Federico García Lorca Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898.en el seno de una familia acomodada que le proporcionó una esmerada educación. Cursó estudios universitarios en Granada y Madrid. Era un hombre dotado de una fina sensibilidad artística que manifestó en la estética de la música, el dibujo, el teatro y la poesía. Poeta, músico, dramaturgo, ensayista, pintor, conferenciante, artista sobre todas las cosas...Entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo del pintor Salvador Dalí y del cineasta Luis Buñuel, entre otros, a quienes cautivó con sus múltiples talentos. Perteneció a la llamada "generación del 27", compuesta, entre otros, por Rafael Alberti, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Vicente Alexaindre... con quienes compartió amistad e inquietudes artísticas. Su primera vocación artística fue la música. De muy joven comenzó a tocar la guitarra y a estudiar piano. Compuso canciones con fuertes raíces flamencas e investigó el cancionero popular andaluz con Manuel de Falla. Así manifestaba Lorca su actitud de artista: "Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios -o del demonio- también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo". Como sus compañeros de generación, busca su propio estilo sin renegar de la rica tradición literaria española. La búsqueda de la originalidad, la necesidad de experimentar nuevos caminos estéticos no le impide utilizar los recursos tradicionales o los temas y motivos consagrados de la poesía culta o popular anterior a él. En su obra se unen lo popular y lo culto en un estilo donde lo preponderante es la expresión del autor. Trata problemas sociales e individuales como la frustración amorosa, las represiones sexuales y el destino trágico. "El artista debe reír y llorar con su pueblo", dijo. Como dramaturgo, abordó diferentes géneros, aunque su reputación descansa principalmente en las tres tragedias populares: "Bodas de Sangre", "Yerma" y "La casa de Bernarda Alba". Dirigió el teatro universitario "La Barraca", con el que viajó por toda España representando obras de Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. Su vitalidad y su simpatía eran arrolladoras. Pero también poseía una sensibilidad como pocas: "Un poeta es alguien que está siempre, y por todas las cosas, a punto de llorar".Federico siempre estuvo a favor del desprotegido: "Creo que el hecho de ser de Granada me inclina siempre a la comprensión simpática del perseguido. Del gitano, del negro, del judío, del morisco que todos llevamos dentro"- decía. Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en una víctima fatal de la Guerra Civil española, en Granada, donde le fusilaron, en agosto de 1936.

Obra de Federico García Lorca www.poesi.as/Federico_Garcia_Lorca.htm

PERSONALIDAD De la personalidad de Lorca se ha destacado su doble carácter: -Vitalidad arrolladora. -Sentimiento íntimo de malestar y frustración debido, quizá, a su condición de homosexual, vivida atormentadamente en la España de su tiempo. POÉTICA Inspiración: fue un poeta dotado de talento e inspiración para todo tipo de manifestaciones artísticas (poesía, pintura, música) Trabajo: Lorca era muy riguroso en la elaboración de sus poemas; por sus manuscritos se comprueba una constante labor de perfeccionamiento. Conocimientos: su profundo conocimiento de la poesía española tanto tradicional como clásica hace que logre dominar las técnicas poéticas y adaptarlas a su universo poético. Interpretación: Lorca transfigura poéticamente la realidad, por lo que el lector tiene que realizar un esfuerzo de interpretación. TEMAS Existe un tema nuclear en toda su poesía: la frustración en una doble vertiente: íntima y social. De este tema nuclear derivan otros temas recurrentes en toda la obra lorquiana tanto poética como teatral. 1. El amor con un significado doble: la pasión erótica como fuente de energía vital y la frustración amorosa. 2. La esterilidad, en general. Denuncia de las imposiciones morales y sociales. 3. La muerte como consecuencia del fracaso amoroso, como destino trágico e inevitable del ser humano. En la representación lorquiana de la muerte hay un fondo cristiano. 4. La infancia, la niñez como edad de la inocencia y la pureza .Los niños como símbolo de los desvalidos. 5. La denuncia social de los oprimidos (gitanos, negros) como víctimas de la opresión. ESTILO Aunque su estilo poético va variando según los diferentes momentos de su trayectoria poética; sin embargo se pueden ver algunas constantes: 1. Lorca no usa un lenguaje abstracto, sino que parte de lo sensorial; de ahí la abundancia de personificaciones o metáforas plásticas . 2. Uso de imágenes de raíz barroca, concretamente gongorina, y no, como se había venido sosteniendo, de raíz surrealista. 3. Uso de palabras cargadas simbólicamente (muchas de ellas procedentes de la poesía tradicional): la luna, la sangre, el agua, el caballo, las hierbas, los metales. Estos símbolos no tienen siempre la misma significación, así la sangre puede simbolizar la vida, pero también la muerte.

4. Rigor en la construcción del poema: uso de alegorías y paralelismos. 5. Importancia de la musicalidad del poema. TRAYECTORIA POÉTICA Ante todo hay que destacar su versatilidad para escribir adaptándose a casi todos los estilos y modos poéticos. Su obra poética se puede dividir en cuatro grandes etapas: 1. Etapa de aprendizaje modernista y magisterio de A. Machado (Impresiones y paisajes, 1918). Juan Ramón Jiménez le incita a encontrar un lenguaje más depurado para un mundo poético que se baste a sí mismo (Libro de poemas, 1921). 2. Etapa de estilización de las formas populares y clásicas, con un estilo fuertemente original que se caracteriza por la genialidad de su inspiración (“el duende”),representada por Canciones (1927), Romancero gitano (1928) y Poema del cante Jondo (1931). Como en Juan Ramón, Machado y otros poetas del 27, el popularismo es importante en la obra lorquiana. La poesía tradicional castellana, el folclore andaluz, el cante jondo, le proporcionan elementos temáticos y formales que aparecen en su poesía reelaborados y transformados al servicio de su personal intención expresiva. Lorca consigue prender en sus versos la profundidad de los sentimientos trágicos que alientan la poesía popular andaluza, transfundiéndoles su propio estilo para dar cauce a una temática personal: el dolor (la pena), la muerte que se presiente y se teme como destino inexorable, la soledad, la lucha por la vida. 3. Etapa de ruptura con la tradición y que deja paso a una estética surrealista con Poeta en Nueva York. (En el comentario del poema Ciudad sin sueño mencionaremos algunos rasgos que definen esta etapa). 4. Etapa de vuelta a la estética tradicional pero depurada con Sonetos del amor oscuro. Muchas de las obras poéticas de Lorca fueron publicadas póstumamente por lo que su edición plantea muchos problemas. TRAYECTORIA TEATRAL El gran interés de Federico por el teatro se advierte ya en sus romances del Romancero gitano, llenos de cualidades dramáticas, algunos de ellos aptos para la representación. Su primera incursión la realizó con El maleficio de la mariposa, pequeño drama del amor inalcanzable. El 1926 escribe La zapatera prodigiosa (estrenada en 1930), sobre la insatisfacción del hombre. El drama en verso de base histórica Mariana Pineda (1925) presenta a una mujer cuyas ansias de amor y libertad la llevan a la muerte. Las Farsas (1931) para guiñol y para actores, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín y Retablillo de don Cristóbal, acusan la influencia de los esperpentos de Valle-Inclán, publicados por aquellos años. Sus obras Así que pasen cinco años (1931) y El público, inacabada, fueron escritas con el mismo ánimo que Poeta en Nueva York, y en ellas aparecen las mismas imágenes surrealistas, amargas e inquietantes que veremos en el comentario del poema “Ciudad sin sueño”. Junto con Valle-Inclán, Lorca es el gran renovador del teatro español contemporáneo. Con enorme entusiasmo, y aprovechando las facilidades de la II República para las actividades culturales, se lanzó con “La Barraca” a representar teatro clásico por toda España para ayudar a la transformación de la sociedad española con un teatro de calidad.

En 1933 viaja Federico a Buenos Aires. Allí estrena algunos de sus dramas y obtiene un éxito clamoroso. En este mismo año se representa su drama Bodas de sangre, y al año siguiente, Yerma, su gran éxito teatral. Las dos forman parte de una proyectada “trilogía dramática de la vida española”, que no llegó a realizar del todo. En las dos se tratan personajes frustrados (el amor y la esterilidad, respectivamente). En 1934 estrena Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, una de sus mejores obras bajo el eterno tema del amor frustrado. En 1936 escribe La casa de Bernarda Alba, su mejor obra, que nunca pudo ver representada. Margarita Xirgu, la actriz preferida de Lorca, la estrenaría en el exilio, en Buenos Aires, en 1945. Hasta 1965 no se representó en España. COMENTARIO de CIUDAD SIN SUEÑO (NOCTURNO DEL BROOKLYN BRIDGE)

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Hay un muerto en el cementerio más lejano que se queja tres años porque tiene un paisaje seco en la rodilla; y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase. No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas. Pero no hay olvido, ni sueño: carne viva. Los besos atan las bocas en una maraña de venas recientes y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros. Un día los caballos vivirán en las tabernas y las hormigas furiosas atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas. Otro día veremos la resurrección de las mariposas disecadas y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero, a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente

o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato, hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan, donde espera la dentadura del oso, donde espera la mano momificada del niño y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul. No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Pero si alguien cierra los ojos, ¡azotadlo, hijos míos, azotadlo! Hay un panorama de ojos abiertos y amargas llagas encendidas. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. Ya lo he dicho. No duerme nadie. Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes, abrid los escotillones para que vea bajo la luna las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

En 1929, Federico visita Nueva York tras una profunda crisis sentimental. El contacto con la sociedad norteamericana resulta estremecedor para Lorca. Su desconcertante visión de este nuevo mundo le lleva a desarrollar nuevos caminos expresivos que puedan reflejar esa nueva e inquietante experiencia americana. Así nace Poeta en Nueva York, cuyos poemas lee en 1931, pero no se publican hasta 1940, en Méjico. Estamos ante un poema vanguardista, teñido de elementos surrealistas, cuyos versos están preñados de imágenes sugerentes, atrevidas, estremecedoras, que hacen referencia a una ciudad que es el paradigma de la tecnología, de la modernidad, que impide los sueños de sus habitantes, sumiéndolos en una vida automatizada, destinada a la muerte. Nueva York, desde la visión de Lorca, simboliza esa civilización materialista que destruye la libertad, la naturaleza y la humanidad. Esta civilización es incompatible con la naturaleza tan importante en la concepción cósmica de nuestro poeta. Lo primero que advertimos es el hermetismo, la dificultad de comprensión del poema. El autor trata de reflejar esta nueva y sorprendente realidad mediante la técnica del versolibrismo, lo que reaporta una mayor libertad estructural para despegar sus sentimientos de ira, de indignación ante lo que contempla. El ritmo es trepidante, disperso, desprovisto de la claridad de sus Canciones, conseguido por las repeticiones obsesivas (No duerme nadie… ¡Alerta!...y al que le duele…/ y al que teme…,etc.), las exclamaciones, el contraste rítmico verso corto-verso largo (versículo); por los paralelismos (a aquel muchacho que llora…o a aquel muerto que ya no tiene…), las anáforas (donde espera…/ donde espera…), etc.

Junto a la ruptura con la regularidad métrica, la ruptura de la sintaxis, que ya no tiene que ceñirse a versos con un mismo metro. Las imágenes se suceden por acumulación, creando un inquietante puzzle con piezas aparentemente inconexas. El propio autor confesaba que esta obra era una “puesta en contacto de mi mundo poético con el mundo poético de Nueva York”. El estado de ánimo del poeta recoge de la ciudad las impresiones de confusión y de sufrimiento que va a expresar con un torrente de imágenes incongruentes e ilógicas. Los elementos de la realidad son desfigurados, descoyuntados, al crear con ellos imágenes totalmente irreales (surrealismo). El mundo de los sueños (lo onírico), la pesadilla, lo incoherente, lo distorsionado, entran en el poema creando una atmósfera asfixiante de angustia y de dolor. Es lo que siente el poeta ante ese mundo recién descubierto, civilizado pero inhumano, en el que todo le parece angustioso. Grita lleno de pánico que no dejen dormir a nadie, que no se puede descansar ante la existencia de un mundo como éste. No duerme nadie en el mundo…Pero si alguien cierra los ojos / ¡Azotadlo, hijos míos, azotadlo! Evitemos, pues, buscar anécdotas en estos versos, sino sugerencias de las sensaciones sentidas por el poeta. De ahí las metáforas, atrevidísimas, absolutamente desligadas ya de lo tradicional, las imágenes desagradables e inquietantes; todos los recursos lingüísticos utilizados tienden a reflejar esos sentimientos de angustia perturbadora. Así, por ejemplo, la animalia en este poema (las iguanas que muerden a los hombres, el increíble cocodrilo, las hormigas que atacan los ojos amarillos de las vacas, las mariposas disecadas, las sierpes, la dentadura del oso…), y las alusiones al cementerio, la muerte del niño que llora sin consuelo, el escalofrío azul del camello… representan imágenes estremecedoras. El mundo que encuentra allí Federico está plagado de monstruos, como el cocodrilo quieto bajo la tierra protesta de los astros, o las sierpes que esperan en el muro. El dolor y la tristeza fluyen violentamente del panorama de ojos abiertos / y amargas llagas encendidas; en el insomnio de los habitantes del mundo. La muerte lo invade todo, y ni siquiera sirve para lograr el descanso ansiado: Hay un muerto en el cementerio más lejano / que se queja tres años / porque tiene un paisaje seco en la rodilla. No es el significado exacto de estas expresiones (que, en muchas ocasiones, resulta difícil dilucidar) lo que importa al poeta, sino su efecto sugeridor. Y, efectivamente, comunican una experiencia desgarradora a través del hermetismo del lenguaje. * Consultar las características del surrealismo en las Vanguardias.