Tiempo de Espera, Tiempo de Esperanza, Es el Señor el que llega, ¡Ven a salvarnos Señor! Página | 2

Antes de entrar en materia, conviene que hagamos un breve repaso sobre quien va a ser nuestro compañero de camino, en este Itinerario Espiritual de preparación para la llegada del Señor. Iremos de la mano del Profeta Isaías, el gran profeta del Pueblo de Dios, uno de los más queridos por el pueblo de Israel, respetado en calidad de héroe histórico.

Isaías. ¿Quién fue Isaías? saías significa “Dios es salvación”. Es el gran profeta de Israel del

I

siglo VIII a. C. Nació en Jerusalén, emparentado con la familia real, se casó con una profetisa y tuvo dos hijos. Vivió durante los reinados de Osías,

Yotán, Acaz y Ezequías. Gracias a la educación y posición que ostentaba, todo su modo de hablar y comportarse reflejan un hombre culto familiarizado con el templo, el ambiente de la corte y los círculos aristocráticos. Su ministerio profético duró medio siglo. Mas antes de continuar, dejemos que el mismo nos cuente con sus propias palabras el llamado que recibió de Dios para ser su profeta:

Parada corta Espiritual.

del

Itinerario

DISPONIBILIDAD Si queremos que Dios “Venga a nosotros”, no podemos quedarnos instalados cómodamente, como si no se tratara de nosotros por quien el Señor viene. Hemos nosotros también de salir a su encuentro, ponernos en marcha. Sólo el que “busca encuentra” y a veces, “al que busca lo encuentran”.

"Vi al Señor Dios, sentado en un trono excelso y elevado y miles de serafines lo alababan cantando: "Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos, llenos están el cielo y la tierra de Tu Gloria. Yo me llene de espanto y exclame: "Ay de mí que soy un hombre de labios impuros y vivo Página | 3 en medio de un pueblo pecador y mis ojos ven al Dios Todopoderoso". Entonces voló hacía mí uno de los serafines, y tomando una brasa encendida del altar la coloco sobre mis labios y dijo: "Ahora has quedado purificado de tus pecados." Y oí la voz del Señor que me decía: "¿A quién enviaré? ¿Quién irá de mi parte a llevarles mis mensajes? Yo le dije: "Aquí estoy Señor, envíame a mí".

Nuestro compañero de camino, de quién nos hemos tomado de la mano, nos dice que digamos junto con él: “Aquí estoy Señor”. Busca un lugar tranquilo en tu vivienda, lejos de aquellas cosas que pudieran distraer tu atención. Apaga el teléfono, olvídate de su existencia por un momento –te hará bien- te lo garantizo.

Isaías una vez entregado al servicio del Señor que lo llamó a ser mensajero de su Palabra, convocó a confiar en la alianza con Yahveh. Su ministerio profético lo ejerció durante la crisis

La meditación y la Oración la puedes hacer en un mismo momento en un solo día. Sin embargo, si así lo prefieres, puedes hacerlo a ratos diarias que le dediques.

causada por la expansión del Imperio asirio.

Recuerda esto es un Itinerario, es decir, iremos haciendo distintas paradas en las próximas cuatro semanas.

En el 701 a. C. Confortó al rey Ezequías durante el

Lo fundamental es que estés “disponible” para el Señor que viene a tu encuentro.

Murió aserrado durante la persecución del rey

Se opuso categóricamente al protectorado de Asiria que el rey Acaz propició para enfrentarse a los reyes de Damasco e Israel (norte).

asedio de los ejércitos de Senaquerib a la ciudad santa.

Manasés (Cf. Hb 11,37). El libro de Isaías es el más largo de la Biblia: 66 capítulos. La elegancia de su estilo, la viveza de sus

imágenes y la belleza literaria de sus profecías lo convierte en un clásico de la literatura de Israel.

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En el libro de Isaías se pueden encontrar muchos datos de lo que será la vida del Mesías o enviado de Dios. Aunque sea de forma alegórica, se puede afirmar que lo escrito por Isaías

es, un anuncio adelantado en el tiempo; la primera

biografía de Jesús escrita siete siglos antes de que naciera el Redentor. Son hermosas las descripciones del Capítulo 53, acerca del siervo de Yahveh, donde parece estar viendo la Pasión y Muerte de Jesús, describiéndola, tal como ella iba a suceder. Y allí se insiste que estos sufrimientos del enviado de Dios serán para pagar nuestros pecados.

Después de Cristo y de Moisés, el más grande profeta, junto a Elías y Jeremías, de todos los siglos ha sido Isaías, es el profeta de la Confianza en Dios. Quiere que aunque las situaciones de la vida sean terribles, jamás dejemos de confiar en que Dios llegará con su gran poder a ayudarnos y defendernos. Anuncia un Mesías o Salvador, de la familia de David, portador de paz y de justicia, cuyo oficio es encender en la tierra el amor hacía Dios. Fue un genio religioso que ejerció enorme influencia en la verdadera religión y cuyos escritos los leen y meditan hoy en todo el mundo los seguidores de Cristo.

Una antigua tradición judía, nos dice que a Isaías lo hizo martirizar el impío rey Manases.

EL LIBRO DE ISAÍAS. BREVE INTRODUCCIÓN El libro de Isaías corresponde al grupo de los libros proféticos: "El profeta se presenta como mensajero enviado por Dios para transmitir su palabra. Palabra de denuncia y de condena, de promesa y consuelo, de exhortación a convertirse. El profeta goza de la intimidad de Dios, escucha sus planes y puede interceder por su pueblo. Los discípulos de los grandes profetas recogen, reúnen y editan los oráculos del maestro; muchas veces los ponen al día, los adaptan y aplican a nuevas situaciones, los amplían con glosas explicativas o con otros oráculos anónimos amparados bajo el nombre del gran profeta. El profeta habla a individuos responsables, a grupos sociales, al pueblo, a las naciones paganas." (Luis Alonso Shöckel, S. J) Por otra parte, Alberto Soggin dirá acerca del Libro lo siguiente: "El mensaje de Isaías se mueve en torno a los términos "Justicia" y "Derecho" referidos a Dios. Dios es Santo y a través de la práctica de la justicia Israel le rinde testimonio. Frente a Dios el hombre solo puede tener Fe, la memorable frase en el capítulo 7 versículo 9; no reconocer la santidad y el señorío de Dios es la esencia del pecado (transgresión o delito) y atrae juicio; pero tal juicio no se cumple en términos místicos, sino a través de la invasión de pueblos extranjeros, en el libro los Asirios, que envidian al mismo Dios". Y, finalmente, para tener una idea sucinta del este libro profético, el más extenso de toda la Biblia, en palabras de Samuel Sandmel: "La más grande contribución de Isaías fue el consuelo que trajo al pueblo. Repetía las palabras, "Consolad, consolad a mi pueblo", producto de su deseo de consolar a Israel.

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Ciertamente, estas palabras no son dirigidas por Isaías a sus contemporáneos, sino por la Deidad a todos los profetas, cuya obligación principal era traer alivio". "El consuelo supremo estaba destinado a llegar en los días del Mesías". "El siervo sufrido es el pueblo de Israel". Aunque el libro de Isaías precede al de Jeremías y Ezequiel cronológicamente, Isaías debe leerse después, y no Página | 6 antes de ellos, pues carecen del consuelo que ofrece Isaías"

[Y este consuelo que ofrece el Libro del Profeta Isaías será nuestra Primera Vista y

“CONSUELEN, CONSUELEN A MI PUEBLO, DICE EL SEÑOR” Semana I Primera Parada

Parada en el camino hacia el Señor que viene. De la mano de Isaías, en nuestro

Itinerario Espiritual. Iremos a lo profundo de nuestro corazón en la búsqueda del Señor, fuente de toda misericordia y origen de todo

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Siempre que comencemos cualquier actividad espiritual, invocamos el auxilio, la guía y los dones del Espíritu Santo para que nuestra lectura de la Palabra de Dios,

Consuelo. ]

la meditación y la oración sean por su gracia provechosas para nuestra alma y nuestra entrega al servicio de Dios. Que en Él encontremos el discernimiento espiritual para una mayor entrega a Cristo a través de la vivencia cada vez más intensa de su amor.

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"Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa, pues ha recibido de manos de Yavé doble castigo por todos sus pecados. Una voz clama: «Abran el camino a Yavé en el desierto; en la estepa tracen una senda para Dios; que todas las quebradas sean rellenadas y todos los cerros y lomas sean rebajados; que se aplanen las cuestas y queden las colinas como un llano.» Porque aparecerá la gloria de Yavé y todos los mortales a una verán que Yavé fue el que habló. Una voz dice: «Grita.» Y yo respondo: «¿Qué he de gritar?» La voz dice: «Toda carne es hierba, y toda su delicadeza como flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita cuando sobre ella pasa el soplo de Yavé.» La hierba se seca y la flor se marchita, mas la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. Sube a un alto cerro tú que le llevas a Sión una buena nueva. ¡Haz resonar tu voz, grita sin miedo, tú que llevas a Jerusalén la noticia! Diles a las ciudades de Judá: «¡Aquí está su Dios!» Sí, aquí viene el Señor Yavé, el fuerte, el que pega duro y se impone. Trae todo lo que ganó con sus victorias, delante de él van sus trofeos. Como pastor, lleva a pastar a su rebaño, y su brazo lo reúne toma en brazos a los corderos, y conduce a las paridas. ¿Quién cerró su mano sobre el agua del mar, o tomó las dimensiones del cielo? ¿Quién recogió todas las arenas del globo, o pesó las montañas en una romana y los cerros en una balanza? ¿Y quién sondeó el espíritu de Yavé, o fue su consejero para guiarlo? ¿A quién habrá consultado para entender mejor, para saber cómo se administra justicia o para estar al día en los métodos más prácticos? Las naciones son como una gota en el borde del vaso, como un polvillo que se deja en la balanza. ¿Las tierras de ultramar? Son sólo un granito de arena. El Líbano no sirve para encender su hoguera, y sus animales no alcanzan para quemarlos en su templo. Todos los países son como nada delante de él, valen un cero, no se toman en cuenta. ¿Con quién podrán comparar a Dios y qué representación darán de él? ¿Acaso la estatua que fundió el artista, y que el joyero revistió de oro con cadenas de plata? (Un hábil escultor busca una palmera escogida y de allí saca madera que no se pudre para levantar una estatua

bien firme.) ¿No lo sabían, o no habían oído hablar de eso? ¿No se lo enseñaron desde el comienzo para que entendieran cómo se fundó la tierra? El vive más allá del techo de la tierra, desde allí sus habitantes parecen hormigas. Ha estirado los cielos como una tela, los ha extendido como una carpa para vivir. Reduce a la nada a los grandes y hace desaparecer a los gobernantes de la tierra. Apenas han sido Página | 8 plantados o sembrados, apenas su tallo ha echado raíces en el suelo, sopla sobre ellos y se secan, y un viento fuerte se los lleva como paja. «¿Con quién podrán ustedes compararme, o quién será igual a mí?», dice el Santo. Pongan la cara hacia arriba y miren: ¿Quién ha creado todos esos astros? El, él mismo, que hace salir en orden su ejército, y que llama a cada estrella por su nombre. Su fuerza es tan grande y su poder tan inmenso, que ninguna se hace la desentendida. ¿Por qué dices tú, Jacob, y lo repites tú, Israel: «Yavé no me mira, mi Dios no se preocupa por mis derechos»? ¿Acaso no lo sabes, o no lo has oído? Yavé es un Dios eterno que ha creado hasta los extremos del mundo. No se cansa ni se fatiga y su inteligencia no tiene límites. El da la fuerza al que está cansado y robustece al que está débil. Mientras los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden llegar a caerse, los que en El confían recuperan fuerzas, y les crecen alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.» Palabra de Dios

Es una lectura extensa. Tómate tu tiempo para leerla despacito, sin apuros. Has una primera lectura para informarte del contenido de la palabra. Luego de esta primera visualización, haz una segunda lectura y detente en las líneas que resuenan en tu interior; subraya los párrafos llaman tu atención, esos que te hacen vibrar de emoción.

Luego, haz una tercera lectura, esta vez ya será contemplativa, quédate escuchando lo que Dios te dice a ti, sólo a ti y únicamente a ti. Si quieres toma nota de estas ideas y pensamientos. Estos apuntes te servirán para el siguiente paso del Itinerario.

Necesito que me encuentres en ese rincón donde me oculto, cuando me atrapa el miedo.

Cuando en las Sagradas Escrituras se habla del “}utor” de un Libro, Texto, Pasaje, Salmo, arta o

Necesito que tomes mi mano cuando me vuelvo frágil, cuando me es difícil saber de qué estoy huyendo.

Evangelio, no se refiere estrictamente a una

Necesito que me quieras así… tan humano… tan imperfecto.

el “copy right”{

Necesito que te quedes cuando el mundo se vuelve enorme y yo me siento tan pequeño.

persona en concreto. La autoría de un texto bíblico no era atribuida siguiendo los parámetros que hoy nosotros manejamos. En otros términos, no existía

Había

varias

clases

de

autores,

repasemos

rápidamente este asunto para así contextualizar bien la lectura que acabamos de realizar y así poderle sacar el máximo provecho espiritual, que es en últimas cuentas el propósito de realizar esta

Necesito que me abraces fuerte, un abrazo a medida de mis miedos. Necesito que me escuches, aun cuando me quedo en silencio. Necesito que me alientes, aunque te parezcan tontos mis sueños. Necesito que me ames, aunque sea difícil hacerlo… Juan Cobetto

actividad:  El

primer

tipo

de

autor

sagrado

era

efectivamente la persona que escribía dicho texto. Por ejemplo: Marcos es el autor del Evangelio que lleva su nombre, lo mismo lo es Lucas del suyo. Las cartas de Pablo, fueron escritas indudablemente por el Apóstol.  El segundo tipo de autor sagrado es una persona distinta al nombre que toma el libro, en este caso puede tratarse de un discípulo del

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primero, que educado en las formas y maneras del su maestro escribe la Palabra revelada a éste y trasmitida por él. Este es el caso por mencionar uno el del Libro de Job, también pudiese entrar en esta categoría el Evangelio de Juan, algunas de las Cartas Católicas y Página | 10

algunos de los libros Proféticos. 

La tercera forma de autoría es una comunidad escribiente o varias personas distanciadas en el tiempo dejando pequeños segmentos que luego fueron conjuntados en sólo texto y se le atribuye a su autoría a un personaje destacado. Este es el caso por ejemplo, del Pentateuco atribuido a Moisés como el autor de los cinco libros. Aunque en estos libros confluyan distintas tradiciones, comunidades de escritores, y escritos que quedaron en el anonimato. Cosa semejante sucede con los Salmos, todos ellos atribuidos al Rey David. Sin embargo, al hacer lectura

de

los

salmos

descubrimos

no

sólo

distintas

situaciones

espirituales del autor sino tiempos distintos que se corresponden a épocas históricas diferentes y distanciadas en el tiempo. Quizá con esto puedas sentirte confundido, pero para resumirte esto que corresponde a la exégesis bíblica, podemos afirmar los siguiente| “lo importante no es el autor, sino el mensaje, la Palabra de €ios, en este caso”{ Los periodos históricos que abarca el libro de Isaías en sus 66 capítulos, haciendo de éste el más extenso de toda la Biblia, corresponde a períodos históricos distintos, consecutivos eso sí, pero que sobrepasan los 300 años. De esta forma, el escritor del libro de Isaías no fue una sola persona, sino de tres, o quizás más. Sin embargo, se suele hablar del Primer Isaías al que se le atribuyen los capítulos 1 a 39; del “Segundo Isaías” escritor de los capítulos 46 a 55 y del “Tercer Isaías”, capítulos 57 a 77{ A quien leemos en esta meditación es pues, al Segundo Isaías. ¿Cómo describir a un hombre que se ha mantenido completamente en el anonimato? No se sabe ni su nombre ni el lugar desde donde habla. Solamente se sabe que su mensaje se sitúa alrededor del año 538 antes de Jesucristo, el año en el que Ciro, rey de Persia, permitió a los judíos exiliados en Babilonia volver a su país. Se le atribuyó el nombre de «Segundo Isaías» porque su pensamiento está inspirado en una tradición que remonta al gran profeta Isaías (siglo VIII a.C.).

El Segundo Isaías debía anunciar un acontecimiento totalmente inconcebible: una pequeña población, un «resto» que no contaba quizás con más de 15.000 personas, iba a atravesar el desierto, vivir un nuevo Éxodo (43, 16-21) y llegar a Jerusalén. No es sorprendente que aquellos que lo oyeran no terminaran de Página | 11

creérselo. Un pueblo deportado a menudo estaba condenado a desaparecer, y los 70 años de exilio debieron crear un profundo desaliento: se suponía que la alianza que Dios había querido con los suyos había quedado sin efecto y que Dios ya se había hartado de ellos. ¿Con qué argumentos se podía vencer este desaliento? Si Dios es eterno, su sabiduría debe también contar con recursos que desconocemos totalmente, y su fuerza debe ser inagotable (40, 27-31). Las primeras palabras de esta pequeña colección se repiten con insistencia: «Consuelen,

consuelen a mi pueblo, dice su Dios» (40, 1). Tras un tiempo de

extrema desolación, el pueblo debe ser «consolado», lo que quiere decir que pasará a un estado en el que cesará de lamentarse, se levantará y volverá a recobrar el ánimo. Por más que este pueblo no pueda más, el consuelo debe mostrar que del corazón de Dios mana un futuro. La imagen que los creyentes se habían hecho de Dios se purificó a través de la prueba extrema del exilio, como podemos apreciar leyendo también el libro de Job. Cuando el Segundo Isaías habla de Dios, ya no se encuentran los matices de ira, ni de amenazas, ni las afirmaciones autoritarias. Dios ama, y ama sin otra razón que su propio amor. Se diría que desde ese momento no puede más que amar. Este es sólo el inicio de la Consolación. Ésta se expandirá en repercusiones inesperadas, suscitando una acción extraordinaria de Dios, muy por encima de lo esperado, más allá incluso de los suplicado por generaciones y generaciones de israelitas desde los tiempos de la liberación (el desierto) hasta la época del más grande esplendor vivido por el pueblo que miraba con adoración el Templo de Jerusalén como el quicio de su naturaleza.

Preguntas que pueden ayudar en tu meditación personal. No son excluyentes, es decir, no son las únicas que te puedes plantear, sólo son una guía, a final de cuentas será el Espíritu Santo que invocaste al principio quien te llevará a Página | 12 ahondar en el Corazón del Señor que a través de Isaías grita con toda su fuerza| “onsuelen, onsuelen a mi Pueblo”{  ¿Hoy es necesario el Consuelo de Dios? ¿Por qué?  ¿Qué es el consuelo de Dios? ¿Cómo se manifiesta este Consuelo?  ¿A quién ha de llevarse el Consuelo de Dios? ¿Están lejos o cerca de mí? ¿A caso seré yo?  ¿Cómo llevarlo?  ¿Quién lo llevará?  ¿Cuándo ha de llevarse la Consolación del Señor? ¿Será necesario esperar a que Él venga primero?  ¿Qué necita un alma para ser Consolación del Señor?

Creo no es necesario que te diga qué hacer en este momento particular de tu Itinerario Espiritual. Esta parada es tuya y sólo tuya. Hazla a tu ritmo y a tu tiempo. Si te sirve, escribe tu oración, para luego hacerla en otro momento de la semana o de las semanas por venir. Es tu introspección del amor de Dios que se convierte en expresión de tu Amor por el a través de la oración.

De cara al amor de Dios que ya ha salido a tu encuentro. Él que viene aun en camino y sin embargo, ya te da muestras innegables de su amor por ti.

Enciende una velita de color morado en tu altar personal. Si no tienes un altar en tu hogar, ubica la velita cerca de alguna imagen de Jesucristo que tengas en casa. Esto lo vas a hacer independientemente si tienes la costumbre de realizar la Corona de Adviento. Esta luz encendida será el signo de tu primera decisión contundente, te recordará realizarla antes del 24 de diciembre.

Inclina, oh SEÑOR, tu oído y respóndeme, porque estoy afligido y necesitado. Guarda mi alma, pues soy piadoso; tú eres mi Dios; salva a tu siervo que en Página | 13 ti confía. Ten piedad de mí, oh Señor, porque a ti clamo todo el día. Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, elevo mi alma. Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que te invocan. Escucha, oh SEÑOR, mi oración, y atiende a la voz de mis súplicas. En el día de la angustia te invocaré, porque tú me responderás. No hay nadie como tú entre los dioses, oh Señor, ni hay obras como las tuyas. Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre. Porque tú eres grande y haces maravillas; sólo tú eres Dios. Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; andaré en tu verdad; unifica mi corazón para que tema tu nombre. Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. Porque grande es tu misericordia para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol. Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí, y una banda de violentos ha buscado mi vida, y no te han tenido en cuenta. Mas tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad. Vuélvete hacia mí, y tenme piedad; da tu poder a tu siervo, y salva al hijo de tu sierva. Muéstrame una señal de bondad, para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen, porque tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado. Salmo 86

a música y el canto es el lenguaje del alma. Con ese lenguaje Dios se comunica a nuestro corazón y nuestra alma le responde en melodioso canto. Aprendámonos este canto propio de Adviento.

Tiempo de Espera, tiempo de Esperanza. Tiempo de espera, tiempo de esperanza, es el Señor el que llega, ven a Salvarnos Señor (Bis) Tú que sueñas otros días, otros cielos, otra tierra, se han cumplido ya los tiempos, es la hora del Señor. Tú que luchas en las sombras, tú que buscas claridades, tú que en medio de las cosas, vas buscando la verdad. Tú luchas por un mundo de justicias verdaderas, tú que buscas otras sendas de unidad y libertad. Tú que sufres en la espera, aunque tengas la esperanza, el Señor es el que llega, él nos da la Salvación. (Se repiten las estrofas 1 y 2)

Pd. Si el link no abre directo, copia y pega en tu navegador la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=tX_WkOzkX1s

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“ALLANEN, ALLANEN LOS CAMINOS, QUE VIENE EL SEÑOR” Semana II Segunda Parada

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que,

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" Juzgará entre las gentes, será árbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra."

guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

“He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones. No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su voz. Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagadá. Lealmente hará justicia; no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el derecho, y su instrucción atenderán las islas. Así dice el Dios Yahveh, el que crea los cielos y los extiende, el que hace firme la tierra y lo que en ella brota, el que da aliento al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan.

Isaías 2,4

Yo, Yahveh, te he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes, para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas. Yo, Yahveh, ese es mi nombre, mi gloria a otro no cedo, ni mi Página | 16 prez a los ídolos. Lo de antes ya ha llegado, y anuncio cosas nuevas; antes que se produzcan os las hago saber. Cantad a Yahveh un cántico nuevo, su loor desde los confines de la tierra. Que le cante el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes. Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las explanadas en que habita Quedar. Aclamen los habitantes de Petra, desde la cima de los montes vociferen. Den gloria a Yahveh, su loor en las islas publiquen. Yahveh como un bravo sale, su furor despierta como el de un guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos se muestra valeroso. «Estaba mudo desde mucho ha, había ensordecido, me había reprimido. Como parturienta grito, resoplo y jadeo entrecortadamente. Derribaré montes y cedros, y todo su césped secaré; convertiré los ríos en tierra firme y las lagunas secaré. Haré andar a los ciegos por un camino que no conocían, por senderos que no conocían les encaminaré. Trocaré delante de ellos la tiniebla en luz, y lo tortuoso en llano. Estas cosas haré, y no las omitiré.» Haceos atrás, confusos de vergüenza, los que confiáis en ídolos, los que decís a la estatua fundida: «Vosotros sois nuestros dioses.» ¡Sordos, oíd! ¡Ciegos, mirad y ved! ¿Quién está ciego, sino mi siervo? ¿y quién tan sordo como el mensajero a quien envío? (¿Quién es tan ciego como el enviado y tan sordo como el siervo de Yahveh?) Por más que has visto, no has hecho caso; mucho abrir las orejas, pero no has oído. Yahveh se interesa, por causa de su justicia, en engrandecer y dar lustre a la Ley. Pero es un pueblo saqueado y despojado, han sido atrapados en agujeros todos ellos, y en cárceles han sido encerrados. Se les despojaba y no había quien salvase; se les depedraba y nadie decía: «¡Devuelve!» ¿Quién de vosotros escuchará esto, atenderá y hará caso para el futuro? ¿Quién entregó al pillaje a Jacob, y a Israel a los saqueadores? ¿No ha sido Yahveh, contra quien

pecamos, rehusamos andar por sus caminos, y no escuchamos sus instrucciones? Vertió sobre él el ardor de su ira, y la violencia de la guerra le abrasó, por todos lados sin que se apercibiese, le consumió, sin que él reflexionase." Palabra de Dios Página | 17

Todos los textos consultados para realizar esta meditación, exegesis del capítulo 42 del Libro de Isaías no temen en atribuir sin disimulo ni discreción que de quien se habla es sin lugar a dudas de Jesús. No voy a tomarme el atrevimiento de contradecir a los expertos biblistas, exegetas de renombre y tampoco me voy a echar de enemiga a la tradición que asegura a un Isaías visionario por la gracia de Dios, que 600 años antes pudo ver a la “Kénosis” del Verbo de €ios en una “ruz” desconocida para el momento como lugar de Inmolación. Sin embargo, como ya he manifestado abiertamente en otros escritos, que la práctica del método científico me fascina no por el procedimiento como tal, sino por lo que subyace a la formulación de la hipótesis| “Y si esto que estoy dando como verdad irrefutable no

lo fuera, sino que…”

sa partecita del

método de las ciencias pragmáticas me fascina| “Y si… sino que…” Se parece a la materia de lo que está construida la esencia de lo humano: búsqueda, movimiento, nomadismo y peregrinar. Esto es válido para todos los ámbitos y dimensiones de la vida. Cuando nos detenemos, nos estacamos en una idea fija, dejamos que el ser pueda llegar a ser todo lo que es. Tranquilo si a la primera no lo agarras, sólo no te cierres y dale la oportunidad a Isaías que te lleve de la mano al Mesías.

Isaías te va a mostrar al Mesías; sí, si se trata de Jesús, pero no el que tú crees, ni el que tú crees, ni él que los evangelistas te muestras y la iglesia te ha adoctrinado a creer. Página | 18

Criterio de Interpretación: Dios es Dios más allá de lo que podamos decir, pensar, imaginar, asegurar, contener, en formulas, doctrinas, imágenes, dogmas, ideologías, concilios, magisterios. La esencia de Dios no la atrapan las palabras humanas, el las Revela a través de la Palabra que es su Verbo Encarnado.

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido.

Por tanto olvídate por un momento de todo lo que crees saber de Jesús| “Y si Jesús… sino que Jesús…” –¿Me explico?Isaías fue el primero en “desmitificar” la imagen del Mesías. Y no fue sino hasta que en la vivencia del amor

en

Cristo,

sostenida

por

las

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte.

primeras

comunidades cristianas, donde se hizo un re-lectura de los textos anteriores, específicamente de los proféticos donde se hiciera la transpolación de imágenes y se comprendiera que la Palabra por boca de Isaías era la Palabra por ellos vivida y creída: Mesías de Isaías – Mesías/Cristo Jesús de la

Muéveme, en fin, tu amor, y tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

predicación kerigmática de los apóstoles hecha vida en las comunidades y posteriormente convertida en Evangelio (escrito sinópticos). Isaías – Mateo – Isaías: Jesús Mesías

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

La mayor parte del Capítulo 42 consta de una profecía acerca de la venida del Mesías—tanto Su ministerio mortal como Su Segunda Venida. Anónimo

Isaías

Mateo

“Yo, Yahveh, te he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes, para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas”.

“Jesús les respondió: Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡dichoso aquel que no halle escándalo en mi”. Is 42,6-8 Mt 11,4-6 // Lc 7,18-28 Jesús como parte de su ministerio realizaba estos portentos, no porque fuera su intención mostrarse como taumaturgo (en todo caso “mistagogo” del Reino), sino porque la atención a los vulnerados era la expresión de la llegada del Reino de los cielos que en él estaba contemplada y contenida y su principal cualidad: trastocar el orden preestablecido: “los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos” (Mt 20,16) Jesús, sin embargo, conocedor de las tradiciones religiosas y culturales de su pueblo, también conoce esta Visión Mesiánica que históricamente paso solapada, puesto que, la expectativa era otra. Una expectativa que trató de ser cubierta por muchos antes y después de Cristo, sin resultados evidentes. El mismo Jesús, al final del versículo 6 expone abiertamente el escándalo que significa no alinearse a la “preconcepción” del Mesías esperado. Advertencia que también es válida para los destinatarios judeo-cristianos del Evangelio de Mateo. 1. Desmitificar: Disminuir o privar de atributos míticos a una persona o una cosa, poniendo en evidencia sus características reales. La liberación de los presos es una parte fundamental de la Expiación, la cual se lleva a cabo por medio del sacrificio infinito del Señor, referido al Mesías de Dios. Por tanto la liberación no se da en términos “políticos” como lo esperaban, ni la restauración se trata de una reminiscencia a la Monarquía Davídica de la época dorada de Israel{ }quí, el “Siervo de €ios” que proclama su inminencia venida liberta de la exclusión perpetua de la presencia de Dios a la que la humanidad está sometida. l Reino que el Mesías vine a instaurar no es un “stado” sino una “ondición Interior”{

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Leía una exégesis un tanto traída de los pelos donde el autor plateaba que el Padre susurraba al oído de Isaías los pormenores de la pasión de Cristo. Detalles que sólo un “vidente” hubiese podido especificar con Página | 20

el detalle con el que lo hace Isaías. ―Si Él (Jesús) no hubiera proveído la bendición de la resurrección para toda la familia humana vicariamente a través de Su propia vida, habríamos sido encarcelados para siempre, excluidos de la presencia de Dios y privados de la bendición más grande de Dios, la del progreso eterno.

Este planteamiento un poco exagerado no sólo se

Como parte de la restauración de los últimos días, el Señor devolvería las llaves del sacerdocio a la tierra a través de los mismos antiguos profetas que las poseyeron. Las llaves del sacerdocio son necesarias para que las ordenanzas de salvación puedan ser realizadas por los muertos que no recibieron tales ordenanzas durante sus vidas mortales.

pueblo que sale de Babilonia y tiene que emprender

De este modo, la salvación seria abierta para todos y lo presos, tanto los vivos como los muertos, serían rescatados de su prisión‖.

es “proyección” de lo que anhelan ser, y además, es

limita

a

plantearse

la

posibilidad

de

una

“revelación” privada del Padre, sino que pone al mismo Jesús –atemporal- a narrar los hechos que acontecerán en el tiempo que, ni el profeta conoce, pero si los escritores neo-testamentarios (como dijimos 600 años aproximadamente de diferencia). La intención de Isaías en el capítulo 42 es guiar al la difícil y ardua tarea de la reconstrucción, de la restauración y por ende la remisión es la consigna. Haber vivido en el destierro ha de dejar una huella imborrable de humillada en el corazón del “Resto de Israel”{ Por tanto, la figura del Siervo es una mirada introspectiva y no tanto futurista, a la esencia misma de lo que se va a levantar de ahí en adelante{ fectivamente el Siervo es “inspiración”, consuelo y esperanza. Así entendemos mejor cómo interactúan entre si el capítulo precedente -41- (que no tomamos con referente en nuestro Itinerario espiritual por estar estrechamente vinculado a este).

Isaías

Isaías

“He aquí mi siervo a quien yo sostengo, “Y tu Israel, siervo mío, Jacob, a quien mi elegido en quien se complace mi elegí, simiente de mi amigo Abrahám; alma. He puesto mi espíritu sobre él: que te así desde los cabos de la tierra, y dictará ley a las naciones. No vociferará desde lo más remoto te llamé y te dije: ni alzará el tono, y no hará oír en la calle “Siervo mío eres tú, te he escogido y no su voz. Caña quebrada no partirá, y te he rechazado. No temas, que contigo mecha mortecina no apagará... Yo, estoy yo; no receles, que yo soy tu Dios. Yahveh, te he llamado en justicia, te así Yo te he robustecido y te he ayudado y de la mano, te formé, y te he destinado a te tengo asido con mi diestra justiciera”. ser alianza del pueblo y luz de las gentes, para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas...” Is 42,1-9 Is 41,8-10 En estos versículos cruzados, el Siervo del que habla Isaías no es Jesús, sino el “Resto de Israel”, ese que va a emprender la reconstrucción, el pequeño rebaño que salió de Babilonia. La mayoría, ya instalados en Babilonia prefirieron quedarse que emprender “la flagelación del retorno”. Este resto del retorno será “El Siervo Sufriente”. 2. Contextualizar: Poner “algo” dentro de su debido “contexto”. Los escritores neotestamentarios hicieron una lectura cristocentrica de los libros

del

Antiguo

Testamento,

de

tal

manera

que

los

textos

veterotestamentarios prefiguran la presencia Salvífica del Verbo de Dios Encarnado, hecho hombre, muerto y Resucitado. No es extraño que encontremos referencias en los mismos escritos del Nuevo Testamento que sean utilizadas como prefiguraciones de lo que Jesús realizará como el Mesías del Señor, el Siervo de Dios, en el que el Padre tiene sus complacencias. “Bautizado Jesús, salió luego del agua y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco” (Mt 3,16-17)

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El Antiguo Testamento encuentra su plenitud en el Nuevo Testamento en la Persona de Jesucristo, el Mesías, el Siervo de Dios, el Hijo amado del Padre. A los escritores sagrados no les tembló el pulso en encontrar referencias y cumplimientos en uno y en otro. Es decir en la Palabra que para ellos era Divina y la Palabra anunciada por Cristo, atribuyéndole a esta el carácter de Página | 22 realización, de cumplimento, de plenitud y por tanto Divina como la en él encontraba un nueva y definitiva lectura.

Mateo

Isaías

“Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los curó a todos. y les mandó enérgicamente que no lo descubrieran; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías…”

“He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones. No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su voz. Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagadá. Lealmente hará justicia; no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el derecho, y su instrucción atenderán las islas” Mt 12,14-17 Is 41,1-3; Cf 1:17; 28:7; 40:14, 27; 59:8. En estos versículos cruzados, el Siervo del que habla Isaías no es Jesús, sino el “Resto de Israel”, ese que va a emprender la reconstrucción, el pequeño rebaño que salió de Babilonia. La mayoría, ya instalados en Babilonia prefirieron quedarse que emprender “la flagelación del retorno”. Este resto del retorno será “El Siervo Sufriente”. Contemplar: Observar con atención, interés y detenimiento una realidad, especialmente cuando es tranquila y placentera o cuando se hace con pasividad. Reflexionar serena, detenida, profunda e íntimamente sobre la divinidad, sus atributos y los misterios de la fe. l “Siervo de €ios” de Isaías fue para los scritores una paradoja veterotestamentaria

que

encajó

perfectamente

luego

de

la

ruptura

paradigmática que en la terminó resultando el Mesianismo del Verbo de Dios. Esto nos lleva de regreso al título de esta meditación| “Un Mesías anunciado{ Un Salvador Inesperado” y aquí se nos abren las puertas a la meditación…

Preguntas que pueden ayudar en tu meditación personal. Recordemos antes las tres pequeñas visitas que hicimos en esta segunda parada: Página | 23

Desmitificación Contextualización Contemplación

Teniendo esto presente en nuestra meditación es momento que te preguntes:

1.

¿Qué imagen del Mesías tengo yo?

2. ¿Qué tan importante para mí es esa imagen y qué representa para mi vida cotidiana?

Si la imagen que tengo del Mesías no tiene ninguna injerencia en mi vida cotidiana me pregunto entonces: ¿Por qué esta exclusión? ¿Y los tiempos fuertes de conversión: Adviento y Cuaresma, por qué no vivo una verdadera transformación interior? ¿No será momento de cambiar la “representación mental” que tengo del Mesías? ¿Por dónde comenzar? Desmitificar – Contextualizar – Contemplar – Reaprender Método profético-metanóico que se sustenta en Isaías y en el cántico “}llanar el amino al Señor” elaborado por el P{ Yerko Reyes ~{

Los

dos

últimos

metanóico”|

puntos

ontemplar

del y

método

“profético-

Reaprender,

pasan

necesariamente por la oración. Es decir, no va a haber contemplación sin oración y reaprendizaje que no sea consecuencia de la oración. Por tanto, en esta segunda parada del Itinerario Espiritual: De la mano de Isaías al Encuentro del Señor,

es

necesario

que

no

sólo

tengas

ratos

esporádicos de oración, sino que ya hayas intuido y si no lo has hecho, te lo sugerimos, momentos exclusivos de oración personal. Que la oración ocupe un espacio de relevancia en tu cronograma de actividades cotidianas. Esta oración no se intercambia ni sustituye la vida sacramental y el tiempo en “actividades de tipo religiosas y/o rituales”{

De cara al amor de Dios que ya ha salido a tu encuentro. Él que viene aun en camino y sin

Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Página | 24 Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi savia se me había vuelto un fruto seco. Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará. Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación. Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir, fijaré en ti mis ojos. No seáis irracionales como caballos y mulos, cuyo brío hay que domar con freno y brida; si no, no puedes acercarte.

embargo, ya te da muestras innegables de su amor por ti.

Enciende una segunda velita de color morado que acompañe a la primera en tu altar personal.

Los malvados sufren muchas penas; al que confía en el Señor, la misericordia lo rodea. Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo, los de corazón sincero. Salmo 31

Allanad, Allanad los caminos. Allanad, allanad los caminos, que viene el Señor. Pasará, pasará por tu lado sediento de amor. Allanad, allanad los caminos, que viene el Señor. Pasará, pasará por tu lado sediento de amor. Él camina con vosotros, no le conocéis, te acompaña en tu camino, vives tú con él. Es el pobre que se acerca buscando tu comprensión, es el triste que deambula sediento de paz y amor. Tú has de ser quien pondrá la sonrisa en su corazón, sembrarás una flor en su campo falto de Dios. Tú has de ser quien pondrá la sonrisa en su corazón, sembrarás una flor en su campo falto de Dios. Caminad, caminad los senderos que marca el Señor. Y quitad, y quitad las espinas de su corazón. Él te busca, él te llama, quiere tu lealtad, entre rejas, en las guerras, esperando está. Vive enfermo en las cabañas con hambre de luz y pan, es el rico de dinero que harto de todo está. Allanad y quitad los pedriscos que hay al andar, descansadle los pies al descalzo que andando va. Allanad y quitad los pedriscos que hay al andar, descansadle los pies al descalzo que andando va. Pd. Si el link no abre directo, copia y pega en tu navegador la siguiente dirección: https://www.youtube.com/watch?v=Zh0DG9db0E0

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Bibliografía Biblia de Jerusalén -

Breve introducción Católica por Luis Alonso Shöckel, S. J., Profesor de Página | 27 Teología Bíblica. Pontificio Instituto Bíblico, Roma. Breve Introducción Protestante por Alberto Soggin, Profesor de la Facultad Valdense de Teología, Roma. Breve introducción judía. Samuel Sandmel. Profesor de Biblia y Literatura Helenística. Hebrew Union College, Cincinnati, USA.

Fuente: La Sagrada Biblia, Edición Ecuménica, Versión Directa de los Textos Primitivos por Monseñor Dr. Juan Straubinger. Victor L. Ludlow, Isaiah: Prophet, Seer, and Poet [Isaías: Profeta, Vidente, y Poeta]: Deseret Book Company, Salt Lake City, Utah, 1982, pág. 349-356.