¿AGRESIVIDAD NATURAL O VIOLENCIA CULTURAL? Francisco Javier Rodríguez Buil, catedrático de filos ofía del IES Cervantes de Madrid. ¿Somos agresivos por naturaleza o es algo que aprendemos de nuestro entorno social? ¿Es posible imaginar un ser humano totalmente pacífico y sin ningún atisbo de violencia? ¿Es toda agresividad moralmente condenable? ¿Es lo mismo la agresividad que la violencia? ... En muchas obras de pedagogía bienintencionada se pretende que la educación debe anular la agresividad de los alumnos, enseñarles que la violencia siempre es inútil, o que es solamente resultado de unas estructuras sociales injustas, de modo que promoviendo la justicia social por medio de instituciones -Estatales o bien ONGs- , la violencia desaparecerá de los ambientes humanos. Son errores habituales que sobre este tema podemos encontrar, leer que la violencia es siempre algo aprendido y nunca algo innato, algo que aparece en la adolescencia no en los inocentes niños de dos o tres años, que es un comportamiento animal e irracional y nunca propio de un ser racional e inteligente como el hombre, o bien, en el otro extremo, leer que la violencia es exclusiva de los humanos, que los inocentes animales pueden ser agresivos pero nunca crueles y torturadores como llega a serlo el hombre. Para colaborar a la reflexión en el aula vamos a comentar algunos de los prejuicios habituales que circulan sobre nuestra agresividad, con afirmaciones polémicas que susciten la discusión. Prejuicios y errores habituales sobre la agresividad humana 1. Primer error: creer que los comportamientos agresivos son algo raro y anormal, y que lo normal es la concordia, la paz, la cooperación y el diálogo cuando surge un conflicto. Esa idea es un espejismo fruto de los muchos años de convivencia en los que las comunidades humanas han fijado unas reglas estables que permiten disfrutar de un clima socialmente benigno con múltiples intercambios y comportamientos socialmente regulados. Frente a ello, hay que afirmar que lo normal es el conflicto entre individuos o entre grupos y su intento de solución mediante un comportamiento agresivo. Lo raro y maravilloso, lo que exige un constante cuidado, es esa convivencia pacífica que supone una sociedad que ha instituido pacientemente hábitos y normas para disminuir la probabilidad de la violencia como estrategia para dirimir conflictos. Precisamente porque es algo raro y frágil, necesitamos comprender bien el origen de nuestra agresividad para poder prevenirla y controlarla eficazmente, lo que es una de las metas de toda educación. 2. Creer que la violencia es sólo algo animal, primitivo e irracional, algo que sólo muestran los individuos y los grupos poco civilizados, mal educados o que pierden su control racional al ingerir sustancias psicoactivas, mientras que los sujetos bien educados, adultos y maduros que no pierden las riendas racionales de su autocontrol saben prescindir de las estrategias agresivas. Es un enorme error, pues la agresividad está presente en todos, incluso en las personas más benignas se muestra de múltiples formas (y sería desastroso para ellas que, en ciertas ocasiones, no se manifestara. Recordemos que hasta Jesús, según los Evangelios, se muestra agresivo al descubrir a los mercaderes en el Templo). La 1

agresividad es uno de los pilares de la organización social, aunque efectivamente, para que la sociedad subsista es exigible que la agresión concreta e incontrolada del que se cree o se sabe más fuerte sea atemperada y canalizada precisamente por la sociedad. 3. Un tercer error, surgido por infección roussoniana y muy presente en los análisis de la pedagogía progresista, es creer que el hombre es por naturaleza intrínsecamente bueno e incapaz de conductas violentas, y que por tanto toda agresividad tiene su origen en la estructura social, que la fomenta a través de las instituciones coercitivas y explícitamente violentas: ejército, policía, guardias civiles, agentes de seguridad, etc., que tienden (como toda institución) a perpetuarse y hacerse necesarias manteniendo por ello la conflictividad social, y que de estas instituciones lo aprenden los buenos e inocentes individuos, que no serían violentos sin los desajustes económicos que oprimen y las fuerzas coercitivas al servicio de esta opresión. Aquí se confunde el análisis de ciertas estructuras sociales muy injustas con las estructuras psicoantropológicas del hombre, confusión que puede permitir estudiar cierto tipo de violencia política pero deja sin iluminar la violencia infantil ni adolescente, la violencia gratuita en las sociedades opulentas, la violencia sexual y conyugal, la violencia doctrinal, étnica o religiosa, etc. Con la hipótesis errónea del hombre naturalmente "bueno", ni se explica la violencia actual ni cómo surgió la violencia en las míticas -e inexistentes- sociedades de "buenos salvajes". 4. Otro error muy difundido es creer que la violencia es inútil y está reñida con la inteligencia, cuando es bastante patente que pocos comportamientos resultan más útiles para conseguir nuestros propósitos que los agresivos, aunque sea a costa de los otros. Y lo normal es que la inteligencia se ponga al servicio de la violencia: agresividad y violencia no sólo no están reñidas sino que están íntimamente ligadas desde su origen evolutivo: tanto antropólogos como etólogos han mostrado que una primera habilidad intelectual de los homínidos (y actualmente de otros primates, como los chimpancés) fue elaborar estrategias para burlar o lesionar los intereses de los demás. En tanto que naturalmente programada (heredada genéticamente, como otros patrones primates de conducta), la agresividad resulta algo normal, no un enigma insondable. Todos podemos y sabemos ser violentos (y generalmente lo somos, cuando nuestros intereses entran en conflicto). Otra cosa distinta es que queramos o no queramos serlo. Pero para ello, aparte de comprender bien nuestro fondo de animal agresivo, hay que aprender otras estrategias posibles y que nos parecen mejores para resolver los conflictos. Ya sabemos ser agresivos, la cultura puede luego educarnos para ser pacíficos…cuando convenga serlo. 5. Nuevo error, ya implícitamente comentado, al hablar del "buen salvaje" roussoniano, el presentar el debate sobre la agresividad como una oposición entre lo innato y lo aprendido, debate ocioso y ya superado aunque sigue coleando en textos de pseudoprogresistas malinformados: en la agresividad (como en el hambre o la sexualidad) han encontrado los neurólogos un innegable enraizamiento en engranajes neuroendocrinos que luego están sometidos a una también innegable influencia sociocultural. Y no sólo la agresividad sino también las formas de su inhibición son resultado de la interacción entre lo innato y lo aprendido: frente al error de creer que solamente la presión socializadora sobre la infancia es capaz de hacernos controlar nuestros impulsos agresivos, los estudios sociobiológicos han puesto de manifiesto inhibidores de la agresión evolutivamente anteriores a las nociones humanas de conculcación de derechos, transgresión de leyes o 2

comisión de pecados. Las normas sobre jerarquías entre animales territoriales ya muestran que el mayor inhibidor es la conducta inmediata de los individuos que rodean al agresor, algo que tiene también bases neuronales y que es de suma importancia saber cuando queremos diseñar programas educativos. 6. Finalmente, existe el error de creer que toda agresividad es dañina o moralmente mala, cuando resulta éticamente peor el dejarse agredir permitiendo que nos arrebaten lo que nos corresponde legítimamente. A veces, lo que hay que aprender no es a no agredir, sino a defendernos de modo proporcionado de las agresiones que sufrimos. La agresividad social y éticamente muy dañina es la incontrolada, la egoísta y al servicio de intereses no mayoritarios. Por ello tenemos que esforzarnos en crear instituciones no pacíficas sino pacificadoras, que intenten (y consigan mediante una coacción socialmente respaldada) alcanzar un marco de convivencia en el que los conflictos humanos se resuelvan mediante el diálogo y la negociación racional, no con la intimidación, la amenaza, la fuerza, la tortura, la humillación o la guerra y la muerte del contrincante. Un marco legal, en fin, en el que se utilice la violencia socialmente legitimada contra los violentos, para que su recurso a la fuerza no quede impune. 7. Para terminar este repaso a los prejuicios sobre la agresividad, habría que comentar la extendida creencia, que esta vez no podemos calificar de errónea, que achaca un comportamiento agresivo mayor en los varones, idea ampliamente confirmada por los estudios experimentales tanto con humanos como con primates y otros órdenes de mamíferos y que también resulta de interés tener presente cuando queramos diseñar programas realistas de prevención y corrección de comportamientos agresivos. Si queremos entender en qué consiste ser humanos debemos entender también nuestra peculiar relación con nuestros impulsos agresivos. La agresividad humana muestra una enorme complejidad y su análisis debe tener en cuenta las múltiples dimensiones presentes.

Dimensiones de la agresividad humana 1. La biológica y natural, muy evidente en la ira o el miedo que tienen una clara función vital al servicio del individuo y la especie y descansan sobre mecanismos neuronales heredados de nuestro linaje evolutivo, y que compartimos ampliamente con las especies más cercanas a nosotros. 2. La dimensión sociológica y cultural, pues la respuesta que damos -el cómo respondemoses aprendida y son la familia, los amigos, la televisión, el colegio, el colectivo profesional, etc. quienes nos enseñan lo que es normal en nuestro grupo, y puesto que nos desenvolvemos en un grupo sentiremos su presión para aumentar o disminuir nuestros impulsos iniciales, actuando el grupo al que pertenecemos bien como condición que nos protege de la respuesta agresiva a nuestra ira, o bien como condición de riesgo, que potencia esa misma respuesta. 3. La psicológica, pues cada individuo concreto según su temperamento y su carácter reacciona de un modo más o menos agresivo y más o menos rápidamente según como procese la información que le llega y él sea tímido, sociable, hostil, impaciente, o tenga, por ejemplo un trastorno de personalidad psicopática.

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4. La dimensión afectiva, presente en la ira y el miedo que son emociones que sentimos en nuestro interior, respuestas afectivas ante ciertos estímulos que son interpretados como perjudiciales, como un ataque a nuestra integridad, o una injusticia. 5. La cognitiva: una venganza, por ejemplo, implica procesos mentales más o menos conscientes de elaboración, elección de medios y del mejor momento, es decir, procesamiento interior, no afectivo sino simbólico y lingüístico de la información. 6. La conductual, por ejemplo un ataque o una defensa, respuestas psicomotrices que pueden ser descargas agresivas o violentas y mostrarse de un modo verbal (con advertencias, insultos o amenazas) o muscular (con puñetazos o mordiscos). No es lo mismo la agresividad, un impulso natural, que una agresión, una conducta social. 7. Finalmente, y desde el plano valorativo y normativo, aparecen las dimensiones ética y legal de la agresividad humana, que muestran aspectos nuevos y muy distintos de la combatividad natural de los demás animales. En resumen, y como insinúa la pregunta del título, conviene diferenciar entre agresividad natural, un impulso cuya carencia es perjudicial, y violencia cultural, del siguiente modo: AGRESIVIDAD: Agresivos somos todos los animales. La agresividad es algo innato, regulado genéticamente y que, por tanto todos heredamos. No heredamos algo único, una respuesta unitaria y siempre igual, sino un conjunto de respuestas que, en interacción con el ambiente, se mostrarán de una forma concreta u otra, pero que casi siempre tienen como finalidad defendernos de una amenaza o bien conseguir ventajas en una situación de conflicto en la que disputamos por un bien escaso (alimento, abrigo, territorio, jerarquía o sexo, generalmente). Es la agresividad positiva, un componente natural del desarrollo psicoafectivo del ser humano. Es necesaria para saber desenvolvernos en ambientes conflictivos y lo importante es reconducirla y saber utilizarla de manera adaptativa. VIOLENCIA: Es el resultado de alterar la agresividad natural mediante la cultura (también podemos denominarla agresividad negativa). Tiene una connotación emocional hostil y su principal objetivo es dañar conscientemente a alguien o algo (insulto, intimidación, coacción, agresión física, guerra, tortura, etc.). Otra de sus características es que carece de límites naturales y que suele exigir una justificación cognitiva, es decir un conjunto de ideas que explican su necesidad e incluso bondad. Podemos terminar reconociendo que la sociedad humana siempre será conflictiva y agresiva pues en su seno se enfrentan los intereses de individuos y grupos que quieren los mismos bienes, o que tienen distintos fines y actúan agresivamente en defensa de dichos intereses y fines. Y lo más probable es que siempre habrá algunos que pretendan obtener sus objetivos violentamente, actuando al margen de la ley, mediante la coacción, la imposición y la fuerza. Debemos tener esto tan claro como el hecho de que la violencia del individuo o del grupo organizado es lo opuesto a la vida civilizada en común y guiada por unos ideales éticos: cuanta más violencia menos convivencia, y viceversa, cuanta más convivencia menos agresividad violenta y más diálogo, más consenso, más soluciones pacíficas a los conflictos, intentando que la sociedad no sea violenta, o no lo sea tanto.

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ACTIVIDADES PARA EL AULA TEXTOS Y ARTÍCULOS DE PERIÓDICO 1. ¿VIOLENCIA INNATA O APRENDIDA? Leer los siguientes textos periodísticos, y responder, primero individualmente, y luego en debate en el grupo de clase, a las cuestiones propuestas:

CUESTIONES: 1. ¿Cómo conciliar la noticia del primer texto con el pretendido instinto maternal y paternal que tendríamos los humanos? 2. ¿Cómo explicar la violencia de los menores que aparece en el segundo texto si es cierto que todos los humanos somos naturalmente pacíficos? 5

2. TEORÍAS SOBRE LA VIOLENCIA. "Al profundizar en el concepto violencia hemos de señalar que son varias las teorías que permiten aproximarnos al análisis del mismo. Así, las teorías biológicas, cuyos representantes son Darwin y Lorenz, afirman que la violencia es un instinto que se desarrolla tanto individual como grupalmente. Para Lorenz, la violencia es una característica específicamente humana, pues en los animales existen mecanismos autolimitadores de la agresión que el hombre ha perdido, por lo que la acción destructora es más intensa en el hombre.../... Otro tipo de teorías son las psicosociales que incluyen tanto perspectivas ambientales-reactivas como socioafectivas. De las primeras hemos de indicar que entienden la violencia como una respuesta a un estímulo condicionado al que se asocian afectos aversivos como respuesta reforzada positivamente en el ambiente que rodea al organismo (Watson y Skinner), como imitación de conductas ajenas reforzadas (Bandura).../... Para Dollard, representante de la teoría ambiental-reactiva, la frustración es la causa de la agresión y afirma que: “toda respuesta agresiva deberá tener una situación frustrante generadora. La frustración tiene carácter acumulativo. A mayor frustración, mayor agresión”. Yolanda Ruiz, Biología, violencia y cultura, págs. 3 y 4. Universidad Jaume I, Publicaciones de las Jornadas de Fomento de la Investigación. Cuestiones: 1. Enumera y resume las distintas teorías existentes sobre el origen de la agresividad. 2. Busca argumentos y ejemplos que apoyen a las distintas teorías que hayas enumerado. 3. ¿Cuál es tu postura personal ante esta cuestión? ¿crees que se apoya en experiencias, en una reflexión bien informada o en prejuicios aprendidos? 3. LA VIOLENCIA INICIAL DE LOS CLANES HUMANOS "La teoría darwiniana supone la existencia de un padre violento y celoso que se reserva para sí mismo todas las hembras y expulsa a sus hijos a medida que van creciendo. [...] Los hermanos expulsados se reunieron un día, mataron el padre y devoraron su cadáver poniendo así fin a la existencia de la horda paterna. Unidos, llevaron a cabo aquello que, individualmente, no habrían sido posible realizar. Puesto que se trataba de salvajes caníbales fue natural que devorasen el cadáver. El banquete totémico, tal vez la primera fiesta de la humanidad, sería la reproducción conmemorativa de este acto criminal y memorable, que constituyó el punto de partida de las organizaciones sociales, de las restricciones moral y de la religión." Sigmund Freud, Totem y tabú (los subrayados son nuestros) Cuestiones: 1. Explica con tus palabras el significado de la expresión "banquete totémico" del texto. 2. Busca en la mitología relatos relacionados con el "asesinato del padre" citado por Freud. 3. El texto sugiere que la violencia está en el origen del orden social. Expón y comenta los argumentos de Freud e intenta elaborar argumentos en contra de dicha postura 6

4. LOS FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS

CUESTIONES: 1. 2. 3. 4.

Determinar el tema del artículo y resumir su contenido en un esquema ¿Qué relación hay entre el maltrato infantil y el comportamiento violento, del 95 o del 20%? ¿Cuántas y cuáles son las alteraciones cerebrales que pueden provocar comportamientos violentos? Elabora una reflexión sobre la incidencia de este artículo en el tema de la libertad humana.

PELÍCULAS y NOVELAS Son innumerables las películas que abordan no sólo conductas violentas sino que se proponen investigar el origen y las causas de los comportamientos agresivos humanos. Una de las clásicas es LA NARANJA MECÁNICA, la película que Stanley Kubrick rodó sobre la novela homónima de Anthony Burgges, cuyas impactantes imágenes muestran la violencia 7

gratuita de un grupo de jóvenes, el tema del condicionamiento y el de la violencia socio-política del Estado contra el individuo, entre otros, pero con el inconveniente de las escenas explícitas de violaciones en grupo que exigen un análisis y comentario dirigido por el profesor si éste decide visualizarla en el aula. Más apropiada puede resultar UN DÍA DE FURIA, dirigida por Joel Schumacher en 1993, y que permite un buen debate sobre la violencia tanto desde la perspectiva psicológica como desde la sociológica. Narra la historia del ejecutivo William Foster (interpretado por Michael Douglas), una persona inicialmente de aspecto tranquilo que, atrapado en medio de un gran atasco de tráfico y con un calor sofocante, abandona el automóvil y empieza a sorprendernos con sus reacciones violentas. La película permite analizar y discutir tanto la violencia de origen social, causada por el conjunto de situaciones frustrantes que vemos que rodean la vida del protagonista, como la violencia de origen individual o biológico, por trastornos psicológicos en el control de los impulsos o en las áreas cerebrales encargadas de su control. Otro clásico, ahora de la novela contemporánea, es EL SEÑOR DE LAS MOSCAS, de William Golding, de la que existen dos versiones cinematográficas, una muy fiel de 1963 y otra más libre de 1990, y que constituye un buen punto de partida para debatir sobre el tema de la maldad y la violencia humana. El argumento es muy conocido: un avión en el que viajan unos jóvenes británicos durante la Segunda Guerra Mundial se estrella durante una tormenta y cae en una isla desierta y los niños, únicos supervivientes, se ven obligados a sobrevivir sin adultos, reproduciendo sus relaciones y símbolos de poder, sus envidias, luchas y asesinatos, y mostrando los distintos personajes los diferentes aspectos, civilizados o salvajes, de la propia humanidad. La novela es corta y los alumnos pueden leerla en poco tiempo siendo muy fácil que se identifiquen y se proyecten con los distintos personajes del relato, facilitando así la discusión y el debate en el aula. DOCUMENTALES En youtube.com pueden encontrarse documentales sobre la psicología y etología de la agresividad humana, con el añadido de que suelen ser breves o pueden descargarse por partes de unos doce o trece minutos fácilmente visibles al inicio de una clase para documentar algún concepto o iniciar una discusión. Proponemos los titulados El origen de la agresividad humana, en tres partes, y cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=z3-mvvaUnZk. Y el titulado Agresividad en el mundo de la Infancia y la Adolescencia, en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=1z2zieSSPN4. 8