NIÑO DE LA RADIO
{ Toda generación tiene sus tótem, quizás ahora, al principio del siglo XXI sea Internet y en general desde el s.XX sean elementos relacionados con la Tecnología, fundamentalmente para los que nacimos después del llamado “Segundo Centenario” filatélicamente hablando. Entre estos elementos tecnológicos yo escogería emocionalmente la Radio por varios motivos si bien el más importante hace referencia a la frase Mi patria es mi Infancia. }
Para un niño de la España de final de los 50 y principios de los 60 la Radio era algo de “mayores” pero donde se decían cuentos después de las radionovelas. Muchos de los detalles de mi infancia, felicísima infancia, están marcados a fuego en mi memoria; la Radio, la ensaladilla rusa de los sábados, el chocolate con churros de los domingos, las largas temporadas de veraneo en un pueblo serrano; algunos paseos por el Rastro con mi padre o por el viejo puente de Mejorada. Todos ellos componían el microcosmos de mi niñez que ahora recuerdo y que inconscientemente trato de proyectar sobre mi hijo porque fue una etapa tan mágica que si él es capaz de vivirla, a su modo naturalmente, será un punto de referencia imborrable. Yo deseo lo mejor para quien más quiero. Recuerdo como si fuera ayer, la vuelta diaria de mi padre a casa, un poco antes de las diez de la noche, tras una agotadora jornada laboral como director de su Colegio, que había comenzado a eso de las 8 de la mañana. Cuando escuchábamos la llave, todos los hijos corríamos pasillo adelante; se trabada de llegar el primero a darle un beso. Confieso que yo el pequeño siempre competí en desventaja; era igual, al final nos besaba a todos, y cuando llegaba a mi no le dejaba y le besaba yo porque su fuerte barba de un día me pinchaba molestamente en mi delicada piel de niño y me resultaba ciertamente incómodo.......tan incómodo como a mi hijo que cada vez que yo le besaba estando sin afeitar, le producía cierta irritación en su piel que no le gustaba nada... ahora lo entiendo.... Nada más saludar a papá salía nuestra madre, perdida en la cocina preparando la cena y nos obligaba a dejarlo tranquilo. Después de cambiarse de ropa y ponerse las zapatillas de andar por casa, se acercaba hasta el cuarto de estar y se ponía a manipular el receptor de radio. Como yo era el benjamín pululaba por la casa mientras mis hermanos permanecían en sus habitaciones; era el momento de curiosear lo que hacía papá en el cuarto de estar antes de escuchar el Diario Hablado de Radio Nacional a las diez en punto de la noche. Quedaba pues poco tiempo desde la llegada forzosa de mi padre desde el trabajo y la llegada también forzosa del Diario Hablado desde el franquismo. Lo primero que hacía mi padre cuando sintonizaba la radio, con el codo izquierdo sobre el aparador de la rinconera, manipulaba el primer botón por la derecha, todavía me acuerdo...., y el cristal del visor adquiría una tonalidad rojiza, mientras el altavoz del superheterodino de seis válvulas que no transistor, comenzaba a emitir un molesto zumbido de fondo; mi padre pegaba literalmente la oreja a la tela del altavoz durante algunos minutos. Jamás entendí para qué hacia eso si la radio se oía muy bien con solo conectarla. Con el inexorable paso del tiempo, fallecido ya mi padre muchos años después, conseguí saber el origen de tan extraño rito repetido tozudamente a lo http://lascosasdegabi.blogspot.com.es/
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largo de mi infancia; trataba de sintonizar en otra banda de frecuencias (onda corta) las emisiones prohibidas por el imperante franquismo; me refiero a Radio Andorra, Radio Libertad y otras emisiones filocomunistas que no podían emitir en la banda normal AM . En España todavía el uso de FM (frecuencia modulada) no estaba extendido; al fin y al cabo mi padre perteneció en su juventud a la CNT y ya se sabe que la rogería se lleva en la sangre...nunca mejor dicho. Pero lo verdaderamente emocionante por ser entendible (a mí nunca me ha emocionado lo que no entiendo) era lo que venía después de ese rito: comenzaba la sintonía del Diario Hablado, con la célebre frase leída por el locutor David Cubedo : “Gloriosos Caídos por Dios y por España, Presentes, viva Franco, Arriba España” (sic.) . Y comenzaban las noticias, que no la información.
Aquí hay que hacer una aclaración a las jóvenes generaciones; para la mente de un niño pequeño un caído es un señor que cae ... que se cae por un barranco, por unas escaleras, en un descampado jugando al fútbol, en el colegio.... por lo tanto caerse por España era obvio, ¡ nadie salía fuera solo para caerse !; no entendía pues porqué había que tener presente a la gente que se caía; y lo más curioso es que en las iglesias de los pueblos había una lista con la gente –según yo- que se caía o se había caído en ese sitio. A tales personas les llamaban, lógicamente, Caídos; y así en el muro principal del Templo, ya fuera gótico, mudéjar, o románico figuraba la relación de los que hablaba la radio, casi siempre con el encabezado: Caídos por Dios y por España. Presente. He de admitir que los “por Dios” era más comprensible, pues yo lo asociaba a la frase que decía mi madre cada vez que, fruto de alguna de mis tropocientas travesuras diarias, acaba dando con los tiernos huesos en el suelo; mi madre decía en esos casos: “¡Vaya por Dios, has vuelto a caerte!”; Osea, que me caía por Dios – y por supuesto por España- y no por ser travieso. Por eso deduje que los señores de las listas de los pueblos, se habían hecho daño al caerse como yo y los ponían ahí para que los niños los tuviésemos “presente” y aprendiéramos a ser menos atolondrados..... afortunadamente, mi generación ya no conoció ni de lejos a los monstruos de la Guerra y la Post Guerra, por lo tanto no podíamos asociar nada de nuestro feliz entorno a semejantes Jinetes. //// En realidad, las noticias posteriores del pseudoinformativo Diario Hablado de Radio Nacional no me importaban nada porque sencillamente no las entendía pero como durante su emisión, más bien recite, estábamos cenando, hacían de música ambiental. La mayoría de los días los niños nos íbamos a dormir después de cenar, salvo dos días en los que nos quedábamos un poco más. Uno era cuando mi padre, taurino de pro, nos pedía silencio para escuchar a un tal Curro Meloja que hablaba de toros; me gustaba mucho oírle, porque cuando comenzaba su crónica , que por otro lado no me interesaba lo más mínimo, estábamos acabando de cenar y eso quería decir que en pocos minutos, duración de la crónica taurina, no íbamos a preparar para escuchar la radio en familia; sí, así como suena. Había que retirar la mesa y tomar cómodo asiento alrededor de la mesa-camilla con brasero eléctrico, porque después del “Curro”, venía Pepe Iglesias EL ZORRO. Era éste un humorista, creo que de origen chileno o argentino, que había creado multitud de personajes solo con la voz, incluso la sintonía del programa era silbada por él mismo, siendo el preludio de su actuación; quizá por http://lascosasdegabi.blogspot.com.es/
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eso me haya gustado silbar, cosa que hago no demasiado desafortunadamente. Nosotros ya cómodamente sentados en absoluto silencio comenzábamos a “ver” con la imaginación, vía “orejas”, el desfile de una colección interminable de divertidos personajes, a veces un tanto histriónicos, quizás el más divertido fuera el de “La abuela” , que siempre que tosía acaba diciendo eso de “Ay, si yo no fumara....” frase que como puede verse es de rabiosa actualidad, a tenor de la demonización incluyendo cepo y picota, del pernicioso vicio de fumar...(por cierto, lo de bombardear países, boicotear intercambios, asesinar a presuntos terroristas por si acaso provocando grandes daños colaterales, es, obviamente, al menos más políticamente correcto). Durante los siempre cortos minutos que duraba su actuación tanto niños como mayores nos sincronizábamos gracias a la magia de la radio, o a la Radio Mágica... no se sabe. Otra noche practicábamos también el mismo rito: La noche de GILA; lo mismo, Diario Hablado, calentitos junto al brasero y a disfrutar con el ingenio y la lucidez de un hombre especial, por eso he querido ver siempre en el humor más que una chispa de gracia un fondo de inteligencia y reflexión; solo lo seres inteligentes entienden el humor. Desde el oficio de la Informática, estoy convencido de que el I Robot de Assimov es posible aunque esté más cerca de la Ingeniería Genética que de la Ingeniería Informática, y que llegará un día en que, como en Black Runner, haya que someter a test a un individuo para distinguir los androides de los humanos; la verdad es que la prueba es bastante fácil: se les muestra un video de Tricicle, un mono de Mingote y un chiste de Gila. Si los entienden y se ríen son humanos, aunque no sean androides.*** ------------o A Matilde Conesa, Matilde Vilariño, Pedro Pablo Ayuso y en general a toda la Compañía de actores de Radio Madrid por construir teatro y personajes, solo con su voz o A Boby Deglané por hacer radio 'con otro acento' o A Cola-Cao por su himno -casi nacional- sobre el negrito del África Tropical o Al resto de anunciantes que salían en la 'guía comercial' y sostenían físicamente algo tan intangible como importante : la radio o A 'ama Rosa' porque entretenía a nuestras madres todas las tardes, toda la tarde, y así nosotros podíamos hacer las travesuras libremente, sin 'censuras' como Dios manda o Al loco de Luís del Olmo porque solo a un loco se le ocurre la peregrina idea con poco futuro de decir que los oyentes somos los 'Protas' de la radio.... o A José María Garcia por crear escuela en la radio cuando lo que mejor hace es escribir artículos y reportajes o A tantos periodistas como Iñaki Gabilondo que apostaron por la radio y que han usado ese nedio para informar de aquellas cosas que en otros medios escamoteaban GRACIAS
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