Parroquia de La Inmaculada
Campamento (Cádiz)
ORACIÓN COMUNITARIA (Domingo 1 de Adviento. Ciclo A)
INTRODUCCIÓN El tiempo litúrgico de Adviento nos prepara para la venida del Señor. Es un tiempo
sugestivo, que nos invita a despertar, a preparar y encender nuestras lámparas, a ponernos en camino. Tiempo ideal para cultivar la esperanza.
El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos
invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro. Esta es su triple finalidad: •
Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y
pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida. •
Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la presencia de Jesucristo en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
•
Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la majestad de su gloria. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.
CANTO: MARANATHA Maranatha, maranatha,
Ven, Señor Jesús. (bis)
Oración D 1 Adviento A D13
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MEDITACIÓN: PARA ENTRAR EN ORACIÓN •
Ya viene el Señor, ya está cerca, siempre está viniendo. Es Adviento y el Señor viene.
•
Cierra los ojos, toma una postura orante y con las palmas de las manos abiertas
hacia arriba di: «Ven, Señor Jesús». Repítelo interiormente hasta que sientas su presencia. •
Adviento es estar despierto, vigilante, pero para eso hay que reconocer que estamos dormidos y que hay muchas cosas de nuestra vida que tienen que despertar.
•
Hemos de despertar de nuestras esclavitudes, unas que conocemos y otras que ignoramos.
•
Observa lo que haces en este momento y date cuenta de cómo lo haces. Estás en oración y has invocado el nombre de Jesús para que venga a tu vida, para que despiertes a la verdadera vida, a la vida de Jesús.
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Observa tu respiración, deja que se haga más profunda y serena. Despierta al amor que Dios te tiene, siente su amor.
Despierta al perdón que Dios te ofrece. Dios Padre te perdona.
Despierta a una vida más profunda, una vida de oración. Ora siempre. Despierta al amor. Ama siempre.
Quédate siempre despierto, consciente de que el Señor se hace presente en cada instante de tu vida. Permanece despierto y ora.
SALMO 121, 1-9: “Vamos alegres a la casa del Señor” ¡Qué alegría cuando me dijeron, “Vamos a la casa del Señor”!
Ya están pisando nuestros pies, Tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén, está fundada,
Como ciudad, bien compacta, Y allá suben las tribus,
Oración D 1 Adviento A D13
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Las tribus del Señor. Qué alegría cuando me dijeron,... Desead la paz a Jerusalén:
“Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, en tus palacios seguridad.”
Qué alegría cuando me dijeron,... Por mis hermanos y compañeros, voy a decir:: “La paz contigo.”
Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.
Que alegría cuando me dijeron,...
CANTO: TE ESPERAMOS CON LOS BRAZOS ABIERTOS Te esperamos con los brazos abiertos; Te esperamos, no tardes, Señor.
Te esperamos confiando en tu palabra;
Preparándote el camino, te esperamos, Señor.
CUENTO PARA ORAR: LA SOMBRA DEL SANTO Érase una vez un hombre tan piadoso que hasta los ángeles se alegraban viéndolo.
Pero, a pesar de su enorme santidad, no tenía ni idea de que era un santo. Él se limitaba a cumplir sus humildes obligaciones, difundiendo en torno suyo la bondad de la misma manera que las flores difunden su fragancia o las lámparas su luz.
Su santidad consistía en que no tenía en cuenta el pasado de los demás, sino que
tomaba a todo el mundo tal como era en ese momento, fijándose, por encima de la apariencia de cada persona, en lo más profundo de su ser, donde todos eran inocentes y
honrados y demasiado ignorantes para saber lo que hacían. Por eso amaba y perdonaba a Oración D 1 Adviento A D13
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todo el mundo, y no pensaba que hubiera en él nada de extraordinario, porque era la consecuencia lógica de su manera de ver a la gente.
Un día le dijo un ángel: “Dios me ha enviado a ti. Pide lo que desees y te será
concedido. ¿Deseas, tal vez, tener el don de curar?” “No”, respondió el hombre. “Preferiría que fuera el propio Dios el que lo hiciera.”
“¿Quizá te gustaría devolver a los pecadores al camino recto?” “No”, respondió, “no
es para mí eso de conmover los corazones humanos. Eso es propio de los ángeles”. “¿Preferirías ser un modelo tal de virtud que suscitara en la gente el deseo de imitarte?” “No”, dijo el santo, “porque eso me convertiría en el centro de atención”.
“Entonces, ¿qué es lo que deseas?”, preguntó el ángel. “La gracia de Dios”,
respondió él. “Teniendo eso, no deseo tener nada más”. “No”, le dijo el ángel, “tienes que
pedir algún milagro; de lo contrario se te concederá cualquiera de ellos, no sé cual...” “Está
bien, si es así, pediré lo siguiente: deseo que se realice el bien a través de mí sin que yo me dé cuenta”.
De modo que se decretó que la sombra de aquel santo varón, estuviera dotada de
propiedades curativas. Y así, cayera donde cayera su sombra -y siempre que fuese a su espalda- los enfermos quedaban curados, el suelo se hacía fértil, las fuentes nacían a la vida, y recobraban la alegría los rostros de los agobiados por el peso de la existencia.
Pero el santo no se enteraba de ello, porque la atención de la gente se centraba de
tal modo en su sombra que se olvidaban de él; y de este modo se cumplió con creces su deseo de que se realizara el bien a través de él y se olvidaran de su persona.
(A. de Mello, La Oración de la Rana I, p 146-147)
SILENCIO CANTO : TODA LA TIERRA ESPERA AL SALVADOR Toda la tierra espera al Salvador,
Y el surco abierto, a la obra del Señor. Es el mundo que lucha por la libertad, Reclama justicia y busca la verdad.
MONICIÓN AL EVANGELIO
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Vigilar es sobre todo despertar de la inconsciencia. Vivimos el sueño de ser
cristianos cuando, en realidad, nuestros intereses, actitudes y estilo de vida a menudo no son los de Jesús.
Vigilar es también vivir atentos a la realidad. Escuchar los gemidos de los que sufren.
Sentir el amor de Dios a la vida. Vivir más atentos a su presencia misteriosa entre nosotros. Sin esta sensibilidad no es posible caminar tras los pasos de Jesús.
(Cf. J. A. Pagola, El camino abierto por Jesús: Mateo, p 261)
CANTO: ALELUYA Aleluya cantará quien perdió la esperanza y la tierra sonreirá. Aleluya
EVANGELIO Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en
tiempos de Noé. En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los
hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando
menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga
el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto,
estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que
abrieran un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis el Hijo del hombre.»
(Mateo 24, 37-44)
SILENCIO MONICIÓN A LAS PETICIONES Jesús lo repitió una y otra vez: “Estad siempre despiertos”. Le preocupaba que el
fuego inicial se apagara y sus seguidores se durmieran. Es el gran riesgo de los cristianos:
instalarnos cómodamente en nuestras creencias, “acostumbrarnos” al evangelio y vivir Oración D 1 Adviento A D13
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adormecidos.
Lo primero es siempre volver a Jesús y sintonizar con la experiencia primera que
desencadenó todo.
PETICIONES •
Te pedimos, Padre, que arraigues nuestra fe en la persona de Jesús, para que volvamos a nacer de su Espíritu, porque sólo Jesús nos puede conducir de nuevo a lo esencial.
Canto: Escucha, Señor, mi voz, óyeme.
Escucha, Señor, mi voz. Señor, ampárame.
•
Te pedimos, Jesús, que nos ayudes a imitarte, quitándonos de encima la indiferencia, la rutina y la pasividad que nos hace vivir dormidos.
•
Que el Espíritu Santo nos ayude a reavivar la experiencia de Dios en nuestra vida.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ORACIÓN FINAL: ADVIENTO, TIEMPO DE DIOS Adviento, ya siento que viene mi Señor,
vino pobre, está viniendo en el transcurso de los días, vendrá rico, todopoderoso y glorioso. Adviento, tiempo de espera,
tiempo de Dios, Él viene a nacer de nuevo
en lo profundo del alma, en la ternura del corazón. Adviento es estar vigilante,
como las vírgenes prudentes que esperaban a su Señor, con el aceite del Espíritu,
con las lámparas encendidas para dar a quien es la Luz.
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Adviento es ejercitar la paciencia como una música de Dios, la paciencia es una virtud para crecer en el amor, es virtud de los santos
que reflejan la santidad de Dios. Adviento tierra de la esperanza
porque lo imposible para los hombres
es posible para Dios, nacerá Cristo el Mesías, nacerá en mi interior.
(Lázaro Albar Marín, Los silbidos de Dios, pp 166-167)
CANTO A MARÍA: MAGNIFICAT Magnificat magnificat,
magnificat anima mea Dominum. Magnificat, magnificat, magnificat anima mea.
(Mi alma engrandece al Señor)
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