cosa.

Mamá me había dicho… Marquitos… vos no podes comprar otra cosa que no sea insumos informáticos o bien algún equipo nuevo. Aquella primer moto, que solamente la quería para no pedalear más una bicicleta… era PEOR que la Legendaria Kirdy.

Y para decir que era más pirata que la KIRDY ya era decir mucho. La devolví. Nunca más la vi a aquella moto zanella de 50 cc y mamá… nunca más tuvo algún comentario sobre mi deseo de motorizarme.

Si lo había hecho José Luis. Con una máquina Yamaha modelo Sigma. No me motivaba la envidia. De hecho… me motivó él a subirme para explicarme como se manejaba la sigma. Pero también al error tres veces un cambio…me resigne a bajarme… e ir de pasajero… más de una vez.

De Reynoso Marcos, el jueves, 04 de noviembre de 2010 a las 7:51 Dice una frase que siempre guardo… El camino de 1000 kilómetros, comienza con un paso. Y si bien… todavía no vi… EN BUSCA DE MI DESTINO con Peter Fonda y Dennis Hopper… aquel viaje comenzó cuando la vi allí. Paradita en la agencia a una impecable Enduro Azul… Blanca y Celeste… marca Mondial. De 150 centímetros cúbicos.

Cuando falleció mamá… a los dos años… tomé la decisión de comprar aquella legendaria Kirdy. Que era un modelo particular que alguna vez ensambló la empresa Juki.

¿Qué no le he hecho a la Kirdy? Pero como dijo aquel vecino que me arregló la Kirdy después de aquel último accidente… cuando José se asustó. Tenías que subirte a algo mayor.

Y después de verla en detalle en aquella exposición estática en la terminal de Córdoba llegó el momento. Durante 16 años… trabajando a menos de 100 metros de la agencia de motos… MOTOSTART. Yendo a buscar a pocos metros… las mejores facturas de panadería de Bahía Blanca… el dulce era comprarle una moto.

Y el momento y el espacio… llego. Luego de perder mi anteúltima bicicleta.

Cuando escuché «Yo te diría que consigas los 2000 pesos» para arrancar la operación… y era tal cual lo decía José… Las motos… se encarecen en la primavera y más en el verano.

De hecho se la mostré a José. En una foto de las que había tomado en córdoba y la decisión estuvo echada. Fui a buscar esos dos mil pesos… y a los dos días… coordinando con José… la fuimos a sacar.

El estaba manejando por aquellos días un taxi. Se acercó… La miró… y me dijo: ¿VOS ESTAS SEGURO? La respuesta fue sí.

Le dije. Si estoy seguro que sí.

Y allí fuimos con la Súper Nelly, a realizar los primeros kilómetros. Era increíble la sensación. La primera carga de nafta… fue en el segundo lugar dónde alguna vez me he caído. GRACIAS A DIOS…siempre fue con la moto con el motor apagado.

El primer accidente… ocurrió en mi casa. ME SUBI al revés. Y digamos que hay un terreno ideal para esos accidentes tontos en mi casa.

Al día siguiente, me fui de visita al cementerio. A ponerle unas flores a mamá… y a presentar en sociedad, a esta máquina.

Las otras personas con las que compartí, esta compra… fueron con las personas de la Sucursal de Química Estrella.

Todos me dieron el visto bueno. Siempre progresar es bueno. Y por supuesto… LO MEJOR QUE PODÍA PASARME a mí como novel piloto. Era respetar la consigna primero que me dio mi Hermano.

NUNCA MAS OLVIDES EL CASCO. Mira que de acá te caes y lo mínimo tienes una tibia o un fémur roto.

Los chicos de Química dijeron: EL CASCO, Los papeles en regla… y no pasar de 4000 rpm hasta cumplir los 1300 kilómetros.

El primer viaje… Bahía Blanca, Santa Rosa, Córdoba… fue el colmo de la astucia y el arrojo. Primer viaje solo. Primer susto… llegar a Padre Buodo, con el olor de la nafta… porque si hubiera estado 200 metros más… la historia hubiera sido otra.

En el diagrama… la idea era llegar a Vicuña Mackenna… a las 13 horas. Eran las dos de la tarde y estaba comiendo un hermoso asado, en Eduardo Castex.

Viaje monitoreado como el segundo, y el tercero… cuando llegué a Mackenna… ya había definido que aquella primera ruta ideada no iba a llevarse a cabo. Y de hecho el clima no me ayudo mucho.

A quién volví a ver en mi segundo viaje. Pasando Almafuerte. Cruzando el dique, ascendiendo a la localidad de Las Bajadas… primero el sol más simpático de todos. Pero se cerró… el cielo en segundos… y cuando crucé el dique… el más fuerte de los chaparrones que me ha tocado surcar en moto. No se veía ni siquiera 20 metros.

A pesar de ello. Los Camiones, se portaron mucho mejor que algunos autos. De baja y alta gama.

Volver. Fue otro trámite desde aquel primer viaje. El 20 por ciento del trayecto lo hice bajo el agua. Así y todo… no me alejé de las reglas impuestas para ése primer viaje.

Volví. Sano y Salvo. Gracias a Dios. Terminé el recorrido… en Alcira Gilena. Unos doscientos kilómetros del segundo objetivo de la ruta. La localidad de Despeñaderos.

El segundo viaje… empezó a gestarse a partir de una buena planificación. Repasé el viaje durante una semana… usando el Google Earth y la enciclopedia Encarta 2008.

Allí hice noche, en un hostal… llamado HOSPEDAJE NELLY.

Obviamente, miré el cartel… y dije. YA ENTENDI EL MENSAJE. Una hermosa noche… Una hermosa ducha, un hermoso dormitorio de cama amplia para mi solo. Nelly la dueña… una guapa anfitriona de mucha edad.

Toda la ruta, kilómetro a kilómetro. Opciones y lugares de carga. Opciones y lugares de almuerzo y sueño. Y opciones y lugares para el plan B.

Argentina es muy Bella. En toda su extensión… pero si en el día justo… HAY VIENTO. Puedes pasarlo de una forma complicada.

Inmediatamente… generoso este hombre, me invitó a que lo siga para ir a su campo. Puso la camioneta en la ruta y desapareció.

Y complicado fue. La opción de la Ruta provincial de la Pampa número uno. Fue angustiante por el viento. El retraso ya era atroz. Y si bien no iban a ser 14 días. Estaba apremiado por la cantidad de gente que sabía de aquel épico viaje.

Kilómetros después… estaba a la vera del camino. Ingresando a su campo.

Definitivamente quería llegar ése primer día hasta villa Mercedes San Luis. Pero ya estaba cayendo el sol… y no había llegado a Vicuña Mackenna.

Al teléfono y al primer organismo de seguridad que existe en Mackenna.

Kilómetros antes. Y viendo salir un vehículo de una tranquera… pedí permiso para armar la carpa ahí no más.

(Perdón Madre Teresa por usar esta metáfora)

Cansado como estaba, compre lo que me vendió el paisano. No pero esta cerquita de Mackenna, va a llegar bien.

Y en realidad estaba como a 30 kilómetros. Cuando moví la moto para volver a la ruta. Recién la camioneta, salió de la tranquera.

Ya diciendo muchas cosas. Pediendo clemencia, al que gobierna el universo. Repetí la acción buscando el amparo de un lugareño. Al que le pedí permiso también para armar la carpita.

Ya bajaba mi carpa para armarla… y me dijo que no. Que entrara a la casita… y que allí dispusiera de las instalaciones. Hablamos algo. Comí algo. Y ante el cuestionario lógico y necesario del dueño de casa… accedí a darle completamente mis datos.

Luego de confirmar todos mis datos… TOM Borgoyone. Dueño de casa… supo que estaba tan limpio. Como las sábanas de la Madre Teresa.

Una vez aseado. Acepté ir a tomar un Fernet… pues eso era lo que estaba buscando TOM en ése club de campo.

Todo el mundo conoce que soy muy medido para beber. Pero cansado, rehabilitado tras el baño y con dos vasos de Fernet… tal vez, estuve recopilando o tal vez estuve ordenando todo este relato que ya lleva unas doscientas hojas.

Creo haber dicho… que la vida me dio la oportunidad de ver a los ojos a las personas, escucharlas hablar y pocas veces me equivoqué… cuando no necesite ni tres minutos para entender, saber o presentir que la persona que estaba frente a mi, era o tenía un corazón enorme. Y fuera una persona de bien.

Creo haberle dicho… si él era creyente. Y sinceramente saboreaba la idea de que había entrado a pedirle permiso… y me quedaría por una razón.

Al salir de ése bar en Mackenna. A pocas cuadras… completaba mi día, diciéndole… GUARDA… Tom clavó los frenos… y quién estaba en falta… le tiró la camioneta encima. A pesar de que nosotros teníamos el paso por avanzar desde la derecha. Lo que siguió fue noticia todo el día en el pueblo.

Continuara

Parte XXXII Cuyo. En casa éramos Sanmartinianos. TODOS De Reynoso Marcos, el Viernes, 05 de noviembre de 2010 a las 7:37 Esa madrugada… me desperté demasiado temprano. Sabía que iba a encontrar agua en medio del camino… Y así fue. Una sorpresa original… encontrar la ruta de San Luis… impecables. No era chiste. Son las Mejores de la Argentina.

Me quedé un día. Allí. Fui muy subordinado, cuando él dijo. ¿Estas bien? Quédate adentro. Acomodé esas horas, realizando simples tareas de chacra. El contacto con la soledad del campo y los animales… fue bastante terapéutico.

Llegar a la tierra de los HALCONES… de la fuerza aérea todo un tema. Villa Mercedes, es muy bonita. Pero en el primer descanso las nubes se cerraron, y la lluvia empezó a realizar su obra.

Hoy casualmente veía la botella que los muchachos le regalaron para su cumpleaños… y me reencontré con un pequeño vellón de lana salvaje. Tenía que volver. Y prometí volver. Aquella mañana giré mi dirección de marcha de sur a norte por la 36 por la de este a oeste con destino final Rivadavia Mendoza. Prometí volver… Y sé que si no hubiera parado allí. No creo que hubiera podido hacer los kilómetros siguientes.

Prometí volver. Y una de las pocas cosas a mi favor… es que he cumplido siempre o bien las pocas veces que no he podido cumplir… fue porque la suma de variables necesariamente me indicó que próximamente iba a tener y siempre tendré una revancha.

Toda la distancia, de Villa Mercedes hasta San Luis… algo como 100 kilómetros fue bajo el agua. Era revivir aquella lluvia y distancia en la vuelta del primer viaje.

Me preguntaba… ¿Cuándo van a terminarse las luces? Y en verdad llegaban hasta Desaguadero. Pasando San Luis, el clima mejoró muchísimo… y el segundo check point para recarga se definió en el caserío de Alto Durazno.

Cruzar San Luis, a Mendoza… allí en la localidad de Desaguadero… no era muy diferente a lo que se ve por televisión entre Tijuana y San Diego. Por decir un par de nombres dónde se puede usar la misma metáfora.

recursos humanos de Molinos Río de la Plata… los alineó a casi todos… y LOS PERCUTIO, con una buena indemnización.

Allí me acordé toda la ruta siguiente de mi Amiga, Claudita Ituarte Jauregui Macias. Del DF.

DE la forma que sucedió me perjudicó emocionalmente. Si bien había una esperanza para que la firma continúe, de la forma que sucedió fue muy indignante.

Desaguadero, tiene unos matices, unos colores y unos olores… como bien lo pintan las película de ROBERT RODRIGUEZ en Érase una vez en México. (O bien la laureada Traffic).

Y la soquete… TALIBANA que vino a hacer el trabajo sucio…quería que le de UN BESO. Después de esos tres días horribles… sabía que debía desintoxicarme y tenía que realizar en 21 días, aquel primer diseño de viaje.

Más adelante, la parada oficial fue en La Paz. (No Bolivia) Allí en el peaje, busque el amparo de una buena sopa. Que me rehabilitó… y que me permitió conocer un par de Camioneros… que me preguntaron…

¿Oiga esa es su moto? ¿De dónde viene? ¿Se mojó?

Claro todas las respuestas, todas verdaderas, todas las sorpresas…

En la Paz. Tuve un pico de falta de glucosa. Llevaba sobrecitos de azúcar para lidiar con el inconveniente… pero aquella vez… al llegar a la YPF, sólo dije… Muchachos, muchachos, LA MOTO… me abrazaron con moto y todo para bajarme. FLOR de susto les dí.

Resultado… movieron una ambulancia para mí. A pesar de mis ruegos… movieron una ambulancia para hacerme el control sanguíneo…

Hasta la mía, se tomaron fotos conmigo. Uno sonriendo dijo debe de tener una enorme excusa para hacer tantos kilómetros en moto.

Le decía a la señora doctora… ME CONOSCO BIEN… de hecho lo primero que consumí una vez, que me sentaron para esperar la ambulancia eran esas gomitas de azúcar.

Y en realidad Había sufrido como daño colateral, el cierre de QUIMICA ESTRELLA Bahía Blanca. Técnicamente… o bien metafóricamente… la de

Pregunten a los chicos de Química, la cantidad de gomitas de azúcar comí durante 16 años…

Ante la sorpresa del resultado. Yo estaba diciendo que me había dado un pico de hipoglucemia, las preguntas y las respuestas… Yo no lo puedo dejar salir de aquí.

Allí estaba Eduardo con sus niñas… su huella en su camino y sus muletas al andar. Allí estaba Nancy su señora. Y luego de una breve charla, terminamos de coordinar las acciones del día siguiente.

La idea era que tenía que estar antes de caer el sol… en Rivadavia Mendoza… y me faltaba muy poco.

El gremio de Petroleros, realizaba la fiesta del día de la Madre… y allí fuimos hasta la ciudad de Mendoza, para el gran evento.

Prometí llamarle a la señora y lo hice cuando salí. Los últimos 140 kilómetros lo hice en un antiguo camino debido al gran congestionamiento de camiones por la ruta principal. Así y todo… Me guié muy bien. Y llegué a Rivadavia. Ahí llamé a mi compañero de promoción MIIM Torres Ceferino Eduardo… Alias el Cone. Para que me orientara para llegar a su casa.

No voy a poder olvidar ese día… por muchas cosas. Primero… No acertaba en cómo encender el fuego. Pero comparado con lo que sucedió después. Una desgracia que terminó con FINAL FELIZ… me llegó hasta el alma, porque por segunda vez, en menos de 2 días… pude ver los ojos de mi amigo llenos de angustia.

La cara lo decía todo. Se aguantó hasta llegar. Su familia también me estaba esperando y después del baño, los mates… de media tarde mendocina y no pudo más…

Eduardo es hijo único. Y ése incidente lo catapultó a aquellos 40 días de dolor cuando su primer hijo volvió al cielo para ser un hijo de espera eterna.

Expulsó la emoción fuerte del viaje. Lloró delante de mí. Me pidió por favor que no haga nunca más esto. Pero en realidad era una deuda mía, en mí que debía cumplir.

Sobre todo para visitar dónde descansa su hijito Octavio. DE MARZO como yo.

Un capítulo inolvidable fue también la visita a la casa de sus padres. Don Vicente me invitó a ir al Dique el Carrizal «En mi flete». (Flete es el apodo gaucho que les daban a los caballos)

El corazón generoso del Matrimonio Torres se puede sentir como el aroma de esos ñoquis con salsa que comí ése día.

Viñedo, tras viñedo. Finca tras Finca… era hermoso ver todo el paisaje… como fue desesperante ver tan poca agua en aquel primer dique y también en el último.

El viaje continuó. Es difícil despedirse. Y más de un lugar y una familia como la de Eduardo.

Me supo asistir en mi conocimiento un lugareño… que despachándome combustible y sin ánimo de asustarme me dijo. Lleva un ¿Bidón? Yo le dije que sí. Inmediatamente me dijo. Llene el tanque. Y el bidón. En los próximos kilómetros, el árbol más alto tiene 20 centímetros.

Y era cierto. Pero debía continuar. Tuve la sana idea de volver por el camino recorrido. Pero en realidad, debía sostener el circuito proyectado.

Salí hacia el oeste, llegando a la antesala del ingreso a la ciudad de Mendoza. Un tráfico bastante particular… porque sino estaba atento… todavía me están recogiendo. Allí giré hacia el norte… Pasando por los potreros del Plumerillo. Asiento del Ejército de los Andes. Hoy asiento de la base aérea del Plumerillo. Allí observé un Mirage III y un viejo SkyHawk. Douglas A4 C.

No crucé a nadie… hasta Telteca. Gracias a Dios, la moto se portó muy bien. Al llegar a la reserva… los 7 sentidos afilados de Infante de Marina. Me hizo percibir cierta situación que no diré que era anormal. En la reserva había dos guardaparques… una mujer joven y un hombre joven.

Tenía la idea de tomar agua o bien ir al baño… pero la rara negativa de los dos me relegó solamente a mirar el paisaje en un pequeño Tour.

El viaje continuó hacia el norte, por la famosa ruta nacional 40. Con una incesante cantidad de vehículos, y también de peregrinos de blanco… todos estudiantes de la primaria yendo a clase.

No fue un ataque de pánico lo que me surgió pero dije: ¿Y si estos son extraterrestres? Insisto… NO crucé a NADIE. Crucé el límite Mendoza, con San Juan y conocí una localidad que me imaginaba que estaba en Chile.

El estado de la ruta no era el óptimo. Decidí tomar una vía opcional… que me llevó hacia el noreste de la provincia. El desierto. Con un centro de gravedad muy particular… La reserva de Telteca. Área de los pueblos Huarpes.

ENCON. Los tonos ocres de San Juan y los pequeños torbellinos empezaron a diagramar una vez, más la ruta. Volver hacia el este… no era saludable. Volver a la 40 seguía siendo la opción primitiva. De Encon la ruta siguió hacia el Oeste. La ruta sigue hacia el área rural de Caucote. Desde Telteca a

Caucote… si he cruzado 10 personas, 10 camiones, 10 autos… creo que estoy siendo muy generoso.

Estaban en todas partes… Rompía una cubierta allí… y todavía estoy pidiendo clemencia por un parche.

Los torbellinos de tierra… los kilómetros de vía férrea, muerta… las pocas personas que crucé, la mayoría en puestos de control tránsito de la Gendarmería Nacional… volví a tomar hacia el este.

Antes de Valle Fértil… me animé a entrar a una vieja chacra. Llena de gente y todos conformaban una familia sola.

Para ir paralelo al ferrocarril. Y ver la cantidad de pueblitos perdidos… que murieron tras la muerte del ferrocarril, en los años 90.

Sospecho que siempre han estado allí. Todos dueños de una sonrisa increíble. Me dieron agua, cuando llegué a Valle Fértil. Encontré un pueblo con proyección de futuro. Base de todas las visitas que se hacen al Parque Nacional Valle de la Luna.

Crucé Bermejito, Crucé la difunta Correa. La opción B era CHEPECITY. Chepes es un pueblo al sur de la Provincia de La Rioja.

Pero volví a girar hacia el norte. El pueblito de Mayares me vio pasar. Lo significativo fue el zonda. Que también se hizo presente.

Quería ya descansar. Pero decidí hacerlo en Fernando de Valle Fértil. A Unos cuantos kilómetros.

Previo al llegar… Crucé por segunda vez, un viajante que venía con su camioneta lleno de embutidos. Paró para solo decirme… OJO con las espinas de algarrobo.

No tenía lugar para un kilómetro más. Y si bien busqué un lugar con una cama… Terminé durmiendo solo, en un camping enorme. Sólo para mí.

Armé mi carpa… me entregué al sueño y cada tanto… le daba una vuelta a la moto que la había entrado al baño público del lugar.

Lo maravilloso… fue encontrar en ése lugar… UNA DUCHA… con AGUA CALIENTE… a la mañana siguiente.

LE ABRI LOS GRIFOS… y bien temprano… reedité aquellas maravillosas duchas que tenía LA FAPA. Por la cantidad de VAPOR que empezó a despedir la lluvia.

Me distendió tanto… que terminé con unos 2 kilos menos. Como si me hubieran enganchado los ALL BLACKS en un Scrawn.

Otra orografía, otros plegamientos, la misma soledad. El mismo viento encajonado.

Despacito volví a desarmar el campamento y cuando ya iba a patear la nave para arrancarla aparece el cuidador. Obviamente me dijo SE BAÑO.

Allí estaba Talampaya. El parque Nacional de Talampaya. Una cosa es verlo por fotos. Otra cosa es verlo en vivo.

SI.

Ahí me acordé del Señor Jean Michel Jarre. Tenía en mis oídos la música de Chronologie. Y cerraba un poquito los ojos… para imaginar un show de los músicos de Jarre, allí.

Todos los carteles conducían al Parque Nacional Valle de la Luna. Al que debía entrar mucho antes de las 10 am. Cosa que no logré. Luego dije. ¿De dónde saco electricidad para los equipos? Llegué a las 11 a Baldecitos. Casi en el límite con LA RIOJA y allí encontré una enorme antena de empresa de comunicaciones, un par de edificios linderos a la antena y una escuela. Con sus niños, cantando el HIMNO.

Cuando observé la placa… ESCUELA APADRINADA POR LA ARMADA ARGENTINA… paré el motor, y terminé cantando con ellos el himno a la distancia de unos 30 metros. Después saqué la Bandera argentina que llevaba… Y Empecé a agitarla… para la alegría de esos chicos.

Me emocioné…La guarde cuando ingresaron al aula… Encendí la moto y a los minutos crucé la línea interprovincial de San Juan y La Rioja.

Escuchar a Jarré… allí en medio de ése paisaje… me hizo demasiado bien. Ya poco podía pedir… o bien poco podía enojarme por entender que todo iba de maravillas.

Mandé mensaje a todo el mundo. Estaba bien. Con una paz no muy distinta a la que tengo hoy. Recuerdo que Mi querida amiga, mamá y leona… Myriam me preguntó dónde estaba… y yo le dije… si le digo se va a preocupar… y conociendo que estaba en la dulce espera de su hijita Marta. No quería molestar.

Quién se asombró y le tuve que decir que iba en camino… y que llegaría a las 13 a LA RIOJA, fue a mi prima Carina. La hija de la Tía Carmela.

También ése viaje fue para verles a ellas. Mi tío Roberto. Esposo de Carmen ya había fallecido y tenía que cumplir ése trayecto de viaje también.

Lo que le debo agradecerles a ellas. Eran las 19 horas… y creo que todavía no podían creer que yo estaba allí. ÿþ

Cambió muchísimo desde aquella vez. Al presente… como se lo supe decir a mi primo… alguna vez, «Dame un detalle» porque creo que desde 1985 a la fecha, debe haber cambiado un poco.

Y cambió muchísimo.

La traza de nuevos barrios, habilitó algunos nuevos tramos desde 2005 a 2007. La terminal de autobuses, vieja dio paso a una nueva. Lo que significó que la ciudad crezca hacia el sur.

Hacia la zona de los Faldeos del Velasco Sur.

El aire, cambió. Los colores predominantes terracotas, encontrados en aquella vez, se combinaron con verdes, incipientes.

Parte XXXIII

Aquella visita al DIQUE, también con una alarmante baja de la cota de agua. Indicaba un verano abrazador.

En los pagos de Facundo Quiroga. De Reynoso Marcos, el Sábado, 06 de noviembre de 2010 a las 7:45 La llegada a La Rioja. Se complementó con un compendio de recuerdos. Esa misma tarde fuimos a la quebrada. Lugar encajonado, de grandes misterios… cuando llegué por primera vez… me parecía que estaba en un set de filmación de la serie favorita de mi casa EL GRAN CHAPARRAL.

Me reencontré con mi prima Teresa. Me reencontré con las hermanas de mi mamá… quienes posaron para una foto épica.

Ése momento mágico, en el que pude decir sin ninguna gota de soberbia… TIAS gracias… creo que les cumplí… sentía a mi mamá… allí presente a pesar de no estar más.

Misma situación para la visita… de la casa de la Familia Reynoso, ya no en el barrio de los Olivares. Marcelo y Gaby… tiene un pequeño… el que en esa mañana de mates con su abuela. Le descubrimos a Octavio… un par de gestos típicos del abuelo José Antonio… Reynoso.

Lo que se ha reído esta mujer. Porque en ése instante también mágico… lo supe sentir al abuelo José… con nosotros.

Les había prometido en Buenos Aires, les cumplí. Llegué en moto. Quedaba una parte del viaje… a 150 kilómetros, la capital de Catamarca.

Esa mañana siguiente, y prometiendo volver en el día… arranqué aquel tramo de viaje… Gracias a Dios, el clima era ideal para andar en moto. Majadas de Chivos… correteando libres, o bien siguiendo a uno con cencerro.

Hectáreas de plantaciones de Olivares. Chacras inmensas.

Llegué… A Cumbia. Capital Provincial de la Mandarina.

Cumbia ya es provincia de Catamarca. El lugar a dónde cruzamos una vez, en situación especial. ERA EL DIA DESPUES de haber sido azotado el pueblo por una manga de Langostas.

Hoy con mi hermana nos estábamos acordando de Miriam nuestra prima… hija del Tío Gringo y la Tía Gringa.

No olvido la cara de papá y mamá… cuando parecía en algunos sectores… ésa impresionante película Manifiesto de fe. Con la Señora Hillary Swank. Lleno de langostas… miles y miles.

La tía era media hermana de mi papá. Una familia hermosa, en una casa enorme, dónde hemos ido de visita TODOS.

«Este pueblo está maldito» dijo papá… La cara de mamá no era distinta…

Quería cumplirle. Quería visitar el cementerio dónde descansan los tíos… y en la primera intentona de comunicarme… cuando muchas veces lo había intentado y no pude… La encontré a la CATA.

Y tantas veces que escuchábamos cuentos de «aparecidos» y de algunos personajes del folclore nuestro… que pueden imaginarse, como preadolescentes… no nos gustaba la idea de quedarnos mucho tiempo

Y cuando pasé en el 2008, tampoco hice mucho esfuerzo cuando en verdad un paisano me dijo… CONOSCO A LOS REYNOSO… salúdelos a todos… porque es muy difícil de que vuelva.

Mazán, Huillapima, Chumbicha, todos pueblitos que despertaron con el ingreso del ferrocarril, en la época de oro del Ferrocarril.

Lo interesante, es que desde Mendoza hasta Catamarca… todos los edificios, que alguna vez, fueron propiedad de los Ferrocarriles. Operados por capitales ingleses… no aparecían como caníbaleados o depredados por los lugareños. Como son los que encontré en el Ferrocarril General Roca.

De hecho, he visto huertas comunitarias, y en algunos lugares… rosales y vides.

El verde, empezó ha ser mejor visible a partir del paso por Huillapima. Las mismas condiciones Olivares a diestra y siniestra.

Lo que contrastó, el estado de la plaza ferroviaria. Estaba más cerca del estado desprolijo y abandonado de los talleres de Bahía Blanca Noroeste. Que de la pulcritud de los ex depósitos del Ferrocarril, reciclados óptimamente en la ciudad de Rosario.

El centro lo encontré tan colonial, como el centro de Córdoba. Llegué a la plaza… y estacioné a la Súper Nelly, frente al Cabildo.

El cabildo era la sede de todos los actos políticos de la época del Virreinato. Cuando la Argentina era colonia de la Corona Española.

Allí me invitaron a «Salir» del estacionamiento de un edificio público. Hice unos metros con la moto al costado. Y mi prima que me invita vía teléfono a subir al Camarín de la Imagen de Nuestra Señora del Valle de Catamarca.

Por supuesto que dije que sí. Vaya y dé gracias. Por supuesto. En plena cima del supremo esfuerzo de tantos kilómetros hechos, no podía dejar de hacer eso. Allí estaba el lugar es impresionante.

Y si bien he visto hermosas catedrales en todo el norte Argentino… me quedo con la satisfacción de haber ido a ése lugar, y haberlo elegido entre muchos.

Al bajar y observar algunos cuadros… Una vez, más se aparece en mi memoria, mi amiga claudia del DF. Había una hermosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Y de la Sagrada Familia.

La catedral del Zócalo del DF… debe tener la misma espectacularidad. Y el mismo halo santo.

Una nueva llamada por teléfono indicó un nuevo punto de encuentro. Allí estaba la humanidad de esta hermosa mujer catamarqueña. Mamá ejemplar y maestra de oficio. Campeona en varias disciplinas deportivas. Inclusive en subirse a la terraza de esa enorme casa paterna y jugar al carnaval lanzando globos de agua. Éramos tan niños.

Conocí a sus hijos. Conocí a su hija… y conocí a su marido. Un ex marino que pronto lo hice trabajar demasiado para la primera vez.

Al terminar la comida, le pedí ir al cementerio. Allí fuimos a depositarles unas flores a los tíos. Muy emocionada, muy agradecida… me pidió que no concluyera la visita allí y que fuéramos al Dique.

Y el regreso fue maravillosamente tranquilo hasta Chumbicha. Allí paré a tomar una merienda.

Ya caía el sol… y resignado debía aminorar la marcha por la inmensa oscuridad. Recé todo el trayecto. La prueba la superé solamente con luz alta.

Entrada la noche, llegué a la casa de La tía Carmen. La cena fue cortísima y luego de una ducha… me dormí. Pensando en lo maravilloso que había sido cumplir. Porque también por allí pasé por el cementerio, para dejarles una oración a los que ya no están.

Y por los que si están y seguirán estando. Por supuesto que dije que sí. Y aquí viene la anécdota de la única falla mecánica de la Súper Nelly. Mario me preguntó o después de ver el estado de la cadena de transmisión de la moto… me dijo… VOS NO TE PODES IR ASI.

Y después de ver la maravillosa vista desde el JAMUEL… estuvo operándola a la Súper Nelly para sacarle 3 eslabones.

Por allí están las fotos… la despedida de La Rioja… estuvo a cargo de la menor de los Rodrigues. Creo que Carinita, ya mamá de dos niños… no quería que saliera a la ruta. Pero me esperaban los más de cuatrocientos kilómetros que separan La Rioja de Córdoba Capital.

Los llanos, en la provincia de LA RIOJA. Todo un tema. Comprometido en volver. Comprometido en tiempo… Y con la deuda de comer Chivito… Mario me acompañó ha realizar el camino de retorno a la ruta de regreso a La Rioja.

Los llanos en la provincia de La Rioja, tienen esa misma inmensidad de Monument Valley en USA.

El calor empezó a apretar a partir de salir de la ciudad de Patquia. Tuve mi minuto de silencio, en el lugar dónde mataron a Monseñor Angelelli.

El lugar tiene una energía especial. Y una soledad particular.

Llegué a Chamizal. Recordé a Papá cuando cansado «me invitó a cenar» y yo inocente debía haber recordado esa frase de mamá… CUANDO LA LIMOSNA ES GRANDE HASTA EL SANTO DESCONFIA.

Y yo no desconfiaba, ni cuando dijo: NO A EL tráigale una Pepsi Cola.

Resultado inmediatamente después de esa cena jacobina en Chamical… «La orden implícita… Prepárate para manejar».

Previo a Chamical, me paró un puesto de control de tránsito de la Gendarmería… al contarle que llevaba todo y que si tenía paciencia le mostraba todo… la primera pregunta del sargento fue si yo era Infante de Marina. Yo le dije que sí.

Me había reconocido por mis chapas de perro.

A medio minuto más… era como mi hermano. Hasta casi disculpas me pidió.

Llegué por Castro Barros. La única parte del paisaje que encontré como tal la había encontrado hace tantos años. Castro Barros… parece Somalia 1993.

El límite La Rioja Córdoba ya el calor era absolutamente espantoso. Paré en Villa de Soto. Para solo encontrar el vestigio de lo que alguna vez, hablara mi Tío Don Luis Demarchi… sobre la traza del ferrocarril, de ahí la vía férrea llega hasta Chepes casi en el extremo sur de La Rioja.

Luego entré a la ciudad de Cruz del Eje. Lugar de Nacimiento de mi Mamá. Había que ver la cara de mamá cuando una vez, entramos a la ciudad a reconocer la casa paterna. Inmensa casa. De la época en que el abuelo era Motorman en el Ferrocarril.

De allí en adelante… aquellas nubes que empezaban a dibujar otro clima en el horizonte… se hicieron presentes, con el Cerro Uritorco, como testigo. Dude. En el proyecto no había dibujado una alternativa. A un enorme frente de tormenta… con el agregado de granizo.

Tomé la foto, y en realidad debería haber tenido una cámara, con un potente zoom.

En la cima del Uritorco, había una franja blanca, que la recorrió de punta a punta. Y apuré la marcha, para ver si la podía cruzar o cortar. En realidad, la tormenta, su eje estaba sobre el espacio aéreo de La Falda. Y quería desparramar su energía por fuera de ése eje.

Lo peor de ése momento fueron las detonaciones de los truenos. La piedra nos castigo, muy feo… y cuando volví sobre mis pasos para refugiarme… Un anciano muy sonriente que me dice… ¿Porqué siempre va tan de prisa? Como si se tratara de una persona que me conociese. De la vuelta mire el paisaje.

Y en ése momento… el Arco iris, que me tocó ver… Me hizo entender que debía contemplar mejor lo que iba descubriendo en el camino. Tangencié la tormenta al entrar, con piedra. Y al salir en otro punto del círculo… también me esperaba una caída de granizo espectacular.

A punto de claudicar… me crucé con gente que iba en condiciones peores que yo. (Dos ciclistas que iban al Uritorco y por la pinta no eran de aquí) Era verdad eran del norte de Europa.

Allí llegué. Descendí esas 100 curvas y contra curvas… con las mismas luces altas… esperando no errarles a ningún cambio porque el camino es de cornisa y las luces de los vehículos eran un latigazo a mis pupilas.

Al llegar a La Calera… la policía de la Provincia de córdoba me pidió todos los papeles… de la Moto. Operación que duró mucho más de lo previsto o lo realizado en anteriores puntos de chequeo de control de tránsito.

Pasé LA PERLA. Recordando aquella «Salida» de Baile de Disfraces, en el boliche OLAF. Pasé la escuela de Tropa Aerotransportada del III Cuerpo de Ejército.

El corte de luz, era masivo. VI varios puestos de centinelas a oscuras… En una vista ultra rápida, distinguí el rodete en el pelo de un voluntario Femenino del EA a la altura del Edificio Comando del III Cuerpo.

De allí en adelante no paré más. Hasta buscar la casa dónde estaba mi Sobrino. Ricardo Ignacio Marques. Las ciudades que siguieron a la Falda… me hicieron acordar que iba transitando el Pan de Azúcar. Ya casi seco… pero con una gran amplitud térmica en el cuerpo. Añoraba bastante el calor de los llanos Riojanos.

Menos mal que no ingresé a la ciudad de córdoba por la Avenida Fuerza Aérea. Me hubiera demolido la visión de no encontrar la casa de los Rodrigues en Fructuoso Rivera y La Cañada.

Eso fue en Santa María de Punilla. Entrando ya en Bialet Masse, elegí ingresar a la Ciudad de córdoba por La Calera.

Todos se habían mudado. Inclusive mi sobrino.

Que semanas después se casaba. Allí encontré la dirección… Bajó a recibirme… Y entre el abrazo y el cansancio… apareció quién es hoy su esposa, y madre de su hijo, la señora Sandra Rekers Reyes. Responsable de ésa foto, con casco puesto, y con una cara de áurea bendecida. LA MIA podía competir con un camarón.

No me costó mucho esfuerzo, entender que aquel hermoso arco iris, contemplado en medio de la ruta… iba ha ser por una causa. Una suerte de preludio. Un refuerzo de misión…

Por un lado, mi sobrina más pequeñita. Y por el otro, mi sobrina mayor.

De extremo a extremo, un compromiso con la misma conducta.

Parte XXXIV ¿Sos vos Marquito? ¿Viniste en Moto? De Reynoso Marcos, el Domingo, 07 de noviembre de 2010 a las 10:32 Las poquitas horas, con la parejita de tortolitos… que en la actualidad me hicieron TIO ABUELO y Padrino. Hablaron de renovación y esperanza.

Un compromiso con la misma fe. Una historia tan particular, de ¿Cómo? dos ríos tributarios, distantes, eternos se reúnen en un espacio y en un momento, para ser una sola entidad. Una misión que acepté como ése colorido mensaje, en el cielo de Valle Hermoso. A pesar de estar a 900 kilómetros… mi percepción fue ésa aquella vez. Hay un siglo de años luz, entre nuestra generación… y la de mis sobrinos mayores. A pesar de saber todos, la existencia de esa distancia. Sostengo que se debe dejarlos hacer.

DEJARLOS HACER.

Pero de allí de convertir, esa libertad en libertinaje… la generación que pisa los 20/30 años sabe las consecuencias que ello acarrea.

Con media «pila» de intensión de hacerles fluir conocimiento… de la forma en que la mayéutica propone, la generación de los 20/30 años aprende rápido.

La generación entre los 5 a los 15, yo la trataría con un poquito más de respeto. Porque la cosa es más delicada. Porque ellos preguntan. Y hay que responderles siempre.

Conceptos pequeños y conceptos grandes. Pero que todos sean verdaderos.

La manera más «fácil» como gran concepto… se puede demostrar… de la siguiente forma. LA ARGENTINA como país, es como una gran vaca Lechera. A la que siempre le ordeñaron, y le ordeñaron… y siempre dio leche.

Pero pocos han sido los que le han arrimado un fardo de pasto.

O bien como siempre lo decía abiertamente mi papá… y mi mamá también. No es culpa del chancho. Sino de quién le da de comer.

Amo el día en que mi mamá… me abrió los ojos, y me dijo. MARCOS todo se va a poner cuesta arriba. Tienes que ocuparte medio tiempo para solventar algunos gastos tuyos. Y así comencé. En aquel año de 1982. Para el año 85 me parecía irreverente ir a pedirle una moneda a mi papá.

He allí el porque, yo escribí cierta carta… a mis medios hermanos, que se apresuraron en sacarla de contexto. Especialmente su mamá.

Y siempre recuerdo aquella vez, que el tío Roberto se dio cuenta que mamá me estaba dando 5 pesos para hacer un mandado, 5 pesos de los cuales 4 se llevaba el colectivo.

Se puede tolerar, la falta de madurez y de accionar de un joven. Pero la ictericia en una persona de 46 años. No.

Cuando escuché… alguna vez… ¿Y que vas a ir a ver al cine? La respuesta fue una película de Robert De Niro. La respuesta fue un sí. Y un brazo extendido con los 5 pesos de papá.

Uno no puede perder la iniciativa. O como dicen ahora «Buscar la manera más fácil»

De allí en más nunca más pedí plata, para ningún evento social.

Y me dediqué a no perder la iniciativa, en cuanto trabajito pequeño o trabajito temporal pueda obtener. Hasta me dí el gusto de trabajar toda una temporada con los botes de Don Cacho, en el parque en Córdoba. (Junto con mi primo José)

Cuando observé pocas posibilidades… tomé la iniciativa, y me vine a trabajar a Bahía Blanca. Si es muy cierto, volví a los seis meses… pero cuando uno tiene cierta conducta… y el ámbito de trabajo, se da cuenta que uno se esta forjando… puede ir a dónde uno quiera, con la misma voluntad e iniciativa de la primera vez.

Cuando me tocó trabajar, en CLIBA. Córdoba. La entrevista, con el reclutador… fue bastante brava. Terminé diciéndole: - ME va a cortar mi derecho a trabajar –

Y hablando de países… Recuerdo siempre la molestia de un ciudadano Chino, emigrado hacía muy pocas semanas anteriores a nuestra charla… en la fila de un banco.

Visiblemente ofuscado, por la manera y el proceder ARGENTINOS.

USTEDES TIENEN TODO. No han sufrido lo que nosotros… Yo intenté un pequeño y escueto, comentario. Y el me miró a los ojos y dijo: Ni siquiera a MAO han tenido ustedes.

Me sinceré… y le dije: Usted tiene razón. Hemos tenido alguna suerte diferente… lo que dibujo una sonrisa en éste interlocutor.

Nunca observé el número final de la suma… del sobre del sueldo cada mes. Nunca hice ALARDE de ello. Porque desgraciadamente nunca creí eso de igual trabajo, igual remuneración. Es una de las mejores mentiras del establishment Argentino.

Ya lo he escuchado muchas veces, suelo ser muy particular para escribir. La carta en definitiva, un claro ejemplo de que a todos les puse la palabra a tiempo, en el momento y en el espacio justo.

Esto, no es Noruega, no es Suecia. Y los que pintan a los jóvenes una Argentina como un paraíso o bien una suerte de DISNEYLANDIA del No trabajo. SE ESTAN EQUIVOCANDO de cabo a rabo.

Cuando salí, en dirección a Despeñaderos para reiniciar el viaje y recalar algunas horas allí para verlo al viejo Reynoso… Iba manejando todos esos términos, en mi cabeza.

De eso hablaba aquella carta, mal leída, mal aceptada. Y sacada de contexto.

He sido muy inocente. Porque elegí no desterrar ese concepto dentro de mi conducta.

Llegué no desarmé completamente mi mochila. Y lo fui a visitar a papá, al hospital dónde pasaba por aquellos días, sus días.

Fui con Ramón y con Simón.

Para que no se asustara… empezamos a acomodarnos al lado de la cama y con mis chapas de perro en las manos y mi rosario, elementos esenciales de mi viaje… Los chicos le preguntan ¿Adivina quién vino?

Buscando algún sonido que le dé una pista. Yo que no puedo más que hacer tintinear el rosario y las dos chapas de perro.

Allí me preguntó. ¿Sos vos Marquito? ¿Viniste en moto? La respuesta fue un sólido y firme SI SOY YO PAPA.

Volvió a repetirlo unas dos veces más… y en la pausa del silencio respetuoso…dijo MARQUITOS, TE QUIERO MUCHO HIJO…

Y ahí agradecido de las palabras… le repetí. Feliz Cumpleaños… de parte de Todos. Volvió a decir esa frase. Y allí le dije: Bueno Papá… estoy muy contento de poder verte. Y ya con lo que me dijiste, me diste NAFTA para llenar el tanque y volver.

Dentro de su lucha contra el ACV, había espacio para una emoción completa. La dimensión del viaje… que ya tenía dimensiones épicas, y que tenía sabor a promesa casi cumplida, me faltaba llegar.

En sus diez años de lucha contra el ACV. Fue la única que me dijo MARQUITO. Yo sinceramente no se ¿Cómo se enteró? O Bien como fue que se acordaba que ya hubo un viaje anterior, en moto.

Vine en moto.

Allí se emocionó y dibujó esa sonrisa de satisfacción, como si él hubiera hecho todos esos kilómetros…

MARQUITOS…

A la mañana siguiente, fui a darle el desayuno. Disfruté ése momento con él. Porque intercambiamos muchas palabras y muchas sonrisas.

La enfermera, de turno… supo decirme que había hablado de mí toda la noche. Cosa que le agradecí. Y les agradeceré siempre, el cariño que observé en ése lugar.

No digo que mis medios hermanos, nunca se lo hayan dado. Digo que allí el trato era distinto. Repetí una y otra vez… antes de subir a la moto, para una nueva etapa en la ruta.

AVISENME cuando suceda. Llamen pero no llamen de vicio. TENÍA EL DERECHO, de enterarme de cualquier novedad. YO SOY SU PRIMER HIJO VARON.

Luego de decir, a DE NIRO NO SE LO TRADUCE SE LO ESCUCHA, El tomó mi antebrazo y no lo soltó hasta el final de la película.

Yo le llevé un compacto de Elvis Aaron Presley… porque tácitamente, sus otros hijos no tienen mi gusto musical, y hasta ponía caras de fastidio, al escuchar a la BERSUIT.

También mostraba su descontento, si alguien manifestaba una irreverencia delante de mí, momento en que aprovechaba para sacar de la galera un hermoso momento jocoso.

Guardaba la sensación que sería la última vez, que lo viera, de la forma que lo observé. Que el disfrutaba en su pequeña capacidad de análisis del chiste. Siempre pensé que cuando lo visite, en el día de su cumpleaños… o lo más cerca que hubiera de visitarlo en el día de su cumpleaños… él iba a devolverme esas cosas sencillas que lo hacían feliz.

A través de señas.

Juntos vimos esa película de Bobby De Niro. Hombres de Honor. Me tomó el antebrazo izquierdo y le pregunté si necesitaba una traducción de lo que yo veía. (Desgraciadamente era un VHS)

Estoy completamente convencido… que a pesar del duro combate contra el ACV, él sabía quién era quién. Desde un principio.

La anteúltima pierna empezó esa mañana, cargando en la Shell de Despeñaderos. El destino final era Vicuña Mackenna.

Ya el cansancio en el material… rodante, era bastante notable. Así que una vez, de llegar y sorprender a Tom «en la misma estación de servicio»… me pregunta ¿Venís de Mendoza? Yo le dije que no, cosa que era cierto. Porque había llegado hasta Catamarca.

Fui sincero aquella vez… TOM no lo hubiera podido realizar, sin tu auxilio aquel día. Vuelvo sabiendo que le he cumplido a todos. Y potencialmente debería haberle dicho yo lo voy a escribir todo.

La faz emocional, no venía bien. Me preparó para entender de dónde venía, que educación había recibido que valores tenía y me preparó para lo que iba a suceder después. Todo me inspiró. Todo me elevó. Todo supo ser necesario

Pero en realidad, recibió el video de todo este épico viaje. Esa última noche compartí una deliciosa cena campestre. Y la compañía de la barra de amigos de Tom. Que se pasó con esos fideos DON FELIPE. Y ésa salsa roja, con trocitos de pollo. Y POLLO DE CAMPO.

Por supuesto a todos, les doy las gracias por leer este capítulo.

Tengo que volver. Y de seguro… que Dios me ha de dar una nueva oportunidad para volver. O bien lo esté haciendo de esta manera particular que es escribir. Tenía fe, que lo iba a concretar. Y aquella última jornada… ingresé en la madrugada a recorrer esos kilómetros. Repasando todos los momentos. Tuve mi momento de reflexión en la entrada a Jacinto Arauz, lugar de descanso del Doctor René Favaloro. Terminé aquel épico viaje, en la casa de mi hermana María Fernanda, Después de 12 horas de viaje.

Parte XXXV Eh Infante... La Bandera se va con él. De Reynoso Marcos, el miércoles, 10 de noviembre de 2010 a las 6:36 Han pasado los años… una de las más persistentes sugerencias, de mi madre… fue asistir a la cena anual de la Infantería de Marina.

Todo sé que hubo de valer la pena. Todo el viaje, todas las charlas, todas las palabras escritas aquí, tuvieron la acción de elevación de mi persona. Como aquella vez, en que decidí ingresar a aquel primer Curso de Admisión para Tropa Voluntaria de Infantería de Marina… logré realizar este viaje, con la misma convicción y fe.

Me tocó hacerlo en 2 oportunidades. Aquella primera vez, me tocó compartir la mesa con Isel Damián Romero y su esposa Nancy.

YO NO IBA SOLO EN EL CAMINO, he llevado a todos los que supieron de mí, todos los que me enseñaron algo y todos aquellos a los que les pude transmitir algo que yo sé.

Después de 13 años. Volví a lo que conocí como el RAA. N º 1. Por allí colgué una foto en la que estoy al lado de un guanaco bebé. Y del otro lado está mi hermana Ana María.

En aquellos días, yo observé bajar de un helicóptero Aloette III. A PAPA NOEL.

Todavía cierro los ojos, y recuerdo la escena… todos esperando la llegada de papá Noel.

Allí fue mi primer destino dentro de la IM. Como parte de la primera promoción de Voluntarios IM.

Tenía que volver. Y mamá deseaba que vaya a la cena.

Le habían hecho una suerte de cetro, arriba de una suerte de escenario… habían apilado las mesas y allí hasta arriba teníamos que escalar, para verlo a Papá Noel… que nos llamaba a todos por el apellido.

Y aquella vez, le dije a Damián. Es este año Señor. Quiero ir a la cena con Usted.

Sorpresa que me llevé, fui el único que escuchó… el mismo apodo que papá y mamá siempre dijeron. Marquito.

No había cruzado el acceso principal… Y ya las emociones fuertes… empezaron a gestarse. Deje a la Legendaria Súper Nelly… ahí cerca de la cancha de Básquet del BIC 1

Peor, cuando asustado, creo que por la altura… Papá Noel… que me reclama un beso y escucho. NO TE ASUSTES, soy YO Collar.

Por aquellos días… Cabo Principal de Infantería de Marina. Hombre robusto como un roble. Vecino del barrio… vestido de Papá Noel.

Allí en ése lugar… por aquellos días… supe comer los pollos más ricos, en mucho tiempo. Y luego… ver Estación Polar Zebra. (Aquí Alerta en el Polo Norte) con Sir Richard Burton. Muy Jovencito… lo miré con mi papá, cuando también era Cabo Principal de IM. En el mismo salón que oficiaba de comedor.

Al terminar… y luego de reencontrarme con un montón de caras… añejas… con ése sabor de haber cumplido, tenía que volver. Y allí los dejé a la familia Romero me acerqué a ésa cancha de básquet… Y observé aquel detalle que me llevó a recordar a papá y a mamá.

De ése lugar… papá… cortaba las rosas para llevarlas a mi mamá. Lo recordaba hace días tomándole fotos a las rosas del jardín de Aliba.

Me transporté en los recuerdos a esa cena anual y a esa cancha del BIC 1.

Fue como esa última escena de la saga Stars Wars «Cuando Lucke Skywalker observa a Obi Wan, Anakin Skywalker, y al chiquitín… Maestro Yoda en el mismo plano»

Si fue una suerte de redención. Aquella noche. Absolutamente. Después de 13 años… era tan necesaria esa cena. Como aquella vuelta de 4200 kilómetros.

Había llegado el 2009. Y empezaba a acomodarme para un año más que particular. Mi vida informática, tomaba cuenta de algunas estadísticas… y observé que una de las más visitadas páginas del Blog de los Voluntarios IM era aquella que describía la oración a UN HIJO. Escrita por el General US Douglas McArthur

Semana, semana y días antes. De aquella llamada a mi sobrino mayor. Y de recibir aquel mensaje clave. Vengase tío… el abuelo no pasa de ésta semana.

Pedí permiso a mi empresa. A través de mi supervisor… coordiné con mis hermanos y luego de la desilusión de no haber encontrado repercusión a mi último pedido a mis medios hermanos, de Despeñaderos… «Avisen cualquier novedad»

Me armé de paciencia para no explotar… de la bronca. Y creo que no exploté, por aquella señal particular… que fue encontrar aquella oración vista por muchos lectores, de fuera de las fronteras de mi país.

Papá me la hizo conocer a través de un viejo número de la Revista Desembarco.

Tomé la legendaria TUS. Y en verdad las películas me distendieron un poco más. Debía llegar y empezar a informar.

Bajé en la Terminal he inmediatamente me fui al hospital. Allí estaba en una habitación exclusiva, aislado del resto. El cuadro era terminal. Sin hidrodinámica, le funcionaba solamente una porción de un riñón. Tenía un estado avanzado de Necropsia.

Cada seis horas, le suministraban morfina. Y respiraba en un 20 por ciento de su capacidad pulmonar.

Estaba ubicado en la camilla, en casi una posición fetal. La piel no tenía un mililitro de humedad.

Era un cuadro espantoso, para una persona que había desparramado salud por los cuatro costados. El mismo «paisaje» humano, que supimos ver unos 18 meses atrás cuando habíamos viajado los tres hermanos hijos de María Adela Demarchi y Saúl Nicolás Reynoso.

Pero esta vez, era tal cuál lo había definido su primer Nieto. No pasaría de una semana.

Mi primer reclamo, estando en Córdoba… fue que los más chicos… desde Simón para abajo… vinieran a despedir a su papá.

Todo un concierto de extremos.

Después de escuchar las más estúpidas excusas. No puedo hacerlo. Son muy chiquitos… Siempre lo vieron entrar a un hospital y volver a salir…

Por un lado… preparado para ir, y preparado para volver. Educado para la fecha. Y acarreando todos esos días de Marzo-Abril 2002.

Por el lado opuesto… «jugando a la continuidad de una sola estrategia y una oscura conducta.»

Dios que todo lo ve… una vez más me puso las palabras justas, en el momento justo. MUJER HACE 10 años, venía peleando mi papá contra su ACV. Y vos, hace 10 años sabías que iba a existir este día… y le vas a ¿Negar a tus otros hijos a que se despidan?

Papá siempre nos dijo. Y siempre lo habíamos hablado con mamá de grandes… Vos te preparaste. Toda una vida mamá. Para escuchar golpear la puerta, y recibir la noticia.

Creo que si mi adrenalina, se podía medir, si competía en las 500 de Indianápolis… picaba en punta seguro.

«La patria ganó un mártir. Ud. Perdió a su esposo».

Pero, insisto. Como Dios todo lo mira. Pronto apareció primero mi sobrino Ricardo. Quién sí, se comportó de acuerdo a las circunstancias. Y luego, apareció su señora Sandra.

El dijo. Muchos años antes… y cuando gozaba de una salud envidiable. SI PASARA ALGO INEVITABLE. Yo no quiero que estén tristes. Van a quedar a cargo de su mamá, deben acompañarla siempre.

Luego La madre de Sandra. Jorgelina.

Él la preparó. Pero quiso Dios que ella se fuera primero.

La sucesión de imágenes contrapuestas se sucedía. Ignacio y Sandra… significaban la esperanza.

Papá parecía un soldado en pleno combate. No contra la enfermedad. El Accidente cerebro vascular… era tal vez, para ése nivel y por aquellos momentos… un detalle. En el resumen que siempre dijo que haría en sus horas finales… la palabra FRAUDE, fue más doliente que el mismo ACV.

Volví a viajar con mis chapas de perro. Y mi rosario. Me aferré a ellos, de la mejor forma. Como también me aferré, al «pelotón» que había formado, el primer nieto de papá.

Respetuoso de aquél momento… me levanté y dejé por unos instantes la sala de cuidados intensivos.

Esa tarde escribí aquella anteúltima poesía. Que era como decirle a DIOS. «Por favor llévatelo». Si algo debía… enteramente lo pagó.

Al tercer día, me comunicaron que habían ido los otros niños a despedirlo. Creo que en el segundo o tercer día… sentado al pie de la cama… suministrado sus miligramos de morfina. Tomé su mano… y allí le practiqué «nuestras señas de combate» buscando los cuatros dedos de su palma en forma de gancho… y marcando sus cuatro dedos con la yema de mi pulgar.

En el acto, sintió esa seña… y lo demostró con una respiración profunda. Como si le hubiera dado un electroshock.

Allí abrió sus ojos, casi secos… y me regaló aquella última lágrima. A pesar de su cuadro de deshidratación.

Atrás mío, estaba la mamá de Sandra. Quién observó todo. Y me escuchó decir… Papá voy anotar eso como un milagro.

Volvió a repetir aquel gesto… aquel primero… para mí, hacía 10 años atrás.

Volví a decirlo. Era su deber.

A pesar de ello, fui blanco de algunos comentarios… inocuos, que atentaban contra mi último tributo. Nadie puede decir, que elevé una mala palabra. Porque el mejor tributo que le podía hacer a mi papá en sus últimos minutos… era recordar aquellas buenas cosas, pequeñitas que tuvimos.

Todo en silencio. Usando la misma receta que había formulado y había escrito años antes con la partida de mi mamá.

¿Porqué habré sido el único que los observó de la mano, como dos chicos de quince años, en Mar del plata en 1990?

¿Por qué habrá sido el único que volvió al Lago Fagnano en la Isla Grande de Tierra del Fuego?

Y después… con el por aquellos días… SIIMCO Paredes. El fotógrafo de aquella carrera del centenario de la infantería de marina de aquel año 1979.

¿Por qué habrá sido haber entrado a la Infantería de marina, en aquella unidad última que pisó él? (Y cumplir mis cuatro años de servicio, en aquel lugar dónde estaba la ex EPSIM)

Todos me preguntaron por él. Más de una vez. Tal vez más de uno esté esperando leer estas líneas.

Todavía cierro los ojos y lo veo acercarse a la puerta externa del Hotel de Oficiales Solteros de la BNPB. Y escuchar su pregunta ¿Qué estas haciendo acá?

Yo no fui a Europa, como lo hizo él. Europa en 1989… vino a ése lugar. Y yo estaba allí de telefonista.

Todavía cierro los ojos y lo veo sentado en la casa de la familia Villa. Repasando las más viejas fotos que guardadas en una caja de zapato… con la que apareció Margarita… diciendo ACA ESTA EL POSTRE.

Yo solamente puse mi mejor voluntad para cumplirle. Y cumplirle a todos los que supieron reconocer su trabajo como respetar el mío.

HASTA PUEDO DECIR, que le he cumplido al que alguna vez… se atrevió a escribir… «estoy seguro que usted es [email protected] el hijo de Saúl Nicolás Reynoso» El mismo que años después ESTABA MUY INTERESADO EN DARME CLASES de HONOR.

Y que se atrevió a tildarme de soberbio. Lo voy a decir públicamente aquí. Creo que a mis compañero de promoción… Primera Promoción de Voluntarios de Infantería de marina… No le ato NI LOS CORDONES. (Frase de mi papá)

Vaya que se emocionó en ése viaje. Como también creo que ESE SEÑOR… No puede dar clases de NADA. Ni a mí y a nadie. Cuando se cruzó primero con el por aquellos días, SIIMAC Acuña. Quien fuera «medio ahijado suyo». Por lo pronto… LE DI CLASES DE CÓMO HACER UNA CARTA ABIERTA…

Que también todo el mundo leyó.

La vida me ha enseñado a como bajarle el pulgar a ésta clase de personas. Porque si de una cosa he de estar convencido; papá siempre detestó la dialéctica. Y a las personas que practican la DIALECTICA.

Ya en ése trayecto, explotaba mi teléfono… pero poco podía hacer debido a no tener crédito en el teléfono. Recuerdo que recibí el llamado de La familia Torres Delgado desde Mendoza.

Prometí continuar con la misma conducta. Y no dejarme caer… por nada del mundo.

Dialéctica. Creo que en ése instante de volver… escribí mentalmente aquel último poema. El que dice por ahí. Otra de las palabras que aparecieron aquella última noche en el hospital. No hay medias verdades. Hay mentiras completas. Y quien genera mentiras completas, como estrategia, el peso de su ruindad… dialéctica… alguna vez, le explotará como una gran súper nova.

Y el pensamiento dialéctico, es lo que ha perforado a las mejores instituciones de éste país.

Trasladamos a papá… a la localidad de Despeñaderos. Y ya conociendo la novedad… emprendió el viaje mi hermana María Fernanda.

«Mi pelotón seguirá de pie… hasta el último cartucho».

Esa mañana siguiente en Despeñaderos… Ya estaba mi hermana. Y las que llegaron a media mañana, algo antes de cerrar el cajón… fueron las Hermanas de papá.

A quienes no veía, hacía muchísimos años.

(La tía Negra y la Tía Mary). Yo volví a Córdoba a buscar mi equipaje de mano, junto a algunas cosas para Sandra e Ignacio. Ya estaba acarreando mucho tiempo desvelado. Estaba observando muchas cosas juntas. Escuchando muchas palabras espontáneas… INOCUAS. Tomé a uno de los chicos y busqué una florería cerca.

Allí compré unos cuántos claveles. Con la dedicatoria hecha en nombre de sus hijos, TODOS y todos sus nietos.

A los minutos finales… allí estábamos María Fernanda, y mis dos sobrinos… los futuros padres de JOAQUIN.

De la otra orilla… de la sala. El resto.

De pronto… mi hermana… me llama la atención. Se acerca una vez, encendida la antorcha para sellar el cajón… me dice:

-

Eh Infante… La Bandera se va con él.

Inmediatamente le ordené esperar al soldador… y le repetí las mismas palabras. La Bandera se va con él.

Parte XXXVI La vida sigue siendo una sucesión de emociones fuertes. De Reynoso Marcos, el jueves, 11 de noviembre de 2010 a las 6:36 Esa es una de las fundamentales reglas que la misma vida me regaló. La regalé por primera vez, o mejor dicho… surgió mayéuticamente, en mi puesto de trabajo en Sur Computación. Allí cuando aquella PYME arrancó… con el buen trabajo en equipo que supervisaban por aquellos días, Héctor y Sergio.

Y allí, Mi hermana y yo… se la acomodamos para su descanso final.

Marcos.

Aprendí a cosechar… y aprendí a levantar cosecha. Porque puntualmente Sembré mucho en muchos años.

Aprendí a respetar el presente de las personas… es por ello que puedo encontrarme y reencontrarme con muchas personas. A pesar de ello. Siempre elegí quedarme con algunas palabras en mi diccionario diario. Por ejemplo la inocencia.

Me despedí, casi convencido que pocos habían «leído el mensaje». El tiempo me dio la razón. Cuando a uno le han cincelado los sentidos, uno de los beneficios de esa resultante es lo saludable que tiene la percepción.

Elegí quedarme con ése escudo… La percepción. Por supuesto. Una cosa es quedarse con la palabra inocencia dentro del diccionario y otra es pasar por tonto como estrategia.

La vida no esta llena de estrategias. Está llena de decisiones.

Y en el desenlace de aquel último almuerzo en Despeñaderos circunscribí las palabras justas, recordando las que alguna vez, dijo mi hermano José Luis.

También con el haber ubicado la palabra justa, en el momento justo. A todos. Respetando de cada uno su presente. Por supuesto continúo con la idea de no enojarme con nadie. Por ahí percepciono, que alguna gente raya la zona hostil.

Esa sola conducta negativa, se huele perfectamente. Y ante esa actitud… sin llegar al choque… dejo que el tiempo decida y defina.

Alguna vez, en una mañana difícil… le escuché decir: Y repito. En algunos casos… me jode haber tenido razón. El silencio bien usado. Suele ser un arma fenomenal. Ya no aspiramos a ser ni ingenieros nucleares, ni astronautas, queremos que seamos reconocidos como buenos hijos.

Amplié aquellas palabras con el recordatorio de la figura de un papá… que amó a su país. Entregó sus días jóvenes al trabajo como convicción. Y con todos sus virtudes y sus defectos, se preocupó que sus hijos y a como pudo, quiso que nosotros, valoráramos esas buenas costumbres… que hubo puertas adentro de mi casa.

Escribo, mejor de lo que hablo. Y cuando aquella mañana, leí ése ofrecimiento de teléfonos gratis… solamente traté de reivindicar aquellas palabras que me tocó decir aquella vez, en aquel último almuerzo en Despeñaderos.

Como lo dije antes, la dialéctica en el ser de las personas hace una explosión de súper nova y de allí en más… nada ha de ser igual.

Avísenme si UNA SUPER NOVA, transformada en un agujero negro… después de tamaña explosión vuelve a ser una súper nova.

Esa explosión sucedió… como si fuera la de un talibán en un mercado en Tel-Aviv. Pero el daño… había sucedido, hacía muchos años atrás.

Aquello que moralmente le tocaba a mi mamá… alguien obró ilegítimamente para que no obtuviera mi mamá lo que largamente merecía.

Mamá nunca, le escuché decir una palabra de más con respecto a papá o a lo que «era su presente». Respetemos el presente de su padre. De esa forma encaraba mamá la situación.

Aquella mañana del invierno del 2009 en que en menos de dos horas, se achicaron los 400 días sin una llamada por teléfono.

Más de 300 días sin un sms. Ofrecerme teléfonos gratis… me pareció el colmo del cinismo.

Mi propio esfuerzo, me llevó a obtener todo lo que tengo. Porque aprendí. Después de prueba y error.

Aquella primera tarjeta de crédito… que me obligó a empezar desde la nada… me obligó a replantear… mi vida económica. Llegué a tener hasta cuatro tarjetas… hoy son solo dos.

Aquella primera XT con arquitectura 80088. Con la que empecé mi carrera informática… hoy se trasluce en un Intel core dos duo.

Y el agregado de esta notebook marca Acer Aspire 5315.

Hace siete años atrás… andaba en bicicleta. Ni señas de subirme a una moto. Hoy ya crucé dos veces la asombrosa sensación de estrenar dos motos cero kilómetro de diferente cilindrada.

Y me preocupé y me ocupé… en no dejar ni a mi hermano, ni a los que confiaron en mí… lejos del fascinante mundo de la informática.

No soy una suerte de Spencer Tracy, emocional… no hay mil caras… hay una sola.

De hecho… todavía no me puedo LIBERAR del MARQUITO. Dicho por propios y por extraños.

Ni reverenciado, ni adulado. Porque sencillamente siempre he ido con la verdad a cuestas… sabiendo que el respeto abre puertas. Aquí y en cualquier lado del mundo. Esa es la primera enmienda que me impuse en éste mundo global.

Enmienda que me ha permitido conocer, muchas cosas de otras partes del mundo… tan lejanas como Karlskrona primero y Fagersta después. Siento que no he olvidado aquel primer deseo de mi amiga La señora Gullan, de «seguir escribiendo».

Si media palabra ha sido bien recibida, y le ha dibujado una sonrisa a ella o las señoras Liv, Evelyn, o Lise… el mejor suceso para estas palabras.

Mr Robert E Marshall, salió de Inglaterra. Vino ha hacer la América… Dios lo devolvió uniformado a Europa, lo involucró en el infierno de la Segunda Guerra Mundial… Y su humanidad de hombre de bien, le permitió volver a América y darle una larga vida… junto a los suyos… sin apartar de su corazón… el peso de las palabras que de allí dio a luz.

Aquella persona que no comprendió todo esto, con aquellos tres mails sucesivos… sugirió que pegue mis pies sobre la tierra… El asunto es que su dialéctica, no le hace ver más allá de la nariz. Y tampoco le hace ver los pies de ella.

Si mi madre y mi padre, me soltaron la mano a temprana edad… fue por la sencilla opción de que entendían y sabían que estaba listo para caminar solo.

Culturas, familias, emociones… no tan diferentes a las mías.

Enmienda que me ha permitido, observar la verdad de sucesos históricos a través de algunos testimonios… para formar mi propia opinión.

Tampoco creo que aprenda esa esencial moraleja que tienen las ostras… «la de quitar cosas y construir algo nuevo, algo mejor… de todo aquello que le hacía daño».

A veces la observación tiene un fino de toque de sanidad en las personas. Ser educado. Por nuevas opiniones, tomando lo mejor… Observar la vida de terceros… encontrar reflejo en algunos puntos.

Una poesía. Un cuento. Aquel poema del papá de Bruce. Merece estar en un ala de algún museo para que todas las generaciones lo vean.

Las personas dialécticas… me sugieren que obran como esas «viudas negras»… que después de «usarlo al marido para su prolificación»… lo «terminan matando de a poquito».

Vuelvo a decirlo. Dios todo lo ve. Y el amor hace de dar, todo lo que infinitamente mereciste. Y que toda la vida esperaste. A días de «haber sido atropellado emocionalmente»… La infinita misericordia de Dios, me dio la razón que el camino elegido hace muchos años… no era el equivocado.

Esa luz, se manifestaría en aquel día de la Infantería de marina de la Argentina. Ese 19 de noviembre de 2009… Después de la invitación del Señor Raúl Lucce, me enfocó en un día particular.

Ése día, me reencontraba con un montón de amigos que están en actividad dentro de la Fuerza. En el área de la Base de Infantería de Marina Baterías.

La abuela chocha… mandaba el mensaje. Rubricando aquella idea que ver a los papás de Joaquín… es ver ESPERANZA.

La vida, pasa premios y pasa facturas… Nosotros somos consecuencia de nuestra conducta.

La cadena de sucesos, todos apuntaban a esa idea. La cadena de premios, pequeños… sensibles, sencillos apuntan a eso. Somos consecuencia de nuestros actos.

Ése día, me reencontraba con algunos amigos de mi papá… que llevaron a la Infantería de Marina a su sitio.

Después del fallecimiento de mi vecino Juan Breit. Esposo de Pepa… aquellas palabras inocuas las volví a observar… y una vez, más, supe sacar los grilletes del silencio y ajustármelos a mis tobillos.

Ése día me reencontraba, con quién en aquella madrugada del 11 de marzo de 1966, cambió el turno de guardia de mi papá… fue al pueblo a ver si mamá necesitaba algo… y terminó siendo el primer infante de marina que me alzó en brazos.

Después de muchos años… pudimos pasar José Luis, su hijita… María Fernanda, su esposo y sus hijos… Y el tío solterón… una cena de navidad… increíblemente bella.

Fue muy fuerte para mí. Este buen hombre… lo veía por segunda vez. Y básicamente… la mirada tierna estaba enfocada a los recuerdos con mi papá.

Esa misma tarde, al volver a mi casa… recibía la noticia del nacimiento de quién es hoy el primer bisnieto de papá… y de mamá.

Después de muchos años… pude corroborar una información que descartaba como segura. Aquella noche. No dormí bien. Al fin y al cabo… otro caso cercano, en el que la persona en cuestión… tenía muchas más oportunidades que yo.

Ahora la que resta, es poder volver a ver a su hija Dide.

Pidiéndome, que vaya a ver a mi cuñado.

Como también a esos dos, que para mí me reeducaron en muchos aspectos. Victoria y Lautaro.

Reclamándome, el secreto no divulgado de que ya por estos días… haya perdido la cuenta de la cantidad de máquinas, he podido arreglar o reconfigurar…

Tal vez, tenga la sola opción de entregarles un ejemplar de todo esto. Yo supe perdonar…

Porque amé y perdí. Pero nadie puede decir que no deje de amar, no deje de sentir y no dejé de soñar. Eso lo saben allá en el cielo. Debe ser por eso que cada tanto me sorprenden. Lo digo por aquella hermosa cena en que nos juntamos Hugo Sosa y Carlos Ceballos.

Elegí ponerme la camiseta de Surlan. Y también elegí cuando me tocó sacármela… NO PONERME OTRA en su lugar.

Papá tenía razón. Nunca le dije que yo armaba y desarmaba máquinas.

Que de seguro no deben ser ni la mitad de todas las que ARMARON y DESARMARON, junto con el Almirante IM Don Alberto César Gonzáles.

Ellos también deben, esperar estas líneas.

También se las prometí a la mamá de Carlos. Que también me conoce desde niño. Como también… Mis tíos y primos de Olavarría. Que hace unos 30 años no veo. Y que debo una visita.

Debe ser por mi conducta… que cada tanto la percepción… me hace soñar… y que en uno de mis sueños… aparezcan mis padres… de la mano como dos adolescentes…

Nadie puede decir que he sido egoísta. Nadie puede decir que he sido un paria emocional. O un mal nacido.

Termino, aquí… sabiendo por convicción que seguiré levantando cosecha. Y volvería a sembrar con la misma voluntad. Puede haber nuevos nombres… nuevos sucesos, nuevas emociones… nuevas reflexiones…

Habrá nuevos sustos, nuevas decepciones… o tal vez, una nueva Alma de a penas meses… enseñándome a acomodarle en mis rústicos brazos… O una

nueva Mía… a quién tenga que abrazar… con el mismo amor de la primera vez.

De esta carrera Que lleva como Treinta y seis años.

Tal vez, para sólo repasar estas líneas… guardadas en mi corazón desde aquella vez, que leí el prólogo «Un milagro para María Adela», o en mis puños cuando nos saludamos de infante a infante… con mi papá. Aquella última vez.

Que el buen amor De mis dos padres Hicieron de mí

A todos les doy unas eternas gracias. Expandible desde la californiana Santa Paula, hasta los hermosos bosques allí en Fagersta.

UN NIÑO FELIZ Hasta que todo. Todo se terminó.

Ha sido toda una experiencia. Va a emocionar a algunos, otros lo van a traducir a medias, sólo les pido a los que no hablan mi español… que hagan el esfuerzo… eso ya para mí, es un enorme premio Nobel.

Que como adolescente Sufrí el casi nulo

Tal vez… elevadas y necesarias como aquel poema. Con 8 años en los registros de mi PC.

Abrigo de una caricia. A pesar de soñar Y seguir siendo

Título: SERÁ PARA SIEMPRE. Por: Marcos Waldemar Windman

Un gran soñador. Que alguna vez estudie Llenándome de luces...

Quiero que sepas Lo poco que se

Entendiendo ahora Que la luz interior

Me inspiro a equilibrar mí

Muchos respetaron...

Conocimiento.

Y muchos objetaron.

Quisiera que sepas Que use casco y fusil. Y que muchos me consideran

Que para un buen

Un eterno soldado de la vida.

Infante de Marina

Que ninguna de esas cosas

Siempre hay y habrá un

Yo quité para mal.

Buen obstáculo... y

Porque Las mejores medallas

Una buena excusa...

Las tengo del lado

Para continuar...

Interno del uniforme.

Combatiendo de pie.

Que puedes descubrir Donde hubo una espina

Quiero que sepas

No hubo lugar para dos más.

Que hubo una persona...

Que la virilidad...

Que no hablaba español.

Y la virginidad

Y que me hizo saber...

Han sido el botín

Que el amor existía...

De guerra, de ese

Y que podía resurgir...

Equilibrio que

Que las almas gemelas...

No necesariamente Se unen en la tierra.

Quiero que sepas Que pude resurgir.

Me hizo saber

Del suicidio del todo.

Que la Gran Osa polar...

Que el teléfono hizo...

Tiene tantas historias

El milagro de prometer.

Del mismo amor...

Lo que una sonrisa...

Que nuestra Cruz del sur.

Me obligó a cumplir.

Que la comunicación Con el corazón...fue

Porque lo debo admitir...

Su más maravillosa

MI primer POEMA...

Y eterna lección.

No pudo caer, en mejores Manos, que las de una

Que escuche de su padre...

Hija de una maestra.

El deseo de conocerme. Y de prodigar mimos

Que bien sé cuanto ama

A unos nietos latinos.

El mar... y a su familia.

Que su Báltica sangre....

Que la contiene desde

Hubo de provocar

Un diecisiete de marzo.

Una maravillosa arritmia.

Que descubras... ¿por qué?

Educando mí fechando

Soy como una estufa...

Una razón y un porqué.

Y no un ruin VOLCAN.

Porque quite cosas

Porque a pesar de los palos

Y logré construir.

Hubo y hay una braza,

Porque la espera y la

Y los mal nacidos...

Esperanza se escribe

No tienen el ejercicio

Con la misma letra E.

De ser una estufa... Que intente reunir...

Que también descubras...

A ser un volcán...

Porqué después de esa primera cumbre,

Que solo sabe espantar.

Ya nada fue igual. Y que la luz que vi

Quisiera que sepas

Ese 15 de noviembre.

Que me dijeron POCO SERIO.

Me hizo firmar...

Me dijeron irresponsable.

Un compromiso con la vida

Pero por cada tormenta....

Y de por vida.

Supe esperar un arco iris.... Y que la espera única

Que todo eso me cambió...

Duró nueve meses -

De visceral que fui.

Dándome una esperanza...

Al sentimental que soy.

Muy educado... por esos dos Premios que la vida me dio... Tal vez con la única misión... De hacerme entender. Que alguna vez fui feliz. Que a pesar del dolor. Hubo y hay una esperanza. Que con un buen timón... Y una buena brújula.... No importaron, ni importan Las mayores tormentas... Porqué habrá un arco iris.

Que el tiempo pasa y la vida Pasa factura y pasa premios. Como consecuencias... De nuestra conducta. Que puedo volver a decir TE AMO Sin las culpas que alguna vez Trataron de endosarme.

Y que esta vez. Estoy Listo. La segunda oportunidad... Será para siempre . Marcos Waldemar Windman ÿþ Marcos Waldemar Windman pseudónimo literario de Marcos A Reynoso DNI 18014392. Bahía Blanca Argentina. [email protected] 0291154650690

La palabra VERDAD. Nunca me pareció una decisión equivocada comenzar con la verdad. Recuerdo que empecé a tomar conciencia de la decisión LA DE COMENZAR CON LA VERDAD, cuando nació mi ahijada. Victoria Aylén. Su madre quién no me conocía, el único tesoro a manos llenas que podía entregar era la verdad que arrastraba. Sospechaba que IBA A ASUSTARSE y a salir corriendo… pero no. Estuve allí con mi verdad de cuerpo presente hasta la venida de esta criatura pronta a cumplir 15 años. Siempre recordaba aquella frase que acompañaba la impecable película UNDER FIRE, con la guapa Joanna Cassidy y el guapo Nick Nolte. La primera víctima de toda guerra es la verdad. Hace poco la he vuelto a ver… y después de focalizar la atención en algunos textos… como también en su música andina, recreada por el genial Pat Methanny… observé detenidamente aquella última línea de diálogo. Toda una metáfora para la película… como aquella GOD BLESS AMERICA or BANG… de Michel Cimino…

YO, NO ESTOY PARA NADA ARREPENTIDO DE ACERCARME A LA VERDAD y de siempre haber comenzado con la verdad. Y haciendo saber sobre la verdad que arrastro.

Papá y mamá, también sobrepasados te decían… Ahí están los libros, tómelos que no muerden. Como diciendo, abre tu corazón para un juicio de valor sobre los hechos, si allí tienes las herramientas, puedes hacerlo.

La verdad bien entendida, puede observarse como un gran escudo y una poderosa arma.

Era una situación para mí, no muy diferente a como bien lo recreaban en su rutina de comedia, los Les Luthiers llamada ¿Y porqué la gallina dijo EUREKA?

Y he aquí el desarrollo de cómo siempre utilicé LA VERDAD como escudo y como poderosa arma.

Era la época en que por ejemplo tenía facilidad para la MATEMÁTICA. Después esa actitud se me fue perdiendo.

Es una verdad, que desde mis días de escuela primaria… la necesidad de mis padres de que progresáramos en los estudios era una suerte de predicado diario para con nosotros.

Hoy con la posibilidad a un clic de distancia de observar, los hechos. Cotejar, los análisis de dos, tres o más personas; el conocimiento y la verdad, están tan aparentados en mi opinión, que se las puede oler, percibir, con un menor esfuerzo.

Es una verdad que aferrados a la lectura, obtendríamos el conocimiento y que en lo referido al conocimiento histórico… íbamos a acercarnos a la verdad de cualquier evento.

Quién te miente. Y quién tiene el mismo concepto de verdad.

Para nuestra riqueza personal… sumamos una enciclopedia contra parte a la famosa LO SE TODO que se vendía por aquellos años.

Comencé con la verdad con todo el mundo. Y a muchos les debo agradecer el darme el espacio y el tiempo para darla a conocer. Algunas personas estarán a un océano de distancia… pero eso no es motivo de dibujarle «Una verdad aparente».

La enciclopedia estudiantil… que constaba de 17 tomos, nos abrió el camino del conocimiento. Con un clima desfavorable por aquellos primeros meses de 1976. En Río Grande Tierra del Fuego… Casi sin televisión… porque empezaba muy tarde. Nuestro deporte favorito fue leer. Y esos 17 tomos fueron los que nos acompañaron durante toda nuestra carrera secundaria. Cuando se trataba de un evento histórico… y si bien no teníamos el acceso actual a segundos y terceros análisis de gente idónea… la verdad salía a luz…

Ya de adolescente… el primer ejercicio sobre decir MI VERDAD… fue en el sexto piso de 9 de julio 180. Recuerdo perfectamente las palabras que utilicé. Y que volvería a repasar si y solo si… esta persona «reconociera como un acto mayéutico puro, el dar a conocer su verdad». Lamentablemente, como ya ha dibujado una y otra vez, su huella dialéctica… definitivamente no creo que acepte el desafío. Después de aquel año particular de 2002. Recuerdo haber percibido la misma situación emocional para expresar mi verdad. El ¿Qué cosas llevo en mi

mochila? Quien me escuchó aquella vez… aquella buena gimnasia de comenzar con mi verdad… Vende flores, a muchos kilómetros de mi casa. Creo que fue a la única persona en que le AVISE… «Hablo sobre mi verdad y la gente sale corriendo». Más lejos aún… pero con delicadeza extrema y a un océano de distancia… expresé mi verdad adjuntando también algunas cosas que como argentino arrastro. Durante muchos años, pasados y más presentes en mi país; ha habido gente con poder, jugando a ser de DIOS. Ejercicio que el ser humano NO DEBE HACER. NI DEBE PENSAR HACER NUNCA. Lo hermoso del asunto… es que les he podido mostrar que mi amado país, su gente, sigue emocionándome y que hay muchas más cosas que lo hacen muy bonito y muy particular. Como aquellos pequeños paraísos, que he podido contemplar a través de las fotos.

Es tan verdadero ese concepto, como verdadero es que jamás he sido juez y ejecutor. Porque a todos les he dado la palabra justa en el momento justo. Elegí siempre eso. Preferí siempre sugerir un cambio de postura, frente al comienzo de medias verdades. Como es verdadero también que siempre he elegido, y seguiré eligiendo EL LADO MAS DEBIL. Papá , no más de una vez, sino muchas veces, me dijo: Hijo Ud debe siempre estar al lado de su madre. Más de una vez, como tercero MAL involucrado, tal vez como olfateando una mentira. Me dije «Esta película me parece que ya la miré, varias veces». Y en realidad «Ese SILENCIO DE LOS INOCENTES»… ENTRE INOCENTES siguiente a esa X controversia Me devuelve a aquel piso 6to de la calle 9 de julio 180. ¡QUE BUENO es comenzar con la VERDAD!

El que solo me hayan abierto la puerta, de sus casas… es todo un honor para mí.

¡QUE BUENO FUE COMENZAR CON LA VERDAD!

Por supuesto… es parte de mi verdad, que no todos tenemos los mismos conceptos y fuimos educados con los mismos parámetros como así también en la misma clase de escuela.

¡QUE BUENO es haber elegido comenzar con la verdad!

Algunos y algunas con picardía o astucia… (O por un equivocado concepto de diversión) envuelven historias que arrancan desde medias verdades.

A mí nunca me fue mal. Por haber comenzado con la verdad. Yo creo firmemente que mi verdad comenzó un día como hoy cuando mis padres se casaron hace 47 años en aquella parroquia del «Corazón de María». En la ciudad de Córdoba.

Recuerdo que más de una vez, al observar esas conductas… fui como APARTADO Y EXCOMULGADO. Sacado de contexto… más de una vez.

¿Y si hubieran comenzado con la verdad?

Marcos A Reynoso 23 de diciembre de 2010

Agradecimientos. Primero debo agradecer… a mi madre María Adela Demarchi y a mi padre Saúl Nicolás Reynoso. No le habré dado hijos. Pero si le he dado algunas otras cosas. A mis hermanos, José Luis, María Fernanda y Ana María. Voy a repetir las palabras que ellos saben. Siento un orgullo especial por «mis hermanos de padre y madre que tengo cerquita». Renuevo con Ana aquella idea, que le dije cuando se fue del país. De la única forma en que pueda viajar es que me editen o bien que me inviten a presentar un libro allá a dónde tú vives. Agradezco a mis vecinos, y a todos aquellos que entendieron la frase: Te agradezco que me permitas entrar a tu casa. Sobre todo agradezco a los que me abrieron su casa a partir del año 2002 Agradezco a la Agrupación de Boys Scouts Navales, Almirante Guillermo Brown… por haberme educado de la forma en que lo hizo. Complementando la que existía puertas adentro de mi casa. A profesores, maestros e instructores. De mi escuela Primaria como de mi secundaria. Al personal involucrado en el ya mítico Primer Curso de Admisión para Tropa Voluntaria de Infantería de Marina. A mis compañeros de promoción. Dios nos hizo amigos, la Infantería de Marina nos hizo 392. Al personal de las diferentes unidades que me tocó servir, tanto en el terreno como en sus dependencias.

Al personal de conscriptos infantes de marina, que me ha tocado conocer en aquellos cuatro años. Llevo de ellos, muy bien presente esa voluntad por realizar grandes cosas. A los que me consolidaron dentro de mi vida informática. Allí en el subsuelo de Sur Computación o en Surlan. Vuelvo a decirlo. Si no me he puesto otra camiseta… será porque en el único lugar que encontré «una buena tarea en equipo» fue allí. A mis amigos distantes, a mis amigos reencontrados. Y a los nuevos amigos… «que de la nada abren la puerta de su casa, prestan sus oídos para escucharte, y su corazón generoso para sobrellevar el primer choque de tu vida.» Vuelvo a decirlo. Me alegro de haberme parado aquella vez, en aquella ruta. Porque en realidad no hubiera podido hacerlo. A todos los que no hablan español como idioma materno. Y que se han esforzado en leer aunque más no sea un párrafo de los que he escrito desde 1999. Es uno de los mejores premios que puede cargar este piscis de 44 años de edad. De todos ustedes, también aprendí. Y si llevo esa medalla… es porque han sabido que alguna vez, estas palabras que han leído, las iban a encontrar… Un abrazo a todos.

Marcos Waldemar Windman 25 de diciembre de 2010

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