The Enchanted Library

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Agradecemos el gran esfuerzo que han hecho los equipos de traducción, corrección, diseño y revisión del foro The Enchanted Library y el maravillo trabajo que han hecho en este proyecto. Además de las lectoras que estuvieron con el equipo en cada momento, muchas gracias chicas, porque son nuestra motivación para continuar.

2 Lucy Lightwood Lyricalgirl Liss.Briel

Caami Carmen20 Coral Black

afroday connie_ Deydra Ann

Fallen Star

Eneritz

Gianna d´vampyre

Ire

Juli_Arg

Juli_Arg

Liss.Briel

Michi Tansy

Lucy Lightwood Lyricalgirl

LadyPandora Liss.Briel

Mrs Nobody nessie Priscila Gama (page92) Vero

serejana

paoo

Liss.Briel

Francatemartu

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er la chica buena no es tan bueno como pretende ser. Ashton Gray se ha cansado de jugar esa parte para complacer a sus padres, y para ser digna del príncipe azul de la ciudad, Sawyer Vincent. Tal vez por eso ella se permitió pasar el tiempo con el primo de Sawyer, Beau, mientras él está fuera en un campamento de verano con su familia. Beau no tiene nada que ver con su novio perfecto. Él es el más sexy hombre que ha visto, peligroso de formas que sólo había soñado, y el chico del cual debe permanecer alejada. Beau nunca envidió a Sawyer por sus amorosos padres, su casa grande y bonita, o su posición de mariscal de campo. Él lo quiere como un hermano. Razón por la cual ha intentado todo lo posible para mantener su distancia de la novia de Sawyer. Incluso si él la ha amado desde la edad de cinco años, Ashton es la chica de Sawyer, por lo tanto, está fuera de los límites. Sin embargo, cuando Sawyer se va en el verano, Ashton, la chica por la que Beau movería cielo y tierra , decide que quiere meterse en problemas. Apuñalando a la única persona que siempre lo aceptó y lo apoyó en la espalda, es el costo para tener a Ashton Gray en sus brazos. ¿Es que vale la pena perder su primo por ella?...Demonios, sí.

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Traducido por Lucy Lightwood Corregido por Deydra Ann —¿Has notado algo diferente en Ash? —preguntó mi primo Sawyer mientras se trepaba al árbol para sentarse junto a mí en nuestra rama favorita con vista al lago. Me encogí de hombros no muy seguro de cómo responderle. Obviamente, últimamente he notado cosas sobre Ash. Como la forma en la que sus ojos tienden a brillar cuando ríe y que bonitas lucen sus piernas cuando usa shorts. Pero de ninguna manera voy a confesarle esas cosas a Sawyer. Le diría a Ash y ambos se morirían de la risa. —No —respondí, sin mirar a Sawyer por miedo a que pudiera ver la mentira en mi cara. —Escuché a mamá hablando con papá el otro día, hablando de cómo tú y yo empezaremos a ver a Ash diferente muy pronto. Ella dijo que Ash se estaba convirtiendo en una belleza y que las cosas entre nosotros tres empezarían a cambiar. —No quiero que eso suceda —dijo Sawyer con voz preocupada. No podía mirarlo, en lugar de eso, mantuve mis ojos en el lago. —Yo no me preocuparía por eso, Ash es Ash. Claro que ella siempre ha sido bonita, creo, pero eso no es importante. Ella puede trepar un árbol más rápido que cualquiera de nosotros, se prepara su carnada al pescar y sabe llenar globos con agua como una profesional. Eso no cambiará. —Miré furtivamente a Sawyer, mi discurso sonó muy convincente, incluso a mis oídos. Sawyer sonrío y asintió. —Tienes razón, ¿A quién le importa que tenga el cabello como algún tipo de princesa de las hadas? Es Ash. Hablando de globos de agua, podrían dejar de escabullirse por la noche y lanzarlos a los coches justo fuera de mi casa, mis padres los van a descubrir algún día y yo no podré ayudarlos.

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The Enchanted Library Sonreí al pensar en Ash, cubriéndose la boca para silenciar sus risitas furtivas ayer por la noche, cuando nos colamos aquí para llenar los globos. A esa chica le encantaba romper las reglas tanto como a mí. —Escuché mi nombre. Será mejor que ustedes dos no se estén burlando de mí debido a este estúpido sostén que mi mamá me hizo usar. Estoy harta de las bromas. Les romperé la nariz a los dos si no paran. La voz de Ash me sobresaltó. Estaba de pie en la parte inferior del árbol, con un cubo de grillos en una mano y una caña de pescar en la otra. —¿Vamos a pescar o se van a quedar ahí mirándome como si me hubiera crecido otra cabeza?

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Traducido por Coral Black Corregido por Afroday ASHTON ¿Por qué no podía haber llegado a casa sin verlos? No estaba de humor para jugar a la maldita buena samaritana para Beau y su novia barata. A pesar de que no estaba aquí, Sawyer habría esperado que me detuviera. Con un gemido de frustración, desaceleré y me detuve junto a Beau, quien había puesto cierta distancia entre él y su vomitiva novia. Al parecer vomitar no era una llamada de apareamiento para él. —¿Dónde está estacionada tu camioneta, Beau? —le pregunté en el tono más molesto que pude reunir. Él me lanzó esa estúpida sonrisa sexy que sabía hacía a todas las mujeres de la ciudad derretirse a sus pies. Me gustaría creer que era inmune, después de todos esos años, pero no era así. Ser inmune al chico malo de la ciudad era imposible. —No me digas que la perfecta pequeña Ashton Gray se va a ofrecer a ayudarme — dijo, arrastrando las palabras e inclinándose para mirar a través de mi ventana abierta. —Sawyer está fuera de la ciudad así que el privilegio recae en mí. Él no te permitiría conducir a casa borracho y tampoco lo hare yo. Se rió entre dientes, enviando un escalofrío de placer por mi espina dorsal. Dios. Incluso su risa era sexy. —Gracias hermosa, pero puedo manejar esto. Una vez que Nic deje de vomitar voy a ponerla en mi camioneta. Puedo conducir las tres millas1 a su casa. Puedes irte ahora. ¿No tienes un estudio de la Biblia en algún lugar en el que debas estar? Discutir con él era inútil. Sólo empezaría a tirar más comentarios sarcásticos hasta que me hubiera vuelto tan loca que no pudiera ver bien. Apreté el acelerador y doblé en el estacionamiento. Como si fuera capaz de dejarlo y permitirle conducir a casa bebido. Me podría enfurecer con un guiño de sus ojos y yo trabajé realmente duro en ser amable con todos. Examiné los coches estacionados buscando su vieja camioneta Chevrolet negra. Una vez que la vi, caminé hacia él y le tendí la mano.

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The Enchanted Library —Me puedes dar las llaves de tu camioneta o puedo excavar por ellas. ¿Qué va a ser Beau? ¿Quieres que busque en tus bolsillos? Una sonrisa torcida tocó su cara. —Para ser realista, creo que sólo puedo disfrutar si buscas en mis bolsillos Ash. ¿Por qué no vamos con la opción número dos? El calor subió por mi cuello y manchas de color en mis mejillas. No necesitaba un espejo para saber que estaba sonrojada como una idiota. Beau nunca hizo comentarios sugestivos o incluso flirteó conmigo. Resulté ser la única chica razonablemente atractiva en la escuela que ignoró por completo. —No te atrevas a tocarlo, perra estúpida. Las llaves están en el encendido de la camioneta. Nicole la amiga con derechos de Beau, levantó la cabeza arrojando su cabello castaño oscuro por encima del hombro y gruñendo hacia mí. Sus ojos azules inyectados en sangre y llenos de odio me miraban como si me atreviera a tocar lo que era suyo. Yo no le respondí ni miré hacia Beau. En su lugar, di la vuelta y me dirigí a su camioneta recordándome que estaba haciendo esto por Sawyer. —Entonces vamos y entren en la camioneta —les grité a los dos antes de deslizarme en el asiento del conductor. Fue muy difícil no enfocarse en el hecho de que esta era la primera vez que estaba en la camioneta de Beau. Después de las incontables noches que pasé tirada en mi techo con él, hablando sobre el día que nos dieran nuestras licencias de conducir y todos los sitios a los que íbamos a ir, aquí estaba, justo ahora a los diecisiete años, sentada en su camioneta. Beau levantó a Nicole y la depositó en la parte de atrás. —Acuéstate a menos que te sientas enferma de nuevo, entonces asegúrate de vomitar por el lado —le espetó al abrir la puerta del conductor. —Salta fuera princesa. Ella está a punto de desmayarse, no le importará si estoy conduciendo. Me aferré al volante, tensa.

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The Enchanted Library —No te voy a permitir conducir. Estás arrastrando las palabras. No es necesario que conduzcas. Abrió su boca para discutir, luego murmuró algo que sonaba como una maldición antes de golpear la puerta y caminar alrededor de la parte delantera de la camioneta para entrar en el lado del pasajero. Él no dijo nada y yo no lo miré. Sin Sawyer alrededor, Beau me ponía nerviosa. —Estoy cansado de discutir con mujeres esta noche. Esa es la razón por la que te dejo conducir —murmuró sin articular mal esta vez. No era de extrañar que pudiera controlar la torpeza. El chico había estado emborrachándose antes de que la mayoría de los chicos de nuestra edad hubiesen probado su primera cerveza. Cuando un chico tenía una cara como la de Beau, las chicas mayores lo notaban. Él había sido invitado a fiestas en el campo 2 mucho antes que el resto de nosotros. Me las arreglé para encogerme de hombros. —No tendrías que discutir conmigo si no bebieras tanto. Él dejó escapar una risa dura. —De verdad eres la perfecta hija pequeña del predicador ¿no Ash? Erase una vez… tú eras la más divertida, antes de que empezaras a besuquearte con Sawyer, nosotros solíamos pasar buenos momentos juntos. Él me miraba por una reacción. Sabiendo que sus ojos estaban en mí, hacía difícil concentrarse en la conducción. —Tú fuiste mi pareja en el crimen Ash. Sawyer era el chico bueno. Pero nosotros dos, nosotros éramos los alborotadores, ¿Qué pasó? ¿Cómo responder a eso? Nadie conoce a la niña que solía robar goma de mascar del Quick Stop o secuestrar al chico de los periódicos para atarlo así podría tener todos sus periódicos y sumergirlos en pintura azul, antes de dejarlos en los escalones de las casas. Nadie conocía a la chica que escapó de su casa a las dos de la mañana para ir a lanzar metros de papel higiénico y globos de agua a los coches desde detrás de los arbustos. Nadie se creería que había hecho esas cosas si les dijera… nadie excepto Beau. —Crecí —respondí finalmente.

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The Enchanted Library —Tú cambiaste completamente Ash. —Éramos niños, Beau. Sí, tú y yo nos metíamos en problemas y Sawyer nos sacaba del apuro, pero éramos sólo niños. Soy diferente ahora. Por un momento, él no respondió. Se removió en su asiento y sabía que su mirada ya no estaba enfocada en mí. Nunca habíamos tenido esta conversación antes. Incluso si se sentía incómodo, yo sabía que era necesario. Sawyer siempre se interponía en el camino de Beau y yo reparando nuestros muros. Muros que se derrumbaron y nunca supe por qué. Un día él era Beau, mi mejor amigo. El día siguiente, él sólo era el primo de mi novio. —Echo de menos a esa chica, ya sabes. Ella era emocionante. Sabía cómo divertirse. La pequeña hija perfecta del predicador que tomó su lugar apesta. Sus palabras me hieren. Tal vez porque venían de él o tal vez porque entendía lo que estaba diciendo. No fue como si nunca hubiera pensado en esa chica. Lo odiaba por hacerme extrañarla también. He trabajado muy duro para mantenerla encerrada, lejos. Tener a alguien que realmente la quiere suelta hace mucho más difícil mantenerla bajo control. —Prefiero ser hija de un predicador a una prostituta borracha que vomita en sí misma —solté antes de poder detenerme. Una risa baja me sorprendió y miré como Beau se hundió lo suficientemente bajo en su asiento para que su cabeza descansara en el cuero gastado en lugar de la dura ventana detrás de él. —Supongo que no eres completamente perfecta. Sawyer nunca llama a alguien un nombre. ¿Sabe él que usas la palabra puta? Esta vez agarré el volante con tanta fuerza que mis nudillos se volvieron blancos. Él estaba tratando de hacerme enfadar y estaba haciendo un trabajo fabuloso. No tenía respuesta a su pregunta. La verdad es que Sawyer se sorprendería de que hubiera llamado a alguien puta. Especialmente a la novia de su primo. —Relájate Ash, no es como si yo fuera a decirle. He estado guardando tus secretos por años. Me gusta saber que mi Ash todavía está ahí en alguna parte, debajo de esa fachada perfecta.

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The Enchanted Library Yo me negué a verlo. Esta conversación fue a parar a un lugar al que no quería que fuera. —Nadie es perfecto. Yo no pretendo serlo. Lo que era mentira y ambos lo sabíamos. Sawyer era perfecto y he trabajado duro para ser digna de él. Todo el pueblo sabía que me quedaba corta con la brillante reputación de Sawyer. Beau soltó una corta y dura carcajada. —Sí, Ash, tú pretendes serlo. Entré en el camino de Nicole. Beau no se movió. —Ella se desmayó. Vas a tener que ayudarla. —Le susurré asustada de que él oyera el dolor en mi voz. —¿Quieres que ayude a una prostituta vomitona? —preguntó con tono divertido. Suspiré y finalmente miré hacia él. Me recordaba a un ángel caído con la luz de la luna arrojando un resplandor en su pelo rubio besado por el sol. Sus párpados eran más pesados que de costumbre y sus espesas pestañas casi ocultaban el color avellana debajo. —Ella es tu novia, ayúdala. —Logré sonar enfadada. Cuando me permitía estudiar a Beau así de cerca, era duro tener una discusión con él. Todavía podía ver al niño que una vez había pensado en colgarse de la luna, mirándome. Nuestro pasado siempre estaría allí impidiéndonos estar realmente cerca de nuevo. —Gracias por recordármelo —dijo alcanzando la manilla de la puerta sin romper el contacto visual conmigo. Dejé caer la mirada para estudiar mis manos dobladas en mi regazo. Nicole andaba a tientas en la parte trasera de la camioneta haciendo que se agitara suavemente, recordándonos que estaba allí. Después de unos momentos más en silencio, él por fin abrió la puerta. Beau llevó el cuerpo inerte de Nicole a la puerta y llamó. Se abrió y entró. Me preguntaba quién abrió la puerta. ¿Fue la madre de Nicole? ¿Le preocupaba que su hija estuviera desmayada borracha? ¿Estaba dejando a Beau llevarla a su

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The Enchanted Library habitación? ¿Beau se quedaría con ella? ¿Gatearía en su cama con ella y caería dormido? Reapareció en la puerta antes de que mi imaginación se dejara llevar demasiado lejos. Una vez que estaba de vuelta en el interior de la camioneta la manipulé y la dirigí hacia el parque de remolques donde vivía. —Así que dime Ash, ¿es tu insistencia de llevar a casa al borracho y a su novia prostituta, porque eres la perpetua chica buena que ayuda a todo el mundo? Porque yo sé que no te gusto mucho, así que tengo curiosidad de por qué quieres asegurarte de que llegue a casa a salvo. —Beau, eres mi amigo. Por supuesto que me gustas. Hemos sido amigos desde que teníamos cinco años. Claro, ya no pasamos más el rato o vamos a aterrorizar a los vecinos juntos, pero todavía me preocupo por ti. —¿Desde cuándo? —¿Desde cuándo qué? —¿Desde cuándo te preocupas por mi? —Esa es una pregunta estúpida Beau. Tú sabes que yo siempre he cuidado de ti. — Le contesté. A pesar de que sabía que él no dejaría una respuesta tan vaga pasar. La verdad es que ya nunca hablaba con él, Nicole estaba normalmente envuelta alrededor de alguna parte de su cuerpo y cuando me hablaba era siempre para hacer algún comentario sarcástico. —Casi no reconoces mi existencia —respondió. —Eso no es cierto. Se rió entre dientes. —Nos sentamos uno al lado del otro en historia todo el año y tú casi nunca volteabas a verme. En el almuerzo no me miras y me siento en la misma mesa que tú. Estamos en el campo después de los partidos cada fin de semana y si alguna vez diriges tu superior mirada en mi dirección es normalmente con una expresión de asco. Por lo tanto, estoy un poco sorprendido de que todavía me consideres un amigo. Los grandes árboles de roble señalaban la vuelta en el parque de caravanas en el que Beau había vivido toda la vida. La rica belleza de los paisajes del sur por el camino de grava era engañosa. Una vez que pasé los grandes árboles, el paisaje

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The Enchanted Library cambió drásticamente: resistentes caravanas con coches viejos en bloques y juguetes maltratados dispersos por el patio, más de una ventana estaba cubierta por madera o plástico. No me asombré de lo que me rodeaba. Incluso el hombre sentado en su porche a unos pasos, en nada más que su ropa interior y un cigarrillo colgando de su boca no me sorprendió. Conocía este parque de caravanas bien, era una parte de mi infancia. Llegué a una parada enfrente del remolque de Beau. Sería más fácil creer que era el alcohol hablando, pero yo sabía que no lo era. No habíamos estado a solas en más de cuatro años. Desde el momento en el que me convertí en la novia de Sawyer, nuestra relación había cambiado. Tomé una respiración profunda, después volví a mirar a Beau. —Nunca hablo en clases, a nadie más que al profesor. Tú nunca me hablas en el almuerzo así que no hay razón para mirar en tu dirección, atraer tu atención lleva a que te burles de mí. Y en el campo, no te estoy mirando con desprecio. Estoy mirando a Nicole con disgusto. En verdad podrías hacerlo mucho mejor que ella. —Me paré antes de decir algo estúpido. Él inclinó la cabeza hacia un lado como si me estudiara. —No te gusta mucho Nicole ¿no? No tienes que preocuparte sobre su ligue con Sawyer. Él sabe lo que tiene y no va a estropearlo. Nicole no puede competir contigo. ¿Nicole sentía algo por Sawyer? Ella era normalmente apabullante con Beau. Nunca me había dado cuenta de que le gustara Sawyer. Sabía que tuvieron algo en séptimo grado de un par de semanas pero eso fue en la escuela secundaria. En realidad no cuenta. Además estaba con Beau. ¿Por qué iba a estar interesada en alguien más? —Yo no sabía que le gustaba Sawyer —respondí, todavía no segura de si lo creía. Sawyer no era su tipo. —Pareces sorprendida —dijo Beau. —Bueno, lo estoy en realidad. Quiero decir, ella te tiene. ¿Por qué quiere a Sawyer? Una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios haciendo que sus ojos color avellana se encendieran. No había querido decir algo que él pudiera malinterpretar de la forma en la que, obviamente, lo estaba haciendo. Alargó la mano hacia la manija de la puerta antes de detenerse y mirar hacia mí.

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The Enchanted Library —No sabía que mis bromas te molestaban Ash. Pararé. Eso no había sido lo que esperaba que dijera. Incapaz de pensar en una respuesta me senté allí sosteniendo su mirada. —Voy a cambiar tu coche de nuevo antes de que tus padres vean mi camioneta en tu casa por la mañana. Salió de la camioneta y lo vi caminar hacia la puerta de su remolque con uno de los más sexys pavoneos conocidos por el hombre. Beau y yo necesitábamos tener esta charla, incluso si mi imaginación se va a enloquecer con él por un tiempo. Mi atracción secreta por el chico malo de la ciudad tenía que permanecer oculta. A la mañana siguiente encontré mi coche estacionado en el camino de entrada como había prometido, con una nota entre los limpia parabrisas. Llegué a ella y una pequeña sonrisa tocó mis labios. “Gracias por lo de anoche, te he echado de menos”, él había firmado simplemente con “B”.

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Tres millas es igual a 4.8 km.

2En

el original, “field party”: Una fiesta celebrada en medio de un campo o granja de cultivo para evitar a los padres y la policía. Por lo general, en manos de fiesteros menores de edad y acompañado por un barril comprado por un hermano mayor.

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Traducido por Lucy Lightwood Corregido por Afroday Ashton, Hola bebé. Lamento estar respondiendo el email después de tanto tiempo. Nuestro internet aquí no es realmente bueno y el servicio 3G es inexistente así que mi teléfono es inútil. Te extraño muchísimo. Pienso en ti todo el día y me pregunto qué estarás haciendo. Pasamos la mayor parte del tiempo explorando. El camino que tomamos ayer nos llevó a una cascada increíble. Cinco millas3 cuesta arriba y después del calor, el agua fría de las cataratas se sentía genial. Sigo deseando que estuvieras aquí. Es seguro decirte que mi futuro no está en la pesca. Apesto en ello. Cade me patea el trasero. Ayer me dijo que necesitaba resistir en el fútbol4. LOL. Estoy disfrutando el tiempo que paso con él. Gracias por entender lo mucho que necesitaba hacer esto. Él me necesita. Su hermano mayor se irá en un año y yo estaré a una llamada de distancia pero no estaré ahí para ver su práctica de fútbol o ayudarlo con su primer flechazo. Intento compartir todo lo que sé con él. Te amo mucho Ashton Sultey Gray. Soy el tipo más afortunado del mundo, Sawyer. Sawyer, Me imaginé que el retraso en tu respuesta se debía a problemas de internet. La conexión arriba en la montaña no puede ser tan buena. Al menos no en una cabaña excluida como en la que están. Te extraño también. Qué bien que estés pasándola con Cade como hermano mayor. Sé lo mucho que significa para él. En tanto a mí, he estado trabajando en la iglesia un poco. No tengo mucho que hacer contigo fuera. No he ido al campo los fines de semana. La mayor parte del tiempo limpio la iglesia y luego alquilo una película. Leann y Noah están juntos oficialmente. Cuando ella no está trabajando está con él. Así que, eso me deja sin nadie. Estoy acostumbrada a pasar todo mi tiempo contigo. Dales a Cade y a Catherine un abrazo de mi parte. Cuento los días que faltan para ver tu cara de nuevo. Te amo montones, Ashton. Me quedé viendo la pantalla de la computadora después de haberle dado clic en enviar. El motivo por el que no mencioné a Beau me molestó un poco. Empecé a decirle sobre el aventón que les di a Beau y Nicole a casa. Ya nunca hablamos realmente sobre Beau. Sawyer a veces lo hace cuando está preocupado por él. Casi toda su vida ha cuidado de Beau. Beau era el hijo del hermano Vincent que vivió

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The Enchanted Library una vida salvaje hasta el día en el que chocó su motocicleta con un tráiler. Beau estaba en primer grado cuando eso pasó. Recuerdo sus ojos rojos después de haber llorado por meses. Se había escapado de su caravana y venido a mi casa en mitad de la noche. Yo había salido por mi ventana y nos habíamos sentado en mi techo por horas pensando en cosas que podríamos hacer para hacerle sentir mejor. Normalmente esas ideas nos llevaban a meternos en problemas de los que Sawyer nos tenía que sacar. Sawyer era el hijo del buen hermano Vincent. El padre de Sawyer es el mayor de los dos hermanos Vincent. Fue a la escuela de leyes e hizo una fortuna defendiendo el caso Joe contra compañías aseguradoras. El pueblo amaba a Harris Vincent y a su hermosa, devota, miembro de ligas menores de tenis, esposa Samantha Vincent y por supuesto, a su talentoso hijo mayor. Este pueblo no era grande y como en todo pequeño pueblo sureño, todo el mundo sabía sobre la vida del vecino. Su pasado era de saber común. El pasado de sus padres no era ningún secreto. No tenías secretos en Grove, Alabama. No era posible, bueno, tal vez en el campo. En las oscuras sombras que rodeaban el campo abierto donde los chicos Mason celebraban sus famosas fiestas. Estoy segura que ahí debe de haber muchos secretos. Era el único lugar donde las señoras mayores no podían observarte desde sus porches y los únicos ojos alrededor estaban ocupados en sus asuntos como para notar los tuyos. En lugar de quedarme en casa con mi cara pegada a un libro, fui a visitar al asilo a la bisabuela de Sawyer y Beau y ofrecerme voluntaria para lavar los trastes en la cocina. Esto me llevaba toda la mañana. Mi abuela acababa de regresar de su viaje a Savannah para visitar a su hermana así que pasé por su casa después, para verla. Siempre la extrañaba mucho cuando se iba. En el instante en el que la puerta de mi coche se cerró, la puerta delantera de su casa se abrió y ella salió con una gran sonrisa sosteniendo un vaso alto de té helado dulce. Su pelo rubio plateado apenas le llegaba a los hombros y me mordí el labio para evitar devolverle la sonrisa. Tuvimos una discusión antes de que se fuera sobre el hecho de que ella necesitaba cortar su cabello. Se estaba volviendo demasiado largo para alguien de su edad. Se lo dije y ella hizo como si no pudiera entender de qué estaba hablando. Supongo que cambió de opinión. El guiño que me dedicó me dijo que ella sabía lo que estaba pensando.

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The Enchanted Library —Bien, miren quién ha decidido venir a visitar a su abuela. Estaba empezando a preguntarme si en estos días todavía se requería una invitación escrita. —Bromeó ella. Me reí y subí las escaleras para abrazarla. —Apenas llegaste ayer. —Le recordé. Ella olió mi camiseta y volteó para verme. —Huele a que alguien se pasó por el asilo para ver a la abuela de su novio antes de venir a ver a la suya. —¡Oh! para eso. Estaba haciendo tiempo para dejarte dormir un poco más. Sé que viajar te agota. Ella tomó mi mano y me llevó a sentarme a su lado en la mecedora del porche. Los diamantes en sus dedos brillaban con la luz del sol. El vaso frío que sostenía se presionaba contra mis manos. —Aquí, bebe esto. Lo vertí tan pronto como vi ese pequeño coche estacionarse enfrente. Aquí me podía relajar. Era mi abue, ella no esperaba que yo fuera perfecta. Ella sólo quería que yo fuera feliz. —Así que, ¿Has hablado con ese novio tuyo desde que se fue o has estado divirtiéndote con otro chico mientras está fuera? Me atraganté con el té y empecé a toser mientras negaba con la cabeza. ¿Cómo se enteraba ella de lo que estaba pasando cuando nadie más sabía? —Bien ¿Quién es él? Ha hecho que me salpiques té en el regazo. Por lo menos quiero un nombre y algunos detalles. Sacudiendo mi cabeza volteé hacia ella para poder encontrarme con sus ojos. —No hay nadie. Me atraganté con mi té porque tú me hiciste una pregunta impensable. ¿Por qué engañaría a Sawyer? Él es perfecto abue. Dio un suspiro largo y palmeó mi pierna —No hay hombre perfecto, mi niña. Ninguno. Ni siquiera tu padre, aunque él piense que lo es.

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The Enchanted Library Ella siempre bromeaba sobre papi siendo un predicador. Había sido un “pequeño demonio” cuando creció, según ella. Cuando ella me contaba historias sobre él de niño, sus ojos brillaban. Algunas veces podría jurar que ella extrañaba la clase de persona que su hijo solía ser. —Sawyer es tan perfecto como cualquiera. —Bueno eso no lo sé, pasé por la casa de los Lowry y su primo Beau estaba cortando su pasto. —Ella hizo una pausa y sacudió su cabeza con una gran sonrisa sobre su rostro —Niña, no hay chico en este pueblo que pueda compararse con Beau sin camiseta. —¡ABUE! —Le di un manotazo, horrorizada de que mi abuela haya admirado a Beau sin camiseta. Ella se atragantó. —¡¿Qué?! Soy vieja Ashton, no ciega. Sólo podía imaginarme como debía de verse Beau sin camiseta y sudoroso. Casi me desmayo la semana pasada cuando pasé por la casa de los Green y él había estado cortando su pasto sin la camiseta puesta. Fue duro tratar de no verlo. Me dije a mi misma que sólo estaba examinando el tatuaje en sus costillas, pero sabía que no era cierto. —No soy la única señora mayor que lo ha notado. Sólo la única capaz de admitirlo. Las otras sólo contratan al chico para que corte su césped y poder sentarse en su ventana a espiar. Por eso amaba a mi abue. Estar con ella siempre me hacía reír. Ella tomaba la vida cómo era. No pretendía. Ella era abue. —No sé cómo se ve Beau sin camiseta —dije, lo cual era mentira—. Lo que sí sé es que él no es más que problemas. Abue hizo un sonido desaprobatorio con la lengua y utilizó su pie para darnos un buen empujón. —Los problemas pueden ser divertidos. Es la rigidez y la rutina lo que hace la vida tediosa y aburrida. Eres joven Ashton. No estoy diciendo que vayas por ahí y arruines tu vida, sólo que cierta emoción es buena para el alma.

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The Enchanted Library Una imagen de Beau sentado, mirándome a través de sus largas y rizadas pestañas en el asiento de al lado de su camioneta la noche anterior hizo que mi pulso se disparara. Él era más que una pequeña diversión, era letal. —Basta de chicos, tengo uno y no estoy disponible. ¿Cómo estuvo tu viaje? Abue sonrió y cruzó sus piernas. Una sandalia negra de plataforma colgaba de sus dedos de los pies pintados de rosa. Era difícil creer que era la estricta madre de mi padre. —Visitamos. Bebimos whisky. Fuimos a algunos shows en el teatro. —Sonaba como el viaje usual a tía Tabatha. —¿Viste a papi en la mañana? —Ella suspiro teatralmente. —Sí y por supuesto el rezó por mi alma. El chico no tiene sentido de la aventura. Sonreí dentro de mi vaso de té. Abue era muy divertida.

En el momento en el que me paré en mi habitación para cambiarme la ropa, que olía a espray desinfectante y a gente vieja, mi teléfono sonó avisando que tenía un mensaje nuevo. Era de Beau: “Encuéntrame en el hoyo”. El hoyo era el pequeño lago en la parte lejana de la propiedad de Sawyer. Tragué y empecé a escribir: “No”, pero en vez de eso escribí: “Estaré ahí en 15”. Me quedé congelada por lo que había hecho, pero no lo corregí. En vez de eso me quedé sentada viendo la pantalla del teléfono hasta que contestó: “Usa traje de baño”. No respondí. Mi corazón latía ruidosamente en mi pecho y no me permitía pensar correctamente. Hice la única cosa que sabía hacer. Dejé que la niña mala saliera sólo un poco. El bikini rojo que compré para que Sawyer me viera con él, pero que nunca usé por miedo a que él lo desaprobara, salió hacia mí desde mi armario. En pocos minutos me las arreglé para meterme en él y en unos shorts.

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The Enchanted Library BEAU Si me hubiera tomado el tiempo alguna vez de preguntarme acerca de mi alma siendo tan negra como parecía este pueblo, sabría en el preciso momento en que Ashton salió de su pequeño Jetta blanco, viéndose como un ángel del Paraíso que mi alma estaba condenada al infierno. Cuando envié el mensaje diciéndole que nos viéramos era para recordarme cuan intocable era ella. Pensé que viendo su “no” por respuesta habría sido el “despierta” que necesitaba para dejar de obsesionarme con ella. En vez de eso ella aceptó y el pulso de mi estúpido y negro corazón se disparó al verla. Vi el titubeo de sus pies cuando sus bonitos ojos verdes se encontraron con los míos. Lo que más quería era caminar hacia ella y asegurarle que iba a ser bueno. Sólo hablar con ella y ver la forma en la que sus ojos lucen cuando se ríe o la manera en que se muerde el labio cuando está nerviosa. Pero no podía hacer lo que deseaba. Ella no era mía. No ha sido mía por un largo tiempo. Ella no debería estar aquí y yo no debería habérselo pedido. Así que en vez de aclararle las cosas como quería, seguí apoyado contra el árbol viéndome como el demonio y esperando que ella se volviera y echara a correr. Ella comenzó a caminar hacia mí y sus perfectos y blancos dientes atraparon su labio inferior entre ellos. Varias veces he tenido fantasías sobre esos labios. Ella apenas había cubierto sus largas y bronceadas piernas con unos shorts que me hicieron querer ir a la iglesia este sábado sólo para agradecerle a Dios por haberla creado. —¡Oye! —dijo ella, ruborizándose. Demonios, ella era fantástica. Nunca he envidiado nada que tuviera Sawyer. Lo quería como a un hermano, era la única familia que verdaderamente amaba. Cuando él destacó yo silenciosamente le eché porras. Él estuvo ahí a mi lado a través de una dura niñez, rogándole a sus padres que me dejaran dormir en su casa las noches en las que estaba demasiado asustado para volver al oscuro y vacío tráiler. Él siempre ha tenido lo que yo no: los padres perfectos, hogar, una vida, pero nada de eso importaba porque yo tenía a Ashton. Seguro, los tres éramos amigos, pero Ashton siempre fue mía. Ella siempre fue mi aliada, la persona a la que le he contado todos mis sueños y miedos, mi alma gemela. Después, como todo en la perfecta vida de Sawyer, obtuvo a mi chica. La única cosa que podía llamar “mía” se convirtió en “de él”. —Viniste —dije, finalmente. Su rubor se profundizó.

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The Enchanted Library —Sí, aunque no estoy segura por qué. —Yo tampoco —respondí, ya que estábamos siendo honestos. Ella dio un gran respiro, y puso sus manos en sus caderas. Una pose innecesaria para ella cuando un bikini era la única cosa que cubría su generosa delantera. La vista era demasiado estimulante para lo que necesitaba así que aparté la mirada de su escote. —Mira Beau, estoy aburrida y sola sin Sawyer. Leann está trabajando de mesara en Hanks con Noah. Pienso que me gustaría que fuéramos… amigos. Fuiste mi mejor amigo durante ocho años de mi vida. Me gustaría volver a eso. —Ok —dije, agarrando mi camiseta y pasándomela sobre la cabeza para quitármela—. Nademos. No volteé para ver si ella salía de esos diminutos shorts. Parte de mí quería observarla quitárselos pero la otra parte sabía que mi corazón no se las arreglaría al verla salir de aquella cosa. Mi corazón podrá ser negro pero aún podía sufrir un ataque. Corrí y alcancé la cuerda colgante y por un momento fui un niño de nuevo volando sobre el lago. Cuando mi cabeza emergió, volteé hacia la orilla con la esperanza de echar un vistazo. Los shorts se habían ido y Ashton estaba caminando hacia la cuerda. Esta no era la primera vez que la veía en un bikini pero era la primera vez que me había permitido a mi mismo disfrutar de la vista. Mi corazón empezó a golpear contra mi pecho pero no pude quitarle la mirada de encima mientras agarraba la cuerda y se balanceaba sobre el agua y después daba una voltereta perfecta. Me tomó tres largas tardes enseñarle como tirarse de la cuerda y aterrizar suavemente en el agua. Ella tenía ocho años y estaba empeñada en hacer todo lo que Sawyer y yo hacíamos. La cabeza de Ashton salió del agua y se inclinó hacia atrás mientras sus manos acomodaban sus rizos húmedos fuera de su rostro. —No está tan fría como esperaba —dijo, con una sonrisa de triunfo. —Hoy estamos a 96°5 y subiendo, antes de que acabe el mes esto se sentirá como el agua de una bañera. —Hice el esfuerzo de no parecer hipnotizado por la forma en la que sus largas pestañas se acomodaban en picos por el agua.

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The Enchanted Library —Sí, lo recuerdo. He pasado tantos veranos como tú en este lago —dijo, como tratando de recordarnos a ambos en el lago de quien estábamos nadando en este momento. Quería que se sintiera cómoda conmigo. Si hablar de Sawyer ayudaba, hablaría sobre él. Además, no estaría de más que recordara a quién pertenecía ella. —Punto para ti. Lo lamento, esta nueva Ashton no encaja con la Ash que conocí una vez. Generalmente olvido que la novia perfecta de Sawyer es la misma chica que empezaba peleas conmigo en el lodo de la orilla. —Me gustaría que dejaras de actuar como si yo fuera una persona diferente, Beau. Crecí pero aún soy la misma chica. Además tú también has cambiado. El antiguo Beau no me hubiera ignorado completamente porque estaba muy ocupado besuqueándose con su noviecita como para notar mi existencia. —No, pero el antiguo Beau no era sexy —repliqué con un guiño y le lancé agua a la cara. Su risa familiar hizo que mi pecho doliera un poco. —Punto para ti. Supongo que tener a alguien como Nicole encima de ti distrae un poco. Puedo ver el rango dónde se ubica una vieja amiga debajo de echar un polvo. Si hubiera sabido que Ashton quería mi atención en algún momento, hubiera hecho a Nicole a un lado y le hubiera dedicado mi completa atención. Pero la mayoría del tiempo ella estaba enredada en los brazos de Sawyer y yo necesitaba la distracción que Nicole me proporcionaba. —Nicole no es tan modesta —respondí, dejándola sentir culpable. El hoyuelo con el que siempre he estado fascinado desde el día en el que conocí a Ashton apareció mientras ella me dedicaba una gran sonrisa. —Nicole no conoce la definición de la palabra modestia. Ahora que, la palabra vulgar, estoy muy segura de que tiene su definición en la punta de la legua. ¿Eran mis deseos hablando o sonaba algo celosa de Nicole? —Nicole no es tan mala, sólo persigue lo que quiere —dije, esperando probar la reacción de Ashton. Una expresión de molestia apareció en su rostro y se puso rígida. No pude contener la sonrisa que se formó en mis labios. Me gustaba el hecho de que le molestara que yo defendiera a Nicole. —Tienes mal gusto en mujeres Beau Vincent —dijo.

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The Enchanted Library La miré nadar hacia el muelle y salir para sentarse en la orilla, dándome la extremadamente placentera vista de su poco cubierto trasero. Me tomó algunos minutos recordar de qué habíamos estado hablando. El cuerpo mojado de Ashton era lo único en lo que mi mente parecía enfocada. Sacudí mi cabeza para aclarar mis pensamientos y recordé su comentario sobre mi mal gusto en mujeres. —Supongo que Sawyer tiene mejor gusto, ¿no? —le pregunté y nadé hacia ella. Ella frunció el ceño y mordió su labio inferior. Esa no era la reacción que estaba esperando. Quería hacerla reír. —Tal vez porque yo no lo enredo en público pero los dos sabemos que él lo puede hacer mejor. ¿Qué demonios significaba eso? —Eso crees tú. —Me las arreglé para sonar casual. Ella miró hacia mí con una pequeña sonrisa triste. El sol de la tarde estada justo al lado de ella, ocasionando que los largos rizos rubios que rodeaban su cabeza empezaran a brillar levemente. El efecto la hizo parecer el ángel que aparentaba ser. Intocable a menos de que fueras el perfecto Sawyer Vincent. —No soy ciega, Beau. No digo que yo piense que soy fea. Sé que soy pasablemente linda. Tengo un buen cabello y mi complexión no es mala. No tengo grandes ojos azules o largas pestañas pero mis ojos no están mal. No soy emocionante o llamativa. Sawyer es perfecto. Algunas veces es difícil creer que me quiera. Me alejé de ella temeroso de que la expresión incrédula de mi rostro dijera más de lo que ella necesitaba saber. Quería decirle como sus ojos verdes hacían que los chicos la quisieran defender o la manera en la que sus dulces labios rosas eran hipnotizantes; o cómo ese simple hoyuelo causaba que mi pulso se disparara. Quería puntualizar como esas largas y bronceadas piernas causaban que los chicos enloquecieran y que cuando usaba esas ajustadas blusas combatía contra la urgencia de taparla para que ningún tipo que la viera quisiera ir a casa para hacerse una paja con su imagen en la cabeza. Pero no podía decir ninguna de esas cosas. Forzando mi expresión para verse casual, la miré. —No creo que te des el crédito que mereces. Sawyer no te eligió por la manera en la que te ves. —Eso era todo lo que necesitaba decir.

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The Enchanted Library Ella suspiró y miró sus manos. Tuve que volver mi cabeza antes de que mis ojos empezaran a avanzar más allá de su escote. —No soy siempre buena. De verdad me esfuerzo en serlo. Quiero ser digna de Sawyer, de verdad, pero es como si esta otra yo dentro de mí tratara de salir. La combato pero no soy buena en ello todo el tiempo. Sawyer tiene que mantenerme a raya. ¿Mantenerla a raya? Me obligué a mi mismo a relajar mis manos que se habían convertido en puños. ¿Sawyer la había hecho pensar que había algo mal en ella? Seguro que él no sabía que ella se sentía de esta manera. —Ash, no has sido más que perfecta desde que decidiste madurar. Seguro, tú acostumbrabas ayudarme a poner ranas en los buzones de la gente, pero esa niña se ha ido. Querías ser perfecta y lo has logrado. Ella rió amargamente. Me permití verla. El hoyuelo estaba ahí mientras ella veía hacia el agua. —Si tú supieras. —Fue todo lo que dijo. —Dime. —Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas. —¿Por qué? —Porque me gustaría saber que no eres tan perfecta. Me gustaría saber que la chica que alguna vez conocí sigue aún ahí por alguna parte. Ella volvió a reír y apoyó su cabeza sobre sus rodillas. —De ninguna manera voy a admitir mis errores contigo. Considerando que la mayoría de ellos están en mi cabeza y nunca los he resuelto. —No te pido que me reveles todos tus oscuros secretos, Ash. Sólo quiero saber qué es lo que pudiste haber hecho tan mal para que creas que Sawyer tiene que ser estricto contigo. Sus mejillas se volvieron rosas pero ella mantuvo la mirada donde estaba. Después de unos minutos de silencio me paré y me estiré. —Está bien. En realidad no necesito que me digas que a veces olvidas ir al asilo cada semana. —Empecé a caminar enojado conmigo mismo por sonar como idiota.

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The Enchanted Library —Esas son cosas que Sawyer tiene que ayudarme a recordar… pero en realidad no me refería a eso. Ella lo dijo tan bajo que casi no la escucho. Me detuve y volteé hacia ella. Ella me miraba fijamente a través de sus pestañas mojadas. —Soy como cualquier chica adolescente. Envidio a Nicole porque ella puede ser quien quiere ser. Yo no. Pero no es culpa de Sawyer. Nunca he sido capaz de oponerme a esos impulsos. Mis padres esperan que sea buena. —¿Quieres ser como Nicole? —dije, con horror. Ella se rió y sacudió la cabeza. —No exactamente. No deseo vomitar en mi misma, y ser cargada dentro de mi casa, ebria… o ser conocida como una zorra. Pero por una vez me gustaría saber qué se siente dar más que un beso. Ser tocada. —Ella paró y volvió su mirada hacia el agua—. Tal vez sólo para saber cómo se siente la excitación de salir a escondidas de mi casa o saber que se siente ser querida por alguien tan desesperadamente que no se pueda controlar al besarme. Tal vez, sólo sentirse deseada. —Ella paró de nuevo y puso sus manos sobre su cara—. Por favor olvida todo lo que dije. Dejó que sus manos cayeran de su rostro y volvió su mirada culpable hacia mí. La expresión vacía en sus ojos estaba matándome. Quería asegurarle que nada estaba mal con ella. Quería prometerle que le demostraría exactamente cuan loco me traía. Ella se quedó parada. —Así que ya conoces mis secretos, Beau. Así como en los viejos tiempos. Creo que eso nos hace amigos de nuevo ¿eh? —La sonrisa en sus labios tembló. —Sí, lo hace.

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millas equivale a 8.04672 kilómetros.

4Fútbol 596°

de ahora en adelante se referirá al fútbol americano.

Fahrenheit equivale a 35° Centígrados o Celsius.

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Traducido por nessie Corregido por Afroday ASHTON Observé como la minivan de mis padres salía de la calzada antes de levantar el teléfono y enviarle un mensaje a Beau. “¿Te gustaría venir a ver una película en mi casa?” Mi corazón empezó a latir fuertemente en mi pecho. “¿Y tus padres?” Respondió inmediatamente. “Estarán fuera por dos noches” Mi padre llevaba a mamá a Birmingham por su aniversario. Mi celular sonó asustándome, tanto que lo tiré. Luché por recogerlo, estaba preocupada de que quizá fuera Sawyer. Nunca sería capaz de ocultar el sentimiento de culpa en mi voz si tuviera que hablar con él. Era Beau. ―Hola ―dije al teléfono. ―Dejaré mi camioneta en el parque y caminare a tu casa a través del bosque. Deja la puerta trasera abierta. Él no quería que nadie viera su camioneta aquí. Sabía que era por mi beneficio. Probablemente lo mejor era que él no se estacionara frente a mi casa. Él sólo era mi amigo pero… seguía siendo un chico. Un chico malo. Ashton Grey no traería chicos a casa mientras sus padres están fuera de la ciudad. ―Está bien, si es lo que quieres hacer. ―Así es. ―Su profunda voz me hizo temblar por dentro. ―Entonces, nos vemos pronto ―respondí. ―Sí ―dijo antes de colgar.

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The Enchanted Library Me quedé viendo mi celular en la palma de mi mano intentando averiguar por qué lo había invitado a venir. Esta no podría ser una buena idea. Tiré mi celular en la cama y me dirigí a la ducha. No quería pensar en la regla que estaba rompiendo. Eso no podía ser malo. Tan sólo era una pequeña regla, comparándola con las reglas en general. Me refiero que había reglas más grandes que podría romper. Además necesitaba romper alguna regla antes de volverme loca. Una luz iluminó la puerta trasera lo cual provocó que mariposas revolotearan frenéticamente en mi estomago. Escuché como se abría y cerraba el pestillo de la puerta. Rápidamente me deslicé en un vestido blanco de verano después de probar varios conjuntos informales, tenía que decidir por el que me hiciera lucir mejor. El vestido era corto con tirantes por lo que parecía lo suficientemente casual para una noche de películas, creo… daba igual. Estudié mis pies descalzos. Acababa de pintar mis uñas de los pies con un esmalte rosa caramelo y decidí quedarme sin zapatos. Incluso era más casual. Me dirigí a la sala para saludar a mi invitado. Dejé de respirar cuando vi a Beau parado en la cocina. El color negro siempre lucía bien en él, pero verlo parado en mi cocina en una ajustada camiseta negra y unos pantalones para montar me hizo marearme. Me di cuenta de que había dejado de respirar. ―Hey. ―Me las arreglé mentalmente para que sonara lo más casual posible. El asintió con la cabeza y me dirigió una pequeña sonrisa antes de caminar hacia la nevera y abrirla. ―Tengo sed. ¿Puedo tomar una coca? ―preguntó sin voltear a verme. ―Um claro, seguro. También ordené pizza. Debería llegar en unos minutos. Por si tienes hambre. Cerró la puerta del refrigerador y abrió la lata de coca-cola que tenía en la mano, luego tomó un trago. ―Siempre tengo hambre ―respondió. ―Bien. ―No sabía que mas decir. Yo había invitado a Beau a ver una película en mi casa. Ahora él estaba aquí, todo lo que decía sonaba a gloria y yo no sabía que decir. Caminó hacía mi sonriendo.

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The Enchanted Library ―Relájate Ash, sólo soy yo. ―Señaló con la cabeza en dirección a la sala de estar―. Ahora vamos a ver qué tipo de películas tienes. Tragué nerviosamente, di media vuelta y lo seguí al salón. Esta era una mala idea. Estaba actuando como una idiota. Así no es como actúan los amigos. Si quería ser su amiga tenía que empezar a actuar como tal, no como una loca enamorada. ―Alquilé dos películas en Redbox6. Si no te gusta ninguna puedes tomar alguna de las que tengo en mi habitación, pero te advierto que la mayoría son comedias románticas. Las que alquilé probablemente sean más de tu estilo. Me mantuve alejada de él porque mis mejillas estaban calientes y odiaba la idea de que él me viera sonrojarme. Estaba siendo muy tonta. Alcancé las películas de acción que había alquilado y me giré para sentarme, cuando él se movió detrás de mí, me congelé. Mi cuerpo se puso en alerta máxima y tomé grandes bocanadas de aire. ―Déjame ver ―susurró en mi oído. Colocó sus brazos a mi alrededor y me quito las películas de las manos. Cuando nuestras manos se rozaron, contuve la respiración. Por un segundo se detuvo en esa posición, luego se alejó rápidamente. Mi alocado comportamiento lo hizo sentir incomodo. ―Buena elección. He estado esperando para verlas, pero Nicole y yo no acostumbramos ver películas. El nombre de Nicole sonó Me giré sobre la punta de mis pies.

como

una

advertencia

para

mí.

―Bien, elige una y ponla. Voy a buscar el dinero antes de que llegue la pizza. Pero primero iría a echarme agua en la cara y calmarme. No esperé por su respuesta y abandoné la habitación. El timbré sonó mientras sacaba dinero de mi cartera. El repartidor probablemente sea alguien de la escuela. Beau atendiendo la puerta no parecía ser la mejor idea. Corrí fuera de mi habitación y me topé cara a cara con Beau. Para ser más exactos, cara con pecho. Un pecho que olía realmente bien. Cerré mis ojos y respire profundamente. ―Esperaré aquí mientras tú pagas ―dijo en un susurro.

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The Enchanted Library Asentí con la cabeza y pasé alrededor de él. En el momento en que abrí la puerta me sentí aliviada de que Beau se escondiera. Era Jimmy Noles un jugador del equipo de fútbol. ―¿Qué tal todo, Ashton? ―preguntó Jimmy con una gran sonrisa. ―Um, bien, gracias. ―Yo creo que extrañas a Sawyer. ―Sí, lo hago ―respondí asintiendo y depositando el dinero en su mano―. Gracias, quédate con el cambio. Su sonrisa se hizo más grande. ―Genial, gracias Ashton. Nos vemos. Le devolví la sonrisa y cerré la puerta. Beau dio un paso y entró al recibidor. ―Eso huele bien. Yo pensaba lo mismo, pero no creía poder comer nada. Beau tomó la caja de mis manos, se acercó al sofá y colocó la caja en la mesa para el café. ―Traeré algunos platos desechables. El comenzó a abrir la caja. ―No es necesario que traigas uno para mí, aunque una servilleta no me vendría mal. Beau se las arreglo para comerse la mayor parte de la pizza antes de que yo lograra tragar un pedazo. Estaba contenta de que él no se sintiera incómodo por mi tonto comportamiento. Se reclinó en el sofá con los ojos en la película, después de frotar sus manos con la servilleta. Dejé mi plato sobre unos ejemplares de Garden & Gun7 que mi padre había comprado que estaban encima de la mesa del café. ―Te dejé dos pedazos más de piza. No puedes estar llena. Volteé a verlo. ―Quieres decir que no has dejado de comer porque estabas lleno. ―No, sólo estaba siendo considerado. Nunca me lleno ―dijo, negando con la cabeza.

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The Enchanted Library Me recosté en el sofá. ―Come todo lo que quieras, yo estoy llena. En lugar de inclinarse para coger otra rebanada, como yo creí que haría, puso toda su atención en mí. ―¿Por qué me invitaste esta noche, Ash? Mi cara palideció. ¿Por qué lo había invitado? Responder esa pregunta no era algo fácil. Desde que él atravesó la puerta, he estado actuando ridículamente. Con Sawyer nunca me faltaban las palabras. Beau me afectaba. Ahora, él se estaba aburriendo a muerte con la hija del pastor mientras podría estar gastando su tiempo con su sensual y ardiente novia haciendo cosas de las que ni siquiera he oído hablar. Yo le estaba privando de una noche emocionante. La idea de que él probablemente vino a mi casa para hacerme compañía en lo que su primo estaba fuera del pueblo, me hizo sentir fatal. Él estaba haciendo una obra de caridad y yo no podía hablar de algo más interesante. Bueno, al menos le di de comer. ―Lo siento. Creo que no quería estar sola. Puedes irte. Sé que esto debe ser aburrido comparado con lo que acostumbras a hacer. ―Me las arreglé para mostrarle una pequeña sonrisa. Frunció el ceño y apoyó los codos sobre sus rodillas, pero no aparto su mirada de mí. ―Estar contigo no es aburrido. Es sólo que luces incómoda. Si quieres que me vaya, lo haré. Tengo la sensación de que estas pensando que tengo otras cosas que hacer. Suspiré y le dirigí una pequeña sonrisa. ―No, quiero que te quedes. Nunca he traído a casa otro chico aparte de Sawyer y eso sólo cuando mis padres están aquí. Estoy nerviosa. No es que yo no te quiera aquí. ―¿Por qué te hago sentir nerviosa? ―preguntó mirándome. ―No lo sé ―respondí honestamente. ―Mmm, creo que te equivocas ―me contradijo sonriendo.

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The Enchanted Library ―¿Qué? ―Tú has tenido otros chicos aquí. Yo venía aquí muy seguido. Tu habitación luce igual. Sonreí. Tenía razón. Sólo necesitaba recordar que éste era el mismo muchacho que solía tirarse en la cama conmigo y ver películas. Cerró el espacio que había entre nosotros y se relajó recargando su brazo en el respaldo del sofá. ―No muerdo, sólo soy yo Ash. Lo prometo. Ven aquí y veamos la película. Estudié el espacio entre sus brazos y la idea de acurrucarse contra él era muy tentadora. Pero no creí que él tuviera eso en mente. Así que en lugar de eso, me recosté en el sofá con cuidado de no tocarlo. Su mano no vino y me atrajo contra él. Se mantuvo en su lado del sofá y me sentí decepcionada. ―Relájate y ve la película ―dijo, con una voz suave que nunca había escuchado en él. Eso me hizo sentir segura. El brazo de Beau terminó por caer en mis hombros. Distraídamente comenzó a trazar pequeños círculos en la parte superior de mi brazo. Era como si pequeñas cargas eléctricas fueran zumbando a través de mi cuerpo. Tenía la esperanza de que no se diera cuenta que respiraba con dificultad. Cerré los ojos y fantaseé acerca de meter mis manos bajo su camiseta y tocar su suave piel y cubrir sus firmes abdominales. Lo miré a través de mis pestañas y vi que toda su atención estaba puesta en la película. No tenía idea de lo loca que me ponía. Poco a poco me acerqué a él, hasta que mi cabeza estuvo en el hueco de sus brazos. El olor a jabón Irish Spring8 y aire libre llenó mis sentidos. Sawyer siempre olía a colina. Me gusta el jabón. Giré la cabeza lo suficiente para poder olerlo mejor. Su brazo ligeramente apretado a mi alrededor. Él no insinuó nada con eso, pero me sentí tan bien. Giré mi cuerpo hacía él y cerré los ojos. Dejé volar mi imaginación y me pregunté cómo se sentiría sin esa molesta camiseta cubriéndole el torso. ―Ash. ―La voz de Beau interrumpió mis fantasías. ―Hmm… ―Me las arreglé para responder sin que mi mano tocara sus abdominales. ―¿Qué estés haciendo? ―Su voz no sonaba bien. Había un tono de pánico que me trajo de vuelta a la realidad. Ahogué un grito cuando me di cuenta de que había

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The Enchanted Library subido la pierna sobre el muslo de Beau. El dobladillo de mi vestido de verano apenas cubría mis bragas. Para empeorarlo más, mi mano se había hundido bajo su camiseta negra y sentía su piel suave y cálida. El horror se apoderó de mí haciéndome quitar la mano de su camiseta y sentarme. ―¡Oh Dios mío! ―exclamé―. Lo siento… yo no estaba… lo siento. ―No podía mirarlo a los ojos. ¡No después de haber estado sobre él! En cambio, hice lo único que podía pensar: corrí a mi habitación. Empujé la puerta lo suficientemente fuerte para que se cerrara de un golpe, pero el fuerte crujido nunca llegó. ―Ash, espera. ―La voz de Beau hizo que me encogiera. ¡OH DIOS! ¿Por qué tuvo que seguirme? ¿No pudo sólo haberse ido? No podía voltear a verlo. ―Lo siento… sólo vete, está bien. Me crucé de brazos y miré fijamente por la ventana esperando a que él se fuera. Sus brazos me abrazaron por detrás y yo gemí por la humillación, eso sólo empeoró las cosas. Él sólo trataba de reconfortarme. ―No sé qué está pasando en esa cabeza tuya, pero por la forma en que actuaste me imagino que es bastante malo. ―El recargó su cabeza en mi hombro―. Tú quieres que me vaya y lo haré. Pero antes quiero que entiendas algo. Tenía un gran nudo en la garganta y contenía las lágrimas en mis ojos. Responder me era imposible ―Yo inicié lo que sucedió allí. No tú. No estaba preparado para esa reacción. Pensé que tú me empujarías lejos, no… acercarte más. ―Paró de hablar y su respiración era cálida en mi cuello, sus labios tocaron mis hombros desnudos. Me estremecí y sus manos recorrieron mis brazos hasta cubrirlos―. No debería tocarte, pero no puedo detenerme ―murmuró de nuevo en mi oído. Yo quería contradecirlo. No era su culpa. Quería decirle que yo fui la que se dejó llevar. Pero no podía manejar nada más que un leve lloriqueo. ―No puedo hacer esto Ash. Dios lo sabe, quiero pero no puedo. ―Y después se fue. Me giré para verlo atravesar la puerta. Quería llamarlo para que regresara más que nada en el mundo, pero no lo hice.

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The Enchanted Library 6Redbox

es una empresa estadounidense que se especializa en el alquiler de DVDs, discos Blu-ray y juegos de video a través de kioscos automatizados de venta. 7Garden

& Gun es una revista sobre la cultura deportiva, la comida, la música, el arte y los viajes del sur de Estados Unidos. 8Irish

Spring es el nombre comercial de un jabón desodorante, comercializado por primera vez por la empresa Colgate-Palmolive en 1972. 32

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Traducido por Gianna d´vampyre Corregido por Afroday La alerta de mensaje de texto me despertó. Me froté los ojos y traté de enfocar antes de alcanzar mi teléfono. El mensaje era de Beau. “Buenos días”.

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El shock de ver su nombre en mi teléfono tan temprano, me hizo sentarme rápidamente y después me dejé caer contra la almohada en cuanto lo sucedido la noche anterior vino a mi mente. Casi podía sentir los labios de Beau en mi hombro y sentí un escalofrío bajo las sabanas. “Cuando despiertes, llámame”, apareció en mi pantalla. Debí haberlo ignorado. Debí ignorar el mensaje y pretender que anoche no había pasado nada, pero el recuerdo de su aliento en mi oído y sus manos acariciando mis brazos tiraron todas mis buenas intenciones por la ventana. “Ya estoy despierta”, contesté al mensaje. En menos de un minuto mi teléfono sonó, tenía que tomar una decisión rápido. Podía ignorar su llamada y salvarnos a ambos de futuros problemas o contestar y olvidarme de las consecuencias. —Hola. —Hey. Su voz me alegró y al instante contesté. —Oye, sobre anoche —comencé. —Quiero verte hoy —me interrumpió. Mi corazón saltó y sonreí hacia el techo. Él quería verme. —Está bien —respondí rápidamente. —¿Te importaría venir aquí?

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The Enchanted Library —¿A tu casa? —pregunté. —Sí, necesito hacer algunas cosas que mi mamá quiere ¿Por qué no vienes a hacerme algo de compañía? Me senté en la cama sonriendo como una idiota. —Estaré ahí en 30 minutos ¿ya desayunaste? —No, todavía no.

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—Yo llevo el desayuno entonces —contesté. —Suena bien. —Bueno, nos vemos. Él dudó un minuto y luego dijo: —Nos vemos pronto. Mi corazón iba a toda velocidad y con un salto me dirigí a la cocina a hacer algunos bizcochos antes de bañarme.

BEAU Tomé mi teléfono por décima vez para llamar y cancelar, cuando vi el Jetta de Ashton girar por el sendero de grava, genial. Exitosamente luché contra todas mis buenas intenciones lo suficiente para que ella llegara aquí. Esto estaba mal. Lastimar personas no es algo con lo que tenga problemas ¿pero lastimar a Sawyer? Eso no estaba en discusión. Ashton salió de su coche, usando otro pequeño vestido y cargando un plato de comida. Observé el balanceo de su cadera bajo la delgada tela hasta que llegó a mí, las comisuras de su boca formaron una pequeña y tímida sonrisa, decidí que no me importaba si yo estaba jugando sucio. Sawyer no estaba aquí y yo no veía como me podía ayudar, el debió de haber mantenido su trasero en casa. —Hice bocadillos de salchicha —dijo ella mientras se acercaba a la puerta.

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The Enchanted Library —Yum, me muero de hambre —contesté, manteniendo la puerta abierta para que pasara, una brisa alborotó su cabello mientras pasaba junto a mí, ¿Por qué tiene que oler tan bien? Cerré la puerta y me giré para beberme el aroma. Anoche cuando la dejé había ido derechito con Nicole. Recordándome a mí mismo quien era, había sido muy importante, Nicole se había mostrado bastante dispuesta pero mi cuerpo parecía no olvidar lo bien que se sentía el cuerpo de Ashton acurrucado contra mí. —No creí que me fueras a llamar —dijo ella suavemente, mientras estudiaba el plato de bocadillos que ella sostenía. Debí de haber tenido un momento de debilidad esta mañana cuando desperté de un sueño increíblemente bueno, que ella protagonizó. Todo en lo que pensaba, era en estar cerca de ella de nuevo. —Detesto la manera en la que las cosas se dieron ayer. Ella se sonrojó y me miró. —Siento mucho la manera en la que actúe. Demonios, demonios, demonios, no me iba a ser posible resistirme a ella y empujando a Sawyer al oscuro y profundo olvido de mi mente caminé hacia ella, tomé el plato de bocadillos y los dejé sobre el mostrador. —Te dije anoche que yo lo empecé, debería ser yo quien se disculpara. Ella dejó salir una pequeña risa y se quedó mirando sus pies. —No, recuerdo claramente que fue mi pierna la que se subió en tu regazo y mi mano la que estaba sobre tu camiseta. Tú me habías dejado de tocar por completo. Gracias por tratar de quitarme la culpa, pero yo estaba allí Beau. Puse mis brazos alrededor de su cintura y la traje hacia mí. Ahora mismo, no me importa a quien le pertenece. Yo la deseaba y no podía ver más allá de mi necesidad. —Mírame —le susurré y mi dedo se deslizó debajo de su barbilla, inclinando su cara para que pudiera ver sus ojos. —La única razón por la que no te agarré y te puse sobre mí anoche fue porque por primera vez en mi vida quiero algo que pertenece a la única persona que amo. Empecé a tocarte anoche porque no podía mantener las manos apartadas de ti. Pensé que si podía tocarte un poco, sería capaz de manejarlo. Pero entonces no

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The Enchanted Library reaccionaste de la manera que yo esperaba. —Me detuve y cerré los ojos. Dejar la mirada fija en ella mientras hablaba de su reacción a mi contacto, era difícil. Esos enormes e inocentes ojos verdes absorbiendo cada palabra que salía de mi boca ¡Dios! ella era perfecta. —Y mis buenas intenciones fueron desvaneciéndose rápidamente, si hubieras seguido tocándome sólo unos pocos segundos, me hubiera perdido. Yo estaba colgando de un hilo, un hilo muy delgado. Ella dio un paso atrás de mi abrazo e hizo una pequeña mueca. —Bueno, gracias por decir eso. —Ella se dio la vuelta, caminó hacia el mostrador y comenzó a quitar el plástico de la charola. —Ambos lo amamos, ninguno quiere lastimarlo, pero… nos atraemos. Tenemos una historia entre los tres. Los últimos años sólo hemos sido Sawyer y yo. No quería que fuera del modo que pasó y creo que todos podemos ser amigos, prometo mantener mis manos en su lugar y tu prometerás lo mismo. Me miró por encima del hombro y se movió para poner los bocadillos en unos platos que encontró en el escurridor. Diciéndole que haría cualquier cosa que pidiera, no era mi mejor movimiento. Asentí y fui a sacar vasos y jugo de naranja para que pudiéramos desayunar juntos, tal como solíamos hacer.

—¡DETENTE, BEAU! —chilló Ashton mientras corría a un lado de la camioneta lejos de la manguera de agua que había dirigido en su dirección. —Pero tienes jabón en los brazos, sólo estoy tratando de quitártelo —repliqué, su risa apretó algo dentro de mi y me forcé a no pensar en ello. —Seguro que sí, empapándome, prefiero mis brazos jabonosos, muchas gracias. —Vamos Ash sólo estaba tratando de ayudar, prometo no hacerlo de nuevo, además ni siquiera estas usando una blusa blanca, no tengo razón para mojarte. Ella caminó al frente de mi camioneta con cautela, no se fiaba de mí, solté la manguera y levanté ambas manos. —Ves, lo prometo —le aseguré.

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The Enchanted Library Ella hizo de lado la cabeza y se mordió el labio inferior —Hmmm, de acuerdo. La miré acercarse lentamente a la cubeta de agua jabonosa para tomar la esponja que se le había caído. Antes de que pudiera responder me lanzó una húmeda y jabonosa esponja a la cara y se rió antes de dar la vuelta y correr de vuelta al otro lado de la camioneta. —Tú lo pediste —le grité y me fui por el lado opuesto para atraparla. —Lo siento —gritó entre risas. —Muy tarde para disculparte cariño, te atraparé. —Beau ¡lo prometo! Por favor, no me la lances. —Se agachó en la parte trasera de la camioneta. —Bueno ¿acaso no es dulce? —La voz de Nicole me tomó por sorpresa, dejé de perseguir a Ashton y tiré la esponja mojada en la cubeta antes de girarme a mirar a Nicole, apoyada contra el Camaro rojo manzana de su mamá. Su mirada furiosa se dirigió hacia Ashton, giré a verla, parada junto a la cabina de mi camioneta, sosteniendo una esponja húmeda mientras estudiaba nerviosamente a Nicole. La comparación entre ellas era como el día y la noche. Donde Nicole encajaba en este descuidado aparcadero, Ashton se veía totalmente fuera de lugar. El viejo Macklery salía por su puerta frontal con una cerveza en la mano, gritándole a su esposa antes de azotar la puerta. Todo a mi alrededor dejaba de existir cuando estaba con Ashton, no era de sorprender que no me hubiera dado cuenta de la llegada de Nicole, cuando volví a ella le di una mirada de advertencia. —No te escuché llegar. Ella levantó las cejas y dirigió la furiosa mirada hacia mí. Ya sabia por qué había venido, la pequeña apretada minifalda y la blusa de cuello halter que apenas cubría sus pechos, significaba que ella venia en busca de acción. —Te diviertes demasiado como para darte cuenta de algo más que no sea ella. ¡Demonios! Esto no era bueno, Ashton era la única persona por la que Nicole se sentía amenazada, no importaba lo linda que siempre se había portado Ashton, Nicole la odiaba y encontrarla mojada en agua jabonosa con un pequeño y delgado vestido, lavando mi camioneta no se veía muy inocente que digamos. Ashton se

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The Enchanted Library veía endemoniadamente sexy, toda mojada y jabonosa, un hecho que sabía no pasaría desapercibido por Nicole, le hubiera encantado ver a Ashton estrellarse y después quemarse, necesitaba decir algo pero no podía pensar qué. —Hola Nicole, se me ha hecho tarde para irme, me alegra que hayas llegado para tomar mi lugar —dijo Ashton rompiendo el tenso silencio. Vi la preocupación en sus labios fruncidos, si empujar a Nicole en el Camaro y forzarla a irse la hiciera sonreír y reír de nuevo, lo haría. Sus ojos se encontraron con los míos y me regaló una brillante sonrisa, de esas que ella suele regalarme, del tipo forzado, no a las que me había acostumbrado estos últimos días. —Sawyer se enterará que vine a ver como estabas y te entretuve en su ausencia tal como pidió. Parece que tienes a alguien que no dudará mucho en acelerarte —dijo mirándome, luego volvió su atención hacia Nicole y le regaló la misma sonrisa forzada. —Diviértanse ustedes dos —se despidió de Nicole—. Nos vemos luego. Miré como Ash caminaba hacia su auto y se metía en él toda mojada, quería correr tras ella y rogarle que no se fuera pero sabía que era el modo de salvar nuestros traseros con Sawyer. No había sido capaz de pensar qué decir y le había dejado toda la explicación a ella. —Me parece difícil de creer que Sawyer le haya pedido que viniera a tener una pelea de agua jabonosa contigo —dijo Nicole caminando hacia mí. — ¡Cállate! —le contesté y fui a levantar la manguera para terminar de enjuagar mi camioneta. —La odio Beau, lo sabes y si necesita ser niñera de alguien más que lo sea pero ella no es de tu interés. —No me digas con quien puedo y no puedo pasar tiempo Nicole. —¡Demonios! Claro que lo haré, la última vez que supe las cosas estaban en su lugar, tú eres mío. No te quiero cerca de ella, mantente de una puta vez lejos de ella o le diré a Sawyer lo amigables que estaban cuando llegué ¡No soy ciega Beau! Vi el modo en que la mirabas, ella bien podría haber estado desnuda. Levanté mi cabeza y la miré. —Nadie me amenaza Nicole, lo sabes muy bien, no te equivoques.

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The Enchanted Library —Así que tú puedes manosear a la novia de tu primo y yo me tengo que sentar y verlo. —¡No la estaba manoseando! Estábamos lavando mi camioneta, somos amigos Nicole, ella siempre ha sido mi mejor amiga, nuestra amistad no es un problema y Sawyer está bien con eso. Ashton es muy buena para mí, ella lo sabe, yo lo sé, Sawyer lo sabe y tú deberías saberlo. Nicole no dijo nada, comencé a enjuagar la camioneta esperando que la conversación terminara. —Pero te gusta. No sonó como pregunta, era más bien una declaración. —Sí Nicole, ella es la novia de mi primo, es linda y amable, todo lo que nosotros no somos, a todo el mundo le agrada, a todos menos a ti. —Me refiero a que te agrada, de que te gusta. La manera en que la miras, tú la quieres. Había un millón de cosas que yo quería decir pero decir cualquiera de ellas hubiera sido mi peor movimiento, mantener la boca de Nicole cerrada era lo mas importante. —Ella es la chica de Sawyer.

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The Enchanted Library

Traducido por Fallen Star Corregido por Afroday

ASHTON 40

—¡Oh, vamos, será divertido! —me aseguró Leann por enésima vez. Fruncí el ceño a su espalda mientras ella bajaba del coche. De alguna manera se las había arreglado para arrastrarme al campo de Mason. Cuando me pidió salir con ella esta noche había pensado que se refería a ver una peli y quizás ir de compras. No había pensado que se referiría a llevarme al campo. Dejé de hacer aburridos agujeros en su espalda y eché un vistazo al camión estacionado de Beau. No había sabido nada de él desde que lo había dejado con Nicole en su caravana. Al principio esperaba un mensaje de texto o una llamada, pero después de veinticuatro horas me di cuenta de que no tendría noticias de él. Nicole

no parecía

muy

contenta

con

mi presencia

allí.

Debería

haber previsto esta reacción. —Vamos Ashton. —Leann abrió mi puerta y me sonrió. Su cabello castaño corto y rizado rebotaba mientras agitaba su brazo hacia el campo—. Hay una vida fuera de Sawyer Vincent. Te prometo que la hay —bromeó mientras se ajustaba las gafas que se le habían deslizado por la nariz. Sólo Leann podía hacer que las gafas parecieran chic. —Lo sé. —No tenía idea de lo consciente que estaba de eso—. Pero llegar al campo sin Sawyer parece no tener sentido. Me refiero a que Noa estará aquí pronto y seré la tercera rueda.

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The Enchanted Library —Tonterías. Noah estará al tanto de nuestros datos. —Ella me dedicó una sonrisa y tiró de mí hacia el claro. La hoguera y la música estaban ya bombeando. El olor de la madera de nogal quemada llenaba el aire nocturno. Los diferentes grupos se reunieron en torno a la iluminación del claro, mientras que algunas parejas ya estaban haciendo su camino hacia la intimidad de las sombras en interior de los árboles. 41 Yo caminaba junto a Leann escuchando su charla continua sobre el nuevo camión que Noah había comprado. Había estado intentando con tanto esfuerzo ignorar lo que me rodeaba y a todo el mundo a mi alrededor, que me tomó por sorpresa cuando Leandro se sentó en un tronco y me atrajo a su lado. —Miren a quién saqué de su escondite —anunció Leann al grupo. —Ashton Vive —dijo Ryan Mason desde el otro lado del fuego y trató de pavonearse ante nosotras. Su consumo de alcohol sin embargo lo hizo parecer más bien un mal paso de baile. —Perderse esa cara bonita por aquí —dijo Ryan en broma con un gesto para que Leann se moviera y así pudiera tomar su lugar junto a mí—. No veo cómo es eso. Tú sólo vienes por aquí cuando está Saw. ¿No hay amor para mí? —Él se inclinó hacia mí y me miró de reojo. Podía oler la cerveza en su aliento y sabía que ya había consumido una copa de más. Esta era una típica reacción de Ryan a la bebida. Él coqueteaba con todo el mundo. —Esto es un tipo de lugar para parejas y mi otra mitad no está cerca. —Forcé una sonrisa en mis labios para permanecer en el lugar. Él pasó el brazo alrededor de mi cintura y me acercó a su lado.

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The Enchanted Library —Puedo arreglar eso para ti, dulce corazón. Voy a deshacerme de esa perra con la que estoy si me prometes que me seguirás hacia aquellos árboles. Eché un vistazo a Leann buscando su ayuda y todo lo que conseguí fue una salvaje expresión de pánico de sus ojos. Ella comenzó a escanear la multitud. Sabía que estaba buscando a Noah para que acudiera al rescate. —Hum, está bien Ryan —le dije y comenzó a ponerse de pie. Yo no fui lo suficientemente rápida porque él tenía las dos manos en mi cintura y tiraba de mí hacia su regazo antes de que pudiera escapar. Mi corazón latía y luché contra el impulso de gritar. —Deja que Ryan se vaya. Si Sawyer se entera de esto te va a matar. —La demanda de Leann cayó en oídos sordos. Ryan se rió entre dientes y pasó su mano por mi pierna. Le di una bofetada y luché para levantarme de nuevo. —Sawyer no está aquí —dijo sosteniéndome firmemente en el lugar. —Hombre Ryan, déjala ir —exclamó Kyle Jacobson mientras trotaba hacia nosotros. Por suerte, la voz de Ryan había llamado la atención de Kyle. Estiró la mano para tomar la mía y me levantó. Ryan se echó a reír. —Sólo me estaba divirtiendo un poco. Ella es la única pieza de culo respingón que no he tenido nunca en esta ciudad. Sawyer la mantiene toda para sí mismo. Kyle me apretó la mano. —El único culo por el que tienes que estar preocupado es el tuyo. Una vez que Sawyer se entere de esto te va a dar una buena paliza cuando te agarre.

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The Enchanted Library Ryan se puso de pie y se tambaleó un poco demostrando lo mucho que había bebido. —¡Ah! yo sólo me estaba divirtiendo un poco. No le hice daño. Toda esa dulce belleza virgen está todavía en su lugar. Vete ahora y corre pequeña hija de predicador —exclamó Ryan mientras yo gateaba de nuevo hacia el coche de Leann. No me giré para comprobar si ella me estaba siguiendo. Sólo sabía que 43

tenía que escapar. Llegué a su coche y tiré de la manija sólo para encontrarlo cerrado. Las lágrimas que había estado reteniendo corrían por mi cara. Tomé una bocanada profunda de aire dejando que el resto de las lágrimas cayeran libres. Por qué el comportamiento de Ryan me sentó tan mal, no estaba segura. No era como si realmente me hubiera hecho daño. Mi estómago dio un vuelco y apreté las dos manos contra él rezando para no enfermar. Sawyer había sido mi escudo durante tanto tiempo que no sabía cómo reaccionar ante situaciones como esa. Odiaba ser tan ingenua. La Ashton mala hubiera sabido qué hacer. Se me escapó un sollozo y apoyé la frente contra la ventana fría de la puerta del coche. Dos brazos se deslizaron alrededor de mi cintura y me empecé a girar cuando el olor del jabón Irish Spring llegó a mi nariz. —Soy yo. Ahora estás a salvo. —Con el sonido de la voz de Beau se me escapó un sollozo y me di la vuelta para arrojarme en sus brazos. —Lo

siento,

no

estaba

allí. Llegué demasiado

tarde. Pero te

juro

que

Ryan Mason nunca se acercará a ti otra vez. —Sus palabras me hicieron llorar más fuerte y me aferré a su camiseta enterrando mi cabeza en su pecho. —Shhh está bien Ash. Déjame llevarte al camión antes de que alguien venga en busca de cualquiera de nosotros —me susurró al oído.

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The Enchanted Library Dejé que me llevara a su camioneta y me pusiera en el interior. —Le dije a Leann que cuidaré de ti —dijo mientras se metía en la camioneta. Me sequé la cara y asentí con la cabeza. —Gracias. Yo le dije que venir aquí era una mala idea. Este no es lugar para mujeres solteras. —Traté de hacer que mi voz sonara clara pero no pude. Beau subió al camión, luego se inclinó y abrió la guantera. Fue entonces cuando me di cuenta de la sangre que cubría sus nudillos. Jadeando le cogí la mano. —¡Oh Dios Mío! Una risa baja vibró en su pecho mientras tomaba el trapo que había sacado de la guantera y se limpiaba la sangre de la mano. —No es mi sangre Ash —me tranquilizó. Poco a poco solté su muñeca y le dejé terminar la limpieza de lo que supuse era la sangre de Ryan—. Como ya he dicho, Ryan no se acercará a ti otra vez. Asentí con la cabeza. No estaba segura de lo que tenía que decir. Nunca había tenido a

alguien que

peleara por

mí antes. Era

una

sensación extraña.

El

calor corriendo por encima de mí mientras miraba los nudillos un poco raspados de Beau quedar limpios fue sorprendente. Al parecer, me gustaba la idea de él partiéndole la cara a Ryan. —Siento no haberte llamado —me dijo. Arranqué la mirada de la mano de Beau y lo miré a los ojos. La expresión de preocupación en ellos tiró de mi corazón. —No tienes que pedir disculpas. No tengo ninguna razón para esperar que me llames. Sólo espero que el venir aquí no cause problemas entre tú y Nicole. Vale, era una mentira, pero él no lo sabía.

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The Enchanted Library —No importa lo que ella diga. Tomo mis propias decisiones. Quería preguntarle qué quería decir con ese comentario, pero no dije nada. —¿Quieres ir a casa ahora? —me preguntó. No quería ir si me podía quedar con él, pero la verdad sólo causaría más problemas. 45 —Hum, bueno, no tengo adonde ir. Beau me miró y una sonrisa pícara salió de sus labios. No podía dejar de sonreír en respuesta. —¿Qué tal una partida de billar? —¿Billar? —Sí, billar. Hay un pequeño lugar fuera de los límites de la ciudad donde voy a jugar al billar. Asentí con la cabeza poco a poco antes de admitir: —No sé cómo jugar al billar. Él hizo una mueca. —Estaba esperando que dijeras eso.

Beau entró en el pequeño estacionamiento de grava de un bar. Motos, golpeados camiones viejos y algunos antiguos modelos de coches deportivos llenaban el limitado espacio. Miré por encima de Beau. —Este es un bar.

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The Enchanted Library Él se rió y se inclinó sobre mí para abrir la puerta del camión. —Sí princesa, lo es. La cerveza y el billar van de la mano. ¿A dónde creías que íbamos? Esto sonaba como una mala idea. En realidad, sabía que era una mala idea. Dudé mientras Beau se bajaba del camión. Dio la vuelta y se detuvo en mi puerta tendiéndome la mano.

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—Vamos Ash. Te prometo que nadie de aquí te va a morder. Tragué saliva nerviosamente y metí mi mano en la suya. Quería vivir un poco y esto era sin duda vivir un poco. —Vamos a hacerlo —le dije sonriéndole. Me apretó la mano antes de llevarme dentro. Una banda

tocaba una

versión muy

mala

de Sweet Home

Alabama en

un

escenario pequeño mientras entrábamos. El humo de cigarrillo, la cerveza y perfume barato se combinaron para hacer un olor desagradable. Luché contra la urgencia de cubrir mi nariz. Los hombres grasientos con estómagos que colgaban sobre sus pantalones vaqueros, tatuajes en los brazos y malas mujeres que buscaban posada en sus brazos o en contra de ellos mientras bailaban, llenaban el lugar. Beau soltó mi mano y me pasó el brazo alrededor de la cintura. Inclinó la cabeza hacia abajo y me susurró: —Tengo que mostrar posesión aquí con el fin de mantener a los demás lejos de ti. No tenía ninguna queja, así que asentí con la cabeza y me apreté contra él. —¿No van a echarnos? Somos menores de edad. Beau se echó a reír y me llevó a una mesa de billar vacía.

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The Enchanted Library —Nop. —Le echó un vistazo más al bar y le dio a alguien una leve inclinación de cabeza, luego agarró dos palos de billar y me entregó uno. —Ahora es el momento en que te enseño a jugar billar. El brillo maligno en sus ojos me hizo querer estar de acuerdo con todo lo que pidiera. —Beau, ¿qué haces trayendo a la hija del predicador aquí? —preguntó una señora con el pelo largo y negro y apenas alguna ropa mientras ponía una cerveza delante de él. Ella volvió su mirada hacia mí y vi unos familiares ojos castaños que me miraban con preocupación. Esta era Honey Vincent, la madre de Beau. Había visto atisbos de ella cuando había aparecido en contadas ocasiones para recoger a Beau de

donde Sawyer. Pero en

realidad

nunca había

hablado

con ella. Era

hermosa, incluso con todo el maquillaje espeso y la ropa barata. —Mamá ¿Recuerdas a Ashton? —dijo Beau antes de tomar un trago de su cerveza. Le sonreí a pesar de que me estaba estudiando como si fuera un extraño animal en el zoológico. —Hola, señora Vincent. Es bueno verla de nuevo. Ella ladeó la cabeza y un mechón de pelo largo y oscuro cayó sobre su hombro. —¿Desde cuándo la dulce novia de Sawyer empezó a frecuentar un bar en los barrios bajos? Me tensé y le eché un vistazo a Beau. —Mamá es suficiente. Ashton y yo somos amigos. Lo hemos sido durante la mayor parte de nuestra vida. Le hago compañía mientras Sawyer está fuera de la ciudad Honey me miró de arriba abajo antes de volverse hacia Beau y sacudió la cabeza.

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The Enchanted Library —Sí, eso es lo que quieres decirte a ti mismo hijo, pero no eres estúpido y por su bien espero que ella no lo sea tampoco. —Luego tocó la mejilla de Beau con la mano y se volvió para caminar de regreso a la barra. —Trae una Coca-Cola para Ash —le gritó. Ella levantó la mano en el aire y movió sus uñas como una forma de reconocimiento. —Lo siento por ella, pero no es una gran fan de los padres de Sawyer y cualquier cosa

relacionada

con ellos

es inmediatamente cuestionable. Ella

se

va

a

calentar después de que te conozca. No estaba segura de ser lo suficientemente valiente como para conocer a Honey Vincent. Me recordaba a una versión para adultos de Nicole. En lugar de compartir esos pensamientos, me limité a asentir. Beau sonrió y se acercó por detrás de mí. —Ahora, para tu primera lección de billar. Vamos a hacer una serie de rondas de práctica antes de que realmente juguemos. —Beau dirigió su palo hacia abajo y asintió con la cabeza al que estaba en mi mano—. Vas a golpear la bola blanca hacia las otras bolas y romperlas —explicó. Tomé el palo, me incliné sobre la mesa y traté de recordar todas las veces que había visto a la gente jugar al billar en la televisión. Antes de que pudiera pensar demasiado, el cuerpo caliente de Beau se cerró detrás de mí. Su mano cubría la mía haciendo que me mareara. Me tomó un segundo recordar respirar. —Esta es la parte que he estado esperando —murmuró en mi oído mientras ajustaba mis manos en el palo. El calor de su cuerpo me daba ganas de acurrucarme contra él. Traté de mantener la concentración, pero podía sentir su aliento cálido en mi oído y su cadera estaba tocando mi trasero. Su pecho apenas rozaba mi espalda. —Estás temblando, Ash —susurró.

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The Enchanted Library No sabía cómo responder. No podía echarle la culpa a tener frío. Estaba en el interior de un bar demasiado caliente en el medio del verano. —Ahora, estás lista para hacer el tiro. Su voz

envió

escalofríos a mi

cuerpo

y

temía

que

si

asentía

con

la

cabeza mirando hacia él me tiraría en sus brazos. En cambio, dejé que me guiara para hacer el tiro. Un montón de pelotas de colores rodaron sobre la mesa, pero me parecía que no podía concentrarme. —Buen trabajo, tenemos que decidir qué pelota queremos que se hunda y preparar tu siguiente tiro. Cerré los ojos y respiré estabilizándome mientras él se ponía de pie y salía de la proximidad de mi cuerpo. Me enderecé, rezando porque mis rodillas no cedieran bajo mi peso. La mirada de Beau hizo que mis mejillas se sonrojaran. Una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios y de repente quería saber cómo se sentirían sus labios presionado contra los míos. No podía apartar mis ojos de ellos. Incluso cuando su sonrisa se desvaneció seguí mirando a su boca. —Vas a tener que dejar de hacer eso, Ash —susurró Beau con voz ronca y redujo el espacio entre nosotros, presionando su cuerpo contra el mío. Me las arreglé para sacudir mi fascinación por sus labios y lo miré a los ojos. Miraba hacia mí con un brillo hambriento que no estaba acostumbrada a ver. Pero me gustó. Me gustó mucho. —Ash, estoy esforzándome mucho para ser bueno. Ser bueno no es lo mío, pero Sawyer es importante para mí. Por favor, recuerda que tengo mis límites y que estudies mi boca como si quisieras un trozo me pone peligrosamente cerca del borde de esos límites.

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The Enchanted Library Tragué saliva nerviosamente asintiendo con la cabeza. No podía hablar por el momento porque estaba bastante segura de que le pediría que siguiera adelante con lo que él podría estar considerando. Dejé escapar un suspiro de frustración y luego me di la vuelta para hacer frente a la mesa de billar. —Ahora, de vuelta a los negocios. Parece que las de color tienen mejor sistema así que tú puedes ser color y yo seré rayas. Tu bola roja está en el mejor lugar. La tienes casi en el bolsillo para meterla en la esquina de allá, y la bola blanca está muy cerca de ella. Así que vuelve a tu posición. Me las arreglé para mantenerme enfocada en lo que él me estaba diciendo hasta que se trasladó una vez más detrás de mí para corregir la forma en que estaba sujetando el palo. —Lenta y fácil Ash. Tomé una respiración profunda y estabilizadora y golpeé la bola blanca. Le di directamente a la bola roja y la bola roja se hundió en el agujero. —¡Lo hice! —chillé y giré a mi alrededor tirando mis brazos alrededor del cuello de Beau. No fue hasta que sus brazos me rodearon y dio un tufillo muy sabroso del olor de su jabón que me di cuenta de que esto no había sido un acierto. —Sí, lo hiciste —dijo riéndose, luego besó la parte superior de mi cabeza. Me obligué a soltar mis manos y a dar un paso atrás lejos de él. —Bien, ¿Ahora a cuál le doy? —pregunté sonriendo hacia él como si mi corazón no latiese a toda velocidad en mi pecho por su abrazo. Él estudió la mesa y asintió con la cabeza. —La azul está en un buen lugar.

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The Enchanted Library Dos

juegos

después

logré

encontrarle

el

truco

al

juego.

Beau resultó

estar muy entretenido mirando la mesa de juego. Nunca me había dado cuenta de que un hombre inclinado sobre una mesa de billar pudiera ser tan sexy, pero después de ver a Beau había decidido que este era un juego sexy. Aparte del hecho de que inclinó su cuerpo alto y musculoso sobre la mesa y una pequeña mueca aparecía entre sus ojos cuando se concentraba, lo que me daba más ganas de besarlo, él también hizo toda una inclinación de cadera apoyada en la mesa mientras me esperaba para tomar una foto como si estuviera modelando para una revista. —No puedo decidir si me gusta la Ash que necesitaba mi ayuda o la Ash que lo tiene bajo control. Por un lado puedo llegar a tocarte y salirme con la mía. Pero por otro puedo llegar a ver cómo te inclinas sobre la mesa y tengo que decir que es una vista muy caliente para mí. Mantuve mi mirada en la mesa en lugar de mirarlo a los ojos. Al oírle llamarme caliente me dieron ganas de sonreír como una idiota. No quería que tuviese la oportunidad de ver mi reacción a sus palabras. —Se está haciendo tarde. ¿Estás lista para marcharte? —preguntó Beau. Me acerqué a él y le entregué el palo de billar. —Probablemente debería irme —le contesté. Él asintió con la cabeza, tomó los palos y los guardó. Miré hacia abajo a la única cerveza que había bebido durante la noche y me di cuenta de que estaba siendo cuidadoso por mí. —Veo que miras la cerveza, si quieres comprueba que todavía está por la mitad. Sonriendo negué con la cabeza.

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The Enchanted Library —Te creo. Tomó mi mano y me condujo hacia la salida. —Nos vemos mamá —gritó al pasar al lado de su madre, que llevaba una bandeja llena de jarras de cerveza. Su mirada se movió de él a mí. Ella sonrió recordándome a Beau. 52 —Muy bien, tengan cuidado en el camino a casa —respondió ella. No me esperaba ese tipo de respuesta de Honey Vincent. No parecía ser el tipo de madre que diría que tuviera cuidado, sobre todo porque le sirvió cerveza a su hijo. La mano de Beau se deslizó alrededor de mi cintura y me acercó hacia él de nuevo. —Estás para hacerte mirar por parte de algunos hombres borrachos. Sólo intento mantenerlos alejados —dijo en voz baja a medida que salíamos a la calle. Decirle que no me importaba estar pegada a su lado, no parecía una buena idea, así que mantuve la boca cerrada. Una vez que nos abrochamos el cinturón, estudié el camino hasta el bar donde había pasado el último par de horas. No era tan temible como había pensado que un bar sería. Después de que había empezado a jugar al billar, me había olvidado de todos los demás en el lugar. Beau sacó su camión a la carretera de dos carriles que conducía a la ciudad. Las luces del

estacionamiento se

desvanecieron en

la

distancia mientras

nos

dirigíamos más lejos del bar y más cerca de mi casa. No estaba dispuesta a ir a casa todavía. Esta noche había sido la más divertida que jamás había tenido en una cita. Aunque no fue una cita realmente. Me reía cuando estaba con Beau, mucho más que lo que he hecho en cualquier otro momento. Me había olvidado lo

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The Enchanted Library divertido que era Beau. Tal vez por eso siempre lo elegía para escabullirme con él cuando era niña. Sawyer siempre nos mantenía a raya y yo lo amaba, pero Beau siempre me levaba a la emoción. —Gracias por esta noche. Realmente me divertí. —Me di cuenta. Me gustó ver que te divertías. Eres increíble cuando dejas que el muro a tu alrededor caiga.

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—¿Muro? —le pregunté girándome para encararlo. Él no dijo nada al principio. Pero mantuve los ojos fijos en él, esperando. —Tu pared perfecta. La que mantienes para que todo el mundo vea. La que usas para ocultar a la chica que conozco por debajo. La chica que quiere reír y divertirse. Perfecto no es divertido Ash. Dejé a la niña mala con Beau, porque sabía que él no la iba a rechazar o reprender. Él sabía que una parte de mí no se presentaba a nadie más. Claro que Grana siempre me animó a tomar mis propias decisiones y aceptar mi verdadero yo, pero aún se conserva la parte realmente mala de mí oculta, incluso para ella. Quería discutir con él y tirar de la pared en mí para bloquear su visión interior,

pero

no

pude. Lo

necesitaba para

poder ser

yo. Nadie

más

que Grana alguna vez me dejó estirarme y extender mis alas. Beau siempre había sido la única persona que me aceptaba como soy. Asentí con la cabeza y fijé los ojos de nuevo en la carretera de delante de nosotros. —No puedo ser esa chica todo el tiempo. Mis padres, Sawyer, la gente en esta ciudad, todos esperan a la buena chica. No puedo hacerles ver este lado de mí. Pero se siente tan bien dejarla suelta. Aunque sólo sea por un poco de tiempo. Así que, gracias.

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The Enchanted Library No miré hacia atrás para ver su reacción, no era necesario. Su mano buscó la mía y la sostuvo. No eran necesarias las palabras porque él lo entendía.

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Traducido por Mrs Nobody Corregido por LadyPandora ASHTON Me desperté para encontrar a mamá sentada en el borde de la cama. Aun cuando mi visión todavía era borrosa por dormir, era difícil no ver sus ojos rojo sangre y los círculos negros debajo. —Mamá —pregunté, deseando alcanzarla y consolarla. La niña dentro de mí estaba aterrorizada de ver a mi mamá tan obviamente triste. —Buenos días, corazón. Lamento si te desperté pero quería hablar contigo antes de que papá regrese a casa. Inmediatamente mi estómago se desplomó. —Ashton, cariño, la abuela ha fallecido. Todos los otros pensamientos abandonaron mi mente. —¿Qué? Mamá soltó un pequeño sollozo y tomó una de mis manos. Su pequeño apretón no me consoló. —Anoche la abuela se fue a dormir. Cuando papá llego esta mañana para asegurar su calentador de agua antes de que fuera a la iglesia, la encontró en la cama. Fue un infarto. Sacudí mi cabeza sin creer lo que mamá me estaba diciendo. Todavía tengo que estar soñando. Esto no puede estar pasando. Tenía planes con la abuela. Hay tantas cosas que todavía tenemos que hacer. —Cariño, sé que eras cercana a la abuela. Esto es difícil para todos, pero sé que especialmente para ti. Está bien si lloras, estoy aquí y te sostendré. Nunca había pensado que mi abue moriría. Ella era una parte de mi vida. Mi escape del mundo en el que vivía diariamente. Ella me entendía de una manera en que mis padres nunca harían. Mi abue no esperaba que fuera perfecta, como hacían

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The Enchanted Library mis padres y Sawyer. Estando con ella era libre. Era como cuando estaba con Beau. Podía ser yo misma y sabía que me amaba. Un vacío se asentó dentro de mí mientras lágrimas resbalaban por mi cara. Todavía la necesitaba. ¿Cómo pudo irse? Acababa de verla. Me dijo que nadie podía ser tan perfecto como Beau sin camiseta. Nos reímos juntas. Acababa de tener su pedicura. ¿Cómo puede estar muerta? No estaba preparada para morir. Las uñas de sus pies eran rosa brillante. Estaba preparada para tener algo de diversión. Teníamos planes para ir a ver películas juntas. Los brazos de mamá me envolvieron en un abrazo. Toda mi vida había encontrado consuelo en sus brazos pero ahora sólo me sentía entumecida. Mi abue no estaría aquí para el día de mi boda. Nunca tomaríamos juntas aquel crucero o iríamos a bucear a las Bahamas. No estaría aquí para, algún día, hacerles galletas a mis hijos. ¿Dónde encontraría un escape de la presión de mi vida? ¿Cómo podría vivir sin ella?

Ashton, De nuevo, siento los retrasos de mis correos electrónicos. Después de un día entero de senderismo, choqué cuando regresaba a la cabina. Estoy combatiendo el cansancio, por eso puedo escribirte. Hoy Cade y yo tomamos un sendero que ni mi madre ni mi hermana querían probar, entonces papá se quedó con ellas. Era realmente empinado en algunas zonas. Era genial. La vista a la que finalmente llegamos era impresionante y Cade vio a su primer oso negro. Creo que le tomó una docena de fotos. Pelea hasta el final. Tu aburrimiento está a mitad de camino. Estaré en casa en veinte días. Te amo, Sawyer.

Sawyer, Hey...

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The Enchanted Library No quería decirle por la pantalla de la computadora que mi abue había muerto. No podía decirle sobre lavar el auto con Beau o jugar al billar en el bar. Mi visión estaba nublada por llorar y tomarla con la computadora era la última cosa que quería hacer. Borré mi respuesta, agarré mi monedero y me dirigí al coche. Podía mentirme a mi misma y decir que no sabía a donde iba, que sólo necesitaba alejarme y conducir. Pero en el fondo sabía exactamente a donde iba. Estacioné mi Jetta afuera del granero de los Jackson. Beau no estaba en casa, pero su madre le echó un vistazo a mi cara afligida y me dijo donde podía encontrarlo. Escuché el tractor antes de verlo. Mis pies empezaron a caminar siguiendo el sonido. Necesitaba que alguien me ayudara a olvidar la horrible verdad. No necesitaba un estúpido correo electrónico contándome sobre cataratas y osos. Necesitaba a alguien aquí y la primera persona que vino a mi mente fue Beau. Él no me diría que todo estaba bien. Él no trataría de calmarme como a un niño. Lo necesitaba. En el minuto en que me vio caminando a través del campo, paró el tractor. Sus ojos se posaron en mí y empecé a correr. Podía sentir la humedad en mi cara por las lágrimas mientras corría hacia él. Bajó de un salto justo antes de que lo alcanzara. Beau me atrapó cuando me arrojé en sus brazos. Las lágrimas silenciosas se transformaron en sollozos por primera vez desde que mi mamá me había dicho que mi abue murió. Él no me preguntó. Sabía que no lo haría. Esperaría hasta que estuviera lista.

BEAU Atraje a Ashton a mi regazo mientras me sentaba debajo de un viejo roble. Sus brazos apretaban mi cuello mientras sollozaba lastimosamente contra mi pecho. Estaba asustado de preguntar qué estaba mal. En cambio, la sostuve y esperé. Mi pecho dolía tanto con cada sollozo que era complicado respirar hondo. Sentarse aquí esperando que se calme lo suficiente para decirme a quién tenía que darle una paliza por hacerla llorar, no era fácil. Un sollozo sacudió su cuerpo y la acuné con más fuerza contra mí. Mi corazón se contraía con cada estremecimiento de su cuerpo. Incluso cuando éramos pequeños no me gustaba verla triste. La única vez que un chico hirió sus sentimientos en el patio de juegos reaccioné empujando la

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The Enchanted Library cara del chico en la tierra. Estuve dos días suspendido, pero valió la pena. Nadie la molestó de nuevo. Ellos lo sabían mejor. Sus sollozos poco a poco comenzaron a disminuir a pequeños lloriqueos. Miré fijamente como levantaba la cabeza de mi pecho sudoroso. Sus grandes ojos verdes me miraron y mi pecho palpitó por la estrechez. Si alguien la lastimó, lo mataría. Si Sawyer causó esto, lo pagaría. Primo o no, nadie tiene permitido hacer a Ashton llorar. —Anoche mi abue tuvo un ataque al corazón —susurró. No esperaba eso. —Lo siento, bebé. —Sólo sostenme —contestó. La sostendría por siempre si pudiera. Con cuidado quité el pelo atrapado en su cara por las lágrimas y lo metí detrás de sus orejas. Ella miró hacia abajo y se tensó cuando, finalmente, se dio cuenta que me faltaba la camiseta. Mi pecho estaba empapado no sólo con sudor, sino con sus lágrimas. Empecé a decir algo pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta cuando su mano se movió por mi pecho y suavemente comenzó a borrar las gotas de humedad. Dejé de respirar. Sabía que estaba mal dejarla hacer eso, pero no podía importarme menos. Se movió en mi regazo hasta que se sentó a horcajadas sobre mí. Dejé a mis manos caer sobre su cintura mientras continuaba tocando mi pecho. Mi corazón empezó a golpear contra mis costillas con tanta fuerza, que sabía que ella podía sentirlo. Necesitaba parar esto. —Beau —dijo. Dejé de mirar sus manos sobre mi pecho y miré fijamente su cara. Había una pregunta en sus ojos, podía verlo. —Sí —dije con voz estrangulada. Sus manos me dejaron y tomé una respiración profunda para aliviar mis pulmones privados de oxigeno, suspiré cuando me di cuenta que había dejado de volverme loco con sus inocentes caricias. Un aliento profundo se atoró en mi garganta cuando la parte de arriba salió. Sin apartar los ojos de mí, dejó caer su pequeño top

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The Enchanted Library en la hierba a su lado. Había pensado que nada podría ser más sexi que Ashton en bikini, estaba equivocado. Ashton en un sostén de encaje blanco era, de lejos, la cosa más sexi que jamás había visto. —Ash, bebé, ¿qué estás haciendo? —le pregunté en un susurro ronco. Traté de forzarme a levantar la vista y mirar su cara para saber en qué estaba pensando pero no podía dejar de ver de sus pechos. —Tócame —susurró. El hecho de que era la chica de Sawyer parecía no importar más. No podía decirle que no. Demonios, no podía decirle que no. Tracé una línea desde su clavícula hasta la cima de su escote. Ella jadeó en voz alta y se dejó caer en mi regazo aplicando presión a mi pene. Iba a enviarme en un loco frenesí si lo mantenía. Como si pudiera leer mis pensamientos y quisiera ponerme a prueba, movió su trasero en mi regazo. —Oh, maldita sea —gemí antes de tomar su cara y atraer su boca a la mía. En el momento en que mi boca tocó la suya, mi mundo empezó a girar. No podía tener suficiente. Le quité el sostén y tenía mis manos llenas en minutos. El fuerte gemido de placer que escapó de su boca casi me envió por el borde. Perdí mi virginidad a los trece y ha habido muchas chicas desde entonces pero nada me preparó para este sentimiento. Ashton envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y presionó su pecho desnudo contra el mío haciéndome estremecer por primera vez en mi vida. Besé un camino desde su boca hasta su oído, luego hacia abajo a su cuello. Había cruzado la línea besándola y tocándola. Necesitaba parar esto. —Por favor, Beau —suplicó y se sentó sobre sus rodillas ofreciendo sus pezones duros y rosados a mi boca increíblemente ansiosa. Yo era débil y estaba más encendido de lo que había estado en toda mi vida. Alrededor de una hora después, la sostuve mientras se sentaba acurrucada sobre mi regazo. Estaba esperando que el terror de lo que había hecho se arrastrara sobre mí. Sin embargo, tener a Ashton en mis brazos no ayudaba a trabajar en el remordimiento que debería sentir. En cambio, finalmente, me sentí vivo.

ASHTON

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The Enchanted Library Abrí la puerta del auto y miré hacia Beau. Mi corazón latía salvajemente ante su visión. Quería ir todo el camino, pero él me detuvo. Una sonrisa tiró de mis labios porque yo sabía que no me había parado porque estuviera mal. O porque no quería. Había parado solamente porque no teníamos protección. Beau había estado tan loco como yo. Me había mirado con esos hermosos ojos avellana sin seguir escondiendo sus sentimientos. —¿Puedes salir esta noche? —me preguntó mientras daba un paso hacia mí, lo suficientemente cerca para tocar mi cintura. La piel donde su mano rozó, se estremeció con anticipación. —Sí, aunque será tarde. Tengo que ir a lo de mi abue. La gente estará trayendo comida y todas esas cosas. Necesitaré verte para animarme. Hazme olvidar. Me escurriré por mi ventana si tengo que hacerlo. Se acercó más y lo miré bajar su boca hacia la mía. Justo como antes la tierra cayó a mis pies con el roce de sus labios. Me aferré a sus hombros asustada de caer si me soltaba. Rompió el beso y movió su boca hasta mi oído. Me estremecí y me acerqué más. —Mándame un mensaje de texto cuando estés lista y te encontraré en el parque detrás de tu casa —susurró, luego retrocedió. Me agarré de la puerta como apoyo antes de asentir y entrar a mi auto.

—¿A dónde te escapaste anoche? —me susurró Leann mientras se dejaba caer en el escalón a mi lado. Había decidido esconderme en las escaleras una vez que la casa de mi abue se llenó de personas. Me estaban sofocando. Leann estaba aquí con su madre y yo lo apreciaba, pero no estaba de humor para hablar. Estudié su expresión para ver si tenía alguna idea de que Beau me había llevado a jugar al billar antes de llevarme a casa. Le envié un mensaje de texto para hacerle saber que volvía a casa porque me dolía la cabeza y lo dejé ahí. —Beau se ofreció a llevarme a casa, entonces me fui. No estaba de humor para pasar el rato después de lo de Ryan. Ella se inclinó hacia mí, golpeándome con su hombro.

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The Enchanted Library —Niña, tendrías que haber visto el caos sangriento que Beau hizo en la cara de Ryan. Él lo golpeó. Estaba enfadado. Rodé mis ojos ante sus palabras, escondiendo la emoción que sentí de tener a Beau todo posesivo con migo. —No ruedes los ojos. No tienes idea de lo enfadado que estaba, golpeando la cara de Ryan. Le advirtió que lo mataría si volvía a mirar en tu dirección. Abrí mi boca para responder cuando el olor del intenso perfume de una mujer mayor flotó sobre mí. —Ashton, cariño, lo siento. —La señora Murphy, una de las mujeres de la iglesia que mi abue siempre decía que necesitaba usar más maquillaje para cubrir sus ojeras y menos perfume porque estaba contaminando la atmósfera, se paró enfrente de mí y extendió sus manos. Todos querían abrazarme como si un abrazo fuera a hacerme sentir mejor. El hábito de la señora Murphy de bañarse en perfume barato me causaba dolor de cabeza. Entonces, le di una palmadita en la mano con torpeza esperando que no la agarrara y me acercara hasta sus brazos. Podía ver el pañuelo de papel usado que tenía agarrado y estaba horrorizada de tener que tocarlo o que me tocara. —Gracias señora Murphy —respondí. Ella esnifó y tocó sus ojos con el pañuelo. —Es tan difícil de creer. Me refiero a que estuvo en la reunión auxiliar de señoras el lunes. Es horrible, sólo horrible. No necesitaba esto. Por qué la gente pensaba que quería escuchar sobre la última vez que vieron a mi abuela estaba más allá de mí. Estaba tratando de olvidar. Quería fingir que mi abuela y yo íbamos a acurrucarnos juntas en la hamaca cuando todos se fueran y hablaríamos de cosas graciosas que vimos o alguien dijo. No necesitaba los detalles de la última vez que cada uno de aquí vio a mi abuela viva. —Gracias Señora Murphy. Ashton está llevando las cosas lo mejor que puede. Ella aprecia sus palabras pero no está lista para hablar de eso todavía. —Las palabras de Leann eran perfectas. La señora Murphy me envió una última mirada triste y cabeceó antes de dirigirse hacia alguien con quien pudiera hablar.

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The Enchanted Library —Gracias —dije inclinándome hacia Leann. Ella envolvió mis hombros con su brazo. —Para eso están los amigos. Asentí y apoyé mi cabeza sobre su hombro. La extrañaría este año en la escuela. Nunca tuve demasiadas amigas. Crecí con los chicos Vincent como mis dos mejores amigos. No era buena relacionándome con chicas. Leann había sido mi primera amiga, en mi primer año. Había sido estudiante de segundo y me tomó bajo sus alas. —¿Qué voy a hacer este año sin ti? —Tienes un príncipe encantador. Lo harás bien. Además, sólo estaré a una llamada de distancia. —Las lágrimas ardían en mis ojos. Había perdido a mi abue y ahora perdería a Leann. Mi mundo estaba cambiando tan rápido. Realmente necesitaba a Beau ahora. Él le daría sentido a todo. Me escucharía quejarme y sentirme miserable y no intentaría hacerme mirar el lado positivo. Envuelta en sus brazos era donde quería estar. No aquí con un montón de gente en la casa de mi abuela y con una cocina llena de guisos y pasteles.

—Voy a ver una película con Leann —dije tan pronto como entré en la casa. El último de los visitante en la casa de mi abuela finalmente se había ido dejándonos más comida de la que podríamos comer en un año. Puse la cacerola con patatas dulces que tenía en las manos en el bar y me di la vuelta para mirar a mis padres. —¿Irás a ver una película tan tarde? —me preguntó papá frunciendo el ceño mientras colocaba varias tartas que había llevado al interior. —Es una función de media noche para películas de vampiros o algo así. Ella no quiere ir sola y yo necesito alejar mi mente de las cosas. Mi mamá que parecía estar mejor esta noche que en la mañana, sonrió. Parecía complacida de que no estuviera planeando acostarme en la cama y llorar. Me pregunto cómo se sentiría si supiera que en cambio estaba planeando ir a los brazos del chico más malo de la ciudad y llorar en ellos. No podía preocuparme

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The Enchanted Library por lo que ella o papá pensarían. Quedarme aquí mirando los ojos tristes de papá y la sonrisa indecisa de mamá sólo me causaría más dolor. Cuando estaba con Beau, podía olvidar por un momento. —Está bien. Sal y diviértete un poco. Has estado mucho tiempo sola desde que Sawyer se fue. No es bueno estar sola todo el tiempo. —Me animó mamá. Papá no parecía ser capaz de decir mucho por hoy. Mirarlo me causaba un dolor que me abría el pecho y yo estaba intentando aguantar. Le eché un vistazo a mamá. —Lo sé. Sólo necesitaba acostumbrarme a Sawyer fuera. No me había dado cuenta cuanto tiempo pasaba con él hasta que se fue. A mamá le gustó mi respuesta. Ella amaba a Sawyer pero siempre me recordaba que no era una buena idea una relación tan seria a esta edad. Todavía tenía la universidad por delante. La culpa de lo que estaba haciendo con Beau disminuyó más cuando miré a mamá con una sonrisa. Le estaba mintiendo sobre con quien estaba y lo que estaría haciendo pero indirectamente estaba haciendo lo que ella quería. Normalmente papá me diría que tuviera cuidado y que estuviera en casa a las once. Hoy, siguió en silencio. Perdido en su propio mundo de dolor. Les dirigí una última sonrisa y me encaminé hacia la puerta.

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Traducido por Caami Corregido por Juli_Arg

Anduve el pequeño tramo de mi casa al parque. No quise que mi auto quedara en la plaza de estacionamiento para que todos lo vean. No les tomaría mucho darse cuenta de que Beau estuvo estacionado ahí antes y ahora mi auto vacío estaba en su lugar. Nadie esperaba que la hija del predicador pecara, pero seguro les encantaría atraparme en ello. No es que esto fuese un pecado exactamente. Bueno, mentir a mis padres lo fue, pero Beau era primo de Sawyer y… mi amigo. Estoy bastante segura de que algunos de los lugares donde Beau me había tocado y besado esta tarde cayeron en la categoría de pecado, pero no me atreví a preocuparme. En el momento en que llegué al parque me había convencido a mi misma de nuestra inocencia. El parque estaba desierto a excepción de una camioneta Chevy. Corro al lado del pasajero y subo antes de que alguien pudiera llegar. Beau se ríe de mí y los latidos de mi corazón vuelven a su ritmo. —Me gusta mucho cuando te pones vestidos de verano —dijo antes de arrancar el camión y sacarlo a la calle. Miro hacia abajo al corto dobladillo en el vestido de tirantes celeste que había elegido y un cosquilleo de anticipación me recorre todo el cuerpo. —No volveré por la ciudad. Ven aquí —dijo acariciando el lugar junto a él. Me acomodo lo más cerca que puedo sin que mis piernas toquen la palanca de cambios—. Eso no es lo suficientemente cerca. Pásate eso —dijo. Lo miro y aparta los ojos de la carretera un momento para encontrarse con mi mirada. Mi corazón hace un pequeño vuelo contra mi pecho. Muevo una pierna sobre la palanca de cambios y la deslizo hasta que mi muslo está en contra del suyo. De repente me mareo cuando su mano se posa en la palanca de cambios entre mis rodillas. —¿Hasta que hora puedo tenerte esta noche? —preguntó rompiendo mis pensamientos. —Oh, um, ellos no dijeron nada pero normalmente no salgo tan tarde. Les dije que iba a ver una película de medianoche. —El cambió de marcha, entonces descansa

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The Enchanted Library su mano sobre mi muslo. Estaba empezando a entender por qué a él le gustaban los vestidos de verano. —Bien, tenemos tiempo para ir a la bahía —respondió. Yo no había estado en la bahía en años. Sawyer nunca quiso conducir por ese camino. Dijo que el agua era desagradable, pero siempre pensé que era hermoso. —Pensé que era mejor si no pasábamos el rato por aquí. Asentí porque sabía a que se refería. El no parecía preocupado por el hecho de que estaba haciendo cosas que no debería con la novia de su primo. Eso me recordó la imagen que yo había tenido de Beau los últimos años. Jugó a su favor. El sexi rebelde que toma lo que él quería. Salvo que la imagen ya no parecía exacta. Me había sostenido hoy sin lugar a dudas, mientras que yo lloraba y babeaba sobre él. Había dejado de trabajar sólo para consolarme. Alguien con motivos egoístas no lo haría. Además, si lo que estábamos haciendo significaba que tenía un corazón negro, entonces yo también lo tenía. —Estas frunciendo el ceño ¿Qué pasa por tu cabeza? —preguntó. Pensé en mentirle ya que me estaba convirtiendo en una regular mentirosa, pero no podía mentirle a él también. Esto era algo que tenia que hablar antes… mucho antes de que nosotros fuéramos por esta dirección. —Como se que estoy haciendo algo mal y me siento culpable, pero ninguna de estas cosas importa lo suficiente como para hacer que me detenga. La mano de Beau salió de mi muslo y volvió a la caja de cambios. Estudié su mano grande y bronceada preguntándome cómo era justo para alguien haber obtenido todas las partes de su cuerpo perfectas. Su agarre de la palanca de cambios era tan fuerte que el color moreno de su piel palidecía un poco. Quise extender la mano y calmarlo. Hacer que la tensión desapareciera, pero teníamos que hablar de esto. Él no dijo nada más o hizo un movimiento para tocarme. Un nudo enfermo de temor se instaló en mi estomago mientras esperaba para ver si giraba y me llevaba de vuelta. Le había recordado lo malo que era lo que estábamos haciendo y no trataba bien con ello. Amaba a Sawyer y yo nunca hubiera imaginado que le haría algo como esto a su primo. Yo no soy mucho mejor. Se suponía que debía querer a Sawyer y lo hago, pero no de la forma en que debería. Mientras el silencio se prolongaba, esperaba que Beau diera vuelta el camión para llevarme de regreso al parque, pero se mantuvo en dirección a la bahía. Después de unos minutos,

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The Enchanted Library cuando estoy segura de que no va a dar la vuelta, me relajo y espero. Beau nos lleva por un camino de tierra y a través de los arbustos y las malas hierbas puedo ver un espacio abierto más adelante. Era completado con un muelle. Beau dio vuelta la camioneta y retrocedió de modo que la parte de atrás quedara frente al agua. —¿Dónde estamos? —pregunto. —Es una parcela que un amigo posee. Lo compró para construir cuando salga de la universidad —respondió y alcanzó la puerta para abrirla. Empezaba a deslizarme, entonces podría salir por el otro lado, cuando su mano toca mi pierna haciéndome temblar antes de mirarlo. —Espera aquí. Voy a arreglarlo allí atrás, entonces te sujetaré y te llevaré. La hierba es alta y puede haber serpientes en ella. Asentí con la cabeza y lo vi saltar en la hierba. Las serpientes eran algo preocupante, pero la idea de él llevándome causaba otras ideas en mi cabeza manteniéndome ocupada mientras esperaba. A los pocos minutos estaba de vuelta de pie fuera de la puerta abierta. Torció sus dedos para que vaya hacia él. Me acerco hasta que estoy lo suficientemente cerca para que me agarre bajo piernas y me lleve. En el momento en que me toma repentinamente me preocupo de que pudiera ser demasiado pesada. Traté de no pensar en mi peso, pero no suelen haber chicos que me recojan y me lleven alrededor. Por suerte mi peso no parece ser un problema ya que me llevó alrededor del camión y me dejó dentro de la cama con facilidad. Él había extendido varios edredones y un par de almohadas. Un refrigerador se encontraba en el rincón más alejado. Me arrastro hasta la mitad y me siento. Beau se sitúa en la puerta trasera mirándome. Las sombras de la luz de la luna protegen sus ojos por lo que no puedo estar segura de lo que está pensando. —¿Vienes? —le pregunto casi asustada de su respuesta. —Sí, me deje llevar por la vista un poco —respondió. Un escalofrió de anticipación me recorre cuando él avanza lentamente dentro de la cama en la camioneta. De rodillas frente a mí, se acercó, tomó mi pie y lo puso en su muslo vestido de jean. Fascinada vi como desabrochaba mi sandalia y la colocaba al lado del refrigerador. Puso mi pie de vuelta sobre la manta y con la

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The Enchanted Library misma atención lenta y cuidadosa quitó el otro zapato. Una vez que mis dos pies estaban descalzos levanta la mirada para encontrarse con mis ojos. Una pequeña sonrisa tira de la comisura de sus labios. —Me gustan las uñas de color rosa —replicó mirando a mis pies. Mi tonto corazón golpeó violentamente contra mi pecho y solté una risita nerviosa. —Es algodón de azúcar. El color, digo. —Ni siquiera puedo hacer frases coherentes. —Me gusta el algodón de azúcar. Esos dedos del pie tuyos no pueden ser más dulces sin embargo. Su cálida mano aprieta el pie más cercano a él mientras se traslada para sentarse a mi lado. Ninguno de nosotros habló mientras mirábamos el agua quieta. Yo nunca había estado tan nerviosa en mi vida. Beau se reposicionó a mi lado y luego se apoyó en las almohadas detrás de nosotros. Me vuelvo un poco para mirar hacia él. ¿Acaso quiere que me acueste también? Metiendo un brazo detrás de su cabeza y extendiendo el otro a su lado Beau me sonríe como si pudiera leer mi mente. —Ven aquí —dijo. Rápidamente me deslizo y me acurruco junto a él apoyando la cabeza en su pecho. Hay una paz en sus brazos que nunca había experimentado con Sawyer. Es como si hubiera vuelto a casa después de años de búsqueda. —Yo quiero a Sawyer, Ash —dice Beau silenciosamente. Sonaba como si estuviese tratando de convencerme de esto—. En toda mi vida nunca le he envidiado nada. Ni a su padre. Ni a su madre. Ni su dinero. Ni siquiera sus habilidades atléticas. — Se detiene y toma una respiración entrecortada. Mi corazón duele por él. Le aprieto la mano apoyada en su estomago en un puño para llegar a alcanzarlo y calmarlo como a un niño. —Hasta que un día vi del otro lado del campo de fútbol como él te tomó y te besó en la boca. No fue su primer beso. Yo podría haber tenido sólo catorce años, pero me di cuenta, de alguna manera había quedado fuera de un secreto. Quise plantar

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The Enchanted Library mi puño en su cara y arrancarte de sus brazos. Cuando di un paso hacia él sus ojos se encontraron con los míos y vi las súplicas silenciosas pidiendo perdón o aceptación. No estaba seguro de eso. Lo único que sabía era que ahora eras de Sawyer. Mi mejor amigo se había ido. Lo odié y envidié por primera vez ese día. El finalmente había ganado un premio que yo creía mío. Cerré los ojos contra las lágrimas que amenazan con extenderse por mis mejillas. Quería decirle que nunca me había sentido mareada cuando Sawyer me daba un beso o como la tierra no se movía por su tacto. En cambio me quede en silencio sabiendo que no podía. A pesar de que Beau era lo que yo quería, sabía que nunca podría tenerlo. Estas dos últimas semanas eran todo lo que teníamos. Sawyer llegaba a casa y yo estaría con él de nuevo. No había otra opción. Me volteo y me apoyo en mi codo hasta que estoy mirando fijamente a sus ojos sombríos. Podía sentir su corazón latiendo rápidamente debajo de mi mano. —Eres mi mejor amigo Beau. Nunca me has tratado o mirado de ninguna manera, sino como un amigo. Una vez que comencé a cambiar y todos comenzamos a tener noción del sexo opuesto nunca pareció importarte que yo fuera una niña. A Sawyer sí. Tal vez porque no había sido mi socio en el crimen. Tal vez porque la conexión que tuve con él no había sido la misma que tuve contigo. Pero el me veía como una chica. Creo que en el fondo yo estaba esperando por ti, pero cuando me besó, supe que nunca serías tú. Yo no era la ideal para ti. Beau alargó la mano y cubrió un lado de mi cara. —Yo era muy consciente de que eras una chica, Ash. Yo tenía miedo porque la única persona en el mundo que conocía todos los secretos que alguna vez había tenido también resultó ser la chica más hermosa que jamás había conocido. Mis sentimientos por ti daban miedo como el infierno. Me incliné y besé el ceño entre sus cejas. —En este momento. Aquí mismo. Soy tuya. No de Sawyer. No es él a quien yo quiero. En este momento, al único que quiero es a ti. —Elegí mis palabras con cuidado para que ambos entendiéramos lo que quería decir. Me toma por la cintura y mueve su cuerpo así quedo completamente encima de él. Bajé mi boca a la suya y suspiré mientras sus manos encuentran el borde de mi vestido y la cálida presión de sus palmas recorre mis muslos. Esta noche me

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The Enchanted Library entregaría a Beau porque es lo que quería. Él era el chico malo de la ciudad y yo era la hija del predicador. No se suponía que suceda de esta manera. —Ash, te amo. Mal, muy, muy mal. Pero te mereces algo mejor que esto. Me inclino y lo beso una vez más antes de retirarme lo suficiente como para susurrar: —¡No hay nada mejor que esto, Beau! Con sus manos cubrió mi trasero y me deslizó para que pudiera sentir su evidente excitación contra el calor entre mis muslos. —Por favor, Beau —grito sin estar segura de lo que estoy pidiendo, pero sabiendo que necesito más. —Agárrate de mi, bebé. Voy a ser cuidadoso contigo. —La necesidad áspera en su voz sólo me hace desesperar más.

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Traducido por Caami Corregido por Connie_ BEAU Hoy se suponía que tenía que cortar tres céspedes diferentes. Sin embargo, sólo llamé y reprogramé todo momentos antes de que Ashton saliera corriendo del bosque hacia mi camioneta. Ayer por la noche todo había cambiado para mí. Necesitaba decirle exactamente cómo me sentía, pero no podía hacerlo ahora mismo, no quería tener esa conversación todavía, sólo quería disfrutar de estar con ella. Íbamos a pasar el día en la playa y mezclarnos con los turistas. Salir juntos en la ciudad no era una opción, al menos no hasta que Sawyer llegara a casa y hablara con él. No podía dejarla ir. No ahora. Esta vez no iba a sentarme y ver a Sawyer tener todo, necesitaba a Ashton. La amaba de una manera que sé que mi primo nunca podrá. Abrió la puerta del pasajero y entró. Que Dios me ayude, ella tenía unos shorts diminutos y un top aún más pequeño que me dio un vistazo de su ombligo. La playa estaba a cuarenta y cinco minutos y ella iba a volverme loco vestida así. —Buenos días —dijo sonriendo mientras se deslizaba a mi lado y se sentaba a horcajadas sobre el cambio de marchas. Todas las preocupaciones sobre Sawyer huyeron de mi mente. —Buenos días, hermosa —contesté y me incliné para besarla. Ella suspiró y de inmediato se acerco a mí, pasando sus dedos por mi pelo. Tomó todo mi autocontrol para retirarme. —¿No quieres salir de aquí primero? —pregunté. Frunció los labios como si acabara de quitarle su juguete favorito y se sentó cruzando los brazos sobre el pecho.

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The Enchanted Library —¿Cómo te estás sintiendo hoy? —pregunté sacándonos a la calle. Su hoyuelo me guiñó. Necesité toda mi fuerza de voluntad para mantenerme conduciendo y no detenerme para poder besar ese dulce punto. —Estoy bien… quiero decir mejor que bien. Yo… —Hizo una pausa y le eché un vistazo para ver sus mejillas ruborizarse a un rosa bastante brillante. No podía dejar de reírme ante el rubor inocente en su cara. Alcanzándola con cuidado tire de una de sus pequeñas manos que se retorcían nerviosamente en su regazo y pasé mis dedos a través de ella, mientras que los primeros indicios de posesión vinieron sobre mí. —¿Estás dolorida? —pregunté. Había oído que las vírgenes estaban normalmente doloridas después. Sin embargo, Ashton había sido la primera virgen con la que había estado. Empezó a negar y luego su rubor se intensificó. —Tal vez un poco. —Lo siento —contesté, sintiendo un tirón de protección para acompañar la sana posesión alzándose dentro de mí. Ella estaba convirtiendo mi interior en una zona loca de guerra. Me miró y sonrió con timidez. —No lo hagas. Dios, la amaba. Envolvió sus brazos a mi alrededor y puso su cabeza en mi hombro. Fue una de las pocas veces que odié a mi caja de cambios. Prefería permanecer así sin mover el brazo. —Dime que te pusiste protector solar —dije mirando hacia su piel ligeramente bronceada. El sol en la playa era intenso incluso para el mejor bronceado. Rió y asintió. Todo estaba bien con el mundo. Una vez que nos saqué de la carretera sur metí mis manos entre sus muslos y disfruté del paseo. Normalmente no disfruto de las llenas playas turísticas. Pero hoy era diferente. No me importaban los niños gritando y tirando arena en mi cara mientras correteaban o los desagradables norteños bronceados que alimentaban a las malditas gaviotas. Ashton hacia todo mejor.

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The Enchanted Library El sol era abrasador y aunque Ashton estuviera contenta con tostarse en el calor, seguí insistiendo para que fuera a las olas conmigo. Viéndola reír y jugar cuando se sumergió en el sentido contrario de las olas, haciendo sentir como si nuestros años de diferencias hubieran desaparecido. Estaba el entonces y el ahora. El tiempo perdido en el medio era borroso. Estar con ella me hizo sentir completo. Siempre me había mantenido unido, cuando mi mundo se derrumbaba a mi alrededor. —OH DIOS MIO, HAY UNA MEDUSA. —Su chillido fue seguido por un cómico intento de atravesar el agua agitada hacia la playa. Contuve la risa y la seguí. No dudé que era una medusa. Era el momento para ellas, pero con sus grandes ojos y su expresión de pánico, era tan linda que era divertido.

ASHTON —Siempre supe que serías irresistible una vez que dejaras de actuar como alguien que no eres —susurró Beau mientras envolvía sus brazos a mi alrededor. Todavía estaba jadeando por correr a través de las olas. Se me escapó una risita sin aliento y apoyé la cabeza contra su duro pecho. —No es fácil ocultar a la chica mala en mi interior delante de la única persona que sabe que existe —respondí. Los brazos de Beau se tensaron y respiró en mi cuello, mientras descansaba la barbilla en mi hombro. —No. Nunca vi una chica mala. No eres mala Ashton. Sólo has estado fingiendo ser otra persona durante mucho tiempo para hacer felices a tus padres y a Sawyer. La chica que realmente eres es increíble. Eres amable, pero tienes agallas. Eres brillante, pero nunca actúas superior. Sin embargo eres cuidadosa en saber cómo divertirte y eres tan increíblemente sexy, pero no tienes idea. Era difícil verme en la forma que él me describía, pero oírlo diciendo esas cosas me hacia desear que las cosas fueran diferentes. Y no me había contenido con él en absoluto. Cuando estaba con Beau no pretendía. Era sólo yo. Y en lugar de la niña mala vio algo deseable. Quería que el mundo me viera de esta manera también, pero sabía que sólo alguien como Beau encontraría todos mis defectos cualidades atractivas.

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The Enchanted Library —Me alegro de que me veas de esa manera. No estoy diciendo que estoy de acuerdo, pero me hace feliz saber que no ves mis defectos. Beau se tensó detrás de mí por un momento antes de que sus brazos me dejaran. Podía sentir su cuerpo alejándose de mí. —¿Qué pasa? —pregunté dándome la vuelta para mirarlo de frente. Él negó. Esperé a que hablara y después de unos minutos de silencio, volteó la cabeza para estudiarme. —¿Por qué estás con Sawyer? Esta no era una pregunta para la que estuviera preparada. Sacudí mi cabeza. —¿A qué te refieres? Pasó la mano por su pelo, cerrando los ojos como si estuviera luchando para no decir lo que estaba en la punta de su lengua. —Te comportas como alguien más con él. Alguien que crees que va con él. Una perfecta chica buena que sigue todas las reglas. Sin embargo, deseas romper cada una de ellas, Ash. No eres una criminal, sólo quieres extender tus alas un poco y disfrutar de la vida. Pero lo quieres tanto que estás dispuesta a negarte la libertad de ser TÚ, sólo para poder tenerlo. —Calló, pero mantuvo la mirada suplicante en mí. Quería que dejara de hablar. No quería oír estas cosas. No era cierto. Yo era una chica buena. Era el tipo de chica que alguien como Sawyer podía amar. —Soy buena —logré decir por estrechez de mi garganta. Me sentía estúpida diciendo esas palabras cuando debería haber estado en casa llorando la muerte de mi abue. Cerré los ojos tratando de forzar mis pensamientos lejos de ella. No podía pensar en eso ahora. No estaba preparada. —No dije que fueras mala. Tu eres buena, Ash. ¿No me estás escuchando? Tienes el sentido deformado de lo que es bueno. Querer salir a escondidas con tu novio y saber si eres deseable, desear a tu maldito novio o dejar un maldito auto todoterreno en un lugar de estacionamiento no te hace mala persona. Te hace un ser humano. Las lágrimas pican en mis ojos. Quería creerle. Había vivido con culpa por mucho tiempo porque quería hacer las cosas que habían dicho que estaban mal. Pero este

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The Enchanted Library era Beau Vincent. Bebía demasiado y les hacía cosas a chicas en lugares públicos que nunca había hecho en mi vida… hasta que empecé a pasar tiempo con él. Mamá siempre me había dicho que Lucifer era hermoso. —Pensaba que la Ash que yo conocía había desaparecido por completo. Me afligí por ella durante mucho tiempo. Entonces, un día en el comedor Halley se acercó a Sawyer y coqueteó con él justo en frente de ti como si no estuvieras allí. Cuando se dio vuelta para irse tropezaste con ella. Sawyer no lo vio, pero yo sí. —Una sonrisa estiró la comisura de su boca—. Cuando ella estaba tendida allí en el suelo vi la pequeña sonrisa que tocó tus labios antes de agacharte y ayudarla a levantarse disculpándote profusamente. Hasta ese momento pensaba que estabas perdida. Me di cuenta de que mi Ash estaba debajo de todo ese brillo y esa cortesía, en alguna parte. Después de ese día empecé a mirarte y a disfrutar de los momentos en los que tenía un vistazo de lo real que salía mientras nadie estaba prestando atención. Es por eso que te dije esas cosas. Quería que reaccionaras para mí. Quería que fueras astuta para mí. Esos momentos en los que no podías soportarlo más y te rompías… yo vivía para esos momentos. —¿Eras así conmigo porque querías que fuera astuta para ti? —pregunté. Asintió con la cabeza y se inclinó para besar la punta de mi nariz. —Realmente te gusta mi lado feo, ¿verdad Beau? —Nada acerca de ti es feo. Eres tan hermosa por dentro como lo eres por fuera, pero no ves eso. Eso es lo que me mata. Sawyer es mi primo y yo haría cualquier cosa por él. Pero está loco por haberte mantenido en algún maldito pedestal. Quiero ver a la verdadera tú. A la que le gusta llevar unos shorts porque sabe que me vuelven loco. La que corre desde el bosque a mi camioneta sonriendo como si nada más importara. —Ahueca mi cara con su mano—. La verdadera Ashton Gray es perfecta y estoy locamente enamorado de ella. Mi estomago se aprieta. Yo tenía sentimientos por Beau. Compartimos esta historia y ahora hemos tenido este verano, pero se suponía que el amor no era un factor en cuestión. Sawyer siempre se interpondría entre nosotros. Los labios de Beau se encontraron con los míos y todo lo demás se desvaneció. No me importaban todas las preocupaciones y argumentos de la parte trasera de mi cabeza. Sólo quería ser yo. Y en sus brazos sabía que podía serlo.

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Traducido por Liss.Briel Corregido por Michy Tansy Todo el mundo en la ciudad de alguna manera se las arregló para meterse en la iglesia con el fin de presentar sus respetos a mi abue. Yo no había sido capaz de hablar al subir y mirarla acostada allí todo inmóvil y pálida. No tenía puesto su maquillaje. Ella era una experta en maquillaje y siempre se había arreglado bastante. Me había gustado saber que tenía la más bonita abue de setenta años en el mundo. Cuando mamá y papá no habían querido que empezara a usar maquillaje aún, incluso después de mi ruego y súplicas, abue me llevó para quedarme el fin de semana con ella para que pudiera enseñarme la técnica de poner "el rostro en" como ella lo llamaba. Otra lágrima rodó por mi mejilla y extendí la mano para cogerla con el Kleenex que alguien me había entregado con anterioridad. Tantas veces me había puesto de pie en la tercera fila con abue, mientras mi padre predicaba. Escribiríamos notas de ida y vuelta hasta que mamá echaría un vistazo sobre nosotras con una fuerte mirada de advertencia. Siempre nos hizo reír. Abue actuaría como si estuviéramos poniendo el papel de inmediato. En realidad, acabaríamos de conseguirlo disimuladamente. Abue era muy parecida a Beau por el hecho de que ella abrazó a la niña mala en mi interior. Pensar en Beau provocó que se formara otro nudo en mi garganta. Estaba empezando a depender demasiado de él. Sawyer estaría en casa pronto y todo cambiaría. —Oye. —La voz profunda de Beau me sobresaltó y levanté la cabeza para encontrarlo de pie delante de mí. No me esperaba que viniera esta noche. Además del hecho que nunca puso un pie en la iglesia, excepto el domingo de Resurrección y Nochebuena, pensé que iba a pasar su noche libre con sus amigos... o Nicole. —Hola —le contesté en un susurro ronco—. No te esperaba... —Me detuve de decir más. Levantó ambas cejas rubias e inclinó la cabeza ligeramente hacia la izquierda cuando frunció el ceño. Noté que su corto pelo rubio, que normalmente tenía el sexy look desordenado estaba cuidadosamente peinado. Mis ojos se dirigieron hacia abajo sobre sus anchos hombros y el pecho deteniéndose en el botón de color azul claro encima de la camisa de vestir que estaba segura nunca había llevado

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The Enchanted Library hasta esta noche. La camisa estaba metida en un par de pantalones color canela que tampoco lo había visto usar. Cuando levanté los ojos de nuevo para encontrarme con los suyos sonreí por primera vez en horas, disfrutando de su evidente incomodidad. —Te vestiste —dije con voz queda no queriendo atraer la atención hacia nosotros. Se encogió de hombros y miró a su alrededor como si estuviera viendo cuántas personas más notaron su intento de limpieza. Cuando sus ojos se posaron de nuevo en mí se acercó más. —¿Has ido a verla? Su suave susurro provocó que surgieran lágrimas de nuevo en mis ojos. Negué con la cabeza y tomé una profunda respiración para no romper y lanzarme a mí misma en sus brazos por consuelo en frente de toda la ciudad. Su cálida mano cubría la mía y se acercó más a mí mientras entrelazaba sus dedos con los míos. Confusa eché un rápido vistazo alrededor de la iglesia en esta ocasión para ver quién nos estaba mirando. —Vamos Ash. Vas a lamentar no ir a verla por última vez. Necesitas hacer esto para terminar. Confía en mí. —Había tristeza en sus ojos cuando se quedó mirándome suplicante—. No fui a ver a papá. Lamento eso. Aún hoy día. Su confesión provocó un dolor en mi pecho que palpitaba más y más fuerte no sólo por mí y mi pérdida, sino por el pequeño que había perdido tanto. De alguna manera él me necesitaba para hacer esto. Le dejé con suavidad y caminé por el pasillo hacia el féretro abierto conteniendo a la única mujer que siempre había contado con que estuviera allí, sin importar lo que pasara. Habíamos hablado de mi boda y cómo ella arreglaría mi pelo y maquillaje. Habíamos planeado los colores de los vestidos de las damas de honor y los ramos de flores que arreglaría. Habíamos hablado de ella haciendo el vestido de bautizo que mis hijos iban usar el día que estuvieran dedicados a esta iglesia. Así muchos planes fueron hechos. Tantos sueños fueron emitidos sentadas en su porche delantero bebiendo té dulce y comiendo galletas de azúcar. El ataúd era de precioso mármol blanco con forro color rosa. A ella le encantaría. Amaba el rosa. El masivo espacio de rosas blancas y rosadas que se extendía sobre la mitad inferior de la urna le habría encantado. Los rosales que ella mimaba y arrullaba en cada primavera y verano habían sido una de las alegrías de su vida.

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The Enchanted Library Quise agradecer a todos los que le había enviado los grandes arreglos florales que recubrían las paredes de la iglesia, especialmente los que tenían las rosas. Una gota cálida cayó de mi barbilla y se estrelló contra mi mano. La alcancé con mi mano libre y sequé mi cara pero era inútil. Las lágrimas corrían por mis mejillas. No me había dado cuenta de que estaba llorando. —No voy a dejarte pero necesitas seguir de pie y decir adiós. Voy a estar aquí, detrás de ti —susurró Beau a mi lado. Desde que había entrado en esas familiares puertas dobles esta noche había tenido un nudo en mi pecho haciendo difícil respirar profundamente. Ahora, mientras estaba de pie aquí a punto de decir adiós a la mujer que tanto amaba, una paz se apoderó de mí. Liberé el férreo control que tenía en la mano de Beau y di un paso adelante. Ella estaba sonriendo. Me alegré de que estuviera sonriendo. Sonreía mucho. Ellos habían usado su maquillaje. Habría reconocido ese color de labial frambuesa madura en cualquier lugar. El olor de las rosas era espeso, recordándome aún más a las tardes que habíamos pasado fuera de su casa hablando. —Te pusieron tu vestido favorito —susurré mientras miraba a su cuerpo—. Y utilizaron tu maquillaje. A pesar de que tú haces un mejor trabajo poniéndolo. La sombra de ojos es demasiado oscura. Quien lo puso aparentemente no sabe acerca de la regla de menos es más. Era extraño hablar con ella de esta manera. Habría reído ante el comentario del maquillaje. Nos habíamos inventado un sistema para dar a los estilistas de la morgue o quien puso se maquillaje de recientemente fallecido una lección en el arte de poner "el rostro en". Las esquinas de mi boca se elevaron. —¿Recuerdas cuando hablamos de cómo esperábamos que nos dieran para pasar el rato alrededor de la tierra el tiempo suficiente para estar en nuestros propios funerales? Bueno, en caso de que hayas convencido a Dios de esta idea y estás aquí en algún lugar escuchando. —Hice una pausa y tragué el sollozo que amenazaba con escapar—. Si estás aquí... Te amo. Te extraño. Voy a pensar en ti todos los días y voy a mantener todos los planes que teníamos. Sólo promete que vas a estar allí. Promete que vas a convencer al gran hombre para permitirte volver de visita. Esta vez, un sollozo llegó a mis labios. Me tapé la boca y dejé caer la cabeza mientras los recuerdos se apoderaban de mí. Saber que esta era la última vez que la

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The Enchanted Library vería desgarró a través de mi pecho. Un brazo de consuelo me envolvió y me levantó contra su pecho duro. Beau no dijo nada para consolarme. Él simplemente me dejó este último adiós de la única manera que sabía hacerlo. Cuando las lágrimas disminuyeron y el dolor en mi pecho parecía aliviar levanté la cabeza para mirarlo. —Soy un firme creyente de que Dios no te arranca derecho y te arrastra al cielo. Creo que te permite decir adiós. Y tu abue no habría ido a ninguna parte hasta que llegara ese adiós. Se me escapó una risita y asentí. Tenía razón, por supuesto. Ni siquiera Dios pudo haberla movido, si no estaba lista. —Adiós abue —susurré por última vez. —¿Estás lista? —preguntó Beau entrelazando sus dedos con los míos. Di media vuelta y regresé por el pasillo, mientras asentía con la cabeza y hablaba con otras personas que hacían su camino por el pasillo para dar sus condolencias. Beau se quedó en silencio, pacientemente junto a mí. Me di cuenta de que varias personas miraban curiosamente al chico malo de la ciudad parado junto a mí. Esto estaría por toda la ciudad antes de que la noche terminara. De alguna manera eso no importaba ahora. Beau había sido mi amigo desde que me había estirado el cabello en el patio y yo a cambio le agarré la mano y le torcí el brazo detrás de su espalda. Después la maestra de preescolar nos había detenido a ambos y había amenazado con llamar a nuestros padres, Beau me miró y me preguntó: —¿Quieres sentarte a mi lado junto a mi primo en el almuerzo? Ellos podían hablar. Beau me había ayudado cuando más lo necesitaba. Puede que no sea el ciudadano perfecto, pero abue siempre decía que lo perfecto era aburrido. Le encantaría que yo había levantado mi nariz a las Betties chismosas en su funeral. Eché un vistazo por encima del hombro sonriendo. Estaba aquí en alguna parte y casi podía oír su risa mientras caminaba fuera de la iglesia sosteniendo la mano de Beau.

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Traducido por Priscila Gama (page92) Corregido por Connie_ Ashton, No me has respondido, esto significa que mi e-mail nunca te llego (lo que es creíble por lo poco fiable del acceso a internet acá) o algo anda mal. Trate de llamarte varias veces pero no pude conseguir señal por aquí, no importa donde esté. Tengo buenas y malas noticias. Las malas son que Catherine tuvo reacciones alérgicas a alguna planta desconocida y estalló en urticaria, papá tuvo que llevarla al pueblo más cercano. Él regresó hace una hora y ella va a estar bien, pero mamá ya está lista para ir a casa. Eso me lleva a las buenas noticias. Regreso a casa. Estamos empacando mientras escribo esto y tan pronto como tenga recepción en mi celular te llamaré. Mantén tu teléfono contigo. Necesito escuchar tu voz. También llama a Beau por mí y dile que regreso a casa. Él y yo podemos ir a la sala de pesas una semana antes de las prácticas de fútbol. También dile que se despida de la cerveza, necesito a mi mejor receptor en forma. Te amo, Sawyer

Me quedé viendo la pantalla de mi laptop por un largo rato. No estaba segura de qué hacer. A quién decirle. Lentamente cerré la computadora y la puse en la cama. Me desperté sabiendo que tenía que lidiar con las preguntas de mis padres esta mañana acerca de mi partida de la iglesia con Beau anoche. Eso era algo que temía pero esto es mucho peor. La pantalla de mi celular se encendió antes de que Eye of the tiger empezara a sonar por primera vez en tres semanas. Sawyer había puesto Eye of the tiger en mi celular para que fuera su tono especial. Aturdida agarré el celular y presioné el botón de aceptar antes de levantarlo a mi oído. —Hola. —AHHH nena es bueno escuchar tu voz. ¿Recibiste mi e-mail? Esperé hasta que estuvieras despierta para llamar. Estamos a dos horas de llegar. Mi papá me va a dejar en tu casa. No puedo esperar para verte.

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The Enchanted Library Culpa, frustración, enojo, pánico todo parece dar vuelta dentro de mí. Apreté mi agarre en el teléfono mientras tomaba varias respiraciones profundas. —Um, eh, sí, acabo de recibir tu e-mail. No puedo creer que estén volviendo antes. —La falta de entusiasmo en mi voz es inconfundible. Un momento de silencio pasó y el cerebro de Sawyer estaba trabajando rápido. —¿Te acabas de despertar? No te escuchas muy feliz de que vuelva a casa. Esperaba grititos de felicidad o algo. Perfecto, hazlo sospechar incluso antes de que llegue. Necesito arreglar esto. No me puedo entrometer entre Beau y Sawyer. Ellos han sido unidos como hermanos toda su vida. Nunca me perdonaré si rompo lo que hay entre ellos. El hecho de que esté preocupada por la relación de Beau y Sawyer en vez de la mía y Sawyer me sorprende. —Lo siento estoy en shock. Me acabo de despertar. Anoche fue el velatorio de mi abuela y su funeral es esta tarde. Han sido unos días malos. —¿Qué? Ash, nena. ¿Tu abuela falleció? Oh nena lo siento. ¿Por qué no me dijiste? Había olvidado que él no lo sabía. El e-mail que nunca le escribí pasó por mi mente. En vez de decirle lo de mi abuela corrí con Beau. ¿Algo de esto hubiera pasado si sólo le hubiera escrito el e-mail a Sawyer y hubiera ayudado a mi mamá a manejar todos los arreglos del funeral? ¿Desearía que las cosas hubieran pasado de manera diferente? —No era algo que quería escribir en un e-mail —le expliqué, esperando que entendiera o por lo menos aceptara mis excusas. —Estoy volviendo a casa. Iré de prisa a cambiarme antes de ir contigo para no tener que irme después del funeral. Yo te puedo llevar. Todo estará bien. Estaré allí pronto, lo prometo. ¿Cómo se sentiría si le digo que todo está bien? Beau ya me ayudó a decirle adiós, me ayudó mientras lloraba. Mis lágrimas están secas ahora, se que mi abuela está contenta con las lujosas calles de oro y una fabulosa mansión. Ella siempre decía que Dios le tendría un jardín de rosas para que cuidara. —¿Ash estas bien? —Lo siento estaba pensando en el funeral. Te veré cuando llegues.

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The Enchanted Library —Ok, te amo. Esas eran las palabras que decíamos siempre al colgar el teléfono. Normalmente yo era la primera en decirlo. Esta vez me olvide completamente. —Yo también te amo —respondí obedientemente antes de colgar. Sí lo amaba. Siempre lo he hecho sólo no como debería. Muy en el fondo sabía que algo no estaba bien entre nosotros. Hasta estas últimas semanas con Beau yo no era capaz de decir qué es lo que faltaba en nuestra relación. Con Beau puedo ser yo misma y él me ama así. Sawyer ama al yo que me he esforzado por ser. Si Sawyer conociera a mi verdadero yo, la chica que él pensó que dejé atrás en mi infancia, él nunca me amaría. No podría. Pero no puedo estar con Beau. Nunca podría elegirlo por encima de Sawyer. Eso rompería una amistad de toda la vida. Sawyer ha sido la persona que cuida a Beau desde pequeño. Él ha visto por Beau y ha compartido su riqueza con él. Incluso ahora, Sawyer mira por Beau en muchos aspectos. Sólo el año pasado, el entrenador iba a correr a Beau del equipo de fútbol por presentarse en una práctica con resaca, Sawyer le suplicó al entrenador y le prometió que él se encargaría de que Beau estuviera listo y fresco para las prácticas y los días de juego. Beau necesita a Sawyer. No me puedo entrometer entre ellos. Tiré la almohada que estaba sosteniendo a través de la recamara y gruñí de frustración. Esto es ridículo. Yo soy ridícula. ¿Cómo me pude dejar hacer eso? ¿Qué es lo que estaba pensando? Dejé que me importara demasiado Beau Vincent. Yo no sólo me preocupo por él, lo quiero. Eso es lo peor que he podido hacer en mi vida. Tenerlo significaría arrancarle la única familia que le ha importado. Tendría a todo el pueblo hablando y odiándolo por robarle la chica a Sawyer. Eso es imposible. Toda esta estúpida situación. —¿Cariño, estas despierta? —La voz de papá dijo al otro lado de la puerta. Dejé escapar un suspiro. Esta es la plática que he estado temiendo. La plática sin sentido. En la cual él ni siquiera debería estar gastando su aliento. —Sí papá, entra —respondí. Se abrió la puerta y allí estaba él con una mueca en el rostro rara vez dirigida a mí. Entró y se detuvo al pie de mi cama. Sus brazos estaban cruzados sobre el pecho y podía oler su loción para después de afeitar. La misma que ha usado toda mi vida.

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The Enchanted Library —¿Qué fue lo que paso anoche exactamente? —Fue directo al punto. Se lo tenía que decir. Me senté con la espalda recta en la cama y lo vi directamente. Necesitaba encubrir todo esto, suavizarlo. La aceptación de Beau en el pueblo y su relación con Sawyer dependían de ello. —¿Supongo que te refieres a Beau Vincent? —Como si se lo tuviera que preguntar. Mi papá levanto sus cejas como si creyera que estaba perdiendo la cabeza al pensar que se podía referir a otra cosa. 82

—Sí Ashton, lo estoy. Suspire. Sacudí mi cabeza y volteé los ojos para darle un toque dramático. —Beau es mi amigo. Crecimos juntos. Es primo y mejor amigo de mi novio. Sawyer no estaba aquí y yo estaba pasando por uno de los momentos más fuertes de mi vida y Beau apareció para ayudarme. El ama a Sawyer y sabía que eso era lo que él hubiera querido que hiciera. Además Beau sabe que yo era muy apegada a mi abue. El solía sentarse en el porche de abue y comer galletas conmigo. Recuerda que en ese entonces el hecho de que su mamá fuera una mesara en un bar no era un problema. La amargura en mi tono era innegable. Las cejas de papá se fruncieron. No le gustó mi tono de voz pero estaba pensando en mi escusa. Espere calladamente orando para que se lo creyera. Después de una eternidad asintió y dio un gran suspiro. —Sé que esto ha sido muy duro para ti. Con Sawyer fuera, tu mamá y yo ocupados con los arreglos del funeral y parientes viniendo de fuera no hemos tenido tiempo para estar contigo. Aprecio el hecho de que Beau se diera cuenta de que necesitabas a alguien y apareciera. Sin embargo, Beau Vincent no es la clase de chico con la que quiero que te relaciones. Es primo de Sawyer y cuando Sawyer ande por aquí todo está bien. Pero Beau no viene de buenas raíces. Su padre era un comodín y su madre basura blanca. Puedes tener mala reputación pasando tiempo con gente como él. Mala compañía corrompe buenos modales, recuerda eso. Quería levantarme y gritar a los cuatro vientos que él no sabía nada de las raíces de Beau. No importa quiénes son sus padres. Culpar a los hijos por los errores de los padres es incorrecto. La biblia que lee todos los días, ¿no habla de no juzgar a la gente y del perdón? Me mordí la lengua hasta que sangró para no gritar de frustración.

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The Enchanted Library —¿Quién te habló tan temprano? —preguntó papá mirando el teléfono en mi almohada. —Sawyer —dije. Alivio bañó su cara. Se tenía que ir antes de que perdiera la cordura. —¿En serio? ¿Cómo le va? —Ya viene de regreso, estará aquí para el funeral. Papá sonrió brillantemente haciéndome un nudo en el estomago. —Bien, bien, me alegro de que venga para el funeral de tu abuela, es un muy buen muchacho. —Con su cara de satisfacción papá se volteó y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él. Fulminé con la mirada la puerta cerrada como me hubiera gustado fulminarlo a él.

Entré con el auto al camino de grava antes de apagar el motor. La camioneta de Beau era el único vehículo fuera de su tráiler. Su madre no estaba aquí. Eso era lo único bueno de esa visita. Tenía que hacer esto sola. Sawyer estaría en el pueblo en unos treinta minutos. Hubiera venido antes pero después de la plática con mi papá esta mañana decidí que era mejor esperar a que saliera camino a la iglesia. Me dolía el pecho, presioné la palma de la mano contra mi corazón para calmar el dolor. Debería de haber una cantidad límite de rupturas del corazón que una persona puede sufrir en una semana, seguramente Dios podrá ver que estoy en mi límite. Necesitaba un milagro. Una risa amarga brotaba al pensar que Dios me ayudaría en esta situación, Dios no le ayuda a las chicas a quedarse con los chicos malos. Pero Beau no era malo por dentro, no realmente. El actúa de la única manera que conoce. Fue criado por una mesera de bar que saltaba de la cama de un hombre a otro, independientemente de su estado civil. Nadie ha tratado de enseñarle a Beau la manera correcta de actuar. Dentro, él es fantástico. Él era cuidadoso, sensible, gracioso, paciente y comprensivo, me aceptaba. Algo que nadie ha hecho excepto mi abuela. La puerta del tráiler se abrió y Beau salió al escalón superior, donde me veía. Lo único que llevaba puesto eran unos pantalones a la cadera, incluso sus pies estaban desnudos.

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The Enchanted Library Me trague las lágrimas, vine aquí a terminar con esto y parecía que se me desgarraba el corazón antes de decir una palabra. Como en cámara lenta agarré la manija de mi carro y salí a la grava, nuestros ojos se encontraron mientras cerraba la puerta. Un ceño fruncido remplazó la sonrisa sexy de su cara. Me puede leer tan bien, siempre ha sabido lo que pienso. Cuando éramos niños nunca tuve que decirle cuando estaba enojada. Él lo sabía y trataba de arreglarlo antes de que Sawyer tuviera idea de que mis sentimientos habían sido heridos. No se movió, en vez de eso miró cómo ponía un pie frente a otro, deseando más que nada en el mundo no tener que hacer esto. Sólo por esta vez quería ser egoísta y tomar lo que quería. Olvidarme de las repercusiones y tirarme a los brazos de Beau. Quería decirle que lo amaba. Quería besar su cara justo aquí para que todo el mundo que tuviera su nariz presionada contra la ventana pudiera verlo. Quería reclamar a Beau como mío, pero no podía hacer ninguna de esas cosas. Nuestro cuento de hadas nunca funcionaría. Él perdería a Sawyer. El pueblo lo odiaría en vez de sólo murmurar que salió igual que su padre, mi padre nunca lo aceptaría, probablemente sería encerrada en mi cuarto o mandada a una escuela de puras mujeres. Nadie permitiría esto. No puedo dejar que Beau sepa las razones, él es más valiente que yo, pelearía por mí, perdería lo poco que tiene en este estúpido pueblo por mí y para nada. Mis padres nunca lo permitirían, tengo que dejarlo ir. Lo que yo quería no era importante. El futuro de Beau sí lo era. —Algo me dice que este no es el tipo de visita que esperaba cuando vi ese pequeño carro blanco venir. —Su voz se escuchaba apretada. Yo estaba evitando que las lágrimas que me picaban en los ojos rodaran por mis mejillas. Tenía que hacer esto, era lo mejor, lo mejor para Beau. —Hoy regresa a casa —dije, a través del espesor de mi garganta. Beau retrocedió y me hizo un ademan para que entrara. Bajé la mirada y entré al tráiler por segunda y última vez. Nunca podría volver, no con Sawyer. Nunca podría olvidar el desayuno que tuvimos en la mesa de la cocina. Las risas y la forma en que su mandíbula se movía al masticar. Estaba fascinada con su forma de comer esa mañana.

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The Enchanted Library La puerta se cerró detrás de mí y me quedé viendo a la mesa vacía. Una caja de cereal abierta y un tazón vacío estaban en ella. El brazo de Beau se deslizo por mi cintura, sabía que tenía que retroceder pero no podía. Esto era mi hogar. Estar en sus brazos, así era como encontraba paz. Saber que esta sería la última vez que el me tocaría así, hizo el momento agridulce. Inhalé profundamente su olor empapándome de él. Su calor, la sensación de sus manos contra mi estomago. —Sabíamos que este día vendría. Sólo es más pronto de lo que pensaba. He estado pensando sobre esto y quiero que me dejes hablar con él. Creo que puedo. —No —dije deteniéndolo. Tenía que decir algo antes de que él dijera más. Sus planes no tenían sentido. No había nada que planear. Me dio vuelta para que lo viera a la cara y después metió las manos en mi cabello. Mire sin poder hacer nada como descendían sus labios hasta tocar los míos. Sabía que lo tenía que detener pero todo lo que podía hacer era besarlo ávidamente. El suave gemido de su pecho hizo mis rodillas temblar. Apretando mis ojos me retiré. —No puedo está contigo Beau. No abrí mis ojos. Sabía que si lo miraba mientras decía lo que tenía que decir me moriría. Él no dijo nada ni se acerco a tocarme. Sabía que estaba esperando a que terminara. Tome un respiro tambaleante. —Amo a Sawyer. No puedo herirlo, lo siento. Había mucho más que quería decir. Tantas cosas que había practicado en el camino, pero el nudo en mi garganta estaba luchando contra mí. —Ok —respondió en un susurro. Lentamente levanté mi cabeza y abrí los ojos para verlo a la cara, —ok— no era exactamente lo que esperaba de él. Se me cortó la respiración mientras miraba su expresión, no se veía herido, ni siquiera parecía molesto. En vez de eso él se veía… aburrido. Yo estaba peleando por no echarme a llorar y él estaba completamente inmutado. En vez de sentir alivio mi corazón se hizo añicos. ¿Podría toda esto haber significado tan poco para él? Dijo que me amaba, ¿Por qué mentiría sobre eso? Vi como se sacó el teléfono de la bolsa y comenzó a mensajear a alguien. Quería gritarle para que mostrara alguna emoción, para que me

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The Enchanted Library demostrara que yo le importaba, que esto era duro para él también. Pensé que pelearía por mí. Sus ojos color avellana me miraron. —Necesito hacer una llamada. Si eso es todo lo que necesitas… —Asintió con la cabeza hacia la puerta como pidiéndome que me fuera. Aturdida pasé frente a él sin decir nada. Ni siquiera dijo adiós. 86

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Traducido por Priscila Gama (page92) Corregido por LadyPandora BEAU Al momento que escuché el coche de Ash girar, tiré el teléfono contra la pared. Cayó al piso hecho pedazos. Sabía cómo se sentía, destrozado, roto. Estaba seguro de que ella me amaba, aunque nunca hubiera pronunciado las palabras, estaba tan malditamente seguro que me quería y no a mi perfecto y pulido primo. Nunca antes en mi vida había odiado a Sawyer, pero en este momento, lo odiaba. Lo odiaba por tenerla. Lo odiaba por controlarla. Lo odiaba porque él tenía su amor. Un rugido llenó la habitación y apenas reconocí que el gruñido de enojo salió de mi boca. No sería capaz de quedarme aquí, ¿Como los miraría? ¿Cómo podría ir a la escuela y verlo tocándola? Abrazándola. ¡Oh dios, besando su boca! ¿A ella le importaría que me acabara de destruir? ¿Había sido esto sólo un juego para ella? ¿Pasar el tiempo con el chico malo mientras el príncipe azul no estaba? —Maldita Ash. Mi destrozado teléfono empezó a sonar. Asustado de que fuera ella, de que pudiera haber cambiado de opinión corrí hacia él y recogí la batería poniéndola en su lugar mientras presionaba varias veces el botón de aceptar antes de que funcionara. La pantalla estaba negra. —¿Hola? —¿Adivina quién regresó antes y está listo para poner tu flojo trasero a levantar pesas mañana por la mañana? —La alegre voz de Sawyer venía del otro lado de la línea y yo luchaba contra el instinto de tirar el teléfono a la pared. ¿Qué le digo? ¿Cómo actuó feliz de que este en casa? —¿Beau? ¿Estás ahí? —Sí, estoy aquí. —¿Qué le pasa a todo mundo? ¿Alguien puede reaccionar feliz de que vuelva antes a casa?

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The Enchanted Library Un manipulador rayo de esperanza trataba de pasar a mis pensamientos, seguramente no hablaba de Ashton. —Estoy seguro que tu… Ash está feliz de que regreses —dije, me pregunte si él habría escuchado que me detuve al admitir llamarla su novia. No estaba listo para aceptar esto. Dejó escapar un suspiro de frustración. —No, ella se oía distraída. Apenas me enteré de lo de su abuela. Hombre, odio no haber estado aquí. Creo que está molesta por eso y yo siendo egoísta deseando que actuara contenta por verme. ¿La has visto? ¿Le está yendo bien? Tenía que ser cuidadoso, ella hizo su elección. Eso no significa que no pueda hacerla cambiar de opinión, pero tengo que ser cuidadoso. Tengo que protegerla. —No está molesta, hemos tropezado algunas veces. Nos ayudó a Nicole y a mí cuando habíamos bebido mucho, nos llevó a casa. También anoche fui a la iglesia para dar el pésame. Recuerdo a su abuela, ella fue buena conmigo. Sawyer suspiró. —Gracias hombre, te agradezco que fueras. Sé que significa mucho para Ash. Le di un puñetazo a la pared, no necesitaba que me lo agradeciera. No lo había hecho por él. —Bueno, entonces te veo en el funeral. No, no estaba listo para verlos juntos. Ver a Sawyer tocándola me enojaría ciegamente en el funeral de su abuela. —Tengo cosas que hacer. Anoche fui pero ahora que estas aquí mi trabajo está hecho. —De acuerdo, bueno, gracias de nuevo. No estoy bromeando acerca del salón de pesas mañana. Tengo que poner tu panza cervecera en forma. —Seguro, te veo luego. Dejé caer las piezas del teléfono en la mesa de la cocina. Necesitaba hacer un plan, pensar en esto. ¿Lo he arruinado dejándola ir? ¿Quería ella que la detuviera? Ashton Gray me volvería loco.

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ASHTON —¿De verdad le dijiste a Sawyer que era bienvenido a cenar con nosotros? Papá estaba parado en la puerta de mí habitación. Regresé del funeral y fui directamente a bañarme para poder llorar en privado. Una vez que el agua se enfrió, sequé mis lágrimas y me esforcé en controlarme. ¿Qué es lo que mi abuela me diría que hiciera? ¿Diría que siguiera mi corazón? ¿O vería lo bueno de mi decisión? Recordé cómo reaccionó Beau a mis palabras. ¿Qué es lo que esperaba que él hiciera? ¿Tumbarse a mis pies llorando? Debería de estar feliz por la manera en que lo manejó. Así no tengo que preocuparme por cargar la culpa de herirlo. —Sí, estará aquí a las seis. Me levanté de la postura reclinada en la que estaba. Papá se veía complacido con mi respuesta. —Has estado muy alejada del mundo estas vacaciones, estoy muy aliviado de que Sawyer esté en casa. Forcé una sonrisa para que papá no viera nada diferente. Se fue, cerrando la puerta detrás. Me recosté en la cama viendo el techo y preguntándome como le daría la cara a Sawyer con la culpa de lo que había hecho. Amo a Sawyer. Mis acciones no hacen parecer que lo haga, pero sí lo amo. El problema es que no estoy enamorada de él. No me había dado cuenta de las diferentes formas de amor que puedes sentir por un chico. Sawyer era todo lo que respetaba, era dulce y cariñoso, nunca tuve que preocuparme por que me dejara o me lastimara, era imposible no amarlo. Desafortunadamente, su novia era una farsa. Se merecía saber la farsa que soy, pero, ¿cómo le explicaría que por él estaba actuando así? Por mis padres, por el maldito pueblo. No le podía decir nada a Sawyer. Los chismes en un pueblo pequeño corren rápido. Mi madre estaría devastada, mi padre estaría furioso, los heriría y ¿por qué? ¿Por un chico que ni siquiera se molestó en contestar cuando terminé con él? Mi corazón se estaba rompiendo y él le estaba escribiendo a alguien. Probablemente a Nicole. Sólo pensar que Beau estuviera con Nicole me daba nauseas. —Oye, deja, yo limpio esto. No has visto a Sawyer en semanas, ve, sé que quieren pasar tiempo juntos. —Este no era papá. Él normalmente quería que nos

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The Enchanted Library quedáramos aquí, en casa o en el porche. Raramente quería que saliéramos a pasar tiempo juntos. Aparentemente estaba más preocupado por Beau de lo que pensaba. Pero antes sí tenía motivos para desconfiar de Beau. Tal vez sea intuición de padres. Sawyer se levantó con su plato y vaso en la mano, siempre un caballero. No solamente limpió su parte de la mesa. También llevó sus platos sucios al fregadero. Samantha Vincent educó muy bien a su hijo. O al menos es lo que decía mamá. —Gracias a los dos, la cena estuvo deliciosa. —Sawyer les sonrió a mis padres y me guiñó un ojo antes de llevar los platos al lavavajillas. Él no era alto como Beau. Nunca antes había puesto atención en eso. Ellos tenían varias similitudes físicas, pero eran muy diferentes. El cabello café oscuro de Sawyer era lo suficientemente largo como para rozar su cuello y rizarse en las puntas. Sus labios no eran tan carnosos como los de Beau pero sus hombros eran más anchos. Ellos siempre bromeaban sobre que él tenía el brazo más fuerte cuando se refería a lanzar balones, pero Beau cuando se trataba de dar golpes. Miré a mi madre quien sonreía tontamente cada vez que Sawyer andaba por aquí. La culpa en mi pecho crecía. Ella nunca sonreiría si Beau estuviera conmigo. —Es tan buen muchacho —dijo ella. Forcé mi sonrisa número cien de la noche y asentí. Sawyer caminó hacia mí y me cogió de la mano. —La traeré de vuelta a casa a las once señor —dijo mirando a mi padre. —Oh, no te preocupes por la hora. Sé que ustedes dos tienen mucho de que hablar. Sawyer parecía tan sorprendido como yo. Si no lo conociera tan bien pensaría que se está tomando las pastillas para la ansiedad de mi madre. En el momento en el que Sawyer cerró la puerta de su camioneta Dodge de un año de antigüedad, tomó mi mano y me acercó a él. No hubo cambios en su forma de manejar. —Dios, te he echado de menos —me susurró, antes de agarrar mi cara y besarme suavemente en la boca. Era tan bueno como recordaba, dulce, gentil y muy cómodo. Me acerqué y metí mis dedos en su espeso cabello y probé algunas de las formas nuevas de besar para ver si sentía lo mismo que Beau me hacía sentir.

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The Enchanted Library Sawyer hizo un sonido que me recordó a un gruñido y puso sus manos en mi cintura para atraerme a él. A pesar de eso, todo se mantuvo… agradable. Finalmente, se hizo para atrás respirando pesadamente y recargó su frente contra la mía. —Eso estuvo, ¡Wow! Sonreí, deseando poder decir lo mismo. —Si me hubiera visto forzado a estar una semana más alejado, me lo hubiera perdido. Amo a mi familia pero estaba teniendo problemas Ashton. La culpa dentro mí se retorció cruelmente. Las lágrimas se asomaron a mis ojos y descansé mi cabeza en su pecho. Era tan bueno. —Ash, algo anda mal. Lo pude ver ahí dentro. Parecías tan triste y tus padres muy diferentes. —Perder a la abuela fue un golpe duro. Un gran choque para todos. Creo que papá tomó algunas pastillas para la ansiedad de mi madre porque estoy de acuerdo que estaba actuando raro. Pero yo sigo tratando de sobrellevarlo. Siento estar tan deprimida y tu ya en casa. Él apretó mi hombro. —Está bien, lo entiendo. Salió del camino y se dirigió a su casa. Nos dirigíamos al hoyo. No tenía que preguntar. Estaba alejado y seguro. Probablemente llamaría a su padre para decirle donde estábamos y que después iríamos para allá, sólo para asegurarse que todo estuviera bien. Estacionarnos por allí no era algo en lo que nos verían. Eso arruinaría su reputación y no podíamos permitir esto. Podía oír el sarcasmo en mis pensamientos así que cerré los ojos para reprenderme. La chica mala no volvería a su jaula sin pelear esta vez. La camioneta nos empujaba alrededor cuando nos dirigimos lentamente a lo largo de la terracería. No había luz en el hoyo, la luz de la camioneta iluminó el sucio suelo y algunos animales salieron corriendo. Una vez que pasamos a través de los arboles, la luz de la luna brillaba en el agua y Sawyer se detuvo. Apagó el motor antes de girarse a mirarme.

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The Enchanted Library —Siento no haber estado aquí Ash. Perder a tu abuela de esa manera debe de ser difícil, ¿Estás enfadada conmigo por no haber estado aquí? Lo que no necesitaba, Sawyer sintiéndose culpable cuando no tenía razón alguna. Eso me hacía sentir como lodo. —Por supuesto que no estoy enfadada contigo. Desearía que regresaras a una novia feliz, no te mereces esto. Él acarició mi rodilla y observé su mano, no era tan grande ni tan bronceada como la de Beau. —Está bien, sé que la vieja Ash regresará cuando el luto haya terminado. Se detuvo y lo miré. Una línea apareció en su frente. Algo lo estaba preocupando. Lo he conocido casi toda mi vida y conozco esa cara. —Algunas de las señoras de la iglesia mencionaron que Beau te agarraba la mano —soltó una risita forzada—. Eso les preocupaba y creían que yo lo tenía que saber. En vez de asustarme me enojé. Estúpidos chismosos. Esto era exactamente lo que pensaba que pasaría. Todo mundo saltaría sobre Sawyer y diría pestes de Beau. Como si Beau necesitara que lo odiaran más de lo que ya lo hacían. Quería gritar de frustración. En vez de eso respiré profundamente y conté hasta diez en mi cabeza. De vez en cuando contar hasta diez calmaba las cosas. Cuando creía que podía responder sin enojo dije lo primero que se me vino a la mente. —Cuando éramos pequeños, Beau y yo estábamos tan unidos como tú y yo. Él se sentó en el porche de mi abuela tantas veces como tú. Él comió sus galletas y jugó uno con mi abuela tantas veces como tú. Ella fue parte de su infancia. Una de las pocas cosas buenas. Sabía que estabas fuera y que yo estaba devastada. Así que fue a la iglesia y me preguntó si ya había ido a verla. Admití que no lo había hecho y que no estaba segura si podría. Entonces él me animo a que fuera a despedirme y dijo que iría conmigo. Me imagino que vio el miedo en mis ojos y me tomó de la mano. Después caminamos juntos al frente de la iglesia. Entonces él se apartó y me dejó decir el último adiós a mi abuela. Después me tomó de la mano y salimos de la iglesia porque él cómo tu, sabe cuando estoy a punto de perder el control. Y conoce tan bien a la niña que llevo dentro, que sabía que no quería romperme allí para que todo mundo anduviera a mi alrededor.

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The Enchanted Library Nos sentamos en silencio por unos momentos. Yo escuché el enojo en mi voz. No hay duda de que el también. —Recuérdame agradecerle por estar allí con mi novia. Le debo una. Ya era hora de que vosotros os dierais cuenta de que erais los mejores amigos de toda la vida. Siempre me sentí culpable de que hubiera terminado. Después siguió diciendo lo culpable que se sentía. Yo sólo quería ir a casa y meterme bajo las sábanas. Eso era mucho para manejar por ahora. La culpa, el enojo, la frustración, el dolor, todo eso me volvería loca.

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Traducido por Priscila Gama (page92) Corregido por Juli_Arg Caminamos hacia la fogata. Decidí no contarle a Sawyer sobre el estúpido episodio de borrachera de Ryan. Ya pasó y aparte no fue tan malo. Por supuesto que Ryan tocándome fue asqueroso, pero termine el día jugando billar con Beau. El recuerdo de él sonriéndome mientras yo tiraba, me causa un dolor en el corazón. Lo extraño mucho. Mientras caminábamos al claro, varias personas nos detuvieron para darle la bienvenida a Sawyer. Todos querían hablar de fútbol. Yo sonreía mientras esperaba pacientemente ver a Beau entre la multitud. No lo había visto desde que salí de su tráiler sin un adiós. Todas las noches desde ese día duermo sosteniendo mi teléfono para ver si me llama o al menos me manda un mensaje. Pero no lo ha hecho. La idea de que las cosas vuelvan a ser como antes me asusta. No puedo estar con él como quiero pero no lo quiero perder para siempre. Mi enojo por la forma en la que me había despedido ya había disminuido. Ahora sólo quería verlo. Hablar con él. Que me sonriera. —Ven, vi a Beau y a Nicole por allá —dijo Sawyer mientras ponía su mano en mi espalda y me llevó a un pequeño grupo de jugadores de fútbol y sus novias. Ellos estaban sentados en las puertas traseras de algunas camionetas y en unas viejas llantas de tractor que habían traído aquí años antes para sentarse. Una pequeña fogata ardía en medio haciéndolos ver cálidos. —Sawyer. El hombre ha vuelto —dijo Ethan Payne sonriendo sentado en la caja de su camioneta. Brooke Milry se acurruco contra él y agito sus dedos con uñas color neón, para saludarnos. Ellos terminaron la primavera pasada pero al parecer ya regresaron o están en eso. Las piernas de ella estaban sobre el regazo del él, mientras su mano estaba metida entre los muslos de ella. —Habla con nosotros. Cuéntanos cómo nos vas a poner en forma. Toby Horn quien juega en la esquina trasera, porque intercepto un pase en el campeonato estatal el año pasado al evadir a dos tacleadores y hacer un

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The Enchanted Library touchdown que nos dio la victoria. Después de ese juego su estatus social se elevo. Lo que explica porque la capitana de las porristas, Kayla Jenkiss está sentada en su regazo. Ella estaba empeñada a conseguir la atención de Beau el año pasado. Aparentemente se rindió. —Yo no soy el que nos hizo ganar el juego estatal el año pasado —le recordó Sawyer mientras me atraía hacia él cuando se recargaba en la camioneta. —Creo que tienes razón. Deberíamos asegurarnos de que el entrenador le dé más recepciones a nuestro receptor estrella de la esquina —dijo Ethan. —Estoy de acuerdo —respondió Sawyer. Siguieron hablando de fútbol pero yo no podía poner atención. Beau estaba directamente frente a mí, no verlo me estaba costando toda mi fuerza de voluntad. Yo sonreía y trataba de no parecer fría, a pesar de que no me sintiera a gusto con la mano de Sawyer en mi cintura. Sawyer se inclino y me besó casualmente en la sien mientras hablaba. Escuché algo sobre un bombardeo y sobre más tiempo para la práctica, pero toda mi concentración estaba en no mirar a Beau. —Tierra a Ashton. —La voz de Kayla interrumpió mis pensamientos, levanté la cabeza rápidamente en su dirección. Parecía que esperaba una respuesta. —Um, lo siento no te escuché —dije, sintiendo que se me sonrojaba el cuello. Ella se rio mientras enredaba un mechón de cabello en su dedo. —Te pregunte si quieres ser una chica con espíritu este año. Tal vez este año nuestro quarterback sí acepte a una chica con espíritu si te puede escoger a ti. Una chica con espíritu es una chica que las porristas agregan a su club, de manera que cada jugador tenga una chica que le haga regalitos el día del partido. También de manera extra oficial las chicas con espíritu les ayudan con sus tareas, les piden una pizza para el lunch y a veces también masajes y otras cosas. El quipo principal siempre escoge a su chica con espíritu y los demás participan en una rifa para obtener la suya. —Um, sí, claro —respondí. Sawyer se rio entre dientes. —Entonces Ash es mía.

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The Enchanted Library Kayla le sonrió, pero parecía más molesta que emocionada. —Le estamos asignando dos muchachos a cada chica este año. Así que tendrás a otro chico que cuidar este año. Los chicos todavía no eligen pero no creo que alguien te elija porque ya eres de Sawyer. Vas a tener que elegir un nombre. Nicole se rio y yo inmediatamente me tense esperando su comentario hiriente. Sin pensarlo mire en su dirección y me arrepentí de inmediato. Beau estaba sentado en el suelo, recargado en la llanta de un tractor, con las piernas flexionadas y abiertas. En medio de sus piernas vestidas con jeans estaba sentada Nicole. Quien tenía una mano alrededor del cuello de él y la otra en su rodilla. Hubiera sido mejor que ella me diera un golpe en el estomago. Tal vez golpearme algunas veces. En el momento el dolor seria una bienvenida distracción para el peso que sentía en el corazón. Los ojos de Beau me miraron, después de todo lo que hemos pasado juntos esperaba que el mostrara una pizca de… oh… no lo sé. Sólo algo. Pero no se veía inmutado por mí en lo absoluto. Era como si esas dos semanas nunca hubieran pasado. Tragué el nudo en mi garganta. —Sabes Ashton, siempre me he preguntado que es lo que haces tan bien para mantener a Sawyer en tan buena forma. Me refiero en que debes estar ocultándonos algún secreto —dijo Nicole arrastrando las palabras pero lo suficientemente alto para que todos la escucharan. Hasta las personas que no estaban en nuestro pequeño círculo. Se me revolvió el estomago. Espero no enfermarme. —No es una cosa Nic, ellas es perfecta en todo lo que hace. —La voz de Sawyer sonó calmada y amigable como siempre. Nicole gruño: —Lo dudo, sólo has olvidado lo que se siente un buen momento. Sawyer se tensó, sus brazos me apretaron como si me protegiera. Siempre me he preguntado lo que hicieron Sawyer y Nicole en 7° grado. A veces me ponía celosa cuando ella lo veía como si lo conociera de una manera que yo no. Pero el había sido tan cuidadoso conmigo de no hacer otra cosa mas que besarnos que creí que era tan casto como yo lo era. “Era” es la parte importante aquí. —Cállate Nicole. —Las palabras no fueron de Sawyer. La profunda voz de Beau dio una orden. Nicole se rio y sacudió sus pechos hacia Sawyer.

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The Enchanted Library —Te acuerdas de toda la diversión, verdad Saw. Nos divertimos mucho —soltó ella. —Diablos Nicole, cierra la boca —gruñó Beau enojado. Yo debería estar enojada porque mi novio no era tan inexperto como yo pensaba. El hecho de que no fuera capaz de mantener sus manos alejadas de Nicole y que no tuviera problema en no tocarme a mi, debería de molestarme. Pero no lo hace. Todo lo que sentía era alivio, de ver que Beau había empujado a Nicole. —¿Cuál es el problema? ¿No te gusta escuchar como tu primo me tuvo primero? Hmmm… no seas celoso bebé. Eres el único que va a entrar en mis pantalones esta noche. —Nicole trató de ronronear pero, sonó más como un gemido. Sawyer se movió de atrás de mí y me jaló del brazo. Sentí los ojos de Beau en mí y le regrese la mirada. En ese momento vi al Beau que pensaba que estaba enamorado de mí. Sus ojos decían que estaba arrepentido en el momento que empujaba a Nicole. No me perdió de vista cuando Sawyer me llevaba de la fogata. Había dolor en esa mirada, que me perseguía en sueños. Le di una triste sonrisa antes de voltearme para seguir a mi novio dentro de los arboles. La luz del fuego desapareció así como los ruidos. La luna se escurría por entre las ramas de los arboles dándonos luz suficiente para no tropezarnos con una rama caída. —Ash lo siento —dijo Sawyer, abrazándome contra el una vez que estábamos en su camioneta. —Ella es un vil ser humano y la razón por la que una vez salí con ella no la se, desearía que Beau se deshiciera de ella. Me besó en la coronilla como si fuera un bebe que necesitara de consuelo. Yo no tenia ganas de llorar. Pero quería saber por qué. Por tanto tiempo pensé que el no tenia pecado alguno y que era yo la que necesitaba ser domada pero eso no era verdad. —Sawyer, ¿tuviste sexo con ella? —le pregunté mirándolo directamente. La culpa en su rostro respondió mi pregunta. Él tomó un lado de mi cara con su mano. —Ash eso fue hace mucho tiempo. Ella fue mi primera novia, a pesar de eso ella era muy salvaje para tener trece años. Claro que no tuvimos sexo —dijo él.

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The Enchanted Library —Tú obviamente hiciste algo. Apenas me tocas, eso suena como si hubieras hecho algo más que sólo besarte con Nicole. —Sawyer frunció el seño. Él no esperaba que expresara mis sentimientos. Normalmente no lo contradigo cuando está molesto. Nunca quise agitar sus plumas. Hacerle la vida más sencilla a Sawyer siempre había sido mi mantra. Bueno, la farsa que estaba viviendo se había ido. No más palmaditas en la espalda para él. —Ashton, tomé algunas malas decisiones con Nicole. Ella me empujó a hacer algunas cosas. Me di por vencido. Pero tú, tú eres diferente. Tú eres buena, no se trata de sexo entre nosotros. ¿Como puedes estar enamorado de alguien y no querer tener sexo con esa persona? Éramos humanos. ¡Era un chico adolescente por el amor de Dios! Él tenía hormonas. —¿No estás atraído a mi de esa forma? Digo, sé que no tengo el cuerpo de Nicole y no voy a estar ganando ningún concurso de belleza, pero si me amas entonces pensaría que tener sexo conmigo te atraería. Hace tres semanas no habría tenido el descaro de decir estas cosas. Estar con Beau me ha cambiado mucho. La expresión de Sawyer estaba entre conmoción y confusión. —Ashton yo te respeto. Tú mereces respeto. Eres todo lo que yo siempre he querido en una mujer. Tú no eres sólo una muchacha con la que estoy para llenar el espacio de secundaria. Intento casarme contigo algún día. ¿Casarme con él? ¿Qué? ¿En serio? Oh dios. Él sonrió con mi expresión de conmoción. —Te amo Ashton. Intento mantenerte para siempre. Me atraes mucho. Sólo no quiero que mi futura esposa pierda su virginidad en la caja de una camioneta.

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Traducido por Priscila Gama (page92) Corregido por Juli_Arg El estacionamiento de la escuela estaba casi vacío. Sólo quedaban algunos autos estacionados. Reconocí la camioneta de Sawyer y la de Beau. Ambos debían seguir en la práctica. Me podría haber ido hace una hora a casa. Sawyer estaba en la sala de pesas y no había respondido mi último mensaje. Ir a casa no era algo que pudiera manejar en este momento. Mi tía Caroline y su hija Lana llegaron anoche a casa y se quedarán por tiempo indeterminado. El tío Nolan fue descubierto haciendo cosas que no debía con su secretaria, arriba de la copiadora; y la tía Caroline dejó su casa en Mississippi. Nosotros éramos el —único lugar en que podía pensar— y eso no nos hacia los ganadores de la lotería. Mi tía Caroline le lloraba y contaba a cualquiera que escuchara, lo que encontró haciendo a mi tío. Escucharlo la primera vez fue lo suficientemente fuerte. En realidad yo no quería estar sufriendo con las recapitulaciones. Tener a Lana invadiendo mi espacio personal ya era más que frustrante. Ella era tan educada y fina. Quería gritar o posiblemente estropearle en cabello y abofetearla un poco para que mostrara alguna emoción. Lean ya se fue a la universidad. Sawyer está siempre ocupado con el fútbol y Beau está actuando como si yo no existiera. En ocasiones como estas, cuando me sentía tan sola era cuando corría con mi abue para que ella volviera todo a la normalidad. La vida es tan injusta. —¿Qué tiene de malo tu auto? La voz de Beau me sobresaltó. Di media vuelta y lo vi a unos pies de mí con su casco y hombreras en una mano y con la camiseta que debería tener puesta, en la otra. Dios mío, porque tenía que caminar sin camiseta. Recorrió su mirada de mi carro a mi cara. Arrastre mis pies nerviosamente. No habíamos estado solos en dieciséis, no diecisiete días. —Has estado aquí parada viendo tu carro por cinco minutos. Supongo que algo te está molestando. Las lágrimas me pican los ojos. Estar tan cerca de él y tenerlo mirándome y hablándome directamente era maravilloso e increíblemente doloroso.

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The Enchanted Library —¿Qué pasa Ash? Tragarme el nudo de la garganta no ayudó. Me mordí el labio inferior y me encogí de hombros. Él se quedó callado por un momento. Podía ver la indecisión en su cara. Finalmente tomo mi mochila y toco mi cintura. —Ven conmigo. Tú hablas y yo escucho. No discutí. Quería esto. Lo necesitaba. Deje que me guiara a su camioneta y abriera la puerta del copiloto para que pudiera entrar. Primero no hablamos. Yo trabajaba en mantener mis emociones bajo control mientras que él llevaba su camioneta por un camino conocido que conducía a nuestro lugar en la bahía. —¿Me quieres decir que es lo que te enojó? —preguntó él. Me miró por un segundo, pero rápidamente regresó su mirada de nuevo a la carretera. No estaba segura de cómo contestar su pregunta. Muchas cosas estaban mal. Yo estaba con Sawyer, actuando como una persona que no era. Alguien que me di cuenta que ni siquiera me agrada. La escuela había empezado y allí estaba Beau todos los días, en los pasillos, en la cafetería, en mi salón. Podía verlo pero no tocarlo. Eso me estaba matando. Después, claro, allí estaba mi tía Caroline y Lana tomando el último refugio que tenia. Mi casa. Mi habitación. —Vamos Ash, dime que pasa. —Mi tío engañó a mi tía y ahora ella y mi prima se mudaron a mi casa. Lana está todo el tiempo en mi habitación. No tengo privacidad. Mi tía se la pasa llorando y contando la historia de cómo encontró a mi tío. No hay donde esconderse. Sólo quiero salir corriendo al bosque y gritar. Una risita a mi lado me debería haber molestado, tenerlo riéndose de mi predicamento, pero echaba tanto de menos ese sonido, que me hizo sonreír. —La familia puede ser un desastre —dijo, de forma sombría. Me pregunto si se estaba refiriendo a Sawyer. ¿Le importaba que yo estuviera con Sawyer? No lo podía saber. Quería creer que estaba escondiendo sus sentimientos de mí pero me parecía muy poco probable. Él se reía y coqueteaba con cualquier cara bonita de la escuela como siempre lo ha hecho. —Así que te encontré parada, a unos metros de distancia de tu carro, viéndolo como si tuviera dientes y te fuera a morder, porque no querías ir a casa.

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The Enchanted Library Estaba pensando admitir que lo extrañaba, que luchaba contra la urgencia diaria de subirme a mi carro y manejar hasta el bar al que me había llevado a jugar billar, esperando verlo allí. Palmeó el lugar a su lado y yo me deslicé junto a él sin dudarlo. Su mano encontró la mía y la apretó. Por primera vez desde que Sawyer regreso me sentí completa. Estar con Beau me hacía creer que todo estaría bien. Que los problemas que nos mantenían separados no siempre importarían y todo saldría bien. Llegamos a nuestro pedazo de tierra con vistas a la bahía de Mobile. Todo se veía diferente con la luz del sol. Él soltó mi mano y empezaba a alejarme cuando su brazo de deslizó detrás de mí para atraerme. Suspiré y recargué mi cabeza en el hueco de su brazo. Ninguno de los dos habló. Sólo nos sentamos allí a ver como se ponía el sol en el agua. Mis ojos se empezaron a cerrar y sonreí al pensar como todo era más fácil con él allí. —Ash. —El aliento de Beau cosquilleo mi oído. Abrí mis ojos y me llevó un momento darme cuanta dónde estaba. Tallándome los ojos, lentamente me senté. —Me dormí —dije. Beau se rio. —Sí, lo hiciste. —Lo siento, no era mi intención. Beau tomó un mechón de mi cabello para ponerlo detrás de mi oreja y me sonrió con esa sonrisa de lado que siempre hacía que mi corazón revoloteara. —No lo sientas, no puedo pensar haber tenido un mejor momento desde… bueno desde… ¿A que se refería con eso? ¿Desde cuándo? ¿Desde este verano cuando sólo éramos nosotros? ¿Antes de que él me dejara irme de su tráiler sin discutir? —Necesito recuperarte. Sawyer te mandó un mensaje y te llamó varias veces. La última vez que te marcó pensé que ya era hora de despertarte. A pesar de que disfrute tenerte dormida sobre mi.

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The Enchanted Library Mi corazón retumbó contra mi pecho. Escucharlo decirme cosas así me daba esperanzas. Esperanza para qué, no lo se. Fui yo la que decidió que eso no valía la pena. Él me paso mi celular. —Contéstale, esto va a ser difícil de explicar así como está. Leí los dos mensajes que preguntaban dónde estaba. Se veía preocupado en su último mensaje. Mi carro estacionado en la escuela lo preocupaba. El celular de Beau sonó, lo miro y frunció el seño. —Es Sawyer. Tomé su teléfono. —Déjame contestar a mí. Se lo explicaré de todos modos. Además no hicimos nada malo. —Hola. —Ash, ¿donde estas? ¿Por qué contestas el teléfono de Beau? He estado tratando de llamarte. —Lo siento, lo sé, estaba a punto de llamarte, estaba dormida. Beau me encontró en el estacionamiento. No quise ir a casa y encarar todo el drama. Él se ofreció a escucharme y termine por quedarme dormida. Me dejó dormir. Pero me está llevando a mi carro ahora. Sawyer se quedó mudo por un momento. Mire a Beau quien me estaba observando como si fuera un león que presentía el peligro y estuviera preparado para saltar. —De acuerdo, iré a esperarte a tu carro —finalmente respondió. No estaba segura de lo que Sawyer estaba pensando por el tono de su voz. Casi siempre podía adivinar su humor por teléfono. —Entonces te veré en un ratito —dije y le devolví el teléfono a Beau. Él lo cerró y asintió en dirección al lado del copiloto de su camioneta. —Si el nos va a estar esperando, creo que es mejor que te subas. No estoy seguro de que será muy comprensivo.

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The Enchanted Library Beau encendió la camioneta y se dirigió al pueblo. De mala gana me deslice hasta el otro extremo de la camioneta. Lejos de su calor. —Beau…gracias. Lo necesitaba. Te… necesitaba. Dejó escapar un profundo suspiro y agito la cabeza. —Decirme cosas como esas, hacen esto más duro para mí. Siempre estaré aquí para ti. Pero no me digas que me necesitas. —Pero no lo puedo evitar, te necesito. —Demonios Ash, no puedo escuchar eso, no puedo pensar en eso. Puedo manejar negarme lo que necesito. Lo que quiero. Pero no te lo puedo negar a ti. —Tú quieres mucho a Sawyer. Él es como tu hermano. ¿Podrías herirlo de esa manera? ¿Podrías perderlo por una chica? No sé si pueda dejarte que lo hagas. Un día me vas a reclamar por interponerme entre ustedes dos. Nunca serías capaz de amarme. Siempre sería un recordatorio de cómo perdiste a Sawyer. Recargué mi cabeza en el respaldo y cerré los ojos. Había tantas razones por las que nunca tendría a Beau. Y cada vez que mencionaba una, hacía una herida más en mi corazón. —Tienes razón —dijo con un ronco susurro. Escuchar que él estaba de acuerdo era como si enterrara una espada en mi pecho. Retuve un sollozo y giré mi cabeza al lado contrario. Ninguno de los dos habló otra vez. Cuando se estacionó a un lado de mi carro, Sawyer estaba al lado del pasajero de la camioneta de Beau, inmediatamente abriendo la puerta y alcanzándome. —Lo siento nena. He estado tan concentrado en el fútbol que te he ignorado. Acabas de perder a tu abuela y tus parientes han invadido tu casa. Me atrajo a sus brazos y yo dejé que me abrazara. En esos momentos mi pecho dolía tanto que necesitaba a alguien que me mantuviera unida. Incluso si ese alguien no era Beau. —Gracias Beau, tú estuviste allí para ella cuando yo no estaba. Te debo una —dijo Sawyer, por arriba de mi cabeza.

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The Enchanted Library No miré a Beau. Mantuve mi cara enterrada en el pecho de Sawyer. —De nada —respondió él. Sawyer cerró la puerta de la camioneta y escuché como las llantas pasaban por la grava. El sonido de Beau dejándome aquí con Sawyer. —Vuelve a casa conmigo. Estoy haciendo una parrillada con mi papá esta noche y mis padres estarán encantados de tenerte allí —dijo Sawyer, alejándome para mirarme a la cara. No podía decir que no. No quería decir que no. Ir a casa significaba más Lana y más tía Caroline. —Claro.

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Traducido por Gianna d´vampyre Corregido por Liss.Briel BEAU —Hola, Beau. Di vuelta y vi a Kayla pasar por mi lado con un portapapeles en las manos. Los pasillos estaban llenos, todos deteniéndose en sus casilleros entre clases, ese era el momento para que Kayla me cazara con una pregunta, era imposible escaparme de ella con esta multitud, me sonrió coqueta y se lamió los labios, Kayla era sólo lo suficientemente valiente como para hablarme cuando Nicole no estaba cerca. —Kayla —contesté y seguí caminando, forzándola a trotar un poco para poder seguirme el paso, normalmente el portapapeles y Kayla significaban que la líder de las porristas trataría de meterte en algo. —No has escogido a tu chica con espíritu. Ese comentario ni siquiera merecía respuesta, nunca escojo una, alguien siempre termina poniéndome una, en realidad, había muchas voluntarias dispuestas en mi casillero el día del juego rogando satisfacer mis necesidades. —Puedo poner tu nombre en el saco, para que una de las chicas saque tu nombre o puedes escoger, el resto del primer equipo ya ha escogido, la mayoría de las chicas tienen dos chicos y si quieres alguna de las que ya están escogidas tienes que reclamarla ahora. De nuevo, no había razón para responder. —Bueno aquí está la lista de las mejores o más populares que todavía quedan disponibles: Heather Kerr, Blair, Heidi, Noel, Heather Long y Amy… Ashton se detuvo frente a su casillero, tratando que no se notara si estaba escuchando, podía ver que me observaba por el rabillo del ojo, lo que atrajo mi atención. El dolor que había tomado como hogar mi pecho por estos días, apretó, recordándome por qué estaba ahí, ¿alguna vez desaparecería este sentimiento? ¿Cuánto tiempo dolería tanto verla?

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The Enchanted Library —Ah y por supuesto, Ashton —finalmente el tono alegre de Kayla dijo la palabra que yo no podía ahogar. —¿Qué con Ashton? —contesté apartando la mirada y bajándola a Kayla. —Ella sigue disponible, nadie la escogió excepto Sawyer, claro. No creo que nadie lo haga, porque no obtendrán ningún trato especial de ella, todo el que puede dar, se lo dará a Sawyer. —La quiero.

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—¿Tú? ¿Enserio? —Sí. —Pero sabes que Noel tiene algo para ti y puedo prometerte que ella aplacará todas tus necesidades —empezó a decir Kayla. —Quiero a Ashton —repetí mirándola molesto antes de girar y salir al campo. Pedir a Ashton, podría ser abrirme a más dolor, pero la idea ella haciendo cosas por Sawyer era suficiente para volverme loco. La idea de tenerla haciendo galletas para algún otro, decorando su casillero y haciéndole tarjetas, me puso furioso. Además, no me estaba yendo muy bien en Química y necesitaba tutorías, de esas en las que el novio no está invitado. —Ese fue un pase increíble —dijo Sawyer, mientras recogíamos nuestros cascos y nos tirábamos a las líneas laterales antes de correr a velocidad, no lo vi cuando pasé de la yarda 50 para agarrar los guantes que me había quitado antes. —Estaba un poco más atento hoy —contesté, trotando para agarrar los guantes, Sawyer me siguió, necesitaba algo de distancia de él, su afecto hacia Ashton me alejaba, claro que él no lo sabía. —Empezaba a preocuparme por ti, las últimas prácticas parecías un poco distante, pero hoy te encuentras en tu punto óptimo. Una semana atrás, su comentario me habría hecho sentir culpable, pero tenerlo besando y tocando a Ashton a diario, había hecho que mi culpabilidad fuera remplazara por rabia, ¿por qué él siempre obtenía todo? Toda nuestra vida lo ha tenido todo pero nunca me importó, nunca quise o le pedí nada, ahora el tiene lo único que deseo más que el aire y ni siquiera la conoce, la chica de la que él está enamorado ni siquiera existe.

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The Enchanted Library —Supongo que me oxidé este verano —murmuré. —Bueno, estás de vuelta, te veías genial ahí adentro —sonrió Sawyer. Su teléfono sonó y me forcé a mirar hacia otro lado mientras checaba el mensaje, odiaba saber que probablemente fuera Ashton mandándole un mensaje, odiaba cómo deseaba saber lo que ella le decía, ¿acaso le decía que lo amaba? ¿Le estaba pidiendo encontrarse en su casa? ¿Haría ella esos sonidos sexys? ¡DETENTE! Tenía que dejar de pensar en ellos como pareja. —Oye Beau, tu y Ashton se hicieron más cercanos este verano, digo, ella descargó todo el estrés contigo y ya no tiene ese gesto de desagrado cuando te mencionó, lo cual es algo bueno, estoy contento de que las dos personas que más significan para mí, recuerden que fueron amigos alguna vez. ¿Cómo responder a esto? Sólo asentí. —Oye, ¿me harías un favor? Digo, si tú y Nic no tienen nada que hacer en la noche, es que le dije a Ashton que la llevaría por algo de cenar y quizá al cine, ya sabes alejarla un poco de los familiares locos, pero papá me acaba de enviar un mensaje, necesita que vaya con él a ver a un amigo que estará en la ciudad en la tarde y tiene conexiones en el departamento de atletismo de la universidad, es importante para papá, ha trabajado muy duro para arreglar este encuentro, pero no quiero dejar plantada a Ashton, ¿podrías llevarla tú? Si no tienes ningún plan con Nic, porque ambos sabemos cómo se siente con Nic y no quiero meterla en una situación incómoda. ¿Realmente acababa de pedirme que invite a Ashton a salir esta noche? ¿Está loco? No la merece, cualquier tipo que la deje plantada por algo que su papi quiere no debería de poder tenerla. —Seguro —contesté, escuchando el tono cortado de mi voz, mi estúpido primo no tenía idea de lo que me estaba pidiendo, me estaba encaminando al infierno, quizás disfrutara el camino. —Genial, gracias viejo, su lugar favorito es Seafood Shack, encuéntranos ahí a las seis, puedo tomar algo y pasar unos minutos con ustedes, hasta que tenga que ir con mi papá.

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The Enchanted Library Ella odiaba los camarones fritos de ese lugar y el té dulce siempre sabía amargo, era el lugar favorito de Sawyer y a ella no le daba problemas acordar con él que era el mejor lugar para comer, él no la conocía para nada. —Desde que acordé ayudarte haremos esto a mi manera, odio ese lugar, estoy seguro de hacer a la Princesa Ashton sumergirse en Hanks. Las hamburguesas son mejores que cualquier cosa en Seafood Shack y ella realmente necesita probar su té dulce. Sawyer frunció el ceño pero luego asintió. —Ok, Ash es agradable, seguro estará bien Hanks. No la he llevado ahí más que un par de veces pero pienso que tal vez ella esté de acuerdo contigo en lo de las hamburguesas la recuerdo preparándose una. Con tocino, queso y pan tostado, incluso hace unos pequeños sonidos de placer cuando se come una, una de las tantas cosas que no puedo creer que él no sepa de ella.

El familiar olor a grasa y hamburguesas me recibió en la puerta cuando entre en Hanks. Las tablas de fórmica rojas ya estaban llenas, asentí a Hank, pasé el grill y regresé. Había cabinas asiladas atrás, no quería que todo el lugar se percatara de cada movimiento nuestro, si iba a tener a Ashton para mí, quería disfrutarla sin una audiencia. Fui adelante y ordené el té de Ash y el queso derretido que ama, cuando Sawyer me envío mensaje de que estaban en camino, me sorprendí, aunque accedí a esto, no creí que Ash lo haría, el hecho de que aceptara me puso de muy buen humor.

ASHTON —Ahí está, en el fondo —dijo Sawyer, tomando mi mano y guiándome hacia la parte trasera de Hanks, mi corazón se aceleró con el pensamiento de estar sola ahí con Beau. —Oye viejo, siento que llegáramos tarde. Tuve que pasar a dejar flores al asilo — explicó Sawyer y me animó a adelantarme, me deslicé hacia la pared y él a lado mío, Beau deslizo un vaso de té dulce hacia mí.

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The Enchanted Library —No tengo mucho aquí, fui y pedí lo mío y lo de Ash, pero no ordené para ti, no estaba seguro de qué querrías —dijo Beau. Mi dip de queso favorito estaba frente a él y lo movió hacia mí. —Anda, sírvete, he comido todo el que quise. Mis mejillas se calentaron al recordar la ultima vez que compartimos un dip de queso, había sido en el camino de regreso a casa de nuestro día en la playa. —Estoy bien pero gracias, sólo tengo unos minutos porque tengo que ir con papá —dijo Sawyer. Beau me miró brevemente y luego a Sawyer. —Buena suerte en tu reunión. —Gracias, estoy molesto, odio tener que dejar así a mi chica pero esto podría ser muy importante para mi futuro, aprecio que salgas con ella esta noche. —Bueno, me debes una, en realidad, me debes varias, también tome a Ash como mi chica con espíritu hoy, alguien más iba a hacerlo y supuse que no querrías eso. El sonaba como si le estuviera haciendo a Sawyer un gran favor, no era una niña que necesitara que la cuidaran, no vine porque no soportara estar en casa, vine porque quería estar con Beau. —Dime cuando quieras cobrar los favores y gracias por escoger a Ash, se que podrías haber escogido a alguien más que te hiciera feliz pero aprecio tenerte de respaldo. —Sawyer sonó como si fuera un gran sacrificio para Beau salir conmigo y tenerme como chica. —Me aseguraré de pedirlos, cuando los necesite —dijo Beau con una sonrisa en la cara y de pronto sentía ganas de bofetearlo. —Bueno, tengo que irme —dijo Sawyer, inclinándose para besarme y volteé la cara para ver la pared detrás, haciendo que su beso aterrizara en mi mejilla. —Trataré de no ser muy difícil para ti, primo —dije con una inconfundible molestia que laceraba mi voz, Sawyer frunció el ceño por mi tono, fingí una sonrisa, que sabía que creería, pareció ser suficiente, asintió y se fue. Esperé hasta que la puerta se cerró para voltear a ver a Beau.

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The Enchanted Library —No soy una niña que necesita aplacarse, puedo cuidar de mi misma, tan pronto como deje el estacionamiento, me iré caminando a casa. Beau estaba sentado ahí viéndome como si le acabara de decir que se había ganado un millón de dólares. —Dios, como extrañaba eso —dijo. —¿Qué? —Ver a tu yo real, casi se desata justo enfrente de él, pude ver la confusión en su cara cuando dejaste salir ese rugido sexy en tu voz, ¡demonios, fue sexy! Me senté, mirándolo totalmente confundida, ¿me había hecho enojar a propósito? —¿Estás diciendo que estabas probándome? ¿Trataste de hacerme enojar frente a él? —pregunté tratando de controlar mi temperamento. —Huy, ahí viene de nuevo pero esta vez el Sr. Perfecto no está aquí, así que voy a ver toda la fuerza. Las lágrimas asomaban en mis ojos, imaginé esta noche tan diferente, quedándome sola con Beau, con Sawyer sabiéndolo y que le pareciera bien, sonaba como un sueño hecho realidad. En lugar de eso Beau había decidido tratarme como una clase de show a disfrutar. —No estoy aquí con el propósito de entretenerte, Beau. Accedí a esto porque tontamente quería pasar la tarde contigo, te extraño y creí… creí que habías accedido porque tú también me extrañabas. Un nudo se formó en mi garganta, agarré mi bolsa, necesitaba salir de ahí antes de que quedara como una idiota y empezara a llorar, era una débil emocional, no podía soportar que Beau me lastimara, era demasiado. —Ash, espera —sus palabras me detuvieron pero no mire atrás, hubiera vacilado y me hubiera abierto a salir más lastimada, me apresuré hacia la puerta.

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Traducido por Lyricalgirl. Corregido por Eneritz Mi casa estaba a siete millas y caminar muy lejos en la oscuridad no hubiera sido muy inteligente. Además, Beau inmediatamente me hubiera encontrado y manejado al lado mío tratando de que me metiera en su estúpida camioneta. Giré y corrí abajo por el estrecho camino pavimentado que guiaba hacia la escuela. Las luces de la calle iluminaban el camino bordeado de árboles lo suficiente para evitar que fuera espeluznante. Estaba a menos de una milla de Hanks, podía ir a sentarme en las gradas del campo de fútbol y hacer que Sawyer me pasara a buscar cuando hubiera terminado. Mi teléfono sonó y observé el mensaje. “Ash l siento. X favor dime dnd estás.” Cliqueé ignorar y seguí caminando por el campo de fútbol. Justo antes de llegar a la puerta de entrada, los faros delanteros de un auto iluminaron la oscuridad detrás de mí. No paré de caminar. Si era Beau y estaba bastante segura de que lo era, necesitaba alejarme de él. Quería llorar y no quería hacerlo con él cerca, mirando. La puerta de su camioneta se cerró de un golpe y escuché sus pies corriendo por el suelo. Nunca sería capaz de superar su velocidad pero podía intentarlo. —Ash lo siento. Sus brazos me rodearon antes de que pudiera echarme a correr. —Beau, déjame ir. Quiero estar sola. Llamaré a Sawyer. Él puede buscarme luego y llevarme a casa. —No —contestó. —No era una pregunta a la que le pudieras decir sí o no. Era una demanda. Ahora vete.

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The Enchanted Library —Ash, tienes que escucharme. No quería decir nada de lo que dije. Sólo estaba tratando de ver el fuego detrás de tus ojos. Lo extrañaba y egoístamente te azoté, sabiendo que te enojarías. Estaba equivocado y lo siento muchísimo. Por favor. Él enterró su cabeza en el recodo de mi cuello e inspiró profundamente. Si hubiera tenido alguna intención de seguir enojada con él esta salió volando por la ventana cuando hizo algo tan vulnerable como acariciar mi cuello con su nariz. —¿Así que no consideras esto como un trabajo de niñera en el cual Sawyer te debe una? —le pregunté, en un tono mucho más suave del que había estado usando. —Dios no, ya lo sabes —me respondió sin dejar de acariciar mi cuello con su nariz. Él enredó sus dedos con los míos. —¿Y pedirme como tu chica con espíritu no fue un gran favor que le hiciste a Sawyer? Porque puedo negarme a hacerlo y puedes pedírselo a alguien más. Se quedó quieto y luego hizo un camino de besos desde mi cuello hasta mi oreja. —El pensar en ti haciendo cosas por Sawyer el día del juego es lo suficientemente malo. No puedo imaginarte haciendo galletitas para otro chico, decorando su casillero ni dándole un beso en la mejilla durante un encuentro de motivación. La única chica con espíritu que quiero es a ti. Me di la vuelta en sus brazos y lo miré fijamente. —Ahora mismo no estoy muy fuerte emocionalmente. Con todo lo que está pasando en casa y luego el ir a la escuela y verte. —Paré mi explicación. Decirle lo mucho que había odiado ver a Nicole en sus brazos y colgándose de él no era justo. Él acunó mi cara en sus manos. —Soy el imbécil más grande del mundo por no pensar acerca de eso antes de tratarte como lo hice. Lo siento Ash, por favor, perdóname. Me puse de puntillas y lo besé. —Estás perdonado —susurré y di un paso atrás con reluctancia—. Deberíamos irnos —le dije, luego me giré para ir hacia la camioneta.

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The Enchanted Library No me apuré por sentarme a su lado mientras salía del estacionamiento. Bajé la vista hacia su mano y me di cuenta del fuerte agarre que había puesto en el manubrio. Así no era como se suponía que esta iba a ser esta noche. Estaba de nuevo en la camioneta de Beau. Estábamos solos y Sawyer estaba de acuerdo con ello. Suspiré y volteé la cabeza para mirar a través de la ventana y observar los árboles pasar mientras Beau manejaba de vuelta a Hanks. —Estamos aquí. Ya vuelvo —dijo él antes de saltar fuera de la camioneta y entrar. Volvió unos minutos después con una bolsa de comida para llevar en su mano. Observé como volvía a subirse a la camioneta y me daba su sonrisa torcida. —Hamburguesa de queso con tocino entre pan tostado —explicó mientras me la daba. —Gracias —respondí, sintiendo que mi corazón se hinchaba por el simple hecho de que recordaba qué me gustaba comer aquí. —No podía dejar que fueras a casa esta noche sin haberte alimentado. Especialmente luego de asegurarme de que fuéramos a comer a algún lugar que de verdad te gustara. No te salvé de Shrimp Shack por nada. Así que esa era la razón por la que Sawyer había cambiado de lugar. Sonreí y abrí la bolsa. —Bueno, todavía me debes tu compañía mientras como. El arqueó las cejas. —Realmente… ¿piensas eso? —Definitivamente. Me siento defraudada si me obligan a comer sola. Él asintió y volteó su camioneta hacia las afueras de la ciudad, parecía que íbamos a terminar nuestra noche con un juego de billar. —Con Sawyer de vuelta en la ciudad no esperaba verte otra vez entrando aquí con ella —dijo Honey Vincent cuando Beau y yo entramos en el bar. —La estoy entreteniendo por Sawyer, mamá. Déjanos en paz. Sus cejas se elevaron y me miro.

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The Enchanted Library —Así que Sawyer está de acuerdo con que salgas con Beau ¿no? Bueno, caramba. Estaba segura de que tendría un arrebato de los infiernos una vez que se enterara de que ustedes dos andan por la ciudad juntos. —Beau y yo hemos sido amigos por tanto tiempo como lo he sido de Sawyer. Sawyer está contento de que hayamos retomado nuestra amistad —expliqué antes de que Beau pudiera decir algo sarcástico. —Apuesto a que no tiene idea de que estás en un bar con Beau. Si supiera que Beau te trae aquí no estaría muy feliz de que estuvieran paseando. —Quédate fuera de esto, mamá. Estamos aquí para jugar billar. Deje que Beau me llevara lejos de Honey antes de que comenzaran a pelear sobre si Sawyer aprobaría o no que yo estuviera aquí. Estaba casi segura de que estaría en contra pero esto se había convertido en algo de Beau y mío. No estaba dispuesta a dejar esto también. Volví a mirar a Honey mientras Beau me guiaba hacia la mesa de billar. La desaprobación en sus ojos era obvia. Me estudió por unos momentos antes de sacudir la cabeza y voltearse para caminar de vuelta al bar. —Discúlpame por ella. Se había acostumbrado a ti, pero todavía no le agrada la familia de Sawyer y que seas su novia te hace parte de ella. Entendí las palabras no dichas. Porque me había quedado con Sawyer y no había elegido a Beau sobre él, tenía una marca en mi contra. A sus ojos los estaba traicionando a Beau y a ella. —Está bien, lo entiendo —le aseguré y agarré mi palo de billar. —Está bien, Ash, es tiempo de que pateé tu caliente traserito. —En tus sueños compañero —respondí, conociendo lo suficientemente bien que me ganaría. Había mejorado, pero no lo suficiente para ganarle a Beau. Dos juegos después recibí un mensaje de texto de Sawyer. “¿Estas en casa?” Levanté la mirada lentamente para encontrarme con la de Beau. —Es Sawyer y pregunta si estoy en casa. Beau puso su palo arriba y estiró la mano por el mío.

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The Enchanted Library —Dile que te estoy llevando ahora. No quería ir a casa ahora mismo pero no había otra explicación que le pudiera dar a Sawyer. Le respondí el mensaje. “Beau me está llevando a casa ahora.” Beau asintió hacia la puerta.

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—Vamos, tenemos que irnos. Él no extendió su mano para agarrar la mía ni tocó mi espalda de la forma que acostumbraba hacer cuando salíamos de aquí. En cambio, caminó a mi lado sin tocarme ni mirarme. Recibí otro mensaje de texto. “Dile que te lleve a mi casa. Todos están acostados y estoy en la casa de la piscina. Ven a verme. Yo te llevaré a casa.” Eso no era algo que pudiera pedirle a Beau. Había sido maravilloso conmigo esta noche después de nuestra pelea. Pedirle que me dejara en casa de Sawyer era demasiado. Una vez que estuvimos en la camioneta jugueteé con mi teléfono tratando de decidir qué le iba a decir a Sawyer. —¿Qué pasa Ash? ¿Qué te ha dicho para que comiences a morderte el labio inferior? —suspiré y mantuve mis ojos en el teléfono. —Quiere que me lleves a su casa de la piscina. No quiero que lo hagas. Beau detuvo su camioneta en el lado de la ruta y luego se giró para mirarme. —¿Por qué? Lo miré. —Porque sí. —respondí. Beau soltó un gruñido y golpeó sus palmas contra el volante haciéndome saltar.

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The Enchanted Library —No puedo hacer esto, Ash. Me está matando. Tenerte tan cerca y no poder tocarte me está volviendo loco. Eres su Ash. Eres de él. Tomaste tu decisión y entiendo que lo eligieras. No lo tengo en tu contra pero maldición Ash, me duele. Sentía como si mi pecho hubiera sido abierto de un rasguño de nuevo. —Lo siento tanto, Beau. Siento haberte hecho esto. Perdón por todo. Lamento no poder hacerlo mejor. Perdón. —Detente Ash. No tienes porque sentirte arrepentida. Comencé esto y soy el que debe terminarlo. Simplemente no puedo separarme de ti. Me deslicé, aplasté la palanca de cambios y descansé mi cabeza en su hombro. Él puso su brazo a mi alrededor y me presionó contra él. Cerré mis ojos mientras besaba la cima de mi cabeza. Ninguno de nosotros sabía que decir. Nos sentamos en silencio sosteniendo al otro hasta que mi teléfono nos advirtió de que había llegado otro mensaje de texto. Comencé a separarme pero Beau me sostuvo contra su lado e hizo girar la camioneta. —Sólo déjame sostenerte un poquito más —susurró con voz ronca mientras volvía a meterse en la ruta. Cuando estacionamos en la calle de Sawyer, Beau besó mi cabeza una vez más. —Es mejor que te muevas ahora.

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Traducido por Mrs Nobody Corregido por Liss.Briel Lana estaba acostada en el borde de mi cama, hojeando mi álbum de fotos de las últimas vacaciones de verano cuando finalmente llegué a casa. Cerré la puerta de mi cuarto un poco más fuerte de lo necesario para esconder mi frustración porque ella había estado revisando mis cosas de nuevo. Levantó su cabeza rápidamente, sorprendida. Bien, espero haberla asustado y que eso sirva para que deje de examinar mis cosas. —Oh. Eh… Ash al fin estás en casa —contestó cortésmente. Esta chica no era real. Era como si hablara siempre con voz suave y nunca mostrara ninguna emoción. Era como si mi tía Caroline hubiera dado a luz a un maldito robot. Estaba de mal humor y verla entrometerse en mi espacio personal no lo mejoró. —Espero que no te moleste que haya sacado tu álbum de fotos. Nuestras mamás han estado hablando en susurros y me aburrí. Estoy realmente feliz de que ahora estés aquí. Había una sonrisa genuina en su rostro, haciéndome sentir un poco culpable por haberme ofendido con ella. Me refiero a que su papá era un imbécil y su mamá no estaba tratando de reconfortarla. En cambio estaba haciendo que todos en la casa revivieran la experiencia una y otra vez. La compasión por lo que debía estar pasando le ganó a mi mal humor y me senté a su lado. —Lamento haberte dejado aquí con ellos por tanto tiempo. Estuve con Sawyer más de lo que pretendía. —No era exactamente verdad pero eso era todo lo que ella necesitaba saber. Una sonrisa soñadora iluminó su cara y ella volvió su mirada al álbum en su regazo. Lo miré y lo vi abierto en una foto de Sawyer en la playa. Su pecho bronceado estaba brillando con agua y tenía esa sonrisa tonta en su rostro que siempre me recordaba cuando éramos niños. —Eres tan afortunada, Ash. Sawyer tiene que ser el chico más hermoso en el mundo. Me recuerdo deseando poder cambiar de lugar contigo cuando éramos

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The Enchanted Library niñas porque tú jugabas con él y su primo todo el tiempo. Incluso entonces él era tan caballero y apuesto. ¿Caballero y apuesto? ¿Quién usa esas palabras para describir chicos? Mi mamá, tal vez. Sacudí mi cabeza y me dejé caer en la cama. —Él no es perfecto —repliqué, sobresaltándome a mí misma. Por primera vez en mi vida admití que Sawyer Vincent tiene defectos. Lana giró su cabeza para mirarme. Sus cejas castañas se levantaron cuestionándome. —Nadie es perfecto, Lana. Pareció pensarlo un momento y luego volvió a estudiar mi álbum de fotos. —Supongo que es verdad. Antes solía pensar que mi papá era perfecto —dijo lentamente. Mi corazón se retorció un poco por el dolor en su voz. No sabía si quería hablar de ello u olvidarlo. Desde que su mamá habla de eso todo el tiempo supongo que ella querría olvidarlo. —Su otro primo, ¿cuál es su nombre? ¿Bill o Ben? —Beau —dije curiosa sobre qué iba a decir. —Es verdad. Ugh, recuerdo la vez que Beau me esposó a la valla de tela metálica donde el papá de Sawyer tenía sus perros de caza. Estaba aterrorizada de estar tan cerca de la entrada. Me recuerdo pensando que esos perros que gruñían iban a, de alguna manera, morder mi mano a través de la valla. Me reí entre dientes recordando y Lana se giró alrededor de la cama y me frunció el ceño. —No es gracioso. Sabes que tengo este miedo tonto de los perros. Y ese chico malo me hizo cantar 'Soy una tetera pequeña' con todos mis pulmones una y otra vez. Cada vez me decía que cantara más alto si quería que me liberara. Y cuando más alto cantaba, más se enfurecían los perros. Era horrible. —Se detuvo y una suave sonrisa cubrió sus labios borrando el ceño anterior—. Después Sawyer se presentó y le reprochó a Beau y me desesposó. Finalmente apareciste de la nada en ese momento y pusiste una excusa de que necesitabas la ayuda de Beau para algo. Ustedes dos se echaron a correr con sus risas tontas. Sawyer se limitó a sacudir la

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The Enchanted Library cabeza mientras observaba como se marchaban y se disculpó por su primo. Él era tan dulce. Había olvidado esa aventura. Teníamos tantas que era imposible recordarlas todas. Pero escuchar a Lana contándola me hizo reír un montón. Yo había estado escondida detrás de un viejo roble a pocos metros de distancia. Beau me dijo que me quedara fuera de vista en caso de que Sawyer se presentara. Me había tenido que meter el puño en la boca para evitar reírme a carcajadas al oír el sonido de Lana cantando en voz alta y fuera de tono. —Estaba segura de que ustedes dos terminarían juntos. Todavía estás riéndote de mi tormento siete años después. Ustedes dos eran malvados. Levanté mis hombros y le sonreí a Lana. —Si recuerdo correctamente, tú me dijiste que era tan olorosa y apestosa como un viejo pescado y que ningún chico querría casarse conmigo porque apestaba y mi cabello estaba siempre grasoso como un perro sarnoso. Lana se ruborizó y cubrió su boca. Obviamente había olvidado esa parte. —¿Lo hice, no? —contestó, luciendo avergonzada. Asentí con la cabeza y reí de nuevo ante la expresión en su cara. —Sip, lo hiciste. A Beau no le gustó mucho, entonces decidió que haría algo para que pagaras por decirme algo así. Esa es la razón por la que te esposó y te hizo cantar. Lana me dio una sonrisa cómplice. —¿Tú estabas escondida detrás de un árbol y viniste corriendo cuando Sawyer apareció, no? Todo el tiempo que estuve siendo torturada estuviste escuchándome. Me recosté y puse las manos detrás de la cabeza. —Sip, lo oí todo. Una almohada me golpeó la cabeza, asustándome y alcancé la que estaba a mi lado para golpear a mi prima que se reía tontamente. ¿Quién sabía que Lana podía ser tonta?

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The Enchanted Library —¿Chicas? —La voz de mi mamá nos interrumpió y sostuvimos las almohadas en el aire listas para golpearnos la una a la otra. Mamá dudó antes de entrar. Ella había echado su pelo rubio hacia atrás en una cola de caballo y su cara estaba limpia de maquillaje. Podía ver la tensión y preocupación en sus ojos. Este lío con mi tía la agotaba emocionalmente. —Sí mamá —contestó Lana inmediatamente dejando caer su almohada como si hubiera estado haciendo algo terriblemente malo. Mamá nos miró a las dos. Una sonrisa brotó de sus labios cuando se hizo evidente que nos estábamos divirtiendo, no peleando. —Lamento interrumpir la lucha de almohadas —dijo—, pero necesito hablar a solas con Ashton por unos momentos, si no te molesta Lana. Lana inmediatamente asintió y salió apresuradamente hacia la puerta. —Gracias —dijo mamá cuando ella pasó y Lana murmuró algo manteniendo su cabeza baja. Se me ocurrió que Lana pensó que me estaba metiendo en problemas y quise reír. La chica estaba paranoica. Tiré la almohada que tenía en la mano de nuevo en la cama y me senté en la gran silla púrpura que había a mi lado. —¿Qué pasa? —pregunté. Mamá se sentó en el borde de mi cama casi como estaba Lana. Con la espalda derecha y las manos en su regazo. Nunca me había dado cuenta cuan diferente era de mi mamá. —Necesito que me hagas un favor. Realmente es un favor para Lana. Mañana en la noche tu tío Nolan vendrá aquí para hablar de algunas cosas con tu tía Caroline mientras tu padre y yo mediamos. Todos creemos que será mejor si Lana no está aquí para presenciar lo que se dice. Estoy segura de que será fuerte y emocional. Ella ya ha pasado por mucho. No veo ninguna razón para exponerla a este drama. Tu padre y yo queremos protegerla y si pudieras salir con ella mañana en la noche sería perfecto. No la he forzado contigo desde que la escuela empezó de nuevo y estuviste lejos de Sawyer casi todo el verano pero ahora necesito tu ayuda.

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The Enchanted Library Estaba de acuerdo en que de ninguna manera Lana podía estar aquí con los gritos que seguramente saldrían mañana en la reunión. Sin embargo, había planeado ir a la fiesta en el campo con Sawyer. Tal vez llevar a Lana no sería tan malo. Tendría más posibilidades de mirar a escondidas a Beau con Lana alrededor. Podría distanciarme de Sawyer usando mi necesidad de hacer que se sienta cómoda como excusa. —Seguro, no hay problema. La mantendré fuera hasta tarde. Lana volvió a mi cuarto al menos una hora más tarde. La soledad había sido agradable. Había chequeado mis correos y respondido uno de Leann. Después me acosté en mi cama y escuché mis canciones favoritas. Cuando Lana entró silenciosamente a mi cuarto ya estaba en piyama y mechones de su cabello mojado enmarcaban su pálida cara. Siempre envidié su bonito pelo rojo. Podía vivir sin su piel pálida y pecosa, pero envidiaba su cabello. Caminó hasta mí y sacó los auriculares de mis oídos. —Hey —dijo caminando hacia el colchón doble que había en el piso al lado de la cama. —Hey —le respondí queriendo saber qué había puesto esa expresión triste en su rostro. Conociendo a mi tía, ella le contó a Lana que su papá vendría mañana en la noche. La mujer era tonta como una caja de piedras. Cómo su sangre está relacionada con la de mi madre, no tengo la menor idea. —¿Estás bien? —le pregunté cuando retiró el edredón sobre su colchón y se deslizó bajo las cubiertas. Se encogió de hombros y luego giró la cabeza para mirar detenidamente encima de en mí. —Sé que él va a venir —asentí. Como imaginaba. —Gracias por llevarme afuera. No creo estar lista para verlo. De una manera podía entenderla. No traicionaría sólo a su mamá, se traicionaría a ella también. Yo estaría furiosa con mi papá por hacer algo así. Pero eso no me haría dejar de quererlo y extrañarlo. Lana no vio a su papá por una semana. Seguramente lo extraña, aunque sea un poco. —¿Alguna vez estarás lista para verlo? —le dije, preguntándome si debí mantener la boca cerrada.

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The Enchanted Library No respondió inmediatamente y empecé a pensar que no lo haría. —Algún día, todavía no —susurró contra el edredón que tocaba su barbilla. Me acosté sobre mi almohada y miré al techo. Mis padres podrían volverme loca con su necesidad de que sea perfecta pero al menos nunca me habían hecho pasar por el dolor que Lana debía estar experimentando.

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Traducido por Mrs Nobody Corregido por Liss.Briel BEAU Decidí terminar completamente las cosas con Nicole. Ella no estaba llevando las cosas bien, pero Nicole no estaba acostumbrada a ser rechazada. Di un paso en el claro y el familiar olor de madera quemada y la música alta me daban la bienvenida. Escuché gritar mi nombre varias veces en saludos pero no presté atención a quién era. No estaba aquí esta noche para socializar. Había venido por una razón. Había otras cosas que podría haber hecho esta noche. Pero otras cosas no incluían echarle un vistazo a Ashton. Mi mundo gira alrededor de verla. Si supiera que ella iba a algún lugar, iría. Era el punto cuando empecé a considerar ir a la iglesia los domingos. Sabía, por escuchar a Sawyer, que Ash canta solos la mayoría de los domingos en la iglesia. No había escuchado su dulce voz cantando en años. —¿Es verdad? ¿Realmente rompiste con Nicole? Me volví para ver a Kyle Jacobs acercándose a mí, sonriendo. Siempre había tenido una cosa por Nicole. Acababa de hacerle la noche. —Sí —contesté, tomando un vaso y llenándolo con cerveza de barril. —¿Entonces ella puede jugar libre o vas a pegarle a un chico si va tras ella? Tomé un trago de la cerveza y reí en silencio. Yo en realidad pagaría a alguien para sacarla de mi espalda. En el momento en que se diera cuenta que me deshice de ella porque estaba enamorado de Ashton sus garras iban a salir. No podía dejar que dañe a Ash. —Hombre, ella es un ave libre, por favor se mi invitado. Kyle me golpeó en la espalda. —DEMASIADO CALIENTE.

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The Enchanted Library Si sólo supiera. La muchacha tenía problemas de una milla de largo. Cabeceé y seguí bebiendo mi cerveza explorando la multitud buscando cualquier señal de Ash. En el momento que dio un paso en el claro sosteniendo la mano de Sawyer, mi corazón se apresuró. Solamente verla me volvió loco. Odié ver su mano en Sawyer, pero ella no le prestaba ninguna atención. Ella buscaba en la multitud, me buscaba a mí. Lancé mi vaso en el cubo de la basura y caminé hacia ellos. Una vez que salí de las sombras sus ojos encontraron los míos y una sonrisa de satisfacción levantó las esquinas de su boca. El deseo hizo que mi estómago se encogiera haciendo difícil que no fuera bruscamente hasta Sawyer y la reclamara como mía. Él no debería tocarla. —Sawyer —le dije a mi primo, asintiendo con la cabeza antes de permitirme mirar un poco más a Ashton. Los vaqueros apretados que llevaba se adhirieron a sus caderas mientras su bronceado estómago plano jugaba a las escondidas con el dobladillo de su remera azul pálido. Yo sabía exactamente cuan suave era su piel desnuda contra mis dedos. Levanté mis ojos de su estómago para encontrar su mirada. —Ash. Miré su bello rubor, entonces agachó su cabeza y miró a la persona que estaba de pie al lado de ella a través de sus pestañas. Seguí su mirada y vi a quien sólo podría ser una versión crecida de Lana. Ella me sonrió, pero yo podría ver que era forzado. Me costó todo mi autocontrol contener una risita. Yo había atormentado a la muchacha cuando éramos niños, pero ella era siempre tan humilde con Ash. —Beau, recuerdas a Lana. Creo que una vez la esposaste a la valla de los perros y la forzaste a cantar alto para liberarla. La introducción de Ashton me hizo reír. No pude pararme a mí mismo esta vez. Recuerdo haber visto la cabeza de Ashton llena de rizos rubios mirándome alrededor del tronco de árbol cubriendo su boca mientras sus hombros se sacudían de la risa. Yo había estado tan orgulloso por vengar su honor y hacer, al mismo tiempo, que se riera. Encontré la mirada de Ashton deseando por millonésima vez que las cosas hubieran sido diferentes y que ella fuera mía. —Recuerdo eso. Tú atormentaste tanto a Lana que es un milagro que no haya salido gritando cuando te vio esta noche.

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The Enchanted Library La voz de Sawyer me asustó. Olvidé que él estaba aquí. No podía pensar en mucho más con Ashton mirándome tan dulcemente. Tosí y volví mi atención a Lana. —Ah, sí, pero creo que usted lo pidió. Solía decir algunas cosas bastante ásperas a Ash y nunca dejé que nadie se dirigiera a ella de ese modo. Lana me lanzó una sonrisa que decía que sabía más de lo que debía. ¿Le había dicho Ashton a su prima acerca de lo nuestro? La idea de que ella le haya dicho a alguien acerca de nuestro verano juntos me hizo más feliz de lo que debería. Quería que pensara acerca de eso. Quise que necesitara decírselo a alguien. Diablos, sólo la quiero a ella. —¿Dónde está Nicole? —preguntó Sawyer mirando sobre mi hombro como si esperara que Nicole se agarrara de mí en cualquier momento. Me costó toda mi fuerza de voluntad no mirar a Ashton cuando contesté. —Rompí con Nic. No importa dónde está. Quería ver la expresión de Ashton. —Uh, ¿de verdad? No esperaba eso. ¿No está embarazada, o si? —La acusación de Sawyer de romper con Nicole porque la dejé embarazada ralló mis nervios. ¿Siempre había asumido lo peor de mí? —No, sólo se terminó —contesté en un tono duro que normalmente no usaba con él. —¿Hay alguien más? —preguntó Sawyer. Me pregunté cómo reaccionaría si le dijera que su novia era ese alguien más. No dudaba que lo perdería para siempre. Su brazo se envolvió alrededor de la cintura de Ashton. Ahora mismo era difícil recordar que él era mi primo. En todo lo que podía concentrarme era en el intenso deseo de arrancar el brazo con el que la estaba tocando. —¿Por qué no vamos, nos unimos al grupo y dejamos de interrogar a Beau? Esta vez no pude dejar de mirar a Ashton. Una sonrisa tocó sus labios antes de darse vuelta y mirar fijamente a Sawyer.

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The Enchanted Library —Tienes razón bebé. Puedo interrogarlo en otro momento —contestó Sawyer y me guiñó un ojo antes de conducir a Ashton hasta el grupo. Me quede ahí incapaz de seguirlos. Verla acurrucándose contra su costado era doloroso. Romper con Nic había sido lo justo desde que la estaba usando sólo para llevar el estrés pero ahora no había ninguna distracción para dejar de mirar a Sawyer con Ash. —Este no debería ser asunto mío, pero el modo en que Ashton y tú se siguen mirando el uno al otro como si quisieran comerse va a, tarde o temprano, alertar a tu primo. Él es una persona confiada pero no pienso que sea estúpido. Quité mi mirada de Ashton y Sawyer y di vuelta para ver a Lana todavía allí mirándome con ceño el fruncido y las manos sobre sus caderas. ¿Qué sabe ella? —Tienes razón, no es asunto tuyo —contesté bruscamente y me dirigí hacia el barril de cerveza. Necesitaba otra bebida.

ASHTON Sawyer estaba esforzándose para asegurarse de que Lana se sintiera cómoda con todos. La presentó a sus amigos más cercanos y fue a buscarle una bebida. No me preocupaba. De hecho me daba tiempo de mirar a Beau sin distracciones. No tener a Nicole alrededor suyo era un alivio, pero también hizo casi imposible que quitara mis ojos de él. Beau me atrapó mirándolo y me guiñó un ojo. Mordí fuertemente mi labio inferior para evitar reírme. Me dieron un codazo en las costillas que me hizo jadear y me gire a mi alrededor para encontrar a la persona que me golpeó. Lana me sonreía inocentemente. —Estás siendo muy obvia —me dijo entre dientes con una sonrisa falsa en su rostro. Sin embargo entendí el significado. —Necesito ir al auto y buscar mi teléfono. Mi mamá probablemente ya me ha llamado diez veces hasta ahora —me anunció Lana. —Iré contigo —contesté rápidamente, echando un vistazo a Sawyer quien parecía satisfecho de que estuviera siendo amable con mi prima.

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The Enchanted Library Yo solía buscar este tipo de aprobación de su parte, pero esta vez me molestó. Si no me gustara mi prima, la pisaría sólo para que él se cabreara. Una vez que estábamos seguros fuera del claro y dirigiéndonos al coche, Lana dejó de andar y se dio vuelta para fulminarme con la mirada. —Tienes aproximadamente diez minutos para juntar a tus duendes antes de que tu caballero con brillante armadura venga a buscarnos. Voy a ir a buscar mi teléfono y hacer unas cuantas llamadas telefónicas. 127

Fruncí el ceño. —¿A qué te refieres? —Me refiero a que tienes que dejar de coquetear con Beau mientras el equipo entero de fútbol está alrededor de testigo. Es como si ustedes pensaran que son los únicos allí. Todos tenemos ojos, sabes. Ella se dio la vuelta y se dirigió a la parte más profunda del huerto de nueces, hacia los coches estacionados. —Ella tiene razón, pero es mi culpa. —La voz de Beau debería haberme asustado, pero no lo hizo. De alguna manera sabía que él hallaría el modo de encontrarme a solas. —Sí, probablemente —dije bromeando mientras me daba vuelta para encontrar su mirada. Beau dio un paso hacia mí, después llevó la mano hacia su cabello y murmuró una maldición. —Quería dañar la mano que tenía en tu cuerpo, Ash. Sawyer, por quien debería hacer cualquier cosa. Quería dañarlo. Si te toca de nuevo en frente mío voy a explotar. No puedo con esto. Eliminé el espacio que había entre nosotros y rodee su cintura con mis brazos. Lo había hecho. Mi necesidad de estar cerca de Beau había creado esta situación imposible. —Lo siento —murmuré contra su pecho deseando poder hacer que todo desapareciera. Él me miró y me envolvió con sus brazos, arrastrándome contra su cuerpo.

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The Enchanted Library —No te disculpes. Sólo intenta que no te toque. Cuando te toca me pongo rojo de ira. No puedo evitarlo. No quiero verlo a él o a nadie más tocarte. Retrocedí hasta que pude mirarlo. Su mandíbula estaba apretada fuertemente. Saber que él pensaba en Sawyer con tal ferocidad me hizo sentir tan culpable. No había querido meterme entre ellos y de todos modos lo estaba haciendo. —¿Qué puedo hacer para que esto esté bien, Beau? No quiero meterme entre ustedes. Esa es la razón principal por la que estoy haciendo esto. Él es tu familia. Beau enredó sus dedos en mi cabello y me acarició la cabeza. —Estando con él. Dejando que te toque, que te sostenga, Dios. Me está comiendo. Estas evitando que Sawyer me odie, pero lo único que estás haciendo es que yo lo odie a él. Levantó sus brazos y los sujetó lejos de mi cabeza mientras que yo daba un paso atrás. Las lágrimas nublaron mi visión. —¿Qué se supone que haga, Beau? Dime. ¿Qué se supone que haga? Abrió su boca para responder y la cerró mientras sus ojos miraban sobre mi hombro. Un destello posesivo atravesó sus ojos como si quisiera advertir a cualquier depredador que estuviera cerca lo que era suyo. Yo sabía sin darme vuelta a quien le fruncía el ceño con tanta ferocidad. No miré a Sawyer. No estaba segura de qué decir. —¿Qué está pasando? Ashton nunca le grita a la gente. ¿Qué mierda le hiciste, Beau? —Es mi culpa. —La voz de Lana hizo que deshiciera mi postura derrotada y me diera vuelta hacia ella. —¿Qué? —Beau y Sawyer dijeron a la vez. Lana dio un suspiro dramático y encogió sus hombros. —Beau coqueteaba conmigo y a Ash no le gustó. Piensa que él no es lo suficientemente bueno para mí o algo así. Ellos comenzaron a discutir cuando le dijo a Beau que me dejara sola. No podía creer lo que había escuchado. ¿Acababa Lana de mentir tan creíblemente por mí y Beau?

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The Enchanted Library Ella rió y mordisqueó su uña con algún tonto gesto coqueto y sonrió con satisfacción. —¿Qué? También podrías decirle la verdad. Tú no piensas que su primo es digno de tu prima. Dejé de observar la mirada tímida de mi prima y me volví la reina del drama cuando giré para estudiar la cara de Sawyer. ¿En realidad se lo había creído? Seguramente no. Él miraba con el ceño fruncido a Beau. —Beau deja a la prima de Ash sola. Ella no es una de tus chicas de una noche. Ve y busca alguna otra muchacha para reemplazarla. No sirve de nada dejar que Ash se alborote por todo esto. Increíble. Eché un vistazo a Beau y su expresión me dijo que estaba demasiado furioso. Estaba listo para matar a Sawyer. Intervine entre ellos dándole la espalda a Sawyer y suplicándole a Beau silenciosamente. Articulé las palabras "por favor" y vi como su ira disminuía antes de que se diera la vuelta y se internara más en el huerto de nueces. Necesitaba asegurarme de que estaba bien pero no podía hacer eso con Sawyer parado detrás de mí esperándome para regresar juntos al campo. De nuevo a fingir. De nuevo a ser miserable.

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Traducido por Juli_Arg Corregido por connie_ Cuando entramos a mi habitación, apreté el interruptor de la luz. Lana caminó a mi alrededor y dejó caer su bolso en el tocador, luego se plantó hacia mí con el ceño fruncido. No había dicho nada en el viaje a casa. Me había visto obligada a mantener una conversación con Sawyer como si nada hubiera ocurrido mientras ella se sentaba en silencio en la parte posterior. Al parecer, ahora estaba lista para hablar. —Esta noche lo hice por ti, no porque crea que lo que estás haciendo está bien o mal, sino porque creo que necesitas activar una llamada a la no crucifixión. Levanté las cejas ante su explicación. —Sawyer es un buen chico. Él y Beau siempre han sido cercanos. Recuerdo como eran como uña y carne cuando ustedes tres eran niños. Envidiaba tu amistad con esos chicos, tenían algo especial. Algo único. No podría quedarme allí y dejar que todo se derrumbase. Además de la mirada en el rostro de Beau, me temo que habría matado a Sawyer con sus propias manos si decía algo equivocado. Me hundí en la cama y puse la cabeza en mis manos. Esto era un desastre. Ella tenía razón. Yo estaba arruinando una amistad de toda la vida. —¿Qué hago? —pregunté, sabiendo que tampoco tenía la respuesta mágica. Lana se sentó a mi lado y me palmeó la espalda. Lo que me hizo sentir aún peor. Aquí estaba yo teniendo que romper con dos chicos y ella había estado conmigo esta noche, porque su tramposo padre había ido a hacerle frente a su detestable madre. En el magnífico esquema de las cosas sus problemas eran mucho más grandes. —Elige uno y deja que el otro se vaya. Sonaba muy simple, pero era imposible, ¿No veía eso? —No puedo. A quienquiera que elija, uno de ellos odiará al otro y posiblemente, a mí. La elección de uno de ellos no va a resolver nada. —Tienes razón. No lo hará. Necesitas dejar ir a ambos. Si los dejas ir a ambos, entonces un día, todos tendrán la oportunidad de recuperar la amistad que se está destruyendo.

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The Enchanted Library Odiaba que sus palabras tuvieran sentido. Tenía que romper con Sawyer y los tres necesitábamos alejarnos. Mi pecho se oprimía ante la idea de alejarme de Beau, de no contar con sus brazos alrededor de mí y enterrar mi cara en su pecho. Pero no podía contar con él. Tenerlo eventualmente significaría perderlo. Él nunca aceptaría la pérdida de Sawyer. Él podría vivir sin mí. Una lágrima ardiente rodó de mi barbilla, extendí la mano y la limpié lejos. Yo había hecho todo este lío, lo justo era arreglarlo. —Tienes razón —susurré, mirando al frente—, pero desearía que no la tengas. Un suave golpe en la puerta me recordó las demás cosas que pasaban en la casa esta noche. Estiré la mano y apreté la de Lana antes de que la puerta se abriera y entrara su madre. Su pelo era del mismo color que el de mi madre y mío, pero hasta ahí llegaba la semejanza. Donde mi madre estaba delgada y menuda mi tía era muy pesada, de huesos grandes y llevaba una mueca permanente. Ella nunca parecía feliz, incluso antes de que se enterara que su marido la engañaba. No había estado aquí cuando llegamos a casa. Mamá y papá también habían desaparecido. A partir de los sonidos que llegaban de la sala parecía que todo el mundo estaba de vuelta. —Hola chicas, bueno, Lana mi amor vamos a hablar un poco, bien. La mano de Lana apretó la mía antes de dejarla ir y ponerse de pie. Si mi tía dejara que fuera con ella y la tomara de la mano a través de toda la conversación. Lana había terminado siendo la amiga que tan desesperadamente necesitaba la semana pasada. La puerta se cerró detrás de ellas y me eché hacia atrás en la cama, susurré una pequeña oración por Lana. Dios sabe que lo necesita con una mamá como la suya.

Estoy cansada de las despedidas. Lana y su madre estaban en nuestra puerta con sus maletas en la mano. Mi tía se dirigía de vuelta a casa a limpiar a mi tío en lo que sería un divorcio desagradable. Lana tendrá mucho drama y dolor por delante. Le rogué que se quedara aquí con nosotros, podría dejar que sus padres se enfrentarán sin ella a su alrededor, pero dijo que su madre la necesitaba en estos momentos. En cierto modo la entiendo, pero luego me pregunto si yo estando en sus zapatos sería tan amable. Ella era realmente la mejor persona. Yo era la niña egoísta. —Voy a echarte de menos —dije, deseando que mi voz no sonara tan triste.

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The Enchanted Library Es extraño cómo se puede pensar que alguien está arruinando tu vida para que después termine siendo tu amiga. Estaba tan molesta por tener que compartir mi espacio y escuchar a mi tía que no me había dado cuenta de que tenía una amiga delante de mi nariz cuando más la necesitaba. Todavía la necesitaba. —Te voy a extrañar también. Quiero ser informada sobre tu... vida —dijo ella con una pequeña elevación en las cejas. Asentí con la cabeza y me incliné para abrazarla. —Gracias— le susurré al oído.

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—De nada —susurró. —Estoy tan contenta de que las niñas se hayan unido de nuevo después de todos estos años. Vamos a tener que volver a visitarnos pronto. Después de pasar por el divorcio y todo eso. Tal vez pueda usar mi dinero extra para llevarlas a ustedes dos en un crucero. ¿No sería divertido? —dijo mi tía. Necesité de toda mi fuerza de voluntad para no retroceder con su propuesta, no había manera de que vaya en un viaje con esa loca y mucho menos un barco donde era imposible escapar de ella. La sonrisa en el rostro de Lana me fuerza a devolverle la sonrisa. Ella sabía bien que no había manera de que fuera a un viaje con su mamá. —Muy bien, todos estaremos en contacto —dijo mi tía y se volvió para dirigirse hacia su auto Lincoln Town. Me quedé mirando como mi papá le ayudó a cargar su equipaje en el maletero y mi madre abrazó y habló con su hermana. Lana me saludó desde el asiento del pasajero. Mi habitación se quedará en silencio y será toda mía otra vez... pero ya no sonaba atractivo.

Hay algunas cosas que no esperas ver y Beau Vincent paseando en la iglesia un domingo por la mañana es uno de ellos. Acabar mi solo no había sido fácil, mis ojos querían comérselo, sentado solo en el último banco en sus jeans y con una cómoda camiseta azul marino extendida en su amplio pecho. Sawyer no había notado a su primo ya que estaba en la segunda fila en la parte delantera. Yo había estado sentada en esa fila desde que era una niña. Mis padres me esperaban, ya sea en el primer o segundo banco. Yo no podía volver a

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The Enchanted Library utilizarla. Sawyer nunca se quejó. Cada domingo, él estaba ahí esperándome a que terminara de cantar en el coro. Mi mirada se desvió de nuevo a Beau, aunque sabía que era una mala idea. Él era responsable de hacer que me olvide de las palabras. Una lenta sonrisa de estimulación tocó sus labios, la iglesia de repente se sintió a un centenar de grados. Mi rostro se sonrojó y arranqué mis ojos de él y su deliciosa boca. De alguna manera me las arreglé para terminar las palabras de How Great Thou Art sin echarla a perder. El coro comenzó a salir por las puertas laterales del escenario, normalmente hacía mi camino a la banca; hoy, sin embargo, necesitaba un respiro. Me quedé detrás de Mary Hill y dejé escapar un suspiro de alivio cuando entré en el cálido sol. —¿Te vas? —preguntó Jason Tibbs pegando su cara llena de granos en la puerta frunciéndome el ceño. Su papá era el pastor asociado entonces él sentía que nuestra pobre relación le daba el derecho de cuestionar mis acciones. En vez de insultarlo, tomé una respiración profunda, luego, forcé una sonrisa y miré hacia él. —No, me duele la cabeza. Necesitaba tomar un descanso tranquilo. Él sonrió abiertamente mostrando de esa manera, demasiada encía y su dentadura torcida. Su padre realmente necesita enviar al chico a un ortodoncista y un dermatólogo. —Bueno, voy a dejar la puerta abierta así luego no tienes que caminar todo el camino alrededor del edificio para volver a entrar. Asentí con la cabeza y dije un obligatorio: —Gracias. La puerta se cerró detrás de él en silencio y sabía que tenía poco tiempo para que la gente comenzara a notar mi falta en la segunda fila. —¿Te escondes aquí por mí? La voz de Beau me sobresaltó provocándome un grito. Sus piernas largas se comieron la hierba cuando cerró la distancia entre nosotros. No podía dejar de comérmelo con los ojos. Era simplemente injusto que alguien se viera tan bien en un par de Levis. —Que no respondas quiere decir que sí —dijo, con una sonrisa en su rostro mientras caminaba deteniéndose a sólo unos centímetros de mí.

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The Enchanted Library Él sabía que yo sentía lujuria y le gustó. Decidida a recuperar algo de dignidad enderecé mi postura y me pasé el cabello hacia atrás sobre lo hombros mientras lo miraba. —Siempre vengo aquí a tomar aire antes de ir a sentarme a una hora de predicación —mentí. Beau se echó a reír y extendió la mano para trazar una línea desde mi oreja a mis labios. —¿Por qué no te creo? —preguntó. Su voz se había profundizado mientras estudiaba mi boca. Todo lo que logré fue un encogimiento de hombros. Su pulgar estaba rozando delicadamente por encima de mi labio inferior como si estuviera pidiendo entrar y me sentí perdida. Estábamos de pie justo delante de la iglesia donde cualquiera podía salir y encontrarnos, pero en todo lo que podía pensar era en presionar mis labios contra los suyos. Beau se estaba convirtiendo en una necesidad y nada de tal revelación podría ser considerado positivo. —Beau, ¿qué estás haciendo? —Mi voz salió ronca. —Sí, Beau, me gustaría saber lo mismo —dijo una voz que no le pertenecía. Varias cosas ocurrieron al mismo tiempo. El pulgar de Beau detuvo su caricia, pero no dejó caer su mano, podía sentir su cuerpo en tensión por el sonido de la voz de Sawyer. Lo que debería haber hecho y lo que hice estaban en dos diferentes estratosferas. Porque alejarme y poner distancia entre Beau y yo sería lo más lógico e inteligente para hacer; tender la mano y agarrar su brazo y sostenerlo fue mi reacción inmediata. —¿Alguno de ustedes va a hablar o sólo seguirán embobados el uno con el otro? El borde duro en la voz de Sawyer me despertó del trance en el que había estado y solté la mano de Beau y di varios pasos hacia atrás. Si Sawyer esperaba mantener su calma entonces, teníamos que poner un poco de espacio entre nosotros. Los ojos de Beau agujeraban dentro de mí. Silenciosamente me suplicaba, casi podía oír sus pensamientos. Luego volvió su rostro hacia su primo. Este era el enfrentamiento que había esperado que nunca sucediera. —¿Qué es exactamente lo que estás insinuando Sawyer? —preguntó Beau en un tono mortalmente calmado que yo sabía, nunca había usado con él.

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The Enchanted Library —Oh, No lo sé, tal vez el hecho de que vine a buscar a mi novia y la encontré siendo acariciada por ti. Beau dio un paso adelante y un gruñido bajo retumbó en su pecho. Corrí y le agarré del brazo con ambas manos, esto probablemente no ayudaba al genio de Sawyer, pero impidió que le golpearan el rostro. Ambos chicos estaban en forma, pero Beau tenía el mercado del mal culo. No podía dejarlo hacer algo que nunca se perdonaría. Sawyer me miró fijamente. Sólo podía imaginar lo que pasaba por su mente. Lo triste era, que sabía que ni siquiera se acercaba a la verdad, nunca se imaginaría que había perdido mi virginidad con Beau en la caja de una camioneta. —¿Quieres decirme lo que está pasando Ash? —Había dolor en su voz. Odiaba saber que las palabras que tenía que decirle no borrarían esto pero sí empeorarían la situación. Empujé a Beau detrás de mí cuando me puse delante de él. —Ve a casa Beau. Sawyer y yo tenemos que hablar y no quiero que estés aquí. Volverme a ver su reacción era tentador, pero no lo hice. En lugar de eso mantuve mis ojos en Sawyer orando en silencio que Beau me escuchara y se fuera. Ya era hora de terminar esto y salvar su amistad antes de que fuera demasiado tarde. —No quiero dejarte sola —respondió con acero en sus palabras. —Beau por favor. No estás ayudando a las cosas. Sólo vete. Sawyer no me quitaba los ojos de encima. Él estaba tratando tan duro de leer entre líneas. Yo tendría que decirle algunas verdades. Pero sólo lo suficiente para impedir que destruyan su relación. El crujido de la hierba seca bajo las botas de Beau me dijo que había concedido mi deseo y se dirigía a su camioneta. Había ganado esa batalla. Ahora, la más grande me estaba mirando a la cara y no tenía ni idea de lo que iba a decir.

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Traducido por Vero Corregido por connie_ —Empieza por el principio Ash y dime todo. No había forma en que le dijera todo. Miré hacia afuera a la carretera cómo la camioneta de Beau se alejaba. El silencio era ensordecedor mientras Sawyer esperaba que hablara. —Este verano, Beau y yo reavivamos nuestra amistad. Éramos cercanos una vez, sabes eso. —Hice una pausa y respiré hondo—. Él me entiende. Sabe cuando estoy llena de basura y sabe que no soy perfecta a pesar de que me esfuerzo mucho para serlo. Con Beau puedo dejarme llevar y no preocuparme de perder su amistad. —Así que, esto es una cosa de amigos, porque por la forma en la que estaba acariciándote la boca y comiéndote con los ojos me resulta un poco difícil de creer. —Todo lo que puede ser alguna vez con Beau es amistad. Él lo sabe. Beau es afectuoso. Toca un montón de labios de chicas. Sawyer levantó las cejas como si pensara que lo que estaba diciendo era absurdo. —No sé si estamos hablando del mismo tipo, pero Beau, mi primo Beau, no mira nostálgicamente a nadie en la forma en la que lo acabo de sorprender mirándote. Eres demasiado ingenua para verlo, pero confía en mí bebé, él te desea y voy a patear su trasero. Está bien, eso no era lo que había estado esperando. Culparme a mí, no a Beau. Necesitaba redirigir esa ira suya. —Has malinterpretado lo que viste. Él estaba tratando de hablarme acerca de lo que he decidido hacer hoy. Él cree que tú y yo se supone que estemos juntos por siempre. No lo creo. Somos jóvenes y necesito espacio. No estoy lista para hablar de casarme contigo algún día. Eso me asusta. Hay tanta vida ahí fuera para disfrutar en primer lugar. Beau cree que estoy cometiendo un error porque piensa que eres lo mejor que me ha sucedido. Lo que viste fue a tu primo tratando de convencerme de que no rompa contigo. La mirada de incredulidad y conmoción que se apoderó del rostro de Sawyer era un poco insultante. ¿Por qué era tan difícil de creer que rompiera con él?

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The Enchanted Library —¿Tú, tú estas... rompiendo conmigo? —Negó con la cabeza y dio un paso atrás. Su cara se había puesto pálida, como si le hubiera dicho que nunca volvería a jugar al fútbol. Esto no era el fin del mundo. —Actúo contigo. No soy la chica buena que crees que soy. Te encanta esta Ashton falsa. He estado tratando de ser digna de ti durante tanto tiempo que estoy agotada. No me gusta devolver los estúpidos carritos hasta el lugar de devolución en el estacionamiento y no me gusta sentirme como si tuviera que ser la buena samaritana para todos con los que me cruzo. A veces sólo quiero correr y preocuparme por mí. Soy egoísta e intratable y sólo una gran farsante. Esta chica que amas y con la que quieres casarte no existe. Era como si un peso se acabara de deslizar fuera de mis hombros. El aire se precipitó dentro de mis pulmones y por primera vez en tres años respiré hondo. —Eso es una locura —dijo Sawyer sacudiendo la cabeza. Estaba tan cerca de la libertad ahora, podía probarlo. Parada aquí y escuchándolo tratando de convencerme de que no sabía de lo que estaba hablando me molestó. Pero podía controlar esto ahora. La verdadera Ashton tenía un respaldo. —No, es verdad. Quiero ir al estacionamiento y besarnos tan duro que mi sujetador se pierda debajo del asiento del coche. Quiero lanzarle un pájaro a Nicole cuando me mire en los pasillos de la escuela. Y quiero usar mi bikini rojo y disfrutar del hecho de que los chicos me estén mirando. No soy quien crees que soy. Nunca lo fui y nunca lo seré. Cerré el espacio entre nosotros, me puse de puntillas y dejé un beso en su mejilla. El olor familiar de su colonia causó que mi pecho se apretara con la emoción. Lo echaría de menos, pero no lo suficiente como para ser otra persona para tenerlo. Me vio de manera diferente ahora. Pude notarlo en su expresión. La emoción agitándose en sus ojos azules cuando finalmente vio quién soy en realidad fue agridulce. Me di la vuelta y corrí hacia mi Jetta. Sin otra mirada atrás me fui. Por primera vez dejé la iglesia antes de que terminara.

Leann estaba sentada en los escalones de ladrillo de tres pisos en el que había sido estacionamiento. Desde aquí pude verla Leann sólo mutilaba su uña del pulgar

la entrada del dormitorio antiguo de colocada este año, cuando entré en el mordisqueándose la uña del pulgar. cuando estaba nerviosa. Había sido

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The Enchanted Library imprecisa en mi razón para venir cuando la había llamado, una vez que decidí donde iba a ir. Me abalancé en un lugar vacío del estacionamiento. Decirle a alguien todo se había convertido en algo esencial en mi viaje hasta aquí. Necesitaba liberar esto de mi pecho. Un golpecito en la ventana me sorprendió y miré para encontrar a Leann aún mordiéndose la uña del pulgar y frunciendo el ceño. Forzando una sonrisa me abrió la puerta y dio un paso atrás para que pudiera salir. —Juro que creo que me crecieron canas esperando que llegaras —dijo alcanzando mi brazo y tirando de mí en un abrazo—. No puedo creer que estés aquí y no puedo creer que hayas dejado la iglesia más temprano sin decirle a nadie dónde ibas. Me aparté y me encontré con su mirada: —No te dije eso. Rodó sus ojos marrones grandes y enganchó su brazo con el mío en dirección al dormitorio. —Cariño al momento que fue evidente que no regresarías al servicio, recibí un texto de mi tía Linda y Kayla, a continuación Kyle lo publicó en su muro de Facebook. Gemí y apoyé la cabeza sobre su hombro. Leann me dio una palmadita en el brazo y me llevó a sentarme en un banco apartado colocado a la sombra de un árbol de roble. Sentándose dio unos golpecitos en el espacio vacío a su lado. —Ven y siéntate. El suspenso me está matando. Nunca has sido causa de chismes. Esto tiene que ser bueno. Me moví sobre el asiento de madera y estudié las manos en mi regazo. Admitir esto era una cosa. En realidad, mirar a Leann a la cara mientras comparto todos mis errores con ella era otra. Habíamos sido amigas durante tres años y ni una sola vez había mencionado ni siquiera una atracción leve hacia Beau. —Sabes que Beau y yo éramos cercanos de niños—decidí empezar por ahí. Parecía el mejor lugar.

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The Enchanted Library —¡Oh buen Dios! ¿Quieres decir que esto tiene algo que ver con BEAU? ¿Beau Vincent? Me encogí y asentí sin levantar la vista hacia ella. —Sí, tiene todo que ver con Beau —susurré. La mano de Leann cubrió la mía y tomé algo de consuelo de su gesto. —Este verano, Beau y yo comenzamos a pasar tiempo juntos. Tú estabas con Noah o trabajando y Sawyer se había ido. Pensé que sería bueno reavivar la amistad que Beau y yo compartimos alguna vez. Leann apretó mis manos y continué explicándole la forma en que había jugado billar en el bar donde trabajaba su madre, fuimos a nadar en el lago, vimos una película en mi casa y luego me detuve sabiendo que lo que le diría a continuación iba a ser difícil de comprender para ella. Después de todo, yo era la chica buena. —Esa noche, en la parte trasera de su camioneta, Beau y yo... nosotros... —Tragué saliva y cerré los ojos—, tuvimos sexo. Leann dejo ir mis manos y deslizó su brazo alrededor de mis hombros en su lugar. —Wow. —Fue su única respuesta. —Lo sé. No fue la única vez tampoco y... y aunque sé que no volverá a suceder... Creo que... Creo que lo amo. Tal vez siempre lo he hecho. No, sé que siempre lo hice. Cuando estoy con Beau siento cosas que nunca he sentido con Sawyer. Puedo ser yo. No hay que fingir. Beau conoce mis peores defectos. —El corazón quiere lo que el corazón quiere. No podemos evitar eso —dijo Leann. Suspiré y finalmente, alcé mis ojos, nuestras miradas se encontraron. Las lágrimas no derramadas nublaban mi visión. —Pero he arruinado su vida. Todo lo que él tenía era a Sawyer. No te equivoques, yo fui detrás de Beau. Puedo mirar atrás y verlo ahora. Todo esto es culpa mía. Nunca debí haberme interpuesto entre ellos —sollocé y hundí mi cabeza en su hombro. —Beau podría haber dicho que no. Sabía que estaba destruyendo su relación con Sawyer cada momento que pasó contigo. No asumas toda la culpa por esto.

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The Enchanted Library El tono severo en la voz de Leann sólo me provocó llorar más fuerte. Beau necesitaba a Sawyer. Él podría no darse cuenta, pero lo hacía. De alguna manera tenía que hacer lo correcto. —¿Cómo puedo solucionar esto? ¿Cómo puedo ayudar a Beau a recuperar a Sawyer de vuelta? —No puedes solucionar este problema por ellos. Beau sabía lo que estaba haciendo Ash. Te eligió sobre Sawyer. Ahora que has dejado ir a Sawyer, ¿vas a elegir a Beau? Me sequé las lágrimas de mis mejillas y la miré. —Elegir a Beau hará que todos en Grove lo odien. Todos lo verán como el tipo que alejó a la chica de Sawyer. No puedo hacerle eso. Leann se encogió de hombros. —No creo que Beau se preocupe por los demás. Lo hizo evidente, cuando decidió andar a escondidas con la chica de su primo, que era lo que quería hacer. Tiene que amarte Ash. Nunca en esta vida habría pensado que Beau haría nada que dañara a Sawyer. Lo ama. Así que eso sólo puede significar que te ama más. —Se agachó y me dio unas palmaditas en el hombro—. La cuestión aquí es ¿Lo amas con la misma intensidad? ¿Estás dispuesta a darles la espalda a tu familia y a la gente del pueblo con el fin de tenerlo?

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Traducido por Carmen20 Corregido por LadyPandora BEAU —Bueno, el infierno ha dado una bofetada congelada. Sawyer Vincent está caminando hacia un bar. La voz de mi madre me llegó alta y clara a través de la habitación vacía. Bajé la cerveza. Estaba haciendo de enfermera desde que entré aquí hace unos cinco minutos. No había encontrado a Ashton en ninguna parte, por lo que vine aquí con la esperanza de que también me estuviera buscando. —No estoy aquí para una visita social, tía Honey. Vine para ver mi espalda apuñalada por el hijo de puta de mi primo. Mamá dejó escapar un silbido y meneó la cabeza. —Tenía que haber pensado mejor antes de creer que lo sabías todo sobre Beau y Ashton paseando juntos alrededor del pueblo. —Cállate mamá —dije sin mirarla. Mantuve mis ojos en Sawyer. El odio en los suyos era algo que jamás había imaginado ver dirigido hacia mí. A pesar de saber que lo merecía, aún era difícil lidiar con ello. Su cabello estaba comprimido detrás de sus orejas y sus dientes estaban tan apretados que podía ver la marca de su mandíbula. —¿Está aquí? —preguntó Sawyer mientras echaba un vistazo al bar vacío. Él también había pensado que ella vendría hacia mí. —No. —¿Dónde está? —No lo sé.

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The Enchanted Library Sawyer acechó en mi dirección. Dios, no quería golpearlo. Yo sólo quería a Ash. La verdadera. La que él no conocía. La que él nunca sería capaz de amar. —¿Cómo pudiste hacerme esto Beau? Eres como mi hermano. El dolor en sus ojos se sentía como un cuchillo revolviéndose en el estómago. No era suficiente para hacer que me arrepintiera de algo, pero dolía como el infierno. —No la conoces, nunca lo has hecho. —¿No la conozco? ¿NO LA CONOZCO? ¿Quién diablos te crees que eres Beau? Ha sido mía por tres años. TRES AÑOS. Ustedes apenas se miraron en tres años. ¿Me voy un verano y resulta que están juntos? ¿Se hicieron amigos? ¿Qué pasó exactamente? Porque no pienso tragarme la mierda que ella me dijo fuera de la iglesia. ¿Debía decirle la verdad? La merecía pero no podía hacerlo sin el consentimiento de Ash. También era su historia. —Nos acercamos. Pasamos tiempo juntos. Recordamos por qué éramos tan cercanos cuando éramos pequeños. Me detuve y lo miré largamente. Había algo que necesitaba saber. Una verdad que era mía para poder decirle. Pero admitirlo probablemente mataría cualquier posibilidad de que pudiéramos superar esto. Todo se reducía a quién era más importante. Mi primo. El único que siempre estaba allí para mí, sin importar lo que pasara, mi mejor amigo. Y estaba Ash. La única persona sin la cual no podía vivir. No más. —La amo. En el mismo segundo, la mandíbula de Sawyer cayó y volvió a tensarse. Se estaba preparando para lanzarse hacia mí, lo pude ver en su postura. —Tú, la, amas —repitió furioso e incrédulo—. ¿Eres consciente de que pensaba casarme con ella algún día? ¿Y tú Beau, eh? ¿Planeas casarte con ella? ¿Mudarte con ella al remolque de tu madre? Tal vez podría conseguir un trabajo aquí, con la tía Honey, cuando sus padres dejen de darle el dinero. Mi puño se estrelló contra su rostro antes de que supiera lo que estaba sucediendo. Sawyer se tambaleó hacia atrás, con la sangre corriendo por su nariz. Un rugido estalló en su pecho y cargó contra mí, arrojándome contra el suelo. Su puño se

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The Enchanted Library estrelló con mi mandíbula sólo porque sabía que lo merecía. Pero esa era lo último que dejaría que hiciera. La sangre que corría de su nariz, por encima de su boca, logró que hiciera todo lo que estaba en mi poder para contenerlo. Yo no quería golpearlo de nuevo, pero que me aspen si iba a dejar que él me golpeara. —¡Deténganse! ¡Los dos! —gritó mamá por encima de nuestros gruñidos, pero Sawyer no paraba de intentar lanzarse sobre mí y yo no paraba de bloquear sus golpes. —Eres un bastardo Beau. Ella es una buena chica. No le puedes dar lo mismo que yo. —Las palabras de Sawyer hicieron que perdiera temporalmente la calma y que, nuevamente, mi puño se estrellara en un lado de su cara. Diablos. Tenía que callarse de una maldita vez. —Cállate, Saw —le grité, empujándolo lejos de mí y poniéndome de pie. —Es la verdad y lo sabes. Sólo es demasiado estúpida para darse cuenta… No terminó la frase antes de que lo tuviera con la espalda contra el suelo, con mi mano cerrándose sobre su garganta. —No la vuelvas a llamar estúpida —le advertí. Había cruzado una línea. Yo lo quería, pero la quería más a ella. —Es suficiente, quítate de ahí Beau. Esto ha ido demasiado lejos. Están dejando que una chica arruine su amistad. Ninguno de ustedes se casará con ella. Ni hablar de hijos. Es dulce y bonita, eso se los concedo, pero no vale la pena deshacerse de su familia por ella. Mamá se acercó a nosotros, su sombra cubrió la cara de Sawyer. Reduje mi agarre en su cuello, en caso de que se estuviera poniendo azul, porque era incapaz de verlo bien. —Él no es mi familia. Las palabras de Sawyer me dolieron, pero me habría sentido de la misma forma si hubiera alejado a Ash de mí. Deshice la llave y lo liberé, irguiéndome nuevamente, poniendo distancia entre ambos. No aparté mis ojos de él.

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The Enchanted Library —Lo siento chico, pero estar furioso con él por esa chica no le quitará la sangre que también corre por tus venas. Ustedes son y serán siempre parte de la misma familia. Sawyer puso una expresión desdeñosa mientras se ponía de pie y se limpiaba la sangre de la nariz con la manga de la camisa. —No es más que el bastardo del hermano perdedor de mi padre. No reaccioné. Quería que lo hiciera. Pero no le di ese gusto. Mamá chasqueó la lengua como lo hace cuando sabe algo importante que los demás no. Dejé que mis ojos se fijaran en ella por un segundo, para descubrir qué quería decir. —De hecho, Beau no es el bastardo del hermano de tu padre. Es el bastardo de tu padre. La sangre en sus venas es la misma que la tuya. No te confundas sobre eso. Me quedé paralizado en mi lugar mientras las palabras de mamá se hundían en mi conciencia. Retrocedí un paso y me sostuve del borde de la mesa de billar, buscando apoyo mientras la miraba, esperando por una señal de que mentía. —No. —Fue la única respuesta de Sawyer. No podía mirarlo. No ahora. —Sí. Pregúntale a tu padre. Diablos, pregúntale a tu madre. Eso será divertido. Me odia de todos modos. Bien podría hacer que me odiara un poco más por liberar al gato encerrado. Decía la verdad. Lo notaba en su voz. Había oído sus mentiras durante toda mi vida. Sabía percibir la diferencia. —No. No eres más que una puta estúpida. Mi padre nunca lo haría. Mamá se rió y rodeó el bar para coger una toalla que le tiró a Sawyer. —Limpia la sangre de tu cara y vete a casa. Cuando te des cuenta que estoy diciendo la verdad, entonces, tú y tu hermano podrán resolver las cosas. Como dije, ninguna chica vale tanto la pena como para luchar de esa manera. Probablemente te gustaría preguntarle a tu padre acerca de eso, también. Estoy segura que tiene una opinión sobre el tema. Teniendo en cuenta que la manzana no cae lejos del árbol. ¿Qué estaba diciendo? Una amarga sonrisa afloró a sus labios.

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The Enchanted Library —No sé qué es peor. Enterarme de que son basura blanca después de todo o tener a tu madre tratando de acusar a mi padre —escupió Sawyer antes de darse la vuelta y caminar hacia la puerta por la que había entrado apenas quince minutos antes.

ASHTON —Bueno, abue, he vuelto. Es tiempo de enfrentar la música —dije mientras colocaba el tallo de la rosa en la lápida de su tumba la mañana siguiente. Me levanté a las cuatro de la mañana después de pasar la noche con Leann, para poder regresar a tiempo para ir a la escuela. No necesitaba agregar una ausencia injustificada a mi lista de transgresiones. Mis padres probablemente me hubieran encerrado de por vida si eso sucedía. Me senté en el banco de madera al pie de la tumba, mi madre lo había sacado del porche de la abuela y lo había traído aquí. —Metí la pata a lo grande. No estabas aquí para correr hacia ti por lo que fui con Leann, lo cual probablemente sólo empeoró las cosas. Incluso salí de la iglesia después del solo del coro. No creo que mis padres sepan el motivo aún, pero tampoco creo que importe. Tomé un sorbo del café moka que había recogido en mi camino a la ciudad. La escuela no empezaba hasta una hora después y volver a casa en este momento no era lo mejor. —Todo esto es por Beau. Lo amo. Loco ¿no? Beau Vincent, el chico malo del pueblo y tenía que enamorarme de él. Yo, la novia de su primo y mejor amigo. Pero él me deja ser yo misma. Justo como tú. No es malo como todo el mundo piensa. Nadie conoce su corazón. No pueden ver más allá de su grosera boca, el hecho de que beba cerveza, ni su actitud rebelde para ver que es un chico sin un padre. Nadie se acercó y trató de enseñarle algo mejor. Lo dejaron crecer solo. No es justo. Todo el mundo lo juzga sabiendo que no tiene ninguna influencia positiva en su vida. Su tío nunca se ha preocupado por cuidarlo, disciplinarlo o siquiera interesarse en él. Creo que es maravilloso a pesar de la mala mano que le tocó. Odio cuando todo el mundo juzga a los demás aquí. Ellos llaman a este lugar el Cinturón de la Biblia, pero en realidad, abue, creo que todos ellos necesitan ir a leer

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The Enchanted Library sus Biblias un poco más. Recuerdo claramente a Jesús siendo amable con los pecadores, no juzgándolos. Beau sólo necesita a alguien que crea en él y yo lo hago. Tomé otro trago de mi café con leche y me recosté en el banco. El cementerio de la iglesia estaba en silencio al amanecer. Un autobús escolar pasando cerca era la única señal de vida. Mi teléfono sonó, alertándome de la llegada de un mensaje. Lo miré y fruncí el ceño. 146

“¿Dónde estás y dónde está Beau?” Era de Sawyer. Dudé, insegura de cómo responderle. Aunque, la idea de que Beau estuviera perdido me molestó. “Estoy en la tumba de mi abuela. No he visto a Beau desde que me fui de la iglesia ayer”. Esperé por una respuesta pero no vino. Agarré mis llaves del banco y me puse de pie. —Tengo que irme, abue. Te amo —dije y lancé un beso hacia su lápida antes de volver al coche.

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Traducido por Carmen20 Corregido por Ire Antes de que pudiera cerrar la puerta de mi coche, Sawyer ya estaba frente a mí. Lucía como si no hubiera dormido en toda la noche y tenía un corte en la nariz y un moretón bajo el ojo. —¿Qué pasó? —¿Dónde está él? —ordenó Sawyer interrumpiendo mi pregunta. Negué con la cabeza, mirándolo fijamente, tratando de averiguar por qué estaba tan decidido a encontrar a Beau. —Te lo dije, no lo sé. Salí de la Iglesia y fui a ver a Leann. Pasé la noche en su habitación y volví esta mañana. Sawyer murmuró algo que sonó como una maldición y mis ojos se abrieron en shock. El sol caía sobre su rostro y podía ver la hinchazón en su pómulo derecho bajo el moretón. Al parecer, había encontrado a Beau ayer, en algún momento. —¿Sabía Beau…? —me alcé para tocar su cara pero él apartó mi mano bruscamente con una mueca de disgusto. —No me toques. Hiciste tu cama, Ashton, ahora puedes dormir en ella. Yo no soy tuyo para que me toques. Tenía razón, por supuesto. Me limité a asentir. La ira iluminó sus ojos azules. —Tú hiciste esto ¿sabes? Se ha ido por tu culpa. Arruinaste su vida. Espero que haya valido la pena. —La voz de Sawyer se mezcló con la ira que brillaba en sus ojos. Una cosa era segura. Él me odiaba. No asentí esta vez. Simplemente lo rodeé y me alejé. Me dolía demasiado ver el odio en sus ojos dirigido a mí. Necesitaba encontrar a Beau. No llamarlo el día anterior había sido un error, pero me negaba a creer que hubiera salido huyendo. Él había estado dispuesto a luchar por mí. Por la maltrecha apariencia de la cara de Sawyer, podía saber que lo había hecho. Estaba lista para elegirle en lugar de cualquiera. Había llegado el

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The Enchanted Library momento de tirar la precaución por la borda e ir tras lo que quería. Y yo quería Beau. Ocho horas más tarde, me encontraba fuera del bar donde trabajaba Honey Vincent, mirando a la puerta. Nunca había estado aquí bajo la luz del día. La pintura desconchada y la puerta salida de sus goznes no eran visibles en la oscuridad. Beau no había ido hoy a la escuela. Todos aquellos con los que había hablado alguna vez se comportaban como si no existiera. Me habría importado si no hubiera estado tan preocupada por Beau. Le había enviado mensajes de texto varias veces, pero no hubo respuesta. Sawyer sólo me había dirigido su furiosa mirada una vez, cuando se dirigía a la casa de campo después de la escuela. Caminó hacia mi casillero y movió la cabeza como si me culpara por la ausencia de su primo. El temor de que tenía razón se había vuelto más fuerte durante el día. Debería haber llamado a Beau ayer. No, debería haber permanecido a su lado. En cambio, ante el primer signo de lucha, mentí y corrí, dejándolo en la estacada. Soy una persona horrible. La puerta del bar se abrió y Honey se quedó allí con la mano sobre su cadera mirando directamente hacia mí. Su cabello largo y oscuro estaba colocado en un lado de su cabeza, en una coleta baja y llevaba un par de ajustados jeans y una sudadera holgada. Era la primera vez que había visto su cuerpo tan bien cubierto. —Bueno, entra de una vez por el amor de Dios, ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí y estudiar la puerta? Él no está aquí así que no puedes esperar que escape. Beau no estaba aquí tampoco, pero tal vez ella supiera dónde estaba. Me apresuré a seguirla mientras se daba la vuelta y se dirigía al interior. El bar era diferente a las tres de la tarde. Las cortinas estaban separadas, dejando que la luz solar ingresara al lugar y las ventanas estaban abiertas permitiendo que una fresca brisa flotara por el lugar. Casi quitando el olor a cerveza rancia y cigarrillos... casi. —Se fue ayer. No ha regresado a la casa tampoco. Has arruinado todo entre esos chicos, niña buena.

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The Enchanted Library Honey negó con la cabeza mientras tomaba los vasos para limpiarlos y los ponía sobre la barra. —Lo sé. Tengo que arreglarlo. Ella sacudió la cabeza y dejó escapar una risa amarga. —Creo que sería bueno, pero el daño está hecho. Esos muchachos estuvieron cerca de darse una paliza el uno al otro ayer. Los has vuelto locos a ambos. Nunca pensé que vería a una chica interponerse entre ellos, pero también es cierto que nunca me imaginé que alguna vez verías a Beau de otra forma. Una vez que empezaste a mostrar algún interés supe que todo se iba a ir al infierno en una canasta rápidamente. Tú siempre has sido la debilidad de mi hijo. Me hundí en un taburete en la barra, cerca de ella. Mi estómago estaba revuelto por la culpa. ¿Qué le había hecho a Beau? ¿Cómo podía decir que lo amaba y hacerle tanto daño? El amor no era egoísta. —Soy una persona horrible. Volvería hacia atrás, si pudiera. No puedo creer que le haya hecho esto a él. Honey se detuvo y levantó una ceja artísticamente esculpida. —¿Él, quién? —Beau —le contesté frunciendo el ceño. Una triste sonrisa tocó sus labios y negó con la cabeza. —Bueno, supongo que no es tan tonto como yo creía. Pensé que el chico lo había tirado todo por una chica que sólo buscaba pasar un buen rato. No creía que realmente te preocuparas también por él. Yo quería enojarme pero ¿cómo podía? No había hecho nada para demostrar que él realmente me importaba. El amor no arruina tu vida. —¿Sabe dónde está? Sólo quiero hablar con él. Tengo que arreglar esto. Honey suspiró y deslizó el vaso de su mano al estante encima de su cabeza antes de encontrarse con mi mirada. —No Ashton no lo sé. Se marchó de aquí después de golpear la cara de su primo. Estaba herido y enojado. Me imagino que necesita un poco de tiempo y entonces

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The Enchanted Library saldrá de su escondite. Por ahora sólo preocúpate de arreglar tus problemas con Sawyer. Negué con la cabeza. —No se puede arreglar mis problemas con Sawyer. Él me odia. Todo lo que puedo esperar es que un día entienda, pero no tengo tiempo para tratar con él. Honey apoyó sus codos en la barra y me observó por un momento. —¿Estás intentando decirme que no volverás con Sawyer en absoluto? ¿Ni siquiera estás preocupada por perder el hermoso futuro que él planeaba darte? —Nunca hubo un futuro con Sawyer. Lo he sabido todo el tiempo. Amo a Sawyer, pero no estoy enamorada de él. Nunca tuve la intención de tener un “felices para siempre” con Sawyer. Sólo necesito ver a Beau. Las únicas negociaciones que quiero tener con Sawyer son acerca de perdonar a Beau. Honey asintió. Extendió la mano y me dio unas palmaditas en el brazo. —Creo que podrías llegar a gustarme, chica. Ve tú a saber. Que me agrade la hija del predicador. Ha sucedido mierda más loca. Una sonrisa tiró de mis labios por primera vez durante todo el día. En ese momento, me recordaba a Beau. La expresión divertida y los mismos ojos color avellana. —Necesito hablar con él. Por favor, tan pronto como lo vea, dígale que me llame. Honey asintió nuevamente y volvió a limpiar los vasos. Me puse de pie y me dirigí hacia la puerta. La carta que le había escrito durante Literatura, disculpándome y rogándole que por favor me hablara estaba en mi bolsillo. El plan había sido dejarla caer en su casillero, pero nunca se presentó a la escuela. Lo saqué, me volví y caminé de vuelta hacia Honey. —¿Podría darle esto cuando lo vea? —le pregunté, deslizando por la barra el papel doblado. Alargó la mano y la levantó sin desviar la vista de mis ojos. —Claro cariño. Me aseguraré de que la reciba. Los coches de mis padres estaban en el porche cuando finalmente decidí regresar, después de las cinco. Era hora de enfrentar las cosas. Nadie me recibió en la puerta, lo que era una buena señal.

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The Enchanted Library Di un paso dentro y fui detenida por la mirada penetrante de mi padre. Estaba sentado en el sillón con la Biblia abierta en su regazo mientras me miraba por encima de sus gafas de lectura. Estaba enojado, dolido y decepcionado. Pude ver todo eso en sus ojos. Dejé caer mi bolso sobre la mesa y me hundí en el sillón frente a él. —Me alegro de que finalmente pudiste llegar a casa. Tu breve mensaje de texto diciéndome que estabas bien y que pasarías la noche con Leann no era exactamente reconfortante. Tu madre se ha ido a la cama con un dolor de cabeza por la preocupación. —Lo siento, papá —le contesté. Realmente sentía que molestado. Incluso cuando lo haría de nuevo en un instante.

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—Lo siento, ¿eh? Bueno, no pareces sentirlo. Voy a decir que me alegro de que hayas llegado a la escuela a tiempo y que incluso encontraste un momento para ir a la tumba de tu abue. No estés sorprendida. La visito todos los días y me di cuenta de la rosa fresca en su lápida. Sólo tú le llevarías una sola rosa de su propio jardín. Nadie más lo habría pensado. Eres una buena chica, Ashton. Siempre lo has sido, pero este verano te pasa algo y tenemos que arreglarlo. Él le echaría la culpa a Beau si lo supiera. Quería que fuera culpa de otra persona. Ni siquiera podía registrar el hecho de que su hija era una gran falsa. —Beau Vincent también ha desaparecido. Todo el mundo pensaba que habían escapado juntos. Pero entonces me enviaste el mensaje diciendo que te encontrabas con Leann y el orientador de su dormitorio verificó la información cuando llamé y me registré. Así que no estabas con Beau, pero es terriblemente sospechoso que él esté perdido también y que Sawyer tenga un ojo negro. ¿Qué sucedió en la iglesia, Ashton? Él estaba preguntando, pero en realidad no quería saber la verdad. Ningún padre quería escuchar este tipo de verdad. Negué con la cabeza. —Me metí en una discusión con Sawyer y nos separamos. Corrí para ver a Leann y huir. Eso es todo lo que sé. Me estaba volviendo una buena mentirosa. No es algo de lo que estar orgullosa. Papá asintió con la cabeza y cerró la Biblia en su regazo.

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The Enchanted Library —Bueno. No me gustaría escuchar que estuviste involucrada en algo peor. Romper con Sawyer es probablemente algo bueno. Ustedes dos iban demasiado en serio y tienes la universidad el año que viene. Necesitas estar libre de un chico para que puedas centrarte en tu futuro. Se levantó y dejó la Biblia sobre la mesa de café. Sus ojos verdes encontraron los míos y me señaló el libro que acababa de dejar. —La buena compañía corrompe las buenas maneras. Si lees Proverbios cada día, lo sabrás. Lo vi girar y dirigirse a su dormitorio. Yo realmente deseaba que no me hiciera odiar leer la Biblia. Tenerla tan presente toda mi vida me había hecho un poco reticente a leerla. Creía en ella. Pero mi papá la había utilizado para su beneficio muchas veces, haciendo caso omiso de las partes en que se señalaba sus errores. Como juzgar a Beau aún sin conocerlo. Eso estaba en Proverbios también.

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Traducido por Mrs Nobody Corregido por Liss.Briel

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Beau, Lo siento. Por no haberte llamado. Por fugarme. Por Sawyer. He arruinado todo para ti. Fui tan egoísta. No puedo explicarte cuan arrepentida estoy. Por favor, sólo olvídame. Puedo soportar cualquier cosa si sé que me olvidarás. Tal vez lo que hicimos estaba mal. Tal vez deberíamos haberlo manejado de otro modo pero no puedo arrepentirme de ningún momento que pasamos juntos. Me diste recuerdos que siempre apreciaré. No quiero hacer esto más duro para ti. Te dejaré partir por tu propio camino. Sólo déjame saber que no me odias. Te amo, Ashton.

Pasé el pulgar sobre las palabras "te amo" mientras miraba la carta de Ashton. Ella me ama. Ashton Gray me ama. Dejé que pensara que todo esto era su culpa. El pánico en su escritura era claro. ¿Ella pensó que la odiaba? ¿No escuchó nada de lo que le dije? ¿Mis acciones no le dijeron suficiente? Habría sacrificado cualquier cosa por ella. ¿Cómo pudo pensar que la odiaba? Ni siquiera era posible. El dolor permanente donde mi madre había rasgado mi pecho y básicamente lo había tirado lejos se alivió cuando releí las palabras "te amo". Ahora mismo necesitaba sus brazos a mi alrededor, así podría llorar. Llorar por el hombre que había sido el único padre que había conocido y perdido a una edad tan temprana. Llorar por el hermano que nunca me di cuenta que tenía, pero, sin embargo, amaba. Llorar por la única chica a la que he amado, la única persona por la que además de Sawyer habría muerto y por la situación imposible en la que estábamos. La amo tanto. La elegí a ella por sobre Sawyer y lo haría de nuevo. Pero las cosas cambiaron ahora. Sawyer estaba enfrentando el mismo dolor que yo. Tal vez más porque era su padre, o nuestro padre, quien había engañado a su esposa, quien me había ignorado a mí toda mi vida y quien le había mentido.

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The Enchanted Library Una lágrima resbaló por mi mentón y rápidamente moví la carta para que mis lágrimas no emborronaran las palabras de la página. Necesitaba saber que a alguien le importaba. Alguien me amaba. Plegando la carta para poder ver las palabras "te amo" y su nombre, la apreté de nuevo contra mi corazón y apoyé mi espalda contra el heno. Esta noche no dormiría mucho pero tenía las palabas de Ash para mantenerme caliente.

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ASHTON La secundaria siempre ha sido fácil para mí. Teniendo a Sawyer como novio me protegía del acoso. Estaba parada frente a mi casillero y vi la palabra "puta" pintada con esmalte rojo sobre la pintura azul pálida que se había ido estropeando durante los últimos tres años, era un momento de comprensión. Realmente no tenía idea de cómo se sentía estar en la secundaria. Tal vez yo era una puta. Ya no era virgen y tampoco estaba casada. ¿Acaso eso no me hace una puta? Nadie sabía acerca de Beau y yo, por lo tanto el hecho de ser etiquetada como una puta solamente significaba que ellos lo estaban insinuando. Suspiré y rápidamente puse mu combinación y abrí mi casillero. Al instante me puse feliz de no tener ventilación en los agujeros de mi casillero. No se sabe lo que habrían intentado meter adentro. Podía escuchar susurros detrás mío mientras sacaba mis libros para el primer período. Nadie me habló ni me defendió. No esperaba eso de ellos. Este era el tercer día del rechazo a Ashton. Realmente no podía culpar a Sawyer, porque él no estaba participando. Tampoco estaba de mi lado, pero él no se unía a ellos para divertirse. Todos lo amaban y querían defenderlo. Si ridiculizarme a mí los hacía sentir como si hubiesen cumplido la misión, podía soportarlo. Sólo eran palabras. Como si hubiera dicho eso en voz alta alguien me empujó desde atrás contra mi casillero. La punta me golpeó la cabeza causándome que vea un poco borroso por culpa del impacto. Agarré el lado de la puerta rezando que no pasara del otro lado. La risa de la variedad femenina siguió detrás de mí y cerré mis ojos hasta que el dolor pasara. —¡Ay, por Dios! ¿Vas a quedarte ahí parada y aceptar esto? Despacio giré mi cabeza para ver a Kayla mirándome con una expresión exasperada. Ella agarró mi brazo para estabilizarme.

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The Enchanted Library —Supongo que llega un punto en que piensas que mereces esto o lo que sea, pero llega un momento cuando suficiente es suficiente. Necesitas pararlo o ellos continuaran excediéndose contigo. Ten algo de dientes, niña. Ella tomó los libros de mis brazos y cerró mi casillero. —Ven, voy a llevarte a la enfermería porque tienes una mirada aturdida y confusa en los ojos. Una vez que diga que estás bien, puedes ir a clases. Yo estaba aturdida y confundida. ¿Por qué Kayla estaba ayudándome? Ella era una animadora. Yo había pensado que sería la líder de la tropa anti Ashton. —Realmente deberías haber pensado en esto antes de engañar al príncipe de la ciudad. Alguien como Sawyer tiene demasiados súbitos leales. Tú los has enfadado a todos. Ellos te odian porque lo tuviste por mucho tiempo y te odian porque le hiciste daño. Se sienten justificados en su brutalidad hacia ti. Así que te consigues un guardaespaldas o te haces dura. Esto no va a desaparecer de la noche a la mañana. Podría durar todo el maldito año. Kayla me condujo por el pasillo hacia la oficina de la enfermera. —Lo sé. Pensé que si los dejaba sacar su cólera tal vez esto se calmaría más rápido —expliqué. Kayla resopló. —No va a pasar. O los para Sawyer o los paras tú. ¿Dónde está Beau? Si él estuviera aquí podría parar todo esto. Quería a Beau. Lo echaba de menos. Alcancé y toqué mi bolsillo para asegurarme que la nota que le había escrito a anoche todavía estaba allí. Había decidido dársela a Honey más tarde por si acaso ella fuera capaz de darle las notas, quería asegurarme de cómo se sentía. No quería que estuviera sólo. —¿Realmente lo hiciste? ¿Engañaste a Sawyer con Beau? Encuentro difícil de creer que Beau le hiciera algo así a Sawyer. Pero Sawyer no habla y Beau está perdido en acción. Yo no iba a mentir más. Sawyer sabía la verdad. Ya no podía evitárselo. Mentir denigraría a Beau. No podía denigrarlo. —Sí, lo hice.

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The Enchanted Library Kayla hizo una pausa y pensé que iba a tirar a mis libros al suelo o alguna otra reacción dramática pero, en cambio, soltó un silbido bajo. —Lo admites. Wow. Me encogí. —Todos saben que rompí con Sawyer. No hay razón para mentir. Kayla levantó sus cejas.

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—Puedo pensar en una razón para mentir. El manojo de chiflados que piensan que tienen que defender a Sawyer transformándote en su bolsa de boxeo. —Tal vez, pero no voy a mentir sobre Beau y yo. Él no merece esto. No tengo nada para avergonzarme excepto de arruinar su relación. Kayla abrió la puerta a la oficina de la enfermera. —Realmente eres única. No de extrañar que los chicos Vincent se peleen por ti.

Aparte de un chichón feo en al lado de mi cabeza, no hubo ningún otro daño. Sin embargo, comenzaba a lamentar que, al menos, no hubiera necesitado puntadas así habría tenido una excusa para marcharme por hoy. A la hora del almuerzo se me cayeron tantas veces los libros de las manos que ya había perdido la cuenta. Kayla se había parado una vez a ayudarme a recogerlos diciendo otra vez como necesitaba un guardaespaldas. El portero había limpiado mi casillero y todos los estudiantes habían sido amenazados con la suspensión de la escuela de ser cogidos pintarrajeando propiedad escolar. Entonces habían escogido pegar notas con comentarios crueles sobre mi casillero. Dejé de leerlos una vez que me di cuenta que solamente eran otra forma de castigo. Sawyer había mirado silenciosamente como la gente había tirado mis libros al piso todo el día. Cuando nuestros ojos se encontraron, después de que limpié mi armario del último embate de mensajes, él no dijo nada, sólo se alejó; decidí que podía odiarlo un poco. Él no era el tipo perfecto que yo había pensado. Tal vez lo había puesto sobre un pedestal. El Sawyer que yo conocía no se quedaría parado mientras alguien fuera intimidado de esa manera. Mis ojos habían sido abiertos viendo el otro lado de él. A uno que era verdadero, pero que no me gustó mucho.

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The Enchanted Library Yo esperaba con impaciencia conseguir una bandeja y dirigirme afuera para comer sola y disfrutar de un poco de paz y tranquilidad. Acercándome a la línea de almuerzo, no hice caso a nadie alrededor mío. Esto se había convertido en mi mantra para no hacer contacto visual. Pareció empeorarlo. Entonces, en cambio, practiqué estrechar mi mirada. Por eso probablemente no vi la coca-cola antes de que fuera vertida sobre mi cabeza. Chillé cuando el hielo cayó sobre mi cara y quemó mis ojos. Esto goteó sobre mi blusa y mi pelo quedó pegado a mi cabeza. El comedor estalló en la risa. Nicole parada delante mío con su vaso vacío y una sonrisa satisfecha sobre su cara. —Oops —dijo ella bastante alto para que su audiencia se entere, antes de dar vuelta sobre sus talones y pavonearse hacia la multitud que la adora. Me quedé allí debatiendo como manejar esto. Kayla dijo que tenía que ser dura, pero la lucha me había abandonado. Solamente quería que Beau viniera a casa. Extendí mis manos, quité la coca-cola de mis ojos y alisé mi pelo empapado echándolo detrás de mi cara. Entonces, sin darles la satisfacción de cualquier reacción, me dirigí de nuevo a las puertas batientes dobles que me condujeron al vestíbulo. Podía irme a casa ahora. Esto era una excusa bastante buena. La puerta se abrió antes de que llegara y mis ojos se encontraron con los de Sawyer. Los ojos azules que alguna vez amé se abrieron sorprendidos por mi aspecto. Esto no era su culpa. No realmente. —Perdóname —dije tan correctamente como pude, di un paso alrededor de él y me dirigí hacia abajo por el pasillo hacia la oficina. No miré hacia atrás aún cuando podía sentir sus ojos sobre mí. Tal vez esto sería un final para él. Por otra parte, tal vez no.

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Traducido por Mrs Nobody Corregido por serejana BEAU Querido Beau: Te extraño. Extraño tu sonrisa. Extraño tu risa. Extraño la manera en que te ves con jeans. Extraño el destello perverso en tus ojos cuando tramas algo malo. Te extraño. Por favor, vuelve a casa. Pienso en ti todo el día y toda la noche. Sabes, realmente esto está estropeando mi sueño. Anoche me acosté en el techo y pensé en todas las noches que nosotros nos habíamos recostado y mirado las mismas estrellas. Antes de que la vida se estropeara. Antes de que escogiera al chico Vincent equivocado. Sawyer te perdonará. Pienso que él comienza a entender que lo que nosotros teníamos no era amor. No verdadero amor. Él no conoce a la verdadera yo y yo he descubierto que no conozco al verdadero Sawyer. Las cosas que amaba de él ya no se mantienen más. Él no es tú, nunca lo fue. Pero sólo puede haber un chico malo y ridículamente sexy en la ciudad. Creo que es una cuestión de cupo, estoy bromeando. Tú no eres malo, tienes tantas buenas cualidades. Te admiro. Desearía que todos pudieran ver al Beau que yo veo. Si ellos sólo supieran lo especial que eres. Por favor, regresa a casa. No puedo decirlo las veces suficientes. Te extraño. Te amo, Ashton.

Ella me extraña. Quiero volver y llevármela. Agarrarla rápidamente y correr. Enfrentar a mi tío ahora, sabiendo que nunca trató de tener ninguna relación conmigo, era algo que todavía no podía hacer, aunque quería a Ashton. Ella podría esconderse conmigo. Si le preguntara sé que no dudaría en venir. Pero yo ya la había metido en un lio horrible. No podía lastimarla de nuevo. Ella tiene la seguridad de su casa. Padres que la aman. No necesita perder eso. Es importante. Es un regalo. Uno que nunca tuve y que me condenaría si se lo arruinaba. En vez de prender mi celular y ver los mensajes que me había mandado, apreté la carta contra mi corazón y cerré los ojos. Por ahora eso tenía que ser suficiente.

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The Enchanted Library ASHTON —No dejes que se caigan. Las malditas cosas cuestan demasiado. —Honey me llamó desde la cocina. Sostuve las copas de cristal y las tazas de cerveza antes de guardarlas en su sitio detrás de la barra. Empecé a venir aquí dos días después del colegio para traerle una carta a Beau y ver si Honey había escuchado algo de él. Mis visitas frecuentes habían aumentado tanto que Honey empezó a ponerme a trabajar. Yo, con mucho gusto, había aceptado. De este modo podría hablar con alguien acerca de Beau y no tendría que irme a mi dormitorio sola. —Tank, toma cinco dólares de mi paga cada vez que rompo algún vaso. Sabiendo bien que ninguna de esas cosas cuesta cinco dólares cada una. —Ella se quejó andando detrás de la barra de la cocina que lleva a otro estante de tazas y vasos limpios. —Estoy siendo cuidadosa —le aseguré, poniendo una taza en el estante bajo el mostrador. —Bueno. Ahora sigue contándome sobre el asunto del casillero —me dijo mientras recogía otra copa y la comenzaba a secar a mi lado. —Ellos sólo están poniendo notas y cartas feas, amenazándome y cosas así. Es tonto. Después de que me empujaron contra el casillero y me golpeé la cabeza no sufrí otra herida. —¿Y ese hijo de puta no hace nada para que dejen de tratarse así? Me encogí de hombros pensando en Sawyer mirando silenciosamente desde la distancia. —Él es como su padre, no sé por qué me sorprende. No va a ayudar a nadie cuando Beau regrese. Cuando mi chico averigüe lo que Sawyer dejó que te pasara se volverá loco. Tenía la esperanza de que hicieran las paces una vez que Beau regresara. —No tengo la intención de contarle a Beau sobre esto. No lo sabrá y tengo esperanzas de que cuando regrese todo esto habrá disminuido. De esta manera no tendrá razón para volverse loco con Sawyer. Honey resopló y golpeó la barra delante de mí con su paño.

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The Enchanted Library —Niña, creciste con Beau. Deberías saberlo mejor. Él no es un maniquí. Además alguien le dirá y cuando todos lo hagan, el infierno se desatará. Suspiré y recogí el estante vacío delante de mí para llevarlo de vuelta a la cocina. —Sé que lo descubrirá, pero quiero que hagan las paces. No me perdonaré hasta que lo hagan. Honey cabeceó. —Sí, bien, mi consejo es que estés lejos de los muchachos. Sé que piensas que amas a mi chico pero los chicos Vincent son el problema. Ambos. Ellos tienen problemas que tú no conoces, necesitan tiempo. Lo único que conseguirás es desordenar sus cabezas. Además ellos corren cuando las cosas se ponen difíciles, Beau es el mejor ejemplo ahora mismo. ¿Dónde está él mientras tú estás siendo tratada como si tuvieras tatuada la letra escarlata en la frente? Y Sawyer no es mejor, él está dejando que una chica pague el pato de todo esto sin decir una palabra. Amo a mi muchacho, pero él no es la clase de hombre con la que quieres planear tú futuro. Necesitas seguir adelante, chica. Encontrar a alguien cuyo apellido no sea Vincent.

Ya que esos días yo no era una persona grata, decidí que lo mejor sería llevar mi propio almuerzo y comer escondida en la biblioteca. De esta manera estaba lo bastante lejos de Nicole y de coca, para permanecer seca y agradable. Nadie pareció notar mi ausencia o ninguno se preocupó. Cinco minutos antes de que tocara la campana, guardé la bolsa vacía de mi almuerzo en mi bolsillo trasero y me dirigí a al casillero. Las notas habían disminuido lo cual era sorprendente. Había hecho un punto para evitar ir a mi armario, excepto a primera hora de la mañana y antes de irme a casa. Sólo cargué todos mis libros en mi mochila. La espalda me dolía del peso pero no me emocionaba la idea de volver a un vestíbulo lleno de gente que me odiaba. El morado de mi hombro izquierdo no era nada comparado con ser empujado contra un casillero. —La princesa ha caído muy bajo cuando va a esconderse durante el almuerzo. —El tono divertido de Nicole me saludó cuando me acerqué a mi casillero. Levanté mis ojos despacio para encontrar su mirada. No estaba segura de por qué me odiaba tanto. ¿Acaso no piensa que ya he pagado suficiente por mi pecado al ir contra

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The Enchanted Library ella? Ella se paró directamente entre mi casillero y yo. Caminar alrededor suyo sería estúpido. En cambio esperé a que dijera lo que vino a decir. —¿Cómo se siente ser la espuma en la charca? Tuve que morderme la lengua para no contestarle, no sabría que no era ella. En una lucha ella me golpearía en la cara. Además no quise darle la satisfacción de que viera que sus palabras me afectaron. —No me ignores. —Se burló dando un paso hacia mí. Todavía era yo misma. El odio que destellaban sus ojos era una advertencia para que pisara con cuidado. —Sólo quiero ir a mi armario y después mi iré. No estoy tratando de causar problemas. Nicole cacareó como una bruja trastornada. —Ya causas problemas, puta. Ella estiró su mano y tiró un mechón de mi pelo causándome lágrimas en los ojos por el repentino dolor. —Piensas que eres tan bonita y perfecta que simplemente puedes tomar lo que quieres. Bien, tengo noticias para ti muchacha, no puedes tomar lo que es mío. Nicole acortó el espacio entre nosotras y en un rápido movimiento me envió volando hacia atrás con un empujón en mi pecho. Genial. Iba a meterme en una pelea en el vestíbulo de la escuela sin haber hecho nada. Justo lo que necesitaba. Mis padres se pondrían furiosos si me suspendieran. Levantarme parecía algo inútil. Mantuve mi cabeza baja y esperé a que algo más pasara. No tardó mucho tiempo. De un tirón arrancaron mi mochila de mis hombros y tiraron los libros sobre mi cabeza. Me encogí y solté un grito ahogado cuando mi cabeza fue golpeada con los libros que me vi forzada a llevar todo el día. —Eso fue suficiente. Muévanse. —La voz de Sawyer hizo callar todas las risas y charlas que llenaban el vestíbulo—. Déjala sola, Nicole. Tu problema es con Beau, no con Ashton. No quiero verte tocarla de nuevo, eso va para todos ustedes. Paren. Aquí nadie sabe lo que pasó y no es asunto de nadie. Dejen de actuar como un manojo de estúpidos y déjenla sola.

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The Enchanted Library Los pies se arrastraron a mi alrededor y la risa se había convertido en susurros callados mientras la multitud hizo exactamente lo que Sawyer había dicho. El príncipe actual había hablado. Le había tomado una semana, pero finalmente terminó esto. Su mano apareció delante de mi cara y la miré un momento, fijamente, antes de ignorarla y levantarme por mi cuenta. No lo miré a los ojos ni tampoco le agradecí. Su interferencia había tardado mucho y mi gratitud expiró. Comencé a recoger mis libros. —¿Al menos vas a agradecerme? —me preguntó Sawyer mientras recogía mi mochila y la abría. Me encogí y apenas lo miré por encima antes de guardar los libros en la mochila que él mantuvo abierta. —Tú causaste esto sobre ti misma, lo sabes. Esa fue la gota que desbordó al vaso. Yo había sido la bolsa de boxeo durante cinco días, demasiado tiempo. Le quité mi mochila de libros de sus manos y fulminé con la mirada aquellos ojos azules que alguna vez pensé eran hermosos. Ahora me parecían pálidos y aburridos. —Nadie se merece lo que pasé estos días. Podría haber merecido tu cólera, pero no la de toda la escuela. No les hice nada. Así que perdóname si veo que me llevé una semana de incesante acoso. Me di la vuelta y comencé a dirigirme hacia la puerta. Había tenido suficiente. —Ashton, espera. —Sawyer corrió detrás de mí y tomó mi brazo—. Por favor, espera. Escucha. —¿Qué? —espeté sin querer que mi fuga se estropease. —Tengo algo que necesito decirte. Sólo escucha, por favor. Cabeceé pero mantuve mi mirada fija en las puertas a través de las cuales, desesperadamente, quería escapar. —Me equivoqué. Dejando que te hicieran todas esas cosas durante toda la semana y sin decir nada, fue horrible. Lo siento, de verdad. En mi defensa, estoy lastimado Ash. No sólo te perdí a ti, Ash, también perdí a mi mejor amigo, mi primo, mi hermano. Todo se caía rápidamente y no podía hacer nada. Me dije a mí mismo que lo merecías, que podías luchar tus propias batallas. Supongo que esperaba ver

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The Enchanted Library a la chica ruda que recuerdo de cuando éramos niños. Si pudiera ver eso, entonces entendería por qué te fuiste con Beau. Pero sigues reaccionando de la manera en que mi Ash reaccionaría. Nunca te defendiste ni tomaste represalias. Sólo lo aceptaste. Dios, duele tanto. Ellos te estaban lastimando, a la chica que amé toda mi vida. Quería saltar y defenderte pero la imagen de Beau besándote, tú mirándolo fijamente como si quisieras comértelo entero se repetía en mi cabeza y me ponía furioso de nuevo. —Soltó un suspiró y el apretón de mi brazo desapareció. —Te amo. Sé que a la verdadera tú también. Piensas que no, pero cuan fácilmente olvidas que cuando éramos chicos yo siempre te sacaba de los problemas. No le pedí a la Ashton perfecta ser mi novia cuando tenía catorce años. Se lo pregunte a la única Ash que conocí. Cambiaste un montón, no voy a mentirte. Estaba orgulloso de la chica en la que te habías convertido. Mi mundo estaba completo. Tenía la familia perfecta, la chica perfecta, el futuro perfecto... pero olvidé a la niña que fuiste una vez. Beau no la olvidó. Tragué a pesar del nudo en mi garganta. Esta era la conversación que deberíamos haber tenido cuando Sawyer vino a casa este verano. En cambio, yo me escapé de la verdad. —Nunca quise lastimarte —contesté mientras apartaba mi vista hacia mis tenis. —Pero lo hiciste.

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Traducido por Gianna d´vampyre Corregido por LadyPandora Una simple y honesta respuesta se sintió como un puño en mi estomago. —Yo sé que me odias. No te culpo. Pero Beau, Beau te necesita, por favor no lo odies a él también. Al final levanté los ojos para encontrar su mirada, tenía el ceño fruncido y lentamente sacudió la cabeza. —No te odio, Ash y no odio a Beau, me gustaría que volviera, cuando me fui del bar el Sábado no me di cuenta de que saldría corriendo. Debí haberlo hecho, pero estabas tú y yo sabía que él no querría abandonarte. —Te quiere, te hizo daño y no puede enfrentarse a eso. Una sonrisa triste asomó en la comisura de sus labios. —No, Ash, él no se fue por eso. Sawyer miró de nuevo al ahora vacío pasillo. Ya era tarde para ir a clase, pero no me importaba, de todos modos pensaba irme a casa. —Vamos, hay algo que tengo que contarte —dijo Sawyer dirigiendo su atención hacia mí. Lo seguí afuera, hacia su camioneta. Era raro subir sin tenerlo abriéndome la puerta y levantándome hacia el asiento, pero de alguna manera era lo correcto, así debía haber sido desde hace algún tiempo. Salimos del estacionamiento y fuimos hacia el sur, al parecer teníamos que salir de la ciudad para tener esta conversación. —El domingo me fui detrás de Beau. Sabía que lo encontraría jugando al billar en el bar, es dónde siempre va a relajarse. Cuando llegué nos dijimos algunas cosas y nos dimos algunos golpes. —Sawyer me miro y sonrió—. Me gustaría decir que Beau salió peor parado, pero los dos sabemos que estaría mintiendo. Tal vez tengo un buen brazo para lanzar si hablamos de fútbol, pero si hablamos de dar golpes,

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The Enchanted Library me gana por goleada. De hecho, podría haberme hecho daño. Se pasó la mayoría del tiempo bloqueando mis golpes. —Sawyer se detuvo y suspiró frustrado. No los había visto pelearse desde que tenían diez años y Sawyer había acusado a Beau de ser problemático, diciendo que me estaba arrastrando con él. Beau había estado soltando golpes esa tarde y Sawyer terminó perdiendo un diente, que por suerte, era de leche y aún tendría que salir el definitivo. —Mi tía Honey estaba ahí, sólo estábamos los tres, trató de detener la pelea pero no la estábamos escuchando. O más bien, debería decir que yo no la estaba escuchando. Quería ver sangrar a Beau. Los dos lo negaron pero yo sabía que él te había besado. ¡Joder! Es Beau, ya sabía que probablemente habían hecho más que eso, odiaba saber que finalmente te había perdido ante él, era algo que siempre temía, incluso cuando no se decían gran cosa, él te miraba y cuando tú creías que nadie te estaba mirando, lo mirabas a él. No soy un completo idiota. —Nunca creí que lo fueras, Sawyer. Mentí con lo de Beau por que esperaba salvar tu relación con él, realmente intenté alejarme de ustedes. Sawyer se rio pero la sonrisa no llegó a sus ojos. —¿De verdad piensas que Beau iba a dejar que te alejaras? No en esta vida. —Él te quiere —respondí. —Lo sé. La cuestión es, que a ti te quiere más. Comencé a sacudir mi cabeza. —Ash, Beau no me hubiera traicionado si no hubiera perdido la cabeza enamorándose de ti, no intentes negarlo. —Cierto. —Estuve de acuerdo, quizá tenía razón, quería que la tuviera—. ¿Entonces me trajiste aquí para decirme qué, Sawyer? Sawyer se movió hasta el borde de un estacionamiento vacío y apagó el motor, esperé pacientemente mientras ponía en orden sus ideas. Una bolsa de plástico vacía bailaba en el viento atravesando el estacionamiento y la miré, pensando que sabía perfectamente cómo se sentía, estaba en un camino que no podía controlar, como yo. —Ash, Beau no es mi primo, él es mi… es mi hermano.

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The Enchanted Library Me quede ahí, sentada, dejando que sus palabras se hundieran. ¿Lo decía en sentido metafórico? Es decir, yo ya sabía que Beau era como su hermano. —No lo entiendo —logré decir finalmente. —Todavía estoy tratando de entenderlo yo mismo, si soy honesto. —Sawyer se giró en el asiento con su cuerpo hacia mí—. Cuando estábamos discutiendo el domingo y diciendo cosas que en realidad no queríamos decir o de las que al menos nos retractaríamos después, Honey nos informó que mi padre no era sólo mi padre, sino también el de Beau. —¿Qué? —Honey fue novia de mi padre en el instituto. Entonces mi padre se fue a la universidad y conoció a mi madre en su primer año en Derecho. Era la hija de uno de sus profesores, se enamoraron y se casaron. Ya graduado y obtenido la abogacía, volvió a Grove para abrir un bufete. Honey seguía aquí, al parecer, armando caos y rompiendo corazones. Ella y mi tío Mack solían enrollarse, así que cuando se quedó embarazada de Beau y se casó con Mack todos creyeron que era de él. Mi madre se quedó embarazada de mí el mismo año. Ella no tenia ni idea de lo de Beau y no lo supo hasta que puse a papá enfrente de ella el domingo por la tarde. Mi padre y Honey se liaron una noche en el bar, después de que mi madre y él se hubieran peleado por que había gastado mucho dinero en muebles. Estuvieron tomando algunos chupitos de tequila y mi padre dice que todo lo que recuerda es haberse despertado en la cama de Honey. Seis semanas después ella tocó a la puerta diciendo que estaba embarazada. Él no le creyó o al menos no creyó que fuera suyo, así que, mi tío Mack se casó con ella. Le creyó. Cuando nació Beau, mi tío amenazó a papá con ir a contar lo de su noche con Honey a mamá sino se hacía la prueba de paternidad, la hizo y Beau sí era suyo. Mi tío dijo que lo criaría como suyo. Estaba enamorado de mi tía. Lo había estado desde el instituto. Y a partir de ahí ya conoces el resto, se murió y Honey ha sido la peor madre en la Tierra y Beau tuvo que valerse por sí mismo. Me quede ahí mirando la ventana, incapaz de mirar a Sawyer. ¿Cómo su padre podía haber hecho algo así? Él sabía lo mucho que había sufrido Beau. Descansé la cabeza contra el cristal y cerré los ojos. Las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas. No era de sorprender que Beau dejara la ciudad, ya era lo bastante desagradable no sentirse querido por su madre, como para ahora también sentirlo por su padre. Mack Vincent sólo había sido su tío. Los únicos recuerdos de una vida estable que tenía Beau eran con Mack.

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The Enchanted Library —Beau no te abandonó, Ash. Sólo necesitaba tiempo para entenderlo. —¿Dónde está? —pregunté mientras un sollozo arrancaba desde mi pecho. —Ojalá lo supiera. Sawyer no dijo nada más. La camioneta se movió y volvimos a la ciudad en silencio. Sabía que debía decir algo pero no tenía palabras, no para esto. Sawyer se detuvo junto a mi Jetta y finalmente lo miré. —Lo siento, sé que también ha sido difícil para ti. Ahora entiendo porque no quisiste decir nada en toda la semana, sobre lo que me estaba pasando, tienes problemas más grandes para arreglar que un pequeño acoso escolar. —Alcancé su mano y la apreté—. Gracias Sawyer. Por contármelo. Por ser un amigo. Por todo. Una sonrisa se asomó por la esquina de su boca. —No es excusa para haberte tratado como lo he hecho esta semana, pero gracias por intentar dejarme fuera de esto. —Ahora lo entiendo, es suficiente. El asintió, solté su mano y salté fuera de la camioneta, este había sido nuestro final. El dolor en mi pecho por el sufrimiento de Beau atravesaba la paz que sabía que estaba en algún lado. Sawyer quedaba oficialmente atrás, era mi pasado. Si tan sólo pudiera encontrar mi futuro.

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Traducido por Mrs Nobody Corregido por Afroday La cabeza de Honey giró hacia mí en el momento en que di un paso hacia la barra. Dejé la puerta cerrada detrás de mí mientras estudiaba a la mujer que le mintió a su hijo toda la vida sobre quién era. Durante la semana pasada yo había crecido como Honey. No estaba de acuerdo con su manera de criar a sus hijos pero sabía que ella amaba a Beau y eso era suficiente. Ahora quería ver el remordimiento en sus ojos. Algo que me dijera que ella sabía que le había hecho daño. —Deja de mirarme como si fuera un maldito experimento de ciencias. ¿En qué andas hoy? —dijo Honey mientras daba un paso alrededor de la barra y me sostenía la mirada. Ella estaba tratando de ver que sabía. Podía verla analizarme con su mirada. —¿Por qué no me dices la verdadera razón por la que Beau escapó? Me dejaste creer que fuimos Sawyer y yo los que lo hicimos escapar. Ella levantó una ceja delgada y oscura y suspiró. —Supongo que Sawyer decidió compartir las buenas noticias contigo. —No considero el hecho de que a Beau le hayan mentido toda su vida una buena noticia. Honey sacó un taburete del bar y se sentó en él rodando sus ojos como si yo estuviera siendo melodramática. —¿Qué viniste a hacer aquí Ashton? Regáñame. Acúsame. Júzgame. Adelante. Como si no estuviera acostumbrada. Pero asegúrate de visitar la casa de tu antiguo novio y darle el mismo regaño al padre de Beau que el que quieres dar aquí. Porque bebé, se necesitan dos para bailar tango. —No estoy aquí para juzgarte o alguna de esas cosas. Estoy aquí porque estoy preocupada por Beau. Desearía que me lo hubieses dicho. Hubiera ido a buscarlo. —No era mi historia para contarla. Una vez que se lo dije a los chicos se convirtió en su historia. Cuando ellos quisieran que alguien lo supiera tomarían la decisión de contárselo, no yo. ¿Además cómo vas a encontrar a alguien que escapó para no

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The Enchanted Library ser encontrado? Me acerqué y me senté en el taburete vacio que había a su lado. Honey siempre supo que Beau no se estaba escondiendo de sus problemas, no estaba escapando. Se estaba enfrentando con la bomba que había sido tirada sobre él y había cambiado su vida. —¿Por qué me dejaste creer que se estaba escapando de mi? ¿De Sawyer? —le pregunté buscando en su cara algún signo de remordimiento. —Porque era mejor así. Tú nunca vas a ser nada más que una pared entre esos dos chicos y ahora mismo ellos se necesitan más que nunca. Puede que no sea una madre ideal pero amo a mi muchacho. Sé que necesita a su hermano. Tú eres dulce y honesta, me gustas, de verdad. No eres como pensaba, pero no eres buena para los chicos. Te necesitan fuera de sus vidas para poder seguir adelante y encontrar una manera de lidiar con esto. Ella tenía razón. Siempre sería la que estaría en el medio, siempre reparando sus muros. Amo a Beau. Lo amo demasiado para dejarlo ir. —Tienes razón —contesté. Honey me alcanzó y acarició mi brazo cariñosamente. —Eres una buena chica con un gran corazón. Estoy agradecida de que ames a Beau. Me hace sentir bien que alguien como tú pueda amarlo. Gracias. Me levanté y puse mis brazos alrededor de los hombros de Honey. Ella se puso rígida y después se relajó y sus brazos, lentamente, me rodearon. Me pregunté si alguien, alguna vez, la había abrazado. La exprimí durante un tiempo antes de soltarla. —Gracias por aguantarme esta semana —le dije mientras se me desgarraba la garganta. Sus ojos color avellana estaban húmedos cuando me dio una sonrisa triste. —Disfruté la compañía. Antes de que me convirtiera en un desastre lloriqueante, la saludé con la mano y me dirigí hacia la puerta. —Él está de nuevo en la ciudad, sólo para que lo sepas. Le di tus cartas.

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The Enchanted Library Apreté la manija de la puerta y miré fijamente a la vieja puerta de madera. Tengo que dejarlo ir. Preguntar dónde está y cuánto tiempo estará de regreso sólo lo hará peor. Con toda la fuerza de voluntad de mi cuerpo, giré la manija y abrí la puerta. Era tiempo de irme a casa.

El golpe en mi puerta fue seguido por un: —¿Ashton mi amor, estás adentro? Miré el reloj en mi mesa de noche, eran las ocho de la mañana. Papá recién llegaba a casa, eso era raro. —Sí —contesté. Abrió la puerta y entró. Las líneas de su ceño fruncido en su cara lucían como si hubiera pasado una noche estresante, en algún lugar. —¿Estás bien? —le pregunté, recordando la última vez que uno de mis padres vino a mi cuarto disgustado. —Sí, estoy bien. Sólo quería hablar de algo contigo —me contestó y se sentó en la silla púrpura mirando a mi cama. Aparentemente esta iba a ser una larga conversación. Él nunca se sentaba aquí. —Está bien —le di lugar. Su extraño comportamiento me estaba poniendo nerviosa. —Tú y Sawyer terminaron. Lo dijo como una afirmación, no una pregunta. Así que sólo asentí para confirmarlo. —¿Has hablado con él después sobre cualquier cosa? Tal vez algo que esté ocurriendo en su familia. ¿Cómo sabía mi papá? A menos... —Sí, hoy de hecho —contesté esperando a ver cuál sería su próxima pregunta. Papá se aclaró la garganta y se inclinó hacia adelante apoyando sus codos sobre las rodillas.

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The Enchanted Library —¿Qué te dijo? Su ceño fruncido y que haya llegado tarde sólo significaban una cosa. Esta noche papá tuvo terapia. —Me dijo algo acerca de Beau. No iba a decirle a papá el secreto, si me equivocaba y no había pasado una hora con Sawyer y sus padres. —¿Te dijo quién es el padre de Beau? Asentí sin estar dispuesta a decir más. Papá dejó escapar un suspiro y se echó hacia atrás en la silla. —Sawyer y su mamá vinieron a verme esta noche. No están llevando bien esta noticia, pero estoy preocupado por Beau. Pienso que es el que más afectado debe estar. ¿Sabes dónde está? Negué con la cabeza. —¿Me lo dirías si supieras? Porque realmente pienso que necesita hablar con alguien. Escaparse y esconderse no es saludable para él, Ashton. —No papi. Beau no me ha llamado ni vino a verme desde el domingo en la mañana. Pero... él está de vuelta. Honey me dijo que regresó a la ciudad. Ellos se vieron. Papá asintió con la cabeza y se frotó las mejillas sin afeitar, sus ojos se fruncieron. Él quería ayudar a Beau. La idea de mi papá ayudando a Beau me animó. Quería levantarme y rodearlo con mis brazos pero me quedé quieta. Beau no quería su ayuda. No iba a decirle ese pensamiento. —¿Está loco por ti? Moví la cabeza pero luego me detuve. No estaba segura de si lo estaba o no. No me había buscado. No me había llamado ni mandado un mensaje. Tal vez estaba loco por mí, tal vez se arrepentía de todo. —Quería disculparme contigo por las cosas que dije sobre él la noche del velatorio de abue. Estaba equivocado, no lo conocía. Sawyer me había encandilado un poco esa noche. Beau tuvo una educación difícil pero ha superado muchas cosas. Lo

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The Enchanted Library juzgué injustamente. Cuando vino al velatorio de abue y te llevó hasta el frente me sorprendió. No encajaba en las personas con las que lo identificaría. Una persona mal educada no hace algo tan amable por alguien. Pero me asustó. Beau era el hijo de un agricultor del infierno. Conocí a Mack Vincent en la escuela y él no era nada confiable. No quería eso para ti. Estaba seguro que la sangre de su padre lo había contaminado de alguna manera. En cambio, él tiene corriendo por las venas la sangre del ciudadano más admirado en la ciudad. En vez de cargar con eso, el negó a su propio hijo. Mack amaba a ese chico. Recuerdo verlo con Beau y sorprenderme de la amabilidad que tenía con su hijo. El hecho de que Beau no fuera suyo y él lo supiera, sólo me mostró de nuevo cuan equivocado estaba. La Biblia nos dice que no juzguemos, yo lo hice de todas formas. Lamento no haber confiado en ti. Viste la bondad de Beau que yo me negaba a reconocer. Esta vez me salí de mi lugar en la cama y caminé hacia mi papi. Sin una palabra, me senté en su regazo y apoyé mi cabeza en su hombro como hacía cuando era una niña pequeña. —Está bien papá. Sé que tenías buenas intenciones, que estabas tratando de protegerme. Pero tienes razón, Beau es especial. De alguna manera, los descuidos que ha sufrido no se llevaron el espíritu dentro de él. Si llegas a conocerlo, lo amarás. Es difícil no amarlo. —¿Lo amas? —Sí, y es porque lo amo que lo estoy dejando ir. No puede estar conmigo y a la vez salvar su relación con Sawyer. Siempre le recordaré su traición. Lo entiendo. Papá frotó mi brazo y me abrazó contra su pecho. —No quería verte lastimada pero tienes razón. No veo otra manera. Esos dos chicos tienen un montón de trabajo que hacer para curarse. Se necesitan el uno al otro. —Lo sé. —Pero todavía duele —respondió papá. —Sí, todavía duele.

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Traducido por Caami Corregido por LadyPandora Toda la noche había dormido con mi teléfono apretado fuertemente en la mano. Sólo por si acaso Beau dejaba un mensaje o llamaba. Sí, yo dejé que se marchara, pero eso no significa que no estuviera preocupada por él. Si sólo pudiera saber que él estaba en casa, en su cama. Hoy anduve por el pasillo sin las preocupaciones de que alguien me empujara contra la pared. Las burlas se habían detenido. Era como si todos tuvieran algo nuevo en lo que enfocarse. Yo ya no era más el centro de atención. Gracias a Dios. Me giré para dirigirme hacia mi casillero y mis pies desaceleraron a la vez que mis ojos se posaban en el cuerpo dolorosamente familiar que estaba delante de mi casillero. Mi corazón se aceleró cuando le eché un vistazo. Ahora podía admirar abiertamente su culo dentro de un par de pantalones vaqueros. Una risa apareció en mis labios, pero se desvaneció rápidamente al descubrir lo que estaba haciendo. Beau estaba quitando todas las notas del día anterior que seguían pegadas a mi taquilla. Me había cansado de quitarlas y con mi confrontación con Sawyer ayer me había olvidado completamente de ellas. A pesar de que no podía ver su cara reconocí la postura enfadada mientras destrozaba cada nota y la tiraba al suelo. ¿Acababa de gruñir? Di un paso cauteloso hacia él. La tensión de sus hombros me advirtió de que no hiciera ningún movimiento brusco. Estaba tenso como un arco, listo para ser soltado. —Beau —dije su nombre suavemente antes de llegar y tocar su brazo. La última de las notas adhesivas trituradas fue a la deriva hacia el suelo desde su mano. No me miró. En lugar de eso, cerró los ojos con fuerza. La marca de su mandíbula sólo intensificaba más sus afilados rasgos perfectos. —Está bien, las notas no me molestan. Le aseguré, buscando algo que decir. Cualquier cosa para calmar su temperamento. —Él les dejó hacer esto. Voy a matarlo.

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The Enchanted Library Sus palabras estaban tan densamente mezcladas con rabia que empecé a preocuparme por la seguridad de Sawyer, otra vez. —No, ya les dijo que pararan —le aseguré, cerrando el espacio entre nosotros. Beau finalmente abrió los ojos y giró su cabeza. Sus ojos color avellana tan llenos de emociones estudiaron mi rostro. —¿Cuándo? Porque no hay duda de que no se han detenido. Deslicé mi mano por su brazo y sujeté mis dedos a su alrededor. —A mi no me molesta. En serio. No me importa. Beau gruñó y dio un puñetazo contra la puerta de mi casillero. —A mí sí. Nadie se dirige a ti de esta manera. Nadie, Ash. —Se dio la vuelta y frunció el ceño al pasillo lleno de estudiantes—. ¡NADIE! —gritó. Su mano se soltó de la mía y la multitud se apartó mientras él se alejaba. Iba a buscar a Sawyer. En silencio, recé para que lo dejara vivir. Entonces los curiosos ojos que observaban la retirada de Beau cambiaron de nuevo a mí. No habría más notas en mi taquilla. Beau estaba de vuelta y estaba segura de que acababa de aterrorizar a todo el alumnado. Los pequeños trozos de papel a mis pies eran todo lo que quedaba de mi semana como marginada social. Me incliné para recoger los pedazos. Unas botas desgastadas se detuvieron frente a mí y Jerrod se agachó a mi lado. —Te ayudaré. No creo que la intención de Beau fuera que limpiaras esto. Le sonreí por encima. Él había visto todo lo que sucedió esta semana desde la barrera, sin decir ni una palabra. Sabía que sólo estaba ayudando ahora porque trataba de encontrar algo de gracia redentora en los ojos de Beau. —No quiero que el conserje tenga que limpiarlo. No es su culpa. —Va a asesinar a Sawyer si se entera que esto es lo menos que te han hecho en esta semana.

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The Enchanted Library Suspiré sabiendo que estaba en lo cierto. Si esto hizo que Beau se enojara, entonces el grafiti con esmalte de uñas y el incidente de la coca lo volvería ciego de ira. —Estoy rezando para que nadie se lo cuente. Jerrod se detuvo y me estudió un momento. Me di cuenta de que estaba tratando de determinar si, realmente, había dicho eso en serio. —¿No quieres venganza? Lo negué y me puse en pie, con las dos manos llenas de papel. —No, no quiero venganza. Si esta semana era lo que hacia falta para ayudar a Sawyer con todo, entonces ha valido la pena. Por supuesto que Beau nunca lo verá de esa manera. —Terminará culpándose a si mismo por dejarte aquí. Tiré el papel a la basura y sacudí las manos en mis jeans antes de volver a mirar a Jerrod. —Él tenía sus razones. Tanto Sawyer como yo lo sabemos. —¿Entonces Sawyer y tú, ya habéis hecho las paces? Dejé escapar una pequeña risa. Sawyer y yo nunca estaríamos completamente reconciliados. Ya había llovido demasiado. —Tan reconciliados como nunca estaremos. Jerrod asintió con la cabeza como si lo entendiera. —¿Y Beau? —preguntó, viéndose inseguro, como si hubiera tocado algo muy personal. —Beau y yo somos amigos. Eso era todo lo que necesitaba saber. Jerrod asintió y se subió más la mochila en su hombro. —Lamento lo de esta semana. Debería haber dicho algo. Me quedé esperando a que Sawyer interviniera. —No te preocupes. Ahora está acabado.

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The Enchanted Library —El retorno de Beau. —Estuvo de acuerdo entonces, con una última sonrisa compungida se giró y se alejó.

Me quedé fuera de la cafetería observando las puertas dobles. Beau había apareció en clase de literatura hoy, pero se había sentado en el otro lado de la habitación y ni una sola vez miró en mi dirección. Lo sé porque lo observé durante toda la hora y media. Sawyer no se presentó a Física. No había notas en mi taquilla y había pasado toda la mañana sin un comentario vil o alguien sacando su pie para ponerme la zancadilla en los pasillos entre clases. Sólo unas pocas personas me hablaron, en realidad. Era como si no estuvieran seguros de cómo tratarme todavía. Beau me estaba ignorando. Era imposible pasarlo por alto. En algún momento todo el mundo iba a relajarse y un alma valiente tantearía el terreno. Realmente no quería que ocurriese en el almuerzo. Mi almuerzo estaba empaquetado y la biblioteca estaba arriba, vacía. —¿Vas a entrar? Me giré para ver a Kayla de pie, a mi lado. Con la mano en la puerta. Mi ritmo cardiaco se aceleró y decidí que no. No estaba preparada para enfrentarme a la multitud en el interior. Negué con la cabeza. —Creo que no. —¿Por qué? Nadie va a tocar un pelo de tu cabeza después de la actuación de Beau esta mañana. No estaba lista para contar con esto. —¿Qué ocurre? La voz de Beau me sobresaltó y giré en redondo para verlo detrás de mí, con un brillo territorial en sus ojos. —Nada —balbuceé y rápidamente di un paso a su alrededor. Su mano me alcanzó y me agarró del brazo con suavidad pero con la suficiente firmeza como para detenerme. —¿A dónde vas? La cafetería es por esta dirección.

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The Enchanted Library —A la biblioteca. Desde que Nicole derramó una coca-cola en su cabeza durante el almuerzo ha estado escondiéndose en la biblioteca para comerse la comida. El deleite en la voz de Kayla mientras le contaba lo de Nicole era obvio. Sabía que no le estaba diciendo esto a Beau por mi causa. Se lo estaba diciendo para que reaccionara. El fuego que se encendió en sus ojos puso una gran sonrisa en el rostro de Kayla, antes de que se girara y se dirigiera hacia el interior de la cafetería. —No estás escondiéndote en la maldita biblioteca, Ash. Si alguien te mira mal, me encargaré de eso. Beau estaba mirándome por primera vez desde esta mañana. Absorbí el pequeño fragmento de atención. Era patética. —Está bien —contesté. Sin decirle que era imposible. Caminó a mi alrededor y abrió la puerta. —Vamos. Entré delante de él y toda la sala se quedó en silencio. Posiblemente eso podía ser peor que las carcajadas y las risas por lo bajo. —¿Necesitas algo de la línea? —preguntó Beau agarrando mi codo. Negué con la cabeza explorando a la multitud ante cualquier señal de Sawyer. —¿Dónde está Sawyer? —susurré cuando no lo vi por ninguna parte. —En casa. Tiene una conmoción cerebral. —¿Qué? —pregunté horrorizada. Beau frunció el ceño. —No debería haber dejado que te acosaran. Fue su error. Ya lo sabe… ahora. —Beau —susurré, sacudiendo el codo fuera de su alcance. Esta es la razón por la que no podía tener lo que quería. Por mi culpa Beau le había dado un golpe a su primo. NO. A su hermano. No podía dejar que esto siguiera sucediendo. —¿Por qué hiciste eso? ¿Está bien?

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The Enchanted Library —Él está bien. Puedes ir a ver cómo está después de la escuela. —Hizo una pausa y apretó la mandíbula—. No, retiro lo dicho. Es necesario que te mantengas alejada de él. No estoy seguro de poder manejar el que te preocupes por él en este momento. Necesito tiempo. —Beau, yo. —Ve a sentarte con Kayla. Te está haciendo señas. Estás a salvo, Ash. Se dio la vuelta y me dejó allí, de pie, observando como se retiraba hacia el otro lado de la cafetería.

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Traducido por Lyricalgirl Corregido por DeeydraBernal;* Supuse que lo que Beau no sabía no lo lastimaría. Me senté en mi cuarto debatiendo si ir a revisar a Sawyer, por horas. Finalmente, mi conciencia fue superior a mí y manejé hasta aquí. Enfrentar a su madre no estaba en la parte más alta de la lista de cosas que quería hacer. Ni este año y ni jamás. Pasé frente a su calzada y giré en la sucia ruta que llevaba abajo al hoyo. Una vez que volví allí estacioné el auto y le mande a Sawyer un mensaje haciéndole saber que iba a visitarlo para ver como estaba. Si él quería verme lo haría. Mientras esperaba, supuse que podría disfrutar nuestro lugar favorito de niños una última vez. Subirme a un árbol no era tan fácil como antes, pero en ese momento nuestra rama favorita no era tan alta como solía ser. Sólo tomó un pequeño salto del tronco para que pudiera subirme con seguridad a la rama que había compartido con los chicos Vincent durante nuestra niñez. —Impresionante. Lo hiciste parecer fácil. —La voz de Sawyer me sorprendió. Mire hacia donde estaba para encontrarlo apoyado contra un árbol cercano. Sus oscuros rizos bailaban en la brisa, recordándome las veces que solía verlo hacer exactamente lo misma con fascinación. Amaba enterrar mis dedos en ese espeso cabello y enredar sus rulos en mis dedos. Él realmente era hermoso. —Ya estaba aquí cuando enviaste el mensaje —respondió él con una sonrisa divertida. Mi expresión debía de haber mostrado mi confusión. —Oh —respondí. —¿A qué se debe esta visita? —respondió, levantándose y caminando para pararse a lado de mis piernas. Apenas tenía que levantar la vista para verme a los ojos. —Quería ver como estabas. Beau dijo que tenías una contusión. Sawyer rió e hizo saltar la piedra que estaba sosteniendo en su mano sobre el agua. —¿Te dijo cómo conseguí esa contusión?

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The Enchanted Library —Sí —le respondí, sintiéndome culpable. —La merecía. He sido una mierda contigo toda la semana. ¿Acaba Sawyer de decir una mala palabra? —Um. No sabía qué decir. Estaba en lo correcto, lo había sido, pero tampoco merecía que su hermano lo golpeara por ello. —No debería haber dejado que te dijeran todas esas cosas. Honestamente, que Beau me diera una paliza fue un alivio. Me había estado castigando a mi mismo por ello. Tener a alguien que me castigara físicamente fue una liberación. —¿Qué? —pregunté. Sawyer volteó sus ojos azules de vuelta a mí. —Ash, fuiste mi chica por años. Pero antes de eso éramos amigos. Los mejores amigos. Nunca debí haber dejado que un cambio de planes hiciera que te diera la espalda de esa forma. Tú tomaste toda la culpa por algo que no era enteramente tuya. Era mía y de Beau. —¿Tuya? ¿Cómo? —Sabía que Beau te amaba. Veía la forma en que te miraba. También sabía que lo amabas más que a mi. Ustedes dos tenían un vínculo secreto del que nunca fui parte. Estaba celoso. Beau era mi primo y tú eras la chica más linda que jamás había visto. Te quería para mí. Así que te pedí salir a una cita. Sin siquiera preguntarle a Beau primero. Nunca preguntándole cómo se sentía acerca de ello. Tú simplemente aceptaste y como magia el vínculo que ustedes compartían se rompió. Ya nunca hablaron. No había más charlas en el techo a altas horas de la noche ni sacarlos a ustedes dos de problemas. Beau era mi amigo y tú mi novia. Fue como si su amistad nunca hubiera existido. Fui egoísta e ignoré la culpa hasta que se desvaneció. Sólo las veces que lo veía mirarte con esa expresión de dolor necesitado volvía. Estaba mezclada con miedo. Miedo de que vieras lo que había hecho y fueras con él. Miedo de perderte. Me estiré hacia él y pasé mi mano por su cabello. —Yo también te quería. Quería ser lo suficientemente buena para ti. Quería ser la buena chica que merecías.

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The Enchanted Library —Ash, eras perfecta justamente de la forma que eras. Yo fui quien te dejó cambiar. Me gustaba el cambio. Es una de las muchas razones por las que temía perderte. En mi interior sabía que ese espíritu libre que tenías pelearía por liberarse. Pasó. Y el hecho de que haya pasado con Beau no me sorprende en lo más mínimo. —Lo siento Sawyer. Nunca quise lastimarte. Hice un lío de todo. No tendrás que vernos a Beau y a mí juntos. Me alejaré de sus vidas. Pueden recuperar lo que perdieron. Sawyer se estiró hacia mí y tomó mi mano. —No hagas eso Ash. Él te necesita. —No, es lo que él necesita también. Hoy casi ni me hizo caso. Sólo me habló cuando quería demostrarle a todos los demás que debían dejarme sola. Sawyer soltó una risa triste. —No durará mucho. Nunca ha sido capaz de ignorarte. Ni siquiera cuando sabía que lo estaba observando. Ahora mismo, él está lidiando con muchas cosas. Y está lidiando con ellas solo. No lo alejes. Salté de la rama y abracé a Sawyer. —Gracias. Tu aprobación significa el mundo para mí. Pero ahora mismo te necesita. Eres su hermano. Sólo seré un estorbo entre ustedes lidiando con todo. Sawyer levantó su brazo y giró un rizo de mi cabello entre sus dedos. —Aun si estuve mal en tomarte sin pensar en los sentimientos de Beau, no puedo lograr arrepentirme. He pasado unos geniales tres años contigo, Ash. No supe qué decir. La había pasado bien, también, pero me arrepentía de haber elegido al chico Vincent incorrecto. Él me dio una última sonrisa triste, luego soltó mi cabello y se fue.

BEAU Sawyer no estaba caminando de vuelta al coche de cuatro ruedas en el que había manejado hacia aquí. Estaba yendo directo hacia mí. Debería haber sabido que me había sentido mirándolos. No salí de las sombras. En cambio, esperé a que me

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The Enchanted Library acompañara. Lejos de la vista de Ashton. Mi cuerpo estaba tenso como la cuerda de una guitarra. Cuando lo había abrazado no estaba seguro de si sería capaz de contenerme de agarrarlo lejos de ella y lanzarlo al maldito río si intentaba en lo más mínimo acercarse a su boca. —¿Viste y oíste lo suficiente? —preguntó Sawyer, poniéndose detrás de mi para darse la vuelta y mirar a Ashton. Ella ya no estaba observando la retirada de Sawyer. En cambio, se había vuelto hacia el agua. La brisa jugaba con su cabello rubio haciendo que mis manos ansiaran recorrer mis dedos por el. —Sí —respondí, odiando que él estuviera tan hipnotizado por ella como yo. —Ahora es toda tuya hermano. Hemos encontrado nuestro cierre. No había necesitado su bendición, pero Ashton lo había hecho. —Desde el momento en que la sostuve fue mía. Siento haberte hecho esto, pero nunca amaste realmente a la verdadera Ashton, yo lo hago. Sawyer asintió. —Lo sé. —Haré lo que haga falta para ser digno de ella. Ella es todo lo que siempre he querido. —No cambies por ella. Ella cometió ese error conmigo. Ella está enamorada de ti. Justo como eres. Sólo sé tú mismo, Beau. Sólo sé tú mismo. Ella me amaba. Escuchar esas palabras envió un escalofrió de placer a través de mi. Finalmente había ganado a la chica. —Ella tenía al Sr. Perfecto y me quería en cambio. No tiene sentido —dije, sonriéndole ampliamente a Sawyer. El rió entre dientes. —De gustos no hay nada escrito. —Me codeo en las costillas—. Ve por ella hombre. Está convencida de que tiene que salir de nuestras vidas para que podamos arreglar nuestra relación. Su corazón se está rompiendo. Pude verlo en

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The Enchanted Library sus ojos. Ella está lista para sacrificar su felicidad con el fin de hacer lo que piensa que es mejor para ti. Saca a esa chica de su miseria. Salir de mi vida. Ni en un infierno. Le di una palmada a Sawyer en la espalda y salí para aclararle a ella las cosas. Pero primero iba a devorar eso labios llenos suyos que estaban apretados en una mueca.

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ASHTON Dos brazos me envolvieron. —Dios, hueles tan malditamente bien. —La voz de Beau era apagada contra mi cuello. Su cálido aliento hizo que la piel de mis brazos se erizara. —¿Beau? —dije con voz ronca. —Mmmhmmm —respondió, besando mi cuello y mordisqueando mi oreja. Gire mi cabeza a un costado para darle mejor acceso cuando debería haber estado tratando de detenerlo. Pero con su calidez rodeándome y sus manos subiendo por mis costados, decidí que no me preocuparía por el momento. —¿Qué? —logre decir mientras una de sus manos jugueteaba con la zona baja de la tira de mi corpiño. Estaba abrumándome. No podía pensar. —Te amo, Ash —susurró contra mi oído y beso un camino desde mi oreja hasta mi hombro. —Ah —chillé. Sus pulgares acariciaron la parte inferior de uno de mis pechos y mis rodillas comenzaron a doblarse. Había pasado tanto tiempo desde que me había tocado. —Tranquila, nena —murmuró, empujándome de vuelta contra su pecho mientras se recostaba contra el árbol que tenía nuestra rama especial. Su pierna se acomodó entre mis muslos y temblé. —No te voy a dejar ir. Eres mía, Ash. No puedo vivir sin ti. —Su voz era grave y fiera mientras me sostenía cerca. —Pero Sawyer...

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The Enchanted Library —Sawyer está de acuerdo con esto. He hablado con él. Él y yo estamos resolviendo las cosas. Pero, Ash, no puedo seguir necesitándote desde lejos. Amarte y no tenerte. Terminaría en la cárcel si alguien intentara tocarte y que Dios te perdone si trataras de salir con alguien. Giré en sus brazos y apoyé mis manos contra su duro pecho. Amaba su pecho. Especialmente cuando estaba desnudo. —Sólo te quiero a ti —dije mirándolo directamente a los ojos. Esas largas y oscuras pestañas no deberían ser tan ridículamente sexis, pero lo eran. Beau enterró sus dos manos en mi cabello y suspiró. —Bien, porque te quiero a ti. Ahora. Para siempre. Sólo a ti. El pensar en un para siempre con Beau envió cosquilleos de felicidad a través de mi cuerpo y disparó directo a mi corazón. El temor y el miedo que había sentido cuando Sawyer dijo que deseaba casarse conmigo algún día, no tenían lugar aquí. Porque Beau era a quien quería. Siempre había sido Beau.

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The Vincent Brothers Es posible que la haya dado sin pelea, pero Sawyer Vincents está lejos de terminar perdiendo la chica que ha amado toda su vida. En vez de renunciar a su mejor amigo y la chica con la que pensó que estaría por siempre, él le dió a Ashton y su hermano Beau su bendición. Sin embargo, ajustarse a ver a Ahton envuelta en los brazos de Beau no es fácil. Complicando todo incluso más, la prima de Ashton, Lana, está en la ciudad por el verano. Lana, dulce, amable, de voz suave que se mete bajo su piel. El solo hecho de estar cerca de ella le hace olvidar todo sobre Ashton y su corazón roto. Lana es todo lo que quería que Ashton fuera, excepto que no es Ashton. Ella no tiene la columna vertebral para levantarse por sí misma y la confianza que Ashton usa como una corona. Lana McDaniel ha vivido su vida a la sombra de su prima. Mientras Lana luchaba con sus notas sin importar cuán duro lo intentara, su madre elogiaba la inteligencia de Ashton. Ella no había sido bendecida con el cabello rubio y la piel perfecta de Ashton, pero eso no evitó que su madre lamentara su cabello rojo natural y pecas. Pero nada de eso habría importado si Ashton no siempre hubiera tenido a Sawyer Vincent envuelto alrededor de su dedo -el único chico que Lana quiso-. Una vez que Ashton dejó ir a Sawyer, Lana había estado tan segura que él seguiría adelante . Decidida a hacer que Swyer finalmente la vea, le había hablado a su madre que la dejara pasar el verano con Ashton. Pero Sawyer está aún enamorado de Ashton y Lana no va ser la chica por despecho de nadie. No importa cuán delicoso sea el sabor de los besos de Sawyer Vincent.

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Abbi Glines puede ser encontrada saliendo con estrellas de rock, paseando en su yate los fines de semana, haciendo paracaidismo o surfeando en Maui. Está bien, quizá ella necesita mantener su imaginación sólo enfocada en su escritura. En el mundo real, Abbi puede ser encontrada acerrando a niños (que siempre suelen aparecer que no le pertenecen a ella) a todos sus eventos sociales, escondida bajo las sábanas con su MacBook con la esperanza de que su marido no la descubra viendo a Buffy en Netflix de nuevo, y escabulléndose a Barnes & Noble para pasar horas perdida en libros. Autora de romance contemporáneo, entre sus obras se encuentra: Saga The Vincent Boys 1. The Vincent Boys 2. The Vincent Brothers Trilogía Existence 1. Existence 2. Predestined 2.5 Lief 3. Ceaseless Saga Sea Breeze 1. Breathe 2. Because of Low 3. While It Lasts Actualmente está trabajando en el libro Options que será publicado en 2013.

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