EDUCACIÓN POPULAR: UN ENFOQUE PEDAGÓGICO GENERADOR DE LA TRANSFORMACIÓN Y SOCIEDAD QUE QUEREMOS EN EL HORIZONTE SJ. Por Msc. Inés Aray Coordinadora Regional Oriente

Preámbulo En la presente investigación se pretende “analizar y reflexionar sobre la pertinencia de la educación popular en los programas de formación de la FCG y como medio para caminar hacia el horizonte del sector social en Venezuela.” Lo cual, en específico implica intentar responder a la pregunta: ¿De qué forma la educación popular genera procesos personales y comunitarios que apuntan hacia el horizonte del sector social de la Compañía de Jesús en Venezuela? En consecuencia, en un primer momento se examinará el contexto y perspectiva de la Educación Popular, dando cuenta de los antecedentes históricos, un intento de definición, nudos críticos, así como de la perspectiva y enfoque de la Educación Popular tal como es concebida por el Centro Gumilla. En un segundo momento se procurará realizar un discernimiento a la luz del Horizonte del Sector Social de la SJ en Venezuela, tomando en cuenta sus implicaciones en la generación de los procesos comunitarios y personales desde los retos y desafíos que propone dicho horizonte. Finalmente, luego de considerar tanto el contexto como el horizonte se desea compartir un conjunto de propuestas específicas que se traducen en actitudes, criterios, prioridades y líneas de acción.1 CONTEXTO Y PERSPECTIVA Antecedentes Históricos de la Educación Popular Si bien es cierto que se puede considerar como precursores de la Educación Popular a varios educadores latinoamericanos insignes, como, entre otros, Simón Rodríguez y Juan Carlos Mariátegui, se puede afirmar que la Educación Popular nace en la década de los 60 y se enraíza en las propuestas de la Educación Liberadora de Paulo

1 En efecto, como puede evidenciarse se aplicará el método “ver-juzgar-actuar” tan conocido e implementado por sectores eclesiales en las planificaciones y análisis de la realidad social. En este caso, será tomado como marco de análisis para examinar la pertinencia de la Educación Popular en la propuesta formativa de la Fundación Centro Gumilla.

Freire.2 Así mismo, en lo que se refiere a la Educación Popular en el contexto venezolano hay algunos hitos significativos como los procesos de alfabetización de adultos entre el año 1958 y 1963; la creación de las Comisiones Nacionales de Alfabetización y la puesta en marcha del Proyecto de Alfabetización funcional en 1967; la creación de los Programas: “Acude”, “Abrebrecha”, “El Maestro en Casa” en la década de los ochenta, así como el surgimiento de las Misiones Sociales y Educativas en el año 2003.3

No obstante, una fuente poco reconocida pero a nuestro juicio determinante para la aplicación de las concepciones básicas de la educación popular fue el impacto del pensamiento social de la Iglesia Católica, especialmente en su desarrollo a partir del Concilio Vaticano II y la Conferencia Episcopal de Medellín, el cual propugnaba el cuestionamiento de las estructuras políticas, económicas y sociales, así como la construcción de una justicia social que favoreciera a los más pobres. En ese sentido, la Iglesia Católica a nivel continental y nacional, a través de sus diversas instancias, generó un proceso de acompañamiento de las comunidades populares con un sentido transformador, superador y constructor de una subjetualidad popular, valiéndose para ello de procesos de formación formal e informal para niños, jóvenes, y adultos. En este sentido, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se crearon instituciones de orientación social católica tales como Fe y Alegría (fundada en 1956) y la Fundación Centro Gumilla (fundada en 1968). Precisamente esta última generó un proceso de investigación, formación y acción social a lo largo del país que le permitió a las comunidades contar con herramientas para el desarrollo de la organización comunitaria, el desarrollo local y la del que se pretendía que las comunidades fueran sujeto activo en la planificación, ejecución y vínculos orgánicos con ellas para poder efectivamente apuntar al desarrollo tanto de las comunidades como del país. Todo ello desde un paradigma de Educación Popular. Así, desde nuestra perspectiva, la Educación Popular es una alternativa válida para dar respuesta al nuevo contexto en el que la

2 Cfr. GERHARDT, Heinz-Peter; Paulo Freire (1921-1997), En: Perspectivas: revista trimestral de educación comparada (París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol. XXIII, nos 3-4, 1993, págs. 463-484. 3 Cfr. ORELLANA, Inocencia; “La Educación Popular en la lucha por el buen vivir” (Separata) Asamblea Intermedia de Bartolina Sisa a Mélida Amaya Montes y Monseñor Romero, San Salvador, 2010, pp. 43-51.

formación comunitaria se presenta como un fundamento de la participación e incidencia real en las políticas públicas. Aproximación al Concepto de Educación Popular No obstante, si se tuviera que dar un concepto de Educación Popular se afirmar que la misma “apuesta por la construcción de una subjetualidad popular, en la que educación conduce a una potenciación, cualificación y crecimiento de la persona humana en todos sus ámbitos, incluido el ámbito espiritual donde tiene lugar la autorrealización y la libertad de la persona que se reconoce como ser trascendente porque hay otros alrededor, en primera instancia los miembros de su comunidad de referencia y luego los otros en sentido más general tales miembros del cuerpo político y la sociedad.”4 Ahora bien, lo anteriormente señalado toma en consideración los siguientes fundamentos, presupuestos y/o planteamientos teórico-prácticos: a) A nivel teórico, se concibe la realidad y en concreto la realidad comunitaria desde los aportes del enfoque socio-cultural, que concibe la experiencia y observación de los procesos particulares, así como un análisis dinámico de los procesos de aprendizaje (Geertz y Bandura); del mismo modo se toman aportes de la fenomenología comunitaria, entendido como ir al contexto comunitario y formular teoría a partir de la sistematización de experiencia (Husserl y Trigo), así como un planteamiento antropológico centrado en los aportes específicos del personalismo cristiano que entiende a la persona como centro de todo proyecto individual y comunitario (Mounier y Maritain), así como la teoría humanista en tanto elemento de desarrollo y crecimiento personal desde una visión integral de todas sus dimensiones (Rogers) .5 b) A nivel socio-histórico, se asume una visión de la Educación Popular genealógica que asume los procesos educativos en el contexto latinoamericano y nacional, así como los procesos históricos antes y después de la promulgación de la C.R.B.V (Barrero y López Maya)6

4 Cfr. ARAY, I; “Educación Popular: perspectivas para la formación comunitaria y la participación en las políticas públicas”, UPEL-IPM, Maturín, 2015. 5 Cfr. Op.cit. 6 Cfr. Ibidem.

c) A nivel pastoral-eclesial, se incorporan elementos de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, Magisterio de la Iglesia (Concilio Vaticano II y Conferencias Episcopales Latinoamericanas) así como el trabajo socio-pastoral y de la Iglesia y de la SJ en Venezuela (Concilio Plenario de Venezuela y el Decreto Fe y Justicia de la C.G XXXII).7 d) A nivel pedagógico, se asume una visión transformadora de la educación desde los aportes específicos de la Educación Popular, el aprendizaje transformador y transformante del sujeto popular (Freire, Pérez Esclarín) que incluye en su derivación didáctica los esfuerzos de fundamentación ontológica, epistemológica y antropológica del concepto formulado.8 Perspectiva y Enfoque Ahora bien, la definición arriba esbozada adquiere unos énfasis y unas características específicas del modo como lo asume el Centro Gumilla que conviene explicitar en términos de principios, temáticas y enfoques.

Así, en lo que respecta a los principios que orientan las prácticas de Educación Popular se asumen plenamente las categorías de Freire de “problematización” y “concientización” como camino para una educación transformadora, de liberación de la conciencia, condicionada de continuo por la ingenuidad y la superficialidad hacia una conciencia crítica que tenga sentido de la realidad muchas veces opresiva. Por otra parte, hay una clara conciencia de la importancia de integrar valores democráticos que impliquen una cultura de la tolerancia, el respeto y el encuentro entre los ciudadanos.9

Adicionalmente, en lo que concierne a las áreas formativas el enfoque asumido por el Gumilla se orienta en un primer momento al fortalecimiento de la organización comunitaria como camino para la verdadera participación de los sectores populares, sin substituirlos y partiendo de lo que ya se tiene para mejorarlo, para potenciarlo. Por otra parte, se pretender ayudar a las organizaciones comunitarias a construir una visón de su

7 Cfr. Ibídem. 8 Cfr. Ibídem 9Cfr. GIULIANI, F; “Nuestro enfoque formativo”, En: Revista SIC, Nº747, 2012, pp. 311-314.

papel e identidad, brindando herramientas para el desarrollo de una mayor conciencia histórica, conocimiento del contexto y superación de las necesidades primarias.10

Finalmente, con respecto a la metodología implementada este enfoque diseña y propone contenidos en función del contexto comunitario, procurando leer sus verdaderas necesidades, demandas y expectativas. Todo ello desde una perspectiva dialógica que va más allá de la razón ilustrada y la educación bancaria (como lo plantea Freire), siendo, por tanto, un proceso de construcción de conocimientos, actitudes, valores y saberes donde todos aprenden, todos aportan y todos problematizan lo recibido. Lo cual de manera específica fundamentalmente se logra a través de la implementación de talleres que incorporan aspecto teórico-prácticos, con énfasis en la reflexión crítica, contextualizada y experiencial, con lo cual son vistos como medio y no fin en sí mismo, destinados al fortalecimiento de la comunidad, la humanización de los sujetos y la densificación de los vínculos y redes del tejido social, más allá de los aprendizajes instrumentales, las metodologías y las novedades efectistas.11

Nudos Críticos a Considerar en la Educación Popular Al hablar de los nudos críticos como situaciones problemáticas asociadas a la formación centrada en la Educación Popular podemos hablar tanto de las debilidades (situaciones reales que se infieren de la realidad y el contexto comunitario) como de los riesgos (posibles situaciones que de no atenderse pueden viciar el proceso formativo). En uno u otro caso puede decirse lo siguiente: Con respecto a las debilidades: a) Subestimación del sujeto popular: en muchos casos se percibe una subestimación de la condición humana de los sectores populares y de sus propias capacidades, considerando que ellos son incapaces de asumir su propia liberación y asumir su transformación. Muchas veces ello proviene de una visión asistencialista, clientelar o caritativa de aquellos que tienen pretensiones de formar a las comunidades, o de la propia visión de los sectores populares quienes asumen una valoración de ser incapaces y desvalidos.12 10 Cfr. Op.cit. 11 Ibídem. 12 Cfr.GIULIANI, F; “Nuestro enfoque formativo”, En: Revista SIC, Nº747, 2012, pp. 311-314.

b) Falta de tiempo para asumir procesos formativos: los miembros de organizaciones comunitarias tienen un ritmo de vida muy agitado, en el que la vida familiar, las obligaciones laborales y el quehacer comunitario pocas veces dejan tiempo para participar en procesos formativos sistemáticos, continuos y lo suficientemente amplios. Sumado a que muchas veces quienes participan son siempre los mismos y tienen que asumir variadas actividades en las que siempre queda de último el formarse.13 c) Falta de interés en formarse: en muchos casos hay una subestimación por la valía de los procesos formativos, especialmente en las instituciones públicas, ya que se privilegian las actividades que imponen la gestión por encima de cualquier otra cosa, sin caer en cuenta que la complejidad del quehacer laboral sin las adecuadas herramientas formativas se convierte en una acción ineficaz donde no basta ni la buena voluntad ni la convicción política.14 d) Activismo poco discernido: en el ámbito popular hay un exceso de actividad que no permite muchas veces la reflexión y el análisis crítico sobre lo que se está haciendo, sin evaluar si se está haciendo bien para cambiar o fortalecerlo, como consecuencia de la apertura de muchas oportunidades para la participación popular, lo cual es altamente valioso pero sin el debido discernimiento puede dispersar al sujeto popular. e) Complejización de los procesos: si bien se valora como muy positivo que las comunidades asuman sus propios diagnósticos, formulación y gestión de sus propios proyectos, también es cierto que nuevo marco de actuación participativo requiere que tanto las instituciones como las instituciones públicas tengan una formación y una capacitación que hagan posible asumir de manera efectiva y eficaz la complejidad de los procesos y la adecuación a los distintos escenarios, fases y situaciones inherentes al trabajo comunitario. Con Respecto a los Riesgos a) Falta de conexión con la realidad popular: ya que Si la gente no percibe que quien les propone algo no cree ni apuesta por ellos, la presencia del agente externo no será apoyada ni recibida por la comunidad. Por otra parte, si la propuesta no tiene nada que ver con algo de fondo que promueva verdaderos 13 Cfr. Op.cit. 14 Cfr. Ibídem.

procesos de desarrollo humano integral, lo propuesto quedará en letra muerta, no tendrá enganche ni atenderá a los verdaderos ritmos de la gente. Finalmente, si la concepción de la propuesta formativa no es vista como proceso y proyecto de la comunidad, ni los lenguajes ni los conceptos formarán parte del imaginario popular, ni la gente será verdadero sujeto que los lleve a cabo, aunque materialmente los ejecute. b) Insuficiencia de elementos humanizadores densos: ya que si el desarrollo de la persona no es visto como un fin en sí mismo, más allá de los logros materiales o los logros institucionales, entonces el progreso humano será visto como mero resultado indirecto y automático que ni cualifica ni humaniza. Sumando a ello, si no existen ni florecen comunidades personalizadas ni instituciones y organizaciones humanizadoras, no tendrá lugar el desarrollo humano integral pues las iniciativas no trascenderán más allá de grupo de beneficiados y no se asumirá por las nuevas generaciones. Finalmente, Sin los valores cristianos como parte importante del proceso, a la larga se gastarán y perderán la calidad de su impronta, porque será procesar las crisis y encontrar quienes sean capaces de poner su realización personal en el servicio a los demás. c) Incapacidad de establecer alianzas con otros sectores: si no hay alianzas entre el grupo u organización popular con los organismos del estado y otras organizaciones populares, los proyectos educativos complejos y de largo aliento no podrán contar con verdaderas posibilidades de éxito, continuidad en el tiempo ni trascendencia. En consecuencia, si no se proponen agendas de desarrollo

local

con

los

actores

implicados

y

no

se

gerencian

mancomunadamente, no se pasará de proyectos particulares ni se articulará un horizonte más amplio que aglutine establemente a más gente, impidiéndoles un accionar a largo plazo y la conquista de ser sujetos que vayan más allá de lo establecido. d) Falta de conciencia y sentido de trascendencia: si el horizonte del proceso se queda en los logros alcanzados, no podrá abrirse a dinámicas cada vez más humanizadoras y retos cada vez más amplios. Por otra parte, Si no se formaliza lo que se va haciendo y se convierte en teoría, la actividad acabará en ella misma, impidiendo que se objetive lo que se trae entre manos y no se le entienda adecuadamente, impidiendo que se incida con plena conciencia y sentido de trascendencia.

DISCERNIMIENTO A LA LUZ DEL HORIZONTE DEL SECTOR SOCIAL DE LA SJ EN VENEZUELA Examinando el documento: “Horizonte del Sector Social de la Compañía de Jesús en Venezuela. Horizonte para una acción social humanizadora y orgánica” se ofrece un conjunto de reflexiones, orientaciones y directrices que permiten conformar una visión de conjunto lo suficientemente amplia como para ubicarse y situarse en el contexto actual a nivel mundial, regional y nacional. En efecto, al considerar la noción de este horizonte, y en particular la asumida por la Fundación Centro Gumilla, como parte del Sector Social de la SJ en Venezuela, se está hablando tanto del estado de cosas que se quiere lograr como el camino para llegar a él. No obstante, no hay que entender ese camino como tácticas concretas que se van a emplear y ni siquiera las acciones estratégicas sino sobre todo los conceptos fundamentales y las reglas de juego: Con qué idea de sujeto popular se opera, cómo se entiende al grupo y a la organización, qué tipo de relación se quiere entablar entre los sujetos populares y otros sujetos y organizaciones, cómo se articulan los diversos niveles de realidad: las relaciones sociales, lo económico y lo político.15 Ahora bien, para llegar a ello es preciso considerar lo que plantea el documento en su estructura fundamental. a) Asumir la mundialización como un proyecto de humanidad: aunque se valore no sólo como irreversible sino deseable el horizonte de la mundialización implica asumir el proyecto de humanidad como el fortalecimiento de la capacidad de cada individuo, de sus capacidades y de su libertad liberada y el afianzamiento de entidades colectivas libres y simbióticas, de toda clase de asociaciones intermedias. b) Concebir los procesos de regionalización latinoamericana como proyectos integradores: lo cual implica preliminarmente el fortalecimiento de los sistemas regionales para racionalizar las ventajas competitivas y articular áreas económicas a nivel supranacional, pero acompañado del fortalecimiento de la sociedad civil y de la subjetualidad popular para caminar hacia un proceso de integración sin asimilación.

15 Cfr. TRIGO, Pedro; “Elementos Comunes a experiencias fecundas de trabajo popular”, Documento Centro Gumilla, Caracas, 2014.

c) Caminar hacia un sistema económico equilibrado y de responsabilidades compartidas entre Estado e iniciativa privada: frente a la actual crisis económica debe cambiarse la visión de que el Estado deba ser el único que puede distribuir la riqueza nacional de modo que llegue a las mayorías, sin tomar en cuenta la iniciativa y propiedad privada, pero igualmente resulta contraproducente asumir que la solución a la crisis reside en plegarse a las condiciones del mercado globalizado. En consecuencia, un camino alterno consistiría en el consenso entre una ciudadanía muy activa y un Estado muy fuerte para que ponga unas reglas de juego precisas de control y al mismo tiempo de estímulo entre todos los sectores sociales, lo cual implica entre otras cosas creación de empleos productivos en empresas autosustentables, una política petrolera justa y eficaz más allá del rentismo, en procura de inversiones acertadas. d) Promover el ejercicio de la ciudadanía en el marco de los partidos políticos verdaderamente

democráticos:

la

democracia

no

puede

reducirse

a

interminables procesos refrendarios y a perpetuos asambleísmos. Es preciso que la ciudadanía cuente con un aparato de Gobierno y Estado lo suficientemente capacitado técnicamente, para establecer alianzas verdaderamente eficaces de participación y colaboración. Asimismo el ejercicio de la ciudadanía debería darse en el marco de partidos políticos que promuevan propuestas e iniciativas consistentes, generen debate político de altura y aglutinen esfuerzos para el bien común más allá de los clientelismos y membresías excluyentes. e) Limitar el Estado a su papel de garante de lo público, la institucionalidad y la convivencia democrática: en las actuales circunstancias el papel del Estado sigue siendo una forma insustituible de solidaridad y cohesión social pero sin las pretensiones de omnipresencia y omnipotencia del pasado, más bien debe estar al servicio del cumplimiento eficaz de acuerdos mínimos que garanticen la convivencia pacífica y simbiótica de la humanidad mundializada. Ello implica que el Estado sea realmente democrático, es decir, con separación de poderes, capacidad de hacer cumplir las leyes, tributación eficaz, seguridad jurídica, calidad de servicios e infraestructura, y seguridad social para todos. Todo ello desde el surgimiento de una cultura institucional y valoradora de lo público más allá de los populismos, mesianismos y compadrazgos.

f) Incorporar a las mayorías populares en la vida pública nacional asumiendo su condición de verdaderos ciudadanos: el problema de la pobreza nunca se resolverá si no se reconoce a los pobres como personas dignas y como sujetos sociales y políticos. Lo cual pasa por un desconocimiento de la diversidad cultural y su incorporación a la vida pública, ciudadana y democrática como lo merecen, es decir, como ciudadanos adultos con el reconocimiento efectivo de sus derechos y deberes, de su especificidad cultural y de sus organizaciones de base. Ahora bien, ello implica la contribución a su desarrollo y crecimiento humano, a brindar herramientas para su productividad, En definitiva, acompañarlo a que sea sujeto. En efecto, sólo cuando el pueblo sea plenamente sujeto podrá superarse la distancia actual entre democracia formal y democracia real, distancia muchas veces conservada por los poderes políticos y económicos que desean conservar sus privilegios, o vindicar sus prerrogativas. Por tanto, para superar estas situaciones es necesaria una reconversión institucional, la creación de empleos masivos, así como la colaboración entre gente no popular y pueblo organizado no sólo con fines utilitarios sino como una relación histórica realmente simbiótica, enriquecedora y humanizadora. g) Establecer un nuevo pacto político-social fundado en la inclusión popular participativa: la inclusión popular participativa debe ser el punto principal de un nuevo pacto político-social ya que sin este elemento no se tendrá ni paz ni estabilidad en el país; lo cual no hacer referencia a una ilusión de armonía, sino que implica también procesar los conflictos de intereses o concepciones susceptibles de ser procesados dentro del horizonte del pacto. h) Concebir la descentralización como un modo de hacer política fundado en la participación ciudadana: la democratización del Estado pasa por su descentralización, lo cual es una meta que debe no ser negociable si se quiere profundizar eficazmente la democracia, en el sentido que ella va más allá de una decisión administrativa para convertirse en un modo de hacer política distinto a lo establecido: una ciudadanía consciente y clara de su deber de participar. i) Asumir un compromiso absoluto por la vida y la cultura de paz: si no se asume el compromiso por la vida como una decisión incondicionada no se llegará a superar el problema de violencia en el país, lo cual pasa por crear un verdadero sentido de fraternidad, más allá de las tensiones polarizantes, en procura del diálogo y el encuentro

j) Formar sujetos densos que promuevan cambios económicos y políticos en la sociedad: es decir, personas con libertad liberada que trabajen denodadamente por vivir desde su dignidad y por esa misma razón entablen con los demás una respectividad positiva. Ya que de ellos brotarán todos los grupos y asociaciones democráticos en procura de una vida compartida, digna de seres humanos. Así, en términos económicos ello implica un cambio de dueños de capital que dominen al mundo a una economía que sirva para todos los seres humanos. Por otra parte, en términos políticos ello implica un cambio de una política como mera expresión de la correlación de poderes a la procura del bien común.

Así pues, tras haber examinado el horizonte puede aventurarse una respuesta: la idea de sujeto popular que subyace a la propuesta es la de un sujeto popular denso que es capaz de promover cambios en la sociedad, asumiendo lo global como un proyecto de humanidad y lo regional y local como un proceso de verdadera integración, que toma como punto de partida para establecer su relación con los demás un compromiso absoluto por la vida y la cultura de la paz. Todo ello en un contexto económico, político y social caracterizado por: a) un sistema económico equilibrado de responsabilidades compartidos; b) un ejercicio de la ciudadanía que implica la militancia en partidos democráticos; c) un Estado favorecedor de la convivencia, la institucionalidad, la descentralización; d) una sociedad que incorpore verdaderamente a las mayorías populares como verdaderos ciudadanos y establezca, en consecuencia, un nuevo pacto político-social fundado en la inclusión popular participativa. Tareas y Desafíos de la Formación En función de los elementos anteriormente presentados puede decirse, por tanto, que una Educación Popular, desde este horizonte implica dos tareas fundamentales: a) Consolidar procesos de formación desde la educación popular para el fortalecimiento de competencias personales, organizacionales e institucionales que contribuyan en la construcción de sujetos densos; b) Acompañar experiencias comunitarias e institucionales de forma continua, oportuna y pertinente para la promoción del desarrollo local. Ello a nuestro juicio comporta los siguientes desafíos:

1) Formar sujetos más densos que lo que propone el sistema dominante, siendo libres de dicho sistema porque se puede vivir con una densidad las relaciones con uno mismo, con la familia, con los amigos, la comunidad y el país. 2) Cultivo de la democracia, tanto de la cultura de la democracia en todo tipo de relaciones, como en el fomento de lo público que contribuya a la profundización de la democracia política. PROPUESTAS ESPECÍFICAS Finalmente, tras la contrastación de realidad (contexto) y la iluminación del discernimiento (horizonte) sobre el papel de la Educación Popular en el contexto de la Formación del Centro Gumilla se determinará aquellas actitudes y criterios que deben asumidos (propuestas). En cierto sentido es la concreción de una praxis donde se proponen algunas prioridades, líneas de acción y criterios de actuación.

A la luz de lo anterior pueden vislumbrarse dos prioridades formativas, a saber: Prioridad formativa 1: Consolidar procesos de formación desde la educación popular para el fortalecimiento de competencias personales, organizacionales e institucionales que contribuyan en la construcción de sujetos densos. Lo cual implica tomar en cuenta la siguiente línea de acción: 1) Fortalecimiento de la organización comunitaria, partiendo de

las

necesidades, demandas y expectativas de las personas involucradas. Para lo cual se recomienda en términos programáticos privilegiar como punto de partida la formación en la dimensión humana, ya que permite conocerse, aceptarse y estar más fortalecidos para ir al encuentro con la comunidad.16 Ahora bien, ello implica tener como convicción básica que es posible la transformación de la subjetualidad popular. En otras palabras, que el sujeto popular denso capaz de promover cambios en la sociedad, sin subestimarlo en sus capacidades ni contribuir a su baja motivación para formarse y su activismo poco discernido. En tal sentido, conviene tener en cuenta los siguientes criterios y actitudes: a) Trabajar codo a codo con la gente: eso supone que las personas de las comunidades son compañeros, colegas, y no meros colaboradores y, menos aún, 16

Cfr. MURGA, C; “La visión de las comunidades” En: Revista SIC, Nº747, 2012, pp. 315-318.

destinatarios de su acción. Trabajar codo a codo con ellos supone considerarlos gente preparada y responsable; supone, pues, valorarlos. Excluye, pues, dirigirlo todo, de manera que los pobres sean, en la práctica, colaboradores suyos. En ese sentido: ¿consideramos como iguales a las personas que trabajan con nosotros? b) Celebrar y descansar con la gente: hacerlo gustosamente es considerarlos como otros “yo”, es decir, como gente del mismo rango que uno, en medio de su “otreidad”, que, por eso, me enriquece y da vida y contento. Como la celebración, como celebración gratuita y agradecida de la vida compartida, más allá de expresar la satisfacción por lo logrado y de un acto de autoafirmación y exhibición. En tal sentido: ¿Disfrutamos e incluimos en nuestras agendas espacios para compartir y celebrar comunitariamente? 

Prioridad formativa 2: Acompañar experiencias comunitarias e institucionales de forma continua, oportuna y pertinente que promuevan elcultivo de la democracia, tanto de la cultura de la democracia en todo tipo de relaciones, como en el fomento de lo público que contribuya a la profundización de la democracia política. Lo cual implica tomar en cuenta la siguiente línea de acción:

1) Creación de espacios formativos teórico-prácticos que mediante la reflexión, el análisis crítico y la capacidad de incidencia se promueva

la

construcción

de

identidades

y

horizontes

compartidos. Para lo cual programáticamente se propone diseño de espacios y contenidos formativos que toquen temas como la construcción de paz, el análisis de coyuntura socio-político, el desarrollo sustentable, la creación de experiencias productivas, liderazgo, etc.

Ahora bien,

ello implica brindar herramientas para el trabajo social y

comunitario, así como el intercambio de saberes para el análisis de la realidad en su contexto local, regional y mundial, n a nivel social, político y económico, de modo que sea eficaz y verdadero instrumento de transformación de las necesidades y problemáticas de la comunidad, que impidan lo que ocurre muchas veces con las iniciativas formativas: falta de conexión con la realidad popular e insuficiencia de elementos humanizadores para el verdadero encuentro entre iguales (ciudadanos-

hermanos-prójimos), así como la falta de conciencia y sentido de trascendencia. 17 En tal sentido, conviene tener en cuenta los siguientes criterios y actitudes: c) Dar la palabra a la gente, para que cada uno se explique en su lenguaje y el encuentro transcurra a su ritmo y la agenda sea propuesta por todos. En tal sentido: ¿Dejamos que cada uno pueda expresar lo que sienta y piense en nuestra acción comunitaria? d) Diálogo como camino de reconocimiento: el diálogo es para comprender y hacerse cargo, pero también para exponer las dificultades de unos y otros. Este diálogo presupone la relativización de las posturas de ambos y el que cada interlocutor considere que el otro puede enriquecer su compresión de la realidad y, más aún, enriquecerlo personalmente. En tal sentido: ¿realmente creemos en el diálogo como camino de crecimiento? e) Llegar a acuerdos que beneficien a todos: sea en la percepción de la realidad, en la toma de postura ante un acontecimiento o propuestas de trabajo. De esta manera se llega a configurar un verdadero sujeto colectivo o se lo actúa y, por tanto, se lo robustece, si ya estaba formado. Formar un verdadero sujeto con gente popular es la prueba más fidedigna de que se los considera como personas valiosas y no, meramente, como necesitados de ayuda. En tal sentido: ¿logramos ponernos de acuerdo sobre lo fundamental? f) Evaluar con la gente como va saliendo lo que se programó: supone que se considera que tienen no sólo el sentido del conjunto con toda su complejidad sino también el horizonte en el que se inscribe la acción y que perciben el impacto de la acción en el ambiente y en otros actores y, no menos, en ellos mismos, y que son, por todo ello, capaces de calibrar en qué grado se cumplieron los objetivos. En tal sentido: ¿somos capaces de revisar y evaluar los procesos, planes y proyectos que nos proponemos? g) Procesar conjuntamente los conflictos: es la piedra de toque de que se los tiene como distintos pero iguales en rango y dignidad. Lo es porque presupone que los conflictos pueden provenir de cualquiera de y que se tiene capacidad para tomar en cuenta los fines trascendentes que los convocan y la dignidad personal de cada uno, así como los problemas específicos de funcionamiento. Y, sobre todo, que tienen capacidad para procesarlo mirando a la vez al bien del conjunto y al 17

Cfr. MURGA, C; “La visión de las comunidades” En: Revista SIC, Nº747, 2012, pp. 315-318.

bien de los sujetos implicados. En tal sentido: ¿Podemos trascender los conflictos y aprender de ellos para crecer y fortalecernos?

Así pues, realizado este recorrido de contexto, horizonte y propuesta puede esbozarse una respuesta a la pregunta: ¿De qué forma la educación popular genera procesos personales y comunitarios que apuntan hacia el horizonte del sector social de la Compañía de Jesús en Venezuela? Desde lo considerado en esta investigación puede responderse: la educación popular genera procesos personales cuando forma sujetos densos que asumen la realidad de manera solidaria y genera procesos comunitarios cuando contribuye a profundizar la democracia construyendo una verdadera cultura democrática de base. Todo ello a través de la creación, generación y construcción de espacios, contenidos y experiencias.

En consecuencia, podemos afirmar que la Educación Popular es una alternativa válida para dar respuesta al nuevo contexto en el que la formación comunitaria se presenta como un fundamento de la participación e incidencia real en las políticas públicas. En efecto, de este concepto subyace la idea de que las comunidades sean sujeto activo en la planificación, ejecución y evaluación de las políticas públicas y, por ende, las instituciones del Estado deben generar vínculos orgánicos con ellas para poder efectivamente apuntar al desarrollo tanto de las comunidades como del país.

REFERENCIAS

 Aponte, A. (2009). Diagnóstico Participativo. Escuela de Formación para la Organización Comunitaria. Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias. Caracas.  ARAY, I; “Educación Popular: perspectivas para la formación comunitaria y la participación en las políticas públicas”, UPEL-IPM, Maturín, 2015.  Arguinzones, D. (2006). El desarrollo de la economía social. Serie Quehacer Comunitario, Número 3. Fundación Centro Gumilla.  Armas, Jorge Murga, and Juan Vásquez Tuiz. Santiago Atitlán (1997). Organización comunitaria y seguridad de los habitantes: un reto para la paz. Programa Sistema Penal y Derechos Humanos.  Barreiro, J. (1978). Educación popular y proceso de concientización. Siglo Veintiuno Editores.  Bonilla, A. (2009). Democracia Participativa. Escuela de Formación para la Organización Comunitaria. Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias. Caracas.  Caja de herramientas para la organización comunitaria. La participación comunitaria en el marco de la cogestión. Fundación Centro Gumilla.  Carucci, F. (2003). Planificación estratégica por problema: Un enfoque participativo. Serie Número 24. Fundación Escuela de Gerencia Social.  De Freitas, J. (2010). Reconocer las violencias para no reproducirlas. Serie Quehacer Comunitario Número 14. Fundación Centro Gumilla.  Farías, L. (2008). La comunidad en carne propia. Un estudio biográfico del altruismo y la madurez moral en barrios caraqueños. UCV.  Fernández, P. (2009). Resolver conflictos de mi barrio. Escuela de Formación para la Organización Comunitaria. Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias. Caracas

 García, I. y Giulliani, F. (1992). La concepción de comunidad y el sentido de comunidad en un barrio de Caracas. Caracas.  GERHARDT, Heinz-Peter; Paulo Freire (1921-1997), En: Perspectivas: revista trimestral de educación comparada (París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol. XXIII, nos 3-4, 1993, págs. 463-484.  GIULIANI, F; “Nuestro enfoque formativo”, En: Revista SIC, Nº747, 2012, pp. 311 MURGA, C; “La visión de las comunidades” En: Revista SIC, Nº747, 2012, pp. 315-318.  ORELLANA, Inocencia; “La Educación Popular en la lucha por el buen vivir” (Separata) Asamblea Intermedia de Bartolina Sisa a Mélida Amaya Montes y Monseñor Romero, San Salvador, 2010, pp. 43-51.  TRIGO, Pedro; “Elementos Comunes a experiencias fecundas de trabajo popular”, Documento Centro Gumilla, Caracas, 2014.

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Created by the designer of the kingdom-building system ... LLC or other campaigns featuring themes like Gothic horror, the alien Lovecraftian mythos, epic.

FMCSA LIC and INS PUBLIC.pdf
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LLIBRE D'ESTIL INS CELRÀ.pdf
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Tav A8- Ins abusivi - 5M .pdf
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The Ins and Outs of Email Vulnerability
As email is business-critical, every organization needs to understand how ..... Spam can lead to software being installed on the user's machine that turns that machine ..... enabling business practices (e.g., development platform, applications, ...

The Ins and Outs of Introspection
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Aula d'Excel.lència INS Les Planes.pdf
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The Ins and Outs of Email Vulnerability - PDFKUL.COM
For example, when an email message leads the user to a threat on the. Web, if nothing is being .... In addition to the quick detection of new threats and automatic response, Best-in-Class companies are .... accounting (8%). • Geography: (60%) ...

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Forecasting unemployment across countries_ The ins ...
Stats Bureau-LFS. BLS-CPS. Gross worker flow data. M1.1984-M6.2009. Q1.1978–Q4.2009. Source. Hertweck and Sigrist (2012). Lin and Miyamoto (2012). Annual duration data. 1985–2011. 1977–2011. Source. OECD, Eurostat-LFS, Elsby et al. (2013). 8 A