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Hay dos estrategias frente a un problema de miedo a ruidos fuertes: las terapias curativas y las paliativas, en las curativas nuestro objetivo es erradicar la respuesta de miedo en el perro y que deje de asustarse de los petardos y/o las tormentas.

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Para conseguirlo se aplican técnicas de desensibilización en las que se utilizan grabaciones de los sonidos que le producen aversión. Esto es un proceso que puede ser largo y complejo, y por desgracia no siempre se consigue lograr que nuestro amigo deje de responder con fobia a esos estímulos.

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En general, el éxito de estos programas de habituación es muy variable y depende –entre otras cosas- de la fidelidad con que pueda recrearse el estímulo que desencadena la fobia. Con frecuencia los perros no identifican el sonido de la grabación como real, así que funciona mejor si usamos equipos de sonido de alta calidad y los situamos en una ventana, de forma que el ruido parezca venir del exterior de la casa. En cualquier caso, de todos los elementos de la configuración de estímulos que constituyen la tormenta o los petardos, únicamente podemos intentar controlar el sonoro, y esto limita el éxito de esta estrategia.

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Por otro lado, conviene señalar que durante el periodo de duración del protocolo debe evitarse en la medida de lo posible la exposición al estímulo real desencadenante de la fobia, por tanto se recomienda iniciar este programa en periodos del año en los que no se prevean eventos desagradables para el perro, como grandes tormentas o fiestas con petardos o pirotecnia.

Terapia curativa de la fobia geacat.org

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