16.- TRIVIÃO (Curso16,2010), pp. 219-232.pdf

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SOR MARÍA VICTORIA TRIVIÑO, OSC Asociación Hispánica de EstudioS Franciscanos (Balaguer, Lérida) e-mail: [email protected]

S. FRANCISCO SOLANO Y LAS CLARISAS Resumen: Desde un documento verdadero: el 3URFHVR'LRFHVDQRGH6DQ)UDQFLVFR6RODQR SXEOLFDGRHQ0RQWLOODHODxRSUHVHQWDPRVOD¿JXUDGHO6DQWRWDOFRPRODSLQWDQORVWHVWLJRV con sus gestos, sus decires, sus cantos y danzas. Nos centramos en su relación con las claustrales, clarisas, concepcionistas y agustinas. Por eso el número de testigos elegidos se limita a las once religiosas claustrales de los tres conventos de Lima, que declararon en el Proceso. Se estudia la Predicación del 6DQWRGHVWDFDQGRVXVSDODEUDVHQOD¿HVWDGHOD9LVLWDFLyQGHOD9LUJHQORVWUDQVSRUWHVGHWHUQXUD\ODV jaculatorias. También su don de consolar, derramado en el ministerio de la confesión y el consejo. Se da una relación en vida, especialmente con las clarisas, mediante su ministerio sacerdotal. Continúa esta relación después de la muerte por la experiencia de gracias y favores sobrenaturales. Queda al ¿QXQDDPDEOHLPSUHVLyQQLPEDGDGHSXUH]D,PSUHVLRQDODDOHJUtDFRPXQLFDWLYDGHO6DQWRVXWLHUQD compasión, el fervor desbordante expresado en cantos y danzas. Palabras clave: Proceso diocesano, San Francisco Solano, clarisas, Lima, Montilla. SAN FRANCISCO SOLANO AND THE CLARISSES Abstract: From a real document: the 3URFHVR'LRFHVDQRGH6DQ)UDQFLVFR6RODQR publisKHGLQ0RQWLOODLQOHW¶VVHQVHEHIRUHKDQGWKH¿JXUHRIWKH6DLQWDVKHUWKHZLWQHVVHVSDLQWZLWK his gestures, his desires, his singings and dances. We centre on his relation with the claustrales, nuns of the order of St Clare, concepcionistas and agustinas. Because of it the number of chosen witnesses limits himself at religious eleven o’clock claustrales of three convents of Lima, who declared in the Process. The Preaching of the Saint is studied emphasizing his words in the holiday of the Visitation of the Virgin, the transport of tenderness and the ejaculations. Also his gift of consoling, spilt in the department of the confession and the advice. One gives a relation in life, specially with the nuns of the order of St Clare, by means of his priestly department. It continues this relation after the death for the experience of graces and supernatural favors. A nice impression stays to the end nimbada of purity. It LPSUHVVHVWKHFRPPXQLFDWLYHKDSSLQHVVRIWKH6DLQWKLVWHQGHUSLW\WKHRYHUÀRZLQJIHUYRUH[SUHVVHG in singings and dances. Key words: Diocesan process, Saint Francis Solano, nuns of the order of St Clare, Lima, Montilla.

Francisco Solano nació en la blanca y elegante ciudad de Montilla &yUGRED IXHEDXWL]DGRHOGHPDU]RGHODxRHVWXGLyHQHO&ROHJLR GHOD&RPSDxtDGH-HV~V\DORVDxRVYLVWLyHOKiELWRGH6DQ)UDQFLVFRHQ el convento de San Lorenzo. Profesó y tuvo diversos destinos en la Provincia. (QSDVyD$PpULFDGRQGHYLYLyDxRVSULPHURHQ7XFXPiQOXHJR DxRVHQ/LPD'XUPLyHQHO6HxRUVDQWDPHQWHHOGHMXOLRGH )XHEHDWL¿FDGRHQ\FDQRQL]DGRHQ 1RVDFHUFDPRVDXQD¿JXUDDPDEOHTXHGHVSXpVGHVLJORVVLJXHVLHQGRJUDWDPHQWH atractiva. Ante todo por su autenticidad evangélica; por su inmensa compasión; por su alegría, y por esa exquisita elegancia cordobesa que adquirió en su tierra y no perdió jamás. Para realizar este breve trabajo me he centrado en los testimonios del Proceso Diocesano de San Francisco Solano (1610-1613) publicado en Montilla el año 1999. Puede decirse de él que es: XVI CURSO DE VER ANO “EL FR ANCISCANISMO EN ANDALUCÍA” MONTILLA, 2010

ISBN: 978-84-938148-2-3

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8QOLEURPX\YHUGDGHURSXHVFXDQWRVHD¿UPDHQpOVHGLMREDMRMXUDPHQWRGHGHFLU verdad, y lo acredita el notario. Un documento valiosísimo rescatado del sueño de los archivos y publicado en el umbral del tercer milenio. Una ingente obra que ha sido posible gracias al trabajo de los especialistas, Fernando Ivasaki que lo descubrió௘\HVWXGLy\0DUtD-RVpGH$FXxDTXHORWUDVFULELy
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continuada la relación de San Francisco con las clarisas de Lima. No obstante, a la hora de dar su testimonio las vemos muy impresionadas por lo inmediato y extraordinario, además de repetitivas. Del Convento de San José, en Lima. Concepcionistas Descalzas 7HVWLJR'xD$QDGH-HV~VSURIHVDDxRVGHHGDG Testigo 65. Dña. Catalina de San Pedro, profesa. 36 años de edad Dan su testimonio el 11 de diciembre de 1610, presentadas por el procurador general Fr. Miguel Roca, ante el Dr. Miguel Salinas y el notario Diego de Morales. Fray Francisco era conocido de las monjas por las pláticas. No le habían tratado individualmente. Del Convento de la Encarnación, en Lima. Agustinas. Testigo 52 y 212. Dña. Beatriz Guerrero, de Illescas, profesa. 35 años de edad Testigo 53. Dña. Mencia de Guzmán, profesa. Tiene más de 40 años de edad. Testigo 54 y 211. Dña. Bernarda de Carvajal, profesa. Tiene 20 años de edad. Presentadas por el Procurador de la causa Fray Miguel Roca, dan testimonio el 19 de noviembre de 1619 ante el Dr. Miguel Salinas y el Licenciado Diego Morales. Dña. Bernarda y Dña. Beatriz Gerrero –la misma Beatriz de Illescas- (Testimonios \ FRPSDUHFHQHOGHIHEUHURGHDQWHHO'U6DOLQDV\HOQRWDULR-DLPH %ODQFRSDUDUDWL¿FDUODGHFODUDFLyQKHFKDFRQDQWHULRULGDG San Francisco no visitó la comunidad. Tuvo trato solamente con Dña. Mencia, las demás parece que no le vieron nunca. Conocedoras de su fama de santidad, procuran reliquias y se encomiendan a su protección. * * * Estamos ante las declaraciones de monjas bastante jóvenes pertenecientes a tres conventos. La relación con el Santo es muy diversa. Mientras las clarisas del Convento de Santa Clara gozan una intimidad espiritual personal e individualizada, las concepcionistas GH6DQ-RVpVHEHQH¿FLDQGHVXHQVHxDQ]DVLQOOHJDUDOWUDWRSHUVRQDO/DVDJXVWLQDVTXH estarían atendidas por los agustinos, ni siquiera le vieron, excepto una. Por el testimonio de Sor Mencia de Guzmán conocemos que no era fácil conseguir nuevos servicios del Santo. En los últimos años los superiores tenían cuidado de él y le evitaban fatigas. A Dña. Mencia le costó obtener permiso del P. Provincial para que fuera a confesarla alguna vez. Los testimonios más interesantes, aunque podrían haberlo sido mucho más detallados \H[SUHVLYRVVRQORVGHODVFODULVDV\HOGHODDJXVWLQDGRxD0HQFLD/RVGHPiVVHUH¿HUHQ sobre todo a gracias y milagros. Para dar una visión más equilibrada del Santo en los puntos tratados, traeremos otros testimonios complementarios. Repartimos los datos en cuatro apartados: 1) La predicación. 2) Confesión y consejo. 3) Despedida de luz. 4) Gracias y milagros.

LA PREDICACIÓN El Franciscanismo en Andalucía 2010, XVI, 221-234

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/DSUHGLFDFLyQGHO6DQWRHUDDUGLHQWH\YLJRURVD$ODVJHQWHVH[KRUWDEDFRQH¿FDFLD a la conversión. Unas veces lo hacía con autoridad y palabra profética ³(O6HxRUPHKD mandadoGHFLUOR´; otras con la efusión de amor y muchas lágrimas. Se predica también con el ejemplo y, cuantos lo vieron, dieron a entender su pureza, su modestia, su penitencia y pobreza, sus expresiones y las manifestaciones de su gozo interior. De él dijo, entre otros muchos, un marino: ³HVWHWHVWLJROHWHQtDSRUKRPEUHTXHWHQtDODYLUWXGGHODYLUJLQLGDG porque era tanta su pureza de cuerpo y alma que lo mostraba muy bien su URVWURSRUTXHVLHPSUHOHYHtDOOHYDGRHQ'LRV\VXVSHQVR´«³PX\SREUH\ amigo de los pobres, y muy casto en su vida y costumbres porque nunca se R\yGHVXERFDSDODEUDGHVKRQHVWDQLGHVFRPSXHVWDVLQRWRGDVGHFLHOR´࣠ Ángel les parecía el que con tanta pureza llevaba el mensaje de Dios, y adivinaban su alma virginal en un cuerpo casto y transparente a la presencia divina. 'xD&DWDOLQDGH6DQ3HGURFRQFHSFLRQLVWDGHOFRQYHQWRGH6DQ-RVpOHWHQtDSRU VDQWR\DSUHFLDQGRODH¿FDFLDGHVXSDODEUDD¿UPy ³7RGDVODVYHFHVTXHYHQtDHOGLFKRSDGUH6RODQRDKDFHUSOiWLFDVVH HGL¿FDED\FRQVRODEDGHPDQHUDTXHVHSDUHFtDDXQiQJHO\XQPX\JUDQ santo del cielo. Con las cuales pláticas movía a mucha devoción y a lágrimas DODVUHOLJLRVDV\KDFtDTXHJXDUGDVHQVXUHJODFRQPiVSHUIHFFLyQ´࣠ Muy oportunamente usan las religiosas aquella palabra tan rica y frecuente en las Fuentes Franciscanas, el consuelo. Sabían reconocer esa fuerza que les inducía a vivir FRQPD\RU¿GHOLGDGVXYLGDUHOLJLRVD\QRHVRWUDFRVDTXHHOIUXWRGHODFRQVRODFLyQ espiritual. Tanta fortaleza tenemos cuanto mayor es el consuelo que recibimos de Dios. Y el Santo sabía darlo con su alegría, con su ciencia y experiencia, con su palabra ferviente. (QOD¿HVWDGHOD9LVLWDFLyQGH1XHVWUD6HxRUD )XHURQVLQGXGDODVFODULVDVODVTXHPiVVHEHQH¿FLDURQGHVXVSOiWLFDV/DVTXH GLHURQWHVWLPRQLRVRQXQiQLPHVHQD¿UPDUHOFRQVXHOR\IUXWRHVSLULWXDOTXHUHFLEtDQGH su predicación. Nos gustaría que hubieran desplegado sus impresiones con declaraciones más personales, más detalladas; pero, lamentablemente, todas estaban fuertemente impresionadas por una misma plática, la del 7 de julio de 1609 y se contentaron con contarla sin evocar otros recuerdos. Decía la abadesa de Santa Clara: ³«YLR\FRQRFLyDOSDGUH6RODQROH tenía por un siervo de Dios y un santo, porque en las pláticas espirituales que tuvo con este testigo, mostraba tener un gran fervor de Dios y amor suyo. De manera que un día, que habrá más de un año, día de la Visitación de Nuestra Señora, estando el dicho padre Solano haciendo una plática 3

Test.68. Hernando de Yebra. Marino. Proceso Diocesano de San Francisco Solano, Montilla 1999,

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Test. 65. Dña. Catalina de San Pedro. Proceso… p 200.

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espiritual en la reja del coro del dicho monasterio a todas las religiosas, WRPySRUWHPDHO0DJQt¿FDW
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Y con esto se salió de la iglesia aprisa de la iglesia, dejando a la abadesa \DWRGDVODVUHOLJLRVDVPX\FRPSXQJLGDV´࣠ El éxtasis que las hermanas narran, no fue un hecho aislado en la predicación del santo montillano. Fray Francisco de Mendoza recordaba el sermón del día de San Diego del año 1606, cuando el Santo dijo tantos requiebros y palabras amorosas a Cristo que, profundamente conmovido y con muchas lágrimas, bajó del púlpito sin poder acabar el sermón. También Fray Diego de Pineda y otros frailes, recordaban lo sucedido el Viernes Santo mientras predicaba sobre la cruz en la iglesia del convento. ³'HUUDPyWDQWDVOiJULPDV que no le dieron lugar a pasar más adelante con el sermón y se bajó del púlpito dejando a todo el auditorio convertido en lágrimas, de lo cual se colige el grande amor a Dios TXHWHQtD\TXpYHUGDGHUDPHQWHOHDPDED´௘ Salía el Santo a predicar tres días por semana. En la calle no esperaba que le pusiesen un púlpito, cualquier piedra o banquillo le bastaba, y decía: ³%HQGLWRVHD'LRVTXHKH DSUHQGLGROHWUDVSDUDDSURYHFKDUDOPDV´࣠ Transportes de ternura Si las clarisas lo fueron una vez, los frailes fueron testigos muchas veces de aquellos transportes de ternura, de compasión o de gozo, de nuestro Santo. No los ocultaba, DQWHVELHQLQYLWDEDDORVGHPiVIUDLOHVDDFRPSDxDUOH$)UD\-XDQ*yPH]GHFtD³FRQ VLPSOLFLGDGWDQIHUYRURVD\SXHVWDHQ'LRV«TXHFDQWDVH\EDLODVHHQVXFRPSDxtD´࣠. Amaba y reverenciaba mucho a la Virgen, la invocaba con cortesía, ³KROJDEDPXFKR GHTXHIXHUD0DGUHGH'LRV´3HURDQWH-HV~V1LxRRHO%HOpQVDOtDGHVt ³
Test. 9. Fray Diego de Pineda. Proceso…, p 61. Test 9. Fray Diego de Pineda. Proceso…, p 61. 12 7HVW)UD\-XDQ*yPH]Proceso…, p 84 13 7HVW)UD\-XDQ*yPH]Proceso…, p 88 14 7HVW)UD\-XDQ5RGUtJXH]6DDYHGUDProceso…, p 148-149. 11

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Y de allí iba al altar de los Reyes de quien era muy devoto y hacía lo mismo, y luego al altar de San Buenaventura y San Diego que eran sus especiales devotos. Y después de haberles cantado y dado música se hincaba GHURGLOODVHQRUDFLyQ´࣠ En estos júbilos pasaba parte de la noche antes de abstraerse en oración. Cantaba, tocaba y danzaba, el Santo. Tenía un rabel, instrumento pastoril muy antiguo de caja semejante al laúd, que se toca con un arco. Y dijeron los frailes, que a escondidas le observaron más de una noche, que: ³WHQtDXQUDEHOGHGRVFXHUGDV\FRQIRUPHDODUWHGHP~VLFRSRGtD hacer consonancias. Y las tocaba, y cantaba con tanta sutileza y con voz tan penetrante, así en lo alto de la noche en oración a solas delante del Santísimo, como ante algunos religiosos enfermos, diciendo pasos de la Sagrada Escritura y alabanzas de Nuestra Señora. Y de tal suerte era la DUPRQtDTXHVHVXVSHQGtDQ
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Test. 37. Fray Gerónimo Alonso de la Torre, pp 157-158 Test. 23. Fray Martín de Prado. Proceso… p 122 El Franciscanismo en Andalucía 2010, XVI, 225-234

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El consejo que sana Padecía doña Mencia, una enfermedad moral propia de la vida claustral, la acedia. Lo explica como una gran pereza y dureza: ³«TXH WHQLHQGR PXFKD GL¿FXOWDG HQ OD REVHUYDQFLD GH OD UHJOD \ obligaciones de su persona y convento, y no pudiendo esta testigo entrar en ello, antes tenía gran pereza y dureza en el acudir a sus obligaciones, DUH]DUVXVKRUDV\DOFRUR«´࣠. Ciertamente es la acedia una pérdida de alegría, vitalidad y prontitud en la vida espiritual y deberes de la vida religiosa. En la raíz está la pereza ante el esfuerzo psicofísico que exige la dedicación a las cosas espirituales. Conduce al tedio, languidez, desgana, embotando el gusto espiritual. A veces viene de causas externas como el excesivo trabajo, falta de salud, contrariedades que entristecen, etc., que produciendo fatiga estragan el ánimo. Es posible que hubiera de todo, más adelante se habla de la aversión del arzobispo que pretendía sacarla del convento. Queriendo salir de ese lamentable estado, en que vivía sin gusto ni alegría, doña Mencia decidió pedir ayuda. Parece que no lo hallaba en los medios ordinarios a su alcance, \ORKL]RSRQLHQGRVXFRQ¿DQ]DHQORVIUDLOHVGHO&RQYHQWRGH6DQ)UDQFLVFRGH/LPD ³\SURFXUDQGRHQFRPHQGDUORD'LRVSDUDTXHOHGLHVHJUDFLDGHOOHYDU su regla y acudir a sus obligaciones de religiosa, tuvo por medio rogar a un padre del (convento de) San Francisco llamado Fray Juan Gomés, enfermero y muy siervo de Dios, que le enviase un religioso que la confesase y regalase con algunas pláticas espirituales, porque había un gran jubileo y lo quería ganar siendo Dios servido. < HO GLFKR SDGUH IUD\ -XDQ *RPHV GH GLMR ³
Test. 53. Dña. Mencia de Guzmán. 3URFHVR'LRFHVDQRGH6DQ)UDQFLVFR6RODQR p 184

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Y observa hasta hoy con gran gusto y contento, con a mayor alegría que jamás ha estado. Y desde entonces tiene al dicho padre Solano por santo y siervo de Dios y entiende, y sin duda se persuade, que por las oraciones GHGLFKRSDGUHOHKL]R'LRVHVWDPHUFHG´࣠ De las clarisas tenemos un testimonio indirecto dado por Gerónima Esquivel: ³< DVLPLVPR VDEH HVWD WHVWLJR TXH GLMR HO SDGUH 6RODQR D FLHUWD religiosa que está en el monasterio de Santa Clara, llamada doña María, confesándose generalmente con él, que el año de probación había de tener grandes contradicciones y tentaciones en su espíritu, que el demonio le KDEtDGHKDFHUSRUTXHQRSURIHVDVH3HURTXHFRQWRGRHVWXYLHVH¿UPH que Dios le haría merced… Y sabe que ha tenido grandes contradicciones GHVXVKHUPDQRV\GHXGRV\FXxDGRV
Test. 53. Dña. Mencia… p 184 Test. 51. Dña. Gerónima de Esquivel, mujer de Sebastián Bravo. Proceso… p 180 Test. 50. Dña. Ana Manrique. Proceso… p 176. El Franciscanismo en Andalucía 2010, XVI, 227-234

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GHO1LxR-HV~V³XQDVFRSODVGHOVDQWRQDFLPLHQWRGLFLHQGRTXHVtHUD'LRV¢SRUTXp OORUDED\VROOR]DED"´\HUDVXURVWURFRPRHOGHXQiQJHO\WDQWDODWHUQXUD\DOHJUtDGH VXDOPDTXHODP~VLFDGXUySRFR´௘. Estaba presente doña Gerónima de Esquivel, la que GLRWHVWLPRQLR\QRGXGyHQD¿UPDUTXHHO6DQWR³ODDPDEDPXFKRSRUTXHHUDSREUH´ 7DPELpQ)UD\-XDQUHFRUGyHVWRVKHFKRV ³HQDOJXQRVRUDWRULRVYLRHVWHWHVWLJRTXHVHSRQtDDFDQWDUFRQPXFKD simplicidad y amor de Dios, y convidaba e instaba a este testigo a que cantase FRQpO\ORKLFLHUDVLHPSUHDODEDQGRD'LRVSRUTXHHVWHHUDVXFDQWR´࣠ Con estos testimonios de algunas religiosas, y sobre todo con el de dos mujeres de muy diversa condición, podemos valorar la sencillez, la cortesía, y el amor del Santo montillano hacia toda criatura, y con cuanta ternura daba el consuelo que reconforta el ánimo. Despedida de luz Fue la noche de San Buenaventura 15 de julio de 1610 cuando sucedieron prodigios en el convento de Santa Clara que presenciaron todas las hermanas. Otras religiosas recibieron, individualmente, consuelo espiritual o palabras en sueños. El Santo murió el 14 de julio. Decían que se oyó una música suave, como canto de pajarillos. Ante sus restos, expuestos en la capilla ardiente sobre un lecho de madera, pasaba una multitud de gentes que tocaba sus manos y pies. Vigilaban los frailes, después los alabarderos, porque los devotos cortaban pedazos del hábito que por mortaja vestía. Tres veces fue preciso volverlo a vestir. Le cortaban uñas y cabellos. En el Convento de Santa Clara Eran las clarisas las que más largamente habían gozado de su trato, individual y comunitariamente. Quizá les habría agradado sumarse a aquel multitudinario homenaje póstumo, que oyeron contar. Pero, si la clausura impedía que ellas fueran a él, fue él quien YLQRDHOODVHQDYHQLGDVGHOX]+HDTXtHOWHVWLPRQLRGHGRxD-XVWLQD*XHYDUDDEDGHVD ³«ODQRFKHGH6DQ%XHQDYHQWXUDGHHVWHDxRGHHVWDQGRHVWD testigo en su celda entre diez y once de la noche, llamó a esta testigo una religiosa llamada doña Isabel de Quintanilla, de edad de más de cincuenta y seis años, para que viese una luz y resplandor extraordinario que le admiraba, el cual estaba en el aire. Esta testigo replicó que no la hicieran salir a ver aquello porque hacía sereno y andaba enferma. Con todo salió y con ella otras religiosas. Vieron que en el cielo había una gran luz y resplandor que parecía un hacha encendida. Nacía del mismo cielo y venía discurriendo por el aire como una nube cuando anda deprisa. Llegó a este convento y no pasaba del claustro, como si hubiese muchas hachas encendidas. La luz era extraordinaria y que no la había visto (jamás) esta testigo Y esto sucedió la noche del día en que murió el padre Solano Asímismo otras religiosas dijeron a esta testigo que una noche antes del día de la 21

Test. 51. Dña. Gerónima de Esquivel… p 182 7HVW)UD\-XDQ*yPH]«S

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muerte del dicho padre Solano y otra después de su entierro, vieron la misma luz, de la forma que tiene referida La que salía de un mismo lugar y se acababa en un mismo lugar y se fenecía en el dicho claustro. Notó esta testigo que la claridad no era de relámpagos, ni rayos, ni centelllas, ni pólvora, ni bombas, ni otra cosa, sino que entendió y se persuadió que había sido obra maravillosa y que Nuestro Señor lo hacía para honra del dicho siervo de Dios. Y asimismo notó que la dicha noche era oscura y tenebrosa, así por ser invierno como por no haber luna entonces, ni poderla haber en razón de ser creciente, y luna llena (caía) en cinco de agosto… Y aquella luz salía del convento de San Francisco de esta ciudad. Al día siguiente miró de asegurarse más la abadesa, pidiendo información. ³(VWDQGR esta testigo con cuidado de saber de qué podía proceder aquella maravilla, llegó un religioso llamado fr. Gerónimo de Villegas, rector del Colegio de San Martín de esta ciudad… con su compañero. Y contándole lo que había visto… le dijo que era obra VREUHQDWXUDO\TXHSRUQLQJ~QFDVRSRGtDVHUPDWHULDO´ 7RGDYtDSUHJXQWyOD$EDGHVDREWHQLHQGRODFRQ¿UPDFLyQGHWUHVWHVWLJRVGHIXHUD del convento, dos frailes agustinos y un obrero: ³VLGHOOXJDU GHOQDFLPLHQWRGHDTXHOOD luz había alguna caldera u horno de donde pudiera resultar aquella luz. Dijo P. Villegas que aquella luz salía del convento de San Francisco y lo mismo dijo el compañero… Y lo mismo dijo Juan Bautista Picón, obrero GHGLFKRFRQYHQWR«´࣠ 'RxD0DUtDGH-HV~VGLMRTXHODOX]³QDFtDGHHQFLPDGHOFRQYHQWRGH6DQ)UDQFLVFR GRQGHHQWHUUDURQ\PXULyHOGLFKRSDGUH6RODQR´࣠. Doña Isabel, la hermana que hizo fuerza a la abadesa para salir a ver la luz, explica cómo venía y fenecía en el claustro del convento. ³OOHJyDHVWHFRQYHQWR\VHSXVRVREUHHOQRYLFLDGR\DOOtTXHGDED\QR pasaba adelante, y se consumía, estando el tiempo que duraba muy claro el claustro del convento. Y que después que se acababa quedaba muy oscuro. Y acabándose aquella luz volvía a venir otra de la misma suerte y forma y duraba mucha parte de la noche, de manera que pareciole a este testigo TXHVHUtDGLH]RGRFHYHFHVODVTXHQDFtDDTXHOODOX]\VHFRQVXPtD´࣠ 6HJXUDVGHTXHQRKDEtD¿HVWDVQLPDQLREUDVGHORVHVSDxROHVQLKRUQRVQLUHOiPSDJRV ni otras causas, se persuadieron las clarisas de que lo visto era un fenómeno sobrenatural \HQWHQGLHURQTXHDOJRTXHUtDREUDURVLJQL¿FDUVXELHQDYHQWXUDGRSDGUH6DQ)UDQFLVFR Solano. 23 7HVW'xD-XVWLQDGH*XHYDUDDEDGHVDGHOFRQYHQWRGH6DQWD&ODUDProceso…, pp165-166; lo mismo las Testigos 43, 44 y 45, pp 167-171. 24 7HVW'xD0DUtDGH-HV~VProceso…, p 170 25 Test. 43. Dña. Isabel de Quintanilla. Proceso… p 168. Lo mismo las Testigos 44 y 45, pp 169-170

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A otras religiosas No partió el Santo de esta vida sin despedirse de aquellos con los que tuvo un trato HVSLULWXDOFHUFDQR)XHHOHJDQWHKDVWDHO¿QDO\HVTXHWXYRPXFKRDPRU6XFRUD]yQVXSR dar ese salto “franciscano por cristiano” a la universalidad. Nada puso puertas a su amor, con una exquisita pureza amó a toda criatura entrañablemente. Se despidió de las clarisas. Se despidió también de doña Mencia, la monja agustina TXHOHFRQ¿yVXDOPDODTXHKDOOyHQpOODIXHU]DHVSLULWXDOSDUDUHVWDXUDUVXJR]RGH vivir para Dios. Lo explicó así: ³RFKRGLDVDQWHVTXHHOSDGUH6RODQRPXULHVHOHSDUHFLyXQDQRFKH que le veía entre sueños, con su capa puesta e inclinada la cabeza, y le GHFtD ³(VWR VH DFDEDUi DQWHV GHO FDStWXOR´ GiQGROH D HQWHQGHU TXH HO señor arzobispo acabaría sin regocijo muy bien, y quedaría contenta de que Dios le hubiese librado deaquella mala voluntad que tenía a la religión \GHORVSOHLWRVTXHSRGtDLQWHQWDUSDUDTXHODHFKDVHQGHOPRQDVWHULR´࣠ 'xD0DULDQDGH-HV~VFRQFHSFLRQLVWDGHOFRQYHQWRGH6DQ-RVpKLMDGH*HUyQLPD Esquivel, conocía al Santo por ser confesor de su madre. También ella se confesó algunas veces. No fue llamada a declarar, pero lo contó su madre: Y asimismo oyó esta testigo a una hija suya, llamada Mariana de Jesús, religiosa del monasterio de las Descálzas, la cual se confesaba algunas veces con el dicho padre Solano, que después que murió el dicho padre Solano, había recibido su alma muy grandes mercedes de Dios y consuelo y que le parecía era otra en las cosas de la religión, facilitándosele más DFRUGDQGRVHGHpO\GHVXVEXHQRVFRQVHMRV´࣠ He aquí las delicadeza del bendito Fray Francisco. He aquí, también, la sensibilidad espiritual de las que con él trataban de virtud. Gracias y milagros Corrió la fama de santidad, de las gracias y milagros que otorgaba el Santo. Entró ODQRWLFLDHQHOFRQYHQWRGH6DQ-RVpREWXYLHURQUHWD]RVGHOKiELWRGHO6DQWR\FRQWDURQ algunos favores alcanzados. Entró la fama también en La Encarnación, de la Orden de San Agustín, pidieron retales del hábito y se encomendaron a su intercesión. Dña. Mencia recibió gracia de sanación. Después de sesenta días padeciendo un severo dolor de espalda, al contacto con un pedazo de hábito del Santo sanó al instante௘. Doña Beatriz de Illescas también se procuró una reliquia. Hacía seis días que estaba gravemente enferma y madrugó a conseguir la reliquia antes de morir el Santo. ³HVWDEDPX\HQIHUPDHQODFDPDTXHSDGHFtDXQJUDQGRORUHQOD IUHQWHTXHOHDÀLJtDPXFKR\FRQEXHQDIH\HVSHUDQ]DHQFRPHQGiQGRVH 26 27 28

Test. 53. Dña. Mencia… p 185 Test. 51. Dña. Gerónima de Esquivel… p 181 Test. 53. Dña. Mencia… p 185

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al dicho padre Solano por ser santo, tendría salud trayéndole un fraile, fr. Joseph Arias, un pedazo de hábito… Dos días antes que muriese se lo puso esta testigo… a las cuatro de la mañana, y la postema se le reventó DTXHOODPLVPDQRFKH´࣠. A los méritos del Santo atribuyó la salud. Los médicos le decían que su estado era de mucho riesgo. También doña Bernarda de Carvajal padeció un fuerte dolor en la pierna ³TXHQR OHGHMDEDVRVHJDUQLEDVWDEDQLQJ~QUHPHGLRGHERWLFD´࣠. Obtuvo un pedazo de hábito, seguramente de doña Mencia, y tan pronto como entró en contacto desapareció el dolor. (OPLODJURPiVQRWRULRHQWUHORVUHIHULGRVSRUODVUHOLJLRVDVIXHHOTXHEHQH¿FLyD Sor Andrea de Santa Clara, clarisa. Ella misma lo relató así: ³7LHQHDOUHYHUHQGRSDGUHIUD\)UDQFLVFR6RODQRSRUXQYDUyQVDQWR y justo de muy grande penitencia, religión… y que ha hecho y hace Nuestro Señor por su intercesión muchos milagros como lo hizo con esta testigo los días pasados y después de muerto el bendito santo. Y es que estando esta testigo había un año sorda, que no oía de suerte alguna. Aunque le habían hecho muchos medicamentos no le habían aprovechado. Hasta que después de muerto el Santo, había un mes, poco más o menos, viendo que no le ayudaban los medicamentos, acudió al Santo y tomó un pezado de su hábito y se lo puso en el oído y lo tuvo allí dos días y dos noches. Y después sintió un grande crujido como de castañeta, y luego oyó FRPRVLQXQFDKXELHUDWHQLGRPDODOJXQR«´࣠ Al Santo dice rezar Sor Andrea cada noche y le atribuye su curación que estima PLODJURVD7HVWL¿FDWDPELpQ6RU0DUtD0DJGDOHQDGH6DOLQDVGHOPLVPRFRQYHQWRGH Santa Clara ¿Tuvo relación el Santo con las Clarisas de Montilla? Antes de terminar no podemos dejar de hacernos una pregunta: ¿Tuvo San Francisco Solano alguna relación con el convento de Santa Clara de Montilla? Es posible que alguna vez visitase a las religiosas, siquiera acompañando a otros UHOLJLRVRVIDPLOLDUHVRSHUVRQDVDPLJDV4XL]iDVLVWLyDDOJXQD¿HVWDPLHQWUDVYLYLyHQ el convento de San Lorenzo, pero no hay pruebas de ello. No consta ninguna clarisa entre los testigos de Montilla que declararon en el Proceso Diocesano. Eso sí, no fueron las menos favorecidas con reliquias del Santo. Poseen el bastón y una jamuga que llaman catrecillo. A pesar de mis reiteradas indagaciones no he conseguido averiguar si existe, en el convento, alguna autentica, carta o documento escrito, que acredite: que realmente esos objetos pertenecieron al Santo; quién los trajo de América, cuándo y 29 30 31

Test. 52. Dña. Beatriz de Illescas Test. 54. Dña. Bernarda de Carvajal, Proceso… p 185-186 Test. 210. Sor Andrea de JesúsSS&RQ¿UPD6RU0DJGDOHQDGH6DOLQDV7HVWS El Franciscanismo en Andalucía 2010, XVI, 231-234

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6250$5Ë$9,&725,$75,9,f226&

quién hizo entrega de tales reliquias a la comunidad. No guardan las religiosas memoria de estos datos, según varias veces me ha asegurado Madre Matilde, que es la hermana TXHPHMRUFRQRFHHO$UFKLYRFRQYHQWXDO3DUDHOODVVLHPSUHIXHVX¿FLHQWHODWUDGLFLyQ &RQ¿HVRTXHWDPELpQSDUDPtHVVX¿FLHQWH\HQPLVYLVLWDVDOFRQYHQWRVLHPSUHPH ha hecho devoción volver a ver y besar el bastón del Santo. Conclusión Después de recorrer todos los testimonios del Proceso, y retener los que hacen a nuestro propósito para conocer el trato de San Francisco Solano con las religiosas, queda una amable impresión nimbada de pureza y entrañable compasión. No era extraña cierta preferencia y cortesía con las vírgenes cristianas, ya que San Francisco de Asís también la tuvo hacia Santa Clara y sus hermanas. El que al morir dio a entender su despedida con avenidas de luz, sin duda se sentía en profunda comunión con todas y cada una de las hermanas claras que, hacía seis años, le abrían el cofre de su intimidad cada semana en la confesión. Sin duda muchos encuentros hermosos quedaron sepultados en el silencio. ¿Tuvieron recato de decir, ellas? ¿Fue corto el interrogatorio de ellos, y les faltó la ocasión de decir? Sea como fuere, podemos acudir DRWURVWHVWLPRQLRVSDUDSHU¿ODUORVUDVJRVGHODPDEOH6DQWR Una clarisa de ayer podía quedar impactada por los éxtasis y penitencias. Y dar todo por dicho en un corto decir. Una clarisa de hoy agradece particularmente la alegría comunicativa del Santo. La tierna compasión derramada en sus días. La música de sus noches de oración, el fervor GHHVStULWXGHVERUGDQWHH[SUHVDGRFRQOLEHUWDGIUDQFLVFDQDHQFDQWRV\GDQ]DV«(Q¿Q WRGRDTXHOORTXHSDUDQRVRWUDVVLJQL¿FDXQDYLGDSOHQDGLFKRVDVDQWD ³7RGRVTXHUHPRVVHUIHOLFHV\GHKHFKRHVWHHVHO¿QGHOVHUKXPDQRLPSUHVR en su naturaleza y del que nadie puede huir. Todo lo que hacemos busca, de un modo u otro, ser felices. Pero ¿qué es la felicidad? ¿dónde nace? No coincide con una satisfacción momentánea, sino que está en una vida plena. Ser feliz es una manera de vivir, no de una acción concreta. La felicidad nos la jugamos en el amor, en el hecho de estimar y ser estimados. Nadie puede ser feliz sin referencia al amor. La fe es una virtud teologal y, como tal, en primer lugar se ha de implorar humildemente, para nosotros y para los demás; es un don de Dos que hemos de implorar. Pero como virtud se transmite por vía de ósmosis, vitalmente, haciéndola atractiva, KDFLHQGRGHVFXEULUODEHOOH]DODYHUGDGTXHPDQL¿HVWD\HOELHQTXHFRPSRUWD´௘ San Francisco y Santa Clara nos querían ver a través del tiempo como “ejemplo y espejo” para nuestros hermanos. Pero la epifanía de ser ejemplo y espejo, en nuestro tiempo tan cargado de subjetivismos y de lamentos, pasa por la capacidad de expresar los sentimientos y las experiencias más hondas. Que servir y amar a Dios es un gozo en esta vida, y conduce a una vida plena, feliz, santa. Es la conclusión de este trabajo: la actualidad del ejemplo franciscano de San Francisco Solano, el santo montillano que jamás perdió la elegancia y cortesía cordobesa, que supo expresar con la palabra, con el ejemplo, con el canto, la música y la danza, la dicha de ser de Dios. 32 Cf. COSTA BOU. El camí de la felicitat i la importància de la vida de fe. En “Teología Actual” n 75. Barcelona 2009, p 18.

El Franciscanismo en Andalucía 2010, XVI, 232-234

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Motivo de la contracubierta: Vítores en el Refectorio del Antiguo Convento de San Francisco de Priego de Córdoba.

Motivo de la cubierta: Arco del Claustro del Antiguo Convento de San Francisco de Priego de Córdoba.

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9 788480 051453

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A.D. MMX

Pro dono fratris Mariani laudemus Dominum!

dives in fide, in oratione assiduous.

fidelis servus. Dei timore affluens,

ex Ordine Fratrum Minorum Capuccinorum,

Frater Marianus Ibáñez Velázquez MANUEL PELÁEZ

DIRECCIÓN Y EDICIÓN

2010

ASOCIACIÓN HISPÁNICA DE ESTUDIOS FRANCISCANOS

XVI CURSO DE VERANO EL FRANCISCANISMO EN ANDALUCÍA

ASOCIACIÓN HISPÁNICA DE ESTUDIOS FRANCISCANOS

Dirección y Edición MANUEL PELÁEZ DEL ROSAL

LIBRO HOMENAJE A MANUEL RUIZ LUQUE

SAN FRANCISCO SOLANO EN LA HISTORIA, ARTE Y LITERATURA DE ESPAÑA Y AMÉRICA

EL FRANCISCANISMO EN ANDALUCÍA

XVI CURSO DE VERANO

Motivo de la cubierta: “San Francisco Solano , 1938. Óleo/tabla, 71 x 55,5 cm. Museo Garnelo. Motivo de la contracubierta: Vítor en memoria del P. Mariano Ibáñez Velázquez, ofmcap

Actas 16 (2010) XVI Curso de Verano 978-84-938148-2-3 San Francisco Solano en la historia, arte y literatura de España y América Actas 17 (2011) XVII Curso de Verano. (Congreso Internacional) Las clarisas: ochocientos años de vida religiosa y cultural (en prensa)

Actas 15 (2009) XV Curso de Verano 978-84-8005-154-5. “Documentación, bibliografía e iconografía”

Actas 14 (2008) 978-848005-145-3 (2008). XIV Curso de Verano “Perfiles y figuras del franciscanismo andaluz”.

Actas 13 (2007) 978-848005-144-6 (2007). XIII Curso de Verano “Exclaustración y desamortización de los conventos franciscanos andaluces”.

Actas 12 (2006) 978-84933977-7-6 (2006). XII Curso de Verano “Pasado y presente de las cofradías y hermandades franciscanas andaluzas”.

Actas 11 (2005) 84-933977-5-X (2005). XI Curso de Verano “La Orden Tercera Seglar. Historia y Arte”.

Actas 10 (2004) 84-93339-77-09 (2005). X Curso de Verano “Clarisas, concepcionistas y terciarias regulares”

Actas 9 (2003) 84-93339-77-09 (2004). IX Curso de Verano “Los capuchinos y la Divina Pastora”

Actas 7-8 (2) (2001 - 2002) 84-933977-2-5 (2005). VII Curso de Verano “El arte franciscano en las catedrales andaluzas”

Actas 7-8 (1) (2001 - 2002) 84-921256-5-9 (2003). VIII Curso de Verano “Arte, Historia de la Literatura, Investigación, Documentación y Archivos

Actas 5-6 (2) (1999-2000) 84-923993-9-2 (2002). VI Curso de Verano “San Francisco en la Historia, Arte y Cultura Española”

Actas 5-6 (1) (1999 - 2000) 84-923993-7-6 (2001). V Curso de Verano “San Francisco en la Cultura y en la Historia del Arte Español”

Actas 4 (1998) 84-923993-5-XI (2000). IV Curso de Verano “San Francisco en la Cultura Andaluza e Hispanoamericana”

Actas 3 (1997) 84-923993-3-3 (1999). III Curso de Verano “San Francisco en la Cultura y en la Historia del Arte Andaluz”

Actas 2 (1996) 84-923993-0-9 (1998). II Curso de Verano “San Francisco en la Historia y en el Arte Andaluz”

Actas 1 (1995) 84-9212156-7-5 (1997). I Curso de Verano “El Franciscanismo en Andalucía”

Colección de Actas

CURSOS DE VERANO Y CONGRESOS Director y Editor: M. Peláez del Rosal

EL FRANCISCANISMO EN ANDALUCÍA

MANUEL PELAEZ DEL ROSAL DIRECCIÓN Y EDICIÓN

XVI CURSO DE VERANO

EL FRACISCANISMO EN ANDALUCÍA SAN FRANCISCO SOLANO EN LA HISTORIA, ARTE Y LITERATURA DE ESPAÑA Y AMÉRICA (Montilla, 12 y 13 de julio de 2010) LIBRO HOMENAJE A MANUEL RUIZ LUQUE

ASOCIACIÓN HISPÁNICA DE ESTUDIOS FRANCISCANOS CÓRDOBA 2011

A.H.E.F Sede de Priego de Córdoba MANUEL PELÁEZ DEL ROSAL (Ed) El Franciscanismo en Andalucía San Francisco Solano en la Historia, Arte y Literatura de España y América XVI Curso de Verano Libro Homenaje a Manuel Ruiz Luque Primera Edición Diciembre 2011 Páginas: 472; tamaño 17 x 24 cm; resolución: 150 - 200 ppp. Composición: María Isabel García de la Puerta Tipografía: Texto realizado en tipo Times New Román 10 ptos., notas y cabeceras en 8 pts.

Papel: Estucado de 80 grs. Encuadernación: 5~VWLFDFRVLGRFRQKLORYHJHWDO\FXELHUWDSODVWL¿FDGD Motivo de la cubierta y contracubierta: Lienzos de Manuel Garnelo (Parroquia de Santiago y Museo Garnelo) ISBN: 978-84-938148-2-3 Depósito Legal: © Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos (A.H.E.F.) © Manuel Peláez del Rosal

Impresión: Publidisa IMPRESO EN ESPAÑA - PRINTED IN SPAIN

ÍNDICE

Págs. Presentación .................................................................................................................... 7 COMUNICACIONES SOBRE CUESTIONES SOLANISTAS ............................ 13 Francisco Amores Martínez Una temprana representación escultórica de San Francisco Solano en el convento de Nuestra. Señora de Loreto. ...............................................................15 Elena Bellido Vela Escultura solanista de Manuel Garnelo ........................................................................21 Agustín Boadas Llavat, OFM San Francisco Solano, Juan de Quevedo y Antonio Llinás: Franciscanos, colegios de misiones y ética .................................................................. 43 Inmaculada de Castro Peña La orden franciscana y san Francisco Solano en la documentación del archivo municipal de Montilla .................................................................................55 Antonio Cruz Casado Un poeta devoto de san Francisco Solano: 'RQ*RQ]DOR(QUtTXH]GH$UDQD\3XHUWR0RQWLOOD ................................ 73 Antonio Gil Albarracín San Francisco Solano y América. ................................................................................. 87 Julián Hurtado de Molina Delgado San Francisco Solano y el convento de san Francisco del Monte: 6XLQÀXHQFLDHQHOVHxRUtRGH(O&DUSLR&yUGRED .................................................... 117 ISBN: 978-84-938148-2-3

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Antonio Luis Jiménez Barranco Una visión de la familia de san Francisco Solano a través de los archivos montillanos ..........................................................................................121 Rafael León Ramírez Música solanista: El Himno a San Francisco Solano de Celestino Vila de Forns (1899) .....................................................................................................151 José Ortiz García /DSHVWHQHJUDHQ0RQWRURGXUDQWHODHVWDQFLDGH6DQ)UDQFLVFR6RODQRHQ ...157 Manuel Peláez del Rosal El retablo de San Francisco Solano en la iglesia conventual de San Francisco de Priego de Córdoba. ....................................................................165 José Peña González El escenario histórico de Francisco Solano. ...............................................................185 Salvador Rodríguez Becerra San Francisco Solano y el convento de Nuestra Señora de Loreto.............................189 Luis Ruiz Gutiérrez Solano, taumaturgo de las Américas. ......................................................................... 207 Rafael Salido Sánchez Las campanas franciscanas y solanistas de Montilla.................................................213 Sor María Victoria Triviño, OSC San Francisco Solano y las clarisas. ...........................................................................219

COMUNICACIONES SOBRE OTROS CONTENIDOS.....................................233 Juan Aranda Doncel El convento franciscano recoleto de san Lorenzo de Montilla durante el siglo XVIII. ..................................................................................................235 Isabel Barbeito Carneiro La Pasión de Cristo, eje penitencial del franciscanismo.............................................257

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Salvador Cabot Roselló, TOR Ser y no ser de la TOR en la segunda mitad del siglo XV, con algunos destellos sobre Andalucía.............................................................................................261 Alejandro Cañestro Donoso El panorama de las iglesias franciscanas en el Sureste español: el caso de Elche (Alicante)........................................................................................... 295 Vicente Pascual Carrión Domínguez La celebración de la Feria de Albacete junto al convento de franciscanos descalzos de Los Llanos. ............................................................................................. 307 Isidro Díaz Jiménez Inventarios del convento del Valle de Sevilla, en el siglo XIX....................................325 Carmen Díez González )LHVWDEDUURFDIUDQFLVFDQD8QDSURFHVLyQGHODxR ..........................................339 José Gámez Martín 4XDQWXPRUQDPHQWL/D2UGHQIUDQFLVFDQD\ODV¿HVWDVIUDQFLVFDQDV por el Patronato de la Inmaculada Concepción sobre ORV5HLQRVGH(VSDxD'HYRFLyQOLWXUJLD\DUWH ...................................... 347 María José Lanzagorta Arco 5HDOH,PSHULDO&RQYHQWRGH6DQ)UDQFLVFRGH%LOEDRVLJORV;9±;,; ..................367 Antonio Moreno Hurtado Don Diego de Peñalosa y Nuevo México. ....................................................................375 Luisfernando Palma Robles /RVIUDQFLVFDQRVHQ5HYLVWD$UDFHOLWDQ ................................................... 383 José Carlos Pérez Morales San Francisco de Asís en la plástica andaluza del Siglo de Oro: +LWRVLFRQRJUi¿FRVHLPSXOVRVHVWpWLFRV ....................................................................393 María del Amor Rodríguez Miranda Muestras de orfebrería franciscana en Montilla: los conventos de Santa Clara y Santa Ana...................................................................411 María Teresa Ruiz Barrera Convento de Nuestra Señora del Valle GH6HYLOOD9LGD\GHVWUXFFLyQDODOX]GHORVLQYHQWDULRV ....................... 423

Cayetano Sánchez Fuertes, OFM /DSURYLQFLDIUDQFLVFDQDREVHUYDQWHGH$QGDOXFtD según un manuscrito inédito ........................................................................................437 Manuel Villegas Ruiz El convento franciscano descalzo de Granada, según una crónica ODWLQDLQpGLWDGHOVLJOR;9,,,\ ............................................................................... 445 Indice............................................................................................................................ 465

Paz yBien Este libro titulado EL FRANCISCANISMO EN ANDALUCÍA San Francisco Solano en la Historia, Arte y Literatura de España y América, XVI de los ya publicados, se terminó de imprimir el día 7 de diciembre de 2011, víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, Patrona y Reina de la Orden Franciscana L.D.