Parroquia de La Inmaculada

Campamento (Cádiz)

ORACIÓN COMUNITARIA (Domingo 1 de Cuaresma. Ciclo A)

INTRODUCCIÓN Estar vivo, ser creyente, significa caminar. Dios nos ha hecho caminantes. Peregrinos hacia la tierra prometida. La palabra creyente es sinónimo de caminante. Caminamos a través de los desiertos -de cuarenta días, de cuarenta años o de más- por caminos rocosos o llanos, por sendas de oscuridad o por rutas deslumbrantes de claridad. Las cenizas que el pasado miércoles recibimos, es la marca de los caminantes, es decir, de todos nosotros, que a través del pecado marchamos hacia la luz. Anhelo Bajo el polvo de las cenizas reposa la imagen de Dios. Ha llegado el tiempo de devolverle su brillo y lozanía. ¡Feliz Cuaresma! (Charles Singer, Tierras, p 63)

CANTO: BUSCA EL SILENCIO Busca el silencio, ten alerta el corazón, calla y contempla.

PARA ORAR EN CUARESMA •

Para orar en Cuaresma has de tener el deseo de conversión. En Cuaresma la oración y la conversión van de la mano. Deja que tu oración brote del silencio.

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Toma una postura orante, cierra los ojos y disponte a entrar en tu silencio interior.

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Que en este momento tu corazón se haga orante, lugar de interioridad para que el Espíritu encienda el deseo de conversión, sobre todo la conversión al amor.

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Tu cuerpo relajado, en calma, sin tensiones. Todo tu cuerpo silencioso, sin tensiones. Concéntrate donde haya alguna tensión y deja que esa tensión se diluya al enviar el amor que brota en la fuente de tu corazón.

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Ahora silencia tus sentimientos negativos. Que sólo nazcan en ti sentimientos de paz, de alegría, de perdón, todo revestido de amor.

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Y en tu mente ningún pensamiento, sólo a Cristo y él crucificado, crucificado de amor y amor por ti. Jesús se dejó crucificar por ti. Ese amor de Jesús en la cruz te ha de llenar de paz.

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Encuentra la paz en la cruz, en tu cruz. Y en la cruz la paz del amor. Amor a Dios y amor a todos.

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Tras el amor de la cruz está la luz de la aurora que todo lo resucita, las flores recuperan su color, los pájaros alaban con su canto al Dios de la vida.

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Quédate en silencio, amando y escuchando en silencio; no dejes de amar.

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Deja que esta oración sea oración y no otra cosa. Sea tu oración incienso agradable a Dios.

SALMO 50, 3-4.5-6a.12-14.17 MISERICORDIA, SEÑOR: HEMOS PECADO Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad, por tu gran corazón, borra mi falta. Que mi alma quede limpia de malicia, purifícame de mi pecado. Pues mi falta yo bien la conozco y mi pecado está siempre ante mí; contra ti, contra ti sólo pequé. Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu. Oración D 1 Cuaresma A M14

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No me rechaces lejos de tu rostro ni me retires tu espíritu santo. Dame tu salvación que regocija, y que un espíritu noble me dé fuerza. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza.

CANTO: SEÑOR JESÚS Señor Jesús, enséñanos a ver, Señor Jesús, enséñanos a entrar, adentro, donde nace la luz, donde crece el amor, donde nos esperas Tú.

CUENTO PARA ORAR: LOS NÁUFRAGOS SEDIENTOS El barco naufragó, pero, afortunadamente, sus cinco tripulantes lograron sobrevivir agarrándose al pequeño bote. Durante largos días anduvieron a la deriva hambrientos y, sobre todo, angustiados por una horrible sed. Cuando, finalmente, llegaron a una playa desconocida, se arrastraron enfebrecidos hacia un grupo de humildes pescadores. -Agua, agua por piedad. Nos morimos de sed... Un pescador se acercó al mar, llenó un recipiente de agua, y amablemente se lo ofreció a los desesperados náufragos. Ellos, naturalmente, rechazaron enojados lo que les pareció una burla cruel. -Bebed con confianza- replicó el pescador- este punto de la costa coincide con la desembocadura del Gran Río. Hay agua dulce hasta tres kilómetros mar adentro. Los náufragos sedientos habían navegado sin saberlo, sobre un mar de deliciosa agua potable. “En Dios nos movemos, existimos y somos”. (He 17,28). Lástima que a veces no nos demos cuenta. (José Mª Lorca, Deja que te hable el mar, p 75)

SILENCIO

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CANTO: EL SEÑOR ES NUESTRA FUERZA El Señor es nuestra fuerza, el Señor es nuestra paz, El nos da la salvación: en El confío y nada temo, en El confío y nada temo.

MONICIÓN AL EVANGELIO Los cristianos de la primera generación se interesaron muy pronto por “las tentaciones” de Jesús. No querían obligar el tipo de conflictos y luchas que tuvo que superar para mantenerse fiel a Dios. Les ayudaba a no desviarse de su única tarea: construir un mundo más humano siguiendo los pasos de Jesús. El relato de este pasaje es sobrecogedor. En el “desierto” se puede escuchar la voz de Dios, pero se puede sentir también la atracción de fuerzas oscuras que nos alejan de él.

CANTO: TU PALABRA Tu palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu palabra es eterna. En ella esperaré. Dichoso el que con vida intachable camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.

EVANGELIO Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. Pero Él le contestó, diciendo: «Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’». Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice:«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: ‘Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no Oración D 1 Cuaresma A M14

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tropiece con las piedras’». Jesús le dijo:«También está escrito: ‘No tentarás al Señor, tu Dios’». Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor, tu Dios, adorarás y a Él sólo darás culto’». Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le sirvieron. (Mt 4,1-11)

SILENCIO ADORACIÓN DE LA CRUZ Es el momento de acercarnos a la cruz y depositar en Jesús Crucificado todo lo que nos agobia y preocupa. Podemos arrodillarnos ante la cruz y apoyar la frente sobre ella. Y al retirarnos besamos la cruz. Podemos acercarnos tres o cuatro personas al mismo tiempo a la cruz cantando:

ADORAMUS TE CHRISTE Adoramus te Christe benedicimus tibi, quia per crucem tuam redemisti mundum, quia per crucem tuam redemisti mundum. (Te adoramos, oh Cristo, te bendecimos pues por tu cruz salvaste al mundo)

ADORAMUS TE U, U, U, Adoramus te Domine. U, U, U, Adoramus te Domine.

TÚ NOS AMAS Tú nos amas. Tú nos amas.

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MONICIÓN A LAS PETICIONES La Cuaresma nos ofrece a todos la posibilidad de volvernos más hombres. Cada año se nos invita a desarrollarnos más como seres humanos, a vivir más el amor en los gestos de cada día, a compartir nuestra vida con los hermanos. Es tiempo de celebrar la Presencia de Dios en nosotros y en nuestra Comunidad y tiempo de no sólo leer el Evangelio sino de ponerlo en práctica en nuestra vida diaria. Es importante que aprendamos a decir NO, como Jesús lo hace en el evangelio de hoy. Hay que resistirse para crecer. Canto: Escucha, Señor, mi voz, óyeme. Escucha, Señor, mi voz. Señor, ampárame.

PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA

ORACIÓN: CUARENTA DÍAS Cuarenta días... Cuarenta días para hacer una selección, para quitarnos el lastre de todo lo que es inútil, como cuando hay que atravesar un desierto y no podemos quedarnos atrás; cuarenta días para no seguir conformándonos con el “justo lo necesario”, para salir de los mínimos indispensables; cuarenta días para educar el corazón y para amar, para aprender a amar de una manera nueva, al estilo de los primeros días; para educar el espíritu, liberarlo de sus obsesiones, de sus ideas preconcebidas y abrirlo a la novedad; cuarenta días para caminar a otro ritmo, para cambiar de estilo, para limpiar la casa para purificarse; cuarenta días Oración D 1 Cuaresma A M14

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para mirar a los otros, para mirar a Dios, para escuchar la Palabra de Cristo y dejarle hacer su obra de restauración en el secreto de nuestros deseos. Cuarenta días para ser transfigurado cuarenta días para crecer con el Evangelio, cuarenta días para aprender a vivir. (Charles Singer, Tierras, p 63)

CANTO A MARÍA: AQUÍ ESTÁ LA ESCLAVA DE DIOS Aquí está la esclava de Dios, aquí está la esclava del Señor.

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