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HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE AMERICA LATINA - Ciclo Inicial

OBLIGATORIO MATUTINO

21 copias

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Daniela Spenser

Este libro es una discusión sobre una guerra para impedir otra guerra, una guerra en lugar de aquella que no tuvo lugar. El libro se propone un acercamiento distinto al tradicional para comprender la guerra fría. En lugar de concebirla como un mero antagonismo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, se la ve a la luz de los desafíos revolucionarios al -sistema económico, político y social dominante y de la confrontación con los Estados Unidos. De todos los países, Cuba fue el único que rompió con las reglas económicas y políticas del sistema dominante, y mientras que atrajo la ira de los Estados Unidos, cautivó a la Unión Soviética. México, en cambio, no fue un caso explosivo, pero jugó un importante papel de amortiguador entre el norte anticomunista y el sur económica zpolíticamente débil, dependiente y subordinado al hegemón norteamericano, papel que aprovechó en la negociación con una izquierda nacional que se sentía abandonada después de que Lázaro Cárdenas dejara el poder en 1940. A diferencia de México, los . países de • América Central intentaron alcanzar cambios estructurales en. la época de la guerra fría. Para combatir la efervescencia- política en Centroamérica, desde los arios cmcuenta del siglo xx, los Estados Unidos la encaró junto con políticas contrainsurgentes y de integración de la población al Mercado global como el mejor dique contra el comunismo, con la ayuda de un enorme potencial militare ideológico que pudo más que la fuerza de ideas, de la voluntad y los movimientos insurgentes; que fueron neutralizados o derrotados.

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Coordinadora

Espejos de la guerra fria

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9'78970711015579

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Espejos de la

guerra fría: México, América Central y el Caribe

Esta mvesngac, arbitrada por pares acad6nj•m, se privilegia con el aval de la institución coeditora, propietaria de los derechos correspontrientes.

Agradecimientos

no se hubiera podido elaborar sin el esfuerzo de muchas personas e instituciones. El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciEsAs) no desdeñó recursos e imaginación para que la publicación del libro se realizara. Desde la dirección del CIESAS de Rafael Loyola Díaz y de política científica y formación a cargo de Fernando Salmerón, pasando por la subdirección de investigación a cargo de Guadalupe Escamilla, de publicaciones a cargo de Diego García y de difusión a cargo de Gonzalo Maulén, el proyecto, del que el libro es uno de los resultados, ha contado con el generoso apoyo. Gilbert Joseph, profesor de historia y director del Instituto de Estudios de América Latina e Iberia en la Universidad de Yale, estuvo primero detrás de la iniciativa de llevar a cabo el congreso México, América Central y el Caribe durante la guerra fria, en donde el libro se incubó, y luego del libro mismo. A lo largo del proceso, su apoyo personal, de la Universidad de Vale y la invaluable asistencia de Beatriz Riefkohl, administradora del Instituto, fueron no sólo económicos sino de estímulo intelectual y camaradería. La Secretaría de Relaciones Exteriores, a través del entonces subsecretario para América Latina, Gustavo Truegas, y de Mercedes de Vega, directora del Acervo Histórico Diplomático, junto con el equipo que los apoyaba, brindaron un apoyo logístico invaluable para que el congreso se llevara a cabo. Christian Ostermann, director del Cold War International History Project en Woodrow Wilson Center, Washington D.C., financió a lo largo de 2000 y 2001 la investigacióntrel archivo de la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales del Archivo General de la Nación. La investi yel desarrollo del congreso en 2002 gación inspiró la organización y generó materiales documentales que nutrieron algunos de los trabajos incluidos en este libro. ESTE LIBRO

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Coeditores de la presente edición: Carriles on INVESDGACIONES YE EN AYMOPOLOGIA SOCIAL SECRETARIA DE

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STUNOS SUPERIORES

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RinAaoNcs ErramoRcs

-ÁNGEL PORRÚA, librero-ed•tor

Primera edición, diciembre del año 2004 O 2004 CENTRO

DE INvESTIGACIONES y ESTUDIOS S

EN AWROPOLOCIA SOCIAL

e 2004 Por caraaerísOars tipográficas y de cliseflo editodal

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Derechos reservados conforme a la ley I5BK970-70 1 -557-8 Imagen de la portada: Diana vcente Rojo Carna

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Amargura 4. San Ángel, Alvaro Obregón, 01000 México, D.F.

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Daniela Spenser*

La crisis del Caribe: catalizador de la proyección soviética en América Latina

Introducción EL DESCUBRIMIENTO y forzado retiro de los misiles nucleares de Cuba en octubre y noviembre de 1962 fue un hecho dramático en el ámbito mundial, humillante para la Unión Soviética y traumático para Cuba. A partir de su debacle en Cuba la URSS, que se consideraba el modelo más avanzado, si no el único posible, de la sociedad y del campo socialista y cabeza de los movimientos de liberación nacional, tenía que enmendar el daño hecho a su imagen y legitimidad ante las fuerzas de la izquierda y el Tercer Mundo. Esta reconstrucción de inia_gen y legitimidad como vanguardia del socialismo internacional, la descolonización y la- luChiP-Cii- ia emanci se complicó árde el creciente conflicto entre la URSSy la China Popular do.s--reiímenes • que a principios de los arios sesenta competían por la representatividad revolucionaria en el mundo. El argumento central del trabajo es que la crisis del Caribe fue un par_teáguas_en la política soviética en Amérjea-Ju-atranto CiT URSS emergieron lastimadas por su —d-eseniace. Mientras que los cubanos estaban preocupados por la supervivencia de la Revolución, los soviéticos temían perder a Cuba. Este temormu trl---•fn'-' *v ql. aTR-SS—no se q—uédire pasiva-a-ríté-la7).7)11Eti7a— . c111)ana de extender la Revolución alodallmtzica . Latina e incluso la apoyó, a pesard -e—qTre—IYURSSóconsideraba la lucha armada como la vía más factible para llegar al socialismo. La dirección soviética temía que, de no apoyar esta lucha armada, Cuba, actuara de manera indepradiente_Alt N URSS en el hemisferio occidental y s .e." •aliára•evolucionarios chinos. La áp'óyó tanibié 5- 1.-4—u-e7aTm .. en- os en Cuba, había dem°. ár-a-do-iii- ficacia como método de lucha para llegar al poder y debilitar al adversario de los soviéticos. No obstante, la ayuda *Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México. [ 281 ]

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soviética a la lucha armada en América Latina era ambigua, proporcionada en pequeñas cantidades para que la URSS no fuera acusada de negarse a apoyar los movimientos de liberación nacional, pero con la suficiente cautela para no provocar agresión o revancha en ninguna parte del mundo por parte de los Estados Unidos. Los resultados de sus acciones fueron diferentes de sus intenciones. Los aliados naturales de la URSS en América Latina eran los partidos comunistas, no los grupos guerrilleros. Sin embargo, a raíz de la Revolución cubana, algunos partidos veían la lucha armada compatible o complementaria con otras formas de participación en la política de su país. Si bien la URSS se oponía a que los partidos comunistas adoptaran formas radicales de lucha, les exigía el apoyo a la Revolución cubana. Después de la crisis del Caribe la URSS adoptó una posición más conciliadora hacia los partidos comunistas que escogieron la lucha armada y apoyó ala dirección política, militar y a la inteligencia cubana, que entrenaba y orientaba la lucha armada en varios paises de América Latina en los años sesenta, con el fin de no perder el maltrecho liderazgo entre los movimientos sociales en la región. La relación entre la URSS y los Estados Unidos ponía restricciones sobre el alcance de este apoyo. La coexistencia que la URSS buscaba con los Estados Unidos exigía la preservación de lapas para poder expandir el campo socialista sin hacer peligrar el sistema internacional; un peligro que podría llevar a la guerra mundial. La URSS dejó de apoyar la lucha armada en América Latina hacia finales de los años sesenta. La remoción de Nikita Jrushchev de la posición dirigente en la URSS a finales de 1964jug6 un papel indudable. Sin embargo, se debió también al hecho de que la lucha armada demostró su ineficacia como el camino hacia el socialismo y hacia el debilitamiento de la hegemonía norteamericana en el hemisferio occidental. El ensayo se centra en los años que transcurrieron entre 1 962 y 1967.

La toma de la decisión Nikita Jrushchev no quería desatar la guerra mundial cuando tomó la decisión de instalar las armas nucleares en Cuba. En sus memorias, Jrushchev recuerda: nosotros queríamos que Cuba permaneciera revolucionaria y socialista, y sabíamos que Cuba necesitaba ayuda para lograrlo... No teníamos otra ma-

nera de ayudarles para hacer frente a la amenaza americana salvo la de instalar nuestros misiles en la isla, de manera de hacerle frente a las fuerzas agresivas de los Estados Unidos y ponerlos ante el dilema: si invaden a Cuba, tendrán que encarar un ataque de misiles nucleares contra sus propias ciudades.' Era cierto que la intención soviética era "instalar los misiles no para hacer la guerra contra los Estados Unidos, sino para prevenir que los Estados Unidos invadieran a Cuba y así empezaran una guerra" y para "darle al nuevo sistema progresista creado en Cuba por Fidel Castro la oportunidad de funcionar". Sin embargo, la defensa de Cuba y de su Revolución formaba parte de la ideología y de la política exterior del partido y Estado de la URSS más allá de Cuba misma. La unidad y la ampliación del campo socialista era un componente importante de la motivación soviética para buscar la protección militar de Cuba, pero no menos significativo en la prosecución de la política soviética exterior era poder combinar la diplomacia tradicional de coexistencia entre estados con la política internacionalista entre los partidos y movimientos de liberación nacional sin que el compromiso con los ideales revolucionarios entrara en conflicto con la diplomacia. La coexistencia pacífica con el sistema capitalista consistía precisamente en la expansión de los espacios para el socialismo sin perturbar el orden internacional de estados. Cuando Jrushchev asumió la dirección del partido y del Estado soviético después de la muerte de Stalin en 1953, la política exterior de la URSS empezó a adquirir una nueva dimensión revolucionaria. Jrushchev abogaba por la solidaridad fraternal y el internacionalismo y lo contrastaba con las políticas coloniales de los países occidentales. Jrushchev creía que el Tercer Mundo formaría eventualmente parte del bloque soviético y que la transformación social que eso significaba demostraría al mundo, a Estados Unidos sobre todo, que la causa del comunismo era la ola del futuro. Jrushchev creía firmemente en la superioridad de la URSS sobre el Occidente y en el irresistible avance del comunismo. Consideraba como una necesidad la estabilización de las relaciones entre el este y el oeste al mismo tiempo que el rearme y la detente política, pero por encima de todo, creía que el socialismo estaba destinado a ganarle la partida militar, Strobe Ilalbott (ed.), Khtusitchev remembers: ¿he kat iestament, Londres, Andre Deutsch, 1974, pp. 510-511.

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política y económica a Estados Unidos,. que el capitalismo estaba destinado a morir y de hecho ya estaba agonizando.' Aunado a lo anterior, Jrushchev estaba consciente de ue la URSS ._se...había._convertido en una superw_g_ icjq nuclear. Esta realidad lo motivó a revaluar la Revolución, el socialismo y las relaciones internacionales en las-n-utvas-cTs-n-dteitur esdrayaterrteigurnaictatfirtlit -arSIlbrfkii-téZre: -Fal os podíanla amenaza de las armas nucleares para contener el comunismo, ¿por qué no podían los soviéticos utilizarlas para contener el imperialismo norteamericano, otorgarle el paraguas atómico a sus aliados en el mundo colonial y hacer retroceder el capitalismo? Además, Jrushchev quería utilizar las armas nucleares para que los Estados Unidos reconocieran a la URSS como un socio global igual y la paridad nuclear en la que la URSS creía le permitiera proteger los movimientos de liberación nacional sin la intromisión de los Estados Unidos y las potencias coloniales europeas. 3 El triunfo de la Revolución cubana en 1959 impresionó a Jrushchev enZiriemente y-res-p-e-if3-11-115.5am -IffEa Latina.rfilrité .sde -riro-s-peRibTEcni n cubári a primero quéimda en su dimensión antinorteamericana. En septiembre de 1960 Jrushchev expresó la esp ."-—l.r ei "Tz"J'W eri-E1, a sé convirtiera en el fáTo den -6-6111;110 en América Latina y, con los Estados Unidos adversos a Cuba, "Castro tendrá que gravitar hacia nosotros como el polvillo de hierro hacia el imán". 4 Con Cuba socialista el campo se ampliaba sin el recurso de guerra que era la forma ideal de coexistencia pacifica con el capitalismo. Para 1960, la Unión Soviética enaltecía la Revolución cubana como el modelo sociopolítico para América Latina por poner en práctica la reforma agraria y la nacionalización de las empresas norteamericanas; por estas características, y no por la vía armada en que llegó al poder, la dirección soviética presentaba la Revolución cubana a los partidos comunistas del continente como el ejemplo a seguir en sus respectivos países y defender ante los enemigos.' 2 Talbott, K7irushchev remembers, p. 513. JVIadislav Zubok y Constantine Pleshakov, Inside ¿he Krenalin's chev, cold war. From Stalin lo KhrushCambridge, Harvard University Press, 1996, pp. 188-229; Jacques Lévesque,

the Cuban revolution. Soviet ideological and strategical perspective, 1959-1977,

The USSR and

1978, p. 4. Nueva York, Praeger, 'Citado en Yuri Pavlov, Soviet-Cuban alliance, 1959-1991, Miami, 1996, p. 8. North-South Center Press, s Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, pp. 71-73.

Después de la fallida invasión a Cuba en Playa. Girón en abril de 1961 algunos teóricos soviéticos conslife-raTo-n-q-u-e- Estados Unkru -71TaiF7-ir a la intervención militar porque había ocurrido un cambio en . la_correla 7 ción de fuerzas . entre el campo socialista y el capitalista a -fa-vor del --e -co-n-Pirmaba la viabilidacidé l ciitñia-. 15á.áficá;la crisis --d-ers-Istema capitalista mundial y la incapacidad de los Estados Unidos de exportar la .contrarrevolución a Cuba. _Perola. URSS. cambió de actitud optimista a preocupación.ppr . la sealderabra después de la conferencia en Punta del Este de la OrgEii zación de Estados Americanos en enero de 1962, cuando Cuba fue excluida del sistema interamericano, y cuando en febrero se incrementaron los preparativos norteamericanos para invadir a Cuba. En mayo Jrushchev tomó la decisión de que el único medio disuasivo sería el traslada_de~ con ojivas nucleares al territorio cubano. El dirigente soviético estaba dispinc usive a a.sun s que el apoyo económico y militar a Cuba representaría para su política de convivencia pacífica con los Estados Unidos. Cuba derrotada por los Estados Unidos significaría la derrota para la Unión Soviética y el marxismo-le "caros sal - • . os rec SE-r-ran, con el argumento que con todo nuestro poderío la UniárrSoviética-tro . -r a, go por Ctilwsalvo-elevarproresWhiretás • ante -las -Nací-á:EU:n.1-1s. jilisYchev tomó la decisión de instalar las armas nucleares en la isla en parte para proteger la Revolución cubana de la amenaza norteamericana, en parte para corregir la correlación de fuerzas en el ámbito mundial que no le favorecía a la Unión Soviética y que la URSS creía que podía lograr y en parte también debido al reciente debilitamiento de sus relaciones con China y la necesidad de fortalecer relaciones con un nuevo aliado en el Tercer Mundo. La URSS ganaría además un espacio para maniobrar con ventaja en otros asuntos conflictivos que existían entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Emplazar las armas nucleares en Cuba, en e1patio traserodelosEstadosUnidos, era .recetar le la misma mediana que la URSS .6.7so que iraga-r- le- al ypr. iris-tal-4110s misiiirmar~:e7.1t.alia,.4..p .rincipios del ario y que acompañaron laskrásikrele-Kennedy de _cont,inuar las_rw.evas-pruebas--.. e armas nucleares. Jrushchev creía que las armas nucleares alteraban radi men e as relaciones internacionales y que su empleo integraría 6 Aleksandr Fursenko y Timothy Naftali, "One hell of a ganzble": Khrushchev, Castro and Kennedy, 1958-1964, Nueva York, W.W. Norton, 1997, pp. 24-25; Pavlov, Soviet-Cuban alliance, p. 36, Lévesque, The USSIZ and Che Ceban Revoiutiott, p. 39.

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a Cuba al campo socialista, provocaría una crisis general del sistema capitalista mundial y haría vulnerables a los Estados Unidos.' En la reunión del Consejo de Defensa y con los miembros del Presidium del partido el 21 de mayo, jrushchev delineó su propuesta después de desechar que la segunda invasión norteamericana a Cuba sería tan mal ejecutada como la primera en Playa Girón: "Además de proteger a Cuba, nuestros misiles lograrían lo que el Occidente ljanliEce-cle~>" / . Los norteamericanos habían rodeado a Ia URSS con bases militares y amenazaban con armas nucleares, ahora sentirían en carne propia lo que es tener misiles enemigos enfrente. Las armas no eran para ser utilizadas . • e = - a sino para amenazar y moderar a los a: sta; los norteamericanos que la URSS era e .deros. -dusTnittótlre7nostrarían a los cubanos e - - a . . • e a« .1 evolución y proyectar su poderío en el hemis-E.-e 15- té-gei7d-erenti-eilir-"-Tra era une contención de laRig - féribóca. cia -riirTilfitana hacia Cuba. Las armas serían emplazadas en secreto y sil existencia se haría pública en noviembre, después de las elecciones para el Congreso en Estados Unidos y cuando Jrushchev estaría en Cuba para firmar el tratado de defensa militar con su socio caribeño además silenciaría la crítica china de su reformismo al demostrar que • ea él:á— capaz dé-dirigir

La humillación soviética El emplazamiento de los proyectiles nucleares en Cuba perjudicó a su propio inventor debido a que "Jrushchev no pensó bien las cosas ni preparó un plan de respaldo por sí se suscitaran varias contingencias. Hizo un terrible cálculo de la respuesta norteamericana, improvisó sin ton ni son cuando fue descubierto, y tuvo la suerte de que la crisis se salvó de la forma en que se hizo."' Para empezar, la clave del éxito de la operación era instalar los cohetes en secreto. Anastas Mikoyan, el viceprimerministro soviético quien se en7 Anatoly Dobrynin, In Confidence. Moscow's ambassador lo Atnerica's six cold war presidents (19624986), Nueva York, Random House, 1995, pp. 75-76; Fursenko y Naftali, "One hell oía gamble , p. 52. Zubok y Pleshakov, Inside ¡he Kremlin's Cold War , pp. 171-173, 182-186 y 260. Lévesque, l'he USSR and the Cuban Revolution, pp. 4142; William Taubman, Khrushchev: the man and his era, Nueva York, W. W. Norton, 2003, p. 536. °Fursenko y Naftali, "One heti of a gamble, pp. 177-183 y p. 214; Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 39; Taubman, Khrushchev, p. 533. 9 Taubman, Khrush.chev, p. 531.

contraba en La Habana a principios de noviembre de 1962 para tratar de reparar los daños hechos a las relaciones entre la dirección cubana y la soviética, después de haber presentado el fracaso como éxito y el retiro de los misiles como el fortalecimiento de la capacidad defensiva de Cuba, reveló dónde fue que el plan se descalabró: Fue un plan de contención; un plan diseñado no para jugar con fuego en relación con Cuba. Si solamente las armas estratégicas hubiesen sido emplazadas bajo las condiciones del secreto, y los americanos no supieran de su existencia en Cuba, entonces esto hubiera sido una poderosa forma de contención. Nosotros procedimos en el entendido, nos habían asesorado nuestros militares, que bajo las hojas de las palmas de Cuba las armas estratégicas estarían escondidas de una manera segura de los reconocimientos aéreos. 1°

Años después, en su libro autobiográfico, Mikoyan se refirió al mariscal Sergei Biryuzov, el militar a cargo del proyecto de la instalación de los misiles en Cuba, como persona que "no era muy inteligente... Yo había visto esas palmas, y no había manera que debajo de ellas uno pudiera esconder los sitios de lanzacohetes"." En realidad, desarrollar y mantener -cle.-sus-_ la operación del emplazamiento de los misiles e~ra-una debilidades El descubrimiento del incremento del suministro deLequionstruccion delo-s43.01 po y personal. -militar a Cuba en agosto y de la é instalados-e-n-septiendre,life-rón. serios contradon 10 s ara el éxito de la operación. Estos hechos, en lugar de fortalecer ' una invasión norteamericana cuando a Cuba, la de itaron en—Sij-c-felos misiles apenas estaban en camino y no estarían en condidones de ser Cuando los norteamericanos descubrieron la presencia de nuevas armas y tropas en Cuba, Jrushchev respondió acelerando su suministro e instalación. Cuando el 22 de octubre el presidente Keniledylico 1 descubrimiento de los preparativos militares soviéticos en Cuba surysendo e- a - - . - Do encias, en Moscú, en así la pone e.. un estado de incredulidad por lo sucedido y lo anticipado, Nshches---. a ' • hizo una apología de la iniciativa de emplazar las arm. :leo a como un acto cuyo objetivo eta intimidar a los Estados C. . *:: wFursenko y Naftali, "One hell of a gamble", p. 294. " Citado en Taubman, .Khrushchev, p:-546. pp. 192 y 206. Fursenko y Naftali, "One kelt of a gamble",

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Unidos para que no invadieran a Cuba. El mismo 22 de octubre jrushchev esfaba decidido a de-m — os-t-r-ar". firme-5.7"Nos podrán atacar y nosotros responderemos. Esto puede terminar en una formidable guerra."" Jrushchev mantuvo su actitud desafiante durante unos días, cuando el presidente Kennedy anunció el bloqueo a los barcos soviéticos alrededor de Cuba a partir del día 24. Al ver que no había un inminente peligro de invasión a Cubajrushchev no veía razón alguna para no continuar con Jasmistrucción de los sitios para los misilesTci mbiars — tie-cuatro de los barcos que se encontraban en7a1M — nar-a-ria-crós- con cabezas nuclear-es-y-d-e-i-o-s-¿uatro submarinos con torpedos nucleares que se dirigían a las costas de la isla. Al condenar el bloqueo, jrushchev enviaba el mensaje al presidente Kennedy de que los barcos soviéticos podían no respetarlo; a su vez, las fuerzas armadas del Pacto de Varsovia fueron llamadas a alerta de combate. A Fidel Castro, jrushchev escribió una carta el 23 de octubre asegurándole que la URSS no tenia la intención de retroceder. Jruslit-p-ff . 1■»:~ , - una eartEtélribr~- , . regresado ncia de Kennedv. para nue PT1 --eutyn-io se dudara de su compromiso con la defensa de la isla. Para entonces, una parte de los misiles nucleares de mediano alcance estaban ya en Cuba y a punto de ser operativos. jru.shchev trató de mejorar la posición soviética en una situación de crisis y exigió que a cambio del retiro de los misiles_de.--eubalos norteamejjeanos.retiraran los misiles de la OTAN de Tifiq-u- ía.' 4 No fue hasta.después de haber recibido una carta de Kennedy el 25 de octubre, en la cual el presidente le exigía capitulación total, y después de que el 27 de octubre los militares soviéticos derribaran el avión espía que sobrevolaba la isla, que jrushchev decidió que los misiles tenían que ser desmantelados. La paridad militar en el Caribe no se logró, mientras que la guerra nuclear estuvo a punto de estallar." Para salvar el mundo, había que retroceder, dijo Jrushchev el 28 de octubre. n embargo, s'en--eliTtissie-inomentireriqWo's soviéticos desmantelaban y empacaban las armas, y ante la evidente inferioridad militar soviética en el Caribe, jrushchev en tono de desafío intentó hacer aparecer su posición de debilidad como de fuerza: el objetivo del emplazamiento de las armas en Cuba "Ibidem, pp. 241-244. • "Ibidem, pp. 247-256 y 274. 's Ibidem, p. 259. De Trostnik al camarada Pavlov, 28 de octubre, Archivo del Presidente de la

Federación Rusa, desclasificado en abril de 2002, trad. al inglés, Svetlana Savranskaya, National Security Archive (NsA).

era una respuesta a los continuos ataques y actos de piratería en aguas cubanas por los exiliados de la isla que actuaban desde el territorio de los Estados Unidos y porque la URSS no podía abdicar a "nuestra responsabilidad de prestar asistencia al pueblo cubano"." Tan pronto como Jrushchev concedió retirar los cohetes de Cuba, llamó a este retroceso su triunfo. El gobierno soviético había salvado al mundo de la catástrofe nuclear. La Unión Soviética y laSfuéíias - c-lel socialismo, de fa 'paz y 1a fazón hablán ¿ido.. 1-7. Ante los aliados checosInvacosEstuvimos de acuerdo en desmantelar los misiles también porque su presencia en Cuba fue esencialmente de poca importancia militar para nosotros. Los misiles tenían como objetivo proteger a Cut~jós ayudaron a saca~lo&-inip • istas la declaración de que no atacanan -a—Cuba, a-sí cumplieron con su objetivo principá . ...Nosotros po -e—nrósiser ar e a Estados_Unides-perrT—r o ros adós-737—p-a-ra.eso no necesitamos misiles en Cuba. Por el contrario, su empleo en nuestro territorio es más seguro para nosotros y nuestros técnicos quienes están a cargo de ellos."

En conclusión, Jrushchev aseveró: "Soy de la opinión._Aup..nosotm, ganamos." Cuba y su revolución fueron salvadas, lo que no hubiera su--cediders•in-los misiles. Además: "La proximidad de nuestros misiles les [a los norteamericanos] hizo entender, quizás por primera vez, que no-. sotros tenemos armas que son al menos tan potentes como las de ellos. Ahora sintieron los vientos de la guerra en su propia casa." 9 'Los mensajes y conversaciones desafiantes y autoafirmativas fueron dirigidos tanto para el consumo de la población soviétc deicompo socialistodxrpara-los-dirigenterehinos, quienes habían visto en I1nTciativa-rmtiar-soeflea--irCü5á üa aventufa-rlylgcrtura -capitula-rt uería dem -o- sita:des-que i solución de la crisis . reveló --1:iiréagd de la posición china que sostenía que el imperialismo era un Mensaje del presidente Jrushchev al presidente Kennedy, Moscú, 28 de octubre de 1962,

Foreign Relations of the United Sietes, 1961-1963, vol. xr, p. 281. Fursenko y Naftali, "One hell of a gamble", p. 260. "Taubman, Illtrushcliev, pp. 572-579. 18 "Minutas de conversación entre las delegaciones del Partido Comunista de Checoslovaquia y el Partido Comunista de la URSS, Kremlin, 30 de octubre de 1962, en el Archivo Central del Estado de la República Checa, Archivo del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia, expediente Antonín NovotnS,, caja 193. Obtenido por Oldrich Turna. Trad. al inglés de Linda Mastalir. 19

Idem.

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eligrauL tigre de papel-mientras-que-la-15R~ustró-que-era ....p.~-ser-dernado, la resolución de la crisis fue además "una clásica manifestación de la coexistencia pacífica, que no es otra75 -a-q-u—e-Tálucha tor —Tfinua, una • i- • . e - on icri , unatunLesilintároTiaT.S-órain--én-te a través de esa lucha es posible hoy mantener la paz y ganarle una posición tras otra a los imperialistas"." Pero la tarea más ardua en los meses posteriores a la crisis requería persuadir a los funcionarios de su propio partido, a Fidel Castro, al gói ir rda_py_ ie bierno cubano y al mundo entero .0 _Le socia ism,~ja solución de la crisis del Caribe no era una capitulación sino el fortalecimiento del socialismo, de la URSS y la defensa de la seguridad de Cuba. El 30 de octubre Jru.shchev escribió a Fidel Castro que el resultado del emplazamiento de los cohetes en Cuba le arrancó corlpromiso de no invadir a Ottb-11,- juLgotpe-nvelp.-E- ". La independe- eberearia-ele-eabrfülron fortalecidas.?' area de persuadir al gobierno cubano de lo correcto de la decisión --de desmantelar los misiles y, al mismo tiempo, convencerlo de permitir la inspección de que la evacuación de las armas nucleares se llevara a cabo, era delicada. A principios de noviembre Jrushchev envió al viceprimerministro An.astas Mikoyan a La Habana para apaciguar los ánimos en Cuba. Para entonces, la presencia de los misiles, cuyo envío original había sido fortalecer la posición soviética en el Caribe, era un obstáculo para que la crisis concluyera. Estados Unidos exigía la inspección de la evacua. ción de los misiles, a la cual el gobierno cubano se negaba rotundamente. obstáculo para -1,11kol vda con lósEstAdos Unidos,yues hasta. que la evacuación no fuera completada "podremos ser categóricos para oponemos a los vuelos rasantes, al bloqueo, ala verificación de la Cruz Roja, a las violaciones del espacio aéreo. En ese momento cambiará la correlación de fuerzas"." • Para agravar el perjuicio ya hecho, los Estados Unidos exigieron que también los bombarderos m-28, arma ofensiva en opinión de su gobierno, fueran removidos de la isla. Estos aviones, en desuso en la .URSS, fueron. unos de los primeros bombarderos enviados a Cuba antes de haberse .to-

»jrushchev a Castro, 30 de octubre de 1962, documento presentado en la Conferencia Internacional «La crisis de octubre: .nuetra visión política 40 años después", La Habana, Cuba, 11-13 de octubre de 2002. miden. nMemorando de la conversación entre Mikoyan y los dirigentes cubanos, La Habana, 5 de noviembre de 1962, Cold War International Flistory Projea Bulletin, núm. 5, primavera de 1995, pp. 101-109 y 159.

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mado la decisión del emplazamiento de los misiles. El 11 de noviembre, Jrushchev, sus colegas y los militares tomaron la decisión de aceptar la exigencia norteamericana. Esta decisión puso a Mikoyan en una posición sumamente incómoda, pues les había asegurado a los cubanos que los aviones no habían sido incluidos en el paquete del compromiso entre Jrushchev y Kennedy. Consciente del impacto que esa decisión tendría, el secretario del partido tuvo que convencer primero a Mikoyan mismo: " ¿Qué perdernos y qué ganamos como resultado de la remoción de los 1L-28 de Cuba? No hay ninguna pérdida en particular. Habrá solamente pérdidas morales para Cuba." Al remover los bombarderos,. ,Cuba..no quedaba menos vulnerable que con ellos. Por . el contrario, su seguridad se fortalecía porque .- o una de las condiciones para atenerse al acuerdo de Co..m no agredir a Cuba precisamente su remoción. Pero jrushchev miraba más allá de Cuba y el campo socialista en esos momentos. Si la URSS quería ser el polo de atracción para los países progresistas, "los que en momentos decisivos desafortunadamente no votan con nosotros en las Naciones Unidas sobre puntos fundamentales", tenía outparecers,omo-tirt-poder~. La evacuación de los de Cuba fue una *concesión para manifestar su vocación de la paz." La "imptilsivaz--aditu421--ele-Fidel-entitrptrjr.dicaba--la-paz mundial y su argumentoduz PRS.S....$t:.Z.1.e.rta.b.e.neficiar de la instalaciós armas nucleares en Cuba era ofensivo en vista ..de iaiitá ayuda material de todo tipo a Quba. de la cual la URSS no saca. a ningunáen 3a: no . s cubands". no—Cariada, .37.- esto lo iVen----Brorrk-saben--los-cainí-r-a-da Sí, la URSS defendía sus intereses: "Pero nuestros intereses aquí fueron expresados como intereses revolucionarios comunes, los intereses de la Revolución, los intereses del movimiento obrero internacional y de la enseñanza marxista-leninista." Finalmente, Jrushchev pidió a Mikoyan que le explicara a Castro que la URSS no emplazó los misiles en Cuba para defender el campo socialista: "Los intereses de defensa del campo socialista, y de la URSS como el Estado socialista más poderoso, no requieren del emplazamiento de nuestros misiles en Cuba. Nosotros poseemos misiles suficientemente poderosos en el territorio-clelallE15~ ___ j_e2,21.usarles-tiont-Fa-ekaaesor imperialista."' rar nuestra defensa, y po "Extracto del protocolo 66 de la sesión del Presidio del cc del 16 de noviembre de 1962. Sobre las instrucciones al camarada A.I. Mikoyan. Del archivo personal del doctor Sergo A. Mikoyan. Trad. al inglés de Svetlana Savranskaya. Citado con la autorización de Sergo Mikoyan. "Iblegrama de N.S. jrushchev al camarada A.1. Mikoyan, 11 de noviembre de 1962. Del archivo personal del doctor Sergo A. Mikoyan. Trad. al inglés de Svetlana Savranskaya y Aclara Ivlayle. Citado con la autorización de Sergo Mikoyan.

292 DANIELA SPENSER

Para los soviéticos la crisis terminó, aparentemente, a finales de noUnitles-levant441_bloqu.eaimp uest9 a los barcos ej. 24 de octubre, después de que los soviéticos se comprom -éztieran a remover ..de_Cuba Jo-s-iviones ni-28. De nuevo, los soviéticos celébratóri-ée paso como su triu-nTo-e-n- la-iallación de la coexistencia pacífica y encomiaron el hecho que las dos superpotencias podían tratar una con otra a través de compromisos verbales. Laastádos P:niclos no ¡mis, tíanmkinspección.,..p . 1 a.queLastra.s.t.ha 'a ne ado, orque "nos tienen confianza". 25 Que los norteamericanos confiaran en el valor e a pa a-• bra significó que Estados Unidos consideró a la Unión Soviética como una potencia igual. Este alcance, a través de la crisis de los misiles, los soviéticos habrían querido preservar. En diciembre Carlos Rafael Rodríguez, del Instituto Nacional de Reforma Agraria, visitó Moscú. jrushchev aprovechó la oportunidad de tener enfrente a un alto funcionario del gobierno cubano para ventilar sus sentimientos de que los cubanos no celebraron todas las decisiones de los soviéticos: el emplazamiento junto con la evacuación de los misiles. Rodríguez recordó de la conversación con Jrushchev ideas como las siguientes: viembrercuando -E-stados -

-

Nosotros también hemos sentido mucha amargura... Jamás hemos declarado que los cohetes van a servir para convertir a Cuba en una plaza de armas contra el imperialismo... Sólo los tontos pueden sostener que emplazamos los cohetes allí con el propósito de mantenerlos... Consideramos que hemos obtenido una victoria para Cuba y para la Unión Soyiética, que los objetivos que nos se han obten - ido... Nosotros hemos retrocedido tácticamente, pero ellos han retrocedido en esencia.re-pitórNosotros-nerhen • e - • • • - - , no es ame ; la defensiva en ninguna parte; insisto en ninguna parte, incluso en Cuba. En todas partes estamos a la ofensiva.

Cuba existía y "será un catalizador para la Revolución en la América Latina. Hemos dedicado todos nuestros esfuerzos a salvar a Cuba, para que sirva de ejemplo en la América Latina". Contra la evidencia de los hechos jrushchev afirmó: 'Al transportar los cohetes hemos previsto todo, hemos sabido que nos poníamos al borde de la guerra e incluso podíamos caer en la guerra misma." Otra asevera" E1 discurso de Ad. Mikoyan ante el consejo militar del grupo del

general Pliev en Cuba el 21 de noviembre. Del archivo personal del doctor Sergo A. Mikoyan. Citado con la autorización de Sergo Mikoya n.

LA CRISIS DEL CARIBE 29:3

ción de Jrushchev fue: "Ahora tenemos la situación de que el imperialismo no avanza en parte alguna, en ninguna parte, incluso en Cuba. Subrayo: en ninguna parte." La no agresión estaba asegurada por seis arios, los dos años que le quedaban a Kennedy de su primera presidencia y cuatro del seguro segundo término: "En esos años, la correlación de fuerzas va a sernos favorable. Puede ser que Brasil y otros países entren en Revolución."" Todas las ácciones soviéticas eran justas: La URSS salvó a Cuba, no re, trocedió ante los norteamericanos, la posición internacional de la URSS creció, fueron los norteamericanos los que- ElvTéroiriiildó-du-r-an —te la cni1,y fue por culpa de Castro que la URSS tuvo que ..liegar.al..compromiso. porque fue éi quien queria ..qiieja URSS usara las armas nucleares." Pero detrás del tono triunfalista había una sensaCi6ii -dé-derfota: el intercambio de los . . misiles. •. . • spvIticos_en _Cuba porlos misiles de la OTAN en Turquía,_Zen,nedy insistió.,..tenla. que .permanegersecreto. Jrushchev tampoco consiguió que el compromiso norteamericano de no,invAdir...Quba fuera. hechoor . ......_ p escrito. La URSS fue humillada por el regreso de los miDe allí en adelante buscaba reparar el agravio mediante un nuevo empuje hacia la fabricación de más equipo militar propio y el apoyo a movimientos de liberación nacional y revolucionarios. Al fortalecerlos, potencialmente debilitaba el campo capitalista adverso, expandía el socialismo y defendía a la Unión Soviética. En realidad, la crisis de los misiles de octubre de 1962 no sólo puso el mundo al borde de una guerra nuclear sino que socavó la credibilidad de los dirigentes soviéticos ante el gobierno norteamericano. Si bien Cub no sería invadida y Estados Unidos retiraría sus cohetes de Turquía, de allí en adelante los gobiernos de los Estados Unidos veían en Cuba un S quería utilizar jara carril:á-re-11~ de. po-déitente en América Latina y África. En movimientos e eraciórfriRliiriálla credibilidad de la URSS sufrió y sus amenazas proferidas en el futuro relativas a la determinación de la URSS de confrontar a los Estados Unidos se volvió poco creíble. Por el contrario, como consecuencia de la crisis de los misiles la influencia de China aumentó en Cuba..y-otres-países-de-América-Latina." "Informe de la conversación sostenida por el comp. Carlos Rafael Rodríguez con el comp. Nilcita Jrushchev, con la presencia del c.omp. Anastas Mikoyan. Día 1 1 de diciembre de 1962. De los documentos presentados en la Conferencia internacional "La crisis de octubre". "Pavlov, Soviet-Cubas alliance, p. 64. "Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 44.

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LA CRISIS DEL CARIBE 295

Hecho un balance de la crisis del Caribe, la colisión entre los tres países fue una humill a Unión Soviética. Esa sensación fue la qu-E-Eniriiaba en los círculos de--;• Tiiiér i ra-TIRS-Sy condujo al convencimiento que la vergonzosa remoción de los misiles soviéticos u e uba . e os stadosUnidosque de allí en _ade..lantei.LITSS trató de c_o_rzelr:ILa crisis contribuyó además a la caída de Jrushchev en 1964. Acusado de -iv-e-riturero al insistir —i-éTá-CTRSS-' qt patirproporcronar asiste -ata militar a los tan distantes países de América Latina, con poca probabilidad de éxito técnico-militar, en octubre de 1964 el Comité Central del PCUS le reprochó a Jrushchev que al conducir a la URSS a un punto de no retroceso con el descubrimiento de los misiles, ésta fue obligada a aceptar todas las demandas y condiciones dictadas por los EU, incluyendo la humillante inspección de nuestros barcos por los americanos. Los misiles, así como la mayor parte de nuestras tropas, fueron removidos de Cuba después de que los EU lo exigieron. Este evento dañó también el •...yrest112 internacional de nuestro • aís a • as fuerzárar itras al mism---o—dempo ayudó a fortalecer el prestigio de E as re átikines soviético-cubanas se deterioraron seriamente. Castro y el pueblo cubano entendieron la remoción de los misiles como el abandono de Cuba a su propia suerte. Serias rupturas emergieron en la actitud cubana hacia nuestro país y todavía lo sentimos."

'ación de diferencias entre ambos países que en ese momento parecían insalvables. 3 ' Las diferencias en la concepción del significado y el procedimiento de la asistencia militar de la URSS a Cuba se pusieron al descubierto desde la misma toma de la decisión, en mayo de 1962, de llevarla a cabo. Cuando una delegación soviética llegó a La Habana en junio con la propuesta de enviar los. cohetes a Cuba, Castro veía en la proposición la posibilidad de consolidar el poder defensivo de Cuba y del campo socialista, pero también sus inconvenientes y peligros. Le preocupaba que el apoyo militar soviético no hiriera el orgullo cubano y creara la impresón_que_Cuba-se poWdefendeas- tro-qUería que- la ifilfaTición de los misiles se no un mejoramiento de la posición del campo socialista co o una estrata„&eina desei151715«.-d-étübá. internacionalme para evitar el ataque norteamericano." En 1991s Ca-sir-o-r-e611-pr creía entonces: A nosotros no nos gustaban los cohetes. Si de nuestra defensa exclusiva se hubiese tratado, nosotros no hubiésemos aceptado los proyectiles. Pero no vayan a pensar que era por temor a los peligros que pudieran sobrevenir de los proyectiles aquí, sino por la forma en que eso dañarajajmaen de la sos Eón inlgerdellRevi?` voludón y nosotros éramos muyclio— .41 vertía en una base militar soviética y eso tenía un costo político alto para la iiiTráfalráfábrirdáirro's-Y---e nt imagen —d---Trstro`~-

.

El trauma cubano El retiro de los misiles y la forma como se hizo, sin preguntarles su pareceldejó a los cubanamiksensacián ahandwzys_ ausó desconfianza hacia la URSS. Al llevarse los soviéticos los cohetes, Cuba se sentía más —ija7"— vuli )le que antes de haberlos instalados. Temía que ante la aparente falta de determinación soviética de proteger a su socio caribeño, Estados Unidos aprovecharía la situación para agredirla. La inseguridad y el temor de un ataque perduraron en los siguientes arios e influyeron sobre la política exterior cubana, así como sobre. las relaciones con la Unión Soviética. A finales de 1967 las relaciones llegaron al punto de ruptura por la acum.u"Jaxnes G. Blight y Philip Brenner, Sed & iuminous days: Cuba's struggle with (he superpowers ajler the tnissile crisis, Lanham, Maryland, Rowrnan & Littlefield, 2002, pp. 15 y 29. "Dmitry Polyansky, borrador del informe al pleno del Comité Central del PCUS sobre los errores de Jrushchev, octubre de 1964, extracto, en Colección Volkogonov, Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, División de Manuscritos, rollo 18, trad. al inglés de Svetlana Savranskaya, NSA.

• Para atar el acuerdo a las sensibilidades cubanas los miembros de Direccit . •- •, izaciones Revol el. • Inte: adas (oRI) plantearon la necesidad de elaborar un acuerdo militar y hacerlo público. El 11 de agosto Aleksandr Alekseev, recientemente nombrado el embajador soviético en Cuba, llegó a La Habana llevando consigo el pro"Fursenko y Naftali, "Ose hell of a gamble» , pp. 94-95. Philip Brenner y James G. Blight, ' War Castro's secret9aspeer. .12.1sQld a 1962. The crisis and Cuban-Soviet rel. I ionai asir Wavy Ilawranw. . de 1995, pp. 1 y 81-85_y_12.jelegrama de Vladimir avlíbk al Ministerio de Asuntos Exteriores, La Habana, 31 dé- octubre de 1 .962, Archivo Central del Estado de la República Checa, Archivo del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia, cap. Antonín Novotny, Cuba, caja 122. Obtenido por Oldric.h 'ruina. Trad. al inglés de Linda Mastalir; Blight y Brenner, Sad & Lutninous days, pp. xvi y xxi. of a gamble", p. 187. 32 Furseñko y Naftali„ "One - 33 Fidel Castro Ruz, en la Conferencia Tripartita, "la crisis de octubre", La Habana, 9-12 de enero de 1992, en Tomás Diez Acosta, Octubre del 62. A un paso del holocausto, La Habana, 1999, "

versión electrónica, cita en p. 63.

296 Y DAMELA SPENSER LA CRISIS DEL CARIBE c 297

yecto del convenio militar. Castro no etaba de acuerdo con el texto en el que el objetivo aparecía como la defensa del territorio de Cuba mientras él consideraba que se trataba de cooperación mi itar - e - - ; u a. col itráCi.iffa-SiTa-URSS que arreció - e.n agosto de 1962 después de que en Estados Unidos se detectaran mayores movimientos de armas y tropas en la isla, la dirección cubana veía el signo de que se gestaba una crisis. En vista de ambas circunstancias los cubanos creían conveniente luublicación inmediata del acuerdo militar. Para ello Castro envió a Ernesto Guevara fa - fmilio Aragonés ara llevar el texto del convenio militar, redactado por los soviéticgs,pero corregido ppy- 49s cubanos_ para_hacerio-público,~ aceptólue la decisión final la tomaran . los•••••.soviéticos.• ...34 • • jruslicliev estuvo de acuerdo con las correcciones, pero no con su publicación inmediata sino hasta cuando los misiles fueran operativos. El Che y Aragonés contrargumentaron que los cohetes podrían ser descubiertos antes de ser funcionales y Estados Unidos podría aprovechar la situación para atacar. jrushchev respondió con la seguridad de que las armas no serían descubiertas, o al menos no antes de que fueran operativos. Y si los norteamericanos se enteraban, no tendrían otro remedio que aceptar el hecho consumado." Como es sabido, una vez que la crisis de los misiles estalló el 22 de octubrehchev envió a Castro la declaración ee K-1 lee eXi end o el retiro de los co e es e e u• a. Los cubanos consideraron la exigencia ---- tlel -PFElde -n-Te-n-o-rE6me-ricii— io "insólita ingerencia en los asuntos de la. República de Cuba, la violación de las normas del Derecho Internacional y de las reglas elementales que ri en las relaciones entre los Estados_ y CO1IIflITVd vocatjvo contra la Unión Soviética'y rechazaron "las exigencias descaradas del gobierno norteamericano del control sobre el envío de las armas a Cuba y su aspiración de determinar qué clase de armas puede tener la República de Cuba"." El 26 de octubre Castro, convencido que el ataque norteamericano era inminente, escribió a Jrushchev que si Estados Unidos bombardeaba a Cuba "puede estar seguro de que resistiremos firme y decididamente el ataque sea cual fuere". Castro escribió esa carta con mucho cuidado "y unos escrúpulos bárbaros. Porque lo que yo le iba a decir era audaz "Ibidem, pp. 91-92; Blight y Brenner, Sad & Luntinous days, p. 21.

y era atrevido". Castro consideraba que en ese caso "había que dispararles un andamiaje de cohetes nucleares completa y total" en la convicción de que el que disparaba primero llevaba ventaja absoluta. La URSS no debía permitir que los imperialistas "pudieran descargar contra ella el primer golpe nuclear". En ese momento, Castro contemplaba la posibilidad de que Cuba podría déSiláiéa-r: . "nos habíá tódádwa - rio-16-ifól-ra-Cer pagár ese precio pero por lo menos él mundo.. -ái.liliiiififerimerialismo"." Jru-slicIev", en la que informaba Castro de que concedía a Kennedy el retiro de los misiles con lo que salvaba a Cuba de la invasión norteamericana y liquidaba el conflicto en el Caribe -"preñado como lo entienden bien del choque entre dos potencias poderosísimas y de su transformación en la guerra mundial termonuclear"-, Castro respondió: "Nosotros sabíamos -no presuma usted que lo ignorábamos- que habríamos de ser exterminados, como insinúa en su carta, caso de estallar la guerra termonuclear. Sin embargo-por eso le pftclimosgue retirara iguió: A Castro le panda inaceptáj4lesp or eso,....___21e_ce£1. le ec del como Jr-ussli-Clie-v. lo hizo, sin pedir s de la manera Jálactirn a cambio que los Estados Unidos dieran uis a discutir garantías que satisfagan a Cuba;,habrían con nosotros y los habrían llevado a la más su serdesa. as . - a ión en rwnas, que haie porque habrían tenido que discutir largo con nosotros, se habría podido aligerar un poco la tensión, y los resultados hubiesen sido diferentes y por lo menos honorables y dentro de los principios y den- . tro del más elementántrUdtrde-le-c-ens-leracipyrá:lizirrálii's -acuerdos que se habían adoptado con un pueblo que no tuvo el menor instante de vacilación -én-aquella lora critica 38 . _

El 29 de octubre Castro hizo públicos los cinco puntos como su condición irreducible para resolver la crisis: concluir el embargo económico,. cesar las actividades subversivas contra Cuba, impedir los ataques piratas de las bases fuera del 'ten' Ito-rio.....de Estados Unidos, dejar de violar el esp-a....-

cio_aéreo de CuliTalálidunar la base naval norteamericana-de Guaiitr . namo. AbandonidiPária URSS en .el nioileild de mayor peligro para Cuba: Castro anunció que buscaría un acuerdo con los Estados Unidos según sus propias necesidades e independientemente de la aceptación soviética del compromiso de Kennedy de no invadir a Cuba. 39

"Ibidem, p. 86.

""Fragmentos de la intervención del comandante en jefe Fidel Castro en el pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba", 25-26 de enero de 1968.

" 'dem. Idem. 39 Kirsenko y Naftali, "One hell of a gamble", p. 291. 38

LA CRISIS DEL CARIBE e 299

298 • PAMELA SPENSER

o

r.)

Varios testimonios posteriores al conocimiento del acuerdo soviético-norteamericano sobre el desmantelamiento y la evacuación de los misiles nucleares resumen el sentir cubano. El 31 de octubre Carlos Rafael Rodríguez visitó al embajador checo en La Habana, Vladimír Pavlíéek, para informarle sobre el desastroso efecto que el desmantelamiento de los misiles y la decisión de las Naciones Unidas por realizar inspecciones en Cuba tuvieron sobre Fidel y su gobierno, y la situación en que eso les anteelp_t_ ielko cubano. Además, "las acciones de la Unión Soviénismo tica tendrán un efecto catastrófico para la posici que para todo el campo socia a menos que se consiguieran garantías de no agresión norteamericana en las que, sin embargo, nadie en Cuba creía." Las impresiones que recogió el embajador húngaro durante los días en los que Cuba vivía en la inseguridad y temor por su porvenir eran todavía más expresivas. Cuando el 27 de octubre el Che pasaba revista de las unidades militares en Pinar del Río y escuchó por radio el mensaje de jrushchev sobre el desmantelamiento de los misiles a cambio del desmantelamiento de los misiles norteamericanos en Turquía, "Hecho un energúmeno, arrojó su gorra al piso y repitió furiosamente que esto fue una contravención porque él había tenido conversaciones en Moscú y ellos habían hablado de otra cosa." De otra conversación János Beck recogió el rumor de que Fidel Castro había instruido al presidente Dorticós de encargarse de los asuntos públicos por un mes para darse el tiempo necesario de recuperarse de este golpe. El s ueblo cubano, había observado Beck, perdió el respeto a la URSS y a Jrushchev. En a g-unas uni • as es mi . es, por -* - • , se escu ó a opinión que era igual si venían los norteamericanos o los rusos, pues los soldados dispararían contra cualquiera en defensa propia aunque tuvieran que morir. A la embajada soviética llegaban cartas que expresaban el sentimiento de desesperación, abandono y decepción. Se oían opiniones que la URSS era una superpotencia igual que los Estados Unidos y utilizaba a Cuba como medio para resolver sus conflictos con los Estados Unidos. El intercambio de los misiles en Cuba por los de Turquía causaba una molestia especial por poner a los dos países en igualdad de condiciones. Otras voces que se escuchaban en la calle eran protestas porque los °Te1egrama de Payllek al Ministerio de Asuntos Exteriores, La Habana, 31 de octubre de 1962. 4

soviéticos habían exigido la remoción de los misiles de las bases en Turquía, pero no de las bases militares de Guantánamo. 4' El Che Guevara no andaba con tapujos ante Mikoyan cuando expresó que en América Latina se desarrolló una situación extremadamente complicada como consecuencia de la crisis. Tanto los comunistas como Jos grupos revolucionarios estaban desconcertados .~-tilies-de-la- ----1.1111,SVarios se dividieron y aparecieron nuevas fracci.on—ei.Ta—atiká de Guevara provenía de su convicción en la posibilidad de tomar y permanecer en el poder en varios países latinoamericanos. Esta oportunidad eligypozios....entores...recientes_delaJaa$: . el intercambio de los misiles en Turquía por los misiles en Cuba y las concesiones hechas a los Estados Unidos darían...pie al declive del movimiento revoluciona_ rio en América Latina. Cuba era un país en el cual convergían los intereses de los dos campos. Pero fue Estados Unidos el que se hizo pasar ante la opinión pública como el país que defendía la paz frente a la agresión soviética, que tuvo el valor y logró liquidar la base soviética en Cuba. Guevara concluyó su arenga contra la URSS: "Aun en el contexto de todo nuestro respeto por la Unión Soviética, nosotros creemos que las decisiones hechas por la Unión Soviética fueron erróneas." 42 El embajador polaco, Leopold Unger, se reunió con Carlos Rafael Rodríguez el 27 de noviembre. Sobre la conversación que sostuvo informó a su ministerio que los cubanos se sintieron ofendidos por la resolución de la crisis, porque la URSS hizo concesiones sin nada a cambio y retrocedió ante el imperialismo. Las garantías de Kennedy no garantizaban nada porque las presiones económicas y las actividades de sabotaje continuaban. La política correcta hubiera sido responder a la fuerza con fuerza. Cuba y la URSS tenían_p_psiciones diferentes sobre la coexistencia con .ns Si bien los pueblos latinoamericanosn..¿; .c-o-nocia—fó iel -mi)u-mIno. horrores de la guerra, conocían los horrores del imperialismo. Y desde ese punto de vista, el resultado deja.solucián«alzeinflictozarlealibe..era.poa:,, érica Latina y reforzar 1.,Quírsticisponer el proceso revolucionario en stados Unidos y los países de América Latina. más-reaec-iertftri •••• .•••■ ••~.

–eriores, La Habana, 29 de noviem—"– delga'cTonsís–E- xt " Tplegreer~nrar0iisterro bre de 1962, Archivos Nacionales Húngaros, Ministerio Exterior, exp. secreto xrc, J-I-j. Obtenido por el Instituto para la Historia de la Revolución Húngara de 1956, trad. al inglés por Attila Kolontari y Zsofia Zelnik. 42

'dm

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Según Rodríguez las conversaciones de Mikoyan en La Habana no iban a ningún lado porque no había manera de entenderse. La URSS carecía de una política hacia los países coloniales y la Revoluciofial. Guine errbri o atestigiiaarl La URSS no poseía una tos revolucionarios revolucionarios antiimperialistas. Inclusive los soviéticos no entendían la constelación política de la rgiónyereyendo„ ..por ejemplo, quélZ§baíses de-ATriéticiCarral -eran sa¿Útos de Estados Unidoi'lifitoi riann- tu9ta su soberauíaformal-r -Ethlthti -cjiie. viell" -ái-sui, .a de tés-otros Países -s-o—cráli1tás publicaran la declaración de Castro del lo de noviembre, cuando hablaba de la diferencia de opiniones con la URSS, creó una mala impresión en la dirección cubana: "Es una política vergonzosa de ocultar los asuntos más serios ante la opinión pública. Es difícil para los comunistas criticar a la dirección soviética, pero uno no puede no hacerlo si quiere seguir su conciencia y estar de acuerdo con la historia."'" La cuestión principal para los cubanos en ese momento era qué tan lejos estákclisziesta ir la URSI —pd-éfentler-a-Cubar -NYI sabía. Para. Cuba eso significab-a---Tebiiir-rál-Sás-e-c-u-e.n-Ciás- de los errores de la política soviética al mismo tiempo en el territorio cubano y en el territorio de América Latina, y hasta en Africa". La experiencia de Cuba con la URSS durante la crisis proporcionaba otra lección para su política en América Latina: lasiápacífica hacia el poder no aseguraba nin ' n triunfo. "El único futuro yace -eia-u-li-va- Tnélitéén una po i ica cubana muy activa. Se tiene que responder a la política agresiva del imperialismo con una política de lucha armada contra el imperialismo." Cuba no exportaba revoluciones, como se le acusaba, sino que asistía a los movimientos revolucionarios existentes." En diciembre, Carlos Rafael Rodríguez conversó con Jrushchev en Moscú. Rodríguez se quejó que durante la crisis los soviéticos no trataron a los cubanos como representantes de un partido y Estado. Recordó que los dos países tenían una interpretación diferente de la razón por la que los cohetes habían sido instalados. Fidel había aceptado los cohetes dentro de una estrategia global de la URSS que beneficiaría al campo -

socialista. Al aceptar los cohetes los cubanos aceptaban el peligro de la destrucción atómica: Le dije, además, que los compañeros que habían llevado las principales discusiones estaban convencidos de que los cohetes habían llegado allí para quedarse, como parte de esta estrategia global. Que las entrevistas de él con el Che y Aragonés habían dejado a los compañeros con esa impresión, que incluso había habido expresiones de él más o menos en el sentido de que "los yanquis van a gritar, pero van a tener que tragarse los cohetes".

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"Idenz. "Leopold Unger, Minutas de la conversación con Carlos Rafael Rodríguez, director del INRA, 27 de noviembre de 1962, Archivo de Nuevos Documentos, Varsovia, Polonia, 237, xxu/1090, 1961-1963, exp. 245, trad. al inglés de Margorzata Gnoinska. Documento presentado en la Conferencia Internacional: "La crisis de octubre: una visión política 40 años después", La Habana, octubre de 2002.

Fue por eso que la decisión de retirar los cohetes cayó como sorpresa desorientadora y había puesto en peligro la influencia y el prestigio de la Revolución cubana y el carácter socialista de nuestro país, obligándonos de esta manera a hacer expresión pública de nuestras diferencias había sido una décliÓn amarga; y como resultado de esta I - ra de conducir e ,=cla,Cuba_halula,tenido que adoptar una posición que chocaba con el compromiso de la URSS."

Pero allí no terminaba la controversia: por falta de un convenio militar entre Cuba y la URSS, Cuba no estaba protegitICETZ7- 116-ár que los dOgIblétrosilegaroirftiTqiié lbs 'soldados soviéticos se quedaran en calidad de instructores y se irían cuando las tropas cubanas estuvieran preparadas en el manejo de las armas. Hacía falta que tant cubano como el imperialismo su ieran "que Cuba tendría en este caso ....__eLn sano para contener unaáliélión".4. ° Aún con este procedimiento el temor de unitiiália-t-übán-o- se despejaba y seguía afectando las relaciones cubano-soviéticas y la convicción de la dirección cubana de que su seguridad seguía dependiendo de la ampliación del espacio liberado en América Latina de la dominación norteamericana. La forma como la crisis fue resuelta, continuó Rodríguez, le dio en_ Cub edibilidad a la acusación china de ue.. layRSSIala Arreg1a.d0 sus problemas con St os Unidos a expensas de otros pueblpa. A priii -eipie~vieniisrélé19-6211 -éinbá5ádá iiiiiiiiii en'La Habana había "Informe de la conversación sostenida por el comp. Carlos Rafael Rodríguez con el comp. Nikita Jrushchev, con la presencia del comp. Anastas Mikoyan, día 11 de diciembre de 1962. Documento presentado en la Conferencia Internacional: "La crisis de Octubre: una visión poWica 40 años después", La Habana, octubre de 2002. •

«Mem. •

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organizado grandes manifestaciones en apoyo a Cuba para que la crisis fuera arreglada tomándola en cuenta. Estas muestras de solidaridad le ganaron adeptos en Cuba. Fue también China, a diferencia de la URSS, la que de . ; . - .. - • . ; • -, • - . • é a para e movi lii-clonario Tocfavínenero .de 1968 Fidel Castro recordabá la crisis de octubre dr1-962-ten-a~ . ---•; - - s '• o - omi e en*ráTSI l-"I' arta-je-dm -u-nista de Cuba, ante los miembros jóvenes del partido, Castro se refirió a los primeros años de la relación de Cuba con la URSS: "En aquella época teníamos un : ado de confianza altísimo en la Unión "SUritüóér ca -eb que mas e e la cuenta." Para demostrar o, as o a etTrd -6 -. --tu si an deta±le--e-l-a-c1íéfd5-Tnl1itar presenta-do por los soviéticos y el proceso de la instalación de los misiles en la isla. En cuanto al proyecto del acuerdo militar Castro lo describió como "una de las más increíbles chapucerías que se escribió jamás... Era obra de burócratas cretinos, absolutamente impolítico"." La confianza de los cubanos en la URSS había sido víctima de su ingenuidad porque no conceb fnurdireEn --revoluciorra tuar--1-e otra mat 1-s."J2tido delifiréfésád. . 6-ernfernacionalista. Para Cuba la crisis no se disipó nunca. El •Confliao- in-taiiátiónál Tiliáuelto, pero la paz quedó pendiente para Cuba. Ninguno de los cinco puntos para certificar la seguridad e integridad de la isla fue tomado en cuenta. Ningún documento de no agresión fue firmado; si bien Estados Unidos no invadiría al país, la política norteamericana de allí en adelante tenia entre sus propósitos desestabilizar a Cuba, derrocar a Castro y el régimen de la revolución. Las relaciones entre..eila_y_la-11.1151guedaron dañadassleamainanet~ .-

Después de octubre La crisis amainó temporalmente entre los Estados Unidos y la URSS en noviembre de 1962, no así entre C . 1 gobiernoo había-perdin-la con lanza en la URSS que a su vez resentía esa pérdida, convencida que había salvado a Cuba d la agresión norteamericana. 47 Informe de la conversación sostenida por el comp. Carlos Rafael Rodríguez con el comp. Nikita Jrushchev, con la presencia del comp.. Anastas Mikoyan, día 11 de diciembre de 1962. Documento presentado en el Congreso Internacional 40 años, La Habana, octubre de 2002. "Intervención de Fidel Castro en el pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en enero de 1968. 49 Blight y Brenner, Sed & Luminous Days, pp. 27-28; Ilirsenko y Naftali, "One hell of a gamble", p. .342; Pavlov, Scroiet-Cuban alliance, p. 55.

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Sin embargo, la URSS no quería perder la extensión del bloque soviético en el Caribe, región donde los norteamericanos tenían evidentes ventajas estratégicas y geográficas. En enero de 1963 Jrushchev le escribió una larga carta a Castro en la que trató de asegurarse que el dirigente no perdía la confianza en la capacidad de la URSS de proteger al mundo socialista en caso de una guerra nuclear. Se sabía en Moscú que el Che consideraba la crisis de los misiles como la responsable del dé5i"Iitamient-rd-e-r1ider-á-i-g-6-g5-v-TéHco en erfirffliiirinto rev • • i - . =1 erica atina. - 5~._ iltlálTISS- quería remover todas sus armas Eii -consecuenciá5 de Cuba para saldar su compromiso con los Estados Unidos y resolver la crisis en los términos pactados, no pudo hacerlo si no quería_p_er.deaukie_ le quedAbaslel, ap,oyo..daidel.Castroy . en vista de los rumores del renovado ímpetu.agresin norteamericano contri,- tiila.s.ó Fidel Castro viajó a Moscú en abril de 1963 para buscar el compromiso permanente de que la URSS defendería a Cuba militarmente y para negociar su ingreso al Pacto de Varsovia. Inicialmente, los soviéticos rechazaron ambas peticiones para no darle a Kennedy más argumentos para no cumplir con su compromiso verbal de no agredir a Cuba .-Lo~ bierios firmarorutarios_acu.erglos sobre la ayuda en el equipamiento téc-., nico de las fuerzas armadascapacidad defifísiviZe CubiTirn 'enorme En el último comunicado firmado antes del regre -s-o-a-- - • apoyo econo Castro en junio, los soviéticos insertaron la garan .01 soviética_de_clefender a Cuba con armas. nu-c-fe"iie-s-.11-ií=o-Volvió a visitar la URSS y los soviéticos reiEn-eréfaé rl .564 eas teraron su compromisoWagjaer aruba en caso de una agresión con todos los medios a su disposiCIE:Pronnientos como estos tenían el propósito de calmar los ánimos de frustración en Cuba y refutar las constantes acusaciones chinas de que Moscú primero se arriesgó y luego capituló ante el imperialismo americano dejando a Cuba a su merced. Después de que Brezhnev llegara a dirigir el partido tras la caída de jrushchev en 1964, cesaron los compromisos soviéticos-de asistir a Cuba con armas nucleares en el entendido que las declaraciones verbales no podían detener un ataque a Cuba y de ser confrontada con armas nucleares, la URSS no "Fursenko y Naftali, "One hell of a gamble", pp. 306-329. 5 ' "Acuerdo entre el gobierno de la República de Cuba y egobierno de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas sobre la ayuda en la elevación del equipamiento técnico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y en el refuerzo de la capacidad defensiva de la República de Cuba, Moscú, ' 29 de mayo de 1963, Documento presentado en la Conferencia Internacional "La crisis de octubre"; Fursenko y Naftali, "Que heti ofia ganable", pp. 331-333.

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ci)

respondería con otra derrota política humillante en el conflicto de la guerra fría. 52 Sin embargo, los meses posteriores a la crisis fueron difíciles para Jrushchev, quien seguía intranquilo porque a pesar de las formidables concesiones soviéticas a las demandas norteamericanas, no había podido arTanarlea_Kenne,dy_waxampromiso firme de que Cuba no sería invk dida. El compromiso verbal tenía poco peso mientras que la continuación de las agresiones norteamericanas a Cuba a la vista del mundo entero ponía a descubierto la debilidad de Jrushchev. Esa falta de un compromiso obligatorio le fue recordada a Jrushchev una y otra vez. En una conversación con el embajador británico en Moscú en marzo de 1963, señor Trevelyan, jrushchev le hizo notar que desde Estados Unidos se escuchaban frecuentes comentarios que el gobierno norteamericano no se había comprometido a no invadir Cuba. Estos comentarios, según frushchev, "son muy peligrosos y están cargados de consecuencias fatales, ya que esto puede conducir a la destrucción de esa confianza en Estado embriónico -aún tenue- en la palabra, que se desarrolló durante el arreglo de la crisis del Caribe"." Además de e os urrL._, -esjisL ickev seguía perseguido por las presiones norteamericanas para reducir el nu'riern i,ui r Cuba como si, según él, as conce -s-roTférfiViCh—a— s -rio-Wieran sidósu-: 4k:rentes:ti —I I á ril de 1963, en Moscú, Jrushchev se reunió con el subsecretario de Estado Averell Harriman y el embajador Foy Kohler. Ambos cuestionaron a Jrushchev sobre su compromiso hecho a Kennedy durante la crisis de reducir sustantivamente las fuerzas armadas soviéticas en Cuba. Pero Jrushchev no estaba dispuesto a revelar sus planes militares. Si lo hacía, equivalía a más humillación. Algo excitado, Jrushchev respondió a Harriman, quien usó la presión de los halcones sobre Kennedy para que resolviera el asunto cubano de una vez por todas como coacción sobre Jrushchev: "La Unión Soviética no tiene por qué dar explicaciones a los Estados Unidos y no puede aparecer ante el mundo como alguien que constantemente hace concesiones a la presión norteamericana." Jrushchev no tenía problemas en darle la información al Presidente mismo, pero eso envalentonaría a los críticos del Presidente para exigir más en el entendido que solamente la presión producía resultados. Visiblemente " Pavlov, Soviet-Cuba alliance, pp. 56 57. "Telegrama de la embajada de los Estados Unidos al Departamento de Estado, Moscú, marzo 27 de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. xi 301-325, Briefing papers and memo series, pp. 1-2. Dobrynin, In confidence, p. 94, Lévesque, The USSR and ¿he Cuban Revolution, p. 43. -

,

irritado, Jrushchev dijo más adelante: "si los Estados Unidos quiere relaciones normales con la Unión Soviética, no hagan las cosas más perjudiciales, no hagan preguntas que nos causan tensiones, no indignen nuestro orgullo nacional". La Unión Soviética quería amistad con los Estados Unidos pero estaba dispuesta a actuar de manera drástica: "Ninguno de los). c 2squiere iniciar algo en torno..a_cub,a_stalga.empitlegrioviéticos tienen el poder . de respuesta."" En las circunstancias de notable debilidad, militar y política, para Jrushchev era sumamente importante que, a pesar de la crisis y el retiro de los misiles de Cuba, los Estados Unidos no lo trataran con superioridad, sino que lo consideraran como un socio en condiciones de igualdad: "Durante nuestra reunión en -Viena parecía que estuvimos de acuerdo con proceder a partir del hecho de que las fuerzas de nuestros estados eran iguales. Bueno, entonces, si nuestras fuerzas son iguales, entonces deberían existir también iguales oportunidades. ¿Por qué a Estados Unidos se le olvida?" 55 Pero 1963 era radicalmente diferente de 1961 y Estados Unidos n.o estaba dispuesto a aflojar su presión sobre Cuba. En el Comité Coordinador Cubano del Consejo de Seguridad, por ejemplo, se discutían a lo largo de 1963 varias operaciones encubiertas como ataques a las tropas soviéticas en Cuba por cubanos adversos al régimen y varios tipos de sabotaje como adherir minas a barcos cubanos. 56 Si bien este recurso fue rechazado, el Presidente aprobó la incitación "a los cubanos a molestar, atacar y sabotear al personal militar sóviético en Cuba con la condición que se tomen todas las precauciones para prevenir atribución". El Presidente "aprobó el sabotaje a barcos cubanos de carga y poner los barcos fuera del servicio (a través de arena en los equipos, etcétera"). La invasión a Cuba seguía en la agenda como una posibilidad. El director de la CIA, joh-n-Meemet,r-pre-fe-r-ía-poner._en..práctica un plan . q11-9-314.1-ye~nta con el consenso se avocara a "remover a los y en. • . ...•• soviéticos de Cuba • _ -Garai:lee. _as.. 77-5S Memorando de conversación, Moscú, 25 de abril de 1963, FRUS 1961-1963, vol. 326-350. Briefing papers and memo series, pp. 2-3. SS Nota editorial sobre la carta de Jrushchev a Kennedy de 29 de abril de 1963, entregada por canal de comunicación privado, ibidem, p. 4. Jrushchev se refiere a su reunión con Kennedy en Viena en septiembre de 1961. "Memorando de Gordon Chase del Consejo Nacional de Seguridad al consejero especial del Presidente para los asuntos de seguridad nacional, Washington, 3 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. 301-325, Briefing Papers and Memo Series, pp. 12-13. " Memorando del asistente especial del secretario del ejército al secretario del ejército, Washington, 9 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. 301-325, Briefing Papers and Memo Series, '

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Mientras se discutían estos planes, Kennedy urgía a Jrushchev a seguir retirando tropas soviéticas de Cuba como elemento importante para reducir las tensiones entre los dos países, pues la presencia de las fuerzas soviéticas en Cuba "no puede ser considerada con ecuanimidad por los pueblos del hemisferio y por lo mismo más retiros de esas fuerzas serían oportunos". Este retiro era la condición para que Estados Unidos respetara su compromiso de octubre y noviembre del año anterior." Lo que el Presidente no decía públicamente era que él y sus coadjutores consideraban a las tropas soviéticas como un dique real que impedía invadir a Cuba. El gobierno norteamericano seguía de cerca el desarrollo de las rela--eielits-eutm.£Lka y la URSS y veía en su nrejc-5-fEnTeri-to un obstáctilb para sus propios pTiflsas reliciones, dial un mernorariadél direc--torzir+~±egraTóñ -árpunto en que ambas partes estaban dispuestas a vivir con las diferencias de la otra: "Castro está afirmando y declarando su independencia de los soviéticos. Considera que no es un satélite pero obviamente depende de los soviéticos para la ayuda económica y asistencia militar." 59 A Estados Unidos convenía que las relaciones se envenenaran, decía otro memoranTlYaéla-5,-ál punto que Castro rom iera con la URSS, la URSSretiraraílixopas*Tru camie ritiMériTgrinen ,cubappiskría_fin,A..1,9. subversión cubana en el SémiáleTCo.61— —"SríTétribargo, la situación se desarrolló en otra direcd5n: "La URSS evidentemente ha decidido suministra -i-Mi. liérite-ayuda económica para sostener la economía cubana por encima del nivel actual, y probablemente entrenará a los cubanos en el manejo del equipo soviético militar ahora en Cuba bajo el control soviético." Más adelante y contrario a lo que la CIA anticipaba, "Castmquizázzadzadaild¿tic _a,lya lado clet_gryósus llamados incendiar cian.essideritása rica Lat~— ay señales, sin embargo, de un cambio fundamental en la determinazión de Castro de promover movimientos illiurgentes. u-Plan ------------

Venezuela en particular continúa siendo objetiva_prioritario". 61 El fondo .del-asunt-e-rra-qtre-Guba-prtsid~Tdel Castro y aliada con la Unión Soviética era inaceptable para los Estados Unidos. 62 No es dificil pensar que tanto la inteligencia cubana como 1. • estaban al tanto de los planes • • -rsivps norteamericanos que ponían.en evidencia que ningún acuerdo entre la URSS y Estados Unidos podía ta-d-o-s-Gn-Tdo-s-..Ñt asegurarl Cuba_una-c-oexisten la ip omacia soviética en Washington, ni la ayuda económiaVínilitar a Cuba podían darle la seguridad que necesitaba. Estas limitaciones de proteger a Cuba influyeron sobre la necesidad soviética de proyectarse en el hemisferio de una manera acorde con las exigencias del momento. La continua agresividad norteamericana alimentaba el sentimiento soviético de 'estar o • Wri ateriaLy.,mgycamente con Cuba en forma Te mayores interca bios comerciales y garantías públicas de protección . en caso e una invasión.° La muerté -airéffriely--eirnovietfible - ai. 11-63 dejó 'filus--verbales de no agredir a Cuba en el aire. La nueva . los comProi administración de Lyndon B. Johnson resultó menos tolerante del activismo cubano en América Latina que la de Kennedy y Cuba volvió a temer más que antes por su seguridad. 64 Tampoco podía la URSS abandonar a Cuba a la luz de la dinámica ntre China y 17a-l5WS-Ia del confliGto-sino.scatioltaia.confrorrtaelfi -econvencidóriurdirigentes chinos que el epicentro de la revolución mundial había cambiado de Moscú a Beijing. Asia, África y América Latina eran el campo que los chinos liberarían, así como lo habían hecho en su propio vasto territorio. 65 Ante este reto a su liderazgo del mundo socialista r y no desarrollado la URSS teiliall~ltsárAu el crecimiento del campo socialista. Los dirigentes soviéticos sabían que ---éTrm-ullórp-áigélToT5IffiroTaiiiiiilistas no eranlás . ymplárdias_reias ue tenían suespnectárseaquellas con "' fuerzás~::._ yoliziórar_y_a_ En América Latina lítirasagneatplaentaranlósimpet,,,e_ca 61 Memorando del presidente de la Cámara de Estimaciones Nacionales al director de la

CIA,

1961-1963, vol. XI, pp. 301-325, Briefing Papers and Memo Series, p. 36. Sobre Venezuela, véase más adelante. 62 Informe sumario de la segunda reunión del Grupo Permanente del Consejo de la Seguridad 301-325, Briefing Papers Nacional, Washington, 23 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. and Memo Series, p. 37. "Memorando para el archivo, diciembre de 1963, "Contactos con los dirigentes cubanos", nos, fecha 1961-1963, vol. xi, pp. 376-390, Briefing Papers and Memo Series, p. 14. FRUS,

•

pp. 16 17; Memorando de conversación con Presidente Kennedy, Palm Beach, Florida, 15 de abril de 1963, ibidem, p. 24. "Mensaje del presidente Kennedy al presidente Jruslichev, Washington, 11 de abril de 1963, FRUS, 1961-1963, vol. xi 301-325, Briefing Papers and Memo Series, p. 20. 'Memorando preparado por el director de la Central de Inteligencia McCone, Washington, -

15 de abril de 1963, FM, 1961.1963, vol. xu 301425, Briefing Papera and Memo Series, p. 23. "Memorando del coordinador de los asuntos cubanos al grupo especial, Washington, 18 de abril de 1963. FRUS, 1961-1963, vol. la: 301-325, Briefing Papera and Memo Series, p. 28.

"Fursenko y Nafta'', "Otta hell of a gamble'', pp. 340 y 355. Carolina "Chen Jian, Mao's China de ¿he Cold War, Chapel Hill, The University of North

Presa, 2001, pp. 211-212. "Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 67.

2(t: • 1).N11:1..1 SPENSER

ese ímpetu lo tenía el movimiento armádo, (Erigido •••............ desde Cuba, y apo. yado po-r. álganos--partiel-erconinTrátás — .

La Unión Soviética y la lucha armada

o cDx

La lucha armada como el método para erradicarla tar el imp.(ji-raTigiffird-rrAité-i-tdrriárnTa."Clife-r'eri.ciaba a Cuba de la URSS. Desde la toma del poder por los revolucionarios en l99 los sovieticos prefirieron guardar silencio sobre el tema y optaban por enaltecer aquellos rasgos de la revolución que socavaban la hegemonía de los Estados Unidos en América Latina por medio de reformas estructurales y no causaban fricciones con los cubanos. Además, la lucha armada no encajaba en la teoría sgidé ltteiénrseeiepol4tica_hacizz~ri ___.____ . aíses del tercer mundo que la URSS no creía se podía lograr sin antes alcanzar la unidad de obreros, campesinos, pequeña burguesía y la burguesía nacional. Al no referirse a la lucha armada la URSS se mantenía neutral entre la posición cubana y la mayoría de tos partidos comunistas que no la apoyaba. Distanciarse de la lucha armada era también una forma de apartarse de China qué 1á1vvialahaT9-Sin embargo, para 17D-673-I-URSS-no podía continuar con este silencio. Desde 1961 Cuba habla intensificado el apoyo y la dirección del movimiento armado no sólo en América Latina sino en los tres continentes convirtiéndose en la vanguardia anticolonialista." Guerrillas entrena-_ das en. .:1.1.b1 habían inici nes en Venezuela
", tbidzin,

pp. 71-72, 95-96. C la udia Furiati, Fidel Castro. La historia me absuiverd, Barcelona, Plaza (!.: jariés, 2033, p. 429; Régis Debray, Los pruebas de fuego. Las críticas de las armas, tomo 2, México, Siglo )03, 1975, p. 19. ""Cuban subversive activities in Latin America.: 1959-1968", special weekly report, CIA, 16 1 de febrero de 1968. Documento presentado en la Conferencia In!ernacional: La Crisis de Octubre; Fu riat i Fidel C'asiro, pp. 430-431. "S

LA CRISIS DEL (%11111.: 3ft.)

nistas estaban en contra de la postura de sus militantes o no sabían a qué línea política atenerse. La confusión surgía en parte de la ambigüedad soviética respecto a la lucha armada que la URSS no consideraba el medio más seguro de alcanzar ei socialismo. Sin embargo, en vista de la distancia entre Cuba y la URSS, creada después de la debacle de octubre, una manera de reducir ç1j:j la brechly .evi.t,af que Cuba actuara en América Latina sin coiLlaILII.W.4.,-ara.a.puar la lucha armada. Si bien elapoyo no era consistente y de gran monta pecuniaria reflejaba la necesidad soviética de resarcir el perjuicio que había sufrido en_el campo que consideraba de su__ competencia dirigir. La URSS necesitaba demostrar a Cuba que no claudicaba del apoyo a los movimientos revolucionarios y de cióiVary queeáál5a -diTüt-grá rapóyár• álói-C-uha-nos en su afán por expandir el radio de acción de la revolución. La URSS canalizaba su ayuda económica a los partidos comunistas a través del Departaillei2 .12_11.ternac i inlial-clel_Comililqentral del Partido Comunista:Los partidos latinoamericanos recibían el apoyo en dinero y material de propaganda desde 1955. Fue, sin embargo, a partir de 1963 que el Partido Comunista de Venezuelalámó la ddz..ritera en el apoyo econ6mico. Erre-st-ci-de-bas-partidZisTatinoamericanos se quedaban consi -derableiiale atrás en el financiamiento por parte de la URSS." '" Hasta 1943 el financiamiento corría por cuenta de la Internacional Comunista que ese año fue abolida. Los datos que aquí se presentan provienen de los documentos del Partido Comunista de la URSS que en 1992 fueron entregados por Boris Veltsin a la Corte Constitucional de la Federación Rusa para hacerle un juicio al PUS. Véase Fondo 89, registro 38, expedientes 15-56 y ia guía al archivo compilada por Lora Soroka. Archives of the Communilt Par!) s and Soviet State. Ford 89. Communisi Pan' of the Soviet 1..r11i0n on Stanford. Hoover Institution Press, 2C01. Como ejemplo cito los fondos para el año de 1964 y para fines comparativos escogí varios partidos comunistas que ese aria $e beneficiaron de la ayuda soviética: Italia 5'000,000 de dólares Francia 1'500,000 dólares Indonesia 1'000,000 dólares Finlandia 650,000 dólares Venezuela 600,000 dólares Estados Unidos 530,000 dólares Chile 200,000 dólares Brasil 200,000 dólares Uruguay 90,000 dólares Colombia 50,000 dólares Panamá 40,C00 dólares Ecuador 40,000 dólares Costa Rica 40,000 dólares Paraguay 30.000 dólares El Salvador 25,000 dólares

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El gran salto en el financiamiento al partido venezolano ocurrió después de que etp4rtido se involucrara en la lucha armada en 1962. Apoyado por Cuba, el Partido Üo- m ---u- ita -vénétoráno. pii-4-oiCioriaba los cuadros dirigentes políticos y militares así como el grueso de los combatientes. Según Régis Debray, "la Revolución venezolana era objeto por parte de todo el campo socialista de una inversión política, financiera y material particularísima, a la que se debe añadir por parte de Cuba una considerable inversión afectiva y humana"." En 19.63..eLpartillo recibió del Comité Centra~50,Q0SUlares, un aumento de 100 poi. cien .--lórnlyczto al año anterior, frente al chileno que recibió 200,000. En 1964 el partido.yerkezplan.9..recibió 60011Qa_klares mientras que los partidos chileno y brasileño respectivamente recibieron 200,000 y en 1965, el partido venezolano recibió 800,000 frente a 200,000 entregados al chileno. A partir de 1966 las eantidades.._emmaron actisminuir-a-5.00~. 196_6,197 llastallegar„a..3.60,40.Q . dól.ares ep 1271 72 El aumento y la disminución de las partidas destinadas al Partido Comunista de Venezuela coinciden con el auge y el retroceso de su participción_raialucha.gaettillera_enSenezuell .:1 la posibilidad de que una parte del apoyo financiero soviético estuviera destinado al fomento de la participación de los comunistas en las elecciones de finales de 1963, la evidencia disponible indica que los soviéticos apoyaron al partido conwometido con la lucha armada en colaboración con los servicios de la inteligencia c" --ubana ban en contra-Cliccia-c-o-n."-Is par-tidós uestasz,,13.3dammul& pataillgár al poder en sus respectivos países. México 25,000 dólares Bolivia 24,500 dólares Honduras 20,000 dólares Rep. Dominicana 20,000 dólares Nicaragua 12,000 dólares Perú 10,000 dólares. " Stephen G. Rabe, The most dangerous atea in ¡he vivorld: John E Kennedy confronts tommunist revolution in Latin America, Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1999, p, 107; Debray, Las ¢niebas de fuego. La critica de las armas, torno 2, pp. .39y 20, cita en la p. 22; Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, pp. 110-111 y 123. A partir de entonces y a consecuencia de las elecciones de diciembre de 1963, las posteriores derrotas y traiciones, las fuerzas guerrilleras se dividieron. Un grupo de comunistas tomó la decisión de dejar la lucha armada y otro a salirse del partido y proseguirla. El Pcv decidid dejarles armas a finales de 1965 y adoptar la línea de "paz democrática". ¿Influyeron los dirigentes soviéticos en la toma de decisión del retiro del partido venezolano de la lucha armada? Liza Cross, Handbook of Lefiist Guerrilla Groups in Latin Atnerica and the Caribbean, Boulder, Westview, 1995, pp. 151-154. "Fondo 89, registro 38, exps. 6-20.

LA CRISIS DEL CARIBE 311

En diciembre de 1964 tuvo lugar la primera confrontación pública entre la posicióin de los grupos radicales que favorecían la-lucha_arrnacla y la de los partidos comunistas que la rechazaban. En ocasión del congreso ---de-los-parti-dorcumunistal-de-Km -érica Latina,--co-nvocado discretamente por el partido cubano en La Habana, Castro criticó . el...conformismo.de los - -a armada ni criticaron a comunistas. Los soviéticos no descartarorTra vi los cubanos, aunque trataron de inducir un acuerdo mediante el cual incumbiría a los partidos comunistas-locales decidir .si,.lajucha en_ • • su país debía. • ser violenta...9.m La conferencia estableció el liderazgo de Cuba en etiñovimiento comunista de América Latina. Ni China ni grupos afines fueron invitados al congreso, lo que era un importante triunfo para la URSS y los partidos comunistas del continente. A su vez, el apoyo que la URSS dio a la conferencia y sus iniciativas significó un intento por armonizar sus relaciones con Cuba. Pero la CIA detectó desacuerdos.sobre lasacti vidáslesguerzillerásentre los cubanos, iós dirigentes soviéticos ylosparos comunistas de AméricaLaTiiiifu-nío coii ..e.1-13.-ediCi que Cuba actuaba ápoyabá-u-fili inde,eiWnfñntede la URSS y --zabálas armas Soviéticas que la URSS e- n.blyaraladefeíi.sá:E.C1ba." Al parecer lo que la cálóliábircréleTra-ao fue el hecho que los soviéticos tenían ya varios años apoyando al movimiento armado en América Latina indirectamente por medio de la asistencia logística. Desde diciembre de 1962, cuando el jefe de la inteligencla.cubanue_dirigid.al reprez_ seztante de la iradigencia_checosloyaca eu La Habana para que ayudara' a asegurar que los guerrilleros venezolanos entrenados en Cuba pudieran _ regresar a .~, vía Praga, se inició la asistencia a los combatientes latinoamericanos a través de la llamada Operación Manuel. Mediante ses; ella Checoslovaquia y la URSS asistían a los guerrilleros de vatios pal — milli nzard~ós comuras y de otros . gru os revo para.. .ivos países después de haber . legar a-Cu a Li-esar_a_sus_respes_t_ poan —da-ron recibido entrenamiento militar en la isla. Para abril de 1'166 -a-yu as1-76-3 9 personas crilárc51-171"727Fari venezolanosaa_arge etcétera. 77 dominicanos, 63 colombiano s. , 48 gua Tó-vic. e --e—To- ».ilán—Wall-T4e1 de En 19-67ii-Triiél .c e-que-antitipalya--ria-terminto Chect - ; • : . • . - - - 2.11:11.0.D Este hechol.es había sido confirmado en la Conferencia Tricontinental ""Cuban subversive activities in Latin America: 19594968", Special weekly report, CIA, 16 de febrero de 1968; Jorge Castañeda, La vida en rojo. Una biografía del Che Guevara, México, Alfaguara, 1997, p. 315; Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, pp. 103-105; Furiati, Fidel Castro, pp. 432 y 440.

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en La Habana de 1966 en donde Castro afirmó que en muchos países de América Latina existían las condiciones para la lucha armada, criticó la tibia política soviética de construcción del socialismo en el mundo y la falta de su genuino internacionalismo como en el caso de Vietnam que en ese momento estaba bajo el fuego de aviones norteamericanos. Los cubanos consideraban el apoyo que la URSS otorgaba a Cuba, a los partidos comunistas involucrados en la lucha armada en América Latina y a la lucha guerrillera misma como insuficiente y discorde con la magnitud del enemigo a vencer y la energía insurgente latente que hacía falta estimular con medios materiales:14 A pesar de que la guerrilla había padecido importantes derrotas junto con significativos reveses sufridos por los países de América Latina en la coexistencia pacífica con los Estados Unidos (el golpe militar en Brasil en 1964, la intervención militar de Estados Unidos en la República Dominicana en 1965) que contrariaban los fines estratégicos de la URSS en América Latina en 1.9.622.0.s. • ' i os se abstuvieron de manifestar di.screpancia con Cuba en torno a su apoyo a a uc a armacrá. átras ---Gastroltáriratrá 1os ueblos r las liiAméricaLatinaala insurgencíl repre.s.entante_say_____ iético e -7U-61"61iaár-idad con la PI la, Perú, Colombia y GuatemaI7J--drálós títeres del imperialismo.. La misma CTÁ- ailient6-que-ettlinird-elá-e-Zio-rTjción de- C as Go- no concordaba con el acuerdo de 1964 entre Cuba y la mediante el cual los partidos comunistas debían ser los que decidirían sobre la forma de lucha en sus respectivos países." Dado el ambiente en el congreso de La .i s, Checoslovaquia no podía sino continuar la Operacion I anuel. Checoslovaquia no podía dejar -d-elrare-rlwwpesarrt asunto delicado porque entraba en contradicción con la línea de algunos partidos comunistas de América Latina y porque la prensa occidental la criticaba por permitir este tránsito de los militantes. En una reunión en Moscú en junio de 1967 los checoslovacos y los soviéticos coincidieron en que participar enta acZon eraiitable-.1Dénztacerizrze-s-useitárían co~ones d e-1Yr r unao renyncia fundarneiüaLpa. a dar a lorffrovimierítürdb liberación nacional en América Latina,

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" Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 131; Furiati, Fidel Castro, pp. 451-452. ""Cuban subversíve activities in Latin America: 1959-1968". oronel Josef Houska al cam. Mamula, Praga, 17 de noviembre de 1967; Extracto del informe "L olaboración de la inteligencia checoslovaca y cubana", Praga, 11 de enero de 1967. Estos docu-

No obstante ello, la URSS ya-presionalcha_para-Eitte-desistiera-de su apoyo a la lucha armada. La coacción soviética coincidió con la expediGún del-ehnliBóliv-iaTEllance guevarista implicaba a la URSS negativamente ante los países de América Latina y ante los Estados Unidos que nunca dejaron de verla como el trampolín para el activismo cubano en el continente. Los soviéticos temían además la intervención norteamericana que, una vez más, pusiera en peligro el compromiso soviético de proteger a Cuba de la agresión de los Estados Unidos. Si bien Castro no le informó al embajador soviético en La Habana de la misión del Che en Bolivia desde noviembre de 1966, los soviéticos debieron haberse enterado del hecho por medio del secretario general del Partido Comunista Boliviano (PcB) Mario Monje." Si alguien era piedra en el zapato de la dirección soviética después de la crisis de los misiles era el Che, quien no dejaba de criticar el campo socialista y la URSS como cómplices del mundo capitalista por el carácter mercantil que dominaba sus relaciones comerciales con los países del Tercer Mundo. El Che no escondía su crítica de la corrupción e ineficacia que había descubierto en la sociedad soviética, la falta de generosidad de la URSS hacia los países del Tercer Mundo y sus intentos por influir sobre la conducción de la Revolución cubana. A su vez los soviéticos consideraban al Çç mio sumá _s_peljgroscLo.ponente en Cuba y lo -sreñalard_como_proc ino. 78 El Cliéliábía-te.nidozontactos_coraLPcB y. con. Mario. Monj e.. clesd e —19-6.&AL . menos en 1965 Monje no era remiso a la lucha armada e inclusive se entrenó brevementé-en-Guba-e-n--1-966: -Arpare cer Metía al partido nia -sus miembros en la guerrilla del Che era por querer estar al mando del proyecto guerrillero. Personaje de estilo sinuoso, "Mario Monje argumentaba que si la revolución se hacía en Argentina estaría dispuesto a cargarle la mochila al Che, pero...que-en-Bolivia-te-1~Hgirla un boliviano, él."" Todavía en enero de 1967 Fidel Castro creía-én la posibilidad décóláboración entre el Chrezslritido des pués de haberse entrevistado con dos dirigentes del PCB en La Habana, pero la relación mentos se pueden consultar en traducción al inglés en Daniela Spenser, "Operation Manuel: Czechoslovakia and Cuba", Cold War International History Project, e-Dossier núm. 7, http://csvihp.si.edu . "Castañeda, La vida en rojo, pp. 420 y 466. "Lévesque, The USSR and Me Cuban Revolution, p. 109; Piero Gleijeses, Confliciing missions: Havana, Washington, and Africa, 1959-1976, Chapel Hill, University of North Carolina, 2002, p. 102; Castañeda, La vida en rojo, pp. 313-314. Paco Ignacio Taibo U, Ernesto Guevara, también conocido como el Che, Méxi co, Planeta, 1996, pp. 613-647, cita en p. 643. "

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no cuajó. Según el Che los comunistas bolivianos dirigidos por Monje, y Monje mismo, no eran aptos colaboradores de la guerrilla ya fuera por traidores o por "gallinas". 80 Boliv iético, aun lienn_sedgi_ i . partido estaba-dispuesto-a-anuni . • . • • • • ha. El partido había sido activo en las operaciones guerrilleras de Bolivia en 1963, sin embargo, ni entonces ni en 1966-1967 la URSS debió haberlo apoyado, a juzgar por la insignificante cantidad de dinero que el Comité Central del Pcus había aprobado para su funcionamiento en 1964 y 1967: 24,500 y 50,000 dólares respectivamente. Es de mencionar que además de la cantidad de dinero destinada al partido boliviano en 1967, el Comité Central del Pcus destinó en 1966 20,000 dólares al Frente de Liberación Nacional de Bolivia, el brazo electoral del Partido Comunista. 8' En julio de 1967 Aleksei Kosygin, el primer ministro de la URSS, visitó Cuba,Kosygin-euestion eLapny.o_de-los-€4113a4aas lucha -ada.........___árada en América Latina y expresó dudas de que las acciones de Guevara en Bolivia fuer —wrearre entregóZi- ultimItum —a- Tos cubanos para que CeSara„..su_azKla.,„alas_guneriillas en América Latina o . cesaba li.-asyu-Cia—s-o-vi 'it-i.-C"a a C.uba.82 Los cubanos rechazaron—iiéfé-iji fi — a soviética a rguinento que las relaciones cubano-soviéticas estaban basadas en respeto mutuo e independencia. Pero las relaciones con Moscú se deteritnamirtodavía-mászle~aa.mu octubre El fracaso de la empresa guerrillera en Bolivia se sumaba a los otros inten-: tos fallidos en Brasil, Perú. y Venezuela, y confirmaba la duda que la URSS siempre tenía respecto al método cubano de arribar al poder aplicable a otros países. 83 La debilidad cubana en América Latina era también la suya; las derrotas de la lucha armada, que la URSS había apoyado, eran también sus derrotas. Según el informe de la CIA de febrero de 1968 el movimiento guerrillero que Cuba apoyaba "ha sido particularmente malogrado para conseguir ganancias reales en el hemisferio". A pesar "Idetn. Falta que los archivos soviéticos revelen los detalles de las deliberaciones y tomas de decisiones en la cúpula de la dirección de la URSS para poder elucidar el tipo de influencias que la URSS pudo haber ejercido sobre el PCB con mayor certeza. SI Fond 89, registro 38, exps. 7 y 8; Castañeda, La vida en rojo, p. 409; Furiati, Castro, pp. 431 y 460. Blight y Brenner, Sad & Luminous Days, p. xxii. Estas cifras adquieren Fidel importancia cuando se comparan con los 600,000 dólares asignados al PCY para 1964 y 500,000 para 1967. Lévesque, The USSR and the Cuban Revolution, p. 124; Pavlov, Soviet-Cuban alliance, pp. 8788; Blight y Brenner, Sad & LUMitiOUS Days, p. xxii; Fbriati, Fidel Castro, p. 465; Castañeda, La vida en rojo, pp. 467-470. "Gleijeses, Conflicting missions, p. 218. "

LA CRISIS DEL CARIBE o 315

de nueve arios de intentos, no había grupo guerrillero que fuera una amenaza para ningún gobierno en América Latina: "La defunción del proyecto dirigido por Guevara en Bolivia es una prueba que aun cuando Cuba emplea «su equipo de primera» fracasará por la falta del apoyo real popular a la causa guerrillera." 84 s soviéticos_ A partir de la nueva crisis en las relacion _ 1 4ea4atina-Frente al mayor control si r. norteamericano del hemisferio, la URSS respondió con el fortalecimiento de sus relaciones con los gobiernosiginopperkanos_que-pareeían_progresistas. Con la ayuda económica la URSS quería enviar el mensaje a • ciue la recibían que podían resistir el embate del imperialismo. -1-65-Zsés— La URSS negoció nuevos tratados comerciales con-Chile_,Ecua ,~0..«..x.Catalica_en el entendido que cada tractor, cada tomillo o equipo traía a América Latina un fragmento de la verdad sobre la Unión Soriética, demostraba los éxitos de la URSS y del sistema socialista: 85 .a...Su derrota sería y sin embargo, la-UR-S-S-Tio-podia-abazulDna el triunfo de los Estados Unidos y pérdida para el campo socialista en el momento en que sufría fracturas debido al continuo conflicto sino-soviético. Al no poder criticar a Cuba abiertamente, en el transcurso de 1967 la IMIS le 39.1kbancion~nj.cas„.s.obte, todo no-satisfaceria.qq: cie~ecesidad-Gubanadel-petrólep ... El progresivo aislamiento de Cuba en América Latina y las presiones económicas que solamente la URSS podía aliviar, llevaron a Fidel Castro a lo sperado:_en_a.gosto,de 1968 Cuba justificó la invasi n delPacto de„,Valpzilágbec-eslova~1 hacerlorree-mortálálT6EtRiiiTrezhnev o la política del gobierno soviético de limitar la soberanía de los países que estaban dentro del bloque socialista y cuya suerte estaba ligada a la de los demás." De aso, Cuba reoz_ lodó el lictexazgo soviético del campo socialista. A cambio del sostenido apoyo económico de la isla, la URSS consiguió recuperar la imagen como el pilar del socialisno-eirenbarproyec-tarse_como dirigente del socialismo en América Latina y el Tercer Mundo.

""Cuban subversive activities in Latin America: 1959-1968". Pavlov, Soviet-Cuban pp. 87-88. "Lévesque, The USSR and ¿he Cuban Revolution, pp. 138-142. "Blight y Brenner, Sad & Luminous Days, pp. 141-144; Mark Kramer, "Ideology and the Cold War», en Revieiv of International Studies, núm. 25, 1999, p. 544.

316 DANIELA SPENSER

Conclusiones

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La Unión Soviética quería mejorar sus relaciones con los Estados Unidos, pero sin perder la influencia entre los países en proceso de liberación del colonialismo e imperialismo. La crisis del Caribe demostró la vulnerabilidad del liderazgo soviético. En América Latina la URSS tuvo que competir con la política revolucionaria de Cuba. Por lo menos entre 1962 y 1967 las actividades cubanas intervinieron en los propósitos y las acciones de la Unión Soviética en una incomparable proporción con su tamaño geográfico. De repente, el pequeño país, una isla, llegó a influir sobre la Unión Soviética en América Latina y sobre a re acion en re a Irs-Eitados Unidos. la lucha armada en América Latina fue uno de los resultados no déáéaWs ."-délrEfilirde os mi -* . e ; • a SS no 75r-gicrredtteirsus-gastos-militares -nraluipiera querido, sino que sus relaciones con los Estados Unidos sufrieron como consecuencia y con relación a su ayuda a los movimientos de liberación nacional. Sin querer, la URSS apoyó al movimiento guerrillero con la participación comunista por temor a que también los comunistas cayeran en el hechizo guevarista, lo que a los ojos soviéticos se acercaba a las posiciones chinas. Los soviéticos no creían en la guerra de guerrillas como un método eficaz para debilitar a los Estados Unidos y el régimen capitalista, pero temporalmente la lucha armada parecía ganarle la partida al imperio. : lismo, aunque también tcrtía-eestei3e14~ La URSS dejó te-a-poyaria-luchwarmad -nTrA-m-érica Latina cuando a mitad de los arios sesenta esta forma de lucha contra el imperialismo-clemest-ré-su-clebilidad., después de".1.e4r4IslialZporctieder rnáypría de los portid-o-ómunistas_latinoamericáno- rgcház.arania..lucha...armada-por el costo social 3;_-p-o-l-• •... i.tico -. Plide la represión del • .,.• • c• iSliconsecuencia •• .• que_ im EstadIy. Túüzás paramilitares. que había dañado las relaciones entre Cuba y la URSS no fue la lucha armada en sí, sino sus magros resultados como método para disminuir la dominación de los Estados Unidos en América Latina. A raíz de la destrucción de laguerrilla_eniQuirlps_ se..senta niento del apoyo cubano a África, las relácime,untte CILbly la URSS mejoraron no~eutrantérái-árlécreer...enia-vía.:armada a reconci1iaCi6n- I6b-fé-eT asunto con la URSS, sino porque la Uiilo dejarde-apbyáf-u-n- tférá:Tcryliéré -ti-ra-cisif-

LA CRISIS DEL CARIBE :317

flictos no deseados con_2 1 s Estados Unidos. Fue la derrota de la guerrilla y los problemas económicos los que lo lograron, no la alineación con la URSS. Como consecuencia de la eliminación de la guerrilla las tensiones entre los dos países se redujeron. Las consecuencias de la crisis del Caribe demostraron la preeminencia cle__C_Bba c mo actor de alcances globales. Demostraron también cómo unpequeño mujaL..o sólQ la guerra fría_aft.c.tó-a-C-utra7euba-afec-té--el--proceso. de la _guerra fría. A la larga el temor soviético de glie Cuba se inc1inara.3 .- or el liderazgo chino_resultó infundado. Castro consideró las críticas chinas al revisio-

nismo de la URSS dañina s. . . porque no contribuían a la unificación de los movimientos revolucionarios. Además, China no podía sustituir a la URSS como el suministrador de bienes de consumo y material militar que Cuba reenviaba allí en América Latina donde lo creía necesario. Para 1965 CiLl_n_repudió ablerta,mente_los-intentQl.shinos por dividir ef socialista y después de que en América Latina árr g- iéfin"--iracciones partidarias pro chinas que denunciaban por igual a la URSS, a los grupos castristas y la Revolución cubana. La URSS le dio la bienvenida 1.1a-vía. pacífica-al-socialismo -de-Salvador Allende (1970-11-913). 3iri éinbargo, cuando también esta vía fue derrotada igual que las guerrillas en los arios sesenta, y se recrudeció en los años ochenta la lucha armada en Centroamérica que parecía tener éxito, animada por la triunfante Revolución sandinist-a,-la-URSS-volvió a.apoyar la vía armada. Igual que _en los años sesenta, de manera selectiva y con disci éjj— i , la U- Vp-ro-p-or-cfo'n-a-ba a— rm— as, -én-1-717— .renamien 11.-eros--- y-fo-rTalecimiento económico a aquellos movimientos que estaban dirigidas 1jr los partidos comunista s . io-da‘Tía-e-n-f9B9-, -"clus-Triírs-áFitS -dé` dUsaparecer-,érDéVortiffiénto- Internacional del Comité Central del Partido Comunista de la URSS destinó montos de dinero y ay~p_áza, fomentar actividade le •• • e* • • • sel comurlisfás centroamerica, rios que en ese momento estaban involucrados en el embate contra las oligarquías locales y el imperialismo norteamericano.