SECCIÓN ARQUEOLOGÍA

Gota a gota, nº 5 (2014): 93-97

¿GRABADOS PÚNICOS EN UNA CUEVA?

Ildefonso Felguera Herrera Grupo Espeleológico Arqueológico de Campillos Email: [email protected]

RESUMEN: La cueva en cuestión es de roca arenisca y de pequeña dimensiones. La había visitado por curiosidad hace aproximadamente unos 40 o 50 años sin haberme percatado de nada de lo que había en su interior, pero mira por dónde… la pasada primavera y en una de mis salidas al campo a la búsqueda de minerales, fósiles… vine a parar, sin proponérmelo, a divisarla desde un altozano cuando transitaba por un nuevo camino que luego me llevó cerca de ella, y otra vez la curiosidad me hizo subir a visitarla. Al ir acercándome anduve por la cresta del cerro rastreando su entorno, observando como poco a poco aparecía algún que otro bloque con señales inequívocas de haber sido trabajado por el hombre; me estoy refiriendo a grupos de cazoletas de distintos tamaños de las que llegue contar más de 200. PALABRAS CLAVE: Copas, arenisca, cueva, figura esquemática, jeroglíficos, diosa púnica Tanit. ABSTRACT: The cave in question is of sandstone rock and small dimensions. Had visited her curiosity about 40 or 50 years ago without having noticed nothing of what was inside, but look where... last spring and in one of my trips to the countryside in search of minerals, fossils... came to stop, without intending it, to me spotted it from a hill when it transited among a new path that then led me close to her, and again the curiosity made me go up to visit her. To go bringing me I was in the crest of the Hill scouring their surroundings, observing how slowly some of which appeared another block with signals clear of having been worked by man; I am referring to groups of cups of different sizes which will have more than 200. KEY WORDS: Cups, sandstone, cave, schematic figure, hieroglyphs, Punic goddess Tanit.

PROLEGÓMENOS Para comenzar, un breve relato del que dicho sea de paso, no es fruto de un espontáneo impulso, sino de una larga meditación, puesto que el conocimiento que poseo sobre el tema que describo es cero, salvo lo que he podido ver y leer recientemente. Pese a ello y porque creo que el tema pudiera ser interesante y quizá novedoso, me arriesgo a divulgarlo y a la vez pedir perdón y comprensión al lector por la osadía, esperando entienda que el hecho de hacerlo es con el único fin de dar cuenta, a mi manera, a cuantos arqueólogos, estudiosos y aficionados pudiera interesar o sepan del tema. Si a lo peor me equivoco, doy por buena todo tipo de críticas. Pero de una u forma, para mí ha sido muy instructivo y emocionante el haber tropezado con esta incógnita, así como el poder comentarla. La cueva en cuestión es de roca arenisca y de pequeña dimensiones. La había visitado por curiosidad hace aproximadamente unos 40 o 50 años sin haberme percatado de nada de lo que había en su interior, pero mira por dónde… la pasada primavera y en una de mis salidas al campo a la búsqueda de minerales, fósiles… vine a parar, sin proponérmelo, a divisarla desde un altozano cuando transitaba por un nuevo camino que luego me llevó cerca de ella, y otra vez la curiosidad me hizo subir a visitarla. Al ir acercándome anduve por la cresta del cerro rastreando su entorno, observando como poco a poco aparecía algún que otro bloque con señales inequívocas de haber sido trabajado por el hombre; me estoy refiriendo a © G.E.V.

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Foto nº 3

Foto nº 2

grupos de cazoletas de distintos tamaños de las que llegue contar más de 200 (foto nº 2). Luego me acerqué a la puerta de la cueva (foto nº 3), desde donde sentado entre sol y sombra contemplé el amplio paisaje mientras fumaba un cigarrillo (foto nº 4). Fue grande mi sorpresa cuando, siguiendo con la vista una bocanada de humo y tras este, pude apreciar en la pared el dibujo de una rara figura esquematizada que me recordó a aquellas pequeñas muñecas de trapo de fabricación casera con las que jugaban las niñas de los años 40/50 (foto nº 5). Un tanto emocionado, circunvalé todo el recinto buscando nuevas imágenes, y justo frente a la anterior y misma altura, localicé otro raro dibujo, en este caso rectangular, cuyo interior estaba divido en otros cuatro trapecios más pequeños (foto nº 6). Foto nº 4 Repasé una y otra vez la pared, y aún pude encontrar bajo el hollín un tercer grabado apenas visible con la forma de un gigantesco protozoo de trazos muy finos en cuya mitad inferior contenía abundantes líneas en todas direcciones, (pienso que de distinta factura) y luego una tercera figura, al parecer pintada de blanco muy similar a la primera descrita (foto nº 7). Animado volví a escrutar el ahumado lienzo de pared y logré dar con otros dos pequeños dibujos antropomorfos que no me atrevo a describir (foto nº 7a y 7b).

Foto nº 5

Foto nº 6

Foto nº 7

En principio tanto por las formas como por los trazos descarté que el conjunto fuera de la tutoría de algún pastor, dominguero, cazador…lo que me llevo a meditar sobre el significado de este enigma, así es que, como casi siempre llevo consigo algunos bártulos, hice unas fotografías y mediciones y marché a casa con el firme propósito de intentar averiguar algo sobre los jeroglíficos de este inesperado hallazgo a través de la lectura.

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DESCRIPCIÓN La pequeña cavidad se halla un tanto oculta entre la maleza a media altura de un pequeño montículo de roca arenisca dando vista 210º SW y presenta una gran boca semicircular de 3 metros de ancha 2,30 de alta; se accede por un pasillo a ras del suelo de aproximadamente 70 cm de ancho, ocupando el resto de espacio de la derecha entrando, un grueso muro de piedras de de 2.30 x 1 m. medio derruido. En la pared izquierda del pasillo y a pocos cm. del suelo aparecen excavados en la roca sendos nichos u hornacinas con figuras periformes de 30 x 60 x 30 cm de fondo, supuestamente para la colocación de recipientes con líquidos (foto nº 8). La planta que tiene forma parecida a una oreja humana con el lóbulo a Foto nº 8 izquierda, es completamente llana con suelo de fina arenilla color ocre y mide desde el muro de piedra al fondo 3 m x 4.30 de ancho x 2,70 de alto. Tanto el techo como las paredes son cóncavos, por lo que estas se ensanchan a unos 0,50 cm del suelo a la redonda, siendo en este espacio ya más amplio, donde se abren tres hornacinas/vasares de varias dimensiones. En toda la pared y a una altura de 1.85 m. existen unos 12 agujeros (+-) espaciados en los que se introducirían palos o cortas estacas, que servirían como perchas o para formar una plataforma. Llamó poderosamente mi atención por lo novedoso, la construcción de un pequeño canal o arqueta labrado en la piedra de 0,7 x 0,7 x 5,80 m que circunvala paralelamente todo el perímetro exterior de la boca que es de suponer se hiciera con el propósito de encauzar las aguas de lluvia, para así evitar el goteo en la entrada (foto nº 9).

Foto nº 7a

Foto nº 7b

Una vez superado el vano de la puerta, a la izquierda y sobre la pared ahumada, aparece a unos nos 1,20 m del suelo una figura esquemática de 0,25 Foto nº 9 x 0,35cm formada por una circunferencia de 11 cm que descansa sobre el vértice superior de un triángulo isósceles romo. En realidad se trata de un grabado de gruesos Foto nº 10 trazos. En su interior y paralelo a la base, se distingue una tenue línea que junto con la anterior, forman una cartela; ya fuera del dibujo y a su izquierda, donde se funden círculo y polígono, también puede apreciarse una pequeña y tenue línea recta que podría representar un brazo extendido (foto nº 10). Por encima de esta figura se hallan los dos pequeñas dibujos antropomorfos anteriormente mencionados. A juzgar por la composición estética de las figura de esta pequeña e inesperada pinacoteca rupestre y a las comprobaciones llevadas a cabo, creo que se trata de una representación simbólica de la Diosa Púnica Tanit, como bien puede compararse con las que aparecen en la estela funeraria que existente en el Museo de Bellas Artes de Cádiz; en el mosaico de teselas en una vivienda de Kerkouane, o en la también estela del santuario de Tophet, ambas en Túnez (foto nº 11). A mi modo de ver e interpretar lo visto, juego con la teoría de que la factura de los grabados son Púnicos, en razón a que su presencia por estas tierras (cuenca media del río Guadalhorce) está acreditada, tanto por la © G.E.V.

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moneda ibicenca hallada en Peñarrubia, como por el pequeño ídolo/amuleto de pasta vítrea encontrado en Campillos, ambos con la imagen del Dios Bes (foto nº 11a y 11b), por lo que puedo augurar que posiblemente la cueva, pudo ser ocupada como refugio o vivienda por algún anacoreta o eremita de la época Siguiendo el recorrido hacia la derecha y un poco más abajo que la anterior, puede apreciarse aunque muy difuminado, el fino grabado de un rectángulo redondeado (0,25 x 0,10 cm) en posición

Foto nº 11

Foto nº 11b

Foto nº 11a

vertical que encierra en la parte inferior, trazos enmarañados, que intuyo pudieran ser de factura más antigua… (foto nº 12), y un poco más abajo,otra representación de la diosa en este caso y al parecer, pintada de blanco pero simulando lo que llamaríamos la cabeza, mediante una circunferencia concéntrica de 10 cm y el cuerpo de 25, terminando en punta de fecha hacia el interior foto nº 13. Por último, junto a la pared de piedra y sobre la hornacina, existe el otro singular grabado esquemático de gruesos trazos y figura rectangular, de 14 x 17 cm al parece con líneas doble arriba, izquierda y abajo, en cuyo interior encierra una cruz latina inmmissa o india que se apoya en los cuatro lados (foto nº 14). De este jeroglífico con la apariencia de un tablero de juego, nada más puedo decir, salvo que si por su iconografía pudiera tratarse de una letra, esta no lo he visto en ninguno de los alfabetos de las muchas y antiguas civilizaciones que poblaron el mediterráneo, excepto en el de los Etruscos, donde ocupaba el lugar que correspondería por el orden de su lectura, a nuestra actual letra “eñe” (foto nº 15). Foto nº 12

Foto nº 15

Foto nº 14

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Foto nº 13

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Por carecer de la debida instrucción, no he querido comentar con más suerte detalles las figuras que menciono en segundo y tercer lugar, los dos pequeños antropomorfos así como tampoco las cazoletas del exterior, ya que el hacerlo supondría una nueva y más grande osadía, y la verdad es que ya no quiero correr más riesgos. NOTA.-He omitido adrede, el lugar y coordenadas, por aquello del vandalismo.

BIBLIOGRAFÍA BLANCO FREIJEIRO ANTONIO. La colonización Fenicia. (Historia de España, 1. La España antigua, de Altamira a Sagunto, Madrid, 1980. FERNANDEZ Mª DE LA CRUZ. Historia del arte. La edad de los Metales, Madrid. 1989. FELGUERA HERRERA ILDEFONSO. Asociación Numismática Española. Gaceta Numismática nº, 182. La moneda partida circulada en la comarca de Campillos. Barcelona, 2011. GASULL PEPA. Grandes Civilizaciones. Los Fenicios y el Mar. Edilibro. Tudela, 1999. HUNTINGFORD ELISABET. Grandes Civilizaciones. Los Pueblos Ibéricos. Edilibro. Tudela, 1999. MAITLAND A. EDEY. Los Fenicios. Time-Life Internacional. Salvat Editores. Barcelona, 1975. MAZEL JEAN. El Secreto de los Fenicios. Ed. Bruguera, 1970.

Este trabajo ha sido publicado on-line con fecha 16/10/2014 Se citará como: FELGUERA HERRERA, I., 2014. ¿Grabados púnicos en una cueva?. Gota a gota, nº 5: 93--97. Grupo de Espeleología de Villacarrillo, G.E.V. (ed.)

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