“DE LABORE SOLIS” Cudzoziemców… przyprowadzę na moją Świętą Górę. A los extranjeros los traeré a mi monte santo. I s 5 6 , 1 . 6-7 . O Boże, narody oddają Ci chwałę, że wszystkie narody oddają Ci chwałę. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. S al 6 6 . O kobieto, twoja wiara wielka. Mujer, ¡qué grande es tu fe! Mt 1 5 , 2 1-2 8 . ( L e ctu ra s d el d o min g o 14 d e a g o sto d e 2011)
Llegaron a este sur, por afuera abrasado mas tibio de interior, de un norte, frío afuera y hoguera pecho adentro, donde aún existe el norte y aún se aprecia la Luz. Venían de peregrinos, a nuestro Altar del Cielo, entraron de rodillas gozosos bajo el manto del Velón de Lucena, nos enseñaron cómo se venera a una Madre. Traían en los ojos, plenos de claridades, prendidos los destellos de un sol fuerte y viajero y en la boca Aleluyas y en el pelo enredados los dedos de un bendito. No, no hablo del rey Craco aunque era de Cracovia: nació rubio y humilde, fue luchador y obrero, estudiante y rapsoda y tuvo un gran trabajo de Sol bendecidor. Su fe derribó muros y unió a la juventud en un mismo carisma… Los dedos de Wojtyla, los labios de Wojtyla tocaban y reían en nuestros visitantes.
Cantaron y rezaron cantaron y bailaron, cantaron y rieron, cantaron y comieron, cantaron y cantaron. ¡Nosotros que creíamos el canto sólo nuestro! Mocni w wierze, mocni w wierze Podazamy w Chrystusie, nazzym Bracie On Panem jest. Jemu chwata, czesc! Jemu chwata, czesc! Podazamy w Chrystusie mocni w wierze… Mój Jezus Królem królów jest Mój Jezus wladac bedzie wciaz Królestwo Jego wiecznie trwa, On zbawit dusze ma i teraz we mnie mieszka juz… Y Firmes en la fe, en Cristo caminando, se fueron a Madrid a darle Gloria siempre, a mostrar el Cuerpo Místico a alzar el Reino Eterno del santo Rey de reyes. Y eterna en las entrañas nos sonará su música; y eterna, alegre danza nos danzará en el pecho y eterna se quedó su sonrisa dorada prendida en nuestros ojos. La sonrisa y los ojos de ciento y más Wojtylas, la música y la danza, de un ciento de almas cándidas, de ciento y más benditos que más que visitarnos en Luz nos traspasaron… ¡Polonia, tú qué blanca, qué roja en Luz y sangre! ¡Polonia qué Esperanza de oro, qué Amor tan grande, qué grande es tu Fe, Polonia!
José Puerto Cuenca http://puertodepoesia.blogspot.com