ANFIBIOS DEL URUGUAY 1 Los anfibios son un grupo de animales integrado por organismos de transición entre formas de vida acuáticas y terrestres. Las especies más frecuentes en el Uruguay, pertenecen al grupo de los anuros (an + uros = sin cola), y son popularmente conocidas como ranas y sapos. La palabra anfibios proviene de los términos amphi y bios, cuyo significado conjunto podría traducirse como «animales de doble vida». Esa «doble vida» hace referencia a su modo reproductivo, ya que los anfibios presentan una fase larvaria acuática (renacuajos) y una fase adulta terrestre. En el mundo se reconocen más de 6 mil especies de anfibios, y alrededor de 5.500 son ranas o sapos. La mayoría se encuentra en las zonas tropicales, ya que los elevados tenores de humedad y temperatura, así como la diversidad de ambientes, favorecen la supervivencia de este tipo de organismos. En Uruguay habitan 47 especies de anuros, lo que constituye una riqueza elevada si se considera la superficie de nuestro territorio y su localización geográfica. Muchas de estas especies están presentes en todo el país, e incluso en los países limítrofes, pero algunas presentan asociaciones espaciales con determinadas zonas geográficas de nuestro territorio. El sapito de Darwin (Melanophryniscus montevidensis) y el escuerzo verdadero (Ceratophrys ornata) están asociados a los ambientes arenosos de la costa atlántica y del Río de la Plata. Varias especies propias de esta zona están amenazadas por el aumento de la urbana, y muchas de sus poblaciones, antaño muy abundantes, hoy constituyen una rareza. Otro grupo de anuros está asociado a los cursos de agua presentes en sierras y cuchillas. Especial atención merecen la rana de las piedras (Limnomedusa macroglossa) y la rana monito (Phyllomedusa iheringii), que presentan una extrema fidelidad a este tipo de hábitat. El litoral noroeste del país (particularmente Artigas y Salto) es el hogar de un grupo de especies cuya distribución geográfica llega hasta la región chaco-misionera (norte de Argentina y sur de Paraguay). Entre éstas se destaca el sapo cururú (Rhinella schneideri. A pesar de tener más de 380 millones de años sobre la faz de la Tierra y haber sobrevivido a los eventos que provocaron la extinción de otros grupos zoológicos (como los dinosaurios), hoy los anfibios ven comprometida su supervivencia. Estamos frente a una crisis global de la biodiversidad que provoca la extinción de múltiples especies de fauna y flora alrededor del mundo, y las causas de esta crisis están asociadas a acciones humanas que van desde la captura de especímenes con fines más o menos superfluos hasta la destrucción a gran escala de los ecosistemas naturales. Las causas particulares que se han señalado como las principales responsables son: fragmentación del hábitat, la introducción de especies exóticas y las enfermedades. La fragmentación del hábitat incluye a todos los eventos que implican la transformación del sitio donde las especies habitan, haciendo que el mismo pierda los atributos que lo hacen aprovechable por estas especies. El aumento de la frontera urbana y la expansión de los monocultivos son actividades que modifican drásticamente los ecosistemas naturales que las especies usan como hábitat o como

Extraído de: “Nuestro patrimonio biológico” Raúl Maneyro Investigador Almanaque BSE 2009 http://www.uruguayeduca.edu.uy/Userfiles/P0001/File/anfibios-del-uruguay.pdf 1

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lugar de pasaje. Cuando una población es fragmentada en pequeños grupos de individuos reproductivamente aislados, aumenta la probabilidad de extinción de dichos grupos. Respecto a la introducción de especies exóticas, en muchos países se han señalado a distintos peces y organismos no autóctonos como potenciales causantes de extinciones de anfibios.

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