Esta traducción fue realizada en el foro Midnight Dreams sin fines de lucro, por lo cual no tiene costo alguno. Es una traducción hecha por fans para fans. Si el libro logra llegar a tu país, te animamos a adquirirlo. No olvides que también puedes apoyar a la autora siguiéndola en sus redes sociales, recomendándola a tus amigos, promocionando sus libros e incluso haciendo una reseña en tu blog o foro. Esperamos disfruten la historia. Atte. Midnight Dreams

Mariela

Carilo Juliette

LittleCatNorth

Kortega14

Mariela

Mariela

Candy20

Mariela

Carilo

Pagan

Catesca

PauNat

Juliette

Mariela

Juliette

Sinopsis Capítulo 1: Lena Capítulo 2: Dax Capítulo 3: Lena Capítulo 4: Dax Capítulo 5: Lena Capítulo 6: Dax Capítulo 7: Lena Capítulo 8: Dax Capítulo 9: Lena Capítulo 10: Dax Capítulo 11: Lena Capítulo 12: Dax Capítulo 13: Lena Capítulo 14: Dax Capítulo 15: Lena Capítulo 16: Dax Capítulo 17: Lena Epílogo

Lena Mayes terminó con el amor. Después de encontrar a su marido; el amor de su vida y el hombre con quien pensó pasar el resto de la eternidad, en la cama con su mucho más joven secretaria, ella se cierra ante la idea de volver a amar. Dax Tice está finalmente libre del exigente mundo de la universidad. Está listo para encontrar su nuevo camino de vida cuando conoce a la mejor amiga de su tía, que necesita una pequeña ayuda. Dax se inscribe felizmente para el trabajo, pero no está preparado cuando finalmente se encuentra con Lena una mañana desastrosa. ¿Qué es la edad cuando se trata de amor? ¿Serías capaz de olvidar un número por una noche de pasión pura, incluso si sabes que no es correcto? Lena está a punto de averiguarlo, excepto que no tiene idea que en lo que está a punto de embarcarse no es sólo un viaje prohibido de lujuria, sino un viaje de nuevos descubrimientos que puede llevarla a su felices para siempre. ** Esta es una historia dulce y sexy que nos dará la esperanza de que hay alguien especial por ahí para todos. Si estás buscando una novela HEA picante pero recubierta de azúcar, entonces su búsqueda ha terminado. ¡Disfruta!**

Traducido por Mariela Corregido por Catesca

—Lena, ha pasado casi un año. Necesitas salir y ponerte de nuevo en el mercado. Odiaría tener que comprarte un plumero para tu cumpleaños. Miré por encima del borde de mis anteojos de marco negro a mi mejor amiga y le dirigí una mirada igualmente molesta. Sin embargo por muy dura que fuera, normalmente tenía razón. —¿Un plumero? ¿Quiero saber siquiera? Krista rio, su risa contagiosa y lanzó sus ojos hacia el lugar donde mis piernas estaban cruzadas. —Ya sabes, ¿telarañas? —¡Krista! —grité y me acerqué para empujarle el hombro—. ¡Cállate! ¿Telarañas? Tengo mucha acción, muchas gracias. Ella rodó los ojos y tomó un sorbo de su Bloody Mary que acababa de hacer. —Bob no cuenta. Necesitas un hombre de verdad, que te saque de tu depresión. Te amo, pero alguien tiene que motivarte o nunca pasará. Tu vibrador sólo va tan lejos en la vida. Sintiendo la mezcla picante de tomate y vodka golpeando la parte posterior de mi garganta no amortigua sus palabras. Ella tenía razón. Tenía cien por ciento razón. —Odio cuando te digo esto en voz alta, pero tienes un punto. Ha pasado un año desde que Jared se fue, así que supongo que necesito regresar allí. Jódeme, estoy lista. A pesar de que había pasado un año desde que mi amoroso ex marido salió por nuestra puerta, sentí que sólo fue ayer. Cuando me miró con una pizca de pesar, había tomado más que nuestro perro, Rusty. Había tomado un gran pedazo de mi corazón y mi auto-respeto. Juré ese día que nunca me entregaría completamente a

otro hombre. Que nunca cometería el mismo error dos veces. Le había dado a Jared todo de mí, cada jodido pedazo. ¿Y qué hizo? Lo tiró todo, ¿y para qué? Nada. Una nadie. Me hizo pensar en ese dicho sobre los limones y la limonada. Cuando la vida te da limones, aplástalos. No sirve de nada hacer una jodida limonada. —Deja de pensar en él —advirtió Krista en un tono agudo. Ella siempre se vuelve un poco perra cuando hay bebidas involucradas. —No lo hago —mentí, y acabé el resto de mi bebida. Colocando mi vaso sobre la mesa a mi lado, miré por encima de la barandilla hacia mi patio trasero y al menos estaba agradecida de haber conseguido nuestra casa. No es que yo necesitara algo que fuera tan grande, con mi vida sola y todo, pero también sabía cuánto amaba Jared aquí. Me dio un poco de satisfacción sabiendo que yo tengo algo que en realidad significa mucho para él. —Eres una mentirosa horrible —dijo con una sonrisa y se acercó a mi vaso vacío—. ¿Quieres otro? —Síp —le dije rápidamente, y me recosté en mi silla de descanso al aire libre, empujando mis gafas de sol de nuevo en su lugar—. ¿Mencioné que me encanta el verano? Krista y yo éramos profesoras en una escuela secundaria local en nuestra pequeña ciudad de Massachusetts. Las vacaciones de verano habían comenzado, y Bloodies eran nuestro ritual en nuestra temporada de vacaciones. —Los veranos son los mejores —dijo con un guiño, y fue a recargar nuestro almuerzo líquido. Habían pasado semanas desde que pensé en Jared, y meses desde que nos comunicamos. Cerrando los ojos y tomando un pequeño viaje hacia atrás en mi memoria, pronto imaginé la primera vez que me vio en la escuela secundaria. Era el chico nuevo de quien todos hablaban, y yo era la tímida estudiante de segundo año que atrapaba su atención. Él me arrastró en su torbellino reluciente, y pronto yo era suya y él era mío. Estuvimos juntos por más de doce años, casados por cinco años, cuando lo sorprendí haciendo lo impensable. —Len, pensé que había dicho que dejaras de pensar en él. Gruñendo bajo mi respiración, le di las gracias por mi bebida y tomé un largo sorbo. —Sé que sigues diciendo que lo superaré, pero mierda, Krista, es todo lo que he conocido. Fue mi primero para todo, y sólo lo imaginaba a él en mi futuro. No sé cómo estar con otro tipo; simplemente no sé cómo lo haré.

Krista se ríe de mí y se sienta en la silla a mi lado. —Oh, lo harás bien, y entonces descubrirás que la polla de Jared no era mágica. Que hay otros por ahí con los que puedes comparar o vencer a su gran y viejo pene. No pude evitarlo y me reí con ella. —No debería haberte contado ninguno de esos detalles privados. —Probablemente no, pero para eso están las mejores amigas. La cuestión es que me alegro de no tener que saber más acerca de su pene perfecto, porque estaba a punto de hacerte callar sobre esa mierda. Rodé mis ojos y me incliné hacia atrás mientras absorbía el glorioso sol. —Sí, bueno. Está poniendo ese perfecto pene, Dios sabe dónde, así que ya no me sirve de mucho. Esperando el habitual regreso ingenioso de Krista, su silencio me quitó la guardia, y supe que había algo. —¿Qué, ninguna respuesta? Un rápido encogimiento de hombros fue todo lo que recibí a cambio, y estaba segura de que ella estaba escondiéndome algo. Me senté en mi sillón y tiré mis gafas de sol hasta la punta de mi nariz. La fulminé con la mirada y mentalmente la regañé. —Maldita sea, Krista. Sólo dime. Un suspiro largo y fuerte abandonó su boca, y entonces ella finalmente se sentó derecha y puso su bebida en mi pequeña mesa de cristal. —Bien, pero realmente quería esperar hasta que oyera toda la historia. —¿La historia entera de qué? Si sabes algo sobre Jared, necesitas decírmelo. No quiero oír algo de un total extraño, lo sabes. Tenderme las manos fue su manera de decirme que quería que yo las sostuviera. Krista era nuestra consejera de la escuela, y a veces su mierda psicológica era ridícula, pero en ese momento no me importaba. —Dame tus manos, y simplemente relájate cuando me escuches, ¿de acuerdo? —Lo que sea, sólo sácalo fuera. Ella rodó los ojos, agarró mis pequeñas manos en las de ella y las apretó fuertemente. —He oído a través de rumores que Jared está viendo a alguien. Alguien nuevo, que no es su secretaria. Bueno, yo sabía que este día iba a venir, cuando mi ex encontrara a alguien más, alguien que no era sólo un buen pedazo de culo con grandes tetas. Alguien con quien él querría establecerse de nuevo, hasta que se cansará de esa relación monótona también. —De acuerdo —dije, y fijé los ojos en su rostro.

—Es Shelly. —¿Shelly? ¿Cómo mi peluquera, Shelly? Su asentimiento rápido no ayudó a mi comprensión ni un poco, y pronto estaba lanzando sus manos sobre su regazo y saltando para dar un paseo alrededor de mi gran terraza. —¿Shelly? ¡Mierda! ¡Ahora ni siquiera puedo ir con ella para que me arregle mi cabello! ¡Qué jodida mierda! Primero arruina nuestro matrimonio y luego empieza a dormir con la única gran estilista de la ciudad. ¡Que se joda, lo voy a matar! Podía decir que Krista estaba tratando de no reír, pero este era un momento serio. Cuando se encuentra una estilista que conecta con tu alma, es imposible de reemplazar. Realmente iba a matar al hijo de puta. —Tranquila, Rambo. Sabes que no durará. ¿Qué edad tiene Shelly? ¿Veintitrés? Claro, ella es una maga con el cabello, pero no es a largo plazo. Sólo está pasando por una cosa, y luego será miserable por el resto de su vida como queremos que sea. Me acerqué a la barandilla de mi terraza y miré mi gran patio trasero. Jared fue el que siempre hizo todo el mantenimiento en nuestro patio y fue el que mantuvo nuestra casa viéndose increíble. También era uno de los mejores contratistas de la ciudad, haciendo mucho más que triplicar mi sueldo. Claro, había conseguido la casa, pero para mantenerla honestamente era imposible. Lo que hizo mi estado de ánimo de mierda incluso más mierda. —En realidad tiene veintidós años, y él puede estar divirtiéndose, pero sigue siendo ridículo. ¿Qué en el mundo tienen incluso en común, además de probablemente gustarle el joven sexo salvaje? ¡Ugh! —dije con frustración y puse mi cabeza en mi barandilla. Pronto, una mano suave frotaba pequeños círculos en mi espalda, y por alguna razón me hizo sentir un poco mejor. —No es raro tener una relación de rebote con alguien más joven. De hecho, te trae de vuelta a tu propia juventud para que puedas superar la crisis que estás atravesando. Me di la vuelta y abracé a mi mejor amiga. —En este momento estoy feliz que seas una consejera, pero estoy cansada de hablar de esto. Krista se echó a reír y me apretó más fuerte. —Entonces, ¿estás lista para salir y conocer a alguien? —Supongo, pero en serio tengo que hacer algo acerca de mi patio. Ya no puedo mirarlo —dije con la voz más convincente que pude reunir, pero sabía que podía oír mi vacilación en ella.

Krista me rodeó la cintura con el brazo. —No iba a decir nada, pero parece un desastre. ¿Por qué no contratas a alguien? —Porque eso probablemente cuesta mucho, y no quiero llamar a Jared para pedirle más dinero. Es bastante embarazoso recibir un cheque mensual de pensión alimenticia. —Tengo a alguien en mente para ayudarte con tu trabajo, pero tendrás que estar de acuerdo, ¿sí? Ah, y también tengo la solución perfecta para encontrar un nuevo hombre. Noche de solteros. Esta noche. —Nos miramos la una a la otra mientras ella movía sus cejas. Quería gemir, decirle que no, pero estaba tratando de ayudar. —De acuerdo — dije en un susurro. —Espera, ¿qué acabas de decir? Volví la cabeza y grité—: ¡De acuerdo! Ambas nos reímos y Krista me sonrió. —Eso es más parecido. Ahora, vamos a encontrar algo increíble para usar en tu armario.

Traducido por Mariela Corregido por Catesca

—Amigo, estoy tan contento de que estés de vuelta en el pueblo para el verano. Tuvimos algunos momentos bastante asesinos en la universidad. Rodé mis ojos ante mi viejo amigo Dillion porque sabía cuán difícil iba a ser reemplazar mi antigua reputación. —Sí, bueno, ya no soy muy fiestero. De hecho maduré, Dildo1. Un rápido golpe en mi brazo me dejó saber que él todavía apreciaba su apodo que lo siguió a través de la escuela. —Jodidamente cállate. Vamos a ir de fiesta, y vamos a conseguir tantos culos que no vamos siquiera a saber que hacer con nosotros mismos. ¿Será Tiffany esta noche, o Char? Mierda, voy a ser tan sonsacado este verano. —Cierto, bueno, a diferencia de algunos bebés con fondos fiduciarios, yo de hecho tengo que trabajar este verano. Dillion se burló de mí y caminamos a su refrigerador a agarrar una cerveza. — Lo que sea, hombre. Tienes la vida tan resuelta que nunca tendrás que trabajar otro día si no quieres hacerlo. Bebé con fondo fiduciario mi culo. Mi herencia no tiene nada que ver con la tuya, y lo sabes. —Dillion movió la cerveza que estaba sosteniendo y asintió mientras yo agarraba una Bud de su mano. Cada palabra que decía era cierta, pero lo que él no sabía era que no quería un centavo de mierda que dejó mi padre. Si pudieras llamarlo así. Un hombre que dejó a su esposa y a su niño pequeño para perseguir sus sueños en la gran ciudad no era exactamente a quien llamaría padre del año. Claro, había tenido un gran éxito en la industria de bienes raíces, pero cuando su muerte prematura ocurrió hace seis 1

Dildo - En inglés puede significar consolador o vibrador, juguete sexual.

meses, nunca, en un millón de años, hubiese imaginado que recibiría una carta diciendo que me dejaba todo. Todo, incluyendo su apartamento de lujo y su negocio floreciente en Nueva York. El problema era que no lo quería. —Lo que sea. Ese dinero no es mío, y no he tocado un centavo. He estado veintidós años por mi cuenta, y no necesito su ayuda ahora. Tomando un trago rápido de mi cerveza, me di cuenta de cuánto necesitaba esto. —Sólo estoy diciendo, hermano, es mucho dinero. Podrías usarlo para ayudar a empezar tu sueño, hombre. Nunca has dejado de hablar sobre mudarte a la ciudad y comenzar tu propio hotel de lujo. Haz eso, ¿sabes? Usa ese dinero para hacer algo que realmente quieres. Si hay algo, el imbécil debería por lo menos darte eso. Dildo tenía un punto, pero no estaba listo para escucharlo todavía. —Lo que sea. Nos pondremos al día más tarde, pero ahora mismo tengo que ir a la casa de mi tía y saludar. Ha estado llamando a mi teléfono como loca. Te alcanzaré más tarde. —Correcto. Tu tía siempre fue una chica increíble. Salúdala de mi parte. —Él movió sus cejas, lo que sólo le valió un duro golpe en el brazo—. Bien, está bien. Mierda, hombre, eso duele —dijo mientras se frotaba el brazo. Al salir del garaje de Dillion, un sentimiento de añoranza me embargaba por mi pequeña ciudad natal. No regresé a este pueblo somnoliento por casi diez años, pero extrañaba todas las aventuras que había tenido cuando era un niño. Dillion y yo en realidad asistimos a la misma universidad por algunos años, hasta que se transfirió porque no podía equilibrar las fiestas y pasar sus clases. También me hizo extrañar a mi madre, que había fallecido demasiado joven, pero sabía que ella estaba en un lugar mejor. Si hay una cosa por la que un niño no debe pasar, es ver a su madre morir lentamente de cáncer. Esa es otra razón por la que no quería un centavo de mi padre. No estaba seguro si él supo que mi mamá estaba enferma, pero nunca escuchamos una palabra de él. Sólo recibimos un cheque mensual que apenas alcanzaba para llegar a fin de mes. Así que después de averiguar que le había ido en grande en Nueva York, me sentí enfermo sólo con pensar en usar su dinero para mí. Pude haber llevado a mi mamá, para encontrar mejores tratamientos o para ponerla más cómoda. Que se joda él y sus millones de dólares. Para el momento que llegué a casa de mi tía, estaba un poco malhumorado por pensar en mi padre. Mi tía Krista era la hermana menor de mi mamá, y si no fuera por ella, nunca habríamos sobrevivido al infierno por el que pasamos cuando era niño. Era demasiado joven para asumir la responsabilidad de casi un adolescente

después de que mi madre falleciera, así que fui enviado a vivir con mi tío en Carolina del Norte. Él es un gran hombre e hizo todo lo posible para asegurarse de que viviera la vida que mi madre hubiera querido para mí, pero no fue fácil superar el hecho de que ni siquiera quería ir a vivir con mi propio padre. No que él se hubiera ofrecido, por supuesto, incluso si lo hubiera hecho, simplemente le habría dicho que se fuera a la mierda. Después de que llamara a la puerta de su casa unas cuantas veces, mi tía Krista abrió la puerta y de un tirón me abrazó muy fuerte. —¡Dax! ¡Dios mío, estás aquí! Déjame verte, cariño. Krista era el tipo de tía que todos los niños querían. Ella no era sólo una perra, también era tan fácil hablar con ella que me había encontrado llamándola sobre cada tema adolescente que había enfrentado. A pesar de que nunca volví a visitarla, ella estuvo presente en cada evento importante en mi vida. —Hola, tía Krista —dije con una sonrisa y retrocedí mientras ella me evaluaba. —Sé que te vi hace unas semanas en la graduación, pero te ves tan grande. ¿Qué le pasó a mi sobrino? Riendo, entré y me dirigí a su sala de estar. —Es genial verte, también. ¿Dónde está todo el mundo? —le pregunté mientras miraba a mí alrededor, esperando ver a mis dos jóvenes primos corriendo por sus escaleras para saludarme en cualquier momento. Brett y Brock eran los niñitos más lindos que había visto. Los gemelos parecían un montón de trabajo, pero estar en el otro lado era el escenario perfecto. —Los gemelos ya están con el tío Gary. Están teniendo un día de chicos o algo a lo que las chicas no fuimos invitadas. No sabía que estarías aquí tan temprano, o los hubiera hecho quedarse. —Estoy seguro de que están teniendo una explosión. El día de los chicos es lo mejor —dije con un guiño y me senté en uno de sus asientos del sofá de dos plazas que estaba situado justo al lado de una enorme ventana. —¿Té? —preguntó ella y se acercó a su cocina, que estaba justo al otro lado de su sala de estar. —Eso suena genial, gracias, tía K. —Sonreí y miré a mi alrededor a todas las fotos de la familia que estaban colgando en su pared. Krista tenía sólo veinte años cuando mi madre falleció, sólo una joven universitaria, unos pocos años más joven de lo que yo era ahora. Ella me quería, quería criarme como su propio hijo, pero incluso a la edad de doce años supe que no estaba preparada para ese tipo de responsabilidad. Mi tío, sin embargo, era el hijo mayor, y aunque nunca se estableció, fue un gran modelo para mí.

Mi tía caminó con dos tazas en la mano, me entregó una y se sentó a mi lado. —Dax, me alegro de que hayas vuelto para el verano. Tío Gary tiene su alquiler todo listo para ti, y él dijo que puedes mover tus cosas esta tarde. Él debería estar de vuelta a las tres y te ayudará con todo lo que necesites. —Eso suena genial. Muchas gracias. Siento que esto es lo que necesito para averiguar qué voy a hacer con mi vida. —Sabía que podría haber regresado a Carolina del Norte con mi tío, pero por alguna razón, las súplicas de Krista para que pasara el tiempo de verano con ella y su familia sonaban bien. Krista se acercó y me apartó un mechón de cabello oscuro de mis ojos. —Estoy tan feliz de que te vaya bien. Estoy muy orgullosa de ti, Dax. Gary y yo lo estamos, y tú sabes que los chicos te idolatran. Has pasado por más en tu vida que la mayoría de los adultos. Tomé un trago de su té y dejé que sus comentarios penetraran. —Gracias, pero siento que tengo mucho más que hacer y aprender. Realmente aprecio que el tío Gary me deje trabajar para él este verano. —Ah, nos estás haciendo un favor. No es de los que deja a nadie hacer su trabajo por él, por lo que tener algo de ayuda extra este verano será fantástico. Acabamos de comprar algunas propiedades más de alquiler, así que tendrás tus manos llenas tomando el cuidado de los jardines y el mantenimiento. —Suena como un buen trabajo de verano —dije mientras ponía mi té a un lado—. ¿Entonces soy un poco como tu jardinero? Si necesito ayudar en el aspecto comercial, me encantaría aprender algunas cosas allí también —dije mientras acariciaba mi brazo. Sabía que tenía algo más que decir—. ¿Qué es? Cerró los ojos y los volvió a abrir, mirándome directamente. Tengo un gran favor que pedirte. Mira, tengo a esta gran amiga, Lena, y ella está pasando por un momento muy difícil. Su marido la dejó porque no podía mantenerlo en sus pantalones, pero ese no es el punto. Eso me hizo levantar una de mis cejas, y no pude evitar divertirme con mi tía. —¿Bueno? Entonces, ¿qué quieres que haga? —Sólo pequeñas cosas alrededor de su casa. Cortar su césped, asegurarte de que las cosas están funcionando bien. Vamos a añadir un poco más en tu salario, pero esto es más un favor que te estoy pidiendo. Ella nunca me dejaría hacer esto si supiera que estoy pagando la cuenta, y ella terminaría pagándote también. —Siento que hay más en esta historia —dije con un poco de tono sarcástico. —¿Recuerdas cuando traje mi coche nuevo para mostrarte lo increíble que era?

Puse mi mano sobre mi cara y lentamente la bajé hasta mi barbilla. —¿El que me llevé cuando tenía dieciséis años y nunca regresé? Ella asintió y me sonrió. —Sí, ese. Bueno, ¿recuerdas cuando te dije que no te haría pagar por eso entonces, pero algún día me lo deberías? —¿Supongo que ahora estás recibiendo ese favor? —¡Bingo! —dijo, y no pude evitar reírme con ella. —Me encantaría ayudar a tu amiga. Sólo dime cuándo y dónde y estaré allí. Acercándose me da un apretado abrazo y me agradece una y otra vez. —Es un gran patio, por lo que probablemente te arrepentirás una vez que lo veas. Pero realmente, Dax, esto significa mucho para mí. Lena es una de las mejores personas que he conocido, y si alguien merece un poco más de atención en su vida, es ella. —Cualquier amigo de mi tía K es un amigo mío —le dije con un guiño y terminé mi té. Sólo dime cuándo pasar por aquí y conseguiré que su casa se vea bien. —Sé que lo harás, ¿y qué te parece mañana? Creo que tiene una cortadora de césped, pero puedes traer el remolque de la compañía que tiene todo lo que necesitas. De hecho saldré con ella esta tarde. Es la primera vez desde su divorcio que incluso lo ha considerado. Sé que es un mal momento, pero pensé que tú y los muchachos podían arreglar tu apartamento. Le di mi mejor sonrisa tranquilizadora. —Suena bien, y realmente, tu amiga estará en buenas manos. Krista se levantó y me atrajo hacia otro abrazo. —No hubiera preguntado si no lo creyese.

Traducido por Mariela Corregido por Paunat

—No estoy segura de esto, Krista. Mi estómago está seriamente hecho nudos. ¿Y si vemos a alguien que conocemos? ¿Como el padre de un estudiante, o alguien más incómodo? Voy a vomitar. —Sabía que estaba siendo un poco dramática, pero no había estado en la escena de citas, bueno, nunca. Jared y yo comenzamos nuestra relación a una edad tan joven que básicamente evité todas esas cosas de citas y fui directamente a algo serio. Krista se rio y reajustó las correas de su apretado vestido negro. Me impresionó que a Gary no le importara que estuviera asistiendo a una noche de solteros conmigo. —Lo que sea, simplemente relájate y divirtámonos un poco. Vamos a estar en un área totalmente diferente, y dudo que veamos a alguien que conozcamos. Esto va a ser bueno para ti. No espero que encuentres a señor Indicado esta noche, pero por lo menos finalmente estarás poniéndote allí. Además, ¿no te pidió el padre de uno de tus estudiantes una cita hace unos meses? La miré y tiré de mi lindo y ajustado vestido de lunares en blanco y negro. —Sí, pero era demasiado incómodo. No podía salir con el padre de uno de mis estudiantes. ¿Y si fuera un desastre? Los niños de edad media saben lo que está pasando, y sería horrible que uno de ellos pasara por eso. —Si estoy de acuerdo. Pero él ya no es tu estudiante. Está entrando a octavo grado, lo que significa que su padre está en el mercado. —Ella movió sus cejas hacia mí, lo cual sólo me hizo gemir en desacuerdo. —No estoy lista para eso, a pesar de que es bastante guapo —dije y me reí cuando Krista me golpeó el culo.

—¡Lo sabía! Bueno, sólo pon eso en tu bolsillo trasero. Ah, y quería decirte que mi sobrino, Dax, está aquí finalmente. Krista había mencionado a su sobrino durante los cuatro años que llevábamos de amistad. Nunca lo había conocido, pero había oído hablar tanto de él que sentí que era un viejo amigo. —Eso es genial. ¿Está emocionado de pasar el verano aquí? —Creo que sí —dijo ella mientras volvía a aplicar otra capa de su lápiz labial rosado—. Es realmente grande. Ni siquiera veo a mi sobrino dentro de él. Por desgracia, se parece a su padre, pero es un gran chico. Espero que su buena apariencia se utilice para bien en vez de egoístas, razones personales. —¿Siquiera quiero preguntarte qué significa todo eso? Krista se echó a reír y negó con la cabeza. —No, pero quiero decirte algo y tienes que prometer no enojarte o rechazarlo. Cada vez que Krista me decía esa frase, sabía que significaba que no sería capaz de discutir con ella, a menos que quisiera herir sus sentimientos. —Depende de lo que sea. —Tengo una solución para tu patio y pequeños proyectos de vivienda que te abruman. Levanté las cejas porque realmente me gustaba dónde iba. —Vamos —le dije y agarré su lápiz labial rosado, aplicando una cantidad ligera a mis labios. —Cuando Dax tenía dieciséis años, destrozó mi nueva Escalade. Creo que ya te lo he dicho antes, pero acortando la larga historia, me lo debe, y encontré la manera perfecta de que pague esa deuda. Me volví para mirarla y sacudí la cabeza. —De ninguna manera. No quiero que se pase sus vacaciones de verano cuidando de mi casa. Él está aquí para trabajar y resolver las cosas por sí mismo, no para cortar mi césped. Ahora que estoy de vacaciones de verano, podré manejar más cosas por la casa. Krista bajó el rubor y se acercó a mí. —Detente. Estaba totalmente preparado para esto. Desde que dirigió mi hermoso auto nuevo a un poste de luz, me ha estado molestando sobre cómo pagarme. Yo nunca le dejaría gastar un centavo en arreglar mi coche, eso es seguro, así que esto es una ganancia para todos. —Ella sonrió brillantemente a mí, y yo sabía que no podía rechazar la ayuda adicional. No me gustaba tomar esto de ella, pero con toda honestidad, soltó una enorme carga que aparentemente estaba asentada sobre mis hombros.

—Bien, está bien. Le dejaré ayudar, pero sólo el verano. Después de eso, encontraré otra solución. Ella sabía que me tendría aceptando desde el principio. Tuve suerte de encontrar una amiga como ella, y ambas sabíamos lo importante que éramos en la vida de la otra. Realmente nunca podría haber sobrevivido los últimos doce meses sin ella.

Entrar en el bar que estaba llevando a cabo la noche de “conocer y saludar” de solteros en realidad no era tan malo como yo estaba anticipando. Ayudó que estábamos en una ciudad diferente, a kilómetros de distancia de la nuestra. No reconocí a nadie, y mis nervios finalmente se calmaron. Eso fue, hasta que me di cuenta de que todo el mundo tenía etiquetas con su nombre escrito y las mesas estaban acomodadas en largas filas. Empujando a Krista, le susurré al oído—: No estamos en citas rápidas, ¿verdad? El pánico atravesó mi cuerpo, y supe que podía sentir mi tensión. —Oh, relájate —dijo con una carcajada—. ¿De qué otra manera podrías conocer a tanta gente? Por supuesto que son citas rápidas. Suelta tus bragas por un segundo. Puede que conozcas a un tipo estupendo —dijo ella y me agarró del brazo, tirando hacia la mesa de registro. Cumplir los treinta el año pasado fue bastante difícil, pero al mirar alrededor de una habitación donde cada mujer estaba claramente a mediados y finales de sus veinte, no me hizo sentir mejor. Aunque la mayoría de la gente me dijo que me veía muy bien para mi edad, no pude evitar sentirme fuera de lugar. Nunca en un millón de años me imaginé en un entorno como en el que estaba, porque con toda honestidad, debería estar en casa, con mi marido. Deberíamos estar yéndonos a nuestras vacaciones anuales de verano, y yo estaría feliz. Seríamos felices. Pero ese futuro cambió en cuanto descubrí que estaba durmiendo con su secretaria. Nunca supe cuánto tiempo había estado pasando, pero me juró que nunca volvería a hacer algo así, que solamente tuvo un momento de debilidad. Enamorarnos a temprana edad nos afectó a los dos de manera diferente. Él siempre fue curioso, mientras yo siempre estaba contenta. —Deja de pensar en él —advirtió Krista, lo que me hizo rodar automáticamente los ojos.

—No lo estoy —mentí, y me acerqué a la mesa donde un chico de aspecto más joven me tendía una etiqueta de nombre. —¿Nombre? —preguntó, y garabateó Lena en cuanto le contesté—. ¿Y usted, linda dama? —dijo con un guiño y miró a Krista. Krista realmente se sonrojó y colocó su mano en su pecho como si nunca hubieran flirteado con ella. —Cassie —dijo con una sonrisa, y gruñó cuando le di un codazo en el brazo. Ella me dirigió una mirada de reojo y alegremente aceptó la etiqueta con su nuevo nombre mientras la colocaba en su pecho. —¿Qué? —preguntó cuando encontramos un lugar en una de las mesas largas y rectangulares. —¿Cassie? —pregunté con una carcajada y sacudí la cabeza. Se encogió de hombros y tomó la copa de vino de la mano de una joven camarera y tomó un rápido trago. —No puedo ser yo misma esta noche, así que podría ser una nueva yo. Ya sabes, Cassie. La señorita soltera que está lista para mezclarse. Finalmente dándole una oportunidad a la noche, agradecí a nuestra camarera, mientras me entregaba una copa de vino blanco, y me abrí a la idea de conocer a alguien nuevo. Excepto, que dos horas más tarde, ya no me sentía confiada ante la perspectiva de encontrar a un hombre. Seguro, había conseguido siete números y me pidieron tres citas, pero ninguno de ellos hizo nada por mí. No hubo momentos de aleteo en mi corazón. Ni siquiera un pequeño interés en encontrarme con cualquiera de estos hombres más tarde para más bebidas. —Oh, aquí viene un espectador —dijo Krista con una sonrisa y señaló a un hombre alto con el cabello rubio ondulado. Levanté la mirada hacia el hombre que estaba a punto de sentarse frente a mí y no pude evitar que el vino salpicara de mi boca, aunque lo intentara. —Mierda — dije y traté de dispersar el líquido que ahora se lanzaba por el aire, justo hacia su cara. —¡Oh, Dios mío! Lo siento mucho —dije y miré a un hombre que conocía, un hombre del que acababa de hablar, se limpiaba la cara con una servilleta que él sostenía. —Está bien. Por suerte tenía esta servilleta en mi mano —dijo con una sonrisa y se recostó con una enorme sonrisa en su rostro.

—Kirk, no esperaba verte aquí. Sonrió al evaluar mi apariencia, y supe que le gustaba lo que estaba viendo. — Obviamente, pero tengo que decir que estoy muy feliz de verte. Incluso si acabo de conseguir una cara llena de vino. Tapé mi rostro con la mano y sacudí la cabeza. Quería morir allí mismo. Kirk era precisamente el padre de mi antiguo estudiante, quien me había pedido una cita hace unos meses en escuela. Por supuesto, decliné, diciéndole que no me sentía bien en ir a una cita con uno de los padres de mis alumnos, pero ahora era como si nuestra puerta se volviera a abrir. —Estoy tan avergonzada. Kirk se acercó y tiró de mi brazo, colocando mi mano en la suya. —No lo hagas. Esta es la mejor sorpresa que he recibido en un tiempo. Ambos sonreímos, miré sus ojos verdes y pensé que realmente era un hombre guapo. Apuesto a que estaba cerca de los cuarenta, pero por alguna razón todavía tenía algo joven y juguetón en él. —¿Quieres salir de aquí? —preguntó y señaló hacia la entrada principal. Mirando a Krista, me encogí de hombros y los tres nos levantamos para irnos. El tipo que estaba sentado frente a Krista, o Cassie, en su defensa, empezó a objetar, pero cuando todos nos levantamos, era evidente que habíamos terminado con las citas rápidas. —Conozco un pequeño lugar en la calle que no será tan obvio —nos dijo Kirk cuando alcanzamos el aire de la noche de verano y doblamos la esquina. —Entonces, ¿eres Kirk? —preguntó Krista y sonrió aprobándolo. Le di un codazo en el brazo y le di una mirada que le decía que se callara. —Lo soy, ¿por qué? ¿Has oído hablar de mí? —preguntó con tono divertido. Ella se encogió de hombros y fingió no saber de qué estaba hablando. — Probablemente de la escuela. Soy la consejera de tu hijo. El reconocimiento iluminó su rostro y luego miró entre su nombre y su rostro. —Pensé que tu nombre era Krista Robbins. Después de rasgar el pedazo de papel de su pecho, ella se rio y se volvió a ruborizar coincidiendo perfectamente con nuestros labios. —Sólo estoy ayudando a una amiga —dijo ella mientras un rubor se elevaba en sus mejillas. —Bueno, vamos a convertir esta noche extrañamente interesante en un buen recuerdo, ¿verdad?

Los tres terminamos teniendo una gran noche juntos. Kirk era un perfecto caballero, así que cuando él pidió ver mi teléfono, no me sorprendí cuando tuve un nuevo contacto agregado en mi lista de amigos.

Traducido por Juliette Corregido por PauNat

Despertarme en el rompe-culos amanecer no era algo desconocido para mí, y esa mañana en particular, estaba listo para trabajar. Mi tía Krista me había dado la dirección de su amiga Lena antes de que saliera de su casa el día anterior, así que cuando llegué, tuve que revisarla de nuevo y asegurarme de que estaba en la casa correcta. Porque el lugar que estaba mirando era enorme. Ella no estaba bromeando cuando dijo que cambiaría de opinión una vez que lo viera. —Mierda —dije y salí del vehículo de la compañía de jardinería de mi tío. Sin embargo, si había una cosa de la que nunca retrocedía, era de un desafío. Ya que eran las seis y media de la mañana, sabía que cortar el césped estaba fuera de discusión, así que decidí comenzar a recortar los arbustos cubiertos que estaban frente a la hermosa casa victoriana. No quería que los vecinos tuvieran un mal sabor de mí en mi primer día de trabajo, por lo que cortar el césped tendría que esperar otra hora más o menos, lo que sólo haría que el bochornoso calor se volviera cada vez más y más cálido. No tenía idea de si Lena estaba despierta o no, así que decidí dejarla sola y pensé que podría presentarme más tarde. Acabar los arbustos delanteros no me llevó ni de cerca tanto tiempo como pensé, así que hice mi camino a la cerca que encerraba el patio trasero. Excepto, que no estaba listo para la cantidad de tierra que estaba a punto de ver cuando empujé la cerca. —Y aquí hay un bosque —dije con un breve suspiro. Cuando los arbustos del fondo lucían al menos presentables, saqué mi teléfono y lo prendí. Eran cerca de las ocho, lo que significaba que podar era aceptable. Sacar la podadora me hizo desear que mi tío hubiera invertido en algo un poco

mejor para el trabajo pesado, como un jodido John Deer. Pero el ejercicio de la podada del césped de hecho haría posible saltarme el gimnasio por un día entero. Encendí el cortacésped rojo y empujé mi camino por el patio delantero, que no era una tarea fácil; y arrojé unos veinticinco kilos de hierba en la parte trasera del remolque de mi tío. Seguí mirando alrededor, esperando conocer a Lena, pero ella no estaba a la vista. Tal vez ni siquiera estaba en casa. Acabar el frente era una tarea en sí misma, pero cuando empujé la podadora en la parte posterior, sabía que necesitaba un poco de agua. No lo había pensado hasta ese momento. Si había algo en el noreste, era que la humedad podía filtrarse a través de tu ropa y piel en cuestión de segundos. Después de un rato decidí que finalmente era hora de conocer a la dueña de la monstruosa casa que había estado limpiando, así que me acerqué a la puerta de atrás sin ni siquiera pensar. Colocando mi mano a la puerta de cristal, llamé fuerte tres veces. No podía ver dentro porque las cortinas no estaban abiertas. Cuando no hubo respuesta, bajé por la gran terraza y rodeé el lateral de la casa. Le quite el seguro a la cerca y la jalé hacia mí rápidamente, pero no esperaba chocar contra una persona. Cuando me di cuenta de que había alguien más que se abría paso a través de la valla, yo ya había corrido directamente hacia ella, haciéndola tropezar hacia adelante, lo que nos lanzó a los dos al suelo. Intenté preguntarle si estaba herida, pero yo sólo tenía un mechón de cabello rubio en mi cara, y las manos que se deslizaban por todo mi pecho sudoroso y resbaladizo. —¡Oh, Dios mío! —gritó, e intentó equilibrarse en el suelo, haciendo que su cuerpo se empujara más hacia el mío. Mi espalda era lo único que estaba tocando la hierba. El suyo estaba presionado contra el mío, pero todavía no era capaz de distinguir un rostro debido a los rizos rubios que estaban envueltos a mi alrededor, protegiendo mi vista. —Mierda, ¿estás bien? —pregunté finalmente mientras intentaba apartar los zarcillos de mis ojos para poder ayudar a la mujer que había agredido accidentalmente.

Ella se empujó fuera de mi pecho desnudo, estaba justo en mi línea de visión. El aire que tenía en mis pulmones combustionó de repente y salió de mi boca en un rápido aliento. Habrías pensado que el duro impacto de la caída era la causa de mi falta de aire, pero eso no era nada comparado con la mujer que estaba mirando. Hermoso cabello rubio y melenudo que estaba desordenado en un lío enorme, fue rápidamente volteado para enmarcar su rostro angelical. Los brillantes ojos azules, del tipo que sólo se lee, de hecho nunca había visto este color en persona, me miraban fijamente. También noté el pequeño número de pecas salpicadas en su pequeña nariz. Sin embargo, eso no era nada comparado con el momento en que mis ojos comenzaron a vagar por el cuerpo de esta hermosa criatura, porque cuando noté lo que llevaba, casi lo perdí. Su bata, si se puede llamar así, estaba haciendo un mal trabajo en esconder un camisón muy transparente debajo. Tuve una ojeada de sus tetas redondas y pezones endurecidos, lo que me hizo empujar al instante el resto de su cuerpo del mío, porque si no me controlaba, habría ido directamente a inadecuado. A pesar de que se sentía como minutos, mi breve evaluación sólo tomó unos segundos. —Aquí, déjame ayudarte —murmuré e intenté esconder el hecho de que ahora estaba luciendo una completa erección mientras conocía a la mejor amiga de mi tía. —¡Lo siento mucho! No sabía que estabas aquí, y luego... —Se detuvo en mitad de la frase cuando se dio cuenta de que su bata había caído abierta durante nuestro enredo, y la tiró firmemente alrededor de su cuerpo. Sus mejillas estaban inundadas con un hermoso color rosa, y tomé nota de que este atuendo quedaba muy bien en ella. —No lo hagas. Yo soy el que lo siente. Debería haber sido más cuidadoso cuando abrí la puerta. ¿Estás bien? Ella se rio y finalmente se aseguró la bata, atando la delgada cinta que lo sostenía. —Estoy bien gracias. Debes ser Dax —dijo, y fue como si finalmente me mirara. Sus ojos no hicieron un gran trabajo de ocultar el hecho de que ella estaba observando mi pecho desnudo y mis vaqueros de corte bajo, que mostraba un cuerpo finamente marcado del que me enorgullecía y por el que me rompía el culo. —Lo soy, y tú eres Lena, ¿verdad? —Le tendí la mano, que sólo hizo que sus mejillas rosadas brillaran de vergüenza. —Sí, soy Lena. No puedo creer que nos conociéramos de esta manera —dijo en voz baja, pero luego miró por encima de mi hombro hacia su patio trasero—. Guau, este lugar luce mucho mejor ¿Cuánto tiempo has estado aquí? No puedo

creer que no te haya oído. Es que me acosté tan tarde anoche y debo haber estado durmiendo como una roca. Decidí entonces y allí que era una de las mujeres más hermosas que había visto. A pesar de que ella no tenía una onza de maquillaje y su cabello era un desorden salvaje, era tan naturalmente impecable que sabía que compararía a todas las chicas de mi vida con ella. Eso debería haberme sorprendido, mandarme lejos de ella, pero sólo me hizo sonreír más. Probablemente parecía un maldito loco, pero no me importaba una mierda. —Gracias, y no demasiado. Me sorprende que la podada no te haya despertado. Pero en realidad estaba yendo a ver si podía conseguir que me dieras un poco de agua. El calor allá afuera es irreal. Regresó mi sonrisa y me condujo por el frente de su casa. —Por supuesto, y por favor sírvete cuando estés aquí. Me aseguraré de dejar la puerta de atrás desbloqueada. De esa manera, podrás entrar a la cocina y tomar lo que necesites. Sabía que no debía estar checando a la amiga de mi tía, pero era difícil perderse las tonificadas piernas que caminaban delante de mí, piernas que conducían a un culo increíble. Incluso si estaba cubierto por un pedazo fino de algodón, podía decir que sería divertido agarrarlo mientras... Sacudí la cabeza rápidamente porque mis pensamientos estaban a punto de volverse ridículamente clasificación X, lo que no ayudaría a la situación ampliada en mis pantalones vaqueros. También me preguntaba qué edad tenía Lena. Krista estaba en los principios de los treintas, pero por alguna razón, Lena emitía una vibra más joven. Al menos su cuerpo lo hacía. Estaba bastante seguro de que nunca sería capaz de borrar de mi memoria la imagen de su cuerpo bajo la tela transparente que yo sabía que estaba ocultando debajo de su bata. Tosiendo y aclarando mi garganta para sacudir los pensamientos sucios corriendo a través de mi cabeza, decidí ser un caballero. —Gracias, y no debería estar mucho más tiempo. Lena abrió la puerta de entrada y me sonrió mientras me pasaba a lado de ella, enviando un pequeño cosquilleo a través de mi piel cuando mi brazo rozaba el suyo. Había salido con una justa cantidad de chicas y tuve algunos encuentros bastante sorprendentes en los últimos años, pero nunca había sentido nada como lo hice cuando puse los ojos por primera vez en Lena. Ese fue un letrero de luz neón enorme señalando que necesitaba follar, o por lo menos eso fue lo que marqué como pendiente.

—La cocina está aquí, justo al lado de la puerta trasera, así que no sería un problema si entras. Por favor sírvete cualquier cosa que necesites, porque realmente estoy agradecida de que estés dispuesto a venir a esta selva y ayudarme. Mira, mi esposo, bueno, ex esposo, era el que hacía todo el trabajo en el jardín, y desde que se fue, yo realmente no tuve el tiempo ni sabía cómo hacer todo esto. Noté que una pequeña cantidad de humedad llenaba sus ojos, y por alguna razón odiaba la idea de que esta mujer estuviera molesta por algo ¿Qué tipo en su sano juicio dejaría a alguien como ella? Era hermosa y parecía muy dulce. Un puto idiota, ese es quién. Me acerqué y puse mi mano sobre la suya, lo que en ese momento parecía estar bien, pero me di cuenta del íntimo momento que había creado. —Oye, está bien, de verdad, no me importa, y me da un buen entrenamiento. La risa de Lena hizo algo en mi pecho y supe que había encontrado una nueva misión para cuando estuviera cerca, hacerla reír. Finalmente sacó su mano de la mía y la agitó en el aire. —Lo siento. Es un poco abrumador a veces. Sólo avísame si necesitas algo más, pero iré a vestirme. Siento que este atuendo fue bastante inapropiado para conocerte. —Fue el mejor atuendo para conocerte —le dije con un guiño, que sólo hizo que nuevamente ardieran sus mejillas en esa hermosa sombra de rosa. —Muy bien, estaré de vuelta en unos minutos —dijo con prisa y subió las escaleras antes de que yo pudiera decir algo más.

Traducido por LittleCatNorth Corregido por Pagan

Caminar atrás y adelante en mi habitación no ayudó a calmar mis nervios. ¿Cómo en el mundo todo eso acababa de pasar? Me detuve en frente de mi espejo de cuerpo completo y abrí mi bata. Riéndome sola, no podía conseguir imaginar a Dax mirando mi cuerpo cuando nos conocimos por primera vez. ¿Quién hace eso? ¿Conocer al sobrino de su mejor amiga en apenas un camisón puesto? Yo, esa era quién. —Sólo perfecto —suspiré para mí misma y entonces pensé sobre como nunca sería capaz de mirar a Dax de nuevo, sin recordar ese momento exacto. Aunque, fui tomada por sorpresa por cuan apuesto era él. Sabía que sólo tenía veintidós años, pero su cuerpo estaba realmente cincelado perfectamente. Jared había sido de esa manera una vez, cuando éramos jóvenes, pero unos pocos años después de casarnos él se descuidó a sí mismo y consiguió un poco de barriga. Realmente amaba eso y se lo dije cada vez que se sacaba su camiseta, porque sabía cuan consciente de sí mismo era sobre eso. Él sólo diría que yo estaba mintiendo y rodaría sus ojos. Entonces, hace varios años, él se unió a un gimnasio y comenzó a entrenar casi cada mañana. Estaba orgullosa de él e incluso me ofrecí a encontrarme con él allí en las mañanas. Me dijo que era su “tiempo a solas” y que no quería que yo sintiera que necesitaba hacer algo sólo por él. Poco sospechaba que él estaba poniéndose musculoso en secreto para su nueva amante. Después de ponerme un vestido veraniego suelto, me evalué en el espejo y decidí que eso sería lo haría. Además, Dax ya había visto lo peor de mí. Cuando caminé hacia abajo por mis largas escaleras, no estaba lista para ver al sujeto sin camiseta tomando un trago de agua con su espalda hacia mí. Su finamente rasgado cuerpo sólo resaltaba cuan en forma estaba, y fue justo entonces allí que tuve que admitir que Krista estaba en lo cierto. Necesitaba echar un polvo,

porque ¡por el amor de Dios!, estaba poniéndome cachonda y caliente por su sobrino. Aclaré mi garganta, lo que lo hizo voltear instantáneamente. —Ah, hola. Gracias de nuevo por el agua. Era justo lo que necesitaba. —De verdad, sírvete lo que sea. En serio no tienes idea cuanto aprecio esto. — Sonreí y caminé por su lado, abriendo la puerta de mi refrigerador para agarrar una botella de Vitaminwater para mí—. Así que, ¿cuánto trabajo crees que aún te queda? Dax miró fuera de la ventana que estaba justo sobre el fregadero y se encogió de hombros. —Terminé de podar. Estaba planeando regresar luego, en la tarde para arrancar la mala hierba, pero mi tío acaba de escribirme y preguntar si puedo ir y ayudar con una propiedad. Así que si está bien para ti, ¿vendré mañana para terminarlo? Sabía que mi patio era enorme, y Dax probablemente no tenía idea a lo que se estaba anotando cuando le dijo a Krista que ayudaría. Era embarazoso tener el jardín de mierda en el vecindario, y con las estrictas reglas que la asociación de propietarios tenía en orden, Krista apareció con este plan significando más para mí de lo que ella sabía. —Por supuesto, y gracias, Dax. En realidad, literalmente me salvaste. Su guiño hizo más de lo que estaba lista para mi interior, y también me hizo realmente mirar su rostro. Sus ojos eran la mezcla perfecta de azul claro y verde salvia. Ellos gritaban cuan interesante además de sexy era él. Su oscuro cabello estaba cortado en un joven estilo a la moda de lo que yo solía tener, pero funcionaba en él. Eso me dio una cierta ventaja y también hizo que mis dedos picaran. Aunque él era más joven, tenía una sexy cantidad de vello corporal, y quería correr mis dedos a través de él. Noté entonces cuanto tiempo realmente había pasado desde que había corrido mis manos a través del cabello de un hombre. La tristeza comenzó a aumentar en mi cuerpo, pero rápidamente la empujé a un lado y le di mi atención completa. Cuando él extendió su mano, mantuve mis miedos a raya lo mejor que podía y puse mi mano en la suya. Una extraña sensación pasó a través de mí, y ambos encontramos la mirada del otro con una expresión confundida. Dax se alejó primero y corrió su gran mano a través del mismo cabello en el que yo acababa de imaginar que paseaba mi propia mano. —Bien, bueno, te veré mañana, entonces. Mi voz había desaparecido, y entonces un simple cabeceo fue todo lo que podía darle. Pronto él estaba fuera de la puerta trasera, recogiendo el equipo de jardinería

y poniéndose su camiseta blanca. Reí sola y decidí que necesitaba sacar a Dax fuera de mi mente y enfocarme en alguien quien estuviera mucho más cerca de mi edad. Una imagen de Kirk apareció en mi mente, pero el sentimiento que tuve cuando nos encontramos anoche no fue ni siquiera cerca de cómo acababa de reaccionar mi cuerpo a Dax. Quizás era verdad lo que había oído sobre el sexo de recuperación. Quizás habíamos buscado a alguien más joven que nos llevara de regreso a nuestros días dorados.

Mi mente estaba preparada. Realmente estaba lista. —Krista, voy a hacer esto —dije en una voz sin aliento mientras caminaba alrededor de mi patio trasero y evaluaba el trabajo que había sido hecho más temprano esa mañana. Krista dejó salir una pequeña risita, lo que me hizo rodar los ojos. —¿Esto, huh? ¿Tienes a tus partes de damas finalmente despertando? —¡Cállate! Eso no es a lo que me refiero. Bueno, lo es un poco, pero sólo escucha, ¿de acuerdo? Ella aclaró su garganta, y podía decir que estaba tratando de mantener sus bromas para sí misma. —De acuerdo, estoy escuchando. Tomé una profunda respiración y sabía que era hora de moverme. —Voy a invitar a Kirk a una cena mañana en la noche. —¡Bien! —exclamó Krista un poco demasiado ruidosa, pero eso me dio un poco más de coraje para continuar. —Sí, bien. Pero estoy un poco nerviosa, Kris. No he estado sola con un sujeto en más de un año, y no quiero encerrarme. Sabes cuan socialmente torpe puedo ser algunas veces. Creo que podría haber algo entre los dos y no quiero arruinarlo. Krista estuvo silenciosa por varios segundos antes de hablar finalmente. — Incluso aunque la química entre los dos estuvo en llamas la otra noche, ¿por qué no haces algo un poco más social que sólo ustedes dos? De esa forma puedes conocerlo un poco mejor y tomarlo con calma. Algo como una fiesta para conocer personas o una cena. A Gary y a mí nos encantaría venir y hacerlo un poco más cómodo. Ella siempre me impresionó como el demonio y me salvó de mis peores miedos. —¿He mencionado recientemente que eres brillante?

Una risa escapó de su boca. —No lo he oído en un tiempo, pero estás libre de culpa. Hagamos que esto suceda. Los gemelos pueden ir al lado y jugar con nuestros vecinos, lo que han estado rogando hacer toda la semana, y necesito un poco de tiempo con Gary. Eso será divertido. Tú sabes cuan bueno es él juzgando a alguien a cinco minutos de conocerlo, así que esto será un gran momento para acabar esa prueba. Rodé mis ojos porque sabía que ella tenía razón. Gary tenía esta cosa sobre conocer qué clase de persona era alguien varios minutos después de ser presentados. —De acuerdo, sí. Realmente estoy emocionada sobre esto. ¿Qué piensas? ¿Noche de degustación de vinos, o quizás algo un poco más animado? Ella estuvo silenciosa por varios segundos antes de que finalmente dijera algo. —Ya sé, ¡una fiesta2! Hagamos una noche de comida mexicana. No hemos hecho una de esas en un largo tiempo que podría dejar salir a la Tequila Krista. —Tequila Krista es la mejor, y amo esa idea. Haré todo. Sólo aparece con Gary. Burlándose, Krista me dejó saber cuan lista estaba ella. —Genial. Le diré a Gary, y estaremos allí alrededor de las seis. ¿O eso es demasiado temprano? Bajando por mi puerta trasera, la cual estaba ahora completamente visible y se veía increíble. —A las seis está bien, y si hay algún problema, te lo haré saber. —Suena bien. Oh, y ¿cómo estuvo esta mañana con Dax? Mirando alrededor de mi patio no me hizo pensar en sus habilidades podando. Lo que instantáneamente llegó a mi mente fue el hecho de que él era demasiado guapo. Lo cual, por supuesto, no podía decir en voz alta. —Él estuvo genial. Mi patio está luciendo ya diez veces mejor. Así que, gracias. —Tampoco mencioné el desastre que fue conocerlo. Después de colgar con Krista, encontré los datos del celular de Kirk y mi dedo flotó sobre su número. Si realmente quería volver a salir, esto necesitaba ocurrir. Incluso si no sentía completamente la fuerza de una conexión con Kirk, era el hecho de que yo estaba para intentar lo que era más importante. Finalmente, reuniendo el valor de preguntarle sobre una cena, apreté el condenado botón verde y tomé valor. Afortunadamente, Kirk era el sujeto con el que era realmente fácil hablar y él pensó que una cena festiva sonaba perfecta. Si sólo me sintiera tan entusiasmada como todos los demás.

2

En español en el original

Traducido por Juliette Corrección por Pagan

Yo no era inmune al trabajo duro. De hecho, lo anhelaba. Pero acababa de terminar la última propiedad del día y mi cuerpo dolía de maneras que nunca pensé posible. Mientras me frotaba el hombro derecho, mi tío Gary se acercó a mí y me dio una palmada en la espalda. —Buen trabajo hoy, Dax. Me voy a acostumbrar demasiado a ti y me gustaría mantenerte cerca. —Sonrió y se acercó para ayudar a tirar las herramientas de jardín de nuevo en el remolque. Gary estaba en sus treinta y tantos años, pero nunca lo adivinaría porque se enorgullecía de mantener su cuerpo en la mejor forma posible. Trabajar con él me demostró que íbamos a llevarnos bien este verano. —Gracias, Gary. Tengo la sensación de que no estaré fuera de forma este verano, eso es seguro. Su risa me hizo sonreír, y pronto habíamos empacado y estábamos listos para regresar a la oficina. —Realmente aprecio el trabajo duro. También creo que es genial que estés tomando un descanso para tener una idea de lo que realmente quieres hacer con tu vida. Es una decisión inteligente. No tenía mucho que decir, así que me acomodé en el asiento del pasajero del camión de trabajo de mi tío. El resto de la tarde pasó rápidamente, y para cuando estaba listo para dirigirme a casa, ya había pasado la hora de la cena. Sabía que le había dicho a Lena que volvería mañana a quitar las malas hierbas, pero en realidad me sorprendió la decepción que sentía por no poder a ir allí en ese preciso momento.

No podía creer con que frecuencia la imagen de su cuerpo inundaba mi mente mientras trabajaba. Una chica no había tenido ese efecto en mí en un tiempo, y me hizo pensar que puede ser hora para remediar eso. Saqué mi celular y encontré el nombre de Dillion de inmediato, porque si había una cosa que sabía con certeza, era que él estaba siempre para una cerveza.

Después de hablar con Dillion, parecía que no era el único que había tenido un largo día. Los dos terminamos decidiendo que una cerveza sería más apreciada el viernes que en una noche entre semana, cuando ambos nos estaríamos levantando en el rompe-culo amanecer otra vez a la mañana siguiente. Al día siguiente estaba muy ocupado, y terminé llegando a la casa de Lena hasta media tarde. Cuando me detuve en su camino, lo único que no esperaba era verla en unos pantalones cortos muy cortos mientras se agachaba para tirar de lo que parecía una enorme hierba en la esquina de su valla. Salí de mi camión y me sorprendí de que no se hubiera dado la vuelta para verme, así que en lugar de caminar hacia ella, me recargué contra el frente del camión y miré el espectáculo delante de mí. —¡Eres una jodida hierba hija de puta! —La oí gritar y me reí entre dientes porque no parecía del tipo que maldecían. Ella luchó un poco más hasta que finalmente la obstinada molestia verde salió volando del suelo, enviando a Lena en la dirección opuesta. —¡Mierda! —gritó ella, y cayó sobre su trasero. Me empujé de la camioneta y troté hacia ella. —¿Estás bien? —pregunté e intenté esconder mi sonrisa. Lena miró por encima del hombro y luego plantó la mano directamente sobre su cara. —¿Por qué sólo te veo cuando estoy haciendo un culo de mí misma? Hablando de culos, no me molestó el espectáculo que me dio mientras trataba de empujarse fuera del suelo. Quería quedarme y disfrutar de lo que estaba viendo, pero tampoco podía ver a una mujer luchando por ponerse de pie sin ayudar. — Aquí, toma mi mano —le dije y sentí que un pequeño tinte de energía pasaba de nuevo cuando su mano cayó en la mía.

—Gracias —dijo ella con un suspiro y lanzó la gran hierba que la había atacado al borde de su cerca—. Ahora puedes ver por qué evito estas cosas a toda costa. Intentan matarme. No pude evitarlo. Me reí mucho más fuerte de lo que había pensado. Lena también hizo un pésimo trabajo al intentar esconder su sonrisa, y pronto ambos estábamos sonriendo de oreja a oreja. Un segundo de silencio cortó el aire, y no pude evitar tomar ese momento para captar la belleza de Lena. Llevaba unos pantalones cortados y una pequeña camiseta de tirantes, pero lucía impresionante. Mierda, ella estaba haciéndome algo irreal. —Sí, lo siento por no venir esta mañana. Gary me ha mantenido en movimiento sin parar, pero tengo un poco de tiempo para terminar con las malas hierbas. Entonces estaré de vuelta la próxima semana para hacer esto de nuevo. — Le di mi mejor sonrisa y no pude dejar de notar que ella me estaba evaluando de la misma manera que yo había estado evaluándola. —No te disculpes nunca por nada que tenga que ver con mi jardín. Realmente aprecio tanto todo esto que nunca esperaré nada, ¿de acuerdo? —dijo y me indicó que la siguiera de regreso al frente de su casa. La seguí y no estaba muy seguro de qué responder, así que seguí caminando detrás de ella hasta que estábamos de pie en su entrada principal. La observé mientras sacaba una liga de una desordenada coleta y contenía mi aliento mientras sus largos rizos rubios caían en cascada hasta la parte baja de su espalda. Todo lo que podía imaginar en ese momento era agarrar un puñado de ese cabello y doblarla sobre su sofá, tomando lo que yo sabía que sería perfecto. —Mierda — murmuré bajo mi respiración y me di vuelta antes de hacer algo completamente inapropiado. —¿Qué fue eso? —preguntó y se dio la vuelta, frente a mí junto a la puerta. —Nada. Debo empezar. ¿Necesitas que haga otra cosa? Ella sacudió la cabeza y luego señaló de nuevo a la cocina. —No, no. Sólo quería decirte que hice limonada fresca. Sírvete; está en la nevera. —Sonrió, lo que hizo que mi polla se contrajera un poco más, haciendo que mi salida fuera mucho más urgente. ¿Limonada fresca? Podría haber empezado a chuparme, porque esa mierda era mi debilidad. —Gracias. De seguro tomaré esa oferta. —Ella volvió a sonreír. —Oh, y voy a estar arriba. Tengo unas cuantas personas viniendo esta noche para la cena, así que entra cuando quieras.

Asentí con una carcajada porque básicamente se estaba repitiendo. —Lo tengo, servirme. Un ligero rubor se elevó en sus mejillas y por alguna razón enferma me encantó que tuviera un efecto en ella. —Correcto, así que sí. Sírvete. —Ya has dicho eso —dije con una sonrisa, y ella comenzó a reír nerviosamente. —Lo hice, ¿verdad? —Cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir lentamente—. De todos modos, en realidad son Gary y Krista los que vienen, así que no será demasiado extraño si todavía estás aquí. —Eso es genial. Gary mencionó algo sobre la cena en tu casa esta noche. Lena no dijo nada de inmediato, pero noté que sus ojos se arremolinaban por la habitación. La hice sentir muy nerviosa, y me encantaba. —Bueno, y otras personas. De hecho, va a venir un tipo. Es el primero al que he invitado desde, ya sabes. Bueno, de todos modos, no sé por qué te lo digo. Al oír que algún otro tipo estaba viniendo aquí para comer con Lena me hizo algo extraño, y no me gustó ese sentimiento ni un poco. Pero, ¿quién diablos era para enojarme porque ella tendría una cita? Mi tía había mencionado algo acerca de conseguir que Lena volviera a salir, pero por alguna razón no me sentó bien. Pero ella nunca podría saberlo. —Suena divertido, y no te preocupes, debería haberme ido para esa hora. Ambos asentimos, y pronto la tranquilidad me hizo saber que era hora del trabajo.

Traducido por LittleCatNorth Corregido por Mariela

Por alguna ridícula razón, al minuto en que mi reloj en mi sala marcó las 5:30, todo el infierno se desató. —Kris, está bien. Tienes un niño vomitando. Necesitas quedarte en casa. Lo entiendo. No estoy molesta en lo absoluto. Podía oír a Krista gritándole a Gary en el fondo, y realmente me sentí mal por ella. —Gracias, cariño, pero estoy realmente apenada. Sé cuan importante era para ti que estuviéramos allí esta noche, pero entiendes esto. En serio. Una llamada en espera comenzó a repiquetar antes de que fuera capaz de responderle, así que le desee buena suerte y cambié de llamada para decirle a Kirk las noticias de que sólo seríamos nosotros dos. —Hola, Kirk —dije mientras terminaba los jalapeños rellenos que estaba a punto de poner en el horno. —Lena, hola. —Estoy tan agradecida de que llamaras, porque realmente estaba a punto de hacer lo mismo. Gary y Krista no son capaces de venir. Parece que sólo seremos nosotros dos esta noche, ¿si eso funciona para ti? Podía oír a Kirk gimiendo, y no estaba bastante segura de cómo tomar eso. ¿Él realmente estaba triste de estar a solas conmigo? Quizás yo no era tan observadora como me gustaría pensar y lo que tuvimos la otra noche fue sólo una noche de diversión entre amigos.

—Lo siento mucho por hacerte esto, pero algo acaba de surgir. Se suponía que mi ex se llevaría a Colton este fin de semana, pero no es capaz de hacerlo. Necesito llevarlo a un campamento de futbol a las seis. Lo siento tanto, pero necesito cancelar. Presioné el botón de comienzo del horno con un suspiro y entonces miré toda la comida que acababa de cocinar. Parecía como si fuera a ser la Tequila Lena yo sola. —Está bien, en serio, y entiendo por completo. Reprogramaremos. Sólo lleva a Colton a donde necesite estar y avísame cuando otra noche funcione. —Viernes, déjame llevarte afuera para la cena el viernes. Este campamento al que él está yendo es por la semana entera, así que estaré muy solitario. Mantenme acompañado, ¿sí? No puedo evitar la sonrisa que se extiende a través de mis labios. —Sí, cena suena perfecto. Después de que colgáramos, realmente no me sentía mucho mejor, pero tenía un montón de comida para comer. Y margaritas para beber. Caminé hacia mi fregadero y miré fuera de la ventana a mi patio trasero. Dax no estaba en ningún sitio a la vista, y supuse que se fue hace un rato, pero entonces capturé un vistazo de él caminando en el borde de atrás de mi césped, y por supuesto, él estaba sin camiseta. Bueno, no puedo dejar que estas margaritas se desperdicien. Podría también disfrutar el espectáculo. Agarré la jarra de pura bendición y me vertí una generosa cantidad. —¡A una gran fiesta! —dije con una risita y bajé mi primera bebida demasiado rápido. Mirar a Dax trabajar y beber margaritas era mi nuevo pasatiempo favorito. Sus músculos se movían en todas las maneras correctas, y me encontré teniendo algunos pensamientos muy sucios mientras él terminaba de quitar la hierba de un área en la esquina trasera del césped de mi patio. Recogí uno de los sombreros que Krista había dejado más temprano y lo puse sobre mi cabeza. El tequila ya estaba haciendo su camino a través de mi cuerpo, y supuse que podría también tener un buen momento. Apretar reproducir en una nueva mezcla que había creado el día anterior tuvo mis caderas meciéndose y mi bebida salpicando. Sólo alejé la mirada del patio por varios minutos, pero estaba sorprendida de cuan triste estaba de que Dax no se encontrara en ningún sitio. Él se fue, pensé, y estaba decepcionada de que mi comida visual hubiera acabado por la noche.

Después de rellenar mi trago, una nueva canción surgió y chillé con emoción. La música que resonó a través de la cocina era una de mis muy favoritos en la secundaria. Mi cuerpo ahora estaba metido en la emoción de la música, y mientras giraba alrededor, Dax estaba de pie justo en frente de mí, con una muy entretenida mirada en su rostro. —¡Mierda! —grité y salpiqué un poco de mi bebida en el frente de mi camiseta—. ¡Joder, me asustaste! —dije en voz alta, sobre la música, lo que hizo a Dax reír incluso más fuerte. —En serio, nunca sé que voy a encontrar cuando camino hacia ti —dijo con una sonrisa mientras caminaba para pausar mi ofensiva música. Tratando de no verme más como una idiota, agarré una toalla e intenté secar algo del líquido que empapaba el frente de mi camiseta. —No quería que todo esto se desperdiciara, así que decidí sólo aprovecharlo. —¿Desperdiciarse? ¿Qué pasó con tu cita? Fue imposible perderme el rastro de sarcasmo en su voz, y eso hizo que mi ceja se levantara un poco. ¿Dax estaba molesto de que yo tuviera una cita? Volteé y me fijé en su pecho desnudo, pero sólo por un segundo porque él ya estaba poniéndose una camiseta sobre su cabeza. Demonios. —Era más como una reunión, pero fue cancelada por completo. Brock está enfermo, así que Krista y Gary se quedaron en casa. Kirk necesitaba llevar a su hijo a algún campamento, así que sí. Aquí estoy yo. Dax me miró arriba y abajo y sonrió. —Allí estás tú. Sombrero y todo. Rodé mis ojos y toqué el gran sombrero sobre mi cabeza y completamente lo perdí. Mis risas histéricas rápidamente se volvieron sollozos, y pronto yo era un lloroso desastre. —Oye, oye, estaba bromeando por completo. Ven aquí, ¿qué está mal? —Dax gentilmente me persuadió hacia él y puso sus manos sobre mis hombros. No sabía por qué, pero había sido tanto tiempo desde que un hombre me había sostenido que sólo quería tener esa sensación de nuevo, incluso si sólo era por un segundo. Incluso si era con el sobrino de mi mejor amiga. Necesitaba esto más que nada en este momento. Sabía que él no estaba esperando que sólo caminara hacia sus brazos, pero él tampoco perdió el tiempo y envolvió sus grandes manos alrededor de mi cintura y me jaló hacia el frente. Él olía como un hombre trabajador, y fue más intoxicante que el maldito tequila. La mezcla de su desodorante silvestre y el sudor de su

trabajo me tenían sintiendo tantas cosas que sabía entonces que estaba volviéndome loca. —Sólo no estoy acostumbrada a esto —sollocé contra su pecho, y traté de componerme. Pero una vez que las compuertas estaban abiertas, yo fui un desastre por unos buenos varios minutos—. No quiero tener una cita, pero sé que necesito salir. No soy buena con esto, Dax. Y ahora tengo toda esta comida y tequila para beber. Soy un desastre. Podía sentir sus risas moverse a través de su tenso pecho, y no pude evitar lo que hice a continuación. Necesitaba sentirlo. Mis manos rápidamente vagaron hacia arriba por su cuerpo antes de alejarme de él. —Siento eso. Estoy bien, sólo frustrada. Ver un poco de simpatía en sus ojos me hizo sentir incluso más como una perdedora, pero oye, sólo podría ir hacia arriba desde aquí. —No te disculpes. Lo entiendo. La escena de cita está seriamente sobreestimada. —Él me guiñó y se movió hacia la jarra de margaritas—. ¿Te molesta si me uno a ti? Odiaría ver toda esa comida desperdiciarse, y estoy tan hambriento que probablemente podría liquidar la mayoría de esto por ti. Quité un poco de humedad de abajo de mis ojos y rápidamente asentí. —Me encantaría eso, Dax. Gracias. —¿Por qué no vas a cambiarte y yo prepararé nuestros platos, sí? Mirando abajo hacia el frente de mi camiseta, noté que la bebida derramada la hizo completamente transparente y mi sujetador blanco y escote estaban expuestos. Jared siempre me dijo que tenía el mejor par de tetas sobre el que él había puesto sus ojos, y secretamente me preguntaba si ese era el por qué él había hablado conmigo en la secundaria en primer lugar. E infierno, Dax ya había tenido esta vista antes, así que no era nada nuevo. —Correcto. No creas que esto va a volverse una cosa normal. Voy a tener que comenzar a cobrarte una entrada si continúo poniéndome a mí misma en exhibición. —Reí más para mí misma y entonces noté cuan inapropiado fue mi comentario—. Lo siento, ese fue el tequila hablando, no yo. —Sonreí y lo rocé al pasar hacia las escaleras. ¿Cuál demonios era mi problema? Sin sexo. Ese era exactamente mi problema.

Traducido por Mariela Corregido por Juliette

Recogiendo las enchiladas que estaban delante de mí que tenían a mi boca haciéndose agua como loco. No podía recordar la última vez que había tenido una comida casera. Mi tía no era nada para recordar cuando se trataba de sus habilidades culinarias, pero ella era buena en tener comida rápida. Escuché el timbre del horno, y abrí la puerta para ver algunos de los mejores jalapeños rellenos en mi vida. —Maldita sea —dije y agarré el guante que se encontraba junto a la estufa. Saqué la charola y la puse cuidadosamente en la parte superior de la encimera. Después de apagar el horno, volví a conseguir algo de comida en nuestros platos. Unos minutos más tarde, la cena estaba lista para comer, y yo estaba sentado a la mesa bebiendo una margarita cuando Lena bajó corriendo por las escaleras. Se había cambiado por completo y llevaba otro vestido suelto. Era un azul profundo, lo que hizo que sus ojos sobresalieran como locos. —Te ves hermosa —dije y me puse a sacar una silla para ella. —Eres muy dulce. Estoy sorprendida de que estés caminando por este mundo como un chico soltero. Asumiría que las muchachas se lanzarían a ti por todos lados. Sonriendo, empujé su silla y le di un pequeño guiño. —Como he dicho antes, la escena de citas está sobrevalorada. Lena recogió un poco de arroz y me miró antes de colocarlo en su boca. —Uh, oh. ¿Cuál es su nombre? —preguntó ella y luego movió lentamente su tenedor entre sus labios.

Viendo el metal del tenedor desaparecer en su boca hizo que mi polla se encrespara, porque infiernos, yo era un tipo y todo lo que podía pensar en cómo sería esos labios se envolvieran alrededor de mi pene. —No había una chica. Quiero decir, había un montón de “chicas” —dije, haciendo un movimiento con las manos poniendo comillas en el aire—, pero ninguna que mantuviera mi atención. —Así que eres un jugador —dijo ella juguetonamente y tomó un trago grande de su margarita. —Tal vez lo era, pero ya no. Estoy listo para asentarme y salir de esa época. — Emparejé su bebida y pronto estábamos en la necesidad de uno nuevo—. Maldición, estos son buenos. Si no lo supiera, diría que estás tratando de emborracharme. Lena bufó en voz alta, lo que nos hizo reír tanto que pronto estábamos completamente enrojecidos y actuando como si fuéramos adolescentes. —Esto es divertido —dijo y caminó hacia la cocina para obtener más mezcla de margarita. Unas cuantas risas y algunas historias completamente embarazosas más tarde, Lena había logrado su objetivo. Estaba sintiendo el tequila. Después de estar en la universidad, eso era una hazaña en sí misma. —Déjame ayudarte a limpiar —dije y me puse de pie para agarrar su plato, pero ella estaba agarrando el lado opuesto al mismo tiempo, haciendo que ambos intentáramos agarrar torpemente el plato, y eso lo envió navegando al suelo. Cerré los ojos ante el fuerte estallido, y supe que se había roto en un millón de pequeñas piezas. —¡Mierda! —gritó y empezó a recoger el desorden que habíamos creado. Me incliné con ella y estaba recogiendo más piezas cuando los dos lo dejamos ir y empezamos a reír histéricamente de nuevo—. ¿En serio puede empeorar esta noche? Me habría reído, pero pensé que nuestra noche era perfecta. —Vamos, no fui tan mala compañía. ¿No? Lena me miró con esos fascinantes ojos azules y sacudió la cabeza. —Dios no. Has sido la mejor compañía que he tenido en mucho tiempo. Me divertí mucho contigo, Dax. Muchas gracias por quedarte.

Después de haber terminado de recoger tantas piezas de cerámica destrozada como podríamos, comenzamos a hacer nuestro camino hacia el fregadero, y sin hablar, limpiamos todo el desastre de la cena. Lavar los platos juntos era tan cómodo que parecía que lo habíamos hecho un millón de veces antes. Mierda, sólo estar cerca de Lena me hacía sentir como si hubiera estado en mi vida desde siempre. —Gracias de nuevo por esta noche. No recuerdo la última vez que tuve una comida así. —Detente, estás siendo muy amable. Mirar a Lena bajar la cabeza hacia su pecho hizo que mi corazón se apretara. Su idiota ex nunca debe haberle dicho lo asombrosa que era, porque era como si ella pensara que estaba mintiendo. —No hagas eso —dije y me acerqué para que nuestros cuerpos estuvieran casi tocándose. —¿Qué? —preguntó y me miró, lamiéndome los labios mientras bajaba los ojos a mi boca y volvía a mis ojos. —Actuar así. Tu comida es increíble. Debes estar orgullosa de eso. No asumas que estoy mintiendo para ser amable. Lena no dijo nada, pero me di cuenta de que su pecho se estaba moviendo a un ritmo mucho más rápido, y su respiración era cada vez más fuerte. —Estás nerviosa a mi alrededor —le dije, más una declaración que una pregunta, y vi como su lengua salía de su boca de nuevo, mojándose los labios. —Un poco —dijo ella y trató de apartar la vista de mí. —No hagas eso, tampoco. No desvíes la vista. Lena se echó a reír un poco y fue a pasarme, pero empujé mis brazos a los lados, acorralándola entre el fregadero y yo. —Me gusta que te pongas nerviosa — dije con una voz más ronca de lo que pretendía. —Dax —susurró, y miró mis labios una última vez—. Eres el sobrino de Krista. Sin pensarlo, lentamente me incliné hacia delante y coloqué mi cabeza contra la suya, sintiendo que su cuerpo se apretaba al contacto. —Lo sé —dije y cerré los ojos. Me aparté y sentí que quería moverse, pero por alguna razón no podía dejar que eso sucediera. Mi cuerpo tenía una mente propia en ese momento, y yo no

podía hacer nada para detenerlo. La respiración de Lena se detuvo cuando estiré mi mano y puse un mechón de su cabello detrás de la oreja. —Eres tan jodidamente hermosa. ¿Lo sabes? ¿Cuán hermosa eres? —Detente —dijo con una carcajada e intentó interpretar mi comentario como una broma, pero yo no estaba bromeando. —Lo eres. No tienes ni idea de lo que me estás haciendo. Lena pasó sus ojos por mi cuerpo y me miró con ojos de ciervo. —¿Por qué? Soy mucho mayor que tú. Podrías salir a buscar a cualquier chica de tu edad. Ni siquiera estoy cerca de tu liga. Alcancé mi pulgar hasta sus labios mojados y eso hizo todo el hablar por mí. Rozando lentamente a través de su boca, ella automáticamente la abrió ligeramente para mí. Ella me chupó el pulgar, y solté un gruñido bajo, y antes de que lo supiéramos, mi boca estaba sobre la suya y nos besábamos como si nunca hubiéramos podido conseguir lo suficiente. Todo en mí se rompió y pronto mis manos envolvieron alrededor de la cintura de Lena, tirando de su culo hasta en el mostrador. La llevé al lado del fregadero para que pudiera pasarme entre sus piernas. Cumplió y me atrajo hacia ella. —Eres todo lo que imaginé. Desde el momento en que te vi en esa maldita cosa medio transparente, sabía que te quería —gemí cuando comenzó a levantar mi camisa. Moví mi mano al tirante de su vestido y suavemente comencé a bajarlo. No llevaba sujetador. Eso me hizo sonreír. Eso era evidencia de que pensó que esto podría ocurrir. Incluso si supiera que no debería querer que esto suceda; ella esperaba que lo hiciera. Sin hablar, continuó tirando mi camisa por encima de mi cabeza, y pronto estaba medio desnudo y esperando que ella estuviera igual. Cuando tiré de su vestido lo suficientemente lejos para que el brote de color rosa de su pezón se liberase, casi me vine en mis vaqueros. Joder, era tan perfecta. La empujé un poco hacia atrás, posicionando su pezón perfectamente. Mientras lentamente pasaba la lengua por su pico, emitió un gemido que habría hecho que cualquier hombre se deshiciera. —Me estás matando —murmuré, y chupé el pezón. Con la otra mano, me acerqué al otro lado de su vestido para liberar su otro seno. Estaba desnuda frente a mí, y yo estaba disfrutando plenamente. Su pecho era increíble. Mis manos no fueron capaces de agarrar completamente su pecho, lo cual era difícil de creer porque siempre he pensado que tenía manos enormes.

—Tienes unos pechos increíbles —dije mientras dejaba escapar un suave gemido—. En serio —gemí y ella me rodeó y me clavó las uñas en la espalda—. Mierda, eso se siente bien. Sus gemidos coincidieron con los míos y pronto me dirigí a su otro pezón, tomándome el tiempo, succionando y lamiendo su perfecto pecho. —Dax, no podemos estar haciendo esto —dijo con una voz ronca. Sus palabras no coincidían con sus acciones, pero también sabía que tenía un punto. Estaba tan agradecido con mis tíos que no quería desordenar nada, pero tener a esta mujer delante de mí, tan caliente y urgida... No podía simplemente irme. Necesitaba hacerla venirse. Necesitaba tener al menos eso. —No estamos haciendo nada malo. Esto no se siente mal, ¿verdad? —pregunté y lentamente me dirigí al borde de su vestido, levantándolo para poder ver sus muslos blancos y cremosos—. Y esto definitivamente no se siente mal. —Separé sus piernas y acaricié suavemente su muslo interior con mi dedo. Lo moví más alto y sentí sus bragas empapadas; ella quería esto. —No, Dios, no, eso no se siente mal. —Respiró pesadamente mientras movía su ropa interior a un lado y deslizaba mi dedo dentro de ella. Traté de mantener la compostura; intenté no perderlo, pero joder, ella lo estaba haciendo imposible. —Sólo una pequeña sensación. Eso es todo lo que necesito — dije con una voz tranquila cuando la vi asentir con aprobación. —Ha pasado tanto tiempo. No deberíamos, pero ha pasado jodidamente tanto —gritó la última parte mientras sumergía otro dedo dentro de ella. Ella estaba cerca, y sabía que estaría cayendo sobre el borde en cualquier momento. —Mírame. Quiero verte cuando te vengas. Abrió los ojos y se inclinó hacia delante, colocando sus labios en los míos. Nos besamos tan apasionadamente que estaba listo para arrancar su ropa interior y empujarme tan profundamente dentro de ella que nunca cuestionaría este momento de nuevo. —Estoy tan cerca —gimió mientras se alejaba de mí y mantuvo su mirada en la mía. Saqué mis dedos, y su expresión de protesta me hizo sonreír mientras deslizaba sus dedos en mi boca. —Tú también sabes exactamente como pensaba. —¡Oh, Dios mío, eso es caliente! —susurró, y se inclinó hacia delante, capturando mi boca con la suya.

Sonreí y la empujé contra los gabinetes, lo que hizo que sus piernas se abrieran más para mí. —Voy a saborearte. Me he estado muriendo desde que puse los ojos en ti. Lena no protestó, solamente dejó salir una serie de maldiciones cuando mi aliento sopló una corriente caliente de aire en su coño mojado. —Di mi nombre, Lena. Dilo cuando te vengas. Su agarre se apretó en mi cabello cuando puse mi lengua contra su hendidura, y lo perdió por completo cuando chupé el clítoris, haciéndola luchar contra mí. Lena apretó mis cabellos y finalmente lo soltó. —¡Oh, Dax! —gritó mientras la sentía venirse en mi boca. Yo amaba sus gritos mientras cabalgaba su orgasmo, haciéndome casi tener el mío sin que ella ni siquiera tocara mi polla. Unos segundos más tarde seguía pulsando cuando lentamente me alejé. Me levanté y lentamente lamí mis labios. Observándola verme probar sus jugos dulces de mis labios era la cosa más erótica que había experimentado hasta la fecha. — Tienes un sabor como el cielo —dije y casi me caí cuando se estrelló contra mí y tomó mis labios con los suyos. —Eso fue tan jodidamente caliente —dijo mientras continuábamos besándonos unos segundos más. Estaba tan dispuesto a arrancarle el vestido de su cuerpo, pero habíamos bebido tanto que follarla no era exactamente una opción. Tendría que esperar hasta más tarde. Porque follaríamos, por lo que sabía. —Eso fue increíble, y gracias, pero no podemos hacer eso de nuevo. —La insinuación en sus palabras confirmó que estábamos demasiado borrachos para hacer esto, pero también fue el factor que ayudó a que esto sucediera. Estaba agradecido por eso. Me aparté de ella y ayudé con sus tirantes. Saltó del mostrador y comenzó a pasear por la cocina. —Es enserio. Krista me mataría si supiera que estaba en ti. Quiero decir, sin ofender, eres muy guapo, ¡pero eres tan joven! —gritó la última parte y se volvió para mirarme. En el momento en que nuestras miradas se cruzaron, empezó a caminar de nuevo—. No podemos decirle que esto pasó, ¿de acuerdo? Se queda entre nosotros y eso es todo. No puede volver a suceder. Asentí con la cabeza e intenté no sonreír mientras ella estaba perdiendo completamente su mierda. —Lo tengo. No puedo hacerte venir nuevamente. —¡Dax! —gritó y me dio una palmada en el pecho—. Lo digo en serio.

Crucé mi corazón con los dedos y le sonreí. —Yo también. No más orgasmos. Ella me miró con ojos escépticos. —Muy bien. Me alegro de que estemos en la misma página. Sólo que no lo estábamos. Sabía que no había manera de que no estaría bombeando mi pene dentro de su pequeño coño apretado al final de esta semana. Lo sabía, lo sabía, y eso era lo único que importaba.

Traducido por Kortega14 Corregido por Juliette

La alarma que sonó a la mañana siguiente fue inútil, porque había estado despierta durante las últimas dos horas. Mi mente no se apagó, sobre todo porque el hombre que ocupaba mi memoria estaba acostado abajo en mi sofá. No había manera que lo dejara ir a casa en coche después de beber tanto. ¿Cómo diablos iba a explicar eso? Tampoco podía imaginar lo que haría si él se hubiera lastimado. Así que eso era todo, pasó la noche aquí. El secreto era, que no quería nada más que tenerlo en mi cama. Había pasado tanto tiempo desde que me había acostado con un hombre, y sonaba muy bien. Realmente, realmente bien. Pero no Dax. Cubrí mi cara cuando pensé en nuestro momento la noche anterior. Lo dejé ir demasiado lejos, pero mierda, se sentía tan bien. Miré mi reloj y sabía que necesitaba para asegurarme de que Dax no se retrasara para el trabajo. Porque era mitad de semana, sabía que el necesitaba estar con Gary en algún momento, incluso si tenía una resaca masiva. Después de empujar las sabanas de mi cuerpo, hice mi camino hacia la sala de estar y vi el cuerpo grande de Dax, envuelto en mi sofá. Él medía probablemente uno ochenta, y mi pequeño sofá parecía tan pequeño debajo de él. Jared medía solamente uno cincuenta y cinco, aunque él diría que mide uno cincuenta y seis. Rodé mis ojos pensando en todos los argumentos que dije y sonreí cuando pensé en Dax. Sí, él era joven, pero santo infierno, era hermoso. Ver sus rasgos mientras dormía hizo algo en mi interior. ¿Cómo sería despertar con esa cara todas las mañanas? Seguro que iba a envejecer, pero tenía la sensación

que era una de esas personas raras que se vuelven mejores cuando son más viejos. Me lo imagino. Estaba a punto de dar la vuelta cuando Dax aclaró su garganta. —¿Siempre observas a las personas cuando duermen? —preguntó con una voz juguetona y un ojo abierto. —No —dije y crucé los brazos, rodando mis ojos. Sonrió hacia mí y se sentó—. Para tu información, yo venía aquí a despertar tu culo para que no se te hiciera tarde. —Despertar mi culo, ¿eh? Eres pervertida en la mañana. —Él movió sus cejas, y no pude evitar reír. —Lo que sea, ¿quieres tomar una ducha? Voy a tomar una dentro de poco, pero puedes ir primero. Alguna emoción cruzó su rostro, pero la escondió bien y se empujó fuera de la manta que apenas lo cubría. —Eso sería genial. Mi cabeza me está matando, y una ducha podría ayudar. Y el café. Si tienes algo. —Tengo café. Estará listo cuando salgas. —Eres una hermosura. —Me guiño un ojo, y sabía que era tiempo de salir de su camino. Él era demasiado sexy en la mañana para que me llamara hermosura. —Claro. Puedes usar mi ducha porque no tengo champú o jabón en el baño de huéspedes. No he tenido un invitado en un tiempo —dije tranquilamente y me dirigí a la cocina para hacer el café. Dax se puso de pie y se estiro, exponiendo su entonado cuerpo en un apretado boxer. —Jesús ¿pondrías ponerte unos pantalones? —Traté de no mirar su paquete, pero su erección mañanera era real al igual que su polla. Real y grande. Realmente grande. Para qué bromeaba, era jodidamente enorme. En lugar de ponerse sus pantalones, sólo se rio entre dientes e hizo su camino hasta mis escaleras. Dejé salir un suspiro e intenté lo mejor que pude no pensar en su gran pene flotando libremente en mi ducha. Polla grande, mierda. Aún pensaba en eso mientras hacía el café. O cuando terminé de recoger el resto del desorden que habíamos hecho cuando mi plato se rompió, o incluso cuando me agaché y sentí que estaba mojada cuando ni siquiera estaba pensando en eso. ***

Diez minutos después, me preguntaba qué diablos estaba haciendo en mi ducha. Jared, el único tipo que había tomado una ducha a mí alrededor, siempre se bañaba pocos minutos. Subí por las escaleras y abrí la puerta de mi habitación, escuchando el agua de la ducha salpicar. Excepto que el agua no era lo único que oía, porque también escuché sonidos que normalmente no haces mientras tomas una ducha. ¿Se estaba masturbando? Me pregunte mientras escuché sus gemidos y una cadena de maldiciones a través de la pared que estaba entre nosotros. En lugar de estar molesta o completamente asqueada, estaba ridículamente caliente. Se estaba masturbando en mi ducha, probablemente pensando en lo que hicimos anoche. Yo sabía que él no consiguió correrse y sólo quería envolver mi mano alrededor de su pene, que ahora sabía que era de bastante grande, pero también sabía que no podíamos llevar las cosas más lejos. Así que supongo que podía entender por qué él estaba corriéndose. Porque yo no pude encárgame de él. Me sentí como una idiota total, pero mi coño sentía como quería un poco de la acción que estaba escuchando. Mirando a mí alrededor, para asegurarme de que nadie podía verme, caminé mi cama y me senté en el borde. Tenía en un camisón corto, y no pasó mucho tiempo hasta que se subió por mis piernas y mis dedos encontraron el lugar que necesitaba ser tocado. Sí, mi orgasmo anoche fue increíble, pero escuchar Dax viniéndose en mi ducha causó que mi cuerpo quisiera más. Mucho más, pero no podía dejar que sucediera. Tenía que comportarme como un adulto y hacer lo correcto. No había manera que alguno joven de veintidós años quisiera estar con alguien ocho años mayor. Era loco, pero no se sintió loco cuando me tocó o besó anoche. Pronto mi cabeza se encontraba hacia atrás y mis dedos masajeaban mi clítoris, lo que ni siquiera se comparaba con el toque de Dax. —¿Qué coño estás haciendo? —Una voz profunda me pregunto cuando comenzaba a sentir que mis paredes se apretaban a punto de llegar al orgasmo. Alejé mi mano y me puse de pie rápidamente, tratando de parecer fresca, que era imposible. Me habían atrapado. Alise mi camisón e intente mantenerme seria. —¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estabas haciendo tú? Vine a revisar que todo estuviera bien y te escuche gemir en mi ducha. O realmente te gusta lavar tu cuerpo o estabas masturbándote en mi ducha. Los ojos de Dax se encendieron y cruzo sus brazos húmedos sobre su pecho. — Te pusiste caliente al escucharme. ¿Verdad?

—¡Ja! sabía que estabas masturbándote. —Salté un poco y él sonrió de manera petulante. —¿Terminaste? ¿Terminé? ¿Qué? Ah. —Sí, claro que terminé. Dax me miró fijamente por unos segundos antes de alzar una de sus cejas. — Mentirosa. —¿Mentirosa? ¿Disculpa? Caminó hacia adelante, provocando que presionara mis piernas contra mi cama. Esto no era una buena situación si no nos íbamos a tocar de nuevo. —Me escuchaste. Sé cómo luces cuando te vienes, y todavía no lo has hecho. Miré hacia otro lado porque ambos sabíamos que tenía razón. —Por lo tanto, está bien. Yo no debí haber hecho eso de todos modos. Soy la que necesita mantener esta cosa entre nosotros calmada, así que crucé la línea, otra vez. Dax dejó salir suspiro y lentamente comenzó a recorrer mi cuerpo con sus manos. —Esta cosa entre nosotros es innegable, Lena. Esta cosa entre nosotros acaba de comenzar. —No, lo es. Nunca debió comenzar. Es mi culpa. —No pude caminar más lejos y sólo podía sentarme en mi cama y Dax continuó avanzando hacia mí. No pude creer que Dax comenzara a reír. —Es tu culpa que te encuentre tan malditamente atractiva que en todo lo que pude pensar anoche era en subir hasta aquí y follarte en cada manera posible e imaginable. Despertarte mientras lamía ese dulce coño, y luego meter mi gorda polla dentro de ti. No es tu culpa que quiera doblarte sobre tu sofá y tomarte por detrás mientras tomo con mi puño tu hermoso cabello, haciéndote gritar tan alto que tus vecinos pensarían que te estoy asesinando. No es tu culpa que quiera bombear mi pene mientras tus tetas rebotan en mi cara y chupe tus pezones tan fuerte que tu orgasmo haría temblar la tierra y tengamos miedo de acabar con la humanidad. Dejé salir el aliento, que había estado guardando en mis pulmones. —Nadie me había hablado nunca de esa manera. Dax suspiró y bajo su mirada hacia mis piernas cerradas. —Yo no le diré a nadie si eso es lo que quieres, pero voy a follarte, Lena. Lo sabes, y lo sé. Vamos a sacarlo de nuestro sistema, y después pasaremos todo el verano como amigos.

Lo miré de manera sospechosa y no sabía ni qué pensar. Si me rendía y tenía sexo con él, lo cual en serio, realmente deseaba, sabía que nunca podríamos regresar. Pero si pasaba solamente una vez, podría decir que era un error y todos estaríamos felices. Sólo que yo sabría que no sería así. Tenía un presentimiento de que cuando Dax metiera su gigantesca polla en mi interior, querría mucho más. Creo que podría vivir con eso. En lugar de decir que sí o negar con mi cabeza simplemente me levanté y saqué el camisón por encima de mi cabeza. El aire chocando contra mi pecho causó que mis pezones se endurecieran al instante y mis pantis se mojaran más de lo que creía posible. —Joder —silbó Dax y me miró cuando tiré mis bragas y las arrojé a un lado de la cama. —Sólo una vez. Quiero esto, también, pero sólo una vez. —Lo que sea que necesites decirte a ti misma. Dax se encontraba desnudo frente a mí en cuestión de segundos, y mis piernas se encontraban alrededor de su cintura, causando que su pene se presionara en mi centro. —Hmmmm —gemí y comencé a molerme contra él, aliviando el dolor entre mis piernas. —Tranquila, o me estaré corriendo antes de que incluso me empuje dentro de ti. —Realmente me gusta lo forma en que me hablas. Dax me recostó lentamente sobre la cama mientras se cernía sobre mí. —No puedo creer que la basura de ex que tenías no te dijera estas cosas. Gritas sexo, y es exactamente lo que yo quiero hacer contigo. —Él lo decía pero muy poco, nunca así. Me coloque más arriba de la cama y puse mis brazos sobre mi cabeza. Dax se agachó y presionó sus labios sobre los míos, dándome el beso más dulce. —No quiero hablar de él. De lo único que quiero hablar es sobre cómo voy a sacudir tu mundo. Me reír por su última línea, lo que hizo que el moviera sus cejas hacia mí. Pero primero, vamos a darte ese alivio que necesitas tanto.

Sus labios encontraron mi pezón y me retorcí debajo de él. —¿No llegarás tarde al trabajo? —le pregunté y miré hacia el reloj que marcaba las seis y media de la mañana. —Se supone que tengo que estar en una casa a las siete, así que está bien. Si llego un poco tarde estoy seguro que Gary lo entenderá. Intenté decirle que estaba bien pero su boca comenzó a moverse sobre mi otro pezón, succionándolo y jalándolo tan fuerte que era casi doloroso, pero también malditamente bueno. Estaba a punto de tomar su mano ponerla en mi coño cuando el debió haber sentido mi frustración. Sus labios se movieron hacia abajo por mi cuerpo y tan pronto como su lengua se encontraba lamiendo mi centro, me abrí para que me tomara. —Podría comerte el resto del día —gimió cuando mis jugos fluyeron en su boca y succionó mi clítoris dentro de su boca. Me vendría demasiado pronto, lo que estaba bien para mí. —Estoy cerca Dax. —Lo sé, nena. Déjalo ir. —Metió unos dedos dentro de mí mientras seguía succionando y lamiendo su camino hacia el mejor orgasmo que había tenido. —¡Dax! —grite mientras sentía el placer pulsando en mi cuerpo. No podía recordar la última vez que tuve a un chico yendo hacia abajo dos veces en tan corto periodo de tiempo. Jared lo odiaba y en serio tenia cualquier excusa cuando había que hacerlo. —Eso es perfecto, Lena. Hacerte venir en mi boca es la perfección. Suspiré, sabía que él lo decía ahora, pero eventualmente se cansaría de hacer eso, al igual que Jared. —No tienes que ser tan lindo —dije con voz ronca, tirándolo cerca. Necesitaba su polla dentro de mí, y la necesitaba ahora. Pero no empujó su dura polla dentro de mí como prometió. En lugar de eso, estaba mirándome como si lo hubiera abofeteado en la cara. —No estoy siendo lindo. Estoy siendo honesto. Amo bajar por ti. Lo haría amablemente todos los días si tú me lo permitieras. No estoy mintiéndote ni diciendo mierda, ¿sí? —Está bien —dije tranquilamente, estaba sorprendida de cuanto lastimé sus sentimientos. Pero sabía cómo recompensarlo—. Lo siento, es sólo que nunca tuve a alguien que me dijera cosas tan lindas como estas. Me refiero a que lo tuve pero no por mucho tiempo.

Dax se relajó un poco y se inclinó hacia atrás sobre sus rodillas con su pene en sus manos, acariciándolo lentamente mientras yo miraba con asombro. Lo entendía. Sabía que era como un bombón cuando se trataba de hombres jóvenes. Su cuerpo parecía cincelado, tanto que él podría posar para una campaña de ropa interior, y su pene estaba tan duro que temía romperlo a la mitad si se ponía más duro. El sexo iba a ser exactamente como dijo que sería: sacudiría mundos. — Fóllame, Dax. Quiero que me folles. —Lo haré, pero primero tienes que entender que yo no hago esto. No digo mierda a menos que lo diga en serio. Tú eres la mujer más hermosa con la que estado. Hay algo sobre ti que me tiene sintiendo cosas, que nunca sentí antes. Asentí con mi cabeza y sonreí mientras abría los labios entre mis piernas, señalándole que se introdujera. —Mierda —suspiró y se inclinó hacia adelante, apenas tocando mi centro con la punta de su polla—. Sujétate, porque si piensas que será solamente una vez, estás malditamente equivocada.

Traducido por Kortega14 Corregido por Carilo

Introducirme en el coño de Lena fue mejor de lo que imagine. —Hmm. Te sientes malditamente increíble. Lena sonrió y levantó sus caderas, dejándome metérsela completamente y tomando mi longitud como una campeona del sexo. —Eres enorme y te sientes tan bien. Voy a venirme de nuevo. —No, no lo dejes ir todavía. —Comencé a bombear lentamente dentro y fuera, pero no era suficiente. Era demasiado suave para lo que quería hacer con ella. Tire su pierna sobre mi hombro y logré introducirme más profundo que antes. —Eso es —gemí, y aceleré mi ritmo, causando que sus enormes tetas rebotaran debajo de mí. Me agache y chupé uno de sus pezones mientras continuaba empujando mi gran polla dentro de ella. Se sentía tan bien, tan mojada, e iba a correrme tan rápido. Normalmente era conocido por mi aguante, pero no con Lena. Ella me hacía querer soplar mi carga tan fuerte que estaba tomando todo de mí no correrme. —Mierda, te sientes tan bien, me voy a venir, pero no todavía. No estoy listo. Necesito más. Gemí cuando ella me empujó hacia afuera y se volcó sobre su estómago. — fóllame por detrás. Cerré mis ojos y trate de controlarme para no perderme completamente. Había estado fantaseando sobre este momento por días, y ahora estaba pasando. Era el bastardo más suertudo de la Tierra.

Cuando tuve su cuerpo al borde de la cama y alineado perfectamente con su entrada, vi como sus resbaladizos jugos se deslizaron fuera de su hendidura, me incliné hacia adelante y conseguí un poco de su sabor. Su gemido me aviso que ella lo aprobaba y pronto estaba no sólo lamiendo su coño, estaba untando su líquido en mi pene, preparándome para tomarla por detrás. —¿Estás lista? —pregunte y me coloque justo en su entrada. Vi su cabeceo, pero no podía oírla. Así que cogí un puñado de su pelo, y supe que mis fantasías se habían hecho realidad. —Dilo. —Estoy lista para ti. Fóllame, Dax. Fóllame duro por detrás. Deje escapar un gran suspiro y me empuje en ella tan duro que casi me vine justo ahí. Todavía agarrado a su largo cabello, empuje mi pene profundamente dentro de ella. Quería ver su rostro, pero si realmente iba ser sólo esta vez con ella, tenía que ser así. O siempre lo lamentaría. —Oh mi Dios, se siente... se siente. Es demasiado, se siente muy bien. —Ella gimió y empujó su cabeza en el colchón provocando que su culo se levantara en el aire. Yo nunca había tenido sexo anal, pero en ese momento era mi nueva misión. Iba a coger su culo en algún momento. Tomé su cintura con mis manos, luego la tiré cerca de mí y aceleré mi ritmo. Quería follarla todo el día, pero necesitaba estar en el trabajo. Puta mierda. —Voy a hacernos venir juntos. ¿Estás lista? —le pregunté y estrelló su apretado coño una y otra vez, la presión estaba a punto de liberarse. —Sí, estoy tan cerca. Moví mi dedo sobre su ano y presioné suavemente sobre su agujero prohibido. —¿Qué diablos haces? —gritó y trato de alejarse de mí, pero me hizo reír. —Te gustará, lo prometo. —Había hecho mi parte del dedo anal, pero nunca metería mi polla ahí. Nunca había tenido ese impulso. Pero quería llenar toda esta mujer con mi polla, eso me hizo encenderme más pensar en venirme por sus dos entradas. —Mierda. —Suspiré, sabía que era el momento—. Vente conmigo, Lena. Estoy a punto de venirme. Tan pronto como presioné mi dedo más profundo en su trasero, ambos nos encontrábamos gritando de éxtasis, tan alto que seguro los vecinos debían de estar haciendo una llamada para preguntar cómo se encontraba Lena.

Mientras bombeaba dentro y fuera de ella lentamente, disfruté el placer que pulsaba en mi cuerpo, y me di cuenta que terne sexo con Lena era diferente. Me sentía diferente. Joder, ella se sentía diferente. —Eso fue… —Su voz fue amortiguada por la sabana y me hizo reír. —¿Increíble? ¿Trascendental? ¿Fan-jodido-tástico?3 —pregunté y me reí mientras ella asentía con la cabeza a cada palabra que dije. —Y más —dijo, volteándose a verme. ¿Entonces qué si ella era un poco mayor que yo?, porque apenas lo parecía. Era hermosa y aún más hermosa cuando salí de su interior y vi mi líquido gotear hacia abajo por su pierna. —Eso es bonito —dije orgullosamente y no pude evitar golpearla en el trasero. —¡Ay! —grito, y giro para ver de qué estaba hablando—. ¿Qué es lindo? ¿Mi trasero? —Sí, y mi semen goteando por tu pierna. No hay nada más cavernícola que ver mi semilla escurriendo de la chica a la que he querido follar por más de tres días. —Soy tan puta —dijo bromeando y me jala para darme un beso. Espera, joder. Mi semen escurriendo por su pierna. ¡Mierda! —Tomas la píldora, ¿Verdad? —pregunté nerviosamente y no pude dejar de patear mi maldito trasero por no haberme asegurado antes de que tuviéramos sexo—. Dios, por favor dime que no lo jodí totalmente. Lena comenzó a reírse y golpeo mi estómago. —Está bien. No puedo embarazarme. Soy infértil. El cuarto comenzó a girar por sus palabras, y por alguna razón me hicieron sentir molesto. —¿Eres infértil? —pregunte y debía haberme visto tan conmocionado como me sentía. Sus mejillas se tornaron de ese rosa que normalmente amo, pero esta vez era diferente. —Sí, lo soy. Eso es por lo que mi ex me engaño. No pude darle un bebé. Lo dijo de una forma tan indiferente que me dieron ganas de golpear su ex hasta sacarle la mierda. ¿Quién dejaría a su esposa porque no podía tener hijos? Infiernos, solamente tengo 22 años y sé que hay diferentes formas de tener hijos. — Entonces ¿él sólo te engaño? Eso es una mierda y muy jodida 3 Fan-jodido-tástico: Combinación de fantástico con jodido.

—Sí, bueno, tú no has vivido esa vida. Probablemente harías lo mismo. No podía hablar. Está mujer había sido tan lastimada que creía que cada chico era un idiota. —Lena, mírame. —Tome su barbilla y puse su cara enfrente de la mía—. Él es un jodido idiota. Yo nunca dejaría a mi esposa. Nunca. Una vez que este casado eso es todo. Malo o bueno. Con bebés o sin bebés. La mayoría de los chicos no son como él. Si tu fueras mía, completamente mía, nunca te dejaría ir. Te quedarías atascada conmigo para siempre. Lena comenzó a reírse y me despidió con la mano. —Bueno, eso fue genial, y lo siento por dejar caer la bomba al final, pero oye, es un ganar-ganar. Estoy limpia, tuvimos sexo increíble, en serio fenomenal, tenemos la posibilidad de estar desnudos sin que yo quede embarazada. Soy como el sueño de todo hombre joven. —Ella trataba de ser divertida, pero podía escuchar el dolor en su voz. —Eso no fue por lo que quería follarte, y cuando tengamos sexo de nuevo usaré un condón si lo necesito. Que tú no puedas tener hijos no hace el sexo más atractivo. De hecho, eso me hace desear hacer todo lo que está en poder para que eso te pase algún día. —No sabes lo que dices porque eres sólo un niño. —Sabía que en el minuto en el que la palabra niño saliera de su boca ella me lastimaría. Podría haberme pegado en las bolas también. —Un niño ¿eh? Suena como si el único niño en este escenario es el idiota con el que estabas casada. —Pude ver en sus ojos que había pasado la línea, pero sabía que no era por lo que dije. No, tenía todo que ver con el tema de la conversación. —Vete —dijo y se cubrió con sus manos—. Ahora. Vete. Mierda. —Lena, espera. Eso no es a lo que me refería. No soy un maldito niño y tú lo sabes. —Lo eres y esto no debía haber pasado. Necesitas irte. Esto nunca pasará de nuevo. ¿Entendiste? La miré por un minuto, y cuando se arrastró fuera de la cama y corrió hacia el baño, sabía que era tiempo de irme cuando la puerta se cerró de golpe y la cerradura tronó como un rayo. Acabo de tener el mejor sexo de mi vida y arruiné todo al mismo tiempo. —Lena —dije tranquilamente mientras me acercaba a la puerta del baño. La regadera se encendió y sabía que ella no iba a escucharme.

Reuní mi ropa y estaba listo para irme después de unos pocos minutos. Encontré un pedazo de papel en el escritorio de su cuarto y le escribí una disculpa. Mira, siento haber dicho eso, pero es la verdad. Cualquier hombre que te haya dejado ir es un idiota. Acabo de tener el mejor sexo de mi vida hoy, y quiero agradecerte por eso. Eres alguien especial, Lena, el siguiente tipo al que dejes entrar será un jodido con mucha suerte. Dejé el lapicero en la mesa y miré hacia la habitación una última vez. Quizá acababa de follar con la chica de mis sueños, pero también había jodido todo en el mismo momento. Vida-1, Dax-0.

Traducido por Juliette Corregido por Carilo

Me gustaría decir que los últimos días habían volado, pero con toda honestidad, se arrastraron como el olor de un cigarro apestoso. Pensar en Dax era mi nuevo trabajo, y la imagen de él y yo era todo en lo que podía pensar. No había vuelto a mi casa desde nuestra noche juntos, y no había tratado de contactarlo. Era mejor así. Realmente era demasiado vieja para él, y él debería estar en fiestas con chicas de su edad. Pero por alguna razón, él no parecía estar en ese estilo de vida. —¡Detente! —gritó Krista desde mi habitación, evaluando mi atuendo para la noche. Sorprendentemente, estaba equivocada. Por primera vez desde que había salido por nuestra puerta, no estaba pensando en Jared. —En realidad no lo estoy. Krista alzó una ceja y se volvió hacia mí. —¿De verdad? Es la primera vez. No sabía que tuviera tanto efecto en ti. Podía sentir mis mejillas calientes porque no había manera de que ella supiera en quién estaba realmente pensando, ella nunca podría. Krista era mi mejor amiga, pero no sabía qué pensaría si se enterara de Dax y de mí. —Supongo que lo hace. —Guau, supongo que sí. Bueno, entonces, vamos a prepararte para tu cita. Miré mi reloj nuevamente por vigésima vez y calculé que tenía una hora más hasta que Kirk me recogiera para nuestra cena. Eso fue exactamente un minuto desde que había mirado el reloj por última vez. Prepararse era agridulce porque sabía que Kirk era un gran tipo y necesitaba darle una oportunidad, pero había dormido con otro hombre hace sólo unos días, y

tan mal como yo sabía que estaba, no podía creer lo bien que él se sintió. Claro, tuve relaciones sexuales con Jared. Mierda estábamos juntos desde que éramos niños, pero no podía recordar honestamente alguna vez sintiendo esa conexión que había sentido en el momento en que conocí a Dax. Sin embargo, necesitaba olvidarlo. Kirk necesitaba ser mi principal preocupación, y eso es lo que me estaba enfocando.

—Guau —dijo Kirk con un silbido mientras le hacía una pequeña reverencia—. Te ves increíble. —Estás siendo muy amable. —Sonreí y enganché mi brazo a través del suyo mientras cerraba la puerta principal detrás de mí. No necesitaba saber que Krista estaba todavía en mi cocina, asegurándose de que en realidad me fuera y no retrocediera en nuestra primera cita. Señaló hacia una camioneta negra, y yo lo seguí. Estaba esperando realmente esta cita. —Ese soy yo, y estoy siendo honesto. Eres impresionante, Lena. Le dejé mostrarme su lado de caballerosidad mientras me deslizaba en el lado del pasajero de un vehículo muy agradable y cerró mi puerta detrás de mí. Sabía que Kirk era dueño de su propio negocio de contabilidad en la ciudad, y por su aspecto, lo estaba haciendo muy bien. La cena con Kirk fue agradable, pero no fue suficiente para hacerme olvidar a Dax. Hablamos de su negocio, y me hizo muchas preguntas sobre ser maestra de secundaria. No podía entender por qué elegí estar en esa profesión, pero desde que era niña sabía que enseñar era la única carrera que quería. La enseñanza era todo para mí, y había tanto que dar que sólo quería hacer una diferencia en la vida de mis estudiantes. Si pudiera ayudar a un niño, sólo a uno, había hecho mi trabajo. —Creo que eres increíble. No podrías pagarme lo suficiente para estar en una habitación con veinticinco niños de trece años. Colton es suficiente. Ambos nos reímos y tomamos otro sorbo de nuestro vino. Nuestra cena estaba terminando, y sabía lo que vendría después. Krista me había preguntado cuál era mi plan, pero yo estaba tan a la defensiva de todo que supuse que tendría que ver lo que pensaba mi mujer interior cuando él me dejará en casa. Sería mi llamada si lo invitaba a tomar café. ¿Quería tomar un café con él?

—Esta noche ha sido genial. No me gusta dejarte tan pronto. ¿Deberíamos caminar por el paseo marítimo? —Sí, eso suena realmente perfecto. —Y realmente lo hizo. Más tiempo para posponer. Hablar con Kirk era fácil, pero faltaba algo. Nunca sentí la necesidad de arrancarle la ropa y ver lo rápido que podía hacerme venir. De hecho, nunca había tenido ese sentimiento antes de Dax. No estaba lista para renunciar, sin embargo. Necesitaba darle a todo esto un poco más de tiempo. Así que caminamos y hablamos y caminamos un poco más. La plática de nuestros ex llegó, y me enteré de que la ex de Kirk vivía a dos horas de distancia y compartían la custodia de Colton. Lo único bueno de descubrir de no poder tener hijos era el hecho de que no tenía que compartirlos con Jared. Sólo que una parte de mí se preguntaba si aún estaríamos casados si hubiera podido darle lo que él quería más que cualquier otra cosa en la vida. Un niño. Habíamos empezado a buscar un bebé sólo un año después de casarnos. Cuando no sucedió en el primer año, supe que algo estaba mal. Siendo hija única, había oído las historias de horror de mi madre tratando de concebir y hacerlo en término completo. Aborto tras aborto casi hizo que ella y mi padre perdieran la esperanza, pero cuando estuvieron listos para hablar de adopción, me presenté y me quedé para siempre. El único problema era que nunca había tenido una prueba de embarazo positiva antes. Muchas citas médicas más tarde, me enteré de que simplemente no ovulaba. Jared trató de mantenerse fuerte, pero estaba tan en contra de la FIV4 o la adopción que el tema estaba completamente muerto. Enfrentar el hecho de que nunca iba a tener hijos era horrible, pero hacerlo sola había sido el punto más bajo de mi vida. —¿Divagando por tus pensamientos? —preguntó Kirk y me empujó con su hombro. Volviendo, pensé que nunca hubo un buen momento para lanzar esta enorme bomba. No es que sabía si él incluso quería hijos algún día, pero mi problema podría ser potencialmente un factor decisivo. —No puedo tener hijos. Por eso mi matrimonio fracasó. No te conté exactamente el cuadro completo. Kirk asintió y no perdió el ritmo. —Bueno, él es un idiota. Pensé en lo que Dax había dicho, y empezaba a pensar que tenían razón. Si fuera al revés, nunca engañaría a Jared y lo dejaría. Encontraría una manera de hacer que mi vida funcionara con él, con o sin hijos. —Gracias, necesitaba oír eso otra vez.

4

FIV Fertilización In Vitro

—¿Otra vez? —dijo con una carcajada, y me di cuenta de que casi había quemado mi tapadera—. Sí, mis amigos no eran sus fanáticos más grandes. —Y salvada. —Nos costó mucho tener a Colton, así que puedo entenderlo. Es un bebé de probeta. —Me sonrió, y yo no podía dejar de reír. —Eso es horrible, llamarle así. Kirk se rio y se agachó para tomar mi mano en la suya. —Lo sé, pero es muy divertido decirlo. Estaba dispuesta a abandonar la conversación sobre los niños, porque ahora viendo la reacción de Kirk me hacía sentir horrible al explotar con Dax. —Bien, bueno, ¿estás listo para salir de aquí? —Pensé que nunca me lo pedirías. —Él me empujó rápidamente hacia la dirección de su vehículo. Supongo que estábamos tomando un café, a pesar de que todavía no estaba cien por ciento dentro. Por alguna estúpida razón, sentía que estaría lastimando a Dax si lo invitaba, pero también tenía que hacer lo que era mejor. Café, porque era la única manera de hacer que lo mejor sucediera. —¿Te gusta el café? —pregunté con un tono más juguetón del que esperaba, y sonaba más como una idiota. Kirk cerró la puerta y puso en marcha su todoterreno. —Oh, claro. Quiero decir, no un montón de crema o azúcar, pero podría tener una taza de café negro. Cuando empecé a reírme, él me miró con una expresión confusa y se dirigió a mi casa sin preguntar por qué había reído. El viaje a mi casa fue tranquilo, y empecé a pensar en cómo hasta hace una semana sólo había dormido con un hombre en toda mi vida adulta, y ahora en una semana, iba a estar con otros dos. Era un poco desvergonzada, y me gustaba ser así. Es decir, hasta que vi a una figura sentada en mis escalones cuando Kirk dio la vuelta a mi casa. —Parece que tienes un visitante. ¿Lo conoces? Entrecerré los ojos e intenté contener un jadeo cuando vi a Dax sentado en mi porche, sosteniendo su cabeza entre sus manos. Tomé algunas respiraciones rápidas e intenté pensar en cómo podría explicar esta situación sin parecer una idiota. Así que mentí. —Sí, es mi sobrino. Sí, Dax. Mi sobrino está aquí para el verano. —¿Qué mierda estaba haciendo?

—¿Creía que dijiste que eras hija única? —preguntó con una expresión confundida y tiró de su auto justo delante de mi casa. Dax levantó la vista y empezó a ponerse de pie. ¡Mierda! Mentir no era lo mío. De hecho, me habían dicho toda mi vida que nunca sería un buen criminal porque acabaría condenándome a mí misma. Pero ahora no había vuelta atrás. —En realidad es el hijo de mi prima. Ella y yo éramos como hermanas porque crecimos juntas, así que sus hijos siempre me llamaban tía Lena. Ya sabes, así que siempre he llamado a Dax mi sobrino. —Dios, esto fue raro. —Bien, genial. Pero ¿qué está haciendo fuera de tu casa a las diez de la noche? Él tenía un punto. Esa fue una excelente pregunta. Y por alguna razón, yo era una jodida criminal en ese momento porque mis mentiras seguían saliendo. —Mi prima está fuera de la ciudad, así que se queda conmigo. Debe haberse quedado fuera. Apuesto a que estaba fuera, ya sabes, con otros chicos de veinte años, y olvidó sus llaves. —Traté de mantener una sonrisa y no podía creer lo bien que estaba haciendo. Yo era realmente creíble. Kirk miró de nuevo y Dax le dio una mirada. —Sí, bueno, estoy muy disgustado con dejar de lado el café —dijo con un guiño, que me hizo reír. Supongo que no era sutil sobre el comentario del café. —Tomaré un vale por ese café —dije con diversión y luego recordé que Dax estaba de pie en mi maldito porche. ¿Qué demonios estaba haciendo allí? —¿Tengo que acompañarte y asegurarme de que ambos entren? Sacudí la cabeza y saqué las llaves de mi casa. —No, tengo mis llaves aquí. —Bueno, bueno, esta noche fue muy divertida, Lena. Gracias por darme una segunda oportunidad. Me di cuenta de que quería darme un beso de buenas noches, pero no podía hacer eso cuando Dax nos miraba directamente. Así que cuando Kirk entró al cincuenta por ciento, me acerqué y le di un beso rápido en la mejilla. Se apartó con una expresión confundida y miró por encima de mi hombro. —Dax está mirando —susurré, y me encogí de hombros. Kirk me miró por un segundo, pero no hizo ninguna pregunta. —Claro. Te llamaré mañana, ¿de acuerdo? Hagamos que la cita número dos ocurra pronto. Me gustas mucho, Lena.

Sonreí y le di un pequeño saludo con la mano antes de darme la vuelta para mirar a Dax. Dax vio cómo la camioneta de Kirk se alejaba, pero no me dijo una palabra mientras pasaba junto a él y empujaba mi llave en la cerradura. No tenía idea de lo que estaba haciendo en mi casa, pero no iba a mentir y decir que no era agradable verlo. No importa cuánto tratara de negarlo, él hacía que mi corazón se acelerara. Cuando entré por mi puerta principal, la mantuve abierta y moví mi cabeza hacia adelante, señalando que estaba bien si él entraba. Realmente estaba contenta de que estuviera allí, porque tener relaciones sexuales con Kirk probablemente no habría sido mi mejor jugada. Y necesitaba disculparme. De acuerdo, eso podría haber esperado hasta que lo viera la próxima semana, pero necesitaba decir que lo sentía. —Fuiste a tu cita —dijo suavemente, y se acercó a mi sofá para apoyarse en él. Podía oler la cerveza en su aliento y me preguntaba qué había estado haciendo. Lo miré unos segundos antes de responder. —Se llama Kirk, y sí. ¿Qué has estado haciendo? Mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, él nunca apartó sus ojos de mí. — Tomé algunas cervezas con mi amigo Dillion. Quería ir a esta fiesta, pero cuando llegamos sabía que no era donde quería estar. Podía sentir mi pecho apretarse, y no estaba segura de qué diablos estaba pasando conmigo. Me hacía sentir bien, realmente bien, que no quisiera ir de fiesta con chicas más jóvenes, pero también me confundía. —¿Por qué? —Porque tenía que asegurarme de que me perdonaste. —Dax —dije suavemente, cerrando mis ojos. Ninguno de los dos habló, y pronto abrí los ojos otra vez y lo encontré mirándome fijamente—. Yo soy la que lo lamenta. No debería haberlo perdido en ti como lo hice. Y también lo siento. Dax parecía casi aliviado de que me hubiera disculpado, y supongo que nuestra pequeña disputa lo afectó más de lo que pensaba. —Gracias, y la próxima vez cuando discutamos así, no te alejes. Los últimos días han sido un infierno para mí. —Apenas nos conocemos. Y lo que hicimos la otra noche nunca volverá a suceder, así que no tenemos que preocuparnos de nada. Estábamos callados de nuevo, pero tampoco rompimos el contacto visual. Justo cuando estaba a punto de ceder y alejarme de la tensión que estaba construyendo, Dax se movió hacia mi puerta principal. Una parte de mí estaba

triste de que se fuera, pero una parte más pequeña sabía que era lo mejor, así que sabía que no lo detendría. Excepto, que había estado bebiendo. Será mejor que no conduzca. —¿Dónde está tu coche? —pregunté, lo cual le hizo quitar la mano de la manija de la puerta. Sin darse la vuelta, dejó escapar un profundo suspiro. —Me dejaron aquí. Volveré a mi casa. —¿Caminando? ¿Dónde vives? —le pregunté y no podía creer que hubiera dormido con alguien sin siquiera saber dónde vivía. Dax finalmente se dio la vuelta, y tomé cada pedacito de su belleza. —En Séptima y Pine —dijo y me miró arriba y abajo, deteniéndose en mi escote que estaba en exhibición. Tenía buenas tetas, y no había escondido a estos bebés cuando llevaba un vestido de noche. Aprendí temprano a abrazarlos, excepto cuando estaba en el modo de enseñanza. Los chicos de trece años no necesitaban ninguna exhibición de tetas en su área inmediata. —Eso está a casi dieciséis kilómetros de distancia —dije y me volví hacia la cocina—. Déjame conseguir mis llaves y te llevaré. —No, no necesitas hacer eso. Realmente, no es un gran problema. —Fue a agarrar mi puerta de nuevo. —Dax, por favor. Me sentiré mejor si me dejas llevarte. —Miré como tantas emociones cruzaban su rostro, y pronto supe que había ganado. Asintió una vez y se quedó junto a mi puerta, esperando que agarrara mi bolso. No me gustaba cómo estaban las cosas entre nosotros. Nos habíamos llevado tan bien cuando nos conocimos, y ahora era como si ni siquiera pudiéramos hablar entre nosotros. No ayudaba que la tensión sexual en la habitación fuera tan espesa que no se podría haber cortado con un jodido machete. —¿Listo? —pregunté y señalé hacia la puerta de mi garaje, que estaba al otro lado de mi sala de estar. Dax estaba en silencio, pero sabía que estaba detrás de mí. Cuando fui a buscar la manija de la puerta, supe que mi problema era que no quería tomar café con Kirk. Yo tampoco quería ser sólo una amiga de Dax, y segura como el infierno que no quería que fuera a casa. Hice una pausa y dejé mi mano apoyada en la manija de la puerta. Entonces de repente dos grandes manos estaban en mis caderas. —Quiero decirte lo hermosa que te ves, pero no estoy seguro de si eso está permitido.

Cuando no respondí, él comenzó a mover sus manos más arriba en mi cintura, hasta que sus dedos estaban justo debajo de la parte inferior de mis pechos. —Y quería decirte que no puedo sacarte de mi mente. —Dax —susurré, y cerré los ojos cuando una de sus manos se alzó y me acunó la mejilla mientras él plantó un beso caliente en la parte posterior de mi cuello. —Y quería decirte que no puedo soportar pensar que cenaras con otro hombre. Gemí cuando él me chupó el cuello. —Pensé en ti todo el tiempo —susurré, y separé mis piernas cuando su mano libre bajó hasta el dobladillo de mi vestido y lo levantó sobre mi culo. —Bien —dijo con voz ronca, y chupó otra parte de mi cuello—. Sabía que él me estaba marcando, y por alguna razón ni siquiera me importaba. Su mano se movía lentamente hacia abajo hasta la parte interior de mi muslo, y pronto sus dedos estaban cerca de mi lugar que estaba suplicando que él volviera a visitar. Pero no lo dejé ir más lejos. En vez de eso, me volví para mirarlo. Si dejo que esto suceda de nuevo, estaría demasiado lejos para decir que cometí un error tonto. —No puedes negarlo —dijo en un susurro, y extendió la mano para mover un mechón de mi pelo que había caído sobre mi cara. Cerré los ojos cuando él movió su mano sobre mi mejilla y metió el mechón detrás de mí oreja. Tenía toda la razón. No se podía negar una conexión como la que estaba sintiendo con él. Así que decidí decir al carajo.

Traducido por LittleCatNorth Corregido por Candy20

Estaba perdiéndola. Si ella realmente se sentía así fuertemente sobre nosotros de no estar juntos, necesitaba respetar eso. Sólo que, era jodidamente imposible no estirarme y tocarla cuando estaba de pie tan cerca de mí. Ese fue él porqué cuando estaba a punto de aceptar su rechazo, tomó todo de mí equilibro no caer de plano sobre mi trasero cuando embistió hacia mí, saltando y envolviendo sus piernas alrededor de mi cadera. Nuestras bocas estaban la una sobre la otra como imanes, y la alegría que hizo erupción en mi pecho era indescriptible. Estaba dándome una segunda oportunidad, y yo iba a tratar cómo el infierno y hacerlo funcionar. Nos paramos para tomar algo de aire cuando comencé a caminar por el corredor y hacia la cocina. Entonces vi su mesa de comedor. Eso era lo que tenía que hacer, porque sabía que, si no conseguía mi polla dentro de esta mujer en los siguientes segundos, yo iba a explotar literalmente. —No me importa —susurró, y sabía exactamente sobre lo que estaba hablando. Finalmente, dejó el hecho de que yo era ocho años más joven que ella y que yo era el sobrino de su mejor amiga. Ya era jodidamente hora. —Finalmente —gruñí cuando la deposité sobre la mesa y jalé el nudo que aparentemente mantenía su vestido unido. Cuando vi el sujetador de encaje rojo y tanga a juego bajo su vestimenta, no estaba seguro de sí debería estar molesto de que usara eso en su cita, o aliviado de que el idiota de Kirk no consiguiera una oportunidad de verlo. —Estaba pensando en ti cuando me lo puse —dijo y se estiró hacia mí y comenzó a desabotonar mis vaqueros. He estado pensando en ti sin pausa por los pasados días. Realmente no deberíamos estar haciendo esto, pero sólo ya no me importa. La única cosa que me importa es que estás a punto de follarme. Agarré mi camiseta y la jalé sobre mi cabeza mientras ella continúa bajando mis vaqueros de mi cuerpo. Cuando estuve de pie enfrente de ella sólo con mi bóxer corto, me

estiré hacia el frente y puse mis manos bajo el mechón de su cabello, justo detrás de su cuello. La acerqué hacia mí y la besé con todo lo que tenía. Quería mostrarle que no quería solamente follarla; yo quería reclamarla. —No más Kirk declaré firmemente, y entonces alcancé detrás de ella para desabrochar su sujetador. Si vas a dormir conmigo, no hay nadie más. Nunca he sido muy bueno compartiendo. Lena rio, pero entonces simplemente asintió para mostrarme que entendía exactamente a lo que me refería. —No más Kirk —dijo y luego gimió cuando presioné mi dura polla contra su entrada que estaba rogándome para que la tomara. —Necesito tomarte ahora, pero haremos más exploración cuando subamos. Lena lanzó su cabeza hacia atrás cuando me presioné contra su núcleo de nuevo, sólo para ser bloqueado por la ropa. Tan pronto como conseguí sacar su tanga y mi ropa interior, no había nada para detenerme. La jalé cerca y me tomé un momento para saborear la sensación de sus húmedas paredes cerrándose a mi alrededor. —No hay una sensación mejor —susurré, y entonces me empujé rápida y totalmente, llenándola por completo con mi adolorido pene. —Sí —siseó, y envolvió sus piernas alrededor de mi cintura apretadamente, jalándome incluso más cerca. Apreté su clítoris, lo que envió un montón de maldiciones volando fuera de su boca. Cuando inclinó su cabeza hacia atrás de nuevo, tomé la oportunidad de inclinarme hacia adelante y capturar uno de sus firmes pezones en mi boca. —Tan cerca murmuró cuando continué, no sólo bombeando dentro y fuera de ella en un paso ridículamente rápido, sino también succionando cómo el infierno sus tetas y frotando su clítoris. Dios, esto se siente tan bien. No pares. —Exhaló y miró de regreso hacia mí, tomando mis labios con los suyos. Nos besamos con tanta pasión que eso hizo mi liberación venir fuerte y duro. Sus lloriqueos llenaron mi boca mientras mi semen la llenaba. Fue jodidamente hermoso.

No subimos las escaleras hasta dos horas más tarde. La alfombra que cubría el suelo de su sala era más cercano que su cama, y no tomó mucho tiempo antes de que yo estuviera listo para tomarla de nuevo. Bromeó sobre estar con un hombre más joven, pero lo que yo no quería decirle era que sería de esta forma con ella por el resto de mi vida. No había manera de que yo pudiera estar alrededor de esta mujer sin querer follarla.

Cuando finalmente subimos las escaleras hacia su cama, la llené dos veces más con mi semilla. No podía imaginar no ser capaz de conseguir que esta chica se embarazara con la cantidad de semen que liberé dentro de ella. Después de lo que se sintió sólo segundos después de la última vez que la follé por detrás, un ruidoso estallido vibró a través de su casa. —¿Qué demonios es eso? pregunté y miré la más hermosa vista desplegarse enfrente de mí. Lena realmente era una chica preciosa, pero nada era más impresionante que la vista de despertar junto a ella. Su cabello estaba salvaje por nuestra noche de pasión, y su maquillaje estaba corrido a través de su rostro, pero su sonrisa era real, y era la cosa más increíble que había visto alguna vez. Fui por un beso cuando el estallido regresó, y ambos nos miramos el uno al otro con una expresión confundida. —¿Estás esperando a alguien? —Miré hacia el reloj sobre el lado de su cama y no podía creer que habíamos dormido hasta las diez treinta. Bueno, no podía creerlo porque la última vez que vi el reloj, se leía cuatro y dieciocho, y esa fue la vez que me montó mientras yo vivía mi fantasía de chupar sus tetas mientras estaba debajo de ella, bombeando para llenarla. Y ahora estaba duro. —No, así que ¿quién demonios está tratando de derribar mi puerta? Me encogí de hombros y rápidamente me puse sobre ella. —Quiero follarte de nuevo —susurré y miré mientras sus pupilas se dilataban. —No creo que ellos vayan a irse dijo, pero entonces pasó sus dedos a través de mi espalda mientras yo comenzaba a frotar mi dura polla a través de su entrada. —Seré rápido, así que ellos sólo tendrán que esperar. Tú me vuelves tan malditamente loco. Ambos gemimos cuando el golpeteo continúa, y la miré mientras me empujaba fuera de ella y saltaba fuera de la cama. —Estaré de regreso pronto. Rodó sus ojos cuando el timbre estaba sonando ahora entre los golpes. Se deslizó en un camisón y una bata, el mismo atuendo que estaba usando cuando la conocí. Y entonces iremos por la ronda siete, u ocho. Oh, demonios, perdí la cuenta. Me sentí como una bolita de queso5 yaciendo en su cama, completamente desnudo y oliendo como su coño, sonriendo como un idiota. Nunca me sentí más feliz. El momento sólo duró un segundo porque cuando ella abrió la puerta principl, oí a alguien, con una voz mucho más profunda de lo que esperaba hablando en un ritmo muy

5

Cheeseball: se usa para describir a alguien que hace o dice cosas tontas, torpes, cursis o sosas.

rápido. —Mierda —dije en voz baja y salté fuera de la cama y me dirigí a la ventana. Me pregunté si Gary estaba buscándome y se preocupó cuando no fui a casa. Excepto que no era Gary. El Duramax negro que estaba estacionado enfrente de la casa no le pertenecía a él. ¿Quién demonios era entonces? Acababa de recordar que dejé mi ropa en las escaleras, así que, en lugar de desfilar con el trasero desnudo, encontré un par de pantalones cortos de Lena y reí cuando consideré deslizarme en ellos. No sería capaz ni siquiera de meter una de mis piernas en esas cosas, y mis bolas estarían colgando por el lado. Fui a agarrar una toalla cuando oí pasos en las escaleras. Bueno, quizás el visitante ya se había ido. Lena voló dentro del dormitorio como una loca y miró aturdida. —Tienes que permanecer aquí arriba —dijo rápidamente. —¿Por qué? ¿Quién está aquí? —pregunté y terminé de cubrirme con una toalla rosa. ¿Y quién demonios eligió estas toallas? —Mi pregunta sólo me ganó un golpe y una mirada severa. —Hablo en serio, Dax. Jared está aquí y necesita hablar conmigo. No puede saber que estoy durmiendo contigo. —¿Jared, el idiota? ¿Y por qué no? —pregunté y continué mirándola mientras se desvestía y jalaba un vestido veraniego sobre su cuerpo desnudo. —De ninguna manera. Tienes que ponerte un sujetador si vas a hablar con él. —Oh, no te pongas todo mandón ahora. Y lo haré —dijo con una sonrisa y jaló su ropa interior hacia arriba por sus piernas y ajustó un sujetador en su sitio. No quiero que Krista sepa sobre nosotros por alguien más. Le diré cuando sea el tiempo correcto. Podía respetar eso. —De acuerdo, así que ¿sólo permanezco aquí arriba? pregunté y caminé de regreso sobre la cama, dejándome caer despreocupado sobre la pura suavidad. Me gustaba saber el hecho de que esta cama era nueva para Lena. Ella consiguió una nueva el día que él idiota se mudó. Eso me hizo sentir incluso mejor, saber que yo era el único que había estado en esta con ella. —Sí, sólo permanece aquí. Volveré pronto. —Puede que me haya guiñado, pero podía decir que estaba nerviosa de que su ex estuviera aquí. Antes de pudiera regresar un comentario ingenioso, desapareció fuera de la puerta de su dormitorio.

Traducido por LittleCatNorth Corregido por Candy20

Alisar mi vestido mientras hacía mi camino hacia abajo por las escaleras no detuvo los miedos que tenía por sólo hablar con Jared. Habían sido más de seis meses desde que lo había visto o hablado con él, así que esta visita era inesperada por decir lo menos. Me detuve en la esquina justo antes de voltear para entrar a la sala y tomar una profunda respiración mientras ponía mi fachada más fuerte. —Lo siento, ahora estoy realmente vestida —dije y traté de sonreír, pero eso sólo no se sentía bien. Incluso aunque ninguna parte de mí lo quería en mi casa, estaba un poco intrigada sobre lo que quería decirme. Jared aún estaba de pie en la puerta y ni siquiera disimuló cuando me miró de arriba abajo. —Lena, te ves realmente bien. Sabía lo que quería decir. Puede que haya pasado a través de una pequeña depresión después de que nos divorciamos. Encontrarme con él hace seis meses en la tienda fue uno de los momentos más embarazosos de mi vida. Había estado tan deprimida por los meses anteriores que finalmente, decidí que necesitaba conseguir algo de ayuda. Después de varios días largos de citas con el doctor, finalmente, conseguí una prescripción de medicinas y decidí que iría tarde una noche para conseguirlas. Supuse que no vería a nadie que conociera, pero no. El universo quería enseñarme el dedo medio por alguna razón y me encontré con Jared. Su mirada de pena cuando me vio fue horrible, y estoy agradecida ahora que me veo más cómo yo misma. —Gracias. ¿Qué es tan importante de decirme que hayas sentido la necesidad de tumbar la puerta?

Corrió su mano a través de su brillante cabello, lo que no fue una buena señal. Era la señal del desasosiego. Lo que sea que fuera a decirme iba a ser doloroso, así que decidí abrazarme a mí misma. —¿Podemos sentarnos en la sala? —preguntó, pero no esperó a que respondiera mientras caminaba por mi lado y comenzaba a pasearse alrededor de una habitación en la cual hicimos muchos recuerdos. Lo miré y me pregunté qué demonios lo tenía tan histérico. También tomé nota de algunas cosas que me tomaron un poco fuera de guardia. Jared alguna vez fue el hombre más atractivo que alguna vez había visto. Cómo sea, ahora que yo había estado con Dax, parecía casi mediocre. El oscuro cabello de Dax coincidía con su cuidadosamente mantenido vello facial, dándole una apariencia más fuerte, mientras que Jared siempre mantenía un corte prolijo y corto, casi pareciendo militar. Estaba bien en él, pero por alguna razón estaba comenzando a pensar que podría gustarme un hombre un poco descuidado. —¿Estás escuchándome? —preguntó molesto, poniendo sus manos sobre sus caderas. No, porque aún estaba fantaseando sobre el sujeto escaleras arriba quien seriamente tenía mis labios femeninos retorciéndose. —Lo siento, lo estoy ahora — dije rápidamente y me moví alrededor de la parte trasera del sillón, así podría sentarme y darle mi atención completa. Dejando salir un pequeño suspiro y poniendo los ojos en blancos hacia mí, continuó. —Lo que estaba diciendo es que necesito decirte algo. Algo importante, y prefiero que lo oigas de mí antes de que el rumor deambule en la calle. —De acuerdo —dije y me senté hacia atrás, preparándome para lo peor. ¿O quizás lo mejor? —Lena, he estado viendo a alguien nuevo. Sé que lo jodí todo contigo, y no tienes idea de cuantas veces me arrepentí de esto y deseé poder cambiar cómo fueron las cosas entre nosotros, pero ambos sabemos que no podemos. Hemos pasado por mucho juntos, y hacerlo funcionar entre nosotros sólo no es una opción, ¿correcto? ¿Correcto? —¿Estás bromeando? Por supuesto que no lo es. Te he dicho eso un millón de veces. —Varios meses después de que nos separamos, Jared ocasionalmente se había detenido y parado en mi porche, rogándome que lo recibiera nuevamente. Me mantuve fuerte y le dije que se jodiera. Absolutamente no había manera en que fuera capaz de confiar en él de nuevo alguna vez.

—Correcto dijo y actuó como si acabara de tener una idea—. Bueno, lo que estoy diciendo es, encontré a alguien nuevo. —Ya dijiste eso, así que ¿por qué siquiera tiene que ver con nosotros? Jared detuvo su caminata y caminó justo hacia mí. —Porque cada vez que te veo, recuerdo el jodido idiota que soy. Asintiendo, crucé mis brazos sobre mi pecho y mantuve mi expresión en blanco. ¿Yo deseaba que las cosas hubiesen sido diferentes? Sí. Pero no puedes cambiar el pasado, tú sólo puedes abrazar tú futuro. —Eso es lo que dije, estoy por casarme. —¿Qué? chillé un poco más fuerte de lo que esperaba. ¿Con Shelly? Los ojos de Jared se ampliaron, y entonces rápidamente corrió su gran mano a través de su rostro. Mierda, ya lo habías oído, ¿entonces? —Sí, lo oí. También quería decirle que él era, no sólo un jodido idiota por venir a aquí y básicamente lanzarlo hacia mí, sino también por llevarse a la mejor estilista que nunca tuve. Cuando comenzó a pasear de nuevo, sabía que había más de esta historia. — ¿Qué más? pregunté y me moví un poco más al borde del sillón—. Sólo dime, Jared. Puedo manejarlo. Lo oí decir algo, pero juré que sonó como si lo que dijo fue que iba a tener un bebé. Pero eso no podía ser cierto. No podía tener niños antes que yo. Sabía que había esa posibilidad, pero el universo no era así de jodidamente cruel. Excepto, que lo era. —¿Qué fue eso? pregunté en una voz suave. No podía llorar. No debía llorar. Cuando se volteó, podía decir que sus ojos estaban comenzando a vidriarse, y parecía como si estuviera realmente herido. Voy a tener un bebé con Shelly. Vamos a tener un bebé. —Felicidades dije en un suspiro y me puse de pie rápidamente, corriendo fuera de la sala y dirigiéndome directo a la cocina. Necesitaba salir de esa habitación con él. ¿Un bebé? Jared iba a tener un niño. Algo que él siempre había querido, algo que yo nunca pude darle. Y entonces qué, ¿folla a alguna chica joven y se embaraza de pronto? Jódete, también, universo.

—Lena, espera dijo y siguió justo detrás de mí. Agarró mis hombros y me volteó así yo estaba enfrentándolo—. Tú sabes cuánto quería esto contigo, pero eso sólo no iba a pasar. —Tú nunca siquiera intentaste. Había otras opciones. —¿Qué, e ir a la bancarrota? Tú sabes que no quería ir por ese camino. Fui capaz de pelear con las lágrimas que estaban a punto de salir, y traté de alejarme de él, pero su agarre era demasiado ajustado. —Podríamos haberlo hecho funcionar, pero te rendiste con nosotros. Quiero que te vayas. —No, porque necesito decirte más. Estoy emocionado como el infierno de tener un niño, y Shelly es genial, pero deberíamos haber sido nosotros. Lena, siempre has sido tú. No estaba hablando en serio, ¿o sí? —¿Estás jodidamente bromeando? ¡Déjame, y sal de aquí! grité y traté de empujarlo fuera de mi camino. Justo cuando Jared estaba a punto de jalarme más cerca de él, un diferente conjunto de fuertes manos estaba sobre sus hombros, jalándolo lejos de mí. —Ella dijo que saques tus jodidas manos de ella. La voz de Dax era tan fría y calmada que incluso me hizo un poco cautelosa. Jared me soltó y giró rápidamente. —¿Quién demonios eres tú? dijo en voz muy alta, tomando un paso atrás cuando Dax se movió al frente, tratando de llegar a mí. —Soy el novio de Lena, y tú necesitas irte. Jared miró entre Dax y yo, y entonces comenzó a reír. —¿Estás bromeando? ¿En serio estás saliendo con este sujeto? preguntó y miró a Dax de arriba abajo. Dax no era un sujeto pequeño. De hecho, tenía unos buenos quince kilos de músculo por encima de Jared. También fue capaz de ponerse sus vaqueros y no estaba con el trasero al aire, o Jared hubiera notado otra área que Dax tenía para vencerlo. —Lena, ¿quieres que lo saque de aquí? preguntó Dax y me jaló más cerca de él. A pesar de que nosotros solamente nos conocíamos el uno al otro por un par de días, se sintió como si lo conociera de siempre. Y quizás lo hacía. Había oído tanto sobre él de Krista, pero en los pasados años nunca tuve la oportunidad de conocerlo. Estaba agradecida por eso, porque el tiempo era todo.

—Sí dije en la voz más fuerte que podía reunir, pero Jared no se veía tan convencido cómo yo lo estaba. Jared fue un atleta en la secundaria, pero él fue un mariscal y un jugador de baloncesto. No tenía nada sobre Dax. Había oído de Krista que era un infierno de luchador en la secundaria e incluso llevó a casa varios campeonatos estatales en su periodo de cuatro años. Dax lentamente movió sus brazos abajo por sus lados y bloqueó la mirada con Jared. —Ella dijo que te vayas. Puedes voltearte y caminar fuera de aquí como un hombre, o finalmente, puedo patear tu trasero cómo he querido hacer desde que oí sobre cuán lamento de hombre eres. Jared honestamente se veía entretenido con la situación entera, y eso me hizo notar que completo imbécil era realmente. Yo sólo era tan joven cuando estábamos juntos que nunca tuve a nadie para comparar con él. —¿Crees que voy a escucharte? ¿Cuántos años tienes? —Lo suficiente dijo Dax con más de un gruñido y se movió un paso más cerca de Jared. Jared finalmente, retrocedió un paso y miró hacia mí. —Amigo, eres un sujeto joven y no piensas correctamente. Lena es jodidamente preciosa, pero es un desastre. Nunca debí haber venido aquí. Si tú quieres una vida de desilusión, entonces se mi… Jared no tuvo una oportunidad de acabar esa horrible oración sobre mí porque el puño de Dax fue a su rostro, golpeando su trasero contra el suelo y haciendo un horrible sonido de estallido. —¡Joder! gritó Jared y se paró para enfrentar a Dax. —Vete a la mierda, fuera de aquí dijo Dax de nuevo en su tono calmado y parecía como si estuviera listo para abalanzarse—. Y si alguna vez regresas aquí de nuevo, voy a ser el que te envíe al hospital cuando termine de sacar la mierda fuera de ti a golpes. Jared sostuvo su mandíbula y evaluó lo que estaba diciendo. Era obvio que Dax ganaría en una pelea, así que realmente hizo un movimiento inteligente. Se dirigió hacia la puerta. —Que buen chico te conseguiste, Lena. Dile que me llame cuando se canse de ti y le compraré una cerveza. Dax se apresuró hacia Jared, casi llegando a él antes de que Jared corriera fuera de la puerta de entrada y se dirigiera hacia su camioneta. Dax lo siguió en una ráfaga y estaba gritando cada maldición en el libro hasta que oí la camioneta de Jared alejarse.

Ver y oír todo lo que acababa de desenvolverse enfrente de mí fue como ver un mal accidente automovilístico. No estaba segura si permanecer con mi boca abierta por las cosas horribles que Jared acababa de decir sobre mí, comenzar a gritar y enloquecerme porque debí de haber sido yo quien lo golpeara en su rostro, o estar agradecida cómo el demonio de que ya no estuviéramos casados. No podía creer que eso acababa de pasar justo frente a mi rostro. Eso también trajo demasiados recuerdos que había empujado tan profundo y lejos en mi cerebro que casi los había olvidado. El matrimonio que compartí con Jared no fue todo rosas cómo lo quería recordar. Él tenía un temperamento, me dijo cosas muy hirientes cuando estaba enfadado, y se desenamoró de mí. ¿Por qué me había mantenido en una relación que ni siquiera era sana? Mirando al pasado, noté que por mucho que nuestro divorcio me devastó, también me liberó. —¿Estás bien? Oí preguntar a Dax, pero no volteé para verlo. ¿Estaba bien? La respuesta era demasiado simple para empezar, pero lo estaba. Sí. Yo estaba finalmente, bien. —Lo estoy dije tranquilamente y volteé mi cuerpo hacia Dax. Realmente estoy muy bien. Dax aparentemente no me creía, porque dio varios pasos hacia mí con ambas manos en el aire, la forma en la que uno se aproximaría a un animal tímido. Esto me hizo suspirar y rodar mis ojos. —En serio, estoy bien. Cuando él se estiró y me jaló dentro de un apretado abrazo, no lloré. Ese momento me hizo notar que yo iba a estar bien, que ya no iba a dejar que algún ex idiota arruinara mi vida. —Bueno, estoy feliz de que uno de nosotros lo esté. Si veo a ese idiota de nuevo alguna vez, será afortunado si él puede alejarse con todo aún pegado en su engreído rostro. Acurrucándome más cerca contra el cuerpo de Dax me hizo notar que nadie me había defendido alguna vez antes de eso. Jared no era del tipo peleador, y si alguien decía algo irrespetuoso, sólo reía y lo trataba como una broma. Podía decir que Dax no era para nada así. Él me protegería. —Gracias susurré y levanté mi cabeza para posar un pequeño beso sobre su mejilla. —Nunca dejaré que nadie te hable así. Él es un jodido idiota.

Asentí y puse mi cabeza sobre su pecho. Podía haber sido malo estar enamorándome del sobrino de mi mejor amiga, pero nada en mi vida hasta ahora se había sentido tan correcto.

Traducido por Juliette Corregido por Mariela

—Sabes, probablemente deberíamos hacer algo hoy —bromeó Lena mientras enterraba mi cabeza debajo de su sábana y exploraba mi nuevo juguete favorito con mi lengua—. Hemos pasado todo el fin de semana en la cama, y temo que Krista vendrá en cualquier momento para comprobarme. Su voz se apagó cuando chupé su brote sensible en mi boca. Traté de responder, pero todo lo que salió de mi boca fueron unos murmullos, haciendo reír a Lena. Estoy seguro de que no podía entender ni una sola palabra de lo que estaba tratando de decir. —Y si encuentra tu cara entre mis piernas, bueno, entonces, nuestro nuevo secreto está descubierto. Saqué la sábana y me senté sobre mis rodillas. —Bueno. Creo que deberíamos ir a contárselo ahora. Podría decir que Lena estaba imaginando la reacción de Krista a nuestra nueva relación. Eso también me hizo pensar en el mensaje de texto que la había visto enviar a Kirk cuando él había intentado llamarla unas cuantas veces el día anterior. No había nada que me gustara más que ver a Lena decirle a otro hombre que no estaba libre. —Lena, habló en serio. Amo ser capaz de decir que soy tu novio, incluso si fuera a ese puto idiota. Esto es tan nuevo para nosotros, pero quiero hacerlo funcionar. No me importa nuestra diferencia de edad; tienes que ver eso. Y sabía que lo hacía. Parecía tan feliz como yo la semana pasada, pero todo esto era tan nuevo que podía decir que aún tenía sus dudas. —Lo sé, pero todavía no estoy lista. Vamos a ver cómo van las cosas este verano, y luego hablaremos. Sabía que esta era una batalla que no ganaría en ese momento. Así que sonreí y me incliné para un beso rápido. —De acuerdo, pero tendrás que saber que para el final del

verano estaré tan jodidamente enamorado de ti que probablemente tendrás que decirle a mi tía que somos más que sólo citas. Por supuesto, ella no tenía tiempo para analizar lo que acababa de decir, porque todo lo que podía pensar era conseguir mi boca en ese coño maduro de nuevo.

Después de unas pocas semanas, estaba más feliz de lo que alguna vez había estado, excepto el hecho de que estaba enamorado de una mujer que no sabía lo que quería. Yo vendría con Lena cada noche que podía después del trabajo y pasábamos la noche hablando y follando. Hablar no era mi pasatiempo favorito, pero hablar con ella era algo que esperaba. Habíamos estado encerrados en su casa la mayor parte de nuestro tiempo juntos, y quería ser el hombre con el que podía verse a sí misma el resto de su vida. Sabía lo que quería cuando lo quería, y quería a Lena. —Déjame llevarte fuera esta noche —le susurré al oído mientras intentaba terminar de cepillarse los dientes en el lavabo del baño más feo y rosado que había visto nunca—. Y no puedo creer que tu ex realmente aceptó este color de baño. Es como si una niña vomitara aquí y este fue el resultado. Lena escupió su pasta de dientes y se echó a reír, golpeándome el hombro y rodando sus ojos hacia mí. —Estás celoso. —Ella me lanzó una expresión de satisfacción, pero luego me miró sospechosamente cuando empecé a tirar mi camisa sobre mi cabeza—. ¿Qué estás haciendo? Tiré mi camisa sucia y sudorosa en la esquina de su cuarto de baño y empecé a desabrochar mis pantalones vaqueros, mostrándole lo que estaba listo para ella debajo de ellos. —Tomando una ducha contigo —le dije con tanta sinceridad que ella se encogió de hombros y empezó a tirar su vestido veraniego sobre su cabeza también. Era demasiado fácil; me encantaba. —Tienes un poco de olor. No quería ser grosera —dijo con una risita. Sólo me tomó un segundo para recogerla y golpear su culo desnudo con mi mano, haciéndola retorcerse y tratar de liberarse de mi agarre—. ¡Detente! —gritó, pero luego se rio aún más cuando intentó agarrarme el pezón, pero desvié sus manos agarradas y la volteé para que ella estuviera de pie en la ducha. —Lo vas a conseguir —advirtió, pero se detuvo cuando me puse detrás de ella. Me volví hacia ella para que estuviera frente a la pared de la ducha y lentamente moví su cabello largo por lo que estaba colgando sobre su hombro y no por la mitad de su espalda. —No, parece que la única que va a conseguirlo eres tú —dije juguetonamente y extendí sus piernas con las mías, agarrando sus caderas y haciendo su culo subir más alto en el aire.

—Me encanta ser así contigo, Dax. Es lo único en lo que pienso —dijo con voz entrecortada y presionó la frente contra el azulejo húmedo. —Bien —susurré y agarré sus manos, colocándolas en el azulejo sobre su cabeza—. Tú eres todo lo que pienso, también. —Me incliné, chupando una pequeña mancha de la piel en su cuello, y tiré lo suficientemente fuerte que sabía que dejaría una marca. Me encantaba saber que estaba en ese lugar exacto en ella. —¿Por qué siempre se siente tan bien, tan bien contigo? Mientras corría mis manos por su cuerpo, suspiré, sabiendo exactamente de lo que estaba hablando. —Porque a veces en la vida, lo que necesitamos aparece exactamente cuando lo necesitamos. Podríamos no estar deseando o esperando, pero eso es lo curioso. La vida nos conoce mejor de lo nosotros jamás podríamos. Deja de pensar en lo que podría pasar y sólo quédate conmigo en este momento. Déjame follarte en esta ducha y luego sacarte fuera. Déjame tratarte como mereces ser tratada. Lena no dijo una palabra, sino que se dio la vuelta y tomó mi boca con la de ella, uniendo nuestras lenguas, diciéndome que al menos iba a tratar de vivir el momento. Me aparté y comencé a bombear mi polla gruesa con mi mano, dejando que el agua cubriera nuestros cuerpos. Sus ojos nunca salieron de mi pene, y pronto se inclinó, envolviendo su boca perfecta alrededor de mí. —No mucho tiempo, me harás venirme. —¿Y? —murmuró ella a través de sus caricias y siguió un ritmo que era demasiado jodidamente bueno. Levanté su barbilla para que se encontrase con mi mirada. —Porque quiero venirme dentro de ti. Sin perder el tiempo, la tuve contra la pared en cuestión de segundos y separé sus piernas, guiando mi adolorida polla en su coño ansioso. —Joder, siempre te sientes bien. ¿Por qué siempre te sientes tan bien? Sus gemidos no tenían ningún sentido, pero lo que me dijeron fue que ella estaba amando esto tanto como yo. Empujarme dentro y fuera de ella nos hizo perderlo, y pronto tuve su pezón húmedo en la boca, chupando y pellizcando en su pico sensible. Cuando sentí que su liberación me apretaba, mi líquido caliente la llenaba, y todo lo que podía sentir era puro éxtasis. Me retiré y seguí acariciándome mientras la veía bajar desde lo alto que ambos nos dimos el uno al otro. Finalmente, ella me miró y se lamió los labios con un chasquido de su lengua. —Eres muy caliente. —No soy nada comparado contigo. Esa fue mi ducha favorita para una cita.

Traducido por LittleCatNorth Corregido por Mariela

Felicidad. Eso era mi vida en este momento. Completa y pura felicidad. Seguro, sabía que dormir con el sobrino de Krista probablemente no era la cosa más inteligente que podría hacer. Arriesgar nuestra amistad me asustaba como la mierda, pero mirarlo dormir profundamente junto a mí tenía otras emociones elevándose en mi pecho. Él bromeó con que no sólo iba a follarme, si no que iba a enamorarse tan profundamente de mí que yo nunca podría deshacerme de él. Lo que él no sabía era que yo entendía lo que él estaba diciendo. Sacudí mi cabeza librándome de mis pensamientos regresando a mi novela. Había algo tan maravilloso sobre perderte en un libro. Justo mientras estaba consiguiendo una buena parte, el teléfono de Dax sonó al lado de mi cama. Cuando noté que él ni siquiera se encogió, decidí ignorarlo e ir de regreso a mi historia de amor. Como sea, cuando su teléfono sonó tres veces más consecutivamente, me estiré sobre él para alcanzarlo y lo agarré antes de que lo despertara. Miré a su pantalla y noté que los mensajes eran de su amigo Dillion. Mi curiosidad pudo conseguir una mejor parte de mí, porque pude haber deslizado la barra a lo largo de su teléfono y abrí los mensajes de Dillion. Amiiiiiiiigo, trae tu trasero a la fiesta en casa de Savannah. ¡Está jodidamente buena! Ella está preguntando sobre ti. Saca tu blanda polla afuera y ven a la fiesta. Coño. Rodé mis ojos y reí cuando vi algunas fotos que él le había enviado de sí mismo en lo que parecía un reventón adolescente. No podía imaginar a Dax en medio de todo eso. Pero entonces miré la última foto que él envió y no la encontré tan

divertida. Aparentemente era Savannah, quien era hermosamente maravillosa y mostraba una impresionante cantidad de escote. —¿Mirando porno en mi teléfono de nuevo? Su voz me sorprendió tanto que mi agudo chillido lo hizo saltar hacia atrás y su teléfono se fue volando. —¡Mierda! Me asustaste —dije y golpeé su pecho. La risa de Dax hizo que mis mejillas se enrojecieran. Había sido atrapada con las manos en la masa, sobre su teléfono. —Entonces, ¿eso es un sí? Parecía como un buen par de tetas —dijo él juguetonamente, pero eso sólo me hizo enojar más. ¿Por qué? Él era tan joven y podía tener una chica joven quien podría darle todo lo que él alguna vez haya querido, pero aquí estaba yo, poniéndome celosa y molesta cuando pensaba sobre él estando con alguien más. Amaba su polla, y demonios, era mía. —No —dije rápidamente y fui a agarrar su teléfono antes de que él pudiera ver lo que yo estaba viendo. Sin embargo Dax fue más rápido y lo alcanzó primero. —Déjame ver que estábamos viendo, entonces. —Sus ojos se ampliaron, pero entonces se centró en el pecho de quien fuera que sea—. ¿Savannah? ¿Estabas viendo el pecho de Savannah Montgomery? —Oh mi Dios —murmuré y me acosté hacia atrás, escondiendo mi rostro con mis manos—. No. Tu teléfono continuaba sonando y pude haber echado un vistazo a lo que Dillion estaba enviándote. Él se acostó junto a mí y sacó las manos de mi rostro. —No te avergüences. Savannah tiene un gran par de tetas, pero es nada comparada a las tuyas. —Él me sonrió y se inclinó, tomando mi pezón en su boca y lamiéndolo y chupándolo gentilmente. Creerías que tener sexo con alguien un millón de veces se volvería aburrido, pero ese no era el caso con Dax. En cualquier caso, él me hacía querer más cada vez. —Además, si me dejaras hablarle a la gente sobre nosotros, Dillion no me enviaría fotos de otras chicas. Gemí cuando su mano se arrastró hacia abajo por mi cuerpo desnudo y empujó mis piernas abiertas. Su lengua continuó atacando mis sensibles pezones, y cuando sus dos largos dedos entraron en mí, no pude manejarlo. Agarré su rostro y lo besé

con tanta pasión que supe allí y entonces que estaba enamorándome de ese hombre. Demonios, no estaba enamorándome. Ya estaba enamorada. *** —Deberías ir. Tener algo de diversión este verano. Eso es lo que quisiste todo este tiempo, en primer lugar. Dax tomó su último mordisco de algunas galletas con chispas de chocolate que yo había hecho el día anterior y levantó sus cejas. —Iré si tú vienes conmigo —dijo él, escupiendo varias migajas de su boca. Mi cuerpo aún estaba zumbando por los múltiples orgasmo que él me había dado hace varios minutos, pero le hablé sobre ir a un segundo round para bajar a la cocina a recargar. —No voy a ir a una fiesta universitaria. Esos días están muy lejos detrás de mí. Dax me dio su mejor sonrisa que hacía caer bragas y me jaló contra su gran pecho desnudo. —Vamos, nena. Será divertido salir de la casa por un rato. Ven y conoce a mis amigos. He estado tan jodidamente listo de presentarte. Sonreí por sus dulces palabras e incliné mi cabeza hacia atrás mientras él comenzaba a depositar un gentil camino de besos hacia abajo por mi cuello. Supuse que era hora de salir y realmente hacer algo. ¿Por qué estaba escondiéndome? Si esto se volvía más serio de lo que originalmente había planeado, Krista estaba obligada a descubrir algo. —De acuerdo —dije tranquilamente. —¿Sí? —preguntó él. —Sí —dije más fuerte y reí entre dientes cuando me levantó y me giró a través del aire. —Ve a prepararte. Eran casi las diez en punto cuando finalmente fuimos a casa de Savannah Montgomery. Dax me tranquilizó un millón de veces diciendo que él nunca había hecho algo con ella y que sería realmente un buen momento. Cuando miré abajo a mi corta falda y camiseta sin mangas, éstas me hicieron sentir más de diez años más joven, pero la manera en la que Dax me vio cuando salí de mi vestidor me ayudó a decidirme que estaba vestida bien. —Todos los sujetos van a tratar de robarte de mí esta noche. Se cuidadosa. — Él meneó sus cejas hacia mí, lo que sólo me hizo rodar los ojos hacia él.

—Claro, una mujer quien es casi diez años mayor. Dudo eso altamente. Dax puso su mano derecha sobre mi muslo y lo apretó gentilmente. —Lena, mira esto a través de mis ojos. Eres como una elegante copa de vino. Tengo la mierda buena mientras esos palurdos aún están tomando tragos de tequila. Rodé mis ojos hacia él, pero eso sólo lo hizo reír y apretar mi pierna nuevamente. —Hablo en serio. Eres increíble. Tú sólo has estado casada a una porquería por demasiado tiempo como para saber eso. —Gracias —susurré y me incliné sobre él para darle un rápido beso. Él no tenía idea de lo mucho que significaban estas palabras para mí. —Vamos, quiero que conozcas a algunos de mis amigos. Dios, estoy tan emocionado de presentarte. No podía evitar la sonrisa de niña que se extendió a través de mi rostro. No podía recordar la última vez que alguien estaba tan orgullosos de tenerme a su lado. Jared, quizás, en el comienzo de nuestra relación en la escuela, pero muy pronto yo parecía ser más de una molestia para él que un premio. La caminata hacia la gran casa en frente de nosotros fue como algo salido de una película de Van Wilder. Los niños estaban bebiendo de vasos rojos desechables y autos estaban estacionados erráticamente a lo largo de la gran entrada en medio círculo. —Me siento un poco fuera de lugar —dije mientras Dax abría la puerta frontal. —Vas a divertirte si sólo te sueltas un poco. Confía en mí. —Dax me guiñó y empujó abierta la puerta, dejándome entrar a lo que podría sólo describir como el infierno de un maestro de secundaria. La única cosa buera era que yo sólo había enseñado en la escuela secundaria local hace unos pocos años, así que era difícilmente encontrar a un ex estudiante. Ahora, eso sería incómodo como la mierda. Justo cuando estaba a punto de quejarme y voltear, un sujeto joven, quien asumí que era Dillion, vino volando escaleras abajo con un tetona morena detrás de él. —¡Amiiigo! —gritó él y abrazó a Dax en un abrazo de lado. —¡Mira quién está aquí! Mierda, hombre, creí que no vendrías. Dax lo empujó con el puño y asintió a la chica detrás de él. Entonces él voltea hacia mí con la sonrisa más grande en su rostro. —Dillion, me gustaría que conozcas a mi novia, Lena.

Dillion lentamente volteó en mi dirección con una casi más grande sonrisa come-mierda en su rostro. —Sellaste el trato, ¿eh? Es bueno conocerte, Lena —dijo él mientras extendía su mano. Dillion parecía un buen sujeto, joven e inmaduro, pero bueno. —Gracias, es bueno finalmente conocerte, también. —Él podría no haber estado satisfecho con sólo una sacudida de mano, porque pronto mi cuerpo estaba siendo jalado hacia el frente dentro de un gran abrazo. —Dax es una persona buena, así que estoy feliz de que él se haya encontrado a una mujer con clase. —Podía haber sonreído a sus palabras, pero por dentro rodé mis ojos porque para mí, todo lo que oí fue que tenía clase porque yo era mucho más vieja que ellos. Dillion entonces volteó hacia Dax y dijo algo sobre un sujeto de su universidad estando en la sala, y sonó como si una pequeña reunión estuviera a punto de pasar. Dax volteó y me miró, estirándose para agarrar mi mano cuando la chica de Dillion se metió en la conversación. —La llevaré afuera por una bebida. Soy Kimmie, por cierto —dijo ella y sonrió, extendiendo su mano hacia mí. —Lena. Es bueno conocerte, y eso suena genial. Podría necesitar un trago. — Le di a Dax una mirada tranquilizante, diciéndole que estaría bien, y así nos fuimos por caminos separados. Kimmie era dulce, diciéndome quienes eran ciertas personas y cómo ellos conocían a los otros. Estaba feliz de que esta no fuera una fiesta de secundaria. Todos allí parecían estar más allá de los veintiuno al menos. —Así que, tú y Dax, ¿eh? Él es malditamente caliente, bien por ti. —Ella me empujó con su hombro y entonces me hizo señas para que la siguiera hacia la puerta trasera. La seguí y sólo le sonreí de regreso. —Sí, él es bastante genial. Kimmie dijo hola a otro par de invitados, y una vez que llegamos al barril de cervezas, algunos chicos sirvieron cerveza para nosotras y entonces continuaron hablando como si acabáramos de interrumpir la conversación más seria del mundo. Estaba a punto de preguntarle a Kimmie qué iba a hacer cuando comenzó a saludar a una joven chica con brillante cabello rojo. Yo en serio no conocía a nadie en la fiesta, y comencé a sentirme incluso más como una marginada que como lo hice cuando habíamos entrado por la puerta del frente. —Lena, regresaré. Sostén nuestras cervezas, ¿de acuerdo? —Kimmie me entregó su vaso rojo y brincó hasta su amiga.

Suspiré de nuevo por la quinceava vez esa noche, y encontré varios sillones y puse nuestras cervezas sobre una mesa justo junto a ellos. Después de sentarme y ponerme cómoda, no pasó mucho tiempo hasta que noté varias chicas detrás de mí, quien obviamente estaban hablando sobre Dax. Podía oírlas tan claro como el día y ellas no hacían nada para esconder su conversación. Probablemente porque no tenían idea de quién era yo. —Oí que Dax Tice está aquí. No lo he visto en tanto tiempo, pero sus fotos en Facebook si divierten para acosar —dijo una de las chicas mientras la otra reía. —En serio. Sólo estoy molesta porque oí que vino con su hermana, o tía, o alguna mierda. ¿Quién trae a su tía a una fiesta? Eso es raro. Aún espero que pueda convencerlo de tener una pijamada esta noche. He oído tantas historias sobre esa gran polla suya que creo que moriré si no la consigo esta noche. Quería voltear y decirles que se callaran y que no era su tía, pero decidí ser la persona mayor, así que sólo mordí mi lengua hasta que Kimmie o los chicos me encontraran. —Savannah, eres tan traviesa, pero Dax sería un idiota si te rechaza. Oí a las chicas estar de acuerdo con ella hasta que una de ellas chilló. —En serio, pero no creo que sea su tía. Estoy bastante segura de que es su nueva novia. Oí un jadeo audible de una de ellas, y ahora estaba molestándome. —¿Novia? Jesús, ¿cuánto tiene? ¿Treinta y dos o alguna mierda? Sin ser capaz ya de mantenerme callada, me puse de pie y volteé para enfrentarlas. —En ralidad, sólo acabo de cumplir treinta pero eso no significa que mi cuerpo está fuera de servicio. De hecho, Dax acaba de decir algo sobre mí siendo la mejor acostada que él nunca ha tenido. Las cuatro chicas se detuvieron medias ebrias, sus bocas colgando abiertas como una condenadas atrapamoscas. Sonreí y pensé que las tenía perplejas hasta que Savannah cerró su boca y encontró mi mirada. —¿Treinta? De acuerdo, así que, ¿Dax está listo para saltar al viaje del matrimonio y el bebé? Sé eso es en todo lo que ustedes mujeres viejas pueden pensar. Diviértete con Dax ahora, porque pronto él va a abrir sus ojos y ver con qué bruja está saliendo. Cerveza fría golpea a Savannah directo en el rostro, y pensé por un segundo que estaba teniendo una experiencia extracorporal. Sabía que yo no había lanzado mi cerveza hacia ella, así que volteé y encontré a Kimmie de pie detrás de mí con un vaso vacío. —Eres toda una perra, Savvy. He querido lanzarte una cerveza en tu jodido rostro idiota desde que me dijiste que mi lonchera era fea en segundo grado.

—¡Kimmie! —chilló Savvy y corrió de regreso al interior de su casa. Las otras chicas la siguieron, pero no antes de voltear y darnos mirada muy malvadas. Volteé hacia Kimmie y no podía creer que ella acababa de hacer eso. —Eso fue malditamente increíble —dije y choqué los cinco con ella. —¿Verdad? Ella necesitaba eso. Estaba a punto de hablar sobre cuán perra era mi mejor amiga, pero una mano se envolvió alrededor de mi cintura. —¿Todo está bien? Oí que estas lanzando bebidas a la gente. Caminé fuera de su agarre y sacudí mi cabeza. —No yo, pero Kimmie es bastante increíble. Kimmie sonrió e hizo una pequeña reverencia cuando Dillion la alzó en brazos y la hizo reír. —Supongo que necesitamos salir de aquí. Savvy dijo que sí aún estás aquí cuando regrese, ella te desconocerá para siempre. Kimmie rodó su ojos y me dio un rápido guiño. —Oh, bu hu. Bien, vámonos. ¿Vienen, chicos? Miré hacia Dax y le rogué silenciosamente. Ya estaba lista para irme a casa. — No, creo que vamos a pasar. Esto fue suficiente emoción por una noche. ¿Quizás podemos conseguir una película pronto o salir a pesar? Dillion asintió, gustándole el sonido de eso. Miré arriba hacia Dax y oí las hirientes palabras de Savannah en mi mente. Así que, ¿Dax está listo para saltar al viaje del matrimonio y el bebé? Sé eso es en todo lo que ustedes mujeres viejas pueden pensar. Diviértete con Dax ahora, porque pronto él va a abrir sus ojos y ver con qué bruja está saliendo. —¿Quieres irte? —preguntó Dax y me empujó con su hombro. Sin decir una palabra, asentí una vez y lo seguí fuera de la puerta trasera. Juro que oí susurros y cotilleos mientras nos íbamos, y trate lo mejor que podía que no me llegaran. Lo mejor que podía era mierda, porque me golpearon justo en el centro de mi jodido pecho.

Traducido por Mariela Corregido por Juliette

Caminar con Lena a esa fiesta era como un gran accidente automovilístico. Había escuchado suficiente de lo que Savvy dijo para saber que era completamente hiriente. No me importaba lo que la gente pensara de Lena y de mí porque todo lo que importaba era lo que nosotros pensáramos. Y creo que ella era bastante fantástica. —Disculpa por esta noche —dije y deslicé mi mano en la suya. Ella no me alejó, pero penas se sostuvo en mí. —No es tu culpa que me vea como tu tía. —Intentó hacer una broma, pero pude escuchar el dolor en su voz—. Sabía que esto iba a suceder. Intenté ignorar su comentario, y casi le dije que no se preocupara sobre ello cuando noté que mi auto estaba completamente encerrado por dos grandes idiotas. —Mierda. —Suspiré y señalé hacia mi camioneta—. Estamos bloqueados. Lena dejó caer mi mano y miró alrededor de la fiesta. No había forma en que fuéramos capaces de sacar mi vehículo de ese punto, así que parecía que teníamos una opción si íbamos a llegar a casa. —¿Te sientes como para tomar un paseo caminando? Ella río un poco y se encogió de hombros. —Esa parece ser nuestra única opción. —Todavía podía ver las luces traseras de Dillion en la distancia, y casi pensé en mandarle un mensaje de texto para pedirle que regresara y nos diera un aventón, pero caminar con Lena sonaba como una mejor opción. Parecía que ella tenía algunas cosas en su cabeza y necesitábamos trabajar en ello.

—Será agradable —dije con una gran sonrisa y tomé su mano de vuelta en la mía. Teníamos unos ocho kilómetros por caminar delante de nosotros, y gracias a Dios era una hermosa noche de primavera. —¿Quieres hablar sobre ello? — pregunté mientras hacíamos nuestro camino pasando algunas tiendas del centro. Lena se detuvo y caminó hacia una banca que estaba afuera de un pequeño bar al cual muchas personas locales iban. —Dax, no lo sé. Yo sólo… —Se detuvo e inclinó hacia atrás su cabeza, tomando una gran inhalación. Se hizo hacia adelante y se encontró con mi mirada con esos impresionantes ojos azules—. Soy demasiado mayor para ti. Esto no va a funcionar. Quiero diferentes cosas que tú, y lo sabes. Será mejor que dejemos esto hasta aquí antes de involucrarnos más. No podía creer lo que estaba escuchando. —¿Más involucrados? ¿Estás bromeando conmigo? Ya me hiciste enamorarme de ti y ¿tú no te quieres involucrar más? La respiración aguda de Lena me hizo saber que ella no estaba esperando que eso saliera de mi boca, pero era verdad. —Lo hago, te amo tanto. Te amo más de lo que pensé fuera posible. Me hiciste algo; algo dentro de mí crece cada vez que estoy a tu alrededor. No estoy listo para decirte adiós. Nunca estaré preparado para eso. —No se suponía que te enamoraras de mí —dijo en voz baja, lo que me molestó incluso más. —¿Sí? Así que puedes mirarme directamente a los ojos en este momento y decirme que tú no me amas. ¡Qué no sientes nada! —Debo haber dicho la última palabra muy fuerte, pero me tambaleaba en el borde de un enorme acantilado y sabía que si me caía, mi corazón sería el primero en romperse—. Mírame, Lena. Dime que no lo sientes. No podía. Su cabeza estaba abajo, así que me arrodillé delante de ella y levanté su cabeza con mi dedo. —Te amo —dije en un susurro suave y la hice encontrar mi mirada—. Dime que no me quieres y me iré. Dejaré esta ciudad y nunca más volveré. Si puedes hacer eso, entonces haré mi parte. —Una sola lágrima cayó por su mejilla y me preparé para lo peor. Cuando tenía un indicio de una sonrisa levantando sus labios, mi corazón latió unas diez veces más rápido. —No puedo, porque me he enamorado tan profundamente de ti que si me dejas nunca podría volver a juntar las piezas. Con Jared, pude sanar, pero contigo nunca volvería a estar completa. Sonreí. Sonreí tan jodidamente enorme que supe que había creado algunas líneas permanentes en mis mejillas. Sin decir una palabra, empujé su boca a la mía

y la besé con tanta pasión que seguramente recibiríamos una citación por la exposición indecente. Era perfecto. Ella era perfecta. Todo era perfecto hasta que oí su nombre saliendo de la boca de algún tipo detrás de nosotros. —¿Lena? Lena se apartó de mí rápidamente y miró al hombre parado detrás de nosotros. —¿Kirk? Me levanté y me volví para mirar a nadie más que al propio Kirk. —Pensé que eras tú. —Él dejó de hablar y miró en mi dirección. Sus ojos se abrieron seriamente y su rostro se volvió un tono más claro que era apenas unos segundos antes. —Soy Dax —dije y extendí mi mano, pero él no la tomó. —¿Tu sobrino? ¿Ese es con quien estás saliendo ahora? ¿Qué diablos? — preguntó, y eso me confundió tanto como él lucía. —¿Sobrino? —le pregunté y me volví para mirar a Lena. Ella me lanzó una mirada suplicante, que me dijo que debía haber mentido sobre quién era yo. Y yo estaba realmente bien con ello. Si sentía la necesidad de decir eso, debía haber tenido una buena razón. Así que, siendo yo, seguí adelante. —Sí, pero con un poco de sangre. No hay nada malo en eso en este Estado. De hecho, puedes casarte con tu primo hermano si quieres. —Eso era una mierda total y todos lo sabíamos. Era divertido como la mierda ver su cara. —Muy bien, está bien. Fue interesante verte, y buena suerte, supongo — murmuró la última parte y dobló la esquina. Miré a Lena y levanté la ceja. Ella suspiró y cubrió su rostro con su pequeña mano. —Me entró el pánico cuando estuviste en mi casa después de nuestra cita. — Le agarré la mano y la empujé a mi lado mientras me reía—. Y le dije que eras el hijo de mi primo, así que realmente, él piensa que estamos relacionados por sangre. Agarré su mano en la mía y sólo sonreí. Me alegré de no haberla perdido esa noche. Nos reímos de la situación en la que pensaba Kirk que estábamos, pero no discutí con ella por eso. Me alegré de seguir teniéndola.

Caminar a casa fue refrescante, y hablamos mucho sobre nuestro futuro. Entonces me golpeó que estaba listo para comenzar nuestro futuro ahora. ¿Por qué esperar cuando tenías exactamente lo que querías justo en frente de ti? Me detuve de repente cuando estábamos a pocos metros de su puerta. Mientras me dejé caer sobre una rodilla, amé la expresión desconcertada en su rostro y dejé salir lo único que se repetía una y otra vez en mi mente. —Lena, eres la persona más hermosa que he conocido. Por dentro y por fuera. No quiero esperar a ver lo que nuestro futuro nos reserva; quiero comenzar nuestro futuro ahora. ¿Te casarías conmigo? Hazme el hombre más feliz de este planeta. Déjame darte cosas que nunca pensaste que fueran posibles. ¿Te casas conmigo? Lena apretó mi mano y comenzó a llorar. A través de sus sollozos, pensé que escuché un sí, así que la levanté y la giré en un millón de círculos. —Gracias —susurré, lo que sólo hizo que sus ojos vieran más húmedos. —No, gracias a ti. Gracias por mostrarme que la vida te dará una segunda oportunidad. Eres mi segunda oportunidad en la vida, Dax. Así que gracias. Capturé sus labios con los míos y la besé con una promesa. Una promesa de no dejarla nunca. Una promesa de nunca hacerle daño. Una promesa de una vida juntos.

Traducido por Juliette Corregido por Mariela

—Estoy nerviosa —le dije a Dax mientras caminábamos por el camino de entrada de Krista y Gary. Era hora de que no sólo le dijera a mi mejor amiga que me había enamorado de su sobrino, sino que nos casaríamos en una semana y nos mudaríamos a Nueva York. Sí, ella iba a enloquecer. —Estará bien. Ella es tu mejor amiga y todo lo que quiere es que seas feliz. — Toqué el timbre y esperé lo que sentí durante un millón de años antes de que la puerta se abriera. Bueno, más como unos segundos, pero se sentía más. Brock, uno de los gemelos, abrió la puerta y corrió para darme un enorme abrazo. —¡Lena! —dijo con su linda voz y luego hizo lo mismo con Dax—. ¡Dax! —gritó y se rio cuando Dax lo levantó en el aire y le dio un pequeño giro. —¿Dónde está tu mamá y papá? —le pregunté y lo seguí mientras él señalaba a su patio trasero. Le había dicho a Krista que tenía algo que decirle y que necesitaba su pleno apoyo y atención. Ella sabía que algo había estado pasando conmigo el mes pasado, pero la había convencido de que no tenía ni idea de lo que era. —Están atrás esperando —dijo Brock con una sonrisa y corrió tan rápido como pudo a través de la puerta corredera abierta de cristal. Dax agarró mi mano y la apretó para tranquilizarme. —Lo tenemos. Juntos. Anoche, después de que llegamos a casa de nuestra noche loca, Dax y yo hablamos de nuestro futuro hasta que el sol golpeó el horizonte. Me había contado todo acerca de sus padres y cómo su padre le había dejado una enorme herencia. Le dije que no necesitábamos ese dinero y que podíamos hacer nuestro propio camino. Dijo que era la primera vez desde que había recibido la noticia de que su padre

había fallecido y le dejó todo, que realmente se sentía bien. Le dije que podía hacer lo que quisiera con ello. Quiero darte todo lo que siempre has querido. Quiero hacer una vida para nosotros que terminaría al final de un libro de cuentos. Nunca he querido dinero de ese hombre, pero quiero usarlo para nosotros. Es lo menos que ese bastardo podría hacer. Sólo usaremos lo que necesitamos y construiremos nuestra propia vida con ello. Haremos nuestro camino, y seremos felices. Apreté la mano de Dax de nuevo y le sonreí. Íbamos a ser felices, y por alguna razón mudarme a Nueva York me tenía casi tan emocionada como nuestra boda inminente. Casi. —¡Ahí estás! —gritó Krista, pero luego se detuvo de repente cuando vio que mi mano estaba en la de Dax—. Y ahí estás tú. Tomado de las manos con mi mejor amiga. —Krista tomó unos segundos para mirar hacia atrás y hacia delante antes de que su expresión se convirtiera en sorpresa y ella colocó su mano sobre su boca—. ¿Es tu nuevo tipo? ¿Dax? Ella trató de decir más, pero su boca se movía y no salían palabras. Dax y yo nos reímos nerviosamente, porque en realidad, ¿qué más podríamos hacer? —Creo que es genial —dijo Gary y golpeó el hombro de Dax unas cuantas veces—. Lena necesita un buen chico, y no podía pensar en alguien mejor que este tipo aquí. Krista seguía conmocionada y ahora miraba entre los tres. —¿Lo sabías? — gritó Krista y le dio una palmada en el pecho de Gary. —¡Ay! No, mujer, caray. Bueno, sí, me di cuenta hace unas semanas, pero no quería ser el único a la roca del barco. Así que mantuve la boca cerrada. Todos miramos a Gary y rompimos a reír. Bueno, todos excepto Krista. —No puedo creer que no hayas dicho nada. Hablaremos de eso más tarde. —Entonces se volvió hacia mí y me miró muy de cerca—. No tenía ni idea, Lena. ¿Por qué no me lo dijiste? Podía sentir mis mejillas enrojecidas, y no estaba segura de cómo empezar, así que fui con la verdad. —Tenía miedo de arruinar nuestra amistad. El rostro de Krista se suavizó y ella me atrajo hacia un abrazo muy apretado. —Nunca deberías pensar eso. Claro, Dax es como un hermano menor para mí, pero nunca te he visto más feliz de lo que has estado este verano. Y es todo gracias a mi sobrino. Supongo que debería darle las gracias a él.

Krista se apartó y me dio una enorme sonrisa y luego se volvió hacia Dax. — Gracias, Dax, por traer de regreso a mi mejor amiga. Al parecer, ella te necesitaba. Todos sonreímos, y Dax agarró mi mano otra vez y me dio la mejor mirada del mundo. —Tenemos algo más que decirte —dijo Dax, sin quitar los ojos de los míos. Krista miró frenéticamente entre nosotros y nos hizo señas para que lo derramáramos. —Bueno, ¿qué es? —preguntó en voz alta y miró a Gary, que se encogió de hombros. —Nos vamos a casar —dije y grité cuando Dax me recogió y me giró en el aire. Krista jadeó y miró hacia abajo a mi estómago. —No estás embarazada, ¿verdad? —preguntó con tanta esperanza que me entristeció un poco. —No, no nena —le dije y miré a Dax para que me ayudara. —No, pero con suerte cambiaremos eso muy pronto. El resto de la noche fue tan perfecta que tuve miedo de despertarme de todo en cualquier momento. Krista estaba más que emocionada por nosotros, y pensé que seguramente se lo tomaría más difícilmente de lo que lo hizo. La única razón por la que estaba molesta en primer lugar, era porque me había sentido como si hubiera tenido que esconderlo de ella. Más tarde esa tarde, cuando Dax y yo llegamos a mi casa, hicimos el amor durante horas y hablamos sin parar sobre nuestra vida futura. No podía dejar de mirar el anillo que me había regalado aquella mañana. Había pertenecido a su madre, y el hecho de que confiaba en que lo llevara significaba más para mí de lo que jamás hubiera sabido. Habíamos puesto la casa en el mercado de inmediato, y renuncié a mi trabajo. Su sueño de abrir un hotel en la ciudad de Nueva York estaba a punto de convertirse en realidad. Él me dijo que quería empezar de inmediato con el aspecto del matrimonio de comenzar a hacer-bebés y comenzó a investigar a los mejores médicos de fertilidad de la ciudad, pero le dije que todo llegaría a tiempo. ¿Estaba nerviosa como el infierno? Sí, ¿quién no lo estaría? Pero una cosa que sí sabía era que había encontrado mi para siempre. Había encontrado mi segunda oportunidad en un felices para siempre.

Traducido por Carilo Corregido por Mariela

Dos años después. Había recibido la llamada. La llamada que Dax y yo habíamos estado esperando durante dos semanas. —¿Está disponible la señora Tice? —Sí, ésta es ella. —Oye, Lena. Es Tracy de la oficina del Dr. Evan, y tengo los resultados de su última prueba de embarazo. Respiro. De cualquier manera, estaríamos bien. —Está bien —dije con una voz tranquila. —Dr. Evans realmente quería ser quien les entregara las noticias a ti y a Dax, pero supongo que soy la afortunada. ¿Afortunada? —Está bien —dije de nuevo, tratando de no poner mis esperanzas. —Lena, estás embarazada. ¡Felicitaciones! —La voz de Tracy se levantó unas cuantas octavas, y ambas gritamos de felicidad. Había llegado a conocer al personal de la oficina de mi médico de fertilidad durante el último año, y esto fue una gran victoria para todos nosotros. Principalmente porque era la última vez que íbamos a intentar in vitro. —Oh Dios. Estoy embarazada. —Las lágrimas comenzaron a fluir, y en ese momento nunca había estado tan emocionada en toda mi vida. Bueno, excepto cuando le había prometido mi amor y mi vida a Dax en nuestra boda. Eso fue bastante estupendo, pero esto fue diferente. Íbamos a tener un bebé. —Lena, eso no es todo. Sus niveles hormonales son dos veces lo que deberían ser, lo que significa sólo una cosa.

—Gemelos —dijimos al mismo tiempo. Mis dos ovulos fertilizados pegaron. Estábamos teniendo gemelos. Pensar en la conversación que había hecho esa mañana hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas de felicidad. Quería decirle a Dax de la mejor manera posible, así que después de pasar todo el día planeando cómo decirle las maravillosas noticias, fui con un clásico. Mirar a los dos pequeños bollos que había puesto en el horno me hizo reír, y supe que apreciaría mi sentido del humor. Habíamos estado orando y tratando por un bebé durante el último año y medio, sabiendo que iba a ser un largo camino. Finalmente estaba sucediendo. Nosotros íbamos a ser padres. Sabía que Dax iba a ser el mejor papá del mundo, y sólo esperaba poder seguirle el ritmo. Nuestro hotel también estaba pateando traseros y tomando renombre. Vivir en el penthouse era una gran ventaja, pero viendo los sueños de Dax hechos realidad todo por lo que había pasado antes de él, tenía sentido. Tuve que tener esos momentos para comprender y apreciar realmente lo perfecto que mi vida era en ese momento. Dax estaba tan ocupado que podíamos pasar un día entero sin hablar, y después de mis tratamientos me dirigieron a tomarlo con calma, así que quedarse en nuestro lugar todo el día no era inusual. Ahora aprecio eso. Sorprenderle esa tarde iba a valer la pena. Unos minutos después oí su voz fuerte. —Nena, estoy en casa. Lo siento, no me detuve antes a comprobarte. Ha sido una locura ahí abajo. —Se detuvo cuando me vio de pie en nuestra cocina, sosteniendo un guante de cocina en mis manos. —¿Qué estás haciendo? —me preguntó sospechosamente y se acercó para besar mi mejilla. —Hice la cena —dije con una enorme sonrisa y me aparté para poder abrir la puerta del horno. Parecía muy confundido, pero siguió conmigo. —De acuerdo —dijo y se aferró a la última parte de la palabra. A Dax le encantaba que le cocinara, pero nunca esperé hasta que llegara a casa para sacarlo del horno. Por lo general lo tenía listo para él en la mesa. Cuando él sacó la bandeja de hornear con dos pequeños bollos perfectos, parecía aún más confundido. —¿Has hecho dos bollos? —me preguntó y me miró como si estuviera perdiendo completamente mi mierda. —Sí, dos bollos —dije y no pude evitar empezar a reír y llorar al mismo tiempo.

Dax estaba tan jodidamente confundido por todo lo que podía decir que quería saber lo que estaba pasando por mi mente loca, pero no podía. Estaba perdido. — Gracias, cariño —dijo, lo cual me hizo reír aún más. Y luego llorar un poco más. —¿Qué pasa? —preguntó y dejó la charola con nuestros dos bollitos. —Hice dos bollos —dije y lo abracé fuertemente hacia mí. Asintiendo con la cabeza, agarró mis brazos y me empujó hacia atrás para poder ver mi cara. —Estoy seguro de que los amaré, nena. No te pongas tristes si no salen bien. Ahora estaba riéndome histéricamente, lo que sólo le hizo mover una de sus cejas. —Dax, dos bollos. —Traté de dejar de llorar y señalé a los bollos de hamburguesa en el mostrador. —Sí, hiciste dos bollos en el horno. Eso es... —Su voz se interrumpió. — ¿Espera, dos bollos en el horno? —preguntó y miró hacia abajo en mi estómago. Asentí con rapidez y empecé a llorar de nuevo. —¿Estás jodiendo conmigo? ¡Dos bollos! —me gritó y me recogió en sus brazos, girándome. —Sí —le dije a través de sollozos y lo besé con tal pasión que no me sorprendería si los médicos encontraran un tercer bebé allí. —Oh, Lena. —Me agarró las mejillas y sonrió tan grande que pensé que iba a estallar—. Te amo tanto. Siete meses y medio después, Tyler y Tynleigh aparecerían tres semanas antes de lo planeado, pero eran perfectos. Tyler tendría la apariencia de su papá, y Tynleigh heredó mis brillantes ojos azules. Decir que nuestras vidas eran perfectas sería un eufemismo, pero era perfecto para nosotros. La vida siempre te arrojará esos malditos limones, así que puedes hacer limonada o destruir la mierda de ellos y hacer tu propio futuro. Sólo tú puedes decidir el destino de esos jodidos limones.

Traducido, corregido y diseñado en:

Luxx Monroe - Second Chances 1 - Only You.pdf

There was a problem previewing this document. Retrying... Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. Luxx Monroe ...

3MB Sizes 4 Downloads 143 Views

Recommend Documents

ELEKTRA LUXX. ACTIVITIES.pdf
with detectives, sex bloggers, emotionally unstable neighbors and the Virgin Mary herself as she wrestles. with the prospect of motherhood and tries to become ...

ELEKTRA LUXX. ACTIVITIES.pdf
It takes lots of experience and knowledge to get a leading position in this company. Write your own sentences. 1.- . ... Some other ways to express the same idea are: - Come into sb's head/mind. - Flashed ... college sex education class aimed at hous

Second Chances, Metro-North Accident & the Anthem ... - CT-N.com
Feb 6, 2015 - Metro-North over recent derailments and operational mistakes, prompted a discussion amongst the Connecticut. General Assembly's Transportation Committee. This week's episode will review that discussion, as well as the testimony heard by

1 Saga Taking Chances - Molly McAdams.pdf
1 Saga Taking Chances - Molly McAdams.pdf. 1 Saga Taking Chances - Molly McAdams.pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Main menu. Displaying 1 Saga ...

Monroe Doctrine Worksheet.pdf
The United States and Europe would operate in their own spheres of influence and not each others. and stay out of each other's business. The United States ...

Monroe 18onlygirls super
Kanye West.633673919474757.Office 2013 pt is_safe:1 ... Microsoft word to pdf.Monroe 18onlygirls ... Sea Rex 3D:Journey to a Prehistoric World.The hobbit the ...

zoey monroe james.pdf
Pornstar james deen post hardcore anal pictures with madelyn. monroe. Dakota james reality kings latest video updates reality kings. Porn star james deen ...

18onlygirls monroe magic.pdf
18onlygirls magic nudeteen paradise. 18 only girls monroefree porn. naughtyblog.org. Pure magic monroe 0dayporno.com. Pinkfineartmonroetasty nipples from18 only girls. Young legal pornwowgirls only 18 girls teenmoviesand pictures. Xoteensextraordinar

rose monroe pure.pdf
Retrying... Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. rose monroe pure.pdf. rose monroe pure.pdf. Open. Extract.

taking chances tour.pdf
Sign in. Loading… Whoops! There was a problem loading more pages. Whoops! There was a problem previewing this document. Retrying... Download. Connect ...

Chances SROI Report.pdf
CONTACT. For further details please contact: Think Impact. Level 1, 21-27 Somerset Place. Melbourne, VIC 3000, Australia. [email protected] ... Think Impact accepts no liability. for any actions taken on the basis. of the contents of this repor

MONROE-MasterPlan-DRAFT-041716.pdf
City of Monroe, Michigan. McKenna Associates ... Traverse City, MI 49686. 231.929.3696. www.liaa. ... Page 3 of 182. MONROE-MasterPlan-DRAFT-041716.pdf.

pdf-2530\turn-up-the-heat-a-second-chances-novel ...
SERENA BELL PDF. Page 1 of 11 ... Tina Wainscott, USA Today. bestselling author of Falling ... Elisabeth Barrett, author of Once and Again. “Serena Bell writes ...

Watch Elektra Luxx (2010) Full Movie Online.pdf
Page 1 of 1. Watch Elektra Luxx (2010) Full Movie Online.pdf. Watch Elektra Luxx (2010) Full Movie Online.pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Main menu.

my friend hot mon monroe
Bridgette monroe james deen in my friend 39 s hot mom. Bridgette monroe trent in my ... Myfriendshotmom. .elexis monroe torrent download. My friends hot mom ...

Tushy] Karla Kush, Zoey Monroe
Gta 4 extreme.Itastar warsclone.X-artangelicashade.Tushy] Karla Kush, ZoeyMonroe.Call of dutymodernwarfare multiplayer only.Pink. Floyd The Wall 5.`1. ... Start up of you pdf.Himalaya. 1999 is_safe:1. Boychoir 2014 hdrip.071287500.Assassin creed chro

genki 1 second edition pdf
Page 1 of 1. File: Genki 1 second edition pdf. Download now. Click here if your download doesn't start automatically. Page 1 of 1. genki 1 second edition pdf. genki 1 second edition pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Details. Comments. General I

monroe county branch naacp membership form
Diamond Life. $2,500. Check Number: ______. Amount: ______. MAILING INFORMATION. PLEASE MAKE CHECKS PAYABLE TO NAACP. Thank you for your support. Membership. Monroe County Branch NAACP. P.O. Box 243. Bloomington, IN 47402-0243. Please save a copy of

DOI: 10.1126/science.1231298 , 1164 (2013); 339 Science C. Monroe ...
Oct 13, 2013 - 1164 (2013);. 339. Science. C. Monroe and J. Kim. Scaling the Ion Trap Quantum Processor ... is current as of. The following resources related to this article are available online at .... computer architectures based on trapped neutral

Let's Talk 1 Second Edition.pdf
There was a problem previewing this document. Retrying... Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. Let's Talk 1 ...